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LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO Y EL ROBO DE CEREBROS
Lic.: Pedro Torres Durruthy / La Habana/2014
1
Índice:
Introducción
1- Algunas consideraciones sobre la evolución de la economía internacional (años ´90).
1.1- La globalización y la economía del conocimiento.
2- El conocimiento como factor de crecimiento económico y su importancia.
2.1 La economía del conocimiento: surgimiento, definición.
3- La economía del conocimiento y el robo de cerebros.
4- Conclusiones.
5- Referencias bibliográficas
6- Bibliografía.
2
Introducción
“No hay más que asomarse a las puertas de las tecnología y la ciencia
contemporáneas para preguntarnos si es posible vivir sin conocer ese mundo del
futuro sin un enorme caudal de preparación y de conocimientos.” (1)
La razón más importante de la creciente toma de conciencia sobre la necesidad de una
sólida base científica nacional en beneficio de la economía global del conocimiento, a
todos los niveles, en los países en desarrollo y las organizaciones que aportan recursos
para el desarrollo, es la de reconocer la importancia de construir un sólido sistema de
educación superior.
El mundo actual se encuentra en una crisis sin precedentes de carácter global,
sistémico y múltiple, que abarca y afecta a todas las esferas de la vida social. Somos
de la opinión de que para enfrentar los problemas que ella genera, un factor a tener en
cuenta es el uso de la ciencia y la tecnología. (2)
Es innegable la importancia y la relevancia que el conocimiento tiene en las
condiciones actuales en el crecimiento económico a nivel mundial. Su desarrollo ha
llevado a que se hable en concreto de una “nueva economía” o de la “economía del
conocimiento”.
El presente trabajo tiene como objetivo la llamada economía del conocimiento en
general y, particularmente, su relación directa con el llamado “robo de cerebros” y
cómo afecta a los países subdesarrollados y, en cierta medida, a los propios
desarrollados.
El tema antes referido lo tratamos en 3 capítulos. En el primero hacemos algunas
consideraciones sobre los cambios ocurridos en la economía internacional en los años
´90, que motivaron la aparición de una “nueva economía” y la globalización.
En el segundo capítulo, se aborda el conocimiento como factor de crecimiento
económico y su importancia, además de su surgimiento con un acercamiento al
concepto. Finalmente analizamos en el tercer capítulo la relación entre dicha economía
y el llamado “robo de cerebros”.
3
Los métodos utilizados para realizar esta investigación fueron, el análisis y la síntesis
de literatura especializada en los temas tratados. Asimismo, se utilizó el método
histórico-lógico para analizar de manera teórica el proceso evolutivo de los diferentes
conceptos.
1. Algunas consideraciones sobre la evolución de la economía internacional (años 90).
El sistema capitalista mundial continúa desarrollándose, demostrando hasta el
momento su capacidad de “adaptación” a los cambios que en él se operan y la
necesidad de rebasar el marco cada vez mas estrecho que las relaciones de producción
ofrecen al continuo desarrollo de sus fuerzas productivas. Al mismo tiempo que se
han necesitado nuevos mecanismos para rebasar el marco de las fuerzas que lo limitan
en su desarrollo, han surgido nuevas respuestas dentro del propio sistema.
Muestra de lo anterior, fueron las últimas décadas del siglo XX, las cuales
constituyeron un período de cambios profundos en las relaciones económicas
internacionales, que motivaron, en la mayoría de los casos, la sustitución de las
estructuras que sirvieron de sostén al orden económico que predominó después de la
Segunda Guerra Mundial.
Durante los últimos años del siglo pasado, las economías desarrolladas parecieron
abandonar la defensa del libre comercio, empezaron a imponer barreras no
arancelarias, e incluso restricciones cuantitativas a las exportaciones provenientes de
los países en desarrollo. Estos últimos, por su parte, redoblaron sus esfuerzos por
encontrar mercados para sus producciones y con el afán de insertarse e integrarse a la
economía mundial, se convirtieron en los abanderados de la liberalización comercial.
La evolución de la economía internacional durante las dos últimas décadas del siglo
pasado, ofrece elementos importantes que caracterizaron el comercio internacional
durante esta etapa, los cuales, a nuestro juicio, explican la necesidad y la creación de la
Organización Mundial del Comercio (OMC), un factor importante en el crecimiento
del comercio mundial y en su nueva dimensión internacional.
El primer elemento se asocia al progreso tecnológico, vanguardia del proceso
movilizador de los cambios estructurales que tuvieron lugar en la economía mundial,
pues “el modo de producción capitalista no puede existir sino a condición de
revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, con ello, todas las
relaciones de producción” (3). El segundo elemento fue la revolución tecnológica en
4
áreas donde hasta ese momento solo se encontraban en la fase experimental - tales
como la microelectrónica, la biotecnología, la informática y las comunicaciones –que
repercutieron en la actividad económica de todos los países y en las relaciones
comerciales internacionales de todo tipo.
Se afirma con razón, que los avances en el ámbito de la microelectrónica y su
aplicación posterior a sectores tales como la informática y las telecomunicaciones han
tenido el mismo efecto en la economía mundial que la invención del telégrafo, el
desarrollo del transporte ferroviario y los sistemas de correos en el pasado siglo.
De esta manera, lo anteriormente planteado, asociado a la actividad del productor, ha
sido el elemento que propició que ese sector se convirtiera en el determinante principal
de la productividad y la competitividad por un lado; y por otro, al aumento del
intercambio a nivel mundial. A nuestro juicio, podemos identificar lo descrito como
una de las causas por la cual los países desarrollados han estado presionando al resto de
los países para lograr una mayor apertura de los mercados de servicios, y
conjuntamente con las empresas transnacionales, consideran a los servicios como un
sector estratégico en las negociaciones multilaterales en materia comercial.
1.1- La globalización y la economía del conocimiento.
La trasformación hacia un mundo globalizado, nos ha permitido apreciar un período de
rápidos y grandes cambios estructurales en la economía mundial y en todas las esferas,
tendencia que se ha venido desarrollando como consecuencia de los progresos
ocurridos en las innovaciones tecnológicas en materia de comunicaciones, la naturaleza
de las políticas económicas en boga a nivel mundial. y el aprovechamiento de estos
para los fines particulares de los centros del poder mundial. (4)
Las recientes tendencias científico-técnicas y económicas que acompañan al proceso
globalizador, han posibilitado el desarrollo de viejos fenómenos ya presentes en la
economía mundial (capitalista) y la aparición de otros nuevos, como es el uso
acelerado y creciente de los conocimientos.
La revolución en las condiciones de la competitividad internacional, como resultado de
los más recientes adelantos científico–técnicos ha traído modificaciones que en la
práctica han provocado la desaparición de las ventajas comparativas para aquellos
5
países que dependen de condiciones más favorables en materia de dotación de recursos
naturales y abundancia de mano de obra. En lo adelante, las condiciones de producción
parecen que dependen cada vez más de la aplicación de tecnologías con una alta
intensidad en el empleo de capital humano y de conocimientos (fuerza de trabajo
altamente calificada). (5)
Conjuntamente con el aumento incesante de la masa de conocimientos, los avances en
materia de tecnología de la información han vuelto el saber más accesible, más eficaz y
más poderoso que nunca. Las redes de computación y las nuevas modalidades de las
telecomunicaciones difunden ahora la información por todo el mundo, lo que ha
significado la circulación de un volumen de conocimiento mayor que el que había
existido jamás en la historia.
Después de finalizada la II Guerra Mundial, en los países más avanzados se produce la
llamada revolución del conocimiento, que ha generado incrementos nunca antes vistos
en el campo del saber y en los resultados económicos.
2. El conocimiento como factor de crecimiento económico y su importancia.
El conocimiento no siempre ha sido el mismo a lo largo de la historia de la humanidad
y está en constante movimiento de acumulación y autonegación.
Muchas son las políticas económicas trazadas cuyos fundamentos se encuentran en el
logro de un aprovechamiento óptimo de los factores de producción “clásicos”: el
capital, los recursos naturales y el trabajo (6). Sin embargo, asociado a estos elementos,
un papel importante lo ha ido desempeñando cada vez más, el empleo del
conocimiento en el incremento de la producción.
El crecimiento de un país podemos entenderlo como la reproducción a escala ampliada
del valor de un período anterior (7). Pero no basta con aumentar la cantidad de insumos
y de fuerza de trabajo que los transforma, ya se ha demostrado que el incremento de la
producción de forma extensiva tiene sus límites; y cada vez más, gana terreno el
carácter intensivo del crecimiento económico, como consecuencia de la acción de
diversos factores, entre los cuales se destaca el más importante: el conocimiento
humano.
Durante la época de la comunidad primitiva el conocimiento era decisivo para la propia
subsistencia del hombre y de su comunidad. En la sociedad esclavista solo poseían
dominio y monopolio de los conocimientos, determinadas capas o clases dominantes.
6
Con la sociedad burguesa la tenencia y el uso del conocimiento cambia su carácter y
aparece como reflejo de una sociedad dividida en clases, cuyo fundamento es la
propiedad privada sobre los medios de producción.
El estudio realizado por Carlos Marx de la sociedad capitalista como un “inmenso
arsenal de mercancías”, su demostración de los dos factores que caracterizan a las
mercancías (valor de uso y su valor) y el doble carácter del trabajo representado en
ella, indican que todo trabajo es, de una parte, gasto de fuerza humana de trabajo en el
sentido fisiológico (trabajo abstracto) y como tal, forma el valor de la mercancía; y de
otra parte, gasto de la fuerza humana, en una forma especial, encaminado a un fin y,
como tal - como trabajo concreto útil-, produce valores de uso.(8)
Lo anterior nos permite relacionarlo con el conocimiento humano y considerarlo como
inseparable de la fuerza humana. Podemos decir que el conocimiento también es gasto
de energía humana de forma abstracta y como tal, formadora del valor de la mercancía:
y de otra parte, un gasto de energía humana bajo una forma especial encaminada
también a un fin, y como tal un conocimiento concreto y útil, que contribuye a la
creación de valores.
Si tenemos presente que la magnitud del valor de la mercancía permanecerá invariable
si permaneciese también constante el tiempo de trabajo necesario para su producción
(9) - pero que este cambia al cambiar la capacidad productiva, la cual depende de un
conjunto de factores, entre los cuales se cuenta, el nivel de progreso de la ciencia y de
sus aplicaciones, así como la organización social del proceso de producción (factores
directamente proporcionales a la acumulación y aplicación de los conocimientos) - nos
percatamos que dichos factores, en el mundo global de hoy, han pasado a ocupar la
avanzada en el crecimiento económico en la denominada “economía del
conocimiento”.
Lo antes expuesto indica que estamos asistiendo a “una nueva forma de
aprovechamiento del trabajo general”, que no debe confundirse con el trabajo
colectivo, dado que el “trabajo general es todo trabajo científico, todo descubrimiento,
todo invento”. Este depende, en parte, de la participación con otras personas y de la
utilización provechosa del trabajo acumulado de gentes anteriores. (10)
Uno de los medios principales para acortar la fase de la producción consiste en
aumentar la productividad del trabajo, y lo que normalmente se denomina “el
7
progreso”, no es más que la aplicación del conocimiento en diferentes ramas donde se
acortan y reducen al mínimo procesos que antes eran muy largos y difíciles. Es decir,
ahora se pueden obtener resultados idénticos en actividades en las que antes se requería
años enteros.
A nuestro modo de ver, es lo que ha estado ocurriendo y ocurre con mayor intensidad
en la actualidad, y que ha motivado un crecimiento económico sin precedentes,
proceso al que se ha dado en llamar “economía del conocimiento”.
El conocimiento, que es la acción entre los elementos del capital humano, necesita de
una relación social. Pero el conocimiento acumulado, también conocido como tácito,
es de enorme importancia en la agregación de valor y se hace efectivo en la acción del
hombre (11), que es el elemento principal en la maquinaria de obtención de plusvalía
del capitalista.
Todo esto parece indicar que nos encontramos en una nueva fase, tanto cualitativa
como cuantitativa, de acumulación y aplicación de los conocimientos dentro de la
revolución científico-técnica del capitalismo, la cual ha dado lugar a un nuevo
momento en el desarrollo de la economía capitalista.
Si lo asociamos al sistema productivo, donde el conocimiento toma gran importancia a
partir de que se transforma en nuevas tecnologías o se deposita como experiencia en la
fuerza de trabajo, su materialización supone dos momentos: la objetivación en el
producto, que tiene lugar en el proceso social de producción, y la realización en el
mercado. (12)
En ese sentido es importante destacar que la objetivación o materialización del
conocimiento en el producto se lleva a cabo, en primer lugar, por medio de la
transferencia al producto del conocimiento previamente objetivado en el trabajo
muerto y, en segundo lugar, de la creación de nuevo conocimiento por el trabajo vivo
(obreros calificados, ingenieros) y su incorporación al producto. (13)
Los avances científicos y tecnológicos, motivados por una afluencia hacia este sector
de recursos dedicados a la investigación y al desarrollo, también contribuyen al
crecimiento económico, como consecuencia del movimiento del capital hacia ramas o
sectores donde puede obtener mayores beneficios, los cuales son mayormente
apropiados por los países desarrollados, incrementándose aún más la brecha entre estos
y los países subdesarrollados.
8
Todo lo anteriormente planteado, pudiera ser una señal que indica otra fase de
acumulación y empleo de los conocimientos dentro de la revolución científico-técnica
y del desarrollo de la economía capitalista.
2.1- La Economía del Conocimiento Surgimiento y Definición:
Si en el siglo pasado la combinación de los recursos que brindaba la naturaleza, el
empleo de la mano de obra para transformarlo y la acumulación de capital eran las
premisas fundamentales para producir y lograr una ganancia considerable, en los
tiempos que vivimos, como consecuencia de una acumulación histórica y de su papel
predominante, los conocimientos acumulados en los recursos humanos son los
decisivos para lograr los objetivos principales del modo de producción capitalista.
La ventaja entre los productores ya no está dada por el lugar geográfico donde se
encuentre, sino en la cantidad de conocimientos que posea y la velocidad con que
pueda aplicarlos y renovarlos. Por lo tanto, el nuevo recurso estratégico dominante es,
entonces, la capacidad de ampliar las fronteras del conocimiento, de disponer de
información y procesarla, de desarrollar tecnologías necesarias para ello y, por
consiguiente, la posibilidad de aplicarlas útilmente a la investigación científica y a la
innovación” (14)
El surgimiento de la “economía del conocimiento” se ubica a partir de los años 80,
cuando la economía de los países desarrollados comenzó a entrar en una etapa
diferente, en la que el conocimiento comenzó a ser el activo económico principal y
comienza a identificarse como la "Tercera Revolución Industrial", teniendo como
partida la primera que dio origen a la industria en la Europa del siglo XVIII; y la
segunda en el siglo XX, que permitió el ascenso de la economía movida por el
petróleo, la electricidad y la producción industrial masiva y en serie.(15)
Otros estudiosos la sitúan a partir de los años 90, período en que se enmarca con
especial importancia. Lo anterior ha estado fundamentado porque el comercio de
manufacturas intensivas en tecnología y en mano de obra calificada ha aumentado, de
forma general, mucho más vertiginosamente que el de las manufacturas elaboradas con
9
la utilización de recursos naturales, mediante el uso intensivo de la mano de obra, así
como el de los productos básicos.
Actualmente existe un amplio debate sobre cómo definir la “Economía del
conocimiento”, así como poder medir su dimensión y crecimiento, por lo que
consideramos útil acercarnos a algunos conceptos que dan cierta idea de a qué nos
referimos cuando hablamos de la “Economía del Conocimiento”. De acuerdo con un
término de la OCDE, es definida como aquella economía “directamente basada en la
producción, distribución y uso del conocimiento y la información”. (16)
También se expresa que: “la “Economía del conocimiento” es el producto del mundo
globalizado y una necesidad del desarrollo de las fuerzas productivas, es un proceso
signado por las leyes del modo de producción capitalista, donde la generación de valor
depende cada vez más de la capacidad de los países para aprovechar de forma intensiva
y eficiente el conocimiento”.(17)
Otro concepto interesante nos indica que, “es la transición a un mundo en el cual el
factor de producción primordial son los conocimientos (…), es un mundo en el cual la
ventaja competitiva solo se consigue mediante la inversión de conocimientos nuevos y
su generación a partir de activos intangibles como la investigación, el desarrollo de
habilidades, la formación continua y un creciente dominio de las tecnologías de la
información”. (18)
Relacionado con lo antes dicho, la educación superior y su internacionalización
creciente ha pasado a desempeñar un papel primordial, lo que sitúa a los centros
universitarios como actores principales en la formación posgraduada y su relación con
la nueva economía del conocimiento.
En resumen, podemos adelantar -sin pretender dar una definición final del concepto de
“Economía del Conocimiento”-, que la acumulación histórica del conocimiento
humano confluye en una época en que la velocidad de los adelantos científicos, su
aplicación y el desarrollo alcanzado en las comunicaciones convergen de manera
considerable, proporcionándole a la inversión de conocimientos y su generación un
lugar preponderante en la agregación de valor al nuevo producto creado.
10
No es redundante afirmar que el problema principal de la economía capitalista no es
lo que produce, sino el cómo se hace la apropiación de lo que se produce. El
conocimiento no escapa a esta realidad. En este sentido, existen diferentes estrategias
diseñadas por los centros dominantes de la economía para apropiarse del recurso más
importante en la economía del conocimiento: el talento humano.
3- La economía del conocimiento y el robo de cerebros.
El desarrollo de comunicaciones más rápidas y económicas ha sido uno de los factores
que ha incrementado en el mundo de hoy el nivel de interdependencia de las
economías y sociedades a niveles sin precedentes. Dicha tendencia, en nuestra opinión,
ha incidido notablemente en el mercado laboral, lo que unido a su creciente
internacionalización, básicamente orientada a individuos altamente preparados, ha
fomentado un incremento en la demanda de los incentivos para obtener experiencia
internacional como parte de los estudios, cuyo resultado final ha sido el incremento
considerable de la movilidad académica a nivel internacional y la migración.
El fenómeno de la migración esta relacionado de forma directa con los cambios
ocurridos en los mercados laborales. En el año 2005, la población mundial
económicamente activa (PEA) era de unos 2 800 millones de personas, de las cuales
2 250 millones correspondían a los países del sur y se localizaban fuera de su país de
nacimiento, lo cual representó un aumento de 25 millones en tan sólo 5 años. (19)
La migración de la fuerza de trabajo no es un fenómeno nuevo y su orientación
geográfica básicamente, en nuestros tiempos, se dirige de sur a norte, de sur a sur y de
norte a norte, debido a diferentes razones. Sin embargo, nos referiremos
fundamentalmente a la movilidad que se produce de la fuerza calificada del sur al norte
motivada por un ofrecimiento de mejores condiciones económicas por parte de los países
receptores, que lleva implícita la pérdida de los mejores talentos de los países
subdesarrollados y que ha dado lugar al fenómeno de “robo de cerebros”.
En la década de los 90 la emigración de la fuerza de trabajo con educación superior de
los países del sur a los del norte aumentó. Entre los factores que han influido en este
movimiento se encuentra la oferta de mejores condiciones de trabajos y salariales que
11
ofrecen los países del norte, el envejecimiento de la población de los países desarrollados
que ha disminuido el ritmo de crecimiento de la oferta laboral incrementando la
demanda de fuerza de trabajo cualificada y especializada y, finalmente, la disminución
en los países del norte de personal con calificaciones bajas o medias en algunos sectores
como la salud y la educación.
Un factor a tener en cuenta que refuerza esta tendencia, sin lugar a duda, es el
surgimiento de la Economía del Conocimiento, debido a que las economías basadas en
el conocimiento requieren trabajadores altamente calificados. De esta manera la fuga de
cerebros no se puede explicar solo por motivos meramente demográficos o por mejoras
salariales o de vida.
El incremento del papel del conocimiento en la generación de la riqueza en el capitalismo
actual, es la explicación de la existencia de una verdadera competencia para atraer a
los mejores talentos hacia los centros económicos mundiales. De ahí la existencia de
una estrategia bien diseñada por países como Estados Unidos, Alemania, la Unión
Europea (UE), Canadá y Australia para mantener dentro de sus ventajas competitivas el
factor más importante en la economía del conocimiento: los trabajadores que producen
mercancía-conocimiento.
Esto demuestra que el interés por atraer a los profesionales más brillantes que impulsen
y consoliden la competitividad mundial de los centros de investigación y los sectores
productivos es una realidad, y los más codiciados son los científicos, los tecnólogos,
los ingenieros, los expertos en finanzas y los administradores.
En correspondencia con lo anterior, para atraer a trabajadores calificados se
implementan políticas por los países del norte tales como: el incremento de su
atractivo, a través de un mayor financiamiento a sus investigadores para capacitación,
movilidad, así como para el desarrollo de sus carreras; diferentes medidas dirigidas a
aumentar la circulación de fuerza altamente calificada entre los países, la industria y la
academia. Es por ello que somos del criterio que con la entrada en vigor del Acuerdo
General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) de la Ronda de Uruguay, donde se
establece la liberalización del comercio de servicios, que incluye los educativos, se
logra respaldar a nivel internacional el movimiento de un factor clave para la Economía
12
del Conocimiento.
En el año 1990, los países integrantes de la OCDE poseían 12 millones de inmigrantes
con nivel de educación superior, cifra que pasó en el año 2000, a 20 millones, de los
cuales alrededor del 50%, con una edad superior a los 25 años, contaban con educación
terciaria. (20)
A partir de la década de los 90 se observa un incremento en la emigración de trabajadores
calificados de los llamados Países Menos Adelantados, al pasar de un 16% a un 21 %
en el 2000, lo cual es una cifra elevada entre las personas con educación terciaria. (21)
En esta competencia entre los más desarrollados, la fuga de cerebros internacional refleja
un beneficio casi exclusivo para EEEUU, y contrariamente Europa «exporta» más
cerebros de los que «importa». De acuerdo con algunas estimaciones, cerca de 400.000
científicos procedentes del Viejo Mundo residen en EEUU y el impacto de América
Latina en la masa académica estadounidense muestra un potencial considerable. Según
datos de la National Science Foundation (NSF) entre los inmigrantes que en 2005
integraban el sistema de ciencia y tecnología de EEUU, 53.000 eran argentinos, 36.000
colombianos, 33.000 peruanos y 20.000 brasileños. Es decir, que América del Sur en
conjunto suministraba casi 180.000 científicos e ingenieros. Una cifra no menos
significativa representaba el Caribe con 170.000 profesionales, la mayoría procedentes de
Cuba, Jamaica y República Dominicana. (22)
Diferentes son las causas que motivan la emigración hacia EEUU y que afecta a la
región latinoamericana y caribeña. Se destacan la ausencia de políticas adecuadas para
la formación de recursos humanos, altamente calificados, que se traduce en una muy
débil política regional de formación doctoral. Además de la inestabilidad política y
económica; el aumento del desempleo y subempleo de graduados universitarios;
mejores opciones de retribución económica en el extranjero; todo lo cual se mueve en
un nuevo escenario signado por el surgimiento de la llamada Economía del
Conocimiento.
A partir de lo anterior, podemos resumir que en un mundo donde se aboga por el libre
movimiento del capital y se trata de restringir el movimiento libre de la fuerza de
13
trabajo, es muy difícil limitar el movimiento de una parte importante de ella, que se ve
favorecida por medidas selectivas de los países del norte.
Por lo tanto, no podemos analizar la cooperación internacional y la internacionalización
al margen de las políticas diseñadas y encaminadas por los países del norte, para atraer
a los mejores talentos que fortalecen su competitividad y enriquecen sus mercados de
trabajo con la mercancía más preciada en la economía del conocimiento: los trabajadores
altamente calificados.
Como resultante de la fuga de talentos, los países de América Latina y el Caribe
disponen solo de 146.000 investigadores, que representan el 3,5% del potencial
científico del planeta; y la región tiene tres veces menos investigadores que Japón,
cuatro veces menos que China y seis veces menos que EEUU. (23)
Cuba no es ajena a este fenómeno y durante más de 50 años ha estado sufriendo el
drenaje de su mejor intelecto en sectores tan importantes como la salud y la educación,
como consecuencia de la política agresiva imperial. Sin embargo, ha demostrado que
aun partiendo de un contexto de subdesarrollo industrial y bajo condiciones muy
difíciles y de hostilidad, es posible aprovechar las ventajas de esta nueva economía y
alcanzar logros notables. Los avances alcanzados en la Biotecnología así lo
demuestran. La clave radica en aprovechar las oportunidades creada por la Economía
del Conocimiento para diseñar una alternativa de desarrollo socioeconómico diferente.
Para los países del sur el incremento de la movilidad mediante mecanismos de la
cooperación internacional y la internacionalización, la fuga de cerebros constituye
mucho más que un riesgo, pues la resultante es el incremento de sus problemas
económicos y sociales, así como la postergación de su desarrollo futuro.
5- Conclusiones:
1. Durante los años 90 se registraron cambios notables en la economía mundial y
su trasformación hacia un mundo globalizado, indican que las condiciones de
producción dependen cada vez más de la aplicación de tecnologías con una alta
intensidad en el empleo de capital humano y de conocimientos.
14
2. Nos encontramos en una nueva fase tanto cualitativa, como cuantitativa de
acumulación y aplicación de los conocimientos dentro de la revolución
científica técnica del capitalismo, la cual ha dado lugar a un nuevo momento en
el desarrollo de la economía capitalista.
3. La acumulación histórica del conocimiento humano confluye en una época en
que la velocidad de los adelantos científicos, su aplicación y el desarrollo
alcanzado en las comunicaciones convergen de manera considerable,
proporcionándole a la inversión de conocimientos y su generación, un lugar
preponderante en la agregación de valor al nuevo producto creado.
4. La importancia creciente de la Economía del Conocimiento es un factor que ha
acelerado la fuga de cerebros hacia los centros económicos mundiales. Cuba ha
sido uno de los países afectados por este fenómeno.
5. Existe la implementación de estrategias por parte de los países más
desarrollados dirigidas al robo de cerebros con el objetivo de mantener su
ventaja comparativa.
6. La experiencia de Cuba, de más de 50 años, que apostó por la economía del
conocimiento a pesar del drenaje de sus mejores talentos hacia EEUU,
demuestra que, aun partiendo de un contexto de subdesarrollo industrial y bajo
condiciones muy difíciles y hostilidad imperial, es posible aprovechar las
ventajas de esta nueva economía y alcanzar logros notables. La clave radica en
aprovechar las oportunidades creadas por la Economía del Conocimiento para
diseñar una alternativa de desarrollo socioeconómico diferente.
6- Referencias bibliográficas.
1. David Dikson, Director de Sci Dev-Net)
2. Fidel Castro Ruz: Las ideas creadas y probadas por nuestro pueblo no podrán
ser destruidas. Discurso en la clausura del cuarto congreso de educación
superior, La Habana, 6 de febrero del 2004, p. 37.
3. Ocean Sur. Tres textos clásicos para cambiar el Mundo, p. 35, 2006.
4. Silvio Baró. La Globalización: eje de un Nuevo Orden Mundial, p. 1-3
5. Silvio Baró. Globalización: sus implicaciones. pag.2
15
6. Juan Triana Cordoví, Ricardo Torres Pérez, Mariana Martín Fernández Cuba:
Hacia la economía basada en el conocimiento p. 6, Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 2005.
7. Ídem, p. 6
8. Carlos Marx, El Capital Tomo Primero, p. 114. Editorial Nacional de Cuba, La
Habana, 1962.
9. Idem, pag 9.
10. Carlos Marx, El Capital. Tomo tercero, p. 114. Ediciones Venceremos, La
Habana, 1965.
11. Carlos Lazcano Herrera, Elena Font Graupera: Algunas reflexiones cerca del
llamado “Capital Humano”, p. 137, Economía y Desarrollo No. 1/2004
12. Juan Triana Cordoví, Ricardo Torres Pérez, Mariana Martin Fernández Cuba:
Hacia la economía basada en el conocimiento p. 55, Editorial de Ciencias
sociales, La Habana, 2005.
13. Ídem, p 56.
14. Ídem, p. 28.
15. Agustín Lage Dávila: La economía del conocimiento y el socialismo:
Reflexiones a partir de la experiencia de la Biotecnología Cubana. Centro de
Inmunología Molecular.
16. Juan Triana Cordoví, Ricardo Torres Pérez, Mariana Martín Fernández. Cuba:
Hacia la economía basada en el conocimiento p. 33, Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 2005.
17. Juan Triana Cordoví: La universidad, la economía y el desarrollo” p. 4.
Conferencia en el Aula Magna de la UH.
18. Jesús Flores: La economía del conocimiento en los sistemas de organización
empresarial. [email protected], www.gestiondelconocimiento.com.
19. OIT 2004: En busca de un compromiso equitativo para los trabajadores
migrantes
en
la
economía
globalizada,
p.
16.
Ginebra,
2004,
http://www.ilo.org/public/spanish).
20. ONU, 2006: Informe sobre migración y desarrollo, bol. No. 06/050, 6 de junio
de 2006, División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y
Sociales de la ONU, http://www.nacionesunidas.org.mx/prensa/archi.
16
21. Gascón Muro, Patricia y Cepeda Dovala, 2009. La internacionalización de la
educación y la economía del conocimiento: la fuga de cerebros como política.
Reencuentro.
22. Eleonora Ermolieva: ¿Fuga o intercambio de talentos? Nueva Sociedad N 233,
mayo-junio de 2011, ISSN: 0251-3552, www.nuso.org.
23. Ídem , pag. 121
7- Bibliografía:
1. Baró, Silvio: La Globalización: eje de un Nuevo Orden Mundial.
2. Castro Ruz, Fidel: Las ideas creadas y probadas por nuestro pueblo no
podrá ser destruidas. Discurso en la clausura del cuarto congreso de
educación superior, La Habana 6 de febrero del 2004.
3. Ermolieva, Eleonora. ¿Fuga o intercambio de talentos? Nueva Sociedad
No. 233, mayo-junio de 2011, ISSN: 0251-3552, www.nuso.org.
4.
Flores, Jesús. La economía del conocimiento en lossistemas de
organización empresarial. [email protected],
www.gestiondelconocimiento.com
5. Lage Dávila, Agustín. La economía del conocimiento y el socialismo:
Reflexiones a partir de la experiencia de la Biotecnología Cubana. Centro
de Inmunología Molecular.
6. Marx, Carlos. El Capital. Tomo primero, Editorial Nacional de Cuba, La
Habana, 1962.
7. Triana Cordoví, Juan; Torres Pérez, Ricardo y Martín Fernández, Mariana.
Cuba: Hacia la economía basada en el conocimiento, Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 2005.
17