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208h
LA MANERA COMO LA CONTABILIDAD PUEDE INFORMAR LA
RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL: BASES CONCEPTUALES PARA UN
TRABAJO EMPÍRICO.1
Gabriel Rueda Delgado 2
Maria Victoria Uribe Bohorquez 3
Pontificia Universidad Javeriana
Bogotá - Colombia
Área Temática: h) Responsabilidad Social Corporativa
1
El presente trabajo es uno de los primeros productos generados en desarrollo de un
proyectos de investigación que sobre responsabilidad empresarial y contabilidad aplicado a
grandes empresas colombianas, que para la fecha prevista de presentación de la ponencia, se
espera haber formulado en su totalidad y registrado ante la Vicerrectoría Académica de la
Pontifica Universidad Javeriana.
2
Contador Público de la Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Gerencia Pública y
candidato a doctor en Ciencias Sociales y Humanas de la Pontificia Universidad Javeriana.
Profesor Investigador, Líder del grupo de Investigación Integración y contexto contable,
Coordinador del área de investigación y editor de la Revista Cuadernos de Contabilidad, de la
Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia.
3
Contadora Pública de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. Profesora
investigadora, se desempeña en el área de Contabilidad Gerencial en la misma Universidad.
LA MANERA COMO LA CONTABILIDAD PUEDE INFORMAR LA
RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL: BASES CONCEPTUALES PARA UN
TRABAJO EMPÍRICO
Introducción
Cuando se estudia el papel que se le asigna a la contabilidad como disciplina y a la
información que ella produce, ante temas fundamentales de la economía y la
sociedad, como por ejemplo el desarrollo y la inserción en las lógicas financieras
globales, suele dársele un papel técnico de corte funcionalista y útil para la libre
circulación del capital financiero, en especial, mediante la adopción de estándares
internacionales de contabilidad IFRS y otra serie de estándares, regulaciones y
procedimientos que surgen de los desarrollos y objetivos de la Arquitectura Financiera
Internacional que hacen parte de las formas actuales de capitalismo financiero.
Un reflejo de lo anterior, es que en Colombia recientemente se ha promulgado la Ley
1314 de 2009 conocida como la ley de convergencia contable. La ley, es la manera
como el Gobierno Colombiano define el papel de la contabilidad dentro de las
estrategias de desarrollo y de inserción de lo nacional en la lógica económica,
productiva y financiera mundial y de paso le permite “poner al día” la regulación en
dicha materia respecto de lo que ya la mayoría de países ha hecho dentro del proceso
de estandarización contable mundial denominado Convergencia y que se lidera desde
IASB organización de carácter privado.
Sin embargo, hoy resulta cuestionable pensar que el único papel de la contabilidad
frente el desarrollo social y económico sea convertirse en una herramienta de
medición neutral de la realidad financiera del ente (Rahaman, 2005, p. 221) y atribuirle
al proceso de adopción de estándares el único papel que la información contable tiene
que jugar para generar aportes para la inserción empresarial en el sistema mundial
(Rueda, 2010. P. 160).
Sin duda las preocupaciones por la equidad, la inclusión social, la igualdad de
oportunidades y en general visiones alternativas del desarrollo, más allá del
crecimiento del ingreso y otras mediciones tradicionales, están en el centro del debate
y las preocupaciones de las sociedades actualmente (Beck 2005, Hobsbawn 1995,
Portes y Hoffman 2003).
Una de las principales maneras como los temas “sociales” se acercan a la empresa y
en esa medida también a la contabilidad tienen que ver con el concepto de la
responsabilidad social empresarial RSE4 y el papel que juega dentro de esta la
información contable y en general la contabilidad.
El presente trabajo plantea las posibles relaciones específicas que se dan entre la
RSE y la contabilidad desde dos tipos de mensajes. El primero es la información que
se puede denominar como no financiera y que corresponde al mensaje social y
ambiental. El segundo es la manera como la información financiera y los reportes
“tradicionales” se aproximan a informar acerca de la responsabilidad empresarial.
Así se pretende plantear unas categorías de análisis que permitan, de manera
concreta, y en una fase empírica y posterior de la investigación, verificar las relaciones
4
Este texto hablará de manera similar de Responsabilidad Empresarial, Responsabilidad Social
Corporativa y Responsabilidad Social Empresarial, entre otros, aunque preferirá el uso de esta última.
Sin embargo todos estos términos, usados como sinónimos diferirán sustancialmente del de
Responsabilidad Empresarial con Trascendencia Social RETS
2
que se presentan entre las políticas, prácticas y declaraciones de responsabilidad de
las grandes empresas colombianas y la manera como la contabilidad (social,
ambiental y/o financiera) da cuenta e informa de ella, para beneficio y soporte de las
decisiones de los usuarios y actores sociales más allá de las de inversión financiera y
económica.
Para ello el presente trabajo está estructurado sobre cuatro grandes secciones. La
primera revisa el concepto de responsabilidad social, unos breves antecedentes y la
manera como es concebida hoy en día en el marco de los actuales modelos
económicos y de esquemas de negocios. La segunda sección plantea cómo la
contabilidad, a partir de una serie de elementos conceptuales es proclive al estudio de
las relaciones de la empresa con su entorno y en consecuencia las maneras como
puede “dar cuenta” o informar acerca de la responsabilidad para, finalmente, en la
tercera sección identificar las posibles formas como la contabilidad puede generar
información relevante para que los usuarios, que hacen parte de la gestión
empresarial, puedan saber si efectivamente las empresas están siendo responsables
socialmente y bajo qué entendimiento. Una sección final corresponde a las
conclusiones que son puntos de partida para proseguir con el trabajo de investigación
teórico y empírico posterior.
1. Responsabilidad Social.
De acuerdo con Rodriguez (2004, p. 3), el tema de la responsabilidad social de la
empresa privada, tiene su origen desde finales del siglo XIX cuando los empresarios
asumían una serie de “políticas sociales y de bienestar” para con sus empleados,
buscando reducir, según dicho autor, posibles intervenciones estatales. En ese mismo
sentido Espíng Andersen (1990, p. 126) afirma que, por ejemplo, políticas como las
pensiones, tuvieron origen privado siendo esfuerzos del empresariado para reducir los
movimientos sindicales y neutralizar reivindicaciones laborales.
Este origen en la empresa privada de la responsabilidad empresarial, toma giros
importantes durante el siglo XX en especial como consecuencia de dos eventos
significativos. En primer lugar la gran depresión de los años 30 y en segundo lugar las
guerras mundiales en particular la segunda.
Sobre el primer asunto Dodd (1932 p. 1161) señalaba, al evaluar las consecuencias
de la gran depresión, que las empresas debían comportarse como buenos
ciudadanos, considerando especialmente los intereses de los accionistas,
trabajadores, clientes y público en General. La empresa queda afectada no solo por
las leyes mercantiles sino también por la actitud del público, las opiniones comerciales
y las obligaciones sociales de los negocios. La Crisis de los años 30, asoció estas
propuestas de ajuste en el papel de la empresa privada, a una preeminencia del
Estado antes que en la empresa misma, como actor que promueve el desarrollo y la
confianza ante el público en particular en los Estados Unidos.
Como consecuencia de la segunda guerra mundial y los efectos devastadores que
ésta tuvo en especial para Europa, el Estado se erigió como coordinador general de la
actividad económica y subordinó los intereses empresariales y privados a los
colectivos y sociales. Durante casi cuatro décadas, la responsabilidad social era
asociada a las políticas sociales que emitía el Estado y que eran acogidas y cumplidas
por la empresa privada.
Un nuevo giro histórico se produce desde la década de 1970 cuando el auge y
crecimiento económico generado durante más de 30 años, empieza a detenerse y se
configura una nueva recesión dentro del sistema económico mundial, caracterizado,
en ese entonces, por el capitalismo industrial. Dicho giro puede denominarse como
3
Neoliberal (Anderson 1996). De acuerdo a Callinicos (1993 p. 266) “el tangible fracaso
de los métodos keynesianos, que no pudieron evitar las crisis mundiales de los
mediados de los 70 y comienzos de los 80 se toma entonces como evidencia para
argumentar que el intervencionismo de Estado ya no puede producir un crecimiento
económico libre de crisis. El neoliberalismo se ampara en esos aparentes fracasos y
privatiza la actividad económica, relega al Estado a funciones que el mercado no está
interesada en cubrir” y al mismo tiempo impone las lógicas de mercado en actividades
sociales como la salud, la educación etc.
A partir de la aceptación de las implicaciones del modelo económico neoliberal
imperante, la responsabilidad social vuelve a resurgir con especial fuerza en la década
de los 90 asumiendo a la empresa como un conjunto de partes interesadas en la
buena marcha de la compañía y por consiguiente se habla de un esquema de
empresa pluralista, comunitario, el cual toma como punto de partida (Rodríguez, op.
cit), al menos en el discurso, la generación de riqueza para el conjunto de actores que
se ven de manera directa o indirecta involucrados o afectados por la gestión
empresarial.
Tras varias décadas de “aplicación” de este tipo de visiones y de modelos
empresariales hoy en día prácticamente todas las grandes empresas del mundo, se
proclaman como responsables socialmente y cuentan con infraestructura que se
encarga de este tema que finalmente se ha convertido en estratégico para la
súpervivencia en el mercado.
Sin embargo, como afirma Rodriguez Fernández: (ibid, página 5)
“Naturalmente no cabe identificar la responsabilidad social de las compañías con la
“filantropía de talonario” la mera “acción social empresarial” –de carácter voluntario
altruista y externo- la “filantropía estratégica” o el marketing social corporativo. Esto
sería reducirla a la asistencia y promoción social, el fomento de los mejores
sentimientos, el deseo de generar un buen clima de trabajo o la preocupación por la
reputación e imagen de la compañía. No pocas veces, encontramos en esa línea a
líderes empresariales que, en realidad creen que es una buena vía adicional para
generar valor de la empresa a largo plazo para sus accionistas, un objetivo que
verdaderamente sigue siendo el único que debe orientar la estrategia corporativa. Una
vez que se amplia el horizonte y se vincula la responsabilidad social con un verdadero
enfoque pluralista de la empresa, los más atentos a la economía política de las
compañías y su función social, no dudan en utilizar incluso la expresión “democracia
stakeholders”, presentándola –tal vez con cierta desmesura- como una tercera vía
entre las dos tradicionales para organizar la propiedad de los medios de producción y
los sistemas económicos
Múltiples ejemplos se pueden dar de la manera como la empresa actual se relaciona
con su entorno y los demás actores sociales y económicos.
•
•
La literatura ha ejemplificado (Arrighi 2007, Anderson 1996) como las
relaciones entre, por ejemplo grandes superficies (tipo Wall Mart) y
proveedores, son poco equitativas para estos últimos. Los primeros imponen
condiciones de calidad y precio al que pueden ser vendidos los bienes, de tal
forma que transfiere los riesgos de producción a empresas en donde operan
esas grandes cadenas, que se ven abocadas a una serie de esfuerzos para
poder tener la oportunidad de vender sus bienes en estos almacenes. Lo
anterior genera una relación desequilibrada entre comercializadores y
proveedores.
En las lógicas para la competitividad y la eficiencia las empresas se ven en la
necesidad de buscar prácticas “eficientes” como la reducción de costos
4
•
laborales, amparados en las políticas y regulaciones de flexibilidad laboral,
para poder sobrevivir en el mercado y sostener precios competitivos. Las
relaciones entre capital y empleo han sido especialmente desfavorables para
los trabajadores desde la implementación del nuevo modelo empresarial y de
acumulación de capital (Sassen, 1990, OXFAM 2004).
En no pocos casos, las grandes empresas “capturan” la regulación (Stalling
1994) para buscar una serie de beneficios fiscales que les permitan bajar sus
costos fiscales y ser mas “competitivos”. El Estado termina transfiriendo estas
ventajas concedidas a la gran empresa, a la pequeña y mediana y a la clase
media para no ver reducidos sus ingresos fiscales.
En los párrafos anteriores se han ejemplificado superficialmente algunas de las
maneras como el modelo crea relaciones entre empresa, proveedores, trabajadores y
Estado respectivamente. Lo anterior hace evidente que el Ente económico ha dejado
de ser un acuerdo de voluntades para obtener beneficio (concepción tradicional de
empresa) y se “convierte” en un actor más de la sociedad con la que interactúa y que
en muchas ocasiones esas relaciones no son benéficas para los actores sociales.
El discurso neoliberal, ha constituido a las empresas en “ciudadanos corporativos”
capaces de realizar la integración social, en beneficio de los agentes que en ella
intervienen. Forrester (1997, 93) señala sin embargo, que se le han dado más cargas
morales de las que una empresa privada, en un ambiente desregulado, está dispuesta
a asumir, en la medida que su interés sigue siendo maximizar el resultado económico
por medio de herramientas y modelos gerenciales que producen altos costos sociales
que justamente impiden la integración social.
Estas cargas morales se ven expresas en la literatura sobre Responsabilidad Social
Corporativa. Así por ejemplo, para Gago (2005, p. 4) y Jiménez (2008) la idea principal
de esta “consiste en que las empresas tienen la obligación de trabajar para conseguir
una mejora del bienestar social.
Los esquemas empresariales, y su idea de responsabilidad, lentamente se han
trasladado a países en vías de desarrollo y del denominado tercer mundo, y en
particular en el caso Colombiano, desde la década de los 90. Sin duda, el siglo XXI ha
permitido una “consolidación” de la gran empresa privada, como impulsora de visiones
particulares de la Responsabilidad Social y finalmente de bienestar social.
Como ocurrió primero en los países industrializados hace más de 3 o 4 décadas, hoy
la mayoría de las grandes empresas de América Latina (Cepal 2004) y Colombianas
tienen áreas, políticas y prácticas que ellas denominan responsables con la sociedad y
producen información para hacerlas evidentes ante el entorno.
En esa medida es la gran empresa la que define el alcance y dimensión de su propia
responsabilidad, no porque la sociedad o la regulación se lo exijan sino en una
iniciativa propia de la gestión de las organizaciones que se ven como el producto de
una “coalición de intereses”, cuyo único propósito, según declaran la mayoría de ellas,
no es la obtención de beneficio o de incremento de valor para los accionistas
Sin embargo, cuando la teoría plantea que la empresa cuando es entendida como
coalición de intereses que toma recursos de la sociedad, debe procurar la
maximización de esta relación de manera equilibrada y no solo la generación de valor
para la propiedad. Entender a la empresa como consecuencia de una teoría de
stakeholders, (Manzurul, 2006) donde los que intervienen tienen los mismos derechos
y deberes, puede ayudar a potenciar el papel de la información en la construcción de
un espacio público para la deliberación social en torno a la participación de dichos
actores en la gestión (Rueda 2011).
5
Muchas grandes empresas nacionales han consolidado desde los primeros años del
siglo XXI la generación de informes de responsabilidad social con énfasis en diversos
temas que las mismas empresas consideran vitales de la sociedad y que han incluido
en sus informes y reportes.
Una empresa que busca el incremento de sus utilidades de manera legítima (Rueda
ibid, p 166), no solo dando cumplimiento a la ley sino superando su propio alcance,
acompañada de un marco social, político, económico, moral y cultural que la obligue (y
no solo la invite) a construir bienestar puede darse de mejor manera cuando aporta
información pertinente para la deliberación pública de su gestión.
Por eso en la siguiente sección vamos a revisar brevemente el papel que la
contabilidad puede tener frente a la Responsabilidad Social.
2. Alcances de la contabilidad ante la responsabilidad social
Partiendo de en un escenario en el que la organización se reconozca como un agente
delegado por el Estado para la administración de bienes que originalmente se
consideraban públicos, la responsabilidad social corporativa deja de ser un tema
altruista, filantrópico y voluntario para pasar a ser un asunto inherente a la existencia
de la organización y por ello incluso obligatorio o exigible por cualquier miembro de la
sociedad interesado en el ejercicio de una empresa.
Dicho interés proveniente de cualquier miembro de la sociedad seguramente sería
mayor en caso que existiera una conciencia generalizada del papel que juegan las
empresas. En las condiciones actuales las utilidades por lo general no se obtienen con
miras a la distribución social sino al enriquecimiento de los propietarios del capital,
generándose desequilibrio entre los diferentes actores sociales, tal y como lo
menciona (Gómez Villegas, 2007) “La empresa genera utilidades porque desequilibra
otro proceso en el sistema global. Comprender esto implica una ruptura moral
fundamental, del que la contabilidad desde énfasis morales puede dar cuenta. Este
énfasis daría inmenso potencial a la contabilidad para dar cuenta no solo de los
proceso de enriquecimiento privado, sino de equilibrio social, bienestar global y
desarrollo a escala humana.” Las utilidades en algunos casos podrían provenir de la
explotación de recursos e incluso de los mismos miembros de la sociedad, lo cual
induce a que la contabilidad sea una fuente de reconocimiento de las relaciones entre
las empresas, la sociedad y el entorno y así mismo a reconocer que la información
producida por las empresas es clave para la relación empresa – sociedad.
En éste sentido, las organizaciones tienen un creciente interés por la revelación de
información de carácter social, que pudiera estar vinculado con un uso estratégico de
la misma, (Maldonado García & Quintero Ramírez) citan a Idowu y Towler (2004) en
donde se distinguen 4 perspectivas que fomentan el desarrollo de la tendencia a
revelar información social: La teoría de la agencia (los gestores emitirán información
para mantener el derecho al pago de comisiones por su buen comportamiento ético
con lo cual eliminan los riesgos para el accionista), la teoría de los stakeholder (que
reconoce que además de los accionistas hay otros participes que tienen derecho a
tener información); la teoría de la legitimidad (que afirma que las empresas emitirán
información para mantener su reputación corporativa) y la teoría de la economía
6
política de la contabilidad (favorece la idea de que la contabilidad y la información
responden a los cambios sociales y políticos y se acomoda a estos).
La contabilidad, que ha sido concebida tradicionalmente como un sistema de
información, debiera incluir dentro de su propósito las relaciones existentes entre las
empresas y su entorno, evidenciando un reconocimiento macro, tal y como lo expresa
(Machado, 2003) “La contabilidad entonces debe ser concebida como una disciplina al
servicio de la humanidad, como un conocimiento socialmente útil que tiene unos
productos o herramientas (desarrollos teóricos, avances tecnológicos, técnicas,
instrumentos y procedimientos) aplicables a la problemática contemporánea. La
contabilidad social, unida (más no asumida) disciplinalmente a los desarrollos de la
sociología, la psicología, la economía social, la ecología y la ingeniera ambiental, entre
otras, podrá interpretar, conocer y mitigar las condiciones de miseria, atraso
tecnológico, violencia, inequidad y corrupción que afectan a los ciudadanos, familias,
pueblos o naciones del mundo entero.”
Revisando en los últimos veinte años las definiciones sobre contabilidad (Uribe
Bohorquez, 2011) se puede evidenciar algunas clasificaciones particulares teniendo en
cuenta el uso y el entendimiento que se le da a la misma. Por ejemplo, existe un
número importante de autores que entienden la Contabilidad con un enfoque
tradicional, instrumental, o como el resultado de un requisito legal, un entendimiento
como este limitaría la capacidad de la contabilidad para revelar información propia de
las relaciones de empresa – entorno.
Otra corriente asocia la contabilidad con la utilidad que de ella se genera, es decir
asumirla como una fuente de información para la toma de decisiones adecuadas, sin
duda éste es uno de sus propósitos principales, incluso el presente documento parte
del entendimiento de la contabilidad como fuente de información, no obstante éste
enfoque tiene dos limitaciones principales en la práctica actual, el primero que la
contabilidad está informando pero únicamente sobre el ente económico y la segunda
que sólo pretende informar a algunos usuarios privados y delimitados.
Por lo tanto se espera que la Contabilidad trascienda a una información de carácter
social, teniendo en cuenta las necesidades del “público en general” atendiendo al
entorno y no sólo con una visión económica, tal y como lo han expresado autores
como (Niño Galeano & García Fronti, 2003) “(…) La contabilidad, como cuerpo de
conocimientos, es considerada una ciencia de carácter empírico; su naturaleza es
económica y se ocupa del análisis económico (circulación económica, fenómeno de la
riqueza…); tiene sus métodos propios de captación, medida y valoración, y su finalidad
es tanto de tipo económico – financiero como social…”
Por lo tanto se esperaría que la contabilidad propenda porque todo lo relacionado con
su enfoque instrumental sea excelente y esté en condiciones tales que permitan una
toma de decisiones adecuada como base para la gestión organizacional trascendiendo
al reconocimiento de recursos sociales y de las relaciones entre la empresa con dichos
recursos y el entorno en general. Tal y como lo expresa (Quijano Valencia, 2001)
“Constituye un imperativo establecer nuevas dinámicas en la perspectiva de superar la
tendencia convencional que reduce la contabilidad a tópicos estrictamente financieros
generadores de lecturas parciales y usualmente descontextualizadas, desde donde el
análisis se circunscribe precariamente a relaciones cuantitativas e insuficientes,
7
privilegiando miradas de carácter profesionalizante (desarrollo de habilidades y
destrezas) y reconociendo erráticamente a la contabilidad como técnica empírica de
registro, sin consideraciones respecto a su condición y perspectiva disciplinar…
… Resulta entonces necesaria la ubicación de la contabilidad en el contexto de las
ciencias sociales, con el propósito de superar la acepción convencional que da una
gran centralidad al mundo de los registros sin mayores sustentos cognoscitivos y sin la
observancia de algunas consideraciones acerca de la ciencia y del entorno
económico-social y político-cultural.” O (Niño Galeano & García Fronti, 2003) “El
contenido macro de la información contable debe buscar desarrollar una contabilidad
socioeconómica, para superar las limitaciones presentadas por la contabilidad
estrictamente presupuestal, patrimonial y/o financiera, permitiendo hacer énfasis en la
medición de la productividad y rentabilidad social, como expresión que permite ligar
aspectos económicos y sociales, y como medidor de la gestión social de las unidades
económicas que conforman una nación.
A partir de esto se esperaría que la información contable no se reduzca únicamente a
la revelación de datos financieros sino que tenga un alto grado de información social.
(Niño Galeano & García Fronti, 2003) hace referencia a que los problemas
relacionados con aspectos sociales no se limitan a una dimensión financiera, “Los
aspectos sociales involucrados en la contabilidad incluyen cuestiones tanto de índole
micro como macro contable y, al no tener aún una identidad propia, las cuestiones
sociales se solapan con las divisiones de la contabilidad más asentadas. Al intentar
caracterizar las cuestiones sociales, destacamos que no sólo se debe pensar en
problemas económicos ni depende únicamente de la partida doble y de las cuestiones
patrimoniales.” De igual forma (Tua Pereda, 2000) destaca el papel de la contabilidad,
su rol integral “la contabilidad…es fuente primordial de información, que, a su vez,
facilita la planificación macro y microeconómica, promueve la creación y colocación
eficiente de capitales, Genera la confianza entre inversores y ahorradores, Hace
posible el correcto funcionamiento de las instituciones y unidades económicas, implica
el desarrollo de los mercados de capitales Y, en definitiva, constituye el motor de la
actividad económica, fomentando el empleo racional de los recursos existentes en un
país … Con todo ello, nuestra disciplina cobra una dimensión desbordante y se inserta
en un marco de trascendencia suma: ser instrumento básico de optimización
económica y social y, en consecuencia, contribuir al desarrollo económico…”
Es así que la información pública, la que está dirigida al “público en general”, debería
contar con una complementariedad entre aspectos cualitativos y cuantitativos,
financieros y no financieros, y lograr una integralidad en las diversas perspectivas que
afectan la actividad de las organizaciones y que puedan permitir tomar decisiones a
cualquier usuario externo como lo menciona (Niño Galeano & García Fronti, 2003)
“Además, debe integrar y combinar aspectos contables con aspectos de naturaleza no
contable, que reflejen con suficiencia aspectos cualitativos y cuantitativos de la gestión
de cualquier organización y que permitan apreciar cuál ha sido el manejo de los
recursos que las empresas han recibido de la sociedad. Este análisis ha de extenderse
a la capacidad de determinar cuál ha sido su contribución al desarrollo económico y
social de la comunidad o sociedad a la que pertenecen.”
Ahora, revisando mucha de la información y de los estados financieros que prepara la
contabilidad es claro que se ha concebido para servir al “público en general” por lo
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tanto cualquier persona natural interesada en conocer sobre la distribución de la
riqueza y el desarrollo de la actividad que lleva a cabo una empresa, debería estar en
la capacidad de conocer la información de dicha empresa en su totalidad, sin
limitaciones en el acceso y sobre debería poder entenderla, para así lograr además un
entendimiento, participación y control en decisiones de carácter macro que influyen en
su entorno. Como lo expresa (Gómez Villegas, Contabilidad: Comentarios sobre el
discurso científico y los determinantes morales, 2003) “La contabilidad, a más de ser
fruto de la acción humana y de los hechos sociales, es uno de los elementos
esenciales para motivar, impulsar y determinar nuevas acciones y nuevos hechos,
particularmente los de producción y distribución de riqueza, entre otros. La teoría
contable (ortodoxa) dice que la contabilidad es la base para la toma de decisiones, que
tiene implicaciones para los diversos agentes. Así mismo, plantea que la información
contable financiera debe poseer ciertas características que garanticen que la decisión
sea la “mejor”, la “correcta””
Por eso, entendiendo la Contabilidad como “Campo de conocimiento, que ha nacido,
se ha desarrollado y pretende superar sus contradicciones en torno a las necesidades
sociales; su razón de ser se centra en la satisfacción de las necesidades de las
comunidades, del Estado, mercado y empresas, como expresiones de la naturaleza
humana.” (Machado, 2003) se esperaría que una empresa que se declare responsable
socialmente lo evidencie en su sistema contable y por ende se refleje en los reportes,
como yo se había mencionado, dentro de su información cualitativa y cuantitativa. Y
viceversa, se esperaría que al revisar la información contable de una empresa se
pudieran deducir sus iniciativas relacionadas con responsabilidad social
Partiendo de lo anterior el rol del Contador también se vería afectado; actualmente su
papel está determinado por un enfoque económico y financiero de la empresa e
informando sobre lo que es interés de los propietarios de capital. Su naturaleza “social”
se limita al de fedatario, pero en asuntos empresariales, diferente de lo que se
esperaría de un verdadero carácter social teniendo en cuenta las implicaciones macro
que de su labor se pudiera desprender. (Tua Pereda, 2000) hace un énfasis en el rol
social que tiene el Contador dentro de su entorno como se ve a continuación “…Si el
experto contable calcula el beneficio es porque ésta magnitud tiene una amplia
repercusión social, de forma que marca decisivamente el éxito o fracaso de una
actividad económica de quienes la llevan a cabo.
En segundo lugar, el experto contable ha de entender su actividad como una más de
servicio a la colectividad. Esto implica que el producto informativo que obtiene después
de aplicar sus técnicas e instrumentos de medida no es un fin, sino un medio que otros
utilizarán para fines muy diversos.
En tercer y último lugar, la relevancia social del experto contable o auditor viene
marcada por el uso que se hace, externamente, de sus elaboraciones para dirimir
intereses económicos. Cuestiones tales como el reparto del beneficio, las
declaraciones fiscales, la intervención en disputas judiciales, la participación en
expedientes de empleo etc., son algunos casos donde la actuación del experto
contable puede ser decisiva.”
9
(Gómez Villegas, 2007) incluso hace referencia a la carga moral que implica la función
contable, teniendo en cuenta la revelación y el impacto que tiene la disciplina en temas
de desarrollo económico y social. “…Si la contabilidad es construida socialmente,
muchas de sus técnicas y tecnologías, y por supuesto las teorías que soportan tal
instrumental, tienen una carga moral significativa…
… en la medida en que “Autoridad”, “Orden“, “Confianza”, entre otros, son valores, que
juzgamos como fines o propósitos loables y “buenos”, la contabilidad está atravesada
por cuestiones y condicionantes morales…
Estos dos aspectos pueden connotar énfasis morales muy importantes, para que la
contabilidad no solo aporte a la prosperidad económica privada y financiera, sino que
trascienda hacia el desarrollo humano y social, la conservación de la diversidad y la
consolidación de la democracia… “
Vale la pena mencionar el compromiso social en el que se encuentran inmersos los
Contadores como lo expresa (Machado, 2003) “La contabilidad asume un papel de
compromiso no sólo frente a la realidad de las naciones del mundo, de sus grupos e
individuos, sino frente a la humanidad. Su misión de reflejar la realidad financiera,
económica y social es un servicio del cual se surten los individuos representantes de
diversas profesiones (administradores, economistas, ingenieros, contadores, etc.), así
como agentes sociales…
… El papel de la contabilidad frente a la realidad social ha sido el de construir modelos
que simplifiquen la realidad social en variables de carácter humano, ecológico,
ambiental etc...
De la forma como la contabilidad conciba la realidad social de los países y de cómo
afronte la problemática adyacente, depende el nivel de contribución de los
profesionales que la utilicen como herramienta de trabajo.”
No obstante lo mencionado hasta el momento en este segundo apartado, la realidad
es que la Contabilidad sirve a intereses privados incluso la iniciativa de convergencia
mundial menciona como principales usuarios de la información a los inversionistas y
prestamistas, dejando de lado todo el sentido social propio de la Contabilidad y de la
profesión contable, y se sigue informando sobre los recursos y las utilidades de los
propietarios de capital y no de los recursos que son sociales y fueron delegados
únicamente para ser administrados y gestionados. En éste sentido, (Machado, 2003)
expresa “Aun quedan interrogantes por resolver en relación con la equidad en la
distribución de riqueza, la conservación de los recursos naturales y del ambiente, el
reconocimiento y valoración de capitales alternativos, la responsabilidad social frente
al uso de energías fósiles, valoración de alternativas energéticas (solar e hidrogeno),
etc…”
La información contable tiene un sesgo hacia la revelación de información financiera
únicamente, es decir una sola perspectiva de las empresas. La información no
financiera es insuficiente, pero la que se emite se podría pensar que es más con
propósitos estratégicos y de mercadeo social que con la verdadera intención y el
reconocimiento social. Tal y como lo expone (Penen Lastra, 2002)“El objeto al que
dedica sus esfuerzos la contabilidad, los objetivos propuestos para el sistema de
10
información, los criterios de medición, los sistemas de clasificación, los métodos de
registro y las formas y medios de presentación de la información, son signos claros de
manifestaciones humanas en torno de un instrumento y una filosofía caracterizada por
un, según algunos autores, sesgo hacia fenómenos financieros, monetarios,
microeconómicos y del sector privado, dando menos importancia a los fenómenos
económico-sociales, no monetarios, macroeconómicos y públicos.” o como lo
menciona (Gracia López, 2010) “… Por lo general la contabilidad se ha quedado con el
análisis y contemplación de los fenómenos, con la simple descripción de los mismos, o
con la versión instrumental de sumatoria de partes…
…. El proceder explicativo de la contabilidad ha terminado apropiando sólo una parte
de la realidad (fragmentos) desarticulada de contexto globales –reales- y de
fenómenos sociales, ambientales y culturales que emergen en las diversas formas de
producción, apropiación y administración y consumo de la riqueza. Por esta vía
idealista, el dato contable ha terminado despojado de su esencia, es decir, de sus
cualidades intrínsecas que lo comunican con el mundo de la realidad.
…Se descubre un criterio metodológico de “totalidad” que se plantea como la simple
suma de las partes, o en su mejor versión, como la interacción lógica de elementos
que se postulan racionalmente, concepción que resulta contraria a otro criterio que
asume la “totalidad” en el sentido de la aprehensión de la esencia de la realidad como
un todo estructurado… La aplicación del criterio de totalidad como la suma de las
partes presenta limitaciones metodológicas, en tanto le atribuye al sistema
posibilidades ilimitadas, desconociendo en la práctica la esencia de los fenómenos…”
11
Los resultados propios del desconocimiento del entorno y de la concentración de
información únicamente financiera y dirigida a “inversionistas y prestamistas”, a unos
pocos que constituyen una “élite de la información” se han dejado ver durante varios
años. Estamos en mora de reconocer desde la disciplina dichos conceptos, de conocer
y actuar verdaderamente con políticas “sinceras” y “honestas” relacionadas con
responsabilidad social desde las empresas y de reconocer el rol de los profesionales
contables en un ámbito social más amplio del que estamos acostumbrados y de
formar, investigar y evidenciar la realidad entre la responsabilidad social y contable
desde la academia.
(Rueda Delgado, 2002) menciona que “La contabilidad tradicional ha sido un
instrumento que ha favorecido, o por lo menos ha sido indiferente, a la inequidad,
pobreza y degradación ambiental que caracterizan la sociedad de hoy en día. La
contabilidad siempre ha estado al servicio de la riqueza financiera y la propiedad
privada. Especialmente a partir del surgimiento de la empresa, en épocas del
capitalismo mercantil, el mensaje contable se ha dirigido fundamentalmente a
satisfacer las necesidades de los propietarios y/o de la administración…
La contabilidad no sólo debe abordar la actividad financiera y económica de la
empresa y la sociedad en su conjunto, sino que además debe adecuar sus
instrumentos teóricos para atender los efectos que dichas actividades producen sobre
la calidad de vida de sus habitantes.”
En este escenario quedan algunas inquietudes relacionadas con la información que se
le brinda a los miembros de la sociedad, al individuo que se interesa por la que se está
haciendo con los recursos o por el que se está viendo afectado por la actividad
empresarial, por ejemplo, si revisaran la información emitida por las empresas ¿tendría
información emitida para él? ¿Encontraría todo lo que necesita conocer?, ¿entendería
la información? ¿podría deducir las iniciativas relacionadas con responsabilidad
social? ¿Podría tomar decisiones basadas en el conocimiento del entorno?
De los párrafos anteriores podemos derivar que la contabilidad, puede tener fuertes
relaciones conceptuales con la responsabilidad social, dependiendo de su definición,
características, objeto y objetivo de estudio. Sin embargo consideramos que frente al
tema de la responsabilidad social empresarial, puede aportar a que los usuarios, que
se integran en la empresa como una coalición de intereses y que sean tratados de
forma equilibrada, deberían apoyarse en ella para poder determinar, evaluar y
controlar si efectivamente el ente está siendo responsable socialmente y a partir de allí
tomar decisiones que sean pertinentes dentro de su rol como agente o actor
interesado en su gestión. Trataremos ahora de mirar cómo específicamente puede la
contabilidad hacerlo.
3. Formas concretas como la contabilidad puede informar acerca de la
responsabilidad social
La presente sección pretende articular las dos anteriores de la siguiente manera.
Considerando las distintas formas como una empresa puede ser responsable
socialmente (en algo similar a un eje donde sus extremos son, por un lado serlo por
estrategia comercial o de imagen, y por el otro ser una verdadera organización que
busca mejorar la calidad de vida de todos los actores que en ella convergen en
igualdad de condiciones), la contabilidad, bajo las visiones expuestas en el numeral 2
debe poder dar información útil y pertinente para que los usuarios (que hacen parte de
la empresa) tomen decisiones adecuadas respecto de los verdaderos alcances de la
gestión empresarial y sus efectos sociales y ambientales.
El punto de partida para definir estas categorías de análisis acerca de la manera
concreta como la contabilidad puede dar cuenta de la responsabilidad de la gran
empresa, es plantear que una empresa al declararse responsable puede llegar a
generar información de tipo social y ambiental (cuanti y cualitativa) o que
alternativamente puede incluir dentro de sus notas a los estados contables, o incluso
en ellos, información pertinente para que los usuarios conozcan acerca de su
responsabilidad.
3.1
Responsabilidad empresarial con trascendencia social
La inclusión de información acerca de la responsabilidad social, asociada a reportes
de corte socio ambiental o a los estados financieros y contables, son una manera
como la contabilidad puede contribuir dando cuenta no solo de lo que cada
organización quiere comunicar, sino de aquellos acuerdos y valores socialmente
construidos y que se le exigen a la empresa, cumpla e informe. Es lo que en otro texto
se ha denominado Responsabilidad Empresarial con Trascendencia Social (Rueda
2011, p. 10)
12
A continuación se expone una serie de variables que son fundamentales en la
construcción de una responsabilidad empresarial que sea relevante para la sociedad
(y no solo para la empresa) de las estructuras sociales y económicas del país a las
cuales una información de contabilidad puede contribuir a evidenciar y develar. Como
se verá muchas de esas variables tienen que ver con las consecuencias del modelo
neoliberal pero también con otras estructuras del país que han generado exclusión y
desigualdad.
Sin el ánimo de hacer un listado exhaustivo, las variables sociales críticas de las
cuales una empresa con Responsabilidad Social debe incluir, al menos: asuntos de
trabajo, mercado y precios, distribución del valor agregado, posesión y origen de
activos y composición de la propiedad que se describen brevemente a continuación.
La mayoría de esa información puede estar contenida en informes socio ambientales o
en otros casos tener referencias en las notas a los Estados Financieros (Rueda 2011.
P 12)
Las Empresa suele ser una generadora importante de empleo. Sin embargo, el mismo
se ha deteriorado y precarizado. Los esquemas de flexibilización laboral, informalidad
en la vinculación, sub empleo y desempleo deben ser evidenciados y develados
directamente desde los informes contables empresariales. En esa medida, por ejemplo
se propone que la información contable no solo de cuenta de los gastos (y
obligaciones) laborales de la empresa, sino que incluya otros asuntos relevantes para
la responsabilidad social, como son entre otros
•
•
•
•
Cantidad de trabajadores vinculados durante el período, condiciones de la
vinculación y monto de la remuneración pagada.
Jornadas laborales que en promedio tuvieron que desarrollar los trabajadores
durante el período informado.
Número de personas vinculadas y desvinculadas y condiciones de seguridad
social de esos trabajadores.
Estadísticas generales de los trabajadores por grupos etáreos, género, etc.
Sin duda uno de los elementos fundamentales para generar desarrollo económico
incluyente es el empleo pero no solo en cantidad sino en calidad. Una empresa que
divulgue información como la listada y la que adicionalmente considere pertinente
(como planes de bienestar, capacitación etc.) ayuda a visibilizar los niveles reales de
compromiso social de una empresa.
Respecto del Mercado y los precios, resulta relevante, en el marco de esta
propuesta, comprender el mercado al que se enfrenta la empresa, y la manera como
dicho mercado determinada en mayor o menor medida, los precios de los bienes y
servicios que la organización ofrece. Como se ha anotado anteriormente, el esquema
empresarial de hoy en día de la gran corporación, traslada los riesgos sociales del
empleo, por ejemplo, a pequeñas y medianas empresas que actúan como
proveedores de una gran cadena multinacional. En esa medida resulta pertinente que
la información contable divulgue la composición del mercado en el que opera la
empresa, sus clientes, y si estos imponen condiciones o no para determinar el precio
de venta final del bien o servicio que se produce.
De esta forma la contabilidad empresarial contribuye a develar los vínculos y
relaciones que se generan entre grandes empresas, con la Pequeña y Mediana
empresa, es decir sus proveedores.
De otro lado, es pertinente conocer la manera como el valor agregado económico que
una empresa genera, se distribuye entre actores económicos. Así, por ejemplo, la
información contable puede ayudar a establecer comparaciones entre los porcentajes
13
de valor agregado que reciben los trabajadores, en comparación con la que reciben
otros actores como los prestamistas financieros. Igualmente informar los porcentajes
de valor agregado que son apropiados por actores como el Estado (impuestos), la
empresa misma (reservas y depreciación) y la propiedad (dividendos o
participaciones) ayuda a develar tendencias históricas de las inequidades y
concentraciones que abundan en el país y que las empresas reproducen a nivel micro.
Contar con este tipo de información y divulgarla, sin duda mejora las posibilidades
para que los distintos actores “negocien” las condiciones de prestación de servicios,
provisión de bienes y el valor a recibir por ellos. Este tipo de revelaciones sin duda
ayudan a comprender la verdadera responsabilidad social de un ente económico.
Respecto de la posesión y origen de los activos, el tema es de especial importancia
y sensibilidad en Colombia, por ejemplo, con activos como la tierra. En efecto, muchas
hectáreas de tierra que hoy son explotadas por prósperas empresas agro industriales
nacionales y multi nacionales fueron, no hace mucho años, propiedad de campesinos
y mini y microfundistas que tuvieron que desplazarse por condiciones del conflicto
armado del país (Bello 2006).
Si bien las operaciones de adquisición y explotación de la tierra en esas condiciones
no pueden ser consideradas ilegales, sin duda el debate público que genera este tipo
de información aumenta su cualificación y mejora la deliberación social en torno al
desplazamiento y los verdaderos agentes que se benefician de él. Las revelaciones
propuestas amplían la dimensión financiera de un activo (capacidad de generar
beneficios económicos futuros) e incluye también sus “antecedentes” jurídicos y por
sobre todo la información para la construcción social de juicios morales respecto de la
gestión empresarial y sus efectos.
Finalmente, el tema de la propiedad resulta fundamental para la revelación de una
empresa con Responsabilidad. La divulgación de información respecto de los nombres
de los propietarios así como de su porcentaje real de propiedad de la empresa ayuda
no solo a develar posibles fraudes como el testaferrato y blanqueo de activos, sino a
evidenciar acumulación y concentración de riqueza, por partes de unos pocos actores
económicos, o incluso a la forma como el capital multinacional opera en Colombia, a
través de la compra de empresas de tamaños diferentes.
Muchos otros temas podrían hacer parte de este listado. Es importante aclarar que
sobre la información que se esperaría que una empresa con RETS divulgara, no
deben ser determinados por la empresa emisora de la información y sus gerentes, sino
objeto de una construcción social de significado, donde pueden intervenir diferentes
actores que hacen parte de la coalición de intereses en la empresa.
Como ya se anotaba, seguramente deberían revelarse muchas otras informaciones,
pero las anteriores deben ser vistas como ejemplos de la manera como la contabilidad
pueden contribuir al mejoramiento de la sociedad, develando relaciones entre la
empresa con otros actores como ya se explicó. En todo caso estamos proponiendo
una información que en su mayoría la sociedad desconoce y por tanto mejorarán la
calidad del debate público sobre la gestión empresarial.
Bajo esta hipótesis, formulada a partir de los desarrollos de este texto, asumimos que
la contabilidad, sus mensajes sociales, ambientales o financieros, pueden dar cuenta
de la Responsabilidad Social bajo dos grandes posibilidades. Hacerlo bajo enfoques
que se pueden denominar de RSE tradicional, es decir aquella donde la misma
empresa decide qué informar (o incluso decide no hacerlo) a la sociedad, sin
considerar como referente las propias necesidades de dicho entorno, o hacerlo bajo lo
que el texto ha denominado Responsabilidad Empresarial con Trascendencia Social,
14
acompañado de información contable pertinente para ese tipo de dimensión de la
gestión empresarial.
De esta manera se podrá avanzar en una categorización de la RSE vista como una
relación de las políticas empresariales hacia su entorno acompañada de información
contable que informe si realmente dichas políticas están construyendo un entorno más
favorable para los actores económicos y sociales que se ven afectados directa o
indirectamente afectados por la gestión empresarial.
Esta relación teórica construida solamente a manera de hipótesis y que deberá ser
contrastada posteriormente como se mencionaba al comienzo de este documento,
será finalmente presentada de manera gráfica en la sección final del trabajo.
3.2
Relaciones entre Responsabilidad empresarial y reportes contables.
Como se acaba de explicar, no basta con que una empresa se declare responsable
para que lo sea. Esta proclamación debe venir acompañada de información contable,
de tipo cuantitativo y cualitativo, monetaria y no montería, social, ambiental y financiera
etc. que permita al usuario, en este caso “el público en general” y a los actores socio
económicos interesados en ella, no solo determinar si efectivamente lo ha sido, sino
facilitar la toma de decisiones que a cada uno le corresponde.
Gráficamente puede mostrarse estas relaciones de la siguiente manera.
FIGURA 1. RELACIONES ENTRE RESPONSABILIDAD SOCIAL E INFORMACION CONTABLE
RETS
15
A1
A2
Contabilidad
“tradicional”
B1
Contabilidad para
el entorno
C
B2
RSE “TRADICIONAL”
Fuente: Aportado por los autores.
El eje horizontal representa un continuo entre las visiones tradicionales de la
contabilidad pensadas solo para satisfacer necesidades financieras de usuarios como
inversionistas y prestamistas financieros (extremo izquierdo) y entre la información
contable que “da cuenta” de la manera como la contabilidad informa, mediante
reportes de diversa índole, las relaciones entre ente económico y los actores o
agentes que están en su entorno. El eje vertical representa un continuo entre
dimensiones de la Responsabilidad Social definida por la misma empresa como una
estrategia de legitimación ante la sociedad (extremo inferior) y entre una
responsabilidad construida desde la comunidad con la que la empresa interactúa y
definida conjuntamente.
Las combinaciones entre estos ejes horizontal y vertical, permitiría “ubicar” las grandes
empresas Colombianas objeto del estudio empírico posterior, en 5 grandes categorías
en donde se analizan tres condiciones. La primera es la manera como se ha
construido o definido la responsabilidad social, es decir de manera conjunta, colectiva
y concertada con el entorno (RETS) o en una auto definición o auto proclamación del
ente como responsable (RSE tradicional). La segunda condición es la revelación de
información contable socio ambiental (cuanti y cualitativa) pertinente para el entorno y
los actores involucrados en la gestión empresarial. La tercera, plantea los vínculos con
la cuantificación financiera de los efectos que las decisiones de la empresa han tenido
en cuanto a responsabilidad social y el aporte de información con el detalle suficiente
para que los usuarios logren identificar los efectos económicos que esas decisiones
han tenido para la empresa.
A partir de estas tres condiciones se generarían las siguientes Categorías de
empresas, en cuanto a su relación de responsabilidad e información contable.
CATEGORIA A1: La empresa que asume un rol de RETS y que por lo tanto ha
generado una política de Responsabilidad construida socialmente, acorde con los
intereses y necesidades de los actores sociales y que al mismo tiempo y de manera
consecuente con lo anterior divulga información social y ambiental completa, a todos
los usuarios que convergen en su gestión e incluye información cuanti y cualitativa del
alcance incluido en el numeral 3.1, es decir construido conjuntamente entre sociedad y
empresa. Al mismo tiempo, esa misma organización incluye en sus estados contables
notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que producen sus
decisiones de responsabilidad empresarial, en particular las relacionadas con lo que
es pertinente para el conjunto de actores, en cuanto a asuntos sociales y ambientales
y no solo económicos y financieros.
CATEGORIA A2. La empresa que asume un rol de RETS y que por lo tanto ha
generado una política de Responsabilidad construida socialmente, acorde con los
intereses y necesidades de los actores sociales y que al mismo tiempo y de manera
consecuente con lo anterior divulga información social y ambiental completa, a todos
los usuarios que convergen en su gestión e incluye información cuanti y cualitativa del
alcance incluido en el numeral 3.1, es decir construido conjuntamente entre sociedad y
empresa. Sin embargo, esa misma organización NO incluye en sus estados contables
notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que producen sus
decisiones de responsabilidad empresarial.
CATEGORIA B1. La empresa que asume un rol de RSE Tradicional y que por lo tanto
ha generado una política de Responsabilidad construida directamente por la empresa,
acorde con los intereses y necesidades de ella misma pero que divulga voluminosa
información social y ambiental, que puede resultar pertinente a todos los usuarios que
convergen en su gestión e incluye información cuanti y cualitativa del alcance menor
incluir en el numeral 3.1,. Al mismo tiempo, esa misma organización incluye en sus
16
estados contables notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que
producen sus decisiones de responsabilidad empresarial.
CATEGORIA B2 La empresa que asume un rol de RSE Tradicional y que por lo tanto
ha generado una política de Responsabilidad construida directamente por la empresa,
acorde con los intereses y necesidades de ella misma pero que NO divulga
información social y ambiental, que puede resultar pertinente a todos los usuarios que
convergen en su gestión e incluye información cuanti y cualitativa del alcance menor
incluir en el numeral 3.1,. Al mismo tiempo, esa misma organización NO incluye en sus
estados contables notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que
producen sus decisiones de responsabilidad empresarial.
CATEGORIA C. La empresa que NO asume un rol de RSE Tradicional y que por lo
tanto NO ha generado una política de Responsabilidad y que NO divulga información
social y ambiental, que puede resultar pertinente a todos los usuarios que convergen
en su gestión. Al mismo tiempo, esa misma organización NO incluye en sus estados
contables notas aclaratorias que evidencian los impactos financieros que producen sus
decisiones de responsabilidad empresarial.
Las anteriores categorías no deben ser vistas como construcciones definitivas. Los
límites entre unas y otras son difícilmente separables con absoluta claridad. Sin
embargo, desde la línea argumental de este trabajo, permiten identificar, controlar e
informar mediante información contable, la dimensión de responsabilidad que una
empresa realmente tiene frente a la sociedad.
En esa medida entonces la contabilidad juega un papel definitivo no solo en la
generación de información pertinente para los agentes socio económicos sino para la
construcción de una sociedad mejor, en donde la empresa juega un papel muy
importante para el mejoramiento o no de las condiciones de vida de la población. Es
una dimensión que sin duda abre nuevos espacios de trabajo para la disciplina
contable.
Conclusiones
El papel que las empresas privadas tienen en las sociedades contemporáneas está
fuertemente determinado por el modelo o contrato social que se genere en su interior.
El modelo neoliberal ha impulsado a que las grandes empresas se auto proclamen
como responsables socialmente, sin que existan mayores elementos de evaluación
para determinarlo realmente.
El presente trabajo hace una apuesta por relacionar el papel de la contabilidad como
una herramienta de conocimiento social, puesta al servicio de los actores sociales y
económicos que hacen parte de la coalición de intereses y que de manera directa o
indirecta se ven afectados por la gestión del ente económico. Sin duda, la información
social, ambiental y financiera, la cuantitativa y cualitativa y la monetaria y no monetaria
tendrán mucho que aportar en la construcción de sociedades diferentes, cuando
incluyan dentro de sus propósitos la verdadera identificación de las necesidades
sociales a las cuales la gestión empresarial puede contribuir a satisfacer si realmente
se compromete con la sociedad y no solo construye su “imagen” ante el mercado.
17
Sin duda estamos ante hipótesis que debemos validar posteriormente, pero al mismo
tiempo esperamos empezar a abrir nuevas posibilidades de trabajo investigativo, que
ligue la disciplina contable con los contextos nacionales particulares y con las
verdaderas condiciones de vida de la mayoría de la población. Así entendemos el reto
social
de
la
contabilidad
al
cual
esperamos
seguir
aportando.
18
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