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MAURICE ARMITAGE CADAVID
Caleño raizal, de padre inglés y madre paisa. Nació y ha vivido toda su vida en Cali, se
considera más caleño que la lulada y el chontaduro. Está casado con la Vallecaucana
Patricia Tello de Armitage, conformó el hogar en el que nacieron sus dos hijas Vivianne
y Christine, además de cinco nietos.
Se inició como empresario del sector siderúrgico después de haber aprendido del oficio
durante dos años como empleado en la Siderúrgica del Pacífico. Antes, había sido
trabajador independiente y emprendedor persistente de muchos proyectos en los que
no le había ido bien. Fue durante años contratista del sector azucarero y durante toda
su vida ha gestado iniciativas productivas con las que ha generado, a través del tiempo,
centenares de empleos en Cali y el Sur-Occidente Colombiano.
Desde hace 27 años lidera la Organización Sidoc, empresa de un alto compromiso
económico y social con el País, por el cual fue catalogada en el 2005, por las Revistas
Dinero y Nota Económica como la empresa colombiana con mejor Indicador de
Rentabilidad. Armitage, atribuye este éxito a sus colaboradores, a quienes incentiva
distribuyendo las utilidades de la compañía cada 90 días.
Promueve una intervención social con iniciativas comunitarias de desarrollo entre las
que se destaca el programa Siloé Visible, a través del cual, la Siderúrgica de Occidente y
la Fundación Sidoc, -su brazo de responsabilidad social- impulsan la transformación
física y social de este sector de ladera de Cali.
Emprendedor por naturaleza, asegura que la innovación surge de la necesidad, la
dificultad y el esfuerzo. Fundador y miembro de las Juntas Directivas de Siderúrgica del
Occidente S.A, Laminamos S.A, Ingenio del Occidente SAS y Cementos San Marcos S.A.
Actualmente, integra además las juntas directivas de la Cámara de Comercio de Cali, el
Centro de Eventos Valle del Pacifico, Fenalco, el Consejo Directivo de la Universidad
Icesi y varias organizaciones sociales en las que promueve el compromiso ciudadano y
empresarial, así como la articulación entre el sector público y el privado, como
determinantes de competitividad y bienestar social que Cali necesita.
Su lema de vida es: “Trabaje duro y sea buena persona”. Por eso se conecta con la
gente. Repite incansablemente que “la plata se hace con el capitalismo pero se debe
gastar con el socialismo”, por ello promueve que los empresarios no den lo que les toca
por ley, sino - en lo posible-, todo lo que puedan. Es un abanderado del perdón y la
Reconciliación y está convencido de que Reconciliarse también es compartir.