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208h LA MANERA COMO LA CONTABILIDAD PUEDE INFORMAR LA RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL: BASES CONCEPTUALES PARA UN TRABAJO EMPÍRICO.1 Gabriel Rueda Delgado 2 Maria Victoria Uribe Bohorquez 3 Pontificia Universidad Javeriana Bogotá - Colombia Área Temática: h) Responsabilidad Social Corporativa 1 El presente trabajo es uno de los primeros productos generados en desarrollo de un proyectos de investigación que sobre responsabilidad empresarial y contabilidad aplicado a grandes empresas colombianas, que para la fecha prevista de presentación de la ponencia, se espera haber formulado en su totalidad y registrado ante la Vicerrectoría Académica de la Pontifica Universidad Javeriana. 2 Contador Público de la Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Gerencia Pública y candidato a doctor en Ciencias Sociales y Humanas de la Pontificia Universidad Javeriana. Profesor Investigador, Líder del grupo de Investigación Integración y contexto contable, Coordinador del área de investigación y editor de la Revista Cuadernos de Contabilidad, de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia. 3 Contadora Pública de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. Profesora investigadora, se desempeña en el área de Contabilidad Gerencial en la misma Universidad. LA MANERA COMO LA CONTABILIDAD PUEDE INFORMAR LA RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL: BASES CONCEPTUALES PARA UN TRABAJO EMPÍRICO Introducción Cuando se estudia el papel que se le asigna a la contabilidad como disciplina y a la información que ella produce, ante temas fundamentales de la economía y la sociedad, como por ejemplo el desarrollo y la inserción en las lógicas financieras globales, suele dársele un papel técnico de corte funcionalista y útil para la libre circulación del capital financiero, en especial, mediante la adopción de estándares internacionales de contabilidad IFRS y otra serie de estándares, regulaciones y procedimientos que surgen de los desarrollos y objetivos de la Arquitectura Financiera Internacional que hacen parte de las formas actuales de capitalismo financiero. Un reflejo de lo anterior, es que en Colombia recientemente se ha promulgado la Ley 1314 de 2009 conocida como la ley de convergencia contable. La ley, es la manera como el Gobierno Colombiano define el papel de la contabilidad dentro de las estrategias de desarrollo y de inserción de lo nacional en la lógica económica, productiva y financiera mundial y de paso le permite “poner al día” la regulación en dicha materia respecto de lo que ya la mayoría de países ha hecho dentro del proceso de estandarización contable mundial denominado Convergencia y que se lidera desde IASB organización de carácter privado. Sin embargo, hoy resulta cuestionable pensar que el único papel de la contabilidad frente el desarrollo social y económico sea convertirse en una herramienta de medición neutral de la realidad financiera del ente (Rahaman, 2005, p. 221) y atribuirle al proceso de adopción de estándares el único papel que la información contable tiene que jugar para generar aportes para la inserción empresarial en el sistema mundial (Rueda, 2010. P. 160). Sin duda las preocupaciones por la equidad, la inclusión social, la igualdad de oportunidades y en general visiones alternativas del desarrollo, más allá del crecimiento del ingreso y otras mediciones tradicionales, están en el centro del debate y las preocupaciones de las sociedades actualmente (Beck 2005, Hobsbawn 1995, Portes y Hoffman 2003). Una de las principales maneras como los temas “sociales” se acercan a la empresa y en esa medida también a la contabilidad tienen que ver con el concepto de la responsabilidad social empresarial RSE4 y el papel que juega dentro de esta la información contable y en general la contabilidad. El presente trabajo plantea las posibles relaciones específicas que se dan entre la RSE y la contabilidad desde dos tipos de mensajes. El primero es la información que se puede denominar como no financiera y que corresponde al mensaje social y ambiental. El segundo es la manera como la información financiera y los reportes “tradicionales” se aproximan a informar acerca de la responsabilidad empresarial. Así se pretende plantear unas categorías de análisis que permitan, de manera concreta, y en una fase empírica y posterior de la investigación, verificar las relaciones 4 Este texto hablará de manera similar de Responsabilidad Empresarial, Responsabilidad Social Corporativa y Responsabilidad Social Empresarial, entre otros, aunque preferirá el uso de esta última. Sin embargo todos estos términos, usados como sinónimos diferirán sustancialmente del de Responsabilidad Empresarial con Trascendencia Social RETS 2 que se presentan entre las políticas, prácticas y declaraciones de responsabilidad de las grandes empresas colombianas y la manera como la contabilidad (social, ambiental y/o financiera) da cuenta e informa de ella, para beneficio y soporte de las decisiones de los usuarios y actores sociales más allá de las de inversión financiera y económica. Para ello el presente trabajo está estructurado sobre cuatro grandes secciones. La primera revisa el concepto de responsabilidad social, unos breves antecedentes y la manera como es concebida hoy en día en el marco de los actuales modelos económicos y de esquemas de negocios. La segunda sección plantea cómo la contabilidad, a partir de una serie de elementos conceptuales es proclive al estudio de las relaciones de la empresa con su entorno y en consecuencia las maneras como puede “dar cuenta” o informar acerca de la responsabilidad para, finalmente, en la tercera sección identificar las posibles formas como la contabilidad puede generar información relevante para que los usuarios, que hacen parte de la gestión empresarial, puedan saber si efectivamente las empresas están siendo responsables socialmente y bajo qué entendimiento. Una sección final corresponde a las conclusiones que son puntos de partida para proseguir con el trabajo de investigación teórico y empírico posterior. 1. Responsabilidad Social. De acuerdo con Rodriguez (2004, p. 3), el tema de la responsabilidad social de la empresa privada, tiene su origen desde finales del siglo XIX cuando los empresarios asumían una serie de “políticas sociales y de bienestar” para con sus empleados, buscando reducir, según dicho autor, posibles intervenciones estatales. En ese mismo sentido Espíng Andersen (1990, p. 126) afirma que, por ejemplo, políticas como las pensiones, tuvieron origen privado siendo esfuerzos del empresariado para reducir los movimientos sindicales y neutralizar reivindicaciones laborales. Este origen en la empresa privada de la responsabilidad empresarial, toma giros importantes durante el siglo XX en especial como consecuencia de dos eventos significativos. En primer lugar la gran depresión de los años 30 y en segundo lugar las guerras mundiales en particular la segunda. Sobre el primer asunto Dodd (1932 p. 1161) señalaba, al evaluar las consecuencias de la gran depresión, que las empresas debían comportarse como buenos ciudadanos, considerando especialmente los intereses de los accionistas, trabajadores, clientes y público en General. La empresa queda afectada no solo por las leyes mercantiles sino también por la actitud del público, las opiniones comerciales y las obligaciones sociales de los negocios. La Crisis de los años 30, asoció estas propuestas de ajuste en el papel de la empresa privada, a una preeminencia del Estado antes que en la empresa misma, como actor que promueve el desarrollo y la confianza ante el público en particular en los Estados Unidos. Como consecuencia de la segunda guerra mundial y los efectos devastadores que ésta tuvo en especial para Europa, el Estado se erigió como coordinador general de la actividad económica y subordinó los intereses empresariales y privados a los colectivos y sociales. Durante casi cuatro décadas, la responsabilidad social era asociada a las políticas sociales que emitía el Estado y que eran acogidas y cumplidas por la empresa privada. Un nuevo giro histórico se produce desde la década de 1970 cuando el auge y crecimiento económico generado durante más de 30 años, empieza a detenerse y se configura una nueva recesión dentro del sistema económico mundial, caracterizado, en ese entonces, por el capitalismo industrial. Dicho giro puede denominarse como 3 Neoliberal (Anderson 1996). De acuerdo a Callinicos (1993 p. 266) “el tangible fracaso de los métodos keynesianos, que no pudieron evitar las crisis mundiales de los mediados de los 70 y comienzos de los 80 se toma entonces como evidencia para argumentar que el intervencionismo de Estado ya no puede producir un crecimiento económico libre de crisis. El neoliberalismo se ampara en esos aparentes fracasos y privatiza la actividad económica, relega al Estado a funciones que el mercado no está interesada en cubrir” y al mismo tiempo impone las lógicas de mercado en actividades sociales como la salud, la educación etc. A partir de la aceptación de las implicaciones del modelo económico neoliberal imperante, la responsabilidad social vuelve a resurgir con especial fuerza en la década de los 90 asumiendo a la empresa como un conjunto de partes interesadas en la buena marcha de la compañía y por consiguiente se habla de un esquema de empresa pluralista, comunitario, el cual toma como punto de partida (Rodríguez, op. cit), al menos en el discurso, la generación de riqueza para el conjunto de actores que se ven de manera directa o indirecta involucrados o afectados por la gestión empresarial. Tras varias décadas de “aplicación” de este tipo de visiones y de modelos empresariales hoy en día prácticamente todas las grandes empresas del mundo, se proclaman como responsables socialmente y cuentan con infraestructura que se encarga de este tema que finalmente se ha convertido en estratégico para la súpervivencia en el mercado. Sin embargo, como afirma Rodriguez Fernández: (ibid, página 5) “Naturalmente no cabe identificar la responsabilidad social de las compañías con la “filantropía de talonario” la mera “acción social empresarial” –de carácter voluntario altruista y externo- la “filantropía estratégica” o el marketing social corporativo. Esto sería reducirla a la asistencia y promoción social, el fomento de los mejores sentimientos, el deseo de generar un buen clima de trabajo o la preocupación por la reputación e imagen de la compañía. No pocas veces, encontramos en esa línea a líderes empresariales que, en realidad creen que es una buena vía adicional para generar valor de la empresa a largo plazo para sus accionistas, un objetivo que verdaderamente sigue siendo el único que debe orientar la estrategia corporativa. Una vez que se amplia el horizonte y se vincula la responsabilidad social con un verdadero enfoque pluralista de la empresa, los más atentos a la economía política de las compañías y su función social, no dudan en utilizar incluso la expresión “democracia stakeholders”, presentándola –tal vez con cierta desmesura- como una tercera vía entre las dos tradicionales para organizar la propiedad de los medios de producción y los sistemas económicos Múltiples ejemplos se pueden dar de la manera como la empresa actual se relaciona con su entorno y los demás actores sociales y económicos. • • La literatura ha ejemplificado (Arrighi 2007, Anderson 1996) como las relaciones entre, por ejemplo grandes superficies (tipo Wall Mart) y proveedores, son poco equitativas para estos últimos. Los primeros imponen condiciones de calidad y precio al que pueden ser vendidos los bienes, de tal forma que transfiere los riesgos de producción a empresas en donde operan esas grandes cadenas, que se ven abocadas a una serie de esfuerzos para poder tener la oportunidad de vender sus bienes en estos almacenes. Lo anterior genera una relación desequilibrada entre comercializadores y proveedores. En las lógicas para la competitividad y la eficiencia las empresas se ven en la necesidad de buscar prácticas “eficientes” como la reducción de costos 4 • laborales, amparados en las políticas y regulaciones de flexibilidad laboral, para poder sobrevivir en el mercado y sostener precios competitivos. Las relaciones entre capital y empleo han sido especialmente desfavorables para los trabajadores desde la implementación del nuevo modelo empresarial y de acumulación de capital (Sassen, 1990, OXFAM 2004). En no pocos casos, las grandes empresas “capturan” la regulación (Stalling 1994) para buscar una serie de beneficios fiscales que les permitan bajar sus costos fiscales y ser mas “competitivos”. El Estado termina transfiriendo estas ventajas concedidas a la gran empresa, a la pequeña y mediana y a la clase media para no ver reducidos sus ingresos fiscales. En los párrafos anteriores se han ejemplificado superficialmente algunas de las maneras como el modelo crea relaciones entre empresa, proveedores, trabajadores y Estado respectivamente. Lo anterior hace evidente que el Ente económico ha dejado de ser un acuerdo de voluntades para obtener beneficio (concepción tradicional de empresa) y se “convierte” en un actor más de la sociedad con la que interactúa y que en muchas ocasiones esas relaciones no son benéficas para los actores sociales. El discurso neoliberal, ha constituido a las empresas en “ciudadanos corporativos” capaces de realizar la integración social, en beneficio de los agentes que en ella intervienen. Forrester (1997, 93) señala sin embargo, que se le han dado más cargas morales de las que una empresa privada, en un ambiente desregulado, está dispuesta a asumir, en la medida que su interés sigue siendo maximizar el resultado económico por medio de herramientas y modelos gerenciales que producen altos costos sociales que justamente impiden la integración social. Estas cargas morales se ven expresas en la literatura sobre Responsabilidad Social Corporativa. Así por ejemplo, para Gago (2005, p. 4) y Jiménez (2008) la idea principal de esta “consiste en que las empresas tienen la obligación de trabajar para conseguir una mejora del bienestar social. Los esquemas empresariales, y su idea de responsabilidad, lentamente se han trasladado a países en vías de desarrollo y del denominado tercer mundo, y en particular en el caso Colombiano, desde la década de los 90. Sin duda, el siglo XXI ha permitido una “consolidación” de la gran empresa privada, como impulsora de visiones particulares de la Responsabilidad Social y finalmente de bienestar social. Como ocurrió primero en los países industrializados hace más de 3 o 4 décadas, hoy la mayoría de las grandes empresas de América Latina (Cepal 2004) y Colombianas tienen áreas, políticas y prácticas que ellas denominan responsables con la sociedad y producen información para hacerlas evidentes ante el entorno. En esa medida es la gran empresa la que define el alcance y dimensión de su propia responsabilidad, no porque la sociedad o la regulación se lo exijan sino en una iniciativa propia de la gestión de las organizaciones que se ven como el producto de una “coalición de intereses”, cuyo único propósito, según declaran la mayoría de ellas, no es la obtención de beneficio o de incremento de valor para los accionistas Sin embargo, cuando la teoría plantea que la empresa cuando es entendida como coalición de intereses que toma recursos de la sociedad, debe procurar la maximización de esta relación de manera equilibrada y no solo la generación de valor para la propiedad. Entender a la empresa como consecuencia de una teoría de stakeholders, (Manzurul, 2006) donde los que intervienen tienen los mismos derechos y deberes, puede ayudar a potenciar el papel de la información en la construcción de un espacio público para la deliberación social en torno a la participación de dichos actores en la gestión (Rueda 2011). 5 Muchas grandes empresas nacionales han consolidado desde los primeros años del siglo XXI la generación de informes de responsabilidad social con énfasis en diversos temas que las mismas empresas consideran vitales de la sociedad y que han incluido en sus informes y reportes. Una empresa que busca el incremento de sus utilidades de manera legítima (Rueda ibid, p 166), no solo dando cumplimiento a la ley sino superando su propio alcance, acompañada de un marco social, político, económico, moral y cultural que la obligue (y no solo la invite) a construir bienestar puede darse de mejor manera cuando aporta información pertinente para la deliberación pública de su gestión. Por eso en la siguiente sección vamos a revisar brevemente el papel que la contabilidad puede tener frente a la Responsabilidad Social. 2. Alcances de la contabilidad ante la responsabilidad social Partiendo de en un escenario en el que la organización se reconozca como un agente delegado por el Estado para la administración de bienes que originalmente se consideraban públicos, la responsabilidad social corporativa deja de ser un tema altruista, filantrópico y voluntario para pasar a ser un asunto inherente a la existencia de la organización y por ello incluso obligatorio o exigible por cualquier miembro de la sociedad interesado en el ejercicio de una empresa. Dicho interés proveniente de cualquier miembro de la sociedad seguramente sería mayor en caso que existiera una conciencia generalizada del papel que juegan las empresas. En las condiciones actuales las utilidades por lo general no se obtienen con miras a la distribución social sino al enriquecimiento de los propietarios del capital, generándose desequilibrio entre los diferentes actores sociales, tal y como lo menciona (Gómez Villegas, 2007) “La empresa genera utilidades porque desequilibra otro proceso en el sistema global. Comprender esto implica una ruptura moral fundamental, del que la contabilidad desde énfasis morales puede dar cuenta. Este énfasis daría inmenso potencial a la contabilidad para dar cuenta no solo de los proceso de enriquecimiento privado, sino de equilibrio social, bienestar global y desarrollo a escala humana.” Las utilidades en algunos casos podrían provenir de la explotación de recursos e incluso de los mismos miembros de la sociedad, lo cual induce a que la contabilidad sea una fuente de reconocimiento de las relaciones entre las empresas, la sociedad y el entorno y así mismo a reconocer que la información producida por las empresas es clave para la relación empresa – sociedad. En éste sentido, las organizaciones tienen un creciente interés por la revelación de información de carácter social, que pudiera estar vinculado con un uso estratégico de la misma, (Maldonado García & Quintero Ramírez) citan a Idowu y Towler (2004) en donde se distinguen 4 perspectivas que fomentan el desarrollo de la tendencia a revelar información social: La teoría de la agencia (los gestores emitirán información para mantener el derecho al pago de comisiones por su buen comportamiento ético con lo cual eliminan los riesgos para el accionista), la teoría de los stakeholder (que reconoce que además de los accionistas hay otros participes que tienen derecho a tener información); la teoría de la legitimidad (que afirma que las empresas emitirán información para mantener su reputación corporativa) y la teoría de la economía 6 política de la contabilidad (favorece la idea de que la contabilidad y la información responden a los cambios sociales y políticos y se acomoda a estos). La contabilidad, que ha sido concebida tradicionalmente como un sistema de información, debiera incluir dentro de su propósito las relaciones existentes entre las empresas y su entorno, evidenciando un reconocimiento macro, tal y como lo expresa (Machado, 2003) “La contabilidad entonces debe ser concebida como una disciplina al servicio de la humanidad, como un conocimiento socialmente útil que tiene unos productos o herramientas (desarrollos teóricos, avances tecnológicos, técnicas, instrumentos y procedimientos) aplicables a la problemática contemporánea. La contabilidad social, unida (más no asumida) disciplinalmente a los desarrollos de la sociología, la psicología, la economía social, la ecología y la ingeniera ambiental, entre otras, podrá interpretar, conocer y mitigar las condiciones de miseria, atraso tecnológico, violencia, inequidad y corrupción que afectan a los ciudadanos, familias, pueblos o naciones del mundo entero.” Revisando en los últimos veinte años las definiciones sobre contabilidad (Uribe Bohorquez, 2011) se puede evidenciar algunas clasificaciones particulares teniendo en cuenta el uso y el entendimiento que se le da a la misma. Por ejemplo, existe un número importante de autores que entienden la Contabilidad con un enfoque tradicional, instrumental, o como el resultado de un requisito legal, un entendimiento como este limitaría la capacidad de la contabilidad para revelar información propia de las relaciones de empresa – entorno. Otra corriente asocia la contabilidad con la utilidad que de ella se genera, es decir asumirla como una fuente de información para la toma de decisiones adecuadas, sin duda éste es uno de sus propósitos principales, incluso el presente documento parte del entendimiento de la contabilidad como fuente de información, no obstante éste enfoque tiene dos limitaciones principales en la práctica actual, el primero que la contabilidad está informando pero únicamente sobre el ente económico y la segunda que sólo pretende informar a algunos usuarios privados y delimitados. Por lo tanto se espera que la Contabilidad trascienda a una información de carácter social, teniendo en cuenta las necesidades del “público en general” atendiendo al entorno y no sólo con una visión económica, tal y como lo han expresado autores como (Niño Galeano & García Fronti, 2003) “(…) La contabilidad, como cuerpo de conocimientos, es considerada una ciencia de carácter empírico; su naturaleza es económica y se ocupa del análisis económico (circulación económica, fenómeno de la riqueza…); tiene sus métodos propios de captación, medida y valoración, y su finalidad es tanto de tipo económico – financiero como social…” Por lo tanto se esperaría que la contabilidad propenda porque todo lo relacionado con su enfoque instrumental sea excelente y esté en condiciones tales que permitan una toma de decisiones adecuada como base para la gestión organizacional trascendiendo al reconocimiento de recursos sociales y de las relaciones entre la empresa con dichos recursos y el entorno en general. Tal y como lo expresa (Quijano Valencia, 2001) “Constituye un imperativo establecer nuevas dinámicas en la perspectiva de superar la tendencia convencional que reduce la contabilidad a tópicos estrictamente financieros generadores de lecturas parciales y usualmente descontextualizadas, desde donde el análisis se circunscribe precariamente a relaciones cuantitativas e insuficientes, 7 privilegiando miradas de carácter profesionalizante (desarrollo de habilidades y destrezas) y reconociendo erráticamente a la contabilidad como técnica empírica de registro, sin consideraciones respecto a su condición y perspectiva disciplinar… … Resulta entonces necesaria la ubicación de la contabilidad en el contexto de las ciencias sociales, con el propósito de superar la acepción convencional que da una gran centralidad al mundo de los registros sin mayores sustentos cognoscitivos y sin la observancia de algunas consideraciones acerca de la ciencia y del entorno económico-social y político-cultural.” O (Niño Galeano & García Fronti, 2003) “El contenido macro de la información contable debe buscar desarrollar una contabilidad socioeconómica, para superar las limitaciones presentadas por la contabilidad estrictamente presupuestal, patrimonial y/o financiera, permitiendo hacer énfasis en la medición de la productividad y rentabilidad social, como expresión que permite ligar aspectos económicos y sociales, y como medidor de la gestión social de las unidades económicas que conforman una nación. A partir de esto se esperaría que la información contable no se reduzca únicamente a la revelación de datos financieros sino que tenga un alto grado de información social. (Niño Galeano & García Fronti, 2003) hace referencia a que los problemas relacionados con aspectos sociales no se limitan a una dimensión financiera, “Los aspectos sociales involucrados en la contabilidad incluyen cuestiones tanto de índole micro como macro contable y, al no tener aún una identidad propia, las cuestiones sociales se solapan con las divisiones de la contabilidad más asentadas. Al intentar caracterizar las cuestiones sociales, destacamos que no sólo se debe pensar en problemas económicos ni depende únicamente de la partida doble y de las cuestiones patrimoniales.” De igual forma (Tua Pereda, 2000) destaca el papel de la contabilidad, su rol integral “la contabilidad…es fuente primordial de información, que, a su vez, facilita la planificación macro y microeconómica, promueve la creación y colocación eficiente de capitales, Genera la confianza entre inversores y ahorradores, Hace posible el correcto funcionamiento de las instituciones y unidades económicas, implica el desarrollo de los mercados de capitales Y, en definitiva, constituye el motor de la actividad económica, fomentando el empleo racional de los recursos existentes en un país … Con todo ello, nuestra disciplina cobra una dimensión desbordante y se inserta en un marco de trascendencia suma: ser instrumento básico de optimización económica y social y, en consecuencia, contribuir al desarrollo económico…” Es así que la información pública, la que está dirigida al “público en general”, debería contar con una complementariedad entre aspectos cualitativos y cuantitativos, financieros y no financieros, y lograr una integralidad en las diversas perspectivas que afectan la actividad de las organizaciones y que puedan permitir tomar decisiones a cualquier usuario externo como lo menciona (Niño Galeano & García Fronti, 2003) “Además, debe integrar y combinar aspectos contables con aspectos de naturaleza no contable, que reflejen con suficiencia aspectos cualitativos y cuantitativos de la gestión de cualquier organización y que permitan apreciar cuál ha sido el manejo de los recursos que las empresas han recibido de la sociedad. Este análisis ha de extenderse a la capacidad de determinar cuál ha sido su contribución al desarrollo económico y social de la comunidad o sociedad a la que pertenecen.” Ahora, revisando mucha de la información y de los estados financieros que prepara la contabilidad es claro que se ha concebido para servir al “público en general” por lo 8 tanto cualquier persona natural interesada en conocer sobre la distribución de la riqueza y el desarrollo de la actividad que lleva a cabo una empresa, debería estar en la capacidad de conocer la información de dicha empresa en su totalidad, sin limitaciones en el acceso y sobre debería poder entenderla, para así lograr además un entendimiento, participación y control en decisiones de carácter macro que influyen en su entorno. Como lo expresa (Gómez Villegas, Contabilidad: Comentarios sobre el discurso científico y los determinantes morales, 2003) “La contabilidad, a más de ser fruto de la acción humana y de los hechos sociales, es uno de los elementos esenciales para motivar, impulsar y determinar nuevas acciones y nuevos hechos, particularmente los de producción y distribución de riqueza, entre otros. La teoría contable (ortodoxa) dice que la contabilidad es la base para la toma de decisiones, que tiene implicaciones para los diversos agentes. Así mismo, plantea que la información contable financiera debe poseer ciertas características que garanticen que la decisión sea la “mejor”, la “correcta”” Por eso, entendiendo la Contabilidad como “Campo de conocimiento, que ha nacido, se ha desarrollado y pretende superar sus contradicciones en torno a las necesidades sociales; su razón de ser se centra en la satisfacción de las necesidades de las comunidades, del Estado, mercado y empresas, como expresiones de la naturaleza humana.” (Machado, 2003) se esperaría que una empresa que se declare responsable socialmente lo evidencie en su sistema contable y por ende se refleje en los reportes, como yo se había mencionado, dentro de su información cualitativa y cuantitativa. Y viceversa, se esperaría que al revisar la información contable de una empresa se pudieran deducir sus iniciativas relacionadas con responsabilidad social Partiendo de lo anterior el rol del Contador también se vería afectado; actualmente su papel está determinado por un enfoque económico y financiero de la empresa e informando sobre lo que es interés de los propietarios de capital. Su naturaleza “social” se limita al de fedatario, pero en asuntos empresariales, diferente de lo que se esperaría de un verdadero carácter social teniendo en cuenta las implicaciones macro que de su labor se pudiera desprender. (Tua Pereda, 2000) hace un énfasis en el rol social que tiene el Contador dentro de su entorno como se ve a continuación “…Si el experto contable calcula el beneficio es porque ésta magnitud tiene una amplia repercusión social, de forma que marca decisivamente el éxito o fracaso de una actividad económica de quienes la llevan a cabo. En segundo lugar, el experto contable ha de entender su actividad como una más de servicio a la colectividad. Esto implica que el producto informativo que obtiene después de aplicar sus técnicas e instrumentos de medida no es un fin, sino un medio que otros utilizarán para fines muy diversos. En tercer y último lugar, la relevancia social del experto contable o auditor viene marcada por el uso que se hace, externamente, de sus elaboraciones para dirimir intereses económicos. Cuestiones tales como el reparto del beneficio, las declaraciones fiscales, la intervención en disputas judiciales, la participación en expedientes de empleo etc., son algunos casos donde la actuación del experto contable puede ser decisiva.” 9 (Gómez Villegas, 2007) incluso hace referencia a la carga moral que implica la función contable, teniendo en cuenta la revelación y el impacto que tiene la disciplina en temas de desarrollo económico y social. “…Si la contabilidad es construida socialmente, muchas de sus técnicas y tecnologías, y por supuesto las teorías que soportan tal instrumental, tienen una carga moral significativa… … en la medida en que “Autoridad”, “Orden“, “Confianza”, entre otros, son valores, que juzgamos como fines o propósitos loables y “buenos”, la contabilidad está atravesada por cuestiones y condicionantes morales… Estos dos aspectos pueden connotar énfasis morales muy importantes, para que la contabilidad no solo aporte a la prosperidad económica privada y financiera, sino que trascienda hacia el desarrollo humano y social, la conservación de la diversidad y la consolidación de la democracia… “ Vale la pena mencionar el compromiso social en el que se encuentran inmersos los Contadores como lo expresa (Machado, 2003) “La contabilidad asume un papel de compromiso no sólo frente a la realidad de las naciones del mundo, de sus grupos e individuos, sino frente a la humanidad. Su misión de reflejar la realidad financiera, económica y social es un servicio del cual se surten los individuos representantes de diversas profesiones (administradores, economistas, ingenieros, contadores, etc.), así como agentes sociales… … El papel de la contabilidad frente a la realidad social ha sido el de construir modelos que simplifiquen la realidad social en variables de carácter humano, ecológico, ambiental etc... De la forma como la contabilidad conciba la realidad social de los países y de cómo afronte la problemática adyacente, depende el nivel de contribución de los profesionales que la utilicen como herramienta de trabajo.” No obstante lo mencionado hasta el momento en este segundo apartado, la realidad es que la Contabilidad sirve a intereses privados incluso la iniciativa de convergencia mundial menciona como principales usuarios de la información a los inversionistas y prestamistas, dejando de lado todo el sentido social propio de la Contabilidad y de la profesión contable, y se sigue informando sobre los recursos y las utilidades de los propietarios de capital y no de los recursos que son sociales y fueron delegados únicamente para ser administrados y gestionados. En éste sentido, (Machado, 2003) expresa “Aun quedan interrogantes por resolver en relación con la equidad en la distribución de riqueza, la conservación de los recursos naturales y del ambiente, el reconocimiento y valoración de capitales alternativos, la responsabilidad social frente al uso de energías fósiles, valoración de alternativas energéticas (solar e hidrogeno), etc…” La información contable tiene un sesgo hacia la revelación de información financiera únicamente, es decir una sola perspectiva de las empresas. La información no financiera es insuficiente, pero la que se emite se podría pensar que es más con propósitos estratégicos y de mercadeo social que con la verdadera intención y el reconocimiento social. Tal y como lo expone (Penen Lastra, 2002)“El objeto al que dedica sus esfuerzos la contabilidad, los objetivos propuestos para el sistema de 10 información, los criterios de medición, los sistemas de clasificación, los métodos de registro y las formas y medios de presentación de la información, son signos claros de manifestaciones humanas en torno de un instrumento y una filosofía caracterizada por un, según algunos autores, sesgo hacia fenómenos financieros, monetarios, microeconómicos y del sector privado, dando menos importancia a los fenómenos económico-sociales, no monetarios, macroeconómicos y públicos.” o como lo menciona (Gracia López, 2010) “… Por lo general la contabilidad se ha quedado con el análisis y contemplación de los fenómenos, con la simple descripción de los mismos, o con la versión instrumental de sumatoria de partes… …. El proceder explicativo de la contabilidad ha terminado apropiando sólo una parte de la realidad (fragmentos) desarticulada de contexto globales –reales- y de fenómenos sociales, ambientales y culturales que emergen en las diversas formas de producción, apropiación y administración y consumo de la riqueza. Por esta vía idealista, el dato contable ha terminado despojado de su esencia, es decir, de sus cualidades intrínsecas que lo comunican con el mundo de la realidad. …Se descubre un criterio metodológico de “totalidad” que se plantea como la simple suma de las partes, o en su mejor versión, como la interacción lógica de elementos que se postulan racionalmente, concepción que resulta contraria a otro criterio que asume la “totalidad” en el sentido de la aprehensión de la esencia de la realidad como un todo estructurado… La aplicación del criterio de totalidad como la suma de las partes presenta limitaciones metodológicas, en tanto le atribuye al sistema posibilidades ilimitadas, desconociendo en la práctica la esencia de los fenómenos…” 11 Los resultados propios del desconocimiento del entorno y de la concentración de información únicamente financiera y dirigida a “inversionistas y prestamistas”, a unos pocos que constituyen una “élite de la información” se han dejado ver durante varios años. Estamos en mora de reconocer desde la disciplina dichos conceptos, de conocer y actuar verdaderamente con políticas “sinceras” y “honestas” relacionadas con responsabilidad social desde las empresas y de reconocer el rol de los profesionales contables en un ámbito social más amplio del que estamos acostumbrados y de formar, investigar y evidenciar la realidad entre la responsabilidad social y contable desde la academia. (Rueda Delgado, 2002) menciona que “La contabilidad tradicional ha sido un instrumento que ha favorecido, o por lo menos ha sido indiferente, a la inequidad, pobreza y degradación ambiental que caracterizan la sociedad de hoy en día. La contabilidad siempre ha estado al servicio de la riqueza financiera y la propiedad privada. Especialmente a partir del surgimiento de la empresa, en épocas del capitalismo mercantil, el mensaje contable se ha dirigido fundamentalmente a satisfacer las necesidades de los propietarios y/o de la administración… La contabilidad no sólo debe abordar la actividad financiera y económica de la empresa y la sociedad en su conjunto, sino que además debe adecuar sus instrumentos teóricos para atender los efectos que dichas actividades producen sobre la calidad de vida de sus habitantes.” En este escenario quedan algunas inquietudes relacionadas con la información que se le brinda a los miembros de la sociedad, al individuo que se interesa por la que se está haciendo con los recursos o por el que se está viendo afectado por la actividad empresarial, por ejemplo, si revisaran la información emitida por las empresas ¿tendría información emitida para él? ¿Encontraría todo lo que necesita conocer?, ¿entendería la información? ¿podría deducir las iniciativas relacionadas con responsabilidad social? ¿Podría tomar decisiones basadas en el conocimiento del entorno? De los párrafos anteriores podemos derivar que la contabilidad, puede tener fuertes relaciones conceptuales con la responsabilidad social, dependiendo de su definición, características, objeto y objetivo de estudio. Sin embargo consideramos que frente al tema de la responsabilidad social empresarial, puede aportar a que los usuarios, que se integran en la empresa como una coalición de intereses y que sean tratados de forma equilibrada, deberían apoyarse en ella para poder determinar, evaluar y controlar si efectivamente el ente está siendo responsable socialmente y a partir de allí tomar decisiones que sean pertinentes dentro de su rol como agente o actor interesado en su gestión. Trataremos ahora de mirar cómo específicamente puede la contabilidad hacerlo. 3. Formas concretas como la contabilidad puede informar acerca de la responsabilidad social La presente sección pretende articular las dos anteriores de la siguiente manera. Considerando las distintas formas como una empresa puede ser responsable socialmente (en algo similar a un eje donde sus extremos son, por un lado serlo por estrategia comercial o de imagen, y por el otro ser una verdadera organización que busca mejorar la calidad de vida de todos los actores que en ella convergen en igualdad de condiciones), la contabilidad, bajo las visiones expuestas en el numeral 2 debe poder dar información útil y pertinente para que los usuarios (que hacen parte de la empresa) tomen decisiones adecuadas respecto de los verdaderos alcances de la gestión empresarial y sus efectos sociales y ambientales. El punto de partida para definir estas categorías de análisis acerca de la manera concreta como la contabilidad puede dar cuenta de la responsabilidad de la gran empresa, es plantear que una empresa al declararse responsable puede llegar a generar información de tipo social y ambiental (cuanti y cualitativa) o que alternativamente puede incluir dentro de sus notas a los estados contables, o incluso en ellos, información pertinente para que los usuarios conozcan acerca de su responsabilidad. 3.1 Responsabilidad empresarial con trascendencia social La inclusión de información acerca de la responsabilidad social, asociada a reportes de corte socio ambiental o a los estados financieros y contables, son una manera como la contabilidad puede contribuir dando cuenta no solo de lo que cada organización quiere comunicar, sino de aquellos acuerdos y valores socialmente construidos y que se le exigen a la empresa, cumpla e informe. Es lo que en otro texto se ha denominado Responsabilidad Empresarial con Trascendencia Social (Rueda 2011, p. 10) 12 A continuación se expone una serie de variables que son fundamentales en la construcción de una responsabilidad empresarial que sea relevante para la sociedad (y no solo para la empresa) de las estructuras sociales y económicas del país a las cuales una información de contabilidad puede contribuir a evidenciar y develar. Como se verá muchas de esas variables tienen que ver con las consecuencias del modelo neoliberal pero también con otras estructuras del país que han generado exclusión y desigualdad. Sin el ánimo de hacer un listado exhaustivo, las variables sociales críticas de las cuales una empresa con Responsabilidad Social debe incluir, al menos: asuntos de trabajo, mercado y precios, distribución del valor agregado, posesión y origen de activos y composición de la propiedad que se describen brevemente a continuación. La mayoría de esa información puede estar contenida en informes socio ambientales o en otros casos tener referencias en las notas a los Estados Financieros (Rueda 2011. P 12) Las Empresa suele ser una generadora importante de empleo. Sin embargo, el mismo se ha deteriorado y precarizado. Los esquemas de flexibilización laboral, informalidad en la vinculación, sub empleo y desempleo deben ser evidenciados y develados directamente desde los informes contables empresariales. En esa medida, por ejemplo se propone que la información contable no solo de cuenta de los gastos (y obligaciones) laborales de la empresa, sino que incluya otros asuntos relevantes para la responsabilidad social, como son entre otros • • • • Cantidad de trabajadores vinculados durante el período, condiciones de la vinculación y monto de la remuneración pagada. Jornadas laborales que en promedio tuvieron que desarrollar los trabajadores durante el período informado. Número de personas vinculadas y desvinculadas y condiciones de seguridad social de esos trabajadores. Estadísticas generales de los trabajadores por grupos etáreos, género, etc. Sin duda uno de los elementos fundamentales para generar desarrollo económico incluyente es el empleo pero no solo en cantidad sino en calidad. Una empresa que divulgue información como la listada y la que adicionalmente considere pertinente (como planes de bienestar, capacitación etc.) ayuda a visibilizar los niveles reales de compromiso social de una empresa. Respecto del Mercado y los precios, resulta relevante, en el marco de esta propuesta, comprender el mercado al que se enfrenta la empresa, y la manera como dicho mercado determinada en mayor o menor medida, los precios de los bienes y servicios que la organización ofrece. Como se ha anotado anteriormente, el esquema empresarial de hoy en día de la gran corporación, traslada los riesgos sociales del empleo, por ejemplo, a pequeñas y medianas empresas que actúan como proveedores de una gran cadena multinacional. En esa medida resulta pertinente que la información contable divulgue la composición del mercado en el que opera la empresa, sus clientes, y si estos imponen condiciones o no para determinar el precio de venta final del bien o servicio que se produce. De esta forma la contabilidad empresarial contribuye a develar los vínculos y relaciones que se generan entre grandes empresas, con la Pequeña y Mediana empresa, es decir sus proveedores. De otro lado, es pertinente conocer la manera como el valor agregado económico que una empresa genera, se distribuye entre actores económicos. Así, por ejemplo, la información contable puede ayudar a establecer comparaciones entre los porcentajes 13 de valor agregado que reciben los trabajadores, en comparación con la que reciben otros actores como los prestamistas financieros. Igualmente informar los porcentajes de valor agregado que son apropiados por actores como el Estado (impuestos), la empresa misma (reservas y depreciación) y la propiedad (dividendos o participaciones) ayuda a develar tendencias históricas de las inequidades y concentraciones que abundan en el país y que las empresas reproducen a nivel micro. Contar con este tipo de información y divulgarla, sin duda mejora las posibilidades para que los distintos actores “negocien” las condiciones de prestación de servicios, provisión de bienes y el valor a recibir por ellos. Este tipo de revelaciones sin duda ayudan a comprender la verdadera responsabilidad social de un ente económico. Respecto de la posesión y origen de los activos, el tema es de especial importancia y sensibilidad en Colombia, por ejemplo, con activos como la tierra. En efecto, muchas hectáreas de tierra que hoy son explotadas por prósperas empresas agro industriales nacionales y multi nacionales fueron, no hace mucho años, propiedad de campesinos y mini y microfundistas que tuvieron que desplazarse por condiciones del conflicto armado del país (Bello 2006). Si bien las operaciones de adquisición y explotación de la tierra en esas condiciones no pueden ser consideradas ilegales, sin duda el debate público que genera este tipo de información aumenta su cualificación y mejora la deliberación social en torno al desplazamiento y los verdaderos agentes que se benefician de él. Las revelaciones propuestas amplían la dimensión financiera de un activo (capacidad de generar beneficios económicos futuros) e incluye también sus “antecedentes” jurídicos y por sobre todo la información para la construcción social de juicios morales respecto de la gestión empresarial y sus efectos. Finalmente, el tema de la propiedad resulta fundamental para la revelación de una empresa con Responsabilidad. La divulgación de información respecto de los nombres de los propietarios así como de su porcentaje real de propiedad de la empresa ayuda no solo a develar posibles fraudes como el testaferrato y blanqueo de activos, sino a evidenciar acumulación y concentración de riqueza, por partes de unos pocos actores económicos, o incluso a la forma como el capital multinacional opera en Colombia, a través de la compra de empresas de tamaños diferentes. Muchos otros temas podrían hacer parte de este listado. Es importante aclarar que sobre la información que se esperaría que una empresa con RETS divulgara, no deben ser determinados por la empresa emisora de la información y sus gerentes, sino objeto de una construcción social de significado, donde pueden intervenir diferentes actores que hacen parte de la coalición de intereses en la empresa. Como ya se anotaba, seguramente deberían revelarse muchas otras informaciones, pero las anteriores deben ser vistas como ejemplos de la manera como la contabilidad pueden contribuir al mejoramiento de la sociedad, develando relaciones entre la empresa con otros actores como ya se explicó. En todo caso estamos proponiendo una información que en su mayoría la sociedad desconoce y por tanto mejorarán la calidad del debate público sobre la gestión empresarial. Bajo esta hipótesis, formulada a partir de los desarrollos de este texto, asumimos que la contabilidad, sus mensajes sociales, ambientales o financieros, pueden dar cuenta de la Responsabilidad Social bajo dos grandes posibilidades. Hacerlo bajo enfoques que se pueden denominar de RSE tradicional, es decir aquella donde la misma empresa decide qué informar (o incluso decide no hacerlo) a la sociedad, sin considerar como referente las propias necesidades de dicho entorno, o hacerlo bajo lo que el texto ha denominado Responsabilidad Empresarial con Trascendencia Social, 14 acompañado de información contable pertinente para ese tipo de dimensión de la gestión empresarial. De esta manera se podrá avanzar en una categorización de la RSE vista como una relación de las políticas empresariales hacia su entorno acompañada de información contable que informe si realmente dichas políticas están construyendo un entorno más favorable para los actores económicos y sociales que se ven afectados directa o indirectamente afectados por la gestión empresarial. Esta relación teórica construida solamente a manera de hipótesis y que deberá ser contrastada posteriormente como se mencionaba al comienzo de este documento, será finalmente presentada de manera gráfica en la sección final del trabajo. 3.2 Relaciones entre Responsabilidad empresarial y reportes contables. Como se acaba de explicar, no basta con que una empresa se declare responsable para que lo sea. Esta proclamación debe venir acompañada de información contable, de tipo cuantitativo y cualitativo, monetaria y no montería, social, ambiental y financiera etc. que permita al usuario, en este caso “el público en general” y a los actores socio económicos interesados en ella, no solo determinar si efectivamente lo ha sido, sino facilitar la toma de decisiones que a cada uno le corresponde. Gráficamente puede mostrarse estas relaciones de la siguiente manera. FIGURA 1. RELACIONES ENTRE RESPONSABILIDAD SOCIAL E INFORMACION CONTABLE RETS 15 A1 A2 Contabilidad “tradicional” B1 Contabilidad para el entorno C B2 RSE “TRADICIONAL” Fuente: Aportado por los autores. El eje horizontal representa un continuo entre las visiones tradicionales de la contabilidad pensadas solo para satisfacer necesidades financieras de usuarios como inversionistas y prestamistas financieros (extremo izquierdo) y entre la información contable que “da cuenta” de la manera como la contabilidad informa, mediante reportes de diversa índole, las relaciones entre ente económico y los actores o agentes que están en su entorno. El eje vertical representa un continuo entre dimensiones de la Responsabilidad Social definida por la misma empresa como una estrategia de legitimación ante la sociedad (extremo inferior) y entre una responsabilidad construida desde la comunidad con la que la empresa interactúa y definida conjuntamente. Las combinaciones entre estos ejes horizontal y vertical, permitiría “ubicar” las grandes empresas Colombianas objeto del estudio empírico posterior, en 5 grandes categorías en donde se analizan tres condiciones. La primera es la manera como se ha construido o definido la responsabilidad social, es decir de manera conjunta, colectiva y concertada con el entorno (RETS) o en una auto definición o auto proclamación del ente como responsable (RSE tradicional). La segunda condición es la revelación de información contable socio ambiental (cuanti y cualitativa) pertinente para el entorno y los actores involucrados en la gestión empresarial. La tercera, plantea los vínculos con la cuantificación financiera de los efectos que las decisiones de la empresa han tenido en cuanto a responsabilidad social y el aporte de información con el detalle suficiente para que los usuarios logren identificar los efectos económicos que esas decisiones han tenido para la empresa. A partir de estas tres condiciones se generarían las siguientes Categorías de empresas, en cuanto a su relación de responsabilidad e información contable. CATEGORIA A1: La empresa que asume un rol de RETS y que por lo tanto ha generado una política de Responsabilidad construida socialmente, acorde con los intereses y necesidades de los actores sociales y que al mismo tiempo y de manera consecuente con lo anterior divulga información social y ambiental completa, a todos los usuarios que convergen en su gestión e incluye información cuanti y cualitativa del alcance incluido en el numeral 3.1, es decir construido conjuntamente entre sociedad y empresa. Al mismo tiempo, esa misma organización incluye en sus estados contables notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que producen sus decisiones de responsabilidad empresarial, en particular las relacionadas con lo que es pertinente para el conjunto de actores, en cuanto a asuntos sociales y ambientales y no solo económicos y financieros. CATEGORIA A2. La empresa que asume un rol de RETS y que por lo tanto ha generado una política de Responsabilidad construida socialmente, acorde con los intereses y necesidades de los actores sociales y que al mismo tiempo y de manera consecuente con lo anterior divulga información social y ambiental completa, a todos los usuarios que convergen en su gestión e incluye información cuanti y cualitativa del alcance incluido en el numeral 3.1, es decir construido conjuntamente entre sociedad y empresa. Sin embargo, esa misma organización NO incluye en sus estados contables notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que producen sus decisiones de responsabilidad empresarial. CATEGORIA B1. La empresa que asume un rol de RSE Tradicional y que por lo tanto ha generado una política de Responsabilidad construida directamente por la empresa, acorde con los intereses y necesidades de ella misma pero que divulga voluminosa información social y ambiental, que puede resultar pertinente a todos los usuarios que convergen en su gestión e incluye información cuanti y cualitativa del alcance menor incluir en el numeral 3.1,. Al mismo tiempo, esa misma organización incluye en sus 16 estados contables notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que producen sus decisiones de responsabilidad empresarial. CATEGORIA B2 La empresa que asume un rol de RSE Tradicional y que por lo tanto ha generado una política de Responsabilidad construida directamente por la empresa, acorde con los intereses y necesidades de ella misma pero que NO divulga información social y ambiental, que puede resultar pertinente a todos los usuarios que convergen en su gestión e incluye información cuanti y cualitativa del alcance menor incluir en el numeral 3.1,. Al mismo tiempo, esa misma organización NO incluye en sus estados contables notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que producen sus decisiones de responsabilidad empresarial. CATEGORIA C. La empresa que NO asume un rol de RSE Tradicional y que por lo tanto NO ha generado una política de Responsabilidad y que NO divulga información social y ambiental, que puede resultar pertinente a todos los usuarios que convergen en su gestión. Al mismo tiempo, esa misma organización NO incluye en sus estados contables notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que producen sus decisiones de responsabilidad empresarial. Las anteriores categorías no deben ser vistas como construcciones definitivas. Los límites entre unas y otras son difícilmente separables con absoluta claridad. Sin embargo, desde la línea argumental de este trabajo, permiten identificar, controlar e informar mediante información contable, la dimensión de responsabilidad que una empresa realmente tiene frente a la sociedad. En esa medida entonces la contabilidad juega un papel definitivo no solo en la generación de información pertinente para los agentes socio económicos sino para la construcción de una sociedad mejor, en donde la empresa juega un papel muy importante para el mejoramiento o no de las condiciones de vida de la población. Es una dimensión que sin duda abre nuevos espacios de trabajo para la disciplina contable. Conclusiones El papel que las empresas privadas tienen en las sociedades contemporáneas está fuertemente determinado por el modelo o contrato social que se genere en su interior. El modelo neoliberal ha impulsado a que las grandes empresas se auto proclamen como responsables socialmente, sin que existan mayores elementos de evaluación para determinarlo realmente. El presente trabajo hace una apuesta por relacionar el papel de la contabilidad como una herramienta de conocimiento social, puesta al servicio de los actores sociales y económicos que hacen parte de la coalición de intereses y que de manera directa o indirecta se ven afectados por la gestión del ente económico. Sin duda, la información social, ambiental y financiera, la cuantitativa y cualitativa y la monetaria y no monetaria tendrán mucho que aportar en la construcción de sociedades diferentes, cuando incluyan dentro de sus propósitos la verdadera identificación de las necesidades sociales a las cuales la gestión empresarial puede contribuir a satisfacer si realmente se compromete con la sociedad y no solo construye su “imagen” ante el mercado. 17 Sin duda estamos ante hipótesis que debemos validar posteriormente, pero al mismo tiempo esperamos empezar a abrir nuevas posibilidades de trabajo investigativo, que ligue la disciplina contable con los contextos nacionales particulares y con las verdaderas condiciones de vida de la mayoría de la población. Así entendemos el reto social de la contabilidad al cual esperamos seguir aportando. 18 Bibliografía Anderson Perry. (1996) “Neoliberalismo: un balance provisorio.” En Amir sadel, y Pablo Gentile, Las Trampas del Neoliberalismo. 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