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LAS PALABRAS Y LA COSA de Jean-Claude Carrière. Reescritura de Ricard Borràs.
Luis Buñuel decía: "La imaginación es el mejor antídoto contra la mediocridad. Hay que
ejercitarla y fortalecerla como un músculo ". Carrière me explicó que Luis Buñuel, en el
apartamento de su hijo Rafael en Nueva York, les propuso practicar un curioso juego
imaginativo. Los tres, cada uno en su lengua materna, tenían que confeccionar una lista
de sinónimos i eufemismos de la palabra "polla". Ganó Carrière, pero: "No tuvo mérito,
porque mi lengua, el francés, en ese terreno es inagotable".
Esa anécdota fue el embrión de "Las palabras y la cosa": Una joven actriz dobladora de
películas porno, asqueada por la pobreza y vulgaridad del lenguaje que se ve obligada a
usar, le envía una carta a un viejo filólogo pidiéndole ayuda. El filólogo, le remitirá siete
tiernas y divertidas cartas, en las que le demostrará que en este terreno, la lengua
castellana posee auténticos tesoros, ocultos por el pudor y la mojigatería.
El texto original rinde homenaje a la literatura francesa y en particular a la rica y variada
literatura libertina del Siglo XVIII. Nosotros en nuestra adaptación al castellano, hemos
querido homenajear a nuestros autores del siglo de oro, y colaborar para sacar del
ostracismo a los autores sicalípticos de finales del XIX y principios del XX.
La obra utiliza las palabras mas chabacanas y las transmuta en palabras tiernas y
hermosas. La apuesta es, en definitiva, transformar lo vulgar en sublime. Un difícil
ejercicio, que sólo un autor de la talla de Carrière puede afrontar con garantías.
En el prólogo del libro de la adaptación al castellano, editado por Blackie Books 2016.
Carrière escribe: "Yo me dije: será imposible traducir esta obra, que es estricta y
típicamente francesa. Cuando me llegó la oferta de adaptar el texto al castellano.(...) y los
promotores de esta aventura vinieron a verme a París, pensé: Evidentemente no puedo
decirles que no, pero es imposible, no lo conseguirán, abandonarán a medio camino. (...)
Sin embargo, me equivocaba desde el principio. Primero leí el texto y luego fui a ver el
espectáculo teatral. Y me conquistó por completo. Por supuesto, los autores de la
adaptación habían tenido que rebuscar a fondo en todos los cajones de la literatura
antigua y moderna, pero lograron encontrar equivalencias, y habían inventado palabras y
alianzas de palabras que uno recibía y apreciaba. Llegaron hasta el punto de revelar,
misteriosamente, una lengua que nadie conocía pero que todo el mundo entendía.
Una lengua desconocida y familiar al mismo tiempo.(...) Grosera por momentos y deliciosa
a la par".
Para adaptar, o reescribir, la obra al castellano he contado con el asesoramiento y la
amistad de Alberto Blecua. Catedrático emérito de la UAB. Máxima autoridad en literatura
española del siglo de oro. Gracias a sus comentarios y al montón de libros que me
aconsejó leer, pude ir sustituyendo los autores franceses por Cervantes, Góngora, Lope o
Quevedo. Y las citas de La Celestina, La Carajicomedia, La Lozana Andaluza o la Pícara
Justina fueron reemplazando, poco a poco, las citas de Beaumarchais y el Marqués de
Sade.
Alberto Blecua también aceptó escribir el epílogo del libro editado por Blackie Books: "Y
cierro este veloz epílogo con el deseo de que las palabras y la cosa, esto es, la res
(inventio y dispositio) y los verba (elocutio) de la retórica clásica que tan bien conoce
Carrière, tengan glorioso éxito en su representación (la actio-pronuntiato). Y que el
espectador haya disfrutado con la excepcional recreación que, con tanto esfuerzo y amor
por la lengua, ha llevado a cabo nuestro querido Ricard Borràs. Muchas gracias a él y al
entrañable Jean-Claude Carrière".
Puede parecer paradójico que un texto teatral que elogia y descubre los tesoros de la
lengua castellana, haya partido de un texto tan típicamente francés. Pero en este paseo
erudito y sugerente por las posibilidades eróticas de nuestra lengua, he contado con la
inestimable complicidad de Jean-Claude Carrière y de Alberto Blecua .
Cuando empecé mi trabajo de traducción y adaptación, no sabía si conseguiría llevarlo a
cabo, gracias a ellos he conseguido que la obra se estrene y guste al público. Me siento
muy afortunado de haber compartido con ellos esta enriquecedora experiencia.
Ricard Borràs