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EL CULTIVO DE LA ALFALFA (Apartados del 1. al 3.)
. ORIGEN.
La alfalfa tiene su área de origen en Asia Menor y sur del Caúcaso, abarcando países como Turquía,
Irak, Irán, Siria, Afganistán y Pakistán.
Los persas introdujeron la alfalfa en Grecia y de ahí pasó a Italia en el siglo IV a. C.
La gran difusión de su cultivo fue llevada a cabo por los árabes a través del norte de África,
llegando a España donde se extendió a toda Europa.
2. BOTÁNICA.
La alfalfa pertenece a la familia de las leguminosas, cuyo nombre científico es Medicago sativa. Se
trata de una planta perenne, vivaz y de porte erecto.
-Raíz. La raíz principal es pivotante, robusta y muy desarrollada (hasta 5 m. de longitud) con
numerosas raíces secundarias. Posee una corona que sale del terreno, de la cual emergen brotes que
dan lugar a los tallos.
-Tallos. Son delgados y erectos para soportar el peso de las hojas y de las inflorescencias, además
son muy consistentes, por tanto es una planta muy adecuada para la siega.
-Hojas. Son trifoliadas, aunque las primeras hojas verdaderas son unifoliadas. Los márgenes son
lisos y con los bordes superiores ligeramente dentados.
-Flores. La flor característica de esta familia es la de la subfamilia Papilionoidea. Son de color azul
o púrpura, con inflorescencias en racimos que nacen en las axilas de las hojas.
-Fruto. Es una legumbre indehiscente sin espinas que contiene entre 2 y 6 semillas amarillentas,
arriñonadas y de 1.5 a 2.5 mm. de longitud.
3. IMPORTANCIA ECONÓMICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.
Se trata de un cultivo muy extendido en los países de clima templado.
La ganadería intensiva es la que ha demandado de forma regular los alimentos que ha tenido que
proveer la industria, dando lugar al cultivo de la alfalfa, cuya finalidad es abastecer a la industria de
piensos.
La importancia del cultivo de la alfalfa va desde su interés como fuente natural de proteínas, fibra,
vitaminas y minerales; así como su contribución paisajística y su utilidad como cultivo
conservacionista de la fauna. Además de la importante reducción energética que supone la fijación
simbiótica del nitrógeno para el propio cultivo y para los siguientes en las rotaciones de las que
forma parte.
Por ser una especie pratense y perenne, su cultivo aporta elementos de interés como limitador y
reductor de la erosión y de ciertas plagas y enfermedades de los cultivos que le siguen en la
rotación.
En la siguiente tabla se muestra la superficie (miles de hectáreas) y las condiciones de cultivo de la
alfalfa en los países mediterráneos:
País
Superficie (miles de ha)
Condiciones de cultivo
Francia
1500
Secano principalmente
Italia
2000
Secano o regadío eventual
España
329
Dos tercios regadío y un tercio
secano
Grecia
180
Regadío fundamentalmente
Turquía
74
Principalmente regadío; en
secano en las montañas
Argelia
6
Secano y regadío
Israel
3
Regadío
4. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS.
4.1. Radiación solar.
Es un factor muy importante que influye positivamente en el cultivo de la alfalfa, pues el número de
horas de radiación solar aumenta a medida que disminuye la latitud de la región.
La radiación solar favorece la técnica del presecado en campo en las regiones más cercanas al
ecuador, y dificulta el secado en las regiones más hacia el norte.
4.2. Temperatura.
La semilla germina a temperaturas de 2-3º C, siempre que las demás condiciones ambientales lo
permitan.
A medida que se incrementa la temperatura la germinación es más rápida hasta alcanzar un óptimo
a los 28-30º C.
Temperaturas superiores a 38º C resultan letales para las plántulas.
Al comenzar el invierno detienen su crecimiento hasta la llegada de la primavera cuando comienzan
a rebrotar.
Existen variedades de alfalfa que toleran temperaturas muy bajas (-10º C).
La temperatura media anual para la producción forrajera está en torno a los 15º C. Siendo el rango
óptimo de temperaturas, según las variedades de 18-28º C.
4.3. pH.
El factor limitante en el cultivo de la alfalfa es la acidez, excepto en la germinación, pudiéndose ser
de hasta 4.
El pH óptimo del cultivo es de 7.2, recurriendo a encalados siempre que el pH baje de 6.8, además
los encalados contribuyen a incrementar la cantidad de iones de calcio en el suelo disponibles para
la planta y reducir la absorción de aluminio y manganeso que son tóxicos para la alfalfa.
Existe una relación directa entre la formación de nódulos y el efecto del pH sobre la alfalfa. La
bacteria nodulante de la alfalfa es Rhizobium meliloti, esta especie es neutrófila y deja de
reproducirse por debajo de pH 5. Por tanto si falla la asimilación de nitrógeno la alfalfa lo acusa.
4.4. Salinidad.
La alfalfa es muy sensible a la salinidad, cuyos síntomas comienzan con la palidez de algunos
tejidos, la disminución del tamaño de las hojas y finalmente la parada vegetativa con el consiguiente
achaparrado.
El incremento de la salinidad induce desequilibrios entre la raíz y la parte aérea.
4.5. Tipo de suelos.
La alfalfa requiere suelos profundos y bien drenados, aunque se cultiva en una amplia variabilidad
de suelos.
Los suelos con menos de 60 cm. de profundidad no son aconsejables para la alfalfa.
5. PARTICULARIDADES DEL CULTIVO.
5.1. Preparación del terreno.
Antes de realizar la siembra es necesario conocer las características del terreno, contenido de
fósforo y potasio, condiciones de drenaje y sobre todo el pH.
Las labores de preparación del terreno se inician con un subsolado (para remover las capas
profundas sin voltearlas ni mezclarlas) que mejorará las condiciones de drenaje y aumentará la
capacidad de almacenamiento de agua del suelo.
Esta labor es muy importante en el cultivo de la alfalfa, pues las raíces son muy profundas y
subsolando se favorece que estas penetren con facilidad.
A continuación se realizan sucesivos gradeos (de 2 a 3), con la finalidad de nivelar el terreno,
disminuir el encharcamiento debido al riego o a intensas lluvias y eliminar las malas hierbas
existentes.
Se recomienda intercalar las labores con aplicaciones de abonos y enmiendas realizadas al mismo
tiempo que los gradeos, para mezclar los fertilizantes con la tierra y homogeneizar su distribución.
Conviene aplicar el abonado de fondo y el encalado dos meses antes de la siembra para permitir su
descomposición y estar a disposición de la plántula después de la germinación.
5.2. Siembra.
Los métodos de siembra son a voleo o con sembradoras específicas de pratenses.
La mayoría de las siembras se hacen sólo con alfalfa, pero también puede asociarse a otras
gramíneas
las fechas de siembra están condicionadas por la alternancia de los cultivos que se sigue en la
explotación.
5.2.1. Época de siembra.
En regiones cálidas y praderas de secano la siembra se realizará en otoño, pues el riesgo de heladas
tempranas es muy reducido; además la planta desarrolla su sistema radicular, almacena las reservas
y a partir de la primavera siguiente la explotación está en un nivel alto de producción.
Se aconsejan las siembras primaverales en zonas frías de secano.
En cultivos de regadío la siembra se realizará en primavera, aún teniendo en cuenta que su mayor
inconveniente es la presencia de malas hierbas.
5.2.2. Dosis de siembra.
En siembras asociadas con gramíneas la dosis de alfalfa debe reducirse a 6-8 kg/ha en praderas con
pastoreo, y a 12-16 kg/ha en el caso de praderas de siega.
5.2.3. Profundidad de siembra.
Depende del tipo de suelo: en terrenos pesados la profundidad está comprendida entre 1-1.25 cm.,
en terrenos ligeros o arenosos, la profundidad será de 2.5 cm.
5.3. Abonado.
Se aplicará una enmienda caliza a voleo y enterrada con anterioridad a la siembra, ya que el calcio
es muy importante para el crecimiento de la planta y es esencial para la nodulación.
La presencia de manganeso y aluminio reduce el crecimiento de las plantas, afectando
negativamente al desarrollo de las raíces.
Entre el fósforo y el aluminio se produce una interacción negativa. La presencia de aluminio libre
en el suelo disminuye la cantidad de fósforo disponible.
-Nitrógeno. En condiciones óptimas de cultivo; cuando el pH no es muy ácido y no existe déficit de
ningún elemento esencial, la alfalfa obtiene el nitrógeno por las bacterias de sus nódulos. Pero
durante el estado vegetativo de las plántulas, éstas requieren nitrógeno del suelo, hasta que se
formen los nódulos y comience la fijación.
Por tanto se debe abonar 20 kg/ha de nitrógeno, pues cantidades mayores producirán un efecto
negativo al inhibir la formación de nódulos.
-Fósforo. La fertilización fosfórica es muy importante en el año de establecimiento del cultivo, pues
asegura el desarrollo radicular.
Como el fósforo se desplaza muy lentamente en el suelo se recomienda aplicarlo en profundidad
incluso en el momento de la siembra con la semilla.
En alfalfares de regadío con suelos arcillosos y profundos la dosis de P205 de fondo para todo el
ciclo de cultivo es de 150-200 kg/ha.
-Potasio.
La alfalfa requiere grandes cantidades de este elemento, pues de él depende la resistencia al frío,
sequía y almacenamiento de reservas.
Se recomienda aplicar abonado potásico de fondo antes de la siembra junto con el fósforo.
El abonado potásico de mantenimiento se realizará anualmente a la salida del invierno.
En suelos pobres se recomienda un abonado potásico de fondo de 200-300 kg/ha y restituciones
anuales de 100-200 kg/ha.
En la siguiente tabla se muestra la equivalencia de las unidades fertilizantes y de los abonos
empleados.
Una unidad de fertilizante es igual a 1 kg de nitrógeno, de fósforo o de potasa. (Gros y Domínguez,
92).
Equivalencia
fertilizante
1 unidad de
nitrógeno (N)
Abono
Riqueza en %
1.2 kg de abonado
anhidro
82
2.2 kg de urea perlada
46
3.0 kg de nitrato
amónico (alta)
33
3.8 kg de nitrato
amónico (media)
26
5.0 kg de nitrato
amónico (baja)
20
5.0 kg de sulfato
amónico
20-21
5.5 kg de fosfato
amónico
18-20
5.5 kg de cianamida de
cal
16-21
6.3 kg de nitrato sódico
16
6.5 kg de nitrato de cal
15
7.7 kg de nitrato de
potasa
13
2.0 kg de fosfato
amónico
46-52
2.2 kg de superfosfato
36-48
2.2 kg de fosfato
bicálcico
38-42
2.9 kg de Phosfal
1 unidad de fósforo
(P2O5)
3.3 kg de fosfato natural
1 unidad de potasa
(K20)
34
26-35
3.7 kg de superfosfato
enriquecido
25-35
5.5 kg de superfosfato
normal
16-24
5.5 kg de escorias
16-20
1.7 kg de cloruro de
potasa
60
2.0 kg de sulfato de
potasa
50
2.3 kg de nitrato de
potasa
44
2.5 kg de silvinita
40
3.6 kg de Patentkali
28
-Azufre.
Sus síntomas de carencia suelen coincidir con los de nitrógeno. Si se añade sulfato amónico el suelo
se enriquece lo suficiente para cubrir las necesidades de la planta.
-Boro.
Se trata de una carencia muy usual en el cultivo de la alfalfa, ocasionando la detención del
crecimiento, amarillamiento de las hojas terminales y crecimiento entre nudos escaso.
Para enriquecer el suelo en este elemento se mezcla con otros abonos que facilitan su distribución.
Se debe tener en cuenta que los encalados suelen agravar la situación de escasez de boro. Este debe
distribuirse durante el invierno o inmediatamente después de una siega.
-Molibdeno.
Los suelos ácidos pueden presentar carencia de molibdeno, que afecta al funcionamiento de las
bacterias fijadoras de nitrógeno.
El fósforo y la cal favorecen la absorción y disponibilidad del molibdeno en el suelo.
Los síntomas de carencia coinciden con los del nitrógeno y se suelen dar en terrenos arenosos y
muy ácidos.
Cuando es preciso añadirlo al terreno, suele hacerse en forma de molibdato sódico o amónico.
-Orgánicos.
Se aplican productos orgánicos de origen vegetal o animal en diferentes grados de descomposición;
cuya finalidad es la mejora de la fertilidad y de las condiciones físicas del suelo.
Las sustancias orgánicas más empleadas son: estiércol, purines, rastrojos y residuos de cosechas.
En la siguiente tabla se muestra el abono orgánico más utilizado en el cultivo de la alfalfa y
composición (en kg de elemento fertilizante por tonelada de abono). (Gros y Domínguez, 92).
Elemento fertilizante
Abono orgánico
Nitrógeno
(kg/tn)
P205 (kg/t)
K20 (kg/ha)
Estiércol (20-25% de
MS)
4
2.5
5.5
Estiércol semilíquido
Vacuno-Cerdo (9%
MS)
5
2
6
Estiércol semilíquido
Vacuno-Ovino (11%
MS)
5
4
4
Purín
1.5-2.5*
0.25-0.5*
4-6*
*Riqueza media por metro cúbico
-Enmiendas calizas.
Son materias fertilizantes que contienen calcio y magnesio en forma de óxidos, hidróxidos o
carbonatos.
La finalidad de la enmienda cálcica es mantener o incrementar el pH del suelo así como mejorar las
propiedades del mismo.
Estas enmiendas se emplean principalmente en áreas con suelos ácidos.
A continuación se muestran las enmiendas calizas y magnésicas más empleadas, tipos de productos
y riqueza en fertilizantes.
(Gros y Domínguez, 92).
Riqueza en %
Producto
Productos
crudos
Productos
cocidos
CaO
MgO (min)
P205 (min)
Calizas molidas
45-55
-
-
Calizas magnésicas
30
20
-
Margas
25
-
-
Cal viva
70-95
-
-
Cal apagada
50-72
-
-
Cal magnésica
70*
15
-
Cal magnésica
apagada
50*
10
-
45-55
2-3
16-20
Escorias
Thomas
* Contenidos mínimos de CaO + MgO
5.4. Riego.
La cantidad de agua aplicada depende de la capacidad de retención de agua por el suelo, de la
eficiencia del sistema de riego y de la profundidad de las raíces.
En primavera las demandas de agua son escasas; las pérdidas de agua son sólo excesivas durante los
periodos en que las tasas de evaporación son altas y las tasas de crecimiento bajas.
En áreas húmedas el riego retiene la producción durante los periodos secos cuando la lluvia no
proporciona la humedad suficiente para una elevada producción.
En áreas con estaciones húmedas y secas definidas el riego proporciona seguridad en caso de sequía
durante la estación normalmente húmeda y para una producción de heno o pasto durante la estación
seca.
La alfalfa requiere la administración hídrica de forma fraccionada, ya que sus necesidades varían a
lo largo del ciclo productivo. Si el aporte de agua está por encima de las necesidades de la alfalfa
disminuye la eficiencia de la utilización del agua disponible.
El aporte de agua en caso de riego por inundación es de 1000 m3/ha. En riego por aspersión será de
880 m3/ha.
5.5. Otras hierbas.
El control de otras hierbas durante la nascencia del cultivo se realiza aplicando las técnicas
culturales adecuadas.
En los cultivos establecidos, la invasión de las otras hierbas en el alfalfar se produce antes del
rebrote de primavera, debilitando a la alfalfa y retrasando su crecimiento.
Las otras hierbas de verano perjudican a los alfalfares de riego, siendo las más perjudiciales las
gramíneas perennes del verano tipo gramas, que se desarrollan bien con las elevadas temperaturas
de esta época.
Si el cultivo de destina a la producción de heno o a la deshidratación, el tratamiento herbicida se
recomienda durante el segundo o tercer año.
El empleo de herbicidas depende del tipo de hierba y del estado vegetativo de la alfalfa.
-Tratamientos de presiembra.
Disminuyen la aparición de otras hierbas antes de la emergencia de las plántulas de alfalfa,
permitiendo la robustez de éstas antes de entrar en competencia.
Se trata fundamentalmente de gramíneas perennes rizomatosas como Cynodon dactylon, Agropyron
repens, etc.
-Tratamientos de post-emergencia durante el primer año de cultivo.
La alfalfa posee sus primeras hojas verdaderas, resultando éstas menos susceptibles a los
tratamientos herbicidas.
-Tratamientos en alfalfares ya establecidos.
Una vez que el alfalfar está invadido por otras hierbas ó éstas invaden la plantación por debilidad de
las plantas de alfalfa en cualquier época del año, la caída de la producción y la degeneración del
alfalfar se produce rápidamente.
Manejo químico utilizado sobre las otras hierbas para mantener la producción.
Época de
aplicación
Presiembra
Hierbas
controladas
Materia
activa
Gramíneas y Carbetamida
anuales de Propyzamida
hoja ancha
Cirsium,
PostCarduus,
emergencia Chenopodium,
Polygonum
2.4-DB
Dosis
(kg/ha)
3-5 l/ha
1-3
2-4 l-ha
Forma de
aplicación
Incorporado
en el
laboreo.
Dos
aplicaciones
en invierno
y
primavera.
Aplicar
cuando la
alfalfa tiene
menos de
dos hojas
trifoliadas.
Alfalfares
ya
establecidos
Gramíneas
perennes
Paraquat
Dalapon
Asulam
2.4-DB
2-4 l/ha
3-5 l/ha
3-4 l/ha
4-5 l/ha
Aplicación
directa
después del
último
corte. El
2.4-DB se
aplicará en
invierno
-Fanerógamas parásitas: la cuscuta.
La cuscuta (Cuscuta epythinum) carece de hojas, clorofila y raíces, por lo que extrae la savia
elaborada de la planta huésped mediante chupadores. La cuscuta forma una madeja de tallos
filamentosos y volubles que envuelven a la alfalfa hasta ahogarla.
La cuscuta se introduce en el alfalfar por semilla (mezcladas con las de alfalfa) o a través del agua
de riego.
*Medidas preventivas.
-Limpieza de semillas de cuscuta por medio de una decuscutadora.
-Limpieza de acequias o recorridos de los márgenes.
-Utilizar semillas de alfalfa certificadas.
-Controlar el pastoreo con ganado que pueda proceder de otras parcelas o zonas infectadas.
*Control. químico
-Segar el rodal afectado, amontonarlo fuera del alfalfar destruyéndolos y tratar la zona segada con
arsenito sódico al 0.5%.
-Se aplicar Glisofato a bajas dosis, aunque se pierda parte de la producción del año eliminan la
cuscuta y no destruyen al cultivo.
-Se aplicar Paraquat 10 % (dicloruro) como concentrado soluble a una dosis de 6 l/ha.
5.6. Frecuencia del corte.
La frecuencia del corte varía según el manejo de la cosecha, siendo un criterio muy importante
junto con la fecha del último corte para la determinación del rendimiento y de la persistencia del
alfalfar.
Los cortes frecuentes implican un agotamiento de la alfalfa y como consecuencia una reducción en
su rendimiento y densidad.
Cuanto más avanzado es el estado vegetativo de la planta en el momento de defoliación, más rápido
tiene lugar el rebrote del crecimiento siguiente.
En las regiones cálidas la alfalfa se corta con el 10% de floración en otoño, en primavera y a
principios de verano, y con el 25-50% de floración durante el verano.
El rebrote depende del nivel de reservas reduciéndose éstas cuando los cortes son frecuentes.
5.7. Altura de corte.
El rebrote no depende solamente de las reservas de carbohidratos de la raíz sino también de la parte
aérea residual.
La alfalfa cortada alta deja en la planta tallos ramificados y yemas que permiten el rebrote
continuado.
La altura de corte resulta un factor crítico si se corta frecuentemente en estados tempranos de
crecimiento, pues implica una reducción en el rendimiento y una disminución de la densidad de
plantas del alfalfar a causa de las insuficientes reservas acumuladas en los órganos de
almacenamiento
La máxima producción se obtiene con menores alturas de corte y cortadas a intervalos largos.
6. CLASIFICACIÓN DE ALFALFAS.
PRECOCIDAD DENOMINACIÓN
Temprana
Media
Tardía
PAÍS
Flamenca
Francia
Peluda Peruana
Perú
Moapa
E.E.U.U.
African
E.E.U.U.
Poitou
Francia
Provenza
Francia
Caliverde
E.E.U.U.
Comunes
E.E.U.U.
Ranger
E.E.U.U.
Hunter river
Australia
Franconia
Alemania
Nómada
E.E.U.U.
Grimm
E.E.U.U.
Cossack
E.E.U.U.
Ladak
E.E.U.U.
Turingia
Alemania
Turkestán
E.E.U.U.
Rhizoma
Canadá
Rambler
Canadá
Vernal
E.E.U.U.
7. APROVECHAMIENTO DE LA ALFALFA.
7.1. En verde.
La alfalfa en verde constituye una excelente forma de utilización por su buena calidad e
ingestibilidad, pero conlleva gastos importantes tanto en mecanización como en mano de obra.
Al contrario sucede con el pastoreo directo, pues constituye la forma más económica de
aprovechamiento de una pradera, junto al pastoreo rotacional.
7.2. Ensilado.
Es un método de conservación de forrajes por medios biológicos, siendo muy adecuado en regiones
húmedas, cuya principal ventaja es la reducción de pérdidas tanto en siega como en
almacenamiento.
La posibilidad de ensilar la alfalfa facilita la conservación de los primeros y últimos cortes
(realizados durante la primavera y a principios de otoño), los cuales son más difíciles de henificar,
ya que la probabilidad de lluvias durante este periodo se incrementa.
Para conseguir un ensilado de calidad, el forraje debe contener un elevado porcentaje en materia
seca (30-40%), debiendo estar bien troceado para conseguir un buen apisonamiento en el silo.
7.3. Henificado.
El uso de la alfalfa como heno es característico de regiones con elevadas horas de radiación solar,
escasas precipitaciones y elevadas temperaturas durante el periodo productivo.
El proceso de henificado implica cambios físicos, químicos y microbiológicos que producen
alteraciones en la digestibilidad de la materia orgánica del forraje respecto al forraje verde.
El proceso de henificación debe conservar el mayor número de hojas posible, pues la pérdida de las
mismas supone una disminución en calidad, ya que las hojas son las partes más digestibles y como
consecuencia se reduce el valor nutritivo.
El periodo de secado depende de la duración de las condiciones climáticas (temperatura, humedad y
velocidad del viento), de la relación hoja/tallo (es más lento a mayor proporción de tallos) y del
rendimiento (el incremento del rendimiento por hectárea aumenta la cantidad de agua a evaporar).
En la siguiente tabla se muestra la extracción de elementos nutritivos de un cultivo de alfalfa en
condiciones de regadío para producir una tonelada de heno (Gros y Domínguez, 92).
N (kg/t)
P205 (kg/t)
K20 (kg/t)
CaO (kg/t)
25-30
5-9
20-26
300
Alfalfa (heno)
7.4. Deshidratado.
Es un proceso que consiste en la recolección del forraje verde, su acondicionamiento mecánico y el
secado mediante ventilación forzada.
La alfalfa deshidratada incrementa la calidad del forraje, economía del transporte y
almacenamiento, permaneciendo sus características nutritivas casi intactas.
Los productos obtenidos se destinan fundamentalmente a las industrias de piensos compuestos.
7.5. Pastoreo de la alfalfa.
El pastoreo es una alternativa a su cultivo en zonas con dificultades de mecanización de las labores
de siega y recolección, además de ser un sistema económico de aprovechamiento en la que se
reducen los costes de la explotación ganadera.
Los inconvenientes que limitan el pastoreo de la alfalfa son los daños del animal sobre la planta
(reducen su producción y persistencia) y los trastornos digestivos sobre el animal.
8. VALOR NUTRICIONAL.
La alfalfa es una excelente planta forrajera que proporciona elevados niveles de proteínas, minerales
y vitaminas de calidad.
Su valor energético también es muy alto estando relacionado con el valor nitrogenado del forraje.
Además es una fuente de minerales como: calcio, fósforo, potasio, magnesio, azufre, etc.
Los elevados niveles de ß-carotenos (precursores de la vitamina A) influyen en la reproducción de
los bovinos.
En la siguiente tabla se muestra la composición de la materia seca de hojas y tallos de la alfalfa
(Bolton, 62).
%
HOJAS
TALLOS
Proteína bruta
24
10.7
Grasa bruta
3.1
1.3
Extracto no nitrogenado
45.8
37.3
Fibra bruta
16.4
44.4
Cenizas
10.7
6.3
A continuación se muestra el contenido proteico y valor energético de la alfalfa deshidratada
(Journet, 93).
%PB (s.s.s.)
UFL (/kg ms)
UFL (/kg ms)
17
0.75
0.64
19
0.81
0.71
21
0.88
0.79
23
0.95
0.87
25
1.02
0.96
PB (s.s.s.): Proteína bruta sobre la sustancia seca.
UFL: Energía neta para lactación.
UFV: Energía neta para la producción de carne.
9. SELECCIÓN Y MEJORA.
Los programas de mejora se basan principalmente en aumentar la producción, mejorar la adaptación
a las condiciones ambientales (incrementando su resistencia al frío y sequía) y resistencia a plagas y
enfermedades.
La mayoría de las variedades cultivadas son sensibles a los áfidos, aunque se puede controlar
mediante insecticidas, se puede evitar con la introducción de variedades resistentes. En algunos
países se han desarrollado variedades resistentes a los áfidos; en Nueva Zelanda la variedad Rene y
en E.E.U.U. las variedades WL311, WL318,WL451, WL512, Saranac y AS-13.
10. PLAGAS.
-Pulguilla. (Sminturus viridis).
Se trata de un insecto de color verde amarillento y de pequeño tamaño (1-2.5 mm.) que ataca las
hojas de la alfalfa durante el invierno y principios de la primavera. Los síntomas se manifiestan en
las hojas que aparecen taladradas, y al progresar el ataque quedan reducidas al esqueleto de sus
venas.
Los Plaguicdas utilizados para combatirla es el Malathion y Diazinon.
-Pulgones. (Aphis medicaginis, A. laburni, Terioaphis maculata, T. trifoli, Acyrtosiphon pisum).
Son insectos chupadores de cuerpo globoso que extraen la savia, depositando toxinas que necrosan
los tejidos circundantes. Además segregan un jugo azucarado que impregna la planta y supone un
caldo de cultivo para los hongos, pudiendo modificar el sabor del forraje, haciéndolo poco
apetecible para el ganado.
Los productos químicos utilizados se muestra en la siguiente tabla:
MATERIA ACTIVA
DOSIS
PRESENTACIÓN DEL
PRODUCTO
Ácido giberélico 1.6 %
0.20-0.30 %
Concentrado soluble
Carbaril 50 %
0.20-0.30 %
Polvo mojable
Cipermetrin 10 %
0.05-0.10 %
Concentrado
emulsionable
Deltametrin 2.5 %
0.030-0.05 %
Suspensión concentrada
Esfenvalerato 5 %
0.30 l/ha
Concentrado
emulsionable
Malation 4 %
20-25 kg/ha
Polvo para espolvoreo
El empleo de variedades resistentes como método de control es muy utilizado tanto en Australia
como en E.E.U.U.
Las variedades más utilizadas en Australia son: Siriver, Sirotasman, Falkiner y Hunter River. En
E.E.U.U. destacan: CUF 101, WL 311, WL315, WL 318, WL 451, WL 511, WL 512 y WL 514.
El tratamiento biológico se lleva a cabo tanto en Australia como en E.E.U.U. empleando una
avispa (Trioxys complanatus); esta avispa deposita los huevos dentro del pulgón donde se desarrolla
su larva, produciendo la muerte del mismo.
-Gusano verde. (Phytonomus variabilis).
Es un coleóptero de 10 mm de longitud, cuya larva de color verde con una línea blanca ataca a los
primeros cortes en primavera, produciendo los mayores daños.
En la siguiente tabla se muestra los plaguicidas utilizados:
MATERIA ACTIVA
DOSIS
PRESENTACIÓN DEL
PRODUCTO
Betaciflutrin 2.5 %
0.05-0.08 %
Suspensión concentrada
Cipermetrin 10 %
0.05-0.10 %
Concentrado
emulsionable
Deltametrin 2.5 %
0.03-0.10 %
Suspensión concentrada
Metil pirifos 2 %
20-30 kg/ha
Polvo para espolvoreo
Los tratamientos espolvoreados se recomiendan aplicarlos después de la siega.
-Gusano negro o cuca. (Colaspidema atrum).
Es un coleóptero crisomélido de 5 mm. de longitud y color negro brillante, cuyas larvas son
amarillo-rojizas al nacer oscureciéndose a medida que crecen.
Esta plaga reduce considerablemente la producción primaveral de la alfalfa. Pasados los primeros
cortes desaparece hasta la primera cosecha, ya que sólo tiene una generación al año. Devoran todas
las hojas a excepción del nervio central, y en los últimos estadios devoran los foliolos enteros.
A continuación se muestra los plaguicidasutilizados:
MATERIA
ACTIVA
DOSIS
PRESENTACIÓN
DEL PRODUCTO
Ácido giberélico 1.6
%
0.20-0.30 %
Concentrado soluble
Betaciflutrin 2.5 %
0.05-0.08 %
Concentrado soluble
Carbaril 10 %
15-25 kg/ha
Polvo para espolvoreo
Cipermetrin 10 %
0.05-0.01 %
Concentrado soluble
Deltametrin 2.5 %
0.03-0.05 %
Concentrado soluble
Lambda cihalotrin 2.5
%
0.40-0.50 %
Concentrado soluble
Malation 4 %
20-25 kg/ha
Concentrado
emulsionable
Napropamida 50 %
0.20-0.30 %
Polvo mojable
-Apión. (Apion pisi, A.apricans).
Son curculiónidos de 2-3 mm. de longitud de color negro con patas amarillas.
Las larvas producen daños en las yemas terminales durante el periodo vegetativo; si las condiciones
ambientales le son favorables, pueden afectar al primer corte.
Para su control se recomienda adelantar el corte y se utilizan los siguientes plaguicdas:
MATERIA
ACTIVA
DOSIS
PRESENTACIÓN
DEL PRODUCTO
Carbaril 50%
0.20-0.30 %
Polvo mojable
Lambda cihalotrin
2.5%
0.40-0.50 %
Concentrado
emulsionable
1-2 l/ha
Líquido para
aplicación ultra bajo
volumen
Malation 97 %
-Chinche de la alfalfa (Nezara viridula, Lygus pratensis).
Son heterópteros de color verdoso, que ocasionan daños en yemas y caída de flores, pudiendo llegar
a reducir la producción de semilla en un 50%.
Para su control se emplea el plaguicida Endosulfan a dosis de 1 kg/ha.
-Gardama (Laphigma exigua).
La oruga de color verde produce numerosos daños cuando el ataque es muy fuerte; pasando la
primavera en estado latente en alfalfares de regadío.
Se emplean productos químicos como Carbaril, Lindano, Triclorfon, etc.
-Rosquilla o gusano gris (Prodenia litura, Agrotis segetis).
Es una plaga polífaga cuya oruga de 3 cm. de longitud se alimenta vorazmente por la noche desde
finales de verano hasta otoño.
Como medida preventiva se realiza desinsectación previa del terreno y como método de control
químico el empleo de cebos con Fluosisilicato sódico o de bario y Deltametrin 2.5 % en suspensión
concentrada a dosis de 0.03-0.05 %.
-Palomillas (Phlyctaenodes sticticalis, Dichomeris lotellus y Loxostege sticticalis).
Son lepidópteros cuyas larvas de color gris verdoso de 15-20 mm de longitud devoran las yemas y
hojas de la alfalfa.
Tienen de 3 a 4 generaciones al año, realizando la puesta de huevos en primavera.
Se emplean los siguientes plaguicidas:
MATERIA
ACTIVA
Carbaril 48 %
Fenitrotión 5 %
DOSIS
PRESENTACIÓN DEL
PRODUCTO
0.25-0.30 % Suspensión concentrada
20-30 kg/ha
Polvo para espolvoreo
-Gorgojos. (Tychius sp.)
Se trata de curculiónidos cuyas larvas devoran las semillas en el interior de las vainas.
Los adultos deben ser eliminados antes de la puesta y se utiliza el plaguicida Fosalone.
-Moscas de la alfalfa. (Contarinia medicaginis, Asphondylia miki, Dasyneura medicaginis, D.
ignorata).
Son dípteros que viven de la alfalfa, siendo sus larvas las causantes de los daños. Contarinia
medicaginis es una mosca de 2 mm. de longitud, de color amarillo con la cabeza negra, siendo sus
larvas también de color amarillo. Las larvas atacan las flores formando agallas de color rosado,
terminando por secar la flor, causando la llamada Cecidomina.
Las larvas de Asphondylia miki viven en las vainas de las semillas, las de Dasyneura medicaginis
son minadoras de hojas y las de D. ignorata producen graves daños en las yemas causando la
Cecidomina de las yemas.
Para combatir las moscas de la alfalfa se aplican productos químicos como Fosalone y Endosulfan.
-Trips. (Frankliniella sp.).
Son insectos muy pequeños que se alimentan de las células de las plantas, y al romper los tejidos
aparecen manchas blanquecinas en las hojas, peciolos y yemas.
Se usan como control químico los plaguicidas Cipermetrin 5% + Malation 70% como concentrado
emulsionable a dosis de 0.10-0.15%.
-Ácaros. (Tetranynchus sp.).
Se trata de un pequeño arácnido, que se concentra en la parte inferior de las hojas, de las que se
alimenta y en las que pone sus huevos.
Los síntomas se manifiestan con puntos translúcidos que se tornan marrones o negros con el tiempo.
-Nemátodos. (Ditylenchus dispaci, Pratylenchus penetrans, Meloidogine sp., Trichodorus sp.).
Son organismos de pequeño tamaño (inferior a 1 mm.). Considerada una de las plagas que afecta a
la producción de alfalfa, ya que todo el ciclo de vida lo realiza en el tejido de la alfalfa, aunque es
considerado como una plaga de suelo por sobrevivir en el mismo junto a los restos de cosecha.
Los síntomas producidos por Ditylenchus dispaci se manifiestan en el alfalfar en los brotes de la
corona, que da lugar a tallos cortos, frágiles con nudos anchos y entrenudos cortos. Las hojas
jóvenes son más pequeñas, de color verde claro, llegando a ser casi blancas.
Pratylenchus penetrans, Meloidogine sp. y Trichodorus sp. atacan más a las raíces, dando lugar a
una reducción del crecimiento de la planta.
La infección se realiza por transporte de material vegetal, con el agua de riego, con la maquinaria de
siega, animales, etc.
Las variedades americanas resistentes a nemátodos son: Lahontan, AS-13R y Washoe.
11. ENFERMEDADES.
-Mal vinoso. (Rhizoctonia violacea, R. solani).
Esta enfermedad puede permanecer en el terreno hasta veinte años, por tanto una vez que el suelo se
ha infectado resulta muy difícil sanearlo.
El síntoma clásico es la aparición en el cuello de una podredumbre que inicialmente afecta a la zona
más externa, pero profundizando hasta la raíz principal.
Las medidas preventivas más eficaces son el encalado del terreno, la mejora del drenaje del mismo
para evitar el exceso de agua y evitar pastoreos muy intensos a final de otoño.
-Roya de la alfalfa. (Uromyces striatus).
Se trata de una enfermedad típica de zonas cálidas. Auque no produce la muerte de la planta, afecta
a la producción y a la calidad del forraje.
Los síntomas se manifiestan fundamentalmente en las hojas, apareciendo pústulas marrones o
pardas, de hasta medio milímetro de diámetro, en cuyo interior se encuentran las esporas.
Para combatirla se procede a un corte precoz.
-Viruela de las hojas. (Pseudopeziza medicaginis):
Es similar a la roya, atacando especialmente a las plantas jóvenes y las hojas inferiores, al tener ésta
una mayor humedad ambiental.
Los síntomas se manifiestan con manchas redondas y de color pardo en las hojas. En los cultivos
establecidos se deberá adelantar el corte y segando muy bajo.
Existen variedades resistentes como Caliverde y Du Puits.
-Verticilosis. (Verticilium albo-atrum).
Es una enfermedad muy importante en Europa, sobre todo en zonas frías y húmedas.
La planta amarillea y las hojas inferiores y tallos acaban secándose. El tejido vascular de los tallos y
raíces se torna marrón, siendo característico un anillo pardo en el corte transversal de la raíz.
Esta enfermedad se propaga por la propia planta de alfalfa y sus restos, ya que este hongo no
sobrevive en el suelo.
Se controla empleando variedades resistentes como: Apolo II, Trumpetor, WL 316, JX 90V, Vertus
y Verneuil.
-Podredumbre blanca. (Sclerotina trifoliorum).
Este hongo ataca al cuello y raíz de la planta, dando lugar a una podredumbre blanca y húmeda.
En la base de los tallos aparece una materia blanquecina en la que se observan unos corpúsculos
negros que son los esclerocios.
Esta enfermedad prolifera en otoños lluviosos, empleándose los mismos métodos de lucha que
contra el mal vinoso.
-Mildio de la alfalfa. (Peronospora trifoliorum).
No es una enfermedad muy frecuente pero su ataque resulta especialmente peligroso en el
establecimiento.
Los foliolos amarillean con aspecto variegado, llegando el envés a tomar un color grisáceo si las
condiciones ambientales son húmedas.
-Oidio de la alfalfa. (Erysiphe polygoni).
Los ataques de esta enfermedad son poco intensos, manifestándose en el haz y envés de las hojas un
moho blanquecino, debajo del cual se forman puntos negros.
El control químico se realiza aplicando Penconazol 10%, como concentrado emulsionable en dosis
de 40 cc/100 l de agua.
-Antracnosis. (Colletotrichum trifolli).
Este hongo ataca a las partes aéreas de la planta, sobre todo a los tallos, llegando incluso hasta el
cuello.
Aparecen manchas fusiformes de color oscuro y negras en el centro, impidiendo el movimiento de
agua y nutrientes, dando lugar a la muerte de las partes aéreas superiores
Esta enfermedad es más común en alfalfares ya establecidos que en los recién sembrados, y
especialmente en los últimos cortes.
-Marchitez bacteriana. (Corynebacterium insidiosum, Pseudomonas medicaginis).
Las plantas atacadas por Corynebacterium insidiosum presentan síntomas de detención del
crecimiento de la punta del tallo y amarilleamiento al segundo o tercer año del establecimiento.
Las plantas enfermas producen un gran número de tallos finos, de escaso vigor extendiéndose la
infección por todo el tejido vascular.
Pseudomonas medicagis es una marchitez del tallo muy extendida en E.E.U.U., presentando
manchas marrones, en forma lineal, en los tallos, sobre las que surgen gotas del exudado bacteriano.
Esta enfermedad está relacionada con las heridas al segar o por heladas tardías.
No existe un tratamiento eficaz contra esta enfermedad, pero se deben tomar medidas preventivas
como es una fertilización adecuada, buen manejo y realizar los cortes en épocas secas.
En E.E.U.U. se emplean variedades resistentes como Ranger, Bufalo y Caliverde.
-Virus del mosaico.
Los síntomas se manifiestan por la aparición de manchas amarillentas intervenosas en las hojas
durante la primavera y otoño.
Las medidas de control se basan en reducir la presencia de áfidos transmisores de virus, así como el
empleo de semillas certificadas.
-Virus de las enations.
Se caracteriza por la presencia de abultamientos en las nerviaciones principales de las hojas que dan
lugar a su arrugamiento.
Las medidas de control serán iguales a las del virus del mosaico
Fuente: INFOAGRO (http://www.infoagro.com/herbaceos/forrajes/alfalfa7.asp).