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· - - Revista Entorno N°. 41
Estamos en el peor y el mejor de los momentos
pp. 24-29
Rubio Fabián, R.
Roberto Rubio Fabián
Director Ejecutivo de Funde
"Fue la mejor y la peor de las épocas, el siglo de la locura y la razón, de la fe y la
incredulidad;fue un período de luz y de tinieblas, de esperanza y desesperación, en el
cual se percibía el horizonte más espléndido y la noche más oscura." Así se expresaba
Charles Dickens en su novela Historia de dos ciudades (1859). Novela que analiza y
compara el momento histórico que vivían las dos grandes ciudades europeas en
la época de la Revolución francesa : la aparentemente tranquila y pacífica Londres
y la convulsionada y caótica París. Momento del mundo occidental en el que las
coordenadas de la historia no eran ni simétricas ni absolutas, sino contradictorias y
relativas.
Tal referencia histórica, guardando por supuesto las enormes distancias de tiempo y
espacio, nos servirá para analizar el momento histórico que vive nuestro país desde
el punto de vista económico y político.
mas, a nivel económico, en uno de nuestros
crediticias en el mercado internacional no llegan del todo
ores momentos. En primer lugar, por el carácter
a nuestro país, pero también es cierto que ya empezamos a
al de la crisis ex terna. Por un lado , una rece-
ver los primeros síntomas de freno al "crédito alegre". Es
sión económica en los Estados Unidos donde , según infor-
cierto que las remesas siguen creciendo, pero también es
maciones periodísticas , los últimos datos arrojan la mayor
cierto que lo hacen a una tasa menor y con riesgo de llegar
tasa de desempleo desde hace 33 años (LPG , 6/08).
a su reducción absoluta.
No cabe duda de que dicha recesión nos pegará fuerte. Es
Por otro lado , vivimos malos momentos por otra crisis para-
cierto que nuestras exportaciones están creciendo, pero tam-
lela: la del alza mundial de precios de las materias primas.
bién es cierto que la reducción de la demanda en el Norte
Los precios del petróleo se han quintuplicado del 2002 al
tenderá a debilitarlas. Es cierto que todavía las restricciones
2008, y el de los principales alimentos en un 100% de 2005
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a l 2008 . Esto vie ne inc re me ntando e l va lor de
poca ca pac id ad de s upervisió n , co n un fi sco
nuestras importac iones, e levando los costos de
"en tabl as" e n d ifi c ultades para estimul ar la
producción de nuestras e mpresas, y comie nza
in ve rsió n o pa liar los e fectos sobre e l consu-
a afectar e l princ ipal motor de nuestra econo-
mo, co n encl e nque capac id ad producti va e n
mía co mo es e l cons umo, así co mo los ya ba-
a lime ntos y e ne rgía.
jos ni ve les de ahorro; y por ende no tardará en
a fectar los ni ve les de in versión y c recimiento
En te rcer lugar, la siw ac ión fi sca l, fin anc ie-
econó mico. Esta prob le mática de alza gene ra-
ra y social no pinta nada bi en. Por un lado, a
lizada de mate ri as primas , combin ada con la
pesar de las mejoras tributari as, los in gresos
recesión de la econo mía nortea meri cana, es lo
de l Estado son precarios y el gasto público
que da pi e al temido carácter du al de la crisis:
se ha di sparado, sobre todo por los subs idios
estancamie nto con infl ac ión. Fe nóme no de es-
que no dejan de crecer (ya son más que toda la
tanfl ación que amenaza insta larse tambié n en
in versión públi ca progra mada para el 2008).
nues tra eco nomía.
Por otro lado, la situación ho lgada de liquidez
que venía gozando el pa ís, podría empezar a
Entorno
En seg undo luga r, estamos e n un o de nuestros
revenirse a ca usa de la previsible me nor en-
peores mome ntos po rque la crisis ex tern a nos
trada de dólares (por re mesas, ex portac iones
so rpre nde con import antes vuln erabilidades
y créd itos). Esta restri cc ión fin ancie ra afectará
inte rn as qu e a mplifi ca n los efectos de di cha
la inversión y e l crecimiento, mjentras que la
cri sis. Es c ie rto que e nfre nta mos , ta l co mo se
prev isibl e contenc ión de in versiones o la co-
ha di cho, una '' torme nta fu erte y pe rfecta".
rri da de capit ales e n e l período electoral, po-
Pero e l probl ema es ta mbié n que esta torme n-
dría contribuir aún más a ell o. Fina lmente, la
ta nos encuentra co n un "barco frág il e im-
inconteni ble alza de prec ios, e n un marco de
pe rfecto". C ie rt amente , la crisis exte rn a nos
poca in versión y e mpleo y bajos sa lari os, av i-
go lpea rá más po rque so mos un pa ís más im -
zoran un a importante conflicti vidad soc ial. No
po rtador que ex portado r, con mercados poco
cabe duda de que , fi scal, fin ancie ra y social-
controlados y conce ntrados que di storsionan
mente hab lando , le espe ran los peores momen-
más los prec ios , con un Estado déb il con
tos al próx imo gobi ern o.
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daño . Al fin comenzamos a comprender que no basta tener un entorno macroeconómico estable , y que es preciso
actuar sobre las estructuras reales de la economía . Por fin
han dejado de ser tabú la intervención estatal y las políticas
sectoriales , y hoy es buen momento de apostarle a fondo al
abandonado agro y la seguridad alimentaria, así como buen
momento para hacer una apuesta estratégica por las miles
de iniciati vas productivas locales di seminadas por todo el
territorio nacional. De la misma forma , estamos en buen
momento para revaluar nuestra política comercial, excesivamente inclinada a las importaciones y el consumismo;
Pero por paradójico que sea , en med io de estos críticos mo-
como en buen momento estamos para reconocer e incidir
mentos y de la " noche más oscura", se nos presentan mejo-
en esta última distorsión de nuestra economía y entrarle sin
res y luminosos momentos.
temores a una política dirigida de ahorro.
Sostuvimos q ue el país se encontraba, desde el punto de vis-
Es cierto que la crítica situación de la economía norteameri-
ta económico, en uno de sus peores momentos. Primero , por
cana dentro de poco podrá tocar con fuerza a sus consumi-
un entorno externo desfavorable que nos marca doblemen-
dores , y afectar as í sus importaciones. Sin embargo , también
te: por el lado del incremento de precios de materias primas
es cierto que nuestras exportaciones hacia dicha economía
y alimentos que importamos, y por el lado del estado rece-
han venido creciendo y podrían hacerlo más, no sólo por la
sivo de la economía de los Estados Unidos; estamos frente
mejora de sus precios , sino también porque los nichos de
al temido fenómeno de la estanflación. Segundo, porque la
mercado que representa la población centroamericana po-
" tormenta perfecta" nos encuentra con un " barco vulnera-
drían desplazarse hacia nuestros más baratos productos de
ble e imperfecto": economía más importadora que expor-
exportac ión, en especial de alimentos.
tadora, mercados poco control ados y concentrados, Estado
administrati va y fiscalmente débi l; estructura productiva en
Las crisis también representan oportunidades. Las circuns-
alimentos y energía fracturada , etc. En tercer lugar, si no se
tancias críticas que viven los mercados internacionales no
toman las med idas adecuadas , el panorama fiscal, financiero
sólo representan buen momento para valorizar nuestras ex-
y soc ial no pintará nada bien.
portaciones , sino también para capturar importantes flujo s
de inversión externa. Por un lado , como sucedió en la crisis
Pero como decía Dickens, en la obra que citamos anterior-
mundial de 1973/74 , el boom de los precios del petróleo y
mente: era " un período( ... ) en el cual se percibía el horizon-
de los alimentos ha puesto a circular un formidable flujo de
te más espléndido y la noche más oscura" . Ciertamente, es-
excedentes ("petrodólares" entre otros), buena parte de los
tamos en uno de los peores momentos de nuestra economía,
cuales bu scan invertirse en los países del Sur que ofrecen
pero por paradójico que parezca, también estamos en uno de
buenas condiciones. Panamá es un ejemplo de cómo un país
los mejores momentos en cuanto a nuestras oportunidades.
puede crecer y aprovecharse de la crisis en términos de captura de flujos de inversión.
Como en casi todo momento de crisis, es buen momento
para la refl ex ión y el cambio. Estamos en buen momento
Por otro lado, e l incremento de los costos de transporte ,
para camb iar conceptos y enfoques que han hecho mucho
y otros factore s como la revaluación del yuan , están lle-
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vando a a lgunos inversionistas a revaluar sus invers iones en China destinadas al mercado norteamericano. De
ahí la va lorización q ue hacen estos de la conveniencia
de destin ar o trasladar inversiones a países más cercanos
y sin riesgo cambiario. Nuestra cercanía a Estados Unidos, el CAFTA y la inexi stencia de riesgo cambiario, en
estos mome ntos, represe nta un importante atract ivo para
dichas inversiones.
Adicionalmente tenemos , en potencia , otros factores de
atracc ión: el futuro puerto de La Unión, el desarrollo de
una zona de servi cios diversos en la franja costera de Co-
tal que circula en correos electrónicos y blogs, con autoría
malapa; el potencial que representa el desarrollo de la zona
o no de los aparatos comunicacionales de los principales
Norte con los fondo s del milenio, etc . Es un momento con
partidos en contienda , es una muestra de ello.
muchas oportunidades y potenciales. ¿Podremos aprovecharlas? Ese es otro problema. La inseguridad ciudadana
Por otro lado , a pesar de los esfuerzos hechos en los últimos
y jurídica, la inestabilidad política, los relativamente altos
meses, nos encontramos con un sistema electoral con poca
costos de serv icios, la fragilidad de nuestro fi sco , la falta
credibi lidad. Esto tiene su base, entre otros factores, en el ca-
de recurso humano ca lificado, la ausenc ia de ordenamien-
rácter exclusivamente partidario del TSE, a cambios inade-
to territoria l, etc., son variables que juegan en contra de
cuados hechos en algunas reglas del juego electoral (toma de
ello. Ponerlas positivamente en juego no só lo requerirá
decisiones dentro del TSE sólo entre tres y no cuatro magis-
de esfuerzos en la esfera económica, sino también en la
trados , relajamiento en las exigencias de validez de las actas
política. Por ello será importante analizar los momentos
de resultados electorales), o a otras dificultades como la rela-
políticos que vivimos.
ción entre el padrón electoral y el Censo de Población 2007.
No sólo en el ámbito económico enfrentamos malos y bue-
En ese contexto de baja credibilidad del sistema electoral, el
nos momentos, como lo analizamos antes, sino también en
reconocimiento de la derrota será muy difícil de aceptar por
el político. En primer lugar, los malos momentos se presen-
el perdedor, sobre todo si el margen de votos de la derrota
tan en términos de la contienda electoral y sus resultados.
no es muy amplio . Peor aún si la polari zación política se
Por un lado, en las próximas elecciones se juega cas i todo el
acentúa , y se enfren tan so lamente los dos grandes que se
aparato del Estado: Poder Ejecutivo , Asamblea Legislativa
consideran más enemigos que adversarios , y sin presencia
y alcaldías. Esto por sí sólo tensiona la contienda electoral,
de otras fuerzas que actúen de amort·iguación . Y como nos
y genera mayores angustias y ansiedades, especialmente las
comentaba un amigo , la credibilidad del resultado electoral
partidarias.
no lo da el ganador, sino el perdedor. Por tanto , de no reforzarse la cred ibilidad del sistema electoral , el escenario
La alta probabilidad de la alternancia exacerba estas aún
postelectoral se avizora muy conflicti vo y amenazante para
más , espec ialmente entre los que han venido gobernando el
nuestro todavía incipiente proceso democrático .
prus. La falta de administración de las angustias y ansiedades subidas de tono parecen estar actuando en contra de una
En segundo lugar, los malos momentos hacen también re-
campaña política de altura. La miseria y podredumbre men-
ferencia a los escenarios de gobernabilidad para el próx imo
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gobierno. Por un lado , a este le esperará una situación su-
Pero así como en los peores momentos de nuestra economía
mamente difícil y complicada: recién recibiendo los efectos
se presentan mejores momentos , así también ocurre en lo
tardíos de la etapa recesiva de la economía norteamericana ;
político.
prev isibles problemas de liquidez, fragilidades en el sistema
financiero , mayores probabilidades de perder grado de inver-
Analizamos los malos momentos políticos que confron ta
sión y de obtener menor calificación de riesgo; dificultades
el país: baja credibilidad del sistema electoral, y ante ello,
políticas para acceder a crédito fresco o para enfrentar los pi-
riesgo de fracturas al proceso democrático, sobre todo de
cos de la deuda; cuentas fi scales muy deterioradas y política
cara a resultados electorales reñidos; factores que alimentan
fiscal con muy estrechos márgenes de martiobra; un gobierno
la confrontación política polarizante; ans iedades y angus-
con pocos recursos para realizar las inversiones públicas que
tias electorales subidas de tono; un previsible escenario so-
tanto se necesitan para cubrir nuestros enormes défi cits so-
cioeconómico y político di fícil de manejar para el próximo
ciales; demanda social creciente y sectores sociales pujan do
gobierno , etc.
por más subsidios ... demanda social que se puede ver mucho
más incrementada en caso de ganar la oposición, depositaria
Pero como dijimos al principio, al lado de la locura está la
de fuertes expectativas; permanente estado de confrontación
razón; al lado de las ti nieblas , la luz; al lado de la desespe-
e inestabilidad social y política en caso de no establecerse las
ración, la esperanza; al lado de la noche más oscura, el hori-
alianzas y entendimientos necesarios.
zonte más espléndido. Al lado de nuestros malos momentos
políticos se encuentran los buenos momentos.
Por tanto, el difícil escenario socioeconómico que nos espera requerirá no sólo de un gobierno capaz y abierto, diri -
Estamos en buen momento político, pues los principales
gido por un presidente inteligente y tolerante, con elevada
partidos, Arena y FMLN , criados en la guerra , se están
madurez política y emocional, sino también de un partido
viendo socialmente empujados hacia dinámicas de conso-
político renovado , ajustado a las circunstancias y con talan-
lidación de paz y democracia . La sociedad salvadoreña o ,
te concertador. Lo que preocupa es que los dos principales
más precisamente, su electoralmente decisivo segmento no
partidos en contienda, en el supuesto que la renovación que
militante, se ha movido po líticamente hacia adelante y ha
pregonan sea de fondo y verdadera, apenas han comenzado
obligado a los principales partidos políticos a comenzar a
el cambio dentro de sus filas y pensamientos. Si no aceleran
remover sus principales taras hi stóricas e ideológicas. La
y profundizan estos, poco responderán al momento de los
realidad y sus procesos también se imponen y arrastran a
grandes desafíos.
sus actores políticos.
Por otro lado, ante los crecientes niveles de polarización,
en aquel marco de ansiedades, importantes actores sociales pueden perder su independencia y espíritu crítico frente
a los partidos y/o el nuevo gobierno . Hoy más que nunca
se corre el riesgo que grupos, instituciones , ONG , intelectuales, empresarios, medios, etc. , se plieguen a uno u otro
partido , unos en nombre de lo establecido y otros en nombre del cambio. La gobernabilidad requiere de segmentos
de la sociedad con criterio propio y distancia crítica de sus
dirigentes y gobiernos, y la actual dinámica política tiende
a diezmarlos.
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¿Por qué Arena y el FMLN están cambiando sus discursos y
comportamientos? Posiblemente no lo hubieran hecho si la
sociedad salvadoreña y especialmente su segmento no militante -donde encontramos la mayoría del llamado voto fluctuante- no se hubiera cansado de la polarización, no fuera
más exigente en sensatez y moderación, no demandara más
realismo y menos catecismo político . .. y, sobre todo , si
no fuera el elector determinante y decisivo de las próximas
elecciones.
Gracias a la mayor cultura y madurez política del segmento no militante , a Arena ya no le incomoda hablar de in-
que tales partidos hayan cambiado discursos y comporta-
tervención del Estado y de abusos e insuficiencias de mer-
mientos por conveniencia o por convicción, el hecho es que
cado, ni comenzar a remover tabús como los subsidios ,
lo están haciendo, y el irse ejercitando en ello poco a poco
las políticas sectoriales o las reformas fi scales , ni hacer
los va comprometiendo; y la palabra en política, aunque ge-
alianzas con los que no son de derecha. Como tampoco le
neralmente barata, su no cumplimiento sale electoralmente
incomoda hablar al FMLN de promover la gran empresa y
caro .. . Por supuesto , menos para aquellos que no creen en
las otrora demoníacas transnacionales, el establecer alian-
la democracia.
zas con sectores de derecha, o el aceptar el TLC y la dolarización; tan así que algunos de los furibundos que antes
Nuestra tesis es que, por conveniencia o convicción (o por
acusaban a gritos de derechización a los que afirmábamos
ambas cosas) , los partidos nacidos de la guerra , jalonados
que el TLC era un hecho consumado y que habría que ver
por la marcha de la realidad, ban iniciado , al fin , un proceso
cómo se max imizaban sus oportunidades y minimi zaban
de transición hacia su constitución como partidos en perío-
sus amenazas, o que no sería conveniente revertir la dola-
do de paz y consolidación democrática. Podrá durar muchos
rización , ahora lo callan y aplauden con entusiasmo en los
años o no , podrá ser reversible, podrá ser limitada , podrá ser
más táctico que estratégico, pero el hecho veri ficable es que
mitines partidarios .
se han involucrado en un nuevo proceso.
Ahora , a nivel de las declaraciones, los partidos tiene más
en común en sus di scursos; ahora la competencia entre los
Ahora bien , el proceso de transición partidaria apenas anda
principales contendientes no es por la radicalidad , sino por
gateando , lo que explica su fragilidad , falta de credibilidad ,
la moderación (y esta, como debe ser, empieza a dejar de ser
las contradicciones internas que genera , las dificultades de
un defecto y es más una virtud); ahora , más que nunca, las
digestión en algunos de sus cuadros, las dudas sobre sus
propuestas y ofertas electorales se aproximan. En las actua-
verdaderas intenciones , etc. Lo cual no deja de ser un se-
les circunstancias, la efectividad de las propuestas , platafor-
rio problema: partidos en una transición incipiente frente
mas o programas no está tanto en los contenidos, sino en la
al reto de un proceso electoral crucial y determinante de
nuestro proceso democrático. Prueba electoral que, si no
esfera de la confianza .
se supera adecuadamente , puede llevar a truncar no sólo el
Muchos se preguntarán , con mucha razón: ¿Son reales los
posible proceso transitorio partidario , sino también a fractu-
cambios de discurso y comportamiento en aquellos partidos
rar todo nuestro proceso democrático. Estamos también en
políticos? ¿Son verdaderos sus giros? Independientemente
buen momento para evitarlo .
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