Download Julio Segura, economista

Maurici Lucena
Rafael Repullo
Julio Segura, economista
Este libro colectivo es un tributo de amistad y reconocimiento profesional a Julio Segura, un economista verdaderamente excepcional, con motivo de la celebración de su setenta cumpleaños. Las
distintas contribuciones analizan temas de economía y política económica cuyo telón de fondo es la trayectoria académica y profesional del homenajeado. La relación de autores es, sencillamente,
impresionante y todos ellos aceptaron de manera entusiasta nuestra
invitación a participar en esta obra.
Julio Segura nació en Madrid en 1943, en la etapa más lúgubre
de la dictadura franquista. Sin embargo, tuvo la suerte de estudiar
en el Colegio Estudio, uno de los pocos centros que en aquel tiempo ofrecían una enseñanza abierta, tolerante y laica, heredera de la
tradición de la Institución Libre de Enseñanza.
En la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense tuvo, de nuevo, la fortuna de encontrarse con algunos
profesores excepcionales, entre los que destacan, por la influencia
que ejercieron en su carrera, Gonzalo Arnáiz y Luis Ángel Rojo.
Licenciado con Premio Extraordinario en 1965, leyó tres años más
tarde su tesis doctoral, también con Premio Extraordinario. Mientras trabajaba en su tesis ganó, además, las oposiciones de estadístico facultativo y se incorporó al Instituto Nacional de Estadística.
Pero su vocación académica le apartó de la carrera de estadístico y
en 1970 obtuvo, a la edad de veintisiete años, la plaza de catedrático
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ensayos sobre economía y política económica
de Teoría Económica en la Universidad de Barcelona, y se trasladó
poco después a la Universidad Complutense.
Las inquietudes investigadoras de aquel joven catedrático propiciaron que fuera nombrado, en 1974, director del nuevo Programa
de Investigaciones Económicas de la Fundación del Instituto Nacional de Industria. Diez años después sería nombrado director de
dicha Fundación, rebautizada como Fundación Empresa Pública,
cargo que ocupó hasta 1998.
En 1990 fue nombrado consejero del Banco de España, y pasó
a formar parte de su Comisión Ejecutiva. Desde esta posición privilegiada participó en algunos de los principales acontecimientos de
nuestra historia económica contemporánea, desde las crisis cambiarias de principios de los noventa y la intervención de Banesto
hasta la entrada en el euro, pasando por la aprobación de la Ley
de Autonomía del Banco de España. En 2006 fue nombrado consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y, un año
más tarde, presidente de esta institución, cargo que ocupó hasta
octubre de 2012.
Entre sus distinciones más significativas se encuentran el Premio
Rey Juan Carlos de Economía, que recibió en 1990, y su ingreso, en
1991, como académico de número de la Real Academia de Ciencias
Morales y Políticas. Se da la circunstancia de que la vacante que
ocupó en la Academia fue la de Gonzalo Arnáiz y que su discurso de
recepción fue contestado precisamente por Luis Ángel Rojo, las dos
personas clave de su etapa de estudiante universitario.
Por lo que respecta a su faceta docente, Julio Segura ha desempeñado un papel fundamental en la modernización de los estudios
de microeconomía en la universidad española, combinando la claridad expositiva con el rigor analítico, cualidades que se reflejan
en sus libros de texto Análisis microeconómico y Teoría de la economía
industrial, utilizados por sucesivas generaciones de estudiantes universitarios.
En el ámbito de la investigación, Julio Segura ha realizado numerosas aportaciones originales a la economía teórica y aplicada,
que se plasman en una extensa lista de libros y artículos publicados
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en revistas especializadas. Entre ellas, destacan sus trabajos sobre la
estructura productiva y el cambio técnico, y sobre la industria española en la crisis de finales de los setenta, que han contribuido a mejorar significativamente el conocimiento de la realidad económica
española en el área de la economía industrial. Por otra parte, Julio
Segura se ha interesado por el funcionamiento del mercado como
mecanismo de asignación de recursos y de ahí su admiración por la
obra de Léon Walras, creador de la moderna teoría del equilibrio
general competitivo, que ha traducido al castellano. El conocimiento profundo de las condiciones bajo las cuales el mercado produce
asignaciones eficientes le ha llevado a orientar una parte de su producción intelectual al estudio de los «fallos de mercado» y de las
intervenciones públicas más apropiadas para paliarlos.
Otra faceta relevante de Julio Segura ha sido la creación y el impulso de instituciones dedicadas a la investigación. Dirigió el primer
equipo de investigación en economía industrial aplicada del país: el
Programa de Investigaciones Económicas de la Fundación Empresa
Pública. Una característica de este Programa fue su preocupación
por la disponibilidad de información estadística de calidad para la
investigación. Al principio, el trabajo del equipo se centró en la depuración y el análisis de la Encuesta Industrial del Instituto Nacional de Estadística, para posteriormente emprender un ambicioso
proyecto de diseño y realización de una nueva encuesta a las empresas industriales españolas, la Encuesta sobre Estrategias Empresariales. Asimismo, fue fundador y director durante 17 años de la revista
Investigaciones Económicas, publicación que ha sido clave en el avance
de la investigación económica de nivel internacional en España. Por
otro lado, Julio Segura ha contribuido significativamente al desarrollo y consolidación del Centro de Estudios Monetarios y Financieros
(CEMFI), como profesor de varias asignaturas y director de numerosas tesis de máster –incluida la de uno de los coordinadores de
este libro– y como miembro de su Patronato.
Finalmente, caben pocas dudas de que nuestro país tiene una
gran deuda con Julio Segura en su dimensión de servidor público,
no solo por su trabajo de asesoramiento sobre políticas públicas re15
ensayos sobre economía y política económica
lativas al mercado de trabajo, a los programas de protección social
y a la política de defensa de la competencia, entre otros, sino fundamentalmente por su aportación, callada pero decisiva, al buen
funcionamiento de instituciones tan importantes como el Banco de
España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Su labor en estas instituciones superó con creces lo que se espera de
un consejero –expresar su criterio sobre las decisiones a tomar–,
ya que se involucró en el estudio profundo de los temas, aportando la lógica del análisis económico.
Julio Segura es, en definitiva, uno de los economistas españoles
más brillantes de su generación y, con seguridad, el más completo,
dadas sus variadas y fecundas facetas como docente, como investigador, como creador de instituciones dedicadas a la investigación y
como servidor público. Ha sido un profesor excelente, como atestiguan numerosas generaciones de alumnos de licenciatura, máster y
doctorado. Y ha sido un profesional de una solidez formidable: de
los que tratan de entender los asuntos en profundidad, si es posible
haciendo uso de las herramientas del análisis económico; que saben escuchar a los demás, en particular a sus subordinados; que se
leen los informes y preparan con esmero los temas; y que no piensan que siempre tienen razón, pero que al mismo tiempo defienden
con firmeza sus opiniones.
Unas palabras suyas, pronunciadas en el acto de toma de posesión como presidente de la CNMV, sintetizan su personalidad profesional:
«¿Cómo espero que me recuerden cuando me vaya? La prensa, con
alivio por mi tendencia a minimizar titulares. La casa, como alguien
cuya primera preocupación fue el futuro de la institución, que mejoró su funcionamiento interno e incrementó su eficacia. La industria, como alguien difícil y poco dado a la vida social pero previsible,
simétrico en el trato de los supervisados y con sentido común. El
gobierno, como un servidor público leal con las responsabilidades
que le encomendaron. Los restantes supervisores, como un cooperador siempre dispuesto a resolver los conflictos de interés, pero sin
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renunciar en un ápice a sus competencias. ¿Cómo aspiro a marcharme? Con mi prestigio profesional, sea el que sea, intacto, porque es
mi único activo. Con el respeto de supervisados, personal de la casa,
colegas y políticos hacia alguien que hizo su trabajo lo mejor que
pudo y que cometió un porcentaje de errores aceptable, distribuidos aleatoriamente y ninguno de ellos sustantivo.»
El presente libro es un testimonio de la gran influencia que Julio
Segura ha tenido en la economía y en los economistas españoles. En
las siguientes páginas escriben investigadores académicos, discípulos, profesionales de la economía y las finanzas, así como destacadas
personalidades del ámbito de la política económica. Sus contribuciones ponen de manifiesto las numerosas áreas y las muchas personas en las que Julio Segura ha dejado huella. Tras este prólogo, el
libro se estructura en seis apartados, titulados economía y política
industrial, instituciones y reguladores, economía y regulación bancaria, crisis fiscales y financieras, economía laboral y desigualdad, y
educación, concluyendo con un epílogo. Agradecemos sinceramente la participación de los autores, sus sugerencias y sus aportaciones
económicas, que han hecho posible la publicación de esta obra.
El objetivo que nos planteamos al emprender este proyecto se
ha conseguido. Ahora solo queda celebrar el merecido homenaje
a Julio Segura.
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