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Caracterización biológica, alimentaria y sociocultural de los
niños de 1 a 5 años de edad con exceso de peso, de la
Comunidad Aborigen Ava Guaraní, Barrio Misión San
Francisco, Pichanal, Salta, Argentina
Biological, feeding and cultural characterization of children 1-5 years of age, overweight, of the
Ava Guaraní community, located in San Francisco's Mission, Pichanal, San Ramon de la Nueva
Oran Department of the province of Salta, Argentina
Graciela Cabianca, Catalina Onaga, Analía Aramayo, M. Belén Zenteno
Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Nacional de Salta. Av. Bolivia 5150. Salta Capital.
Argentina.
Autor encargado de la correspondencia: Graciela Cabianca. Avenida Bolivia 5150. Facultad de
Ciencias de la Salud. Universidad Nacional de Salta. Salta. Código Postal 4400. Republica Argentina. E
mail: [email protected]
Palabras Clave: Malnutrición por exceso, Características alimentarias, Estrato
Socioeconómico, Comunidad aborigen, Argentina
Keywords: Malnutrition for excess, Characteristics feeding, Socioeconomic stratum,
Community aboriginal, Argentina
Resumen
La comunidad Ava Guaraní seleccionada para este estudio se encuentra ubicada
en el Barrio Misión San Francisco, en la localidad de Pichanal, perteneciente al
departamento de San Ramón de la Nueva Orán, al norte de la provincia de Salta,
Argentina.
Hoy, al igual que la mayoría de los pueblos originarios, continúan poco
arraigados a sus costumbres y hábitos tradicionales, modificados por la cultura y por
el proceso de transición epidemiológica y nutricional por el que atraviesan, dejando
atrás sus costumbres y tradiciones e inevitablemente sus hábitos de consumo. Que
sumado a la creciente ola de urbanización generan una actitud más sedentaria y
adquieren un estilo de vida más propenso a enfermedades crónicas no transmisibles.
El objetivo de este estudio fue conocer las características hereditarias,
alimentarias y socioculturales de niños/as de 1 a 5 años de edad con exceso de peso,
de la Comunidad Aborigen Ava Guaraní. El estudio fue observacional, descriptivo,
transversal donde participaron el total de niño/as de 1 a 5 años de edad (n= 594) de
este grupo étnico, utilizándose fuentes de datos primarios y secundarios.
Cabianca, G., Onaga, C., Aramayo, A., Zenteno, M.B., 2015. Caracterización biológica, alimentaria y sociocultural
de los niños de 1 a 5 años de edad con exceso de peso, de la Comunidad Aborigen Ava Guaraní, Barrio Misión San
Francisco, Pichanal, Salta, Argentina. Antropo, 34, 1-11. www.didac.ehu.es/antropo
Cabianca et al., 2015. Antropo, 34, 1-11. www.didac.ehu.es/antropo
La evaluación nutricional antropométrica determinó la presencia de 80 niños/as
con exceso de peso, de los cuales el 30% de ellos tiene un año. La edad de las madre
recayo con mayor frecuencia en el grupo etario de 21 y 30 años (64%) y de 31 a 40
años (24 %). El 77,5% presentaron antecedentes hereditarios en primer grado de
parentesco, 32,5% recibió lactancia materna en forma exclusiva, 19,9% inició la
alimentación complementaria de manera adecuada. La mayoría de los niños/as
realizaba siete o más comidas y 71,2% almorzaba en el domicilio ocupando un lugar
de privilegio al momento de la distribución.
Los alimentos consumidos con mayor frecuencia semanal (con valores superior
al 50%) fueron lácteos, carne de vaca, pollo, acelga, tomate, zapallito, cebolla,
zanahoria, zapallo, pimiento, papa, naranja, mandarina, manzana, pera, banana,
cereales y derivados, azúcar, mermeladas/dulces, aceite, mayonesa, agua, jugos
artificiales, gaseosas, golosinas, productos snack y picadillo. Las preparaciones
saladas habituales fueron guisos, sopa, y salsas; y las dulces: arroz con leche, anchi y
gelatina.
Entre sus creencias y prejuicios alimentarios consideraron “alimentos buenos” la
sopa, leche y frutas, y “alimentos malos” las frituras, golosinas y salsas. El principal
combustible utilizado para la cocción fue gas envasado. Autoproducción: el 15% de
las familias criaba gallinas.
Hay predominio de familias numerosas (mas de 7 miembros) y extensas
(conviven más de dos generaciones), con nivel socioeconómico bajo, carenciado y
beneficiarias de planes sociales. Ambos padres solo alcanzaron a completar estudios
primarios. El 66,3% de los jefes de hogar trabajaban como peones.
Se concluye que los niños con malnutrición por exceso de esta comunidad
indígena se caracterizan por la presencia de antecedentes hereditarios de obesidad,
inadecuados hábitos, costumbres y creencias alimentarias. Pertenecen a familias
numerosas, con bajo nivel educativo, ingresos inestables, beneficiarios en su mayoría
de Planes Sociales. El nivel socioeconómico bajo y carenciado, refleja la Situación de
Inseguridad Alimentaria en que vive esta población.
Summary
The Ava Guarani community is located in San Francisco's Mission, Pichanal,
San Ramon de la Nueva Oran Department, at the north of the province of Salta,
Argentina.
Actually, like most of native peoples, few of them continue a bit ingrained to
their traditional customs and habits, modified by the culture and by the process of
epidemiological and nutritional transition. Although to what has been mention before,
the increasing wave of urbanization generates a more sedentary attitude and they
acquire a lifestyle more prone to noncommunicable diseases.
The aim of this study was to know about the feeding, socio-cultural and
hereditary characteristics of children between 1-5 years old who were overweight,
from the Aboriginal Community Ava Guarani. The study was descriptive, traverse and
observational where the total child participates between 1-5 years old (n=594) of this
ethnic group, using primary and secondary informational sources.
Anthropometric nutritional assessment observed that 80 children who were
overweight, which 30% of them were recorded in the age of 1 years old. Most mother
were between 21 and 30 years old (64%) and 31-40 years old (24%). In the first
degree of kinship the 77.5% had hereditary antecedents, the 32.5% received
exclusively breastfeeding, and the 19.9% began the most suitable complementary
feeding. Most children had seven or more meals and the 71.2% had lunch at home
occupying a privileged position at the time of distribution.
The foods eaten in greater frequency (values higher 50%) were: dairy products,
beef, chicken, spinach, tomatoes, globe squash, onions, carrots, squash, peppers,
potatoes, orange, tangerine, apple, pear, banana, cereals and derived, sugar, jams,
sweets, oil, mayonnaise, water, artificial juices, soda, candy, snack products and hash.
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Cabianca et al., 2015. Antropo, 34, 1-11. www.didac.ehu.es/antropo
The salt preparations were: stews, soups, and sauces; and the sweet preparations were:
rice with milk, gelatin, anchi.
Among their beliefs and prejudices feeding, they considered the soup, milk and
fruits as "Good foods", and the fried foods, sweets and sauces as "Bad foods" The
main fuel used for the cooking gas was packing. The self production of the 15% of
families had bred hens.
There is a predominant large families (more than 7 members), extensive families
(more than two generations live together) with lower socioeconomic status, deprived
families and beneficiaries of social plans. Both parents only reached the primary level.
The 66,3 % of household heads worked as pawns.
To conclude with, we can say that children with malnutrition excess are
characterized by the presence of hereditary predisposition to obesity, inadequate
habits, customs and feeding beliefs. They belong to large families, with low education,
unstable income, mostly beneficiaries of social plans. The lower socioeconomic level,
deprived families reflects the situation of food insecurity in this population.
Introducción
Los Guaraníes del noroeste argentino, conocidos también como Chiriguanos, Ava o
Chaguancos, llegaron al país desde el sur de Bolivia a partir del siglo XIX. Estos migrantes, que
llegaron en busca de trabajo, se establecieron permanentemente en la Argentina, y actualmente
habitan comunidades rurales, urbanas y peri urbanas.
Los mismos, son el producto de profundas transformaciones socioculturales, biológicas y
políticas y por ende se encuentran en un continuo proceso de reafirmación étnica y de
fortalecimiento de sus comunidades y organizaciones (Hirsch, 2004).
En la actualidad, al igual que la mayoría de los pueblos originarios, continúan poco
arraigados a sus costumbres y hábitos tradicionales, modificados por la cultura que los alberga y
por el proceso de transición epidemiológica y nutricional por el que atraviesan.
Es por ello que podemos decir que una de las características de estos grupos con respecto a
la alimentación, es que al realizar la movilización de una región a otra dejaron atrás sus
costumbres y tradiciones, e inevitablemente con importantes cambios y/o modificaciones en sus
hábitos de consumo. Ya instalados en la ciudad, modificaron sus actividades, que, sumado a la
creciente ola de urbanización generaron actitudes y comportamientos cada vez más sedentarios,
adquiriendo un estilo de vida más propenso a enfermedades crónicas no transmisibles (Rodríguez
Grighini, 2010).
Este último hecho es de especial importancia en niños y adolescentes en quienes la
prevalencia de sobrepeso y obesidad aumentó en proporciones alarmantes a nivel mundial
(Navarrete y Cartes, 2011). La obesidad se convirtió en una emergencia epidemiológica y afecta
tanto a países desarrollados como en vía de desarrollo, y es considerada un trastorno multifactorial
en cuya etiopatogenia están implicados factores genéticos hereditarios, metabólicos, psicosociales,
culturales y ambientales. Es por ello que, en continuidad a lo ya expuesto, podemos determinar
que uno de los más graves problemas existentes, no solo responde a la malnutrición por déficit
sino también por exceso.
En este sentido no debemos olvidar que la infancia es considerada una etapa fundamental en
la formación del ser humano para su crecimiento y desarrollo, en la cual debe recibir una correcta
alimentación, además del necesario afecto, estímulo y cuidado (Achor et al, 2007). Y que, “La
importancia de la obesidad infantil deriva de su persistencia en la edad adulta y del conocimiento
de que ésta favorece el desarrollo de hipertensión, hipercolesterolemia y diabetes que constituyen
a su vez los factores de riesgos más importantes de enfermedad cardiovascular” (Moreno et al,
2002).
En consecuencia, en el presente trabajo nos interesa identificar los factores hereditarios,
alimentarios y socioculturales que caracterizan a los niños escolares con exceso de peso de la
comunidad Ava Guaraní de Pichanal, con el fin de brindar información para la acción en el área
de la Salud Pública.
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Objetivo
Conocer las características hereditarias, alimentarias y socioculturales familiares, de niños
de 1 a 5 años de edad con exceso de peso, de la comunidad aborigen Ava Guaraní.
Metodología
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal, sobre la población total de 594
niño/as de 1 a 5 años de edad, correspondientes a la comunidad aborigen Ava Guaraní, residentes
en el Barrio Misión San Francisco del Municipio de Pichanal, perteneciente al departamento de
San Ramón de la Nueva Orán, Provincia de Salta. A quienes se lo evaluaron nutricionalmente.
Luego de realizada la valoración nutricional, se identificaron 116 niños con exceso de peso, a
quienes se les realizó la visita domiciliaria con el fin de recolectar los datos necesarios para su
estudio, logrando encuestar a 80 personas responsables del cuidado del niño (representan el 70%)
que se encontraban en sus respectivos domicilio al momento de realizar el estudio (según lo
establecido en los criterios de inclusión).
Los datos se extrajeron de fuentes secundarias (Formularios N° 1, N° 2, N° 3, N° 7 y N° 8
de Atención Primaria de la Salud, Ministerio de Salud Pública de la Provincia de Salta, Área
Operativa II. Año 2012) y de fuentes primarias a través de la visita domiciliaria (entrevista
personal, encuesta estructurada y de frecuencia de consumo de alimentos).
Las variables estudiadas fueron: Biológicas: estado nutricional de los niños según P/T
(porcentaje de adecuación a la mediana - Criterio de Waterlow), edad de la madre, antecedentes
hereditarios de obesidad (presencia y tipo de parentesco); Alimentarias: duración de la LME,
inicio de la alimentación complementaria, alimento incorporado en la alimentación
complementaria, comidas diarias, comensalidad (escolar y domiciliaria), preparaciones habituales
(saladas y dulces), producción familiar para autoconsumo, creencias y prejuicios alimentarios,
frecuencia de consumo de alimentos. Socioculturales: tipo de familia, nivel educativo de los
padres, ocupación del jefe de hogar, estabilidad laboral, estrato socioeconómico (Vinocur, 1990)
(relaciona dos variables: estrato ocupacional y nivel de instrucción), beneficiarios de planes
sociales.
El análisis estadístico se realizó teniendo en cuenta la distribución de frecuencias absolutas
y relativas correspondientes, según categorías de análisis.
Resultados
El Barrio Misión San Francisco está constituido por un total de 1.206 familias, de las cuales
820 (68%) son familias pertenecientes a pueblos originarios y 386 (32%) son familias criollas,
según los datos proporcionados por el Formulario N° 3, Resumen General de Ronda N° 138
(19/06/12 al 31/08/12), Atención Primaria de la Salud, Área Operativa II, Ministerio de Salud
Pública, Provincia de Salta, Argentina.
Se estudiaron un total de 594 niños de la etnia Ava Guaraní de los cuales 50,8% eran del sexo
masculino y 49,2% del sexo femenino. La población se concentró con mayor proporción en las
edades de 3 y 1 año (23,2% y 21,5% respectivamente) y predominio del sexo masculino en el
grupo de 3 y 4 años de edad.
En la tabla 1 se aprecia la distribución de las categorías del estado nutricional de los niños,
utilizando como referencia el indicador P/T y la guía de interpretación según Criterio de
Waterlow (porcentaje de adecuación a la mediana). En este sentido se consideró como normal
entre los percentiles 90-110%, en exceso > 110% y en déficit < 90%. Observándose que el 75%
de los niños de la etnia Ava Guaraní se encontró normal, el 19,5% en exceso y el 5,7% en déficit.
Continuando con el análisis, en el grupo etario de 1 a 2 años predominó el exceso de peso en el
sexo femenino, situación que se revierte a partir de los 3 años, en donde los mayores porcentajes
se registraron sobre el sexo masculino.
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Estado
Nutricional
Déficit
< 90%
Normal
90-110%
Exceso
> 110%
Total
1 año
2 años
3 años
4 años
5 años
Total
F
M
F
M
F
M
F
M
F
M
N
8
1
5
3
6
4
1
2
4
34
%
1,3
0,2
0,8
0,5
1
0,7
0,2
0,3
0,7
5,7
N
45
47
45
45
50
58
38
43
43
30
444
%
7,6
7,9
7,6
7,6
8,4
9,8
6,4
7,2
7,2
5,1
74,7
N
19
9
14
5
10
11
9
18
9
12
116
%
3,2
1,5
2,4
0,8
1,7
1,9
1,5
3
1,5
2
19,5
N
64
64
60
55
63
75
51
62
54
46
594
%
10,8
10,8
10,1
9,3
10,6
12,6
8,6
10,4
9,1
7,7
100
Tabla 1. Estado nutricional antropométrico de niños según edad y sexo. Comunidad Aborigen Ava Guaraní.
Todos (N= 594), Masculinos (N=302), Femeninos (N=292)
Table 1. Anthropometric nutritional status of children by age and sex. Aboriginal community Ava Guaraní.
A través de la Valoración Nutricional se identificaron 116 niños con exceso de peso, a
quienes se les realizó la visita domiciliaria con el fin entrevistar a las personas responsables de su
cuidado que estuvieran presentes en el momento de la visita. Fueron encuestadas 80 adultos
responsables (representando el 70% del total de niños con sobrepeso).
Los resultados de las encuestas mostraron como se observa en la Tabla 2, que el mayor
porcentaje de niños con exceso de peso se concentró en las edades de 1 año (30%), seguido por el
grupo de 5 años (25%), 2 años (16,3%), 3 años (15%) y 4 años (13,8%). En este grupo, se observa
claramente la presencia de malnutricion por exceso en dos de las tres etapas críticas o vulnerables
para el desarrollo de la obesidad, como el primer año de vida, donde los factores relacionados con
la obesidad temprana son básicamente los referidos a los patrones de alimentación (lactancia
materna, duración de ésta, introducción de semisólidos y el estilo de alimentación del lactante) y
en el periodo de rebrote de la obesidad a los cinco años, en el cual los estímulos que actúan en él,
refiere a la rápida velocidad de crecimiento del tejido graso, produciendo aumento post
hiperplasia, lo cual determina mayor riesgo en la perpetuidad de esta patología (Torresani, 2006).
Edad
N
%
1 año 24 30,0
2 años 13 16,3
3 años 12 15,0
4 años 11 13,8
5 años 20 25,0
Tabla 2. Niños con exceso de peso, según edad. Comunidad Aborigen Ava Guaraní.
Todos (n = 80), Masculinos (n = 35), Femeninos (n = 45)
Table 2. Who are overweight children, according to age. Aboriginal community Ava Guaraní.
Al visitar a los niños con exceso de peso (n= 80) en sus respectivos domicilios, se observó
que las madres eran las únicas responsables de su cuidado y fue a quienes se les realizaron las
encuestas. Identificandose que el 64% de las mismas se registraron en las edades entre 21 y 30
años y el 24% en el grupo de 31 a 40 años de edad (Tabla 3). Podría considerarse estas
características como un factor protector, dado que numerosos estudios demostraron que los niños
de madres adultas presentan un mayor nivel de desarrollo durante los primeros años de vida que
los de madres adolescentes, debido a que estas últimas, en general, parecen interactuar con sus
hijos/as con un nivel menor de competencia que las primeras (Hidalgo e Hidalgo, 2002).
Edad
Madres encuestadas
N
%
≤ 20 años
5
6,3
21-30 años
51
63,8
31-40 años
19
23,8
41-50 años
5
6,3
Total
80
100,0
Tabla 3. Edad de las madres encuestadas. Comunidad Aborigen Ava Guaraní.
Table 3. Age of the mothers surveyed Aboriginal Community Ava Guaraní.
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Otro aspecto importante desde el análisis bibliográfico, es la afirmación de que la madre
como primera cuidadora tiene mayor influencia en el desarrollo de hábitos saludables de
alimentación, debido a que es la encargada de ofrecer algunos alimentos y de evitar otros,
distribuir las comidas durante el día, determinar sus cantidades y dirigir en sus hijos el aprendizaje
hacia la formación de preferencias por los alimentos. Esta labor es fundamental pues permite
analizar la dieta que sigue la familia, sobre todo en la adquisición de buenos o malos hábitos
alimentarios que suelen predominar toda la vida. Sin embargo no todas las mujeres asumen las
responsabilidades alimentarias, ni todas las delegan o comparten; esas diferencias se manifiestan
de manera distinta según el tipo de ocupación o nivel de estudios (Cabello Garza y Reyes, 2011).
Si bien el desarrollo de la obesidad se origina por un desequilibrio entre la ingesta/gasto de
energía, la presencia de los factores genéticos, de comportamiento y la influencia del ambiente
también la afectan y modulan (Moreno et al, 2002). La presencia de antecedentes hereditarios de
sobrepeso/obesidad, es un factor importante a tener en cuenta ya que el riesgo de padecer
obesidad durante la infancia oscila en un 40% cuando uno de los padres es obeso y en el 80%
cuando ambos lo son (Pérez et al, 2008).
En esta poblacion de estudio, se observo que el 77% (62 niños) presentaron antecedentes
hereditarios de sobrepeso/obesidad en familiares de primer grado (23% madres, 18% padres y
13% ambos) y segundo grado (abuelos paternos 24% y maternos 23%).
Durante el diálogo con las cuidadoras de los niños/as, se detectó que la práctica de Lactancia
Materna fue modificado a lo largo del tiempo. Antiguamente e inclusive durante la infancia de
dichas madres, la leche materna consistía en el principal alimento durante los primeros meses de
vida extendiéndose hasta el primer o segundo año. En la actualidad solo el 32,5% de los niños/as
recibieron lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, el 25% por menos de seis meses y el
42,5% nunca.
El 67,5% de los niños inició la alimentación complementaria (AC) de manera inadecuada
(antes de los seis meses), el 19,9% a los seis meses y el 12,5% despúes de los seis meses de edad.
(Tabla 4)
Niños de 1 a 5 años
con exceso de peso
N
%
< 6 meses
54
67,5
6 meses
16
19,9
> 6 meses
10
12,6
Total
80
100,0
Tabla 4. Edad de inicio de la Alimentación Complementaria en niños/as de 1 a 5 años con exceso de peso.
Comunidad Aborigen Ava Guaraní.
Table 4. Age of onset of complementary feeding children of 1-5 years overweight. Aboriginal Community Ava
Guaraní.
Edad de inicio de AC
Los alimento elegidos para iniciar la alimentación complementaria que mencionaron con
mayor frecuencia fueron: sopa (100%), leche de vaca (76%), puré o papilla de zapallo, zanahoria
y papa (49%), yogurth (14%), fruta rallada, manzana o banana (10%), guiso (7%), jugos
artificiales (6%), carne (4%), compota de fruta(2%), pan (2%), hígado (2%) y por último, la
gelatina(1%) y nestum (1%), utilizando varios alimentos o preparaciones al mismo tiempo, como
por ejemplo leche+sopa+papilla, sopa+yogurt+fruta rallada, leche+sopa+guiso, etc. Las
caracteristicas relacionadas al corto periodo de lactancia materna exclusiva, como asi tambien el
temprano inicio de la alimentacion complementaria constituyó otro factor predisponente al
sobrepeso/obesidad que está presente en estos niños.
El 50% de los niños realizan diariamente 7 o más comidas, que en términos generales
incluye las cuatro comidas principales más postre y 2 o más colaciones. En relacion a la
comensalidad, el 90% de ellos almuerzan en el domicilio en las edades correspondientes entre uno
a cuatro años. Situación que se revierte a la edad de cinco años, cuando el 85% almuerza en la
escuela. De los 23 niños/as que almuerzan en la escuela el 70% repite el almuerzo al regresar a su
hogar (Tabla 6). Se pone en evidencia que las “conductas obesogénicas alimentarias” y las
“conductas obesogénicas relacionadas con el estilo de vida” están presente en esta población
pediátrica.
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Tipo de
1 año
2 años
3 años
4 años
5 años
Total
Comensalidad N
%
N
%
N
%
N
%
N
%
N
%
Familiar
24 30,0 13 16,2 11 13,8 6
7,5
3
3,8 57 71,2
Escuela
0
0,0
0
0,0
1
1,2
5
6,3 17 21,2 23 28,8
Totales
24 30,0 13 16,2 12 15,0 11 13,8 20 25,0 80 100,
Tabla 5. Comensalidad en niños/as con exceso de peso según edad. Comunidad Aborigen Ava Guaraní.
Table 5. Commensality children who are overweight by age. Aboriginal Community Ava Guaraní.
Al indagar sobre la distribución intrafamiliar de la comida, cada cuidadora entrevistada (N=
80), respondió en terminos generales lo siguiente:
- “1° niños, 2° padre, 3° madre”
- “1° niños, 2° padre y madre”
- “1° padre, 2° resto de la familia (niños, madre, abuelos)”
- “1° niños, 2° hijos mayores, 3° padre y madre”
Cuantificando las respuesta, se evidenció el siguiente orden de prioridades: en primer lugar los
niños (79%) le sigue en orden decreciente el padre (51%) y la madre (40%). Según el orden
mencionado, merece destacarse que el niño es quien ocupa un lugar privilegiado al momento de la
distribución intrafamiliar de la comida.
Continuando con el análisis, resultó interesante conocer la dimensión social y cultural que
alcanza el alimento y/o preparaciones relacionada con el tamaño de la ración, observandose que
de los 80 casos estudiados, se sirve la mayor ración al padre (27%), para los niños como para los
hijos mayores (6%), y por último a las madres (2%), este aspecto nos demuestra la presencia de
una distribucion de alimentos diferencial e irracional en los hogares, que “frente al grupo
hegemónico de los niños, hombres-adultos las mujeres aprenden a autoexcluirse”.
El 57% de las cuidadoras expresaron que “a todos se sirve por igual”, es decir que en estos
casos las raciones mantienen igual tamaño para cada miembro de la familia a los fines de que
todos tengan las mismas posibilidades de alimentación aunque los recursos económicos sean
escasos.
Las razones por las cuales respetan esta escala jerárquica y el tamaño de las raciones en la
distribución alimentaria intrafamiliar expresadas por las entrevistadas, consistio en “por ser el que
trabaja” y “por ser de buen comer”, referido expresamente a los padres e hijos mayores.
Entre las preparaciones saladas más frecuentemente consumidas se destacaron: en primer
lugar el guiso (93%), sopa (78%), salsas (44%), y en menores proporciones milanesa (33%), pollo
y pizza (4%), estofado, salpicón, arroz y bife (3%), y por último sémola, fritos, pescado y puré
(1%). Dichos porcentajes se calcularon en base a las respuestas obtenidas por las cuidadoras,
quienes nombraban las tres preparaciones saladas de consumo mas corriente.
Las preparaciones dulces habituales destacadas fueron: en primer lugar el arroz con leche
(51%), anchi (39%), gelatina (34%). En menores proporciones fueron sémola con leche (19%),
mazamorra (18%), maicena con leche (10%), postres con leche (9%), frangollo con leche y
licuado (3%) y por último la vitina con leche y dulce casero (1%).
Resultados similares se identificaron en la población aborigen Chiriguano Chané, donde las
preparaciones saladas mas comunes fueron “sopas y guisados” y las dulces “arroz con leche, leche
con fécula y anchi” (Tejerina, 2009).
Según la OPS, las comidas preparadas en base a fideos, harinas, papas y aceites (guisos y
sopas) se integran bien a las comidas colectivas. Las canastas de consumo de la población de
menores ingresos se llenan con alimentos “rendidores”, que son baratos, “llenan” y “gustan”, ya
que de nada le serviría un alimento barato y que sacia si queda en el plato (Peña y Bacallao, 2000).
Para la cocción de alimentos los combustibles más utilizados son: el gas envasado (56%) y
leña (34%). Solo un 10% de las familias utilizan ambos tipos. Aspecto que condiciona las formas
de cocción más utilizadas como son hervidos, frituras o asadas sobre las brasas del fuego o entre
las cenizas.
En cuanto a la producción familiar para autoconsumo, solo 12 familias tenian cría de
gallinas. Siendo nula la presencia de huertas en el total de los domicilios visitados. Este hecho
puede deberse quizás a los efectos de la urbanización de estos pueblos aborígenes o quizás a la
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falta de tierra, a la desaparición de los bosques y el hacinamiento, lo que hace difícil mantener su
sistema de autoabastecimiento, dejando atrás sus costumbres y tradiciones.
Para investigar la existencia de creencias y prejuicios alimentarios, se les solicitó a las madres
que mencionaran al menos tres alimentos y/o preparaciones que consideraran que son buenos y/o
perjudiciales para la salud de sus niños. Registrándose entre los buenos: sopa (39%), leche
(30%), frutas (28%), guisos de fideos-arroz (23%), yogurh (18%), carnes, verduras y arroz con
leche (6%), mazamorra y puré (4%), queso, dulce de batata y membrillo (3%) y anchi, gelatina y
postres con leche (1%). Las respuestas que justicaban esta selección fueron: “porque son útiles
para el crecimiento del niño/a” (47%), “porque aportan vitaminas” (33%), “porque se lo
recomendó un profesional de salud” (14%) y “porque alimentan” (6%).
Figuran entre los reconocidos como malos/perjudiciales: las frituras (73%), golosinas (16%),
salsas (14%), locro (6%), comida chatarra y embutidos (5%), condimentos, asado y sopa de trigo
(3%) y gaseosa, café, fiambre, chancho y huevo (1%). Las principales razones expresadas fueron:
“porque son pesados” (72,5%), “porque producen caries” (10%), “porque no alimentan” (7,5%),
“porque les hacen mal” (6,3%), “porque se lo dijo el médico y/o nutricionista” (2,5%) y “porque
tiene condimentos” (1,3%).
Cabe mencionar que el 5% de las madres encuestadas respondieron que para ellas “ningún
alimento es malo para la salud de sus niños/as”.
Al estudiar la frecuencia de consumo alimentario se logró listar 17 grupos de alimentos que
forman parte de la dietas familiar de niños con exceso de peso estudiados. La mayoría de ellos
presentaron una frecuencia de consumo semanal diario y de 2 a 4 veces por semana (Tabla 6).
Alta
(5-7 v/s)
N
%
47 58,8
10 12,5
5
6,3
4
5,0
9
11,3
Frecuencia de consumo
Media
Baja
(2-4 v/s)
(1 v/s)
N
%
N
%
9 11,2 4
5,0
27 33,8 14 17,5
68 85,0 5
6,3
28 35,0 29 36,3
28 35,0 19 23,8
Nunca
Grupos de Alimentos
N
%
Leche
20 25,0
Productos lácteos (Yogurth y quesos)
29 36,3
Carnes (vaca y pollo)
2
2,5
Fiambres y Embutidos (salchicha, chorizo)
19 23,8
Huevos
24 30,0
Verduras (papas, choclo, zapallo, zanahoria, cebollas, ajo, tomate,
69 86,3
8 10,0 3
3,8
zapallitos, pimiento, acelga)
Frutas (bananas, manzana, naranjas, mandarinas, pomelo)
33 41,3 44 55,0 2
2,5
1
1,3
Cereales y derivados
2
2,5
76 95,0 2
2,5
Pan
78 97,5
1
1,3
1
1,3
Legumbres (Porotos)
3
3,8
9 11,3 13 16,3 55 68,8
Aceites y grasa
79 98,8
1
1,3
Mayonesa
10 12,5 30 37,5 10 12,5 30 37,5
Frutos secos (Pelones)
2
2,5
2
2,5 15 18,8 61 76,3
Azúcar
80 100,0 Dulces y mermeladas
22 27,5 21 26,3 13 16,3 24 30,0
Bebidas
71 88,8
5
6,3
2
2,5
2
2,5
Misceláneos Golosinas (caramelos, galletas, alfajores), Productos
38 47,5 22 27,5 11 13,8 9 11,3
Snack (chizitos), Picadillo
Tabla 6. Frecuencia de consumo de alimentos en niños/as con exceso de peso. Comunidad Aborigen Ava Guaraní.
Table 6. Frequency of of food consumption in children who are overweight. Aboriginal Community Ava Guaraní.
En este sentido, se observó el predominio del consumo diario de leche, verduras, pan,
aceites, azúcar, bebidas (como agua, jugos artificiales, gaseosas, jugos naturales), misceláneos,
Golosinas (caramelos, galletas, alfajores), Productos Snack , frutas (bananas, manzana, naranjas,
mandarinas, pomelo). Las madres reportaron que el consumo de vegetales formaban parte de las
preparaciones más frecuentemente elaboradas: guisos, sopas y salsas y que el alto y medio
consumo de leche se debia a que las familias reciben este alimento mediante módulo alimentario
en el marco de un Plan Social que considera como requisito para su distribución el pertenecer a
pueblos originarios, exista en la familia niño con bajo peso, o por embarazo. De cualquier modo,
la leche que llega al hogar es distribuida entre todos los niños de la familia.
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Cabianca et al., 2015. Antropo, 34, 1-11. www.didac.ehu.es/antropo
Cabe destacar que las principales frecuencias de alimentos con alto valor proteico fueron de
consumo medio (2 a 4 veces por semana): carnes de pollo (80%), de vaca (85%), huevo (35%),
yogurth o postres con leche y queso (34%).
El alto consumo (5-7 veces por semana) de cereales y derivados está representado por el pan
(97,5%) y bollos/tortillas (91,3%). El consumo medio (2-4 veces por semana) lo representan los
fideos (95%), arroz (90%), sémola (71,3%) y avena arrollada (11,3%). Estos alimentos suelen
alternarse en las comidas con el fin de que las mismas aumenten su volumen y poder de saciedad
para satisfacer al total del grupo familiar. Evidenciando que antes de considerar la calidad
nutricional de los alimentos, en la estrategia familiar de consumo se busca asegurar que cada
comida brinde satisfacción y saciedad y se pueda comer todos los días.
En cuanto al tipo de familia, el 41,3% son familias numerosas (padre, madre y más de dos
hijos) y un 40% son familias extensas (conviven más de dos generaciones, padres e hijos con
abuelos, tíos primos u otros parientes cosanguíneos o afines).
El bajo nivel educativo caracterizó a los progenitores, observandose también la presencia
de padres y madres analfabetas.
Analizar el nivel socioeconómico es relevante dado que repercute con frecuencia en los
patrones alimentarios y estilos de vida influyendo en el estado nutricional de una población. Al
respecto, en este estudio la ocupación del jefe de familia reveló que el 66% de los hombres se
desempeñan principalmente como peones en finca, con estabilidad laboral transitoria lo que
estaría implicando ingresos inestables y sin seguridad ni beneficios sociales. El resto de
actividades con menores porcentajes fueron: operario en ingenio y trabajador independiente,
changarín, empleado municipal, obrero en construcción, oredenanza y empleado en frigorífico.
Las mismas, son una constante desde el momento en que estas comunidades perdieron sus tierras,
y se vieron obligados a emplearse como mano de obra barata para poder subsistir, dejando atrás
sus actividades laborales ancestrales.
Tipo de familias
N
%
Nuclear
12
15,0
Numerosa
33
41,3
Extensa
35
43,7
Nivel educativo de los padres
Padre
Madre
N
%
N
%
Analfabetos
11 13,8 2
2,5
Primaria
45 56,3 45 55,3
Secundaria
22 27,5 32 41,1
Superior
2
2,4
1
1,1
Ocupación del jefe de hogar
N
%
Peón en finca,
53
66,3
Operario en Ingenio
6
7,5
Trabajador independiente
6
7,5
Changarín
5
6,3
Empleado municipal
4
5,0
Obrero en construcción
3
3,8
Ordenanza
2
2,5
Empleado en Frigorífico
1
1,3
Estabilidad laboral del Jefe de Hogar
N
%
Transitoria
66
82,5
Permanente
13
16,3
Jubilado
1
1,3
Estrato socioeconómico (Vinocur, 1990)
N
%
Medio
3
3,8
Bajo
57
71,3
Carenciado
20
25,0
Tabla 7. Situación socioeconómica de los niños/as con exceso de peso. Comunidad Aborigen Ava Guaraní.
Table 7. Socioeconomic situation of children who are overweight. Aboriginal Community Ava Guaraní.
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Cabianca et al., 2015. Antropo, 34, 1-11. www.didac.ehu.es/antropo
Por otra parte, el análisis de Vinocur (1990) permitió categorizar los estratos
socioeconómicos familiares de la etnia Ava Guaraní, al relacionar dos variables (Situación
ocupacional y nivel de instrucción del jefe de familia, quien es el responsable o principal sostén
económico). Reportó que el 71 % de ellas se encontraban en el estrato socioeconómico bajo y el
25% carenciados.
Otro aspecto relevante fue que el 76% de las familias son beneficiarias de Planes Sociales
como Salario Universal (72%), Ticket Social (39%) y Pensión (madre de 7 hijos) (15%). Algunas
de las madres reciben más de un plan como por ejemplo: salario universal+ ticket social, ó ticket
social+pensión (madre de 7 hijos).
Conclusión
En el presente estudio se logro conocer que en la comunidad indígena Ava Guaraní existen
antecedentes biológicos-hereditarios, como así también factores sociales, económicos,
ambientales y culturales que afectan negativamente el estado nutricional de los niños/as de 1 a 5
años de edad. Por lo tanto, se requiere aunar esfuerzos para establecer programas de promoción de
hábitos y patrones alimentarios saludables con intervenciones de carácter intersectorial e
intercultural, que respondan a las necesidades reales, en coherencia con la concepción
sociocultural de la alimentación, estimulando la autonomía y la sostenibilidad económica y
ambiental con el fin de contribuir con la seguridad alimentaria y el mejoramiento de la calidad de
vida tantos de los niños como de los adultos.
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