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Transcript
CEN
338
.9
.728
A785
Artavia Loría, Roberto
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el
nuevo siglo. Alajuela, C.R.: INCAE, 1998.
51 p.
ISBN 9977-71-010-4
1. Desarrollo económico--América Central.
2. Desarrollo sostenible--América Central.
3. Competencia económica internacional.
4. América Central--Condiciones sociales.
I. INCAE. II. Título.
Roberto Artavia Loría
Obtuvo su doctorado en estrategia, con un
minor en producción y operaciones en la
Escuela de Negocios de la Universidad de
Harvard. Es Master en Administración de
Empresas de INCAE, graduado con honores, e
Ingeniero Mecánico de la Academia de
Marina Mercante de los Estados Unidos, Kings
Point.
Actualmente es Decano de INCAE, teniendo
a su cargo los Programas de Maestría del
Instituto, el Centro de Desarrollo Ejecutivo, el
Centro de Políticas y el Centro de
Investigaciones.
Fue Director del Centro
Latinoamericano para la Competitividad y el
Desarrollo Sostenible en Centroamérica, un
proyecto conjunto de INCAE y la Universidad
de Harvard.
Es autor de varios libros, artículos, estudios de
caso y notas conceptuales en los temas de
competitividad,
estrategia
empresarial,
agroempresas y producción.
Es consultor en el área de estrategia
competitiva a nivel de planeamiento e
implementación. Es consultor de gobiernos y
empresas en más de 10 países de América
Latina y además se desempeña como
miembro de varias Juntas Directivas en Costa
Rica.
Sus más recientes publicaciones incluyen 5
monografías sobre la competitividad de cada
uno de los países de Centroamérica.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
Presentación u
stamos en la época de la
postguerra fría, de la economía
global
digital
y
de
un
realineamiento
financiero
y
económico mundial.
Fruto de un
mayúsculo cambio tecnológico se nos
presentan diversas creencias, visiones
de
mundo
y
de
sistemas
conceptuales. ¿Cómo abordaremos
esto en Centroamérica? ¿Cómo no
nos deslumbramos y nos paralizamos
ante
los
cambios?
¿Cómo
repensamos el desarrollo con mente
abierta y no con nuevos dogmas
paralizantes? Este trabajo es, por un
lado, una exploración colectiva
acerca de los dilemas de la región,
pero, por otro lado, es también una
exploración interior –la del autor–
sobre qué sentimos y qué pensamos
como individuos en Centroamérica en
el cambio de siglo.
E
Al leer este trabajo me recordó una
cita del siglo XIX cuando la máquina a
vapor transformaba las economías y
las internacionalizaba. La gente se
aferraba a “su sistema” de valores,
creencias, estructuras productivas y
similares. El criterio de validez y de
verdad era un claroscuro con
contornos
aún
por
hacerse.
Precisamente uno de los pensadores
europeos le mandó al escritor León
Tolstoi estas reflexiones que hoy
también son relevantes: “Las personas
que se amarran a sí mismas a un
sistema son aquellas que son
incapaces de aprender toda la
verdad y tratan de atraparlo por la
cola. Un sistema es como la cola de
la verdad, pero la verdad es como la
lagartija: deja su cola en vuestras
manos y se escapa sabiendo muy
bien que le crecerá una nueva cola
en un abrir y cerrar de ojos”.
“Cambiar para prosperar” nos hace
transparente la diferencia entre la
cola y el cuerpo de la compleja
realidad Centroamericana. Es una
lectura amena y que, a la vez, hace
una
honda
incisión
al
tejido
conceptual que tenemos enfrente.
Ya sea que se comportan o no sus
interrogantes, sus alternativas y sus
conclusiones,
es
una
valiosa
contribución al pensamiento sobre el
futuro de la región ante el nuevo siglo.
Eduardo Doryan Garrón
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
Agradecimientos u
l texto que se presenta en las
siguientes páginas es el resultado
del proceso del proceso de
aprendizaje del que me he beneficiado
los dos últimos años, gracias a la
oportunidad que he tenido de trabajar
con una cantidad importante de
académicos, empresarios, políticos e
investigadores de Centroamérica y de
otras partes del mundo.
Entre los
académicos quien más me ha ayudado
a moldear mi pensamiento ha sido
Michael E. Porter, de la Escuela de
Negocios de la Universidad de Harvard,
cuyo
enfoque
del
proceso
de
desarrollo, por práctico, original y
completo, ha servido para renovar la
confianza de los centroamericanos en
su capacidad para competir y crecer
de manera sostenible.
E
La seguridad con que he podido
expresar mi pensamiento en las páginas
de esta obra se deriva de mi contacto
con un grupo excepcional de líderes
que con su compromiso, trabajo y
dedicación me han convencido de que
estamos en el camino correcto y que,
conforme superamos los pequeños
obstáculos que aún tenemos por
delante, podremos alcanzar la meta de
convertir a Centroamérica en una
región
próspera
para
todos
los
habitantes. Entre ellos debo resaltar a
aquellos sin cuyo apoyo mi trabajo y el
de CLACDS no hubieran sido posibles:
Stephan
Schmidheiny,
empresario
global de nacionalidad suiza; Luis Flores,
Danilo Siekawizza, Juan M. Wurmser y
Emmanuel Seidner en Guatemala;
Francisco de Sola y Eduardo Zablah en
El Salvador; Xavier Arguello y Norman
García en Honduras; Enrique Dreyfus y
Enrique Bolaños en Nicaragua y Carlos
Espinach y Andrés Rodríguez en Costa
Rica.
En CLACDS he tenido el privilegio de
trabajar con un grupo humano único.
Entre ellos merece toda mi gratitud
Gisela
Sánchez
por
su
trabajo
excepcional
y
su
dedicación
incondicional a nuestra misión.
El
trabajo de Esteban Brenes, Arnoldo
Camacho, Alberto Trejos, Crist Inman,
Eduardo Montiel, José A. Sánchez, Ligia
Castro, Lawrence Pratt, Lucia Marshall,
Juan Carlos Barahona y sus equipos de
trabajo ha constituido un verdadero
laboratorio entre cuyos discípulos he
tenido la oportunidad de encontrarme.
Para todos ellos mi reconocimiento y
gratitud.
Mi trabajo de estos años ha sido posible
gracias al apoyo de tres instituciones
ejemplares: INCAE, el grupo AVINA y el
Banco Centroamericano de Integración
Económica (BCIE). En INCAE la visión de
Brizio Biondi-Morra, el compromiso con
la excelencia de Danilo Lacayo y
Nicolás Marín y el apoyo de la facultad
y especialmente de María Elena
Carballo y David Montesinos, han hecho
posible mi trabajo. Para todos ellos mi
agradecimiento
sincero.
Debo
agradecer también a University of Saint
Thomas, Minnesota, por brindarme todo
el apoyo logístico para desarrollar esta
monografía.
Todo lo bueno de esta obra se deriva
de las personas mencionadas.
Los errores y omisiones que pueda
contener son mi entera responsabilidad.
Como todo mi trabajo esta obra es para
Marcella y mis tres hijos.
En esta ocasión quiero dedicarle mi
trabajo
también
a
todos
los
Centroamericanos
que
viven
en
pobreza. Por ustedes, más que nadie, la
región debe cambiar.
Indice u
INTRODUCCIÓN u ......................................................................................................................... 8
I.
EL CONTEXTO DE HOY: CAMBIOS Y TENDENCIAS u ....................................................... 10
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
LA GLOBALIZACIÓN ......................................................................................................................10
AUMENTO DE LA COMPETENCIA ....................................................................................................12
ESPECIALIZACIÓN DE LAS ECONOMÍAS...........................................................................................13
IMPORTANCIA CRECIENTE DE LA INFORMÁTICA Y EL CONOCIMIENTO ...............................................14
INCREMENTO EN FLUJOS PRIVADOS DE CAPITAL ..............................................................................14
MEJOR MANEJO DE RECURSOS NATURALES ....................................................................................15
CONSOLIDACIÓN DE LOS MERCADOS DEMOCRÁTICOS ..................................................................16
LA POBREZA EN AUMENTO.............................................................................................................17
LA CENTROAMÉRICA DE 1998 u ........................................................................................ 19
II.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
III.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
IV.
DESARROLLO HUMANO ................................................................................................................19
COMPETITIVIDAD ..........................................................................................................................20
DESARROLLO ECONÓMICO ..........................................................................................................21
APERTURA Y REGIONALIZACIÓN ....................................................................................................22
EDUCACIÓN, INFORMÁTICA Y TECNOLOGÍA ..................................................................................24
MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES .........................................................................................26
ATRACCIÓN DE INVERSIONES Y FLUJOS DE CAPITAL.........................................................................26
ESCENARIOS POSIBLES PARA CENTROAMÉRICA Y SUS NACIONES u ........................ 29
GLOBALIZACIÓN, REGIONALIZACIÓN Y APERTURA ..........................................................................29
AUMENTO DE LA COMPETENCIA ....................................................................................................30
ESPECIALIZACIÓN DE LAS ECONOMÍAS...........................................................................................31
EDUCACIÓN, INFORMÁTICA Y TECNOLOGÍA..................................................................................32
ATRACCIÓN DE FLUJOS DE CAPITAL ...............................................................................................33
MANEJO DE LOS RECURSO NATURALES ..........................................................................................34
AUMENTO DE LA POBREZA Y CONSOLIDACIÓN DE LA DEMOCRACIA................................................34
EL CAMBIO DE CENTROAMÉRICA u .............................................................................. 36
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................... 38
Como todo mi trabajo esta obra es para Marcella y mis tres hijos.
En esta ocasión quiero dedicarle mi trabajo también a todos
Los centroamericanos que viven en pobreza. Por ustedes,
Más que nadie, la región debe cambiar.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
Introducción u
D
esde enero de 1995 hasta junio
de 1998 he sido Director del
Centro Latinoamericano para la
Competitividad y el Desarrollo Sostenible
(CLACDS). La razón de ser de CLACDS
es contribuir a establecer, en los países
de la región, condiciones para el
desarrollo económico y social se
produzcan a ritmos más acelerados que
en el pasado. La idea es que después
de dos o tres décadas de progreso
sostenible, los ciudadanos de las
naciones latinoamericanas alcancen
niveles de bienestar, de acceso a la
educación y a los servicios públicos y de
producción per cápita similares a los de
las naciones que hoy citamos como
ejemplos. Como Director de CLACDS
he tenido la oportunidad de trabajar
con líderes de pensamiento de la
región, con académicos de talla
mundial
y
con
cientos
de
investigadores,
empresarios,
trabajadores y servidores públicos que
de una u otra buscan cómo contribuir al
desarrollo de la región y de sus
ciudadanos. He supervisado y dirigido
muchos estudios y analizado cuanto he
podido de la literatura existente del
desarrollo.
Lo anterior me ha dado la oportunidad
de entender más profundamente
cuáles son las grandes limitantes y los
grandes obstáculos al progreso que
quedan por vencer. Entre ellos, ninguno
es más formidable que la inercia política
causada por grupos de interés que, por
convicción o por conveniencia egoísta,
se oponen a la realización de cambios
que alterarían su contexto habitual. Es
muy posible que, en el caso de aquellos
que se resisten al cambio por
convicción y no por conveniencia, un
factor determinante de su actitud sea la
incomprensión del contexto más amplio
que establece la necesidad de
cambiar. Esto debe ser así porque,
quien analiza los datos fríamente, debe
llegar a la conclusión de que la única
8
forma de beneficiar a las grandes
mayorías
es
aceptando
grandes
cambios en la conducción de las
economías de la región. Estos cambios
no deben ser basados en el dogma o la
mecánica analítica, sino más bien en la
creatividad y la lógica, pues el objetivo
debe ser mejorar las condiciones de
vida de todos los ciudadanos de las
naciones de la región y nunca
demostrar que un enfoque particular es
más correcto que otros.
El propósito de esta breve monografía
es compartir con un público amplio mi
propio análisis y entendimiento de por
qué Centroamérica debe cambiar y por
qué debe hacerlo ya. Quiero compartir
estas ideas para tratar de vencer la
inercia, para tratar de abrir espacio al
cambio y no porque crea tener todas
las respuestas. Será inevitable crear
polémica de la buena, de aquella que
se basa en la convicción de los valores.
Pero el camino en que nos encontramos
es ancho y da espacio para circular en
él de muchas maneras. Mi intención es
abrir espacio al cambio mediante la
presentación de un marco sencillo. En
la primera parte el lector encontrará las
tendencias que creo debemos tomar
en cuenta pues están alterando de
manera definitiva nuestro contexto. No
se pretende que estas sean todas las
tendencias que existen ni hay segundas
intenciones al dejar por fuera de este
análisis alguna que el lector pudiera
considerar importante. Se han incluido
aquellas que se cree que serán las más
influyentes en el proceso de desarrollo
de América Latina. La segunda parte
establece en términos simples la
situación de Centroamérica.
No se
hace, ni se quiso hacer, un tratado
académico sobre la economía regional,
si más bien dar un sentido de posición
de acuerdo a la mejor información
disponible de fuentes comunes.
La
tercera parte presenta una serie de
escenarios posibles en relación con las
tendencias discutidas en la primera
parte. El enfoque de esta tercera parte
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
es tratar de analizar que le pasaría a un
país que, mediante la emisión de
políticas tratara de aislarse del impacto
de estas tendencias.
También se
analizan los escenarios alternativos; los
que muestran qué pasaría si se
emitieran políticas para tratar de sacar
el
máximo
provecho
de
estas
tendencias. El análisis del contexto no
es exhasutivo, si no más bien ilustrativo.
Se ha buscado que permita entender el
impacto de los varios escenarios sobre
el
proceso
de
desarrollo
de
Centroamérica. En otras palabras, se
analiza “¿qué pasaría si…?” desde el
punto de vista de la reacciones posibles
respecto a las grandes tendencias
identificadas. En la cuarta parte se
9
esbozan algunas conclusiones de este
ejercicio y se trata de establecer, con
base en el análisis de los escenarios,
cual debe ser la dirección general de
las políticas y actitudes de gobernantes,
empresarios y otros líderes de opinión.
No es mi intención sustituir análisis
profundos hechos respecto a muchas
de estas mismas variables, ni representar
un tratado académico respecto a
algún tema, sino más bien, basado en
muchos de estos análisis, poner a
disposición del ciudadano promedio,
del
estudiante
universitario,
del
trabajador y del empresario una visión
sencilla de por qué Centroamérica
debe cambiar.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
I.
10
El Contexto de hoy: cambios y tendencias u
Antes de iniciar cualquier análisis respecto a la necesidad de cambiar, es importante
entender cuál es el contexto en que los cambios en cuestión se estarían produciendo.
El cambio permite adaptarse mejor a nuevas circunstancias y, en muchos casos, son los
cambios en el contexto los que obligan a una entidad u organización a modificar su
conducta. Los cambios en el ambiente de cualquier entidad u organización, incluida
toda una sociedad, causan que ésta deba evolucionar para adaptarse a sus nuevas
circunstancias y para poder convivir con su nuevo ambiente de la manera más
provechosa posible. Los países, como conjuntos sociales que son, no están exentos de
esta realidad y deben alterar su forma de actuar no sólo para sobrevivir ante nuevas
circunstancias, sino para seguir progresando en beneficio de sus ciudadanos. En la
segunda mitad de este siglo ha habido un incremento del ritmo de cambio que obliga
a los países a ser más flexibles que nunca para poder seguir creciendo en términos de
bienestar para sus ciudadanos.
En las siguientes páginas se presenta un análisis de las principales tendencias que
mueven los cambios en el mundo de hoy. Más que explicar en detalle el origen de
estas tendencias, la intención es facilitar la comprensión de lo que cada una de ellas
implica. Las tendencias que se ha tratado de incluir son aquellas que se consideran más
significativas en términos de su duración e impacto sobre el proceso de desarrollo. Las
tendencias mostradas trascienden por mucho el período de mando de cualquier
gobierno y, generalmente, son el resultado de un proceso histórico que, en algunos
casos, alcanza varios siglos. No se busca demostrar que estas tendencias se dan en
magnitudes similares en todos los países y en todos los períodos, sino más bien dejar
establecido que, en un análisis de largo plazo, todas estas tendencias son reales e
importantes para el proceso de desarrollo.
1. La globalización
Ante las interminables discusiones sobre la globalización, es importante establecer el
siguiente hecho: la globalización NO es un fenómeno económico NI político, sino más
bien el resultado del progreso tecnológico en las áreas de transporte, logística y
comunicaciones; es un proceso que se inició miles de años y que se ha venido
acelerando hasta convertir al mundo en lo que hoy con frecuencia llamamos “la aldea
global”. La globalización resulta del aumento de gran magnitud en la capacidad del
hombre para intercambiar información, bienes y servicios a través de las fronteras y a
grandes distancias. La información es el punto de partida pues, aunque la capacidad
de transporte internacional de bienes ha venido a venido aumentando rápidamente a
través de la historia y alcanza uno de sus puntos culminantes con la introducción de los
motores de vapor y barcos de mayor calado , la verdad es que cuando el hombre
empieza a comunicarse abiertamente, primero a través de un correo más confiable y
luego a través de líneas de telégrafo y teléfono, el intercambio de bienes y servicios a
grandes distancias se aceleró exponencialmente.
La introducción de mejoras
tecnológicas y logísticas, en la forma de barcos de miles de toneladas de capacidad,
de transmisión de información por hondas de radio y televisión, transporte aéreo de
personas y productos en altos volúmenes a lo largo de grandes distancias; puertos y
aeropuertos capaces de manejar cientos de naves en tiempos relativamente cortos,
transmisión electrónica de información, satélites, facsímiles, oleoductos, contenedores y
tantas otras mejoras a los sistema de información y logística, hacen que hoy en día la
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
11
capacidad del hombre para intercambiar información, bienes y servicios sea
prácticamente ilimitada. Esta es la fuerza de la globalización.
Hace poco más de un siglo la gran mayoría de las personas del mundo vivían en
economías de subsistencia, dependiendo de su trabajo para llenar prácticamente
todas sus necesidades. Hoy, aún en las regiones más pobres y remotas del planeta, se
tiene acceso a información, productos y servicios provenientes de las más diversas
fuentes y orígenes. Basta con hacer un examen de los bienes disponibles a los
ciudadanos de un país y analizar su origen: ¿cuántas de sus posesiones son realmente,
en su totalidad, de origen nacional? Aún los productos más tradicionales tienen hoy
insumos extranjeros en cantidades significativas, resultantes de la inevitable
globalización de la economía mundial.
Globalización en marcha
Entre 1985 y 1995 los flujos de comercio desde las economías desarrolladas aumentó en un 150%
en el valor de sus exportaciones y en un 125% en el valor de sus importaciones.
El arancel promedio a las importaciones bajó en un 36,6% en los países desarrollados y en un
20,4% en los países de desarrollo, después de las negociaciones de la Ronda de Uruguay.
El arancel promedio a las importaciones ha bajado desde el inicio de los años 50 de un promedio
mundial de 40% a un promedio mundial de 6% para las economías más desarrolladas.
La proyección actual es que los flujos internacionales de comercio aumentarán a una tasa de
6,4% anual, un poco más del doble del ritmo al que se proyecta que aumente la producción
mundial.
La globalización es una realidad presente en cada instancia de la vida económica
de las sociedades modernas y más aún en economías pequeñas, las cuales dependen
de la economía mundial para satisfacer una cantidad importante de sus necesidades.
La globalización no es una imposición de las economías grandes sino un resultado
conveniente del progreso tecnológico que permite a cada país, a cada organización y
aún a cada ciudadano, obtener lo que requiere de la fuente que más le conviene,
pues no hay obstáculo logístico que no se pueda superar. Lo único que limita la
globalización es la decisión política de algunas sociedades de mantener sus economías
relativamente cerradas, limitando así las opciones de sus ciudadanos respecto a las
fuentes de su información, productos y servicios.
Un fenómeno paralelo a la globalización es la regionalización de las economías. Por
regionalización se entiende la voluntad conjunta de un grupo de países de unirse, en el
sentido económico, a veces político y a veces social, para crear unidades económicas,
políticas y/o sociales más grandes. Los dos ejemplos más frecuentes citados de
regionalización son la Unión Europea y NAFTA (siglas en inglés de Tratado de Libre
Comercio de América del Norte). Sin embargo, la regionalización tiene alcances
mucho más amplios que lo que estos dos ejemplos representan e incluyen. Sólo en
América Latina, existen cuatro tratados regionales más una cantidad importante de
acuerdos bilaterales.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
12
Regionalización en marcha
Las principales economías de Europa conforman un bloque económico y comercial cada vez más
integrado. A ellas se están incorporando economías adicionales y como bloque, han
recientemente establecido un acuerdo de libre comercio con los países de la región del
Mediterráneo.
México, Estados Unidos y Canadá se han unido en un mercado común, estableciendo así una
zona de libre comercio entre ellos.
En la Cuenca del Pacífico se ha establecido un Foro Internacional de Cooperación Económica
(APEC) que incluye economías de Asia, Oceanía y América.
En la América del Sur se han integrado dos grandes bloques comerciales, MERCOSUR,
constituido por Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay; y la comunidad Andina,
constituido por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
En otras partes del mundo existen tendencias similares de regionalización causando
no sólo una dinámica importante en términos del desarrollo económico, sino que las
negociaciones, los acuerdos internacionales, el comercio, la defensa y muchas otras
funciones de las economías nacionales se llevan a cabo a nivel de región. La
regionalización causa que los flujos de comercio, flujos de capital para inversiones,
movimientos migratorios y otras actividades comunes a los países se encuentren
geográficamente en aquellos países con los cuales se mantienen acuerdos. Esto
significa que, dentro de la tendencia general de globalización existe una corriente
subyacente de regionalización que desvía los flujos de comercio, inversión, turismo, etc.
de su curso natural a zonas preferenciales. Japón, por ejemplo dará condiciones
ventajosas a países de su región para efectos de inversión productiva, crédito e
importaciones, en cumplimiento de acuerdos existentes y por conveniencia propia,
pues una región económica y políticamente estable es ventaja para todos los países
que la conforman. Aunque inicialmente la regionalización estaba enteramente basada
en la geografía y en rasgos culturales comunes, hoy se ha ampliado para constituir
“regiones” mucho más heterogéneas en términos geográficos y culturales, pero que
tienen gran sentido económico, como es el caso de APEC (siglas en inglés de Asian
Pacific Economic Cooperation) que aglomera a países de tres continentes que
comparten su acceso al Océano Pacífico.
La globalización y la regionalización de las economías mundiales son una realidad y
forman, en conjunto, la primera rama del marco analítico con el cual deben tratar las
economías modernas en su camino hacia el desarrollo.
2. Aumento de la competencia
Una tendencia importante es el incremento en la competencia entre empresas por
los mercados en casi todos los países y regiones del mundo. El aumento de la
competencia se debe, en gran parte, precisamente a la globalización y regionalización
de las economías, pues los mercados tienden a ser cada vez más abiertos y
logísticamente hablando más accesibles, permitiendo la entrada de productos,
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
13
servicios y competidores del extranjero, en sus diferentes formas (productores,
distribuidos), a casi todas las economías del mundo.
Pero el aumento de la competencia no se puede atribuir únicamente a “la
oportunidad” que la mayor apertura y las mejoras logísticas representan. El aumento de
la competencia también tiene su origen en cambios significativos en prácticas
empresariales como son el crecimiento en el número e importancia de las empresas
multinacionales, la mayor especialización, la internacionalización de las operaciones, el
desarrollo de franquicias, la concesión de licencias y métodos muchos más eficaces de
transferencia de tecnología. Todas estas prácticas empresariales, en conjunto con la
globalización y regionalización de la economía, causan que todos los mercados del
mundo sean hoy más competitivos, pues es posible encontrar en prácticamente todos
ellos productos y tecnologías de muchos orígenes nacionales.
El número de empresas que tiene operaciones internacionales, no sólo como
exportadores, sino efectivamente agregando algún valor fuera de sus fronteras, es
mucho mayor que en el pasado y sigue creciendo. Un reporte reciente citaba como
sólo en China se estaban abriendo, a principios de 1998, más de 40 operaciones de
franquicias norteamericanas por día. Una cantidad importante de las marcas de
vehículos que se identifican con los Estados Unidos son hoy producidos en México y
Venezuela; de la misma manera que vehículos de marcas japonesas se producen en
Tailandia y Brasil y vehículos con marcas alemanas se producen en Brasil y México. Sin
necesidad de citar ejemplos tan dramáticos, basta con visitar el comercio general de
cualquier país para encontrar productos fabricados en Korea, Taiwan, España, Italia,
México, Indonesia y, en fin, de una gran cantidad de países cuyas empresas y con la
fuerza de la globalización.
3. Especialización de las economías
La relativa especialización es una característica de las economías exitosas en el
mundo de hoy, incluyendo las grandes economías del mundo. Los Estados Unidos, lejos
de ser una gran economía generalista, es en realidad es el conjunto de cincuenta
economías grandes, medianas y pequeñas que siendo altamente especializadas,
intercambian libremente sus productos, servicios y recursos de capital, tecnología y
conocimientos. La Unión Europea es un conjunto de economías grandes, medianas y
pequeñas que intercambian libremente productos, servicios y recursos de capital, y más
recientemente han empezado a intercambiar conocimientos, tecnología y hasta
recursos humanos.
Las economías que frecuentemente se citan como ejemplos de desarrollo en la era
moderna comparten entre sus características importantes una relativa especialización
de sus economías. Japón, Alemania, Taiwán, Korea, Holanda, Suecia, Hong Kong,
Singapur, y más recientemente Chile, comparten entre sus atributos importantes un alto
grado de especialización
Por especialización no debe entenderse la eliminación total o parcial de industrias o
la necesidad de que el gobierno, las entidades internacionales o grupos del sector
privado “escojan industrias ganadoras”. Más bien la especialización a la que se hace
referencia es el resultado de la creación de cadenas industriales de valor agregado
que se aglomeran en regiones o países y que dan como resultado niveles de
competitividad, inversión e innovación superiores a los que alcanzan otros sectores o
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
14
grupos de industrias dentro de la misma economía. Estas son las industrias que se
convierten en motores de desarrollo para la economía y que, mediante su progreso,
crean condiciones favorables para otros sectores y generan riqueza para financiar el
desarrollo económico y humano de sus economías.
4. Importancia creciente de la informática y el conocimiento
Posiblemente la tendencia más marcada en los últimos 20 años y ciertamente en los
últimos 5 es la explosión de la informática y del conocimiento como fuentes de
desarrollo y riqueza. En el pasado la riqueza estaba asociada con la tenencia de
tierras, con la concentración de recursos relativamente escasos, con el control de los
medios de producción y, en general, con la posesión y control de recursos tangibles
para la producción. Cada vez más, sin embargo, la riqueza representada por industrias
“suaves”, o sea aquellas basadas en el conocimiento y la información, es mayor.
Algunos ejemplos de este tipo de industrias son los corredores de bolsa de valores, las
industrias de desarrollo del software, las industrias farmacéuticas – en las que los
departamentos de investigación y desarrollo son los verdaderos determinantes de
competitividad y riqueza – y las diversas ramas de la computación, entre muchas otras.
Aún en las industrias más tradicionales de manufactura y distribución, el uso intensivo de
la informática es, cada vez más, lo que hace la diferencia, facilitando la innovación de
productos, la logística de distribución, la información de los mercados y un sinnúmero de
operaciones relevantes para las empresas modernas. Hoy es casi imposible pensar en
una empresa líder que no tenga entre sus fortalezas aspectos relacionados con la
informática y/o el conocimiento.
A nivel personal e institucional el acceso a la información provocado por redes de
televisión por ondas y por cable, la transmisión de información por satélite y microondas,
la internet y las redes internas de innumerables instituciones, la difusión de información
por ondas de radio, la telefonía celular, las computadoras portátiles conectables a
redes de teléfonos y a redes particulares de transmisión de datos y todos los
mecanismos modernos para mantenerse actualizado y apoyar la toma de decisiones;
hacen que la información y el conocimiento sean elementos claves y determinantes de
la habilidad de cualquier grupo en la sociedad para crear nueva riqueza y explotar las
oportunidades que se le presentan para hacerlo. Quienes tengan el mejor acceso a la
información tomaran mejores decisiones, optimizando así la asignación de sus recursos.
5. Incremento en flujos privados de capital
Como resultado en parte de la globalización, de nuevas prácticas empresariales y
de la facilidad con que hoy es posible hacerlo, hay un marcado incremento del
movimiento internacional de capitales privados. Este movimiento, que hace unos años
hubiera sido impensable e imposible, se ha hecho tan sencillo en términos prácticos que
el capital privado, tanto la inversiones empresariales como las individuales, fluyen hacia
donde sea posible hacer un uso más productivo de los recursos financieros.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
15
Los flujos de capital en el mundo
Los flujos de capital en el mundo moderno alcanzaron la cifra de 166 mil millones de dólares, los
cuales un 55% eran flujos privados, con un total de 48 mil millones de dólares constituyendo
inversión extranjera directa en empresas productivas.
Entre 1990 y 1995, los flujos privados de capital crecieron en un 300%, con las inversiones en
producción y las inversiones de portafolio representando un 70% de ese aumento.
En 1986 existían en el mundo 17 fondos nacionales de inversión y 9 fondos globales de inversión
en los mercados de valores. En 1995 las cifras habían alcanzado más de 500 fondos nacionales
de inversión y más de 800 fondos globales de inversión.
Los inversionistas americanos han aumentado su apertura a inversiones fuera de su país de 1,5
mil millones de dólares a 35 mil millones de dólares en el período 86-95. Su cartera
internacional representa hoy el 14% del total de sus inversiones.
La capacidad de las empresas para establecer y controlar operaciones en todo el
mundo, gracias a la informática y las telecomunicaciones, así como la facilidad de
comunicación de las casas de inversión con clientes individuales en todo el mundo,
hacen que los capitales privados fluyan hoy a velocidades y en volúmenes que hace
unos pocos años hubieran sido imposibles. Esta tendencia al aumento en el movimiento
de capitales privados es, a la vez, una oportunidad y una amenaza para cada nación
pues, con la misma facilidad que se puede atraer capitales, se les puede perder con
asombrosa rapidez.
Los países más exitosos en atraer capitales tienen que llenar dos condiciones:
productividad y seguridad. La productividad significa que los capitales que entren en
una economía puedan recibir un retorno financiero competitivo en términos del riesgo
asumido. La seguridad significa que deben existir los controles que impidan que ese
capital sea abusado por participantes del sistema y que, una vez realizado el retorno
esperado, el capital esté inmediatamente accesible para sus propietarios.
A la par de este incremento en el flujo de capitales privados, el flujo de movimientos
de capital entre gobiernos ha disminuido en paralelo y con el fin del conflicto entre
izquierda y derecha a nivel global. Los gobiernos donantes tenían como una de sus
motivaciones principales la preservación de ciertos estilos de gobierno. Al desaparecer
el modelo socialista de planificación centralizada, los flujos del socialismo cesaron y esto
fue aprovechado por los gobiernos de economía de mercado para disminuir los propios
y hacerlos aún más selectivos en su destino. El incremento en flujos de capital privado
reflejan esto, no sólo en el sentido de que los sustituyen, sino que, al terminarse la
amenaza de que un país se convirtiera a un modelo socialista, confiscando medios de
producción y capitales, se hace más factible mover capitales privadas hacia él.
6. Mejor manejo de recursos naturales
El nivel de conciencia sobre la necesidad de administrar el uso de los recursos
naturales está en aumento. Sin bien esta tendencia es más clara en los países
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
16
desarrollados, particularmente en Europa, parece irreversible y debe ser tomada a la
hora de establecer modelos para el desarrollo económico.
El número y rigurosidad de leyes, reglas, áreas protegidas, prácticas empresariales y
otros mecanismos para la protección y mantenimiento del medio está en franco
crecimiento, como lo está también la conciencia de los consumidores respecto al
impacto de los productos sobre el medio. El desarrollo de productos y empaques
“amistosos” al ambiente ha dejado de ser una estrategia de mercadeo para convertirse
en una necesidad de participación en los mercados de muchos países desarrollados.
El proceso de expansión y generalización de esta tendencia avanza a diferentes
ritmos en diversos países y regiones, pero a mediano plazo será una realidad con la que
toda empresa y cada unidad familiar tendrá que convivir. Hay empresas y hasta países
que están adelantando a la tendencia tratando de convertirla en fortaleza
competitiva, lo que tiende a acelerar el proceso de difusión de la misma. El avance de
esta tendencia se da
sobre las actividades de organizaciones estatales y no
gubernamentales que cada día presionan para el endurecimiento de las normas
aplicables al daño ambiental, con el apoyo de grupos empresariales que han
reconocido el potencial que representan, en términos de productividad, la eliminación
de todos los desperdicios de los procesos productivos. Sobre la acción de empresarios,
ONGs y gobiernos, esta tendencia continúa avanzando y acelerándose en su impacto
sobre la sociedad.
7. Consolidación de los mercados democráticos
Aunque hay países y regiones del mundo donde esta tendencia no es una realidad,
en América Latina, en los últimos 20 años y más marcadamente en los últimos 10 años
ha habido un movimiento tangible hacia la democratización de los sistemas políticos.
En 1998, como un primer paso importante, desde México hasta la Argentina existe la
democracia como práctica electoral.
El fin de los conflictos entre modelos políticos de izquierda a derecha ha causado
que, paulatinamente, los conflictos armados entre movimientos y gobierno hayan
perdido fuerza y apoyo externo. El resultado ha sido la implantación de modelos de
gobierno basados en la democracia electoral, de carácter más moderado en términos
políticos, que han logrado negociar acuerdos de paz en los países que se requería, en
algunos casos acabando con décadas de conflictos armados.
En algunos países la paz y la democracia son aún muy frágiles, requiriendo de
proyectos nacionales de desarrollo que sean creíbles y beneficiosos para las grandes
mayorías si es que se espera consolidar los modelos democráticos. La democratización
es una tendencia diferente de las anteriores en el sentido de que, dadas las
condiciones de pobreza en que viven porcentajes significativos de la población, es
reversible, no necesariamente hacia la búsqueda del socialismo, sino hacia un estilo de
gobierno totalitario que permita ejecutar inconsultamente los planes de uno u otro
modelo económico.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
17
8. La pobreza en aumento
Una realidad del medio latinoamericano (y ciertamente del medio africano, asiático
y aún de subregiones del europeo) es que el número total de personas que viven en
pobreza ha aumentado. Podría argumentarse que esta no es una tendencia pues, en
muchos casos de países y regiones, la pobreza como porcentaje se ha disminuido. Pero
en un análisis de la realidad de América Latina sería muy arriesgado no tomar en
cuenta la pobreza, pues el resultado de ignorarla podría ser que se le deje, como tantas
veces en el pasado, desatendida.
La pobreza es la vez un concepto relativo y absoluto. Es absoluto __ hay una
cantidad enorme de personas en esta región que, con sus medios propios, no pueden
satisfacer las necesidades básicas de sus familias. Es también relativo porque la
profundidad de esa insatisfacción de necesidades varía entre familias, zonas, regiones y
países. Se puede afirmar tanto que un país es pobre como que un país es más pobre (o
menos pobre) que otro, o es más pobre (o menos pobre) hoy que ayer.
La pobreza es lo contrario de la riqueza y la riqueza de un país es definida por la
cantidad de producción que un país genera con los recursos humanos, naturales,
financieros e intelectuales a su disposición. La medida verdaderamente importante de
riqueza es cuánto valor agregado genera una economía para cada uno de sus
ciudadanos con la mezcla de bienes y servicios que produce en cada período.
Cuando se dice que Estados Unidos tiene una producción per cápita de US$ 27,000 por
año, lo que se está afirmando es que cada ciudadano de ese país, en promedio,
agrega US$ 27,000 de valor a los bienes y servicios que la economía norteamericana
produce. La mezcla de recursos humanos, naturales, financieros e intelectuales que
Estados Unidos produce e intercambia interna y externamente resulta en un valor
agregado de esa magnitud. La riqueza o pobreza de sus ciudadanos es determinada
por cuanto se puede adquirir en servicios y bienes con la riqueza resultante. En el caso
de los Estados Unidos, la riqueza resultante es suficiente no sólo para cubrir las
necesidades básicas, sino para tener acceso a un amplio ingreso discrecional.
Pobreza en aumento
Región
Asia del Este y Pacífico
Europa y Asia Central
Latinoamérica y Caribe
Oriente Medio y Norte Africa
Sudasia
Africa Subsahara
Totales
Número de pobres en
% de pobres en
1987
1993
1987
1993
464,0
2,2
91,2
10,3
479,9
179,6
445,0
14,5
109,6
10,7
514,7
218,6
28,8
0,6
22,0
4,7
45,4
38,5
26,0
3,5
23,5
4,1
43,1
39,1
1227,1
1313,9
30,1
29,4
Sin embargo, no sólo es importante la cantidad promedio disponible, sino cómo está
distribuida esa riqueza, pues en muchos casos, aunque en promedio la riqueza
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
18
disponible alcanza para cubrir las necesidades de toda la población, las inequidades
en distribución causan que existan gran cantidad de pobres en una economía. En el
caso de América Latina, aunque los países son relativamente pobres, la riqueza
promedio alcanza para cubrir las necesidades básicas de las poblaciones, pero la mala
distribución causa que exista gran cantidad de pobres y que el número absoluto de
pobres siga creciendo a pesar del relativo progreso en la capacidad generadora de
riqueza en casi todos los países.
Un país debe aumentar la productividad en el uso de sus recursos humanos,
naturales, financieros e intelectuales para aproximarse a la mezcla de valor agregado
per cápita que han logrado alcanzar otros países y regiones del mundo, como la única
forma de vencer la pobreza a largo plazo y de manera definitiva. El modelo alternativo
de economía socialista, en que el estado se encargaba de concentrar y redistribuir la
riqueza, fracasó en la práctica y lo llevó a los países que lo implementaron a debacles
económicas mayores, a niveles altos de corrupción, a una concentración extrema de la
riqueza en manos de quienes tomaban las decisiones y a un aumento desmedido de la
pobreza.
Distribución del Ingreso
País
Centroamérica
Tigres Asiáticos
Otros competidores
de Asia
Otros
competidores
Mundiales
% del ingreso
del 20% más pobre
(%MP)
% del ingreso del
20% más rico
(%MP)
%MR
%MP
3,6
5,1
56,6
52,2
15,7
10,2
6,4
48,7
7,6
4,2
53,7
12,77
Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua
Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán.
Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia
Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda
Aunque en general América Latina es una región con crecimiento económico
positivo en términos globales y per cápita, la pobreza creciente en números absolutos
sigue siendo una tendencia importante de tomar en cuenta para evitar soluciones
sesgadas y parciales a los problemas de la región.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
19
II. La Centroamérica de 1998 u
El siguiente es un resumen sobre la situación de Centroamérica a mediados de 1998.
Se han utilizado fuentes comunes a todos los países, procurando así que haya
consistencia en los datos presentados. Esta sección presenta una visión simple de la
región y de sus naciones. Los datos utilizados no son perfectos, pero sí son, en todos los
casos, una buena aproximación a la realidad que pretenden medir. Esta sección es
descriptiva y utiliza datos para plantear la situación de los países. En ella no se pretende
explicar cómo se llegó a la situación descrita ni que puede hacerse para cambiarla.
1. Desarrollo Humano
El objeto de todo programa de desarrollo debe ser mejorar el desarrollo humano en
términos reales, y no simplemente satisfacer índices creados para medir variables
económicas o políticas. Existe una fuente que permite comparar la situación de los
países en precisamente esta dimensión, el índice de calidad de vida de las Naciones
Unidas.
Costa Rica ofrece, en el presente, condiciones de vida que superan no sólo las de sus
países vecinos, sino las de la mayoría de países en la región latinoamericana y alcanza
a muchos países desarrollados. Las preguntas obligadas son: ¿son los sistemas que han
llevado a Costa Rica a esta envidiable posición sostenibles en las circunstancias
actuales?; ¿qué debería hacer Costa Ricas para mantener o mejorar las condiciones de
vida que hoy ofrece a sus ciudadanos? Los demás países de la región tienen índices
bajos para la región del mundo a la cual pertenecen y por lo tanto deben revisar
profundamente sus modelos de desarrollo humano, buscando uno que les permita
mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos rápida y efectivamente. Un resumen de
los datos más relevantes se presentan a continuación:
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
20
Calidad de Vida
Indice de
Desarrollo
Humano
(de 175 países)
Mortalidad
Infantil
(por 1000)
Analfabetismo
de adultos
(%)
Expectativa
de vida
(años)
Costa Rica
33
13
5
77
El Salvador
112
36
30
69
Guatemala
116
44
51
66
Honduras
117
45
58
67
Nicaragua
127
46
33
68
Tigres Asiáticos
41
6
10
76
Otros competidores de Asia
73
35
15
68
Otros competidores
mundiales
33
14
5
75
Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua
Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán.
Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia
Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda
2. Competitividad
La competitividad se da de una manera más directa a nivel de empresas que a nivel
de países o sectores industriales. Sin embargo, en el mundo globalizado de hoy, las
naciones compiten de manera directa por la atracción de flujos de capital, por la
atracción de inversiones productivas, por la atracción de turistas y, en muchos casos,
por poder político y militar. Cuán competitiva es una nación en estos campos depende
en buena medida de sus prioridades, de su habilidad para adaptarse a las
circunstancias y tendencias globales, de su habilidad para crear condiciones atractivas
para quienes toman las decisiones en cada uno de esos campos y de su habilidad para
comunicar efectivamente las ventajas que está en capacidad de ofrecer. Existen
varias formas de medir la competitividad de las naciones. En este caso se han tomado
los datos del Foro Económico Mundial por ser el único que incluye en sus análisis a todas
las naciones de Centroamérica.
Todas las naciones de Centroamérica tienen índices de competitividad más bien
bajos, lo que significa que en el momento de estas mediciones no son, en términos
generales, muy atractivas como destino de inversiones, no ofrecen condiciones
generalmente favorables a los inversionistas locales y extranjeros en comparación con
otras naciones competidoras y no tienen mercados de capitales que atraigan grandes
flujos extranjeros a sus instituciones financieras. En términos generales, las naciones
centroamericanas son pocos competitivas y, si van a progresar rápidamente creando
nuevas fuentes de trabajo mediante inversiones productivas y la constante innovación
que conduce a la competitividad empresarial, deberán manejar sus niveles de
competitividad en las áreas en las que se concentran sus debilidades.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
21
Competitividad de Centroamérica
Ranking de
Competitividad
(entre 59 países)
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Tigres Asiáticos
Otros competidores de Asia
Otros competidores
mundiales
Productividad
Relativa
(USA =100)
33
45
53
56
55
8
19
12
6,5
6,2
6,2
5,6
42,0
10
17
36
Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua
Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán.
Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia
Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda
Productivas y la constante innovación que conduce a la competitividad empresarial, deberán mejorar sus
niveles de competitividad en las áreas en que se concentran sus debilidades.
Pero la competitividad ocurre a nivel de empresas y sectores industriales y no sólo a
nivel de países. Es por eso, que, a pesar de que las condiciones generales de
competitividad son relativamente malas, existen sectores de las diversas economías en
que sí ha habido progreso significativo. Esto es importante pues, en una economía
globalizada es más eficiente dominar el mercado mundial de unos pocos productos
que tratar de ser competitivo a nivel general. Ejemplos importantes de progreso e
inversión en industrias de tecnología informática, maquila textil, turismo, desarrollo
forestal y agroindustria de alto valor agregado se pueden identificar en la región y
constituyen muestras de que, a pesar de la pobre competitividad y de que
productividad general es baja, existen sectores de las economías en los que es posible
competir globalmente. Los sectores de mayor crecimiento son los de maquila: textil,
electrónica y de servicios; todos los cuales son, por definición, operaciones de zona
franca en que las leyes usuales de los países respecto a impuestos, aranceles, aduanas,
etc., gozan de regímenes especiales, y los de turismo en que leyes especiales; y los de
turismo en que leyes especiales han sido creadas concediendo exenciones de
impuestos y programas de atracción de inversiones. Es muy importante que los sectores
más dinámicos de las economías centroamericanas, aquellas en que aparentemente sí
se es competitivo; operan como zonas de libre comercio y no bajo los sistemas que
operan las demás empresas de la economía nacional.
3. Desarrollo económico
Las naciones de Centroamérica se dividen, de acuerdo con las clasificaciones del
Banco Mundial, entre naciones pobres (Nicaragua), naciones de ingreso medio bajo (El
Salvador, Guatemala y Honduras) y naciones de ingreso medio alto (Costa Rica). La
producción per cápita (PIB per cápita) varía desde un mínimo de US$380 (en dólares de
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
22
1995) hasta un máximo de US$2610 (en dólares de 1995), mostrando no sólo una relativa
pobreza, sino una productividad, definida como el valor agregado por miembro de la
fuerza laboral (PIB dividido por población económicamente activa) bastante bajo en
comparación con los países que lideran esta categoría a nivel mundial.
Más preocupante que la situación en sí misma es la incapacidad de la región para
alcanzar una relativa sostenibilidad en las tasas de crecimiento del PIB per cápita y de la
productividad, reflejando que a nivel económico los países de la región aún carecen
de un modelo que les permita crecer de manera sostenible y a tasas que, en plazos
razonables, los lleva a salir de su pobreza relativa.
La distribución del ingreso es bastante sesgada, por lo que no sólo es necesario
crecer, sino asegurarse de que todos los niveles económicos de la sociedad se
beneficien del crecimiento, tarea que sólo puede alcanzarse asegurando salarios
crecientes en términos reales a mediano y largo plazo. El crecimiento de los salarios
sólo es factible mediante un crecimiento de la productividad general de la economía.
Sin embargo, el crecimiento de la productividad en la región ha sido errático y poco
constante. En todos los países de la región ha habido años en esta década en que la
productividad total ha disminuido.
4. Apertura y regionalización
Existe un movimiento positivo en los países de Centroamérica respecto a alcanzar
una mayor apertura de sus economías. El progreso de apertura ha sido largo, algunas
veces inconstante e incluso ha dado pasos hacia atrás. Como tendencia, las naciones
de la región van hacia una mayor apertura pero, para cuando la alcancen, es
probable que otros países les hayan tomado ventajas competitivas que serán difíciles
de remontar. Existen aranceles, impuestos y barreras no arancelarias al comercio.
Existen restricciones a la participación de empresas privadas, locales y extranjeras en
determinados sectores de las economías. Existen algunas restricciones, legales y
prácticas, al movimiento de capitales. En comparación con algunas economías,
Centroamérica es la región relativamente cerrada.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
23
Producción per cápita
PIB per
Cápita
(US$ de 1995)
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Tigres Asiáticos
Otros competidores de
Asia
Otros
competidores
mundiales
Crecimiento
del PIB
(Promedio de
1985 a 1995)
Paridad de
Poder Adquisitivo
(US$ de 1995,
USA =100)
2610
1610
1340
600
380
19806
2,8%
2,8%
0,3%
0,1%
-5,4%
6,3%
5850
2620
3340
1900
2000
19056
2165
5,4%
5802
9132
3,1%
11977
Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua
Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán.
Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia
Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda
No sólo existen aranceles, impuestos y mecanismos no arancelarios para dificultar la
entrada de algunos bienes y servicios extranjeros, sino que hay sectores enteros que
continúan operando como monopolios protegidos por el estado o que son
directamente empresas estatales. En principio no hay ninguna razón para que las
empresas estatales sean menos eficientes o menos competitivas que las empresas
privadas salvo cuando, por diseño, se les convierte en monopolios protegidos que no
sienten la presión de la competencia para mejorar sus sistemas, productos y servicios.
Un monopolio estatal tiene los mismos vicios y defectos que un monopolio privado y por
lo mismo, a mediano y largo plazo se convierte en un ente lente, burocrático,
desactualizado tecnológicamente e incapaz de enfocarse sobre las variables de
servicio al cliente que son determinantes de la capacidad de las empresas para
competir y sobrevivir. En la práctica los monopolios estatales tienen una desventaja
frente a los monopolios privados y es que están sujetos a los vaivenes políticos, a la
burocracia estatal y a sistemas de presupuestación complicados, lo que los pone en
mayor desventaja frente a los mercados competitivos.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
24
Apertura Económica
Ranking en
Indice de
Apertura
(entre 58 países)
Ranking en
Indice de
Libertad Económica
(entre 150 países)
25
42
40
44
52
14
17
50
34
51
85
108
9
39
17
45
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Tigres Asiáticos
Otros competidores
de Asia
Otros competidores
mundiales
Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua
Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán.
Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia
Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda
En términos de regionalización, el movimiento es positivo pero la velocidad del
progreso es lenta. La cantidad de contactos formales e informales se ha aumentado a
nivel de gobierno, de sectores privados y de empresas individuales. A pesar de estas
señales de progreso ha sido imposible que la región establezca una zona de libre
comercio, coordine sus sistemas aduaneros, priorice la infraestructura regional y se
mueva agresivamente al establecimiento de un acuerdo regional que convierta a
Centroamérica en un mercado único de 35 millones de personas. El liderazgo real en la
integración regional lo ha llevado la empresa privada. Existen ya numerosos ejemplos
de empresas de manufactura, agroindustriales, comerciales y financieras que han
expandido sus operaciones a diversos países sirviendo como la verdadera fuerza de la
integración económica de la región.
El clima para la regionalización es más positivo en los países del llamado triángulo
norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) que en Nicaragua y mucho más positivo que
en Costa Rica, que es el país al que más le ha costado establecer una relación positiva
con la regionalización de Centroamérica. A nivel extraregional, existen varios países en
la región que han logrado acuerdos bilaterales de comercio con México y hay países
que están buscando activamente acuerdos comerciales con Chile, Panamá y con
MERCOSUR como un todo, lo cual da señales positivas en integración económica
extraregional y apertura, pero que no son, de manera alguna, inconsistentes con la
oportunidad de aumentar la integración efectiva de Centroamérica.
5. Educación, informática y tecnología
La situación de Centroamérica en términos de educación es muy variada. La
escolaridad promedio es baja, en relación con los países desarrollados y también en
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
25
relación con los países de mayor crecimiento económico en las últimas décadas. Los
casos particulares de Guatemala y Honduras son los más graves, pues los porcentajes
de analfabetismo y la baja escolaridad promedio hacen que para esos países sea
prácticamente imposible dar un salto hacia industrias de mayor valor agregado y mayor
nivel tecnológico en plazos relativamente cortos. Los casos de Nicaragua y el Salvador
son también difíciles, mientras de haber iniciado una modernización bastante agresiva
de su sistema educativo desde hace varios años.
Situación de la educación
Nodos de
Internet
(por cada
millón de
habitantes)
Calidad
General
de la
Educación
(escala de 1 a 7)
4,2
2,9
2,4
2,3
2,6
5,1
439,3
4,3
2,5
1,0
34,2
3085,8
3,8
2,9
2,7
2,4
3,2
5,3
4,4
78,7
4,5
Rigor en
Educación
Científica y
Matemática
(escala de 1 a 7)
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Tigres Asiáticos
Otros competidores
De Asia
Otros competidores
Mundiales
4,3
4836,0
4,1
Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua
Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán.
Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia
Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda
La profundidad de la informática y la aplicación general de tecnología son bastante
pobres en la región, con Costa Rica siendo la excepción. El nivel tecnológico de los
procesos productivos y el uso y aplicación de la informática es bajo. No debe
confundirse este hecho con la capacidad que tienen hoy las instituciones financieras,
de seguros, y empresas multinacionales para mejorar su base tecnológica e informática.
La empresa promedio de la región, el hogar promedio, la institución educativa
promedio, etc., tienen un nivel de aplicación de la tecnología y de la informática
bastante bajo.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
26
Situación de la tecnología
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Tigres Asiáticos
Otros competidores
de Asia
Otros competidores
mundiales
Ranking
General de
Tecnología
(entre 58 Países)
Líneas de
Teléfono
(por cada
1000 habit.)
Líneas de
Teléfono Celular
(por cada
1000 habit.)
42
56
53
58
57
16
163
52
27
29
23
n.d.
0,40
0,25
0,28
0,55
0,11
7,50
32
n.d.
1,75
20
n.d.
4,30
Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua
Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán.
Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia
Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda
6. Manejo de los recursos naturales
El manejo de los recursos naturales en Centroamérica, como en tantas regiones del
mundo en desarrollo, está retrasado con respecto a lo que ya ocurre en los países más
desarrollados y particularmente en Europa. La conciencia sobre la necesidad de
administrar mejor estos recursos a nivel del gobierno es bastante alta y ya se han emitido
leyes, creado áreas protegidas y establecido programas relevantes en casi todos los
países y particularmente en Costa Rica y El Salvador. La situación en términos de
algunas medidas tradicionales de manejo del medio es pobre, pues los países han sido y
algunos continúan siendo, deforestados. Existe poca conciencia a nivel de empresas y
comunidades sobre la contaminación del aire, del agua y de los suelos y no se dan
muchos esfuerzos concretos por reducir la contaminación o su impacto.
A pesar de la existencia de una gran cantidad de instituciones gubernamentales y
no gubernamentales relacionadas con la protección, preservación y uso racional de los
recursos naturales, ha sido muy difícil para la ciudadanía, particularmente para los más
pobres, identificarse con las causas del medio, pues existen para ellos problemas
muchos más inmediatos por resolver.
7. Atracción de inversiones y flujos de capital
La atracción de inversión productiva en la región es deficiente. Comparado con
otros países, tanto en términos globales como en relación a la población y al tamaño de
la economía, la atracción de inversiones en Centroamérica es baja. Existen razones
para esto, entre las cuales se encuentran la falta de enfoque (especialización, ser los
mejores en pocas cosas), bajo desarrollo de infraestructura de negocios, fuerza laboral
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
27
relativamente improductiva y poco avanzada técnicamente, mercados locales
pequeños y programas de información y mercadeo de país poco desarrollados.
En comparación con los países más exitosos en este campo, los países de
Centroamérica invierten pocos recursos en la atracción de inversiones, a pesar de que
se ha logrado en los últimos años y en diversos países atraer inversiones importantes. La
mayoría de la empresas que han invertido recientemente pertenecen a los sectores de
maquila y turismo, áreas en que la región ha desarrollado cierta especialización y en las
cuales, por su ubicación geográfica, ofrece ventajas comparativas y competitivas.
Algunos de los países, particularmente Costa Rica y Guatemala, están desarrollando
estrategia de posicionamiento mucho más específicas y han fortalecido su marco
institucional para la atracción de inversiones, por lo que en un plazo relativamente corto
deberían mejorar su desempeño en este campo.
Los flujos netos de capital de los países de la región no son característicos de países
exitosos en su proceso de desarrollo económico, pues sobre todo a nivel de sus
ciudadanos privados más ricos, existe una gran tendencia a “exportar el capital” a
mercados más seguros o más diversificados, disminuyendo la base del capital disponible
para inversiones y reinversiones en las economías nacionales.
Los marcos regulativos de los mercados de capital son deficientes y poco confiables
para la población. Las bolsas de valores se concentran en el manejo de recursos del
estado y las empresas privadas, en su mayoría familiares, se resisten a abrirse al público,
manteniendo la base de recursos privados en relativamente pocas manos y reduciendo
la capacidad de los ahorrantes individuales de convertirse en dueños parciales de los
medios de producción. Existe poca confianza de los inversionistas individuales a la
banca privada, en la bolsa de valores y en los mecanismos de control provistos por las
respectivas superintendencias, pues en los últimos tiempos, en varios países de la región,
se ha dado situaciones en las que le manejo de los recursos fue menos que adecuado y
tendiente a proteger los intereses de los participantes del sistema y no de los ahorrantes
individuales. El resultado ha sido que, aunque implique retornos más moderados, los
ahorrantes prefieren invertir en títulos del estado y de la banca nacionalizada que en
empresas privadas, limitando así los recursos disponibles para el financiamiento de la
innovación, del progreso tecnológico y del crecimiento de la empresa privada de la
región.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
28
Situación de mercados de valores
Sofisticación
de mercados
de valores
(escala de 1 a7)
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Tigres Asiáticos
Otros competidores
de Asia
Otros competidores
mundiales
Desarrollo
de mercados
de valores
(escala de 1 a 7)
2,6
3,6
2,9
2,0
2,5
4,5
3,5
3,8
3,6
3,4
2,5
2,5
4,5
3,2
4,8
4,5
Centroamérica: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua
Tigres Asiáticos: Hong Kong, Korea, Singapur y Taiwán.
Otros competidores de Asia: Filipinas, Indonesia, Malasia y Tailandia
Otros competidores mundiales: Chile, Irlanda, México y Nueva Zelanda
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
29
III. Escenarios posibles para Centroamérica y sus naciones u
En esta sección se han creado escenarios individuales para cada una de las
principales tendencias que fueron identificadas en la primera parte. Estos escenarios no
son respecto a las tendencias en sí, sino más bien respecto a las posibles respuestas de
política y acción de cada país ante ellas. Más que cuantificar el impacto de cada
postura de los gobiernos de la región, la idea ha sido esquematizar el impacto en el
producto de desarrollo y en las variables que de alguna manera interactúan con él.
1. Globalización, regionalización y apertura
El primer escenario es uno en el que se analiza ¿qué le pasaría a cada nación si
decide mantenerse relativamente cerrada a la globalización en una Centroamérica no
integrada económicamente? En este escenario están implícitas dos acciones de
política de los gobiernos: no apertura y no integración de las economías regionales,
más allá de las que ya existen.
Hay varios resultados de este escenario que se han demostrado en la literatura
reciente o resultan del análisis de la experiencia reciente en la región. El escenario
implica que se mantendría un sesgo hacia la protección de la industria local, causando
que ésta siga siendo poco innovadora en términos de productos y de tecnología
productiva; se mantendrían ciertos monopolios estatales y privados, resultando en que
al menos los sectores en cuestión se hagan más burocráticos y lentos en su respuesta a
sus cambios en las preferencias de los consumidores; invierten poco en innovación y
tecnología y, en general, en sectores importantes de la economía que se mantendrían
en rezago respecto a los de países competidores; se produciría un retraso en el proceso
de modernización de infraestructura t tecnología de telecomunicaciones e informática,
causado por el acceso limitado de capital fresco, nacional y/o extranjero a estos
sectores; se mantendría cierta dificultad para establecer una economía agresivamente
exportadora (sesgo antiexportador) y para establecer acuerdos bilaterales de comercio
al no contarse con una actitud creíble hacia la explotación plena de la globalización;
se daría una pérdida de imagen en los mercados de capital y en la atracción de
inversiones al no abrirse la economía tan dinámicamente como en otros países,
manteniendo mercados limitados para empresas internacionales que buscan explotar
mercados globales. A corto plazo podrían mantenerse los niveles de empleo, pero a
mediano y largo plazo se enfrentarían dificultades para mentener los niveles de empleo
y sobre todo, el crecimiento de los salarios, pues la economía sería poco innovadora,
poco dinámica y se centraría en el pequeño mercado local. Finalmente, la tasa de
crecimiento de la economía estaría limitada por la escala de la economía nacional, al
no poderse explotar plenamente el mercado regional de más de 35 millones de
habitantes ni el mercado global y se produciría una pérdida directa de competitividad
de sectores clave frente a aquellos de países que sí hayan dado el salto hacia l
apertura y la competitividad global.
Los resultados anteriores no son hipotéticos. Estos son los resultados que se están
produciendo en aquellas economías que, por haber estado cerradas por muchos años
y/o por continuar relativamente cerradas, reciben menos que “su parte” de la inversión
mundial. Si a esté escenario se le agrega el crecimiento de la competencia entre
regiones y países provocando por la apertura de China, del ex-bloque soviético y la
regionalización de los países grandes del sur de América, entonces la situación para
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
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Centroamérica es aún más difícil. En los próximos años la tendencia natural de muchas
corporaciones será de invertir en China y en países y bloques grandes, maximizando así
su participación en los mercados globales.
El escenario contrario es la apertura total e inmediata, la cual implica una reducción
de aranceles, la apertura de espacios al sector privado en todos los sectores de la
economía, incluyendo aquellos típicamente reservados a la acción del estado, la
emisión a aplicación de leyes antimonopolio y la apertura de todos los sectores a la
economía internacional y la integración comercial inmediata de la región
centroamericana. Este segundo escenario analiza ¿qué pasaría si la región se abriera
rápidamente a la competencia internacional en todos los sectores de la economía,
estableciera un marco de tiempo corto y definitivo para reducir todos los aranceles de
importación y estableciera una actitud proexportadora y de atracción de inversiones en
toda su economía?
Este escenario sería, en teoría, altamente provechoso para las economías de la
región, pues la historia económica reciente demuestra que las economías pequeñas y
abiertas que han logrado dar el salto al desarrollo en la segunda mitad de este siglo lo
han hecho mediante la explotación agresiva de los mercados globales, tanto en
términos de sus exportaciones como en la atracción de grandes capitales a sectores
clave de sus economías. Parte de esta historia, sin embargo, es que lo que existe es una
gran oportunidad y nunca la seguridad de éxito tan solo por abrir la economía. El
proceso de apertura debe ir acompañado de constancia y consistencia en lograr que
los niveles de productividad de las economías sean más altos cada día, tanto en
general como en aquellos sectores en que las economías tienden a especializarse.
La productividad general incrementará mediante mayor competencia, que debe ser
atraída y es más factible atraerla a un mercado regional que a uno local, a uno de 35
millones de habitantes que a uno de 5 millones. El rompimiento de monopolios se
produciría mediante la integración de mercados en la región y mediante la apertura de
los sectores con dicha estructura a competencia e inversión local y extranjera. El
desarrollo de infraestructura se dará con inversión privada y no sobre la base de un
estado que, al bajar aranceles, necesariamente reducirá sus gastos e inversiones. La
atracción de inversiones se dará en parte por la mejora en el clima de negocios que
representan la apertura y la regionalización y en parte por una mejora en los sistemas de
promoción y mercadeo de los países y de la región misma. En otras palabras, la
oportunidad que da la globalización hay que explotarla sistemáticamente, pues, sólo
abrir la economía sin hacer las tareas que implica explotar esa apertura al máximo
traerá lo negativo de la globalización sin sus beneficios.
2. Aumento de la competencia
¿Puede una economía aislarse del aumento general de la competencia? La
respuesta a esta pregunta no puede ser categórica. Es prácticamente imposible lograr
un aislamiento total del aumento general de la competencia, por estar ésta en manos,
fundamentalmente, del sector privado. Pero un país puede hacer mucho por controlar
la competencia y al hacerlo, cambiar radicalmente la magnitud de su impacto. Los
escenarios posibles respecto al control de la competencia son de apertura total a la
competencia, cero control de los mercados, en un extremo; y proteccionismo y control
de precios, subsidios y tratamiento preferencial a sectores y/o empresas por el otro. El
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primer escenario descrito es la libre competencia plena. El segundo es la competencia
“administrada”.
En el escenario de libre competencia plena se crean condiciones en que para
sobrevivir y para lograr retornos superiores sobre las inversiones, las empresas deben ser
innovadoras en productos, tecnología, procesos productivos y en todo aquello que por
vía de los costos o por vía de los precios contribuya a la productividad de sus
operaciones. En un inicio esta ruta es más dura para las empresas, pues las obliga a
mantenerse siempre cerca de la frontera tecnológica, a crear puestos de trabajo para
personal mejor entrenado en términos de tecnología, a renovar sus productos
constantemente, a mantener sistemas de inteligencia de mercados para monitorear
tanto su mercado como a la competencia y a asegurarse de obtener los mejores
servicios y costos posibles en aspectos de logística, servicios públicos y administración.
Sólo las empresas e industrias exitosas en algunos de estos campos son competitivas a
largo plazo y benefician a los consumidores. Ellas son garantía de que los ciudadanos
reciben los mejores productos, así como el mejor servicio, disponibilidad y accesibilidad
que son posibles. Las empresas que se desarrollan en libre competencia se convierten
en fuentes sostenibles de riqueza, pues la cultura de innovar y mejorar constantemente
los aspectos del negocio sobre los que hayan decidido competir (productos
diferenciados, tecnología superior, mano de obra única, logística superior, capacidad
de respuesta a las necesidades de los consumidores) las hace fuertes, productivas y
competitivas.
En el sistema tradicional de proteccionismo basado en sudsidios, incentivos fiscales,
tratamiento preferencial, protección arancelaria y otros mecanismos utilizados para
proteger industrias nacionales, se crea efectivamente lo contrario de lo que logra la
competencia plena. Una industria protegida tiende al conformismo, pues los retornos
“suficientes” se logran sin mayores esfuerzos, sin necesidad de arriesgar e innovar, sin
grandes inversiones en tecnología, pues el proteccionismo que se les otorga es
proporcional a la ineficienconcia con que operan. El resultado de este sistema son
empresas e industrias que no benefician a los consumidores, cuya riqueza es lograda
por transferencias de otros sectores de la economía, que no renuevan sus productos y
que lejos de ser generadoras de riqueza, se convierten en consumidoras de recursos
nacionales, recibiendo transferencias de aquellos sectores que sí crean riqueza o del
exterior. La industria protegida es lenta, poco innovadora, con productos promedio y
logística inferior. Hay excepciones a esta regla. Entre las industrias protegidas hay
algunas que sobresalen por sus constantes inversiones y modernidad, pero estas son
precisamente las que sirven como fuentes de recursos para transferir a las industrias
protegidas y, dado su carácter innovador, no se verían severamente afectadas por la
apertura a la competencia.
3. Especialización de las economías
Los dos escenarios que definen el rango de posibilidades en relación con esta
tendencia son el desarrollo económico con base en la especialización de la economía
en unos pocos sectores que sirven como turbinas de desarrollo económico o el
desarrollo de una economía generalista que trata simultáneamente se estimular la
producción de todo tipo de bienes y servicios en función de diversos momentos
políticos. Los escenarios son, en este sentido, anti-intuitivos. La economía especializada
requiere de una actitud más bien neutral por parte del gobierno, mientras que la
economía generalista es una que subsidia en función de criterios cambiantes y más
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
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bien políticos. Las economías más exitosas de la era moderna son relativamente
especializadas, pero su especialización es el resultado de un proceso libre de desarrollo
de industrias competitivas y no de la selección caprichosa de sectores por parte de
economistas o políticos.
Una vez que la dinámica del mercado, la cultura e historia, las preferencias de los
empresarios, las ventajas naturales, la experiencia anterior y las inversiones del pasado
hayan definido ciertas industrias como las de mayor competitividad global en una
nación, el gobierno debe asegurarse de no obstaculizar en forma alguna su desarrollo,
pero no debe enfocar su relación con ella o otorgar subsidios e incentivos específicos,
pues a largo plazo éstos más bien causan daño a la competitividad de dichos sectores.
La actitud del gobierno hacia la especialización debe ser de relativa neutralidad,
reconociéndola y apoyándola en términos genéricos, en aspectos que beneficien a la
globalidad de los sectores (infraestructura, telecomunicaciones, logística, educación
técnica, crédito, apoyo a la institucionalidad sectorial), pero nunca convirtiéndolas en
objeto de transferencias directas de otros sectores de la economía. El proceso natural
de especialización resultará en sectores que se convierten, por períodos de tiempo, en
importantes fuentes de riqueza para las economías, pero la especialización no es
estática y más bien, a mediano y largo plazo, se profundiza, se diversifica y se renueva,
asegurando sostenibilidad en el proceso de desarrollo económico.
Por economía generalista se entiende una en que se apoya con poca discriminación
a diversos grupos de poder político y económico, según lo dicten las circunstancias de
la coyuntura. Muchas veces, usando una relativa especialización como excusa, grupos
de interés logran apoyo preferencial del estado porque , son “los más pobres”, o los que
“más han contribuido históricamente al desarrollo”, o porque representan “una nueva
generación de industrias” o simplemente porque se encuentran “cerca” de las fuentes
de poder político en términos de influencia. El problema con este enfoque es que,
aunque en teoría toda industria con suficiente apoyo tiene una oportunidad de subsistir
y a veces hasta de competir, en la práctica lo que ocurre es que se resta eficiencia en
la asignación de recursos y se causan desperdicios de recursos escasos en industrias
que no son realmente competitivas.
El apoyo estatal lejos de hacer sectores
competitivos hace sectores dependientes. Este tipo de enfoque le resta fuerza a la
especialización real que se produciría si el gobierno actuara con neutralidad asignando
recursos a funciones y no a sectores. Este es el modelo de subsidios y preferencias del
que es necesario alejarse para alcanzar una verdadera especialización competitiva en
la economía.
4. Educación, informática y Tecnología
Dado que no tiene sentido argumentar contra mayor educación, informática y
tecnología los escenarios relativos a este tema se harán en función de prioridad y
urgencia, más que términos de estar a favor o en contra de la educación y la
tecnología. Los escenarios por analizar son definidos como: hacer de educación,
informática y tecnología de la más alta prioridad o mantenerlo en un nivel intermedio
de prioridad, que es realmente el que se le da en la mayoría de los países de la región.
En ambos escenarios se asume que la educación es un prerequisito para la explotación
efectiva de la tecnología y de la informática.
En cualquiera de los dos escenarios propuestos, los resultados alcanzados en términos
de lograr mayor valor agregado en la economía, alcanzar mayores niveles de
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sofisticación tecnológica y salarios crecientes a largo plazo podrían ser variables,
dependiendo de cómo se comporten otros sectores de la economía. Sin embargo, sin
una inversión importante en educación básica, técnica y superior, ninguno de los países
de la región podría aspirar a mejorar las condiciones que se le ofrecen a la empresa
privada en términos de tecnología ni para establecer operaciones competitivas en
términos globales.
Los países que han dado el salto hacia el desarrollo en la era moderna lo han hecho,
en todos los casos sobre la base de darle un alto grado de prioridad a su sector
educativo. Han existido otros factores determinantes del éxito en los modelos de
desarrollo de estas naciones, pero en todos los casos una mejora sustancial en la
educación ha formado parte integral de la estrategia para alcanzar competitividad y,
sobre todo sostenibilidad, en el modelo de desarrollo. Si el inicio debe ser educación
técnica, básica o superior depende de las circunstancias de cada país, pero sin una
mejora sustancial en la educación básica lo alcanzable en términos de educación
técnica o superior rápidamente alcanza su “techo”.
La educación moderna debe preparar a los estudiantes para un uso más profundo
de la tecnología y la informática, pues la sofisticación y generalización en el uso de la
tecnología cada vez más sofisticada aún en procesos productivos y de servicios
relativamente simples, es una realidad. Sin una educación moderna es estos términos,
la capacidad de los países para atraer inversiones, para agregar valor a su producción
y para establecer los procesos de innovación tecnológica y de productos que se
requiere para competir, está estrechamente limitada. Los países que no inicien una
reforma educativa agresiva y con un alto grado de prioridad en la asignación de
recursos por parte de estado están condenados al estancamiento y, de no resolverse la
situación a mediano plazo, posiblemente aún al retroceso económico.
5. Atracción de flujos de capital
El primer escenario propuesto es de un país que revisa sus prioridades, asigna sus
mejores recursos técnicos y humanos, abre su economía, moderniza su estructura
institucional relevante y moderniza sus mercados de capital y, por tanto, se hace
atractivo y confiable para la atracción de capitales extranjeros y para la repatriación
de capitales nacionales previamente “exportados”. El segundo escenario propuesto es
de un país que mantiene una estructura tradicional para la atracción de inversiones, sin
hacer mayores modificaciones en los mercados de capital, en su marco institucional o
en relación con la apertura de la economía.
En el primer escenario podría esperarse que se logre atraer un mayor flujo de
capitales hacia la economía nacional en cuestión. La atracción de mayores flujos de
capital requiere cuatro elementos: la oportunidad (que será dada por la globalización;
la regionalización; la apertura a inversiones en infraestructura, telecomunicaciones,
etc.); la seguridad (que será dada por la confiabilidad del marco institucional, por la
legislación vigente y el respeto a las normas que se dé en la práctica); el retorno
potencial (que será definido por la productividad que sea alcanzable) y la información
(que será función de la eficacia del mercado de país, de la constancia del mismo y de
la promoción directa que se haga). El aumento del capital disponible es factor
indispensable para alcanzar la competitividad de los sectores industriales, para la
modernización de los sistemas productivos y, en fin, para darle sostenibilidad al proceso
de desarrollo económico.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
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En el segundo escenario los flujos de capital hacia la economía nacional seguirían
sujetos a vaivenes políticos, a crisis en los países competidores o a iniciativas
individuales de funcionarios y empresarios y no serían, por lo tanto, ni constantes ni
necesariamente crecientes. El proceso de desarrollo económico se haría, como en el
pasado, fluctuante en su ritmo.
6. Manejo de los recurso naturales
Los escenarios más útiles es este caso son aquellos que comparan una economía en
que se establecen condiciones que hacen de la ecoeficiencia una prioridad (o no)
mecanismos modernos para evitar el desperdicio de los recursos naturales. En el primer
escenario el país en cuestión crearía regulaciones que harían de la ecoeficiencia una
medida creciente a nivel de empresas y penalizará el desperdicio de recursos naturales
en todos los niveles de la sociedad. En el segundo escenario se mantendría una
posición tradicional de nación en desarrollo, en la que es posible razonar el desperdicio
de recursos en función de la pobleza.
En el primer escenario la ecoeficiencia, definida como la habilidad de una empresa
para alcanzar una igual o mayor producción sin incrementar sus insumos tangibles,
debería aumentarse paulatina pero constantemente. Esto se logra, en la experiencia
de las naciones más avanzadas en este campo, creando regulaciones que educan y
obligan a las empresas a invertir recursos que, a la larga, resultan en mayor
productividad y sostenibilidad del sistema productivo en cuestión. Las empresas más
innovadoras identificarán en la ecoeficiencia una oportunidad de modernización
productiva, de diferenciación tecnológica y/o en el mercado o de aumento de la
productividad, que los lleva a ser más competitivas en su mercado y en su industria. El
movimiento agresivo en esta dirección logra que el país se ponga a nivel de los
principales mercados del mundo en términos de requisitos ambientales y por tanto no
enfrente problemas a la hora de intercambiar bienes y servicios con ellos, logrando así
sacar el mayor provecho posible a la globalización. Al mismo tiempo, en consistencia
con este esfuerzo a nivel micro, se crean leyes y programas que protegen a los recursos
naturales de un uso indiscriminado que compromete la capacidad económica del país
a mediano y largo plazo y garantizan la sostenibilidad, en términos de disponibilidad
futura, de los recursos críticos de la nación.
En el escenario alternativo los países empezaron a rezagarse en términos de
tecnología productiva, tendrán problemas para accesar a los principales mercados del
mundo, pues sus productos no alcanzarán los parámetros de desempeño ambiental
que se imponen, tendrán problemas para mantener su competitividad y sus empresas
serán, en general, menos productivas. A nivel macro se continuará el proceso de
degradación ambiental que a largo plazo limitará la capacidad productiva del país y
reducirá su capacidad para seguir creciendo económicamente.
7. Aumento de la pobreza y consolidación de la democracia
En esta sección no se presentan escenarios que se pueden construir con políticas y
actitudes, sino más bien los escenarios que resultarían si un país de la región y/o la
región misma no puede resolver sus problemas de desarrollo. Los escenarios no dicen,
como en los casos anteriores, qué pasaría si se hace esto o aquello, si no más bien qué
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pasaría con la democracia y la pobreza si no se encuentran modelos de desarrollo que
permitan sacar provecho de las tendencias identificadas.
El escenario “negativo” es aquel en que Centroamérica y sus países continúan
siendo pocos competitivos como destino de inversiones, en que no se establecen
industrias que aprovechen la globalización y la regionalización para servir como motores
de desarrollo a las economías, en que no se crea sostenibilidad ambiental para permitir
el desarrollo de futuras generaciones y no se crea suficiente riqueza para permitir salarios
crecientes y una mejora en las condiciones de vida de los centroamericanos. En este
escenario el crecimiento de la economía sería mediocre en todos los países, en el mejor
de los casos sería fluctuante y, a largo plazo, se ensancharían las brechas entre las
economías de la región y aquellas que sí tienen un modelo de desarrollo exitoso. En
este escenario la pobreza como número absoluto seguiría creciendo y pondría en
peligro la estabilidad política y la democracia. Como ya no hay modelos socialistas
como alternativa de desarrollo, la tendencia sería hacia el totalitarismo.
En el escenario alternativo los países y sus ciudadanos, empresarios, gobernantes y
trabajadores aprenderían a sacar el máximo provecho de la globalización y de la
regionalización de las economías.
En este escenario se desarrollarían industrias
competitivas a nivel global y se crearían condiciones donde muchos sectores y muchas
industrias podrían prosperar competitivamente. La competencia conduciría a las
empresas hacia mayor tecnología y, a través de mejor tecnología y educación, hacia
salarios crecientes y una distribución efectiva de la riqueza generada por la economía.
Las economías de los países crecerían a ritmos significativos de manera sostenible y
empezarían a resolver los problemas de pobreza en la región. Ante una situación de
prosperidad los modelos políticos vigentes se consolidarían.
Los escenarios construidos no son caprichosos. Ellos son el reflejo de la experiencia
acumulada de aquellas economías pequeñas que en la segunda mitad de este siglo
han logrado desarrollarse y resolver sus problemas de pobreza absoluta y relativa.
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IV. El cambio de Centroamérica u
Ninguna entidad social puede resistirse por largo tiempo a los cambios en su entorno.
A largo plazo, todas las entidades entran en procesos de adaptación para sobrevivir en
“su nuevo ambiente”. Las sociedades de Centroamérica no están exentas de esta
realidad y, ante la magnitud y velocidad impresionantes de los cambios que se están
dando en su ambiente, no tienen alternativa. Deben adaptarse a su nuevo contexto si
es que quieren sobrevivir como sociedades factibles. Y, ¿cuál es la función de una
sociedad sino agregar el bienestar de cada uno de sus miembros?
Los modelos de desarrollo de las sociedades centroamericanas deben cambiar.
Deben hacerlo porque, para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos, los
modelos anteriores de desarrollo se han quedado cortos ante las tendencias de cambio
que nos afectan. La experiencia, reciente en términos históricos, de los países que hoy
citamos como modelos de desarrollo, es que en esta era económica sacar provecho
de las grandes oportunidades globales es el camino más eficiente al desarrollo. En la
segunda mitad de este siglo, un número importante de países han demostrado que con
gran constancia y consistencia de propósitos, es posible saltar al desarrollo en dos o tres
décadas. La pregunta para los centroamericanos es si tendrán la suficiente fuerza, la
suficiente convicción para ser constantes y consistentes por 20 años.
No existe un modelo de desarrollo. Lo que existe es una dirección general, dictada
no por economistas, políticos o futurólogos, sino por las grandes tendencias que definen
nuestro contexto dinámico de hoy. Globalización, regionalización, competitividad,
especialización, tecnología, conocimientos y mantenimiento del medio definen la
dirección del desarrollo económico hoy. Es posible que mañana sean otros factores,
pero hoy son estos y con ellos se debe trabajar para construir un modelo de desarrollo
que nos garantice la supervivencia y el éxito como sociedades.
Es importante aprender a usar como criterios de decisión, las alternativas y
oportunidades que el nuevo contexto y sus cambios constantes nos otorgan. Los
gobernantes y los estrategas empresariales deben preguntarse cómo aprovechan sus
decisiones de política y estrategia la globalización, cómo contribuye a atraer nuevos
flujos de capital hacia la economía, cómo contribuyen a desarrollar una fuerza laboral
más preparada técnicamente y, en fin, cómo se relacionan con las grandes tendencias
que definen nuestro contexto. La idea no es que se deba ser reactivo ante los cambios,
sino más bien aprovechar las tendencias para sacar ventaja frente a la competencia a
nivel de empresas, sectores y países.
El sector laboral debe exigir consistencia de propósito para garantizar su bienestar a
largo plazo. Los salarios crecientes son el resultado de una economía exitosa y una
economía exitosa se construye sobre un sector privado dinámico, competitivo y
creciente. La fuerza laboral debe procurar que se le prepare mejor para acceder a
mejores puestos de trabajo. La educación básica de alta calidad, el acceso a
educación técnica y preparación en informática deben estar al tope de la lista de
objetivos de cualquier organización laboral centroamericana que pretenda, no
preservar la mediocridad de su situación actual, sino contribuir a crear mejores
condiciones de vida para todos sus trabajadores y dependientes
Los gobiernos deben alejarse de los modelos de desarrollo basados en la asignación
privilegiada de recursos y crear una auténtica marea que permita a todos los sectores
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
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aumentar su productividad internacional. Los gobiernos deben también abrir espacios
a la globalización, permitir que el sector privado contribuya al desarrollo de todos los
sectores de la economía y ser agresivos en la regionalización de sus economías, no bajo
modelos predefinidos, sino sacando el mayor provecho posible de las circunstancias
que enfrentan.
El sector privado debe aprender a competir globalmente. Existen numerosos
ejemplos de éxito en la región, todos ellos basados en la creatividad, el empresarialismo,
la inversión constante, el trabajo bien remunerado y la tecnología. El proteccionismo
sólo retrasa la inevitabilidad de la competencia y atrofia la capacidad competitiva y
creativa de los empresarios. La agenda del sector privado debe ser hacia la
productividad y en esto se debe pedir al estado una fuerza laboral mejor preparada,
mejores condiciones de infraestructura, acceso a los flujos internacionales de capital y
la preservación de los recursos naturales críticos para la producción.
Todos los sectores en conjunto deben dedicarse a crear una auténtica marea de
prosperidad, que permita mejorar la productividad de todos los sectores de la
economía para así generar la riqueza que se requiere para acabar con la pobreza,
consolidar la democracia y asegurar la sostenibilidad del desarrollo humano de
Centroamérica.
Cambiar para prosperar: Centroamérica ante el Nuevo Siglo
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