Download el pensamiento crítico en tiempos de crisis y cambio político las

Document related concepts

Universidad Pedagógica Nacional de Colombia wikipedia , lookup

Trabajo social wikipedia , lookup

Estudios culturales wikipedia , lookup

Sociología pública wikipedia , lookup

Irma Eréndira Sandoval wikipedia , lookup

Transcript
REV IISE
ISSN 1852-6586
S TA F F
COORDINADORA
DEL COMITÉ EDITORIAL
MADUEÑO, ESTELA
COMITÉ EDITORIAL
CASAS, JOSE
DIAZ, MYRIAM
FAGER, CARLOS
HENRIQUEZ, MARÍA G.
COMITÉ ACADEMICO
DE LA TORRE, DELIA
GAGO, ALBERTO
HIDALGO, ELENA
GARCIA, ZULMA
NAVARRO, MARTA
MOLINA, MARTA
CASTILLA, ALEJANDRA
NEGRI, MARIA CRISTINA
MONTAÑEZ, SILVIA
TAPELA, ESTEBAN
FAGER, CARLOS
CERETTI, GRACIELA
VALENZUELA, SARA
CORTINEZ, PEDRO
AVILA, LAURA
MESTRE, TERESA
DISEÑO DE TAPA
SPECOGNA, JORGE
FOTOGRAFIA
GIUDICI, FERNANDO
sobre trabajos de alumnos Cátedra de Equipo Urbano,
FAUD, UNSJ. Titular Arq. S. Deiana
EDICION:
BRUSOTTI, ANIBAL
Instituto de Investigaciones Socioeconómicas - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad Nacional de San Juan
Av. José I. de la Roza 590 (Oeste) - Rivadavia - San Juan
Universidad Nacional de San Juan
Rector: Dr. Ing. BENJAMÍN KUCHEN
Facultad de Ciencias Sociales
Decano: Mag. Lic. RICARDO M. COCA
IISE —Instituto de Investigaciones Socioeconómicas—
Director: Lic. DIEGO F. FIOL
ÍNDICE
EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN TIEMPOS DE CRISIS Y CAMBIO POLÍTICO
LAS PROBLEMÁTICAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES CONTEMPORÁNEAS
Julio C. Gambina.
5
SOBRE LAS TENSIONES DEVENIDAS EN EL ÁMBITO ACADÉMICO-UNIVERSITARIO
ARGENTINO DURANTE EL INTERREGNO DICTATORIAL 1976-1983: UNA APROXIMACIÓN
DE LO ACONTECIDO EN LA UNSJ.
Victor H. Algañaraz Soria
13
LO RADICAL Y LA LIBERTAD
Miriam Dolly Arancibia De Calmels
23
RESILENCIA: UNA CONTRIBUCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL AL ÁMBITO DE LA SALUD
Mariana G. Audisio, Pamela N. Femenia, Marta D. Molina
27
CAMPO POLÍTICO EN SAN JUAN. UNA LECTURA EN CLAVE DE LÓGICA FAMILIAR
Fabiana R. García, María Del C.Goldberg, M. Josefina Castilla, Nancy E. Gómez,
María G.Henríquez, Silvia S. Storni.
35
LOS RELOCALIZADOS: ¿SOBREVIVIENTES EN LA FRONTERA URBANA?
Alejandra María Castilla; Buigues María Eloisa; Elida Crocco; Carolina Garcés
39
LA CAVIC: EL JUEGO DEL PODER EN UNA POLÍTICA PÚBLICA
María Gabriela Lirussi, Margarita Moscheni.
49
LAS LUCHAS POR LAS DEFINICIONES DEL MUNDO SOCIAL
María Goldberg.
61
LA FORMACIÓN DOCENTE ENTRE LA MODERNIDAD Y LA POSMODERNIDAD
Silvia Susana Montañez, María Lucía Manchinelli, María Mercedes Demartini.
65
UN CAMPO EN DISPUTA: LA POLÍTICA SOCIAL FOCALIZADA EN UN AMBIENTE DESERTIFICADO.
EL CASO DEL PLAN MANOS A LA OBRA
Walter Daniel Moreno
71
ORGANIZACIONES SOCIALES Y ASISTENCIA: LA IMPORTANCIA DE LO TERRITORIAL
Carina Sabeti
79
REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE LA INGERENCIA MUNICIPAL, EN LA VOCACIÓN
TERRITORIAL DE LOS DEPARTAMENTOS ZONDA Y POCITO (PROVINCIA DE SAN JUAN)
Eduardo Vargas André, Clara De La Vega, María I.Gil, María V. Soria, Nury Cerdera,
Encarnación Fernández, Martín Riveros, Enzo L. Aciar, Rosa M. Galeana,
Paula Albarracín, Tita Perisotto.
87
POLÍTICAS SOCIALES DESDE SUS DESTINATARIOS.
EL CASO DE SAN JUAN, ARGENTINA, 2002 - 2009
Alicia Naveda, Diana López, Sonia Vega, Lelis Jofré, Cecilia Guarro.
97
NORMAS EDITORIALES
109
EL PENSAMIENTO CRÍTICO
EN TIEMPOS DE CRISIS
Y CAMBIO POLÍTICO
LAS PROBLEMÁTICAS EN LAS CIENCIAS
SOCIALES CONTEMPORÁNEAS
Julio C. Gambina1
CONFERENCIA DESARROLLADA EN EL 5º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES DE CIENCIAS
SOCIALES DE LA REGIÓN CENTRO OESTE Y 2º BINACIONAL CON LA
IV REGIÓN DE LA REPÚBLICA DE CHILE.
Facultad de Ciencias Sociales Universidad Nacional de San Juan
Instituto De Investigaciones Socioeconómicas, 28, 29 y 30 de Octubre de 2009
1
Profesor Titular de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. Profesor de
posgrado en varias Universidades Públicas de la Argentina. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y
Políticas, FISYP. Miembro del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.
6
REV IISE
I Introducción
El dato relevante de la contemporaneidad es la
crisis de la economía mundial, con sus manifestaciones en las finanzas y la producción,
convergente con crisis en materia alimentaria,
energética y ambiental. La crisis de la alimentación, la energía y el medio ambiente está
subordinada al modelo productivo imperante
sustentado en la acumulación de riquezas, ganancias y poder, con lo cual, la crisis es un proceso integral que afecta y pone en discusión el
orden global capitalista y su manifestación singular en los países de América Latina y el Caribe. La crisis capitalista es un desafío para las
ciencias sociales, en la integralidad definida,
en sus partes, en las consecuencias sociales
que genera, especialmente en materia de exclusión social, desempleo, precariedad y empobrecimiento creciente de grandes franjas de
la población. Pero el desafío mayor se concentra en el estudio de las causas de la crisis, las
formas que asume la explotación de la fuerza
de trabajo, las modificaciones en las relaciones sociales de producción, de subsunción del
trabajo, la naturaleza y la sociedad en el capital, y en las posibilidades de superar la crisis
en beneficio de las clases subalternas. ¿Qué
orden se necesita? ¿Qué sujetos lo piensan,
construyen y luchan? ¿Con qué programa y
rumbo? Se trata de pensar en ciencias sociales
que puedan hacer síntesis de prácticas transformadoras en curso y que coadyuven a sugerir hipótesis de anticipación del orden social.
Pero junto a la crisis, el fenómeno del cambio
político, especialmente en la región latinoamericana, constituye parte de la realidad en nuestro territorio y con pretensión de alcance global. Aludimos a procesos políticos críticos del
orden y discurso hegemónico en los 80´ y sobre todo en los 90´, de cuño neoliberal, sustentador del ajuste estructural, con secuelas
de asimetría social por ingresos y riqueza, generando una profunda concentración y extranjerización (transnacionalización) de capitales de
la mano de la liberalización económica generalizada. La primera década del Siglo XXI hizo
evidente el estado de movilización social y organización popular para discutir el orden existente. El FSM convocado desde comienzos del
2001 en Porto Alegre; un conjunto de campañas contra el ALCA, el pago de la deuda o la
militarización; los levantamientos populares
contra gobiernos desprestigiados, o enfrentando golpes de estado, son parte de la acumulación de poder popular por el cambio político en
estos años, en Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela, entre otros países. En el mismo sentido apuntan los emergentes gobiernos que en
la región manifiestan rechazo discursivo a las
políticas de los años previos, aún sin modificar
la estructura económico social derivada de
aquellas políticas hegemónicas.
Ambas cuestiones yuxtapuestas, la crisis de la
economía mundial y el cambio político, constituyen la base del desafío para el pensamiento
crítico regional. La crisis debe ser considerada
una oportunidad para potenciar las demandas
y la experiencia de las clases subalternas por
transformar la realidad. Es cierto que es también una oportunidad para relanzar el programa de las clases dominantes y queda claro con
las recomendaciones del G20 sobre la liberalización de la economía mundial, el aliento a las
negociaciones por la ronda de Doha, y el fortalecimiento del FMI y el Banco Mundial como
eje de sustentación del orden financiero y económico mundial. Las experiencias nacionales
de cambio político y la incipiente práctica de
integración alternativa, especialmente el ALBA
y otros emprendimientos (Banco del Sur, Telesur, acuerdos energéticos, etc.) e incluso UNASUR, dan cuenta de una base material de acción colectiva con sentido transformador que
anima a la búsqueda de síntesis teóricas.
II Vigencia del pensamiento crítico
El pensamiento único ganó la escena intelectual en los 80´ y especialmente en los 90´,
relegando al cajón de los recuerdos el pensamiento crítico, hegemónico en los 60´ y 70´,
momentos de importantes batallas por la liberación nacional y social en la región.
La revolución cubana en 1959, especialmente
luego de Playa Girón en 1961, dio el puntapié
inicial del debate por el socialismo en la región. Problemática presente en el imaginario
social y político desde el siglo XIX con las primeras traducciones de Marx y otros clásicos
de la revolución, tanto como la emergencia de
organizaciones sociales, sindicales y culturales
de los trabajadores, o con los partidos socialistas y comunistas, pero puesto en acto concreto con la primera revolución socialista triunfante en la región. Aún antes procesos políticos de masas como en Bolivia de 1952, o el
peronismo argentino en 1945, convergente con
el varguismo en Brasil, y otros procesos, que
animaron la industrialización de América Latina y el Caribe, siendo específicos y diferenciados entre sí, contribuyeron a generar un clima
de época sobre la base del desarrollo material
del capitalismo local y su antítesis, el socialismo. La industrialización y extensión de la relación de explotación sustentó la materialidad
para el cambio del orden social.
La reflexión y estudios sobre la realidad hasta
los 60´ están atravesados por una lógica de
capitalismo y anticapitalismo, más aún, la dis-
REV IISE
7
cusión se presentaba sobre los caminos del
desarrollo capitalista. Esa era la base del debate al surgimiento de la CEPAL desde 1948 y
al interior de la misma, lo que motivó la emergencia del estructuralismo latinoamericano y
la teoría de la dependencia, para pensar la dependencia desde los países dependientes del
capitalismo. Son tendencias de pensamiento
que surgen en debate con el marxismo latinoamericano que había sentado las bases de la
crítica al capitalismo en la región, especialmente
con Mariátegui en la década del 20. Los cambios definidos por la industrialización sustitutiva generalizaron la relación salarial y con ella
la organicidad del movimiento obrero, su resistencia y la práctica teórica de esa experiencia para generar síntesis desde la teoría crítica
para el nuevo orden social. Es un debate sustentado entre marxistas y con nuevas corrientes de interpretación de la realidad de las clases subalternas.
La derrota de la experiencia de aquellos años a
mano de las dictaduras terroristas inauguradas en Chile (1973) y continuadas en el Cono
Sur afectaron seriamente a la crítica del pensamiento, no solo por la desaparición de personas, sino por el clima imperante en el ámbito intelectual. Remito a la situación generada
en la Universidad, la prensa, la literatura, el
arte, las ciencias, y los medios de comunicación, especialmente con la revolución tecnológica operada en los 80/90 con el desarrollo del
satélite y más recientemente con internet y la
digitalización. Ello significó un cambio muy importante en la práctica teórica, en su capacidad para conocer y transformar la realidad,
generando un corrimiento del intelectual al académico (Boron, 2008), y por lo tanto exento
del compromiso militante disociando la práctica teórica del destino de las organizaciones
populares o de izquierda. También se expresa
en cambios en las temáticas y formas de intervención de los investigadores en ciencias sociales (Svampa, 2009), dando lugar al asesor
o trabajo profesional más allá de la articulación con las necesidades de los clases subalternas. Es lo que explica en definitiva la orfandad estratégica en la respuesta de la izquierda
(Sader, 2009), con límites muy serios para sistematizar una práctica social y política de contestación a las políticas hegemónicas de corte
neoliberal y menos para intentar tesis anticipatorias de un nuevo orden emancipador.
Claro que si lo mencionado apunta a señalar el
rumbo principal de la derrota cultural de la izquierda y el movimiento emancipador ocurrido
en las últimas cuatro décadas, resulta necesario sindicar algunas experiencias con pretensión contra hegemónica. En ese sentido, CLACSO celebró en agosto del 2007 en Bogotá, Colombia, sus 40 años de existencia bajo el lema
Evigencia y actualidad del pensamiento críticov, retomando la tradición crítica de los 60´ y
problematizando los desafíos para las políticas
emancipatorias. El desafío apuntaba a superar
la resistencia exitosa desarrollada ante la ofensiva neoliberal y el pensamiento único en los
90´ y crear condiciones para modificar la agenda de la contestación teórica. Se trataba de
reeditar y traer al presente los escritos del pensamiento crítico en los 70´ para retomar el
impulso de una crítica actual del orden capitalista vigente. Era parte del reconocimiento del
retraso de la teoría sobre la práctica social y
política, un tema recurrente en los debates recientes en CLACSO.2 Una conclusión de la que
se hizo eco el Presidente boliviano, Evo Morales en su balance de la participación en el debate con los asistentes a la Asamblea y Conferencia de CLACSO.3
La ausencia de síntesis teórica no niega el desarrollo de la teoría en la práctica transformadora del movimiento de la sociedad y de los
movimientos sociales y políticos.
La primera alusión (movimiento de la sociedad) remite a los cambios culturales generados en el imaginario social producto de la acción colectiva transformadora y la segunda, a
las sistematizaciones realizadas por algunos
movimientos.
En el primero de los casos puede pensarse en
el cambio de percepción que supone el proceso 89-91 respecto de la imaginación por la
transformación operada desde 1848 (manifiesto
y revolución europea) y más aún desde 1917
(revolución rusa) ó 1945 con la bipolaridad del
orden mundial. La idea de la transformación
social era parte de la cultura de lucha de los
trabajadores y los pueblos, era parte de la conciencia social, al punto de considerarse parte
material de la capacidad transformadora.4 Con
los acontecimientos del 89-91, caída del muro
de Berlín y desarticulación de la URSS se obstruye la potencia de la transformación social
anticapitalista en el imaginario social. Esa ima-
2 XXIII Asamblea General Ordinaria de CLACSO y V Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales.
Cochabamba, Bolivia, 7 al 10 de octubre de 2009.
3 Comentado por Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, en su disertación de cierre de la V Conferencia
Latinoamericana y Caribeña organizada por CLACSO.
4 Alguna vez denominé “materialidad consciente” a la acción deliberada del sujeto en la actividad cotidiana para la
transformación social.
8
REV IISE
ginación que obtura la perspectiva de potenciales cambios anticapitalistas muta con la esperanza que habilita la emergencia de la respuesta en Chiapas contra el TLC y la ofensiva
del capital concentrado y especialmente del
Estado estadounidense en 1994. En el mismo
sentido se puede pensar a fines del 2001, a
días de la ofensiva pos atentados en Nueva
York, en la rebelión popular argentina que animó las expectativas de cambios que se materializarían durante la primera década del Siglo
XXI en la región latinoamericana y caribeña.
Aparecen multiplicidad de análisis sobre las
respuestas populares ante la regresiva estructura económico social derivada de décadas de
ajuste estructural implementadas bajo el auspicio del Consenso de Washington y el monitoreo de los organismos financieros internacionales.
En el segundo caso (movimientos sociales y
políticos) remito a los aportes de la nueva institucionalidad gestada desde la práctica social
y política. A modo de ejemplo mencionamos
en la Argentina el surgimiento de un nuevo sindicalismo en la Central de Trabajadores Argentinos, CTA, que incorpora la novedad del agrupamiento en función de la calidad de trabajador, por encima de la regularización formal de
los empresarios, contrariando una norma de la
sindicalización tradicional. Es el ejemplo de las
“asambleas populares”5 y otras formas de organización y movilización visibles al despunte
del nuevo siglo, del mismo modo que las empresas recuperadase y variadas formas de organización de la vida cotidiana para la producción y reproducción de la vida social. Son fenómenos que también se expresan en la búsqueda por nuevas formas de expresión de la representación política, con la aparición de nuevos partidos, frentes políticos y movimientos
que bajo nuevas denominaciones disputan la
representación electoral y parlamentaria de las
clases subalternas en toda la región, en clara
alusión a la crisis de los partidos políticos. Es
sin duda, uno de los grandes desafíos teóricos
de la época. La forma partido estaba generalizada como instrumento de la revolución y/o la
representación institucional hacia los 60-70;
discutida y recreada en esos años con el florecimiento de un debate sobre las formas y métodos de la conquista del poder y la transformación social. La derrota de las experiencias
nacionales y la ofensiva neoliberal de los 8090 dejaron un vacío que intenta superarse con
nuevos procesos que pueblan hoy la región con
diversidad de instrumentos políticos y un aspecto común centrado en la renovación institucional gestadas con reformas constitucionales que agregan nueva complejidad al análisis
de nuestra América.
Más allá de este reconocimiento al azaroso
desarrollo teórico de la historia reciente, nuestra reflexión apunta a señalar la ausencia de
un pensamiento crítico sistematizado y de carácter integral que pueda dar cuenta de la
compleja realidad a comienzos del Siglo XXI.
Es necesario por ello, un estudio circunstanciado del capitalismo contemporáneo, de su
crisis y de la potencialidad transformadora de
la práctica de contestación que hoy anima el
movimiento popular, en algún caso en función
de gobierno. Entre otros asuntos o interrogantes aparece el análisis de las clases y su estructuración en la sociedad contemporánea, lo
que supone problematizar la composición de
las clases dominantes y sus mecanismos de
dominación y formas de la hegemonía; pero
también la diversidad presente entre las clases subalternas y las diferentes formas que
asume la relación salarial (la explotación) en
la actualidad. Se trata de pensar la dimensión
de la sociedad civil sobre la que se construye
el orden social y político, su Estado (sociedad
civil más sociedad política), tanto como las formas de ejercicio de la hegemonía en la dominación (Campione, 2007).
Pero no solo constituye un problema el contenidoc del proceso de investigación, sino también las formas que se asumen y la capacidad
de integrarse orgánicamente al proceso social
y de cambio político. La derrota cultural e ideológica procesada en las últimas décadas distanció la práctica teórica de la práctica social,
en algún caso producto del accionar hegemónico y en buena medida como opción complaciente de sujetos que prefirieron la comodidad
de la profesionalización y el mundo académico, sus publicaciones y actividades de intercambio, actualización y especialización, con clara motivación en ingresos pecuniarios y una
calidad de vida acorde con el patrón de la dominación.
III El capitalismo contemporáneo, su crisis y la contestación popular
La aparición de la crisis capitalista actual exacerbó los debates sobre el funcionamiento del
régimen del capital y el carácter de la crisis en
5 Su proyección trascendió las movilizaciones de fines del 2001 y meses subsiguientes, especialmente en la experiencia
de organización de resistencia a la minería a cielo abierto, tal el caso de Esquel, San Juan, La Rioja y el movimiento
desarrollado en diversos territorios de depredación de recursos naturales por la inversión minera. Pero es también el
persistente agrupamiento asambleario en Gualeguaychú en protesta por la inversión externa en la producción de pasta
celulósica a orillas del Río Uruguay.
REV IISE
9
el ámbito global y específicamente en nuestra
América, concentrando algunas opiniones en
el carácter financiero de la misma y otros en la
perspectiva de la integralidad de la producción
y circulación, es decir, de la economía en su
conjunto.
Entre los primeros se reconocen los gestores
de la respuesta hegemónica, entre ellos, los
organismos internacionales y los hacedores de
política económica en los principales Estados
afectados por la crisis y sus articulaciones internacionales (G8, G20), aunque también se
reconocen en esa mirada, aún desde otro punto de vista, a los mentores en responsabilizar
a la valorización financiera del capital por los
problemas actuales y sus consecuencias regresivas sobre la sociedad. Este último diagnóstico apunta a señalar que la financiarización de
la economía fue una respuesta (fuga) a la crisis de rentabilidad del capital operada a fines
de los 60´ y comienzos de los 70´. Desde esas
perspectivas, para los primeros alcanza con
respuestas restrictivas a la libertad de movimiento y desregulación financiera operada en
las últimas décadas, proponiendo en definitiva
nuevas normas precautorias y preventivas en
el sistema financiero mundial. Para los segundos el tema se concentra en retomar la hegemonía de la producción. Entre estos figuran los
sostenedores de una perspectiva neo desarrollista o neo keynesiana, con importante visibilidad otorgada por los Lpremios Nobel de economíap a Paul Krugman en 2008 y a los estadounidenses, Elinor Ostrom y Oliver Williamson en 2009.
En nuestra región, estas lecturas suponen la
necesidad de estudiar las condiciones para el
florecimiento de las prácticas y teorizaciones
desarrollistas en los 40´, 50´ y 60´ para poder matizar una respuesta sustancial a proyectos con aspiración de validación de un capitalismo autónomo para la región a comienzos del
Siglo XXI, que incluye un protagonismo progresista de la burguesía local. Es que el tema
no es solo una cuestión de debate sobre el orden económico, sino sobre el conjunto de la
formación económica social. Es una problemática que remite a las relaciones económicas,
sociales, ideológicas, culturales. Constituyen
una integralidad sobre el modo de desarrollo
de la sociedad contemporánea, de especial interés cuando el imaginario de proyecto civilizatorio apunta a eoccidenteo (Europa y EEUU)
desde tiempo del descubrimiento, conquista,
colonización y subsecuente proceso de asunción de la modernidad y sus demandas (Do-
mingues, 2009). Ese estudio diagnóstico resulta fundamental para pensar en los cursos
posibles de acción colectiva en nuestra América. Ese es el debate político actual y que las
ciencias sociales están desafiadas a sostener.
Discutiendo el papel de los intelectuales en el
presente, García Linera6 ensayaba un repaso
sobre algunos de los ejes del pensamiento crítico que otorgaban seguridades al discurso y
práctica intelectual, social y política a la izquierda. Entre ellos la discusión sobre el fin del capitalismof, en momentos de inusitada iniciativa política por retomar el programa de la liberalización económica del sistema mundial. Una
lectura detenida de las principales resoluciones del G20 en noviembre del 2008 en Washington y sus cónclaves de abril 2009 en Londres y septiembre 2009 en Pittsburgh, dan
cuenta de una acelerada vocación por reiniciar
el rumbo interrumpido por la apertura económica, la libertad de mercado y la reinstalación
de monitor general al FMI y al sistema de organismos internacionales del orden mundial.
Es vital la discusión sobre el capitalismo actual
y la crisis, como sobre sus potenciales rumbos
y propuestas alternativas, de superación. Es
un debate político que requiere análisis teórico, especialmente sobre el orden político y específicamente sobre la, democraciad, criticando García Linera tanto la versión liberal sobre
el asunto, como la instrumental mediatizada
de otros tiempos en la estrategia de la izquierda. Por ello concentró el desafío de pensar a la
democracia, “como acumulación histórica de la
clase”, “como construcción política para revolucionar las clases”, afirmando que ,la democracia se inventa por las clases y la sociedadl,
siendo en definitiva, “la democracia un momento de la materialidad de las clases”7 Se trata de
ir más allá de la democracia procedimental y
una concepción que ubica a la democracia y lo
institucional como ámbito de acumulación transitorio.
Pensar el capitalismo en crisis y los rumbos de
la sociedad contemporánea supone discutir,
junto a la crisis y el desafío por la democracia,
cuáles son los sujetos de la dominación y muy
especialmente del cambio político. García Linera centró su disertación en la crítica a las
certidumbres por definición del sujeto de la
revolución, destacando la diversidad de sujetos en lucha por la emancipación, con la singularidad del aporte indígena, campesino, del trabajador flexible y las distintas maneras que
asume la explotación, para problematizar en
un sujeto plural diferente del imaginado a priori
6 Versión de mis notas en su conferencia del 10 de octubre de 2009 en el cierre de las actividades mencionadas de
CLACSO.
7 Las comillas son apuntes personales de la disertación referida de Álvaro García Linera.
10 REV IISE
en otros tiempos. Es un debate consustancial
sobre el papel del Estado sin reducirlo a “instrumento ó máquina de clase”, sino pensarlo
también como “identidad ilusoria” según lo sostuviera Marx. Es un planteo que lleva a pensar
al Estado como máquina, pero también como
relación social y como idea, un asunto presente en la reforma política en varios países de la
región latinoamericana. Es una concepción sobre el Estado que recupera la definición en Gramsci de “aparato de gobierno” más “aparato
privado de la hegemonía” (funcionarios, gerentes de empresas, medios de comunicación, etc.)
(Campione, 2007). En definitiva, son problemas para pensar los desafíos actuales del pensamiento crítico, ante la crisis del capitalismo,
los desafíos por las reivindicaciones democráticas de las clase subalternas, la constitución
de sujetos en lucha por la emancipación y la
capacidad de gestionar el Estado y el orden
social más allá del Estado por parte del movimiento popular.
Son consideraciones necesarias para la articulación del pensamiento crítico con la práctica
social y política, entre intelectuales y movimiento popular transformador. Se trata de conocer
para transformar, aunque producto de los tiempos transcurridos y sostener una crítica a la
práctica académica alejada del papel del intelectual comprometido con la realidad y el cambio político, es necesario “cambiar para comprender y luego transformar”8. Pensar América
Latina requiere profundizar en el análisis de la
crisis capitalista y en el carácter capitalista en
crisis del desarrollo de la región, con sus secuelas graves en materia social: desempleo,
precariedad, superexplotación, marginación y
empobrecimiento de vastos sectores sociales.
Pensar la región supone discutir la inserción en
el mundo y su articulación integrada en la división internacional del trabajo. Supone interrogarse sobre las posibilidades de resolución nacional o integrada de la crisis; pone en discusión las estrategias sobre las alianzas de gobiernos que alientan la contestación al modelo
hegemónico de los 80´ y los 90´, al tiempo
que protagonizan estrategias y discusiones con
los responsables de la crisis. ¿Qué de nuevo
pueden aportar las ciencias sociales al debate
sobre la integración y el cambio político nacio-
nal? ¿Qué se puede recoger sobre el debate en
torno a la identidad de la región? ¿Cuánto de
singular y de general existe en la configuración
de la identidad en la región? ¿Qué aportes pueden realizarse para sistematizar y generalizar
las prácticas sociales de desmercantilización
que hoy se ensayan en el ALBA o en las reformadas constituciones, especialmente en Bolivia y Ecuador con la categoría del “buen vivir”?
Interrogantes desafiantes sin dudas, no solo
para el pensamiento crítico. Hacen al debate
sobre el presente y el futuro cercano de la región. Está claro que la discusión pasa más por
la crisis capitalista que por la derrota de los
70´, sin embargo, el clima de época puede retrotraerse si no se avanza en la profundización
del cambio político. El imaginario conservador
imperante a finales del Siglo XX puede retornar hegemónico de la mano de la coerción y la
manipulación del consenso, de que da cuenta
la militarización creciente, en la región y el
mundo, como la realidad del golpismo con pretensión restauradora. Colombia y Honduras
remitan a la posibilidad de un retroceso sobre
el camino construido en buena parte de la región en esta primera década del Siglo XXI.
Si al comienzo del 2001 emergía la potencia
del mensaje por otro mundo posible, al cierre
de ese año se instaló la concepción tributaria
de una teorización por la seguridad. Del optimismo por el cambio social se transitó al escenario de la guerra y la militarización de la sociedad mundial, contribuyendo a exacerbar las
asimetrías de ingreso y riqueza, entre países y
personas. Azorados leemos el mensaje de la
FAO que sindica en la actualidad más de 1.000
millones de personas con problemas de alimentación. No es solo una cuestión intelectual, sino
un imperativo del orden social. Es una cuestión coherente con el reclamado compromiso
de los intelectuales con la sociedad de los de
abajo, con los pueblos y su demanda por la
emancipación. Pero también señalemos que si
entre 1989-91 se desmoronaba un imaginario
de cambio social, en forma convergente se inauguraba un ciclo de luchas populares que habilitaron la expectativa presente en los procesos de cambios que transita la experiencia de
los pueblos de nuestra América.
Buenos Aires, octubre de 2009.
8 La expresión fue sostenida por Graciela Cousinet, Vicedecana de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad
Nacional de Cuyo, Mendoza, en los debates en la Asamblea y Conferencia de Clacso.
REV IISE 11
Bibliografía:
Campione, Daniel. Para Leer a Gramsci. Ediciones CCC, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.
Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos C.L. Buenos Aires, Argentina, Julio de
2007.
Boron, Atilio A. Consolidando la explotación. La academia y el Banco Mundial contra el pensamiento crítico.
Córdoba: Ediciones Espartaco, 2008, cp. 2.
Domingues, José Mauricio. La modernidad contemporánea en América Latina. Co edición de CLACSO. 1ª ed.
Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2009.
Sader, Emir. El nuevo topo: los caminos de la izquierda latinoamericana. Co edición de CLACSO. 1ª ed.
Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2009.
Svampa, Maristella. Cambio de época: movimientos sociales y poder político. Co edición de CLACSO. 1ª ed.
1ª reimp. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2009.
12 REV IISE
SOBRE LAS TENSIONES DEVENIDAS
EN EL ÁMBITO ACADÉMICO-UNIVERSITARIO ARGENTINO
DURANTE EL INTERREGNO DICTATORIAL 1976-1983:
UNA APROXIMACIÓN DE LO ACONTECIDO EN LA UNSJ.1
ALGAÑARAZ SORIA, VICTOR H.2
RESUMEN
El proceso autoritario-represivo acaecido en Argentina durante el interregno 1976-1983, autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” (P.R.N.), fue un acontecimiento altamente significativo -en lo material, simbólico y social- caracterizado por dejar una huella imborrable en la sociedad y en la memoria nacional.
El gobierno de facto que tomó por asalto el
poder estatal, tenía como meta central reestructurar intensamente el cuerpo social -considerado descarriado- y el Estado nacional diagnosticado como corrompido y demagógico-. Su objetivo principal fue exterminar toda
forma de oposición e imponer el terror en la
población, para remover las bases del modelo
económico anterior y cambiar el patrón de acumulación vigente e instaurar así un plan económico neoliberal en el país.
Específicamente, el ámbito académico nacional
fue profundamente perturbado -removido- tras
el advenimiento de la última dictadura, dada la
ineluctable imposición de una política científica y educativa acorde al modelo económicopolítico que se buscaba instaurar, la cual marcó profundamente el ámbito de investigación
cientista -especialmente el área de Ciencias Sociales- así como el desenvolvimiento mismo del
ámbito universitario, duramente cohibido por
el fuerte disciplinamiento, control y represión
ejercidos por la dictadura militar. (Algañaraz,
2009).
Por lo antedicho, este trabajo procura contextualizar socio-históricamente la problemática,
recorriendo en líneas generales las tensiones
devenidas tras la “reforma” educativo-universitaria del ámbito académico nacional durante
el interregno militar, reflexionando particularmente sobre lo acontecido en la Universidad
Nacional de San Juan (UNSJ) durante aquel
periodo.
PALABRAS CLAVE:
Ámbito Académico - Política Educativo-Universitaria - Reforma Educativa - Interregno Dictatorial - Mecanismos de Articulación - Desarticulación
ABSTRACT:
The authoritarian-repressive process happened
in Argentina during the 1976-1983 interregnum, self-denominated as “National Reorganization Process”, was a highly significant event
-as in the material, symbolic and social- characterized by leave an indelible mark in the
society and the national memory.
The central objective, of the fact government
who was in the state power, was reorganized
intensely the social body -considered in the
wrong way- and the National State -diagnosticated as corrupt and demagogical-. Its principal objective was exterminated all kind of opposition shape and impose the terror in the population, to remove the previous economical
model foundations and change the force accumulation pattern, toward establishes an economical neoliberal plan in the country.
Specifically, the national academical environment was strongly perturbed -removed- behind the last dictatorship coming, in view of
the ineluctable imposition of a scientific and
educative politic according to the economical-
1 Trabajo presentado en “IX Seminario Argentino-Chileno y III Seminario Cono Sur de Estudios Sociales, Humanidades
y Relaciones Internacionales”, Octubre 2008.
2 Licenciado en Sociología. Becario Interno de Posgrado, CONICET. [email protected] // [email protected]/
/ El Baqueano Nº 208, Chimbas, San Juan. Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales.
Universidad Nacional de San Juan. CONICET. Argentina.
REV IISE 13
political pattern that was wanted to be establish, which strongly mark the scientist research
area -specially the Social Sciences- as well the
same environment university unwrapping, was
hardly restraint by the strong disciplining, control and repression practiced by the military
dictatorship. (Algañaraz, 2009)
problematic, covering in general lines, the tensions happening behind the educative-university “reform” of the national academical environment during the military interregnum, reflectively particularly about what happened in
the San Juan National University during that
period.
According to the above-mentioned, this trial
looks for situate in socio-historical context the
KEY WORDS:
Academical Environment - Educative-University Politic - Educative Reform - Dictatorial Interregnum – Articulation - Disarticulation Mechanisms.
EL PROCESO AUTORITARIO - FINANCIERO
(1976-1983) Y SUS IMPLICANCIAS EN EL ÁMBITO ACADÉMICO ARGENTINO:
El 24 de Marzo de 1976 fue el principio de una
compleja -y ominosa- etapa en la historia reciente nacional (poco más de 30 años), que
dejó una huella imborrable en la sociedad y en
la memoria argentina.
El gobierno de facto que tomó coercitivamente
el poder estatal argentino en 1976, derribó el
endeble y deteriorado -pero democrático- gobierno de Isabel Perón y dio inicio al denominado “Proceso de Reorganización Nacional”
(P.R.N.), significando algo más que un cambio
político; fue una transformación fundamental
de la estructura social y económica del país.
El poder concentrado por el gobierno militar
posibilitó no sólo la imposición de un restablecimiento del orden social y normalización disciplinaria de los conflictos irresueltos (asegurado mediante el monopolio estatal de la fuerza); sino también permitió la realización de un
proceso de transformación estructural (en la
economía y la sociedad argentina), donde la
aristocracia financiera (de capital nacional y
extranjero), la pequeña burguesía y las fuerzas armadas entablaron una concertación sociopolítica, una nueva coalición, un nuevo bloque de poder, dando un salto en su concentración de capital.
El objetivo central de la conducción militar que
tomó el poder del Estado aquel 24 de marzo,
fue realizar una intensa reestructuración del
cuerpo social y del Estado nacional. Tal reordenamiento de la sociedad y del Estado buscaba
en última instancia la implantación -mediante
la violencia- de una nueva dinámica de acumulación. Se trató de un plan económico de recomposición capitalista con centro en la dimensión represiva, pues había que aniquilar toda
posibilidad de realizar un proyecto alternativo.
(Algañaraz, 2009)
14 REV IISE
“Los desaparecidos, la plata dulce, la guerra
de Malvinas, etc., [...] fueron piezas de un macabro rompecabezas destinado a reformar, o
reorganizar a la Argentina, para volver a convertirla en un país agro-exportador con participación política restringida a una élite. Los
hechos destacados anteriormente son los resultados de las medidas tomadas para convertir a este país altamente movilizado y con el
ingreso muy distribuido en una granja productora de materias primas de riqueza concentrada. Estado Terrorista y modelo económico neoliberal fueron las dos caras de una misma moneda”. (Revainera, 2006)
Como dice Marcos Novaro (2009), era necesario remover las bases del Modelo de Industrialización Sustitutivo de Importaciones, había que
refrenar -cuando no eliminar- la Argentina populista e industrial, pues el “proteccionismo industrialista y el estatismo”, aparecían a la luz
de la óptica financiero-miliar como principios
asociados a la politización de las masas, a la
proliferación de conflictos sectoriales y, por tanto, a la “penetración subversiva”.
No obstante, para cumplimentar lo anterior, fue
necesario -tal como lo hicieron- desatar desde
el mismo aparato del Estado un plan operacional y sistemático de represión -Terrorismo de
Estado-. “El terrorismo de Estado encarna el
poder concentrado y actuante de manera planificada en una represión de máxima violencia
que busca el aniquilamiento de los adversarios
del campo popular a través del genocidio de
una parte de la población y el disciplinamiento
del resto”. (Casas, 2008: 26)
Así, el impacto -extendido e insondable- de este
proceso autoritario-financiero no sólo alcanzó
la vida institucional del país, sino incluso las
mismas estructuras económico-sociales y hasta el mundo de la vida de los individuos, identificándose a la dictadura militar iniciada en
1976 como la más atroz e inhumana de toda la
historia nacional.
En lo que refiere al ámbito académico argentino, éste se vio marcado a fuego tras el advenimiento de dicho régimen militar, pues se abrió
paso a una de las etapas más sombrías y nefastas para los núcleos de investigación y educación superior. Por ello, considerando que toda
institución educativa constituye en sí misma un
ámbito que concretiza, a nivel singular, el modelo político-educativo de tipo universal vigente
en la cultura nacional, cabe pensar que la misma anulación del régimen democrático argentino en 1976, conllevó a una profunda “reforma educativa y universitaria”, a una cruenta
transformación del ámbito académico nacional
en general.
Para comprender las implicancias y corolarios
acaecidos en los núcleos académicos nacionales tras la implementación de aquella “reforma
educativo-universitaria”, es imperioso repensar el vínculo dialéctico y orgánico entablado
entre universidad y sociedad sobre todo en la
etapa precedente al advenimiento de la última
dictadura militar.
En este sentido, cabe indicar que a partir de la
segunda mitad del siglo XX, los núcleos universitarios argentinos experimentaron un profuso proceso de configuración histórico-social,
conformándose como reconocidas instituciones
en línea con el halo de modernidad y desarrollo social vigente, recuperando las riendas sobre la autonomía académica y la autarquía financiero-institucional, abriendo paso a numerosos avances científicos y pedagógicos, y gozando además de una fuerte presencia y centralidad en la vida social dado el grado de apertura y difusión del conocimiento, lo que conllevó al fortalecimiento de su vínculo dialéctico y
orgánico con la sociedad misma. Pues como
señala Atilio Borón, “desde mediados del siglo
XX, estas universidades habían experimentado un rápido proceso de modernización -introducción de nuevos campos de estudio y carreras, incremento en la accesibilidad, expansión
de la cantidad de docentes con dedicación exclusiva, etcétera- de acuerdo con el sostenido
impulso democratizante originado en los tumultuosos (y todavía inconclusos) procesos de ciudadanización de las clases populares. [...]En
esos momentos las universidades gozaban de
altos niveles de autonomía institucional y buenas asignaciones presupuestarias por parte de
los gobiernos nacionales.” (Borón, 2008: 44)
Por entonces, el movimiento estudiantil se había constituido en un actor protagónico de la
coyuntura, no tanto por el notorio incremento
de la matrícula estudiantil como por la militancia universitaria que crecía día a día. Los movimientos estudiantiles universitarios se caracterizaron por acompañar el movimiento social
epocal, que quería cambiar el “modelo” y transformar la vida político-social del país. “La alianza
entre el movimiento estudiantil y el movimiento obrero le daba una fortaleza inédita a todas
las organizaciones sociales que encabezaban
un proceso de grandes transformaciones. La
juventud no era una pasiva observadora de la
situación, sino la gran protagonista del sueño
revolucionario en la Argentina”. (Zoppi, 2000:
12)
No obstante, el prolongado atardecer de aquellas experiencias que habían confluido en la
construcción de una “cultura de la militancia
universitaria” -que más tarde convergería en
la creación de la Juventud Universitaria Peronista (J.U.P.)3 - y en la consolidación de los núcleos académico-universitarios como instituciones de desarrollo social, había comenzado ya
tras el advenimiento de la denominada “Revolución Argentina” en 1966. Dicho régimen militar, profundizó los conflictos dentro de la sociedad mediante una salvaje represión, una vez
más, contra la “amenaza comunista”. Se reprimió no sólo en fábricas, clubes, villas de emergencia y barrios populares sino también en
universidades. Onganía, fue el primer presidente de facto que se fijó en la universidad como
un enemigo político4.
Asimismo, otro punto de inflexión significativo
para la educación superior nacional fue la llegada de Ivanissevich al Ministerio de Cultura y
Educación de la Nación durante la presidencia
de Isabel Perón, pues la política educativa por
él promulgada constituyó un verdadero prolegómeno de la política de la dictadura del ‘76
para la universidad5.
Este fue el comienzo del fin, pues cuando la
dictadura militar toma por asalto el poder estatal en 1976, el ámbito académico-universi-
3 La “Juventud Universitaria Peronista” (JUP), fue una agrupación política juvenil de extensión nacional, configurada
como herramienta político-organizativa hacia el interior de los núcleos universitarios, con la finalidad de garantizar
los objetivos de cambios en dicho espacio.
4 El advenimiento de la “Noche de los Bastones Largos” (violenta irrupción militar en la Facultad de Ciencias Exactas de
la Universidad de Buenos Aires, acaecida el 29 de Junio de 1966) marca el inicio de las intervenciones en los núcleos
académico-universitarios argentinos y el fin de su autonomía institucional.
5 Con Oscar Ivanissevich (en el Ministerio de Educación de la Nación) y Alberto Ottalagano (rector-interventor de la
UBA), se inaugura un período de liquidación de las conquistas alcanzadas por las universidades públicas, un clima de
represión que, como un continum se vivió hasta fines de los ‘70 en las distintas universidades y facultades del país.
REV IISE 15
tario era un terreno sobradamente abonado
para el devenir represivo-militar, tanto así que
fue obstruyéndose -parcial pero profundamente- sobre un esquema de férreo control institucional y fuerte disciplinamiento académico,
culminando así el clima de primavera democrática y académica que había caracterizado el
proceso de expansión y fortalecimiento experimentado por las universidades desde fines de
los ‘606.
Alicia de Alba señala que un punto central en el
análisis de toda reforma académica “se refiere
al proyecto social al cual responden las reformas universitarias y los cambios sociales y educativos”. (De Alba, 2007: 145)
Al respecto, es posible señalar que durante el
interregno 1976-1983, los grupos militar y económicamente dominantes promovieron e instauraron un proyecto socio-político y económico sin precedente alguno en la historia nacional. Tal proyecto dictatorial, comprendía profusos aspectos: una intensa reconfiguración de la
vida organizacional de la sociedad (puesta en
marcha de un plan operacional de represión, suspensión de actividades políticas, sindicales y gremiales, disolución de partidos políticos, intervención y ocupación de las principales dependencias estatales, censura mediática, etc.), una
modificación radical de las relaciones económicas (tendientes a desarticular el modelo económico anterior, pues la ecuación era desindustrializar-desproletarizar el país e instaurar una
política económica neoliberal de corte netamente
financiero-militar) y una profunda transformación de la cultura vigente, para lo cual se requería articular una nueva política educativa, esto
es: un programa del gobierno militar para introducir una radical modificación en el ámbito
de la educación y la cultura7.
Tal como expresa Gentilli (2004) “diseñar políticas para cambiar la escuela (reformar a la
universidad o transformar el currículum) que
no estén asociadas a procesos más estructurales de redistribución de la riqueza y del poder, puede continuar siendo una forma cínica
de perpetuar la fragilidad democrática que ha
caracterizado históricamente al conjunto de los
países latinoamericanos” (De Alba, 2007: 148)
Con la ejecución de aquella política, los grupos
represivo-dominantes procuraban -explícita e
implícitamente-, en líneas generales, redefinir
y transformar el accionar de los núcleos universitarios argentinos, vistos ya no como espacios democráticos dedicados a la investigación, la educación y el pensamiento crítico, sino
como espacios de difusión de ideas subversivas, ateas y antinacionales.
En este sentido, considerando que la política
educativo-univ ersita ria pr oferi da por el
“P.R.N.” procuró controlar, depurar, “normalizar” tanto las actividades de investigación y
enseñanza como a los agentes universitarios
mismos -esto es: tanto los cuerpos como las
mentes, tanto las personas como el conocimiento-, es factible pensar que para la ejecución de dicha política, fue menester que los
grupos militar-dominantes erogaran e impusieran -mediante la coerción física e ideológica-, tal como lo hicieron, una serie de normativas universitarias.
En principio, las leyes 21.276 y 21.809 abrieron una etapa de control, disciplinamiento y
depuración en la universidad, y hacia el final
del interregno militar, en 1980, la ejecución de
la ley 22.207 procuró acentuar la etapa de normalización y orden en el ámbito académicouniversitario8.
6 De acuerdo con Marcos Novaro (2009), fue el “Cordobazo” -levantamiento de la ciudad de Córdoba, en mayo de 1969
en que confluyeron sectores sindicales, organizaciones peronistas y de izquierda, y por supuesto sectores estudiantilesel punto culmen de aquellas experiencias.
7 Tal política educativa consistió en la redefinición axiomática y posterior ejecución sistemática de una serie de acciones
-y en algunos casos omisiones- necesarias para efectuar aquella transformación del ámbito educativo -reforma educativa,
en lo concerniente al formato curricular (organización formal de los contenidos académicos) de los núcleos
universitarios, al rol asignado a la enseñanza y la investigación, a la relación tripartita y consecuente interacción
establecida entre conocimiento, cultura y sociedad, así como una profunda redefinición -devenida en cesantías y
reposicionamientos- de los agentes vinculados al ámbito educacional.
8 La sanción de la ley 21.276 prohibía toda actividad de proselitismo, adoctrinamiento, propaganda por parte de alumnos,
docentes y personal no docente en el espacio universitario. Su complemento fue la ley 21.260 que autorizaba la
cesantía de todo aquel personal de la administración pública que presuntamente se hallara vinculado a actividades
subversivas. La ley 21.809, por su parte, promovía la descentralización-regionalización de la educación. El Estado
Nacional buscó desresponsabilizarse de su rol educador, profundizando el proceso de transferencia del servicio educativo
a las provincias y acentuando el mecanismo de privatización-fragmentación del sistema educativo. La nueva ‘Ley
Orgánica de las Universidades Nacionales´, ley 22.207 (similar a la ley 17.245 promulgada durante la dictadura de
Onganía 1966-1970), y que fuera proclamada en 1980, concebía los núcleos universitarios como aparatos del Estado,
reproductores de supuestos valores tradicionales y centros de formación profesional, manifestando además que es
ajeno al ámbito educativo superior toda actitud de propaganda, agitación política o adhesión a concepciones subversivas.
Ver más detalles en Vessuri, (1992): “Las Ciencias sociales en la Argentina: diagnóstico y perspectivas”. En Oteiza,
(Dir.) La política de investigación científica y tecnológica en Argentina. Historias y perspectivas. CEAL, Bs. As.
16 REV IISE
Ahora bien, para emprender dicha “reforma
educativa” hacia el interior de los diferentes
núcleos universitarios, los grupos militar-dominantes debieron desplegar una serie de dispositivos y/o mecanismos concretos a lo largo
del ámbito académico, tales mecanismos propugnaban la “desarticulación” (desestructuración y des-institucionalización) de dicho espacio -tal y como estaba configurado hasta el
momento9- y la consecuente “articulación” de
una nueva política de la dictadura para la universidad.
Entonces, complementando la erogación de las
leyes arriba señaladas, los grupos militar-dominantes y sus grupos allegados (autoridades
académicas, directores de institutos de investigación, interventores universitarios, nuevos
agentes -docentes, investigadores y personal
administrativo- así como agentes re-posicionados en los núcleos universitarios) desplegaron una serie de mecanismos concretos de disciplinamiento (social, ideológico, práctico y corporal) y dispositivos de férreo control académico y vigilancia institucional. Se trata de operaciones concretas, amparadas y promovidas
por políticas estatales que procuraban lograr
la compleja “articulación” de esta nueva política educativa de la dictadura para el ámbito
académico a nivel nacional, y la consecuente
“desarticulación” de dicho ámbito tal como hasta el momento estaba configurado, se pretendía en suma desmantelar lo que -en palabras
de Alicia de Alba es- la herencia cultural (legado histórico, tradición selectiva, arbitrario cultural), pues “en un contexto de tensión [...] se
producen simultáneamente [...] procesos de estructuración y desestructuración.” (De Alba,
2007: 152)
Para alcanzar primariamente la pretendida
“desestructuración/desarticulación” del campo
académico argentino -y depurarlo así de todos
los males que lo aquejaban-, los grupos militar-dominantes pusieron en marcha una serie
de operaciones de represión, disciplinamiento
y control en el ámbito universitario. Por un lado
se promovió la “depuración académica” de los
núcleos de enseñanza superior mediante mecanismos tales como: expulsiones y detenciones, torturas y desapariciones de agentes universitarios, implementación de políticas de cupos de ingreso, selección de docentes en función de criterios y prácticas arbitrarias, despliegue incluso de prácticas de censura, control y depuración bibliográfica. Se establecieron además “cruentas modificaciones institucionales”: cambios drásticos en planes y pro-
gramas de estudio, cierre de carreras, desaliento o desfinanciación de departamentos, programas y experiencias de investigación y de
extensión universitaria, prescripción de resoluciones que permitían a las nuevas autoridades académicas nacionales -así como a la gestión interventora de cada núcleo superior- supervisar y controlar los contenidos de los programas, reorganizar las asignaturas y revisar
toda experiencia de investigación.
Ahora bien, el proceso mismo de “estructuración/articulación” de un programa militar para
la educación superior; no parece vislumbrase
con la misma claridad que el proceso de desarticulación procesista de los núcleos universitarios. Pues, aún treinta años después de aquellos acontecimientos, indagar sobre los mecanismos que coadyuvaron en la articulación de
este programa político-militar para la educación superior (tales como: el reposicionamiento de agentes universitarios que comienzan a
ocupar -y en algunos casos acumular- cargos
directivos o asesores sin trayectoria previa alguna, la reasignación y/o transferencia de recursos -financieros principalmente- de ciertos
núcleos académicos a otros, etc.), resulta una
tarea para nada sencilla. Sin embargo, es factible advertir la existencia de un plan claro de
la dictadura para reducir las dimensiones del
sistema educativo, redistribuir la matrícula estudiantil hacia el interior (profundizando el proceso de transferencia del servicio educativo a
las provincias) y finalmente canalizar la investigación científica hacia ámbitos ajenos a los
núcleos universitarios de gestión estadual, es
decir, hacia universidades privadas, fundaciones dependientes de organismos de financiamiento externo, y algunos núcleos académicos
nacionales catalogados por Brunner (1986)
como “centros académicos independientes” CAI-. (Algañaraz, 2009)
En Argentina durante el período 1976-1983, el
feroz desmantelamiento experimentado por los
núcleos académicos nacionales fue tal que abarcó no sólo a personas (investigadores, docentes, alumnos y personal administrativo) sino
que alcanzó incluso investigaciones, teorías,
orientaciones ideológicas y disciplinas completas.
Pero si bien la devastación, producto del ensañamiento dictatorial, golpeó profundamente la
actividad científica y académica nacional en general, fueron las Ciencias Sociales el área más
vulnerada, experimentando un giro teórico-metodológico importante. Desde la óptica militar
9 Una de las apuestas del régimen de facto de 1976, fue realizar una ruptura radical de las redes educativo-universitarias
constituidas por largos años en el ámbito académico argentino y fortalecidas tras el gobierno peronista de 1973,
desmantelando agudamente los núcleos universitarios (material y simbólicamente) tanto de su actividad de investigación
como de docencia, tanto institucional como individualmente.
REV IISE 17
era prioritario recortarlas -limitarlas- pues se
estimaba que eran propensas a la proliferación
de ideas subversivas y que por tanto podían
constituirse en un peligroso instrumento de
transformación social y política. Tal como indica Vessuri (1992) la dictadura se ensañó contra un “enemigo” que estaba mal herido: las
Ciencias Sociales en general, y la Sociología,
Antropología y Psicología en particular.
Con el proceso mismo de estructuración-desestructuración del espacio académico argentino se pretendía en suma modificar la relación
sociedad-conocimiento (provocando una importante grieta entre el conocimiento teórico y el
conocimiento aplicado, lo que se traduce en la
desvinculación de la producción de conocimiento científico respecto al proyecto económico
industrial-popular-nacional antecedente), reformar-moldear a los formadores o educadores
mismos, redefinir el rol del estudiantado (considerados ya no como agentes partícipes y activos en la producción crítica del conocimiento,
sino como mera materia pasiva en la apropiación de los contenidos de enseñanza), y orillar
incluso a los más brillantes investigadores a
trabajar desde un método inútil, “el métodocensura” tal como señala Facundo Ortega
(1993).
UNA APROXIMACIÓN A LO ACAECIDO EN
LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
(UNSJ) DURANTE EL INTERREGNO DICTATORIAL 1976-1983:
Si bien el proceso de articulación-desarticulación -y sus mecanismos- fue una constante en
el campo académico nacional mientras este fuera sojuzgado por el accionar de la dictadura
militar, no es posible ni apropiado realizar una
lectura u análisis monolítico del viraje padecido por la educación y la universidad en aquel
contexto epocal, en tanto fueron variados los
modos en cómo se llevó a cabo y viabilizó hacia el interior de cada núcleo académico-institucional.
Por ello, en esta parte del trabajo se vuelve
imprescindible recurrir al estudio -aunque de
forma somera- de un caso concreto, el caso de
la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) durante aquel periodo, aproximándose de este
modo a un aterrizaje empírico sobre lo planteado conceptualmente en líneas generales10
Desde el mismo momento de su génesis en
1973, se abrió hacia el interior de la UNSJ una
etapa de numerosos debates y enfrentamientos entre los distintos actores y sectores ligados a ella. El proceso de creación de la UNSJ se
vivió con intensidad en medio de un contexto
socio-político marcado por la restauración democrática11. El 23 de junio de 1973, se nombró
al ingeniero Julio Rodolfo Millán como rector
normalizador de la universidad, iniciándose a
nivel provincial -al igual que en todo el ámbito
académico nacional- un proceso de reconstrucción universitaria, caracterizado por el advenimiento y consolidación de la J.U.P.
La década del ‘70 en la provincia de San Juan,
comenzaba con una militancia estudiantil mucho más masiva que la de años anteriores, e
incluso mucho más politizada. Desde finales de
los años ‘60 y comienzos de los ‘70 se produjo
el novedoso fenómeno de la multiplicación de
núcleos de militancia juvenil universitaria, siempre enmarcados en un contexto de fuertes luchas y debates contra el poder dictatorial. La
“resistencia a la dictadura” y la “resistencia a
la represión” eran por aquellos años, la consigna social que regía el creciente activismo estudiantil en los claustros universitarios sanjuaninos.
“En lo que respecta a la UNSJ, el movimiento
estudiantil universitario estaba compuesto
en mayor medida por jóvenes provenientes del comunismo (PC), por jóvenes procedentes de la resistencia peronista (J.U.P.)
sobre todo desde 1973, y en menor medida por jóvenes del radicalismo revolucionario e incluso por jóvenes cristianos revolucionarios. Esta creciente movilización/participación de los distintos actores universitarios que componían la naciente UNSJ, se
vio plasmada en el progresivo aumento de
la militancia juvenil en los Centros de Estudiantes de cada facultad”. (Algañaraz, 2008:
127
No obstante, la etapa de incorporación masiva
de estudiantes al ámbito universitario local y
la extraordinaria ampliación del movimiento estudiantil provincial, se vio fuertemente cohibi-
10 Esta sección se encuentra vinculada a dos investigaciones desarrolladas con antelación por el autor: - Algañaraz, Victor
(2008): Reconstrucción del Proceso Histórico-Social de la Dictadura Militar de 1976: Testimonios de distintos Actores
Sociales de la UNSJ que sufrieron represión. IISE, FA.C.SO. Secretaria de Ciencia y Técnica de la UNSJ, San Juan.
- —————————— (2009): Memoria Social y Dictadura Militar: Construcción social de la memoria del régimen
militar de 1976 en la provincia de San Juan, mediante el testimonio de víctimas de represión. Tesis de Grado en
Sociología no publicada, UNSJ, San Juan.
11 El peronismo había ganado las elecciones nacionales y provinciales bajo las filas del “Frente Justicialista de Liberación”
(FREJULI), resultando electos Héctor Cámpora como presidente y el Profesor Eloy Próspero Camus como gobernador,
quienes asumieron sus respectivos cargos el 25 de Mayo de 1973.
18 REV IISE
da y replegada tras el avance de la vocación
represiva y homicida anidada primero en la autodenominada misión Ivanissevich, y luego con
la implantación de la política educativo-universitaria propugnada por la dictadura militar del
‘76, viéndose duramente truncados los principios y el ideario con los que nacía la UNSJ en
1973 y afectada gravemente su dinámica interna propia.
Dentro del sistema educativo sanjuanino, fue
especialmente el ámbito académico-universitario uno de los más gravemente afectados,
constituía por entonces un blanco claramente
identificado del accionar represivo desplegado
a nivel local.
Por aquellos años, el rectorado de la UNSJ estuvo a cargo del capitán odontólogo Jorge Fernández Monjes. En profunda consonancia con
el discurso sostenido por las Fuerzas Armadas,
cuyo cometido era extirpar el “cáncer” de la
sociedad, se afirmó -respecto al nuevo rectorque debía proceder “<<a realizar las extracciones de las piezas con caries>>, connotando
esta expresión la función de censura y de eliminación de todo mal presente en la institución universitaria”. (García, 2008: 202)
El Ingeniero Carlos Graffigna, quien fuera decano de la Facultad de Ingeniería -desde marzo de 1973 a fines de 1974- relata (en una
entrevista para la “Revista de la UNSJ”) las consecuencias que la dictadura militar de 1976 dejó
en la vida universitaria:
“La Universidad perdió todo en manos de
los militares. Se frustraron muchos proyectos con el golpe militar. Con el gobernador
Eloy Camus se había arreglado la expropiación de dieciséis hectáreas que eran de Del
Bono, que se sumaron a las cuatro que donó
el gobierno provincial, y se estaban iniciando las obras del CUIM. La idea era que las
facultades de Ingeniería y Filosofía pasaran
a ser colegios secundarios y concentrar la
universidad en el CUIM, pero derrocado el
gobernador se anuló el proyecto. En ese momento, nadie en San Juan se levantó para
defender a la universidad. Yo creo que esta
va a ser una de las pocas universidades que
no tendrá a futuro una ciudad universitaria
como corresponde, todos sus predios han
quedado encerrados por la urbanización realizada sin planificación alguna. Y todos sabían cuál era la razón por la cual se suspendía la obra: el gobierno militar quería a
todos los alumnos dispersos, para que no
hicieran alboroto, “por razones de seguridad” se decía. Todo se frustró con el golpe... El régimen militar tenía bien claro que
la universidad de ese momento era formadora de críticos en serio y todo lo relacionado con ésta debía ser desarticulado…”
(Galleguillo, 2007: 2)
Como se indico precedentemente, uno de los
propósitos estratégicos del régimen militar fue
el de reorganizar la vida institucional y articular el sistema universitario en pos de este objetivo; para concretarlo -en lo que refiere a la
UNSJ-, fue de vital importancia la sustitución
de quien hasta entonces fuera el rector-interventor Jorge Fernández Monjes por el Dr. Pedro Aparicio en Septiembre de 1976. Lo relevante fue que durante la ceremonia de traspaso estuvo presente el Subsecretario del Ministerio de Educación de la Nación Enrique Rodolfo Carranza12, lo que reflejaba un nuevo intento de los grupos dominantes por hacer encajar
la reorganización del sistema universitario con
el “P.R.N.”
En la UNSJ fue modificado el reglamento académico, se redujo el período de toma de exámenes, volviéndose más exigentes las condiciones para obtener la regularidad y se determinaron además cupos de ingreso según carreras y exámenes de admisión. Se prohibieron subsidios a investigadores, hubo gran pérdida de acervo cultural debido a la incautación
de libros, las carreras -sospechadas de formar
futuros “subversivos”- fueron amenazadas de
cierre, concretizándose incluso una coordinación y organización sistemática de persecución
ideológica y represión que incluía todo el arco
universitario.
Desde la óptica militar, se consideraba que los
diferentes agentes universitarios (docentes,
alumnos, personal de apoyo) estaban demasiado enviciados de subversión, por lo cual ya
no bastaba sólo con imponer una reforma académica, siendo necesario acudir a la represión
e incluso al exterminio. Adicionalmente a la censura, la pérdida de libertad académica y el cercenamiento de las ideas, los diferentes estamentos de la UNSJ pasaron a integrar las denominadas “listas negras”, padeciendo cesantías, allanamientos, detenciones y torturas.
Hacia el interior de la UNSJ, el sector estudiantil
fue uno de los más duramente golpeados durante el período 1976-1983. Considerados “semilleros de subversión” desde la égida militardominante, se promovió la enajenación de todo
intento de expresión juvenil universitaria y se
12 El llamado plan “Operación Claridad”, implementado por Pedro Bruera (primer ministro de educación de la Junta
Militar) incluía el diseño y ejecución de un sistema de control ideológico en el ámbito educativo, el cual fue dirigido
en una primera etapa por el contraalmirante Enrique Carranza. Ver más en: Chanfreau y otros (2001): Memoria y
Dictadura, un espacio para la reflexión desde los Derechos Humanos. Comisión de Educación de la APDH, Bs. As.
REV IISE 19
emprendió la tarea de anestesiar y desbaratar
cada uno de los Centros de Estudiantes que componían la UNSJ. Bajo la dictadura militar de 1976,
“se desactivaron las organizaciones estudiantiles, sus principales dirigentes fueron apresados
o bien desaparecieron siendo víctimas del terrorismo de Estado. Muchos de los militantes
partidarios estudiantiles pasaron a la clandestinidad, se convocaron al silencio y fueron abandonando en este clima tan hostil, las aulas y la
vida universitaria”. (García, 2008: 202)
La gran mayoría de los estudiantes fueron, en
el mejor de los casos, suspendidos, aunque
también muchos de ellos fueron expulsados y
otros detenidos, puestos a disposición del P.E.N.
(Poder Ejecutivo Nacional), y hubo también
entre ellos muchos “desaparecidos”. Se suspendió a gran parte del estudiantado universitario sanjuanino, por haber sido sorprendidos
realizando actividades contrarias a las leyes
dictadas durante el proceso militar (esto es
debates, manifestaciones callejeras, pintadas,
etc.) o por ser sorprendidos leyendo ciertos materiales considerados “prohibidos”. La sanción
que infligía el sistema universitario en época
militar para los estudiantes considerados “subversivos” era la suspensión y/o la expulsión.
Lo perverso es que la expulsión de la institución de enseñanza superior era un complemento de la posterior detención-tortura-desaparición de muchos estudiantes.
Respecto al estamento docente, durante el interregno ‘76-‘83, gran parte de los profesores
de dicha universidad fueron cesanteados, debiendo abandonar los claustros. Aunque también hubo docentes, que por el solo hecho de
mantener su puesto de trabajo, fueron víctimas de una fortísima “persecución ideológica”,
traducida en fuertes amenazas, presiones interminables, siendo obligados a tener que reorganizar el contenido de sus asignaturas, a
suprimir determinados contenidos bibliográficos, incluso en muchos casos a omitir sus expresiones, su voluntad.
El Ingeniero Graffigna, pone de manifiesto lo
sucedido con docentes de la UNSJ en la época
de la última dictadura militar: “Fui decano de
la Facultad de Ingeniería desde marzo de 1973
hasta fines de 1974, cuando debí abandonar el
cargo por no acordar con algunas medidas que
ya por entonces anticipaban una etapa caracterizada por la intolerancia y la violencia… Fue
entonces cuando desde la Nación mandaron un
formulario que teníamos que llenar de cada docente; nos pedían documentos de identidad,
orientación política, ideas personales, etc., para
hacer un análisis y luego echarlos. Cuando vi
el contexto de ese formulario, que incluso nos
llegó oficialmente desde el rectorado, llamé a
los decanos de Filosofía y de Artes y les expliqué que no podíamos llenarlo porque era mandarlos al “muere”. Ellos me entendieron y opinaron igual que yo, así que elaboramos una
renuncia conjunta y arrastramos también al
director del Instituto del Profesorado y al Rector”. (Galleguillo, 2007: 2)
Sin dudas, la consecuencia más aberrante que
la represión dictatorial dejo en la UNSJ se expresa en términos de vidas humanas perdidas,
pues el genocidio perpetrado alcanzó toda una
generación de agentes universitarios. Gran parte de los secuestrados-desaparecidos de San
Juan, habían sido partícipes activos en los claustros universitarios de la provincia. Se puede
señalar que hubo 18 personas secuestradasdesaparecidas en época de la dictadura pertenecientes a la UNSJ: 13 estudiantes, 3 docentes y 2 no docentes -personal de apoyo universitario-.La mayor parte de los secuestros y desapariciones se produjo entre agosto de 1976 y
marzo de 1978. La edad promedio de los secuestrados era de 25 años. Muchos de ellos
fueron estudiantes de Ingeniería y de Sociología13. (Algañaraz, 2008)
Dentro de la UNSJ, una de las facultades más
duramente abatidas fue la Facultad de Ciencias Sociales (FA.C.SO.). El proceso de afianzamiento de la identidad propia y el profundo
reconocimiento social que la FA.C.SO. Había
alcanzado en un corto período, debido a la alta
calidad de sus investigaciones (plasmado en la
creación del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas -IISE- en 1974) se vio gravemente afectado durante los años de dictadura.
El ejercicio de toda práctica que permitiera el
desarrollo de una actividad crítica, es decir
asambleas, discusiones académicas, debates
sociales, etc., -que por entonces caracterizaban fuertemente a la FA.C.SO.- desaparecieron de esta casa de estudios superiores. El silencio impuesto por el miedo y la represión daba
cuenta de que la libertad de pensamiento, expresión y reunión había sido truncada. “El régimen de censura y el temor impuesto por la
dictadura produjeron en poco tiempo la desmovilización total de docentes, estudiantes y
personal de apoyo universitario”. (García, 2008:
202)
Inclso, el amplio grupo de carreras de grado
que se dictaban en la FA.C.SO., se vieron seriamente amenazadas de supresión, medida de
extrema gravedad concretada finalmente en la
carrera Sociología, en la cual durante dos años
se bloqueo el acrecentamiento de su matrícula
estudiantil dada las suspensión de inscripcio-
13 Para más detalles sobre las personas secuestradas-desaparecidas durante el interregno dictatorial 1976-1983
pertenecientes a los estamentos de la UNSJ, ver < http://www.facso.unsj.edu.ar/paginas/novedades/libro.pdf >
20 REV IISE
nes; se trato de una medida académica tomada como forma de desactivar coercitivamente
todo pensamiento crítico o sistema de ideas
que cuestionaran política e ideológicamente el
accionar del régimen militar.
Cabe agregar que durante este largo período,
la biblioteca de la FA.C.SO. atravesó por una
experiencia devastadora, pues durante los primeros meses posteriores al golpe militar se procedió -mediante un “index”- a seleccionar primero y retirar luego de los anaqueles de la biblioteca, aquellas obras consideradas “subversivas” y desde entonces “prohibidas”. “Militares y fuerzas de seguridad procedieron al secuestro de todo el material bibliográfico considerado de carácter subversivo. En este operativo fueron secuestrados numerosos volúmenes provocando un menoscabo al patrimonio
cultural de nuestra casa de estudios”. (García,
2008: 202)
Las consecuencias de aquella nefasta época fueron terribles para la UNSJ, en tanto era un centro de generación de ideas y un motor que movilizaba diversos sectores de la sociedad sanjuanina, tanto así que las secuelas del accionar
autoritario-represivo desplegado por la última
dictadura militar la han marcado a fuego, al
punto tal que sus heridas aún están vivas y
presentes en la realidad social.
REFLEXIONES FINALES
Con la puesta marcha del autodenominado
“P.R.N.” -devenido en Argentina tras el golpe de
Estado de 1976- los grupos financiero-militar
dominantes procuraron sobrellevar una profunda modificación del sistema político-institucional a nivel nacional. Se trató de un intenso reordenamiento del conjunto social y del aparato
estatal, que elementalmente incluyó un cambio
drástico en la cultura nacional y en el ámbito
educativo y académico especialmente.
La reforma educativa impulsada durante el interregno dictatorial 1976-1983 e impuesta en
el ámbito académico-universitario argentino se
caracterizó primordialmente por el establecimiento e imposición en los núcleos universitarios nacionales de una política académica-cientista acorde al modelo económico-político que
se pretendía instaurar. Con la implantación de
esta política, el gobierno militar procuró crear
un ámbito aséptico para el desarrollo de la docencia y la investigación, eliminando consecuentemente el gobierno tripartito y la autonomía universitaria.
Dicha política académica para el ámbito de la
educación superior se tradujo pronto en la puesta en marcha de una serie de mecanismos -de
purga institucional, control académico y accionar represivo- con la finalidad neta de lograr,
por un lado, la “desarticulación” de dicho ám-
bito tal como se hallaba configurado, pues para
los grupos militar-dominantes era un espacio
proclive a la penetración-proliferación ideológica subversiva y de seguir marchando por ese
camino conducirían indefectiblemente al estallido social. Pero correlativamente, desde la
óptica de los grupos dominantes, se consideraba necesario “articular” el ámbito académico-universitario en pos de los objetivos del
P.R.N., para cual fue menester imponer, tal
como lo hicieron, un programa militar para la
investigación y educación superior.
Tales mecanismos, de “articulación-desarticulación” condujeron al ámbito académico-universitario por una de las etapas más nefastas
desde el momento de su génisis, caracterizada
por: la supresión de autonomía y extensión del
control académico, crecientes restricciones a
la libertad académica y de investigación, emigración masiva y, en algunos casos, exilio de
muchos científicos argentinos, así como cruentas persecuciones ideológicas y el marcado
accionar represivo-militar sobre los núcleos universitarios. Todo lo antedicho pone de manifiesto el arduo viraje padecido por la política
educativa nacional, y dentro de ella, la política
universitaria.
En suma, este complejo proceso de articulacióndesarticulación del campo académico universitario (y también del campo científico) no pretendió más que remover las bases y fundamentos de la política técnica, cientista y educativa
con notable prelación durante largo tiempo en
Argentina, siendo el corolario de tal avasallamiento un profundo debilitamiento institucional
del campo académico y científico nacional.
El campo académico nacional fue uno de los blancos preferidos de la represión desatada por el
último régimen militar, pudiendo advertirse además las consecuencias en términos de vidas
humanas perdidas, pues la depredación académica dejó un saldo de miles de asesinados, secuestrados, desaparecidos, detenidos y exiliados.
En lo que respecta a la UNSJ, las consecuencias de aquella nefasta época fueron terribles
para todo el arco universitario, pues tanto estudiantes, como decentes y personal de apoyo
universitario fueron profundamente avasallados durante el período de subyugación dictatorial. Las consecuencias fueron aberrantes
para muchos agentes universitarios, el destino
de de la gran mayoría fue el silencio, el encierro, el destierro, la desaparición.
Las secuelas del accionar represivo han marcado a fuego al ámbito académico en general y concretamente al ámbito de la UNSJ-, tal que
sus heridas aún están vivas y presentes en la
realidad social y lo seguirán estando en tanto
no pueda realizarse una acción social reparadora, que es la acción de transmitir el conoci-
REV IISE 21
miento de la verdad y el reconocimiento social
de los hechos sucedidos. Solo así logrará elaborarse el duelo histórico-social de la tragedia
acaecida.
Con el desenvolvimiento del presente trabajo,
se procuró recorrer reflexivamente, y desde una
perspectiva integradora, tal que reúna la Historia y la Sociología, el devenir del campo aca-
démico nacional bajo el periodo de subyugación dictatorial, y aproximarse aunque exploratoriamente a lo acontecido en la UNSJ. Echar
luz sobre aquellos rincones del pasado con
menos presencia en las reconstrucciones realizadas desde la memoria y la historia es una de
las tantas formas posibles de ampliar las fronteras del conocimiento, incluir nuevos actores
y posibilitar la transmisión generacional.
BIBLIOGRAFÍA:
ALGAÑARAZ SORIA, Victor H. (2008). Reconstrucción del Proceso Histórico-Social de la Dictadura Militar
de 1976: Testimonios de distintos Actores Sociales de la UNSJ que sufrieron represión. IISE, FA.C.SO.
Secretaria de Ciencia y Técnica de la UNSJ, San Juan.
—————————— (2009). Memoria Social y Dictadura Militar: Construcción social de la memoria del
régimen militar de 1976 en la provincia de San Juan, mediante el testimonio de víctimas de represión.
Tesis de Grado en Sociología no publicada, UNSJ, San Juan.
—————————— (2009). “Accionar represivo y control académico en los núcleos universitarios argentinos
durante el interregno dictatorial 1976-1983: el caso de la Universidad Nacional de San Juan”. Trabajo
Final de curso de posgrado: La Historia Reciente como desafío a la investigación y al pensamiento en
Ciencias Sociales, CAICYT-CONICET, (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Buenos Aires.
BORÓN, Atilio (2008). Consolidando la Explotación. La Academia y el Banco Mundial contra el pensamiento
crítico. 1ª ed. Espartaco Córdoba, Córdoba.
BRUNNER, José J. (1986). Las ciencias sociales en Chile: institución, política y mercado en el caso de la sociología.
Documento FLACSO: Nº 325/Brunner. FLACSO, Chile.
CASAS, J., ALGAÑARAZ, V., y otros (2008). Bosque de la Memoria, homenaje a los desaparecidos de San
Juan. [Artículo en línea] Disponible en: < http://www.facso.unsj.edu.ar/paginas/novedades/libro.pdf >
CASAS, José (2008) La represión durante la dictadura militar en San Juan. La memoria e historia oral como
testimonio. 2006-2007. UNSJ-IISE, San Juan.
DE ALBA, Alicia (2007). Currículo-Sociedad. El peso de la incertidumbre, la fuerza de la imaginación. MéxicoUNAM, México.
GALLEGUILLO, Julieta (2007). La dictadura, la universidad y los jóvenes, 31 años después. En Revista “La
Universidad”. Año IV-Nº 26. UNSJ, San Juan.
GARCÍA A., GÓMEZ N., MESTRE T. (2008). “Introducción a las Ciencias Sociales. La Universidad, sus
orígenes”. En Deguer: Comprendiendo… Textos Universitarios. Documento para el Curso de Ingreso
2008. FA.C.SO. UNSJ., San Juan.
NOVARO, Marcos (2009). “Los usos de la historia en la construcción del presente: dictadura y democracia vistas
a la luz de sus ‘historias recientes´”. Clase 2 a y b. Área Ciencias Sociales. En La Historia Reciente
como desafío a la investigación y al pensamiento en Ciencias Sociales, CAICYT-CONICET (http://
ecursos.caicyt.gov.ar), Buenos aires.
ORTEGA, Facundo (1993). Acerca de la blandura de algunas ciencias. Revista del Centro de Estudios Avanzados.
Nº 1. Córdoba.
REVAINERA, Miguel A. (2006). Dictadura militar Argentina (1976-1983). [Artículo en Línea] Disponible en: <
http://www.contrabando.org.ar/modules.php >
VESSURI, H. (1992). “Las Ciencias Sociales en la Argentina: diagnóstico y perspectivas”. En Oteiza, (Dir.) La
política de investigación científica y tecnológica en Argentina. Historias y perspectivas, CEAL, Buenos
Aires.
ZOPPI (2000): Testimonios a 25 años del golpe. Nunca Más. FUBA. Programa de Derechos Humanos. Secretaría
General de la UBA. Página 12. Editorial La Página S. A., Buenos Aires.
22 REV IISE
LO RADICAL Y LA LIBERTAD1
MIRIAM DOLLY ARANCIBIA DE CALMELS2
RESUMEN
ABSTRACT
Para Foucault las relaciones de dominación son
el camino de acceso al análisis del poder. Cabe
la pregunta si la relación de poder es lucha,
enfrentamiento, guerra, siendo ésta última el
motor de las instituciones y el orden en la visión foucaultiana de la realidad. Para responderla aparecen nociones como la del mal radical de Hanna Arendt o la de libertad de Leonardo Polo. Aún cuando se trata de posiciones filosóficas distintas todas ellas vislumbran que
lo auténticamente radical en el ser humano es
la libertad.
By Foucault dominations’relationship is the key
to acces into analyse of the power. It’s possible
the question if relationship of power is fight,
confrontation or war which is the engine of the
institutions and the order in the foucaultian
wisdom of the reality. For answer those questions many notions are proposed like this about
the radical evil from Hanna Arendt or this about
freedom from Leonardo Polo. Instead they have
different philosophical positions they get some
idea of the authentic radical in the human being is the liberty.
PALABRAS CLAVES
KEYS WORDS
Radicalidad- libertad- dominación- poder
Radically- Freedom- Domination- Power
INTRODUCCIÓN
Según Polo, la comprensión de la libertad depende de cómo se entienda lo radical en el
hombre. Distingue tres modos de entender la
radicalidad humana:
En el año 1990 Leonardo Polo impartió unas
clases sobre la libertad en la Universidad Panamericana de México. Allí imprimió un modo
original de abordar el estudio de la libertad ya
que lo hizo teniendo en cuenta las diversas
antropologías.
De este modo, la pregunta por la libertad nos
remite a la cuestión sobre qué es lo radical en
el ser humano. Para Polo la libertad no es una
simple característica de aquél sino más bien
una dimensión extraordinariamente diferencial.
Es el único ser libre en comparación con el resto de los seres del universo. Sin embargo, y
quizás hasta paradójicamente, teoría y práctica no siempre han sido conciliadas a lo largo
de la historia humana. Ha habido esclavos, regímenes políticos absolutistas y totalitarios. Por
ello surgen preguntas tales como: ¿qué es lo
radical en el ser humano y cómo incide en el
sentido radical de la libertad?; ¿desde qué paradigmas epistemológicos el ser humano otorgaba dicho sentido?
el radical clásico
el radical cristiano
el radical moderno
a) El radical clásico: para el pensamiento griego, la naturaleza tiene característica propia, por
ende, estabilidad y fijeza. El ser humano por
su capacidad cognoscitiva posee también esa
fijeza y consistencia. La coordinación entre
ambos dio origen en Aristóteles a la noción de
actualidad. “Lo radical humano se sitúa, por
eso, en la actualidad, en el conocimiento, gracias al cual el hombre puede conducir su propia vida y crecer como hombre”. (Polo, 2005,
p.6)
Partiendo de esta antropología, la libertad es
entendida principalmente como libertad moral:
la perfección intrínseca, la adquisición de virtudes y el logro de la armonía interior.
1 Presentado en: II CONGRESO INTERNACIONAL EXTRAORDINARIO DE FILOSOFIA. UNSJ: SAN JUAN 9 AL
12 DE JULIO DE 2007. COMISION FILOSOFIA POLITICA
2 Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. [email protected]
REV IISE 23
c)El radical moderno es el principio del resultado. Hegel afirmaba que el Absoluto es el resultado. De este modo se destacaba la capacidad de producir del ser humano. Ya en Kant se
producía la revolución copernicana al poner el
acento en la producción del objeto y éste es el
resultado de dicha actividad. Después de Hegel la noción de resultado y con ella la de producción aparecerá también en Marx, en Nietzsche, en el pragmatismo, etc.
Interpretando a Hobbes Foucault (Foucault, M,
2000) señala que en la guerra primitiva no hay
batallas, hay representaciones, manifestaciones, signos, expresiones astutas, mentirosas,
voluntades que se disfrazan de lo contrario,
inquietudes que se camuflan de certidumbres.
Es lo que este autor llama el teatro de las representaciones intercambiadas. De ese estado
de guerra surgirá el Estado y la soberanía. El
discurso filosófico-jurídico de Hobbes era una
forma de bloquear el historicismo político según el cual desde el momento en que estamos
frente a relaciones de poder no estamos en el
derecho ni en la soberanía, estamos en la dominación.
Si bien Descartes fue el primero que elaboró
con claridad un pensamiento filosófico del sujeto entendido como individualidad fue Hegel
quien introdujo nuevos elementos en la concepción racional del sujeto. “Hegel retomaconserva- supera la concepción del sujeto, lo
que implica pasar de la categoría de sustancia
a la de sujeto, concepto o espíritu”. (Dri, 2002,
p.61)
En Vigilar y Castigar Foucault (2002) toma como
referentes de su análisis crítico las prisiones,
los hospitales y las instituciones educativas del
siglo XVIII. Sin embargo, al igual que Hanna
Arendt, el valor de su obra radica en que la
descripción del sistema de vigilancia y castigo
trasciende una institución y una época determinada diseñando los elementos universales
que conforman una estructura de poder.
El sujeto es el movimiento de ponerse a sí mismo, no es, se hace, se realiza dialécticamente
en los tres momentos: universal abstracto o
en-sí; particular o para-sí y universal concreto
o en sí-para sí.
Así, los elementos que se ponen en juego para
favorecer el control y la dominación en una institución educativa pueden encontrarse perfectamente identificados en una institución de
nuestro siglo XXI no sólo del siglo XVIII y de
nivel de educación primaria como las descritas
por Foucault. Pero estos elementos son utilizados cuando la estructura está enviciada por el
placer del poder. Recuérdese que las instituciones están integradas por personas, en algunos casos, éstas emplean todos los recursos
que el sistema de vigilancia y control permiten
para alcanzar un casi patológico placer de mandar, contrariando muchas veces los objetivos
que la institución manifiesta perseguir.
b) El radical cristiano es la persona. Allí se concibe en armonía el facere y el agere. “La libertad se abre a la trascendencia, a otras personas y en último término a Dios”. (Polo, 2005,
p.7)
Lo propio del sujeto es entonces la universalidad, contenida en la voluntad en cuanto allí
está la pura indeterminación, el puro pensamiento de sí mismo. En este sentido la libertad
se define como libertad negativa, consiste en
no aceptar ninguna limitación, ningún contenido. Pero el sujeto se hace sujeto en el momento en que sale de la indeterminación del universal abstracto y comienza a limitarse, a determinarse, se particulariza.
Ahora bien, hacerse sujeto es luchar a muerte
por el reconocimiento en el cual cada autoconciencia o sujeto debe reconocerse como autoconciencia y reconocer al otro como tal. Sin
embargo, el resultado de la lucha no es el mutuo reconocimiento sino la relación señor-siervo, por ende, construirse como sujeto es construir poder.
DOMINACIÓN, PODER Y LIBERTAD
Para Foucault las relaciones de dominación son
el camino de acceso al análisis del poder. La
relación de poder es lucha, enfrentamiento,
guerra, siendo ésta última el motor de las instituciones y el orden.
“No hay sujeto neutral. Siempre se es, forzosamente, el adversario de alguien”. (Foucault,
2000, p. 56)
24 REV IISE
En dicha institución se encuentran fácilmente
plasmadas más de una de las características
de las que habla Foucault. En primer lugar la
aplicación de la disciplina coartando las libertades más básicas y elementales de la persona. La disciplina implica distribución de los individuos en el espacio. En primer lugar la especificación de un lugar heterogéneo a todos
los demás y cerrado sobre sí mismo. No hacen
falta las murallas de las que habla Foucault para
que se instale un modo de trabajar endogámico e impermeable a los otros. A cada individuo
le corresponde un lugar, el cual es tácitamente
asignado por quien ejerce el control y el poder.
Dicha asignación llega a depender de las variables más insólitas: de su clase social, de su
sexo, del número de amistades, o simplemente de su carácter. Lo seguro es que una vez
asignado ese lugar ya no habrá movilidad para
ese individuo, queda tácitamente acordado
dentro de qué grupos y lugares se debe mover
dentro de la institución. Ya ha sido determinado el lugar y por ende la función que debe cumplir, será un buen educador en la medida en
que la cumpla calladamente.
Se evitan las distribuciones por grupos, se
descomponen las implantaciones colectivas. La
localización responde a la necesidad de vigilar
rompiendo las comunicaciones peligrosas. Para
hacer esto posible se evitan los lugares de encuentro, no existen las tradicionales salas de
profesores, no hay asientos en los pasillos. El
espacio determina el modo de comunicación
de cuantos trabajan en la institución: es fría,
impersonal, distante, desinformada y desinteresada del otro.
La táctica disciplinaria permite la caracterización del individuo y la ordenación de la multiplicidad, primera condición para el control. Es
lo que Foucault llama la base para una microfísica de un poder celular y afirma que la disciplina fabrica a partir de los cuerpos que controla cuatro tipos de individualidad: celular (por
el juego de la distribución espacial); orgánica
(por el cifrado de las actividades); genética (por
la acumulación del tiempo); es combinatoria
(por la composición de fuerzas). Para ello se
utilizan cuatro técnicas: construye cuadros,
prescribe maniobras, impone ejercicios, dispone
tácticas. (Foucault, 2002, p.172)
Por otro lado, la combinación medida de fuerzas exige un sistema preciso de mando. Toda
la actividad del individuo disciplinado debe ser
ritmada y sostenida por órdenes terminantes,
su eficacia está en la brevedad y la claridad.
Así por ejemplo, se imponen criterios de planificación, se coarta la libertad de cátedra, se
ordena qué noticias publicar y cuáles censurar.
La orden no tiene que ser explicada, ni aun
formulada, basta que provoque el comportamiento deseado. “...excluye despóticamente en
todo la menor observación y el más leve murmullo, el soldado disciplinado obedece mándesele lo que se le mande, su obediencia es rápida y ciega, la actitud de indocilidad, el menor
titubeo sería un crimen” (Foucault, 2002, p170)
Por esta razón, el docente que protesta ante
las situaciones injustas, que reclama libertad
de expresión, que exige el debido respeto a los
méritos, antecedentes y a su desempeño profesional como el mínimo y lógico requisito para
ejercer las funciones académicas propias de una
institución educativa, ése será precisamente el
docente que molesta, que será castigado por
sus frecuentes, irreverentes e inevitables insubordinaciones al sistema.
A fines del siglo XVIII existían tres modos de
organizar el poder de castigar: como derecho
del monarca o ceremonial de soberanía, utilizaba las marcas rituales de la venganza aplicadas sobre el cuerpo del condenado; la otra
se refiere al derecho de castigar que pertenecía a la sociedad entera o cuerpo social; y finalmente la que le correspondía al aparato
administrativo. Son tres tecnologías del poder,
tres modalidades de ejercer el poder de castigar: el cuerpo objeto del suplicio, el alma cuyas representaciones se manipulan, el cuerpo
que se domina.
Una institución enviciada por el afán de poder
castiga manipulando el alma, las mentes. Se
recurre al desprestigio sistemático de la persona en todos sus aspectos, moral, intelectual,
laboral y hasta se juzga su vida familiar. Se
emplean tácticas como la usina del rumor, la
traición, la denuncia, la calumnia, la difamación y las humillaciones. La mentira se instala
progresivamente falseando la realidad pero de
modo persuasivo.
“La disciplina recompensa por el único juego
de los ascensos, permitiendo ganar rangos y
puestos; castiga haciendo retroceder y degradando.” (Foucault, 2002, p.186)
Sin embargo, en una institución como la que
se está describiendo, el mecanismo de ascensos es pervertido, no se realizan con justicia ni
mucho menos en reconocimiento a los méritos
académicos sino por motivos espúreos y mezquinos en tanto sirvan a mantener el control y
con éste el poder.
Para asegurar la eficacia de la disciplina, y con
ella el funcionamiento automático del poder,
se recurre a la vigilancia. El Panoptismo permite ver sin cesar para controlar, se es visto
sin ver, de ese modo se convierte en objeto de
información pero jamás en sujeto de comunicación. El poder debe ser visible: lo esencial es
saberse vigilado pero inverificable: el detenido
no debía saber jamás si en aquel momento se
le estaba mirando. Esto sucede por ejemplo
cuando en una institución educativa se aplica
el espionaje informático como medio de control, todos saben que su computadora es controlada y que la información puede ser sustraída pero nadie sabe en qué momento ni desde
dónde exactamente se lleva a cabo dicho control. Es una maquinaria que garantiza la asimetría, el desequilibrio, la diferencia. Poco importa quién ejerce el poder o los motivos por
los cuales se ejerce: “la curiosidad de un indiscreto, la malicia de un niño, el apetito de saber
de un filósofo que quiere recorrer este museo
de la naturaleza humana, o la maldad de los
que experimentan un placer de espiar y en castigar”. (Foucault, 2002, p.205). El sujeto queda reducido a ser engranaje de una máquina
panóptica haciéndolo dócil y útil al sistema.
Por su parte Hanna Arendt sostiene que la dominación total se propone organizar la pluralidad de los seres humanos como si todas las
REV IISE 25
personas pudieran ser reducidas, como si la
Humanidad fuese un individuo. (Arendt, p.652)
Las fases en el camino hacia la dominación son
dos, una fase inicial en la que se busca derrotar a los adversarios y hacer imposible toda
oposición ulterior. Y una segunda fase de terror total en la que el régimen ya no tiene nada
que temer a la oposición.
Tanto en los regímenes totalitarios descritos por
Arendt, como en una institución en la que se
ha instalado el juego del poder y la dominación, los mecanismos a los que se recurre para
cumplir dichas fases son:
- adoctrinamiento ideológico de las formaciones de elite;
- terror absoluto;
- eliminar la espontaneidad como expresión del
comportamiento humano transformando a la
personalidad humana en una simple cosa;
- aislamiento del mundo ficticio del movimiento respecto del mundo exterior. Este aislamiento favorece la falta de credibilidad a los
relatos sobre lo que ocurre en el interior;
- los sufrimientos transforman a los hombres
en animales que no se quejan, aún si recuerdan las afrentas evitan comunicarse, el que
habla es considerado como un sospechoso;
- la víctima llega a confundir pesadilla y realidad;
- el verdadero espíritu puede ser destruido sin
llegar a la destrucción física del hombre. El
resultado es el ser humano inanimado, psicológicamente incomprendido;
- ataques a la persona moral, como respuesta, la persona renuncia a sí misma y se abandona al punto de dejar de afirmar su identidad;
- suprimir toda espontaneidad.
CONCLUSIÓN
El totalitarismo necesita destruir cada rastro
de lo que se denomina dignidad humana. Según Arendt, las ideologías totalitarias no tratan de lograr la transformación del mundo exterior o la transmutación revolucionaria de la
sociedad, sino la transformación de la misma
naturaleza humana creando una sociedad en
que el homo homini lupus es realizado.
Fueron estas experiencias las que llevaron a
Arendt a hablar del mal radical. Indudablemente, en el juego de dominación y redes de poder
la libertad es intrínsecamente negada. Para Polo
la libertad entendida tanto como arbitrariedad
como autonomía radical sería un voluntarismo.
Por el contrario para Polo la libertad aparece
en los hábitos como libre disposición, como
manifestación libre de la intimidad. La esencia
de la persona es disponer la esencia humana
que se esencializa, la naturaleza que se ensencializa.
Propone entender la libertad como dominio
sobre principios, es un poder de esencializar.
Para este autor la libertad es un trascendental
que se puede describir de muchas maneras:
en lo intelectual a través de la formación de
hábitos los cuales son un dominio sobre principios; libertad de la voluntad, pero también es
discontinuidad, recomenzar, capacidad de no
desfuturizar el futuro.
BIBLIOGRAFIA
DRI, Rubén (2002) Racionalidad, sujeto y poder. Irradiaciones de la Fenomenología del Espíritu. Buenos
Aires. Editorial Biblos.
FOUCAULT, Michel (2002) Vigilar y Castigar nacimiento de la prisión. Buenos Aires, Ed. Siglo XXI.
FOUCAULT, Michel (2000) Defender la sociedad. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica.
POLO, Leonardo (2005)| Lo radical y la libertad. Cuadernos de Anuario Filosófico. Nº179. Pamplona,
Universidad de Navarra.
26 REV IISE
RESILIENCIA: UNA CONTRIBUCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL
AL ÁMBITO DE LA SALUD.1
MARIANA G. AUDISIO, PAMELA N. FEMENIA, MARTA D. MOLINA2
RESUMEN
ABSTRACT:
Este trabajo pretende plantear la relación que
existe entre la profesión del Trabajo Social y el
área de la Salud, como así también uno de los
aportes que puede hacerse a dicho ámbito desde la resiliencia que promueve tal disciplina,
en tanto trabaja con sujetos que buscan sobreponerse a las adversidades cotidianas para
lograr su bienestar. El análisis teórico sobre
estos aspectos permite conocer la realidad laboral de los profesionales de la salud, advertir
los riesgos a los que se exponen, el impacto de
sus decisiones y acciones, como así también
considerar los mecanismos resilientes que puede promover el trabajador social para favorecer al bienestar integral de quienes integran
un equipo de salud, para mejorar la calidad de
atención a los usuarios del nosocomio y a la
vez definir el espacio que tiene que ocupar un
profesional de trabajo social en el sistema de
salud.
This work tries to raise the relation that exists
between the profession of the Social Work and
the area of the Health, as thus also one of the
contributions that can become to this scope
from the resilience that promotes such discipline, in as much works with subjects that they
look for to control to the daily adversities to
obtain his well-being. The theoretical analysis
on these aspects allows to know the reality labor the professionals of the health, to notice
the risks to which they are exposed, the impact of their decisions and actions, like thus
also considering the mechanisms resilientes
that can promote the social worker to favor to
the integral well-being of those who integrates
a health equipment, to improve the quality of
attention to the users of nosocomio and simultaneously to define the space that it has to occupy a professional of social work in the health
system.
PALABRAS CLAVE: Trabajo Social, Resiliencia, Ámbito de la Salud, Profesionales de la
Salud.
KEY WORDS: Social Work, Resilience, Scope
of the health, Professional of the health
¿Qué contiene el presente Trabajo?
rio que desarrolla, donde el profesional es reconocido y valorado por los integrante del Equipo sanitario en sus aportes, que pueden variar
desde la asistencia al control. En esta tarea,
actualmente se requieren nuevos enfoques teóricos que permitan basarse en las capacidades
de los actores para persistir frente a los obstáculos y proceder positivamente con los acontecimientos de la vida, o bien se requiere de
una práctica basada en ideas de resiliencia,
recuperación, posibilidades y transformación.
Se presenta un análisis sobre la implicancia
social que tiene el sistema de salud, al plantear la posibilidad que tiene el Trabajo Social
de contribuir al funcionamiento de este servicio, promoviendo el desarrollo de mecanismos
resilientes que permitan afrontar los peligros y
riesgos que surgen continuamente en dicho
sector y a los que deben enfrentarse los trabajadores sanitarios.
La profesión de Trabajo Social tiene una historia asociada con el sistema de salud y el cuidado de la salud, desde el trabajo interdisciplina-
El presente trabajo busca destacar el quehacer
del Trabajo Social en el área de la Salud, y la
inclusión del concepto de Resiliencia en la prác-
1 Presentado en el 5º Encuentro de Investigadores Sociales, Región Centro Oeste. 2º Binacional con la IV Región- Chile.
Octubre 2009.
2 Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan.
[email protected]. [email protected].
REV IISE 27
tica interventiva, investigativa y comunitaria
que puede llevar a cabo el profesional; asumiendo la misma como elemento de promoción y prevención en individuos, familias y comunidades que se involucran con dicho ámbito.
La Resiliencia, sugerida desde el Trabajo Social, implica sobreponerse a las dificultades y
tener éxito a pesar de estar expuestos a situaciones de alto riesgo, mantener la competencia bajo presión pudiendo adaptarse, y recuperarse de un trauma ajustándose de forma
exitosa a los acontecimientos negativos de la
vida3
El Trabajo Social desarrolla acciones colectivas con actores en situaciones problemáticas
o críticas que desfavorecen su óptimo desarrollo bio psico social. Ello exige asumir una cosmovisión diferente del mundo, donde el profesional aporta elementos conceptuales y metodológicos, pero en esencia son los actores quienes potencian los factores positivos apostando
a crear mejores condiciones de vida para las
generaciones futuras.
Por lo tanto son los profesionales de la salud,
junto al trabajador social, quienes tienen la
posibilidad de abordar la compleja realidad que
se les presenta desde el afrontamiento personal y contextual que se promueva en el ámbito
de trabajo.
I. ¿CÓMO SE CARACTERIZAN LOS PROFESIONALES DE LA SALUD?
El presente trabajo parte del análisis crítico y
reflexivo sobre el sector de la salud el cual en
los últimos años, viene pasando por cambios y
reordenando sus acciones en la atención a los
pacientes. El establecimiento de la universalidad de la atención pública y de las dificultades
en establecer el control y de los mecanismos
adecuados de la regulación, determinan el estilo de gerencia del sector salud.
Los profesionales de la salud están cotidianamente expuestos a quehaceres que dependen del estado de salud que presenten las personas que concurren a ese nosocomio. Estos
profesionales deben ser capaces de tomar decisiones rápidas, firmes y certeras, ya que las
desiciones son tomadas generalmente en situaciones de vulnerabilidad y frente a estados
de salud críticos. El factor tiempo es siempre
fundamental: muchas veces deberán obviar los
métodos de laboratorio, o posponerlos, para
decidir mediante los signos clínicos, que deberán saber interpretar. Esta necesidad de actuar,
en el momento preciso, con ciertas medidas
muchas veces agresivas, desde el punto de vista
médico, hacen que el profesional de salud desarrollen una actitud hacia el paciente y hacia
el sufrimiento que desde fuera puede parecer
fría. Sin embargo, quien ha trabajado en este
ámbito, sabe que allí los sentimientos son muy
fuertes. Sólo que el personal médico, enfermeras, auxiliares y administrativos no debe
permitir que esos sentimientos frenen la resolución en situaciones extremas.
Se debe considerar que los profesionales de la
salud permanecen 365 días del año y 24 horas
del día, atendiendo cada día decenas de pacientes que acuden con disímiles enfermedades en busca de un diagnóstico y tratamiento;
actores con casos muy distintos, por lo que se
debe estar atento a todos los síntomas e historial del paciente para estratificar y reaccionar
a tiempo, debiendo estar preparados para reanimar y restablecer a las personas que pueden llegar en situaciones críticas, como así también, aquellas que solo asisten al nosocomio
para consultar ciertas dudas de malestares o
situaciones que ponen en riesgo la salud de los
actores.
El trabajo en salud se lleva a cabo en un ámbito bajo tensión física y psicológica, que prueba
constantemente la capacidad del personal sanitario para brindar una atención de calidad,
logrando cobertura médica calificada a la comunidad que responde, donde la misma puede caracterizarse por actores en situación de
vulnerabilidad.
Por otra parte los profesionales de salud se
encuentran sometidos como ningún otro a una
evaluación y críticas continuas por pacientes,
familiares, administrativos y por el personal
médico de otros servicios.
En los centros de salud se suele desconocer,
tanto de parte de los pacientes como los familiares, el esfuerzo humano y los costosos recursos materiales disponibles para cumplir con
las expectativas de los destinatarios; donde
casualmente el éxito del servicio dado en este
lugar, tienen relación directa con la interacción
entre los recursos humanos y tecnológicos, aliados a la estructura organizacional.
Quienes se encuentran trabajando en un nosocomio están frente a la presión de partir del
presupuesto que estos deben estar preocupados, en el ofrecimiento de una ayuda de calidad a la persona que necesita de su cuidado,
siendo responsabilidad de todos los profesionales buscar la misma; sumado a las exigencias de la sociedad de recibir un alto rendimiento, calidad y servicios, una ética y una acción
3 Fraser, M.W., Rischman, J.M. y Galinsky, M.J. (1999). Risk, protection and resilience: Toward a conceptual framework
for social work practice. Social Work Research, 23, (3), 131-143.
28 REV IISE
responsable de los trabajadores del área de la
salud.
ción y el perfeccionamiento de la calidad de los
servicios.
Todas las organizaciones prestadoras de servicios de salud, deberá preocuparse por mejorar
permanentemente y desarrollar una integración armónica de las áreas médicas, tecnológicas, administrativas, económica, asistencial;
instituyendo mecanismos para la autoevaluación y mejora continúa de la calidad de la atención médico- hospitalario; actualizando, periódicamente, los niveles y patrones contenidos
en los estándares generales de la acreditación
hospitalaria; realizando consultas permanentes con instituciones públicas y privadas responsables de la ayuda médico- hospitalario;
presiones éstas que caen sobre todo en el personal de un centro de salud.
Para las organizaciones de salud el gran desafió actual es construir (reconstruir) a la organización y a sus profesionales en nuevas bases:
las bases de la ética, de la responsabilidad social, del respeto de los valores humanos, el
reconocimiento al trabajo profesional, la consideración de que estos son personas similares
a nosotros pero que se diferencia en el labor
que desarrollan valorando la mente y el corazón, y no solamente de las manos de quien
produce.
Trabajar en una organización acreditada y participar de las actividades relacionadas con la
evaluación, puede llegar a crear una motivación enorme en el equipo que siente que esta
trabajando para alcanzar un objetivo moral
importante, proporcionando ayuda médica de
alta calidad al paciente, siendo común descubrir que esto mejoraría el ánimo del equipo y
bajaría ciertas tensiones que se mencionaron
con anterioridad.
La Resiliencia definida desde Webster’s New
Twenthieth Century Dictionary of English Lenguaje (1958) es la habilidad de rebotar o volver al estado inicial después de haber sido estirado o presionado o la habilidad de recuperar
la fuerza y el espíritu. Ésta permite recuperarse rápidamente de la enfermedad, cambio o
infortunio. Desde el Trabajo Social han sugerido que la resiliencia implica sobreponerse a las
dificultades y tener éxito a pesar de estar expuestos a situaciones de alto riesgo, mantener
la competencia bajo presión pudiendo adaptarse, y recuperarse de un trauma ajustándose de forma exitosa a los acontecimientos negativos de la vida.
Se consideran tres niveles fundamentales para
mantener la calidad profesional y organizacional de los centros de salud, permitiendo disminuir los niveles de presión y ansiedad; basados los mismos en:
Nivel Uno: Contemplar la atención hacia los
requisitos básicos de la calidad en la ayuda dada
al cliente, en las especialidades y servicios del
nosocomio, con los recursos humando compatibles con la complejidad, capacitación adecuada de los profesionales y responsables técnicos con habilitación correspondiente para las
áreas de actuación institucional.
Nivel Dos: Adoptar planeamiento en la organización de ayuda hospitalaria, referido a la
documentación, cuerpo funcional (fuerza de
trabajo), entrenamiento, control, estadísticas
básicas para la toma de decisiones clínicas y
administrativas y prácticas de auditoría interna.
Nivel Tres: Políticas institucionales de la mejora continúa en los términos de la estructura,
nuevas tecnologías, actualización técnico- profesional, acciones asistenciales y procedimientos médico- sanitario. Evidenciar objetivos de
uso de la tecnología de la información, difusión
global y sistémica de rutinas patronizadas y
evaluadas enfocadas a la búsqueda de excelencia.
Los niveles son ejes decisivos en el compromiso sincero de las instituciones y la ayuda de
recursos humanos y físicos en la determina-
II. RESILIENCIA, ¿QUÉ ENGLOBA ESTE
CONCEPTO?
Según Rirkin Y Hoopman (1991) plantean que
“se puede definir como la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito
frente a la adversidad, y de desarrollar competencia social, académica y vocacional pese a
estar expuesto a un estrés grave o simplemente
a las tensiones al mundo de hoy”. Esta definición deja en claro que en la actualidad todos
los profesionales de salud, y toda persona, joven o vieja, necesita desarrollar resiliencia. Así
el perfil de una persona resiliente, menciona
Higgins (1994) señala de los adultos la capacidad para establecer relaciones positivas, resolver problemas y su motivación para superarse.
El humor y la creatividad en los adultos se explica por si mismos; en los niños, se manifiesta en el juego. La moralidad de un niño se evidencia a través de sus juicios sobre el bien y el
mal; en los adultos, la moralidad implica tener
altruismo y actuar con integridad.
Aquellas personas que enfrentan disfunciones
familiares u otros problemas ambientales, pueden reaccionar con una respuesta dual que incluye conducta negativa, y conducta resiliente. Muchas veces una conducta considerada
disfuncional (como huir del hogar) puede con-
REV IISE 29
tener elementos de resiliencia (como iniciativa
o independencia).
En tanto la resiliencia es un estado de retroalimentación de derechos, podemos jerarquizarla como un sub principio que potencia y garantiza los derechos de las personas vulnerables,
en particular el derecho al desarrollo progresivo. Si la familia no quiere o no puede, si la
sociedad no puede o no quiere, el Estado debe
garantizar oportunidades o escenarios estimulantes para el despertar oportuno de ocasiones personales o comunitarias que refuercen
esta ya consagrada capacidad de sobreponerse a las adversidades que anida en cada ser
humano.
La resiliencia favorece más y mejor derechos.
Generar el estado resiliente es un derecho especifico de las personas, porque garantiza oportunamente la vigencia de los derechos que conllevan potenciales promisorios, inscriptos en la
esperanza de cada cual es único e irrepetible,
con recursos - derechos a proteger y garantizar.
Desde el marco teórico de la resiliencia diría
que permite a las personas lograr sobrellevar
años frente a diversas situaciones estresantes,
y donde estas no tienden a destruirse sino a
construir, a través de un proceso activo de resistencia, un espacio de pertenencia, solidaridad y creatividad, a la vez que involucra paulatinamente en este proceso a una pequeña parte de la comunidad: la institución, los profesionales y los familiares.
Suárez Ojeda postula el modelo de desafío en
oposición al modelo del daño o riesgo de S.
Tallin, asumiendo que en él “los factores de riesgo, las adversidades encuentran en la persona
(y también en un grupo), no solo debilidades
sobre las que actúan, sino también cierta capacidad de afronte, cierto escudo de resiliencia. Por esta razón, algunos de estos factores
adversos van a rebotar y en vez de destruir a
la persona, pueden transformarla positivamente”; como dice Vanistendael, da la posibilidad
de un “sentido o coherencia de la vida”.
El enfoque de resiliencia representa un cambio
de paradigma que incluye el pasaje del modelo
medico tradicional, centrado en la debilidad y
la enfermedad, a otra perspectiva que incluye,
además, la capacidad de afronte, la estimulación de potencialidades, la consideración de la
esperanza, como componentes indispensables
en el desarrollo de las personas. Hablamos de
factores de riesgo y de factores protectores y
del pasaje del modelo de riesgo al modelo del
desafío.
El otro cambio se produce desde un modelo
centrado en el individuo a un modelo que incluya su incersión y su contexto social. Es de-
30 REV IISE
cir, trabajar con la comunidad, para que sean
las personas, los ciudadanos, los que participen de manera comprometida en el cuidado y
protección de sus miembros, facilitando y promoviendo el lazo social, única manera de logar
la reactivación social; aumentando, reforzando y en ciertos casos generando así el capital
social que de las personas.
III. ¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE TRABAJO SOCIAL, RESILIENCIA Y TRABAJADORES DE LA SALUD?
La práctica de Trabajo Social del Siglo XXI requiere nuevos enfoques teóricos que permita
a los trabajadores sociales basarse en las capacidades de los actores para persistir frente a
los obstáculos y proceder positivamente con
los acontecimientos de la vida o lo que Sleebey ha llamado una práctica basada en las ideas
de resiliencia, de recuperación, de posibilidades y de transformación. De a cuerdo con Germain los trabajadores sociales están comprometidos desde hace tiempo con prácticas basadas en la fortalezas y capacidades de los actores.
El Trabajo Social es una disciplina orientada
a desarrollar acciones de forma conjunta con
actores inmersos en situaciones problemáticas
o críticas que desfavorecen su óptimo desarrollo bio psico social. Todo ello exige asumir una
cosmovisión diferente del mundo, donde el profesional aporta elementos conceptuales y metodológicos, pero en esencia quienes potencian
y proyectan los factores positivos para sobrellevar y enfrentar las condiciones adversas, son
los propios individuos, familias, comunidades
y regiones que las viven; implica apostar a crear
mejores condiciones de vida a las generaciones futuras.
Las exigencias del mundo moderno requieren
fomentar la creatividad, la imaginación científica, académica y personal para construir alternativas de acción que incluyan la Resiliencia, según el análisis de contexto.
El quehacer del Trabajo Social, facilita la inclusión del concepto de resiliencia en la práctica
académica, investigativa, corporativa y comunitaria. La propuesta es asumirla como elemento de promoción y prevención en individuos,
familias y comunidades; útil para todos los campos laborales.
De acuerdo con Germain (1990) los Trabajadores Sociales están comprometidos desde
hace tiempo con prácticas basadas en las fortalezas, capacidades y protecciones de los usuarios. Estos son los factores que los movilizan,
motivan y orientan hacia su crecimiento, su auto
cuidado y auto dirección. A pesar de esto es
necesario profundizar en teorías que orienten
la práctica profesional del Trabajo Social en este
sentido, como plantea el autor, que en definitiva es quien defiende la importancia de examinar las conductas de promoción de la salud a
lo largo de la vida y de centrarse en evaluar
cómo los entornos personales, familiares y comunitarios promueven el bienestar.
Es pues necesario que los Trabajadores Sociales comprendan cómo las personas responden
positivamente a situaciones adversas y cómo
usan este conocimiento para adoptar una posición de potenciar las fortalezas de los clientes, la adaptación positiva, la competencia y la
auto eficacia.
La noción de resiliencia se construye en Trabajo Social sobre esta perspectiva de las fortalezas y se ha integrado fundamentalmente en la
teoría ecológica y de desarrollo (Greene y Conrad, 2002), que nos permite tener una visión
multisistémica de las conductas resilientes a
través de la vida.
En un nivel alto de riesgo los factores de protección o no existen o son muy débiles para
proteger la adversidad extrema. Es por esto
que se ha de tener mucha precaución con las
intervenciones sólo basadas en la perspectiva
de las fortalezas, los factores de protección y
la resiliencia. (Fraser, Richman y Galinsky,
1999). Parece probable que la protección opere más efectivamente en un nivel de medio riesgo donde la adversidad no es una amenaza vital y los riesgos no son tan potentes como para
cambiar el curso de la vida.
Desde el Trabajo Social, han sugerido que la
resiliencia implica (1) sobreponerse a las dificultades y tener éxito a pesar de estar expuestos a situaciones de alto riesgo; (2) mantener
la competencia bajo presión, esto quiere decir
saber adaptarse con éxito al alto riesgo y (3)
recuperarse de un trauma ajustándose de forma exitosa a los acontecimientos negativos de
la vida; entonces la resiliencia tiene que entenderse como un proceso como afirman Fraser (1997) y Masten (1994).
Por lo tanto la resiliencia es un concepto global, multifacético, asociado con numerosas características individuales y multisistémicas.
Además la resiliencia es considerada por los
autores, como fluida, dinámica y un proceso
no completamente comprendido que permite
a los individuos, familias y comunidades que
han experimentado dificultades, continuar con
sus vidas.
Existen pilares de la resiliencia (basado en
Wolin, 1999);
Introspección: Capacidad de preguntarse a
sí mismo y darse una respuesta honesta.
Independencia: Capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer en el aisla-
miento. Saber fijar límites entre uno mismo y
el medio con problemas.
Capacidad de relacionarse: Habilidad para
establecer lazos e intimidad con otros y equilibrar la propia necesidad de afecto con la actitud de brindarse a otros.
Iniciativa: Gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas cada vez más exigentes.
Humor: Encontrar lo cómico en la propia tragedia.
Creatividad: Capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y el desorden.
Moralidad: Extender el deseo personal de bienestar a toda la humanidad y capacidad de comprometerse con valores (sobre todo a partir de
los 10 años).
Por otro lado podemos considerar características resilientes en los distintos niveles ecológicos.
Características propias de los niños resilientes: Aptitudes físicas e intelectuales; Auto
eficacia. Introspección: Auto imagen positiva.
Autoestima. Metas y aspiraciones. Sentido de
Humor/Creatividad. Perseverancia. Empatía.
Expresividad. Iniciativa. Autonomía. Moralidad.
Características interpersonales: Relaciones
significativa con otros, saber mantener su red
social, capacidad de saber restablecer la autoestima cuando es amenazada por otros, asertividad, atención positiva en los otros.
Características familiares: Calidad en la
crianza y educación, expresividad emocional,
flexibilidad, bajos niveles de conflictos familiares, recursos financieros suficientes, colaboración.
Características del ambiente y socioculturales: Ambientes seguros, acceso a recursos
comunitarios educativos y de ocio, percibir apoyo social, percibir integración social, afiliación
a organizaciones religiosas.
Siguiendo a Fraser y Galinsky (1997) los conceptos de riesgo, protección y resiliencia ofrecen un esquema conceptual en Trabajo Social
para: (1) Comprender cada una de las situaciones socio familiares en la práctica profesional; (2) Desarrollar planes de acción; (3) Diseñar servicios y programas específicos dirigidos
a los distintos sectores de población y basados
en la identificación, fortalecimiento y potenciación de los recursos y fortalezas; (4) Construir
modelos e instrumentos de evaluación de programas y servicios basados en resiliencia; (5)
Supervisar equipos y proyectos; (6) Plantear
investigaciones con enfoque de resiliencia relacionadas con prevención de aislamiento, de
conductas violentas, de consumo de sustancias, de maltrato, etc.
REV IISE 31
Esto sugiere la necesidad de desarrollar profesionalmente más Prevención, a partir de una
Conceptualización e Investigación de los fenómenos y sucesos, complementando la intervención del trabajador social con campañas de Promoción, orientadas a aquellas amortiguar o bien
evitar el riesgo en las personas; buscando de
este modo favorecer al bienestar personal y
comunitario.
Para activar intervenciones de este tipo es importante que los profesionales se esfuercen por
identificar, analizar y activar los factores facilitadores de resiliencia tanto en las personas,
grupos y situaciones con las que trabajan, como
así también analizar y activar sus propios factores. Los objetivos de las intervenciones basadas en resiliencia deben encaminarse a la
prevención de situaciones de riesgo psico sociales, el fortalecimiento de respuestas favorables ante los mismos y la promoción y potenciación de estas cualidades.
IV. LA IMPORTANCIA DE IDENTIFICAR Y FAVORECER LA RESILIENCIA COMUNITARIA
Cada comunidad posee un determinado perfil
de resiliencia colectiva, en el que se combinan
los factores de resiliencia comunitaria con otros
factores negativos, como le llama Suárez Ojeda (2001: 80). De esta combinación surge una
resultante o vector que nos permitirá hacer una
estimación de la resiliencia de ese grupo o colectivo. Esta estimación nos servirá tanto para
elaborar un pronóstico como para diseñar intervenciones orientadas hacia su fortalecimiento, con una mayor especificidad.
IV.1. LA IMPORTANCIA DE FAVORECER LAS
ESTRATEGIAS DE COLABORACIÓN
Las sugerencias más comunes para las aplicaciones del concepto de resiliencia se fundamentan en las intervenciones colaborativas. Se estimula la colaboración entre profesionales de
la salud y usuarios, sistemas de apoyo y miembros de la familia. Es importante permitirse
crear nuevas o renovadas competencias, apoyo mutuo y la común confianza en que son capaces de soportar los malos momentos. Desde
el enfoque de resiliencia se debe potenciar a
cada uno de los miembros de los centros de
salud y a los miembros relevantes de los sistemas de apoyo. Se debe reforzar la idea de que
si obran en conjunto puede vivenciar la superación de obstáculos y que el éxito será en gran
medida un producto de sus esfuerzos, recursos y habilidades. Las experiencias de éxito
aumentan la confianza y la eficacia de los trabajadores y usuarios. El enfoque de resiliencia
ofrece un marco pragmático positivo, que orienta las intervenciones a fortalecer a las perso-
32 REV IISE
nas a través de la resolución de sus problemas
actuales en sus propios marcos ecológicos.
V.2. LA IMPORTANCIA DE INCORPORAR REDES
DE APOYOS Y PROCESOS DE AUTOAYUDA.
Con el fin de hacer que los trabajadores de la
salud y usuarios manejen mejor las situaciones estresantes, conviene que los esfuerzos a
favor del cambio no sólo incluyan a los trabajadores sino además a las redes de apoyo y a
sistemas más amplios, con el objeto de estimular vínculos comunitarios que la mayoría de
ellos han perdido. Son particularmente adecuados los grupos de autoayuda. Los usuarios y el
personal sanitario reaccionan positivamente
cuando se despatologiza su angustia en grupo
de iguales.
El enfoque de resiliencia va más allá de la resolución de los problemas, ocupándose de su
prevención, no sólo mediante la reparación
actual sino también preparando a los individuos y familias para retos futuros. Se ayuda a
anticiparse a las dificultades futuras, aprender
de lo vivido y planear estrategias de superación más eficaces. Se promueve la resiliencia
normalizando y contextualizando las tensiones
y ofreciendo una orientación útil para la adaptación y superación basada en principios psicopedagógicos.
IV.3. PROMOCIÓN DE LA RESILIENCIA EN
LOS GRUPOS DE TRABAJADORES DE LA
SALUD.
Desde la teoría de la Resiliencia y su promoción, se describen algunas estrategias factibles
de ser desarrolladas en los ambientes laborales sanitarios, como una forma de potencias a
las personas y evitar los efectos nocivos de
ambientes de trabajo tensionantes.
De una manera proactiva, las personas, podrían
intervenir al menos en las siguientes áreas:
a.- Enriquecer los vínculos entre las personas,
fortaleciendo las conexiones y puntos de acuerdo existentes, resaltando los puntos de unión
entre ellos y estableciendo canales y puentes
que motiven el contacto con los otros.
b.- Se deben fijar límites claros y firmes para
el funcionamiento laboral, es deseable que dichos límites sean consensuados entre los trabajadores logrando así mayor compromiso en
la aplicación de los mismos.
c.- Enseñar habilidades de convivencia, que
incluyan la cooperación, la resolución positiva
de conflictos, asertividad en el planteamiento
de problemas, toma de decisiones, manejo del
estrés, promoción de ambientes saludables (físicos y psicológicos).
d.- Ser capaces de brindar apoyo y afecto a las
personas, lo que implica respaldar a los otros,
motivar, apreciar los aciertos de los demás,
mirar los errores o faltas como transitorios,
fortalecer la comunicación a nivel personal.
e.- Desarrollar expectativas elevadas pero realistas, lo que implica creer en el potencial de
los trabajadores, pero a la vez no generar frustración al establecer tareas imposibles de cumplir. Lo anterior fortalece la autoestima de quienes trabajan al reconocerse con competencias
para la labor que desarrollan.
f.- Promover la participación de los trabajadores, que implica hacerlos partícipes de tomas
de decisiones, generación de nuevas ideas,
búsqueda colectiva de soluciones, afrontamiento colectivo de las dificultades, distribución de
las responsabilidades.
Con lo planteado esbozamos un nuevo enfoque que ha adoptado el trabajo social para investigar e intervenir no solo en ámbito de la
salud, sino también en la diversas problemáticas o situaciones critica con las que se enfrenta cotidianamente en su quehacer profesional.
BIBLIOGRAFÍA
CUESTAS, Alicia (2008) La resistencia a la opresión. Localización: Resiliencia: Descubriendo las propias
fortalezas / Elbio Néstor Suárez Ojeda (comp.), Aldo Melillo (comp.), Edith H. Grotberg (aut.),
María Alchourrón de Paladini (aut.).ISBN 978-950-12-4513-4 , pags. 207-214.
ESTAMATTI, Mirta (2008) Programas en salud mental comunitaria. Localización: Resiliencia: descubriendo
las propias fortalezas / Elbio Néstor Suárez Ojeda (comp.), Aldo Melillo (comp.), Edith H. Grotberg
(aut.), María Alchourrón de Paladini (aut.). ISBN 978-950-12-4513-4, pags. 215-229
FRASER, M.W., Rischman, J.M. y GALINSKY, M.J. (1999). Risk, protection and resilience: Toward a
conceptual framework for social work practice. Social Work Research, 23, (3), 131-143.
GREENE, R. R., & CONRAD, A. P. (2002). Basic assumptions and terms. In R. R. Greene (Eds.), Resiliency
theory: An integrated framework for practice, research, and policy (pp.29-62). Washington, DC:
NASW Press.
HENDERSON, Nan y MILSTEIN, M. Mike (2003) “Resiliencia en la escuela”. Editorial: Paidós, Buenos
Aires.
Hppt://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articulos. Consultado el 25 de Septiembre de 2009.
Hppt://www.sharpenespanol.com/serviciomedico. Consultado el 25 de Septiembre de 2009.
MASTEN, A. S. (2001). Ordinary magic: Resilience process in development. American Psychologist, 56,
227-238.
MOLINA Marta Delia. (2008/09). Proyecto de investigación: Burnout y Resiliencia en los trabajadores de
la Salud de Terapia Intensiva. Equipo Interdisciplinario de Investigación de Salud. IISE. FaCSo.
UNSJ.
QUESADA, Cristina Villalba (2006). El enfoque de Resiliencia en Trabajo Social. Localización: Acciones e
Investigaciones sociales, ISSN 1132-192X, N° Extra 1. pag. 466.
SUÁREZ OJEDA E.N. y MELILLO (1995). Resiliencia: Descubriendo las propias fortalezas. Paidós .
Barcelona, P.H.; Guerra, N.G. y Kendall, P.C.
VERGES, Roberto (2004) ¿Buscar la oportunidad para estar resiliente es un derecho humano? En: Resiliencia:
Descubriendo las propias fortalezas. Buenos Aires: Paidós. p. 197-205.
Webster´s New Twentieth Century Dictionary of the English Language (1958)
WOLIN, S.J. y WOLIN, S. (1993). The resilient self. How survivors of troubled families rise above adversity.
New York: Willard Books, (prevod: Volin i Volin, Rezilijentna linost, Prosveta, Beograd 1996).
REV IISE 33
34 REV IISE
CAMPO POLÍTICO EN SAN JUAN.
UNA LECTURA EN CLAVE DE LÓGICA FAMILIAR1
GARCÍA, FABIANA R.; GOLDBERG, MARÍA Del C.2; CASTILLA, M. JOSEFINA; GÓMEZ,
NANCY E.; HENRÍQUEZ, MARÍA G.; STORNI, SILVIA S.
El campo político es un juego, el de los movimientos en torno a determinados recursos sobre el terreno concreto de posibilidades actuales e históricas de construir ese recurso como
forma de poder. El objeto de este trabajo es
proponer una lectura posible de las particularidades históricas del proceso de constitución y
desarrollo del campo político en la provincia de
San Juan en clave de una lógica que, proveniente del espacio de las familias, atraviesa, y
a veces subordina, la lógica propiamente política.
La explicación de este fenómeno debe buscarse, como siempre, en la historia, pero en una
historia de procesos de larga duración. En el
proceso que es objeto de este estudio, el análisis ha permitido detectar la existencia y persistencia de relaciones familiares que han desbordado el espacio doméstico para invadir
ámbitos que pertenecen al espacio de lo público. Lo cual es posible dado que las fronteras
entre los espacios público y privado son, en
esta sociedad, difusas y ambiguas.
PALABRAS CLAVES
Campo político – lógica – redes familiares –
estrategias de reproducción
THE POLITICAL FIELD IN SAN JUAN. AN
INTERPRETATION ON THE GROUND OF
FAMILY LOGIC
ABSTRACT
The political field is a game, the game of movements around definite resources on the concrete ground of the present and historical possibilities of building that resource as a means
of power. The aim of this work is to offer a possible interpretation of the historical characteristics in the process of constitution and development of the political field in the province of
San Juan taking into account a logic coming
from the ground of families that goes through,
and sometimes subordinates, the political logic itself.
The explanation to this phenomenon must be
found, as usual, in history, but in a history of
long-term processes. Within the process that
is the aim of this study, the analysis has allowed us to detect the existence and persistence
of family relationships that have spread far
beyond the private scenery to invade fields
belonging to the public scenery. This is possible due to the fact that the boundaries between the private and public space in this society are vague and ambiguous.
KEY WORDS
Political field – logics – family networks – reproduction strategies
1 Trabajo presentado en el PRE-ALAS Corrientes - Preparatorio del XXVII CONGRESO ALAS Buenos Aires 2009.
Septiembre de 2008. Corrientes, Argentina.
2. [email protected]
3 Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan.
REV IISE 35
1. INTRODUCCIÓN
El campo político es un juego, el de los movimientos en torno a determinados recursos
sobre el terreno concreto de posibilidades actuales e históricas de construir ese recurso
como forma de poder. Tiene como objeto ocupar, encarnar, el sitio desde el que se producen
las reglas de funcionamiento y distribución de
todos los recursos y los mecanismos, las condiciones y las tasas de su intercambio. Es el
juego de la monopolización de lugares, de la
competencia hacia el interior de los sectores
dominantes y de la producción de la legitimidad en la relación con los sectores subalternos. Tiene leyes específicas de funcionamiento. Pero no se trata de leyes abstractas, a priori, atemporales. Son creadas en el juego. Juego que tiene mecanismos genéricos y, a la vez,
que se desarrolla con significativas particularidades en cada formación social, en cada terreno. El objeto de este trabajo es proponer una
lectura posible de las particularidades históricas del proceso de constitución y desarrollo del
campo político en la provincia de San Juan en
clave de una lógica que, proveniente del espacio de las familias, atraviesa, y a veces subordina, la lógica propiamente política. Lógica que
encuentra permanentemente dificultades para
desarrollarse, en concordancia con un campo
cuya constitución y autonomía constituyeron a
lo largo de la historia provincial una empresa
ardua y no siempre lograda.
La explicación de este fenómeno debe buscarse, como siempre, en la historia, pero en una
historia de procesos de larga duración que permita identificar, a la vez, mecanismos y especificidades y la forma en que ambos se articulan en cada caso. En el proceso que es objeto
de este estudio ha sido posible detectar la existencia y persistencia de relaciones familiares
que, constituidas en bloques a fines analíticos,
han desbordado el espacio doméstico en el que
se engendran e invadido ámbitos que pertenecen al espacio de lo público. Esto es posible en
tanto las fronteras entre los espacios público y
privado son, en esta sociedad, difusas y ambiguas, probablemente porque anclados en una
estructura social cuya diferenciación, debida a
su posición subordinada y periférica, es siempre incompleta y asimétrica entre los niveles
de la estructura y de las representaciones.
2. ALGUNAS HERRAMIENTAS TEÓRICOMETODOLÓGICAS
Las sociedades modernas se configuran en un
proceso histórico de diferenciación de los diversos campos de actividad, que construyen
lógicas específicas que posibilitan su integración, organización y reproducción. Los procesos y los productos de cada uno de estos cam-
36 REV IISE
pos no pueden ser deducidos mecánicamente
de la estructura social y del estado general de
la lucha de clases ya que poseen una dinámica
interna, resultado de las tensiones por la legitimidad y el poder dentro de cada uno de ellos.
Esta concepción de la sociedad afirma la indisolubilidad de lo material y lo cultural, y permite la mediación teórica entre estructura y
superestructura, y entre lo social y lo individual.
Desde la teoría de los campos, la sociedad no
forma una totalidad homogénea sino un conjunto de esferas relativamente autónomas, que
no podrían reducirse a una lógica societal única. Desde esta perspectiva, los diversos espacios sociales constituyen “campos”, esto es,
sistemas de relaciones históricas objetivas entre posiciones ancladas en ciertas formas de
poder o “capital”. Los campos económico, político, religioso e intelectual, en que se divide la
vida social en las sociedades contemporáneas,
prescriben sus valores particulares y sus propios principios regulatorios. Un campo se define por el carácter específico del capital que en
él se produce y circula, y por el contenido específico que éste imprime a las luchas por su
apropiación.
El capital social, asociado a los dos principios
eficientes de división social en las sociedades
complejas, el capital económico y el capital
cultural, cobra creciente importancia en sociedades en que, como la nuestra, existe una
menor diferenciación en los campos de producción material y simbólica como producto de su
historia.
Las posiciones en el espacio, de agentes y también de campos, tienen pesos diferenciales,
ocupan lugares diferentes en la estructura de
distribución de las distintas especies de
capital. La autonomía es relativa, existe una
lógica social “global” (la del modo de producción, concepto que sigue permitiendo a Bourdieu comprender el espacio social como
totalidad): cada campo posee una dinámica
específica pero su estructura social reproduce
el sistema de posiciones y categorías del “campo de la lucha de clases”. El campo político (o
sea, el campo de las “relaciones de poder”) no
se mezcla, teóricamente, con el funcionamiento del campo cultural, sin embargo, su modo
de operar, su “forma de juego”, impregna las
luchas políticas de los campos dominados (homología).
A fin de identificar las estrategias llevadas a
cabo por los agentes en las luchas en el campo
político sanjuanino, y dado el enfoque desde el
que se aborda, se optó por la construcción de
genealogías, como sistemas de relaciones familiares. Las genealogías permiten reconstruir
el pasado, dar cuenta de los lazos de parentes-
co e indagar sobre el origen y las trayectorias
sociales. Las genealogías construidas en el marco de este proyecto presentan la particularidad
de su objetivo: aquí la intención no es indagar
sobre la “familia” sino sobre el espacio social, y
más específicamente, un sector del espacio social, aquel que detenta los mayores volúmenes
de capital. De esta manera, las genealogías
posibilitan reconstruir las redes de parentesco,
las trayectorias y las estrategias desarrolladas
por los agentes en sus luchas de posicionamiento en el espacio social.
Por otro lado, es posible comprender las diferencias entre los distintos grupos si se tiene en
cuenta, además del volumen y de la estructura
del capital, la evolución en el tiempo de esas
propiedades, es decir, la trayectoria social del
grupo en su conjunto y del individuo considerado y su familia, que está en la base de la representación subjetiva de la posición objetivamente
ocupada.
3. LA CONSTRUCCIÓN DE UNA LÓGICA POLÍTICA
Hacia la segunda década del siglo XX se produce la confluencia de una multiplicidad de procesos, vinculados a los movimientos producidos
en las relaciones constitutivas entre los sectores sociales fundamentales y subalternos, es
decir a un reacomodamiento del sistema hegemónico (el pasaje del momento de la “hegemonía organicista” al de la “hegemonía pluralista”,
en términos de Ansaldi):
- la construcción de un nuevo equilibrio en la
clase dominante a escala nacional, y de
nuevas relaciones con los otros sectores
sociales,
- la cohesión de los sectores oligárquicos provinciales y la reconfiguración de los sectores subalternos,
- la consolidación de los Estados provinciales,
- la profesionalización de las actividades intelectuales,
- la diversificación social general.
Estos procesos se expresan de manera heterogénea en el concierto nacional. En provincias como San Juan las nuevas relaciones en
el país adquieren un carácter que implica su
subordinación como modo de inserción en el
naciente modelo nacional. Esta inserción subordinada es continuidad de modos de relación anteriores, aunque con un nuevo carácter. En el orden local, conviven, más o menos
solapadamente, antiguas formas de relación en
el marco de una modernización que se expresa más acabadamente en el sistema de las representaciones que en la estructura social que
lo soporta, provocando un desfase entre ambos planos.
La instauración del sufragio universal en la nación, que lleva a la Unión Cívica Radical a la
presidencia, conduce en San Juan a la consolidación de la alianza conservadora “Concentración Cívica” en las elecciones provinciales
de 1914. En esta situación de continuidad, y
en el marco de la posterior intervención a la
provincia decretada por el presidente Yrigoyen, comienza a gestarse el “cantonismo”, movimiento surgido de una escisión del Radicalismo –la Unión Cívica Radical Bloquista- encabezada por el médico Federico Cantoni y sus
hermanos, embanderado en un federalismo a
ultranza que, en una rápida carrera de formación, llegará al gobierno en las elecciones gubernamentales de fines de 1922.
El futuro gobernador de la provincia había nacido en San Juan en abril de 1890, hijo del
ingeniero Angel Cantoni y de Ursulina Aimo
Both, ambos oriundos de Italia. Sus padres
integran la última oleada inmigratoria del siglo XIX, caracterizada por una fuerte presencia de profesionales y empresarios. Federico
Cantoni estudió Medicina en la UBA, graduándose en 1913, e instalando su consultorio en
la provincia, que contó con la concurrencia del
sector popular que “acudió con profunda fe en
su capacidad profesional y porque sus honorarios eran siempre más reducidos que los de
los otr os m édic os”. (Ar ias y Pe ñaloza,
1960:440)
El nacimiento del cantonismo se halla profundamente vinculado al proceso histórico de la
integración de la provincia al cuerpo nacional.
El momento de su surgimiento, lejos ya de las
épocas prósperas, estuvo enmarcado en una
crisis general de la industria vitivinícola.
Esta situación social, reflejada en el cuadro de
pobreza general que afectaba a los sectores
más humildes, encuentra su expresión política en el cantonismo que, desde el gobierno,
implementa una serie de medidas tendientes
a enfrentarla. El carácter de estas medidas
puede evaluarse desde un análisis político pero
también, y particularmente, por la oposición
que suscitan en los sectores que tradicionalmente habían apropiado el poder en la provincia y que continúan detentando el capital
económico aliado al prestigio social. Los industriales poderosos de la provincia, los comerciantes, los propietarios, agrupados en las
filas conservadoras, los católicos, alertados por
la supresión del Tedeum, perciben al bloquismo como una amenaza al orden establecido.
Por primera vez surge en el ámbito político
local un sector que, silencioso hasta este momento, encuentra un representante que se
convierte en su voz. En términos de Bourdieu,
REV IISE 37
se ha producido un fenómeno de delegación y
representación, se constituye un grupo a través de su representante a la vez que éste existe por ese mecanismo. Este hecho, posibilitado por la Ley Sáenz Peña, resulta inédito e inaugura al menos por un breve lapso el conflicto ideológico en una provincia en la que, históricamente, se hallaba ausente o subordinado a
otros intereses. El estilo de campaña del cantonismo da cuenta del proceso de construcción
de un electorado —hasta entonces inexistente— que cumple la función de otorgarle existencia social a un sector que no la poseía a la
vez que suministra la base política necesaria
para el nuevo partido. “Los cantonistas se destacaron en su propaganda. Aunque no tenían
periódico, ´se establecían en una esquina y
veinte o treinta personas los escuchaban –decía Pedro Garro- y se limitaban a hacer propaganda política difamando al adversario e injuriando al gobierno‘… Ese sistema agilizó la campaña, porque no solicitaban permiso para reunirse y como eran pequeños grupos, se disgregaban fácilmente si aparecía la policía. De
esa forma conquistaron al electorado. La propaganda realizada en los departamentos alejados era más ingeniosa todavía: pasaban películas de Chaplin y de Laurel y Hardy para
atraer esa clientela electoral. Para esos pobres
pobladores y campesinos, esas vistas, como
las llamaban, los transportaban a otro mundo.
Olvidaban por un momento la indigencia cotidiana para entrar en un mundo de locomotoras, tranvías, fábricas… Entre una y otra película, por cierto, les explicaban a sus oyentes:
´por que amigos, el partido del doctor Federico Cantoni es la esperanza de todos. Deben
darle su voto. Se acabarán así las injusticias
sociales de los oligarcas y de los gauchos matones‘.” (Ramella, 1985:113)
***
Durante el análisis realizado a lo largo de esta
investigación, pudimos advertir que el manejo
de la cosa pública aparece, permanentemente, apropiada por el mismo sector. Este sector,
en el caso de San Juan, proviene de las familias tradicionales, familias que reclaman para
sí el origen como fundamento de la legitimidad
de sus privilegios y pretensiones. Desde la colonia se va gestando una representación que
convierte la antigüedad en linaje, originando
las estirpes descendientes de los conquistadores pobladores.
En el proceso de constitución del mercado nacional se conforma, en torno a la actividad que
se transformaría en la principal producción local, un nuevo sector que, a través de la vitivinicultura, producirá la primera acumulación
capitalista en la región. Este sector cuenta con
una presencia significativa de inmigrantes (conviene recordar que San Juan no recibió un aporte masivo de inmigrantes pero se trató de una
inmigración que, en su heterogénea composición, incluyó un sector que podríamos llamar
“calificado”), que si bien durante un tiempo
funcionará como un grupo “marginal” respecto
de los ya “establecidos”, pronto impondrá su
vinculación con “lo nuevo” como capital simbólico confrontando, o complementando, al
originado en la “tradición” que esgrimen los
grupos establecidos como fundamento de su
legitimidad.
Al analizar las luchas políticas que cruzan la
historia local, no resulta simple develar los conflictos ideológicos en pugna. Durante todo el
proceso estudiado, pudimos observar cómo
conflictos aparentemente políticos se montaban sobre las pugnas de intereses entre las
familias, divididas en bandos o partidos, según
cada momento. Los capitales simbólicos, que
en un principio se configuran como opuestos,
vuelven pronto a entrelazarse y se conforma
un nuevo grupo tradicional que, en términos
de valores y posicionamientos, prolonga los
sustentados por el grupo más antiguo, posibilitando de esta manera el incremento de los
beneficios materiales y simbólicos.
BIBLIOGRAFÍA:
ANSALDI, Waldo (1993) “El tiempo es olvido y es memoria pero no sólo por eso es mixto”; en COLOMBRES,
Adolfo (Coord.) América Latina: el desafío del tercer milenio. Ediciones del Sol, Buenos Aires.
ANSALDI, Waldo (1995) “Profetas de cambios terribles. Acerca de la debilidad de la democracia argentina,
1912-1945” en ANSALDI, W., PUCCIARELLI, A. y VILLARRUEL, J. (Editores) Representaciones inconclusas. Las clases, los actores y los discursos de la memoria, 1912-1946. Biblos, Buenos
Aires.
ARIAS, Domingo y PEÑALOZA, Carmen (1966) Historia de San Juan. Spadoni, Mendoza.
RAMELLA, Susana (1985) El radicalismo bloquista en San Juan. Gobierno de San Juan.
38 REV IISE
LOS RELOCALIZADOS:
¿SOBREVIVIENTES EN LA FRONTERA URBANA?1
CASTILLA, ALEJANDRA MARÍA2; MARIA ELOISA;
CROCCO, ELIDA; GARCÉS, CAROLINA3
RESUMEN
ABSTRACT
La erradicación de villas y asentamientos precarios en la provincia de San Juan ha sido encarada por el gobierno provincial desde mediados
del año 2005 en el marco de una política habitacional cuyo propósito es el de relocalizar a las
familias mediante la adjudicación en calidad de
propietarios de una vivienda en un barrio, a la
vez que utilizar esos espacios liberados para
satisfacer necesidades de vivienda, de recreación y circulación de otros sectores de población. De este modo, adhiriendo al Programa
Federal de Solidaridad Habitacional, se pone en
marcha, a través del Instituto Provincial de la
Vivienda, el Plan Provincial “Vivienda Digna-Techo Seguro”, ejecutando en una primera etapa
el “Plan Solidaridad Habitacional Siete Conjuntos”, mediante el cual se construyen siete barrios con un total de 350 viviendas, siendo sus
beneficiarios las familias de las primeras cuatro
villas erradicadas, ubicadas en el Gran San Juan.
The eradication of poor villages –slums- has
been faced by the Government of the province
since mid 2005 within a habitational policy
which purpose is to relocate different familiar
groups, and making them property owners in
a better neighborhood, and at the same time
using those liberated spaces to satisfy the habitational needs, recreation and circulation to
another section of the population. In this way,
adding to the Programa Federal de Solidaridad
Habitacional , it sets off, through the Instituto
Provincial de la Vivienda, the provincial plan
“Vivienda Digna-Techo Seguro”, carrying out
in a first period the “Plan Solidaridad Habitacional Siete Conjuntos”, with which seven villages are built with a total of 350 housing, being
its beneficiaries the first four slums eradicated, placed in Great San Juan.
Insertamos a toda política de erradicación de
población en el campo de las luchas por la apropiación del espacio. Dicho espacio físico y los
beneficios que se desprenden de él, constituyen apuestas, dependiendo del capital que se
posea, la capacidad de dominarlo.
Mediante la aplicación de una metodología cualitativa, nos propusimos analizar los efectos
que la relocalización de la Villa Monte Romaní,
ha producido en las estrategias de sobrevivencia de su población. La elección de nuestro caso
de estudio respondió a varios criterios: ser el
asentamiento más antiguo y populoso; estar
ubicada en el casco céntrico de la ciudad, y
haber sido distribuidos sus habitantes en tres
barrios distantes unos de otros.
We include to every policy of people eradication in the field of the struggle for the space
appropriations. This physical space and its benefits, constitute bets, depending on the capital owned, the power to control it.
Through the application of a qualitative methodology, we proposed to analyze the effects
that the relocation of “Villa Romani”, has produced on the survival strategies of its population.. The election of our case study obeyed
to different criteria: that it is the older and
more crowded settlement; that it is placed in
the city center; and that its inhabitants have
been distributed in three villages very distant
from each other.
KEY WORDS: Relocation, Eradication, slum,
Impacts, Strategies of survival
PALABRAS CLAVES:
Erradicación, relocalización, villa miseria, impactos, estrategias de sobrevivencia.
1 Ponencia presentada en el V Encuentro de Investigadores de la Región Centro Oeste y 2° Binacional con IV Región - Chile
2 [email protected]. Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad
Nacional de san Juan.
3 Colaboradoras: Valeria Gili y Gabriela Tomsig, alumnas adscriptas al proyecto “Erradicación de villas y asentamientos
precarios en provincia de San Juan y sus efectos en las estrategias de sobrevivencia de la población relocalizada”,
aportaron el tratamiento y análisis de los datos cuantitativos correspondientes a los barrios de relocalizados.
REV IISE 39
INTRODUCCIÓN
La erradicación de villas y asentamientos precarios en la provincia de San Juan ha sido encarada por el gobierno provincial desde mediados del año 2005 en el marco de una política habitacional. Se trata de una política “por
acción” en un doble sentido: por un lado, el
programa contempla la relocalización de las
familias mediante la adjudicación en calidad de
propietarios de una vivienda en un barrio; por
otro, los espacios liberados están destinados a
satisfacer las necesidades de vivienda, de recreación y circulación de
otros sectores de
población. (Yujnovsky, 1984)
De este modo, adhiriendo al Programa Federal
de Solidaridad Habitacional, el Gobierno de la
Provincia, por Decreto 0789-MIPyMA-2004 y
mediante la Ley Provincial 7491 de fecha 17
de septiembre de 2004, implementa el Plan
Provincial “Vivienda Digna-Techo Seguro”, designando al Instituto Provincial de la Vivienda
(IPV), Autoridad de Aplicación de las acciones
contenidas en la ley.
Al amparo de este programa, se ejecuta en una
primera etapa, el “Plan Solidaridad Habitacional Siete Conjuntos”, mediante el cual se construyen siete barrios con un total de 350 viviendas, siendo sus beneficiarios las familias
de las primeras cuatro villas erradicadas, ubicadas en el Gran San Juan. 14
Siguiendo a Pierre Bourdieu y Loic Wacquant,
consideramos que el espacio físico y los beneficios que del mismo se obtienen constituyen
apuestas en un campo de luchas, donde la capacidad de dominarlo, depende del capital que
se posee. El Estado mediante el manejo del
mercado del suelo y la vivienda, junto a grupos financieros e inmobiliarios, llevan a cabo
una verdadera “construcción política del espacio”, configurando un modelo urbano. En consecuencia, insertamos a toda política de erradicación y relocalización de población, en el
campo de las luchas por la apropiación del espacio.
En este trabajo nos proponemos mostrar los
efectos que la relocalización de una de las villas más antiguas y densamente pobladas del
Gran San Juan, la Villa Monte Romaní, ha producido en las estrategias de sobrevivencia de
su población.
La elección como caso de estudio de la Villa
Monte Romani, entre las cuatro villas erradicadas en la primera etapa, respondió a criterios
tales como ser uno de los asentamientos más
antiguos y populosos; estar ubicada en el casco céntrico de la ciudad y en el hecho de que
sus habitantes fueran distribuidos en tres barrios, distantes unos de otros.
40 REV IISE
La erradicación y relocalización de población
es un proceso que implica el traslado obligado
de un grupo humano hacia un nuevo sitio donde forzosamente debe reiniciar su asentamiento. Generalmente estos desplazamientos ocurren por eventos ajenos a la población erradicada y escapan a su voluntad y control.
Los estudios realizados caracterizan a estos
procesos como fenómenos complejos y multidimensionales de cambio social acelerado, cuyos aspectos más salientes son la concentración en el tiempo de sus efectos sobre una
serie de variables que afectan a la población;
el hecho de que esos impactos se originan dentro de un proyecto en gran escala; la naturaleza compulsiva del traslado de la población. A
su vez, “…los desplazamientos forzosos (…) involucran la operación de factores tales como el
“poder social” y su distribución, así como otros
atinentes al diverso grado de “agencia” disfrutados por los actores participantes (Bartolomé,
2000).
Asimismo, habría que destacar el carácter procesual de estos fenómenos, pues no se trata
de hechos singulares ni aislados sino que presentan una ocurrencia histórica. Las erradicaciones constituyen una serie de eventos sucesivos a través del tiempo cuya duración supera
ampliamente los límites del cronograma delineado por el organismo responsable de estos
procesos, trascendiendo el momento mismo de
la relocalización de la población. Uno de sus
aspectos salientes es la concentración temporal de sus impactos sobre el conjunto de variables sociales, económicas y ecológicas que configuran los esquemas vitales de los erradicados.
Scudder, quien comparte esta idea de proceso, plantea para su análisis la identificación
de fases: reclutamiento, desplazamiento físico, transición, desarrollo, incorporación dentro de la estructura administrativa y económica regional.
La etapa en la que centramos nuestro análisis
corresponde a los dos primeros años de residencia en el barrio de la población erradicada.
Este período correspondería, según Scudder, a
una fase de transición, que generalmente procede a la del traslado físico y abarca un período de diez años aproximadamente.
Resultan oportunos los interrogantes de Leopoldo Bartolomé sobre los parámetros y perspectivas a partir de los cuales pueden ser definidos los éxitos o fracasos de estos procesos.
Si nos limitamos a las noticias de la prensa
escrita, a los programas televisivos que acompañaron las distintas erradicaciones de villas
y a las evaluaciones realizadas por distintos
agentes, el proyecto aparece absolutamente
exitoso. Sin embargo, la reflexividad de nuestro trabajo de campo, puso al descubierto algunos impactos sobre la población que difieren de aquello que se muestra y de los que
intentamos dar cuenta en este trabajo.
LA RELOCALIZACIÓN Y SUS EFECTOS
EN LAS ESTRATEGIAS DE SOBREVIVENCIA
La ubicación de la villa Monte Romaní era estratégica laboralmente por su inclusión dentro
de la ciudad y su proximidad al área urbana y
rural del departamento Rawson, ya que multiplicaba las oportunidades de trabajo.
La población de la villa se desempeñaba en
diferentes ocupaciones, en general de carácter
informal y precario. Los hombres en la construcción, albañilería, pintura, plomería, electricidad; en trabajos sin calificación como changas, en carga y descarga de transportes, en
recolección y cirujeo, lavado y cuidado de
coches, venta ambulante; changas en servicios a los hogares, jardinería, limpieza de veredas y acequias. Las mujeres fundamentalmente en servicio doméstico, en limpieza por
horas, lavado y planchado, arreglos de ropa y
costura, cocina. Habían también quienes vivían
de los recursos e ingresos que les proporcionaban actividades no legitimadas socialmente
o al margen de la ley.
Si bien en la mayoría de los casos se trataba
de empleos precarios, intermitentes, irregulares, constituían respuestas a sus necesidades
de sobrevivencia. Larissa Lomnitz al referirse
a los mecanismos de supervivencia de la población de una barriada marginal en la ciudad
de México, distingue entre los conceptos de
supervivencia y subsistencia. Según la autora,
los marginados utilizan modalidades económicas diferentes para subsistir y para sobrevivir.
La subsistencia se basa en un intercambio precario de mano de obra contra dinero. Se trata
de actividades predominantemente intersticiales en la economía urbana. “Los marginados
son como los cangrejos: realizan ciertas funciones útiles dentro de la ecología urbana, se
alimentan de sus sobras y viven en los intersticios de la ciudad, física y económicamente
hablando”. (Lomnitz, 1975)
Por otra parte, los mecanismos de supervivencia de los marginados comportan la totalidad
de su sistema de relaciones sociales. La supervivencia alude a las redes sociales de asistencia mutua que han surgido en la villa. Estas
redes representan parte del sistema económico informal, que se caracteriza por el aprovechamiento de recursos sociales y que opera en
la base del intercambio reciproco entre iguales. Aunque se apoya en relaciones sociales tra-
dicionales como las familiares, el compadrazgo y la amistad, este sistema constituye una
respuesta vital y vigente a las condiciones
extremas de vida de estas poblaciones. (Lomnitz, 1975)
El traslado al barrio ha incidido negativamente
en el plano laboral como consecuencia de la
distancia, la falta de medios de transporte, el
costo de los pasajes, especialmente a la hora
de buscar y mantener un trabajo o actividad
que genere ingresos y proporcione recursos
para vivir.
“…estamos tan lejos para buscar trabajo...”
Para los chacariteros y cartoneros, ocupación
de una importante porción de los erradicados
varones, la distancia a la ciudad los ha perjudicado en su actividad. La ciudad constituía para
los recolectores un gran atractivo pues es el
lugar donde se encuentran papeles y cartones,
diarios, latas, botellas de vidrio y de plástico,
muebles viejos, escombros,
en una dispersión geográfica reducida. El vivir en la ciudad
les facilitaba la constante circulación por distintos circuitos urbanos permitiéndoles
hacerse conocer por proveedores. A su vez, en
este circuito urbano informal de reciclaje, los
recolectores encontraban clientes para la venta de sus productos, generalmente en depósitos próximos a la ciudad.
El traslado de la
carga se hacía en carretelas, en carritos empujados a pie, o tirados por bicicletas o motos
y el valor de la carga estaba relacionado con
su peso.
Vivir en el barrio a varios kilómetros de la ciudad, los alejó de esta fuente de recursos, del
contacto con proveedores y clientes conocidos.
La distancia a la ciudad y la falta y precariedad
de sus medios de transporte dificultan hoy el
traslado de cargas pesadas por lo que sus ingresos se han visto reducidos. Las nuevas normas de convivencia en el barrio impiden la tenencia de carretelas y animales, obligando a
algunas familias a desprenderse de ellos o bien,
a pedir prestado un lugar, con lo que la actividad demanda mayor esfuerzo y tiempo.
“Allá si, allá estábamos cerca, nos las rebuscábamos permanente. Y él trabajaba
en la feria. Ehh… juntando chatarra así…
con la carretela, pero ahora lo tengo enfermo, está muy enfermo. Si, ahora anda
por acá nomás, porque es muy lejos para
llevar un animal para allá”.
Igualmente difícil es la situación laboral de los
changarines, quienes en su mayoría, han perdido el trabajo o bien lo hacen esporádicamente. Trabajar en changas implica una búsqueda
diaria y permanente en la que la información y
REV IISE 41
los contactos son fundamentales. Actualmente, al verse afectadas estas condiciones se invierte mucho más tiempo y energía en buscar
trabajo que en trabajar.
“Mi hijo no tiene trabajo, perdió el trabajo
cuando nos vinimos acá porque él es changarín”.
“Mi marido cuando estábamos allá, era
changarín y tenía un Jefe de Hogar. Ahora
no lo tiene porque está trabajando en el
Centro Cívico pero por dos o tres semanas más, un mes más, no sé cuanto será.
Tampoco tenemos el plan familia, excepto los nutritickets que me dan de 60 pesos y hasta…
“Mi marido hace changas y cosas así, changas para el centro. Así que si él no tenía la
bicicleta no puede irse. Y sí, se imagina…
ir y venir, ir y venir. .”.
“Ellos fueron a buscar en la harina, fueron a buscar y les dieron y bueno luego
los buscaban en la casa en panadería KrisKi. Y ellos consiguieron trabajos, changuitas y no les faltaba nada”.
Los obreros de la construcción - pintores, ceramistas, albañiles, metalúrgicos, electricistas,
plomeros- refieren a la pérdida del contacto
cara a cara con ex patrones y conocidos que
oficiaban de referentes a la hora de conseguir
un trabajo así como también con aquellos lugares donde se demandan estos oficios y habilidades.
“Mi marido es albañil, fierrero. Allá estaba todo prácticamente cerca del centro y
casi todo nos quedaba ahí nomá. Y mi
marido a veces trabajaba en changas pero
mal que mal él tenía su trabajito, ya la
gente lo conocía, en casas de familias, ya
lo conocían y él tenía su platita pero ahora es muy lejos...tener que ir allá...”.
“Nuestra situación económica empeoró
acá… porque lo que pasa es que es muy
lejos… y mucho trabajo acá en los alrededores no hay… como que la gente ha tenido que cambiar a lugares donde consiga
más trabajo… Todos tienen trabajo pero
para allá, muy retirado…”
“Allá no sé si era lo que era cerca o qué,
no sé lo que pasa... que para ir...tenían
como rebuscárselas. Acá como le digo tiene que tener una platita más o menos para
irse en el micro o tener una bicicleta en
condiciones o aunque sea una motito. Acá
él no lo tiene, eso es lo que pasa. Hay
mucha gente que necesita la casa, pero…
nos llevan tan lejos y no nos dan un trabajo. Que vamos hacer con que tengamos la casa!”
42 REV IISE
Disponer de algún medio de transporte -bicicleta o moto- resulta crucial para seguir trabajando.
“El problema aquí es que a veces aquel (
el marido) se va tan lejos. A mi me da
miedo, como él toma vino, me da miedo
que le llegue a pasar algo y allá cerquita
(en la villa) ...no. Porque él allá cruzaba
la Circunvalación y el tenia ahí nomá su
trabajo pero acá esa ruta que tiene que ir
...”
“Pero ahora tan lejos!!! A veces no tiene
la bicicleta, que se le rompe esto que se
le rompe l´otro y ahora pa´comprar un
repuesto de bicicleta”.
En los márgenes de la ciudad, allí donde han
sido emplazados la mayoría de los nuevos barrios, las alternativas laborales se limitan al trabajo en fincas. Oportunidades escasas y estacionales, agravadas por la reticencia de los
empleadores a ingresar a los nuevos barrios
con el propósito de reclutar trabajadores.
“Allá trabajábamos permanente, porque
allá había mucho trabajo. Uno allá se
movilizaba bien. Acá es en las fincas, pero
un día nos buscan y otro día, no. En la
cosecha de ciruela o en la uva, pero no es
mucho”.
Tal situación se ve reflejada en aquellos porcentajes que indican que el 49% de las personas, residentes en el Barrio Los Cardos, que
se encuentran en condición de actividad, no
tienen trabajo; en tanto, el 44% se encuentran subocupados, mientras que sólo un 7%
trabajan como empleados de planta permanente o con una contrato laboral.
“…y ahora estoy muerta en vida...”
Si bien, el traslado al barrio ha afectado laboralmente a todos, estos impactos son más profundos en las mujeres, especialmente en los
casos de aquellas con hijos o a cargo del hogar.
Teniendo en cuenta la estrecha dependencia
que guardan las mujeres de este sector social
con su entorno inmediato para asegurarse la
sobrevivencia, y la limitada movilidad geográfica que poseen en relación a la de los hombres, el traslado al barrio ha significado, en casi
todos los casos, la pérdida del empleo y de los
ingresos que sumaban al presupuesto familiar.
En el Barrio Los Cardos, las mujeres jefas de
hogar representan el 40% sobre el total de
personas declaradas “cabezas del hogar”. Si
bien, la denominación “jefes/as de hogar” no
remite necesariamente a quienes sostienen
económicamente el hogar, en estos casos se
trata de mujeres solas, a cargo de sus hijos y
único sustento económico de la familia.
a la hora de conseguir trabajo, teniendo en
cuenta el mal nombre y reputación de la villa.
Vivir en la ciudad de San Juan y en las proximidades de la ciudad de Rawson, les permitía
desarrollar sin mayores conflictos, un doble rol,
reproductivo y productivo. Este último, referido, en la mayoría de los casos, a actividades
de tipo doméstico en casas de familia de clase
media, residentes en las inmediaciones de la
villa, con lo que el traslado hasta el lugar de
trabajo no representaba gasto alguno.
“Varios comentamos lo mismo: el trabajo
lo perdimos mujeres como yo. Tenía cerca toda, yo me iba caminando a mi trabajo. A una señora iba a lavarle un día a
otra le planchaba, siempre estaba en esa
actividad y ahora no trabajo porque estoy
lejos de todo.”
“Nooo…, acá no hay trabajo. Quien va a
pagar, la gente es muy pobre!!! Allá habían médicos, abogados…”
Otra ocupación frecuente era la de ayudantes
en negocios de comida, en pequeños comercios de barrio, o bien, recibiendo trabajos de
lavado y planchado y reparación de ropa. En
general, estos trabajos se realizaban en cortos periodos de tiempo, por horas o medios
días, para lo que contaban con el auxilio de
parientes o vecinos en el cuidado de sus hijos.
En sus relatos, aparece con énfasis y a modo
de estribillo, el haber trabajado “siempre, siempre”, afirmación que nos habla de una estabilidad laboral aun en un mercado informal y
precarizado y a pesar del estigma de ser “villera”.
“He trabajao siempre, siempre, siempre
he trabajado en casa de familia. Yo tenía
una señora que yo le lavaba, que ella tenía una confitería en el... al lado del parque .Y yo lavaba manteles. Yo le lavaba,
era lavandera yo, yo a esta hora (10:30
de la mañana) tenía 300 manteles tendidos... Cosa que mire, yo a veces que
terminaba a veces de lavar a las doce y
media cuando por ahí me traían mucho;
pero yo a eso de las ocho, nueve de la
noche yo ya tenía todo planchado: servilletas, manteles, todo. Yo he sido, no es
porque sea yo... pero yo he sido muy guapa, muy guapa...”
“Cuando los he mandao a la Escuela a ellos
(a los hijos), siempre he trabajado en un
supermercado, he trabajado con “El Pelao Quintana”…en la Santa Fe y General
Acha. Después de ahí me salí, y me fui a
trabajar en el supermercado con el Sr. Fernández. Ahí Trabajaba de ayudante cocinera”.
Un factor importante para el acceso a estos
trabajos, teniendo en cuenta que el mismo
implica ingresar a una vivienda y a la intimidad
de una familia, eran las referencias proporcionadas por ex patrones o conocidos, logradas
con mucho esfuerzo, luego de un prolongado
tiempo de contacto y relación cara a cara. Referencias y recomendaciones imprescindibles
“Yo no salí a la calle porque los niños eran
chicos, yo me quedaba en la casa a trabajar; recibía un lavado; un planchado…”.
“…Hacia de comer; de cocinera, limpieza, en casa de familia, lavaba, planchaba
y ahora estoy muerta…”
“Yo más o menos me daba vuelta y tenia
los trabajos más cerquita allá y me iba en
bicicleta”.
El empleo doméstico significaba además la posibilidad de proveerse de ropa y calzados, alimentos, medicamentos, consultas médicas,
recomendaciones, etc.
“Estuve trabajando en una retacería, ese
trabajo lo perdí. Cortábamos y quedaban
retazos y algunos me los daban a mí y
esos son los que puse de cortina ahora.
Los recortes me los daban para hacer cosas en la casa.”
El traslado al barrio, a varios kilómetros de la
ciudad, ha confinado a las mujeres al ámbito
exclusivamente doméstico, dentro de los límites del barrio, reduciendo sus posibilidades de
satisfacer necesidades. De acuerdo a los datos
analizados, las mujeres que son jefas de hogar
y que se encuentran actualmente desocupadas representan el 55% del total de mujeres.
“Yo estoy acostumbrada a trabajar, a luchar, a ganarme un peso y ahora nada,
porque no se consigue”.
Nada desdeñable era el aporte de los niños al
presupuesto familiar originado en las changas
y en sus desplazamientos y vagabundeo por
la ciudad. Lustrar, vender café, helados y golosinas; limpiar veredas y cunetas, recolectar
y trasladar residuos domésticos, pedir, les permitía no solo sumar una moneda diaria al presupuesto de la familia, sino la oportunidad de
proveerse de un ingreso personal. Estas actividades son significadas también, como una
posibilidad de acceder a bienes inalcanzables y
darse algunos gustos como consumir cierto tipo
de ropa y alimentos.
“…y los niños empezaron a lustrar, a vender café, a vender helado y todos los días
traían la moneda a la casa. Yo les decía:miren no vayan a robar- yo no sé lo que
ustedes ganan, porque ustedes están en
la calle, pero si ustedes quieren un sand-
REV IISE 43
wich, cómanselo, quieren una gaseosa
tómensela. Pero ellos en la calle recibían
también comida de los clientes. Cada uno
se hacia su plata y algunos pesitos me
daban. Les daban zapatos la misma gente que se hacía lustrar, bolsas de ropa. Y
así se criaron los hijos, ya se casaron”.
Con la relocalización desaparece la oportunidad de desplegar aquellas estrategias subfamiliares realizadas por los niños y adolescentes como medio de procurarse ingresos personales y de colaborar con el presupuesto familiar.
“… ir y venir”
En el caso de aquellas mujeres que conservaron su trabajo después del traslado, el diario ir
y venir supone distraer una parte significativa
de sus salarios en el pago de micros o remises,
lo que implica hasta cuatro pasajes por jornada. Simultáneamente se ha incrementado el
tiempo empleado en los desplazamientos hacia la ciudad así como también han aumentado
los riesgos para aquellas mujeres que trabajan
en horarios nocturnos.
“Hasta ahora estoy trabajando. Me tengo
que ir en micro. Yo trabajo en casa de
familia en el centro. Mire si no me quedaba cerquita de donde yo vivía. Ahora me
tengo que tomar 2 micros, ir y venir y diga
que 2 micros porque si tuviera que irme a
otro lado a trabajar. Y hay que trabajar y
nos dábamos guelta. Acá no nos podemos dar guelta con el dinero que yo nomá
traigo”.
“Nosotras dos (madre e hija) trabajamos
en una lomoteca tres días por semana…
pero nos cobran la venida entre trece y
quince pesos el remis”.
En el trabajo de campo en uno de los barrios
donde la pobreza se acentúa y donde la cantidad de niños a cargo de mujeres, jefas de hogar, es mayor, se registraron casos que ante la
pérdida del trabajo, han debido recurrir, como
estrategia de supervivencia, a vínculos de pareja esporádicos, en tanto el hombre provee
ingresos monetarios.
Si consideramos a los jefes y jefas de hogar
registradas en el Barrio Los Cardos, podemos
que las mujeres a cargo del hogar representan el 40% y los hombres el 60% sobre un
total de 57 hogares.
La disminución del poder adquisitivo de las familias ante la falta de oportunidades de empleo en las inmediaciones del barrio, ha incidido negativamente en las actividades comerciales de pequeña escala desarrolladas por algunas familias como medio de vida. Es el caso
44 REV IISE
de pequeños almacenes y kioscos donde cada
vez se vende menos y más barato lo que redunda en la limitada capacidad de reaprovisionamiento.
“Acá sigo teniendo el kiosco. Nunca lo he
dejado de tener, porque moneditas… pero
vendo algo y al rato vendo azúcar, te,
aceite. Acá la gente es toda humilde y te
compran muchas cosas sueltas, acá no le
van a comprar cosas en botellas, por kilo,
por litro.… Vendo así, de todo poquito, no
le digo que gano un dineral, gano aunque
sea para el puchero, pero si no tuviera
eso, no sé que hubiera hecho!!”
La valoración de la villa Monte Romaní en virtud de su óptima localización queda claramente expresada en las palabras de una antigua
pobladora quien enfatiza la accesibilidad a todo
tipo de recursos “Re-cómodo todo, usted estiraba la mano, estiraba la otra y ya estaba todo
en la casa”.
En síntesis, para una estrategia laboral de rebusque, configurada por trabajos de corta duración, ocasionales; estrategia que implica desarrollar una actitud de permanente vigilia y
alerta ante posibles oportunidades de trabajo,
la ciudad resultaba un lugar neurálgico. Allí es
donde el mercado informal de trabajo tiene su
nicho. En sus áreas circundantes es donde se
depositan sus desechos y excedentes. Recursos que cobran el valor de la sobrevivencia para
estos sectores marginados que viven en los
intersticios de la ciudad en villas y asentamientos.
“ya no tengo quién me dé una mano”
La co-residencia en la villa de familias emparentadas, cuyos apellidos se repetían entre sus
pobladores nos remite a la configuración de
redes sociales en las que participaban padres,
hermanos, cuñados, tíos, primos, sobrinos. Si
bien, esta red se sustentaba fundamentalmente en lazos de consanguinidad y parentesco,
involucraba también a vecinos, trascendiendo
incluso la geografía del asentamiento.
Para Lomnitz estos vínculos que operan como
“un sistema de seguridad social informal”, en
la villa ayudaban a resolver las urgencias cotidianas como la necesidad de dinero y alimentos, cuidado de niños y de la vivienda, asistencia en accidentes y enfermedades, amortiguando la incertidumbre y la vulnerabilidad
del grupo. Estas redes que representaban un
importante capital social a la vez que un sostén psicológico y moral, se han visto quebradas con la relocalización pues a excepción de
unas pocas familias, la mayoría de ellas fueron
dispersadas en distintos barrios.
“ Y allá yo tenía a mi mamá y por cualquier cosita yo se los dejaba a ella y me
iba hacer tramites y ahora estoy sola”.
“Yo quería cambiar por un departamentito más cerca porque como yo estoy sola
y si él se tiene que ir a trabajar y me
quedo con los cuatro niños, no tengo
quien me dé una mano. Como allá tengo
más cerca a mi mamá, a mis hermanos,
ellos me dan una mano siempre y ahora
ya no los tengo. Ellos me ayudan con plata a veces, mi mamá también tiene un
plan y mis hermanas trabajan y siempre
me ayudan”.
“allá vivíamos gratis”
No solo la ciudad sino también residir en una
villa ayudaba a la sobrevivencia. La villa, ilegal
desde su origen, admitía en consecuencia ciertas prácticas como no pagar el agua, la luz, el
cable y los impuestos municipales; prácticas
toleradas por las instituciones y excepcionalmente sancionadas. Al evocar la vida en la villa, expresan -“Mire, vamos a decir lo que es…en
la villa, vivíamos gratis, no pagábamos, la luz,
el agua, el cable…”.- “estábamos colgados”. Los
ahorros originados de ese modo hacían la vida
más holgada, pues el dinero que ingresaba se
destinaba a la compra de alimentos, de ropa y
a recreación.
Los compromisos y obligaciones que implican
vivir en un “barrio” y convertirse en “vecinos”
entre los que se incluye la cuota de la vivienda,
son erogaciones ahora impostergables, que
deben ser afrontadas con el dinero que ingresa por planes sociales y pensiones.
“….pero anteriormente no pagábamos ni
luz, ni cable…así que a veces hay que prohibirse de cosas para poder pagar…”
“Pero… nosotros no nos quejamos de pagar la casa, el agua, porque es para nosotros y para el bien de nuestros hijos, pero
nos viene muy mucho! Porque usted cobra 300$ pero de ahí saque luz, agua. De
luz pagamos 42$, 45$. Otra gente paga
60, 70, 80$. La garrafa para la cocina también la comprábamos allá, pero la entrada que teníamos allá no es la misma que
tenemos acá, nada que ver”.
“Aumentó el costo de la vida. Porque nosotros estamos hoy haciéndonos cargo de
cosas que no nos hacíamos cargo allá …
porque yo voy a hablar lo que es. Porque
yo como toda la villa, vivía sacando la
luz…yo no pagaba la luz. Por qué yo iba a
pagar la luz? si los otros no la pagaban?
Era lo que se decía, lo que se opinaba.
Pero yo, ahora no, me hago cargo de pagar el medidor, lo que consumo. Yo tengo
que tener la plata al mes, la plata de la
casa…”
“Tengo una pensión por siete hijos. Es difícil la cosa, pero ya vamos a salir de esta
(risa). Todavía falta pagar la casa, pero
todavía no me llega la cuota de la casa.
Según comentarios de acá, son $80, pero
todavía falta”.
Un lugar importante en las estrategias de sobrevivencia de las familias, lo ocupan los planes sociales. Hemos registrado casos de personas de edad avanzada que obtuvieron con el
traslado una pensión por vejez o invalidez, aporte que viene a compensar de algún modo el
desequilibrio en los ingresos de la unidad doméstica.
“Acá se come lo que ellos quieren”
El emplazamiento neurálgico de la villa en la
ciudad garantizaba el acceso a una diversidad
de productos de consumo diario a precios asequibles. Actualmente, las posibilidades de elegir donde, qué y cuánto comprar han desaparecido dada la lejanía de los barrios, quedando
la población como clientela cautiva de los pocos almacenes de la zona, cuya oferta es poco
diversificada, de mala calidad y altos precios.
La alternativa es viajar hasta la ciudad pero el
pequeño monto de la compra no justifica, muchas veces, el gasto de pasajes.
“Los principales problemas que tenemos
son con el trabajo y a partir del trabajo,
los negocios. Acá se come lo que ellos
quieren, no es cierto? Vos vas a comprar
una verdura, te venden verduras picadas,
como desperdicio. Ayer no más le digo a
una amiga que íbamos a hacer milanesas
de berenjenas. Ud. viera la cara de las
berenjenas, pachangas… venden lo que
ellos quieren”.
“Por acá hay dos o tres negocios que ya
estaban. Así que nos hemos acostumbrado a comprar lo que hay y le cobran lo
que quieren también. Para buscar precios tenemos que irnos muy lejos.”
“Creen que con el techo estamos hechos…”
“…pero no es así, lo que más necesita la
gente es trabajo y después sigue el techo para el día de mañana”.
Con el arribo de las primeras 350 familias al
Departamento Chimbas se hizo evidente la falta de previsión en materia de educación y salud dentro del proyecto de erradicación. Descuido que se puso de manifiesto en la insuficiente infraestructura para atender a una numerosa y carenciada población en edad escolar.
REV IISE 45
A dos años de la erradicación, se registraba
una cantidad importante de niños que no asistían a la escuela, siendo múltiples los motivos
esgrimidos por sus padres: falta de escuelas,
falta de espacio y maestros; recurrente derivación de los niños a gabinetes psicopedagógicos.
Otra problemática es la de chicos que, habiendo ingresado, presentaban dificultades de
adaptación, y la convivencia en un mismo espacio áulico, de niños de diferentes edades
generando conflictos y problemas de relación.
Del mismo modo, el servicio de salud se vio
sobre-exigido. Las problemáticas que antes
eran resueltas en el hospital, al que se podía
llegar a pie por su cercanía a la villa, hoy deben ser cubiertas por los puestos sanitarios de
la juridicción. En algunos casos, estos se encuentran muy alejados y desbordados por la
excesiva demanda. Asimismo, la falta de teléfonos públicos, de transporte que ingrese a los
barrios y la distancia contribuyen a agravar el
problema de atención médica en situación de
emergencias.
“Yo quería tener una casa… Sí, ese era mi
sueño”
El deterioro económico y las dificultades en
relación a la salud y a la educación, resultantes de la relocalización de las familias en las
fronteras de la ciudad son significados como
el costo que necesariamente hay que pagar
por acceder a una vivienda “digna”, a un “techo seguro”.
Para comprender la intensa valoración que se
le confiere a la casa, es necesario detenerse
en la experiencia de vida de los protagonistas.
Experiencia que nos remite a una trayectoria
habitacional de desalojos, de mendigar un
espacio para vivir, como así también de los
riesgos a los que frecuentemente estaban expuestos por la precariedad de sus viviendas.
“Éramos como cuando botan a los chocos
y nadie los quiere, así estábamos nosotros. Ahí en la villa, hicimos un hermoso
rancho con techo de cuero de toro y no
nos llovimos, lo hizo bien grande y nos
metimos todos adentro y ahí agrando un
pedazo y ahí vivimos 40 años”.
En consecuencia, convertirse en propietarios
de una casa de ladrillo y cemento, dotada de
servicios, implica haber encontrado un refugio,
llegar finalmente a puerto seguro. Esta casa
será probablemente el único “bien” que podrá
transferirse a los hijos, procurando evitarles
reproducir similar historia de despojos y humillaciones.
46 REV IISE
“Himos pasao muchas… feas… en las lluvias mire. Hubo, creo un día de lluvia,
tres, cuatro, cinco días mal, porque mover la tierra de los techos, poner palos
que se quebraban. A mí se me cayó una
de las… bueno tenía yo una pieza larga y
se me partió en dos partes, era donde
dormían los niños”.
“…. Lo que más disfrutan los niños es el
baño, lo principal el baño. Ellos lo miraban, miraban el baño. Si, hasta nosotros.
Y bueno no podíamos creer que… bueno
nos decían mira tu casa tiene un timbre…
no creíamos. Nosotros creíamos que nos
iban a dar la casa y chau, listo. Pero no
así con timbre, cocina, todo eso”.
“A mí me parecía que me iba a desmayar,
de contenta. Que hasta cerca de dos meses he estado con que salía y miraba. Me
parecía increíble con que fuera mi casa.
Que fuera yo la dueña de esta casa. Que
tonta! (se ríe) Es que he esperado mucho
tiempo a tener mi casa. Yo nunca creí.
Otro aspecto importante refiere a que vivir en
un barrio y en una vivienda propia, otorga
“existencia social”. Sabemos que en una sociedad jerárquica no hay espacio que no esté
jerarquizado y no exprese jerarquías y distancias sociales. Todo agente social se constituye como tal, en y por la relación con un espacio social. Como consecuencia, la villa, al
ser un espacio estigmatizado, degrada simbólicamente a quienes lo habitan. En este sentido, la relocalización en un barrio implica,
pasar de la categoría de ”villeros” a la de vecinos.
“Porque si nosotros reconocimos que esto
es muy distinto a lo que vivíamos antes…
por ejemplo, por los techos, por las casa,
entonces yo creo que la gente se tiene
que retractar un poco… no?… cambiar…
porque digamos…cambiemos, pero cambiemos desde adentro...”
“ No, porque tarde o temprano ellos...ellos
se van a dar lugar y se van a empezar a
portar bien...”
“Porque al principio acá todos cruzaban
como en la villa. Que en la villa nadie respetaba el lugar de uno. Entonces ahora
empecé a decirles: no, no estamos en la
villa!. “Ustedes tienen que respetar el
terreno. Esto lo pago yo, uds. pagan. Cada
uno tiene su propio lugar. Creían que estaban en la villa todavía”.
Vivir en una casa y en un barrio aparece, en el
imaginario de los erradicados, como un factor
de redención. La casa y el espacio estarían
operando como un instrumento pedagógico y
moralizador, que por supuesto no es ajeno al
espíritu del proyecto oficial y al discurso hegemónico, “una casa digna merece moradores
dignos”. La nueva vivienda supone e impone
un cambio de “habitus”. Es por ello que la reproducción en el barrio, de ciertas prácticas
generalizadas en la villa, son fuertemente sancionadas.
REFLEXIONES FINALES
Nuestra reflexión final se organiza intentando
responder a la pregunta inicial que orientó nuestra investigación ¿Constituyen estos procesos
de erradicación y relocalización de villas y asentamientos precarios opciones de desarrollo, o
por el contrario, contribuyen a acentuar la desintegración social y la pobreza?
Pensamos que desde el Estado, la solución habitacional contemplada en este plan, fue concebida mediante una perspectiva predominantemente técnica y administrativa financiera.
Es así como las características y necesidades
de la población beneficiaria, quedaron en un
segundo plano, con excepción de la necesidad
de una vivienda. La distancia a la ciudad, no
fue un factor importante a tener en cuenta en
la localización de los nuevos barrios.
Todos estos elementos nos permiten decir que
la propuesta oficial de erradicación y relocalización, tal como fue planteada, colisiona con
un enfoque integral y relacional. Este último
concibe a la vivienda como habitat o medio
ambiente, en el que los servicios dependen de
todo un conjunto de actividades urbanas dentro de una disposición espacial, y no de cada
unidad física. A su vez, la propuesta aparece
permeada por ciertas ideas y representaciones que diferentes agentes del Estado, los
medios de comunicación y la ciudadanía, en
general, tienen de las villas y sus pobladores
que torna imperiosa la necesidad de “civilizar”, de “urbanizar”, o de “cambiar la vida de
esa gente”.
El desconocimiento de los recursos y las estrategias que despliegan las familias para procurar su sobrevivencia, sumado al énfasis que
se pone en sus carencias, en el desempeño de
actividades ilícitas y en la mendicidad, contribuyen a desestimar la opinión de los propios
beneficiarios en la definición de sus necesidades y soluciones. En este sentido, cualquier lugar, aunque distante, será indefectiblemente
mejor que la villa ya que se espera que una
“casa digna” produzca “moradores dignos”.
Al emplazar los barrios en la frontera de la
ciudad, uno junto a otro, no solo se corre el
riego de segregar a la población erradicada sino
que se impone una manera de “vivir entre
nosotros”, y se condicionan los vínculos con el
empleo, la educación, la salud y la seguridad.
Se relega espacialmente a sectores sociales,
vulnerando sus derechos a la ciudad y el disfrute de otros tantos derechos de naturaleza
económica, política y cultural, reproduciendo
la pobreza y la exclusión.
BIBLIOGRAFÍA
BARTOLOMÉ, Leopoldo J (2000): “Gpds y desplazamientos poblacionales: Algunas Claves para su
comprensión como procesos sociales complejos”. Posadas.
BOURDIEU, Pierre (1980): “El Sentido Práctico”. Taurus, Humanidades.
BOURDIEU, Pierre (2002): “Efectos de lugar” en “La Miseria del Mundo”. Fondo de Cultura Económica.
Buenos Aires.
CASTILLA, Alejandra María (2001): “Impactos socioproductivos de la relocalización en la población del
Bajo Colola a partir de la construcción del dique cuesta del Viento. Provincia de San Juan”.
Facultad de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Salta.
CATULLO, María Rosa y otros (1987): “Identidad comunitaria e identidad barrial en un proceso de
relocalización compulsiva de población (ciudad Nueva Federacion, Entre Ríos) en Procesos de
Contacto Interétnico. Ediciones Bermejo.Buenos Aires. Argentina.
CUENYA, Beatriz (1991): Participación de la mujer en la gestión barrial. Significados y orientaciones para la
planificación de los servicios habitacionales en Feijoo María del Carmen y Herzer Hilda María
(comp): Las mujeres y la vida de las ciudades. Grupo Editor Latinoamericano. Colección Estudios
políticos y Sociales. Buenos Aires. 1991
DE QUEIROZ RIVEIRO, Luis César (2005): “Segregación residencial y segmentación social: el efecto
vecindario en la reproducción de la pobreza en las metrópolis brasileñas” en Sonia Alvarez
REV IISE 47
Leguizamón (comp.) Trabajo y producción de la pobreza en Latinoamérica y el Caribe. CLACSO.
Buenos Aires.
GRAVANO, Ariel (2003): “Antropología de lo barrial. Estudios sobre producción simbólica de la vida urbana”.
Editorial Espacio. Buenos Aires.
GUTIERREZ, Alicia (2004): “De estrategias, capitales y redes: elementos para el análisis de la pobreza
urbana” en Mota Díaz Laura, Cattani Antonio David (compiladores): Desigualdad, Pobreza, exclusión
y vulnerabilidad en América Latina”. Editorial Cigoma, S.A La Magdalena. Toluca, México.
GRASSI, Estela (1996): “Vivir en la Villa ¿Dónde está la diferencia?” en Estela Grassi. (Coordinadora) “Las
Cosas del Poder”. Editorial Espacio. Buenos Aires.
GRILLO, Oscar; LACARRIEU, Mónica y RAGGIO, Liliana (1995): “Políticas Sociales y estrategias
habitacionales”.Editorial Espacio.
HERMITTE, Esther y BOIVIN, Mauricio: (1985) “Erradicación de Villas Miseria y las Respuestas Organizativas de sus Pobladores” en Leopoldo Bartolomé (compilador) “Relocalizados: Antropología
Social de las poblaciones desplazadas”. Ediciones del IDES. Buenos Aires.
LOMNITZ Larissa A. (1975): “Como sobreviven los marginados”. Siglo XXI. Editores
MARGULIS, Mario (1997): “La discriminación social en la ciudad de Buenos Aires” en Margulis M. y
Urresti M. (Comp.) “La Cultura en la Argentina de Fin de Siglo”. Oficina de Publicaciones del
CBC. Universidad de Buenos Aires. Argentina.
MONGIN, Olivier (2006): “La condición urbana. La ciudad a la hora de la mundialización”. Espacios del
Saber. Editorial Paidós
MOTTO, Carlos Ernesto (2005): “Enemigos Urbanos. La Construcción de identidades amenazantes y nuevas
politicas urbanas y sociales”, en Roze Jorge P, Murillo Susana y Nuñez Ana (compiladores):
Nuevas identidades urbanas en América Latina” Editorial Espacio. Buenos Aires.
NEUFELD, María Rosa; CAMPANINI, Silvana (1986): “Protagonismo político y clientelización en el proceso
de relocalización de una villa miseria” en Estela GRASSI. Coordinadora “Las Cosas del Poder”.
Editorial Espacio. Buenos Aires.
YUJNOVSKY, Oscar (1984): “Claves políticas del problema habitacional argentino 1955-1981”. Grupo
Editor Latinoamericano.
48 REV IISE
LA CAVIC: EL JUEGO DEL PODER
EN UNA POLÍTICA PÚBLICA1
LIRUSSI, MARÍA GABRIELA2; MOSCHENI, MARGARITA3
RESUMEN
Este artículo intenta analizar una de las instituciones productivas más novedosas en la historia de la provincia de San Juan, que se concretó en la creación de la Corporación Agrovitícola Industrial y Comercial (CAVIC). Esta Corporación surgió en respuesta a los requerimientos del sector de los viñateros durante el período de Sustitución de Importaciones en la
provincia.
El objetivo general del trabajo es el análisis de
la implementación de una política pública productiva vitivinícola, que se concretó en la creación de la CAVIC. Se pretende realizar, en torno a la política señalada, una representación
conceptual descriptiva que trate de “enumerar
y ordenar las características de los jugadores,
lo que está en juego, las apuestas, las estrategias y tácticas, los recursos necesarios para
poder entrar al juego, las reglas de juego y las
de juego limpio, la naturaleza de las comunicaciones permitidas entre los jugadores, el grado de incertidumbre respecto del resultado del
juego, los que no tienen interés de participar
en el juego, los espectadores o los que exigen
cambios para entrar a jugar (…)”4, utilizando
para ello las categorías propuestas por (Bardach, 1982: 61, 62)
Metodológicamente se utilizaron fuentes secundarias, a través de una búsqueda exhaustiva
en diarios y bibliografía referente a la época.
El estudio realizado muestra que la CAVIC se
creó con el objetivo de regular el mercado de
uvas y vino para consolidar la situación del
pequeño y mediano productor, no obstante este
grupo siguió siendo históricamente el sector
más vulnerable en el escenario productivo sanjuanino.5
PALABRAS CLAVES:
Políticas Públicas – CAVIC – Vitivinicultura Pequeño y Mediano Productor
SUMMARY
This article tries to analyze one of the most
novel productive institutions in the history of
the province, which took shape in the creation
of the Industrial Agrovitícola and Comercial
Corporation (CAVIC). This Corporation arose in
response to the requirements winemakers’ area
during the period of Substitution of Imports in
the province of San Juan.
The main goal of this work is the analysis of
the implementation of a public policy in the wine
industry, which took shape in the creation of
the Industrial Agrovitícola and Comercial Corporation (CAVIC). This Corporation arose in
response to the winemakers’ area requirements
during the period of Substitution of Imports in
San Juan. This paper pretends to make, around
the indicated policy, a descriptive conceptual
representation that tries “to enumerate and to
order the characteristics of the players, what
is in the game , the bets, the strategies and
tactics, the resources necessary to be able to
enter the game, game rules and those of fareplay, the nature of the communications allowed between the players, the uncertainty in
1 Ponencia presentada en “Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales”. UBA. Noviembre, 2009.
2 Rivadavia 677 –este- Capital, San Juan. Tel: 0264- 4273778. Email: [email protected].
3 Cte. Cabot 291 –este- Rawson, San Juan. Tel: 0264 – 4281658. Email: [email protected]
Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan.
Argentina.
4 BARDACH, E. en Aguilar Villanueva, Luis: Estudios Introductorios.
5 Tal como plantea Aguilar Villanueva “el curso de acción que se desata y que efectivamente es desarrollado, intencional
o reactivamente por los varios actores gubernamentales, por los otros poderes estatales, por la multitud de diferentes
actores políticos, grupos económicos y organizaciones sociales, con sus interacciones cooperativas o conflictivas,
puede distanciarse más o menos de la estrategia intencional de acción colectiva, diseñada y organizada por la autoridad
estatal” (Aguilar Villanueva; 26)
REV IISE 49
relation of the games result, those whom they
don’t have interest in participating in the game,
the spectators or those that demands changes
to enter to play (…)”, using for it the propose
categories by (Bardach, 1982:61, 62) Methodologically secondary sources were used,
through an exhaustive search in newspapers
and bibliography referring to the time. The realised study sample that “the CAVIC” was created with the aim of regulating the market of
grapes and came to consolidate the situation
of the small and medium producer, group that
continued being historically the most vulnerable sector in the San Juan´s productive scene.
1. INTRODUCCIÓN
5 has, mientras que el 0,05 % del total tenían
una extensión entre 500 a 1000 has. Correlativamente con estos datos, las 7.593 explotaciones vitícolas de hasta 5 has. representaban
el 23 % de la superficie total cultivada con vid,
y los 5 emprendimientos entre 500 a 1000
has. representaban el 5.9% de la superficie
cultivada con vid. Estas cifras indican una estructura relativamente equitativa en términos
de superficie y emprendimientos, ya que cuantitativamente los productores más chicos eran
los más numerosos. Sin embargo, cualitativamente los pequeños y medianos productores
se tenían que enfrentar con dificultades propias de su tamaño, es decir, se encontraban en
una situación de vulnerabilidad frente a los
bodegueros, a la hora de negociar el precio de
la uva y las condiciones de comercialización,
que controlaban la elaboración y comercialización del producto. En este contexto, los viñateros de menor tamaño quedaban fuera del circuito de acumulación formal de San Juan.
1.1. Contexto
En la etapa de sustitución de importaciones la
estructura económica de la provincia de San
Juan giraba mayoritariamente en torno a la
agricultura, habían alrededor de 85.000 has
cultivadas, límite determinado fundamentalmente por la capacidad de irrigación de la provincia: Entre 1947 y 1960 se registró una tendencia creciente de la superficie cultivada total
- aunque mínima en relación a los 13 años
transcurridos.
Dentro de la agricultura, la vid ha sido históricamente la actividad principal, durante el período 1947-60 tuvo un importante crecimiento, pasó de representar el 48,1 % a 76,24 %
respectivamente en el total de la superficie
cultivada.
En lo que respecta a las explotaciones vitícolas, en 1969 el 76% tenía un tamaño de hasta
KEY WORDS:
Public policies – CAVIC - Grape and wine
growing - Small and Medium Producer
Cuadro I: Superficie cultivada según censos agrícolas (has.)
Censo 1947
Total
Vid (has)
%
28088
48.1
Censo 1960
Total (has)
Vid (has)
%
Total (has)
58394
45385
76.24
59529
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. FACSO. UNSJ.
Cuadro II: Cantidad y superficie de explotaciones vitícolas clasificadas por escala de extensión (en has).
San Juan, 1969.
Total
Hasta 5 has.
Entre 5
y 25 has
Entre 25
y 100 has
Entre 100
y 500 has
Entre 500
y 1000 has.
Nº Exp.
Sup. has
Nº Exp.
Sup.
Nº Exp.
Sup.
Nº Exp.
Sup.
Nº Exp.
Sup.
NºExp.
Sup.
9978
56829,86
7593
13453,15
2020
21163,7
336
14914
24
5226,35
5
3394,47
6
Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1969. Instituto de Investigaciones Económicas y Estadísticas.
6 Los datos han sido obtenidos a partir del Trabajo de Investigadores de la Universidad Nacional de San Juan – Estudio
de Factibilidad – 1973.
50 REV IISE
Gráfico I: Cantidad de explotaciones vitivinícolas clasificadas por escala de extensión (en has).
San Juan, 1969.
Fuente: Elaboración propia
en base a datos Censo Nacional Agropecuario 1969. Instituto de Investigaciones Económicas y Estadísticas.
En la década del ’60 esta situación se agravó
aún más debido a que la vitivinicultura se encontraba en una compleja situación ocasionada por el grave deterioro de los precios de la
uva, la caída del consumo nacional de bebidas
vínicas, las continuas dificultades de los viñateros para elaborar y comercializar la uva; al
mismo tiempo que una parte importante de los
industriales del sector (bodegueros elaboradores y cooperativas) no disponían de los medios
financieros para la comercialización directa. Así,
la vitivinicultura se encontró presionada, por
un lado por las contradicciones de las tensiones agrícolas industriales y por otro, por las
presiones de la economía nacional.
Ante esta situación se planteaba la necesidad
de que los sectores productores de menor tamaño se integraran para evitar malvender las
uvas y los vinos, y así evitar la distorsión del
mercado al mismo tiempo que era una solución para terminar con los mercados distorsionados de la uva y de los vinos. Mo consideraba
que la industria sufría los inconvenientes propios de una descompensación entre el productor aislado y el elaborador que comercializaba,
en una provincia que contaba con 12.500 viñateros y solo 300 bodegueros y de ese grupo,
solo una treintena dirigía y orientaba la industria, haciéndolo según sus propios intereses.
Frente a esta problemática, la CAVIC fue considerada desde siempre “como un importante
ensayo integracionista”7. La falta de orientación y previsión oficial y privada provocó, por
acumulación de errores, agudas situaciones
económicas y de un grado tal, que conmovieron los cimientos mismos de los sectores básicos (pequeños y medianos viñateros, industriales elaboradores y cooperativas), sobre los cuales cayó el complejo económico – financiero de
explotación vitivinícola.
Con el paso del tiempo el consumo de vino fue
disminuyendo sumado a que en los años pre-
vios a la crisis8 se elaboraron grandes cantidades de vinos a través de procedimientos fraudulentos, al mismo tiempo que se abastecía el
mercado con precios muy elevados que no eran
controlados por organismos oficiales, utilizando el mecanismo de ocultamientos profesionales. En suma, la estabilización aparente del
mercado consumidor de vinos se atribuía a una
doble combinación, por un lado, una disminución real del consumo, al mismo tiempo que
disminuía la proporción de vinos no denunciados en organismos oficiales. Este proceso de
depuración del mercado provocó profundas
consecuencias en la demanda de uva destinada a vinificar que, sumado a la retracción de
precios compensatorios, dejó a los viñateros
expuestos sin ningún tipo de protección. A ello
se le agregaba su condición de productor de
un artículo perecedero, que lo obligaba a vender sin precio predeterminado y sin ninguna
condición de pago.
El principal problema era la ausencia del Estado en cuanto a la simplificación, reordenamiento y la integración funcional y económica de
las acciones de los viticultores; esta situación
obligó a buscar la creación de nuevas estructuras que mostraran un mayor respaldo para
el desarrollo de la vitivinicultura. Desde el sector oficial se pretendía eludir responsabilidades sobre la crisis vitivinícola, mientras se trataba de presionar para mantener el statu quo,
es decir, mantener el grado de participación de
cada sector y las relaciones de primacía que a
cada uno le convenían; al mismo tiempo que
los más poderosos trataban, por todos los medios, de mantener el estado de desagregación
del sector.
Además, los productores mostraban una situación de evidente inestabilidad causada por la
descapitalización y por su creciente dependencia del crédito bancario.
7 MO, Fernando, en Semanario “El Viñatero”.
8 Crisis en el precio del vino provocada por la sequía en el año 1968. Ver pág. 9.
REV IISE 51
1.2. Descripción de la política
Entre 1950 y 1969 - salvo algunas excepciones9 - San Juan estuvo administrada por gobiernos desarrollistas, que se caracterizaron por
una activa intervención del Estado en el área
productiva. Durante el gobierno del Dr. Leopoldo Bravo, en un entorno provincial caracterizado por una importante crisis de sobreproducción vitivinícola, acentuado por alarmantes
índices de inflación, el 1º de febrero de 1964
comenzó a tratar el proyecto de creación de la
CAVIC (Corporación Agroeconómica Vitícola
Industrial y Comercial). Esta fue creada cinco
días más tarde, por Ley Provincial Nº 3.019,
dando origen así a un fuerte enfrentamiento
entre viñateros y bodegueros de la época.
Al momento de la creación de la Institución, el
gobierno consideraba imprescindible la conformación de una estructura que abarcara todas
las etapas del proceso vitivinícola ya que consideraba que existía una desconexión entre las
distintas etapas del proceso productivo que sólo
perjudicaba al pequeño y mediano productor.
El tema vitivinícola era considerado un problema de gran magnitud por la cantidad de viñateros involucrados y por las diferencias existentes al interior de este grupo (algunos estaban desorientados y otros se dedicaban a especular). El gobierno entendió que el Estado
debía ser quien - en cumplimiento de su rol adecuara los procedimientos tendientes a mejorar y sostener la situación del productor. Esta
nueva entidad pretendió garantizar la autodefensa del productor tanto en el periodo de producción como en las etapas de elaboración y
comercialización. Al mismo tiempo, trató de
favorecer la ejecución de planes integrales que
impusieran un producto que se correspondiera
con la calidad de las materias primas utilizadas
a fin de lograr imponerse con preponderancia
en el mercado consumidor. La CAVIC tuvo como
objetivo inicial la defensa de los pequeños y
medianos viñateros, cumpliendo un rol importantísimo en la regulación del mercado vitivinícola al manejar el precio de la uva y el vino
(Videla, 1984:318), especialmente durante las
décadas del ’60 y el ’70, años de máximo esplendor para la corporación. La compra de uva
por parte de la corporación a los viñateros,
obligó a los bodegueros a ajustar previamente
las condiciones de compra y constituyó una
herramienta de intervención altamente eficaz
en la normalización del precio. Asimismo, promovió la reconversión del mercado vitícola tradicional y la regularización de los precios. Previo a la creación de la CAVIC, el grueso más
importante de la vid era destinado al mercado
de uva en fresco, y en especial a las exporta-
ciones, la cantidad de uva enviada a bodega
no era significativa. No obstante, con el ingreso de la CAVIC al mercado el precio del vino cuyo valor oscilaba en los $2 aproximadamente - repentinamente se fijó por ley a $7. Como
consecuencia, gran parte del productor de uva
para mesa comenzó a reconvertir su producción a uva destinada a la elaboración de vinos
blancos.
La CAVIC, desde su creación, tuvo la intención
de que sus acciones reflejaran el mejoramiento del precio de las uvas y de la calidad de los
vinos, al mismo tiempo que sus prácticas perseguían el objetivo de quebrar el “trust bodeguero”. Para ello, salían a comprar las uvas de
los pequeños y medianos viñateros – alrededor de 100 millones de kg. – utilizando la Bodega del Estado para realizar la molienda. Además, tuvo la intención de promover y difundir
la calidad de los vinos sanjuaninos en los grandes centros de consumo. En este contexto es
que en la cosecha de 1965, la CAVIC compró
más de 70 millones de kg. de uvas.10 Entre sus
funciones se encontraban no sólo la de elaborar vinos, sino también la comercialización al
mercado externo e interno, tanto de uvas y vinos, como de sus subproductos.
Esta institución comercial e industrial se creó
con una figura jurídica de personalidad bastante “sui generis”, fue en sus inicios una entidad mixta, cuya denominación era corporación
con participación estatal. El aporte del capital
accionario estaba constituido por la contribución obligatoria de cada uno de los productores vitivinícolas sanjuaninos. La obligación del
aporte fue una de las medidas más controversiales.11
Sin embargo, en momentos de intervención
(1966) su figura jurídica fue enérgicamente
cuestionada por los distintos sectores vinculados a la actividad vitivinícola. En un marco de
fuertes disyuntivas, el gobierno - gestión del
Dr. Edgardo Gómez - reafirmaba el carácter
público de la institución mientras los viñateros
la defendían como una entidad netamente privada, alegando que su naturaleza provenía de
su estructura, composición del capital accionario y gobierno. Lo cierto es que fue una disputa
que nunca tuvo en lo material una resolución
certera.
Por otro lado, en términos materiales también
se erigió con el aporte financiero y de infraestructura del Estado provincial, la Bodega del
Estado (creada en 1946) y el Consejo de Protección de la Producción Agrícola (CPPA), en
cuyas instalaciones funcionaban las oficinas de
la CAVIC. Ya en 1966, la CAVIC contaba con 13
9 Los años de gobiernos de facto en la provincia fueron a partir de 1955 hasta 1958 y en 1966 hasta 1973.
52 REV IISE
bodegas. Asimismo, poseía varias plantas de
fraccionamiento en el país12. Esto implicaba un
saldo altamente positivo en lo que respecta al
funcionamiento de la entidad durante sus tres
primeros años de vida.13
de los contratos de las 79 bodegas que hasta
el momento se alquilaba y se prorrogó el cobro
de documentos emitidos por venta de uva (Ley
17.685), suspendiendo los juicios y postergando las ejecuciones.
Los accionistas se reunían en asamblea por
medio de sus delegados, los que eran elegidos
en base a un padrón confeccionado por el CPPA
que registraba a todos los propietarios, arrendatarios, y contratistas accionistas. Estos, a
través de una elección directa y secreta, votaban por la cantidad de delegados en proporción al número de accionistas que tuviese cada
departamento de la provincia. Cada socio tenía un voto, sea cual fuere el número de las
acciones que tenía, y no estaba previsto ningún tipo de privilegio o preferencia para sus
directivos o fundadores.
Los viñateros se encontraban en graves dificultades a causa de la sequía por lo que solicitaron la disminución de los aportes a la CAVIC,
pedido que no fue contemplado por la intervención.
Durante sucesivos gobiernos de facto la dirección de la CAVIC fue intervenida. Así, por ejemplo, en 1966 al producirse la Revolución Argentina, el gobierno de Gómez interviene la
CAVIC, designando al Sr. Rafael Fernandez Argüello14 como interventor, asestando con ello
un certero golpe a la economía sanjuanina. El
gobierno fundamentó la intervención en que
“era necesario efectuar una racionalización administrativa y modificar la Ley 3.019 “.15
En este marco, en vez de renegociar los vinos
en existencia se solicitaron préstamos a la nación. La intervención desembocó en una crisis
financiera tal que obligó a suspender los pagos
a los viñateros. Esta situación fue aprovechada por los industriales para volver a apoderarse del dominio en el mercado de la uva. A fines
de 1966 la CAVIC se normalizó, aunque su actividad ya no tendría la solidez y el apoyo de
tiempos precedentes a la intervención, dando
lugar a partir de ese momento a que los grupos poderosos iniciaran una lucha decidida y
sin cuartel en su contra.
En 1967 la vitivinicultura enfrentó una grave
crisis de sobreproducción, la que obedeció a
una incontrolada plantación de vid. En enero
de 1968 al acercarse las elecciones de autoridades para CAVIC, el gobierno nacional la intervino nuevamente, asumiendo el Cnel. Palmero como director de la misma. Un mes más
tarde, éste fue reemplazado por Lamberti, quien
se desempeñaba hasta el momento como jefe
del departamento de Cambio del Banco Central.16 El nuevo equipo implementó unas serie
de medidas de racionalización: se despidieron
a 40 empleados, no se renovaron la mayoría
Por otro lado, el nuevo interventor presentó la
inconstitucionalidad de la ley 3019, situación
que fue resuelta por la Corte de Justicia de la
Nación, quién ratificó la constitucionalidad de
la ley, asegurando al mismo tiempo la subsistencia de la institución como una entidad de
derecho privado que representaba a más de
9000 pequeños viñateros y por ende, perseguía un fuerte interés público y social.
A inicios de la década del ‘70, durante la gestión del Dr. Carlos Enrique Gómez Centurión se
crea un Consejo Normalizador para asumir la
dirección y administración de la CAVIC (Ley Nº
4576/71).
Vale decir que las intervenciones alcanzaron
también épocas democráticas, debido a las
sucesivas irregularidades en la gestión de la
corporación. Sin embargo, la vinculación entre
la CAVIC y los sucesivos gobiernos no fue la
misma en épocas democráticas que en las de
facto. En general, la balanza de poder se desplazaba de un extremo a otro según gobiernos
elegidos democráticamente con base popular
o gobiernos autoritarios. En los primeros, cuyas características - más progresistas y paternalistas - hacían que su base de poder estuviese asentada sobre grupos más vulnerables pero
también más numerosos17 (trabajadores y viñateros sin bodega), lo que implicó que en ocasiones se utilizara a la entidad como oportunidad política. La corporación representó en sus
orígenes a pequeños y medianos sectores vitícolas cuyos intereses y circunstancias diferían
ampliamente del bloque de poder representado por un pequeño grupo de bodegueros. Por
el contrario, las alianzas más sólidas sobre las
que se asentaban los grupos dominantes que
sostenían los gobiernos de facto, se realizaban
en general con sectores más liberales y conservadores de la economía sanjuanina (bodegueros trasladistas), además de eliminarse las
instancias de control, de participación en la
toma de decisiones y los derechos conferidos a
los accionistas originariamente.
10 Semanario “El Viñatero”. 1965
11 El Diario de Cuyo en reiteradas ocasiones calificó a la CAVIC por ello como un “ensayo corporativista por ser coercitivo
y discriminatorio en la fijación de tributos y opuesto a la libertad económica” (Diario de Cuyo; 9/2/1964).
REV IISE 53
Si bien en épocas de gobiernos constitucionales los viñateros se vieron favorecidos y de algún modo amparados a través de las decisiones políticas implementadas 18, los bodegueros contaban por un lado, con lazos muy fuertes con los gobiernos conservadores y con vinculaciones hacia fuera de la provincia lo que,
en innumerables ocasiones, les permitió colocar con éxito lo producido y en ocasiones desfavorables retener el producto hasta que mejoraran las condiciones.
Por otro lado, a pesar de la diversificación lograda y la apertura de nuevos mercados exportables, en 1976 la CAVIC atravesó por una
grave crisis financiera debido a las inestabilidades en el mercado vitivinícola. Un hecho que
marcó una de las peores crisis de la vitivinicultura regional fue la caída del valor real del vino,
en 1976 apenas alcanzaba el 20% del precio
vigente en 1973.19
A esto se sumó que, a pesar de la claridad o
precisión con la que estaba redactada la ley
de creación de la CAVIC, los mecanismos previstos en la misma pocas veces fueron cumplidos al pie de la letra. Aparentemente, la
rendición de cuentas, el balance y la memoria
anual no siempre fueron presentadas, ya que
algunos registros indican que estas condiciones sólo fueron cumplimentadas en los primeros años. A partir del ’66, las cifras financieras y productivas de la CAVIC fueron en
muchas ocasiones un misterio, lo que a la larga convergió ineludiblemente en una serie de
importantes irregularidades que llevaron al
cierre de la entidad.
2. ANÁLISIS DE LA POLÍTICA
2.1. Espectadores y Jugadores:
Como política pública, la CAVIC significó una
prometedora solución para algunos grupos tradicionales de la sociedad sanjuanina, a la vez
que un potencial problema para otros, según
los intereses en juego. En este marco es necesario conocer, describir e interpretar cuáles fueron los grupos más relevantes en torno a la
corporación. Sus características, recursos, debilidades, estrategias, alianzas, relaciones y
conflictos a lo largo de cada etapa, e incluso la
vinculación entre ellos mismos. Las instituciones más importantes fueron:
• Federación de Viñateros: Es una de las entidades vitícolas más antiguas en la provincia y se caracteriza por ser la que tradicionalmente aglutinó a la mayor cantidad de viñateros sanjuaninos sin bodega. La defensa
de estos implicó distintas estrategias, en algunos casos la negociación con gobiernos democráticos y de facto, en otros con el principal sector opositor: los bodegueros. Durante
la ISI fue un importante actor de presión en
la agenda pública, tanto provincial como nacional, logrando tematizar algunos puntos
vitícolas importantes. Entre sus objetivos se
encontraban el de gestionar créditos, presionar para el incremento del precio de la uva,
realizar campañas periodísticas y otras acciones para evitar la adulteración de vinos.
Sin embargo, si bien tenía un alto nivel de
apoyo por parte de la sociedad sanjuanina
ya que congregaba a un importante número
de productores20 (apreciable sobretodo en
12 Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia; Mar del Plata; Córdoba; Santiago del Estero; Jujuy y Rosario
13 En efecto, en tres años la CAVIC pasó de moler 81.183.555 en 1964 a 212.089.012 kilos de uva en 1966. En cuanto a
la producción de vinos pasó de elaborar 62.051.554 litros en 1964 a 176.477.893 litros en el ‘66. Durante el ejercicio
64/65 se vendieron 742.373.879 litros de vino, cantidad que asciende a 3.531.844.281 en el ejercicio 65/66. Diario
Tribuna; 28/7/66:5.
14 González Argüello provenía de grupos sociales cuyos intereses se alejaban bastante de los intereses de los pequeños
viñateros sanjuaninos: se desempeñaba como contador, además de arrendar una bodega y de ejercer la presidencia del
Club Español.
15 El Diario Tribuna realiza una fuerte crítica sosteniendo que era una intervención absurda en tanto la CAVIC era
propiedad de los viñateros y no del estado ni de ningún gobierno, cuyo patrimonio no se integra con fondos del
Estado ni con impuestos sin con aportes de personas y empresas particulares, que son sus accionistas. Diario Tribuna;
28/7/1966.
16 El resto del staff de la CAVIC se componía de Rodolfo Caporalini; Jorge de Arriba y Julio Duharde, todos funcionarios
del Banco Central.
17 En el discurso de apertura a la Cámara legislativa provincial el 27 de abril de 1966, Bravo afirma que en sus inicios la
CAVIC asoció obligatoriamente por ley a 12.500 viñateros sanjuaninos.
18 No se puede dejar de considerar que el nacimiento de la CAVIC como institución que protegía los intereses de los
pequeños y medianos productores vitivinícolas es el resultado de las consideraciones tenidas por el Gobierno bloquista
para con el sector de los más desprotegidos.
19 Diario Tribuna; 24/12/1976; pág. 7.
20 En 1964 esta institución agrupaba a más de 4.000 productores. Diario Tribuna; 6/02/1964: pág. 3.
54 REV IISE
épocas electorales) su principal debilidad era
la carencia de recursos económicos. Fue la
institución más importante en la promoción
y apoyo en la creación de la CAVIC. Su infraestructura permitía a sus afiliados contar con
un destino seguro de compra para sus uvas,
la posibilidad de elaboración de las mismas y
la colocación en el mercado, en un entorno
de precios desfavorables para el pequeño y
mediano productor, tanto de la uva como del
vino. Además, como entidad compartía los
mismos objetivos que originariamente tenía
la corporación, y en los primeros tres años,
juntas conformaron una sólida sinergia entre
el sector público y privado. El alto grado de
legitimidad que tenía en el ámbito viñatero
fue el medio más rápido para que muchos de
sus miembros ocuparan cargos electivos de
jerarquía en la CAVIC. Esta situación le confería ciertos privilegios a la hora de negociar
reivindicaciones sectoriales. La gestión en
torno a la CAVIC fue armónica con los gobiernos de los primeros años de la corporación (Bravo, García), convirtiéndose en un
duro opositor a partir del gobierno de Edgardo Gómez y, a pesar de sus estrategias, poco
pudieron lograr frente al acecho de la intervención que dejaba a sus miembros fuera de
las filas directivas de la corporación. Otra lucha incansable que persiguió este sector fue
la Ley de Fraccionamiento en Origen21, que
se consideraba como una estrategia contra
el fraude y la adulteración que constantemente sufrían los vinos en la Argentina, al mismo
tiempo que favorecía la posición de las provincias productoras en los mercados. Entre
los beneficios derivados estaba el mejoramiento del control por parte de la policía vitivinícola, la generación de ‘emporios industriales’ que favorecían el desarrollo de industrias subsidiarias, la aparición de actividades
colaterales, la mayor diversificación de la
economía local.
Como conclusión, puede sintetizarse que tradicionalmente la Federación de Viñateros se
caracterizó por ser una institución con un importante poder de movilización. Sin embargo,
dicha fortaleza no pudo ser traducida en cambios estructurales que modificaran realmente
la situación del pequeño viñatero, ésta fue y es
su limitación más importante.
• Cámara de Bodegueros Exportadores de
San Juan: entidad que aglutinaba los agentes del eslabón secundario de la cadena vitícola provincial y que, junto a unas pocas bodegas con sede en Buenos Aires y a los dirigentes del Grupo de Bodegueros de Mendoza, conformaban la élite de poder vitivinícola
del momento. Su unión fue fundamental para
desactivar la movilización de pequeños productores, liderada por la Federación de Viñateros y asociada a la CAVIC. En la provincia,
encabezada por su presidente Francisco Bustelo en connivencia con Quinto Pulenta, presidente de la Asociación Vitivinícola Argentina (AVA), conformaron un “Trust Bodeguero”. Fue el principal agente opositor a la creación CAVIC como entidad y, por supuesto, al
sector de viñateros que la conformaban. Sus
líderes más representativos consideraban que
la función de CAVIC era la de ser un organismo que tenía que permanecer en posición
“expectante, interviniendo en el mercado sólo
cuando éste tienda a distorsionarse, y en este
caso adquirir la producción de uvas que no
reclame la producción privada y abastecer al
mercado de traslado en la medida que sea
indispensable”.22
Sus representantes mantuvieron vínculos estrechos con los gobiernos más conservadores, a partir de lo cual lograban obtener rentables beneficios para un pequeño grupo de
industriales exportadores que, en general,
desfavorecían a los pequeños y medianos viñateros.
Sus miembros se opusieron constantemente
a la compulsividad en el pago de los aportes
a la CAVIC - fijados por ley provincial Nº 3.019
- que debía realizar todo agente vitivinícola,
impugnando la constitucionalidad de la imposición, y si bien desplegaron un abanico
de recursos legales, aunque lograron disminuir el canon, no consiguieron vetar la medida.
A pesar que siempre se encontraron en mejores condiciones que el resto de los sectores vitícolas, desde la creación de la CAVIC
reclamaron a los sucesivos gobiernos un trato igualitario con respecto a los viñateros,
alegando que estos gozaban de “ciertos privilegios que sus asociados no disponían”.23
21 La Ley de Fraccionamiento en origen fue un proyecto de vieja data solicitado por los viñateros sanjuaninos que
querían lograr la obligatoriedad del envasado en origen, es decir en plantas o bodegas productoras de la región. Este
anhelo al fin se concreta con la Ley Nº 3908 de junio de 1974.
22 Diario Tribuna; 27/11/1966: pág. 4.
23 Diario Tribuna; 27/4/1965: pág. 4.
REV IISE 55
Así, desplegaron un sinfín de estrategias que
iban desde la clásica especulación con el precio de la uva y el vino24, hasta la presión gubernamental. En épocas de sobreproducción
fomentaban la maquila en condiciones y precios miserables, en tiempos de escasez favorecían la recepción pagando el flete o precios
por encima de la cosecha próxima anterior.
En este marco, sus iniciativas lograron que en abril de 1965 - el gobierno de Bravo derogara parcialmente la exención de impuestos
otorgada por ley provincial Nº 3.23625, fundamentando que “no se justificaba un tratamiento preferencial que privaba al erario público de 14 millones de pesos26. De este modo,
la CAVIC que contaba con una exención impositiva en el 100% de sus contratos y operaciones comerciales, a partir del mencionado veto comenzó a pagar el 50% del valor
estimado.
Los bodegueros siempre fueron oportunistas y
sus acciones se dirigían a ‘proteger’ al sector.
Generalmente fijaban el precio de las uvas y
las condiciones de las operaciones comerciales
‘a último momento’ y por ende, salían beneficiados ya que eran el mal necesario en el que
terminaban cayendo el resto de los sectores.
Si bien tenían los recursos o la capacidad para
lograr y aportar lo que el resto de las instituciones vitícolas sanjuaninas no estaban en condiciones de generar para mejorar las condiciones del sector vitícola, sus reivindicaciones eran
absolutamente sectoriales.
VIPA del ente, empujándola a establecer las
alianzas más insólitas27. Con el correr de los
años tuvieron un comportamiento de permanente crítica, anarquía28 y oposición a la dirigencia de la CAVIC y a los gobiernos oficialistas. Fueron acusados en reiteradas ocasiones de “recurrir al escándalo, intriga y confusión para dividir a los viñateros”.29
- Sociedad de Viñateros Sin Bodega, institución creada en 1959 y que nucleaba a pequeños productores vitícolas y que, originariamente apoyó la creación de la CAVIC.
- Federación Económica: creada en 1953,
fue una institución de principios liberales.
Como tal, no fue promotora de la creación de
la CAVIC por considerarla producto de la intervención estatal, de hecho, por esa misma
razón, se opuso rotundamente a la intervención del ente corporativo en 1966 por parte
del Estado, “apoyando cualquier movimiento
de defensa de la CAVIC”.30
- Medios de comunicación: la cuestión vitícola dividía la opinión pública en medios a
favor y medios en contra de la CAVIC. El principal periódico de oposición fue el Diario de
Cuyo que la calificaba como “un nuevo ensayo corporativista (…) llamado a nuclear compulsivamente a los productores, vulnerando
preceptos constitucionales, coercitivo e discriminatorio en la fijación de tributos”.31
Otras instituciones:
El principal diario a favor fue el Diario Tribuna. Este era un instrumento de gran valor
para el sector viñatero donde se plasmaron
los más acérrimos discursos de defensa de la
CAVIC.
- UFEVIPA, institución de principios comunistas que originariamente apoyó decididamente la creación de la CAVIC. Si bien algunos de
sus líderes conformaron los cuadros directivos de la institución (Dr. Storni en 1965), con
el correr del tiempo el liderazgo de la Federación de Viñateros en la CAVIC alejó a UFE-
El semanario El Viñatero también apoyó permanentemente a la CAVIC, manifestándose
a su favor y defendiendo la posición de los
viñateros productores considerando que eran
los verdaderos agentes económicos que sostenían el desarrollo de la economía provincial.
24 Según el Diario Tribuna, era tradicional que la Cámara de Bodegueros esperara hasta el último minuto para fijar el
precio de la uva, y al ser ésta un producto perecedero los viñateros la entregaban sin saber a qué precio y en qué
condiciones se la iban a pagar. Finalmente, 3 o 4 firmas se ponían de acuerdo para determinar el precio final una vez
que ya se había transformado en vino.
25 Haciendo referencia a la Ley 3.236, la solicitud que solicitaba la derogación de la misma alegaba que dicha normativa
es “un elemento que viene a alterar el juego normal del mercado competitivo en desmedro y prejuicio de los sectores
industriales”. Ing. Francisco Bustelo, titular de la Cámara de Bodegueros Exportadores de San Juan. Diario Tribuna;
27/4/1965: pág. 4.
26 Ídem.
27 A pesar de su ideología, durante la intervención de la CAVIC por parte de gobiernos significativamente conservadores
es acusada por Tribuna de “aparecer en una extraña componenda con el oficialismo para obtener un lugar de veedores
para algunos de sus miembros”. Diario Tribuna; 21/09/1966: pág. 4.
28 En las elecciones para autoridades de la CAVIC a finales de 1966 UFEVIPA no presentó ninguna lista e instaba a los
viñateros a no recurrir a votar. Diario Tribuna; 20/11/1966.
29 Diario Tribuna; 10/6/1966: pág. 4.
30 Diario Tribuna; 27/08/1966: pág. 4.
31 Diario de Cuyo; 9/01/1964: pág. 4, editorial.
56 REV IISE
2.2. REGLAS Y OBJETO DE JUEGO:
Las distintas estrategias, consensos, alianzas
y negociaciones implicaban fundamentalmente una lucha de poder, principalmente económico pero también político. En este marco todo
estaba permitido, desde la pérdida de lo producido anualmente hasta la intervención del
Estado a favor de los grandes grupos productivos. Esta puja de poder tuvo a lo largo de la
vida de la institución, muchos momentos de
tensión en los que claramente el gobierno debió mediar para evitar males mayores entre
fuerzas productivas que convivían en el mismo
espacio y se disputaban la misma fuente de
recursos, evidenciando claramente una posición de “autonomía relativa” por parte del gobierno. La principal problemática era la desarticulación existente entre productores e industriales, en la que frecuentemente los productores quedaban de rehenes de los industriales
ya que los primeros producían un bien perecedero con una corta vida útil y carecían de los
medios para transformarlo, y los segundos a
sabiendas de esta dificultad se aprovechaban
de las circunstancias al mismo tiempo que frecuentemente lo utilizaban como un instrumento de presión en la negociación.
En materia económica, la CAVIC fue una institución tan resistida y con tanta oposición debido, en parte a lo que ya se ha mencionado y en
parte a que, antes de su creación (1964) las
relaciones sectoriales entre el bodeguero y el
viñatero estaban teñidas de características precapitalistas32. En sus orígenes, la CAVIC vino a
modificar esta situación convirtiéndose en el
principal agente de demanda de los productores sin bodega, logrando en sus años de auge
importantes mejoras económicas para ese sector específico, en detrimento de los agentes
más poderosos del circuito: incrementó los pre-
cios de la uva33 y obligó en reiteradas ocasiones a los industriales a conceder mayores beneficios con tal de obtener materia prima, como
por ejemplo el otorgamiento de gastos para
cosecha.
Sin embargo, el logro de circunstanciales mejoras económicas para los viñateros no fue suficiente para el desarrollo y consolidación de
un sector con significativas debilidades estructurales. Los enredos políticos tuvieron mucho
que ver al respecto. La intervención del Estado
- generalmente orientada por la corriente ideológica en la que se enmarcara el gobierno de
turno, y/o o por los ciclos electorales - hacía
confusa la institucionalidad jurídica de la CAVIC, a veces catalogada como empresa pública, otras como mixta, otras como privada, según los intereses en juego. Los distintos gobiernos de una provincia cuya economía era
esencialmente vitícola habían hecho de la CAVIC desde sus inicios un botín electoral34, debido a la legitimidad social que la corporación
suponía.35
Los conflictos, desacuerdos, consensos y negociaciones de los distintos sectores más importantes de la época, encontraban en la CAVIC el escenario perfecto para concretar sus
luchas en un contexto de intereses socioeconómicos divergentes36. Sin dudas, fue una arena de lucha de poder, que dio lugar a una peligrosa burocratización del ente, objeto de cooptación permanente dirigido al favoritismo de
familiares y amigos de funcionarios, que a la
larga terminaron por enviciar la institución.
Así, el Estado aparece como un agente más en
torno a la cuestión vitivinícola, en el que convergen distintas fuerzas socioeconómicas y
políticas con intereses opuestos, y cuyas alianzas y concesiones se invertían como un péndulo según las circunstancias. Sin embargo, sus
32 En 1965 el Diario Tribuna se refería al respecto diciendo: “es la selva, donde el poder acumulado en unas pocas firmas
impone precios de miseria y condiciones coloniales de trabajo”. Diario Tribuna; 24/2/1965: pág. 4.
33 En 1964 la CAVIC pagó a $6,55 el kilo de uva. Ese preció ascendió a $11,92 en 1965 y a $21,38 en 1966. Obviamente,
esto obligó a los industriales a modificar los precios mínimos que, hasta el momento, habían impuesto a los viñateros.
34 En 1966 el 70% de los viñateros no tenía bodega y veía empeorar su situación. Los resentimientos derivados de esta
situación sólo servían para la especulación política en las elecciones.
35 En 1964 en ocasión de elecciones para las autoridades de la CAVIC, sus votantes superaban los 10.000 productores,
105 contratistas y el resto propietarios.
36 Un ejemplo de ello se dio a finales de 1966, luego que CAVIC fuera intervenida, y después de sucesivas impugnaciones
por parte del gobierno, se llamó a elecciones de autoridades. Se presentaron dos listas: la “Azul” presidida por
Fernando Mó (Presidente de la Federación de Viñateros), cuyo discurso principal era la libertad absoluta para que los
productores defendieran y manejaran sus intereses; y la “Verde Claro”, respaldada por viñateros no alineados en otras
organizaciones y por el oficialismo -con un discurso contrario al de Mó. El triunfo de la primera implicó simbólicamente
una derrota al gobierno. Sin embargo, tres meses más tarde, Mó debe renunciar a su cargo, ya que el gobierno había
condicionado su ayuda a la corporación (que se encontraba en una grave crisis financiera) a la dimisión del líder
viñatero. Un diario local de la época afirmaba que el gobierno había anunciado que si Fernando Mó renunciaba a la
dirección de la CAVIC estaba dispuesto a: 1. Gestionaría prórrogas y refinanciaciones; 2. Conseguirían que los
bodegueros compraran todos los vinos; 3. Obtendría préstamos para el levantamiento de cosecha; 4. Fijaría los precios
de la uva, para que ésta se venda a precios compensatorios. Diario Tribuna: 2/02/1967.
REV IISE 57
políticas fueron decisivas en el sostenimiento y
consolidación de un determinado sector y en la
crisis y cierre posterior de la CAVIC. De modo
que, si no era posible la colocación de funcionarios políticos en sus cuadros, se la intervenía - con o sin fundamentos - pero no con el
objetivo de sostener a largo plazo una institución de desarrollo económico que mejorara las
calidad de vida de los agentes más vulnerables
de la economía sanjuanina, sino en función de
los intereses personales de los gobernantes de
turno, desvirtuándose de ese modo el fin original para el que fuera creada.
2.3. RECURSOS NECESARIOS PARA ENTRAR EN EL JUEGO:
La puesta en marcha de la CAVIC, en términos
de implementación de una política pública puede ser analizada con la metáfora del “juego”,
es decir: “estrategias y técnicas de interacción
por medio de las cuales entran en relación recíproca actores independientes, poseedores de
diversos recursos que el programa o la política
contempla como componentes necesarios para
la producción del evento deseado (…)” (Bardach; 64:1969).
El diseño de la política estuvo vinculado a la
necesidad de dotar a los pequeños y medianos
viñateros de un instrumento para poder superar las asimetrías generadas por la posición de
cada uno de los actores en la cadena productiva. Para lograr el objetivo planteado o para la
producción del evento deseado, el gobierno le
cede el manejo de la Bodega del Estado, al
mismo tiempo que le garantiza la liquidez a la
corporación asegurándole los recursos derivados del aporte compulsivo de los asociados,
manteniéndose este ingreso constante durante toda la vida de la institución. Estos recursos
que ponían en un pie de igualdad a todos los
integrantes del sector no se mantuvieron en el
tiempo y se fueron perdiendo correlativamente con las intervenciones sufridas por la entidad.
El principal problema que surgió al interior del
juego fue que no todos los participantes disponían de los mismos recursos. Las asimetrías
generadas al interior del sector terminaron jugando un rol fundamental al momento de la
distribución de recursos de poder, en términos
de fijación del precio de la uva, de la cosecha y
acarreo y de las condiciones y formas de pago
de los vinos, ya que si bien la institución congregó a todos los pequeños y medianos viñateros, estos no contaban con los instrumentos
37 Semanario “El Viñatero”
58 REV IISE
como para imponerse a los grandes bodegueros que, en última, eran quienes fijaban el derrotero de la política vitivinícola provincial. Es
decir, si bien la CAVIC fue pensada como “un
organismo regulador y estabilizador de la comercialización de la uva y el vino”37 a lo largo
de su vida se fue perdiendo el rol fundamental
y con ello los recursos propios para poder imponer su política y convertirse así en la entidad
que fijara la política vitivinícola provincial.
2.4. NATURALEZA DE LAS COMUNICACIONES PERMITIDAS ENTRE LOS JUGADORES:
Las comunicaciones estuvieron signadas por
periodos en los que solo existieron las acusaciones cruzadas sin que mediara palabra o, por
lo menos, sin que existiera la posibilidad de
que participaran de una misma mesa de diálogo, mientras que en otros momentos articularon el diálogo con acciones conjuntas. En lo
que respecta a los agentes más importantes
que actuaban alrededor de la CAVIC, la Federación de Viñateros, por ejemplo, utilizaba más
comúnmente como estrategia comunicacional
la convocatoria al diálogo con el resto de los
sectores de la industria. Ante la negativa de
los bodegueros, los viñateros apelaban a la intermediación del gobierno de turno al mismo
tiempo que auguraban el contagio de la mala
situación al resto de las actividades de la economía provincial. Los Bodegueros, en cambio,
utilizaban como estrategia la emisión de comunicados en los medios de comunicación sobre todo la prensa escrita - dejando fuera de
la discusión a los productores viñateros. Este
grupo también utilizaba frecuentemente el ‘silencio de radio’ como mecanismo frente a la
invitación al diálogo por parte de los viñateros.
Este grupo se percibía a si mismo en una situación de superioridad frente al resto de los
actores y este silencio formaba parte del poder
de veto que el grupo estaba en condiciones de
ejercer. En consecuencia, no participaban de
las conversaciones oficiales sobre el precio de
la uva imponiéndoles a los productores sus
decisiones.
Por otro lado, la comunicación entre la Corporación y el Gobierno también padeció momentos difíciles, sobre todo en los tiempos que la
entidad estuvo intervenida. Si bien en sus inicios las autoridades provisorias habían sido
nombradas desde el seno del Gobierno, lo que
las convertía en interlocutores válidos, está situación se modificó a partir del momento de
que fueron electas entre sus pares.
GRADO DE INCERTIDUMBRE
RESPECTO DEL RESULTADO DEL JUEGO:
El grado de incertidumbre - respecto de su éxito o fracaso - se ve superado por las racionalidades sectoriales impuestas por cada grupo.
Las intenciones de los sectores con mayor capacidad de recursos de sostener el discurso
original de una determinada política, o por el
contrario, para provocar desviaciones en la
misma hacen que se borre toda certeza respecto a los resultados del juego. La CAVIC terminó siendo una arena de poder con lógicas
contradictorias.
La intención de su creación hacía pensar en la
llegada de nuevos aires para un sector que
había mostrado innumerables dificultades y si
bien había arrancado con cambios positivos y
buscando consolidarse en los objetivos planteados, en el transcurso de su vida fueron apareciendo dificultades que provocaron desvíos o
alteraciones en los objetivos planteados. La
institución trató de consolidar estrategias y tácticas que modificaran la estructura de poder
hacia el interior del sector y así provocar una
influencia favorable en la economía sanjuanina
en su conjunto. Pero existían demasiados actores con ‘peso propio’ que dificultaron la planificación de las acciones pertinentes para lograr el objetivo. Además la situación política
nacional y provincial jugó un papel fundamental dado que la institución nació durante un
gobierno democrático pero le tocó pervivir durante duras etapas de intervención militar, situación que ni siquiera fue imaginada por sus
mentores.
vitivinícola regional38. A pesar de que había
sido creada con la idea de la defensa del productor, terminó siendo manejada con un criterio absolutamente mercantilista en el que imperaban las leyes del mercado, a lo que se sumó
la infiltración de los casos de corrupción. La
corporación agroindustrial vitícola terminó siendo en el mercado una bodega más, un agente
más, pero con enormes desventajas con respecto a otros agentes industriales, no sólo en
términos económicos-financieros sino con el
agravante que en su interior se jugaban intereses políticos-partidarios que favorecían, directa o indirectamente, la falta de control por
parte de un órgano externo. Esto dio lugar a
irregularidades y prácticas de corrupción que
atentaron contra su misma existencia.
CONCLUSIONES
La implementación de una política como la de
la CAVIC, en términos de Bardach39, requería
el ensamblaje de numerosos y diversos elementos, así como también la toma en cuenta y
el conocimiento de las posiciones que asumirían los distintos actores frente a la política y
como estas se modificarían de acuerdo con las
variaciones del contexto. La Federación de Viñateros que, apenas sancionada la ley, tuvo un
rol fundamental en la vida de la institución al
mismo tiempo que se convirtió en la proveedora de las autoridades de la CAVIC, luego de
la intrusión militar e intervención de la institución, pierde la capacidad de influencia en la
misma. Este cambio, la estrategia planteada
por un ‘gobierno de facto’40 le dio una nueva
orientación a la política y los principales afectados fueron los viñateros que quedaron librados a su propia suerte aun cuando en el diseño
de la política habían sido los principales beneficiarios.
La CAVIC fue la concreción de una política pública y su creación tuvo el objetivo de regular
el mercado de uvas y vino y de contrarrestar el
manejo dominante de los bodegueros sobre los
precios y las condiciones de producción y pago,
a fin de mejorar la calidad de vida del pequeño
y mediano productor. Sin embargo, a pesar de
las buenas intenciones de los discursos oficialistas, la corporación no logró cumplir con su
objetivo: el productor vitícola siguió siendo históricamente el sector más vulnerable en el escenario productivo sanjuanino y hasta la actualidad es rehén de las condiciones impuestas de agentes más poderosos de la cadena
Uno de los problemas fundamentales de los que
adoleció la institución fue la asimetría de los
actores que entraban en el juego, ya que mientras algunos, los Bodegueros, disponían de
múltiples recursos para obtener la victoria; los
otros, productores, no siempre contaban con
el apoyo institucional necesario para alcanzar
el éxito. Frente a esta problemática puede decirse que la alternativa que generó la CAVIC
poniendo en marcha la Bodega del Estado fue
una instancia fundamental en el aspecto de
poder nivelar las fuerzas en pugna, permitiéndoles a los más débiles ocupar un nuevo lugar
en la configuración local.
38 Tal como plantea Aguilar Villanueva “el curso de acción que se desata y que efectivamente es desarrollado, intencional
o reactivamente por los varios actores gubernamentales, por los otros poderes estatales, por la multitud de diferentes
actores políticos, grupos económicos y organizaciones sociales, con sus interacciones cooperativas o conflictivas,
puede distanciarse más o menos de la estrategia intencional de acción colectiva, diseñada y organizada por la autoridad
estatal” (Aguilar Villanueva; :26)
39 BARDACH, E. en Aguilar Villanueva. Op.cit.
40 La CAVIC fue intervenida por el Gobierno de Edgardo Gómez que era el Gobernador nombrado por el Gobierno
Militar surgido de la Revolución Argentina en 1966.
REV IISE 59
Así, la entidad se convirtió en un interesante
botín político, en cuya dirección se cristalizó el
poder social. En tanto la vitivinicultura era la
actividad económica en torno a la cual se reunía la mayor cantidad de agentes económicos
(viñateros, trabajadores vitícolas, industriales,
fraccionadores sin bodega, trasladistas, comerciantes), en su interior se definía la matriz de
poder sociopolítica y distintas entidades dirimían en sus elecciones el grado de fortaleza
que las caracterizaba.41
Si bien en principio, la CAVIC pretendió ser el
reflejo o la concreción del poder de un nuevo
patrón social, este no logró consolidarse y sus
aspiraciones quedaron disipadas definitivamente con su cierre (década del ’90). Los productos del Estado sintetizan lo que los grupos dominantes persiguen como objetivo, ya sea cooptando el aparato burocrático hasta formar
parte de él estando dentro del aparato público
(a través del diseño o implementación de una
determinada política pública) o valiéndose de
todos sus recursos para presionar sobre él. La
hegemonía sociopolítica dominante fue cambiando de época en época, en tanto el periodo
de sustitución de importaciones fue una etapa
de importante inestabilidad institucional. Dicha
hegemonía se plasmó no sólo en la intervención desde adentro del Estado mismo - mediante la ocupación de un puesto estratégico sino también en la influencia de la dirección de
la economía provincial a través del uso de los
distintos recursos de los que disponían, de los
cuáles el ideológico era muy importante y el
uso de los medios de comunicación fue una
herramienta esencial. En síntesis, el bloque titular de la hegemonía dominante determinaba
políticas favorables o no a la CAVIC, según la
ideología y sus propios intereses. Así, la instauración de la CAVIC como política pública
reflejó un Estado que materializó las relaciones de dominación y que, en consecuencia actuó como tal.
FUENTES CONSULTADAS
- CAVIC. Proyecto de solución a su actual coyuntura.
- Censo Agropecuario de San Juan. 1960.
- Diario Tribuna. 1964, 1965, 1966, 1967, 1976.
- Diario de Cuyo. 1964.
- Fundación Bataller. Página Web disponible en:
http//www. fundacionabataller.org.ar/nuestra historia/paginas/historia cavic.php
- Ley de Creación de la CAVIC. 1964.
- Memorandum CAVIC. Proyecto. Julio 1968.
- Mensajes del Gobernador Leopoldo Bravo. 1964. 1965. Provincia de San Juan.
- Mensajes del Gobernador Edgardo Gómez.1966-1967; diciembre 1968. Provincia de San Juan.
- Semanario “el Viñatero”. 1965.
BIBLIOGRAFIA
AGUILAR VILLANUEVA, Luis F. (1996) “El estudio de las políticas públicas”. Editorial Miguel Ángel
Porrúa. México.
MINISTERIO DE ECONOMÍA DE SAN JUAN (1995) Subsecretaría de Producción, Industria y Comercio.
“Compilación estadística de la producción, industrialización y comercialización”.
MO, Fernando (1979) “Vitivinicultura: Problemas Vitivinícolas Argentinos: Mitología, Leyenda, Historia”.
Ed. De Palma. Bs. As.
OSZLACK, O.; O’DONNELL, G. (1976) “Estado y Políticas Estatales en América Latina: hacia una estrategia
de investigación”. Documento CEDE/G.E./CLACSO Nº4. Bs. As. Argentina.
Transformación y Reactivación Económica de la provincia de San Juan.1968.
Universidad Nacional de San Juan. Estudio de Factibilidad. 1973. T II. Vol. 1 y 3.
VIDELA, Horacio (1984) “Historia de San Juan”. Editorial Plus Ultra. Bs. As.
41 Según OZLACK Y O’DONELL las políticas suponen en algunos casos PENETRACIONES del Estado en la sociedad
civil y en otros mutuas y variables INTERPENETRACIONES donde el componente de “mando” que pone el Estado
se agregan relaciones mucho más bidireccionales de poder, influencia, negociación y cooptación (OZLACK y
O’DONELL; :99)
60 REV IISE
LAS LUCHAS POR LAS DEFINICIONES DEL MUNDO SOCIAL1
GOLDBERG, MARÍA2
RESUMEN
Las Ciencias Sociales tuvieron, desde su nacimiento, serios problemas para establecer su
status epistemológico (por otro lado, siempre
cuestionado) y dificultades, hasta la actualidad,
para lograr, en términos de Bourdieu, su autonomía relativa como campo. En el caso de las
ciencias sociales, la dificultad para lograr la
autonomía que constituye la condición de posibilidad de la actividad científica se ve incrementada por el hecho de que tanto sujeto como
objeto de las mismas son agentes de la vida
social. La investigación social supone, paradójicamente, el distanciamiento imprescindible
para abordar científicamente el objeto de estudio a la vez que un fuerte compromiso con el
mundo social que se investiga. Esta tensión es
desgarrante. Más desgarrante a medida que
aumentan las tensiones sociales. Los apremios
del mundo social hacen que muchas veces en
la práctica científica quienes nos dedicamos al
estudio de este mundo, sobre todo en sociedades altamente urgidas de solución, nos inclinemos a dar respuestas inmediatas, eludiendo
lo que Elias llama “el rodeo por la investigación”.
Esta situación conduce a que con demasiada
frecuencia actuemos más como doxósofos, inclinados a opinar e interpretar el mundo sin el
respaldo que el conocimiento sobre ese mundo, aunque parcial y provisorio, provee, que
como sociólogos, sabiendo que esa función
implica, inevitablemente, una ruptura con las
evidencias instaladas en el sentido común.
Hecho que, en general, no suscita excesivas
simpatías, pero que protege la distinción entre
la “voz de la persona” y la “voz de la ciencia”.
PALABRAS CLAVES:
Campo científico, autonomía, compromiso, distanciamiento
ABSTRACT
Since their birth until our days, social sciences
have found serious problems in the way to establish their epistemological status and difficulties to reach their autonomy as fields (in
Bourdieu‘s terms). In the social sciences‘ case
the difficult to reach the autonomy is increased because subject and object are both social‘s
life agents. Social research suposes a paradox
between the essential detachment required for
the scientific approach to the object and a
strong involvement with the social world.
This tension grows in the meantime that social tensions increase. Social emergencies often lead the researchers to avoid the way of
the research and to interpret the social world
without the support that scientific knowledge
provides.
KEY WORDS:
Scientific field, autonomy, involvement, detachment
1 Trabajo presentado en el PRE-ALAS Corrientes - Preparatorio del XXVII CONGRESO ALAS Buenos Aires 2009.
Septiembre de 2008. Corrientes, Argentina.
2 [email protected]. Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad
Nacional de San Juan.
REV IISE 61
Las Ciencias Sociales, y la Sociología en particular, surgen en el mismo proceso de constitución de los Estados-Nación, intentando dar respuesta a las conmociones de un mundo que
está cambiando. De hecho, las primeras corrientes que pueden caracterizarse como sociológicas, centran fuertemente su análisis en
la dinámica social, es decir en los procesos de
cambio, sea para neutralizar o para agudizar
los conflictos, en busca de un modelo de sociedad, inexistente en ese momento. Siguiendo a
Elias, podemos decir que los precursores de la
Sociología son los “voceros” de las dos clases
ascendentes en las sociedades de la industrialización temprana. “En los países industrializados del siglo XIX, en los que se escribieron las
primeras obras de los padres de la sociología,
las voces que, en el coro del siglo, acabaron
por imponerse fueron las que expresaban las
creencias, ideales, objetivos a largo plazo y
esperanzas sociales de las clases industriales
ascendentes, frente a aquellas otras voces que
se orientaban hacia el mantenimiento y conservación del orden social pre-existente en el
sentido de una elite del poder de carácter dinástico-cortesano, aristocrático o patricio. Consecuentemente con su posición como clases
ascendentes, las primeras eran las que tenían
mayores esperanzas en un futuro mejor. Y como
quiera que su ideal no residía en el presente,
sino en el futuro, estaban especialmente interesadas en el proceso social y en la evolución
de la sociedad”. (Elias, 1993:22) (Este planteo que hace Elias con respecto a que los precursores de la sociología analizan los procesos
sociales de larga duración porque están hablando de una sociedad inexistente, una sociedad
por venir, puede analogarse al proyecto de la
Generación del 37 en nuestro país, por ejemplo, en la obra de Sarmiento. Quizás por eso,
el “Facundo” no es sólo la primera mirada sociológica sobre la realidad argentina, sino también, y fundamentalmente, la formulación de
un modelo de sociedad.)
La Sociología surge, así, como ciencia arraigada en el proceso histórico, pero, y primordialmente, como ciencia que mira el futuro y
busca forjarlo. Las Ciencias Sociales podían, y
debían, al modo de sus parientes más maduras, conocer el mundo para transformarlo. Era
cuestión de tiempo.
Sin embargo, estas ciencias tuvieron, desde su
nacimiento, serios problemas para establecer
su status epistemológico (por otro lado, siempre cuestionado) y dificultades, hasta la actualidad, para lograr, en términos de Bourdieu, su
autonomía relativa como campo. Autonomía
significa que una determinada actividad humana, a través de la lucha que desarrollan los
agentes que la encarnan, despliega su propia
lógica de funcionamiento, establece sus pro-
62 REV IISE
pias reglas de juego, instaura su capital específico y fija los límites, siempre cambiantes, del
campo. Es decir, la autonomía produce un efecto
de cierre. Efecto que se hace sentir más en
ciertos campos y en determinados momentos
históricos pero que, aun en aquellos más propicios, nunca es total. En el caso de las ciencias sociales, la dificultad para lograr la autonomía que constituye la condición de posibilidad de la actividad científica se ve incrementada por el hecho de que tanto sujeto como objeto de las mismas son agentes de la vida social. Muchas de las negaciones de las ciencias
sociales, de su posibilidad de ser ciencias, se
sustentan, por tanto, en la dificultad de separar los valores e intereses de los investigadores de su objeto de estudio. Bourdieu decía en
la Lección Inaugural en el College de France al
asumir la cátedra de Sociología: “Cuando no
es capaz de introducir esta distancia objetivadora, por ende crítica, el sociólogo da la razón
a los que ven en él una especie de inquisidor
terrorista, disponible para cualquier acción policíaca simbólica. No se ingresa en la sociología
sin desgarrar las adherencias y adhesiones que
nos atan por lo general a ciertos grupos, sin
abjurar creencias que son constitutivas de la
pertenencia y renegar de todo vínculo de afiliación o filiación”. (Bourdieu, 1990:56)
Probablemente, el desarraigo total es imposible. La investigación social supone, paradójicamente, el distanciamiento imprescindible
para abordar científicamente el objeto de estudio a la vez que un fuerte compromiso con el
mundo social que se investiga. Tal como lo expresa Elias: “El problema que se plantea a los
científicos sociales no puede solucionarse mediante una sencilla renuncia a las funciones de
miembro de grupo a favor de las de investigador. Los científicos sociales no pueden dejar de
tomar parte en los asuntos políticos y sociales
de su grupo y su época, ni pueden evitar que
éstos les afecten. Además, su participación
personal, su compromiso, constituyen una de
las condiciones previas para comprender el
problema que han de resolver como científicos. Pues, si bien para estudiar la estructura
de una molécula no hace falta saber qué se
sentiría si se fuese uno de los átomos, para
comprender las funciones de grupos humanos
es necesario conocer desde dentro cómo experimentan los seres humanos los grupos de
los que forman parte y los que les son ajenos;
y esto no puede conocerse sin participación
activa y sin compromiso”. (Elias, 2002:45,46)
Los apremios del mundo social hacen que muchas veces en la práctica científica quienes nos
dedicamos al estudio de este mundo, sobre todo
en sociedades altamente urgidas de solución,
nos inclinemos a dar respuestas inmediatas,
eludiendo lo que Elias llama “el rodeo por la
investigación”. Desde esta actitud, el conocimiento científico del mundo social es lo que se
omite y la explicación que surge de ese arduo
proceso, herramienta poderosa para transformar el mundo, es sacrificada en aras de la acción. Una acción que pretende, legítimamente,
cambiar el mundo desde la polémica, más o
menos pacífica, con el orden establecido pero
que, al no romper con la lógica del sentido común, no produce una verdadera confrontación
con ese orden, confrontación que es posible
desde el conocimiento y explicación concebidos como orientadores de una praxis, a mi entender, realmente política, cuyos frutos no son
forzosos ni mucho menos inmediatos. A menudo tengo la angustiante impresión de que perdemos confianza en la ciencia, y que esta pérdida favorece aquellos intereses contra los que
creemos luchar. Esta situación conduce a que
con demasiada frecuencia actuemos más como
doxósofos, inclinados a opinar e interpretar el
mundo sin el respaldo que el conocimiento sobre ese mundo, aunque parcial y provisorio,
provee, que como sociólogos, sabiendo que esa
función implica, inevitablemente, una ruptura
con las evidencias instaladas en el sentido común. Hecho que, en general, no suscita excesivas simpatías, pero que protege la distinción
entre la “voz de la persona” y la “voz de la
ciencia”. Elias describía a menudo la vocación
del sociólogo diciendo que era como embarcarse en un “viaje de descubrimiento” en el
territorio, mayoritariamente desconocido, de la
sociedad. Desconocido y, sin embargo, y este
constituye uno de los más resistentes obstáculos epistemológicos, tan familiar que resulta
autoevidente en tanto nuestra inmersión e inversión en los juegos sociales que propone, nos
otorga la “ilusión de la transparencia” de ese
mundo.
Sin duda, esta tensión es desgarrante. Más
desgarrante a medida que aumentan las tensiones sociales. Pero, en la medida en que renunciemos al conocimiento y a la explicación
científicos no podremos contribuir desde ese
lugar a la transformación de un mundo atravesado por la desigualdad y la injusticia. El conocimiento tiene, por sí mismo, un efecto que,
como a Bourdieu, me parece liberador, en tanto permite el reconocimiento de los mecanismos que actúan en la producción y reproducción del mundo social, amparados en su desconocimiento.
Dos formas que la abdicación adquiere frecuentemente hoy en la sociología consisten, una,
en la propuesta de una acción en la que el sociólogo, al identificarse con algún sector, confunde los planos del compromiso y, como consecuencia, evita el que corresponde al investigador social en su actividad específica: la producción de conocimiento sobre el mundo so-
cial. La otra, mucho más sutil, se enmascara
detrás del caso, de la particularidad, y, vestida
de etnografía, (herramienta insustituible en el
estudio social), convierte el medio en fin y, colmando la literatura con el estudio de casos que
se retroalimentan incesantemente, elude la
explicación que, según parece, además de
moderna se ha vuelto demasiado sociológica.
En el prólogo de Una invitación a la sociología
reflexiva, Bourdieu y Wacquant sostienen que
“En cuanto a la reflexividad,…se impone más
que nunca como un imperativo absoluto a todos los que quieren resistir eficazmente a esos
conceptos de pacotilla —“globalización” y “flexibilidad”, “multiculturalismo” y “comunidad”,
“identidad”, “hibridación”, “fragmentación”, etc.
—, cuya difusión, en el campo universitario y
fuera de él, acompaña en el mundo entero la
puesta en marcha de la política neoliberal de
destrucción del Estado social y de sus experiencias históricas, entre ellas la autonomía de
la ciencia social; es decir, su existencia misma”.
Con el transcurrir del tiempo y con la progresiva complejización del mundo que habitamos, y
que nos habita, se torna cada vez más difícil, y
a la vez más necesario, el modo en que la sociología debe abordar su objeto, a través de
investigaciones que apunten “a la posibilidad
de liberar el estudio de la sociedad de la esclavitud de las ideologías sociales. Con ello no
se está diciendo que toda investigación que
excluya el predominio de los ideales políticoideológicos tenga que renunciar a la posibilidad de influir en la marcha de los acontecimientos políticos por medio de los resultados
de la investigación sociológica. Todo lo contrario: la utilidad del trabajo de investigación sociológica como instrumento de la praxis social
queda fortalecida siempre que no nos engañemos proyectando en la investigación de lo que
es y lo que fue aquello que deseamos o pensamos que debe ser.” (Elias, 1993:30)
En un cuarteto de su poema Surcando la tormenta, Elias evoca la imagen de los seres humanos como,
“nacidos de una tormenta de desorden
nómadas del tiempo que no corre
en un vacío sin límites
surcando la tormenta”
Que nos recuerda, con la belleza de la poesía,
que los seres humanos somos, como producto
azaroso de la evolución, inescindiblemente individuos y sociedad. Especie viviente cuya supervivencia depende del conocimiento y única
especie consciente de su finitud. “Condenado
a la muerte, ese fin que no puede tomarse como
fin, el hombre es un ser sin razón de ser. Es la
REV IISE 63
sociedad, y sólo ella, la que dispensa en diferentes grados las justificaciones y las razones
de existir; ella es la que produce los negocios
o las posiciones que se consideran “importantes”, ella produce los actos y los agentes que
se juzgan “importantes” para sí mismos y para
los demás, como personajes que han recibido
una garantía objetiva y subjetiva de su valor y
han sido así arrebatados a la indiferencia y la
insignificancia….Miseria del hombre sin Dios,
decía Pascal. Miseria del hombre sin misión ni
consagración social. En efecto, sin ir tan lejos
como Durkheim, quien dice “la sociedad es
Dios” yo diría: Dios nunca es más que la sociedad. Lo que se espera de Dios nunca se puede
recibir más que de la sociedad, que es la única
con el poder de consagrar, de arrebatar a la
facilidad, a la contingencia, al absurdo; pero,
—y esto es quizás la antinomia fundamental—
sólo lo hace de manera diferencial, distintiva:
todo sagrado tiene su complemento profano,
toda distinción produce su vulgaridad y la competencia por la existencia social conocida y reconocida que libera de la insignificancia es una
lucha a muerte por la vida y la muerte simbólicas”. (Bourdieu, 1990: 76)
La lucha por ese objeto, en el que, de diversas
maneras está involucrada, es el objeto de la
Sociología.
BIBLIOGRAFÍA
ELIAS, Norbert (1993) “El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas”.
Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires.
ELIAS, Norbert (1990) “Compromiso y distanciamiento”. Ensayos de Sociología del Conocimiento. Ediciones Península. Barcelona.
ELIAS, Norbert (1994) “Teoría del símbolo”. Península, Barcelona
BOURDIEU, Pierre (1990) “Sociología y cultura”. Grijalbo, México.
64 REV IISE
LA FORMACIÓN DOCENTE ENTRE LA MODERNIDAD
Y LA POSMODERNIDAD1
MONTAÑEZ, SILVIA SUSANA; MANCHINELLI, MARÍA LUCÍA,
DEMARTINI, MARÍA MERCEDES2
RESUMEN
ABSTRACT
Como docentes del Profesorado en Sociología ,
hemos transitado por distintas propuestas de
trabajo. En principio recuperamos las herramientas teóricas y metodológicas de que disponíamos, por nuestra formación disciplinar,
para abordar el proceso de trabajo como una
instancia compleja en la que se interceptan los
conocimientos disciplinares, pedagógicos-didácticos y el análisis institucional. Situación que
nos permitió ubicar la instancia de Práctica
como proceso situado, lo que, si bien sigue ofreciendo aspectos positivos, merece serios debates cada nuevo ciclo lectivo.
2
Actualmente la problemática que consideramos
emergente apunta a las bases mismas de la
formación docente. Se trata de ensayar algunas proposiciones que, a modo de ideas fuerza, nos alumbren acerca de la formación del
docente en Ciencias Sociales. El contraste entre sujetos: los profesores de la asignatura, los
alumnos que reciben al practicante, los alumnos practicantes y el docente formador.
La encrucijada de concebir la educación como
proceso de futuro pone en tensión la misma
visión de futuro, ya que, de la concepción circulante posmoderna de inmediatez, disfrute y
fragilidad de futuros, surgen los “ Para qué y
para quiénes formamos?” La tensión entre sujetos educados en la modernidad, instituciones paradigmáticamente “modernas” y alumnos “posmodernos”, plantea una problemática
todavía irresoluta.
PALABRAS CLAVE:
As teachers of the Faculty in Sociology, we have
gone through various work proposals. In
principle we recover the theoretical and
methodological tools at our disposal, our
disciplinary training, to address the work
process as a complex instance in which intercept
disciplinary knowledge, pedagogical-didactic
and institutional analysis. This situation allowed
us to locate the instance of Practice as a situated
process, which, while still providing positive
aspects deserve serious debate each new school
year.
Currently we consider emerging issues points
to the very foundations of teacher education.
This is to test certain propositions which, by
way of key ideas, we shine on teacher education
in Social Sciences. The contrast between
subjects: the teachers of the course, students
receive a practitioner, practitioners, students
and the teacher trainer.
The crossroads of design education as a process
of future tense puts the same vision as,
ci rcul ating postmodern concept ion of
immediacy and fragility of future enjoyment,
arise “Why and for Whom we are?” The tension
be twee n ed ucat ed i n modern sub ject s,
institutions paradigmatically “modern” and
students “postmodern” poses a problem still
unresolved.
KEY WORDS:
subject teacher training students - subject practitioner - postmodern
formación docente –sujetos alumnos – sujeto
practicante - posmodernidad
1 Ponencia Presentada en las III Jornadas Nacionales de Prácticas y Residencias en la Formación Docente. Universidad
Nacional de Córdoba. 2008.
2 [email protected]; [email protected]. Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad
de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan.
REV IISE 65
INTRODUCCIÓN
La problemática que se considera emergente
apunta a las bases mismas de la formación
docente. Se trata de ensayar algunas proposiciones que, a modo de ideas fuerza, se plantean sobre la formación del docente: la tensión entre los sujetos enseñantes, los alumnos
practicantes, los alumnos que reciben al practicante, el nivel de autonomía que posee en la
institución donde desarrollará su práctica y las
pautas indicadas por la institución formadora.
En la concepción circulante posmoderna de inmediatez, disfrute y fragilidad de futuros, surgen interrogantes acerca de los “para qué y
para quienes formamos?”. En suma, los profesores educados desde y para la modernidad,
en instituciones modernas, atraviesan sus prácticas en relaciones con alumnos formados en
la cultura posmodernista. Estas tensiones constituyen los nudos sobre los que se trata de reflexionar en este trabajo.
La experiencia como formadores de formadores en el profesorado de Sociología, carrera
inserta en una institución de formación profesional que anexa la formación docente como
alternativa, centralmente por su rápida salida
laboral, brinda una impronta muy particular. El
plan de estudios de Profesorado sólo cuenta
con cuatro Talleres para resolver la preparación de un futuro docente, lo que representa
un problema por el escaso espacio otorgado a
esta formación. En este marco, los equipos de
las cátedras de los Taller III y IV debieron darse una estrategia que permitiera suplir el escaso espacio curricular destinado a la formación docente en la carrera y, específicamente,
el referido a las instancias de práctica y residencia en las instituciones escolares donde
desarrollaría su futura labor.
Las cátedras parten de concebir a la “formación docente”, como un determinado proceso
en el que se articulan prácticas de enseñanza y
de aprendizaje orientadas a la configuración de
sujetos docentes/enseñantes. En consecuencia, el espacio curricular se orienta a familiarizar al aspirante a docente con el ejercicio del
rol, a través de un proceso de aprendizaje de
construcción grupal del conocimiento teóricopráctico.
Tras haber transitado ya varios años en ésta
tarea, los interrogantes que surgen son numerosos. Cada nuevo ciclo lectivo plantea diferentes desafíos referidos a la propia práctica y
a la que se desarrollará en interacción con el
grupo de alumnos.
La impronta de constituirse este profesorado
como una carrera más, dentro de la Licenciatu-
ra en Sociología, constituye uno de los problemas que hay que sortear debido a que los alumnos deciden elegir esta carrera, no como su única
opción de estudio, sino como una alternativa de
salida laboral. Esto plantea una dificultad a la
hora de su formación, en cuanto muchos de ellos
carecen de vocación o inclinación, si se quiere,
hacia la docencia. Otra de las situaciones que
se presentan es que año tras año los estudiantes presentan una preparación general escasa,
constituyéndose en otro obstáculo a la hora de
desarrollar los Talleres Docentes.
Las tendencias educativas que se impusieron a
fines del siglo XX afirmaban que la enseñanza
debía estar centrada en el alumno, lo que, en
muchos casos, equivale a proponer que sea él
quién decida por sí mismo lo que quiere aprender. Un currículo concreto, con la enumeración
con lo que deben saber, es interpretado como
una limitación al espíritu humano. En consecuencia, los nuevos docentes son preparados
en muchos casos, para desconfiar de la autoridad y de la idea de que se espera que ellos
sepan más que sus alumnos. El supuesto de
que los docentes saben algo que los alumnos
desconocen, en el que se sustentaba el paradigma tradicional, es reemplazado por el del
igualitarismo escolar. El docente se convierte
en guía o facilitador de los aprendizajes y a
veces testigo que observa al niño como se educa
a sí mismo. Como resultado de esta formación
posmoderna, cada día importa menos la competencia concreta de los docentes, los que se
capacitan en temas escasamente pertinentes
con lo que enseñan, demostrando mucha preocupación por la didáctica y, no por lo que se
supone, deben enseñar.
El arraigo de estas corrientes pedagógicas, a
veces mal interpretadas, parecen coincidir con
la tendencia actual a rehusar el esfuerzo que se
asocia con la adquisición de conocimientos concretos pues sólo importa la opinión del estudiante, ya que el conocimiento pasó de moda.
Habría que pensar que cuánto mayor sean sus
conocimientos de los principios básicos, mejor
preparados estarán para enfrentar las transformaciones complejas de su vida adulta, como
bien lo resume Woodhead, un alto funcionario
educativo británico: “el mundo no es algo nebuloso y vago que está allí, flotando libremente, esperando nuestra opinión. Es algo sólido y
real, y una educación que no enseñe a los jóvenes que nada se logra sin paciencia y autodisciplina, es una educación que no vale la pena adquirir”.3
Resulta evidente que las expectativas de nuestra sociedad actual sobre los logros académicos de los estudiantes son muy modestos, se
3 Etcheverry, Guillermo J. “La tragedia educativa” Capítulo II, pag. 50. Edit. Fondo de cultura Económica. Argentina.
66 REV IISE
prioriza a veces de modo encubierto la adquisición de herramientas, cuando no directamente
el cumplimiento de otras funciones que hoy se
asignan a la escuela, fundamentalmente la asistencia social, tarea que fue tradicionalmente
exclusiva de la familia. Esto último, constituye
otro desafío para nuestros alumnos de práctica, es decir constituirse en sustitutos de familia, tarea no inherente a la función propia de la
institución escolar.
II. DE TIEMPO Y FORMATOS
Con referencia a la instancia de “formación”,
muy someramente, puede argumentarse que
se cuenta con suficientes trabajos que han abordado esta temática en relación a la práctica
docente, cuyos resultados señalan que los docentes expresan que su preparación fue muy
poco práctica e irrelevante. Paradójicamente,
como señala María C. Davini, el “análisis de los
planes y programas de formación permite detectar las tendencias básicamente normativas
y socializadoras , en términos de una baja teorización , un fuerte practicismo adaptativo a la
“realidad” de la escuela primaria, un isomorfismo entre los contenidos que se enseñan y
los de la currícula de la escuela básica”.
La oposición de miradas entre docentes y especialistas en educación, encubres posturas
epistémicas diferentes sobre el conocimiento.
La ruptura emerge desde la desmitificación del
sentido absoluto y único del conocimiento; sentido que estuvo ausente en la formación recibida por el docente. Esta misma línea argumentista sostiene el profesor Andy Hargreaves, al exponer que la cuestión “de la formación docente , en muchos casos, parece estar
vinculada hacia la socialización en estructuras
y prácticas de enseñanza no estáticas”.
Los programas de formación docente buscan
introducir cambios en sus mentalidades, actitudes, valores, predisposiciones, expectativas,
confrontación de visiones del mundo y de puntos de vista divergentes., con el fin de cambiar
sus “modos de hacer las cosas” en el aula y, de
esta manera, cambiar los principios estructuradores del oficio. No obstante ello, las culturas institucionales vigentes en los espacios escolarizados existentes estructuran también los
“modelos de ser docente”. Las trayectorias
personales —educativas y familiares— atravesadas por las trayectorias institucionales conforman verdaderos “retratos culturales” que
“actúan como espejos en los que cada cual se
mira para ser o dejar de ser, en la medida en
que dichos retratos demandan ser de una forma o de otra, y con ello legitiman o descalifi-
can” (Susana García Salord). Persisten en consecuencia, los interrogantes sobre cómo construir nuevo conocimiento, nuevo aprendizaje
desde las reconversiones actuales. Tendremos
vino nuevo en los mismos viejos odres?
En este marco, “construirse como docente”,
esto es adquirir disposiciones y posiciones es
una extensa, e intensa construcción, que no
puede definirse en un acto, en un momento
del proceso de tal construcción, en un número
finito de clases. Indagar sobre el “sentido de
práctica como aprendizaje de habilidades docentes” puede permitirnos conformar algunas
categorías analíticamente más ajustadas, refinando el resultado final de la evaluación, porque la debilidad no es sólo una “cuestión de
tiempo”: no necesariamente más tiempo de
práctica implica correlativamente mejores resultados”.Deben generarse en y desde las instituciones
formadoras de docentes, que tienen el deber y
la responsabilidad de formar a los educadores
de las próximas generaciones con propuestas
en las que el conocimiento sea actualizado, significativo disciplinar y socialmente.4
Los docentes de los institutos formadores de
profesores suelen denunciar que los estudiantes, en muchos casos por su mala formación
como producto del bajo rendimiento en los niveles anteriores, carecen del conocimiento referido al contenido que les corresponderá enseñar. Una vez denunciada la falta, ocupan el espacio cunicular de la formación docente en la
enseñanza de dichos contenidos y, por lo tanto,
contribuyen paradójicamente a una mayor desprofesionalización de la formación. Lo que se
que plantea sostenidamente es que el espacio
de la formación se ve invadido por espacios curriculares de los niveles anteriores ante la falta
de conocimiento de los alumnos ingresantes. En
este sentido, sería conveniente generar una propuesta curricular que desde la perspectiva de
los contenidos disciplinares integre: la reconstrucción teórico-epistemológica del campo, el
estado del arte, las tradiciones de enseñanza y
la influencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la producción
del campo y en la enseñanza.
Quienes han participado en el programa de
capacitación, destacan como principal logro la
actualización académica en los contenidos y la
posibilidad de contacto e intercambio con otros
docentes y también destacaron la posibilidad
de acceso a bibliografía actualizada. Asimismo
manifiestan que se sienten satisfechos con las
acciones de perfeccionamiento cuando hay actualización en la disciplina. Entre las críticas
4 Litwin, Edith y Maggio, Marina. “La formación docente en perspectiva”. En Revista IICE. N° 24. 9/ 2006 Pp. 60-65
REV IISE 67
destacan la ausencia de propuestas didácticas
y la falta de adecuación a la realidad y las dificultades en la organización de los cursos, incluyendo la modalidad y época de cursada.
En cuanto a los destinatarios de las políticas
de capacitación, se observa que es el docente
individualmente el sujeto que debe ser “reconvertido”. Son cada una de las instituciones de
formación docente las que deben acreditar a
través de sus proyectos y la titulación de sus
docentes. Mientras que la reforma articula su
discurso en torno al proyecto institucional y al
trabajo colectivo, la capacitación es definida
desde las instancias centrales, sin participación
de los docentes y está generalmente dirigida
al docente en forma aislada.
Las perspectivas que acentúan el valor del conocimiento del profesor resaltan su papel como
constructor de conocimientos y significados
entendiendo que posee saberes que no pueden derivar de la investigación educativa. Sin
embargo, distintos programas de investigación
en educación han puesto de manifiesto que dos
tipos de conocimientos son necesarios para las
prácticas. El inmediato, utilizado cotidianamente y las construcciones conceptuales más generales y formalizadas. En este sentido, se
puede decir que hay diferentes conocedores y
diferentes objetos conocidos en el estudio de
la enseñanza. Investigadores y profesores,
desde posiciones e intencionalidades diferentes generan conocimiento a su vez diferente.
El conocimiento académico constituye un instrumento de reflexión cuando se integra, no
como información fragmentaria sino como parte
de los esquemas de pensamiento que activa la
personalidad al interpretar la realidad concreta en la que vive y sobre la que actúa. Es justamente a través de la dimensión reflexiva, que
el profesor deja de ser un mediador pasivo entre
la teoría y la práctica, para convertirse en un
mediador activo que reconstruye críticamente
sus propias teorías.
III. VISIONES DE LA ENSEÑANZA
Y LA PROFESIÓN
Mc Ewan plantea la necesidad de desarrollar
nuevas líneas de pensamiento acerca de la
enseñanza. Él advierte que la reflexión debiera
asumir nuevas metas ligadas a explorar la
multitud de formas en que es posible entender
la enseñanza, y no tanto a definir este objeto
de un modo esencial y ahistórico. De este modo,
sostiene que “… el concepto de enseñanza está
informado por las diversas prácticas a las que
los maestros se dedican públicamente” (E.
1999). Un giro de este tipo posibilitará, en la
visión del autor, nuevas articulaciones entre la
teorización acerca de la enseñanza, el estudio
empírico de la disciplina y las prácticas de los
68 REV IISE
maestros. Se puede decir que no sólo la enseñanza es una acción situada –lo que implica
plantear la singularidad de los contextos de
enseñanza de la que hablamos- sino que es
desarrollada por sujetos también singulares,
cuyas ideas, experiencias previas, motivaciones y contextos de trabajo permiten desplegar
variadas formas de acción. La posibilidad de
hablar de “formas” o “modalidades” de enseñanza se vincula con ello, pero también con el
carácter complejo de la tarea.
Sobre el concepto de modelos profesionales.
Etimológicamente, remite a las voces hispanas
de “modulus” y “modus” que significan “molde”
y “manera, modo y moda”, respectivamente. Los
“modelos profesionales” son como conjunto de
disposiciones relativamente estables en los
modos de actuar, pensar y sentir la actividad
profesional. Tales disposiciones se articulan en
configuraciones de rasgos que definen el “ser” y
el “deber ser” profesional, en determinado momento de la evolución de la profesión como campo. Siguiendo los aportes de Bourdieu cabe considerar que tales modelos expresan el producto
de un proceso de acumulación de saberes que
representan el legado de una herencia incorporada como capital cultural. … “Las relación entre modelos profesionales afines o en pugna
puede ser interpretada en función del movimiento de fuerzas que, diferentes grupos e instituciones mantienen por la monopolización de espacios privilegiados en cuanto a la distribución
del poder material y simbólico dentro del campo profesional mismo”.
El mapa de las variables relativas a los procesos de enseñanza y de los problemas se complejiza cada vez más, convirtiéndose, a veces,
en fuente de confusión y de parálisis. A la metáfora del artesano y del técnico, se antepusieron nuevas metáforas provenientes de una
combinación entre las demandas del desempeño profesional en el contexto de las políticas
de descentralización con las demandas generadas por el propio discurso pedagógico, didáctico y curricular; profesional reflexivo, docente investigador, el docente como mediador
en los procesos de aprendizaje del alumno, la
enseñanza como un oficio moral (Tom, 1980) o
como una empresa artística (Woods, 1998).
Ellas proveen imágenes, principios normativos
y patrones generales de acción que se le presentan al profesor en su interacción con su comunidad profesional.
La enseñanza y las visiones acerca de ella, se
complican además, porque han cambiado sustancialmente las condiciones de la escolarización y las demandas a la escuela. Poblaciones
de estudiantes cada vez más diversas, deseos
de más educación, la necesidad de educar con
cierto grado de economía, conocimiento en
constante expansión y prácticas sociales y cul-
turales cambiantes hacen que la enseñanza
bajo las condiciones de la moderna escolarización sea mucho más compleja de lo que era..
Si a eso le añadimos los complicados marcos
que devienen de la aplicación de determinadas
políticas relativas al currículo y la evaluación
de los sistemas educativos, el panorama termina de configurarse a veces con contornos
altamente críticos.
El impacto que en las prácticas de enseñanza
ha tenido esta mudanza de ideas y de los mundos simbólicos posibles acerca de la tarea de
maestros y profesores conduce a la, pregunta
acerca de si cambio o si algo mejoró esta tarea? Sobre el cambio, es sí, sobre si mejoró es
materia opinable, ya que sólo es posible responderla desde criterios o parámetros o de
combinaciones de ellos, ligados a lo que entendemos por buena enseñanza-.
Siguiendo los aportes de Bourdieu (1986) entendemos que los saberes incorporados durante
el proceso de socialización profesional constituyen una porción del capital cultural acumulado a lo largo de la historia de la profesión.
Utilizamos el término “dimensión institucional
del comportamiento profesional” para designar a este conjunto de saberes (en su carácter
de normas y significados) que operan desde la
singularidad de cada sujeto, generando cierta
convergencia en los discursos y las acciones
bajo la extrema diversidad que pueda presentar el estilo de desempeño de cada profesional
en su situación particular de trabajo.
Este conjunto de saberes intervienen en el
modo de operar del pensamiento práctico. Términos tales como “saberes en uso” (Malgive,
1991); “teorías en uso” (Schon, 1978); “conocimiento de sentido común” (Berger y Luckmann, 1968); “conocimiento a mano” (Schutz
y Luckmann, 1973). Schon (1992) plantea que
se pueden discriminar tres niveles en los que
interviene los saberes: 1) la acción profesional
misma; 2) la reflexión en la acción y 3) la reflexión “sobre” la acción.
El conjunto de saberes constituyen contenidos
básicos del proceso de socialización profesional que comienza a desarrollarse desde la misma formación de grado y que luego continúa
desplegándose a lo largo de toda la trayectoria
profesional del sujeto. Estos saberes institucionalizados en los contextos de formación y
desempeño profesional proveen las bases de
un “aparato legitimador” que posibilita otorgar
“validez cognoscitiva” al modo como cada profesional actúa y piensa los hechos y resultados
de su propia práctica, dando lugar a distintos
estilos de prácticas. Entre el modelo profesional (abstracto e ideal) y el estilo de desempeño (concreto y singular) existe un nivel intermedio cuyo análisis resulta indispensable.
En suma, la Práctica profesional de formación,
da lugar a una subunidad organizativa y pedagógica con características idiosincrásicas que la
diferencian del resto de las asignaturas que componen el plan de estudios de la carrera, la que
presenta los siguientes rasgos invariantes, de
acuerdo con lo planteado por Marcela Andreozzi5
: a) poseen una finalidad específica que imprime cierta direccionalidad y sentido a las actividades que en ellas se ofrecen; b) promover
aprendizajes vinculados con la habilitación instrumental, social y emocional para el desempeño de roles profesionales particulares; c) el entrenamiento “en servicio” ofrece, desde el plano de lo real, la posibilidad de tomar contacto
directo con el mundo del trabajo; d) el plano de
lo simbólico, adquieren para los sujetos el significado de un escenario desde el cual desarrollar una experiencia de naturaleza “iniciática”;
e) en lo que respecta a su inserción institucional, el ciclo de práctica profesional presenta un
rasgo que le es propio, y que en muchas oportunidades opera como una fuente de tensión
específica y f) en cuanto a los rasgos del encuadre que las caracteriza, hemos planteado que
las prácticas se diferencian substantivamente
de cualquier otra situación de formación en los
siguientes aspectos: 1) el espacio y el tiempo;
2) la tarea del practicante en actividades de rutina; actividades inherentes al servicio profesional que se presta; actividades de apoyo y
actividades de apoyo y asistencia técnica; 3)
recursos e instrumentos de trabajo.
A modo de síntesis, los saberes utilizados en
la acción profesional misma, así como también
aquellos que se ponen en juego en la reflexión
in situ y a posteriori, constituyen la “materia
prima” con que opera el pensamiento práctico.
De este modo, la instancia de práctica opera
como un espacio de transición en el que el estudiante ratifica, renueva o revoca una serie
de acuerdos sobre los rasgos que caracterizan
al “ser” y al “deber ser” profesional. El pasaje
por la experiencia de práctica “marca” y en algún sentido “inaugura” la trayectoria profesional de cada sujeto.
Precisamente, de esto se trata el planteo: los
actuales sujetos y sus “marcas sociales” se
evidencian en los modos de operar como futuros profesores —hoy alumnos—. Los tiempos y
espacios son asumidos con laxitud, el sentido
de responsabilidad y compromiso se manifiestan con tal displicencia que distan de una for-
5 Andreozzi, Marcela “El impacto formativo de la práctica”. Avances de investigación Revista IICE. Año V. Nº 9. 10/96.
pag. 23
REV IISE 69
mación profesional pertinente. Desde lo institucional, la dificultad que encuentra el practicante es hacer que su práctica se inserte como
totalidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en tanto aparece como un momento en
el tiempo, como un “compartimiento estanco”.
Además, la formación disciplinar del practicante, con gran peso teórico, asienta la preocupación en “cómo hacer para “transmitir” —bajo
el supuesto de que conoce el “qué”— un conocimiento ajeno a unos destinatarios que, aun
en un tiempo generacional próximo, rondan
también por carriles fuertemente alejados del
interés por el conocimiento. La Práctica aparece entonces, como una acción estéril.
REFLEXIONES FINALES
La modernidad se comprendía estéticamente
como una época de proyectos que querían obligarnos a ser felices: debíamos ser seres ilustrados, al punto de llegar a ser esencias pensantes, sujetos autónomos y ciudadanos mayores
de edad….sin embargo, cien años de modernidad han demostrado lo siguiente: se trataba de
sobreexigencias y de ofrecimientos impuestos
de felicidad. …y a cambio de este enorme alivio,
la posmodernidad exige con mucho gusto un
precio: para ella no hay futuro que se pueda
anticipar. No es otra cosa que la deconstrucción
aliviada de aquello que dejó detrás de sí. O para
decirlo con un concepto de los constructivistas
estadounidenses: la posmodernidad es la redescription de la modernidad.6
Con la presión actual de las nuevas tecnologías informáticas, se tiende a interpretar todos los problemas como problemas de ignorancia. Sin embargo, las cuestiones de sentido
y los problemas de orientación no se pueden
resolver con información. El problema no es la
ignorancia, sino la confusión. Y en situaciones
confusas se verifica que cuanta más información hay, mayor es la inseguridad y menor la
aceptación. Así, el mundo moderno nos obliga
a compensar la ignorancia con confianza. Los
sociólogos lo llaman absorción de la inseguridad. Evidentemente, la medida del progreso
de la civilización no es aquello que piensan los
hombres, sino lo que se ahorran de pensar.
La desaparición del sentido de la historia, el
modo en que todo nuestro sistema social contemporáneo empezó a perder poco a poco su
capacidad de retener su propio pasado y a vivir en un presente perpetuo y un cambio permanente que anula tradiciones y saberes socialmente significativos, obliga a rescatar la
función informativa, para ayudarnos a actuar
sobre nuestra amnesia histórica.
Las características de las prácticas objeto de
análisis, significadas como prácticas sociales
históricamente determinadas, recuperan en el
marco de esta propuesta los aportes de la perspectiva socio-antropológica en investigación
educativa, con especial énfasis en las siguientes cuestiones: la recuperación de la categoría
vida cotidiana; la dialéctica permanente teoría-empiria en el proceso de indagación; los
recaudos propios de los abordajes cualitativos
(enfoque progresivo, flexibilidad y pluralismo
metodológico, la particular relación descripción
e interpretación, la exigencia de validación en
las diferentes instancias y por tanto la necesidad de triangulación permanente, la convicción
de que no se trata de realizar generalizaciones sino preservar diferencias y descubrir recurrencias). En suma, se trata de lograr la
mayor comprensión posible, sin intención de
explicaciones totalizantes.
La investigación producida por Gloria Edelstein
y equipo, postula que una mejora en las prácticas de enseñanza cotidianas, se rige por una
temporalidad diferente, pospone la intervención
hasta lograr el mayor nivel de comprensión posible. El centro de preocupación ronda, en consecuencia, en el hecho de que “en tanto las prácticas pedagógicas actualizan ciertas selecciones
de elementos propios de la estructura representacional que el sujeto porta, un cambio de
las prácticas exige una modificación concomitante de las representaciones de la formación”.7
BIBLIOGRAFIA
ANDREOZZI, Marcela (1996) “El impacto formativo de la práctica”. Avances de investigación Revista IICE.
Año V. Nº 9. 10/96.
BOLZ, Norbert. “Más allá de las grandes teorías: el happy end de la historia”. s/d.
ETCHEVERRY, Guillermo J. (2007) La tragedia educativa. Edit. Fondo de cultura Económica. Argentina.
LITWIN, Edith y MAGGIO, Marina (2006) “La formación docente en perspectiva”. En Revista IICE. N°
24. 9/ 2006
MASTACHE, Anahí V. (2003) “La práctica pedagógica como actualización de las representaciones de la
formación:¿experiencia o repetición?” en Revista del IICE Año XI N° 21. 9/2003.
6 BOLZ, Norbert “Más allá de las grandes teorías: el happy end de la historia”(179-190)
70 REV IISE
UN CAMPO EN DISPUTA: LA POLÍTICA SOCIAL FOCALIZADA
EN UNAMBIENTE DESERTIFICADO.
EL CASO DEL PLAN MANOS A LA OBRA
MORENO, WALTER DANIEL1
RESUMEN
PALABRAS CLAVES:
La ponencia que se presenta es el resultado
parcial de una investigación en curso desarrollada en el marco de las Becas de Investigación
de la UNSJ, beca vinculada al Proyecto “La desertificación en Valle Fértil. Monitoreo del proceso en el Gran Bajo Oriental “, desarrollado
en el IISE, FACSO, UNSJ.
Políticas sociales, pobreza, desertificación, teoría del campo
El objetivo de la ponencia es presentar el análisis de una de las manifestaciones del campo
de la política social asistencial focalizada. Específicamente se estudia el denominado Plan
Nacional de Desarrollo Local y Economía Social
“Manos a la Obra” aplicado en el Departamento Valle Fértil, Provincia de San Juan. Dicho plan
tiene como propósito la construcción de una
estrategia social que tienda a mejorar la calidad de vida de las familias y, generar por ende,
condiciones contextuales para lograr un desarrollo social y económicamente sustentable. El
propósito es conocer y conceptualizar el campo de las políticas sociales asistenciales y lo
que allí está en juego.
La investigación tiene un carácter descriptivocomprensivo y asume la estrategia metodológica del estudio de caso, por cuanto se busca
comprender la acción del Estado para mitigar
la pobreza en el Departamento Valle Fértil, San
Juan durante el periodo 2008-2010.
Además se recupera, dada su relevancia y utilidad, la teoría del campo de Bourdieu para el análisis de la aplicación de políticas sociales destinadas a mitigar la pobreza, tanto en sus aspectos
teóricos como operativos, en relación a los capitales que están en juego en el caso estudiado.
Detrás de cada estilo de política pública existe
siempre una determinada perspectiva teórica,
es decir, un modo específico de ver las cosas;
por ello interesa explicitar la conceptualización
de pobreza, atendiendo que la población objetivo de las políticas sociales terminan siendo
los “pobres”.
ABSTRACT
The work presented is part of an investigation in
curse developed under research grants of the
National University of San Juan. This grant is vinculated to the research project called “The Desertification in Valle Fértil. Process monitoring in the
Greater Lower East”, developed in the Socio-economics Research Institute (IISE), FACSO, UNSJ.
The objective is analyze one of the manifestations of the social policy field focused care.
Specifically, discussed the national development
plan, called ”Local and social economy” aplicated in Valle Fértil, San Juan, Argentina. This
plan aims to build a social strategy that tends
to improve the quality of life for families and
generate therefore contextual conditions for a
socially and economically sustainable development. For that reason pretending to know and
conceptualize the field of social welfare policies and what is at stake here.
The research is descriptive, comprehensive and
assumes methodological strategy case study,
since it aims at understanding the state action
to alleviate poverty in the Valle Fértil department, San Juan in the period 2008-2010.
Also recovered, given its importance and usefulness, Bourdieu’s field theory for the analysis
of social policies aimed at poverty alleviation, in
his theoretical and operational aspects in relation to the capitals at stake in the case studied.
Behind of every stile of public policy there is
always a certain theoretical perspective, a specific way of seeing things; therefore interested
explicit conceptualization of poverty, serving the
target population of social policies end up being “the poors”.
KEY WORDS:
Social politics, poverty, decertification, field
theory.
1 [email protected], [email protected]. Instituto de Investigaciones Socio Económicas, Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Juan.
REV IISE 71
INTRODUCCIÓN
Toda política social constituye un campo en disputa, no solo en la elaboración del diseño (selección de criterios, definición de beneficiarios,
población objetivo etc.) sino también a nivel
local, esto es entre los que movilizan sus propios recursos e intereses para acceder al programa, a veces contrapuestos con la dirigencia
municipal y las estrategias político- clientelares de quienes administran esos recursos.
Para ello, desde el enfoque teórico de Bourdieu, se analizarán las políticas sociales, y en
este caso particular el Plan Manos a la Obra.
La ponencia procura acercarse a los postulados de Bourdieu y se divide en seis secciones:
1. La Sección I contiene una breve Caracterización de Valle Fértil, escenario de la política analizada y una
descripción de la estrategia metodológica
2. En la Sección II se conceptualiza
Ambiente, desertificación y pobreza, dada la complejidad que reviste cada noción
3. La Sección III plantea un acercamiento conceptual al campo de las
políticas sociales y de los intereses
específicos que están en juego
4. En la Sección IV denominada Las
Políticas sociales: escenario e intereses en juego, se presenta el
contexto donde se llevan a cabo, así
como las razones que les dan origen
y cual es la connotación ideológica que
las sustenta, así como que intereses
están en juego.
5. En la Sección V, se presenta El campo de la política social: Manos a
la Obra: se intenta dar algunas consideraciones de esta política focalizada, a la vez que se pretende comprender la lógica de y los intereses
en ella puestos en juego.
6. Por último en la Sección VI se plantean algunas consideraciones finales quedando como cuestión, seguir
debatiendo y repensando la realidad
de los beneficiarios de la política social en Valle Fértil.
I. CARACTERIZACIÓN
DEL DEPARTAMENTO VALLE FÉRTIL
El Departamento Valle Fértil se encuentra emplazado en el noreste de la provincia de San
Juan, a 260 kilómetros de la ciudad de San Juan.
Tiene una superficie aproximada de 6.419 km²
y sus límites son:
Ø Al norte con el departamento Jáchal
Ø Al sur con el departamento Caucete
Ø Al oeste con ambos departamentos
Ø Al este con la provincia de La Rioja
El Departamento de Valle Fértil tiene una población de 6.864 habitantes según el censo
realizado por INDEC en el año 2001. En base a
ello y según la clasificación de municipios de
nuestra Constitución Provincial es lo que se
denomina un “municipio de tercera categoría”.
“Es un área con un marcado proceso de Desertificación, evidenciado por la pérdida de productividad del sistema natural físico - biológico, registrada a través de la pérdida de productividad de los suelos, disminución de especies forrajeras y perennes, pérdida de cobertura vegetal, pérdida de riqueza biológica, introducción de especies exóticas, etc., con el
consecuente deterioro en las condiciones de
vida del hombre.
Acompañando la degradación del medio natural
físico-biológico, las condiciones de vida del
poblador se han visto seriamente afectadas. La
estructura productiva ha sido altamente impactada, con el consecuente efecto en las condiciones de vida de esta sociedad, que acusa niveles
relevantes de pobreza y éxodo poblacional. En
tal sentido, la caracterización socioeconómica
desde algunos indicadores clásicos muestra una
depresión absoluta y relativa del Departamento
Valle Fértil, dado el deterioro que opera históricamente en él y las diferencias que presenta en
relación con la provincia.
Este es uno de los departamentos que menos
población aporta al total provincial. Otro indicador significativo del deterioro social es el
porcentaje de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) en base a éste, se puede afirmar que la situación de pobreza en el
departamento es mucha mas grave que en la
provincia. En un análisis mas desagregado al
interior del índice de NBI, puede observarse
que las situaciones más críticas se presentan
en relación a capacidad de subsistencia y vivienda.
Relacionado a la capacidad de subsistencia, los
datos muestran una elevada proporción de jefes de hogar con bajos niveles educativos que
condicionan desfavorablemente, en términos de
estabilidad y nivel de ingresos, su inserción laboral; a lo que se agrega la situación de quienes además habitan viviendas deficitarias.”2
El abordaje metodológico del objeto de estudio se encuadra en un diseño descriptivo
2 GARCÍA, Z. et al.1996. “La Desertificación en el Gran Bajo Oriental. Estado de Situación y Propuestas. U.N.S.J.
Aspectos socioeconómicos. Informe Inédito.
72 REV IISE
comprensivo que apela a la convergencia de
métodos cuantitativos y cualitativos en relación a fuentes de datos y técnicas: análisis estadístico, análisis documental, entrevistas en
profundidad.
La investigación asume la estrategia metodológica del estudio de caso, por cuanto se busca
comprender la acción del Estado para mitigar
la pobreza en el Departamento Valle Fértil,
(mediante una política social focalizada) y los
aportes de la teoría del campo Bourdieu para
leer este fenómeno.
Se trabaja con fuentes de datos primarias y
secundarias.
II. AMBIENTE, DESERTIFICACIÓN
Y POBREZA
Lo que hoy se conoce como cuestión o temática ambiental resulta de la con­vergencia de
situaciones resultantes de la modalidad de uso
de los recursos naturales y de la aparición de
problemas de naturaleza diversa —como la
contaminación en todas sus manifestaciones—
generados por el modo de relacionarse de las
sociedades con el medio natural.
Antes, el “Ambiente” no existía, es decir, se
hablaba de naturaleza, medio natural o entorno natural. El concepto de Ambiente aparece
como expresión de una problemática contemporánea, anteriormente desconocida, y como
tal, comienza a extenderse. (Leal, 1988 en
Henriquez, G. 2000).
Entendemos por Ambiente al “ámbito biofísico
natural y sus sucesivas transformaciones artificiales así como su des­pliegue espacial” (teniendo en cuenta que) “se trata específicamente
de la energía solar, el agua y la tierra —flora,
fauna, minerales— . El ambiente es un sistema, una totalidad integrada que opera en función del conjunto de las relaciones entre sus
elementos como un todo, y donde la contribución de cada elemento o subsistema afecta al
funcionamiento de la totalidad (Ceretti, G, García Z. 2000).
El concepto de Ambiente, por tanto, no puede
entenderse si no se lo relaciona al proceso de
desarrollo, esto es, a la forma en que las distintas sociedades se apropian de la naturaleza
(Gross, 1992). La incorporación del supuesto
de la determinación social de la problemática
ambiental es un aporte de las Ciencias Sociales, y parte del supuesto de que el “Ambiente” es una construcción humana y por tanto
social.
Construcción que se configura en la
relación entre el hombre y su medio, y de la
cual es producto la definición de “naturaleza”.
(Henriquez: 2000)
Los primeros aportes que se realizaron sobre
la temática ambiental provenían de las Cien-
cias Naturales, y más específicamente de la
Ecología, con lo cual el término era tratado de
manera unidimensional, circunscribiéndolo a los
aspectos naturales, y desconectado de lo social y lo cultural. Son estos los enfoques que
definen lo ambiental como “contaminación” en
cualquiera de sus formas.
Esta totalidad compleja está conformada por
dos dimensiones: una natural y otra social, vinculadas a través de las actividades (productivas) y encuadradas en un estilo de desarrollo
que define el modo de relacionamiento de ambas. Cabe aclarar que como para todo concepto complejo, abordar al ambiente requiere la
consideración de la imbricada relación de las
partes con el todo y viceversa.
Por otro lado, se define a la Desertificación
como la expresión general de los procesos
económicos y sociales, así como los naturales
indu­cidos, que destruyen el equilibrio del suelo, vegetación, fauna, aire y agua en las áreas
sujetas a aridez edáfica y climática. El deterioro continuo origina la disminución o destrucción de las condiciones de vida y la expansión de los desiertos (Horst Menshing,
1989).
Esto nos lleva al concepto de pobreza como
expresión de ese deterioro. La pobreza nos
impone acercarnos en primera instancia a las
diversas formas de comprenderla y estudiarla. Ella puede ser vista como una forma dual
de privación: privación de las necesidades básicas, y privación de aquellos elementos que
permitirían satisfacer las necesidades, privación que fue asociada convencionalmente con
algunas de las consecuencias más visibles y
comunes producidas por el poder de compra
familiar, pero su sentido se ha extendido a
formas más intangibles de privación, asilamiento social, vulnerabilidad en tiempos de
crisis y relaciones de dependencia. (Rotondi,
2000).
La realidad configura variantes especiales y
espaciales que se orientan en dirección del
supuesto de que es necesario ahondar las formas en que entendemos la pobreza. Ciertamente si, ella es heterogénea y ya no alcanza para calificarla con un solo adjetivo- estructural, nueva- es necesario precisar los
niveles de observación de la misma, para que
nos permitan entenderla mejor y , simultáneamente, expliquen su relación -articulación
o divorcio- con la sociedad global. (Feijoo,
2003)
Pobreza es una categoría fundamentalmente
descriptiva: “pobre es aquel que en comparación con otros individuos de su sociedad alcanza, de una serie de rasgos tomados como categorizadores, los más bajos niveles”. (Jaume,
1989 citado por Gutierrez, A. 2005)
REV IISE 73
En general, las diferentes posiciones reconocen que la pobreza se identifica con nociones
tales como la de privación, de ausencia, de
carencia, pero los desacuerdos son importantes cuando se pretende precisar cuáles son los
elementos que autorizan a identificar un determinado estado de situación como de “pobreza”, o cuando se distingue entre la mera
posesión de esos elementos y las efectivas
posibilidades y aptitudes para hacer un uso
conveniente de ellos, o cuando se pretenden
definir las relaciones de distribución que explican las situaciones de pobreza y riqueza.
(Gutierrez, A op. cit)
III. EL CAMPO INTERESES ESPECÍFICOS
QUE ESTÁN EN JUEGO: ACERCAMIENTO
CONCEPTUAL
Vasilachis (2003) propone una definición relacional de las situaciones de pobreza y concluye en que las personas pobres son aquellas que se ven sometidas a un entramado de
relaciones de privación de múltiples bienes
materiales, simbólicos, espirituales y de trascendencia, imprescindibles para el desarrollo autónomo de su identidad esencial y existencial.
Un campo, dice Bourdieu, se define entre otras
formas precisando aquello que está en juego y
los intereses específicos, que son irreductibles
a lo que se encuentra en juego en otros campos o a sus intereses propios. Para que funcione un campo, es necesario que haya algo en
juego y gente dispuesta a jugar, que esté dotada de los habitus que implican el conocimiento
y reconocimiento de las leyes inmanentes al
juego, de lo que está en juego (Bourdieu,
1990).
Por ello, es necesario resaltar que quienes analizan la pobreza deben reflexionar, entonces,
acerca de cuanto contribuyen con sus aportes
al sostenimiento o modificación de esas situaciones de pobreza y acerca de cuantas de sus
acciones se constituyen en acciones de privación cuando hacen uso de su poder de definir,
categorizar, explicar, interpretar. Así como las
definiciones metafóricas de la pobreza (adentro/afuera, centro/periferia, arriba/ abajo) podrían ser útiles para cuantificar el fenómeno,
una definición relacional es imprescindible para
determinar los responsables del mismo, a quienes lo han producido, lo promueven y/o lo conservan, a quienes se benefician con su subsistencia.
Retomando el concepto de desertificación, éste
es un proceso que pasa por diversas fases
hasta llegar a una situación irreversible. El impacto que el hombre produce sobre estos sistemas am­bientales permite visualizar situaciones distintas: por un lado, la producida por
la demanda del poblador del área a través del
tiempo en su lugar de asentamiento, en función de sus necesida­des; por otro, la ocasionada por la demanda desde afuera del sistema de ciertos y determinados recursos tales como productos forestales, faunísticos,
mineros, etc. (Márquez, Murúa, et. al. 1992).
Por tanto la desertificación es un hecho humano con conse­cuencias en el ambiente, pero
fundamentalmente con el hombre como agente y víctima de esta situación. (Abraham de
Vázquez, 1984).
Tomando la perspectiva de Bourdieu resulta útil,
a los fines de esta ponencia, mencionar algunos conceptos que posibiliten una comprensión
de las prácticas sociales y los intereses en juego en el campo donde se diseñan y ejecutan
las políticas sociales. Uno podría pensar, a groso modo, que el campo donde se ponen en juego determinados intereses es el Estado: en él
es donde se define y discuten perfil, población,
alcance etc. de los posibles beneficiarios de las
políticas sociales.
Cada campo define y activa una forma específica de interés, además ese interés específico
implícito en la participación en el juego se diferencia de acuerdo con la posición ocupada en
el juego y según la trayectoria que conduce a
cada participante a esa posición (Bourdieu,
1995)
En ese sentido, es importante mencionar que
el principio a partir del cual se distinguen los
campos es el tipo de capital que esta en juego.
Un capital sólo existe y funciona en relación
con un campo: confiere un poder sobre el campo, sobre los instrumentos materializados o
incorporados de producción o reproducción,
cuya distribución constituye la estructura misma del campo (Bourdieu y Wacquant,1995)
En términos generales, capital puede definirse
como conjunto de bienes acumulados que se
producen, se distribuyen, se consumen, se invierten, se pierden. Bourdieu3 libera a este concepto de la sola connotación económica y lo
extiende a cualquier tipo de bien susceptible
de acumulación, y para ello distingue además
del capital económico, el capital cultural, capital simbólico, y capital social.
La institución escolar contribuye a reproducir
la distribución del capital cultural y, con ello la
estructura del espacio social (Bourdieu, 2007a)
El capital cultural esta ligado a conocimientos,
ciencia, arte, y puede existir bajo tres formas,
3 Para una primera aproximación de la perspectiva de Bourdieu ver Gutiérrez, Alicia (1995) Pierre Bourdieu, Las Practicas
Sociales, Córdoba, CATEDRA.
74 REV IISE
en estado incorporado, en estado objetivado,
y en estado institucionalizado
La noción de capital simbólico, alude a la posesión de ciertos bienes no estrictamente económicos, como el honor, prestigio salvación, relaciones, conocimientos, en otros palabras es
la sumatoria de las combinaciones de los demás capitales.
El “capital social esta constituido por la totalidad de recursos potenciales o actuales asociados a la posesión de una red duradera de relaciones mas o menos institucionalizada de conocimientos y reconocimientos mutuos. Expresado de otra forma, se trata aquí de la totalidad de recursos basados en la pertenencia a
un grupo” (Bourdieu, 2000) En la práctica las
relaciones de capital social solo pueden existir
sobre las bases de relaciones de intercambio
materiales o y/o simbólicos y contribuyendo
además a su mantenimiento, pueden ser institucionalizada y garantizadas socialmente.
Asimismo el volumen de capital social poseído
de un individuo dependerá tanto de la extensión de la red de conexiones que este efectivamente pueda movilizar, en efecto el capital social no es nunca totalmente independiente del
capital económico y cultural de un individuo
determinado.
La existencia de una red de relaciones no es un
fenómeno natural ni social que sea establecido, de una vez y para siempre, son estrategias
individuales y colectivas de inversión, consciente o inconscientemente dirigidas a establecer
y mantener relaciones sociales que prometan,
más tarde o más temprano, un provecho inmediato.
En otros términos esa inversión implica, gasto
de tiempo y energía (hacer llamadas telefónicas, saludando a una persona en su cumpleaños) hacer favores, asimismo directa e indirectamente es un gasto de capital económico.
En este mismo sentido, siguiendo la perspectiva de Bourdieu, Alicia Gutiérrez (2005) entiende, como eje central de su tesis, que la noción
de red social está estrechamente ligado a la de
capital social. Este es sólo uno de los tipos de
recursos utilizables por las familias para crear
y poner en marcha distintos tipos de prácticas,
que les permitan hacer frente a sus necesidades cotidianas y de reproducción social.
El capital social esta ligado a un círculo de relaciones estables que son el producto de “estrategias de inversión social consciente o inconscientemente orientadas hacia la institución
o reproducción de relaciones sociales directamente utilizables, a corto o a largo plazo” (Bourdieu,1980; citado por Gutiérrez A. 2005). En
otras palabras, sería el conjunto de relaciones
sociales que un agente puede movilizar en un
momento determinado, que le pueden proporcionar un mayor rendimiento del resto de su
patrimonio (los demás capitales, económicos
y cultural especialmente). Además, son también una fuente de poder, y por ello constituyen “algo que está en juego”, que se intenta
acumular y por lo que se esta dispuesto a luchar.
El capital social es, por otra parte, como todo
capital, un poder que exige inversiones permanentes, en tiempo, en esfuerzo, en otros
capitales, y que pueden aumentar o disminuir,
mejorando o empeorando las chances de quien
lo posea. Se fundamenta pues, en lazos permanentes y útiles, que se sostienen en intercambios, a la vez, materiales y simbólicos.
Precisando un poco más el concepto, es necesario tener en cuenta que lo que se “moviliza”
no son estrictamente “personas” sino los capitales y recursos de los cuales están dotados
esas personas: se ponen en marcha mecanismos que mueven poder, asociados a posiciones que ocupan agentes determinados, posiciones que tienen propiedades independientes
de los individuos que las ocupan.
IV. LAS POLÍTICAS SOCIALES: ESCENARIO
E INTERESES EN JUEGO
Hablar de políticas sociales implica ubicarlas
principalmente en el contexto donde se llevan
a cabo, así como conocer las razones que les
dan origen y cual es la connotación ideológica
que las sustenta, a la vez que dilucidar el campo en el que se desarrollan las luchas y los
diferentes intereses que están en juego.
A mediados de la década del cuarenta, con el
acceso del peronismo al poder político, concluyó
lo que puede considerarse la etapa “embrionaria” en el desarrollo de la política social en argentina. A partir de entonces se inicia una experiencia que sienta las bases del particular modelo de estado de bienestar de posguerra que caracterizó al país hasta la década del ochenta.
El peronismo construyó un sistema político
basado en la relación paternalista y clientelista
entre el estado y la sociedad, que se sostenía
fundamentalmente en la interacción entre el
poder político y los representantes de las asociaciones profesionales, cuya dirigencia a su vez
participaba activamente en la gestión de políticas públicas ( Lo Vuolo et al, 1998: 119).
La crisis del modelo neoliberal instalado en 1976
por la dictadura militar, estalló en argentina a
fines del 2001. El proceso de reforma estructural llevado a cabo por Carlos Menem, acentuó las desigualdades sociales y económicas
de gran parte de la población, aumentando a
niveles sin precedentes en la desocupación, la
pobreza y la marginalidad social.
REV IISE 75
En nuestro país, las consecuencias de la apertura económica indiscriminada, la privatización
de los servicios públicos y del sistema jubilatorio, y la descentralización de funciones básicas
como la educación y la salud, implicaron un
cambio radical en el mapa social del país
(Thwaites Rey 2004).
En este contexto, Lo Vuolo R. y otros (1999)
plantean que las políticas que hoy se presentan como de “lucha” contra la pobreza son tan
pobres como las personas hacia quienes se dirigen. En realidad son políticas “de” la pobreza, que no buscan la superación del problema
sino encerrado en un espacio social delimitado
y codificado de forma tal de ampliar los márgenes de tolerancia social y evitar así que se
altere el normal funcionamiento de la parte
“sana” de la sociedad. El uso creciente de recursos para capacitar en el uso de las técnicas
de “gerencia” de los pobres es un dato llamativo de estos modos de regulación: cada vez es
más necesario contar con personal especializado e instrumentos adecuados para administrar estos conflictos “departamentos” de la
empresa social.
Sin embargo, el Estado provee el marco institucional y formula las políticas sociales. En la
ejecución de las políticas cumple tres tipos de
funciones: reguladora, financiera y de compra
de servicios, y también proveedora y productora de servicios. (Sojo, A.1999)
En este sentido Lo Vuolo y Barbeito (1999, op.
cit.) afirman que en argentina, las políticas de
asistencia y promoción social se definieron tradicionalmente por su carácter residual: fueron
aquellos programas y acciones sociales que no
forman parte de las políticas más sistemáticas
y organizadas. El carácter residual de las políticas asistenciales y promocionales se comprueba también por la escasa magnitud de los recursos que movilizan. El conjunto de políticas
consideradas como asistenciales fue siempre
desestructurado y discontinuo.
Danani (2004) define a las políticas sociales
como aquellas específicas intervenciones sociales del estado que se orientan (en el sentido
que producen y moldean) directamente a las
condiciones de vida y de reproducción de la
vida de distintos sectores y grupos sociales, y
que lo hacen operando especialmente en el
momento de la distribución secundaria del ingreso… en las políticas sociales se expresan y
se construyen, simultáneamente, los modos de
vida y las condiciones de reproducción de la
vida de una sociedad.
Sin embargo, Grassi (2003) analiza la política
social de asistencia a la pobreza, concretamente, aquella expresada en planes y programas
cuya finalidad principal explicita es el socorro a
los grupos y sectores de la población trabaja-
76 REV IISE
dora que desenvuelven su vida en condiciones
de carencia de recursos y de ingresos básicos
para satisfacer sus necesidades de sobrevivencia.
Las políticas sociales tradicionalmente llamadas asistenciales, es decir, definidas por la población a la que van dirigidas mas que por la
necesidad que tienden a satisfacer, son particularmente resistentes al cambio. Es en este
dominio del Estado donde tienden a perdurar
con mas fuerzas antiguas tradiciones que hunden sus raíces en las practicas caritativas o de
beneficencia. Este déficit de racionalidad explica para algunos el fracaso o bien los efectos
contrarios que muchas veces se alcanzan con
determinados programas de acción social contra la pobreza (Siber, S., 1981 citado por Fanfani, T 1997)
Las políticas sociales focalizadas son políticas
asistencialistas apoyadas en una concepción de
la sociedad típicamente liberal, esto es, una
concepción que entiende a la sociedad como
una simple agregación de individuos. El “asistencialismo”, es un tipo de política dirigido a
paliar alguna necesidad social con un modo de
intervención que produce y reproduce una relación social de dominación, a través, fundamentalmente, de la implantación de una cultura de dependencia de los “asistidos”. (Caruso,
P 2003).
Para finalizar, los conceptos sintéticamente
desarrollados merecen una revisión más profunda que den cuenta de la relación existente
entre ambas categorías, como así también una
mirada crítica de cómo se aplican y qué impacto tienen en la realidad concreta.
V. EL CAMPO DE LA POLÍTICA SOCIAL:
MANOS A LA OBRA
Si bien es cierto, los síntomas más notable de
la crisis del modelo neoliberal estalla en el
2001hubo un intento de una nueva concepción
de la política social, al menos en lo discursivo,
se sustenta en argumentos basados en un
enfoque de derechos y de inclusión social, sin
embargo es innegable el carácter de focalización que adopta el manos a la obra.
El Plan Nacional de Desarrollo local y Economía
Social “Manos a la obra” se propone financiar
proyectos productivos que favorezcan la inclusión social nacidos a partir de las distintas experiencias, oficios, recursos y habilidades de
los vecinos y de las características propias de
cada municipio y localidad.
De un total de 768 proyectos presentados desde el 2004 en 16 departamentos de la provincia, cuando se puso en marcha en San Juan el
programa nacional Manos a la Obra, 288 (37,5
por ciento) están marcha, Es decir que el 62,5
% de los proyectos no se llegaron a implementar porque se dieron 2 situaciones: Los beneficiarios no cumplieron con la devolución de la
ayuda que debían hacer y el municipio no les
completó la entrega de los elementos que faltaban. O las comunas les dieron otro destino a
los recursos para adquirir los elementos para
el programa y no realizaron las rendiciones en
tiempo y forma4.
Sin embargo en Valle Fértil la realidad indica
que de 46 proyectos 35 han regularizado su
situación y de ello 24 ya tienen ordenanza de
cesión definitiva de bienes los 11 restantes ya
solicitaron la ordenanza municipal, eso significa que los que cumplieron ya son dueño de los
bienes, .lo que tratamos de hacer aquí en el
Valle es que las personas que han sido beneficiarias hagan producir lo que han recibido, el
plan fracasa cuando hay un mal planteamiento
del proyecto en si, hay algunos tipos de producciones que difícilmente se van a poder desarrollar como por ejemplo la producción de
conejos, porque no hay mercadol.
También puede observarse que otro de los
motivos de fracaso es que faltó asesoramiento
técnico, tanto de información como de acompañamiento de quienes estaban a cargo de ello,
y que los titulares del Plan han avizorado como
aspecto negativo ya que el mismo en su diseño preveía, otorgar apoyo técnico y financiero
a proyectos o acciones socio-productivas que
ya están en marcha o por comenzar, destinando herramientas, equipamiento, insumos y
otras inversiones necesarias, se capacitará a
través de talleres, jornadas de formación y asistencia técnica a los grupos de trabajo, consolidar los vínculos, para ello es necesario integrar el capital social y el capital económico.
Existen muchas experiencias asociativas, de
redes de cooperación y articulaciones de organizaciones orientadas a la promoción social y
económica.
Aunque a veces resulta todo lo contrario “Pero
es muy difícil (apunta a la dificultad de asociarse) cuando no son los mismos intereses o
sea el traer una persona de afuera, y muchos
proyectos han fracasado por esto porque no
son los mismos intereses, es muy difícil distribuir los porcentajes”
Bourdieu señala que cada campo define y activa una forma específica de interés, noción superada por la illusio y refiere al hecho de estar
involucrad, de estar atrapado en el juego y por
el juego. Esto quiere decir que sus inicios se
requería que al menos uno de los miembros
asociados fuera beneficiario del plan jefes/as
de hogar y se asociara en equipos de trabajos
productivos, requisito básico para entrar en el
juego, la no aceptación dejaría a los posibles
postulantes fuera del juego, sin oportunidades
de acceso a gozar del beneficio. La desigual
distribución de capital poseído señala ventajas
o desventajas de acuerdo al volumen y estructura de capital que se disponga, como así también a la consistencia del proyecto y habilidades para llevarlo a cabo, por consiguiente esos
elementos van definiendo la pertenencia o no,
a un estado de pobreza según se interactúe
positiva o negativamente con el ambiente, y
con el municipio.
En razón de potenciar el oficio que venían desarrollando o el que desearían emprender, en
Valle Fértil los proyectos están vinculados a:
§
Producción caprina
§
Confección de indumentaria
§
Metalúrgica
§
Servicios turísticos
§
Elaboración de comidas para llevar
§
Fábrica de premoldeados
§
Panadería etc.
VI. CONSIDERACIONES FINALES
Comprender las lógicas del juego en el campo
de las políticas sociales y sus intereses puestos
allí no forma parte de una valoración negativa o
positiva en si misma, sino que la tarea está en
ampliar la cobertura de acceso a las mismas y
dilucidar cual es el impacto que tienen en las
poblaciones a las que se dirigen. En otros términos, lo que estoy diciendo es que no puede
sustentarse una política o programa social en la
sola idea de que las personas deban crean entre ellos relaciones de reciprocidad, asociatividad, redes de intercambio, lazos de solidaridad,
cooperación, confianza ( algunos de los componentes del capital social), como única condición
para salir de su pobreza, ni muchos menos que
las personas bajo esta consigna elaboren proyectos productivos para formar parte en el mercado, que por supuesto no pueden competir con
el mercado formal, al margen que movilicen
recursos para obtener algún beneficio, no se
puede culpabilizar a los pobres de su pobreza,
sino por el contrario crear condiciones de acceso universal a bienes y servicios.
Reforzando lo anterior, es imposible pensar que
este tipo de políticas sociales mitiguen o modifiquen la condición de pobreza en un ambiente frágil que enmarca una sociedad vallista, la
cual se encuentra en condiciones desventajosas en relación a otras regiones de la provincia, atendiendo a su posición marginal del centro de poder provincial.
4 Diario de Cuyo. San Juan 09/01/2009.
REV IISE 77
AGRADECIMIENTOS:
A la Mgter Myriam Díaz, quien supo orientar
este trabajo de investigación con aportes precisos, a todo los informantes Vallistos que nos
abrieron sus puertas para dedicar su tiempo a
nuestros intereses, a las autoridades del CICITCA quienes una vez más me dieron la posibilidad de formarme en el campo de la investigación.
BIBLIOGRAFÍA
BOURDIEU P (1990) “Algunas propiedades de los campos” en: Sociología y cultura, México. Grijalbo.
_______ (2007) Razones Prácticas. Sobre la teoría de la acción. Barcelona. Anagrama
_______ Wacquan L (1995) Respuestas, Por Una Antropología Reflexiva. México. Grijalbo
CARUSO PABLO IGNACIO (2003) Un remedio peor que la enfermedad: la vía neoliberal de lucha contra la
pobreza en América Latina. Con énfasis en el caso argentino. En www. Ciepp.com.ar.
CERETTI, GRACIELA Y GARCIA, ZULMA (2000)“Discursos ambientales: una lectura desde la legislación”. Revista Proambiente. Nº2. PRODEA. UNSJ.
DANANI CLAUDIA (2004) Introducción. El alfiler en la silla: sentidos, proyectos y
alternativas en el
debate de las políticas sociales y de la economía social, en, Danani C. (comp.) Política social y
economía social, debates fundamentales. Buenos Aires. Ed. Altamira.
DÍAZ, MYRIAM (2009) “Política ambiental en Argentina” EFU. San Juan
FANFANI, TENTI E (1997). POBREZA Y POLÍTICA SOCIAL: Mas allá del neoasistencialismo. En Isuani,
A. Lo Vuolo.R y Fanfani. T El Estado Benefactor. Un paradigma en crisis. Miño y Dávila (editores)
/ Ciepp.
FEIJOO MARÍA (2003) Nuevo país, nueva pobreza. Buenos Aires. Seg. Edición. Fondo de Cultura Económica.
GRASSI, E. (2003) “Políticas y Problemas Sociales en la Sociedad Neoliberal. La otra década infame [I]”.
Buenos Aires. Editorial Espacio.
GUTIÉRREZ, ALICIA (1995) Pierre Bourdieu, Las Practicas Sociales, Córdoba, CTEDRA
______ (2005) Pobre’, Como Siempre… Estrategias de reproducción social de la pobreza. Córdoba.
Ferreyra Editor.
HENRIQUEZ, MARÍA G (2000) “Ambiente y Gestión. Condiciones sociales de soporte”. Tesis de Maestría
en Gestión del Desarrollo Urbano Regional. Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño. Universidad Nacional de San Juan – Instituto de Estudios Urbanos, Pontificia Universidad Católica de
Chile.
LO VUOLO R. BARBEITO A. (1998) La nueva oscuridad de la Política Social. “Del Estado populista al
neoconservador”. Buenos Aires. Miño y Dávila editores. Ciepp.
ROTONDI GABRIELA (2000) Pobreza y Masculinidad. El urbano marginal. Espacio Editorial
SOJO A (1999). La política social en la encrucijada: ¿opciones o disyuntivas? en De Igual a Igual. El desafío
del Estado ante los nuevos problemas sociales. Compiladores: Carpio. J- Novacovsky I. SIEMPRO.
FCE.
THWAITES REY MABEL (2004) La autonomía como búsqueda, el Estado como contradicción. Buenos
Aires. Ed. Prometeo libros.
VASILACHIS DE GIALDINO, IRENE (2003) Pobres, pobreza, identidad y representaciones sociales. Barcelona. Gedisa editorial.
www. Ministerio de Desarrollo social de la Nación.
78 REV IISE
ORGANIZACIONES SOCIALES Y ASISTENCIA:
LA IMPORTANCIA DE LO TERRITORIAL1
SABETI, CARINA2
RESUMEN
A partir de la reestructuración del sistema de
bienestar, la asistencia alcanza un rol preponderante, pero a su vez bajo una nueva configuración que se diferencia del modo tradicional
de efectuarla. Nuevas articulaciones institucionales, nuevos agentes, nuevos desafíos políticos y sociales han recubierto el campo de lo
que tradicionalmente denominamos como política asistencial. Así, los recursos provenientes de las políticas asistenciales se volvieron
vitales y por lo tanto con el correr de los años
objeto de demandas colectivas.
Sobre esta base fue tomando forma una nueva
politicidad en los sectores populares, donde el
derecho a la asistencia se convirtió en un objeto privilegiado de la acción colectiva. Vemos
como, a partir de la política social se desata un
entramado de relaciones entre diversos actores, que dan vida a diversas organizaciones
sociales, cuyo fin es, a través del establecimiento de relaciones vecinales, comunitarias, barriales, etc., paliar las restricciones presupuestarias de los hogares, dadas por la pérdida del
empleo, o la imposibilidad de insertarse de
manera estable en el mercado de trabajo.
El fortalecimiento de estas redes sociales es
un proceso que se fue desplegando en más de
dos décadas y que hoy está presente en un
conjunto heterogéneo de territorios urbanos,
que implican no sólo villas de emergencia, sino
también tradicionales barrios obreros, barrios
suburbanos, o enclavados en zonas rurales, o
del interior de las provincias.
En este sentido, el espacio local y vecinal se
fue conformando en un lugar de refugio y repliegue, para desarrollar las estrategias tendientes a asegurar la reproducción social de
las familias. Así las solidaridades locales y las
relaciones de intercambio comunitarias se ex-
pandieron fuertemente en los territorios urbanos de las ciudades argentinas y dejaron de
ser una acción encapsulada en las tradicionales villas precarias en los márgenes geográficos.
Una de las consecuencias que acarrea esto último para las políticas asistenciales es que el
territorio local se fue configurando en un espacio de expresión de demandas y por ende en la
generación de agentes y organizaciones que
de distintas maneras pujan por la obtención de
recursos para la reproducción social. En razón
de ello analizar las estrategias y acciones de
las organizaciones permitiría entender con
mayor certeza el devenir actual de los modos
de hacer asistencia en nuestro país.
Teniendo en cuenta esto último, y a los fines
del presente trabajo, se intentara a partir de
una metodología de tipo cualitativa analizar el
modo particular en que ciertas organizaciones
territoriales del Gran San Juan interaccionan
con el Estado a fin de acceder a los recursos de
las políticas asistenciales.
PALABRAS CLAVE:
Políticas Sociales – Organizaciones Sociales –
Territorio
ABSTRACT:
From reestructuring the wellfare system, the
assistanse reaches a preponderant role, but at
the same time under a new configuration that
makes difference from the traditional form of
carrying out.
New institutional articulations, new agents, new
political and social challenges have recovered
the fields that traditionally are called as asistencial politics
1 Presentada en el IV CONGRESO NACIONAL DE POLÍTICAS SOCIALES “Pobreza Crítica y desigualdad persistente.
El desafío de las políticas de inclusión social”. Asociación Argentina de Políticas Sociales (AAPS). Universidad
Nacional del Litoral. Santa Fe, Argentina. 2008.
2 CICITCA, Universidad Nacional de San Juan, San Juan, Argentina.
Dirección Postal: Lateral Sur de Avenida de Circunvalación 1664 Oeste – San Juan – CP 5400 – Argentina. Correo
Electrónico [email protected]
REV IISE 79
So, the resources coming from asistencial politics, turn vitals and for that reason with the
passing of the years, objects of colective demands.
Over this base (foundation) a new policity has
taken lace in the popular sectors where the right
for assistence was turned into a privileged object of the collective action.
We see, from the social politics a new framework of relations between different actors, that
give life to different social organizations, whose
purpose is, trough the establishment of neighbourhood, communitary and barrial relations
to break away the budget restrictions of homes.
given for the loss of employment or the imposibility of being insert in a stable work market.
the reinforcement of these social nets is a process that was displayed over more than two
decades and nowadays it is present in an heterogeneous group of the urban territories that
implies not only the poorest neighbourhoods
but also the traditional worker districts, suburbs or locked up in rural zones or in the interior of the provinces.
In this case, the local and neighbourhood space
were conformed in a shelting place and for the
development of strategies tending to asure the
social reproduction of the families.
I. INTRODUCCIÓN
A partir de la reestructuración del sistema de
bienestar, la asistencia alcanza un rol preponderante, pero a su vez bajo una nueva configuración que se diferencia del modo tradicional
de efectuarla. Nuevas articulaciones institucionales, nuevos agentes, nuevos desafíos políticos y sociales han recubierto el campo de lo
que tradicionalmente denominamos como política asistencial. Sobre esta base fue tomando
forma una nueva politicidad en los sectores
populares, donde el derecho a la asistencia se
convirtió en un objeto privilegiado de la acción
colectiva. Vemos como, a partir de la política
social se desata un entramado de relaciones
entre diversos actores, que dan vida a diversas organizaciones sociales, cuyo fin es, a través del establecimiento de relaciones vecinales, comunitarias, barriales, etc., paliar las restricciones presupuestarias de los hogares, dadas por la pérdida del empleo, o la imposibilidad de insertarse de manera estable en el
mercado de trabajo.
So, the local solidarities and comunitary exchange relations, were strongly spread in the
urban territories of Argentina‘s cities and no
longer were an encapsulated action in the traditional precarious neighbourhoods in the geographic borders.
One of the consequencies that the last things
mentioned carries for the asistencial politics is
that the local territory was shaped in a spot of
expression of demands and hence, in the generating of agents and organizations that in different ways push to obtain the resources for
the social reproduction.
For that reason, to analise the strategies and
actions of the organizations would let us understand with major certainty the current becoming of manners of doing assistence in our
country.
Taking the last things into account, and the aim
of the present job will try, though a cualitative
type of methodology, to analise the particular
way in which some territorial organizations of
“Gran San Juan” interact with the State in order to get the resources of the asistencial politics.
KEY WORDS:
Social Politics – Social Organizations – Territory
Es justamente en este contexto que el espacio
local y vecinal se fue conformando en un lugar
de refugio y repliegue, para desarrollar las estrategias tendientes a asegurar la reproducción
social de estas familias.
En este sentido, es que partiendo de una metodología de tipo cualitativa, nos proponemos
analizar y comparar el modo en que ciertas
organizaciones territoriales del Gran San Juan
interaccionan con el Estado a fin de acceder a
los recursos de las políticas asistenciales. Estudiando específicamente la dinámica material
y simbólica que se desarrolla en la faz de la
implementación en un territorio específico3.
II. RECONFIGURACIÓN DEL ESTADO DE
BIENESTAR: UNA BREVE DESCRIPCIÓN
CONTEXTUAL
Haciendo un breve repaso de nuestra historia,
vemos que, en el momento de mayor desarrollo del Estado de Bienestar argentino, la provisión de bienestar estuvo fundamentalmente
3 Cabe destacar que el presente trabajo se enmarca en una beca de investigación cuyo estado de avance se encuentra aun
en la fase de reelaboración del marco teórico de referencia
80 REV IISE
vinculada al empleo, con el otorgamiento de
beneficios sociales que fueron cualitativamente diferentes para los distintos grupos ocupacionales, lo que produjo una marcada estratificación en el acceso y calidad de los servicios
sociales. En este periodo, en cuanto a los actores de la política social, el actor destinatario
principal fue el trabajador formal y su familia,
mediado por actores colectivos como gremios
y sindicatos.
El proceso de reforma del Estado llevado adelante en nuestro país a partir de mediados de
los ’70, y con especial énfasis en los años noventa resultó entre otros en una profunda reestructuración de los modos en que el Estado
Argentino interviene en la sociedad.
Sobre todo en la década de los noventa se impondrán políticas de neto corte neoliberal, las
cuales, a partir de una fuerte crítica al carácter
universalista del Estado de Bienestar argentino establecerán la lógica de “la privatización
de las instituciones productoras de bienes y
servicios socialmente necesarios (escuela, hospital, medicamentos, etc.), promoviendo que,
el mercado sea el gran disciplinador” (Tenti,124).
Como consecuencia se comienzan a aplicar programas de testeo de medios4, en los cuales
los ciudadanos sólo pueden acceder a los bienes y servicios a través de una demostración
fehaciente de ciertos requisitos para recibir la
ayuda estatal.
la política asistencial dejó de ser marginal, para
convertirse paulatinamente en una de las principales fórmulas de intervención del Estado
Argentino en materia social. Esto último explica el importante crecimiento en el ámbito de
las políticas asistenciales6, las que se convirtieron en la principal herramienta dirigida a
paliar las problemáticas de pobreza y desocupación.
A partir de esto, no solo se produjeron reestructuraciones a nivel institucional, sino que
fundamentalmente se produjo una transformación en los principios de integración social. Introduciendo de este modo nuevos principios de
organización, que no serán definidos sino en el
transcurso de las luchas políticas y sociales que
se desplegaron en la sociedad argentina (Lo
Vuolo y Barbeito, 1998: 26-27).
III. NUEVOS VÍNCULOS ENTRE EL ESTADO Y LA SOCIEDAD.
Como resultado de la reestructuración del sistema de bienestar, la asistencia alcanza un rol
preponderante, pero a su vez bajo una nueva
configuración que se diferencia del modo tradicional de efectuarla. Nuevas articulaciones
institucionales, nuevos agentes, nuevos desafíos políticos y sociales han recubierto el campo de lo que tradicionalmente denominamos
como política asistencial
Dichas reformas fueron dando paso a instituciones y programas de corte focalizado, descentralizado e incluso en muchos casos tendientes a la privatización de diversos servicios.
Generando que, en pocas palabras, la política
social quedara escindida de la política económica, esto es, pasara a desempeñar un rol de
compensación de las desigualdades originadas
por el mercado. Podría decirse que la política
social de la época se fundamento en el supuesto
de que son los propios individuos los causales
de las condiciones de carencia-pobreza.
Valga como ejemplo lo que desde los años noventa se han denominado planes sociales, los
cuales, incluyen en su población objetivo a una
franja de la población activa (con capacidad de
trabajar) que tradicionalmente estuvo excluida de las mismas. Concatenado con esto la
experiencia de las organizaciones de desocupados ha removido las formas en que se vinculan funcionarios y técnicos con los beneficiarios de la asistencia, estos últimos dejaron de
lado la pasividad y se caracterizaron por una
fuerte participación no sólo en la implementación sino también en la construcción de la agenda de la política pública.
Este proceso de residualización5 del Estado de
Bienestar, muestra que la tendencia hacia políticas compensatorias y focalizadas marca el
nuevo camino de la redistribución del ingreso
en la Argentina de hoy. Y que el crecimiento de
Se va conformando así un particular modo de
relación entre organizaciones de la sociedad y
el Estado, cuyo resultado ya no son (como en
las primeras décadas del siglo XX) compromisos, traducidos por ejemplo en leyes o institu-
4 Con esto se estaría reflotando la vieja idea de los “certificados de pobreza” que introducen una discriminación explícita
y formal (Tenti)
5 En relación a este tema, consultar en Fernández Soto, S. (2006), “Políticas Sociales y Ciudadanía: tensiones y conflictos
en torno a la construcción de los derechos sociales”. En Garcés L. y Lucero M. (compiladores) (2006) “Políticas
Sociales y Ciudadanía. Debates sobre una relación en tensión”. EFU. San Juan.
6 Estas últimas se estructuran como intervenciones puntuales del Estado en situaciones originadas desde el impacto
producido por la política macroeconómica y la reestructuración del mercado de trabajo, que sin embargo, el Estado
buscó solucionarlas por fuera de dicho mercado con el propósito de no interferir en él y de tejer una malla de contención
frente a los crecientes índices de desempleo.
REV IISE 81
ciones que tendrán un impacto decisivo en la
historia de la sociedad. Por el contrario, se trata de restablecer algunas reivindicaciones que
muchas veces tienen una aplicación temporal
específica, y también circunscriptas a cierta
población o localidad.
En este sentido, el Estado no sólo transformó
la forma de su presencia en la vida social, sino
que repentinamente se convirtió en el contendiente al que había que arrancarle su compromiso. En materia de política social esto se tradujo ya no en compromisos o acciones universales, y de largo plazo, sino que, por el contrario, lo que se obtenía después de una serie de
confrontaciones y negociaciones entre organizaciones de la sociedad y los agentes del Estado, eran intervenciones puntuales, esporádicas y de corto tiempo.
Se aprecia cómo, el giro de la matriz estadocéntrica hacia la sociedad civil implicó (e implica) que nuevas organizaciones y movimientos
sociales interactúen con el Estado en la definición y ejecución de las distintas políticas y programas sociales, generando nuevas formas de
relación entre ellos. A lo largo de los últimos 30
años, los vínculos entre las organizaciones y
movimientos sociales con el Estado han pasado
desde la crítica y denuncia social, la incidencia
en la definición de políticas, la participación sólo
en su ejecución, la transferencia de funciones y
responsabilidades desde el Estado, hasta la simple captación de fondos públicos.
Esta irrupción por parte de las organizaciones
sociales ampliaría el marco para, siguiendo a
Cunill Grau, “reivindicar la necesidad de que
los intereses públicos aumenten su esfera de
realización tanto a través de la incorporación
de una mayor cantidad de agentes sociales en
su satisfacción, como a través de la creación
de espacios de interlocución y negociación entre el Estado y la Sociedad Civil” (en Britos
2006). Sin dejar de reconocer que dentro del
sector de las organizaciones sociales existan
distintos tipos de aproximación a la participación social.
IV. ORGANIZACIONES SOCIALES, LA IMPORTANCIA DE LO TERRITORIA
En nuestro país algunos autores señalaban ya
a mediados de los años noventa como el lugar
de residencia es una variable significativa para
explicar la situación ocupacional y las estrategias de los hogares, pudiendo caracterizarse
de acuerdo al nivel de concentración de riesgo
social y la presencia de organizaciones sociales para viabilizar redes de contacto y acceso
(Forni y Roldán, 1995).
En este contexto, el término “barrio bajo planes” es construido justamente para dar cuenta
82 REV IISE
“del papel fundamental que tienen – y han tenido en los últimos diez años – los planes de
asistencia” para la reproducción social (Cravino, Fournier y otros, 2002). Ante este proceso
de segregación espacial, el barrio (y el territorio) se ha convertido en el espacio privilegiado
de los contactos y recursos sociales tendientes
a sostener las estrategias de reproducción social de las familias. En este marco la transferencia de bienes y servicios provenientes de
los planes sociales cumplen un papel significativo en los ingresos familiares.
Se puede apreciar cómo, un curso de acontecimientos convirtieron paulatinamente al barrio en el espacio de contención y resistencia
de la población ante las drásticas restricciones impuestas por el mercado de trabajo a la
sobrevivencia de las familias. Por esta razón
se vuelve fundamental el estudio de los vínculos entre organizaciones territoriales y el
Estado a fin de lograr acceso a los recursos de
la asistencia.
A partir de las nuevas condiciones económicas
reinantes, el espacio local y vecinal se fue conformando en un lugar de refugio y repliegue,
para desarrollar las estrategias tendientes a
asegurar la reproducción social de las familias.
Así las solidaridades locales y las relaciones de
intercambio comunitarias se expandieron fuertemente en los territorios urbanos de las ciudades argentinas y dejaron de ser una acción
encapsulada en las tradicionales villas precarias en los márgenes geográficos (Merklen,
2005: 49 ).
Una de las consecuencias que acarrea esto último para las políticas asistenciales es que el
territorio local se fue configurando en un espacio de expresión de demandas y por ende en la
generación de agentes y organizaciones que
de distintas maneras pujan por la obtención de
recursos para la reproducción social. En razón
de ello analizar las estrategias y acciones de
las organizaciones permitiría entender con
mayor certeza el devenir actual de los modos
de hacer asistencia en nuestro país.
De esta manera los procesos de descentralización y reivindicación de lo local en las políticas asistenciales desde mediados de los noventa, confluyen en una dinámica social y económica “desde abajo” que resulta en un reposicionamiento del territorio en la intervención
social. En otras palabras, las intervenciones
estatales en lo territorial, mediadas por las
organizaciones de base, implican una dinámica social que no se reduce a la implementación administrativa de un plan, sino que es
necesario determinar las particulares historias,
estrategias y agentes puestos en juego en cada
ocasión.
V. NUEVOS ACTORES Y ORGANIZACIONES
SOCIALES EN LA POLÍTICA SOCIAL.
Los recursos provenientes de las políticas asistenciales se volvieron vitales y por lo tanto con
el correr de los años objeto de demandas colectivas. Sobre esta base fue tomando forma
una nueva politicidad en los sectores populares en el que el derecho a la asistencia se convirtió en un objeto privilegiado de la acción
colectiva (Merklen, 2005; Svampa y Pereyra,
2003).
Vemos como, a partir de la política social se
desata un entramado de relaciones entre diversos actores, que dan vida a un gran número
de organizaciones sociales, cuyo fin es justamente, a través del establecimiento de relaciones vecinales, comunitarias, barriales, entre otras, paliar las restricciones presupuestarias de los hogares, dadas por la pérdida del
empleo, o la imposibilidad de insertarse de
manera estable en el mercado de trabajo.
El fortalecimiento de estas redes sociales es
un proceso que se fue desplegando en más de
dos décadas y que hoy está presente en un
conjunto heterogéneo de territorios urbanos,
que implican no sólo villas de emergencia, sino
también tradicionales barrios obreros, barrios
suburbanos, o enclavados en zonas rurales, o
del interior de las provincias.
En este sentido, referir a la “sociedad civil”,
implica que se la considere, no como un concepto unívoco, integrado por “todo” aquello que
no es el Estado ni el mercado, sin tener en cuenta las implicancias teóricas y prácticas de optar por cualquier definición. Sino que, por el
contrario es preciso entender que a partir de la
política social se desata un entramado de relaciones entre diversos actores sociales, lo que
lleva a pensarla como dotada de una fuerte
heterogeneidad social y política sólo explicada
en su contexto histórico.
Estas organizaciones sociales, pueden ser analizadas desde varias perspectivas, una de ellas
se plantea la participación como un llamado a
la racionalización de las prácticas colectivas,
razón por la cual toda aquella otra práctica que
no responda a estos criterios quedará recluida
en el apartado de lo irracional. Esta “moral” de
la participación produce y reproduce, mediante el no-reconocimiento, una organización en
el campo de la política social en el que los expertos y su saber establecen los caminos más
adecuados a seguir y frente a los cuales el resto de los agentes deben someterse y aportar.
Bajo esta visión los caminos de la participación
están encarrilados en aquellos procedimientos
establecidos por los técnicos del Estado. Así,
aquellas manifestaciones y reclamos de grupos y movimientos sociales que no sigan esos
canales pre-establecidos serán considerados
como “disruptivos”.
Frente a esta perspectiva otras visiones han
reivindicado el papel de la lucha y confrontación de las organizaciones sociales, en especial alrededor de la figura de los denominados
planes sociales, y por ende el carácter contestatario de los actores sociales en el plano de la
política social. La producción que gira en torno
a las organizaciones de desocupados en nuestro país, es un ejemplo de esto. Estos nuevos
actores aparecen en la arena política, por momentos negociando y por otros confrontando,
en busca de obtener respuestas por demandas
vinculadas a sus necesidades. Originando, en
efecto, una redefinición en los modos tradicionales con los que el Estado se vinculaba con la
población en materia asistencial. Particularmente esta lucha por la definición y satisfacción de
las necesidades, posiciona a las diversas organizaciones, ya no como el sujeto pasivo y “merecedor” en alguna medida, de la asistencia
estatal, sino que las transforman en sujeto activo y promotor de demandas que introducen
un nuevo discurso en la arena política de nuestro país7.
De esta manera se fue abriendo “un nuevo espacio en el ámbito de lo local que posicionó a
éstos agentes… en un inédito sitio para incidir
en las políticas asistenciales de manera mucho
más directa. Incluso para competir y por momentos desgranar otros modos de asistencia
como el clientelismo” (Lucero, 2006:9).
En este sentido, es imperante reconocer que
las estrategias estatales en materia de política
social, y en particular de política asistencial,
de ninguna manera se configuran como estrategias unilaterales, sino que, con el surgimiento e implementación de los diversos planes
sociales, se va conformando un entramado de
relaciones de cooperación y de conflicto entre
las distintas organizaciones sociales y los correspondientes niveles de gobierno (Svampa y
Pereyra, 2003, pg 89). Dotando así, como bien
señalan Freytes Frey y Cross (2005), “de un
nuevo sentido a los planes sociales, al hacer
de los mismos una herramienta a partir de la
cual organizar a los sectores empobrecidos,
constituyéndolos en un foco de oposición al
neoliberalismo”. (pg 7)
7 En referencia a esta cuestión, consultar Sabeti Carina (2008) Informe Final de beca interna de investigación categoría
Iniciación CICITCA del proyecto “POLITICA SOCIAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES: Organizaciones de
Desocupados y Plan Jefas y Jefes de Hogar.
REV IISE 83
VI. ESTADO Y POLÍTICA PÚBLICA
En este sentido se puede ver cómo, los enfoques actuales de política social propician un
estilo de relación entre Estado y la Sociedad
Civil que se constituye en una suerte de welfare mix, “ello implica que distintos actores –
sector público, organizaciones no gubernamentales y referentes de las comunidades sumergidas – gestionen cooperativamente la satisfacción de necesidades sociales”. (Cardrelli y
Rosenfeld, 2000:27-28)
De este modo, el denominado Estado asistencial “va distribuyendo sus recursos a actores
de la sociedad civil cada vez más heterogéneos y disgregados, construyendo mecanismos
de relación que avanzaron desde el asistencialismo clásico a formas de clientelismo que combi nan pers onal ismo con tec nocr acia ”.
(Ídem:28)
Aun bajo esta “neo-subsidiariedad”, vemos que
el Estado no agota la vida social, la política
social se desarrolla y sostiene por grupos, redes y relaciones que exceden al propio Estado,
poniendo en juego sus intereses y creencias.
Esto nos permite inferir que el Estado, no define de manera autónoma cuales serán las políticas a implementar, sino que son diversos los
actores8 que entran en interacción con aquel, a
fin de definir que necesidades serán “problematizadas” y se convertirán en “cuestiones”9
susceptibles de ser incluidas en la agenda social (Oszlak y O’Donnell, 1976).
En este sentido, no es tan obvio donde se demarcarían las líneas que separan al Estado y la
Sociedad, en cuanto a la definición e implementación de las políticas, ya que existen zonas grisadas en las cuales se puede apreciar
cómo coexisten ciertas políticas que, suponen
una penetración del Estado en la Sociedad Civil, con aquellas que implican mutuas “interpenetraciones”, ya que “al componente de
mando que pone el Estado se agregan relaciones bidireccionales de poder, influencia, negociación y cooptación” (Oszlak y O’Donnell,
1976) por parte de otros actores, quienes al
momento de intervenir toman posición en relación a las cuestiones que los afectan pudiendo influir considerablemente en el proceso de
resolución10 de éstas últimas.
Los fundamentos y justificaciones (delimitación
de las necesidades a atender) de una política
social ya no podrán verse como discursos puramente burocráticos o técnicos (en los que
especialmente las ciencias sociales tienden a
contribuir de manera esencial), sino por el contrario como discursos en permanente pugna.
En este sentido, ya hace más de treinta años
Roger Cobb y Charles Elder (1972:82) planteaban que “estos policy problems resultan de
los conflictos “entre dos grupos o más sobre
cuestiones formales o substantivas relativas a
la distribución de posiciones y recursos” (En
Valcarce, 2005). Entonces “los promotores de
un problema potencial que no ha recibido hasta el momento la atención pública o gubernamental quieren hacer conocer a otros segmentos de la sociedad (...) o a las autoridades estatales (...) una dificultad que los afecta directa o indirectamente” (Ídem)
Por su parte, Herbert Blumer (1971), contemporáneo de los autores precedentes, planteaba, en lo que podría denominarse una primera
contribución a una sociología constructivista de
los problemas públicos, que “un problema social es siempre el punto focal para la operación
de intereses, intenciones y fines divergentes
que están en conflicto”, y, en este sentido es
que “las interacciones entre estos intereses y
estos fines constituyen la modalidad en la que
la sociedad enfrenta cada uno de sus problemas sociales” (Blumer en Valcarce, 2005).
VII. A MODO DE CIERRE
Como ya se ha expuesto, ninguna estrategia
estatal en materia asistencial es unilateral, sino
que más bien se hace evidente la presencia de
múltiples actores, que intervienen en el surgimiento e implementación de una determinada
política social (asistencial). Se puede apreciar
que, “las agencias y políticas estatales son en
sí mismas constantemente producidas y reproducidas dentro de un marco de estructuras y
procesos sociales más amplios, dentro de una
compleja constelación de acciones humanas,
deseos, esfuerzos y proyectos.
Es decir que, existe una red de relaciones, que
van desde la cooperación hasta la confrontación entre Estado y Organizaciones Sociales,
8 Siguiendo a Oszlak y O’Donnell (1976), podemos decir que se entiende por actores, a “ciertas clases, fracciones de
clase, organizaciones, grupos e incluso individuos estratégicamente situados” (1976:18)
9 Un análisis más acabado acerca de este proceso y los diferentes elementos que intervienen en el podrán ser consultados
en Oszlak y O’Donnell, (1976).
10 Por resolución de la cuestión, Oszlak y O’Donnell (1976) entienden su desaparición como tal, sin implicar que ello
haya ocurrido porque haya sido” solucionada”. Podría suceder que, otra cuestión haya monopolizado la atención, o
porque se haya concluido que nada se puede hacer, o porque el sector social que la planteaba ha sido reprimido,
eliminado.
84 REV IISE
dando lugar a que estas últimas se conviertan
en protagonistas de luchas, tensiones y conflictos que posibilitan su reproducción y consolidación. Por ello, y siguiendo a Van Krieken
(1991), planteamos que estaremos mal preparados para entender tanto la estabilidad de
las relaciones sociales existentes o, como y
porque pueden cambiar, mientras permanezcamos atados a una visión de los seres humanos como objetos pasivos, en resistencia o
seducidos, al control, la ingeniería social, la
administración y la disciplina del Estado.
Dado que, las políticas estatales “permiten una
visión del Estado ‘en acción’, desagregado y descongelado como estructura global y ‘puesto’ en
un proceso social en el que se entrecruza complejamente con otras fuerzas sociales” (Oszlak y
O’Donnell, 1976:8), lo que se pretenderá a partir de este futuro estudio, es analizar diversas
organizaciones de nuestro medio a fin de identificar y comparar el modo particular a través del
cuales cada una de estas organizaciones, en la
lucha por la satisfacción de sus necesidades, interacciona con el Estado construyendo vínculos,
en el marco específico de la política asistencial.
BIBLIOGRAFIA
BRITOS, NORA (2006), “Organizaciones de la Sociedad civil y políticas sociales: despolitización y debilitamiento de la esfera pública en el campo de asistencia social”. En Garcés L. y Lucero M. (compiladores) (2006) “Politicas Sociales y Ciudadanía. Debates sobre una relación en tensión”. EFU. San
Juan.
CARDARELLI, G. y ROSENFELD, M. (2000), “Con las mejores intenciones. Acerca de la relación entre el
Estado pedagógico y lo agentes sociales. En DUSCHATZKY Silvia (Compiladora) (2000), “Tutelados y Asistidos. Programas Sociales, políticas públicas y subjetividad”. Paidos. Tramas sociales.
Buenos Aires. Barcelona. México.
CRAVINO, M Y OTROS (2002). Sociabilidad y Micropolítica en un barrio bajo planes. En: Andrenacci,
Luciano –organizador- (2002). Cuestión social y política social en el Gran Buenos Aires. Ediciones
Al Margen – UNGS. Buenos Aires
FERNANDEZ SOTO, S. (2006), “Políticas Sociales y Ciudadanía: tensiones y conflictos en torno a la construcción de los derechos sociales”. En Garcés L. y Lucero M. (compiladores) (2006) “Politicas
Sociales y Ciudadanía. Debates sobre una relación en tensión”. EFU. San Juan
FREYTES FREY Y CROSS (2005); “Políticas sociales y tradiciones ideológicas en la Constitución de los
movimientos de trabajadores Desocupados”. 7º Congreso Nacional de Estudios del Trabajo. ASET.
Buenos Aires.
FORNI, F. Y ROLDAN, L. (1995). Pobreza y Territorialidad: Estudios de casos en barrios de General Sarmiento y Moreno (Provincia de Buenos Aires). En: “Pobreza urbana y Políticas sociales” Boletín
especial CEIL, CONICET. Buenos Aires.
LO VUOLO, RUBÉN Y BARBEITO, ALBERTO (1998); La Nueva Oscuridad de la Política Social Del
Estado Populista al Neoconservador. Buenos Aires, CIEPP - Miño Dávila.
LUCERO, MARCELO (2006). “Política Social y Movimientos Sociales: la irrupción de las organizaciones
piqueteras”. Revista Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad. Vol- XII, Nº35. Universidad de
Guadalajara. Enero/Abril de 2006. México.
MEKLEN, DENIS. (2005), “Pobres Ciudadanos. Las clases populares en la era democrática (Argentina,
1983 – 2003)”. Editorial Gorla
OSZLAK, OSCAR Y O’DONNEL, GUILLERMO (1976), “Estado y políticas estatales en América Latina:
Hacia una estrategia de investigación”. Documento CEDES/G.E. CLACSO/Nº4. Buenos Aires.
SVAMPA, M. y PEREYRA, S.(2003), “Entre la Ruta y el Barrio. La experiencia de las organizaciones piqueteras”. Editorial Biblos. Buenos Aires.
TENTI FANFANI, EMILIO Pobreza y Política Social: Mas allá del Neoasistencialismo”. En “El Estado
Benefactor. Un paradigma en Crisis”. Miño y Dávila editorial.
VALCARCE, FEDERICO LORENC (2005), “La sociología de los problemas públicos. Una perspectiva
crítica para el estudio de las relaciones entre la sociedad y la política”. Nómadas-Revista crítica de
Ciencias Sociales y jurídicas. Universidad complutense de Madrid
REV IISE 85
86 REV IISE
REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE LA INGERENCIA
MUNICIPAL, EN LA VOCACIÓN TERRITORIAL DE LOS
DEPARTAMENTOS ZONDA
Y POCITO (PROVINCIA DE SAN JUAN)1
VARGAS ANDRÉ, EDUARDO2; DE LA VEGA, CLARA; GIL, MARÍA I.; SORIA, MARÍA V.;
CERDERA, NURY; FERNÁNDEZ, ENCARNACIÓN; RIVEROS, MARTÍN;. ACIAR, ENZO L.;
GALEANA, ROSA M.; ALBARRACÍN, PAULA; PERISOTTO, TITA.
RESUMEN
En el marco de referencia del trabajo se vinculan los conceptos de “representaciones sociales” con el de “vocación territorial” utilizando
como soporte para el análisis el rol que el municipio cumple en el contexto comunal.
Para ello, se trabaja con las representaciones
sociales, como sistemas cognoscitivos, como
sistemas de valores, ideas y prácticas en su
doble función: orientar a los individuos en su
mundo material y social y posibilitar la comunicación entre los miembros de una comunidad proporcionándoles códigos compartidos.
Y, con la vocación territorial, como el conjunto
de aptitudes, disposiciones y potencialidades
de un territorio, el cual es considerado como el
medio físico socialmente construido, sobre una
naturaleza dada, del sistema de soportes materiales de una sociedad concreta, cambiante
dinámica y contradictoria.
En este marco se apunta, por un lado, a identificar el rol del municipio en relación al desarrollo y potenciación de la vocación de su territorio y, por otro, detectar las representaciones
sociales de los miembros de la comunidad, que
se desempeñan en las diferentes áreas de la
actividad económica de cada territorio; en relación al rol municipal, como gerenciador o promotor de tales actividades. Esto es, conocer
las opiniones, percepciones y valores de la comunidad respecto al apoyo, interés o indiferencia que reciben del mismo.
El contexto de referencia son dos departamentos, con características diferentes, a fin de rea-
lizar una posterior comparación de la situación
que presenta cada uno de ellos.
PALABRAS CLAVES:
Vocación Territorial – Representaciones Sociales – Rol Municipal – Ingerencia Municipal.
ABSTRACT
Social Representations on the municipal roll,
in the Territorial Vocation of departments Zonda and Pocito (Province of San Juan)
Within the framework of reference of the work
the concepts of “social representations” with
the one of “territorial vocation” tie using like
support for the analysis the roll that the municipality fulfills in the communal context.
For it, this works is about the social representations, like cognitive systems, systems of values, ideas and practices in its double function:
to orient to the individuals in its material and
social world and to make possible the communication between the members of a community being provided to them shared codes.
And, with the territorial vocation, like the group
of aptitudes, dispositions and potentialities of
a territory, which is considered like territory
socially constructed, on nature a given, of the
system of material supports of a concrete society, changing dynamics and contradictory.
In this frame one scores, on the one hand, to
identify the roll of the municipality in relation
to the development and evolution of the voca-
1 Este trabajo fue presentado en el 5º Encuentro de Investigadores Sociales, Región Centro Oeste. 2º Binacional con la IV
Región- Chile. Octubre 2009.
2 [email protected]. Grupo de Investigaciones del Sector Socioagropecuario (GISSA), Instituto de Investigaciones
Socioeconómicas, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Juan. Av. Ignacio de la Roza 590 (O),
Complejo Universitario “Islas Malvinas”, Rivadavia, San Juan.
REV IISE 87
tion of its territory and, on the other, to detect
the social representations of the members of
the community, that they develop in the different areas from the economic activity of each
territory; in relation to the municipal roll, like
promoter of such activities. That is to say, to
know the opinions, perceptions and values of
the community with respect to the support,
interest or indifference that they receive from
the same.
The reference context is two departments, with
different characteristics, in order to realise a
later comparison of the situation that presents
displays each of them.
INTRODUCCIÓN
En este marco, se
guientes pasos:
Este artículo se elaboró con base en el proyecto de investigación denominado: “Representaciones Sociales del concepto Vocación Territorial: Rol Municipal (Análisis Comparativo Departamentos Pocito y Zonda, San Juan, Argentina)”, que actualmente se encuentra en ejecución por el equipo GISSA (Grupo de Investigación del Sector Socio-agropecuario) en el
Instituto de Investigaciones Socioeconómicas,
cuyos objetivos son:
Objetivo General: Identificar en el ámbito
comunitario, las representaciones sociales respecto al rol que cumple la institución municipal, en relación a la Vocación Territorial.
Objetivos específicos:
Apunta a detectar el rol del Municipio en relación al desarrollo y potenciación de la vocación
de su territorio”
Busca detectar las representaciones sociales de
los miembros de la comunidad, que se desempeñan en las diferentes áreas de la actividad
económica de cada territorio, en relación al rol
municipal, como gerenciador o promotor de
tales actividades. Pretende identificar sus opiniones, percepciones y valores, respecto al
apoyo, interés o indiferencia que reciben del
mismo, en su rubro productivo.
METODOLOGÍA:
El proyecto del que se deriva este artículo ha
sido planteado en dos etapas: una de naturaleza teórica y otra de aplicación, trabajando con
Representaciones Sociales y Vocación territorial, identificando sus extensiones de uso y
aplicación desde la perspectiva del Rol Municipal.
Se empleó una metodología cualitativa, priorizando una práctica de investigación que trata
de recoger de la observación directa, de la situación natural y de la expresión e información
todo lo referente a las representaciones sociales de la vocación territorial, en el marco del
rol que cumple el municipio.
88 REV IISE
KEY WORDS:
Territorial Vocation - Social Representations –
Municipal Rol - Municipal Interference.
están cumpliendo los si-
Búsqueda bibliográfica y redacción de Marco
Teórico sobre representaciones Sociales, Vocación Territorial, Estado y Municipio.
Análisis de las normativas que emanan de los
municipios seleccionados: Carta Orgánica y
Ordenanzas Municipales, con el fin de detectar
los ejes prioritarios en el accionar municipal.
Entrevistas en profundidad mediante el método de inspección, a actores sociales seleccionados que se desempeñan en las diferentes
ramas de la actividad económica: emprendimientos agrícolas, comerciales e industriales.
Las entrevistas tienen la consideración instrumental de ser abiertas y semiestructuradas,
partiendo de un guión básico aplicado a los
escenarios de interés en los que se centra la
investigación.
Análisis de la información y comparación de
resultados en los Departamentos geográficos
seleccionados.
LINEAMIENTOS TEÓRICOS
La teoría de las Representaciones Sociales se
ocupa de un tipo específico de conocimiento,
es una forma de conocimiento elaborado socialmente, compartido por el grupo, que tiene
una orientación hacia la práctica y, por consiguiente, orientado a la construcción de una
Realidad Social. Las Representaciones Sociales se caracterizan por su ubicación estratégica en la intersección, constituyen una manera
particular de enfocar la construcción social de
la realidad. Este enfoque presenta la gran ventaja de situarse en un punto que conjuga, por
igual, las dimensiones cognitivas y las dimensiones sociales.
Las Representaciones Sociales son maneras de
interpretar la realidad cotidiana, a través de la
actividad mental llevada a cabo por los individuos y los grupos, con la finalidad de tomar
posición con respecto a situaciones, hechos,
objetos y comunicaciones que les conciernen.
Asimismo, son formas de conocimiento social-
mente elaborado y compartido, es a la vez el
proceso de una actividad y la apropiación de la
realidad, teniendo una visión práctica y concurrente a la construcción de una realidad común
en un conjunto social.
Es necesario partir de la idea de que las Representaciones Sociales, en tanto que conjunto de
condiciones engendradas dentro del trabajo,
están estrechamente ligadas a las prácticas
sociales y a los procesos de transmisión y conocimientos, esto es: nos interesa describir la
configuración de los mecanismos representacionales a través de los procesos de naturalización y de apropiación producidos por la práctica de intervención directa.
Al tener el mismo significado para quien habla
y para quien escucha, el lenguaje permite tanto “representar” un objeto ausente o invisible
como evocar el pasado o futuro. Si uno quiere
estudiar las Representaciones Sociales, ineludiblemente tendrá que estudiar las comunicaciones humanas y sus contenidos que, por otra
parte, presentan muy variadas formas.
En este marco, Sergei Moscovici (1986) caracteriza a nuestro tiempo como la época –por
excelencia- de las representaciones sociales.
Su función proviene que son compartidas a nivel de una misma comunidad por lo que se refiere a las “Representaciones Colectivas”, a cuyo
estudio se dedicó Durkheim.
Es en los años 80 que se comienzan a generalizar los estudios sobre representaciones sociales. No obstante, fue Moscovici quien propuso el concepto en 1961 y Robert Farr (1983)
asegura que la noción de representaciones no
son sólo “imágenes de”, o “actitudes hacia”,
sino “teorías o ramas del conocimiento” con
derechos propios para el descubrimiento y la
organización de la realidad.
En este marco de referencia, ofrecido desde el
concepto Representaciones Sociales, la “Vocación Territorial” aparece como una construcción de conocimiento socialmente elaborado y
compartido, que posee un alcance práctico y
concurre a la construcción de una realidad que
es común a un conjunto social.
Cabe señalar que, en la complejidad conceptual enunciada, se identifica el concepto vocación y el concepto territorial, cada uno de ellos
con su propia perspectiva de desarrollo teórico, disponiéndose de un mayor desarrollo para
el caso “territorial” que para el de “vocación”.
Aquí es necesario rescatar el hecho percibido
de que, el concepto “vocación” en su uso común y cotidiano, se da por sentado como entendido y/o comprendido desde sus elementos
constitutivos, es decir, “las potencialidades y/o
limitaciones que dispone el territorio objeto de
la concreción vocacional” (I. Silva Lira, 2003).
Además, cabe señalar que el referido concepto
se materializa en tanto y en cuanto se avance
sobre sus especificidades de identificación:
Aptitudes, Capacidades y Características, todas ellas en función de su aplicación a “un” territorio en particular.
En el marco anterior, nosotros, para fines del
Proyecto de Investigación, vamos a considerar
el concepto territorio como “una construcción
social que supone concebirlo no como un espacio físico objetivamente existente , sino como
un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un
sentido de propósito compartidos por múltiples
agentes públicos y privados, aunque dicha construcción implique –muchas veces- transitar por
procesos de conflicto y negociación” (A. Schejtman y J. Berdague, 2.004).
Es desde el contexto de reflexión anterior que
nuestro Marco Teórico se empieza a delinear, a
partir de la necesidad vinculante en la cual, la
vocación territorial, se manifiesta en la identidad local “como el conjunto de las Representaciones Sociales que tienen sus habitantes con
relación a su pasado, sus tradiciones y sus competencias, su estructura productiva, su patrimonio cultural, sus recursos materiales, su futuro, etc.”(I. Silva Lira, 2003) No se trata de
una identidad “monolítica”, sino de un conjunto de conocimientos complejos integrados por
una multitud de representaciones consustanciales a cada grupo social, a cada lugar, a cada
centro de producción especializado, etc. Esta
representación “plural” no es inmutable, sino
que, al contrario, puede evolucionar, reforzarse, modernizarse y en ese sentido es importante considerarla como parte del ejercicio de
identificar las vocaciones del mismo.
Es con ambos conceptos, el de Representaciones Sociales y el de Vocación Territorial,
desde los cuales vamos a realizar el “acercamiento” al Municipio, en un intento de identificación de su ROL en la construcción de tales
representaciones, con dicho objeto social, el
de Vocación Territorial. A tal efecto, vamos a
recurrir al análisis de “escenarios” normativos
desde los cuales sea posible ir “desagregando” los actores sociales involucrados en la
construcción de la representación y en la identificación del objeto. Al efecto, desde la Carta
Orgánica Municipal y desde sus Ordenanzas
Municipales, se detectan los “haceres” de tal
referente institucional, con la finalidad de verificar en tanto y en cuanto son “creadoras de
representaciones sociales con respecto a su
intervención en la “vocación territorial”, lo que
–a nuestro juicio- nos estaría también permitiendo realizar una especie de “medición de
evaluación” del desempeño municipal en los
términos ejecutivos.
REV IISE 89
DEFINICIONES CONCEPTUALES
Representaciones Sociales
Se adoptó como definición más adecuada la de
Farr, Robert. M. ya que retoma a Moscovici,
Sergei, pero además precisa y delimita mejor
el concepto referido.
“Sistemas cognoscitivos con una lógica y un
lenguaje propios. No representan simplemente “opiniones acerca de”, “imágenes de”, o “actitudes hacia” sino “teorías o ramas del conocimiento” con derechos propios para el descubrimiento y la organización de la realidad. Sistemas de valores, ideas y prácticas con una
función doble: primero, establecer un orden que
permita a los individuos orientarse en su mundo material y social, y dominarlo; segundo,
posibilitar la comunicación entre los miembros
de una comunidad proporcionándoles un código para el intercambio social y un código para
nombrar y clasificar sin ambigüedades los diversos aspectos de su mundo y de su historia
individual y grupal “
Vocación Territorial
“Puede decirse que vocación territorial es el
conjunto de aptitudes, disposiciones y potencialidades de un territorio, considerado este
como el medio físico socialmente construido,
sobre una naturaleza ya dada, del sistema de
soporte materiales de una sociedad concreta,
como expresión y síntesis históricamente fe-
90 REV IISE
chada, cambiante, dinámica, contradictoria, de
múltiples determinaciones económicas, sociales, políticas y culturales.”
Estado y Municipio:
En la relación estado-sociedad-territorio, el
primero no solo regula las relaciones entre el
capital y el trabajo y las relaciones entre los
distintos sectores sociales y niveles territoriales, sino que también define y expresa el ordenamiento de su territorio, a través de la articulación que hace del espacio. La división político-administrativa es un instrumento para el
ejercicio del poder estatal, expresado en términos de administración, planificación, gobierno y control territorial. En la actualidad la sociedad civil y las entidades territoriales, están
llamadas a ser protagonistas de los proceso de
desarrollo nacional y regional, dentro del marco de apertura interna, que abre espacios de
participación social y desarrolla procesos de
descentralización administrativa, de autonomía
territorial, de democracia participativa y de
apertura externa que sugiere una mayor producción y competitividad, las cuales sólo son
posibles a partir de la modernización regional.
RESULTADOS
El grado de avance a la fecha nos ha permitido
presentar en esta ponencia los siguientes resultados:
1. Caracterización de los Departamentos Pocito y Zonda
2. Análisis de las Categorizaciones
Caracterización de los Departamentos Pocito y Zonda
Pocito
El Departamento de Pocito se encuentra ubicado sobre un área de oasis, específicamente
sobre el Oasis del Tulúm, quien concentra la
mayor capacidad productiva y poblacional de
la provincia. Es un departamento de perfil rural, producto de un tipo de ocupación espacial
específica, de las transformaciones que se han
sucedido en el tiempo y de cómo se han ido
organizando las sociedades que allí habitan,
generando así usos del suelo particulares en
cada unidad espacial.
Presenta una clara división entre el espacio que
corresponde al oasis productivo y el sector precordillerano correspondiente a la Sierra Chica
de Zonda que actúa como límite oeste con el
departamento de Zonda. Posee una superficie
total de 56886,34 ha, el oasis es de 31475,630,
es decir un 55,33 % del total
En función de la cantidad de habitantes (40969
habitantes), Pocito estaría conformando un
municipio de 1º categoría. Debemos agregar
además un elemento que le incrementa peso y
es que el departamento Pocito posee Carta
Orgánica Municipal, lo que le confiere autonomía frente a la toma de decisiones a diferentes
niveles, y es el sustento jurídico legal del departamento.
En el departamento Pocito la función de gerenciador público en el desarrollo territorial, cumplida por el municipio, obedece a consolidar y
potenciar aspectos tales como el turismo, que
podríamos decir que en líneas generales está
representado por la gran cantidad de recursos
naturales y paisajísticos que encontramos en
él, como así también el gran potencial que presenta en relación al agroturismo. Por otro lado
posee un importante desarrollo agroindustrial
que define otra vocación de su territorio, ya
que se constituye como básicamente agrícola,
con una fuerte expectativa industrial, y un importante rol exportador.
Con el objetivo de enfrentar dicho desafío analizaremos la existencia y el modo de implementación, de la participación municipal en las diferentes áreas de la economía departamental,
priorizando las que conforman su vocación territorial: agrícola, industrial y turística. Este
desafío estará definido por las propias opiniones y experiencias de los actores del proceso,
que conforman sus representaciones social-
mente construidas, respecto al rol que el municipio cumple en los diferentes ámbitos de la
economía local.
Zonda
Este departamento presenta una considerable
extensión, 249295,20 ha, de las cuales solo es
utilizado el 2,15% para actividades principalmente de agrícolas desarrolladas en el sector
de oasis, ubicado hacia el noreste del departamento.
La concentración más relevante del departamento la constituye la cabecera departamental Villa Basilio Nievas, los servicios más importantes se encuentran emplazados de manera lineal sobre Ruta Provincial Nº12. A partir
de allí se ha expandido el área central hacia el
sector noreste.
El departamento, históricamente se ha perfilado como agrícola, con base en algunos cultivos
como la vid y el olivo y algunas diversificaciones, en la actualidad, hacia los frutales. Este
perfil agrícola es difícil desarraigarlo de lo que
históricamente constituyó la actividad principal de la población, por esta razón y en función
de las condiciones naturales propicias (suelo y
clima básicamente) es una actividad definitoria en la determinación de la vocación territorial.
Las riquezas naturales que se ofrecen en este
departamento lo perfilan con capacidades turísticas, por lo que es necesario considerar la
necesidad de mejorar las condiciones de infraestructura, servicios y promoción turística.
Análisis de las Categorizaciones
A partir de la información obtenida en las entrevistas realizadas en los Departamentos bajo
estudio (Pocito y Zonda), se realizó la categorización y análisis que nos condujera al conocimiento de las representaciones sociales sobre
la vocación territorial y el rol que cumple el
Municipio en tales representaciones.
A la fecha, se han analizado las siguientes categorías y subcategorías:
A - Ingerencia Municipal en la Vocación Territorial
A-1- Apoyo Municipal a la Vocación Territorial:
en Gestión, en Orientación o Asesoramiento,
en Acciones Concretas o Ausente.
A-2- Actitud Municipal frente a la Comunidad
Económica: Aperturista, Indiferente y Enclaustrada
B- Opinión frente a la Gestión Municipal: Opinión Positiva, Opinión negativa.
B- a-Opinión de los otros Miembros del Sector
Económico
REV IISE 91
C- Intervención de otros Organismos en la Vocación Territorial
C-1-Posibilidad de Intervención: Instituciones
Públicas y Privadas
C-2- Respuesta de Otras Instituciones
D- Obras Municipales: De Iniciativa Municipal,
De Autogestión
E- Potencialidades Departamentales: Productivas, Turísticas, Urbanísticas, Viales, Comerciales, Otras.
E a- Respuesta Municipal frente a las Potencialidades
F- Debilidades Departamentales: Productivas,
Turísticas,, Urbanísticas, Otras.
Fa- Respuesta Municipal frente a las Debilidades
G- Propuestas de la Comunidad Económica al
Municipio: Productivas, Turísticas, Ambientalistas, Viales, Organizativas, Otras.
A los efectos de esta ponencia se analizará solo
la sub-categoría “Apoyo Municipal”, dentro de
la categoría “Ingerencia”, a modo de ejemplo.
Las siguientes son las observaciones obtenidas en cada departamento atendiendo a la categoría señalada.
A - Ingerencia municipal en la Vocación
Territorial
El término “ingerencia”, así escrito, tiene un
origen etimológico procedente del verbo “gérere”, el que da lugar a gerencia, gestión, gesto, entre otras; y cuyo significado es llevar en
sí, transportar. El prefijo “in” en este caso implica direccionar, dar dirección o llevar asuntos. Por lo tanto ingerencia significa una intervención en un lugar o territorio, para producir
cambios de gestión o gerencia en determinada
dirección, a partir de lo que ese cuerpo social,
físico o cultural tiene en sí, no implantando algo
extraño o foráneo a él; como un acto continuado en el tiempo y no de una sola vez. (Arnal,
Mariano. Almanaque Léxico)
Con esta categoría se pretende detectar el interés del estado municipal en dirigir, controlar
o simplemente apoyar la actividad privada en
el desarrollo económico de su departamento,
imprimiendo líneas de acción a seguir, o ayudando al mejor desenvolvimiento de las actividades productivas y servicios que se prestan.
Pocito: En general, puede verse que los productores agrícolas del departamento se encuentran bastante conformes con la gestión municipal. Un productor agrícola del sector olivícola, hortícola y productor de semillas, opina que
si bien no reciben dinero del municipio, se los
consulta en las decisiones importantes. Del
mismo modo un productor vitivinícola confiesa
92 REV IISE
no haber recibido ayuda económica municipal
y otro lo confirma destacando que los municipios no manejan mucho dinero, pese a ello tiene una ingerencia activa.
“El municipio, nosotros no lo molestamos para
nada lo que es dinero, pero si estamos tenemos mucho apoyo de ellos en muchas cosas.
Nos preguntan cosas que para uno es una gran
satisfacción, que le vengan a preguntar que les
parecen que podemos hacer? (Entrev. P 2)
“Muy activa” “En la parte económica lo que recibimos de ellos es un apoyo de gestión porque el municipio normalmente no maneja lo
económico…, no maneja fondos propios por la
coparticipación,…” (Entrev. P 7)
En cuanto a los empresarios industriales y turísticos unos no perciben mucha ingerencia
municipal en sus rubros, otros se sienten más
contenidos en las actividades turísticas que en
su producción industrial. Ellos forman parte de
la denominada “Ruta del Vino” que fue constituida por bodegueros y champañeros de Pocito y otros departamentos sanjuaninos, y tiene
como finalidad acercar sus productos a visitantes principalmente extranjeros y de otras
provincias, trasformando sus establecimientos
en productos turísticamente vendibles.
El municipio no tiene mucha participación. (Entrev. P 8)
“Básicamente en el apoyo de la ruta del vino, o
sea en la parte turística…eeeh… Y el municipio
después de que lanzó el PLAN ESTRATÉGICO
2008 – 2020 también bueno tambien a la parte productiva. Si bien el contacto más fuerte
era el apoyo turístico de la ruta del vino eeeh
tambien estamos trabajando con el lanzamiento
de este proyecto que ha hecho el municipio.”
(Entrev. P14).
Zonda: En cambio, en este Departamento, se
observa una distancia considerable entre la
acción municipal y, principalmente, el sector
productivo; ellos expresan que están desprotegidos específicamente en su búsqueda de financiamiento para desarrollar sus actividades.
“Vivimos haciendo pedidos y estamos un poco
desilusionados, con los pedidos que hacemos.
Porque los pedidos que hacemos los productores, están todos orientados al financiamiento,
porque el productor no tiene acceso al financiamiento, y hay planes del Gobierno Central
que la Municipalidad los debería canalizar” .”
(Entrevistado Nº10 . Propietario de finca y bodega).
A-1-Apoyo Municipal a la Vocación Territorial
Bien es sabido que los municipios cumplen la
función de mantenimiento de los sectores públicos, alumbrado, barrido y limpieza, y reco-
lección de residuos domiciliarios, básicamente. Sin embargo pueden y deberían generar
acciones tendientes a la potenciación y desarrollo económico de sus territorios. En este
ítem observaremos, desde la mirada de los
actores, la medida en que los agricultores,
industriales, comerciantes y empresarios turísticos, reciben apoyo del gobierno municipal, ya sea en gestión, asesoramiento o en
acciones concretas.
-Apoyo en Gestión:
Pocito: Una de las formas en que la gestión
comunal apoya a la actividad privada local es
ayudándoles a realizar gestiones de diverso tipo
ante organismos provinciales, nacionales, públicos o privados; ya sea para la obtención de
subsidios económicos ante desastres naturales, o intercediendo para solucionar problemas
laborales o legales.
“…Casualmente ayer nos dio un apoyo muy grande a los agricultores en el caso del RENAT, han
aparecido esta semana haciendo desastres a los
productores, entonces se han puesto que no
puede ser por que se ocupa un obrero por dos
días y que tenga que meterlo en libro, y no vale
la pena, entonces buscar otro sistema, eso es
pa‘ la Pampa Húmeda.” “Entonces hemos tenido un gran apoyo de él, incluso la gente lo sabe
por eso la gente se quiere venir a Pocito, está
viniendo mucha gente nueva y nosotros no nos
vamos de Pocito!”. (Entrev. P 2)
Zonda : En este departamento no se concretan acciones específicas de apoyo para gestiones que requiere la comunidad, en cambio,
respecto de la gestión que le es inherente al
funcionamiento municipal, como es el cobro
de tasas contributivas, se reconoce que existe un apoyo en la implementación de moratorias acordes a las posibilidades de los contribuyentes.
“Las facilidades digamos…el cobro de…de la
tasa, claro, municipal, que si yo este mes no
puedo, que se yo me hacen un plan de pago en
dos veces o en tres veces, siempre hay una
esp ecie de cont rato, de pal abra con el
Municipio…es decir bueno mira lo podemos
arreglar de esta manera, no te puedo pagar
todo junto…El mes que viene me va a ir mejor,
tal vez... Entonces siempre hay una especie de
ayuda hacia el comerciante para que pueda
seguir manteniéndose” (Entrevista Nº 1)
- Apoyo en Orientación o Asesoramiento
Pocito: Otro modo en que se muestra el interés por el desenvolvimiento de los diferentes
rubros de la economía local es mediante la
orientación y asesoramiento a productores,
empresarios y comerciantes en temas labora-
les, relacionados con la exportación y trámites
en general.
“Sí, él nos ha brindado siempre apoyo y colaboración en lo que es organización todo eso, el
municipio nos está brindando el apoyo necesario, pero si nosotros vamos por ejemplo y le
pedimos: Sergio queremos tal cosa; él acude
ahí no mas a nosotros” “Y él permanente por
ejemplo....la municipalidad ha hecho una oficina para lo que es el tema agrícola, para asesoramiento, exportación, para todo eso”. “Nos
sentimos orgullosos de producir en Pocito, porque vemos a lo mejor en otros departamentos,
colegas nuestros, amigos nuestros, no tienen
tanto apoyo como nos brinda el intendente de
Pocito a nosotros.” (Entrev. P 3)
- Apoyo en Acciones Concretas
Pocito: En algunos casos el apoyo se manifiesta mediante la ejecución de obras o acciones por parte del Municipio que, intencionalmente o no, permiten mejorar la actividad económica de algunos sectores productivos o industriales. Es el caso de este entrevistado,
dueño de un vivero de importancia en el Departamento, que se vio beneficiado en gran
medida por la extensión de la red de gas.
“…si nos colaboran y incluso ahora nos han
ayudado, nos han conectado la red de gas natural, la cual es importantísimo para nosotros.
Porque nos va a permitir bajar el 50 % de los
costos de la producción, porque nosotros tenemos invernaderos.” “Entonces por ejemplo
vamos a poder hacer en el año calendario 2
vec es p lant as d e ol ivo, por eje mplo.”
“Claro...sino antes lo teníamos que calentar
solamente con la temperatura del clima, entonces para nosotros, esa la gestión de habernos ya puesto el gas es importantísimo, así que
nosotros estamos bastantes conformes.” (Entrev. P 5)
Zonda: El apoyo aquí se manifiesta a través
de compras que realiza el Municipio a proveedores, con lo cual favorece a comerciantes locales. Especialmente, se ven beneficiados los
rubros de farmacia y ferretería.
“Si, hay ayuda económica por medio del Municipio, por supuesto todo lo más transparente
posible. O sea, ellos piden un presupuesto acá
del producto que necesitan, eh, lo llevan al
Municipio, el Municipio le acepta el pedido. Viene una persona del Municipio y lo compra, lleva su factura o su ticket, eh, y lo descarga como
gasto, me imagino yo, en el Municipio, como
ayuda hacia la comunidad”. “Únicamente medicamentos, perfumería en ningún momento
me compran. Únicamente medicamentos o sea
se nota que es una ayuda social que hace el
Municipio”…(Entrevista Nº1)
REV IISE 93
- Apoyo Ausente
Pocito: Si bien parece existir una coincidencia
en la mayoría de los productores en que reciben apoyo de algún tipo del municipio de Pocito hay un caso que podría considerarse diferencial que opina que el productor no tiene
apoyo municipal y solo subsiste por el esfuerzo
personal.
“No, esfuerzo personal todo aquí el Municipio
no le da ni cinco centavos a nadie..... Creo que
hay aportes de la nación pero eso al productor
no le llega, para mí que se quedan todos, no sé
quien se reparte la torta, pero se la reparten.”
(Entrev. P 6)
Zonda: En el sector productivo y de emprendimientos turísticos se advierte un reclamo para
que el Municipio concrete acciones directas de
apoyo, es una de las potencialidades más significativas para dinamizar el Departamento.
“Aquí no vino nunca el Intendente, a pesar de
que nos saludamos y todo, aunque hemos sido
adversarios. Cuando uno quiere innovar o intenta hacer algo productivo, es ignorado” (Entrevistado Nº11, propietario de finca).
CONCLUSIONES
Conclusiones del análisis comparativo de
las categorizaciones
El análisis comparativo de las categorizaciones
en los departamentos en estudio, tiene como
resultado las siguientes conclusiones, en las
cuales se ponen de manifiesto diferencias significativas entre ambos respecto al tema que
nos ocupa: las representaciones que tiene el
sector productivo, respecto de la ingerencia
municipal en la vocación territorial.
En esta ponencia se presentan las conclusiones relativas a las categorías: Apoyo Municipal
a la Vocación Territorial y Actitud Municipal frente a la Comunidad Económica.
A - Apoyo Municipal a la Vocación Territorial
En el presente informe se presentan las conclusiones de las sub-categorías: Apoyo en Gestión y Apoyo en Acciones Concretas.
Apoyo en Gestión
En ambos departamentos se visualiza al Municipio como responsable de gestionar ante otros
organismos del Estado, privados y demás instituciones vinculadas a actividades productivas,
si bien es reconocido dicho papel, en el caso
de Zonda solo lo ven como articulador de demandas e intermediación, queda para un posterior el análisis si lo cumple o no. En cambio,
en Pocito el apoyo es concreto, traducido ello
en la creación de una agencia de desarrollo
94 REV IISE
económico local con plena intervención en la
economía local. Por lo contrario Zonda no cuenta con un área de esta naturaleza. También
debemos agregar el apoyo del Municipio a la
Educación departamental, promoviendo visitas
guiadas a los alumnos con el fin de conocer y
propagar información sobre diversos procesos
industriales en las distintas empresas locales.
También se reconoce una acción inmediata del
municipio ante un siniestro, utilizando diversas modalidades de gestión para solucionar
problemas laborales, climáticos y siniestros.
Apoyo en Acciones Concretas
En el área de servicios e infraestructura, nos
encontramos con una diferencia notoria Para
Pocito la obras publicas pasan por el embellecimiento del departamento, mejorando calles,
creación de centro comercial, creación de espacios verdes, en cambio en Zonda el apoyo se
vincula a satisfacer la provisión de agua potable, a través de tanques. También Pocito realiza acciones concretas para la producción prestando el salón municipal para las reuniones de
semilleros.
En ambos departamentos podemos hacer referencia de un “apoyo inverso”, cuando decimos que existen bodegas en Pocito que prestan sus instalaciones para la realización de
eventos locales. En el caso de Zonda, son los
grandes propietarios agrícolas los que satisfacen las necesidades de Municipio con el servicio o alquiler de sus maquinarias.
Una acción muy específica es la que se relaciona con el turismo. Al respecto, el apoyo que
se manifiesta en Pocito es un acompañamiento
a los privados que se encuentran en una incipiente actividad y, producto de ello, es la Ruta
del Vino, que está formada por 6 bodegas, con
quienes el municipio se reúne; asimismo, la
promoción, compra de productos típicos del
departamento, para agasajar a visitas extranjeras y funcionarios. Se destaca también la
promoción de músicos, artistas que juegan un
rol protagónico en épocas de afluencia turística como la semana santa, fiestas patronales
de San Bárbara, fiesta de vino artesanal.
En relación a Zonda solo existen unos pocos
emprendimientos turísticos que crecen, de forma independiente, y el apoyo pasa mínimamente por informar su existencia.
B - Actitud Municipal frente a la Comunidad Económica
Esta categoría está compuesta por tres subcategorías: actitud aperturista, actitud de enclaustramiento y actitud de indiferencia.
En el análisis de Pocito, el tipo de actitud de
enclaustramiento e indiferencia no se manifiestan claramente en las entrevistas. Por el con-
trario, en Zonda, las entrevistas reflejan los tres
tipos de subcategorías.
En ésta línea de análisis se identifica claramente
que en Pocito predomina una actitud aperturista del municipio, mientras que en Zonda las
actitudes de enclaustramiento e indiferencia son
las que prevalecen.
El municipio de Pocito presenta una Vocación
Territorial de perfil claramente agrícola, y
agroindustrial, con una incipiente actividad turística desprendida de aquellas. Del análisis de
la categoría actitud municipal, se concluye que
la actitud aperturista y positiva que posee el
municipio se ve reflejada en las representaciones sociales de los habitantes, ya que el municipio acompaña con sus acciones a potenciar
esa vocación.
Al igual que Pocito, Zonda posee una Vocación
Territorial definida por sus condiciones agrícolas y turísticas. Sin embargo, la construcción
de las representaciones sociales que los habitantes han realizado de la actitud municipal
difiere sustancialmente con Pocito. En Zonda,
la población manifiesta que el municipio no
siempre concreta en acciones sus necesidades
y hay una demanda no satisfecha en obras que
favorezcan a potenciar la vocación territorial.
La actitud aperturista en los Municipios, son
incorporadas en las representaciones sociales
de los ciudadanos, potenciando las capacidades productivas en el ámbito de la comunidad
económica.
Se observa una diferencia cualitativa en la gestión municipal de Pocito con respecto a Zonda,
la cual se traduce en un beneficio significativo
para el desarrollo de la Vocación Territorial y,
por tanto, para el crecimiento del departamento de Pocito.
Las representaciones sociales de los habitantes, respecto del rol de la gestión municipal en
el desarrollo de la Vocación Territorial, son coincidentes con el nivel de desarrollo que se observa en la realidad.
Las opiniones que, sobre el Rol Municipal tienen los entrevistados, como uno de los elementos exteriorizables más directos de las representaciones sociales, tienen una relación muy
estrecha con la satisfacción de las necesidades
personales.
La Intervención de Otras Instituciones Públicas
y Privadas que cubren los aspectos de Promoción y Protección de la Producción, a través del
financiamiento, la solución de problemas técnicos o específicos de cada área, fortalecen la
Vocación Territorial.
CONCLUSIONES FINALES
En el grado de avance que tiene nuestro estudio, podemos arriesgar algunas conclusiones
que, a nivel comparativo, acusan los resultados obtenidos en los Departamentos.
La Ingerencia Municipal, cuando se traduce en
actitudes de apoyo a la Vocación Territorial provoca un dinamismo en el sector productivo y
favorece las motivaciones de la población para
emprender acciones de fortalecimiento de dicho sector.
AGRADECIMIENTOS:
La elaboración de éste trabajo no hubiese sido
posible sin la colaboración de los vecinos de los
departamentos Pocito y Zonda, quienes aportaron sus experiencias y datos necesarios para
la ejecución del proyecto. De igual modo se
agradece la colaboración del Poder Ejecutivo
municipal y su equipo de colaboradores.
BIBLIOGRAFÍA
BERGER y LUCKMAN, Thomas (1986). “La Construcción Social de la Realidad”. Ed. Amorrortu, Buenos Aires.
FARR, Robert M. (1986). “Las Representaciones Sociales”. En Serge Moscovicci (compilador) Psicología
Social II . Ed. Paidós. Barcelona.
JODELET, Dense: “La Representación Social: Fenómenos, Concepto y Teoría. En Serge Moscovicci (compilador) (1984). Psicología Social II . Ed. Paidós. Barcelona.
MONTAÑÉS GOMEZ, Gustavo (2001). Razón y pasión del espacio y el territorio. En: Espacio y Territorio, razón,
pasión e imaginarios. Red de Editores de Espacio y Territorio, Universidad Nacional de Colombia.
NAVEDA, Alicia y LOPEZ, Diana “Turismo sustentable: plan estratégico como alternativa para la superación de la pobreza rural: el caso de Zonda – San Juan – Argentina. Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología – Instituto de investigaciones Socioeconómica.
PADILLA COBOS, Emilio (1997). Regiones o Territorio, totalidad o fragmentos: reflexiones críticas sobre
el estado de la teoría regional y urbana. Revista Latinoamericana de Estudios Vol. XXI. Abril, Nº 68
Pág. 50. Chile.
REV IISE 95
96 REV IISE
POLÍTICAS SOCIALES DESDE SUS DESTINATARIOS.
EL CASO DE SAN JUAN, ARGENTINA, 2002-20091
NAVEDA, ALICIA2; LÓPEZ, DIANA; VEGA, SONIA; JOFRÉ, LELIS; GUARRO, CECILIA
RESUMEN
A inicios del tercer milenio, la satisfacción de
las necesidades materiales de la mayoría de
los seres humanos se ve seriamente amenazada; el trabajo asalariado, en tanto vía de acceso a la supervivencia de las mayorías, adquiere características preocupantes, agravadas por
la crisis financiera internacional desatada desde 2008 en el centro de poder mundial, EEUU.
Altas tasas de desempleo, subempleo, sobreempleo e incremento del sector informal, constituyen la precarización del trabajo en todo el
mundo, situación que se agudiza, obviamente,
en los países menos desarrollados.
Para enfrentar estas problemáticas, se organizan desde el aparato estatal una serie de políticas sociales y programas asistenciales que,
aunque fueron pensados para enfrentar crisis,
se sostienen aún en períodos de crecimiento
económico. ¿Cómo se entienden y explican estos programas desde los grupos destinatarios?
Para abordar este problema se realizaron entrevistas en profundidad a informantes clave.
Para el análisis, se definieron las dimensiones:
construcción ideológica de su cotidianeidad (conocimiento sobre la situación socio histórica en
la que viven); reconocimiento de dirigencia; e
identificación de cursos de acción posibles para
mejorar su situación. Inicialmente se reconoció la situación material que atravesaban los
hogares entrevistados.
Por la información relevada, queda en evidencia la centralidad de la problemática del trabajo en la vida de los grupos analizados, en la
forma en que observan sus condiciones vitales, y en la vulnerable situación en que los deja
la falta de empleo, y el avance de la informalidad y la precariedad laboral. Los programas
sociales enlazan con profundas carencias materiales, utilizando la situación de violencia económica que sufren estos grupos en la estruc-
tura material, para reforzar la dominación ideológica.
PALABRAS CLAVE:
Políticas Sociales – Dirigencia – Precarización
laboral
At the beginning of the third millennium, the
satisfaction of material needs of most humans
is seriously threatened, paid work, as a gateway
to the survival of the majority, have properties
of concern, aggravated by the international financial crisis unleashed since 2008 in the center of world power, USA. High rates of unemployment, underemployment, over employment
and increased informal sector, provide job insecurity around the world, this situation is worse, obviously, in the less developed countries.
To address these issues, have been organized
state apparatus a series of social policies and
welfare programs, which, although designed to
deal with crisis, maintain even in periods of
economic growth. How to understand and explain these programs from the target groups?
To address this issue in depth interviews were
conducted with key informants. For analysis,
defined the dimensions of their everyday ideological construct (knowledge about the sociohistorical situation in which they live); recognition of leadership, and identifying possible
courses of action to improve their situation.
Initially it was recognized that crossed the
material situation of households interviewed.
For the relevant information, it is clear the centrality of labor problems in the life of the groups
analyzed, how they see their living conditions,
and the vulnerable situation that leaves the lack
of jobs, and progress informality and precarious employment. Social programs linked with
profound material deprivation, using the economic situation of violence suffered by these
1 Trabajo presentado en el 5º Encuentro de Investigadores Sociales, Región Centro Oeste. 2º Binacional con la IV RegiónChile. Octubre 2009.
2 E-mail: [email protected]. Instituto de Investigaciones Socio Económicas (IISE), Gabinete de Estudios e
Investigaciones en Sociología, Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan.
REV IISE 97
groups in the material structure, to reinforce
the ideological domination.
KEY WORDS:
Social Policies – Leaders – Labor precariousness
INTRODUCCIÓN
Este artículo se desprende del proyecto de investigación “Desarrollo, Políticas sociales y
construcción de hegemonía”. Aquí abordaremos
la mirada que tienen los destinatarios de programas sociales asistenciales, acerca de los
mismos.
En Argentina, las consecuencias del modelo de
libre mercado fueron tan catastróficas en términos de aumento de desempleo, pobreza e
indigencia, que los sectores dominantes rearmaron alianzas para reconstruir hegemonía,
cuyo estandarte fue un cambio importante en
la dirección de contención social, fundamentalmente en lo que respecta a programas asistenciales relacionados con la población desempleada.
Para CEPAL, estos programas constituyen una
especie de “salida de emergencia” de las crisis, cuyo objeto es evitar la alarmante caída de
sectores excluidos del empleo, contendiéndolos a través de un ingreso mínimo. (CEPAL,
2008)
Si bien, en principio estos programas asistenciales estaban pensados para afrontar los ciclos recesivos, en los que aumentaba el desempleo, la misma CEPAL reconoce que los ciclos expansivos y recesivos son cada vez más
cortos, por lo que, estos programas, permanecen durante largos períodos aunque cambien
la denominación. Están destinados a atender a
quienes no acceden a un empleo, o sobreviven
en el sector informal.
Para enfrentar estas problemáticas, se organizaron desde el aparato estatal una serie de
políticas sociales y programas asistenciales
¿Cómo se entienden y explican estos programas desde los grupos destinatarios?
METODOLOGÍA
Para analizar la mirada que los destinatarios
tienen de los programas sociales asistenciales,
realizamos un estudio de caso en el departamento Capital de San Juan. Combinamos métodos cuantitativos y cualitativos; utilizamos
datos secundarios para la descripción de la situación estructural de estos sectores poblacionales, y datos primarios relevados a través de
dos tipos de entrevistas, estructurada aplicada
a muestra poblacional y en profundidad a in-
98 REV IISE
formantes clave (con guía semiestructurada).
Si bien algunas corrientes de metodología cualitativa postulan la importancia de ir al terreno
sin categorías teóricas previas, para construirlas a partir de los datos obtenidos, en este caso,
y dado nuestro abordaje epistemológico (materialismo histórico), se trabajó desde las categorías teóricas, que orientaron la construcción de la guía de entrevista.
En el análisis se siguieron las siguientes dimensiones: construcción ideológica de su cotidianeidad (conocimiento sobre la situación socio
histórica en la que viven); reconocimiento de
dirigencia; e identificación de cursos de acción
posibles para mejorar su situación. Inicialmente
se reconoció la situación material que atravesaban los hogares entrevistados.
Para analizar la información cualitativa utilizamos las técnicas sugeridas por Flick (op.cit);
resumimos el análisis de contenido siguiendo
el criterio de semejanzas y diferencias de las
respuestas obtenidas; luego buscamos explicar las respuestas, en relación al contexto, para
identificar ciertos valores (orientadores de acciones), coherentes con los pilares de dirigencia (análisis estructurante del contenido).
En todos los casos se trató de hogares en los
que se recibían ingresos por algún programa
social, en la mayoría, las jefas de hogar eran
mujeres con hijos menores a cargo. En esos
casos, según las entrevistadas, aunque tengan
pareja (generalmente padre de algunos de lo/
as hijo/as), no conviven; en estos hogares la
presencia masculina aparece como una “ayuda”, ya que también se trata de personas con
inserción laboral irregular (en sus palabras:
“viven de changas”).
ESTUDIO DE CASO: PLAN JEFES Y JEFAS
DE HOGAR DESOCUPADOS EN EL DEPARTAMENTO CAPITAL, SAN JUAN
Si bien existen una serie de evaluaciones del
Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados
(PJHD), la información casi siempre es muy
general, y no fue fácil acceder a los datos primarios que manejaban los municipios acerca
de la situación de quienes recibían el Plan. Debido a que nuestro interés se centraba en caracterizar al sector de población destinataria,
buscábamos datos sobre sexo, nivel educativo, capacidades laborales y otros, que se manejaban a nivel municipal. No obstante, en los
municipios explicaban que era información confidencial y que los listados cambiaban mes a
mes, por eso ellos no podían entregar esos
datos. Por otra parte, los datos eran elevados
al Ministerio de Trabajo de la Nación, que periódicamente daba a conocer evaluaciones sobre la marcha del Plan, publicadas. Aún en la
Dirección de Estadísticas y Economía de la Provincia, decían no contar con información y nos
remitían a la página web de INDEC.
Sin duda, el manejo de información es una herramienta poderosísima para quienes dirigen,
y no hay una buena disposición para socializar
los datos primarios, generalmente se opta por
“informes” cuyos resultados, casi siempre, evidencia los logros y no las dificultades de las
políticas aplicadas.
Finalmente, el acceso a una base de datos primarios fue posible por la buena disposición de
funcionarios que entendieron el interés académico de nuestro trabajo. Se accedió a una planilla, organizada por el Ministerio de Trabajo
de la Nación, en la que se consignaban datos
personales de los destinatarios, para el departamento Capital, San Juan. Esta información
fue tratada con el rigor del secreto estadístico,
y para su tratamiento se diseñó una base de
datos, (tipo .dbf, procesada con Fox Pro), cuya
información permitió realizar el siguiente análisis.
Para comenzar, proponemos no llamar “beneficiarios” (como se hace desde el gobierno y se
replica en los medios de comunicación), a quienes reciben estos planes, por considerar que el
“beneficio”, prácticamente no existe. Por otra
parte, la denominación proviene de “beneficencia” cuyos sinónimos serían caridad, auxilio,
favor, limosna, y esto evidencia cuanta carga
valorativa hacia los destinatarios de programas
sociales existe en el discurso hegemónico. Preferimos hablar de destinatarios de programas,
porque consideramos que son sectores de población, hacia quienes se dirige o destina una
acción estatal orientada, básicamente, a tender redes de contención para evitar “desórdenes” que amenacen el equilibrio social.
El Plan Jefes y Jefas de Hogar desocupados
(JJHD) se establece desde enero de 2002, luego de la eclosión crítica de 2001, en el marco
de la declaración de emergencia alimentaria,
ocupacional y sanitaria en el país. A pesar que
fue pensado como una medida de coyuntura,
su aplicación llega hasta 2009. Estaba destinado a paliar la extrema pobreza y desocupación de los jefes y jefas de familia, otorgando
una asignación mensual de $150. La cantidad
de Planes otorgados en San Juan entre 2002 y
2008, fue:
Años
Mujeres
%
Varones
%
Total
2002
12794
59
9088
41
21942
2003
23275
61
14878
39
38214
2004
21593
64
12127
36
33784
2005
19426
65
10273
35
29764
2006
14187
66
7210
34
21463
2007
10459
68
4957
32
15484
2008
5162
69
2333
31
7564
Fuente: Gobierno de la Provincia de San Juan
Graficados, los datos, se observa la trayectoria
del programa: (Gráfico N’ 1)
El cuadro fue confeccionado con promedios
anuales de planes otorgados, ya que la información brindada era mensual, evidenciando
algunas fluctuaciones a lo largo de cada año.
Al iniciarse el plan, se otorgaron casi 22.000
planes en la provincia, cifra que alcanza un pico
en 2003, para luego comenzar a descender
Gráfico Nº 1: Promedios anuales de Planes Jefas/es de Hogar Desocupados
otorgados entre 2002-2008, por sexo. Provincia de San Juan
Fuente: Gobierno de la Provincia de San Juan
REV IISE 99
hasta 2008, que se otorgaban 7564 planes. La
distribución por sexo mostró un aumento de la
participación de mujeres durante todo el período, lo que podría indicar que, si bien el programa estaba destinado a Jefes y Jefas de Hogar desocupados, fue convirtiéndose cada vez
más en un complemento de los ingresos del
hogar. Es decir, muchas mujeres, aún teniendo compañero, declaraban estar solas (con la
declaración era suficiente) para acceder al plan.
No nos llama la atención (como a quienes realizaron la evaluación para el Ministerio de Trabajo de la Nación, 2004), ya que la “ayuda” de
$150 es, a todas luces, totalmente insuficiente
para sostener un hogar que, en la mayoría de
los casos, cuenta con más de 5 miembros. Es
decir, creemos que hay una aceptación tácita
del gobierno, del hecho que el plan es una contribución a la supervivencia familiar.
Además de los planes nacionales, en la provincia desde el año 2000 (gobernación Avelín), se
implementó el “Programa Provincial de Becas”
(comúnmente llamadas Pasantías) con el objeto de paliar las altas tasas desocupación, sobre todo de nuevos trabajadores, ya que estaba destinado a jóvenes estudiantes. En 2003
había 5600 personas que recibían estas becas,
y fueron disminuyendo hasta 3400 (en junio
2006). El importe mensual también era de
$150. Al término de este trabajo, aún se mantiene el sistema de pasantías.
Capital es el departamento que recibía más
planes JJHD, 18% del total distribuido en la
provincia. A continuación, presentamos el análisis realizado sobre las características de los
grupos destinatarios del Plan, en base a la información primaria brindada por el Municipio.
Hasta septiembre de 2006, en la Municipalidad
de la Ciudad de San Juan existía información
detallada sobre 1513 personas que recibían el
Plan. El 68% de ellos eran mujeres y el 32%
varones. Datos coherentes con la distribución
por sexo, a nivel nacional, donde el 71% de los
planes, se otorgaron a mujeres. Esta distribución por sexo fue variando, dado que al inicio
del Plan, la distribución era más igualitaria; con
el tiempo, se fueron dando de baja a más varones que mujeres, probablemente porque ellos
encontraban trabajo más rápidamente. Este
rasgo, nos permite pensar que la política se
reorientó a complementar los ingresos del hogar, para garantizar un mínimo de subsistencia.
El grupo de 31 a 35 años concentra el 21% de
los planes otorgados. Si tenemos en cuenta
que una de las condiciones para acceder al Plan
es no tener trabajo registrado, es preocupante
que el 52% de los jefes de hogar desocupados, tengan entre 26 y 40 años, edades altamente productivas.
La distribución por intervalos de edad y sexo,
es la que se observa en el Gráfico Nº 2.
En Capital se entregan Planes a personas que
viven en otros departamentos de la provincia,
fundamentalmente del Gran San Juan. El 62%
reside en Capital; 30% en los departamentos
más cercanos: Chimbas, Rawson, Rivadavia y
Santa Lucia; y el 8% restante viven fuera del
área del Gran San Juan. Esta distribución geográfica confirma el papel de Capital como eje
hacia el cual confluyen diversas demandas sociales, desde otros departamentos.
Uno de los datos más importantes es el nivel
educativo alcanzado por quienes recibían el plan
(ver Cuado Nº 2)
Entre quienes recibían el Plan, el 9% no completó la primaria y/o sólo sabe leer y escribir;
26% completó el nivel primario solamente, si
a esto agregamos que el 38% no terminó el
Gráfico Nº 2: Distribución por intervalos de edad y sexo de los destinatarios
del Plan Nacional JJHD, Capital, San Juan, 2006
Fuente: elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad
100 REV IISE
Cuadro Nº 2: Nivel de instrucción formal alcanzado y sexo de los
destinatarios del Plan JJHD, Capital, San Juan 2006 (Porcentaje)
Educación Formal Alcanzada
Varones
Mujeres Total Jefes/as
Sabe leer
2
1
1
Sin Instrucción
1
1
1
Primaria o EGB Incompleto
8
6
7
Primario o EGB Completo
31
24
26
Secundaria y Polimodal Incompleto
39
38
38
Secundaria y Polimodal completo
0
1
1
Bachiller
7
14
12
Técnico
5
2
3
Comercial
1
5
4
Terciario Incompleto
2
4
3
Terciario Completo
1
1
1
Universitario Incompleto
3
4
4
Universitario Completo
Total
0
0
0
100%
100%
100%
Fuente: elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad
secundario, podemos afirmar que el 64% completó como máximo nivel de instrucción, sólo
el primario. Lograron terminar el secundario el
19%; y sólo el 8% llegó a niveles terciarios o
universitarios, la mayoría sin completarlo (sólo
el 1% terminó el terciario).
En general, las mujeres tienen mayor permanencia en el sistema educativo, el 20% de
mujeres completó el secundario, cuando sólo
el 11% de los varones lo hizo. En este nivel,
los varones tienen más formación técnica,
mientras la mayoría de las mujeres tienen estudios de bachiller y comercial.
Del total de personas que recibían el Plan Jefes
y Jefas de Hogar Desocupados en Capital, el 90%
había trabajado antes de estar desocupado, y
el 10% nunca trabajó. Los que trabajaron, lo
hicieron en las siguientes ramas de actividad.
Cuadro Nº 3: Rama en la que trabajaron quienes recibían el Plan Jefes y Jefas de Hogar en
Capital, San Juan. 2006
Rama
Agricultura, Caza, Silvicultura y Pesca
Fabricación de Productos Alimentarios, Bebidas y tabaco
Fabricación de Textiles Prendas de Vestir e Industria del Cuero
Industria de la Madera y Productos de Madera Incluido Muebles
Industrias Metálicas Básicas
Fabricación de Productos Metálicos, Maquinarias y Equipos
Fabricación de Productos no Clasificados en Otra Parte
Suministro de electricidad, Gas y Agua
Construcción
Comercio
Restaurantes
Hoteles
Transporte, Almacenamiento y Construcciones
Actividades Financiera y Servicios Empresariales
Servicios Comunales, Sociales y Personales
Fabricación de Sustancias Químicas y productos Químicos Derivados del petróleo Carbón, caucho y plástico
Fabricación Productos Minerales No metal. Excepto derivados de carbón y petróleo
Explotación de minas y canteras
Total
Total
15
38
31
5
8
8
24
3
151
156
16
10
17
38
833
3
1
1
1358
%
1
3
2
0
1
1
2
0
11
12
1
1
1
3
61
0
0
0
100
Fuente: elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad
REV IISE 101
El 61% trabajó en la rama de servicios comunales, sociales y personales, rama donde predomina el trabajo informal, transitorio y precario; el 11% en la construcción, y el 11% en
el comercio; el 9% había trabajado en alguna
rama industrial (3% en fabricación de alimentos y bebidas; 2% en fábricas textiles); 3% en
actividades financieras y empresariales; 2%
en restaurantes y hoteles; 1% en transportes; 1% trabajó en actividades agrícolas.
El 35% de los varones que trabajaron, lo hicieron en servicios comunales, sociales y personales; el 32% había trabajado en la construcción; 12% en industrias (sobre todo en industrias de alimentación y bebidas); el 11% en
comercio; y el resto trabajó en transporte
(3%); agricultura (2%); actividades financieras y servicios empresariales (2%); restaurantes (1%).
El 74% de las mujeres trabajó en servicios comunales, sociales y personales (el 52 % trabajó de empleada doméstica o mucama), de ellas,
el 36% no finalizó el secundario y el 8% no
finalizó el nivel primario.
El 12% trabajó en comercio; 7% en industrias
(la mitad de ellas en fabricación de textiles);
1% en construcción; 2% en restaurantes y
hoteles; 1% en agricultura y 3% en actividades financieras y servicios empresariales.
Entre los varones que trabajaron en la construcción, 4% no recibió instrucción, o sólo sabe
leer y escribir; 11% no terminó el primario;
36% terminó el nivel primario y 39% asistió
al secundario, aunque sin completarlo. Es decir, el 90% de los varones que trabajaron en
construcción solo puede acreditar como máximo nivel de instrucción alcanzado, la educación primaria. Respecto de los varones que trabajaron en servicios comunales, 5% no tiene
instrucción o sólo lee y escribe; 6% tiene primario incompleto; 31% terminó el primario;
36% asistieron al secundario sin completarlo;
16% completó el secundario; el 6% restante
asistió a niveles superiores sin completarlos.
Entre las mujeres que trabajaron en Servicios
Comunales, 2% no tiene instrucción; 7% no
completaron el primario; 26% completaron el
primario; 36% asistieron al secundario sin
completarlo; 20% completaron el nivel secundario; 8% asistieron a niveles de educación
superior, aunque sin completarlo; el 1% completó el terciario y/o universitario. Los niveles
de instrucción de las mujeres que trabajaron
en Comercio son: 1% no terminó el primario;
15% completó el primario; 46% Secundario
incompleto; 26% completó el secundario; 12%
asistieron a niveles terciarios o universitarios,
sin completarlo.
Grupo de 26 a 40 años
El 52% del grupo analizado tenían (a 2006)
entre 26 y 40 años; dada la importancia de
encontrar trabajos genuinos para personas de
esta edad, analizamos separadamente el nivel
de instrucción y los puestos a los que postulan.
El 22% postula para realizar tareas de auxiliar
no bien especificadas, lo cual hace suponer que
no tendrían una capacitación que posibilite el
acceso a trabajos mejor remunerados. El 19%
de mujeres sin capacitación, postulan para auxiliares de limpieza en educación (5%), porteras
o encargadas de edificio (6%) y mucama o
empleada doméstica (8%). El 18% que tiene
secundario completo, postula para auxiliar administrativo; otras mujeres con capacitación
(operativa), postulan para costureras (8%) y
overlockista3 (7%); también son mujeres las
que postulan para hoteleras y cocineras de hotel
Gráfico Nº 3: Distribución por rama de actividad en la que
trabajaron los destinatarios del Plan JJHD, Capital, San
Juan, según sexo. 2006 (Porcentaje)
Fuente : elaboración
propia en base a datos
primarios de la Municipalidad
3 Persona que maneja máquinas “overlock” utilizadas en la fabricación de prendas de vestir.
102 REV IISE
Gráfico Nº 4: Postulación de quienes recibían el Plan JJHD, y que tenían entre 26 y 40 años, Capital,
San Juan, 2006
Fuente: elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad
o restaurant. Los varones sólo postulan para
albañil (79%) y auxiliar en tareas no especificadas (21%).
A continuación, presentamos el análisis de las
respuestas obtenidas en las entrevistas en profundidad.
Si bien 68% del total de las personas que reciben el plan son mujeres, este porcentaje aumenta al 79% en el intervalo analizado. El 23%
de las mujeres, postula para realizar tareas de
auxiliar no bien especificadas.
Los principales problemas que identificaron lo/
as entrevistadas son falta de trabajo, bajos
salarios, inflación, inseguridad, salud y educación
Postulación de los Jefes y Jefas de Hogar
que Nunca trabajaron
El 10.3 % de quienes recibían el plan, nunca
trabajaron. Entre ellos, el 78% son mujeres y
22 % varones; 79% de los varones que nunca
trabajaron, tienen más de 30 años; y el 59 %
no terminó la escuela secundaria. Probablemente por el bajo nivel de instrucción, desempeñaron tareas informales que ellos mismos no
consideran “trabajo” (changas). Entre las mujeres que declararon no haber trabajado, el 73
% tiene más de 30 años; y más de la mitad
(54 %), no terminó la secundaria.
De las mujeres sin historia laboral, 11 % postula para modista y 7 % para costurera (en
fábrica); 73% supera los 30 años. El plan tenía previsto que quienes lo recibieran realizaran una contraprestación, no obligatoria, pero
deseable.
La mayoría de los Jefes y Jefas de Hogar realizan contraprestación en organizaciones civiles
sin fines de lucro, que difícilmente puedan generar empleos genuinos; 21% cumple funciones en la Municipalidad, que tampoco puede
ofrecerles empleo, aunque contribuya a capacitarlos operativamente.
Las condiciones de vida de los destinatarios del
programa analizado se trabajaron a través de
entrevista estructurada, que por razones de
espacio, no podemos explicar en este trabajo.
“en el barrio roban, arrebatan celulares, carteras. No alcanza el dinero, no hay trabajo para
los jóvenes. La salud también está muy mal,
mi hijo (mayor) es asmático y los remedios son
muy caros.” (Entrevista Nº 1, 35 años, mujer,
Departamento Capital)
Generalmente las mujeres con hijos pequeños
a cargo tienen dificultades para trabajar, ya que
deben encontrar a alguien que cuide de los
pequeños mientras ellas no están en el hogar,
lo que constituye una limitación estructural.
Esta idea también es reforzada por el progra-
Cuadro Nº 6: Distribución de quienes recibían
el Plan JJHD según ámbitos de contraprestación. Capital, San Juan, 2006. (Porcentaje)
Lugares de contraprestación
%
Enseñanza
16
Municipalidad de la Ciudad de San Juan
21
Otros Municipios
2
Salud
4
Otras Dependencias del Estado Provincial
13
Estado Nacional
0
Organizaciones Civiles *
44
Total
100
Fuente: elaboración propia
* Incluye talleres y roperos comunitarios, comedores infantiles, bibliotecas populares y otras ONG
REV IISE 103
ma Familias, por el que se otorga un ingreso a
las madres para que se ocupen del cuidado de
los hijos, pero limita las posibilidades de salir a
trabajar.
-“Los que otorgaban el plan Familia dicen que
cambiaron (del Plan Jefes al plan Familias) para
que los niños estén mejor protegidos en las
casas, con las madres sin salir a trabajar.” (Entrevistada Nº 2, 43 años, mujer, Departamento Capital)
Esta propuesta no es compartida por las destinatarias, que proponen recibir el plan, pero
además generar alguna ocupación que les permita aumentar el magro ingreso y tener una
ocupación, como solía suceder con el Plan Jefes y Jefas de hogar desocupado/as, que posibilitaba el trabajo comunitario de varias mujeres, por ejemplo en la Unión vecinal, atendiendo el comedor, al que luego convertían en taller, en el que se producían diversos productos
que podían vender en ferias de artesanías.
“Allí hacíamos ropa, muñecas, y las vendíamos,
y ese dinero era otro ingreso, que se sumaba
al plan. Vendíamos y aprendíamos a manejar
máquinas, a coser, a hacer cosas nuevas. Las
vendíamos en la plaza, en las muestras o exposiciones que organizaba la municipalidad.”
(Entrevistada Nº 2, 43 años, mujer, Departamento Capital).
Respecto del lugar que estos grupos consideran que tienen en la estructura social, se observa una imagen desvalorizada por ser destinatario/a de programas sociales. Esta imagen
se construye a partir de la forma en que son
tratados por quienes representan al aparato
estatal (los empleados públicos que entregan
planes, reciben las inscripciones, etc.) y por
ciertas “condenas” de otros sectores de la sociedad. Esta desvalorización contribuye a profundizar la asimetría en la relación con el gobierno, reforzando el lugar subordinado en que
los sitúa la ideología dominante.
La mayoría de los entrevistados decía algo similar a lo que sostenía la entrevistada Nº 1,
(35 años, mujer, Capital): “Los demás, la gente, nos ven mal a los que recibimos los planes
sociales. Yo les explico, yo tengo un plan, pero
no es porque somos cómodos o recibimos algo
de arriba, sino porque cerraron el lugar donde
trabajaba. A mí a veces me da vergüenza decir
que estoy en el plan familia.”
En la afirmación precedente, al igual que en
otras semejantes, se observa la reacción de
avergonzarse por su situación, lo que de algún
modo expresaría una especie de aceptación de
“culpa” por la pobreza y por necesitar la “ayu-
da” del Estado. La idea de culpar a las víctimas
por su situación, es un pilar de la ideología
dominante, que sostiene y generaliza frases
como: “los desempleados son responsables de
no estar preparados para ingresar competitivamente en el aparato productivo; los destinatarios de planes sociales son vagos y quieren
vivir sin trabajar”. Estos valores son reelaborados por las personas entrevistadas, que aunque reconocen la falacia, aceptan el lugar en el
que se los ubica.
Cuando se indagó sobre las causas de la situación en que se encuentran, los entrevistados
señalaron como responsables de esta situación
a “los que mandan de arriba, el gobierno” (Entrevista Nº 4, varón, 42 años, Capital). Nuevamente se observa que aparecen las responsabilidades en la superestructura, y aunque son
concientes de las relaciones de explotación que
vivencian diariamente, su extrema vulnerabilidad los lleva a aspirar a ser explotados. De
hecho pareciera que la continuidad de la explotación sería la única salida que ven estos
sectores. Al decir de Boron, la prescindibilidad
que sufren estos sectores respecto del aparato
productivo, los enfrenta a una condición de innecesarios para la sociedad.
En la mirada que estos grupos tienen de la estructura social a la que pertenecen y su lugar
en ella, hay una gran influencia de los medios
masivos de comunicación, especialmente la
radio y TV.
“Esto viene mal desde los presidentes, mal
manejo… bueno, yo lo pienso por los comentarios de la televisión… Cuando estuvieron
Alfonsín, De la Rúa, Menem, se le quitó muchas fuentes de trabajo a la gente.” (Entrevista Nº 3, mujer, 48 años, Capital)
La manipulación de la información es una herramienta muy bien utilizada por los grupos dominantes, y en algunos casos, como la provincia de
San Juan, agravada por la propiedad directa que
tiene la elite gobernante sobre algunos medios
(canal de televisión de aire, diario, radio). Recientemente hubo fuertes cuestionamientos a la
libertad de prensa en la provincia.4
Respecto de la consideración que hacen de los
programas sociales que reciben, es importante destacar que los destinatarios piensan que
los planes son un “trabajo”. Probablemente la
falta de empleo sumada a la necesidad de sentir que “se ganan la vida”, conduce a quienes
reciben estos planes a sostener:
“El plan no es un trabajo seguro. Cada vez
que voy a cobrar voy con miedo.” (Entrevista
Nº 2, varón, 42 años, Capital).
4 Ver carta de Adolfo Pérez Esquivel al Ministro del Interior, Aníbal Fernández, Diario Página 12, 9 de marzo de 2009.
104 REV IISE
Al indagar sobre el vínculo con el aparato estatal, lo/as entrevistado/as dicen que quienes
están a cargo de entregar los planes, sólo informan sobre diferentes planes, y a veces, les
dicen qué deben hacer o presentar para acceder a ellos, pero nunca escuchan sus quejas y
reclamos. Esta afirmación nos permite pensar
que los destinatarios de los programas sociales, no creen que su voz sea escuchada en el
aparato estatal, aunque en las declaraciones
de quienes implementan las políticas, se diga
lo contrario.
“Actualmente, la situación también está mal,
por más que ayuden. Yo no estoy desagradecida de la ayuda, porque es una ayuda, pero no
es suficiente. Tendría que haber más trabajo.
Mis hijos estudian, pero no consiguen un buen
trabajo.” (Entrevista Nº 3, mujer, 48 años, Capital)
Si bien, los planes no son la solución a sus problemas estructurales, consideran que deben
mantenerse e incluso aumentar la cobertura,
sobre todo a jóvenes, que tienen tanta dificultad para encontrar trabajo.
“Es necesario ayudar a los jóvenes que necesitan estudiar y trabajar. La salida es trabajo.
Trabajo para la juventud y para los mayores.”
(Entrevista Nº 1, mujer, 35 años, Capital):
Pero, aclaran, un trabajo bien remunerado,
hay un importante reclamo sobre los magros
salarios que se pagan:
“hay muy poco trabajo, y además el que hay,
es mal pagado” (Entrevista Nº 4, mujer, 29
años, Capital)
“Mucha gente piensa que porque uno necesita,
tiene que trabajar por $2. Creo que no estamos en tiempo de la esclavitud, ya cambió
mucho eso…Queremos el trabajo pero lo queremos bien pagado” (Entrevista Nº 1, mujer,
35 años, Capital):
Comparar estos tiempos con los de la esclavitud, por las condiciones en que el proletariado
informal puede incorporarse al aparato productivo, podría ser un principio de conciencia de
clase, de su situación respecto de otras clases;
pero no hay una identificación de quiénes generan estas situaciones, ni de cómo se puede
salir de ellas.
Lo/as entrevistado/as creen que los empresarios pueden “dar trabajo”, pero consideran que
deberían ser controlados por el gobierno. “Es
responsabilidad del gobierno, porque en las
empresas se presentan currículo, pero nunca
nos llaman. A veces la gente estudia e igual,
no consigue trabajo.” (Entrevista Nº 4, mujer,
29 años, Capital). Esta afirmación se enfrenta
con la política social, que plantea la capacitación para el trabajo, como estrategia para salir
de la pobreza, fundada en que el desempleo se
debe a la falta de capacitación. Evidentemente
en la vivencia de quienes no consiguen trabajo, la capacitación y el estudio no parecen mostrar mejores oportunidades.
Hacen un reclamo al gobierno, para que genere trabajo, creen que la posibilidad de mejorar
su situación depende de que sus derechos sean
defendidos por el gobierno. Siempre lo nombran al momento de pensar en soluciones.
CONCLUSIONES
A partir de las entrevistas realizadas, los valores más relevantes que se pudieron observar,
sostenidos por los destinatarios de los programas sociales, son:
§ Importancia de la familia, de los hijos,
del futuro de los hijos, - “queremos tener
una casa, ese es el sueño. Lo que compre va
a ser para mis hijos, los muebles, todo. VIVIR…. NO ME QUEJO, pero mis hijos me preocupan, quisiera que ellos estén mejor, que
tengan un buen trabajo, un buen ingreso.”
(Entrevista Nº 3, mujer, 48 años, Capital)
En estos valores se afianza la construcción de
dirigencia; las elites dirigentes basan su discurso en la propuesta de generar un “futuro
mejor” (como puede observarse en la enunciación de la política social), aunque éste tarde
tanto en llegar, que ellos no puedan verlo, la
esperanza se funda en que tal vez, alcanzará a
sus hijos…
§ Alta valoración del Trabajo “Siempre trabajé, en changas o lo que fuera, siempre he
tirado para la casa”. (Entrevista Nº 2, varón,
42 años, Capital).
Con esta afirmación el entrevistado responde
a ideas generalizadas, sobre todo entre las clases medias, respecto de los más pobres como
“personas vagas, que no quieren trabajar” (afirmación que fortalece la culpabilización de las
víctimas). El entrevistado sostiene que siempre trabajó, aunque no ha sido suficiente para
mejorar la situación de pobreza en la que vive5.
Se desprende de las entrevistas, que estas
personas son concientes de las escasas posibilidades que les brinda la estructura social; generalmente aluden a las dificultades que tuvieron para estudiar y capacitarse, y sostienen
que trabajan en “lo que pueden”, que buscan
trabajo y que nunca elegirían no trabajar para
estar “más cómodos”.
5 El entrevistado vive en un Lote Hogar (Programa del Instituto Provincial de la Vivienda que consiste en asignar un lote
y entregar materiales para que las personas construyan su casa), en mínimas condiciones de habitabilidad.
REV IISE 105
Las condiciones generadas por la expansión de
la acumulación capitalista a escala planetaria,
ha puesto en tal condición al, cada vez más
numeroso ejército industrial de reserva, que la
máxima aspiración es ser explotados, como
única forma de sobrevivir.
No obstante, la condición de trabajar tiene otras
connotaciones, ligadas a la autovaloración, las
posibilidades de proyectarse y de alcanzar niveles de satisfacción y realización personal, que
en estos sectores sociales aparecen relacionados con la cooperación, como se observa en el
siguiente valor resaltado por los destinatarios
de programas sociales asistenciales.
§ Alta valoración por la Educación, esfuerzo
cooperativo, compartir saberes, enseñar aprender, y producir. (Entrevista Nº 1, mujer, 35 años, Capital)
Estos valores fueron sostenidos sobre todo por
las mujeres entrevistadas, quienes resaltaban
la solidaridad de género practicada durante los
peores años de la crisis (2001-02), en los que
era común compartir saberes, herramientas y
organización para enfrentar los problemas cotidianos.
En las entrevistas realizadas queda en evidencia la centralidad de la problemática del trabajo en la vida de los grupos analizados, en la
forma en que observan sus condiciones vitales, y en la vulnerable situación en que los deja
la falta de empleo, y el avance de la informalidad y la precariedad laboral. Los programas
sociales enlazan con profundas carencias ma-
teriales, utilizando la situación de violencia económica que sufren estos grupos en la estructura material, para reforzar la dominación ideológica.
El mismo gobierno que potencia el desarrollo
del mercado con grandes beneficios para el
capital transnacional, tiende una mano a las
víctimas de la política económica, manteniendo en niveles de supervivencia a la cada vez
más numerosa, población empobrecida, a través de rimbombantes políticas de supuesto
“combate a la pobreza”
Los destinatarios de programas sociales son
concientes de las limitaciones de los programas, y descreen de la posibilidad que tienen
de transformar su situación. En síntesis, a partir de los datos presentados, creemos que se
corroboran las siguientes hipótesis:
H. 1: Los sectores sociales expuestos al desempleo, bajos salarios y precarización e informalidad laboral, destinatarios actuales o potenciales de programas sociales, reelaboran la
ideología dominante a partir de sus prácticas
cotidianas y de su vínculo con el aparato estatal, reforzando el lugar subordinado que le asignan las clases dominantes (asimetría de poder).
H. 2. La aplicación de programas asistenciales
propicia prácticas clientelares y paternalistas,
fortaleciendo el dominio de quienes representan al aparato estatal por sobre los destinatarios de dichos programas.
BIBLIOGRAFÍA
ALVAREZ LEGUIZAMÓN, SONIA Compiladora (2005) Trabajo y producción de la pobreza en Latinoamérica y el Caribe CLACSO, Buenos Aires
AMADEO, EDUARDO (2008) “Estigma y deslegitimación de las políticas sociales en la Argentina” Publicado en los Programas Sociales en Argentina hacia el Bicentenario: Visiones y perspectivas/ compilado por Guillermo Cruces et all, 1º edición, Bs. As.: Banco Mundial
ASTARITA, R. (2006). Valor, mercado mundial y globalización. Buenos Aires, Kaircron.
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2004) “Estrategia de país del banco con Argentina 20022008” en www.bid.com
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2001), “Iniciativa interamericana de capital social, ética y desarrollo” (http://www.iadb.org/etica/iniciativa.cfm), agosto.
Banco Mundial – FMI (2002) “Examen del mecanismo de los documentos de estrategia de lucha contra la
pobreza”
Banco Mundial (Kruger, Richard) (2001) “Social Analysis. Selected tools and techniques”
BORON, ATILIO (2008) Socialismo siglo XXI ¿hay vida después del neoliberalismo? Ediciones Luxemburg, Buenos Aires
BORON, ATILIO (2003) “Estado, capitalismo y democracia en América Latina” CLACSO, Buenos Aires.
106 REV IISE
BORON, ATILIO A. (2000) Tras el Búho de Minerva. Mercado contra democracia en el capitalismo de fin de
siglo (Buenos Aires: Fondo de Cultura económica)
CEPAL (2002) “Agenda Social. Capital Social: sus potencialidades y limitaciones para la puesta en marcha de
políticas y programas sociales”, Santiago, Chile
CEPAL (2008), Autores del Informe: Cruces, G.; Epele, N.; Guardia, L. “Los programas sociales y los objetivos de desarrollo del Milenio en Argentina”, División de Desarrollo Social, Serie Políticas Sociales
142 Santiago, Chile.
CORAGGIO, JOSÉ LUIS 2004 De la emergencia a la estrategia. Más allá del “alivio de la pobreza” Editorial Espacio, Buenos Aires
CETRÁNGOLO O. Y JIMÉNEZ J. (2003) “El gasto social y el Programa Jefes y Jefas de Hogar Desempleados”, Argentina - OIT.
DIETERLEN, PAULETTE (2003) “Derechos, necesidades básicas y obligación institucional” en Ziccardi,
Alicia Compliladora. Pobreza, desigualdad social y ciudadanía CLACSO, Bs. As.
ESPINA PRIETO, MAYRA P. (2008) “Políticas de atención a la pobreza y la desigualdad”, CLACSO,
Buenos Aires.
FLICK, UWE (2007) Introducción a la investigación cualitativa Morata Paideia, Madrid
FOX PIVEN, FRANCES Y CLOWARD, RICHARD (1993) “Regulating the poor. The functions of Public
Welfare” Ed. Vintage Books, New Cork
GAMBINA, JULIO (2008) “Introducción a la Crítica de la Economía Política 1857- Marx. Estudio introductorio” Ed. Luxemburg, Buenos Aires
HALPERÍN WEISBURD, LEOPOLDO (2006) “La política social del nuevo siglo en Argentina: entre el
desempleo y la marginación, el mecanismo del clientelismo político” en Revista Latinoamericana de
Estudios del Trabajo Políticas de trabajo y empleo Nº 18 Año 11, Montevideo, Uruguay
HOUTART, FRANCOIS (2007) El sentido de la “lucha contra la pobreza” para el neoliberalismo en http:/
/rci.net/globalizacion/index.htm
ILPES CEPAL (2001) “El uso de indicadores socioeconómicos para la formulación y evaluación de proyectos
sociales”
INDEC: Demanda Laboral Insatisfecha en la Argentina ISSN 0327-7968
INDEC: Censo de Población y Vivienda 2001.
INDEC: Encuesta Permanente de Hogares, Gran San Juan
Latinobarómetro (2008) “Informe 2008” en www.latinobarometro
LINDEMBOIM, JAVIER (2008) (compilador) Trabajo, Ingresos y Políticas en Argentina. Contribuciones
para pensar el siglo XXI. EUDEBA, Buenos Aires
Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (2006) Informe de gestión del período 2005-2006: Políticas
Sociales en acción www.ministeriodesarrollosocial.gov
Ministerio de trabajo de la Nación, Subsecretaría de Programación Técnica y estudios laborales (2005)
“Distribución del Ingreso, pobreza y crecimiento en Argentina.
Ministerio de trabajo de la Nación, Subsecretaría de Programación Técnica y estudios laborales (2004)
“Segunda evaluación del Plan Jefes de Hogar”
Ministerio de Desarrollo Social de la Nación- Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales
(2004) Informe de Ejecución, Kirchner, Alicia M.
MURRAY, CHARLES (1992) Política social y marginalidad: algunas lecciones de la experiencia norteamericana Revista Estudios Sociales Nº 47
SALVIA, AGUSTÍN; COMAS, G.; GUTIERREZ AGEITO, P.; QUARTULLI, D; STEFANI, F. (2008)
REV IISE 107
108 REV IISE
NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS
NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS
La revista REVIISE es una publicación periódica con referato. Constituye un medio para dar a
conocer en el ámbito nacional e internacional los trabajos que se realizan en la Universidad Nacional
de San Juan y otras universidades e instituciones nacionales, relacionados con temáticas sociales
que cumplan con los requisitos propuestos para su aceptación y sean considerados de alto valor
para su difusión.
AREAS DE INVESTIGACION:
SALUD Y SOCIEDAD
EDUCACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD
AMBIENTAL
COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD
ESTADO, GOBIERNO Y SOCIEDAD
SOCIOECONÓMICA REGIONAL: RURAL Y URBANA
GÉNERO Y SOCIEDAD
SOCIO JURIDICA
ADMISIÓN Y EVALUACIÓN
Para su publicación los trabajos deberán presentarse por Mesa de Entradas de la Facultad de
Ciencias Sociales (FACSO) de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) o enviarse por correo,
dirigidos al Instituto de Investigaciones Socioeconómicas (IISE) FACSO, UNSJ - Av. José I. de la Roza
590 (O). Rivadavia. 5400. San Juan, Argentina. Se deberá enviar dos copias impresas y un soporte
digital utilizando procesador de textos Word de Windows en CD o por correo electrónico a
[email protected].
El Comité Editorial se reserva el derecho de no publicar aquellos trabajos que no cumplan con las
normas que se enuncian a continuación, así como realizar correcciones de estilo no afectando el
contenido de los mismos. Asimismo el Comité decidirá en qué número se publicará el artículo,
dejando expresa constancia que el mismo no expresa necesariamente, la opinión ni del Consejo ni
de las autoridades de la UNSJ, siendo de absoluta responsabilidad de los autores.
Los trabajos serán sometidos a referato. El mismo estará a cargo del Comité Académico de REVIISE,
conformado por especialistas, según el tema u orientación de los artículos. Los trabajos deberán
ser inéditos, esto es no publicados anteriormente ni enviados a otras revistas.
NORMAS DE EDICIÓN
Los artículos no podrán exceder las 20 páginas (hoja IRAM A4, todos los márgenes de 2.5 cm),
incluidos gráficos, tablas, bibliografía y Anexos.
Fuente: Times New Roman cuerpo 12 puntos en el texto y 10 en el resumen, interlineado 1.5.
Encabezamiento:
a) El título deberá ser conciso y claro, en letras Times New Roman 12 en mayúscula y negrita.
b) Nombre y Apellidos de los autores, el primer nombre completo y la inicial de los siguientes. No
se deberá incluir título universitario. En fuente tamaño 10, en mayúscula y negrita.
c) Organismo, institución o entidad, y lugar (ciudad y país) al que pertenece/n el/los autor/es. Al
pie de la primera página deberá colocarse la dirección postal y correo electrónico del primer
autor del trabajo.
Resumen: Se incluirá un resumen en castellano y otro en ingles (Abstract) este último precedido
por el título del trabajo en inglés. La extensión máxima será de 250 palabras y deberá presentar
REV IISE 109
una descripción sucinta del objetivo del artículo, abordaje teórico y metodológico, resultados y
transferencia si los hubiere.
Palabras Clave: en inglés (key words) y castellano, no menos de tres (3) y hasta cinco (5).
Texto: los títulos de las secciones deberán enumerarse correlativamente. Los párrafos se escribirán
sin sangría, y a 1.5 puntos, incluso después de un punto y aparte. La primera sección deberá
contener una Introducción que fije el contenido del trabajo. Las tres últimas secciones serán
destinadas a Resultados, Conclusiones, Agradecimientos y Bibliografía.
Agradecimientos: los agradecimientos se incluirán a continuación de la última sección del texto
bajo el título “Agradecimientos”, escrito sobre el margen izquierdo, y a continuación (en el mismo
renglón) el texto. Por ejemplo: Agradecimientos: Los datos para la elaboración de este trabajo
fueron cedidos por...
Anexos: si lo hubiere estos se colocarán después de la bibliografía, precedidos del título “Anexos”.
Las figuras, mapas, ilustraciones y tablas no deberán deben superar el 25% de la presentación,
diseñarse para ser publicados en escala de grises y presentados en archivo adjunto con extensión
.jpg o .tif. Las tablas, figuras, etc. deberán indicarse con números arábigos, correlativos, y presentar
encabezamiento y fuente, en tamaño de fuente 10 puntos. El tamaño de tablas, etc., se adecuará
a los márgenes ya indicados.
Abreviaturas: el empleo de abreviaturas deberá restringirse a las de uso y conocimiento general,
de manera que los artículos sean accesibles para profesionales de otras disciplinas. Las siglas
pueden usarse para no repetir nombres extensos de proyectos, instituciones, etc. pero la primera
mención deberá hacerse con el nombre completo y a continuación la sigla, entre paréntesis.
Citas y referencias bibliográficas: se consignarán en el cuerpo del texto según el sistema AutorFecha (o americano), indicando entre paréntesis apellido del autor, año de la primera edición del
texto referenciado y separando por dos puntos, los números de páginas. Por ejemplo (Habermas,
1981: 75-76).
Las notas se colocarán al pie de página y se reservan exclusivamente para añadir contenido al
cuerpo del texto, con un tamaño de fuente de 9 puntos Times New Roman. En el caso de que en la
nota se cite bibliografía, esta referencia también se realizará según el sistema Autor-Fecha, como
ya fue consignado.
Bibliografía: La bibliografía sigue las normas de la American Psychological Association (http://
www.apa.org), ordenada alfabéticamente según los siguientes ejemplos:
- Citas de libros:
VILLAREAL, Juan (1996). La exclusión social. FLACSO-Grupo Editorial Norma, Buenos Aires.
- Cita de capítulos o artículo en libro:
MERLINSKY, G. y ROFMAN, A. (2005). Los programas de promoción de la economía social: ¿Una
Nueva agenda para las Políticas Sociales?. En: FORNI, Floreal: Caminos Solidarios de la economía
argentina. p. 161-190. Ediciones CICCUS, Buenos Aires.
- Cita de artículo en revista en línea de una base de subscriptores:
RAPP. S. (2002). What advertising needs to rise again; hardly ‘dead’, a surprising convergence of
techniques promises new day for admakers (804 words). Advertising Age [Revista en línea], 73,
(43), 20. Disponible en: JSTOR.
- Cita de artículo en revista en línea de una base de acceso general:
HAMMERSLEY, M. y GOMM, R. (1997). Bias in social research. Sociological Research Online, N° 2.
[Revista en línea]. Disponible en: http://www.socresonline.org.uk/socresonline/2/1/2.html
- Cita de artículo no publicado, presentado en una conferencia:
BLACK, L. y LOVEDAY, G. (1998, Febrero). The development of sign language in hearing children.
110 REV IISE
Trabajo presentado en: The annual meeting of the Professional Linguistics Society, Munich,
Alemania.
- Cita de tesis no publicadas:
SMITH, A. (2001). Analyses of nonunion American companies en the late 1990s. Tesis doctoral no
publicada, Georgetown University, Washington DC.
- Cita de artículos en línea:
CEBALLOS, Marco (2008). Chile: un caso latinoamericano de política social postajustes
estructurales. Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Coloquios, [En línea], Puesto en línea el 14 de
enero 2008. URL: http://nuevomundo.revues.org/index11212.html. Consultado el 13 septiembre
2008.
LANDER, E. (Comp.) (1993). La colonialidad del saber: euro-centrismo y ciencias sociales. Buenos
Aires: CLACSO. Disponible en: http://www.clacso.org/www/clacso/espanol/html/
fbiblioteca.html. Consultado el 25 de mayo de 2009.
- Cita a manuscrito no publicado (se debe aclarar que no ha sido publicado):
SPINDLER, G. (1993) Education and reproduction among Turkish families in Sydney. Manuscrito
no publicado.
REV IISE 111