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Actas de Ingeniería Vol. 2, pp. 55-64, 2016 http://fundacioniai.org/actas University-Territory Integration: Proposal of an engaged university model based on participatory design for and engineering faculty Integración Universidad-Territorio: Propuesta de un modelo de universidad involucrada basado en diseño participativo para una Facultad de Ingeniería José L. Giraldo1, José Aguilar Z.2, Alba L. Betancur3 1jose.giraldohe(AT)unaula.edu.co, 2jjaguila(AT)unal.edu.co, 3albal.betancur(AT)ingeniaser.com 1Universidad Autónoma Latinoamericana. Medellín – Antioquia Nacional de Colombia. Bogotá – Colombia 3Asociación IngeniaSER. Medellín – Antioquia 2Universidad Artículo de investigación Abstract There are important theoretical developments like the model of the engaged university about university-region integration. However, it is still required to explore the integration of the university with its adjacent territory, specifically, in the case of universities embedded in territories with high economic dynamism characterized by the presence of small and medium-sized production and commercial units. The Faculty of Engineering of the Universidad Autónoma Latinoamericana presents these characteristics. Furthermore, researchers from this faculty have made an economic characterization of its adjacent territory, situation that creates opportunities to continue the exploration of possibilities for the integration of the university with this territory. Participatory design techniques allows the integration of different interest groups in design activities in order to contribute to design solutions for their own problems and needs. Its application, according to specific situations, gives rise to new techniques, research and knowledge. Keywords: Participatory design, anchor institution, engaged university, small and medium enterprises, adjacent territory. Resumen Existen importantes desarrollos teóricos como el modelo de la universidad involucrada sobre la integración de la universidad con las regiones. Sin embargo, aún se requiere explorar las posibilidades de integración de la universidad con su territorio adyacente, específicamente, en el caso de universidades incrustadas en territorios con alto dinamismo económico caracterizado por la presencia de pequeñas y medianas unidades productivas y comerciales. La Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma Latinoamericana presenta estas características, en sus actividades de investigación ha hecho una caracterización económica de su territorio adyacente, situación que genera oportunidades para continuar explorando posibilidades de integración de la universidad con este territorio. Las técnicas de diseño participativo permiten la integración de diferentes grupos de interés en actividades de diseño de soluciones para sus propias problemáticas y necesidades. Su aplicación, de acuerdo a situaciones específicas, da lugar a nuevas técnicas, investigación y conocimiento. Palabras clave: Diseño participativo, institución ancla, universidad involucrada, pequeñas y medianas unidades productivas, desarrollo de territorios adyacentes. © 2016. IAI All rights reserved Citación Giraldo, J., Aguilar, J. and Betancur, A. 2016. Integración Universidad-Territorio: Propuesta de un modelo de universidad involucrada basado en diseño participativo para una Facultad de Ingeniería. Actas de Ingeniería 2, 55-64. 55 1. Introducción El papel de la universidad en la sociedad ha sido objeto de reflexión constante y, sin duda, las universidades son una de las principales fuentes de conocimiento con que cuenta la humanidad. Además, la formación impartida en ellas permite transmitir el conocimiento a las nuevas generaciones de profesionales, que, a su vez, al ingresar a la actividad laboral lo transmiten a los sectores de la sociedad donde ejercen su profesión. En un ejercicio reflexivo, la investigación que nace de las universidades también se ha ocupado de analizar su rol en la economía, la ciencia, la inclusión social, el avance tecnológico, la evolución de sus propias actividades y los aportes que estas le hacen a la sociedad. Este capítulo se centra sobre una parte fundamental de la universidad: las facultades de ingeniería como importantes promotoras del desarrollo tecnológico. Por lo tanto, es de anotar que, en el contenido, las referencias a universidad tienen su foco en las facultades de ingeniería y en su proyección o integración con el resto de la sociedad. Hay importantes desarrollos teóricos, como el modelo de la triple hélice propuesto por Etzkowitz y Leydesdorff [1], acerca de la integración de la universidad con la industria y el estado. Entre los mecanismos para implementar esta integración se identifican los comités Universidad-Empresa-Estado, donde grandes empresas y grupos económicos en colaboración con las universidades más importantes de las regiones y el sector gobierno, definen lineamientos para las universidades que involucran la investigación. Así, la investigación se orienta hacia las áreas definidas como prioritarias para el desarrollo de las regiones, sin embargo, dichas prioridades pueden no ser del todo ajenas a los intereses de los participantes. Por lo tanto, las pequeñas unidades productivas y comerciales pueden quedar excluidas de los beneficios del desarrollo tecnológico en la región, y las universidades de tamaño mediano se pueden ver obligadas a trabajar en líneas de interés para las regiones, pero no necesariamente importantes para sus territorios adyacentes. Otra reciente aproximación teórica se plantea desde los procesos de apalancamiento de proyectos cooperativos, bajo la denominación de Institución Ancla [2, 3]. Este término se utiliza para hacer referencia a las instituciones que, por su tamaño e importancia, pueden, mediante los servicios y productos que ofrecen o los suministros que adquieren, generar o facilitar procesos de inclusión, desarrollo y apalancamiento para emprendimientos y empresas ubicadas en las regiones donde actúan [2, 3]. Las instituciones Ancla le aportan al desarrollo social y económico de las regiones, a la vez que se benefician de nuevas fuentes de suministro y de los ingresos provenientes de los nuevos productos y servicios demandados en el territorio. Entre las instituciones Ancla se incluye a Universidades, empresas de servicios públicos y hospitales. Así, desde esta aproximación teórica, la universidad también juega un rol protagónico en el desarrollo local. Entre los diferentes modelos que se presentan en este capítulo, el modelo de la universidad involucrada cobra especial interés, pero, también plantea importantes retos. Este modelo genera la necesidad de establecer un diálogo de doble vía entre la universidad y los actores presentes en el territorio adyacente. A partir de ahí se pueden identificar las posibilidades y necesidades de adaptación de las universidades medianas, para que se involucren y contribuyan en la solución de las problemáticas identificadas. Sin embargo, en la literatura revisada para este trabajo no se encontró suficiente evidencia empírica sobre este modelo. Por un lado, esto limita las posibilidades de comprensión de los mecanismos de integración [4, 5] y, por otro lado, abre posibilidades para procesos de investigación, que aporten más evidencia y contribuyan a avanzar en el desarrollo de las estructuras conceptuales y metodológicas de esta área de conocimiento. Teniendo en cuenta que aún se requiere explorar las posibilidades de integración de la universidad con su territorio adyacente; que el territorio adyacente a la Universidad Autónoma Latinoamericana presenta alto dinamismo económico, caracterizado por la presencia de pequeñas y medianas unidades productivas y comerciales; y que investigadores de esta universidad han hecho una caracterización económica de este territorio [6], se concluye que todo esto genera una situación que sirve de punto de partida para continuar explorando posibilidades de integración universidadterritorio, además de la identificación del tipo de metodologías que se pueden emplear para este fin. En el contexto de este trabajo se plantea una aproximación para investigar sobre las posibilidades de adaptación de una facultad de ingeniería a las necesidades de su territorio adyacente, de tal forma que pueda integrase y contribuir a generar desarrollo y apalancar la competitividad de las pequeñas y medianas unidades productivas y comerciales ubicadas allí. Para el desarrollo de la investigación se propone el uso de técnicas de diseño participativo, debido a que permiten la integración de diferentes grupos de interés en actividades de diseño de soluciones para sus propias problemáticas y necesidades. En el diseño participativo se escogen, de un conjunto amplio de técnicas disponibles, las más adecuadas para las actividades a realizar. Cada selección específica de técnicas de diseño genera nuevos procesos y métodos, además, su modificación y aplicación de acuerdo a situaciones específicas da lugar a nuevas técnicas, situación que es objeto de continua investigación y generación de conocimiento. Se plantea examinar las posibilidades de emplear el diseño participativo para explorar las capacidades y necesidades del territorio adyacente a la universidad. Luego se podrá avanzar en la identificación de problemas, conceptualizar, prototipar y proponer soluciones para las pequeñas y medianas unidades productivas y comerciales, además de identificar oportunidades y aportes a la solución de las problemáticas desde otras instituciones Ancla que tienen presencia en el territorio. A continuación, se presentan algunas perspectivas y modelos teóricos sobre los roles de la universidad en las sociedades; se identifican vacíos y oportunidades para abordar desde la perspectiva de investigación, desarrollo e innovación; se muestran opciones específicas de 56 abordaje de la problemática desde la óptica del diseño participativo; se plantea una propuesta metodológica para abordar el desarrollo de un modelo de universidad involucrada y, finalmente, se presentan las conclusiones. 2. Perspectivas y modelos identificados en la literatura Desde la perspectiva de la economía del conocimiento, Cooke y Leydesdorff [7] presentan una exploración del conocimiento como factor de producción, de las regiones como proveedoras o no de sistemas relevantes para el desarrollo económico basado en conocimiento, y sobre el concepto de la ventaja construida. Indican que, en la economía basada en conocimiento, se reconoce que éste constituye una parte muy importante del capital, además, se visualiza como la herramienta más poderosa en los procesos de producción. También que se ha identificado una relación directa entre el crecimiento del conocimiento al interior de las organizaciones y su crecimiento total, observando que el crecimiento de las organizaciones se ve limitado por el crecimiento en conocimiento. Cuando estos autores se refieren a una economía basada en conocimiento adicionan dos aspectos estructurales, planteados desde una perspectiva de sistemas: 1) el de las trayectorias tecnológicas y 2) el de la gobernabilidad o naturaleza política. La perspectiva sistémica se genera al incorporar diversas recombinaciones dinámicas: 1) las económicas del mercado, 2) las de la innovación basada en conocimiento, y 3) las de gobierno. Estas dinámicas se representan en el modelo de la triple hélice de las relaciones Universidad-Industria-Gobierno [7]. Sobre las regiones como proveedoras o no proveedoras de sistemas de referencia relevantes para un desarrollo económico basado en conocimiento, Cooke y Leydesdorff identifican que, bajo las condiciones de una economía basada en conocimiento, las hipótesis espaciales giran en torno a distintas visiones sobre la relación entre el desarrollo centralizado de una ciudad importante, con respecto a ciudades ubicadas en las cercanías. Muestran diferentes planteamientos sobre cuáles y en qué condiciones se generan beneficios o detrimentos, crecimiento o decrecimiento económico, entre estos centros urbanos como resultado de la explotación, distribución o concentración del conocimiento. Identifican en la literatura aspectos contradictorios tales como el hecho, al parecer claro, que en la economía del conocimiento la inclusión y exclusión social ya no están tan firmemente acoplados a la posición social, como pasaba en la economía industrial, y, sin embargo, se ha visto como la brecha entre naciones ricas y pobres se acelera por el capitalismo del conocimiento, es decir, la intensidad del conocimiento también está llevando a una creciente brecha entre sociedades [7, 8]. Con respecto a las ventajas que el conocimiento permite construir, se indica en [7] que, el concepto de la ventaja comparativa, explica el bienestar económico en términos de la disponibilidad inicial de recursos en la región y de su comercialización entre regiones y naciones. Mientras que la ventaja competitiva se basa en el comercio entre industrias, además de condiciones de demanda muy localizadas que generan la competitividad del respectivo mercado. Finalmente, plantean la ventaja construida como resultado de procesos de metamorfosis de la organización industrial, generados a partir de transformaciones en las relaciones entre la industria, la universidad y el estado; y de una perspectiva estratégica de la regulación de uso práctico para los diferentes interesados, que generan crecimiento de la actividad económica. En el modelo de la triple hélice [1], la ventaja construida se conceptualiza como el valor adicional de un conjunto de relaciones entre los componentes de la economía basada en conocimiento: la producción de conocimiento (ciencia), el mercado y los gobiernos [7]. El proceso que lleva a las universidades a convertirse en actores fundamentales del desarrollo económico pasa por varias etapas. Por ejemplo, Youtie y Shapira [9] muestran la evolución de tres modelos de universidad: 1) modelo tradicional propio de la universidad medieval, donde actúa como una bodega o acumulador de conocimiento ubicada en una posición de élite alejada del resto de la sociedad; 2) modelo de fábrica de conocimiento, donde la universidad se convierte en un desarrollador de tecnologías para la industria, con lo que apalanca y contribuye al desarrollo de la revolución industrial; y 3) un modelo en desarrollo, conocido como modelo de distribución de conocimiento, en el que la universidad está integrada a regiones inteligentes donde promueve la creación de nuevas capacidades, innovaciones y desarrollos, especialmente en el ámbito local dentro de un contexto post industrial [9]. Además, Youtie y Shapira identifican que la conversión de las universidades en distribuidores de conocimiento implica el surgimiento de un nuevo liderazgo organizacional, nuevos programas y nuevas formas organizacionales, además de la ampliación de las fronteras de roles que median entre lo educacional, el emprendimiento, el capital de riesgo y las esferas públicas e industriales. En el modelo de distribución de conocimiento, las universidades están integradas en los sistemas de innovación, buscan promover activamente interacciones para enlazar la investigación con la aplicación y la comercialización y asumen el rol de acelerador del desarrollo económico y social. En el modelo, los procesos de adquisición, difusión e implementación del conocimiento hacen parte integral de las nuevas actividades de la universidad [9]. Además, los autores identifican que las universidades pueden tener múltiples impactos en sus economías regionales a través de la investigación, la creación de conocimiento, la educación y la formación de capital humano, la transferencia de know how para mejorar la industria existente, el desarrollo de innovación tecnológica para comercializar, el impulso de emprendimientos, el desarrollo de infraestructura, la mejora en los flujos de conocimiento y el liderazgo para enfrentar los problemas regionales. Así crean un ambiente regional favorable para el desarrollo económico y el bienestar social [9]. Por su parte, Etzkowitz y Leydesdorff [1] hacen también un recuento de la evolución de las universidades con respecto a sus modelos de innovación. Plantean que los modelos lineales de innovación existentes se deben cambiar por modelos que permitan obtener, del proceso de creación de conocimiento, ganancias y aportes en el 57 corto plazo, mientras se construye en el largo plazo. Para esto, plantean un modelo de innovación en espiral que permite recoger ambos tipos de contribuciones. Opinan que se requiere, además, capacidades de regulación de la ciencia y tecnología por parte del estado, las universidades y la industria, para crear interdependencias dinámicas efectivas y para promover y subsidiar las alianzas estratégicas entre universidades y empresas. Una aproximación que construye, desde lo que se considera el tercer rol de la universidad, la presentan Trippl, Sinozic y Smith [5]. Estos autores indican que el tercer rol de la universidad es la contribución al desarrollo regional, mediante la activa comercialización del conocimiento en emprendimientos, patentes y licenciamientos. Afirman que estas actividades son estimuladas por la creación de nuevos incentivos y estructuras de reconocimiento a la comercialización para los científicos, además de la creación de una cultura de negocios y mecanismos de transferencia, tal como las oficinas de trasferencia tecnológica. En [10] se plantea que no solamente las universidades ejercen influencia en el desarrollo de las regiones donde están ubicadas, también las características de las regiones ejercen influencia sobre las características, actividades y desempeño de las universidades. Así, en el modelo de la universidad involucrada, se contempla su adaptación a las necesidades regionales para generar un desarrollo localizado, más allá del rol de generador de conocimiento [5, 11]. Para los autores, en este modelo la universidad enfoca sus actividades hacia la industria y la sociedad, ofrece programas focalizados en la región, vincula estudiantes de la localidad, retiene a sus graduados, integra las necesidades regionales en sus prioridades, coordina redes regionales, asesora política, se involucra con las empresas y brinda asistencia y soporte en investigación. La evidencia empírica del modelo de la universidad involucrada es escasa, lo que ha limitado la comprensión efectiva de los mecanismos de integración y de coordinación de las diferentes funciones y misiones [4, 5]. Por lo tanto, los elementos que definen el involucramiento de las universidades con sus regiones continúa siendo objeto de investigación. Por ejemplo, Rytkönen [12] busca identificar modelos de negocios y capas de facilitación de los proyectos de desarrollo espacial, entre ellas las capas social, física y virtual. Encuentra que el impacto de la facilitación social es capaz de generar nuevas oportunidades de negocios para las universidades y concluye que cada caso es altamente dependiente del contexto, con modelos de negocios en constante evolución, lo que implica la necesidad de estudios en detalle de cada situación [12]. De acuerdo con el diccionario de la RAE, integrar hace referencia a hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo [13], mientras que involucrar es complicar a alguien en un asunto, comprometiéndolo en él [14]. A partir de estas definiciones y lo que se expresa en [5] y [11], integrarse, en este trabajo, implicará entrar a formar parte de un todo, manteniendo interacciones con todas o algunas de sus partes. Mientras que involucrarse implicará estar comprometido con el desempeño de todas o algunas partes del todo, con las que mantiene interacciones bidireccionales que pueden llevar a su propia transformación para mejorar dicho desempeño. Los términos se ilustran en la Figura 1. Figura 1. Integrado vs Involucrado Otros planteamientos consideran a las universidades como instituciones Aancla, es decir, entidades asentadas en un lugar, firmemente enraizadas en el territorio, que pueden incluir universidades, empresas de servicios públicos, hospitales, instituciones culturales, fundaciones comunitarias y gobiernos municipales [2, 3]. Normalmente, son instituciones sin ánimo de lucro, debido a que el ánimo de lucro se puede relocalizar fácilmente en busca de costos laborales más bajos, mayores subsidios o regulaciones ambientales más laxas, por lo tanto, las instituciones Ancla pueden tener más interés en contribuir al desarrollo de sus comunidades [2]. Además, pueden tener un rol integral en la cultura local, proveer empleo, generar poder de compra y estabilidad en el mercado de bienes raíces. Por otro lado, están en buena posición para integrarse con grupos de interés locales con el objetivo de promover actividades de valor mutuo [15]. En [16] proponen que un punto de partida para que el trabajo de las instituciones Ancla sea sustentable, implica crear coaliciones desde el interior y el exterior de la academia para superar el flujo, en una sola vía, de capital intelectual y transferencia de tecnología generados independientemente en sus instalaciones. Cuando estas instituciones hacen coaliciones, movilizan talento multidisciplinar, multisectorial, empoderan voces locales y proveen la plataforma para desarrollar elementos claves de prosperidad, tales como mejores logros académicos, medio ambiente sostenible y oportunidades económicas [16]. En la Tabla 1 se muestra un resumen de los modelos descritos, donde se puede apreciar que la universidad ha evolucionado de una posición alejada de la sociedad, en el modelo de universidad tradicional y acumuladora de conocimiento, pasando por el apalancamiento de la revolución industrial y actuando como fábrica de conocimiento, hasta llegar a una activa participación en la generación de dinámicas en conjunto con gobiernos y empresas, para crear valor en una economía del conocimiento. La universidad pasa de acumular a comercializar conocimiento en sus diversas formas: emprendimientos, patentes y licencias. Más allá de esta comercialización, la universidad se está integrando con los territorios para generar desarrollo localizado, incorporando las necesidades de ellos en sus prioridades y apoyando a las empresas desde sus actividades de investigación. La universidad se vuelve un actor fundamental de la cultura local, una institución Ancla que se puede integrar con actores clave para movilizar talento, empoderar voces locales, apoyar la creación de un medio ambiente sostenible y contribuir a la generación de oportunidades económicas para los habitantes del territorio. 58 Tabla 1. Modelos y roles de la universidad Modelos Tradicional [9] Fábrica de conocimiento [9] Distribuidor de conocimiento [9] Triple Hélice [1, 7] Tercer rol [5] Universidad Involucrada [5, 11] Institución Ancla [15, 16] Rol de la universidad Bodega o acumulador de conocimiento, ubicada en una posición de élite alejada del resto de la sociedad. Desarrolla tecnologías para la industria, apalanca y contribuye al desarrollo de la revolución industrial. Se integra a regiones inteligentes donde promueve la creación de nuevas capacidades, innovaciones y desarrollos, especialmente, en el ámbito local dentro de un contexto post industrial. Contribuye a la generación de dinámicas de la innovación basada en conocimiento, establece relaciones con el estado y las empresas generando ventaja construida o valor adicional. Contribuye al desarrollo regional mediante la comercialización activa del conocimiento en emprendimiento, patentes y licenciamientos. Se adapta a las necesidades regionales para generar un desarrollo localizado, enfoca sus actividades hacia la industria y la sociedad, ofrece programas focalizados en la región, vincula estudiantes de la localidad, retiene a sus graduados, integra las necesidades regionales a las prioridades de la universidad, coordina redes regionales, asesora política, se involucra directamente con las empresas y brinda asistencia y soporte en investigación. Rol integral en la cultura local, proveedor de empleo, generador de poder de compra y de estabilidad en el mercado de bienes raíces; en posición privilegiada para integrarse con grupos de interés locales para promover actividades de valor mutuo. Puede construir coaliciones con el objetivo de movilizar talento multidisciplinar, multisectorial y empoderar voces locales, generando una plataforma para desarrollar elementos claves para la prosperidad. 3. Aspectos pendientes en el área de conocimiento En cuatro de los modelos se puede apreciar una mayor cercanía de la universidad con las empresas del territorio: distribuidor de conocimiento, tercer rol, universidad involucrada e institución Ancla. Pero, el modelo de la universidad involucrada va más allá de la generación, entrega o comercialización de conocimiento, al plantear la necesidad de adaptación de la universidad a las necesidades regionales con el objetivo de generar desarrollo localizado [5, 11]. Sin embargo, la evidencia empírica del modelo es escasa, lo que limita la comprensión efectiva de los mecanismos de integración y de coordinación de las diferentes funciones y misiones [4, 5]. De otro lado, se observa que el impacto de la facilitación social de la universidad, es capaz de generar nuevas oportunidades de negocios para las mismas universidades, sin embargo, cada caso es altamente dependiente del contexto y con modelos de negocios en constante evolución, lo que implica la necesidad de estudiar en detalle de cada situación [12]. La universidad como una institución Ancla está en una buena posición para integrarse con grupos de interés locales para promover actividades de valor mutuo [15], además, puede tener mayor interés que otros actores en contribuir al desarrollo de sus comunidades [2]. Esto requiere que la universidad se mueva más allá del flujo en una sola vía del capital intelectual y transferencia de tecnología, generada de forma independiente dentro de sus instalaciones [16]. Como punto de partida se requiere crear coaliciones desde el interior y el exterior de la academia, movilizar talento multidisciplinarmultisectorial y empoderar las voces locales para crear plataformas que puedan desarrollar elementos claves para la prosperidad [16]. De acuerdo con [3], la pregunta para las instituciones Ancla es: ¿qué pueden hacer para avanzar sus comunidades? Por lo tanto, en esta exploración de la literatura se encontró que es necesario avanzar en la comprensión de los mecanismos de integración y de coordinación de las diferentes funciones y misiones de la universidad involucrada. Además, se requiere obtener evidencia empírica, con estudios en detalle de cada situación, debido a que los casos son altamente dependientes del contexto. Es fundamental identificar cómo puede la universidad moverse más allá del flujo en una sola vía de capital intelectual y de transferencia de tecnología, a la generación de conocimiento de forma independiente dentro de sus instalaciones, y de esta manera encontrar una respuesta a la pregunta planteada. Además, desde esa pregunta podrían surgir otras, por ejemplo: ¿cómo evitar los flujos en una sola vía de capital intelectual? ¿Cómo interactuar con los grupos de interés para construir respuestas? ¿Qué opciones hay para desarrollar las iniciativas que dan respuesta a la pregunta? Particularmente y dentro del enfoque que se ha planteado en este trabajo, se pueden resumir en: ¿cómo puede una facultad de ingeniería adaptarse, dentro de un modelo de universidad involucrada, a las necesidades de las pequeñas y medianas unidades productivas y comerciales ubicadas en el territorio adyacente, para generar opciones de desarrollo? A continuación, se presenta una manera de abordar los retos planteados por estas preguntas desde la perspectiva de una institución Ancla. 4. Abordaje de la problemática desde el diseño participativo Bedoya, Quintero y Giraldo [17] presentan el desarrollo de un modelo de innovación colaborativa entre una empresa de servicios y una comunidad, tal como se observa en la Figura 2. MODELO DE INNVACIÓN COLABORATIVA CON COMUNIDAD 1. ACERCAMIENTO • Presentación y sensibilización de la propuesta 3 • Acuerdo Comunitario 4 EXPLORACIÓN PARTICIPATIVA GENERACIÓN Y PRIORIZACIÓN DISEÑO Y DESARROLLO • Contacto Inicial: Líder/es puente 2 • Inicio del proceso 1. • Reconocer las necesidades comunitarias desde las vivencias 2 • Reconocer los deseos y expectativas de la comunidad 3 • Reconocer los imaginarios colectivos y el contexto local 1. • Generación de ideas 2 • Estructuración de iniciativas 3 • Identificación de soluciones 4 • Priorización de ideas y propuestas 1. • Diseño de planes de mercadeo 2 • Construcción de prototipos 3 • Desarrollo de iniciativas Figura 2. Modelo de Innovación Colaborativa con Comunidad [17] 59 Las fases del modelo incluyen un acercamiento inicial con la comunidad, que permite sentar las bases para el trabajo conjunto entre ella y la empresa. Luego, mediante un proceso de exploración participativa, se identifican problemáticas de la comunidad a partir de sus necesidades, deseos y expectativas, dentro de su contexto y vivencias. Continua con una fase de generación y priorización, en la cual se generan ideas, propuestas e iniciativas para priorizar. Finalmente, se avanza en el desarrollo de las propuestas llegando hasta el diseño de modelos de negocios [18, 19], que permitan involucrar a las mismas comunidades en los servicios que dan solución a los problemas identificados. Es de anotar que la propuesta no involucra a la universidad en su aplicación. Una situación similar se da en [20], donde presenta un método para el desarrollo de productos y servicios entre la empresa y los usuarios, basado en la experiencia del usuario, pero, de nuevo, sin la participación de la universidad. Este método (Figura 3) plantea cuatro etapas: 1) conocer, que se basa en un proceso participativo entre la empresa y el usuario; 2) diseñar, que se basa en un proceso de diseño centrado en el ser humano; 3) prototipar; y 4) experimentar, donde se generan y prueban las nuevas ofertas. Este método se basa en un diálogo permanente entre la empresa y el cliente para generar nuevas versiones del producto. Una parte fundamental e interesante del método es el proceso de dialogo de doble vía que se da entre la empresa y el usuario, que se identifica como participación. Este proceso se basa en prácticas interactivas o técnicas de diseño participativo, también empleadas en [17] para el trabajo con las comunidades. en el diseño de sistemas de información. En estos proyectos se intentaba mejorar el nivel de conocimiento sobre cómo se construyen los sistemas de información, cómo ajustar las expectativas de los diversos grupos de interesados, especialmente los usuarios, cómo disminuir la resistencia al cambio en el uso de los sistemas y cómo aumentar la democracia en el trabajo con el objetivo de incrementar la participación de los empleados en las decisiones de la organización. Los beneficios obtenidos de la posibilidad de participar en las decisiones de diseño de los proyectos, abre el campo del diseño participativo a otras áreas del conocimiento [24] y a empresas de diverso tamaño, incluidas las pequeñas y medianas unidades productivas. Por ejemplo, en [25] se muestra un proyecto desarrollado en los Países Bajos, donde equipos de diseño participativo empiezan a trabajar con pequeñas y medianas organizaciones para mejorar su oferta y transferir conocimiento. En el proceso de construcción de conocimiento sobre el diseño participativo, Muller, Wildman y White [26] categorizan las técnicas de diseño participativo; Sanders, Brandt y Binder [27] aportan a la organización sobre el uso de las técnicas y, en el contexto local, en [17] y [20] se presentan aplicaciones de las técnicas en procesos de innovación colaborativa y el desarrollo de productos entre las empresas y los usuarios. Lo siguiente en esta área de investigación es aplicar los desarrollos en la integración de la universidad con las pequeñas unidades productivas y comerciales ubicadas en el territorio adyacente. En la Figura 4 se muestra una versión simplificada del modelo de Giraldo [20], en la que las interacciones de doble vía con el proveedor, con el producto y con los usuarios se generan al incluir el concepto de la universidad involucrada. Es de anotar que, según lo indicado en la literatura explorada, estas interacciones se dan hoy en una sola vía, porque es la universidad la que genera el conocimiento y lo comercializa o entrega al mercado [5, 9, 11]. Figura 3. Método de co-creación de experiencias [20] Por otro lado, las prácticas interactivas para la investigación cualitativa se emplean en el área del trabajo social, las cuales se entienden como dispositivos que activan la expresión de las personas, facilitando el hacer ver, hacer hablar, hacer recuperar, hacer recrear y hacer análisis [21]. Estas prácticas se orientan a la construcción colectiva de conocimiento y se emplean para ubicar, orientar, interpretar, emancipar, liberar, deconstruir y resignificar. Además, se basan en las perspectivas metodológicas de la teoría fundada para la codificación y análisis, y en la etnografía y en la investigación acción participativa [21] para las actividades de trabajo de campo y el diseño de la investigación. Técnicas similares se emplean en el diseño participativo, el cual hace referencia a un conjunto de prácticas para que usuarios finales y otros grupos interesados actúen como parte de un proceso de diseño, que asegure el conocimiento de sus necesidades y usos [22]. El diseño participativo tiene origen en el trabajo de Kristen Nygaard [23] sobre colaboración interdisciplinar Figura 4. Interacciones Universidad, Proveedor, Producto y usuario El establecimiento de nuevas interacciones, incluida la comunicación de doble vía como se ha planteado, es necesaria en el modelo de la universidad involucrada, para que pueda integrase al desarrollo del territorio con el objetivo de mejorar las condiciones de competitividad de las organizaciones. También se ha mostrado en [17] y [20], que el diseño participativo aporta herramientas para desarrollar estos diálogos, para identificar problemáticas, necesidades y expectativas, y permite desarrollar ofertas y servicios que den solución a las problemáticas y necesidades identificadas. 60 En conclusión, el diseño participativo también puede ser aplicado, inicialmente, para establecer la comunicación de doble vía necesaria en el modelo de la universidad involucrada, con el objetivo de identificar las problemáticas, capacidades, necesidades y expectativas. Luego, se puede emplear en el desarrollo de ofertas y servicios que den solución a las problemáticas y necesidades identificadas. De esta forma, se contribuye con el objetivo de mejorar las condiciones de competitividad de las organizaciones ubicadas en el territorio adyacente a la universidad. Otro paso en esta área de investigación es avanzar en el desarrollo de los modelos conceptuales, para identificar interacciones, técnicas y métodos para la integración de otras instituciones Ancla con las pequeñas unidades productivas y comerciales ubicadas en el territorio. 5. Propuesta metodológica para desarrollar un modelo de universidad involucrada Proponer un modelo de universidad involucrada con el territorio adyacente, que permita su adaptación a las necesidades de pequeñas y medianas unidades productivas, empleando técnicas de diseño participativo, implica: 1. Identificar los componentes teóricos del modelo de universidad involucrada mediante la revisión del estado del arte e investigaciones anteriores. 2. Identificar en las pequeñas y medianas unidades productivas y comerciales del territorio adyacente las problemáticas, necesidades, capacidades y expectativas con respecto a la universidad y otras instituciones Ancla. 3. Desarrollar estudios de caso de intervenciones desde el diseño participativo para aportar soluciones a problemáticas, así como desde otro tipo de actividades de extensión de la universidad, incluidas las consultorías. 4. Realimentar el modelo a partir de los resultados de los estudios de caso. Este proceso se puede llevar a cabo empleando una metodología en espiral, de acuerdo con lo propuesto en [1], donde se aportan resultados en el corto plazo en varias iteraciones, mientras se perfecciona el modelo en el mediano y largo plazo. De esta manera, cada iteración aporta a la construcción de una estructura de conocimiento, denominada modelo de universidad involucrada. A este modelo aportan los resultados de los estudios de caso [29] de intervenciones desde el diseño participativo con pequeñas y medianas unidades productivas del territorio. Cada iteración arroja productos de conocimiento, soluciones a problemáticas y mejoras al modelo. Las características de la investigación propuesta implican trabajar con diferentes fuentes de evidencia, para la recolección de datos de los diversos tipos de interacción identificados en el modelo. El fenómeno estudiado es complejo por la cantidad de variables involucradas, además, se requiere identificar: ¿cómo debe ser el modelo de universidad involucrada? ¿Quién participa? y ¿Dónde se aplica? No se controlan los eventos que ocurren durante la recolección de datos, es decir, cambios en situaciones o variables. También se requiere incluir las variables del contexto dentro de los elementos a observar, dada la alta dependencia del contexto identificada en la literatura. Estas características llevan a la elección del estudio de caso cómo metodología de investigación, porque permite contemplar en su diseño este tipo de situaciones [29]. Con base en la guía paso a paso para la realización de estudios de caso, propuesta por Yin [29], se diseñan los estudios y se elaboran los protocolos para su ejecución. Aquí se propone un diseño con múltiples casos, múltiples réplicas literales y múltiples réplicas teóricas. También se abordan múltiples fuentes de evidencia en el estudio, desde la observación participativa de las actividades normales de las empresas participantes, la entrevista y la observación participativa de diferentes intervenciones desde el diseño participativo. Como estrategia general para realizar el enlace entre los datos y las proposiciones teóricas (componentes del modelo de universidad involucrada), se prevé el uso de la técnica de análisis de modelos lógicos [29]. Los hallazgos serán interpretados según su correspondencia con los componentes del modelo de universidad involucrada, las teorías en las que se basa el modelo o con las teorías rivales que expliquen los hallazgos. Por otro lado, la validez del diseño experimental propuesto se garantiza por el uso de múltiples fuentes de evidencia y por establecer una cadena de evidencia que identifique cada paso en el proceso de diseño y ejecución del estudio; además, los borradores de reportes del estudio se revisan con los informantes clave. La validez interna, que evita establecer relaciones ficticias, se busca mediante las tácticas de correspondencia de patrones, apoyada en el uso de modelos lógicos y teniendo en cuenta otras posibles explicaciones generadas por sesgos en la práctica de la investigación y por teorías rivales representadas por las réplicas teóricas y modelos alternativos de intervención. La validez externa, es decir, el dominio sobre el que se pueden generalizar los resultados, se obtiene mediante la propuesta de la lógica de replicación, basada en réplicas teóricas y literales [30]. Por último, la confiabilidad para que las actividades del estudio puedan ser repetidas para su verificación, se logrará mediante el uso del protocolo de estudio de caso y la implementación de una base de datos del estudio. En cada iteración de la investigación se deben formular o reformular algunos de los elementos del estudio de caso, a partir de los hallazgos de la iteración anterior o del estado del arte. Sin embargo, se prevé que los elementos: fuentes de evidencia, lógica de enlace entre los datos y las proposiciones, criterios para interpretar los hallazgos y criterios para la evaluación de la calidad del diseño de la fase experimental, así como algunas de las variables, permanezcan iguales para facilitar la comparación de resultados mientras se profundiza en el conocimiento de los componentes del modelo. En la Tabla 2 se resume una propuesta de elementos a tener en cuenta para el diseño de estudios de caso, en un proyecto de investigación desarrollado en varias iteraciones para el desarrollo de un modelo conceptual. 61 Tabla 2. Elementos para el diseño de la fase experimental en un proyecto con varias iteraciones para el desarrollo de un modelo conceptual. A partir de [20, 29, 30] Preguntas específicas del estudio de caso Pregunta 1: () Las preguntas se formulan en cada iteración a partir de los hallazgos de la iteración anterior o del estado del arte Pregunta 2: () Pregunta n: () Proposiciones del estudio de caso Proposición 1: () Las proposiciones se formulan en cada iteración a partir de la evolución de los componentes del modelo o desarrollo Proposición 2: () Proposición n: () Tipo de diseño: Múltiples casos, múltiples réplicas teóricas y múltiples réplicas literales Réplicas teóricas Replica 1 Replica 2 Replica 3 Replica 4 Réplicas literales 2 Casos 2 Casos 2 Casos 2 Casos Selección de casos Criterio 1 Criterio 2 Rango o Valor Rango o Valor Criterio 3 Rango o Valor Criterio 4 Rango o Valor Replica 5 2 Casos Criterio n Rango o Valor Variables de interés Unidad de Análisis: (Nivel de Involucramiento de la Universidad) Variables: Variable 1, Variable 2, Variable 3, Variable n Fuentes de evidencia Observación Participativa Entrevista Observación Participativa 2: Talleres Lógica de enlace entre los datos y las proposiciones: Modelo Lógico Datos Modelo Conceptual Proposiciones Criterios para interpretar los hallazgos Hallazgos Modelo conceptual, Hallazgos Teoría Criterios para la evaluación de la Calidad del diseño de la fase experimental Pruebas Táctica del estudio de caso Usa múltiples fuentes de evidencia Establece una cadena de evidencia Validez del diseño Los informantes clave revisan el borrador del reporte Hacer correspondencia de patrones Se tienen en cuenta explicaciones rivales Validez interna Usa modelos lógicos Validez externa Uso de lógica de replicación en estudios con múltiples casos Usa protocolo de estudio de caso Confiabilidad Desarrollo de una base de datos del estudio 6. Conclusiones En la economía basada en el conocimiento se presentan aspectos contradictorios debido a la forma en que el conocimiento impacta las sociedades. De un lado, modifica la inclusión y exclusión social al desacoplarlas de su dependencia de la posición social en la economía industrial. Pero, de otro lado, las diferencias entre países ricos y pobres se aceleran por el capitalismo del conocimiento, lo que genera un crecimiento en la brecha entre sociedades. La universidad ha evolucionado desde una posición alejada de la sociedad, en el modelo de universidad tradicional, como acumuladora de conocimiento, pasando por el apalancamiento de la revolución industrial y actuando como fábrica de conocimiento, hasta llegar a una activa participación en la generación de dinámicas en conjunto con gobiernos y empresas para crear valor en la economía del conocimiento. La universidad pasó de acumular conocimiento a comercializarlo en diversas formas, tales como emprendimientos, patentes y licencias. Más allá de esta comercialización, la universidad se está involucrando con los territorios para generar desarrollo localizado e incorpora las necesidades de los territorios dentro de sus prioridades, además, apoya a las empresas desde sus actividades de investigación. Desde la perspectiva teórica de las instituciones Ancla, la universidad se puede convertir en un actor fundamental de la cultura local, debido a que puede integrarse con actores clave para movilizar talento, empoderar voces locales, apoyar la creación de un medio ambiente sostenible y generar oportunidades económicas para todos los habitantes del territorio. Es claro que las universidades tienen un impacto importante en el desarrollo de las regiones donde actúan y que, dependiendo del modelo, también pueden generar impacto sobre ellas. Sin embargo, el estudio de los impactos sobre los territorios adyacentes es escaso debido a que cada uno tiene condiciones diferentes, por lo que se requiere desarrollar investigación en situaciones específicas de universidades con sus respectivos territorios. En esta área de conocimiento se requiere avanzar en la comprensión de los mecanismos de integración y coordinación de las diferentes funciones y misiones de la universidad involucrada. Se requiere generar evidencia empírica con estudios en detalle de cada situación, debido a que los casos son altamente dependientes del contexto. Es fundamental identificar cómo puede la universidad moverse más allá del flujo en una sola vía de capital intelectual y transferencia de tecnología, y de generación de conocimiento de forma independiente dentro de sus instalaciones. Como institución Ancla, la universidad debe buscar respuesta a la pregunta: ¿qué puede hacer para avanzar sus comunidades? El modelo de la universidad involucrada contempla la adaptación 62 de ella a las necesidades regionales, para generar desarrollo local más allá del rol de generación de conocimiento. El modelo enfoca sus actividades hacia la industria y la sociedad, se involucra directamente con las empresas y brinda asistencia y soporte en investigación. Pero, la investigación sobre la relación de la universidad con las regiones se ha orientado a estudios en regiones específicas, donde actúan determinadas universidades. La investigación desarrollada en este trabajo se orienta a la revisión o desarrollo de modelos conceptuales para esas situaciones específicas. Por lo tanto, es importante identificar mecanismos de adaptación de la universidad con su territorio adyacente, para maximizar el valor aportado a la sociedad y para contribuir al avance del conocimiento en esta área de investigación. En el caso específico de las facultades de ingeniería, el aporte es fundamental por su capacidad para generar desarrollos tecnológicos que, unido a prácticas de diseño, permite entregar un producto desarrollado que se puede implementar en las pequeñas unidades productivas y comerciales del territorio adyacente. Se plantea que el diseño participativo se puede emplear para establecer la comunicación de doble vía necesaria en el modelo de la universidad involucrada. De esta forma se pueden identificar problemáticas, necesidades, capacidades y expectativas. Luego, se pueden desarrollar ofertas y servicios que den solución a las problemáticas y necesidades identificadas, con el objetivo de mejorar las condiciones de competitividad de las organizaciones ubicadas en el territorio adyacente a la universidad. Se propone una metodología iterativa que parte de la identificación de los componentes de un modelo conceptual de la universidad involucrada, para la situación específica de una facultad de ingeniería. Se identifican problemáticas, necesidades, capacidades y expectativas de pequeñas y medianas unidades productivas y comerciales del territorio adyacente a la universidad. Se realizan estudios de caso de intervenciones desde el diseño participativo y otros tipos de intervención, tales como la consultoría, para comparar los resultados de cada tipo de intervención y realimentar el modelo con los resultados del análisis. Cada iteración arroja productos de conocimiento, soluciones a problemáticas y mejoras al modelo de universidad involucrada. [3] [4] [5] [6] [7] [8] [9] [10] [11] [12] [13] [14] [15] [16] [17] [18] Agradecimientos Los autores agradecen a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma Latinoamericana, por su apoyo para la realización de las actividades de exploración de la literatura y formulación de investigación, en los que se basa este trabajo. [19] [20] Referencias [1] [2] Etzkowitz, H. & Leydesdorff, L. (1995). The Triple Helix-University-industry-government relations: A laboratory for knowledge based economic development. EASST Review 14 (1), pp. 14–19. Dubb, S. & Howard, T. (2012). Leveraging anchor institutions for local job creation and wealth building. Berkley: Big Ideas for Job Creation. [21] [22] Goddard, J. et al. (2013). Universities as anchor institutions in cities in a turbulent funding environment: vulnerable institutions and vulnerable places in England. Journal of Higher Education Outreach and Engagement 7(2), pp. 307-335. Uyarra, E. (2010). 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