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APERTURA EXTERNA, MERCADO LABORAL Y POLITICA
SOCIAL.
XXII Congreso Internacional LASA2000.
The Hyatt Regency Miami Hotel, Florida.
Marzo 16-18, 2000.
Angela Ferriol Muruaga
Instituto Nacional de Investigaciones Económicas
Cuba
INTRODUCCION
La década de los años noventa ha sido testigo de la incorporación de la casi
totalidad de los países latinoamericanos, a los patrones de búsqueda de desarrollo
propugnados por las instituciones financieras internacionales en los últimos veinte
años de este siglo.
Reformas económicas centradas en la liberalización de la balanza de pagos y
acompañadas de un auge de las privatizaciones, de replanteos acerca del papel del
Estado, de movimientos hacia la flexibilización del mercado de trabajo y hacia la
concepción asistencialista de la política social, han sido componentes generalizados
de las agendas de política.
La lógica de los acontecimientos para los países, según el planteamiento propuesto
pudiera resumirse de la siguiente manera:
•
•
•
•
•
•
La liberalización comercial provocaría cambios estructurales a favor de las
actividades exportables con ventajas comparativas.
La liberalización de la cuenta de capital propiciaría la entrada de financiamiento
para estimular la inversión, y el crecimiento de la productividad.
El retraimiento del Estado de la actividad económica era necesaria por su
incapacidad de ser eficiente, debiendo ceder espacios a agentes económicos
privados más capaces.
Con la flexibilización del mercado de trabajo, se facilitaría el movimiento
intersectorial de trabajadores, consustancial a los cambios estructurales en curso.
En especial aumentaría la demanda de trabajadores no calificados, al eliminarse
las barreras comerciales que protegían los bienes intensivos en mano de obra
calificada.
Consecuentemente se reduciría la desigualdad de ingresos laborales entre
calificados y no calificados, actuando ello en la dirección de aumentar la equidad
y disminuir la pobreza. El mayor crecimiento y la mayor productividad,
contribuirían también a esas mejoras sociales.
El Estado debía focalizar los beneficios sociales en aquellos grupos menos
capacitados para incorporarse a las nuevas tendencias del desarrollo,
concentrándose en funciones de financiamiento y no de provisión de servicios
sociales básicos.
En los últimos 10 años, numerosos estudios empíricos han ido mostrando que los
resultados obtenidos por los países latinoamericanos distan de los esperados.
Interesantes e importantes debates académicos se iniciaron, junto con la realización
de numerosas investigaciones, buscando las causas de la aparente contradicción.
Unos aducen, que las economías nacionales han estado expuestas a fenómenos
externos, cuyos impactos no fueron inicialmente considerados, como ha sido la
incorporación de China al mercado mundial o las crisis financieras más recientes.
Otros señalan causas circunscritas al marco nacional, planteando que ha sido la
particular combinación escogida de medidas de reforma, o su poca profundidad, lo
decisivo. Un tercer grupo de estudiosos encuentra en sus países, comportamientos
diferentes de los agentes económicos, a los esperados según los planteamientos
teóricos iniciales del discurso liberalizador globalizado.
Cuba no ha estado ajena a los procesos de apertura externa que se desarrollan, si
bien el caso cubano presenta características propias que lo diferencian de otros
países.
En primer lugar, se planteó que los principios socialistas seguirían vigentes,
produciéndose tensiones entre el propósito de adaptar la economía a las nuevas
condiciones y el deseo de preservar los logros de equidad alcanzados
anteriormente. Ello se refleja en el predominio en las decisiones, de consideraciones
sociales respecto a otras de orden exclusivamente económicas. También se hace
énfasis, entre otros aspectos en la gradualidad de los cambios, en el consenso
político y en mantener una activa participación del Estado en la conducción de la
economía.
Es por ello que, si bien las transformaciones que se llevan a cabo tienen un alcance
mayor desde el punto de vista del sistema económico que las que tienen lugar en
otros países —pues requieren de modificaciones importantes en el orden
institucional, legal y de la propia cultura de gestión— sus objetivos finales son mucho
más acotados respecto al predomino del mercado en la determinación de las
relaciones socioeconómicas.
En segundo lugar, la apertura se inicia luego de un ajuste externo muy agudo por su
elevada magnitud, y en condiciones de bloqueo económico recrudecido, lo que
determina condiciones más difíciles en todo el proceso.
En tercer lugar, la apertura ha formado parte de un proceso más amplio de
modificación del modelo económico, que de un sistema de elevada centralización y
amplia utilización de mecanismos administrativos, se ha ido transformando en otro
sustentado en mecanismos financieros y mayor autonomía empresarial.
En el presente trabajo primeramente se expone cómo ha sido la reforma y la
apertura externa cubana durante los años noventa, detallando sus rasgos distintivos.
Posteriormente se muestran sus resultados macroeconómicos y sectoriales
principales, su impacto sobre el mercado laboral y sobre la retribución por el trabajo
de los ocupados.
La última parte de la ponencia se dedica a analizar cuál ha sido la dinámica de la
desigualdad social, se explora cuáles son los principales factores que la determinan
y el posible rol jugado por la política social en su minoración.
2
CONTENIDO DE LA APERTURA EXTERNA EN EL MARCO DE LA REFORMA
ECONÓMICA CUBANA.
Al producirse la ruptura del campo socialista, las medidas económicas adoptadas a
partir de 1989 se centraron inicialmente en tratar de incrementar las fuentes de
ingresos en divisas y en reducir el impacto social del ajuste externo que se preveía.
Se impulsaron programas de desarrollo como el turismo y la biotecnología, y también
se estimuló la producción de alimentos con vista a la sustitución de importaciones.
Asimismo se comenzó el avance hacia la apertura al capital extranjero,
fundamentalmente por medio de la creación de empresas mixtas. De inicio se le
garantizó el empleo y los ingresos a los trabajadores estatales y se priorizaron los
programas sociales como salud y educación, en el marco de los recursos
disponibles.
En 1992 se realizaron cambios en la Constitución del país para tomar en cuenta las
nuevas formas de propiedad; se eliminó el monopolio estatal del comercio exterior y
se consideró un papel más flexible a la planificación. En el año 1994, al agudizarse
los desequilibrios monetarios, también se adoptan medidas para rectificar dichos
desbalances, que incluían un elevado déficit del presupuesto. Desde el año 1992 se
adoptan también importantes medidas en el orden institucional y organizativo
destinadas a lograr modificaciones permanentes en la forma de funcionamiento de la
economía; en especial, elevar la efectividad en el uso de los recursos. Paralelo con
lo anterior, también se fueron adoptando disposiciones para una mayor
descentralización de la gestión empresarial. En el cuadro 1 del Anexo aparecen las
medidas clasificadas por esferas, con su cronología y principal efecto de orden
económico: macroeconómico, social y microeconómico1.
La apertura externa cubana ha consistido en la creación de facilidades para la
entrada de capital extranjero, en forma de inversiones directas; la reducción de
aranceles y tarifas; la descentralización del comercio exterior; la creación de un
mercado interno en divisas en el cual los productores nacionales compiten con la
oferta internacional; y la creación de zonas francas.
Los capitales extranjeros con inversiones directas en el país cuentan con garantías
superiores a las que usualmente se acostumbran a encontrar en otros países,
incluyendo la repatriación sin restricciones de las utilidades y del capital. En la
operación práctica de la legalización de las asociaciones con capital extranjero,
éstas se aprueban caso a caso, con tres criterios básicos: que aporte tecnología,
mercado o capital. La liberalización total asociada a privatizaciones que ha primado
en la apertura de otros países no ha estado presente en Cuba.
Con respecto a los flujos de capitales por la vía de créditos, es importante apuntar
que Cuba no tiene acceso desde 1964 a financiamientos del FMI, el BID ni el Banco
La clasificación del contenido de la reforma se realizó a partir de los trabajos de González,
A.. Puede consultarse, por ejemplo, Economía y Sociedad. Los retos del modelo
económico. Revista Temas No.11, 1997.
1
3
Mundial. A ello se adiciona los efectos del bloqueo económico norteamericano2
recrudecido por la Ley Helm-Burton, que encarece significativamente los créditos
que se obtienen, entre otras consecuencias3. Un elemento importante ha sido, por
tanto, las maniobras ejecutadas de movilización del crédito comercial disponible para
enfrentar la brecha externa.
En materia de apertura comercial, los tres cambios principales han sido el
surgimiento de un tejido empresarial complejo que realiza actividad comercial
externa, rompiéndose el monopolio del Estado en esta actividad4; la creación de
mercados internos en divisas equivalentes a exportaciones en frontera; y la
reducción de aranceles. En 1990 la tarifa promedio para Nación Más Favorecida era
de 17,7%, y con los descensos aplicados resultó en 1996, y a partir de esa fecha,
una tarifa promedio del 10,7%.
Un aspecto distintivo de la forma en que se abordó la reinserción de la economía
cubana en la economía internacional, está dado por la formación de una economía
dual, donde las actividades vinculadas al sector externo, por lo general realizan
todas sus operaciones en divisas, en tanto que el resto de las actividades ejecutan
sus operaciones en moneda nacional. Con ello se evitó tener que realizar una
devaluación clásica, en condiciones de fuertes desequilibrios monetarios, y sin que
estuvieran creados los mecanismos financieros y de precios adecuados.
Esta separación en dos sectores de la economía explica en parte el hecho, de que
la tasa de cambio oficial se haya mantenido inalterada en su nivel tradicional de un
peso igual a un dólar. En la práctica la única función importante de la tasa oficial
está en su utilización para la determinación de los precios internos en moneda
nacional, ya que no existe convertibilidad. La ventaja de haber mantenido fija dicha
tasa reside en que la base de formación de los precios se ha mantenido sin
variaciones en condiciones en que han estado ocurriendo cambios estructurales y
funcionales importantes. Una modificación en la tasa de cambio de la magnitud
requerida, según las nuevas condiciones de competitividad de la economía cubana,
hubiese requerido una importante modificación del costo de la canasta básica, con
un fuerte efecto regresivo sobre la distribución de los ingresos
En la esfera de la población también se ha presentado un determinado grado de
dolarización, que influye en el proceso de apertura externa. Fue legalizada la
tenencia de divisas por la población y se autorizó el envío de remesas desde el
Aunque Estados Unidos rechaza la denominación de bloqueo y prefiere el término de
embargo, no pueden desconocerse las múltiples medidas implementadas para hacer
participar de forma directa o indirecta a terceros países en dichas sanciones.
3 Otras consecuencias del bloqueo son: gastos excesivos en fletes, minoración de precios a
exportaciones cubanas respecto a los precios del mercado mundial, pérdidas por
variaciones cambiarias de las monedas respecto al dólar y otras.
4 Entre 1989 y 1995 las entidades cubanas que realizan comercio exterior se multiplicaron por
6 veces y adicionalmente realizan comercio exterior representaciones comerciales
extranjeras y asociaciones con capital extranjero en un número que triplica la cantidad de
entidades cubanas.
2
4
exterior, junto con lo cual se creó una red de tiendas estatales con el objetivo de
captar dichas divisas. Con ello se amplía el mercado interno en divisas y se
posibilita la incorporación de los productores nacionales de bienes de consumo al
mismo. Los efectos de la dolarización en la distribución del ingreso y en la pobreza
se analizan en el trabajo.
Al igual que otras economías centralmente planificadas, en 1989 la economía
cubana estaba básicamente restringida por la oferta. La introducción de los
mecanismos descritos anteriormente ha significado una progresiva incorporación de
los elementos de mercado en la determinación de la actividad económica. Ello no
obsta para que la economía se continúe planificando centralizadamente, aunque ha
variado el enfoque e instrumental metodológico en estos trabajos.
Las medidas sociales comenzaron en 1990 con la decisión de mantener a los
trabajadores estatales en sus empleos y conservarles sus ingresos nominales aún
en la etapa de contracción abrupta de la economía; con el traslado en una etapa
inicial de la casi totalidad de los bienes de consumo disponibles al sistema de
racionamiento; y con la voluntad expresa de preservar al máximo los programas de
salud y educación. Posteriormente se han ido incorporando nuevas medidas que
muestran una tendencia incipiente hacia la búsqueda de mayor eficiencia en la
política social. Merecen destacarse por su significación, entre otras:
♦ Las acciones para promover el autoabastecimiento alimentario.
♦ La creación de una red de alimentación comunitaria a bajos precios y la atención
de la alimentación de ancianos y gestantes que lo requerían, en centros laborales
cercanos a su residencia.
♦ La reestructuración de los servicios médicos, fortaleciendo la prevención y las
acciones curativas extrahospitalarias.
♦ El desarrollo de formas no formales de educación preescolar y la
descentralización de la gestión económica educativa a las escuelas.
♦ La creación de un sistema de pago ventajoso para la adquisición de la propiedad
de la vivienda.
Dentro de las medidas macroeconómicas, fueron muy significativas las adoptadas en
1994 consistentes en la elevación de precios a productos considerados no
esenciales, la eliminación de gratuidades y la elevación de tarifas (como la del
consumo de electricidad), la aplicación de una reforma tributaria y acciones
específicas para disminuir las pérdidas del sistema empresarial y reducir el déficit del
presupuesto.
Otro componente de los cambios fue la ampliación del espacio a la actividad no
estatal. Además de la apertura a los inversionistas extranjeros, se entregó en
usufructo gratuito parte significativa de la tierra agrícola que poseía el Estado, a
5
cooperativas de trabajadores agropecuarios5, y se flexibilizó la actividad por cuenta
propia.
También se crearon diferentes mercados a precios de oferta y demanda tanto en
divisas como en moneda nacional, con la característica de que se concibió por el
Estado para la esfera de los bienes de consumo y servicios demandados por la
población su carácter segmentado6 . No obstante ello los distintos componentes de
este mercado se influyen fuertemente y la tasa de cambio no oficial establece la
vinculación entre la capacidad de compra de las dos monedas. Existe un mercado
racionado a bajos precios; un mercado estatal a precios de oferta y demanda; un
mercado no estatal también a precios liberados; y un mercado estatal y otro no
estatal en divisas. En general, se ha producido una transición del mercado
racionado a bajos precios, hacia los otros segmentos regidos por la demanda y con
precios no regulados, aunque el papel del mercado racionado y la distribución de
alimentos por vías sociales mantiene un peso importante.
Otro aspecto significativo a tener en cuenta en la interpretación de las relaciones
causales que rigen los procesos económicos en Cuba es la existencia de mercados
y esferas fuertemente segmentados. Además de las diferencias entre las entidades
que operan en divisas y las que lo hacen en moneda nacional, existe una separación
entre la circulación monetaria de la población y la empresarial. Hasta hace poco los
ahorros de la población permanecían prácticamente inactivos, y sólo recientemente
comienzan a ser utilizados directamente para prestamos bancarios, aunque todavía
en escala relativamente modesta.
Con respecto al mercado de trabajo, éste antes de la reforma puede caracterizarse
como altamente estructurado y regulado7. Así, por ejemplo, la contratación directa
excluía un grupo de ocupaciones. Tampoco incluía a la fuerza de trabajo de la
En 1989 el 78% de la tierra estaba en manos del Estado. Al finalizar 1997 esa proporción era
un 33%. Tomado de Cuba en cifras, 1997, Oficina Nacional de Estadísticas.
6 Se designa como mercado segmentado a aquel que posee estratos que tienen definidas
distintas formas de acceso para los compradores y los vendedores; distintas reglas de
formación general de los precios (debido a la aplicación de tasas comerciales, márgenes,
aranceles e impuestos); uso de distintas monedas, y en general, mecanismos para captar los
excedentes que se forman en los distintos estratos. Existen, entre otros, el mercado
agropecuario, de bienes industriales y artesanales, ventas minoristas estatales también a
precios de oferta y demanda, tiendas de estimulación a trabajadores en moneda nacional,
tiendas estatales en divisas, compraventa de dólares, servicios por cuenta propia,
incluyendo los de alimentación, alquiler de viviendas, y un mercado informal no regulado al
que también concurren productos de fuentes no autorizadas.
7 La política laboral tuvo como objetivos, entre otros, el de lograr pleno empleo, garantizar
los empleos por vía estatal, la desaparición del desempleo como problema social, garantizar
igual pago por igual trabajo y mantener las diferencias en materia salarial en un rango
adecuado, así como gestionar la formación de la fuerza de trabajo calificada necesaria y
ubicar automáticamente a los graduados. Para cumplimentar esos ambiciosos objetivos, se
concibió una legislación laboral centralizada y de aplicación uniforme en todo el país. Se
gestionó con cierta descentralización en Oficinas Municipales de trabajo, pero siempre con
la supervisión directa del Ministerio correspondiente.
5
6
Capital ni a los graduados universitarios cumpliendo su servicio social8.
Adicionalmente, todas las entidades económicas debían reservar un porcentaje de
su plantilla laboral para cubrirla con asignaciones centrales de trabajadores. En
materia salarial, se estableció centralmente una escala —de diapasón muy
estrecho—, y tarifas únicas, sobre la base de la complejidad del trabajo y la
calificación requerida para su desempeño9.
En la reforma en la esfera laboral se ha adoptado un grupo de medidas pero
manteniendo en general lo legislado anteriormente. Las más importantes, en adición
a la flexibilización de la actividad por cuenta propia han sido:
• Ampliar la protección de los trabajadores sobrantes por procesos de
redimensionamiento empresarial, en particular respecto a su garantía salarial.
• Establecer nuevas condiciones para la vinculación laboral de los graduados
universitarios, para los casos en que no se disponga de contratos por tiempo
indeterminado para ellos, incluyendo un tratamiento salarial particular.
• Aplicar formas especiales de remuneración al trabajo, como complemento al
sistema salarial vigente. Pueden ser en divisas, moneda nacional o en especie; y
son de aplicación principalmente en las actividades generadoras de divisas10.
• Diseñar programas de empleo municipales y condicionar a la creación de nuevos
empleos, la aplicación de redimensionamiento empresarial.
• Crear un mecanismo que intermedia con los inversionistas extranjeros en la
contratación de trabajadores, el salario y la seguridad social.
En síntesis, la reforma en la esfera laboral se concibió con amplio alcance en cuanto
a la protección de los trabajadores.
En general, las medidas de carácter más estructural comenzaron a partir de 199311 y
han tenido su secuencia y ritmo. Por ello aunque el período de reformas puede
situarse su inicio en 1993, debe tenerse presente que hay procesos que duran varios
años.
La legislación (Ley del Servicio Social No.1254 de 1973) contempla que los graduados de
nivel superior al concluir sus estudios concertarán un contrato por tres años con una entidad
asignada a ellos, donde recibirán adiestramiento para completar su formación y pondrán los
conocimientos adquiridos (gratuitamente) al servicio de la sociedad.
9 La escala salarial contempla un salario mínimo de 100 pesos y una diferencia de 4,5 veces
entre el salario más alto y el más bajo.
10 La remuneración en divisas puede ser en divisas directamente o a través de facilidades
para realizar compras en tiendas en esta moneda. También en algunos casos consiste en la
entrega de productos personales. Las modalidades de estimulación en divisas en todas sus
formas abarcaron en 1997 al 37% de la fuerza laboral empleada por el Estado o que labora
en Unidades Básicas de Producción Cooperativas. Tomado de Rodríguez, J.L.: Resultados
económicos en 1997 y el Plan económico para 1998. Informe a la Asamblea Nacional.
Diciembre de 1997.
11 La apertura al capital extranjero y la descentralización comercial externa comenzaron
antes de 1993, pero sólo comienzan a tener participación importante en la economía a
partir de este año.
8
7
Como se mostrará a continuación, la apertura externa en el caso de Cuba ha tenido
un fuerte impacto sobre todas las estructuras sociales y económicas, y se ha
convertido en un importante factor de reanimación y de reinserción de la economía
cubana en la economía internacional; si bien sus mecanismos de actuación han
seguido pautas diferentes a las de otras economías, en consonancia con el
propósito de realizar las transformaciones económicas de un modo gradual y dentro
de los límites de un modelo que restringe la influencia de los mecanismos de
mercado.
PRINCIPALES RESULTADOS DE LA REFORMA Y LA APERTURA EXTERNA.
La reforma y apertura externa tienen, en primer lugar, un efecto macroeconómico. A
partir de 1993 comenzó un moderado proceso de recuperación económica luego del
shock ocurrido a partir de 1989. El crecimiento del PIB ha sido de un 3,5% promedio
anual entre 1993 y 1999. Puede señalarse entonces, que la reforma y apertura
logran revertir la contracción del PIB, aunque su dinamismo ha sido limitado y con
tendencia a la inestabilidad.
MMP
PIB
25000
20000
15000
10000
5000
19
85
19
87
19
89
19
91
19
93
19
95
19
97
0
El desequilibrio externo, que fue el detonante del ajuste, tenía como componente
importante un déficit comercial en 1989 equivalente al 12% del PIB. Hasta 1992,
dicho déficit se mejora pero como resultado de la paralización de la actividad
8
económica por déficit de insumos. Posteriormente a partir de 1993, lo significativo
resulta ser que el déficit comercial se mantiene a niveles controlados (2,5 % del PIB).
En este comportamiento resultan decisivas dos cuestiones: que la dinámica de las
exportaciones fue muy positiva, incrementándose en un 212% entre 1993 y 1998; y
que se verificó un cambio estructural hacia el incremento de la participación de los
servicios en el valor de las exportaciones totales, que de representar un 11% en
1989, llegar a significar el 65% de los ingresos externos por exportaciones en 1998.
No obstante, con la reforma y apertura, crece también la tasa de importaciones,
reduciéndose el impacto dinamizador de las exportaciones en el crecimiento
económico.
La intención exportadora de la reforma económica y el cambio estructural efectuado,
se comprueba más claramente al constatarse que, el desbalance comercial
desaparece a precios comparables y a la tasa de cambio de 1 peso por 1 dólar. Ello
es reflejo de que la relación de precios de intercambio se ha mantenido adversa para
el país.
Relación de precios del intercambio
1989=100
120
100
80
60
40
20
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
0
A partir de 1993, la brecha fiscal que llegó a representar alrededor del 33% del PIB,
casi se elimina. Ello respondió, en parte, al crecimiento de las transferencias del
sector privado (incluyendo aquí los hogares y todas las empresas12); y también –
aunque en menor medida- a la contracción del gasto de gobierno.
La inversión, que fue el destino final que más se contrajo en el ajuste, a partir de
1993 se presenta como factor importante del crecimiento del producto.
Para una mejor aproximación al tratamiento de el sistema de cuentas nacionales a partir
de la información de que se dispuso para este trabajo, se incluyeron en el concepto de
sector privado, las empresas estatales, computándose las relaciones financieras entre el
Estado y ésta,s como transferencias entre el gobierno y el sector privado.
12
9
Otro resultado macroeconómico de importancia, es que a partir de 1993 el saldo
comercial y de renta mejora, pues las transferencias corrientes netas por donaciones
y remesas han comenzado a tener un efecto positivo.
El bosquejo macroeconómico se completa con el análisis del ahorro externo. La
apertura externa en el caso cubano, no se ha traducido en crecientes flujos de
capitales. El saldo en cuenta de capitales a partir de 1993 no ha excedido el 15%
del saldo de 1989. La elevada presencia en los flujos de capitales, de los créditos
de corto plazo, ha creado en la práctica una situación de falta de liquidez crónica que
entorpece el desempeño económico.
A escala mesoeconómica es de señalar que, durante la apertura externa, como era
de esperar, se rescató el porcentaje de los sectores transables en el PIB. Ello no ha
sido, sin embargo, producto de una diversificación de la canasta de exportaciones de
mercancías, pues ésta sigue concentrada en cuatro grupos de productos: alimentos
(principalmente azúcar, pescados y mariscos); materias primas no comestibles
(fundamentalmente níquel); bebidas y tabacos; y productos químicos (en especial
medicamentos). El aumento de la participación de los transables en el producto se
basó en la recuperación de exportaciones de níquel, de la pesca y del tabaco,
principalmente.
Junto a la recuperación de las exportaciones de mercancías, el turismo se ha
convertido en la principal actividad generadora de divisas, y también el transporte
internacional y las comunicaciones han tenido mayor impacto en la dinámica del
producto.
El caso de la industria manufacturera resulta muy ilustrativo respecto a la estrategia
implementada con la reforma económica y la apertura externa. Al producirse el
shock externo no se procedió al cierre masivo de industrias, por lo que se produjo
una subutilización de las capacidades industriales existentes, el subempleo de la
fuerza de trabajo industrial y la paulatina descapitalización del sector13. Se concibió
una gradual revitalización económica por la vía de: la creación de empresas mixtas y
la vinculación de empresas industriales con actividades generadoras de divisas,
combinado ello con procesos de redimensionamiento empresarial. Como resultado
después de 4 años, se distinguen en la producción industrial tres grupos de
productos: uno con dinámica positiva que son aquellos que han logrado mercados
en divisas en el exterior o en frontera, o son demandados para el turismo o para las
construcciones vinculadas a ese sector; un segundo grupo son productos que se
mantienen sin mostrar síntomas importantes de recuperación y se trata de
actividades que requieren insumos agrícolas; el tercer grupo son productos que casi
En 1989 el tejido industrial adolecía de elevados índices de consumo energético y material,
y existía sobredimensionamiento de capacidades. Son varios los estudios realizados sobre el
sector manufacturero de Cuba. Ver, por ejemplo, Colectivo de autores: Elementos para una
reorganización del sistema empresarial cubano. Revista Cuba: Investigación Económica
No.1, 1995.
13
10
han dejado de producirse por poca competitividad por problemas tecnológicos y no
han surgido socios extranjeros para su reconversión tecnológica14.
Luego de la apertura, la productividad se incrementó un 4% promedio anual hasta
1996, y ese incremento se verificó en su casi totalidad en los sectores transables, en
que la productividad se incrementó un 11% promedio por año. Dentro de éste grupo,
la actividad de minería mostró un dinamismo excepcional; coincidiendo con que en
esta producción se ha dispuesto de financiamiento extranjero, reconversión
tecnológica, mercado seguro y sistemas de estimulación laboral en divisas, lo que
debe explicar el incremento de la productividad observado.
En la industria manufacturera la productividad se incrementó en el período 19931996 al 9,5% promedio anual pero después de una contracción de similar magnitud
entre 1989 y 1993. Ello tiene relación con el crecimiento de los productos cubanos
en los suministros al turismo y a la red de ventas en divisas del país15. En los
sectores de no transables la productividad se incrementó con posterioridad a 1993
mayormente en las construcciones (15% anual), pero partiendo de niveles muy
deprimidos. Las construcciones concluidas son fundamentalmente de turismo y de
viviendas; las inversiones constructivas estuvieron destinadas a actividades
generadoras de ingresos externos16 .
El crecimiento de la productividad global, muy poco tuvo que ver con cambios en la
estructura de la producción y de los trabajadores; es decir, respondió a crecimientos
genuinos de productividad, resultado en que las mayores contribuciones provinieron
de dos sectores de relativamente más elevada productividad: la industria
manufacturera y el comercio, restaurantes y hoteles.
Las implicaciones de las transformaciones en el mercado de trabajo y la retribución
laboral resultan muy interesantes.
Durante la etapa de apertura, se retoma el crecimiento de la participación económica
de la población en edad laboral, tendencia que durante el ajuste y hasta 1995 fue
decreciente y reflejó el desestímulo de la población hacia la búsqueda de empleos
formales.
También en la apertura desciende la contribución de la actividad estatal a la
proporción de población ocupada
y crece la presencia de trabajadores
Se analizó la dinámica del volumen físico por productos, con una selección de 197
productos agrupados según la Clasificación industrial internacional uniforme de las Naciones
Unidas, valorados a precios constantes de 1995.
15 Estimados acerca de la participación que tienen los productos cubanos en los suministros
al turismo y a la red de ventas en divisas del país la situaron en un 35% en 1996 y 41% en 1997.
Tomado del Informe sobre los resultados económicos de 1997 y el Plan económico y social
para 1998. Intervención del Ministro de Economía en la Asamblea Nacional del Poder
Popular. Diciembre de 1998.
16 Se analizó la información sobre Obras terminadas y volumen de inversiones por
componentes del Anuario Estadístico de Cuba 1996.
14
11
cooperativistas, asalariados de empresas privadas o mixtas, cuenta propias e
informales. Junto a ello, continúa el incremento de los ocupados calificados de
nivel medio superior y superior, lo cual es consistente con las políticas de formación
educacional y protección laboral al personal calificado aplicadas.
En materia de remuneración laboral también se observaron cambios importantes.
Durante la contracción económica, los ingresos laborales de los trabajadores
vinculados a los mercados fueron favorecidos, y los salarios perdieron participación.
Con la recuperación económica en el período de apertura, se revierte ligeramente
esa situación y los salarios ganan participación en el total de ingresos,
especialmente en los sectores transables.
Adicionalmente, y como era de esperar, la crisis económica trajo consigo un
incremento de la desigualdad entre los ingresos laborales promedios de los sectores
formal e informal; sin embargo, contrario a lo ocurrido en otras experiencias, ello
ocurrió a favor de los últimos. La reforma y apertura han tenido el efecto de reducir
ese diapasón, aunque permanecen diferencias de relativa importancia entre la
retribución laboral promedio de los asalariados y la de los restantes trabajadores17.
El decrecimiento de la diferencia entre los salarios promedio en sectores transables
respecto a los otros ingresos, puede explicar el incremento de la participación
económica y el desplazamiento de la oferta de mano de obra hacia los sectores
transables y el turismo.
Conviene ahora analizar qué ocurrió con la desigualdad de ingresos en la población.
Debe recordarse que el gobierno cubano a partir de 1959, incorporó dentro de sus
objetivos principales el logro de una sociedad con equidad. Para ello, integró en una
estrategia única los aspectos económicos y sociales del desarrollo, con énfasis en su
aplicación en el interior del país y con un tratamiento preferente a los estratos
sociales más desfavorecidos anteriormente.
La política social concibió basar el desarrollo social no sólo en el incremento a la
población de las opciones para elevar sus ingresos monetarios, sino que se
adjudicó un papel preponderante al acceso pleno y sin condiciones a los servicios
sociales y a una alimentación básica. También se diseñaron un conjunto de
medidas redistributivas del ingreso, lo que junto al cambio en las relaciones de
propiedad y la aplicación de un sistema de seguridad y asistencia social universal
creó las bases para avanzar hacia una sociedad que tendía a una mayor
homogeneización social.
En 1996, el salario promedio anual de los asalariados en sectores transables fue 1,8 veces
superior al salario promedio de los asalariados en el sector de no transables. El ingreso
promedio anual del resto de los trabajadores fue 3,3 veces mayor que el salario promedio en
no transables. Estas estimaciones se realizaron por la autora de este estudio a la tasa de
cambio oficial.
17
12
Al finalizar los años ochenta, Cuba mostraba uno de los coeficientes Gini más bajos
de la región latinoamericana18. En 1989, el índice Gini fue de 0,25 para la totalidad
del país según fuentes oficiales19. La participación del primer decil de la población
en el total de los ingresos fue de un 3,7%, y la del decil de mayores ingresos fue de
un 19.7%. La información a continuación permite la comparación con otros países
latinoamericanos.
Argentina Brasil
(Buenos
Aires)
1992
Colombia Chile
(
(Sao
Paulo y
Río)
Bogotá)
1990
1992
(Santiago)
1992
México
Cuba
(Zona alta
densidad)
1992
19881989
Participación primer
decil en ingreso total
2.3
1.5
1.8
1.7
2.4
3.7
Participación decil 10
en ingreso total
31.6
37.6
34
44.4
36.2
19.7
Razón de ingresos
percápita entre primer
decil y promedio total
15.6
9.7
12
12.4
15.4
29.9
Razón de ingresos
per cápita entre decil
10 y promedio total
399.5
467.2
433.8
489.3
424.4
285.1
Fuente: CEPAL. Notas sobre la economía y el desarrollo. Febrero de 1998; y elaboraciones
a partir del Informe de Cuba a la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, 1995.
Para la zona urbana, la situación cubana era bastante similar a la mostrada en el
cuadro anterior para el total del país. En 1988, por ejemplo, la población urbana del
primer decil de ingresos disponía del 3,1% del total de los ingresos, mientras la
población del decil de mayores ingresos dispuso del 24,3%. La razón entre el
ingreso per cápita promedio del primer decil respecto al total fue de 26,3%, mientras
que la del decil de mayores ingresos fue de 285%.
Ya para los años 1996-1998, el índice de Gini para la zona urbana del país se
estimó en torno a 0,3820. Ello significa un crecimiento de la desigualdad, aunque
hasta niveles inferiores respecto a la región latinoamericana. Una aproximación
cuantificada al efecto compensador de esa desigualdad por la vía de la política
social, resulta en un coeficiente Gini de 0,3021.
Un estudio comparativo interesante sobre desigualdad en Cuba, América Latina y Taiwain
puede ser consultado en: Zimbalist, A. y Brundenius, C. Crecimiento con equidad: el
desarrollo cubano en una perspectiva comparada. Revista Cuadernos de Nuestra América.
Volumen VI, No. 13.
19 Oficina Nacional de Estadísticas.
20 Estimados del autor. Cifras preliminares. A tipo de cambio 10.
21 Informaciones recientes del PNUD sitúan el índice Gini de los países latinoamericanos en un
rango entre 0,42 y 0,60.
18
13
Surge entonces la interrogante de cuáles son los factores que están determinando
esa mayor desigualdad. Si se toma el 20% de la población de mayores ingresos y el
20% de menores ingresos, y se agrupan en tres las distintas fuentes de ingresos
monetarios familiares, es decir, a) provenientes del trabajo de asalariados,
b)provenientes del trabajo de cooperativistas, campesinos, cuenta propia e
informales, y c) por transferencias monetarias (por seguridad social, remesas y
donaciones), se observan una serie de cuestiones interesantes22.
El análisis de los ingresos laborales por trabajador para ambos grupos de la
población, muestra que la desigualdad entre los asalariados, según el salario
promedio en cada uno de los dos estratos, es menor que la existente en el caso de
los ingresos de los no asalariados. Ello indica que la desigualdad entre los cuenta
propia, campesinos, cooperativistas y otros no asalariados es de una magnitud
mayor que la existente dentro del grupo de asalariados.
Sin embargo, también para el caso de los asalariados, se observa una diferenciación
acentuada, lo que tiene correspondencia con la aplicación de los sistemas
especiales de pago y de estimulación en aquellas actividades vinculadas con la
apertura externa. Un hallazgo poco esperado pero revelador del impacto de la
reforma cubana en la equidad fue que el salario promedio de los asalariados del
20% de la población de mayores ingresos supera los ingresos promedio
provenientes del trabajo de los no asalariados de los grupos de la población de
menores ingresos.
Si se toman de conjunto los salarios y los ingresos relacionados con el trabajo de los
campesinos, cooperativistas, cuenta propia e informales, se observa que en 1997,
más del 60% de los ingresos per cápita de las familias podrían ser clasificados como
relacionados con la actividad económica. Según esta óptica, fueron precisamente
los ingresos per cápita provenientes del trabajo los que introdujeron en mayor
medida la desigualdad de ingresos entre los grupos de altos y bajos ingresos en la
población. Es decir, la desigualdad de ingresos en 1997, estuvo asociada ante todo
con diferencias vinculadas al mercado de trabajo.
También las transferencias por remesas y donaciones en divisas jugaron un papel
en dicha desigualdad, aunque de menor magnitud. Las transferencias del sistema
de seguridad social resultan ser neutras, es decir llegan en similar magnitud per
cápita tanto a la población de ingresos más elevados como a la de ingresos más
bajos.
Puede deducirse de la información disponible, que la población que compone el
estrato de mayores ingresos logra dicha posición por una combinación de factores:
• Tiene una tercera parte de sus trabajadores empleada en actividades no
asalariadas. Estos reciben los ingresos laborales promedios más altos del país.
El análisis se efectuó con información del año 1997 proveniente de la Encuesta
socioeconómica de los hogares.
22
14
• Tiene en su composición los trabajadores asalariados mejor remunerados, que
fueron aquellos asociados a la apertura externa.
• Recibe un monto per cápita de transferencias en divisas relativamente muy
elevado.
• Se beneficia de las transferencias del Sistema de Seguridad Social a la par del
resto de la población.
Como contraposición, el grupo de la población de ingresos más bajos, tiene la
siguiente combinación de factores:
•
•
•
Tiene también una tercera parte de sus trabajadores empleada en actividades no
asalariadas, pero éstos trabajadores incluyen en su composición los trabajadores
asalariados de remuneraciones más bajas.
Recibe un monto per cápita de transferencias en divisas relativamente menor.
Se beneficia de las transferencias del Sistema de Seguridad Social a la par del
resto de la población.
Quedaría por evaluar, si las características sociodemográficas de la población tienen
alguna influencia en los resultados sobre desigualdad, en particular producto de
diferenciada carga demográfica y propensión a incorporarse a la actividad
económica.
En 1997, el 61% de la población urbana se hallaba en edad de trabajar, es decir,
tenían el potencial para ello según factores demográficos. Esta característica era
muy diferenciada entre los grupos de la población seleccionados, observándose en
el grupo de ingresos altos una menor proporción de población en edad de trabajar
que en el grupo de menores ingresos. Ello parece indicar que en el grupo de
población de ingresos más elevados la mayor carga demográfica no es elemento
que influya en la situación familiar.
Otro ángulo de análisis es la relación entre la oferta de mano de obra y la situación
económica familiar. La proporción de activos económicamente para el total de la
población urbana en edad laboral es de un 68%. En este caso se observa de
manera clara que el grupo de población de ingresos más elevados, que como se
señaló es el de menor potencial demográfico para vincularse al trabajo, sin embargo
hace un aprovechamiento óptimo de ese potencial al estar ocupado o buscando
trabajo casi el 100% de los posibles.
En un análisis por el lado de la oferta puede decirse entonces que, aparentemente,
los mayores niveles de ingresos alcanzados no provocan la elevación del ocio. Por
otra parte, en el grupo de ingresos más bajos, pudiera estarse manifestando un
desaliento a la búsqueda de empleo.
Puede concluirse entonces que la mayor desigualdad de ingresos monetarios en la
población responde, principalmente, a las nuevas características del mercado de
15
trabajo, lo que se relaciona en parte con la apertura externa pero también con el
ajuste y la reforma emprendida.
Por último, resulta relevante analizar el papel que puede haber jugado la política
social en los años noventa. El interés mayor radica, en este estudio, en evaluar su
efectividad en contrarrestar el aumento de la desigualdad durante el ajuste
económico implementado hasta 1993, así como el rol que pudo haber cumplido en el
descenso de la desigualdad durante la reforma y la apertura externa.
Durante todo el período a partir de 1989, se constata en la información estadística la
elevada prioridad brindada a lo social dentro del presupuesto público, tanto en los
años de ajuste económico como posteriormente. El presupuesto de carácter social –
a precios corrientes y excluyendo las transferencias monetarias por Seguridad y
Asistencia social- ha tenido, en general, una participación creciente dentro del
consumo de gobierno.
Durante el ajuste, dicha prioridad se manifestó en la estabilidad del porcentaje de
gasto social en el consumo de gobierno en torno a un 65%. A partir de 1993 esa
proporción crece de 70% hasta un 86% en 1998.
Estructura por destinos del Presupuesto de gasto social (precios
corrientes)
%
1989 1990 1991 1992
1993
Total
Educación
Salud
Vivienda y serv.com.
Cultura y Arte
Deportes
Subsidios de precios
Total
Educación
Salud
Vivienda y serv.com.
Cultura y Arte
Deportes
Subsidios de precios
100,0
41,9
23,0
10,3
4,8
2,9
17,1
100,0
40,5
23,4
9,6
5,0
3,1
18,4
100,0
41,9
25,7
7,8
5,6
3,5
15,4
100,0
42,1
27,7
7,3
5,2
3,6
14,1
100,0
36,9
28,7
6,9
4,6
3,3
19,6
1995
1996
1997
1998
1999
100,0
35,4
28,8
10,7
4,2
3,3
17,6
100,0
33,7
28,2
11,0
3,9
2,7
20,5
100,0
34,3
29,8
11,5
3,9
2,6
17,9
100,0
29,9
26,7
11,2
3,3
2,1
26,8
100,0
28,7
25,5
10,7
3,1
2,3
29,7
1994
100,0
38,1
30,3
9,0
4,6
3,5
14,6
La educación es el destino del gasto social de mayor magnitud. Los gastos
ejecutados en estas actividades ascendieron a unos 11 pesos mensuales por
habitante. Alrededor del 84% de ese gasto se ejecutó en la enseñanza preescolar,
primaria y media, es decir, se dirigió a la población de niños y jóvenes en su mayoría
fuera de la edad laboral. Las elevadas tasas de matriculación (escolarización) y de
retención en el ciclo escolar en esta enseñanza avalan el pleno acceso de la
población a los servicios educativos.
16
El segundo destino en importancia es la salud. La salud ha recibido presupuestos
crecientes hasta niveles de 10 pesos por habitante al mes. La amplia cobertura del
sistema de prestación de servicios médicos, con un 98% de población atendida por
médicos de la comunidad, junto a una red de instituciones municipales, provinciales
y nacionales de hospitales y policlínicos, garantiza el acceso universal a estos
servicios.
Con la finalidad de garantizar una alimentación básica a la totalidad de la población
se gasta alrededor de un 6% del presupuesto con destino social. Este financiamiento
se destina a subsidiar los alimentos que se distribuyen según el sistema de
racionamiento, que garantiza una canasta de alimentos mínima que cubre el 65% de
los requerimientos per cápita de energía nutricional. También financia dietas
alimenticias especiales para grupos específicos de la población como son enfermos
crónicos, niños y ancianos. En esta dirección se gastó unos 3 pesos per cápita
mensual23.
Los restantes destinos del gasto social equivalen a un promedio de 6 pesos por
habitantes cada mes.
Otro elemento a tener en cuenta en una valoración del impacto de la política social
sobre la desigualdad se relaciona con la vivienda. En el país se propuso a la
población que no era propietaria de su vivienda, a finales de los años ochenta, un
sistema muy ventajoso de pago a plazos, del inmueble que se ocupaba en usufructo.
De tal manera más del 80% de la población vive en vivienda de la cual es
propietario. Puede considerarse entonces, una imputación a cada persona que vive
en esas condiciones, de un ingreso adicional equivalente al 10% del ingreso en
moneda nacional promedio per cápita mensual24. La imputación per cápita alcanza
los 17 pesos al mes.
Para analizar el posible efecto de la política social sobre la desigualdad de ingresos
monetarios, se partió sólo de considerar las transferencias por gratuidades de salud
y educación, por subsidios de precios a los alimentos y las imputaciones por la
propiedad de la vivienda. Una distribución de esos gastos sociales con neutralidad,
es decir ni progresivos ni regresivos, equivalen a que la política social está
disminuyendo la desigualdad introducida en los ingresos monetarios. En esas
condiciones, el índice Gini se sitúa en torno al 0.3025.
Este financiamiento cubre el subsidio entre los precios de importación o producción de los
alimentos y el precio al cual éstos se distribuyen a la población en el sistema de
racionamiento. No contiene, por tanto el diferencial de precios respecto a los mercados
internos de alimentos. Dicha consideración, mucho más cercana al nivel de beneficios que
recibe la población elevaría mucho más el nivel de dichos gastos.
24 Esto significa un valor agregado bruto por propiedad de la vivienda de un 8% de los
ingresos de los hogares. Cálculos tomados de CEPAL: La Economía cubana: reformas
estructurales y desempeño en los noventa. Segunda edición. 1999.
25 Se encuentra en proceso un estudio de la autora de este trabajo, sobre la redistribución
que produce el gasto social, para poder llegar a conclusiones más precisas sobre el efecto
de la política social en el coeficiente Gini.
23
17
CONCLUSIONES
La apertura externa en el caso de Cuba ha tenido lugar en condiciones
marcadamente distintas a las del resto de los países de América Latina. El
análisis realizado muestra algunos paralelos, pero también significativos
contrastes. Entre las características propias que dan lugar a dichas diferencias
deben mencionarse:
a) Una economía socialista como contexto
b) Importantes reformas económicas de las que forma parte la apertura externa. Un
ajuste externo de gran proporción.
c) Bloqueo económico con obstáculos a las medidas de apertura y e imposibilidad de
acceso al financiamiento de los organismos financieros internacionales.
Estas especiales circunstancias históricas permiten considerar una apertura
externa realizada bajo premisas diferentes, e incluso contrarias a las que han
presidido otros procesos de la Región: preeminencia de los aspectos sociales
sobre los económicos; participación activa del Estado; y economía planificada con
alcance restringido del mercado.
El contenido esencial de la apertura externa ha sido la promoción de inversiones
extranjeras directas, la descentralización del comercio exterior, la reducción de
aranceles y tarifas, la creación de un mercado interno en divisas y el
establecimiento de zonas francas; a la par que se introdujo transformaciones
relevantes en el orden institucional, legal y de gestión del modelo económico del
país.
Conjuntamente con la apertura externa, se aplicaron medidas para rectificar los
desbalances fiscal y monetario. La reforma en materia laboral se expresó
principalmente en transformaciones de la ocupación por sectores de propiedad y
tuvo un amplio alcance en cuanto a la protección de los trabajadores.
Adicionalmente se incluyeron medidas de política social que, además de proteger
a las familias, contribuyeron al consenso político en todo el proceso.
No es posible deslindar el impacto de la apertura externa del efecto del resto de la
reforma, en especial del efecto de la apertura económica. En la práctica las
entidades económicas generadoras de divisas o sustituidoras de importaciones,
se fueron incorporando a la vez a ambos procesos. No obstante, asociados a la
apertura externa de la economía se constataron en este estudio los hechos
económicos siguientes:
1. Se revirtió el proceso de contracción del PIB, y se estableció una dinámica de
recuperación en fase de consolidación.
2. La estrategia exportadora tuvo resultados. Las exportaciones de bienes y
servicios se incrementaron en magnitud muy superior al producto, verificándose
también un cambio estructural a favor de la proporción de los servicios en el valor
18
de las exportaciones totales. No se diversificó la canasta de exportaciones de
mercancías.
3. Se eliminó, a precios comparables, el déficit comercial. No obstante, la
desfavorable relación de términos de intercambio determinó que a precios
corrientes persistiera el déficit comercial aunque a niveles controlados.
4. Las transferencias corrientes netas del exterior han comenzado a incidir
positivamente en la minoración del desbalance financiero del país.
5. Descendió hasta niveles adecuados el déficit fiscal, por el efecto combinado de la
contracción del gasto y el decrecimiento de las transferencias netas a las
empresas y la población.
6. No se han materializado crecientes flujos de capitales hacia el país. En la
composición de los capitales que ingresan, la magnitud de los flujos de corto
plazo y sus condiciones de obtención, determinan que el país se encuentre en
una situación crónica de escasa liquidez que dificulta el desempeño de la
economía.
7. La productividad del trabajo se incrementó, en especial en los sectores
transables, y ese incremento respondió a crecimientos genuinos de productividad
sectorial.
8. La oferta de mano de obra se trasladó hacia la actividad no estatal, los sectores
transables y el turismo, lo que se correlaciona con el incremento del salario
medio en esas actividades.
9. Aunque el diapasón de los ingresos laborales medios es mayor que en 1989,
éste decreció respecto al año 1993. En especial se observa una tendencia al
acercamiento de los ingresos promedio de trabajadores asalariados de los
sectores transables, a los ingresos promedio más elevados de los trabajadores
que, como los cuenta propia e informales, obtienen sus ingresos de sus ventas
directas en el mercado de bienes y servicios de consumo.
10. Los salarios reales se incrementaron más que la productividad, pero continúan
siendo menores que en 1989.
11. La calificación de la fuerza de trabajo siguió su tendencia creciente anterior a la
apertura.
12. Existe una desigualdad de ingresos monetarios en la población mayor que la
observada en los años ochenta, aunque se mantiene menor que la reportada
para la región latinoamericana.
13. La política social ha jugado un papel importante, protegiendo a la población al
verificarse el ajuste económico, y posteriormente minorando los niveles de
desigualdad social de ingresos monetarios.
En síntesis, puede afirmarse que la apertura externa en el caso de Cuba ha tenido
un impacto relevante sobre todas las estructuras económicas y sociales, y
constituye un decisivo factor de reanimación y de reinserción de la economía
cubana en la economía internacional. Ha existido un costo social en el proceso,
pero de magnitudes relativamente menores que en otras experiencias. En el caso
cubano no se siguió el patrón de globalización neoliberal recomendado por
organismos internacionales.
No obstante, respecto a las condiciones
internacionales que de él se derivan, si es posible afirmar que dichas condiciones
resultan una barrera muy compleja de sortear; por ejemplo, la pérdida en la
19
relación de intercambio de los productos primarios, afecta a muchos países
subdesarrollados y los resultados en la búsqueda de nuevas formas de inserción
internacional son muy discretos, Cuba aún se halla enfrascada en ese empeño.
En otro orden de cosas, la experiencia cubana muestra el decisivo papel que
puede desempeñar la política social en la minoración del impacto de procesos de
ajuste económico y reformas. De tal manera fortalece el criterio de los que
revalorizan e insisten en la necesidad de una política social consecuente de los
gobiernos, en especial para evitar la exclusión y la pobreza.
20
CUADRO 1
CLASIFICACIÓN Y CRONOLOGIA DE LAS MEDIDAS DE LA
REFORMA CUBANA
Fecha
de
inicio
Macro
econó
micas
Micro
econó
micas
Socia
les
RECTIFICACIÓN DEL DESBALANCE EXTERNO
1. Desarrollo del turismo y otras actividades generadoras de
divisas
2. Impulso a la apertura al capital extranjero; principalmente
por medio de empresas mixtas
3. Creación de un sector que opera directamente en divisas
4. Eliminación del monopolio estatal del comercio exterior
5. Mayor utilización del crédito comercial; renegociación
deuda externa con algunos países
6. Creación de mercados y ventas internas en divisas
7. Reducción de aranceles
8. Creación de zonas francas y autorización de negocios
inmobiliarios
9. Apertura de oficinas de bancos extranjeros
10.Sistemas especiales de remuneración en divisas
11.Autorización de remesas y de tenencia legal de divisas
12.Creación de casas de cambio y cuentas de ahorro en
divisas para la población
13.Creación nuevo mecanismo de control, circulación y
asignación de divisas
1989
X
1990
X
1992
1991
1990
X
X
X
1993
1996
1996
X
1995
1993
1993
1995
X
1990
X
X
X
X
X
X
X
X
SOCIALES
14.Garantías de empleo y de ingresos a los trabajadores;
reestructuración gradual del empleo estatal.
15.Fortalecimiento de la asistencia social y creación de una
red de alimentación pública a precios subsidiados para
personas de bajos ingresos.
16.Mantenimiento de la cobertura y beneficios de la seguridad
social.
17.Priorización de los servicios de salud y educación, a partir
de las restricciones en divisas existentes; modificaciones para
el logro de una mayor efectividad.
1990
X
1996
X
1990
X
1990
X
FINANZAS INTERNAS
18.Elevación de precios y tarifas a productos y servicios no
esenciales
19.Eliminación de gratuidades
20.Medidas para la reducción de las pérdidas en empresas
estatales
21.Creación de un sistema impositivo
22.Nueva ley Tributaria para las empresas
23.Creación de una Oficina Nacional de Auditorías
21
1994
x
1994
1994
x
x
1994
1994
1994
x
X
x
x
24.Mayor descentralización de ingresos y gastos del
presupuesto
25.Modernización del sistema de contabilidad
26.Reestructuración del sistema bancario
Fecha
de
inicio
1995
Macro
econó
micas
Micro
econó
micas
x
1994
1997
X
X
1993
1994
1992
X
X
X
1993
1990
1994
X
X
X
1996
X
1993
1994
X
X
1992
1994
1998
X
X
X
1993
X
1992
1992
X
1992
X
Socia
les
SECTOR AGROPECUARIO
27.Transformación de empresas estatales en cooperativas
28.Entrega de tierras a familias, en usufructo
29.Entrega de tierra a organizaciones para su
autoabastecimiento alimentario
30.Desarrollo de huertos urbanos y organopónicos
31.Desarrollo de la acuicultura
32.Creación de mercados agropecuarios para la
comercialización de excedentes a precios libres.
33.Esquema de financiamiento integral en divisas del sector
agropecuario, a partir de los cultivos de exportación
X
INDUSTRIA Y SERVICIOS
34.Mayor espacio para el trabajo por cuenta propia
35.Creación de un mercado de artículos industriales y
artesanales
36.Reorganización del sistema empresarial
37.Redimensionamiento de capacidades existentes
38.Transformación del sistema de gestión empresarial
LABORALES
39.Disminución del empleo estatal y traslado de empleos al
sector no estatal
40.Ampliación de la protección a trabajadores sobrantes
41.Aumentos salariales en las actividades que generan divisas
y en salud, educación y orden interior
42.Perfeccionamiento de los sistemas de pagos para mejorar
la relación entre retribuciones y resultados productivos
43.Programas de empleo para las provincias orientales
X
1995
X
OTRAS
44.Reducción de los Ministerios y otras entidades nacionales; 1994
descentralización de la toma de decisiones económicas hacia
las empresas.
45.Aplicación de nuevos enfoques e instrumentos de
1995
planificación
22
X
X
X
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