Download PAU Filosofía modelo 2010 Andalucía

Document related concepts

Crítica de la razón práctica wikipedia , lookup

Ética kantiana wikipedia , lookup

Fundamentación de la metafísica de las costumbres wikipedia , lookup

Imperativo categórico wikipedia , lookup

Racionalismo wikipedia , lookup

Transcript
Historia de la Filosofía
1
Historia de la Filosofía
2
Historia de la Filosofía
3
Historia de la Filosofía
4
ANDALUCÍA
MODELO CURSO 2009-2010
SOLUCIÓN DE LA PRUEBA DE ACCESO
AUTOR:
Francisco Ríos Pedraza
Opción A
 Contexto histórico-cultural y filosófico.
El contexto en el que se desenvuelve la vida y la obra de
Descartes está dominado por la Guerra de los Treinta
Años (1618-1648), en la que él mismo participó como
soldado llegando a luchar alternativamente en los dos
bandos de la contienda. Este conflicto bélico se inició
como un enfrentamiento por motivos religiosos pero
acabó convirtiéndose en una lucha por el poder político
en Europa y el predominio en el comercio internacional
entre las distintas casas reales.
cuenta de que al conocer nos hacemos una representación de la realidad. Este descubrimiento llevó a sostener
que es esa representación y no la realidad misma el
objeto de nuestro conocimiento. Esas representaciones
de la realidad son lo que comúnmente llamamos ideas y
la doctrina filosófica que sostiene que nuestro conocimiento recae sobre ideas es el idealismo. Descartes,
como la mayoría de los filósofos de la modernidad, puede ser considerado idealista en este sentido.
 Comentario del texto.
La guerra provocó una enorme crisis que tardó decenios
en superarse y acabó definitivamente con la pretensión
de construir una Europa unida por la religión. Otra consecuencia de la guerra fue el surgimiento de un buen
número de estados nacionales independientes que reivindicaban su soberanía. Este clima político trajo consigo la instauración del absolutismo monárquico. Esta
nueva forma de gobierno facilitaba una concentración
del poder en la figura del jefe del Estado con el fin de
hacer valer los intereses nacionales en el concierto europeo y en el comercio internacional.
a) Claridad y distinción son los dos rasgos que, según
Descartes, ha de tener una idea para ser considerada
evidente. Esto es fundamental para una idea puesto
que, de acuerdo con la primera regla del método cartesiano, solo pueden ser consideradas verdaderas las
ideas que resultan evidentes. Una idea es clara cuando resulta manifiesta a la mente atenta, cuando no
deja margen a la duda. Por su parte, una idea es distinta cuando es perfectamente distinguible de otras
ideas; cuando se conoce con precisión qué es exactamente lo que incluye y lo que no incluye.
El triunfo del absolutismo monárquico vino acompañado de un nuevo orden social basado en los estamentos
sociales (la nobleza, el clero y el estamento popular) que
institucionalizaba la desigualdad social. El mantenimiento
del equilibrio en una sociedad estructurada de esta forma
exigía establecer unos controles férreos que condujeron
al incremento de la censura institucional. Este ambiente
tan poco favorable al desarrollo del pensamiento científico y filosófico empuja a Descartes a trasladar su residencia desde su Francia natal a Holanda, donde hay una
mayor tolerancia debido a la ausencia de la Inquisición.
En Holanda conoció Descartes la condena de Galileo, lo
que le hizo ser aún más precavido al exponer sus ideas.
Conocimiento es el saber cierto y seguro. Para Descartes es el objetivo principal de su filosofía y precisamente su estudio del método encuentra su razón
de ser en la pretensión de alcanzar ese tipo de saber
en el que esté definitivamente erradicado el error.
Una característica fundamental del conocimiento
para Descartes es su unidad. Descartes buscaba un
único método porque estaba convencido de que el
saber, el conocimiento, es unitario dado que todo
él se logra empleando una única facultad cognoscitiva: la razón.
En el ámbito del pensamiento, el contexto en el que se
despliega la filosofía de Descartes está profundamente
influido por el auge que la ciencia había experimentado
durante el Renacimiento. El espectacular avance que
experimenta el conocimiento en determinadas áreas del
saber despierta un interés por conocer el método específico aplicado en esas disciplinas. La finalidad es
implantar ese método en aquellas disciplinas que aún
se encuentran estancadas. Descartes es uno de los
representantes más destacados en esta empresa de
búsqueda del método de investigación científica que
nos aparte del error y nos asegure el conocimiento.
En la época de Descartes se produce un desplazamiento
del interés filosófico desde la metafísica hacia la epistemología. Como consecuencia de ello pronto se cae en la
© Oxford University Press España, S. A.
b) La temática de este texto consiste en la exposición
de las cuatro reglas del método único que Descartes
propone y que nos han de conducir a un conocimiento cierto, seguro y alejado del error.
쐌 La primera es la regla de evidencia que nos sirve
para establecer un criterio que permita distinguir
lo verdadero de lo falso.
쐌 La segunda es la llamada regla del análisis y nos
indica que lo primero que debemos hacer cuando
tratamos de conocer algo complejo es descomponerlo en sus componentes más simples.
쐌 La tercera regla es la de la síntesis. Esta regla nos
recomienda que una vez descompuesto lo complejo en sus partes simples, emprendamos el
camino inverso recomponiendo lo complejo a
partir de lo simple.
Historia de la Filosofía
5
ANDALUCÍA
MODELO CURSO 2009-2010
쐌 La cuarta y última regla nos enseña cómo proceder para asegurarnos de no haber cometido ningún error una vez que ya se ha completado todo
el recorrido que nos conduce al conocimiento. Se
trata, por tanto, de una regla de repaso y, puesto
que hemos realizado dos movimientos, el análisis
y la síntesis, debemos realizar dos tipos de revisiones: la enumeración o recuento repasará el
análisis asegurándonos de no haber olvidado
nada, y la revisión repasará la síntesis garantizándonos que no nos hemos saltado ningún paso
necesario.
cias apoyadas por un hábito psicológico que nos lleva a
creer que el futuro será como el pasado.
c) Como ya se dijo en el apartado primero al exponer el
contexto filosófico, Descartes está interesado en
hallar un método que sea aplicable en cualquier
rama del saber con la seguridad de producir conocimiento cierto. El método que Descartes trata de
construir ha de tener las siguientes características:
Las diferencias fundamentales entre Descartes y Hume
las encontramos en el papel que se le asigna a los sentidos en el conocimiento. Descartes, al rechazar su validez,
se ve obligado a afirmar la existencia de ideas innatas
que serían la fuente originaria de la que se nutre el
conocimiento. A partir de las ideas innatas y empleando
únicamente la razón es posible conseguir un conocimiento completo de la realidad según Descartes. Hume
por su parte niega la existencia de ideas innatas al afirmar que todo conocimiento tiene su origen en la experiencia. Además, Hume reconoce el carácter limitado
y subjetivo de la información que nos proporcionan
nuestros sentidos y, por ello, redujo las pretensiones de
conseguir un conocimiento absolutamente verdadero,
conformándose con la posibilidad de lograr un conocimiento meramente probable.
쐌 Ha de ser racional. Descartes está convencido de
que empleando únicamente nuestra razón, sin
recurrir a los sentidos, es posible lograr un conocimiento completo de la realidad.
쐌 Tiene que ser único, con independencia del objeto
al que se aplique. Puesto que la razón es única, el
método también ha de serlo.
쐌 Debe ser simple. Un método que tuviese un gran
número de reglas y preceptos resultaría complicado de aplicar y nos haría cometer errores.
El método propuesto por Descartes tiene indiscutibles rasgos propios de un método matemático. Así
se explica que en alguna ocasión dijese que pretendía construir una Mathesis Universalis (matemática
universal). De todos modos debe quedar claro que
lo que Descartes pretendía no era reducir todo el
saber a las matemáticas, sino extender el uso de un
método matemático al conocimiento de toda la realidad.
 Relación con otra posición filosófica.
La posición filosófica defendida por Descartes se puede
contraponer a la posición sostenida por los empiristas
en general y por Hume en particular. Frente al desprecio
de los sentidos manifestado por Descartes, Hume afirma
que el origen y el valor de todo nuestro conocimiento
dependen de la experiencia sensible. Frente a la confianza cartesiana en la capacidad de la razón para lograr
conocimiento seguro, Hume mantiene una postura
escéptica según la cual, la mayor parte de nuestros
supuestos conocimientos no pasan de ser meras creen-
© Oxford University Press España, S. A.
Podemos decir que Descartes comparte con Hume intereses, pero se diferencian por las soluciones y las propuestas concretas que hacen uno y otro. El interés por el
estudio del conocimiento es común, como también lo
es el intento de establecer un método de conocimiento
fiable. También coinciden Descartes y Hume en defender una postura idealista en el sentido que antes se ha
explicado: nuestro conocimiento no recae directamente
sobre la realidad, sino sobre nuestras ideas entendidas
como representaciones de la realidad.
Podemos hacernos una idea bastante clara del modo
tan distinto de concebir la filosofía y el saber en general
que tienen Descartes y Hume si atendemos a lo que
cada uno de ellos considera modelo de saber. Para
Hume, el modelo de saber es el de las ciencias experimentales que recogen información de la experiencia
sensible y a partir de ahí elaboran un conocimiento de
la realidad. Descartes, en cambio, tiene a la matemática
como modelo de saber: una disciplina que elabora todo
su cuerpo de conocimientos sin necesidad de recurrir a
la experiencia, pero que, una vez elaborados, esos conocimientos resultan aplicables a toda la realidad incluida
la que conocemos a través de los sentidos.
En cuanto a la actualidad del tema abordado en el texto
cabe destacar que el debate sobre el método de conocimiento que iniciaron racionalistas y empiristas sigue
siendo uno de los principales temas de interés para la
filosofía de la ciencia actual. Por su parte, el neopositivismo del siglo XX se ha ocupado ampliamente de debatir
sobre el papel que han de desempeñar los sentidos en
el conocimiento.
Historia de la Filosofía
6
ANDALUCÍA
MODELO CURSO 2009-2010
Opción B
 Contexto histórico-cultural y filosófico.
Kant vivió entre 1724 y 1804, por tanto, su madurez
abarcó la segunda mitad del siglo XVIII; es decir, el período de máximo apogeo de la Ilustración. Kant vivió lejos
de Francia, el epicentro de este movimiento cultural,
pero estuvo profundamente influido por él. En su Prusia
natal, el conflicto político entre la burguesía floreciente
y los defensores del absolutismo monárquico no tuvo la
virulencia del conflicto francés. A ello contribuyó de
manera decisiva el hecho de que el monarca, Federico II
el Grande, fuese un entusiasta seguidor de las doctrinas
de la Ilustración y un destacado representante del despotismo ilustrado. No obstante, Kant no se libró de los
efectos de la censura presente en un sistema político
poco tolerante. A la muerte de Federico II ascendió al
poder Federico Guillermo II, quien por medio de su
ministro conminó a Kant a reconsiderar sus afirmaciones relativas a la religión. Kant, por medio de un escrito
se comprometió a no volver a expresar en público opiniones sobre religión.
Uno de las principales ideas que inspiraron el movimiento ilustrado fue la supremacía de la razón frente a
otros valores culturales como la tradición o la autoridad.
Esta confianza en la razón se extendía tanto al terreno
del conocimiento teórico de la realidad como al de la
transformación social con el fin de lograr una sociedad
más justa. Kant compartió esta actitud hacia la razón y
asumió la tarea de llevar a cabo una revisión crítica de la
misma con el objetivo de ponerla a punto para que desempeñara bien el papel esencial que le corresponde.
La tarea que Kant se planteó es muy ambiciosa, puesto
que abarca todos los órdenes en los que la razón despliega su actividad. El análisis que realizó del uso teórico
de la razón le puso en relación con las dos grandes propuestas epistemológicas de la modernidad: el racionalismo y el empirismo. La solución kantiana se puede considerar equidistante de ambas soluciones al problema del
conocimiento. Por una parte, a diferencia del racionalismo, Kant considera que la experiencia sensible juega un
papel esencial en el conocimiento. Por otro lado, Kant se
distancia igualmente del empirismo al sostener que
nuestra razón posee ideas cuyo origen no se encuentra
en la experiencia y que resultan esenciales para ordenar
lo percibido por nuestros sentidos.
En cuanto al uso práctico de la razón, el resultado de la
revisión crítica kantiana le colocó en una posición
opuesta a la que había sostenido Hume. Para Kant los
principios morales, para ser válidos, han de ser universales y solo la razón es capaz de lograr esa universalidad
de los principios de la moralidad. En el extremo opuesto
a Kant se encuentra Hume, para quien el fundamento de
nuestros juicios morales se encuentra en los sentimientos y no en la razón.
© Oxford University Press España, S. A.
 Comentario del texto.
a) Un imperativo es una norma, un precepto que conmina al sujeto a realizar o dejar de realizar una determinada acción. Del mismo modo que la razón teórica se compone de juicios, la razón práctica se
expresa mediante imperativos. Estos imperativos
pueden ser de dos tipos: hipotéticos o categóricos.
Un imperativo es hipotético si ordena realizar una
acción siempre que se den unas determinadas condiciones. El imperativo categórico, a diferencia del
anterior, ordena sin condiciones; ordena lo que ha de
hacerse sean cuales sean las circunstancias. A juicio
de Kant la moral, para ser válida, ha de ser universal y,
para ser universal, sus imperativos no pueden ser
hipotéticos, sino categóricos.
La ley práctica es la norma que regula la acción
humana. La diferencia entre la ley práctica y el imperativo radica únicamente en la forma: la primera
debe quedar recogida en un texto formal, mientras
que el imperativo es el mandato, la orden que se da
de viva voz o que el sujeto se da a sí mismo a través
de su voz interior. De acuerdo con Kant, la ley práctica que regule la acción moral debe ser universal y
esto, como ya se ha dicho en la explicación del concepto anterior, solo lo puede lograr el imperativo
categórico. Por tanto, podemos concluir que la ley
práctica universal debe ser la formulación expresa
del imperativo categórico.
b) Este texto trata básicamente de establecer un requisito fundamental que ha de cumplir cualquier formulación que se haga del imperativo categórico.
Anteriormente ha quedado ya establecida la importancia que tiene el que el imperativo moral sea un
imperativo categórico. Ahora toca determinar cuál es
ese imperativo. Para ello Kant fija en este texto un
requisito que debe cumplir cualquier formulación
que se haga del imperativo: ha de considerar a todo
ser racional como un fin en sí mismo. Es decir, no
puede haber ninguna norma moral admisible que
nos exija realizar una determinada acción en la que
usemos a un ser humano como medio para conseguir un fin cualquiera distinto de ese ser humano;
por muy elevado que pueda parecernos ese fin. Este
requisito se refiere no solo al sujeto de la acción (no
se trata solo de que al realizar algo yo no puedo considerarme a mí mismo como un medio) sino a todo
ser humano (ningún ser humano puede usarse a sí
mismo ni a ningún otro ser humano como medio
para conseguir un fin).
Una vez establecido el requisito de la ley práctica
universal que andamos buscando nos podemos preguntar por el porqué. ¿Por qué ha de ser considerado
todo ser humano como un fin en sí mismo? El texto
concluye dando respuesta a esta pregunta. Kant nos
Historia de la Filosofía
7
ANDALUCÍA
MODELO CURSO 2009-2010
expone el fundamento de este principio: la naturaleza racional existe como fin en sí misma. Es decir, otras
naturalezas pueden estar en el mundo para cumplir
una finalidad más allá de ellas mismas: servir de alimento o de cobijo a otros seres, por ejemplo; pero la
naturaleza racional no es un medio para otro fin, sino
que es un fin en sí misma.
to concede a la razón un papel fundamental en el terreno de la moral; por este motivo se opone especialmente
a la ética de Hume, que es emotivista, por negarle a la
razón el derecho a intervenir en asuntos morales otorgándoselo a las emociones y los sentimientos.
c) Kant parte del presupuesto según el cual la ética
solo puede ser válida si es universal. La justificación
de este presupuesto la encontramos en que el instrumento con el que debemos elaborar nuestra
moral es la razón, y esta es una y la misma para todo
ser humano, en todo tiempo y lugar. Por tanto, una
ética basada en la razón debe valer para todo ser
humano, debe ser universal. A juicio de Kant, el único
modo de lograr principios morales universales es
que estos no nos digan lo que tenemos que hacer,
sino cómo debemos obrar. En definitiva, la conclusión a la que llega Kant es que la ética ha de ser formal, es decir, vacía de contenido.
쐌 En primer lugar por ser a posteriori, ya que establecen
algo como bien supremo y esto solo es posible hacerlo tras experimentar distintos bienes y así poder elegir el que se considera supremo. El ser a posteriori es
un obstáculo, a juicio de Kant, porque nada que sea a
posteriori puede ser estrictamente universal, y para
Kant la moral ha de ser universal.
Siguiendo con la misma argumentación de Kant, en
una ética formal los imperativos han de ser categóricos, y en sus escritos de moral Kant nos proporciona
varias formulaciones del imperativo categórico. Una
de esas formulaciones nos dice que debemos obrar
de modo que tratemos a la humanidad, tanto en
nuestra persona como en la persona de cualquier
otro, siempre como un fin y nunca como un medio.
Esta es justamente la formulación del imperativo
categórico que está presente en el texto propuesto
aunque no se haga explícita en el fragmento seleccionado. Esta formulación del imperativo es efectivamente formal puesto que no nos dice lo que tenemos que hacer en concreto, sino que nos dice cómo
debemos obrar: tratando a todo ser humano como
un fin. Da igual lo que hagamos siempre que todo
ser humano que se vea implicado en nuestra acción
haya sido considerado por nosotros como un fin y
no como un medio.
La ética formal tiene por tanto como requisito el que
sus imperativos sean categóricos, y el imperativo
categórico tiene como requisito que todo ser humano sea tratado como un fin. El fundamento último de
todo ello es la naturaleza racional del ser humano.
 Relación con otra posición filosófica.
La ética formal kantiana es pionera en la historia de la
ética y, por ello, se podría oponer a cualquier teoría ética
anterior que, por este mismo motivo, debe ser considerada una ética material (no necesariamente materialista)
en el sentido de estar dotada de contenido. Pero además, la ética kantiana es una ética racionalista por cuan-
© Oxford University Press España, S. A.
Kant rechaza las éticas materiales por tres motivos diferentes.
쐌 En segundo lugar las éticas materiales proponen
imperativos hipotéticos, que solo obligan a quien
acepta perseguir aquello que previamente se ha establecido como bien supremo; como ya hemos visto,
Kant considera que el imperativo moral ha de ser
categórico en lugar de hipotético.
쐌 En tercer y último lugar, el rechazo kantiano a las éticas materiales se debe a que estas son heterónomas;
es decir, en este tipo de éticas, la razón no se da a sí
misma la norma, sino que esta le viene impuesta desde una instancia externa como pueden ser las emociones o los sentimientos.
En la tercera de las críticas que Kant dirige contra las éticas materiales se percibe mejor que en las dos anteriores la diferencia entre los planteamientos de Hume y de
Kant. Para Kant las emociones y los sentimientos son
agentes externos a aquel encargado de dotarnos de una
moral, que no es otro que nuestra razón. El hecho moral
es un hecho específicamente humano y solo la razón
como facultad también exclusivamente humana puede
hacerse cargo de él. Hume, en cambio, sostiene que la
razón solo nos es útil cuando se trata de averiguar cómo
es de hecho el mundo, pero cuando nos ocupamos de
cómo debe ser, ahí la razón se vuelve incapaz y son los
sentimientos los que guían nuestras decisiones y nuestro conocimiento.
Finalmente, la actualidad del debate sobre la moral y
sobre los criterios a partir de los cuales tenemos que
construir nuestros principios morales resulta incuestionable. La posición expuesta por Kant, con matices
importantes, es defendida hoy día por Jürgen Habermas
y su ética dialógica. La novedad que Habermas introduce respecto a Kant consiste básicamente en afirmar que
los preceptos morales no deben surgir de un monólogo
del sujeto, sino de un diálogo racional y libre entre seres
humanos.
Historia de la Filosofía
8