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EXCURSIÓN GEOLÓGICA Y BOTÁNICA POR EL RÍO
CINCA Y LOS MONEGROS.
IES SIERRA DE SAN QUÍLEZ (BINÉFAR)
ABRIL DE 2011
Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
1- EL CINCA
1.1- LOS SOTOS O BOSQUES DE RIBERA.
Los bosques de ribera son asociaciones vegetales características de las llanuras aluviales y las
terrazas inferiores de los ríos. Los sotos constituyen ecosistemas climax, es decir, estables con las
condiciones físico-químicas, siempre que no ocurra un cambio drástico en el entorno. Se afianzan
sobre suelos arenosos, y su peculiaridad más notable es que no depende de las aportaciones de agua de
lluvia, sino que las especies de ribera, la toman directamente de las aguas subterráneas (muy
superficiales en las proximidades del río), por lo que un soto es un bosque, hasta cierto punto
independiente del clima de la zona.
Básicamente, los árboles que componen los bosques de ribera son los álamos, los chopos, y en
menor medida los fresnos, los olmos y los sauces. Todas ellas son especies de rápido crecimiento, y
sus copas sobrepasan los 20 metros de altura. Por su parte, el sotobosque está representado por
matorrales densos de zarzamora, rosales silvestres, majuelos y cañas.
Los sotos son bosques bastante cerrados y con aspecto selvático, debido a la frondosidad y
densidad de las plantas que lo componen, y constituyen refugios importantes para la fauna.
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
La existencia de un cauce provoca cambios importantes en las condiciones ecológicas
de los terrenos adyacentes. La más destacable, una mayor disponibilidad hídrica. También
aumenta la humedad ambiental y, por tanto, la evapotranspiración. En cuanto al régimen
térmico, las temperaturas máximas se atenúan. En definitiva, un medio más húmedo y más
fresco, algo particularmente importante en las regiones de clima mediterráneo, ya que se
acercan más a las condiciones de los ambientes eurosiberianos o atlánticos.
Se considera como ribera el espacio en que la influencia freática determina cambios
ambientales perceptibles en términos de composición florística (y faunística) y en la estructura
de la comunidad.
1.2- ESTRUCTURA DE LOS SOTOS
En sus etapas maduras, las comunidades vegetales de las riberas presentan estructura de
bosque, muchas veces con aspecto de galería, con especies dominantes de crecimiento bastante
rápido y no muy longevas, destacando las familias salicáceas, ulmáceas, betuláceas y
oleáceas. En el estrato arbustivo hay muchas rosáceas espinosas (Crataegus, Rosa, Rubus);
también son importantes las plantas trepadoras. El estrato herbáceo presenta normalmente
mayor desarrollo que en las comunidades adyacentes a la ribera; el tapiz herbáceo de la ribera se
mantiene verde y fresco, destacando gramíneas, ciperáceas y juncáceas.
En conjunto, las comunidades vegetales de la ribera, al retardar la velocidad del agua en
las crecidas o grandes avenidas, además de proteger la estabilidad de los terrenos adyacentes
hacen posible el depósito de los elementos finos que transporta el agua, contribuyendo así a
incrementar la fertilidad.
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
1.3- PRINCIPALES ÁRBOLES DE RIBERA
Aliso
Álamo
Chopo
Fresno
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
Olmo
Sauce
1.4- ARBUSTOS
Majuelo
Carex
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1.5- PLANTAS HERBÁCEAS
Juncos
1.6- LOS TARAYALES
El género Tamarix tiene gran importancia en los paisajes ribereños de los territorios
áridos y semiáridos del oeste de Asia y de la cuenca mediterránea. En la península ibérica
destacan cuatro especies. En la mayor parte de los biotopos interiores predomina Tamarix
canariensis, pero en las zonas más orientales y bajas de la depresión del Ebro aparece también
el más termófilo T. Boveana. Se pueden destacar como ejemplo de estos tarayales halófilos
interiores en la cuenca del Ebro el saladar del Codo (Belchite) y la salda de Chiprana (Caspe).
Taray o tamariz
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1.7- ZONACIÓN
Se puede hablar de una zonación en la sección transversal del cauce cuyo factor
responsable es la distancia al “eje de humedad”. Las comunidades se disponen en bandas
paralelas al eje del cauce, según su resistencia a la permanencia del agua en la zona de
desarrollo de sus raíces.
1. Plantas acuáticas fijadas al fondo (hidrófitos)
Aparato vegetativo sumergido casi en su totalidad, a la superficie sólo asoman las
flores.Ranunculáceas, potamogetonáceas y ninfeáceas.
2. Vegetación
Vegetación helofítica
Grandes hierbas enraizadas en el agua pero con el aparato vegetativo emergido. Requieren
aguas tranquilas y no muy profundas. Juncáceas, ciperáceas, gramíneas, tifáceas y
esparganiáceas.
3. Vegetación arbórea o arbustiva resistente a la inundación
inundación
Enraizan en la primera línea ribereña. Los sauces son las especies típicas.
4. Vegetación forestal menos afectada por las crecidas
Ligada a condiciones de mayor estabilidad pero que requiere un nivel freático elevado. Chopos,
alisos y grandes sauces arbóreos.
5. Vegetación forestal con nivel freático más profundo
Todavía influida por la humedad del cauce, pero en zonas donde el nivel freático desciende
sobre todo en verano. Olmos y fresnos.
6. Vegetación climática
Ecosistemas en equilibrio con las condiciones climáticas generales de la cuenca. No hay
influencia apreciable de la humedad freática procedente del cauce.
1.8- INFLUENCIA HUMANA
En cauces de régimen torrencial, la regulación del caudal generada por un muro o presa
puede provocar, aguas abajo, cambios importantes en la vegetación ribereña. Comunidades
propias de medios fluctuantes, como las saucedas, pueden ser sustituidas por otras propias de
condiciones más estables. También puede incrementarse la capacidad de transporte de
materiales de las aguas (al descender menos cargadas de sólidos) provocando un encajamiento
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
del cauce, con un descenso del nivel freático. Asimismo, la mayor velocidad de las aguas
conducirá al establecimiento de una trayectoria menos meandriforme. Así ocurre en los
cauces medios de la provincia de Huesca debido al aprovechamiento hidroeléctrico en las partes
altas de los ríos y a la construcción de presas y embalses.
Con carácter general, en los cauces regulados se reduce la diversidad de especies y la
complejidad estructural. Se interrumpen las variaciones naturales anuales de caudal y nivel de
agua, reduciéndose así la franja de terreno ocupada por el bosque de galería. La banda de
ribera se estrecha.
La acción antrópica tiene otras muchas manifestaciones. Por ejemplo, es muy corriente
la canalización y encajamiento artificial del cauce para ganar tierras de cultivo. Ello provoca un
descenso del nivel freático y la destrucción de la vegetación ribereña, incrementando con ello
el riesgo en caso de avenidas extraordinarias o muy violentas.
En muchos casos los lechos, aguas abajo del embalse, quedan secos buena parte del año.
Ello puede conducir a la instalación de comunidades arbustivas o arbóreas que se desarrollan en
el centro del cauce, pudiendo llegar a ocasionar problemas en los periodos lluviosos por obstruir
y obstaculizar el paso del agua, con el consiguiente peligro de inundaciones y
desbordamientos.
Las acciones de defensa de márgenes con obras de ingeniería civil no deben eliminar los
restos, por escasos que sean, de vegetación natural ribereña. Éstos deben ser respetados y
convendrá favorecer su regeneración para mejorar las perspectivas de éxito en los programas de
restauración de riberas.
1.9- IMPORTANCIA DE LA RESTAURACIÓN DE RIBERAS
Las riberas fluviales y su vegetación son uno de los sistemas naturales más degradados
por las actividades humanas, al estar el suelo que ocupan sometido a una fuerte demanda, tanto
por su fertilidad para la agricultura y ganadería extensiva, como por su relieve favorable para la
ubicación de núcleos urbanos, industrias, vías de infraestructura, etc.
La vegetación de las riberas, especialmente su sistema radical, aumenta notablemente
la cohesión del suelo y su resistencia a la erosión por las aguas del cauce.
La presencia de la vegetación forma refugios para los peces, mamíferos acuáticos y muchos
invertebrados.
Es de destacar el efecto de sombreado de los sotos fluviales sobre las aguas del cauce,
controlando su temperatura. El bosque atenúa las fluctuaciones térmicas diarias y estacionales y
es mucho mayor la humedad atmosférica; el enfriamiento en verano evita la disminución de
oxígenos disuelto en las aguas.
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En cuanto a la cadena trófica, las especies próximas a las aguas aportan numerosas
hojas, ramas, ramillas, etc. Que son descompuestas por hongos y bacterias y pasan a ser el
principal alimento de muchas especies de macroinvertebrados detritívoros, que a su vez son el
alimento de muchos peces.
El efecto es menor en los tramos medios y bajos, donde la anchura del cauce es mayor,
pero aun así, la vegetación sigue teniendo una extraordinaria importancia para la estabilización
de las orillas y la formación de refugios.
Por último, es notorio también el efecto de la vegetación sobre la calidad de las aguas
de los ríos, consumiendo gran parte de los nutrientes que transportan las escorrentías hacia el
cauce.
2- LAS TERRAZAS FLUVIALES.
La formación de grandes valles fluviales como los del Cinca o el Ebro, son procesos que precisan
largos periodos de tiempo, y que se ven condicionados por las características climáticas de la cuenca.
Es frecuente que en los cursos medio y bajo, el cauce del río discurra en medio de una zona llana, más
o menos extensa llamada llanura aluvial o llanura de inundación. En dicha llanura, es posible
encontrar sedimentos similares a los que transporta el río en su cauce: limos, arenas y gravas con
cantos rodados. Las llanuras aluviales corresponden a las zonas que inunda el río cuando experimenta
una crecida, y en las que se depositan los sedimentos que acarreaba el río cuando las aguas vuelven a
su cauce. Una llanura aluvial, constituye por tanto una zona sometida a periódicos episodios de
sedimentación y lixiviado, por lo que tradicionalmente se han utilizado para instalar los cultivos de
regadío (vegas), y en las que tradicionalmente no se ha edificado, en previsión del riesgo de avenidas.
Terrazas del Cinca en Ariéstolas. Terrazas inferiores (izquierda) y terrazas 50 metros por encima
del cauce (derecha)
Sin embargo la sedimentación fluvial no es un proceso constante en el tiempo. Si
definimos energía neta la energía necesaria para que el agua se transporte a sí misma y a su
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carga de sedimentos, y energía bruta la real que porta el agua en un momento dado, pueden
suceder tres casos:
-Que la energía neta sea menor que la energía bruta. En este caso el río poseerá un
“excedente” de energía que empleará en erosionar el cauce.
-Que la energía neta sea igual a la energía bruta. En este caso el río no sedimentará ni
erosionará.
-Que la energía bruta sea menor que la energía neta. En este caso no podrá transportar su
carga y depositará sedimentos.
Es evidente que pueden producirse cambios de tipo cíclico o estacional, de modo que en
algunos lugares se sedimente en unas épocas del año y se erosione en otras.
Sin embargo, la dinámica de un río puede verse drásticamente alterada por un cambio en
el nivel de base (altura a la que se encuentra el cauce respecto al punto de desembocadura) Esta
alteración puede deberse a dos causas:
-Elevación o hundimiento de la zona que atraviesa el río.
-Subida o bajada del nivel del mar por un calentamiento o enfriamiento del clima
en todo el planeta.
ESQUEMA DE LA FORMACIÓN DE LAS TERRAZAS
1- Sedimentación de llanura aluvial
3-Nueva llanura aluvial.
2- Erosión y encajamiento
4-Nueva etapa erosiva.
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
En estos casos el agua estará a mayor altura de su nivel de base, y por consiguiente
tendrá mayor energía potencial. Llegará entonces un periodo fuertemente erosivo en el que el
río se encajará en un terreno en el que antes sedimentaba, y con el tiempo generar una nueva
llanura de inundación unos cuantos metros más debajo de la original. Si este fenómeno se repite
varias veces, el valle fluvial presentará a ambos lados del cauce una serie de escalones, más
modernos cuanto más nos acerquemos al cauce: las terrazas fluviales.
Terraza colgada del Cinca en una de las planas del Cinca Medio.
En las terrazas fluviales se pueden encontrar todas las marcas de transporte y
sedimentación fluvial (gravas, arenas, cantos rodados, imbricación de cantos) excepto uno: que
por allí ya no pasa el río.
Las terrazas que pueden contemplarse en la parada señalada son recientes (decenas de
miles de años) Las situadas más lejos del cauce como las situadas en los relieves de techo plano
cercanos a Monzón, llegan a estar 190 metros por encima del cauce actual y están datadas con
una antigüedad de un millón de años. Cada encajonamiento constituye un testigo de las
glaciaciones del Pleistoceno.
Es interesante recordar por último, que las del Cinca constituyen un buen ejemplo de
terrazas asimétricas, ya que en la margen derecha del río no existen apenas terrazas, sino
grandes cortados erosivos como las impresionantes ripas de Ballobar. El Cinca por tanto, no
sólo se ha encajado 200 metros en la Depresión del Ebro en el último millón de años, sino que
se ha desplazado claramente hacia el Oeste
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
3- CAPTURAS FLUVIALES: EL BARRANCO DE LA CLAMOR.
Los ríos no se encuentran aislados en la naturaleza, sino que se reúnen en redes de
drenaje, constituidas por el río principal más los afluentes y subafluentes. La red fluvial es por
tanto, el conjunto de cauces que drenan o evacuan las aguas llovidas en un área, que recibe el
nombre de cuenca hidrográfica. Las cuencas tampoco se encuentran aisladas. Una región está
dividida en un mosaico de cuencas hidrográficas adyacentes entre sí. Las separaciones entre
ellas son zonas elevadas, crestas montañosas a veces, que reciben el nombre de divisorias
hidrográficas.
Las cuencas hidrográficas tienden a aumentar su área por la erosión remontante de las
cabeceras de sus ríos, torrentes y barrancos; pero esta expansión debe realizarse a costa de las
cuencas vecinas, que también intentan la expansión. Se produce de este modo una competencia
por conquistar terreno a las vecinas, y en ella gana la cuenca cuya red presente una erosión
lineal más intensa en las cabeceras, es decir, que tenga pendientes mayores en los tramos altos.
A igualdad de pendientes, la cuenca cuya diferencia de alturas entre cabecera y desembocadura
del colector sea mayor, crecerá a costa de las vecinas.
En algunas ocasiones un río con erosión muy activa puede hacer retroceder su cabecera,
desplazando la divisoria sobre una cuenca vecina, hasta que en un momento dado la cabecera
llegue a encontrarse con el cauce de otro río cuyo cauce circulaba a mayor altitud. A partir de
ese momento, las aguas del segundo río se desviarán desde el punto de intersección y pasarán a
circular por el primero. El punto donde las aguas han cambiado de dirección se denomina codo
de captura. El tramo de río abandonado por el que ya no circula agua constituye un valle muerto
o valle fósil. El proceso general se denomina captura fluvial. La fisiografía que caracteriza a las
capturas fluviales, son recorridos absurdos, curvas cerradas en los cauces y valles fósiles.
En la zona del Bajo Cinca y Litera existe un magnífico ejemplo de captura fluvial
sucedida en tiempos recientes. El escalonamiento de las terrazas del Cinca indican que el río ha
sufrido un proceso “standard” de encajamiento y desplazamiento progresivo hacia el Oeste, de
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
forma que el Cinca ha desarrollado un valle cada vez más occidental y cada vez más encajado,
habiéndose desplazado unos 12 Km hacia el Oeste desde finales del terciario y habiéndose
hundido en el terreno unos 190 metros (distancia y altura éstas, en las que se encuentran las
terrazas más antiguas del Cinca, correspondientes al Pleistoceno inferior)
Sin embargo, más hacia el Este, se detecta una “anomalía” consistente en la existencia
de niveles de terrazas antiguas, que se correlacionan estratigráfica y litológicamente con las de
Almacellas, y asignadas ambas al río Noguera Ribagorzana. Significa esto que a comienzos del
PleiStoceno el Noguera Ribagorzana divagaba por un amplio valle, paralelo al Segre que
desembocaba en el Cinca, en las proximidades de donde hoy se sitúa Fraga. El curso del
Noguera Ribagorzana en este periodo transcurría aproximadamente por el trazado del actual
Barranco de La Clamor. Posteriormente al depósito de la terraza antes citada se produjo la
captura fluvial del Noguera Ribagorzana por el Segre, lo que generó en el primero un giro de 90
grados con respecto a su posición anterior.
A partir de ese momento comenzó la incisión y el desmantelamiento por parte de La
Clamor y sus afluentes de los sedimentos fluviales, y del terciario subyacente existente entre los
valles de los dos ríos. Una erosión mucho más efectiva y rápida que la realizada por sus dos ríos
vecinos, lo que puede producir en un futuro cercano, paradojas del destino, la recaptura de
ambos ríos por el humilde arroyo de La Clamor.
En efecto. En relación con la mayor importancia y velocidad de la erosión en la cuenca
de drenaje del Barranco de la Clamor, es importante poner de manifiesto la pequeña magnitud,
tanto en altura (del orden de 10 metros o incluso menor) como en proyección horizontal (del
orden de 200 metros e incluso menor), del relieve por cuya cima pasa la divisoria hidrográfica
de las cuencas del Cinca y de La Clamor. Por lo tanto puede preverse una posible y futura
captura entre ambos. ¿Cuál será el sentido de la captura? Todo parece apuntar a un
desplazamiento del Cinca hacia el barranco de La Clamor, principalmente por la mayor
velocidad de erosión lineal y por tanto más rápido encajamiento de este último. Esta tendencia
se ve favorecida por la dirección NO-SE que tienen los afluentes de la margen derecha de La
Clamor, y el sentido ascendente en dirección hacia Monzón.
La erosión remontante en la cabecera de La Clamor, puede en un futuro cercano
desencadenar otra captura relevante: la del Noguera Ribagorzana. De esta forma en Noguera
dejaría de ser afluente del Segre, pasando a verter sus aguas el Cinca.
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
Red de drenaje de la margen izquierda del Ebro en las comarcas orientales de Huesca. La Clamor y
sus tributarios están en plena expansión debido a su mayor poder erosivo.
4- MONEGROS.
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
4.1-MARCO
GEOLÓGICO
GENERAL
DE
MONEGROS.
LA
DEPRESIÓN
TERCIARIA.
Las rocas que componen el paisaje monegrino son típicamente sedimentarias: lutitas, margas y
yesos, dispuestas en estratos horizontales. El origen de todas ellas se remonta al periodo terciario.
A finales de la era mesozoica y comienzos de la era cenozoica, se produjo el progresivo
desplazamiento de la placa ibérica hacia el norte, y la consiguiente colisión con la placa europea (la
orogenia alpina). Todas las rocas que cubrían los fondos de los mares pirenáicos e ibéricos,
emergieron formando monumentales pliegues que darían lugar a las Cordilleras Pirenáica, Ibérica y
Costero Catalana. Quedó delimitado entonces un triángulo limitado entre tres relieves montañosos,
desconectado de los océanos, en el que durante millones de años se produjo la acumulación de
sedimentos procedentes de la erosión de las jóvenes cordilleras antes mencionadas: la depresión del
Ebro.
Durante los periodos oligoceno y mioceno (35-10 millones de años), los bordes de la cuenca
estuvieron ocupados por abanicos aluviales que transportaban agua y sedimentos detríticos
procedentes del desmantelamiento de los relieves pirenaicos e ibéricos. Las zonas más centrales de la
depresión del Ebro se vieron ocupadas por lagunas someras donde se depositaban calizas y margas en
los periodos más húmedos, y yesos y sales en los periodos más áridos.
La continua sedimentación, no acabó en una colmatación de la cuenca, al contrario, a la vez
que se acumulaban sedimentos, el zócalo de la depresión del Ebro se fue hundiendo por subsidencia,
de modo que en algunos puntos las rocas del mioceno alcanzan un espesor de 2000 metros.
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
Hacia el Plioceno, coincidiendo con un periodo de mayor humedad, y posiblemente
debido a un proceso de captura fluvial, la depresión del Ebro se abrió al Mediterraneo. Se estructuró
entonces una red de drenaje que comenzó a erosionar las rocas que durante millones de años de
aislamiento endorreico se habían depositado. La antigua llanura que se había extendido de Lérida a
Logroño, y de Huesca y Pamplona hasta Alcañiz se vió surcada de pronto por ríos que la cortaron y se
hundieron en ella, originando porciones aisladas en forma de relieves tabulares denominados muelas
como La Muela, Las Planas de Borja Y María de Huerva y La Sierra de Alcubierre. Dado que la zona
central de lo que había sido la depresión terciaria, ha seguido siendo la más seca, no ha desarrollado
una red fluvial organizada, por lo que continúa aún en pié, constituyendo lo que conocemos como
Monegros.
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
4.2-VEGETACIÓN DE LA DEPRESIÓN DEL EBRO.
4.2.1-Adaptaciones a la aridez.
Las condiciones climáticas de amplias zonas de la depresión del Ebro, están próximas a las de
los desiertos: lluvias escasas, largos periodos de sequía, grandes diferencias de temperatura a lo largo
del año, etc). Si a esto sumamos que las rocas sobre las que se han desarrollado los suelos son, en
muchos casos salinas (yesos, margas, etc), comprenderemos que la vegetación natural de la Depresión
del Ebro debe estar constituida por especies altamente resistentes a la sequía y a la salinidad;
auténticas máquinas de supervivencia capaces de aprovechar los escasos recursos que el medio les
ofrece.
Estas son algunas de las características que han desarrollado las plantas de Monegros, como
estrategias de supervivencia:
-Largos periodos de latencia de las semillas- Las semillas permanecen intactas esperando
épocas húmedas, dentro de gruesos envoltorios y con todas sus biomoléculas (proteínas, ADN)
cristalizadas.
-Posibilidad de crecimiento rápido- Se trata de plantas cuyas semillas son capaces de
germinar, crecer, florecer y reproducirse en poco tiempo, para realizar todo su ciclo vital
aprovechando así los escasos días húmedos.
-Hojas pequeñas para evitar la evapotranspiración- Todas los vegetales pierden parte del agua
que absorben del suelo por la evapotranspiración. Esto no supone ningún problema en climas
húmedos, pero en climas secos podría llegar a ser un serio inconveniente. Una forma de evitarlo, es
reducir en lo posible el tamaño de las hojas.
-Hojas duras y coriáceas como defensa frente a herbívoros.
-Posibilidad de almacenar agua en las hojas u otros tejidos.
-Liberar esencias o gases que saturan el aire alrededor de la planta, dificultando la
evapotranspiración –Motivo por el que muchas plantas son aromáticas. Esta característica sirve
trambién como defensa frente a los insectos hervíboros, que encuentran insoportable estos gases
olorosos.
-Alta salinidad celular.- Muchas plantas cargan de sales el citoplasma de sus células hasta
conseguir una concentración salina superior al medio que les rodea. De este modo la ósmosis juega a
su favor y se produce una absorción pasiva de agua, por escasa que sea en el suelo.
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
-Eliminación de sales- Algunas plantas disponen de glándulas por las que excretan salmueras
(disoluciones con altísimas salinidades) o cristalitos de cloruros y sulfatos, por lo que pueden vivir en
prados salinos y rocas yesíferas.
4.2.2-Identificación de algunas plantas caracterísicas de las zonas secas de la Depresión
del Ebro.
-Aromáticas:
-Ontina (Artemisa herba alba). La más típica de Aragón y sin embargo la menos conocida. Es
una planta de hasta 40 cm de altura, de tallo leñoso y con un color característico gris-azulado-verdoso.
Sus hojas son muy muy pequeñas y el olor es fuerte y penetrante (casi empalagoso).
-Tomillo (Thymus vulgaris). Pequeña y muy conocida, de tallo leñoso, con hojas lanceoladas
muy pequeñas. Flores rosas o blancas.
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-Romero (Rosmarinus officinalis). El más alto, con flores azuladas, hojas largas de color verde
intenso enrolladas a cada lado del nervio central, y olor característico a incienso.
-Espinosas:
-Aliaga (Genista scorpius). Matas de hasta un metro de altura, poco frondosa ya que sus hojas
son duros pinchos. Flores de color amarillo vivo en primavera.
-Cardos. Existen diferentes especies.
-Halofitas:
-Salicornia (Salicornia ramosissima). Planta herbácea de escaso porte, y gruesas hojas. Crece
en los prados salinos en torno a las lagunas saladas.
-Otras:
-Asnallo (Ononis tridentata). Matas frondosas de color verde oscuro. Hojas redondeadas
terminadas en tres lóbulos. Mide hasta 70 cm de altura. En primavera da flores rosadas.
-Esparto (Lygeum spartum). Hierba alta (hasta 50 cm). Color verde pálido. Fuerte
arraigamiento lineal a ras de suelo. Flores secas con pelos, protegidas por un ala puntiaguda
amarillenta.
-Sisallo (Salsola vermiculata). Casi un arbusto leñoso, de hasta un metro de alto. Hojas
pequeñas de color verde apagado.
4.3- LAS LAGUNAS SALADAS DE MONEGROS
En la zona sur de Los Monegros, en la plataforma Bujaraloz-Sástago (Zaragoza,
España), a 340m de altitud, una serie de depresiones endorreicas han originado diversas hoyas
de fondo plano con prados de vegetación salobre y lagunas saladas temporales que configuran
un paisaje de alto valor ecológico ya que albergan un ecosistema singular, único en Europa.
La elevada salinidad de las aguas, la extrema aridez y los fuertes contrastes térmicos
convierten a estas lagunas saladas en un medio muy restrictivo, apto sólo para organismos
especialmente adaptados. La vegetación y fauna halófilas, propias del medio litoral -como
Artemia salina-, otros invertebrados endémicos exclusivos y microorganismos extremófilos,
como algas y bacterias, son los habitantes de estas aguas.
A pesar de que estos microorganismos tienen gran valor científico, el futuro de las
lagunas es incierto. El estudio de éstos puede servir para comprender el origen de la vida en la
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Geología, botánica y ecología del Cinca y Los Monegros
Tierra, cuando las condiciones eran extraordinariamente duras, o bien para realizar hipótesis
sobre las formas de vida en otros planetas. Esos microorganismos, además, pueden tener
aplicación en la industria farmacéutica, cosmética y en la conservación de alimentos. Pues bien,
a pesar de ello, la presión agrícola y la puesta en regadío de miles de hectáreas en el entorno de
las lagunas, amenazan el futuro de éstas.
Las lagunas saladas son, además, la última representación del paisaje árido que se
extendió por la cuenca del Mediterráneo en el periodo Terciario. Son un paisaje fósil, del mayor
interés para conocer la historia de la Tierra. Por ello su pérdida sería irreemplazable.
Las diferentes depresiones salobres reciben variados nombres locales: saladas, clotas,
hoyas, pozos. La vertiente cultural también tiene su interés. Por ejemplo, la explotación de las
sales que precipitan en algunas de estas lagunas se ha desarrollado hasta tiempos recientes.
ARTEMIA SALINA
Artemia salina es un crustáceo branquiópodo de aguas salobres. Fue descubierta en
Lymington, Inglaterra en 1755..
Las huevas pueden permanecer metabólicamente inactivas durante largos períodos
(incluso de 10 años) en condiciones de total ausencia de agua y oxígeno, y a temperaturas por
debajo del punto de congelación. Esta característica inusual es llamada criptobiosis o diapausa;
una vez el entorno es adecuado, la
eclosión
puede
transcurridas
las
comenzar
primeras
ocho
horas.
El
adulto
alcanza
un
centímetro de largo en promedio, y
su vida media es de un año. Este
rápido desarrollo, y la habilidad de
sus huevos para soportar largos
períodos
en
condiciones
desfavorables, la hacen un modelo
invaluable en investigaciones biológicas, algunas incluso desarrolladas en el espacio exterior.
El hecho de resistir condiciones de excepcionalmente alta salinidad, le permite vivir en
lugares donde se hace difícil la coexistencia de posibles depredadores.
Al eclosionar, las larvas o nauplii tienen menos de 500 micras (5x10-4 m). Se alimentan de
fitoplancton, en especial algas de los géneros Chlamydomonas, Tetrahedron y Dunaliella. En laboratorios
y acuarios se les suele suministrar harinas de pescado, maíz o soja, y también se suele utilizar la clara de
huevo.
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