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LA MANCHA EN RED O MANCHA
RETICULADA DE LA HOJA DE LA CEBADA
Orlando Andrade V., Ing. Agr., Ph. D.,
Escuela de Agronomía, Universidad Católica de Temuco, Temuco, Chile
Una enfermedad de creciente importancia en la
producción de cebada, en la zona sur de Chile, es
la mancha en red o mancha reticulada de la hoja
de la cebada (Net Blotch of barley en Inglés). Es
una enfermedad endémica en esta zona, se
presenta prácticamente todas las temporadas,
aunque su impacto en el rendimiento y calidad de
grano es variable de acuerdo a las condiciones
climáticas imperantes en la temporada. Los daños
pueden
ser
significativos
en
variedades
susceptibles y en temporadas con condiciones
predisponentes. El ingreso de variedades
comerciales desde el extranjero en los últimos 10
años, ha incrementado la presencia y magnitud de
la enfermedad, debido a la susceptibilidad de esos
materiales. La capacidad del agente patógeno de
sobrevivir en el rastrojo por dos o más temporadas,
la transmisión de éste por la semilla y el limitado
efecto de la mayoría de los fungicidas comerciales
en su control, la transforman en una enfermedad
de cuidado.
AGENTE CAUSAL
Existen dos formas del agente causal,
responsables cada uno por los dos tipos de
síntomas que causan en cebada. P. teres f. teres
produce el típico síntoma en forma de red, con
estriados longitudinales y transversales y, P. teres
f. maculata, que produce manchas circulares o
elípticas en las hojas, síntomas estos últimos
menos comunes en el sur del país.
P.
teres
es
un
hongo
que
ataca
predominantemente a especies de cebadas
cultivadas y silvestres, pero también se le ha
encontrado afectando otras especies de plantas
gramíneas, malezas y cultivadas. Se transmite por
la semilla, pero la principal fuente de inóculo o
infección, lo constituye el rastrojo infectado de años
anteriores. En este rastrojo forma estructuras de
sobrevivencia denominadas pesudotecios en los
cuales las esporas del hongo pueden permanecer
viables por dos o más años (Foto 2).
A
B
La mancha en red o mancha reticulada de la hoja
de la cebada es causada por el hongo ascomycete
Pyrenophora teres Drechs., cuya fase asexuada o
anamórfica corresponde al hongo Drechslera teres
(Sacc.) Shoemaker (Sin.: Helminthosporium teres
Sacc. (Foto 1).
Foto 2.- Pseudotecios de P. teres en rastrojo de cebada
(A). Vista de un pseudotecio aumentado (B) y
ascosporas de P. teres (recuadro).
SINTOMATOLOGÍA
Foto 1.- Drechslera teres creciendo sobre una lesión
foliar en una hoja de cebada.
Los síntomas se pueden observar inmediatamente
después de la emergencia, cuando la infección
proviene de la semilla (Foto 3). Sin embargo, lo
normal es que se observen desde fines de macolla
en adelante cuando la infección proviene desde
rastrojo presente en potreros cercanos o en otros
predios de las cercanías.
estriados longitudinales oscuros (Foto 6).
Foto 3.- Síntomas de mancha en red en plantas de
cebada de 2-3 hojas.
Los síntomas típicos corresponden a lesiones
necróticas (tejido muerto) en las hojas, de color
café
oscuro,
alargadas,
con
estriados
longitudinales y transversales cuando se observa
con un aumento (Foto 4). También pueden
aparecer manchas ovaladas a circulares de color
café oscuro y halos cloróticos o amarillentos, pero
es menos común de observar en nuestro país.
Foto 5.- Abundantes lesiones foliares causadas por
P. teres f. teres en plantas adultas de cebada.
Foto 6.- Severa infección causada por P. teres f. teres
en cebada, secando completamente las hojas.
Foto 4.- Síntomas típicos con apariencia de red,
causados por Pyrenophora teres f. teres en hojas de
cebada en plantas jóvenes (izq.) y adultas (der.).
Las lesiones pueden ser abundantes en
condiciones de alta humedad y temperaturas
cálidas, pudiendo comprometer gran parte de la
lámina foliar (Foto 5). En casos de fuerte infección
las hojas pueden secarse completamente,
adquiriendo una coloración café claro pajiza con
NIVEL DE DAÑO
Las pérdidas de rendimiento pueden superar el
30% en condiciones de severa infección. En
Canadá se han reportado daños que llegan al 37%
en variedades susceptibles. En algunos países de
la Federación Rusa se señalan cifras incluso
superiores. Pérdidas de 20 a 30% también ocurren
en el área de Victoria, en Australia. En Chile no se
conoce con exactitud el potencial de daño de esta
enfermedad, aún cuando se han observado
severas infecciones en temporadas de alta
humedad primaveral, con temperaturas cálidas y
en sectores de baja ventilación. Infecciones de
nivel bajo-medio han afectado entre un 10 y 12% el
rendimiento, lo cual sugiere que en casos de fuerte
infección, las pérdidas deben ser similares a las
informadas en otras latitudes. Las siembras de
mayor riesgo son aquellas establecidas como
monocultivo o en rotaciones muy estrechas,
rastrojo de cebada en superficie, empleo de
variedades susceptibles, en potreros ubicados en
sectores de baja ventilación, protegidos por cerros
o arboledas densas.
DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD
El hongo causante de la mancha en red se puede
transmitir través de la semilla, originando
infecciones muy tempranas en el cotiledón o
primeras hojas o bien, a través del aire y la lluvia
desde rastrojo de cebada de temporadas
anteriores, infectando las plantas desde mediados
de macolla en adelante. Las primeras infecciones
pueden ser causadas por las esporas (Foto 1) que
se originan en la primavera desde rastrojo
infectado, o bien provenientes de otras siembras
que presentan la enfermedad y también, desde
otras plantas malezas hospederas del hongo
patógeno. Igualmente se pueden originar por las
ascosporas del hongo provenientes de los
pseudotecios que se han formado en el rastrojo
(Foto 2 B), las cuales son transportadas por el
viento a los cultivos. Una vez germinadas las
esporas y ascosporas, las hifas del hongo ingresan
a los tejidos de las hojas, produciendo fitotoxinas
que favorecen la colonización al dañar los tejidos,
extrayendo además los nutrientes de las células.
Ambos, fitotoxinas y extracción de nutrientes
inducen los típicos síntomas caracterizados por
manchas necróticas de color café oscuro,
alargadas,
con
estriados
transversales
y
longitudinales y clorosis o amarillamiento de la
lámina foliar (Fotos 4 y 5). Ataques severos suelen
secar completamente las hojas. El hongo también
puede afectar las brácteas florales donde se
alojará y transmitirá la enfermedad a la nueva
planta que emerja de esa semilla. Hacia la
madurez el hongo también infecta las vainas
foliares y tallos, en los cuales se formarán los
pseudotecios que le permitirán sobrevivir por una o
dos temporadas. La enfermedad se favorece con
una humedad relativa alta y temperaturas
templadas a cálidas (15 a 25ºC). La mancha en red
también se ve favorecida por el monocultivo de
cebada o rotaciones estrechas, empleo de
variedades susceptibles, uso de semilla infectada,
un exceso de fertilización nitrogenada y la
presencia de rastrojo en superficie.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN Y CONTROL
Resistencia
varietal:
Existen
variedades
resistentes a la enfermedad, pero la mayoría, si no
todas las comercializadas en Chile, presentan
niveles variables de susceptibilidad.
Rotación de cultivos: En zonas de alto riesgo
considerar a lo menos 2-3 años entre siembras de
cebada. Cultivos como el raps canola, lupino,
trébol, avena, incluso el trigo son buenas
alternativas. Aún cuando existe una referencia
sobre trigo afectado por este hongo en Hungría, en
Chile no se conoce tal situación. En áreas con una
alta superficie sembrada con cebada, el efecto de
la rotación podría disminuir considerablemente
puesto que la infección puede provenir, vía aérea,
desde rastrojo presente en otros potreros y predios
cercanos.
Control de malezas: el buen control de plantas
voluntarias de cebada durante la rotación, al igual
que malezas gramíneas hospederas del hongo,
disminuirá el potencial de daño de ésta y otras
enfermedades. Si bien en nuestro país no existen
estudios específicos, antecedentes del extranjero
señalan la presencia del hongo patógeno en
algunas especies silvestres de Hordeum y en otras
gramíneas como Cynodon, Deschampsia y Stipa.
Manejo del rastrojo: en zonas de alto riesgo, es
aconsejable enterrar el rastrojo de cebada para
evitar que quede expuesto a una siguiente
siembra. El rastrojo es la principal fuente de
infección.
Fertilización: se debe evitar exceder la dosis de
nitrógeno puesto que aumenta y prolonga la
suculencia del tejido, retarda la lignificación de los
tejidos y favorece una alta infección. Además, en el
caso de cebada para malta, afecta la calidad de
ésta.
Desinfección de semilla: La desinfección de
semilla es una práctica imprescindible para evitar la
presencia
de
patógenos
transmitidos
y/o
acarreados por la semilla y también, en el caso de
desinfectantes sistémicos de largo efecto residual,
para retardar la aparición temprana de infecciones
foliares que llegan vía aérea al cultivo. Sin
embargo, para el control de la mancha en red no
existen aún buenas alternativas en el comercio.
Aplicación de fungicidas: La aplicación de
fungicida foliares debe realizarse desde el inicio de
encañado si existe infección. La cebada es
particularmente susceptible a las infecciones
foliares en estados de desarrollo tempranos. En
zonas de riesgo se podría requerir 2 tratamientos
fungicidas.
Noviembre, 2010