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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
1
RT S
Revista de Treball Social
Directora: Montserrat Bacardit i Busquet
Subdirectora: Rosa Mª Ferrer i Valls
Equipo de redacción: Teresa Aragonès i Viñes
Irene De Vicente Zueras
Josep Ma. Mesquida González
Pepita Rodríguez i Molinet
Pepita Vergara Beltrán
Administrativa: Anna Pablos Ortuño
Comité asesor: Rogeli Armengol i Millans
Montserrat Cusó i Torelló
Josefina Fernàndez i Barrera
Manuel Miguel Pajuelo Valsera
David Paricio Salas
Xavier Pelegrí i Viaña
Milagros Pérez Oliva
Carmina Puig i Cruells
Cristina Rimbau i Andreu
Glòria Rubiol i Gonzàlez
Maria del Carme Sans Moyà
Antoni Vilà i Mancebo
Diseño de las portadas: Jordina Tió
Diseño interior: Ester Lozano Vivó
Corrección de estilo y traducción: Raül Cascajo i Orzáez
Imprenta y maquetación: I.G. Santa Eulàlia. Sta. Eulàlia de Ronçana
Depósito legal: B-19535/1968
ISSN: 0212-7210
Tiraje: 5.200 exemplars.
Edita: Col. legi Oficial de Diplomats en Treball Social
i Assistents Socials de Catalunya
Portaferrissa 18, 1r 1a - 08002 Barcelona
Tel. 93 318 55 93 - Fax 93 412 24 08
Adreça electrònica: [email protected]
Subscripcions: www.tscat.cat
Junta de Govierno del Col. legi
Presidenta: Núria Carrera i Comes
Vice-presidenta: Mª Antònia Rocabayera Andreu
Secretaria: Rosa Mª Carrasco Coria
Tesorera: Thaïs Yarky Tenllado
Vocales: Lis Brusa Acuña
Aurea Quintana Baulés
Lucia Guerrero Ruiz
Càndid Palacín Bartolí
Juan Manuel Rivera Puerto
Vocales coordinadores/as de las delegaciones territoriales:
Lleida: Carme Tobella Barés
Manresa: Alberto Caballero Marcos
Tarragona: Mª Àngels Expósito Miró
Girona: Anna Galobardes Gelada
Terres de l’Ebre: Glòria Martín Lleixa
El equio de redacción no se identifica necesariamente con el contenido de los artículos publicados.
2
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Sumario
Sumario
„
Editorial .......................................................................................................................................5
„
A fondo
Aspectos éticos de la investigación en trabajo social
Begoña Román ..................................................................................................................................9
La investigación en el trabajo social y la generación de conocimiento
avalado en el método científico
Dolors Colom .................................................................................................................................. 14
Trabajo social e investigación
Natividad de la Red...................................................................................................................... 25
Los Grupos de Investigación en Trabajo Social en las universidades del
estado español
Cristina Rimbau, Rosa M. Alegre, Irene De Vicente y Ariadna Munté ................................ 39
Ejerciendo la investigación en trabajo social: el relato de un caso práctico
Kontxesi Berrio-Otxoa y Ainhoa Berasaluze .............................................................................. 55
El Trabajo social con familias: la responsabilidad de los trabajadores
sociales en la autodeterminación de los colectivos más vulnerables
Josefa Fernández, Josep Mª Torralba, Mercè Tabueña, Rosa María Alegre, Adela Boixadós,
Irene De Vicente, Eveline Chagas, Càndid Palacín y Belén Parra............................................ 60
La hiperfreqüentación, una mirada desde el trabajo social sanitario
Grupo de trabajadores sociales del SAP esquerra de Barcelona ................................................. 67
El impacto de la Ley de Dependencia en el modelo de atención social
tradicional y en los servicios sociales
Cristina Rimbau............................................................................................................................ 79
La violencia de los jóvenes en la familia: una aproximación desde la
justicia a los menores denunciados por sus padres
Francisco Romero, Anna Melero, Carme Cànovas y Montserrat Antolin ............................... 95
Presentación de dos pósters sobre investigación .................................................... 99
Trabajo social e investigación: damos la palabra a los profesionales
Mesa redona ........................................................................................................................... 101
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
3
„
Interés profesional
Reseña de la jornada del Col.legi sobre ética “La intervenció social
des de l’ètica de la responsabilitat”
Montserrat Plans ......................................................................................................................... 113
Jornada “Qualitat i bones pràctiques en l’atenció dels serveis socials a la
dependència”
Alberto Caballero ........................................................................................................................ 115
La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
Juana Urra, Lourdes Iturri, Mª Carmen Maeztu, Ainhoa Arraztoa, Mª Jesus Erice,
Mª Pilar García y Mª José Moreno ........................................................................................... 117
„
Libros
Participación ciudadana y gestión de las políticas sociales municipales ...... 141
Situación actual y retos del régimen jurídico del trabajo de personas
en situación de exclusión social y con discapacidad en España ................. 144
El consell assessor d’ètica professional ................................................................... 145
„
Sección libre
Ave María ............................................................................................................................... 151
„
La Revista
Publicaciones ........................................................................................................................ 155
Normas para la presentación de articulos en la Revista
de Treball Social .................................................................................................................. 156
Boletín de suscripción ...................................................................................................... 159
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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Editorial
Editorial
Este número lo dedicamos a hablar de la investigación. Creemos que el paso de
diplomatura a enseñanza de grado configura un nuevo escenario en el cual el futuro
graduado en Trabajo Social quedará nivelado con otras disciplinas con mayor
tradición investigadora. Es un buen momento, pues, para reflexionar en cuanto a
nuestras potencialidades y limitaciones en el terreno de la investigación.
Y con este espíritu os presentamos un nuevo número de la RTS, que, por un lado,
quiere dar a conocer investigaciones llevadas a cabo por compañeras y compañeros
de profesión, y por otro, persigue poner sobre la mesa algunos elementos de
reflexión sobre el tema que nos ocupa.
La nuestra es una profesión privilegiada desde el punto de vista de la posición en la
que estamos en relación a la realidad social que nos rodea. Todas y cada una de las
personas a las que escuchamos desde nuestros puestos de trabajo son fuentes de
información directa sobre multitud de situaciones que merecen la preocupación
de administraciones, políticos, medios de comunicación y muchos otros actores
sociales. Los expedientes que llenan nuestros despachos están llenos de datos que
hemos ido recogiendo de forma sistemática y rigurosa. Esta recopilación de
información nos han permitido diseñar planes de trabajo individualizados y también
evaluar los efectos de nuestra acción utilizando habilidades que son propias de
cualquier proceso de investigación.
Una de las personas que han participado en este número de la revista dice que
somos una profesión que se minusvalora, que no nos creemos capaces de generar
conocimiento. Y si eso es así vale la pena hacer una ojeada a las experiencias que os
presentamos y también leer las palabras de las personas que desde su posición de
expertos nos hablan de la investigación en trabajo social.
Pero pese a que nuestro día a día quizás no favorece que podemos dedicar a la
investigación el tiempo y los esfuerzos que se merece, no queremos hablar en
términos de asignatura pendiente, porque la investigación en trabajo social es una
realidad, tal como podréis constatar a continuación.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Aspectos éticos de la
investigación en trabajo social
La investigación en Trabajo Social
y la generación de conocimiento
Trabajo social e investigación
Los Grupos de Investigación en
Trabajo Social en las universidades
Ejerciendo la investigación en
trabajo social
La hiperfreqüentación, una
mirada desde el trabajo social
sanitario
El impacto de la Ley de
Dependencia
La violencia de los jóvenes en
la familia
Presentación de dos pósters
sobre investigaciones
Mesa redonda
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Aspectos éticos de la investigación en
trabajo social
Begoña Román i Maestre1
Resumen
El artículo pretende responder a tres cuestiones: ¿Por qué investigación en trabajo
social? ¿Qué investigación en trabajo social? ¿Y qué aspectos éticos tienen que ser
especialmente considerados en la investigación en trabajo social? En el artículo
defendemos la necesidad de investigar en trabajo social para hacer progresar la
profesión (excesivamente volcada en la intervención y poco dada a la reflexión
compartida y documentada), y mejorar la calidad de sus servicios. Recordamos las
normas éticas que regulan la actividad de la investigación y apostamos por una
investigación no sólo teórica sino siempre en contacto con los grupos con los
cuales se trabaja. Por último, abordamos algunas cuestiones éticas de especial
relevancia en la investigación en trabajo social.
Palabras clave: Ética, trabajo social, investigación, excelencia, buenas prácticas.
Abstract
This paper wants to answer three questions: why research in social work? What
research in social work? And which ethical aspects must be especially considered
in research regarding social work? This article defends the need to research in
social work in order to make a progress in the profession (a profession that is too
involved in action but poor in shared and published reflexion) and to improve the
quality of its services. Here we remark some ethical norms in researching; we
prefer not only theoretical research but that which is in contact with groups of
people. Finally we focus on some ethical subjects of especial relevance in the
research of social work.
Key words: Ethics, social work, research, excellence, good practices.
1
Doctora en Filosofía. Profesora de la Facultat de Filosofia de la Universitat de Barcelona. Presidenta del
Comitè d’Ètica de Serveis Socials de Catalunya. [email protected]
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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Aspectos éticos de la investigación en trabajo social
1. ¿Por qué investigación en trabajo
social?
La pregunta moral a la que se intenta
responder desde la autonomía personal es
qué debemos hacer, mientras que la ética
por antonomasia se pregunta, más allá de la
intervención, por qué lo tenemos que hacer.
Si ahora nos dedicamos a la investigación en
trabajo social la primera cuestión que habría
que hacer, pues, es por qué investigación en
trabajo social. Muchos son los motivos, las
razones, para hacer investigación en servicios sociales en general y en trabajo social
en particular.
Uno es que el cambio de status, de graduado a licenciado, abre la magnífica posibilidad académica de llevar a cabo investigaciones
que puedan culminar en tesinas, en másteres
y en tesis doctorales, con lo cual se abren las
posibilidades de que más gente se pueda
dedicar a estas actividades más reflexivas y
comunitariamente compartidas como la investigación y las publicaciones a ella asociada.
También es una cuestión de fondo la
cuestión de por qué investigación, ver si unas
profesiones como las vinculadas a los servicios sociales que tienen que estar al servicio
de la sociedad, de la transformación social y
de la justicia social pueden hacerlo legítima y
eficientemente sin la necesaria reflexión sobre
la realidad de la que partimos, lo cual requiere conocimiento de esta realidad, más
allá de apreciaciones subjetivas (diagnóstico); conocimientos de los medios de que se
dispone, y requiere de pronóstico y agenda.
Si no tenemos nada de eso corremos el peligro de transformarnos en quijotes virtuosos
vertidos a la desmesurada tarea de cambiar
el mundo con Rocinante y Sancho, a golpes
de buena voluntad y vocación de servicio.
10
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
La ciencia, en el sentido más amplio de
la palabra, entendida como conocimiento
razonado y compartido por una comunidad
de profesionales que se dedican a mejorar
una realidad, es poder; la investigación los
proporciona los dos, conocimiento y poder;
pero ejercer el poder pide responsabilidad.
De forma que si el trabajo social quiere
mejorar su legitimidad, su eficiencia y ejercer con responsabilidad, tiene que separarse
críticamente de la intervención, y además
de hacer para y en la sociedad tiene que pensar sobre lo que hace, cómo, con quién: eso
es investigación y también forma parte del
trabajo social.
El trabajo social mejorará en legitimidad
porque si está al servicio de la sociedad, de
la justicia social, tiene que saber si compartimos el modelo de mundo por el cual trabajamos, y si lo hacemos desde el despotismo
ilustrado o desde el empoderamiento personal. Desde el propio trabajo social, por
ejemplo, se ha querido superar modelos
asistencialistas que la propia sociedad a veces pide. Y entonces tenemos un problema
de expectativas y de la correspondiente satisfacción (calidad asistencial): qué trabajo
social quieren los grupos para los que trabajamos, qué trabajo social quieren los trabajadores sociales, y qué trabajo social quieren
las administraciones. Saber cuál es el diagnóstico, el punto de partida, y qué finalidades son las legitimadoras, la razón de ser del
servicio (criterio de su calidad), y cuáles las
traicionan, es una cuestión ética importante.
Porque ni el fin justifica los medios, ni los
medios (más o menos abundantes o escasos) tendrían que hacer perder el horizonte
axiológico y de justicia que el trabajo social
pretende obtener y toma como fuente de
legitimidad ante la sociedad.
A fondo
Pero también la investigación puede redundar en la mejora de eficiencia bien entendida, es decir, la que apunta a aquellas
finalidades legitimadoras. Y si resulta que la
tergiversamos por un que no haya quejas, o
que no haya listas de espera; o creamos dependencia de los servicios sociales sin hacer
una pedagogía sobre qué se puede esperar
adecuadamente, con justicia y verdad, de los
servicios sociales, los resultados serán la
corrosión de la actividad profesional, la pérdida de su legitimidad, y la desmoralización
del profesional que luchaba por algo pero,
pasado un tiempo, al no ver ningún avance,
pierde interés.
Pero la razón de fondo es que hay que
mejorar la profesión, una profesión que ha
estado muy abocada a la intervención, a la
transformación social, y no ha dispuesto ni
de personas ni de tiempo ni de recursos para
poder dedicarse a los proyectos de investigación. El progreso de una profesión pasa
por documentar sus prácticas, por discutirlas, por compartirlas, por validarlas, y por
eso se requiere gente preparada, dedicada y
con recursos. La licenciatura, es de esperar,
tendría que mejorar estas condiciones.
Progresar implica establecimiento de finalidades, planificación, recuento de medios,
energías, esfuerzos; requiere de comunidad
compartida de discusión y diálogo, y requiere gente que ama su profesión para dotarla
de conocimientos, guías de referencia, de
buenas prácticas, de modelos validados de
evaluación de calidad, y de aprendizaje de la
propia historia de la profesión. Precisamente la investigación es una actividad reglada
comunitaria donde nos proponemos como
objetivo la búsqueda del conocimiento, que
llamamos “verdad”, no porque lo hayamos
demostrado, sino porque hasta ahora no se
ha demostrado lo contrario y procuramos
demostrarlo en un esfuerzo continuo de
liberarnos de ignorancia y/o de prejuicios.
2. ¿Qué investigación necesitamos?
En primer lugar, aquella que aporte a la
comunidad de profesionales y a la sociedad
conocimientos y herramientas para mejorar
la intervención. Por lo tanto, hay que argumentar muy y muy bien a quién beneficia la
investigación, acotar los objetivos, explicar
con transparencia la proporcionalidad que
tendría que haber entre los recursos/esfuerzos y los resultados esperados, y quiénes la
subvencionarán. También es muy importante
asumir las limitaciones del estudio.
Es especialmente útil distribuir las energías y evitar en lo posible que muchos grupos de investigación o personas trabajen lo
mismo mientras quedan muchos temas necesitados de mejorar su abordaje y que nadie investiga. Tiene que haber lugar tanto
para la investigación más modesta, acotada,
corta, como para la muy ambiciosa y larga:
todas aumentan las perspectivas, y eso es
primordial para el diálogo, metodología por
antonomasia de la ciencia.
Por eso se debe garantizar la pluralidad
de la investigación, es importante que haya
investigación de trabajo de campo, empírica,
como también meramente bibliográfica,
comparativa o histórica. Por otra parte, no
se trata de hacer grandes investigaciones y
desde la torre de marfil académica, sino aquella que se puede hacer bien y que da a la comunidad de profesionales mejores herramientas para intervenir en la sociedad. La investigación debe ser variada, es decir, se deben investigar diferentes aspectos, desde diferentes
perspectivas y diferentes personas y grupos.
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Aspectos éticos de la investigación en trabajo social
No se debe reducir la investigación en
trabajo social a los institutos, o a los observatorios, o a las universidades. Se deben hacer grupos interdisciplinarios, de gente que
tenga más contacto con la realidad que a la
vez pueda contar con el apoyo metodológico
o bibliográfico o teórico de aquellos. Qué
importante es, en profesiones con poca tradición en investigación, que la Universidad,
los colegios, las administraciones incentiven
(con premios, publicaciones, fomento de
grupos de investigación, subvención, etc.) a
los profesionales y a los estudiantes a hacerla.
La investigación en ciencias sociales tiene unas peculiaridades: no existen demasiadas reglas o procedimientos estandarizados;
además, como no se trata de estudio en el
laboratorio, la investigación puede transformar por el simple hecho de estudiar lo que
pretende estudiar. La metodología puede
determinar el trabajo de campo, a menudo
la naturaleza de la pregunta en ciencias sociales puede influir en el entrevistado. Por
eso, a veces, explicar demasiado los objetivos de la investigación puede influenciar en
las respuestas del entrevistado. En una investigación humanística el investigador debe
ser sensible a los efectos que causa sobre las
personas objeto de su estudio, no debe ser
un investigador intrusivo pero debe ser consciente de su efecto en la interacción.
Así pues, escoger la metodología ya es
un tema de honestidad intelectual: el investigador cualitativo, por ejemplo, busca comprender, ponerse en la piel del investigado
conservando, sin embargo, la imparcialidad.
La descripción del diseño de la investigación
debe explicitar los presupuestos filosóficos
y epistemológicos del investigador (su paradigma); los motivos por los que ha escogido
una técnica y no otra.
12
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
3. Algunos aspectos éticos de la
investigación en trabajo social
La investigación es una práctica comunitaria de excelencia que, pese a que se haga
individualmente, tiene pretensión de ser pública en orden a compartir los conocimientos. La investigación requiere honestidad
sobre la extensión de las consecuencias y el
rigor en el uso de la metodología. Requiere
humildad sobre lo que uno puede, sabe, y
quiere hacer sin perder de vista que lo que
se busca es conocimiento. Así pues, cuando
alguien investiga quiere pertenecer a una
comunidad dialógica continua, con pretensión
de rigor, de publicidad, de trasparencia, con
deseo de conocimiento al servicio del progreso social y de la mejora de la profesión.
Especialmente importante es que el investigador garantice confidencialidad sobre la
información que puede llegar a tener, y pida
permiso para, respetando la confiden-cialidad,
poder hacer públicas las informaciones. Por
eso hay que pedir permiso para grabar, hay
que explicar qué se quiere hacer con la investigación, y hace falta dar las gracias a las
personas que han dado su tiempo o su historia, dejando siempre muy claro, cuando pedimos permiso, que negarse a participar en un
estudio también es una opción legítima.
Por otra parte, querríamos recordar la
importancia de no publicar sólo aquello que
se considera un éxito, que ha demostrado la
hipótesis de la cual se partía; explicar a la
comunidad de profesionales que alguien dedicó sus esfuerzos a cultivar, por ejemplo,
una correlación entre la variable x y la variable y y no la encontró, ni es un fracaso, ni
necesariamente convierte en inútil su publicación. Si la investigación está bien hecha,
con ella se demuestra que no hay correlación
A fondo
entre x e y, y si además está publicada, recuerda a otros investigadores que tendrían que
abordar la cuestión desde otro punto de vista, metodología o, sencillamente, pone sobre
aviso de no volver a emprender la investigación de nuevo si no hay cambios significativos desde que se hizo o la forma en la que
se hizo. Todo dotaría de eficiencia a la distribución de energías y recursos, y permitiría progresar más y mejor a la comunidad
profesional, porque no se empezará desde
un lugar que se ha demostrado infructífero.
A no ser, claro, que en lugar de entender
la investigación como una práctica cooperativa que va buscando la mejora en eficiencia
y legitimidad del trabajo social, se va buscando la mayor gloria personal del investigador o de su grupo y se fomenta la mera
competitividad entre grupos. Éstas son normas éticas que regulan la actividad de la investigación.
Quizás ir unos pasos atrás respecto de
otras investigaciones tiene eso de ventaja,
podemos sopesar mejor los riesgos que habría que evitar, y es un riesgo convertir la
investigación en una tarea meramente competitiva interesada en la vanidad, en los
protagonismos personales o institucionales
y no en el progreso social, que fue el que lo
legitimaba todo.
La profesión que no quiere estancarse ni
quedarse reducida a mero activismo sin evaluar ni progresar, debe invertir en investigación, en creatividad y en formación continua;
es necesario así crear conciencia de que hacer bien una profesión no se puede hacer
solamente haciendo: hay que pensar, reflexionar, criticar, averiguar, mantener viva la curiosidad, porque el verdadero respeto, que
es mirada atenta y atención, lo reclama. Por
todo debemos hacer investigación en trabajo social.
Bibliografía
„ AADD: Estándares éticos y cientí-
ficos en la investigación. Quaderns
de la Fundació Víctor Grífols i
Lucas, núm. 2. 2000. DL: GI904-1999
„ ALVAREZ-GAYOU, J. Cómo hacer investigación cualitativa. Funda-
mentos y metodología. Barcelona: Paidós, 2005. ISBN 968-853-516-5
„ APEL, K-O. Teoría de la verdad y
ética del discurso. Barcelona: Paidós, 1998. ISBN 84-7509-657-3
„ CRESWELL, J. W. Research Design, Qualitative, Quantitative and
Mixed Methods Approaches. Sage
Publications, 2003 (2a edició).
ISBN 1412965578
„ VALLÉS, M. S. Técnicas cualitativas de investigación social. Madrid:
Editorial Síntesis, 2003 (3a reimpressió). ISBN 84-7738-449-5
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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La investigación en el trabajo social
La investigación en el trabajo social y la
generación de conocimiento avalado en el
método científico
Dolors Colom i Masfret1
“La perfección de las profesiones depende de la perfección
con la que se conoce su objeto”.
Jaume Balmes (El criterio -1845)
Resumen
El artículo plantea la necesidad de asumir de manera activa la función de
investigación desde el trabajo social. Presenta un recorrido sobre algunos de los
hechos observados en relación al rol actual de los trabajadores sociales, ellos y
ellas, en la sociedad en general y la comunidad científica en particular. Propone y
argumenta la necesidad de generar nuevos conocimientos y nuevas prácticas
tomando la investigación como punto de partida. Sin embargo, a lo largo del artículo
se van proponiendo investigaciones de interés.
Palabras clave: Trabajo social e investigación. Investigación y generación de
conocimiento en trabajo social.
Abstract
The article discusses the need to take an active role in research for social work. It
thus presents a view on some observed facts regarding the current role of social
workers, both in society in general and in the scientific community in particular. It
proposes and discusses the need to generate new knowledge and new practices
derived thereof taking research as a starting point. Therefore, throughout the article we emphasize our interest in research.
Key words: Social Work and Research. Research and the generation of knowledge
in social work.
1
Trabajadora social. Directora académica del Postgrau de Treball Social Sanitari. Universitat Oberta de
Catalunya (UOC). Directora de la Revista Agathos, Atención Sociosanitaria y Bienestar - Institut de Serveis
Sanitaris i Socials. [email protected]
14
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Del conocimiento común del trabajo social al conocimiento científico del trabajo social
El trabajo social es posiblemente una de
las disciplinas que sufre más la fabulación
de quienes le son ajenos.
¿Qué piensan las personas respecto a la
ayuda que pueden recibir desde el trabajo
social? ¿Y qué piensan los profesionales de
otras profesiones con las cuales interactúa?
¿Y qué piensa la clase política de esta profesión? Aquí tendríamos una primera investigación para empezar a calentar motores y
elaborar un primer diagnóstico social sobre
la propia disciplina y su proyección dentro
de la sociedad a la cual sirve. Entonces, en
base a los resultados, promover, si es necesario, las estrategias adecuadas para presentar
el trabajo social como la profesión que es.
El objetivo de este artículo es invitar a
los trabajadores sociales, ellos y ellas, a reflexionar y adentrarse en el mundo de la investigación en el trabajo social, sea en el
ámbito que sea. Todo para contribuir a aplicar el conocimiento propio, generar conocimiento nuevo y promover acciones
psicosociales que vengan soportadas por los
principios y funciones del trabajo social, no
de otras disciplinas, y, sin embargo, siempre
dentro de los paradigmas del método científico. En la misma línea estratégica proponer
algunos temas de investigación con el fin de
contribuir de manera activa a la mejora de
las intervenciones, participando así, activamente, en la sostenibilidad del Estado del
Bienestar del presente y del futuro. El momento actual obliga a todos los profesionales, también a los trabajadores sociales de
ámbitos generales o especializados, a indagar sobre cómo mejorar la eficacia (qué hace-
mos y con qué) y la eficiencia (cómo lo hacemos y con quién).
Por eso un primer punto a destacar es la
importancia de diferenciar entre el conocimiento común de una disciplina y el conocimiento científico sobre el cual se articula su
ejercicio y desarrollo teórico.
Ilustra el argumento anterior el siguiente
ejemplo: una gran parte de la población adulta es capaz de ver que una persona está sufriendo un ataque cardíaco. Hay unos gestos
característicos (la mano derecha sobre el
brazo izquierda, una expresión facial encogida y aterrada, entre otros). Asimismo, casi
todo el mundo es capaz de ver que una persona está a punto de desmayarse (la mirada
vacía y un caerse lentamente al suelo). Pero
dicho esto, nadie que no sea médico puede
hacer gran cosa más que pedir a gritos una
ambulancia o llamar al teléfono de emergencias médicas. Quien tiene la capacidad,
hay que añadir, el conocimiento específico
y, además, la experiencia para establecer un
primer plan de atención y todo lo que sigue,
es únicamente un médico. Sólo él o ella puede orientar los primeros auxilios con más
seguridad y, con el mínimo riesgo para la
persona afectada, diagnosticar la lesión y
empezar cuanto antes el tratamiento. El ejemplo anterior permite decir que la mayoría
puede saber que una persona está sufriendo
una determinada lesión pero no puede tratarla, no puede diagnosticarla y mucho menos puede curarla. Esta misma mayoría sabe
que no tiene los conocimientos necesarios y,
por lo tanto, se excluye del papel de médico
aficionado a pesar de disponer de toda la
buena voluntad posible.
En la misma línea, nadie piensa que toda
la gestión que hace el médico, él o ella, sale
de la nada, de su improvisación. ¿Alguien
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
15
La investigación en el trabajo social
cree que el orden que da a sus acciones es
casual? Este procedimiento básico, primero
estudio de la situación, después pedir determinadas pruebas diagnósticas e, incluso, iniciar un tratamiento provisional no es una
acción casual. Ciertamente no. Esta secuencia ordenada de la atención sale de la investigación médica. Sale del estudio de muchos
casos que han presentado los mismos síntomas, sale gracias al registro diario de muchos médicos que a lo largo de los años han
ido depurando las prácticas, han investigado
sobre éstas, han hecho autocrítica sobre determinados tratamientos que no han ido bien,
los han confrontado con los que sí han dado
buenos resultados. Detrás de esta simple secuencia hay años y horas de debate.
En la misma línea argumental, la mayor
parte de las personas adultas puede darse
cuenta de que un hombre es un vagabundo
y está enfermo, de que una persona mayor
está desatendida y mal cuidada, de que un
padre y un hijo mantienen una relación cargada de agresividad, por poner algunos ejemplos. Ante estas situaciones, la mayor parte
de las personas no pueden hacer gran cosa
para trabajar las posibles soluciones a los
problemas. Quien realmente está preparado
para estudiar, diagnosticar e intervenir desde la óptica psicosocial de manera eficaz y
eficiente, no graciosamente, sino porque se
ha formado para hacerlo, son las y los trabajadores sociales. No obstante, contrariamente al ejemplo previo del ataque cardíaco
o el desmayo, en los que todo el mundo busca al médico, cuando los problemas son sociales lo que suele pasar es que cualquier
persona se ve capaz de decir la suya. Todo
2
el mundo parece saber qué pasa, por qué
pasa, y qué hay que hacer. Como si fuera un
partido de fútbol en el que el espectador se
convierte en árbitro o entrenador ocasional.
Muy poca gente diría: “Vigilad, estas personas sufren problemas sociales pero quien
puede establecer el diagnóstico social, quien
tiene el conocimiento científico y la práctica
para estudiar el problema, diagnosticarlo,
diseñar junto con la persona un plan de trabajo e intervenir, son los trabajadores sociales, ellos y ellas”. Muy poca gente diría: “No
intervengáis porque podéis deshacer una
familia, o podéis equivocar la causa, dejad
que sea un trabajador social quien haga el
trabajo desde un comienzo”.
¿Por qué pasa esto? Cada lectora o lector
que piense en su ejercicio diario como trabajador social. Que piense en la imagen que
da en el día a día de su práctica profesional.
Que piense, por ejemplo, a lo largo del último año, cuántas investigaciones ha realizado; cuántas propuestas de cambio, para
mejorar los servicios que presta, ha realizado; cuántos artículos ha escrito y publicado;
a cuántos congresos ha ido a hablar de trabajo social,2 del resultado que ha obtenido
aplicando determinadas metodologías o técnicas a determinados casos, qué modelos o
combinación de modelos han resultados más
eficientes y eficaces siguiendo determinados
procedimientos. La respuesta a por qué el
trabajo social carece del reconocimiento social de otras profesiones, a por qué está
menos presente en los ambientes profesionales y científicos, se encuentra, en parte,
dentro de cada trabajador social. A veces,
incluso, parece que con mucha autocom-
Se enfatitza el hablar de trabajo social pues casi siempre se habla de recursos y personal, lo cual no es trabajoll
social, en todo caso es organización de servicios.
16
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
placencia se han cambiado los ambientes
científicos, naturales de las profesiones, por
los ambientes políticos, importantes, en el
caso del trabajo social, pero no el lugar adecuado para crear o contrastar teorías y experiencias. No hay duda de que es más fácil
hablar y opinar, sobre todo cuando la elocuencia acompaña que, antes de hablar, ponerse a investigar o estudiar sobre aquello
que se quiere opinar con el fin de tener una
base teórica sólida y, sin embargo, científica.
Cada uno de nosotros somos un pequeño
grano de arena de la realidad actual del trabajo social en nuestro país. Dicho sea de paso
que para la mayoría3 esta realidad resulta,
por muchas razones sobre las que habría que
profundizar, poco satisfactoria. Aquí tenemos otra temática de investigación, el grado
de satisfacción de los profesionales hacia la
percepción que tienen del rol del trabajo
social dentro del tejido social y profesional. El
trabajo social llega a los demás, a la población,
a través de cada gesto, de cada intervención,
de cada actividad que desarrollamos los trabajadores sociales. Una flor no hace el verano
pero cuando todo el campo ha florecido es
fácil que haya llegado el verano.
Parece bastante obvio que mientras los
trabajadores sociales no alcancen el compromiso de desarrollar investigación sobre
cuestiones propias, como tienen otras profesiones, mientras no las divulguen, mientras sigan manteniendo la misma actitud, en
gran parte pasiva, mientras el discurso sea
el mismo, mientras continúen recorriendo el
mismo camino una y otra vez, irremediablemente, el punto de llegada será el mismo.
Por lo tanto hace falta profundizar sobre qué
hay que cambiar para que el lugar de llegada
3
sea el que quieren los profesionales que sea.
¿Qué queremos ser? ¿Qué tenemos que hacer para serlo?
Sería injusto generalizar, pues hay trabajadores sociales que buscan los ámbitos científicos, pero la mayoría, a la luz de las evidencias,
parece sentirse más cómoda y tranquila en
los ámbitos políticos, sobregeneralitza situaciones causas y efectos. La sobregeneralización
es un punto débil del trabajo social, ya lo
hablan Engel y Schutt en su libro; dicen: «Un
error de razonamiento pasa cuando concluimos que lo que hemos observado o que
conocemos que es verdad en algunos casos
es verdad en todos los casos. Siempre damos conclusiones sobre personas y procesos sociales desde nuestra interacción con
ellas pero muchas veces olvidamos que nuestras experiencias son limitadas. El mundo
social (y natural) es, después de todo, un lugar complicado» (ENGEL, SCHUTT, 2005)
Todo eso lleva a la necesidad de diferenciar el conocimiento común del conocimiento científico, no desde la narración sino desde
las propias intervenciones, lo cual va estrechamente relacionado con las capacidades y
facultades adquiridas con formación especializada. De los trabajadores sociales, ellos
y ellas, se tendría que esperar un buen ejercicio en el ámbito asistencial y preventivo,
docente e investigador, en éste último incluyendo la divulgación científica. Las personas cuando buscan ayuda profesional de un
trabajador social, debemos suponer, buscan
el conocimiento especializado, sus habilidades en métodos de intervención social, su
inteligencia intrapersonal y no sus aptitudes
caligráficas para que les llenen un papel para
llevar a la escuela del niño y solicitar una
Aunque es un término poco científico, recoge el clima en el cual los profesionales se manifiestan en
ambientes propios.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
17
La investigación en el trabajo social
beca de comedor. Éste es un ejemplo de
muchos. El trabajo social no nació para comprobar si las personas cumplían determinados criterios de desventaja social para
tramitar solicitudes y así acceder o no a determinadas ayudas; dicho de otro modo, para
cambiar problemas por subvenciones. El trabajo social nació para promover las libertades y capacidades de las personas, para que
con ayudas específicas y puntuales las personas fueran ciudadanos libres, capaces de
encauzar su vida. Para llenar un papel, afortunadamente, no se necesitan cuatro años,
ahora de grado. Cuando las personas acuden a un trabajador social buscan su ayuda
profesional para que les oriente a identificar
causas de sus problemas psicosociales actuales, les ayude a deshacer dificultades y a cambiar actitudes, etcétera. Claro que para eso
hay que haber investigado antes, hay que
saber cuáles son los procedimientos más
adecuados en cada caso, hay que aplicar las
teorías. Sabemos por investigaciones en trabajo social, sobre todo desarrolladas en los
países sajones, que determinadas características implican y obligan en determinadas
acciones profesionales. Ya no hay que improvisar, como en el caso del médico el trabajador social también sigue unos criterios
de intervención. Un buen ejemplo que amplía este argumento se encuentra en el libro
de Turner, donde desarrolla un concepto tan
importante como es el diagnóstico y tratamiento
diferencial en trabajo social (TURNER, 1983).
El diagnóstico diferencial tan aclamado en
medicina resulta que en el trabajo social ha
4
quedado soterrado, cuando hay literatura
científica sobre este tema desde finales de
los años cincuenta. Y llegados a este punto
muchos lectores y lectoras dirán: ¿de dónde
cae Dolors? La gente, cuando viene al servicio, lo que busca precisamente es el papel,
es el trámite para pedir ayudas administrativas. Y ciertamente así es, por eso debemos
preguntarnos seriamente por qué pasa eso.
Alguna vez he puesto el siguiente ejemplo: si
vamos a una ferretería a comprar pasteles,
¿qué nos dirán? Aquí tendríamos otro enfoque de la investigación propuesta al principio. ¿Por qué la población nos ve como nos
ve y nos pide lo que nos pide? Y no solamente la población, los profesionales también. ¿Es la población la que se equivoca?
¿Son los profesionales?
Mientras la realidad del trabajo social no
alcance la presencia que la mayoría de profesionales son capaces de reivindicar, a la
vez que en muchos casos incapaces de justificar tangiblemente, a partir del método científico, para qué sirve aquello que hacen más
que explicar lo que hacen, hay que repetirse
sin cesar, como ya señaló en el 1915 Abraham
Flexner, que las profesiones derivan de la ciencia y el aprendizaje de la autoorganización4
(FLEXNER, 1915). La investigación desde
el propio campo del trabajo social, el estudio y
la práctica correspondiente, abren caminos y
aportan luz a las acciones profesionales que,
desde el trabajo social, siempre deben promover el bienestar y la autonomía de las
personas.
Sus palabras textuales fueron: “Las profesiones implican en esencia operaciones intelectuales con una gran
responsabilidad individual. Derivan su materia primera de la ciencia y del aprendizaje. Este material lo
trabajan hasta un extremo práctico y definidot; poseen una técnica educativa comunicable. Tienden a la
autoorganització. Llegan a ser cada vez más altruistas en la motivación”.
18
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
La investigación en el trabajo social en la Enciclopedia Blackwell:
Definición
Todo acto de trabajo social comporta una
investigación: individual, de grupo, comunitaria. Multidimensional. Las definiciones de
investigación que se pueden encontrar en la
literatura científica son numerosas, si bien cada
una responde a los parámetros y contenidos
de la disciplina en cuestión que las elabora. La
Enciclopedia Blackwell de Trabajo Social define la investigación como sigue: “La investigación es una forma de indagación disciplinada
en un tema o problema que sirve para facilitar
la comprensión y la explicación de base empírica, con frecuencia, para informar a la acción. Lo que principalmente distingue a una
metodología de investigación de otra es la
naturaleza de las cuestiones dirigidas y las
finalidades de la investigación. La investigación implica compromisos y decisiones en
relación a la naturaleza del conocimiento y
la evidencia, metodología y métodos, sujeto
de la materia, caminos en los que la investigación se podrá emplear, y la relación entre
la investigación y la práctica” (SHAW, 2009).
Lo primero que se extrae pues de la definición es una obviedad: cualquier investigación desde el trabajo social, para ser
considerada como tal, debe partir de la naturaleza y principios del trabajo social, y en
su retorno de resultados y conclusiones debe
permitir mejorar la propia práctica profesional y a la vez proponer nuevas teorías
para la formación de los nuevos profesionales. Estas son las desembocaduras naturales de toda investigación.
El método científico es un procedimiento común y punto de encuentro de los investigadores, pero de su aplicación resultan
muchas diferencias, todas ellas avaladas por
el objeto y el sujeto de la disciplina madre,
en nuestro caso el trabajo social. Si bien las
fases de toda investigación serán similares,
como cada una se organice y se desarrolle
será diferente. Por ejemplo, no es lo mismo
investigar sobre sustancias químicas y
reactivos que hacerlo sobre personas afectadas por determinadas circunstancias
psicosociales que les son adversas, o hacerlo
sobre los nuevos usos de los servicios sociales o sanitarios. Son ejemplos muy dispares
para que quede bien definida la diferencia
de los objetos de estudio, no las fases del
procedimiento seguido para validar o invalidar las hipótesis definidas, que todas responden a las fases del método científico. La
investigación en trabajo social sigue un ritmo
particular, el de la propia vida de las personas
sobre las cuales se trabaja, lo cual requiere su
tiempo. Bien, la flor del bambú, por ejemplo, florece aproximadamente cada sesenta
años. Y respecto al trabajo social, Mary E.
Richmond ya dijo en su momento que en
esta materia hasta que hubiesen pasado más
de tres años no se podía hablar de éxito o
fracaso de la intervención (AGNEW, 2004).
Si bien se puede convenir una definición
general de investigación que resulte útil para
todas las disciplinas, hay un punto en el que
hay que concretar desde el trabajo social.
Así hay que empezar a marcar los propios
caminos, los que darán nuevas fórmulas de
intervención, nuevos procesos y ampliarán
los conocimientos y teorías propias, las matizarán y darán nuevos contenidos. No quiere decir en absoluto eso que se desestimen
las clásicas, al contrario, pero hay que ampliarlas dado que la sociedad genera constantemente nuevas realidades. Desde el
trabajo social, pues, hay que empezar a proRTS - Núm. 192 - Abril 2011
19
La investigación en el trabajo social
poner investigaciones en las que los principios del trabajo social, disculpe en este caso
el lector o lectora la redundancia, estén presentes. A la vez, más allá de los análisis descriptivos de los datos, un trabajo relativa- mente
sencillo, hay que profundizar en la interpretación final y las propuestas de acción siempre
desde el trabajo social y respetando sus principios. No es tan importante pues saber que se
incrementa la población en paro sino poder
explicar las causas de este incremento, conocer cómo se vive esta situación y qué cambios
supone en las vidas de las personas, cómo resuelven sus vidas, cuántas necesitan ayudas
externas y dónde están las diferencias con
las que viviendo la misma situación de paro
no necesitan ayudas externas. Qué tipo de
técnicas son las más indicadas, qué tipo de
apoyo presentan mejores resultados. Se trata
de profundizar en la variabilidad de las vivencias para poder, a la larga, proponer escenarios naturales que recreen, por ejemplo, aquellos
entornos que pese a presentar la característica, se consideran socialmente sanos.
Valga de muestra el siguiente hecho. En
algunas conversaciones con trabajadores sociales de diferentes ámbitos y comunidades,
además de Cataluña, puedo hablar de CastillaLa Mancha, Islas Canarias y Extremadura,
ponen sobre la mesa que para acceder a muchas de las nuevas prestaciones y ayudas económicas resulta que, entre otros requisitos, se
tiene que haber estado un tiempo en el paro.
Muchos profesionales expresan su preocupación, en algunos casos indignación, pues el cómo
se han articulado estas ayudas ha hecho que
personas que nunca habían pensado trabajar,
al saber la existencia de esta ayuda económica
a la cual tienen derecho según las últimas disposiciones, al conocer los requisitos para acceder, pues se registran en el Inem y al cabo del
20
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
tiempo vuelven para que la trabajadora social
les tramite la ayuda. Hecho esto, “adiós, muy
buenas”. Aquí sin duda hay una nueva e importante investigación, pues de momento, si
bien se repite, no permite más que abrir hipótesis y mucho menos concluir alegremente
como podría hacer cualquier ciudadano.
Un hecho que hay que analizar es cuánta
formación en trabajo social recae bajo las
directrices de profesionales de otras disciplinas que no se han formado ni han ejercido nunca desde el trabajo social. Aquí
tenemos una nueva investigación que pondría sobre la mesa la magnitud de este hecho y posiblemente permitiría explicar alguna
deriva inexplicable por ahora. Sería bueno
estudiar sobre la formación actual de los
grados en trabajo social cuáles son las
titulaciones de los docentes y cuántos de ellos
están formados como trabajadores sociales.
Por descontado que la investigación tendría
que ir más allá, incluyendo posgrados y
másteres específicos y exclusivos de trabajo
social. Y sin embargo, tendría que incluir los
cursos y seminarios de colegios profesionales y otros organismos que ofrecen formación en trabajo social. ¿Quién forma a los
trabajadores sociales y en qué? La investigación podría dar la respuesta exacta a la pregunta y comprender por qué determinados
trabajadores sociales descartan uno de los
principios básicos del trabajo social: el primer recurso es la persona, el segundo el profesional. Se vería si la formación recae
principalmente sobre trabajadores sociales o
sobre otras disciplinas que en cuya naturaleza está la resolución burocrática y desvinculada de la realidad. También sería
importante conocer cuántos trabajadores
sociales licenciados en otras materias dan más
importancia a los conocimientos de la licen-
A fondo
ciatura que a los del propio trabajo social.
Con intención o sin, las entidades y organizaciones formativas que caen en este hecho van
deshaciendo los contenidos teóricos del trabajo social en nuestro país y convierten a los trabajadores sociales, ellos y ellas, en pequeñas
pedagogas, antropólogas, sociólogas, psicólogas, etcétera. Como se dice popularmente, “están confundiendo buey i animal grande”. Claro
que necesitamos conocimientos de la pedagogía, de la antropología, de la sociología, de la
psicología, y ahora podríamos añadir de la
neurofisiología, dados los avances científicos
liderados por el profesor Álvaro PascualLeone,5 quien estudia, entre otros aspectos,
cómo determinados pensamientos o actitudes
modifican el cerebro y le permiten construir
determinadas realidades psicosociales. Sus
investigaciones abren grandes hipótesis para
el trabajo social. Por ejemplo, una nueva investigación sería ver cómo las actitudes de
los profesionales, ellos y ellas, condicionan
las actitudes de las personas atendidas a la
hora de enfrentarse a los problemas que les
afectan. Claro que se necesitan otros conocimientos de disciplinas cercanas, pero también
de no otras tan cercanas, por ejemplo las matemáticas o la bioestadística (GLANTZ, 2006).
En todos los casos, sin embargo, la información, el material de estudio, se debe aplicar e
interpretar, esencialmente, desde el trabajo
social, ya que se trata de trabajo social.
El método científico como garantía de progreso
Las disciplinas modernas, el trabajo social lo es, avanzan por los caminos del mé5
todo científico: observación de los hechos,
definición de hipótesis, elaboración de leyes,
desarrollo de las teorías (GONZÁLEZ AMADO, 1996). Hay que añadir, en el caso del
trabajo social: el desarrollo de procedimientos
que faciliten la transformación de las teorías
en buenas prácticas, las cuales deben desembocar, a la vez, en bienestar, individual y,
consiguientemente, comunitario. El trabajo
social es sobre todo aplicación práctica de las
teorías que se desarrollan en su sí. Como
señala Drucker, el conocimiento avanzado,
por sí mismo, no produce nada si no se construye una realidad que posibilite su aplicación
práctica (DRUCKER, 1989). La sociedad del
conocimiento implica a todos los profesionales por igual y convierte su conocimiento en
el eje vertebrador de su evolución.
Así, cuando se trata de trabajo social, a
diferencia de cualquier otro tipo de ayuda,
la filantrópica o la voluntaria, por poner dos
ejemplos diferentes, la razón y el raciocinio
en el análisis de las necesidades sociales y
psicosociales toman el protagonismo a la especulación, a la improvisación y a la propia opinión supersticiosa sobre las causas de las
dificultades de las personas, grupos y comunidades. Los trabajadores sociales no reaccionan
a las demandas satisfaciéndolas, antes estudian
el caso, hacen una investigación en el ámbito
que corresponda y, asimismo, establecen un
diagnóstico social en el cual vienen justificadas
las acciones e intervenciones emprendidas. El
diagnóstico social, como señalaron otros autores y autoras, además de Mary E. Richmond,
marca el punto de inflexión que dio paso a la
intervención profesional hacia la ayuda
filantrópica (PELTON, 1910) (TIMMS,
Ver en TV3 a la carta el programa Singulars. I la entrevista en la revista Agathos nº 1 marzo 2011 (www.revistaagathos.com).
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21
La investigación en el trabajo social
1970) dejando atrás la ayuda improvisada
que aportaba soluciones temporales pero no
resolvía el problema de fondo.
Los profesionales del trabajo social en su
ejercicio dejan de lado los asuntos políticos,
que en todo caso quedan preservados a otras
esferas para dar apoyo a las iniciativas y proyectos que proponen. La investigación en el
trabajo social permite pasar de opinar y a veces especular sobre las circunstancias que sufren las personas, a estudiarlas, validar las
hipótesis de trabajo y, de igual manera, intervenir garantizando siempre que la persona, la
familia, forme parte de la intervención y de la
solución. Eso en la medida que sus capacidades y voluntad lo permitan. Como dice Turner,
los trabajadores sociales deben ser responsables de los diagnósticos sociales que emiten, de
todo lo que en ellos incluyen y, se puede añadir, ignoran o dejan de lado (TURNER, 2002).
Todo lo que, dentro de la acción profesional,
no avalen las teorías aceptadas y probadas, lo
que no quede sostenido por el análisis y el estudio según el método científico, se deberá plantear y considerar como hipótesis de trabajo y
no como teoría. Ante la falta de conocimientos, la prudencia, en todo lo que afecta al
factor humano, es un valor profesional muy
apreciado sobre todo por aquellos que serían víctimas de la supuesta improvisación.
Cada profesional del trabajo social ejerce, valga la redundancia, de acuerdo a las
teorías y modelos del trabajo social. Estas
las aplicará a los procedimientos que determine que son los indicados para intervenir
sobre aquella realidad (individual, de grupo
o comunitaria) en la cual está actuando. Por
ejemplo, si opta por intervenir desde el modelo de “Resolución de problemas” (PERLMAN,
1957) y no desde el modelo de “Tareas específicas” (HEPWORHT, 2010), por poner
22
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
dos ejemplos, es de esperar que sabe y puede justificar por qué ha optado por el primero y no por el segundo. Asimismo, cuando
incluye a la persona, a la familia, en unos
determinados procesos y no en otros también tiene que poder justificar que esta decisión es la mejor para la persona, la cual,
como se ha dicho, ha participado de todo el
proceso. Con el tiempo, eso pasa de manera
automática, pero este automatismo es posible porque antes hemos aprendido qué hay
que hacer y qué hay que evitar o potenciar
ante la situación “X”. Tal como argumenta
con mucho detalle Popper en las conversaciones que mantiene con Lorenz, la repetición en el aprendizaje permite aprender,
seguidamente olvidar y a la vez seguir actuando bien (POPPER, LORENZ, 2000).
El trabajo social no es una ciencia exacta,
como tampoco lo es la medicina, o la pedagogía, o el derecho y muchas otras relacionadas
con el factor humano, las cuales presentan una
idiosincrasia propia y se rigen por unos
parámetros particulares, muchas veces con un
gran peso de lo cualitativo. Este hecho, sin
embargo, en ningún caso se puede confundir
con actividades de chamanismo, de brujería,
de adivinación o de improvisación. Cada acción debe encontrarse bien descrita en las
leyes y teorías que rigen la acción profesional enmarcada en procedimientos o protocolos que garantizan a todas las personas la
atención de calidad y a la vez permiten analizar y explotar la información para desarrollar nuevos paradigmas.
La evidencia en trabajo social
sanitario
Mary E. Richmond habló de la evidencia real (no requiere inferencia), la eviden-
A fondo
cia testimonial (la base de nuestra inferencia
es la aportación de otra persona) y la evidencia circunstancial (nuestra inferencia no
se da desde la aserción humana, viene, por
ejemplo, de documentos, informes, dictámenes, etcétera) (RICHMOND, 1917). La evidencia es un axioma, no hay que demostrarlo.
Somos testimonios directos de ello. La evidencia nos permite establecer hipótesis de
trabajo, nos indica las fuentes de información a las que hay que acudir. Diferenciar si
algo es un hecho constante o, por contra, es
un hecho puntual provocado por la tensión
del momento, o si es necesario profundizar
y buscar su causa. Por ejemplo, cuando en el
siglo XVII en Europa se sabía que cuando
se acumulaban ratas cerca de las casas se
acercaba una epidemia de peste. Podían relacionar ambos hechos, pero no sabían cómo
intervenir para desligarlos y evitar la epidemia. ¿Qué había que hacer para proteger a
las personas? Se tuvo que esperar casi doscientos años, hasta que se desarrolló la teoría de los gérmenes. En realidad eran las
Ámbito
Servicios
sociales
Educación
Sanidad
pulgas de las ratas muertas las que, contaminadas, abandonaban el cuerpo muerto y contaminado de la rata y se instalaban en otro
cuerpo vivo que contaminaban. Así se extendía la epidemia (SOBEL, 1999). En trabajo
social queda mucho por investigar sobre la
percepción de necesidad de las personas, sobre qué hace que algunas pidan ayudas externas y otros con las mismas características no,
qué mueve a las personas a dejar de lado
responsabilidades dentro de la familia, dentro del ámbito laboral, etcétera. Y ante esta
realidad qué caminos de apoyo tenemos.
Investigaciones desde el trabajo
social por ámbitos
Ya para acabar, a continuación se proponen algunas temáticas de interés a desarrollar desde el trabajo social. Ciertamente la
lista sería interminable. Las que siguen son
solamente una pequeña muestra de materias de interés que complementan las que se
han ido sugiriendo a lo largo del texto.
Investigación
• El contenido de las intervenciones y el índice de reinserción.
• Análisis de las demandas y su adecuación a las necesidades.
• Análisis de las derivaciones del resto de profesionales.
• Etcétera.
• Causas psicosociales del absentismo escolar.
• Convivencia de los estudiantes con dificultades de aprendizaje.
• Influencia de las dificultades de relación en el proceso de aprendizaje.
• Etcétera.
• Definición del perfil de la persona que necesita servicios sociales.
• Estudio de las características psicosociales de las personas que
presentan determinadas enfermedades con alta prevalencia.
• Relación entre los reingresos y problemas sociales.
• Etcétera.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
23
La investigación en el trabajo social
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A fondo
Trabajo social e investigación
Natividad de la Red Vega 1
Resumen
El trabajo social fundamenta la práctica en los conocimientos de otras disciplinas,
pero también, aunque en menor medida, produce conocimientos específicos a través de la sistematización e investigación de la práctica de la intervención social.
Cierto es que el trabajo social no se ha pensado mucho a sí mismo. Ni se ha
caracterizado por la elaboración de conceptos derivados de su operatividad.
Actualmente el trabajo social se ha ocupado de –y está en buena posición para–
elevar la realidad: elevar lo que encuentra en la vida cotidiana, las necesidades,
los recursos y los resultados de las intervenciones, a conceptos.
Palabras clave: Profesión, sistematización de la práctica, investigación, dimensiones generales, dimensiones específicas, relación, narración, experiencia.
Abstract
The social work founds the practice in the knowledge of other disciplines, but also,
although in smaller measure, it causes specific knowledge through the
systematization and research of the practice of the social intervention.
Certain is that the social work has not thought much itself. Nor has been
characterized by the elaboration of concepts derived from its efficiency. At present
the social work has been occupied of –and is in good position for– to increase the
reality: increasing what finds in the daily life, the needs, the resources and the
results of the interventions, to concepts.
Key words: Profession, systematization of the practice, research, general dimensions, specific dimensions, relationship, narration, experience.
1
Trabajadora social y Doctora en Ciencias Políticas. Profesora del Dpto. de Sociología y Trabajo Social de la
Universidad de Valladolid. [email protected].
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
25
Trabajo social e investigación
1. La investigación en la trayectoria del trabajo social
El trabajo social nace y se desarrolla con
pretensiones operativas en el contexto del
que forma parte. Como es sabido, en su trayectoria, dentro de la respuesta a las necesidades sociales, se ha preocupado más por la
acción que por la sistematización de la práctica, la elaboración teórica o la investigación.
Existen motivos que pueden justificar el
déficit de investigación en trabajo social en
estas trayectorias. Pero si lo imprescindible
ha de ser posible, el trabajo social ha de saber desarrollar las alas naturales que está llamado a ejercitar.
De hecho, la escasa investigación y sistematización ha dado lugar en el pasado a que
algunos estudiosos de estos temas se preguntasen si las profesiones sociales, entre las
que se encuentra el trabajo social, son propiamente profesiones o se trata quizás de
semiprofesiones.
Una semiprofesión se caracteriza por un itinerario formativo más breve, menos legitimado, un cuerpo de conocimientos menos
especializado y menor autonomía con relación a la supervisión o el control social. En
definitiva, se trata de profesiones más “bajas” en todos los parámetros o atributos ideales o típicos de las profesiones propiamente
tales.
Sin embargo, no parece que sea adecuada esta percepción para el trabajo social en
los tiempos actuales, debido al avance y com-
plejidad del bienestar actual, a la dificultad
para responder a las necesidades sociales, a
la ampliación de las funciones y competencias, y con la consideración además de que
no existe un nivel de la misma naturaleza
por encima del trabajo social.
En cualquier caso, el avance de la
fundamentación propia del trabajo social se
logra en cuanto que refuerza su identidad
en interdependencia con otras disciplinas y
profesiones sociales. Al respecto, nos dice
Folgheraiter (2002: 167-190), una profesión
lo es en la medida en que desarrolla los siguientes procesos, para lo que es imprescindible la investigación:
„ Desde el empirismo hacia los conocimientos
científicos. Se llega así por este camino a
disponer de un núcleo de reflexiones
específicas exactamente centradas sobre lo que compete hacer a esa profesión.
„ Desde las competencias recurrentes hacia las
competencias únicas (complejas). Ello implica la necesidad de reelaborar los conocimientos de los que se dispone, para
hacerlos eficaces en la práctica, ante la
complejidad de las situaciones o problemas con los que se encuentra el profesional.
„ Desde el empleo exclusivo de las técnicas 2 hacia el uso del método.3 Para el profesional
es mayor el grado de discrecionalidad
y por tanto de responsabilidad.
„ Desde el adiestramiento hacia la formación.
Las profesiones se caracterizan por
Con la técnica entramos en el mundo de lo casi perfectamente previsible. Es un procedimiento específico
siempre igual para transformar situaciones iguales.
3
El método es un proceso racional integrado por fases y pasos para transformar una realidad del modo más
probable, y que se utiliza en diferentes circunstancias diversas para el logro de fines también diversos. El
método, tal como afirma Folgheraiter (pág. 172), es en cierto sentido un mecanismo para producir
variabilidad.
2
26
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
disponer de conocimientos y formación permanente suficientes para ejercer las competencias en situaciones
diversas.
„ Desde la baja hacia la alta autonomía
operativa. Ello implica creatividad y autonomía.
„ Desde el bajo hacia el alto reconocimiento
social. Se muestra a través del prestigio
y valoración social.
En definitiva, el trabajo social se desarrolla cuando es capaz de definirse no solo
por lo que hace, no solo por su aplicación.
Tiene la necesidad además de articular de
forma sinérgica el componente profesional
y la experiencia, desde una intervención fundamentada de acuerdo con el avance de las
ciencias sociales de las que forma parte, y
desde la propia especificidad en su proceso
de autoconstrucción.
Precisamente en el proceso de autoconstrucción tiene gran interés la investigación,
la sistematización de los resultados, derivados de la intervención profesional, que permite considerar las posibilidades de las
intervenciones más eficientes a la vez que la
difusión, el intercambio, la visibilidad y el
propio conocimiento específico. “La investigación ha estado presente a lo largo de la
historia del trabajo social, no solo como actividad natural del ser humano para dar una
respuesta adecuada a su quehacer cotidiano,
sino de forma planificada, razonada y fundamentada. Ha servido para orientar la planificación así como la elaboración de un
marco teórico metodológico propio a partir
de la sistematización de la práctica” (Raya,
2009: 43). Ya M. Richmond investiga sobre
la práctica, que desarrolla –aunque fuera
poco seguida de otras investigaciones– hasta bien entrada la década de los cuarenta del
siglo pasado (Acero, 2004: 36).
En 1949 se crea en Minnesota un grupo
de investigación en trabajo social, origen de
la National Association of Social Workers.
Para este grupo las investigaciones en trabajo social se centran en:
1. Las necesidades a las que dan respuesta los servicios sociales.
2. Evaluación de la adecuación y efectividad de servicios.
3. Contenido de los procesos.
4. Experiencia requerida para realizar las
distintas operaciones.
5. Validación de la teoría y conceptos.
6. Desarrollo de metodología e instrumentos.
7. Desarrollo y vigencia de programas,
servicios y conceptos.
8. Traslación y prueba de la teoría y conocimientos tomados de otros campos.
Tal como nos indica C. Acero, al ser el
trabajo social una profesión muy diversificada ha utilizado frecuentemente las investigaciones realizadas por otras disciplinas,
principalmente las realizadas por la Ciencias
Sociales que tienen interés para la profesión.
Hasta hace poco, la mayor parte de la
investigación en trabajo social se había venido realizando por los trabajadores sociales
norteamericanos. El contenido y enfoque ha
ido evolucionando a través de los años.
William J. Reid en 1984 publica el desarrollo
de la investigación en EE.UU. a partir de los
años 70, y destaca los aspectos positivos así
como los frenos en el proceso de investigación desde el mismo trabajo social relacionados con: a) infraestructuras, b) contenidos
y c) resultados (Acero, 2004: 37-39).
a) Inciden en la investigación sobre
infraestructuras la experiencia de los profesionales, los recursos financieros, los
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27
Trabajo social e investigación
soportes institucionales y los canales
de divulgación.
b) La diversidad del campo profesional
del trabajo social dificulta identificar
los contenidos que se investigan.
c) Los resultados de la investigación en trabajo social se orientan al aumento del
conocimiento básico y tecnológico, encaminado a detectar los caminos más
apropiados para lograr los fines deseados en la práctica del trabajo social
en general y también en aquellas situaciones específicas.
Los resultados de investigadores como
Wallace (1982) y Howe (1995) nos proporcionan interesantes orientaciones sobre el
perfil profesional del trabajo social. Según
sus estudios, la variable más importante en
la intervención profesional no parece que
sea la técnica utilizada por el trabajador social, y sí la calidad y el valor de la experiencia
y su repercusión en los logros del usuario.
Los ingredientes del éxito profesional fueron sintetizados por Howe en 1993 con el
eslogan siguiente: “Acéptame, compréndeme,
habla conmigo”.
La experiencia para ponerse al lado de la
persona en o con dificultades implica la capacidad de individualizar y buscar con el
cliente las respuestas en términos de recursos materiales y no materiales, de la persona
en primer lugar, del contexto de las redes
sociales, para encontrar la cumplida respuesta
a la situación a partir de las competencias de la
organización desde la que se interviene.
4
En este proceso, no se trata solamente
de la necesidad de una buena relación profesional, con ser ello clave; se necesita además
tener claro que el modo en el que comprendemos y aceptamos las experiencias diferentes está vinculado al modo en el que
utilizamos el lenguaje (verbal y no verbal).
Si este viene adecuadamente utilizado, desde las exigencias del usuario, se facilita la reconstrucción y el sentido de su experiencia y
se sitúa en condiciones de gestionar mejor
su propia vida, modificando cuanto sea necesario.4
Una de las características evidentes que
emerge de estudios relacionados sobre estos
procesos en trabajo social es la complejidad de
cada situación y las habilidades de los trabajadores sociales más expertos en gestionarla.
El panorama humano es muy diferenciado,
fruto de múltiples interacciones e intereses
diversos, a veces muy contrastados. Los trabajadores se muestran muy conscientes de
la influencia que en cada caso ejercen los
distintos contextos, de la posibilidad e incidencia mayor o menor de su intervención,
de la relación de cada situación con las instituciones..., y en función de todo ello orientan la estrategia de la intervención.
Se constata pues cierta carencia cognoscitiva
de los trabajadores respecto a las teorías formales. Al mismo tiempo, parece evidente que
los profesionales elaboran su propia forma
cognitiva para conferir sentido a la experiencia, y utilizan algunos conceptos teóricos de
vez en cuando, si lo estiman pertinente. Se
Fook et al. (2000) han analizado el proceso de unos treinta trabajadores sociales con más de cinco años de
experiencia profesional o al menos cinco alumnos supervisados. Se trataba de que cada uno describiera un
caso de su experiencia de trabajo a través de hechos concretos, más que de justificaciones teóricas. Esta
experiencia se contrasta con los profesionales jóvenes, con los que se podían comparar las características
esenciales del proceso evolutivo del experto.
28
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A fondo
recaba así una realidad personal y contingente que, por ahora, no sería fácil de encontrar en los manuales teóricos de trabajo
social.
Más allá de los diversos modos de hacer
de cada profesional, el denominador más
común en la práctica profesional se centra
en la capacidad de fijar desde el principio la
“escala de prioridades” de su intervención,
valiéndose así de la experiencia humana y
profesional madurada.5
Como consecuencia de esta práctica profesional, el desarrollo de la investigación en
trabajo social es diverso en cada contexto y
por supuesto en unos países u otros, dependiendo del avance también de su dimensión
como disciplina en cada uno de ellos. Además, su proceso con frecuencia ha estado
vinculado al nivel académico de los titulados, ya que el reconocimiento de determinados proyectos de investigación requiere de
un nivel con el que no ha contado el trabajo
social.
Así, por ejemplo, en España las escuelas
universitarias de formación de trabajadores
sociales han desarrollado escasa actividad
investigadora. Recordemos que hasta 1990
no se reconoce el área de trabajo social y
servicios sociales, y ha sido escaso el número de doctores en esta área. Por otra parte,
tampoco facilita la investigación el carácter
generalista y polivalente del trabajo social en
diferentes sectores de población (personas
con discapacidad, migraciones, personas
mayores, mujeres, familia…) con diversos
problemas sociales (carencia de recursos
económicos, desempleo, maltrato…), en su
triple dimensión individual, grupal y comunitaria, lo que requiere con frecuencia una
atención y enfoque interdisciplinar. Todo ello
nos lleva a constatar, además, que con frecuencia la investigación en la que, aunque
escasamente, se viene situando el trabajo
social, o los datos o informaciones que produce, es utilizada y queda enclavada en otras
áreas de conocimiento.
No obstante estos condicionantes, y
como acontece en nuestro contexto, han ido
surgiendo estudios y trabajos de alto interés
para la investigación y la sistematización de
la práctica, desde iniciativas individuales6 o
iniciativas organizadas.7 En los últimos años,
Fook resume de esta manera las conclusiones de estos estudios en lo referente al perfil profesional del trabajador
social: a) emerge de la experiencia profesional de los trabajadores sociales una marcada capacidad para
intervenir en situaciones complejas en las que se combinan intereses divergentes y en las que se individualizan
factores prioritarios que deben tenerse presentes para intervenir con claridad; b) en estos procesos los
expertos se mantienen abiertos a los cambios e incertidumbres del ambiente, y están en grado, al mismo
tiempo, de elaborar los conocimientos (fruto, en muchos casos, de la relación de reciprocidad con los
usuarios); c) desarrollan las habilidades necesarias para intervenir en modo apropiado en contextos distintos
en los que se insertan como actores responsables (2000: 113).
6
Son muchos los autores de investigaciones publicados desde ya hace años en España, sobre servicios sociales,
sobre trabajo social y también sobre política social, con una gran repercusión en los trabajadores sociales
profesionales y en la docencia: C. ACERO, D. CASADO, M. JUÁREZ, P. CABRERA, M. J. AGUILAR, L.
GAITÁN, T. ZAMANILLO, T. ROSELL, E. RAYA, R. MAURANDI, C. GARCÉS, C. ALEMÁN, M. A.
MARTÍNEZ, C. RIMBAU, E. GUILLÉN, P. G. LONGORIA, R. ALIENA, T. FERNÁNDEZ, C.
BARRANCO, M. L BLANCO, P. DE LA ROSA, G. RUBIOL, E. ROLDÁN, M. J. ESCARTÍN... Resultan
más escasas las investigaciones sobre la sistematización de la práctica.
7
Puede recordarse aquí uno de los primeros grupos de intervención que han sistematizado la práctica
desarrollada, GITS, GRUPO 5, y otros de amplia trayectoria e impacto en los servicios sociales.
5
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29
Trabajo social e investigación
también desde las universidades y en equipos interdisciplinares se vienen elaborando
diversos trabajos de investigación relacionados con los servicios sociales y el trabajo
social en la interrelación de conocimiento y
práctica.
1.1. Los caminos de la investigación
desde el conocimiento y la práctica
En el trabajo social, como en las ciencias
sociales aplicadas, “con la reflexión a partir
de la experiencia propia, se puede mostrar
un camino a otra fuente de conocimientos,
que podríamos llamar conocimientos basados en la experiencia o conocimiento práctico (…) Este conocimiento, en realidad, forma
parte del contenido profesional, pero se utiliza en gran medida a nivel verbal e individual y forma parte de una actuación
conocida a nivel profesional que, generalmente, es aceptada como válida” (Erstad,
2002: 413).
Se va generando así lo que podríamos
denominar “sabiduría práctica”. Aquí la situación es la unidad de comprensión significativa a través de cuya acumulación, de
manera sistemática, se genera el desarrollo
de conocimientos prácticos, relacionados de
una forma lógica con la práctica profesional. Este tipo de conocimiento no se identifica con el conocimiento teórico, pero ambos
se complementan y se integran en la práctica profesional.
Una buena práctica parte de conocimientos teóricos bien fundamentados, pero difícilmente se puede avanzar en la calidad de
la intervención social, o en el avance del
desarrollo del soporte teórico específico, sin
un trabajo sistemático sobre los conocimien30
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tos de la práctica, sin una reflexión sobre las
situaciones concretas.
Conviene tener presente que las situaciones concretas en trabajo social, y esto es una
constante de sus características, se abordan
siempre desde lo tridimensional en la práctica profesional para el logro de sus fines.
Tal como nos indica Dal Prat Ponticelli
(2010: 47-48), la profesionalidad del trabajador social se configura, pues, en los puntos
de intersección de personas-grupos-comunidad para:
„ Apoyar a la persona en el proceso de
individualizar, activar y desarrollar las
propias capacidades y las del propio
contexto.
„ Potenciar las mejores concordancias
entre necesidades y recursos de diversa naturaleza, personales, ambientales,
institucionales.
„ Proyectar, organizar y gestionar los
servicios y los recursos institucionales,
informales o del tercer sector.
Desde esa intervención tridimensional,
existe de hecho la relación de ayuda en la
que la narración por parte de la persona y
las relaciones que se vienen a crear con los
grupos, las organizaciones y el contexto comunitario adquieren una relevancia fundamental y única ante cualquier proceso en el
que se interviene, sea cual sea el punto de
partida: individuo, grupo, comunidad.
La narración, cuando se produce profesionalmente, es además una comunicación intencional; tiene como fin obtener la atención del
otro para lograr los propios objetivos respectivos de cada uno de los interlocutores. Es importante, pues, la percepción que cada persona
tiene del otro, de su papel, del contexto en el
que se encuentran los objetivos de la narración en adaptación recíproca y creativa.
A fondo
La narración utilizada por el profesional
para la resolución de problemas, para la
activación de recursos o para la investigación ha de contener una serie de características coherentes con los objetivos que se
planteen, y contar con la adecuada documentación que permita la sistematización conveniente para fundamentar la intervención
o la investigación. Ello se va produciendo
en la medida en que identificamos elementos comunes con situaciones similares, bien
para potenciar recursos o para superar dificultades.
Nos acercamos así a lo que podemos
denominar “trabajo social constructivista”,
que deriva del construccionismo social, de
los planteamientos narrativos y los posmodernos. En común a todos ellos tenemos la
importancia de la interacción y el lenguaje,
la escucha, los significados, la comprensión
como proceso de colaboración, en el que
los sujetos pueden interaccionar entre ellos
en un proceso de negociación participada
para el desarrollo de una relación de ayuda.
De este modo, el enfoque constructivo
narrativo, centrado en las soluciones y en
los fundamentos de la intervención, refuerza
algunos asuntos de fondo del trabajo social,
en la relación profesional, sea en los procesos de ayuda individual o familiar, sea en las
relaciones institucionales y con la comunidad, en la aportación de conocimientos derivados de la investigación sistemática.
En definitiva, la sistematización del
quehacer profesional parece el camino más
apropiado, ya que, desde la propia identidad
profesional, da coherencia a la teoría. Para
ello nos indica Falla Ramírez algunos desafíos actuales en el trabajo social (2009: 318):
„ Incorporar la investigación al campo
de actuación profesional, pues de ella
dependen las actualizaciones conceptuales epistémicas.
„ Comprender que no existe ejercicio
profesional sin un nivel de interpretación y comprensión.
„ Sistematizar la praxis profesional, porque la reflexión sobre su quehacer profesional facilita la configuración de un
saber científico.
„ Reflexionar en torno a temas relacionados con la identidad y especificidad
profesional, objeto de intervención,
con el fin de contribuir a la discusión
epistemológica.
Todo ello produce fundadas esperanzas
en el desarrollo del trabajo social como disciplina y como profesión. El avance de su
identidad, y por tanto de su perfil profesional, se produce desde la valoración de las
relaciones en las que se sitúa con las ciencias
sociales y en la medida en que estas relaciones no son dependientes (recibe influencias y
no aporta las equivalentes) y sí son
interdependientes, porque se producen desde
la necesaria autonomía (recibe influencias y
aporta el resultado desde la realidad que le
es propia).
1.2. Investigación y trabajo social:
superación de opacidades y
desarrollo de los aspectos generales y específicos
La relevancia de una profesión o disciplina garantiza la ventaja para el desarrollo
de la investigación. A su vez, el desarrollo
de la investigación se produce en la medida
en que cuenta con la acumulación de conocimientos generales, que nutren y producen
dimensiones específicas en el conocimiento
y en la práctica.
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31
Trabajo social e investigación
En el trabajo social, la práctica se viene
desarrollando, no solo pero sí preferentemente, próxima a la realidad específica de cada
contexto, cuando en este se producen circunstancias de marginación acusada o cuando se
trata de situaciones de vulnerabilidad social. En
el primer caso, con frecuencia, los resultados no van más allá de los que pueden producir las prestaciones materiales, lo que a su
vez suele generar dependencias de dichas
prestaciones; ello repercute negativamente
en la percepción social de la eficacia de la intervención del trabajo social y en el reconocimiento y apoyo de la investigación.
En el segundo caso, desde la intervención en situaciones de vulnerabilidad, se puede contribuir a la inclusión social, que supone
una utilidad y eficiencia de la profesión y un
reconocimiento de la sociedad y de los usuarios. Usuarios muy diversos y a veces con
poco protagonismo y escasa relevancia en la
sociedad.
También existen algunos factores más
que, como veremos, producen cierta opacidad de la intervención del trabajo social, al
situarse habitualmente en unos ámbitos caracterizados por la carencia, las dificultades
en el acceso a los recursos, la escasa relevancia en el escenario social y, en definitiva,
la falta de poder y protagonismo. Los problemas sociales son menos visibles si afectan a
las capas más vulnerables socioeconómicamente. Sin embargo, la relevancia social
de dichos problemas y la amplitud de su in-
terés avanzan en la medida en que también
las pobrezas se “democratizan”.8
El segundo motivo de la opacidad del
trabajo social reside en los agentes que se
han ocupado de dicha realidad, en su origen
y desarrollo histórico, mayoritariamente
mujeres.
Sin embargo, y con relación a esta segunda opacidad, ante la concreción de los derechos humanos o las situaciones de justicia
social, la profesional del trabajo social “ha
desarrollado mejor que el hombre una conciencia abierta y receptiva, capaz de oír mejor el mensaje de las cosas, los atisbos de
valores y significados, que van más allá del
mero descifrar estructuras de inteligibilidad”
(Boff, 1996: 14). Hoy así se ve, pero, aunque esta realidad haya salido de su escondite, no se ha manifestado suficientemente. El
poder no lo ha hecho posible y la lectura
“liberal” de la justicia no lo ha favorecido.
En definitiva, la escasa influencia del trabajo social en nuestra realidad está asociada
a la doble debilidad, a la ausencia de poder
de las situaciones en las que interviene y al
escaso protagonismo de los agentes profesionales. La democratización de ciertas “pobrezas” y las aportaciones de los movimientos
sociales, los estudios sobre relaciones de
poder en nuestra sociedad y las consecuencias en determinados problemas sociales y
en el modo de abordarlos 9 están influyendo
en el cambio. Muchas de estas aportaciones
han significado importante contribución a
Tenemos diversos ejemplos en la historia contemporánea de la acción social que nos ponen de manifiesto
que, cuando un determinado problema afecta a personas de toda la escala social, los mecanismos de
respuesta son más ágiles, cuentan con más atención y más medios que aquellos problemas que afectan solo
a un colectivo socioeconómicamente desfavorecido.
9
En este punto es obligada la referencia a Demetrio Casado, por las aportaciones claves que viene
proporcionándonos para la intervención social, en su amplia producción sobre servicios sociales y política
social.
8
32
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
enfoques y estilos profesionales de intervención social también desde el trabajo social.
Como es sabido, la investigación, además
de producir conocimientos y de fundamentar la intervención, nos propone nuevas
orientaciones a seguir en diversos ámbitos.
Tal como nos indica Günther J. Friesenhahn
(2003), se trata de detectar, a través de las
investigaciones internacionales sobre trabajo social, las evidencias comunes y las diferencias entre países o contextos y las
perspectivas a seguir en todas las situaciones, lo que podemos considerar dimensiones generales, denominadas así porque pueden
ser comunes a determinadas situaciones caracterizadas, en nuestro caso, por la falta de
recursos económicos, desintegración en la
convencía, aislamiento social, soledad, dificultad relacional. Estas dimensiones están en
estrecha interacción con las dimensiones específicas en la situación concreta en la misma
relación profesional de ayuda, teniendo presente que cualquier narración presentada por
el usuario no es nunca una mera recogida
de hechos reales y objetivos; es siempre una
reconstrucción que la persona hace sobre
los aspectos de la propia historia de vida
desde una relación con el contexto social de
grupo y de comunidad (tridimensionalidad)
en el cual la narración acontece, y que realiza dicha narración con el fin de comunicar
las experiencias propias y sus motivaciones
y expectativas.
Ciertamente el trabajo social viene desarrollando una amplia experiencia en la dimensión específica. Ya en 1994 indica Jedlowski
que en la relación profesional se busca dar
un sentido a la propia experiencia, vivida
para coordinarla, integrarla, revisarla a la luz
del sentido común, es decir, el conjunto de
creencias, cultura, tradiciones que la perso-
na comparte con el propio contexto familiar
y social; es una reelaboración y sedimentación de vivencias que constituyen el propio
saber, una forma de producto que nace de
la continua reelaboración de las propias experiencias.
Cada persona, grupo o comunidad vive
la propia historia continuamente reelaborada.
La relación profesional constituye un apoyo
de alguien externo, como escucha y espejo
para establecer conexiones y comprender el
sentido de diversos acontecimientos que,
progresivamente articulados, llevan a la formulación de hipótesis para una reorganización del proyecto de vida o situación.
En la exposición narrativa existe el deseo
de presentarse a uno mismo según las pautas o modelos culturales. También a veces
se necesita dramatizar, resaltar algunos aspectos que se consideran decisivos. Se trata
de una interpretación que se da de uno mismo con el deseo de que venga comprendida y
aceptada por el otro. Narrar es, pues, un proceso de autoevaluación, de autorreflexión, desde la óptica de una respuesta por parte del
otro que acepte el propio deseo o necesidad.
La intervención profesional del trabajo
social, desde la perspectiva constructiva-narrativa, se orienta a la relación de ayuda, en
la consideración de que en el contexto de la
relación se clarifica la narración de los recursos y las situaciones de dificultad de la
persona-familia-grupo-contexto.
Nos indica Dal Prat Ponticelli que, en cada
una de las diversas situaciones que se abordan en la relación interpersonal, se produce
siempre una comparación entre visiones,
representaciones diversas de la realidad abordada y cuya narración de situaciones constituye el objeto de la entrevista que posibilita
comprender el sentido, el significado y los
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Trabajo social e investigación
vínculos de los interlocutores, con el fin de
añadir el conjunto de objetivos que se propone a través de la integración de diversas
perspectivas (2010: 99).
Como ya hemos indicado más arriba, el
trabajo social ha situado la centralidad de su
intervención en la relación interpersonal.
Conviene no perder de vista esta cuestión
esencial, ya que en una situación de crisis
económica, como la que actualmente nos
afecta, se corre el riesgo de dejar en segundo plano la intervención a través de la relación profesional y disminuir el tiempo de
atención, al poner el acento en los recursos
económicos ante la amplitud de situaciones
de vulnerabilidad económica y de inseguridad material, obviando los recursos
personales. Tiende a prevalecer en estas circunstancias la gestión de lo social de tipo
burocrático, centrada en la dimensión
asistencial, de prestaciones económicas y
menor atención a la promoción y desarrollo
de las capacidades, potenciales de la personal, grupo o comunidad. Ello limita el
protagonismo en el proceso del cliente y
aumenta la insatisfacción profesional, que ve
reducido su papel a la gestión administrativo-burocrática de las prestaciones.
Encontramos un ejemplo reciente de lo
anteriormente indicado en la aplicación de
la Ley 39/2006, de promoción de la autonomía y atención a situaciones de dependencia. Esta se viene desarrollando desde el
segundo objeto de su enunciado,10 con escasa atención a la promoción de la autonomía,
lo que viene planteando en este caso al trabajo social evidentes retos políticos y profesionales.
10
Parece que, en cualquier situación, una
relación profesional fundamentada puede ser
importante para ayudar a la persona en el
proceso de interpretación congruente con las
propias vivencias y a identificar las opciones comportamentales innovadoras, para sostener a la persona en el esfuerzo de asumir
competencias no experimentadas y reforzar
su propia autoestima o modificar la propia
imagen de sí.
En esta dimensión específica, el trabajo
social cuenta con el “haber” de una experiencia muy amplia, rica y diversa, y a la vez
tiene el “debe” de su escasa sistematización,
lo que repercute, a su vez, en su influencia
en ámbitos más amplios.
El trabajo social, como todas las profesiones sociales, está influenciado por las políticas sociales. Estas se desarrollan bajo la
responsabilidad de los respectivos estados,
en la actual crisis económica, preocupados
por reducir los gastos sociales, sin olvidar,
por otra parte, que las políticas sociales son
elementos fundamentales de legitimación
política (Lorenz, 1999). Los hallazgos exitosos
y las buenas prácticas en un contexto pueden ser utilizados para contribuir al desarrollo de lo general, pero sin mimetismo y a
través de procesos adaptados a amplias y
plurales realidades de personas y colectivos
de culturas y contextos diversos; se produce
de este modo la acumulación de conocimientos específicos.
Es así como se van construyendo los generales del trabajo social, con dimensiones
interculturales y su adaptación en contextos
concretos, lo que enriquece los específicos, que
se convierten a su vez en generales en la
Demetrio Casado ha estudiado ampliamente este tema y de ello tenemos constancia en las diversas
publicaciones de SIPOSO.
34
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
medida en que comparten amplios denominadores comunes a muchas realidades. Se
produce, de este modo, una circularidad
sinérgica entre ambas dimensiones. Así, los
procesos generales y específicos (Healy,
2002: 179-194) pueden ser factores favorables para reforzar esa dimensión profesional amplia a través de:
a) mejorar los procedimientos de intervención en trabajo social, gracias a esos
intercambios desde situaciones y ámbitos distintos;
b) reorientar de forma más coherente las
políticas sociales, a partir de análisis
comparativos eficaces, al servicio de
la ciudadanía y del bienestar social;
c) potenciar el status profesional incentivando la visibilidad y demostración
de competencias locales e interculturales, lo que legitima la misma política
social en los respectivos contextos y
situaciones, también internacionales,
con el refuerzo de los aspectos generales y el refuerzo de la dimensión del
trabajo social como disciplina.
Para todo ello se precisa interrelacionar
la investigación y la práctica desde la
fundamentación específica en la que se apoyan el trabajo social y las ciencias sociales,
tal como ya indicábamos más arriba. Concretamente (Raya, 2009: 49) se trata también de disponer de más investigaciones que
centren su objetivo en el proceso de la intervención social, los problemas y relaciones sociales, las herramientas específicas para
el ejercicio profesional en el ámbito en el
que se sitúa, medios y prácticas de sistematización generalizadas y aplicadas de modo
11
sistemático, aunque hayan de estar en continua revisión y elaboración, coordinación de
esfuerzos en investigación entre profesionales y docentes, incluyendo la investigación
en el proceso de formación.
2. Investigación, trabajo social y
dimensiones: local, internacional, intercultural
La globalización económica incide en toda
la realidad. En nuestro caso, plantea nuevas
exigencias y consideraciones también desde
la dimensión internacional e intercultural del
trabajo social.
Estas relaciones requieren de la atención
amplia y común a situaciones distintas, más
allá de la dimensión específica, local o aisladamente considerada. Ello solo es posible a
través de la investigación, esto es, a través
del intercambio de los productos que se obtienen en la acumulación del conocimiento,
la sistematización de la práctica y la elaboración de teoría que siga fundamentando la
práctica específica del trabajo social. A lo
anteriormente indicado se añade además la
superación de la dimensión local, desde el intercambio que haga posible la dimensión amplia, internacional, para ir configurando “qué
nos parece más importante y qué menos. Cuál
es la semejanza en los relatos y qué es lo
diferente en lo que parece casi igual. Qué
aparece como análogo y cómo podemos llegar a un conocimiento más profundo de las
estructuras básicas” (Erstad: 2006: 185).
De acuerdo con estas exigencias, Hokenstad (1992) nos recuerda que el trabajo
social internacional11 se desarrolla desde:
El autor se refiere a asistencia social o servicio social para referirse a lo que aquí entendemos por trabajo
social.
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35
Trabajo social e investigación
Contenidos comunes en los distintos
países: métodos, actitudes éticas fundamentales y competencias.
„ Elementos diversos: sistemas de formación e imagen profesional.
„ Desafíos o retos: el avance de la justicia social.
Resulta evidente, como característica
común del trabajo social, el avance del
protagonismo que ha tenido y está teniendo
en la intervención social, particularmente allí
donde no llegan con regularidad las políticas
sociales o estas no abarcan los problemas
emergentes. La diversidad de situaciones y
respuestas de cada contexto, y la escasa repercusión internacional de los avances que
se producen en cada país, pudieron haber
frenado el desarrollo y la visibilidad de un
perfil que, por otra parte, se ha visto favorecido por los logros obtenidos en diversos
ámbitos, con la potenciación de este modo
en las vías de intercambio de prácticas y de
fundamentos profesionales, si se producen
los necesarios y adecuados intercambios, y
la sistematización y elaboración de los resultados.
La experiencia de los trabajadores y de
los usuarios, en el trabajo diario, en contextos específicos locales aisladamente considerados, no representa la “única verdad” o la
“única fuente” de intervención, aunque sea
una realidad importante de la que se parte y
constituya el fulcro de la conexión teórica
que desee incidir de manera significativa en
la práctica. Para que haya una repercusión
en el perfil profesional, se hace necesaria la experiencia acumulada, elaborada y contrastada desde el mismo trabajo social en diversos
ámbitos, países y situaciones, que avance en
sus teorías propias y en relación con otras
teorías afines.
„
36
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Definir el perfil profesional reclama hoy
la investigación desde el propio trabajo social, y así
reforzar la dimensión de su interdependencia con las ciencias de las que ha recibido
más de lo que ha aportado. De este modo se
podría superar lo que Healy nos indica cuando afirma que “durante demasiado tiempo,
la posición ocupada por las trabajadoras sociales ha sido la de sirvientas de las grandiosas narraciones de las ciencias sociales y las
humanidades. Este monólogo ha suprimido
las ideas diversas que pueden proceder de
otros lugares para ampliar y complicar las
teorías en las que se ha basado el trabajo
social” (2002: 185). Afortunadamente parece que las cosas están cambiando también
en esto.
El cambio es prometedor, porque el trabajo social tiene necesidad y oportunidades
para superar esta relación desigual. Las prácticas de trabajo social constituyen una buena fuente para ello en la medida en que se
supere lo que nos indica Healy, “a pesar de
la apelación a la praxis, que es el vínculo
entre teoría y práctica, solo una proporción
sorprendentemente pequeña de la fundamentación del trabajo social crítico se deriva de investigaciones fundadas en la práctica
(…) es difícil imaginar en el siglo XXI la
carrera de un trabajador social sin contactos
con situaciones que precisan de un saber
que va mas allá del propio ámbito estatal”
(2002: 180).
En esta misma línea sigue teniendo vigor
lo que reclamaba Foucault ya en 1980, sobre la necesidad de análisis que empiece por
los detalles de las prácticas sociales y que
estimule las investigaciones empíricas situadas local e históricamente, que extienden
y desarrollan el potencial de las prácticas
críticas.
A fondo
Nos encontramos, así pues, ante la necesaria dimensión internacional del trabajo social,
que supera el localismo, favorece el intercambio y caracteriza toda disciplina. Ello solo
parece posible a través de la investigación y
del intercambio de sus productos.
Conclusiones
Los procesos de investigación contribuyen a la continua configuración y desarrollo del trabajo social, a través de la
armonización del enfoque práctico con la
reflexión teórica y conceptual desde la
propia identidad del trabajo social; el refuerzo de los fundamentos metodológicos
y operativos propios del trabajo social,
como disciplina y como profesión; la identificación de lo específico del trabajo social,
el objeto y los objetivos en situaciones diversas, con la superación de posibles
fragmentaciones.
En definitiva, a través de la investigación,
desde el trabajo social se fundamentan las
intervenciones de los trabajadores sociales,
para permitir diferenciar los conocimientos procesales, los que se construyen vez por vez en
interacción con la situaciones, y los conocimientos como productos, que se van adquiriendo con la teoría y la práctica desde la
tridimensionalidad del trabajo social en contextos y culturas diversas.
El avance de la investigación desde el
trabajo social ofrece favorables perspectivas para el conocimiento sinérgico entre teorías y prácticas; ello repercute también
favorablemente en las relaciones de interdependencia con otras disciplinas.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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Trabajo social e investigación
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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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A fondo
Los Grupos de Investigación en Trabajo Social en
las universidades del estado español
Cristina Rimbau,1 Rosa M. Alegre,2 Irene De Vicente3 i Ariadna Munté4
Resumen
Este artículo es una primera aproximación a la actividad científica “en y desde el”
trabajo social en las universidades españolas a través del análisis de los Grupos de
Investigación de Trabajo Social (GITS) en el marco universitario. Se muestra un
espacio de investigación importante, posiblemente todavía escasamente conocido por
parte de los propios profesionales del trabajo social, pero con experiencia y pericia, y
con un dinamismo creciente de la investigación en y desde esta disciplina.
Plabras clave: Grupos de investigación, estudios de trabajo social, trabajo social,
investigación universitaria, servicios sociales.
Abstract
This article is an approximation to the scientific activity “in and from” Social
Work in the Spanish universities through the analysis of the Research Groups in
Social Work (RGSW) in the framework of the university. It is presented an important research space, possibly still scarcely known by the same Social Work professionals, but with experience and expertise and with a growing dynamism in the
research of this discipline.
Key words: Research groups, social work studies, social work, university research,
social services.
1
Trabajadora social y psicóloga. Máster de Investigación en Sociología por la Universidad de Barcelona.
Profesora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales, y jefa de estudios de la Universidad de
Barcelona. Miembro investigador de GRITS (Grup de Recerca i Innovació en Treball Social)
[email protected]
2
Trabajadora social y antropóloga cultural. DEA por la Universidad de Barcelona. Profesora del Departamento
de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Barcelona. Miembro investigador de GRITS
(Grup de Recerca i Innovació en Treball Social) [email protected]
3
Trabajadora social y psicopedagoga. Doctora por la Universidad de Barcelona. Profesora de Trabajo Social
de la Universidad de Barcelona. Miembro investigador de GRITS (Grup de Recerca i Innovació en Treball
Social) [email protected]
4
Trabajadora social y socióloga. DEA por la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesora del Departamento
de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Barcelona y del Departamento de Acción Social
de la Universidad Ramon Llull. [email protected]
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
39
Grupos de investigación en trabajo social en las universidades
Agradecimientos
Este trabajo no habría sido posible sin la
participación de todas las Universidades,
Departamentos y Escuelas de Trabajo Social 5 que muy amablemente y de forma diligente nos han facilitado la información
solicitada. En especial, queremos expresar
nuestro sincero agradecimiento a los profesores y compañeros6 investigadores por su
interés y colaboración en la investigación
realizada para este artículo.
Presentación
Este artículo es fruto del interés común
de muchos profesionales trabajadores sociales profundamente interesados en la investigación, en especial en la investigación en y
desde el TS, y que a menudo han puesto de
relieve la debilidad investigadora de esta disciplina, así como la necesidad de estimularla, ampliarla y profundizar. Diversos autores
han señalado también esta necesidad y han
identificado algunas dificultades, entre otras
la falta de recursos y la tendencia a priorizar
la acción, factores que han limitado la tarea
investigadora en TS. Paralelamente, sin embargo, éstos y otros profesionales, con esfuerzo y “pionerismo”, han ido realizando
una tarea investigadora y construyendo progresivamente un espacio de investigación
identificable, probablemente menor que en
otras disciplinas, pero hoy día existente y muy
valioso.
El artículo se centra en uno de los escenarios actuales de la investigación en TS: la
5
6
investigación producida en los últimos cinco
años en el ámbito universitario del Estado
español, con el propósito de visualizar los
grupos de investigación en TS (GITS) existentes, realizar un primer análisis de conjunto, y facilitar a los lectores que lo deseen
información de contacto. Es una aproximación inicial a una realidad plural, de carácter
empírico y descriptivo, que tiene un importante potencial de experiencias investigadoras, de profesionales, trabajadores sociales y
otros perfiles, con experiencia y calidad en
la investigación.
El proceso de globalización (Beck, 2007)
que ha transformado la sociedad en las últimas décadas a una velocidad vertiginosa,
origina nuevos fenómenos y problemas sociales, y redibuja los ya existentes, incidiendo en el TS, haciendo más necesaria la
investigación en todos los ámbitos. Es en este
contexto que hay que contemplar los nuevos paradigmas de la comunicación (Castells,
1997), la vulnerabilidad de los valores y de
los derechos sociales, la “liquidez” de los
hechos y de las relaciones personales y estructurales (Bauman, 1999), así como la
polarización de la riqueza y la extensión de
la pobreza a escala mundial (Sen, 1995,
1999, 2004). Un nuevo escenario que modifica las relaciones humanas y las formas
de organización social, desde las instituciones más cercanas y básicas como las familias, a aquellas más grandes como las
multinacionales. Es en este contexto en el
que se desarrolla la profesión del trabajo
social y la producción científica de nuestras
universidades.
De ahora en adelante ‘trabajo social’ quedará sustituido en muchas ocasiones por las siglas TS.
Si bien el lenguaje no es neutro ni inocente, desde un punto de vista práctico, y para poder hacer una lectura
más fluida, utilizaremos el masculino al referirnos tanto a este género como al femenino.
40
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
1. La investigación en trabajo social
Hablar de investigación en TS podría
quizás parecer una cuestión relativamente
reciente, pero una rápida mirada histórica
permite constatar una realidad diferente. Un
primer ejemplo, clásico, es la orientación teórica y metodológica de Vives y Marc (1525)
en el Renacimiento, en pleno debate social y
religioso sobre las causas de la pobreza y la
responsabilidad social de su atención y prevención. Vives defendía la sistematización
de la ayuda social, preconizaba el estudio
personalizado y causal previo a la acción de
ayuda, y empleaba técnicas de investigación
como por ejemplo la encuesta social. Haciendo un salto en el tiempo, Mary Richmond
(1917) insistía en la investigación de las necesidades sociales y de la práctica profesional como elementos básicos del social work.
Recientemente, Esther Raya (2009) afirma que la investigación ha estado presente a
lo largo de la historia del TS, no solamente
como actividad natural del ser humano para
dar respuestas adecuadas, sino también de
forma planificada, razonada y fundamentada. Lázaro y Paniagua (2003) reflexionan
sobre las dificultades de la investigación en
el trabajo social, que indican, ha recorrido
un camino no exento de obstáculos, con
momentos de desarrollo y de otros de cierta
decadencia en los cuales se ha cuestionado y
reflexionado sobre el “qué, quién, cómo, con
quién y por qué” investigar. Es decir, sobre
el objeto, la metodología, los protagonistas y
la finalidad de la investigación. Por otra parte, E. Grassi (1994) remarca que la investigación tiene que estar necesariamente
implicada en el campo del trabajo social,
como constitutiva de su práctica. En esta
misma dirección, Cándida Acero (1988) se-
ñala la falta de formación investigadora, de
recursos económicos y de tiempo para entender la situación de debilidad de la investigación en trabajo social en España.
La dimensión investigadora de la acción
profesional está escasamente desarrollada
(Rossell, 1987) como consecuencia de la
preferencia por la acción rápida y efectiva,
que no ha facilitado el desarrollo de la investigación pura en el campo profesional,
pero que en cambio ha mostrado un interesante desarrollo en el campo académico.
También señala esta dificultad Irene De Vicente (2011), que constata la disminución de
trabajos de investigación presentados a convocatorias, como por ejemplo ha sucedido en
el último V Premio de Investigación de Trabajo Social Dolors Artemán convocado por
el Col·legi Oficial de Diplomats en Treball
Social i Assistents Socials de Catalunya.
Pese a estas dificultades, en el ámbito
académico universitario se puede afirmar
que, hoy día, la investigación en y desde el
trabajo social es una realidad, posiblemente
incipiente e insuficiente, pero que se realiza
tanto a título individual como en grupos.
Todavía que menor que en otras disciplinas,
la investigación en TS cuenta actualmente con
espacios institucionales en las universidades del
Estado, con dinamismo y con un considerable
número de investigaciones científicas, como
se expone en los puntos siguientes.
Estamos de acuerdo con Natividad de la
Red (1993) cuando afirma que la investigación no tiene lugar “por encima o fuera de
la práctica”, sino “dentro del curso de la
misma”. La autora considera que al hablar
de investigación no se tiene que olvidar que
indagación y acción son inseparables, se enriquecen mutuamente en el proceso de la
praxis, lo que constituye una condición funRTS - Núm. 192 - Abril 2011
41
Grupos de investigación en trabajo social en las universidades
damental para actuar. Destacamos finalmente la aportación de Lourdes Gaitán (1991)
cuando indica que “la investigación científica es la investigación intencionada de conocimientos o de soluciones a dificultades y
problemas”, y que el “método científico indica el camino, forma, modus y ritmo a seguir, según los objetivos planteados y las
técnicas adecuadas”. La autora precisa que
“ni los temas que pueden ser objeto de investigación, ni los métodos utilizados, distinguen la investigación en TS de la que se
realiza en otras áreas. Son solamente los fines perseguidos –obtener conocimientos y
bases operativas útiles para el TS– los que
pueden señalar su especificidad”.
2. Metodología
La orientación metodológica de la breve
investigación realizada para este artículo, en
relación al objetivo principal: conocer los grupos de investigación en Trabajo social (GITS) de
las universidades del Estado español y su producción, es de carácter empírico. Con el fin de
obtener información de fuentes primarias,
se ha elaborado un breve cuestionario de
carácter cualitativo y cuantitativo, con algunos ítems abiertos y espacio de observaciones para las aportaciones libres. Se trata de
un primer cuestionario diseñado para esta
finalidad que, si bien ha cumplido los objetivos de recoger la información prevista, es
susceptible de ampliación y mejora en futuras investigaciones sobre este tema.
La muestra corresponde a la totalidad de
las universidades, públicas y privadas, que
ofrecen estudios de Grado y de Diplomatu7
ra en Trabajo Social en las universidades del
Estado, actualmente treinta y cuatro centros
universitarios. La respuesta ha sido muy elevada pero no total. Treinta universidades
(88,3%) han respondido el cuestionario o/y
han ofrecido materiales informativos, mientras que de cuatro (11,7%) no se ha obtenido respuesta. Esta alta participación es un
ejemplo del interés de las universidades por
hacer visible la investigación en TS, tanto de
las que disponen de GITS consolidados (C),
como emergentes (E), o las que tienen grupos activos todavía no reconocidos oficialmente (P). Como también de aquellas
universidades con grupos de investigación
de otros ámbitos temáticos en los cuales
participan trabajadores sociales, como de las
universidades que han manifestado voluntad de formar GITS en un futuro próximo.
Las informaciones solicitadas corresponden al periodo 2005-2010. El cuestionario se
ha enviado por correo electrónico, previo contacto y envío de carta de presentación. El seguimiento se ha realizado con el mismo sistema,
reforzado con contactos telefónicos. La busca
en las páginas web de las universidades ha
complementado la información obtenida, que
se ha tratado de forma agregada.
Si bien la tarea de investigación es objeto
de interés y de trabajos de máster y doctorados, así como de la iniciativa individual o de
grupos particulares de profesores universitarios, este artículo se centra en la identificación y la descripción de los GITS y de sus
líneas de investigación, pero no incluye el
análisis de las investigaciones a título individual,7 ni toda la dimensión investigadora en
TS del espacio universitario.
En este artículo no ha sido posible presentar el análisis de los datos facilitados correspondientes a la
investigación individual, las tesis doctorales y algunas otras informaciones de algunos cuestionarios, y que
podrían ser objeto de trabajo en futuras oportunidades.
42
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Con el fin de contextualizar los Grupos
de Investigación en TS, se ha buscado y actualizado la organización académica de los
Estudios de Trabajo Social y de los Departamentos de Trabajo Social y afines, buscando
y mostrando su ubicación en las Facultades,
Departamentos y Escuelas Universitarias.
Asimismo, con el fin de facilitar el contacto
con los GITS a los lectores que lo deseen,
se ha elaborado la tabla “Grupos de Investigación”8 con la identificación de las universidades, el nombre de los grupos y del
investigador principal (IP) y la dirección electrónica de contacto y/o página web.
3. El contexto de la organización
académica del Trabajo Social en
las universidades. Diversidad,
transitoriedad y visualización
creciente del Trabajo Social
La organización universitaria de la ubicación de los Estudios, de las Escuelas y de
los Departamentos de Trabajo Social se caracteriza por la diversidad en la organización académica, en la ubicación de la
docencia y de la investigación del TS. Respecto a la docencia (Grados y Diplomaturas),
coexisten las Escuelas de Trabajo Social,
adscritas o integradas a las universidades, con
las Enseñanzas integradas en Facultades de
diversa denominación y origen. Respecto a la
investigación, los GITS se sitúan preferentemente en Departamentos de Trabajo Social y
Servicios Sociales, aunque hay profesionales
del TS que participan en otros grupos de
investigación de otros departamentos.
En esta diversidad, incluso dispersión, la
8
visualización del trabajo social en los centros y departamentos universitarios es creciente. Actualmente, cuatro Facultades
identifican plenamente la disciplina con la
denominación de “Facultad de Trabajo Social”
(U. de Castilla-La Mancha- Cuenca, U. de Granada, U. de Jaén y U. de Murcia), y dos otras
Facultades tienen una denominación compuesta, formada por “Trabajo Social” y otra disciplina (U. de Valladolid y U. Ramon Llull). El
resto de Facultades con estudios de Trabajo
Social corresponden principalmente a Facultades del área de las Ciencias Sociales y
Humanas (7) y de las Ciencias Jurídicas y
del Trabajo (7). En menos ocasiones los estudios también están situados en Facultades
de Ciencias de la Educación (2), Ciencias de
la Educación y Psicología (1), Ciencias Económicas y Empresariales (1), Filosofía y Letras (1) y Pedagogía (1).
La organización y la denominación de los
Departamentos contribuyen también a
visualizar el TS en el sí de las universidades.
Ocho se denominan “Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales”, y otros siete
tienen denominación compuesta formada por
“Trabajo social” y el nombre de una o dos
otras disciplinas. En cambio en otras ocasiones la denominación del departamento no facilita la identificación del profesorado de TS.
Las Escuelas Universitarias de Trabajo
Social continúan constituyendo una entidad
propia y específica de la docencia y la investigación en TS. Las nueve Escuelas Universitarias actuales son una muestra. La
diversidad mencionada también afecta a las
Escuelas, tanto en su vinculación con las
universidades (adscritas, integradas) como en
la consolidación o permanencia como cen-
Ver Anexo 1. Tabla GRUPOS DE INVESTIGACIÓN EN TRABAJO SOCIAL. Enero 2011.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
43
Grupos de investigación en trabajo social en las universidades
tro de gestión propia. Las informaciones
recogidas harían pensar en un periodo final
de una fase transitoria, desde la prevalencia
de las Escuelas Universitarias (década de los
años 70 y siguientes), a la modalidad actual
con la fórmula de Estudios integrados en
una Facultad, o la más reciente, de Facultades de Trabajo Social.
La dinámica de integración de los Estudios de TS en las universidades y, más recientemente, la nueva planificación derivada
del Plan de Bolonia, con el cambio de rango
académico de Diplomatura a Grado, y el desarrollo de Másteres oficiales en muchas universidades, auguran un panorama de creciente
asentamiento y visualización del TS en la organización de la investigación y en la palestra
universitaria. Será necesario, sin embargo, continuar, y posiblemente incrementar el esfuerzo, los medios, la calidad, y mejorar la
articulación con la práctica profesional.
En los planes de estudios de la Diplomatura en TS, la investigación está, y ha estado
presente, mediante asignaturas de carácter
obligatorio (por ejemplo en el plan 2001 todavía vigente) con asignaturas como “Métodos y técnicas de investigación social”, y
en algunas Escuelas Universitarias y Estudios de TS, con asignaturas de “Investigación aplicada al Trabajo social”. Los recientes
estudios de Grado refuerzan la formación
investigadora con las materias 9 de Métodos
y técnicas de investigación. El aspecto cul-
minante radica en el Trabajo de Fin de Grado (TFG), ejercicio de análisis de una temática social o de la propia acción del TS, en el
cual confluyen los aprendizajes de las materias
del Plan de Estudios. Este ejercicio de análisis
y síntesis, teórica y práctica, constituye un escenario bastante habitual en el espacio europeo, y hay que recordar su práctica en épocas
anteriores en algunas escuelas de TS del Estado español. 10 La nueva incorporación del
TFG es una oportunidad para estimular el
aprendizaje de la investigación de las nuevas
promociones de Graduados en TS y potenciar la actividad investigadora profesional, académica y facilitar el acceso a los másteres y
doctorados.
4. Los Grupos de Investigación en
Trabajo Social (GITS). “Pionerismo” y crecimiento en dos
décadas
El número de GITS en el conjunto de
las universidades españolas en las cuales se
imparten los estudios de TS es elevado. De
los 30 centros universitarios que han respondido el cuestionario o/y han facilitado
datos, 11 19 universidades (63,4%) tienen
GITS consolidados, o emergentes o bien
grupos activos en proceso de ser reconocidos oficialmente. En conjunto, un volumen
de 26 grupos. Otras 11 universidades
Las materias son unidades temáticas disciplinarias a partir de las cuales desarrollar una o varies asignaturas
de características diversas pero siempre correspondientes al área temática de la materia. Los Planes de
estudios de Grado han sido creados y aprobados con esta estructura, diseñada a nivel ministerial en el
contexto de la aplicación del EEES en España.
10
Recordar que en planes de estudios anteriores en los años 70, algunas Escuelas de Trabajo Social licenciaban
a los estudiantes con un trabajo de fin de carrera, que incluía la investigación y era defendido en un tribunal
académico. Asimismo en el proceso de retitulación de los estudios oficiales de Asistentes Sociales a
Diplomados en Trabajo Social, se realizaron trabajos de investigación.
11
En cuatro ocasiones los grupos han sustituido su respuesta por documentación informativa-descriptiva.
9
44
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
(36,6%) indican no disponer actualmente de
GITS, hecho que no significa la inexistencia
de investigación, pues más de la mitad (7)
han informado que muchos profesores trabajadores sociales participan en otros grupos de investigación de otros departamentos,
preferentemente del ámbito de las ciencias
humanas, sociales y jurídicas conjuntamente
con otros perfiles profesionales aportando
el conocimiento propio de la disciplina. Este
escenario de investigación ha sido posible
por el esfuerzo, dinamismo y estrategia de
los componentes de los grupos, en especial
de los investigadores principales, así como
de las oportunidades en el sí de la organización universitaria.
Tabla 1. 12 Tipología dels GITS. Diciembre 2010
19 Universidadess con GITS 26 GITS creados 17 consolidados (65,4%) 5 emergents (19,2%) 4 proceso (15,4%)
El número de GITS por universidades
es diverso. Tres centros universitarios (U.
Complutense de Madrid, U. de Valladolid y
U. de Vigo) han sido muy prolíficos y cuentan
con tres GITS cada uno, generando entre los
tres nueve grupos, el 34,6% de los GITS, y
otro centro universitario (U. de Barcelona) tiene dos, el 7,5% de los GITS. La mayoría, sin
embargo, quince universidades, cuentan con
un solo grupo, que corresponde al 57,9% de
los GITS. Esta distribución no responde, a
priori, a la dimensión de las universidades,
ni en todos los casos a la mayor antigüedad
de los grupos de investigación. Podría
aventurarse la hipótesis de la vinculación del
mayor número de GITS en una misma universidad a diversas causas, entre ellas la potencia investigadora de algunos miembros
que han luchado por la creación, consolidación y continuidad de los grupos, al estímulo
del investigador principal (IP), a las oportunidades institucionales para la creación de
los grupos, a las afinidades de los componentes, y también a la fuerza docente dispo-
nible, al número de doctores y a los
doctorandos en curso.
Desde un punto de vista diacrónico, se
constata la veteranía, consolidación y actividad permanente de algunos grupos.13 La
primera iniciativa corresponde a la Universidad de Valladolid, con dos grupos consolidados en 1990, que se mantienen actualmente
activos y cuentan con una elevada producción científica. Cinco años más tarde (1995)
es la misma Universidad de Valladolid que
reafirma su dinámica con la creación de un
tercer grupo. En estas dos décadas (19902010) se observan dos períodos. El primero
(1990-2004) caracterizado por la creación
espaciada de grupos de investigación en TS,
con cinco grupos en casi quince años14 todos ellos consolidados. Y una segunda época, más corta (2005-2010) y de fuerte
dinamismo, en la cual se crean quince grupos en un quinquenio, de los cuales seis (40%)
son consolidados, otros cinco (33,3%) han
sido reconocidos como emergentes y cuatro
(26,6%) son activos y en proceso de ser re-
Todas las tablas son de elaboración propia en base a las informaciones dadas en los cuestionarios.
Las respuestas a este tema corresponden a 20 grupos, pues en 6 ocasiones no se ha indicado la fecha de creación.
14
Hay que tener en cuenta la falta de fecha de la creación de los 6 grupos mencionados, que podría hacer variar
este análisis.
12
13
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
45
Grupos de investigación en trabajo social en las universidades
conocidos. La efervescencia de creación y
reconocimiento de 15 GITS en este periodo (75%), coincide con un contexto
institucional más favorable al desarrollo de
la actividad investigadora en TS. La acumulación de la creación de los GITS en los últimos cinco años (75%) es un exponente del
interés y, al mismo tiempo, del esfuerzo y la
potencia de los profesionales para organizar
la investigación en torno a y desde el TS. La
diferencia entre los dos periodos observados coincide con el proceso de la lenta y
progresiva incorporación de las Escuelas de
Trabajo Social en las universidades.
Tabla 2. Creación de los GITS.1990-2010
GITS 1990-2010
Primer período (1990-2004)
Segundo período ( 2005-2010)
2015
5 GITS consolidados (25%)
15 GITS (6C, 5E, 4P) (75%)
La visión expresada, preferentemente
positiva y optimista, del futuro de la investigación en TS en el ámbito universitario, deducida de las informaciones obtenidas, podría
verse limitada por varios factores, principalmente por los efectos de la crisis económica
que afecta también a las instituciones universitarias, así como al mantenimiento del
bajo índice del PIB destinado a la investigación, 16 y sus efectos en las dotaciones de
profesorado para poder destinar recursos
humanos a la investigación. En cambio, otros
factores, como el Espacio Europeo de Educación Superior, la implementación del Grado en Trabajo Social, el continuado trabajo
y esfuerzo de una gran parte del profesorado, así como el interés creciente de los trabajadores sociales, juegan a favor de la
sostenibilidad de los grupos de investigación
y de la tendencia actual.
5. Los miembros de los GITS.
Grupos interdisciplinarios con
alta participación de los trabajadores sociales
La interdisciplinariedad, con una importante presencia de trabajadores sociales, es
la característica más destacada de los GITS.
De los 242 miembros de los 26 GITS registrados, casi la mitad (113 profesores, el
46,7%) son diplomados en Trabajo Social,
los cuales, en muchas ocasiones, tienen una
segunda, e incluso tercera, titulación universitaria en otras disciplinas conexas al TS.
Como ejemplo, 70 profesores trabajadores
sociales tienen una doble titulación de licenciado, preferentemente en sociología, psicología, antropología, derecho y ciencias del
trabajo; y en menor grado, también en
psicopedagogía, pedagogía, y filología. De
estos, 27 trabajadores sociales (39,5%) han
alcanzado el grado de doctores en discipli-
De los 26 GITS, se han obtenido datos de creación de 20.
El gasto del PIB destinado a I+D los años 2008 y 2009, en España (INE www.ine.es) fue del 1,38. En la
UE-15 del 1,99, y en la UE-27 del 1,0. El gasto del PIB en I+D de las universidades fue (2008): España:
0,36; UE-27: 0,43; Alemania: 0,43; Países Bajos: 0,52; Finlandia: 0,64.
17
DEA: Diploma de Estudios Avanzados. Se alcanza después de superar el curso de doctorado y el trabajo de
investigación tutelado. El TEA, Tribunal de Estudios Avanzados, reconoce la tarea investigadora.
15
16
46
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
nas de las áreas afines a las citadas, y otros
nueve han finalizado los DEA 17 y los
másteres previos al doctorado. Un apreciable conjunto de 17 trabajadores sociales están realizando las tesis doctorales.
El resto de perfiles de los miembros de
los GITS18 corresponden preferentemente
a las disciplinas de sociología, antropología,
psicología y derecho, y con menor grado a
una pléyade de otras titulaciones, como por
ejemplo historia, filosofía y letras y ciencias
de la salud. Completan el mosaico, dando
ejemplo de la diversidad de las fuentes del
conocimiento, las ingenierías y la arquitectura.
En el conjunto de los miembros de los
GITS el número de doctores es elevado.
Actualmente, de los 242 miembros de los
grupos, casi una centena de profesores han
alcanzado el grado de doctores (90 miembros, el 37,2%); 31 profesores (12,8%) han
finalizado los másteres o el DEA, y otro grupo
de 28 componentes (11,6%) está cursando
la formación previa al doctorado. Es decir,
el 61,6% de los miembros de los GITS (149)
Tabla 3. Doctores, DEA y doctorandos de los GITS. Diciembre 2010
242 miembros
149
Doctores
DEA y Másters
Doctorandos
de GITS
(61,6%)
90 (37,3%)
31 (12,8%)
28 (11,6%)
son doctores o están en proceso de doctorarse. Datos que refuerzan la potencia investigadora de los GITS.
Estas trayectorias personales repercuten
positivamente a nivel colectivo de los grupos de investigación, los cuales requieren de
un número de doctores para su constitución y
consolidación, y el grado de doctor, es también condición necesaria para acceder a las
convocatorias de investigación. Hacer viable
la formación universitaria continuada de los
profesores componentes de los GITS es uno
de los elementos sustanciales para la consolidación y crecimiento de la producción científica en TS, por lo que es necesario potenciar
mecanismos de apoyo institucional.
Respecto a la dimensión de los GITS, los
datos muestran la prevalencia de los grupos
18
formados por menos de 10 miembros (17
grupos, el 65,4%), seguidos de los grupos que
tienen entre 10 y 15 miembros (5 grupos, el
19,3%). En este escalado siguen 3 grupos de
16 a 20 componentes (11,5%), y un solo
grupo supera los 20 miembros (3,8%).
6. Las Líneas de investigación de
los GITS: Pluralidad temática y
emergencia incipiente de la
investigación del trabajo social.
En los cinco últimos años (2005-2010)
la producción científica de los grupos de investigación en TS ha sido elevada y recorre
un amplio abanico de temas básicos y clásicos del trabajo social y de los servicios sociales, a la vez que también incluye
No ha sido posible diferenciar la titulación de cada miembro del grupo (previsto en el cuestionario) debido
a que no todas las respuestas lo identificaban, por lo que no se puede inferir el número de sociólogos,
psicólogos, antropólogos, etc. de los grupos. Solamente se pueden identificar las titulaciones más relevantes,
que pueden corresponder a un mismo miembri del grupo.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
47
Grupos de investigación en trabajo social en las universidades
cuestiones y fenómenos sociales de reciente
actualidad. Las investigaciones responden a
encargos de administraciones públicas y de
entidades sociales, y también son generadas
por la propia iniciativa de los grupos de investigación. El análisis realizado permite
constatar un espacio propio de investigación
especializada en y desde el TS en el espacio
universitario, que aunque desigual ofrece
experiencia y pericia en la investigación. La
pluralidad temática observada no es una especificidad de los GITS de las universidades del Estado español. Corresponde a una
de las características de los servicios sociales señalada por Khan y Kamerman (1987)
en su estudio internacional, y ratificada por
otros analistas, entre ellos Demetrio Casado
(1997, 2002, 2003, 2008), Casado y Fantova
(2007), que la identifican como una característica compleja, y también a menudo
innovadora, del sexto subsector de servicios
sociales.
Les denominaciones de las “Líneas de
investigación” de los grupos combinan diversas temáticas interrelacionadas, y en el
análisis se han respetado las denominaciones de los temas principales de cada línea.
En algunos casos (U. Complutense de Madrid) se han utilizado los códigos de la
UNESCO o de CNAE,19 práctica investigadora que facilita la identificación y la localización de las líneas de investigación de los
grupos, y que sería interesante incorporar
de forma habitual en las investigaciones de
nuestro ámbito, con el fin de mejorar la identificación de la producción científica.
En el mosaico politemático de los GITS
destacan, en primer lugar, el análisis de la
exclusión social y la pobreza, las políticas
sociales, los temas sociales vinculados al género, y el trabajo social. Siguen, en orden de
frecuencia, el estudio de la autonomía personal y la dependencia, y los efectos de la
aplicación de la Ley 39/2006,20 la inmigración, y la familia. Las intervenciones sociales, la vejez y el voluntariado son también el
objeto principal de estudio de cuatro grupos. La tabla siguiente presenta la totalidad
y la variedad temática del conjunto de los
grupos.
Los GITS con líneas de investigación en
trabajo social lo hacen desde varias perspectivas. Así, por ejemplo, tres GITS trabajan
sobre la Metodología y la Epistemología del
TS (U. Pública de Navarra, U. de les Illes
Balears, U de Comillas), dos grupos centran la
atención en el TS con las familias (U. de Barcelona y U. de Les Illes Balears), el TS en sectores de población determinados (U. de
Comillas), TS y Grupos (U. de les Illes Balears)
y en temas referentes a la profesión (U. de
Alicante). Asimismo, en las temáticas de las
investigaciones realizadas, se observa también
el interés por el análisis del trabajo social.
Los servicios sociales tienen una menor
presencia en la denominación de las líneas
Códigos Unesco de investigación. “Nomenclatura internacional UNESCO para los campos de Ciencia y
Tecnología”. Consultable en http://www.micinn.es/portal/site/MICINN/ Los códigos de las temáticas
más frecuentes de los GITS, son: 6307.05: Servicios Sociales; 6310: Problemas sociales; 6309: Grupos
sociales; 6307.07: Política social; 6112: Estudio psicológico de temas sociales; 6114: Psicología social.
CNAE: Calcificación Nacional de Actividades Económicas. Asigna un código a cada actividad económica.
Consultable en www.cnae.com.es/ Código CNAE de Actividades de Servicios sociales: 85.3
20
Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en
situación de dependencia.
19
48
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Tabla 4. Línies de investigación de los GITS. Diciembre 2010
Nº grupos
Temáticas líness de investigación
8
Exclusión social y pobreza.
7
Políticas sociales.
6
Género, trabajo social.
5
Autonomía/Dependencia, Familia, Inmigración.
4
Intervención social, Vejez, Voluntariado.
3
Derechos Humanos, Salud y Sociosanitario, Servicios Sociales, Tercer sector.
2
Cohesión social, Desigualdades sociales, Discapacidad, Ética y Bioética, Mediación, Minorías étnicas, Religión, Redes sociales.
1
Evaluación, Conflictos, Control social, Desigualdades internacionales, Diversidad, Indicadores sociales, Integración social, Justicia y Criminología, Participación
y participación ciudadana, Patrimonio Cultural, Prostitución, Resiliencia, Apoyo
social,Tendencias sociales, TICS, Valores sociales, Vínculo social y Comunitario.
de investigación de los GITS, hecho que invita a reflexionar sobre el interés y la conveniencia de incorporar el análisis de estos
dispositivos sociales como objeto de las líneas
de investigación. Probablemente su análisis esté
incluida en muchas investigaciones, pero su
visibilidad disminuye al no figurar en la denominación de la Línea de investigación.
Las temáticas de las investigaciones realizadas y en curso muestran, a priori, la coincidencia temática entre las líneas de investigación
y las de los proyectos, aunque en estos momentos, no se puede deducir de manera fehaciente una vinculación total entre líneas de
investigación y proyectos desarrollados. Hay
que decir, sin embargo, que, en la práctica,
esta articulación no se produce de manera
absoluta, pues los grupos de investigación
disfrutan de flexibilidad y son sensibles a los
nuevos fenómenos y problemas sociales, así
como a las oportunidades del mercado público y privado de la investigación.
21
7. El origen de las investigaciones.
Encargos públicos e iniciativa
propia de los GITS.
En el período de 2006-2010, la mayoría
de las investigaciones realizadas y en curso
por los GITS21 corresponden a encargos
externos a las universidades. De las casi 60
investigaciones de los grupos analizados, 34
investigaciones (57,7%) corresponden a demandas de entidades de fuera, mientras otras
22 (37,3%) son fruto de la iniciativa del propio GITS, y un bajo, pero muy apreciable
5%, a investigaciones ganadas en convocatorias de concurrencia competitiva.
Las investigaciones encargadas a los
GITS proceden principalmente de las administraciones públicas (gobiernos autonómicos, diputaciones forales, y en menor grado
administraciones locales, y en alguna ocasión
de la Administración central del Estado). Las
Federaciones de Asociaciones de personas
Datos orientativos en base al análisis de 12 GITS que han respondido esta pregunta.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
49
Grupos de investigación en trabajo social en las universidades
con Discapacidad también han sido agentes
demandantes a los GITS. Entre las ocho
universidades que han realizado investigaciones de encargo, destacan dos universidades con un número de 24 investigaciones
(70,6%) entre las dos, (13 de la U. de Deusto,
y 11 de la U. de Valladolid). No se han registrado encargos de entidades privadas. Las
investigaciones de encargo muestran el reconocimiento y la confianza depositada en
estos grupos, y son un claro exponente de la
vinculación y la función social de las universidades con la sociedad y las instituciones
sociales.
A menudo las investigaciones fruto de la
iniciativa del propio GITS (22 investigaciones,
37,3%) han obtenido el apoyo de ayudas a la
investigación o de las administraciones públicas, y en ocasiones se han presentado y
obtenido premios de investigación. Por ejemplo, el de la Fundació Víctor Grífols i Lucas22
de Bioética en el ámbito de las Ciencias de
la Vida y la Salud, otorgado a GRITS de la
Universidad de Barcelona.
La producción científica de los grupos
de investigación se traduce a menudo en
publicaciones en revistas especializadas, o en
libros, así como son objeto de comunicaciones en seminarios y congresos, y la realización de las tesis doctorales y de máster son
una excelente oportunidad para la investigación. Este potencial investigador constituye
22
www.fundaciongrifols.org
50
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
una riqueza para la disciplina del trabajo social, de los servicios sociales y de la política
social, y desde la perspectiva de la responsabilidad social y de la ética profesional, es una
herramienta para la mejora de las condiciones de vida de la sociedad, del ejercicio profesional, de los ser vicios sociales y de
bienestar, y en términos generales, de las políticas sociales.
Posiblemente todavía poco divulgado,
conocido, empleado, ni profundamente articulado con la práctica profesional, este espacio universitario investigador requiere, en
conjunto, incremento, continuidad y estímulo, apoyo institucional y financiero, así como
estrategias de proximidad entre la investigación y la profesión, para producir sinergias
de mejora mutuas.
Hasta aquí los primeros resultados de este
modesto análisis. Invitamos a reflexionar
sobre la investigación “en y desde el” trabajo social y a comunicar los resultados, reflexiones, aprendizajes, experiencias,
problemas y oportunidades a todos los profesionales. Querríamos concluir esta aportación con el reconocimiento a todos los
profesionales investigadores, y en especial a
los que se interesan y aportan conocimiento
en nuestro ámbito, por su trabajo y trayectoria investigadora, y animamos a todos los
trabajadores sociales a adentrarse en este
apasionante mundo de la investigación.
Yolanda de la Fuente
Estudios sobre el Vinculo social
Observatorio para la Intervención social
Factores Psicosociales, Voluntariado y Apoyo Social
Equipo de Valores Sociales
Sociologia de las Relaciones de Género y de la Família Modesto Miguel Rangel Myoral
SEPISE. Seminario de Estudios para la
Enrique Raya
Intervención Social y Educativa
José Francisco Campos Vidal
Colectivo Alter-Acción. Colectivo de
Investigación en Trabajo Social y Antropologia
CCTS. Conflicte, Canvi i Treball Social
Género, Dependencia y Exclusión Social
Cátedra Unesco
Religión, valores, ética y profesión
Trabajo social: necesidades, problemas y recursos
emergentes Colectivos de atención y servicios sociales
Trabajo social: Docencia y supervisión, investigación
Profesionalización, metodologías, modelos
Castilla -La Mancha
Complutense de Madrid
Deusto. Bilbao y
San Sebastiàn
Extremadura. Badajoz
Granada
Illes Balears
Jaén
La Rioja
León**
[email protected]
[email protected]
[email protected]
María Jesús Domínguez Pachón
[email protected]
[email protected]
www.uib.es/ca/recerca/estructures/grups/grup/
[email protected]
[email protected]
[email protected]
http://www.ucm.es/pags.php?tp=Grupos
[email protected]
[email protected]
http://www.ucm.es/pags.php?tp=Grupos
[email protected]
Prisciliano Cordero del Castillo
Rogelio Gómez García
Ana Vega
Emma Sobremonte Mendicuti
Elena Roldán/ José Miguel Marinas
Francisco Gómez Gómez
Andrés Arias Astray
Emilio José Gómez Ciriano
[email protected]
[email protected]
José Rodríguez Carrión
Marta Llobet Estany
GUIS. Grupo Universitario de Investigación
Social (SEJ-383)
Cádiz
[email protected]
[email protected]
e-mail y/o webs
Josefa Fernández Barrera
GRITS. Grup de Recerca i Innovació en
Treball Social
Bastida. Grup de Recerca i Innovació docent
Barcelona
Víctor Giménez Bertomeu
Investigador principal (IP)
GITSSS. Grupo de Investigación sobre
Trabajo Social y Servicios Sociales
Nombre grupos (*)
Alicante
Universidad
Anexo 1. Tabla GRUPOS DE INVESTIGACIÓN EN TRABAJO SOCIAL. Enero 2011
A fondo
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
51
52
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
EXITS. Exclusión, Inmigración y Trabajo Social
EFIMEC. Ética, Filosofía y Metodología de las
Ciencias sociales
IFAM. Infància i Família en ambients
multiculturals
Grup de Recerca en Intervenció Social i
Serveis Socials
Grupo de Investigación de Ciencias Sociales
Aplicadas
ISMI. Integración Social das Mulleres
Inmigrantes en Galizia
Teoria feminista, Igualdad, Diferencia y
Ciudadanía
VSEN. Seniors
Pablo de Olavide.
Sevilla
Pontificia de Comillas.
Madrid
Pública de Navarra.
Pamplona.
Ramon Llull
Rovira i Virgili
Valladolid
Vigo
[email protected]
[email protected]
[email protected]
Ana Belén Méndez
Fátima Braña
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
http://www.peretarres.org/wps/wcm/connect/
peretarres_es/peretarres/home/serveis/
recerca_consultoria/equip_de_treball
[email protected]
http://www.upcomillas.es/investigacion/
inve_otri
[email protected]
[email protected]
e-mail y/o webs
Carmen Verde
Natividad de la Red Vega
José Daniel Rueda Estrada
Pablo de la Rosa Gimeno
Carmina Puig Cruells
Violeta Quiroga Raimúndez
Mª Jesús Úriz Pemán
Fernando Vidal Fernández
José Luís Sarasola
Enrique Pastor Seller
Investigador principal (IP)
(*) Los GITS registrados y analizados son 26, pero en este anexo se facilitan los datos de 24 grupos, debido a la falta de información publicable de dos grupos.
(**) Los datos relativos a los GITS de la Universidad de León no han sido computados en las estadísticas que aparecen a lo largo del artículo por no haberlas tenido
en el momento de la investigación. Se incluyen aquí una vez finalizado el artículo dada su relevancia
Política Social: Análisis e Intervención social
Investigación en Trabajo Social y Políticas
sociales (SEJ-452)
Murcia
Nombre grupos (*)
Universidad
Grupos de investigación en trabajo social en las universidades
A fondo
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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
53
Grupos de investigación en trabajo social en las universidades
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54
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Ejerciendo la investigación en trabajo
social: el relato de un caso práctico
Kontxesi Berrio-Otxoa 1 y Ainhoa Berasaluze2
1. Primeros pasos de la investigación: creando condiciones de
posibilidad
Este trabajo surge de la alianza entre dos
compañeras de la Escuela Universitaria de
Trabajo Social de la Universidad del País
Vasco. Ambas profesoras, de distinta
formación disciplinar y trayectoria laboral,
compartíamos el deseo de contar con una
visión general y actual sobre la situación del
trabajo social y de la profesión en el País
Vasco. La realización de una investigación
era una herramienta útil para cumplir nuestro
objetivo y, además, nos permitía iniciar una
línea de investigación en esta área de
conocimiento hasta entonces inexistente en
nuestra universidad.
La andadura del trabajo comenzó en
2004, cuando presentamos el proyecto de
investigación a la convocatoria de ayudas de
la Universidad. El proyecto no consiguió
financiación alguna, pero lo más hiriente fue
Proyecto de investigación
1
2
leer en el informe evaluador que “el objeto
de estudio carece de interés”, una muestra
más de la desconsideración del trabajo social en el ámbito académico. Otro factor que
probablemente no actuó a nuestro favor fue
presentar el proyecto en euskera, puesto que
los comités evaluadores no son todo lo bilingües que se podría esperar.
Tras superar el lógico desánimo y enfado decidimos llevarlo a cabo sin financiación,
y solicitar la colaboración de los colegios
oficiales de trabajo social del País Vasco
(Colegio de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia) para
el desarrollo del trabajo de campo. Los
colegios estimaron la propuesta de interés y
decidieron apoyarlo, ya que desde el ejercicio
profesional se carece frecuentemente de los
medios y conocimientos sobre investigación
social necesarios para emprender investigaciones. Desde estas condiciones (¿posibilistas?) se realizó la primera investigación sobre
la realidad profesional del trabajo social en
la Comunidad Autónoma de Euskadi.
La realidad del Trabajo Social
en la Comunidad Autónoma de Euskadi
Socióloga. Profesora de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la UPV/EHU. [email protected].
Trabajadora social, antropóloga y doctora por la Universidad del País Vasco. Profesora de la Escuela
Universitaria de Trabajo Social de la UPV/EHU. [email protected].
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
55
Ejerciendo la investigación en trabajo social
2. Objetivos e intenciones de la
investigación: para aprender y
comprender
La primera labor que realizamos fue
una detallada búsqueda bibliográfica sobre la materia objeto de nuestro estudio.
Esto, además de mostrarnos las investigaciones en torno al ejercicio profesional llevadas a cabo a escala estatal, nos
permitió también conocer con más detalle
el catálogo de revistas científicas de trabajo
social.
Objeto de estudio
La profesión de trabajo social
Objetivo principal
Elaborar un diagnóstico sobre la situación actual
de la profesión
Objetivos específicos
1. Caracterizar el perfil socioprofesional
2. Conocer las necesidades percibidas por las y
los profesionales
Dimensiones estudiadas
• Sociodemográfica
• Formativa
• Laboral-profesional
• Perfil colegial
3. Enfoque metodológico y logístico: orientación y ejecución
El planteamiento metodológico del estudio lo realizamos desde un enfoque
cuantitativo, ya que nos proponíamos sopesar
los perfiles mayoritarios de las trabajadoras
y los trabajadores sociales en lo referente a
las cuestiones de interés. La técnica elegida
3
La revisión bibliográfica nos dio acceso
a cuestiones y temas de la profesión que
despertaban interés y preocupación. Por la
amplitud del abanico, acotamos las cuestiones
que serían estudiadas básicamente a aspectos
sociodemográficos, formativos, profesionales
y colegiales.
Así, el objetivo temático de la investigación
fue, por un lado, describir y caracterizar el
colectivo profesional, y por otro, identificar
y poner de relieve cuestiones relacionadas
con las necesidades y valoraciones sobre la
profesión.
para la recogida de información fue la
encuesta postal con doble envío a colegiadas
y colegiados de los tres territorios para su
cumplimentación.3
La confección del cuestionario preliminar fue la siguiente labor tras la revisión
bibliográfica. Este borrador de cuestionario
fue sometido a la valoración de profesionales
de distintas entidades y ámbitos de trabajo.
Se obtuvo una muestra de 370 cuestionarios, lo que, considerando el muestreo como aleatorio simple,
supone un error muestral de ±4,3 % a un nivel de confianza del 95 % para el conjunto de la muestra.
56
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
De hecho, las profesionales que testaron el
instrumento para la recopilación de información eran también diversas, generacional
y formativamente hablando. Ellas nos
aportaron sus impresiones sobre el borrador
de cuestionario y también sus percepciones
sobre la situación de la profesión y su
trayectoria en la misma. No puede decirse
que fueran en rigor grupos de discusión, pero
nos permitieron conocer diversas visiones
sobre la realidad profesional. Recogidas las
impresiones de las profesionales, las
preguntas y posibilidades de respuesta
inadecuadas fueron modificadas o desechadas. Este pre-test nos permitió acercarnos a
algunos esquemas desde los que se representa la profesión, así como a las inquietudes
de aquellas trabajadoras que nos brindaron
unas horas de su tiempo.
Otra tarea, aunque no aparece subrayada
en los manuales sobre técnicas de investigación, pero que es fuente de algún que otro
quebradero, consiste en la preparación y el
envío del cuestionario a la muestra seleccionada. En este caso, esta actividad fue precedida de visitas a los colegios profesionales y
la exposición de los propósitos de la
investigación. Hubo bastante de labor persuasiva, en todo ello, ya que requería aclarar
tareas, responsabilidades y compromisos.
La grabación de los cuestionarios, que
tardaron en llegar, fue otra ‘montañita’ que
tuvimos que escalar con la colaboración de
colegiadas alavesas. Después vinieron las
semanas dedicadas al análisis de la información, estadístico primero e interpretativo
después.
La redacción, revisión y maquetación
tuvieron lugar a continuación, y aprendimos
mucho, sobre todo a base de solucionar imprevistos y dedicar horas. La preparación del
proyecto para que la publicación fuera
cofinanciada también resultó un aprendizaje
y una toma de contacto con nuevas lógicas.
La publicación bilingüe, demasiado apretada
en páginas, por cierto (por un malentendido
en el presupuesto y por la escasez del
mismo), no llegó hasta 2008.
Metodología
Cuantitativa
Técnica
Encuesta postal
1. Confección cuestionario preliminar
2. Pre-test
3. Elaboración cuestionario definitivo
4. Envío postal del cuestionario a la muestra seleccionada
5. Recepción y registro de los cuestionarios cumplimentados
6. Grabación de los cuestionarios
7. Análisis estadístico y lectura interpretativa
8. Redacción del informe de investigación
9. Trabajo de publicación
10. Difusión de resultados de investigación
4. Resultados y conclusiones:
algunas aportaciones
A través de los cincuenta y seis ítems
sobre los que recabamos información nos
aproximamos a la realidad del ejercicio
profesional. En este apartado mostramos,
telegráficamente, algunos de los datos
obtenidos.
En la dimensión sociodemográfica se constata
la representación mayoritaria del sexo
femenino en el colectivo profesional, el 95%
son mujeres. Esta es, sin duda, una característica definitoria del colectivo profesional.
Por otro lado, y en esta misma dimensión, la
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
57
Ejerciendo la investigación en trabajo social
Dimensión sociodemográfica
Dimensión formativa
Dimensión colegial
Dimensión laboral-profesional
información recabada en relación a la edad
dibuja un porvenir profesional prometedor
en lo que a recursos humanos se refiere, ya
que nos encontramos ante un colectivo
profesional formado por un amplio grupo
de profesionales jóvenes –menores de 35
años– (45,5%), y otro grupo de profesionales
más maduro también numeroso (43%) –de
entre 36 y 50 años–, con experiencia profesional acumulada y con muchos años de
ejercicio profesional aún por delante.
En cuanto a la dimensión formativa, la
valoración promedio de la for mación
recibida en Trabajo Social es buena. No
obstante, no son desdeñables las valoraciones
regulares y negativas de determinados
aspectos de la formación. En relación a esta
última cuestión, las personas encuestadas
apuntaban debilidades tanto en lo relativo a
contenidos teóricos como prácticos, a la
especialización y a la adecuación a la realidad
social y profesional actual. Por otro lado, los
estudios de tercer ciclo y/o tesis doctoral
son anecdóticos, en tanto que sólo un 2 %
de las tituladas los ha realizado.
En lo referente a la dimensión laboralprofesional, el 80 % de las personas con
estudios de Trabajo Social cuenta con
experiencia como trabajadora o trabajador
social, y de éstas, más del 90 % ejerce la
profesión. La administración pública (principalmente los ayuntamientos) emplea al 67
%, el tercer sector al 23 % y la empresa al
10 % restante. Así, la mayoría de las y los
profesionales que ejercen la profesión lo
hacen en el marco del sistema de servicios
58
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
sociales, distribuidas entre los servicios
sociales de base (54 %) y los especializados
(45 %). Un dato interesante a destacar en el
análisis de esta dimensión hace referencia a
la satisfacción profesional. El 62 % de estas
personas se sienten satisfechas, independientemente del ámbito de intervención. Este
resultado difiere de la imagen de la profesión
como realidad asociada al sufrimiento y al
estrés, y en consecuencia, como una profesión de importante desgaste emocional.
La dimensión colegial indica que el lugar de
colegiación depende del lugar de residencia
y también, aunque en menor medida, del
lugar de trabajo; sin olvidar que ambas
localizaciones, la laboral y la residencial, están
habitualmente relacionadas. En la mayoría
de los casos las diplomadas se colegian antes
de transcurrir dos años desde la finalización
de sus estudios, y la antigüedad de colegiación promedio entre las personas encuestadas
es de 14 años.
5. Post-investigación: la transferencia de los conocimientos
obtenidos
Se piensa a menudo que las tareas de una
investigación finalizan una vez obtenidos los
resultados. Sin embargo, queda aún pendiente
una labor básica y fundamental por realizar.
Efectivamente, a través de artículos y conferencias, hay que dar a conocer y socializar
los conocimientos obtenidos, para que
puedan ser aplicados y den luz a nuevas
prácticas y realidades. En esa labor que
A fondo
requiere especial empeño estamos inmersas
en la actualidad.
Este estudio ha sido para las promotoras
del mismo todo un aprendizaje. Llevarlo a
cabo ha sido costoso, y a ratos, largo y
pesado, pero ha merecido la pena y las
autoras seguimos siendo compañeras,
compañeras aliadas.
Bibliografía
„ BERRIO-OTXOA, Kontxesi y
BERASALUZE, Ainhoa. “Revisión de investigaciones en torno al ejercicio profesional del
trabajo social”, en Revista Acciones e Investigaciones Sociales, 22,
2006, 441. ISSN 1132-192X
„ BERRIO-OTXOA, Kontxesi y
BERASALUZE, Ainhoa. “Gizarte-langintzaren lanbideari
buruzko ikerketen errebisioa”,
en Uztaro, 59, 2006, pág. 2539. ISSN 1130-5738
„ BERRIO-OTXOA, Kontxesi y
BERASALUZE, Ainhoa. El
4
ejercicio profesional del Trabajo Social hoy. Bilbao: Colegios Oficiales de Trabajo Social de Álava,
Gipuzkoa y Bizkaia, 2008. 4
ISBN 978-84-92413-04-1
„ BERRIO-OTXOA, Kontxesi y
BERASALUZE, Ainhoa. “Aproximación al ejercicio profesional del trabajo social”, en Revista de Servicios Sociales y Política
Social, 81, 2008, pág. 119-130.
ISSN 1130-7633
„ BERRIO-OTXOA, Kontxesi y
BERASALUZE, Ainhoa. “Gizarte langintzaren jardute pro-
fesionala gaur egun”, en Zerbitzuan, 44, 2008, pág. 31-37.
ISSN 1134-7147
„ BERRIO-OTXOA, Kontxesi y
BERASALUZE, Ainhoa. “Aproximación a la realidad actual del trabajo social en Euskadi:
una especial mirada al trabajo
social en lengua vasca”, en
RODRÍGUEZ, Ángel y RAYA,
Enrique (Coord.). Una Europa
Social y Plural. Granada: Universidad de Granada, 2010. Depósito Legal: GR 3004-2009
Esta publicación contó con financiación de los Colegios Oficiales de Diplomados/as en Trabajo Social de
Álava, Gipuzkoa y Bizkaia; el Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados/as en Trabajo Social
y la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad del País Vasco UPV/EHU.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
59
El trabajo social con familias
El trabajo social con familias: la responsabilidad
de los trabajadores sociales en la autodeterminación de los colectivos más vulnerables
Josef a Fernández, 1 Josep Mª Torralba, Mercè Tabueña, Rosa María Alegre,
Adela Boixadós, Irene De Vicente, Eveline Chagas , Càndid Palacín , Belén Parra2
Resumen
Los autores de este artículo, vinculados a GRITS, han hecho esta investigación
fundamentalmente para poder contribuir a la generación de conocimiento sobre la
relación entre el trabajo social con familias y la bioética. La investigación profundiza
en las metodologías de intervención de los trabajadores sociales de varios hospitales
de Cataluña con las familias de niños y personas mayores. Se analiza cuál es la
implicación actual de los trabajadores sociales en la consecución de los objetivos
vinculados al marco de la ética y de la bioética, y de qué manera se trabaja con las
familias de los pacientes más vulnerables en relación a la autodeterminación desde
la práctica del trabajo social. Este grupo de población se escogió por su condición
de especial vulnerabilidad con respecto a la toma de decisiones. El estudio aporta
conclusiones sobre las competencias y habilidades que tienen los trabajadores
sociales para el desarrollo de la autodeterminación en el marco de la salud y presenta propuestas para la defensa del compromiso ético de los trabajadores sociales.
Palabras clave: Bioética y trabajo social, trabajo social con familias, autodeterminación, vulnerabilidad, infancia, personas mayores.
1
2
Coordinadora, correo electrónico: [email protected]
Profesorado del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales y miembros del Grup de Recerca i
Innovació en Treball Social (GRITS) de la Universidad de Barcelona, correo electrónico: [email protected]
60
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Abstract
The authors of this article, members of GRITS, have done this research with the
aim to contribute in the improvement of the knowledge in the subject of Social
Work with families and bioethics. The research is searching to know about the
methodologies of Intervention used by social workers in several Hospitals of
Catalonia regarding the families with children and the elderly. The research analyses
social workers’ present involvement in relation to ethics and bioethics. At the same
time, it shows how they work with the families of the most vulnerable patients
regarding their capacity for self-determination. This population group was chosen
due to its condition of special vulnerability in relation to the decision making
process. The study brings some conclusions about social workers’ competences
and skills for the development of self- determination in health services and makes
proposals to encourage the ethical accountability assumed by social workers.
Key words: Bioethics and social work, social work with families, vulnerability, selfdetermination,childhood, elder people.
Introducción
El objeto de este artículo es presentar los
resultados de la investigación “El Trabajo
Social con familias: la responsabilidad de los
trabajadores sociales en la autodeterminación de los colectivos más vulnerables”, realizada por el GRITS mediante una beca de
investigación sobre bioética otorgada por la
Fundación Víctor Grífols i Lucas en su 11ª
convocatoria.3
Uno de los ámbitos de intervención importantes para los trabajadores sociales ha
sido y es el de la salud. Es por eso que se
consideró de especial relevancia hacer una
investigación en este ámbito que pretende
saber cuál es la implicación actual de los trabajadores sociales en la consecución del
marco ético y bioético que se ha ido desarrollando en los últimos años a partir de
3
diversas legislaciones en el ámbito internacional, estatal y autonómico. Por otra parte,
con el objetivo de visualizar el papel que hace
el profesional en la intervención con las familias, se valoró de especial relevancia centrar la investigación en dos de los colectivos
considerados más vulnerables, en relación a
su derecho a la autodeterminación y autonomía en la toma de decisiones: los niños y
las personas mayores.
El profesional del trabajo social está sujeto a una permanente reflexión, desde una
perspectiva ética, sobre su práctica. El
cuestionamiento reiterado hacia los criterios
y las finalidades que rigen la praxis es de
naturaleza no sólo teórica y técnica, sino también ética. Los profesionales son los que se
encuentran de manera más directa ante los
efectos que producen las injusticias sociales,
las desigualdades, la falta de equidad en la
Convocatoria de premios de investigación sobre bioética año 2008-2009, Fundació Víctor Grífols i Lucas:
http://www.fundaciongrifols.org/collage/images/potter/tempFiles/potterTmpFile_uuid_238102/beca0409.pdf
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
61
El trabajo social con familias
salud y la educación, entre otros aspectos.
El marco ético en el que tiene que basarse el
trabajo social hospitalario está muy relacionado con la ciencia de la bioética, que, como
destaca De las Morenas (1999), se basa en
fundamentos que los trabajadores sociales
siempre han tenido, destacando especialmente el principio de autodeterminación, el respeto a las personas y el principio de justicia.
Desarrollo de la investigación
La investigación se desarrolló a partir de
la elaboración de un marco teórico estableciendo los conceptos básicos de partida: ética y trabajo social; autodeterminación y
vulnerabilidad, y el marco legal y normativo
de referencia. Se describieron los objetivos
de la investigación y la metodología a utilizar. A continuación, se realizó un análisis de
los resultados más significativos obtenidos a
lo largo de la investigación. Seguidamente,
se establecieron las principales conclusiones
derivadas del análisis de resultados, y para
finalizar, se presentaron un conjunto de propuestas de carácter general y de otros más
Para la obtención de los datos se elaboró
un guión de entrevista ad hoc con 18 preguntas abiertas agrupadas en tres apartados, que
fue utilizado posteriormente en el trabajo
62
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
vinculadas a la práctica de trabajo social
hospitalario.
Objetivos
Los objetivos propuestos fueron los siguientes:
„ Conocer la práctica del trabajo social
con las familias de los colectivos vulnerables en relación a la autodeterminación por procesos de enfermedad.
„ Identificar el rol del trabajador/a social en la garantía de los derechos a la
información y la toma de decisiones
(protocolos, participación en comités
de ética, entre otros).
Diseño de la investigación
La investigación se enmarca dentro del
paradigma del método cualitativo. Para obtener la información, además de la búsqueda de fuentes teóricas y documentales, se
realizaron entrevistas en profundidad
estandarizadas con final abierto.
La investigación se planificó en cinco fases recogidas en el esquema siguiente:
de campo. El primer apartado iba dirigido a
todos los profesionales entrevistados y exploraba las diferentes dimensiones de la autodeterminación en su práctica. El segundo
A fondo
apartado, sólo lo tenían que responder aquellos profesionales que formaban parte de los
comités de ética. El tercero, contemplaba la
valoración que hacían los trabajadores sociales de la propia formación, el conocimiento y el impacto de la legislación sobre bioética,
las herramientas propias o institucionales de
que disponen y las propuestas de mejora que
incorporarían en la propia práctica y en las
dinámicas institucionales.
El estudio se ha centrado en el ámbito
hospitalario público de Cataluña, y con los
profesionales del trabajo social entrevistados que llevan a cabo su tarea en hospitales
de alta tecnología.4 La elección de estos hospitales se hizo porque las unidades de trabajo social de estos centros acostumbran a
incluir a un número más alto de profesionales, entre los cuales se favorece más a menudo el trabajo especializado en áreas
concretas. Los criterios de inclusión fueron
trabajar con niños y/o personas mayores y
aceptar participar en el estudio. Con respecto a los criterios de exclusión, eran llevar
menos de 6 meses en el puesto de trabajo y
no aceptar participar en el estudio. Los trabajadores sociales implicados en estas tareas
en los hospitales escogidos han sido 48, de
los cuales 45 participaron en el estudio.
Los datos obtenidos en las entrevistas se
categorizaron en base a los elementos conceptuales que se habían establecido a partir
del marco teórico. Como consecuencia de
este proceso surgieron unas agrupaciones de
categorías conceptuales:
„ Autodeterminación, que se ha desglosado en las subcategorías de: autodeterminación de las personas mayores,
4
de los niños y de sus familias. Se resaltó cuál era la función de los trabajadores sociales en relación al tema de la
autodeterminación.
„ La intervención profesional de los trabajadores sociales. En esta categoría se
diferenció el cómo se interviene con
las familias y con los colectivos directos, y se destacó el tema de la
confidencialidad de los datos.
„ La formación fue una categoría que
apareció como resultado de los datos
de las entrevistas. Interesaba conocer
cuál es la preparación y formación de
los trabajadores sociales para abordar
el tema objeto de investigación y a la
vez cómo la valoran.
„ Las leyes sobre bioética y los profesionales que intervienen. Se establecieron
categorías a partir de la consideración
del impacto que tiene la normativa de
los últimos 20 años relativa a la bioética
en el trabajo de los equipos y la vida
de los hospitales.
„ Propuestas de mejora y recomendaciones, en base a las aportaciones surgidas de las entrevistas.
El método utilizado para el análisis del
material obtenido fue el análisis de contenidos
con codificación, asistido de forma informática con el programa ATLAS/ti versión 5. Se
trata del análisis de datos cualitativos, fundamentalmente del análisis de texto libre producido a través de entrevistas en profundidad.
Los resultados se trabajaron conjuntamente
con todos los miembros que intervinieron
en la investigación, con el consecuente análisis contrastado de los resultados obtenidos.
Hospital Arnau de Vilanova, Hospital de Bellvitge, Hospital Clínic, Hospital Joan XXIII, Hospital Josep
Trueta, Hospital del Mar, Hospital de Sant Pau, Hospital Sant Joan de Déu y Hospital Vall d’Hebron.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
63
El trabajo social con familias
Conclusiones
Las principales conclusiones derivadas del
análisis de los resultados de la investigación,
en base a los objetivos establecidos y los resultados esperados, han sido las siguientes:
„ La autodeterminación está vinculada a
la toma de decisiones de la persona
sobre la propia vida, más allá de los
aspectos de salud como las relaciones
personales y el lugar donde se quiere
vivir y de qué manera.
„ El concepto de autodeterminación es
intrínseco al trabajo social, considerando el derecho a la autodeterminación
de las personas atendidas en los servicios hospitalarios, de la misma manera
que se tiene en cuenta siempre a la
persona directamente implicada en el
problema de salud, aunque pueda tener mermadas algunas de sus capacidades.
„ Se identifican actitudes de sobreprotección y paternalismo por parte de los
profesionales y de los familiares hacia
las personas mayores y los niños, ya
que por razones de edad son considerados incapaces para tomar decisiones
en situaciones que afectan a su propia
vida.
„ Se constata que en los hospitales las
intervenciones son de carácter agudo
y que el objetivo es que las estancias sean
lo más cortas posible. La celeridad en las
intervenciones sanitarias plantea a
menudo una especial dificultad en los
procesos de toma de decisiones.
„ A menudo se dan conflictos entre lo
que querría decidir la familia y las personas afectadas por problemas de salud, pero los trabajadores sociales están
64
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
especialmente preparados para gestionar estas situaciones y se plantea como
idónea la preparación en mediación y
resolución de conflictos.
„ Se destaca la importancia de respetar
la confidencialidad de la información
social, ocupándose de la información
de los pacientes y de sus familias a la
hora de traspasarla a otros profesionales o servicios.
„ Los trabajadores sociales han recibido
una formación inicial generalista, importante para atender los temas relacionados con la autodeterminación. La
mayoría de profesionales han recibido
una formación especializada en materia de bioética, en gran parte ofrecida
por el propio hospital.
„ Se relaciona la supervisión profesional
externa y permanente como elemento
fundamental de la formación continuada, que ofrece un espacio para reflexionar, evaluar y analizar las metodologías
de trabajo de la propia praxis y de intercambio de conocimientos entre los
profesionales.
„ Los trabajadores sociales aportan la
perspectiva del mundo social-relacional
de los pacientes de los hospitales. Es
importante que estén siempre presentes en los comités de ética, ya que aportan esta visión en las diversas funciones
que ejercen estos comités.
Propuestas
No podemos finalizar este artículo sin
mencionar algunas propuestas, unas de carácter más general y otras más vinculadas a
la práctica del trabajo social hospitalario, que
como grupo de investigación dirigimos a to-
A fondo
dos aquellos agentes que tengan algún papel
para poder colaborar en su implementación.
Como propuestas más relevantes de la investigación, se recogen las siguientes:
„ Se debe conseguir una difusión más
amplia de las informaciones y procesos que faciliten la autodeterminación,
como son las referentes al consentimiento informado, las voluntades anticipadas y los protocolos específicos,
y que las políticas públicas sanitarias
velen por estos procesos.
„ Es necesario velar por la formación
de todos los profesionales del ámbito
de la salud respecto a los temas relacionados con la bioética, que se haga
desde los propios hospitales y que se
facilite la formación de postgrado sobre ética y bioética en las universidades y centros especializados.
„ Los centros hospitalarios deben disponer de espacios físicos adecuados para
trabajar todo lo que está relacionado
con la autodeterminación, y favorecer
que se respeten los ritmos y tiempos
de los pacientes y sus familias.
„ Es necesario que los trabajadores sociales tengan el apoyo adecuado para
poder ejercer las funciones que hacen
en relación a la autodeterminación de
los pacientes y sus familias, velando por
la visibilidad de su función como profesionales de puente entre el paciente,
la familia, los servicios sociales y el
mundo social en general.
„ Se debe garantizar que en todos los
comités de ética asistencial de los hos-
pitales se cuente con la participación
como mínimo de un trabajador social.
„ Es importante favorecer el fortalecimiento del trabajo en red y comunitario, y potenciar y facilitar los servicios
de ayuda a domicilio, los centros de día
y el acceso a los recursos sociales en
general.
„ Se debe incentivar la formación permanente de los trabajadores sociales en
materia de bioética, favoreciendo la supervisión y potenciar espacios de reflexión y debate entre el colectivo
profesional y otros para intercambiar
experiencias y metodologías de intervención.
„ En el marco de los títulos de grado en
Trabajo Social, se debe desarrollar una
formación más amplia en materia de
ética y bioética en los planes de estudios de las universidades catalanas. Hay
que continuar investigando sobre estos
temas y favorecer las investigaciones por
parte del colectivo de trabajadores sociales del ámbito de la salud, promoviendo espacios de colaboración entre
las unidades de trabajo social y las universidades implicadas en su formación
para garantizar la continuidad de la investigación.
„ Esperamos que esta investigación pueda ser una herramienta relevante que
aporte más y mejor sensibilización y
conocimiento sobre la autodeterminación y la defensa de los derechos de
los niños, de las personas mayores y
de sus familias.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
65
El trabajo social con familias
Bibliografía5
„ Col.legi Oficial de Diplomats en
Treball Social i Assistents Socials de Catalunya. Codi d’Ètica i
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„ DE VICENTE, I. El Lugar de la
Supervisión Educativa en la Formación de Grado en Trabajo Social.
Barcelona, 2009. [Tesi doctoral]
„ DE VICENTE, I. i TABUEÑA,
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Gerontológic”, en CASALS, A.
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Universitat Autònoma de Barcelona, 2005. ISBN 84-4902403-X
„ FERNÁNDEZ, J. “La ética y
el trabajo social hospitalario”. I
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hospitalario en los nuevos tiempos: hablemos de ello. Revista
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„ FERNÁNDEZ, J. “Ética y responsabilidad profesional”, en
Relaciones humanas. Nuevas tecnologias. Saragossa: Mira Editores,
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„ FERNÁNDEZ, J. La supervisión
en el trabajo social. Barcelona: Paidós, 1997. ISBN 84-493-04407
„ LAS MORENAS, P. “Bioética”,
en Cuadernos de Trabajo Social,
núm.12 (1999), pàg. 245-260.
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„ SALCEDO, D. “El papel de la
autonomía personal en el trabajo social”, en Revista de Treball
Social, núm. 130 (1993), pàg. 3148. ISSN 0212-7210
„ TABUEÑA, M. “Componentes
psicosociales para la intervención en situaciones de maltrato
a personas mayores”, en Revista
de Treball Social, núm. 183
(2008), pàg. 72-83. ISSN 02127210
„ TABUEÑA, M. Les persones
grans i l’autodeterminació. Jornada el dret a decidir: el Testament
Vital. Les persones grans i la dignitat. Caixafòrum, Barcelona
2010
„ ÚRIZ, J. “Modelos de resolución de dilemas éticos en trabajo social”, en Revista de Treball
Social, núm. 175 (2004), pàg. 627. ISSN 0212-7210
Por razones de limitaciones en la extensión del artículo, se sugiere la consulta de la bibliografía completa de
la investigación.
66
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
La hiperfrequentación, una mirada desde
el trabajo social sanitario
La construcción de un equipo de investigación
Rodríguez Molinet, J.; Calvo Rojas, V.; Ramell Gutiérrez, A.; Gil Rovira, M.; Pomares
Costa, A.; Manzanares Rodríguez, S.; Carlota Busques, C.; Sentís Antolín, L.; Solís
Míguez, B.; Solanas Fabregas, N.; Canut Segura, S. i Pedroche Prades, E. 1
Resumen
El artículo que presentamos a continuación es fruto de la inquietud y el esfuerzo de 12
trabajadores sociales sanitarios que ejercemos en los centros de atención primaria de salud
que componen el Servicio de Atención Primaria (SAP) de la zona izquierda de Barcelona
del Institut Català de la Salut y que un día hace tres años nos animamos a realizar un
proyecto de investigación, para muchos el primero de nuestra carrera profesional.
De inicio todo eran dudas, pero pronto supimos que la duda, la pregunta de lo que
no sabemos, es en sí misma la esencia de la investigación.
Este artículo pretende dar a conocer de un lado nuestro propio proceso en tanto
que grupo, nuestro proyecto de investigación y sus resultados preliminares.
Paraules clau: Trabajo social sanitario, investigación, hiperfrecuentación, limitación
social.
Abstract
The article that we present next is a fruit of the restlessness and the effort of 12
sanitar y social workers that exercise in the primary attention health centers that
compose the Service of Primary Attention (SAP) of the left zone of Barcelona of the
Catalan Institute of the Health and that three years ago we encouraged to carrying out
a project of research, for many of us the first of our professional career.
In the beginning everything were doubts, but soon we knew that the question of
what we do not know is the essence of the research.
This article intends to introduce on the one hand our own process as group, our
research project and the preliminary results.
Key words: Sanitari social work, research, hyperfrequentation, social limitation.
1
Trabajadores sociales sanitarios que ejercen en los centros de atención primaria de salud que componen el
Servei d’Atenció Primària (SAP) de la zona izquierda de Barcelona del Institut Català de la Salut. E-mail
de contacto: [email protected]
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
67
La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario
La decisión y el tema
El ámbito sanitario es por excelencia el
hogar de la investigación, y en tanto que trabajadores sociales sanitarios participamos
también de esta cultura.
Además, cada vez se insiste más en la
importancia del trabajo social y en el hecho
de que sus aportaciones estén fundamentadas en el conocimiento científico y la evidencia empírica obtenida mediante la
investigación. Así, desde la figura de Coordinación de Trabajo Social de Barcelona se
promovió e impulsó un equipo de investigación compuesto por trabajadores/as sociales de atención primaria de salud.
La investigación ha estado presente en
nuestra cotidianidad desde que empezamos
a trabajar en los centros, ya sea de una manera directa o indirecta; en las sesiones clínicas que se realizan, en las informaciones que
recibimos sobre novedades en la literatura
científica, en la formación que se nos ofrece desde la propia empresa y también en las
oportunidades que tenemos de colaborar en
estudios y proyectos de investigación
interdisciplinarios, dentro de los propios equipos o multicéntricos, sin olvidar que son los
propios ciudadanos o usuarios –sin ir más
lejos– quien nos explica a menudo que han
sido incluidos en un ensayo clínico como tratamiento de su enfermedad.
Con todo eso teníamos que suponer que
una iniciativa de realizar un proyecto de investigación desde trabajo social sería vista,
cuando menos, con simpatía por parte de la
gerencia y la dirección de los equipos.
Pero había que avanzar en el tema y nos
propusimos hacer un estudio sobre una cuestión que nos preocupara a nosotros –como
trabajadores sociales– y al mismo tiempo fuera interesante para la institución en la que trabajábamos, que aunque ya se hubiera estudiado,
ahora se planteara y se analizara desde una visión
diferente, la del Trabajo Social Sanitario.
No fue difícil llegar a consenso. Investigaríamos sobre la hiperfrecuentación de servicios sanitarios.
El término hiperfrecuentación (en adelante HF) hace referencia al número de veces
que cada usuario va a la consulta en un año.
No había duda de que era un tema que
preocupaba a las instituciones sanitarias, no en
vano un 50% de los profesionales médicos,
según la bibliografía, considera que recibe un
porcentaje del 20% de visitas innecesarias,2 y
que varios estudios coinciden en que pequeños grupos de pacientes realizan el más alto
porcentaje de la demanda asistencial.3
Se trataba de un fenómeno muy complejo
y con una explicación multifactorial donde los
factores sociales tendrían que aportar también
comprensión a la cuestión.
Así los trabajadores sociales podíamos estudiar la HF desde una óptica diferente, no
tanto desde la visión economicista y de empresa,
sino desde nuestra percepción que el hiperfrecuentador es por encima de todo una persona
que sufre. Una persona que sufre y que pide ayuda y que probablemente consulta a los servicios
sanitarios sus malestares, que no enfermedades, y
que obtiene del sistema la medicalización de los
malestares o lo que se ha venido a decir la
medicalización de la vida cotidiana.4
HACKING, I. ¿La construcción social de qué? Barcelona: Paidós, 2001.
SIHVONEN, M. y KEKKI, P. “Unnecessary visits to health centress as perceived by the staff ”. Scand J Prim
Health Care 8, (1990). Pág. 233-239.
4
TALARN, A. Globalización y salud mental. Barcelona: Herder, 2007. ISBN: 8425425298
2
3
68
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
La apertura a la dimensión bio-psico-social del nuevo concepto de salud que en 1978
se esgrimía desde la OMS, “estado completo de bienestar físico, mental y social y no
sólo la ausencia de la enfermedad”, impulsó
una nueva organización y concepción de los
servicios sanitarios donde también fue posible la inclusión de los trabajadores sociales
en los equipos de atención primaria. Pero
pasados los años, el reto sigue siendo poder
proporcionar una atención global al paciente; a una persona que no consulta únicamente
sobre síntomas somáticos y enfermedades,
sino un ciudadano que espera encontrar en
el sistema sanitario una solución para cualquier malestar, todo eso en el seno de una
sociedad líquida, como diría Bauman,5 cada
vez más inconsistente y menos capaz de gestionar adecuadamente y de forma autónoma los conflictos propios.
Un ciudadano que no tolera la frustración y que hace de la inmediatez su dogma,
que inconscientemente utiliza mal los servicios y que es al mismo tiempo víctima de la
atención que recibe.
Éstas y otras fueron las reflexiones que
nos hicieron aventurar en el estudio de este
tema tan complejo.
Investigación bibliográfica
Teníamos el tema y el enfoque, pero hacía falta saber qué artículos, qué investigaciones, se habían hecho hasta aquel momento
que relacionaran la situación social y mental
de la persona con el hecho de la HP. Por eso
hicimos búsquedas bibliográficas exhaustivas
atendiendo a diferentes criterios de búsqueda, que relacionaran la hiperutilización de
5
servicios sanitarios con diferentes variables.
Obtuvimos una serie de publicaciones, en
nuestro entorno y en otros países, que relacionaban la hiperfrecuentación con la presencia
o no de enfermedades crónicas, con el sexo, la
edad, el estado de salud autopercibido, la inadecuada dinámica familiar, o las deficientes
habilidades del médico en motivación, formación y comunicación y con el entorno
organizativo del acto sanitario (la accesibilidad, gestión de la demanda...), entre otros.
Todo nos ayudaría a tener una visión
actualizada del problema y también de los
rasgos característicos del fenómeno estudiados y conocidos hasta la actualidad. Éste tendría que ser el punto de partida de nuestro
proyecto.
La hipótesis de nuestro proyecto
de investigación
Los usuarios hiperfrecuentadores presentan un deterioro en las relaciones familiares
y en la red de apoyo social que puede explicar el aumento de frecuentación de las redes formales, en este caso de los centros de
atención primaria de salud.
Pensamos que si se corrobora la falta de
contención o deterioro de las relaciones familiares y de la red de apoyo social en estas
personas, se podrían diseñar intervenciones
que contribuyeran a mejorar el problema y
posibilitar así la contención del malestar
psicosocial de esta población.
Desde la perspectiva de las políticas de
salud pública, se podría obtener beneficio
en tanto que un mejor conocimiento de estos procesos podría traducirse en una mejor
distribución de recursos y encontrar una
BAUMAN, Z. Modernidad líquida. Buenos Aires: Fondo de cultura econòmica, 2002. ISBN: 9505575130
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
69
La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario
provisión adecuada de cuidados y atenciones.
Ahora, a los trabajadores sociales sanitarios nos tocaría confirmar o refutar esta hipótesis según el método científico.
Método científico
Éste fue uno de los handicaps más importantes. La mayor parte de nosotros carecíamos, ya que muchos de nosotros habíamos
acabado los estudios cuando todavía estas
materias no se habían fijado con consistencia en la formación universitaria, de formación sólida en esta materia, y tuvimos que
hacer un gran esfuerzo por realizar el diseño
del proyecto; en este sentido, la ayuda que recibimos de los servicios de investigación de
nuestra empresa y la dirección del investigador principal fue crucial para seguir adelante. Cabe decir que todos nosotros recibimos
una formación básica de investigación a
medida que íbamos haciendo el estudio.
A continuación indicamos aspectos metodológicos de la investigación sin llegar a ser
exhaustivos en el detalle, ya que consideramos que no es el objeto de esta publicación.
Objetivos
Nos planteamos una serie de objetivos.
El más general:
Analizar si existen características de
disfunción sociofamiliar (limitación social)
comunes a los hiperfrecuentadores y diferentes a las de la población general que puedan explicar la necesidad de ir repetidamente
a las consultas médicas.
Y otros específicos:
Comparar las características sociofamiliares de los usuarios atendidos desde el 1 de
70
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
septiembre de 2007 hasta el 31 de agosto de
2008 con cita previa y/o espontánea por
profesionales de medicina y enfermería de
su centro de atención primaria, ya sean
hiperfrecuentadores o no.
Estas características sociofamiliares incluirían datos como la edad, el sexo, la renta, el estado civil, la situación familiar, estructura
familiar y ciclo vital de los usuarios hiperfrecuentadores, y las compararíamos con las
de los usuarios no hiperfrecuentadores.
También analizaríamos si existían otros
factores asociados a la hiperfrecuentación,
como la presencia o no de otras enfermedades crónicas, la depresión o la ansiedad.
Y finalmente observaríamos el consumo
de recursos sanitarios y lo compararíamos
entre las dos poblaciones, la hiperfrecuentadora y la no hiperfrecuentadora.
Ámbito de estudio
El estudio se desarrollaría en los puestos
de trabajo del equipo investigador, es decir,
los Equipos de Atención Primaria (en adelante EAP) del Servicio de Atención Primaria (en adelante SAP) Izquierda de Barcelona
del Institut Català de la Salut, con una población asignada de 363.351 personas.
Sujetos
Hasta el momento de redactar este trabajo tenemos datos recogidos de 162 usuarios (84 hiperfrecuentadores y 78 no
hiperfrecuentadores) que entre el 1 de septiembre de 2007 y el 31 de agosto de 2008
fueron por iniciativa propia a visitas de cita
previa y/o espontánea de profesionales de
medicina y enfermería en su centro de atención primaria aparejados por edad y sexo.
A fondo
Vista la variabilidad de la bibliografía, convinimos que consideraríamos hiperfrecuentadores a aquellas personas que en un año
hubieran consultado 18 o más veces a los
profesionales médicos y enfermeras de los
centros de atención primaria.
Diseño, selección de la muestra
y análisis de datos
Se trataría de un estudio de casos y controles transversal.
Inicialmente se identificaron los usuarios
de todo el SAP Izquierda de Barcelona y se
clasificaron como casos: hiperfrecuentadores
(visitas Cita previa y/o Urgente >=18
(percentil 95 de la distribución de visitas Cita
previa y/o Urgente de los usuarios del Servicio de Atención Primaria)), y como controles: no hiperfrecuentadores (visitas Cita
previa y/o Urgente <18).
Como criterios de exclusión consideramos el hecho de sufrir trastorno mental severo, menores de 18 años y personas que
presentaran problemas de movilidad y que
por lo tanto no se pudieran desplazar a los
centros para realizar la entrevista.
Y posteriormente se seleccionaron en una
muestra aleatoria tantos casos como controles de cada EAP, ajustada según el porcentaje de usuarios que cada EAP tenía asignados
respeto al SAP. Los casos y los controles se
aparejaron por sexo y edad (grupos de edad
según la Encuesta de Salud de Cataluña
(ESCA)).
A nuestra técnica de salud, parte fundamental del proyecto, le correspondería la
selección de la muestra y el análisis de los
6
datos siguiendo la estadística descriptiva y
utilizando el paquete estadístico SPSS versión 16.0 para Windows.
Intervenciones
Para confirmar o refutar nuestra hipótesis hacía falta averiguar cada una de las variables que nos habíamos planteado estudiar
y buscar instrumentos fiables y validados que
las midieran.
Para las variables sociodemográficas diseñamos un cuestionario ad hoc que recogía
las siguientes:
Edad, Sexo, Estado civil (soltero, casado,
viudo, separado, divorciado), Nivel de instrucción (analfabeto, leer y escribir, estudios
primarios, secundarios –ESO, BUP, FP– estudios universitarios), Renta (más del SMI,
menos de FAS, desde PNC a mínima contributiva, desde mínima contributiva a SMI,
desde FAS a PNC), Situación laboral (sin
ocupación, pensionista jubilación, pensionista invalidez, pensionista vidudedad, ama de
casa, estudiante, paro sin subsidio, paro, activo temporal, activo fijo). En este mismo
cuestionario incluimos indicadores del Ciclo vital familiar según modelo reducido de
Duvall (Badía, X., Alonso, J., 2007), y del
Tamaño y estructura familiar (según clasificación de Luís de Revilla y L. Fleitas).
Para identificar la disfunción familiar
utilizaríamos el Cuestionario de función familiar Àpgar,5 ya que se trataba de una herramienta sencilla para conocer la situación
familiar de los usuarios en la práctica clínica. Óbviamente había otros, pero su administración resultaba mucho más compleja;
BADIA, X. y ALONSO, J. La medida de la salud: guía de escalas de medición en español. Barcelona: Tecnología y
Ediciones del Conocimiento, 2007. ISBN / ISSN: 978-84-611-8288-6; 84-611-8288-X
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
71
La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario
la escala de ambiente familiar tenía 90 ítems,
y la de MacMaster 53, por ejemplo.
Utilizando el cuestionario de función familiar Àpgar de 5 ítems, puntuaríamos como
disfunción familiar severa (Àpgar <=3),
moderada (Àpgar 4-6) y no disfunción (Àpgar
>=7).
La disfunción social la identificaríamos
con la Escala de apoyo social funcional de
Duke Unk, un cuestionario de 11 ítems que
recoge la opinión del individuo sobre las
personas capaces de ofrecerle ayuda ante las
dificultades y facilidades para la relación
social y para comunicarse de manera
empática y emotiva.
Esta escala puntúa como disfunción social (Duke <32) o no disfunción social (Duke
>=32).
Para la variable depresión utilizaríamos
la escala de Goldberg, donde una puntuación
superior o igual a 4 indicaría elevada probabilidad de tener un trastorno depresivo.
Y para la variable ansiedad utilizaríamos también la escala de Goldberg, donde
una puntuación (Goldberg >=2) indicaría
elevada probabilidad de tener un trastorno
de ansiedad.
Las variables sociodemográficas, la
disfunción familiar, la disfunción social, la
depresión y la ansiedad serían evaluadas a
través de los cuestionarios mencionados y
en el contexto de una entrevista personal con
las personas seleccionadas.
Otras, como el consumo asistencial y las
enfermedades crónicas, tendrían que ser
recogidas en un formulario diseñado ad hoc,
sin la presencia del usuario.
Para analizar el consumo asistencial en
el último año, consultaríamos la historia
clínica informatizada y nos fijaríamos en las
siguientes variables:
72
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Media de medicamentos en prescripción
continuada, número de derivaciones a especialistas, número de pruebas complementarias
(analíticas, pruebas radiológicas, espirometrías, electrocardiogramas), número de visitas con médico de familia, número de visitas
con enfermera, número de visitas a otros
profesionales de Atención Primaria.
Y para la variable enfermedad crónica
haríamos constar el número de enfermedades crónicas de cada paciente que consten
en la lista de problemas activos de la historia
clínica informatizada según la clasificación
CIE-10.
Limitación social
Para nuestro estudio resultaba útil poder
contar con un nuevo concepto que combinara la disfunción social con la disfunción
familiar.
A tal efecto el grupo de investigación creó
este término –que no existe en la bibliografía revisada–, que nos resulta de gran utilidad a la hora del diseño del estudio y al mismo
tiempo nos permite la siguiente clasificación:
„ limitación social severa (puntuación
escala de Duke <32 y Àpgar familiar
<=3)
„ limitación social moderada (puntuación escala de Duke <32 y Àpgar familiar entre 4 y 6)
„ limitación social leve (puntuación
escala de Duke <32, solamente disfunción
familiar Àpgar familiar <=6 y puntuación escala de Duke >=32)
Aspectos éticos
Se informó a todos los participantes en
el estudio de los objetivos del mismo y so-
A fondo
bre las actividades vinculadas a su participación en el estudio: número de visitas, pruebas complementarias, información de los
resultados, etc. Se les entregó información
escrita y les solicitamos un consentimiento
informado por escrito.
Los datos fueron incorporados a una base
de datos en la que no consta ninguna referencia a la identidad de los sujetos, para su manejo en los programas de análisis estadístico.
Hemos asegurado la confidencialidad y
el anonimato de los datos según la Ley 15/
1999, de confidencialidad de los datos, tanto en la fase de ejecución del proyecto como
en las presentaciones y publicaciones que de
éstos se deriven. El proyecto está bajo la
tutela del CEIC y del Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) Jordi
Gol e incorpora sus recomendaciones y
sugerencias.
Solicitamos también la autorización por
parte de la dirección de todos los EAP y
servicios participantes para poder acceder a
las historias clínicas. Se ha respetado en todo
momento la circular del Institut Català de la
Salut en relación al acceso a la información
clínica para temas de investigación.
Proceso
Llegado este punto ya teníamos toda la
maquinaria en marcha y se trataba de iniciar
el trabajo más costoso, el de contactar con
las personas de la muestra, hacer las entrevistas, pasar los cuestionarios6 y recoger los
datos, todo eso teniendo que coordinar esta
actividad en 13 centros de atención primaria de salud. No obstante, muy pronto tuvi7
mos un gran estímulo, la consecución del
Primer premio al proyecto de investigación
de la Fundación Mutuam Conviure; éste sin
duda era el presagio de que, cuando menos,
empezábamos bien.
Para dar idea de lo que significa este proceso cabe decir que la técnica de salud nos
hizo la selección de la muestra y nos facilitó
el listado de personas que aleatoriamente
habían resultado escogidas.
Cada uno de los trabajadores sociales tendría que revisar a las personas de la muestra
que correspondían a su centro, y cribar aquellas que según la historia clínica tuvieran algunos de los criterios de exclusión que
previamente habíamos definido.
El proyecto se presentó en comité de dirección a todos los directores de los equipos
de atención primaria de la zona a estudiar,
solicitando la colaboración y la cesión de espacios para las entrevistas.
Quedaba por lo tanto mandar una carta
a todos los seleccionados en la muestra informando del estudio, realizar una llamada telefónica para concertar entrevista y finalmente
realizar la visita y pasar los cuestionarios.
Todo este proceso se hizo también con
la valiosa ayuda de los alumnos de Trabajo
Social de la Universidad de Barcelona en el
contexto de la asignatura Prácticum de investigación. Esta colaboración supuso también dedicar un tiempo a la formación de
los estudiantes sobre atención primaria de
salud, trabajo social sanitario, el estudio en
concreto y el protocolo a seguir para realizar las llamadas y visitas.
Las llamadas telefónicas a las personas
seleccionadas fueron pesadas y en ocasio-
Hemos decidido no incorporar en este artículo los cuestionarios utilizados por motivo de limitación de
páginas.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
73
La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario
nes decepcionantes, ya que a menudo las
personas no aceptaban la visita por motivos
laborales, falta de tiempo, y otros por problemas de movilidad, cosa que nos hacía pensar que los datos no estaban lo bastante bien
recogidos en las historias clínicas, ya que éste
precisamente era un motivo de exclusión.
Hasta tres veces nuestra técnica de salud tuvo que extraer nuevas muestras de
población para conseguir un número de
visitas suficiente para la fiabilidad de nuestro estudio.
Por culpa de esta cuestión el estudio se
fue alargando con el tiempo, los estudiantes
de la Universidad de Barcelona (UB) acabaron la colaboración ya que se enmarcaba en
el contexto de un curso académico, y seguimos con la colaboración de profesionales del
trabajo social recién diplomados a cambio
de la experiencia y de una pequeña remuneración que fue posible gracias a los ingresos
económicos obtenidos con una beca y el
premio al que antes hacíamos referencia y
con la inestimable ayuda de la secretaría del
área de trabajo social.
Resultados preliminares
El enfoque basado en la evidencia empírica no implica que ésta sea la única fuente
de conocimiento que inspire la práctica profesional, son varias las fuentes que informan
las decisiones profesionales, como la experiencia adquirida, el conocimiento del
contexto, el criterio profesional... No obstante, en el tema que nos ocupa nos centraremos en los resultados empíricos de
nuestro estudio.
Los resultados de las investigaciones tienen que ser transferidos, y ésta es la razón
por la cual tiene sentido estimular las publi74
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
caciones y exposiciones en jornadas y congresos. Es más, tenemos que transmitir no
sólo los resultados, sino la manera en la que
los hemos obtenido, precisamente porque el
trabajo tiene que poder ser reproducible si
otros quieren hacerlo o continuarlo en el
punto donde se ha dejado. Esta idea de
reconstruir o reformular a partir de la última formulación es la que facilita el crecimiento.
En la fecha de publicación de este trabajo todavía seguimos realizando entrevistas
(n=221), pero con los datos obtenidos hasta
ahora podemos hablar de resultados preliminares, y éstos nos permiten decir que hay
tres veces más hiperfrecuentadores que presentan limitación social leve con respecto a
los normofrecuentadores. En cambio, cuando la limitación social es grave, dejan de consumir recursos sanitarios quizás porque de
alguna manera “ya los han consumido todos” e incluso pueden ver aumentado su
malestar e incluso la patología.
De estos datos preliminares se podría extraer también un perfil de persona hiperfrecuentadora, y ésta vendría a coincidir con
el de una mujer jubilada, con renta baja, muy
propensa a la ansiedad y con rasgos depresivos, con
disfunción social y un elevado consumo sanitario y
de visitas médicas.
Entre estos resultados y su utilidad para
nuestro ejercicio profesional se intuye un
importante camino, tendremos que desarrollar metodologías y programas de actuación
y se abren, cómo no, nuevas preguntas que
tendrán que generar al mismo tiempo
nuevas investigaciones que probablemente tendrán que ser contestadas por otros
investigadores.
Y tendremos que atrevernos también a
hacer investigación sobre la efectividad de
A fondo
nuestras intervenciones, las que son propias
del trabajo social.
La construcción de un equipo de investigación: presente y futuro
Según el Instituto de Investigación en
Atención Primaria (IDIAP) Jordi Gol, un
grupo de investigación “es un conjunto de
personas con intereses comunes que desarrollan una o más líneas de investigación en
un área de conocimiento determinada y que
pueden demostrar el trabajo conjunto en algún proyecto con financiación externa y/o
con publicaciones conjuntas. El grupo debe
ser una estructura con vocación de perdurabilidad y con proyección de futuro”.
Las personas que hemos realizado esta
investigación tenemos clara voluntad de seguir como grupo de investigación y por eso
tenemos interés por acreditarnos a través del
IDIAP como grupo de investigación emergente.
Los beneficios que nos puede aportar esta
acreditación van desde los individuales como
de todo el grupo, en cuanto a las diversas
convocatorias de ayudas en investigación del
IDIAP, donde los grupos de investigación
tienen una ponderación especial en sus bases. También para acceder a políticas de li-
beración para la investigación, ayudas para
formación, estancias en otros centros, congresos... reconocimiento en carrera profesional y también para adentrarnos en un mundo
apasionante y que da nuevas dimensiones a
nuestra práctica profesional.
Agradecimientos
Muy especialmente a aquellos que creyeron en nuestro proyecto, Dr. Sebastià Calero, y al Projecte XB que nos concedió una
beca para poderlo realizar, también a la
Fundació Mutuam Conviure por haberlo
reconocido con su I Premio de investigación y por su financiación.
A la Dra. Eva María Rodríguez Pérez
(Metodología, Calidad y Evaluación Asistencial) por ser parte fundamental de nuestra investigación, a la Sra. Carmen Franco
(responsable del Àrea d’Activitat d’Atenció
a la Persona Usuària), a los estudiantes de la
Universidad de Barcelona del curso 20082009, a la Sra. M. Mercè Rico y la Sra. Neus
Martorell (docentes de la UB), a las becarias
y a la Sra. Carme Benaiges, secretaria del
Àrea de Treball Social del Ámbito Barcelona ciudad.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
75
La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario
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llicència de Creative Commons
(http://creativecommons.org/
licenses/by-nc-nd/2.5/es/)
http://pub.bsalut.net/butlleti/
vol28/iss3/3
„ Llei orgànica 15/1999, de 13
de desembre, de protecció de
dades de caràcter personal
A fondo
Anexo
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
77
La hiperfreqüentación desde el trabajo social sanitario
78
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
El impacto de la Ley de Dependencia en
el modelo de atención social tradicional
y en los servicios sociales
Cristina Rimbau i Andreu1
Resumen
La protección al riesgo de la dependencia es uno de los retos de las sociedades y de
los estados occidentales, y algunos estados europeos, en los últimos quince años,
han establecido esquemas protectores de diversa intensidad y estructura. La
aprobación de la Ley 39/2006 situó a España en el panorama europeo de la
protección de este riesgo social, estructurando una respuesta inicial a la demanda
expresada reiteradamente por los afectados y familiares, los sectores profesionales,
las organizaciones sociales, recogida en los acuerdos de la Renovación de los Pactos
de Toledo de 2003. Transcurridos más de tres años del despliegue de la Ley,2 parece
pertinente preguntarse por sus efectos y por la asunción de sus objetivos, así como
descubrir dificultades y fortalezas con intención de mejora. Este artículo presenta
un resumen relativo al posible impacto de la Ley en el modelo de atención social
tradicional (familístico, femenino y prioritariamente de responsabilidad privada),
sus efectos en el modelo de servicios de apoyo (residenciales y/o comunitarios) y
su incidencia en los servicios sociales básicos.
Palabras clave: Dependencia, cuidado larga duración, modelo familístico,
feminización del cuidado, gobernanza multinivel, modelo comunitario, cuarto pilar
del sistema de bienestar social.
Trabajadora social y psicóloga. Máster de Investigación en Sociología por la Universidad de Barcelona.
Profesora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales. Universidad de Barcelona. Miembro
investigador de GRITS (Grup de Recerca i Innovació en Treball Social) [email protected]
2
En el texto utilizo el término “la Ley” para referirme a la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y
Atención a las Personas en situación de dependència (LAPAD), ley 39/2006, o su acrónimo “LAPAD”.
NOTA: Al final del artículo pueden consultarse las siglas utilizadas en la investigación.
1
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
79
El impacto de la Ley de Dependencia
Abstract
The protection to the dependence risk is one of the current challenges of societies
and of the Western States, and in the recent fifteen years, some European States
have established protective schemes of different intensity and structure. The passage
of Law 39/2006 has placed Spain on the European scene in the protection of this
social risk, by structuring an initial response to the demand expressed repeatedly
by patients and family members, professional sectors, civil society, and the
agreements included in the Renovació Pactes de Toledo on 2003. After more than
three years of the unfolding of the Act, it is pertinent to ask for their effects and the
assumption of its objectives and guidelines, as well as discover difficulties and
problems with the intention of improving. This article presents a summary in
relation to the possible impact of the law on the model of traditional care (family,
female and first and foremost private liability) and on the services models
(residential-community) social services.
Key words: Dependence, long term care, familistic model, feminization of the
care, multilevel governance, community model, fourth pillar of the social welfare
system.
Agradecimiento
Introducción
La investigación que sintetiza brevemente este artículo no habría sido posible
sin la participación y la generosidad de los
profesionales y expertos de los Servicios
Sociales de la Comunidad de Madrid, del
País Vasco y de Cataluña entrevistados, que
ofrecieron sus reflexiones, saberes y tiempo,
a mi trabajo. De manera particular deseo
agradecer al profesor Demetrio Casado su
maestría y reflexiones, a la Dra. Emma
Sobremonte su apoyo y opiniones, y a la Dra.
Marisol Garcia, su tutorización, saberes y
reflexiones en el transcurso de la investigación. A todos ellos, y a la RTS por invitarme
a participar en este número monográfico,
¡muchas gracias!
El artículo presenta una breve síntesis de
la investigación “L’impacte de la Llei de
Promoció de l’autonomia Personal i Atenció
a les persones en situació de Dependència
en el model de cura familiar tradicional i en
els Serveis socials”,3 realizada en el período
de mayo-septiembre 2010, y que se interesaba, entre otras cuestiones, por observar
si, en los tres primeros años del despliegue
de la Ley, se producían cambios, siguiendo
las orientaciones de la Ley, en el modelo de
atención social tradicional prevaleciente en
la sociedad española en el cuidado de larga
duración,4 hacia un modelo de responsabilidad pública, y de iniciar un proceso de
desfamilización, potenciando el desplaza-
Investigación correspondiente al trabajo final del Máster de Investigación en Sociología de la Universidad
de Barcelona. Octubre 2010.
4
La expresión “Long Term Care” se traduce por “Cuidado de larga duración” (CDL), empleando el verbo
“cuidar” en su sentido semántico más amplio, equivalente a “care”. Hoy en día, el término “cuidado” está
3
80
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
miento de la responsabilidad y del esfuerzo
de cuidado de las familias hacia los servicios,
en particular hacia los servicios sociales. En
segundo lugar, la investigación ha analizado los
posibles cambios en el modelo de servicios
predominante (modelo residencial-centrista)
hacia un modelo de atención comunitaria,
de atención en el ethos del sujeto, mediante
potenciar un sistema de servicios de proximidad y prestaciones económicas de apoyo,
en la orientación de “community care”;
orientación preferente en los estudios teóricos y técnicos, modelo más desarrollado en
otros países vecinos europeos, y recomendado por las instancias sociales europeas.
Precedida por un dilatado y enfrentado
debate, el Congreso de Diputados español
aprobaba, el último mes del año 2006, la Ley
de Promoción de la Autonomía Personal y
Atención a las personas en situación de Dependencia (ley 39/2006), que inició su singladura el primer día del año 2007. Transcurridos tres años y medio desde su aprobación,
el proceso de aplicación presenta serios
interrogantes sobre las finalidades pronunciadas, creando un vivo debate en torno a su
estructura organizativa y competencial, el
esquema y la práctica de la gobernanza, la
estructura de financiación, y su despliegue y
gestión, tanto en los foros profesionales, como
en las entidades de afectados y familiares y en
las organizaciones políticas y sindicales. Las
primeras evidencias de su aplicación invitan
a interrogarse seriamente sobre la viabilidad
de las orientaciones y los objetivos de la Ley,
detectar dificultades y fortalezas, e identificar propuestas y estrategias de mejora.
Metodología de la investigación
La metodología de esta investigación5 ha
seguido el esquema básico de la investigación sociológica, trabajando la información
teórica y documental, y las metodologías y
técnicas propias del trabajo de campo. El
análisis conceptual de los principales términos utilizados y el estudio del estado de la
cuestión (state of arts), con el fin de situar
el contexto teórico y la actualización de los
conocimientos en los temas objeto de la investigación, han sido elaborados en base a
fuentes documentales secundarias, de ámbito local europeo e internacional, en cinco
áreas temáticas: el escenario demográfico;
el modelo familístico y los procesos de
desfamilización, analizando al modelo del
Estado español en el contexto europeo; la
feminización del cuidado de larga duración;
el gasto en términos del PIB en provisión
de la CLD; y el “care pakadge” de los servicios de apoyo al esfuerzo familiar, en España y en comparación europea.
Las hipótesis de la investigación han sido
elaboradas previo análisis de bibliografía especializada y consulta analítica de fuentes estadísticas de carácter demográfico, bases de
datos de organismos internacionales, europeos y estatales, y estudios comparativos,6 y
especialmente situado en el ámbito sanitario, pero es propio y utilizado también en otros ámbitos, como el
judicial, por ejemplo en la figura jurídica de la“curatela” y del “cuidador”.
5
Se presenta un resumen de la metodología de la investigación en relación al carácter especializado y
monográfico de este número de la RTS dedicado a la investigación en y desde el trabajo social.
6
OCDE 2005, 2007, 2008; EUROSTAT 2006, 2007, 2009; INE (2008), las Encuestas de Discapacidad,
Autonomía Personal y situaciones de Dependencia (EDAD 2008), Encuesta sobre Discapacidades,
Deficiencias y Estado de Salud (EDDS 1999), la Encuesta sobre Discapacidades, Deficiencia y Minusvalías
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
81
El impacto de la Ley de Dependencia
de los datos que ofrece el SISAAD. Las informaciones documentales fueron complementadas con contactos directos, previos a
la investigación, con profesionales de los servicios sociales de diferente perfil académico.
El trabajo de campo, con el objetivo de
conocer la opinión de profesionales y expertos de los servicios sociales, se realizó en
tres CCAA: Comunidad de Madrid, País
Vasco y Cataluña, buscando detectar similitudes y diferencias territoriales. Sus aportaciones fueron recogidas mediante entrevistas
personales y presenciales, en las sedes de los
entrevistados, con la elaboración de un cuestionario mixto, con preguntas cerradas y
semiabiertas, y la inclusión de un espacio
abierto para las aportaciones espontáneas. El
cuestionario, elaborado para esta investigación y probado previamente en entrevistas
piloto, ha sido la técnica utilizada en las entrevistas personales, presenciales y en profundidad, pero que se ha utilizado como
guión de entrevista, priorizando escuchar las
opiniones, reflexiones y propuestas de los
entrevistados. En conjunto 42 entrevistas a
expertos y profesionales de ciudades capitales de las tres CCAA (Madrid, Bilbao, Barcelona), de servicios sociales de ciudades de
áreas metropolitanas (Valdemoro, Baracaldo
y Hospitalet), de ciudades intermedias
(Vitoria, Granollers y Manresa) y también
servicios sociales municipales del medio rural (comarca del Duranguesado). Todas las
informaciones han sido tratadas de forma
agregada y, en el análisis y categorización de
los contenidos de las entrevistas, se ha utilizado el programa informático ATLAS-ti.5.2.
Los datos del trabajo de campo y de las bases de datos analizados constituyen los anexos
de tablas y gráficos que acompañan el documento final de la investigación.
82
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
El efecto transformador de la
LAPAD. Del modelo asistencial al
reconocimiento de derechos
La valoración del impacto de la LAPAD
en la transformación del modelo famílistico
es considerado débil y una asignatura pendiente para la mayoría de los entrevistados
(70 %), pero también una gran mayoría (76,2
%) coincide al subrayar el valor positivo de
la medida legislativa en el escenario de los
derechos sociales, y, en esta perspectiva, algunos consideran que la Ley marca “un antes y un después de la historia de la
protección social en España” (M-4). Se valora positivamente la orientación y la apuesta legislativa de establecer el derecho
subjetivo, la propuesta de acceso universal,
el objetivo de asunción de responsabilidades
públicas, así como la orientación de estimular a un modelo de atención en la comunidad, potenciando los servicios de apoyo en
el entorno, sociales y emocionales, de los
afectados. La valoración positiva de estos
aspectos de la Ley es compartida en las tres
CCAA de forma bastante similar. En el País
Vasco (81,1 %), en Cataluña (75 %) y en la
Comunidad de Madrid (72,2 %). Pero al lado
de este reconocimiento positivo, surge inmediatamente la preocupación y los interrogantes
respecto de la vulnerabilidad del derecho
subjetivo establecido debido a la actual aplicación de los objetivos y las orientaciones mencionadas. Vulnerabilidad debida, en opinión de
los entrevistados, a una multicausalidad de
factores, entre los cuales destacan las dificultades financieras derivadas de la estructura económica de la Ley y de la crisis
económica que caracteriza este primer periodo de aplicación, pero que no puede ser
utilizado como un “elemento refugio” de los
A fondo
problemas e incidencias del proceso de aplicación. El lento despliegue y la restrictiva aplicación de la Ley, la burocratización de los
procesos de solicitud y valoración, los largos
periodos de desinformación, así como la demora de los dictámenes y las prioridades en
la asignación de los servicios y de las prestaciones de los PIA, son factores que incrementan
la fragilidad del derecho establecido.
Las críticas al Catálogo del SAAD son
múltiples, y la coincidencia de opinión de los
entrevistados elevada (78 %). El principal
punto débil corresponde a la construcción
del Catálogo, con servicios de perfil clásico,
limitadamente innovador (las medidas más
novedosas: las acciones preventivas y de
promoción de la autonomía personal, y la figura del asistente personal, ambas aplicadas de
forma testimonial), y la elevada coincidencia
con las carteras de servicios sociales de las leyes autonómicas. Esta similitud no significa, en
la práctica, complementariedad y flexibilidad
en los servicios, sino que en ocasiones ha
limitado la cobertura otorgada anteriormente
en la Ley a las personas afectadas por los
servicios sociales locales. “Una ley buena
pero congelada” (PV-4). “Es una ley vacía,
no se ha construido nada de nuevo, se ha
desplegado pero no hay nada dentro” (C-20).
La crítica al Catálogo se amplía al analizar las prevalencias de las medidas asignadas
por los PIA. Los profesionales entrevistados
destacan que, en la práctica, hay una clara
decantación hacia dos medidas del catálogo:
las prestaciones económicas y la asignación
de centros residenciales, mientras las medidas que facilitarían andar hacia un modelo
de atención a la comunidad –SAAD, Centros de día y Teleasistencia– presentan unos
porcentajes menores de asignación, y las
medidas más novedosas (prevención y promoción, y asistente personal) lo son de manera testimonial. Los datos analizados en
agosto del 2010 (tabla 2) son coincidentes
con las más recientes de febrero de 2011,
confirmando la tendencia de asignación de
los PIA,7 que prioriza los servicios clásicos
residenciales en lugar de los Servicios sociales de proximidad, como contempla el texto
legislativo. La prestación económica a
cuidadores, la estrategia de cuidado más
económica, sobradamente asignada por los
(EDDM 1986); OMS 2001, 2000; COM 2010, 2009, 2008; IMSERSO, 2009 a, b, c, 2008, 2001; Estudios
de autores, comparativos de ámbito europeo.
7
Se presentan los datos actualizados, en sustitución de los datos de 1 de agosto de 2010 empleados en la
investigación. SISAAD. 1 de febrero de 2011. Porcentaje de las medidas otorgadas. Global España: PEC:
47,82 %; Atención residencial: 15,07; SAAD: 12,13 %; Teleasistencia: 10,96 %; PE vinculada al servicio:
6,57 %; Centros de día/noche: 5,91; Prevención y Promoción: 1,4 % y PE Asistente personal: 0,09 %. Las
diferencias interterritoriales en la prestación económica a cuidadores y en la asignación de centros residenciales
son altas. En la PEC, en las Islas Baleares y en Murcia significan el 70 % de las prestaciones asignadas,
Aragón, Cantabria, y Ceuta y Melilla, tienen porcentajes en el intervalo del 60 %, y Cataluña, Galicia, Navarra,
Castilla-La Mancha y Canarias en porcentajes del 50 %, todas ellas situadas por encima del promedio estatal
situado en el 47,8 %. En los centros residenciales, las diferencias entre las CCAA llegan a un diferencial de 24
puntos (entre la de más alto % otorgado Com. Valenciana (31,9 %) y la más baja (Murcia: 6,9 %). Las más
elevadas son Com. Valenciana, Com. de Madrid y Murcia (superiores al 30 %), seguidas de Asturias, Canarias,
Cantabria y País Vasco (20 %). La mayoría: Aragón, Baleares, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Cataluña,
Extremadura, Galicia, Navarra y la Rioja, presentan porcentajes superiores al 10 %. El promedio del Estado se
situa en el 15,7 %. Consultable en línea en http://www.observatoriodeladiscapacidad.es/informacion/estadisticas
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
83
El impacto de la Ley de Dependencia
equipos de los PIA, refuerza la familización
y la feminización del modelo actual, potenciando la desviación de los objetivos de la
Ley. El análisis de las CCAA en las asignaciones de servicios y prestaciones, muestra
fuertes diferencias interterritoriales, acentuando el criterio discrecional en la asignación de las medidas, como se puede ver al
analizar los datos resumidos en la nota siete,
a pie de página. De todos modos, la filosofía
del texto legislativo disfruta del reconocimiento positivo de los entrevistados, en la
medida en que, como se ha dicho, recoge algunas de las orientaciones de estudios previos y
de los acuerdos de la Renovación del Pacto de
Toledo (2003), así como expectativas y demandas de las personas afectadas y familiares, las
de sectores profesionales, y responde a una
necesidad social no cubierta. “Las orientaciones de la ley son lo mejor, y que se haya
considerado la dependencia como una situación protegida” (M-2). “La ley está bien, ... muchas cosas se verán más tarde, aún es pronto...”
(PV-7). “La ley como modelo propuesto es
muy interesante, pero su implementación es
un despropósito, y un despilfarro. Se podría
cambiar el modelo si se hiciese prevención,
pero no somos un país de prevención” (Cat-8).
La transformación del modelo
familístico. ¿Una desviación de
los objetivos de la Ley?
Varios autores, como Österle (2001),
Bazo (2004), Bettio y Plantenga (2004),
Flaquer (2004), Rodríguez Rodríguez (2006),
Escuredo (2007) y Rodríguez Cabrero
(2004), han señalado reiteradamente que, en
los estados del sur europeo, existe una tradición muy acentuada en la familiarización del
cuidado social, y en particular del cuidado
84
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
de larga duración. Factores culturales, religiosos y morales, la alta feminización de los
roles de cuidado, la incorporación de la función de cuidar en los procesos de socialización personal, así como el bajo coste
económico de este modelo para las haciendas públicas, actúan simultáneamente, reforzando el modelo familiar tradicional y
haciéndolo resistente a posibles cambios.
La apuesta del legislativo por potenciar
el cuidado mediante servicios y reducir el
esfuerzo de las familias (responsabilidades y
tareas) con la voluntad de iniciar una tímida
desfamilización es valorada positivamente,
pero los entrevistados de las tres CCAA coinciden mayoritariamente (69 %) al afirmar
que, en estos tres primeros años, no se observan efectos reductores del esfuerzo de
las cuidadoras y cuidadores. Las cuidadoras,
dicen los entrevistados, siguen cuidando
como antes, ahora, en ocasiones, con una
ayuda económica de bajo potencial económico. La baja dotación de servicios de apoyo, o la
limitación de algunas prestaciones de un servicio, por ejemplo, la limitada, y en ocasiones
reducida, cobertura horaria de los SAD, no
permiten liberar suficientemente a las
cuidadoras, y destinar tiempo y esfuerzo a
otras ocupaciones, entre las cuales las laborales, y opinan que la asignación actual de
los PIA no está produciendo cambios, o indicios de modificación, en la transformación
del modelo tradicional. Solamente una minoría de los entrevistados (14,3 %) considera que
se están iniciando cambios en el modelo tradicional. Los impactos positivos observados
por estos profesionales y expertos se concretan, en síntesis, en una mayor visibilidad
de las familias cuidadoras, un cierto cambio
en la percepción social de la persona afectada,
que pasa de ser una “persona asistida” a un
A fondo
“sujeto de derechos sociales”, también en un
incipiente reconocimiento social del rol de cuidar, así como en hacer emerger situaciones
ocultas de personas y familias necesitadas de
ayuda. El análisis territorial muestra una mayor polarización de las opiniones en la Comunidad de Madrid y en el País Vasco, y una
percepción menos crítica en Cataluña (tabla 1).
Tabla 1. Impacto de la LAPAD en el modelo de atención familiar. Opinión entrevistados
C. Madrid
País Vasco
Catalunya
Totales
Sí
9,1
18,7
15
14,3
No
72,2
72,2
65
69,0
Sí y No
9,1
9,1
20
14,3
No comenta
9,1
-
-
9,1
Totals
100
100
100
100
Fuente: Elaboración propia. Trabajo de Campo. Junio-julio 2010.
La prestación económica a los cuidadores
familiares (PEC) está provocando efectos de
sentido contradictorio que habría que supervisar cuidadosamente. Un primer impacto,
valorado a priori positivamente, es un cierto
cambio en la percepción social de la persona dependiente en el entorno familiar, que
pasa de ser considerada un “sujeto generador de gasto económico y del esfuerzo de
terceros”, a ser un “sujeto de derechos sociales” y un “sujeto económico”, que aporta
ingresos regulares al conjunto de los miembros de la familia, ganando valor en el sí de
la constelación familiar. Pero la revaloración
de los afectados como sujetos económicos
no significa necesariamente una mejora en
su calidad de vida, pues el destino de la prestación no significa necesariamente el beneficio de la persona atendida. Una valoración
de cariz utilitario no es emocionalmente satisfactoria y puede derivar en situaciones de
riesgo, e incluso, generar abusos en la persona dependiente que hay que prevenir seriamente. La preocupación por el destino de la
PEC y por sus efectos colaterales es uno de
los temas recurrentes en las entrevistas en
las tres comunidades autónomas, y en este
punto los profesionales piden que se activen
las medidas preventivas previstas en el Catálogo, la función inspectora y la supervisión profesional.
Como indican Österle (2001), Bazo (2004),
Bettio y Plantenga (2004), Flaquer (2004),
Rodríguez Rodríguez (2006), Escuredo (2007)
y Rodríguez Cabrero (2004) y Tobio (2009),
en los estados del sur europeo existe una
tradición muy acentuada en la familiarización
del cuidado, basados en el modelo del “mailbread-winner” (Lewis, 1992; Fraser, 1996 y
Sanbury, 1999). Unos años más tarde, Österle
(2009) afirma que incluso en los sistemas
de bienestar con un amplio despliegue de
los servicios sociales, el 80 % del conjunto del
cuidado es provisto por las familias, lo que les
convierte en el modelo predominante. Las considera los “recursos ocultos” de la sociedad,
un patrimonio social invisible de perfil femenino, un Estado proveedor dentro de los
estados de bienestar, y en el cual éstos se
fundamentan. Pero como señalan Lewis
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
85
El impacto de la Ley de Dependencia
(1992) y Saraceno (1995 y 2008), este recurso
femenino es socialmente invisible, y el esfuerzo social de las mujeres cuidadoras, oculto y
socialmente desvalorado, se da por supuesto.
En la investigación, los entrevistados confirman el carácter familiar e invisible señalado por los autores del cuidado en las tres
CCAA analizadas, y no observan diferencias en el comportamiento familiar entre los
servicios sociales de los barrios de las ciudades y los de los municipios demográficamente menores. La función cuidadora
femenina, presente en todas partes, es más
acentuada en el medio rural, en el cual la
función de cuidado de las mujeres es muy
extensa y se arraiga en generaciones
matriarcales anteriores, pero los entrevistados no han observado cambios entre el antes y el después de la Ley. Se preguntan, sin
embargo, por el futuro impacto de la disminución del número de mujeres cuidadoras,
no debida, precisan, al impacto de la LAPAD,
sino al cambio cultural generacional de las
mujeres menores de 50 años, con esquemas
culturales y prácticas de cuidado diferentes
a sus progenitoras, y en general, con mayor
preparación para la incorporación laboral
cualificada, y con procesos de socialización
e intereses sociales diferentes.
Por otra parte observan que la prestación económica a los cuidadores se ha convertido en un estímulo para las familias en
épocas de crisis económica. El ingreso mensual, regular y estable, dependiente de la persona dependiente, se convierte en una ayuda
al conjunto de la economía familiar. “Un
ingreso que, al lado de una pensión baja, permite llegar a mileuristas. Es una mejora” (Cat12). Pero los entrevistados constatan que la
PEC no ha sido un elemento decisivo para
iniciar el cuidado de un familiar dependien86
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
te, pues esta tarea ya se hacía. “Las mujeres
continúan haciendo lo de antes, cuidar y cuidar,... ahora con una ayuda (M-8). Por otra
parte, hace falta considerar que el acceso a la
PEC es más rápido y fácil, y no ocasiona decisiones importantes en el sí de la familia,
como sí sucede en las decisiones de incorporar a una nueva persona en el hogar para
las funciones de cuidado, o bien desplazar al
familiar necesitado de atención a un servicio,
de forma intensiva o diurna, fuera del hogar.
Factores que, conjuntamente con la demora
en las asignaciones de los servicios y el copago,
refuerzan la opción de continuar siendo cuidado, y continuar cuidando, en casa.
Siguiendo este discurso, algunos entrevistados señalan que la PEC tiene un efecto
social más allá de la atención a las situaciones de dependencia. Desde una perspectiva
sociológica y económica, es considerada un
flujo económico que templa la precariedad
económica de muchas familias, y actúa de
amortiguador al incremento del malestar
social y económico, reforzando así el modelo familístico tradicional de cuidado.
Las opiniones críticas de los entrevistados no tienen que ser interpretadas como
una opción a favor del modelo familístico y
femenino tradicional, al contrario. Sus observaciones indican las dificultades actuales
para responder positivamente al deseo de la
persona dependiente y de sus familiares de
ser cuidada en el entorno familiar, pero con
los apoyos adecuados, y de intensidad suficiente
para la atención adecuada a la persona dependiente, y liberar esfuerzo de cuidado. Por eso
hay que replantear con urgencia el catálogo y
los procesos de las asignaciones de los PIA,
rectificando la tendencia de estos primeros
años, hacia la orientación del community care,
propuesto en el texto legal. El modelo de
A fondo
atención comunitario va más allá de la dotación y organización de servicios en el territorio, pues favorece el mantenimiento de los
derechos sociales de los afectados y su pertenencia al grupo familiar identitario, que
precisamente tendrían que ser preservados
y potenciados en todo el transcurso del proceso de dependencia y, como indica un entrevistado, “no perder su espacio vital de
miembro de la familia, continuar ejerciendo
su pertenencia al grupo familiar y ocupar su
espacio emocional, relacional, simbólico, ...
y real, y no sufrir penalización por el hecho
de la dependencia” (M-11). Éste es el modelo de atención considerado de mejor calidad, si se dispone de servicios de apoyo
suficientes, flexibles y adecuados, en el ethos
de los afectados y de los familiares, y para
disfrutar de las potencialidades, sociales y
terapéuticas, de la comunidad territorial.
principal. En la valoración de la preferencia
de los usuarios, los entrevistados observan
una cierta contradicción. Por un lado se decantan hacia un “modelo familiar reforzado
con servicios de soporte en la comunidad”
(de los disponibles en el Catálogo del SAAD,
los servicios de SAD y Teleasistencia, y en
menor grado los Centros de día), pero por
el otro (en la apreciación de la demanda) se
decantan por la prestación económica a
cuidadores, seguido por la demanda de centros residenciales. Les siguen, con un alto
porcentaje, el SAD y la Teleasistencia, es decir
el paquete de servicios de los Catálogos más
adecuado para potenciar un modelo comunitario (tabla 2). Estos datos corresponden a
una fase de transición, en la que los entrevistados observan que en la población se
están produciendo dos fenómenos plenamente compatibles: la demanda de los servicios y prestaciones más conocidos y que
forman parte del modelo de servicios existente (residencial-centrista), y el familismo y
la emergencia, reiterada, de los servicios de
proximidad. En cambio, las asignaciones de
los PIA responden preferentemente a reforzar el modelo tradicional, con un alto porcentaje de asignación de la PEC y la prioridad
de los servicios residenciales, por encima de
las asignaciones de los servicios de apoyo en
el hogar (tabla 3).
El modelo de atención en la comunidad. ¿Una opción lejana?
Las asignaciones de los PIA están dibujando, en este primer periodo, un modelo
anclado en el cuidado residencial y en las
prestaciones económicas a los cuidadores/
as, tendiendo respectivamente a reforzar la
institucionalización del cuidado y a reafirmar a la familia como responsable y provisora
Tabla 2. Prioridad de la demanda de servico en opinión de los entrevistados. Porcentajes.
junio-julio 2010
Totales
Prest. ec. Centros
cuid. residenciales
SAD
Tel.
assist.
P. ec.
servicio
C. día
Prev. P. ec. assist.
prom. personal
(4+3)
71,5
52,4
47,6
42,8
14,3
-
-
-
(2+1)
7,1
19,1
23,9
9,5
40,4
-
-
-
Prioridad
1a
2a
3a
4a
5a
6a
7a
8a
Fuente: Elaboración propia. Datos Trabajo de Campo. Junio-julio 2010.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
87
El impacto de la Ley de Dependencia
Tabla 3. Servicios y prestaciones asignadas por los PIA. España. 1 agosto 2010.
Totales
Prest. ec. Centros
cuid. residenciales
SAD
Tel.
assist.
P. ec.
servei
C. día
Prev. P. ec. assist.
prom. personal
723.389 357.841
114.52
78.659 74.702
49.577 39.738 7.656
695
% (100)
49,47
15,83
10,87
10,33
6,85
5,49
1,06
0,10
Prioridad
1a
2a
3a
4a
5a
6a
7a
8a
Fuente: Elaboración propia. Datos SISAAD. Imserso. 1 agosto 2010.
Estos datos invitan a plantear interrogantes sobre la dependencia de la demanda
de servicios a la oferta conocida y a los servicios sociales existentes, en la línea de las
dinámicas del mercado de adaptación y estímulo de la demanda en los productos; o bien
suponer que se está produciendo un comportamiento basado en una perfecta adecuación entre las voluntades y las necesidades
de los afectados y los servicios más adecuados. La baja dotación de servicios en el conjunto del Estado, un Catálogo limitado y el
modelo residencial-centrista, todavía profundamente enraizado en la cultura social, tenderían a argumentar a favor del primer
supuesto, que explicaría los datos encontrados, mostrando actualmente, y en este punto, la impotencia transformadora de la nueva
medida legal frente a un esquema de oferta
de servicios institucionales muy consolidado, reforzado por actuaciones anteriores del
mercado público y el privado.
El análisis territorial visualiza un comportamiento diferente en las tres CCAA objeto
de estudio (tabla 4). En el País Vasco y en
Cataluña, la medida del Catálogo más asignada son las prestaciones económicas a
8
cuidadores (43 y 58 %, respectivamente),
mientras en la Comunidad de Madrid lo son
los centros residenciales (42 %).8 En el País
Vasco el modelo preferentemente es el de
atención familiar con apoyo (elevado porcentaje de la PEC, por debajo de la media
estatal, y dotación de servicios de apoyo en
el hogar, SAD y Centros de día, por encima
de la media estatal). En Cataluña las asignaciones de los PIA ratifican el mantenimiento del modelo de atención familiar, pero en
este caso con apoyo limitado (SAD y de los
Centros de día por debajo de la media estatal), así como menor dotación de plazas residenciales (por debajo de la media estatal),
datos que lo configuran como el modelo de
mayor esfuerzo familiar, menor dotación de
servicios y más económico para la hacienda
pública, de las tres CCAA estudiadas.
Los estudios comparativos europeos de
Pacolet (1998 y 2000) y de Bettio y Plantenga
(2004) han analizado la relación entre los
servicios residenciales y los servicios de atención en la comunidad, y en términos generales, en la mayoría de los estados europeos,
el modelo de atención en la comunidad está
menos desarrollado que el modelo residen-
SISAAD. Porcentaje de la tabla 4. 1 de agosto 2010. Actualmente, datos de 1 de febrero de 2011, el
porcentaje es del 30,9, mostrando una tendencia a la baja, pero todavía se mantiene muy por encima del
promedio estatal (situado en el 15,5%).
88
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Tabla 4. Assignación de Servicios y P. Ec. del Catálogo del SAAD. C. de Madrid,
País Vasco, Catalunya
% del total de prestaciones de la Comunidad
SAD
Centros de día C. residenciales PE. cuidadores
Com. de Madrid
9,35
17,65
42,09
18,14
País Vasco
11,42
11,51
20,37
43,22
Catalunya
9,66
3,14
14,07
57,74
Total Estado
10,87
5,49
15,83
49,47
Fuente: Elaboración propia. Datos SISAAD. Imserso. 1 agosto 2010.
cial. Dinamarca, Suecia y Finlandia disponen de una amplia provisión de cuidado comunitario, mientras que en los países del sur
europeo la provisión de cuidado comunitario es baja. También lo es en Alemania y en
Francia, ambas con un modelo familístico
reforzado con medidas de conciliación de la
vida laboral y familiar (Gauthier, 1998). En
el estudio de Josef Pacolet (1998), en España la relación entre la atención en la comunidad y la atención residencial era de 1,4 y
de 2,9, respectivamente. Unos años más tarde, el estudio de Bettio y Plantenga (2004)
no detectaba cambios, en la dotación de la
atención comunitaria ni en la institucional
en España, que continua baja en la dotación
de ambos modelos de servicios.
El impacto en los servicios sociales y el debate del cuarto pilar del
sistema de bienestar social
El impacto de la LAPAD en los servicios
sociales se detecta principalmente en los servicios sociales básicos y en los servicios que
conforman el Catálogo de la Ley. En los
primeros, los efectos han sido múltiples. Los
más notables afectan a la gestión y a la organización de los servicios, en concreto al
aumento de la demanda, y la prioridad informativa referente al estado de las solicitudes.
La presión sobre los servicios ha aumentado,
y ha acentuado la burocratización de las funciones profesionales. “Ha venido –la ley– a
burocratizar más los servicios sociales que
ya existían. Si se pretendía acceso universal,
era más fácil modificar leyes o reglamentos
que ya existían, por ejemplo los de acceso económico a los servicios ya existentes.” (Cat-13).
La desinformación relativa al estado de
los expedientes, fruto de la falta de un sistema eficiente de información, es uno de los
problemas a los que se enfrentan los profesionales, que no disponen de las herramientas adecuadas para consultar y facilitar la
información actualizada del proceso de las
solicitudes, de las valoraciones y de los servicios asignados. Consideran que están asumiendo una tarea informativa, derivada del
funcionamiento de otro sistema, que no corresponde a los servicios sociales, pero que
los familiares y afectados piden, por la relación y conocimiento previo y mantenido con
los servicios sociales locales. Los entrevistados recuerdan, reflexionando sobre la ética
profesional, que los expedientes no son impersonales, al contrario. Contienen las expectativas de mejora de la calidad de vida de las
personas afectadas y de sus familiares, y
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
89
El impacto de la Ley de Dependencia
deben ser tratados desde esta perspectiva
vital que afecta al conjunto familiar, y no
sólo desde la óptica de un expediente impersonal con un tratamiento burocrático. Proponen buscar una alternativa, urgente, eficaz
y de calidad, al sistema interno de información actual, así como la articulación de los
sistemas de datos del SAAD con el Sistema
de Información de los Usuarios de los Servicios Sociales, SIUSS,9 y realizar las tareas
propias del trabajo social.
Contrariamente a las expectativas creadas, la asignación de los servicios del Catálogo del SAAD no siempre ha significado
una mayor y mejor atención. Los entrevistados han observado que en ocasiones se está
produciendo una disminución de la amplitud protectora anterior y de la cual disfrutaban muchas familias y personas dependientes.
Esta observación, reiterada en las tres
CCAA, pone en cuestión la eficacia del “care
packadge” (paquete de servicios de cuidado)
actual, que conjuga dos catálogos simultáneos y con voluntad de complementariedad,
el de servicios sociales y el del Sistema de
Autonomía y Dependencia, con dispositivos
coincidentes pero con diferente organización
y competencia administrativa, y lejos de sumar oportunidades y facilitar la cobertura
necesaria, entran en competencia administrativa vulnerando el derecho social establecido, y dificultando la gobernanza del
sistema. “Antes los ayuntamientos y las diputaciones daban más servicios, más horas
de SAD, por ejemplo; ahora, con el SAD de
9
la ley no se llega, quizás cambie.”(PV-6).
“Los servicios del catalogo son los de siempre, desde el Plan Gerontológico, ... entonces sí eran novedosos. El de ahora es
anticuado, limitado y se dejan fuera servicios que ya funcionan. El tema es el de siempre, económico, pero ¿y la gente?” (M-4).
En el balance positivo, se identifica la llegada de las clases medias a los servicios sociales básicos. Los profesionales señalan
cambios en el perfil de los usuarios, que ahora aportan un mayor conocimiento de sus
derechos sociales, nuevas actitudes, en la
expresión comunicativa y en las estrategias
relacionales asistenciales. “Lo que cambia es
el perfil del usuario, ahora llega con un derecho, con una exigencia, sabe más. Eso está
haciendo cambiar muchas cosas, por ejemplo entre otras, los papeles de los profesionales y los usuarios ... El nivel de exigencia
es más alto, más educado, más preparado...”
(Cat-10). Los profesionales valoran positivamente este impacto, en la medida en que
ayuda a cambiar la percepción asistencial,
residual y/o marginal de los servicios sociales, como dispositivos para la población de
menor poder adquisitivo, o en situaciones
de carencia, precariedad o exclusión.
La LAPAD plantea otro reto al sistema
de servicios sociales. La estructura del Sistema
de Autonomía y Atención en la Dependencia
(SAAD) prevé organizar las prestaciones del
sistema mediante los sistemas de servicios
sociales ya existentes, reforzándolo con el
reciente sistema de atención y prevención
SIUSS. Programa informático iniciado el año 1994, por el ministerio competente en la materia de servicios
sociales, actualmente por el Ministerio de Sanidad y Política Social, en colaboración con las comunidades
autónomas. Tenía los objetivos de recojida de datos de los usurios de los servicios sociales, disponer de un
instrumento útil y ágil para el seguimiento de la intervención social, y posibilitar el conocimiento de los
perfiles de los usuarios y de las intervenciones realizadas. Es consultable en la página web del Ministerio de
Sanidad y Política Social www.msps.es/politica Social.
90
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
en la dependencia. Esta propuesta del legislativo era el eje constitutivo del cuarto pilar
del Estado del Bienestar, pieza que culminaría la ingeniería del Estado del Bienestar español. En este punto hay que recordar el
debate iniciado hace más de una década (el
año 2000) en lo referente a cuál sería el objeto social del cuarto pilar y qué sistema, o
sistemas, lo tendrían que constituir.10 En
aquellos momentos, el gobierno socialista se
inclinó por poner hilo en uno de los déficits
de las políticas sociales españolas, la protección a las familias. Pasados unos años, el
gobierno y el legislativo han optado por otro
objeto social, y la LAPAD ha resuelto la cuestión definiendo el cuarto pilar de bienestar
mediante la protección social en la dependencia. Se aproximaba así a las experiencias
de otros estados de la UE que en la década
de los años noventa responden a los escenarios demográficos y a la disminución del
potencial de ayuda femenino, establecieron
los primeros esquemas protectores.11
El periodo transcurrido desde la aprobación de la Ley ha creado una dinámica compleja entre los dos sistemas mencionados, y
varios analistas, como por ejemplo Roldán
(2009), Fantova (2009), Casado (2009), así
como el Consejo General de Diplomados
en Trabajo Social, o la Asociación Estatal de
Directoras y Gerentes de Servicios sociales
(2008), detectan tensiones en la dinámica
entre los dos sistemas mencionados, y se
posicionan en la defensa de la propuesta del
legislativo, es decir, la integración del Sistema de Dependencia en el sistema de servicios sociales. Pero como recoge uno de los
entrevistados, además de la voluntad expresada, la práctica de este primer periodo de
aplicación invita a cuestionarse si se está
cumpliendo la voluntad legislativa, o se camina en una orientación opuesta, a plantearse, entre otras cuestiones, cuál es la
hegemonía efectiva de los dos sistemas, o
como indica un experto entrevistado, “cabría preguntarse quién integra a quién y por
sus efectos derivados” (M-10).
Muchos profesionales reflexionan si la
construcción actual del cuarto pilar es la más
idónea para la atención y prevención en la
dependencia y para promover la autonomía
personal. En síntesis, se han podido identificar tres discursos interrogatorios. El primero plantea la posibilidad de articular la
atención en la dependencia en el Sistema de
Salud. Argumentan a favor su consolidación,
el acceso universal, el conocimiento de los
afectados y familiares por parte de los servicios sanitarios, la confianza y el vínculo
establecido entre los pacientes y los servi-
Vicenç Navarro explica la metáfora de las cuatro patas de la silla en comparación al Estado de Bienestar
español, en una conversación con el candidato a la Presidencia del Gobierno de España, Josep Borrell, en
el año 2000. “Le indiqué al Sr. Borrell que nuestro Estado del Bienestar era como aquella silla: es decir tenía
tres patas. Teníamos el derecho de acceso a los servicios sanitarios, el derecho a la educación y casi el
derecho a las pensiones (con el establecimiento de las pensiones no contributivas). Pero nos faltaba la
cuarta pata: el derecho de acceso a los servicios de ayuda a las familias. De ahí que utilizando el símil de la
silla a la cual le faltaba la cuarta pata, utilicé la expresión de que nos faltaba el cuarto pilar del bienestar”.
11
Hasta la mitad de la década de los años noventa del siglo pasado, Europa no dispone de políticas sociales que
formulen un esquema global y específico, en ocasiones integral, de protección de este riesgo social. La
OCDE (2005), Österle (2001) y Pacolet (2000) recogen en sus estudios la creación de estos sistemas. El
primero, en Austria (1993), y en los años siguientes siguen Alemania (1995), Luxemburgo (1998), Flandes
(2001) y Francia (2001 y mejora en el 2004).
10
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
91
El impacto de la Ley de Dependencia
cios, así como su mayor efecto redistributivo
y equidad de derechos. Una segunda opción
gira en torno al Sistema de Seguridad Social.
Se argumenta que hace falta un sistema consolidado, experimentado, con garantía de financiación y con estructuras de gestión
probadas. En este caso, el sistema de Servicios Sociales se considera un sistema complementario. La tercera posición reflexiona
sobre si la mejor opción sería un sistema
mixto de colaboración entre dos o tres sistemas. Dos fórmulas se dibujan en esta posición: un modelo sociosanitario participado
entre el sistema sanitario y el sistema de servicios sociales (reforzado), y un segundo esquema, triangular, formado por los sistemas
sanitario, el de servicios sociales (reforzado),
y el de pensiones. Estas aportaciones evidencian la preocupación de los profesionales al
encontrar una fórmula eficaz y eficiente, alternativa y de mejora al actual, con una financiación estable, de mayor efecto
redistributivo, de más ágil gobernanza con
mayor representación de los entes locales,
con el fin de garantizar el derecho de protección del riesgo de la dependencia. Responde también al debate previo a la
aprobación de la Ley, olvidado o resuelto,
pero que reaparece actualmente.
La Ley ha impactado también fuertemente en los profesionales, concretamente en los
trabajadores sociales. Los entrevistados hacen
referencia al incremento de la demanda
asistencial, a la inadecuación de algunas funciones y tareas, como por ejemplo la realización del cálculo económico, o suplir las
deficiencias informativas de valoración del sistema de dependencia. Señalan la desvirtualización y el riesgo de desprofesionalización
del trabajo social; las contrataciones rápidas
y a corto plazo que no garantizan los perfi92
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
les adecuados, ni las condiciones básicas de
trabajo; la necesidad de formación continua
y de la supervisión externa. La burocratización de los servicios señalada antes, y su
efecto en la actividad profesional, es una
preocupación sentida por los profesionales
entrevistados de las tres CCAA. En la opinión de los entrevistados, el conjunto de factores señalados está transformando negativamente el trabajo de los trabajadores sociales
y la imagen social de la profesión. “La
burocratización, la mayor parte el tiempo es
para trámites. Se está destecnificando el trabajo social, principalmente reciben los seguimientos, la intervención ... no se hace porque
no tiene traducción en términos económicos” (Cat-9). Los estilos de contratación citados no garantizan la calidad asistencial
básica necesaria en toda relación profesional, y en especial las situaciones de dependencia, que requieren perfiles profesionales
preparados y bien seleccionados, y formación continuada, complementaria a la formación universitaria. “No se puede dejar a
las personas dependientes al cuidado de personas, trabajadores contratados, con problemas. Es un trabajo cualitativo, personal y
profesional” (PV-9). “Son los profesionales
que se encuentran ante la angustia y la preocupación de las familias, y de los dependientes. Los que hacen la gestión son muy
jóvenes, acabados de salir... Y se están quemando. Se necesita apoyo, formación y modelos de atención basados en las personas;
ahora, en la práctica es un modelo burocrático” (Cat-6).
En consecuencia, los trabajadores sociales reivindican potenciar el trabajo profesional de atención psicosocial y la gestión del
caso. Defienden la realización de diagnósticos sociales cumplidos en contraposición a
A fondo
ciertas experiencias así denominadas pero
que no se corresponden, y la atención social
integral y global, en la orientación del “personal case management”, teórica y técnicamente
en la misma orientación teórica del “case
work”, coincidiendo plenamente en este punto
con las propuestas del Informe Final 2009
(punto 1.3.9). “Diagnósticos sociales, seguimiento, saber cómo va la familia, los recur-
sos, orientarles, escucharles, tratar con ellos,
qué se puede, qué no... trabajar el apoyo
psico-social... en todas las comarcas, rurales
y urbanas” (PV-7). “El papel que se asigna a
los profesionales, a los trabajadores sociales, no es, no va. Alerta en la práctica de
prescripción de recursos, eso no es todo el
trabajo social. Como los médicos que solamente hiciesen recetas” (Cat-4).
Siglas empleadas en la investigación
AVD
Activitats de la Vida Diària.
CCAA
Comunitats Autònomes
CLD
Cura Llarga Durada
LAPAD
Llei de promoció de l’Autonomia Personal i Atenció a les persones en
situació de Dependència
LISMI
Llei d’Integració social de Minusvàlids
EDDES
Enquesta de Discapacitat, Deficiències i Estudis de Salut
IMSERSO
INE
Instituto de Mayores y Servicios Sociales
Institut Nacional d’Estadística
MTAS
Ministeri de Treball i Assumptes Socials
OCDE
Organització per la Cooperació i Desenvolupament (OECD en anglès)
OMS
Organització Mundial de la Salut
PEC
Prestació Econòmica Cuidadors
PIA
Pla Individual d’Atenció
SAD
Serveis d’Atenció Domiciliaria
SAAD
Sistema per a l’Autonomia personal i Atenció Dependència
SISAAD
Sistema Informatiu del Sistema Autonomia personal i Atenció Dependència
XSSAP
Xarxa Bàsica de Serveis Socials d’Atenció Primària
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
93
El impacto de la Ley de Dependencia
Bibliografía
La bibliografia consultada i que
acompanya la recerca recull 83 referències d’autors d’àmbit internacional i espanyol, de bases de
dades i d’organismes internacionals, de consulta bibliogràfica i en
línia. Es presenta una selecció de
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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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A fondo
La violencia de los jóvenes en la familia:
una aproximación desde la justicia a los
menores denunciados por sus padres1
Francisco Romero Blasco; Anna Melero Merino; Car me Cànovas Amenós; Montserrat
Antolin Martínez2
Introducción
Esta investigación comprende el estudio
de los expedientes calificados por las fiscalías de menores de Cataluña (Barcelona,
Tarragona, Lleida y Girona) como delitos de
violencia física sobre familiares, violencia
psicológica sobre familiares y maltrato familiar en los que están imputados los jóvenes que tienen una edad comprendida entre
los 14 y los 18 años como presuntos autores
de los hechos y a sus familias como víctimas. Comprende el análisis de todos los expedientes abiertos y calificados por la fiscalía
desde el 1 de enero del año 2001 hasta el 31
de diciembre del año 2003. Los expedientes
calificados con este tipo penal han sido los
siguientes:
1
2
Violencia física sobre familiares, que en números absolutos fueron en el año 2001
para toda Cataluña 23 expedientes; en
el año 2002, 43 expedientes; y el año
2003, fueron 63.
„ Violencia psíquica sobre familiares o maltrato familiar: se abrieron en 2001 3 expedientes, 6 el año 2002 y 4 el año 2003.
Pese a que el año 2004 ya no era objeto
de este estudio, el número de denuncias que
se registraron fue de 178, lo que representaba este tipo de delitos el 2,9 % del total de
los delitos cometidos por menores que se
denunciaron el año 2004.
La motivación para realizar esta investigación surgió por el aumento de expedientes, pero también fue por la especificidad y
complejidad del conflicto que llega a la justi„
El estudio se puede consultar en la página web del Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada
(CEJFE) del Departament del Justicia de la Generalitat de Catalunya.
Catalán: http://www20.gencat.cat/docs/Justicia/Documents/ARXIUS/doc_15303494_1.pdf
Castellano: http://www20.gencat.cat/docs/Justicia/Documents/ARXIUS/doc_28636973_1.pdf
También se ha publicado en la colección Justícia Societat del Centro de Estudios Jurídicos y Formación
Especializada (CEJFE):
La violència dels joves en la família. (Justícia i Societat; 28) Barcelona: Centro de Estudios Jurídicos y
Formación Especializada, 2007.
Francisco Romero Blasco, trabajador social. [email protected]; Anna Melero Merino, Carme Cànovas
Amenós y Montserrat Antolin Martínez, psicólogas. Cuando se realizó la investigación todos los profesionales
formábamos parte del Servei de Mediació i Assessorament Tècnic, que tiene como función asesorar a la
Fiscalía de Menores de Barcelona.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
95
La violencia de los jóvenes en la familia
cia. El presunto responsable del hecho y la
víctima conviven en el mismo domicilio, y
tienen un grado de parentesco, casi siempre
de primer grado, y en las actuaciones legales
asociadas al hecho la víctima acompaña al
agresor a la comisaría de policía, en la declaración delante del fiscal, en la entrevista con
el equipo técnico, en definitiva, prácticamente
en todas las actuaciones. Así pues, los profesionales de asesoramiento o de ejecución de
medidas tienen prácticamente siempre a las
dos partes delante, con toda la carga emocional que ello implica. Los padres han dado
el paso de denunciar al hijo y se abren muchas expectativas.
También se ha considerado que era importante conocer la percepción de los profesionales que intervienen en algún momento
del proceso (jueces, fiscales, mossos, equipos de asesoramiento, educadores de medio
abierto, de centros y abogados) tienen de este
conflicto y la imagen respecto de los autores
y las víctimas.
Objetivos
a) Conocer las características del joven
que utiliza la violencia en el ámbito familiar;
b) Distinguir aquellos casos en los que se
trata de un hecho aislado y han sido denunciados solamente por este tipo de delito, de
aquellos en los que la conducta denunciada
forma parte de una carrera delictiva más
amplia; c) Identificar posibles causas o motivos de este tipo de conducta (aprendizaje
de modelos de relación, aspectos psicopatológicos del menor y/o la familia; y d) Valorar la percepción que tienen los profesionales
de los diferentes estamentos que actúan a lo
largo del procedimiento judicial: jueces, fiscales, equipos técnicos, policía, y letrados,
96
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
dada la especificidad que implica que el agresor y la víctima formen parte de la misma
situación de exploración y de intervención.
Metodología
La investigación se inicia en mayo del año
2004 con la elaboración de las variables según los objetivos planteados; desde septiembre a diciembre del mismo año se elaboraron
la base de datos, el trabajo de campo, análisis de los expedientes y la introducción de
los datos. De enero a abril del 2005, se realizó el análisis estadístico de los datos de los
menores, diseño y aplicación de la encuesta
a los profesionales. Durante los meses de
mayo y junio, se realizó la discusión de resultados y la redacción del informe.
Las fuentes de información son secundarias, a partir del expediente personal del
menor, donde constan las diligencias
policiales, parte de lesiones, declaraciones de
la víctima y del infractor, informes de los
diferentes profesionales y resoluciones judiciales del menor.
Las variables se agrupan en tres bloques:
las referidas al menor, las sociofamiliares y
las relativas al procedimiento judicial.
Resultados
De los 116 casos estudiados, se observa
que el 79,3 % son chicos y el 20,7 % chicas.
La mayoría de todos ellos nacidos en el Estado español (91,4 %), y de los cuales el 81,9 %
de Cataluña. Jóvenes extranjeros hay un 8,6 %.
La persona que acostumbra a denunciar
con más frecuencia es la madre, que es la que
da el paso en el 64,7 % de los casos. El padre
lo hace en el 13,8 % de los casos, y conjuntamente ambos progenitores en el 10,3 % de les
A fondo
denuncias. Las parejas del padre o de la madre
han presentado denuncia en el 5,2 % de los
casos, y finalmente otros familiares, como
tíos o abuelos, suponen el 6 % de los casos.
Si relacionamos las variables de los motivos que desencadenan el conflicto y el género, nos encontramos que chicos y chicas
tienen en común el incumplimiento de normas. Se diferencian los chicos por la no aceptación de la autoridad y las chicas por la
demanda de dinero.
En el análisis de las características y secuencia de la agresión vemos que en el 78,4
% de los casos hay contacto físico en la agresión, como puñetazos, patadas, empujones
o intentos de estrangulamiento. En el 21,6
% han sido insultos o vejaciones, utilizando
como medio la palabra.
Podríamos concluir que se han encontrado dos grupos diferenciados:
En el 46,6 % el único delito que consta
en el expediente de justicia de menores es el
de violencia doméstica.
El 53,4 % tiene una “carrera delictiva”
más amplia. De este porcentaje, un 17,2 %
tiene expedientes abiertos en la justicia de
menores por otros tipos penales, anteriores
al de la violencia doméstica. En un 17,2 %
se han abierto expedientes posteriores al de
violencia familiar. En un 19 % habían cometido otros actos delictivos antes y después
del de violencia doméstica.
Conclusiones
Existen, en este tipo de delitos, dos perfiles
diferenciados de jóvenes infractores:
– los que sólo han cometido este tipo de delitos.
– los que tienen una trayectoria delictiva más
amplia.
En la investigación se encuestó también
a los profesionales que intervienen en el
ámbito de la justicia de menores, y los resultados más relevantes son los siguientes:
El 94,1 % considera que la intervención
con los jóvenes por un delito por violencia
doméstica, debe ser diferente a la que se
realiza por otras conductas delictivas.
Se ha encontrado la necesidad por parte
de los profesionales de elaborar un protocolo para la recogida de datos específica, para
las propuestas y para el tratamiento que además sea interdisciplinario. Se constata mucha tarea por delante, pero también la
voluntad positiva por parte de los profesionales de intervenir y de participar en propuestas de mejora en la intervención.
La tasa de participación en la encuesta
ha sido un claro ejemplo, y la propia concreción de esta investigación con estos resultados, otro. Esperamos poder seguir profundizando en el conocimiento e intervención
en este nuevo fenómeno para conseguir que
se reduzca su impacto y se minimicen al
máximo sus efectos negativos.
Conclusiones y propuestas
Como síntesis de los datos aportados,
podemos concretar una serie de puntos que
deben permitirnos dar continuidad a la tarea iniciada.
Propuestas
Dar respuestas diferenciadas a cada grupo:
– al primero, se le deben dar respuestas desde
el ámbito de la salud mental, el ámbito social y
la mediación comunitaria.
– al segundo grupo, se le debe dar una respuesta judicial diferente a la que se da en las otras
conductas delictivas.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
97
La violencia de los jóvenes en la familia
Todos los casos comparten el mismo tipo
delictivo. Sin embargo, en el segundo grupo
el tratamiento debería implicar una intervención judicial diferenciada (a pesar de que el
comportamiento se presenta paralelamente
a otras conductas delictivas), ya que la problemática trasciende a la conducta individual
del joven.
Todos los equipos utilizamos métodos y
metodologías específicas y útiles, tal como
se refleja en los datos aportados. En el caso
de los equipos técnicos, éstas tienen una coConclusiones
No existe un protocolo específico para estos
tipos de casos, en lo referente a:
– la recogida de información
– su tratamiento
– la toma de decisiones
La percepción que los profesionales tienen del objeto de trabajo y de los objetivos
a alcanzar en el desarrollo de sus funciones
aporta datos para el análisis de los procesos
Conclusiones
La percepción de los profesionales es muy diferente en cuanto:
– a los implicados
– al procedimiento
– a las necesidades a atender
– a los lugares donde atenderlos
98
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
rrespondencia directa con la resolución judicial concreta para cada menor, y con su
evolución.
Tras una intervención y una decisión
concreta hay un conocimiento teórico-práctico que orienta el caso objeto de estudio.
Creemos que, para plantearse aspectos de
evaluación, predicción y prevención, sería
muy útil poder contar con un registro común que tradujera la información relevante, a partir de la cual poder operar desde
cada intervención específica.
Propuestas
– Elaborar un protocolo
– Validar la existencia de los dos perfiles
– Establecer procedimientos diferenciados de
intervención para cada uno de ellos
de trabajo. Se ha hecho muy evidente que el
contacto con el objeto social es un elemento
discriminador de la representación que se
tiene de éste.
Propuestas
– Elaborar el protocolo de intervención a partir de un equipo interdisciplinar formado por
todos los estamentos implicados, y expresamente creado para hacer este encargo.
– Implementar y evaluar el seguimiento.
A fondo
Presentación de dos pósters sobre investigación
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
99
100
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
A fondo
Trabajo social e investigación: damos la
palabra a los profesionales
Mesa redonda
Un número de la RTS dedicado a la investigación no podía completarse sin dar la
palabra a los profesionales. Hemos creído que
el tema que nos ocupa tenía que ser valorado
desde la cotidianidad de nuestros puestos de
trabajo identificando las limitaciones y potencialidades que presenta nuestro día a día
en relación a la posibilidad de investigar. Con
este hito organizamos una mesa redonda con
participación de un grupo de trabajadoras y
trabajadores sociales en quien se había invitado para hablar sobre estas cuestiones.
A lo largo de la mesa redonda los participantes expresaron su opinión en relación a
tres ejes temáticos que fueron presentados por
el moderador: la investigación como parte del
proceso de intervención, la investigación como
exigencia institucional para valorar el impacto
de nuestras acciones y, finalmente, la investigación en el sentido más académico, entendiéndola como la realización sistemática de
acciones que tienen por objetivo aumentar
los conocimientos que se tengan en relación
a un ámbito propio del trabajo social.
Los participantes fueron:
Valentin Calvo Rojas
Trabajador social y psicólogo. Diploma de estudios avanzados en Psiquiatría. Máster en Psicopatología clínica y
Máster en Psicoterapia psicoanalítica.
Trabajador social de l’Institut Català de
la Salut a Barcelona.
Rosa González Merino
Trabajadora social. Trabajadora Social
del CDIAP Sant Joan de Déu Hospital Sant Joan de Déu.
Bet Bàrbara Sirera
Trabajadora social y pedagoga. Directora CSS Roquetes - Trinitat Nova Canyelles. Districte de Nou Barris.
Ajuntament de Barcelona.
Bàrbara Vega Bautista
Trabajadora social y socióloga. Coordinadora de dos equipos de atención
primaria del Ajuntament de Viladecans
Modera:
Josep M. Mesquida i González
Trabajador social y licenciado en Ciencias del trabajo. Máster en Educación
y nuevas tecnologías. Miembro del equipo de redacción de la RTS y profesor
del Departamento de Trabajo Social de
la Universitat de Barcelona.
En el primer bloque se tratan aspectos
directamente relacionados con nuestra
cotidianidad profesional entendiendo que
las fases de exploración y evaluación de la
intervención tienen características propias
de cualquier proceso de investigación.
Moderador: El primer paso para llevar a
cabo cualquier intervención consiste en
conocer las circunstancias que rodean la
situación o problema a los cuales se tiene
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
101
Mesa redona RTS 192
que dar respuesta. En vuestra práctica diaria, ¿podéis identificar elementos que dificulten o favorezcan la fase de exploración?
RGM: La atención de las necesidades sociales lleva implícita la exploración y valoración de las circunstancias psicosociales que
rodean la situación motivo de consulta. Es
parte del proceso metodológico.
Sin embargo no siempre somos conscientes de ello. Es innegable que la presión
asistencial, la falta de tiempo para la reflexión,
los requerimientos institucionales, la crisis
actual, las dificultades crecientes y complejas de las personas, entre otras, no juegan como aliadas en ese “hacer consciente”.
Pero yo diría que lo anterior no justifica
muchas de las actuaciones profesionales
automatizadas y/o despersonalizadas, en
las que la subjetividad de la persona pasa
a un segundo plano. En este sentido creo
que en nuestra profesión hay mucho de
acomodación, y el modelo en el que nos
movemos con excesiva frecuencia es el de
demanda-recurso.
BVB: Una de las dificultades es que el esquema demanda-recurso está limitando la
profesión. ¿Qué ves con la experiencia?
Que un profesional interviene, cambia ése
profesional y el que viene repite la misma
intervención sin investigar, sin pararse a
leerse el expediente, que es donde está la
parte interesante como investigador, el
expediente contiene información que sirve para orientar la intervención. Es verdad
que hacemos una parte de investigación,
pero está limitada a una parcela del individuo: qué problema es el que tiene en ese
momento y qué le resuelvo, sin ver de forma más amplia qué es lo que realmente
está detrás de esas personas y qué recursos podrían ayudar desde la comunidad...
102
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Esto no permite hacer una investigación
más amplia de la realidad del individuo.
No todas las intervenciones son iguales
pero la tendencia es esta... Cuando ves un
expediente antiguo en el que han intervenido cinco trabajadores sociales y todos
han hecho las mismas actuaciones. Han
vuelto a empezar el proceso sin haber hecho la investigación previa, viendo lo que
se había probado y lo que no había funcionado. Hacer una lectura previa del expediente es investigar.
BBS: Desde mi experiencia en la atención
primaria creo que el proceso legislativo y
de universalización de los servicios sociales, que hemos observado en los últimos
años, tiene una parte positiva de crecimiento de recursos y servicios de forma legislada. Todo eso da respuesta, en cierta
manera, a las necesidades que se han ido
detectando a través de procesos de investigación y evaluación que se dan en la propia práctica. Por otra parte, sin embargo,
también nos ha llevado a una práctica profesional en la que la actuación pasa a ser
muchas veces demanda-recurso. Ahora
nos encontramos en un momento en que,
por un lado, existe una legislación con un
reconocimiento de servicios y, por otro, un
contexto de crisis que nos lleva a una gran
presión asistencial en todos los servicios.
Es fácil, pues, entrar en una dinámica en
la que el profesional intente dar respuestas
inmediatas, olvidando a veces la fase más
explorativa y de análisis de las situaciones.
RGM: Si el esquema en el que nos movemos como profesionales es en clave de
recurso, dejamos de lado dos elementos
fundamentales para promover cambios en
la situación problema, me refiero al propio usuario y al profesional.
A fondo
En mi opinión, dentro de la relación
asistencial no ponemos en juego suficientemente la experiencia, capacidades y valores propios ni tampoco las del usuario,
resultando así una relación funcional pero
vacía de contenido transformador. En este
sentido pienso que hemos olvidado la esencia del trabajo social.
VCR: Si la idea es tener en cuenta a la persona, y deshacernos de la teoría previa, no sería tanto el interés que un profesional nuevo
conozca la historia previa, sino que la experiencia que tenga con el usuario sea la que le
permita conocerlo, ¿no? Si conoces información previa limita el interés en investigar…
BBS: No estaría de acuerdo con que conocer la experiencia previa nos puede hacer
ahorrar esfuerzos. Tendríamos que tener
la capacidad de poder leer y analizar la
intervención previa realizada sin que condicione nuestra intervención. Nuestro trabajo es dar oportunidades. Por ejemplo:
una mujer que vuelve al servicio y que
dice que se quiere separar, y en la recopilación del expediente ves que ha venido
muchas otras veces con el mismo discurso; le tenemos que seguir abriendo la puerta
y escucharla en aquel contexto concreto
para valorar que es lo que la hace mover
en aquel momento y las posibilidades de
sostener el cambio. El trabajo social tiene
que ver con esta dimensión investigadora,
teniendo en cuenta a la persona, sus potencialidades y dificultades, el contexto, las
posibilidades de cambio, los recursos disponibles y adecuados... y si no tenemos en
cuenta todos estos aspectos podemos caer
en juzgar y seguir trabajando en la misma
línea sin propiciar el cambio.
RGM: Somos observadores de excepción,
y eso no ocurre en todas las profesiones.
No tenemos que ir “a la búsqueda” del objeto a investigar, nos viene, lo tenemos delante de nosotros en situación de necesidad,
de apertura, de búsqueda…
Es un privilegio ocupar un lugar así y tener la oportunidad de estar en disposición
de investigar, comprender y contribuir al
cambio.
Me parece que disponemos de posibilidades que no terminamos de creérnoslas…
Moderador: En este mismo bloque podemos tratar el tema de la evaluación. Se
trata de otro momento insertado al proceso de intervención en el que analizamos
información. Evaluar comporta recoger
información y analizarla, esta vez de cara
a conocer los efectos de la intervención y
tomar decisiones. ¿Creéis que en general
dedicamos a la evaluación los esfuerzos
que se merece? ¿Y por qué?
VCR: Somos privilegiados porque nuestra
formación en la entrevista nos permite ser
observadores de lujo y ser expertos en
recogida de datos en la fase de exploración. A lo mejor no tanto en la fase de
evaluación... Un tema es hacer la evaluación de un caso concreto con un expediente concreto y otra cosa es meterte en
la evaluación de un tema más unificador,
como podría ser la investigación de un
grupo de individuos o de un problema.
Hacer la evaluación de un caso la puedes
hacer con un indicador, dos… Nosotros
en primaria de salud trabajamos con la
aplicación MEAP, que nos permite incorporar la exploración y la evaluación referida al caso con el que estamos trabajando
cuando vamos a escribir la historia clínica.
Yo diferenciaría entre el caso y una pregunta que dé respuesta a una población o
un sector de población. La metodología
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
103
Mesa redona RTS 192
puede ser muy similar pero es diferente,
es similar en las fases pero es diferente en
el contenido de las fases…
BVB: El procedimiento metodológico nos
lo saltamos. Es difícil que exista la evaluación porque vas haciendo, pero no te paras a plantearte... Por lo tanto es muy difícil
que eso que ya se hace de forma individual o familiar se pueda extrapolar a lo
que es un servicio. Cuando hay un caso
de infancia en riesgo sí se recurre a la evaluación, pero más para cerrar. No se realiza durante el proceso, y lo suyo sería parar
en mitad del proceso y evaluar, no hacer
la evaluación cuando traspasamos el caso
a un EAIA o servicio especializado.
RGM: Te refieres a la evaluación con la idea
de analizar e investigar, ¿no?
BVB: Sí, de medir los efectos. Eso es muy
difícil verlo porque el día a día supera, al
menos en primaria. Esa parte no está incorporada del todo como ejercicio de la
profesión.
BBS: Tengo la sensación de que en el sistema de salud se ha desarrollado más el tema
de la evaluación, y creo que es la asignatura pendiente de servicios sociales. Muchas
veces la inestabilidad de los equipos de trabajo es un inconveniente para poder llevar a cabo procesos de evaluación bien
hechos. En mi caso, una familia puede ser
llevada por más de tres o cuatro profesionales en un mismo año. La cuestión sería:
con estos contextos cambiantes, ¿cómo
incorporamos la evaluación del trabajo
hecho? Tendríamos que ser muy rigurosos con el registro de las actividades.
Por otra parte, los instrumentos de evaluación de que disponemos no sé si miden
realmente el trabajo que hacemos. Trabaja104
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
mos con procesos de cambio; podemos
medir muy bien la parte cuantitativa de nuestro trabajo pero nos hace falta un esfuerzo
para elaborar herramientas metodológicas
con indicadores cualitativos para poder
medir todos estos procesos, sobre todo
cuando hablamos de inter venciones
grupales y comunitarias. Por ejemplo, en
un proyecto que realizan los educadores
del centro, más allá de evaluarlo en términos de participación y cuantificación, es
difícil evaluar qué ha supuesto para los
participantes y sistematizar esta evaluación
cuando muchas veces tiene que ver con
procesos más a largo plazo, y los que se
nos pide son resultados más inmediatos.
Evidentemente es necesario poder evaluar
los resultados de un proyecto llevado a
cabo, pero las propias instituciones tienen
dificultades para poder medir la rentabilidad del mismo.
Moderador: Pero ya hace muchos años que
hablamos de indicadores... en principio este
es un tema que ya dominamos, ¿no?
BVB: Pero no se ha incorporado que cuando se evalúa tú también formas parte de
la evaluación y que lo que evalúas no está
poniendo en cuestión tu profesionalidad,
y hay miedo por parte del profesional evaluado. Las otras profesiones lo tienen claro,
o se refutan o no se refutan hipótesis, y no
pasa nada, forma parte de la investigación.
A menudo se olvida que la evaluación forma parte del proceso metodológico y se toma
como una cuestión personal, sea de la institución, del profesional o del entorno que
evalúa. Tenemos una asignatura pendiente,
y no es cuestión de indicadores, ya están
muy establecidos...
RGM: De todas formas, la propia realidad
cambiante que tocamos y la complejidad
A fondo
de los procesos… son elementos que no
facilitan dar cuenta de los resultados cualitativos reales. Así la mayoría de las veces
damos resultados en términos cuantitativos, que en general es lo que las instituciones solicitan pero que solo reflejan la
realidad sobre la que intervenimos de forma parcial.
Moderador: Sin proponérnoslo hemos entrado en el siguiente bloque. Aquí hablaríamos
de la investigación como requerimiento
institucional. Nos referimos a aquel momento en el que la institución nos pide información para valorar los resultados del
servicio. En cierta manera continuamos
hablando de evaluación, pero en este caso
referida al funcionamiento del servicio, no
a las intervenciones concretas. La pregunta es: ¿Creéis que todos los esfuerzos que
utilizamos para recoger los datos que nos
piden las instituciones revierten en beneficio de los usuarios?
BVB: Aquí debemos ser políticamente incorrectos. Las instituciones trabajan para que
haya una solución. No hay ningún interés
en investigar, y cuando lo hay no se encarga a los servicios sociales, sino a otros profesionales. Y justo ahora, que es momento
de memorias, ¿qué nos piden? Números…
Números de expedientes, números de personas. No hay una evaluación real. En las
instituciones como tales no se plantean la
investigación como una necesidad. Es un
reto de los profesionales del trabajo social
la dedicación al trabajo de investigación.
RGM: En general estoy de acuerdo con lo
que dices, pero permíteme que difiera en
algún aspecto. Creo que en general las instituciones nos piden información. Lo que
en mi opinión falla es que los profesionales no tenemos la confianza suficiente para
confiar en que aquellos datos vayan a contribuir a un análisis crítico y comprometido que pueda concretarse en soluciones o
respuestas cercanas a los usuarios que tratamos.
También puede vivirse como una forma
de control, como instrumento que recorta
la autonomía profesional y como un modo
encubierto de reducir recursos, ya que es
obvio que nos movemos en un modelo de
gestión donde los principios de economía,
eficiencia y efectividad son centrales.
En este sentido existe una cierta resistencia por parte del profesional a colaborar,
y es cuando la institución encarga a profesionales o servicios externos estas tareas.
Creo que puede sernos útil reflexionar
sobre qué papel jugamos o podemos jugar
en este aspecto…
BVB: Hay una responsabilidad profesional,
¿no? Vale, la institución no me lo pide, pero
yo tampoco me intereso... Hacemos un
trabajo muy pasivo porque como profesionales no lo reivindicamos... Como cuando se propone hacer algo comunitario…
Se hace una montaña. Hay una gran cantidad de resistencias para hacer algo diferente a lo que estamos acostumbrados a
hacer, que es la atención directa... Y es
una responsabilidad profesional, independientemente de la institución para la que
trabajes.
BBS: Me es difícil responder. Pienso que
tenemos que tener claro cuál es nuestra
función en las organizaciones. Muchas
veces las organizaciones públicas en las que
trabajamos tienen tendencia a externalizar
estudios y/o investigaciones y a no aprovechar el activo que tienen, que son los
propios profesionales de la institución.
Tengo que decir que el Ayuntamiento de
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
105
Mesa redona RTS 192
Barcelona, en el momento que inició el
cambio de modelo de los servicios sociales básicos que se ha hecho recientemente, incorporó alguno de estos aspectos. Las
direcciones de los centros de servicios sociales realizamos una formación durante
un año, en la que participamos en la construcción de este modelo, ayudando a definir aspectos concretos trabajando por
proyectos.
Los profesionales que estamos en la práctica somos detectores de necesidades, tenemos a nuestro alcance informaciones
que podemos recoger y sistematizar y que
son útiles para la evaluación y para el diseño de nuevos proyectos y/o servicios que
respondan a las necesidades detectadas.
Esta recogida de información, cada vez
se realiza de forma más rigurosa. Pero
tenemos que ver la utilidad de esta recogida de datos qué utilidad tiene a nivel
institucional y cómo eso revierte en los
usuarios en forma de recursos y servicios.
Tiene que haber un equilibrio entre la recogida y gestión de la información y el
tiempo que le tenemos que dedicar a la
intervención, si no nos convertimos en
esclavos de la gestión y perdemos de vista
nuestra razón de ser, que es la intervención y el trabajo con las personas.
BVB: Estamos en un momento muy complicado, los cambios en la sociedad y en la
tecnología avanzan con más rapidez de lo
que se puede asumir. Con el tema de la
informática, por ejemplo… Hay gente que
tiene clarísimo que tiene que sistematizar
y gente que es de otra generación a quien
le ha costado mucho. El tema de la informática opone mucha resistencia. Nosotros,
hasta hace muy poco lo hacíamos a
mano… Parece que la gente más vetera106
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
na no acaba de verle la utilidad, pero no
es que no la vean, sino que tienen que
pelearse con la informática y el ordenador porque su herramienta ha sido el papel y el lápiz. Luego están las más jóvenes,
que tienen clarísimo que tienen que hacerlo todo con el ordenador delante...
VCR: Sí, sí… En salud se trabaja por objetivos. Tú trabajas con una serie de objetivos y no hay margen para recogida de datos
cualitativa. La recogida de datos es sistemática, la fase de exploración, en cuanto a
la recogida de datos, es brutal. Y la evaluación seguro que la hacen porque tiene
un impacto... Cuando haces menos domicilios de los que toca queda registrado. Por
lo tanto es posible que sea una recogida
de datos sesgada que refleja lo que son los
objetivos de la empresa, pero sí que repercute en el usuario.
RGM: Sí, estoy de acuerdo con lo que apuntas. Las instituciones a menudo ponen más
énfasis en cubrir sus propios objetivos que
en estar atentas a las verdaderas necesidades de los usuarios. También es cierto que
a veces te llevas sorpresas, y aquel proyecto o propuesta que en un momento
determinado hiciste y sobre el que ya habías perdido toda esperanza de que saliera
adelante, sale y dices: ¡ahí está!
Moderador: Y entonces te enfadas porque
hace cuatro años que lo estás diciendo,
cuando deberías alegrarte porque por fin
ha salido...
BBS: A mí este aspecto me crea ciertas dudas... Un ejemplo es el servicio de atención domiciliaria: hemos crecido en hogares
atendidos pero la calidad y el tipo del servicio que se presta ha cambiado. Es importante institucionalmente llegar a más
A fondo
personas, pero también es importante valorar el tipo de trabajo que se hace; damos
respuesta a la cobertura de necesidades
básicas de la vida diaria de más personas
(compra, limpieza...) pero quizás dejamos
de trabajar de forma más global los casos
teniendo en cuenta otros aspectos que
darían otra dimensión a la intervención de
estas situaciones.
Las instituciones tienen sus propios intereses, pero los profesionales que estamos
en el territorio tenemos que aportar nuestra mirada a fin de que se tenga en cuenta
en la toma de decisiones desde donde corresponda.
BVB: La dificultad es esta, trabajar en los
dos niveles, para arriba y para abajo.
VCR: Nosotros no trabajamos sólo con una
necesidad, también trabajamos con una
demanda o un deseo. No te puedes centrar sólo en la necesidad, hay esta parte
cualitativa... No es lo mismo una entrevista de quince minutos que de treinta... Si
haces una de quince minutos verás a mucha gente, y estadísticamente en la empresa darás un muy buen resultado. ¿Pero
entonces qué trabajas con la persona? No
podemos hacer entrevistas de 15 minutos.
BBS: Me gustaría remarcar una idea que
creo que es muy importante. Las instituciones tendrían que valorar mucho más el
activo que tienen, que son los profesionales
y los equipos de gente que trabaja en la propia institución. La tendencia que ha habido
durante mucho tiempo de externalizar proyectos e investigaciones ha sido una pérdida para los profesionales.
No es fácil hacer compatible la atención
directa y la investigación, pero creo que se
tendría que encontrar la manera de hacerlo compatible. Quizás la universidad nos
puede ayudar. Los profesionales necesitamos un espacio de escucha y de reconocimiento de nuestro trabajo, y al mismo
tiempo eso revertirá en la calidad y el trabajo de la propia organización.
BVB: En Viladecans se ha vivido un cambio… Las nuevas leyes nos han dado un
gran protagonismo. Se ha apostado por una
fuerte inversión en al ámbito social. Es
importante que la organización sepa que
para la familia tenemos una presencia, lo
que nos ayuda a encontrar un sitio en la
organización.
Moderador: Entramos en el último bloque,
en el que trataremos aspectos relacionados con la investigación en el sentido más
habitual de la palabra. Nos referimos a los
procesos de recogida y análisis de la información que normalmente tienen por objetivo ampliar el conocimiento en relación
a una determinada problemática o colectivo. ¿Creéis que como diplomados en Trabajo Social hemos sido suficientemente
capacitados para investigar?
BBS: Yo creo que no.
VCR: Para poder leer seguramente sí, para
poder estar abierto a nueva información.
Para analizar datos, hacer estadística seguramente no tanto... Pero como cualquier
otra diplomatura, supongo.
RGM: Creo que tenemos unas bases y condiciones mínimas para poder hacerlo. Probablemente nos falta formación específica,
pero lo que realmente es una carencia es
la falta de confianza profesional, la logística a veces… Y quizás también voluntad
de compartir inquietudes y socializar nuestro saber con otras colegas, como lo hacen otros colectivos profesionales, por
ejemplo los médicos. En mi opinión denRTS - Núm. 192 - Abril 2011
107
Mesa redona RTS 192
tro de nuestra profesión no estamos habituados a pensar y a crear juntos.
BBS: Pasé por la Universidad hace unos años
y por lo tanto no sé qué se da ahora, pero
creo que es una formación extremadamente práctica. Haría falta que algunas asignaturas tuvieran más peso, por ejemplo las
políticas sociales, la sociología, la economía...
que nos daría más capacidad de análisis para
no perdernos en la demanda-respuesta...
A veces falta esta capacidad de ir un poco
más allá y no quedarnos atrapados en nuestra realidad concreta.
Moderador: El paso hacia la enseñanza de
grado es una oportunidad...
BVB: Yo creo que sí, pero además la Universidad tiene que empezar a vincularse
con empresas y entidades, es vital, no hagamos proyectos de investigación sobre
teoría sino proyectos reales que los futuros trabajadores sociales se encuentren
delante de una entrevista, un domicilio…
RGM: Mi impresión es que existe una clara
separación en este aspecto entre el mundo de la Universidad y el de la práctica
profesional.
La colaboración de la Universidad con las
instituciones que acogen alumnos en los
últimos años de la formación podría abrir
una vía interesante. Del resultado podrían
beneficiarse ambas instituciones. Sin embargo, me vais a permitir que sea crítica al
respecto. Para que realmente tuviera viabilidad esta colaboración, debiera darse un
cambio de enfoque desde la Universidad.
En mi opinión, los lugares de práctica profesional no pueden ser únicamente suministradores de material e información para
hacer “producción científica” desde la
Universidad. El intercambio y beneficio
108
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
debiera ser mutuo, ha de redundar directamente en la institución donde el alumno
hace sus prácticas.
Una experiencia interesante pude verla en
un Hospital de Buenos Aires, donde las
prácticas de los alumnos en TS (licenciatura) se alargaban en torno a los dos años.
El primero de ellos la alumna hacía sus
prácticas y el diseño de su proyecto de investigación, y durante el segundo (como
becaria) lo desarrollaba dentro de la institución.
Las diferentes etapas del proyecto (diseño, desarrollo y fase de experimentación)
se desarrollaban en estrecha colaboración:
profesor universidad, alumna/o y centro
donde éste desarrollaba sus prácticas.
Moderador: ¿Cuál es vuestra experiencia
en el ámbito de la investigación?
RGM: En mi caso es muy limitada. Han
sido pequeñas incursiones en las que me
he adentrado en los últimos años. Lo vivo
como una asignatura pendiente que vas
arrastrando… Con una compañera, a raíz
de un postgrado de enfermedad crónica,
hicimos un pequeño estudio en relación a
la dificultad de las familias para adaptarse
al proceso a partir de un número de casos
y nos atrevimos a publicarlo.
También he colaborado en algún estudio
impulsado por otras instituciones diferentes a la mía, suministrando información y
participando en alguna fase de la investigación.
VCR: Yo estoy desarrollando la tesis y en el
ámbito laboral tenemos una empresa que
potencia la investigación, igual que permite hacer las estancias da ciertas becas de
una cantidad limitada. Ahora estamos desarrollando un proyecto de investigación
A fondo
en nuestra SAP, somos 13 compañeros
trabajadores sociales que lo estamos acabando y colaboramos con dos grupos del
prácticum de la Universidad que nos ayudaron a hacer el trabajo de campo. El proyecto persigue relacionar factores sociales
con la hiperfrecuentación.
BVB: Pues yo ninguna, pero ganas muchísimas. He estado en grupos participando. Por
ejemplo, colaboramos con el Ministerio en
un estudio sobre dependencia e hicimos
un grupo de trabajo con un médico. Pero
investigación como tal no. Ahora tengo
claro que servicios sociales ofrece muchas
oportunidades de investigación, y es una
pena que lo desaprovechemos porque hay
cantidad de proyectos que sí se pueden
enlazar con la Universidad. Tenemos muchísimos temas por proponer.
Yo ya hace años que quería hacer un proyecto de investigación y me acordé del
prácticum de investigación que se hace en
la carrera de Trabajo Social en la UB. Me
puse en contacto con la Universidad con
dos propuestas. Finalmente, este curso
haremos una investigación sobre el impacto que está teniendo la ley de la dependencia en las personas que reciben la ayuda
económica por cuidador familiar no profesional. Yo coordinaré el trabajo desde el
Ayuntamiento, pero lo que me interesa es
que los técnicos que están en el equipo de
dependencia puedan participar. No sé
cómo lo haremos pero lo haremos, y comenzamos ahora.
BBS: Yo no he hecho investigaciones propiamente dichas, pero sí algún artículo relacionado con la práctica del trabajo en
equipo.
Hace dos años escribimos una comunicación para el Congreso estatal de trabajo
social en Zaragoza, sobre nuestra experiencia de trabajo en equipo y nuestra identidad. Fue una buena experiencia a nivel de
equipo, ya que supuso escribir sobre nuestra propia práctica. Hicimos el esfuerzo
de encontrar los espacios por poder reflexionar y escribimos, compaginándolo
con nuestro trabajo del día a día.
Moderador: Estamos llegando al final. ¿Algún comentario que pueda servir como
conclusión?
RGM: Deberíamos contar con algún incentivo que no necesariamente tiene que ser
económico. Liberarnos de determinadas
tareas asistenciales durante un tiempo determinado, disponer de un tiempo para la
inmersión en otra institución, compartir
proyectos con otros colegas e instituciones diferentes pueden ser alguno de ellos.
Y un último apunte como conclusión. Creo
que ayudaría a un mayor compromiso con
esta dimensión investigadora tomar conciencia de que el usuario necesita respuestas cercanas a sus necesidades y por ello la
acción profesional no debiera basarse en
la intuición y buena voluntad. Revisar la
práctica, repensarla y reorientarla es añadir calidad a ella. Por otra parte es también una cuestión ética. No podemos
ejercer una práctica desprovista a veces
de contenido y rigor técnico. En este sentido creo que hay que recuperar la esencia
del trabajo social.
VCR: Hay que tener en cuenta que para
investigar estás dentro de un equipo en el
que seguro que hay gente que sabe cosas
diferentes, y por tanto se pueden ejercer
roles diferentes y complementarios. Puede que tú no sepas demasiado de estadística y otro compañero sí… En un momento
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109
Mesa redona RTS 192
dado puedes ser entrevistador, o puedes
ser el diseñador del trabajo... Quiero decir, que cada uno puede asumir un rol en
una estructura, y eso no quiere decir que
tenga que ser permanente, sino que lo
puedes cambiar.
BVB: Yo creo que tendríamos que trabajar
interdisciplinariamente. Y creo que ese es
un reto para la mayoría de profesiones
porque estamos como una seta, sin aprovechar el saber de los demás y al final todo
suma. Yo creo que este es el reto, hacer
investigación desde la interdisciplinariedad.
BBS: Se tienen que potenciar acciones que
nos ayuden a mejorar la capacidad de investigación de los profesionales que estamos en el territorio, como dotarnos de
espacios de intercambio de buenas prácticas, de investigaciones conjuntas con la
Universidad, que las instituciones incorporen la investigación y la formación de los
profesionales como incentivos para la promoción...
Moderador: Después de haber estado hablando este rato con vosotros en relación
al tema de la investigación, tenemos que
finalizar esta mesa redonda. Ha sido un
placer, gracias por vuestra colaboración.
110
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Interés profesional
Reseña de la jornada del Col. legi
sobre ética
Jornada “Qualitat i bones
pràctiques en l’atenció dels
serveis socials a la dependència”
La Escala de Valoración Social
de la Dependencia (EVSD)
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
111
112
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Interés profesional
Reseña de la jornada del Col.legi sobre
ética “La intervenció social des de l’ètica
de la responsabilitat”
Montserrat Plans Ferrer 1
Con mucho acierto la Junta del Col·legi
organizó, para todos los colegiados y colegiadas, una jornada de reflexión sobre ética
e intervención social con el título “La
intervenció social des de l’ètica de la
responsabilitat”. El acto tuvo lugar en Barcelona, en el marco de la Sala Entresòl de
La Pedrera, el 1 de diciembre, a las 18.30 h.
La presidenta del Col.legi, Sra. Núria Carrera, dio inicio a la jornada remarcando la
importancia de que los valores éticos contenidos en el Código de Ética y Deontológico
de los Trabajadores Sociales estén presentes
en toda la vida colegial, tanto en la actividad
profesional de los colegiados/as como en las
actividades y estrategia de actuación de la
Junta.
A continuación la Sra. M. Carmen Olaya
hizo una presentación de los programas en
favor del envejecimiento activo del área social de Catalunya Caixa, los cuales facilitan
que las personas mayores afronten el envejecimiento con actividades creativas. Una vez
terminada esta intervención, la Sra. Teresa
Casanovas, presidenta del Consell de
Deontologia Professional del Col.legi, tras
resaltar la importancia actual de la ética en
el trabajo social y de la aportación positiva
1.
del Consejo Asesor de Ética a lo largo de
sus 22 años de historia, introdujo a la Sra.
Montserrat Planes, coautora del monográfico
número 6, titulado El Consell Assessor d’Ètica
Professional del Col·legi Oficial de Diplomats en
Treball Social i Assistents Socials de Catalunya,1984-2006, y que era la encargada de
presentar, en este acto, el libro al público.
Las autoras del monográfico son Emília
Alonso, Josefina Bassets, Glòria Rubiol y
la que firma esta reseña, que, en un trabajo realizado de manera colectiva, han recogido la historia de los 22 años del Consell
Assessor d’Ètica y han investigado sobre
las consultas dirigidas al Consell y las respuestas emitidas. Los datos son recogidos en
cuadros y representados en gráficos para
facilitar su lectura. El trabajo concluye con
unos comentarios finales y unas recomendaciones que pueden ser útiles al actual
Consell de Deontologia Professional y a toda
la colegiatura.
Es deseo de las autoras del trabajo compartir la experiencia que han adquirido en
su paso por el Consell así como dar cumplimiento también al mandato de nuestro Código de Ética (art. 4 del Cap. V) de compartir
los conocimientos que, a través de la inves-
Trabajadora social. [email protected]
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
113
Jornada del Col.legi sobre ética
tigación y la experiencia, se han obtenido. El
estudio se complementa con la recopilación
de la bibliografía leída durante la investigación, un índice de cuadros y gráficos y el
anexo II con los datos del actual Consell de
Deontologia Professional, que van del 2007
al 2009, como anilla de enlace entre los años
estudiados y la actualidad.
Acto seguido, la Sra. Begoña Roman, catedrática de Ética de la Universidad de Barcelona y presidenta del Comité de ética de
Servicios Sociales de Cataluña, desarrolló el
114
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
tema de la jornada, “La intervención social
desde la ética de la responsabilidad”, tema
que desarrolló ámpliamente, tanto en extensión como en contenido, de manera que sobrepasa el espacio de esta reseña.
El cierre de la jornada fue a cargo de la
Sra. Núria Carrera, que agradeció a las muchas personas colegiadas y a otras interesadas en la ética su presencia en el acto y
confirmó el compromiso de la Junta de celebrar de manera periódica jornadas de reflexión ética.
Interés profesional
Jornada “Qualitat i bones pràctiques en
l’atenció dels serveis socials a la dependència”
Alberto Caballero Marcos 1
El 11 de noviembre de 2010 tuvo lugar
en el Centre de Cultura Contemporània de
Barcelona la jornada “Qualitat i Bones
Pràctiques en l’Atenció dels Serveis Socials
a la Dependència”, organizada por el Col·legi
Oficial de Diplomats en Treball Social i
Assistents Socials de Catalunya (CODTS),
con la colaboración y apoyo del Departamento de Acción Social y Ciudadanía de la
Generalitat de Catalunya.
La jornada fue inaugurada por la Sra.
Núria Carrera, presidenta del CODTS, y por
la entonces Directora General del ICASS,
Sra. Carolina Homar.
En la primera parte de la jornada se escuchó la conferencia “La mejora de la calidad de los servicios sociales a través de la
acreditación”, que fue a cargo de la Sra. Pilar Solanes, Subdirectora General de Programación y Evaluación del ICASS, y del Sr.
Xavier Canals, técnico del ICASS. En esta
exposición los ponentes explicaron las características de uno de los métodos para garantizar la calidad de los servicios que está
preparando el ICASS, basado en el acceso a
un sistema de acreditaciones por parte del
centro, las cuales recogen indicadores que
tienen por objetivo garantizar la atención de
1.
calidad a los usuarios de estos servicios.
En la segunda parte de la jornada se hizo
la presentación oficial del documento
Orientacions bàsiques en l’elaboració del PIA des
del Treball Social. Posant en valor els coneixements
dels treballadors socials. La mesa, moderada por
el Sr. Jordi Tudela (ex director del PRODEP),
fue a cargo de algunos de los miembros del
equipo de trabajo: Sra. Lourdes Zanuy (coordinadora), Sra. Estefania Revés y Sr. Alberto Caballero (miembros del equipo). Hay que
destacar que en la elaboración del documento
también trabajaron Maria González, Cristina Morón y Alba Pirla. Esta obra, parte de
la realización de un estudio realizado entre
los meses de junio y octubre de 2010 y que
ha tenido por objetivo la detección de debilidades y fortalezas en el proceso de realización de los Programas Individuales de
Atención (PIA) vinculados a la llamada Ley
de Dependencia. Desde el punto de vista
metodológico, el estudio se fundamenta en
los resultados conseguidos a partir de la investigación documental y bibliográfica, la
constitución de 4 grupos focales y de discusión con profesionales del ámbito, familiares de personas dependientes y personas
dependientes; y la realización de un sondeo
Trabajador social. Ser vei d’Atenció a la Dependència del Consell Comar cal del Bag es.
[email protected]
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
115
Jornada del Col .legi sobre dependencia
de opinión a 85 profesionales que realizan
PIA de todo el territorio de Cataluña.
A partir del análisis de la información
obtenida, los autores realizaron un trabajo
de contraste con varios referentes bibliográficos en el ámbito de la calidad en la atención a las personas, y partiendo de esta base
establecieron una serie de dimensiones compartidas por los profesionales, usuarios y
familiares que serían válidas para establecer un modelo de calidad. Atendiendo este
marco conceptual, el documento hace una
propuesta de ámbitos prioritarios en el
proceso de elaboración del PIA y define una
serie de orientaciones básicas de calidad en
el proceso del PIA, haciendo mención en
diferentes ámbitos de actuaciones concretas
116
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
que los profesionales pueden aplicar en su
trabajo diario y teniendo en cuenta las diferentes fases y perspectivas presentes en el
proceso.
Asimismo, los ponentes subrayaron la
importancia de la puesta en marcha de la
Ley de Dependencia para el Trabajo Social,
en el sentido que la universalización del acceso a los servicios sociales, supone la ampliación de los perfiles sociales, económicos
y culturales de los usuarios de estos servicios, hecho que supone a la vez que sean
personas mejor formadas e informadas. Según los autores, este hecho pondrá progresivamente en valor el conocimiento de los
profesionales del trabajo social, aumentando su valía y reconocimiento.
Interés profesional
La Escala de Valoración Social de la
Dependencia (EVSD)
Juana Urra Mariñeralena; Lourdes Itur ri Arriola; Mª Car men Maeztu Villafranca;
Ainhoa Arraztoa Echenique; Mª Jesus Erice Aristu; Mª Pilar García Castellano y
Mª Jose Moreno Ochotorena 1
Resum
El artículo, elaborado por un grupo de trabajadoras sociales, presenta una
herramienta llamada Escala de Valoración Social de la Dependencia, elaborada y
validada por las mismas y de la que se resalta su valor práctico y su proceso de
aplicación. Se presenta la plantilla de la escala y el manual de utilización.
Paraules clau: Valoración social, dependencia, soporte familiar y social.
Abstract
The article, elaborated by a group of social workers, presents a tool called Scale of
Social Valuation of the Dependence, elaborated and validated by them. Then, the
practical value and the process of application of the tool are highlighted, and the
template of the scale and the manual of use are presented.
Key words: Social valuation, dependence, familiar and social support.
1
Juana Urra Mariñeralena. Trabajadora social del Hospital de Navarra. [email protected]. Lourdes
Iturri Arriola. Trabajadora social del Servicio Social de Base de Auritz- Burguete. [email protected].
Mª Carmen Maeztu Villafranca. Trabajadora social del Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno de
Navarra. [email protected]. Ainhoa Arraztoa Echenique. Trabajadora social del Servicio Social de
Base del Ayuntamiento de Zizur. [email protected]. Mª Jesus Erice Aristu. Trabajadora social del
Departamento de Asuntos Sociales del Gobierno de Navarra. [email protected]. Mª Pilar García
Castellano. Trabajadora social del Centro de Salud en Pamplona. [email protected]. Mª Jose Moreno
Ochotorena. Trabajadora social del Centro de Salud en Pamplona. [email protected].
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
117
La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
La Escala de Valoración Social de la
dependencia (EVSD) es un instrumento
creado por un grupo de profesionales de
trabajo social de diferentes ámbitos de la
intervención social: centros de salud,
hospitales y servicios sociales de base de la
Comunidad Foral de Navarra.
La finalidad del trabajo del grupo era
poder contar con un instrumento estandarizado, que fuera útil en la valoración
sistematizada de las áreas que resultan de
mayor interés y transcendencia a la hora de
establecer las bases de la intervención
profesional.
Los estudios realizados para relacionar
los recursos sociales en personas mayores y
de salud2 concluyen en la relevancia de la
evaluación del soporte social de la persona
anciana, y como factores serían:
a) Tipo de convivencia, siendo las personas mayores que residen en solitario
el grupo de mayor riesgo.
b) Papel de la familia (cónyuge, hijos e
hijas) como núcleo principal de la
ayuda.
c) Existencia de persona a quien se le
atribuye o asume la figura de cuidadora
principal.
Entre las conclusiones que merecen
mayor unanimidad destaca que existen
factores predictores de institucionalización,
que son: la pérdida del cónyuge en el último
año, vivir solo/a, ausencia de soporte
familiar, aislamiento social (ausencia de
amistades o relaciones de vecindad
implicadas en la atención), precariedad
económica, sobrecarga grave en la persona cuidadora, así como la existencia de
2
procesos de deterioro cognitivo o demencias,
depresión, etc.
Sobre esta base se ha elaborado la escala
en torno a cuatro áreas básicas:
1) Soporte Social. Convivencia y relaciones familiares, necesidades y recursos
de soporte social, valoración de la persona cuidadora (quién es, qué dedicación presta, qué consecuencia
conlleva esta dedicación en su propia
salud y en la del entorno doméstico o
familiar inmediato…).
Así también, los cambios y rotaciones
en diferentes domicilios serán tenidos
en cuenta, tanto como la necesidad de
modificar la estructura o ubicación
familiar en la provisión de cuidados.
2) Características del entorno y vivienda.
Las barreras arquitectónicas, los
enseres domésticos básicos, las ayudas
técnicas necesarias, por cuanto que
representan el entorno más próximo,
pueden llegar a ser determinantes para
favorecer o dificultar la calidad de
vida.
Entre las variables a considerar, se
prioriza la adecuación a las necesidades
que plantea la situación de dependencia y la seguridad del entorno,
accesibilidad tanto interna (arquitectónica) como hacia los servicios (sanitarios, comunitarios, sociales…) y
habitabilidad.
3) Recursos económicos. Tipo de ingresos
disponible (pensiones, ayudas, seg-uros…) y valoración de la calidad de
vida, variables que, dicho sea de paso,
no siempre resultan coincidentes.
Artículo aparecido en la Revista Atención Primaria, vol. 1, nº 2 (15 de febrero de 1998), firmado por J.
Espejo, J. Martinez de la Iglesia, V. Rubio Cuadrado, R. Dueñas Herrero, M. J. Fernández y A. Yun Casalilla.
118
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Interés profesional
asignen los recursos más adecuados. Así
obtendremos información precisa
acerca de las consecuencias del cuidado
en dicho cuidador y en su entorno familiar, social y laboral. Uno de los
primeros pasos a seguir para realizar
esta valoración del cuidador principal
es identificar y detectar quién es el
cuidador principal, es decir la persona
que proporciona regularmente los
cuidados personales. Hemos optado,
para realizar esta valoración, por la Escala de Zarit, incorporada a la EVS en
el punto 1.3 del apartado relativo a la
situación familiar. Consta de 22
expresiones y se aplica a la persona que
ejerce el rol de cuidador principal,
midiendo el grado en que esta percibe
que sus actividades de cuidado perturban su propia salud física, emocional,
así como su situación económica.
4) Red de apoyo social. Red de interacciones sociales: familiares no convivientes, amistades, pertenencia a
círculos de ocio, asistencia a centros
religiosos... así como las ayudas y
servicios que se reciben de los sistemas
formales e informales (sanitarios,
sociales, asociaciones).
¿Cuáles son las principales técnicas que se utilizan para evaluar
con la EVS?
La entrevista, con el objetivo de observar y analizar la situación de la
persona para integrar esa información. La información recogida debe
ser concreta y específica, y se realiza
en relación a las cuestiones recogidas
en la escala, y que veremos más
adelante. Recomendamos que la entrevista, siempre que sea posible, se realice
en el domicilio.
„ La observación. Es junto con la entrevista uno de los métodos más importantes de valoración. En este caso la
observación se centrará sobre las condiciones de la vivienda y las interacciones familiares y sociales.
„ La evaluación del cuidador y del
proceso de cuidado. Se considera un
aspecto fundamental en la evaluación
gerontológica actual. La necesidad de
conocer en qué forma y medida el
cuidado de una persona dependiente
afecta a la dinámica de la familia y con
qué recursos personales y sociales
cuentan los cuidadores para afrontar
esta situación, es básico para el bienestar
de la persona cuidada y para que se
„
¿Qué objetivos queremos conseguir con la aplicación de la EVS?
Contribuir a una valoración integral de
las personas que asegure una intervención profesional más adecuada y
racional.
„ Incrementar la identificación y modificación de factores de riesgo y la
detección de futuros problemas.
„ Detectar situaciones socioeconómicas
y ambientales desfavorables.
„ Identificar mejor a los candidatos a la
utilización de servicios sociales y su
intensidad.
„ Precisar el recurso social más adecuado
a cada persona.
„ Desarrollar los planes individualizados
de intervención.
„
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
119
La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
¿Qué características tiene este
instrumento de valoración?
Fácilmente aplicable por cualquier
profesional del trabajo social.
„ Requiere poco tiempo para su realización.
„ Validez, en tanto que proporciona una
medida válida de la función que se va
a estudiar, en este caso el contexto social de las personas dependientes.
„ Fiabilidad, ya que al ser administrado
por diferentes trabajadores sociales,
obtienen el mismo resultado en el
mismo tiempo.
„ Sensibilidad, porque es sensible a
aquellos cambios producidos en el
contexto social de la persona.
„ Reproductividad, pues se obtiene el
mismo resultado en mediciones
repetidas, en ausencia real de cambio.
„ Capacidad para controlar los progresos
o deterioros a lo largo del tiempo.
„ Su presentación en formato informático, fácilmente adaptable a cualquier
PC y que permite almacenar las
distintas escalas que se han aplicado a
un mismo caso.
„
Su utilidad como baremo de
valoración de la situación familiar
para el acceso a recursos residenciales
La Comunidad Foral de Navarra, en el
ejercicio de sus competencias en materia de
servicios sociales, ha aprobado recientemente una Cartera de Servicios Sociales con
el objetivo de configurar un sistema que
garantice el derecho universal de acceso a
determinados servicios.
120
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Algunos de esos servicios, y en concreto
el que garantiza el acceso a una plaza residencial permanente o temporal a las personas
que no puedan continuar en su domicilio por
su situación de dependencia, grave conflicto
familiar o ausencia de soporte familiar,
utilizarán esta escala como instrumento
valoración, exigiendo para reconocerlo el que
se alcance una puntuación superior a 65
puntos.
En estos momentos está pendiente la
publicación de una orden foral que regulará
la utilidad de la misma.
Conclusiones
Su interés como instrumento que
permite priorizar en el acceso a recursos sociales que son escasos.
„ Su utilidad para los profesionales que
tienen que valorar e intervenir con
personas que presentan problemas de
dependencia.
„ Si entendemos el conocimiento como
información cuya validez ha sido
probada y que permite establecer relaciones predecibles de causalidad,
resaltaremos por tanto su valor como
herramienta de gestión del conocimiento (trasferir conocimiento desde
quien lo tiene hacia quien lo necesita
para crear valor en una organización),
que se ha diseñado desde el aprendizaje
que proporciona la práctica diaria y
mediante el intercambio y la reflexión.
Poner en valor el trabajo y la experiencia.
„
Interés profesional
Anexo 1
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La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
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Interés profesional
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La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
Anexo 2
MANUAL DE UTILIZACIÓN
Cómo puntúa cada apartado
1. SITUACIÓN SOCIO-FAMILIAR.
– CONVIVENCIA
– RELACIONES/DINÁMICA
– CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA CUIDADORA /
SIN CUIDADOR, SIN SUPERVISIÓN DE CUIDADOS O
PRESUNTA SITUACIÓN DE MALTRATO
15
15
TOTAL
55
25
2.- VIVIENDA
– RÉGIMEN DE TENENCIA
– CONDICIONES DE HABITABILIDAD
– ACCESIBILIDAD
/ SIN VIVIENDA
3
8
8
19
TOTAL
19
3. SITUACIÓN ECONÓMICA
18
4. ATENCIÓN SOCIOSANITARIA
– VALORACIÓN DE LA PROVISIÓN FORMAL DE CUIDADOS
– VALORACIÓN DE LA PROVISIÓN INFORMAL DE CUIDADOS
10
10
TOTAL
20
5. TOTAL PUNTUACIÓN
112
124
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Interés profesional
Instrucciones para cumplimentar la escala
1) Consultar las definiciones de los ítems, como paso previo a rellenar la Escala, para asegurar que
se elige la opción adecuada y ante cualquier duda entre distintas respuestas.
2) En algún caso, puede surgir la duda de cuándo se aplica la Escala, teniendo en cuenta la
situación previa a la aplicación del recurso o la posterior, siendo ésta temporal o momentánea.
Ejemplo: persona ingresada en un centro privado, a la espera de plaza concertada. En estos casos, el
criterio que se propone es que sea el/la profesional quien decida la opción que más se ajusta o
conviene al usuari@, pero haciendo mención expresa en las observaciones de la segunda página
de la Escala.
3) Marcar con un aspa la casilla situada a la izquierda de cada opción. En cada apartado señalar una
sola respuesta, exceptuando el apartado 1.3, en el que señalaremos una de cada subapartado.
4) En cada apartado, la columna de la derecha recoge la puntuación asignada a la respuesta o grupo
de respuestas, en orden ascendente, según situaciones de menor a mayor gravedad.
5) En caso de duda entre dos o más opciones, dado que no son excluyentes, habiendo consultado
y comprobado previamente el manual (definiciones de los ítems) para saber la que más se ajusta
a la situación, se opta siempre por la situación que conlleve mayor gravedad o para la que se
estime en la Escala mayor puntuación.
Ejemplo: usuari@ de edad avanzada objeto de estudio que convive con cónyuge. En el apartado
de convivencia, por ejemplo, reflejarían su situación tanto el ítem “con familia directa de manera estable” como
el ítem “con familiares de edad avanzada”, por lo que siguiendo la premisa expuesta se elige la segunda opción.
6) Los apartados 1.3 y 1.4, así como el 2.1 y 2.2, son excluyentes, es decir, se debe elegir entre uno
u otro en cada caso, y posteriormente se cumplimenta lo que proceda.
7) En el reverso de la Escala, realizar el genograma y señalar, si procede, las observaciones. En el
último apartado, el referido a los recursos, marcaremos por una parte los recursos idóneos, aún
sabiendo que algunos de ellos no existen en una determinada zona, e independiente de los
criterios y baremos de concesión de los organismos oficiales, y por otra, los que ya viene
utilizando con anterioridad.
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La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
Definición de los ítems de la Escala de Valoración Social
1. SITUACIÓN SOCIO-FAMILIAR
Cuando hablamos de familia, entendemos por ella “grupo de personas que están emparentadas”,
pero también, “conjunto de individuos que tienen alguna condición común”. Luego, el término
familia en esta Escala hace referencia a toda persona o grupo que, por alguna circunstancia, convive
con la persona afectada adoptando las funciones y roles familiares.
– CONVIVENCIA. Persona que vive...
Con familia directa de manera estable:
La “familia directa” hace referencia a la existencia de familia en primer orden: cónyuge, padremadre y/o hij@s.
La persona atendida se siente totalmente integrada en la unidad de convivencia, por lo que la
familia desea y puede asumir la responsabilidad de los cuidados domiciliarios.
En Residencia de manera estable:
Se trata de aquellos casos en los que se cuenta:
a) con plaza concertada
b) con plaza financiada en régimen privado
Sol@, pero tiene familiares directos que se responsabilizan:
Vive sol@, pero de alguna manera es atendid@ por padre, madre y/o hij@s.
Con emplead@ de hogar intern@ y tiene familiares que supervisan la atención:
Dispone de personal contratado las 24 horas del día (cuidador/a intern@), y además la persona
cuenta con algún/os familiar/es que lo supervisan.
Con familia de 2º o 3r grado y/o con personas sin relación de parentesco o acogimiento
legal:
Situaciones en las que se cuenta con abuel@s, herman@s, tí@s, sobrin@s, vecin@s, amig@s.
Con familia de forma rotatoria:
Situación en la que la persona atendida cambia periódicamente de domicilio, con lo que se produce
el hecho de “rotación familiar” y que puede darse tanto dentro como fuera de la comunidad
autónoma. En este último caso, si rota fuera de Navarra, se indicará en las observaciones de la
Escala la comunidad autónoma referente.
Con familiares de edad avanzada:
Convive con familiares de más de 65 años.
Con empleada/o de hogar interna/o y sin familiares que supervisen la atención:
Carencia de familia que se responsabilice de supervisar las atenciones que son prestadas por
emplead@ de hogar intern@.
Sol@ y no dispone de familiares directos u otras personas comprometidas en el cuidado,
ni cuidadores.
126
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Interés profesional
Con familiares que presentan una limitación o dependencia funcional y/o social:
Los convivientes son personas que requieren atención, o no son capaces de asumir el cuidado de
algún miembro de la familia que lo necesita, por distintos motivos:
- Padece una enfermedad grave
- Enfermedad mental
- No cuenta con capacidades personales (actitudes y aptitudes) para afrontar la situación actual.
- Drogodependencia
- Discapacidad física y/o psíquica
- Es menor de edad
- Se encuentra en situación económica deficiente o inestable
- Tiene cargas familiares
- Existe presunción de malos tratos o negligencia
La avanzada edad no se incluye en este apartado, ya que ello no implica necesariamente problemas de autovalimiento
e incapacidad de asumir cuidados.
En este apartado estarían incluidos supuestos en los que concurran la situación de deterioro
cognitivo o mental del usuari@ y la permanencia en el domicilio sol@ gran parte de la jornada.
Dada la situación de riesgo, conviene señalarlo en las observaciones de la Escala, así como el
número de horas que pasa sol@.
Sol@ y/o no acepta supervisión:
Existe disposición por parte de algún familiar, pero la persona dependiente no lo acepta.
– RELACIONES/DINÁMICA.
Integración/aceptación en la unidad de convivencia:
Tanto la persona afectada como los convivientes, manifiestan no tener dificultades en la
relación.
Rota por distintos domicilios, existiendo aceptación y distribución equitativa en los
cuidados:
Existe aceptación por parte de la persona afectada y de aquell@s implicad@s en el cuidado, así
como una distribución equitativa de responsabilidades y cargas de cuidados.
Mantiene contactos esporádicos:
Las relaciones con los familiares se realizan a través de:
- Teléfono
- Visitas
- Tareas de apoyo (compra, ayuda en las labores domésticas, acompañamiento para determinadas
gestiones, etc.)
- Otros
Relación que condiciona la vida familiar de forma relativa:
Los miembros de la unidad de convivencia se sienten afectados en su vida personal y de relaciones,
etc. En determinados casos puede afectar a determinadas situaciones: dificultad para programar
vacaciones, fines de semana, etc.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
127
La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
Problemas esporádicos de convivencia:
Hace referencia a aquellos casos en que se han puesto de manifiesto diferencias de criterio que no
comprometen la convivencia pero sí repercuten en las relaciones. Ejemplos:
- Uso del dinero y del espacio de la casa.
- Tiempo disponible para el cuidado.
- Compatibilidad de roles.
- Mantenimiento de una actitud poco favorable a aceptar asesoramiento familiar.
- Otros.
Rota por distintos domicilios, pero no existe aceptación o/ni distribución equitativa en
los cuidados:
Situaciones en las que la persona afectada o aquell@s implicad@s en el cuidado no se sienten
aceptad@s o integrad@s; se sienten incómod@s, y/o en el seno de la familia existe una
distribución desigual de responsabilidades y cargas de cuidados no consensuada.
Existen factores de riesgo que producen desajustes convivenciales:
Se señalan a nivel orientativo los siguientes:
- Hospitalización prolongada de un familiar
- Situación de privación de libertad de alguno de los miembros de la familia
- Separación por motivo de trabajo (frecuente o de larga duración)
- Abandono del hogar por parte de un miembro familiar (adulto)
- Fuga del hogar de un/a menor
- Incorporación de un nuevo miembro a la unidad familiar
- Carencia de espacio en la vivienda, por lo que se precisa habilitar medidas extraordinarias para
acoger a la persona dependiente (compartir dormitorio, dormir en el salón, etc.)
- Hacinamiento
- Desahucio
- Problemas legales (juicios pendientes)
- Separación conyugal o de pareja
- Soltera gestante
- Madre o padre solter@
- Viudedad/orfandad reciente
Relación que condiciona la vida familiar de forma moderada:
Los miembros de la familia no pueden realizar las funciones y actividades que habitualmente
desarrollan y se ven obligados a:
- Abandono de la actividad laboral
- Cambio de domicilio, localidad, etc.
Relación conflictiva con las personas con las que convive:
Cuando la persona dependiente se niega a recibir ayuda.
La atención recae sobre una sola persona cuidadora principal:
Ello puede generar una carga física o psíquica, con manifestaciones de cansancio, tristeza, apatía,
falta de ilusión, etc.
128
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Interés profesional
Presunción de desamparo:
Se entiende como tal cuando existe abandono, falta de atención, negligencia o malos tratos, etc.
a). En Menores. Situación que se produce de hecho a causa del incumplimiento o inadecuado
ejercicio de los deberes de protección establecidos por las leyes para la guarda de l@s menores
(hasta los 18 años):
- Graves carencias afectivas
- Maltrato físico o psíquico
- Violación o abusos sexuales
- Explotación económica o utilización para mendicidad
- Abandono
- Cualquier situación manifiestamente vejatoria de la dignidad y derechos del/de la menor.
b). En personas adultas:
- Maltrato físico: toda actuación NO OCASIONAL que dé lugar o tenga como consecuencia
un daño físico o enfermedad.
- Maltrato sexual: toda conducta que vaya en contra de la libertad sexual, utilizando la presión
o la fuerza.
- Maltrato psíquico: toda aquella actuación que tenga como objetivo humillar y/o provocar
sufrimiento.
Perfil del cuidador/a responsable del abuso:
- Consumidor de alcohol, fármacos o drogas.
- Con pobres contactos sociales.
- No acepta el papel de cuidador/a. No asume la responsabilidad que ello conlleva.
- Historia previa de violencia familiar.
- Sufre estrés por causas diversas (muertes, pérdida del trabajo o problemas económicos), o
tiene múltiples responsabilidades.
- Renuncia a las ayudas médicas y de la comunidad.
- Depende del ancian@/persona dependiente desde el punto de vista económico y la vivienda
suele ser de la víctima.
- Demuestra pérdida del control de la situación.
- En las entrevistas suele ser hostil, irritable y suspicaz.
Perfil de la víctima:
- Mujer, edad avanzada.
- Dependiente de su cuidador/a para la mayoría de las funciones de vida diaria.
- Con conductas anómalas acompañantes.
- Convive con un familiar que es el principal y único cuidador.
Alteraciones del comportamiento que implican riesgo y/o hacen inviable la convivencia
en el núcleo familiar:
Continuas alteraciones en el ritmo del sueño, fugas y conducta agresiva hacia la persona cuidadora
u otros miembros de la familia, que les repercuten en la convivencia, resultando insostenible
mantener en el domicilio a la persona dependiente.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
Se incluyen aquellas situaciones en las que la persona con deterioro cognitivo o mental pasa en el
domicilio sol@ gran parte de la jornada, constituyendo un riesgo para sí y para el resto.
Desestructuración grave en el núcleo familiar que afecta al cuidado:
Se entiende cuando existe pérdida de relación y comunicación del grupo familiar entre sí, lo que da
lugar a una falta de atención adecuada:
- No proporcionar la alimentación necesaria
- No control de fármacos prescritos
- Negación a que dichos cuidados sean proporcionados por otras personas
- Otros
No mantiene relación alguna y carece de red informal:
Las relaciones familiares son inexistentes, bien por conflictos, por ausencia de familiares que le
puedan apoyar u otras circunstancias.
– CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA CUIDADORA.
La persona cuidadora es aquella que sin existir relación mercantil por medio (no es una cuidadora
profesional) y viviendo en el mismo domicilio de la persona dependiente, o fuera de él, asume la
atención y cuidados que ésta precisa. Ante varios cuidadores, optar por el que más tiempo dedique
a estas tareas, el/la más vulnerable y al que se le atribuye el rol. Cuando existe rotación de la
persona dependiente, el/la cuidador/a será aquella que asume la atención y cuidados que la
persona dependiente precisa.
Convivencia: Convive con la persona dependiente:
La persona cuidadora vive en el mismo domicilio de la persona dependiente.
Convivencia: No convive con la persona dependiente:
El/la cuidador/a principal vive fuera del domicilio de la persona dependiente.
Situación laboral: Otros:
Situaciones varias no recogidas en los apartados anteriores.
Situación laboral: Trabaja fuera del hogar:
Además de la responsabilidad de proporcionar cuidados a la persona dependiente, cuenta con
una actividad laboral fuera del hogar de al menos 20 horas a la semana.
Situación laboral: Dedicad@ a las tareas domésticas, estudiantes o jubilad@s:
El cuidador/a principal no ejerce actividad laboral fuera del hogar.
Situación laboral: Excedencia y/o abandono de la actividad laboral:
Ha optado por el abandono del trabajo remunerado, para prestar atención a la persona dependiente,
se haya podido acoger a este derecho o no.
Tiempo de cuidado:
Valorar el tiempo desde que la persona cuidadora se lo dedica a la persona dependiente; elegir en
cada caso el tramo que se ajuste a la realidad.
Problemas de salud: Sin problemas de salud:
La persona cuidadora no refiere ninguna situación sanitaria que afecte al cuidado.
130
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Interés profesional
Problemas de salud: Problemas de salud que incapacitan o se agravan con el cuidado:
El/la cuidador/a principal tiene problemas de salud físicos que impiden realizar las actividades
necesarias de cuidado, o que al realizarlas agravan significativamente las dolencias previas.
Nota: cuando el/la observador/a desconoce este aspecto del cuidador/a, tener en cuenta que la
edad avanzada de la persona no implica problemas de salud.
Problemas de salud: Ingreso hospitalario:
El/la cuidador/a principal se encuentra ingresado/a en una institución sanitaria o en periodo de
convalecencia tras ingreso hospitalario.
Problemas de salud: Tratamiento psiquiátrico instaurado:
El/la cuidador@ principal tiene diagnóstico psiquiátrico, sigue tratamiento con visitas de
seguimiento periódicas. Se incluyen también aquellos casos que tienen trastorno psiquiátrico pero
no siguen tratamiento.
Escala de Zarit:
La evaluación del cuidador/a y del proceso de cuidado se considera fundamental en la evaluación
gerontológica. En la actualidad se dispone de esta herramienta que permite conocer en qué forma
y medida el cuidado de una persona dependiente afecta a la dinámica familiar y con qué recursos
personales y sociales cuentan los cuidadores para afrontar esta situación.
En aquellos casos en los que no se aprecia sobrecarga de la cuidadora, no es necesario aplicar la
Escala de Zarit y señalaremos la primera opción de este apartado.
Edad:
Señalar el tramo de edad en el que se encuentra la persona cuidadora.
– SIN CUIDADOR, SIN SUPERVISIÓN DE CUIDADOS O PRESUNTA SITUACIÓN DE
MALTRATO.
Cuando la persona dependiente no dispone de ninguna figura con el rol de cuidador, o ella
misma rechaza cualquier atención o cuidados que ésta le quiera prestar. Asimismo, personas
dependientes que disponen de cuidador@s negligentes o padecen presuntas situaciones de malos
tratos.
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
2. VIVIENDA
Se entiende por vivienda habitual aquella en la que se reside al menos seis meses al año.
En aquellos casos aislados en los que la persona usuaria, tras permanecer en un centro residencial
retorne al domicilio, se valorarán las características de la vivienda en la que va a residir.
– RÉGIMEN DE TENENCIA
Régimen de tenencia de la vivienda habitual:
Elegir la opción que se ajuste a la situación de tenencia o figura legal de la vivienda en la que la
persona dependiente reside, sea en propiedad o en otras modalidades. Por ejemplo:
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Propiedad de la persona solicitante:
Se entiende por vivienda en propiedad aquella escriturada a nombre de la persona dependiente.
La propiedad aporta mayormente estabilidad y acceso a prestaciones que son inherentes a la
propiedad.
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Propiedad de un miembro de la unidad
familiar:
La vivienda en la que reside la persona dependiente se encuentra escriturada a nombre de un
familiar con el que convive (por ejemplo a nombre del cónyuge, hij@s, padres, herman@s...)
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Propiedad compartida con otros familiares:
La vivienda habitual está escriturada a nombre de varios familiares, entre los que se encuentra la
persona solicitante.
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Vivienda cedida en uso y usufructo:
Derecho de uso de una vivienda perteneciente a otras personas.
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Piso tutelado y residencia:
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Alquiler:
Uso de una vivienda, con ciertas condiciones y por un precio convenido.
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Pensión:
Casa particular en la que se alojan huéspedes mediante pago.
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Patrona protegida:
Casa particular en la que se alojan huéspedes mediante pago en el que se ejerce cierto grado de
supervisión. En Navarra se utiliza como recurso para enfermos mentales crónicos.
Régimen de tenencia de la vivienda habitual: Subarrendamiento:
Arrendamiento de una vivienda o parte de ella a una persona que previamente la tiene arrendada
(alquilada).
– CONDICIONES DE HABITABILIDAD
Condiciones de habitabilidad: Dispone de todas las dotaciones y equipamiento básico,
reúne condiciones mínimas de habitabilidad y carece de barreras arquitectónicas:
Se consideran servicios indispensables: tener calefacción en todas las dependencias de la casa,
lavadora automática, frigorífico, teléfono, agua caliente, disponer de habitación sin tener que
compartirla con otros miembros.
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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
Interés profesional
Se entiende por todo aquello que se necesita en el domicilio y posibilita una mejor atención a la
persona dependiente, como por ejemplo disponibilidad de material sanitario y ortopédico, cama
articulada, silla de ruedas, grúa, baño adaptado, teléfono de emergencia, etc.
Que las habitaciones cuenten con ventanas o balcón al exterior.
Condiciones de habitabilidad: Dispone de suficientes condiciones de habitabilidad, pero
hay barreras arquitectónicas y/o falta de equipamiento:
Existen barreras arquitectónicas que pueden eliminarse mediante adaptación u obras. No cuenta
con habitación individual y necesariamente ésta se tiene que compartir con otro miembro de la
familia, hay falta de espacio, etc.
Puede darse, asimismo, la falta de dotación en equipamiento básico.
En cualquier caso, todas estas carencias o limitaciones pueden ser subsanadas.
Condiciones de habitabilidad: Existen importantes déficits, no superables, en condiciones de habitabilidad, equipamiento básico y/o barreras arquitectónicas
En la vivienda faltan dos o más de los servicios indispensables. Higiene deficitaria. Las habitaciones
tienen ventanas que dan a patios interiores o son muy pequeñas, suponiendo problemas de
ventilación o iluminación. Existen barreras arquitectónicas que afectan a la persona dependiente.
En general, la vivienda no se ajusta a sus necesidades, pero los problemas detectados no son
superables.
Condiciones de habitabilidad, equipamiento y barreras que pueden comprometer la salud:
Se detecta carencia significativa de los servicios indispensables.
Tiene barreras arquitectónicas no eliminables mediante adaptación u obra.
Las habitaciones no disponen de ventanas.
La vivienda está afectada por problemas de humedad.
La vivienda tiene falta de higiene, carece de ventilación y/o tiene problemas estructurales.
Un déficit significativo en alguno de los aspectos señalados o la acumulación de varios de ellos,
comprometen su salud.
– ACCESIBILIDAD
Accesibilidad: La vivienda se encuentra bien ubicada, con accesibilidad a los medios de
comunicación y a los servicios:
Se entiende por bien ubicada cuando está dentro del casco urbano, en zona urbanizada, bien
comunicada mediante transporte público y dotada de servicios comunitarios: Centro de Salud,
farmacia, entidades bancarias, tiendas, Servicios Sociales de Base, etc.
Accesibilidad: La vivienda se encuentra situada en el casco urbano (ciudad/pueblo), pero
existen limitaciones en el acceso a los servicios comunitarios:
Las limitaciones mencionadas hacen referencia a alguna de estas situaciones o la acumulación de
varias de ellas:
- Mala dotación de servicios
- Medios de transporte insuficientes
- Viviendas ubicadas en zonas de buena dotación de recursos, pero con el acceso limitado a los
mismos por las propias barreras arquitectónicas
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
Accesibilidad: La vivienda se encuentra ubicada en una zona aislada, carente de medios
de comunicación y con gran dificultad de acceso a los servicios comunitarios:
Vivienda que se encuentra distante de la zona urbanizada del pueblo o ciudad. Puede tratarse de
vivienda unifamiliar o piso integrado en un bloque de viviendas, con gran dificultad de acceso a
los servicios comunitarios y al transporte público.
– SIN VIVIENDA
Su situación económica es tan precaria o su grado de desestructuración tal, que le impiden acceder
y poder vivir en una vivienda.
3. SITUACIÓN ECONÓMICA
En este apartado conviene definir previamente la unidad económica:
- Se considera unidad económica a la persona afectada, cuando lo haya al cónyuge e hij@s
menores y discapacitad@s que económicamente dependieran de los anteriores.
- En caso de aplicar la Escala a personas discapacitadas mayores de edad, se tendrán en cuenta
únicamente los ingresos de los que sean titulares.
- Ante personas con discapacidad sin ingresos, se señalará la opción “carece de recursos
económicos”.
Se valorarán como ingresos los provenientes de trabajo, pensiones y rentas mobiliarias e
inmobiliarias.
Para obtener la renta per cápita, se seguirá la normativa fiscal vigente; se tendrán en cuenta los
ingresos anuales del año anterior a la solicitud, divididos por doce mensualidades y por el número
de miembros.
En la declaración de la renta en la C. F. de Navarra dichos conceptos aparecen con el número de
epígrafe 507.
El indicador público de renta de efectos múltiples IPREM tendrá las siguientes cuantías durante
2006:
a) El IPREM diario, 17,57 euros
b) El IPREM mensual, 527,24 euros
c) El IPREM anual, 6.326,86 euros (12 pagas) y 7.381,33 euros (14 pagas)
El apartado “carece de recursos económicos” recoge, entre otras, todas aquellas situaciones de
indigencia.
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Interés profesional
4. ATENCIÓN SOCIOSANITARIA
– VALORACIÓN DE LA PROVISIÓN FORMAL DE CUIDADOS
Se entiende por sistema formal los recursos provenientes de las instituciones.
Recibe apoyo formal suficiente y adecuado a sus necesidades:
No se han observado carencias en los cuidados que recibe del sistema formal. Se entiende por
apoyo formal el conjunto de prestaciones y servicios que ofrecen las instituciones de salud y de
servicios sociales.
Se detecta necesidad de recursos y su provisión es posible:
Servicio de Ayuda a Domicilio, Tele-emergencia, valoración de especialistas de salud, asistencia a
Unidad de Memoria, recursos de ocio, ocupacionales o laborales que faciliten la integración social
y laboral de las personas discapacitadas, asistencia a cursos dirigidos a personas cuidadoras…, o
bien utilizando recursos propios o de financiación privada.
Hay necesidad de cuidados que hacen difícil las posibilidades de apoyatura formal en el
domicilio:
Fragilidad social. No se pueden garantizar satisfactoriamente en el domicilio los cuidados que
requiere la persona. Requiere recursos intermedios como centros de día, estancias diurnas, estancias
temporales de respiro o convalecencia...
Se incluyen situaciones de irregularidad de algun@s extranjer@s, a quienes se les dificulta el acceso
a diversos recursos formales.
Situación no sostenible en el entorno habitual en el que vive:
Se ha constatado que la situación es inabordable en el domicilio, ya que el apoyo formal que
requiere no puede prestarse: demencias avanzadas, necesidad de soportes clínicos, ingresos
definitivos en residencias, salidas a patronas protegidas, pisos funcionales, etc. Asimismo, en este
apartado se incluyen todas aquellas situaciones propias de la indigencia.
– VALORACIÓN DE LA PROVISIÓN INFORMAL DE CUIDADO
El apoyo informal hace referencia a las atenciones recibidas por parte de familiares, allegad@s,
amigas/os, vecinas/os, personal voluntario y asociaciones de afectadas/os.
No existen dificultades para la atención:
Recibe una atención adecuada y suficiente.
Necesidades para la provisión de cuidados:
Se detectan necesidades no cubiertas y su provisión es posible (reparto del cuidado en el grupo
familiar, adiestramiento mediante grupos de apoyo, asociacionismo, voluntariado…) apoyando
al sistema informal y orientando su demanda hacia recursos de la red social.
Capacidad limitada de apoyo:
El sistema informal tiene una capacidad de apoyo limitada por distintas razones: distancia geográfica,
historia familiar conflictiva, otras personas que cuidar (menores, enfermos…), etc.
Recibe atención periódica y útil pero insuficiente:
Las necesidades superan la capacidad de atención del sistema informal, que atiende a la persona
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
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La Escala de Valoración Social de la Dependencia (EVSD)
dependiente, debido a trastornos de conducta, periodos de hospitalización, o en general por la
gravedad de las necesidades de cuidados.
Carente de familia directa, o de red social:
Carece de familia o no existe red social de apoyo.
Claudicación familiar:
El grupo familiar está sobrepasado y expresa la imposibilidad de mantener el cuidado de la
persona dependiente.
Anexo 3
ESCALA DE ZARIT
Utilización de la escala de Zarit. Notas para el/la profesional
Es importante delimitar el concepto de sobrecarga. Diremos que es el reflejo del impacto subjetivo
de la relación de cuidados sobre las vidas de las personas cuidadoras.
El cuidador es la persona, familiar, cónyuge o amigo que proporciona la mayor parte de apoyo
diario a otra persona que, por sus condiciones físicas y/o psíquicas, es incapaz de mantenerse por
sí misma. La mayoría de estos cuidados suelen recaer sobre un miembro concreto de la familia,
centrándose su actividad cotidiana en atender al otro, lo que puede implicar el renunciar al descanso, disminuir relaciones sociales y en la mayoría de los casos, tener sentimientos de culpabilidad al
salir fuera. Dichas personas, se enfrentan a problemas complejos y difíciles: sostén de la familia,
higiene, alimentación, prevención de heridas y úlceras, etc.
Por parte de los/as profesionales se deberían cubrir sus necesidades mínimas mediante la aplicación
de diferentes técnicas, tales como información específica, formación en habilidades de comunicación,
apoyo emocional, así como, la aplicación de fórmulas adecuadas para facilitar su descanso y liberación
de dicha tarea, teniendo en cuenta que las personas cuidadoras soportan un grado muy intenso de
estrés, debido a la intensidad y continuidad de los cuidados.
La escala de Zarit expuesta a continuación está orientada a detectar el grado de sobrecarga que
experimentan dichas personas. Especialmente indicada para cuidadores/as de pacientes aquejados
de síndromes demenciales, está validada en nuestro medio y permite medir la vivencia subjetiva
de sobrecarga.
Los puntos de corte para interpretar los resultados son los siguientes:
– No sobrecarga:
hasta 45 puntos.
– Sobrecarga leve:
de 46 a 54 puntos.
– Sobrecarga intensa: a partir de 55 puntos.
Consideramos que la escala de Zarit debe pasarse en consulta, con una explicación previa de su
utilidad.
136
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Interés profesional
Bibliografía
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Libros
Participación ciudadana y
gestión de las políticas sociales
municipales
Situación actual y retos del
régimen jurídico del trabajo de
personas en situación de
exclusión social y con
discapacidad en España
El consell assessor d’ètica
professional
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Libros
Participación ciudadana
y gestión de las políticas
sociales municipales
„ PASTOR, Enrique. Participación
ciudadana y gestión de las políticas
sociales municipales. Murcia: Universidad de Murcia, 2010. ISBN
978-84-8371-828-5
El libro plantea los aportes de la participación ciudadana al desarrollo de la participación social y, en definitiva, a la democracia. Ya en la introducción el autor
nos sitúa convenientemente en el ámbito en el que se
desenvuelve la obra: Contribuciones, limitaciones y tendencias más significativas de los Consejos e Institutos
en su capacidad para influir en los procesos de democratización y en la construcción de las políticas sociales
en el ámbito local. En este sentido se enfrenta a un
reto, tal y como señala la profesora de la Red en su
prólogo, en cuanto a cómo incentivar la participación a
los ciudadanos y, por ende, a las sociedades en las que
habitan.
El libro remite al lector al marco conceptual, normativo, estratégico y contextual de la participación ciudadana, en el ámbito local. Señala las relaciones entre la
participación ciudadana y la intervención social, subrayando la importancia de la participación para el desarrollo de la democracia. Destaca la influencia de la
globalización y la tendencia al localismo como factores
aparentemente antagónicos, pero íntimamente relacionados, ya que es en los entes locales mas próximos en
donde los actores perciben los efectos de la globalización
y en donde los ciudadanos dan respuestas a las mismas,
y en donde se contempla la importancia de la participación como instrumento de la construcción y de la cohesión social.
Señala el autor cómo la participación democrática
tiene un valor intrínseco que va más allá de la mera
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Participación ciudadana
protección de intereses, por cuanto aquélla
viene a proporcionar importantes medios
para el desarrollo de las capacidades de los
individuos y la satisfacción de necesidades
individuales y colectivas. Se considera que
el hecho de que los ciudadanos tengan la
oportunidad de participar en las decisiones
colectivas permite que desarrollen la capacidad de pensar sobre sus propias necesidades, en relación con las necesidades de las
demás personas. El autor se refiere igualmente a la mediación comunitaria como factor incentivador del empowerment o a la
participación activa de los ciudadanos en la
resolución de conflictos individuales y colectivos, la creación de espacios de escucha
o la prevención de la mala administración
de conflictos futuros. De la misma forma se
señala cómo la participación puede ser un
indicador de la calidad de vida de una población, señalando factores tales como la
motivación, el flujo de información, la percepción vecinal y, en definitiva, el sentimiento
de identidad y pertenencia.
El autor hace una descripción detallada,
fruto de su trabajo investigador, de las reformas municipales precisas, de las estrategias organizativas y normativas requeridas,
de los objetivos que dirigen la participación,
de los actores, así como de las estructuras y
mecanismos de las distintas formas participativas: y a través de las asociaciones, de
forma personal y directa como el caso de
asambleas o en plenos municipales, o de forma mixta como los Consejos y Plataformas
ciudadanas.
Se describe igualmente el contexto
sociopolítico y normativo que enmarca la
participación ciudadana dentro de los servicios sociales municipales. Las directivas y
normativas europeas así como las normas
142
RTS - Núm. 192 - Abril 2011
estatales tales como la ley reguladora de bases de la Administración local o leyes autonómicas de Servicios Sociales, o los aportes
del Libro Blanco o el Proyecto de la Ley
Básica de Administraciones locales, señalan
los principales apoyos en los que pueden
sustentarse las estructuras locales para potenciar la participación.
A partir de una elaboración propia de
recogida de información, a través de entrevistas y análisis documental, se describen los
mecanismos de participación en los servicios sociales municipales de los 45 ayuntamientos que confor man la Región de
Murcia, destacando la existencia de Consejos Municipales de Servicios Sociales y Consejos Sectoriales (fundamentalmente en el
ámbito de mujer y personas mayores), en
tan solo 4 de ellos. De la misma forma los
Institutos Municipales refieren competencias
de gestión desconcentrada de servicios sociales, pero sólo se han desarrollado en dos
de las poblaciones. El autor profundiza, finalmente, en las oportunidades e instrumentos así como en las contribuciones y
limitaciones de los mecanismos de participación que, aunque referidos a la realidad
concreta de la Región de Murcia, su análisis
y propuestas fácilmente son generalizables a
otras realidades de ámbito local.
Es, por tanto, un interesante libro que
sigue las líneas-guía trazadas por la Unión
Europea en consideración a la relevancia de
la promoción de la cohesión social, la promoción de la ciudadanía como responsabilidad compartida, donde el logro de este
objetivo se traduce en la posibilidad de que
cada individuo pueda tener una propia ubicación en la sociedad y contribuir a su desarrollo a cualquier nivel. Se trata de impulsar
la escasa participación de la ciudadanía, la
Libros
falta de interés o apatía de los vecinos, que
expresan, en definitiva, la poca o nula confianza en el trabajo colectivo, la falta de confianza con los representantes o la falta de
responsabilidad en el cumplimiento de sus
tareas, por parte de las personas elegidas. La
falta de participación ciudadana es percibida
como factor generador de conflictos. Es el
gobierno municipal, fundamentalmente,
quien sufre el desgaste con la población afectada, porque generalmente se acude a los
medios de difusión para informar de los
problemas que aquejan a ese sector de la
comunidad, que se siente agraviada por la
situación planteada. Los costes de desgaste institucional, de pérdida de credibilidad
y de legitimidad en general no son cuantifi-
cados y generan un distanciamiento innecesario. La construcción de una sociedad
plural y de características singulares necesita generar conciencia de comunidad, de
responsabilidad ante los asuntos que afectan a la colectividad. En el trabajo comunitario, la participación se dibuja como un
proceso de construcción social, en el que
los sujetos principales aumentan su poder
al intervenir e incidir directamente, con
capacidad de decisión real, en las diferentes
fases en las que se configura el proyecto
comunitario. La comprensión de los procesos participativos, de su estructura y las
propuestas para su puesta en práctica son,
en definitiva, la mayor aportación de esta
obra.
M. Paz García-Longoria y Serrano
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Régimen jurídico personas en situación de exclusión social
Situación actual y retos del
régimen jurídico del trabajo de
personas en situación de exclusión social y con discapacidad en España
„ MENDOZA MORENO, D. Si-
tuación actual y retos del régimen jurídico del trabajo de personas en situación de exclusión social y con discapacidad en España. Madrid: Editorial universitaria Ramón Areces, 2010. 176 pág. ISBN 97884-8004-994-8
Este útil trabajo de investigación, además de analizar críticamente las políticas públicas socio-laborales y
el ordenamiento jurídico regulador de la protección
social y laboral de los principales colectivos de personas vulnerables en la actualidad socio-económica de
España, máxime ante la presente situación de crisis financiera y socio-laboral global; también propone a los
profesionales sociales las cuestiones de mayor trascendencia práctica para hacer efectiva la inserción sociolaboral de las personas en situación de exclusión social
en empresas de inserción así como de las personas con
discapacidad en Centros Especiales de Empleo y en el
empleo público. Y, además, también analiza las actuales
políticas socio-laborales de responsabilidad social empresarial y corporativa RSE que pueden ser desarrolladas en este ámbito material.
Sin duda, debe destacarse la utilidad real de este trabajo de investigación para ayudar y asesorar a los agentes
económicos y sociales en sus funciones de configuración
de la política social y laboral y de la legislación y normativas, así como a las Comisiones negociadoras y paritarias
de los convenios colectivos laborales. En definitiva, el
objetivo esencial de esta investigación es aportar los fundamentos de Derecho para el desarrollo y perfeccionamiento de las políticas sociales y laborales europeas, estatales,
autonómicas y locales en dichas materias de carácter
socio-económico y laboral que ostentan una especial
trascendencia para los poderes públicos y agentes sociales, atendiendo a las personas que potencialmente
pueden ser beneficiarias de la finalidad de este estudio.
Jennifer Almeida Morales
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Libros
El consell assessor d’ètica
professional
„ El Consell Assessor d’Ètica Profes-
sional del Col .legi Oficial de Diplomats en Treball Social i Assistents
Socials de Catalunya 1984-2006.
Monogràfic núm. 6 del CODTS.
Emilia Alonso, Josefina Bassets,
Montserrat Pons i Glòria Rubiol,
2010.
El estudio del Consell Assessor d’Ètica Professional escrito por nuestras compañeras Emilia Alonso,
Josefina Bassets, Montserrat Plans y Gloria Rubiol
que se presentó en la Jornada de Ética del Col·legi
nos permite hacer una profunda reflexión sobre la
importancia que tiene para nuestra profesión la ética.
Según dice Joan Canimas en un artículo publicado
en la Revista de Servicios Sociales y Política Social (Consejo
General de Colegios de Trabajo Social) hablando de
los problemas éticos que generalmente se plantean
no tanto porque no haya respuesta a una situación
sino más bien porque hay varias respuestas y se debe
calibrar cuál es la mejor “los servicios sociales están sobrados
de principios éticos y necesidades de casuística ética”.
El estudio está elaborado de una manera
entendedora y fácil; os recomiendo a todos y todas
su lectura. El contenido del estudio lo dividiré en
cuatro puntos:
1º- La historia del Consell Assessor d’Ètica Professional, creado por el Col·legi en el mes de octubre de 1984, hasta su disolución en 2006. Es en
este momento cuando de acuerdo con los nuevos
Estatutos del Col·legi pasa a llamarse Consell de
Deontologia Professional.
Hay que recordar que es el primer Consell Assessor d’Ètica Professional de España. Actualmente en
2011 solamente diez colegios de trabajadores/as
sociales tienen, de los 37 existentes.
Fue creado por la primera Junta del Col·legi. En
sus primeros años su tarea fue la redacción del Codi
d’Ètica y las normas de funcionamiento del Consell.
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Planificación
El
consell assessor
estratégica
d’èticaenprofessional
organizaciones no lucrativas
Este apareció publicado en mayo de 1989
(en edición bilingüe), el primero que se
publicó en España referente al trabajo social. En el año 2000, en un trabajo de
conjunto de una comisión y el Consell se
publica el documento La confidencialitat i el
Secret Professional.
Se debe destacar el trabajo realizado
por sus miembros al servicio de la colegiatura y la sociedad, de carácter voluntario
y sin ninguna contraprestación.
2º- El marco conceptual utilizado en el
estudio de las consultas y las respuestas.
Se definen los valores básicos del
trabajo social, como son: la autodeterminación de las personas que se atienden,
la promoción del bienestar, la igualdad y
la justicia distributiva.
Clarifica la diferencia entre ética, como
filosofía (reflexionada) que dice lo que es
bueno o malo de la conducta humana, y la
deontología, normas concretas para
ejercer una profesión. Victòria Camps,
cuando habla de deontología, dice que son
aquellas virtudes que debe tener una
profesión para que sea no solamente
excelente desde su aplicación técnica, sino
excelente en la calidad humana. No se
olvidan en ningún momento las cuestiones
éticas que aparecen a menudo en el trabajo
comunitario.
3º- Metodología empleada en el estudio;
número de consultas, procedencia y
temas frecuentes.
Quiero señalar que el número más
elevado de consultas procede de compañeras que trabajan en ayuntamientos (39,5
%) y en servicios sociales básicos (44,5
%). No hay consultas del colectivo que
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RTS - Núm. 192 - Abril 2011
trabaja en el ámbito de la salud, y la
hipótesis que se extrae es el hecho de que
tienen comisiones y comités de bioética a
su alcance.
Un dato observado a lo largo del
tiempo es que el número de consultas se
incrementa cuando se hace convocatoria
pública de nuevos miembros para la
renovación del Consell.
Los temas más frecuentes, según las
estadísticas elaboradas, son la confidencialidad, el secreto profesional y la protección
de datos. Tendencia que también se observa –según los resultados de un estudio
dirigido por Maria Jesús Úriz patrocinado
por el Gobierno de Navarra, publicado en
el 2007– en otras comunidades.
Es cierto que a la hora de tomar una
decisión ante un problema ético relacionado con la confidencialidad, los trabajadores
sociales disponen, actualmente, de más
herramientas legales, pero hay que preguntarse si su existencia ha facilitado o bien
complicado nuestro trabajo. No podemos
olvidar el tema de “la autodeterminación de
los usuarios”, objeto de constante preocupa-ción, sobre todo ante situaciones de
violencia machista. No se han encontrado
consultas referentes al trabajo comunitario.
4º- Las recomendaciones que surgen
como análisis final, respecto a:
a.- Composición del Consell. Formación
en ética de los miembros que formen
parte además de experiencia profesional,
para darle solidez, y contenido a las
respuestas –elementos de reflexión–.
Incorporar un asesor jurídico además
de dotar al Consell de los elementos
administrativos necesarios para el
archivo, documentación, etc.
Libros
b.- Implicar a los consultantes en la
elaboración de las respuestas, que daría
garantías de respuestas adecuadas a las
necesidades y de ser llevadas a la
práctica.
c.- Abrir una pregunta, bastante interesante,
sobre si los consejos de ética y deontología no deberían estar adscritos a una
determinada teoría ética. También elaborar un procedimiento a seguir en relación
a la resolución de los dilemas éticos.
d.- Hacer difusión periódica de la tarea del
Consell desde la página web así como
recoger temas de actualidad en ética,
artículos y libros, conferencias y jornadas.
Es un trabajo muy interesante que pone
de manifiesto que aun teniendo un entorno socioeconómico diferente, nuestros
dilemas éticos son los mismos que hace
muchos años –confidencialidad, autodeterminación, secreto profesional...–, ya que
el trabajo social siempre se ha ocupado de
las personas que sufren, y está a su lado
para ayudarlas a que sean propietarios de
su vida y de su futuro. Joan Carles Mèlich,
en su libro Ética de la compasión (Herder
Editorial, 2010), dice: (...) “entiendo por
ética una relación en la que el otro, que
siempre es otro singular, irrumpe en el
tiempo desde su radical alteridad (...). Es
en este sentido que la situación ética es
excepcional, porque no es la excepción que
confirma la regla sino que la niega, que la
pone en cuestión”.
Como conclusión: dentro de nuestra
profesión por suerte siempre existirán
dilemas éticos que se deben afrontar con
una reflexión y profundización desde la
ética y que nos permitirán desde un estudio serio mejorar nuestro Código Deontológico, nuestra práctica y aportar desde la
casuística la realidad del día a día haciendo
sugerencias para llevar a cabo cambios en
las leyes que los regulan.
Teresa Casanovas i Garcia
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Sección libre
Ave María
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Sección libre
Ave María
Querida sobrina:
Estoy muy enferma. De repente se me
han caído los años encima. Estoy llena de
achaques, tengo vértigos, padezco la
enfermedad de parkinson, los nervios apenas
me sostienen, me caigo al suelo con
frecuencia, parezco una pluma. Hasta la cara
se me ha roto. Ya no puedo salir a la calle.
Gracias a las señoritas del Ayuntamiento que
me están buscando una residencia, pero dicen
que es difícil, que va para largo, que son muy
caras. Porque quiero dejar esta casa, porque
tengo dificultades con los vecinos. Quieren
que me vaya, por eso me hacen magia negra, trucos de terror. Aprovechan cuando
estoy sola, me mueven el suelo, por eso todas
esas caídas que he tenido, todas me las han
provocado ellos. Sobre todo uno, lo oigo a
todas horas: Ave María, ¿Cuándo serás mía? Si
me quisieras, todo te daría. Ave María, ¿Cuándo
serás mía? Al mismo cielo, yo te llevaría. Pretende
engatusarme, quiere llevarme con él, pero
como no me dejo quiere que me suceda algo,
que parezca un accidente, quieren matarme.
La señorita del Ayuntamiento también lo
oyó el otro día y me dijo que se llamaba
David Bisbal, que era un chico muy guapo y
era cantante, que no me preocupara. Pero
ese David me persigue a todas horas, me
habla a través de las paredes, siempre me
dice lo mismo: Ave Maria, ¿Cuándo serás mía?
Si me quisieras, todo te daría.
Cierro todas las ventanas, corro las
cortinas, apago todas las luces e intento no
hacer ruido pero solo consigo oírlo más lejos.
La otra noche, iba a acostarme, la casa estaba
oscura, cuando llegaba a la cama intentó
cogerme, pero el suelo se abrió y no pudo
hacerlo.
Cuando vino la señorita del Ayuntamiento, me encontró en el suelo y con una
brecha en la frente; me llevaron en una
ambulancia al hospital, pero no tenía nada
roto. Sólo me dieron unos puntos.
Luego me llevó a un médico muy
importante y me dio unas pastillas, pero no
me las tomo porque si lo hago duermo
mucho y no oigo las voces. Ave María,
¿Cuándo serás mía? Al mismo cielo, yo te llevaría.
Y si no las oigo, ese David aprovechará y
vendrá a por mí y yo no podré defenderme.
Me llevará al cielo, que es una palabra clave,
lo que quiere decir es que me matará. No,
no puedo tomarme esas pastillas, tengo que
estar alerta. Por eso he pensado, Milagritos,
si puedes mirar ahí, en Bilbao, en la Casa de
la Misericordia, si yo pudiera ingresar en ella,
con las hermanas, ya que aquí está tan difícil, así estaría cerca de vosotros y ese David
ya no me molestaría.
Te ruego me informes pronto, ya que
estoy en apuros. Estoy cercada y no puedo
decirte más.
Recibe un abrazo de tu tía que te quiere,
Angustias.
Pepita Vergara Beltrán
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La revista
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Número 186 - Abril 2009
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Número 187 - Agosto 2009
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Número 188 - Diciembre 2009
„ Supervisió en trabajo social
Número 189 - Abril 2010
„ 50 años de la Revista de Treball Social
Número 190 - Agosto 2010
„ Los servicios sociales básicos con perspectiva
Número 191 - Diciembre 2010
„
La investigación, una realidad en trabajo social
Número 192 - Abril 2010
Año 2011. Temas
„ Tercer sector (entidades sociales sin ánimo de lucro)
Número 193 - Agosto 2011
„ Especialización en trabajo social
Número 194 - Diciembre 2011
Fe de erratas RTS 191 - Diciembre 2010:
Pág. 156: Begoña Román es Doctora en Filosofía y no trabajadora social como se
indica.
Nota a los lectores:
La Revista de Treball Social (RTS) ofrece un espacio de comunicación con los lectores
con la voluntad de recibir comentarios, sugerencias, cartas, notas y todo lo que
los lectores quieran comunicar a la dirección de la revista.
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– Publicaciones en serie (revistas): Título (en cursiva). Responsabilidad de la revista.
Edición. Identificación del fascículo (fecha y/o número). Lugar de publicación:
Editorial, año. Serie (opcional). Notas (opcional). Número ISSN.
– Artículos de publicaciones en serie (revistas): APELLIDOS (mayúscula), Nombre o
nombre de la entidad responsable del artículo. Título del artículo. Colaboradores/as en el artículo (opcional). Título de la revista (en cursiva). Edición, año, volumen,
número, páginas.
– Legislación: País. Título. Publicación (en cursiva), fecha de publicación, número, páginas.
Documentos electrónicos.
– Textos completos: APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad
responsable. Título (en cursiva) [tipo de soporte]. Responsable(s) secundario(s) (opcional). Edición. Lugar de publicación: Editor, fecha de publicación, fecha de
actualización/revisión [Fecha de consulta] (obligatorio para los documentos en línea;
opcional para el resto). (Colección) (opcional). Notas (opcional). Disponibilidad y
acceso (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Número
normalizado (opcional).
– Partes de textos: APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable del documento base. Título del documento base (en cursiva) [tipo de soporte].
Responsable(s) secundario(s) del documento base (opcional). Edición. Lugar de
publicación: Editor, fecha de publicación, fecha de actualización/revisión [Fecha
de consulta] (obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto).
Capítulo o designación equivalente a la parte. Título de la parte. Numeración dentro
del documento base (opcional). Localización dentro del documento base (opcional).
Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio para los documentos en línea;
opcional para el resto). Número normalizado (opcional).
– Publicaciones en serie (revistas electrónicas): Título (en cursiva) [tipo de soporte].
Edición. Lugar de publicación: Editor, fecha de publicación [Fecha de consulta]
(obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Serie (opcional).
Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio para los documentos en línea;
opcional para el resto). Número normalizado.
– Artículos y otras contribuciones de publicaciones en serie (revistas electrónicas):
APELLIDOS (mayúscula), Nombre o nombre de la entidad responsable de la
contribución. Título de la contribución. Título de la revista (en cursiva) [tipo de soporte].
Edición. Número del fascículo. Fecha de actualización/revisión [Fecha de consulta]
(obligatorio para los documentos en línea; opcional para el resto). Localización
dentro del documento base. Notas (opcional). Disponibilidad y acceso (obligatorio
para los documentos en línea; opcional para el resto). Número normalizado.
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con qué parte del texto están relacionadas.
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