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Criptomonedas y el advenimiento de una nueva economía digital
La creación del bitcoin en 2008 y la aparición de las criptomonedas -cómo Litecoin y
Dogecoin (para mencionar las más importantes)- desató una serie de acontecimientos sin
precedentes, tanto en el mundo de las finanzas, el comercio electrónico, que plantean -
según algunos especialistas- una transformación en la economía comparable a la aparición
de la internet. Las monedas virtuales cómo el bitcoin han generado nuevas modalidades de
especulación financiera, comercio electrónico y generación de riqueza que desafían las
restricciones de las instituciones financieras de los Estados proponiendo una nueva lógica
económica.
Desde su aparición, el bitcoin ha pasado de un precio de 0,005 a un pico de 1000 dólares
en 2014 (desplomándose después a un precio estable promedio de 170 dólares)
volviéndose para muchos un interesante objeto de especulación, un medio para la
generación de nuevos negocios y prácticas delictivas, casi imposibles de controlar por los
Estados y sus instituciones financieras.
La reciente condena de Ross Ulrich a cuatro cadenas perpetuas por la creación y
administración en la Deep Web del sitio de comercio electrónico The Silk Road pone de
manifiesto los alcances y reacciones provocadas por el bitcoin.
El bitcoin -la primer y más importante de las criptomonedas- es una moneda virtual, que no
tiene entidad física, que es generada por la misma comunidad de usuarios y no posee
ningún tipo de regulación centralizada, planteando un mercado sin restricciones, cómo un
“mercado libre” en términos ideales (para el liberalismo). Esta moneda virtual se basa en un
algoritmo que regula el intercambio, creación de nuevos bitcoins y la cantidad máxima de
emisión -unos 30 mil millones- equivalentes a la cantidad de dinero físico que existe hoy en
el mundo. Esta criptomoneda es generada mediante un hardware especial que procesa los
intercambios y crea nuevos bitcoins. El nivel de dificultad de crear un nuevo bitcoin se eleva
a medida que crece, tanto la cantidad de moneda emitida, cómo la cantidad de usuarios que
la estén generando. Esto controla su emisión y evita una saturación en su producción
(denominado “minado” [cómo si fuera un mineral o metal precioso]).
El precio del bitcoin se ha incrementado sostenidamente desde su creación. En 2014 su
valorización y la especulación financiera crearon una burbuja que llevó su precio a un pico
de mil dólares el bitcoin. Al poco tiempo su precio se desplomó a cerca de los 150 dólares.
El bitcoin fue creado por Satoshi Nakamoto y Gavin Andresen con la intención de brindar
una moneda que permitiera facilitar el intercambio entre individuos sin la necesidad de
bancos y evitar las restricciones de los gobiernos. La intención de sus creadores era librar a
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las personas de las presiones fiscales y políticas monetarias de los gobiernos. El bitcoin se
funda en principios libertarios y la idea de una moneda controlada por sus mismos usuarios.
Aunque todas las operaciones realizadas con bitcoins se registran y son de público acceso,
el uso de esta moneda permite un alto grado de anonimato. Los bitcoins se administran
desde billeteras virtuales que no requieren registrar el nombre o datos reales de su usuario.
Estas dos condiciones, -el anonimato y no tener entidad física (no necesitar transportar
dinero material)- sin la necesidad de pasar por bancos y no tener registro en las
instituciones financieras de los Estados, hicieron de las criptomonedas un medio “atractivo”
para la evasión fiscal, el lavado de dinero, el narcotráfico y otras actividades criminales. Las
operaciones con criptomonedas son muy difíciles de rastrear y determinar los movimientos
de dinero.
Aunque la mayoría de los bitcoins existentes son utilizados cómo forma de ahorro, una parte
de ellos se utiliza para intercambio en transacciones comerciales. La aceptación del bitcoin
crece de manera muy lenta. En 2014 sitios de ventas online cómo Amazon y sistemas de
pago electrónico cómo Paypal comenzaron a aceptar bitcoin. Aún el bitcoin no ha tenido un
efecto significativo en la economía “real”.
Las criptomonedas en general y el bitcoin en particular crearon más un nuevo mercado
especulativo que un medio de intercambio que “beneficiaría” a las personas. En términos
prácticos no ha presentado un uso que no se pueda realizar con el dinero convencional. El
bitcoin puede realizar prácticamente las mismas operaciones que las tarjetas de crédito sin
la necesidad de un banco. En lugares específicos -cómo California y Holanda- cada vez
más comercios comienzan aceptar bitcoin cómo medio de pago en las compras.
Su mención en las series The big bang theory y The good wife manifiestan su impacto y
conocimiento en la cultura popular estadounidense. A pesar de este conocimiento del
público estadounidense su aceptación y uso se puede considerar bajo.
El verdadero mercado que opera con bitcoins se encuentra en la Deep Web -la porción de
internet que se encuentra fuera del registro de los buscadores cómo Google- y a la que se
accede con software especial de encriptación y navegación. Se estima que La Deep Web es
500 veces más grande que Internet representando el 95% de la información que se
encuentra en la red. En la Deep Web se puede encontrar sitios de grupos revolucionarios,
hackers, servicios de inteligencia, organizaciones terroristas, pedofilia, tráfico de drogas y
otras actividades delictivas. En la Deep Web se puede desde comprar datos, drogas, hasta
encargar un asesinato, y pagarlo con bitcoins.
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En febrero de 2011 se creó en la Deep Web The Silk Road, un sitio de comercio electrónico
(Cómo eBay o Mercado Libre) de mercancías ilegales, principalmente drogas, que operaba
con bitcoin. The Silk Road permitía a sus usuarios comprar y vender contrabando utilizando
bitcoin. En el 2013 el FBI arrestó a su fundador y cerraron el sitio. Ross Ulrich fue enjuiciado
y condenado a cuatro cadenas perpetuas por haber creado y administrar the Silk Road.
Las criptomonedas son un fenómeno nuevo y reciente del que todavía sería prematuro
predecir el futuro del bitcoin y su impacto en la economía, la política y la sociedad.
Lo que podemos afirmar primero, es que la criptomonedas atentan contra la soberanía del
Estado nación al operar fuera de su alcance en un medio virtual. Segundo, que cómo toda
forma de valor1 genera diferencia económica y social. Tercero, lejos de crear un instrumento
de acceso a dinero libre para las personas -según la intención de sus creadores, de acuerdo
a los principios de libertad libertarios- brinda un medio para que las personas ricas, la gente
con alto conocimiento de informática y las organizaciones delictivas puedan acumular
riquezas y realizar negocios sin intervención del Estado.
[Primer cuestión] Las criptomonedas es una tecnología que representa un desafío para la
soberanía del Estado. En este sentido podemos pensar que la aparición de las
criptomonedas no solo afectarán las finanzas sino que también generarán consecuencias
políticas. En los Estados Unidos se comenzó a discutir la posibilidad de gravar
impositivamente el bitcoin. Esto no es algo fácil debido a la naturaleza virtual de esta
moneda y la dificultades para comprobar su tenencia. La criptomonedas representan una
amenaza a la capacidad tributaria y de regulación económica para el Estado representando
un desafío a su soberanía monetaria.
En alguna medida podemos pensar que las criptomonedas podrían debilitar al Estado en
algunas de sus atribuciones; no sólo en el campo impositivo, de regular operaciones
financieras, y controlar actividades ilícitas.
[Segunda cuestión] Las criptomonedas cómo forma de valor podrían contribuir a generar
más desigualdad económica. A pesar que las monedas virtuales proponen un acceso “libre”,
independiente de los bancos centrales de los países, así cómo los privados, las clases
populares y trabajadoras con poca -o nula- capacidad de ahorro pueden adquirir
criptomonedas. En el caso de bitcoin, cuyo valor por unidad es de aproximadamente 180
dólares, hace difícil que una persona con ingresos “promedio” pueda adquirir una cantidad
Tanto en el sentido que Marx propone en su teoría del valor, cómo la de Saussure en la teoría del
signo lingüístico, o Bourdieu respecto del valor respecto del capital simbólico y cultural.
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significativa de los mismos. El bitcoin es más un objeto de ahorro y especulación financiera
para personas de altos ingresos.
Tal vez un aspecto significativo que podríamos esperar -en relación a las diferencias
económicas que pueden provocar las criptomonedas- es el ascenso de una nueva clase,
compuesta por personas con altos conocimientos en informática. Los “pioneros” en la
adopción de esta nueva tecnología fueron los “hackers” y personas con altos conocimientos
de informática. Las criptomonedas han generado nuevas fortunas para muchas personas
del campo de la tecnología que comenzaron a minar bitcoins desde sus comienzos.
Esto plantea nuevas modalidades de poder en relación al saber en el sentido que propone
Foucault. La novedad de esto se encuentra en que las formas de saber tecnológico no se
limitan a su campo (Bourdieu) específico sino que lo trasciende, brindando también un
poder en el campo económico. Se podría pensar a partir de esto el ascenso de una nueva
burguesía tecnológica con poder económico.
Las diferencias económicas y sociales que podrían generar las criptomonedas son acentuar
la brecha entre ricos y pobres, e incrementar el poder de las formas de conocimiento de la
informática.
[Tercer cuestión] Las criptomonedas también podrían tener efectos sobre las actividades
económicas, produciendo nuevos negocios y formas de generación de riquezas,
modificando aspectos de nuestras actividades cotidianas, y por sobre todo, transformando
el sistema financiero y el funcionamiento de los bancos.
Es tentador pensar que las criptomonedas puedan generar consecuencias para los bancos
similares a las experimentadas en la industria discográfica con la aparición de la tecnología
P2P (que permite compartir música entre personas). Sin embargo parece algo improbable o
muy distante.
El caso de The Silk Road presenta evidencia que señala que las criptomonedas posibilitarán
nuevas actividades económicas controladas o prohibidas por el Estado. Esto puede ser un
indicio de posibles transformaciones en los sistemas jurídicos, y códigos penales y civiles,
intentando regular los usos de las criptomonedas.
Conclusión:
Las criptomonedas son una tecnología que podría generar transformaciones de la magnitud
de aquellas provocadas por la aparición de internet. Estas transformaciones podrían afectar
la soberanía del Estado, el sistema financiero y bancario, acentuar la desigualdad
económica, y dotar al conocimiento tecnológico de un nuevo poder económico.
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Podemos pensar la aparición de las criptomonedas dentro de un marco de profundización
del neoliberalismo y la erosión del poder del Estado.
La idea de una moneda descentralizada sin entidad física lejos de brindar acceso y libertad
económica, amenaza con profundizar las diferencias sociales dificultando la intervención del
Estado cómo factor equilibrador
Las criptomonedas plantean transformaciones políticas, económicas y sociales que
afectarán de manera profunda nuestras vidas cotidiana.
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