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PREGÓN DE LA ROMERÍA DE
NUESTRA SEÑORA
MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESTRELLA
Ángel Hervás Toledo
Estrella como te quiero
mujer por Dios Elegida,
eres dueña de mi vida
por eso yo te venero.
Hoy quiero ser tu pregonero
no quisiera defraudarte.
Tengo muy poco que darte;
mi amor, para ti, es pequeño
pídeme entonces un sueño
y soñaré, más amarte.
Soñaré que subo al cielo
con una rosa en la mano,
y que nervioso me afano
para prenderla en tu pelo.
Soñaré que en pleno vuelo
me llamas con gran ternura;
delirando en mi locura,
tomaré tu mano bella,
y la besaré, mi estrella
aliviando, mi amargura.
Y después será la rosa
incendio en tu pelo negro
y te diré con anhelo
¡Reina mía; la más hermosa!
Solo te pido una cosa
para calmar mi agonía
róbame luz, alegría,
no mi delirio, doncella;
déjame soñar, Estrella,
no me despiertes María. 1
1 Ramón Guixá Tobar. X Pregón de Exaltación a María Santísima de la Estrella. 1993, p. 4-5
1
Madre de la Estrella, con tu venia Señora.
Hermana mayor y Junta de Gobierno de la Antigua y Real Cofradía de María Santísima
de la Estrella.
Reverendo Señor Cura Párroco.
Sr. Alcalde y Autoridades del Ayto. de Navas de San Juan.
Hermanos Cofrades.
Queridos familiares.
Amigos y amigas.
Paisanos y paisanas de Navas.
Como pregonero de la Romería de Navas de San Juan del año 2014, he querido como
pórtico de este pregón comenzar mis palabras con unos versos que para mí son oración a
Ntra. Madre de La Estrella.
Cuando ya mediado el mes de enero recibo en Jaén la visita de la Hermana Mayor,
Mari Carmen Rojas Paterna y del Vice-Hermano Mayor Pedro Antonio Pérez Catalá, en
ningún momento se me pasó por la cabeza cual sería el alcance de la misma. Cuando me
invitan a ser el pregonero de este año, mentiría si digo que no me dio el cuerpo (como
nosotros solemos decir) un vuelco, un vuelco lleno de razonable miedo, preocupación y de
tantos interrogantes que uno se hace, pero también puedo afirmar que ese vuelco como
defino, también estaba lleno de una tremenda ilusión, emoción, compromiso y como no,
agradecimiento.
Tuve la libertad para decir no, pero no pude sino sentirme indefenso y decir sí,
cuando la Hermana Mayor Mª Carmen, me hace la invitación para que corriese a mi cargo
el pregón de nuestra Romería.
A lo largo de este camino para mí dificultoso, pero emotivo e ilusionante, os habré
abierto mi corazón al completo.
Con mis modestas palabras, carentes de todo valor literario, solo intentaré ser, como
una anticipada peregrinación romera y manifestar la fe y el amor por nuestra Madre de la
Estrella.
Os pido, que, por mis lógicos nervios, no tengáis en cuenta mis fallos y tampoco si a lo
largo de mi intervención, mi voz se viese quebrada por la emoción.
No es fácil al menos para mí la tarea que se me ha encomendado, ser pregonero de
la Romería de Ntra. Sra. la Santísima Virgen de la Estrella. Y califico esta tarea de difícil por
que siendo sincero no es que solo no sea hombre de pregones, sino que soy una persona y
quien bien me conoce puede dar fe de ello, más bien callada, siempre me ha gustado
escuchar, más que hablar.
2
Como anécdota puedo contaros que cuando por mi trabajo he visitado pequeños
núcleos rurales, en éstos, sueles encontrarte a personas mayores paseando o sentadas
tomando el sol, cuando esto sucedía me acercaba a ellos, los saludaba, me sentaba a su
lado y con poco más me contaban y me hablaban de muchas cosas, de la vida, de sus
vidas, luego tenía que darme prisa para terminar mi trabajo, había veces que terminaba
después de mi horario laboral pero no me importaba, para mi había merecido la pena.
Como hijo de Navas de San Juan, son muchos los años disfrutando de nuestra
Romería, he faltado otros principalmente, por motivos laborales, pero este año se me
brinda la oportunidad de vivirla y sentirla desde dentro, y os prometo que no la voy a
desperdiciar. Mª Carmen, te agradezco de todo corazón, el regalo que me has hecho,
difícilmente pueda yo devolvértelo, las vivencias y emociones que estoy viviendo y que
durante estos días me quedan por vivir, ten la seguridad de que me acompañarán el resto
de mi vida.
Quiero dar las gracias a mi singular presentador, para mí es un orgullo que uno de mis
hijos, en este caso mi hijo Fco. Javier, haya tenido la valentía para hacerlo, no lo dudó un
momento, como también lo hizo para el anuario Stella, es más, seguro que, de no haberlo
hecho, no me hubiese perdonado. Aunque sus palabras han nacido más del vinculo PadreHijo que de mis meritos, si hay algo sobre todas las cosas que nos vincula al presentador y
al pregonero de manera estrecha y cercana, es nuestra firme vocación romera, nuestra
acentuada devoción, nuestro AMOR a María Santísima de la Estrella. Siempre he pensado
que la fe, él ya la tenía, cuando estaba en el vientre de su madre. Yo sé que estos días para
ti, son tremendamente emotivos e intensos, te deseo que los vivas plenamente con la fe y
el amor que tú sientes por ELLA.
Esta noche me abraza un precioso estadal, cuando la persona que lo ha bordado para
mí y puedo dar fe de ello, se entera de que voy a dar el pregón, no habían pasado ni diez
minutos cuando me llama por teléfono tremendamente ilusionada para decirme que ella
me lo iba a bordar. No se lo pensó mucho, gracias a mi amiga Fernanda Ruiz Del Roj, con
esa misma ilusión y cariño con el que tú lo has hecho yo lo voy llevar a lo largo de estos días
para después pasar a ocupar un lugar privilegiado en mi casa.
Hoy, como no podía ser de otra manera, quiero tener un emocionado recuerdo para
mis padres. No me puedo ni imaginar la inmensa alegría que sentirían de poder haber
estado hoy aquí. Hoy los tengo más presentes que nunca.
Siempre que llegan unas fechas señaladas, como para todos nosotros son éstas, quién
no recuerda a un ser querido que ya marchó con el Padre, o quién no tiene un familiar que
por diversas circunstancias no podrá venir, desde aquí ofrezco a Ntra. Madre de la Estrella
vuestro sentido recuerdo y mi oración de esta noche.
3
Y, no podía dejarme a otra persona, el mejor regalo que me ha dado la Virgen, quien
ha marcado y llena mi vida, mi compañera, la Camarera del amor de mi familia, mi esposa
Marina, te debo tantas cosas que jamás podré saldar mi deuda, quienes la conocéis sabéis
que no exagero, gracias por ser como eres, gracias por todo lo que representas. Como muy
bien escribió D. Manuel Valenzuela refiriéndose al matrimonio, (2) "no hemos dejado que el
sol se ponga sobre nuestra ira". Si hoy estoy aquí, tú también tienes mucho que ver en ello.
Es inevitable en estos casos, echar la vista atrás, desempolvar el baúl y poder rescatar
algunos recuerdos, recuerdos que nos trasladan en el tiempo y porque no decir que, al
hacerlo, lo hacemos con añoranza la mayoría de las veces y hasta con emoción en otras.
Cuando miramos hacia atrás, la mayoría de las veces nos vamos a nuestros años de
infancia y juventud, ¡que distinto a hoy!, como nos gustaba jugar, como nos gustaba la
calle, todo el día "montantero" como decía mi abuela Luisa. Recuerdo jugando con las
cristalas, cuántas horas nos pasábamos jugando en la puerta de "La Pajarilla", juegos como
el pañuelo, la pítila, la trompa, el burro, al garrabanche, al aro, los leones... y tantos otros.
Y así entre juegos y calle, nuestro amor a la Virgen iba creciendo.
Formé parte de una familia, como tantas otras de Navas, trabajadora, sencilla y
cristiana, mi padre como trabajador de la empresa eléctrica Mengemor, posteriormente de
Sevillana de Electricidad, "Santitos el de la luz" como cariñosamente le llamaban al hacer
referencia a él.
Mi madre, una trabajadora ama de casa que siempre estuvo pendiente de los
estudios de sus hijos, viajando donde hiciese falta y hablando con quien fuese necesario.
Ellos nos inculcaron a mis hermanos, Luisa, Tomás, Isabel y a mí, el amor a Ntra.
Virgen de la Estrella.
Y haciendo memoria o volviendo atrás en el tiempo, recuerdo la escuela de párvulos
con Dª Maruja, era el año 1967, yo tenía 5 años, entonces estas escuelas estaban donde
hoy está el cine de verano, posteriormente, ya en cuarto curso con D. Pedro Torres en las
escuelas que había junto a la plaza de toros, para después pasar a los grupos. Mi saludo
para todos mis maestros y maestras, en especial para D. Juan Olivares, que, aunque nunca
se lo he manifestado le guardo un gran afecto. Recuerdo cuando yo estuve un tiempo que
no me encontraba bien de salud y me subía con él en su seiscientos a los grupos. Todas las
mañanas cuando iba a su casa, su madre, Maravillas, le tenía preparado su zumo de
naranja, seguro que lo recordará.
Porque volver la vista atrás, es recordar esos últimos días de abril en los que el ritmo
de vida de nuestras casas era distinto; es recordar el pan caliente recién salido del horno de
mi abuelo; es recordar esos cestos de mimbre abiertos para ir metiendo las tortillas de
patatas y las chuletas empanadas.
2 Manuel Valenzuela Díaz. Revista Stella 1986
4
Y si hoy Tú Madre de la Estrella, vuelves la vista atrás, yo así te digo...
Búscame Madre en mi niñez, búscame en esa inquietud cuando un niño espera algo,
en esos nervios de la noche del 30 de Abril, búscame aprendiendo a cantarte los Mayos,
búscame en el llano de la Estrella comiendo alrededor de un mantel de tela extendido en
la verde hierba, búscame en mis escapadas a la Ermita para verte y estar contigo, búscame
el día 3 de Mayo cuando mi madre me arreglaba para ir a esperarte, búscame Madre en mi
infancia y encontrarás a un niño que te busca, a un niño en busca de su madre, a un niño
tras de Ti. Y aquí sigo Madre, buscándote, buscando estar contigo siempre que puedo, el
tiempo se me envejece contigo siempre en el recuerdo.
Y así te canta el poeta, canto que hoy hago mío,
Si a Dios se la va la mano
cuando nos hecha la paz,
a ti, paloma torcaz,
se te va cuando, temprano,
enciendes la luz, y -secreto
que nadie acierta a entenderteya no sabes qué ponerte
para encender la pasión
que se va por conocerte.
¿Quién entonces, con razón,
va y le dice al corazón
que deje ya de quererte...?
Nunca, nunca serás mía
-ni lo quiero- en exclusiva.
Me basta sentirte viva
y junto a mí. No habrá día
que no sueñe la alegría
de seguirte venerando.
Y te seguiré buscando
por veras de mi locura,
con la esperanza insegura
de hallarte... de Dios en cuando. 3
3 Antonio García Barbeito. Pregón de la Semana Santa de Sevilla. 2010, p, 17 y 18
5
Vengo Madre a mi pueblo y no sé lo que él espera de mí, pero tú, si sabes lo que yo
llevo dentro. Hoy no he venido a decirte lo que tú ya sabes, he venido a agradecerte todo
lo que me has dado. He venido a conversar contigo, pero no desde mis adentros secretos
como hago diariamente, hoy no tengo secretos o, al menos hoy no quiero tenerlos, hoy
quiero que mi pregón sea mi oración en voz alta, hoy mi corazón quiere conversar contigo
a viva voz porque así lo has querido Tú.
Vengo a piropearte no solo con mi voz, también quiero hacerlo con mi mirada porque
prefiero que se me empañen los ojos a que me falten las palabras.
Hoy quiero estar con vosotros y vosotras en este meditar, lleno de emociones que
para todos es la Romería de nuestra Estrella Mayor.
Hoy Madre, quiero romper mi característico silencio y con mi voz pregonar tu gloria,
por eso te pido, que esta noche me ayudes para que mis palabras sepan transmitir lo que
siente mi corazón, el amor de un hijo a su Madre. Hoy quiero vencer mis miedos y publicar
en voz alta todo lo que te quiero.
Subimos ya el último y a la vez tan deseado peldaño del mes de abril, cuando ya sus
luces están sonámbulas, en el horizonte se despereza un nuevo día, ya huele a Mayo, a
flores, a fiesta, a esperanza, a ilusión, a abrazos, a agua fresca, a camino... porque no
estamos en primavera Madre, Tú eres la primavera y eso sólo se entiende cuando nos
acercamos a mirarte.
Y hoy vengo a pregonarte, por que como le dice el amante a su amada al principio del
camino de su relación "estoy loco por ti..., sin terminar de conocerte". Así que...:
No me preguntes por qué
te quiero sin terminar de conocerte,
porque no es razón quererte,
es locura, ya lo sé.
Si desde que te encontré,
la pasión fue mi bandera,
y le guió la ceguera
el paso a mi corazón,
no le busques la razón
y déjame que te quiera. 4
4 Antonio García Barbeito. Pregón de la Semana Santa de Sevilla. 2010, p, 15
6
A pesar de tantos años, con mi residencia fuera de Navas y como no podía ser de otra
manera, ha sido consustancial conmigo la devoción a la Virgen de la Estrella, que, así
mismo, hemos procurado mi esposa Marina y yo transmitir a nuestros hijos Ángel y Fco,
Javier desde el mismo día de su nacimiento, ya que Ella es el referente de nuestras vidas. A
Ella dirigimos nuestras plegarias y nuestras miradas, cuando el transcurrir de los días se nos
pone cuesta arriba y sentimos dolor, preocupación o miedo. Ella preside nuestros hogares
o nuestros cabeceros de la cama, pende de nuestros cuellos y manos y sobre todo la
llevamos en nuestro corazón y, donde quiera que nos encontremos, es siempre la Madre a
la que acudimos volcando en Ella toda nuestra esperanza.
Es incalculable el número de advocaciones marianas con que la cristiandad invoca
constantemente a la Virgen, tampoco se ha limitado a llamarla por su nombre, María, los
fieles nos hemos dirigido a Ella utilizando las más diversas advocaciones y los más variados
títulos imposibles de contabilizar en su totalidad. Aludiendo a este incansable catálogo
onomástico mariano, Pablo VI llamó a María la Virgen de los mil nombres. Apenas existe
un pequeño pueblo o núcleo rural que no de culto en su ermita, capilla o santuario a la
Virgen.
Mientras haya vida sobre la tierra, veneraremos y peregrinaremos a los santuarios
marianos con nombres tan dispares y bellos como, Esperanza, Rocío, Guadalupe, Capilla,
Fuensanta, Cuadros, María de la Cabeza y tantos otros.
Para nosotros, los hijos de Navas de San Juan, nos basta mirar al cielo y entre la
multitud de pequeñas luces que vemos, siempre hay una que brilla con más fuerza, esa es
la luz de nuestra Estrella.
La alegría de nuestro pueblo tiene un nombre: ESTRELLA, Ntra. Sra. de la Estrella,
bonito nombre, bellísimo nombre, bendito entre los nombres, su solo pronunciar me dice,
luz, guía, camino, esperanza...
Decía Fray Justo Pérez de Urbel allá por el año 1954 que el nombre es ya augurio de
Felicidad, y añadía, "pero tenéis que ver su imagen para comprender el por qué del
estremecimiento jubiloso de los hijos de Navas de San Juan en presencia de su patrona.
Que nombre tan bonito para la Santísima Virgen, ¡Estrella!, que advocación tan llena
en contenido y significado. Las estrellas son el adorno del cielo, pero entre todas la más
rutilante es María.
7
Recordando la visión que San Juan Evangelista contempló en el cielo: "Una mujer
vestida de sol, coronada con 12 estrellas y con la luna como escabel". María es aclamada
por la Iglesia como "Estrella de la mañana" y "Estrella del mar".
Y San Bernardo, que fue un gran devoto de María, piensa en el paralelismo que hay
entre el nombre de María y la Estrella del mar, ya que la Estrella del mar, ilumina,
acompaña y orienta. Por lo que San Bernardo afirma: Si los vientos de las tentaciones se
levantan, si son empujados entre los escollos de la tribulación, mirad a vuestra Estrella e
invocad a María.
Si sois el juguete del orgullo, de la ambición, mirad a vuestra estrella e invocad a
María. Que siempre esté en vuestro corazón, que siempre esté en vuestros labios. Si la
seguís no os extraviaréis, si le rogáis no tenéis que desesperar, si pensáis en Ella no os
perderéis, si la abrazáis no os caeréis, si os protege nada temáis, si os guía no os fatigareis.
Los grandes santos siempre fueron muy devotos de la Virgen.
Es cierto que nuestra búsqueda, nuestro fin, nuestra meta, como queramos llamarlo
es Dios, pero el camino para llegar a Él pasa por María, peregrinamos a María para caminar
mejor hacia Dios. Pero en ese camino Dios ha querido, para que el encuentro sea más fácil,
que se interponga otro amor: el de una Madre.
En el rezo de la bella y sentida plegaria de la Salve, la llamamos Vida, Dulzura y
Esperanza nuestra. Pocos títulos aplicados a María resultarán más entrañables que los de
Abogada, Auxiliadora, Socorro y Mediadora. María es para nosotros los cristianos, nuestro
apoyo, nuestro descanso, un vaso de agua fresca, nuestra esperanza y nuestro consuelo.
Pero también es cierto que la Fe tiene sus días grises, esos días en que todo se
oscurece y que la cruz pesa demasiado, esos días en los que el viento de la vida nos golpea
y los problemas del día a día nos hace en ocasiones perder el rumbo, y sin apartarnos de
Dios en muchas ocasiones nos alejamos de Él.
Cuando eso ocurra no dudemos en acudir a nuestra Madre de la Estrella, sentémonos
ante Ella y levantemos la mirada, hagámoslo no sólo con fe, mirémosla con confianza,
como un hijo o una hija mira a su madre, tenemos que hablarle, contarle y pedirle todo lo
que nos dicte nuestro corazón, hablemos con Ella de nuestras preocupaciones e
inquietudes, de nuestros problemas, yo os aseguro que no nos iremos de vacío, no nos
iremos como hemos llegado.
8
Miremos a la Virgen de frente, como dice D. Pedro Hermosilla:
Mira a la Virgen de frente,
clava en Ella tu mirada,
que aunque te parezca ausente
ha escuchado tu plegaria.
Mira a la Virgen de frente,
no tengas miedo de nada,
porque es tu Madre y te siente
como al hijo en sus entrañas. 5
Pero nosotros no estamos solos, los cristianos de Navas tenemos nuestra Estrella, una
Estrella que por fuerte que sople el viento no deja de brillar, Ella es Estrella y Madre.
Volvamos siempre a María, acudamos a Ella, no pasemos de largo y cuando estemos ante
Ella, dejemos hablar a nuestra mirada, poco a poco nos irán saliendo las palabras, por que
hablar con Ella es más fácil de lo que podamos pensar.
En la Virgen encontraremos serenidad y una palabra tranquilizadora que nos traerá la
esperanza sobre la angustia.
Vayamos con nuestra mirada al encuentro de la suya, de esa mirada suya amable,
tierna, dulce, protectora, esa mirada de amor con la que sabéis mirar las madres.
Y así, mirándote a los ojos te digo:
No hay mirada como la tuya Madre,
eres Tú Estrella, de tu pueblo el consuelo
y tu mirada intensa luz
que nos guía y da consejo.
Que me lo quiten todo
que me dejen sin nada,
que antes me roben el sol
pero que no me falte tu mirada.
5 Pedro Hermosilla Pineda. Revista Stella. 2011, p. 44
9
¿Porque quién de tus hijos te ha mirado y no le has devuelto la mirada?, ¿qué hija tuya
te ha llamado y no has escuchado?, ¿quién de tus hijos te ha cantado y no le has sonreído?,
¿qué hija tuya ha caminado descalza y tú no le has allanado el camino?, ¿a qué hijo tuyo no
has consolado cuando ante ti ha llorado?, ¿a quiénes de tus hijas o hijos cuando se han
arrodillado ante Ti, tú no has recibido y atendido?.
Todo se transforma ante Ti, todo cambia cuando tú estás, todo se hace mas fácil
contigo Madre.
Y así ante Ti, yo te digo:
Cuando estoy ante Ti y te contemplo
de mí sale la oración,
y no sólo para pedirte perdón
sino también para pedirte por mi pueblo.
Hoy de nuevo aquí estoy
ante tu bella cara,
y al sentarme un suspiro doy
donde mi intranquilidad descansa.
Con mi oración hoy le ofrezco
prendida en mis esperanzas,
llevar mi voz hasta su ermita
mañana mis pasos hasta abrazarla.
Un día más me postro ante Ti
y observo tu rostro dulce y sereno,
te digo Guapa, te digo Madre, te digo Cielo
y en voz alta, que me oiga el mundo entero,
¡ESTRELLA, cuánto te quiero!
Hoy tú has querido reina madre
que mi corazón hablara,
porque tú eres la culpable
de esta fe y de su llama.
10
Hablemos con nuestra Madre. Decía D. José Luis Quero Juárez que la oración tiene
un inmenso poder, abre el corazón cerrado, devuelve la alegría a los corazones tristes y da
fuerza al corazón preocupado. 6
No dejemos de acudir a Ella siempre que podamos, los que vivís permanentemente
en el pueblo tal vez no valoréis vuestra dicha, la de poder estar con Ella siempre que
queráis, pero los que estamos fuera y principalmente los que se encuentran distantes, Ella
está en nuestro recuerdo permanentemente. Que a los que no puedan estar entre
nosotros, nuestra Madre los reúna en espíritu durante estos días, para que no dejen de
soñar con su Romería. Durante estos días, donde quiera que haya una Navera o un Navero,
sólo hay un pensamiento, Mi Virgen de la Estrella.
Haciendo referencia a los emigrantes, así habla D. Francisco Ponce:
Rompen ávidos las distancias,
traspasan llanos y montañas,
salvan pueblos y comarcas
e impulsados por fuego divino
rinden pleitesía a tus plantas.
Recuerdan su ayer,
te abren todo su ser
con oración y plegarias.
Te cuentan su hoy,
alegrías y penas mientras
Te dicen Madre, aquí estoy. 7
Como cada año cuando nos aproximamos a mediados de Abril, todos esperamos con
impaciencia la revista Stella, imaginaros que para los que no puedan estar presentes estos
días, la revista representa un fortísimo lazo de unión y acercamiento en estas fechas. Stella
es cada año un soplo de aire fresco que nos adelanta olores y sabores de nuestra Romería.
Stella es la voz del amor de un Pueblo a su Madre, es la sincera oración a la Virgen de la
Estrella que brota de los corazones.
6 José Luis Quero Juárez. Revista Stella. 2011, p.107
7 Francisco Ponce Gallén. Pregón de la Romería de la Virgen de la Estrella. 2003
11
Desde aquí agradezco y felicito a todos los que hacéis posible que la revista sea una
realidad año tras año, y van casi sesenta, unos con vuestros escritos y otros con vuestra
ayuda hasta ver la luz. Revista mariana , romera y cofrade donde las haya.
Como cristianos ya formamos parte de una comunidad, pero ser cofrade es estar o
formar parte de algo especial, es subir un escalón más, pues como dice Ramón Guixá, ser
cofrade no solo es bueno, es necesario para la comunidad cristiana, si no fuera por
nosotros, ¿quién defendería en la calle y en la vida ordinaria, a pecho descubierto, la
pasión de proclamar a nuestro Dios y a su bendita Madre, exponiendo hasta la vida para
lograrlo? 8
Esto, los cofrades lo hacemos solo por amor, en nuestro caso porque queremos a
Nuestra Madre de la Estrella, porque Ella para nosotros es nuestra guía, nuestra esperanza,
y el orgullo de nuestro pueblo.
Nuestra Madre es todo eso y más:
Eres Madre preocupada.
Eres la paz que ansío.
Eres el agua mansa.
Eres de mi intranquilidad la calma.
Te quiero María.
No me faltes Madre mía,
sin ti no sé lo que haría.
No puedo estar sin verte
¡cómo no voy a quererte!
Eres la madre que me falta.
Eres mi noche y mi día.
Eres mi norte y mi guía.
¡Por eso te quiero Madre mía!
Eres la lluvia deseada.
Eres la brisa en el estío.
Eres esa gota de rocío.
Eres cuanto anhelo.
Por eso Estrella. ¡TE QUIERO!
8 Ramón Guixá Tobar. X Pregón de Exaltación a María Santísima de la Estrella. 1993, p. 6
12
Por todos estos motivos la queremos y la necesitamos.
Porque, ser Cofrade no es pagar la cuota anualmente, ser Cofrade es bastante más, es
vivir cristianamente y dando testimonio de nuestra fe en Ntra. Madre de la Estrella. Hay
que ser valientes como Ella lo fue. Hemos escuchado muchas veces que el amor todo lo
puede, y que gran verdad, eso es ser Cofrade, Amor.
Con el deseo de ser tu cofrade, así te dice un romero:
Quererte más es mi celo
venerarte, mi delirio,
estar sin ti, mi martirio
ser tu cofrade, mi anhelo.
Quiero tenerte en mi cielo
como una antorcha encendida
para que alumbres mi vida
¡Estrella de mi Universo!
musa que inspiras mi verso,
Madre de Dios elegida. 9
Cuando Abril se apaga, algo en nuestro interior empieza a iluminarse, a cobrar vida;
son varias y distintas las festividades que celebramos a lo largo del año, pero para mí en
particular y me atrevería a decir que para Navas en general, nuestra Romería marca
nuestras señas de identidad, es nuestra historia, es la herencia recibida de generaciones
anteriores y que tenemos que tener todos no solo la voluntad sino la obligación de
conservar y transmitir, para que permanezca a lo largo del tiempo, ya que es parte
importantísima de nuestra cultura, de nosotros.
A veces, para mirar al futuro hay que volverse y mirar al pasado, para saber lo que
somos y lo que seremos, hay que saber lo que fuimos.
Mantener, preservar las tradiciones es bueno, estas nos van moldeando y dando
forma, nos imprimen carácter. Mantener en el tiempo lo que nos ha sido legado de
generación en generación, es un deber incuestionable.
No existe manifestación religiosa que cale más hondo, que contagie, que penetre más
que nuestra Romería. Nuestra Romería es un rosario de vivencias tanto colectivas como
individuales, yo diría sobre todo personales.
9 Un romero. Revista Stella. 1993
13
Y es un rosario de vivencias personales por la conmovedora manifestación de fe, por
la alegría derramada, por sus intensas plegarias y suplicas, por sus promesas encendidas,
por la convivencia. Por esa letanía de vivencias que a lo largo de estos días sentiremos y
viviremos.
A lo largo de estos días son muchos los gestos que le dedicamos a la Virgen, le
cantamos hasta quedar afónicos, le dirigimos muchas miradas, alabanzas, suplicas, piropos,
y todo es necesario y bien bonito, pero no podemos quedarnos solo en eso, en gestos,
tenemos que ir mucho más allá y quedarnos con su ejemplo como Madre, con su fe, con su
entrega y amor. Nos tenemos que dejar llevar por Ella y ver que después de un oscuro
atardecer, vuelve un nuevo día, uno más pero distinto, con una nueva luz, con nuevas
ilusiones y sobre todo con renovadas esperanzas.
Aquí no venimos Madre a mirarte sin más, aquí venimos a vivir, a protagonizar y a
transmitir el Amor que sentimos por Ti, Madre de la Estrella.
No es un año más, es un nuevo año, diferente. Todo lo que hoy y a lo largo de estos
días vamos a vivir, no pertenece al pasado, son el hoy y los viviremos, disfrutaremos, y nos
emocionaremos como si fuesen la primera vez.
En nuestra Romería se dan cita la fe y la tradición, o lo que es lo mismo nuestra
cultura. Nuestra Romería no es un día de campo más, nuestra Romería es mucho más que
eso. En estos días todos los caminos que parten de nuestro pueblo nos llevan a la Estrella, y
nos dirigimos allí porque tanto en nuestro interior como en el exterior del Llano hay una
fuerza que tira de nosotros, y no es otra cosa que la fe y el amor a la Madre de Dios.
Esta fe y este amor cuando se comparte, crece y se hace más fuerte. Nuestra Madre
es el alma de nuestra convivencia estos días.
Decir Romería de la Estrella en Navas de San Juan, es decir manifestación de júbilo, es
decir explosión de colores y sonidos, es decir locura colectiva, es decir ofrenda, paseíllo,
misa solemne, procesión, encuentro, promesa, devoción, fervor, emoción, mayos,
estadales...
Cuantas inquietudes, cuantas esperanzas, cuantas ilusiones van prendidos de esos
Estadales que las manos pacientes han bordado en largas horas de silencio con el
pensamiento puesto en ELLA. Estadales que pasan del amor de unas manos a los latidos
más hondos del corazón y tras la Romería a ocupar un sitio cercano a nuestros sueños,
invitándonos a la oración y al recuerdo de los inolvidables días como romeros. ¿Cuántas
puntadas de amor?, ¿cuántas ilusiones tejidas en las vistosas sedas?.
14
Y los Mayos... a nosotros los Naveros y las Naveras nos preguntan que de donde
somos y nos ponemos a cantar los Mayos, son nuestro santo y seña, son nuestra
manifestación en voz alta, del inmenso amor que no cabe en nuestros corazones y nos sale
por la boca en forma de canto.
Haciendo referencia a los Mayos así le decía D. Ignacio Quesada:
No estés más tiempo parado,
ve y pregunta en el Condado
por la población más bella,
en donde brilla una Estrella
con luz santa, permanente;
donde es amiga la gente,
donde se reza cantando
y al cielo siempre mirando. 10
Como anécdota puedo contar que el pasado mes de Febrero para la Candelaria, venía
mi hijo Francisco Javier de Murcia a Jaén y al parar el autobús en Noalejo y abrir las
puertas, comenzó a escuchar los Mayos, como es lógico, le llamó la atención y comenzó a
grabarlos con el móvil, cuando me los puso para escucharlos eran nuestros Mayos con la
misma música y la misma letra.
Los Mayos son parte nuestra, como un trozo de nosotros, que cantados con la
intensidad y devoción que lo hacemos, contagian y emocionan. Con que sentimiento
escribe D. Jesús Parrilla cuando habla de los Mayos:
!Quisiera Virgen de la Estrella poderte cantar todos los años unos Mayos completos¡
Pero solo puedo susurrarlos, porque mi voz no sale por el nudo que se me pone en mi
garganta y las lágrimas que afloran en mis ojos cada vez que tocan los Mayos. No dejaré de
empezar a cantarlos para terminar tarareándolos. 11
Finales de Abril, cuando el aire fresco mece las espigas y los campos vuelven a cobrar
vida tras el largo invierno. El sol se va haciendo fuerte frente a las nubes, todo comienza a
despertar a cobrar nueva vida, es primavera y aquí en Navas de San Juan esta época del
año tiene un significado especial, es una primavera Mariana.
10 Ignacio Quesada Campos. Revista Stella. 1979
11 Jesús Parrilla Almansa. Revista Stella. 2000, p.86
15
En nosotros el ánimo va cambiando y la alegría renace como renacen las flores, como
te dije al comienzo Madre, ¿qué mejor tiempo para pregonarte...?
Cuando llega este tiempo el Llano y el Pueblo se unen formando uno solo, como si
fuese un enamoramiento.
Mayo se echa a andar en el Llano de la Estrella.
Hoy treinta de Abril, los cohetes y las campanadas de las doce de la mañana, aunque
no lo creáis, se oyen en Jaén, en El Puerto de Santa María, en Madrid, en Valencia, en
Alicante... y poco a poco vamos acudiendo a esa llamada que interiormente sentimos todos
los nacidos en Navas.
Atardecer del día treinta de Abril, "a la sombra de Mayo" cuando "se estaba
muriendo Abril" como dice Pemán, un año más estamos aquí, un año más pero distinto
como ya dije, habrá tenido lugar la bonita y colorida ofrenda de flores, seguida de la misa
solemne, a continuación el pregón, que este año me digno en pronunciar y esta noche
cantaremos los Mayos en la puerta de la Iglesia bajo la estrella luminosa. ¡Cuántas veces
los cantaremos a lo largo de estos días!. Es como los hijos y las hijas de Navas le rezamos a
la Virgen, cantando. Los más jóvenes con la fuerza y el ánimo propios de la edad, los ya no
tan jóvenes con la serenidad que dan los años y con la fuerza que nos deje la emoción.
Quiero como recuerdo y pequeño homenaje pronunciar un Mayo que fue compuesto
como tantos otros por un gran devoto de la Virgen como fue D. Julián Olivares Cano, dicen
que por encima del querer está el amar, Julián amó a la Virgen. Y dice así:
Del jardín del paraíso
Dios cogió la flor más bella
y, bajándose a las Navas,
se hizo Virgen de la Estrella. 12
Cuantos hijos del pueblo que un día tuvieron que alejarse de él, han vuelto a esta
noche mágica para nosotros y a estos días inolvidables para todos.
12 Julián Olivares Cano. Revista Stella. 1987
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Y en esta noche mágica del treinta de abril, así te digo Madre:
Esta noche no se duerme
lo saben los olivos,
deseando que amanezca
para poder estar contigo.
Esta noche no se duerme
aquí estamos tus hijos,
esperando que pinte el alba
para postrarnos ante tu niño.
Esta noche no se duerme
pensando estoy en el camino,
que larga se hace la espera
para ser tu peregrino.
Esta noche no se duerme
porque en Navas ha nacido,
su Estrella más hermosa
la que nos guía en el camino.
Esta noche no se duerme
en este pueblo bendito,
que no hay emoción mayor
que el poder estar contigo.
Este noche no se duerme
quiero ser tu peregrino,
vamos que ya queda poco
que se termina el camino.
Mirad a la Madre de Dios
que en este pueblo ha nacido,
Madre mía míranos
aquí estamos tus hijos.
¡Esta noche no se duerme lo saben los olivos!.
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Amanece el día uno de Mayo escuchando el pasacalles con la banda de música; bulle
nuestro pueblo desde el amanecer, pocos pintores podrían plasmar unas vivencias con
mayor fuerza expresiva que las vividas por nuestro pueblo durante estos días.
Terminamos de ultimar los preparativos y ya nerviosos vamos a cambiarnos para
irnos rápidamente al vistoso, colorido y elegante paseíllo, unas para participar en él y otros
para ser testigos de esa maravilla de desfile, desfile que continúa hasta la cruz de piedra
para después desplazarnos hasta la Estrella, los más en vehículos y los menos a pie, entre
los que nos encontraremos este año, mis hijos y yo con una tremenda ilusión.
Ya en el Llano el nuevo día se desperezó y abrió sus ojos.
Pero unos y otros, cofrades, romeros y peregrinos lo primero que hacemos al llegar
al Llano es visitar a la Santísima Virgen de la Estrella, su Pueblo quiere ser el primero en
felicitarle, tiempo habrá para todo lo demás.
Nuestro corazón se acelera conforme nos acercamos a la ermita, deseosos e
impacientes por verla, estar con Ella y poder ofrecerle nuestra primera oración.
Atravesamos el umbral de la puerta y nuestra mirada va a su encuentro antes que nuestros
pasos, y acercándonos nos encontramos con su mirada dulce y serena, con la media sonrisa
con la que nos recibe ya nos dice y nos agradece que estemos allí con Ella. No Madre,
gracias a ti por permitirnos un año más poder estar aquí Contigo. Un año más estamos aquí
ante Ti con nuestra palpitación incontenida, con nuestra oración temblorosa, con nuestras
lágrimas irreprimibles. Emoción de un pueblo y lágrimas sinceras al pie de nuestra Madre.
¡Qué guapa estás Madre de la Estrella!, con qué mimo y con qué cariño te ha vestido
y perfumado tu Hermandad para este uno de Mayo tan especial para Ti y para nosotros.
Y aquí ante Ti, así te veo:
Ante este altar del cielo
que tu ermita hoy han convertido,
de gladiolos y rosas a tu paso
de primavera tu vestido.
Hoy quiero que estemos todos
y postrarnos ante tus plantas,
para rezarte unos Mayos
y proclamar tus alabanzas.
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Que dulce cara tienes
que rostro tan humano,
que radiante está mi Estrella
que lucero tan cercano.
Y en el Llano de la Estrella
no hay flor más pura y bella,
es la cara sonrosada
es la cara de mi Estrella.
Dejad que me acerque a Ella
cantarle un Mayo quiero,
que hoy he venido a verla
y a decirle que la quiero.
Hoy tu pueblo entero está
sin dejar con sus ojos de mirarte,
para estar aquí tres días
para no irse sin llevarte.
Es el momento de la fiesta religiosa en honor a nuestra patrona, hermosa ceremonia
romera y tras ella los Mayos. Como anteriormente he dicho, a lo largo de estos días son
muchos los Mayos que le cantaremos, pero éstos de ahora son sencillamente "Vibrantes".
Terminada la fiesta religiosa, nos disponemos a saborear de los manjares que
también con esmero se han estado preparando, pero sobre todo nos disponemos a
compartirlos entre familiares y amigos, que disfrutemos de este encuentro con todos ellos,
que disfrutemos de abrazos, de amistad, porque estas horas que tenemos por delante son
horas de comer pero sobre todo son horas de "Convivir", porque esta celebración que es
nuestra Romería es una ocasión única para unirnos, a pesar de nuestras diferencias, y
crecer con nuestras peculiaridades.
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Y por la tarde, la multitudinaria procesión con la Virgen, colofón a un día inolvidable
en el Llano, conforme se aproxima la hora todo un pueblo se va arremolinando en torno a
la Ermita y a lo largo de todo el recorrido para seguir cantándole, para seguir lanzándole
vivas, para seguir diciéndole ¡guapa!, para hacerla "Romera" con todo su pueblo.
Y esta tarde en procesión
dejadme que vaya a su lado,
que empiece la banda a tocar
dejadme que la lleve un rato.
A estos momentos de la procesión D. José Luis Cejudo decía: "con los años comprendí
que no era tal procesión, sino que la Virgen tenía ganas de salir a darse una paseo por el
Llano y sus hijos la acompañan no en filas, sino apiñados en torno a las andas donde va
nuestra Madre". 13
Una vez terminada la procesión y la subasta en las puertas del Santuario, la Virgen es
entrada en su Ermita entre vivas y aplausos, nosotros nos vamos despidiendo con un
"hasta mañana", día dos que será un fiel reflejo de lo acontecido el primer día y así poco a
poco después de estos dos días intensos, ir colándonos en ese día tres distinto pero no
menos esperado.
El día tercero Madre de la Estrella, como culminación a esos tres grandes días nos
acompañarás al pueblo para estar con nosotros unos meses, para tenerte cerca, para poder
hablarte con tranquilidad, con serenidad, para darte y que nos des amor.
Yo llevo bastantes años sin poder estar en el Llano este día y para hablar de él tendría
que remontarme al recuerdo de años atrás, porque para este día normalmente ya hemos
vuelto a nuestros lugares de trabajo habituales los hijos del pueblo y los visitantes que nos
han acompañado, y nos hemos ido con el deseo intenso de poder volver al año siguiente.
Tarde-noche especial, vibrante, emotiva, imborrable. Tarde en que Tú Madre te haces
peregrina y te vienes con nosotros, porque quieres que continuemos de celebración.
Hacer, Madre de la Estrella, el camino ese tercer día, acompañarte, peregrinar y
entrar al pueblo junto a Ti, son para mí de los momentos más hermosos y emocionantes.
El día tres de Mayo es como muy bien decía D. Juan Olivares:
"Si toda la Romería es un hermoso canto de vitalidad, una pura explosión de alegría,
el reencuentro de la Virgen con su pueblo el día tercero de Mayo es el que probablemente
alcance los momentos de mayor plasticidad y emociones más intensas". 14
13 José Luis Cejudo Moreno. Revista Stella. 2009
14 Juan Olivares González. Revista Stella. 1986
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Recorramos el camino de la Estrella, este día tres, hacia el pueblo, como peregrinos de
Nuestra Madre de la Estrella, ese camino entre olivos siempre será una puerta a la
esperanza. ¿Cuántas veces lo hemos recorrido?. ¿Cuántas oraciones?. ¿Cuántos hombros
cargados de promesas?. ¿Cuántos pasos descalzos?. ¿Cuánta fe de un pueblo en un trozo
de terreno?.
Y así comenzamos el camino verde y plata, nos vamos a las Navas, Madre. El "Llano
de la Estrella" y el "Plantío" dejamos, -que no es la brisa la que mueve los olivos Madre es
que ellos te saludan cuando pasas-, "Cuesta del Descansadero" subimos y a la "Fuente del
Rosal" llegamos, donde tus hijas y tus hijos descansan.
Hay un estribillo de sevillanas que dice:
Qué contenta está la Fuente
esa Fuente del Rosal,
porque ve a nuestra Virgen
dos veces al año pasar.
Tomando nuevos bríos "Cuesta Blanca" alcanzamos, por el "Llano del Cura" y
"Cobatillas" pasamos, y por las "Peñuelas" bajamos, ya a la vista está nuestro pueblo de
Navas. Bajad despacio la pendiente que su pueblo ya ha visto y en la Cruz de Piedra le
aguarda, donde yo de niño también la esperaba.
Ir a tu lado y sobre mis hombros a lo largo de todo el camino como siempre que
puedo, llegar a la Cruz de Piedra, divisar el pueblo, tu pueblo engalanado esperándote en la
calle, son para mí momentos difíciles de describir, son momentos para vivir.
Y así gozosa en procesión entras Madre al pueblo por la calle de la Cruz a hombros de
tus hijas y de tus hijos orgullosos de portar tus andas y llevarte sobre sus hombros desde la
Ermita hasta tu Iglesia.
Sube lentamente el río humano por la calle de la Cruz toda engalanada. Conforme nos
adentramos en el pueblo la noche va avanzando y se va haciendo dueña, pero las luces
encendidas y las luces de sus faroles hacen si cabe más bella la estampa.
Y así poco a poco llegamos a la calle del Agua. Se hace cada vez más difícil el caminar
y el querer y casi no poder tocar aunque sea de forma ligera tu manto.
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Este año Virgen de la Estrella
no quiero cerrar los ojos, no quiero
para poderte imaginar en procesión por nuestro pueblo,
este año quiero tenerlos y bien abiertos
porque no te voy a imaginar
voy a procesionar contigo
por las calles de nuestro pueblo.
Puertas y ventanas abiertas, balcones engalanados desde donde tus hijos quieren
alcanzarte y tus hijas te lanzan nubes de pétalos convirtiendo la calle en una gran alfombra
multicolor.
Dejad paso a mi princesa
dejad paso a María,
¡ya está aquí con nosotros!
¡ya ha vuelto la alegría!,
ve despacio mi Estrella
no corras Madre mía,
que tu pueblo está en la calle
que no queremos que acabe el día.
Y así poco a poco calle del Agua arriba, mecida y complacida con el entusiasmo y el
fervor de tu pueblo, quien viva estos momentos los retendrá en su retina toda la vida.
Adornadas están las calles
de piropos y alabanzas,
dejad paso a la Estrella
que ya está aquí la Patrona de Navas.
A tu casa, Paco Pérez, está llegando, verla tu querrías, aunque sea por teléfono
cántale un Mayo y dile un viva, que no te deja la emoción, que estar aquí querrías..., y así
poco a poco calle del agua arriba.
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Y al entrar en la plaza de la Iglesia rompen a vuelo las campanas anunciando tu
llegada. ¡Que la banda toque con fuerza!. ¡Que aquí ya no cabe un alma!.
En las puertas del templo y en su interior se siguen agolpando tus hijos para seguir
dándote la bienvenida. La Virgen se mece graciosamente con el cariño y el cuidado de sus
costaleras y costaleros, savia joven que se ofrece generosamente para hacer de Tu caminar
el trono sobre el que paseas, Madre de la Estrella. Ya con sus últimos esfuerzos entras en
la Iglesia y te colocan en el Altar, seguro que llevas tus alforjas bien cargadas de estos tres
días, llenas de alegrías y agradecimientos, llenas de peticiones, suplicas y rogativas, mas
guarda sitio en ellas por que aún no hemos terminado.
Madre, aquí está tu pueblo, aquí están tus hijas y tus hijos esperando que les seques
las lágrimas, esperando que nos sigas regalando tu amor, ese amor tuyo generoso,
desinteresado, ese amor fuerte que aguanta y que resiste, ese amor de MADRE que sin
pedir nada a cambio das la vida.
Ya quiero ir terminando, no quiero alargarme más, dicen que un pregón demasiado
largo puede llegar a cansar y si es demasiado corto puede resultar descortés, no he
pretendido ni lo uno ni lo otro.
Cuando uno tiene el privilegio de vivir más de cerca la labor de la Cofradía, es
emocionante ver el desvelo y su silencioso quehacer a lo largo de todo un año y que en los
meses previos a la Romería, los sacrificios, esfuerzos y preocupaciones se ven
incrementados como yo al menos no podía ni imaginar. La infinidad de pequeños detalles
para que cuando lleguen estos días todo salga bien. Cuando el día tres nuestra Madre ya se
encuentre en el Altar Mayor, cuanta satisfacción para la Hermana Mayor y Junta de
Gobierno cuando vean que todo ha salido bien y que todo lo soñado ya es una realidad.
Este año uno de los muchos esfuerzos de la Cofradía ha sido la parcelación de "El
Llano", hay que ser muy valientes para acometer una tarea con el trabajo y la magnitud
que tiene esta. Yo sinceramente pienso que es algo que se tenía que haber hecho hace
tiempo, porque es algo fundamental para el aprovechamiento del espacio y para el mejor
discurrir de nuestra Romería.
Sabemos que todos los cambios llevan una adaptación, seamos pacientes, con la
colaboración de todos no tengo dudas que será algo muy positivo y que hará que nuestra
Romería siga creciendo.
Mi felicitación a la actual Junta de Gobierno, a las venideras y a todas las pasadas, dar
el paso para regir los destinos de la misma es algo que no está exento de dificultades y
desvelos, pero a la vez lleno de recompensas y satisfacciones.
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Ya solo pediros que como siempre recibamos con los brazos abiertos a los que nos
honran con su visita, nuestro pueblo de Navas, nosotros, siempre hemos tenido fama de
acogedores y hospitalarios. Todo el que nos visita o viene a quedarse, lo hacemos participe
de nuestras costumbres y tradiciones y en las cuales se integran totalmente. Nuestro
pueblo, nuestro Jaén es así, dicen que el que viene llega llorando, pero cuando se va,
también se va llorando.
Mi pregón o como decía al comienzo, mi oración en voz alta podía haber sido mejor o
sencillamente distinto, pero en ello he puesto toda mi ilusión, sentimiento, dedicación y
amor, por mi gente, por mi pueblo que sois vosotros y por supuesto por nuestra Virgen de
la Estrella. Ella nos acompañará hasta el final de nuestros días, mientras tanto será nuestra
Estrella, Estrella que nos ilumina el día a día, Estrella en las inquietudes y preocupaciones,
Estrella de nuestros miedos y temores, Estrella en nuestras enfermedades y dolores,
Estrella de nuestros sinsabores en el trabajo, Estrella también para sanar nuestros orgullos
y vanidades. No dejemos de levantar nuestra mirada hacia Ella, busquemos respuestas
mirándola con fe, siempre las encontraremos, a veces nos responde con el silencio,
aprendamos a escucharla. Que el día que nos reunamos con el Padre, lo hagamos
pronunciando su nombre en nuestros labios y que seas Tú, Estrella, la última luz que
nuestros ojos vean en esta tierra.
Quiero recordar una bellísima fabula del poeta indio Rabindranath Tagore que decía
así: El sol poniente pregunta antes de ocultarse en el horizonte hasta un nuevo amanecer:
¿No habrá nadie que pueda relevarme?. Y una pobre lámpara de barro, respondió así,
servicial y voluntariosa: Se hará lo que se pueda maestro.
Esa ha sido la disposición que me acompañó en esta para mí gozosa y difícil tarea:
hacer lo que me ha sido posible.
Y ya como cada noche MADRE
te doy gracias de nuevo,
me retiro a descansar
tu a velar por nuestros sueños,
porque sé que tu no duermes
porque sé de tus desvelos,
que mañana al despertar
tu cara vea lo primero.
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Un día más, he hablado contigo
hoy no he querido rezarte en silencio,
hoy te he dicho que te quiero
para que me oiga el mundo entero.
Ya solo quiero pedirte tres cosas,
por mi mujer, mis dos hijos y por mi pueblo
y que el año que viene
podamos venir a decirte ¡TE QUIERO!.
Que no deje de mirarte ESTRELLA
que no me aparte de tu sendero,
que jamás olvidaré
que un día, fui TU PREGONERO.
MUCHAS GRACIAS Y ¡FELIZ ROMERÍA!
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REFERENCIAS
CEJUDO MORENO, JOSÉ LUIS (2009) Tres cartas a la Virgen de la Estrella. Stella.
GARCÍA BARBEITO, ANTONIO (2010) Pregón de la Semana Santa de Sevilla.
GUIXÁ TOBAR, RAMÓN (1993) Pregón de Exaltación a María Santísima de la Estrella.
HERMOSILLA PINEDA, PEDRO (2011) Las miradas de la Virgen. Stella.
OLIVARES CANO, JULIÁN (1987) Testimonios. Stella.
OLIVARES GONZÁLEZ, JUAN (1986) Con nosotros. Stella.
PARRILLA ALMANSA, JESÚS (2000) Los Mayos a la Virgen: "Un sentimiento". Stella.
PONCE GALLÉN, FRANCISCO (2003) Pregón de la Romería de la Virgen de la Estrella.
QUERO JUÁREZ, JOSÉ LUIS (2011) Sobre un pueblo singular se eleva tu patronazgo. Stella.
QUESADA CAMPOS, IGNACIO (1979) Semblanza al pueblo más bello y acogedor del
condado. Stella
UN ROMERO (1993) Estrella. Stella.
VALENZUELA DIAZ, MANUEL (1986) El que anda en amor... ni cansa ni se cansa. Stella.