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Enséñame tus hojas…
Las poinsettias agradecen unos buenos cuidados, que favorecen su follaje
verde y cautivador
Una poinsettia de follaje espeso y verde, hipsófilos robustos y coloridos, brotes florecientes y raíces de ramificaciones
delicadas, es símbolo de condiciones perfectas y tiene muchas probabilidades de conservar su belleza resplandeciente
durante todas las fiestas y hasta bien entrado el Año Nuevo. Sin embargo, las hojas mustias, descoloridas o que caen
siempre son un signo de no haber cuidado la planta adecuadamente (a veces incluso antes de comprarla) y suelen indicarnos
las causas subyacentes.
Color amarillento y caída de hojas: frío o humedad persistente
Si las hojas verdes de una poinsettia se vuelven amarillas antes de caerse, esto indica que las raíces de la planta están
dañadas. Los motivos más habituales para ello son el frío o la humedad persistente. Esta popular planta que florece en
invierno, tolera las temperaturas por debajo de los 15 grados tan mal como la humedad excesiva. Por este motivo, la
poinsettia debe embalarse cuidadosamente para transportarla de la tienda a casa, lo que debe hacerse con la mayor rapidez
posible. Una vez en casa, debe mantenerse a una temperatura entre 15 y 22 grados y debe regarse cuidadosamente con
agua tibia, aproximadamente cada dos días.
Caída de hojas desde el principio: corrientes de aire, exposición excesiva a la luz solar o calor
Si la poinsettia pierde sus hojas inferiores mientras aún están verdes, podría deberse a que la planta haya estado expuesta a
corrientes de aire, una luz solar intensa o calefacción demasiado seca y caliente. Por lo tanto, al elegir la ubicación para la
poinsettia hay que asegurarse que no se expone a estos factores. No obstante, aunque la incidencia directa de la luz del sol
perjudica a la planta, sí que prospera en ubicaciones muy luminosas.
Sea cual sea la razón para ello, una vez las hojas han empezado a caer suele ser demasiado tarde para remediarlo, ya que
las hojas caídas no vuelven a brotar. Cuando la planta pierde completamente sus hojas, la única solución consiste en comprar
una nueva poinsettia.
Hojas mustias, bordes marrones: sequedad o deficiencia de nutrientes
Si el cepellón de la poinsettia se seca, al principio las hojas de la planta se ponen mustias. A diferencia de la humedad
persistente, generalmente una poinsettia sobrevive a un breve período de sequedad. Normalmente, basta con regar la planta
para que reviva. Las poinsettia no requieren fertilizante mientras están en flor. Posteriormente, las manchas claras o los
bordes marrones alrededor de las hojas pueden indicar una falta de nutrientes. En este caso, debe añadirse una solución
convencional de nutrientes al agua de la ponsetia una vez al mes.
Importante: compruebe la calidad al efectuar la compra
A veces se da el caso que, a pesar de recibir unos cuidados adecuados, una poinsettia pierde sus hojas pocos días después
de comprarla. Esto casi siempre indica que la planta ha sufrido daños antes de comprarla. Si desea disfrutar de su poinsettia
durante mucho tiempo, al comprarla debe prestar una atención especial a la calidad. Las plantas con follaje grueso y
exuberante, brotes florecientes y sin daños visibles tienen más posibilidades de vivir mucho tiempo. Los cepellones no deben
estar secos ni empapados. Evite comprar poinsettia que se encuentren en entradas con corrientes de aire o incluso en
exteriores a bajas temperaturas, porque con toda seguridad no vivirán mucho tiempo.
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