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ISSN: 1816-8604
BOLETÍN FITOSANITARIO
Volumen 17
No. 1
INISAV
abril/2012
Resultados de un proceso
participativo de sistematización
de experiencias en buenas
prácticas agroecológicas para el
manejo de plagas
La Habana, Cuba
Primera Edición
Frecuencia: Irregular
Tirada: 300 Ejemplares
Revisión: MSc. Ricardo García Castillo
Impresión: TM. Román Lazo Rabaza
Cita Bibliográfica
Boletín Fitosanitario/ Instituto de Investigaciones de Sanidad
Vegetal._ a.1, no1 (1990- )._ La Habana: INISAV
Irregular
Continuación de Boletín Técnico a.1, no. 1 (1990-1999)
Luis L. Vázquez, Janet Alfonso, Ana Ibis Elizondo, Yaril
Matienzo, Ermenegildo Paredes, Julia Almándoz, Deisy
González, Antonio Fernández, Regla C. González, Jacinto
Gil, Luis Placido Ortega, Antonio Enrique Joya, Delvis
Subit, Rolando Morell, Yhosvani Pérez, Alexis Viera,
Edgardo Martínez, Mairyn Robaina, Elda Consuegra, Paula
Quintana, Carlos A. Cervantes, Domingo A. de León,
Josefina Córdova, José Raúl Martínez, Carlos Ferrer,
María Caridad Diéguez, Adriana Pérez, Sebero Aranda,
Meybel Ríos y Francisco Simón «Resultados de un
proceso
participativo
de
sistematización
de
experiencias en buenas prácticas agroecológicas para
el manejo de plagas» – Cuba: Inisav – 106 p. Boletín
Fitosanitario (La Habana) 17 (1); abr. 2012.
I.
II.
III.
PLAGAS DE PLANTAS
AGROECOLOGÍA
TALLERES
Prohibida toda reproducción total o parcial, sin
autorización expresa de los autores y del Instituto de
Investigaciones de Sanidad Vegetal, con excepción de los
resúmenes.
Resultados de un proceso
participativo de sistematización
de experiencias en buenas
prácticas agroecológicas para el
manejo de plagas
Luis L. Vázquez1, Janet Alfonso1, Ana Ibis Elizondo1, Yaril Matienzo1,
Ermenegildo Paredes1, Julia Almándoz1, Deisy González2, Antonio
Fernández2, Regla C. González3, Jacinto Gil3, Luis Placido Ortega3,
Antonio Enrique Joya4, Delvis Subit5, Rolando Morell5, Yhosvani Pérez5,
Alexis Viera5, Edgardo Martínez6, Mairyn Robaina6, Elda Consuegra7, Paula
Quintana7, Carlos A. Cervantes7, Domingo A. de León8, Josefina Córdova8,
José Raúl Martínez9, Carlos Ferrer9, María Caridad Diéguez10, Adriana
Pérez11, Sebero Aranda12, Meybel Ríos13 y Francisco Simón14
1
Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (Inisav). La Habana
2
Delegación provincial de la Agricultura de La Habana
3
Dirección Provincial de Sanidad Vegetal de Artemisa
4
Dirección Provincial de Sanidad Vegetal de Mayabeque
5
Dirección Provincial de Sanidad Vegetal de Cienfuegos
6
Dirección provincial de Sanidad Vegetal de Villa Clara
7
Dirección provincial de Sanidad Vegetal de Sancti Spiritus
8
Dirección provincial de Sanidad Vegetal de Ciego de Ávila
9
Dirección Provincial de Sanidad Vegetal de Camagüey
10
Dirección Provincial de Sanidad Vegetal de Las Tunas
11
Dirección Provincial de Sanidad Vegetal Granma
12
Dirección Provincial de Sanidad Vegetal Holguín
13
Dirección Provincial de Sanidad Vegetal Santiago de Cuba
14
Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad de Oriente
Contenido
1. Introducción
2. Materiales y métodos
3. Resultados y discusión
3.1. Participación
3.2. Resultados del proceso
3.3. Componentes y prácticas
3.3.1. Manejo del sistema agrícola
3.3.2. Manejo sistémico de la finca
3.3.3. Manejo integral del suelo
3.3.4. Manejo integral del cultivo
3.3.5. Control ecológico de organismos nocivos
3.4. Síntesis de los temas más debatidos
4. Conclusiones
5. Recomendaciones
6. Referencias
Pág.
7
8
10
10
11
16
16
25
43
51
60
97
102
102
103
Resumen
Durante los meses de septiembre a diciembre de 2011 se organizaron
talleres en las diferentes provincias de Cuba, en ellos se convocó a
técnicos de sanidad vegetal y agricultores, con el propósito de
sistematizar experiencias en buenas prácticas agroecológicas para el
manejo de plagas.
Para realizar el ejercicio en cada taller provincial, se elaboró un
documento base con 324 prácticas, que fue compilado a partir de
informaciones técnicas publicadas en el país. Se organizaba al azar un
equipo para cada subsistema, para responder las preguntas (1) ¿cuáles
prácticas aceptaban totalmente y cuáles no?, (2) ¿qué practicas requerían
modificaciones para mejorar su comprensión o complementarla? y (3)
¿qué nuevas prácticas proponían? Paralelamente se coordinaron visitas a
fincas de agricultores para intercambiar experiencias y conocer
directamente algunas innovaciones.
Se realizaron talleres en 12 provincias (80%), con la participación de 514
personas (técnicos, agricultores, investigadores y profesores y directivos);
proceso que en la sanidad vegetal se realiza por primera ocasión para
elaborar un documento técnico de forma participativa.
Como resultado de la sistematización de las practicas propuestas
(documento base) se aceptaron 310 (95,7%) y se modificaron 14 (4,3%); se
aportaron 115 nuevas prácticas (26,2%), para disponer de una nueva
versión con 439 prácticas agroecológicas.
Se valoró y reconoció la importancia de los procesos de innovación que se
realizan por los técnicos y agricultores del sistema de sanidad vegetal, así
como los resultados obtenidos por los agricultores experimentadores, que
durante muchísimos años han validado y generado nuevas tecnologías de
productos y procesos en todo el país.
Se recomendó realizar un proceso similar en los territorios (municipios) y
en los institutos de cultivos.
1- INTRODUCCIÓN
La agricultura cubana ha transitado por etapas de gran trascendencia
para la lucha contra los problemas fitosanitarios, pues durante los años
60-80 se implementó el modelo de agricultura intensiva, en coincidencia
con la tendencia productivista internacional que caracterizó el periodo
de la revolución verde, para lo cual se organizaron empresas estatales
especializadas, las que constituyeron grandes extensiones de monocultivo
con un alto grado de mecanización, uso de agroquímicos, demandas de
agua y energía, entre otros componentes de alto costo económico y
energético (Funes, 2001; Vázquez, 2006)
Posteriormente se desarrolló un proceso paulatino de transición de la
producción agropecuaria, que ha adoptado ampliamente el enfoque y las
tecnologías agroecológicas (Pérez y Vázquez, 2001; Companioni, 2001;
Leyva y Pohlan, 2005; Vázquez, 2007) entre otras, que han facilitado la
transición hacia sistemas diversificados, con efectos múltiples y
acumulativos en la reducción el número e intensidad de organismos
nocivos.
Esta transición se inició en los años 80 del pasado siglo, en que se
presentaron evidencias de crisis en el modelo de agricultura a gran escala
y, como consecuencia, se inició el movimiento cooperativo en el sector
campesino y posteriormente la creación de las Unidades Básicas de
Producción Cooperativa (UBPC) en las grandes empresas especializadas;
también durante esta etapa comenzó la integración del control biológico
y los biofertilizantes, entre otras tecnologías alternativas a las
convencionales, que como etapa de gran trascendencia se puede
considerar desde los años 90, cuando se inició a una verdadera revolución
agroecológica en la agricultura cubana, la que sentó las bases para lograr
avances sustanciales hacia la sostenibilidad de la producción de
alimentos, a pesar de la grave situación económica internacional y del
país (Funes, 2001; Pérez, 2004; Vázquez, 2008; 2009; Machín et al.,
2010).
Actualmente, cuando la agricultura urbana está consolidada, la
agricultura rural se reorganiza hacia sistemas de producción intensiva
(polos productivos) y en fincas agroecológicas para la producción local de
alimentos frescos y sanos en las zonas suburbanas, la producción
agropecuaria está de nuevo en transformaciones de trascendencia, sobre
7
todo en aspectos económicos, gerenciales y de comercialización, para
acelerar la transición hacia sistemas sostenibles.
En esta nueva etapa, el enfoque agroecológico contribuye a la transición
hacia la soberanía tecnológica y energética, así como la resiliencia ante
los efectos del cambio climático (Vázquez, 2011), debido a que es mas
contextual y por tanto descentralizado en el orden tecnológico, lo que
significa que los procesos de capacitación, innovación y planificación
deben adoptar los métodos participativos a nivel local.
Precisamente, la necesidad de crear capacidades en los agricultores
(finqueros) en prácticas agroecológicas, se debe a que durante
muchísimos años han enfrentado los problemas fitosanitarios mediante
tecnologías de productos, primero químicos y posteriormente biológicos,
lo que ha contribuido a una estrategia muy simple en la fitosanidad, que
en la actualidad crea conflictos, debido a que la transición de la
agricultura avanza rápidamente y se requiere reducir los insumos
externos a la finca y al país; pero la mente de las personas que deciden,
asesoran y actúan en manejo de plagas, también necesitan cambiar
acorde a esta nueva revolución agropecuaria que se realiza.
Por ello, ante la demanda de ofrecer a los viejos y nuevos agricultores
una actualización de las buenas prácticas agroecológicas en manejo de
plagas, se realizó una compilación de las generadas en procesos de
investigación, la que sirvió de base para un proceso de sistematización de
experiencias de técnicos, especialistas, profesores y agricultores
innovadores del país, para lo cual se diseñaron y realizaron talleres en
diferentes provincias, resultados que se exponen en el presente
documento.
2- MATERIALES Y MÉTODOS
Durante los meses de septiembre a diciembre de 2011 se coordinaron y
ejecutaron talleres provinciales en Santiago de Cuba, Granma, Holguín,
Las Tunas, Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spiritus, Villa Clara,
Cienfuegos, Mayabeque, Artemisa y La Habana, que representan el 80%
de las provincias del país.
Para cada taller se convocó a personas con funciones técnicas
relacionadas con la sanidad vegetal, principalmente a) especialistas de
sanidad vegetal y de cultivos varios a nivel de la provincia (Delegación
8
Provincial del Ministerio de la Agricultura; Dirección Provincial de Sanidad
Vegetal; Laboratorio Provincial de Sanidad Vegetal (Laprosav); Escuela
Provincial de Capacitación del Ministerio de la Agricultura); b) profesores
de universidades e investigadores de estaciones experimentales;
especialistas de ACTAF, ACPA y ANAP de la provincia; c) inspectores de
las Estaciones de Protección de Plantas (EPP) de los municipios; d)
fitosanitarios y agricultores de Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS),
de Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), de Unidades Básicas
de Producción Cooperativa (UBPC), Granjas Agropecuarias y Empresas
Municipales Agropecuarias, entre otros.
Como documento base para la realización de los talleres provinciales se
confeccionó una versión inicial que contenía 324 prácticas, compilada a
partir de informaciones técnicas obtenidas en diferentes publicaciones
cubanas relacionadas con el manejo agroecológico de plagas (Vázquez,
2004; Vázquez y Fernández, 2007; Vázquez y Alvarez, 2011; Vázquez et
al., 2012; Matamoros, 2012; Veitía, 2012).
Para facilitar los ejercicios y considerar el enfoque de sistema, las
prácticas se agruparon de acuerdo a los subsistemas en que se realiza el
manejo agroecológico de la finca, a saber: (1) manejo sistémico de la
finca, (2) manejo integral del suelo, (3) manejo integral del cultivo y (4)
control ecológico de poblaciones de plagas.
Para realizar el ejercicio en cada taller provincial, se organizó al azar un
equipo para cada subsistema que trabajaba por aproximadamente 45-60
minutos. Durante la sesión del equipo, los participantes leían el
documento base, para posteriormente responder las preguntas siguientes:
(1) ¿Cuáles prácticas aceptaban totalmente y cuáles no?, (2) ¿qué
prácticas requerían modificaciones para mejorar su comprensión o
complementarla? y (3) ¿qué nuevas prácticas proponían? Para el
funcionamiento del equipo, las respuestas a las preguntas eran
propuestas por cualquiera de los participantes, se aceptaban o debatían
si era necesario, para posteriormente incluirlas por consenso.
Paralelamente se coordinaron visitas a fincas de agricultores, con el
propósito de intercambiar experiencias sobre las prácticas agroecológicas
y conocer directamente algunas innovaciones que realizaban los propios
agricultores.
Los resultados del ejercicio en cada provincia y de las visitas de
9
intercambio en fincas se analizaron posteriormente, para incorporarlos y
lograr una versión nueva que se ofrece a continuación, en que las
prácticas se enumeran y organizan por cada componente; de igual forma
se efectuó una síntesis de los aspectos mas debatidos.
3- RESULTADOS Y DISCUSIÓN
3.1. Participación
Participaron 514 personas, con una mayor representación de técnicos
(73,7%), principalmente especialistas de la provincia, inspectores de EPP
y técnicos de CREE; aunque la asistencia de agricultores (técnicos
fitosanitarios y finqueros) fue baja (20,1%), interesaba una
representación de ellos, ya que resultaba difícil su movilidad, por eso se
convocaron a los mas cercanos (Fig. 1).
En el caso de los directivos, la participación se consideró de muy baja
(2,8%), con mayor asistencia en las provincias de Ciego de Ávila, Villa
Clara, Sancti Spiritus y Cienfuegos. Aunque generalmente estas personas
están muy ocupadas en actividades gerenciales, resulta importante que
se involucren en debates sobre cuestiones técnicas, porque precisamente
en ellos pueden retroalimentarse respecto a las potencialidades de la
agroecología en la producción sostenible de alimentos y contribuir, desde
su labor gerencial, a la transición del manejo de plagas.
%
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Técnicos
Agricultores
Investigadores y
profesores
Directivos
Figura 1. Síntesis de la participación lograda en los talleres provinciales
realizados.
Un interés de estas actividades fue la participación de especialistas de
universidades e institutos de investigaciones existentes en las provincias,
10
porque de esta forma se actualizaban en el manejo de plagas, a la vez
que contribuían con sus conocimientos y de cierta manera logran mayor
vinculación. En las provincias de Santiago de Cuba y Ciego de Ávila los
profesores de universidades locales tuvieron una mayor participación,
principalmente la Universidad de Oriente y la Universidad de Ciego de
Ávila, respectivamente.
Respecto a la representación de géneros, en varias provincias las mujeres
fueron mayoritarias (mas del 50%), principalmente en La Habana,
Granma, Santiago de Cuba y Sancti Spiritus.
Por supuesto, estos ejercicios se convirtieron en una sesión intensiva de
intercambio, en que los participantes de cada equipo no solamente
aportaron sus experiencias, sino que aprendieron de los aportes de los
demás, como sucede en estas actividades en que se sistematizan
experiencias mediante intercambios participativos (Fig. 2).
Figura 2. Muestra de las características de los ejercicios realizados.
Respecto a las visitas a fincas, en cada provincia se lograron intercambios
en varias, para un total de 33 fincas visitadas, todas pertenecientes a la
agricultura suburbana y algunas de los polígonos de conservación y
mejoramiento de suelos.
3.2. Resultados del proceso
Como resultado del ejercicio realizado en los 12 talleres provinciales se
aceptó el 95,7% de las prácticas propuestas en el documento base y en el
4,3% se hicieron propuestas de modificaciones (Tabla 1), por lo que el
grado de aceptación de la propuesta fue alto, si se considera además que
ninguna de las prácticas fue rechazada.
11
Igualmente se propusieron 115 prácticas nuevas, que representan el
26,2% del total, si se consideran las propuestas en el documento base; es
decir, aproximadamente la cuarta parte de las prácticas que ahora se han
identificado han surgido en el proceso realizado, lo que significa un gran
aporte.
Tabla 1. Síntesis de los resultados del proceso de sistematización de
experiencias en buenas prácticas agroecológicas en el manejo de plagas.
Sub sistemas
Documento base
Nueva versión
Total Aceptadas Modificadas Nuevas Total
33
Manejo del sistema
0
0
0
33
agrícola
Manejo sistémico
73
71
2
32
105
de la finca
Manejo integral del
23
15
8
12
35
suelo
Manejo integrado
36
35
1
31
67
del cultivo
Control ecológico
de poblaciones de
192
189
3
7
199
organismos nocivos
Total
324
310
14
115
439
%
95,7%
4,3%
26,2%
Si se analizan documentos similares recientemente realizados en el país
(Vázquez, 2004; Vázquez y Fernández, 2007; Vázquez y Álvarez, 2011),
los aportes efectuados ahora son de consideración.
Resultó de gran importancia que se incluyera el manejo del sistema
agrícola como un subsistema del manejo agroecológico de plagas, pues se
argumentó que una buena práctica agroecológica es considerar el
ecosistema, no solamente respecto a las prácticas organizativas y los
servicios, sino en el diseño y manejo del paisaje, aspecto sustentado en
estudios realizados por Altieri (1999), Funes (2001). En este sentido se
propició un debate interesante respecto a la importancia de los
corredores ecológicos de la biodiversidad para el manejo de plagas, que
no solamente se debían realizar a nivel de las fincas, sino del sistema
12
agrícola, para propiciar la conexión entre estas y los ecosistemas
naturales, aspecto que está muy argumentado en los estudios de Perfecto
et al. (2009).
En el mismo sentido fue interesante la importancia que atribuyeron los
participantes a la inclusión, también como subsistema del manejo a nivel
de la finca, considerado en trabajos anteriores (Vázquez, 2004; 2010;
2011), pero que en la práctica generalmente no se le presta atención; sin
embargo, diversos estudios argumentan la utilidad de manejar las
interacciones de la biodiversidad y la vigilancia fitosanitaria a escala de
fincas y no limitarse al campo cultivado (Leyva y Pohlan, 2005; Altieri y
Nicholls, 2007; Vázquez et al., 2008), entre otras ventajas.
Un análisis mas detallado de las prácticas agroecológicas de manejo de
plagas sistematizadas (validadas y nuevas), permite conocer la diversidad
de componentes en que se agrupan para los diferentes subsistemas del
manejo agroecológico de plagas (Tabla 2), y como resultado se lograron
73 componentes, representados en mayor cuantía en los métodos de
control ecológico, lo que demuestra la diversidad de opciones no
químicas que existen para la lucha contra los organismos nocivos.
Además, en cada componente se ofrece una breve información de sus
características e importancia para el manejo de plagas, lo que contribuye
al su entendimiento como práctica fitosanitaria.
En el proceso que ahora se informa, se aprecia un nuevo enfoque e
incremento de los componentes del manejo de plagas, que se debe a la
diversidad de prácticas estudiadas y generalizadas, lo que evidencia las
potencialidades del manejo agroecológico en la supresión de poblaciones
de organismos nocivos, su enfoque sistémico y el alto nivel de
autosuficiencia que se logra en el manejo de la finca, resultado que
constituye una novedad y que contribuye a entender la importancia de la
agroecología para la transición de la producción agropecuaria.
13
Tabla 2. Síntesis del número de prácticas de los diferentes componentes
de los subsistemas del manejo agroecológico de la finca.
Subsistemas
Manejo del sistema agrícola
Manejo sistémico de la finca
Manejo integral del suelo
Manejo integrado del cultivo
Control ecológico de poblaciones
de organismos nocivos
Total
Total
Componentes Prácticas
12
33
15
105
9
35
8
67
29
199
73
439
Cuando se analizan los programas de manejo integrado de plagas se
puede apreciar el bajo número de componentes que se integran, la
mayoría limitados al campo cultivado (Andrews, 1989), principalmente
manejo del material de siembra, manejo de variedades, fecha de
siembra, manejo del suelo, control químico, control biológico, control
etológico y prácticas culturales, entre otras (Martínez, 1964; Mendoza y
Gómez, 1982; Faz, 1983; Murguido, 2000; Martínez et al., 2007),
característica que es propia de los sistemas convencionales, en que
resulta muy difícil complejizar el manejo de plagas, además de que en
estos sistemas el componente de mayor importancia es el control
químico, por la necesidad de lograr altos rendimientos mediante el
enfoque del producto.
Mas recientemente, la adopción del enfoque agroecológico en la
producción agropecuaria en general y el manejo de plagas en particular
(Vázquez, 2007), han propiciado el manejo integrado de plagas (MIP) y el
manejo agroecológico de plagas (MAP) como etapa de transición en la
agricultura convencional y diversificada, respectivamente (Vázquez,
2010; 2011), por lo que se ha logrado una contribución al manejo de
plagas que puede resultar muy útil en los procesos de conversión de la
agricultura.
Desde luego, en los debates se pudo constatar que estos aportes pudiesen
ser mayores si el ejercicio se realiza además en los territorios
(municipios), donde hay muchísimas experiencias locales, que son el
14
resultado de procesos de innovación entre técnicos y agricultores que se
realizan habitualmente. Por ello, se valoró la necesidad de elaborar una
nueva versión con los resultados obtenidos y someterlo a una nueva
sistematización a nivel de los municipios del país. Evidencia de esto es
que en las visitas a las fincas se observaron diversas prácticas
agroecológicas, algunas de ellas no mencionadas en los talleres, lo que
permitió enriquecer los resultados.
También resultó ostensible que efectivamente la agricultura suburbana se
encuentra en proceso la transición del manejo de plagas, pues existían
fincas de campesinos (CCS) que habían avanzado mucho en uso de
bioplaguicidas y abonos orgánicos, manejo del suelo, diversificación de
cultivos y otras prácticas agroecológicas, así como fincas de cooperativas
(CPA y UBPC) y granjas estatales que avanzaban en diversificación de
cultivos y utilización de bioplaguicidas, entre otras.
Igualmente llamaron la atención algunas fincas de UBPC, que antes
estaban bajo el enfoque convencional, se habían transformado tanto que
parecían fincas de campesinos. Muy interesante resultó haber observado
fincas de nuevos usufructuarios (Decreto Ley 259), cuyos agricultores
estaban muy sensibilizados con el enfoque agroecológico.
Aunque en la mayoría de los directivos, técnicos y agricultores, aún
predomina el enfoque del producto en el manejo de plagas, ya sean estos
químicos o biológicos. Es decir, de manera general no se han apropiado
del enfoque del manejo agroecológico de plagas, en que la transición no
solamente es mediante la integración de productos, sino en la adopción
del manejo del suelo, el cultivo y toda la finca.
Además de los resultados en la validación y aportes de nuevas prácticas,
como valor agregado a los ejercicios y las visitas a fincas, se contribuyó a
la capacitación y actualización técnica de los participantes, así como a la
adopción futura de las prácticas que no conocían y les resultan de
utilidad.
Asimismo se puso de manifiesto que el propio proceso participativo
otorgaba relevancia a las experiencias de técnicos y agricultores locales,
lo que demostró la utilidad de los métodos participativos para procesos
de innovación y capacitación, aspecto que se ha reconocido en estudios
anteriores (Braun et al., 1999; Braun y Hocdé, 2000; Vázquez et al.,
15
2005; Vázquez, 2008).
Varios participantes argumentaron que resultaba novedoso en la actividad
de sanidad vegetal, sistematizar experiencias para posteriormente
elaborar un documento técnico de consulta con carácter nacional.
3.3. Componentes y prácticas
Como resultados finales de los talleres se sistematizaron 439 prácticas
agroecológicas, de procesos y de productos, que tienen efectos directos e
indirectos en la supresión de los problemas fitosanitarios en los cultivos y
se agrupan en 73 componentes pertenecientes a los subsistemas
siguientes:
•
•
•
•
•
Manejo del sistema agrícola
Manejo sistémico de la finca
Manejo integral del suelo
Manejo integrado del cultivo
Control ecológico de poblaciones de organismos nocivos
La versión final de cada una de las prácticas, incluida una síntesis del
procedimiento para su utilización, se ofrece a continuación, como
evidencia de los resultados del proceso realizado; esta servirá además
como base para el próximo proceso de sistematización, que fuera
recomendado realizar en los municipios y centros de investigación.
3.3.1. Manejo del sistema agrícola
Durante los talleres y en el intercambio con especialistas, técnicos y
agricultores innovadores, se argumentó la importancia que tenían las
funciones que a nivel de territorio, municipio y cooperativa realizan los
inspectores de las Estaciones de Protección de Plantas (EPP) y los
técnicos fitosanitarios de las CCS, CPA, UBPC y Granjas quienes, como
parte del sistema de sanidad vegetal, ofrecen diversos servicios a los
agricultores.
Efectivamente, este sistema rectorado por el Centro Nacional de Sanidad
Vegetal (CNSV) del Ministerio de la Agricultura está organizado desde los
años setenta del pasado siglo, y se realiza en los territorios por una red
de 76 EPP, cuyas funciones están comprendidas en la inspección estatal
de sanidad vegetal, certificación de semillas, asesoría técnica en manejo
de plagas, uso adecuado de plaguicidas, diversos servicios técnicos
16
(diagnóstico fitosanitario, señalización y pronóstico de plagas, uso de
agentes de control biológico, cuarentena vegetal, medios de aplicación
de plaguicidas, entre otros), generalización de nuevas tecnologías y
capacitación, entre otras actividades de la producción agropecuaria y la
post cosecha.
El hecho de que existan programas de manejo de plagas con alcance
territorial, se debe precisamente a que la lucha contra estos organismos
no se limita al campo cultivado y el sistema de producción (finca), sino
que debe incluir la escala del territorio o paisaje agrícola, ya que está
bien argumentado científicamente que estos constituyen lugares con
características muy similares, donde los organismos nocivos habitan e
interactúan con el resto de la biodiversidad, en dependencia de las
características tecnológicas de la producción agropecuaria.
En las EPP visitadas pudieron apreciarse diversos servicios al agricultor
que están consolidados, así como otros que constituyen nuevas
experiencias de gran beneficio para la producción agropecuaria local, las
que aparecen a continuación como componentes y prácticas que se
consideran como manejo territorial de plagas o gestión integral
fitosanitaria, en sistemas agrícolas para la transición hacia la producción
agropecuaria sostenible.
Capacitación. Este es un componente de importancia que forma parte de
la misión de las EPP. La capacitación se realiza a través de reuniones,
cursos, seminarios, talleres, encuentros, fincas de referencia y visitas de
asesoría directa a los agricultores.
Lamentablemente los métodos que aun se emplean en la capacitación son
mayormente unidireccionales: un especialista (capacitador, profesor)
ofrece una clase o una conferencia y los agricultores y técnicos
(participantes, alumnos) reciben información directa de dicha persona.
Generalmente al finalizar se realizan preguntas y se propicia un debate.
Esta metodología se ha demostrado que no es efectiva en la educación de
adultos.
Sin embargo, cuando estas conferencias o clases se complementan con
ejercicios en equipos, encuentros de conocimientos, exposición de
experiencias, entre otras actividades participativas, los resultados del
aprendizaje son mayores, ya que las personas no asisten solo como
17
alumnos, sino que participan en el análisis del tema y aportan sus
experiencias, lo que contribuye a un intercambio horizontal que resulta
de mayor provecho para entender y luego adoptar cualquier tecnología.
Los métodos participativos están bien documentados como efectivos en la
capacitación de adultos.
1. Se realizan seminarios pre campaña cuando se trata de cultivos de
importancia que van a sembrarse por la mayoría de los agricultores en
el territorio. De esta forma los agricultores se actualizan de los nuevos
problemas fitosanitarios existentes o los que pueden incidir de acuerdo
al clima y otros factores, conocen las nuevas tecnologías de manejo de
plagas, analizan cuales son las nuevas variedades y las que se
comportan mejor, entre otros aspectos. En estos seminarios se
presenta la estrategia de uso de plaguicidas, sean químicos o
biológicos para dichos cultivos. También se realizan coordinaciones a
nivel del territorio sobre el programa de siembra, sobre todo para los
casos de complejos vector-enfermedades (Ej.: mosca blancageminivirus).
2. Las intervenciones en reuniones de la cooperativa consisten en
aprovechar que los agricultores generalmente se reúnen con cierta
periodicidad a nivel de su unidad de producción (cooperativa, granja,
etc.) y en estas actividades los inspectores de la EPP y los técnicos
fitosanitarios realizan alguna capacitación, específicamente sobre
temas de mayor urgencia para las características del territorio y los
cultivos. Estos pequeños espacios de capacitación son muy útiles, ya
que el agricultor se mantiene actualizado; pero el técnico que los
ofrece debe prepararse bien y ser muy concreto, para aprovecharlos
bien.
3. La organización de cursos de capacitación sobre temas específicos,
como parte de una programación que obedece a las demandas, los que
pueden estar agrupados para técnicos o para agricultores, de acuerdo
a las características de sus fincas o a su experiencia (incluidos los que
han recibido tierras por el DL 259). Estos cursos pueden realizarse con
el apoyo de técnicos de la provincia y de organizaciones de apoyo
(ACTAF, ACPA, ANAP, otras).
4. Los encuentros y talleres que se realizan en salones, comedores, aulas
u otros sitios de fácil acceso. Son actividades participativas que se
organizan con agricultores y técnicos para intercambiar experiencias.
En el programa se incluyen conferencias, presentaciones de
18
experiencias y ejercicios para analizar y debatir temas de interés. En
estas actividades debe propiciarse una amplia participación de los
agricultores.
5. Los encuentros en fincas también constituyen una buena metodología
para el aprendizaje de nuevas tecnologías y favorecer el intercambio
entre técnicos y agricultores, siempre que sea bien conducido para
profundizar e intercambiar y que en dicha finca se puedan apreciar las
buenas prácticas y resultados de innovaciones.
6. Los Activistas Fitosanitarios y los Agricultores Innovadores pueden
contribuir a la preparación y asesoramiento de los nuevos agricultores
(DL 259), mediante un programa local bien organizado.
Mini biblioteca. En todas las EPP funciona una red de mini bibliotecas de
sanidad vegetal, que es parte del sistema de documentación e
información del instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (Inisav).
7. Las EPP deben divulgar entre los técnicos y agricultores la existencia
de literatura técnica, para que puedan acudir a consultarla en horarios
establecidos.
8. Puede programar sesiones colectivas de lectura y comentario, cuando
recibe algún libro o documento nuevo, lo cual contribuye al
aprendizaje.
Consultorio fitosanitario. El hecho de que existan las Estaciones de
Protección de Plantas en los municipios, significa un sistema de atención
primaria a los problemas que presentan los agricultores. Estas unidades
están concebidas para accionar directamente en las unidades de
producción; sin embargo, ha resultado provechosa la experiencia de
algunas EPP al crear un Consultorio Fitosanitario.
9. Los agricultores tienen la posibilidad de acudir al local de la estación,
en horarios establecidos, para realizar consultas técnicas, llevar
muestras de plantas u organismos nocivos para que los identifiquen,
entre otros aspectos de interés.
10. Es recomendable que las EPP lleven un registro de estas consultas, a
la vez que las aprovechen para coordinar actividades, informar a los
agricultores sobre problemas fitosanitarios y la divulgación técnica,
entre otros intereses de los programas.
Redes locales de innovación. La innovación tecnológica se realiza para
lograr una nueva tecnología (generación), para modificarla y adaptarla o
19
ajustarla a las condiciones donde se van a introducir (validación) y para
que los agricultores la utilicen en sus fincas (adopción).
En el caso de las prácticas agroecológicas, los procesos de innovación
locales resultan imprescindibles, ya que estas deben adaptarse a las
condiciones específicas de los territorios (clima, suelo, tradiciones, etc.),
además de que los procesos de sistematización de experiencias con la
participación de técnicos y agricultores tienen una gran contribución al
avance tecnológico para la transición de la producción agropecuaria de
sistemas convencionales a sostenibles.
Precisamente en esto se sustenta la Innovación Fitosanitaria Participativa
(IFP), que es mas efectiva cuando se combina con la capacitación.
11. La EPP debe identificar los agricultores experimentadores y
organizarlos en redes locales de innovación, los que pueden trabajar
en temáticas específicas, de acuerdo a sus experiencias.
12. Disponer de una red de agricultores innovadores en el territorio,
constituye una poderosa vía para el perfeccionamiento de las
estrategias fitosanitarias, así como para la introducción de nuevos
productos fitosanitarios.
13. Los agricultores innovadores pueden tener una contribución
importante en la preparación de los nuevos agricultores.
Inspección estatal. Existen regulaciones por el Estado para la actividad de
sanidad vegetal, las que están publicadas en la Gaceta Oficial de la
República de Cuba o por la Oficina Nacional de Normalización, y son de
obligatorio cumplimiento, ya sea por los agricultores o por los que se
relacionan con el comercio local, nacional e internacional.
Existe el Decreto-Ley No. 153 (Regulaciones de la sanidad vegetal) del 12
de septiembre de 1994 y Decreto Ley 169 (Contravenciones de las
regulaciones sobre sanidad vegetal) del 6 de mayo de 1992. También el
Decreto No. 175 (Sobre la utilización de las semillas) del 22 de Octubre
de 1992.
La EPP es la entidad encargada de aplicar estas regulaciones legales en el
territorio que atiende, para lo cual está integrada por Inspectores, quienes
tienen facultades para realizarlo.
14. Por ello la inspección estatal que realizan las EPP contribuye a
20
preparar a los agricultores para que se apropien de las buenas
prácticas fitosanitarias, a la vez que es impositiva para las
violaciones de lo establecido.
15. Las indisciplinas tecnológicas deben analizarse en las actividades de
capacitación, para contribuir a su entendimiento y propiciar el
debate para evitar que sucedan.
Vigilancia fitosanitaria territorial. El servicio de vigilancia fitosanitaria a
nivel de sistema agrícola es fundamental, no solamente para detectar a
tiempo los organismos nocivos que se puedan incrementar a causa de
algún factor, sino también por los que se pudieran introducir desde otras
regiones y países por diferentes vías.
En algunos debates también se atribuyó importancia a la vigilancia en el
orden tecnológico, debido a los posibles errores relacionados con el
manejo de plagas y sus consecuencias económicas, sociales y
medioambientales.
16. La participación de los agricultores en la vigilancia sobre organismos
nocivos debe organizarse por la EPP, a través del movimiento de
Activistas Fitosanitarios y de Agricultores Innovadores.
17. El monitoreo de la resistencia a fungicidas, insecticidas y herbicidas
mediante el registro y análisis de los cambios en la efectividad
técnica y las dosis de aplicación de todos tipos de plaguicidas,
principalmente los de mayor uso.
Señalización y pronóstico territorial. Es un servicio especializado que
ofrecen las EPP a los agricultores del territorio, para alertarlos sobre la
incidencia de organismos nocivos en cultivos de importancia económica.
El propósito del sistema de señalización es la evaluación de su intensidad
y distribución en campos representativos de variedades y fechas de
siembra de cultivos de importancia (campos estacionarios) y fincas
(recorrido de itinerario) representativas de las formas productivas, para
determinar si las poblaciones y afectaciones han alcanzado el nivel crítico
(índice) y emitir una señal a los agricultores del territorio, lo que
significa que estos deben realizar alguna acción o medida de control,
pues de lo contrario dichas afectaciones serán de significación económica
(modelo del umbral económico en la fitosanidad).
Se considera un sistema que ha sido exitoso y muy apreciado por los
21
agricultores, sobre todo los que realizan agricultura de tipo convencional
o intensiva, en que los campos son de grandes extensiones y por tanto el
riesgo de ser afectados por organismos nocivos es mayor.
18. Los resultados del sistema de señalización que realiza la EPP se
consideran útiles para todos los tipos de agricultores del territorio,
por ello deben crearse vías para que estas informaciones les lleguen
semanalmente, sobre todo en la actualidad en que la producción
agropecuaria está organizada en fincas, que es donde se toman las
decisiones tecnológicas.
19. Debido a que el sistema de señalización se sustenta en evaluaciones
decenales representativas en cultivos de importancia económica, no
solamente permite conocer la efectividad de las aplicaciones de
plaguicidas que se realizan en los campos de cultivos, sino que al
concluir el año, se puede analizar los índices de incidencia y
distribución, su tendencia, así como comparar diferentes años, lo que
constituye una forma de conocer la efectividad resultante de las
prácticas agroecológicas que se realizan en las fincas, la cual es
acumulativa y se puede apreciar en el tiempo.
20. La EPP debe lograr que los agricultores evalúen sus propios cultivos,
aunque no lo hagan con el mismo rigor que los especialistas de
sanidad vegetal, pero que tengan un sistema que les permita tomar
las decisiones sobre aplicaciones de plaguicidas y conocer su
efectividad, así como analizar la efectividad resultante del manejo
agroecológico de la finca.
21. Se considera una buena práctica agroecológica que al concluir la
campaña de cultivo y el año, la EPP haga análisis del comportamiento
de los organismos nocivos incluidos en el sistema de señalización y
discuta los resultados con los agricultores, para de esta forma
analizar las causas de los que han alcanzado el índice critico de
infestación y cuáles son las prácticas que deben realizarse para
contribuir a reducirlos sin necesidad de aplicaciones constantes de
plaguicidas.
Certificación de semillas. Constituye un servicio especializado de la EPP.
Tiene dos componentes: la certificación de la cuarentena vegetal, que se
realiza para autorizar su traslado y siembra sin riesgo de afectación por
organismos nocivos y la certificación de calidad como material de
siembra, entre otros aspectos.
22
22. La EPP debe incluir en los cursos de capacitación y los procesos de
innovación el tema de la calidad fitosanitaria de la semilla y
considerarlo como un componente esencial en la estrategia
fitosanitaria del territorio.
Programa de siembra. Para cultivos que se siembran en campaña y de
forma extensiva, la programación de la siembra constituye un
componente esencial para reducir la dispersión de los problemas
fitosanitarios de mayor importancia, principalmente los insectos vectores
de virus.
El programa de siembra territorial tiene dos componentes esenciales: la
fecha de siembra y la programación de siembra de las fincas y campos, de
acuerdo a la situación fitosanitaria.
23. La EPP debe coordinar con los agricultores el programa de siembra
territorial para hortalizas, granos, viandas y fruta bomba.
Producción local de insumos. La tendencia a la autosuficiencia en la
producción de insumos para el manejo de plagas está muy relacionada
con la sostenibilidad de la producción agropecuaria. Esto ha sido evidente
en Cuba en la producción local de agentes de control biológico en los
CREE (Centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos) y las
Plantas de Bioplaguicidas (Bacillus thuringiensis y nim). Sin embargo,
existe la demanda de incrementar las producciones a nivel de las fincas.
24. A nivel de los sistemas agrícolas la EPP asesora y supervisa estas
producciones, así como informa a los agricultores sobre ellas y su
utilización.
25. Es una buena práctica que las producciones locales de agentes de
control biológico, sean artrópodos o microorganismos, en la medida
de las posibilidades, se realicen con ecotipos y cepas locales,
respectivamente.
26. La producción artesanal de entomófagos se considera una práctica
promisoria a nivel de cooperativa y finca, principalmente cuando se
realizan con poblaciones colectadas en la propia localidad.
27. La siembra, cosecha y elaboración artesanal de biopreparados
botánicos constituye una práctica que la EPP puede potenciar en los
territorios, principalmente la producción a nivel de cooperativa y
finca.
23
28. La producción y utilización de abonos orgánicos debe ser propiciada,
por su contribución al manejo de plagas.
Manejo del germoplasma. La EPP dispone de información acumulada
sobre la incidencia de organismos nocivos en cultivos de importancia en
el territorio, así como la susceptibilidad de los cultivares y clones que se
siembran.
29. Analizar con los agricultores la estrategia del germoplasma para
cultivos de importancia local. Considerar en esto los resultados de los
agricultores que participan en procesos de Fitomejoramiento
Participativo.
30. Para cultivos muy sensibles a organismos nocivos de alta peligrosidad,
se realizan estrategias de cultivares y clones de obligatorio
cumplimiento para todos los agricultores. Esta práctica se ha
utilizado con éxito en casos como moho azul del tabaco, sigatoka
negra en plátano, mosca blanca-geminivirus en tomate, Thrips palmi
en papa, frijol y pepino, entre otros.
31. Para los cultivos permanentes en grandes extensiones, es una buena
práctica mantener una composición varietal diversa, para evitar o
minimizar
desastres
por
organismos
nocivos
peligrosos,
principalmente fitopatógenos. Ejemplos de desastres fitosanitarios
causados en Cuba por no realizar esta práctica son la roya de la caña
de azúcar, la roya del café, el complejo salta hojas-virus de la hoja
blanca en el arroz, entre otros.
Corredores ecológicos de la biodiversidad. Esto ha alcanzado mucha
notoriedad en los últimos años, en que se ha demostrado la importancia
fitosanitaria de las interacciones de la biodiversidad, sea nociva o
beneficiosa, lo cual sucede a diferentes niveles, así como a los efectos
beneficiosos de conectar sistemas agrícolas con sistemas naturales a
través de corredores ecológicos de la biodiversidad.
32. En los planes de ordenamiento territorial que se rectora en el gobierno
municipal, la EPP debe incidir en la necesidad de conectar las fincas
mediante corredores ecológicos de la biodiversidad (cortinas rompe
vientos, bosques, cercas vivas, ambientes semi naturales), los que se
integran como parte del mosaico de fincas del territorio.
33. La EPP debe incidir con esta práctica en los programas de
reforestación y conservación de suelos del territorio.
24
3.3.2. Manejo sistémico de la finca
Resultó muy importante el hecho de que, en la mayoría de los talleres
realizados, los participantes atribuyeron una gran novedad al incluir este
sub sistema, además de considerarlo de vital importancia en el manejo
de plagas.
En los debates se resultó evidente que existen muchísimas prácticas no
conocidas y que los agricultores realizan a nivel de las fincas, por lo que
el manejo sistémico de la finca se recomendó como un subsistema que
debe ser enriquecido en talleres donde haya mayor participación de
agricultores.
De esta forma, el ejercicio también contribuyó a entender que el manejo
de plagas no se debe limitar solamente al campo cultivado, sino que se
realiza a nivel de toda la finca.
Vigilancia fitosanitaria en la finca. Constituye una de las principales
componentes en el manejo sistémico de la finca y tiene tres objetivos
esenciales: (1) solicitar información y supervisar el material de siembra
adquirido, (2) monitorear la incidencia y distribución de las plagas que
inciden en los cultivos una vez sembrados o plantados, para tomar las
decisiones adecuadas en cada caso, (3) identificar las causas por las
cuales estos organismos nocivos (plagas) se presentan, para poder
planificar y ejecutar medidas preventivas y (4) realizar observaciones e
indagar sobre problemas fitosanitarios en fincas vecinas y cercanas, para
estar alertas.
Esto último es mas importante en el caso de los agricultores o fincas
vecinas o colindantes, que están ubicadas desde la dirección
predominante de los vientos y en las vías de acceso a la finca, incluidos
los canales de riego.
Es bien conocido que las plagas afectan los cultivos principalmente por
mal uso de plaguicidas en sentido general, pero también por no conocer y
actuar sobre las causas por las cuales estos organismos entran a la finca,
se establecen y atacan los cultivos y por no saber qué poblaciones de
plagas pueden arribar desde fincas cercanas.
34. Todo el material de siembra que se adquiera, sea semillas botánica,
agámicas o plántulas, debe supervisarse antes de entrar a la finca y,
25
si fuera posible, directamente en el lugar donde se obtuvo, para
seleccionar el material en mejores condiciones y libre de organismos
nocivos. Debe exigirse el Certificado Fitosanitario de Libre Tránsito,
que emite la EPP.
35. Para la semilla botánica importada o producida en otros lugares, debe
solicitarse información sobre su calidad fitosanitaria. También
conocer antecedentes de la variedad respecto a susceptibilidad a
fitopatógenos.
36. El finquero debe conocer bien a los agricultores cercanos vecinos y
realizar la vigilancia fitosanitaria en los aspectos siguientes: ¿qué
cultivos tiene o pretende sembrar?; ¿de dónde obtuvo la semilla?;
¿qué cultivos ha sembrado ya?; ¿qué plagas inciden normalmente?;
¿qué métodos de control o manejo realiza y cuán efectivos son?; ¿qué
prácticas tiene de manejo post cosecha?, entre otras. De esta forma
podrá planificar mejor sus siembras y estar alertas en los cultivos
similares que ha sembrado en su finca.
37. También es necesario interactuar con los técnicos locales, quienes
están mejor informados y pueden alertar sobre los problemas de
plagas que se manifiestan en el territorio.
38. El agricultor debe buscar la forma de recibir los avisos de plagas,
señales y medidas que emite el servicio de sanidad vegetal del
territorio a través de los inspectores de las Estaciones de Protección
de Plantas (EPP).
39. Debe tener un sistema de observación periódica de sus cultivos y
monitorear la incidencia y distribución de los principales problemas
fitosanitarios.
40. Debe realizar observaciones y análisis sobre causas o factores que en
su finca contribuyen a que se presenten problemas fitosanitarios.
También realiza consultas e intercambios con otros agricultores y los
técnicos para profundizar en estos aspectos y poder conducir
prácticas de manejo en la finca.
41. El finquero debe tener una libreta donde registre los problemas
fitosanitarios que se presentan (historial fitosanitario), las prácticas o
medidas que utilizó en su control-manejo y los resultados obtenidos.
Con esta información realiza valoraciones para la planificación y
mejorar su actuación en el manejo de plagas para el año siguiente.
42. Solicitar a la sanidad vegetal (EPP) la identificación correcta de
plagas en sus cultivos. Las plagas que inciden y los afectan deben
estar bien identificadas, para tomar óptimas decisiones de control.
26
43. Informar a la sanidad vegetal del territorio ante la detección en sus
cultivos de una plaga no conocida o con sospecha de ser de interés
para la cuarentena vegetal.
44. Contribuir con el servicio de sanidad vegetal en la realización de
encuestas sobre plagas de interés para la cuarentena vegetal.
45. Contribuir con el servicio de sanidad vegetal en la realización de las
medidas y sistemas de trampeo de los programas de defensa de plagas
objeto de cuarentena vegetal.
Monitoreo de cultivos. Es la evaluación que realiza en propio agricultor en
su finca, para conocer la situación fitosanitaria de los cultivos, de manera
tal que pueda tomar las medidas oportunas, sean estas preventivas o
curativas.
Existe un sistema de señalización que realiza la sanidad vegetal del
territorio (EPP) y por el fitosanitario de la cooperativa o la empresa, que
es con el propósito de ofrecer el servicio de señales de alerta sobre la
incidencia de organismos nocivos; pero independientemente de este es
importante la evaluación propia que realiza el agricultor en su finca.
46. Las evaluaciones se realizan por la combinación de los métodos de
recorrido para observación visual sobre presencia y distribución (1) y
conteo de incidencia para saber la intensidad de las poblaciones en el
caso de insectos y de la afectación para las enfermedades (2).
47. El recorrido sobre presencia y distribución es para detectar los
problemas y se realiza directamente en los surcos, pueden ser
alternos en dependencia del tamaño del campo. Si hay presencia de
organismos de importancia, se evalúa la distribución mediante la
determinación del porcentaje (%) de plantas afectadas. Este se
determina a partir de evaluar una cantidad de plantas, que pueden
ser 33 plantas/hectárea en campos grandes (1 ha o mas) o 30 plantas
por campo o parcela en los casos en que sean mas pequeños. Una
distribución mayor del 30% indica que debe prestarse atención al
problema.
48. La evaluación de la intensidad o índice se realiza en igual cantidad
de plantas, según tamaño del campo, pero en este caso se cuantifica
el número de órganos afectados, en relación con el total existente en
cada planta. Es decir, en cada planta evaluada se anota el total de
órganos (hojas, flores, frutos, tallo) en tres niveles de la planta y
cuántos están afectados. Este índice se expresa en valores relativos
27
49.
50.
51.
52.
53.
(hay que dividir el número de órganos afectados entre el total
cuantificado). Un índice entre 0,3-0,4 es indicador de que debe
prestarse atención al problema; un índice entre 0,5 y 1,0 es indicador
de una intensidad de media a alta y por tanto de afectaciones.
Cuando en dos evaluaciones continuas se aprecia el incremento del
índice, significa que el problema está en aumento.
Realizar las observaciones con prioridad a los campos que están en
periodo crítico; es decir, en la etapa de crecimiento-desarrollo, que
es en la cual las afectaciones fitosanitarias tienen una mayor
repercusión en los rendimientos. En estos campos las evaluaciones se
deben realizar diariamente o cada tres días, no mas, sobre todo en
las hortalizas, granos y viandas, que son cultivos muy sensibles a
pérdidas por organismos causales de enfermedades.
Con posterioridad al periodo crítico, las evaluaciones se pueden
realizar cada 7-10 días, en dependencia de la problemática
fitosanitaria del cultivo.
Para cultivos permanentes, inmediatamente que se realiza el
trasplante hay que realizar evaluaciones periódicas, pero cuando ya
se ha establecido estas se realizan según etapas fenológicas
susceptibles a determinados problemas fitosanitarios, ya sean en
hojas, flores o frutos.
La evaluación de distribución e incidencia, cuando se realiza con
sistematicidad, constituye un sistema que permite un manejo
adecuado de los problemas fitosanitarios, sirve de base para tomar
decisiones respecto a intervenciones o aplicaciones de productos
fitosanitarios y permite evaluar los resultados de dichas aplicaciones.
También puede servir para saber cómo se manifestó el problema al
concluir el año o el cultivo, y comparar con diferentes años;
inclusive, en el momento en que se evalúa un cultivo, comparar los
resultados con años anteriores para saber si el problema actual es
mayor o menor.
Debido a que las prácticas agroecológicas son de efectos múltiples
acumulativos, los resultados de estas evaluaciones permiten también
comparar la situación del organismo nocivo entre años, y de esta
forma saber cuan efectivo es el conjunto de prácticas adoptadas.
Prácticas regulatorias. Son aquellas que reducen los riesgos de entrada de
organismos nocivos, su establecimiento y dispersión en la finca. Por lo
general los agricultores no realizan este tipo de prácticas porque no le
28
atribuyen importancia fitosanitaria.
54. El trasiego de personas debe ser controlado en la entrada principal
de la finca, mediante la adopción de buenas prácticas que garanticen
el cumplimiento de las medidas de limpieza y desinfección
establecidas, principalmente las suelas de sus zapatos.
55. Lo recomendable es limitar el trasiego de personas dentro de la finca
y sus campos de cultivo, sobre todo las que vienen de otras fincas.
56. Evitar en lo posible el acceso de los medios de transporte hacia las
guardarrayas y campos de cultivos, por lo que debe tratar de limitar
su acceso en lo posible.
57. Limpieza con agua a presión, en un sitio convenientemente destinado
a esto, de las ruedas y otras partes de equipos de preparación del
suelo o cosecha que vaya a utilizar y que vengan de otras fincas.
58. Depositar los envases para cosecha en un sitio con piso,
inspeccionarlos y, si fuera posible, desinfectarlos antes de
depositarlos directamente al lado de los campos de cultivo.
59. Exigir información sobre calidad y buenas prácticas de producción y
transportación de abonos orgánicos que vengan de otros lugares, ya
que estos pueden ser portadores de poblaciones de organismos
nocivos.
60. Conocer la procedencia y calidad del material de siembra y si ha sido
inspeccionado o analizado por el servicio de sanidad vegetal.
Además, si fue tratada con productos fitosanitarios.
61. Saber desde y por donde viene el agua para su finca, cuando su
fuente es un canal de riego. Si fuera posible establecer filtros
rústicos (malla, plantas, etc.) a la entrada de la finca para reducir
entrada de poblaciones de organismos nocivos (insectos, ácaros,
semillas de arvenses, esporas de microorganismos, entre otros).
Almacenamiento de plaguicidas. Cuando los plaguicidas químicos
(sintéticos), bioquímicos (biopreparados de plantas) y microbiológicos
(bioplaguicidas) necesariamente deben guardarse en la finca, deben
cumplirse las normas elementales para su seguridad, conservación en
buen estado y evitar que se derramen al suelo.
Siempre es importante saber las condiciones en que deben transportarse
los plaguicidas y las características principales para su almacenamiento,
sin que se pierdan sus parámetros de calidad. Esto es muy importante
para los bioplaguicidas microbiológicos y los plaguicidas botánicos.
29
En la medida de las posibilidades debe evitarse el almacenamiento de
estos productos en la finca y, de ser necesario, que no sea por mucho
tiempo, no solamente porque pueden perder sus propiedades, sino por
riesgos de contaminar el ambiente, las personas, los animales, etc.
62. Una buena práctica es destinar un local específico para almacenar
estos productos (con buena seguridad), conocer los requisitos de
almacenamiento (temperatura, humedad) y su caducidad.
Medios para la aplicación de plaguicidas. Aunque existen diversos
procedimientos para el uso y conservación de los medios de aplicación de
plaguicidas, los agricultores deben ser muy cuidadosos con esto, sobre
todo por la importancia de que cumplen los parámetros establecidos
(agitación del caldo, presión, entrega de las boquillas, etc.) para lograr la
calidad de la aplicación.
63. Los medios de aplicación de plaguicidas deben mantenerse limpios
una vez terminada la aplicación.
64. Los medios de aplicación de plaguicidas deben estar calibrados.
65. Los medios de aplicación de plaguicidas deben estar certificados por
sanidad vegetal (EPP).
66. Para la aplicación de bioplaguicidas deben utilizarse equipos
específicos.
Uso responsable de agroquímicos. La utilización de plaguicidas y
fertilizantes sintéticos se ha convertido en una necesidad de la
producción agropecuaria, debido a que las tecnologías convencionales o
intensivas dependen de estos productos (respuesta productiva), todo lo
cual ha favorecido la alta incidencia de organismos nocivos (poblaciones
seleccionadas) y por tanto una alta dependencia de estos productos (ciclo
vicioso del plaguicida).
Por este motivo, en la transición de la agricultura hacia sistemas
diversificados y sostenibles, existe la necesidad de utilizar estos
productos, pero de forma responsable, lo que quiere decir que se
empleen según necesidad y no indiscriminadamente.
Precisamente el Manejo Agroecológico de Plagas constituye el enfoque
que facilita la transición de la finca y por tanto reducir las poblaciones
seleccionadas de organismos nocivos (altas poblaciones) y el ciclo vicioso
de producto para resolver los problemas fitosanitarios.
30
67. Los plaguicidas químicos que vayan a ser utilizados, deben estar
registrados oficialmente para dicho uso. En Cuba los plaguicidas
autorizados están registrados en la Lista Oficial de Plaguicidas, que
edita anualmente el Centro Nacional de Sanidad Vegetal.
68. Conocer bien las características de los productos, su modo de acción
y los posibles problemas de resistencia que pudiesen presentarse.
69. Hacer un uso racional de plaguicidas sintéticos, mediante su
utilización cuando sea absolutamente necesario y en el momento en
que será mas efectivo.
70. Integrar productos en tratamiento se semillas, siempre que sea
posible.
71. Considerar los efectos de los herbicidas de uso continuado en la
selección de poblaciones de arvenses.
72. Chequear efectividad y dosis de aplicación constantemente y
consultar con los técnicos.
73. Garantizar el cumplimiento de los términos de carencia de los
productos en las aplicaciones, tanto para reentrada a los campos
como para la cosecha.
Fomento y conservación de la vegetación auxiliar. Constituyen plantas
que ayudan al desarrollo de los reguladores naturales de plagas, entre
otras funciones benéficas. Pueden existir en sitios de la finca donde estas
plantas que no son cultivos se desarrollan libremente, sin intervenciones
de plaguicidas, quemas u otras labores destructivas. También pueden ser
fomentadas y manejadas para potenciar estos efectos.
74. La cerca de la periferia de la finca estará compuesta por plantas
(cerca o postes vivos). Las plantas de la cerca viva deben ser de
diferentes portes o estructuras (estratos o pisos), para lo cual debe
estar integrada por árboles, arbustos y plantas herbáceas.
75. Las plantas para cerca viva perimetral deben ser las que mejor se
adaptan a las condiciones locales, para lo cual se recomiendan las
especies tradicionales. El piñón florido (Gliricidia sepium Jacq.
Kunth) es una especie muy recomendada, por la diversidad de
efectos benéficos que brinda. El piñón mejicano (Jatropha curcas L.)
no ofrece servicios ecológicos o efectos benéficos sobre los
entomófagos.
76. Cada lado de la finca debe tener la cerca viva de acuerdo a los
servicios ecológicos que se desean. Si hacia el interior están los
campos de cultivos varios, entonces esta debe diversificarse en
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80.
estratos (arbóreo, arbustivo y herbáceo) e integrar especies que
favorezcan los enemigos naturales. Si el interior es de instalaciones u
otros lugares pueden tener intercaladas plantas con propiedades
plaguicidas para elaborar biopreparados botánicos (nim, paraíso,
otras).
Cuando el interior es de cultivos varios, las mejores especies para
integrar son cítricos, guayaba, cocotero, noni y otros.
En la finca debe existir arboledas o mini bosques, naturales o
fomentados. Generalmente hay una arboleda en la zona de la
vivienda; pero en fincas grandes se recomienda fomentar uno o mas
mini bosques para conectar la finca interiormente respecto a la
biodiversidad funcional (enemigos naturales, polinizadores) y
exteriormente con áreas naturales cercanas.
En la finca se dejan sitios donde la vegetación herbácea y arbustiva
crezca espontáneamente (ambientes seminaturales); esto puede
combinarse con los mini bosques.
Si la finca es extensa, se fomentan cercas vivas o corredores internos
de plantas herbáceas, árboles y arbustos que se conectan con la
cerca viva perimetral y las arboledas.
Producción y manejo del material de siembra. Se refiera a la semilla
botánica, agámica o plántulas que se produce en la propia finca. Estos
materiales pueden lograrse con óptima calidad si el finquero está
entrenado al efecto y si dispone de acceso a servicios analíticos (calidad
de la semilla, problemas fitosanitarios), ya que el material de siembra es
un diseminador potencial de organismos nocivos a los cultivos.
También es muy importante que sepa seleccionar las plantas que tienen
las mejores condiciones para la producción de semillas, en los campos de
cultivo o en los destinados a estas producciones.
La producción de semillas en la propia finca garantiza que el material
esté adaptado a sus condiciones, y que tenga menos riesgo de entrada de
organismos nocivos al agroecosistema.
81. La producción de semilla en la finca está coordinada con el
fitosanitario de la unidad de producción (cooperativa, empresa) y el
inspector de sanidad vegetal.
82. El suelo de parcelas o campos destinados a producción de semillas,
debe ser inspeccionado y analizado previamente, pare determinar
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83.
84.
85.
86.
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88.
89.
90.
incidencia de arvenses, nematodos, hongos y bacterias que causen
enfermedades.
La selección de áreas para la producción de semillas debe obedecer,
además de lo anterior, a antecedentes de cultivos diferentes,
cercanía a cultivos similares, dirección predominante de los vientos,
topografía del terreno, caminos de acceso y canales de agua, entre
otras características que reduzcan los riesgos de afectarse por
organismos nocivos.
Los campos, parcelas, canteros u otros sistemas, ya sean a campo
abierto, semi-protegido o protegido, que se destinan a selección o
producción de semillas, deben revisarse cada 2-3 días (monitoreo)
para detectar a tiempo la incidencia de organismos nocivos.
Los sustratos (suelo, materia orgánica y otros) destinados a
producción de semillas en bolsas, bandejas, canteros artificiales u
otros sistemas confinados, deben ser de calidad respecto a sus
propiedades y analizados para detectar presencia de fitopatógenos
(nematodos, hongos, bacterias) y residuos de herbicidas. Suelo o
materia orgánica con presencia de estos agentes no se deben aceptar
para la producción de material de siembra.
La semilla botánica a utilizar para producción de semilla o siembra
directa, debe seleccionarse visualmente para evitar que se utilicen
las que estén dañadas (gorgojos, polillas, etc.) o con manchas,
deformadas, momificadas, etc. (hongos u otros organismos causales
de enfermedades). Hay que realizar pruebas de germinación.
Las áreas de producción de material de siembra deben recibir las
atenciones culturales principales, tanto al suelo (remoción,
eliminación de arvenses, etc.) como al cultivo (riego, eliminación de
plantas enfermas o dañadas, etc.).
Las plantas en crecimiento deben ser tratadas de manera preventiva
ante la sospecha o presencia de poblaciones de insectos y ácaros, así
como de hongos fitopatógenos, para garantizar un alto control de
ellos (mas del 90%).
El material de siembra debe utilizarse en la edad, tamaño y
características requeridas para dicha especie de planta. Evitar
plántulas adelantadas o atrasadas, raquíticas, amarillentas,
estresadas, etc.
El material de siembra a extraer debe estar seleccionado con rigor
desde el punto de vista fitosanitario. No es correcto tolerar niveles
de organismos nocivos.
33
91. El material de siembra a trasladar debe colocarse en envases que los
protejan de golpes, radiaciones solares directas, aire fuerte,
sustancias toxicas, etc.
92. El material de siembra debe sembrarse o plantarse el mismo día en
que se traslada.
93. Antes del trasladado del material de siembra para siembra o
trasplante, debe tratarse preventivamente con bioplaguicidas. Si
existen riesgos de nematodos utilizar Trichoderma viride (cepa TS-2)
u otros bionematicidas, y en el caso de enfermedades causadas por
hongos (conocidos como patógenos del suelo), tratarlas con
Trichoderma harzianum (cepa A-34).
94. Es recomendable aplicar en el sitio de siembra (surco, hoyo) algún
tipo de abono orgánico de calidad.
Almacenamiento y conservación de semilla agámica. Se recomiendan
algunas prácticas en el almacenamiento de semilla agámica en la propia
finca, para reducir las afectaciones de su calidad, incluidas las debidas a
problemas fitosanitarios.
95. Debe seleccionarse antes de colocarla en el sitio donde se
almacenará, para evitar que las afectadas contaminen a las sanas.
96. Los bulbos, rizomas y tubérculos se deben almacenar colgados
(amarrados o en sacos ventilados) o sobre huacales especialmente
construidos al efecto, y colocarse en lugares bajo techo y ventilados.
97. Los bulbos, rizomas, tubérculos u otros pueden ser tratados
previamente con Trichoderma harzianum (cepa A-34) o con cal, pero
no ambos a la vez.
98. Las estacas u otras similares que se almacenan a la intemperie, se
colocan en sitios donde no incidan fuertemente las radiaciones
solares o haya riesgo de encharcamiento, etc.
Almacenamiento y conservación de semilla botánica. La semilla botánica
que se guarda en la finca, ya sea adquirida o producida en la misma
finca, debe conservarse para garantizar que no se afecte su calidad
respecto a parámetros botánicos ni fitosanitarios. Existen diferentes
técnicas de tratamiento-almacenamiento para pequeñas cantidades. Las
prácticas mas promisorias son las preventivas, ya que si el daño está
hecho, se afecta su germinación. También puede afectarse por
fitopatógenos e incluso puede ser portadora de estos.
34
99. El tamizado de la semilla permite eliminar restos de la cosecha,
semillas de malezas, semillas partidas, fases de insectos, etc. Para
realizarlo se coloca un nylon o papel sobre una mesa y se utiliza un
tamiz rústico, con malla fina (tipo mosquitero). También se pueden
utilizar dos tamices, el primero de orificios con diámetro mayor (tipo
de cernir arena) y el segundo con malla fina (tipo mosquitero). Todo
lo que se separe debe eliminarse.
100. La exposición a temperaturas extremas son usualmente las mas
utilizadas como método de control físico, ya que los insectos no
pueden desarrollarse y reproducirse por debajo de 13 °C y sobre los
35 °C. La exposición al sol mata los huevos, larvas y pupas por
deshidratación y ahuyenta los adultos. Cuando las semillas se
almacenan en refrigeración, además de conservar sus propiedades, se
evita el ataque de insectos y, si estuviesen infestadas, estos mueren
y por tanto no continúan su desarrollo. Muchos pequeños agricultores
para conservar sus semillas las introducen en recipientes de plástico
o vidrio, los cierran y colocan en los compartimientos inferiores del
refrigerador doméstico.
101. Al almacenar en un recipiente completamente hermético, los
insectos plaga que pudiera haber en el grano mueren por falta de
oxígeno; además, no existen posibilidades de entrada de nuevas
poblaciones de insectos. Hay experiencias con recipientes de metal y
plástico, los que deben colocarse en sitios ventilados y no expuestos
a la humedad excesiva. Un requisito de esta técnica es que las
semillas deben tener un contenido de humedad menor del 13%.
102. El almacenamiento en recipientes herméticos usualmente se
combina con la mezcla de las semillas con plaguicidas botánicos
(polvos, partes de plantas) y minerales.
103. La mezcla con cal es un excelente preservante post cosecha, tanto
para frutos y otras partes de la planta como para las semillas. Actúa
contra insectos, ácaros y hongos. Pero, no se debe utilizar cuando la
semilla se trata con Trichoderma u otros bioplaguicidas.
104. La mezcla con polvos inertes es un método físico de control de
insectos plaga de los granos almacenados, entre los polvos inertes se
encuentran las cenizas y las arenas finas, los que se mezclan con las
semillas y actúan como barrera física contra el daño por insectos.
Todos los polvos minerales disminuyen la infestación de las plagas,
pero la efectividad está directamente relacionada con la dosis, pues
una dosis de 5 g por kilogramo de semilla reduce considerablemente
35
la descendencia de todas las especies evaluadas. Existen buenas
experiencias con sílice, cal, zeolitas, ceniza volcánica. Es importante
conocer que cuando la semilla se trata con Trichoderma para el
control de hongos fitopatógenos, no debe mezclarse con polvos
inertes, excepto con zeolita, que si es compatible con este
bioplaguicida.
105. La mezcla con zeolita tiene efectos contra plagas de almacén, ya
que cuando está en contacto con huevos, larvas o adultos de gorgojos
o con huevos y larvas de polillas, el cuerpo de estos insectos se
deshidrata y mueren y en los que logran tolerar este efecto, se
reduce su desplazamiento entre los granos. Para la conservación de
semillas puede mezclarse con zeolita al 15-20% del volumen a tratar.
106. Los plaguicidas botánicos que se preparan de manera rústica por el
agricultor para el tratamiento de semillas, pueden utilizarse en
forma de polvos (órganos secos y molidos) y partes de plantas
(pedazos secos), los que no afectan el poder germinativo. Todos se
mezclan con las semillas o se vierten sobre la parte superior de estas
para protegerlas. Algunas plantas con probados efectos sobre las
plagas de almacén son ají o chile (Capsicum spp.), ajo (Allium
sativum), cebolla (Allium cepa), cedro (Cedrela spp.), Croton spp.,
eucalipto (Eucalyptus spp.), hierbas (Piper spp.), jaboncillo (Sapindus
spp), menta (Mentha spp.), neem (Azadirachta indica), paraíso
(Melia azedarach), sasafrás (Brusera graveolens), tabaco (Nicotiana
tabacum), vetiver (Anatherum zizanioides), entre otras.
107. Los aceites que se utilizan en el control de plagas de granos
almacenados pueden ser de origen vegetal o mineral. Actúan contra
los demas estados de desarrollo del insecto, al cubrirlos con una capa
oleosa cuando están expuestos, tapa los espiráculos de respiración y
los mata por asfixia. Se han ensayado aceites de diversos granos,
principalmente maní, soya, algodón, maíz, girasol, coco, ricino y
otros, con buenos resultados contra gorgojos (Bruchidae y
Curculionidae) en concentraciones entre 2-6%.
108. Los insectos que atacan las semillas almacenadas tienen diverso
enemigos naturales como insectos parasitoides, insectos y ácaros
predadores, hongos y bacterias entomopatógenas, nematodos
parásitos, entre otros.
109. Algunas de estas especies se consideran muy efectivas y se han
utilizado como controladores biológicos, para lo cual se multiplican
masivamente, para luego liberarlas (entomófagos) o aplicarlas
36
(bioplaguicidas), principalmente en almacenes convencionales, silos
e industrias de cereales, entre otras. Los bioplaguicidas a base de
hongos entomopatógenos (Beauveria bassiana, Metarhizium
anisopliae) son mas factibles contra coleópteros, porque se pueden
mezclar con las semillas o espolvorearlos sobre la superficie de estas.
Desde luego, para su utilización hay que tener presente las
condiciones de humedad y temperatura del local, así como la
hermeticidad del envase, lo cual puede ser un factor limitante.
110. El tratamiento de las semillas botánicas con Trichoderma harzianum
contra hongos fitopatógenos se puede realizar de varias formas: (1)
Inmersión de la semilla botánica en la suspensión del biopreparado,
para controlar las poblaciones de organismos nocivos (insectos,
ácaros, microorganismos) que están en su superficie. Debe secarse al
aire fresco con posterioridad; (2) mezcla del biopreparado sólido con
la semilla antes de almacenarla. De esta forma permanece activo
durante el periodo de almacenamiento y tiene doble acción de
control y prevención; (3) peletización de la semilla. Se elabora una
pasta del biopreparado que se coloca dentro de un nylon o recipiente
plástico, en el cual se introduce posteriormente la semilla botánica.
Se agita fuertemente para favorecer que el biopreparado cubra la
semilla. Posteriormente esta se deposita sobre papel y a la sombra,
hasta que se seque y de esta forma queda peletizada.
Micorrización. En los últimos años la micorrización de cultivos se
considera también una práctica en el manejo de plagas, ya que se ha
demostrado su efecto en la reducción de afectaciones por hongos
fitopatógenos y por nematodos, en estos últimos de hasta del 40%.
111. Las micorrizas pueden adquirirse o producirse en la propia finca en
bancos de micorrizas; pero en este caso es importante que se maneje
correctamente, para evitar que con el inóculo producido se trasladen
organismos causales de plagas hacia las nuevas siembras de cultivos.
112. La micorrización se beneficia cuando se incorporan abonos orgánicos.
113. La micorrización es compatible con el uso de bioplaguicidas en el suelo.
Producción de abonos orgánicos. La producción de abonos orgánicos en la
propia finca tiene la ventaja de favorecer el aprovechamiento de la
biomasa que se genera como sub productos de la producción agrícola y
pecuaria.
37
También se considera mas segura, ya que se está utilizando la
biodiversidad que habita en la propia finca.
Desde luego, los abonos orgánicos que se producen en la propia finca o en
otras cercanas pueden ser portadores de organismos nocivos,
principalmente (1) si no se realizan con calidad y quedan poblaciones
vivas al final del proceso, y (2) si se realizaron en un suelo donde hay
poblaciones de organismos nocivos y estos se trasladan junto con el abono
cuando se cargan.
114. El finquero debe conocer la procedencia de los residuos animales si
son adquiridos en otras fincas, así como si utilizaron herbicidas u
otros productos de alta residualidad.
115. El suelo del sitio donde se realiza un compostaje no debe tener
poblaciones de nematodos y fitopatógenos, que puedan trasladarse
cuando se cargue el abono orgánico.
116. Los abonos orgánicos, en la medida de las posibilidades, deben
analizarse para detectar residuos de herbicidas, si se utilizó estiércol
de otros lugares donde se desconoce los productos utilizados en el
control de arvenses, sobre todo las leñosas (marabú, aroma).
Manejo del agua. El agua en la finca tiene una gran importancia y en
primer lugar debe utilizarse óptimamente. El manejo del agua debe ser
integral para toda la finca, e implica no solamente su utilización
adecuada para el riego de las plantas cultivadas, sino también su manejo
para evitar pérdidas por escorrentía (sistema de drenaje) y
encharcamiento (nivelación del terreno), pues el agua en exceso puede
contribuir al incremento de ciertos fitopatógenos por exceso de humedad
en la planta y el suelo, encharcamiento en el suelo y dispersión por
corrientes de agua (canales, erosión, etc.). El agua que circula por
canales de riego por gravedad dispersa organismos nocivos a los cultivos.
117. Colocar filtros rústicos en la entrada de canales de agua maestros a
la finca, para reducir la introducción de organismos nocivos (insectos,
ácaros, arvenses, nematodos, hongos, bacterias, virus y otros).
118. Regar según demanda, de manera que el nivel de agua que acceda a
la planta y el suelo sea óptimo de acuerdo a las exigencias del cultivo
en cada época del año. El riego en exceso y defecto tiene
implicaciones fitosanitarias.
119. Compatibilizar los riegos con las aplicaciones de productos
38
fitosanitarios y las liberaciones de entomófagos. El riego tiene
efectos directos sobre la efectividad de todos los métodos de control
de poblaciones de organismos nocivos.
120. Hacer análisis físico, químico y microbiológico del agua que se
utiliza en la finca.
121. Nivelar el terreno para evitar o reducir posibilidades de
encharcamientos en los campos de cultivo.
122. Preparar sistemas de drenaje en casos de encharcamiento o riesgos
de estos por intensas lluvias.
123. Establecer barreras muertas y vivas en lugares de la finca donde hay
desniveles y riesgos de pérdida del suelo. Esta medida evita además
la dispersión de poblaciones de organismos nocivos.
Saneamiento. El saneamiento es una de las principales prácticas
agroecológicas para reducir afectaciones por organismos nocivos, ya que
se realiza con el objetivo de disminuir la fuente de infección o
poblaciones de estos organismos dentro o fuera de los campos, antes,
durante y después del desarrollo del cultivo. Para algunas plagas muy
nocivas y para vectores de enfermedades causadas por virus, se justifican
todas estas prácticas a la vez.
Lo mas importante del saneamiento en el campo es saber el momento en
que debe realizarse y cuál es el propósito, pues esta práctica incrementa
los gastos por salario, por lo que sus efectos deben repercutir
eficientemente sobre la fitosanidad.
Ciertas plagas se adelantan en su manifestación en el cultivo, ahí se
multiplican e infestan nuevas plantas, lo que favorece su sistema de
dispersión, ya sean el viento, las personas, los utensilios y los vectores.
Estas manifestaciones iniciales, prematuras o aventureras, son muy
peligrosas y deben manejarse correctamente por el agricultor, pues
muchas veces es preferible eliminarlas mediante un saneamiento.
124. Los restos de cosecha que no deben ser incorporados al suelo,
porque constituyen reservorios de organismos nocivos, deben
destinarse a compostaje o eliminarse.
125. Prohibición o eliminación de cultivos hospedantes, previo a la
siembra del cultivo principal (conocido también como veda),
principalmente en áreas afectadas por mosca blanca-begomovirus,
por trips-tospovirus y otros problemas fitosanitario de alta nocividad
39
y difícil manejo.
126. Eliminación de arvenses de alta competitividad con el cultivo y
hospedantes de organismos nocivos en los canales de riego.
127. Eliminación y extracción de los órganos de las plantas que son
improductivos o que están afectados por organismos nocivos, así
como la eliminación de la planta completa (selección negativa) si
fuese necesario. Este material se colecta en sacos o bolsas
(jolongos), se extrae del campo y se incorpora en sitios apartados.
También puede utilizarse para elaborar compost, siempre que el
proceso se haga con calidad.
128. La desinfección con formol de instrumentos de corte es fundamental
para reducir la dispersión de fitopatógenos.
129. En los frutales generalmente ocurren floraciones prematuras que
dan frutas llamadas aventureras o adelantadas a la fructificación
principal. La mosca de la fruta (Anastrepha spp.) atacan rápidamente
la guayaba, el mango y otros frutales, lo que les permite realizar una
primera generación en el campo y de esta forma multiplicarse y por
tanto atacar la cosecha principal. En este caso es recomendable
cosechar rápidamente estas frutas y si fuera necesario eliminarlas.
Esto también es importante para la broca del café.
130. Cuando hayan ocurrido ciclones, el agricultor debe proceder a
cortar las ramas que se han partido en los árboles y recoger todos los
residuos vegetales que fueron cortados por los vientos, ya que si
estos residuos vegetales se mantienen en el árbol, se pueden
convertir en fuentes de infestación de plagas.
Manejo y conservación de reguladores naturales. Constituye una práctica
muy útil, ya que se protegen, mantienen, crían y dispersan las especies
de enemigos naturales mejor adaptadas a la condiciones de la finca; es
decir, las poblaciones de entomófagos que se han establecido, para lo
cual es importante conocer quiénes son, en qué plantas se hospedan,
cómo mantenerlos sin que se afecten, entre otros aspectos.
131. La planta reservorio es aquella que de forma natural es capaz de
hospedar una abundante o diversa población de reguladores
naturales, que resulten beneficiosos al cultivo principal y que a su
vez mantenga en bajas poblaciones a los organismos causales de
plagas, a los cuales se asocian dichos reguladores naturales. Existen
muchas especies de plantas con estas características, pero deben ser
detectadas y evaluadas en la propia finca, pues no siempre se
40
comportan como tal, ya que hay diversos factores ambientales que
condicionan su desarrollo como planta reservorio de reguladores
naturales. Varias plantas se han identificado como que hospedan una
mayor diversidad de reguladores naturales, principalmente maíz,
millo, noni, hinojo, escoba amarga, entre otras.
132. Por ello una práctica también recomendada es mantener a los
reguladores naturales en los propios campos de cultivo, durante su
etapa final de cosecha, en que estos abundan y no se realizan
aplicaciones de plaguicidas. Estos reguladores naturales se pueden
trasladar a otros campos del mismo cultivo u hospedantes de la
misma plaga, para que se establezcan y actúen.
133. El traslado de poblaciones de reguladores naturales se puede
realizar en forma de (1) Predadores- se colectan los adultos
directamente o los órganos de la planta donde están, se introducen
en frascos de boca ancha o jaulas pequeñas y luego se liberan en los
campos; (2) Parasitoides- se cortan los órganos de la planta donde el
insecto plaga se alimenta o está fijado (sésil). Luego se introducen,
con mucho cuidado en bolsas de papel o cajas de cartón o madera y
se trasladan al campo o sitio donde van a liberarse. Para ello se
puede colocar el órgano sobre una rama u hoja para que emerjan los
parasitoides. También se pueden mantener en dichos recipientes, los
que se atan a las ramas, siempre que estos estén adaptados para este
propósito; es decir, no tengan acceso de lluvias, radiaciones solares
directas ni predadores (hormigas, etc.).
134. El fomento de reservorios artificiales de hormigas predadoras es una
práctica muy utilizada, principalmente la hormiga leona (Pheidole
megacephala) contra el tetuán del boniato (Cylas formicarius) y la
hormiga del plátano (Tetramorium bicarinatum) contra picudo negro
del plátano (Cosmopolites sordidus) y la broca del café
(Hypothenemus hampei). Estos reservorios se fomentan debajo de
arboledas y para ello se utiliza pseudotallo y hojas de plátanos.
135. La recuperación de parasitoides es una práctica relativamente poco
utilizada por los agricultores; sin embargo, es fácil de preparar y
manipular, a la vez que resulta muy efectiva en cultivos permanentes
como los frutales. Las cajas de recuperación se emplean para
insectos conocidos como guaguas o cocoideos y moscas blancas
(Hemiptera). Consiste en construir cajas de madera o cartón, de
aproximadamente 1,0-1,5 metros por cada lado, completamente
oscuras, excepto un orificio superior donde se coloca un recipiente
41
transparente para la colecta de los parasitoides. En los campos de
cítricos u otros árboles se cortan ramas u hojas que están afectadas
por los coccoideos o guaguas y en las cuales se conoce previamente
que existen poblaciones de parasitoides efectivos, se cortan dichos
órganos y se introducen en bolsas de nylon grandes, se trasladan al
sitio donde están colocadas las cajas de recuperación. En ellas se
introducen dichas ramas durante aproximadamente 10-15 días, para
colectar los adultos de los parasitoides que emerjan y acudan en el
frasco colector atraídos por la luz. Estas cajas se colocan sobre bases
de madera con patas, en las cuales se colocan recipientes con
petróleo o grasa para evitar el acceso de las hormigas. El lugar de
ubicación de dichas cajas debe ser bajo techo, para evitar el
deterioro por las lluvias y la incidencia directa de las radiaciones
solares. Los parasitoides colectados se liberan posteriormente en los
campos y sitios donde hay menos actividad de ellos o en campos
donde no se manifiestan.
136. Los pozos de moscas es un sistema específico para moscas de las
frutas (Diptera: Tephritidae), y consiste en seleccionar sitios en el
suelo de los campos de frutales donde se abren huecos de
aproximadamente 1,0 x 2,0 metros de lado y 1,0 metro de
profundidad, dichos pozos se cubren con un bastidor o estructura de
madera que tenga una malla fina por donde no puedan salir los
adultos de la mosca y si los adultos de los parasitoides. Los frutos que
caen al suelo se echan en el pozo y luego se tapa con el bastidor de
malla durante aproximadamente 7-10 días, tiempo en el cual los
adultos de parasitoides de larvas de moscas de la fruta que han
emergido, puedan salir hacia el exterior.
137. El manejo de epizootias por hongos entomopatógenos consiste en
detectar donde se manifiestan, cuidarlas y crear condiciones para
que se produzcan y trasladarlos a campos donde no se manifiestan.
En los agroecosistemas, las epizootias mas comunes y ostensibles son
las ocasionadas por hongos entomopatógenos, aunque en
determinadas épocas las causadas por virus entomopatógenos se
observan muy intensas, principalmente en larvas de lepidópteros. En
el caso de los insectos sésiles (fijos a los órganos de la planta) esto se
puede realizar por la colecta de hojas u otros órganos donde están
los insectos enfermos, se introducen en una caja de cartón o bolsas
de papel y luego se sujetan a las hojas o ramas de las plantas en
donde se quieren trasladar. Cuando se trate de insectos móviles, se
42
colectan estos directamente y se dispersan en los campos donde se
quieren trasladar.
138. También se pueden preparar suspensiones acuosas con insectos
enfermos para lo cual se colectan los insectos enfermos, introducirlos
en un recipiente bien limpio, echarles un poco de agua y batirlos
suavemente con una batidora (posición de menos velocidad). Una vez
concluido esto, se pueden introducir en una mochila de aspersión y
aplicarlo directamente en las ramas, donde las poblaciones del
insecto fitófago son mayores.
3.3.3. Manejo integral del suelo
Este fue uno de los componentes mas debatidos, principalmente lo
relacionado con los sistemas de rotación de cultivos, que efectivamente
se han desarrollado para las condiciones específicas de los diferentes
sistemas agrícolas y de producción, a partir de procesos de innovación
local y de acuerdo a las experiencias de los agricultores.
También en los talleres se realizaron análisis muy profundos respecto a
los materiales para mulcheo y arrope, en consideración no solamente de
sus propiedades, sino su factibilidad de obtención y efectos fitosanitarios,
en lo cual se expusieron experiencias interesantes.
Análisis del suelo. El suelo para semilleros y viveros debe estar libre de
plagas importantes del suelo, principalmente nematodos. También el del
campo donde se van a fomentar cultivos permanentes muy sensibles a
problemas fitosanitarios, principalmente patógenos del suelo y
nematodos. Cuando los nematodos ya están en el suelo y el agricultor lo
desconoce, no se percata hasta que estos hayan afectado el cultivo,
cuyos daños generalmente son irreversibles
Para ello se deben realizar análisis fitosanitario de estos suelos, los que
pueden ser en el laboratorio provincial de sanidad vegetal (muestras de
suelo), o mediante ensayo biológico en la propia finca (plantas
indicadoras).
139. Realizar análisis por plantas indicadoras (calabaza, pepino) de
nematodos de las agallas (Meloidogyne spp.) en suelos destinados a
viveros, semilleros, casas de posturas y plantaciones permanentes
(café, guayaba y otros).
140. Realizar análisis del banco de semillas de arvenses mediante
43
cajuelas de germinación, en campos donde estas se han seleccionado
(incrementadas) por un mal uso de herbicidas y otras prácticas
intensivas, a fin de conducir mejor su manejo.
Preparación. Constituyen los sistemas de roturación, nivelación, surcado
y otras que se realizan en el suelo con el propósito de prepararlo para el
cultivo de plantas. Abarca las diferentes labores que se realizan para
profundizar o subsolar, invertir el prisma, nivelar, surcar, etc., con el
propósito de que esté listo para la siembra o el trasplante y para manejar
sus propiedades, entre otros que dependen del tipo de suelo, el clima y
el sistema de cultivo.
La preparación del suelo tiene mucha relación con los problemas
fitosanitarios, ya que algunas prácticas los incrementan y otras los
suprimen, por lo que la preparación del suelo debe ser con integralidad,
para también buscar efectos fitosanitarios.
141. Evitar la compactación que ocasionan los pisos de arado, que
limitan el desarrollo de las plantas, las que crecen débiles y mas
sensibles a problemas fitosanitarios. También se favorece el
encharcamiento y se reduce la lixiviación de los plaguicidas químicos,
entre otros. Los pisos de arado dificultan el funcionamiento de los
organismos benéficos del suelo.
142. Utilización del multiarado. Es un buen implemento para la
conservación del suelo, extrae a la superficie los sistemas radiculares
de las arvenses, principalmente las rizomatosas y contribuye a que se
deshidraten por la acción de las radiaciones solares. También
favorece la actividad de los reguladores naturales que habitan en el
suelo, ya que al no invertir el prisma se mantiene su estabilidad
poblacional.
143. Realizar la nivelación del suelo, ya que reduce las posibilidades de
encharcamiento, que es una de las causas de la ocurrencia de
diversas enfermedades en las plantas. También disminuye las
posibilidades de dispersión de semillas, nematodos y patógenos del
suelo por arrastre a través de las corrientes de agua.
144. La subsolación aumenta la ventilación en las capas inferiores y el
drenaje interno del suelo, lo que contribuye a disminuir los patógenos
del suelo, incrementa el desarrollo y la actividad de los reguladores
naturales y facilita la lixiviación de los residuos de plaguicidas. Pero no
se recomienda en suelos con topografía irregular.
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145. La inversión del prisma no se justifica si no fuera necesario. Cuando
se invierte el prisma contribuye a la ventilación del suelo y extrae a
la superficie estructuras reproductivas de arvenses, así como
poblaciones de insectos y ácaros, además afecta a los patógenos del
suelo, en todos los casos por efecto de desecación por las radiaciones
solares y al aire. Pero, tiene el inconveniente de que fracciona
estructuras reproductivas de ciertas especies de arvenses y
contribuye a su multiplicación. Ademas de ocasionar efectos
negativos sobre las propiedades físicas del suelo.
146. La profundidad del surcado es importante en las raíces y tubérculos,
los que al desarrollarse mas alejados de la superficie del suelo están
menos expuestos al ataque de ciertos insectos nocivos, como por
ejemplo el tetuán del boniato.
147. El surcado tradicional para la siembra facilita el acceso de las plagas
del suelo al sistema radicular; es decir, lo expone mas a la acción de
diversos organismos, en cambio la labranza de conservación que
implica el laboreo mínimo o no laboreo, favorece el desarrollo de la
mayoría de los organismos benéficos, pero hay que tener cuidado y
conocer si el cultivo anterior estaba afectado por nematodos o
patógenos del suelo y la susceptibilidad a ellos del cultivo siguiente,
ya que este es el principal factor que lo puede limitar. Además de la
carga tóxica que recibió el cultivo anterior y que se acumula en el
suelo y sus posibles efectos residuales sobre el siguiente,
principalmente si se aplicaron herbicidas o el cultivo tiene efectos
alelopáticos.
148. El aporque es una práctica tradicional que consiste en remover el
suelo y apilarlo alrededor del tallo de la planta, labor que tiene
diversas ventajas. Lo principal es que reduce las arvenses, disminuye
la afectación por patógenos que habitan en el suelo y destruye las
pupas de los insectos sobre la superficie del suelo (minadores, trips,
etc.).Tiene el riesgo de afectar la planta o contaminarla cuando el
implemento las corta o lesiona, momento en que esta se debilita y es
penetrada por patógenos secundarios o transmitidos por el
implemento utilizado. Es importante realizarlo en el momento
óptimo, que no afecte el sistema radical del cultivo.
149. En los suelos de topografía inclinada (montaña), la preparación del
suelo debe realizarse mediante curvas de nivel u ollado, según el
grado de irregularidad. Esta práctica, además de reducir la pérdida
de suelo, limita la dispersión de organismos nocivos junto con el
45
suelo que se pierde.
150. El uso de coberturas vivas y barreras vivas antierosivas también se
recomienda para reducir la pérdida de suelo y la dispersión de
organismos nocivos; pero debe hacerse una selección cuidadosa de
las plantas a utilizar, para que no constituyan reservorios de
organismos nocivos, a la vez que favorezcan los entomófagos. Las
mas recomendadas son las especies locales que cumplan los
requisitos.
Solarización del suelo. Es una práctica evaluada y con grandes
posibilidades para casas de cultivo, parcelas pequeñas, canteros,
sustratos para bolsas, etc. Se basa en atrapar la energía calórica
procedente de los rayos solares, mediante una lámina de polietileno
(nylon) transparente que se deposita sobre un suelo, acanterado y
previamente humedecido.
151. Para controlar nematodos (Meloidogyne) debe permanecer así
durante cuatro a seis semanas, en la época de mayor radiación solar.
152. Su uso puede combinarse con la adición, antes de tapar, de residuos
de cosecha y otros materiales orgánicos sin descomponer, ya que el
proceso de descomposición de estas libera calor y sustancias tóxicas
a los nematodos y otros organismos del suelo. Es decir, hacer una
combinación de solarización con biofumigación. Pero es muy
importante que dicha materia orgánica no sea portadora de
organismos nocivos a las plantas.
Uso de abonos orgánicos. Se refiere a la colocación sobre el suelo o
incorporación de diferentes materiales orgánicos para mejorar las
propiedades del suelo, principalmente el contenido de materia orgánica.
También por sus efectos sobre los organismos del suelo, incluidos los
reguladores naturales.
153. En campos con problemas de nematodos y patógenos del suelo,
debe incrementarse el contenido de materia orgánica, para lo cual es
fundamental el uso del compost y lumbricompost, entre otros. Pero
es importante la seguridad de que estos no sean portadores de
organismos nocivos.
154. En campos con problemas de insectos en las raíces, como cochinillas
harinosas, picudos, escarábidos y otras plagas, es recomendable
incrementar el contenido de materia orgánica del suelo, para
46
favorecer el desplazamiento de entomófagos predadores y
parasitoides, que regulan naturalmente sus poblaciones.
155. En suelos donde se fomentan frutales y forestales y tienen
potencialidades de afectaciones por patógenos y nematodos, se
deben incorporar abonos orgánicos en el fondo del hoyo antes de
trasplantar.
156. En suelos donde se van a realizar aplicaciones del antagonista
Trichoderma y otros bioplaguicidas contra fitopatógenos, se
favorecen sus efectos cuando se incorporan previamente abonos
orgánicos.
157. Los cultivos muy sensibles a nematodos y patógenos en suelos con
antecedentes de especies nocivas como Meloidogyne, Fusarium y
otros, es recomendable micorrizar, para favorecer la defensa del
sistema radical de la planta cultivada.
158. En cultivos que requieran aplicaciones de Trichoderma,
Paecilomyces u otros bioplaguicidas contra nematodos y hongos
fitopatógenos del suelo, es recomendable aplicarlos mezclados con
los abonos orgánicos, inclusive con las micorrizas, lo que potencia sus
efectos.
Biolixiviación. Algunas especies de plantas contienen sustancias
bioactivas con efecto como plaguicida. Cuando los órganos de la planta se
colocan sobre la superficie o se incorporan en el suelo, en la etapa
inicial, antes de la descomposición, lixivian hacia el suelo y el sistema
radical las sustancias activas con dichas propiedades. Este proceso puede
acelerarse mediante el riego o la lluvia.
159. Incorporar o colocar sobre el suelo, en forma de mulch o de arrope,
subproductos de la industria del tabaco (palitos, venas, partículas de
la lámina foliar). Es efectivo en la reducción del grado de ataque de
nematodos de las agallas (Meloidogyne spp.), resultados que se
aprecian en 10-15 días. Tener en cuenta el pH del suelo, ya que el
alcaloide solo se libera cuando es alcalino (alto).
160. Incorporar o colocar sobre el suelo hojas de piña (Ananas comusus)
fraccionadas. Es efectivo contra nematodos.
161. Incorporar raíces de flor de muerto (Tagetes erecta). Las raíces de
esta planta se pican e incorporan al suelo (1 kg/m2) y tiene efectos
sobre poblaciones de nematodos y algunos fitopatógenos. También se
puede incorporar la planta completa, después de fraccionarla.
47
Biofumigación. Consiste en aprovechar que ciertas partes de plantas
emanan gases tóxicos a poblaciones de organismos nocivos que habitan en
el suelo, durante la descomposición.
162. Follaje de col o repollo. Cuando se realiza la cosecha de la col, las
hojas que quedan en el campo se incorporan al suelo previamente
preparado (roturado). Tiene efectos sobre nematodos, hongos,
insectos y otros organismos en el suelo.
Cobertura muerta sobre el suelo. La cobertura del suelo se conoce como
mulch y arrope, puede realizarse con materiales sintéticos, biomasa o
residuo del cultivo.
Además de sus efectos en la conservación del suelo, retiene humedad,
evita el crecimiento de las arvenses, favorece la efectividad de los
bioplaguicidas que se aplican sobre el suelo.
163. Para arropar se recomienda mas utilizar restos de chapea y podas,
ya que no se utiliza biomasa traída de otros lugares, lo cual reduce el
riesgo de introducir organismos nocivos. Pero es importante conocer
si los restos de poda pueden favorecer el incremento de ciertos
organismos nocivos.
164. El arrope se ha generalizado en árboles frutales y forestales, así
como en algunos cultivos anuales y se practica mucho en zonas
afectadas por la sequía y en las costas, entre otros sistemas
estresados, principalmente en fruta bomba.
165. Entre los mulches naturales y sintéticos mas comunes se incluyen
materiales vegetales como pajas de arroz, sorgo, maíz, tallos de
fruta bomba, y otras gramíneas; hierbas forrajeras; productos
derivados de la madera (celulosa, madera desmenuzada, cortezas,
aserrín); otros materiales orgánicos como hojarasca, fibra de coco,
turba, estiércoles, compost, yute y otros.
166. La descomposición del follaje tierno de maíz incorporado al suelo
antes de la siembra de maíz como cultivo, posee propiedades
alelopáticas capaces de reducir las poblaciones de R. cochinchinensis
y C. rotundus en 23 y 59%, respectivamente, sin ser nocivo al cultivo.
Coberturas vivas. Son plantas seleccionadas a partir de ciertas
características, entre ellas que sean de bajo crecimiento, sistema radical
poco profundo y no hospederas de organismos nocivos al cultivo en que se
48
empleen, entre otros. Es preferible utilizar leguminosas para contribuir a
mejorar la fertilidad del suelo.
Cuando se emplean coberturas vivas, los efectos beneficiosos son
mayores que las coberturas muertas, principalmente conservación del
suelo, retención de humedad, reducción de arvenses, favorecimiento de
la fauna de hormigas.
167. Utilizar coberturas vivas en cafeto, cítricos y otros frutales.
Rotación de cultivos. Es una práctica muy utilizada para reducir la
incidencia de organismos nocivos, además de que contribuye a mejorar
las propiedades del suelo.
Cuando en el sistema de rotación se utilizan cultivos que al desarrollarse
cubren toda la superficie del campo (cierran), no dejan espacio para el
crecimiento de las arvenses y el cultivo siguiente se afecta menos por
estas plantas. Por otra parte, algunas plantas cultivadas tienen efectos
alelopáticos contra arvenses, propiedad que puede aprovecharse cuando
se incluyen en el esquema de rotación, como es el caso del boniato.
También hay arvenses con efecto alelopático sobre cultivos y esto es
importante.
168. Los sistemas de rotación que a continuación se ofrecen se emplean
en diferentes regiones del país, por lo que son recomendaciones que
deben probarse cuando se van a adoptar:
Boniato/papa/boniato/papa
Boniato/frijol/boniato/papa
Boniato/maní/boniato/maní
Boniato/papa/leguminosa/papa
Boniato/papa/maíz/papa
Maíz/papa/boniato/frijol
Maíz/leguminosa/boniato/frijol
Maíz/frijol/boniato/papa
Sorgo/leguminosa/boniato/frijol
Maíz o sorgo/papa/maíz/sorgo
Maíz o sorgo/papa/maíz/leguminosa
Calabaza/maíz
Frijol/maíz
Sorgo/frijol
49
Sorgo/calabaza
Plátano/frijol
Yuca/maíz
Boniato/maíz
Boniato/frijol/maíz/calabaza
Frijol/yuca/boniato
Maíz/pepino/boniato
Arroz/frijol caupí/tomate/arroz
Yuca/pepino/frijol/barbecho/yuca
Cebolla/maíz/boniato/cebolla
Ajo/cebolla/tomate/col/frijol
Frijol/ajo o cebolla/boniato
Frijol/tomate/yuca
Col/tomate/boniato
Col/ajo o cebolla/pimiento
Yuca/calabaza/boniato/frijol caupi/maíz
Boniato/calabaza/yuca
Cebolla/maíz/boniato
Ajo/maíz/boniato
Maíz/frijol/boniato
Papa/maíz
169. Algunos sistemas de rotación recomendados en organopónicos son:
Boniato/fruta bomba/plátano
Col/zanahoria
Lechuga/ajo puerro
Acelga/habichuela
170. La rotación con abonos verdes, además de mejorar las propiedades
del suelo, tienen una gran contribución en la reducción de
poblaciones de arvenses.
171. La rotación con cultivos que cubren la superficie del suelo al
desarrollarse (cierran) como el boniato, la malanga y la yuca, es una
práctica que reduce de manera importante las arvenses.
172. La siembra de maíz provoca reducciones de las arvenses perennes
Don Carlos (S. halepense) y cebolleta (Cyperus sp.) principalmente en
un radio de 50 cm alrededor de la planta, así mismo reduce la masa
seca total de arvenses, debido a la acción alelopática de inhibición
de sus exudados radicales.
173. Es muy importante considerar que cuando un cultivo hospedero de
un organismo nocivo se repite en tiempo en el sistema de rotación,
50
puede contribuir a incrementar la intensidad de dicho organismo
(Ejemplo en boniato el Tetuán y el crisomélido verde brillante).
3.3.4. Manejo integral del cultivo
El manejo del suelo y el cultivo están muy relacionados y se requiere
compatibilizar las prácticas que se realicen, porque el suelo es un recurso
natural, adema de ser el sustento principal en la producción
agropecuaria.
En el manejo de cultivos se consideró que este depende mucho de la
tecnología que se emplee, pues por ejemplo, un mismo cultivo puede
sembrarse en campos típicos, en canteros o en casas de cultivo; sin
embargo, existen diferencias en su manejo que deben tenerse en cuenta.
De la misma forma se analizó el tema del germoplasma, pues muchas
veces se dispone de variedades comerciales obtenidas para respuesta
productiva a fertilizantes químicos, entre otras características propias de
la agricultura intensiva, en cambio sucede que estas no responden bien
para la tecnología agroecológica en que básicamente se emplean abonos
orgánicos y otras prácticas, por lo que para la selección y mejora de
variedades deben considerarse las tecnologías de cultivo. Esta situación
ha contribuido a un mal comportamiento de ciertas variedades, incluidos
los problemas fitosanitarios, ya que la planta no los tolera por estar mal
nutrida.
Planificación de los campos. Se trata del uso que se dará a la superficie
cultivable de la finca, de acuerdo a las características del suelo y los
cultivos a sembrar, así como la cercanía a otras fincas similares en el
orden productivo. Esto incluye la integración animal y forestal.
174. En fincas donde se cultivan hortalizas, granos, raíces y tubérculos,
que son muy sensibles a problemas fitosanitarios, se recomienda que
los costados que estén cercanos o sean colindantes con fincas que
siembran los mismos cultivos, se planifiquen cultivos de porte alto
(arbustivo o arbóreo), para que actúen como barrera física y
biológica ante poblaciones inmigrantes de organismos nocivos que se
trasladan por sus medios o favorecidas por las corrientes de aire.
175. Para cultivos de hortalizas, granos y viandas se recomienda, en la
medida de las posibilidades, reducir el tamaño de los campos, para
atenuar los efectos de monocultivo en la atracción y multiplicación
51
de organismos nocivos, así como facilitar diferentes prácticas
agroecológicas como las barreras vivas, el intercalamiento de cultivos
y otras.
176. En fincas que destinan una superficie amplia (campos
excesivamente extensos) para siembra de cultivos temporales, hagan
rotación o no, es recomendable fraccionar dicha superficie en
campos mas pequeños, para lo cual pueden realizarse corredores
ecológicos de plantas herbáceas que los dividan en dos o cuatro
campos.
177. En la medida de las posibilidades, lograr mosaicos de cultivos a nivel
de la finca, lo que reduce las oportunidades de los organismos
nocivos. Considerar en esto las corrientes de aire y hospedantes
preferidos de los organismos nocivos.
178. Evitar colindancias negativas en campos vecinos de hortalizas,
granos y viandas. La colindancia es negativa para cultivos de la
misma familia de plantas, hospederos de las mismas especies de
plagas y con diferencia de edad mayor de 21 días entre ambos.
Planificación de siembras. Se refiere a la programación en espacio y
tiempo de las nuevas siembras de cultivos en la finca, para una época de
siembra o para el año.
Existen diversos estudios científicos y una gran experiencia sobre las
relaciones funcionales, entre la incidencia de organismos nocivos y sus
reguladores naturales con diferentes prácticas de planificación de
siembras en espacio y tiempo, principalmente la fecha de siembra y la
secuencia de siembra de campos.
179. La fecha de siembra debe respetarse, ya que generalmente las
variedades se han obtenido a partir de su consideración para las
condiciones del país. Aunque recientemente se trabaja por la
obtención de variedades de hortalizas para otras épocas, lo que
obliga a observar cuidadosamente los problemas fitosanitarios.
180. También los sistemas de cultivos semi protegidos permiten cultivar
determinadas especies de hortalizas de hoja en épocas de mayor
calor, lo que debe considerar si en el sistema de producción se
siembran estas mismas especies fuera de estos sistemas, porque
puede suceder una continuidad de siembras en mayor número de
meses en el año e incrementarse las oportunidades de ocurrencia de
problemas fitosanitarios.
52
181. Para problemas fitosanitarios causados por insectos vectores de
virus en cultivos de campaña, debe realizarse una programación
estricta de los campos a sembrar, y considerar la dirección
predominante de los vientos y los lugares desde donde pueden incidir
poblaciones de estos vectores. Esta práctica es mas exitosa si se
coordina y realiza a nivel de zona y sistema agrícola
Sistemas complejos. Es la diversificación e integración sinérgica de
diferentes cultivos y animales en la finca. El manejo de la
agrobiodiversidad en la finca es dinámico y para su realización consideran
tres elementos fundamentales como son el genético, el espacial y el
temporal.
La diversificación productiva se expresa en un mejor aprovechamiento de
la superficie de la finca, mayor número de productos al mercado y en
diferentes épocas del año (dinámica de ventas), mayor contribución a la
conservación del suelo, el agua y la biodiversidad, menores gastos
económicos y energéticos en labores e insumos, mayor salud de las
plantas y los animales, entre otras ventajas.
Se considera una de las prácticas de mayor importancia para reducir
incidencia de plagas, ya que disminuye la concentración de hospedantes
preferidos y esto contribuye a la menor incidencia de fitopatógenos,
altera el desplazamiento de adultos de insectos en la búsqueda del
cultivo preferido, actúa como barrera física ante poblaciones inmigrantes
de insectos y otros organismos nocivos y favorece la diversidad,
abundancia y actividad de reguladores naturales, entre otras ventajas.
Desde luego que el acompañamiento de cultivos no debe realizarse de
forma arbitraria, ya que pudiera ayudar al incremento de ciertas especies
de organismos nocivos. En esto es muy importante la asesoría,
experiencias locales y las observaciones.
Los sistemas complejos mas conocidos bajo las condiciones del país son
Policultivos (1), Silvopastoriles (2), Agroforestería (3), Agrosilvopastoriles
(4), Fincas Integrales (5), Huertos Intensivos (6) y (Patios diversificados 7).
En los sistemas agroecológicos la integración animal es fundamental, pues
además de la diversificación productiva, se logra una mayor
autosuficiencia en su alimentación, a la vez que los subproductos de la
crianza de animales se emplean en la elaboración de abonos orgánicos.
53
182. La diversificación en el orden genético es necesaria desde el punto
de vista fitosanitario. En los cultivos permanentes debe lograrse una
composición varietal que integre variedades diferentes, y en los
cultivos anuales y temporales debe disponerse de variedades mejor
adaptadas a las condiciones locales, así como disponer de semillas
de diferentes variedades.
183. Los principales arreglos espaciales de cultivos en los campos pueden
ser: (1) Mosaicos de cultivos, (2) Franjas de cultivos, (3)
Asociaciones de cultivos, (4) Intercalamiento de cultivos, (5)
Barreras vivas alrededor de los campos, (6) Barreras vivas anti
erosivas y (7) Relevo de cultivos. Las experiencias y características
locales determinan las mejores especies de cultivos a considerar en
estos arreglos.
184. Se han observado buenos resultados con las asociaciones maíz-frijol,
maíz-boniato, maíz-calabaza, maíz-yuca, ajo-maíz, maíz-pimiento,
plátano-arroz, zanahoria-col, ajonjolí-col, maíz-mani, calabazaplátano, plátano-malanga, tomate-lechuga, King grass-fruta bomba.
185. La integración del maíz, sorgo y girasol, por separado o combinados,
ofrece diversos servicios ecológicos para favorecer la actividad de
los reguladores naturales.
186. La asociación boniato-maíz reduce la incidencia del tetuán del
boniato (Cylas formicarius).
187. Las asociaciones col-tagetes, tomate-ajonjolí y pepino-ajonjolí
reducen la incidencia de la mosca blanca (Bemisia tabaci) en col,
tomate y pepino.
188. El tagetes asociado e intercalado con hortalizas en campos
afectados por nematodos de las agallas (Meloidogyne spp.) reduce
su incidencia.
189. La asociación col-maíz reduce la incidencia de la polilla de la col
(Plutella xylostella)
190. La asociación col-ajonjolí reduce poblaciones del pulgón de la col
(Brevicoryne brassicae)
191. La asociación melón-maíz, pepino-maíz y papa-maíz reduce
poblaciones de Thrips palmi en los tres cultivos.
192. Las asociaciones maíz-calabaza-ajonjolí y la asociación maíz-yucapepino reducen poblaciones de la palomilla del maíz (Spodoptera
frugiperda).
193. La asociación maíz-yuca-frijol reduce significativamente la
incidencia de la palomilla del maíz (Spodoptera frugiperda), el
54
194.
195.
196.
197.
198.
199.
200.
salta hojas del frijol (Empoasca kraemeri) y la primavera de la yuca
(Erinnyis ello), entre otras plagas de insectos.
La asociación calabaza-maíz reduce la incidencia del gusano de las
cucurbitáceas (Diaphania spp.).
La asociación frijol-girasol reduce la incidencia de salta hojas
(Empoasca kraemeri) y crisomélidos en el frijol.
La asociación yuca-maíz reduce la incidencia de la primavera
(Erinnyis ello) y la centella (Lonchaea chalybea) en yuca, así como
la palomilla del maíz (Spodoptera frugiperda).
La asociación maíz-tomate reduce la incidencia de la mosca blanca
(Bemisia tabaci) y el minador de la hoja (Liriomyza trifolii) en el
tomate.
La asociación maíz-frijol reduce las poblaciones de la mosca blanca
(B. tabaci) el salta hojas (E. kraemeri) y el pulgón de los frijoles
(Aphis spiraecola) en frijol, así como la palomilla del maíz (S.
frugiperda).
La integración de cultivos temporales y anuales (hortalizas, viandas,
granos) en campos de frutales resulta una práctica útil, no solo para
el aprovechamiento del espacio y el riego, sino que reduce la
ocurrencia de problemas fitosanitarios, sea por el efecto de barrera
física de los árboles o por confusión de poblaciones inmigrantes de
insectos. Generalmente los problemas fitosanitarios de ambos tipos
de cultivos no son los mismos, por tanto hay compatibilidad.
La dinámica temporal de cultivos se expresa en los sistemas de
rotaciones tratados en el subsistema suelo, pero también se refiere
al número de campos que se siembran en el año.
Proceso de siembra y trasplante. Tiene importancia fitosanitaria y por
ello debe manejarse con mucho cuidado.
201. La calidad de la plántula debe ser optima, al igual que no deben
tolerarse niveles de poblaciones de organismos nocivos. Esto tiene
regulaciones por el servicio de sanidad vegetal de cada territorio.
202. Las condiciones en que se traslada y se ubica transitoriamente el
material de siembra puede contribuir a su estrés y el traslado
inadecuado puede contribuir a las afectaciones por organismos
nocivos.
203. Las horas de la tarde-noche son mejores para realizar esta labor.
204. El estrés del trasplante se puede reducir también si se aplican
abonos orgánicos y con tratamiento del sistema radicular de la
55
plántula con Trichoderma harzianum.
205. También mediante la producción de plántulas en sistema de
cepellón se reduce el estrés del trasplante; se puede combinar con
aplicación de Trichoderrma harzianum.
206. Una técnica para reducir el estrés es el aviveramiento de plantas,
que se puede hacer en determinados cultivos.
207. La distancia y profundidad de siembra y plantación es característico
de las especies de plantas que se cultivan y sus variedades, así
como de la tecnología de cultivo que se práctica, aunque los
agricultores muchas veces realizan experimentos para buscar
variantes mas factibles bajo sus condiciones particulares.
208. Las altas densidades afectan el desarrollo de las malezas, pero
pueden favorecer algunos microorganismos fitopatógenos. Por el
contrario, las siembras espaciadas facilitan las labores, pero las
arvenses crecen mejor y logran mayor competencia con el cultivo,
además de que muchas plagas de insectos se orientan mejor hacia
el cultivo. Desde luego, esto depende mucho del tipo de suelo y las
especies de arvenses, entre otros factores.
209. En algunos casos las siembras mas superficiales exponen la semilla
al ataque de plagas de insectos que escarban o penetran fácilmente
para comérselas o trasladarlas.
210. Los tratamientos de semillas con plaguicidas químicos constituyen
prácticas útiles, ya que al no aplicarse el producto foliarmente,
contribuye a la actividad de los reguladores naturales en la parte
aérea de la planta.
Barreras vivas alrededor de los campos de cultivos. Son las plantas que se
siembran en los lados de los campos o parcelas con diferentes propósitos.
También se consideran como tal los llamados realengos en los sistemas de
riego, entre otros.
Debido a que generalmente estas barreras vivas se siembran de plantas
que se cosechan como cultivos, también se pueden considerar como
biodiversidad productiva; sin embargo sus funciones principales para el
manejo de plagas las clasifican mas como biodiversidad auxiliar.
Hay barreras vivas de plantas repelentes, de plantas para atenuar las
corrientes de aire, como barrera física a poblaciones de plagas que se
desplazan entre los campos de cultivos y de plantas para contribuir a la
actividad de los reguladores naturales, entre otros propósitos.
56
Las funciones de las barreras vivas repelentes son diferentes a las
entomófilas, por ello no deben mezclarse ni ubicarse contiguas.
211. Como barrera física y reservorio de reguladores naturales se
recomiendan principalmente maíz, sorgo y girasol, preferiblemente
las tres combinadas.
212. Como barrera física se pueden utilizar maíz y sorgo enano
combinados, la caña de azúcar y vetiver.
213. El hinojo actúa como repelente de insectos y constituye una planta
reservorio de coccinélidos; debe plantarse en la cabecera de los
canteros o intercalada en las cercas vivas.
214. Como repelente el ajonjolí (Sesamun indicum); se siembra en
rotación para suprimir poblaciones de nematodos (Meloidogyne
incognita). La siembra intercalada en col o repollo es repelente a
moscas blancas (Bemisia tabaci) y la polilla (Plutella xylostella).
215. Como repelente la albahaca blanca (Ocimum bassilicum); se planta
intercalada, en barrera, en las cabeceras de los canteros y en la
cerca viva de huertos pequeños dentro de la ciudad. Es repelente a
insectos.
216. Como repelente la caléndula (Calendula officinalis); se siembra
intercalada o en asocio en los canteros o parcelas, repele diferentes
insectos. Sembrada intercalada o en rotación es biocida contra
nematodos.
217. Como repelente la caña santa (Costus spicatus); se siembra en cercas
vivas y dispersa. Es repelente a la bibijagua.
218. Como repelente el coriandro (Coriandrum sativum); plantarla antes
de sembrar el tomate en surcos alternos. Es repelente a la mosca
blanca (Bemisia tabaci).
219. Como repelente la flor de muerto (Tagetes spp.); sembrarla
intercalada o en rotación. Es repelente y biocida a nematodos
(Meloidogyne incognita).
220. Como repelente el mastuerzo (Lepidium virginicum); se siembra en
los bordes de los campos. Es repelente al tetuán del boniato (Cylas
formicarius).
221. Como repelente las mentas (Mentha spicata y M. piperita); plantar
en canteros, intercaladas con hortalizas. Son repelentes a áfidos en
la vegetación vecina a ella, también dípteros y lepidópteros.
222. Como repelente el orégano francés (Plecthranthus amboinicus);
sembrarlo asociado. Es repelente a diversas especies de insectos.
57
223. Como repelente el pedo de chino (Agdestis clematidea); se siembra
en cercas vivas y disperso. Es repelente a la bibijagua.
224. Como repelente el romero (Rosmarinus officinalis); sembrarlo en
los bordes de los canteros y cercas perimetrales de huertos
pequeños. Es repelente a lepidópteros, coleópteros y dípteros.
225. Como repelente el tomillo (Thymus vulgaris); sembrarlo disperso en
el huerto. Repele el gusano de la col (Ascia monuste eubotea).
226. Como repelente el vetiver (Vetiveria zizanoides); las semillas y
raíces secas son repelentes a plagas de almacén y cucarachas
domésticas. Plantarla en los bordes de los huertos y casas de cultivo
como repelente a roedores y bibijaguas.
227. Como repelente la zanahoria (Daucus carota); se siembra asociada.
Es repelente a la mosca blanca (Bemisia tabaci).
228. Como repelente el bejuco hediondo (Ipomoea sp.); repele la
bibijagua (Atta insuaris)
Periodo crítico del cultivo. El período crítico consiste en la etapa del
cultivo en que las afectaciones por plagas tienen la mayor repercusión en
la cosecha, ya sea el rendimiento o la calidad del producto final.
Generalmente abarca desde inmediatamente que brota la planta
(siembra directa) y posterior al trasplante, hasta que comienza la
fructificación.
Está demostrado que el periodo de crecimiento-desarrollo es muy
sensible a pérdidas elevadas por plagas, por tanto es una etapa decisiva
desde el punto de vista fitosanitario. El manejo del período crítico del
cultivo constituye una práctica esencial, en la cual vale mucho la
experiencia del agricultor y las capacidades creadas para la prevención,
observación y actuación contra poblaciones de plagas durante este
tiempo.
229. En este período no se deben tener incidencias medias ni altas de
plagas. Las observaciones se realizan cada 5-7 días y, ante la
presencia de plagas, realizar evaluación del índice y repetirlo con la
misma frecuencia para tomar las decisiones correctas.
230. El periodo crítico de competencia para malezas mas comunes es de
30 días.
231. El periodo crítico para el complejo mosca blanca-begomovirus en
tomate son los primeros 45 días posteriores al trasplante.
58
Manejo del agua durante el ciclo del cultivo. El manejo del agua consiste
en garantizar su disponibilidad para el cultivo en el momento y la
cantidad necesaria, sin ocasionar efectos secundarios que afecten el
cultivo (pudriciones, daños mecánicos, etc.), que contribuyan a la erosión
hídrica del suelo y la dispersión e incremento de plagas.
232. Lo principal en el caso del efecto sobre los patógenos del suelo es
evitar fallas en el sistema de riego que favorezcan encharcamientos
prolongados.
233. Para los controladores biológicos es fundamental evitar estas
interferencias en la programación de las aplicaciones de
bioplaguicidas y las liberaciones de entomófagos, cuando el riego es
por aspersión.
234. Cuando el riego es por aspersión, las aplicaciones de bioplaguicidas
son mejores inmediatamente después del riego y para las
liberaciones de entomófagos debe esperarse a que se seque la
superficie de los órganos.
Manejo del período de fructificación-cosecha. La cosecha es una etapa
importante de cualquier cultivo y desde el punto de vista agronómico se
puede ver como la culminación de todo el proceso o el cumplimiento del
objetivo final. Durante esta etapa las plantas han desarrollado y están en
decadencia fisiológica, ya que todas sus energías estuvieron en función
del proceso de fructificación, las hojas y otros órganos son menos
apetecibles para ciertas plagas, las que comienzan a emigrar a otros
campos o cultivos.
235. Existen plagas específicas de los frutos y por lo general estas atacan
muy tempranamente, desde la etapa de floración o en el inicio de la
fructificación, por lo que el agricultor debe ser muy observador para
conocerlas y detectarlas.
236. También en esta etapa abundan los reguladores naturales de plagas,
sobre todo de insectos y ácaros, lo cual es bueno para reducir las
poblaciones de plagas existentes y para tributar poblaciones de estos
organismos a otros cultivos o al resto de la vegetación de la finca.
237. No se deben realizar aplicaciones de productos fitosanitarios
químicos, bioquímicos o biológicos, porque pueden afectar a las
personas que realizan esta labor, o fijarse estas sustancias en el
fruto y después los residuos pueden tener diversos efectos sobre las
personas que lo consuman.
59
238. El procesamiento de la cosecha debe manejarse cuidadosamente,
porque pueden haber infestaciones por plagas.
239. La cosecha debe colocarse en un sitio de la finca donde sean
mínimos los riesgos de afectación por plagas secundarias, u otras
que afecten el producto durante la etapa siguiente (transportación,
almacenamiento, mercado).
240. Consiste en eliminar los restos de suelo y vegetación adheridos al
fruto agrícola, los que muchas veces constituyen fuentes o vías de
contaminación con plagas secundarias que pueden igualmente
afectar el producto durante la etapa siguiente (transportación,
almacenamiento, mercado). Las raíces y tubérculos deben ser
desprovistos de restos de suelo, así como eliminar los que estén
descompuestos o afectados por patógenos fungosos y bacterianos.
Igualmente los frutos deben estar sanos y evitar daños mecánicos
que contribuyan a la entrada de patógenos secundarios. El beneficio
primario pudiese complementarse con la aplicación de algunas
sustancias o productos biológicos, aspecto que requiere estudiarse.
3.3.5. Control ecológico de organismos nocivos
Durante los ejercicios se apreciaron experiencias interesantes sobre el
uso de productos ecológicos, como los conocidos bioplaguicidas, los
preparados botánicos y otros. También en las visitas de intercambio a las
fincas de agricultores se observaron innovaciones muy efectivas para el
control de determinados organismos nocivos, lo que denota la
importancia de la innovación local.
Integración de entomófagos y entomopatógenos (bioplaguicidas) para la
lucha contra poblaciones de insectos y ácaros nocivos. Cuando se
emplean controladores biológicos (conocidos en Cuba como medios
biológicos), es fundamental su integración adecuada al resto de la
tecnología del cultivo, incluido el uso de agroquímicos (fertilizantes,
herbicidas,
fungicidas,
insecticidas
y
otros),
para
evitar
incompatibilidades que puedan afectar estos bioproductos (compuestos
por estructuras vivas y toxinas de microorganismos) o simplemente
reducir su efectividad y por tanto perder la aplicación.
La integración de estos controladores biológicos al manejo de plagas
cuando también se utilizan insecticidas y fungicidas químicos, requiere
conocimientos precisos sobre las características de los diferentes
60
productos biológicos o químicos, de la fenología y tecnología del cultivo y
de los hábitos y biología de la plaga a controlar.
En particular cuando se integran entomófagos, los criterios de
compatibilidad son mas importantes, ya que estos insectos son muy
sensibles a los insecticidas y fungicidas, así como algunas especies y
cepas de bioplaguicidas.
241. Los bioplaguicidas entomopatógenos pueden utilizarse a gran escala
en la agricultura intensiva e integrada con los plaguicidas químicos.
En estos casos se requiere de un sistema de señalización o de
monitoreo, que permita saber si el producto es efectivo y si las
poblaciones de los insectos plagas alcanzan el índice o señal para
aplicar un insecticida químico (alta efectividad y acción rápida). Se
pueden comenzar las aplicaciones del bioplaguicida con bajas
poblaciones del insecto plaga, y decidir las aplicaciones de
insecticidas químicos según índices de la plaga y luego continuar
con el bioplaguicida. De esta forma se logra una integración óptima
de ambos tipos de plaguicidas, siempre que se respeten los
intervalos o tiempos entre las aplicaciones con fungicidas, que son
los productos químicos que mas afectan a los bioplaguicidas
entomopatógenos.
242. Cuando se utilizan bioplaguicidas en la mediana escala (agricultura
en transición, diversificada, agroecológica y otras) y en la pequeña
escala (huertos familiares, huertos urbanos y otros), estos
bioproductos pueden lograr el control de las poblaciones de insectos
nocivos sin necesidad de utilizar insecticidas sintéticos, debido a
que en estos sistemas de producción las propias características de
ser diversificados contribuyen a la reducción de la incidencia de
insectos plagas y favorecen que los hongos entomopatógenos
continúen su actuación como epizootias, e inclusive se establezcan
bajo estas condiciones. Igualmente hay que monitorear y evaluar las
poblaciones de insectos plagas constantemente, pues la decisión de
mantener las aplicaciones del bioplaguicida o integrar una
aplicación de insecticida químico, debe obedecer a criterios
poblacionales (índice).
243. Cuando se emplean bioplaguicidas contra insectos plagas, la señal
para aplicar un producto no necesariamente puede ser un muestreo
(índice), ya que cuando existe experiencia, la aplicación puede
61
decidirse por la fenología del cultivo, porque se sabe que la
incidencia de la mayoría de los insectos plagas está muy relacionada
con el desarrollo del cultivo. También es usual en el caso de los
bioplaguicidas, que actúan con mayor lentitud, se puede decidir la
aplicación a partir de que hay presencia de huevos o larvas en el
cultivo (índices poblacionales muy bajos e iniciales), lo que se
justifica porque ya existe la experiencia de que sus poblaciones se
pueden incrementar debido a que es una plaga habitual. Por ello no
es correcto en este caso hablar de aplicaciones preventivas, sino
que es un con criterio mas integral y adecuado de la señal de
aplicación.
244. En el caso de los lepidópteros, se puede utilizar como señal la
presencia de adultos en las luces durante la noche y, si fuera
posible, ubicar una o varias trampas de luz, de mechón-melaza o de
luz-melaza, en un sitio conveniente, para saber el momento en que
acuden los adultos de lepidópteros (mariposas) que son plagas en el
cultivo. Cuando las mariposas (adultos) de las plagas están
masivamente en las luces, quiere decir que ya están en la finca y
que han comenzado a ovopositar en el cultivo, lo que indica que en
unos días habrá larvas pequeñas. En este momento se puede
comenzar a liberar parasitoides de huevos (Trichogramma y otros) y
aplicar bioplaguicidas contra larvas (Bacillus thuringiensis u otros).
245. Cuando se emplean entomopatógenos contra plagas de insectos, hay
que controlarlas inmediatamente que comienzan sus ataques y
mientras estén en bajas poblaciones; cuando alcanzan el índice
crítico o umbral económico, ya el control resulta difícil y puede ser
exitoso si dispone de un producto altamente efectivo y una buena
tecnología de aplicación. Por eso los bioplaguicidas se deben
utilizar en etapas tempranas y en baja incidencia de la plaga,
porque son productos de acción mas lenta y por tanto la efectividad
es acumulativa; es decir, con la primera no se logran altas
efectividades, en comparación con los plaguicidas sintéticos.
246. En particular cuando se emplea la bacteria Bacillus thuringiensis,
las aplicaciones deben concentrase en las etapas iniciales de
desarrollo del insecto plaga, ya que el producto actúa por ingestión
(entra al cuerpo del insecto con el alimento). Si ya la larva ha
avanzado en edad y reduce su alimentación o deja de comer, el
producto no tiene la oportunidad de entrar al interior del cuerpo
del insecto y por tanto la aplicación no es efectiva.
62
247. Igualmente, cuando se emplean hongos entomopatógenos, las
aplicaciones deben realizarse cuando la población del insecto plaga
está en edades iniciales de larvas o ninfas, ya que si estas han
crecido el hongo no tendrá la oportunidad de desarrollarse en el
interior del cuerpo del insecto, porque el ciclo del insecto se
completará mas rápido.
248. Los entomófagos se liberan de dos formas, inoculativa e inundativa.
Las liberaciones inoculativas se realizan en bajas poblaciones del
entomófago, en sitios alrededor de los campos y en las barreras
vivas entomófilas, antes de que se siembre el cultivo o al final de la
cosecha del cultivo anterior; en cambio las liberaciones inundativas
se realizan desde que aparece el insecto plaga o cuando está en
índices que tienden a incrementarse, y de esta forma se debe
esperar un control.
249. Igualmente los entomófagos parasitoides deben liberarse según el
estado de desarrollo del insecto plaga, ya que cuando ha cambiado
a un estado no susceptible el parasitoide no actúa. También sucede
con los parasitoides de huevos y larvas, que cuando están en edades
avanzadas ya no se logra la parasitación, pues el ciclo de ellos
termina mas rápido que el del parasitoide. Los parasitoides han
creado mecanismos para detectar cuándo su huésped ya no reúne
los requisitos para dejar su descendencia.
250. En particular el efecto tóxico de los plaguicidas químicos sobre los
entomófagos es bastante conocido, por ello no se deben realizar
aplicaciones foliares de estos productos cuando se liberan controles
biológicos o las tasas de regulación natural son elevadas, momentos
en que su contribución al manejo del insecto plaga es importante
(esto último depende del cultivo y su etapa fenológica).
251. Sobre los hongos entomopatógenos, los mayores efectos inhibitorios
se presentan con los fungicidas sintéticos, aunque también hay
efectos de insecticidas. Existen recomendaciones específicas
respecto al tiempo que se debe esperar para aplicar un fungicida,
después de una aplicación con un hongo entomopatógeno, lo que
está en dependencia de diversos factores, entre ellos las
características del fungicida, el clima y las propiedades del
bioproducto; no obstante lo mas recomendado son seis días como
mínimo.
252. Si existe un sistema de riego por aspersión o llueve, la aplicación
del producto debe realizarse con posterioridad, ya que el agua bajo
63
presión o gravedad lo lava de la superficie de la planta. Las
liberaciones de entomófagos son incompatibles con el riego o la
lluvia, pues se afectan por el efecto físico y por la película de agua
sobre la superficie de la planta.
Entomófagos predadores. Pueden ser insectos, ácaros y arañas. Los
predadores pican, chupan o comen diferentes estados de insectos,
principalmente inmaduros (huevos, larvas).
253. Las crisopas (Chrysopas pp.) se liberan para la lucha contra
inmaduro de lepidópteros, áfidos y ácaros. Se realizan liberaciones
cada 15 días, a dosis de 100 adultos o 3-4 huevos-larvas/m2 en
presencia de la presa.
254. La cotorrita roja (Cycloneda sanguínea) se emplea contra áfidos,
moscas blancas y otros insectos plaga en liberaciones quincenales
de 100 adultos.
255. La cotorrita cubana (Coleomegilla cubensis) come inmaduros de
lepidópteros, áfidos, ácaros y otros. Se liberan 100 adultos en
presencia del insecto plaga cada 15 días.
256. La cotorrita criptolemus (Cryptolaemus montrouzieri) es efectiva
contra cochinillas harinosas (pseudococcidos), áfidos y otros
insectos plagas. Se realizan de 2-6 liberaciones quincenales en
presencia de la plaga, a dosis de 10-40 individuos/planta,
257. La chinche (Zelus longipes) pica y chupa larvas de lepidópteros. Se
libera a dosis de 2 adultos/50 larvas.
258. La chinchita (Orius insidiosus) pica y chupa thrips, ácaros, moscas
blancas y otros insectos. Se libera 1-2 individuos/m2 en presencia
del insecto plaga.
259. El ácaro predador Ambliseus limonicus para el control del ácaro
Schizotetranychus caribbeanae en el cultivo de la yuca. Se aplica en
su presencia.
260. El ácaro predador Phytosiulus macropilis se puede liberar en los
cultivos de plátano, frijol y yuca, para el control de Tetranychus
tumidus y de Schyzotetranychus caribbeanae en yuca; a dosis de
9000
ácaros/ha,
2250
ácaros/ha
y
1350
ácaros/ha,
respectivamente. Cuando el índice sea de tres ácaros tetránicos
promedio en yuca y frijol y 10 ácaros promedio en plátano.
Entomófagos parasitoides de huevos. Son insectos del orden Hymenoptera
que parasitan huevos de insectos.
64
El más conocido y utilizado en la práctica es Trichogramma, una avispita
que parasita huevos de lepidópteros. Se libera en los campos durante las
primeras etapas del cultivo, inmediatamente que los adultos arriban y
comienzan a ovopositar.
261. Contra la primavera de la yuca (Erinnyis ello). Dosis de 8-30 mil
individuos/ha, según la población de huevos de la plaga (desde 2
huevos/cada 4 plantas hasta mas de un huevo/planta).
262. Contra el falso medidor (Mocis spp.) de los pastos. Dosis de 5-30 mil
individuos/ha, según poblaciones de la plaga y manejo del pasto.
263. Contra la polilla de la col (Plutella xylostella) en crucíferas. Dosis
de 50 mil individuos/ha desde presencia de la plaga hasta un índice
de 0,2 adultos/planta.
264. Contra el gusano de la col (Ascia monusteeubotea). Dosis entre 1550 mil individuos/ha desde presencia de huevos.
265. Contra el falso gusano medidor (Trichoplusia brassicae) en
crucíferas. Dosis de 15-50 mil individuos/ha en presencia de huevos.
266. Contra gusanos de las cucurbitáceas (Diaphanias pp.). Dosis entre
30-100 mil individuos/ha, en presencia de adultos y huevos a la
semana de germinación.
267. Contra prodenias o mantequillas (Spodoptera spp.) en hortalizas y
papa. Dosis de 30 mil indivíduos/ha en presencia de huevos y
adultos.
268. Contra la primavera (Protoparce sexta jamaicensis) en tomate y
papa. Dosis de 30 mil indivíduos/ha en presencia de huevos o
adultos.
269. Contra el bórer de la caña de azúcar (Diatraea saccharalis) en maíz
y caña de azúcar. Dosis de 30 mil individuos/ha. En presencia de
huevos y adultos.
270. Contra el cogollero del tabaco (Heliothis virescens). Dosis de 30-100
mil individuos/ha en presencia de huevos y adultos. Aunque se ha in
formado que no es muy efectivo.
271. También muestra efectividad en la lucha contra polillas de almacén
(Sitotroga cerealella, Corcyra cephalonica, Ephestia spp., Plodia
interpunctella), sea en almacenes o silos convencionales, así como
en depósitos rústicos de granos y semillas en las propias fincas.
272. Otro parasitoide de huevos es Telenomus, pero en este caso las
experiencias de su utilización se han limitado a las especies de
lepidópteros del género Spodoptera, con muy buenos resultados,
65
principalmente (1) palomilla del maíz (Spodoptera frugiperda) en
maíz, sorgo y arroz a dosis de 3 mil adultos o 25 puestas parasitadas
en presencia de masas de huevos o adultos en los campos, (2)
prodenias o mantequillas (Spodoptera spp.) en tomate y pimiento a
dosis de 3 mil adultos o 25 puestas parasitadas en presencia de
masas de huevos y adultos. En huertos y organopónicos las dosis de
200-300 adultos/200 m2 o una puesta por 200 m2 según el ciclo del
cultivo. En cebolla dosis de 3-5 mil adultos/ha o 25 puestas
parasitadas en presencia de masas de huevos y adultos.
273. También el parasitoide de huevos-larvas (Chelonus insularis) es un
caso particular de parasitoides, que comienzan a parasitar el huevo
del lepidóptero y salen en la fase de larva cuando completan el
ciclo. Se emplea contra la palomilla del maíz (Spodoptera
frugiperda) en este y otros cultivos a dosis de 100-150 adultos/ha
en el momento del vuelo de los adultos, y para otras especies de
Spodoptera en hortalizas se emplea a dosis de 200 adultos/ha
cuando el 10% de las plantas presentan masas de huevos.
Entomófagos parasitoides de larvas y pupas. Los adultos del parasitoide
depositan los huevos sobre la superficie del insecto plaga, luego nacen las
larvitas del parasitoide que comen, externa o internamente el insecto
plaga hasta completar su desarrollo, convertirse en pupa y cuando
emerge el adulto ya el insecto plaga ha muerto.
274. Las mosca Lixophaga diatraeae es efectiva contra el bórer de la
caña de azúcar (Diatraea saccharalis). Se libera en presencia de
corazones muertos en caña retoño u orificios de entrada del bórer
en caña planta.
275. El parasitoide Tetrastichus sp. contra la polilla de la col (Plutella
xylostella) en crucíferas. Dosis de 7-8 mil adultos/ha en presencia
de larvas medianas-grandes (0,7-1,0 cm).
276. El parasitoide Rogas sp. contra prodenias o mantequillas
(Spodopteras pp.) en tomate, pimiento, boniato, papa, hortalizas
de organopónicos. Dosis de 100 adultos en presencia de larvas
recién eclosionadas o masas de huevos. Contra la palomilla del maíz
(Spodoptera frugiperda) se libera a dosis de 400-500 adultos.
277. El parasitoide Euplectrus plathypenae contra el cogollero del
tabaco (Heliothis virescens). Se libera semanalmente en presencia
de ovoposiciones o larvas pequeñas.
278. El parasitoide Diadegma sp. contra el cogollero del tabaco
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(Heliothis virescens). Liberaciones semanales en presencia de
huevos o larvas pequeñas del primer instar desde la germinación.
El parasitoide Archytas marmoratus contra la palomilla del maíz
(Spodoptera frugiperda), el falso medidor (Mocis latipes) y los
gusanos de la caña de azúcar (Leucania unipuncta). Se libera en
presencia de larvas a dosis de 50 adultos.
El parasitoide Tetrastichus howardi contra el bórer de la caña de
azúcar (Diatraea saccharalis) a dosis de 15 mil individuos/ha cinco
meses posteriores a la cosecha, dos liberaciones a intervalos de tres
meses o liberaciones mensuales de 1500 individuos/ha. También se
utiliza contra otros lepidópteros en hortalizas, viandas y granos.
El parasitoide Cotesia flavipes contra el bórer de la caña de azúcar
(Diatraea saccharalis). Para su distribución se utilizan las masas de
cocones o capullos del parasitoide (estado previo al insecto adulto).
Se liberan las avispas con uno a dos días de nacidas. Cuando la
población de la plaga sobrepasa las 1500 larvas por hectárea, se
realizan las liberaciones de adultos a una dosis mínima de 6 mil
insectos por hectárea.
El parasitoide Leptomastix dactylopii contra cochinillas harinosas en
plantas ornamentales, frutales y otros cultivos.
El parasitoide Cephalonomia stephanoderis contra la broca del café
(Hypothenemus hampei). Para su liberación se colocan jaulitas de
emergencia, bien protegidas, las que tienen una malla por la cual
pueden salir las avispitas y no la hembra de la broca. Se coloca una
jaulita cada 15 árboles y entre tres surcos, cada una de las cuales
tiene 200 granos brocados que fueron infestados con 400 avispitas.
La liberación se realiza al final de la cosecha.
Bacteria entomopatógena Bacillus thuringiensis. Actúa por ingestión, por
ello la aplicación debe cumplir tres requisitos básicos: (1) el bioproducto
debe cumplir con los parámetros de calidad, (2) llegar y cubrir el órgano
de la planta del cual se alimenta el insecto, para que junto con el
alimento se lleve la bacteria al interior de su cuerpo, (3) debe ser en el
momento en que las larvas están jóvenes, pues cuando han crecido y
dejen de alimentarse ya la bacteria no entrará a su cuerpo.
Su mayor utilización es para la lucha contra larvas (gusanos) de
lepidópteros. Las dosis se ajustan en dependencia de la concentración
final del producto, de los hábitos de la plaga y del grado de infestación,
aunque generalmente están alrededor de 1-2 L/ha y la solución final de
67
aplicación no debe tener menos de 107 esporas/mL. Se puede aplicar
mediante los sistemas de aspersión que comúnmente se utilizan para los
insecticidas. Es importante lograr que el producto llegue bien distribuido
al órgano de la planta del cual se alimenta la larva del insecto. Se
recomienda que el agua para preparar la suspensión se encuentre en pH
entre 5,5-7,0.
284. En las crucíferas se emplea contra la polilla de la col (Plutella
xylostella), que ataca el repollo y el berro y contra el gusano de la
col (Ascia monuste eubotea), que se alimenta de las hojas que aún
no han cerrado.
285. En el maíz es efectiva contra la palomilla o gusano del cogollo
(Spodoptera frugiperda). Se aplica desde que brota la planta y
aparecen las puestas de huevos sobre las hojas y las primeras
larvitas en el cogollo. Se recomienda utilizar la cepa LBT-24 en
dosis de 1-2 L/ha. También se puede utilizar cuando esta plaga
ataca el arroz y el sorgo.
286. En hortalizas y viandas es efectivo contra larvas de gusanos
(noctuídos), principalmente el falso medidor (Trichoplusia
brassicae), el gusano del fruto del pimiento (Heliothis zea). Para
estos últimos la aplicación debe realizarse oportunamente, para
que el producto actúe cuando la larvita no ha penetrado el fruto o
lo ha hecho recientemente, pues cuando está ya en su interior el
bioproducto no accede a la parte del fruto donde se alimenta.
287. En el garbanzo contra el gusano del fruto (Heliothis zea) es
efectivo, siempre que se logre buena cobertura para acceder al
interior donde está la larvita.
288. En cucurbitáceas contra larvas de los gusanos de las cucurbitáceas
(Diaphania spp.).
289. En yuca, tabaco, fruta bomba y boniato se emplea contra larvas de
las primavera de la yuca (Erinnyis ello), la primavera del tabaco
(Manduca sexta), la primavera de la fruta bomba (Erinnyis alope) y
la primavera del boniato (Herse cingulata), que se controlan muy
bien con la cepa LBT-24 a dosis de 1-2 L/ha, siempre que se aplique
cuando las larvas se alimentan.
290. En pastos, contra larvas del falso medidor de los pastos (Mocis
latipes), que también puede atacar a la caña de azúcar. Se aplica
en dosis de 1-2 L/ha. Es muy importante que el bioproducto llegue
a todo el follaje de la planta, que en el caso de estas gramíneas es
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denso. En caña de azúcar también contra larvas de Leucania
unipuncta.
En tabaco contra larvas del cogollero del tabaco (Heliothis
virescens), en este caso la cepa LBT-21, en dosis de 1 L/ha.
En fruta bomba contra larvitas del perforador de la fruta bomba
(Davara caricae) en dosis de 1-2 L/ha. Garantizar una alta solución
final y presión del equipo para que el bioproducto llegue a los sitios
donde está la larva, la que además tiene cierta protección porque
se desarrolla entre los frutos que están unidos y en la zona de su
pedúnculo.
En frijoles contra larvas del pega pega de los frijoles (Hedylepta
indicata) en dosis de 1-2 L/ha. Garantizar una buena cobertura y
presión del producto en la aplicación, ya que las larvas están en las
hojas dobladas, dentro de las cuales se alimenta, por lo que el
bioproducto debe acceder a estos sitios.
En los cítricos contra larvas del minador de la hoja de los cítricos
(Phyllocnistis citrella). A pesar de que la larva se desarrolla en el
interior de la mina, se pueden lograr efectos de este bioproducto
cuando la aplicación tiene buena cobertura y se realiza en el
momento en que los adultos han puesto los huevos y la larvita
comienza a perforar para practicar la mina
También en hortalizas y frijoles contra larvas del minador de la hoja
(Liriomyza trifolii). El efecto de este bioproducto contra los
agromícidos ha sido muy discutido, pero se ha demostrado en la
práctica que resulta efectivo por un motivo directo y otro indirecto.
El efecto directo es sobre las larvitas recién emergidas, antes de
que penetren en la hoja para hacer la mina, y el efecto indirecto es
que facilita la actividad de los parasitoides sobre las larvas en las
minas al no utilizarse plaguicidas químicos, estos últimos muy
nocivos contra los parasitoides, que son diversos y muy efectivos.
Contra polillas de granos almacenados también se puede emplear,
principalmente Corcyra cephalonica, Ephestia spp., Sitotroga
cereallella, Plodia interpunctella. Para el control de larvas se
pueden preparar cebos con atrayente natural, en trampas que se
colocan en el piso y entre o sobre estibas de sacos.
También se ha incrementado su uso en la lucha contra ácaros, pero
específicamente la cepa LBT-13 que tiene buen efecto como
acaricida.
En hortalizas, papa y cítricos contra el ácaro blanco
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(Polyphagotarsonemus latus) a 1-2 L/ha.
299. En plátanos contra el ácaro rojo (Tetranychus tumidus) a 5-10 L/ha.
300. En cítricos contra el ácaro del moho (Phyllocoptruta oleivora) a
20L/ha, entre otros.
Hongos entomopatógenos. Estos microorganismos actúan principalmente
por contacto; es decir, el hongo debe llegar al cuerpo del insecto,
germinar en su superficie y penetrar a su interior, donde se reproduce, lo
invade y le provoca la muerte por micosis.
Para garantizar una buena efectividad, las aplicaciones de hongos
entomopatógenos deben cumplir cuatro requisitos básicos (1) que el
bioproducto sea de calidad, (2) que el caldo de aplicación tenga buena
cobertura, lo que significa que debe llegar al sitio donde se encuentra el
insecto a controlar, (3) que el insecto esté en sus primeras edades
(joven), (4) que la aplicación se haga en horas de la tarde-noche, para
garantizar las condiciones de temperatura y humedad requerida para la
germinación de las esporas del hongo sobre el cuerpo del insecto.
Beauveria bassiana es el mas utilizado entre los hongos entomopatógenos
que se producen como bioplaguicidas, y básicamente se emplea una cepa
en todo el país contra adultos de coleópteros, la que ha demostrado ser
muy efectiva (cepa LBB-1); aunque, también se ha utilizado una cepa de
Pinar del Río, con buena efectividad contra áfidos y otros hemípteros.
Mas recientemente, se realiza un manejo de cepas locales en la lucha
contra adultos de la broca del café (Hypothenemus hampei).
También se utilizan otras especies de hongos entomopatógenos como
Lecanicillium
(=Verticillium)
lecanii,
Metarhizium
anisopliae,
Paecilomyces fumosoroseus, Nomuraea rileyi.
301. Beauveria bassiana es efectivo contra adultos del picudo negro del
plátano (Cosmopolites sordidus) en banano y plátano. Para las
siembras nuevas se realiza la primera aplicación en el momento del
trasplante, mediante la desinfestación del chopo (inmersión en
suspensión del bioproducto) y la aplicación al hoyo (espolvoreo del
producto sólido). En plantaciones se puede aplicar directamente en
la base de la planta (producto sólido). También se pueden utilizar
trampas de pseudotallo, las que se levantan y cuando se observan
los adultos que fueron atraídos, se realiza una aspersión del
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biopreparado y se retira la trampa, lo que garantiza que una parte
de la población muera por la acción del bioproducto y otra se
traslade a los chopos y contamine el resto de la población del
insecto.
Beauveria bassiana actúa contra adultos del tetuán del boniato
(Cylas formicarius). Para la desinfestación de la semilla se
sumergen los esquejes durante 2-3 minutos en la solución al 5% (5
Kg en 100 L de agua). En plantaciones se combina con el uso de
trampas de feromona, para lo cual se colocan 16 trampas/ha y
semanalmente se asperja una superficie de un metro alrededor de
la trampa a dosis de 1 L/trampa. Esta se mantiene en la misma
ubicación durante tres semanas consecutivas, luego se cambia la
ubicación a 12 m de distancia, y así sucesivamente hasta el día
antes de la cosecha. Existen variantes a este procedimiento, las que
se han innovado en la práctica.
Beauveria bassiana contra adultos del picudito acuático del arroz
(Lissorhoptrus oryzophilus). Se aplica al suelo después del
trasplante o en el segundo aniego.
Beauveria bassiana contra adultos del picudo verde-azul de los
cítricos (Pachnaeus litus). Se aplica al suelo contra larvas y al
follaje de la planta contra los adultos, según el momento de
ocurrencia en estas partes.
Beauveria bassiana contra adultos de crisomélidos, principalmente
el crisomélido común (Diabrotica balteata) en hortalizas y el
crisomélido verde brillante en el boniato (Typophorus nigritus). En
estos casos el bioproducto se aplica al follaje de las plantas, que es
donde los adultos realizan su daño a las hojas. En el caso del
boniato también se puede realizar al suelo para lograr un mayor
control de las poblaciones del crisomélido verde brillante.
Beauveria bassiana contra adultos del tuétano de la yuca
(Lagochirus dezayasi). Se utiliza en lugares donde esta plaga incide,
para ello se desinfecta el cangre antes de la siembra mediante
inmersión en suspensión del bioproducto.
Beauveria bassiana contra adultos de chicharrones o gallegos
(Phyllophaga spp.) en piña, viveros de pino, cítricos, guayaba y
otros cultivos. Los adultos de estos insectos atacan el follaje de las
plantas y sobre este es que se realiza la aplicación, de manera que
se reduzca la población.
Beauveria bassiana contra adultos del escolítido perforador de
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ramas del café robusta (Xylosandrus compactus). Los adultos
perforan las ramas tiernas en la parte terminal de la planta, por
tanto la aplicación del bioproducto debe dirigirse al brote.
Beauveria bassiana contra adultos de la broca del café
(Hypothenemus hampei). Las hembras adultas vuelan dentro de los
cafetales para localizar frutos óptimos para perforarlos y ovopositar
en su interior. Por ello las aplicaciones foliares deben estar dirigidas
a toda la planta y en el momento que se observan los primeros
frutos hechos a maduros. Una vez que la hembra ha penetrado al
interior del fruto, ya el biopreparado no logra su acción. Puede
utilizarse combinado con el nematodo entomopatógeno
Heterorhabditis bacteriophora.
Beauveria bassiana contra la bibijagua (Atta insularis). Las
aplicaciones del biopreparado deben estar dirigidas al hoyo, para
que logren penetrar y actuar sobre toda la población del nido,
incluido el hongo del cual se alimentan. Se aplica con la mochila sin
boquilla.
Beauveria bassiana contra Thrips palmi en papa, frijol, pepino y
otros cultivos. Se aplica en presencia de la plaga y puede mezclarse
con otros bioplaguicidas.
Beauveria bassiana contra la salivita de los pastos (Monephora
bicincta). Se aplica contra poblaciones en la base de las plantas.
Beauveria bassiana contra el falso medidor de los pastos (Mocis
latipes). Las aplicaciones se dirigen al follaje contra las larvas.
Beauveria bassiana contra la chinche de encaje del aguacatero
(Pseudacysta perseae). Aplicar sobre el follaje en plantas jóvenes y
sobre el tallo en árboles, pues en los árboles viejos las hormigas que
se desplazan por el tallo hacia la copa son potencialmente
distribuidoras de las esporas del entomopatógeno.
Beauveria bassiana contra la chinche de encaje (Corythucha
gossypii) en plátanos. Se aplica sobre el follaje contra poblaciones
de inmaduros y adultos.
Beauveria bassiana contra la mosca blanca (Bemisia tabaci) en
hortalizas y granos. Este hongo también controla la mosca blanca,
sobre todo en épocas mas calurosas y puede combinarse con el
bioplaguicida a base de Lecanicillium lecanii.
Beauveria bassiana contra el descortezador del pino (Ips spp.). Se
aplica sobre el tallo de los árboles, con alta solución final para que
penetre por las perforaciones. Las hormigas que cohabitan en el
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tallo son potencialmente dispersoras de las esporas del
bioplaguicida.
Beauveria bassiana contra adultos y ninfas del salta hojas del maíz
(Peregrinus maidis). Aplicaciones al cogollo de las plantas mediante
aspersión de suspensiones o moteo del bioproducto sólido
Beauveria bassiana también se emplea contra gorgojos de granos
almacenados (Tribolium spp., Sitophilus spp., Rhizopertha
dominica, Acanthoscelides obtectus, Zabrotes subfasciatus y otros).
Para el control de adultos y larvas se espolvorea el producto sobre
las estibas de sacos y el piso del almacén; también se puede
asperjar sobre el piso y las paredes. Para tratamiento de semillas se
puede mezclar con estas.
Lecanicillium (=Verticillium) lecanii se emplea contra la moscas
blanca (Bemisia tabaci) en tomate, frijol, papa, pimiento, pepino y
otros.
Lecanicillium (=Verticillium) lecanii controla los pulgones Aphis
gossypii en fruta bomba y otros cultivos, el pulgón verde Myzus
persicae en tabaco y otros; el pulgón de la col (Brevicoryne
brassicae) en col o repollo; el pulgón de la col (Lipaphis erizini) en
col o repollo.
Lecanicillium (=Verticillium) lecanii controla Thrips palmi en
diversos cultivos.
Lecanicillium (=Verticillium) lecanii controla adultos del salta hojas
del maíz (Peregrinus maidis).
Metarhizium anisopliae se utiliza contra el picudo negro del plátano
(Cosmopolites sordidus). Para las siembras nuevas se recomienda
realizar la primera aplicación en el momento del trasplante.
También se puede desinfestar el chopo antes de sembrar. En
plantaciones se puede aplicar en la base de las plantas y combinado
con trampas de pseudotallo.
Metarhizium anisopliae controla los adultos del tetuán del boniato
(Cylas formicarius). Para la desinfestación de la semilla se
sumergen los esquejes durante 2-3 minutos en la solución al 5% (5
Kg en 100 L de agua). En plantaciones se combina con el uso de
trampas de feromona, para esto se colocan 16 trampas/ha y
semanalmente se asperja una superficie de un metro alrededor de
la trampa a dosis de 1 L/trampa. Se mantiene la trampa en la
misma ubicación durante tres semanas consecutivas, luego se
cambiar la ubicación a 12 m de distancia y así sucesivamente hasta
73
el día antes de la cosecha.
326. Metarhizium anisopliae controla adultos del picudito acuático del
arroz (Lissorhoptrus oryzophilus). Se aplica al suelo después del
trasplante o en el segundo aniego.
327. Metarhizium anisopliae controla adultos del picudo verde-azul de
los cítricos (Pachnaeuslitus). Se aplica al suelo.
328. Metarhizium anisopliae controla la bibijagua (Attainsularis). Las
aplicaciones del biopreparado deben estar dirigidas al hoyo, para
que logren penetrar y actuar sobre toda la población del nido,
incluido el hongo del cual se alimentan. Se aplica con la mochila sin
boquilla.
329. Metarhizium anisopliae controla Thrips palmi en papa, frijol,
pepino y otros cultivos. Se aplica en presencia de la plaga y puede
mezclarse con otros bioplaguicidas.
330. Metarhizium anisopliae controla la salivita de los pastos
(Monephora bicincta). Se aplica contra poblaciones en la base de las
plantas.
331. Metarhizium anisopliae controla adultos y ninfas del salta hojas del
maíz (Peregrinus maidis). Aplicaciones al cogollo de las plantas
mediante aspersión de suspensiones o moteo del bioproducto sólido.
332. Paecilomyces fumosoroseus se utiliza contra la mosca blanca
(Bemisia tabaci) en tomate, pepino, frijol y otros cultivos.
333. Paecilomyces fumosoroseus controla pulgones (Aphis gossypii,
Myzus persicae, Myzus nicotianae, Brevicoryne brassicae, Toxoptera
citricidus.
334. Paecilomyces fumosoroseus controla adultos del salta hojas del
maíz (Peregrinus maidis).
335. Nomuraea rileyi se ha demostrado que es efectivo contra la
palomilla del maíz (Spodoptera frugiperda, el cogollero del tabaco
(Heliothis virescens), el gusano del frijol de terciopelo (Anticarsia
gemmatilis), entre otros lepidópteros.
336. Las mezclas de Beauveria bassiana + Lecanicillium lecanii + Bacillus
thuringiensis y de Metarhizium anisopliae + B. bassiana son mas
efectivas contra Thrips palmi.
337. La mezcla de B. bassiana + L. lecanii + B. thuringiensis es mas
efectiva contra el crisomélido Diabrotica balteata
338. La mezcla de B. bassiana + L. lecanii es mas efectiva contra la
mosca blanca (Bemisia tabaci).
339. La mezcla de Beauveria bassiana + Heterorhabditis bacteriophora
74
controla poblaciones de la broca del café (Hypothenemus hampei).
Nematodos entomopatógenos. La especie mas utilizada en el país es
Heterorhabditis bacteriophora.
Se aplican al suelo y al follaje con los mismos equipos que se emplean
para otros bioproductos (mochilas, motomochilas, equipos de arrastre,
etc.). También se pueden aplicar mediante el sistema de riego por goteo
o por aspersión. No deben utilizarse filtros en los equipos y las boquillas
deben tener como mínimo una abertura de 500 micrones y la presión
máxima permisible es de 5 bares. Se recomienda tener equipos
específicos para las aplicaciones de nematodos, que pueden ser los
mismos que se disponen para los bioplaguicidas.
Deben utilizarse altos volúmenes de solución final (1000 L/ha) para que
se favorezca el alcance del nematodo al insecto blanco, ya que para su
desplazamiento requiere una lámina de agua. La aplicación debe lograr
una cobertura uniforme sobre el área a tratar, y mantener la suspensión
en continuo movimiento para evitar que los nematodos se depositen en el
fondo del tanque del equipo de aplicación.
Para lograr disminuir los efectos de los factores bióticos y abióticos sobre
la eficacia de los nematodos y su persistencia, se recomienda la
aplicación inundativa de una concentración alta (de hasta 1-1,5 millones
de J3/m²), como estrategia inicial para asegurar que suficientes
nematodos se pongan en contacto con el insecto plaga. Las aplicaciones
foliares deben realizarse preferentemente en horas de la tarde y después
de haber realizado un riego.
340. Heterorhabditis bacteriophora es efectivo contra larvas del picudo
verde azúl (Pachnaeus litus) en bolsas de viveros de cítricos.
341. Heterorhabditis bacteriophora es efectivo contra poblaciones del
picudito acuático del arroz (Lissorhoptrus oryzophilus).
342. Heterorhabditis bacteriophora es efectivo contra poblaciones del
tetuán del boniato (Cylas formicarius) en campos en aplicaciones
que alcancen el follaje y al suelo.
343. Heterorhabditis bacteriophora es efectivo contra el picudo negro
del plátano (Cosmopolites sordidus) en plantones.
344. Heterorhabditis bacteriophora controla larvas de cachazudos
(Agrotis spp.) en campos de hortalizas.
75
345. Heterorhabditis bacteriophora también actúa contra larvas de
gallegos o gusanos de manteca (Phyllophaga spp.) en hortalizas,
pino, pina y otros cultivos.
346. Heterorhabditis bacteriophora se aplica en los bibijagüeros (Atta
insularis) con buena efectividad.
347. Heterorhabditis bacteriophora se utiliza contra poblaciones en
granos en el suelo de la broca del café (Hypothenemus hampei).
348. Heterorhabditis bacteriophora controla pupas de Thrips palmi en
suelos donde se cultivan hortalizas y granos.
349. Heterorhabditis bacteriophora muestra buenos resultados en el
control de poblaciones en el suelo del crisomélido verde brillante
del boniato (Typophorus nigritus).
350. Cuando se emplean otros bioplaguicidas, Heterorhabditis
bacteriophora se pueden aplicar sin dificultad e incluso mezclarlos,
ya que poseen efecto sinergístico con otros agentes
entomopatógenos (Beauveria bassiana, Bacillus thuringiensis y
otros), y pueden aumentar la eficiencia y la economía de la
aplicación.
351. Heterorhabditis bacteriophora se ha utilizado exitosamente contra
las plagas del follaje larvas de la palomilla del maíz (Spodoptera
frugiperda), larvas de Thrips palmi en hortalizas y granos, larvas de
Trichoplusia ni en hortalizas y viandas, larvas de la polilla de la col
(Plutell xylostella) en col y berro, larvas de Spodoptera spp. en
hortalizas y viandas, larvas del pega pega de la remolacha
(Herpetogramma bipunctalis), poblaciones de cochinillas harinosas
(Pseudococcidae), ninfas de mosca blanca (Bemisia tabaci) en
hortalizas y frijol, poblaciones de pulgones (Aphididae).
Virus entomopatógeno. Los virus penetran las larvas de lepidópteros por
la boca cuando ingiere alimentos contaminados por los poliedros (matriz
proteica propia de los virus). En el intestino de la larva ocurre la
disolución de las partículas virales, por la acción de los jugos digestivos
altamente alcalinos.
En 48 horas, las larvas se encuentran enfermas y moribundas y suben a la
parte superior de la planta donde quedan adheridas, cuelgan de las hojas
y finalmente mueren. La aplicación debe realizarse en edades jóvenes de
las larvas, pues las partículas virales entran al cuerpo del insecto con el
alimento. El pH del agua debe estar entre 6,0 y 7,0 y no debe tener cloro
o desinfectantes.
76
352. Se utiliza contra lepidópteros como la palomilla del maíz
(Spodoptera frugiperda), el cogollero del tabaco (Heliothis
virescens), la polilla de la col (Plutella xylostella), entre otros, a
una dosis de 200-300 larvas enfermas/ha.
Hongo antagonista Trichoderma harzianum (Cepa A-34). Es un hongo
antagonista de fitopatógenos, que también tiene efectos estimulantes en
el crecimiento de la planta. Se aplica al suelo, al follaje de la planta, en
post cosecha y en tratamiento de material de siembra.
Debido a que la mayoría de los fitopatógenos se desarrollan en el suelo,
la tecnología de utilización de estos bioproductos está muy relacionada
con el manejo del suelo, por lo que se integra de manera decisiva con
otras prácticas, principalmente el sistema de preparación del suelo, el
uso de abonos orgánicos, la micorrización y la tecnología de siembra o
trasplante, entre otros.
353. Es efectivo contra Phytophthora nicotianae en tabaco. Se aplica
antes del establecimiento del semillero y se puede combinar con
solarización previa a dosis de 1 Kg/m3 de la materia orgánica que se
va a incorporar.
354. Se emplea contra la pudrición de la base del tallo o damping off en
tabaco, causada por Rhizoctonia solani. Igualmente se mezcla con
el sustrato. Una vez esterilizado el substrato y aireado se realiza la
aplicación. Se repite semanalmente hasta que el crecimiento de las
hojas cubra la superficie del alvéolo. Inocular la materia orgánica
antes de incorporarla a los semilleros.
355. Para tratamiento de semillas contra patógenos del suelo en
hortalizas, granos y ornamentales se mezcla con la semilla
humedecida (inmersión en la solución liquida al 10% o sólido una
suspensión 20 g/L durante 10 minutos). Se secan a temperatura
ambiente durante tres días, sin recibir sol para el secado. Pueden
almacenarse hasta 45 días después del tratamiento. También puede
utilizarse mediante espolvoreado o asperjado sobre la semilla en el
surco o cantero antes de taparlo, o se puede peletizar la semilla
con la adición de zeolita en polvo, lo que contribuye a un mejor
desarrollo de la plántula.
356. Actúa contra la pudrición de la base del tallo en tabaco, causada
por Phytium sp. Aplicación en semillero de tabaco combinada con la
siembra y a la retirada del cobertor, se utiliza la materia orgánica
77
como vehículo (10 kg/ha).
357. Se emplea contra la pudrición de la base del tallo o damping off en
hortalizas, causada por Phytium aphidermatum. Se seleccionan las
plántulas sanas y se desinfecta el mazo durante 10 minutos (20 g/L)
antes del trasplante. Para viveros de ornamentales se aplica al
suelo y se siembra inmediatamente después.
358. Controla la pudrición del tallo en bulbos de ornamentales, causada
por Phytophthora parasítica. Inmersión del bulbo durante 10
minutos o mezcla con el biopreparado a una dosis de 20 g/L durante
10 minutos.
359. Se utiliza contra la marchitez del pimiento (Phytophthora capsici).
A partir de la germinación de semilla, bulbos o establecida la
plantación a una dosis sólida 6-8 kg/ha y líquida de 15-20 L/ha.
360. Actúa contra el tizón de la base del tallo (Sclerotium rolfsii) en
sustratos de semilleros de hortalizas. Inocular la materia orgánica
antes de incorporarla a los canteros de los organopónicos y huertos
intensivos.
361. Se emplea contra Fusarium spp. Inocular la materia orgánica antes
de incorporarla a los canteros de los organopónicos y huertos
intensivos y en la base de las plantas.
362. Es efectiva contra Drechlera halodes y D. rostrata en caña de
azúcar. Tratamiento de semillas botánica a 50-70 g/kg de semilla.
Hongo nematodopatógeno Trichoderma viride (cepa TS-3). Afecta a los
nematodos formadores de agallas por parasitismo directo en juveniles de
segundo estado y huevos o la producción de metabolitos tóxicos.
363. La cepa TS 3 de Trichoderma viride se utiliza en hortalizas y otros
cultivos con muy buenos resultados. Se ha comprobado que su
utilización contra nematodos formadores de agallas (M. incognita)
en casas de cultivo, a una dosis de 8 kg/ha en diferentes etapas del
cultivo del tomate, reduce las poblaciones de grado 3-4 a grado 1.
Hongo nematodopatógeno Paecilomyces lilacinus. Es un hongo típico de
suelo, que parasita los huevos y hembras de los nematodos, con la
participación de enzimas líticas que causan deformaciones, destrucción
de ovarios y reducción de la eclosión. Produce toxinas que afectan el
sistema nervioso y causan deformación en el estilete de los nematodos
que sobreviven, lo que permite reducir sus poblaciones y el daño.
78
Aunque se han encontrado aislamientos patógenos a humanos, los
obtenidos a partir de nematodos, que constituyen los principios activos
de estos productos, no tienen riesgos para la salud. No obstante, por este
motivo se ha dejado de producir en Cuba; sin embargo durante varios
años se empleó con buenos resultados, al igual que en otros países de la
región donde se utiliza bastante. Por ello es recomendable se analice la
posible recuperación de la producción y uso de este bioplaguicida.
364. Se ha comprobado en diferentes estudios y se requieren 106
propágulos/g de suelo para el control de poblaciones de nematodos
formadores de agallas (Meloidogyne incognita).
365. Contra el nematodo del plátano (Radopholus similis) en
plantaciones se han obtenido buenos resultados a concentraciones
de 109 conidios/g. Se puede incorporar al suelo en la base de las
plantas (madre no cosechada e hijos) a dosis de 50 g en el momento
de la siembra y 100 g a los seis meses de plantado.
366. En el caso de aplicaciones al banano en el momento de la siembra,
se debe garantizar una semilla correctamente mondada (saneada),
sin necrosis. Se aplican 100 g del producto en la zona del hoyo, en
contacto con las nuevas raíces y se tapa de inmediato.
367. En vitroplantas se puede aplicar a razón de 40 g por bolsa, un mes
antes del trasplante y 100 g al hoyo en la siembra.
368. En tomate se obtienen buenos resultados contra Meloidogyne
incognita, aplicado al suelo, a dosis de 200 g/m2 en concentraciones
de 109 esporas/mL.
369. En plántulas de guayaba y cafeto, se sumergen las raíces en la
suspensión del bioproducto antes de trasplantar, y se aplica en
forma sólida en el hoyo antes de colocar la plántula junto con el
abono orgánico.
Biopreparados de nim. El árbol del nim (Azadirachta indica) tiene
propiedades
como
repelente,
anti
alimentario,
esterilizante,
desorientador de la ovoposición, insecticida y regulador del crecimiento.
Actúa por contacto–ingestión. También actúa como fago disuasivo (anti
alimentario) por lo que los insectos dejan de comer, pierden peso y se
interrumpe su crecimiento y desarrollo, y causan la muerte entre los
cuatro y seis días.
Para preparar extractos acuosos de frutos estos se cosechan cuando por
lo menos el 15% esté maduro o de color amarillo, posteriormente se
79
despulpan a mano o con una máquina, se lavan con agua y se secan al sol
durante los primeros 2-3 días, luego se colocan a la sombra en un sitio
aireado para continuar el proceso de secado durante 2-3 semanas.
Posteriormente se descascaran y muelen.
Se ha comprobado sus efectos sobre diversas especies de insectos plagas,
principalmente contra la palomilla del maíz (Spodoptera frugiperda),
mosca blanca (Bemisia tabaci), gusano de alfiler del tomate (Keiferia
lycopersicella), polilla de la col (Plutella xylostella), cogollero del tabaco
(Heliothis virescens), gusano del pepino (Diaphania hyalinata), tetuán del
boniato (Cylas formicarius), chinche verde hedionda (Nezara viridula).
También sobre el ácaro de las dos manchas (Tetranychus urticae) y el
ácaro rojo (Panonychus citri).
370. Antes de aplicar productos del nim se sumergen en agua, a una
proporción de 20-25 g/L de agua, durante 6-8 horas, se remueven
cada cierto tiempo y antes de filtrar, se deja en reposo durante dos
minutos y luego se filtra con un tamiz fino. La aplicación debe
realizarse de inmediato pues si demora o se deja para el día
siguiente, el extracto acuoso se descompone y pierde sus
propiedades; se utiliza a dosis de 0,6-0,7 g de polvo/m² (6-7 kg/ha)
con una solución final de 300-600 L/ha.
371. También se pueden preparar a partir de hojas de la planta, para
esto se colocan sobre bandejas de metal y se exponen a secado
natural, durante los primeros cuatro días puede ser al sol
directamente, pero posteriormente a la sombra. Luego se procede
igual que con las semillas, al molerlas para preparar un polvo, lo
mas fino posible.
372. En el caso de las semillas verdes, se parten e introducen en un saco,
el que se sumerge en un recipiente con agua y se deja en reposo
por 24 horas, tiempo en el que está listo para aplicar. Se le llama té
de nim.
Biopreparado de paraíso. El árbol conocido como paraíso (Melia
azederach) posee en su composición química principios activos
detectados en las hojas y los frutos con efecto insecticida, acaricida y
nematicida, así como con acción anti apetitivo y regulador de
crecimiento; también es una planta ornamental y tiene algunas
propiedades medicinales.
80
Los frutos, después de secados debidamente, se someten a un proceso de
molinado con un molino de martillo o con similares características, para
lograr un tamaño en la partícula de 2 mm, aproximadamente. El
insecticida producido en forma de polvo seco, se puede conservar hasta
30 días ubicado en un almacén aireado, libre de humedad y de luz solar.
373. Para el empleo en forma de extracto acuoso el insecticida obtenido
en forma de polvo por el molinado de las semillas, se mezclará con
agua en una proporción de 75 a 150 g/L, se somete a agitación, a
intervalos regulares durante dos horas y se dejará reposar entre 12 y
24 horas para lograr una óptima extracción del principio activo, para
posteriormente filtrarlo a través de una malla fina.
374. La solución acuosa preparada se asperja sobre el follaje de la planta
en la lucha contra diversas plagas de insectos, principalmente moscas
blancas, pulgones, trips, larvas de lepidópteros, crisomélidos,
minadores de las hojas, ácaros y otras. Estas se realizarán
preferiblemente en horas de la tarde y son compatibles con Bacillus
thuringiensis a nivel de campo y en mezclas.
375. Cuando se vaya a usar el producto insecticida en forma de polvo
seco, el material molinado podrá aplicarse de inmediato
directamente al cultivo en forma de moteo en el cogollo del maíz,
sorgo o fruta bomba a dosis de 3 g/planta.
Biopreparado de hojas secas de tabaco (Tabaquina). La planta de tabaco
(Nicotiana tabacum) posee una alta concentración de nicotina en su
follaje, por ello se ha demostrado que tiene una elevada actividad como
insecticida, al actuar por asfixia o contacto, así como por ingestión. Para
producir artesanalmente lo que se conoce como Tabaquina, se utilizan los
residuos de la elaboración del tabaco (venas, polvillo, restos de hojas) o
directamente las hojas secas de la planta.
376. Para su preparación se fracciona 1 kg de los residuos de la
elaboración del tabaco, se sumerge en 4 L de agua por 8-10 horas y
se filtra mediante una malla fina o tela. En el momento de la
aplicación se diluye en 20 L de agua y se agregan 10 g de hidrato de
cal (cal viva) por litro de la solución de aplicación. Una vez
preparado se debe aplicar de inmediato pues pierde su actividad. Se
puede adicionar adherente.
377. También se elabora en forma sólida mediante el molinado de los
residuos de la industria del tabaco, el cual se prepara igual que el
81
método anterior. Se emplea con muy buenos resultados en
aplicaciones foliares para la lucha contra diversas especies de
insectos y ácaros, entre otras plagas.
378. Puede aplicarse mediante el sistema de riego, para el control de
nematodo de las agallas en la guayaba.
Otros biopreparados botánicos. Las plantas son la fuente de compuestos
orgánicos mas importante que existe, entre ellos los metabolitos
secundarios, que pueden ser bioactivos, de acción insecticida, acaricida,
nematicida, molusquicida, rodenticida, fungicida, bactericida y
herbicida.
Otros preparados botánicos son aquellas extracciones acuosas, cocciones,
polvos, fermentados o lixiviados que se elaboran de manera artesanal por
el propio agricultor, a partir de plantas o sus partes, que cultivan o
colectan en su finca o lugares cercanos y que se emplean por sus
propiedades como plaguicidas, anti alimentarios, repelentes,
coadyuvantes, diluyentes, entre otras.
Estos biopreparados se utilizan en forma sólida y liquida, se asperjan o
espolvorean (motean) sobre el follaje de las plantas, se incorporan al
suelo, se mezclan con las semillas, entre otras formas de utilización en la
lucha contra los organismos nocivos.
Pueden elaborarse a una escala artesanal o semi mecanizada, lo que les
confiere ciertas ventajas para el agricultor, debido a que lo prepara
cuando lo va a utilizar, por lo que es mas sostenible cuando la planta
(materia prima) la cultiva en la propia finca. Muchas veces estas plantas
se siembran como parte de la cerca viva o en sitios no explotados.
Aunque no están bien estudiadas las dosis, se recomienda la utilización
del biopreparado obtenido al 10%.
379. La adelfa (Nerium oleander). Hojas. Insectos: salta hojas (Empoasca
spp.), polilla de la col (Plutella xylostella), pulgones (Aphdidae),
gorgojos (Sitophilus oryzae). Hongos fitopatógenos: Dreschlera
oryzae, Fusarium solani, Rhizoctonia solani.
380. Ajo (Allium sativum). Hojas y cáscara. Insectos: pulgones
(Aphididae), prodenias (Spodoptera spp.), chiche (Dysdercus spp.),
gorgojos de los frijoles (Callosobruchus spp.), thrips (Thripidae).
Hongos
fitopatógenos:
Alternaria
tenuis,
Botritis
allii,
82
381.
382.
383.
384.
385.
386.
387.
388.
Cladosporium sp., Colletotrichum sp., Curvularia lunata, Diplodia
maydis, Helminthosporium sp., Phomopsis sp., Phytophthora
infestans, Pseudoperonospora cubensis. Pyricularia sp. Bacterias
fitopatógenas: Erwinia sp., Pseudomonas sp., Xanthomonas sp.
Anón (Annona squamosa). Semillas. Insectos: pulgones (Aphididae),
guagua verde (Coccus viridis), polilla de la col (Plutella xylostella),
prodenias (Spodoptera spp.), salta hojas del arroz (Tagosodes
oryzicolus), gorgojos de granos almacenados (Callosobruchus spp.,
Oryzaephilus surinamensis, Tribolium casataneum, Rhizopertha
dominica, Sitophilus oryzae).
Caña santa (Cymbopogon citratus). Hojas. Ácaros: ácaro rojo
(Tetranychus spp.). Hongos fitopatógenos: Alternaria tenuis,
Botritis allii, Cladosporium fulvum, Dreschlera oryzae, Fusarium
oxysporium, Gibberella fujikuroi, Pyricularia oryzae, Rhizoctonia
solani, Sclerotium sp. Nematodos: Meloidogyne incognita.
Cardón, cardona (Euphorbia spp.). Tallo. Insectos: pulgones
(Aphididae), mosca blanca (Bemisiatabaci), salta hojas (Empoasca
sp.), crisomélidos (Chrysomelidae).
Cebolla (Allium cepa). Hojas y cáscara. Insectos: pulgones
(Aphididae), crisomélido común (Diabrotica balteata), gusano de la
col (Ascia monuste eubotae), gorgojos (Callosobruchus spp.,
Tribolium castaneum). Hongos fitopatógenos: Alternaria tenuis,
Botritis allii, Curvularia lunata, Diplodia maydis, Gibberella
fujikuroi, Helminthosporium sp., Phytophthora infestans. Bacterias
fitopatógenas: Erwinia sp., Pseudomonas sp., Xanthomonas sp.
Chirimoya (Annona cherimolia). Semillas. Insectos: pulgones
(Aphididae), primavera del tabaco (Protoparce sexta jamaicensis).
Ácaros: Ácaro rojo (Panonychus citri).
Eucaliptos (Eucaliptos spp.). Hojas, ramas y tallo. Insectos:
pulgones (Aphididae), primavera del tabaco (Protoparce sexta
jamaicensis), gorgojos (Sitophilus oryzae). Hongos fitopatógenos:
Phomopsis sp. Bacterias fitopatógenas: Xanthomonas sp.
Flor de muerto (Tagetes erecta). Raíces y flores. Insectos: pulgón
de los frijoles (Aphis craccivora), polilla de la col (Plutella
xylostella), falso gusano medidor de las yerbas (Mocis latipes),
mosca blanca (Bemisia tabaci), chinche teñidora (Dysdercus
cingulatus). Hongos fitopatógenos: Dreschlera oryzae, Piricularia
oryzae, Uromyces phaseolina.
Fruta bomba (Carica papaya). Semillas, raíces y hojas. Insectos:
83
389.
390.
391.
392.
393.
gorgojos (Sitophilus oryzae). Nematodos: Meloidogyne spp.,
Rotylenchus sp., Helicotylenchus sp. Hongos fitopatógenos:
Drechslera oryzae, Erysiphe sp., Hemileia vastatrix.
Güirito espinoso (Solanum globiferum). Semillas. Insectos: pulgones
(Aphididae), prodenias (Spodoptera spp.). Hojas y frutos.
Higuereta (Ricinus communis). Semilla y follaje. Insectos: pulgones
(Aphididae),
mosca
blanca
(Bemisia
tabaci),
gorgojos
(Callosobruchus spp.). Nematodos: Meloidogyne spp., Pratylenchus
sp., Helicotylenchus sp. Hongos fitopatógenos: Colletotrichum
coccodes, Fusarium sp., Rhizoctonia sp. Roedores: Mus musculus,
Rattus rathus.
Lantana (Lantana cámara). Hojas. Roedores: Mus musculus.
Pino (Pinus spp.). Hojas. Hongos fitopatógenos: Botritis allii,
Fusarium sp., Phytophthora sp., Rhizoctonia sp., Thielaviopsis
basicola.
Piñón botija (Jatropha curcas). Semillas. Insectos: falso gusano
medidor de las yerbas (Mocis latipes). Tomate (Solanum
lycopersicum). Hojas. Insectos: pulgones (Aphididae), gusano de la
col (Ascia monuste eubotae), polilla de la col (Plutella xylostella),
primavera del tabaco (Protoparce sexta jamaicensis), mosca blanca
(Bemisia tabaci). Nematodos: Meloidogyne spp., Pratylenchus sp.
La ventaja que tiene conocer y atender estas plantas está en que el
agricultor puede disponer de la materia prima para elaborar los
biopreparados en su propia finca. Es decir, cuando se va a realizar
una aplicación, se cosechan los órganos y se procede a su
preparación.
Biopreparados botánicos contra caracoles y babosas. Existen algunas
plantas con propiedades molusquicidas mediante tratamientos directos a
estos gasterópodos en suspensiones acuosas o en forma sólida.
394. Adelfa (Nerium oleander). Aplicar al 10%.
395. Ají picante (Capsicum spp.). Se hierven por 15 minutos 25 fruticos
(machacados) en cuatro litros de agua y luego de añaden 250
gramos de ajo (Allium sativum); se hierve nuevamente por otros
cinco minutos. Para su uso se diluye un litro de este preparado en
15 litros de agua y se aplica a la base de la planta.
396. Güirito espinoso (Solanum globiferum). Los frutos se desmenuzan
manualmente y se ponen a secar al sol durante tres o cuatro días
hasta que estén crujientes; después se muele el material hasta un
84
tamaño de partícula ≤ 2 mm. Posteriormente se coloca en una
estufa a 60 °C, o también se puede utilizar un secador solar.
Cuando esté seco se reduce a polvo en un molino o se machaca.
397. Piñón de botija (Jatropha curcas). Se emplea para el control de
moluscos el aceite formulado de las semillas al 50%.
398. Güirito (Solanum mammosum). El extracto alcohólico de los frutos
al 25%, garantiza una efectividad de hasta el 100% de las
poblaciones de caracoles.
Adherentes y tensoactivos. En algunos casos se puede mejorar la
actividad biológica de los preparados botánicos y otros insecticidas con la
adición de adherentes y tensoactivos de origen botánico.
399. Utilizar el jugo de la sábila (Aloe spp.), que tiene propiedades
adherentes y el jugo del henequén (Agave fulcroides) y del
jaboncillo (Sapindus saponaria) que son tensoactivos.
Lixiviados del raquis del plátano. Los ácidos fúlvicos extraídos mediante
lixiviación del raquis de plátano, contienen una alta concentración de
potasio, el cual tiende a inducir resistencia a algunas enfermedades
mediante aspersiones foliares. Se ha informado efectivo contra mildiu en
rosa, sigatoka en plátanos y como nutriente en tomate.
Los productores de banano que procesan en la propia finca para envasar las
manos, aprovechan el raquis y lo procesan en un lixiviador, que pueden ser
recipientes plásticos de gran capacidad o tanques de mampostería
construidos al efecto (cisterna), en el fondo de los cuales coloca un tubo
de salida, para cosechar el líquido que se lixivia del raquis.
También se puede construir un piso inclinado de mampostería, para
colocar encima los raquis, pero en este caso debe tener doble inclinación
hacia un lado y hacia el centro, en este último se deja un canal que
termina en un recipiente de colecta. Este lixiviador se puede construir en
sitios cerca de los campos y debe estar techado, preferiblemente de guano
u otros materiales rústicos.
400. El lixiviado se almacena en recipientes plásticos y se utiliza a partir
de los 90 días de obtenido, para ello se prepara una solución al 5%
que se asperja semanalmente sobre el follaje de la planta.
Abonos orgánicos procesados. Los abonos orgánicos elaborados como
85
compost y lombricompost son muy ricos en nutrientes y por tanto
recomendados para su incorporación al suelo para mejorar el contenido
de materia orgánica, entre otras propiedades del suelo, que contribuyen
a la nutrición de las plantas cultivadas.
Cuando se emplean abonos orgánicos en el suelo antes, durante o con
posterioridad a la siembra o trasplante, se favorece la actividad de los
reguladores naturales de insectos, ácaros, hongos, nematodos y otros
organismos nocivos que habitan en el suelo. También cuando se combinan
con bioplaguicidas que se aplican al suelo mejora los efectos de estos
bioproductos.
Últimamente se incrementan las aplicaciones foliares, y los abonos
orgánicos contribuyen a la reducción de las afectaciones por
enfermedades causadas por hongos y bacterias, ya que se favorece el
desarrollo de los tejidos, los que se afectan menos o son mas tolerantes;
además, los organismos benéficos presentes en el bioproducto y los
nutrientes que lo integran tienen los efectos. Es decir, la microflora
epifítica que crece de manera simbiótica en la superficie de los órganos
de la planta, se beneficia con estos bioproductos, pues la planta segrega
mas sustancias nutritivas para estos, a la vez que portan nutrientes y
microorganismos que los benefician y mejoran, todo lo cual mejora su
actuación en la defensa natural de las plantas.
401. Depositar e incorporar los abonos orgánicos (compost,
lombricompost) al suelo en el momento de la siembra en surcos o
en el hoyo para árboles. También se pueden combinar con la
micorrización de las plántulas. Si en ese momento se aplican
bioplaguicidas, se pueden mezclar o colocar juntos (Trichoderma,
Paecilomyces lilacinus u otros). El abono orgánico, la micorriza y el
bioplaguicida tienen efectos combinados sobre los fitopatógenos del
suelo, principalmente hongos y nematodos.
402. Del compost y el lombricompost se puede elaborar el té de
compost, mediante su introducción en bolsas de yute o plásticos
(sacos) y luego remojar en agua para extraer el producto de forma
artesanal. También existe el té de compost obtenido por
fermentación aeróbica, que es de mayor calidad por su contenido.
Su aplicación foliar en cultivos y momentos autorizados, tiene
efectos nutricionales y fitosanitarios combinados.
86
Abonos orgánicos sin procesar. También las aplicaciones de materia
orgánica sin descomponer, como el estiércol de animales, los
subproductos de la cosecha, entre otros.
403. Se puede incorporar al suelo descompuesto o sin descomponer, y
considerar su posible efecto tóxico sobre la semilla o la planta,
según sea el momento de la incorporación. Cuando se emplea sin
descomponer actúa como una biofumigación, debido a que durante
el proceso de descomposición se liberan gases tóxicos y calor que
afecta a los fitopatógenos en el suelo.
Microorganismos eficientes nativos (MEN). Son una mezcla de diferentes
microorganismos benéficos, tanto aeróbicos como anaeróbicos,
principalmente constituidos por hongos actinomicetes, levaduras,
bacterias ácidos lácticos y fotosintéticos, presentes en grandes
cantidades en la naturaleza. El inoculo se puede adquirir comercialmente
o buscar naturalmente en bosques donde no haya existido actividad
humana, estos últimos son los MEN.
No constituyen riesgos biológicos de ningún tipo, pues su utilización está
basada en rigurosas investigaciones realizadas en diferentes países, en las
cuales se ha demostrado que el desarrollo de estos microorganismos
constituye un proceso continuo, que concluye con el dominio de los que
tienen propiedades antioxidantes.
Se ha demostrado que es posible producir un inóculo de calidad mediante
un proceso artesanal de fermentación sólida anaeróbica, a partir de
cepas y sustratos locales. La producción artesanal consiste en la colecta
del inóculo (población nativa de microorganismos eficientes) en un sitio
no intervenido (natural) en la finca (bosques o monte), los que localizan
en la superficie del suelo debajo de la hojarasca.
Con este inóculo se elabora el biopreparado, y se utiliza como sustrato
algún cereal (cabecilla de arroz, cáscara o salvado de arroz, trigo, etc.),
al que se le adiciona como fuente nutricional levadura o melaza y leche o
yogurt natural.
Estos componentes se mezclan hasta lograr una biomasa semi compacta,
la que al apretarse con la mano se mantiene y no se desintegra. Toda
esta biomasa se introduce, apretadamente o compactada, en el interior
de un recipiente plástico hasta casi llenarlo, el que se tapa
87
herméticamente para favorecer el proceso de fermentación anaeróbica.
Existen en el país diversos agricultores con muy buenas experiencias
sobre elaboración artesanal en la propia finca de microorganismos
eficientes nativos (MEN) y su utilización en diferentes cultivos, con
efectos nutricionales importantes en el crecimiento vegetativo y la
reducción de fitopatógenos.
El efecto fitosanitario de la aplicación de MEN en el follaje de las
plantas, se expresa por (1) la mejor nutrición de la planta que aumenta
su vigor y por tanto es menos sensible a fitopatógenos y otros organismos,
(2) favorecimiento de la microflora epifítica, que son microorganismos
que viven en simbiosis con la planta en la epidermis de sus órganos y al
aplicar el MEN estos microorganismos incrementan su actividad como
defensa natural de las plantas, entre otros efectos.
404. Se aplican directamente en el suelo, en la base de las plantas y en
su follaje. En aplicaciones foliares o al suelo se utilizan 2 mL de
MEN + 2 mL de melaza/L de agua; cuando se aplica por el sistema
de riego (goteo, aspersores) se incrementa la dilución a una parte
de MEN, mas una parte de melaza en 10 L de agua.
Plaguicidas minerales. El uso de determinados minerales en la lucha
contra los organismos nocivos ha sido variado y generalmente en
sustitución de plaguicidas químicos ante situaciones muy específicas. No
obstante, se ha demostrado que estos pueden ser efectivos cuando se
utilizan racionalmente.
Por supuesto, es muy importante entender las características de cada
mineral y los efectos colaterales posibles, entre otras precauciones que
contribuyen a su utilización eficiente. Durante muchos años se ha
explotado el cobre por sus efectos fungicidas, pero debe tenerse
precaución por sus efectos nocivos sobre los enemigos naturales; la cal es
muy utilizada, pero no debe mezclarse ni combinarse con el bioplaguicida
Trichoderma porque inhibe los efectos de este último; se aprecian
avances con la zeolita de granulación muy fina, sola y combinada con
Trichoderma.
405. La cal hidratada se ha generalizado como un efectivo protector de
las plantas contra organismos fitopatógenos, por lo que se emplea
regularmente con carácter preventivo en aplicaciones foliares. Si es
88
406.
407.
408.
409.
410.
411.
412.
413.
en forma de hidrato de cal se aplica a dosis de 4 kg/ha y como
lechada a 3-4 L/ha.
Hay agricultores que utilizan lo que se llama agua de cal, que es el
sobrenadante que queda al depositarla y dejarla decantar. Es muy
efectivo para mantener la planta libre de fitopatógenos.
También se han obtenido buenos efectos con aplicaciones foliares
de cal contra poblaciones de insectos de cuerpo blando, como son
los huevos y larvas de lepidópteros, los pulgones, los trips, las
ninfas de moscas blancas, las cochinillas harinosas y otros que se
desarrollan expuestos en los órganos de la planta.
Desde luego que el uso de la cal como plaguicida requiere cuidados
especiales, ya que no debe mezclarse con ningún plaguicida químico
o biológico, y las aplicaciones se deben realizar después del riego o
la lluvia. Tampoco debe aplicarse contra plagas del suelo ya sean
fitopatógenos, fitonematodos o insectos, porque puede tener
efectos adversos sobre el funcionamiento del suelo, como por
ejemplo cambiar su acidez.
También se utilizan para el control de babosas, mediante la
realización de barreras de cal por los senderos donde transitan.
Su uso en el tratamiento de semillas botánicas contra plagas de
almacén está demostrado contra fitopatógenos o insectos, como los
gorgojos y las polillas.
Las zeolitas se puede aplicar en el suelo entre el 25 al 75% en el
cultivo del plátano (Musa paradisiaca), lo que disminuye las
poblaciones de nematodos hasta los niveles mas bajos, debido a que
la zeolita ejerce un efecto nematicida (impide el nacimiento de
nuevos nematodos, estimula la reproducción de sus enemigos
naturales, no permite que el agua y los nutrientes lleguen
fácilmente al nematodo, etc.).
También en el tratamiento a la semilla, inclusive si es combinado
con turba y micorrizas, contribuye a que las semillas germinen mas
rápidamente, las plántulas también se desarrollaron mejor y
manifestaron mayor vigor, un color verde intenso, mayor número y
tamaño de las hojas y de raíces, además de ser menos afectada por
las enfermedades. Existen experiencias muy efectivas en la mezcla
de zeolita muy fina con Trichoderma harzianum para peletización
de semillas botánicas.
En la mezcla con semillas botánicas para prevención y reducción de
afectaciones por plagas de almacén (gorgojos, polillas, ácaros), la
89
zeolita actúa como deshidratador del cuerpo de estos insectos, para
lo cual puede mezclarse con esta al 15-20% del volumen a tratar.
Trampas de atracción-captura de insectos. Tradicionalmente se han
utilizado diferentes tipos de trampas para reducir poblaciones de insectos
nocivos, para lo que se han desarrollado diferentes modelos, los que
combinan variados mecanismos de atracción y captura de adultos.
En el uso de trampas de captura como método de control es muy
importante considerar el aspecto económico, pues los costos de
fabricación generalmente son elevados, por ello se atribuye mucha
importancia a las trampas rústicas, elaboradas con materiales de
desecho; aunque en estos casos es imprescindible garantizar su
efectividad.
La mayoría de las trampas deben atenderse con una periodicidad
semanal, para eliminar los insectos capturados y sustituir el atrayente,
este último se degrada muy rápido debido a los efectos de las radiaciones
solares, las altas temperaturas y las lluvias.
Algunas de estas trampas se combinan para autoinoculación con
bioplaguicidas y luego liberar los insectos adultos en el campo, con el
propósito de que infecten el resto de la población.
414. Trampas de atracción-captura con melaza y mechón para adultos de
lepidópteros. Las mayores experiencias se tienen al colocar un
mechón en el centro de un recipiente de metal o un neumático
cortado en el medio, donde se sitúa la solución de melaza u otra
que atraiga y capture los adultos. Muy utilizadas para atraer
poblaciones de adultos de lepidópteros (Mocis latipes) en pastos y
otros cultivos. También se puede utilizar luz incandescente, pero se
eleva el costo por uso de electricidad e insumos.
415. Esta trampa de atracción-captura de melaza y mechón se puede
combinar para decidir las liberaciones del parasitoide de huevos
Trichogramma, ya que cuando los primeros adultos acuden y son
capturados en la solución de melaza, significa que ya ovopositan en
las plantas cultivadas, y por tanto puede realizarse la primera
liberación del entomófago.
416. Trampas de atracción-captura de frascos plásticos y atrayentes para
moscas de la fruta. Las trampas se confeccionan con frascos
plásticos de refresco desechados (capacidad: 1,0 o 1,5 L), a los
90
cuales se les practican aberturas laterales en 2-3 lados, de
aproximadamente 2 cm2 cada una, todas a una altura de la mitad
del frasco. En el fondo se introduce la solución que actúa como
atrayente, que debe estar compuesta por un atrayente alimenticio,
que puede ser levadura torula, guarapo, fermentado de cáscara de
piña, orine humana, urea u otros. Todos en una proporción de 5-10%
del atrayente y el resto de agua; si existiese bórax, se pueden
agregar 3-5 g. Las trampas se atan a una rama mediante un
alambre, de manera que quede ubicada a la sombra y a una altura
que no pueda ser alcanzada por animales. Ha demostrado ser
efectiva en guayaba y mango en la reducción de poblaciones de
moscas de la fruta (Anastrepha spp.) con urea como atrayente y en
fruta bomba para la mosca de la fruta (Toxotrypana curvicauda) con
jugo de piña.
417. Trampas de atracción-captura de frascos plásticos, feromona y
bioplaguicida (trampa de tetuán). Son las trampas para el control
del tetuán del boniato (Cylas formicarius) que emplean una
feromona específica para la atracción de los adultos. Se han
desarrollado varias formas de utilización de esta trampa. Una forma
es cuando el bioplaguicida B. bassiana, en forma sólida, se
introduce en el fondo de la trampa para que infecte los adultos
atrapados; posteriormente dichos adultos se liberan para que
dispersen el hongo en el resto de la población que está en el campo
y la trampa se activa de nuevo con el bioproducto, operación que se
realiza cada 5-7 días, según las condiciones ambientales. También
se coloca en el fondo del pomo una solución con ceniza vegetal, la
que mata el adulto que cae a la trampa. Otra forma es asperjar el
bioplaguicida Beauveria bassiana en los alrededores de la trampa,
se mueven de sitio y aplicar cada vez, proceso que se realiza
durante el ciclo del cultivo. Hay otras variantes de este tipo de
trampa.
418. Trampas de atracción-captura de frascos plásticos y atrayentes
alcohólicos (trampa de broca). Consiste en un recipiente desechable
de refresco embotellado de 1,5-2 litros, con una abertura en su parte
central para permitir la difusión del atrayente y la entrada de adultos
de la broca del café (Hypothenemus hampei). Se coloca el atrayente
en un frasquito desechable de medicamento, el que tiene un orificio
que permita la salida del olor de los alcoholes. Los adultos hembras
son atraídos por el olor y se atrapan en el contenedor inferior que
91
419.
420.
421.
422.
contiene agua. Se utiliza como atrayente una mezcla de alcohol
metílico y alcohol etílico, a una proporción de 3:1. La trampa se
sujeta a una rama de la planta de café, a un metro del suelo en las
etapas post cosecha y pre cosecha, a mayor altura durante la etapa
de fructificación-cosecha. Se ubican en el interior del campo y en los
lados de este que colindan con caminos y sitios de depósito de
cosecha.
Una variante de esta trampa es sustituir el agua del fondo del pomo
por bioproducto sólido de B. bassiana, con cepas locales de este
hongo. Se procede de la misma forma que las trampas de tetuán, al
liberar las hembras adultas capturadas (infectadas) para que
dispersen el hongo en el cafetal, lo cual es mas efectivo para las
trampas que se colocan en las etapas de post cosecha y pre cosecha.
Trampas de atracción-captura de bandejas pintadas y agua. Muy
utilizada para monitoreo, pero en ocasiones se emplea también para
la supresión de poblaciones en cultivos en que los pulgones y las
moscas blancas son plagas habituales, pero que sus niveles
poblacionales no requieren de aplicaciones de plaguicidas. Las
bandejas se ubican en un soporte a cierta altura del suelo, según el
cultivo.
Trampas de atracción-captura pancartas o tableros engomados.
Generalmente se construyen de material resistente a la lluvia y el
sol. Se pintan de colores que atraigan los insectos de interés y se
recubre de un pegamento. Se coloca en sitios convenientes en los
campos. Es muy importante que el color sea el indicado y que el
pegamento sea el correcto, pues muchas veces se emplea grasa
sólida de vehículos y esta se endurece y cambia el color de la
trampa, lo que obstaculiza su funcionamiento.
Trampas de atracción-captura de recipientes con melaza. Se utilizan
recipientes de cualquier tipo (frascos de refresco de 1,0-1,5 L), los
que pueden colocarse sobre un pedestal. Son efectivas para atraer y
capturar diferentes insectos que atraen los olores de la melaza,
principalmente adultos de lepidópteros.
Métodos físicos para el control de babosas. Se requiere del conocimiento
de su hábitat (lugares húmedos y sombríos como bloques, detrás o debajo
de las tejas, entre la vegetación tupida, entre otros sitios).
423. Recogida de caracoles y las babosas, preferiblemente en horas de la
mañana. Se pueden confeccionar implementos específicos
92
(colectar, pinchar). Mas propio para sitios pequeños.
424. La colocación de sacos de yute en las áreas cultivadas constituye un
refugio para babosas y caracoles, ya que es un lugar seguro donde
se cobijan en horas de la noche. Los sacos se revisan todas las
mañanas y se destruyen los individuos que allí se encuentran.
425. Se esparce el aserrín en caminos y bajo las bolsas (en viveros). El
aserrín se pega al mucus exudado por los moluscos, impide realizar
la locomoción y el animal muere por inanición.
426. Dejar secar las cáscaras vacías de huevos, triturarlas en trocitos
pequeños y se colocan alrededor de la planta afectada. Los
caracoles al pasar se les quedan pegadas, se inmovilizan y mueren
después.
Trampas de órganos de plantas para atracción-captura-inoculación con
bioplaguicidas (trampas de autoinoculación). Estas trampas combinan la
atracción y captura de adultos de insectos, su autoinfestación con
bioplaguicidas microbiológicos (hongo, nematodos), para luego liberarlos
o facilitar que salgan, acudan a los lugares donde se encuentra el resto
de la población y contribuyan dispersar el control biológico.
Se emplean pseudo tallos de plátano, los que se cortan en pedazos de 3040 cm, se dividen en dos partes longitudinalmente y se colocan estas
partes sobre el suelo o unidas, según el caso.
427. Para la captura de adultos del picudo negro del plátano
(Cosmopolites sordidus) y su autoinoculación con el hongo
entomopatógeno Beauveria bassiana. Debajo de la trampa de
fracción de pseudo tallo (la cara que da al suelo), se aplica el
bioplaguicida en forma sólida cada 5-7 días. Los adultos que acudan
a la trampa se infectan y mueren, muchos de los cuales regresan
antes al plantón y contaminan al resto de la población.
428. Para la captura de adultos del picudo negro del plátano
(Cosmopolites sordidus) y su autoinoculación con el nematodo
entomopatógeno Heterorhabditis bacteriophora. Entre los cortes
longitudinales se asperja el bioplaguicida en forma de suspensión
cada 5-7 días y se unen de nuevo dichas partes (tipo sándwich). Los
pseudo tallos cortados se colocan unidos y al acudir los adultos los
nematodos los infectan. Estos adultos pueden morir en la propia
trampa o acudir a las plantas, lo que contribuye a dispersar el
nematodo.
93
Plantas trampas. Se aprovecha la cualidad de ciertas especies y
variedades de plantas, por ser muy preferidas para atraer y hospedar
poblaciones de organismos nocivos.
Cuando se han identificado estas plantas y se siembran convenientemente
(espacio y tiempo), se afectan mas por dichos organismos, propiedad que
se aprovecha para (1) evitar o retardar que acuda al cultivo principal, (2)
controlarla en dicho lugar para reducir la población del organismo nocivo,
(3) extraer el órgano afectado para reducir la multiplicación de dicho
organismo, (4) atraer el organismo nocivo, pero no permitir que complete
su desarrollo, entre otros posibles efectos.
Por el riesgo de que estas especies y variedades se conviertan en
reservorios de organismos nocivos, el uso de plantas trampas requiere de
conocimientos precisos sobre su manejo y de las condiciones para
realizarlo.
429. Plantas trampas para nematodos. El cultivo se siembra, infesta y
luego requiere ser destruido antes que el nematodo se reproduzca,
lo que exige tener conocimientos del ciclo de vida del nematodo y
respetar el tiempo que no permita la reproducción. Ejemplo exitoso
de esta técnica lo constituye el empleo de lechuga (Lactuca sativa)
de trasplante en suelos infestados por nematodos formadores de
agallas (Meloidogyne incognita), donde las plantas se levantan con
sus raíces entre 25-28 días, para evitar su multiplicación.
430. Planta trampa para nematodos. Las plantas usadas solo permiten la
invasión pero el nematodo no se desarrolla. Tal es el caso de la
crotalaria, que ha demostrado atrae a los juveniles infectivos de
Meloidogyne y lograr una disminución paulatina de los niveles de
nematodos en el suelo.
Casas de malla. Las casas de malla, también conocidas como casas de
cultivos, casas de posturas, invernaderos, etc. constituyen sistemas de
cultivo muy utilizados para la producción de plántulas y el cultivo de
ciertas plantas, principalmente por la ventaja de propiciar un nivel de
aislamiento, que es muy necesario para escapar de las condiciones
adversas del clima y la ocurrencia de organismos nocivos. Es muy
importante que estas instalaciones dispongan de regulaciones para el
acceso de personas, así como puntos de desinfección, por la necesidad de
reducir la introducción de organismos causales de enfermedades.
94
431. En particular la realización de semilleros en casas de malla y
sustratos especiales contribuye a que las plántulas estén
relativamente libres de insectos y de los virus que transmite, así
como otros organismos nocivos.
432. También en los alrededores, externamente, deben tenerse algunas
hileras de plantas que constituyan barreras vivas, cuyos efectos
pueden ser diversos, por un lado como barrera física a poblaciones
inmigrantes de insectos, sobre todo vectores de enfermedades y por
el otro actúen como reservorios de reguladores naturales.
Solarización del suelo y el sustrato. La solarización del suelo y el sustrato
es una práctica evaluada y con grandes posibilidades para campos, casas
de cultivo, parcelas pequeñas, canteros, sustratos para bolsas, etc.
Se basa en atrapar la energía calórica procedente de los rayos solares,
mediante una lámina de polietileno (nylon) transparente que se deposita
sobre un suelo, acantarado y previamente humedecido. Bajo la lámina la
temperatura se eleva y ocasiona la muerte de insectos, ácaros,
nematodos, hongos, semillas de arvenses y otros organismos.
433. Para controlar nematodos (Meloidogyne) debe permanecer así
durante cuatro a seis semanas, en la época de mayor radiación
solar. Su uso puede combinarse con la adición, antes de tapar, de
residuos de cosecha u otras materias orgánicas sin descomponer, ya
que su proceso de descomposición libera calor y sustancias tóxicas a
los nematodos y otros organismos del suelo. Es decir, hacer una
combinación de solarización con biofumigación.
434. Se ha demostrado experimentalmente una reducción significativa de
los patógenos Phytophthora nicotianae var. parasitica, Phytium
aphanidermatium y Rhyzoctonia solani, sometidos a solarización
durante 41 días en los meses de julio y agosto en suelos para
semilleros.
435. Una vez terminada la solarización del suelo o el sustrato, se puede
incorporar Trichoderma, lo que complementa los efectos.
Tratamientos físicos a semillas botánicas. Generalmente las semillas
botánicas que se conservan en la propia finca son muy susceptibles a los
ataques de plagas de insectos (polillas y gorgojos) y patógenos causales
de enfermedades, ya que muchas de estas especies se manifiestan en el
campo cuando las semillas están cercanas a la cosecha o durante el
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proceso de beneficio, el que generalmente se realiza a la intemperie.
Existen algunos métodos de tratamientos y conservación de semillas que
pueden practicarse en la propia finca y con pocos recursos, los que por
supuesto son para pequeñas cantidades.
436. El tamizado de la semilla permite eliminar restos de la cosecha,
semillas de arvenses, semillas partidas, fases de insectos, etc. Se
realiza por medio de un nylon o papel sobre una mesa y se utiliza un
tamiz rústico, con malla fina (tipo mosquitero, pero plástico o de
metal). También se pueden utilizar dos tamices, el primero de
orificios con diámetro mayor (tipo de cernir arena) y el segundo con
malla fina (tipo mosquitero). Todo lo que se separe debe
eliminarse.
437. Exposición de semillas a temperaturas extremas. Las temperaturas
extremas son usualmente las mas utilizadas como método de
control físico. Una práctica común es la exposición de la semilla al
sol, debido a que los insectos y otros organismos no toleran las
elevadas temperaturas. En el caso de los insectos se afectan los
estados inmaduros (huevos, larvas, pupas) y a los hongos que crecen
en la superficie de la semilla se eliminan por deshidratación. Esta
práctica también se realiza por los campesinos para la reducción de
la humedad de contenido (secado) y poderla almacenar.
438. Cuando las semillas se almacenan en refrigeración, además de
conservar sus propiedades, se evita el ataque de insectos y, si
estuviesen infestadas, estos mueren y por tanto no continúan su
desarrollo. Muchos pequeños agricultores conservan sus semillas en
recipientes de plástico o vidrio, los cierran y colocan en los
compartimientos inferiores del refrigerador doméstico.
439. Para el almacenamiento hermético se utilizan recipientes con cierre
completamente hermético. Los insectos que pudiera haber en el
grano mueren por falta de oxígeno; además no existen posibilidades
de entrada de nuevas poblaciones de insectos. Hay experiencias con
recipientes de metal y plástico, los que deben colocarse en sitios
ventilados y no expuestos a la humedad excesiva. Un requisito de
esta técnica es que las semillas deben tener menos del 13% de
humedad de contenido.
440. El almacenamiento en recipientes herméticos usualmente se
combina con la mezcla de las semillas con plaguicidas botánicos
(polvos, partes de plantas) y minerales (zeolita o cal).
96
3.4. Síntesis de los temas más debatidos
En los talleres hubo momentos para preguntas y debates, que se
convirtieron en un escenario para analizar errores de enfoque y prácticos,
así como para realizar recomendaciones para contribuir a la mejora de
las producciones agropecuarias, los cuales se consideraron muy
provechosos, dada la experiencia de muchos de los participantes.
Enfoques tecnológicos. Debido a que la agricultura cubana está
estructurada básicamente en tres formas tecnológicas: agricultura
urbana, agricultura suburbana y polos productivos, estos últimos
representativos de la agricultura convencional, en los debates se
evidencia un conflicto de intereses, en que por un lado están los que
mantienen el enfoque productivista de la agricultura convencional y, por
el otro, los que están convencidos de la necesidad de la transición hacia
sistemas sostenibles sobre bases agroecológicas.
Aunque la discusión fue amplia, quedó evidenciado que en los sistemas
donde se practica el enfoque intensivo o convencional, principalmente en
los polos productivos, existe mayor demanda de insumos externos, los
costos son mayores, los impactos sobre el medio ambiente y la
biodiversidad se incrementan y la vulnerabilidad ante eventos extremos
del cambio climático es mayor, entre otros; contrario a lo que sucede en
los sistemas que se manejan bajo los principios de la agroecología,
independientemente de sus dimensiones.
Verticalismo tecnológico. Muy interesante resultó la percepción de
muchísimos participantes sobre la tendencia a la exigencia absoluta de
documentos como manuales, guías técnicas, instructivos técnicos u otros
para reglamentar o normar, desde arriba o desde afuera, lo que deben
hacer los agricultores, sistema que caracteriza la agricultura intensiva
debido a la uniformidad con que se realizan las producciones, sobre todo
en las grandes extensiones de monocultivo.
Se argumentaron los efectos negativos que tiene el verticalismo
tecnológico, debido a que es bien conocido que la producción agropecuaria
es contextual y por tanto depende mucho de las características de la
región agrícola, las fincas y la percepción de los agricultores, sobre todo en
la agricultura sobre bases agroecológicas, como es el caso de la agricultura
suburbana, en que se promueve el desarrollo local para alcanzar la
soberanía alimentaria, tecnológica y energética.
97
Por ello se recomendó que para la transición de la producción
agropecuaria, resulta importante dotar a los agricultores de documentos
técnicos actualizados y que ofrezcan diversidad de prácticas (opciones),
de manera tal que estos puedan adoptar las adecuadas para las
condiciones biofísicas y económicas de sus fincas.
Debido a que precisamente el propósito de los talleres era lograr un
documento técnico sobre manejo agroecológico de plagas, se recomendó
que este debía enfocarse como una compilación de buenas prácticas
agroecológicas, que incluyera tecnologías de proceso y productos, a
partir de investigaciones científicas de diferentes tipos y experiencias
prácticas sistematizadas, para que los agricultores lo puedan utilizar con
los propósitos de:
•
•
•
•
•
Aprender: Conocer las prácticas que existen y estudiarlas para
aprenderlas.
Consultar: Para consultas rápidas ante determinadas necesidades que
se presentan durante el manejo de organismos nocivos. Para ello se
deben elaborar diferentes índices.
Adoptar: Las prácticas que son factibles para la finca y se pueden
realizar de acuerdo a las posibilidades de recursos.
Innovar: Las prácticas que no se ajustan, pueden someterse a proceso
de experimentación para ajustarlas a las condiciones de la finca.
Experimentar: Las nuevas demandas de tecnologías que no aparezcan
en el presente documento, deben investigarse para lo que se desea el
desarrollo de procesos participativos entre investigadores,
especialistas, técnicos y agricultores.
Es decir, el documento estaría destinado a las personas que deciden y
manejan las fincas (agricultores, finqueros, campesinos, administradores,
etc.) particulares, de cooperativas o del estado, de cualquier dimensión o
escala y en él se asume que las decisiones mas efectivas para reducir
problemas fitosanitarios se toman a este nivel.
Por ello, en el manejo de plagas a nivel de la finca, los componentes son
mas integrales debido a que las prácticas agroecológicas tienen una
mayor interacción entre ellas y todo el sistema de producción, así como
multiefectos acumulativos, contrario al manejo integrado de plagas, en
que las prácticas se integran al nivel del campo cultivado.
98
El manejo agroecológico no es solo lucha biológica y plaguicidas
botánicos. Muchas personas manifestaron que existe cierta percepción de
que el Manejo Agroecológico de Plagas (MAP) es esencialmente control
biológico, plaguicidas botánicos y trampas de captura, lo que se nombra
comúnmente alternativa o prácticas no convencionales.
Por supuesto, como todo proceso de cambio, además de la resistencia de
personas, también se requiere de un tiempo para entender sus principios
y características, así como lo que se pretende lograr en el futuro. Esto
sucede con el MAP que se adopta en la agricultura suburbana, enfoque
que se propone lograr la transición de las fincas convencionales (simples)
a sostenibles (complejas) mediante diversas prácticas integradas al
manejo de la finca como sistema.
Precisamente, en la agricultura cubana durante los últimos años se han
realizado procesos de capacitación e innovación para contribuir a dejar
atrás el enfoque de control de plagas (protección y defensa de cultivos)
que se desarrolló después de la II Guerra Mundial, para implementar el
Manejo Integrado de Plagas (MIP), que se ha considerado un enfoque
adecuado para salir de la crisis creada por los plaguicidas desde
entonces, ya que integra diferentes prácticas al manejo del cultivo para
reducir afectaciones por plagas y enfermedades claves, bajo los
principios de la agricultura convencional o intensiva.
Sin embargo, el MAP que se basa en la experiencia del MIP, constituye un
enfoque que facilita la transición del manejo de plagas, porque adopta
prácticas agroecológicas y de manejo de fincas, por lo que se considera
mas holístico, a la vez que contribuye a revertir el proceso de selección
de poblaciones resistentes de organismos nocivos, por lo que en el tiempo
se reduce la dependencia de plaguicidas químicos y en algunos casos los
biológicos; por otra parte, es la vía tecnológica para lograr la transición
hacia el manejo de fincas, que es el enfoque que caracteriza la
producción sostenible.
Uso de plaguicidas en la transición de la agricultura. En los debates
también se evidencio que existe una percepción errónea respecto al uso
de plaguicidas químicos o biológicos, durante el proceso de transición,
pues existían personas que consideraban que debido a que se está bajo
MAP no se pueden utilizar plaguicidas químicos, sino solamente
biológicos.
99
Hubo que explicar detalladamente que las poblaciones de organismos
nocivos están elevadas, como resultado del proceso de selección ocurrido
durante muchos años de practicar la agricultura convencional, lo que
condujo al surgimiento de poblaciones con resistencia o tolerancia a los
plaguicidas, el monocultivo y otras prácticas intensivas.
Por ello es perfectamente entendible la necesidad de utilizar plaguicidas
durante la transición; pero las decisiones sobre tipos de productos,
momento de aplicación, número de aplicaciones y otras deben obedecer
a criterios técnicos racionales muy bien analizados y sobre la base de que
estos productos químicos o biológicos, se integran al manejo del cultivo.
También se explicó que esta necesidad se logra reducir en la medida en
que el sistema de producción se transforme a favor de la diversificación,
que constituye el elemento básico para reducir poblaciones de
organismos nocivos e incrementar la actividad de los reguladores
naturales.
Por ello existen muchísimos estudios y argumentos a favor de un manejo
adecuado de los cultivos (agrobiodiversidad) y del resto de la vegetación
auxiliar a nivel de la finca.
Los abonos orgánicos y sus efectos fitosanitarios. Durante los talleres y las
visitas a fincas, hubo debates sobre el tema de los abonos orgánicos y su
relación con el manejo de plagas.
De manera general se aprecia que los agricultores lo emplean mucho,
pero se contaminan en el proceso de almacenaje en el campo con
malezas altamente nocivas como Don Carlos, hierba fina, ciperáceas y
lechosas entre otras, lo que contribuye a contaminar el suelo con estas
especies de alta peligrosidad y a encarecer los cultivos por el uso de
mano de obra necesaria para las escardas manuales.
Por otra parte, muchos agricultores aplican materiales orgánicos en sus
fincas, pero no todos se aprovechan de las ventajas del compostaje.
Respecto a las aplicaciones foliares de algunos de estos abonos
(lixiviados, té), se observaron experiencias de efectos en la reducción de
las afectaciones por fitopatógenos, aspecto que constituye una tendencia
en el país.
100
La elaboración y utilización de plaguicidas botánicos. Es bien conocido
que las mayores investigaciones realizadas en el país para la utilización
de preparados botánicos han sido con el Nim y la Tabaquina; sin embargo,
de otras plantas se conocen sus propiedades plaguicidas, algunas de las
cuales se han investigado y otras se han desarrollado a través de procesos
de innovación local, como es el caso de la cardona, para citar un ejemplo
conocido.
Sobre este tema existieron planteamientos y debates en el sentidos de (1)
la necesidad de realizar innovaciones para utilizar otras plantas con
propiedades ya conocidas (órganos a explotar, sistema de extracción,
dosis a utilizar, organismos que controla, sistema de siembra y
explotación, entre otras) y (2) la demanda de desarrollar tecnologías
rusticas para procesar estas plantas, que puedan construirse a bajo costo
y explotarse a nivel de cooperativas y fincas.
Existe un potencial no explotado sobre este tipo de bioproductos, de lo
cual se pudieron observar experiencias interesantes en varias provincias,
principalmente en Cienfuegos.
Las utilización de barreras vivas debe realizarse con criterio técnico. En
los últimos años se ha incrementado la cultura en la utilización de
barreras vivas de plantas en lados de los campos de cultivos con plantas
repelentes (flor de muerto y otras), con plantas entomófilas para
favorecer los enemigos naturales de plagas (maíz, sorgo, girasol), con
plantas que actúan como barrera física para poblaciones de insectos,
esporas de hongos, semillas de arvenses (maíz y sorgo enano), entre
otras. Sin embargo, se aprecian lugares donde estas se ubican como una
meta u orientación, sin considerar sus propósitos.
La necesidad de la recuperación del enfoque de educación para la
sanidad vegetal. Algunos especialistas argumentaron que esta actividad
tuvo un papel importante en los años setenta y ochenta del pasado siglo,
principalmente en el sector campesino y fue pionera de procesos
horizontales de intercambio entre agricultores en el país. Posteriormente
fue sustituida por la capacitación, que es parte de la educación, lo que
simplificó mucho esta actividad.
Precisamente, está bien documentado que para lograr la transición de la
producción agropecuaria hacia sistemas sostenibles, como se hace
101
actualmente en la agricultura suburbana, existe la necesidad de
recuperar este enfoque por sus diversas ventajas para acelerar el proceso
de transformación de las fincas.
4. CONCLUSIONES
Es primera ocasión en que se elabora un documento técnico de forma
participativa, experiencia que de manera general se considera
provechosa, ya que de 324 prácticas que se propusieron en el documento
base, 310 (95,7%) fueron aceptadas y 14 (4,3%) modificadas y se
aportaron 115 como nuevas prácticas (26,2%).
La sistematización de experiencias en diferentes provincias del país, con
la participación de técnicos (73,7%), agricultores 20,1%), investigadores y
profesores (4,3%) y directivos (2,8%), constituyó un proceso muy
provechoso, no solamente para enriquecer el documento base con las
experiencias locales y la capacitación de los participantes, sino que se
convirtió en una vía para socializar experiencias locales, la mayoría no
divulgadas por los métodos convencionales, ya que muchos de los cuales
conocieron por primera vez algunas de las prácticas.
Se reconoció la importancia de los procesos de innovación que se realizan
por los técnicos y agricultores del sistema de sanidad vegetal, así como
los resultados obtenidos por los agricultores experimentadores, que
durante muchísimos años han validado y generado nuevas tecnologías de
productos y procesos en todo el país.
5. RECOMENDACIONES
• Realizar un proceso similar en los territorios (municipios), facilitado por
las Estaciones de Protección de Plantas y con la participación de técnicos
y agricultores, para sistematizar las experiencias de estos y contribuir a
la adopción de las prácticas agroecológicas incluidas en la presente
versión.
• Integrar los resultados y experiencias sobre prácticas agronómicas y de
manejo de germoplasma obtenidos por los institutos de cultivos.
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