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Atenea · Número 21 I B E R O A M É R I C A ¿ por Gabriel Gaspar Tapia CHIN A/ AMéR ICA LAT IN A ¿ 20 una nueva relación Uno de los fenómenos nuevos de América Latina es la diversificación de sus relaciones con otras regiones del planeta L a relación entre China y América Latina (AL) se ha incrementado. El dominio colonial europeo y, más recientemente, la Guerra Fría limitaron la presencia del gigante asiático. La presencia china en la región quedó inserta en ese conflicto y por ello, salvo Chile y Cuba después de la Revolución, ningún país latinoamericano mantuvo relaciones diplomáticas con China. Peor aún, esa mayoría reconoció a Taiwan como legítimo representante de la nación china. Para mayor complicación, luego de la ruptura entre Pekín y Moscú, la influencia china se redujo más. El cisma, si bien afectó a la izquierda mundial, en America Latina experimentó un fuerte sesgo: los cubanos -en la plenitud de su influencia política- se alinearon con los soviéticos y se enfrentaron a los chinos. Durante la Guerra Fría el maoísmo tuvo una débil presencia. Como anécdota cabe mencionar que el principal movimiento político que inspiró fue Sendero Luminoso, la guerrilla peruana dirigida por Abimael Guzmán, el pintoresco “Presidente Gonzalo” y “cuarta espada del comunismo internacional” como lo llamaban sus adeptos. A partir del fin de la Guerra Fría, la po- lítica económica adoptada por China y su diplomacia experimentaron un sustancial cambio, que impactó a todo el mundo, incluida América Latina. Además del incremento del intercambio, también se han operado cambios políticos: a diferencia del siglo pasado, hoy la mayoría de los países de la región mantienen relaciones diplomáticas plenas con la Republica Popular China. China y AMÉRICA LATINA en la era de la globalización En las últimas dos décadas, la relación ha prosperado de una manera vertiginosa. Varias razones explican este proceso. En primer lugar, tenemos los cambios impulsados por la dirección del Partido Comunista Chino. Luego de la ortodoxia maoísta la dirigencia china asumió un audaz programa de renovación económica. Se abrió a la inversión externa, ofreció un mercado enorme y una conocida aptitud laboral de su población, junto a una férrea disciplina social cautelada por un poderoso Estado. El cambio económico fue acompañado de la permanencia del sistema político. Desde los tiempos de Deng Xiao Ping hasta los de Hu Jin Tao la política económica de apertura y moder- Número 21 · Atenea En la imagen, un contingente chino recibe condecoraciones por su participación en la operación MINUSTAH en Haití. 287.195 Ü 390.306 Û 1.203.581 Ü 417.891 Û 11.537.910 Ü 6.405.812 Û 2000 MILES de dólares 901.771 Ü 949.435 Û 1.085.014 Ü 1.350.820 Û La locomotora china de la economía latinoamericana La economía china experimenta un crecimiento que promedia el 10% anual desde hace varios años. Eso explica el incremento de las exportaciones de la soja brasileña y argentina, el cobre chileno, el petróleo venezolano, entre otros productos latinoamericanos. China, y en general los países asiáticos, se han transformado en uno de los principales socios comerciales de varios países latinoamericanos, desplazando a los EEUU y a los europeos. Las cifras son en sí elocuentes como se resaltan en el recuadro adjunto. El comercio de AL con China se ha multiplicado varias veces. China se ha transformado en el segundo socio comercial de la región, MILES de dólares CHILE En su estilo metafórico, China constata que si uno quiere modernizar la casa, no puede cambiar los muros y al mismo tiempo, el techo, porque se cae todo. “Primero cambio económico, luego cambio político” pareciera ser la cronología. Al transformarse el desarrollo económico en un objetivo nacional, eso implicó un incremento sustantivo de las importaciones de dos productos que América Latina posee: materias primas y alimentos. 1995 BRASIL nización se ha mantenido inalterable. La dirigencia china inició una larga marcha a convertirse en una Gran Potencia. Su reflexión apuntaba a constatar qué era lo nuevo y qué era lo que continuaba. La Guerra Fría ha terminado, ¿qué hay de nuevo? Las potencias colonialistas se siguen aprovechando de los países más débiles. Los nuevos zares se quitaron la careta del marxismo. No hay nada nuevo. La política exterior china busca la construcción de un orden multipolar que impida el poder monopólico de una sola potencia. En ese diseño los amigos de China se perciben como aquellos que respetan la autodeterminación de cada país y buscan un orden internacional regulado. De esa forma, el diseño de la política exterior china tiene amplios puntos de coincidencia con los intereses de la mayoría de los países que no son potencias. La inmutabilidad del sistema político aparece como una condición básica para la estabilidad. Conscientes de que un desequilibrio interno de poder tendría consecuencias para muchos más países que la propia China, se preguntan: ¿a quién le conviene que China se desestabilice? ¿Se puede desestabilizar el país más grande del planeta? Tomando tres de los principales socios latinoamericanos de China, Chile, Brasil y Argentina, en una perspectiva tomada desde 1995 a la fecha tenemos lo siguiente: ARGENTINA FOTO: UN PHOTO / LOGAN ABASSI balance 796.927 Ü 1.156.737 Û 2009 MILES de dólares 11.537.910 Ü 6.405.812 Û 20.182.024 Ü 16.940.448 Û 3.646.048 Ü 4.822.870 Û Datos tomados del Sistema de Informaciones de Comercio Exterior, ALADI. Pagina web. exportaciones importaciones Ü Û 21 00 22 Atenea · Número 21 I B E R O A M É R I C A China se ha transformado en un punto de referencia de primera prioridad para muchos países del continente y para algunos países en especial (Chile), en el primero. Las empresas chinas demandan insumos a escalas gigantescas y el crecimiento incorpora cada año a decenas de millones de ciudadanos chinos a nuevos niveles de consumo, que obviamente, entre otras cosas, demandan alimentos. El año 2008, el comercio intrarregional superó los 140 mil millones de dólares, y si bien el 2009 el crecimiento chino resintió la crisis global, ello se reflejó en que no alcanzó el tradicional 10% de crecimiento, pero su economía igual creció manteniendo su demanda sobre los productos latinoamericanos. No todo es oro. La mayoría de las exportaciones latinoamericanas a China son materias primas de bajo valor añadido. En cambio, China incrementa sus exportaciones manufacturadas, y la tendencia es que ello se irá acrecentando. A su vez, las dimensiones del mercado chino a menudo ponen en problemas a los productores latinoamericanos ante el tamaño de los pedidos. El comercio entre AL y China ha crecido vertiginosamente, en especial para los países de Suramérica. Desde 1995 a 2007 el intercambio subió de 8.400 millones de dólares a más de 100.000 No ha ocurrido lo mismo con las inversiones chinas en AL. A la fecha, las principales inversiones chinas en la región se dan en energía, en el canal de Panamá y está previsto su incremento, pero el comercio desborda con creces a la inversión. Los críticos locales cuestionan los bajos salarios que pagan las empresas chinas, sus duras relaciones laborales así como una paridad baja para el yuan, lo que abarata más sus exportaciones. Una de las aspiraciones de los países latinoamericanos es diversificar la canasta exportadora y vender productos con más valor agregado. La apertura al comercio chino genera fuertes roces en la industria textil, o de manufacturas en general que enfrentan oleadas de contenedores provenientes del Asia profunda con ropa baratísima, juguetes, electrodomésticos, computadores y últimamente, autos y camiones. Uno de los roces más fuertes lo hemos vivido este año con ocasión de la restricción que las autoridades chinas han impuesto a la soja argentina, argumentando temas de calidad, pero que muchos interpretan como una retaliación ante medidas proteccionistas dictadas en Argentina para frenar la invasión de productos asiáticos. Un nuevo socio político Y militar de AmÉrica Latina En los últimos años varios países han intensificado sus vínculos con la República Popular China mediante visitas presidenciales, acuerdos comerciales, inversiones, e inclusive alianzas privilegiadas. Lo más notable es el acuerdo con Brasil, a través del llamado BRIC. Asimismo, el APEC (Asia Pacific Economic Cooperation) ha servido de un buen punto de encuentro. Aunque circunscrito a lo comercial, ha sido el espacio en que los gobernantes chinos han podido relacionarse con los latinoamericanos que conforman este pacto. Mas, no conviene magnificar, sólo México, Chile y Perú forman parte de este acuerdo. Su ampliación está congelada y en la lista de espera se encuentran El Salvador, Colombia y Ecuador. La cooperación militar también está presente. Recientemente China ha vendido sistemas de radares a Ecuador, cazas K-8W a Venezuela, carros de combate a Perú y también ha donado equipo menor a Bolivia. China no está entre los principales proveedores de armas en la región, ni tampoco ha vendido equipos de tecnología de punta. Pero se empieza a instalar y competir en un reñido mercado dominado tradicionalmente por el armamento de origen estadounidense, israelí, europeo y ruso. Número 21 · fuerza en otras regiones: Asia, Asia Pacífico y África. En especial en los acuerdos que están construyendo con India y Corea del Sur. Los intereses chinos en América Latina no se han reducido exclusivamente a lo comercial, aunque esto sea lo más notorio. Pero hay que advertir que AL no es una región prioritaria para China, aunque FOTO: UN PHOTO / LOGAN ABASSI En opinión de Loro Horta “es probable que las ventas de armas de China a América Latina se incrementen, en la medida que las relaciones políticas y económica entre China y estas naciones avancen”. Pese a ello se debe considerar que buena parte del equipamiento militar chino tiene como base a material de origen ruso -soviético. Hoy en día, las repúblicas surgidas de la ex URSS compiten agresivamente en el mercado mundial de armas, y muchas veces sus productos son muy similares a los que ofrece la industria militar china. En cuanto al poder naval, pequeñas flotillas chinas han visitado nuestro continente en los últimos años. En operaciones de paz de ONU un contingente de fuerzas anti motines se incorporó a la Minustah. Se trata de las primeras tropas chinas en el hemisferio occidental, lo que no causa muchas simpatías en el Pentágono. Con todo, su presencia es más bien simbólica. Por su parte, el Ejército de Liberación Popular invita a oficiales, particularmente de ejércitos sudamericanos, aunque en número menor a los que viajan con similares fines a EEUU y diversos países de Europa. Como se ha señalado, en los últimos años la presencia china se ha incrementado en América Latina. La dimensión económica pareciera ser hasta el momento la principal faceta de esta nueva relación, y dentro de ella, la dimensión comercial. El crecimiento sostenido de la economía china ha sido uno de los principales factores que explica este salto en la relación con nuestro subcontinente. Pero ojo, no hay que sobredimensionarlo. La expansión de la economía china se proyecta sobre todo el planeta y dentro de ese movimiento, nuestra relación biregional aun no es determinante. Según uno de los principales investigadores latinoamericanos de China, Carlos Moneta, la expansión china se expresa con mayor Atenea para muchos de sus socios latinoamericanos, China se ha transformado en un referente de primera prioridad. Su política global le permite avanzar en otros campos, como la cooperación militar y la venta de armamentos, aunque a la fecha los volúmenes son pequeños comparados con los tradicionales vendedores de armas a la región. Pero sin lugar a dudas que es el plano económico comercial donde ha obtenido los éxitos más resonantes. El futuro está abierto, todo indica que el fuerte de la relación será lo económico, pero no hay que descartar una mayor coincidencia en el ámbito multilateral, y nuevas oleadas de exportaciones chinas, que sumen a las manufacturas, productos y servicios de mayor tecnología. n Miembros de una unidad policial china rescatan un cadáver de entre las ruinas de un edificio de Puerto Príncipe, a consecuencia del terremoto de Haití. 23 00