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Selección y notas
Prólogo
Colección A guitarra limpia
Ediciones La Memoria
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
La Habana 2008
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
Ediciones La Memoria
Director: Víctor Casaus
Coordinadora: María Santucho
Editora Jefa: Vivian Núñez
Edición al cuidado de Xenia Reloba
Corrección: Yoel Manuel L. Vázquez
Diseño de cubierta: Katia Hernández
Composición: Yoel Manuel L. Vázquez
Digitalización de imágenes: Lino A. Barrios
Impresión: Editorial Linotipia Bolívar y Cía. S. en C.
Bogotá, D. C.-Colombia
© Sobre la presente edición:
Ediciones La Memoria
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, 2008
ISBN: 978-959-7135-70-8
Ediciones La Memoria
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja,
La Habana, Cuba
[email protected]
www.centropablo.cult.cu
Este libro es, en su conjunto,
una fiesta de la memoria
La frase, que me salva de ese momento inicial y terrible frente a la pantalla en blanco en la que
deberá aparecer, párrafo a párrafo, este prólogo, surgió, casi textual, en uno de los cuadernos
Me-moria que el Centro Pablo ha publicado para documentar, pre-servar y difundir la obra que
las trovadoras y los trovadores de la Isla han construido alrededor de A guitarra limpia, el
pequeño espacio físico de la Calle Muralla que celebra por estos días su décimo año de vida
intensa y peleadora, como debe ser.
Año tras año, desde la aparición de este espacio dedicado a todas las generaciones y
tendencias de la nueva trova, los cua-dernos reunieron efectivamente la memoria de los sueños
y las realizaciones que ocurrieron en ese patio. Por su sistematicidad y su dedicación merecen
nuestro agradecimiento. Ahora, ade-más, han servido de punto de partida para este libro,
memoria mayor de ese empeño conjunto en el que trovadoras y trovadores, junto a la gente del
Centro Pablo y sus colaboradores y amigos, construyeron, con su sensibilidad y su talento, a
guitarra limpia, ese espacio de todas y de todos.
Este libro es, pues, heredero de ese sueño –y su continuador por otras vías: las de la letra
impresa y la imagen fotográfica, las del resumen y el recuento, las de la información y el
balance. Aquí podremos encontrar los trovadictos que en el mundo somos una antología mayor,
viva y cambiante, de la nueva trova cubana: desde casi todas las figuras mayores de ese género
hasta las voces jóvenes que han ido ganando en estos años –en estos diez años precisamente– el
espacio que va mereciendo su talento y su la-boriosidad. La pequeña/gran historia que cuenta
este libro es también la del nacimiento y desarrollo de una generación tro-vadoresca: al tesón y
la energía generosa de María Santucho, que lleva con amor y dedicación las riendas de este
espacio, ha-brá que agradecer siempre los resultados culturales –y humanos– de esta aventura en
la que hemos compartido los riesgos y las maravillas.
Las páginas que siguen son, por otra parte, una crónica de esta aventura vivida a guitarra
limpia y a corazón abierto. Leyendo sus páginas, observando la memoria fotográfica que
acompaña cada capítulo, percibiremos las señales que el tiempo nos envía: podremos completar
aquel recuerdo de una canción de hace diez años o redibujar en el espacio el rostro de un
trovador querido: para eso también fue hecho este libro.
Esa crónica estaría incompleta si a los textos, letras de can-ciones, fichas biográficas,
comentarios y notas de prensa no se les unieran las imágenes fotográficas que acompañaron,
mes tras mes, sueño tras sueño, los conciertos de A guitarra limpia. Como este espacio ha sido
espejo de la propuesta ética y comprometida del Centro Pablo, preferimos recordar en este
punto el trabajo fiel y creador del fotorreportero Alain Gutiérrez, a quien debe la nueva trova
también las imágenes sensibles y cómplices de sus exposiciones sobre ese tema que siente y
vive como suyo, y que ahora, muy recientemente, está continuando en el patio de Mu-ralla y en
otros ámbitos afines, con calidad y dedicación, un joven fotógrafo y comunicador, Kaloián
Santos.
La imagen fotográfica –junto a las grabaciones de sonido y de video– ha sido ciertamente uno
de los soportes fundamentales para esa tarea incesante de preservar la memoria que el Centro
Pablo convirtió, desde siempre, en objetivo esencial de su proyecto cultural. El diseño gráfico
de Héctor Villaverde, por su parte, creó y mantuvo la imagen identitaria que ha caracterizado a
A guitarra limpia desde su fundación: no es casual que esa identidad haya tomado la guitarra –y
las manos de Silvio sobre ella– para construir el símbolo-icono de ese espacio cultural.
La utilización de la imagen para dar rostro y pertenencia a los distintos momentos de este
proyecto (publicaciones, materiales para web, filmaciones, spot televisivo) fue aplicada
consecuen-temente también por los artistas que han laborado después, en distintos momentos,
en esos terrenos, como Jehovagni Daniel Santana o Enrique Smith, y constituye hoy la base del
traba-jo creativo de la actual diseñadora del Centro Pablo, Katia Hernández.
De estos y otros aspectos da fe y testimonio este libro, en cuya elaboración participó, de
manera acuciosa y comprometida, otra amiga cercana, la editora Xenia Reloba, quien navegó
incansa-blemente por los pequeños océanos de información que A guitarra limpia ha generado
en casi diez años de labor para organizar toda la documentación que este libro pone a
disposición de estudiosos y trovadictos. Y para que esa información se encuentre al alcance de
más personas interesadas, en cualquier claro u oscuro rincón del mundo, el libro será colocado
en línea en la Red, a través de los sitios del Centro Pablo www.aguitarralimpia.cult.cu y
www.cen-tropablo.cult.cu, para su descarga gratuita y solidaria.
Fiel a su profesionalidad, la editora me ha pedido que no deje de mencionar en este prólogo
los nombres de amigos y amigas que dieron su aporte significativo a este empeño editorial: a
Joaquín Borges-Triana, Humberto Manduley, Ariel Díaz, Rita del Prado y Estrella Díaz, por sus
contribuciones especiales pa-ra este libro; a Marihué Fong –que trabajó durante años en la
producción de este espacio–; Jaime Canfux y Juan Demósthene –culpables de las excelentes
grabaciones in situ–; Elizabet Rodríguez, Raúl Marchena, Diana Balboa, Rosy (la compañera de
Augusto Blanca), Claudia Menéndez, Katia Hernández, Jesús García, Yamil Díaz, Alexis
Castañeda Pérez de Alejo y Diana Furlani –desde la Argentina–, por la asistencia; y a la gente
de la oficina habanera de la Sociedad General de Autores de España, por el apoyo en las
consultas bibliográficas. Con una mención muy especial al aporte de Yoel Lugones (Tito), en la
composición, los índices y las correcciones de este volumen.
Ya puesto en el terreno de los agradecimientos, temo que aquella pantalla inicial en blanco
que mencioné pudiera verse sucedida por decenas de ellas, ahora pobladas de textos y nombres
in-terminables: así de fraternal, colectivo, solidario, imprescindible ha sido el apoyo a este
espacio cultural. Medio en broma y mucho en serio hemos dicho algunas veces que el Centro
Pablo es un centro pobre, pero honrado. Refiriéndonos también al Centro, pero especialmente
al espacio de la nueva trova, también hemos con-fesado que estos han sido, sobre todo, hijos de
la solidaridad.
Por ello quiero comenzar este muy breve resumen de gratitudes mencionando a los hermanos
boricuas –pertenecientes a distintos centros y organizaciones–, gracias a los cuales pudieron
escu-charse por primera vez las canciones de la nueva trova cubana en el patio de Muralla.
Instituciones internacionales como HIVOS o la UNESCO apoyaron en los momentos iniciales
este sueño compartido. La gente querida de Trovacub, ese amplio portal de la música
latinoamericana, han acompañado desde la solidaridad y la coincidencia de criterios, el camino
incesante de A guitarra limpia. La persistencia y resistencia cultural de este espacio tiene
capítulos que alguna vez habrá que desclasificar totalmente. Ya en los tiempos que corren, es
preciso señalar el apoyo que ofrece el Instituto Cubano de la Música y su presidente, Abel
Acosta, al proyecto A guitarra limpia, que permite sis-tematizar sus alcances, todavía modestos,
y encaminar con mayor seguridad los esfuerzos de la gente del Centro Pablo empeñada en
defender la maravilla de la guitarra limpia frente a los embates del mercado y la miopía de la
ignorancia y la rutina burocráticas.
Respaldando aquellos imprescindibles aportes puntuales ha estado siempre, desde el inicio, la
participación activa y cons-ciente de trovadoras y trovadores, protagonistas principales de esta
aventura que continúa. Para que así sea vienen a sumarse iniciativas como la creación del Fondo
Ojalá, propuesto en estos días por Silvio para apoyar este sueño colectivo de sus hermanos de
oficio, que es, como se sabe, su mismo sueño.
Para terminar estas palabras que anteceden las páginas de esta memoria viva de A guitarra
limpia, vuelven a saltar otras, escritas en un cuaderno anunciador cuando celebramos la mitad
de los años que hoy nos llenan de alegría:
Así nos sentimos nosotros también hoy, repasando el camino de estos años de amor y
solidaridad, de canción y poesía que han construido, a guitarra limpia, estos artistas queridos.
Por eso: aquí estamos y seguimos.
VÍCTOR CASAUS
Junio de 2008
I AÑO
LAS HUELLAS DE LA PASIÓN
«Me veo claramente en la primera noche con una guitarra,
tan pálidamente como cuando fue la primera mujer.»
(Me veo claramente,
Silvio Rodríguez, 1970)
SANTIAGO FELIÚ | FUTURO INMEDIATO
Sábado 14 de noviembre de 1998 | Invitado: Elmer Ferrer
Reunir a la Nueva Trova cubana es la mayor aspiración de esta serie de conciertos. A guitarra
limpia quiere traer a este patio colonial las distintas voces que conforman esta activa expresión
de la cultura musical cubana. Distintas en sus estilos y generaciones, pero unidas en la tradición
y el ins-trumento.
En enero de 1997, con un recital de 16 cantautores en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional,
el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau inició su proyecto de trabajo con los trovadores
cubanos. Ahora quiere llenar este sitio de La Habana Vieja con su música y contribuir a la
promoción de sus jóvenes talentos.
Santiago Feliú es quien estrena este espacio. Como Futuro inmediato tendremos esta tarde las
canciones del zurdo tro-vador que desde principios de los ochenta viene propo-niéndonos la
belleza y la intensidad de sus temas. El recorrido por la Vida nunca concluye del todo, y entre
las Ansias del alba hallamos, en este instante, una canción que oxigena el tiempo y descubre de
manera muy personal y duramente el si-tio de su música.
Tal vez sea difícil poder apreciar la obra de Santiago en su conjunto. Las excelentes piezas de
su dispersa discografía, insuficientemente reconocida y difundida, nos han llegado durante estos
primeros veinte años de su carrera artística como relámpagos, como luces de una sola vez. Ojalá
en la tarde de hoy las ansias con que ofrecemos este mínimo espectáculo –pequeño regalo
exclusivo– nos permitan asomarnos desde este patio de La Habana Vieja al irreverente
esplendor de su talento.
ABEL CASAUS
GENERACIÓN
Sobre la esfera de tu vida el panorama puedes ver,
sobre esta cuerda que pasamos sin correr,
desactivados y perdidos
como presas de un poder,
dimensionalmente distintos por ahí.
¿Dónde estás?
Yo recuerdo que a finales del 70
no me dirías lo que hoy.
Tal vez
pintamos el mundo de un nuevo color
y sin querer nos dimos cuenta de que no.
Ahora le pides a otras cosas y otras cosas quieres ver
para vivir poniendo velas por doquier.
Apocalíptico y ajeno,
desconfiado y sin querer,
atrincherándote a las puertas de la fe.
¿Dónde estás?
Tampoco se trata de tirarse,
abandonarse por ahí.
Tal vez
si vas más contigo te puedas valer
de la verdad, de lo vivido:
renacer.
Sobre la esfera de tu vida el panorama puedes ver,
sobre esta cuerda que pasamos sin correr.
Desactivados y perdidos
como presas de un poder,
dimensionalmente distintos por ahí.
¿Dónde estás?
Yo recuerdo que a finales del 70
no me dirías lo que hoy.
Tal vez
pintamos el mundo de un nuevo color
y sin querer nos dimos cuenta de que no.
SANTIAGO FELIÚ
CASETE FUTURO INMEDIATO
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Tema A guitarra limpia*
Búscame (Sobrevolando un sueño)
La ilusión
Para Bárbara
Sedante
Sin título (tema de la revista Buenos Días de la TV)
Instrumental
Ansias del alba
Balada
Ayer, pasado mañana**
Mickey y Mallory
Rock and rollito de Fulanito y Menganito
Futuro inmediato
Tema A guitarra limpia*
Letra y música: Santiago Feliú
Guitarra y segunda voz: Elmer Ferrer
*Arreglo e interpretación de Rey Guerra sobre el tema «Ele-gía Segunda» de Silvio
Rodríguez, inspirado en el poema que Miguel Hernández dedicó a Pablo de la Torriente Brau.
**Letra de Joaquín Sabina.
RITA DEL PRADO, AXEL MILANÉS, DIEGO CANO Y FERNANDO BÉCQUER |
CUATRO MANERAS DE MIRAR
Miércoles 9 de diciembre de 1998
Bajo el título Cuatro maneras de mirar podrán descubrir óp-ticas, proyección escénica y hasta
influencias que diferencian a estos creadores, unidos sin embargo en esas raíces, en esa historia
de canciones que un día, vaya usted a saber cuándo y por qué, los hizo tomar una guitarra.
Encontrarán la tierna y cálida suavidad de Rita del Prado, esa trovadora leve que junto a sus
canciones para «los grandes», tiene un excelente trabajo con la música infantil. Luego de su
primer disco en este difícil ruedo, Rita es una promesa cumplida que atrapa incluso a estos niños
adultos que somos, de vez en cuando, todos nosotros. Esta trovadora ha parti-cipado en
conciertos en todo el territorio nacional y en Gua-temala.
Estará el lirismo, en música y versos, de un Axel Milanés que hace cada vez mayores sus
pasos y empeños. Esperemos que siga madurando, como hasta ahora, cada uno de sus textos,
cantos y acordes.
La fuerza, la energía llegada desde los aires del rock y hasta del jazz, son las cartas de
presentación de Diego Cano. Dueño de una voz que alcanza diversos registros de interpretación,
este creador, miembro de la AHS [Asociación Hermanos Saíz], prefiere ofrecer una poesía que
sabe también ser suave y amorosa, pero que va siempre al modo y al ritmo de estos tiem-pos.
Diego ya se ha presentado en varios escenarios de nuestro país y en Guatemala.
Y desde el carisma, la experimentación y la más evidente raíz cubana, aparecen las canciones
de Fernando Bécquer. Lo mismo por el son, que por el blues, que por cualquier fusión de ritmos
con una base casi siempre popular, este trovador ofrece un interesante trabajo que además
explota en sus textos las expresiones más comunes del diario andar. Fernando, también de la
AHS, acumula conciertos por toda Cuba y en Alemania.
Dejemos pues que sean las voces y músicas de estos cuatro trovadores, desde sus maneras
distintas de ver, las que digan, en lugar de una última palabra, el más continuo y ojalá dura-dero
de los cantos.
ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ
CASETE CUATRO MANERAS DE MIRAR
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Tema A guitarra limpia
La conquista del cocuyo - Rita del Prado
Por siempre cebollino - Rita del Prado
Ojos malignos (Juan Pichardo) - Rita del Prado
Ya que estamos vivos - Axel Milanés
Preferencias - Axel Milanés
Quién dice que ellos pueden - Axel Milanés
Hoy - Axel Milanés
Ojos de pradera - Diego Cano
Mira este cielo - Diego Cano
Cambiar el viento - Diego Cano
Con tanto dolor - Diego Cano
Me gustas tú - Fernando Bécquer
Necesito que tú necesites - Fernando Bécquer
Sin ti mi vida no sabe a na’ - Fernando Bécquer
Juana - Fernando Bécquer
Guantanamera (Joseíto Fernández-José Martí)
MARÍA GISELA ROSADO Y EL GRUPO KÁBALA |
CONCIERTO VIAJE POR LA POESÍA
Jueves 17 de diciembre de 1998
Viaje por la poesía1
En diciembre de 1998 nuestro Centro organizó la jornada cultural Cuba y Puerto Rico son, que
reunió a artistas de la imagen, músicos y creadores de ambas islas. Durante dos semanas la Sala
Majadahonda y el patio de nuestro Centro recibieron a los hermanos boricuas convocados por
el Cen-tro Cultural Ramón Aboy Miranda, de San Juan, cuya activa gestión encabezada por
Efraín y Marisa Rosado fue reconocida con el Premio Pablo que otorga nuestra institución.
Entre las diversas actividades realizadas, estuvo la tarde de fiesta en que María Gisela Rosado
y el Grupo Kábala invitaron a todos los presentes a acompañarlos en su Viaje por la poesía.
Para guardar y difundir aquella memoria de la música y de la palabra, el Centro Pablo produjo
un casete de sonido, cuyo lanzamiento tuvo lugar a mediados de septiembre, dentro del evento
organizado por Casa de las Américas sobre el Caribe continental y sus expresiones musicales,
gracias a la amable invitación de nuestra amiga Vivian Martínez Tabares, direc-tora de esa área
en la fraterna Casa.
Aquí están las palabras de presentación de ese casete. Las alas del pájaro se unieron una vez
más en este Viaje por la poesía, que no termina.
El patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, espacio cultural de los trovadores
cubanos dentro del pro-grama A guitarra limpia, fue territorio propicio para el concierto Viaje
por la poesía, de la cantautora boricua María Gisela Rosado y el grupo Kábala. Llevados de la
mano y de la voz de María Gisela recorrimos los horizontes indefinibles de la poesía y la
canción y nos trasladamos a través de la his-toria americana: desde las evocaciones de un
antiguo poema quechua hasta las certidumbres contemporáneas de poetas cercanos en el
tiempo y en las esencias como Ernesto Cardenal, Roque Dalton o Julia de Burgos. Ese
acercamiento, esa per-tenencia entre la poesía hablada y la poesía cantada han sido también
parte de la cultura cubana. No nos extraña entonces que esta «travesía divertida, reflexiva y
ecléctica musicalmente» nos venga de una isla hermana con la que compartimos el mismo mar
y similares raíces culturales. Este concierto formó parte de una jornada mayor, titulada Cuba y
Puerto Rico son y organizada junto al Centro Cultural Ramón Aboy Miranda de San Juan, que
sirvió para estrechar lazos, debatir proble-máticas, conocernos mejor y prefigurar juntos
nuestra cultura y nuestros sueños.
VÍCTOR CASAUS
CASETE VIAJE POR LA POESÍA
1.
Palabras de presentación
2.
Taki (poema quechua)
3.
Negrillos (Sor Juana Inés de la Cruz)
4.
¿A dónde van las palabras? (Silvio Rodríguez)
5.
Palabras (poema de Cecilia Roggero)
6.
Alta hora de la noche (Roque Dalton)
7.
A los niños de Haití (poema de José Emilio González)
8.
Rompeolas (Julia de Burgos)
9.
Epigrama de Ernesto Cardenal
10. Serenata de pasiones (María Gisela Rosado)
11. Epigrama de Ernesto Cardenal
12. Terrible mujer (María Gisela Rosado)
13. Consejos para el día de la boda (María Gisela Rosado)
14. Resistencia del pueblo (Otto Raúl González)
15. Epigrama de Ernesto Cardenal
16. Cielito (texto inspirado en los de Bartolomé Hidalgo)
17. La prisión (Silvio Rodríguez) - con los poemas «Re-cuerdos» y «Malas noticias en un
pedazo de periódico», de Roque Dalton
18. Es una guerra (María Gisela Rosado)
19. Canto antillano (Andrés Castro Ríos)
VICENTE FELIÚ | CINCUENTA SON, PERO NO DUELEN TANTO
Sábado 19 de diciembre de 1998 | Invitados: Efraín Rosado, Aurora Hernández y
Aurora de los Andes Feliú
Creer en la guitarra limpia
Esa ha sido, como sabemos, una de las constancias admirables de Vicente Feliú. No es extraño
por ello que llegue ahora a este patio de Muralla donde recién nace este espacio de la nueva
trova cubana para compartir con todos nosotros sus cancio-nes y sus verdades.
Ambas conviven, como sabemos, en la caja de su guitarra y en otros sitios fundamentales.
Ambas corren los mismos riesgos, arriesgan las mismas suertes, sortean semejantes peligros,
hacen peligrar desde sus territorios de belleza las estructuras a veces persistentes de la banalidad
y el mal gusto.
Armado de ambas sustancias, Vicente ha proclamado como pocos su irreductible condición de
trovador y ha puesto más de una vez la piel para validarla. La nueva trova cubana le agradece,
sin dudas, a este creador intenso su tenacidad y su generoso aporte a la función social de esta
forma de pensar, hacer y compartir la canción. Eso mismo piensan, estoy se-guro, muchos de
los trovadores más jóvenes que han recibido muestras de ese magisterio no confesado pero
presente en la vocación didáctica y solidaria de Vicente.
Ahora llega a este patio, como decía, para dejar sus canciones –sus creencias– en la naciente
historia de este espacio que propiciará la expresión, el debate y la difusión de la obra de todas
las generaciones y tendencias de la nueva trova cubana. Llega diciendo que no duelen tanto esos
cincuenta que pro-clama desde el título de la canción y del concierto.
Y hay que creerle –en eso y en varias otras cosas– a este trovador de guitarra limpia y
corazón abierto.
VÍCTOR CASAUS2
CINCUENTA SON
Cincuenta son, pero no duelen tanto.
Duele la voz que se quedó en el llanto
y se quebró.
Duele sufrir los sueños que quedaron sin abrir
esperando vivir.
Cincuenta son las vidas que he vivido
de cara al Sol, buscando un buen sentido,
una razón.
Cincuenta son las muertes que me habrán
de arremeter
si me quieren someter.
Cincuenta para bien,
cincuenta para mal,
cincuenta para ti
y para todo.
Cincuenta son mis nombres, mis destinos,
mis nombramientos, mis dudas, mis caminos,
todo lo que he aprendido y cuanto falta
para hacer de mi vida y canto una esperanza.
Cincuenta son mis años al sendero
morral al hombro, y a fe mi desespero.
Cinco veces por diez mis mandamientos:
hacer el bien y amar, tranquilo, sin aspavientos.
Cincuenta son. Son tantos, y son nada
para creerme asomado a una alborada,
esa que vendrá un día en la memoria
de este estiércol de tiempo hermoso de gloria
y odio, con primavera,
a violar las fronteras
de mi corazón.
VICENTE FELIÚ
(Alamar, Zona 1, 23 de diciembre de 1996)
CASETE Y CD CINCUENTA SON, PERO NO DUELEN TANTO3
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Tema A guitarra limpia
Pablo
Cincuenta son
Aurora 2
En Madrid
Piropos (con Aurora de los Andes y Aurora Hernández)
La Felicidad
Estherhomenaje
Mujer Bayamesa (con Efraín Rosado-Letra de Sindo Garay)
Créeme (con Aurora de los Andes)
La cólera
Coloquio en Che Mayor
Prórroga de Luciérnaga
Preguntas desde un 8 de marzo
Donde habita el corazón (con Aurora de los Andes)
Sueño del héroe
A los que luchan
GERARDO ALFONSO | GUITARRA, SIEMPRE GUITARRA
Sábado 30 de enero de 1999
Obra plástica: Nelson Domínguez
¿Quién no conoce algunas de sus composiciones: la obsesiva clave de «Sábanas blancas», el
lirismo de «Quisiera» y «Eres nada», el compromiso ético de «Son los sueños todavía», por
citar solo unas cuantas? Reflexivas, lúdicas, introspectivas o arrebatadoras, las canciones que
Gerardo ha legado en casi 20 años integran una especie de memoria afectiva, a la vez que
funcionan como eficaz termómetro para una realidad que desborda al individuo, y abarca la
ciudad, la nación, el planeta.
Generacionalmente, Gerardo Alfonso pertenece a la pro-moción que integró el desaparecido
Movimiento de la Nueva Trova en 1980. Su obra alcanzó temprano reconocimiento interpretada
por Xiomara Laugart, Mezcla, Moncada y Ma-yohuacán, más que en su propia voz. La historia
fue acomo-dando las cosas, y hoy sus canciones figuran en cualquier antología que se respete de
la mejor música cubana.
Marcado por un eclecticismo que lo lleva a componer dentro de códigos diversos, incursiona
en la balada y el rock, el reggae y el guayasón, sin olvidar el aliento más trovadoresco. Sus
textos hablan del desgarro de las separaciones (afectivas, geográficas), el tema racial, el amor a
lo posible y lo que no lo es, las utopías necesarias, las expectativas de héroes anónimos en la
más ardua de las batallas: la supervivencia diaria. Como fotografías de estos tiempos, van
marcando logros y contra-dicciones, con esa claridad de lenguaje que es una de sus premisas.
Emprendedor como pocos, a Gerardo hay que agradecerle algunas de las tardes más
alucinantes que vivió La Habana en la mitad de los noventa. Su peña en el Café Cantante del
Teatro Nacional hizo historia. Fue un sitio mágico donde todas las músicas eran posibles, desde
la trova y la rumba hasta la electrónica acérrima. Tal capacidad para convocar también
identifica su trabajo más reciente, como anfitrión del proyecto Almendares Vivo.
Con una producción imparable, Gerardo Alfonso tiene to-davía un largo trecho por delante
para decirnos sus verdades y fantasías. Este es un buen momento para lanzar un vistazo hacia
atrás, agrupar canciones, reordenar la brújula, y seguir adelante.
HUMBERTO MANDULEY4
ERES NADA
Un silencio universal
y la vida se paró,
tú pasabas.
El tiempo se recostó
con la espalda en la pared
descansaba.
Así, plenamente llenaste el cielo,
la lluvia humedecía tus cabellos
que me ataban.
Caminamos sobre el mar
sobre hojas de cristal
que saltaban.
Nunca supe qué pasó,
tu beso se oscureció en mi almohada.
Y hoy, que los días parecen niños
corriendo con las manos agarradas,
tú no pasas.
Y hoy, que la vida salta desnuda
y grita su existencia encabritada,
eres nada.
GERARDO ALFONSO
CASETE Y CD GUITARRA, SIEMPRE GUITARRA5
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Tema A guitarra limpia
Volando hacia la luna
Como si fuera un gato
Claro de luna
No fue el amor
Coincidencias
Los años de la luna
Quisiera
Eres nada
Giovanna
Paranoico
Cuando pase todo
Armonizar
Habana llena de gente
Cuenca
Sábanas blancas
Tetas africanas
Son los sueños todavía (dedicada al Che)
CARLOS VARELA | HABÁNAME
Sábado 27 de febrero de 1999
Obra plástica: Alicia Leal
Mirando un álbum de fotos / de la vieja capital / desde los tiempos remotos / de La Habana
colonial, llegamos al cuarto concierto A guitarra limpia. Al centro, expuesto a la luz natural de
su escenario, aparece el retrato de Carlos Varela. La demasiada luz de estas calles ha estado a
punto de velar su imagen. Apremiada por la veloz cortina que solo un rayo de sombras perfora,
la canción no existe. La ciudad, los personajes y la escena palidecen entre vencidas químicas y
laboratorios obsoletos. Copias de copias que alguien decide colorear o sim-plemente mover. Ya
no marchan los ochenta promisorios ni euforias de diez años atrás. La realidad es otra y la foto,
a pesar de sus nuevos matices, sigue igual. Carlos ha vuelto sobre su guitarra para decir lo
mismo. Aunque las cosas en derredor han cambiado, insiste en narrar ese camino que va de la
ilusión al desamparo. Así ha ido la vida. Tal vez, lo mejor sea declarar lo mínimo posible: solo
te puedo dar / algo para abrigarte / una canción / de mi alma. Sabe de sus cantares lo mismo
que de su ausencia. Habana / si bastara una canción / para devolverte todo / lo que el tiempo te
quitó. Ni gnomo, ni hijo de Guillermo Tell, ni profeta... uno más, alguien que viene a entonar –
susurrar le iría mejor– memoria amarga de sí.
ABEL CASAUS
CICATRIZ
Soy de los que nunca fueron a la guerra
de los que nacieron con la cicatriz
de esta ciudad
y el asfalto en los pies
y unas ganas de ver el mundo
un día.
Soy de los que se fugaban de la escuela
para verse a ocultas con una mujer.
No llores más,
yo conozco un lugar
que nos puede salvar,
una canción que abrigue
el alma.
Los viejos me apuntan con la mano izquierda,
dictan lo que debo hacer y lo que no.
No llores más,
yo conozco un lugar
que nos puede salvar,
una canción que abrigue
el alma.
Soy de los que nunca fueron a la guerra
de los que se quedaron en la ciudad,
yo soy uno más
y solo te puedo dar
algo para abrigarte,
una canción
del alma.
CARLOS VARELA
RITA DEL PRADO | MÁS QUE SOBREVIVIR
Sábado 3 de abril de 1999 | Invitados: Heidi Igualada y Antonio López Sánchez
Obra plástica: Zaida del Río
Escuché por vez primera a Rita del Prado hace ya unos cuantos años, en la década de los
ochenta. Si mal no recuerdo, fue en una presentación suya en el Café Cantante del Teatro Nacional, en unas tertulias que se dedicaban a la música de corte latinoamericano. De entonces a
acá ha llovido mucho, y en ese tiempo esta creadora decidió que su verdadera vocación era
hacer canciones que nos transmitieran un alto grado de espiritualidad a quienes las
escuchásemos y con ello, la psi-cología (carrera de la cual se graduó) perdió a alguien que por
su trato para cuantos la rodean, de seguro se comunicaría a la perfección con los pacientes. No
obstante poseer dotes naturales para la profesión, ella prefirió apostar por hacer llegar sus ideas
a la mayor cantidad de gente posible y así, también de algún modo, ayudar a curar nuestras
neurosis pa-sajeras o permanentes.
Si un rasgo representa a Rita pienso que sería su labo-riosidad. Por eso siempre está
involucrada en nuevos pro-yectos. La del Prado sabe que por las características de la propuesta
de su trabajo tiene que acompañarse de forma perenne por el espíritu de resistencia que tipifica a
los corre-dores de fondo y no cejar en el empeño. Quizás muchos la asocien solo a la creación e
interpretación de música para niños, en virtud de todo lo bueno que ha hecho en tal sentido.
Empero, su quehacer no admite semejante reduccionismo, como lo prueba su copiosa obra para
adultos.
En el caso de Rita, quienes gustamos del decir trovadoresco nos encontramos con una autora
en cuya cancionística pre-valece la propensión hacia el costado lírico al componer. Son historias
íntimas y la intensidad de los textos nos hace vernos de uno u otro modo reflejados en ellos. A
dicha peculiaridad en el plano letrístico, ha de adicionarse que desde el punto de vista
interpretativo, desarrolla como trovadora un trabajo guitarrístico en el que se destaca el eficaz
manejo de la armonía y una mano derecha que sabe arpegiar correctamente, con una pulsación
muy segura de lo que está haciendo.
Quien escuche detenidamente la obra de Rita puede llegar a la conclusión de que la principal
motivación que trasluce a través de sus canciones es hacernos compartir sueños, dudas,
verdades y, como ella misma asegura, «una serie de cosas esenciales para los seres humanos que
a veces tenemos que dejar a un lado por andar sumergidos en esta locura cotidiana que es
sobrevivir».
JOAQUÍN BORGES-TRIANA6
DI QUE ESTÁS
Dime que estás
cuando regreso, si la multitud
ignora cuánto me robó la paz.
Di que estás
y seré
otra vez
para mí.
Di que hoy,
aun así,
te parezco feliz.
Dime que soy
como un remanso en tu despertar
para aliviarte esta aridez brutal
con mi amor.
También di
que te haré
sonreír.
Di que hoy
será así
más que sobrevivir.
RITA DEL PRADO
CASETE Y CD MÁS QUE SOBREVIVIR7
1.
2.
3.
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18.
19.
20.
Tema A guitarra limpia
Di que estás
Despertar en tu próximo sueño
Por calles espirituanas
Porfía del amar
Tradicional No. 2 (autora e intérprete Heidi Igualada)
Solo pienso en ti (Guillermina Aramburu / María Tere-sa Vera)
Soneto de los rigores (Sor Juana Inés de la Cruz / Rita del Prado)
Por el muelle de la vieja Habana
Canción de las pecas
De la suerte poeta
Aviso (poema de Antonio López Sánchez)
Samba para alguien
Prisa y abandono
Romanza en deuda
Mar de papel (poema de Antonio López Sánchez)
Mar de aquel agosto
Por siempre cebollino
La conquista del cocuyo
Un día fui canción
ARIEL DÍAZ, HEIDI IGUALADA, IHOSVANY BERNAL, SAMUELL ÁGUILA Y
GLENDA FERNÁNDEZ | CUERDA JOVEN
Sábado 29 de mayo de 1999 | Invitado: Sergio Gómez
Obra plástica: José Gigio Esterás
Cuerda Joven en mi opinión es una de las primeras evidencias de que A guitarra limpia
significa, sobre todas las cosas, «espacio abierto a la diversidad», y también que se propone
defender a la trova cubana como una expresión viva, llena de posibilidades infinitas.
Se trata esta vez del concierto compartido por los trovadores Heidi Igualada, Ariel Díaz,
Ihosvany Bernal y Samuell Águila, la cantante Glenda Fernández y el poeta Sergio Gómez.
Heidi Igualada llega con una «joven madurez» en el arte de trovar. Trae consigo, entre otras
experiencias, el aprendizaje sui géneris que años atrás le ha proporcionado un período de
fructífera cercanía profesional con Marta Valdés, una de nuestras compositoras más lúcidas y
originales. Por otro lado, sus na-turales condiciones vocales, felizmente cultivadas en el rigor de
varios años de estudios musicales, y su seguridad escénica, la convierten no solo en la intérprete
por excelencia de sus propias canciones, sino también en una voz frecuentemente invitada a
apoyar la obra de otros. Ya en el plano creativo, si se tratara de describir un sello que distinga a
Heidi, diría que el mundo melódico-armónico y textual de sus creaciones trasmite una atmósfera
de distensión y belleza, siempre al borde del azar y la esperanza, en consonancia con su bien
colocada y afinada voz, su fraseo cuidadoso y sus melodías dibujadas con elegancia.
En la obra de Ariel Díaz se hace clara la esencia de un creador identificado con la herencia
trovadoresca que lo inspira, y también en ella aflora su paralela vocación por otras manifestaciones artísticas, como por ejemplo las artes visuales y la literatura universal. La pasión de
Ariel por la cultura ge-neral, sus dotes de buen observador y su formación de dise-ñador gráfico
se integran armónicamente al compositor que es, enriqueciendo generosamente el mensaje de
sus canciones. Tal vez por ello las mismas suelen estar pobladas de paisajes, escenas, imágenes
nítidas, alusiones al entorno inmediato, al anecdotario de su experiencia vital, y también de
referencias literarias, geográficas e históricas, montadas sobre el soporte de géneros musicales
diversos y eficaces, recreados con hábil ofi-cio y buen gusto tanto armónica, rítmica como
melódicamente.
Todos estos elementos concentrados y bien guardados en una especie de cascarita de mundo
que atesora Ariel Díaz gracias a su privilegiada capacidad de síntesis y comunicación, hacen
que la mayoría de los temas que ha creado dejen una huella intensa en nuestra memoria desde la
primera vez que se los escuchamos cantar.
En Ihosvany Bernal es recurrente la temática del cambio, la ilusión y acción de tomar las
riendas de la vida para hacerla más justa y más auténtica, contenido ideológico que él trasmite a
través de una proyección escénica mucho más persuasiva que desafiante. Sus textos suelen ser
reflexivos y extensos, y también suele acompañar esta longitud textual en muchas de sus
canciones con un desarrollo melódico-armónico audaz que evita los lugares comunes y las
reiteraciones, consecuente con su tendencia a la transformación y al movimiento.
Esos rasgos aparecen también en las canciones donde aborda el tema de la relación de pareja
y, dicho sea de paso, ambas vertientes temáticas de creación no son excluyentes en la obra de
Ihosvany, a la usanza de muchas canciones antológicas del repertorio de la Nueva Trova, donde
la implicación del autor en la suerte del mundo y su compromiso social y humano, están
explícitamente siendo parte de la relación amorosa.
De cualquier manera, en los temas de Ihosvany y en su manera de entregarlos al público, con
independencia de que el mensaje sea más íntimo o más abocado al mundo exterior, hay una
innegable carga de ternura por todo lo amado, mezclada con esa especie de ansiedad por la
necesidad de cambio, ante la certeza de saber que solo hay una vida para recorrer este enorme
trozo de asteroide almado.
La tríada formada por Samuell Águila, Glenda Fernández y Sergio Gómez, ya habitual en los
encuentros trovadorescos, resulta una curiosa integración de colores vocales y actitudes
escénicas diferentes. Las canciones de Samuell, caracterizadas tanto en las temáticas como en la
interpretación por una in-quietud galopante que promete volverse perpetua, su energía rebelde y
contagiosa, su guitarra impecable, decidida y arra-sadora y el color inconfundible de su voz
grave, encuentran una grata contrapartida Del otro lado del sol en la voz y la presencia de
Glenda Fernández, quien le aporta al dúo una buena dosis de calidez y sensualidad. A este
contraste en el equilibrio expresivo y al empaste vocal, igualmente atractivo, del binomio
Samuell-Glenda, se le añade en ocasiones un tercer matiz, que es el carisma de Sergio Gómez,
el poeta invitado. Sergio acude con su proverbial juego de complicidad que propone al público,
y este, por su parte, suele agradecerle su personal filosofía de la intimidad y su poder de
sugerencia, mucho más allá de tantas frases bien dichas, tales como algo no está en su sitio.
Siendo la juventud la más explícita carta de presentación de los implicados en Cuerda joven,
todos esos nombres en este punto del camino son ya frecuentes, conocidos y cercanos en
escenarios habaneros, peñas intermitentes, giras del Instituto de la Música, festivales
organizados por la Asociación Hermanos Saíz en otras provincias, espacios informales de
imprescindi-ble «descarga», sin olvidar aquellos sitios de reflexión como algunos espacios
radiales de Radio Metropolitana y Radio Ciudad de La Habana, que en medio de los intrincados
caminos hacia la difusión, han sido oportunos atajos, promotores de la llamada «canción
pensante», o para decirlo según mi preferencia personal «canción de búsqueda», esa que por
afinidad deman-da una parte importante del público joven de determinada sensibilidad y
determinados referentes culturales.
Debe añadirse además la participación de estos jóvenes artistas en eventos de alcance
internacional, como el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en La
Habana en el verano de 1997, las múltiples convocatorias de la Casa de las Américas, la
temporada «canciones de la rosa y de la espina», y la experiencia de algunos de ellos en
escenarios foráneos, propiciando el encuentro con un público perteneciente a la misma
generación, mayormente universitario, habitante de otras latitudes también de habla hispana
como Guatemala, Nicaragua y España.
De manera que las canciones originales de Heidi, Ariel, Samuell e Ihosvany, con las que se ha
trenzado el hilo conductor de Cuerda joven, los poemas de Sergio y las interpretaciones de
Glenda, nos traen en música y palabras el pulso de la vida contemporánea, las preguntas que se
hacen los jóvenes de esta época, la rabia, la espiritualidad, las inconformidades, las esperanzas,
y, por supuesto, la visión del amor al estilo auténtico y diverso del convulso fin del siglo XX.
RITA DEL PRADO8
CASETE CUERDA JOVEN
1.
Tema A guitarra limpia
2.
No estoy en casa - Ariel Díaz
3.
Silencio de la mujer que pasa - Ariel Díaz
4.
Alicia - Ariel Díaz
5.
Acerca de lo hermoso - Ariel Díaz
6.
La marina - Ariel Díaz
7.
Danza - Heidi Igualada
8.
Defender la luz - Heidi Igualada
9.
De preguntas y palabras - Heidi Igualada
10. Tonada para cuando el amor me llega - Heidi Igualada
11. Quiero esta noche - Ihosvany Bernal
12. No busco una salida - Ihosvany Bernal
13. Canción en La Habana - Ihosvany Bernal
14. Dime trovador - Ihosvany Bernal
15. Se suele ver el sol / Parte de la nada (Poema de Sergio Gómez) - Samuell Águila (con
Glenda Fernández)
16. Recordándote - Samuell Águila (con Glenda Fernández)
17. Cómo andará La Habana / La tristeza de La Habana (Poema de Sergio Gómez) Samuell Águila (con Glenda Fer-nández)
AUGUSTO BLANCA | CASI FELIZ
Sábado 26 de junio de 1999 | Invitados: Yanara Moreno, José A. Rodríguez y Pepe
Ordás
Obra plástica: Augusto Blanca
Se abre el imaginario telón de este escenario y llega, Casi feliz, el trovador Augusto Blanca.
Telón que nunca fue tan necesario como en este encuentro. Porque el juglar que hoy nos
convoca también ha paseado su velamen raído y luminoso por la escena del teatro.
Esta vez viene su viaje desde la memoria, desde el sitio distante y tranquilo de un pueblo que
se ha quedado naciendo constantemente en cada una de las estrofas de sus cantos. Allí están
para siempre vivos sus pobladores y recuerdos.
Pasa y sigue adelante, como a través del tiempo, por los muchos Regalos, que como buenas
estaciones ha ido dejando despiertos, en canciones dadas al viento y que, tristes o ale-gres,
caminan junto a nosotros hechas bálsamo o cobija.
Y, por supuesto, tiene bien presente el amor en las alas de su andar. Tanto en la ternura de ser,
bajo la piel y la suerte de las tablas, ese piloto afortunado, descubridor en el desierto de quizás la
última de las fantasías en un pequeño príncipe, o en la sincera entrega de soñar sin trampas, a
toda costa, como en el cariño, disparado contra todas las mareas de los años, a esa mujer
amante, siempre imaginada y real preparando el nuevo día.
Vendrá Augusto Blanca a encontrarnos aquí, sin que haya miles de vidas de distancia entre
sus cantares y nuestros latidos. Y con la certeza de aparecer, canción en ristre, casi feliz, pero
sin remordimientos. Hágase pues, de muchas opor-tunidades este concierto, donde tal vez
logremos que se cumpla su tercer deseo.
ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ
CASI FELIZ
(A los 54 años)
Casi feliz, al borde casi
o más allá de la mitad del mundo,
casi capaz, llegamos casi
o más acá de la marea plena.
Con los zapatos llenos de sargazos,
con tres pocos de sol en el bolsillo,
con un sabor a sal y azúcar parda,
con escaso equipaje y mucho canto,
con la humedad del último aguacero,
con el verde, el violeta, el amarillo.
Con la prudencia del escarmentado,
con la tranquilidad y el desatino,
con los árboles, los libros y los hijos,
con las cuentas saldadas para siempre,
con las manos ausentes de limosnas,
con la satisfacción y el descontento.
Con un mucho de ron y de locuras,
con amores perdidos y ganados,
con caprichos y fugas y regresos,
con la mujer amante y los amigos,
con fragmentos de sueños realizados..
Con hermanos lejanos y presentes,
con Martí, con Rirri, con Sor Juana,
con Unicornios, con Yolandas, con Auroras,
con Matamoros, con Vivaldis y Adalbertos,
con Aconcaguas y Lomas de Campanas.
Con el parque de G y sus gorriones,
con la Calle Enramada y las canciones,
con Santiagos, con Gerardos, con Varelas,
con Urquijos, con Ramiros y con Chispas,
con los mangos bizcochuelos y aceitunas,
con mis mares, mis naufragios y mis lunas.
Con la cachaza de abril del Pan de Azúcar,
con el barcito de F y los aseres,
con «lo Moreno», «lo Mestre», «lo García»,
con «el Choco», Ruysdael, la maravilla,
con la fealdad, con las hieles y las mieles
y el romerillo insistiendo entre los rieles.
Ya de regreso al puerto de partida,
con el velamen raído y luminoso,
son tan hermosas mis profundas cicatrices
y hay tanto amor sin estrenar por dentro
que hoy me siento casi feliz, casi feliz, casi feliz,
pero sin remordimientos.
Casi feliz,
casi capaz,
casi infantil, anciano casi...
Casi...
AUGUSTO BLANCA
(3 de junio 1999)
CASETE Y CD CASI FELIZ9
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14.
15.
Tema A guitarra limpia
De mi casa (con fragmentos de «Cuatro milpas») (1969)
Poblina de la nueva glorieta (1987)
Danza-Humo
Dulces mordeduras (con Yanara Moreno) (1990)
Regalo No. 1 (1972)
Tema de la Ausencia (Obra «Romance de Arlequín y Corista») (1995)
Canción a Rosy para cuando estoy de viaje (1977)
Poblina del acontecimiento (La novia) (1974)
Luciérnaga de todas las noches (1973)
Momo (Fragmento - versión de la novela de Michael Ende, con Yanara Moreno) (1990)
El primer deseo (1985)
El segundo deseo (1985)
El tercer deseo (1985)
Casi feliz (Coda y orquestación de Emilio Vega y violín de Lázaro Dagoberto) (1999)
Todos los temas, excepto Cuatro milpas, tienen música y texto de Augusto Blanca.
FRANK DELGADO | INMIGRANTE A MEDIA JORNADA
Sábado 24 de julio de 1999 | Participación especial: Santiago Feliú
Obra plástica: Ernesto Rancaño
Frank Delgado, trovador en edad difícil, ingeniero hidráulico de la canción, trotador de las
tardes por Quinta Avenida, hijo varón de Pancho y Migdalia, ha cometido un costoso error:
abrirse paso a guitarra limpia. Abandonar los planos, los tubos y otras piezas para apostar a
tiempo completo, desde los años ochenta hasta hoy, por la canción inteligente. Y digo error,
porque en su apuesta nos beneficia a todos, pero se marca con la impronta de las dificultades:
cantar su tiempo como un Homero helénico a cambio de muy poco, sufrir las agonías del ser
más cercano, convertirlas en propias, para eternizarlas a través de las cuerdas y la voz.
Frank Delgado, a juicio del que escribe, es el trovador cubano más comprometido de los que
en su generación asumen ese reto, arriesga hasta el delirio y en su canción, a veces directa, a
veces sentida en los planos más íntimos, a veces con la propuesta del signo más épico, la
banalidad, la superficie y el ejercicio fácil no ocupan espacio. «Con la adarga al brazo»,
«Espíritu y consumo», «Veterano» y tantas otras, son textos que hubiera querido escribir, y,
además, pruebas de que la voz de una generación está latiendo y existe, a guitarra limpia.
ALBERTO GUERRA NARANJO
INMIGRANTE A MEDIA JORNADA
Yo soy un inmigrante a media jornada,
una memoria codificada en el archivo de la paternal.
Yo soy algún cachorro de la camada,
buscando en forma desesperada, pues otra teta
donde ir a mamar.
Y aunque no tenga derecho, a lo hecho pecho,
me dejan siempre desecho los mensajes de
y aunque se me caiga el techo doy por hecho,
que este miércoles estrecho, me voy a echar a
Yo soy el de la ley de reforma hablada,
del teorema de la escapada sin la necesidad de
Yo soy un inmigrante a media jornada,
que en contubernio con la Embajada, soy
Amistad.
papá,
volar.
navegar.
miembro de la Casa de
Y aunque no me tenga en cuenta aquel que
que no me compre herramientas, que no hay
Y aunque seas virulenta,
a veces rápida, otras demasiado lenta, igual me
alienta,
nada que arreglar.
Y tú vendrás a mí, como palabra mágica que
como una periodista sentada frente a una
abre una puerta,
agenda abierta.
Y tú vendrás a mí, diciéndome que yo me ando
chupando el dedo,
que soy un nihilista sentado en una nube
de pedos.
FRANK DELGADO
(Hurlinghan, Buenos Aires, enero de 1999)
CASETE INMIGRANTE A MEDIA JORNADA
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Tema A guitarra limpia
La Trova
Quinto centenario (Gallego)
Orden del día
María flaca
Maletas de madera
Son de la muerte
Cadena Paladar
Carnavales
Veterano
Utopías
Konchalovsky hace rato que no monta en Lada
Cuando se vaya la luz, mi negra
Cuando te vi
La otra orilla
vas a tragar.
DIEGO CANO | SEÑALES
Sábado 25 de septiembre de 1999
Obra plástica: Artistas argentinas Silvana Blasbalg, Ana Erman y Mely Gómez, del
Grupo Memoria Abierta.
Las señales que Diego Cano ha dejado para que encontremos siempre su camino son claras y
visibles. Dotado de una voz potente y melódica al mismo tiempo, este trovador habanero, del
barrio de Cayo Hueso, sabe llevar en su canto la raíz vital que lo rodea por todas partes.
Estamos en presencia de un fenómeno interesante de fusión, filosófica y musical, entre el rock
y el pop con las formas más cubanas, típicas del entorno capitalino en que se desenvuelve,
pasando por los aires sudamericanos en una envidiable armonía.
Diego es autor de hermosas canciones, celoso con los textos y las formas musicales de cada
género. Buen intérprete de la guitarra que varía entre la clásica, la eléctrica y la folk con
idénticos resultados. También toca la armónica y alguna vez lo vimos sentado en un drum.
Todas estas características hacen de él un artista versátil que puede darnos energía y ternura
de un momento a otro sin percibir el cambio.
No vacila en compartir canciones con sus colegas, hacer versiones de otros autores o
acompañar con su guitarra. Sencillamente, es alguien que disfruta la música ante todo, cualidad
inagotable que le agranda el espectro en todas di-recciones.
Lo recuerdo en Ciudad de Guatemala frente a unas 5 000 personas y junto a sus amigos
imponer energía a la multitud desde su canción más rocanrolera y luego, la misma noche, desprender sus boleros en un pequeño café-concert al estilo de los más experimentados
noctámbulos habaneros.
Muchas veces hemos imaginado (y deseado) a Diego al frente de una banda de músicos,
desatando toda su capacidad vocal y escénica en un gran espectáculo visual y sonoro, pero hoy
vendrá a guitarra limpia, como es menester en este patio de tantos buenos encuentros y no por
eso será menos espectacular.
Será su canto esta vez el que llene los vacíos o desborde el mar de los oyentes sin otra
ambición que la de hacer arte, duradero o al menos conmovedor.
Para venir a este concierto seguros del hallazgo bastaría con recordar un par de presentaciones
anteriores del trovador: aquella de Nuevas voces de la rosa y de la espina en Casa de las
Américas y otra, allí mismo, en la Che Guevara un tiempo después, con ciertos aires de
magnífico bolero.
Nos queda por seguirlo mucho más; lo merece. Su carrera ha sido sostenida y convincente.
Bajo las yagrumas de este escenario, por entre los acordes y la melodía inconfundible de
Diego Cano, estaremos esta única tarde acudiendo a su señal.
Escuchen bien, es el sonido de las calles.
ARIEL DÍAZ10
SEÑALES
Cada paso y cada viento,
cada señal en el firmamento,
un recuerdo, un buen momento
es todo lo que llevamos dentro.
Buenas caras disfrazadas.
Espinas en el alma muy afiladas
que cortan, que trozan, que pinchan,
destrozan.
Ya tienes tu coartada.
Pasa el tiempo,
la vida te cambia en cualquier momento.
Tristeza y nostalgias por los que se fueron
y una pena inmensa por los que no vieron.
Cada intento te abre y te cierra las puertas
del alma,
tu beso de niño, tu hada enamorada,
el mar de tus sueños, la última mirada
se irán.
Cada paso en mi carrera,
la vida al final es una carretera,
caminas, te ponchan, te viran, te chocan,
te gastan tus días de cualquier manera.
Tanto odio y tanto tiempo.
La gente al final no se pone de acuerdo
te miden, te explotan, te cosen la boca.
A pesar de todo no tendrán mi silencio.
Pasa el tiempo,
la vida te cambia en cualquier momento.
Tristeza y nostalgias por los que se fueron
y una pena inmensa por los que no vieron.
Cada intento te abre y te cierra las puertas
del alma.
(El mar de tu amor, la última escapada se irán).
DIEGO CANO
CASETE SEÑALES
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Tema A guitarra limpia
Y llegas
Escarcha en el tiempo
Ojos de pradera
Mira este cielo
Señales
Jaque al peón
Maureen
Tanto dolor
Alas perdidas
Cambiar el viento
Extraña devoción
Conciencia
REY GUERRA | PIEZA SIN TÍTULO
CONCIERTO POR EL PRIMER ANIVERSARIO
Sábado 27 de noviembre de 1999 | Invitados: Ireno García y Manuel Argudín
Obra plástica: Sandra Pérez Hernández
Un año después del primer concierto A guitarra limpia en este patio, nos reunimos para recordar
y festejar.
Hemos invitado hoy a todos los trovadores que han pasado por este pequeño y cálido
escenario –y a muchos que seguramente lo ocuparán próximamente. También hemos querido
que nos acom-pañen en este primer aniversario las amigas y los amigos que han brindado
colaboración, apoyo, ayuda espiritual o material a este proyecto que soñamos juntos.
En el centro de esta fiesta tenemos hoy a un maestro de la guitarra, rey con corona de talento y
de humildad, guerrero de la sensibilidad y de la creación. Sus manos son las que han
interpretado, al comenzar cada concierto realizado en este patio, los acordes del tema musical de
A guitarra limpia, to-mados de la canción «Pablo», que Silvio Rodríguez compuso a partir del
extraordinario poema que Miguel Hernández dedicó a Pablo de la Torriente Brau [«Elegía
segunda»].
Bienvenido el maestro Rey Guerra a este territorio de tro-vadores y poetas –que es el suyo.
Hoy escucharemos el arreglo completo de esa canción que él estrenará en este primer aniversario de A guitarra limpia, dentro de su concierto que ha titulado, sabiamente, Pieza sin
título, alusión y homenaje a una de las primeras obras que escribió el gran compositor e intérprete Leo Brouwer.
Rey, generoso y amable, ha invitado a los trovadores Ireno García y Manuel Argudín para que
participen en este concierto suyo. Mientras, detrás de las guitarras, embelleciendo el aire de este
patio, aparecen los hermosos e inquietantes dibujos de Sandra Pérez Hernández, cuya
exposición Variaciones sin tí-tulo ocupa las paredes de la Sala Majadahonda.
Como se ve, no son imprescindibles los títulos para nombrar las cosas hermosas o terribles,
diáfanas y necesarias de la vida.
Y aquí está la guitarra limpia del maestro Rey Guerra para confirmarlo.
VÍCTOR CASAUS
Una vela para las guitarras11
El último sábado del mes de noviembre trajo fiesta para el Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau. El espacio de con-ciertos A guitarra limpia celebró su primer aniversario de
trabajo y alegría. Y para encender con música esta primera vela para las guitarras, nada mejor
que escuchar las cuerdas del maestro Rey Guerra, quien estuvo en concierto junto con los
trovadores Ireno García y Manuel Argudín.
Sobrado ángel tuvo además la tarde, pues a propósito de este aniversario se le entregó al
maestro Leo Brouwer, para quien todo adjetivo es demasiado corto si se habla de su obra, el
Premio Pablo. Esta distinción, que por una sola vez entrega nuestro Centro Cultural a aquellas
personalidades de relevantes méritos en la cultura, toma forma en una bella pieza del artista
Alfredo Sosabravo y fue acogida por Leo con visible emoción y modestia.
Otra de las buenas noticias de la tarde fue el lanzamiento de dos casetes como nuevos frutos
del trabajo de grabación y producción de los conciertos A guitarra limpia. El primero de ellos
fue el perteneciente al joven trovador Diego Cano, luego de su concierto Señales del mes de
septiembre; el otro, la Antología 1, un compendio de temas de cada uno de los tro-vadores que
han estado A guitarra limpia en conciertos in-dividuales y colectivos. En esta producción
aparece también la mano amistosa de Silvio Rodríguez, quien cedió a nuestro Centro su versión
de la «Elegía Segunda», ese trabajo de musi-calización que realizara el trovador sobre los versos
dedicados a Pablo por Miguel Hernández, y que por propio mérito enca-beza la selección.
Entre los muchos duendes del hacer trovadoresco que ron-daron por esa tarde-noche de festejo
estuvieron también Noel Nicola, Gerardo Alfonso, Jorge García, Rita del Prado, Heidi Igualada
y los representantes de la más reciente hornada de creadores: Diego Cano, Samuell Águila,
Glenda Fernández, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal, el poeta Sergio Gómez y algunos otros.
Del concierto bastaría decir que Rey Guerra estuvo, como es habitual, a la gran altura de su
talento y que junto a Ireno y Argudín regaló más de un buen momento al público presente. Sus
invitados también dieron rienda suelta a su valía y dejaron sentir el alma de sus buenas
canciones. «Canción para recordar a María», «Sueño no más» y «Andar La Habana», por Ireno,
y «Nana», «Soy» y «Todavía no estoy mal», por Argudín, son claros ejemplos de los quilates de
esa gema musical que fue la pre-sentación de esos creadores.
Por lo demás, como escribió Víctor Casaus, Director del Centro Pablo, en las palabras al
catálogo de este primer aniversario, «aquí estamos y seguimos». Nos vemos en el próximo
concierto y ¿por qué no? en el próximo aniversario.
ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ
CASETE PIEZA SIN TÍTULO
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Presentación por Víctor Casaus
Elegía Segunda (Miguel Hernández/Silvio Rodríguez)
Perla Marina (Sindo Garay)
La rueda de la suerte (Manuel Argudín)
Muchacha, no te enamores (Manuel Argudín)
Por todo espacio (Silvio Rodríguez)
Soy (Manuel Argudín)
Homenaje a Risa (Ireno García)
Drume negrita (Ernesto Grenet)
Andar La Habana (Ireno García)
Nana (Manuel Argudín)
Sueño no más (Ireno García)
Bárbara (Manuel Argudín)
Fresa y Chocolate (José María Vitier)
Canción para recordar a María (Ireno García)
Todavía no estoy mal (Manuel Argudín)
Todo (Ireno García)
PEDRO LUIS FERRER | YO NO TANTO COMO ÉL
Sábado 22 de enero de 2000
Obra plástica: Aisar Jalil Martínez
La intención de crear y hacer desde la guitarra por lo visto es una constante en nuestro quehacer
musical nacional. Cambian la época y el hombre, los conflictos y las soluciones sociales, la
información y la sensibilidad humana, el talento... Ni si-quiera en una misma época –
independientemente de los puntos coincidentes– hay dos trovadores idénticos; porque incluso
un mismo creador no es igual en toda su trayectoria. Sindo [Garay], [Manuel] Corona, [Miguel]
Matamoros, Silvio Ro-dríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, por razones incontables e
inevitables, todos han sido trovadores distintos. Creo que solo por eso cabría hablar en verdad
de diversas trovas: la trova de José Antonio Méndez, la de [César] Portillo, la de Santiaguito
[Feliú], la de Mike Porcell, aunque a veces para simplificar o agrupar de acuerdo a
determinados parámetros coincidentes, decimos la tradicional, la del filin, la nueva, la novísima,
la novisísima; en pocas palabras, la de ayer y la de hoy, la de siempre. Por lo demás, en la
actividad de los crea-dores no solo se reafirma la tradición de un pueblo, también se niega. Es
cierto que los pueblos necesitan ser, en alguna medida, iguales a lo que han sido, pero a la vez
también re-claman ser diferentes. Los trovadores cubanos han contri-buido con creces a este
proceso de decantación, con obras que han aliviado la carga que supone el peso rígido de los
dogmas éticos y estéticos de todos los tiempos. Esto es muy importante, porque no siempre
parecemos tener conciencia de que la cubanía se hace día a día, y de que el factor decisivo para
que ciertos y determinados valores sigan siendo tradicionales es el presente, más que el pasado.
¿Cómo podría titularse tra-dición algo que ha quedado fuera de nuestra necesidad de
apropiación, algo que ya no es practicado o demandado por la sociedad? Hay muchas cosas que
fueron cubanas en un momento dado, y seguirán siéndolo solo atendiendo a la his-toria. Pero
únicamente en la medida en que los valores creados en el pasado continúan siendo necesarios en
nuestra sensi-bilidad como pueblo (o elite), solo entonces merecen ser deno-minados
tradicionales. Hay una concepción dictatorial que se ejerce en nombre de la nacionalidad, que
pretende decirnos que Cuba ya fue realizada y que para ser cubano es obligatorio crear y
comportarse dentro de los patrones que nacieron en el pasado desde otros hombres y otra
inteligencia y sensibilidad; una concepción absurda y a veces de dudosa intencionalidad. La
trova cubana ha contribuido enormemente a este proceso de concientización de la búsqueda de
la libertad desde el co-mienzo mismo: sabido es que Sindo compuso muchas de sus canciones
asimilando los elementos afines con su sensibili-dad traídos a la isla por la ópera italiana, y lo
hizo sin pedir permiso y sin dejar de ser cubano, pero –sobre todo– siendo el trovador y el
cubano que deseó ser. Y con ello nos legó la actitud correcta, esa aproximación a la libertad que
en cada momento la trova ha ido reafirmando. Sirva este espacio A guitarra limpia para hacer
valer una vez más lo que ya es un principio sagrado de nuestra Trova cubana.
PEDRO LUIS FERRER MONTES
(La Habana, 10 de enero del 2000)
YO NO TANTO COMO ÉL
Mi padre fue fidelista;
yo, no tanto como él.
Pero quien toque a mi padre
tiene que darme también,
tiene que darme también.
Yo, no tanto como él.
Yo, no tanto como él.
Mi padre fue comunista;
yo, no tanto como él.
Quien le ponga un dedo encima
va a conocer mi carey,
va a conocer mi carey.
Mi padre fue cederista;
yo, no tanto como él.
Pero quien toque a mi padre,
tiene que darme también,
tiene que darme también.
Detesto la burocracia
que convirtió la eficacia
en un montón de desgracia.
De vanas prohibiciones
aumentaron los rencores
y mataron mil amores.
¿Qué ha pasado con la vida,
tanta gente arrepentida, arrepentida?
Mi padre en aquel enero
no me sacó del país:
me vistió de pionero,
y me enseñó a combatir,
y me enseñó a combatir.
Yo, no tanto como él.
Yo, no tanto como él.
No voy a pedir perdón por la vida mía:
Yo soy lo que supe ser
y ¡qué maravilla!,
¡qué maravilla!
Mi padre fue fidelista;
yo, no tanto como él.
Pero quien toque a mi padre
tiene que darme también,
tiene que darme también.
Yo, no tanto como él.
Yo, tanto como él.
Tienen que darme también.
PEDRO LUIS FERRER
IRENO GARCÍA | DIBUJAR CANCIONES
CONCIERTO A LOS ENAMORADOS
Lunes 14 de febrero de 2000 | Invitados: Rey Guerra, Marta Campos, Silvio Alejandro
Rodríguez y Heidi Igualada
Obra plástica: Niurka Iñurrieta
Aunque parezca increíble, muchos aguaceros se han cernido sobre la capital desde los días en
que un texto que hablaba de «palomas que vuelan sobre el mar», devino himno del Festival
Mundial de la Juventud y los Estudiantes [1978] en esta ca-lurosa ciudad de las columnas.
Aquel tema aparecía firmado por el ya conocido Mike Porcell y un jovencísimo Ireno, que
entraba de ese modo en el complejo y volátil mundo de la difusión. Menos chubascos distan, sin
embargo, del evento donde su «Canción para recordar a María» cautivó en la voz de Silvio
Rodríguez, a pesar de no alzarse con ningún premio (veleidades de los concursos). Casi se
puede tocar con la mano el momento en que («sueño no más» mediante) comenzó a convidarnos a «andar La Habana» y nos regaló «un buen bole-ro». Lo cierto es que, sin apenas
darnos cuenta, Ireno García pertenece ya al grupo de creadores cuya obra resulta inevitable para
identificar los senderos de la canción cubana de fin de siglo.
Alejado de escenarios y focos, Ireno es un trovador que recoge varios legados: el del lirismo y
la intimidad, el de la poesía y la entrega comprometida con el acorde original y el primer verso.
Incluso, muchas de sus canciones se han conocido a través de intérpretes como Xiomara
Laugart, Viviana García y el grupo Arte Vivo. Todo sencillez, es de esos creadores que uno
respeta desde lejos, y quiere a partir del primer abrazo. Auténtico, introvertido y laborioso,
enarbola un sentido hu-manista que casi lo convierte en rara avis en medio de tanta confusión
postmoderna. Por eso hay que agradecer que, junto a los sueños de sus pinceles y los de Niurka
Iñurrieta, de-sembarque en la tarde con su equipaje de amores y nostalgias a guitarra limpia.
Aquí están el juglar y sus cómplices, dispuestos a dibujar canciones, a imbricar lo real y lo
imaginario en trazos con-cebidos desde la poesía, las cuerdas y la garganta. Desde ya, una
jornada para ejercitar la memoria, y compartir con tanta grandeza y tanta humildad.
HUMBERTO MANDULEY1
ANDAR LA HABANA
Vamos a caminar, se está poniendo el sol
y La Habana se muda a Malecón.
Vamos solos tú y yo que, atravesando G,
la luna nos espera en 23.
Vamos a andar La Habana, amor,
pegándonos al mar,
bojeando Zanja que, una vez,
fue China en un portal.
Cruzar Galiano y descansar
en el Parque Central.
Tomar Obispo, sin dudar,
hasta La Catedral.
Vamos a andar La Habana, amor,
pegándonos al mar.
Apunta el día y la ciudad
se quiere levantar.
Ya sale el sol desde un balcón
dorando una canción.
Vamos a andar La Habana, amor,
siempre buscando el mar.
IRENO GARCÍA
CASETE DIBUJAR CANCIONES
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Tema A guitarra limpia
A dónde iré a parar
Canción de febrero
Un buen bolero
Temo al andar y al no andar (con Manuel Argudín)
Canción para recordar a María
Tema para un viejo violín (con Heidi Igualada)
Habanera
Nadie sabe de mi corazón (con Marta Campos)
Boceto interior
Homenaje a Risa (con Silvio Alejandro)
Andar La Habana
Con tanto (con Rey Guerra)
Sueño no más (con Rey Guerra)
La rueda de la suerte (con Rey Guerra)
JORGE GARCÍA | HAY COSAS...
Sábado 26 de febrero de 2000
Obra plástica: Eduardo Castro
Hay cosas que caen solitas en su lugar apropiado. A veces lo que falta es el lugar. Creo que
todos los que amamos la canción «pensante» (como le dice Silvio), la canción con alas, la que
intenta el vuelo y sus riesgos, hemos ido encontrando en el ámbito casi mágico del patio interior
del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau un lugar del cual apropiarnos, o sea, un lugar
para expresarnos a plenitud. A la generosidad del Centro Pablo (como ya se le va conociendo
vox populi) al crear el espacio para estos conciertos de pura trova A guitarra limpia, ya son
muchos los troveros que van quedando agradecidos.
Hoy le toca su tarde-noche a Jorge García: un trovador «de pura cepa», diría yo. Como hace
muy poco tiempo escribí la nota de presentación a su disco más reciente (su tercero, Cambios,
1999), y mis opiniones sobre su trabajo, de entonces a acá, no han sufrido variaciones sensibles,
prefiero ahora, pa-ra no emborronar cuartillas ni entrar en laberintos retóricos, autofusilarme o
refreírme. Y me cito:
Jorge nos va a cantar aquí ...un grupo de sus canciones con las que parece querer
acompañarnos en nuestras reflexiones, recuerdos y verdades. Son verdades sencillas dichas
desde canciones también sencillas (ojo, no confundir con simples). Las canciones de Jorge, en
lenguaje extramusical, diríamos que son canciones redondas, lindas (aunque los profesores de
estética no acepten este concepto como un valor fundamentalísimo), sin efectismos, ni en los
textos, ni en las armonías y melodías. Hay aquí buena música. Y buena poesía en un lenguaje
bastante directo, sin extremos, pero con un discurso sólido, con muchos chispazos de ingenio,
que logra, ante todo, lo más ansiado por cuanto artista ha sido: comunicar.
Escucharemos ...la expresión madura de un trovador, haciendo trova de la buena, sin alardes
ni altisonancias: sin mucho adorno. Aquí su guitarra, acompañando la voz, es la dueña y
señora de todo lo que suena... No hace falta más. Nada trastorna el tono ín-timo y austero, para
andar, que Jorge nos advierte desde un principio. Tanto cuando nos pone a recordar, como
Serrat, viejas películas, como cuando descarga una buena dosis de ironía sobre ciertas
relaciones de pareja («Emancipación»), o dice de un amor no realizado («Guárdame el beso»),
recreando viejas tradiciones de la música cubana.
Lo que importa de veras es que Jorge es ...sobre todo, una persona, diciéndonos, cantándonos
su vida y su manera de asomarse al mundo –crítica, pero esperanzadamente–, para
compartirlas desprendidamente con todos los que lo escuchemos. ¡Oído atento y mente abierta!
NOEL NICOLA
HAY COSAS...
Hay cosas que te cambian
la vida para siempre:
una muerte, una guerra,
un vicio, una prisión,
un pellizco en el alma,
un dudoso te quiero,
un tenerte que ir
sin saber del regreso,
el silencio y la miel,
el abuso y el miedo.
Hay cosas que te cambian
la vida para siempre:
un atraco mordaz
a la hora del duende,
que te violen la paz,
que te quiten el puente,
que te digan que no
sabiendo que era cierto
y te abran en dos
de una caricia el pecho.
Hay cosas que te cambian
la vida para siempre:
despertarte y no estar
donde pariste el sueño,
cercar la dignidad
y vaciar los repuestos,
fumarte el corazón
y beberte el aliento,
masticar sin sabor,
variar el condimento.
Hay cosas que te cambian
la vida para siempre,
y aunque duela el remedio
hay que seguir viviendo.
JORGE GARCÍA
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Tema A guitarra limpia
Nadie es perfecto
Guárdame el beso
Ella y yo (Oscar Hernández)
Ojos malignos (Juan Pichardo)
Sublime ilusión (Salvador Adams)
Retorna (Sindo Garay)
Cambalache (Enrique Santos Discepolo)
Hay cosas
Te soñé
Marta
Era un amuleto tan perfecto
Que no pueda
Los mendigos nuevos
Respuesta a Serrat a propósito de los fantasmas del Roxy
El original
Los Salieris
La última palabra
LA IMPÚDICA ES LA GUITARRA
MARTA CAMPOS, JORGE GARCÍA, HEIDI IGUALADA, RITA DEL PRADO,
LÁZARA RIBADAVIA, SAMUELL ÁGUILA, FERNANDO BÉCQUER, IHOSVANY
BERNAL, ARIEL DÍAZ, SILVIO ALEJANDRO RODRÍGUEZ, Y LOS POETAS
SERGIO GÓMEZ Y ANTONIO LÓPEZ
Sábado 25 de marzo de 2000 | Invitados: Glenda Fernández y Ar-senio Díaz
Obra plástica: Leonel López-Nussa
La tercera ronda del calendario en este 2000 arribó llena de motivos. De una parte, tarde pero
segura, está la celebración del día universal que regalamos a las mujeres. Por otra, hay dos
importantes fechas que hoy nos toca recordar y celebrar: la fundación por José Martí del
periódico Patria, hace ya más de cien años, y la creación de una de las emisoras radiales de
nuestra capital. De ellas se desprende que estemos dedicando esta fiesta al Día de la Prensa
Cubana y a los 25 años de Radio Metropolitana.
A los tres motivos cabe dejar unas palabras, de esas para curar, como decía el Maestro. Para
las mujeres, no se ha inventado aún adjetivo justo que las atrape, ni color que en-teramente las
dibuje, ni poema capaz de sobrevolarles todas las almas y costas. A ellas vamos a regalar estos
cantares, de los que tampoco son ajenas, sino parte, a la sombra (o bajo la luz) excitantemente
impúdica de la guitarra.
Para la Prensa cubana, no hay voz mejor que la de nuestro Apóstol. El nacimiento que hoy
festejamos se hizo «para mantener la amistad entrañable que une, y debe unir, a las
agrupaciones independientes entre sí, y a los hombres buenos y útiles de todas las procedencias
que persisten en el sacrificio de la emancipación o se inicien en él (...) y para fomentar y
proclamar la virtud donde quiera que se la encuentre».
También gracias a nuestros amigos de Radio Metropolitana ha sido posible este refugio
abierto para los soñadores que alzamos cada mes a guitarra limpia. Por eso se merecen que
cada verso y acorde de esta tarde signifiquen la felicitación y el aplauso por estos años de
laborioso viaje. Buen cumpleaños y que vengan muchos más. Para ellos es también esa joyita de
Moisés Simons que hoy acude a nuestro catálogo.
Las páginas de Patria nacieron desde Martí «para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la
verdad». Por esas mismas razones, y para todos, nace hoy este concierto.
ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ
EL MANISERO
Maní,
manisero,
maní,
si te quieres por el pico divertir
cómprate un cucuruchito de maní.
Cuando la calle sola está,
casera de mi corazón,
el manisero entona su pregón
y si la niña escucha su cantar
llama desde su balcón.
Dame de tu maní.
Esta noche no voy a poder dormir
sin comerme un cucurucho de maní.
Qué calentico y rico está,
ya no se puede pedir más.
Ay, caserita, no me dejes ir
porque después te vas a arrepentir
y va a ser muy tarde ya.
Maní, manisero se va…
Caballero, no se vayan a dormir
sin comprarme un cucurucho de maní.
MOISÉS SIMONS
CASETE LA IMPÚDICA ES LA GUITARRA
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Tema A guitarra limpia
Marta - Jorge García (con Arsenio Díaz)
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Trova de las flores - Ariel Díaz
Desde mí - Ariel Díaz
Historia a Petit - Silvio Alejandro Rodríguez
Si te vas de La Habana - Silvio Alejandro Rodríguez
Vamos a cambiarlo todo - Ihosvany Bernal
Sobre la arena - Ihosvany Bernal
Clase de Literatura - Antonio López
Luna callada - Antonio López
Antibiográfico - Sergio Gómez
Algo no está en su sitio - Sergio Gómez
Sin frases mayores - Rita del Prado
Preludios a la entrega - Rita del Prado
Leyenda - Heidi Igualada
Va a llegar septiembre - Heidi Igualada
Con poquita fe - Lázara Ribadavia
Guaracha enamorada - Lázara Ribadavia (con Heidi y Rita)
El espeldrum - Fernando Bécquer
Ganas de ti - Fernando Bécquer
Como el rocío - Samuell Águila
Dame un beso - Samuell Águila (con Glenda Fernández)
Divertimento para un beso - Marta Campos
Soñé con mi abuela - Marta Campos
HEIDI IGUALADA | VOLVER A NACER
Sábado 29 de abril de 2000 | Invitados: Ariel Díaz y Alejandro Valdés
Dedicado a David Sirgado
Obra plástica: Sandra Pérez
La Trova en Cuba ha tenido la fortuna, casi desde sus embriones, de que las mujeres no se
hayan quedado a la saga de sus ho-mólogos del «sexo fuerte». Más de una buena voz femenina
ha dejado su huella a lo largo de la historia trovadoresca cubana.
Con el surgimiento de la Nueva Trova, a los nombres de María Teresa Vera, pasando por una
Marta Valdés llena de filin y poesía, se unirían los de Sara González, Miriam Ramos y luego
Marta Campos, Liuba María Hevia... En fin, que siempre hubo cuerdas y versos de mujer para
adornar las canciones tro-vadorescas.
Como para afirmar esta tradición, el espacio A guitarra limpia del Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau recibe hoy a una de las más bellas voces de la trova más joven: Heidi Igualada.
De poética suave, dulce y viva son sus cantares, Hei-di no se acompaña del violento andar de
esta era moderna (¿o post?), ni de la metáfora hermética, llena de cerrojos. Su poesía es clara,
encontrando las ternuras diarias que a veces, de tanto diario, ya no vemos.
Su guitarra, discreta pero presente, lleva de la mano hasta su voz que nos hace volar y llena
toda la escena. Y su canción –esa nube blanca, ese desafío que siempre termina en nido, para
recordar sus propios versos– está hecha de simple ternura, de buen alimento para lo sensible. Es
un lindo regalo para el alma, un muy breve volver a nacer, recibir a Heidi Igualada en concierto.
Desde este patio siempre coronado de trinos y gorriones, propongo escucharla (y ahora otra vez
uso su voz en verso) como si nos fuéramos descubriendo; como si desde cada canción, salvando
todas nuestras lejanas historias, el amor nos llegara.
ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ
VOLVER A NACER
Como la suerte es cómplice del mar
me respondí: no vuelve más,
y fui llenando el aire de su olor,
y recordé su boca, su estación y mi sombra.
Como la suerte, dijo regresar,
–quiero decir– si no hay verdad.
¿Quién pudo ver su historia en mi canción?
¿Quién pudo hallar su suerte donde el sol y la
muerte?
¿Qué sabe el viento del sueño y de tu voz?
¿Qué sabe el mar y el amor de mi piel?
¿Qué sabe el mundo?
Si no tengo otra opción que
volver a nacer.
HEIDI IGUALADA
CASETE VOLVER A NACER
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Tema A guitarra limpia
Mi regreso
Yo vine a encontrarme bajo el agua
Tradicional No. 2
Danza
Por sortilegio
Soneto IV (poema de Eliseo Diego)
Después de una furia (poema de Sergio Gómez)
Mientras violo una copa en la sala (poema de Sergio Gómez)
La fea más bella que he visto (poema de Sergio Gómez)
Juegos de Dulce (poema de Sergio Gómez)
Defender la luz
Morendo nocturno (poema de Rubén Martínez Villena)
La Marina (Ariel Díaz, autor, guitarra y voz prima)
Como un temporal (Ariel Díaz)
Desayuno (Ariel Díaz)
Con la mirada más clara
Leyenda
Bolero
Tema de noviembre
Tonada para cuando el amor me llega
Volver a nacer
Pitusa y Eusebio (de Teresita Fernández, con Jorge García)
DÚO POSTROVA | DESDE EL SON DE LA LOMA
Sábado 27 de mayo de 2000
Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco)
Uno de los proyectos capitales en el devenir de lo que se conoce como Canción Cubana
Contemporánea lo es sin la menor dis-cusión el dúo Postrova, integrado por Eduardo Sosa
Laurencio y Ernesto Rodríguez Álvarez. Fundado el 24 de febrero de 1997, en Santiago de
Cuba, el dueto marca una pauta en cuanto a un modo de hacer en el que la parodia, el pastiche y
otras técnicas de apropiación desempeñan un papel fundamental.
La biografía de Postrova comienza a tejerse durante el primer lustro de los noventa, cuando
Eduardo y Ernesto eran estu-diantes universitarios y ambos participaban como solistas en los
festivales de artistas aficionados, eventos organizados por la Federación Estudiantil
Universitaria. Se cuenta que en dichos certámenes, ambos siempre resultaban contrincantes en
busca de los máximos lauros. Aquella sana rivalidad terminó por hacerlos amigos y así se unían
para descargar.
Es fácil imaginar que en una de esas maravillosas noches de Santiago de Cuba, en las que el
canto, la poesía y el ron se juntan en una de las mejores alquimias que se pueden dar, surgió la
idea de crear el dueto. Sosa se encargaría de hacer la voz prima y de tocar la guitarra
acompañante, mientras que Ernesto sería responsable del requinto y de la segunda voz. Con
dicho formato, el proyecto daba continuidad a uno que tuviese Rodríguez con el también
santiaguero William Vivanco y que llevase por nom-bre el de Wiler.
En el caso de Postrova, el sabio empleo que el dueto hace de fragmentos de melodías
conocidas, les ayuda a granjearse de forma rápida el favor del público. Ello no se queda en la
mera actitud reproductiva, sino que para Eduardo y Ernesto el acto de apropiación y la actitud
transgresora con la que se enfrentan a la creación musical conllevan en sí mismos un espíritu de
re-creación y re-elaboración, donde lo lúdico de-sempeña un rol fundamental.
Por dicho camino, una pieza como el tradicional «Son de la loma» se entronca con el blues.
Tal procedimiento está em-parentado con lo hecho por un narrador como Severo Sarduy,
cuando tomó prestado uno de sus títulos del texto de Ma-tamoros, para formular a propósito de
la aludida melodía una meditación ontológica sobre la esencia de la cubanía. Igual-mente, lo
realizado por Sosa y Rodríguez con el mencionado clásico de nuestra música popular, deviene
símbolo de los sor-prendentes maridajes que constituyen la cultura cubana.
Ese trabajo de hibridación entre disímiles discursos sonoros, en el que las fronteras de géneros
y estilos se destopografían, da un resultado que gusta por igual a los músicos entrenados en
decodificar propuestas de corte experimental, como a quienes no son avezados en los
procedimientos de las vanguardias.
No creo exagerar un ápice al afirmar que quien pretenda formular un estudio de las maneras
por las que se ha de-cantado el decir trovadoresco cubano en este período de tran-sición entre
dos siglos, por obligación tendrá que remitirse al trabajo de Eduardo y Ernesto, en el que de
manera armoniosa y bien imbricados se percibe el legado de gente tan diferente desde el punto
de vista de la proyección musical como Sindo Garay, Silvio Rodríguez o Luis Alberto Spinetta.
Así pues, Postrova representa un suceso en la intensa y larga vida trovadoresca cubana y su
legado ya está garantizado.
JOAQUÍN BORGES-TRIANA2
SON DE LA LOMA
Mamá, yo quiero saber
de dónde son los cantantes,
que los encuentro galantes
y los quiero conocer,
con sus trovas fascinantes
que me las quiero aprender.
¿De dónde serán?
¿Serán de La Habana?
¿Serán de Santiago,
tierra soberana?
Son de la loma
y cantan en llano.
Mamá, ellos son de la loma.
Mamá, ellos cantan en llano.
Mamá, ellos son de la loma.
Mamá, ellos cantan en llano.
Son de la loma y cantan en llano.
MIGUEL MATAMOROS
FERNANDO BÉCQUER | CUBANO POR DONDE TÚ QUIERAS
Sábado 24 de junio de 2000
Obra plástica: Ramón Haití
Como un auténtico juglar viene Fernando Bécquer a derrochar cubanía a este escenario de A
guitarra limpia. Dotado de un sentido del humor y una picaresca que rememora los días del trío
Matamoros y de Los Compadres nos dará, como de costumbre, una lección de dominio de la
escena, del arte sub-yacente de hacer su voluntad, cual director de esa orquesta diversa que
suele ser el público.
Cuestionado por los puristas del decir, querido por sus ami-gos, quienes sostenemos que da
buena suerte estar a su lado, lo cierto es que la obra de este trovador ya viene desde hace rato
cavando en la oreja popular de esta ciudad y buena parte del país.
Canciones de aparente ligereza, que le permiten la inmediata comunicación y una sostenida
conexión con el receptor –sencillas, transparentes y costumbristas– harán de este encuentro con
Fernando un viaje por no pocas de nuestras frustraciones y alegrías.
Viene de las calles, en las que tantas veces lo encontramos gastando sus zapatos y observando
la vida como un pintor que luego la reproduce en el lienzo con sus sonidos y sus mi-serias
humanas. Avanza entre solares de La Habana Vieja y barrios elites de Miramar, recordándonos
que Cuba es una sola y dentro nos sentamos a la misma mesa los poetas y los albañiles.
Es heredero del filin, el son y la trova toda. Según él, también de Michael Jackson y Alfredito
Rodríguez. Un ajiaco bien condimentado de sabiduría popular y poesía de barrio.
Escuchemos este canto que pudo haber soltado cualquiera de nosotros. Guitarra tocada, como
reconoce, con poca des-treza, pero con unas ganas de enamorar el corazón de la mu-chacha que
pasa, al estilo de los primeros trovadores bajo las ventanas de Bayamo o de Santiago de Cuba.
Quienes solo lo han visto algunas veces interpretando temas como «Juana» o «La canción de
Lulú» difícilmente creerían que el Fernan es el autor de temas como «Necesito» y «Hoy
debemos sentirnos felices». Y es que su espectáculo es precisamente una sorpresa, desde su
incomprensible repertorio de movimientos corporales hasta su contradictoria condición de
abstemio impenitente, siempre pasando por su tabaco, que se me antoja más espiritual que
vicioso.
Con sus orishas y su filosofía tropical escuchemos al Bardo, con sus sentencias «de amor y de
combate». Así es él, tal y como lo verán. No hay montaje, aunque sí mañas de buen hablador.
No tiene nada que guardar porque todo lo da. Com-partir es la meta de su cantar guarachoso y
reflexivo.
Disfrutemos de esta tarde que tanta falta nos hace, escla-recedora de nuestro cotidiano
despertar, y hagámoslo de la mejor manera posible: guiados por esta canción, cubana, por donde
quiera que se le ataque o se le aplauda.
ARIEL DÍAZ3
CUBANO POR DONDE TÚ QUIERAS
Que fume tabaco y me ponga un saco
no significa que soy un chulo.
Que sea un poco sato y sensual como un gato
no significa que ando desnudo.
Que no tome vino, ni ron, ni cerveza;
que tome refresco y haga cuatro muecas
no significa, mami, que a mí me falta un tornillo,
no significa, mami, que a mí me falta una tuerca.
Es que soy un tipo como otro cualquiera,
cubano por donde tú quieras,
cha, cha, cha, un chovinista soñador.
Es que soy una canción que anda de prisa,
un público que se hizo artista,
cha, cha, cha, y no me canso de vivir.
Que tenga collares y crea en los altares
no significa que soy un santo.
Que sea un caminante,
un fans de las calles,
no significa que ando descalzo.
Que no sea un cantante de talla tremenda,
que toque guitarra con poca destreza
no significa, mami, que te reviento el oído,
no significa, mami, que no me duran las cuerdas.
Es que soy un tipo como otro cualquiera,
cubano por donde tú quieras,
cha, cha, cha, un chovinista soñador.
Es que soy una canción que anda de prisa,
un público que se hizo artista,
cha, cha, cha, y no me canso de vivir.
Cambiando un poquito el tema:
¿por qué no duermes conmigo?
Puedo cambiarte mi sueño por tu amor:
¿por qué no duermes conmigo?
Y así te meto las manos.
Es que soy un tipo como otro cualquiera,
cubano por donde tú quieras,
cha, cha, cha, un chovinista soñador.
Es que soy una canción que anda deprisa,
un público que se hizo artista,
cha, cha, cha, y no me canso de vivir.
FERNANDO BÉCQUER
CASETE CUBANO POR DONDE TÚ QUIERAS
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Tema A guitarra limpia
Me gustas tú
Romance con la muerte (texto de Sergio Gómez)
Flaquita oriental
Si la luna se pierde hoy
Mi vida es una guaracha
Soledad en apuros de vivir
Por encima de todas las cosas
Necesito
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El otro velorio de Papá Montero (Joel Sánchez)
La canción de Lulú
Ganas de ti
El espeldrum
Nancy
Sin ti mi vida no sabe a na´
Tema para el desparpajo y la cochambre (Negrona)
Cubano por donde tú quieras
Juana
SARA GONZÁLEZ | GRACIAS POR LA MÚSICA
Jueves 13 de julio de 2000
Concierto especial e inauguración de la exposición Gracias por la música, de Diana
Balboa
Flash Forward para Sara
De pronto uno descubre que la palabra de esta mujer, que la melodía y la risa y el humor de esta
mujer te vienen acom-pañando a lo largo de media vida. Qué maravilla. Lo mejor –para ella,
para mí que ahora lo cuento: para todos, que lo hemos vivido– es que se ha tratado de un asunto
natural –tan natural como la cultura y como la vida misma.
Las canciones que han pasado por la voz de Sara nos en-tregaron, en cada momento, un latido
necesario, una pregunta imprescindible, una verdad compartida. Ese es probablemente el mayor
elogio que pueda recibir un artista: que su obra tran-site por los instantes de su tiempo, que
forme parte, imper-ceptiblemente, de la vida de sus contemporáneos y que desde ese territorio
auténtico e inviolable se prepare para alcanzar la trascendencia verdadera.
Entre las imágenes de mi antología personal de la nueva trova –esa que cada uno construye
con sus recuerdos, gustos y experiencias– está Sara, levantando a un auditorio, en Cuba u otro
país, arriesgando su canción, sin música, apuntalada so-lamente (¿solamente?) por aquella voz
dúctil e indomable de que hablaba, para recordarnos que «a los héroes se les recuerda sin
llanto», «y que viven allí donde haya un hombre / presto a luchar, a continuar».
He compartido, durante estos años de juventud interminable, como los llama un amigo, la
manera en que Sara ha mul-tiplicado su talento y su pasión y los ha repartido gene-rosamente
entre todos. También admiro que ese proceso creador intenso se haya producido,
apasionadamente, dentro de una vida vivida igualmente con pasión, con diafanidad y con coraje,
en esos territorios que, solo para entendernos, lla-mamos social y personal –y que son, hoy lo
sabemos mejor que nunca, los rostros de una misma identidad.
Sara querida, hermanita del alma, hace unos momentos te vi llegar, repartiendo la claridad de
tus ojos, a este patio de La Habana Vieja donde se inaugura la exposición Gracias por la música
de nuestra amiga Diana Balboa, y aquí probablemente, entre tantas imágenes y canciones, se
están comenzando a escribir estas palabras de cariño y admiración que una noche futura de
premio merecido te regalaremos entre todos los que creemos contigo, «con apuros y paciencia»,
que
«hay un lugar donde se unen nuestras tibiezas con el sol,
donde se siembra día a día la ternura»
Estamos, Sara, contigo en ese/este lugar, que es nuestro, por suerte y para siempre.
VÍCTOR CASAUS4
LA CULPA DEL GUISASO
Tengo y bien, la culpa del guisaso
que no choca con mi cubanía,
al atraso nunca le doy paso
porque busco, porque busco
ir p´adelante, to´ los días.
Qué levantada me dio
un buen sueño vespertino
por haber leído el libro
que un amigo me prestó.
Me guió a la comprensión
propia del buen pensamiento
y puso como elementos
los de mi generación,
narrándome como son
bajo este sol, y este tiempo.
Estaba todo tan claro,
cada cual con su perfil,
y poderlos describir,
con sabor y con sustancia,
dando fe, luz y esperanza
al cubano porvenir.
Pongo fichas en la mesa,
doy la risa cadenciosa
con la que el cubano goza
casi siempre la pelea,
dando tragos, dando guerra,
sin estoico apurillo
y jugando sin el brillo
la partida de ajedrez
Doy amor sin interés...
y tomo ron con mamoncillo.
SARA GONZÁLEZ
MANUEL ARGUDÍN | TODAVÍA NO ESTOY MAL
Sábado 28 de octubre de 2000 | Invitados: Rey Guerra, Heidi Igualada y Alejandro
Valdés
Obra plástica: Diana Balboa
Presentar a un amigo es uno de esos momentos gratos que depara la existencia de espacios
como este. En esta serie de conciertos A guitarra limpia aparece hoy la obra de un tro-vador
completo, profundo y, sobre todo, tremendamente hu-mano a la hora de crear y de decir su obra.
Recibir nuevamente en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau a Manuel Argudín es el
seguro pronóstico de la ocurrencia de más de una buena canción.
No es la primera vez que llega este artista a nuestro patio. Ya dejó oír su poderosa voz y sus
cantares como invitado del maestro Rey Guerra en el concierto donde celebramos el primer aniversario de este espacio. Y ahora, estando muy cercano el segundo año de este bregar a pura
guitarra, tiene la suerte de devolver la invitación en su oportunidad de ofrecernos una mayor
muestra de sus obras.
De Argudín y de sus canciones hay varias razones que no quisiera dejar de apuntar. Tal vez
sea por estar hechas con los pedazos más directos de sus vivencias; por la tremenda seguridad
con que las defiende en escena; o por la sólida calidez y vida con que las trasmite, pero siempre
queda una sensación feliz de haber aprovechado el aire, el tiempo, el vivir, en fin, cuando cae el
último acorde de cualquiera de sus temas. Quizá el secreto se esconda en esa sincera y clara
manera de ser que practica hacia el público y hacia los que le conocemos fuera del escenario.
Dicho esto, que no agota todas las aguas y razones que habitan en sus sonoras criaturas, solo
me queda desearle la mejor de las suertes a este creador, a las trovas que ya ha encontrado y a
las otras que vendrán. Así que cedo la palabra a su canción y a su guitarra.
ANTONIO LÓPEZ SÁNCHEZ
TODAVÍA NO ESTOY MAL
Aunque se ha abierto un agujero en mi zapato
todavía no estoy mal, no estoy descalzo.
Y aunque me acusan de que estoy muy mal vestido
no he llegado a lo peor, no tengo frío.
Y aunque ahora están mis bolsillos desiertos
y estoy casi muerto de ganas por ti,
si daño me hizo mucho más me satisfizo
el amor que recibí.
Ahora la noche no asusta, es más, diría que me gusta
compartir con las estrellas mi obsesión.
Y deletreando los detalles que me brinda la
locura de la calle
voy pariendo una canción.
Y suelo andarme cuidando muy poco de los
ciclolocos del amanecer.
Ni la cerveza, ni la cita con la mesa
me resultan un placer.
Se me hace fácil la existencia
porque tengo la paciencia de esperar.
Y en esas cosas del trabajo nunca
me ando por debajo
mientras pueda sostenerme vertical.
No tengo listo el equipaje,
pero si llega un pasaje inesperado
no me voy a resistir.
A fin de cuentas, siendo en el planeta Tierra,
cualquier sitio servirá para morir.
Sin el mañana me sumerjo en el hoy mismo,
no me dejo perturbar por espejismos.
Me pongo a salvo de los cantos de sirena
y me gusta la maldad de tu alma buena.
Yo que vivía mostrándole al mundo
mi acento rotundo de falso Don Juan,
estaba preso en el olvido y más dormido
que una momia en un desván.
Soy un cantor de las esquinas
con la única bocina de mi voz
y mi bandera es solo un trozo de madera
que armoniza los apuntes de mi degeneración.
No estoy al centro de la escena,
pero tomo a mano llena lo que venga del misterio terrenal.
Y mientras tanto voy confiando en que algún santo
velará por mi salud espiritual.
MANUEL ARGUDÍN
CASETE TODAVÍA NO ESTOY MAL
1.
Tema A guitarra limpia
2.
El beso de la muerte
3.
Te perdono (Noel Nicola)
4.
Canción a La Habana (Heidi Igualada, interpretada por su autora)
5.
Sin apoyar mi mano (con Julio Martínez y Heidi Igua-lada)
6.
Vuelve ya
7.
Tonada de la luna llena (Simón Díaz)
8.
Salida a escena (con Alejandro Valdés)
9.
Perla marina (Sindo Garay, interpretada a guitarra por Alejandro Valdés)
10. Más caballero que señor
11. Todavía no estoy mal (con Rey Guerra)
12. Un día después (Rey Guerra, interpretada por su autor)
13. Intimidad (Alejandro Valdés, interpretada por Rey Guerra y el autor)
14. Santa Clara (Rey Guerra, interpretada por su autor y Alejandro Valdés)
15. Soy
16. Me quedaré en España (Poema «Elegía segunda» de Miguel Hernández, musicalizado
por Silvio Rodríguez)
TERESITA FERNÁNDEZ | NO PUEDE HABER SOLEDAD
Sábado 25 de noviembre de 2000
En el segundo aniversario del espacio A guitarra limpia
Obra plástica: Jorge Duporté
NO PUEDE HABER SOLEDAD
Me has dicho que me quieres
y estoy llorando.
Pudiste, gota a gota,
traerle la dicha a mi corazón.
Me hiciste en el torrente beber
de tu alma pura.
No quiero que estés triste,
si tu alegría la tengo yo.
No puede haber soledad para ti
mientras yo exista.
No puede haber una tarde tan triste
que hiera tu alma y te haga llorar.
Yo quiero ser para ti una flor
que perfume tu desencanto,
ala del cisne más blanco
que ha hecho volar tu corazón.
Es que te debo la risa.
Es que te quiero tanto.
Pétalo suave de lirio que supo secar
todo mi llanto,
cómo estás triste si fue tu encanto
quien puso brillo de amor en mi soledad.
TERESITA FERNÁNDEZ
CASETE Y CD NO PUEDE HABER SOLEDAD
1.
Tema A guitarra limpia
2.
No puede haber soledad (comienza con fragmento de «El señor está con ustedes», de
Jesús Losada)
3.
La jicotea (poema de Fina García Marruz)
4.
Mi gatico Vinagrito
5.
Con inmensa ansiedad
6.
Tanto como te amé
7.
Yuyú
8.
Joaquinito, el osito azul
9.
Poema dedicado a mi padre
10. Canción del río
11. Guerrillero de amor
12. Ritual para un amanecer (poema de Otto René Castillo)
13. Rani (con Jorge García)
14. Peppy
15. Ismaelillo (poema de José Martí)
16. Realidades de amor
17. Elefantico Tito
18. Se olvida de mí (poema de Magaly Sánchez)
19. Si te dicen que he muerto (poema de Roque Dalton)
20. Cuídame tú
21. Anticipo de cielo
22. En esta tarde gris (letra de José María Contursi y música de Mariano Mores)
23. Te regalo a cambio de tu amor
24. Lo feo (con Alexis Morejón)
Síntesis de las palabras de Teresita Fernández durante el concierto del 25 de diciembre
de 2000 por el segundo aniversario de A guitarra limpia, ocasión en que el Centro le
ofreció un homenaje por su setenta cumpleaños.
Estoy tan nerviosa como si fuera mi primer recital, porque esto está muy complicado para mí
con tantas cosas. Pero como nunca sé qué es lo que me espera, y tengo oficio de torero, siempre
espero que me tiren el toro para después menear el trapo, ¿no?
Uno de mis primeros recitales se llamó «Teresita y Nosotros». Y uno de los «nosotros» que
estaban empezando entonces era Víctor Casaus. Los otros eran Silvio Rodríguez, [Guillermo]
Rodríguez Rivera, Félix Contreras y... bueno, muchos más. Vamos a repetir ese recital ahora
cuando abran Bellas Artes.
Yo dejé mi aula, la dejé no, me la quemaron en el Bajo de las Llanadas, para hacer de mi
mundo una escuela mayor, porque por vocación lo único que soy realmente es maestra de
escuela de primaria, de tercer grado. Y la guitarra no es nada más que un pretexto, y un medio
auxiliar para que la gente se enajene conmigo, con la musiquita, y después... (emite un chiflido)
decir un montón de cosas que en la escuela no se dicen, y que de-bieran decirse.
…Mis memorias se llaman Yo soy una maestra que canta, porque todo esto de artista y
trovadora y todas esas historias son nombres y cosas que le van poniendo a uno. Si me tienen
que poner algún nombre yo me autodenomino «juglar». Porque los antiguos juglares eran
pobres, y yo lo soy; nómadas, y lo soy; y libres, y lo soy. Y entonces, pues, esa es la
clasificación artística mía.
Mi mamá no quería que fuera trovadora; quería que fuera maestra de escuela y la complací.
Lo que pasa es que la escuela era distinta, la que yo me busqué era otra.
[…] Bueno..., a ver si me acuerdo de las canciones que me han pedido. Esto es tremendo
compromiso. Voy a quedar mal, y me voy a equivocar, porque como siempre me están pidiendo
«El gatico Vinagrito», ya todas las otras canciones de amor se me olvidaron. Voy a hacer lo que
pueda. Este homenaje, el del Ave Libre, el del Centro Pablo de la Torriente, el de todo lo que se
ha mencionado aquí, se lo voy a dedicar a mi mamá y a mi papá. A mi papá por ser asturiano de
cien años atrás, de aldea, con la nieve a la rodilla, con una abuela sembrando el lino para
recogerlo, macerarlo, sacarlo entonces, llevarlo al telar y hacer ocho camisas.
Entonces, les dije que les dedicaba el recital a mis padres. Porque ahora en diciembre, un 24
de diciembre, murió mi mamá, y con ocho años de diferencia, de distancia, murió mi pa-dre, el
25. Me iban a echar a perder las navidades, pero yo me dije, si se querían tanto, estuvieron 56
años casados, y se han puesto de acuerdo para pasar las navidades, sabe Dios dónde, quién soy
yo para meterme en ese lío. Y desde entonces, pase lo que pase, estoy contenta.
Quiero decir que le dedico también mi recital a Cintio y a Fina, muy especialmente, porque
desde el principio hasta el fin han creído en mí. Y porque desde el principio hasta el fin, me han
sostenido y me han ayudado, en todos los momentos, tanto materiales como espirituales. Y
aunque ellos no lo sepan, cuando me he sentido muy mal o he estado en crisis, el recuerdo de
ellos me ha sostenido, y me sostendrá siempre.
Voy a empezar con la canción más linda de amor que tengo: «No puede haber soledad».
(Aplausos). Se la quiero regalar con mucho cariño a Luis Toledo, que está sentado ahí, y me
dijo una cosa muy hermosa un día: que a él le gustaba «No puede haber soledad», porque
pensaba en Martí.
Yo quiero regalarles el recital también a los camarógrafos, a los fotógrafos, a los sonidistas, y
a todo el personal que ayuda en estos recitales, porque casi nunca nadie los menciona.
Esta canción se la voy a dedicar a Silvio Rodríguez, aunque no esté aquí. Porque aunque
Silvio no esté, siempre está. Silvio entraba en El Coctel, cuando yo estaba empezando también,
y yo le cedía mi puesto. Y si ahora entra por ahí, se lo vuelvo a ceder otra vez. Siempre hemos
tenido, no una amistad, lo que se llama comúnmente una amistad, pero siempre ha tenido
conmigo actitudes preciosas.
Cuando cumplí cincuenta años de edad Silvio fue a la Peña con otros trovadores. Y entonces,
le pedí que me regalara una canción que me da muchísima envidia porque la debí haber hecho
yo: «Rabo de nube». Esa canción me la cogió él a mí, porque la debí haber hecho yo, pero él se
me adelantó. Le pedí entonces que cuando cumpliera setenta, me diera «Oh melancolía», que
también me da mucha envidia, y hubiera querido hacerla yo. Y él me la regaló. Y me dijo:
«Todas mis canciones son tuyas». Y como él me grabó, me cantó «La palangana». Una vez en
un programa de televisión me preguntaron: ¿Y «La Palangana», de quién es, de Silvio o suya?
Y yo dije, de Silvio. Todas las canciones de Silvio son mías y todas mis canciones son de Silvio.
¡A ver quién puede con eso! (Se ríe).
Le quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí, incluyendo a mis
vecinos. Les agradezco también a los jóvenes, sobre todo a las jóvenes trovadoras y los
trovadores, ese disco tan bonito que me hicieron. A todos, a todo el mundo, muchísimas gracias
por haberme dejado llegar a los setenta años y cincuenta de trabajo. Nada más que les voy a
decir una cosa: no soy ni tan mala como dicen los demás, ni tan buena como digo yo.
(Aplausos).
III AÑO
MEMORABLE Y FELIZ
«…solo podrás cantar conmigo,
pues no sé hacer algo mejor.»
(Yo te invito a caminar conmigo,
Silvio Rodríguez, 1968)
MARTA CAMPOS | COMO SOY
Sábado 27 de enero de 2001
Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco)
Con este concierto de Marta Campos el espacio A guitarra limpia entra en su tercer año de
poesía y de canción –quiero decir: de vida. Por este patio han pasado (y han quedado, de alguna
manera: dejando sus voces en el aire, convocando al amor o a la tristeza, soñando o
blasfemando: haciéndonos vi-vir) muchas de las voces mayores de la nueva trova y seguramente muchas de las futuras voces mayores de esta zona intensa y cambiante de la cultura
cubana.
Es una alegría entonces que este tercer año (por otra parte inicio de siglo y de milenio)
empiece aquí, para nosotros, con la sonrisa abierta y la guitarra limpia de Marta Campos. Ella
viene como es (ya lo advirtió en el título del concierto) a entregar sus canciones y las de otros
autores, desde los clásicos de principios del siglo pasado hasta los guitarreros y las guitarreras
de hoy mismo, con quienes comparte sueños y proyectos y escenarios y más sueños.
Esta mujer que se alegra alegrando, que dentro de un rato iluminará este patio con sus
canciones tiernas y afiladas, ha ganado su espacio dentro de la nueva trova cubana. Nuestro
hermano Pablo Milanés, que sabe de estas y de otras cosas, nos lo ha dicho: «Con fina voz y
fina guitarra, Marta Campos significa para mí un toque de buen gusto dentro del grupo de la
trova femenina de los 80 en nuestro país».
Marta es también, para mí, una imagen convincente y her-mosa de nuestra rica mixtura
cultural: graduada de guitarra clásica a mediados de la década del 70, ha convencido a ese
instrumento –que más que instrumento es compañía– para que transite y enriquezca los ritmos
populares y sea tum-badora o bongó o simplemente música en las manos de esta mujer de
«cubanía contagiosa y cómplice», como la ha llamado Sara González.
Por estos caminos se abrirá, dentro de unos instantes, el tercer año de este espacio, cuando una
voz cálida y rítmica, mestiza como todos nosotros, acompañe los ecos de un poema
trovadoresco, un guaguancó, una guaracha o una rumba re-creados a guitarra limpia por Marta
Campos.
Mucha atención, mucho cuidado, mucho amor: dentro de unos momentos, en este patio, la
canción cubana va a empezar a reír.
VÍCTOR CASAUS
SOBRE UN ESTILO ARGENTINO, UN CANTO DE AMOR
Para cantarle al amor
yo necesito una rosa
que venga de allá y de aquí
con su perfume de ahora.
Cuando la luna se duerme y el mar,
cuando la luna se duerme y el sol, sí.
La rosa alza el color,
viene con ella la vida.
Para cantarle al amor
yo necesito de ti.
MARTA CAMPOS
CASETE COMO SOY
1.
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14.
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Tema A guitarra limpia
Rumba (poema de Nicolás Guillén)
Sobre un estilo argentino, un canto de amor
Soñé con mi abuela
Mi habanera para ti
Si yo fuera como tú (Carlos Manuel Delgado)
Todo fue un intento
Divertimento para un beso
Ella y yo (Oscar Hernández)
Cuando pasaste tú
Sábanas blancas (Gerardo Alfonso)
Canción de cuna para un niño libre
Leyenda de Changó y Ochún (Pupi Sierra)
Veinte años (María Teresa Vera)
Si ella me faltara alguna vez (Pablo Milanés)
Con amores
SAMUELL ÁGUILA | ARANDO EL FIN
Sábado 24 de febrero de 2001
Obra plástica: David Martínez Delgado
Siguiendo las huellas de una guitarra duramente limpia se abre el patio del Centro Pablo de la
Torriente Brau al impetuoso oficio del trovador Samuell Águila. Otras veces, en el camino por
aquí ha pasado dejando a estas paredes el eco de su armonía irrepetible, el vertiginoso realismo
de su discurso. A este cantor ya le hemos agradecido su trabajo con el poeta Sergio Gómez, el
dueto me-morable con Glenda Fernández, sus recitales más recientes: Dense prisa y Habitando
y, por supuesto, la encomiable labor junto a Claudia Expósito como gestor del espacio Puntal
alto en este mismo Centro, donde nos hemos encontrado tantas veces.
Pero Samuell es un hacedor de canciones cuya divisa más notable es ser el filtro constante de
sí mismo. Artista que no dudará en reinterpretar temas de sus colegas de generación o
incorporar a su canción el más alejado de sus sonidos, sin dejar de imponerse el rigor
imprescindible. Tronará su voz, no podremos seguir sus dedos sobre la guitarra, trovador de pie
sincero y futurista, inventándose la música que nadie inventó para él.
De lo tradicional a lo por hacer, pasando en su largo viaje por el son, el blues y la rumba, la
virtud de su instrumento versátil y su audaz literatura someten a la atención.
Esta tarde hagamos un pacto entre las canciones poco inter-pretadas en su carrera, los estrenos
y sus pequeños himnos, con la seguridad de que estamos asistiendo a la celebración del espíritu
y a la derrota de la pereza.
Que este concierto sea látigo implacable sobre la necesidad de promover este grito de la
música cubana actual y que con-tribuya a la limpieza necesaria de la guitarra y su Hombre.
ARIEL DÍAZ PEÑA
ARANDO EL FIN
Siento la vida aquí, sin tempestades
cada estación, el don de ser mortales,
siento que ya aprendí, creciendo dentro
y aún faltan por andar abismos ciertos.
Siento que voy arando el fin
en cada paso el porvenir,
la vida esconde muerte en sí
nada es tan real.
Siento que voy arando el fin
en cada gesto el no llorar, el no reír,
la muerte encierra vida en sí
nada es tan real.
Y siento que en cada intento nunca estoy solo
porque saben arder tus ojos, donde más
acuno cuando estoy hallando libertad.
SAMUELL ÁGUILA
CASETE ARANDO EL FIN
1.
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Tema A guitarra limpia
Sumario
Arando el fin
Como el rocío
Vayamos
Han cambiado las razones
La esquina de Fonts (con Joyce Concepción)
Madrugando
El primer día
Queriendo
Como una mariposa
Del otro lado del sol (con Ariel Díaz)
Eva
Fuiste
Se suele ver (con Beatriz López)
TRÍO ENSERIE | MAÑANA NO HABRÁ
Sábado 24 de marzo de 2001
Obra plástica: Rafael Zarza
Esta tarde nos haremos, por fin, el regalo de escuchar al trío Enserie entre los muros de A
guitarra limpia.
Durante dos años de conciertos en buena compañía, algunos hemos temido esta ausencia,
tomando en cuenta que, en sus contadas presentaciones en la capital, Enserie ha calado una
huella memorable en el público devoto de la nueva trova.
A través de su prisma versátil, este trío sui géneris nos trans-porta, en sus actuaciones, a un
mundo fantástico donde las historias abren los sentidos y hacen brotar retoños de la mente. Se
agradece el protagónico de una guitarra que va pasando de mano en mano, descubriendo ante
nosotros el milagro del tro-vador de tres cuerpos, acto de magia que solo consigue el pro-digio
del trabajo en equipo. Enserie es una fábrica armónica y eficiente, una propuesta original y
despierta que redimensiona los sonidos de la naturaleza delante de nuestro asombrado oído.
Trova despiadada con los esquemas; canto sencillo, com-prometido con el entorno, sus alegrías
y sus penas. Tres ha-cedores de una misma canción.
¿Y qué mejor lugar para el regreso de Enserie? ¿Dónde si no, que bajo las yagrumas del
Centro Pablo, grano de arena crecido en playa que nos salva del naufragio? Una vez más
abiertas las puertas, sueltas las amarras hacia y desde todos los rincones. La nación habla por
sus ciudades, las ciudades hablan por sus cantores. Esta es la voz Santa y Clara de los Enserie,
ellos son la prueba de que lo universal siempre tras-cenderá a la aldea.
ARIEL DÍAZ PEÑA
PEREGRINO AL VIENTO
Yo, tal cazador de mi opinión,
viviendo entre los bosques.
Yo, un buscador de mi razón.
Yo fui el leñador de mi verdad,
un peregrino al viento.
Yo, terco pastor de la bondad.
Y yo tengo un andar, un sendero escrito,
líneas en mi mano.
Yo sé de las brujas que todo es posible,
espejos y magos.
A dónde me va a llevar
el encuentro día a día con el sol.
A dónde me va a llevar
el instinto negación, de negación.
A dónde me va a llevar
la pregunta y el reloj.
A dónde me va a llevar
la mano mía, la lengua mía, la canción mía.
Yo, príncipe en mi ventana azul
que alguna estrella espera.
Yo, enano en mi cuna invención.
Yo, loco civil con mi por qué
vestido de colmena.
Yo, menos que el mar sabiéndome.
Y yo tengo otro andar, un sendero escrito,
líneas en mi mano.
Yo sé de las brujas que todo es posible,
espejos y magos.
LEVIS ALIAGA
LÁZARA RIBADAVIA | CANCIÓN DE TARDE
Sábado 31 de marzo de 2001
Obra plástica: Zaida del Río
Quienes andan persiguiendo las infinitas sutilezas que vuelven mágica a esta ciudad nuestra, han
llegado al espacio preciso y también en la tarde oportuna.
El Centro Pablo de la Torriente Brau propone un nuevo con-cierto A guitarra limpia, esta vez
con la presencia deliciosa de Lázara Ribadavia.
Escucharla me ha parecido siempre un acto de respeto a la vida y a la canción cubana más
esencial. Será tal vez por la naturale-za mestiza de sus temas, donde convive la más
conmovedora y luminosa ternura que heredó de la trova tradicional, junto con la nocturna
sensualidad del filin, cuya huella la colma de orgullo.
Pero hay algo irrepetible en Lázara Ribadavia, y es esa virtud de entregarnos cada frase de sus
melodías para que hallemos cualquier sentimiento extraviado en el caos de nuestra prisa. Es
como si su voz –cálido templo– trasmitiera una lúcida clave de la existencia.
Creo que, en fin, esa es la verdadera savia de la trova con la cual, junto a otros creadores,
alumbró a principios de la década del noventa La peña del azar, imprescindible rincón que hoy
se vuelve pretexto para echar a rodar la nostalgia.
Pero también pretextos encuentra la esperanza, como en-contramos aquí la suerte de fundar un
planeta de trovadores, poetas y pintores en la calle de la Muralla.
Una vez más, entonces, el entrañable patio del Centro Pablo ofrendará sus delicadas hojas a
una guitarra limpia y muchos creerán que ha sido culpa del último viento de marzo.
Pero, en verdad, hoy andan las hojas deslizándose por otra causa. Es que los árboles de
nuestro patio se inclinan, dedicando su secreta reverencia a «esta mujer que canta y sueña».
Mientras tanto, nosotros libaremos cada nube que quieran darse «la tarde y ella».
RITA DEL PRADO
CANCIÓN DE TARDE
Esta tarde traviesa
me está soltando los recuerdos del amor,
con su cielo de triste se hace juego,
caernos a verdades ella y yo.
Esta tarde es un sueño,
un bolero que duele sin razón,
la alegría de un tiempo que vuelve,
un milagro sin sol.
Esta tarde se piensa
que va a enredarme en su nostalgia de canción.
Se está poniendo tierna y es un beso
las nubes que nos damos ella y yo.
LÁZARA RIBADAVIA
CASETE CANCIÓN DE TARDE
1.
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18.
19.
20.
21.
22.
Tema A guitarra limpia
Presentación de María Santucho
Canción de tarde
Jazmín herido
Casi una leyenda
Otro día con tu sombra
Los bichos
Amigo bueno
Despedida
Después de esta ciudad (con Rita del Prado)
El mejor de los cuentos (con Heidi Igualada)
Si no estás
Por si regresas
Sabor a mí (con Jorge Ribadavia. Autor: Álvaro Carrillo)
Historia
Sálvame
Con poquita fe (con Ireno García)
Quererte por dentro
Una mujer que canta y sueña
Yo no sabía de abril
Sueños raros (con Samuell Águila)
Canción de tarde
POLITO IBÁÑEZ | AGUJEROS
Sábado 28 de abril de 2001
Obra plástica: Gustavo Echevarría (Cuty)
Ciudad trovadoresca desde principios de siglo, La Habana muestra orgullosa un historial
marcado por lugares memo-rables o pintorescos: el Café Vista Alegre, la herrería de Sirique, la
salita del Guiñol y el Hubert de Blanck, la Casa de las Américas, la del Joven Creador, el
anfiteatro del Almendares, la Casona de Teatro Estudio, el Café Cantante, el Pico Blanco, La
Madriguera, 13 y 8. Cantores de sucesivas generaciones, provenientes de todos los puntos del
archipiélago, se reunían en esos y otros sitios para compartir voces y guitarras. Ahora el patio de
la casona de Muralla 63 asume el relevo necesario, dando espacio para una canción cada vez
más urgente y menos promovida.
A este patio de trovas llega Polito Ibáñez con un puñado de canciones, retomando la
complicidad de la guitarra. No hay dudas de que estarán los temas que todos quieren escuchar,
como tampoco deben quedar dudas de que algunos se mar-charán de aquí sin haber escuchado,
quizás, «su» preferido. Esto habla a favor del extenso repertorio que el trovador cuenta ya en su
trayectoria.
Desde que despuntó en los años 80, primero tímidamente y con una guitarra de puros
remiendos, luego con diversos grupos acompañantes, Polito ha crecido hasta ser una de las
voces más peculiares de la canción de autor. Sulfúrico y mor-daz, pero también apasionado, va
haciendo camino al cantar, con el pulso del día a día, y la mirada puesta en lo humano y lo
divino que nos rodea. Con el tiempo se ha desmarcado de tempranas influencias para conformar
un discurso propio, tomando sin remilgos elementos del pop y el rock. Influencias que en nada
atentan contra un arte que se sabe genuino y di-ferente.
En los últimos años se ha rodeado de instrumentistas di-versos, y cada vez son menos sus
presentaciones en solitario. De tal modo, es una suerte rescatar esa faceta de su proyección que
lo asocia a sus primeros días en el devenir de trovar, y por supuesto, al concepto que el Centro
Pablo de la Torriente le regala a la ciudad y sus visitantes y moradores de intra y extramuros.
HUMBERTO MANDULEY1
Polito Ibáñez: las arcas del cielo2
Por Luis Alberto García
(Palabras de presentación)
Esta tarde se abrieron las arcas del cielo para que lloviera intensamente. Falta que nos hacía,
para que el calor no nos ahogara y para que el agua alcance para todos. Hacen falta muchas
lluvias... de muchas cosas; entre ellas, un diluvio de buenas canciones inteligentes, en este
comienzo de siglo dominado de un extremo a otro del planeta por la cursilería y la banalidad,
amparadas bajo el sacrosanto manto del «marketing».
El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y su espacio A guitarra limpia retoman el
dardo que una vez lanzaran Casa de las Américas y Te doy una canción, para que los
cantautores cubanos de todas las edades y tendencias nos demuestren que no todo está perdido,
que hay espacio y, mejor aún, consu-midores para un tipo de canción que muchas disqueras
rehu-yen porque no pueden ponerle etiquetas, y la mayoría de nuestras emisoras no pasan por
considerarla «inapropiada». ¿Que la censura no existe, mi amor?
Hoy le toca su turno al Coloso de Rodas, así llamado porque fue alumbrado por Ernestina en
ese pueblito de la antigua provincia de Las Villas. Luego, han tratado de apagarlo de muchas
maneras y ha sido imposible, por suerte para nosotros.
Graduado de actuación, devenido músico de los buenos, poseedor de una voz impresionante,
textos trabajados cual orfebre y hermosas, muy hermosas melodías, sigue sorpren-diéndonos
con su visión amorosamente amarga del mundo y la isla que habitamos. Nos hace pensar, y
pensar mucho, pre-tendiendo que le creamos cuando nos dice que su último disco ha sido hecho
«para no pensar». Primero se atrapa a un men-tiroso que a un cojo. Con ustedes, Polito Ibáñez.
SOMOS NÚMEROS
Hay quien persigue sus fantasmas en la irrealidad,
hay quien le pone un lente al día para otro color.
La gente viene al mundo al final de un placer,
la gente viene al mundo buscando el poder.
Por eso se disfrazan de robot,
porque la gente no son más que números.
Hay quienes al filo del día
hacen trapos del cuerpo,
otros con la moneda en el bolsillo
no alcanzarán lo que sus ojos ven.
La gente gira, gira, va contra el reloj.
Hay quien se contamina disparando el yo.
Por eso se disfrazan de robot,
porque la gente no son más que números.
La gente tiene instintos asesinos contra el poder,
otros llevan leyes de pandillas en el corazón.
La gente tira dardos a la suerte para ver qué cae.
Y hay quienes sueñan esas fantasías
que alguna fe les trae.
Hay gente atrapadas en las pornomanías,
los cómics de revistas,
otros prefieren ir viviendo al día con cara de puristas.
Hay gente que lleva la moda como un lord invernal
y hay gente colgada a la moda contracultural.
Por eso se disfrazan de robot,
porque la gente no son más que números,
porque la gente no son más que números.
La gente no son más que números.
Y es que solo somos números,
y es que solo somos números.
POLITO IBÁÑEZ
GERARDO ALFONSO | CONCIERTO ESPECIAL CUBADISCO 2001
Jueves 17 de mayo de 2001
Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco)
El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau se siente com-placido y honrado al participar en
esta fiesta de la trova dentro del Cubadisco 2001. Con ello nos sumamos a esta celebración que
se propone reconocer, difundir y homenajear esa vertiente fundamental de la música cubana.
Vivimos en la Isla de la Trova, somos creyentes y practicantes de esa manera sensible y
hermosa de ver el mundo, a partir de las cuerdas de una guitarra y de las proposiciones de una
voz que nos llevan o nos traen al júbilo y a la tristeza, al amor y a los desamores, al disfrute y a
la reflexión.
Para nuestra alegría, en este patio del Centro Pablo se han reunido, en los dos últimos años,
muchas de las figuras prin-cipales de la nueva trova cubana, esa que nació y tomó cuerpo y alma
a finales de la década del 60 y que no ha cesado de crecer y de hacernos crecer con nuevos
nombres, nuevas ten-dencias, nuevas respuestas y nuevas preguntas.
Para dar continuidad a este espacio que pertenece a todos, y para mostrarlo dentro del amplio
panorama del Cubadisco 2001, está aquí con nosotros el trovador Gerardo Alfonso, que va a
regalarnos la poesía de sus canciones en este concierto que ahora comienza.
Nos alegra que la obra de Gerardo –que ha abierto caminos de forma sostenida en los años
recientes– se muestre hoy aquí, a guitarra limpia y en todo su esplendor, y que represente las
maravillas y los sueños de este espacio de los trovadores y las trovadoras de la Isla.
Sus imágenes estarán acompañadas aquí por otras: las fotos de Pedro Abascal y Gonzalo
Vidal, moviéndose alrededor de la guitarra, nos entregan, en la Sala Majadahonda, un
testimonio plástico y sugerente de este espacio cultural en el que trovadores, pintores y poetas
han reunido sus visiones y sus sueños.
Entremos entonces –otra vez y siempre– a esta fiesta que nos pertenece.
VÍCTOR CASAUS
CD NO ME MIRES TAN EXTRAÑO
1.
2.
3.
4.
5.
Tema A guitarra limpia
La balada de John
Suave, suave
El ilustrado caballero de París
Yo solo quiero amor
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
No me mires tan extraño
Inusitada como la flor de un desierto
Dentro de mí
Déjala volar
Por más que quema
Las cosas que yo te cuento
Sábanas blancas
Quisiera
Dicen que
ARIEL DÍAZ | ESTOY EN CASA
Sábado 23 de junio de 2001
Obra plástica: Eduardo Moltó
A guitarra limpia continúa con este concierto de Ariel Díaz una vocación sostenida y hermosa:
la de convocar en este patio del Centro Pablo a los trovadores y las trovadoras más jóvenes y
ofrecerles los modestos pero cálidos recursos (y métodos) con que contamos para que su voz, su
canción, su poesía se realicen y se multipliquen.
Dos años y medio después de iniciado –con sus casi treinta conciertos, sus más de veinte
casetes producidos, su reciente, abarcadora multimedia– A guitarra limpia nos hace comprender que la labor más útil y bella que hemos realizado en este Centro ha sido la de crear
espacios culturales, con la ayu-da de los propios creadores que se han reconocido y proyectado
en ellos y de instituciones y amigos que han ofrecido su con-fianza y su apoyo.
Por eso resulta significativo que la palabra y la música de Ariel aparezcan acompañadas aquí
por imágenes de arte digital –las inquietantes imágenes de Eduardo Moltó– y que juntas realicen
en este sitio la maravilla de la creación y sus libertades.
Ariel ha confesado, en canciones y textos y ahora en el título de este concierto, la pertenencia
que siente hacia este espa-cio cultural y hacia las maneras de realizarlo. A nosotros, que hemos
apostado aquí a la poesía y a la ética, a la imagi-nación y a la belleza, nos alegra que las
canciones de Ariel continúen enriqueciendo, desde su concierto personal, la me-moria de A
guitarra limpia. Porque en este trovador joven se unen, para su felicidad y la nuestra, la poesía y
la reflexión, la sensibilidad y los compromisos de su generación con los tiempos que les ha
tocado vivir.
Quizás la mejor manera de hacer justicia a la expresión tro-vadoresca de Ariel Díaz sea decir
y subrayar que su canción es sensible e inteligente y que esas dos características colocan a este
creador en la vanguardia de las voces de su generación. Ariel escribe textos para armar las
canciones que nos regala, pero esos textos podrían existir –existen– como poesía y re-sisten
airosos el reto de la lectura solitaria y convocan al dis-frute desde la aparente indefensión de la
página impresa.
Participante de muchos conciertos colectivos –como el me-morable Cuerda joven–, Ariel
viene y se enfrenta hoy aquí al reto y la maravilla de este concierto en solitario, como ahora se
dice. Pero es mentira. No hay trovador completamente so-litario si está acompañado de la
guitarra y sus adivinaciones. Y mucho menos si siente –y sentimos con él– que la canción y la
poesía que une con la magia de su talento está en su casa.
Así lo recibimos, así queremos ser partícipes de su poesía y de su inteligencia. Así sea y así
es.
VÍCTOR CASAUS
NO ESTOY EN CASA
Esta tarde me encierro,
me perdono los males,
retiro los anuncios,
me callo los finales.
Hoy descarto a los niños,
quemo todas las naves,
suspendo los avisos
y postergo los viajes.
Esta tarde soy libre
para volar adentro
donde soy más creíble,
donde no estoy violento.
Hoy no quiero una mano,
no vengan a buscarme,
no me ofrezcan el alma,
hoy no estoy para nadie
porque esta tarde es del aire
y del tiempo que sabe de ti.
Esta tarde estoy solo,
me declaro en cuaresma.
Hoy de todo me escondo.
Hoy no abriré la puerta.
Me niego a los abrazos,
libero al enemigo.
Hoy reclamo un pedazo
para llorar conmigo.
Esta tarde me aparto
de las viejas canciones,
del hambre y del espanto,
de las revoluciones.
Hoy no soy de la historia,
no pertenezco al mundo.
Hoy perdí la memoria.
Hoy también me derrumbo.
No conté la riqueza,
me quité la bandera
de adorno, la cabeza
y las venas abiertas.
Porque esta tarde es del aire
y del sueño que parte hacia ti.
ARIEL DÍAZ
CASETE ESTOY EN CASA
1.
2.
3.
Tema A guitarra limpia
Voto de otoño
Canto de esta mañana
4.
5.
6.
7.
8.
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10.
11.
12.
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14.
15.
16.
17.
18.
No estoy en casa
Dibujo de una casa
Como un país que me falta
Canción para que no crezcas
Marielena (Silvio Alejandro)
Silencio de la mujer que pasa
Postura (o divertimento en el fin de la historia)
Canción pequeña
Trova de las flores
Las cosas que se mueren (a Dulce María Loynaz)
Por el camino (con Martín Rago)
Memorias del mundo siguiente
Trilogía inconforme II
La Marina (con Heidi Igualada)
Desayuno
ALBERTO FAYA | ENTRE AMIGOS
Sábado 28 de julio de 2001
Obra plástica: Nelson Domínguez
Alberto Faya es un apasionado. Podrían enumerarse otras tantas virtudes al repasar su obra,
¡pero la pasión anima con tal fuerza sus actos! Quizás, sostener esa cualidad que algunos
emparientan con el ardor juvenil, alimente su naturaleza de niño adulto, capaz de asombrarse
todavía al descubrir el boato musical que le rodea.
Es un investigador dotado de gran imaginación. Dos ingre-dientes necesarios para atesorar la
historia de la música en nuestro continente, de extensa riqueza y tantas veces desdibujada por el
ninguneo pretendido desde las transnacionales disqueras y los medios masivos de difusión. Sin
embargo, gracias a la persistencia de sus cultores, incluido el propio Faya, las sono-ridades de
Latinoamérica no solo sobrevivieron, sino también se distinguen por transformar cuanto ha
recalado en sus fron-teras. Así se mantienen, como las describiera José Martí, «per-petuamente
palpitando en el espacio».
Semejante predilección por las sonoridades latinoamerica-nas imponen, sin dudas, un sello
singular a las creaciones de este cubano, cuya devoción musical probó durante años en la Casa
de las Américas. Allí, y vale recordarlo, renunció de cierta forma a su propia obra para
encomendarse a una partitura por escribirse: organizar y estructurar el pensamiento crítico, las
investigaciones, grabaciones y búsquedas que en ese terreno ofrecía y ofrece el continente.
Faya es también un promotor cultural, tal vez como quisié-ramos que lo fuesen quienes a
veces utilizan ese «santo» sin ejercerlo cabalmente. Desde la radio, las revistas y los periódicos, la televisión... ha probado sus dotes de comunicador para transmitir la inobjetable
sabiduría musical que posee. Sin afeites ni presunciones, con un lenguaje ajeno a posturas
doctorales, él ha sabido contagiar a muchos con su pasión. Y por si fuera poco, sus libros
eternizan esa acumulación cogni-tiva para el bien común, no solo los publicados, pensemos en
aquellos por publicar que suele anunciarnos como ese montón de sanas locuras que le rondan
habitualmente.
Hace poco regresó al escenario con un nuevo formato grupal y en una suerte de concilio
familiar: ¿qué podía esperarse de su hijo y de la familia fundada por él? Entonces, démosle la
bienvenida en este hermoso espacio del Centro Pablo, al mismo y renovado Al-berto Faya que
otrora nos conquistó desde el grupo Moncada. Escuchemos su música de la pasión y el
conocimiento. Pero, sobre todo, con la garantía de saberla engendrada en un alma sensible. Y ya
sabemos que el americanismo en música, como bien nos hacía notar Alejo Carpentier, «es
cuestión de sensibilidad».
MAGDA RESIK AGUIRRE
ENTRE AMIGOS
Tal parece que el amor
no permite los olvidos,
por eso ayer se torna hoy
como en un juego de luz.
Siempre es así,
cada vuelta trae consigo lo que fue,
alentando otra ilusión
que te hace andar y cantar y vivir.
Todo es así.
La llegada se nos pierde
en otra que comenzará.
Vendrá otra más,
alguna vuelta más,
y es que es mejor así.
ALBERTO FAYA / MARÍA CÓRDOBA
CASETE ENTRE AMIGOS
1.
2.
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5.
6.
7.
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10.
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15.
16.
17.
18.
Tema A guitarra limpia
Presentación de Víctor Casaus
La flor de la canela (Chabuca Granda)
Perla marina (Sindo Garay)
Mayi a gaye (Folclor haitiano)
Blanço Zona sul (Tito Madi)
Son de Pedro
Entre amigos (Alberto Faya y María Córdoba)
Boricua en la luna (Roy Brown)
Sondeando
Malagueña (Folclor venezolano y Alberto Faya)
Ana (Levi, Cuba)
Eu sei que vou te amar (Vinicius de Morâes y Tom Jobim)
Blackbird (John Lennon y Paul McCartney)
Blues del apagón (Frank Delgado)
Tonadas (Folclor venezolano)
Yo vengo a ofrecer mi corazón (Fito Páez)
Seis puertorriqueño (con Claroscuro, Puerto Rico)
ENRIQUITO NÚÑEZ | REENCUENTRO. CANCIONES DEL SIGLO PASADO
Domingo 14 de octubre de 2001
Obra plástica: Nelson Domínguez
Enriquito Núñez es un gran cantor, y esa es la certeza que ilumina esta nota. Humildemente me
la pidió, y amorosamente la concebí, quizás como una deuda de gratitud por nuestra
adolescencia compartida, o por el sencillo e innegable hecho de que mis canciones tuvieron y
tienen tanto de las suyas.
Nos conocemos desde hace mucho, somos hermosas víctimas de la amistad de nuestros
padres... y en los trajines veraniegos, allá por el 68, me reveló su gran secreto: «Yo hago
canciones...» y las fue desatando una a una. Recuerdo mi impresión para-lizante al escuchar sus
frescas melodías y la estable ingenuidad (hoy lo sé) de su lírica inspirada.
Por aquellos días nos empinábamos juntos en los placeres del vicio inicial, el primer ron, el
primer tabaco y el primer malestar de la embriaguez... y fue después, con los años, que advertí
que aquel joven precozmente talentoso se convertía en el hombre maduro que fundaba familias
y regaba versos.
El tiempo suele castigarnos con ausencias más o menos justificadas, pero lo que bien se eleva
es porque buen viento tiene y heme aquí ahora, en otro alarde de cariño, intentando
convencerles de que Enriquito sabe construir mundos, ter-nuras, alegrías, sueños y tristezas
como un artesano iridis-cente y laborioso. Pero esto ya lo conocen, y es por eso, o también por
eso, que están aquí... y, claro, yo quedaré como un tonto, intentando revelarles una verdad que
ya celebran.
El arte, cuando es sincero y natural, no necesita de afeites, ni de éxitos casi siempre pasajeros.
Estamos pues ante un cantautor que ha insistido, que es ya más que aquella loca carrera hacia la
consagración.
Gracias, amigo, por el ayer y por el siempre. Tu Amaury.
AMAURY PÉREZ
LA PALOMA Y EL RUISEÑOR
Este romance de la paloma
enamorada del ruiseñor
es una historia donde el temor no asoma,
su oscuro manto lo destrozó el valor.
Pronto se supo en todo el monte
que la paloma y el ruiseñor
volaban juntos por donde el sol se esconde,
haciendo un nido como jamás se vio...
En un bajío donde el viento se rompe,
allá se fueron para ocultar su amor.
Tiempo pasó sin que nadie viera
a la mensajera con su cantor,
llegó a pensarse que una terrible fiera
había acabado con ese extraño amor.
Esta es la historia que me contaba
otra paloma que tuve yo,
y así la creo, porque mientras volaba
cantaba lindo como aquel ruiseñor
que una mañana me trajo entre sus alas
desde muy lejos una carta de amor.
ENRIQUITO NÚÑEZ (1975)
TROV@NÓNIMA.CU
YAMIRA DÍAZ, ARIEL DÍAZ, SAMUELL ÁGUILA, DIEGO GUTIÉRREZ, YUNIOR
NAVARRETE, ARIEL BARREIROS, PAVEL POVEDA, WILLIAM VIVANCO
Sábado 27 de octubre de 2001
Lanzamiento del CD Trov@nónima.cu
Obra plástica: Eduardo Moltó
Palabras para continuar3
Queridos amigos, queridas amigas, y entre ellos, ahora, en este patio, querido compañero Fidel:
Al principio se escuchó el tema de este espacio: la «Elegía segunda» de Miguel Hernández
dedicada a Pablo, musicalizada por Silvio y de la que Rey Guerra ha hecho ese formidable
arreglo y esa exquisita interpretación.
Esas notas han iniciado cada uno de los conciertos de A guitarra limpia, y son, seguramente,
responsables también de la magia de este patio, que compartimos con la Casa de la Poesía, una
de las instituciones del vasto programa cultural de la Oficina del Historiador, que dirige nuestro
querido amigo Eusebio Leal. El espacio A guitarra limpia se ha establecido y consolidado
durante sus tres años de trabajo gracias a:
La presencia y la colaboración de los trovadores mayores: todo comenzó con un concierto
titulado Una canción para Pablo, en el Teatro Nacional, a principios de 1997. Allí 16
trovadores regalaron sus canciones a Pablo de la Torriente Brau.
La confianza de los trovadores más jóvenes que han en-contrado aquí un espacio de expresión
artística dentro de los 32 conciertos realizados y un apoyo para la difusión de sus obras en los
26 casetes de sonido, la primera multimedia sobre la nueva trova cubana, los dos cuadernos
Memoria sobre AGL, las antologías que se encuentran en los Estudios EGREM y Abdala, con
quienes pensamos ampliar esa colaboración.
Eso ha sido lo más importante: haber creado un espacio que ha permitido la expresión de los
más jóvenes, en los conciertos y en sus primeros casetes.
A guitarra limpia, como el Centro Pablo, es hijo de la co-laboración y la solidaridad.
Por eso agradecemos la ayuda decisiva prestada por Abel [Prieto], por Eusebio, por la
UNEAC [Unión de Escritores y Artistas de Cuba] y por los artistas de la plástica que reu-nieron
sus trabajos en la exposición Una obra para Pablo, con la que nació nuestra Sala Majadahonda,
desde el maestro Julio Girona hasta creadores muy jóvenes.
El Centro: un espacio pequeño donde se trata de hacer mucho y hacerlo lo mejor posible.
Frase de Eusebio: la vida es corta, no da tiempo a hacer las cosas dos veces; por eso hay que hacerlas lo mejor posible la primera vez.
Agradecemos por ello, ahora y siempre, la ayuda y la con-fianza con que nos ha apoyado
Abel, a partir de un criterio inteligente y acertado: que una institución pequeña como la nuestra
puede llenar espacios que las grandes estructuras a veces no pueden alcanzar, y que puede
hacerlo, a partir de la pasión y el rigor, con eficiencia, belleza y calidad. Eso hemos tratado de
hacer. Esa ha sido la poética de nuestro trabajo.
Aquí tenemos, acompañando las canciones de los trovadores, esta obra de arte digital
realizada por Eduardo Moltó, si-guiendo esa costumbre de que obras plásticas acompañen a la
trova y a la música. Aquí al fondo pueden verse obras ga-nadoras y participantes en los tres
salones de Arte Digital realizados desde 1999 hasta la fecha, en los que Moltó ha sido ganador y
jurado.
Y en la pequeña galería de la entrada hemos preparado hoy el preestreno de una exposición
que abrirá sus puertas el próximo 6 de noviembre en la Sala Majadahonda, en la que quince
niños han realizado obras plásticas utilizando las herramientas crea-tivas de la computación. Esa
Primera Muestra de Arte Digital Infantil fue realizada por dos artistas también ganadores en
nuestros Salones, Ricardo Garcés y Alicia Gutiérrez. Quisié-ramos que esta pequeña iniciativa,
que abre un nuevo camino en la expresión artística digital –ahora vinculada a la siempre
asombrosa creatividad infantil– fuera desarrollada por las ins-tituciones que cuentan con la
infraestructura necesaria para que muchas niñas y muchos niños en el país se acerquen a este
universo de imaginación, búsqueda y belleza.
Hoy presentamos el disco Trov@nónima.cu, realizado en colaboración entre la AHS
[Asociación Hermanos Saíz] y Bis Music. En el programa aparecen las palabras que acompañan
el disco compacto que aparecerá próximamente, en las que se menciona el valor expresivo de
estas canciones.
Aquí nos sentimos felices de que ocho trovadores de varias provincias del país lleguen a este
espacio, que es suyo: Yamira Díaz, de Pinar del Río; Ariel Díaz y Samuell Águila, de La
Habana; Diego Gutiérrez, de Villa Clara; Yunior Navarrete y Ariel Barreiros, de Cienfuegos;
Pavel Poveda, de Ciego de Ávila, y William Vivanco, de Santiago de Cuba. Los acompaña el
violinista Ramsés Puentes y el grupo Trovarroco, integrado por Rachid López, Maikel Elizarde
y César Bacaró.
Con su presencia crece A guitarra limpia. Queremos continuar y extender esta colaboración
con la Asociación Hermanos Saíz que nos permita tener aquí, a lo largo del año –en A guitarra
limpia y en Puntal alto, el espacio organizado por los más jóvenes trovadores– a cantautores de
todas las provincias del país.
Y hablando de colaboración y de hermanos: hemos recibido, desde Chile, una carta de saludo
del trovador Vicente Feliú para los participantes en este concierto Trov@nónima.cu.
Vicente está creando el Centro Canto de todos, hermano de propósitos y de sueños de A
guitarra limpia y del Centro Pablo. Desde esa hermandad, agradecemos y hacemos nuestras sus
palabras:
Hoy es un día feliz porque se estrena un racimo de canciones de los más jóvenes de nuestra
Isla, en el entrañable Centro Pablo que desde su génesis de salvaguardia de la memoria salió
a defender el recuerdo de mañana, y porque el canto se hace sentir más allá de las fronteras
humanas, gracias a la sabia utilización de las más actualizadas tecnologías de las
comunicaciones.
Gracias, efectivamente, a esas tecnologías que es necesario dominar y utilizar en los tiempos
que corren, este concierto está siendo transmitido en vivo por la emisora Habana Radio de la
Oficina del Historiador y lanzado al mundo, a través de Internet, por el sitio La Jiribilla y
reproducido por el Portal Latino de la SGAE, desde Madrid.
Aquí apostamos a favor de la imaginación y de la belleza, por una cultura integral e
integradora, salvadora de la me-moria y sus buenos oficios, que sea también búsqueda y riesgo
y búsqueda nuevamente y que sea territorio hermoso del ser humano y sus mejores sueños de
habitar un mundo más justo y más solidario.
Por eso estamos aquí esta tarde, como otras de este patio, pero esta especialmente llena de
presencias y significados inolvidables, a guitarra limpia, para cantar y contar con la nueva trova
nuestros sueños, nuestras preguntas, nuestras iluminaciones.
Venga entonces trov@anónima a llenar de música y poesía esta tarde memorable.
VÍCTOR CASAUS
La trova, siempre a guitarra limpia
Por Magda Resik Aguirre
En el patio de una antigua casona habanera, a la sombra de una joven yagruma –árbol de gran
simbolismo en el imaginario popular cubano–, sobra el silencio para escuchar la voz de los
trovadores. Las letras de sus canciones hablan de las virtudes de la «contracorriente» aunque
pueda «lucir poco inteligente», del barrio, ese «barroco que tiene de espiritual» y «vive como
puede y como está», o de la mágica receta para una eterna primavera, «si nacen de nuestro amor
las flores».
Se cumple otra vez el ritual sabatino de A guitarra limpia, espacio del Centro Cultural Pablo
de la Torriente Brau ideado para el encuentro de los trovadores con su público, en el Centro
Histórico de La Habana. Pero en esta ocasión un in-vitado de honor los coloca entre el regocijo
y cierta tensión propia de quien dedica sus mejores energías a reciprocar un gesto. Entre los
espectadores, un estadista que a pesar de las tantas ocupaciones propias de su responsabilidad,
llegó en punto, a las cinco de la tarde, porque no ha querido faltar al lanzamiento de
Trov@nómina.cu.
El Comandante en Jefe, Fidel Castro, escucha atentamente a los ocho trovadores cuyas
composiciones quedaron registradas en la más reciente producción discográfica de Bis Music y
la Asociación Hermanos Saíz. Ellos representan a la más nueva generación de cantautores
cubanos, herederos de una acendrada tradición musical. Y aunque cientos de años han
modificado de algún modo la naturaleza del trovador, siguen siendo aquellos mismos
antepasados: poetas de a guitarra limpia.
Quizás por eso el Presidente cubano les confiesa su reticencia a aceptar otro tipo de
acompañamiento musical: «la trova, siempre a guitarra», para que puedan escucharse bien el
verso y su mensaje. Yamira Díaz, Pavel Poveda, Samuell Águila, Yunior Navarrete, William
Vivanco, Diego Gutiérrez, Ariel Barreiros y Ariel Díaz, le explican que determinados temas
imponen por sí solos algún tipo de acompañamiento, pero coinciden en que lo propio del
trovador es el trabajo en solitario: juntas la gui-tarra y la voz.
Cada cual se refirió a sus preferencias. Casi todos se mos-traron a favor de los instrumentos
acústicos, el acompaña-miento de dos guitarras, el juego de voces que refuerzan la
trascendencia del poema cantado. Los periodistas alistaron sus micrófonos, aparecieron las
cámaras fotográficas y de televisión.
Es poco usual que un Jefe de Estado se tome tanto tiempo para conversar con los más jóvenes
creadores del país. De todos quería aprender y de todo parecía disfrutar Fidel. Intuíamos que su
relación personal con la música es intensa. Así la fun-damentó en exclusiva para La Jiribilla:
«La llevo en el subconsciente. No en el oído, porque tengo un pésimo oído, pero me gusta,
siempre me gustó, aunque nadie llegó a cultivar en mí esa afición, ni me enseñaron lo que tenían
que haberme enseñado a tiempo. He ido aprendiéndolo a lo largo del camino. También estuve
preso, y hay veces que allí uno ponía en el radio, por ejemplo, una enciclopedia musical famosa.
Me sigue gustando la música clásica, y de mucha-cho –es según la edad– los boleritos y esas
cosas. Pero óigame, en aquella época nadie se ocupaba de la cultura, ni de la es-cuela. Todos
ustedes han nacido en otra época. Y esto empieza ahora.»
El privilegio de vivir en tiempos diferentes es, según Fidel, «una obligación para las nuevas
generaciones de cubanos». El hecho, por ejemplo, de que Trov@nómina.cu se estuviera
transmitiendo en vivo a través de La Jiribilla, para todo el mundo, significa que «podemos
hacer más uso que ningún otro país de esos medios». No estamos atrapados por la propaganda
comercial, los anuncios –recordó–, e hizo notar cuántas posi-bilidades habrá para las niñas y los
niños de la Isla, gracias a los programas educacionales e instructivos emprendidos por el
gobierno.
Habrá muchas más oportunidades, y páginas web todas las que queramos –agregó–, y todos
los niños desde los cinco años aprendiendo la computación, que no es solo para comunicar-se o
para buscar una información. «Una computadora es un maestro, te enseña hasta ortografía, te
enseña muchas cosas. Tener una computadora es tener diez capitolios llenos de libros. Todo lo
que se ha escrito desde que el hombre aprendió a leer y a escribir, puede estar en una
computadora. Es un instrumento que en el tiempo nuestro no conocimos. Ahora, desde
preescolar, ya los niños van a estar manejando la computadora.»
El líder cubano insistió en «todo lo que se puede aprender y todo lo que se puede transmitir»
haciendo un buen uso de los recursos tecnológicos del mundo moderno: «está en nuestras
manos lograr eso», apuntó.
A los jóvenes artistas les recomendó «superarse, estar uni-dos, ser modestos, no dejarse
envanecer por los éxitos que alcancen y universalizar sus conocimientos, adquirir amplios
conocimientos, de modo que sepan algo de muchas cosas y así enriquecerán todo el caudal de
ideas, conocimientos...» Fidel les aseguró que poseen lo más importante «el talento y viven en
una época en que lo que alguien pueda crear, alcanza fácilmente a millones de seres humanos.»
Hace cien años, los amigos y los vecinos sabían lo que hacía un trovador, el teatro donde se
presentaría y solo entre unos pocos podía promoverse su obra. En nuestros días son muchas las
maneras de difundir una obra.
La televisión es uno de esos poderosos medios, y en Cuba, tan solo en las escuelas, a fines de
este año todas las aulas contarán con un televisor, como parte del programa educativo integral
emprendido por la nación. Internet es otra opción insoslayable en este momento, aunque de sus
beneficios gozan fundamentalmente los ricos, que son, al decir del Presidente cubano, «a los
que más hay que instruir» y «salvar en el mundo en que vivimos», porque «son los que
destruyen».
Otro vehículo poderoso de comunicación y transmisión de in-formaciones y conocimientos es
la radio, «que puede llegar a cualquier aldea de África», al sitio más apartado e inhóspito.
«Ustedes creaban algo antes para cientos, doscientos o qui-nientos espectadores y hoy
instantáneamente llegan a miles de millones de seres humanos.» Esa posibilidad debe significar
para las creadoras y creadores cubanos «un estímulo». «Todos los que puedan crear tendrán ese
privilegio. ¿Qué les parece?,» les pre-guntó Fidel, y acto seguido les recomendó: «estudien y
sean constantes».
De la más reciente promoción de trovadores cubanos, el es-pecialista Fernando J. León
Jacomino distingue su exploración de «varios de los géneros y estilos de la música popular
cubana, para concretar una propuesta intimista, generalmente sustentada en formatos acústicos»
y de «un elevado nivel de figuración poé-tica». Con la ansiedad propia de quienes irrumpen por
primera vez en el universo musical de la Isla, Samuell Águila, uno de los participantes en
Trov@nómina.cu, le pregunta a Fidel: «¿No cree que los trovadores más jóvenes no están en los
medios lo su-ficiente?»
«No se apuren tanto –les recomendó el líder de la Revolución cubana–, esperen, ganen más
fama y más prestigio. Es verdad que merecen estar más, pero no tenemos todo el espacio del
mundo. Y una parte debemos usarla para enseñar, educar, informar..., pero no hay que
impacientarse. Ahora mismo vamos a tener ya un tercer canal de televisión, para la educación.
Y tú tienes razón, hay que estimularlos a ustedes, pero aunque es cierto eso no hay que
desesperarse, vendrán mil fórmulas y vías diferentes. Está la radio, que no hay que subestimar.
Radio es lo que más tienen en este país, una por municipio y las na-cionales...»
Fidel evocó los años en que la generación de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Vicente Feliú,
Sara González y Noel Nicola, entre otros, se iniciaban en la creación musical y lograron
imponerse poco a poco en el gusto popular y en los medios de comunicación. Según el
Presidente cubano, los nuevos trovadores tienen y tendrán más posibilidades de desarrollarse:
«Si tú me dices que quieres que los demás disfruten del esfuerzo que tú haces –le comentó a
Samuell–, tienes toda la razón. Si el problema es que tú quieres que te conozcan, tienes razón,
pero ya no tanta».
«Ustedes tienen los abuelos que somos nosotros –insistió Fidel–, y somos unos abuelos más
cultos de lo que éramos cuando no éramos abuelos. Ahora, imagínense que se multiplique, que
en vez de ser ustedes ocho, sean ochenta y ochocientos... ¡Habrá que gastar mucho en guitarra
para los trovadores! No sé cuántas guitarras habrá ni cuántos jóvenes aficionados que quieran
ser trovadores a medida que se universalice el conocimiento... Sueñen con el día en que en vez
de ocho sean ochocientos. Us-tedes tendrán también competencia, pero ustedes son buenos y
ayudarán a desarrollar el arte en los demás».
«Supérense –les aconsejó– y de manera altruista ayuden a los demás. Y no se preocupen, que
ustedes no llegaron aquí por casualidad. Pero tomo en cuenta lo que tú dices...»
Tras casi una hora de un intercambio, a todas luces agra-dable y estimulante para los allí
presentes, y en primer lugar para el propio Fidel, se despidió: «Es un placer estar aquí con
ustedes y me marcho por algunas cositas que tengo que hacer. Tengo visitantes (se refiere a los
mandatarios y personalidades de otros países que se encuentran por estos días en Cuba) y un
poquito de trabajo, no tanto como el de ustedes, pero sí con tanto entusiasmo como ustedes.»
HOMENAJE A NOEL NICOLA
REY GUERRA, SANTIAGO FELIÚ, ALBERTO TOSCA, MARTA CAMPOS,
ALEJANDRO VALDÉS, MANUEL ARGUDÍN, ARIEL DÍAZ, SAMUELL ÁGUILA,
FERNANDO BÉCQUER, IHOSVANY BERNAL, MARTÍN RAGO
Sábado 24 de noviembre de 2001
Tercer aniversario de A guitarra limpia
Dirección artística: Rey Guerra
Obra plástica: Luis Miguel Valdés
Cuando el Centro Pablo, como lo llaman en confianza sus ami-gos, comenzó sus encuentros A
guitarra limpia hace hoy tres aniversarios, no solo revivió una hermosa tradición de la trova,
sino que continuó una vieja complicidad de Víctor Casaus con la canción a guitarrazos, la que
generalmente se considera la forma más genuina de trovar (y que muchos trovadores y seguidores dirían que la única).
Esa complicidad de Víctor se remonta a aquel recital de poesía y canciones donde jóvenes
poetas de El Caimán Bar-budo, y un trovador desconocido que aún no se sabía tal, se
enfrentaran al público en Bellas Artes. Luego siguió un largo camino de trova y poesía, del cual
ya se ha hablado, aunque nunca lo bastante, y que para mí personalmente tiene impor-tancia
porque en 1967 conozco personalmente a aquellos jó-venes poetas en la Universidad de La
Habana y en 1968 ellos me introducen, con los recitales en la Escuela de Letras, al trío de
trovadores fundadores: Silvio, Pablo y Noel. A Pablo lo conocía desde antes, de trajines
cuarteleros mutuos, pero no en su nueva condición. A Silvio y Noel los descubrí por entero y
fundamos desde entonces una larga amistad que ha sobrevivido a los años y hemos sometido a
prueba con pesa-deces mutuas (o incomprensiones o testarudez, para decirlo eufemísticamente),
pero que se ha mantenido porque seguimos creyendo en lo mismo que fundó nuestra amistad:
las can-ciones, la poesía y para qué sirven.
De los tres he escrito, y hoy lo hago una vez más de Noel, porque este tercer aniversario de A
guitarra limpia que se dedica a Nicola con toda justicia, nos convoca a homenajear a uno de los
más genuinos de la Nueva Trova, a uno que permaneció intransigente a través del tiempo, fiel a
los principios que se trazó como creador y como ser humano, inseparables unos de los otros,
acumulando una obra envidiable y ocultando tras un rostro a veces hosco, como si saboreara
vinagre, una sensi-bilidad que él cree lo hace vulnerable y que pretende tozu-damente esconder.
De esa fidelidad a los principios y de esa hosquedad, sirva como prueba una anécdota que
aparece en un hermoso libro inédito acerca de Silvio Rodríguez, Por quién merece amor, de
Guillermo y Ernesto Alemán.
Al ser Mientras tanto eliminado de la pantalla (y de la preo-cupación de los burócratas), se
pretendió hacer otro programa musical de jóvenes figuras. Llamaron a Noel, que aún no conocía
a Silvio. Después de dos presentaciones el director del programa lo invitó a un tercero y le
confesó lo que quería: «formar una figura para desaparecer la figura de Silvio Ro-dríguez».
Noel, imagino que con suave expresión y dulces palabras, le recomendó lo que podía hacer con
la torre del Canal 6, el programa y probablemente algún familiar querido. También imagino que
sin la ayuda de lubricante. «No hice más televisión tampoco», cuenta Noel, «en unos
sepetecientos años». Ni falta que le hacía. Ni a él ni a otros que como él se impusieron en contra
de los medios, salvo las apariciones en TV Universitaria, de poco alcance y frecuencia, pero que
salvó la honrilla de los medios masivos, como diría un cronista deportivo.
Ese Noel sigue igual, con el mismo talento e intransigencia que demuestra nuevamente que su
inclusión entre los im-prescindibles de la Nueva Trova no es solamente cuestión de fechas, sino
que con su continua creación durante más de treinta años nos lega una obra indispensable en la
cancio-nística cubana.
Noel nos deja en sus canciones de todas las épocas una poesía muy personal, a veces airada,
irónica o tierna, pero siempre despojada de retórica, con una palabra limpia y sugerente,
totalmente liberada de prejuicios.
Algunas de ellas, a pesar de la fecha de composición, como las escritas ya hace varios años
por otros trovadores, perduran no solo como hitos, sino por su permanencia y su presencia real.
Ahí están aún vigentes «Para vivir» y «Yolanda», de Pablo Milanés; «Pequeña serenata diurna»
y «Óleo de mujer con som-brero», de Silvio Rodríguez; «Para una imaginaria María del
Carmen» y «Es más, te perdono», del propio Noel; la «Canción de los Comités de Defensa», de
Eduardo Ramos o «Créeme», de Vicente Feliú, por solo mencionar algunas.
Su último disco, Entre otros, que es una muestra más de fidelidad y de continuidad de su obra,
reúne en torno a Noel a un grupo de amigos entrañables, tanto trovadores como gui-tarristas,
que es como un avance de lo que hoy sucederá aquí, donde varios amigos cantarán canciones de
Nicola.
Quisiera terminar citando el párrafo final de las notas al penúltimo disco de Noel, Dame mi
voz, que escribí a petición suya, y que rompió su silencio de varios años. Creo que esas palabras
son válidas para toda su obra y que demuestran que más de treinta años de canciones, entregas,
sinsabores, in-comprensiones, recompensas, amores y amistades, han hecho más sólido al joven
que conocí allá por 1968 y a quien sigo admirando más allá de sus 50 como creador y ser
humano.
«El resultado de Dame mi voz es no solamente un regalo que nos hace Noel Nicola, es
también una celebración para la música, un rescate largamente esperado de alguien que nunca
debió haber dejado de cantarnos. Afortunadamente, a pesar del tiempo de silencio, el trovador
que es Noel no ha podido dejar su guitarra: limpia, sin amarras, bien.»
GERMÁN PINIELLA
ES MÁS, TE PERDONO
Te perdono el montón de palabras
que has soplado en mi oído desde que te conozco.
Te perdono tus fotos y tus gatos, tus comidas afuera,
cervezas y cigarros, es más,
te perdono andar como tú andas, tus zapatos de nube,
tus dientes y tu pelo.
Te perdono los cientos de razones, los miles de problemas,
en fin, te perdono no amarme...
Lo que no te perdono es haberme besado con tanta alevosía
(tengo testigos: un perro, la madrugada, el frío),
y eso sí que no te lo perdono,
pues si te lo perdono... ¡seguro que lo olvido!
NOEL NICOLA
Noel Nicola, trovar a la vida4
Por Estrella Díaz
Con apenas siete años de edad Noel Nicola fue «atrapado» por la música. Comienza con el
estudio del flautín y siendo un adolescente debuta como compositor. Hoy, más de 350 temas se
deben a su sensibilidad y talento, dos cualidades al parecer genéticas: su familia aportó a la
cultura nacional verdaderos exponentes. Por solo recordar uno, Isaac Nicola, su padre, es-tá
considerado como el creador del método cubano para la enseñanza de la guitarra. Noel es,
además, uno de los fun-dadores del Movimiento de la Nueva Trova y uno de sus má-ximos
exponentes. Su sencillez y humildad lo hacen resistirse a entrevistas; no obstante, accede a
conversar para este boletín sobre los primeros momentos de encuentro con la trova.
«Mis primeros encuentros con lo que después serían los lla-mados nuevos trovadores fueron
azarosos, es decir, que no quedaron muy bien fijados ni para ellos, ni para mí. Tanto es así que a
Pablo Milanés me lo deben de haber presentado más de cuatro veces en los pasillos de los
hoteles y en los cabarets donde trabajaba con el Cuarteto del Rey.
»Con Silvio la historia es esta: entró un día en un estudio de radio en el que se estaba
grabando un bolero mío y fue muy cómico porque nos presentaron y él no terminó de escuchar
la canción y yo no registré mucho ese encuentro. Después todo fue un ir sabiendo de los demás
de las maneras más azarosas. Silvio y yo éramos entonces más parecidos físicamente que ahora:
era flaquito, ahora ha engordado; tenía más pelo, yo tengo el mismo pelo que tenía; o sea, que
hemos cambiado fí-sicamente, pero en esa época nos parecíamos mucho. Blancos pálidos, un
poquito dientuzos y entonces dos o tres veces antes del primer encuentro que tuvimos –el primer
concierto fue en febrero de 1968 en la Casa de las Américas– ya varias personas habían llamado
a mi casa y le habían preguntado a mi mamá que si yo había cantado por televisión y no era yo,
sino Silvio. Yo no había visto esos programas porque en esos momentos estaba en el Ejército y
después en la Academia de Ciencias, donde hacía investigaciones de campo, y no veía
televisión. Nos conocimos realmente dos o tres días antes del concierto de la Casa de las
Américas. A mí me llamó Harold Gramatges. En aquel entonces todos teníamos pocos temas y
ese concierto estaba dedicado a la llamada Canción Protesta.
»Por suerte, esa noche estaban en el público Martín Rojas, Eduardo Ramos y Vicente Feliú.
Ellos terminaron el concierto. Ese fue el nacimiento de un estado de colegas que ha sido más
amistoso por épocas. Nos queremos mucho de todas maneras aunque, a veces, desde lejos.
Pueden pasar años sin cruzar una palabra, en vivo, con cualquiera de ellos, pero siempre nos
queda el recuerdo de esos tiempos que fueron muy hermosos.
»Nosotros no sabíamos exactamente lo que estábamos ha-ciendo y no teníamos idea de la
responsabilidad que teníamos, aunque todavía, a estas alturas, no estoy muy claro. Estoy igual
que Augusto Blanca que siempre está pensando en lo que va a hacer cuando sea grande, entre
otras cosas, porque no he crecido mucho... a los 14 años tenía esta misma estatura, pensaba que
iba a ser mucho más alto, pero no.»
La trova de hoy
«Cada camada de trovadores trae su impronta. Diría que cada cinco años aparecen como unos
aires distintos que no llegan a ser todavía generacionales. Veo que este grupo se diferencia un
poco del que apareció en los 90, que yo le digo la trova de dentro y fuera de Cuba. Ellos salieron
a la palestra en medio del período especial. En esos momentos las condiciones para
desarrollarse artísticamente no estaban dadas: no había con-ciertos, no se grababan discos y
tuvieron que irse ubicando, trabajar fuera de Cuba.
»Por eso no han sido menos trovadores, pero cuando llevan unos años fuera se siente que hay
algunas cosas que se van perdiendo, que se van acomodando un poco. Cuando uno le canta a la
vida y a la realidad con la que choca todos los días, como quiera que sea, la realidad te está
marcando las pautas de donde sale el material para crear. Aunque no se canten cosas realistas,
uno piensa donde habita y es fundamental la vivencia inmediata. Yo creo que ese grupo se ha
resentido porque han sido muchos años de distancia, además, ellos trabajan pensando en que
son cubanos, pero para un público que no es el cubano.»
Los conciertos A guitarra limpia
«Estos conciertos son un rescate. Es la posibilidad, un espacio para la trova que no ha habido en
muchos años, ni siquiera hubo nada exactamente igual en otros tiempos. Yo diría que hay
mucho más respeto hacia la trova misma. No se trata de decir: ahí tienen el lugar, hagan ustedes
lo que crean. No. Hay una atención, un conocimiento y mucho amor por la nueva trova que data
de sus inicios, de la relación de los compañeros del Centro Pablo, empezando por Víctor
Casaus, a quien conocemos desde hace más de treinta años.
»Muchos tipos de música perdieron espacios en los medios de comunicación y espacios
reales. Creo que en el gusto de la gente no. Las modas son una cosa y la cultura popular otra. Lo
que uno no puede pretender es estar de moda siempre. Eso conviene recordárselo uno mismo de
vez en cuando. Ha habido una ola y, en determinado momento, las realidades sociales
condicionan el gusto de las gentes.
»¿Cuál es el público consumidor por excelencia de la música que ha habido en estos últimos
años? Aunque es una situación que empieza a revertirse desde hace dos o tres años en que cada
cosa va teniendo su público y recuperando su espacio en alguna medida, hubo un monopolio
salsero. Eso lo sabe todo el mundo, pero también es que las condiciones estaban dadas para que
el único público que podía ser consumidor de música lo que digería era eso y condicionaba
también los medios. Este es un tema demasiado complejo, pero lo que nunca uno debe creerse
es que es el ombligo del mundo. Ninguna manera de hacer debe en-vanecerse por haber estado
de moda, o por haber estado en el centro de la atención del público en general. Lo que uno tiene
que estar valorando siempre y estar alerta y saber cuáles son sus relaciones reales con la cultura
popular.»
Mensaje de Noel5
Víctor, María, tropa querida:
La convulsa vida que nos ha tocado en estos tiempos «globales» hace cada día más valioso todo
esfuerzo que se alce ante lo efímero, lo que se traga el feroz mercado, lo que pretende con-denar
al olvido tanto rostro y gesto genuinamente humano.
Sé que es importante la memoria, no olvidar quiénes hemos sido, para saber quiénes somos.
No basta con «hacer memoria»: hay que seguir «construyéndonos las memorias».
Para los que «guitarra en ristre» seguimos empecinados en estos trotes y para los que están
lanzándose al camino, ustedes han creado un espacio, le han dado casa y alimento espiritual a
nuestras voces. Son ya parte de esa «memoria».
Gracias. Muchas.
Noel Nicola
CASETE Y CD HOMENAJE A NOEL NICOLA
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Tema A guitarra limpia
Comienzo el día - Samuell Águila
Laura, milonga y lejanía - Martín Rago y Ariel Díaz
Síncopa para seis - Alejandro Valdés
¿Qué? - Ariel Díaz
Paria - Alberto Tosca
Soy y no soy el mismo - Ihosvany Bernal
Ya están las semillas - Fernando Bécquer
Un día de noviembre - Rey Guerra
De cierto modo - Vicente Feliú y Alejandro Valdés
Para una imaginaria María del Carmen - Noel Nicola y Santiago Feliú
Son oscuro - Marta Campos
Nube, agua, ala y brisa - Manuel Argudín
Es más, te perdono - Noel Nicola y Manuel Argudín
Es más, te perdono - Entre todos los trovadores
Tercer aniversario de A guitarra limpia, homenaje a Noel Nicola6
Por Estrella Díaz
El pasado sábado 24 de noviembre fue un día especial para el Centro Pablo y el nutrido grupo
de fieles amigos y amigas que han seguido en los últimos cuatro años el quehacer de la
institución. Tarde especial en la que, al decir del director del Centro, Víctor Casaus, se sucedería
un «maratón de pequeñas cosas hermosas». Y así fue.
Las tres yagrumas, plantadas en medio del patio y que dan un toque mágico al lugar, movían
sus ramas al compás del viento y los acordes, sin dudas, se sumaron a la fiesta, porque de fiesta
estuvimos todos allí. El espacio A guitarra limpia, que el último sábado de cada mes se
desarrolla aquí, cumplía sus tres primeros años de vida y un concierto de altos quilates fue
dedicado al destacado trovador Noel Nicola.
El homenaje a Noel se inició con la entrega del Premio Pablo, máximo reconocimiento que
otorga el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau a intelectuales y personalidades de la
cultura cubana y de otros países que se acerquen, desde distintas vertientes, a la vida y la obra
del cronista de Majadahonda. Según el acta del jurado, se le otorga ese reconocimiento a Noel
por «mantenerse fiel a los principios que se trazó como trovador y ser humano, por sus
canciones de todas las épocas, por su poesía auténtica, personal, airada y tierna, irónica y
sincera».
Darsi Fernández, de la delegación en La Habana de la So-ciedad General de Autores y
Editores de España (SGAE), anunció lo que llamó la «creación de un fondo de apoyo a la fotografía». Este fondo atesorará en lo adelante parte de la obra de Luis Hernández, el Plátano,
fotógrafo al cual se deben la mayoría de las instantáneas que se conservan hoy de los momentos
fundacionales del Movimiento de la Nueva Trova cubana. Paralelamente, se inauguró una
pequeña exposición suya titulada Navegando calles, caminando espejos.
También se hizo la presentación del casete Antología 2, que incluye una selección de temas
que han sido interpretados en los últimos doce meses en los conciertos A guitarra limpia, entre
ellos: «Yo no tanto como él», de Pedro Luis Ferrer; «Danza», de Heidi Igualada; «Trova de las
flores», de Ariel Díaz; y «No puede haber soledad», de Teresita Fernández, hasta completar
16.
Durante el concierto, que contó con la dirección musical del maestro Rey Guerra, se
escucharon unos doce temas de la autoría de Noel, y participaron destacados trovadores como
Vicente Feliú, Alberto Tosca, Santiago Feliú, Marta Campos, Alejandro Valdés, Manuel
Argudín, Ariel Díaz, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal y Martín Rago.
A pesar de que –según Víctor Casaus– se había llegado a un «pacto de caballeros con Noel»
para no presionarlo a cantar, el trovador no pudo sustraerse ante tantas gratas emociones y subió
al escenario para compartir, junto a Manuel Argudín, su antológica canción «Es más, te
perdono». Posteriormente se sumaron el resto de los trovadores y regalaron a los asistentes un
concierto de lujo que en breve formará parte de la colección de casetes A guitarra limpia que
produce el Centro.
Mensaje de Silvio a Noel7
Hermano de Transilvania:
Quiero que sepas que no estoy ahí ahora junto a ti, como sin duda mereces, porque este sábado
tengo a la señora Argelia en casa, además de a mi hijo José Ernesto.
Recuerdo cuando te conocí, no en casa de María Antonia, sino en el estudio 2 de CMQ,
cuando Senén Suárez y su combo te grababan «El tiempo y yo», en el que manifestabas que no
te ponías de acuerdo con semejante personaje. Desde ese momento me di cuenta de tu valor,
porque para desafiar al tiempo y además cantarlo hay que estar seguro de tener verdades de muy
largo alcance. En cualquier caso, lo que hoy está pasando, a través de Victoriano las Casas y el
Centro Pablo de la Torriente, demuestra que tus verdades siguen resonando.
Nada, mulato, que hiciste y haces bien en no ponerte de acuerdo con el tiempo. La vida
demuestra que hasta esos mons-truos escalofriantes pueden jadear como perritos ante un cerebro, una mano y un corazón como los tuyos.
Besos a la bola y al bolito, cariños a discreción y serenidad en los 55, que estoy a punto de
hacerte compañía.
Silvio
De Viglietti para Noel8
Luego de varios viajes y virus cibernéticos, adhiero muy fra-ternalmente –aunque con tardanza–
al homenaje al querido com-pañero Noel Nicola. Ruego se le transmita cuando sea posible. A
ustedes mi saludo y mi agradecimiento por los envíos que recibo.
Salú.
Daniel Viglietti
IV AÑO
EL RIESGO NECESARIO Y LA POESÍA IMPRESCINDIBLE
«¿Qué quiere de nosotros nuestra sombra?
Que levante la mano la guitarra.»
(Que levante la mano la guitarra,
Silvio Rodríguez, 1967)
ARIEL DÍAZ, MARTÍN RAGO | LA CANCIÓN QUE QUEDA
Sábado 22 de diciembre de 2001
En el Museo Nacional de Bellas Artes
Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco)
Con este concierto el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau cerró las conmemoraciones
por el centenario del natalicio del cronista de Majadahonda y rindió homenaje merecido a la
trovadora Teresita Fernández, amiga entrañable del Centro y voz imprescindible de la cultura
cubana. Las voces de la trova joven recorrieron momentos de la canción cubana, regalaron
tangos a Teresita e interpretaron algunas de sus canciones, esas que han acompañado las vidas
de tres generaciones de cubanos.
Este concierto especial A guitarra limpia fue también el escenario propicio para el estreno del
documental Pobre, nó-mada y libre, del realizador Jorge Fuentes, quien nos acerca, en este
video producido por el Centro Pablo, a la personalidad, a la obra y a la vida de Teresita.
La trovadora, que recibe nuestro cariño todos los días y que es capaz de multiplicarlo en
canciones y en ternura para los demás, dedicó a Pablo de la Torriente Brau esa noche suya, para
que la memoria del cronista encontrara, al final del En-cuentro Internacional Cien años de
Pablo, que recordó su vida y su obra, otra muestra de reconocimiento, respeto y amor.
«Se llama Pobre, nómada y libre porque es el trabajo sostenido y desinteresado que vengo
haciendo desde hace mucho. Las condiciones las ponen los lugares donde me presento: lo
mismo voy a un teatro, que hago televisión, que me voy a las monta-ñas, que a los barrios más
humildes.»
TERESITA FERNÁNDEZ
TERESITA FERNÁNDEZ | TERESITA CANTA A MARTÍ
Domingo 27 de enero de 2002
En el Museo Nacional de Bellas Artes
Homenaje al tercer aniversario de la emisora Habana Radio, de la Oficina del
Historiador de la Ciudad
El Ismaelillo de Teresita Fernández
El principal hallazgo de estas canciones hechas para un niño quizás esté en que su autora haya
comprendido tan bien que no se trataba del todo de canciones ni, mucho menos, de can-ciones
infantiles.
En estos versos hay dolor, pero no quejumbre. Arengas guerreras, más que nanas, hace Martí
a su hijo. Despertarlo quisiera, no dormirlo. De aquí que la monotonía, aquí esencial, del ritmo,
no sea tampoco la de la nana, sino la de la marcha, y la marcha guerrera; que sean versos, en fin,
como para una caballería andante.
Martí quiso hacer con estos poemas la hazaña que admiraba en el orfebre Cellini: tallar en un
salero a Júpiter. Pero no hay que engañarse por el aire versallesco con que saluda a su príncipe
enano: enseguida veremos que su príncipe es también su caballero, que la fiesta no es baile
cortesano, sino batalla magna, como que es la batalla que la pureza, con solo serlo, da a las
huestes infernales.
Era preciso, pues, encontrar una música que fuera a la vez guerrera y festiva: de aquí que los
acordes primeros de la gui-tarra nos recuerden a un tiempo el ímpetu monótono, im-placable, de
la marcha y la fanfarria con que el juglar anuncia un suceso alegre e insólito o el paje la llegada
del rey. El que busque modernas complejidades armónicas huya de estas canciones donde lo
simple constituye el hallazgo difícil, la terca inspiración, el encuentro con la tonada eterna.
Hay que admitir que una solución musical que alcanzase la diferencia de intención entre un
vuelo y otro halló, en la doble vocación de Teresita de alegrar con sus canciones la fiesta de un
niño, y su profunda catolicidad, una feliz coincidencia; ca-tolicidad decimos, más que
catolicismo, vuelta a la raíz eti-mológica de universalidad, de aquella integración de arco y
flecha contrarios, que también quiso realizar la definición clásica de la armonía. Y es aquí
donde se enlaza su Ismaelillo árabe, desterrado de su propia tierra y el hermoso mito griego del
Niño-Amor, que tradujo y del que nos dio en sus «Apuntes» una tan original versión. No creo
que sin una profunda formación cristiana pudiera el simple arte hallar el equi-valente musical de
este vuelo diferente, que alcanza tres tiempos: el de la fiesta inicial, el deber patriótico que lleva
a la renuncia, y aquel en que la fiesta retoma otro mayor sen-tido, en que la vida nueva deja
atrás las historias viejas / del hombre y de sus rencillas: ya puede el padre dejar en las manos
del hijo este librillo pequeño como sus años: ya puede retomar su aire, su caballería andante, el
cuento de la fiesta hecha en honor de un Príncipe.
FINA GARCÍA MARRUZ
Teresita está feliz y nosotros con ella 1
Queridos amigos y queridas amigas, bienvenidos a este Con-cierto Especial A guitarra limpia:
Teresita canta a Martí.
Entre las hermosas palabras iniciales que Fina García Marruz escribió sobre el trabajo de
Teresita, está la frase de Martí que dice: «despertarlo quisiera, no dormirlo».
Eso quiere Teresita con nosotros. Eso queremos nosotros con la cultura. Eso quiere la cultura
con la vida. Por eso este con-cierto, en que se unen Teresita, los inolvidables y hermosos
poemas de Martí, la labor de A guitarra limpia y el Museo Nacional, está dedicado al tercer
aniversario de la emisora Habana Radio y nos alegra que esté con nosotros su directora, Magda
Resik, y otros muchos amigos de ese lugar que es ya nuestro.
Teresita está de fiesta por muchas razones: por la merecida Orden Félix Varela que ha
recibido, por el libro recién pu-blicado de Alicia Elizundia sobre las memorias de su vida, y el
documental Pobre, nómada y libre, dirigido por Jorge Fuentes, que produjo nuestro Centro. Por
todas esas razones y por muchas más y, sobre todo, porque está en la memoria y el corazón de
cuatro generaciones de cubanos, Teresita está feliz y nosotros con ella.
Vamos a tener hoy aquí el regalo de una martiana y una cristiana en los versos de
Martí. Vamos a tener el rescate para el oído y la sensibilidad de la memoria poética del Is-
maelillo, vamos a tener la fiesta de la poesía cantada donde la herencia de la trova y de la
canción cubana se van a unir en la voz de Teresita.
Este es el espacio A guitarra limpia trasladado del Centro Pablo a esta hermosa instalación
que es el Museo de Bellas Artes, con la ayuda y la colaboración de los técnicos y del personal
de este lugar. Nos sentimos felices de que A guitarra limpia se mude hacia acá y traiga su
pequeña historia de tres años en que los trovadores cubanos han encontrado allí, en la Calle
Muralla, un espacio de expresión.
Gracias a los trovadores mayores como Teresita, como las generaciones posteriores: Augusto
Blanca, Vicente Feliú, Gerardo Alfonso, Carlos Varela, Frank Delgado, allí han en-contrado un
espacio de expresión los muy jóvenes –Heidi Igualada, Diego Cano, Ariel Díaz, Samuell
Águila, Fernando Bécquer. Allí hicieron sus primeros conciertos, grabaron sus primeros casetes
y eso será algo inolvidable. Si en el futuro alguno de ellos olvidara que ese fue el primer casete
que grabó, el primer lugar que tuvo para expresarse, eso pertenece ya a la memoria de la Nueva
Trova. Nosotros estamos felices de que aquel pequeño espacio haya servido para eso.
La relación de nuestro Centro con Habana Radio pertenece a esa zona hermosa de la vida y de
la cultura que nos alegra, que nos hace felices todos los días. Es una relación basada en la
colaboración, basada en el respeto, basada en la admiración que tenemos por el trabajo intenso,
incesante, de ese equipo pequeño de Habana Radio.
Esa emisora se ha convertido en un espacio de la cultura cubana viva, actuante,
enriqueciéndose todos los días. No es la relación pequeña en la que aparecen los fantasmas enfermizos de los protagonismos o de la mediocridad, esas pequeñas lacras que a veces rondan la
relación de las ins-tituciones, sino es la relación viva, actuante, respetuosa y feliz. Ese
intercambio es el que hace posible que compartamos hoy este homenaje y que todos los sábados
a las cinco de la tarde nuestro Centro tenga allí un espacio que se llama, jus-tamente, En el
Centro, en el que se promueven nuestras ac-tividades. Este concierto lo podremos escuchar en
Habana Radio y saldrá simultáneamente por Internet gracias a otra colaboración hermosa que
existe con La Jiribilla, un sitio web ágil y útil de la cultura cubana
VÍCTOR CASAUS
Usted nos ha enamorado desde niños con su música2
Queríamos agradecer la honra que nos hace el Centro Pablo de la Torriente Brau con tener su
espacio de radio en la emi-sora. Es algo que nos han regalado y lo sentimos así porque tenemos
mucho respeto por la obra que se está realizando en ese Centro y que, quizás, se emparienta con
nosotros porque es un lugar con un personal muy reducido y que trata de hacer mucho por la
cultura cubana. Más o menos la línea del Centro es la que Habana Radio quiere seguir.
Creo que dentro de las instituciones de la cultura es el lugar donde nos sentimos más a gusto,
donde encontramos una hermandad, de esa que hablaba Víctor. Admiramos mucho la obra que
se está haciendo con la trova cubana en el Centro y es por eso que hemos decidido, de mutuo
acuerdo, que todos los conciertos del Centro aparezcan en nuestra emisora y se tras-mitan para
todo el mundo. El honor es nuestro. Las gracias a tu equipo, a María, a todos los colaboradores
del Centro Pablo.
Quiero ofrecerles una disculpa a nombre del doctor Leal, que está de viaje y no ha podido
estar con nosotros hoy aquí, pero que está muy feliz de que Teresita cante para nosotros.
Yo también estoy muy feliz porque usted es esa juglar en-cantadora, apasionada, sin ningún
tipo de emperchamiento, y que desde niños nos ha estado enamorando con su música. Que usted
haya decidido cantar no solo para A guitarra limpia, sino para Habana Radio en su tercer
aniversario, es otro de los grandes regalos.
Los que estamos agradecidos hoy y los que sentimos que se nos ha obsequiado algo que
quizás no merecemos, somos no-sotros. Quiero agradecer también al Museo de Bellas Artes
que, a pesar de ser nosotros una institución tan nueva, tan joven, siempre han contribuido a que
podamos hacer que se escuchen los conciertos del Museo tanto en la emisora como en todo el
mundo.
Teresita nos va a regalar el Ismaelillo y ese libro de Martí para ella es el fundamental, el más
importante. Nos dijo que si ella se tuviera que quedar con un solo libro de Martí, ese sería el
Ismaelillo. Sus razones debe tener Teresita, quizás nos las explique. Creo que para ustedes será
un regalo tam-bién. Los 71 años de Teresita son bien vivos, no hay nada cumplido. Todo lo
contrario. Usted nos enseña todos los días con su obra, con su eterna juventud, que tenemos
mucho más que hacer en la vida.
Gracias como siempre a Víctor Casaus, mi hermano, mi amigo.
MAGDA RESIK
CASETE Y CD TERESITA CANTA A MARTÍ
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Tema A guitarra limpia
Dedicatoria
Príncipe enano
Sueño despierto
Brazos fragantes
Mi caballero
Musa traviesa
Mi reyecillo
Penachos vívidos
Hijo del alma
Amor errante
Sobre mi hombro
Tábanos fieros
Tórtola blanca
Valle lozano
Mi despensero
Rosilla nueva
IHOSVANY BERNAL | CAMBIÁNDOLO TODO
Sábado 23 de febrero de 2002 | Invitados: Samuell Águila, Adrián Berazaín
Obra plástica: Julio César Peña
Contarnos y cantarnos sus ideas
Ya se extrañaba el patio, altar incuestionable de la trova toda, nido de los que hace ya tres años
nos refugiamos aquí bajo el susurro de los pájaros para confiarnos secretos y alegrías, para
entregarnos a los laberintos de cada trovador.
Hoy tras estas amigas y apuradas palabras aparece Ihosvany Bernal, al fin A guitarra limpia,
quien le reafirmará a febrero su toque nostálgico y enamorado.
Representante de la hornada más joven de la trova, va te-niendo junto a otros un sello, un
estilo, un discurso genera-cional.
Este concierto nos complace y alegra pues será otro intento de alzar esta voz que anda siempre
cerca del despertar es-piritual, de la poesía como arma y escudo, de la sinceridad para con el Ser
mismo, que para nuestra infelicidad crece a la sombra de la atención, de la difusión y, por tanto,
de la ma-yoría. Ihosvany bien sabe de estos vientos y también de sus riesgos.
Este trovador con acertadas búsquedas armónicas, buen desempeño en el instrumento, poética
limpia, atiborrada, a veces, por tanto decir, por tanta duda, se nos asoma lúcido, tierno y rebelde.
Su lírica recuerda, a ratos, un decir de hace décadas que intenta deconstruir conformismos,
cambiarle el rumbo a la inercia de lo establecido, fugarse a lo inmenso, como destino, junto a
una mujer que tras un velo se le empaña.
Estoy segura de que Ihosvany nos guiará por estas olas, dunas, espesas selvas de sus sentires y
nos sorprenderá, a los que seguimos su obra, con nuevas sonoridades y estrenos. Al mismo
tiempo, este será un buen lugar para reencontrar-nos con los temas habituales de este trovador
que ahora viene a contarnos y a cantarnos sus ideas, sus preguntas y sus sueños.
CLAUDIA EXPÓSITO
VAMOS A CAMBIARLO TODO
Una mano versa lo que pienso y digo
sobre el nuevo siglo que está por nacer,
21 cuelga como yo de un hilo
y seguimos siendo los de ayer.
Hombres del futuro amantes del pasado,
defensores de una falsa libertad,
hombres que destruyen,
hombres con sus manos,
hombres empeñados en sembrar
banderas nucleares al suelo querido,
consignas de guerra quemando en la piel
al pobre mendigo que espera de todos
respuestas para sus por qué.
Despertar define todo lo que puede suceder.
No se muere cuando se ha logrado hacer en vida
una canción que llegue al corazón de...
No hay mejores tiempos que estos que han
[llegado.
Solo hay una vida para recorrer
este enorme trozo de asteroide almado
que nos ha tocado estremecer.
Sé de cambios que no fueron más
que burdas mascaradas de poder,
prefiero ver caer una lluvia con estrellas
mientras doy con lo que digo que pensar y hablar.
Vamos a cambiarlo todo y a asumir las
[consecuencias.
El mundo entero espera otra revolución.
Y no podrán decir en el futuro de esta tierra
que a los que hacen canciones les faltó valor.
IHOSVANY BERNAL
CASETE CAMBIÁNDOLO TODO
1.
2.
Tema A guitarra limpia
Miradas
3.
Apología
4.
Esta noche
5.
Puesta de luna
6.
Nunca me salves
7.
Sin nada que perder
8.
Sobre la arena
9.
Bienvenidos a la tierra
10. Qué suerte para el trovador de estos días
11. No busco una salida
12. Déjame
13. Lejos
14. Historia
15. Fueron al sur
16. Vamos a cambiarlo todo
PEDRO LUIS FERRER | DE ESPERANZAS Y MIEDOS
Sábado 30 de marzo de 2002
Obra plástica: Eduardo Rubén
Son numerosas las personas que suelen subestimar la im-portancia de los espacios pequeños, y
tienden a igualar el tamaño material del sitio con su importancia cultural. Mas por suerte,
también conozco a una infinidad de promotores cul-turales que han consagrado su trabajo a los
espacios pequeños, propiciando eventos sencillos y bien dotados de creatividad y originalidad
que incentivan tanto en el artista como en el pú-blico el ejercicio de una espiritualidad sin
límites. La sociedad no es una multitud homogénea que sacia su espíritu de una manera
uniforme o idéntica. Es por ello que en el mundo entero los pueblos procuran contrarrestar el
esquema «hombre masa» que se divierte y satisface dentro de una concepción rígida y manida
impuesta mediante los medios de difusión a extensos conglomerados, esquema que, en realidad,
solamente atiende las demandas y necesidades espirituales de una parte de la sociedad. Jamás
podremos realizar el proyecto de una sociedad verdaderamente democrática, si no nos
consagramos al ejer-cicio de la diversidad espiritual que nos une y nos diferencia; que nos
acerca y nos aleja; porque una sociedad es más de-mocrática sobre todo cuando respeta y
permite que se exprese el espíritu de las diversas minorías que conforman esa multitud que
solemos llamar pueblo o masa o sociedad...
Por todo ello, aprecio la gestión del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau a favor de la
diversidad al establecer el espacio A guitarra limpia para que nuestra música cubana siga
contando en su arsenal histórico con los trovadores que entonan lo que gusta a una parte
importante de nuestro pue-blo, labor que se suma a otros esfuerzos que en este sentido realiza el
país a favor de nuestra riqueza cultural, como son el mantenimiento y desarrollo de la Orquesta
Sinfónica, el Ballet Nacional, el Festival Internacional de Guitarra, etc. Está claro que sería un
grave error que desaparecieran los espacios para la música bailable, para la fiesta necesaria e
imprescindible de nuestro pueblo, pues ello, además de ir en contra de la diversidad que nos
ocupa, equivaldría al daño que supone que un trovador o un concertista no tengan donde
presentarse.
En múltiples ocasiones he escuchado: «Hay que empezar por los pequeños espacios».
Digamos que se trata de gente que concibe el pequeño espacio como una táctica para llegar al
«grande», cuando en realidad se trata de algo que es un fin en sí mismo. Yo diría que hay que
empezar y terminar en los pequeños lugares donde el arte puede diversificarse y pro-yectarse a
plenitud para el público que lo necesita. «Para gustos se han hecho colores», reza el viejo refrán.
Y el público debe tener la posibilidad de escoger lo que necesita para satisfacer su necesidad
espiritual. Es sabido que el arte no da respuestas a quien no le hace preguntas, y que la
necesidad de arte en la sociedad constituye una paleta infinita de rangos y matices. Entiendo que
es provechoso evitar que el público se halle en el lugar equivocado y sea sometido a esencias
que no son las que su espiritualidad demanda, hecho este que, desde luego, también daña al
artista. Y no es que deje de incentivarse al hombre a ampliar su rango de apropiación estética
parti-cipando de actividades que en principio le puedan resultar extrañas o lejanas; no, pero
suele ocurrir que el público que acude equivocadamente a un espacio tiende a desatender lo que
ahí ocurre e impide que los verdaderamente interesados puedan disfrutar a plenitud. Pienso que
los pequeños espacios hacen posible que este tipo de público casual se integre y crezca en una
apropiación más disciplinada e íntima.
PEDRO LUIS FERRER
DE ESPERANZAS Y MIEDOS
Si no me voy de Cuba
no entiendas que me quedo:
transito en una gruta
de esperanzas y miedos,
que conduce a la vez
–que conduce a la vez–
al ruido y al silencio,
al pájaro y al pez.
Si no me voy de Cuba
no dudes que partí.
Nadie tiene la culpa
de la ausencia y el fin:
mis padres ya no están
–mis padres ya no están–
donde antaño los vi
con su risa inmortal.
Si no me voy no creas
que estoy donde me ves
porque el estar se muda
como el paso de un tren.
Y al cambiar de estación
–y al cambiar de estación–
la patria es el ayer
en otro corazón,
en otro corazón.
Cuando me vaya, mira
la penumbra en la tarde
y la puesta marina
el día que me besaste.
Que así estarás conmigo
–que así estarás conmigo–
en mi estrella distante
y así no me habré ido.
Si no me voy, hermano,
porque tú me recuerdas
o porque sigo amando
lo que la patria encierra,
no jures que me fui
–¡no jures que me fui!–
porque la primavera
regresará por mí.
PEDRO LUIS FERRER
JUAN CARLOS PÉREZ | CONTRA SEÑAL
I Parte: Sábado 27 de abril de 2002 | Invitados: Edelmis Pedroso (flautista), Alejandro
Valdés (guitarrista), Ariel Díaz (trovador)
Obra plástica: Yaumil Hernández Gil
II Parte: Sábado 20 de julio de 2002
Obra plástica: Ana Erman
Por fin Juan Carlos Pérez en el espacio A guitarra limpia
A finales de la década de los ochenta, en una incesante bús-queda de todo lo que tuviese que ver
con trovadores, poetas, pelos largos, sandalias y acentos argentinos, conocí a este humilde
hacedor de canciones que a golpe de guitarra y voz, desafiaba el desinterés de los medios de
difusión respecto a su obra y enfrentaba una absurda prohibición producto de tantas
difamaciones que a estas alturas no vale la pena nombrarlas.
Juan Carlos Pérez es uno de los ejemplos más dignos y más claros a la hora de afirmar que el
trovador es una actitud an-te la vida, poeta sin discusión, tronco de músico, ha cautivado a sus
seguidores por más de veinte años, sus textos son un llamado a la unidad y a la sinceridad entre
los seres humanos.
Sus melodías vuelan en un rock and roll haciendo escala en un lírico guaguancó, respirando
los aires del bossa nova para aterrizar definitivamente en la canción trovadoresca. Por eso el
espacio A guitarra limpia, hijo legítimo del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, nos
propone en su mágico patio de la calle Muralla este concierto, que sin dejar de ser un hecho
artístico, es también un acto de justicia, porque Juan Carlos Pérez es un hombre de siempre y su
trova es de todos los tiempos.
FERNANDO BÉCQUER
Algunas impresiones rápidas y desde lejos sobre Juan Carlos Pérez
La fecha no la recuerdo bien, pero debe haber sido hacia finales de los setenta, en algunas de las
peñas de Canción y Poesía de Santiago de las Vegas, o en las de Teresita Fernández bajo los
árboles del Parque Lenin, o en la galería Amelia Peláez del mismo parque.
Lo recuerdo flaco, desgarbado y melenudo –típica y mítica imagen del trovador veinteañero–,
disparando canciones tier-nas, desgarradas, afirmativas y rebeldes, con una manera
particularmente rítmica de tocar la guitarra. Para entonces ya Juan Carlos Pérez había transitado
por el Servicio Militar tocando percusión en varias bandas, batería en grupos de afi-cionados, la
guitarra en solitario, hacía canciones y había irrumpido por derecho propio de su obra y su
talento casi de los primeros en el Movimiento de la Nueva Trova.
Luego haría cosas aún peores para los que nos tenían ojeriza por entonces: estudiaría música
electroacústica con el maestro Juan Blanco, fundaría las tertulias de la UNEAC junto a Nicolás
Guillén, las de la Unión de Periodistas de Cuba; ga-naría un premio en el concurso Adolfo
Guzmán con una can-ción envidiable, «Cantata», defendida por el grupo Nuestra América y
orquestada por Frank Fernández; fundaría peñas en cuanto lugar pudo en la capital y sus
alrededores, en las cuales tuvieron cabida muchísimos trovadores, y participaría en todas las que
hacían otros, reforzándolas con sus canciones y la seguridad de su presencia, y en varios casos
asumiéndolas posteriormente con paciencia y tenacidad de epopeya, tal vez el rasgo más
característico y guerrero (y hermoso) de su per-sonalidad. Su música tiene la hermosa
característica de ser tremendamente impura. Sus versos nos llevan de la mano por toda la poesía
hispanoamericana y las versionadas de otros idiomas, al mismo tiempo que sus temáticas nos
sumergen en el mundo en que vivimos, sufrimos y amamos, con angustia y esperanza,
dominadas por el humanismo que nuestra tierra ha sembrado en todos en los últimos cuarenta
años.
De manera que estamos ante un trovador de pura cepa. Y se presentará todo él con sus
canciones en una suerte de Olimpia de los trovadores cubanos y de cuanto país nos visite: el
espacio A guitarra limpia del Centro Pablo de la Torriente Brau.
Disfrútenlo por ustedes y por mí, que me lo perderé por esta vez.
VICENTE FELIÚ
(Lima, Perú, 21 de abril del 2002)
CONTRA SEÑAL
Lo que no enciende el corazón no te engrandece
y si no sube donde vas no te merece.
Lo que no enciende el corazón es tiempo oscuro
y solo puede generar un amor inseguro.
Lo que no enciende el corazón no es de verdad
y solo puede generar oscuridad,
un beso que se traba, un desvío, una broma
un círculo vicioso para dioses sin corona.
Si no eres más feliz donde estás por qué te quedas,
y si cuando te tocan, otra mano es la que llega
te enredas en tu sombra, no te vas a desatar,
y a lo mejor mañana ya no hay tiempo
mañana ya no hay tiempo.
Mi voz es una alerta a favor de la locura
y va contra el amor de los amores que no curan.
Mi voz es la pupila dilatada entre tus manos
un día irrepetible, un día irrepetible,
un día irrepetible, una luz,
un hombre humano.
Si no eres más feliz donde estás por qué te quedas
y si cuando te tocan, otra mano es la que llega
te enredas en tu sombra, no te vas a desatar.
Y a lo mejor mañana ya no hay tiempo,
mañana ya no hay tiempo
mañana ya no hay tiempo
contra señal.
JUAN CARLOS PÉREZ
CASETE CONTRA SEÑAL
1.
2.
3.
4.
Tema A guitarra limpia
Presentación: Víctor Casaus y Vicente Feliú
Canción de Juan (Juan Puentes)
Personaje X
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
La paja en el ojo ajeno
Las alas del cielo
Habana uno, 1998 (con Samuell Águila)
Alondra (Alejandro Valdés)
Sobre tierra de amor (con Ariel Díaz)
Tema del ángel
Cubartista
Mundo bajo (con Diego Cano)
Coplas tuyas (con Alejandro Valdés)
Habanera (con Vicente Feliú)
Contra señal
Cantata
FERNANDO DELGADILLO | CONCIERTO ESPECIAL EN CUBADISCO 2002
Sábado 25 de mayo de 2002
Obra plástica: Imágenes populares de México
Para muchos de los habituales seguidores de la canción de autor en Cuba, los trovadores
mexicanos son un enigma. Solo eventualmente hemos visto pasar a algunos protagonistas con
su hacer diferente y necesario.
Fernando Delgadillo es uno de esos fantasmas que nos ha visitado con la única defensa de su
guitarra y el desenfado de su canto. Con una notable sensibilidad para el texto de su música,
Delgadillo es un cuidadoso hacedor de canciones cuya sencillez no lo aparta de la complejidad
de su tiempo y su realidad.
No hay muchas noticias de él. Los que lo conocimos en el año 97 recordamos su gran estatura
y su filoso humor en el cantar; luego alguna otra vez, entre sus cortas visitas y las grabaciones
escasas de mano en mano, a pesar de su prodigiosa discografía. Poco o nada sabemos, pero
bastaría con escuchar «Hoy ten miedo de mí» para abrirle las puertas de los sentidos con la
certeza de disfrutar su propuesta.
A propósito de esta feria Cubadisco 2002 dedicada a México como país, como música y como
cultura, ha llegado el trovador a La Habana para acercar nuestros cantos y nuestras refle-xiones
abriendo un camino hacia futuros encuentros desde la canción informal, como ha nombrado en
algunos de sus discos para suerte de nosotros, los informales.
Hoy romperemos una buena parte del enigma, a través de este embajador de voz inteligente,
que nos traerá otras histo-rias y otros amores, que entonces ya no serán tan lejanos.
Delgadillo merecía nuestro espacio de A guitarra limpia y, recuperando el tiempo, nuestro
espacio lo merece a él esta tarde de mayo. Bienvenido este primer aguacero.
ARIEL DÍAZ
HOY TEN MIEDO DE MÍ
Hoy que llevo en la boca
el sabor a vencido
procura tener a la mano
a un amigo que cuide
tu frente y tu voz
y que cuide de ti
para ti y tus vestidos
y a tus pensamientos
mantenlos atentos
y a mano a tu amigo.
La importancia de verte
morderte los labios
de preocupación
es hoy tan necesaria
como verte siempre,
como andar siguiéndote
con la cabeza en la
imaginación.
Porque ¿sabes?, y si
no lo sabes no importa
yo sé lo que siento,
yo sé lo que cortan
después unos labios,
esos labios rojos y afilados
y estos puños que tiemblan
de rabia cuando estás contenta,
y que tiemblan
de muerte si alguien
se te acercara a ti.
Hoy procura que aquella
ventana que mira a la calle
en tu cuarto se tenga cerrada,
porque no vaya a ser
yo el viento de la noche
y te mida y recorra la piel
con mi aliento y hasta
te acaricie y te deje dormir,
y me meta en tu pecho
y me vuelva a salir
y respires de mí.
...O me vuelva una estrella
y te estreche en mis rayos
y todo por no hacerme
un poco de caso.
Ten miedo de mayo
y ten miedo de mí.
Porque no vaya a ser
que cansado de verte
me meta en tus brazos
para poseerte
y te arranque las ropas,
te bese los pies,
y te llame mi diosa,
y no pueda mirarte de frente
y te diga llorando después.
Por favor, tenme miedo,
tiembla mucho de miedo, mujer,
porque no puede ser.
FERNANDO DELGADILLO
ALEJANDRO VALDÉS | DE MI CORAZÓN
Sábado 28 de septiembre de 2002 | Invitados: Rochy Ameneiros, Jorge García, Iván
Valiente (bajo), Floraime Fernández (flauta), Luis Bárbaro (percusión), Luis Manuel
Molina (guitarrista)
Obra plástica: Lorenzo Moya
Hace ya algunos años, muy cerca de esta casa y en un ambiente de trovadores y guitarras,
conocí a Alejandro Valdés. Se inau-guraba el bar Nostalgia del Hostal Valencia donde Ireno y
Jorge García, junto a Alejandro, crearon un pequeño espacio de mú-sica y poesía que fue
proyectándose desde La Habana intra-muros hasta el Patio de María.
Ya por ese entonces la guitarra de Alejandro Valdés era imprescindible en el
acompañamiento, arreglos e improvi-saciones de cuanto trovador se propusiera una realización
su-perior en cuanto a la guitarra (instrumento por excelencia del acompañamiento de la canción
trovadoresca, llámese laúd, en los trovadores y troveros de Europa).
En ocasiones, porque no se conoce realmente la importancia del sustento y la arquitectura del
acompañamiento, escucha-mos una canción y nos remitimos a sus dos primeros códigos de
información: la letra y la melodía. En la medida que seamos capaces de asumir de conjunto el
resultado de ambas, esta-remos realmente aprendiendo a crear una idea más acertada de la
misma, solo falta un elemento y es el tercer código, el acompañamiento, que incluye armonías,
contracantos y di-seños estructurales que contribuyen al mejor resultado de la canción. El arte
de acompañar es realmente respetado y no todos pueden hacerlo bien y en mi propia carrera
recuerdo estos momentos como los de mayor reto.
En Alejandro Valdés se dan esas dos vertientes, es un ex-celente acompañante y un curioso
solista, al cual le auguro un gran futuro con su dedicación y trabajo.
Sus composiciones para guitarra tienen esa curiosa mezcla de la guitarra popular cubana,
ritmáticas, provenientes de los tambores batá y una marcada influencia flamenca en cuan-to a
modo de producción del sonido en su mano derecha, lo que no demerita su excelente mano
izquierda, toda una técnica personal, autodidacta y funcional para su proyección como
guitarrista.
El Centro Pablo ha sido y seguirá siendo el espacio donde se funden los tres perfiles del
hombre (conocimiento, trabajo y juego – sapiens, faber, ludens), el lugar donde confluyen
amor, arte, bondad y rigor. Eso encontrarán en este concierto de Alejandro Valdés: amor de la
casa que le quiere, arte de la casa que lo acoge, bondad del patio mágico y rigor artístico que
Alejandro será siempre capaz de brindar en reciprocidad, pues... esta es una de las casas que
crecen y se agrandan... a guitarra limpia.
REY GUERRA
CASETE DE MI CORAZÓN
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
Tema A guitarra limpia
Sobre espacios
De mi corazón
Síncopa para seis
La última palabra (Jorge García)
Carnaval 3
A lo Ñico
I want you (John Lennon)
No todo es cuestión de días
Tú, melodía
Río mestizo
12.
13.
14.
15.
Dialogando
Insensatez (A. Carlos Jobim)
Andante
Berimbau (Vinicius de Morâes-Baden Powell)
Todas las versiones arregladas por Alejandro Valdés.
Invitados:
Tema 5 - Jorge García (voz y guitarra)
Tema 8 - Luis Manuel Molina (guitarra española)
Tema 9 - Rochy Ameneiros (voz)
Temas 12, 13, 14 y 15 - Iván Valiente (contrabajo), Floraime Fernández (flauta), Luis Bárbaro
(percusión)
ERICK SÁNCHEZ | CONCIERTO A GUITARRA LIMPIA
Sábado 26 de octubre de 2002 | Invitados: Isadora Cruz Guerra (violín), Yoriell
Carmona (tres), Eduardo Mejides (poeta)
Obra plástica: Gustavo Garrincha
De: [email protected]
A: [email protected]
Asunto: Desde Bolivia
Fecha: Sábado 19 de octubre, 2002
Querido Erick Sánchez:
Por las pautas y los declives, por el Chapare cortado se demora la «movilidad» y temo no llegar
a tiempo. Igual me reuní con un montón de cubanos hace unos días en Cochabamba y les mostré
el video de la actuación en San José de las Lajas.
–Eh, ese cubano está suelto –decían.
Ihosvany, el más avezado en cuestiones de trova, casi se echa a llorar cuando escuchó «La
casa de cristal».
–Asere, ese era mi programa preferido cuando estaba en F y 3ra. [nombre con el que se
conoce a una de las residencies estudiantiles de la Universidad de La Habana], y ese tema... pero
yo pensaba que era más joven.
–Es joven, solo que su peluquero es un poco radical, deja que se ponga la gorrita que le
llevo...
Bueno, les expliqué que tienes 33 años, que eres licenciado en Educación Artística, que esa
«rutina» que se asoma, son reminiscencias de Luyanó, que la historia de Cristina fue real, que te
enamoraste de Ena Lucía Portela, que los hongos de la bosta de vaca, que los uniformes de la
Lenin...
En fin, que los cocaleros del Chapare han metido otro corte en la carretera y si llego tarde a
Santa Cruz pierdo el avión.
Nada, Erick, que si van Niurka y Salima diles que dejen de ser tan discretas, y dales mis
saludos a Isadora y a Yoriell, que sé que te van a hacer buena pata, y Tronco... si a las 5 menos
diez no llegué, arranquen pero grábenmelo para ensayar la segunda salida.
«La Flota» se mueve. ¿Llegaré a tiempo?
Te quiere, tu segunda voz,
FRANK DELGADO
(Bolivia, 19 de octubre)
CASA DE CRISTAL
Cuando la sombra de mi cuerpo
deje de caminar detrás de mí,
cuando no quede nada
yo estaré allí.
Tratando de salir a flote
dibujaré canciones en el mar
y amansaré los peces
con solo mirar.
Y te abriré mi casa de cristal
donde se transparenta el amor,
y nacerá la ciudad
cuando la luna llena vuelva a brillar.
A veces cuando siento miedo
me leo historias del Decamerón,
reviso la ventana
y paro el sillón.
No entiendo mucho de miradas
tan solo unas palabras en inglés:
I see you later woman,
al anochecer.
Y te abriré mi casa de cristal
donde se transparenta el amor,
y nacerá la ciudad
cuando la luna llena vuelva a brillar.
Y siempre estaré aquí,
imaginándote,
confiando todo el tiempo
en que renaceré.
Y ya no sé qué hacer,
volveré con mi guitarra alguna noche
si la luna llena
brilla otra vez.
Y ya no sé qué hacer,
volveré con mi guitarra alguna noche
si tu cara nueva
brilla otra vez.
ERICK SÁNCHEZ
CD A GUITARRA LIMPIA
1.
2.
Tema A guitarra limpia
Casa de cristal
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
Ena Lucía
Como el invierno al verano
El Cristo de La Habana
La torpeza de mirar
Canción para la mujer 730427
Datos personales (poema de Eduardo Mejides, el Chaca)
Tú eres plante na’ ma’
Con la navaja en la mano (Alfredo Carol)
Amistades peligrosas
Los huevos que te tiramos
El pasadizo
Canción del adelantado
No quiero que toquen en mi puerta
Mi amigo el ingeniero
LEONARDO GARCÍA, ALAIN GARRIDO, DIEGO GUTIÉRREZ |
POR TODOS LOS CAMINOS
Sábado 23 de noviembre de 2002
Obra plástica: Jesús Medrano
Esta tarde llegan a nuestro patio tres guitarras limpias y cla-ras desde esa Santa, ciudad del
centro de la Isla donde, por suerte, la canción no se ha descarrilado.
Trovadores que defienden con la búsqueda constante, con la vida necesaria, ese vuelo y
lirismo imprescindibles hoy para salir al diario amando. Se presentarán en el espacio de la Trova
toda, a pesar de que los caminos se divisan ásperos en este mundo nuestro. Mientras la calma no
abunda y los mercantiles tiempos sobreviven, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
sigue apostando por este canto: Leonardo García, Diego Gutiérrez y Alain Garrido son parte de
ese mar de nuevas voces que llegan y así andan sabiendo que se tiene que vivir siempre en el
intento de mejorar y mejorarnos.
Curioseando en el recuerdo volví a vivir esos días donde conocerlos fue darme cuenta de que
no andaba solo. Así en-tonces emigré junto a Leo, imaginé la luna de Valencia de Diego y
alcancé el hasta dónde de Garrido; en esa noche de Mejunje los llevaba conmigo para siempre;
esa guitarreada (larga entre rones) hizo que allí se quedara parte de mí.
El espacio Puntal Alto luego tuvo la dicha de tenerlos en el mes de marzo de 2001 junto a
[Raúl] Marchena (otro de los buenos), demostrando la calidad y la transparencia de sus
canciones. Hoy, como esa vez, espero que cautiven a este pú-blico ávido de la buena canción y
estoy seguro de que la feli-cidad tocará la puerta y nosotros sepamos reconocerla. Sus cantos
sentidos viajarán por nuestras almas y dibujarán un arco iris que quedará, quedará intacto como
casi siempre en cada uno de los presentes asiduos a estas tardes.
Tres visiones se juntan hoy como hace tantas lunas para hacernos cómplices de sus sueños,
anhelos, inconformidades y buenas venturas; cada uno buscando en sus raíces, canción tras
canción, sin dejar a un lado ese sello que ha logrado el trovar en la Santa Clara de [Manuel]
Corona. Sin más, que empiece la trovada y la canción haga su danza. Sé que Leo, Dieguito y
Alain seguirán floreciendo a pesar de las tempes-tades todas y así volverán un día a este patio
donde las ya-grumas seguramente han sentido el lenguaje misterioso de esos ojos, guitarra
mediante.
¡Ah!, por si no estoy, suerte.
SAMUELL ÁGUILA
POR TODOS LOS CAMINOS
Por todos los caminos voy hacia Roma
y nunca, nunca llego.
Si alguna vez oculto con un dedo el sol
es pa’ inventar el fuego.
Por mucho que madrugué
tu cuerpo amaneció más temprano.
Cien aves solté, volar las dejé,
pero te tengo, paloma, en mis manos.
Yo nací torcido, pero me enderecé después
como un árbol que a buena sombra florece.
Fui mal herido en esta guerra avisada
y tal vez fui menos ruido que nueces.
Fuera del mar nadaba muy bien,
dormí en las corrientes como el camarón,
y mientras estaba en misa, bailé
de santo en la procesión.
De cierta manera hice un camino
con las veredas que no atravesé,
que siempre tenían el mismo destino,
iban a dar a Roma andando con mis pies.
DIEGO GUTIÉRREZ
CASETE POR TODOS LOS CAMINOS
1.
Tema A guitarra limpia
2.
Por todos los caminos - Diego Gutiérrez
3.
Eternidad - Alain Garrido
4.
Mar de sábado - Leonardo García
5.
Si tú conjuras - Alain Garrido
6.
Mirando y dejando - Alain Garrido
7.
Sin mi mitad - Diego Gutiérrez
8.
37 versos para una mujer - Leonardo García
9.
Bailando en la telaraña - Leonardo García
10. Días corriendo - Leonardo García
11. Emigro - Leonardo García
12. Veleidades de la gloria - Alain Garrido
13. Pasándola bien - Alain Garrido
14. Ostras - Diego Gutiérrez
15. Sabor salado - Diego Gutiérrez
16. En la luna de Valencia - Diego Gutiérrez
VICENTE FELIÚ, AUGUSTO BLANCA, LÁZARO GARCÍA |
LA MANO AMIGA
Sábado 28 de diciembre de 2002 | Invitado: Trío Trovarroco
Concierto por el cuarto aniversario de A guitarra limpia
Obra plástica: Roberto Fabelo
Siempre la mano amiga
Con este concierto celebramos el cuarto aniversario de A guitarra limpia. Vicente Feliú, Lázaro
García, Augusto Blanca y Trovarroco vienen a llenar nuevamente de música y poesía este patio
que los trovadores y las trovadoras han hecho má-gico, íntimo, nuestro.
Aquí está, con Vicente, Lázaro y Augusto, la raíz de los fun-dadores de la Nueva Trova
cubana, que hace más de tres décadas comenzaron a lanzar sus propuestas necesarias y
esperanzadas desde varias regiones del país: Santiago de Cuba, Cienfuegos, La Habana. Hoy los
acompaña Trovarroco para recordarnos, desde la maravilla de su creación, que esta ver-tiente
renovadora de la canción y la cultura cubanas sigue fe-lizmente viva entre nosotros.
La mano amiga de la canción de Augusto nos acompañará esta tarde, cuando nuestro hermano
Silvio reciba el Premio Pablo por haber llenado de respuestas y de preguntas nuestras vidas con
sus canciones, por haber compartido sus sueños, sus misterios, sus adivinaciones con tanta gente
que lo nece-sitaba, en Cuba y en el mundo.
La pequeña historia hermosa de este espacio crecerá hoy con la presentación del casete que
reúne una selección de las canciones escuchadas en este patio durante el tercer año de A
guitarra limpia y el lanzamiento del Cuaderno Memoria con imágenes y textos de aquellos
conciertos.
Esta fiesta de hoy se continúa también desde la memoria con la exposición de fotos de Luis
Hernández, que acompañó con su cámara inderrotable y su nombre de guerra (El Plátano) las
primeras apariciones públicas y privadas de las principales figuras de la nueva trova cubana.
Vida, canciones, imágenes, memoria de una historia que nos pertenece, aquí está, otra vez y
siempre, la mano amiga, en el cuarto aniversario de A guitarra limpia, para recordar, para decir:
aquí estamos y seguimos.
VÍCTOR CASAUS
Te ruego no olvidar
alegrías ni dolores.
Te ruego no olvidar:
olvidar es la muerte.
(Fragmento de la canción Aurora 1, de Vicente Feliú.)
Lo difícil, lo tremendamente hermoso
es cantar a toda voz, correr el riesgo,
lo difícil es soñar a toda costa…
(Fragmento de la canción Soñar a toda costa, de Augusto Blanca.)
…cuánto diera por tenerte
aquí que hoy todos son dueños
de este hoy que suma empeños
del sudor de tus camisas
cuando brindamos sonrisas
en carretones de sueños.
(Fragmento de la canción Carretón, de Lázaro García.)
CD LA MANO AMIGA
1.
2.
Tema A guitarra limpia
Palabras de presentación de Víctor Casaus
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
Créeme
El último adiós
Piropos
Versitos con tumba´o
Bolerito
Semblanza de Lázaro
Si de tanto soñarte
Bolivia / Samba para no olvidar
Soneto a Yeyé
Carretón
Semblanza de Augusto
Canción para comienzos de siglo
El tercer deseo
El último eslabón
Regalo No. 1
La mano amiga
Siempre será el amor
Vicente Feliú (3, 4, 6, 8, 13 y tema 5 compuesto con Aurora Hernández)
Lázaro García (9, 10, 11, 12 y 19)
Augusto Blanca (14, 15, 16, 17 y 18)
Tema 7, de Lázaro García, interpretado por Vionaika Martí-nez y Trovarroco.
Grupo Trovarroco: Rachid López (guitarra), César Bacaró (contrabajo), Maikel Elizarde (tres)
V AÑO
GRACIAS A LA MAGIA DE LA MÚSICA Y LA POESÍA
«Te doy una canción como un disparo,
como un libro, una palabra, una guerrilla:
como doy el amor.»
(Te doy una canción,
Silvio Rodríguez, 1970)
RITA DEL PRADO | DESDE LA EDAD DE ORO
Sábado 25 de enero de 2003 | Invitados: Dúo Karma, Ariel Díaz y Eduardo Sosa
En el Museo Nacional de Bellas Artes
Obra plástica: Proyecto Arte Digital Infantil (ADI)
La canción es como un pájaro
Dicen que Rita dijo que fuera yo quien escribiera estas palabras para introducir su trabajo de La
Edad de Oro. No sé, Rita, si yo te di el mal ejemplo poniéndole música al Ismaelillo, de
atrevida que soy: no sabía ni lo que hacía, creo que por eso lo hice. Lo hice estimulada por mis
hermanos mayores, Cintio y Fina, y porque me dijeron que yo podía hacerlo porque mi madre
era valenciana, y el padre de Martí también lo fue.
Ahora pienso que el trabajo de La Edad de Oro, por la prosa, supera al del Ismaelillo en
dificultad y en técnica –para utilizar una palabra que no me gusta mucho.
Rita, que como yo trabaja para niños, ha realizado la hazaña de musicalizar no solo los
poemas, sino también los cuentos de La Edad de Oro. Me parece tan hermoso que me quedo
casi sin palabras para hacer esta presentación.
Primero, me alegra mucho, como cubana y como martiana, que Rita le haya puesto alas a una
cosa dirigida a los niños como es La Edad de Oro. Porque cuando se canta –una cosa que ya
sabíamos– en prosa o en verso, la canción es como un pájaro. Pero este es un pájaro al que tú le
pones las alas y va hasta el infinito. Va al corazón de los niños y de los adultos.
Una canción es un pájaro que está buscando nido en alguna parte. Ojalá que este trabajo de
Rita lo encuentre en todos los corazones y en todas las inteligencias, no solo de los niños, no
solo de cubanos adultos, sino de toda la América Nuestra y del mundo. Porque tenemos que
volver a semejarnos a los niños, tenemos que trabajar para los niños, tenemos que conocer a los
niños. Y Martí lo hizo, de una manera genial, en su Edad de Oro.
Yo personalmente respeto, admiro, quiero muchísimo a Rita del Prado, porque su silencio dice
más que todo un montón de palabras que pueda decir sobre ella.
Le deseo a Rita lo mejor del mundo. Y si esta es la nueva generación de cubanos, y yo tuve
algo que ver con esta mu-sicalización de La Edad de Oro que ha hecho Rita, ese es mi premio.
No esperaba otra cosa de la vida.
TERESITA FERNÁNDEZ
DESDE LA EDAD DE ORO
Sobre la magia que al metal
convierte en tenedor,
sobre las cosas de cristal
y piedras de color
sobre el misterio del quetzal
y el elefante colosal
cuenta La Edad de Oro,
cuenta La Edad de Oro.
Obra perpetua es el amor
desde la tierna edad
en que Piedad buscó una flor
por no olvidar jamás,
es el amor quien puede más
desde que empieza todo,
desde La Edad de Oro,
desde La Edad de Oro.
RITA DEL PRADO
DIEGO CANO | CAMBIAR EL VIENTO
Sábado 1 de marzo de 2003 | Invitado: Alejandro Valdés (guitarrista)
Obra plástica: Rubén Fernández
Había una vez en una costa muy dienteperruna y alamareña, hace como diecisiete años
(¡solavaya!, eso ocurre cuando ponen a un escritor infantil a escribir las palabras de un
concierto), se reunían unos jóvenes con guitarra a tratar de cambiar el mundo, rones por medio,
y cometiendo el delito de plagio de las canciones de Silvio con premeditación, nocturnidad,
ensa-ñamiento y alevosía.
Todos aquellos jóvenes, excepto yo (para el bien de la música), se convirtieron en trovadores,
y hablo de Karel García, y un par de recién salidos del «verde»: Carlos Lage y Diego Cano.
Como es de este último el concierto, pues, qué remedio, hablemos de él. Es el hijo mayor de una
familia que, para desgracia del barrio, lo crió en Centro Habana, donde pocas farolas
sobrevivieron en el Parque Maceo por aquellos años. Después mejoró y rompió a pedradas las
canciones de Silvio, Toquinho, y algunas que otras de Vinicius.
Según el experto oído de Borges-Triana, a quien desperté para que me ayudara en la
«apología», bombo y platillo y otros sinónimos rimbombantes, Diego es una de las mejores
voces del país, no solo de la trova, con potencialidades increíbles, gran coloratura y un excelente
registro, y ya es hora de que empiece a tomárselo en serio; lo de la voz, claro está.
Desde una brisa fresca, ¡Oh, Maureen!, hasta este cambio de viento, Diego Cano ha madurado
mucho sus temas, algunos de los cuales son antológicos en la joven nueva trova cubana. Te-mas
como «Rosy», «Ojos de pradera», «Tiempos de deshojarse», «Equilibrio» y «Señales» vuelven
en este concierto Cambiar el viento, gracias al Centro Pablo de la Torriente Brau y a guitarra
limpia, para mostrarnos la obra de este trovador.
Ahora relájense y disfruten este cambio de viento.
EFE (EDUARDO FRÍAS)
Nota: Los vecinos de Jesús María agradecen al Centro Pablo la posibilidad de dormir hoy
tranquilos sin la voz de Diego atronando en la madrugada.
CAMBIAR EL VIENTO
Cuando las voces del infierno lleguen a tu
puerta,
cuando no tengas más remedio
y quieras reventar,
si las ideas de las gentes
ya no te concuerdan,
cuando despiertes y te sientas como un
animal,
debes cambiar el aire que respiras
debes cambiar el viento.
Si las mañanas salen negras
y el día es fatal,
si la distancia cambia el tiempo
no debes llorar.
Cuando la brisa ingenua sople
y traiga otra noticia.
Si el alma no perdona
pronto deberás saltar.
Debes cambiar el aire
que respiras,
debes cambiar el viento.
DIEGO CANO
CD SEÑALES
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
Tema A guitarra limpia
Ayer
Ojos de pradera
Equilibrio
Rosy
Maureen
Alas perdidas
Vamos
Señales
Volver a empezar
Tanto dolor
Jaque al peón
No hay miedo
INTI SANTANA| EL RIESGO DEL JUEGO
Sábado 22 de marzo de 2003 | Invitados: Dúo Karma, Samuell Águila, Ariel Díaz,
Rodrigo Wangeman, Elvira Skourtis, Yescenia Fales y Amanda Cepero
Obra plástica: Vicente Rodríguez Bonachea
Lo recuerdo años atrás, en la Casa de la FEU, cantando con una guitarrita de mala muerte unos
textos donde el asombro y la certeza se confabulaban. Aun dentro de aquella ingenuidad tenía
algo que me resultó curioso y que tardé poco en descifrar: su poética no se parecía a la de nadie
que yo conociera dentro de su generación. Eran canciones netamente urbanas, ni muy líricas ni
abiertamente épicas (al menos a la usanza tradicional), sino rebosantes de asfalto, del calor
citadino de las dos de la tarde, de un amor desenfrenado por (esa suma de mujeres que es) La
Ha-bana.
Luego vino mi intento de razonar en torno a su poesía y fui descubriendo giros lingüísticos y
fonéticos que se conectaban con eso que llaman «canción inteligente». En este sentido sigo
considerando como definitivas un par de sus canciones: «Karen» y «La corriente ecléctica»,
cada una con su óptica peculiar y que ilustran bien ese diferenciarse (villano placer) de las producciones propias y ajenas. Su verbo apasionado, esas fintas de la palabra, imágenes que a veces
se regodean en el absurdo nuestro de cada día, y esas melodías que bucean en el antier y su
presente como recurso de autodefinición, lo convierten en un trovador inmerso en una búsqueda
constante que ya co-mienza a dar frutos.
En los últimos tiempos se ha empeñado saludablemente en rodearse de amigos e instrumentos,
experimentando con otras sonoridades, aunque ahí siga su guitarra limpia y compañera de
trovadas, implicando reto y riesgo a la vez que confianza y salud. Creo que cada una de sus
presentaciones nos obliga a redescubrirlo, huyendo de la placidez de lo inamovible, y de eso
(sospecho) irá su dar la cara aquí, esta tarde. Que la Trova sigue despierta, «haciendo camino al
andar» como dijo el bardo una vez, nos lo demuestra Inti. Mejor síntoma de persistencia y vida
no esperaba de él.
HUMBERTO MANDULEY
EL RIESGO DEL JUEGO
Con su latido de martillo neumático
con dientes de vidrio sobre el muro para el ladrón
me besa la ciudad y vierto música.
No solo existe la rosa lánguida,
la tiranía de la cadera, síncopa práctica,
mira a tu alrededor y toma agua.
Y otra vez esa voz que me dice:
«No hay cómo escapar,
en los muslos del aplauso sucumbirás
como tantos otros como tantos más.»
Mientras tanto miro al techo aquellos agujeros.
Aunque quieran solo la cáscara
y la cuchara pida siempre un poco más,
dame el riesgo del juego,
la frase que hurga lanzando una señal.
No me vas a querer,
lo podré soportar
y decepcionaré
tus ansias de desconectar.
Pasa un carro con lo último del pop,
mientras se aleja se va de revolución.
Regresa corazón, no te puedo olvidar.
Y al mismo tiempo qué necesidad.
INTI SANTANA
CD EL RIESGO DEL JUEGO
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
Tema A guitarra limpia
El riesgo del juego
El camino del cundiamor
Tropiezo
Alaska
Agujeros
Mariposa bruja
Pío tai
Marta
Árbol
Al final
Yambú de partida
La corriente ecléctica
Rodrigo Wangeman: contrabajo (1 y 7) y bajo eléctrico (2)
Elvira Skourtis: guitarra clásica (6) /
Yescenia Fales: cello (6)
Elis Regina Ramos: cello (2) / Amanda Cepero: voz (4)
Xóchitl y Fito (Dúo Karma): voces y triángulo (2 y 5)
Ariel Díaz: voz (5, 11 y 12) y guitarra (5 y 10)
Samuell Águila: voz (5 y 12) y guitarra (5) / Erick Sánchez: voz (12)
Todos los temas compuestos por Inti Santana
GERARDO PEÑA | MÁS ALLÁ
Sábado 26 de abril de 2003 | Invitado: Víctor Quiñones
Obra plástica: Bárbaro Reyes Mena (Pango)
Hay artistas que surgen en el lugar correcto y en el momento histórico adecuado. Son los artistas
a la altura de su tiempo. Quizás por esto suelen ser también los que difícilmente pueden tomarle
el pulso al tiempo que los encumbra. ¿Quién querría bajarse del templo de la fama para
comprender a sus arqui-tectos?
Digo esto porque Gerardo Peña es el cantautor mexicano que nació donde nunca debió haber
nacido, en un país donde la televisión junto con la corrupción de la radio y de todos los sistemas
de difusión artística y cultural, marcaron la pauta de lo que la gente debía escuchar.
De modo que él no ha sido un cantautor comprendido por su tiempo, pero sí es uno de los
pocos compositores mexica-nos que fueron capaces de entender la miseria musical de su época,
de sobrevivir a ella y de impulsar su música a contra-corriente.
Los músicos mexicanos saben que el tiempo no solo abarca compases, sino historia. Y ese
tiempo que todo lo comprende es la única compañía disquera con la que ellos firmaron un
contrato de exclusividad. Ahí reside quizás, por lo menos en México, el secreto de su
sobrevivencia.
Las mejores canciones de Gerardo Peña, como reflejo de un trabajo musical que comprende al
tiempo y a la historia de su tiempo, no se inspiran tanto en historias o emociones como en
preguntas. Y esto es siempre desconcertante.
Así, entre pregunta y pregunta, sin más respuesta que su musicalidad, va forjando sus
partituras de dudas. Tras más de 20 años de trabajo, las ha elaborado, mejorándolas, demostrando con ello que la duda y la pregunta también son per-fectibles.
MALÚ HUACUJA DEL TORO
New York
MÁS ALLÁ
Quise ver y abrí una ventana
porque siempre me enseñaron que no hay nada más allá.
Descubrió un mundo mi mirada,
comprendí que algo ocultaban y vinieron a cerrar.
Desnudé mi cuerpo para verme,
comprender qué llevo dentro, de qué vengo, a dónde voy.
Me vistieron todo de repente
con sus cuentos inocentes y las culpas de su dios.
Más allá, ¿qué esconden más allá,
si ponen en la hoguera al que se atreve a preguntar?
Más allá, ¿qué habita más allá,
por qué les causa miedo que sepamos la verdad?
A mitad de un beso nos llegaron
con sus leyes y dijeron que debíamos firmar
los papeles de sus abogados,
con los sexos separados para poder continuar.
Me pidieron fe, creer a ciegas
cuando vieron que mis dudas no paraban de crecer.
Dije: quien no deba, nada tema
y alguien hoy aquí en la tierra que me venga a responder.
Un día estaré en Puerto de Palos
y mirando al horizonte soñaré con navegar,
y ellos me dirán que el mundo es plano,
que no es cierto que giramos y me tienen que quemar.
GERARDO PEÑA
SILVIO ALEJANDRO | MULTITUDES EN LA SILLA
Sábado 27 de septiembre de 2003 | Invitados: Cuarteto vocal Spuela d’ Gallo, Elvira
Skourtis (guitarra), Silvia Pérez (clarinete), Yoriell Carmona (tres), Amanda Cepero
(voz)
Obra plástica: Pedro Pablo Oliva
Multitudes en la silla no es título que nos conduzca a una canción o a un verso de Silvio
Alejandro, sino a toda su obra y más. Es una doble identificación (de tantas posibles) con el
universo simbólico de la silla.
Por una parte, con esa inmediata lectura, «la de aquellas pe-ligrosas que invitan a parar».
Primera razón por la que Silvio Alejandro regresa a este signo, pues en el imaginario de quienes
hacen o prefieren esta canción de hoy, la silla reclama seguir siendo el lugar donde no estar y la
trova, quien más se resista a su tentación, quien más se exponga al riesgo de caer y quien mejor
lo haga desde una poética frontalidad.
En otro sentido, quiere sostener el cantautor que cada ser humano dicta desde su propia silla,
como el trono donde ocurre y se sedimenta todo lo que es. Es allí adonde llegan, anidan o se van
los seres de toda naturaleza que podemos contener, criaturas que a la manera de Pedro Pablo se
agazapan, se mues-tran, o se dejan entrever y que provienen de cualquier reino posible.
El pintor escoge dibujar un raro y diminuto señor, una mujer con piedra en la cabeza o un
alado reptil. Silvio Alejandro prefiere recordar a la anciana Graciela en su largo domingo, a un
borracho que mira a la pared, o a las hormigas y su in-visibilidad. Sutiles compañías que esta
misma tarde se mez-clan entre nosotros en este patio de A guitarra limpia, tan generosamente
abierto y poblado durante cinco años.
En el último concierto Quedado en La Habana, las canciones de Silvio Alejandro pasearon
por la sonoridad y el ensamble de diversos instrumentos. Hoy su principal regodeo será, por
supuesto, entre cuerdas y en un experimental y casi «multitu-dinario» encuentro de voces.
CARMEN ROMERO
MIRANDO A LA PARED
Si miro a la pared
puede ocurrir la sed de no ser más yo
y ser una quietud que puede imaginar
que todo es ilusión
es ilusión
Si miro a la pared
me puedo confundir y no creer
me puedo distanciar
Si miro a la pared
no habrá reloj que distraer
reloj que echar a andar
Si miro a la pared
te puedo contemplar, callar la voz
hacerte bien
hacerte mal
Si miro a la pared
me puedo ir del disfraz
y hacerte pan y hacerte pez
Si miro a la pared
te puedo amenazar
Si miro a la pared
el mundo va a quedar detrás de mí
mirándose, mirándome
a punto de atacar mi verticalidad
y me volveré al mundo real
me pondré la razón
y empezaré otra vez a morir.
SILVIO ALEJANDRO
CD MULTITUDES EN LA SILLA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
Tema A guitarra limpia
Luna y mar
Tiempo para creer
A María
A Graciela
El trovador de las hormigas
Tu canción
Dios, mi familia y yo
Cinco cervezas dobles
Largo domingo
A Cocola en sus natales (texto de José Martí)
Elvira Skourtis: guitarra (5, 6, 7, 10 y 11)
Silvia Pérez: clarinete (9 y 11)
Amanda Cepero: voz (3 y 5)
Yoriell Carmona: tres (2, 3, 8 y 11)
WILLIAM VIVANCO | BIOGRAFÍA
Sábado 25 de octubre de 2003 | Invitados: Ariel Díaz y Telmary
Obra plástica: Max D. C.
Dale pa’rriba, mijito
Detrás del ya tradicional placer de sentarnos en este patio, con sentido de pertenencia, a
escuchar a los más disímiles trovadores, está el quehacer callado y constante de los realiza-dores
de este espacio. Detrás de este instante en que William Vivanco sale a nuestra luz, con el
infaltable escudo de su gui-tarra, hay diez años de construcción de un discurso y de una manera
de proyectarlo, que aun sin haber llegado a su finalidad mayor, ya están dotados de singularidad
indispensable, que nos permiten reconocerlo como uno de los más importantes trovadores, entre
cuantos se dieron a conocer en los últimos años del siglo pasado.
Desde que aquella amiga de la familia le regaló una guitarra, voluptuosa como una fruta, hasta
estos días en que los tran-seúntes pueden insinuarle con malicia que él es el culpable de tal o
cual canción enredada en sus memorias, hay una vocación de abrirse a las músicas
multicentenarias de Santiago de Cuba, a las piedras certeras de los cantos de la Isla, como Bola
[Ignacio Villa], José Antonio Méndez y Silvio Rodríguez. Y una especial capacidad para
sentirse cada vez más suyo –de su país– mientras se alimenta de sones celtas, árabes, hindúes,
haitianos, jamaicanos...
Su voz es su voz, la que le vino dada, pero esa manera de uti-lizarla alternativamente como de
costumbre, y otras veces como un instrumento musical de posibilidades insospechables, le viene
de sus aprendizajes en el Coro Madrigalista y de su oído atento a los voceadores de las calles.
Las canciones de William, que con toda licitud hablan de él mismo, de su interpretación del
entorno palpable y espiritual, están resueltas líricamente a partir de una orgánica trenza del
habla popular y referencias de la cultura universal. Y a fuerza de ser auténticas, cualquiera de
ellas puede funcionar-nos como la metáfora del espejo.
William Vivanco sabe que a estas alturas no puede volverse atrás. Él es un trovador, ande con
la lira o con muchos otros instrumentos, y lo que más espera de sí, y lo que más esperamos
quienes hemos tenido la ganancia de conocerle, son las pró-ximas canciones, donde continúe
revelándose y revelándonos la energía mejor para el camino.
BLADIMIR ZAMORA CÉSPEDES
BIOGRAFÍA
Devorando los trillos
con poco tiempo a mi favor,
creyéndome elegido
como el primer explorador.
Hambriento como voy,
sediento como lirio,
pintándome horizontes de verdes y amarillos.
Será que me ha tocado a mí
o ya me veo diferente.
Será la forma de vivir iluminando un tiempo
fuerte.
Quiero contar a los demás
poniendo más o menos luz
otra manera de empinar
amor y cuerpo en multitud.
Hambriento como voy,
sediento como lirio,
sintiendo cada golpe como si fuera mío.
Devorando los trillos,
ya puedo ver a donde vamos
en un final mi desafío
como el canto y la libertad.
El miedo de los desvalidos,
sobre mi casa encontraré
la risa de los conocidos
y un gran deseo de volver.
WILLIAM VIVANCO
LÁZARO GARCÍA | CARTA DE PROVINCIA
Sábado 8 de noviembre de 2003 | Invitados: Trío Trovarroco, Vicente Feliú, Maureen
García, Pucho López, Pedro Bandera
Obra plástica: Jaime Prendes
Este es un disco «de Autor». Así, con mayúscula, porque Lázaro es uno de los creadores que ha
venido dejando sus huellas en la cancionística cubana desde los inicios del último tercio del
pasado siglo XX. Si se habla de Nueva Trova o Nueva Canción en Cuba, este entrañable
trovador (Guajiro, como le decimos los que lo conocemos hace… un tiempo), ocupa un lugar
im-prescindible.
Veo a veces la canción cubana como a un río que ha ido atravesando tanto la geografía como
la historia de nuestra nación. La trova original (la llamada tradicional), al abrir su cauce de
Oriente a Occidente, hizo germinar en el centro del país, en la zona de Sancti Spíritus y
Trinidad, importantes y originales frutos. Es también esa región central, incluyendo Villa Clara
y Cienfuegos, una de las más ricas del país en mú-sica y poesía campesinas, con sus puntos,
tonadas y una gran profusión de poetas repentistas, decimistas, excelentes y de una larga
tradición local en esas fuentes de sabiduría popular. De esas aguas ha estado bebiendo Lázaro,
desde su humilde cuna, y esto se hace notar hasta en sus composiciones más recientes.
Decimista él mismo, en cualquiera de sus temas, cualquiera que sea el género musical en que
se exprese –ya sea utilizando versos octosílabos, endecasílabos, alejandrinos, o permitién-dole a
la frase melódica trazar libremente las pautas–, es-cucharemos su voz de fino poeta, de riguroso
cultivador de las formas y de ingenioso rimador.
Sucede que este río tiene muchos y diversos afluentes. No todos provienen de manantiales en
nuestro propio suelo. De los nacidos aquí, Lázaro ha tomado también ciertas variantes del son y
las ha conjugado con patrones armónicos más cer-canos a la canción y a un bolero que, a fuerza
de extenderse, ha dejado de ser exclusivamente cubano. Y no hay que asom-brarse tampoco de
que las ricas estructuras melódicas del tango hayan calado su quehacer, sobre todo en sus
canciones más libres, en las que la tensión dramática del contenido sugiere esos códigos de
texto y música.
Lázaro tiene mucho que decirnos, y nos lo dice genuina-mente, sin ambages. Tiene, como
todo trovero, sus temas re-currentes, a los que vuelve y en los que se revuelve, buscando la
fuerza para mover la noria de la vida: el transcurrir (ine-vitable) del tiempo, las heridas sanadas
de un pasado visto sin rencor, las lecciones de los desamores, la duda filosófica, los sueños
compartidos y la esperanza depositada en la posibilidad de hacerlos reales. Y claro, él mismo lo
dice: «siempre será el amor» lo que esté al centro de su corriente, su cauce, su caudal. Creo que
«si de tanto soñarte» (o soñarte en general) uno se desborda e inunda –aunque sea un mínimo
valle– con poesía, sentimientos y músicas como los de Lázaro, puede estar seguro (no
conforme) de haber sido como un río, de esos que ayudan a calmar la sed de belleza y vida de la
gente.
NOEL NICOLA
Sara González habla sobre Lázaro García:
«En Lázaro se concentra toda la tradición de nuestra música trovadoresca con una gran frescura,
poesía, intensidad y rique-za enormes. Él es un gran poeta, además de un tremendo músico. Este
recital es una demostración de la calidad de las canciones de Lázaro en todas las épocas.
Empezó arriba y continúa manteniendo una calidad extraordinaria, además de ser una de las
mejores personas que he conocido. Lo respe-tamos y lo queremos todos los trovadores por su
calidad humana; es un ser extraordinario y me siento muy honrada de ser su amiga de los años y
de haber vivido muchas cosas lindas juntos. Hoy hemos disfrutado de una joya.»
CARTA DE PROVINCIA
Qué tal están, aquí me ven
pescando una canción,
meciéndole el sillón
a un tiempo que se fue.
Rompí el reloj
pues todo marcha igual.
El tren pasa puntual
solo que la estación
se está al caer.
No sé qué más pueda decir.
La vieja sigue bien,
mi tío y la mujer
se van a dividir,
y aquel señor
con úlcera se fue
buscando un aire que
le alivie su dolor.
Ah, dejé el café,
hay reunión emulación,
sanciones al ladrón,
sorbetos culturales.
Di de ti.
La Habana,
qué país,
lo quiero conocer,
pero qué hacer,
yo aquí paso la vida
entre sexo y comida.
Hay ron, buenas gentes
y un cálido ambiente
que me han hecho sentir,
aunque inédito y gris,
un viejo feliz.
LÁZARO GARCÍA
GENERACIÓN X: CONCIERTO POR EL QUINTO ANIVERSARIO
SAMUELL ÁGUILA, SILVIO ALEJANDRO, FERNANDO BÉCQUER, IHOSVANY
BERNAL, LEONARDO GARCÍA, ARIEL DÍAZ, DIEGO CANO, HEIDI IGUALADA,
NORGE BATISTA, INTI SANTANA, DÚO KARMA
Viernes 19 de diciembre de 2003
Obra plástica: Diana Balboa
Exposición fotográfica Otra trova, de Alain Gutiérrez
Generación X, dar fe a la esperanza
Hacía tiempo que no experimentaba la sensación de no saber qué escribir. El software que
empleo como lector de pantalla y que me permite trabajar con mi PC, el tan querido Jaws, con
su voz fría y sintetizada me informa que la misma está en blanco, en espera de que yo empiece a
teclear con la intención de tratar de transmitir o decir algo.
Hoy la tarde es un remanso y tanto se complace en sí misma que da la impresión de que se
hará perpetua. Se adivina que la noche también va a ser hermosa. Pero resulta que no debo
hablar de los encantos del tiempo, sino redactar algunas palabras de presentación al catálogo del
concierto organizado para festejar el quinto aniversario de A guitarra limpia. ¿Mas, qué expresar que no haya salido ya en el transcurso de las muchas páginas que he escrito en mi columna
«Los que soñamos por la oreja», de Juventud Rebelde, o desde El (querido) Caimán Barbudo, a
propósito de este espacio del Centro Pablo? ¿De qué manera no aburrir si repito ideas antes
dichas?
En medio de la dorada luz de esta tarde se me ocurre pensar que cuando casi todo el planeta
asocia a la música cubana única y exclusivamente con el fenómeno retro representado por el
Buenavista Social Club, considerando que en nuestro país el tiempo musical se detuvo en la
década de los cincuenta, un grupo de creadores apuesta por la diferencia.
El árbol de la cubanía crece desde sus raíces, pero para nada permanece estático en ellas,
porque como dice mi amigo Hum-berto Manduley, mirar atrás en demasía puede transformarnos en estatuas de sal.
La nueva hornada de músicos cubanos, a tono con ese prin-cipio rector, nos trae «un poco de
lo que hay y un poco de lo que hace falta».
Tal vez sería bueno apuntar que la premisa que ha vertebrado el presente concierto a la hora
de otorgarle nombre es que toda generación es más bien un contingente que agrupa a personas
que comparten una misma sensibilidad. Por eso, este recital no se restringe únicamente a la
cuestión etárea para la selección de los participantes, sino que incluye a otras fi-guras que, si
bien están desfasadas respecto a la edad prome-dio de los protagonistas de la función, tienen una
misma proyección ideoestética.
El ecumenismo por el que apuestan los cantores que se han de escuchar los lleva a no
interpretar sus propios temas, sino los de los demás, incluso los de algunos hermanos que ahora
están allende los mares. Porque la premisa que ha regido los preparativos del concierto
Generación X y de A guitarra limpia en general ha de verse como una idea rectora y no como
una hipótesis a demostrar o refutar: la canción cubana con-temporánea posee un sentido de
integridad como fenómeno sociocultural que trasciende las fronteras de lo estético mu-sical
propiamente dicho.
Es esta una propuesta ético-estética que no debe quedar ni oculta ni ahogada por los miles de
rumores y ecos que confun-dimos con las voces.
Las manecillas del reloj han continuado su inexorable avance. En este mismo instante, un
cantautor nacido en la mayor de las Antillas sueña en La Habana, Matanzas, Santa Clara, Las
Tunas, Madrid, Barcelona, el D.F. de México, New York o Miami con la preparación de un
disco o con su próximo concierto. Y es que por encima de las dificultades registradas para hacer
realidad los más caros anhelos, en los albores del tercer mile-nio muchos cubanos han
transmitido fe a la esperanza, a sa-biendas de que no se asciende a las estrellas por caminos
fáciles.
Así pues, les invito a adentrarse en los decires de un montón de socio(a)s y amigo(a)s con los
que he llorado en homenaje a la tristeza, padecido por algunos duendes escapados, vislum-brado
nuevos ángeles y partido a rescatar la risa. Son perso-nas que saben que están vivas porque la
duda los impulsa a arriesgarse, porque saben que conociendo el cielo les toca ha-bitar la tierra.
Con una mano alante y la otra en el bolsillo de atrás, estos músicos desandan esos parajes con
que tropiezan o se inven-tan; y son felices, porque tener, no tienen más que los apremios del
tiempo en su inexorable batalla contra uno, y no aspiran a más que al atrevimiento de vivir
como a quien le queda amor para otro viaje.
JOAQUÍN BORGES-TRIANA
5 años de A guitarra limpia: crear, compartir y recordar1
Por Estrella Díaz
Fueron muchos los empeños que se trenzaron para que la noche de la celebración, el pasado
viernes 19, resultara espe-cial: entrega del Premio Pablo a dos importantes y reconocidos
trovadores: Sara González y Vicente Feliú, la presentación de la Antología 2 de A guitarra
limpia, el cuaderno Memoria y Te doy una canción, antología de textos poéticos de la nueva
trova, así como la inauguración de la exposición fotográfica Otra trova, de Alain Gutiérrez.
Como es de imaginar, cada una de estas acciones entrañó en sí misma un esfuerzo y una
responsabilidad. El hecho de que Sara y Vicente fueran en esta ocasión los distinguidos con el
Premio Pablo es la forma que ha encontrado el Centro para decirles: gracias por tanta amistad,
solidaridad, amor, apoyo y entrega… y gracias, también, por ser, ambos, dos creadores que con
su obra han contribuido de manera indiscutible a con-solidar los valores esenciales de nuestra
cultura.
Te doy una canción –antología de textos poéticos de la nueva trova– es igualmente un
esfuerzo para que los interesados puedan contar con las letras de algunas de las canciones regaladas por los trovadores en las distintas presentaciones en el patio de Muralla 63. Este
esfuerzo resulta más sensible si se tiene en cuenta que en estos momentos en el país
prácticamente no existen publicaciones de este perfil.
Además del sonido y la palabra, en estos años de A guitarra limpia se ha ido acumulando un
sólido banco de imágenes que contribuyen a conformar la memoria visual de este espacio y de
sus creadores. A partir de su trabajo sostenido, solidario y fiel durante cuatro años en el espacio,
el joven fotorreportero Alain Gutiérrez reunió una aguda y hermosa selección de sus imágenes
en la exposición Otra trova.
El concierto contó con una escenografía de un tremen-do gusto realizada por Diana Balboa,
destacada pintora y grabadora. Igualmente, el sonido se destacó en esa noche de celebración.
Jaime Canfux y Juan Demósthene, a pesar de no contar con grandes recursos tecnológicos,
ayudaron a que Generación X tuviera un sello de calidad y claridad.
El video como recurso expresivo fue un protagonista más. A lo largo del concierto (de
alrededor de hora y media) y diseñado a manera de bloques, sobre la gran pared del patio se
fueron proyectando imágenes y entrevistas sobre la pequeña pero hermosa historia de A guitarra
limpia.
La producción estuvo a cargo de Marihué Fong y Yuslemi Escobar, mientras que la dirección
artística recayó en Samuell Águila e Ihosvany Bernal quienes, además de cantar, diseñaron el
concierto con la participación de Fernando Bécquer, Diego Cano, Ariel Díaz, Heidi Igualada,
Silvio Alejandro, Inti San-tana, el Dúo Karma, Norge Batista (Las Tunas) y Leonardo García
(Villa Clara).
Ellos intercambiaron entre sí canciones, y esa fue otra de las peculiaridades del espectáculo
que tuvo también un mo-mento de sorpresa y complicidad cuando, casi al final, fue sacado de
dentro de un estuche de guitarra (¡qué mejor guardián!) un ramo de flores dedicado con especial
cariño a María Santucho, coordinadora general del Centro Pablo, y quien al recibirlo solo atinó
a afirmar: «Ahora mismo le decía a Teresita: ¡esos son mis muchachos!»
Tuve mucho miedo hasta el final
Diego Cano (trovador)
«Me parece que es el mejor concierto que hemos logrado en conjunto, donde se ha trabajado
mucho, hemos tenido largos ensayos, se ha ensayado todo muy bien y estoy muy contento con
el resultado final. El Centro nos ha dado mucho apoyo: los espacios para ensayar el concierto
durante un mes, tres veces por semana, estoy muy contento. Tuve mucho miedo hasta el final
porque no es lo mismo cantar tus canciones a las que estás acostumbrado. A mí me gusta
versionar, pero asumir un concierto y cantar una serie de canciones que no son tuyas y donde
todo el mundo canta lo que no es de uno, es algo diferente. No es incómodo, pero te sientes algo
inseguro porque no son tus temas.»
Tomar las cosas en firme
Inti Santana (trovador)
«Generación X ha sido un concierto muy lindo donde se can-taron canciones que apelan a la
nostalgia de los noventa en que muchos de nosotros aún no teníamos canciones y otros, aunque
jovencitos, sí. Por lo general son canciones que nos transportan a los tiempos en que estábamos
en los parques y descargábamos y todo era como menos serio.
»A guitarra limpia es el espacio que nos ha catalizado y obligado a ser más profesionales, más
serios en el trabajo, es el lugar que, aunque no quieras, te obliga a tomar las cosas en firme, a
ensayar más, a no dejar las cosas en una descarga.
»Lo que no se debe es confundir y pensar que Generación X es un grupo de trovadores que se
están autotitulando así. Si en algún momento alguno de nosotros llega a ser parte de una
generación, llegamos a constituirnos en una generación, debería llamarse algo así como la
Generación Centro Pablo.»
CD GENERACIÓN X
1.
Tema A guitarra limpia
2.
Homenaje (Alejandro Bernabeu) - Diego Cano
3.
Tema del ángel (Juan Carlos Pérez) - Heidi Igualada
4.
Sin frases mayores (Rita del Prado) - Ariel Díaz
5.
Ena Lucía (Erick Sánchez) - Silvio Alejandro
6.
Sueños raros (Lázara Ribadavia) - Inti Santana, Fer-nando Bécquer, Norge Batista y
Dúo Karma
7.
El patio (Rolando Berrío) - Leonardo García
8.
Ojos de pradera (Diego Cano) - Inti Santana y Diego Cano
9.
Canción triste para un corazón (Silvio Alejandro) - Ariel Díaz
10. Letanía (Julio Hernández) - Inti Santana, Dúo Karma, Ihosvany Bernal
11. Alicia (Ariel Díaz) - Ihosvany Bernal
12. Será (Samuell Águila) - Fernando Bécquer
13. Proceso del trovador (Fernando Bécquer) - Samuell Águila
14. Danza (Heidi Igualada) - Norge Batista
15. Tarado (Karel García) - Diego Cano, Fernando Bécquer, Silvio Alejandro, Samuell
Águila y Ariel Díaz
16. Réquiem por la soledad (Norge Batista) - Ihosvany Ber-nal y Heidi Igualada
17. Déjame (Ihosvany Bernal) - Silvio Alejandro, Ariel Díaz, Diego Cano y Samuell Águila
18. Días corriendo (Leonardo García) - Ariel Díaz, Norge Batista, Inti Santana, Dúo Karma
y Leonardo García
19. Pasamos temporales (Samuell Águila) - Ihosvany Ber-nal, Diego Cano, Ariel Díaz y
Samuell Águila
VI AÑO
EL TALENTO, LA HUMILDAD Y LA TERNURA
«Le debo una canción a lo imposible,
a la mujer, a la estrella, al sueño que nos lanza:
le debo una canción indescriptible
como una vela inflamada en vientos de esperanza.»
(Testamento,
Silvio Rodríguez, 1975)
NORGE BATISTA | COLGADO EN LA PARED
Sábado 31 de enero de 2004 | Invitados: Yunior Ponce, Ernesto Díaz, Eugenio Yoel
Pérez, Antonio Borrego
Dedicado al aniversario de la Emisora Habana Radio de la Oficina del Historiador de la
Ciudad
Obra plástica: Wilber Ortega
En estos tiempos que corren, donde los aplausos inmerecidos desvían la canción hacia los
caminos de la banalidad, es muy difícil hacerse llamar cantor. Significa erguirse ante quienes
intentan imponer el espejismo de validar lo mediocre como cultura. Y uno de esos paladines,
por derecho propio, es Norge Batista.
Marcado por huellas de entre lo mejor de la Nueva Trova, como las de Silvio, Vicente y Pedro
Luis, en Norge encontramos la voz precisa para sus humanizados textos que interpreta a la
guitarra. Si en ocasiones se nos muestra dueño de una aguda perspectiva filosófica, mientras que
en otras es indetenible el aliento criollo que brota de su canto, las interioridades del amor nos las
entrega desde la estatura estética que conmueve por el espigado vuelo poético de sus canciones.
A menudo, cual Odiseos contemporáneos, cerramos los oídos para no contaminar nuestro
espíritu con tanta pobreza de crea-tividad. Por tal motivo, un día como hoy, es el momento apropiado para los que gustan de disfrutar del canto que viene desde dentro, como el de Norge
Batista. Es el encuentro con un arte donde, canción tras canción, se rasga el pecho, como
invitándonos a buscarlo adentro.
GUILLE VILAR
COLGADO EN LA PARED
Para Rosi y Guillermo Vidal
Estoy en blanco y negro como en fotos del cuarenta.
Estoy como Silvio sin canciones y soy tu fantasma.
Y la puerta está dolida donde no ha golpeado el mundo.
Donde no ha golpeado el mundo.
Estoy como Guillermo Tell y aquel dilema
de la manzana en la cabeza.
Estoy tan distante sin amaneceres, sin certezas.
Y la puerta sigue amarga
donde no ha besado el mundo.
Donde no ha gritado el mundo.
Que estoy como colgado en la pared,
me falta luz, me amargan las fronteras.
Que estoy tan oscuro ya sin ti,
invierno y no primavera.
Que estoy como colgado en la pared,
me faltan Dios, el cielo y la escalera.
Que no cambio mi «aldea» por París,
Calle Colón, siempre que se pueda.
Calle Colón, siempre que me quieras tú.
Estoy como aquel nieto del pirata y canto pedradas al espejo.
Sigo tan sin nadie y no me salva el saxofón del cielo.
Y la puerta sigue amarga donde no ha besado el mundo.
Donde no ha besado el mundo.
Estoy en blanco y negro como en fotos del cuarenta.
Estoy como Silvio sin canciones y soy tu fantasma.
Y la puerta está dolida donde no ha golpeado el mundo.
Donde no ha gritado el mundo.
NORGE BATISTA
ISABEL PARRA Y ANTAR | NI TODA LA TIERRA ENTERA
Lunes 16 de febrero de 2004 | Invitados: Ariel Díaz, Samuell Águila, Amanda Cepero
Ni toda la tierra entera alcanzaría para albergar la poesía, el amor y la imaginación que la
familia Parra ha traído, a lo largo de los años, para nosotros.
Por eso el Centro Pablo recibe a Isabel con estas banderolas desplegadas, las de la música y
las de la ternura, para que ella y Antar y los trovadores cubanos que la acompañarán en este
concierto de maravilla sientan, en estos días habaneros, la magia de este patio de la calle
Muralla que hoy crece con ellos y con sus canciones.
Detrás, en lo alto, en lo hondo, en todas partes están, sin dudas, la voz y las imágenes de la
Violeta, que vino al mundo a contar cosas hermosas y tristes y tremendas, y que sufrió y gozó
en toda la tierra entera, y nos dejó crónica y cuento de todo aquello para que siempre volvamos,
si es posible, con ella, a los 17, a dar gracias a la vida con su gama impresionante de dolores y
colores, de certezas e interrogaciones, de descubrimientos y alegrías.
Isabel nos repartirá esta tarde una alegría mayor entre no-sotros. La de escucharla, entre
yagrumas y guitarras, en un concierto que viene traído de la mano por la amistad, el cariño entre
pueblos y gentes, la memoria.
Ni toda la tierra entera alcanzará en esta tarde de La Habana para decirle a Isabel cuánto nos
ha ayudado a vivir la Violeta con sus canciones, los Parra con su imaginería popular. Por eso le
entregamos este inventario del cariño que ahora toma forma de concierto, este patio amoroso
para que vivan en él, otra vez, y siempre, la canción que nos une y nos hace, a veces, un tilín
mejores.
VÍCTOR CASAUS
NI TODA LA TIERRA ENTERA
Ni toda la tierra entera
será un poco de mi tierra.
Donde quiera que me encuentre
siempre seré pasajera.
Mi trabajo cotidiano,
mis estrellas, mis ventanas,
se convirtieron cenizas
de la noche a la mañana.
Puedo hablar, puedo reír
y hasta me pongo a cantar,
pero mis ojos no pueden
tanta lágrima guardar.
A pesar de lo que digan
no me olvido compañero
de que el pan que me alimenta
siempre será pan ajeno.
Quisiera estar en mi puerta
esperándote llegar,
todo quedó allá en Santiago
mi comienzo y mi final.
Si me quedara siquiera
el don de pedir un sí
elegiría la gloria
de volver a mi país.
ISABEL PARRA
ALBERTO TOSCA | TODA LA POESÍA
Sábado 27 de marzo de 2004 | Invitado: Axel Tosca Laugart
Obra plástica: Eduardo Expósito
Confieso que cuando recibí la solicitud de mi fraterno maestro Alberto Tosca de escribir unas
palabras para su concierto, el nombre del mismo me asustó un poco: Toda la poesía.
La poesía, entendida como el arte de escribir versos, tiene tantas definiciones –quizás– como
tantas maneras de asumirlas tiene el hombre, pero, para la ocasión, se trata de un concierto de la
obra resumida de un trovador con 25 años de trabajo y que ha sabido mantener un estilo (hasta
una forma de vida) sin cambios, sin traiciones, sin engaños.
Sencillo como los buenos, la obra musical del maestro Tosca ha transcurrido en un continuo
acercamiento a las cosas esen-ciales, sus cosas esenciales: el amor, la tierra, las nostalgias
hogareñas y del barrio, todo el barrio…, conformando una poé-tica musical donde el son, las
trovadas más puras y el danzón se confunden y germinan en una música única dentro de su
generación. No olvida tampoco en su discurso musical la forma auténtica del sucu suco pinero,
forma en la cual compuso su tema musical más conocido: «Sembrando para ti».
Quizás muchos no sepan que el maestro Tosca escribe poesía, una poesía en sabia
retroalimentación con la vital obra de José Martí, sus tintes de César Vallejo, de [Roberto]
Fernández Re-tamar, de Vicente Huidobro, de los cantos afrocubanos que aprehendió en su
niñez de niño negro y del Cerro. Pero el maes-tro Tosca pinta también, digo mejor, dibuja unos
soberbios calderos propios de la santería, con unos trazos claros, como develando los trozos de
la memoria infantil y que ya de hombre, con tanto de niño alegre y risueño, lo abrazan al Orula
revelador de sus altares.
Lo común de la poesía es el verso. Lo común de la música son las notas musicales. Lo común
de la pintura –a grandes rasgos– es el trazo en el lienzo. Revelar todo eso, tras 25 años de
trabajo, puede resultar para muchos un reto inmenso; no para el maestro Tosca, inmerso e
intenso en su obra, ciento por ciento cubana.
Por lo que de él conozco, por lo que nos presenta en su concierto, después del susto inicial…
Sí, Toda la poesía.
EL GORDO FARIÑAS
PARIA
Báñate en la sal de caracoles
que reviste con tus soles
cristalinos, peregrinos,
con labios de azul marino.
Calca una sonrisa con la nube
y el cristal, miel vitral,
no haces mal, corre a amar
tu lugar frente al mar.
Paria,
no estrujes más tus noches,
olvida los derroches,
la guitarra fue a parir.
Paria,
se inflama cada vena,
olvida ya las penas
que el sol sabio las mató.
Trágate un pedazo de sol fresco,
corre al huerto, siembra un gesto
de cristal medio azuloso,
no duermas en el reposo.
Móntate desnudo sobre el cuerpo,
limpio y fresco, de palomas
que abandonas en el aire
por si no te quiere nadie.
Paria,
desbroza el horizonte,
el cielo sobre el monte,
la alborada va detrás.
Paria,
agárrate a las nubes,
observa como sube
tu arcoiris de cristal.
¡Paria!
ALBERTO TOSCA
CD PARIA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Tema A guitarra limpia
Presentación de Víctor Casaus
Paria
Mentira que estoy loco
Jinetera II
Nostalgia infantil
Bendita
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
Guateque
Protesta si te tocan
América
Poema prosaico para ti
Lennon, ella y yo
Fe
Barrio chino (poema)
Vanesa
La mulata
Sembrando para ti
EDUARDO SOSA | PASADO LOS TREINTA
Sábado 24 de abril de 2004 | Invitado: Raúl El Chino Verdecia (guitarra)
Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco)
Hace más de treinta años Eduardo Sosa nació entre el canto de los sinsontes y las otras músicas
que mecen la vida en medio del monte. Se alejó de su primera casa silbando por el trillo, cuando
todavía no podían saber, ni su corazón ni los demás, que no iba a tener más remedio que hacerse
cantor.
Hacer estudios convencionales y útiles, jugar a la pelota o al dominó oriental, de veintiocho
fichas, pudieron a lo largo de su adolescencia y principio de su juventud tomarle un tiem-po,
pero sin lugar a dudas la música progresivamente se le fue convirtiendo en la mayor obsesión. Y
la guitarra, en otra extremidad del cuerpo.
Se miró en el espejo de las canciones de otros, que de alguna manera siempre cuentan de
manera incompleta la historia de los desconocidos, por lo cual un buen día se asombró cantando su propia trayectoria. Aún sin un estilo propio claro, sino bebiendo con humildad de la trova
cubana, del jazz, de los ritmos de Brasil...
En su corto y fecundo tiempo de soñador entregado a la mú-sica, merced a su voz de potencia
y cariño ilimitados, y a su buen olfato para apoderarse de las referencias precisas, se ha hecho
ya de una manera singular de decir la canción y de tocar su guitarra. Su trabajo es una prueba
gozosa de la posibilidad de tener siempre apretadas entre la carne y los huesos las más viejas
raíces de lo que somos y también buscar en los cuatro puntos cardinales los sonidos auténticos y
afines con nuestra sensibilidad.
Gracias al interés de Sosa por llegar a todos los rincones posibles de la música y, muy
especialmente, en los ritmos de su isla, uno puede escucharle una ostensible canción de amor,
un son entero, como nacido en lo alto de la sierra, una guaracha amasada con la picardía del
guajiro que sabe escaparse por las calles de la ciudad y composiciones en las cuales él va
probando bocaditos de geografías lejanas, que sin embargo saben entrar muy hondo en el
corazón.
Pasado los treinta, Eduardo Sosa ha conocido fantasmas y misterios, pero se sigue
arriesgando por las calles estrechas, plantando su sencilla bandera de hombre común, aunque
sea tiempo de temporal. Mordido ya en el costado por la muerte de las gentes queridas, sabe que
ella algún día volverá por él, sin embargo se empeña cada día en comenzar, agarrado de una
inconmensurable confianza en el amor.
BLADIMIR ZAMORA CÉSPEDES
PASADO LOS TREINTA
Pasado los treinta sopla el viento
y creo que aún es tiempo de desafiar al reloj,
de descubrir misterios y tener alguno de ellos,
de no perder el centro y mejorar lo que pasó.
Pasado los treinta quisiera andar
sin mirar a los lados ni sentir algún temor.
Iluso yo que tanto me lo advierto, iluso yo.
Pasado los treinta sigue la inconformidad taladrando
y me empeño cada día en comenzar.
Las calles más estrechas aún me llaman la atención
más cerca las paredes, desafío mayor.
Pasado los treinta prefiero no encontrar,
mejor es ir tallando paso a paso la razón,
lo blanco o lo negro ya tuvieron su momento
y hay mucho más color.
Y sueño tanto y duermo menos que
hace un tiempo atrás.
Me nacen alas en tu cielo.
Le doy cartas a Dios siempre y cuando
mis dos manos
también deciden en el juego.
Abro igual los brazos,
la muerte sé que espera un día enamorarme
no hay remedio y mientras tanto…
Voy respirando la impaciencia de lo que vendrá,
planeando hallarte en cada tregua del camino,
izando velas aunque corra algún mal viento
para quedarme aquí en mi nido.
Pasado los treinta creo en la diferencia
y solo en el amor me fío.
Pasado los treinta la pena y la desilusión
ya hicieron daño y más de un trato conmigo.
Me enseñaron a caminar sin bastón,
me dejaron duendes, fantasmas y algún amigo,
pero mal o bien ya no temo arriesgar
y sé que un buen motivo atrae siempre el rumor,
desvisto ahora mis planes cuando salen a volar
y sigo evitando el desamor.
EDUARDO SOSA
CD PASADO LOS TREINTA
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
Tema A guitarra limpia
Retoño del monte
El son de Contramaestre
¿Tú qué esperas?
Dormida sobre el piano
Se están amando
Breve canción de marzo
Tan llena de tristeza
Más que hoy
Claudia vendrá
Era miel
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
Spinetta me regaló un gato
Intento de bolero
No saques cuenta
Yo te encontré
Santa María de las canciones
Pasado los treinta
Santiaguera dime que sí
Texto a Martí
Todos los temas son de Eduardo Sosa excepto 5, 9, 14, 15 y 16, compuestos por Eduardo Sosa
con Rogelio Ramos
KAREL GARCÍA | HAMBRE DE QUIMERAS
Sábado 22 de mayo de 2004 | Invitados: Vicente Feliú, Silvio Alejandro, Sergio Gómez
Obra plástica: Michel Mirabal
A Karel García lo conocí una tarde de mil novecientos ochenta y tantos, simultáneamente con
otros dos colegas suyos, Carlos Lage e Yhosvani Palma. Se aparecieron en mi departamento de
Alamar, Zona 19, con algo en las manos que recordaba una guitarra. Me preguntaron si yo era
Vicente Feliú, y al respon-derles que sí, me dijeron: queremos ser trovadores. A esta hora, con
ese recado, pensé yo, pero abrí la puerta porque no es de buen gusto dejar a nadie plantado en el
umbral. Solo les hice una pregunta: ¿saben qué es un trovador? Al verlos titubear, les hablé de
«La Bayamesa», de Castillo, Céspedes y Fornaris; de Sindo Garay; de Joe Hill, Benjo Cruz,
Jorge Salerno y Víctor Jara, trovadores que murieron en defensa de su canto, que es a fin de
cuentas defender sus ideas. Solo cuando me afirmaron que estaban dispuestos a jugarse el
pellejo y la tranquilidad por llevar adelante lo que dijeran sus canciones, empezamos a trabajar.
El único que en aquel entonces no había compuesto nada suyo era Karel, aunque tenía manos
grandes, dedos largos y una especial agilidad para tocar las canciones más difíciles. Era un fan
de Silvio (lo sigue siendo, felizmente) y tocaba mu-chísimas de sus canciones, aun aquellas que
ni Silvio recor-daba. Terrible aquella tarde cuando llegó y nos cantó su tema primogénito,
«Todavía no», una canción completamente ma-dura, compleja en su armonía sencilla, con un
texto que de-finitivamente alertaba que no venía por caminos trillados ni con intelectualismos
romanticones, revelando cierta angustia filosófica sobre la muerte y sobre el caos que venía
anunciando la caída del socialismo en Europa del Este. Con lo que cuesta arrancar en este oficio
de trovar y lograr una cierta decencia en las canciones, especialmente después de una
decantación a partir de las primeras, me parecía casi injusto que este flaco desgarbado
y jovenzuelo lograra hacer una primera canción de ese calibre (recordé «Tú, mi desengaño», la
primera canción de Pablo Milanés). Lo peor es que de ahí en adelante no bajó su nivel, sino que
lo fue acrecentando, inventando constan-temente maneras de decir, con la misma capacidad de
asombro y algo menos de ingenuidad.
De manera natural, en algún momento de los años noven-ta se unieron en un curioso dúo
Karel y Carlos. Dúo, porque además de ser dos hacían cosas muy interesantes entre las guitarras
y las voces. Curioso, aunque no tanto, porque cada cual siguió su curso creador, y fueron
complementando sus personalidades creativas sin llegar nunca a parecerse el uno al otro, algo
realmente encomiable, y ocurrente solo cuando hay talento para regalar. De aquella experiencia
quedaron un par de trabajos memorables, «La balada del hipopótamo» y «Souvenires de
futuro».
El dúo ya no está más, y de un tiempo a acá ambos andan presentándose por separado, aunque
en alguna que otra oca-sión se juntan para recordar.
Karel está estrenándose en solitario, y por primera vez en el ya legendario Centro Pablo.
Alguna que otra canción suya se ha escuchado en este patio, porque los de su generación lo
recuerdan como uno de los que ha ido dejando huella.
Bienvenido, pues, Karel, a tu concierto, y bienaventurados los que nos encontremos con sus
canciones esta tarde.
VICENTE FELIÚ
MI OTRO HEMISFERIO
Dejadas de alcanzar, que no es lo mismo
que inalcanzables, quedaron tus manos,
agua de las más débiles locuras,
menudas aprendices de tirano.
Dejado de alcanzar, que no es lo mismo
que inalcanzable, se me da tu mundo
con tu pequeño todo y tu recato,
con lo casi infantil de tu desnudo.
Y es que mi sombra y yo vamos vena con vena
abriendo tu silencio cadena por cadena
y poro a poro caen tus quejas a mis manos,
mi sangre a tus caderas que pasan por lo humano
de mi mirada y quedan.
Dejadas de alcanzar, que no es lo mismo
que inalcanzables, como en la penumbra,
como el tierno sollozo de algún niño
que parte en dos el cuerpo que lo alumbra.
Y es que mi sombra y yo vamos vena con vena
abriendo tu silencio cadena por cadena
y poro a poro caen tus quejas a mis manos,
mi sangre a tus caderas que pasan por lo humano
de mi mirada y quedan.
Dejadas de alcanzar, que no es lo mismo
que inalcanzables, como algún misterio
que como tal no trae final ni inicio
porque eres para mí
mi otro hemisferio.
KAREL GARCÍA
ROLANDO (ROLY) BERRÍO | DE MIRAR
Sábado 29 de mayo de 2004
Obras plásticas: Grupo Camaleón
Roly Berrío comenzó a escucharse a principios de los años noventa en descargas que armaba en
parques y otras orillas de la ciudad de Santa Clara; luego pudo compartir pequeños mo-mentos
en las populosas peñas que entonces presidían por aquí Amaury Gutiérrez, Julio Fowler y
Carlos Trova Gutiérrez. Cuando esta generación se marchó hacia zonas más al occiden-te de la
Isla, encantada por otros aires prometedores, Roly se vio de pronto con la responsabilidad de
mantener el movimiento trovadoresco en la ciudad.
De Amaury aprendió a disponer mejor su sensibilidad sobre las cuerdas y a colocar la voz de
acuerdo a sus posibilidades; también esa frescura para abordar la escena e imponer sus propias
creaciones.
Luego conoció a Levis Aliaga y Raúl Cabrera, condiscípulos en el Instituto Superior
Pedagógico Félix Varela de Villa Clara, y el día 14 de febrero de 1992, como un acto de amor,
nacería el trío Enserie.
El trío se convirtió de súbito en una especie de fenómeno debido a la novedad de la propuesta,
posibilitada por la ca-pacidad autoral de los tres, la osadía vocal, textos de gran originalidad y
diversidad genéricas. Pero Roly despuntaba siempre.
Desde los días del trío y hasta hoy en solitario, Roly se ha convertido en uno de los más
prolíferos y auténticos compositores de nuestro país. Puede ir fácilmente desde los elementos
del son, pasando por la pura guaracha, llegar con recursos afro y concluir en una hibridez sui
géneris y cubanísima: «Yerba para el dragón», «Cupido tacaño», «Habichuela», «El cumpleaños
de Cristina Lom-bana», «Y si tú me das un beso» o «El decano se llevó a mi jevita», son de la
mejor prueba, vertiente esta que en los últimos tiempos ha devenido una suerte de trova bufa de
altos quilates. Ñico Saquito, Miguel Matamoros y Pedro Luis Ferrer están entre las pautas
referenciales más notables en su obra.
Pero otra faceta sumamente sólida de su creación, y quizás la menos advertida, es la
composición filinera. Este trovador es sin duda un revitalizador y continuador genuino de la
compo-sición reflexiva de corte existencial amorosa; hermosos y pro-fundos textos con bien
pensadas armonías así lo atestiguan. ¿Qué son si no «Corazón de fantasma», «En el agujero de
un sombrero verde», «Olor», «¿Toca morir?» y «De mirar»? Este último es tal vez uno de los
más bellos textos de amor compuesto en los últimos años.
A Roly le urge un «piquete» para él solo. Sus últimas presen-taciones con músicos prestados
así lo prueban. Sus pre-sentaciones adquieren cada vez una mayor y más atrevida dramaturgia
musical de gran poder comunicativo donde con-fluyen todos sus derroteros autorales dignos «de
mirar» ya con otros destaques y otras atenciones.
Hoy Roly viene a exponerse a guitarra limpia, confiemos en que no solo no desmienta su
historia, sino que demuestre cuánto la ha enriquecido y por qué pasos anda su suerte.
ALEXIS CASTAÑEDA PÉREZ DE ALEJO
Nota:
La responsabilidad de abrir el concierto recayó en el trovador Carlos Lage, afincado en
España, quien compartió algunos temas con el público de A guitarra limpia. Al presentarlo, el
poeta y cineasta Víctor Casaus recordó que formó con Karel García, en la década de los
noventa, un dúo memorable.
DE MIRAR
De mirar
por las hendijas al amor
sostengo un ave sin gorjear,
tropel de anhelos sin libar
las flores bordadas.
De buscar
yerro en abismo de pasión,
mi ansiedad pétalo de afán
con torpe y vaga sensación
de lo que ha de hallar.
Viajo con mi mitad.
Trasiego de embrujo,
miel fluvial entre los hombres,
henchido de suerte, inmensidad
por los amparos.
Recibo de peces con usual
risa empinando lo vital
cuando olvido que soy
mi ingrata mitad.
De encontrar,
jamás le llego a la ilusión,
esa goleta se me va
entre lagunas al tener
y lagunas al dar.
Hoy querré al que soy
sin saber quién me adivinó
que anidará el meridional
de mi corazón.
Hoy querré mi canción
sin saber quién la adivinó,
amo al andar dulce y mordaz
de mi aparición.
ROLANDO BERRÍO
ÁNGEL QUINTERO | SOY UN PAISANO
Sábado 24 de julio de 2004 | Invitados: Marta Campos, Rodolfo Valdés Terry, Agustín
Muñoz
Concierto dedicado a la Brigada Juan Rius Rivera de Puerto Rico. Homenaje a Carlos
Muñiz Varela y Pablo Soto Carriat
Obra plástica: Diana Balboa
Ángel Quintero fue un claro integrante de la tercera pro-moción de la Nueva Trova, aparecida
ya después del sur-gimiento del Movimiento, unos años después de que Pablo, Silvio y Noel
habían establecido las piedras miliares de ese fenómeno musical.
Soy un paisano está apoyándose en el disco Con cierto Angelito, que su autor grabó
recientemente en el Museo de Bellas Artes. Tenemos aquí un grupo de nuevas canciones; temas
perfectamente conocidos como «Solamente una ven-tana», que sirvió de presentación, hace
años, a una serie de televisión, con la interpretación del grupo Moncada. Final-mente, incluye
un homenaje a Alfredo Carol, verdadero meteoro de la Nueva Trova, desaparecido en plena
juven-tud después de haber dejado un grupo de canciones inol-vidables.
Luego aparece incluso alguna pieza paradigmática de nuestra música popular, como es el caso
de «La negra Tomasa» –mucha gente la conoce como «Bilongo»–, una de esas guarachas
inolvidables de nuestra tradición.
Va a tener, quien escuche estos temas, la calidad a la que la música de Angelito nos tiene
acostumbrados, la ingeniosidad y el carácter incisivo de sus textos.
Pero, sobre todo, siento en la más reciente música de Ángel una voluntad por asumir la plena
tradición de la música popular cubana: el bolero, el son en sus múltiples variantes, la guaracha.
Y todo ello, sin renunciar a los definitivos ha-llazgos que la Nueva Trova trajo a la música del
país. No puedo más ni menos que desearles el disfrute de estas canciones.
GUILLERMO RODRÍGUEZ RIVERA
SOY UN PAISANO
Soy un paisano navegando a vela
los siete mares de mi vida entera,
un cubanito con su guayabera
que entiende el mundo a su manera.
Hablemos del buen dinero,
del alma y del corazón.
¿Yo? No sé qué está primero,
pero creo en el amor
pues pagué por la sonrisa
y compré la soledad,
y centavo por centavo
sacié mi curiosidad.
Hablemos si no te asusta
también de la libertad.
Si hay un ciego que la busca
seguro la encontrará.
No me preguntes, Dios mío,
que yo ya me la gané
comenzando por lo mío
que es lo humano que salvé.
Paisano de la balanza,
paisano del colibrí,
yo no sé por qué te escondes
si hace rato que te vi.
Paisano de la mentira,
paisano de la verdad,
o te pasas de este lado
o te quedas donde estás.
Soy un paisano navegando a vela
los siete mares de mi vida entera,
un cubanito con su guayabera
que entiende el mundo a su manera.
ÁNGEL QUINTERO
CD SOY UN PAISANO
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Tema A guitarra limpia
Pitágoras
La idea
Paisano
Bolero
El Panga
Solamente una ventana
Fábula de los dedos
Sol y luna (por Marta Campos)
Tus ojos
Identidad
Heraldos negros
Canción a mi hijo
Al paso
Francisco emigrante
Verde con pinchito
YAMIRA DÍAZ | ANTES DE LA NOCHE
Sábado 25 de septiembre de 2004 | Invitados: Silvino Corveas (gui-tarra), Betty Ordaz
(flauta, coros), Michel Ledesma (tres, coros), Eduardo Morera (guitarra), Wilber García
(bongó, cajón, machete), Boris Miguel (clave, pandero, coros), Yamila Piedra
Obra plástica: Néstor Montes de Oca
Presentación de la Revista Sexología y Sociedad, con obras de artistas cubanos
Cuenta una leyenda que a las doce de la noche una incierta princesa debía abandonar el baile y
escapar a la rutina y al olvido de Cenicienta. Luego, vendría el final feliz, pero debía regresar
justo antes de la medianoche. Yamira Díaz no cree en leyendas ni en otro príncipe que su propio
talento y en el hada madrina que es su guitarra, vieja compañera de causa desde los convulsos
años noventa.
Antes de la noche invita a compartir todos sus delirios, sus viejas y nuevas criaturas, y verla
atrapar esos gestos impres-cindibles del trovador, cuando acaricie –en la guitarra una y otra
vez– los demonios que han estado creciéndole en la voz y en los razonamientos que arman sus
canciones a través de un trata-miento siempre fabular, fundado en un sobrio trabajo armónico.
Así va tejiendo y destejiendo cuantos deseos y contradicciones se agolpan en la Cuba de ahora
mismo..., y también canta Yamira a la Cuba que viene: desde sus nanas hasta sus más complejas
propuestas cancionísticas, apuesta por extrañas fusiones y por esa palabra transparente que su
tranquila música vuelve lumino-sa, certera y aguda a un mismo tiempo.
En una travesía que va desde el punto cubano al blues, del meneo al desgarrón, de lo irónico a
lo tierno, desde la crónica del barrio hasta la conversación con las estrellas, asistiremos al
milagro desnudo de una canción que ha venido madurando a pesar de la distancia con que los
medios de difusión y otras inoportunas mediaciones nos alejan de la obra musical de Yamira
Díaz, a quien ni siquiera los ciclones logran arrancar de Pinar del Río, ciudad a la que critica y
ama; es decir, canta, y donde ha ganado reconocimiento y sincera reconciliación con su
condición de trovadora, compositora, cantante y mujer-ciclón de categoría 5 en la escala del
corazón.
Nada de Cenicientas, ni de chistes malsanos y machistas, quienes la escuchemos antes de la
noche comprobaremos que esta persistente mujer no necesita de zapatos de cristal para
conquistar ese reino natural de las canciones que permanecen, a contracorriente, iluminándonos
tanta oscuridad cotidiana.
ROBERTO ZURBANO
ANTES DE LA NOCHE
Mira esa luz en el horizonte
cómo pone en ti todos sus colores,
déjala caer, cual lluvia que pone
un poco de paz antes de la noche.
Si luego se irá más allá del mar
a buscar secretos de la claridad.
Mira esa luz en el horizonte
cómo pone en ti todos sus colores,
es como una voz, alguien que responde
nadie sabe quién, nadie sabe dónde.
Y luego se irá más allá del mar
dejándonos solos en la oscuridad.
Siempre se va más allá del mar
dejándome sola en la oscuridad.
Mira esa luz en el horizonte
cómo pone en ti todos sus colores.
YAMIRA DÍAZ
CD ANTES DE LA NOCHE
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Tema A guitarra limpia
Allá en la ventana
Guajira con intención
Selliet
Peregrinas
Tú no sabes querer
Alicia pequeña
Yo espero
La comedia silente
Solo mi alma
Ahí nos vemos
Dos bajo el farol
Canto para ti
Mirarnos
Antes de la noche
Nana del bufón
Mi pueblo y yo
DÚO KARMA | VOZ DE LAS AGUAS
Sábado 30 de octubre de 2004
Obra plástica: Alicia Leal
Dos son las historias que refieren con mayor certeza el mito del artista y sus implicaciones. La
más conocida, pero a la vez más cutánea, describe el arrobamiento acrítico de los espec-tadores
ante el hechizo de la melodía del flautista de Hamelín: multitudes que se guardan el cerebro y la
voluntad en las des-pensas de sus casas y salen a perseguir intangibles vibra-ciones de artesanos
que tras el aplauso fácil han vendido su buena fe. Y aunque hoy día nos llueven flautistas más o
menos escrupulosos, como una realidad que hay que asumir y ya, prefiero reivindicar el
aborrecido papel del Rey Midas. Lo unen al destino del creador dos circunstancias: la
imposibilidad de evitar el milagro, y el propio suceso del milagro: convertir cuanto roza en una
naturaleza otra, tránsito de cuerpo a poesía.
Los creadores que nos ocupan hoy gozan o padecen ese destino del Rey Midas, enfermos del
bien que consiste en pensar y sentir su ya de por sí doble realidad hasta las últimas
consecuencias: canciones escritas para sacudir el peso del rabioso crecimiento de cualquier
inquieta idea en el pecho. Sin embargo, nacida la poesía, la magia del milagro aquí se duplica,
se revierte: cuando los Karma tocan la poesía concurre el hechizo inverso, la tornan una realidad
alterna, cuya ma-terialidad asalta nuestros sentidos, ese espacio único que en definidas cuentas
compartimos con el mundo exterior.
Debo confesar entonces que escuchando el cálido y versátil timbre de la voz de Xóchitl y el
tenor agradable de Rodolfo (Fito) desde el personal acople de sus voces, la instrumen-tación,
discreta pero suficiente, que se apoya entrañablemente en la percusión al aludir ritmos con
regusto a Caribe y Bra-sil, he sentido sobre mi piel el perezoso goteo de un aguacero nocturno,
el frescor de los ojos de la noche que trae su brisa desde el mar, el oleaje que parece respirar
calmo, oscuridad, frío, temores de crecer despeñados, he sentido el olor a al-bahaca recién
cortada, el rumor de la savia al subir por las raíces.
Son canciones que lo mismo lo alzan a uno hacia el universo, los profundos espacios de lo
natural donde persiste el aire, la humedad, el frescor, la luz cantándonos tan lejos, que lo traen a
lo cotidiano.
Rozar nuestra frágil arquitectura con esa dual objetividad nacida de algo tan subjetivo como la
poesía es el noble delito con que me han entrampado: me distancian del mero hecho de ser un
espectador, me obligan a convertir la realidad que me ofrecen en una nueva vuelta de poesía que
se antoja debería ser la realidad que originó sus canciones.
Entro entonces a jugar junto a ellos con el riesgo de subvertir los límites de realidad y poesía,
aquí mismo, al breve alcance de mis manos. Ellos mismos pierden los límites entre el mundo
real y el resultado de sus improntas, cuando preguntan a sus personajes qué hacen en sus
canciones, a su vez, la casa que habitan: ese límite para ellos perdido (o vencido) logran desvanecerlo también para mí, mas no me siento entrampado, digo en cambio: vivan las escamas
que me nacen porque ahora que soy un pez respiro mejor en este sueño de tener los pies bien
afincados sobre la tierra.
No hay ingenuidad empero en estas canciones que parecen levitar entre lo tangible y lo
intangible: parten de un roce íntimo, por momentos amoroso y otras veces beligerante, entre
intelecto y emoción, pero siempre refundido hasta el punto de conseguirse una mixtura tan
natural como el cosmos que los convoca: nada áspero percibo en estos temas donde música y
texto engarzan como si estuviesen destinados una al otro desde el día mismo de la creación. En
el gesto de tocar la realidad para convertirla en poesía (o viceversa), dádiva del rey condenado,
se condensa un intenso trabajo, semanas, meses, años de ajustar cada inflexión, sufrir cada
timbre, verter cada palabra.
Nada hay más complejo que lo simple y Xóchitl junto a Fito, con conocimiento de causa,
están alcanzando lo esencial porque es el camino que les ha tocado caminar, el camino que no
han elegido pero que, no por difícil, dejarán de transitar, prestos a continuar entregándonos esos
milagros que les re-vientan los pechos como crisálidas de vida, herederos de la bendita
maldición de Midas.
ANDRÉS MIR
VOZ DE LAS AGUAS
En cada línea abierta
que deja el tiempo sobre tu rostro
canta la maravilla de lo vivido.
Porque la voz del anciano
es savia que sube por las raíces
para que nunca broten
frutos dormidos.
Voz de las aguas
ya no se me va del alma,
voz de las aguas no se va.
Hazme una historia
que deje caleidoscopios
mientras yo exista,
con toda la ternura de la mañana.
Que la ancestral bondad
de tus pies de bosque
siempre retorne
con ese olor de albahaca recién cortada.
Voz de las aguas. . .
LETRA: XÓCHITL GALÁN
MÚSICA: RODOLFO HERNÁNDEZ Y XÓCHITL GALÁN
CD VOZ DE LAS AGUAS
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Tema A guitarra limpia
Para no sentir la sed
Lo casual
El sueño
Tierra fértil
Como un árbol
La añoranza
Aguacero nocturno
Niño pantera
Al cantor
Samba sepia
Éxtasis
Bajo la piel
Inocente
Blanco*
Voz de las aguas
* Poema de Octavio Paz musicalizado por Marisa Monte
TRÍO TROVARROCO | CONCIERTO POR EL SEXTO ANIVERSARIO
Sábado 27 de noviembre de 2004 | Invitados: Silvio Rodríguez, Lázaro García, Vicente
Feliú y Niurka González (flauta)
Celebrando también el quinto aniversario de Trovarroco
Obra plástica: Roberto Fabelo
Tiene Trovarroco, desde su aparición hace pocos años, el sello de la exquisitez y el virtuosismo.
Ya venía Rachid con una musicalidad desbordante fabricando sueños desde su guitarra con
esas manitas que, parafraseando a Martí, caben en solo un beso, cuando se le unió Maikel, un
morenito inquieto con un lastimado tres que solamente él convertía en un cofre de mágico
sonido con su deslumbrante y sabia agilidad. Bacaró, tal vez el más serio por menos joven, le
impregnó la elegancia de su contrabajo, como el trono sonoro donde descansa y brilla la
erudición que vuela a golpe de talento de este trío que es hoy un orgullo de Cuba.
Nada mejor que el Centro Pablo de la Torriente Brau para acoger en este día a estos artistas
en el ya histórico espacio de A guitarra limpia en su sexto aniversario.
Los integrantes de Trovarroco no son nuevos en esta casa pues han participado en infinidades
de conciertos actuando y apoyando a muchos trovadores en estas maravillosas tardes-noches
que habitualmente nos brinda este Centro.
Hoy vienen de protagonistas, hoy son los bien nombrados virtuosos de Villa Clara, que acaban
de regresar de una exitosa gira con el inmenso Silvio, quien nos ha confesado la maravilla de
estos muchachos que han logrado la cúspide, sin perder en su ascenso la humildad y la ternura.
LÁZARO GARCÍA
A puro amor por la cultura1
Por Estrella Díaz
Cuando Silvio Rodríguez repetía el estribillo «la guitarra es la guitarra sin envejecer», el pasado
27 de noviembre, durante un concierto efectuado en el Centro Pablo, fue que quizás com-prendí
en su verdadera magnitud lo avizorado por ese poeta hace ya unos años cuando compuso «La
canción de la trova».
Silvio compartió dos temas con el Trío Trovarroco durante un concierto-celebración por los
seis años de A guitarra limpia.
Trovarroco, que sin dudas es un grupo renovador de las posibilidades de las cuerdas cubanas,
incluyó en su concierto trece temas: «Pavana», «Divertimento», «Sueño de un des-pertar»,
«Carretón», «Mi sublime ilusión», «Son de la loma», «La flor», «Juramento», «Chan chantributo», «Condado sur», «Leyenda de los dos amantes», «La canción de la trova» y «Homenaje
a trovadores y soneros». Esta suerte de recorrido musical por los cinco años de existencia del
trío incluyó, además de la presencia ya mencionada de Silvio, a los trovadores Vi-cente Feliú y
Lázaro García, y la flautista Niurka González.
El concierto de Trovarroco no fue solamente el exclusivo plato fuerte de la celebración. Hubo
otros acontecimientos importantes, como la entrega del Premio Pablo a dos rele-vantes
intelectuales cubanos: Roberto Fernández Retamar y Alfredo Guevara.
Según afirmó el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Pablo, esa distinción se
otorga a dos figuras, a dos creadores, a dos hermanos mayores que se han encargado con sus
vidas y con sus obras de enriquecer nuestro tiempo y el que vendrá.
«Además de las obras personales que tanto admiramos –dijo–, está también la labor cultural
desarrollada durante años por Retamar desde la Casa de las Américas y por Alfredo desde el
Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC). Esa labor tiene que ver con el
hecho del que hoy nos mara-villamos: el nacimiento de la Nueva Trova.
»Como han dicho Silvio y Pablo en otros momentos, la Casa de las Américas fue la madre de
la Nueva Trova cubana y el ICAIC [Instituto del Arte e Industria Cinematográficos] fue el
padre. En el ICAIC Alfredo y Santiago Álvarez con sus documentales y en la Casa, Haydée
Santamaría con su presen-cia visionaria, dieron aliento a los jóvenes trovadores cuando tanto lo
necesitaban. Esa semilla la honramos y honraremos siempre.»
Alfredo Guevara, que se caracteriza por una pluma encendida y un verbo ardiente, prefirió en
esta oportunidad el recogi-miento, y el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar fue
conminado a hablar luego de recibir el premio de manos de Ruth de la Torriente Brau, hermana
de Pablo.
«Me hace muy feliz que esta honrosa distinción me una de nuevo a Alfredo Guevara que,
como he dicho en varias ocasiones, tanto ha significado en mi vida. Da la casualidad de que un
día como hoy, 27 de noviembre, pero de 1947, de manera que la mayoría de ustedes no habían
nacido y quizás sus padres no se conocían, yo estaba hospitalizado y escuché por primera vez
por radio a Alfredo Guevara durante un acto que había orga-nizado junto a otros miembros de la
Federación Estudiantil Universitaria (FEU), en la Universidad de La Habana.
»Ese discurso de Alfredo fue decisivo. Había cometido el error de matricular una carrera que
no era la mía, arquitectura, y por esa transmisión de radio supe que Alfredo cursaba estudios de
Filosofía y Letras y me dije: eso es lo que voy a estudiar. De manera que aquel discurso
encendido, vibrante, valiente, cam-bió el giro de mi vida.
»Es realmente una maravilla ver cómo Víctor y su equipo desarrollan el trabajo de esta vital
institución que lleva el nombre de Pablo de la Torriente Brau, una figura fundamental para
nosotros. En el Instituto de La Víbora tuve la dicha de estudiar en un aula que se llamaba Pablo
de la Torriente Brau, es decir, que siendo prácticamente un niño ese hombre entró en mi vida
como una visión que no iba a desaparecer. Nuestra generación se formó con la memoria de
Pablo, de Julio Antonio Mella, de Rubén Martínez Villena, de Antonio Guiteras, que fueron
figuras tutelares y que continuamos mirando con gra-titud y devoción.
»Agradezco mucho este Premio que me honra doblemente por haberlo recibido de manos de
Ruth, hermana de Pablo.»
Otro de los sucesos importantes acontecidos durante la celebración de los seis años de A
guitarra limpia fue la pre-sentación del CD de la Colección Palabra viva, que coordina Virgen
Gutiérrez, dedicado al gran escritor Alejo Carpentier, a propósito del centenario de su natalicio.
El CD fue presentado por la doctora Ana Cairo, profesora de la Universidad de La Habana,
quien aseguró que uno de los grandes atractivos de este trabajo sonoro es que incluye fragmentos de La ciudad de las columnas leídos por el propio Alejo y esto, insistió, le confiere un
ritmo al texto de ese «poeta de la prosa» que fue Carpentier.
También como parte de la fiesta por el aniversario del espacio que da cabida a todas las
tendencias y generaciones de la trova, se presentaron seis CDs de la Colección A guitarra
limpia que, según comentó Víctor Casaus, constituyó un «gran esfuerzo de toda la gente del
Centro Pablo y contó con el decisivo apoyo financiero de varios amigos: Roberto Fabelo,
Premio Nacional de Artes Plásticas, Alicia Leal y Juan Moreira, que han estado también junto al
Centro desde su fundación, y la Asociación Pablo de la Torriente Brau de Madrid, España.
Gracias a ellos la impresión de esos discos se hizo realidad», dijo.
También se presentó la Antología 3 de A guitarra limpia, que reúne a los músicos que
estuvieron en el patio de Muralla 63 en el año 2001 e incluye las voces de los trovadores
Gerardo Alfonso, Polito Ibáñez, Alberto Faya, Marta Campos, Lázara Ribadavia, el Trío
Enserie, Ariel Díaz y Samuell Águila.
Casaus reveló que «este esfuerzo editorial se materializó gra-cias a un grupo entrañable de
amigos de la cultura cubana y de la nueva trova y que nosotros llamamos la gente querida del
Trovacub, de México».
Como parte de la festividad se inauguró una pequeña muestra titulada Por la izquierda, que
reúne producciones discográficas hechas por los propios trovadores y que constituye un buen
ejemplo de respuesta alternativa y participante ante la nece-sidad de difundir la obra de los más
jóvenes.
El cuaderno Memoria, que en apretada síntesis plasma los momentos más destacados del año
anterior de los conciertos A guitarra limpia, a través de fotografías y textos que acom-pañaron
los catálogos realizados para todos los recitales efec-tuados en el 2003, fue también presentado
y obsequiado a los que acudieron el pasado sábado 27 de noviembre al Centro Pablo a
reverenciar el trabajo de la nueva trova cubana.
Y fíjense que digo reverenciar porque eso fue lo acontecido: la presencia de Silvio, Vicente,
Lázaro, Alfredo, Retamar, Trovarroco, Niurka, Augusto, Teresita, Gerardo, Faya, Ariel,
Bécquer, Sosa, Tosca, Rita, Heidi, Erick… y muchísimos más cultivadores o admiradores de la
Nueva Trova demuestra que estos seis años de canción pensante en el Centro Pablo han
contribuido a dar continuidad a ese género musical, que a pesar del poco interés demostrado por
la mayoría de las dis-queras y los medios de comunicación conserva la impronta de Sindo Garay
y Miguel Matamoros quienes, como en carrera de relevo, van pasando el instrumento de las seis
cuerdas... Ya lo dijo el poeta Silvio Rodríguez: «la guitarra es la guitarra sin envejecer».
CD TROVARROCO
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Tema A guitarra limpia
Pavana
Divertimento anónimo italiano
Sueño de un despertar
Carretón (con Lázaro García)
Mi sublime ilusión
Son de la loma
Una flor (con Vicente Feliú)
Juramento
Chan chan tributo (Homenaje a Compay Segundo)
Condado
Leyenda de los amantes (con Silvio Rodríguez y Niurka González)
La canción de la trova (con Silvio Rodríguez)
Homenaje a trovadores
Temas 4, 10 y 14 de la autoría de Rachid López / 2 y 3 anó-nimos / 5 de Lázaro García / 6 de
Salvador Adams / 7 y 9 de Miguel Matamoros / 8 de Eusebio Delfín y Alfredo Sarosa / 11 de
Maikel Elizarde / 12 y 13 de Silvio Rodríguez
VII AÑO
CASI UN GRITO DE GUERRA
«Y he aquí que la guitarra
vuelve a soltar amarras,
canta y gime al volar.»
(Que ya viví, que te vas,
Silvio Rodríguez, 1976)
DÚO JANET Y QUINCOSO | VERSOS DEL ALMA
Sábado 29 de enero de 2005
Obra plástica: José Miguel Pérez
El dúo de Janet Lugones Acosta y Eduardo Hilario Quincoso se inició en 1998. Además de
compartir la vida y la presencia entrañable de su hija Lorena, estos dos músicos del ultra-marino
pueblo de Caibarién, deslumbran a quienes los es-cuchan por el cuidado musical de sus
recreaciones de la poesía universal. Sin dudas, el ambiente creativo de su tierra natal propicia la
singularidad en las sonoridades que se nos revelan con este disco.
Janet y Quincoso nos proponen un acercamiento a la lírica, desde la más honda tradición
trovadoresca cubana, espe-cialmente, dando vuelo a la costumbre de esa comarca de pescadores
que han cantado y soñado, a lo largo de los siglos, de cara al mar.
Quizás el abuelo Pánfilo y el haber crecido en una familia de pescadores que aman la trova,
marcaron la pasión visible de Quincoso. A los 11 años comenzó a recibir clases de guitarra
popular con un maestro local y ha integrado varias agrupaciones. Sus musicalizaciones exhiben,
más allá del conocimiento y el rigor artístico, el oficio de los poseídos por la vocación.
Janet encauzó sus estudios en la Casa de Cultura Manuel Corona. Posee una voz especial, con
gran fuerza, color y un timbre de excepción. Su amplitud de registros anuncia un poderoso
caudal por descubrir, que le confiere notable vigor y equilibrio a un dúo en natural armonía.
En el año 2002, el dúo de Janet y Quincoso comienza a mu-sicalizar los versos del Apóstol
José Martí, a los que siguen poetas españoles, latinoamericanos y otros cubanos. En julio de
2003, durante una visita de Eusebio Leal a Caibarién, son invitados a La Habana, donde se
presentan en la Casa Natal de José Martí, la Casa Oswaldo Guayasamín y el Museo de Arte
Colonial. Acogidos en Habana Radio graban en siete noches trece temas que conforman el
disco Versos del alma. Actualmente continúan la musicalización de poemas. Además de los
poetas que integran Versos de alma, se suman otros de la talla de José Lezama Lima, Nicolás
Guillén, Eliseo Diego, Dulce María Loynaz, Miguel de Unamuno y Juan Ramón Jiménez.
(Palabras tomadas de la nota al disco Versos del alma, produ-cido por la emisora Habana
Radio.)
De su primer disco, Versos del alma, ha expresado Eusebio Leal:
«Sus dedicadas interpretaciones inspiradas en los versos del Apóstol, se inscriben en la
tradición y, a la vez, renuevan el legado trovadoresco cubano. Existe en Caibarién, la ciudad
natal de estos jóvenes, un arraigado culto martiano. Estas iluminadas melodías son un tributo
merecido a su memoria.»
RESACA
Quiero mirarme en el reflejo de ese agua que se va
corriendo y tras de sí deja un rumor silvestre
juego a no soñar apostando mi alma y pierdo a voluntad,
tonto afán de reír y andar con la corriente
me lleva al mar de la ocasión.
Porque soy, soy peregrino y ahora mismo
voy paso a paso hacia el abismo
de una comarca sin fronteras, como mi abuela.
No es llegar la fe que me sostiene andando
sino el saberme navegando rumbo a no sé qué primaveras
por los mares de Dios.
Flor de mi vida deshojada en ficciones
rastro que perdí y no he vuelto a encontrar
a pesar del intento.
Por alimento, lamo mi propia herida, pido y si me dan
lo regalo a la luz, doy mi perfil al viento
y estalla en pompas de jabón.
Porque sé, sé bien que el porvenir me espera
que cada día es más extensa la senda por donde camino
hacia el destino,
llevo atrás un fardo sucio, es mi pasado.
Bebo ese vino trasnochado que destilan
las horas muertas de vez en cuando
disuelto en la pena, ni emborracha ni consuela
pero te da añoranza por las pedradas de tu infancia allá...
descalzo y sin saber adonde iban tus pies
ya sumergidos en aguas de un mar por conocer.
Voy a la noche decantado del día y a abrevar mi sed
de estrellas sin contar, dentro del firmamento,
y en el silencio mi alma se recoge para preguntar:
-¿Qué cosa es vivir?
Nada dice lo inmenso.
EDUARDO H. QUINCOSO
CD POEMAS MUSICALIZADOS
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Tema A guitarra limpia
Flores silvestres (José Martí)
Yo he de morir en la mar (Félix Pita Rodríguez)
Deshora (César Vallejo)
Revolución (León Felipe)
Denso, denso (Miguel de Unamuno)
Piedra, como tú (León Felipe)
A Emma (José Martí)
El poeta a caballo (Juan Ramón Jiménez)
Amor, amor (Federico García Lorca)
La niña de Guatemala (José Martí)
Corazón (J. A. Goytisolo)
Deriva (Eduardo Quincoso)
Sentado sobre los muertos (Miguel Hernández)
No es más (Eliseo Diego)
Señor, en vano intento (José Martí)
ARIEL BARREIROS Y YUNIOR NAVARRETE | SUR
Sábado 26 de febrero de 2005
Obra plástica: Diana Balboa
Siempre con el sur
Este nuevo concierto del espacio A guitarra limpia trae las voces de dos jóvenes trovadores que
viven en el sur de nuestra Isla, que a su vez pertenece, por muchas razones, como todos
nosotros, al sur dolido y vibrante de nuestro planeta. Ellos han traído ese nombre, Sur, para
titular este momento de com-plicidades que todo concierto de la trova cubana supone.
Mientras escribo estas líneas, como ven, han confluido esas referencias geográficas que
tienden a acercarnos a la poesía y a la imaginación de estos jóvenes que ahorita mismo, después
que se escuchen los acordes de A guitarra limpia, comenzarán a compartir sus preguntas, sus
averiguaciones, sus maravillas con nosotros.
Con su presencia este espacio confirma nuestra vocación integradora en la que caben, por
derecho propio, las propuestas de los trovadores y las trovadoras de todas las generaciones, las
tendencias y las áreas geográficas de nuestra Isla (y, cuando es posible, de otros sitios también).
Esa vocación, además de la justicia poética que implica, nos trae otras razones para la felicidad:
entre ellas, sin dudas, la necesaria diversidad de las miradas, de los acercamientos y las
propuestas.
Ariel Barreiros y Yunior Navarrete, con su poesía y sus gui-tarras doblemente sureñas, nos
confirman la vitalidad de esta forma de cantar y de vivir, de crear y de reflexionar que es la
nueva trova cubana. Desde el candor del universo infantil y la memoria emocionada que
recuerda la vida hermosa de un abuelo republicano español hasta la poesía que arriesga su
metáfora e integra los valores transgresores de la actuación, Ariel y Yunior recorren los
territorios de la creación y la auten-ticidad –como siempre debiera ser.
Todavía los recordamos, nerviosos y felices, durante su pri-mera presencia en este patio, a
finales de octubre de 2001, en un concierto especialmente memorable, cuando ya están aquí, de
nuevo y siempre, en su A guitarra limpia, trayéndonos los ingredientes imprescindibles del
amor a sus tierras del Sur –que son, como se sabe, las de todo bicho humano sensible,
arriesgado y soñador.
A esa raza también nos alegramos de pertenecer cuando empiezan a sonar, pueblo adentro y
corazón en ristre, las guitarras de Yunior y de Ariel en este patio de todos.
VÍCTOR CASAUS
PUEBLO ADENTRO
Tomé de la tarde su corazón
lo lancé al cielo como piedra al frío.
Comenzó a llover.
Como pueblo adentro
me encontré al camino,
mostró sus huellas,
sus manos de amigo,
me inventé una brisa,
tomamos rumbo al mismo destino.
Fue tan corto el tiempo
para bordear el abismo,
solté la agonía entre mis brazos,
pude burlar el hechizo
y es la piedad,
me he sentado al eco
y desde las montañas
fui dejando sombras.
Sombras.
Y en el agua casi una extensión
sin frontera
siempre a la ribera
de algún sobre aviso.
Y soy pueblo adentro,
me encontré al camino,
hoy mostró sus huellas
y para siempre seguí tras sus pasos,
él se dio la vuelta
su rostro es tranquilo.
YUNIOR NAVARRETE
CD SUR
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Tema A guitarra limpia
Pueblo adentro
Un hombre
Mirar pa´rriba
Sobregirado
Ilusión
Paula
Alguien
Inventando un sitio
Hijos de la fe
Intentándolo
De mañana
Niña
Alma de halcón
Medio lento
No lo hice
Quinto regimiento
La loma del Cucuyé
María
Temas de Ariel Barreiros: 3, 5, 7, 9, 11, 13, 15, 17 y 19
Temas de Yunior Navarrete: 2, 4, 6, 8, 10, 12, 14, 16 y 18
GERARDO ALFONSO | CUARTO DE SIGLO
Sábado 23 de abril de 2005
Obra plástica: Maykel Herrera
A guitarra limpia se felicita, crece y se alegra con la nueva llegada de Gerardo Alfonso a este
patio de La Habana Vieja. Nunca olvidaremos que él estuvo entre los primeros trova-dores que
confiaron en aquellos sueños iniciales que después ellos mismos –y la solidaridad y el amor y el
trabajo– hicieron posibles en estos seis años y medio de conciertos, grabaciones, discos,
imágenes, publicaciones, para celebrar, debatir y dis-frutar esa manifestación cambiante, audaz
y continuadora de la cultura cubana que es la Nueva Trova.
Aquí se le recibe como el hermanito que es, como el artista imaginativo y maduro que está
siendo, para felicidad de todos. Por si alguien lo dudaba, Gerardo ha organizado a lo largo del
2005 un verdadero festival de su trabajo para recordarnos que su obra creadora tiene veinticinco
años de edad y que está en un momento de plenitud y de ascenso. El Centro Pablo le agradece
mucho que haya incluido este modesto pero mágico patio de A guitarra limpia entre los
escenarios donde ten-dremos oportunidad de recorrer su obra, dentro de la diver-sidad de
propuestas que nos tiene reservadas y que dicen mucho de las inquietudes, las claves y los
planes de este trovador incansable y soñador.
De sueños, de compromiso y de trabajo se ha hecho, se está haciendo, la obra de Gerardo
Alfonso. Aquí, por supuesto, preferimos y admiramos su generosidad y su transparencia, su
apuesta a favor de la sinceridad y la autenticidad –que in-cluye la participación y la crítica–
antes que las posturas de los cazadores de oportunidades a cualquier precio o el aburrido
desempeño de los propugnadores de estrecheces (de visión y de corazón) ante las floraciones
incontenibles de la cultura. En sus canciones, en sus entrevistas, en su labor cotidiana nos revela
el perfil de un creador diverso y generoso, capaz de preguntar y preguntarse (como no siempre
sucede) y de tra-bajar en la búsqueda de posibles respuestas: para él y para los demás (como
tampoco sucede con frecuencia).
Admirando y compartiendo esa ética –tan necesaria en los tiempos que vivimos, en el planeta
y en la Isla– le damos la bienvenida a Gerardo en su primer cuarto de siglo creativo, para
compartir este concierto dedicado a otro aniversario que también pertenece a nuestra cultura: los
40 años del Centro de Información de Ciencias Médicas, gente fraterna y querida que desde su
eficiente red de telecomunicaciones, Infomed, ha acompañado y apoyado los sueños de este
Centro desde nuestra fundación.
Como vemos, son los sueños todavía. Y siempre.
VÍCTOR CASAUS
EL VIEJO QUE YO QUISIERA SER
La prisa va tras de mí
pinchándome los talones con su minutero,
el tiempo es un escultor
tratando con las arrugas que surcan mi cuero.
Y eso no significa que me tenga que matar,
y eso no significa que me esté quedando atrás,
y eso no significa que me van a callar.
El ron añejo es mejor,
más sabe el diablo por viejo
que por pendenciero,
las modas van como un tren
mezclando estilos antiguos con nuevos modelos.
Y eso no significa que me tenga que matar,
y eso no significa que me esté quedando atrás,
y eso no significa que me van a callar,
pero si yo pudiera escoger
el viejo que yo quisiera ser,
preferiría al viejo Compay
con sus viajes del Alto Cedro
a Marcané,
pero si yo pudiera escoger,
preferiría al viejo Compay
después de tantos tumbos que dio
la vida lo premió como un rey.
En el borde del destino
hay varias sillas,
si te sientas se te astillan las quimeras del camino,
si no abres las pupilas te devasta el maremoto
con sus muchos, con sus pocos,
con sus sanos, con sus rotos.
Aunque aparezcan bastones
y los dolores de huesos sean a diario,
me moje los pantalones
o me salga una joroba como un dromedario,
eso no significa que me tenga que matar,
eso no significa que me esté quedando atrás,
eso no significa que me van a callar,
pero si yo pudiera escoger
el viejo que yo quisiera ser,
preferiría al viejo Compay
con sus viajes del Alto Cedro
a Marcané,
pero si yo pudiera escoger,
preferiría al viejo Compay,
después de tantos tumbos que dio
la vida lo premió como a un rey.
GERARDO ALFONSO
CD CUARTO DE SIGLO
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
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10.
11.
12.
13.
14.
15.
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17.
18.
19.
20.
21.
22.
Tema A guitarra limpia
Intro
Guitarra
Ángel
La ilusión
La noche
Pepe telescopio
Sembramos nuestras vidas
Un día cualquiera
La isla de Cuba
Algunas láminas
Ir más allá
Veo nubes
Los lobos se reúnen
Los amantes de Posada
Una chica igual que tú
Hay cosas que se aprenden otra vez
Claudia
La cima
No acuses al mar
Si te quisiera blanca
Sábanas blancas
CONCIERTO ESPECIAL ME HAN ESTREMECIDO UN MONTÓN DE MUJERES
ARIEL DÍAZ Y AMANDA CEPERO, GERARDO ALFONSO, ERICK SÁNCHEZ Y
EDUARDO SOSA
Martes 8 de marzo de 2005
Exposición Me han estremecido un montón de mujeres, de trece artistas cubanas
Detrás de estas canciones y estos nombres están las mujeres amadas, inalcanzadas o imaginadas.
En ellas vive todavía el mismo sentimiento que las hizo nacer un día, una noche cual-quiera,
luego de la lujuria, la incomprensión o la esperanza.
Ellas llenaron el vacío, sanaron las heridas y en ocasiones muy raras fueron pólvora de
conquista. Son historias vistas muchas veces con el lente de cada cual, desde Sindo, Corona,
Pepe Sánchez, Companioni, Matamoros, hasta Silvio, Vicente, Noel, Augusto, Lázaro, Pablo y
un poco nosotros, que con suer-te un día, cuando nos vayamos con la música a otra parte,
dejaremos en boca y manos de otros trovadores mujeres con-denadas a la eternidad como
Aurora, Longina, Herminia y Mercedes.
Hoy le haremos el honor a ese montón de mujeres que nos han estremecido, que nos hicieron
llorar, que nos hicieron reír y sentir luego la necesidad de convertirlas en canción y echar a
andar la fantasía con ellas para hacerlas trascender más allá de la vida y de nosotros mismos,
eternamente Yolanda, Emilia, María del Carmen, Aurora, Rosi, Alicia, Claudia, Giovanna y Ena
Lucía.
ERICK SÁNCHEZ
Con el pico y el oído calientes1
Me quedé con el pico caliente, me dijo el trovador santiaguero Eduardo Sosa la noche del 8 de
marzo de 2005, cuando co-mentábamos el recién finalizado concierto especial Me han
estremecido un montón de mujeres, auspiciado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente
Brau en el habitual patio de Muralla 63 en La Habana Vieja.
Y es que este recital devino hecho cultural redondo y consu-mado, pues coincidía con la
inauguración de la muestra ho-mónima en la Sala Majadahonda.
Esa instalación expositiva acogió una muestra del quehacer de trece artistas cubanas: Hilda
Vidal, Déborah Nofret, Nelkis Ramírez, Diana Balboa, Alicia Gutiérrez, Liang Domínguez,
Minerva López, Alicia Leal, Aymée García, Zaida del Río, Lesbia Vent Dumois, Sandra Pérez y
Mabel Llevat.
Sandra González, su curadora, asumió el reto de conjugar armónicamente los discursos y
estéticas de las trece artistas participantes que –desde distintas perspectivas y soportes– ofrecen
su particular visión del mundo que las rodea. Me han estremecido un montón de mujeres
demuestra que en el actual panorama plástico cubano las mujeres tienen mucho que decir y
mostrar y que la calidad imperante está fuera de toda dis-cusión de género.
Luego vino el concierto, presentado por el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro
Pablo, quien felicitó a todas las mujeres que han acompañado a la institución en estos años de
intenso quehacer.
Los primeros en subir al escenario fueron Ariel Díaz y Amanda Cepero, quienes han logrado
un muy buen empaste, evidente en temas como «Longina», «María», «Alicia» y «La Marina».
Le siguió Gerardo Alfonso, con los temas «Isadora», «Claudia», «Stina», «Yo te quería, María»
y «Giovanna», todos muy cono-cidos, que pusieron de manifiesto la madurez artística y
personal de este cantautor.
Luego Erick Sánchez, a cargo del guión y a quien corresponde la idea original del concierto,
llegó con «María Antonia», «Ti-rado en la calle» y «Ena Lucía». Después compartió con Eduardo Sosa la canción «Herminia», de Miguel Companioni. Eduardo continuó en solitario con
«Aurora», hermoso tema de Manuel Corona y con «Claudia vendrá», de su autoría.
Sosa es poseedor de excelentísimas potencialidades vocales y con su personal versión de
«Lucía» –conocida y bella canción de Joan Manuel Serrat– puso el concierto en plena cima
antes de cerrar con «María».
Fueron diecisiete los temas. Si Sosa se quedó «con el pico caliente», la mayoría de los y de las
que asistimos al concierto, nos quedamos con el «oído caliente» por los enormes deseos de
continuar escuchando.
MARÍA FERNANDA FERRER
PAVEL POVEDA | FLOR DE MARABÚ
Sábado 30 de abril de 2005 | Invitados: Eduardo Sosa, Diego Cano, Ariel Marrero
(percusión), Tamara Castillo (voz), Trova Tenaz: Alain Poveda (tres y voz), Alex
Poveda (percusión menor y voz), Yordanis Ríos (voz)
Obra plástica: Vicente Rodríguez Bonachea
Como en los almendros
Cuando uno escucha cantar a Pavel Poveda tiene la impresión de recibir el testimonio de un
recién llegado. O de alguien que te dibuja su visión de cualquiera de los vericuetos del mundo
que tenemos delante, con la arboladura de la casa paterna cobijándole el cuerpo, como un
sombrero enorme. Las herra-mientas inefables y tangibles que pudo echarse a cuestas desde la
niñez, son ahora las piedras de toque de su discurso, sean cuales sean los alumbrones nuevos
que le toque desembrozar.
Uno puede tomarse como propias las canciones de Pavel, porque él tiene en común con
cualquiera de nosotros el apego a las raíces de antaño, de las cuales en cualquier momento brota
la resina que avienta lo nuevo. El ademán natural para poner voz y guitarra en donde celebre
algo o le duela cualquier circunstancia de la Isla o el resto de nuestra América. El deseo
constante de indagar en sí mismo y en sus semejantes, los caminos por los que se puede llegar a
los puertos más in-trincados, siempre en compañía de la eticidad del hombre bueno. Y por
último, esa manera suya de traer a cuento al amor, como nos sucede de verdad. Enredado e
imprevisto entre los demás ingredientes del vivir, como un gas imprescindible.
Cualquiera de los temas de sus canciones, sean de apariencia anecdótica o se empeñen en
reflexiones que se hunden en los terrenos de la filosofía, siempre tendrán un andamiaje lírico
armado con las palabras sencillas que gobiernan la conver-sación de los parroquianos que van
por el camino real de un pueblo, o la charla de los compadres que regresan del surco por un
trillo apretado. Las canciones de Pavel huelen a can-turía, aun aquellas que de una primera
escuchada no parezcan por la savia de la ruralidad. En el gozo de ese universo de palabras y esa
manera del habla campesina mamada en los orígenes, este trovador que no ignora ni la Internet,
ni los best sellers del momento, ha llegado a resolver los últimos versos de una canción suya
con la sabrosa metáfora de la décima. «Como un girasol feliz»: Tú volverás como un trueno /
Dueño de la guardarraya / Y si el laúd no se calla / No habrá quien te ponga freno / Regresarás
y lo bueno / Es que lo harás ya desnuda / Algo ligera sin duda / Para un girasol feliz / Vendrás
a borrar el gris / A mi tarde sordomuda.
En consonancia con la expresión lírica de los textos de sus canciones, Pavel recrea melódica y
armónicamente referentes de nuestra música campesina, en medio de la urdimbre de las demás
sonoridades del patio o foráneas, que desde hace mucho tiempo son alimento de los jóvenes
cantores cubanos.
En los últimos meses Pavel ha hecho varios conciertos en compañía de músicos invitados, con
el apoyo de los cuales se hizo mayor la carpa de la fiesta. Escucharlo secundado por ellos en la
Sala Lecuona del Gran Teatro, el patio del Museo de Artes Decorativas de Santa Clara o en la
salita de Bellas Artes, fue muy grato, pero sin dudas escucharlo esta tarde en el abrigo del patio
de las yagrumas, echando al aire las can-ciones desde la dulzura potente de su voz y con el arma
fundamental que es la guitarra, es como si volviéramos con el trovador, en profundo aire de
familia, a echarnos un largo rato de medicinales tocaderas bajo los entrañables almendros de
Miguelito.
BLADIMIR ZAMORA CÉSPEDES
FLOR DE MARABÚ
Me gusta ir caminando bajo el aguacero
Que escurre por tu pelo
Que te hace sentir de tan buen humor
Que no sé ni donde
Terminaremos hoy los dos
Me gusta el desafío de tu madriguera
Y el susto de la escalera
Que me haces subir
Cuando te tengo que reconquistar
Con ese vértigo que das
Me gusta el verso que escribes con tu falda
Y los arabescos de tu voz
Me gusta el bosque vedado de tu espalda
Y la montaña de tu corazón
Me gusta el rito de echar en la balanza
Mis pergaminos contra tu galeón
Pero llegué hasta aquí
Guapo y faja’o
Por cada margen suburbio
Medio olvidado
Yo llegué hasta aquí
Flor de marabú
Guitarra clave cuero de chivo
trumba cumbacun tatú
Palo de jiquí polvo de torreón
El pecho en ristre
Y el sino de un cimarrón
Por eso cuando me veas llegar medio raro
No te preocupes
El vuelo raso siempre va a pasar de largo
Me gusta aletargarte con la carretera
Y arrastrarte a donde quiera
Y volver donde tus cuentos
Tus desnudos
Y tus madrugadas viejas de canción
Me gusta ser el campo donde hacer tus guerras
Ser tu orilla mar afuera
Ser lo otro lo contrario
Qué sé yo
Pero llegué hasta aquí
Guapo y faja’o
Por cada margen suburbio
Medio olvidado
Yo llegué hasta aquí
Flor de marabú
Guitarra clave cuero de chivo
trumba cumbacun tatú
Palo de jiquí polvo de torreón
El pecho en ristre
Y el sino de un cimarrón
Por eso cuando me veas llegar medio raro
No te preocupes
El vuelo raso siempre va a pasar de largo
PAVEL POVEDA
CD FLOR DE MARABÚ
1.
2.
Tema A guitarra limpia
Flor de marabú
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
En las buenas y en las malas
Fábula de Alejandro
Mientras la noche se hace ciudad
Los almendros de Miguelito
Los fosos del Reino
Desde el caballete
Ni cómo ni cuándo (versos de José Martí)
Como un girasol feliz
Mala racha
DÚO BUENA FE | EL ECO DE LAS PLAZAS
Martes 10 de mayo de 2005
Celebrando el cuarto aniversario de la revista cultural cubana La Jiribilla
Obra plástica: George Pérez
Como muestra de que la Canción Cubana Contemporánea no es solo un fenómeno habanero o
de lo que están haciendo crea-dores afincados en el extranjero, más allá de que sean di-fundidos
o no, durante estos últimos años en el oriente de Cuba varios cantautores se han esforzado por
romper esque-mas y brindarnos muestras de la buena canción que se ha venido facturando entre
nosotros. Un ejemplo en dicho sentido resulta el grado de popularidad alcanzado en todo el país
por el dúo Buena fe con sus tres producciones fonográficas, Déjame entrar, Arsenal y
Corazonero.
Aunque, acorde con el canon establecido, los artistas cubanos de música pop (género asumido
por Buena fe para expresarse) persisten en abordar temas que están relacionados con el amor
entre la pareja y desde el prisma sonoro hay un enfoque a las claras comercial, en el caso
específico de este dueto ellos no han sido ajenos a otras preocupaciones de índole diferente y
así, tocan en su discurso una arista reflexiva, existencial y que le dice cosas a quien los escucha.
Son textos que tienen que ver con el hombre en sentido general, pero de forma es-pecial con el
ciudadano de a pie.
Probablemente la imagen reduccionista que algunos se han formado de Buena fe y que los ve
tan solo como un dúo de pop, se deba a que los medios de comunicación al promoverlos han
puesto hincapié en su lado más popero, lo cual ha impedido el disfrute del otro costado suyo,
representado por composiciones como «La ventana», «Como un espejismo», «Noviembre»,
«Inti-midad», «Propuesta», «El destino de la abeja», «Fuego y bala-cera» y «Guajiro
guantanamero», para mí lo mejor del primer fonograma en compañía de «La zanja».
Estos son temas irreverentes, con la carga de trasgresión que hoy tipifica a la Canción Cubana
Contemporánea. Algo por el estilo sucede con «Dios salve al Rey», donde se traslucen
reminiscencias de las concepciones de Michel Foucault acerca del poder, con «Navegando a la
deriva», alegato en contra de la enajenación, o con «Fin de fiesta», corte que sirve para defender la tesis de que se puede componer música con aires discotequeros y destinada a hacer
bailar, pero que al propio tiempo esté proponiendo ideas que obliguen a pensar.
Porque confío en el ser humano por encima de veleidades como la moda, imagino que Israel y
Yoel siguen siendo en esencia los mismos guajiros que conocí a fines de los noventa en las Romerías de Mayo y que luego volví a encontrar en el Longina del 2000 y en Los días de la
música de ese propio año. Aquí están hoy solo con una guitarra y sus voces, respaldados por el
pensa-miento y la emoción al cantarle a sus contemporáneos y así, relatar parte del espíritu de
nuestra época.
Este es el Buena fe más íntimo, más piel con piel, más com-prometido con la suprema
sencillez del arte, al que nunca han renunciado del todo aunque se hayan travestido para no morirse de hambre. Conciliar inquietudes artísticas, ideoes-téticas y comerciales es una proeza y ya
se sabe que resulta casi imposible quedar bien con Dios y con el Diablo. Ni mejores ni peores
que los demás, algunas de sus canciones ya son parte de la banda sonora cubana de comienzos
del siglo XXI, pues al margen de que la intención sociológica de su discurso no sea evidente,
continúan dando testimonio de la Cuba profunda de la cual hablase María Zambrano. Trabajo
polémico por su factura, es de esos que uno acepta o rechaza.
JOAQUÍN BORGES-TRIANA
EL ECO DE LAS PLAZAS
El eco de las plazas, repletas de Homo sapiens
Que procuraron discos y casetes para el diario
Salpican las canciones entre un montón de edades
Y entonan las que pasan y no pasan por la radio.
Mi cabeza llaman hueca porque tejí baladas
Con la punta de los besos que dejaron los amantes
Con adioses que repletan los andenes y aeropuertos
Con la prisa que vuelve viajero terminable.
...Y donde me hice daño, quiero dejar señales
Algo así como ¡Cuidado!: Camino traga tiempo
Solo aprendí a crecer cuando el dolor fue ya muy grande
Y me lo dijo un sucio charco que reflejaba al cielo.
Como las musas van siempre libres de culpas,
El tiempo es quien se bebe los empeños que le importan.
El éxito maldito cobra un precio muy violento
Masoquismo a largo plazo y exigencia de luz corta
Quién te dijo que no sé despeinarme en armonías
Y enquistarme en ultraversos, aunque nadie entienda nada
Lo que pasa es que me aburro si no pago los impuestos
Con que costeo el poco fuego y mucho humo de otras pajas.
Paradigmas son esos cantores más genuinos
Que entre palos nos parieron arte revolucionario.
Cantáronle a los pobres y a sus sueños más divinos
...Y los pobres, kilo a kilo, los volvieron millonarios.
Y la razón me arrastra a sumarme a los torrentes
Donde mi trova ligera y algo abstemia no se traba.
Mi compromiso empieza en las sonrisas de la gente
Cuando ya sin ser ingenuos, la pasión no se le apaga.
ISRAEL ROJAS FIEL
CONCIERTO ESPECIAL TITA, ANTAR E ISABEL PARRA
Lunes 6 de junio de 2005 | Invitados: Raly Barrionuevo y el poeta brasileño Thiago de
Mello
El milagro de la canción2
Como en los últimos seis años, el patio de Muralla 63 en La Habana Vieja volvió a ser el lugar
por excelencia para la canción trovadoresca y folclórica latinoamericana y también sitio
devenido crisol de amistad. Los chilenos Tita, Antar e Isabel (miembros de la mítica familia
Parra), el argentino Raly Barrionuevo y el poeta brasileño Thiago de Mello se juntaron en un
apresurado concierto que el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau organizó el lunes 6 de
junio de 2005, y que constituyó un buen momento para escuchar el decir de esos artistas.
El recital comenzó con Tita y Antar (este en las cuerdas todo el tiempo) con los temas «El
picaflor», «Un segundo para siempre» y «A los cantores del mundo», canción de más de tres
décadas. Continuaron con «Santiago» y «El espejo vacío» –ambas compuestas por Tita Parra
durante los días de la dictadura de Pinochet– y que constituyen dos miradas a lo in-terno del ser
humano.
Siguió una suerte de bloque dedicado a Violeta Parra –artista que con su talento incursionó en
la hondura del folclor de su tierra– que incluyó tres canciones muy tradicionales y «127
esquinas», esta última escrita en décimas numerativas: la centésima, un género inventado por
Violeta (todas a cargo de Tita y Antar).
Raly Barrionuevo regaló «Una mujer» y «Tu estrella» y nue-vamente Tita y Antar, esta vez
acompañados por el poeta Thiago de Mello, un entrañable amigo de Violeta, entonaron «La
jardinera». «Los átomos» (una canción que habla de la sensación de haber vivido otras vidas) y
«Un viaje al interior del inconsciente», antecedieron a «La noche tan bella». Después Thiago
dijo un poema «a su amado Chile» que dedicó a Isabel, Tita y Antar, quienes «heredaron el
milagro de la belleza».
Con «Cuecas del sol» se sumó, casi en los finales, Isabel, quien afirmó: «me da verdadero
gusto estar nuevamente aquí, pero en esta oportunidad preferí ceder el espacio a Tita, quien hace
veintisiete años que no visitaba La Habana».
Así concluyó lo que sería la primera parte. Luego el poeta y cineasta Víctor Casaus, director
del Centro Pablo, agradeció la presencia de tantos amigos, entre ellos el trovador Silvio
Rodríguez, e invitó a «los que quisieran» a cantar, a compartir, a disfrutar el milagro de la
canción.
Así, Pancho Villa (Chile), Nilda Fernández (Francia-España), Tunai (Brasil), y los cubanos
Samuell Águila, Frank Delgado y Fernando Bécquer, cantaron algunos de sus temas y mientras
eso sucedía conversé con Tita Parra.
«Después de veintisiete años, este encuentro ha sido mara-villoso y prometo no dejar pasar
tanto tiempo antes de volver. Han ocurrido muchas cosas y mucha vida, pero hay algo que no se
ha perdido y que es maravilloso: Cuba sigue siendo, sigue existiendo y florece. Esa es la alegría
más grande: ver a una isla luchadora, fuerte, valiente, que está solita en el planeta como símbolo
de las cosas más importantes del ser humano que son la libertad y el amor, los valores por los
cuales nos hemos pasado la vida peleando y en Cuba se viven a diario.
»No me quiero perder la posibilidad de estar aquí más seguido, de continuar conociendo a los
cubanos, de compartir, de cantar, que es lo que más me gusta hacer. Me estoy haciendo una
autoinvitación para regresar muchas veces aprovechando el amor que se siente y el cariño de las
gentes y la sensación de estar como en mi casa.»
Al iniciar el concierto, Víctor Casaus leyó un correo que hace unas semanas usted le envió en
el que le pedía presentarse en el patio de Muralla.
La única razón es que me comunicaba con un amigo, con un amigo muy cercano que es
Víctor. El año pasado aquí cantó mi mamá acompañada de mi hijo, por lo tanto este era el lugar
para presentarme. Es el sitio más cercano y el más familiar por la relación de amigos que
tenemos de toda la vida. Fue algo natural, sin embargo, ahora estoy acariciando la idea de
regresar a cantar por todo el país, con los jóvenes, en plazas y calles, traer partituras.
Este concierto ha sido un homenaje a Violeta.
Violeta Parra siempre está presente en nuestra música, en nuestros recitales, en los discos. Es
muy difícil apartarse de ella. De forma habitual está junto a nosotros, ya sea a través de sus
canciones o con textos que hemos musicalizado.
En el contexto sonoro chileno, ¿se promociona la llamada canción folclórica?
Para nada. La música popular chilena en general, no solo la folclórica, tiene muy poca
difusión, porque en estos momentos Chile está bajo el alero de una mentalidad muy fascista,
muy cerrada, comercializada y copiada de las radios comerciales. La música de raíz nacional no
es difundida, todo lo contrario, no tiene salida ni en la radio ni en la televisión y aun así se sigue
haciendo. Existen muchos grupos de jóvenes y un mo-vimiento que pasa por encima de esto y
se continúa tocando. El amor a la música no lo puede matar nadie.
ESTRELLA DÍAZ
CHARLY SALGADO | ENTRE LA TROVA Y LA POSTROVA
Sábado 24 de septiembre de 2005 | Invitados: Eric Méndez, Adrián Berazaín, Iván
Leyva, Juan Carlos Otero, Irán Sánchez, Rodolfo Humpierre, David Smith
Obra plástica: Hugo Azcuy
Charly Salgado: la introspección desatada
Existen pocas figuras tan afines como estas: la canción y quien la ejerce. El trovador
especialmente –categoría e individuo– pudiera validar tal suposición. Charly Salgado, por
ejemplo, puede. Y me refiero a lo siguiente: usar los mismos ojos de observar adentro para
hacerlos peligrar entre la gente, dispo-ner la propia idea salvadora ante el juicio colectivo, verter
el sentimiento hacia el apetito ajeno, dirigir la íntima palabra desde el derrumbe interno hasta las
locaciones exteriores derrumbadas… Los únicos ojos, la idea múltiple, el sentimien-to frágil,
quizás la última palabra.
Charly asume esa certeza, creo, y la proyecta de un modo más franco y transparente que mis
actuales comentarios. Así afirma la ciudad, rodeado por nosotros en la capital que él nos recrea,
pendiente de los miedos y la fe, abordando la uno siete cuatro, transportando su energía y su
cansancio, alerta a los caminos nuevos o pretéritos, con su carga de rubor y sus humanas
influencias, bitlémano, filósofo, narrador o bardo, incluso intérprete de cuantas obsesiones
agiten a su época… Hijo de vecino resuelto a perpetuar su Habana en otros hijos de vecino
adyacentes.
Nadie garantiza la simpleza en un empeño semejante. Como persuasivas tentaciones aparecen
el confort de los hogares, los accesos fáciles o atajos. De otra forma, asoman los obs-táculos.
Las manos que te aplauden, también pueden acercarte las saetas. Las dudas que te mueven
podrían detenerte. La armonía que generas igual pudiera consumirte. Pero aquí están, y es lo
valioso, la canción y quien la alumbra. La unidad en riesgo permanente.
AYMARA AYMERICH
CAMINANDO ESTA CIUDAD
Camino por esta ciudad
todo se me antoja extraño,
las hojas que caen al pasar
lo que cambió con los años.
Camino por esta ciudad
todo se me antoja un sueño,
lo que viví, lo que logré,
lo que perdí, lo que tengo.
Quiero vivir, quiero soñar,
pero el dinero
se ha convertido en antifaz,
en lo primero.
Quiero buscar algún lugar
donde no sienta miedo,
puedo fingir que no estoy mal
pero no quiero.
Voy por esta oscura ciudad
a mil millas del futuro,
yo quise no echarme a llorar,
pero aquí todo es tan duro.
Voy caminando esta ciudad
como una sombra sin dueño,
hoy la señora soledad
me ha tomado por el cuello.
Quiero vivir, quiero soñar...
Voy caminando esta ciudad
voy pensando.
Voy caminando esta ciudad
me voy contaminando.
Voy caminando esta ciudad
lejos del cielo.
Voy caminando esta ciudad
porque la quiero.
Veo esta erótica ciudad
piernas abiertas al mundo,
hace algunos años atrás
era un sueño este diluvio.
Eso en principio no está mal
aunque pasa algo muy feo,
el hombre se vuelve animal
si es esclavo del deseo.
CHARLY SALGADO
CD ENTRE LA TROVA Y LA POSTROVA
1.
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6.
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10.
11.
12.
13.
Tema A guitarra limpia
Buscando caminos
Del pasado mañana
Podrás decirme
Y apareces tú
Habana-Lennon-2001
Con un signo de interrogación
Entre la trova y la postrova
Caminando esta ciudad
No suena bien
Yo confío
Todos los años, todos los sueños
Parte de mí
14.
15.
No busques
No me digas
Charly Salgado / Voz líder y guitarra acústica
Irán Sánchez / Guitarra acústica
David Smith / Cajón y percusión
Rodolfo Humpierre (Rudy) / Bajo
Eric Méndez / Coros y guitarra acústica (5)
Juan Carlos Otero / Cajón (5, 14)
Adrián Berazaín / Armónica (10, 11 y 15) y coros (10)
Iván Leyva / Guitarra acústica (8)
DÚO LIEN Y REY | A FUEGO ABIERTO
Viernes 4 de noviembre de 2005 | Invitados: Mirza Sierra, Dariel Díaz, Yoetna Guerra,
Héctor Pepo Herrera, William Roblejo y la Compañía Danza Corpus
Obra plástica: Robin Martínez
Confesiones sobre Lien y Rey
No sé por qué me eligieron estos dos virtuosos; no sé por qué estos dos sabios han apelado a mi
afición por dejar apuntados en papeles sueltos –tal como hoy día suele hacerse en paredes o
como antaño pudo quedar grabado para siempre en el tronco de un árbol– los pelos y señales de
cada asombro que la vida me ha regalado. Nunca he sido capaz de emitirles un juicio, ni
siquiera una apreciación mínima, acerca de su arte. Será que han notado que cuando ellos se
sientan a regalarnos ese pro-digio, me vuelvo avara con el silencio, me vuelvo feroz ante
cualquier disturbio de una palabra o un simple movimiento de otro espectador que pueda
desestabilizar la atmósfera que semejante entrega en vivo reclama como única retribución a las
horas infinitas dedicadas por ellos a luchar con sus dedos, con sus mentes y sus corazones para,
en música y palabras, tratar de dejarnos descifrado un misterio o acaso, simplemente, levantarlo
bien alto de manera que todos lo veamos, descarnado y vivo, como reclamando que salgamos,
cada cual, de su pequeño o grande letargo y recordemos aquello que Lorca dejó anotado de su
puño y letra en uno de sus dibujos: «solo el misterio nos hace vivir, solo el misterio».
Como bien subraya el joven crítico Joaquín Borges-Triana, ellos escogieron a Matanzas para
generar desde allí, para con-figurar y confrontar allí un arte que añade matices al espectro
sonoro de la historia musical que ha estado naciendo y vi-viendo en esa zona tocada por alguna
gracia especial. Hay algo en ese punto de nuestra geografía física, de nuestro mapa espiritual,
que defiende cualquier invención para que no se malogre. Por difícil que sea encauzar cualquier
manifestación artística nacida allí, siempre hay una ladera, un parque, un patio sano o
descascarado, un portal desde donde ponerse a llamar la atención con la propia criatura en
brazos y, por lo menos, diez matanceros dispuestos a aminorar el paso o, para regocijo del
artista, detenerse del todo.
No se trata, en el caso de Lien y Rey, de dos solitarios, sino de dos seres gregarios,
necesitados siempre de convocar a sus iguales y convertir esos encuentros que se producen en
sus presentaciones habituales en verdaderos actos de fe en el arte propio, donde pudiera siempre
escribirse por algún lado en la pared, en el piso o sobre la palma de la mano, donde pudiera
siempre salir cada cual diciendo para sus adentros o en voz alta para el que está al lado: «qué
bueno que no estamos solos».
Yo, que he encontrado la emoción de mil maneras entre el San Juan y el Yumurí, no he visto
en la ciudad de los puentes mucho de lo que ellos ven, no he visto las cosas a su manera y creo
que por eso mismo, desde que encontrándome una vez en el patio de las hormigas arremetieron
con su millón de sonidos, con su millón de imágenes por segundo sin dejar tregua al silencio en
la noche de su ciudad, me puse contenta y dije: «qué bueno que estamos vivos». No lo dije en
voz alta, como no les he dicho personalmente nada de lo que aquí confieso como habanera,
ahora que se les invita a sonar en mi ciudad.
No sé por qué me eligieron Lien y Rey para introducir con unas palabras lo que van a ofrecer,
a fuego abierto, esta tarde en el patio del Centro Pablo –que es como se le llama común-mente a
este sitio–, el mejor lugar donde un par de sabios, un par de virtuosos como ellos, pueden
echarse a volar con confianza. Sencillamente, al aceptar, deposito un poco de mi escaso tiempo
y toda mi fe sobre esta hoja de papel.
MARTA VALDÉS
A FUEGO ABIERTO
Bagdad resiste a fuego abierto,
aquí se insiste por el mar,
el futuro es un mal presentimiento.
Hay que mirar por donde se camina,
un paso en falso puede ser mortal,
la dirección contraria es un mal punto de partida.
Ya estuve en mi nacimiento,
hoy me convido a mi funeral,
Todos me lloran
los miro desde mi caja sonriendo.
Ya regreso del abismo,
me procuro claridad.
Soy ese árbol carnal, generoso y cautivo.
Quizás sea este tiempo, otro regreso,
otras fiebres, acribillándome por ti,
quizás sea este tiempo, quizás sea este tiempo
la filosofía del invento.
Quizás sea aquel fantasma de muerte interminable
que ya no vaga en las noches por mí,
quizás solo es vestigio,
quizás solo es vestigio, pasado interminable.
Quizás sea esta hora, un tiempo irremediable,
quizás sea esta guerra el fin del fin,
quizás esta sequía del alma,
quizás esta sequía del alma, del alma murmurante.
Quizás sea que estallo en medio de la nada,
quizás sean mis pasos que siempre acaban en ti,
quizás sea esta rabia,
quizás sea esta rabia, mi oficio, mi cruz, mi carne cotidiana
y tú, mi amor.
Matanzas resiste a fuego abierto,
los buitres eternos rondan la ciudad,
el futuro es un mal presentimiento.
Aquí la vida se detiene, crece la locura,
no hay combate donde alzar mi canción.
Aquí no hay adversarios, de mi pequeña estatura.
Por mi pecho anda un cisne,
mira con cariño una navaja y mi corazón,
sonríe y me sentencia, al ojo de su crimen.
Por mi lecho anda tu misterio,
anda la muchacha que de sus noches fui.
Por mi lecho anda la muerte de besable esqueleto.
Quizás es que no crea en otras visiones,
en los que buscan esa rara libertad,
quizás la diferencia no está en el paisaje,
sino en los contempladores
Quizás es que le temo a la idea de salvarse,
a esta suerte homicida si no estás tú,
quizás es que me pierdo,
quizás es que me pierdo en el cadáver de mi hijo y de su madre.
Quizás es que no entiendan lo que yo canto,
si me entendieran algo moriría en mí,
quizás es que mi tiempo,
quizás es que mi tiempo todavía no ha llegado.
Quizás no me perdonen que no sea nada,
que no me subaste en las sombras sin porvenir,
quizás no me perdonen,
quizás no me perdonen que no entienda nada,
que no sea nada, que no sea nada.
Y tú, mi amor,
quizás no me perdones que no entienda nada, que no sea nada,
quizás no me perdones que no entienda nada, que no sea nada,
que no sea nada,
que no sea nada.
LETRA Y MÚSICA DE LIEN Y REY
CD A FUEGO ABIERTO
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
Tema A guitarra limpia
Preludio
Josefina
Canción a mi mano derecha con tendosinovitis
Procuraré
Estancia
A fuego abierto
Hallazgo de mí
Mis amigos
Poema de Luna *
11.
12.
13.
14.
15.
16.
Luna No. 1
Gracias por nada
El ave
No debieron venir los forasteros **
Sinfonía de los forasteros
Devoción
Lien y Rey son los autores de todos los temas, excepto:
* Poema de Mae Roque
** Poema de Alfredo Zaldívar
Guitarra y voz: Lien y Rey
Tres, Cuatro llanero y voz: Rey Pantoja
Percusiones: Dariel Díaz
Charango y bajo: Mirza Sierra
Clarinete y tarka: Héctor Pepo Herrera
Cello: Yoetna Guerra / Violín 1: William Roblejo
Violín 2: Amanda Medina
DÚO ARIEL Y AMANDA | FRÍO
Sábado 26 de noviembre de 2005
Obra plástica: Orlando y Eduardo García, premios del V Salón de Arte Digital
«Reunir a la Nueva Trova cubana es la mayor aspiración de esta serie de conciertos. A guitarra
limpia quiere traer a este patio colonial las distintas voces que conforman esta activa expresión
de la cultura musical cubana. Distintas en sus estilos y generaciones, pero unidas en la tradición
y el ins-trumento.» Como delatan las comillas, este texto ya fue pu-blicado: lo escribió Abel
Casaus y apareció, sin firma, en el programa del primer concierto realizado por Santiago Feliú
en este patio el 14 de noviembre de 1998.
Hoy, siete años y setenta conciertos después, venimos a festejar juntos el inicio de aquel sueño
que los trovadores y las trovadoras de todas las generaciones y tendencias, con la ayuda
inestimable de amigos, amigas e instituciones frater-nas, han hecho realidad, es decir, lo han
hecho suyo y nuestro a la vez. Lo dedicamos con muchos minutos de no silencio, como a él le
hubiera gustado, a nuestro hermanito Noel Nicola.
Por eso vendrán Ariel Díaz y Amanda Cepero a ofrecernos voces, guitarra y poesía en un
concierto que negará su título bajo las yagrumas de este patio. Floreciendo como dúo desde
fecha reciente, estos jóvenes artistas reafirman con su talento y su rigor aquella verdad que
hemos repetido y constatado a lo largo de estos siete años a guitarra limpia: la nueva trova, viva
y sensible, cambiante y creciente, es un territorio impres-cindible de la cultura cubana.
Para extender los alcances de esa propuesta, para enfrentar la desidia y la ignorancia de las
estructuras y los medios que debieran difundir mejor –como lo merece– esa expresión de
nuestra cultura, nació la colección de casetes y discos que hoy presenta sus cinco títulos más
recientes; aparecieron, cada año, los cuadernos Memoria para rescatar la maravilla de estos
sucesos y dejar constancia y fe (dos palabras clave entre no-sotros) de los caminos que transita
la trova cubana; se abrieron en diferentes medidas, de acuerdo a las posibilidades ofre-cidas por
sus gestores, los caminos interminables de la radio, la televisión y la asombrosa y compleja
telaraña de Internet; se buscó y felizmente se encontró la complicidad de los cincuenta artistas
de la plástica que han acompañado con sus imágenes cada concierto celebrado en este patio.
En este concierto de hoy encuentra continuidad esa vocación de solidaridad y participación, de
libertad creadora y asunción imprescindible de riesgos que han definido y alimentado la labor
del Centro Pablo desde su fundación nueve años atrás. Por eso agradecemos a los hermanos
Roberto Fabelo, Alicia Leal y Juan Moreira, a la Asociación Pablo de la Torriente Brau de
España y a la gente querida de Trovacub de México, su apoyo para la impresión de estos nuevos
discos que presen-tamos. Por eso también seguimos tomando por asalto las llamadas autopistas
virtuales de la información (que, insis-timos, debemos convertir en carreteras de dos sentidos y
darles, a su vez, sentido creador y constante, con la presencia de nuestras verdades y
propuestas): ahí están los cinco sitios web que difunden los programas, sueños y realizaciones
del Centro Pablo, a través de los cuales se transmite en estos momentos, en vivo, el audio de
este concierto y queda inau-gurada, virtualmente, la exposición de fotos digitales del joven
artista Alain Gutiérrez, el mismo que merodea ahora mismo entre nosotros, tratando de atrapar
el penúltimo gesto de algún intérprete para enriquecer la creciente memoria audio-visual de la
trova en nuestro Centro.
Para destacar y honrar las trayectorias vitales, artísticas y de pensamiento de quienes han
hecho suyas las ideas revo-lucionarias –transformadoras y éticas– de Pablo de la Torrien-te
Brau fue creado en 1998 el Premio que lleva su nombre querido: hoy lo recibirán aquí, para
honrarlo, una institución y un artista que han contribuido, con su talento y su trabajo, a impulsar
los mejores sueños que animan a la nueva trova cubana y al Centro Pablo.
Revisando los catálogos de todos los conciertos que alum-braron nuestro patio para escribir
estas líneas urgentes, en-contré (además de la cita que inició este texto apresurado), una frase
que cierra (que abre) algunas de las celebraciones anteriores de nuestros aniversarios. Vale
también ahora, en su presente y en su proyección compartida de futuro: Aquí es-tamos y
seguimos.
VÍCTOR CASAUS
FRÍO
Con las olas viene un sereno
que está congelando el mar,
viene con mano de hierro
camino de la ciudad.
Viene clavando bandera
de hielo en el corazón,
y estoy levantando hoguera
para calentar canción.
Un frío como navaja
que hiere en la vecindad,
tan en silencio trabaja
que nadie lo ve avanzar.
Enfriando la camisa,
las suelas y el pantalón,
entre el calor y la prisa
te compra su religión.
Cuándo parará, cuándo parará,
cuándo parará este invierno,
cuándo parará.
El frío nos va invadiendo,
invisible al buscador,
incoloro para el diestro
y seco para el sudor.
Frío que adentro despierta
lujosa inmovilidad,
cemento para las piernas
y peso para volar.
Lámparas para mover la luz
que nos salvará,
energía, humanidad,
aliento y hambre de seguir
más allá.
Congelando marionetas
con escarcha de cordel
y moraleja: receta
de hielo no deja ver.
Por todas partes la cerca,
no hay camino a dónde ir,
cuando ya nos demos cuenta
será frío el porvenir.
Lámparas para mover la luz
que nos salvará,
energía, humanidad,
aliento y hambre de seguir.
Con las olas,
las olas
viene un sereno.
ARIEL DÍAZ
Los siete de A guitarra3
Por María Fernanda Ferrer
Varios acontecimientos, todos felices, sucedieron el pasado sábado 26 de noviembre en el patio
del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, día escogido para celebrar los siete años de
permanencia del proyecto A guitarra limpia, un espacio que se ha convertido en punto de
referencia en lo relativo a la llamada «canción de autor».
Lo primero que anunció el poeta y cineasta Víctor Casaus, director de la institución, es que
«esta jornada y las que ven-drán estarán dedicadas a Noel (Nicola), nuestro hermanito querido»,
trovador recientemente fallecido, uno de los funda-dores del Movimiento de la Nueva Trova y
colaborador cercano de la institución desde los momentos iniciales.
Casaus presentó además el cuaderno Memoria, dio a conocer que en el sitio
www.artedigital.cult.cu se había preparado y puesto en línea una exposición del fotógrafo Alain
Gutiérrez, con imágenes tomadas en los conciertos A guitarra limpia.
Otro de los momentos significativos fue la presentación de cinco CDs de la Colección A
guitarra limpia: Antes de la noche, de Yamira Díaz, No me mires tan extraño, de Gerardo
Alfonso, Soy un paisano, de Ángel Quintero, Antología 4 de A guitarra limpia (una selección de
temas escuchados durante el cuarto año de ese espacio), y Homenaje a Noel Nicola. Este último
se realizó cuando A guitarra limpia cumplió tres años, pero ahora resurge en formato de CD.
La entrega del Premio Pablo fue otro de los instantes emo-tivos de la celebración. En esta
oportunidad le fue conferido a Habana Radio, emisora adscripta a la Oficina del Historiador de
la Ciudad, por «su labor activa y solidaria en la promoción de la nueva trova cubana, por el rigor
y la calidad de su trabajo cultural, ejemplo para los medios de comunicación de nuestro país».
La directora de Habana Radio, Magda Resik, no asistió a la entrega del Premio por
encontrarse fuera de la capital cubana, pero hizo llegar un mensaje electrónico en el que
agradece ese reconocimiento.
«Este premio, asegura Resik, lo consagramos a la obra de rehabilitación integral del Centro
Histórico de La Habana y a su máximo inspirador, nuestro Eusebio Leal. Sin la renovación y el
trabajo desde la fe en la belleza y la justicia, que tiene lugar cada día en este paraíso habanero,
sería imposible disfrutar de un proyecto de creación tan singular como el de Habana Radio; o
como el del Centro Pablo, hermano Víctor, que nos prestigia hoy infinitamente con su amistad y
respeto».
El Premio Pablo también fue concedido al trovador Augusto Blanca «por la poesía y la
humanidad de sus canciones, por su hermosa trayectoria artística, inspiradora de las nuevas
gene-raciones de la trova cubana».
Augusto afirmó que «es muy estimulante recibir este reco-nocimiento luego de tantos años
dedicado a cultivar la trova, género que no va a envejecer y mucho menos a morir». Nos
ponemos viejos los hombres, dijo, pero «la trova se revitaliza y rejuvenece de generación en
generación; de ello estoy cada día más convencido».
El dúo de Ariel y Amanda fue el responsable del concierto que sirvió de eje para la
celebración.
Frío, que incluyó 15 canciones, fue el título escogido para el recital, durante el cual se
escucharon temas como «Dime que no hay nada», «Yo no juego más», «Trilogía inconforme
II», «Valsecito ingenuo» y «Hacheros».
«Necesito» es una preciosa canción del también trovador Fernando Bécquer y fue muy grato
escuchar la particular versión que hicieron Ariel y Amanda. Continuó la presentación con los
temas «Quiero decir», «Las cosas que se mueren» (dedicado a Dulce María Loynaz), «Desde el
mismo centro de la flor» (poema de Víctor Casaus musicalizado por Ariel), «Palestina», «Por el
camino», «Silencio de la mujer que pasa», «Conga para andar», «La orilla de las ganas» y
concluyeron con «Frío», canción que dio título al concierto.
La exposición de fotografía digital Rincones, del artista Alain Gutiérrez, también quedó
inaugurada virtualmente en la tarde del sábado y puede verse, vía Internet o intranet, en el sitio
www.artedigitalcuba.cult.cu.
CD FRÍO
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
Tema A guitarra limpia
Dime que no hay nada
Yo no juego más
Trilogía inconforme (II)
Hacheros
Quiero decir
Las cosas que se mueren
Desde el mismo centro de la flor*
Palestina
Silencio de la mujer que pasa
Conga para andar
La orilla de las ganas
Frío
Todos los temas son de Ariel Díaz excepto* poema de Víctor Casaus
RALY BARRIONUEVO | DESCALZO POR LOS CAMINOS
Con su guitarrista Ernesto Guevara
Jueves 22 de diciembre de 2005 | Invitado: Manuel Uriona (percusión)
Obra plástica y mini exposición Mitos, de José Luis Posada
Este concierto de Raly Barrionuevo con su guitarrista Ernesto Guevara en el Centro Pablo viene
a cumplir sueños compar-tidos. Queríamos tenerlo en nuestro espacio A guitarra limpia para
celebrar juntos la maravilla de sus canciones y el encanto de los aires populares que las
envuelven. A su vez, Raly quería culminar sus presentaciones en Cuba con este concierto en el
Centro Pablo, que ha devenido espacio para la poesía cantada por trovadores y trovadoras de
todas las generaciones y di-versas procedencias.
Las canciones que llenarán este patio en la tarde de hoy vienen a dar testimonio y a dar fe.
Testimonio de las hermosas y terribles realidades de nuestro continente y fe en los poderes
mágicos de la canción para acompañar, desde la belleza y la participación, las luchas por
transformar esas realidades.
Esas coplas que lo llevan descalzo por los caminos vienen a traernos a este joven autor
comprometido con la belleza y con la lucha para repartir esa belleza entre todas y todos, como
debiera ser, como será. Las raíces de sus canciones vienen de la voz popular y la poesía de sus
textos nos trae, en su sencillez, la sabiduría que la historia y la cultura han acumulado para
nosotros a lo largo del tiempo.
Partiendo de esas raíces nutrientes, acompañado por las resonancias contemporáneas del rock
y por la poesía de sus textos, sensible y comunicador, aquí está Raly Barrionuevo para cerrar y
abrir otro ciclo de A guitarra limpia entre nosotros.
Al mismo tiempo, habrá espacio esta tarde para la poesía y la palabra viva de Luis Rogelio
Nogueras, para los paisajes inquietantes del Gallego Posada y para sus agudos dibujos que
acompañan el libro De luces y de sombras de Víctor Casaus; para la memoria de María Luisa
Lafita y para el cumpleaños querido de una trovadora de todas las generaciones: Teresita
Fernández.
Confluencia de la amistad y del amor a toda costa, a todo río, a todo mar, aquí están las
canciones de Raly para con-tinuar esta fiesta a guitarra limpia.
VÍCTOR CASAUS
CHACARERA DEL EXILIO
Vuelve a cantar el coyuyo
después de un año sin huella,
vuelve a renacer el grito
marrón de la chacarera.
Es el hombre americano
corazón de la batalla,
rebelión y abrazo fuerte
de parche y de madrugada.
Soy latino de la danza,
de Guevara y dictadores,
de quebracho y cordillera,
de exiliados y cantores.
Chacarera del exilio,
trashumante es mi destino
y esta copla que me lleva
descalzo por los caminos.
Huele a pueblo el caminante
que ha desgranado el camino,
sabe a lucha la palabra
que no conoce de olvido.
Tengo una mujer de fuego
navegando en mis nostalgias,
tengo una mujer de greda,
me despierta en las mañanas.
Cinco siglos de silencio,
genocidio de una raza,
y es la pachamama, lumbre
que enciende nuestra esperanza.
RALY BARRIONUEVO
VIII AÑO
SEGUIR ANDANDO
«Y una vez que acaba la canción, queda esperar
Que vuelva a partir, que vuelva a llegar.»
(El trovador de barro negro,
Silvio Rodríguez, 1980)
TERESITA FERNÁNDEZ | COMO UNA SOLA FLOR
Sábado 28 de enero de 2006
Obra plástica: Vicente Rodríguez Bonachea
Dedicado al séptimo aniversario de la emisora Habana Radio
Cultiva una rosa blanca... como una sola flor
En julio como en enero anda nuestra Teresita, juglar incan-sable, cuidando de la rosa blanca que
nos legó Martí. Es la rosa de la lealtad a lo más amado, la que no abriga rencor, la que crece en
cada gesto de nobleza, la que dice mil palabras mágicas de esperanza y consuelo en su lenguaje
de pétalos blancos… única flor posible de cultivar para quien vive con tal vocación: la de los
que aman y fundan.
Y si hay concierto de Teresita Fernández en el patio del Centro Pablo el día del nacimiento
del Apóstol, entonces ya sabemos que también tendrán un claro espacio los trinos de los pájaros
habaneros, cuando ella los presente, como quien invita a otro amigo trovador a subir al
escenario.
Ya sabemos que más allá de pulsar las cuerdas y actuar para el público, se apoyará en la
guitarra mientras conversa con la gente, como quien descansa en el hombro de una vieja amiga
que acompaña y escucha en silencio una y otra vez todas las ocurrentes y profundas franquezas
del alma.
Sabemos que la voz de Tere va a llenar el aire de este rincón único, donde tantas veces le
hemos agradecido a la vida el orgullo de ser trovadores y amantes de la trova cubana.
Esta tarde la gratitud florecerá aún más, cuando vuelvan en su voz otra vez Gabriela Mistral y
José Martí. ¡Gran suerte la nuestra!
La suerte de quienes seguimos creciendo con las palabras de Martí, las rondas de Gabriela, las
canciones de Teresita, como parte del mismo credo, ese que nos ilumina y nos da fuerzas
infinitas en cualquier lugar donde nos encontremos: dejar al mundo más bello que como lo
hallamos.
Es el mismo credo, es la misma rosa blanca. Es como una sola flor.
RITA DEL PRADO
(Medellín, Colombia, enero de 2006)
DAME LA MANO Y DANZAREMOS
Dame la mano y danzaremos,
dame la mano y me amarás,
como una sola flor seremos,
como una flor y nada más.
Te llamas Rosa y yo Esperanza,
pero tu nombre olvidarás
porque seremos en la danza
como una flor y nada más.
Los astros son rondas de niños
que juegan el mundo a mirar,
las olas son rondas de niñas
que juegan el mundo a besar.
En dónde tejemos la ronda,
la haremos a orillas del mar,
el mar danzará con sus olas
tejiendo su trenza de azahar.
Dame la mano y danzaremos,
dame la mano y me amarás,
como una sola flor seremos,
como una flor y nada más.
TEXTO: GABRIELA MISTRAL
MÚSICA: TERESITA FERNÁNDEZ
TONY ÁVILA | CREDENCIALES
Sábado 25 de febrero de 2006 | Invitados: Maikel Quintana, Roger Quintana, Lindiana
Murphy y Antonio Santovenia
Obra plástica: Orlando Ramos
Un negro constitucional
Tony Ávila ANDA por los predios de la trova hace diez años derrochando ingenio y gracia. Se
nos ha hecho cronista de un tiempo que necesitará de los más acuciosos historiadores para ser
cabalmente comprendido por la posteridad.
Tiene un pie en la línea de la nueva canción y otro en la extraordinaria tradición de la música
popular. CAMINA con los dos con soltura y agilidad.
PROCEDE de una estirpe de cantores y compositores po-pulares de la ciudad de Cárdenas que
tuvo en los mejores años de la Revolución una intensa actividad en escenarios nacio-nales y
extranjeros.
Tony ha hecho su obra creativa sin que esta pueda ser el SOSTÉN principal de su vida y la de
su familia. Pero no ha sido víctima de la esquizofrenia mercantilista: DEFIENDE la canción
cubana en cualquier escenario.
Su obra CONSTITUYE, por la filiación evidente con géneros de gran arraigo popular, un
momento peculiar dentro de la abundante creación trovadoresca más contemporánea.
Tony refiere lo que anda mal con una mezcla de humor y pena, de la que EMANA un
indudable compromiso. Precisa aún de una mejor promoción –como tantos otros–, perfeccionar
la factura de sus presentaciones y, sobre todo, poder contar con el concurso de otros intérpretes
dispuestos a cantar su música. De seguro, el resultado sería fabuloso.
Sin embargo, sus estribillos son conocidos y coreados cada vez por más personas, cada vez
más jóvenes. Y sin embargo, SE MUEVE, SE MUEVE…
FERNANDO ROJAS
AMOR CROMAGNON
Si el mundo fuera una aldea
y la humanidad una tribu
te iba a enamorar
con palos y con piedras.
Y con esa Neanderthal manera
de hacer el amor garrote en mano
yo paleolíticamente te dijera:
uh… uh… uh… uh…
Si el mundo fuera una aldea
y la existencia un segundo
te haría el amor antes
que me extinguiera.
Y cavernícolamente hablando
haremos la primitiva fiesta
con los cromagnones de la aldea,
los que quedan en la tierra.
Y hagamos el amor en una cueva
pintando corazón en la pared
pa´ que la arqueología se resuelva
cuando pasen mil años de Internet.
Vamos conmigo a conquistar el fuego
vamo´ a darle candela al excedente
pa´que no nazca el lucro
y, desde luego,
al cacique no le llamen presidente.
Si el mundo fuera una aldea
con hábitos matriarcales
hablara de montes Athos
a la inversa.
Cualquier montaña fuera el Olimpo,
los dioses comieran carne fresca
y mi pecado fuera ser profeta.
Si el mundo fuera una aldea
y el tiempo una temporada
tal vez el amor quedara en historietas.
Pero si en la infinitud de un beso
se inventa el amor sin darnos cuenta,
si el eslabón perdido apareciera.
Hagamos el amor…
hagamos el amor…
hagamos el amor en una cueva.
TONY ÁVILA
CD CREDENCIALES
1.
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3.
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10.
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14.
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16.
17.
Tema A guitarra limpia
Credenciales
Yo vine cantando
Cuatro paredes para amar
Hombre nuevo
Regalao murió en el 80
Sin técnica no hay técnica
Negra
Malecón
Daniela
Al sur de tu garganta
Después de amar
Silbando bossa nova
Huracanes
Metronidasón
Cascarilla
Científicamente negro
SAMUELL ÁGUILA | RETRATO
Sábado 25 de marzo de 2006
Obra plástica: Eduardo Moltó
Cotidiano retrato
Es difícil no darse cuenta de que cada concierto de Samuell es un retrato donde los avatares, las
angustias, los resplandores, los sentires otros y todos tienen cabida en cada palabra, en cada
silencio, en cada cuerda de guitarra, como quien revive mien-tras canta o como quien canta para
seguir viviendo.
Desde los gestos en el rostro, que no intenta ocultar, hasta sus posturas cotidianas son un
desnudarse donde, unas veces inquieto, otras más tierno, va dejando su huella.
Como una mariposa se posa en el asfalto y las praderas, y madrugando va tejiendo un camino
que si bien es muy propio también marca una generación X.
En Samuell los más disímiles motivos son asumidos con de-licado sentido humano, a través
de metáforas y alegorías ple-nas de una sensibilidad artística, asegurada no solo por la
originalidad formal del abordaje, sino también por el prisma inteligente por donde pasa lo
conceptual. La intención sobre-pasa los límites de la mimesis. Su obra se complejiza a partir de
la profundidad y la riqueza del contenido. La anécdota se torna pretexto para enjuiciar o
problematizar la realidad convirtiéndose así, cada una de sus canciones, en un vívido retrato.
Aun cuando aparece y desaparece, no cabe duda de que vuelve siempre para verter desde
adentro su inagotable energía como quien va arando el fin más allá de lo que pueda resultarle
efímero o eterno.
De seguro será que el canto ha de retratarlo.
YUS ESCOBAR
ARCOIRIS
Vuelve la mañana, casi tenue; silenciosa.
El rocío nació, húmeda es la noche.
Y los gallos empiezan a cantar,
tonadas de tierra virgen.
Los motores empezaron su diario,
ya los hombres despertaron del sueño,
galope hay en la calle; se escucha galopar,
ya vuelve a gobernar ¿el ESTADO?,
ya los periódicos vociferan sus noticias;
y los viejos atentos buscan respuestas
del pasado que con ganas desgarraron.
Son las seis y el reloj se estanca,
no existe tiempo. ¿Quién tejió esa mentira?,
nadie se responde esa pregunta necesaria,
y los niños juegan su recreo, así transcurren
los sucesos.
Mientras tanto en el cielo las nubes tejen
su aguacero;
no hay inviernos pero el mar quiere ser llovizna,
cae una gota, caen dos, caen mil;
un segundo más y el diluvio moja.
Se seca todo el cielo y los rayos vuelven;
tal parece que amanece; pero observo en el espejo
cómo se levanta la noche y se acuestan
los estruendos,
ya por suerte todo es calma y el arcoiris despierta.
SAMUELL ÁGUILA
CD RETRATO
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
Tema A guitarra limpia
Que levante la mano la guitarra (Silvio Rodríguez)
Retrato II
Vamos
Gorrión
Gitanita
Sin ir más lejos (Marta Valdés)
Un hombre quiso mirarse por dentro (José Antonio Que-sada)
Flor de eternidad
Arte por arte
Cotidiano II
ALAIN GARRIDO | CONCIERTO SENSIBLE
Sábado 29 de abril de 2006 | Invitados: Diego Gutiérrez, Leonardo García, Yaíma
Orozco, trío de cuerdas Alter ego, Asley Brito (violín), Michel Hernández (bajo), Ariel
Marrero (percusión)
Obra plástica: Amílkar Chacón
En el resguardo de la sensibilidad
Alain Garrido comenzó a acercarse a la música a través del rock, pero luego enrumbó sus
intereses hacia la trova, donde evidentemente encontró el cauce exacto de su vocación y posibilidades, y ya en 1992 llama la atención con sus primeras composiciones que anunciaban una
obra original.
Cuando escuchamos a Alain, su música nos parece ya apro-bada por el tiempo; conocida de
siempre, y no porque sea una obra mimética o fácil, sino porque Alain, como todo buen ar-tista,
ha sabido encarnar las esencias más puntuales de la espiritualidad, especialmente del habitante
cubano.
Con una ambiciosa diversidad recorre buena parte del re-pertorio genérico nacional e
internacional, componiendo cada tema sobre la guía de un género, pero abriéndose a otros en
una fusión enriquecedora. Así aparecen baladas con aires bra-sileños, sones con sonoridades de
rock, canciones con ritmo de danzón tradicional o aboleradas, nanas en tiempo de bolero,
rumbas, etc.
Compositor impenitente, se ha aferrado al interés de mantener su música en la rítmica cubana
y llevarla al formato tradicional con preferencia por lo acústico, y aunque melódicamente sus
composiciones no están lejos de la vertiente de la música pop y rock al uso, sus giros se
enmarcan dentro de la tradición.
La trova villaclareña, y esto se ha dicho bastante, está entre lo mejor que hoy se compone en
Cuba y Alain Garrido es una de sus excelentes muestras. Con un estilo de entrañable sin-ceridad
y voz de tesitura desgarrada que denota pasión, dice hermosísimos textos de fácil incorporación
a la memoria, pero de gran profundidad reflexiva y llenos de símbolos e imágenes que hacen al
compositor esencialmente trovador y lo distin-guen dentro de su generación. De su obra se
destacan: «Res-guardo», «Si tú conjuras», «Veleidades de la gloria», «A tientas», «Mirando y
dejando», «Pasándola bien» y «Eternidad». A este trabajo une la musicalización de textos de
importantes poetas de la región.
Loables son, también, sus empeños por aglutinar, asesorar y promover a los que surgen; la
altura y el reconocimiento alcanzados por este movimiento desde Villa Clara y la sistematicidad de sus encuentros, sobre todo esa alucinante Tro-vuntivitis de cada jueves y durante
10 años en El Mejunje, son parte de su pasión.
Su superación y sus constantes búsquedas lo han llevado a incorporar a otros músicos y
formatos. Un gran acierto ha sido el trabajo con Alter ego, pues le permite realizar con mayor
amplitud sus concepciones musicales y mostrar cuanto le bulle y es capaz de lograr.
Alain es graduado de Educación Musical en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela,
pero además es un con-secuente estudioso de la música y actualizado lector, sensible ante los
avatares humanos, desde la pena más particular hasta los asuntos de mayor connotación social,
actitud que ha volca-do en su quehacer y lo avecina cada día a esa eternidad de la obra plena.
ALEXIS CASTAÑEDA PÉREZ DE ALEJO
ETERNIDAD
Fantasmas en mi devoción
como acertijos de la luz,
son tantos rostros y un dolor,
viejo espejismo.
Y yo que me creí ante el umbral de las visiones
encontré esta quimera, un corazón.
Hoy viene llegando otro lugar
y todo el pueblo emigró
buscando el oro, un disfraz
para sus muertos.
Y yo que me quedé ante el altar sin oraciones
comprendí, todo era más que una ilusión.
Y qué más se necesita para tocar
con estas manos nuestro sol,
hilos que atrapan la felicidad.
Y qué más se necesita para escuchar
leve el zumbido de un ciclón
avecinando otra eternidad.
Y al final ya casi nadie mirará
por donde venga la razón,
como balcones posarán
ante mis restos.
Y al final, no hay final.
No hay final, al final.
ALAIN GARRIDO
DIEGO GUTIÉRREZ | DEMASIADO DIEGO
Sábado 27 de mayo de 2006 | Invitada: Rochy Ameneiros
Obra plástica: Jesús Medrano
¿Demasiado DiEgo?
Casi cuando el siglo XX ensayaba sus últimos respiros, el nombre de Diego Gutiérrez comenzó a
hacerse familiar para los trovadictos capitalinos. Un par de temas suyos se dejó es-cuchar en la
voz de Rochy por esos años, y a través de tales versiones muchos nos acercamos a este avileño
transplantado a Santa Clara e hijo adoptivo de La Habana. Guitarra al hom-bro, ha hecho y
deshecho, en viajes de ida y vuelta, los caminos del centro a la capital, y hoy está otra vez entre
nosotros, pa-ra un reencuentro con sus musas y consecuencias.
Canciones de asombros propios y ajenos, donde la melancolía se codea con el desenfado y el
júbilo con la emoción, conforman un estilo personal que va tocando sensibilidades. Influencias
que van y vienen (como las olas), y en el proceso de sedimen-tación le dejan atisbos de rock
argentino, de trova espirituana, de tradiciones orales y cantautores anglos (tiene algún tema en
inglés, idioma que maneja a la perfección, para envidia de quienes solo lo chapurreamos un
poco). Por ahí se le sale tam-bién ese niño que aún le dormita dentro y que tantas trave-suras le
propone entre acordes y estribillos.
Más allá del lirismo de su canto, siempre he pensado que en cada una de sus canciones se
perciben otras lecturas posibles. Que la aparente inocencia de sus textos esconde algún dolor
remoto o una certeza deslumbrante, que se nos escapan ante la belleza de sus melodías. No sé si
hoy descorrerá el velo de alguna de ellas; quizás al final de la tarde y las voces, todas las
apuestas seguirán en pie. Pero sí podemos llegar hasta aquí con el convencimiento de que su
obra es la creación necesaria de un trovador aferrado a sus amores y deslices.
Con un disco ya disponible, acompañado por el excelente desempeño de la Elmer Ferrer
Band, guarda todavía en el cajón de su guitarra muchas ideas más. Por eso sospecho que nunca
(por suerte) tendremos la saturación del «demasiado Diego», ni siquiera en ese juego de
palabras con que apela a nuestra complicidad.
Este aprendiz que reconoce entender pero no aprender nada, ya sabe, sin embargo, que a la
breve altura de esta vida, al trovar se ensaya un equilibrio entre el placer y el desgarro. No
perdamos de vista ni a Diego ni a sus canciones.
HUMBERTO MANDULEY
EL CINEMATÓGRAFO
Me voy a ver
el gran invento
que trajo el mil novecientos.
Me voy a ver, me voy a ver
la maravilla,
lo que más vale y brilla:
mejor que el fonógrafo
es el Cinematógrafo.
Qué novedad, cubana,
veré en La Habana.
Me voy a ver las avenidas
y a las mujeres de la vida.
Me voy a ver, me voy a ver
luces de mar
y a los vapores desde un bar.
Pero mejor que el faro
quiero ver
el Cinematógrafo.
Qué novedad, cubana,
veré en La Habana.
Yo quiero ver los adoquines
y al puerto sin marines.
Yo quiero ver, yo quiero ver,
a las gaviotas
y un juego de pelota.
Pero mejor que el guaguancó
quiero ver
el Cinematógrafo.
Qué novedad, cubana,
veré en La Habana.
DIEGO GUTIÉRREZ
CD DEMASIADO DIEGO
1.
2.
3.
4.
5.
Tema A guitarra limpia
Entre los flashes
La fiebre del oro
Brazos en cruz
Ella cuenta la historia
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
Muchacha entre castillos
Felicidad (con Rochy)
Sorry
Carta de Penélope a Odiseo *
A many splendored thing **
Sabor salado
Quién
El cinematógrafo
Cuerda floja
En la Luna de Valencia
Mando a distancia (bonus track)
* Texto de Edelmis Anoceto.
** Texto de Sigfredo Ariel.
«Mando a distancia» es un texto de Diego Gutiérrez.
LÁZARA RIBADAVIA | RAZONES
Sábado 8 de julio de 2006 | Invitados: Rita del Prado, Samuell Águila
Obra plástica: Zaida del Río
Ausencia quiere decir volver
Por más que haya sucedido muchas veces, siempre que Lázara Ribadavia suba a un escenario
para cantarnos, ese día va a ser especial, como lo es este sábado, cuando ella vuelve a ser el
centro de nuestro ritual a guitarra limpia.
Después de algún tiempo de ausencia, la reconocen como una cómplice de naturalezas vivas
esos queridos árboles del patio del Centro Pablo, a los que nunca dejamos de mencionar, porque
ellos también hacen su concierto desde el deshojar hasta el reverdecer, como una parábola con
todas las canciones que cuentan cómo amamos, desamamos, volvemos a amar, par-timos y
regresamos.
Hoy, por suerte, Ausencia quiere decir volver, pues realmen-te para una artista como ella la
esencia del regreso es volver con el canto a humedecer la huella que ha dejado en el público y
en los trovadores amigos.
Y esa huella es posible únicamente cuando se canta desde lo más hondo y cuando «las
canciones son pedacitos de vida he-chos música», como descubrió hace tiempo el sabio amigo
Joa-quín Borges-Triana.
Por ello, ni la ausencia ni la lejanía podrán volar más alto que la magia de Lázara.
Es gracias a esta verdad que siempre vamos a escucharla acompañados del mayor regalo que
puede hacerle el público a un trovador: la ilusión. La ilusión que acompaña a quienes van
camino de un reino donde la única urgencia permitida es amar la vida en toda su grandeza y en
todos sus detalles. Un reino donde se le puede pedir a un jazmín herido que florezca.
Por eso no es posible sentir que el de hoy va a ser un concierto fugaz, envuelto en una breve
estancia pasajera antes de partir nuevamente a otra ciudad de otro país, pues cuando Lázara nos
canta trae consigo todos los instantes compartidos, todo el espacio añorado, todo el tiempo del
mundo, toda la vida, todo el amor.
Tal vez entonces habría que inventar una nueva palabra que diga mucho más que gracias para
que abarque nuestra gratitud en toda su dimensión, pues hasta hoy no existe palabra con la cual
agradecerle al Centro Pablo que los trovadores cubanos, más que un centro cultural, tengamos
UN HOGAR adonde siempre volver después de la ausencia.
RITA DEL PRADO
(La Habana, julio de 2006)
RAZONES
Qué grande es tu corazón,
qué buena suerte la mía,
quién me pagó con tu amor,
como me alivias la vida.
Hay una estrella, quizás,
en el banco de algún parque,
hay veinte mil mal heridos
rotos de fe por las calles,
un loco agita su espada
en una guerra de nadie,
mientras tu abrazo, mi amor,
devuelve el sol a mi valle.
Qué grande es tu corazón,
qué buena suerte la mía,
quién me pagó con tu amor,
como me alivias la vida.
Y secuestran la ilusión
cuatro pandillas de malos
y se le ocurre a un suicida
decir te quiero en la radio,
el mundo grita su espanto
por los que arriendan la ira,
y yo me rompo de paz,
si tú me besas, mi vida.
Qué grande es tu corazón,
qué buena suerte la mía,
quién me pagó con tu amor,
como me alivias la vida.
Debe haber una esperanza,
tienen que salir caminos,
nadie me pida razones
si quiero cambiar de vino,
ocupémosnos del mundo
que exige luces abiertas,
como se ocupa mi amor,
de los sueños en mi puerta.
Qué grande es tu corazón,
qué buena suerte la mía,
quién me pagó con tu amor,
como me alivias la vida.
LÁZARA RIBADAVIA
CD RAZONES
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Tema A guitarra limpia
Presentación de Víctor Casaus
Vuelos de azar
Con poquita fe
Canción de tarde
Quererte por dentro
Mentor de la prisa (Rita del Prado)
Yo no sabía de abril
Por si regresas
Interludio (César Portillo de la Luz)
El mejor de los cuentos
Una mujer que canta y sueña
Otro día con tu sombra
Sálvame
Mi Habana
Travesías
Agradecimientos de Lázara Ribadavia
Razones
Sueños raros
Músicos invitados:
Teresita de Jesús (piano)
Wenceslao de Jesús (violín)
Jorge Garro (guitarra)
Claudio Pairot (cajón)
DÚO COFRADÍA | ANHELOS EN COFRADÍA
Sábado 30 de septiembre de 2006
Obra plástica: Eduardo Roca Salazar (Choco)
Dicen que el amor entra por la cocina, pero entra también a través de los olores y de los sabores
de esa otra cocina que es la música, en donde sazonamos nuestras emociones, caros anhelos que
luego, a golpes de sacrificio, se convierten en me-lodías guardadas en un cofre.
Eusebio (Pachi) Ruiz y Liamer (Lía) Llorente intercambiaron cómplices miradas desde 1997,
cuando Pachi trabajaba en Extensión Universitaria del Instituto Superior Minero Meta-lúrgico
de esa ciudad industrial que es Moa.
El creador Pachi Ruiz andaba cargado de acordes de séptima, novena y trecena y en su
imaginación fluían las acopladas voces de agrupaciones como Toma 6 y The Manhattan
Transfer, acom-pañados por trompetas, flautas, claves y bongoes, todo un ajiaco sonoro que
cristalizó en el grupo musical Nueva catarsis, que hizo época a finales de los 90 en el Oriente
cubano.
En esos menesteres surgió el Dúo Anhelos, influenciado por el trabajo de Gema Corredera y
Pavel Urquiza. Con el tiempo, Pachi y Lía se fueron a trabajar de cara al turismo y el reper-torio
adquirió nuevos horizontes.
De Anhelos se convirtió en Dúo Cofradía, a propuesta del trovador cienfueguero Lázaro
García, quien propició que grabaran en 2004 su primer disco con el sello Bis Music, ti-tulado
Más arriba.
El Dúo Cofradía rinde por un grupo: la destreza de Pachi al ejecutar la guitarra, la
musicalidad y el desenfado con que Lía asume lo que propone, la amplitud genérica en los
ritmos que aborda, y los guiños performáticos de sus actuaciones, hacen de Cofradía uno de los
duetos más atractivos e inte-resantes de la música popular contemporánea de nuestro país, hoy
por hoy.
En Cofradía la trova se redimensiona, los géneros musicales se abrazan con fluidez y
organicidad. La fusión deja de ser ese saco que acepta todo para evidenciar un eclecticismo
sonoro envidiable.
Las letras de las canciones hurgan en el habla popular de aquí y de ahora, recrean la tradición
y proponen un nuevo discurso, a ratos tiernos, a veces dolido, como intentando de-mostrar que
si algo nos compulsa a resistir en «este mundo enfermo», es la autenticidad de una canción
comprometida y que nos compromete.
FERNANDO CABREJA
3 Y 45.COM
Evadí mil coartadas, le trové al desamor y a la espuma;
esquivé la estocada que clavó en una espalda la astilla;
soñé tibias campanas que anunciaban la maravilla.
Me invento un carnaval que a destiempo me cure la herida.
Descoagulé la ira, maticé las señales de un ruido;
rediseñé armonías arrastradas por los viejos ríos.
A las ancas de un verso hice diana al centro del idilio.
Me invento un carnaval cada vez que me acecha el hastío.
Pero la verdad asumió atuendo de guadaña y capa oscura,
pero la verdad requisó al juglar, tildó al jubiloso,
quemó sus violines y les mató la fe.
La mentira subióse al trono, lanzó verdes miradas inmaculadas,
besó a la multitud desesperada ante el perfume azul de la mañana.
EUSEBIO (PACHI) RUIZ
PEDRO REÑÉ | PINCELADAS DEL SUR
Acompañado por Natalia Gómez
Sábado 28 de octubre de 2006
Obra plástica: Alicia Leal
Pinceladas del Sur es un disco con 11 canciones, 11 escenarios en donde ocurren historias tan
variadas como coloridas. Pin-celes y hadas que se intuyen como un bosque a media tarde en
donde algunos rayos del sol besan el suelo como si caminaran.
Los enormes árboles están detrás, casi en la sombra, en ese Sur que nos sitúa tan cerquita de la
melancolía; es el bando-neón de la primera canción, «Cine», que parece la filigrana de un viejo
colectivo [ómnibus] 64 que pasa por un barrio porteño con adoquines…
Son las tres señoras pícaras y furtivas que aún saben ena-morar a los muchachos con sus
«últimos cartuchos»; es ese fantástico Córtazar cayendo como gotas sobre un espejo de agua
que refleja a la luna.
Es una «parte de mí», de vos, de todos, que nos quedamos con tantas ganas de vivir siempre
cerca; es Charly García sabiendo que el mundo lo va a sostener, mientras salta al vacío. Es una
«Patria» que intuyó Claudio Pocho Lepratti, y que no supimos cuidar cuando lo asesinaron en
Rosario. Es «Cantar», con amigos y compañeros, a los amores de todas partes. Es una samba
mojada de nostalgia porque una inundación nos dejó el alma de Santa Fe hecha de agua.
Y es también una «utopía» siempre lista para candom-bear, reinventarse y hacer coros por las
calles. Y son dos voces, frágiles, amistosas y viajeras, las de Natalia y de Pedro, que en el
«último aviso» siempre vuelven a empezar con una nueva guitarra…
Pinceladas del Sur es un disco, un recital y es este arru-llo desde el borde del Río Paraná, para
contarle al mundo que aunque estemos «sin techo», nuestra ternura y nuestro empeño «se hace
saber…», desde Rosario hasta La Habana.
COMO UNA LUNA EN EL AGUA
Por tus besos, trasnochado corazón,
yo me escapo de mis sórdidos rincones.
Por tus besos saco el tiempo del reloj
y lo pongo a palpitar en mis acordes.
Por tus besos, fundo un mar que encontrará
sus orillas en los labios que se esconden.
Por tus besos trataría de lograr
que escuchases con tu boca mis canciones.
Hundo mi mano en tu pelo
y te siento tan cerca, tan cerca de mí...
Rozan tus pies en el suelo
y te siento temblando tan cerca de mí...
Como una luna en el agua.
Por tus besos, fundo un mar...
Hundo mi mano en tu pelo...
PEDRO REÑÉ
TE DOY UNA CANCIÓN. HOMENAJE A SILVIO RODRÍGUEZ
CONCIERTO POR EL OCTAVO ANIVERSARIO
Sábado 25 y domingo 26 de noviembre de 2006
Canciones de Silvio interpretadas por 43 trovadores
Obra plástica: Diseños K&K
Más de cuarenta trovadores y trovadoras nos regalarán esta tarde canciones de Silvio para
felicitar su cumpleaños y los ocho años de existencia del espacio cultural que ha animado, a
guitarra limpia, las tardes de este patio de La Habana Vieja.
Se trata de acontecimientos unidos por valores, sentimientos y esencias comunes: la búsqueda
de la felicidad, la justicia y la belleza; el tributo a la autenticidad como marca de fuego en el
pecho del oficio; la conciencia –adivinada primero y confir-mada después– de que el futuro,
como el sueño, «se hace a ma-no y sin permiso».
El trovador, además, ha estado presente desde la creación misma de este espacio de muchas
maneras. Para iniciar esta fiesta de hoy me gusta recordarlo en la imagen del cartel ar-tesanal
que realizamos para el que sería el primer concierto A guitarra limpia, aquí bajo estas mismas
yagrumas, en noviembre de 1998. Los avatares del trabajo y la creación no permitieron que
volaran entonces las mariposas anunciadas en el título del concierto, pero más de una vez las
veríamos después por aquí, entre las voces de los setenta y tantos trovadores y trovadoras que
han repartido sus sueños, sus preguntas y sus propuestas entre estas paredes y las han
proyectado hacia el cielo abierto allá arriba sobre nuestras cabezas a lo largo de estos ocho años.
Para recordar hasta hoy –hasta mañana– aquel sueño incon-cluso y para acompañar desde la
imagen alegórica las trovadas de la calle Muralla, quedarían, en la identidad gráfica de este
espacio cultural, las manos de Silvio acariciando a esa mujer irrepetible que es la guitarra.
Después vendría el trovador, en otras ocasiones, a este patio a recibir el Premio Pablo o a repartir canciones suyas acompañando el excelente concierto del trío Trovarroco que ahora
tenemos entre las manos en forma de disco terminado.
Pero hoy, en realidad, va a culminar, como regalo para el cumpleañero y la gente que lo
quiere, aquel concierto aplazado a finales de la década del 90. Aquí van a sonar estas músicas y
estas palabras que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas, con las que hemos amado,
maldecido o soñado. Aquí más de cuarenta hermanas y hermanos que comparten el compromiso
con la guitarra y sus misterios, integrantes de todas las generaciones y todas las tendencias de la
Nueva Trova cubana, vienen a traer canciones de Silvio, maravillas de la poesía, la imaginación
y la belleza, con las que le estamos agradeciendo al trovador todos los regalos que nos ha hecho
durante casi cuarenta años, desde la metáfora con la que definió alguna vez la angustia de un
amor incierto hasta la consecuencia con que ha defendido, desde su compromiso y sus
principios, los sueños de muchos, las esperanzas de todos.
Mientras vuelan esas mariposas que decía, pasarán por aquí, para quedarse, algunas de la
acciones culturales con las que este Centro celebra los ocho años de A guitarra limpia y los diez
años de su creación: discos que recogen, para la memoria y la difusión necesaria, los conciertos
de este patio, el cuaderno que reúne y guarda para el misterio de su título, la síntesis de lo
ocurrido aquí mismo durante el séptimo año de este espacio cultural, los premios de los
concursos con los que estamos recordando el aniversario de Pablo de la Torriente Brau, acercándonos, desde la trova, a la poesía escrita, apoyando la labor de algunos trovadores entre los
tantos que lo necesitan.
Estos conciertos han sido preparados y realizados, como todos los proyectos del Centro Pablo,
por el pequeño equipo que lo anima, comprometido con aquella frase escuchada a un amigo en
alguna ocasión, y que se ha convertido –de manera espontánea, sin resoluciones ni edictos que a
veces entorpecen los caminos de la cultura y de la existencia cotidiana– en este humilde y
alentador lema: «la vida es muy corta para hacer las cosas dos veces: por eso hay que tratar de
hacerlas bien la primera vez».
Nuestro pequeño equipo ha recibido para este concierto, como para todas las acciones
culturales que realizamos en el Centro Pablo, el apoyo participante de los propios creadores que
han hecho suyos estos modestos espacios de que dis-ponemos y la ayuda de algunas
instituciones amigas, aquí y en otros (claros) rincones del mundo.
La generación poética a la que Silvio pertenece incluyó al final de algunos de sus textos
iniciáticos –que hoy pudiéramos llamar fundacionales pero que entonces eran, por suerte,
solamente las propuestas, los gritos, los susurros de jóvenes poetas comprometidos, en tiempos
de revolución, con los sueños de justicia y la búsqueda de la belleza– esta frase invitadora y
coloquial: «Ahora, con permiso, vamos a hacer circular estos papeles».
En estos meses recientes, al calor de algunos aconteci-mientos afines, como la aparición de
Érase que se era, rescate de canciones que el tiempo hizo inolvidables aunque nunca fueran
incluidas en disco alguno y homenaje a nuestra «soña-dora, contradictoria y entrañable
generación», he terminado de comprender que todas las acciones culturales desarrolladas por el
Centro Pablo en estos diez años (exposiciones de plástica o de arte digital, libros, sitios en la
red, memorias rescatadas, conferencias y coloquios, programas de radio, documentales,
conciertos A guitarra limpia) llevaban implícita aquella invi-tación temprana pero vigente.
Por eso, ahora, para Silvio, para la gente que lo quiere: «con permiso, vamos a hacer circular
estas canciones».
VÍCTOR CASAUS
VAMOS A ANDAR
Vamos a andar
en verso y vida tintos,
levantando el recinto
del pan y la verdad,
vamos a andar
matando el egoísmo
para que por lo mismo
reviva la amistad.
Vamos a andar
hundiendo al poderoso,
alzando al perezoso,
sumando a los demás,
vamos andar
con todas las banderas
trenzadas, de manera
que no haya soledad.
Que no haya soledad,
que no haya soledad,
que no haya soledad...
Vamos a andar
para llegar a la vida.
Vamos a andar
en verso y vida tintos
para llegar
levantando el recinto.
Vamos a andar
del pan y la verdad
para llegar
matando el egoísmo.
Vamos a andar
para que por lo mismo
para llegar
reviva la amistad.
Vamos a andar
hundiendo al poderoso
para llegar
alzando al perezoso.
Vamos a andar
sumando a los demás
para llegar
con todas las banderas.
Vamos a andar
trenzadas de manera
para llegar
que no haya soledad.
SILVIO RODRÍGUEZ,
(Del disco Rabo de nube, 1979)
En el Centro Pablo, Silvio Rodríguez y sus hermanos de oficio1
Por Estrella Díaz
«¿Que qué pensaba y sentía mientras escuchaba cuarenta de mis canciones cantadas por igual
número de trovadores? Pues gratitud y me gustaría que todo el mundo pasara por una
experiencia así: es conmovedor que la gente se aprenda tus canciones y que las quieran cantar;
me parece una cosa muy linda y una recompensa enorme y lo que les deseo es, como dice un
amigo: ¡lo que me desean, tengan!,» expresó el trovador Silvio Rodríguez.
Tales declaraciones de Silvio fueron hechas a esta reportera instantes después de concluir en
el patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, en La Habana Vieja, el segundo
concierto que esa institución preparó a propósito del 60 cum-pleaños del trovador y que se
convirtió en uno de los home-najes más cercanos, profundos, amorosos y, sobre todo, sin-ceros
que se le tributan a un hombre que, aunque rehúye de luces, lentejuelas, perlas y multitudes, su
sola presencia se convierte, si no en huracán, al menos en rabo de nube…
Los conciertos titulados Te doy una canción, del sábado 25 y el domingo 26 de noviembre
fueron, además, una lección de respeto visto desde dos grandes vertientes: los propios músicos y
el público. Los más de cuarenta trovadores que participaron en ambos recitales sabían que
estaban allí para reverenciar a Silvio y a eso se limitaron y ¡crecieron!… Atrás, muy atrás,
quedó cualquier vestigio de vanidad personal: todo el que se subió al escenario supo y
transmitió una profunda admiración hacia uno de los fundadores de la Nueva Trova cubana.
También el público –numerosísimo como era de esperar– que acudió al patio de Muralla 63 a
disfrutar de la poética de Silvio supo tomar distancia de la voz que hacía suya una canción.
Felicitaciones para ese público, integrado por varias gene-raciones, que no se dejó seducir por la
tentación de desbalan-cear el espectáculo con gritos y aplausos desmedidos. Todo lo contrario:
la contención mostrada le dio a ambos conciertos un empaque definitivo.
Cuando el concierto del sábado 25 llegaba al final, Silvio subió al escenario y cantó «El
colibrí» canción anónima que, confesó, le enseñó su madre y «de ahí salieron todas las demás»,
enfatizó entre aplausos que ponían punto final a una noche en que la trova escribió, sin duda
alguna, una hermosa página.
De este primer concierto hay un aspecto importantísimo a destacar y es que los trovadores
más jóvenes escogieron los temas más antiguos de Silvio, es decir, aquellos que fueron
compuestos a mediados de los sesenta. Quizás, porque de aque-llos tiempos datan textos
cáusticos, crípticos, concentrados y en los cuales las insatisfacciones eran, casi siempre, motivo
inspirador. No estoy hablando de calidades: esa está probada por el paso de los años.
El concierto del domingo 26, en el que coincidieron hasta cuatro generaciones de trovadores y
al que asistió el Ministro cubano de Cultura, Abel Prieto, también estuvo lleno de sor-presas.
Una de ellas fue el mensaje que trajo desde Brasil Marilia Guimaraes, una entrañable amiga
de Silvio, quien con nervio-sa palabra deseó larga vida al trovador. También Martín Martínez,
de Trovacub, fraterna y querida institución que promueve la trova cubana desde México, felicitó
a Silvio, a quien calificó de «persona que ha tenido a través de su música la capacidad de
tocarnos el corazón».
Silvio había cantado el día anterior, pero no había hablado y fue invitado a ello:
«Había varios planes para celebrar este cumpleaños. Como se trata de una fecha –como se
suele decir– cerrada, se crearon algunas expectativas. De esas varias opciones que había, preferí
el ofrecimiento de Víctor y del Centro Pablo, por una cuestión de afinidades, de historia común
y de amistad. Esta es una de esas ocasiones en las que no puede haber desvío de recursos que le
pongan peros a la amistad; en las que no hay razón alguna para malas calificaciones: los viejos
amigos se reúnen para celebrarse, para aplaudir la resistencia ante el paso de los años, para
glorificar la suerte de poderlo contar y de poder contar los unos con los otros. Por eso gracias,
Víctor; gracias, María; gracias, Centro.
»Hace cuarenta años quizá yo andaba por los rincones de una fiesta como esta, moviéndome a
la sombra de la celebra-ción de algún señor mayor, tratando de fijar la melodía que se me
acababa de ocurrir o registrando mis bolsillos, en busca de un par de horas de intimidad con el
ser maravilloso que acababa de conocer. En medio de bullicios ajenos vivía mi exiguo drama de
juventud, el cual consistía en cuanto es materia de canciones, o sea, todo menos aplausos y
homenajes. Por eso aclamo las anónimas celebraciones primigenias, cuando aún no se sabe que
el dolor que parece arrasarnos será una siembra nutritiva. Gracias, pues, a los que ahora pasan
por esos momentos cruciales; gracias a los que les impor-tan poco mis palabras; gracias a los
que ni siquiera prestan atención.
»Y gracias muy especiales a las trovadoras y los trovadores que han dedicado tiempo y
esmero en aprenderse y versionar mis canciones. Si una vez dije que para un autor no había nada más gratificante que escucharse en las voces del pueblo, ustedes me han hecho saber que esa
felicidad se complementa al sentirnos queridos por nuestros hermanos de oficio.
»Gracias a todos y ojalá les suceda todo lo bueno que me ha pasado a mí.»
Luego de estas palabras de Silvio Rodríguez, comenzó el segundo día, cerrado por Eduardo
Sosa con «Te doy una canción». Inmediatamente después, los cerca de cuarenta tro-vadores se
juntaron en el escenario y entonaron «Vamos a an-dar», antológico tema de Silvio.
La emoción se hizo verso, la emoción se hizo canción; por un momento sentí que algo bueno
se amalgamaba. ¡Nunca antes vibró así ese patio!, ¡nunca antes se mezclaron público y músicos
con tal intensidad bajo esas yagrumas!
«Y nada más», fue el regalo final de Silvio. Subió al escenario, rasgó la guitarra y cantó las
primeras frases… Lo demás fue energía desatada.
De repente tomé conciencia de que en apenas cuatro horas (dos aproximadamente para cada
concierto) habíamos hecho un intenso recorrido por la historia cubana de los últimos cuarenta
años: amor, dolor, ternura, rabia, congoja, nostalgias, añoranzas, batallas (ganadas y perdidas),
felicidad (ampliada y disminuida, según cada caso), desesperación, futuro, anhe-los… Todo lo
humano y lo divino resumido en una obra, en un quehacer, en un nombre, en un hombre:
Silvio.
¿Por qué esa canción y no otra?
Fernando Bécquer («No vayas a cerrar los ojos»)
Esta canción la conocía hace mucho tiempo, pero nunca pensé que la iba a cantar en
público… es la que más tiene que ver con lo que hago. Uno a veces cree que inventó algo y se
da cuenta de que todo está inventado y que Silvio hace más de treinta años se nos adelantó.
Tuve el atrevimiento de llevarla a mi estilo. Eso lo pude hacer porque la canción me lo permitía.
No quise escoger una canción muy conocida por respeto a la obra de Silvio y porque no soy un
super cantante que pueda cantar «clásicos». No sé qué le habrá parecido a Silvio, pero lo
disfruté muchísimo.
Yamira Díaz («Se demora»)
No tengo muchas cosas de Silvio; las cosas que poseo de él están en placas de acetato… algo
de lo que hizo con Afrocuba, con unos arreglos tremendos y me digo: bueno, ya después de esto
no se puede hacer nada más. Cuando había escuchado muchas cosas, vino un amigo con unos
casetes y me dijo: mira a ver si ahí encuentras algo. Cuando escuché «Se demora» supe que era
la canción. Claro que el arreglo que hice no tiene nada que ver con lo que hace Silvio, pero me
gustó tanto la canción, tiene tanto que ver conmigo y decidí hacer una versión bien pequeñita.
Estoy muy contenta por la reacción del público.
Gerardo Alfonso («La historia de las sillas»)
Es un poco mi propia historia y mi convicción de cuál es el rumbo a seguir. La silla es una
metáfora del acomodamiento al cual nunca me voy a resignar. La relación entre la compañía y
la soledad y la prisa son elementos con los cuales estoy vi-viendo constantemente en mi labor
artística y me identifico mucho con esa canción. La sorpresa está en abrir un concierto con un
mensaje tan profundo, fuerte y trascendente como el de «La historia de las sillas» y me siento
muy honrado. Creo que además de festejar el cumpleaños de Silvio, estos conciertos han sido un
acto de reivindicación de una obra que merece estar en un alto nivel y un reconocimiento y una
divulgación más intensa de lo que ha tenido hasta ahora.
Diego Cano («Óleo de mujer con sombrero»)
Había escogido una canción que estaba seguro nadie había seleccionado: «Cuántas veces al
día», que, personalmente, me gusta muchísimo. Cuando se hace la reunión aquí, en el Centro,
descubro que no estaba «Óleo de mujer con sombrero», que es un tema que siempre he cantado
y que fue de los primeros que me aprendí. Decidí que tenía que estar. Hubo alguien que me dijo
que era una canción muy manida, pero creo que tenía que estar. «Óleo…» es de esas canciones
que uno las hace propias.
Dúo Karma («Que ya viví que te vas»)
Es un tema de un tremendo lirismo, la relación con la gui-tarra, el tratamiento de la melodía y
de la armonía. Tratamos de hacer una versión un poquito diferente; estábamos asus-tados
porque no sabíamos qué iba a parecer la versión, pero a nosotros nos gustó mucho y espero que
a Silvio y a las demás gentes también.
Diego Gutiérrez («Generaciones»)
Es una canción que tiene que ver con mi poética personal. Es un tema que conozco desde hace
mucho tiempo, pero al escucharla recientemente me di cuenta de que tiene que ver conmigo. Vi
que podía hacerle una versión más a lo Diego. A mí los temas más conocidos de Silvio, los que
se consideran clásicos, me gustan muchísimo, pero para un concierto preferí escoger algo no tan
conocido porque uno siempre quiere aportar algo nuevo. Eso sin desdorar las canciones más conocidas. El factor psicológico está por ahí.
Dúo de Ariel y Amanda («Canto arena»)
No es una canción típica para ser interpretada a guitarra limpia, es un tema que se conoce en
una versión hecha con Afrocuba, que no se toca normalmente en las casas cuando uno disfruta
las canciones de Silvio. Lo otro es porque nos parece que encierra mucho el sentido de este
concierto, es decir, la importancia que tiene la canción, cómo puede navegar y fluir entre las
gentes y convertirse en el mismo público que la está escuchando. Esa es la esencia de los
conciertos; por eso hicimos «Canto arena» y además una versión igual, pero que no es la misma.
Inti Santana («El güije»)
La esencia de Silvio tiene que ver con esa posibilidad de soñar. Además de que esa canción
me gustó desde que la escuché, me completó. No es de crónica… quizás no se pudiera tomar
para buscar la historia de Cuba como otras canciones, pero es esencial porque tiene que ver con
el poder de soñar de las gentes. Cuando la conocí era un adolescente y me identifiqué con el
güije de la soledad, que es como la historia de un ogro. En ese período uno siempre tiene una
parte escondida. El güije apela a la capacidad de soñar, a la parte linda y a lo apa-rentemente
más feo. Cuando vi a tanta gente conmovida aquí con cada una de las canciones que se han
escuchado en estos dos días, me confirmó la idea de que la obra de Silvio ilustra la historia
emotiva no solo de Cuba, sino de Hispanoamérica.
Heidi Igualada («Unicornio»)
Podía haber escogido cualquier otra; de hecho, inicialmente me incliné por «Esto no es una
elegía», después cambié para «Unicornio». Es una canción que siempre me ha acompañado y
que he tocado en descargas con los amigos desde que era muy jovencita. Creo, además, que
«Unicornio» tiene mucho que ver conmigo, con mi lirismo, con mi forma de decir. No fue muy
pensada la selección. Me gusta y ya.
Erick Sánchez («Nubes de alivio»)
Primero es una canción que me gusta mucho y que no está grabada en ninguna parte. La
descubrí hace muchos años en casa de un amigo común con Silvio y que murió hace unos diez
años. La mamá de ese amigo me regaló un casete que se escuchaba muy mal, pero pude
aprendérmela. En el momento de la vida en que me encuentro parado ahora, pues la canción me
alivia un poco.
Charly Salgado («Acerca de los padres»)
Esta es una canción del año 69 y es un tema de muchísima rebeldía, de fuerza. Tiene una
influencia que rebasa la trova; me fue fácil hacerle el arreglo porque se nota la influencia, por
ejemplo, un poco «bitlémana» y «dylaniana» y además el texto es imprescindible.
Marta Campos («La gota de rocío»)
Una de las primeras canciones que escuché de Silvio fue «En mi calle», pero «La gota de
rocío» la siento muy pegadita a mí. Es un texto de peso, pero muy cubano, muy soneado y tiene
que ver conmigo, con mi línea de trabajo. Además, la disfruto al máximo y he hecho una
versión muy sencilla y respetuosa para entregársela al público y, especialmente, a Silvio.
Samuell Águila («Aceitunas»)
Cuando tenía unos 14 años y era estudiante de música, hubo un encuentro con Silvio
Rodríguez, fue la primera vez que lo vi de cerca y canté «Aceitunas». Pensando en un homenaje
por su cumpleaños creí que sería lindo volverle a regalar esta canción después de 15 años.
Además, es una canción que sig-nifica mucho por la época en que se hizo… Silvio estaba en
Angola, con Vicente Feliú y Lázaro García, y me parece una versión distinta. Me gustan mucho
las cosas a guitarra y es una canción que tiene su «moña» con la guitarra.
Ihosvany Bernal («Defensa del trovador»)
Es una canción que conozco desde hace muchos años y siempre me ha gustado muchísimo.
También me interesa promover la música de los otros trovadores y defender sus derechos. Me
gusta lo que dice esa canción y punto.
CD TE DOY UNA CANCIÓN (DOS VOLÚMENES)
Volumen I
1.
La historia de las sillas - Gerardo Alfonso
2.
Nubes de alivio - Erick Sánchez
3.
Discurso fúnebre - Dúo Janet y Quincoso
4.
La maza - Jorge García (con Ruy Adrián López-Nussa)
5.
El güije - Inti Santana (con Elvira Skourtis)
6.
Si seco un llanto - Dúo Cofradía
7.
Generaciones - Diego Gutiérrez
8.
Mi lecho está tendido - Alberto Faya (con María Córdoba)
9.
La resurrección - Lien y Rey (con Dariel Díaz, Pepo Herrera)
10. Olivia - Pavel Poveda (con Tamara Castillo, Omar He-chavarría)
11. Óleo de mujer con sombrero - Diego Cano
12. Se demora - Yamira Díaz
13. Nunca he creído que alguien me odia - Silvio Alejandro (con Ariel Díaz)
14. No vayas a cerrar los ojos - Fernando Bécquer
15. Que ya viví, que te vas - Dúo Karma
16. Hoy mi deber - Lázaro García
17. Acerca de los padres - Charly Salgado
18. El día feliz que está llegando - Tony Ávila
19. Un día nuestros fantasmas - Vicente Feliú
20. Ella salió desnuda - Frank Delgado (con Ariel Marrero)
21. Columna Juvenil del Centenario - Santiago Feliú
22. Querer tener riendas - Sara González (con Marta Campos)
23. Unicornio - Heidi Igualada
Volumen 2
1.
Canto arena - Dúo Ariel y Amanda
2.
Para mirar nacer* - Alain Garrido (con Esther Martínez)
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20.
21.
En mi calle - Yunior Navarrete
Al final de este viaje en la vida - Ángel Quintero
De la ausencia y de ti, Velia - Enriquito Núñez
Esta canción - Ireno García (con Pedro Enrique Peña)
Crisis - Alejandro Valdés
Rabo de nube - Juan Carlos Pérez (con Alejandro Valdés)
Sueño con serpientes - Norge Batista
Aceitunas - Samuell Águila (con Alli Fernández)
Paula - Augusto Blanca (con Alejandro Valdés)
Defensa del trovador - Ihosvany Bernal
La gaviota - Leonardo García
Mariko-san - Ariel Barreiros
El dulce abismo - Pepe Ordás
En estos días - Carlos Varela
La vida - José Antonio Rodríguez
Ángel para un final - Manuel Argudín
La gota de rocío - Marta Campos
Te doy una canción - Eduardo Sosa
El colibrí - Silvio Rodríguez
* Texto de Víctor Casaus.
IX AÑO
NO IMPORTA PASE EL TIEMPO
«…siempre que se cante con el corazón
habrá un sentido atento para la emoción de ver
que la guitarra es la guitarra
sin envejecer.»
(La canción de la trova,
Silvio Rodríguez, 1966)
UNA CANCIÓN PARA PABLO
JUAN CARLOS PÉREZ, MARTA CAMPOS, SILVIO ALEJANDRO, HEIDI
IGUALADA, FERNANDO CABREJA, OSCAR EDUARDO SÁNCHEZ, SAMUELL
ÁGUILA, IHOSVANY BERNAL, RAÚL VERDECIA, ARIEL DÍAZ, AMANDA
CEPERO, ARIEL BARREIROS, MANUEL ARGUDÍN, VICENTE FELIÚ
Miércoles 20 de diciembre de 2006
Cuando el Centro convocó al concurso Una canción para Pablo, no solo estaba cumpliendo uno
de sus mandatos fundacionales de exaltar la figura de ese revolucionario contemporáneo que es
Pablo de la Torriente Brau, junto con el otro precepto de estudiar y promover su obra creativa y
su pensamiento revo-lucionario.
Con el concurso, el Centro recordaba también a los trova-dores que el canto a los héroes es
uno de los pilares raigales de la trova, la de ayer y la de hoy (a veces es preciso un recordatorio). Y porque la trova no es una moda pasajera, dentífrico musical que cuando se gasta se
sustituye por uno nuevo, sabemos que también la trova de mañana continuará, como hasta hoy,
cantándole a los héroes. Y Una canción para Pablo llega en momento oportuno, cuando aún los
héroes siguen convocando a la acción, a defender la República, cuando de-bemos gritar todavía
«¡No pasarán!», y cumplirlo a canciones, poemas y con los actos apropiados en el momento
necesario.
Han respondido los trovadores a este llamado del Centro. Y han respondido bien. Tan es así
que el Jurado se vio obligado a rebasar el límite de premios que prescribía la convocatoria, y
conceder dos premios adicionales y una mención especial. Este concierto de hoy es el resultado.
Cantarán los premiados su canción a Pablo, cantarán los demás finalistas del concurso, y
cantarán otros trovadores que se suman a este homenaje a Pablo, para levantar con canciones,
con poemas, con actos, el más imperecedero monumento a los héroes.
GERMÁN PINIELLA
PRIMER PREMIO
Juan Carlos Pérez / Contra lo oscuro
SEGUNDO PREMIO
Marta Campos / Caminar contigo
TERCER PREMIO
Silvio Alejandro / Hijo de islas
CUARTOS PREMIOS
Heidi Igualada / Hay palabras
Fernando Cabreja / Arquitecto del sol
MENCIÓN ESPECIAL
Oscar Eduardo Sánchez / Torrente Brau
SELECCIÓN
Samuell Águila / Dime cuánta humanidad
Ihosvany Bernal / Pablo
Raúl Verdecia / Crónica de una utopía
INVITADOS
Ariel y Amanda / Los campesinos / Coplas a la defensa de Madrid
Ariel Barreiros / Quinto Regimiento
Manuel Argudín / Elegía segunda, canción de Silvio Rodríguez basado en el poema
homónimo de Miguel Hernández
Vicente Feliú / Pablo
Una canción para Pablo1
Por Michel Hernández (tomado del periódico Granma)
«Los ídolos infunden respeto, admiración, cariño y por su-puesto grandes envidias. Cortázar
inspiraba todos esos senti-mientos como muy pocos escritores, pero inspiraba, además, otro
frecuente: la devoción», escribía el Premio Nobel de Lite-ratura, Gabriel García Márquez, al
evocar a ese volcán de las palabras, autor de Rayuela, libro de cabecera de varias ge-neraciones
de nuestra América y obra renovadora de la novela latinoamericana del siglo XX.
Entre las rendijas indivisibles de estas letras del creador de El amor en los tiempos del cólera
se puede descubrir la ruta hacia la vida de otro de los precursores del pensamiento internacionalista cubano y cátedra deslumbrante del vínculo entre literatura y militancia política:
Pablo de la Torriente Brau, presente en la permanente alquimia del Centro que lleva su nombre,
adonde llegaron conocidos trovadores para re-cordar al prócer de juventudes. El concierto Una
canción para Pablo fue dedicado también al décimo aniversario de la institución capitaneada
por Víctor Casaus, y al cumpleaños 76 de Teresita Fernández, una madre nutricia de los niños
cubanos, quienes han encontrado en su poesía una rampa de lanzamiento hacia el mundo
ilimitado, hipnótico, de los pai-sajes infantiles.
Las canciones de Teresita son un santuario en este tiempo de voraces políticas de
comercialización y promoción que parecía que habían puesto en cuarentena la canción infantil y
otras tendencias de la música, todavía prácticamente desaparecidas de la pantalla por una
posible mala interpretación de los ha-cedores de la órbita televisiva.
La perfecta diosa del universo infantil, sentada cerca del escenario y de Ruth de la Torriente
Brau, hermana de Pablo, comentó: «De todos los cumpleaños que he tenido, el de hoy, junto a
Pablo, ha sido el más emocionante. Al parecer el tra-bajo con los niños no me permitió darme
cuenta de la edad que tenía y así he llegado a los 76».
«Nunca he viajado por contratos ni por grabar discos, sino por mi amistad con los pueblos y
he conocido muchos países, pero digo con orgullo que me quedo en Cuba», añadió.
Los trovadores Ariel y Amanda, Ariel Barreiros, Ihosvany Bernal, Raúl Verdecia, Manuel
Argudín y Vicente Feliú par-ticiparon en esta «acción de resistencia cultural, contra la inercia y
la apatía», como definió Víctor Casaus al presentar el concierto.
Los ganadores del concurso Una canción para Pablo, Juan Carlos Pérez, Marta Campos,
Silvio Alejandro Rodríguez, Heidi Igualada, Fernando Cabreja y Oscar Eduardo Sánchez,
cerraron el homenaje que confirmó el compromiso de la Nueva Trova por mantener viva la
memoria del revolucionario, y culminó el ciclo de eventos realizados durante el presente año a
propósito del aniversario 70 de la muerte en combate del periodista y luchador antifascista.
CD UNA CANCIÓN PARA PABLO
1.
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14.
Tema A guitarra limpia
Los campesinos - Ariel Díaz y Amanda Cepero
Coplas a la defensa de Madrid - Ariel Díaz y Amanda Cepero
Quinto Regimiento - Ariel Barreiros
Pablo - Vicente Feliú
Elegía segunda - Manuel Argudín*
Crónica de una utopía - Raúl Verdecia
Pablo - Ihosvany Bernal
Torrente Brau - Oscar Eduardo Sánchez
Hay palabras - Heidi Igualada
Arquitecto del sol - Fernando Cabreja
Hijo de islas - Silvio Alejandro
Caminar contigo - Marta Campos
Contra lo oscuro - Juan Carlos Pérez
*Canción de Silvio Rodríguez basada en el poema homónimo de Miguel Hernández
FREDDY LAFITTA | PARED ADENTRO
Sábado 27 de enero de 2007 | Invitados: Juan Carlos Pérez, Inti Santana
Obra plástica: Pedro Cantero
Nos queríamos comer el mundo. Caminábamos por las calles de Las Tunas y éramos
desafiantes, iconoclastas, rebeldes. Rebeldes con una causa común: la poesía. Más allá de eso no
nos importaba nada. Nos reuníamos (y no en el estricto sentido de reunirse, más bien nos
agrupábamos) en cualquier parque, la Casa del Joven Creador, la Casa de la Décima, el Centro
del Libro o cualquiera de las instituciones culturales de la ciudad. Soñábamos con la
trascendencia, el dulce sueño de la trascen-dencia. Teníamos poco, muy poco: un par de
bolígrafos, unas hojas desechables y una guitarra. Detrás de la guitarra siempre estaba Freddy,
no importaba la hora ni el lugar. Freddy era nuestro cantor. Lo seguíamos ciegamente a todas
partes y es-cuchábamos alelados sus recitales de poesía musicalizada. Porque las canciones de
Freddy son poemas. Él mismo es un poeta y de eso dan fe sus publicaciones, pero tampoco hace
falta buscar sus libros para tener la certeza de su acto poético, basta con sentarse frente a él (y su
guitarra) y escuchar. Habrá quien diga que no tiene voz. Silvio tampoco la tiene y no por eso
prefiero a Pablo. Muchos trovadores de ahora cantan «lin-do» y no por eso los prefiero. Yo me
quedo con la letra com-prometida. Sigo a esos trovadores que se desangran, que lo dejan todo
en sus canciones: toda la sangre, todo el dolor. Por eso sigo a Freddy Lafitta, a Norge Batista, a
Ariel Barreiros, a Yunior Navarrete. Por eso asisto a pocos conciertos en esta ciudad. Sigo a los
cantores auténticos, no al de la guitarra impecable o al que posa en el escenario. La rueda de la
historia pasará sobre ellos sin que nadie recuerde el estribillo de su canción más popular. Yo
sigo al trovador que, como Whitman, se cante y se celebre a sí mismo, porque así estará tocando
la carne de quien lo escucha. Por eso sigo a Freddy Lafitta. Hasta el fin del mundo.
OSMANY ODUARDO GUERRA
CARMEN
Carmen:
hoy que ni siquiera se hace tarde,
voy por la ciudad como un cobarde
masticando la luz que sobró del viernes.
Carmen:
si este día fuera una canción
llegara el invierno y mi razón
no creyera en verdad ni en premoniciones.
Porque la canción es como un vino viejo
y para el milagro se inventó el invierno.
Tu voz me recuerda que existe la luz.
Tus manos criaron el tiempo.
Si cantas le pones espejos al pan
y hasta un cascabel al silencio.
FREDDY LAFITTA
ISAEL (PIPO) CARRAZANA | TÉCNICA MIXTA
Sábado 24 de febrero de 2007 | Invitados: Alejandro González, Richard Pérez, Fernando
Guerrero, Sucel Matos (coros), Iván Suárez (bajo), Víctor Linens (tres), David
Hernández (percusión), William Roblejo (violín), Néstor Rodríguez (saxofón)
Obra plástica: Isael Pipo Carrazana
Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta los confines del alma,
alimenta una flor, inventa sueños…
Hamlet Lima Quintana
Y una de esas voces llegó una noche de viernes, en los comien-zos del siglo XXI, a la Peña
Trova y poesía que realizaba en la recién desaparecida (no se sabe por qué extraño artilugio o
artimaña) Casa de la Trova de Centro Habana.
El portador de esta bella voz, suave y limpia, un joven baya-més, desde su primera
presentación nos atrapó con sus com-posiciones (con lo más auténtico del humor cubano), con
su especial timbre, y desde esa misma noche se convirtió en tro-vador permanente de nuestra
cita.
Isael Carrazana repetía la historia de sus antecesores, los trovadores insignes, mostrándonos lo
mejor de la trova orien-tal, renovada, acorde a nuestro tiempo, tanto en los textos como en la
interpretación. ¿Ingenuidad?, ¿candor?, ¿sencillez? Es precisamente esto lo que trasciende y no
por su juventud, sino por su estilo, que nos recuerda las más bellas tonadas campesinas, por eso
me resultó muy legítimo el Gran Premio obtenido en el 2003 por Isael, en el concurso de música
cam-pesina Eduardo Saborit.
Gracias a los dos Puntal alto (noviembre de 2004 y junio de 2006) que promueve el Centro
Pablo, hemos podido disfrutar y analizar el conjunto de su obra y sus potencialidades vocales.
Gracias al Centro por otorgarle a Pipo, como cariñosamente se conoce entre los trovadores, la
Beca de Creación Sindo Ga-ray 2006.
Isael Carrazana es un artista genuino, trovador y pintor del verso, en el arte y en la vida.
Qué satisfacción saber que con trovadores como él...
Una se va de novia con la vida,
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina…
hay gente como tú…
tan necesaria
CRISTINA PALOMINO
LA VIDA
La vida se me ha perdido
pintando un verso, pintando el sol,
haciendo arrullos en la ventana con la ilusión.
La vida viene siendo de mariposas y flor,
con sus alas de cristales, con sus arrullos de amor.
La vida viene con máscaras, con la hipocresía,
viene con el cuerno, con la anomalía, viene con mil odios,
hasta con lamentos, con los manantiales de los aposentos,
con la magia del diluvio, con la fuerza de los tiempos.
Qué otra cosa me viene a dar,
con tantos desaciertos en mi afán.
Hoy llovió y, en la llovizna, venían cayendo tus manos,
crispándose en mis espaldas,
haciéndome un juego raro.
La vida es misteriosa, cual si fueras mariposa,
con sus alas de cristales, con sus pétalos de rosa.
Aquí todo es al descuento, con la muerte y con el tiempo,
con el que cobra la luz, con el que pone el impuesto.
No te duermas camarón, que te lleva la corriente,
y te mutilan los ojos, las manos y hasta la mente.
La vida es tanto y es nada,
la vida es tanto y es todo,
la vida es pa’ los vivos,
la vida no es pa’ los bobos.
ISAEL CARRAZANA
LEONARDO GARCÍA | DE PASO POR EL SOL
Sábado 31 de marzo de 2007 | Invitados: Trío de cuerdas Alter ego, Yaíma Orozco,
Alain Garrido, Ariel Marrero, Niurvis Moreno, Inti Santana, Samuell Águila
Obra plástica: Agustín Bejarano
Con el alma de abrigo o un soñador de pelo corto
En una década cronológicamente más lejana de lo que sen-timentalmente nos puede parecer,
Joan Manuel Serrat deslizó en un tema inolvidable aquella irónica pregunta: «A un so-ñador de
pelo largo, ¿qué le va usted a hacer?» Todavía en-tonces resultaba transgresora la melena
masculina.
Claro que la ruptura –Paz mediante– deviene tradición y ter-mina instaurando nuevos
estereotipos. Por eso hoy nos parece trasgresor ese aire tradicional con que proyecta su arte de
excelencias una figura como Leonardo García. Leonardo es todo lo contrario de un «soñador
con pelo largo»: serio, pun-tual, formal al extremo, sobrio en su vestimenta, fiel a su mujer, a su
poética y a su palabra, poco amigo de licores y más casero que bohemio, lo que tal vez explique
el sólido orden de su universo creativo y su coherencia al convertirse en otro tipo de bicho raro:
un trovador profesional.
De paso por el sol, regresa al Centro Pablo con dieciocho piezas que resumen un trabajo de
lustros.
Sus más cercanos colegas en él admiran al intérprete que se detiene celoso en matices y
detalles; que sabe usar con mesura el falsete para explotar mejor su bien timbrada voz de color
muy atractivo, que tiende a lo académico en su ejecución guitarrística. Y en él admiran al
compositor cuyos diseños melódicos se apoyan en fraseos prolongados, que muestra preferencia
por los ritmos ternarios y que dota sus melodías de un tratamiento armónico eficaz y
transparente.
En Leonardo no nos resulta exagerado, como en otros, el cómodo cliché de llamar al trovador
«poeta con guitarra». De verdad esos textos traducen a un lenguaje de alto vuelo el ademán
sentencioso tan propio de la oralidad cubana: «Hay que morir un poco cada día para escribir el
cuento, para in-tentar la vida…» o «La felicidad tocará a tu puerta, y tú tienes que aprender a
reconocerla». Este discurso poético –donde no cabe lo soez ni lo estridente– más bien parece
brotar de un consejero o viejo sabio obsesionado por el tiempo: «Tanta pobre gente que no ve
que el futuro apremia…»; pero a la vez man-tiene una frescura juvenil al retratar la ternura
amorosa: «Y es que no hay encanto mayor que escuchar los pies de tu co-razón cuando se
acerca al mío…» Se trata de un amor que puede cobrar insólitas dimensiones eróticas y
proyectar-se sobre el paisaje urbano de «una calle lenta que abre sus piernas». Amor que puede
agigantar a los protagonistas de los textos: «Bajaré del Sol por última vez a encender lo muerto.
[…] En la madrugá agárrate de la luna». Amor que a veces deriva en humor: «Llegarás al
cuartel con tu sonrisa, y se irán rindiendo los soldados».
El poeta Leonardo García conoce el poder fecundador o destructor de la palabra: «¿Y qué
palabra van a usar si nos vienen a matar?» Por eso no concibe la posibilidad de rebajar sus
versos a una función suplementaria de la música. Es tal la fuerza estremecedora de su verbo que,
aunque a menudo abuse de la primera persona, se nos torna imposible dejar de reconocernos en
esas canciones, al cabo de las cuales nos pa-rece haber mirado por dentro el amor, los dolores, la
ternura y la nostalgia.
Si Leonardo García acomoda su voz a la carga emotiva de cada letra y pone en ello un toque
de histrionismo; y puede incluso –con su pequeña gran voz– imitar las inflexiones vo-cales de
un niño; si Leonardo García se afinca en su formación académica para entregarnos una limpia
ejecución en la gui-tarra; si Leonardo García se atreve a juntar versos suyos con otros de Martí
de donde obtiene un tema orgánico e irre-prochable como Treinta y siete versos para una
mujer; si Leonardo García expresa de modo involuntario ese «todo mezclado» que nos define
como nación; si Leonardo García asimila con libertad la herencia rítmica del son, el bolero, el
vals, el guaguancó, la balada, la guajira, el bossa nova… aunque casi ninguna de sus
composiciones se ajusta del todo a un género particular; si Leonardo García ha juntado a las
suyas las preguntas de su generación, solo nos queda es-cucharlo, entrar en comunión con ese
mundo esplendoroso de su creación y murmurar como cómplices: «A un soñador de pe-lo corto,
¿qué le va usted a hacer?»
YAMIL DÍAZ GÓMEZ
DE PASO POR EL SOL
De paso por el sol, tantos y tantas veces
Perdidos en el norte de cada señal
Jugando a la bebida que aparece
Nacidos del placer: hablamos casi siempre de nacer
Ay, ay, ay, ay
Me duele el cuello de tanto mirar atrás
Hoy, hoy, hoy, hoy
Voy a poner las frutas en la mesa
Y en el televisor una grata sorpresa
Anuncian que habrá un miércoles mayor
La perseverancia del sillón
En su movimiento de madera
Llenará el apartamento con canciones serenas
Una mano alcanza la razón
Y otra menos alta la imaginará, la imaginará
Los cisnes de metal que brillan en la sala
Se saben el cantar de mi generación
Los comentarios arden y el calor cubre la madrugada
Con todo y el ventilador
A un poco de llegar se nubla la mirada
Y aunque siempre nos queda la respiración
Cambiamos el florero de lugar
Las coordenadas del amor
Y el sembrado más viejo
Las altas libertades
Que perdí en la vida
Desterradas por hambre y dolor
Son tantas y tan vivas
Como mis verdades
Los cisnes de metal que brillan en la sala
Se saben el cantar de mi generación
Los comentarios arden y el calor cubre la madrugada
Con todo y el ventilador
A un poco de llegar se nubla la mirada
Y aunque siempre nos queda la respiración
Cambiamos el florero de lugar
Las coordenadas del amor
Y el sembrado más nuevo
LEONARDO GARCÍA
CD DE PASO POR EL SOL
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10.
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14.
Tema A guitarra limpia
Solo quiero ver
Entre la luna y yo
El genio de la lámpara (con Diego Santiago)
Niño mío * (con Alter ego)
Mi primer bolero
El demagogo
De paso por el sol (con Inti Santana)
De casa en casa
Hipertensito (con Niurvis Moreno)
Alcohol 90 (con Yaíma Orozco, Alain Garrido)
Detrás del tilo
Sombra de mi nobleza (con Yaíma Orozco)
El cocodrilo (con Inti Santana, Yaíma Orozco, David Hernández)
* Poema de Yamil Díaz
FERNANDO CABREJA | COMO UNA LUNA EN PIE
Sábado 28 de abril de 2007 | Invitados: Ivette Rodríguez, Pavel Poveda, Tamara
Castillo, Dúo Kiko y Ederlis, Edelys Noyola
Obra plástica: Paul Sosa
Apuntes para un autorretrato a cuatro manos de Fernando Cabreja
Yo soy puro accidente del destino, / un peregrino, como el amor. / Me paso todo el tiempo
revisando / cada cuartilla del corazón.
Un trovador es una bestia metafísica. No podemos a ciencia cierta calificarlo ni como músico ni
como poeta, aunque ambos misterios delimiten su inquietante y hasta peligrosa indu-mentaria.
Un tanto irreverente abrazo el mundo, / a veces fundo, a veces no. / Parece que no encuentro
nunca nada / pero renazco en cada dolor.
El poeta asegura que los versos del trovador son piltrafa sin el acompañamiento de su guitarra.
El músico reconoce a duras penas que algo habrá de armonioso en la tonadilla musitada por el
trovador.
De pez a pescador solo imagino / un breve filo, punta de arpón. / Como todo mortal me
contradigo / pero exigiendo la salvación.
Poeta y músico están en lo cierto. Ambos añoran secreta-mente convertirse en bestias
metafísicas. Fernando Cabreja es uno de esos contados monstruos capaces de conmover y
exultar a un mismo tiempo. La extraordinaria desnudez con que Fernando arropa sus esperanzas
y zozobras hace que sus canciones lleguen a la médula.
Canta desde tu ventana / sueña al lado de tus hijos, / cuando todo coincida, ay / cuando lo
malo coincida.
«Cantor de la familia» le llamó Silvio Rodríguez. Así lo dejó escrito el autor de Unicornio
sobre aquella desvencijada gui-tarra con que Fernando, en el año 1989, cantaba:
«Lluvia, qué nube te parió esa madrugada / que me encontraste solo con mi amada / tendido
en una hoja / como cama.»
Fernando Cabreja es, no quepa la menor duda, el autor de algunas de las mejores canciones de
la Trova, así con inicial mayúscula. Raro privilegio para unos pocos elegidos que hemos tenido
el venturoso albur de conocerle y escucharle. Certera intuición del Centro Pablo, que hoy le
facilita la oportunidad de demostrar, a guitarra limpia, que estas pa-labras son, ¡desde hace
tanto!, una verdad de Perogrullo.
JOSÉ LUIS SERRANO SERRANO
CANCIÓN AL DESALIENTO
Si a tu casa asoma su perfil la duda
Comienza a cantar canciones y tendrás fortuna
Para el mal humor
Toma este buen consejo
Respira profundo
Y mira el sol que es viejo
Escucha las tonadas de tu hija
Si la desesperanza te cobija
Olvida los rencores al momento
Que el amor puede más que el desaliento
Y si te cae el peso de la soledad
Dale un paseo tranquilo a tu ciudad
Y si te cae el peso de la soledad
Dale un paseo tranquilo a tu ciudad.
FERNANDO CABREJA
DE REPÚBLICA DOMINICANA | VÍCTOR VÍCTOR Y JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ
A GUITARRA LIMPIA EN CUBADISCO 2007
Sábado 26 mayo de 2007 | Carlos Luis, guitarrista invitado por José Antonio Rodríguez
Obra plástica: José Luis Posada
SOLO BACHATA
Era de noche y yo en conquista
la descubrí bajo un balcón
con más anillos que Saturno
mejor pintada que un Van Gogh.
Le fui a encender su cigarrillo
y se prendió en mí la pasión.
Su aroma Oscar de la Renta
se deslizó en mi corazón.
Poeta quise ser,
un alquimista tal vez,
para invitarle a bailar
merengue de verdad.
Pero me dijo: yo solo bailo bachatas,
son muy románticas y llegan hasta el alma.
En un abrazo interminable
la noche me sonaba bien, qué bien,
yo le ofrecí el cielo entero,
ella cantó a Benny Moré, tú ves.
Los músicos fueron cayendo
y las estrellas pa’ Bel’n se fu’en.
La luna quiso recostarse,
nosotros lo hicimos también.
VÍCTOR VÍCTOR
¡VIVE!
A ti que te levantas temprano,
te miras al espejo y te mueres de la risa.
A ti, viejo sostén de ilusiones,
palabra sin acento, camino de dos vías.
A ti, que hay mil razones que te hacen feliz.
A ti, que para amar siempre has dicho que sí.
A ti que eres el bueno de los cuentos,
la mano que se extiende y llega al cielo.
¡Vive! Que la vida te sonríe, que te da los buenos días
aunque llueva o se te caiga el mundo encima.
¡Vive! Que la vida es una sola aunque guardes bajo llave
los papeles que aseguran tu parcela allá en la gloria.
A ti, que hay mil razones que te hacen feliz.
A ti, que para amar siempre has dicho que sí.
A ti que eres el bueno de los cuentos,
la mano que se extiende y llega al cielo.
Vive que de muerto solo sirves pa’ los cuentos
de los vivos, esos mismos que no te dejan crecer.
Vive. Toma y deja que la vida no es un trompo
al que se tira y se recoge sin ánimos de ofender.
¡Vive! Que la vida te sonríe, que te da los buenos días
aunque llueva o se te caiga el mundo encima.
¡Vive! Que la vida es una sola aunque guardes bajo llave
los papeles que aseguran tu parcela allá en la gloria.
JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ
Bachateando y más en el Centro Pablo2
Por María Fernanda Ferrer
El ultimo sábado de mayo (26) dijo adiós a ritmo de bachata y otras sonoridades traídas desde
República Dominicana hasta la Villa de San Cristóbal de La Habana gracias al Cubadisco 2007.
Y es que una de las jornadas finales de la Feria Inter-nacional del Disco Cubano fue un
concierto especial en el que participaron destacados músicos dominicanos.
En el recital, efectuado en la sede del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau en La
Habana Vieja, participó un grupo importante de músicos dominicanos encabezados por Víctor
Víctor, quienes regalaron dieciocho temas que fueron desde lo más popular hasta lo más
intimista.
Víctor Víctor, uno de los más reconocidos, incluso, en los escabrosos sectores comerciales de
la canción, demostró ser un artista que sabe lo que quiere y lo que hace: desenfadado, seguro,
auténtico y sin la más mínima «pose», transmitió al público la certeza de que la calidad y la
sinceridad en el hacer son la mejor carta de triunfo.
Cantó una canción de Joaquín Sabina, otra del también es-pañol Víctor Manuel; siguió con
«Rabo de nube» del cubano Silvio Rodríguez y comentó «que alguien le diga que la cante»,
palabras que fueron recibidas con la sonrisa cómplice de Ar-gelia, la mamá de Silvio. No podía
faltar, casi al cierre del concierto, «En mi mesita de noche», tema muy popular co-reado por el
público que incluyó a un número importante de estudiantes dominicanos en Cuba, a quienes el
cantautor de-dicó el último número.
José Antonio Rodríguez, otro de los que participó en el con-cierto, confesó ser «un compositor
de tendencia intimista» y regaló varios boleros y el tema «Algo está pasando», de su coterráneo
Víctor Víctor. Es francamente alentador constatar que los dominicanos se intercambian
canciones con gran res-peto y admiración mutuos.
Marel Alemany, joven y talentoso cantante –de quien no teníamos referencia– tuvo varias
intervenciones. Una de ellas fue la canción «Lucecita», dedicada a La Habana, y un «sonflamenco» con aires trovadorescos que contó con el auxilio de Víctor Víctor en las maracas.
El registro vocal de Alemany es amplio y su voz redonda con una dicción para respetar. Fue, a
mi entender, una de las gratas sorpresas del concierto, sobre todo, al cantar un tema con
influencias de lo mejor del llamado rock latino. En un momento del concierto manifestó su
«orgullo por haber venido a La Habana con estos dos grandes de la música latinoa-mericana y
con La Vellonera».
Carlos Luis también cantó y acompañó a José Antonio en varios temas, aunque lo más
significativo fue su ejecución de la guitarra, francamente, de excepción.
Karel Kalaf y Juan Francisco Ordóñez (guitarras), Ramón Alnos (bajo), Joel (percusión), estos
tres últimos integrantes de La Vellonera, constituyeron un excelente respaldo sonoro para el
concierto.
Fue una velada disfrutable de inicio a fin y que se dividió en dos grandes partes. La segunda
fue el concierto y la primera la inauguración, en la Sala Majadahonda, de la exposición Mitos,
del importante artista de la plástica José Luis Posada, coordinada por Elizabet Rodríguez.
ERIC MÉNDEZ | DE VUELTA A LA GUITARRA
Sábado 27 de octubre de 2007 | Invitados: Lilli H. Balance, Ariel Díaz, Glenda López y
Yandi Fragela
Obra plástica: Digna de Ávila
Descubrir a Eric Méndez entre la algarabía de esta ciudad fue una verdadera suerte. Sentarme a
escuchar entre descarga y descarga sus canciones de extraña peculiaridad me hizo ir desentrañando una madeja de ideas de indiscutible valor espi-ritual.
Eric es un trovador que lleva a cuestas su vida con auténtica sinceridad, despojado de esas
posturas pseudo-intelectuales y elitistas que suelen acompañar a algunos como un sello que, al
final, ha sido rechazado masivamente por el público del que luego nos quejamos diciendo que
no escucha la Trova.
Con una influencia formidable del funky más acústico, el jazz, el gospel y el rythm n’ blues,
este compositor nos trae una negritud diferente al mestizaje nacional, más cercano a lo afrocubano y al solar.
Eric no teme emprender el reto de lo universal; para eso cuenta con una guitarra tocada como
pocos, certera, rítmica y una voz que empastaría hasta con el rechinar de una puerta.
No se necesita demasiada atención para reparar en la pro-funda carga de religiosidad de sus
textos, su relación singular con un dios terrenal y cotidiano, tema que no siempre ha sido
llevado a la canción de manera tan diáfana y poética al mismo tiempo. De la mano de esta fe
humanista nos devuelve un entorno preocupante, complejo pero esperanzador. Este en-foque le
ha traído no pocas críticas y cierto rechazo super-ficial. La pregunta que hago es: ¿por qué
cantar desde esta óptica cristiana resulta banal para algunos, sin embargo, cuando ponemos
algún canto afrocubano en una canción es aceptado inmediatamente? Desde una visión
esnobista esto último tiene más swing. En todo caso, su postura es auténtica y universal.
No recuerdo trovador de imagen más sencilla, mezcla de juglar y transeúnte común. Actitud
chaplinesca y una soli-daridad que lo ha llevado a invitar siempre a algún perfecto desconocido
a sus presentaciones: instrumentistas, trova-dores, poetas y pintores, en una suerte de corte de
los milagros que le agradecemos. Una especie de grito de «¡Miren, hay otros también!»
Con un impresionante rastro de más de veinte conciertos (no recuerdo haber hecho ni la mitad
de eso), la mayoría de las veces acompañado de músicos que le han dado a su obra no poca
fuerza y complejidad, se nos presenta esta tarde más cercano, en armonía con la guitarra y el
patio que lo reclama hace no sé qué tiempo ya, hecho que denota la importancia que para él
tiene estar aquí.
Hoy compartiré con él sus canciones, un reto bastante grande para mi cuestionable destreza
guitarrística. Acepté porque el mundo de Eric Méndez es una alternativa al mío, una ventana
nueva donde asomarme a encontrar otros caminos que ne-cesito. Si usted anda a oscuras o
levemente en las sombras, hoy descubrirá el milagro de la luz emanada de la tierra. Luz que, sin
máscaras, por él ha sido sembrada.
ARIEL DÍAZ
JESÚS ME DIJO
–Yo estoy tocando…
me dijo él.
–Yo estoy tocando a la puerta de tu corazón día y noche.
Si tú me abres, yo entraré,
te sentaré a mi mesa y contigo compartiré.
Él dejó en mí este ritmo tan descabezado,
que con las fuerzas de mi alma yo le alabo
y a ti te canto, te canto con mi fe,
te canto, te canto con mi fe,
te canto, te canto con mi fe.
–Yo voy al padre,
me dijo él.
–Porque del padre he venido y al padre regresaré.
Soy el camino, ven, sígueme.
Y la verdad, nadie llega al padre si no es por él.
Él dejó en mí este ritmo tan descabezado
que con las fuerzas de mi alma yo le alabo,
y a ti te canto, te canto con mi fe,
te canto, te canto con mi fe,
te canto, te canto con mi fe.
Se está acercando su tiempo y su bien, y lo veremos todos,
a cada lado sus ángeles y en las alturas su trono.
Y cara a cara le alabaremos, multitudes en gran coro.
Eso me dijo y desde que lo sé te canto mi fe,
te canto, te canto con mi fe.
–Yo vengo pronto,
me dijo él.
Mas dejó en mí su espíritu moviéndose con poder.
Alzo mis manos en su nombre.
Y con mi vida por todo tiempo le alabaré,
le alabaré, le alabaré.
ERIC MÉNDEZ
CONCIERTO PARA FRIDA Y DIEGO
ARIEL BARREIROS, ARIEL DÍAZ, HEIDI IGUALADA, LILLIANA H. BALANCE,
MARTA CAMPOS, MAURICIO FIGUEIRAL, NELSON VALDÉS, OSCAR EDUARDO
SÁNCHEZ, PEDRO BERITÁN, TONY ÁVILA
Por los nueve años de A guitarra limpia
Sábado 24 de noviembre de 2007
Obra plástica: Enrique Smith
¿Cómo conmemorar, con toda la fuerza debida, el centenario de Frida Kahlo y los cincuenta
años de la muerte de Diego Ri-vera? Esa era la pregunta que venía revoloteando en nuestras
cabezas cuando llegamos a aquella primera reunión en la Casa de México, arropados por los
muros sobrecogedores de La Habana Vieja. Lo heterogéneo del pequeño grupo de amigos –que
incluía desde un coreógrafo hasta un filósofo, pasando por artistas visuales, críticas de arte,
curadoras y un histo-riador; todos ellos fridomaníacos, sobra decir– presagiaba que lo que no
podía faltar ahí eran ideas. Lo que no imaginábamos en ese momento era hasta qué punto nos
iba a desbordar, en los días subsecuentes, el alud de manos amigas, procedentes de todos los
campos artísticos, de todos los ámbitos sociales, de las más diversas provincias de Cuba, que
deseaban sumarse, en cuerpo y alma, a cualquier manifestación de cariño y aprecio por esos dos
gigantes del arte de nuestra América. El hechizo de Frida volvía a estar en el aire.
Fue en esa efervescencia de entusiasmo y de propuestas que tomó cuerpo la idea de convocar
al certamen Una canción para Frida y Diego, bajo los auspicios del Centro Pablo de la
Torriente Brau y la Embajada de México. Ninguna otra institución podía haber resultado más
idónea que el Centro Pablo, que conme-moraría así el noveno año del espacio A guitarra
limpia, de-venido auténtico crisol donde se decanta y renueva, con vigor extraordinario, lo
mejor de la tradición y vanguardia de la trova cubana. A ello se sumó un regalo invaluable:
Silvio Rodríguez presidiría el jurado del concurso, acompañado por Víctor Casaus y Germán
Piniella.
El reto para los trovadores cubanos era, así, doblemente formidable: por una parte, sintetizar
en una canción dos fuerzas de la naturaleza, Frida y Diego, trasmutando sus colores y sus luchas
en notas y versos, interpretando sus pinceles y sueños a través de la voz y las cuerdas de una
guitarra. Por la otra, cap-turar en sus composiciones no solo la intensísima vida interior de
ambos artistas, sino también la atmósfera de un México tan entrañable como, en muchos casos,
físicamente desconocido, pues la mayoría de los concursantes no habrían estado en suelo
mexicano.
¿Qué soluciones hallaron las trovadoras y los trovadores a estos desafíos? Este concierto es la
respuesta. La enorme carga poética, la frescura, sensibilidad, creatividad y solvencia téc-nica de
las composiciones e interpretaciones evidencian la inagotable riqueza y vitalidad de la tradición
trovadoresca cubana. El secreto de todo ello quizá nos lo revele un poco aquel verso inefable del
propio Silvio: «Solo el amor engendra la maravilla…»
EDUARDO MENACHE VARELA
AGREGADO CULTURAL DE LA EMBAJADA DE MÉXICO EN CUBA
(La Habana, noviembre 24 de 2007)
RETRATO CON PELO CORTO
Crece la hierba en el patio, callada,
por las hendijas viene a ver la comunión.
Tiembla y se alarga la sombra soñada
y al tiempo los colores callan su razón.
Se abre por fin la casa en el cielo
a unos pocos besos de aquel callejón.
Parte la alondra plateada en su vuelo
marcando el mismo centro de su corazón.
Frida no tuvo un hijo en sus quehaceres.
Frida no quiere cometas sin estrellas.
Frida no sueña en el lienzo sus placeres
se pinta como es ella,
se pinta como es ella.
De a poco un tanto sus alas se hielan
y desde el silencio de la mesa herida,
gotea el mezcal de la misma manera
en que se va la vida,
en que se va la vida
Mira que si te quise fue por tu pelo:
aunque de tu pincel se agrandara Diego.
Quiero dormir a tu lado la muerte.
Ni siquiera esa suerte me queda tan lejos.
Tanto no andar le ha cansado sus alas
y entre sorbos canta la misma canción
donde volar no sirve de nada
si has nacido marcada por la maldición.
Frida no tuvo un hijo en sus quehaceres.
Frida no quiere cometas sin estrellas.
Frida no sueña en el lienzo sus placeres
se pinta como es ella,
se pinta como es ella.
LILLIANA HÉCTOR / ARIEL DÍAZ
A guitarra limpia, nueve años: (casi) de todo3
Por María Fernanda Ferrer
Trova, plástica, proyección de imágenes, premios, becas, en-sayos, nuevos CDs, Internet,
evocaciones desde el cariño, gratas sorpresas (amigos que nos visitan y otros que siempre
están), Frida y Diego… de todo, casi de todo, hubo el pasado sábado 24 en el patio de Muralla
63 cuando un público co-hesionado y amoroso se dio cita para festejar el noveno ani-versario
del espacio A guitarra limpia.
La fiesta –porque lo fue– comenzó cuando Víctor Casaus, director del Centro Cultural Pablo
de la Torriente Brau, pre-sentó los nuevos seis discos que en lo adelante forman parte de la
Colección A guitarra limpia, que constituye un esfuerzo para que los trovadores jóvenes tengan
una propuesta dis-cográfica en la mano, como carta de presentación.
En este aspecto, además de la probada calidad de las gra-baciones que «en vivo» corren a
cargo de Jaime Canfux, hay que destacar lo refinado del diseño de cada disco. Ese trabajo lo ha
realizado la diseñadora Katia Hernández, quien junto a Enrique Smith integra el proyecto K&K,
responsable de parte de la imagen gráfica de la institución.
Los discos presentados (y a la venta en moneda nacional) fueron producidos con el apoyo
solidario del Instituto Cubano de la Música. Los títulos son: Sur (Ariel Barreiros y Yunior
Navarrete), Demasiado DiEgo (Diego Gutiérrez), De paso por el sol (Leonardo García), Cuarto
de siglo (Gerardo Alfonso), Antología 6 (Alberto Tosca, Ángel Quintero, Dúo Karma, Eduardo
Sosa, Isabel Parra, Karel García, Norge Batista, Rolando Roly Berrío, Trío Trovarroco y
Yamira Díaz) y Una canción para Pablo (Juan Carlos Pérez, Marta Campos, Silvio Alejandro,
Heidi Igualada, Fernando Cabreja, Oscar Eduardo Sánchez, Samuell Águila, Ihosvany Bernal,
Raúl Verdecia, Ariel Díaz, Amanda Cepero, Ariel Barreiros, Manuel Argudín y Vicente Feliú).
Al presentar los CDs, el poeta y cineasta Víctor Casaus felicitó a los trovadores por la
concreción de esos discos que, dijo, constituyen «un nuevo momento de la Nueva Trova cubana». Igualmente, presentó el Cuaderno Memoria, coordinado y editado por Xenia Reloba, y que
recoge para el futuro los momentos más significativos de los conciertos A guitarra limpia
efectuados en el 2006.
Señaló Casaus que es «muy hermoso» que el Cuaderno se inicie con la presencia de «Teresita
Fernández, madrecita de la trova» y artista que sin dudas ha constituido un vínculo entre el
llamado movimiento de la nueva canción y momentos anteriores de nuestra música. Teresita,
dijo Casaus, «es una creadora martiana y cristiana que nos ha acompañado a lo largo de estos
años con sus canciones, con su alegría y con su sabiduría».
De inmediato le fue entregada a El Plátano –mucho menos conocido como Luis Hernández–
una cámara digital que el trovador Silvio Rodríguez le envió como obsequio. Los asiduos de
hoy a los conciertos de trova y los que durante cerca de cuarenta años han seguido la
manifestación, saben que El Plátano es el artista del lente más fiel a la Trova: en eso no hay
discusión. Pero ha sido emocionante ver cómo El Plátano –siempre en actitud febrilmente
inquieta– se quedó en su asiento sin saber exactamente qué hacer. Después, subió al escenario,
recibió el regalo y no dijo nada. No hizo falta: las lágrimas hablaron por él.
Luego la periodista Estrella Díaz dio la bienvenida a José Martín Sulaimán, grabador,
fotógrafo y documentalista me-xicano, quien expone en el Centro Pablo una muestra personal
titulada Sombras de mi tierra, que puede verse hasta mediados de diciembre.
La exposición, según la especialista, nos «evoca a un México nada folclorizado: no es el
México del tequila, los mariachis y los grandes y llamativos sombreros, sino un México
profundo, reflexivo, hondo».
Por su parte, Sulaimán, quien llegó directamente al Centro Pablo desde el aeropuerto, aseguró
que desde su primera visita a La Habana, en 1983, se quedó «absolutamente maravillado con
Cuba, pero, sobre todo, con la gente», e insistió en que de inmediato se identificó con la
plástica, la danza, la literatura y con la vida cultural en general.
«Vivimos, subrayó, en tiempos en que muchos artistas pin-tan, esculpen y fotografían de
manera muy similar y llega un momento en que uno no es capaz de distinguir si el creador es
checo, ruso, mexicano, cubano, japonés o de donde sea».
En Cuba, aseguró, «encontré eco en los temas, es decir, una preocupación muy profunda por
el ser humano» y subrayó que lo que persigue con su obra es que se «entienda sin darle demasiadas vueltas» y que aquí, en la Isla, «ha hallado gentes muy receptivas a este tipo de
mensaje».
Finalmente, dijo que «este es de los mejores días de mi vida porque he estado cerca de treinta
años queriendo mostrar mi obra en La Habana y hacerlo en el Centro Pablo es un pri-vilegio
porque es un lugar querido e importante que hemos visto crecer y madurar».
Luego, Alberto Faya y Germán Piniella –integrantes del jurado junto a Casaus– dieron a
conocer el Premio de Ensayo Noel Nicola 2007 que, convocado por el Centro Pablo, los
estudios Ojalá y el Portal Trovacub, se otorgó, por unanimidad, a Una propuesta sobre la
poesía de Silvio Rodríguez, de Suyín Morales Alemañy.
Según el acta del jurado, ese ensayo se caracteriza por «la acertada manera con que identifica
los vínculos de la obra de un artista con la sociedad en la que se desarrolla y por la sencillez y el
rigor intelectual de sus análisis que contribuyen a esa claridad de ideas imprescindible en un
ensayo literario».
Igualmente, el jurado decidió proponer al Centro Pablo la publicación de un volumen que
contenga fragmentos de otros libros que fueron enviados al concurso y que resultan de gran
utilidad e interés. Ellos son: La literatura y la poesía en la música, de Guillermo Rodríguez
Rivera, Canción cubana contemporánea: la luz, bróder, la luz, de Joaquín Borges-Triana y La
primera piedra, de Ariel Díaz.
Después llegó otro momento de emoción: el trovador Manuel Argudín cantó y dedicó a «su
gran amigo Noel y a su compañera en la vida Liudmila (La bola)», allí presente, el tema «Nube,
agua, ala y brisa», incluido en el CD 37 canciones de Noel Nicola, presentado recientemente en
la Casa de las Américas.
A continuación fueron entregadas las Becas de Creación Noel Nicola 2007 a los proyectos
Paso a paso, de Etien Fresquet (La Habana), Son reafirmativo, de Oscar Eduardo Sánchez (Holguín), Evocación, de Héctor Luis Posada (Ciego de Ávila), Somos y no somos los mismos, de
Mauricio Figueiral (La Ha-bana) y Como una mariposa, de Samuell Águila (La Habana).
La beca consiste en el pago de una mensualidad de 400 pesos MN durante un año, como
apoyo material para que puedan desarrollar su proyecto; igualmente, se realizará un concierto en
el espacio A guitarra limpia con los resultados del trabajo de cada una de las becas otorgadas.
Con la grabación en vivo de cada uno de esos conciertos, el Centro Pablo producirá un CD que
formará parte de la Colección A guitarra limpia. El jurado de la Beca de Creación Noel Nicola
2007 estuvo in-tegrado por Martín Martínez (del Portal Trovacub), María Santucho y Víctor
Casaus (ambos del Centro Pablo).
Seguidamente se dieron a conocer los resultados de las Becas de Creación Sindo Garay 2007
que fueron para los proyectos El Trovazo, de Yamira Díaz (Pinar del Río), Trovándote, de Yoán
Zamora (Ciego de Ávila) y el trovador Raúl Verdecia (La Habana).
De inmediato, el Dúo Cadencia, de Córdoba, Argentina, regaló un tema muy mexicano
titulado «Si la luna», que fue seguido por «Ni Diego», de Mauricio Figueiral, con el que
comenzó el concierto especial A guitarra limpia dedicado a Frida y Diego, a propósito del
centenario del natalicio de la Kahlo y el cincuenta del fa-llecimiento de Rivera; ambos figuras
emblemáticas, contro-vertidas, pero sin duda gigantes del arte latinoamericano.
El concierto, al que asistió el agregado cultural de la em-bajada de México en Cuba, Eduardo
Menache Varela, es re-sultado de un concurso auspiciado por esa sede diplomática y el Centro
Pablo y que trajo como fecundo resultado un grupo de canciones, francamente sorprendentes.
Uno de los rasgos comunes en todas las canciones es la profundidad de las letras y la ternura
que esas dos figuras provocaron entre los trovadores cubanos, los que –guitarra mediante– se
adentraron en el mundo de Frida y Diego, para muchos símbolo de talento y amor no exento de
dudas y des-garramientos, como lo fueron sus vidas.
Heidi Igualada, con su hermoso timbre, llegó con «La otra mitad», tema en el que intenta
dibujar tormentos y pasiones y que demostró que la llamada «canción por encargo» puede
resultar un excelente instrumento para compulsar la creación.
Oscar Eduardo Sánchez continuó con «Calando Rivera», Tony Ávila interpretó «Con el amor
en la herida», Nelson Valdés (acompañado de Nuria Vega Valdés) nos presentó «Autorretrato
de metal» y Pedro Beritán, «Frida en mi pensamiento».
Después Ariel Barreiros cantó su tema «Frida», que conmo-vió no solo por lo sentido de su
interpretación, sino por la hondura de lo expresado; siguió Marta Campos (que para la ocasión
se hizo acompañar por Augusto Blanca) con «Frida y Diego», y pusieron el punto alto y final
Lilliana Héctor y Ariel Díaz con «Retrato con el pelo corto», que fue la ganadora del concurso
Una canción para Frida y Diego y que los llevó, re-cientemente, a presentarse en tierras
mexicanas.
Todo ese ambiente del México telúrico de Frida y Diego y del México profundo de Sombras
de mi tierra fue envuelto, al final, con la proyección de algunos fragmentos de la emblemática
película de Paul Leduc dedicada a Frida, vista a través de un trabajo de videoarte propuesto por
María Santucho, con el Proyecto Nork-K, integrado por jóvenes agrupados alrededor del Centro
Pablo y que apuestan por el audiovisual como herramienta de comunicación.
Los más cercanos al Centro –los que, quizás, más sentido le han dado a la institución desde su
fundación hace once años–, también estuvieron: Ruth de la Torriente Brau, hermana de Pablo y
«hada madrina del Centro» junto a parte de su familia española que llegó desde la ciudad de
Santander.
Y para continuar ampliando y consolidando esa familia que crece por días –desde aquí y
desde allá– se decidió transmitir, vía Internet, el concierto y todo lo que aconteció el 24, algo
que pudo materializarse por los esfuerzos coordinados de Jesús García (en las redes
informáticas) y la webmaster Silvia Padrón.
Entonces, trova, plástica, imágenes, premios, becas, ensayos, CDs, Internet, amigos,
hermanos, familia, Frida y Diego… se entremezclaron para festejar los nueve años de A
guitarra lim-pia. Mucho, casi todo, desde el centro mismo del amor.
PEDRO LUIS FERRER | CONCIERTO DE FIN DE AÑO
Sábado 22 de diciembre de 2007
Obra plástica: Eduardo Rubén
Estando todavía en Europa –una estancia de siete largos meses que me parecieron siglos– recibí
del Centro Pablo de la Torrien-te el convite a realizar, una vez más, un concierto para cerrar el
2007.
El fin de año me exacerba la creatividad. Son los meses en que –luego de haber transitado
doscientos días bajo el azote sofocante del verano agosteño– ansiamos desesperadamente la
llegada de un frente frío, esos nortes breves y repentinos que nos alteran la rutina y nos
permiten sacar del armario los abri-gos que apenas usamos el año anterior. Así, desde temprano,
me voy apoderando del mejor carbón y lo pongo a buen recaudo para la hora decisiva de la
parrilla; recolectamos la naranja agria, el limón criollo, la buena ristra de ajo, los cominos y
oréganos de la tierra…Y llega el día de ir a la finca del amigo a elegir el animal que
emparrillaremos en el patio, en evitación de los precios despampanantes del agromercado.
Todo, bajo la protesta jocosa de las nuevas generaciones vegetarianas que, en abierto desafío al
padre-abuelo carnívoro, rebosan los sacos de frutas y hortalizas. Poco a poco se han urdido los
planes familiares, la lista de los invitados para la Nochebuena y el Fin de Año. ¿Dónde vas a
pasar el 31? ¿Vienes con nosotros? Es entonces cuando más echo de menos a los padres y tíos
fallecidos, quienes nos legaron la costumbre de reunirnos a cocinar mien-tras disfrutábamos del
jolgorio de anécdotas y reflexiones. Me aferro al recuerdo de aquellos días de júbilo para el
adobo, entre cervezas, empellas y chicharrones, tomates, pepinos, beren-jenas… Preparando la
fiesta con la fiesta. Así nuestros difuntos se arriman a la mesa, beben, cantan y esperan el año
nuevo con nosotros.
Llevo años escribiendo un poemario que desde el inicio mismo titulé: Poemas de Diciembre,
dedicado a mi madre. Año tras año aporto nuevas criaturas que luego –poco a poco– van siendo
acicaladas con puntuaciones y precisiones gramaticales, trans-parencias metafóricas… Como el
niño que se dispone a asistir a la trascendencia de un evento colegial. Son versos que van
rememorando el arsenal afectivo de mi familia: recuerdos de las incipientes meditaciones y
experiencias de mi infancia en Yaguajay; y mi adolescencia en la barriada de Santos Suárez, en
La Habana. Algunos poemas intentan ser escritos desde la época recordada, como si entonces yo
hubiera sido capaz de concebirlos: malabares del alma que no se resigna a haber dejado pasar la
ocasión de la belleza.
Hagamos entonces un concierto para cerrar este año donde ha prevalecido el trabajo y la
búsqueda.
¡Feliz Año Nuevo!
PEDRO LUIS FERRER
CANCIÓN DE FIN DE AÑO
Ahora que permiten criticar:
¡qué bellos son tus ojos, vida mía!
Me gusta tu manera de bailar
y el fuero peculiar de tu alegría.
Ahora que permiten criticar:
me voy al Malecón y espero el día;
me quiero dedicar a descansar;
las flores del jardín son tan bonitas…
Ahora que permiten criticar:
estreno un pantalón y una camisa;
pusimos una hamaca en el portal
y un timbre que parece campanita.
Ahora que hasta el mudo quiere hablar
y está de moda el grito y la querella:
tus piernas, las quisiera devorar,
el modo en que caminas y te sientas
Ahora que permiten:
la calle está repleta,
las bolas y los chistes,
el cielo y las estrellas.
Ahora que permiten criticar:
compré un ordenador y una cazuela;
mi amigo preguntó para variar:
la luna está redonda y placentera
PEDRO LUIS FERRER
CONCIERTOS, DISCOS Y TROVADORAS/ES
A GUITARRA LIMPIA
CONCIERTOS Y PRESENTACIONES A GUITARRA LIMPIA (1998 - 2007)
1.
Futuro inmediato (Santiago Feliú). Sábado 14 de noviembre de 1998.
2.
Cuatro maneras de mirar (Rita del Prado, Axel Milanés, Diego Cano y Fernando
Bécquer). Ofrecido para el Encuentro Internacional de la Facultad de Comunicación de la
Universidad de La Habana (ICOM). Miércoles 9 de diciembre de 1998.
3.
Viaje por la poesía (María Gisela Rosado y el grupo Kábala, Puerto Rico). Jueves 17 de
diciembre de 1998.
4.
Cincuenta son, pero no duelen tanto (Vicente Feliú). Sábado 19 de diciembre de 1998.
5.
Guitarra, siempre guitarra (Gerardo Alfonso). Sábado 30 de enero de 1999.
6.
Habáname (Carlos Varela). Sábado 27 de febrero de 1999.
7.
Más que sobrevivir (Rita del Prado). Sábado 3 de abril de 1999.
8.
Cuerda joven (Samuell Águila, Heidi Igualada, Glenda Fernández, Ariel Díaz, Ihosvany
Bernal y el poeta Sergio Gó-mez). Sábado 29 de mayo de 1999.
9.
Casi feliz (Augusto Blanca). Sábado 26 de junio de 1999.
10. Inmigrante a media jornada (Frank Delgado). Sábado 24 de julio de 1999.
11. Señales (Diego Cano). Sábado 25 de septiembre de 1999.
12. Pieza sin título (Rey Guerra), en el primer aniversario del espacio A guitarra limpia.
Sábado 27 de noviembre de 1999.
13. Yo no tanto como él (Pedro Luis Ferrer). Sábado 22 de enero de 2000.
14. Dibujar canciones (Ireno García), con la exposición de grabados de Niurka Iñurrieta.
Lunes 14 de febrero de 2000.
15. Hay cosas (Jorge García). Sábado 26 de febrero de 2000.
16. La impúdica es la guitarra (Marta Campos, Jorge Gar-cía, Heidi Igualada, Rita del
Prado, Lázara Ribadavia, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal, Ariel Díaz,
Silvio Alejandro Rodríguez y los poetas Sergio Gómez y Antonio López. Invitados: Glenda
Fernández y Arsenio Díaz). Sábado 25 de marzo de 2000.
17. Volver a nacer (Heidi Igualada). Sábado 29 de abril de 2000.
18. Desde el son de la loma (Dúo Postrova). Sábado 27 de mayo de 2000.
19. Cubano por donde tú quieras (Fernando Bécquer). Sá-bado 24 de junio de 2000.
20. Concierto Especial de Sara González con la exposición de Diana Balboa Gracias por la
música. Jueves 13 de julio de 2000.
21. Todavía no estoy mal (Manuel Argudín). Sábado 28 de octubre de 2000.
22. No puede haber soledad (Teresita Fernández). Sábado 25 de noviembre de 2000.
23. Como soy (Marta Campos). Sábado 27 de enero de 2001.
24. Arando el fin (Samuell Águila). Sábado 24 de febrero de 2001.
25. Mañana no habrá (Trío Enserie). Sábado 24 de marzo de 2001.
26. Canción de tarde (Lázara Ribadavia). Sábado 31 de marzo de 2001.
27. Agujeros (Polito Ibáñez). Sábado 28 de abril de 2001.
28. A guitarra limpia de Gerardo Alfonso a propósito del Cubadisco. Jueves 17 de mayo de
2001.
29. Estoy en casa (Ariel Díaz). Sábado 23 de junio de 2001.
30. Entre amigos (Alberto Faya). Sábado 28 de julio de 2001.
31. Reencuentro. Canciones del siglo pasado (Enriquito Núñez). Domingo 14 de octubre de
2001.
32. Concierto Trov@nónima.cu con jóvenes trovadores de la Asociación Hermanos Saíz.
Sábado 27 de octubre de 2001.
33. Tercer aniversario de A guitarra limpia. Concierto Ho-menaje a Noel Nicola. Sábado 24
de noviembre de 2001.
34. Canción que queda, dedicado a Teresita Fernández y cierre de las conmemoraciones por
el centenario del nacimiento de Pablo de la Torriente Brau. Sala Teatro Museo Nacional de
Bellas Artes. Sábado 22 de diciembre de 2001.
35. Teresita canta a Martí (Teresita Fernández). Sala Tea-tro Museo Nacional de Bellas
Artes. Domingo 27 de enero de 2002.
36. Cambiándolo todo (Ihosvany Bernal). Sábado 23 de febrero de 2002.
37. De esperanzas y miedos (Pedro Luis Ferrer). Sábado 30 marzo de 2002.
38. Contra señal (Juan Carlos Pérez). Sábado 27 de abril de 2002.
39. Concierto especial A guitarra limpia del cantautor mexicano Fernando Delgadillo.
Sábado 25 de mayo de 2002.
40. Contra señal II (Juan Carlos Pérez). Sábado 20 de julio de 2002.
41. De mi corazón (Alejandro Valdés). Sábado 28 de sep-tiembre de 2002.
42. Concierto A guitarra limpia del trovador Erick Sán-chez. Sábado 26 de octubre de
2002.
43. Por todos los caminos (Leonardo García, Alain Garrido y Diego Gutiérrez). Sábado 23
de noviembre de 2002.
44. Concierto La mano amiga (Lázaro García, Augusto Blanca y Vicente Feliú), por el 4
aniversario. Sábado 28 de diciembre de 2002.
45. Desde La Edad de Oro (Rita del Prado), en el Museo Nacional de Bellas Artes. Sábado
25 de enero de 2003.
46. Cambiar el viento (Diego Cano). Sábado 1 de marzo de 2003.
47. El riesgo del juego (Inti Santana). Sábado 22 de marzo de 2003.
48. Más allá (Gerardo Peña, México). Sábado 26 de abril de 2003.
49. Multitudes en la silla (Silvio Alejandro). Dedicado a la Jornada de Solidaridad con
Puerto Rico. Sábado 27 de sep-tiembre de 2003.
50. Biografía (William Vivanco). Sábado 25 de octubre de 2003.
51. Carta de provincia (Lázaro García). Sábado 8 de no-viembre de 2003.
52. Generación X (Samuell Águila, Norge Batista, Fernan-do Bécquer, Ihosvany Bernal,
Diego Cano, Ariel Díaz, Leonardo García, Heidi Igualada, Silvio Alejandro, Inti Santana y el
Dúo Karma), por el 5 aniversario de A guitarra limpia. Viernes 19 de diciembre de 2003.
53. Colgado en la pared (Norge Batista). Sábado 31 de enero de 2004.
54. Ni toda la tierra entera (Isabel Parra y Antar, Chile). Lunes 16 de febrero de 2004.
55. Toda la poesía (Alberto Tosca). Sábado 27 de marzo de 2004.
56. Pasado los treinta (Eduardo Sosa). Sábado 24 de abril de 2004.
57. Hambre de quimeras (Karel García). Sábado 22 de mayo de 2004.
58. De mirar (Rolando Berrío, Roly). Sábado 29 de mayo de 2004.
59. Soy un paisano (Ángel Quintero). Dedicado a la Brigada de Solidaridad Puerto RicoCuba Juan Rius Rivera. Sábado 24 de julio de 2004.
60. Antes de la noche (Yamira Díaz). Sábado 25 de sep-tiembre de 2004.
61. Voz de las aguas (Dúo Karma). Sábado 30 de octubre de 2004.
62. Concierto A guitarra limpia con Trovarroco, celebrando el 6 aniversario del espacio.
Sábado 27 de noviembre de 2004.
63. Versos del alma (Dúo Janet y Quincoso). Dedicado al natalicio de José Martí y al 6
aniversario de la emisora Habana Radio. Sábado 29 de enero de 2005.
64. Sur (Ariel Barreiros y Yunior Navarrete). Sábado 26 de febrero de 2005.
65. Cuarto de siglo (Gerardo Alfonso), celebrando sus 25 años de vida artística. Sábado 23
de abril de 2005.
66. Flor de marabú (Pavel Poveda). Sábado 30 de abril de 2005.
67. El eco de las plazas (Dúo Buena fe). Dedicado al 4 ani-versario de la revista cultural La
Jiribilla. Martes 10 de mayo de 2005.
68. Tita, Antar e Isabel Parra. Lunes 6 de junio de 2005.
69. Entre la trova y la postrova (Charly Salgado). Sábado 24 de septiembre de 2005.
70. A fuego abierto (Dúo Lien y Rey). Viernes 4 de no-viembre de 2005.
71. Frío (Dúo Ariel y Amanda). Celebrando el 7 aniversario del espacio. Sábado 26 de
noviembre de 2005.
72. Descalzo por los caminos (Raly Barrionuevo, Argenti-na). Jueves 22 de diciembre de
2005.
73. Como una sola flor (Teresita Fernández). Dedicado al 7 aniversario de la emisora
Habana Radio y al natalicio de José Martí. Sábado 28 de enero de 2006.
74. Credenciales (Tony Ávila). Sábado 25 de febrero de 2006.
75. Retrato (Samuell Águila). Sábado 25 de marzo de 2006.
76. Concierto sensible (Alain Garrido). Dedicado al 5 ani-versario de la revista cultural La
Jiribilla. Sábado 29 de abril de 2006.
77. Demasiado DiEgo (Diego Gutiérrez). Sábado 27 de ma-yo de 2006.
78. Razones (Lázara Ribadavia). Sábado 8 de julio de 2006.
79. Anhelos en cofradía (Dúo Cofradía). Sábado 30 de sep-tiembre de 2006.
80. Pinceladas del Sur (Pedro Reñé, acompañado por Nata-lia Gómez, Argentina). Sábado
28 de octubre de 2006.
81. Conciertos Te doy una canción, celebrando el 8 ani-versario de A guitarra limpia.
Homenaje a Silvio Rodríguez. Sábado 25 y domingo 26 de noviembre de 2006.
82. Una canción para Pablo. Miércoles 20 de diciembre de 2006.
83. Pared adentro (Freddy Lafitta). Sábado 27 de enero de 2007.
84. Técnica mixta (Isael Pipo Carrazana). Sábado 24 de fe-brero de 2007.
85. De paso por el sol (Leonardo García). Sábado 31 de mar-zo de 2007.
86. Como una luna en pie (Fernando Cabreja). Sábado 28 de abril de 2007.
87. Concierto Cubadisco 2007, con Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez. Sábado 26 de
mayo de 2007.
88. De vuelta a la guitarra (Eric Méndez). Sábado 27 de octubre de 2007.
89. Una canción para Frida y Diego. Celebrando el 9 ani-versario de A guitarra limpia.
Sábado 24 de noviembre de 2007.
90. Concierto de fin de año (Pedro Luis Ferrer). Sábado 22 de diciembre de 2007.
CONCIERTOS ESPECIALES
1.
Concierto de clausura del IV Salón y Coloquio de Arte Digital. Con Rosa Matos y el
grupo Danza Interactiva. Viernes 21 de junio de 2002.
2.
Concierto especial Como un árbol (Dúo Karma. Invi-tados: Rodrigo Wangeman,
Yoriell Carmona y Rigoberto Her-nández). Dedicado a la Brigada Juan Rius Rivera de Puerto
Rico. Homenaje a Vieques, con la presentación del libro El rostro de la desobediencia civil.
Sábado 12 de julio de 2003.
3.
Concierto especial dedicado al VII Encuentro de la Tro-pa cósmica (Leonardo García,
Heidi Igualada, Rita del Prado, Dúo Karma, Inti Santana, Samuell Águila, Ihosvany Bernal,
Erick Sánchez, Ernesto Pita y Diego Cano). Miércoles 6 de agosto de 2003.
4.
Concierto especial Como una sola voz (Miryam Qui-ñónes –Perú–, y Pepe Ordás). En
ocasión también del VII En-cuentro de la Tropa cósmica. Jueves 7 de agosto de 2003.
5.
Recital de Ireno García y Coralia Veloz con poemas de Eliseo Diego. Celebrando los 50
años de vida de este trovador. Presentación del CD de Palabra Viva dedicado a Eusebio Leal.
Viernes 15 de octubre de 2004.
6.
Concierto e inauguración de la exposición Me han es-tremecido un montón de mujeres.
Dirección artística: Erick Sánchez. Martes 8 de marzo de 2005.
LISTA DE CASETES Y CDS A GUITARRA LIMPIA
CASETES
Futuro inmediato (Santiago Feliú)
Cuatro maneras de mirar (varios)
Viaje por la poesía (María Gisela Rosado y el grupo Kábala)
Cincuenta son, pero no duelen tanto (Vicente Feliú)1
Guitarra, siempre guitarra (Gerardo Alfonso)2
Más que sobrevivir (Rita del Prado)3
Cuerda joven (varios)
Casi feliz (Augusto Blanca)4
Inmigrante a media jornada (Frank Delgado)
Señales (Diego Cano)
Pieza sin título (Rey Guerra y sus invitados)
Dibujar canciones (Ireno García)
Hay cosas (Jorge García)
La impúdica es la guitarra (varios)
Volver a nacer (Heidi Igualada)
Cubano por donde tú quieras (Fernando Bécquer)
Todavía no estoy mal (Manuel Argudín)
No puede haber soledad (Teresita Fernández)5
Como soy (Marta Campos)
Arando el fin (Samuell Águila)
Canción de tarde (Lázara Ribadavia)
Estoy en casa (Ariel Díaz)
Entre amigos (Alberto Faya)
Homenaje a Noel Nicola (varios)6
Teresita canta a Martí (Teresita Fernández)7
Cambiándolo todo (Ihosvany Bernal)
Contra señal (Juan Carlos Pérez)
De mi corazón (Alejandro Valdés)
Por todos los caminos (Leonardo García, Alain Garrido, Die-go Gutiérrez)
CDS
No me mires tan extraño (Gerardo Alfonso)
A guitarra limpia (Erick Sánchez)
La mano amiga (Augusto Blanca, Lázaro García, Vicente Feliú)
Señales (Diego Cano)
El riesgo del juego (Inti Santana)
Multitudes en la silla (Silvio Alejandro Rodríguez)
Generación X (varios)
Paria (Alberto Tosca)
Pasado los treinta (Eduardo Sosa)
Soy un paisano (Ángel Quintero)
Antes de la noche (Yamira Díaz)
Voz de las aguas (Dúo Karma)
Trovarroco (Trío Trovarroco)
Poemas musicalizados (Dúo Janet y Quincoso)
Sur (Ariel Barreiros y Yunior Navarrete)
Cuarto de siglo (Gerardo Alfonso)
Flor de marabú (Pavel Poveda)
Entre la trova y la postrova (Charly Salgado)
A fuego abierto (Dúo Lien y Rey)
Frío (Dúo Ariel y Amanda)
Credenciales (Tony Ávila)
Retrato (Samuell Águila)
Demasiado DiEgo (Diego Gutiérrez)
Razones (Lázara Ribadavia)
Te doy una canción (dos volúmenes, varios)
Una canción para Pablo (varios)
De paso por el sol (Leonardo García)
ANTOLOGÍAS A GUITARRA LIMPIA
CASETES
Antología 1 (varios)
Antología 2 (varios)
Antología 3 (varios)
Antología 4 (varios)
CDs
Antología 1 (varios)8
Antología 2 (varios)9
Antología 3 (varios)10
Antología 4 (varios)
Antología 5 (varios)
Antología 6 (varios)
TROVADORAS/ES Y OTROS MÚSICOS DE A GUITARRA LIMPIA
Alain Garrido (Santa Clara, 30 de marzo de 1969). Comenzó a componer sus canciones y a
presentarse en público en 1992. Dos años después ingresó a la Asociación Hermanos Saíz
(AHS) y desde el 2000 es Proyecto Nacional de esa or-ganización. Pertenece al Centro
Provincial de la Música de Villa Clara. Ha participado en numerosos festivales y eventos de la
canción, con buena aceptación de público y crítica. En 2001 integró la delegación de la
Asociación Hermanos Saíz al Encuentro Multicultural Eurolatinoamericano efectuado en
Veracruz, México. Ha compartido escenarios con Teresita Fer-nández, César Portillo de la Luz,
Alejandro Lerner, Gerardo Alfonso, Santiago y Vicente Feliú, y ha sido invitado a con-ciertos
de Liuba María Hevia, Raúl Torres, el dúo Postrova, el trío Enserie, entre otros. Es fundador de
La Trovuntivitis (1997), espacio de trova del Centro Cultural El Mejunje de Santa Clara. Es
miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) desde el año 2007.
Alberto Faya (Santiago de las Vegas, 20 de abril de 1944). Cursó estudios en el Instituto
Pedagógico Enrique José Varona. Licenciado en Historia del Arte en la Universidad de la
Habana. Su carrera artística comenzó a partir de 1962. Ha obtenido premios nacionales y ha
realizado giras por países de Europa (Italia, Alemania, Francia, España, entre otros) y ciudades
de Estados Unidos y Canadá. También se ha pre-sentado en Brasil, Nicaragua, Guatemala,
Puerto Rico y Bo-livia. Investigador y promotor cultural, es autor de El libro del sabor
(Ediciones Unión, 1999), así como de artículos sobre música en las revistas Bohemia y Casa de
las Américas. Posee una amplia discografía con el grupo Moncada, del cual fue fundador, y
también como instrumentista, cantante, solista y arreglista en otras grabaciones. Guionista y
conductor de pro-gramas como Trovada (Habana Radio), La clave del enigma y Sur
(Televisión Cubana).
Alberto Tosca (La Habana, 12 de marzo de 1955). Can-tautor cubano, productor musical y
arreglista. Graduado de música y canto en el Conservatorio de Superación Profesional Ignacio
Cervantes y miembro del Latin Academy of Recording Arts & Sciences, Inc., de California. Ha
compartido escenarios con Fito Páez, Tania Libertad, Amparo Ochoa, Sonia Silvestre, Daniel
Viglietti, Alfredo Zitarrosa, María Bethania, Chico Buarque, Inti Illimani, César Portillo de la
Luz, Pedro Luis Ferrer, Amaury Pérez, entre otros. Su obra autoral sobrepasa las setecientas
canciones. Ha compuesto a cuatro manos con el guitarrista y compositor Peter Frampton en el
proyecto Music Bridge (1999) que involucró a autores cubanos y norteameri-canos. Su obra ha
hecho pensar y disfrutar a públicos diversos como los de Alemania, Francia, Holanda, Bélgica,
Bulgaria, Nica-ragua, México, Rusia, Curazao, Venezuela, Finlandia, Canadá y España.
Ángel Quintero (La Habana, 31 de mayo de 1956). In-gresó en 1972 al Movimiento de la
Nueva Trova y desde en-tonces ha desarrollado una intensa carrera que lo ha llevado a
escenarios de Nicaragua, Angola, Etiopía, Mozambique, El Salvador, Honduras, Guatemala,
Bolivia, Ecuador, México, Estados Unidos, varias naciones europeas, Irán y Egipto, en-tre otros
países. Ha grabado los discos: Alma y Voluntad (EGREM, 1984), Yo sacaré lo que en mi pecho
tengo (Bonafina Records, 1993) y El paisano (EGREM, 2001). Se ha destacado en la creación
de música para teatro y danza, y ha colaborado con prestigiosas compañías e instituciones de las
artes escé-nicas como Bertolt Brecht, Rita Montaner, Teatro Estudio y el Ballet Nacional de
Cuba. Su ópera-trova Donde crezca el amor ganó Premio Coral del VIII Festival Internacional
del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y fue mención del Festival Internacional de
Teatro (1984), entre otros reco-nocimientos.
Antonio Ávila, Tony (La Habana, 13 de agosto de 1970). Licenciado en Marxismo e
Historia. Comenzó su carrera en Cárdenas, durante su etapa estudiantil, en el mo-vimiento de
aficionados. Desde 1997 es miembro de la Aso-ciación Hermanos Saíz y en 2003 fue
seleccionado Proyecto Nacional de esa institución. En 1998 fundó el cuarteto Agua tibia y en
2002, el quinteto Con clave, con el que alcanza la Excelencia Artística, categoría que otorga el
Instituto Cubano de la Música. Ha participado en festivales de trova y compar-tido con Gerardo
Alfonso, Frank Delgado, Pepe Ordás, Rita del Prado, Leonardo García, Eduardo Sosa, Ángel
Quintero, el Septeto Ignacio Piñeiro, Los muñequitos de Matanzas, el grupo Juego de mano,
entre otros. Es activo animador del proyecto cultural La Suerte de los Cangrejos. Incluido en la
antología Desde el umbral, coproducida por la EGREM y la AHS en 2003. En 2004 grabó A
primera vista, con su grupo Con clave. Participó en el disco homenaje a Silvio Rodríguez Te
doy una canción, del Centro Pablo, donde grabó también, en uno de los conciertos A guitarra
limpia, el CD Credenciales.
Ariel Barreiros (Aguada de Pasajeros, 7 de julio de 1971). A los 12 años comenzó a tocar
la guitarra de forma autodidacta y alrededor de 1990 compuso sus primeras canciones. Se
caracteriza por el lirismo de sus composiciones y el rigor en la interpretación. Como Proyecto
Nacional de la Asociación Her-manos Saíz, ha sido invitado a participar en festivales nacionales de la trova. Algunos de sus temas se encuentran recogidos en los discos Trov@nónima.cu
(Bis Music) y La estrella de Cuba (EGREM). En 2004 realizó un concierto en el espacio
Verdadero complot, de la Asociación Hermanos Saíz, en la Sala Caturla del Teatro Amadeo
Roldán. Su concierto conjunto con Yunior Navarrete en el Centro Pablo ha sido recogido en el
CD Sur, de la Colección A guitarra limpia. También figura en el segundo volumen de Te doy
una canción, homenaje a Silvio Rodríguez, de A guitarra limpia.
Ariel Díaz (La Habana, 15 de febrero de 1974). De formación musical autodidacta,
comenzó su carrera como trovador con un concierto en la Sala Manuel Galich, de Casa de las
Américas, en 1996. Ha actuado en escenarios de Cuba, Guatemala, España, Brasil, Argelia,
Alemania, México, Ve-nezuela, Francia, Argentina, Suiza e Italia. Ha compartido
presentaciones y estudios de grabación con relevantes figuras como Silvio Rodríguez, Noel
Nicola, Vicente Feliú, Teresita Fernández y la mayoría de los cantautores de su generación. Es
Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz y per-tenece al Centro Nacional de la
Música de Concierto. Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba.
Figura en la Antología IV de la Nueva Trova grabada en los estudios Ojalá, y en Cuerda Joven,
La impúdica es la guitarra y Frío (a dúo con Amanda Cepero), Te doy una canción, estas
últimas del Centro Pablo de la Torriente Brau, entre otras grabaciones.
Augusto Blanca (Banes, 24 de junio de 1945). Fundador del Movimiento de la Nueva Trova,
del cual es uno de sus principales exponentes. Vinculado profundamente al teatro, ha obtenido
diversos premios de actuación, dirección y por su música. En este sentido, su nombre está
ligado a Teatrova, el Cabildo Teatral Santiago, el Guiñol de Santiago de Cuba, el Grupo
Okantomí y Teatro Estudio, entre otras agrupaciones. Se ha presentado en eventos de música y
teatro en varios paí-ses de América Latina, Europa, África y el Caribe. En su dis-cografía se
encuentran Regalo (1978), De regreso (1982), Un puñado de semillas (1986), Este árbol que
sembramos (Premio Especial Cubadisco 1999), donde participan varios de los más importantes
trovadores cubanos, y Luna lunera (Premio en la categoría de Trova en Cubadisco 2005). Ganó
el Premio Caricato 2006 por la música para la obra de teatro Papobo, e igual reconocimiento al
año siguiente, por El mago de Oz. Sus canciones han sido incluidas en diversas antologías de la
Nueva Trova. Posee, entre otros reconocimientos, la Distin-ción por la Cultura Nacional y la
Orden Raúl Gómez García, del Sindicato de Cultura.
Axel Milanés (Manzanillo, 3 de junio de 1973). Compuso sus primeras canciones en la
adolescencia. Graduado de Psicología en la Universidad de La Habana en 1996, ese año realizó
su pri-mer concierto A golpe de guitarra en Casa de las Américas. Ha compartido el escenario
con reconocidas figuras de la Trova cu-bana, así como con cantautores de diferentes países. Se
ha presentado en escenarios de España (1995), México (1996) y Argentina, país donde reside
desde 1999. Entre sus discos figuran las producciones independientes Fe de nacimiento (2203),
Viviendo de inventarme (2004) y Buscando luz (2007). Asimismo, su trabajo se encuentra
recogido en el casete Cuatro maneras de mirar (grabado en vivo en el Centro Cultural Pablo de
la Torriente Brau en 1998) y en la Antología 1 del espacio A guitarra limpia (1999).
Carlos Ibáñez, Polito (Rodas, 29 de marzo de 1965). Graduado de Actuación en el Instituto
Superior de Arte de La Habana (ISA) en 1988. Desde 1984 ingresó en el Movimiento de la
Nueva Trova. Luego de un importante proyecto promocional de su obra, realizó en 1991 un
concierto único en el Teatro Mella, de la capital. Desde entonces se ubicó entre los más
importantes trovadores de su generación. Polito ha realizado numerosas actuaciones en Cuba y
se ha presentado en Argentina, Venezuela, Francia, Holanda, Costa Rica y España. Ha
compartido escenarios con notables exponentes de la canción de autor como Silvio Ro-dríguez,
Pablo Milanés y Joaquín Sabina, entre otros. En su discografía se encuentran los títulos:
Recuento (grabado en vivo en el Teatro Nacional de Cuba en 1993), Para no pensar (1999) y
Axilas (2003).
Carlos Salgado, Charly (Manzanillo, 8 de noviembre de 1973). Es graduado de Filosofía
de la Universidad de La Habana. Culmina estudios de Nivel Elemental en la Escuela de Música
Gerardo Guanche, de Guanabacoa, en 1998. Desde 1999 es miembro de la Asociación
Hermanos Saíz y pertenece desde el año 2001 a la UNEAC. Durante tres años organizó en La
madriguera la Peña El Viernazo. Se ha presentado en di-ferentes escenarios nacionales y realizó
una gira por Vene-zuela, durante abril y mayo de 2007. Ha compartido escenarios con Frank
Delgado, Teresita Fernández, Athanai, Erick Sán-chez y casi todos los trovadores de su
generación. En el año 2002 graba el demo Podrás decirme, en el 2003 realiza su álbum debut
Buscando caminos (EGREM), y en el 2006 presenta el CD A guitarra limpia Entre la trova y la
postrova. También ha participado en el CD Te doy una canción, homenaje al trovador Silvio
Rodríguez (A guitarra limpia, 2007).
Carlos Varela (La Habana, 11 de abril de 1963). Gra-duado de Actuación en el Instituto
Superior de Arte. En 1980 ingresó al Movimiento de la Nueva Trova. Sus temas, asen-tados en
una estética muy urbana, denotan una marcada in-fluencia de la canción y el rock. Ha
compartido escenarios con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Pedro Luis Ferrer, Amau-ry Pérez,
Santiago Feliú, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Joan Manuel Serrat, Fito Páez, Joaquín
Sabina, León Gieco, Mercedes Sosa, entre otros. Se ha presentado en América La-tina, Europa y
los Estados Unidos y sus temas aparecen en discos de artistas cubanos y extranjeros. Ha creado
música para cine, teatro y danza. Su discografía incluye: Jalisco Park (1989), Carlos Varela en
Vivo (1991), Monedas al aire (1992), Como los peces (1995), Nubes (2000), Siete (2003) y, más
recientemente, Los hijos de Guillermo Tell.
Diego Cano (La Habana, 26 de diciembre de 1970). De formación musical autodidacta,
realiza sus primeras presen-taciones a inicios de la década de los 90. Es miembro de la
Asociación Hermanos Saíz. Ha participado en diversos fes-tivales de la trova y ha realizado
conciertos por todo el país, así como grabaciones y programas para la radio y la televisión
cubanas. En 1998 fue invitado junto a otros trovadores a presentarse en Ciudad de Guatemala, y
visitó después Suecia, Ecuador, Venezuela, Bolivia, entre otros. Ha compartido es-cenarios con
Vicente Feliú, Gerardo Alfonso, Raúl Torres, y muchos de los trovadores de la promoción más
reciente. Sus temas se incluyen en Antología de la Nueva Trova (EGREM), Cuatro maneras de
mirar, grabado en vivo en el Centro Pablo de la Torriente Brau, así como en Trovador, Acabo
de soñar y Te doy una canción, CD Homenaje a Silvio Rodríguez (A guitarra limpia, 2007).
También ha realizado grabaciones en los estudios Ojalá y Abdala.
Diego Gutiérrez (Ciego de Ávila, 25 de septiembre de 1974). Licenciado en Lengua y
Literatura Inglesa por la Universidad Central de Las Villas. Cantautor de formación autodidacta,
es Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz desde 1998. Co-fundador de La
Trovuntivitis, espacio de trova del Centro Cultural El Mejunje, de Santa Clara. Ha participado
en eventos en Cuba, España, Chipre, Venezuela, Argentina y Argelia (XV Festival Mundial de
la Juventud y los Estudiantes, 2001). Su obra incorpora elementos de la trova tradicional
cubana, junto a influencias del rock, la música brasileña, el reggae, etc. Sus temas figuran en las
antologías Trov@nónima.cu (Bis Music, 2001) y Acabo de soñar (EGREM 2003, poemas
musicalizados de José Martí), y los CDs Por todos los caminos (Centro Pablo de la Torriente
Brau, 2003), De cero (Unicornio, 2006), Premio Cubadisco 2007, y Demasiado DiEgo (Centro
Pablo, 2007).
Eduardo Sosa (Mayarí Arriba, 18 de abril de 1972). Graduado de Educación Artística
(1995) en el Instituto Su-perior Pedagógico Frank País. En febrero de 1997 integra junto a
Ernesto Rodríguez el Dúo Postrova con el que participó en numerosos festivales y compartió
escenarios con destacados músicos cubanos. A mediados del año 2002, tras la separación de
Postrova, Sosa empieza a consolidar su carrera en solitario, caracterizada por un repertorio que
va de los temas más líricos a los más apegados a la tradición sonera. Ha grabado con importantes cantautores e intérpretes, como Silvio Rodríguez y Ana Belén, y colaborado en
proyectos de Pablo Milanés, Andy Montañez y Fito Páez, entre otros. Posee la Orden Raúl
Gómez García, la condecoración Abel Santamaría y el sello por el 20 aniversario de la AHS. En
su discografía se incluyen Postrova (1999), Para alejar la tristeza (inédito, con Postrova, 2001)
y, en solitario, Pasado los treinta (Colección A guitarra limpia, 2004) y Eduardo Sosa (sello
Colibrí, 2007).
Enrique Núñez, Enriquito (La Habana, 28 de marzo de 1953). A los 15 años aprendió los
primeros acordes, bajo la influencia del memorable concierto de Silvio, Pablo y Noel en Casa de
las Américas (1968). En diciembre de 1972 participó en Manzanillo en la fundación del
Movimiento de la Nueva Trova. Al año siguiente comenzó a cantar profesionalmente en
solitario o compartiendo escenarios con Vicente Feliú, Mi-ke Porcell y Jesús del Valle, entre
otros. Ha participado y ga-nado varios concursos, entre ellos el Adolfo Guzmán, donde obtuvo
Gran Premio en 1986, con un tema defendido por Pablo Milanés. En 1990 grabó Con dulce
rabia, Premio EGREM de la Crítica. Ha llevado sus canciones a Angola, Nicaragua, México y
España. En 1998 recibió la Orden Raúl Gómez García por sus 25 años de trabajo artístico.
Eric Méndez (La Habana, 31 de enero de 1978). De formación autodidacta. Pertenece a la
Asociación Hermanos Saíz desde el año 2000. Empezó a componer en 1997 y tuvo sus primeras
presentaciones públicas en la Peña de Cecilio Avilés. Ha participado en diversas actividades y
proyectos co-munitarios. Ha compartido escenarios con los trovadores Charly Salgado, Yolo
Bonilla, Lilliana Héctor y Ariel Díaz, entre otros. Realizó el video clip Fábula ecologista
auspiciado por la fundación canadiense WWF. En el año 2006 recibió la Beca de Creación
Sindo Garay, que otorga el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Sus temas figuran en el
CD Sem-brando, grabado en vivo en el espacio Verdadero complot, de la Asociación Hermanos
Saíz.
Erick Sánchez Rodríguez (La Habana, 13 de junio de 1969). Trovador, miembro de la
Asociación Hermanos Saíz y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Desde el año 1988
ha participado en numerosos festivales de la trova en todo el país. Participó en el Primer
Encuentro Iberoamericano de Cantautores. Ha realizado conciertos en espacios que tradicionalmente promueven la nueva canción, como la Casa de las Américas, La Madriguera y la
antigua Casa del Joven Crea-dor. Ha compartido escenarios con Vicente Feliú, Frank Del-gado,
José Antonio Quesada, Ángel Quintero, Augusto Blanca, Gerardo Alfonso, Fernando
Delgadillo, Raúl Torres y otros trovadores de su generación.
Fernando Bécquer (La Habana, 25 de diciembre de 1970). De formación prácticamente
autodidacta, desde 1987 comienza a presentarse con sus primeras canciones. Ha par-ticipado en
importantes eventos de la canción en Cuba, destacándose entre ellos el Festival Internacional de
So-lidaridad Cuba Vive (1995) y el Music Bridge (1999) con los músicos Gary Burr y Amy
Ray. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Ha compartido escenarios con el Septeto
Nacional Ignacio Piñeiro, Compay Segundo, Manuel Argudín, Jorge García, Giraldo Piloto,
Samuell Águila, Diego Cano, Ihosvany Bernal y Ariel Díaz, entre otros. En su discografía
figuran Cuatro maneras de mirar (1998), Antología 1 (1999) y La impúdica es la guitarra
(2000), todos grabados en vivo y producidos por el Centro Pablo de la Torriente Brau.
Fernando Cabreja (Sagua de Tánamo, 30 de octubre de 1960). Licenciado en Historia del
Arte de la Universidad de La Habana. Es poeta, trovador y realizador de programas en la
emisora La voz del níquel (Moa). Publicó sus primeros poemas en las revistas Alma Mater y El
Caimán Barbudo (años 80). En 1991 vio la luz su poemario Paradoja de un hombre en la
mirilla. Pertenece a la generación de Carlos Varela, Gerardo Alfonso, Santiago Feliú y Frank
Delgado. Ha compuesto más de cien canciones, entre ellas «Canción al desaliento», que ha sido
interpretada por el Trío Enserie, el Dúo Cofradía, Diego Cano, entre otros trovadores. Como
pro-motor cultural organiza desde el 2000 el evento Trova viva y mantiene todos los segundos
jueves de cada mes el espacio Alta marea. Recibió la distinción 20 Aniversario de la Asociación Hermanos Saíz. Es miembro de la UNEAC. Obtuvo premio en el Concurso Una
canción para Pablo, convocado por el Centro Pablo. Sus canciones mezclan lo lírico y lo épico
y defienden lo perdurable como esencia humana universal.
Fernando Delgadillo (Ciudad de México). Comenzó como cantautor en el Ágora del Parque
Neucalli. Rápidamente sus conciertos empezaron a ganar cada vez más público. Grabó su
primer CD en 1992, fecha en la que se presentó en el Foro Felipe Villanueva frente a más de mil
personas. Ha sido in-vitado a importantes eventos internacionales, entre ellos el Festival
Internacional de la Televisión de Beijing y el Fes-tival Mundial de la Juventud y los Estudiantes
en 1997, en Cuba. Su prolífera discografía incluye Con cierto aire a ti (1992), Crónicas de
Bruno del Breñal (1994), Desviaciones de la canción informal (1994), De vuelos y de sol
(1995), Primer estrella de la tarde (1997), Entre pairos y derivas (1998), Febrero 13, Vol. I
(1999) y II (2000), Campo de sueños (2001), entre otros.
Frank Delgado (Minas de Matahambre, 19 de octubre de 1960). Graduado de Ingeniería
Hidráulica. Se inició for-malmente en el Movimiento de la Nueva Trova en julio de 1979,
vinculado con trovadores como Santiago Feliú, Carlos Varela y Gerardo Alfonso. Es
considerado por muchos como un cronista de su generación. Sus canciones destacan por la
amplia gama de referentes, tanto rítmicos como textuales. Además de los más importantes
escenarios cubanos, ha ac-tuado en más de dos centenares de ciudades en África, Europa y
América Latina. Ha compartido presentaciones con Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute,
Daniel Viglietti, Juan Carlos Baglietto, Fito Páez y numerosos trovadores cubanos de su
generación y las siguientes. Su obra ha sido interpretada por cantautores y agrupaciones dentro
y fuera de Cuba. Su disco-grafía incluye Trovatur (Mutis, Argentina, 1996), La Habana está de
bala (Nuestra América, Argentina, 1998), El adivino (Picap, España, 2001), Mi mapa
(Asterisco, Argentina, 2004) y Pero qué dice el coro (CD/DVD, independiente, 2007).
Freddy Lafitta (Baracoa, 1971). Narrador, trovador y poeta. Miembro de la Asociación
Hermanos Saíz. Ha publicado en diferentes revistas del país, así como en varias antologías
cubanas y extranjeras. Ha merecido varios premios literarios, como el Principito, de cuentos
para niños (2000), Todo décima, de poesía para niños (2003), Mención Premio Iberoamericano
Cucalambé (2000) y Premio Nacional AlaDécima (2005), entre otros. En el año 2006 publicó el
cuaderno Empezar desde cero, de poesía para niños (Editorial Sanlope, Las Tunas). Como
trovador, es autor e intérprete de las canciones de su repertorio, y se ha presentado en diferentes
escenarios del país. Reside en Las Tunas.
Gerardo Alfonso (La Habana, 1 de noviembre de 1958). Ingresó al Movimiento de la
Nueva Trova en 1980. Entre sus creaciones figura el género guayasón, que se nutre de la música
campesina y la afrocubana, enriqueciéndola con nuevos pa-trones rítmicos. Varios artistas y
agrupaciones interpretan y han grabado sus temas. Ha compartido escenarios con im-portantes
figuras cubanas y extranjeras. Ha creado también música para filmes y documentales y ha sido
un destacado promotor cultural desde proyectos como Almendares Vivo. Muchos de sus discos
han sido nominados en las categorías de Canción y Trova/Pop/Rock, entre otras, en los eventos
Cuba-disco. Algunos de ellos son Sábanas blancas (Premio EGREM 1995), Recuento (1998,
Premio de Testimonio en Cubadisco 2001), El ilustrado caballero de París (2001, Premio de
Canción en Cubadisco 2002), Momentos (2002), Las cosas que yo te cuento (2003), Raza
(2004, Premio de Trova/Pop/Rock en Cubadisco 2005), A orillas del mar (2005), No me mires
tan extraño (2006). Posee, entre otros reconocimientos, la Distinción por la Cultura Nacional, la
Orden Alejo Carpentier y el Diploma al Mérito Artístico del Instituto Superior de Arte. Es
miembro del Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Gerardo Peña (Hermosillo, México). Sus temas han recibido premios nacionales e
internacionales y han sido gra-bados por importantes intérpretes de la canción iberoamericana.
Ha escrito música para cine, teatro y televisión. En 1997 fue nominado para una Diosa de Plata,
por la música de la película El amor de tu vida S.A. Es productor, compositor e intérprete de sus
tres discos como solista: El tren (1996), Nada (1998) y Torre de Babel (2001). Participa en el
disco compilatorio El que la hace la canta (Sony Music) con la canción «Muy a gusto». Se ha
presentado en foros de Estados Unidos, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Argentina, Cuba,
España, Alemania y una gran parte de su país.
Glenda Fernández-Vega Medina (Londres, 24 de julio de 1980). Realizó estudios de piano.
Durante su corta carrera compartió escenarios con importantes figuras de la música cubana,
como Sara González y Teresita Fernández, además de acumular presentaciones en varios
lugares del país. Obtuvo diversos premios en festivales de aficionados por su parti-cipación
como intérprete. Integró el proyecto musical Flor y canto de América, bajo la dirección de
Alberto Faya. Durante un tiempo trabajó junto al trovador Samuell Águila. Actual-mente reside
en los Estados Unidos.
Heidi Igualada (La Habana, 9 de abril de 1964). Poseedora de una cálida voz, es graduada
de Nivel Elemental de Guitarra en el Centro de Superación Profesional Ignacio Cervantes y de
Nivel Medio Superior en la especialidad de Canto en el Centro de Superación Provincial Félix
Varela. Ha compartido escenarios con Sara González, Anabell López, Marta Campos, Rita del
Prado, Jorge García, Gerardo Alfonso, Lázara Ribadavia y Ariel Díaz, entre otros. Ha actuado
en Cuba, Nicaragua, Guatemala, Venezuela, España e Italia. Participó en el disco homenaje a
Teresita Fernández Vamos todos a cantar (1998). Además, sus obras están incluidas en la
Antología de la Nueva Trova, Volumen IV (1997), Songs from the hearts of Cuba (Global Disc
Records, 1998), Cuerda joven (1999), Antología 1 (1999) y La impúdica es la guitarra (2000),
los tres últimos de la Colección A guitarra limpia. Grabó en solitario el disco Serenata
(Unicornio, 2002).
Ihosvany Bernal (La Habana, 25 de marzo de 1973). Graduado del Instituto Superior de
Cultura Física. Desde el año 2000 forma parte del Centro Nacional de la Música de Concierto.
Comienza a hacer canciones en 1991, luego de fi-nalizar sus estudios de música. Hasta 1996
estuvo trabajando como instrumentista en agrupaciones de pequeño formato haciendo música
popular. Como trovador ha participado en diferentes conciertos y festivales tanto dentro como
fuera de nuestro país. Sus temas aparecen en los fonogramas: Antología 1 (1999), Cuerda joven
(1999), La impúdica es la guitarra (2000) y Antología 2 (2001) de la Colección A guitarra
limpia. Es co-fundador del proyecto Puntal Alto (abril de 2000), espacio de recitales para la
joven trova, con sede en la Sala Majadahonda del Centro Pablo. En el 2001 presenta su primer
CD Puesta de luna (Producciones Puntal Alto), que incluye once temas de su autoría.
Inti Santana Guerra (La Habana, 31 de enero de 1974). Licenciado en Biología en la
Universidad de La Habana. En abril de 1999 se presenta por primera vez ante el público en la
Facultad de Comunicación Social y Periodismo de ese centro de altos estudios. Desde entonces
ha participado en diferentes eventos. En el 2000 estudió nivel elemental de guitarra en la escuela
Gerardo Delgado Guanche (Guana-bacoa). En agosto de 2002 participó en el Encuentro de la
Tropa Cósmica en Valencia (España). Fusiona la canción tro-vadoresca con elementos de la
música afrocubana, el son, el bolero, el pop-rock, la música árabe y la brasilera, entre otros.
Elegido Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz en el año 2003. Se ha presentado
varias veces en solitario o compartiendo escenarios con Vicente Feliú, Augusto Blanca, Frank
Delgado, Gerardo Alfonso, Polito Ibáñez, y casi todos los trovadores de su generación.
Ireno García (La Habana, 29 de septiembre de 1954). Cursó estudios musicales en el
Conservatorio Alejandro Gar-cía Caturla. En el año 1979 ingresó al Movimiento de la Nueva
Trova. Sus canciones forman parte del repertorio y la dis-cografía de cantantes en Cuba y el
extranjero. Ha actuado en di-versos países y posee varias distinciones y premios nacionales e
internacionales. Ha realizado música para cine, televisión, teatro y danza. En su discografía
aparecen los títulos Ireno García canta a Eliseo Diego, Dibujar canciones (Colección A
guitarra limpia) y el más reciente, Coraleando. El CD Ireno García canta a Eliseo Diego fue
premiado en la Feria Cuba-disco (1999). También ha colaborado como dibujante en re-vistas y
publicaciones nacionales e internacionales.
Isabel Parra (Santiago de Chile, 29 de mayo de 1939). Autora, intérprete y divulgadora de
canciones y ritmos po-pulares chilenos y latinoamericanos. Grabó su primer disco a los 13 años
acompañada a la guitarra por su madre, Violeta Parra. Inició su carrera en París, donde se
presentó en diversas boites de nuit del Barrio Latino. En 1964, otra vez en Chile, junto a su
hermano Ángel, fundó la Peña de los Parra, centro de difusión artístico-musical de referencia
obligada en esa época. Además de ser una excelente intérprete de la obra de Violeta Parra,
Isabel es una importante autora y coautora con su madre de una decena de temas. Compone su
música en el cuatro, charango o guitarra. Destaca por la gran sensi-bilidad de sus canciones. En
un viaje a Cuba conoció el Mo-vimiento de la Nueva Trova y desde entonces ha sido una gran
divulgadora de esta canción. Ha interpretado y grabado temas de Silvio Rodríguez, Pablo
Milanés y Noel Nicola.
Isael Carrazana Vargas, Pipo (Bayamo, 30 de marzo de 1971). Aficionado a la música y a
la plástica desde niño. En 1994 ingresó a la Asociación Hermanos Saíz de la provincia de
Granma, organización donde poco después asumió varias responsabilidades. Se ha presentado
en diversos espacios y festivales en el país, entre ellos las Romerías de mayo en Hol-guín, el
proyecto Puntal Alto de la Sala Majadahonda del Cen-tro Pablo de la Torriente Brau y el
Centro Hispanoamericano de Cultura, entre otros. Ha obtenido premios en varias edicio-nes del
Festival provincial de la Trova Pimpo Lao y obtuvo Gran Premio en el Festival Nacional de
Música Campesina (2003). En el año 1999 realiza la grabación de un demo en los Estudios del
Centro de la Música Sindo Garay, de Bayamo. Fue uno de los ganadores de la primera edición
de la Beca Sindo Garay (2006), del Centro Pablo.
Jorge García (La Habana, 4 de mayo de 1959). Cursó estudios de guitarra en el
Conservatorio Alejandro García Caturla. Desde muy joven se vinculó al Movimiento de la
Nueva Trova, pero solo en 1988 se dedicó profesionalmente a la can-ción. Se ha presentado en
Nicaragua, Venezuela, Alemania, Argentina y Uruguay. Ha compartido el escenario con figuras
como Noel Nicola, Silvio Rodríguez, Miriam Ramos, Xiomara Laugart, Teresita Fernández,
Numa Moraes, Víctor Heredia, Ernán López-Nussa y Rey Guerra, entre otros. Su discografía la
conforman los títulos Jorge García (EGREM, 1991), Más allá (EGREM, 1996), Cambios
(EGREM, 1999), Hay de todo en la Viña del Señor (Unicornio, 2003) y Jorge García en vivo
(CD Independiente, 2006). Además, ha producido los discos Casi lo digo, de Rita del Prado
(EGREM, 1997) y Vamos todos a cantar (Homenaje de la Nueva Trova a Teresita Fernández)
(EGREM, 1999).
José Antonio Rodríguez (República Dominicana). Ganador del primer lugar en el Festival
de la Canción de la Asociación de Músicos de República Dominicana en 1984 y, dos años
después, del primer premio en el Festival Interna-cional de Viña del Mar (Chile). Ha editado
discos en los que han participado destacados músicos como Juan Luis Guerra, Manuel Tejada,
Jochi Sánchez, Peng Bian y los cubanos Silvio Rodríguez y Carlos Varela. Ha compartido
escenarios con Alberto Cortés, Mercedes Sosa, Vicente Feliú, Miriam Ramos, Charles
Aznavour, George Ben, Noel Nicola, Alejandro Filio y la emblemática orquesta cubana Los Van
Van, entre otros.
Juan Carlos Pérez (La Habana, 25 de septiembre de 1953). Realizó estudios de nivel
medio en guitarra y percusión y comenzó una carrera como baterista hasta 1974, cuando ingresó
en el Movimiento de la Nueva Trova. Cursó estudios de música electroacústica con el maestro
Juan Blanco, en el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica. En 1986 obtuvo el Tercer
Premio en el Concurso de Música Cubana Adolfo Guzmán con la obra «Cantata». Ha
compartido la es-cena con artistas como Sara González, Alberto Cortés, Santiago Feliú, Pedro
Luis Ferrer, Alejandro Filio, Víctor Víctor, Vicen-te Feliú, entre otros. Integró el grupo Paisaje
con río, donde in-terpretó sus propias canciones. Se ha presentado con éxito en todo el país y en
Brasil. Su discografía incluye Participo (EGREM, 1997) y Juan Carlos Pérez en vivo
(producción in-dependiente). En el 2000 grabó con la empresa Pacific Toyama Inc. la obra
«Habana I 1998», para el disco compilatorio de música cubana Habana Now. Ese mismo año
participó en el Encuentro Internacional de Cantautores «Un canto de todos», auspiciado por
Casa de las Américas.
Karel García Liranza (La Habana, 12 de abril de 1971). Comienza a componer en
diciembre de 1989, después de conocer personalmente a Vicente Feliú, quien incentiva su
vocación desde la Casa de la Cultura del reparto capitalino de Alamar. Participa en varios
festivales de la trova y ofrece conciertos en la Casa de las Américas. Un singular dúo con Carlos
Lage le llevó a grabar su disco Souvenires de futuro en España, en 1999. Ha actuado en varias
ciudades europeas como Barcelona, Madrid, Ginebra y París. Ha compartido el escenario con
Vicente y Santiago Feliú, Silvio Rodríguez, Frank Delgado, Sara González, Marta Campos,
entre otros. Reside en Barcelona.
Lázara Ribadavia (La Habana, 4 de mayo de 1966). Licenciada en Filosofía en la
Universidad Estatal de Moscú M. Lomonosov. Cursó estudios de superación musical con la
prestigiosa profesora Leopoldina Núñez Lacret. Se ha pre-sentado en escenarios nacionales e
internacionales. Durante cuatro años mantuvo en el cine Mara la Peña El Azar, sitio de
encuentro de trovadores y poetas de su generación. Ha com-partido escenarios con Ireno García,
Rita del Prado, Heidi Igualada, Marta Campos, Gerardo Alfonso, Samuell Águila, Ariel Díaz y
Fernando Bécquer, entre otros. Sus canciones han sido incluidas en la Antología IV de la Nueva
Trova grabada en los estudios Ojalá y en varios discos de la Colección A guitarra limpia, del
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.
Lázaro García (Cienfuegos, 31 de diciembre de 1947). Se inicia en la composición musical
desde muy joven y en 1972 se interesa por el Movimiento de la Nueva Trova, del que resulta
uno de sus fundadores y promotor. En 1976 fue nombrado Vicepresidente Nacional y, más
tarde, responsable de la Co-misión Internacional que fomentaría el Movimiento de la Nueva
Canción Latinoamericana. Ostenta numerosos reconoci-mientos, entre ellos la Distinción por la
Cultura Nacional, la Medalla de Combatiente Internacionalista de Primer Grado, la Distinción
de Fundador de la Nueva Trova. Fue Gerente General del estudio de grabaciones Eusebio
Delfín, de Cien-fuegos. Dentro su discografía figuran Al sur de mi mochila (1984), Así de prisa
(1986), Inclina el cetro a la flor (1988), Carta de provincia (2000) y Si de tanto soñarte (2001).
Leonardo García Rodríguez (Cienfuegos, 17 de junio de 1975). Ingeniero agrónomo y
Master en Biotecnología de las plantas de la Universidad Central de Las Villas. Es Proyecto
Nacional de la Asociación Hermanos Saíz y pertenece al Centro Provincial de la Música de
Villa Clara. En 1990 se graduó de nivel elemental de guitarra en la Escuela Vocacional de Arte
Olga Alonso González. Ha participado en importantes festivales y concursos y su tema «Detrás
del tilo» (interpretado por Vio-naika Martínez) ganó el Primer Premio en el Concurso Adolfo
Guzmán 2007. Se ha presentado en Casa de las Américas, el Museo Nacional de Bellas Artes, el
Teatro Amadeo Roldán, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, entre otros lugares. Es
co-fundador de La Trovuntivitis, del Centro Cultural El Mejunje, de Santa Clara. Aparece en
antologías y discos co-lectivos y en solitario, entre estos últimos Días corriendo (producción
independiente, 2002) y De paso por el sol (A guitarra limpia, 2007), con el que obtuvo el
Premio en la categoría de Trova en Cubadisco 2008. Fue ganador de la Beca Sindo Garay
(2006). Participa también en el volumen 2 del disco Te doy una canción (2007), homenaje a
Silvio Rodríguez, de la Colección A guitarra limpia.
Lilliana Héctor Balance, Lilli H. (La Habana, 21 de marzo de 1984). Comienza su carrera
como trovadora en 2001 como aficionada del Ministerio del Interior y obtuvo va-rios premios
en festivales nacionales, en las modalidades de música, poesía y cuento. En 2005 realizó
estudios musicales en el taller nocturno del Conservatorio Alejandro García Caturla. Ese
mismo año se unió al proyecto La séptima cuerda. Ha participado en diversos eventos de trova
en todo el país. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Ha compartido escenarios con
Eduardo Sosa, Samuell Águila, Ihosvany Ber-nal, Diego Cano, Ariel Díaz, Leonardo García,
Diego Gutié-rrez, entre otros trovadores de varias generaciones. Ganó, junto a Ariel Díaz, el
Primer Premio del Concurso Una canción para Frida y Diego, convocado en 2007 por el
Centro Pablo y la Embajada de México en La Habana.
Manuel Argudín (La Habana, 2 de junio de 1961). Ingresó como aficionado al Movimiento
de la Nueva Trova en 1979, con el grupo Cubanuela. Posteriormente realizó estudios de Canto,
Música y Actuación en el Instituto de Superación Profesional Ignacio Cervantes. Se ha
presentado en escenarios de Cuba, México, Guatemala y Venezuela. Ha compartido actuaciones
con Rey Guerra, Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Vicente Feliú, José María Vitier, Amaury
Pérez, Ireno García, Alberto Tosca, Gerardo Alfonso, Sara González, Marta Cam-pos, Miriam
Ramos, Anabell López, Alejandro Filio, Víctor Víctor, Tita Parra, entre otros. Entre sus trabajos
discográ-ficos figura su participación en Antología de la Nueva Trova, Volumen IV (1997),
Complicidad (1999), con temas de Carlos Puebla, Rey Guerra a guitarra limpia (1999), Soy
(Venezuela, 1998) y Aroma de invierno (2000).
María Gisela Rosado (Puerto Rico). Compositora e intérprete, fue miembro del Comité
Nacional de la Nueva Can-ción Puertorriqueña. Ha grabado el disco He tomado la palabra y ha
realizado conciertos con el grupo Kábala, bajo la dirección musical de Rayda Cotto, en teatros,
centros culturales y uni-versidades de diversos países. Catedrática Auxiliar de la Uni-versidad
de Puerto Rico, María Gisela incorporó los resultados de sus investigaciones sobre literatura a
Viaje por la poesía, concierto que realizara durante el primer año del espacio A guitarra limpia,
del Centro Pablo de la Torriente Brau.
Marta Campos (La Habana, 7 de marzo de 1954). Comenzó sus estudios de música en el
Conservatorio Amadeo Roldán, donde se graduó de guitarra clásica en 1976. En 1978 ingresó al
Movimiento de la Nueva Trova. Fue su presidenta en la provincia de Sancti Spíritus y en La
Habana, y miembro activo de su ejecutivo nacional. A lo largo de su carrera ha compartido
escenarios con Sara González, Liuba María Hevia, Vicente y Santiago Feliú, Anabell López,
Miriam Ramos, Augusto Blanca, Ángel Quintero, Heidi Igualada y Rita del Prado. De 1988 a
1994 formó un dúo con José Antonio Quesada. En 1982 participó en el disco Para germinar, de
Xiomara Lau-gart, Anabell López, Alberto Tosca y otros. En 1997 grabó su primer disco,
Quiero dormir con la luna, y en 1999, Como soy, ambos con la compañía Picap, de Barcelona,
y en 2004, con el sello Colibrí, Marta Campos entre rumbas, sones y boleros, editado en Japón
por Ahora Corporation bajo el título de La negra se alborota. Posee, entre otros
reconocimientos, la Distinción por la Cultura Nacional y la Orden Raúl Gómez García, del
Sindicato de Cultura.
Martín Rago (Buenos Aires, Argentina, 16 de junio de 1972). Cursó estudios en el
Conservatorio Provincial Julián Aguirre, de su ciudad, entre 1986 y 1989. En 1998, junto a Juan
Pablo Otero (guitarra y arreglos) y Rubén Slonimsky (bandoneón) creó el grupo Chamuyo
Milonguero, con el que ha realizado giras por Argentina, Ecuador, España y Cuba, donde
compartió escenario con Ernán López-Nussa, entre otros músicos. En el año 2000 integró como
guitarrista y cantante la pequeña orquesta Acquaforte, con la cual realizó una gira por España,
Alemania, Suiza e Italia y su primer trabajo discográfico en forma independiente. Durante esa
gira participaron en el Festival de Tango de Sitges (España) como única orquesta invitada.
Luego integra el trío de guitarras Ma-landrinos, con el que grabó su disco Con elegancia.
Mauricio Figueiral (La Habana, 16 de julio de 1984). Trovador de formación autodidacta,
pertenece a la Asociación Hermanos Saíz. Ha participado en varios eventos de trova, peñas y
espacios en diversas provincias de la Isla, y en una gira por Ecuador. Integró el proyecto La
séptima cuerda. Ha compartido presentaciones con Vicente y Santiago Feliú, Augusto Blanca,
Frank Delgado, Carlos Varela, Ireno García, Samuell Águila, Ariel Díaz, Fernando Bécquer,
entre otros. Es estudiante de la Facultad de Comunicación Audiovisual del Instituto Superior de
Arte, en la especialidad de Dirección. Es guionista y director de cinco cortometrajes de ficción.
Fue Segundo Premio de Cartel Cinematográfico en la 5. Muestra de Jóvenes Realizadores, con
Subjetivismo. Fue uno de los ganadores de la Beca de Creación Noel Nicola, del Centro Pablo
de la Torriente Brau.
Nelson Valdés Viera (Cumanayagua, 21 de septiembre de 1986). Graduado de la Escuela
de Arte Octavio García Hernández en la especialidad de Música. Actualmente cursa la carrera
de Comunicación Social. Es miembro de la Aso-ciación Hermanos Saíz desde 2006 y
representante de esta en Cienfuegos. Ha participado en numerosos eventos dedicados a la trova
en Villa Clara, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Ciego de Ávila. Ha compartido escenarios con
Lázaro García, Vicente Feliú, Pepe Ordás, los hermanos Pedro y Roberto Novo, Inti Santana,
Samuell Águila, los miembros habituales de la peña La Trovuntivitis, de Villa Clara, entre otros
trovadores. Es profesor de Música en la Escuela José Luis Tassende.
Noel Nicola (La Habana, 7 de octubre de 1946 – 7 de agosto de 2005). Comenzó sus
estudios de música a los 7 años con Dovane Voth (flautín). Compuso canciones desde la
temprana adolescencia y su obra abarca más de 350 títulos. Fundador del Movimiento de la
Nueva Trova, es uno de sus máximos exponentes. Integró el Grupo de Experimentación Sonora
del ICAIC. Se presentó en escenarios del país y de más de 30 naciones de Europa, América y
África. Su creación incluye musicalización de poemas, música infantil y temas para cine,
televisión y teatro. Obtuvo diversos premios y dis-tinciones, y su obra figura en numerosas
antologías y mo-nografías. En su discografía se destacan: Comienzo el día (EGREM, 1976), Así
como soy (EGREM, 1980), Lejanías (EGREM, 1985), Noel Nicola canta a César Vallejo
(IEMPSA / EGREM, 1986), Tricolor (EGREM, 1987), Dame mi voz (Uni-cornio, 2000), Entre
otros. Noel Nicola con Santiago Feliú (Unicornio, 2001). En el año 2001 fue el centro de un
homenaje organizado por el Centro Pablo, en ocasión del tercer aniversario del espacio A
guitarra limpia. El concierto fue editado primero en casete y cinco años después, en formato de
CD. Este último fue Premio Especial Cubadisco 2006. En 2007 fue presentado el CD 37
canciones de Noel Nicola (dos volúmenes), en el que par-ticipó un grupo importante de
cantautores cubanos y extranjeros, y que devino homenaje al trovador.
Norge Batista Albuerne (Las Tunas, 30 de octubre de 1969). Se vinculó con el mundo de
la música a los 13 años. Es miembro de la Asociación Hermanos Saíz desde 1988 y de la Unión
Nacional de Escritores y Artistas de Cuba desde 1998. Cuenta en su haber con los discos
Búscame adentro (Ayva Música, 1997) y Algo crece (Ayva Música, 2001). Fue incluido en el IV
Volumen de la Antología de la Nueva Trova editado por la EGREM, y producido por Eduardo
Ramos y Noel Nicola. Aparece además en otras antologías de la canción cubana realizadas por
casas discográficas dentro y fuera de la Isla. Ha compartido escenarios con cantautores cubanos
y extranjeros como Vicente Feliú, Frank Delgado, la Vieja Trova Santia-guera, Rafael Amor,
Ismael Serrano, Quintín Cabrera, entre otros. Ha actuado en Cuba, España, Portugal, Bélgica y
Suiza. Su tercer trabajo discográfico, Puente oscuro, otra vez con el sello español Ayva Música,
contó con la dirección musical de Miguel Núñez.
Oscar Eduardo Sánchez Tamayo (Holguín, 6 de junio de 1986). Graduado de la Escuela de
Instructores de Arte José Martí Pérez, de Holguín, en la especialidad de Artes Plásticas. En
2001 se inicia en la guitarra y tres años después se presenta por primera vez en público. En
agosto participa en la Jornada de la Canción Política en la provincia de Guantánamo. Durante su
servicio militar participó con buenos resultados en los festivales de aficionados, no solo en su
provincia, sino en la región oriental. En junio de 2006 fue invitado al evento Trova viva, en
Moa, y en septiembre de ese año, al Festival Trova ile-sa, en Camagüey. Es Proyecto Provincial
de la Asociación Hermanos Saíz y ha participado en las dos últimas ediciones de las Romerías
de Mayo.
Pavel Poveda Álvarez (Morón, 12 de agosto de 1967). Trovador, escritor y gestor cultural.
Desde 1988 se inicia en la creación literaria y musical. En 1993 obtiene Primer Lugar y Premio
a la mejor interpretación en el Festival Channy Chelassi de Ciego de Ávila. Su desempeño se
afianza a partir de l995, con su entrada al grupo Turiguanó. En el 2000 fue seleccionado
Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz. Pertenece al Centro Nacional de Música de
Concierto. Ha participado en importantes festivales y eventos de la Nueva Trova en la Isla y en
giras por Honduras, Colombia y Vene-zuela. Canciones y versiones suyas figuran en
Trov@nónima.cu (AHS-Bis Music, 2001), La Estrella de Cuba (EGREM), Acabo de soñar
(textos de José Martí musicalizados por varios tro-vadores, EGREM, 2003), Flor de marabú (A
guitarra limpia, 2005) y Coordenadas (Colibrí, 2007). Durante muchos años fue Vicepresidente
de la Asociación Hermanos Saíz.
Pedro Rafael Beritán Calaña (Manzanillo, 31 de octubre de 1981). De formación musical
autodidacta, sus primeras incursiones como trovador fueron en los festivales de aficionados de
la Federación Estudiantil Universitaria. Se presentó regularmente en la peña La séptima puerta,
fundada en 2003. Realizó varios conciertos con los trovadores de su generación desde ese año
hasta 2005. En noviembre de 2006 protagonizó un concierto Puntal Alto y posteriormente se ha
presentado en varias salas, espacios, festivales de trova, en la capital y otras regiones del país.
Ha compartido escena-rios con Augusto Blanca, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Eduardo
Sosa, Samuell Águila, Ihosvany Bernal, Diego Cano, Ariel Díaz, Silvio Alejandro, Leonardo
García, Diego Gu-tiérrez, los dúos Lien y Rey y Cofradía, entre otros.
Pedro Luis Ferrer Montes (Yaguajay, 17 de septiembre de 1952). A mediados de la
década del 60 forma parte de varios grupos aficionados como los Kapeles y el cuarteto Nova. A
fines de 1969 es invitado a integrar la banda profesional de rock Los Dada y a mediados de los
70 graba su primer disco en solitario, titulado Pedro Luis Ferrer. Su repertorio se carac-teriza
por una proyección reflexiva y crítica de nuestra rea-lidad. Durante un corto período de trabajo
en el Conjunto Artístico de las FAR en Guantánamo se puso en contacto con el changüí y otros
valores de esa región oriental. Ha realizado numerosas giras y largas estancias de trabajo en
Europa (España, Austria, Bélgica, Holanda, Francia e Inglaterra), don-de promueve lo que
denomina «changüisa», suerte de mezcla del changüí y los coros de clave espirituanos. Sus más
recientes CDs (Rústico, 2005, y Natural, 2006), son fieles a esa estética. Ha participado varias
veces en los espacios A guitarra limpia, del Centro Pablo de la Torriente Brau.
Pedro Reñé (Santa Fe, Argentina, 11 de junio de 1972). Entre 1978 y 1989 estudió guitarra,
flauta traversa, canto, clarinete, contrabajo y percusión en el Centro Recreativo Es-tético Infantil
de Santa Fe. Al año siguiente estuvo en el Con-servatorio de la ciudad italiana de Udine. Vive
en Rosario desde 1991, donde trabaja como psicólogo y músico. Durante los 90 estudió con
destacados músicos rosarinos como Jorge Fandermole, Juancho Perone, Myriam Cubelos, Pepe
Ferrer y Carlos Cassazza. En 2002 grabó el disco ¿Quién sabe?, con su banda La Brújula.
Luego inició su carrera como solista, pre-sentando sus propias canciones y versiones de
reconocidos autores. En 2006 ganó el Certamen de Ediciones Municipales de Rosario por su
disco Pinceladas del Sur, que se ha pre-sentado en Madrid, Montevideo, La Habana y varias
ciudades argentinas. Está terminando su segundo disco en solitario titulado Nos.
Raly Barrionuevo (Santiago del Estero, Argentina, 14 de agosto de 1972). Integró
conjuntos folclóricos infantiles y cantó en peñas locales y fiestas populares desde su niñez. Ya
en la adolescencia, inició su carrera profesional como solista, compuso sus primeras canciones,
algunas de las cuales fueron incluidas en su primer disco. Con apenas 18 años, se radicó en
Córdoba. Integró el grupo de Peteco Carabajal, con el que realizó diversas giras por todo el país.
Fue convocado por León Gieco en algunos de sus conciertos. Desde fines de 2000 y durante
todo el 2001, presentó con gran éxito el disco Circo criollo. A finales de 2003 formó La juntada
con Peteco Caraba-jal y el Dúo Coplanacu, con quienes realizó varios conciertos. Su disco Ey
paisano (2004) renovó el compromiso con la realidad social y recibió el Premio Carlos Gardel
al Mejor Álbum de Artista Masculino de Folclor en la séptima entrega de este galardón de la
música argentina.
Raúl Verdecia López (La Habana, 1 de febrero de 1977). Recibe clases de guitarra popular
con el prestigioso intérprete Octavio Sánchez Cotán. Es miembro de la Asocia-ción Hermanos
Saíz desde enero de 1999 y de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba desde el año 2003.
Pertenece al Centro Provincial de Música de La Habana Adolfo Guzmán. Ha compartido
escenarios con personalidades de la cultura cubana. Participa sistemáticamente en giras por el
territorio nacional y en peñas en la capital.
Rita del Prado (La Habana, 4 de marzo de 1961). Graduada de Psicología de la
Universidad de La Habana y de Nivel Elemental de Música. Autora de canciones para niños y
adultos. Fundadora del Movimiento por la Canción Infantil Latinoamericana y del Caribe.
Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Ha participado en varios festivales y se ha presentado en escenarios de Cuba, Colombia, Guatemala, España y México.
Dentro de su discografía figuran Maravilla Malabar (CASA, 1994), Casi lo digo (EGREM,
1997), Reunión de magos (Ediciones PENTAGRAMA, México, 1999), Rita del Prado, A
guitarra limpia (Centro Pablo de la Torriente Brau, MTM / Colombia, 1999), Cantoalegre
canta a Rita del Prado (Producciones Tita Maya, MTM / Colombia, 2000). Obtuvo Premio
Abril 1997, por el conjunto de su obra para niños, entre otros reconocimientos.
Rolando Berrío, Roly (Santa Clara, 3 de marzo de 1972). Prolífero cantautor que a fines
de los 80 comenzó a componer e interpretar temas de gran originalidad, matizando sus
presentaciones con un grato histrionismo heredado de sus tempranas incursiones en el mundo
del teatro. Fue integrante del Trío Enserie, Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz,
con el cual se presentó en casi todas las provincias del país, así como en España, Guatemala,
México y Colombia. Sus canciones aparecen en el disco Enserie, grabación en vivo de un
concierto que hiciera el trío en Casa de las Américas en 1999. También participa en las
recopilaciones Romántica, Brisas de La Habana e Identidad, esta última con boleros inéditos de
Car-los Puebla interpretados por varios cantautores. Ostenta la Distinción por la Cultura
Nacional.
Samuell Águila (La Habana, 15 de octubre de 1974). Comenzó sus estudios de música en
1986 en el Conservatorio Paulita Concepción. Luego cursó el nivel medio en el Centro de
Superación Profesional Félix Varela. Desde 1989 es miembro de la Asociación Hermanos Saíz.
Se ha presentado en escenarios de Cuba, España, Guatemala, República Dominicana, Canadá,
Perú, Nicaragua, Costa Rica, Honduras, Italia y Venezuela. Ha compartido recitales y espacios
con Vicente Feliú, Gerardo Alfonso, Santiago Feliú, Anabell López, Marta Campos, Carlos
Varela y varios trovadores de su generación. Su música figura en la Antología IV de la Nueva
Trova grabada en los estudios Ojalá, y en varios discos de la Colección A guitarra limpia, entre
otros fonogramas. Se caracteriza por su excelente y enérgica ejecución de la guitarra. Es cofundador del espacio Puntal Alto, que promueve la más joven trova cubana.
Santiago Feliú (La Habana, 29 de marzo de 1962). Desde los 16 años integró el
Movimiento de la Nueva Trova. Ha compartido escenarios con Silvio Rodríguez, Pablo
Milanés, Joan Manuel Serrat, Noel Nicola, Augusto Blanca, Vicente Feliú, Fito Páez, Juan
Carlos Baglietto, León Gieco, Carlos Varela, Frank Delgado y Gerardo Alfonso, entre otros. Ha
realizado giras y numerosas presentaciones en varios países de América y Europa. Su
discografía incluye títulos em-blemáticos como Vida (1986), Trovadores (grabado en vivo en el
Palladium, Buenos Aires en 1987), Para mañana (1988), Náuseas de fin de siglo (1994), Ansias
del alba (con Vicente Feliú, 1997), Futuro inmediato (1999, mejor disco de Rock en Cubadisco
2000), Entre otros (con Noel Nicola, 2002) y Sin Julieta (2002). También está incluido en la
Antología 1 (1999) de A guitarra limpia.
Sara González (La Habana, 13 de julio de 1951). Estudió viola en el conservatorio Amadeo
Roldán en la década de los 60. Graduada de la Escuela Nacional de Instructores de Arte, donde
fue profesora de Guitarra y Solfeo. Fundadora del Movimiento de la Nueva Trova y uno de sus
principales expo-nentes. Perteneció al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, donde
realizó estudios de Composición, Armonía y Orquestación. Ha compartido escenarios con Silvio
Rodríguez, Pablo Milanés, Augusto Blanca, Joan Manuel Serrat, Chico Buarque, Mercedes
Sosa, Soledad Bravo, Daniel Viglietti, Pete Seeger, Roy Brown, Pedro Guerra, Beth Carvalho,
Liuba María Hevia, Anabell López, Marta Campos y Heidi Igualada, entre muchos otros
cantautores e intérpretes cubanos y extranjeros. Entre sus discos figuran Versos sencillos de
José Martí (1975), Cuatro cosas (1982), Con un poco de amor (1987), Con apuros y paciencia
(1991), Si yo fuera mayo (1996) y Mírame (1999). Ha sido merecedora de los más importantes
reconocimientos que se otorgan en Cuba a figuras de la cultura, entre ellos, las me-dallas Félix
Varela, Alejo Carpentier, Máximo Gómez, 23 de Agosto, la Distinción por la Cultura Nacional y
el Diploma al Mérito Artístico del Instituto Superior de Arte.
Silvio Rodríguez Domínguez (San Antonio de los Baños, 29 de noviembre de 1946). En
1952 se trasladó a La Habana con su familia. En el año 1955 recibió algunas clases de piano. En
1961 fue alfabetizador y se hizo miliciano. Al siguiente año se inició como dibujante en el
Semanario Mella. En 1963 matriculó en la Academia San Alejandro. Entre 1964 y 1967
transcurrió su servicio militar, donde empezó a tocar la guitarra y a componer canciones.
Debutó en la televisión en junio de 1967. En julio fue invitado por los poetas de El Caimán
Barbudo a participar en un recital de homenaje a Teresita Fernández. El 18 de febrero de 1968,
en Casa de las Américas, participó en el concierto considerado fundacional de la Nueva Trova,
movimiento del que es uno de sus más reconocidos exponentes. Entre septiembre de 1969 y
enero de 1970 viaja con los pescadores cubanos por las costas de África. En 1970 fue uno de los
fundadores del Grupo de Ex-perimentación Sonora del ICAIC. En 1976 viaja dos veces a
Angola y recorre los frentes, cantándoles a las tropas an-goleñas y cubanas. Silvio posee una
amplia discografía. Ha compuesto más de 800 canciones, ha actuado en múltiples países y ha
recibido importantes condecoraciones. Desde 1993 hasta 2008 fue elegido Diputado a la
Asamblea Nacional del Poder Popular. Desde 1997 es Artista UNESCO por la Paz. En febrero
de 2007, la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, Perú –la más antigua de América–, le
nombró Doctor Honoris Causa.
Silvio Alejandro Rodríguez (La Habana, 4 de no-viembre de 1974). Trovador de
formación autodidacta. Es-cribió sus primeras canciones en 1993. Es miembro de la Asociación
Hermanos Saíz desde 1996. Pertenece al Centro Nacional de la Música de Concierto desde el
2001, es miembro de la SGAE y de la Agencia Cubana del Derecho de Autor Musical. Participó
en el Encuentro Musical Cuba-Estados Unidos (Music Bridge), en 1999. Se ha presentado en
festivales y otros eventos vinculados con la canción de autor en Cuba y ha realizado giras
promocionales por Turquía, Honduras, Canadá, Chile, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y
Japón. Su música se puede encontrar en los discos personales Quedado en La Habana y
Multitudes en la silla (Colección A guitarra limpia), la Antología de la Nueva Trova (Volumen
IV) editada por la EGREM, y en varios discos colectivos de la Colección A guitarra limpia,
entre otros fonogramas. Obtuvo el Premio Cuerda Viva (TV), en el año 2007, en la categoría de
demo de Trova, con Tanto remar, grabado con el grupo Lego.
Teresita Fernández (Santa Clara, 20 de diciembre de 1930). Trovadora, cantautora, o
juglar, como se autodefine, nació en el seno de una familia musical. Comenzó a cantar a los 4
años. En 1948 se graduó de maestra normalista y en 1959 obtuvo el título de Doctora en
Pedagogía. Su debut como trovadora se produjo el 20 de julio de 1965 en la Sala Arlequín de La
Habana. En 1975 fundó la Peña de los juglares del Parque Lenin, donde compartió con
prestigiosas personalidades como Alicia Alonso, Onelio Jorge Cardoso, Cintio Vitier, Fina García Marruz, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Sara González, Antonio Gades, Tania Libertad y
Danny Rivera. A lo largo de su extraordinaria carrera ha obtenido numerosos recono-cimientos,
entre ellos la Distinción por la Cultura Nacional. Más de tres generaciones de cubanos han
crecido oyendo sus canciones. También posee una extensa obra para adultos, desconocida por
muchos, que incluye boleros, villancicos, ha-baneras y canciones.
Tita Parra (Santiago de Chile, 21 de marzo de 1956). Compositora e intérprete. Aprendió
de su abuela Violeta Parra sus primeras canciones, la percusión y la guitarra desde los 4 años.
En 1962 viajó con su familia a Europa, donde participó en recitales de arte popular chileno en
Finlandia, Suiza, Alemania y Francia. En 1972 participó en Cuba en el Primer Encuentro de
Música Latinoamericana. Vivió exiliada en París entre 1974 y 1979. Se instaló en Chile en
1982. Entre sus discos figuran Amigos tengo por cientos (1978) y Amor del aire (1982).
Vicente Feliú (La Habana, 11 de noviembre de 1947). Una de las figuras emblemáticas del
Movimiento de la Nueva Trova, y uno de sus más activos promotores dentro y fuera de Cuba.
Descubrió la guitarra gracias a su padre, y comenzó a componer en 1964, de manera intuitiva y
espontánea, como una necesidad. En 1972 participó en la fundación del Mo-vimiento de la
Nueva Trova junto a Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Lázaro García y Augusto
Blanca, entre otros. Ha actuado en más de 20 países de América, Europa y África. Ha grabado
para varias colecciones de la Nueva Trova y en fonogramas consagrados a la música cubana en
general. Su obra aparece recogida en los discos Créeme (1978), No sé quedarme (1985),
Artepoética (1990), Aurora (1995), Ansias del alba (con Santiago Feliú), Guevarianas (1997) y
Colibrí (2000).
Víctor Víctor (República Dominicana, 11 de diciembre de 1948). Ha sido un estudioso de
las raíces del merengue y la bachata. Éxitos suyos como «Mesita de noche», «Ando buscando
un amor» y «Así es mi amor», cargados de bellas y sencillas metáforas, han sido interpretados
por importantes vocalistas dominicanos y extranjeros como Ángela Carrasco, Celia Cruz,
Guadalupe Pineda, Maridalia Hernández, La Sophy, Charityn, Azúcar Moreno, Emmanuel,
Dyango y Danny Rivera. En 1990 lanzó el álbum Un chin de veneno, en el que mezcla ritmos
caribeños, y que constituyó un éxito interna-cional. Anteriormente salieron al mercado Álbum
rojo, Flam-boyán con sus flores y sus vainas, Cotidiano, Artistas por la paz, Inspiraciones, Tu
corazón y Alma de barrio. Ha compar-tido escenarios con las figuras más importantes de la
canción de Puerto Rico, Venezuela, Cuba, Estados Unidos e Italia, entre otros países.
William Vivanco (Santiago de Cuba, 6 de octubre de 1975). Uno de los trovadores jóvenes
más importantes de Santiago de Cuba. Comienza su carrera artística como miem-bro del Coro
profesional Madrigalista de su ciudad natal, con el que participó en varios festivales
internacionales. Después funda el cuarteto Generaciones, con el que participó en varios
festivales del Son. Ha compartido escenarios con prestigiosos músicos como Eliades Ochoa y
Liuba María Hevia. Además, integra el proyecto Interactivo, compuesto por algunos de los
intérpretes e instrumentistas jóvenes más interesantes del panorama musical cubano actual.
Graba algunos de sus temas con el sello disquero Eurotropical para el disco La ruta del Son,
luego con el sello discográfico Bis Music graba su primer disco en solitario Lo tengo to´ pensaó.
Su segunda producción discográfica La isla maravillosa (2007), obtuvo premio en Cubadisco.
Yamira Díaz (Pinar del Río, 21 de agosto de 1966). Miembro de la Asociación Hermanos
Saíz y Proyecto Nacional de esa organización desde 1994. Ha ofrecido numerosos con-ciertos
dentro y fuera de Cuba. Se destaca por su obra como autora, que incluye música para teatro y
producciones audio-visuales. En el año 2001 graba con el sello discográfico EGREM el disco
Mi pueblo y yo. También participa en las antologías Trov@nónima.cu, grabado por Bis Music
en 2001, y Acabo de soñar, grabado por EGREM en el 2003. Desde hace tres años dirige su
propia agrupación musical. Es la animadora del espacio El trovazo, que promueve el disfrute de
esa ma-nifestación musical en la ciudad de Pinar del Río. Figura en varios discos de la
Colección A guitarra limpia, entre ellos el CD Te doy una canción (2007), homenaje a Silvio
Rodríguez. En solitario, el CD que recoge el concierto efectuado en el Centro Pablo, bajo el
título Antes de la noche, fue nominado al Cubadisco 2006 en la categoría de Trova.
Yunior Orestes Navarrete (Santiago de Cuba, 3 de octubre de 1975). Proyecto Nacional
de la Asociación Her-manos Saíz. Empezó a hacer sus primeras canciones en el año 1995.
Desde entonces ha participado en varios festivales de la trova, entre los que se destacan el
Longina de Santa Clara y Al sur de mi mochila, en Cienfuegos. Durante algunos años organiza
una peña en la Casa del Joven Creador de Cienfuegos junto a poetas y otros trovadores.
Participa junto a otros can-tautores en el disco Trov@nónima.cu. Además, protagoniza con
Ariel Barreiros el CD Sur (Centro Pablo) y participó en el CD Te doy una canción (Homenaje a
Silvio Rodríguez, Centro Pablo, 2007). Ha realizado recitales en La Habana, Santa Clara, Las
Tunas, Ciego de Ávila, Cienfuegos y es asiduo en el espacio La Trovuntivitis, del Centro
Cultural El Mejunje, de Santa Clara.
DÚOS Y TRÍOS
Dúo Ariel y Amanda (La Habana, 2003). Participaron en importantes festivales en Suiza,
donde grabaron durante su primera estancia el CD Floreciendo. Además, fueron in-vitados al
Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes celebrado en Caracas, Venezuela, en 2005. El
dúo se separó en el año 2007. Amanda Cepero Rodríguez (La Habana, 27 de mayo de 1985) es
graduada de Actuación en la Escuela Nacional de Arte en el 2005. A partir de marzo del 2003
comenzó su carrera como cantante junto a Ariel Díaz en un concierto en la sala Che Guevara de
la Casa de las Américas. Su voz se caracteriza por un timbre grave y cálido, muy singular entre
las voces femeninas jóvenes del país. Es una intérprete que abarca los más disímiles estilos
musicales y temáticos.
(Ver ficha de Ariel Díaz).
Dúo Buena fe (Guantánamo, 1999). Integrado por Israel Rojas (abogado de profesión) y
Yoel Martínez (nivel medio de guitarra clásica en la Escuela de Arte de Guantánamo). El
primero había expresado su necesidad de componer desde los 14 años; el segundo proviene de
una familia con tradición musical, pues su padre fue integrante del trío Taíno. Desde su
creación, Buena fe se presentaba en festivales de trova res-paldados por la Asociación
Hermanos Saíz, hasta que en el año 2001 la empresa discográfica EGREM les propuso la
grabación de su primer disco, Déjame entrar. Después graba-ron Arsenal, Corazonero y
Presagios, premiados en Cubadisco y, más recientemente, Catalejo (2008).
Dúo Cofradía (Trinidad, 1995). Integrado por Liamer Llorente (Holguín, 15 de noviembre
de 1972), quien es graduada de Técnico Medio en Bibliotecología y Técnicas Documentarias y
Licenciada en Educación Musical, y Eusebio (Pachi) Ruiz (Camagüey, 26 de septiembre de
1962), Licenciado en Educación Musical e Instructor de Arte en la especialidad de Formación
de Conjuntos Musicales. Trabajan en la ciudad de Trinidad, donde mantienen un proyecto con
niños de la comunidad apoyado por la Oficina del Conservador de la Ciudad. Han participado
en eventos y recitales en Italia, Noruega, Dinamar-ca, Suecia, Alemania y España. En Madrid
compartieron escena-rio con Omara Portuondo, Gerardo Alfonso, Heidi Igualada, Manuel
Argudín y el guitarrista norteamericano B. B. King. Han asistido a cuatro festivales de música
pop, jazz y folclórica en Regina, Canadá.
Dúo Janet y Quincoso (Caibarién, 1998). En el 2002 comienzan el trabajo de
musicalización de versos de José Martí, lo que luego hacen con la obra de otros poetas cubanos,
latinoa-mericanos y españoles. Eduardo Hilario Quincoso Aborrezco (Caibarién, 14 de enero de
1963) ha integrado varios grupos musicales. Trabajó en el Teatro Guiñol de Remedios como
músico, actor, diseñador y realizador de títeres y en el Estudio Teatral de Santa Clara. Cada año
participa en las parrandas de Caibarién como pintor y escultor. Janet Lugones Acosta
(Caibarién, 19 de diciembre de 1975) integra el dúo desde los 20 años. Comienza a cantar
seriamente después de recibir orientaciones y clases en la Casa de Cultura Manuel Corona.
Junto a Eduardo, trabaja en la selección y musicalización de poemas.
Dúo Karma (La Habana, 1999). Integrado por Xóchitl Galán Molinet (La Habana, 30 de
octubre de 1979) y Rodolfo Hernández Estrada Fito, graduado de guitarra, (La Habana, 3 de
octubre de 1976). Desde su creación se ha presentado en diversos espacios y festivales de La
Habana, Santa Clara, Holguín, Isla de la Juventud y en el Festival de la Canción In-fantil de
Medellín, Colombia. Han organizado varias peñas, como la del Instituto Internacional de
Periodismo José Martí (En sepia) y el espacio Sol sostenido, que funcionó por algún tiempo en
el Club Barbaram, de la capital. El dúo es Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz y
pertenece al Centro Nacional de Música Popular. Han compartido escenarios con Ariel Díaz,
Rita del Prado, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Inti Santana, entre otros trovadores. Figuran
en varias anto-logías y discos de la Colección A guitarra limpia.
Dúo Lien y Rey (Matanzas, 1996). Creado por Lien Ro-dríguez (Matanzas, 28 de noviembre
de 1975), cantante, guitarrista y compositora, y Rey Pantoja (Bayamo, 27 de diciembre de
1977), tresero, cantante, compositor y arreglista, ambos graduados de la Escuela Nacional de
Arte. En 2003 son seleccionados Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz. Junto a
otros trovadores fundaron el Primer Festival Nacional de Cantautores de Colombia, donde
participan como invitados especiales. En Cuba se han presentado en diversos escenarios y desde
el 2002 organizan la peña El patio de las hormigas, para la promoción no solo de la trova, sino
de otras manifestaciones artísticas. En 1997 grabaron el casete de música infantil Minuet a la
Reyna Sombrilla, y después se dedicaron a las composiciones para adultos. En el 2000
realizaron su primer CD Hay una canción, y en 2004, Procuraré, en los estudios de Frank
Bejerano. Silvio Rodríguez los ha catalogado como exponentes de la trova del futuro por su
cercanía con la música de vanguardia. Con el disco A fuego abierto (Colección A guitarra
limpia) fueron nominados en Cubadisco 2008 en las categorías de Grabación in situ y Música
Vocal e Instrumental y obtuvieron el Premio en esta última. Además, ganadores del Premio
Cuerda Viva (TV cubana) en la categoría de Mejor Demo del año con Tríptico de Luna.
Dúo Postrova (Santiago de Cuba, 24 de febrero de 1997). Fundado por Ernesto Rodríguez
Álvarez y Eduardo Sosa Laurencio. En 1997 fueron escogidos como Proyecto Nacional de la
Asociación Hermanos Saíz y en 1998 recibieron el Premio Abril. Compartieron escenarios con
músicos como José Luis Cortés y NG la Banda, Eliades Ochoa y su cuarteto Patria, Issac
Delgado, la Vieja Trova Santiaguera, Santiago Feliú, Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Polito
Ibáñez, entre otros. En el segundo semestre de 1999 grabaron el disco Postrova como parte de
un contrato discográfico con Caribe Produc-tions, en coproducción con el Grupo Internacional
EMI. Dos años después grabaron Para alejar la tristeza, inédito. Par-ticiparon en el filme Las
profecías de Amanda (1999), de Pastor Vega. El dúo se desintegró a mediados del año 2002.
Trío Enserie (Santa Clara, febrero de 1992). Fundado por Raúl Cabrera, Levis Aliaga y
Rolando Berrío. Sus in-tegrantes cursaron estudios de educación artística en el Instituto
Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, en la especialidad de Música. Durante su
período como trío se presentaron en escenarios de Cuba, España, Guatemala, México y
Colombia, y compartieron con figuras como Sara González, Gerardo Alfonso, Gema Corredera
y Pavel Urquiza, Raúl Torres, David Torrens, Frank Delgado, Anabell López, Yamira Díaz,
Fernando Bécquer, Ariel Díaz, Samuell Águila, Pedro Guerra y Rafael Amor, entre otros. En
1998 salió su primer disco, Enserie en vivo en CASA (Casa de las Américas / EGREM) y, en
1999, Enserie (Producciones Abdala, sello Unicornio). Su obra figura además en otros discos y
compi-laciones.
Trío Trovarroco (Santa Clara, 1999). Integrado por Rachid López (guitarra de concierto),
César Bacaró (contra-bajo acústico) y Maikel Elizarde (guitarra tres). Inicialmente se llamó Trío
de cuerdas Arte y estilo. Bajo la dirección de Rachid López, agruparon un repertorio de temas
del barroco y el renacimiento, con un formato poco habitual para la música de concierto.
Asimismo, proponen obras del repertorio latinoa-mericano y tradicional cubano, llevándolo
siempre a planos de música concertante sin perder la sonoridad rítmica. Tam-bién trabajan la
vieja y la nueva trova cubana. Se han presen-tado en escenarios de Cuba, Alemania, México y
Canadá. Han acompañado a Silvio Rodríguez en presentaciones en Cuba y otros países, como
España. Su CD grabado en vivo en el patio del Centro Pablo de la Torriente Brau, ganó el
Premio de Gra-bación in situ para Jaime Canfux y Juan Demósthene, en Cu-badisco 2007.
OTROS MÚSICOS
Alejandro Valdés Montero (La Habana, 23 de febrero de 1962). Guitarrista autodidacta, se
vincula a la música desde 1978. Ha participado en festivales de la trova, en varias ediciones del
Festival Internacional de Guitarra de La Habana, el Jazz Plaza y el Festival de las Artes de San
José (Costa Rica). Ha actuado en varias ocasiones como solista junto a la Orquesta Sinfónica
Nacional de Cuba. Ha creado temas para la guitarra y otros instrumentos, incluyendo
composiciones para agrupaciones de música popular. Ha trabajado con Vicente Feliú, Anabell
López, Xiomara Laugart, Argelia Fragoso y de forma ocasional con Pablo Milanés, Silvio
Rodríguez, Miriam Ramos, Elena Burke, Ireno y Jorge García, Joaquín Clerch, Rey Guerra,
Sergio Vitier, entre otros. Su participación ha sido importante en varios proyectos discográficos
como solista o como guitarrista acompañante. Es autor e intérprete de «Río meztizo», obra
incluida en el CD La rumba soy yo, Premio Grammy Latino. Ha tomado parte también, como
protagonis-ta o invitado en los discos Sobre espacios (Alejandro Valdés, EGREM, 1999),
Cantos de la fuente (Rey Guerra, EGREM, 2000), Carlos Puebla en otras voces (varios,
Unicornio, 2000), De Sindo a Silvio (Rey Guerra, Unicornio, 2002), Antología de la Trova I, II,
III (EGREM), De mi corazón (Alejandro Valdés, Centro Pablo, 2003), Homenaje a Noel Nicola
(Centro Pablo, 2001) y Te doy una canción (Centro Pablo, 2007).
Rey Guerra (Santa Clara, 24 de marzo de 1958). Co-mienza sus estudios de guitarra en su
ciudad natal con el maes-tro Domingo Carvajal. En 1982 se gradúa en el Instituto Superior de
Arte, donde recibe clases del maestro Leo Brouwer. Ha participado en importantes eventos de
guitarra en La Ha-bana, Grecia, Bulgaria, Turquía, Chipre y Hungría, entre otros escenarios.
Acumula diferentes reconocimientos en Cuba, Alemania y otros países. Obtuvo Premio
EGREM en 1983 y 1997 y Gran Premio EGREM en 1992. Ha compartido esce-narios con el
Ballet Nacional de Cuba, la Orquesta Sinfónica Nacional, Leo Brouwer, Franz Bruggen y Silvio
Rodríguez, entre otras compañías y figuras. En su discografía se encuentran, entre otros títulos,
la serie Guitarras (1983), Ladder of escape (1988), Concierto de Toronto (en vivo, 1992), From
Yesterday to Penny Lane (1995), Cantos de la fuente (1997) y Diálogos de la bella y la bestia
(1999).
HAN DICHO DE A GUITARRA LIMPIA…
A lo largo de los primeros nueve años de A guitarra limpia muchos han sido los trovadores,
artistas de la plástica, amigos del Centro Pablo y de la canción, que han dejado sus impre-siones
sobre el espacio A guitarra limpia.
Las voces que relacionamos a continuación llegaron en di-versos momentos de A guitarra
limpia (con motivo de un concierto, de algún aniversario, de un evento, o por el puro gusto de
no dejar pasar la ocasión de ser cómplices de esta experiencia compartida) y son apenas una
muestra de las que nos acompañan cotidianamente en el empeño por preservar y promover una
canción distinta –no la única, pero evidentemente una importante– dentro del panorama de la
música cubana actual.
Queden con ellos.
LEO BROUWER
Compositor, director de orquesta y guitarrista
No conocía este espacio, pero me ha emocionado y además me siento muy bien. Es un sitio
tan humano, que es un premio. No sabía que había un espacio tan agradable dentro de todos los
trabajos que pasamos, cotidianamente todos.
ABEL PRIETO
Ministro de Cultura
Al Centro Pablo lo veo como un núcleo creativo que no se cansa, que no se deja vencer por
los problemas inmediatos, que siempre está generando, que ha logrado una gran influencia en el
movimiento de jóvenes trovadores y en otros muchos campos como el del testimonio y la
historia y la memoria en el sentido más abarcador.
GERARDO ALFONSO
Trovador
Cuando se suponía que la Nueva Canción, la Nueva Trova ya no tenía espacio, ya había
pasado de moda, de pronto se de-muestra todo lo contrario: que tiene vigencia; que tiene un
público que tiene muy buen gusto y que tiene unos produc-tores, es decir, personas que se han
ocupado de esto, que también tienen un sentido estético muy alto y un espíritu muy alto.
JULIO GIRONA
Artista de la plástica
Este patio es encantador. Siempre me ha gustado muchísimo y creo que este es un espacio
muy apropiado para estos con-ciertos. El Centro está haciendo una magnífica labor y soy uno de
los que apoyo al Centro con todo mi entusiasmo.
RITA DEL PRADO
Trovadora
A lo mejor soy muy categórica o muy parcializada porque soy de la raza de los trovadores;
pero para un trovador lo mejor que puede pasar es que se respete el lugar que tiene la trova
dentro de la música cubana y creo que eso aquí es muy importante.
DIEGO CANO
Trovador
Yo todavía estoy medio impresionado. Mira, cuando estuve aquí en mi concierto no te lo
puedo explicar con palabras. Fueron un montón de emociones muy ricas y lindas. Por eso creo
que este espacio es lo mejor.
ARIEL DÍAZ
Trovador
Posiblemente sea casi el único lugar, en estos momentos, en La Habana, que hace conciertos
de guitarra y de trova de todas las generaciones sin discriminar edades o posiciones estéticas.
Para los jóvenes trovadores es una gran oportunidad porque no hay lugares donde normalmente
se produzca este tipo de conciertos.
SILVIO ALEJANDRO RODRÍGUEZ
Trovador
Es un espacio que a mí me purifica el alma. Cada vez que hay concierto aquí vengo porque sé
que voy a engordar es-piritualmente, de verdad. Ojalá que sea eterno.
CARLOS VARELA
Trovador
Es bonito reencontrarse con la guitarra, que es el instrumento que lo acompaña a uno a todas
partes, con el que uno da a luz sus canciones.
SAMUELL ÁGUILA
Trovador
El A guitarra limpia es una apertura a que la Trova en Cuba vuelva a tener un espacio fijo y
sobre todo para las genera-ciones jóvenes que estamos compartiendo ese espacio con los
maestros.
NOEL NICOLA
Trovador, fundador del Movimiento de la Nueva Trova
Creo que todos los que amamos la canción «pensante» (como le dice Silvio), la canción con
alas, la que intenta el vuelo y sus riesgos, hemos ido encontrando en el ámbito casi mágico del
patio interior del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau un lugar del cual apropiarnos, o
sea, un lugar para expresarnos a plenitud. A la generosidad del Centro Pablo (co-mo ya se le va
conociendo vox populi) al crear el espacio para estos conciertos de pura trova A guitarra limpia,
ya son mu-chos los troveros que van quedando agradecidos.
JORGE GARCÍA
Trovador
Que cumpla un año, y que cumpla un año feliz, es bueno y creo que dice mucho: dice que la
trova sigue viva y eso es importante, y es importante además que alguien ayude a que siga viva.
FERNANDO BÉCQUER
Trovador
Significa una cosa muy grande. Y que cumpla un año es más grande todavía porque
últimamente las oportunidades y espacios para los jóvenes trovadores no llegaban a los dos
meses.
CLAUDIA EXPÓSITO
Cofundadora del espacio Puntal alto
Me encanta A guitarra limpia y la posición que ha tomado el Centro ante la trova, cómo ha
querido y ha logrado que continúe viva. Y sobre todo me impresiona cómo puede relacionar,
reunir a trovadores de tanta experiencia, calidad y prestigio como Teresita, aunque en este
segundo año no han estado tantos de los que hablo, y sí los más jóvenes. Eso es lo que más me
gusta. Queremos que se mantenga y vamos a trabajar porque vuelvan trovadores ya reconocidos
con otras propuestas de conciertos. Para los más jóvenes es muy importante tener este espacio.
CORINA MESTRE
Actriz
Me siento como en los años 70. Para mí el Centro Pablo sig-nifica recuperar mi juventud y la
de toda la gente a quien realmente siempre lo que le ha interesado es la canción pen-sante, la
canción de la Nueva Trova. Es volver a encontrarse como antes, a guitarra limpia, en un sitio,
además, que es muy lindo porque están los trovadores de esa época y los más jóvenes. Los que
no somos tan jóvenes ya, pero lo éramos en aquella época, somos artistas gracias a las
influencias de toda aquella gente. Te puedo decir que soy actriz gracias a la influencia de Silvio,
Pablo, Víctor, Wichy; de verlos cómo cantaban, cómo discutían sobre sus canciones, cómo
hablaban de sus poemas. A partir de ahí empecé a conocer mucho mejor la poesía. Y para mí es
importantísimo que otra vez hayamos recuperado, en estos años difíciles, el sentido exacto de lo
que es un trovador: un hombre o una mujer con una guitarra y la poesía que siempre está
presente.
JORGE FUENTES
Cineasta
Dos años demuestran que se ha trabajado. Y lo mejor es que se ha logrado crear un espacio
muy necesario para trovadores, que ya no son Pablo, Silvio y Nicola. Los trovadores han
crecido; hay varias generaciones que, me parece, no tenían un lugar, un espacio donde se les
atendiera, porque no es solo hacer con-ciertos, sino también grabar su obra, encontrar un
público que la compre. En este tiempo han pasado muchos trovadores, algunos conocidos, muy
conocidos, y otros totalmente des-conocidos. Eso habla de lo que representa este sitio y la necesidad de ir creando nuevos espacios no solo para la trova, sino también para otras
manifestaciones de la música, de la literatura, del cine o del video... Yo pregunto, ¿por qué no
venir aquí a exhibir la obra de los nuevos y viejos cineastas o videastas que, a veces, no es
divulgada de modo suficiente? Creo, por otro lado, que es una posibilidad de atraer a la crítica
especializada, de atraer a la prensa, para que pueda darle no solo divulgación, sino también una
valoración y jerarquización a la obra de los artistas y creadores que pasen por aquí. Y esto, lejos
de ser un trabajo terminado, nos crea a todos la responsabilidad de abrir, aquí mismo quizás,
nuevos espacios donde puedan coincidir otras manifestaciones artísticas.
IHOSVANY BERNAL
Trovador
Estar aquí, en el segundo aniversario, es una fiesta, una tremenda alegría, porque este lugar es
para nosotros la casa, y la gente que trabaja aquí, la familia.
TERESITA FERNÁNDEZ
Trovadora
He disfrutado mucho estar aquí porque aquí todo es poesía: La Habana Vieja, el patio, la idea
de A guitarra limpia. Todo es verdadero, todo es mi razón de ser, la atmósfera en que me
muevo. Estar aquí ha sido para mí un premio y les deseo a Víctor, a María y a este sitio todo lo
mejor del mundo. Y para eso pueden contar conmigo de manera incondicional. Este espacio ha
sido una gran idea y lo que quiero es que me traigan más a menudo y trabajar más para ustedes
y con ustedes. He encontrado una vía de encauzar muchas de mis cosas y las pueden usar como
ustedes quieran para beneficio de los demás, sobre todo de los más pobres.
CINTIO VITIER
Poeta y ensayista
Ya conocía los magníficos conciertos que aquí se organizan y este ha sido una verdadera
alegría para mí, pues he encon-trado a una Teresita viva, tan locuaz y juguetona como la ni-ña
que nunca ha dejado de ser. Felicito al Centro por esta idea de reunir a los trovadores de todas
las generaciones en un pa-tio tan hermoso. Y ojalá sigan siendo tan frondosos estos con-ciertos
como los árboles que aquí crecen.
VICENTE FELIÚ
Trovador, fundador del Movimiento de la Nueva Trova
Estar hoy en el Centro Pablo es estar con las entrañas de esta poética hablada y cantada que ha
sido la Nueva Trova y los poetas de lo que en algún momento se llamó la Nueva Poesía Cubana;
es decir, es la misma generación surgida al calor de la Revolución. Y que el tercer año de A
guitarra limpia haya sido con Noel es tremendo. Para mí, Noel es una gente que se avergüenza
de la cantidad de ternura que tiene adentro. Creo que es una persona envidiablemente hermosa.
Menos mal que ha venido a este homenaje de la gente que lo sigue queriendo por genuino, por
verdadero, por revolucionario.
PEDRO LUIS FERRER
Trovador
Creo que es esencial que existan espacios para la trova, pero a la vez estoy alerta porque
ningún género debe automarginarse. Este Centro dio un impulso en un momento donde indudablemente existía un abandono de esos valores. En alguna medida esos espacios se perdieron
porque los trovadores no los defen-dieron. No se puede creer que todo es falta institucional,
también hay que ser capaz de promover un proyecto atractivo.
MANUEL ARGUDÍN
Trovador
A guitarra limpia es el espacio que estuvimos necesitando durante tanto tiempo y que se ha
sostenido por sí mismo y por el prestigio que ha ido ganando dentro de la cultura del país. Pero,
además, que en este aniversario esté Noel Nicola es tremendo, porque para nosotros sigue
siendo de esos ídolos que tienes de lejos y que alguna vez en la vida desearías llegar a ellos.
ALEJANDRO VALDÉS
Compositor y guitarrista
Me siento agradecido no solo por estar en este Centro, del cual ya soy parte, sino conmigo
mismo por haber acompañado a tantos trovadores. Creo que este concierto es una fiesta del
Centro que hoy arriba al tercer aniversario de este espacio, cargado de mucha juventud
talentosa; es una fiesta de la can-ción y la poesía, y también una fiesta para Noel y para celebrar
junto a él por la trova.
MARTA CAMPOS
Trovadora
Este lugar para mí es como mi casa, la casa de los trovadores. En este concierto me han
venido muchas cosas a la mente: la primera gira que hice al extranjero fue con Noel, algo
inolvidable porque pude ver de cerca a un hombre sensible, muy humano, un verdadero artista,
un compositor inmenso que creo tiene todavía muchas cosas que decir y sé que las va a seguir
diciendo.
SILVIO RODRÍGUEZ
Trovador, fundador del Movimiento de la Nueva Trova
Los trovadores necesitan lugares, es obvio, para cantar no solamente en las salas de las casas:
que existan espacios de modo que más personas, que no están solamente en el ámbito de la
trova, es decir gentes ajenas al mundo trovadoresco –eso a lo que se le suele decir público y que
no es nada más que gentes, pueblo– se vayan enterando de las cosas que van suce-diendo en las
guitarras de las diferentes generaciones.
La trova sin esos espacios puede correr el riesgo no de ex-tinguirse, pero sí de olvidarse un
poco, de marginarse, de os-curecerse. Por eso es tan importante este espacio y por eso es tan
aplaudible y merece tanta gratitud que Víctor y el Centro Pablo de la Torriente Brau hayan
creado ese espacio para que los trovadores, no solo los más jóvenes, sino de todas las generaciones, se manifiesten.
ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR
Poeta, ensayista y director de la Casa de las Américas
Creo que es una hazaña excelente el haber mantenido durante cinco años este espacio A
guitarra limpia, porque la trova representa mucho para nosotros, para Cuba, presumiblemente
para el mundo, pero no quiero ser grandilocuente. El otro día recordaba lo hermoso que ha sido
que la Nueva Trova se haya vinculado a la trova simplemente, ni nueva ni vieja, a la trova, una
institución secular de nuestro país que tanto debe a la poesía, que tanto debe a la música, tanto
debe al espíritu. El Centro Pablo de la Torriente Brau, al acoger a los más jóvenes en estos
cinco años, ha realizado una verdadera hazaña. Yo decía que así como se había llamado en un
momento dado lírica a la poesía, porque se cantaba con una lira, a esta debería llamárse-le
«guitárrica», porque se canta con una guitarra. Dar hogar a la «guitárrica» es un honor y una
gran felicidad.
FERNANDO BIRRI
Cineasta argentino
Es hermoso ver cómo en Cuba se da un fenómeno muy par-ticular en que lo viejo y lo nuevo
se juntan y pueden convivir. Para mí fue hasta un poquito nostálgico, evocativo, el hecho de
volver a escuchar canciones de la trova que lo han acom-pañado a uno desde hace tantos años y
al mismo tiempo poder escuchar al trío Trovarroco, que me parece un momento de gran
modernidad musical pero que no está reñido con lo otro; es como una pequeña plantita que nace
de un viejo raigón y crece gracias a la magia de la música y la poesía. De modo que me siento
muy feliz.
JOSÉ LUIS PASCUAL (Cote)
Trovador argentino
Otro añito de ese patio de poesía y guitarra «limpia y sin amarras» que se ha convertido en un
faro para tantos amantes de la canción pensante. Vuelvo a celebrar la iniciativa de Víctor y el
Centro Pablo por ese espacio real de encuentro y difusión. Feliz cumple.
YAMIRA DÍAZ
Trovadora
El espacio A guitarra limpia legitima el trabajo que estamos haciendo los trovadores y ha
logrado un respeto sincero y un público que continúa en aumento. Tuve la gran sorpresa de que
el patio de Muralla 63 estuviera lleno y eso para un creador de provincia que no es muy
conocido aquí es muy importante y habla a favor del trabajo sistemático y serio del Centro
Pablo.
FRANK DELGADO
Trovador
Me cuento entre los primeros que hizo conciertos A guitarra limpia en esa institución y lo
recuerdo con mucho agrado. Es tan importante la labor que ha desarrollado el Centro que hay
quienes aseguran que existe una especie de «trova del Centro Pablo». El trabajo sistemático de
la institución ha marcado a toda una generación de trovadores.
Yo, personalmente, he pasado tardes inolvidables viendo a cantautores de todas las edades, de
todas las generaciones: conciertos de Carlos Varela, Gerardo Alfonso, Noel Nicola, Teresita
Fernández, Fernando Bécquer, Samuell Águila, Erick Sánchez, el Dúo Karma, Eduardo Sosa,
Polito Ibáñez… Allí suceden cosas hermosas y buenas.
SARA GONZÁLEZ
Trovadora, fundadora del Movimiento de la Nueva Trova
Es una maravilla, una alegría para todos porque ya el Centro Pablo se ha convertido en un
lugar donde la cultura tiene la gran esperanza de que se sigue haciendo día a día, con los
jóvenes, con los escritores, con los poetas, con los artistas to-dos; es un carro que no para y una
manera de demostrar que hay mucha gente necesitada de esto y de este espacio.
LÁZARO GARCÍA
Trovador, fundador del Movimiento de la Nueva Trova
Sobre A guitarra limpia, ¿qué decirte? Para mí tiene el mismo amoroso encanto que tuvo para
la primera generación de la Nueva Trova, Casa de las Américas o El Gato Tuerto para los
«filinosos» de los 60 (me incluyo). Gracias a ti [Víctor] y María estos arremolinados tiempos
han tenido su remanso creativo en tu Centro Pablo. Y lo que me parece más importante: has
resguardado y divulgado casi todo el quehacer musical de los que nos han sucedido en el lírico
peregrinar de los que cantan sus sueños y siguen con sus jugos acrecentando el cauce del
prodigioso río de la trova cubana.
JUAN CARLOS PÉREZ
Trovador
Este aniversario significa que está viva una canción y un tipo de gente; que el público que
viene aquí lleva consigo un tipo de canción. Lamentablemente, no es la que más promoción
recibe en la radio y en la televisión, pero sí la que más entra en el corazón de la gente. Por eso es
muy importante que exista este espacio. Me siento muy feliz de haber estado aquí.
WILLIAM VIVANCO
Trovador
El Centro Pablo es un lugar donde vas a ofrecer un concierto a guitarra limpia y considero
que es uno de los retos –al menos para mí– más grandes hasta ahora en mi carrera. Tienes una
responsabilidad muy fuerte por el mero hecho de que estás tocando un solo instrumento, es lo
único que te acompaña, y no tienes otras cosas.
El Centro Pablo es como el árbol por donde pasamos todos y donde aprendemos y bebemos y
compartimos. Es un lugar que merece mucho respeto y atención. No solo los trovadores, sino
todos los músicos deberían llegarse por aquí para disfrutar de lo que se hace, que no es solo
trova. Es como la matriz de algo a lo que uno quisiera llegar luego. Las primeras veces que
estuve acá lo hice como espectador, pero aprendí mucho. Es un lugar de aprendizaje.
EDUARDO SOSA
Trovador
Estoy muy contento. Soy de los que vienen a casi todos los conciertos que organiza el Centro
Pablo y sé del ímpetu de todos los que trabajan aquí. Hoy ha sido genial al igual que los días
anteriores de preparación del concierto. Estoy muy contento de cómo quedó todo, de la reacción
del público y de la cantidad de gente que vino. Soy feliz.
EN EL COLOQUIO POR LOS 5 AÑOS DE A GUITARRA LIMPIA…
Se reunieron, en octubre de 2003, trovadores y críticos, especialistas y gente del Centro Pablo
que han soñado y rea-lizado este espacio desde finales de 1998, para conversar y debatir acerca
de los alcances y las limitaciones de este empeño y para analizar juntos algunas de las
inquietudes e interro-gantes que se mueven dentro de este mundo vivo y cambiante de la nueva
trova cubana.
He aquí algunas de sus palabras.
TERESITA FERNÁNDEZ:
En el Centro Pablo me sentí muy cómoda cuando hice mi concierto porque la gente fue muy
amable, muy cariñosa con-migo, desde Víctor –al que conozco desde los comienzos– y pienso
que el trovador, empezando por mi maestro y por las cosas que aprendí en mi casa, siempre ha
sido como los antiguos juglares: pobre, nómada y libre.
Gracias a la Revolución hoy tenemos un sueldo, pero realmente el espíritu del trovador es el
de los antiguos juglares, que dicen lo que sienten, porque si no, explotan. Y se dice lo que se
siente y se dice para la gente que escucha, y eso es A guitarra limpia.
A guitarra limpia es un espacio para los jóvenes trovadores. Y me sentí muy orgullosa de que
me hayan tenido en cuenta entre los jóvenes, porque realmente estoy vieja por fuera, pero por
dentro estoy muy joven, soy casi una niña. Me sentí muy bien en el concierto, incluso, en el
medio ambiente, entre las hojas de yagrumas, los niños, la gente de todas las edades.
SARA GONZÁLEZ:
A guitarra limpia es uno de los eventos que surge espontá-neamente y que viene a salvar un
espacio, una necesidad gran-de que había de lugares donde los trovadores cantaran sus
canciones porque seguían, estaban, continuaban, pero se per-dían realmente. Llegó un momento,
en los años 90, que senci-llamente para encontrar a alguien con una guitarra trovando era
bastante difícil.
Los trovadores tienen que tomar conciencia de que A guitarra limpia es su espacio, su lugar,
es el lugar que tienen para decir lo que sienten, para confrontar su trabajo con otros, con el de
otros músicos; y ver reflejado en ese trabajo distintas tendencias de la cultura, de las artes
plásticas, del teatro, del cine, de la poesía y todo eso se funda a través de esa idea que es A
guitarra limpia.
Quiero desearle al espacio A guitarra limpia y al Centro Pablo toda la salud del mundo, toda
la continuidad y el éxito que necesita para que siga adelante: que siga siendo un lugar hermoso,
lleno de canciones, de artistas y de gente linda como hasta ahora.
NOEL NICOLA:
Este espacio aglutinante y a la vez «plataforma de lanzamiento» para la trova cubana de todos
los tiempos y generaciones, está arribando, si no a la madurez, a la continuidad que promete un
«desarrollo sostenible».
La proyección de toda su actividad, divulgándola por las grandes autopistas informáticas, va
dando paulatinamente sus frutos y, con la colaboración de cada vez más amigos trovadictos de
diferentes latitudes, ganándose un lugar en otro espacio más: el «ciber».
Solo espero que mantengan las puertas y ventanas abiertas siempre para mí, porque no pude
llegar esta vez, y para todo el que se acerque, curioso, guitarra en mano o corazón-todo-oídos, a
estos espacios ahora cada vez menos «breves». Si bien es cierto que solo se ensanchan o
contraen en consonancia con el devenir de muchos otros renglones de la actividad humana, no
crecerían en su momento si no fuera gracias al profundo amor y el desvelo de sus
«constructores».
AUGUSTO BLANCA Y ROSY:
Queridos Víctor y María: por sentirnos parte de esta preciosa «aventura compartida» es por lo
que les estamos agradeciendo esta invitación con mucha, pero con mucha alegría; sabemos que
esto seguirá adelante a golpe de canción, porque así lo han hecho hasta aquí llenos de
entusiasmo y optimismo...
Sepan que seguiremos respaldando este espacio de la Cultura cubana y soñaremos con ustedes
siempre a toda costa.
JOAQUÍN BORGES-TRIANA (periodista):
Lo primero en que pienso al intentar formular una breve valoración de los cinco años de A
guitarra limpia es que un acercamiento al devenir histórico de la más reciente producción de
una cancionística de carácter propositivo en Cuba, no ha de soslayar que por muy diversas
razones en la ciudad de La Habana durante los años noventa fueron desapareciendo los sitios
donde se presentaran de manera sistemática propuestas de corte trovadoresco.
Se comprenderá, pues, que en semejante infausto panorama, la aparición del Centro Cultural
Pablo de la Torriente Brau como una opción donde trovadores y trovadictos pudiésemos darnos
cita, devino suerte de oasis en medio de un desierto. Si a lo antes expuesto se añade que de las
presentaciones en el espacio A guitarra limpia se editan casetes para ser comer-cializados en
moneda nacional y, lo que resulta fundamental, conservar una memoria sonora de nuestro
tiempo, estaremos entonces en condiciones de calibrar la dimensión histórico cultural del
trabajo emprendido por el Centro Pablo.
MIRYAM QUIÑONES (trovadora peruana):
Un sueño... solo así podría definir la maravillosa experiencia que fue para mí ser parte de un A
guitarra limpia en el mágico escenario del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau: gozar
del privilegio de tener frente a mí a poetas y músicos de cuyo talento inagotable tantas veces se
valió mi canto para hallar su razón de ser...
Gracias por hacer realidad el sueño una y otra vez, por crear y mantener el espacio para todos
los locos soñadores que nos empeñamos en decir «algo más». Un abrazo eterno desde este
rinconcito del mundo...
MARYEL MENDIOLA (Portal Trovacub, México):
Las huestes utópicas (subconjunto de ese universo llamado Tropa cósmica) queremos
enviarles un abrazo cósmico, ese ti-po de abrazo que no requiere de una presencia física, ese
abrazo que nuestro cosmos interno le brinda cálidamente al suyo, un abrazo a corazón abierto.
Queremos marchar codo a codo y hacerles sentir que siempre estamos a su lado,
agradeciendo, acariciando su hacer, que finalmente ha sido la gran razón de estas huestes, que
han de-jado de ser simples espectadores y que con toda humildad queremos pasar al lado de la
hermandad activa.
Vaya todo nuestro cariño para A guitarra limpia, para el Centro Pablo y para toda la gente
bella que labora en él.
SAMUELL ÁGUILA:
Los que me conocen saben que no soy un hombre de espíritu pesimista, creo –como Vicente
me ha dicho–, como lo dijo Silvio una de estas tardes, que el trovador no debe nunca dejar de
cantar, dejar de convencer, de batallar, de seguir sus sueños. Creo que somos ese espíritu
aventurero que quiere cambiar al mundo y a su gente. Eso en todos los tiempos ha tenido un
precio y nuestro precio más sagrado es el de sobrevivir, es el de no dejarnos vencer (ni caernos
de la tabla); es el de seguir con ese legado de los Sindos, Coronas, Matamoros, Teresitas, Silvios, Vicentes, Pablos, Santiagos, Varelas que hoy, por suerte, en nosotros se transforman
manteniendo viva la esencia del trovador.
La solución inmediata a nuestra trascendencia como gene-ración nueva es la de seguir guitarra
en mano venciendo a los «molinos de viento», vencerlos con nuestras canciones urgentes,
canciones del alma; es seguir andando por esta Isla y por el mundo insistiendo para que el
hombre se dé cuenta de que hay una voz nueva, a pesar de los detractores que nos apuntan con
el dedo izquierdo.
HEIDI IGUALADA:
A guitarra limpia ha sido y es el espacio necesario para la confrontación y el deleite. Es el
sitio que ha servido para que nos diésemos cuenta de lo que nos falta y lo que nos sobra, para
crecer, de hecho así ha resultado; un taller sobre un patio hermoso y bien querido que ojalá siga
cantando toda la vida.
A guitarra limpia = Centro Pablo, a los de mi generación se nos hace entrañable.
LÁZARA RIBADAVIA:
A guitarra limpia es un espacio que nació para acoger y de-fender la continuidad trovadoresca
cubana, un impulso ne-cesario que, desde sus inicios, se caracterizó por la exigencia y el respeto
del talento, y por la seriedad a la hora de promo-cionar el resultado de la obra de aquellos a
quienes autén-ticamente les fluye la urgencia de trovar. Pienso que entre las razones felices que
asisten al espacio, está el hecho de reco-nocer la guitarra como única defensa permitida para la
voz del trovador, indiscutible herencia que llega de la tradición y que en nuestros días continúa
aliviando las ganas de abrazo a la hora de soltarnos las verdades del alma.
ARIEL DÍAZ:
El Centro Pablo ha trascendido sus pequeñas fronteras de cemento que lo separan del mundo
real (o irreal, en depen-dencia de nuestro coeficiente individual de mirar la realidad) y esa
trascendencia es un fantasma del que pocos se percatan.
El Centro se ha convertido, de pronto, en una pequeña em-presa de ciencia ficción que luego
de lanzarnos a su escenario y a soportes de grabación de todo tipo, nos ha lanzado a la conquista
de otros espacios, dentro y fuera del país, llegando incluso a emitir cartas de viaje al extranjero
y, últimamen-te, introduciéndonos también en el universo virtual de las redes informáticas; es
un solo lugar asumiendo el rol de toda la ineficacia cotidiana.
Esta sensación de que nosotros mismos somos A guitarra limpia, de que somos importantes y
útiles para algo aparente-mente pequeño... no tiene precio en el mercado.
RITA DEL PRADO:
Este espacio respeta la individualidad de cada cual, sin pau-tas de ninguna clase, y a la vez,
coloca todas las condiciones y los recursos que tiene para apoyarnos. Es muy importante
también el vínculo de los trovadores con los artistas... todo esto enriquece el espacio.
Pienso que más que tener un lugar, un punto en La Haba-na donde se haga un concierto, existe
como una suerte de hogar donde uno va, toca la puerta y tiene todo el apoyo del mundo aun
cuando el concierto no sea en el propio Centro Pablo. Y eso es mucho más importante que tener
el espacio, que además lo tenemos.
DIANA BALBOA (artista de la plástica):
A guitarra limpia ha demostrado que pueden no ser idóneos los espacios, pero los que tienen
que ser idóneos son los que crean y mantienen esos espacios. Tú puedes entrar a este patio y
decir: qué calor, qué cerrado, esto no es lo mejor para el sonido; sin embargo, he asistido a
tantos conciertos de A guitarra limpia, y lo idóneo es lo que allí ocurre, esa compenetración
entre la música, la literatura, la plástica... Y todo eso es hermoso.
A guitarra limpia ha salvado una situación de dicotomía que existía entre ciertas cosas y lo ha
convertido en una sola cosa y eso es el arte; el arte con una función social también porque
cuánto agradece el público que asiste a los conciertos, el barrio donde está enclavado el Centro
Pablo, que son como palomas en un palomar y ese palomar extiende sus alas a toda La Habana
Vieja, a toda la ciudad, a los trovadores, a nosotros, los artistas de la plástica, que siempre
esperamos con ilusión que nos pregunten: ¿quieres exponer otra vez, quieres estar de nuevo en
el espacio? Y esa es la mayor ilusión y el mayor logro de A guitarra limpia.
BECAS Y PREMIOS PARA LOS TROVADORES
Como parte de las iniciativas del Centro Pablo para apoyar el trabajo de los trovadores,
incentivar su relación con otras áreas de la creación como la poesía y las artes plásticas, así
como fomentar el estudio de la trova, género emblemático de la Cul-tura nacional, en el año
2006 se iniciaron una serie de becas y premios cuyas convocatorias y ganadores publicamos a
con-tinuación, como memoria y punto de partida para continuar.
Beca de Creación Del verso a la canción (Convocatoria)
Con el objetivo de estimular la creación musical y el vínculo histórico de la trova cubana con la
poesía, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau convoca a la beca de musicalización de
poemas Del verso a la canción.
Podrán participar todos los trovadores de nacionalidad cu-bana sin límite de edad. Los
aspirantes deberán elaborar un proyecto original e inédito para la musicalización de no menos
de diez textos de poetas de cualquier nacionalidad. Si bien la selección del tema, autor o autores
es libre, el conjunto deberá ser coherente.
Los proyectos comprenderán:
1. una fundamentación en la que el autor explique las razones de su selección,
2. el demo de una canción terminada, grabada en soporte de casete o CD, y
3. un resumen de su currículo personal.
Los proyectos serán enviados a:
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
Del verso a la canción
Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja, Ciudad de La Habana
La fecha tope para la presentación de proyectos es el 1 de julio de 2006. Después de esa fecha,
un jurado designado por el Centro Pablo evaluará los proyectos y seleccionará hasta tres de
ellos, los cuales recibirán la beca de creación, consis-tente en una subvención de 400 pesos
mensuales (Moneda Nacional), por un plazo de seis meses a partir de la publicación del nombre
de los ganadores, a los fines de que realicen el proyecto presentado.
Al término de la beca, el jurado –cuyo fallo será inapelable– valorará la calidad de las obras y,
de acuerdo a ello, la rea-lización de un concierto en el espacio A guitarra limpia y la posterior
edición de un CD.
Acta de premiación Del verso a la canción
En La Habana, a los 27 días del mes de octubre de 2006, se reúne en los estudios Ojalá el
Jurado del Concurso Beca de creación Del verso a la canción, convocado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.
Los miembros del jurado, Silvio Rodríguez, Víctor Casaus y Germán Piniella, después de
largas deliberaciones y cuidadoso análisis de los proyectos presentados a concurso, acordaron
por unanimidad lo siguiente:
PRIMERO: Expresar su reconocimiento a los quince con-cursantes, sin excepción, por el alto
nivel de los proyectos presentados, los cuales demuestran en su fundamentación y ejemplo
musical adjunto una coherencia y un apego al «vínculo histórico de la trova cubana con la
poesía», tal como exigen las bases del concurso.
SEGUNDO: Debido a la alta calidad de los proyectos, el Jurado consideró que la selección de
solo tres de ellos, a pesar de constar así en la convocatoria, no reflejaría el verdadero nivel que
se percibió en otros de pareja calidad. Por tanto, solicitó del Centro Pablo que estudiara la
posibilidad de seleccionar otros dos proyectos. La aceptación de la suge-rencia por parte del
Centro, así como la oferta generosa de Ojalá, hizo posible elevar a cinco los premios.
POR TANTO: El Jurado decidió conceder las becas de creación del Concurso Del verso a la
canción, sin que el orden de mención de sus autores signifique prioridad alguna, a los siguientes
proyectos:
- Por la atinada selección de poemas dedicados a un público muy especial, que demuestra el
estudio riguroso del poeta es-cogido y una obra de alto respeto artístico tan necesario a la
creación y a ese público especial, al proyecto Soñar despierto, de Rita del Prado.
- Por el apego y la fidelidad a la poesía de alto vuelo de su entorno geográfico y cultural, que
incluye a poetas afincados en la historia de la literatura cubana y a otros de la más joven
generación, al proyecto Textos de poetas de Villa Clara, de Diego Gutiérrez.
- Por reflejar en su proyecto el rico y desgarrador tema de la añoranza de la Patria, tan
presente en la poesía cubana desde José María Heredia hasta Eliseo Diego, y que abarca poetas
de tres siglos en esta propuesta, a La isla en peso: doce ma-neras de estar lejos, de Mauricio
Figueiral.
- Por el alto propósito de seleccionar y musicalizar obras de dos de los más grandes poetas de
lengua española, unidos en su empeño de ampliar las fronteras del lenguaje poético y la
condición humana, a De la moderna voz a la vanguardia: tex-tos de José Martí y César Vallejo,
de Ángel Quintero.
- Por la rigurosa selección de poetas clave, algunos de ellos nunca musicalizados, en un
proyecto muy sugerente de alta calidad, como otros presentados a concurso por estos trovadores, a Cuba y la noche, del dúo Janet y Quincoso.
Jurado: Silvio Rodríguez / Víctor Casaus / Germán Piniella
Concurso Una canción para Pablo (Convocatoria)
El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau convoca al Concurso Una canción para Pablo,
con motivo de conme-morarse este año el 70 aniversario de la muerte de Pablo de la Torriente
Brau y del inicio de la Guerra Civil en España.
El concurso será un homenaje de la trova cubana a la figura de Pablo de la Torriente Brau y
culminará con la realización de un concierto.
Podrán participar todos los trovadores de nacionalidad cu-bana, sin límite de edad, residentes
en nuestro país. Cada autor podrá presentar cuantos trabajos estime oportuno, aunque ningún
concursante accederá a más de un premio.
Las canciones abordarán el tema del concurso (Pablo y el inicio de la Guerra Civil Española)
en forma libre y creativa. Se hará una selección de las canciones entregadas para la realización
de un concierto con el mismo título Una canción para Pablo, en el mes de diciembre de 2006
en el Centro Pa-blo, el cual será grabado para trabajar posteriormente en la edición de un CD
que formará parte de la colección A guitarra limpia.
Los proyectos comprenderán:
1. una fundamentación,
2. el demo de la canción, grabada en soporte de casete o CD, y
3. un resumen del currículo personal del trovador.
Se enviarán a:
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
Una canción para Pablo
Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja, Ciudad de La Habana.
La fecha tope para la presentación de proyectos es el 1 de octubre de 2006.
Acta de premiación del Concurso Una canción para Pablo
En La Habana, a los 27 días del mes de octubre de 2006, se reúne en los estudios Ojalá el
Jurado del Concurso Una canción para Pablo, convocado por el Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau.
Los miembros del jurado, Silvio Rodríguez, Víctor Casaus y Germán Piniella, luego de varias
horas de escucha cuidadosa y después de intensas deliberaciones sobre las canciones
presentadas al concurso, acordaron por unanimidad lo si-guiente:
PRIMERO: Declarar su satisfacción por la calidad general de los trece concursantes en esta
convocatoria de Una canción para Pablo.
SEGUNDO: Dada la calidad de las canciones presentadas, y según las bases del concurso,
antes de decidir las canciones premiadas el Jurado realizó una selección primera de obras que
consideró tienen mérito suficiente para ser incluidas en un concierto que se celebrará en el mes
de diciembre de 2006 y, posteriormente, editar un CD que formará parte de la co-lección A
guitarra limpia, tal como prescribe la convocatoria.
TERCERO: Al igual que en el Concurso Del verso a la can-ción, el Jurado consideró que la
entrega de tres premios dejaría en segundo plano otras canciones de similar calidad. Por tan-to,
solicitó del Centro Pablo que estudiara la posibilidad de seleccionar otros dos proyectos. La
aceptación por parte del Centro de la sugerencia del Jurado hizo posible hacer justicia a la
calidad de otras obras.
POR TANTO
PRIMERO:
El Jurado decidió por unanimidad la siguiente selección de autores para el concierto antes
mencionado:
·
Samuell Águila
·
Ihosvany Bernal
·
Raúl Verdecia
·
Juan Carlos Pérez
·
Marta Campos
·
Silvio Alejandro Rodríguez
·
Heidi Igualada
·
Fernando Cabreja
·
Oscar Eduardo Sánchez
SEGUNDO:
El Jurado decidió conceder una única Mención Especial como estímulo al joven trovador
Oscar Eduardo Sánchez, por la pasión y vitalidad con que reflejó a Pablo en su canción
«Torrente Brau».
TERCERO:
-Teniendo en cuenta la coherencia de texto y musicalización que presenta de manera original
la imagen y el quehacer de Pablo, el Jurado confirió el CUARTO PREMIO a «Hay pala-bras»,
de Heidi Igualada.
Igualmente, el Jurado decidió conceder otro CUARTO PREMIO de la misma categoría a
«Arquitecto del sol», de Fernando Cabreja, por su texto apasionado y coherente musicalización
que nos entregan a Pablo en su profunda dimensión heroica.
- Por haber reflejado de manera poética y vehemente carac-terísticas y aspectos anecdóticos
de Pablo que retratan de forma imaginativa al héroe, TERCER PREMIO a «Hijo de islas», de
Silvio Alejandro Rodríguez.
- Por el tratamiento delicado del texto, en nada contradictorio con la recia personalidad de
Pablo, y una musicalización de alta eficacia para presentar a un héroe cotidiano, no por eso
menos épico, que invita a seguirlo en las nuevas luchas del presente, SEGUNDO PREMIO a
«Caminar contigo», de Marta Campos.
- Por fundir de manera original y poética texto y música para entregar una imagen que refleja
las esencias de Pablo, a pesar de no utilizar la anécdota evidente o el hecho histórico conocido,
PRIMER PREMIO a «Contra lo oscuro», de Juan Carlos Pérez.
Jurado: Silvio Rodríguez / Víctor Casaus / Germán Piniella
Beca de Creación Sindo Garay
El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau estableció en el año 2006 la Beca de Creación
Sindo Garay, consistente en una subvención de 400 pesos mensuales (MN) por espacio de un
año, con el fin de apoyar y estimular a los creadores de la canción trovadoresca en todo el país.
A propósito de esta Beca de Creación, que ha tenido ya dos ediciones, tomamos del boletín
electrónico Memoria, no. 75 (marzo de 2006) un fragmento de una entrevista con María
Santucho, coordinadora general del Centro Pablo, quien ex-plicó las motivaciones detrás de esta
iniciativa.
¿Cómo surge la idea de la Beca de Creación Sindo Garay?
Surge en uno de los eventos Longina, que organiza la Aso-ciación Hermanos Saíz (AHS), y
donde tanto Víctor [Casaus] como yo tuvimos la oportunidad de ver de cerca de qué manera
trabajan y viven los trovadores que no son de La Habana, aunque sabemos que algunos
trovadores de la capital también tienen una situación difícil para poder desarrollar su creación.
Pero, básicamente, es el resultado de varias conversaciones en el plano personal con algunos de
ellos y de la posibilidad real que tiene el Centro de ayudarlos de manera material (me-diante una
beca) para que se dediquen al menos un año a la creación artística.
¿Por qué la elección de Sindo como leit motiv de la beca?
Por esos días habíamos estado leyendo la biografía de Sindo Garay y pudimos comprobar algo
muy recurrente, salvo es-casísimos ejemplos, en la vida de la mayoría de los trovadores: que
han tenido (y tienen) que pasar situaciones bien duras para poder vivir de su trabajo y crear al
margen de otras ma-neras de ganarse la vida.
¿Quiénes pueden aspirar a esta Beca? ¿En qué consistirá el proceso de selección? ¿Con qué
periodicidad el Centro con-vocará este tipo de becas?
Pueden aspirar todos los trovadores. El proceso de selección tendrá en cuenta, en primer
término, el trabajo de contacto y registro que tiene el Centro Pablo sobre los trovadores, tanto
de La Habana como del resto del país, especialmente porque esta relación va mas allá en la
mayoría de los casos de lo profesional, y ello nos permitirá valorar los potenciales crea-tivos y
los recursos materiales con los que cuentan o no para crear con cierta tranquilidad. Hemos
pensado que podríamos realizar este apoyo por el período de un año.
La selección final correrá a cargo de una comisión elegida por el Centro. Cada miembro de la
misma presentará pro-puestas que evaluarán de conjunto. De la votación de los mis-mos, o el
consenso, saldrán los ganadores, cuyo número dependerá de la calidad de las propuestas y de las
posibilidades del Centro para asumir el compromiso financiero con los autores.
Ganadores de la Beca Sindo Garay 2006 y 2007 (Acta de pre-miación)
El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, dando segui-miento a la acción de apoyo
material a los trovadores iniciada el año pasado con la convocatoria a la primera Beca de Creación Sindo Garay, decidió continuar realizando el otorga-miento de estas becas anualmente.
El propósito de esta iniciativa es ofrecer apoyo material a trovadoras y trovadores de distintas
regiones del país para el mejor desarrollo de su actividad artística en general, sin que se parta de
la presentación de un proyecto específico para la solicitud de la Beca. En la primera edición
recibieron este apo-yo los trovadores:
Isael Pipo Carrazana (Bayamo), Yunior Navarrete (Cienfuegos), Leonardo García (Villa
Clara) y Eric Méndez (La Habana).
En la presente edición de la Beca hemos decidido considerar también el importante valor
cultural de los espacios de difusión de la trova que animan diversos artistas en varias regiones
del país, y ofrecer apoyo para esta labor que se realiza con dedi-cación y constancia.
Por ello el Centro Pablo ha decidido otorgar tres Becas de Creación Sindo Garay 2007 a:
- Proyecto El Trovazo (Pinar del Río), de Yamira Díaz,
- Proyecto Trovándote (Ciego de Ávila), de Yoán Zamora,
- y al trovador Raúl Verdecia (La Habana)
Dada en La Habana, a los 24 días del mes de noviembre de 2007.
Becas de Creación Noel Nicola (Convocatoria)
Dando continuidad a su programa de difusión y apoyo a la labor de los creadores de la nueva
trova cubana a través del espacio A guitarra limpia, iniciado hace ocho años, el Centro Cultural
Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con el portal Trovacub y los estudios Ojalá,
convocan a las Becas de Creación Noel Nicola, sobre las bases que se establecen a continuación.
Para optar por las dos becas, que serán otorgadas en el noveno aniversario de A guitarra
limpia, en noviembre de 2007, los autores deberán presentar:
- Proyecto para la realización de un concierto especial en el espacio A guitarra limpia, a partir
de cuya grabación en vivo se producirá un CD en la colección del mismo nombre. El concierto
estará concebido a partir de un tema central que debe aparecer descrito en la fundamentación.
Las canciones –que pueden ser interpretadas solamente a guitarra o por un grupo de muy
pequeño formato– tendrán temática libre y deberán estar inspiradas en los valores culturales
legados por la vida y la obra de Noel Nicola.
- El concierto puede incorporar elementos o recursos de otras manifestaciones artísticas como
las artes plásticas, la lite-ratura o el audiovisual.
- El texto de fundamentación debe tener como máximo dos cuartillas de extensión.
- Ficha biográfica del trovador o la trovadora.
- CD con la grabación (artesanal) de una de las canciones que integrarán el concierto y que sea
representativa de la temática del proyecto presentado.
Se otorgarán dos Becas de Creación consistentes en el pago de una mensualidad de 400 pesos
MN durante un año a cada ganador, como apoyo material para que pueda desarrollar su
proyecto.
Se realizará un concierto en el espacio A guitarra limpia con los resultados del trabajo de cada
una de las Becas otor-gadas en una fecha conveniente, acordada entre el autor y el Centro
Pablo.
Se producirá un CD con la grabación en vivo de cada uno de los conciertos.
El otorgamiento de la Becas será decidido por un jurado integrado por tres creadores de
reconocido prestigio cuyo fallo será inapelable.
Las propuestas para las Becas de Creación Noel Nicola serán presentadas en el Centro Pablo
(Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja) antes del 20 de octubre de 2007.
Becas de Creación Noel Nicola 2007 (Acta de premiación)
Dando continuidad a su programa de difusión y apoyo a la labor de los creadores de la nueva
trova cubana a través del espacio A guitarra limpia, iniciado hace nueve años, el Centro
Cultural Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con el Portal Trovacub y los estudios Ojalá
de Silvio Rodríguez, convocaron a principios de este año 2007 a las Becas de Creación Noel
Nicola.
Cada Beca consiste en el pago de una mensualidad de 400 pesos MN durante un año al
ganador, como apoyo material para que pueda desarrollar su proyecto. Asimismo, se realizará
un con-cierto en el espacio A guitarra limpia con los resultados del trabajo de cada una de las
Becas otorgadas, en una fecha con-veniente acordada entre el autor y el Centro Pablo. Con la
grabación en vivo de cada uno de los conciertos el Centro Pablo producirá un CD de la
Colección A guitarra limpia.
Se recibieron siete propuestas de trovadores procedentes de tres provincias del país.
Considerando la necesidad de ofrecer apoyo a una cantidad mayor de trovadores que los
incluidos en la convocatoria, hemos decidido ampliar a cinco el número de Becas a otorgar.
Los proyectos ganadores de las Becas de Creación Noel Nicola 2007, según el orden en que
fueron presentadas sus propuestas, fueron:
- Paso a paso, de Etien Fresquet (La Habana)
- Son reafirmativo, de Oscar Eduardo Sánchez (Holguín)
- Evocación, de Héctor Luis Posada (Ciego de Ávila)
- Somos y no somos los mismos, de Mauricio Figueiral (La Habana)
- Como una mariposa, de Samuell Águila (La Habana)
Queremos destacar la conveniencia de un diálogo entre los creadores premiados y el Centro
Pablo, a fin de precisar diversos aspectos artísticos de sus propuestas y confirmar, más adelante,
las fechas posibles de los conciertos que se realizarán.
Dada en La Habana, a los 24 días del mes de noviembre de 2007.
Jurado: Martín Martínez (Portal Trovacub) / María Santucho / Víctor Casaus
Premio de Ensayo Noel Nicola (Convocatoria)
Con el objetivo de promover la aparición y difusión de textos de pensamiento y análisis sobre la
trova cubana –desde sus orígenes a los más recientes exponentes de esta rica, viva y cambiante
expresión de nuestra creatividad artística– el Cen-tro Cultural Pablo de la Torriente Brau,
conjuntamente con el portal Trovacub y los estudios Ojalá, convocan al Premio de Ensayo Noel
Nicola.
El Premio quiere rendir homenaje, al mismo tiempo, a la vida y la obra de uno de los
principales iniciadores de la nueva trova, que dedicó también su inteligencia y su agudeza
crítica al estudio de la canción cubana, apoyando así el desarrollo de las mani-festaciones más
recientes de este género expresadas en las obras de los trovadores y las trovadoras de nuestros
días.
Para optar por el Premio de Ensayo Noel Nicola los par-ticipantes presentarán libros que
estudien, analicen o do-cumenten diversos aspectos (literarios, musicales, históricos) de la
canción trovadoresca en nuestro país, desde sus orígenes hasta las expresiones actuales de esa
forma de creación ar-tística.
Los libros tendrán como mínimo una extensión de 120 pá-ginas escritas a doble espacio en
letra Arial 10 puntos. Se presentarán cuatro copias de cada libro, acompañadas de la ficha
biobibliográfica del autor o la autora. Todos los textos se presentarán además en formato digital,
escritos en el programa Word, en disquete o CD.
Las propuestas deben entregarse en el Centro Pablo (Calle de la Muralla No. 63, La Habana
Vieja) antes del 20 de octubre de 2007.
Un jurado integrado por tres creadores de reconocido prestigio, cuyo fallo será inapelable,
evaluará las obras pre-sentadas y otorgará el Premio de Ensayo Noel Nicola, así como las
menciones honoríficas que estime necesarias, a finales del mes de noviembre del presente año,
en la celebración del noveno aniversario del espacio A guitarra limpia.
El Premio consistirá en la cantidad de 5 000 pesos MN y la publicación del libro en la
Colección A guitarra limpia de las Ediciones La Memoria del Centro Pablo.
Acta del Premio de Ensayo Noel Nicola
En La Habana, durante el mes de noviembre de 2007, se reúne el Jurado del Premio de Ensayo
Noel Nicola, convocado por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con
los estudios Ojalá de Silvio Rodríguez y el Portal Trovacub.
Sus integrantes, Alberto Faya, Germán Piniella y Víctor Ca-saus, después de la lectura y el
cuidadoso análisis de los libros presentados a concurso, acordaron por unanimidad lo siguiente:
1.
Confirmar que la canción, y muy específicamente la trova, figuran entre las expresiones
artísticas esenciales que, desde la segunda mitad del siglo XIX, han definido al ser cubano. Su
continuidad en el tiempo se debe a la creatividad de los artistas que la han desarrollado, a la
labor de diversas enti-dades que dentro de la sociedad cubana han contribuido a per-petuar su
existencia y, por supuesto, a esa relación viva y perdurable que las obras han establecido con el
pueblo en un intenso y constante intercambio de sentimientos e ideas.
La convocatoria al Premio de Ensayo Noel Nicola es por ello una importante acción que se
suma a las tantas otras que el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau ha generado en
función de la preservación y el desarrollo de la cultura ar-tístico-literaria y, de manera muy
especial, de la trova.
2.
Los integrantes de este jurado, que asumimos la respon-sabilidad de evaluar las obras
enviadas al Premio, hemos podido comprobar la seriedad y el amor con que los concur-santes se
han acercado al análisis de muy diversos aspectos de esa fundamental manifestación artística
nuestra. Esto nos permite constatar no solo la importancia de eventos como este, sino también
recomendar su necesaria continuidad.
Igualmente, el Jurado desea sugerir al Centro la celebración de un coloquio en el que
participen varios de los autores de los libros presentados, para debatir algunos de los temas presentes en sus obras, junto a otros estudiosos, críticos y tro-vadores, a fin de darle continuidad al
Premio y promover el debate acerca de esta vital manifestación de la cultura cu-bana.
3.
Reconocimientos
El Jurado decidió proponer al Centro Pablo la publicación de un volumen que contenga
fragmentos de los libros que se mencionan a continuación, en la certeza de que este conjun-to de
textos ofrecerá criterios e información sobre el desarrollo de la nueva trova cubana, difundirá así
aspectos importan-tes de su desarrollo y servirá de apreciable herramienta para el trabajo de
actuales y futuros investigadores y estudiosos del tema.
- La literatura y la poesía en la música, de Guillermo Ro-dríguez Rivera, porque reúne
valiosos textos de este trascen-dente crítico y poeta que exponen y analizan la relación entre
esas formas de creación artística en el ámbito de la cultura cubana del siglo XX.
- Canción cubana contemporánea: la luz, bróder, la luz, de Joaquín Borges-Triana, porque
incluye una inestimable in-formación sobre las recientes generaciones trovadorescas cu-banas y
contribuye al conocimiento y al estudio de algunas de las zonas menos conocidas de ese proceso
cultural.
- La primera piedra, de Ariel Díaz, porque entrega, a través de su lenguaje agudo y eficaz, un
testimonio auténtico y com-prometido de esa historia reciente, en particular de las gene-raciones
más jóvenes, a partir de la participación activa del autor en esas acciones y debates.
4.
Premio de Ensayo Noel Nicola
Por la precisión con que caracteriza la diversidad temática de la literatura en las canciones de
Silvio Rodríguez.
Por la acertada manera con que identifica los vínculos de la obra de un artista con la sociedad
en la que se desarrolla.
Por la sencillez y el rigor intelectual de sus análisis que con-tribuyen a esa claridad de ideas
imprescindible en un ensayo literario.
El Jurado otorga el Premio de Ensayo Noel Nicola a:
Una propuesta sobre la poesía de Silvio Rodríguez, de Suyín Morales Alemañy.
Dada en La Habana, a los 24 días del mes de noviembre del año 2007, en el noveno
aniversario del espacio A guitarra limpia.
Jurado: Alberto Faya / Germán Piniella / Víctor Casaus
Concurso Una canción para Frida y Diego (Convocatoria)
El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y la Embajada de México en Cuba convocan a
las trovadoras y los trovadores de la Isla a este concurso que tiene como objetivo principal
recordar y homenajear a Frida Kahlo en el centenario de su nacimiento y a Diego Rivera en el
cincuentenario de su muerte.
Este concurso forma parte de la jornada Frida y Diego: Voces de la tierra, que se desarrollará
en La Habana entre el 6 de julio y el 24 de noviembre, fechas del nacimiento y la muerte de
estos dos grandes artistas.
Podrán participar en esta convocatoria todos los trovadores y las trovadoras de nacionalidad
cubana, sin límite de edad, residentes en nuestro país. Cada autor podrá presentar cuan-tas
propuestas estime oportunas.
Las canciones abordarán, de forma libre y creativa, temas inspirados en los valores legados
por la obra de Frida y Diego y en las características fundamentales de sus vidas, identificadas
con la búsqueda de la imaginación, el ejercicio de la participación y la lucha por la justicia
social.
Cada autor o autora deberá presentar:
1. el texto de la canción, impreso y en soporte digital de CD o disquete,
2. el demo de la canción –concebida para ser interpretada con voz y guitarra– grabada en
casete o CD,
3. un resumen del currículo del trovador, con una exten-sión que no exceda las dos páginas.
Se otorgará un Premio Único consistente en la invitación a realizar una presentación en
México D.F., dentro de las actividades de homenaje a Frida y Diego, durante el
presente año, en una fecha que será definida próximamente. Los gastos de pasaje y estancia
durante tres días serán financiados por la Embajada de México en Cuba.
El jurado, que estará integrado por reconocidas figuras de la trova, la poesía y la crítica,
otorgará el Premio Único y po-drá recomendar otras canciones que recibirían Mención Honorífica.
El Centro Pablo difundirá a través de sus medios (programa radial, Internet, publicación de
discos en la Colección A gui-tarra limpia) la canción premiada y otras que el Jurado haya
sugerido.
Las propuestas deben ser enviadas a:
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
Una canción para Frida y Diego
Calle de la Muralla No. 63, La Habana Vieja, La Habana.
La fecha tope para la presentación de los proyectos es el 30 de junio de 2007.
Concurso Una canción para Frida y Diego (Acta de premiación)
En La Habana, a los 30 días del mes de junio de 2007, se reúne en los estudios Ojalá el Jurado
del Concurso Una canción para Frida y Diego, convocado por el Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau y la Embajada de México en Cuba.
Los miembros del jurado, Silvio Rodríguez, Víctor Casaus y Germán Piniella, luego de una
escucha cuidadosa, largas deli-beraciones y cotejo minucioso de las canciones presentadas al
concurso, acordaron por unanimidad lo siguiente:
PRIMERO: Declarar su satisfacción por la calidad general de la gran mayoría de los
concursantes en esta convocatoria de Una canción para Frida y Diego.
SEGUNDO: Dada la calidad de las canciones presentadas, antes de decidir las canciones
premiadas el Jurado realizó una selección primera de obras que, consideró, tienen mérito suficiente para ser incluidas en un concierto que se celebrará en el Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau.
TERCERO: Al igual que en concursos anteriores convocados por el Centro Pablo, el Jurado
consideró que la entrega de un premio único dejaría en segundo plano otras canciones de similar
calidad. Por tanto, solicitó del Centro Pablo que estudiara la posibilidad de seleccionar otras
obras como Menciones Es-peciales. La aceptación por parte del Centro de la sugerencia del
Jurado permitió hacer justicia a la calidad de otras canciones.
POR TANTO
PRIMERO:
El Jurado decidió por unanimidad la siguiente selección de autores para el concierto antes
mencionado:
Heidi Igualada
Marta Campos
Lilliana Héctor y Ariel Díaz
Nelson Valdés
Oscar Eduardo Sánchez
Mauricio Figueiral
Ariel Barreiros
Pedro Beritán y Lilliana Héctor
Tony Ávila
SEGUNDO:
Por la calidad conjunta de texto y música, así como por su demostración de buen oficio en una
composición que presenta poéticamente la relación de los dos artistas mexicanos, el Ju-rado
decidió por unanimidad conceder una Primera Mención Especial a la canción «Frida y Diego»,
de Marta Campos.
TERCERO:
Teniendo en cuenta la coherencia de texto y musicalización que presenta de manera original
una imagen de alto vuelo poético, el Jurado confirió unánimemente una Segunda Men-ción
Especial a «Frida», de Ariel Barreiros.
CUARTO:
Por el tratamiento poético de la personalidad de Frida Kahlo, su obra, sus pasiones y
sufrimientos, así como de su vehemente relación de amor y arte con Diego Rivera, en un
entorno musical que recrea la música mexicana sin calcos folclo-rizantes, el Jurado decidió
otorgar por unanimidad el Premio Único a «Retrato con el pelo corto», de Lilliana Héctor y
Ariel Díaz.
Jurado: Silvio Rodríguez / Víctor Casaus / Germán Piniella
EL PREMIO PABLO Y A GUITARRA LIMPIA
Bases del Premio
El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau ha decidido instituir el Premio Pablo, que será
otorgado, por una sola vez, a personalidades e instituciones cubanas y de otros países que se
hayan destacado en investigaciones, obras de creación y acciones encaminadas a promover y
defender los valores de la identidad cultural y la solidaridad entre los pueblos.
El Premio también será otorgado a personalidades e insti-tuciones relacionadas de alguna
forma con la vida y la obra de Pablo de la Torriente Brau –cronista incesante, creador
imaginativo, luchador antifascista y antiimperialista– y que hayan hecho suyos esos valores en
el mundo de hoy.
El Premio quiere enfatizar las premisas éticas, humanas y comprometidas de Pablo, legadas en
sus textos y en su propia trayectoria de vida que pasó, rauda e intensa, por las tres décadas
iniciales de nuestro siglo, dejando ejemplo y luz para estos tiempos que corren y para el milenio
que ya se avecina. Entre esas premisas se encuentran, sin dudas, el recono-cimiento de dos
fuentes esenciales de su formación confesadas en textos memorables. Pablo aprendió a leer en
las páginas de La Edad de Oro, de José Martí, y destacó en el prólogo de su primer libro, los
Cuentos de Batey, la herencia ética recibida de su abuelo, don Salvador Brau, quien había
declarado con dignidad y entereza que «a los hijos hay que darles, antes que pan, vergüenza».
Al instituir el Premio Pablo, en este final de siglo lleno de sombras y de luces, en que se ha
llegado a anunciar el fin de la Historia, tenemos por suerte de nuestro lado la historia per-sonal y
formidable de aquel hombre que nos dejó en su corres-pondencia vibrante estas palabras
aleccionadoras:
«No tengo nunca miedo de escribir lo que pienso, con vistas al presente ni al futuro, porque
mi pensamiento no tiene dos filos ni dos intenciones. Le basta con tener un solo filo bien
poderoso y tajante que le brinda la interna y firme convicción de mis actos. No me importa nada
equivocarme en política porque solo no se equivoca el que no labora, el que no lucha.»
Ese filo es, al mismo tiempo, el del saber y el del compromiso, el de la inteligencia y el de la
capacidad para pensar con cabeza propia los problemas de nuestro tiempo. Así nos lo enseñó
Pablo. Así queremos reconocerlo y hacerlo nuestro con este Premio que lleva su nombre
memorable y querido.
Calle de la Muralla, La Habana Vieja, Cuba, abril de 1998, casi fin de siglo y continuación de
la Historia que nos pertenece.
Este reconocimiento ha sido entregado en varias ocasiones en el espacio A guitarra limpia.
Publicamos los nombres de las/os trovadores, personalidades e instituciones relacionadas con la
promoción y la existencia misma de la Trova, que lo han recibido en ocasión de los conciertos
que cada mes, desde no-viembre de 1998, tienen lugar en el patio de las yagrumas.
27 de noviembre de 1999
AL MAESTRO LEO BROUWER, compositor y guitarrista cubano.
«Por los hallazgos y las maravillas que has encontrado para nosotros en la guitarra, por las
enseñanzas que ofreciste a los jóvenes iniciadores de la Nueva Trova, por la magia y el rigor de
tus composiciones, aquí está, en este Premio Pablo y para siempre, nuestra admiración y nuestro
cariño.»
25 de noviembre de 2000
A TERESITA FERNÁNDEZ, «trovadora de los niños y de los ma-yores que se resisten a dejar de
ser niños, martiana y cris-tiana, por su ternura y por sus canciones que nos han acom-pañado
tanto».
24 de noviembre de 2001
A NOEL NICOLA, «por mantenerse fiel a los principios que se trazó como creador y como ser
humano; por sus canciones de todas las épocas, por su poesía auténtica y personal, airada y
tierna, irónica y sincera; por su palabra limpia y sugerente, totalmente liberada de prejuicios».
17 de mayo de 2002
A REY GUERRA, «maestro de la guitarra, rey con corona de talento y de humildad, guerrero de
la sensibilidad y de la crea-ción. Por entregar y compartir esas maravillas. Por crear y re-crear
esos mundos. Por sus manos y su corazón».
28 de diciembre de 2002
A S ILVIO RODRÍGUEZ, «expedicionario del amor, por tus can-ciones y tus ideas (que
compartimos), por tu persistencia y tu coraje en las buenas y en las malas (como debe ser):
juntos le-vantaremos siempre la guitarra.»
19 de diciembre de 2003
A S ARA GONZÁLEZ, «por regalarnos la maravilla de su voz y de su fuerza. Por lograr que sus
canciones formen parte, imper-ceptiblemente, de nuestras vidas, y que desde ese territorio
auténtico e inviolable se prepare para alcanzar la trascen-dencia verdadera. Por cantar a la Patria
agradecida y al amor de millones, fundiendo, a través de la belleza y de la poesía, la épica de los
grandes hechos históricos y el imprescindible latido de la vida cotidiana con sus misterios
intensos y ad-mirables».
A VICENTE FELIÚ, «por creer e invitarnos a creer con él, desde su poesía y su música, en los
sueños que hemos imaginado y construido juntos. Por compartir generosa y solidariamente su
talento, su inteligencia y su tiempo con los trovadores más jóvenes que han encontrado a su vez,
en sus canciones, una fuente necesaria para la inspiración y para la confrontación creadora. Por
llevar a otras tierras del mundo la canción de Cuba, la imagen de Cuba, la verdad de Cuba».
16 de febrero de 2004
A ISABEL P ARRA, «por albergar y transmitir la poesía, el amor y la imaginación de su familia
de artistas populares y defender con sus cantos la cultura de nuestro continente. Por Violeta,
siempre: gracias a la vida».
27 de noviembre de 2004
A ALFREDO GUEVARA, «por su pensamiento y su práctica crea-dora, por su aporte en los
tiempos de fundación de nuestra cultura y de nuestra historia, por su visión y su apoyo decisivo
para que naciera y se desarrollara la Nueva Trova cubana».
A ROBERTO FERNÁNDEZ RETAMAR, «por su poesía y su pensamiento, por su presencia
diversa y creadora en la cultura cubana y su labor fundadora en la Casa de todos que ayudó a
nacer, de la mano de Haydée Santamaría, a la Nueva Trova cubana».
26 de noviembre de 2005
A LA EMISORA HABANA RADIO, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, «por su labor
activa y solidaria en la promoción de la nueva trova cubana, por el rigor y la calidad de su
trabajo cultural, ejemplo para los medios de comunicación de nuestro país».
A AUGUSTO BLANCA, «por la poesía y la humanidad de sus canciones, por su hermosa
trayectoria artística, inspiradora de las nuevas generaciones de la trova cubana».
EL CENTRO PABLO EN CUBADISCO
Ha sido una tradición del Centro Pablo, desde el surgimiento de su colección A guitarra limpia,
la de participar, sea a través de conciertos, con el montaje de un stand o mediante la venta de sus
casetes y discos, en la Feria Internacional Cubadisco.
Un ejemplo es el concierto especial que el 17 de mayo de 2001 realizó el trovador Gerardo
Alfonso en el patio de las yagru-mas. Algo similar ocurrió el 26 de mayo de 2007, cuando los
dominicanos Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez llenaron de bachatas el tradicional espacio
de Muralla No. 63, en el marco de la edición anual de Cubadisco.
La Feria del Disco Cubano ha sido ocasión para que el Centro Pablo exponga sus ideas sobre
la producción discográfica y, en general, la difusión de la trova, género de nuestra tradición
musical que constituye el eje de uno de los programas más importantes de la institución.
A continuación reunimos las nominaciones y premios de A guitarra limpia en Cubadisco
hasta el año 2008.
Cubadisco 2002
(22 al 26 de mayo)
PREMIO ESPECIAL A:
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau: «Su proyecto A guitarra limpia ha conseguido
dejar testimonio de la creación trovadoresca actual y ha unido a varias generaciones de la
cancionística nacional.»
NOMINADOS
Fueron nominados, por el sello Unicornio, la colección de casetes de los conciertos A guitarra
limpia, la Antología I, en las categorías de Grabación y Compilación, y la multimedia A
guitarra limpia.
Cubadisco 2005
(21 al 29 de mayo)
NOMINADOS
Opera Prima: Pasado los treinta, Eduardo Sosa
Trova: Pasado los treinta, Eduardo Sosa / Señales, Diego Cano / A guitarra limpia, Antología
3 / La mano amiga, Augus-to Blanca, Vicente Feliú y Lázaro García
Cubadisco 2006
(20 al 28 de mayo)
PREMIO ESPECIAL A:
Homenaje a Noel Nicola (varios intérpretes)
NOMINADOS
Trova: No me mires tan extraño, Gerardo Alfonso / Antes de la noche, Yamira Díaz
Cubadisco 2007
(19 al 27 de mayo)
PREMIO EN LA CATEGORÍA DE GRABACIÓN IN SITU:
Trovarroco
Realizadores: Jaime Canfux y Juan Demósthene
NOMINADOS
Música instrumental: Trovarroco, concierto en vivo del trío Trovarroco
Trova: Frío, Ariel y Amanda / Voz de las aguas, Dúo Karma
Cubadisco 2008
(17 al 25 de mayo)
PREMIO ESPECIAL:
Te doy una canción. Homenaje a Silvio Rodríguez
Con la participación de 43 trovadores
PREMIO DE HONOR:
A Víctor Casaus, poeta y cineasta, director del Centro Pablo de la Torriente Brau, «bastión de
la trova cubana, sin distinción de edades y estilos, siempre que sea fiel a su vocación
sentimental y levantisca. Programas como A guitarra limpia y una impre-sionante colección
discográfica destinada mayoritariamente a los jóvenes talentos avalan los frutos de su tesón». 1
Ese mismo día se entregó el Premio de Honor al amigo Gui-llermo Rodríguez Rivera, autor de
«uno de los textos más lúcidos sobre la identidad cubana, Por los caminos de la mar, donde se
explaya sobre los misterios de la música popular y de la trova y los clarifica con su proverbial
agudeza y acendrada sensi-bilidad».2
PREMIO EN LA CATEGORÍA DE MÚSICA VOCAL E INSTRUMENTAL:
A fuego abierto, Dúo Lien y Rey
PREMIO EN LA CATEGORÍA DE TROVA:
De paso por el sol, Leonardo García
OTROS NOMINADOS
Trova: Demasiado DiEgo, Diego Gutiérrez
Grabación in Situ: A fuego abierto, Dúo Lien y Rey (Realizadores: Jaime Canfux y Juan
Demósthene)
Jaime no es un chofer de consola
Por María Fernanda Ferrer
(A propósito del Premio para Jaime Canfux y Juan Demósthene, por la grabación in situ del
concierto de Trovarroco, el boletín electrónico Memoria, no. 92, de julio de 2007, publicó el siguiente texto.)
Hace unas cuantas semanas se supo que Jaime Canfux, sonidista del Centro Pablo, recibió el
premio a la mejor Grabación in situ por el disco Trovarroco, durante el Cubadisco 2007, pero
para los agradecimientos nunca es tarde.
Eso pensé cuando el pasado domingo primero de julio un grupo de trovadores se reunió en la
Sala Majadahonda del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau para «descargar» y de
manera muy informal –como caracteriza a la institución– agradecer desde el cariño y la cercanía
la labor de Canfux –y también del ingeniero Juan Demósthene.
Jaime ha puesto su sello (¿su mano?), sin duda, en la Colección A guitarra limpia, y gracias a
su talento han quedado registrados en formato de casetes (primero) y desde hace unos tres años
en CDs, más de ochenta conciertos realizados en el patio de Muralla 63 en los casi nueve años
de existencia del espacio.
La Majadahonda se llenó de amigos (trovadores en su ma-yoría), quienes desde su
experiencia personal valoraron la la-bor de Jaime. He aquí algunas opiniones.
Ariel Díaz (trovador): «Me atrevo a asegurar que todos los trovadores coincidimos en nuestra
opinión en relación con Jaime: es un profesional. Lo hemos visto crecer junto a nosotros y
hemos apreciado cómo es capaz de aprovechar al máximo la tecnología. Quiero resaltar algunas
de sus cualidades: sencillez, voluntad y paciencia; ¡con nosotros hay que tener paciencia
extrema! Y eso lo agradecemos mucho. Todo el mundo tiene un criterio distinto de cómo quiere
escucharse en su grabación y Jaime ha tenido la paciencia de no poner horarios. Eso es algo que
vale mucho y que da seguridad al artista.»
Erick Sánchez (trovador): «Cuando a un músico nos sale mal un concierto, le echamos la
culpa al sonidista. El sonido es algo muy sensible: puedes dejar todo a punto y a la hora
siguiente te puede parecer mal. Jaime nunca ha sido un chofer de consola; ha sido, también, un
artista que nos ha sabido aguantar nues-tras malcriadeces tratando de complacer y complace. Él
tiene solo un horario: el de empezar; después está contigo hasta que pone punto final. Mi
experiencia personal ha sido excelente. La tecnología que posee el Centro Pablo –comparada
con casas disqueras de renombre como Abdala, la EGREM u Ojalá– es muy inferior, sin
embargo, es suficiente como para ganarse un premio de Grabación in situ en lo que se considera
la mayor fiesta del disco cubano. Esto es muy importante porque se está salvando la obra de
cada uno de nosotros. Si no existieran el Centro Pablo y el trabajo de Jaime, muchos de
nosotros pasa-ríamos inadvertidos.»
Ángel Quintero (trovador): «El Centro Pablo indiscutible-mente está gestando una memoria
sonora a través de la gra-bación de los conciertos A guitarra limpia que se llevan a soporte de
CD. Los que somos músicos sabemos que siempre en un espectáculo en vivo hay algo que
privilegiar: o sacrificas la grabación y priorizas sala o viceversa. Ese premio que ha obtenido
Jaime, de verdad, se ha ganado bien, porque sin sa-crificar el resultado del trabajo de un artista
en vivo encima de un escenario, ha logrado sacar lo esencial, lo mejor de esos conciertos para
que queden en un soporte discográfico.»
Augusto Blanca (trovador): «Hay un detalle que quisiera apuntar: cuando uno viene al Centro
y ve a Jaime detrás de la consola, ese solo hecho te da confianza. Sabes que todo se va a
resolver. Jaime inspira confianza. Y eso se agradece. Gracias, hermano.»
Víctor Casaus, director del Centro: «Agradecemos la labor de Jaime en estos años porque –
además de todas las virtudes que se han señalado– también ha tenido la voluntad de crecer
profesionalmente estudiando. Jaime hizo una carrera univer-sitaria al mismo tiempo que
trabajaba y todos sabemos el ritmo acelerado de esta institución. Eso lo tomamos, también,
como una satisfacción personal: primero por el cariño y el aprecio que le tenemos. Es un
ejemplo para todos los trovadores que necesitan, también, una formación profesional,
universitaria. Ese reconocimiento de ustedes, es nuestro. Hemos visto la re-lación diáfana que
Jaime establece con ustedes y eso es im-portante. Sabemos que no escatima un minuto para que
todo quede mejor y eso se lo tenemos, también, que agradecer.»
SIEMPRE POR LA IZQUIERDA
La frase «por la izquierda» equivale, en el habla popular del cubano, a los mecanismos que
cotidianamente inventamos para burlar otros –muchas veces innecesariamente complejos– que
nos impiden lograr determinados objetivos.
En noviembre de 2004, el Centro Pablo, como parte de las iniciativas con las que celebraba el
sexto aniversario de A guitarra limpia, propuso una singular expo-venta de casetes y discos
unidos por el carácter independiente, alternativo, de sus procesos de producción y distribución.
Para esa ocasión, fueron convocados un trovador y dos promotores, profundos cono-cedores de
los matices y las singularidades que rodean a la can-ción cubana contemporánea y su difusión.
Reproducimos en este libro los agudos textos que escribieron para el catálogo de Por la
izquierda, Ariel Díaz, Humberto Manduley López y Joaquín Borges-Triana.
De mano en mano
Ariel Díaz
Los discos alternativos que tenemos hoy en nuestras manos, junto a muchos otros invisibles,
calan a golpe de canción el testimonio de un canto ausente de la luz pública, como picto-grafías
indelebles en esta moderna cueva de Altamira que es el Centro Pablo. No hay mejor lugar para
reunirlos, porque este patio es nido del que muchos de nosotros ensayamos nues-tro primer
vuelo hacia lo increíble.
Cuando las nuevas tecnologías hicieron el milagro de la me-tamorfosis de lo analógico a lo
digital se estaba creando, por primera vez, un doble camino: el de la algarabía publicitaria y
hueca, y el del silencio del marginado, que utilizaría, a partir de entonces, las mismas vías de
expresión creadas por sus mar-ginadores. Entonces, hasta esta brevísima Isla llegaron los ecos
de la nueva revolución y en nuestras manos cayeron las armas contra la indiferencia del
«mercado». Nos hicimos diseñadores, sonidistas y vendedores, todo en los incompletos cursos
de la marcha. En nuestras tertulias comenzaron a aparecer extraños nombres como Cool Edit y
Acid; junto a guitarras y cuerdas procurábamos de pronto tarjetas de sonido y memoria RAM.
Terminamos hablando de Windows XP con la misma vehe-mencia que de Sindo Garay.
Sabemos que ha sido vital para la supervivencia recurrir a nuestra propia iniciativa
discográfica, que no hubo otra forma posible de continuar cuando se cerraron en nuestras
narices las puertas de una fiesta a la que no estábamos invitados. De mano en mano van pasando
nuestros conciertos en vivo, nuestra voz grabada dentro de los roperos a las tres de la ma-ñana y
la percusión apagada por los vecinos, todo con la frescura del pan recién horneado. Lo que hoy
estamos viendo es solo una diminuta parte del camino. Vivimos en un mundo donde las grandes
disqueras han invertido ya en líneas aéreas y refrescos porque cada vez son menos los
«elegidos» para la venta desmedida y artificial. Por entre las grietas que el propio sistema
neoliberal y neo-apresador abre en su decadencia cultural, brota el verde de la alternativa.
Para eso estamos aquí esta tarde, para un S.O.S. emitido, no desde el naufragio, sino desde la
dignidad que es, a su vez, una trompetilla colectiva al «no se puede» y al «ya veremos».
Miremos alrededor cuántas canciones, cuántas ideas y cuán-tas soluciones en tan pequeño
espacio. Digamos en voz alta que no se juega con el pensamiento, que no hay economía sin
cultura, pero digámoslo con nuestro trabajo y con el ejemplo, no con la queja vacía, para que el
grito sea efectivo como dulce látigo de abeja en la conciencia.
Música cubana por la izquierda
Humberto Manduley López
Quizás no sería aventurado decir que la cultura nacional so-brevive (como nosotros mismos,
muchas veces hasta de modo inconsciente) gracias a esa gestión que se realiza por la izquierda.
Término polisémico que en Cuba adquiere connotaciones muy precisas, cuando se aplica a la
discografía identifica a un creciente grupo de grabaciones hechas al margen de los mecanismos
ins-titucionalizados, producciones independientes que circulan con variados niveles de
subterraneidad. Son obras que demuestran una irreprimible necesidad de existir, al tiempo que
dejan en claro la ineptitud de las disqueras nacionales y una buena parte de la crítica
«especializada», para quienes solo existen las vacas sa-gradas de siempre y el producto con
etiqueta oficial.
Que la creación musical cubana se ha procurado sus propias alternativas es un hecho
irrefutable. Es una actitud de resis-tencia; apuesta por la postura de no callar. No todo lo que
suena es oro, pero eso solo lo sabremos cuando tengamos la libertad de elegir sobre una oferta
para opinar después. En tiempos en que la vía derecha se vuelve siniestra, resulta natural que la
izquierda sea diestra. Legitimar lo alternativo podría ser una inteligente opción. Paso, entonces,
al disco cubano por la iz-quierda.
Bienvenida la alternatividad
Joaquín Borges-Triana
Hablar en breve espacio acerca de las disímiles implicaciones que tiene la cada vez más activa
escena cubana de producciones independientes, discos hechos al margen de la industria oficial,
es harto complejo. Así pues, solo puedo esbozar algunas ideas que, para su plena comprensión,
habría que desarrollar de un modo más explícito. En primer lugar, al valorar este nuevo
fenómeno en las dinámicas culturales de nuestro país, hay que tener en cuenta que el carácter
dual del mercado para el disco nacional origina que –a diferencia de las casas disqueras en el
extranjero, las que en lo fundamental producen para el consumo en las naciones donde están
asentadas– las nuestras no editan material para ser comprado por el melómano del país, sino que
persiguen la búsqueda de moneda libremente convertible, a tenor con los requerimientos del
autofinanciamiento.
A ello se une que, en la práctica, el CD es un soporte casi inaccesible para el ciudadano medio
entre nosotros. No se ha de obviar que en nuestro caso aún no se puede hablar de un verdadero
mercado nacional para la cultura, con el suficiente grado de solidez como para que en él
productos como el disco, el libro, el cine o los procedentes de las artes plásticas, alcancen su
realización económica con el dinero del destinatario natural para el cual están concebidos como
creación artística. Así pues, en materia fonográfica es imposible referirse a un mercado nacional
con todas las de la ley, sino hay que aludir a uno en el que los cubanos participamos en calidad
de exportadores del producto fonográfico hacia el mercado internacional o el de fronteras, y no
en términos de consumidores, dado que inter-venimos en la oferta y no en la demanda. Piénsese,
además, en los muy elevados precios que hay que pagar para adquirir un equipo lector de CD,
por elemental que sea, o los propios discos ya editados.
Por suerte para nosotros, los melómanos, la tecnología ha venido a ofrecer un paliativo en tan
caotizante panorama y a democratizar un tanto la producción y el consumo de fono-gramas, que
hoy pueden hacerse de manera independiente (incluso, con suma calidad), al margen de los
sellos disco-gráficos, las empresas distribuidoras y las cadenas de tiendas encargadas de la
comercialización del producto; toda una en-revesada estructura que al final origina que haya que
pagar mucho más de lo debido por un CD, con ganancias que, dicho sea de paso, no son para los
artistas. Por otra parte, el disco alternativo le concede a su protagonista un estatus distinto pues
lo convierte en gestor cultural, ahora pleno responsable de todo el proceso que va desde la
creación del material a in-cluir en la grabación, hasta que esta llega a las manos del consumidor.
Así el músico tiene absoluta propiedad y posesión sobre su obra. En fin, mientras que en la
industria musical las actuales reglas del juego no cambien, ¡bendecido sea el disco cultural
alternativo que contribuye a difundir la obra de ar-tistas que lo merecen!
DIFUSIÓN
UNA MULTIMEDIA Y SEIS ANTOLOGÍAS
En el año 2001, coincidiendo con una edición de la Feria Inter-nacional del Disco Cubano
Cubadisco, fue presentada una multimedia-antología del espacio A guitarra limpia, la cual
contiene información sobre los primeros conciertos efectuados en el patio de las yagrumas, en
Muralla No. 63, sede del Centro Pablo de la Torriente Brau.
Realizado en formato de CD, en colaboración con el Centro de Informática Aplicada a la
Cultura (CEISIC), comprende fragmentos de video de los 24 conciertos que enumeramos a
continuación:
Santiago Feliú – Futuro inmediato
Vicente Feliú – Cincuenta son, pero no duelen tanto
Gerardo Alfonso – Guitarra, siempre guitarra
Carlos Varela – Habáname
Rita del Prado – Más que sobrevivir
Cuerda joven
Augusto Blanca – Casi feliz
Frank Delgado – Inmigrante a media jornada
Diego Cano – Señales
Rey Guerra – Pieza sin título
Pedro Luis Ferrer – Yo no tanto como él
Ireno García – Dibujar canciones
Jorge García – Hay cosas…
La impúdica es la guitarra
Heidi Igualada – Volver a nacer
Dúo Postrova – Desde el son de la loma
Fernando Bécquer – Cubano por donde tú quieras
Sara González – Gracias por la música
Manuel Argudín – No estoy tan mal
Teresita Fernández – No puede haber soledad
Marta Campos – Como soy
Samuell Águila – Arando el fin
Trío Enserie – Mañana no habrá
Lázara Ribadavia – Canción de tarde
Asimismo, incluye el audio de los siguientes temas:
Mickey y Mallory – Santiago Feliú
Pablo – Vicente Feliú
Quisiera – Gerardo Alfonso
Jalisco Park – Carlos Varela
Samba para alguien – Rita del Prado
La Marina – Ariel Díaz (con Heidi Igualada)
El tercer deseo – Augusto Blanca
Veterano – Frank Delgado
Conciencia – Diego Cano
Perla marina – Rey Guerra
Yo no tanto como él – Pedro Luis Ferrer
Andar La Habana – Ireno García
Era un amuleto tan perfecto – Jorge García
No busco una salida – Ihosvany Bernal
De preguntas y palabras – Heidi Igualada
Intento de bolero – Dúo Postrova
Me gustas tú – Fernando Bécquer
Amor de millones – Sara González
Muchacha no te enamores – Manuel Argudín
No puede haber soledad – Teresita Fernández
El beso – Marta Campos
Como el rocío – Samuell Águila
Cupido tacaño – Trío Enserie
Con poquita fe – Lázara Ribadavia
Tema A guitarra limpia – Rey Guerra
Elegía segunda (de Miguel Hernández) – Silvio Rodríguez
Hoy – Axel Milanés
Poema «La tristeza de La Habana» – Sergio Gómez / Samuell Águila
La multimedia muestra además una serie de opiniones de personalidades. Hablan sobre A
guitarra limpia Leo Brouwer, Rey Guerra, Carlos Martí, Gerardo Alfonso, Julio Girona, Rita
del Prado, Diego Cano, Ariel Díaz, Silvio Alejandro, Juan Camacho, Carlos Varela, Vladimir
Cruz, Samuell Águila, Caridad Rojas, Noel Nicola, Jorge García, Fernando Bécquer, Claudia
Expósito, Corina Mestre, Rosa Pérez, Jorge Fuentes, Jorge Gómez, Ihosvany Bernal, Manuel
Argudín, Alejandro Valdés, Luis Toledo Sande, Teresita Fernández, Cintio Vitier y Silvio
Rodríguez.
Con guión de Abel Casaus y la producción ejecutiva de María Hue Fong, la multimedia A
guitarra limpia tiene ya tres ediciones –la más reciente de ellas en el año 2006– e incluye unas
500 imágenes como memoria de los conciertos A guitarra limpia.
ANTOLOGÍAS A GUITARRA LIMPIA
Como parte de su vocación por preservar la memoria, el Centro Pablo ha ido presentando en los
últimos años las antologías A guitarra limpia (I - VI), que reúnen momentos de los di-ferentes
conciertos realizados durante los primeros seis años del espacio.
CASETE Y CD ANTOLOGÍA 1 – A GUITARRA LIMPIA
1.
Elegía Segunda (poema de Miguel Hernández con mú-sica de Silvio Rodríguez) - Silvio
Rodríguez
2.
Mickey y Mallory - Santiago Feliú
3.
Hoy - Axel Milanés
4.
Me gustas tú - Fernando Bécquer
5.
Pablo - Vicente Feliú
6.
Quisiera - Gerardo Alfonso
7.
Jalisco Park - Carlos Varela
8.
Samba para alguien - Rita del Prado
9.
De preguntas y palabras - Heidi Igualada
10. La marina - Ariel Díaz (con Heidi Igualada)
11. No busco una salida - Ihosvany Bernal
12. Poema «La tristeza de La Habana» - Sergio Gómez / Cómo andará La Habana Samuell Águila (con Glenda Fer-nández)
13. El tercer deseo - Augusto Blanca
14. Veterano - Frank Delgado
15. Conciencia - Diego Cano
16. Tema A guitarra limpia - Rey Guerra
CD ANTOLOGÍA 2 – A GUITARRA LIMPIA
1.
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11.
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13.
14.
15.
16.
Tema A guitarra limpia
Habanera - Ireno García
Yo vine a encontrarme bajo el agua - Heidi Igualada
La canción de Lulú - Fernando Bécquer
Más caballero que señor - Manuel Argudín
No puede haber soledad - Teresita Fernández
Yo te encontré - Dúo Postrova
Tema de noviembre - Heidi Igualada
Respuesta a Serrat a propósito de los fantasmas del Roxy - Jorge García
Todo y más - Sara González
Temo al andar y al no andar - Ireno García (con Manuel Argudín)
Que no pueda - Jorge García
Tema para el desparpajo y la cochambre (Negrona) - Fernando Bécquer
El beso de la muerte - Manuel Argudín
Puzzle - Dúo Postrova
Yo no tanto como él - Pedro Luis Ferrer
CD ANTOLOGÍA 3 – A GUITARRA LIMPIA
1.
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3.
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16.
17.
Tema A guitarra limpia
Voto de otoño - Ariel Díaz
Como si fuera un gato - Gerardo Alfonso
Cupido tacaño - Trío Enserie
Sálvame - Lázara Ribadavia
El son de Pedro - Alberto Faya
Cuando pasaste tú - Marta Campos
En nombre del amor - Polito Ibáñez
Madrugando - Samuell Águila
Quererte por dentro - Lázara Ribadavia
El negro Danié - Trío Enserie
El ilustrado caballero de París - Gerardo Alfonso
Todo fue un intento - Marta Campos
Piscis o máquina - Polito Ibáñez
Entre amigos - Alberto Faya
Trilogía inconforme II o Canción que ha de ser - Ariel Díaz
Arando el fin - Samuell Águila
CD ANTOLOGÍA 4 - A GUITARRA LIMPIA
1.
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14.
Tema A guitarra limpia
Casa de cristal - Erick Sánchez
El tercer deseo - Augusto Blanca
Emigro - Leonardo García
Sabor salado - Diego Gutiérrez
Alicia - Ariel Díaz
Mi caballero - Teresita Fernández
Esta noche - Ihosvany Bernal
Samba para no olvidar - Lázaro García
Pasándola bien - Alain Garrido
La paja en el ojo ajeno - Juan Carlos Pérez
Junto al trigal - Martín Rago
A Argentina - Vicente Feliú
Síncopa para seis - Alejandro Valdés
CD ANTOLOGÍA 5 - A GUITARRA LIMPIA
1.
Tema A guitarra limpia
2.
Tarado (Karel García) - Diego Cano, Fernando Bécquer, Silvio Alejandro, Samuell
Águila y Ariel Díaz
3.
Biografía - William Vivanco
4.
Son del camarón - Rita del Prado
5.
Mariposa bruja - Inti Santana
6.
Maureen - Diego Cano
7.
Al sur de mi mochila - Lázaro García
8.
Letanía (Julio Hernández) - Inti Santana, Dúo Karma, Ihosvany Bernal
9.
Tu canción - Silvio Alejandro
10. Tropiezo - Inti Santana
11. Alegría - William Vivanco
12. Cinco cervezas dobles - Silvio Alejandro
13. Dardos de miel - Lázaro García
14. Pilar - Rita del Prado
15. Vamos - Diego Cano
16. Sueños raros (Lázara Ribadavia) - Inti Santana, Fer-nando Bécquer, Norge Batista y
Dúo Karma
Los temas 2, 8 y 16 pertenecen al disco GENERACIÓN X, grabado durante el concierto
dedicado al 5 aniversario del espacio A guitarra limpia, el 19 de diciembre de 2003.
CD ANTOLOGÍA 6 - A GUITARRA LIMPIA
1.
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19.
Tema A guitarra limpia
Tarado - Karel García
Voz de las aguas - Dúo Karma
La cucaracha - Rolando Roly Berrío
Paisano - Ángel Quintero
Antes de la noche - Yamira Díaz
Homenaje a trovadores y soneros - Trío Trovarroco
Búscame adentro - Norge Batista
Fe - Alberto Tosca
Retoño del monte - Eduardo Sosa
El decano se llevó a mi jebita - Rolando Roly Berrío
Melodía oscura - Norge Batista
Al paso - Ángel Quintero
Bendita - Alberto Tosca
Era miel - Eduardo Sosa
Juramento - Trío Trovarroco
Hambre de quimeras - Karel García
Como un árbol - Dúo Karma
Solo mi alma - Yamira Díaz
EL PRIMER LIBRO DE LA COLECCIÓN A GUITARRA LIMPIA
En el año 1984 vio la luz la primera edición del libro Silvio: Que levante la mano la guitarra, de
Víctor Casaus y Luis Ro-gelio Nogueras (Wichy), que contiene reflexiones, un impor-tante
grupo de canciones, memoria gráfica y una amplia entrevista con el trovador, considerado entre
los más signi-ficativos del ámbito iberoamericano.
Veintidós años después, el 9 de diciembre de 2006, en el espacio de El sábado del libro,
coincidiendo con una «jornada de ho-menajes» que sus amigos y muchos admiradores le organizaron, y en cuyo eje estuvieron también las iniciativas surgidas del Centro Pablo y su espacio
dedicado a la trova A guitarra limpia, se presentó la sexta edición de este libro, con el que se
inauguró la Colección homónima de Ediciones La Memoria, de la institución enclavada en
Muralla No. 63, La Habana Vieja.
Con nuevo prólogo de Víctor Casaus y un epílogo de Silvio Rodríguez que abre, a su vez,
nuevas lecturas de este emble-mático libro, llegó este volumen, infaltable en las estanterías de
los más apasionados cultivadores y aficionados de la «can-ción pensante».
Publicamos las palabras que en la presentación dijeron Eduardo Heras León, Víctor Casaus y
Silvio Rodríguez.
Silvio, Víctor, Roque y Wichy: que levante la mano la amistad
(Palabras de Eduardo Heras León)
Queridos amigos:
Hace casi cuatro décadas, el primero de julio de 1967, una publicación dedicada a los jóvenes,
El Caimán Barbudo, or-ganizó un recital de poesía y música con el título de Teresita y
Nosotros. Teresita era la trovadora Teresita Fernández y «nosotros» eran los poetas Félix
Contreras, Félix Guerra, Iván G. Campanioni, Guillermo Rodríguez Rivera, Luis Rogelio
Nogueras, Víctor Casaus y un flaquito con guitarra llamado Silvio Rodríguez.
En alguna ocasión escribí algo sobre ese día, porque fui uno de los dichosos asistentes de
aquel recital y porque aquella noche –y utilizo el lugar común porque es exactamente eso lo que
quiero decir– quedaría grabada para siempre en mi me-moria.
Cuando el flaquito con guitarra comenzó a cantar –la me-moria solo me alcanza para dos de
sus canciones de aquel día: «Es sed» y «Nuestra ciudad»– se produjo un murmullo que fue
creciendo paulatinamente junto con una voz nueva, una letra nueva, una música nueva, y un
amigo sentado a mi lado me dijo: «Pero, ¿esto qué cosa es, qué música es esa, quién es el
flaquito ese?» Y los murmullos seguían creciendo junto con el asombro, y el asombro convocó
al silencio y aquella música comenzó a crear en nosotros un inexplicable escudo de belleza y de
apasionada rebeldía revolucionaria que ya no nos aban-donaría nunca.
Todos teníamos razón: lo que estábamos escuchando esa no-che era sencillamente el
nacimiento (y pido perdón a Silvio por violentar su modestia) de uno de los más grandes trovadores del siglo XX, cuya permanencia en el imaginario mu-sical de varias generaciones es uno
de esos tesoros y misterios que seguirán mereciendo investigación y estudio.
He mencionado esa noche inolvidable, porque ese fue mi primer contacto con Silvio y su
música, el primer recuerdo que quería compartir con ustedes, a propósito de la pre-sentación de
este libro, Que levante la mano la guitarra, ahora en su sexta edición, con un nuevo prólogo de
Víctor Casaus y un epílogo de Silvio, libro que inaugura la Colección A guitarra limpia de las
Ediciones La Memoria del Centro Pablo de la Torriente Brau, y que se ha vuelto
imprescindible para acer-carse a su vida y su obra.
Entonces éramos un grupo de jóvenes estudiantes de la Uni-versidad en la década de los 60, y
estábamos tratando de apo-derarnos del mundo por asalto, vivíamos en un permanente estado de
euforia y efervescencia cultural; la Universidad era un hervidero donde se cocinaba el último
libro de Sartre, el nuevo ensayo de Marcuse, el estructuralismo de Levi-Strauss, las novedosas
novelas del boom latinoamericano que nos ha-bían revelado a Cortázar, García Márquez,
Fuentes y Vargas Llosa, que eran los profetas de la nueva literatura latinoa-mericana; y los
Beatles, que escuchábamos en ocultas sesiones de verdadero espiritismo musical, mitigaban
nuestra hambre insaciable de lo nuevo.
En ese contexto nació Silvio a la vida musical de nuestro país, y para nosotros comenzó a
desempeñar un papel que teníamos reservado para alguien como él: fue –quién lo duda– el que
dijo las cosas que todos queríamos decir y no decíamos; el que cantó al amor, a la amistad, a los
sueños, al dolor y a la esperanza, como todos queríamos cantar y no cantábamos; el que expresó
como nadie la pasión revolucionaria, el llanto por los héroes, la indeclinable búsqueda de la
belleza y la verdad en aquellos años duros y magníficos, como todos queríamos expresar, y no
sabíamos. Silvio era nuestro hermano de afanes, angustias y alegrías: era una suerte de profeta
de nuestra generación.
Sí: ya lo sé. Cuando comenzamos a hablar de «nuestra ge-neración», como me decía hace
unos días un amigo, es señal de que nos estamos poniendo viejos y que comenzamos a uti-lizar
el nombre colectivo para protegemos de la erosión del tiempo. Porque en aquellos años, «la
generación» era una vaga y lejana categoría sociocultural: nosotros vivíamos un eterno presente
con rasgos de futuridad. Y repetíamos el verso de Gelman como un exorcismo: «¡Mi Dios!, qué
bellos éramos, cantando finalmente». Y las canciones de Silvio eran nuestro alimento cotidiano.
De estos años también es el segundo recuerdo que quiero compartir con ustedes: Roque
Dalton, el inolvidable poeta y hermano salvadoreño, escribió un libreto de televisión acerca de
la historia de su familia –pariente cercana de los hermanos Dalton norteamericanos, famosos
bandoleros del Oeste–, y me pidió que yo le presentara el programa, y a Silvio que co-mentara
musicalmente las escenas, como un juglar omni-presente.
No voy a comentar las peripecias de aquel programa que se trasmitió en vivo (entonces no
existía el video tape) y que fue-ron muchas y verdaderamente hilarantes, y que seguro Silvio
recuerda, sino solo lo que nos ocurrió cuando tomamos un taxi en el que Roque recogió a Silvio
primero y después a mí. El taxi bajaba por 21 y al llegar a la esquina de M, a la altura del Hotel
Capri, un grupo numeroso de hippies se había tendido en el suelo frente al hotel; el tráfico se
detuvo y de repente se aparecieron unos carros-jaula de la policía. Roque sacó medio cuerpo del
taxi y gritaba: «No les vayan a dar, no les vayan a dar». Y se reía con aquellas carcajadas que lo
hacían inol-vidable. Lo que hizo la policía fue agarrar a los hippies por las axilas y los pies y
depositarlos en los carros. Allí estuvimos hasta que la operación se terminó.
He mencionado a Roque, porque me parecía que era necesario convocarlo también a él para
que estuviera hoy aquí, compar-tiendo con nosotros su famosa aspirina del tamaño del sol, en
esta fiesta de la poesía y la amistad que se suma a la fiesta mayor de los 60 años de Silvio.
Pero no voy a abrumarlos con otras anécdotas que de alguna forma he compartido con Silvio:
ellas son el fondo de oro de nuestra amistad. Y como esa palabra está en el centro mismo de la
concepción de este libro que estamos presentando; y como por la amistad que me une a Silvio y
a Víctor es que estoy aquí, emocionado, diciendo estas palabras, quiero terminar dedi-cándole
esta presentación a un amigo.
Tengo una razón: ese amigo fue uno de los autores de este libro que es, como dice Víctor en el
nuevo prólogo, un regalo compartido; tengo una segunda razón: ese amigo era un gran poeta,
gran narrador y mejor ser humano. Si estas dos razones todavía no fueran suficientes, tengo una
tercera razón: ese amigo, aunque ya no está físicamente entre nosotros, también está hoy aquí, a
nuestro lado. Por eso, dedico esta presentación a nuestro hermano, Luis Rogelio Nogueras, a
Wichy, eterna-mente vivo.
¡Que levante la mano la guitarra! ¡Que levante la mano la amistad!
Gracias.
La obra de Silvio: una eclosión de la imaginación
(Palabras del poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau)
Silvio y yo invitamos al Chino Heras (Eduardo Heras León) a hacer la presentación del libro
para darle continuidad a la idea de que este es un libro hecho a partir de la amistad.
En el nuevo prólogo –incluso en el primero probablemente– se habla de un hecho que es
capital: este no es un libro por encargo en el que a dos periodistas se les pide que hablen de una
figura de la música o de la literatura.
No es un libro, tampoco, hecho para ganar algún premio o concurso literario, sino que fue
hecho entre los tres –a tres ca-bezas y seis manos como hemos dicho otras veces– para disfrutar, para compartir la amistad. En aquel momento no había otras razones. Aún no estaban
abiertos los grandes escenarios que Silvio se merecía ni otros espacios para nosotros. Es más,
habían estado cerrados.
De manera que lo hicimos por esa vocación de compartir lo hermoso, como es siempre
compartir la amistad. El hecho de que estemos aquí veintidós años después haciendo una
edición nueva de este libro y presentándolo, es sin dudas un ejemplo y una comprobación de esa
victoria, de la victoria de la amistad.
Si Wichy (Luis Rogelio Nogueras) no está físicamente, ya está aquí en las palabras de
Eduardo. Por eso es que lo invitamos, porque juntos y con la presencia de los familiares de
Wichy y de tantos amigos que están aquí queríamos, precisamente, decirle eso que dice Silvio en
la dedicatoria del epílogo del libro –que no es un epílogo porque lo que hace es abrir
nuevamente el libro.
Es, también, una dedicatoria compartida. El regalo com-partido que anuncia el prólogo del
libro tiene también que ver, en primer lugar, con Silvio en su cumpleaños y también, al mismo
tiempo, es un regalo para la gente que ha creído, confiado, disfrutado, sufrido, amado,
maldecido a partir de las canciones de Silvio en estos años.
Esta ha sido la comprobación mayor de la dimensión de la obra de Silvio, de la cual a él no le
gusta que se hable en público (y casi ni en privado), pero en estas ocasiones no queda más
remedio que hacerlo. No es fácil que un autor de cualquier género artístico se mantenga
interesando, teniendo sus lec-tores o sus oyentes a lo largo de cuatro décadas, es decir, alrededor de cuatro generaciones de personas.
Entre nosotros hay una trovadora que disfruta mucho esa situación que ella también ha
generado, que es Teresita Fer-nández. Cuando uno va caminando por la calle con Teresita la
asalta la gente más insólita y le dice que su hijo, que su nieto, que su sobrino ha crecido oyendo
«El gatico Vinagrito». A ella no le gusta que la identifiquen solo con «El gatico Vi-nagrito» y
en eso tiene razón porque la difusión a veces crea cosas siniestras y alguna gente puede llegar a
pensar que su obra es solo eso, y su obra es mucho más extensa y compleja. Pero bien, a lo que
iba es a eso que sucede con Teresita y con Silvio: durante décadas un joven aquí en La Habana,
en Lima, en Barcelona, en muchos lugares del mundo, se ha interesado por esas palabras, por
esas letras, por esas músicas al principio difíciles y aparentemente inentendibles. No las
entendían al principio y, luego, se han convertido en himnos para muchas gentes en la vida. En
himnos y no solo en himnos –aunque a veces estos son importantes–, sino también en motivo de
re-flexión que es tan importante como los himnos.
A esa continuidad de la obra de Silvio, a ese poder de decir, que está también presente en la
imaginación de otros autores no solamente en Cuba sino en otros países, es que dedicamos esta
presentación.
Hace unos días cuarenta trovadores cubanos en el patio del Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau, cantaron cada uno una canción diferente de Silvio y eso demostró, también, qué
difícil es seleccionar dentro de una obra tan intensa y tan amplia una canción para compartir esa
tarde con Silvio.
Una trovadora, Rita del Prado, nos escribió desde Colombia que había visto la lista de los
trovadores que iban a participar y que ninguno había escogido la canción que ella habría
seleccionado si hubiera estado en Cuba por esos días. Ella prometió cantarla y la cantó en
Medellín ese día a la misma hora en un espectáculo que tenía programado.
Esto lo digo para reafirmar que la obra de Silvio es intensa e inmensa y que para eso, para que
se le conozca mejor, hemos hecho esta nueva edición del libro, tan amplia y útil en el tipo de
distribución que va a tener, cosa que no tenía este libro desde hace años.
Silvio nos ha enseñado muchas cosas; algunas se mencionan en el libro, otras, obviamente, en
sus canciones, que es donde primero están y eso también debemos agradecérselo. Entre ellas,
una frase que nos dijo cuando hicimos este libro: «donde hay hombres no hay fantasmas».
Creo que, ratificando esa idea a lo largo del tiempo, ahí está la continuidad de Silvio en su
obra, en su actitud y en su com-promiso. Silvio nos ha enseñado en sus canciones que la historia
no es una sucesión de efemérides –algunas triunfantes, otras luctuosas– sino que es algo mucho
más importante, más hondo y que por ello merece la atención más profunda de los creadores, los
autores, los poetas: es decir, ver la realidad con la comple-jidad que nos enriquece a todos y no
con el facilismo que nos empobrece a todos.
A esa eclosión de la imaginación que es la obra de Silvio, queremos dedicar esta nueva
presentación de Que levante la mano la guitarra.
Gracias.
Una edición para Wichy
(Palabras del trovador Silvio Rodríguez)
Ustedes saben que no es mi fuerte esto de empezar a sacar palabras de la cabeza, de las tantas
que se me ocurren, y en estos breves espacios escoger las que dirían, con más exactitud, todo lo
que uno piensa. Pero un poco metiendo la mano al azar menciono que me agradó muchísimo
que Iván Gerardo Campanioni, a quien hacía décadas que no veía, un gran poeta de esta
generación, que menciono porque se lo merece y no porque tenga sesenta años, me saludara
unos instantes antes de comenzar esta presentación.
Él fue uno de los poetas que se reunían alrededor de El Caimán Barbudo, aquel primer
Caimán, y estuvo en aquel tan citado homenaje Teresita y Nosotros, que fue, efectivamente, el
primer recital en el que participé –solo o en colectivo– des-pués de desmovilizarme de las
Fuerzas Armadas. Luego hice muchos otros allí en la salita de Bellas Artes, pero al primero que
fui invitado, y esto tiene gran significación, fue para este convocado por los autores de El
Caimán Barbudo, que algunos de ellos eran ex compañeros míos de otra aventura literaria y
artística que había tenido muchísimo más joven cuando integré las filas de la revista y el
semanario Mella.
Yo también dediqué a Wichy estas palabritas que hice muy rápidamente para el final del libro
y es hermoso ver que todos coincidimos en lo mismo porque Wichy es el ausente. Pero, para los
que lo conocimos es más que el ausente; es un amigo entrañable y un hombre que con su
lucidez y su brillantez intelectual, con su carácter jovial, fraterno, maravilloso, nos persigue, nos
acompaña a todos por igual en la memoria y a veces hasta en los actos cotidianos.
Hemos comentado, a todos nos ha pasado, que en algún momento lo vemos, o recordamos
cosas que él dice o en esta situación Wichy diría o Wichy haría. Eso es algo que cons-tantemente
nos sucede, por eso está entre nosotros y no es raro que nosotros hayamos coincidido, sin
ponernos de acuer-do, en dedicar el más reciente esfuerzo relacionado con este libro a su
memoria.
Víctor decía que en el momento en que se decidió hacer este libro todavía yo no tenía los
espacios que, según él, merecía o merezco. Es bastante cierto, porque la verdad que hacer un
libro sobre mí en el momento en que decidieron hacerlo más que un aval en el ámbito de la
cultura podía ser una especie de maldición. Incluso, cuando me propusieron esta idea yo me
quedé maravillado y no sé si en algún momento les dije: ¿us-tedes están seguros en lo que se
van a meter?
Ya existía un antecedente y quiero mencionarlo aquí porque no es ocioso y además porque es
un nombre que, al menos a mí, me regresa una y otra vez, que es el de Eduardo Castañeda, un
compañero de nuestra generación, que fue dirigente es-tudiantil y que por los avatares de
entonces cayó castigado en la Isla de la Juventud construyendo (estuvo durante todo el período
de construcción) la presa Vietnam Heroico, y cuando terminó ese trabajo regresó a La Habana y
comenzó a trabajar en el Instituto del Libro cuando se estaba fundando. Él fue el fundador de la
Editorial Pluma en ristre y recuerdo que uno de los primeros libros que propuso a esa editorial
era una an-tología de mis canciones. Esto fue en una época muy tem-prana, es decir antes de
que me fuera en el Playa Girón, o sea, tiene que haber sido entre 1968 y 1969.
Realmente era todavía más osadía plantearse en esos pre-cisos momentos un trabajo de
divulgación de mi obra porque en esos momentos yo era una persona –como se ha dicho y
también magnificado quizás demasiado– que estaba muy cues-tionada por algunos.
Me acuerdo que se hicieron hasta las pruebas de galera; fue un libro en que se adelantó
muchísimo. Revisé las pruebas de galera y las tuve en mi poder durante muchos años después
de haberse frustrado aquello.
Se hizo también un pequeño disco que tenía dos canciones por cada lado y se grabó en la
EGREM porque era un libro con un disco. Hasta desde el punto de vista editorial era pio-nero,
pero muy pionero, de algo que se ha hecho después al cabo de las décadas. Todo eso fue idea de
Eduardo Castañeda y, lamentablemente, por diversas razones, por problemas de lo que fuera, él
murió, se quitó la vida, y al desaparecer Eduar-do desapareció la posibilidad de hacer aquel
libro.
Las personas que tomaron la continuidad de aquel trabajo silbaron y miraron en otra dirección
y aquello desapareció por completo. Nunca nadie más me habló de esa posibilidad. Años
después fue que Víctor y Wichy me hablaron de hacer Que levante la mano la guitarra, que en
inicios no se llamaba así.
Se trataba de hacer un libro con mis canciones y que tenía que tener entrevistas y reflexiones
porque, justamente, por haber sido una persona cuestionada –no solo yo, sino otros compañeros
de generación con los que estaba haciendo el libro– nos parecía bueno que nos pronunciáramos,
que habláramos, que dijéramos nuestras opiniones sobre el mundo, nuestro compromiso con el
arte, con nuestra vida, con nuestro país… en fin, cómo nos situábamos nosotros en la existencia.
Por eso este libro tiene tanto de reflexivo.
Nada más que agradecer a Víctor una vez más, a Wichy, al querido Chino Heras, al Instituto
del Libro, al Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, haber editado este libro y, sobre todo,
que se haya conseguido que se venda exclusivamente en moneda nacional: esto es lo que
realmente a mí más me gra-tifica.
Muchas gracias a todos.
TV A GUITARRA LIMPIA
El programa de televisión A guitarra limpia surgió a partir de un acuerdo de coproducción entre
el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau y Cubavisión Internacional. Concebido y escrito
por el trovador Ariel Díaz, quien fue también conductor junto a la cantante y actriz Amanda
Cepero, contó con la di-rección de Carlos Puelma y la asistencia de Ginette Errasti.
El espacio tenía como objetivo difundir el trabajo de los tro-vadores a través del proyecto A
guitarra limpia y utilizaba material fotográfico y audiovisual que el Centro Pablo había
acumulado durante casi una década de existencia.
Con una duración de 27 minutos, cada programa giraba en torno a un trovador invitado y tenía
además varias secciones, como Epicentro, donde se daban a conocer las otras actividades del
Centro Pablo, y El Fonógrafo, con materiales de los archivos de la Televisión cubana que tocan
el tema de la trova.
La primera emisión salió al aire en junio de 2005. A partir de entonces se transmitieron 63
programas con numerosos tro-vadores, desde muy jóvenes como Samuell Águila, el Dúo Karma
e Inti Santana, hasta los más conocidos como Teresita Fernán-dez, Silvio Rodríguez, Vicente
Feliú y Frank Delgado.
El espacio salió del aire poco más de un año después, debido a las contradicciones
conceptuales entre las partes que lo co-producían.
A GUITARRA LIMPIA EN LA RED
El proyecto A guitarra limpia tiene desde hace algunos años su espacio propio en la Red.
Haciendo clic sobre www.agui-tarralimpia.cult.cu, los amantes de la trova cubana acceden a
abundante información (textual, gráfica y audiovisual) de los conciertos que, de manera regular,
tienen lugar los últimos sábados de cada mes, desde 1998, en el patio del Centro Pablo. Se trata
de, no solo resguardar, sino también compartir la memoria del espacio.
Desde la página de inicio, los usuarios encuentran las no-ticias reunidas en las secciones Para
escuchar este mes, A pie de página y Alrededor de la guitarra, todas vinculadas con el universo
de la trova. Asimismo, Dos canciones para ti les per-mite descargar el audio de dos de los
temas del más reciente concierto A guitarra limpia; y otro tanto, pero con fragmentos
audiovisuales, propone Ven y mira.
El sitio ofrece acceso directo a la descarga del último con-cierto en formato de video
comprimido, así como a todas las opciones multimedia. Además, promueve el espacio Puntal
Alto, destinado a los más jóvenes valores de la trova cubana.
EN LA CENTRAL DIGITAL DE LA SGAE
Desde mediados del año 2007 el catálogo discográfico del Centro Pablo disfruta de las ventajas
promocionales que le ofrece La Central Digital (www.lacentraldigital.com) de Portal Latino
(www.portalatino.com), división de la Sociedad General de Autores y Editores de España
(SGAE).
El anuncio coincidió con el concierto que ofrecieran, durante el Cubadisco 2007, en el patio
de las yagrumas, los domi-nicanos Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez, el sábado 26 de
mayo.
Darsi Fernández, delegada de la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE)
en La Habana, afirmó en aquella ocasión que «este acontecimiento es un gran paso de avance en
la difusión de la trova cubana» y subrayó que ha sido un gusto trabajar de manera coordinada
con el Centro Pablo, institución que «gracias a las grabaciones de los más de ochenta conciertos
efectuados ha logrado ir poco a poco recopilando la memoria sonora trovadoresca
contemporánea cubana».
Por su parte, el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro Pablo, agradeció el apoyo
de la SGAE a este trabajo y recordó que la difusión es sumamente necesaria para los jó-venes
trovadores cubanos.
PROYECTOS HERMANOS
PUNTAL ALTO
En diciembre de 1999, los trovadores Samuell Águila e Ihos-vany Bernal y la productora
Claudia Expósito presentaron al Centro Pablo de la Torriente Brau el proyecto de Puntal alto,
cuyo objetivo principal es promover la obra de los creadores más jóvenes. Ocupó entonces la
Sala Majadahonda, aunque luego extendió también sus presentaciones a otras sedes que fueron
surgiendo en la ciudad.
Al festejar el primer año del espacio, en el 2000, Víctor Ca-saus dijo:
«Los puntales sostienen las cobijas que nos resguardan de las inclemencias del tiempo y del
espacio; son, a la vez, asta y árbol que tiende a buscar el sol entre la bruma pasajera o la lluvia
interminable. Los puntales son también banderas para desplegarlas sobre las canciones y sobre
las guitarras, recor-dándonos que también de esas maderas impredecibles está construido el
bicho humano que somos, esperanzado e imper-fecto, grandiosamente pequeñito en el universo
que habita pero eternamente creciente en los sueños que le nacen, a cada rato, mientras ama,
camina, conversa o rasga sobre un papel o sobre una cuerda tensa.
»Por todas esas cosas y por otras que ya dirán los amigos y las amigas de hoy y de mañana es
que vamos a festejar el primer aniversario de Puntal alto: es decir, puntal elevado y crecedor,
hecho con la pasión de los locos y con la cordura de la inteligencia y la sensibilidad, esa extraña
mixtura de ele-mentos que ha producido muchas de las mejores cosas de las que podemos
sentirnos orgullosos los bichos humanos que somos.
»Que se levante el puntal, guitarra limpia en mano, para brindar y para decir lo que somos y
lo que queremos. Para eso estamos y estaremos aquí.»
UN HOGAR VIRTUAL LLAMADO TROVACUB
El proyecto A guitarra limpia está hermanado, de alguna ma-nera, con un espacio paralelo,
solidario, que tuvo sus raíces entre varios amigos mexicanos y se extiende por una autopista
virtual. Trovacub es la idea original de un grupo maravilloso (Maryel Mendiola, Gaspar Tena,
José Martín Pepe Sulai-mán…) que, al mismo tiempo, crean otro portal para apoyar también la
difusión de la trova mexicana, Trovamex. A ellos se sumaron el también mexicano Martín
Martínez, la vene-zolana Mariana García y la argentina Diana Furlani… y mu-chos más que,
desde cualquier rincón de América Latina y el mundo visitan los sitios web que promueven lo
más diverso –generacional y estilísticamente– de la trova cubana.
Incluimos en este volumen, como una muestra más de nues-tra gratitud a los hermanos de
Trovacub, una versión de sen-das entrevistas publicadas en marzo y abril de 2007 en los
boletines electrónicos Memoria, no. 88 y 89, respectivamente. Las protagonistas: Mariana
García (Venezuela) y Diana Fur-lani (Argentina). Ellas «dialogaron» –correos electrónicos mediante– con la periodista Estrella Díaz, quien indagó sobre los orígenes de ese importante sitio
para la promoción de la canción pensante hecha en Cuba, los logros más importantes y el futuro
de esa iniciativa.
¿Cómo y por qué nace Trovacub?
Mariana: La preocupación inicial fue encontrar vías de di-fusión al trabajo de un número
importante de trovadores de gran calidad artística y humana, de los que era muy difícil tener
noticias fuera de Cuba. En este sentido, de lo que se tra-ta es de difundir y compartir los aportes
de la trova cubana a la cultura y al disfrute, ampliando horizontes para todos.
Diana: Con la idea de difundir a través de Internet la obra de Silvio, Pablo, Noel, Vicente y
otros trovadores cubanos que le han sucedido a los fundadores de la nueva trova, comienzan a
trabajar en la creación de páginas web dedicadas a los mis-mos, unificándolos en una dirección
en donde se los pudiera encontrar a todos.
Mariana: El proyecto fue siempre concebido como un aporte, nacido desde el gesto simple,
desde el voluntario compromiso y el disfrute, que nunca hemos planteado individual, sino colectivo. También desde la amistad y el reconocimiento a instituciones como el Centro Pablo de
la Torriente Brau, que dirige Víctor Casaus, y a espacios como A guitarra limpia.
¿Cómo te insertas en Trovacub?
Mariana: Me incorporo desde Venezuela, luego de coincidir con Maryel, Gaspar y Pepe en el
Seminario Internacional de la Trova Cubana, que dictó la Universidad de La Habana por
iniciativa de Silvio Rodríguez en julio de 2002, en el que par-ticiparon figuras como Compay
Segundo, Jesús Gómez Cairo, Sergio Vitier, Lino Betancourt, César Portillo de la Luz, Te-resita
Fernández; por supuesto, Silvio Rodríguez, Vicente Feliú, Noel Nicola, entre tantos otros. Fue a
partir de ese Seminario que empiezo a participar, ya con algunas inquietudes y aportes
concretos, en Trovacub. Empecé con la página de un trovador amigo de Las Tunas, Norge
Batista, y luego siguieron las pá-ginas de Ihosvany Bernal, Fernando Bécquer, Erick Sánchez,
Leonardo García y William Vivanco. Colaboré también con una página tributo a Compay
Segundo, junto a Maryel Mendiola, y ahora mi colaboración es desde el portal de noticias, junto
al mejor equipo: Diana Furlani.
Diana: Me incorporo en el 2003 por invitación de Maryel, con quien teníamos una relación
previa de amistad. Ella, co-nocedora de mi admiración por Santiago Feliú, me invita a sumarme
a Trovacub y a hacerme cargo de la página de Santi. Actualmente trabajo en algunas páginas y
sobre todo en el Boletín y Portal de Noticias de Trovacub.
¿Puede considerarse Trovacub una red para promover so-lamente la trova cubana?
Mariana: De hecho, nace con ese sueño. En el desarrollo del trabajo empezamos, sin embargo,
a cuestionarnos muchísimas otras cosas más. Trovacub nos ha servido de nutriente y de escuela
a nosotros mismos. Al tiempo de desarrollar el portal de noticias desarrollamos páginas
personales de los trova-dores. Fruto de esa labor ya existen 43 páginas en total: 31 dedicadas a
trovadores cubanos; una dedicada a Víctor Casaus; una al Centro Pablo de la Torriente; una a
Compay Segun-do; una al Boletín Mensual de Música cubana que elabora Joaquín BorgesTriana; una al artista de la plástica Eduardo Roca Salazar; una al productor, documentalista y
compañero de Trovacub José Martín Sulaimán; dos páginas a los fotó-grafos Iván Soca Pascual
y Alain Gutiérrez; una de solidaridad con los 5 cubanos presos en los Estados Unidos; dos
portales de noticias y un boletín de información. Empezamos con tro-vadores que son un gran
referente de la trova cubana, y que tienen desde hace mucho un trabajo consolidado y
reconocido internacionalmente como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, nuestro siempre
recordado Noel Nicola, Vicente Feliú, entre muchos otros grandes maestros y amigos. Pero
además de ellos, como corriente sin freno, los acompaña una marejada de jóvenes trovadores
con infinidad de propuestas y trabajos, que tienen otros mensajes cantados, musicados: un
trabajo que exponer.
Tampoco hemos querido limitarnos solo al trabajo en La Habana y tratamos de difundir
propuestas desde Santiago, Las Tunas, Santa Clara y otros sitios. Esta iniciativa, que surge
privilegiando la necesidad de difusión que para nosotros tiene la trova cubana en otros países
del mundo, no es de ma-nera alguna caprichosa.
Asumimos, a partir de esos hechos concretos, la necesidad de apoyar el trabajo de muchos
creadores, independientemente de su sitio de origen, porque es necesario promover un modelo
cultural alternativo generado por la gente y porque entendemos que hay problemas comunes y
que la nuestra no debe ser una actividad auxiliar, o como apadrinando iniciativas, sino enmarcada quizás en ese proyecto humanista de quienes enten-demos la cultura como el corazón
mismo de los pueblos.
Diana: Si bien Trovacub nace como producto del amor y la ad-miración hacia la trova cubana,
también promovemos la realidad y la cultura cubana en general, en solidaridad con el pueblo de
Cuba, y como un pequeño aporte a la lucha contra la injusticia del bloqueo.
Además, con el tiempo, a través del Portal y el Boletín de Trovacub, nuestros esfuerzos se han
dirigido a toda Latinoa-mérica, tomando siempre como eje la trova y solidarizándo-nos con las
luchas sociales de nuestros pueblos hermanos.
Mariana: Trovacub, en tanto portal de noticias, tiene dos grandes ventanas a la información:
Trovacub.net, referido exclusivamente a noticias de la trova cubana, y Trovacub.com, en la que
incorporamos información sobre otros países.
¿Cuáles consideras son los logros más importantes de Trovacub?
Mariana: El principal, creo, es que precisamente han sido más los logros que los tropiezos, y
eso sorprende felizmente. Ha habido ataques a las páginas, pero eso también es normal en un
medio como Internet. No sé, pienso que lo que nos llena de más gratitud es que el portal y sus
tantas páginas parece que se han ido convirtiendo de a poco en un referente, uno más. Que
hemos llegado así a un número importante de lectores y usuarios, en base a un trabajo que está
siendo labrado desde distintos sitios de nuestro continente, para nuestra alegría.
Pero lo más importante son siempre cosas más básicas y fundamentales, que nos empeñamos,
tercos, en rescatar: el intercambio de información, la discusión de temas como la industria
cultural y todos sus enjambres, el problema del texto en la canción, que magistralmente
explican, por ejemplo, Pa-tricio Manns y Manuel Monestel en sus escritos. A mí en lo personal
una de las cosas que me parece más importante del trabajo es que ha brindado espacio,
precisamente, al cues-tionamiento y a la discusión teórica sobre la creación artística como hecho
social.
Luego, más allá de eso, las páginas en Trovacub creo que son respuestas a realidades bien
concretas: que la cultura llegue a todos, más que una consigna es una necesidad, pero para ello
hay que romper moldes y patrones largamente es-tablecidos. Si para ello los creadores tienen
que recurrir, como de hecho sucede en todos nuestros países, a la reinvención de nuevos
patrones culturales, con producción artesanal de dis-cos, con promoción directa o por canales
alternativos, con di-fusión libre, con creación de nuevos espacios para la gente, esas empiezan a
ser tareas concretas a las que se han venido sumando convencidamente más personas. Son
cambios po-sitivos y los resultados han sido muy alentadores.
Diana: El logro más visible son las más de 40 páginas creadas, fruto de horas de trabajo
desinteresado, visita obligada para todo aquel que busca información con respecto a la trova
cubana, y que cuenta incluso con el apoyo de los mismos trovadores y trabajadores de la cultura
cubana. Pero más importante aún es que Trovacub ha trascendido fronteras ten-diendo puentes
de encuentro, y además se ha convertido, casi sin darnos cuenta, en un portal cada vez más
consultado y reconocido no solo como referente de la trova cubana, sino tam-bién
latinoamericana.
Mariana: Ha permitido una comunicación que antes no existía y que en cualquier momento
podría devenir, si es que ya no ha dado sus primeros pasos, en una suerte de red cultural no solo
entre trovadores sino también entre diversos portales, todos muy importantes y que también se
dedican a la difusión de una cultura alternativa: Centroamericanto, Cultura en Movimiento,
Cultura Libre, Chileradio, Argentrova, Trovadores.net, solo por citar algunas de las muchas
otras páginas amigas que de-sarrollan un inmenso trabajo que todos agradecemos.
Nosotros desde Trovacub intentamos reforzar un mensaje que tiene muchas voces, en defensa
de lo pluricultural, lo diverso, por los derechos humanos, por la justicia social, por la memoria
histórica, por el medio ambiente, por la autodeterminación de los pueblos, por la identidad y la
participación, por la integración latinoamericana. Es decir, todo un abanico de temas que logramos identificar con propuestas musicales y artísticas.
Otro de los logros es que aun siendo la trova el punto medular de nuestro trabajo, hemos dado
cabida a otros géneros y también a otras manifestaciones de la cultura como la literatura, el teatro, el cine, la fotografía, y las artes plásticas. Y aún –y a diario– siguen naciendo nuevas
inquietudes y proyectos, así que, corrijo, esos continuos nacimientos serán siempre el mayor
logro.
Personalmente, ¿qué ha significado formar parte de Trovacub?
Diana: Ha significado tener que estar constantemente infor-mada y actualizada acerca del
mundo de la trova y del acontecer cubano en general, por lo cual he reafirmado mi afecto y solidaridad hacia el pueblo de Cuba y la Revolución cubana. La posibilidad de profundizar,
compartir, relacionarme e inter-cambiar experiencias, y conocer las distintas manifestaciones de
artistas, trovadores y amigos, no solo de Cuba, sino de dis-tintas partes del mundo. Muchas
satisfacciones debido al re-conocimiento que genera nuestro trabajo, siendo la principal asistir,
junto con Mariana, al Encuentro Internacional contra el Terrorismo, que se celebró en 2005 en
La Habana, en repre-sentación de Trovacub.
En fin, ha significado un crecimiento y enriquecimiento co-mo persona. Pero sobre todas la
cosas, un compromiso diario, sabiendo que nuestro trabajo es un granito de arena más, pero que
vale la pena porque estamos convencidos de que un mundo mejor es posible.
Mariana: Te lo respondo, breve, con letra prestada de [Daniel] Viglietti: «nuestra certeza
porfiando en el alma».
PRENSA
Durante los diez años transcurridos desde que nació A guitarra limpia, los conciertos de Muralla
No. 63 han encontrado di-fusión en varios medios. El boletín electrónico Memoria ha recogido,
en sus más de 100 ediciones, el testimonio de esos conciertos. Es imposible incluir todas las
notas, reseñas, en-trevistas y otros aportes salidos a la luz en este tiempo. Publi-camos una
selección y versiones de algunos de esos textos.
Por todos los caminos... cantores villaclareños1
Por Joaquín Borges-Triana
No sé si porque el pasado sábado 23 tenía una disposición de ánimo particularmente arriba
gracias al reencuentro que sos-tuvimos los antiguos trabajadores de la revista Alma Mater, a
propósito del 80 cumpleaños de la publicación, y que me permitió volver a compartir por un
rato con viejos amigos, recordar a otros ausentes y, en fin, evocar una de las mejores etapas de
mi vida, tengo la impresión de que en horas de la tarde de ese día asistí a uno de los conciertos
más logrados entre los tantos a los que he concurrido durante el presente año. Me refiero a la
reciente emisión del ya indispensable espacio que es A guitarra limpia y que en esta ocasión nos
permitió disfrutar de los decires de tres trovadores llegados a La Habana desde Santa Clara: los
cantautores Leonardo García, Alain Garrido y Diego Gutiérrez; nombres que, pese a ser casi del
todo desconocidos por el gran público consumidor de música en nuestro país, son de obligatoria
mención a la hora de hablar de las principales voces de la Canción Cubana Contemporánea,
movimiento ideoestético que día a día se va consolidando aunque sea a contracorriente de la
industria discográfica y de los me-dios masivos de comunicación.
Puede ser que para sus moradores la capital villaclareña sea algo cotidiano. Y la cotidianidad a
veces no nos deja ver la ma-ravilla. Justamente como maravilla uno debe calificar a Santa Clara
y a su gente, de la cual forman parte un numeroso grupo de jóvenes cantores. Cualquier analista
de lo que está pasando hoy en Cuba en el reino de los sonidos ordenados, sabe que en dicha
ciudad del centro del país encontrará uno de los fenó-menos más llamativos de lo que en la
actualidad acontece entre nosotros en el ámbito trovadoresco. En esa suerte de Meca o de Belén
que desde la segunda mitad de la década de los ochenta ha devenido Santa Clara para los
trovadores, y que sobrevive en su cotidianidad, empeñada en decir «en cuanto a cantautores, no
todo lo he dicho todavía», es donde nacieron, crecieron y se han desarrollado como artistas
Leonardo, Alain y Diego.
Armados con sus guitarras y una determinada poética que los singulariza en el conjunto de sus
colegas de profesión, en este concierto celebrado en el Centro Pablo y que llevó por título Por
todos los caminos (a partir de una composición ho-mónima de Diego Gutiérrez), ellos volvieron
a apostar por enarbolar las banderas de la canción pensante y por la con-servación –aun en
tiempos nada favorables desde el prisma comercial– de un género pletórico de autoctonía e
indispen-sable para el logro de los caros fines de la masividad en el dominio de la cultura. El
recital también sirvió para corro-borar que existen varias peculiaridades que caracterizan el
quehacer de los trovadores en Santa Clara. En sentido general, mientras escuchaba la propuesta
de estos tres creadores en el patio de Muralla 63, como ya me ha sucedido en otras oportunidades, experimenté la sensación de que hay determinados rasgos comunes entre lo que están
haciendo Leo, Diego, Alain, los de Enserie..., cada uno con sus especificidades, pero a la vez
con elementos que los identifican como núcleo creativo. Sobre todo, percibo que en el grupo
prevalece un marcado acento lírico como signo distintivo de su quehacer, en el que el tema
social no se trabaja en un primer plano, sino que pasa a ser el trasfondo de las historias
personales contadas y can-tadas por estos artistas.
En el capítulo de los rasgos comunes, cabe incluir que ellos no se caracterizan por ser
compositores de temas «arriba o adelante», como quiera que le llamen. Hacen algún que otro
son, pero en lo fundamental resultan autores de canciones, lo que no significa que renuncien por
completo a los aires mar-chosos, como lo demuestra en particular la obra de Alain Garrido. A
dicha peculiaridad habría que añadir que todos tienen extremo cuidado con el trabajo
guitarrístico, proyec-ción en la que sobresale en especial Leo, quien se apoya en sus
conocimientos de guitarra clásica y en el lado lírico de las melodías para diseñar
acompañamientos en el instrumento de las seis cuerdas que, por sí solos, poseen valores para
fun-cionar como pequeñas piezas independientes. Asimismo, una cuestión que llama mi
atención viene dada por el hecho de las frecuentes alusiones a textos literarios, que evidencian el
alto nivel de formación e información artístico-cultural de estos cantautores (que dicho sea de
paso son graduados universitarios de diferentes carreras), con influencias que van desde clásicos como Vallejo y Borges, hasta de destacados poetas vi-llaclareños como Edelmis Anoceto,
Yamil Díaz, Arístides Vega o Pedro Llanes, aspecto en el que se destaca Diego Gutiérrez.
Como concierto, Por todos los caminos sirvió para com-probar que la más reciente promoción
de cantautores cubanos de conjunto vive un momento de madurez y entre ellos hay varios con
una propuesta artística de altísimo rigor estético, de manera lamentable (por no perder la
costumbre) no tomados en cuenta ni por nuestros medios de difusión ni por las dis-queras
locales o las foráneas afincadas en la Isla y allende los mares. Así pues, como expresara Samuell
Águila en las pa-labras de presentación al catálogo del recital: «Mientras la calma no abunda y
los mercantiles tiempos sobreviven, el Cen-tro Cultural Pablo de la Torriente Brau sigue
apostando por este canto: Leonardo García, Diego Gutiérrez y Alain Garrido son parte de ese
mar de nuevas voces que llegan y así andan sabiendo que se tiene que vivir siempre en el intento
de mejorar y mejorarnos.»
Lázaro García: la trova es un género que cautiva corazones2
Por Estrella Díaz
Noel Nicola, Augusto Blanca, Sara González, Vicente Feliú, Liuba María Hevia, Miriam
Ramos, Marta Campos, Heidi Igualada, Silvio Alejandro, Ariel Díaz, Inti Santana, Diego Cano,
Rita del Prado… son, sin dudas, nombres que se asocian a lo mejor de la trova cubana de estos
tiempos. Verlos haciendo sus propios con-ciertos no es nada raro, pero «sentirlos» como público
sí me hizo recordar un refrán repetido hasta la saciedad por mi abuela, la más española entre
todas las españolas: «no hay peor astilla que la del mismo palo». Además, la noche amenazaba
lluviosa y los «carnavales» (esas fiestas populares que convocan a un sector de la población
habanera) constituían dos elementos que podían conspirar.
En eso pensaba el pasado sábado 8 cuando, poco después de las seis de la tarde, en el patio del
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, el trovador cienfueguero Lázaro García dio inicio a
su concierto Carta de provincia, presentación que cons-tituyó al menos para mí más que una
sorpresa, una lección.
Luego de concluido el concierto y aún en medio de los abrazos y las felicitaciones
conversamos con el músico porque al inicio escuchamos al poeta y cineasta Víctor Casaus,
director del Centro Pablo, afirmar que este «era su primer concierto en la capital».
«Sí, así es y he estado muy nervioso; me es más fácil hacer un concierto fuera de Cuba. Uno
está en Cienfuegos y va a las jornadas de la canción política, festivales, pero esta responsabilidad de tener un programa completo de más de 20 canciones me puso en bronca con
mis nervios, pero bueno, hubo una respuesta muy linda. Me salvaron las canciones y los amigos.
Me siento feliz porque creo que saldé una deuda con el Centro Pablo, con este pedazo de
Habana tan lindo, tan reconstruido y, aunque quedan cosas, precioso. Parece ser que la
antigüedad esperó por mí para que rejuvenecié-ramos y me siento extremadamente satisfecho de
lo que he vivido hoy.»
¿Algo nuevo en preparación?
Sí, siempre uno está haciendo algo, aunque no al ritmo de los primeros años, pero hay temas
que hacer y cosas a las que cantarle. No me siento cansado, lo que sucede es que ahora cuido
más del acabado de la obra. Cuando tenemos 20 años nos lanzamos a hacer de todo sin pensarlo
mucho. También es que estoy muy metido en la producción musical discográfica más que en la
composición.
¿Más cauteloso?
Claro, porque a uno lo conocen; sabes que te están midiendo, comparando las calidades de los
textos, de la música y hay que cuidarse porque lo más terrible es, después de viejo, hacer
ridiculeces.
¿Qué de especial tuvo el público?
Me he sentido como en casa, tal vez ellos me ayudaron a que este concierto tuviera este final
feliz porque me inspiraron confianza. Me recordaron épocas en que hacíamos esto entre
nosotros mismos. El concierto fue como una reunión familiar donde me sentí cómodo. Además,
entre otros, estaban Dieguito Cano, Inti, Ariel, Heidi, Rita… todos trovadores jóvenes y eso me
alegró. Creo que, aunque no nos consideremos padres de esa generación, sí es hermoso que
exista un hilo conductor. Estamos desde distintas generaciones defendiendo los mismos valores
poéticos, éticos y musicales de la canción cubana.
¿Trovarroco?
Ahí hay otras historias. Descubro a Rachid López; soy el productor de su primer disco en
solitario, después del primer disco de Trovarroco y, francamente, compartir con ese trío es un
acontecimiento de lujo. Solamente eso lo logra el corazón, la amistad, el afecto, un
reconocimiento hacia mi persona que me hace sentir lindamente aplastado. También tuve a
Pucho López al piano, que es uno de los músicos más importantes y a Bandera, ese genial
percusionista, que no tengo cómo agra-decerle. También quiero agradecer de todo corazón al
equipo de trabajo del Centro Pablo.
¿Hoy, trovador feliz?
Felicísimo. Tenía mis dudas en cuanto a cómo iba a quedar esto: ¿corto?, ¿largo?, pero estoy
muy satisfecho, no porque haya ganado mi obra o mi persona, sino porque gané un espacio que
para mí es profundamente querido e importante. A guitarra limpia está logrando cosas que,
supuestamente, parecían per-didas; un patio como este, con este amor, con este calor… eso es lo
que no debemos y no podemos dejar morir.
La trova, ¿pasó?
Eso es una tontería. La trova es un género que cautiva co-razones, no emociones temporales,
ni es moda, ni slogans o consignas. Las buenas canciones de la trova son las que van a quedar y
continuar. Tenemos un relevo asegurado y cada gente le canta a su tiempo con los ingredientes
básicos que son la poesía, su ética, su musicalidad y con respeto a la tradición y a la cubanía que
han fertilizado todo nuestro canto.
Norge Batista: Colgado en la pared3
Por Joaquín Borges-Triana
«En estos tiempos que corren, donde los aplausos inmerecidos desvían la canción hacia los
caminos de la banalidad, es muy difícil hacerse llamar cantor. Significa erguirse ante quienes
intentan imponer el espejismo de validar lo mediocre como cultura. Y uno de esos paladines,
por derecho propio, es Norge Batista. Marcado por huellas de entre lo mejor de la Nueva Trova,
como las de Silvio, Vicente y Pedro Luis, en Norge en-contramos la voz precisa para sus
humanizados textos que interpreta a la guitarra. Si en ocasiones se nos muestra dueño de una
aguda perspectiva filosófica, mientras que en otras es indetenible el aliento criollo que brota de
su canto, las inte-rioridades del amor nos las entrega desde la estatura estética que conmueve
por el espigado vuelo poético de sus canciones.»
El texto antes reproducido corresponde a la nota que Guille Vilar escribiese para el catálogo
de presentación al más re-ciente espacio de A guitarra limpia del Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau y que fuese protagonizado por el tunero Norge Batista. Llama la atención que
con quince años de ca-rrera artística, un par de discos publicados y varias giras al exterior, la
última de las cuales se desarrolló durante el pasado 2003 y fue un intenso periplo europeo que
abarcó España y Suiza, este sea el primer concierto del cantautor en La Habana. Poco ha
importado que para la temprana fecha de 1992, du-rante la celebración de Los días de la música,
evento organizado por la Asociación Hermanos Saíz, Norge fuese escogido como proyecto
nacional de dicha institución. Las cotidianas incon-gruencias dadas en la política (lo correcto
sería decir no polí-tica) promocional de la música entre nosotros y que aún no acaban de
resolverse, son responsables de que numerosos crea-dores residentes en distintas provincias del
país y dueños de una propuesta conceptualmente muy sólida, no hayan contado con la
posibilidad de confrontar su arte de la forma que se merecen con el público de la capital cubana.
Pese a no ser un cantautor que figure entre los más conocidos y a que el día de la presentación
llovió, fue sorprendente el número de asistentes al Centro Pablo, lo cual es resultado de la
sistematicidad en la programación del sitio. Para su debut habanero a lo grande, Batista armó un
recital con alrededor de 15 canciones, la mayoría de las cuales pertenecen a sus dos
producciones discográficas, es decir, Búscame adentro y Algo crece, álbumes que han sido
editados por la compañía española Ayva Música (ya se dan los toques finales para la grabación
de un tercer CD con el propio sello), pero que no han circulado en el mercado cubano, salvo
unas pocas copias distribuidas por Norge para la difusión de su quehacer. Si una palabra pudiera
definir la esencia del repertorio que se escuchó en el concierto Colgado en la pared, pienso que
esa sería ternura. Una composición como «Lucía», poseedora de un muy hermoso texto, así lo
demuestra. Desde su peculiar mirada hedonista, el tono íntimo de la obra del creador es el rasgo
distintivo en la estupenda pieza denominada «Réquiem por la soledad de un ángel», interpretada
en esta ocasión con Heidi Igualada, persona idónea para reforzar el componente de delicadeza
que contiene la cancionística del tunero.
Entre los momentos climáticos de la función estuvo «Bús-came adentro», en compañía de
Samuell Águila, quien con la fuerza de su voz y de su manera de tocar la guitarra le inyectó una
alta dosis de adrenalina a dicho tema. Fue también acer-tada la presencia de los poetas Domingo
Mesa –un tunero decimista ahora radicado en La Habana, pero que en los noventa compartiera
con Norge muchas noches de la Casa del Joven Creador de Las Tunas y que al ser invitado a
leer, dijo su poema «Otra versión de la ausencia»–, y Antonio Borre-go, otro paisano suyo que
con el texto «Discurso de un hombre solo» nos remontó a algunos de los presentes a la década
de los ochenta, cuando esos versos de Toni fueron muy populares en un sector amante de la
literatura. Y es que la obra de Norge Batista está indisolublemente ligada a la de numerosos escritores de su provincia, que han compartido con él venturas y desventuras. Por eso, quiero
reproducir parte de la letra de la canción que dio nombre a su concierto, una función que nos
dejó con ganas de no tener que esperar otros 15 años para verlo actuar en un recital en esta
ciudad:
Estoy en blanco y negro como en fotos del cuarenta. / Estoy como Silvio sin canciones y soy
tu fantasma. / Y la puerta está dolida donde no ha golpeado el mundo. / Donde no ha golpeado
el mundo. / Estoy como Guillermo Tell y aquel dilema / de la manzana en la cabeza.
Estoy tan distante sin amaneceres, sin certezas. / Y la puerta sigue amarga / donde no ha
besado el mundo. / Donde no ha gritado el mundo. / Que estoy como colgado en la pared. / Me
falta luz me amargan las fronteras.
Que estoy tan oscuro ya sin ti, / invierno y no primavera. / Que estoy como colgado en la
pared. / Me faltan Dios el cielo y la escalera. / Que no cambio mi «aldea» por París, / Calle
Colón, siempre que se pueda. / Calle Colón, siempre que me quieras tú.
Isabel Parra: Soy una artista marginal, y creo que siempre lo fuimos4
Por Estrella Díaz
Cuando comenzó a rumorarse que Isabel Parra vendría a Cuba muchos dijimos: eso es noticia,
porque realmente la cantautora chilena, a fuerza de talento, estudio y años de trabajo cons-tante,
ha llegado a ser una de las voces más reconocidas de la canción latinoamericana.
Desde que arribó a La Habana, Isabel ha sido buscada (y encontrada) por la prensa sabedora
de que su texto Ni toda la tierra entera sería presentado durante los días de la Feria Internacional del Libro, y que posteriormente ofrecería un con-cierto único en el Centro Cultural
Pablo de la Torriente Brau.
Hija de Violeta Parra, esa grande de la música de nuestra América, Isabel ha atendido a todos
con una sencillez extrema; muestra evidente es este diálogo que sostuvimos, sentadas en un
muro de San Carlos de la Cabaña, sede de la Feria, una so-leada mañana del presente febrero.
Usted ha dicho que el canto era el idioma de su hogar. ¿Esas son sus evocaciones primeras?
Efectivamente, no puedo dejar de asociar mi infancia, mis primeros recuerdos, a la música.
Por un lado, la vida junto a mi mamá, Violeta Parra, sus ires y venires, su pasión por la música,
su lucha por emprender tareas relacionadas con el arte que ella estaba dispuesta a entregar y
para lo que fue destinada; asunto que ella no sabía.
Fue complicado ese estrellarse con el destino, con las dificul-tades, con la condición de mujer
en una nación subdesarrollada, con el machismo de nuestros países, con maridos que no comprendían, por decir lo menos, lo que ella quería hacer.
Mis hermanos y yo éramos espectadores (no diría tontos, pero casi sí); de niño uno no tiene
idea de casi nada, salvo de que está vivo, que ella es la mamá y el otro el papá y eso era todo.
Con apenas trece años de edad, casi una niña, usted tuvo la dicha de grabar su primer
disco…
No sé si podría decir que la dicha porque en realidad a mí me daba exactamente lo mismo.
Solo fui una hija obediente y lo sigo siendo… Recuerdo que ella me decía: ven a cantar acá,
apréndete esta canción, vamos a grabar este disco, acompáñame; ella era la que tomaba las
decisiones y a mí no me parecía acertado discutir porque yo no podía elegir una profesión y
decir: bueno lo que quiero es estudiar arquitectura.
La frase que yo recuerdo de mi infancia es: «bueno, ya»; resig-nada a ese destino un poco
forzado; no había opción y eso signi-ficaba cantar y darme cuenta de que no lo hacía nada mal.
Era absolutamente dependiente del criterio materno. Después sentí que mi mamá tenía razón
porque en realidad me costó muy poco cantar y grabar. Las canciones las elegía ella: yo re-petía,
pero a mí no me desagradaba en lo absoluto, no sentía que iba en contra de mi vocación.
Recuerdo que cuando llegué a los estudios de grabación, enormes y llenos de micrófonos y
con tremenda parafernalia, cantaba temas de ella o de los que había recopilado en el campo. Con
mucha intuición mi madre nos introducía en ese mundo que iba a ser nuestro y que lo sigue
siendo. Por lo tanto, no estaba nada equivocada.
Usted ha evocado la canción tradicional y todos los Parra parecen estar signados por ella.
¿Cuál es el encanto o, tal vez, la utilidad que cree tiene este modo de expresión?
La que fue a desenterrar esa música tradicional chilena, esa música autóctona, no fui yo, sino
mi madre. Ella volvió al campo donde nació… Al comienzo cantaba canciones mexica-nas para
la radio; esas que interpretaban gente que no tiene idea de lo que hay que decir, que no se
pregunta nada. Entonces, de pronto cambia esa estructura y decide recuperar para Chile y para
ella misma la música tradicional. Es ella la que va a los campos, la que viaja al sur y al norte y
crea sus primeras canciones a partir del conocimiento que va teniendo de esa memoria.
Estudiaba al lado mío y, aunque no quisiera, me aprendía lo que ella estaba cantando. Eso se
incorpora de una manera natural y me sabía todos los textos y las formas mu-sicales; conocía
que en este pueblo se cantaba de esta forma y en el otro de tal manera. Mi madre era como una
enciclopedia que uno la abría y podía consultar de todo.
Para los chilenos yo soy folclorista porque en mi país no se tiene idea de lo que uno es; te
ponen una etiqueta y te quedas con ella para siempre. No soy folclorista, porque para serlo hay
que realizar investigaciones, ir a las raíces. Eso lo hizo Violeta y otras personas que yo respeto y
venero mucho, pero por añadidura me llegó este conocimiento.
Cuando era adolescente sentía que esa música era un poco latera, aburrida, con la misma
estructura, siempre dos, tres tonos, aunque con mucha belleza en la poesía; si se quiere, una
deformación de la copla española… Me decía en mi in-terior: no me voy a dedicar a cantar estas
cosas, pero a la vez no me preocupaba por lo que iba a cantar. Cuando uno es joven anda
buscando y no sabe bien hacia dónde va.
…En medio de esa amalgama, Violeta nos ofrece una iden-tidad; se la da primero a sus hijos y
no solo una identidad, sino el descubrir que la canción sirve también para otras co-sas. De
repente se prendió una luz, nosotros vamos a Europa y nos encontramos con la música
latinoamericana. Así de simple, en el París al que todos los artistas tienen alguna vez que ir nos
topamos con nuestra propia música… Ahí se abren otros mundos completamente distintos. Me
pongo a tocar el cuatro, a aprender el charango y me digo: eso sí que me gusta y me fui
apoderando de esos ritmos.
¿Pasará de moda en algún momento la canción tradicional o nunca estará de moda?
Creo que nunca estará de moda, pero considero que cualquier persona que va a hacer música
tiene que saber un poco de dónde viene, qué se toca en el campo, qué es lo que han cantado los
viejos. A partir de ese conocimiento es que se puede hacer una obra. Lo que hago puede parecer
raro porque deformo las posturas de la guitarra y me he entretenido mucho haciéndolo; mi
trabajo es muy rudimentario, pero al mismo tiempo muy movido. He compartido con otros
músicos, agrupaciones e instrumentos y no le he tenido miedo a nada, me he atrevido a
incorporar esta música sencilla y la he fusionado.
Usted ha afirmado que es una artista que ha podido grabar lo que ha querido…
Sí, pero me ha costado sudor y lágrimas, no te creas que las cosas son fáciles. La verdad, ni
cuando era joven ni ahora he estado sumergida en una infraestructura comercial, ni metida en el
mundo discográfico competitivo. Soy una artista margi-nal y creo que siempre lo fuimos.
Autónoma, con sus propias decisiones musicales y elecciones de lo que quiero cantar. No tengo
la fórmula habitual de un artista, es decir, te metes en un sello y te dicen: tienes que operarte,
cambiarte el color del pelo, cantar estas canciones porque es comercial. No conozco ese mundo,
pero sé que existe.
¿Y el mercado?
Naturalmente que el mercado ha tenido influencia porque mis discos se venden; yo no los
regalo, pero se venden en otro mercado, con otro criterio y de otra manera. Puedes acceder al
mercado, pero sin hacer concesiones de lo que no deseas y consideras que debes hacer.
¿Víctor Jara?
Tuve la suerte de ser su amiga, su amiga de verdad. En los años sesenta él también está en esa
búsqueda de musicalizar, de indagar. Víctor es un campesino, es un hombre que llega de la zona
rural a Santiago, con su guitarra, a enfrentar la vida y a abrirse caminos igual que nosotros. Nos
conectamos inme-diatamente porque éramos jóvenes de una inquietud desbor-dante. Víctor es
fundamental en la vida familiar, musical, en la creación de la Peña, en todo. Nuestros caminos
están juntos.
La acusan de ser una gran divulgadora de la Nueva Trova Cubana. ¿Se siente responsable?
No, sería un honor demasiado grande. Solo he sido una me-diadora, sobre todo en el inicio,
cuando Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola visitaron Chile, pero no he hecho nada
en realidad. Lo que sí debo confesar es que cuando conocí la Nueva Trova me volví loca por
ella.
¿Cómo fue ese contacto con la Nueva Trova?
Vine a Cuba al Primer Encuentro de la Canción Protesta (1967) y ahí surgió otro milagro.
Víctor Jara, Rolando Alarcón, nosotros, ni siquiera sabíamos que había otros trovadores en
América Latina que andaban en esa misma búsqueda y Cuba nos permitió conocernos. En ese
primer viaje alguien me regaló un disquito chico que incluía «La era está pariendo un corazón»,
de Silvio, y quedé hechizada. Nosotros veníamos del mundo de la televisión, de las cuartetas
que riman que son octosilábicas… Habíamos conocido la música venezolana, pero no teníamos
un trovador ni conocíamos esa forma de cantar, de usar el lenguaje, la guitarra. Me pasó lo que a
todos, quedé impactada y deseosa de romper esquemas.
Parece que Silvio Rodríguez la distingue a usted de manera particular…
Lo que pasa es que él es muy buena gente, un excelente amigo, una persona extraordinaria.
Creo que una de las cosas más difíciles es conservar amigos toda la vida y yo tengo esa dicha.
No todos los días uno se encuentra con personas así y siento que tuve mucha suerte de haber
venido a Cuba en ese momento, de haberlo conocido y continuar siendo su amiga y, sobre todo,
de haber visto el inmenso desarrollo de su canción en todo el mundo. Eso me da gran alegría y
emoción.
¿Cómo llega al Centro Pablo y cómo surge la idea de realizar el concierto?
Tenía planificado venir a Cuba a finales del pasado año y tuve un problema de salud, por lo
que postergué el viaje. Mi intención era pasar inadvertida, que es lo que más me gusta, pero
«uno propone y Dios dispone».
Soy amiga de Víctor Casaus, el director del Centro Pablo, y le comenté a través del correo
electrónico que venía en febrero. Justamente, por un periódico chileno me entero que en esta
fecha se realizaba en Cuba la Feria del Libro y comencé a armar el naipe. Me dije: si voy a La
Habana a ver a mi amiga Gladys Marín, si hay una Feria del Libro, ¿por qué no organizar una
presentación de Ni toda la tierra entera, que incluye muchos documentos sobre Cuba? Me
comuniqué con Víctor y me dijo ¿cómo, si vienes, no vas a cantar? Entonces, frente a eso tuve
que ponerme las pilas.
Normalmente trabajo con mi hija Tita (a quien en estos mo-mentos le era imposible venir) y
con mi nieto Antar, enton-ces me dije: como sé que en Cuba miras a tu alrededor y te encuentras
con un trovador o un músico, voy a pedirle a Víctor que me contacte con dos jóvenes que
tengan que ver con lo que yo hago.
Siento una gran expectativa con esta presentación, la veo como un encuentro en el que la
gente pueda preguntar sobre la vida musical chilena. Voy a cantar temas míos, algunos del disco
Colores que trabajé con Silvio y que nunca he cantado. Antar tocará alguna música de él y los
dos jóvenes trovadores cubanos Ariel Díaz y Samuell Águila compartirán con nosotros. Sobre
todo, será una presentación que estará impregnada de afectos y de ganas de estar en el Centro
Pablo, que tiene una actividad tan magnífica y llena de música, de poesía y así contribuir a la
obra de Víctor que tanto se lo merece.
Eduardo Sosa: Ser tú y punto5
Por Estrella Díaz
«Soy un retoño del monte y salí a buscar mi oportunidad…»: con esta primera y clara
declaración cantada comenzó el con-cierto A guitarra limpia titulado Pasado los treinta, que el
sábado 24 ofreció el trovador Eduardo Sosa (Santiago de Cuba, 1972), sin dudas una de las
voces más maduras dentro de su generación.
No exagero al afirmar que Pasado los treinta, por la belleza de su sencillez, por la calidez,
soltura, gracia y cercanía de Sosa, se cuenta entre los conciertos más hermosos que se han
realizado en el patio de Muralla 63 y no hay que olvidar que ya sobrepasan la respetable cifra de
cincuenta.
El trovador, cuya capacidad vocal le permite rajar la voz y hacer falsetes, demostró que puede
saltar con gran decoro del son tradicional a la balada con influencias del pop. Otro tanto que se
anota: su clara dicción facilita que los textos sean en-tendidos en su totalidad, aspecto que,
lamentablemente, no se da en todos los trovadores.
Instantes después de concluido el concierto y ya pasado el «susto», conversé brevemente con
Sosa.
«Estoy muy contento. Soy de los que vienen a casi todos los conciertos que organiza el Centro
Pablo y sé del ímpetu de todos los que trabajan aquí. Hoy ha sido genial al igual que los días
anteriores de preparación del concierto. Estoy muy contento de cómo quedó todo, de la reacción
del público y de la cantidad de gente que vino. Soy feliz.»
Muchos estrenos en este concierto…
Sí, estrené muchas canciones, todas compuestas por mí y otras que se han escuchado poco. En
algunas de ellas me ha ayudado Rogelio Ramos, que es con quien siempre trabajo. Todos los
temas nuevos son míos: letras, músicas, arreglos… un trabajo bien pensado, incluso dos
canciones concebidas es-pecialmente en función del concierto. Hace muy poco, el pasado día
dos, hice un concierto en la Sala Caturla del Teatro Auditorium Amadeo Roldán. Fue con
canciones de otros y antes había hecho No tan solo en el teatro del Museo de Bellas Artes,
donde me acompañé de otros amigos. Hoy fue todo repertorio mío y creo que no hay mejor
lugar en La Habana y tal vez en toda Cuba para plantar bandera y decir: ¡como tro-vador estoy
aquí, me estoy exigiendo un lugar, cuenten con-migo! Por eso preparé este concierto en función
de eso; canciones que narran de dónde vengo, lo que he hecho, lo que soy. Estoy convencido de
que continuaré haciendo música y luchando por la trova.
¿Por qué elegiste para acompañarte otra guitarra y no a otro trovador?
Primero, quería respetar el nombre y el objetivo del espacio A guitarra limpia; segundo, apoyé
un poco más la sonoridad de mi instrumento con otro similar, con el propósito de darle mayor
colorido al sonido que recibe la gente.
Un concierto no es solo un espectáculo que se ve, sino que se escucha, y quise darle un poco
de redondez y acabado. En otros momentos me he hecho acompañar de otros instrumentos,
incluso de bandas enteras, pero considero que este espacio está concebido para cantar con tu
guitarra, estrenar tus canciones. No invité a otros trovadores por ninguna razón específica, sino,
sencillamente, quería cantar sin más vueltas, sin más cosas y siempre creí que invitar a alguien,
por muy amigos que fueran, me iba a sacar un poco del espíritu que quería darle al concierto
que era sentarme ahí y que la gente o se aburriera o disfrutara con mis canciones. Hacer en el
Centro Pablo un A guitarra limpia es también un examen porque el público que viene aquí es
exigente. Quería probarme a mí mismo y verificar si era capaz de venir aquí, sentarme allá
arriba, con las obras de Choco detrás, a cantar un manojo de canciones algunas conocidas y la
mayoría nuevecitas y que la gente gozara hasta el final.
¿Te sientes más cómodo cantando tus propios temas?
A mí me gusta mucho cantar, lo que sucede es que ya tengo metido dentro el bicho de cantar
mis cosas. Me siento cómodo cantando lo mismo mis canciones que las de otros, pero sí, por
ego, o porque uno tiene el conocimiento de cada sílaba que lleva cada canción, prefiero cantar lo
mío. No obstante, hice un concierto con temas de otras gentes y voy a repetir en algún momento
esa experiencia porque me gustó y la pasé muy bien. Soy un músico al que le gusta la trova, que
la defiende, pero no tengo miedo de enfrentarme a ningún tipo de música.
¿Cuáles son tus trucos para literalmente meterte al público en el bolsillo?
No tengo explicación para eso. Fui profesor y serlo me enseñó a establecer lo que llaman
comunicación. Estar parado frente a un aula, ante un montón de niños que, además, a muchos no
les interesaba la asignatura que impartía (Educación Musical) y había que lograr que esos
muchachos sintieran interés por lo que les estaba diciendo, que entendieran, que se motivaran y
eso me ha ayudado mucho.
Lo otro es inexplicable. Es pararse en el escenario y ser como tú eres. Si adoptas una pose, no
lo vas a lograr. Me digo a mí mismo: soy Eduardo Sosa, el mismo guajirito del Segundo Frente
y toda esta gente que está aquí es buena y vino a oírme. Eso me lo meto en la cabeza, lo
desarrollo y me funciona. La fórmula es atreverse a parase ahí y conversar con el público, ser tú
y punto.
La energía hecha canción6
Por Joaquín Borges-Triana
Cuando en 1990, Rolando Berrío se presentó en el Instituto Superior de Arte con la intención de
estudiar teatro y no lo admitieron, se perdía un actor que quizás un día habría llegado a ser muy
bueno, pero con ello, la música cubana ganaba a uno de los cantautores más importantes, entre
los surgidos desde los noventa hacia acá. Su carrera artística comenzó a fines de los ochenta, al
vincularse a un grupo teatral de la Ca-sa de Cultura de Santa Clara, en el que compartía sueños
con gentes como Norge Espinosa, Yenisell Cruz, Hilda Bello y Frank Abel Dopico, ese
destacado poeta que fungía como mentor de aquellos, por entonces, adolescentes. De ahí surge
la vocación que todavía hoy va con él y que lo lleva a que su vida sea una perenne
interpretación, sin que ello quiera decir que en Roly exista una teatralización de su discurso vital
o una predisposición hacia la sucesión de poses prediseñadas. Todo lo contrario. Si alguien
transmite naturalidad en su ma-nera de ser, ese es Rolando Berrío.
Puente entre la generación de trovadores villaclareños in-tegrada por Julio Fowler, Carlos
Trova y Amaury Gutiérrez, a quien le agradece muchas de las cosas que sabe tanto en la guitarra
como en el canto, y los que desde la década pasada han conformado en Santa Clara uno de los
núcleos de mayor relieve en el contexto de la Canción Cubana Contemporánea, tras la vital
experiencia de Enserie, ese singular trío de tres cabezas (vale acotar que en los conciertos de
dicha formación, nunca sus integrantes dejaron de cantar por separado), ahora Roly se proyecta
en solitario o respaldado por músicos que trabajan con él de manera ocasional, pero que
lamentable-mente no conforman una banda estable, el soporte ideal que demandan las
composiciones de este creador. Su más recien-te actuación en La Habana tuvo lugar el sábado
29, como parte del espacio A guitarra limpia.
Como suele ocurrir en cada presentación de Berrío, los asis-tentes a la misma experimentamos
la sensación de que por sobre todas las cosas, cuando él se para en un escenario lo que persigue
es sentirse bien, con lo cual consigue inyectar al público su propio estado eufórico. La tremenda
carga de ener-gía que Roly volvió a poner de manifiesto en su concierto titulado De mirar hizo
que este se convirtiese en una suerte de reclamo aglutinador que, como ha expresado mi amigo
Andrés Mir, «convierte la idea de un creador en idea y acto de muchos, movidos por la gracia
del cantar». Por ello, aunque la actuación resultó mucho más extensa que las que acos-tumbran
a tener sitio en el Centro Pablo, en ningún momento hubo espacio para el aburrimiento o para
que la presentación se resintiese dramatúrgicamente. Y es que sus canciones po-seen un
elemento participativo, tienen coros, frases que motivan a que el público intervenga coreando o
aplaudiendo determinadas expresiones que emplea dentro de su quehacer musical.
A pesar de que él se decanta por abrazar un sistema lúdico de creación, nadie imagine ni por
un instante que en esas composiciones en las que señorea el choteo clásico del cubano al que se
refiriera Jorge Mañach, no se habla de elementos se-rios y de preocupaciones ideoestéticas
comunes en el campo del pensamiento intelectual y de la producción artístico litera-ria dentro de
la generación finisecular cubana. Una canción como «Habichuela», que es todo un gran juego,
constituye una excelente crónica de lo que fue el momento más crudo del Pe-ríodo Especial. A
través de una actitud transgresora, pero sin ningún tipo de acritud sino solo de una forma
irreverente va dando lo que fueron los años 93 y 94 desde el punto de vista alimenticio para
nuestro país.
El concierto de Roly atestiguó las dos vertientes de su que-hacer, a las cuales se ha referido
Alexis Castañeda Pérez de Alejo, el mejor estudioso de la nueva canción en la región central de
la Isla. Así, en una zona que él ha catalogado como trova bufa, disfrutamos de temas como
«Cupido tacaño» (muy co-nocido entre los trovadictos), «Habichuela», «Y si tú me das un
beso» y «El decano se llevó a mi jevita», composiciones todas que gozarían del favor popular si
fuesen grabadas y promo-cionadas debidamente.
En una segunda arista, nos encontramos con el Berrío cercano al bolero y al feeling, con
canciones en las que preva-lece lo existencial amoroso, como sucede en «De mirar» y en
«Olor», la pieza más impactante del concierto y en la que tam-bién intervinieron un saxofonista
nombrado Máximo y Da-marys Figueroa, para mí una de las mejores voces femeninas de
nuestro país en la actualidad. Otros invitados que dieron lucimiento a la función fueron el
trovador Carlos Lage, que sorpresivamente resultó el comisionado para abrir el espec-táculo, y
el Grupo Camaleón, encargados de hacer la ambien-tación escenográfica. Ante tanto talento
como el que desborda Roly, no queda menos que lamentarse ante el hecho de que figuras como
él no tengan la connotación pública y social que merecen.
Mientras tanto, sigo cantando7
Por Estrella Díaz
Llegó el último sábado del mes y aparejado a él, un nuevo concierto A guitarra limpia que con
puntualidad «inglesa», como suele decir un amigo, convoca el Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau, esta vez titulado Antes de la noche y cuya invitada fue la trovadora pinareña
Yamira Díaz y su grupo.
Al término del concierto, que contó con la presencia de una representación de la obra pictórica
del artista de la plástica pinareño Néstor Montes de Oca, Yamira ofreció unas breves
declaraciones.
«Ha sido un concierto muy lindo y estoy tremendamente contenta y feliz. El espacio A
guitarra limpia legitima el tra-bajo que estamos haciendo los trovadores y ha logrado un respeto
sincero y un público que continúa en aumento. Tuve la gran sorpresa de que el patio de Muralla
63 estuviera lleno y eso para un creador de provincia, que no es muy conocido aquí, es muy
importante y habla a favor del trabajo sistemático y serio del Centro Pablo.»
Tienes dos grandes vertientes dentro de tu trabajo, y en este concierto mostraste la más
intimista…
Fue intencional. Como era un concierto en el que iba a primar la imagen del trovador con su
guitarra, un poco desnudándose en las canciones, gran parte del repertorio que escogí tenía ese
objetivo. No obstante, para mover la dramaturgia del con-cierto incluí canciones un poco más
movidas, textos que ge-néricamente se desempeñan en otro espectro. Creo que todo funcionó
bien.
¿Por qué ese interés de acercarte a las nanas como género?
Es un trabajo del cual enseñé una pequeñísima muestra. Tengo muchas nanas compuestas,
quizás para hacer más de un disco y es algo que estoy realizando desde hace unos tres años. Lo
descubrí por casualidad, pero lo que llama la atención es que son nanas un poco atípicas; es mi
visión de lo que serían los padres acunando a sus hijos, cómo yo me imagino que lo hacen en
diferentes lugares de este planeta… Creo que no es una canción enfocada hacia los niños como
intérpretes, sino hacia los niños como receptores de un canto que sus padres van a darles con
mucho amor. Esto es una visión muy personal y me da gran placer hacer este trabajo.
¿Nanas rancheras?
Soy una artista que se mueve mucho en los géneros. No me gusta excluir nada y soy feliz
haciendo todo tipo de cosas. Como la creación es mi mayor placer, es como jugar a tratar
diferentes géneros y temas, y conjugar lo que no ha sido lo más frecuente. Así también salen los
sucu-sucos; juego también con los instrumentos y con las armonías… todo lo hago muy seriamente, pero para divertirme.
¿Discos?
Oficialmente tengo un disco que hice con la Empresa Cubana de Grabaciones y Ediciones
Musicales, EGREM, que se llama Mi pueblo y yo y que fue un trabajo realizado en condiciones
muy adversas, pero ahí está. Es algo no muy maduro porque fue al inicio de mi agrupación. No
obstante, constituyó un primer e importante paso para nosotros como músicos para poder encaminarnos y determinar qué debíamos hacer y en qué aspectos teníamos que trabajar.
Las otras participaciones discográficas han sido en antologías. Me encantaría hacer un disco
con estas nanas, me fascinaría realizar un trabajo con lo más reciente de mi agrupación, que
tiene una gran diversidad de instrumentos.
Quizás tenga la suerte de que alguna discográfica se inte-rese, pero de todos modos y mientras
tanto, sigo cantando, que es lo que me hace feliz y plena.
El sentido atento del Centro Pablo8
Por Bladimir Zamora Céspedes
Cualquier 27 de noviembre es sitio para reencender la llama del agradecimiento patriótico;
amanece y pareciera que desde cualquier bandera nuestra nos miran los jóvenes estudiantes de
Medicina9 que desde 1871 no han dejado de ser símbolo precioso de la inocencia y el honor.
Se anda por las calles habaneras más próximo a la gente, más cerca de la sensación de patria.
Así sucedió también este año, pero esta vez hubo un motivo más para la reafirmación espiritual.
A las cinco en punto de la tarde, en su sede de la Calle de la Muralla, el Centro Cultural Pablo
de la Torriente Brau comenzó a celebrar el sexto aniversario de su proyecto A guitarra limpia.
En estos días de verdadero estado de gracia para la canción trovadoresca, ya se sabe que no ha
desaparecido totalmente la incomprensión y la indolencia de muchos a quienes no les importa
potenciarla. Por ello nunca será demasiado reiterar el respeto al Centro Pablo, por dar cobija a
todas las gene-raciones de la Nueva Trova.
Ante un público integrado por cantores y fieles necesitados de estas canciones alzadas desde
la guitarra, Víctor Casaus condujo con sencilla familiaridad la velada. Proclamó el otorgamiento del Premio Pablo a dos figuras clave de la cultu-ra cubana, Roberto Fernández
Retamar y Alfredo Guevara. Anunció el lanzamiento de nuevos discos en vivo, justo a partir de
las ediciones de los conciertos propiciados por el proyecto A guitarra limpia el último sábado de
cada mes: La mano amiga y Generación X, recitales por el cuarto y quinto ani-versario, Pasado
los 30 (Eduardo Sosa), Cambiar el viento (Die-go Cano), Multitudes en la silla (Silvio
Alejandro) y Paria (Alberto Tosca). También la Antología 3 de A guitarra limpia, donde
aparecen las voces de Gerardo Alfonso, Polito Ibáñez, Alberto Faya, Marta Campos, Lázara
Ribadavia, Trío Enserie, Ariel Díaz y Samuell Águila.
Ese día estuvo de fiesta, también, el disco alternativo a tra-vés de una iniciativa bautizada con
el nombre de Por la iz-quierda, suerte de exposición-catálogo en la que se mostraron, y
pusieron a la venta, más de veinte discos que han sido pro-ducidos por los propios trovadores
mediante grabaciones «artesanales» o las producidas en formato de casetes por el Centro Pablo.
También se ofertaron discos de Frank Delgado, Rita del Prado, Ariel Díaz, Samuell Águila,
Ihosvany Bernal, Leonardo García, Erick Sánchez, Víctor Quiñones, Juan Carlos Pérez, Inti
Santana, Adrián Berazaín, Isael Carrazana y el espacio Puntal Alto, entre otros. Y la doctora
Ana Cairo presentó un CD de la Colección Palabra Viva, como homenaje a Alejo Car-pentier
en su centenario.
Se regaban ya las últimas luces de la tarde sobre el patio de las yagrumas, cuando Víctor
invitó a la escena al Trío Tro-varroco, esa excelente agrupación villaclareña (Rachid Lopez,
director y guitarra; Maikel Elizarde, tres, y César Bacaró, con-trabajo) donde se trenzan el
profesional virtuosismo de la in-terpretación y la grandeza cuidada por la humildad.
Disfrutar solo al trío, con su modo de ser fieles a los cánones del barroco y a los colores de
nuestra música tradicional, con espíritu de música buena y de ahora, ya era una gran fiesta. Y
hubo más. Rachid, agradecido, llamó a cantar a tres de los fundadores del Movimiento de la
Nueva Trova: Lázaro García, Vicente Feliú y Silvio Rodríguez.
La emoción se trepó por encima de los árboles, cuando los muchachos lo acompañaron en «La
canción de la trova» que, compuesta en 1966, exhibió las maderas incorruptibles de la canción
nueva:
Aunque las cosas cambien de color,
no importa pase el tiempo,
las cosas suelen transformarse
siempre al caminar.
Pero tras la guitarra siempre habrá una voz
más vista o más perdida por la incomprensión
de ser uno que siente, como en otro tiempo
fue también.
El eco de las plazas retumba en Muralla 6310
Por Estrella Díaz
Es probado que Buena fe ha logrado asentarse en el gusto de un amplísimo sector de la
población cubana (y también fuera de fronteras), y el patio de Muralla 63 por sus dimensiones,
en cuanto a espacio, no está diseñado para grandes públicos: aquí los propósitos son otros.
Creo que fue sabia la decisión de no divulgar con amplitud que el popular dúo Buena fe se
presentaría en el patio del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, en un concierto único A
guitarra limpia que titularon El eco de las plazas.
La sentí como una propuesta serena y juvenilmente madura que integró algunos temas muy
conocidos con otros que no lo son tanto, pero que dan una idea de la evolución que ha tenido el
dúo. Pero prefiero que sea Israel Rojas quien complete desde sus reflexiones lo que fue este A
guitarra limpia.
¿Eco de las plazas?
Luego de llenar plazas, lo que queremos es un recogimiento para hacer canciones que son de
otro carácter, que tienen otro espíritu, que es la otra cara de Buena fe, la menos conocida, la que
a veces es ignorada por la crítica que es habitual en estos espacios. De pronto empezaron a
aparecer en algunos espacios de prensa criterios bastante desfavorables.
¿Desfavorables en qué sentido?
Comenzaron a tildar a Buena fe como un proyecto seudo-artístico. Me molestó mucho que
críticos –que considero pres-tigiosos, y que además se supone sepan lo que está pasando en el
ámbito de la música cubana– de pronto desconocieran nues-tro trabajo.
Nunca hemos negado nuestra propia historia de haber pasado por estos espacios: todo lo
contrario, hemos dicho que estamos donde estamos porque ha sido una evolución lógica. De
pronto empezó a insinuarse como si nosotros fuéramos obra del es-píritu santo de la Empresa
Cubana de Grabaciones y Edicio-nes Musicales (EGREM), de un mal parto, de un aborto del
mercado o algo plástico que con empujarlo se caía.
Nos molestó mucho porque todo lo que hemos logrado ha sido sin aplastar a nadie, siguiendo
nuestros instintos, recorriendo los senderos más coherentes por donde circula el arte. Pensamos
que para ser artista contemporáneo –aunque esto quien lo va a decir es el tiempo y la vida
cuando decanten– no necesariamente tienes que usar un pantalón ancho y roto y engancharte un
montón de gangarrias y además ser un desconocido. Eso no es símbolo de estar en la
vanguardia; la vanguardia se hace tra-bajando y eso me lo enseñó mi padre. Para mí el arte no se
diferencia mucho de lo que hace un obrero, a menos que no sea por el sublime don de poder
catalizar y cristalizar los senti-mientos generacionales y transmitirlo o plasmarlo de determinada manera.
Dice Alfredo Guevara –un hombre indiscutible de la cultura contemporánea– que los griegos
afirmaban que el arte es la creación humana que tiene que tener verdad, tener bondad y ser
bueno. Si lo miras desde ese punto de vista, lo que hacemos lo realizamos con mucha bondad
porque nunca hemos hecho nada más que aruñar la tierra para estar donde estamos, con mucho
sacrificio y con mucho trabajo… cada tareco (equipo) que tú ves ahí es un gusto que nos hemos
dejado de dar para invertirlo en nuestro arte; verdad, porque nuestras canciones se parecen a
estos tiempos y belleza –bueno, no me toca de-cirlo– pero creo que lo que hacemos tiene los
suficientes valo-res estéticos para que parezca hermoso.
Con este concierto queríamos retornar a estos espacios, pro-barnos a nosotros mismos y de
cierta manera contraatacar, pero de una manera hermosa: trabajando. Nosotros no perde-mos
tiempo ni en quejarnos ni en ir a la prensa a armar bulla por gusto. Sencillamente, hacemos
nuestro trabajo.
Vinimos al Centro Pablo por voluntad propia, nos pusimos de acuerdo con Víctor y con María
Santucho y les manifestamos nuestro gran interés por hacer un concierto aquí. Hemos hecho
conciertos en la Casa de las Américas que han sido rotunda-mente ignorados, hemos hecho
conciertos en centros sociales que han sido rotundamente ignorados y, entonces, resulta que
para algunos somos obra y gracia del arte comercial.
Eso me parece bastante deshonesto, ofensivo e incluso igno-rante. Si va a salir una crónica
sobre un concierto que se haga técnica, es decir, que se diga «el solo de guitarra no estuvo to-do
lo bueno que debió ser», «Israel desafinó en la canción tal», o «no empastaron las voces en la
canción más cual», pero que no se diga: eso es basura porque estás sonando en la radio.
¿Secreto de Buena fe?
Quizás esté en las canciones. Hemos tratado de hacer una biopsia de la sociedad, analizarla y
luego –desde el amor, desde la buena fe– criticar porque, como dijo José Martí, la crítica
también es un acto de amor. Lanzamos una mirada a la socie-dad contemporánea, la que nos ha
tocado vivir, sin concesiones, sin decir que somos los perfectos –quiero decir nosotros como
sociedad. Muy por el contrario, tratamos de fotografiar lo que sentimos, lo que somos, y pienso
que eso es lo que ha hecho que la gente llegue a este espacio y se sientan identificados.
¿Público del Centro Pablo?
Super lindo y super disciplinado. Sentí el mismo escalofrío que me da no solo cuando nos
enfrentamos a grandes plazas, sino también el mismo que cuando empezamos. En este concierto no hay misterio, solo el que tú seas capaz de generar con tu garganta, con tus textos, con
la música, o sea, no hay artificios, no hay más maquillaje que el del arte propiamente dicho, no
hay luces, no hay efectos… eres tú y el público. Pienso que hicimos lo posible por estar a la
altura de este espacio que posee una altísima calidad.
Buena fe empezó siendo un dúo, ahora arropa las canciones con otros instrumentos…
Tenemos una banda que nos acompaña igual que, por ejemplo, Carlos Varela, que es un
trovador que tiene una banda, o como Inti Santana o como Gerardo Alfonso, o como el mismo
Silvio Rodríguez que tocó con tantas gentes, también Pablo Milanés. Somos dos trovadores con
dos cabezas y cuatro manos que nos hacemos acompañar por unos amigos a quienes les parece
chévere lo que hacemos y quieren acompañarnos en este decursar por la vida a través del arte.
¿Planes?
Este concierto era para nosotros algo importante; queríamos regalarnos una presentación en
este patio con toda la cuota de cariño que significa. Dentro de muy poco vamos a comenzar a
grabar con la EGREM un próximo disco. Luego nos vamos a Inglaterra, España, México y
Argentina. En agosto estare-mos aquí porque hicimos el compromiso de participar en el Festival
Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Venezue-la, y nos pareció excelente y estamos
encantados. Todas esas giras serán con banda.
¿Cómo se va a llamar el próximo CD?
No te puedo decir. Estamos embarazados, no sabemos si el niño viene con los ojos azules o es
mulato; ahora solo tenemos los mareos y las náuseas, pero estamos felices.
Desde Matanzas… A fuego abierto11
Por Estrella Díaz
Antes de celebrarse el concierto A fuego abierto, en el patio del Centro Pablo, la periodista
tuvo la oportunidad de dialogar con Rey, quien reveló algunos detalles del sistema de trabajo
del dúo que forma con Lien.
«Lien Rodríguez (Matanzas, 28 de noviembre de 1975, cantan-te, guitarrista y compositora)
escribía poesía y nos sentíamos muy atados a los textos, así se creó una necesidad de hacer
canciones. Incluso, en los momentos iniciales no pretendíamos hacer trova, sino canciones que
ligamos con música contem-poránea; eran textos verdaderamente eclécticos.
»A través de un contrato permanecimos cuatro años en Co-lombia, donde ofrecimos
conciertos y talleres. En el 2001 regresamos a Cuba y trabajamos un tiempo en La Habana con
la empresa artística Adolfo Guzmán. Después regresamos a Matanzas y allí creamos la Peña del
Patio de las hormigas.
»En los comienzos también hicimos música infantil porque sentíamos la necesidad, había
escasez de canciones para niños y parte de nuestro quehacer se centró en este interés. Ahora,
creo, ya no existe esa carencia… están Rita de Prado y el dúo Karma, por citar dos ejemplos.»
Luego de esos inicios eclécticos, ¿cuál es la lírica actual del dúo?
Pienso que hemos madurado aunque tiene mucho de los comienzos, que es en definitiva
nuestra esencia. El creador no se puede desprender de su carácter y eso lo refleja en su obra.
Cuando uno es muy joven hace cosas para impresionar y para diferenciarse de todos los demás;
ahora seguimos esa línea, pero no tanto. Hay que cubrir otros espacios y otras exigencias del
público. Todo ello hay que lograrlo sin hacer concesiones, para estar a la moda o en las
corrientes y los cánones que se imponen. Creo que aún tenemos de aquello, pero nuestro
discurso es más maduro.
¿Trova joven matancera?
No le veo un buen futuro. Tenemos al vecino Varadero, ese importantísimo polo turístico, que
absorbe completamente a toda la cultura matancera. Me atrevería a asegurar que los únicos
músicos que no trabajamos allí somos Lien y yo. En-tiendo la necesidad, pero creo que tiene
mucho que ver con la concepción y la voluntad y luchar… Es decir, para hacer este tipo de
música hay que pagar un precio muy alto y no todo el mundo está dispuesto. Creo que nosotros
sí, cueste lo que cueste. Es difícil.
¿Y no tienen en Matanzas un espacio sistemático para pro-mover la trova?
La promoción de la trova exclusivamente no, pero sí de todas las artes. Tenemos el Patio de
las hormigas que mensualmente es nuestra peña. Allí promocionamos el trabajo de las compañías de ballet, de danza, de música. No está destinada a pro-mover una manifestación
determinada e, incluso, siempre que podemos, invitamos a artistas de todas las provincias.
Como dúo, ¿cómo es el proceso de creación?
Conflictivo… Somos dos cabezas pensando. Lo bueno que tiene esta manera de crear es que
lo que no ve uno lo ve el otro, y lo que puede criticar uno también lo puede criticar el otro. Al
final, cuando llegamos a un consenso, sale una buena obra. Es escabroso, pero al final
quedamos satisfechos ambos.
¿Quién compone más?
Es que cuando uno no tiene un texto el otro va en auxilio… Así vamos trabajando y,
generalmente, por el camino se desvía y sale otra cosa, o se van incrementando algunos géneros
den-tro de la misma canción; todo se mezcla.
¿Es, entonces, la fusión una característica del dúo?
Ahora se usa mucho la palabra fusión, pero creo más en la mezcla. La fusión la entiendo como
géneros que se mezclan, pero en nuestro trabajo lo que existen son destellos que entran y salen;
no hay un género que se pueda dilucidar. No es fusión de géneros, sino mezcla de todas las
influencias que confluyen dentro de esas canciones.
¿Expectativas ante el concierto?
Las mayores. Hace mucho rato que estamos deseosos de estar en el Centro Pablo; hasta ahora
no se había dado la oportunidad y nosotros con mucho gusto estaremos, creemos que va a salir
muy bien, queremos que venga mucha gente…
Es muy importante que exista el proyecto A guitarra limpia y creo que es el único o que con
sistematicidad se mantiene en La Habana. Es un espacio que vuelca todos sus esfuerzos en la
promoción de la trova que muchos años se perdió hasta que surgió el Centro Pablo.
Está también el Centro Hispanoamericano de Cultura que surgió hace muy poco y que está
haciendo grandes esfuerzos por promover la trova. Ya que las disqueras no se interesan por el
trabajo de los trovadores, es muy estimulante que el Centro Pablo haga un gran esfuerzo por
divulgar y llevar a soporte de CD o de casete el trabajo de los jóvenes trovadores y que se
puedan comprar en moneda nacional.
Es muy importante para el desarrollo de la canción cubana. Las disqueras están centradas en
otros proyectos comercia-lizables y considero que están contribuyendo a que decaiga la música
cubana. Lo que trasciende es lo verdaderamente cubano, lo que surge del pueblo; esas
fabricaciones que son hechas para vender a la postre traerán una decadencia, porque no son
oriundas de Cuba ni auténticamente nacionales.
Chacareras en La Habana12
Por Estrella Díaz
Raly Barrionuevo es un joven músico argentino que llegó a La Habana invitado a participar en
el concierto clausura del Encuentro Internacional contra el Terrorismo, por la Verdad y la
Justicia, que se efectuó en la capital convocado por el capítulo cubano de la red de redes En
defensa de la Humanidad.
Tuvimos ocasión de ver a Raly en ese concierto, pero de forma más cercana pudimos
aproximarnos a su quehacer gra-cias a su participación en un recital realizado en el Centro
Cultural Pablo de la Torriente Brau, que contó con la presencia de Antar, Isabel y Tita Parra,
quienes también invitaron al poeta brasileño Thiago de Mello.
Raly Barrionuevo obtuvo el Premio Carlos Gardel al Mejor Álbum de Artista Masculino de
Folclor por Ey, Paisano, CD que cuenta con la colaboración especial de artistas como Jorge
Drexler, León Gieco, Horacio Banegas y Peteco Carabajal.
Pero, ¿quién es este músico?
Un muchacho del noroeste argentino, de la provincia de San-tiago del Estero, que es un lugar
muy folclórico. Fui criado en ese ámbito, rodeado de una familia campesina, por lo que he
recibido esa herencia. En la adolescencia comencé a escribir canciones muy ligadas a los temas
folclóricos y considero que ese tipo de creación tiene un fuerte contenido paisajístico. En los
inicios me identifiqué con el rock, pero llegué a un punto en que comencé a cantar nuestras
realidades utilizando como género las chacareras.
Ahora tengo 32 años y no he parado de hacer eso. También hago canciones de corte intimista,
de temas relacionados con el amor. He grabado hasta el momento cuatro discos: El principio del
final, Circo criollo, Población milagro y Ey, paisano.
¿Y hay músicos en tu familia campesina?
Muchos; mis tíos y mi padre. La guitarra fue muy cotidiana y protagonista en mi familia,
aunque ninguno fue profesional. Soy el primero que se ha dedicado a tocar y que está intentando
hacer un camino como autor y como cantante. Mi formación ha sido muy intuitiva, y creo que
una de mis cualidades es que soy muy observador del modo de tocar la guitarra, y eso me ha
servido de mucho.
Varios meses después, tuvimos la oportunidad de conversar con Raly, instantes antes de que
comenzara su concierto Des-calzo por los caminos.
«Por sobre todas las cosas, con este viaje a Cuba quería rea-firmar la intensa relación de
amistad y de amor que nació y prendió la primera lucecita surgida durante los pocos días del
mes de junio de este año en que llegué a La Habana, invitado a participar en el Concierto contra
el terrorismo y la presencia breve en el Centro Pablo durante un recital de la folclorista chilena
Tita Parra.
»La idea era darle forma a eso y, de alguna manera, reafirmarlo. Esa era la expectativa:
constatar y reciprocar ese amor. Desde ese punto de vista, siento que se colmaron las
expectativas, porque aquellos dos o tres días en que estuve fueron realmente mágicos… pasaron
muchas cosas en poco tiempo.
»También estaba consciente de que no había podido vivir la realidad más cotidiana; en aquella
oportunidad estuve hos-pedado en un hotel y tuve poco contacto con el pueblo. Sentía que me
faltaba pisar tierra, tener un contacto más verdadero con la gente o más realista y caminar un
poco por las calles. Eso es lo que he hecho ahora, amén de los conciertos.
»Estuve cantando en la Casa de las Américas durante los días del Festival Internacional del
Nuevo Cine Latinoamericano y vi muchas películas; también asistí al cierre del Festival Jazz
Plaza y visité la provincia de Villa Clara. Allí ofrecí un concierto único que fue muy bien
recibido, se colmó el teatro de La Caridad y después estuvimos en El Mejunje, donde hicimos
una relación muy linda con los trovadores de esa provincia.»
¿Alguna vivencia en particular?
Algo que fue super lindo. El mismo día del concierto en La Caridad, pero en horas de la
mañana, visitamos la Escuela de Medicina y para sorpresa mía encontré allí a varios estudiantes de mi provincia, Santiago del Estero. Esos chicos, para homenajearnos, habían
preparado un número de danzas folcló-ricas y de tangos y los invité a que fueran a mi concierto.
Quería hacer un bloque de música folclórica tradicional tal y como la heredamos de los abuelos.
Es emocionante reencontrarse con chicos de mi provincia que allá no tienen la más mínima
posibilidad de estudiar y aquí se les abrió una gran puerta. Eso es algo muy importante, porque
son jóvenes que se están preparando para, a su regreso, hacer un trabajo social de base. Eso me
emociona mucho.
En medio de la presentación, esos estudiantes se sumaron al concierto. Hicimos un bloque de
música folclórica antigua y ellos bailaron y mostraron a la gente de qué se trata la cha-carera
como danza.
Escribo mis letras dentro del formato de chacareras, pero las personas que no conocen el
género lo toman como una canción más, con un ritmo folclórico. Fue lindo hacer una
demostración y que la gente vea la chacarera: una danza esencialmente fol-clórica. Ellos
danzaron con los trajes típicos y fue muy lindo.
También estuviste en El trovazo, espacio de la trovadora Yamira Díaz en Pinar del Río…
Luego de las presentaciones en Villa Clara, nos fuimos a Pinar del Río; hicimos una visita a
un centro cultural muy importante que tiene que ver con la historia y el desarrollo de la música
del territorio y en la noche tocamos en El trovazo.
¿Centro Pablo?
Estar en el Centro Pablo es estar en mi casa. Esta visita a Cuba es como un cierre del año por
todo lo alto. Cuba ha sido muy importante en mi vida y en mi carrera. Ya me comienzan a
convocar para tocar en otros lugares. Este año en Argentina ha sido muy fuerte y he tenido
actuaciones en Buenos Aires bien importantes. Nos han llamado de lugares donde antes no
solíamos tocar e hice aproximadamente setenta presentaciones con mi banda en varias
provincias del país. Por todo eso, es maravilloso cerrar el 2005 aquí.
Una canción se aproxima: Tony Ávila en el Centro13
Por Humberto Manduley López
(Para Melisa, que recitó, y Daniela, que no pudo estar)
Para quienes vivimos en La Habana, la oportunidad de acer-carnos al quehacer de los trovadores
(llamados) «de provincias» son escasas. Imposibilidades y limitaciones de muy diverso tipo dan
al traste con el interés de creadores, público y hasta de algunas instituciones. Por eso, la ocasión
de ver y –más aún– escuchar, desde el espacio A guitarra limpia, del Centro Pablo de la
Torriente Brau, a Tony Ávila, este amigo, «negro consti-tucional» y capitalino, trasplantado a su
Cárdenas casi natal hace muchos años, devino momento de singular empatía.
Fue reencontrar a un compositor sin complejos, que conoce los secretos de incursionar con
total desenfado en la más sabrosa sandunga del son montuno y en la melodía de acentos más
líricos, artífice de ese proyecto cultural que es La suerte de los cangrejos, y eslabón de
garantizada continuidad en un devenir histórico que rebasa ya ampliamente el siglo de
existencia: la trova.
Sus canciones buscan un equilibrio de emociones que suelo encontrar mucho más desarrollado
en las obras de (precisa-mente) esos trovadores del «interior» (Roly Berrío, Leonardo García,
Eduardo Sosa, Diego Gutiérrez, Levis Aliaga). El humor abierto y la melancolía que se anuda
en la garganta, la risa y la lágrima, transitan con naturalidad por el repertorio que Tony escogió
para regalarnos el sábado 25 de febrero en el patio de las yagrumas del Centro.
Me llamó la atención esa mirada entre tierna y sarcástica con la cual refleja avatares
personales, situaciones de la co-tidianidad, y esa parte de la historia nacional que guarda especial semejanza con una herida: la desilusión. Soy de quienes opinan que hay canciones de
Tony que ya tienen garantizada la sobrevida, incluso «cuando pasen mil años de Internet».
Hablo de una obra armada con rejuegos de intertextualidad, con apropiaciones varias, con
referencias identificables, pe-ro con mucho de su personalidad. Tal vez se pueda preferir un
desempeño guitarrístico más complejo, o armonías más am-biciosas. Lo cierto es que las
canciones de Tony destilan na-turalidad, habitan a nuestro lado, sin forzar nada. Son el fruto de
una mirada sensible desde la humildad del ser humano. Eso y mucho más hay que agradecer a
este hermano trovador y sus amigos en la escena (Lindiana, Roger, Santovenia, Manuel y las
caricaturas de Orlando), que nos dejaron con los deseos de apresurar intercambios más
frecuentes con ellos, aquí o allá, según sea posible.
Desde hace un tiempo Tony Ávila encabeza el grupo Con clave, trabajando zonas de la música
cubana que suelen englobarse bajo el nebuloso rótulo de «tradicionales». Eso sí, dicha experiencia se ha traducido en un fogueo necesario, luego llevado a su propia obra como trovador, y
donde sobresale su sentido de la improvisación.
Característica sine qua non de todo buen sonero, esa facilidad para hilvanar frases sobre un
«tumbao» de percusiones elemen-tales y rayado de guitarra, le permite expandir su discurso
textual más allá de la estructura básica de la canción, esta-bleciendo un diálogo con su entorno.
Es algo que conecta con una tradición que nuestros trovadores, por cierto, no desa-rrollan
mucho, salvo honrosas excepciones (Pedro Luis Ferrer, Frank Delgado, Erick Sánchez, el
mismo Sosa), por lo cual es doblemente gratificante hallarlo en su proyección.
Tony Ávila estrenó sus credenciales, sembró afectos, nos hizo sonreír y reflexionar desde la
perspectiva de su canción, y nos dejó la imagen y la poesía de un trovador auténtico. Por eso los
abrazos, por eso los agradecimientos, por eso el acto siem-pre necesario de quitarse el sombrero
ante un creador de su talla. Por eso también la urgencia de burlar el fatalismo geo-gráfico y
dejar claro que trova hay una sola: la que se cons-truye, no importa dónde, desde el corazón, los
nervios, el compromiso y el amor.
Un sueño a mano y sin permiso14
Por Joaquín Borges-Triana
He asistido a la mayoría de los conciertos ofrecidos en la sede del Centro Pablo, y por ello
puedo asegurar que los celebrados allí el 25 y 26 de noviembre fueron de los más cercanos,
amo-rosos y sinceros, entre los que en dicha institución se han de-sarrollado.
El homenaje rendido por unos 40 trovadores a Silvio Ro-dríguez quedará en la memoria de los
asistentes como un re-cuerdo sencillamente imborrable. Incluso, creo que el principal objetivo
de los dos encuentros –rendir tributo al creador–, fue rebasado y devino canto a una manera
específica de asumir el arte, tanto por hacedores como por consumidores.
De ello también se dio cuenta el público, que supo contribuir a la atmósfera existente en los
conciertos, al mantener una actitud signada por la contención y el respeto, carente de los
molestos gritos y aplausos desmedidos que en no pocas oca-siones, más que ensalzar, lo que
hacen es contribuir al des-medro de un espectáculo. Ni siquiera cuando el propio Silvio se sintió
motivado a subir al escenario al final de ambos con-ciertos, para interpretar el sábado «El
colibrí» (canción anó-nima que aprendiese de su madre), y el domingo, su tema «Y nada más»,
los numerosos asistentes a estas funciones de lujo se sobrepasaron al manifestar la euforia ante
la intervención del homenajeado, cosa que conociéndolo un poco uno sabe que le hizo feliz.
Por aquello de que «honrar, honra», hay que decir que la iniciativa de la realización de un
tributo así a Rodríguez –y que de paso también sirviese para celebrar el décimo aniversario del
Centro Pablo y el octavo del espacio A guitarra limpia– partió de una idea del promotor cultural
Humberto Manduley, ca-nalizada por el equipo dirigido por el poeta y cineasta Víctor Casaus, y
que tuvo en el trovador Samuell Águila al encargado de coordinar, desde el prisma artístico, el
programa de ambas jornadas, en las que intervinieron tanto fundadores de la Nueva Trova,
como figuras surgidas en las promociones y generacio-nes siguientes a los que le dieron vida a
ese movimiento.
Si hubiese espacio, aquí tendría que mencionar uno por uno a todos los participantes de los
dos conciertos, porque la in-tervención de cada uno de ellos estuvo marcada por idéntico sentido
de la entrega. Pero eso resulta imposible, así que opto por hablar de aspectos generales. En ese
orden, la elección de la mayoría de los temas de Silvio para esta fiesta de la canción cubana, en
especial entre los jóvenes trovadores, estuvo en viejas composiciones de Rodríguez,
particularmente de las escritas entre fines de los 60 y principios de los 70.
Como me comentaba mi amiga Estrella Díaz, ello tal vez guarde relación con el hecho de que
de aquellos tiempos datan textos cáusticos y en los cuales las insatisfacciones eran, casi
siempre, motivo inspirador, espíritu que suele acompañar al artista en su etapa juvenil y que,
con el transcurrir de los años, se va atemperando.
A lo anterior se añadiría que tampoco los medios cubanos le han otorgado a la obra reciente
del bardo la misma promoción que le concediesen en el pasado. De lo expuesto se despren-de
que tal tipo de elección no guarda relación alguna con los niveles de calidad de la obra de
Rodríguez, de las más sólidas en su conjunto en la historia de nuestra canción.
En lo referido al modo en que los intérpretes asumieron el repertorio, hubo dos tendencias.
Una partió de reproducir en lo fundamental la creación de Silvio, mientras que la otra apostó por
reapropiarse de las piezas con miras a traerlas al aire per-sonal de quien la estuviese
versionando. En ambos grupos predominaron los aciertos por encima de los desaguisados.
Así, por solo mencionar unos pocos ejemplos, en la primera línea habría que aludir a la
soberbia interpretación que de «Óleo de mujer con sombrero» hiciera Diego Cano; y en la
segunda, a la disertación de orquestación que brindasen Lien y Rey (el arreglo fue escrito por
este último) en el tema «La resurrección», o a Yamira Díaz por la mucha ternura con la que
cantó (en una aparente «pequeña» versión) «Se demora».
En fin, gracias a Silvio, a los participantes en su homenaje y al Centro Pablo por
corroborarnos en la certeza de que el sueño se hace a mano y sin permiso.
Víctor Víctor: sin rodeos15
Por Estrella Díaz
Víctor Víctor, sin duda uno de los artistas más importantes en el contexto musical caribeño,
estuvo en La Habana y aquí recibió el Premio Internacional de la Feria Cubadisco 2007,
distinción que se otorga por primera vez.
Ese reconocimiento fue entregado por Ciro Benemelis, pre-sidente del evento, instantes antes
de comenzar un concierto especial en el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, institución
que desde la calle Muralla de La Habana colonial se ha convertido en cobija para trovadores de
todas las tenden-cias y generaciones.
Al decir de Benemelis «no existe mejor lugar» para reconocer el trabajo de Víctor Víctor que
la sede del Centro Pablo, que es un ejemplo de todo lo mucho que se puede hacer por promover
la llamada canción de autor. «El Centro Pablo, sin serlo, es el mejor ejemplo de discográfica
alternativa», significó.
Luego del concierto, Víctor Víctor tuvo la gentileza de, en medio de abrazos y felicitaciones,
hacer algunos comentarios para estas páginas electrónicas.
«Hacía mucho tiempo que le debía una actuación al Centro Pablo y hoy me he sentido muy
contento y complacido. Era lo que esperaba: pasar una tarde cantando canciones de una manera
un tanto informal y relajada, pero presentando cosas con el corazón. He querido compartir este
momento con José Antonio, un amigo que me ha acompañado toda la vida en miles de batallas,
escribiendo canciones, haciendo solidaridad por todo el mundo. También he querido traer a
músicos más jóvenes para que se sepa por dónde vamos y cómo se da la continuidad. En Santo
Domingo existe un fuerte movimiento que cultiva la canción de autor. Lamentablemente, no
conta-mos con un sitio tan maravilloso como el Centro Pablo, pero sí nos juntamos y buscamos
los espacios para mostrar el tra-bajo de los jóvenes. Hay un movimiento muy fuerte y cada vez
que tengamos una oportunidad vendrá gente nuestra a Cuba y al Centro Pablo.»
Por lo que se ha visto en este concierto, lo que hacen, aunque puede tener interés comercial,
posee un vuelo diferente…
Totalmente y lo hacemos ex profeso. Hemos sido gente que ha estado conectada con la
llamada industria de la música y hemos podido llegar a esos lugares, pero no hemos cedido ni
un chin con nuestra propuesta. Creo que ha llegado el mo-mento de separarnos de la gran
industria y de tratar de for-malizar una coherente industria alternativa. Tenemos que unirnos y
veo los caminos con mucha claridad.
Pero en la práctica, ¿no es mucho soñar?
Pienso que es un poco más fácil que como suena; es un gran trabajo de coordinación y eso es
lo que hay que hacer. Estamos empezando a dar los primeros pasos.
¿Cuál es el secreto de Víctor Víctor para mantenerse en el gusto de la gente?
No sé, pero me mantengo escuchando lo que hay. Trato de estar al tanto de las renovaciones
del idioma. Los jóvenes tienen sus propios símbolos y códigos, y hay que conocerlos para que te
puedan entender. No me voy a pasar la vida lamentándome de que no me comprendan. No. Hay
que hacer un esfuerzo por comunicarse, porque se sientan complacidos e identificados.
Entonces, ¿el secreto está en la renovación?
Te puedo decir algo que sí he comprobado: lo que me ha abier-to muchas puertas es decir
siempre la verdad. No tengo rodeos. Lo que no puedo decir cantando lo digo con la boca o, si
no, con el puño.
CENTRO CULTURAL PABLO DE LA TORRIENTE BRAU
Director / Víctor Casaus
Coordinadora / María Santucho
Diseño gráfico / Katia Hernández
Cuba Arte Digital / Abel Casaus
Producción / Elizabet Rodríguez
Prensa / Estrella Díaz, Vivian Núñez
Informática / Jesús García
Webmaster / Silvia Padrón
Especialistas / Virgen Gutiérrez, Yus Escobar
Grabación y masterización / Jaime Canfux
Fotos / Alain L. Gutiérrez, Kaloián Santos
Video / Nor-k
Asistentes de producción / Jacquelín Rodríguez, Idalino Sán-chez, Manuel Rodríguez, María
Eugenia García, Cristina Quintero
ÍNDICE DE TROVADORAS/ES Y OTROS MÚSICOS A GUITARRA LIMPIA
Alain Garrido 158, 159, 160, 168, 290, 292, 314, 316, 330, 334, 363, 365, 368, 371, 459, 480,
481, 482
Alberto Faya 105, 106, 107, 130, 228, 313, 348, 362, 368, 371, 382, 436, 438, 459, 501
Alberto Tosca 117, 124, 125, 204, 205, 206, 228, 231, 346, 364, 368, 372, 388, 389, 460, 501
Amanda Cepero 175, 177, 180, 182, 203, 246, 248, 266, 271, 323, 324, 325, 326, 346, 374, 401,
470
Ángel Quintero 216, 217, 218, 233, 270, 314, 346, 364, 368, 372, 373, 379, 389, 427, 449, 460
Antonio Ávila, Tony 285, 287, 314, 315, 343, 349, 365, 369, 373, 440, 512, 513, 514
Ariel Barreiros 109, 111, 113, 240, 241, 243, 275, 314, 323, 324, 325, 326, 327, 343, 346, 350,
353, 364, 368, 373, 400, 440
Ariel Díaz 29, 30, 32, 40, 48, 61, 63, 64, 66, 70, 92, 93, 94, 102, 103, 104, 109, 111, 113, 117,
124, 125, 130, 131, 135, 138, 147, 150, 151, 164, 171, 175, 177, 182, 187, 191, 192, 193, 203,
228, 246, 248, 266, 269, 271, 272, 313, 323, 324, 325, 326, 340, 341, 343, 345, 346, 348, 350,
357, 361, 362, 364, 368, 374, 378, 379, 382, 386, 388, 390, 393, 401, 402, 404, 410, 423, 437,
440, 441, 448, 450, 456, 457, 458, 459, 470, 482, 483, 493, 501
Augusto Blanca 33, 34, 35, 36, 48, 121, 138, 161, 162, 163, 168, 228, 246, 271, 314, 350, 361,
363, 367, 368, 374, 379, 383, 389, 390, 392, 396, 399, 421, 444, 446, 449, 455, 456, 458, 459,
482
Axel Milanés 15, 16, 17, 45, 361, 375, 456, 457
Carlos Ibáñez, Polito 97, 98, 99, 100, 129, 228, 362, 375, 383, 403, 417, 459, 501
Carlos Lage 173, 210, 211, 214, 386, 498
Carlos Salgado, Charly 258, 260, 278, 312, 314, 365, 368, 375, 378
Carlos Varela 25, 26, 47, 138, 314, 361, 376, 379, 380, 385, 390, 395, 396, 411, 417, 422, 455,
456, 457, 505
César Bacaró 111, 163, 225, 404, 502
Diego Cano 15, 16, 17, 38, 39, 40, 41, 43, 49, 138, 150, 173, 174, 187, 191, 192, 193, 194, 248,
310, 313, 361, 363, 364, 366, 367, 368, 376, 379, 388, 393, 410, 446, 455, 456, 457, 458, 459,
460, 482, 483, 501, 516
Diego Gutiérrez 109, 111, 113, 158, 159, 160, 168, 290, 292, 293, 294, 295, 311, 313, 317, 346,
363, 365, 368, 369, 377, 388, 393, 427, 447, 459, 480, 481, 482, 513
Eduardo H. Quincoso 237, 239, 240, 402
Eduardo Sosa 66, 67, 171, 207, 208, 209, 210, 228, 231, 246, 247, 248, 280, 309, 314, 346, 364,
368, 373, 377, 378, 388, 393, 403, 417, 419, 446, 460, 493, 494, 496, 501, 513, 514
Enrique Núñez, Enriquito 107, 108, 109, 131, 314, 362, 378
Eric Méndez 258, 261, 340, 341, 342, 356, 366, 378, 432
Erick Sánchez 155, 156, 157, 167, 177, 192, 228, 246, 247, 248, 280, 312, 313, 363, 366, 368,
376, 378, 417, 448, 459, 474, 501, 514
Ernesto Rodríguez Álvarez 66, 67, 377, 403
Eusebio Pachi Ruiz 299, 300, 401
Fernando Bécquer 15, 16, 17, 43, 61, 64, 68, 69, 71, 85, 117, 124, 125, 138, 147, 187, 191, 192,
193, 228, 256, 271, 309, 313, 361, 362, 364, 367, 379, 386, 390, 402, 404, 412, 417, 456, 457,
458, 459, 460, 474
Fernando Cabreja 300, 323, 324, 326, 334, 335, 336, 346, 355, 366, 379, 429, 430
Fernando Delgadillo 150, 151, 153, 166, 363, 379, 380
Frank Delgado 36, 38, 49, 107, 138, 155, 156, 256, 314, 361, 367, 373, 376, 379, 380, 383, 386,
390, 391, 392, 396, 403, 404, 417, 455, 456, 458, 470, 501, 514
Freddy Lafitta 326, 327, 328, 354, 365, 380
Gerardo Alfonso 22, 23, 24, 43, 46, 91, 100, 101, 129, 138, 228, 243, 244, 245, 246, 248, 270,
276, 310, 313, 346, 361, 362, 364, 367, 368, 371, 373, 376, 379, 380, 381, 382, 383, 386, 388,
392, 395, 396, 402, 403, 404, 410, 417, 445, 446, 447, 455, 456, 457, 458, 459, 501, 505
Gerardo Peña 178, 179, 195, 363, 381
Glenda Fernández-Vega Medina 29, 31, 32, 33, 43, 48, 61, 64, 91, 361, 362, 382, 458
Heidi Igualada 26, 28, 29, 30, 32, 33, 43, 48, 56, 58, 61, 63, 64, 65, 74, 77, 82, 84, 97, 105, 125,
138, 187, 191, 192, 193, 228, 312, 314, 323, 324, 326, 343, 346, 349, 357, 361, 362, 364, 366,
367, 382, 386, 389, 396, 402, 423, 429, 440, 455, 456, 458, 482, 483, 486
Ihosvany Bernal 29, 30, 31, 32, 33, 43, 48, 61, 63, 117, 124, 125, 141, 142, 143, 165, 187, 191,
193, 313, 314, 323, 324, 325, 326, 346, 361, 362, 363, 364, 366, 368, 379, 382, 388, 393, 413,
429, 456, 457, 458, 459, 460, 472, 474, 501
Inti Santana 167, 175, 176, 177, 187, 191, 192, 193, 195, 311, 313, 326, 330, 334, 363, 364,
366, 368, 383, 390, 402, 460, 470, 482, 483, 502, 505
Ireno García 41, 42, 43, 44, 50, 56, 58, 82, 97, 128, 153, 314, 361, 366, 367, 383, 384, 386, 388,
390, 405, 455, 456, 458
Isabel Parra 203, 204, 230, 255, 256, 277, 346, 364, 365, 384, 444, 487, 509
Isael Carrazana, Pipo 328, 329, 330, 354, 365, 384, 432, 502
Israel Rojas 253, 255, 401, 503, 504
Janet Lugones Acosta 237, 402
Jorge García 43, 58, 59, 60, 61, 63, 66, 78, 83, 153, 155, 313, 362, 367, 379, 382, 385, 405, 411,
455, 456, 457, 458
José Antonio Rodríguez 336, 338, 339, 356, 366, 385, 445, 471, 517
Juan Carlos Pérez 147, 148, 150, 166, 192, 314, 323, 324, 326, 346, 353, 363, 368, 385, 386,
418, 429, 430, 459, 501
Karel García Liranza 173, 193, 210, 211, 212, 213, 215, 232, 346, 364, 386, 459, 460
Lázara Ribadavia 61, 64, 95, 96, 128, 192, 228, 295, 296, 298, 317, 362, 365, 368, 369, 382,
386, 423, 456, 459, 460, 501
Lázaro García 161, 162, 163, 168, 184, 185, 186, 187, 197, 224, 225, 226, 228, 229, 246, 299,
313, 314, 363, 364, 368, 386, 390, 399, 418, 446, 459, 460, 482, 502
Leonardo García 158, 159, 160, 187, 191, 192, 193, 290, 314, 330, 331, 332, 334, 346, 355,
363, 364, 365, 366, 368, 369, 373, 387, 388, 393, 432, 447, 459, 474, 479, 480, 481, 482, 501,
513
Levis Aliaga 95, 213, 404, 513
Liamer Lía Llorente 299, 401
Lien Rodríguez 403, 506, 507
Lilliana Héctor Balance, Lilli H. 340, 343, 345, 350, 357, 378, 387, 440, 441
Maikel Elizarde 111, 163, 225, 229, 404, 502
Manuel Argudín 41, 42, 43, 44, 50, 58, 74, 75, 76, 86, 117, 124, 125, 314, 323, 324, 325, 326,
346, 348, 362, 367, 379, 388, 402, 415, 456, 457, 458
María Gisela Rosado 17, 18, 19, 361, 367, 388
Marta Campos 56, 58, 61, 64, 89, 90, 117, 124, 125, 127, 216, 218, 228, 312, 314, 323, 324,
326, 343, 346, 350, 362, 367, 382, 386, 388, 389, 395, 396, 415, 429, 430, 440, 456, 459, 482,
501
Martín Rago 105, 117, 124, 125, 135, 164, 389, 459
Mauricio Figueiral 343, 348, 349, 389, 427, 434, 440
Nelson Valdés 343, 349, 390, 440
Noel Nicola 43, 53, 59, 77, 116, 117, 118, 119, 120, 123, 124, 125, 126, 132, 186, 216, 246,
266, 270, 348, 349, 362, 368, 374, 378, 384, 385, 388, 390, 391, 396, 399, 405, 411, 413, 414,
415, 417, 420, 432, 433, 434, 435, 436, 437, 438, 443, 446, 457, 474, 475, 482, 491
Norge Batista 187, 191, 192, 193, 201, 202, 230, 314, 327, 346, 364, 391, 460, 474, 485, 486
Oscar Eduardo Sánchez 323, 324, 326, 343, 346, 348, 349, 391, 429, 434, 440
Pavel Poveda 109, 111, 113, 248, 249, 250, 252, 276, 313, 334, 364, 368, 392
Pedro Beritán Calaña 343, 349, 392, 440
Pedro Luis Ferrer 53, 54, 56, 82, 125, 144, 145, 147, 165, 201, 214, 350, 352, 358, 361, 363,
366, 372, 376, 386, 393, 414, 455, 456, 458, 485, 514
Pedro Reñé 300, 301, 302, 318, 365, 393
Rachid López 111, 163, 225, 229, 404, 484, 502
Raly Barrionuevo 255, 256, 272, 273, 274, 279, 365, 394, 509, 510
Raúl Cabrera 213, 404, 414
Raúl Verdecia López 323, 324, 325, 326, 346, 349, 394, 429, 432
Rey Pantoja 265, 403, 506
Rita del Prado 15, 16, 17, 26, 27, 28, 29, 32, 43, 45, 47, 61, 63, 64, 96, 97, 171, 172, 192, 194,
228, 284, 295, 296, 298, 361, 362, 363, 366, 367, 373, 382, 385, 386, 389, 394, 395, 402, 410,
424, 427, 455, 456, 457, 460, 466, 482, 483, 501, 507
Rodolfo (Fito) Hernández 177, 222, 223, 224, 402
Rolando Berrío, Roly 192, 213, 214, 216, 232, 346, 364, 395, 404, 460, 496, 497, 498, 513
Samuell Águila 29, 31, 32, 33, 43, 48, 61, 64, 91, 92, 97, 109, 111, 113, 116, 117, 124, 125,
127, 138, 141, 150, 159, 175, 177, 187, 191, 193, 203, 228, 256, 287, 288, 289, 295, 313, 314,
316, 323, 324, 330, 346, 348, 361, 362, 364, 365, 366, 368, 369, 379, 382, 386, 388, 390, 393,
395, 402, 404, 411, 417, 422, 429, 434, 456, 457, 458, 459, 470, 472, 481, 486, 493, 501, 515
Santiago Feliú 13, 15, 36, 45, 53, 117, 124, 125, 266, 314, 361, 367, 371, 376, 379, 380, 385,
386, 389, 390, 391, 395, 399, 403, 422, 455, 456, 457, 475
Sara González 64, 72, 73, 74, 85, 90, 116, 186, 190, 314, 362, 382, 385, 386, 388, 389, 396,
398, 404, 417, 420, 443, 456, 458, 482
Silvio Rodríguez Domínguez 11, 15, 19, 42, 43, 44, 51, 53, 56, 58, 68, 77, 79, 80, 81, 87, 110,
116, 118, 119, 121, 126, 133, 161, 169, 173, 183, 199, 201, 211, 216, 224, 225, 226, 228, 229,
235, 246, 256, 281, 289, 302, 303, 304, 305, 306, 307, 308, 309, 310, 311, 312, 313, 314, 319,
320, 321, 324, 326, 327, 335, 339, 343, 347, 348, 365, 373, 374, 375, 376, 377, 378, 379, 380,
384, 385, 386, 387, 388, 395, 396, 397, 398, 399, 400, 403, 404, 405, 411, 412, 413, 415, 422,
426, 427, 428, 430, 434, 436, 437, 438, 439, 441, 443, 446, 456, 457, 461, 462, 463, 464, 465,
466, 467, 470, 474, 475, 485, 491, 492, 493, 502, 505, 514, 515, 516
Silvio Alejandro Rodríguez 56, 58, 61, 63, 105, 180, 181, 187, 191, 192, 193, 196, 210, 313,
323, 324, 326, 346, 362, 363, 364, 368, 393, 397, 411, 429, 430, 457, 459, 460, 482, 501
Teresita Fernández 66, 77, 78, 79, 86, 125, 130, 135, 136, 137, 138, 140, 148, 164, 172, 191,
228, 273, 283, 284, 315, 325, 346, 347, 362, 363, 365, 367, 368, 371, 374, 376, 382, 385, 397,
398, 413, 414, 417, 419, 422, 442, 456, 457, 458, 459, 461, 466, 468, 470, 474
Tita Parra 255, 256, 277, 365, 388, 398, 492, 509, 511
Vicente Feliú 19, 20, 21, 46, 112, 116, 119, 121, 124, 125, 126, 138, 149, 150, 161, 162, 163,
168, 184, 190, 201, 210, 212, 224, 226, 228, 229, 232, 246, 313, 314, 323, 324, 325, 326, 346,
353, 361, 363, 367, 368, 371, 374, 376, 378, 379, 383, 385, 386, 388, 389, 390, 391, 395, 396,
398, 405, 414, 422, 443, 446, 455, 456, 457, 459, 470, 474, 475, 482, 485, 502
Víctor Víctor 336, 337, 338, 339, 356, 366, 386, 388, 399, 445, 471, 516, 517, 518
William Vivanco 67, 109, 111, 113, 131, 182, 183, 184, 196, 364, 399, 418, 459, 460, 474
Xóchitl Galán 177, 222, 223, 224, 402
Yamira Díaz 109, 111, 113, 131, 219, 220, 233, 270, 310, 313, 346, 349, 364, 368, 400, 404,
417, 432, 446, 460, 461, 498, 499, 512, 516
Yoel Martínez 253, 401
Yunior Navarrete 109, 111, 113, 240, 241, 242, 243, 275, 314, 327, 346, 364, 368, 373, 400,
432
DÚOS Y TRÍOS
Dúo Ariel y Amanda (ver Ariel Díaz y Amanda Cepero) 266, 271, 279, 311, 314, 324, 325, 326,
365, 368, 401, 446
Dúo Buena fe (ver Israel Rojas y Yoel Martínez) 252, 253, 277, 365, 401, 502, 503, 505
Dúo Cofradía (ver Liamer Lía Llorente y Eusebio Pachi Ruiz) 299, 313, 318, 365, 379, 393,
401
Dúo Janet y Quincoso (ver Janet Lugones Acosta y Eduardo H. Quincoso) 237, 275, 313, 364,
368, 402, 427
Dúo Karma (ver Xóchitl Galán y Rodolfo Fito Hernández) 171, 175, 177, 187, 191, 192, 193,
194, 221, 222, 234, 311, 314, 346, 364, 366, 368, 402, 417, 446, 460, 461, 470, 507
Dúo Lien y Rey (ver Lien Rodríguez y Rey Pantoja) 261, 262, 265, 278, 313, 319, 365, 368,
393, 403, 447, 516
Dúo Postrova (ver Ernesto Rodríguez Álvarez y Eduardo Sosa) 66, 67, 68, 84, 362, 371, 377,
403, 455, 456, 458
Trío Enserie (ver Levis Aliaga, Raúl Cabrera y Rolando Berrío, Roly) 93, 94, 128, 213, 228,
362, 371, 379, 395, 404, 456, 459, 480, 496, 501
Trío Trovarroco (ver Rachid López, César Bacaró y Maikel Elizarde) 111, 161, 163, 184, 224,
225, 226, 228, 234, 303, 346, 364, 368, 404, 416, 446, 447, 459, 460, 484, 502
OTROS MÚSICOS
Alejandro Valdés Montero 64,74, 77, 117, 124, 125, 147, 150, 153, 154, 155, 167, 173, 194,
314, 363, 368, 404, 405, 415, 457, 459
Rey Guerra 15, 41, 42, 43, 50, 56, 58, 74, 75, 77, 110, 117, 124, 125, 154, 361, 367, 385, 388,
405, 443, 455, 456, 457, 458
OTROS NOMBRES
Abel Casaus 14, 25, 266, 457
Abel Prieto 110, 307, 409
Adrián Berazaín 141, 258, 261, 502
Agustín Bejarano 330
Agustín Muñoz 216
Aisar Jalil Martínez 53
Alain Gutiérrez 187, 190, 267, 270, 271, 475
Alain Poveda 248
Alberto Cortés 385
Alberto Guerra Naranjo 37
Alejandro Bernabeu 192
Alejandro Filio 385, 386, 388
Alejandro González 328
Alejandro Lerner 371
Alejo Carpentier 106, 227, 502
Alex Poveda 248
Alexis Castañeda Pérez de Alejo 214, 291, 498
Alexis Morejón 79
Alfredito Rodríguez 69
Alfredo Carol 158, 216
Alfredo Guevara 226, 227, 228, 444, 501, 504
Alfredo Sarosa 229
Alfredo Sosabravo 43
Alfredo Zaldívar 265
Alfredo Zitarrosa 372
Alicia Alonso 398
Alicia Elizundia 138
Alicia Gutiérrez 111, 247
Alicia Leal 25, 221, 228, 247, 267, 300
Alli Fernández 314
Álvaro Carrillo 97
Amanda Medina 265
Amaury Gutiérrez 213, 496
Amaury Pérez 108, 372, 376, 388
Amílkar Chacón 290
Amparo Ochoa 372
Amy Ray 379
Ana Belén 377
Ana Cairo 227, 502
Ana Erman 38, 147
Anabell López 382, 388, 389, 395, 396, 404, 405
Andrés Castro Ríos 19
Andrés Mir 223, 497
Andy Montañez 377
Ángela Carrasco 399
Antar 203, 230, 255, 256, 277, 364, 365, 492, 493, 509
Antonio Borrego 201, 486
Antonio Carlos Jobim (Tom Jobim) 107, 155
Antonio Gades 398
Antonio Guiteras 227
Antonio López Sánchez 16, 26, 29, 34, 44, 61, 62, 63, 65, 75, 362
Antonio Santovenia 285, 513
Argelia Fragoso 405
Ariel Marrero 248, 290, 314, 330
Arístides Vega 481
Arsenio Díaz 61, 63, 362
Asley Brito 290
Athanai 376
Aurora de los Andes Feliú 19, 22
Aurora Hernández 19, 22, 163
Axel Tosca 204
Aymara Aymerich 258
Aymeé García 247
B. B. King 402
Baden Powell 155
Bárbaro Reyes Mena (Pango) 178
Bartolomé Hidalgo 19
Beatriz López 93
Benjo Cruz 211
Beth Carvalho 396
Betty Ordaz 219
Bladimir Zamora Céspedes 183, 208, 250, 500
Boris Miguel 219
Caridad Rojas 457
Carlos Cassazza 393
Carlos Fuentes 463
Carlos Gardel 509
Carlos Luis 336, 339
Carlos Manuel Delgado 91
Carlos Martí 457
Carlos Muñiz Varela 216
Carlos Puebla 388, 405
Carlos Puelma 470
Carlos Trova Gutiérrez 213, 496
Carmen Romero 180
Cecilia Roggero 19
Cecilio Áviles 378
Celia Cruz 399
César Portillo de la Luz 53, 298, 371, 372, 474
César Vallejo 205, 239, 391, 427, 481
Cintio Vitier 80, 171, 398, 414, 457
Ciro Benemelis 517
Claudia Expósito 91, 142, 412, 457, 472
Claudio Pairot 298
Claudio Pocho Lepratti 301
Coralia Veloz 366
Corina Mestre 412, 457
Cristina Palomino 329
Chabuca Granda 107
Charityn 399
Charles Aznavour 385
Charly García 301
Chico Buarque 372, 396
Damarys Figueroa 498
Daniel Viglietti 126, 372, 380, 396, 478
Danny Rivera 398, 399
Dariel Díaz 261, 265, 313
Darsi Fernández 125, 471
David Hernández 328, 334
David Martínez Delgado 91
David Sirgado 64
David Smith 258, 260
David Torrens 404
Déborah Nofret 247
Diana Balboa 72, 73, 74, 187, 190, 216, 240, 247, 362, 424
Diana Furlani 473, 474, 476, 477, 478
Diego Rivera 343, 344, 346, 349, 350, 366, 388, 438, 439, 440, 441
Diego Santiago 334
Digna de Ávila 340
Domingo Mesa 486
Dovane Voth 390
Dulce María Loynaz 105, 238, 271
Dyango 399
Edelmis Anoceto 295, 481
Edelmis Pedroso 147
Edelys Noyola 334
Eduardo Castañeda 469
Eduardo Castro 58
Eduardo Expósito 204
Eduardo Frías (Efe) 173
Eduardo García 266
Eduardo Heras León 461, 465, 470
Eduardo Mejides 155, 158
Eduardo Menache Varela 344, 349
Eduardo Moltó 102, 109, 111, 287
Eduardo Morera 219
Eduardo Ramos 119, 121, 391
Eduardo Roca Salazar (Choco) 66, 89, 100, 135, 207, 299, 475, 495
Eduardo Rubén 144, 350
Efraín Rosado 18, 19, 22
El Gordo Fariñas 205
Elena Burke 405
Eliades Ochoa 399, 403
Elis Regina Ramos 177
Eliseo Diego 66, 238, 240, 366, 384, 427
Elizabeth Rodríguez 340
Elmer Ferrer 13, 15
Elvira Skourtis 175, 177, 180, 182, 313
Emilio Vega 36
Emmanuel 399
Ena Lucía Portela 156
Enrique Santos Discepolo 61
Enrique Smith 343, 346
Ernán López-Nussa 385, 389
Ernesto Alemán 118
Ernesto Cardenal 18, 19
Ernesto Che Guevara 22, 24
Ernesto Díaz 201
Ernesto Grenet 44
Ernesto Guevara 272
Ernesto Pita 366
Ernesto Rancaño 36
Esther Martínez 314
Estrella Díaz 120, 124, 190, 225, 257, 306, 347, 473, 482, 487, 493, 498, 502, 506, 509, 516
(María Fernanda Ferrer 248, 269, 338, 345, 447)
Etien Fresquet 348, 434
Eugenio Yoel Pérez 201
Eusebio Delfín 229
Eusebio Leal 110, 140, 238, 270, 366
Federico García Lorca 239, 261
Félix Contreras 79, 462
Félix Guerra 462
Félix Pita Rodríguez 239
Fernando Birri 416
Fernando Guerrero 328
Fernando León Jacomino 115
Fernando Rojas 285
Fidel Castro 109, 113, 114, 115, 116, 117, 132
Fina García Marruz 78, 80, 137, 171, 398
Fito Páez 107, 372, 376, 377, 380, 396
Floraime Fernández 153, 155
Francisco Repilado (Compay Segundo) 229, 379, 474, 475
Frank Abel Dopico 496
Frank Bejerano 403
Frank Fernández 148
Franz Bruggen 405
Frida Kahlo 343, 344, 346, 349, 350, 366, 388, 438, 439, 440
Gabriel García Márquez 325, 463
Gabriela Mistral 283, 284
Gary Burr 379
Gaspar Tena 473, 474
Gema Corredera 299, 404
George Ben 385
George Pérez 252
Germán Piniella 120, 324, 343, 348, 426, 427, 428, 430, 436, 438, 439, 441
Ginette Errasti 470
Giraldo Piloto 379
Gladys Marín 492
Glenda López 340
Gonzalo Castañón 500
Gonzalo Vidal 101
Guadalupe Pineda 399
Guillermina Aramburu 28
Guillermo Guille Vilar 201, 202, 485
Guillermo Alemán 118
Guillermo Rodríguez Rivera 79, 217, 348, 437, 447, 462
Gustavo Echevarría (Cuty) 97
Gustavo Garrincha 155
Harold Gramatges 121
Haydée Santamaría 226, 444
Héctor Luis Posada 348, 434
Héctor Pepo Herrera 261, 265, 313
Hilda Bello 496
Hilda Vidal 247
Horacio Banegas 510
Hugo Azcuy 258
Humberto Manduley 23, 57, 98, 176, 188, 293, 450, 451, 512, 515
Ignacio Villa (Bola de Nieve) 183
Inti Illimani 372
Irán Sánchez 258, 260
Isaac Delgado 403
Isaac Nicola 120
Isadora Cruz Guerra 155, 156
Ismael Serrano 391
Iván Gerardo Campanioni 462, 467
Iván Leyva 258, 261
Iván Soca Pascual 475
Iván Suárez 328
Iván Valiente 153, 155
Ivette Rodríguez 334
J. A. Goytisolo 240
Jaime Canfux 191, 346, 404, 446, 447, 448, 449
Jaime Prendes 184
Jean Paul Sartre 463
Jesús del Valle 378
Jesús García 350
Jesús Gómez Cairo 474
Jesús Medrano 158, 292
Jesús Losada 78
Joan Manuel Serrat 59, 248, 330, 376, 396
Joaquín Borges-Triana 27, 68, 173, 189, 254, 261, 296, 348, 421, 437, 450, 452, 475, 479, 485,
496, 514
Joaquín Clerch 405
Joaquín Sabina 15, 375, 376, 339
Jochi Sánchez 385
Joe Hill 211
Joel Sánchez 71
John Lennon 107, 155
Jorge Drexler 510
Jorge Duporté 77
Jorge Fandermole 393
Jorge Fuentes 135, 138, 413, 457
Jorge Garro 298
Jorge Gómez 457
Jorge Luis Borges 481
Jorge Mañach 497
Jorge Ribadavia 97
Jorge Salerno 211
José A. Rodríguez 33, 314
José Antonio Méndez 53, 183
José Antonio Quesada 289, 379, 389
José Emilio González 19
José Gigio Esterás 29
José Lezama Lima 238
José Luis Cortés 403
José Luis Pascual (Cote) 417
José Luis (Gallego) Posada 272, 273, 336, 340
José Luis Serrano Serrano 336
José María Contursi 79
José María Heredia 427
José María Vitier 44, 388
José Martí 17, 61, 62, 78, 80, 105, 136, 137, 138, 140, 171, 172, 182, 205, 225, 237, 238, 239,
240, 252, 283, 284, 332, 363, 364, 365, 368, 377, 392, 396, 402, 427, 441, 505
José Martín Pepe Sulaimán 347, 473, 474, 475
José Miguel Pérez 237
Joseíto Fernández 17
Joyce Concepción 93
Juan Blanco 148, 385
Juan Camacho 457
Juan Carlos Baglietto 380, 396
Juan Carlos Otero 258, 261
Juan Demósthene 191, 404, 446, 447, 448
Juan Francisco Ordóñez 340
Juan Gelman 463
Juan Luis Guerra 385
Juan Moreira 228, 267
Juan Pablo Otero 389
Juan Pichardo 17, 61
Juan Puentes 150
Juan Ramón Jiménez 238, 239
Juancho Perone 393
Julia de Burgos 18, 19
Julio Antonio Mella 227
Julio César Peña 141
Julio Cortázar 301, 324, 463
Julio Fowler 213, 496
Julio Girona 110, 410, 457
Julio Hernández 193, 460
Julio Martínez 77
Karel Kalaf 340
Katia Hernández 346
La Sophy 399
Lázaro Dagoberto 36
Leo Brouwer 42, 43, 50, 405, 409, 442, 457
León Felipe 239
León Gieco 376, 394, 396, 510
Leonel López-Nussa 61
Leopoldina Núñez Lacret 386
Lesbia Vent Dumois 247
Levi-Strauss 463
Liang Domínguez 247
Lindiana Murphy 285, 513
Lino Betancourt 474
Liuba María Hevia 64, 371, 389, 396, 399, 482
Lorenzo Moya 153
Luis Alberto García 98
Luis Alberto Spinetta 68
Luis Bárbaro 153, 155
Luis Eduardo Aute 380
Luis Hernández (El Plátano) 125, 161, 347
Luis Manuel Molina 153, 155
Luis Miguel Valdés 117
Luis Rogelio Nogueras 273, 412, 461, 462, 464, 465, 467, 468, 469, 470
Luis Toledo Sande 80, 457
Mabel Llevat 247
Mae Roque 265
Magaly Sánchez 78
Magda Resik Aguirre 106, 113, 137, 140, 270
Maikel Quintana 285
Malú Huacuja del Toro 178
Manuel Corona 53, 159, 246, 248, 422
Manuel Monestel 477
Manuel Tejada 385
Manuel Uriona 272
Marel Alemany 339
María Bethania 372
María Córdoba 107, 313
María Luisa Lafita 273
María Santucho 96, 123, 139, 191, 198, 308, 349, 350, 414, 418, 421, 430, 434, 504
María Teresa Vera 28, 64, 91
María Zambrano 254
Mariana García 473, 474, 475, 476, 477, 478
Mariano Mores 79
Maridalia Hernández 399
Marihué Fong 191, 457 (María Hue Fong)
Marilia Guimaraes 308
Mario Vargas Llosa 463
Marisa Monte 224
Marisa Rosado 18, 19
Marta Valdés 29, 64, 262, 289
Martín Martínez 308, 349, 434, 473
Martín Rojas 121
Maryel Mendiola 422, 473, 474
Maureen García 184
Max D. C. 182
Maykel Herrera 243
Mely Gómez 38
Mercedes Sosa 376, 385, 396
Michael Ende 36
Michael Jackson 69
Michel Foucalt 253
Michel Hernández (músico) 290
Michel Hernández (periodista) 324
Michel Ledesma 219
Michel Mirabal 210
Miguel de Unamuno 238, 239
Miguel Companioni 246, 248
Miguel Hernández 15, 42, 43, 44, 77, 109, 240, 324, 326, 456, 457
Miguel Matamoros 53, 67, 68, 214, 229, 246, 422
Miguel Núñez 391
Minerva López 247
Mike Porcell 53, 56, 378
Miriam Ramos 64, 385, 388, 389, 405, 482
Miryam Quiñones 366, 422
Mirza Sierra 261, 265
Myriam Cubelos 393
Moisés Simons 62, 63
Natalia Gómez 300, 301, 365
Nelkis Ramírez 247
Nelson Domínguez 22, 105, 107
Néstor Montes de Oca 219, 499
Néstor Rodríguez 328
Nicolás Guillén 90, 148, 238
Nilda Fernández 256
Niurka Iñurrieta 56, 57, 361
Niurka González 224, 226, 228, 229, 319
Niurvis Moreno 330, 334
Norge Espinosa 496
Numa Moraes 385
Nuria Vega Valdés 349
Ñico Saquito 214
Octavio Paz 224
Octavio Sánchez (Cotán) 394
Omar Hechavarría 313
Omara Portuondo 402
Onelio Jorge Cardoso 398
Orlando García 266
Orlando Ramos 285, 513
Oscar Hernández 61, 91
Osmany Oduardo Guerra 327
Otto Raúl González 19
Otto René Castillo 78
Pablo de la Torriente Brau 15, 42, 43, 109, 110, 135, 226, 267, 304, 227, 323, 324, 325, 350,
353, 363, 427, 428, 429, 430, 441, 442
Pablo Milanés 53, 89, 91, 116, 118, 119, 121, 211, 216, 226, 246, 327, 375, 376, 377, 378, 384,
395, 396, 398, 399, 405, 412, 413, 422, 474, 475, 491, 505
Pablo Soto Carriat 216
Pancho Villa 256
Pastor Vega 403
Patricio Manns 477
Paul Leduc 350
Paul McCartney 107
Paul Sosa 334
Pavel Urquiza 299, 404
Pedro Abascal 101
Pedro Bandera 184, 484
Pedro Cantero 326
Pedro de la Hoz 447
Pedro Enrique Peña 314
Pedro Guerra 396, 404
Pedro Llanes 481
Pedro Novo 390
Pedro Pablo Oliva 180
Peng Bian 385
Pepe Ferrer 393
Pepe Ordás 33, 314, 366, 373, 390
Pepe Sánchez 246
Pete Seeger 396
Peteco Carabajal 394, 510
Peter Frampton 372
Pinochet 255
Pucho López 184, 484
Pupi Sierra 91
Quintín Cabrera 391
Rafael Amor 391, 404
Rafael Zarza 93
Ramón Alnos 340
Ramón Haití 68
Ramsés Puentes 111
Raúl (El Chino) Verdecia 207, 231
Raúl Marchena 159
Raúl Torres 371, 376, 379, 404
Rayda Cotto 388
Ricardo Garcés 111
Richard Pérez 328
Rigoberto Hernández 366
Roberto Fabelo 161, 224, 228, 267
Roberto Fernández Retamar 205, 226, 228, 416, 444, 501
Roberto Novo 390
Roberto Zurbano 220
Robin Martínez 261
Rochy Ameneiros 153, 155, 292, 295, 317
Rodolfo Humpierre 258, 261
Rodolfo Valdés Terry 216
Rodrigo Wangeman 175, 177, 366
Rogelio Ramos 210, 494
Roger Quintana 285, 513
Rolando Alarcón 491
Roque Dalton 18, 19, 78, 463, 464
Rosa Matos 366
Rosa Pérez 457
Roy Brown 107, 396
Rubén Fernández 173
Rubén Martínez Villena 66, 227
Rubén Slonimsky 389
Ruth de la Torriente Brau 226, 227, 325, 350
Ruy Adrián López-Nussa 313
Salvador Adams 61, 229
Salvador Brau 441
Sandra González 247
Sandra Pérez Hernández 41, 42, 64, 247
Santiago Álvarez 226
Senén Suárez 126
Sergio Gómez 29, 31, 32, 33, 43, 48, 61, 63, 66, 71, 91, 210, 361, 362, 457, 458
Sergio Vitier 405, 474
Severo Sarduy 67
Sigfredo Ariel 295
Silvana Blasbalg 38
Silvia Padrón 350
Silvia Pérez 180, 182
Silvino Corveas 219
Simón Díaz 77
Sindo Garay 22, 44, 53, 54, 61, 68, 77, 107, 211, 229, 246, 329, 349, 384, 387, 405, 422, 430,
431, 432, 451
Soledad Bravo 396
Sonia Silvestre 372
Sor Juana Inés de la Cruz 19, 29
Sucel Matos 328
Suyín Morales Alemañy 348, 438
Tamara Castillo 248, 313, 334
Tania Libertad 372, 398
Telmary Díaz 182
Teresita de Jesús 298
Tito Madi 107
Thiago de Mello 255, 256, 277, 509
Toquinho (Antonio Pecci) 173
Tunai 256
Vicente Huidobro 205
Vicente Rodríguez Bonachea 175, 248, 283
Víctor Casaus 18, 20, 42, 44, 73, 79, 90, 101, 103, 107, 112, 117, 122, 123, 124, 125, 139, 140,
150,162, 203, 207, 215, 226, 227, 228, 241, 244, 247, 256, 257, 268, 270, 271, 272, 273, 298,
305, 308, 314, 325, 343, 346, 347, 348, 349, 412, 414, 416, 417, 418, 419, 421, 426, 427, 428,
430, 434, 436, 438, 439, 441, 446, 449, 461, 462, 464, 465, 468, 469, 470, 472, 474, 475, 482,
492, 493, 501, 502, 504, 515
Víctor Heredia 385
Víctor Jara 211, 491
Víctor Linens 328
Víctor Manuel 339
Víctor Quiñones 178, 501
Vinicius de Morâes 107, 155, 173
Violeta Parra 203, 255, 256, 257, 384, 398, 444, 487, 488, 489, 490
Vionaika Martínez 163, 387
Virgen Gutiérrez 227
Vivian Martínez Tabares 18
Viviana García 57
Vladimir Cruz 457
Walt Whitman 327
Wenceslao de Jesús 298
Wilber García 219
Wilber Ortega 201
William Roblejo 261, 265, 328
Xenia Reloba 346
Xiomara Laugart 22, 57, 385, 389, 405
Yaíma Orozco 290, 330, 334
Yamil Díaz Gómez 332, 334, 481
Yamila Piedra 219
Yanara Moreno 33, 36
Yandi Fragela 340
Yaumil Hernández Gil 147
Yenisell Cruz 496
Yescenia Fales 175, 177
Yhosvani Palma 210
Yoán Zamora 349, 432
Yoetna Guerra 261, 265
Yolo Bonilla 378
Yordanis Ríos 248
Yoriell Carmona 155, 156, 180, 182, 366
Yunior Ponce 201
Yuslemi Escobar (Yus) 191, 288
Zaida del Río 26, 95, 247, 295
Índice
PRÓLOGO / 7
I AÑO LAS HUELLAS DE LA PASIÓN / 11
Santiago Feliú | Futuro inmediato / 13
Rita del Prado, Axel Milanés, Diego Cano y Fernando Bécquer | Cuatro maneras de mirar / 15
María Gisela Rosado y el grupo Kábala | Concierto Viaje por la poesía / 17
Vicente Feliú | Cincuenta son, pero no duelen tanto / 19
Gerardo Alfonso | Guitarra, siempre guitarra / 22
Carlos Varela | Habáname / 25
Rita del Prado | Más que sobrevivir / 26
Ariel Díaz, Heidi Igualada, Ihosvany Bernal, Samuell Águila y Glenda Fernández | Cuerda
joven / 29
Augusto Blanca | Casi feliz / 33
Frank Delgado | Inmigrante a media jornada / 36
Diego Cano | Señales / 38
Rey Guerra | Pieza sin título / 41
Memoria fotográfica / 45
II AÑO ESPACIO NECESARIO / 51
Pedro Luis Ferrer | Yo no tanto como él / 53
Ireno García | Dibujar canciones / 56
Jorge García | Hay cosas... / 58
La impúdica es la guitarra | Marta Campos, Jorge García, Heidi Igualada, Rita del Prado,
Lázara Ribadavia, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal, Ariel Díaz, Silvio
Alejandro Rodríguez, y los poetas Sergio Gómez y Antonio López / 61
Heidi Igualada | Volver a nacer / 64
Dúo Postrova | Desde el son de la loma / 66
Fernando Bécquer | Cubano por donde tú quieras / 68
Sara González | Gracias por la música / 72
Manuel Argudín | Todavía no estoy mal / 74
Teresita Fernández | No puede haber soledad / 77
Memoria fotográfica / 82
III AÑO MEMORABLE Y FELIZ / 87
Marta Campos | Como soy / 89
Samuell Águila | Arando el fin / 91
Trío Enserie | Mañana no habrá / 93
Lázara Ribadavia | Canción de tarde / 95
Polito Ibáñez | Agujeros / 97
Gerardo Alfonso | Concierto especial Cubadisco 2001 / 100
Ariel Díaz | Estoy en casa / 102
Alberto Faya | Entre amigos / 105
Enriquito Núñez | Reencuentro. Canciones del siglo pasado / 107
Trov@nónima.cu | Yamira Díaz, Ariel Díaz, Samuell Águila, Diego Gutiérrez, Yunior
Navarrete, Ariel Barreiros, Pavel Po-veda, William Vivanco / 109
Homenaje a Noel Nicola | Rey Guerra, Santiago Feliú, Alberto Tosca, Marta Campos,
Alejandro Valdés, Manuel Argudín, Ariel Díaz, Samuell Águila, Fernando Bécquer, Ihosvany
Ber-nal, Martín Rago / 117
Memoria fotográfica / 127
IV AÑO EL RIESGO NECESARIO Y LA POESÍA IMPRESCINDIBLE / 133
Ariel Díaz, Martín Rago| La canción que queda / 135
Teresita Fernández | Teresita canta a Martí / 136
Ihosvany Bernal | Cambiándolo todo / 141
Pedro Luis Ferrer | De esperanzas y miedos / 144
Juan Carlos Pérez | Contra señal / 147
Fernando Delgadillo | Concierto especial en Cubadisco 2002 / 150
Alejandro Valdés | De mi corazón / 153
Erick Sánchez | Concierto A guitarra limpia / 155
Leonardo García, Alain Garrido, Diego Gutiérrez | Por todos los caminos / 158
Vicente Feliú, Augusto Blanca, Lázaro García | La mano amiga / 161
Memoria fotográfica / 164
V AÑO GRACIAS A LA MAGIA DE LA MÚSICA Y LA POESÍA / 169
Rita del Prado | Desde La Edad de Oro / 171
Diego Cano | Cambiar el viento / 173
Inti Santana | El riesgo del juego / 175
Gerardo Peña | Más allá / 178
Silvio Alejandro | Multitudes en la silla / 180
William Vivanco | Biografía / 182
Lázaro García | Carta de provincia / 184
Generación X: Concierto por el quinto aniversario | Samuell Águila, Silvio Alejandro,
Fernando Bécquer, Ihosvany Bernal, Leonardo García, Ariel Díaz, Diego Cano, Heidi Igualada,
Norge Batista, Inti Santana, Dúo Karma / 187
Memoria fotográfica / 194
VI AÑO EL TALENTO, LA HUMILDAD Y LA TERNURA / 199
Norge Batista | Colgado en la pared / 201
Isabel Parra y Antar | Ni toda la tierra entera / 203
Alberto Tosca | Toda la poesía / 204
Eduardo Sosa | Pasado los treinta / 207
Karel García | Hambre de quimeras / 210
Rolando (Roly) Berrío | De mirar / 213
Ángel Quintero | Soy un paisano / 216
Yamira Díaz | Antes de la noche / 219
Dúo Karma | Voz de las aguas / 221
Trío Trovarroco | Concierto por el sexto aniversario / 224
Memoria fotográfica / 230
VII AÑO CASI UN GRITO DE GUERRA / 235
Dúo Janet y Quincoso | Versos del alma / 237
Ariel Barreiros y Yunior Navarrete | Sur / 240
Gerardo Alfonso | Cuarto de siglo / 243
Concierto especial Me han estremecido un montón de mujeres | Ariel Díaz y Amanda Cepero,
Gerardo Alfonso, Erick Sán-chez y Eduardo Sosa / 246
Pavel Poveda | Flor de marabú / 248
Dúo Buena fe | El eco de las plazas / 252
Concierto especial Tita, Antar e Isabel Parra / 255
Charly Salgado | Entre la trova y la postrova / 258
Lien y Rey | A fuego abierto / 261
Ariel y Amanda | Frío / 266
Raly Barrionuevo | Descalzo por los caminos / 272
Memoria fotográfica / 275
VIII AÑO SEGUIR ANDANDO / 281
Teresita Fernández | Como una sola flor / 283
Tony Ávila | Credenciales / 285
Samuell Águila | Retrato / 287
Alain Garrido | Concierto sensible / 290
Diego Gutiérrez | Demasiado DiEgo / 292
Lázara Ribadavia | Razones / 295
Dúo Cofradía | Anhelos en cofradía / 299
Pedro Reñé | Pinceladas del sur / 300
Te doy una canción. Homenaje a Silvio Rodríguez | Concierto por el octavo aniversario / 302
Memoria fotográfica / 315
IX AÑO NO IMPORTA PASE EL TIEMPO / 321
Una canción para Pablo | Juan Carlos Pérez, Marta Campos, Silvio Alejandro, Heidi Igualada,
Fernando Cabreja, Oscar Eduardo Sánchez, Samuell Águila, Ihosvany Bernal, Raúl Verdecia,
Ariel Díaz, Amanda Cepero, Ariel Barreiros, Manuel Argudín, Vicente Feliú / 323
Freddy Lafitta | Pared adentro / 326
Isael (Pipo) Carrazana | Técnica mixta / 328
Leonardo García | De paso por el sol / 330
Fernando Cabreja | Como una luna en pie / 334
De República Dominicana. Concierto especial en Cubadisco 2007 | Víctor Víctor y José
Antonio Rodríguez / 336
Eric Méndez | De vuelta a la guitarra / 340
Concierto para Frida y Diego | Ariel Barreiros, Ariel Díaz, Heidi Igualada, Lilliana H. Balance,
Marta Campos, Mauricio Figueiral, Nelson Valdés, Oscar Eduardo Sánchez, Pedro Be-ritán,
Tony Ávila / 343
Pedro Luis Ferrer | Concierto de fin de año / 350
Memoria fotográfica / 353
CONCIERTOS, DISCOS Y TROVADORAS/ES A GUITARRA LIMPIA / 359
Conciertos y presentaciones A guitarra limpia (1998 - 2007) / 361
Lista de Casetes y CDs A guitarra limpia / 367
Trovadoras/es y otros músicos de A guitarra limpia / 371
ANEXOS / 407
Han dicho de A guitarra limpia… / 409
Becas y Premios para los trovadores / 425
El Premio Pablo y A guitarra limpia / 441
El Centro Pablo en Cubadisco / 445
Siempre Por la izquierda / 450
Difusión / 455
Proyectos hermanos / 472
Prensa / 479
CENTRO CULTURAL PABLO DE LA TORRIENTE BRAU / 519
ÍNDICE DE TROVADORAS/ES Y OTROS MÚSICOS A GUITARRA LIMPIA / 521