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MARÍA es amparo, estrella, norte y guía...
PATROCINIO
para cuántos se sienten
necesitados.
Queridas hermanas:
Una vez más nos disponemos a celebrar la festividad de nuestra Titular: la Virgen
del Patrocinio. Una advocación entrañable y cargada de sentido para el mundo de hoy,
necesitado de protección y amparo.
En nuestro vivir diario constatamos un mundo herido por el sufrimiento y el dolor
pero a la vez con horizontes de esperanza y consuelo, gracias a tantas personas a través
de las cuales se muestra el rostro materno y amoroso de Dios. Pienso que esa es nuestra
misión: el dar a conocer esa misericordia entrañable reflejada en nuestra Madre.
Nuestros hermanos han de encontrar en nosotras esas hijas hechas de patrocinio,
amparo, cercanía y bondad; hijas que han aprendido de la Madre a mirar con entrañas
de misericordia a sus hermanos y que hacen posible un mundo fraterno y humano,
deseado y soñado por todos, pero que sólo se hará real cuando cada uno contribuya con
su esfuerzo y compromiso y mire más a allá de sus propios intereses y deseos.
Que este día en que celebramos a María sea un motivo de fiesta y alegría porque
muchas personas experimentamos su patrocinio. Felicitémosnos porque a través de
nosotras, las personas que nos rodean ven expresiones concretas de su amor maternal:
la entrega diaria y silenciosa, la búsqueda del bien de los demás, el detalle con el que
más lo necesita, la palabra oportuna, los gestos solidarios y especialmente la vivencia
de nuestra Consagración siguiendo a su Hijo dentro de nuestra familia religiosa que la
tiene como Estrella y Norte, Amparo y Guía..
Que Ella siga acompañando y sosteniendo nuestras comunidades y obras
apostólicas para así continuar enriqueciendo a su Iglesia con el Carisma legado por
nuestros Fundadores, y los rasgos que como Hijas del Patrocinio de María nos tienen
que definir: sencillez, fraternal acogida, humildad, pobreza y desprendimiento y un
intenso amor al Santísimo Sacramento. (CC. nº5)
Un fuerte abrazo. Antonia García HPM