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Manual básico de Economía EMVI Capítulo: La ciencia de la economía Objetivos docentes de este capítulo En estos epígrafes se ofrece una primera introducción a la ciencia de la economía considerando que es el primer contacto que tiene el lector con este campo. Se resalta la utilidad de su conocimiento para enfocar los problemas de la "vida cotidiana". Se muestran las relaciones con otros campos del conocimiento, próximos como el Derecho o aparentemente alejados como la Biología. Se analiza también, con sentido crítico, la forma de pensar y razonar de los economistas, su visión del homo economicus, y otros problemas metodológicos. El capítulo termina con una pequeña reseña de las principales corrientes y las etapas que se suelen distinguir en la evolución del pensamiento económico. En el epígrafe "Teorías, leyes y modelos económicos" se incluye una presentación multimedia en formato Power Point sobre la influencia de los prejuicios ideológicos en las diferentes fases de la inducción y la deducción científica. ÍNDICE Textos básicos Qué es la Economía El individualismo metodológico El enfoque sistémico Origen biológico de la sociedad Teorías, leyes y modlos económicos La evolución del pensamiento económico Textos relacionados Racionalidad e imperialismo económico El modelo de competencia perfecta Textos complementarios ―La propuesta de Kansas City― sobre la reforma de la ciencia económica Isaías Covarrubias (2002) Enfoque Sistémico e Individualismo Metodológico: una aproximación Alfonso Galindo Lucas Sobre el método científico en Economía Adam Smith La teoría de los sentimientos morales Hayek, Friedrich A. La Pretensión del Conocimiento Lange, Oskar El Campo y Método de la Economía Leontief, Vassily Supuestos teóricos y hechos no observados Morgenstern, Oskar Orígenes y errores de las estadísticas económicas Pigou A. C. Apología del economista Simon, Herbert A. Los procesos racionales en las cuestiones sociales Sismondi Objeto y origen de la ciencia Timbergen, Jan El uso de modelos ¿Qué es la Economía? Cuando se pide una definición de Economía, los profanos que se acercan por primera vez a la materia suelen dar conceptos relacionados con el dinero, con el Competencia valor de las cosas o con la riqueza de las personas o Distribución los países. Si preguntamos a una persona en la calle Escasez Economía desmonetizada su opinión sobre los problemas económicos, su Economía Natural respuesta aludirá seguramente al paro, la subida de los Economía Política precios o la situación de la Bolsa. Especialización Fines y medios Intercambio Necesidad Producción Precio Reciprocidad Usos alternativos Efectivamente, el campo de estudio convencional de la Economía abarca todos los problemas relacionados con la determinación del precio de las cosas, con el análisis de actividades que implican costes y que producen beneficios medibles en dinero, en suma, con la producción y distribución de bienes y servicios para la satisfacción de necesidades humanas. Pero el dinero no lo es todo. De hecho es posible resolver gran cantidad de problemas económicos sin utilizar dinero. Hubo un tiempo en que los seres humanos vivían sin dinero. Más recientemente, en 1976, el gobierno camboyano de los Khmer Rojos abolió toda forma de dinero y mantuvo en el país una economía desmonetizada durante más de tres años. Los resultados fueron muy negativos con una gran caída de la producción y se calcula que en los campos de trabajo forzado murieron tres millones de personas, pero en cualquier caso quedó demostrado que era posible hacerlo. Billete camboyano de 1973, última serie emitida antes de la abolición del dinero por los Khmer Rojos Por otra parte, el precio de muchas cosas no está expresado en unidades monetarias; el delincuente que es apresado, por ejemplo, paga su deuda a la sociedad en tiempo de cárcel. El mismo método por el que se calcula el efecto sobre el consumo de aceite de oliva de una subida en su precio, es utilizado también por algunos teóricos de la Economía del Derecho para estimar el efecto que tendrá una subida de las penas sobre la actividad delictiva. Con una frase muy corta, el profesor Lionnel Robbins convirtió en gigantesco el campo de estudio de la Economía; su conocida definición dice que la Economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tienen diversa aplicación. Los fines de los seres humanos son numerosísimos y en continua expansión: van desde la satisfacción de las más elementales necesidades biológicas al disfrute de los más elevados goces culturales o espirituales. Como las ansias de satisfacer esas necesidades son insaciables, los medios para obtenerlos -el tiempo dedicado al trabajo, las fábricas, las minas o los pozos de petróleo, por ejemplo- son y serán siempre insuficientes. Estos medios pueden ser dedicados a producir diferentes cosas y sus productos pueden ser destinados a diferentes personas. El ser humano tiene que elegir entre esos usos alternativos, las diversas aplicaciones de esos medios. Está continuamente tomando decisiones de ese tipo. Los criterios para esa elección, los métodos para valorar las diferentes alternativas y los efectos de las decisiones adoptadas serán el objeto de nuestro estudio. El agua, contrariamente a lo que se puede pensar, es un recurso muy escaso y susceptible de usos alternativos. Pero esa definición de Economía es mucho más amplia de lo que su mismo autor pretendió ya que puede incluir temas en los que el dinero o la riqueza de las personas y los países intervienen sólo de forma indirecta o en un sentido muy general. Veamos un ejemplo. Los equipos de fútbol están formados por once jugadores; cuando hay que enfrentarse a un temible adversario, el entrenador querría destinar siete u ocho jugadores a la delantera y nueve o diez a la defensa; fin: ganar; medios: los jugadores, escasos y susceptibles de usos alternativos. Veamos otro ejemplo de un problema económico. Uno de los deseos de todos los miembros de nuestra sociedad es que se acaben, o al menos que se reduzcan, los robos a mano armada. Para ello pueden ser útiles los siguientes medios: el trabajo de los policías, los jueces y los funcionarios de prisiones, edificios carcelarios, etc. pero también son útiles a largo plazo los maestros, los profesores y las escuelas. Si asignáramos a cada individuo marginal en paro un grupo de personas -asistentes sociales, psicólogos, enseñantes de técnicas profesionales- que estudiase y buscase soluciones a los problemas personales de incultura, falta de motivaciones y falta de formación profesional, es indudable que el problema de la delincuencia se reduciría en gran medida o incluso desaparecería. Pero esos medios son escasos. El número de policías, de asistentes sociales, de profesores en el país es limitado. Y tienen que dedicarse también a otras cosas. Hay que elegir ¿Potenciamos el sistema policial-penitenciario o el sistema educativo? Celda en una prisión en Sao Paulo en 1999. 160 internos ocupan un espacio previsto para 36. La definición de Economía de L. Robbins es muy amplia en cuanto al número de temas que abarca, pero también es amplia en lo que se refiere a los sujetos de la decisiones económicas. La escasez de los recursos y la necesidad de elegir entre alternativas de uso es un problema común a todos los seres vivos. De hecho se han realizado estudios del comportamiento de forrajeo en muchas especies de animales y se ha comprobado que sus decisiones siguen los mismos criterios que prevé la teoría económica para los humanos. El esfuerzo destinado a conseguir alimento o las distancias recorridas pueden deducirse mediante unas fórmulas matemáticas, las mismas que describen las pautas de gasto y consumo de los humanos. Los fenómenos de especialización, competencia y equilibrio de nuestro sistema económico son observables también entre los animales. Hay conceptos usados por biólogos y economistas que parecen estar designando al mismo tipo de fenómenos: evolución y progreso, mutación e innovación, reciprocidad e intercambio. Ha sido un biólogo, M.T. Ghiselin, el que ha propuesto llamar Economía Natural al estudio de los efectos de la escasez entre todos los seres vivos, reservando el uso de la expresión Economía Política al estudio de los comportamientos que, por estar sometidos a un ordenamiento jurídico, fuesen exclusivos de los seres humanos. Dos tipos de argumentos pueden oponerse a esa clasificación. Uno, que los animales también están sometidos a un cierto ordenamiento cuasi-jurídico; otro, que las decisiones económicas de los seres humanos pueden siempre adoptarse eludiendo la Ley (ver epígrafe Origen Biológico de la Sociedad). El individualismo metodológico Uno de los puntales básicos sobre los que se apoya la construcción del pensamiento económico es el individualismo metodológico. Todos y cada uno de Adopción de decisiones los seres humanos estamos adoptando Comportamiento económico continuamente decisiones, es decir, eligiendo entre Elección de alternativas las alternativas disponibles. Elegir significa Homo economicus Intereses individuales sencillamente asignar un valor diferente a cada una Intereses de grupo de las alternativas posibles. Los economistas Intervención del Estado partimos del supuesto de que el individuo humano Libertad de elegir actúa racionalmente, es decir, elige la alternativa a la Libertad de mercado que asigna más valor. Por ejemplo, si tenemos que elegir entre ir al cine o a la discoteca, haremos primero una estimación de la satisfacción que vamos a obtener en uno u otro sitio y elegiremos el sitio al que hayamos asignado un mayor valor. De forma similar decidiremos si tomar después cerveza o naranjada. También decidiremos, asignando un valor a las alternativas existentes, si invertimos nuestros ahorros en bolsa, en bonos del Tesoro Público o si los dejamos en una cuenta bancaria. El mismo método utilizaremos para decidir si damos una limosna a este mendigo o si no lo hacemos, si contribuimos a una ONG solidaria con nuestro trabajo, o con más o menos dinero, o si no lo hacemos. El mismo método utilizamos para elegir si estudiamos Economía o Derecho. O si estudiamos o trabajamos. O si respetamos las leyes o las violamos. En resumen elegir es siempre asignar valores diferentes y establecer un orden de prioridades a las diversas formas de usar el dinero y el tiempo de que disponemos. La valoración la hace el individuo en función de la información que tiene sobre sus circunstancias, pero en muchas ocasiones no es consciente del proceso de decisión. Incluso puede creer que no ha elegido. Por ejemplo alguien puede afirmar: "Yo no puedo elegir estudiar porque soy pobre y tengo que ponerme a trabajar". En realidad sí está eligiendo entre esas dos alternativas, pero en sus circunstancias particulares el coste y el valor de estudiar y trabajar son tan diferentes que no hay ningún momento de duda. Se utiliza frecuentemente la expresión homo economicus para hacer referencia al modelo abstracto de individuo humano racional que se utiliza en la teoría económica. La visión del homo economicus ha evolucionado y varía mucho de una corriente de pensamiento a otra. Hay visiones muy simplistas, según las cuales la única forma en la que el homo economicus asigna valores a las alternativas es mediante la consideración egoísta de las satisfacciones y utilidades que pueda obtener y sean cuantificables en términos monetarios. En la actualidad todos los economistas de cualquier corriente o escuela tienen una visión más sofisticada del homo economicus en la que caben los comportamientos altruístas. Hay decisiones que son adoptadas por un grupo social: un comité, o un parlamento, o una asamblea. Pero en esos casos la decisión social adoptada por el grupo será consecuencia de las decisiones que hayan adoptado cada uno de los individuos que la componen. Esta afirmación es válida incluso en el caso de una situación dictatorial. Es posible que, aparentemente, un grupo social elija según la escala de preferencias de un dictador y en contra de las opiniones de la mayoría de los componentes del grupo, pero incluso en ese caso la acción del grupo será consecuencia de las decisiones de cada uno de los miembros entre someterse o rebelarse. Éste razonamiento se opone por tanto a la afirmación de que un grupo social (la clase obrera, la patria, el colegio médico) tiene unos intereses u objetivos determinados. Los intereses son de los individuos, no del grupo. Cuando un individuo se ve obligado a elegir entre sus intereses individuales y los intereses del grupo a que pertenece, en realidad está eligiendo entre sus intereses y los intereses de otros miembros de su grupo, sean estos otros la mayoría, o los más fuertes, o los que tienen más capacidad de controlar la información disponible y convencer. Las corrientes de pensamiento económico más liberales, partidarias de la mayor libertad de mercado y opuestas a la intervención del Estado, están fundamentadas en un individualismo metodológico extremo. Consideran estos que la situación social óptima se consigue cuando los individuos tienen más libertad para elegir. Ver también en este CD-ROM o sitio web: Isaías Covarrubias M. (2002) Enfoque Sistémico e Individualismo Metodológico: una aproximación El enfoque sistémico Otro puntal básico de la teoría económica es el enfoque sistémico que trata de comprender el funcionamiento de la sociedad desde una perspectiva Holismo holística e integradora, en donde lo importante son las Teoría General de relaciones entre los componentes. Se llama holismo al Sistemas punto de vista que se interesa más por el todo que por Entradas y salidas las partes. El enfoque sistémico no concibe la Caja negra posibilidad de explicar un elemento si no es Procesos Realimentación precisamente en su relación con el todo. Sistemas y subsistemas Metodológicamente, por tanto el enfoque sistémico es lo opuesto al individualismo metodológico, aunque esto no implique necesariamente que estén en contradicción. Una exposición moderna del enfoque sistémico es la llamada Teoría General de Sistemas (TGS) que fue propuesta por el biólogo austriaco Ludwig von Berthalanffy a mediados del siglo veinte. La TGS propone una terminología y unos métodos de análisis que se han generalizado en todos los campos del conocimiento y están siendo usados extensamente por tecnólogos y por científicos de la Física, la Biología y las Ciencias Sociales. Al describir la economía utilizamos actualmente muchos conceptos tal como los define la TGS. El vocabulario básico de la TGS, recogido de diversos campos científicos, incluye entre otros los siguientes conceptos: Sistemas y subsistemas, entradas (inputs) y salidas (outputs), cajas negras y realimentación (feed-back). Sistema es un conjunto organizado de elementos que interactúan entre sí o son interdependientes, formando un todo complejo, identificable y distinto. Por elementos de un sistema se entienden no solo sus componentes físicos sino las funciones que estos realizan. Algún conjunto de elementos de un sistema puede ser considerado un subsistema si mantienen una relación entre sí que los hace también un conjunto identificable y distinto. Los sistemas reciben del exterior entradas (inputs) en forma, por ejemplo, de información, o de recursos físicos, o de energía. Las entradas son sometidas a procesos de transformación como consecuencia de los cuales se obtienen unos resultados o salidas (outputs). Se dice que hay realimentación o retroalimentación (feedback): cuando parte de las salidas de un sistema vuelven a él en forma de entrada. La realimentación es necesaria para que cualquier sistema pueda ejercer control de sus propios procesos. Cuando de un subsistema se conocen solo las entradas y las salidas pero no los procesos internos se dice que es una caja negra. El enfoque metodológico sistémico en economía es muy anterior a la TGS. Es el enfoque utilizado típicamente en la teoría económica marxista, en el estructuralismo socioeconómico y, en general, por los economistas más partidarios de la intervención del Estado para el control de la economía. Sin embargo puede argumentarse, y algunos economistas creemos, que el enfoque sistémico y el individualismo metodológico son ambos imprescindibles y complementarios para una comprensión cabal de la economía, la sociedad y las relaciones entre los seres humanos. Ver también en este CD-ROM o sitio web: Isaías Covarrubias M. (2002) Enfoque Sistémico e Individualismo Metodológico: una aproximación Origen biológico de la sociedad Sociobiología Propiedad Territorialidad Agresión moralista Contrato social Los enfoques individualistas y sistémicos no son Eludir la ley necesariamente contradictorios o incompatibles. La teoría evolucionista de Charles Darwin es un programa de investigación en el que se combinan ambos esquemas de forma totalmente coherente: la evolución de las especies es el resultado de interacciones sistémicas entre individuos y grupos de individuos que compiten por su supervivencia individual. La aplicabilidad de la teoría darwinista al estudio de la sociedad humana fue evidente para muchos autores (K. Marx, Herbert Spencer) desde su publicación. Muchos grandes economistas han utilizado el modelo de la evolución darwinista de las especies como analogía de fenómenos sociales y económicos o, con mayor profundidad, considerándolos causados por mecanismos idénticos. Los sociobiólogos, E.O. Wilson a la cabeza, sugieren que las estructuras que vertebran la sociedad humana, el sistema jurídico y económico entre ellas, podrían tener un origen biológico y proceder por evolución de las correspondientes estructuras en las sociedades de los primates de los que descendemos. De hecho, al estudiar el comportamiento animal se descubren algunas actitudes que prefiguran el derecho, las leyes y la organización económica de los humanos. Por ejemplo, la defensa de los derechos de propiedad sobre la tierra parece ser la forma en que se manifiesta en la especie humana la territorialidad tan común entre los restantes mamíferos y muchas otras especies. Uno de los atributos necesarios de la propiedad es la publicidad, el que "los otros" puedan reconocer que se encuentran ante una propiedad ajena. Como sabemos, los animales territoriales etiquetan su territorio mediante marcas olfativas, visuales y sonoras al igual que nosotros lo hacemos mediante letreros. Además no sólo saben interpretar las etiquetas dejadas por otros, sino que su comportamiento varía totalmente si están en un territorio propio o en uno ajeno. El experimento paradigmático sobre esto es el efectuado por el biólogo Niko Tinbergen , que obtuvo el Premio Nobel en el año 1973. Tinbergen introdujo dos peces territoriales en una misma pecera. Cada uno de ellos estableció su territorio en esquinas opuestas. Pasado un tiempo el biólogo introdujo cada pez en un tubo de vidrio transparente y paseó ambos tubos por toda la pecera. Cuando estaban en el territorio de uno de los peces, el "propietario" se mostraba agresivo mientras que el "intruso" intentaba salir de ese territorio por todos los medios. Pero bastaba que los tubos se desplazaran al otro extremo de la pecera para que los papeles se invirtieran. Arriba: tigre de Bengala dejando marcas territoriales olorosas. Abajo, marcas territoriales luminosas en los casinos de Las Vegas. La explotación eficiente de los recursos de un territorio por los animales en un grupo requiere una organización de las relaciones entre los individuos que se verá reforzada si existe un sistema de premios y penas y unos especialistas que los otorguen e impongan. Ese sistema y esos especialistas en la sociedad humana está formado por el sistema jurídico-penal, pero existen también sistemas similares en otras especies. El biólogo Trivers describe una serie de comportamientos a los que llama "agresión moralista" y que pueden ser considerados un esbozo del sistema judicial. De la misma forma que en el seno de una misma familia de animales el padre o la madre intervienen para impedir que las disputas entre la prole sobrepasen cierto nivel, se puede encontrar ese tipo de comportamiento en grupos sociales más complejos en los que un individuo dominante interviene para dirimir disputas entre individuos subordinados jerárquicamente. La "agresión moralista" se ha encontrado principalmente entre primates tales como papiones y chimpancés. Ese tipo de comportamiento puede ser considerado un esbozo de coerción judicial. Se han descrito también relaciones más complejas a las que podríamos llamar "cuasi-contractuales". Por ejemplo, en los nidos de una especie de abubillas de Africa, se encuentran unos individuos de la misma especie pero que no pertenecen a la familia propietaria del nido. Estos individuos "trabajan" para el nido: lo defienden de los intrusos, cazan, limpian y alimentan a las crías. El pago a sus servicios se puede producir de dos formas. Cuando un "trabajador" decide tener familia, se llevará algunos de los jóvenes que ha ayudado a criar para que trabajen para él. La otra forma de pago es "mortis causa": cuando el fundador del nido muere, el trabajador de mayor antigüedad pasa a ocupar su puesto. Indudablemente se produce un salto cualitativo importante de la territorialidad o la agresión moralista al sistema de leyes, de propiedad privada y de aplicación de la justicia que vertebra la sociedad humana. Sin embargo los sociobiólogos sugieren en base a estos y muchos otros casos que si físicamente no se ha producido ruptura evolutiva entre la anatomía de los primates de los que descendemos y nuestra anatomía, debemos suponer que también nuestro sistema jurídico-económico ha surgido como evolución de los comportamientos sociales de nuestros predecesores. Esta idea, como toda la sociobiología, está siendo fuertemente contestada en el campo académico, pero indudablemente representan una superación de las irreales propuestas de Hobbes y Rousseau del origen del Derecho como un contrato social entre salvajes que pasan a ser civilizados por ese acto. El respeto escrupuloso de los derechos de los demás, el sometimiento voluntario a la autoridad de la ley es algo que nos diferencia del resto de los seres vivos. Eso es lo que permite que seamos los únicos animales que podemos realizar transacciones comerciales. Podemos realizar esas transacciones incluso cuando se produce un retraso en el tiempo entre el momento de la prestación y el de la contraprestación, es decir, podemos incluso establecer contratos. Pero conviene evitar el error de creer que toda o gran parte de la vida económica actual está sometida a las reglas del Derecho. De hecho, entre nosotros sigue imperando, querámoslo o no, el sistema que Ghiselin llama de "Economía Natural", las mismas leyes que imperan sobre los animales, eso que en lenguaje llano se llama "La Ley de la selva". Hay varias razones por las cuales seguimos bajo esas mismas leyes de los animales: Primero, , siempre es posible eludir la Ley; segundo, , aunque no lo hagamos tenemos que prever que otros la eludan; tercero, , la Ley tiene lagunas; y cuarto, , podemos intentar redefinir la Ley a nuestro favor. Respecto al primer punto, no sólo podemos eludir la Ley sino que de hecho la mayoría de los ciudadanos estamos bordeándola continuamente. La falta de medios de los agentes de la policía municipal abandona al tráfico automovilístico a las leyes de la Economía Natural: el más atrevido llega antes ¿Hay algún lector que no se haya saltado nunca un semáforo? ¿Cuántos hay que intentan ocultar algunos de sus ingresos para rebajar su contribución fiscal? Pero aún suponiendo que existiese un individuo absolutamente cívico y escrupulosamente respetuoso de la Ley, tendría que actuar teniendo en cuenta que los demás no son tan escrupulosos y tomar medidas defensivas frente a ellos. Las medidas de seguridad para evitar los robos en el vehículo propio representan un alto porcentaje del precio de los automóviles. A pesar de ello los robos no se evitan, tan sólo sobrevive el mejor protegido. De nuevo las leyes de la Economía Natural. La Ley tiene lagunas y contradicciones. Algún economista ha sugerido que las empresas sólo pueden obtener beneficios extraordinarios cuando descubren y explotan una laguna legal. Si analizamos el incansable esfuerzo regulador del ministerio de economía o del banco central de nuestro país, observamos que gran parte de la normativa que emiten consiste en impedir actividades "alegales". Y finalmente la lucha para redefinir la Ley a nuestro favor: en el ayuntamiento, para conseguir licencias de construcción o la recalificación de nuestro solar urbano; en el congreso nacional, para retrasar un proyecto anticontaminante que nos obligaría a cerrar la fábrica. Es de nuevo una lucha sometida a las leyes de la economía natural; sus reglas se diferencian muy poco de las de la competencia animal. Teorías, leyes y modelos económicos Antiguamente se creía que era posible llegar a conocer la verdad de las cosas mediante procesos de razonamiento lógico. Se llama deducción a un proceso exclusivamente mental que partiendo de unas premisas o informaciones iniciales conduce a unas conclusiones. Durante muchos siglos los filósofos intentaron encontrar reglas formales que garantizasen que un proceso deductivo conducía a la verdad. Actualmente los filósofos del conocimiento niegan que sea posible que la verdad de una afirmación quede garantizada por la forma en la que ha sido deducida. Contrastación Corte transversal Deducción Economía normativa Economía positiva Empirismo Hipótesis Inducción Números índice Prejuicios Series temporales Variables endógenas Variables exógenas Pero tampoco se acepta actualmente que el empirismo garantice la verdad. Se llama empirismo al método de conocer la verdad basado en la experiencia, en los hechos, en la historia. Los teóricos del conocimiento han diseñado unos esquemas que supuestamente describen los procesos que sigue el científico en su trabajo. El punto de partida es la realidad, los hechos económicos tal como se producen en la sociedad humana. El científico los recoge, los mide y, mediante un proceso lógico que se conoce con el nombre de inducción, establece unas hipótesis. A partir de ellas, mediante un proceso deductivo, propone unas leyes o teorías explicativas que permiten predecir sucesos reales. La contrastación de esas predicciones con la realidad confirmará la validez de las hipótesis y teorías o establecerá la necesidad de su modificación. Ejemplo. Recogida de datos: Un científico realiza una encuesta entre la población de un país en la que pregunta por los ingresos mensuales que obtienen las familias y el porcentaje de esos ingresos que se ha ahorrado. Establecimiento de hipótesis: A la vista de los datos el científico supone que la gente ahorra más cuanto mayores son sus ingresos. Deducción de leyes: El científico propone una fórmula matemática como función de ahorro creciente y predice el aumento que se producirá en el ahorro de todo el país como consecuencia del crecimiento anual de la renta. Contrastación: Al año siguiente, realizará de nuevo la encuesta para ver si los nuevos datos, tras el aumento de las rentas del país, se ajustan a sus previsiones. Pulse en la imagen para ver una explicación multimedia PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA Los datos económicos suelen presentarse de dos formas: como series temporales, magnitudes que cambian de valor con el paso del tiempo, o como datos de corte transversal, en los que se muestran los valores que adoptan las magnitudes en un momento preciso del tiempo en distintos lugares o en distintos grupos sociales. En las series temporales se utilizan frecuentemente los números índice que se elaboran tomando el valor adoptado en un año determinado como base, y mostrando los siguientes en relación a éste. (Nota: el Premio Nobel de Economía del año 2003 fue otorgado a Robert F. Engle y a Clive W.J. Granger por su trabajo con series temporales.) Índice de Precios al Consumo España 1998 (base 1992=100) Ene 123.2 Feb 122.9 Mar 123.0 La recogida de datos económicos requiere la utilización de métodos matemáticos muy avanzados. Habitualmente se utilizan muestras aleatorias cuyos resultados son tratados y contrastados reiteradas veces. Los técnicos estadísticos y económetras son profesionales que dedican su vida a ese trabajo y a refinar continuamente sus métodos. Los datos recogidos servirán para adoptar decisiones importantes en materia de política económica por lo que requieren el mayor esmero. Abr 123.3 May 123.5 Jun 123.5 Jul 124.0 Ago 124.3 Sep 124.4 Oct 124.4 Nov 124.3 Dic 124.7 En ocasiones se acusa a los datos oficiales sobre El IPC es un ejemplo popular inflación o paro de estar manipulados por intereses de serie temporal indiciada políticos. Alguna razón existe para ello ya que el político puede encontrar que algunos datos son electoralmente inconvenientes, pero le resultará mucho más fácil y práctico tergiversar su interpretación, dar explicaciones favorables, que modificarlos. Y cuando existe manipulación de los datos, consiste generalmente en un "fine tunning", en pequeñas modificaciones, quizá tan sólo en retrasar el impacto de alguna medida para que no aparezca reflejado en los índices hasta el mes o año siguiente. La lectura de esos datos y el conocimiento general de la realidad puede sugerir al investigador de la economía alguna hipótesis explicativa de las razones por las que los datos ofrecen esa determinada magnitud o sucesión. Esas hipótesis son las que permiten organizar los datos y dan lugar a la formulación de teorías, leyes y modelos. Las leyes expresan las regularidades encontradas en las series de datos. Las teorías son una forma de organizar las hipotéticas leyes y facilitan la comprensión del funcionamiento de la economía. Los modelos, finalmente, son artefactos intelectuales basados en las teorías que permiten realizar estimaciones de los efectos que se pueden seguir de cambios en algunos datos reales. Los modelos son muy utilizados por la ciencia económica. Están basados en unos supuestos que simplifican la realidad y formados generalmente por ecuaciones matemáticas que relacionan distintas variables. Se llaman variables exógenas aquellas cuyos valores deben ser tomados de la realidad y variables endógenas aquellas cuyo valor es deducido al operar con las ecuaciones del modelo. Un modelo tiene las mismas funciones que el prototipo mecánico de una máquina. El prototipo de un coche, por ejemplo, puede que carezca de partes muy importantes, que no tenga motor ni asientos, si lo que se trata es de probar en un túnel de viento la resistencia de la carrocería. Los modelos económicos son también una representación muy simplificada de la realidad en la que no están incluidos hechos que en la práctica serán muy significativos. Una de las críticas más frecuentes a la ciencia económica es que sus resultados se obtienen a partir de modelos tan simplificados que no se parecen en nada a la realidad. Para justificar la conveniencia de los modelos la economista británica Joan Robinson afirmó que de nada nos serviría el plano de una ciudad si estuviera a escala 1-1, si tuviera dibujada cada señal de tráfico a tamaño natural. Ejemplo: un modelo que representase el comportamiento del consumidor relacionaría unas variables exógenas tales como la renta del sujeto y los precios de los productos; las ecuaciones se basarían en hipótesis y supuestos tales como la racionalidad del sujeto y su objetivo egoísta de obtener la máxima satisfacción al consumir; las variables endógenas, los resultados del modelo, serían las cantidades de bienes adquiridas. Las teorías, leyes y modelos permiten realizar predicciones económicas susceptibles de ser contrastadas con la realidad. Las predicciones económicas son probabilísticas y no deterministas. Esto quiere decir que un modelo económico no puede predecir con exactitud cuál será el consumo de un individuo determinado pero sí puede prever el comportamiento de grandes agregados de consumidores estableciendo unos márgenes entre los que estará comprendido y estimando la probabilidad de que esa predicción se cumpla. Ejemplo: no se puede saber las decisiones que tomará Fulano de Tal si el precio de la mantequilla aumenta en un 10%, pero sí se puede predecir que el consumo de margarina aumentará entre un 17% y un 23% con una probabilidad del 98,7%. El proceso global, inducción-deducción-contrastación, tal como se ha descrito, merecería los calificativos de limpio, puro, transparente, claro... incluso podría parecer sencillo. Desgraciadamente (o afortunadamente) los científicos no son tan asépticos. Los científicos son seres humanos, no robots; tienen intereses propios, sentimientos, ideas e ideologías políticas, de las que no pueden desprenderse como el que se quita una chaqueta cuando se ponen a trabajar. Los prejuicios, las ideas previas existentes en la mente del investigador que estudia la sociedad humana, influyen inevitablemente en cada una de las etapas del proceso. Ya en el momento de elegir el tema que se va a estudiar influirá el contexto social y la ideología del individuo. La realidad está formada de innumerables hechos y no hay un criterio "aséptico" sobre qué hechos hay que seleccionar. El proceso de medición, de valoración de los datos también recibe una fuerte influencia de los juicios de valor preexistentes. Todo el círculo está por tanto viciado desde el principio. Y no se puede esperar que la contrastación redima ese pecado original ya que, al requerir de nuevo recogida y valoración de datos, consiste en demasiadas ocasiones en la búsqueda de justificaciones. Así se puede entender la pervivencia durante decenios de escuelas de pensamiento enfrentadas que proponen soluciones opuestas a los mismos problemas. Pero eso no quiere decir que todas las propuestas y teorías económicas deban ser tratadas con el mismo rasero. El economista o científico social honesto partirá de un reconocimiento de sus propias ideas y limitaciones. Después, si se esfuerza en disminuir en lo posible la influencia de su ideología sobre su trabajo, podrá alcanzar resultados válidos, es decir, utilizables por otros. Quizá la mejor medida de la calidad de un trabajo científico es el número y la diversidad ideológica de los sucesores que utilizan sus resultados. John Neville Keynes propuso distinguir entre Economía positiva y normativa. La Economía positiva es la que trata simplemente de conocer y describir la realidad tal como es. La Economía normativa, en cambio, propone la dirección en que debe modificarse la realidad y los medios para intervenir sobre ella. Para muchas generaciones de economistas la actitud ideal ha sido la positivista; hacer afirmaciones del tipo "se debe ..." manchaba la imagen aséptica del buen economista. Pero actualmente se aceptan dos reservas ante esa actitud. Por una parte, que tras cualquier formulación de tipo positivo se encuentra inevitablemente una proposición normativa, que, como hemos visto arriba, la pura descripción de la realidad estará manchada desde el principio por el color del cristal con que se mire. Por otra parte hay que aceptar que el objetivo del conocimiento de la sociedad es operar sobre ella. No se trata sólo de conocer la realidad sino de transformarla. La mayor limpieza en la actividad del economista estará, no en el infructuoso intento de evitar la influencia ideológica, sino en reconocerla y proclamarla. Breve historia del pensamiento económico Los primeros autores que se enfrentan a los hechos económicos los observan desde una óptica ética o moral. Hay una base común a todos los comentarios de Aristóteles, de los tratadistas romanos, de los escolásticos. Tratan de juzgar moralmente cuestiones tales como el tipo de interés, el justiprecio o las relaciones laborales amo-esclavo. Ese enfoque se mantiene durante toda la Edad Media. Clásicos Fisiocracia Institucionalismo Keynesianos Mercantilismo Monetaristas Neoclásicos Neoinstitucionalistas Neokeynesianos Neoliberales Postkeynesianos En el siglo XV se produce un salto epistemológico con el surgimiento del mercantilismo. No se trata ya de juzgar moralmente sino de recomendar a los gobernantes medidas políticas que enriquezcan al país. La economía mundial es vista como un juego de suma cero en el que el enriquecimiento de uno implica necesariamente el empobrecimiento de otro. Se trata de robustecer la producción interior y de debilitar el proteccionismo de los demás países. Aconsejan la acumulación de metales nobles (Bullonismo) y estudian el dinero, al que por primera vez consideran como una mercancía más cuyo valor viene dado por su escasez o abundancia relativa. Surge así la teoría cuantitativista del dinero en la que son pioneros los autores de la Escuela de Salamanca: Martín de Azpilicueta (1493-1586) y Tomás de Mercado (?-1575). A mediados del s. XVIII un grupo de intelectuales franceses dirigidos por F. Quesnay, proponen por primera vez un esquema coherente del funcionamiento del sistema económico, el tableau economique. Estos fisiócratas consideran que la riqueza circula entre tres grupos sociales: la clase productiva (los agricultores), la clase estéril (los artesanos y comerciantes) y los propietarios (la nobleza, el clero y los funcionarios). El Estado debe mantener este Orden Natural mediante tres reglas: el derecho a la propiedad, la libertad económica (el laissez faire, laissez passer) y la seguridad en el disfrute de esos derechos y libertades. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Pero es sólo por su propio provecho que un hombre emplea su capital en apoyo de la industria; por tanto, siempre se esforzará en usarlo en la industria cuyo producto tienda a ser de mayor valor o en intercambiarlo por la mayor cantidad posible de dinero u otros bienes... En esto está, como en otros muchos casos, guiado por una mano invisible para alcanzar un fin que no formaba parte de su intención. Y tampoco es lo peor para la sociedad que esto haya sido así. Al buscar su propio interés, el hombre a menudo favorece el de la sociedad mejor que cuando realmente desea hacerlo. Adam Smith, "La Riqueza de las Naciones", Libro IV, Cap. 2 La publicación del libro "La Riqueza de las Naciones" de Adam Smith en 1776, es considerado el origen de la Economía como ciencia. Los clásicos escribieron en una época en la que la industria estaba conociendo un desarrollo sin precedentes. Su preocupación principal fue el crecimiento económico y temas relacionados como la distribución, el valor, el comercio internacional, etc. Uno de sus objetivos principales fue la denuncia de las ideas mercantilistas restrictivas de la libre competencia que estaban aún muy extendidas en su época. Para Adam Smith, el Estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya que si los hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés, había una mano invisible que convertía sus esfuerzos en beneficios para todos. Adam Smith tuvo muchos seguidores que componen la llamada escuela clásica. Fue en la época de los clásicos que la economía recibió el calificativo de ciencia lúgubre. Malthus, estudiando la población y Ricardo, estudiando las rentas, llegaron a conclusiones muy pesimistas. Consideraban que la fase de crecimiento acabaría en un Estado estacionario en el que los trabajadores recibirían como salario subsistencia. la cantidad estrictamente necesaria para su ESTAS FUERON SUS PALABRAS Para la prosperidad general, no puede considerarse nunca excesiva la facilidad que se de a la circulación e intercambio de toda clase de propiedad, ya que es por ese medio que el capital de toda clase tiene la posibilidad de encontrar el camino hacia las manos de aquellos que mejor lo emplearán en aumentar el producto del país. David Ricardo, Principles of Political Economy and Taxation Los clásicos tratan de entender porqué los diamantes tienen un precio superior al agua a pesar de que ésta es mucho más útil para la vida del hombre. Distinguen por tanto entre valor de uso y valor de cambio. Estos conceptos serán la base teórica utilizada en El Capital de Karl Marx. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Las condiciones de producción y cambio de la burguesía, el régimen burgués de la propiedad, la moderna sociedad burguesa, que ha sabido hacer brotar como por encanto tan fabulosos medios de producción y transporte, recuerda al brujo impotente para dominar los espíritus subterráneos que conjuró. Desde hace varias décadas la historia de la industria y el comercio no es más que la historia de las modernas fuerzas productivas que se rebelan contra el régimen vigente de producción, contra el régimen de propiedad donde residen las condiciones de vida y de predominio político de la burguesía. Basta mencionar las crisis comerciales, cuya periódica reiteración supone un peligro cada vez mayor para la existencia de la sociedad burguesa toda. Las crisis comerciales, además de destruir una gran parte de los productos elaborados, aniquilan una parte considerable de las fuerzas productivas existentes. (..) Las fuerzas productivas de que dispone no sirven ya para fomentar el régimen burgués de la propiedad; son ya demasiado poderosas para servir a este régimen, que embaraza su desarrollo. Y tan pronto como logran vencer este obstáculo, siembran el desorden en la sociedad burguesa, amenazan dar al traste con el régimen burgués de la propiedad. (..) Y la burguesía no sólo forja las armas que han de darle la muerte sino que, además, pone en pie a los hombres llamados a manejarlas: estos hombres son los obreros, los proletarios. K. Marx, "El Manifiesto Comunista", 1848. Karl Marx, discípulo de Ricardo, vive la primera gran crisis del capitalismo industrial en la década de 1830 y la consecuente crisis política de 1848. Tiene por tanto que dar una explicación de esas convulsiones. La teoría que elabora predice la evolución socioeconómica futura e invita a los trabajadores a participar activamente acelerando la transformación del sistema. Partiendo de la teoría ricardiana del valor-trabajo, deduce que el salario percibido por los trabajadores es exactamente el coste de producirlo. La plusvalía es la diferencia entre el valor de las mercancías producidas y el valor de la fuerza de trabajo que se haya utilizado. Las relaciones de producción en el sistema capitalista y la superestructura jurídica que emana de ellas determinan que la plusvalía sea apropiada por la clase burguesa, los propietarios de los medios de producción. Las fuerzas del sistema empujan a la clase dominante a una continua acumulación de capital lo que provoca la disminución de la tasa de beneficios a la vez que la concentración del capital en muy pocas manos. La progresiva mecanización crea un permanente ejército industrial de reserva que mantiene los salarios al borde de la depauperación. La contradicción entre la concentración de capital en pocas manos y la organización por la industria de masivas estructuras disciplinadas de trabajadores provocará necesariamente el estallido de la revolución social y la "expropiación de los expropiadores". Pero la corriente principal que emanó de los clásicos fue el marginalismo también llamado neoclasicismo. A partir de la década de 1870 tres grandes economistas inician esta corriente: Carl Menger, en Viena, en torno al cual se forma la Escuela Austriaca; Leon Walras, creador de la Escuela de Lausana; y William Stanley Jevons. Sus aportaciones incluyen los conceptos de coste de oportunidad, coste marginal, la utilidad marginal y equilibrio general que siguen siendo hoy el cuerpo principal de los manuales de economía. Son las conductas de los productores y los consumidores tratando de maximizar sus beneficios y su utilidad las que conducen a una situación de equilibrio general. Son los neoclásicos los que explican satisfactoriamente el problema del precio de los diamantes y el agua. El precio de todas las cosas es un resultado del equilibrio entre su oferta y su demanda. La primera gran síntesis de la cienca económica, englobando las doctrinas de los clásicos con la de las diferentes escuelas marginalistas, la realiza A. Marshall cuyo libro Principios de Economía fue el primer manual moderno de Economía. La Escuela Austriaca, que había sido fundada por Menger, se ha mantenido durante todo el siglo XX en su tradición metodológica, fuertemente crítica con todos los paradigmas dominantes. Desde la concesión del Premio Nobel de Economía en 1974 a F.A. von Hayek, uno de sus más destacados líderes, está conociendo un rejuvenecimiento y expansión de su influencia y prestigio. En la década de los años treinta los países de occidente sufrieron la más grave crisis económica conocida hasta la fecha: la Gran Depresión. El marginalismo no estaba capacitado para explicar ese fenómeno. En 1936 J.M. Keynes publica su "Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero", el libro que, sin duda alguna, ha influido de forma más profunda en la forma de vida de las sociedades industriales tras la segunda Guerra Mundial. Las decisiones de ahorro las toman unos individuos en función de sus ingresos mientras que las decisiones de inversión las toman los empresarios en función de sus expectativas. No hay ninguna razón por la que ahorro e inversión deban coincidir. Cuando las expectativas de los empresarios son favorables, grandes volúmenes de inversión provocan una fase expansiva. Cuando las expectativas son desfavorables la contracción de la demanda puede provocar una depresión. El Estado puede impedir la caída de la demanda aumentando sus propios gastos. Atendiendo a las propuestas keynesianas, los gobiernos de los países industriales iniciaron una activa política de intervención aumentando progresivamente sus gastos y el peso del sector público. El keynesianismo fue adoptado como paradigma dominante en todas las universidades occidentales. Esta vez es Paul Samuelson el que realiza la síntesis teórica entre las diversas corrientes dando lugar al neokeynesianismo como una fusión de la teoría neoclásica con la keynesiana. Algunos economistas, los llamados postkeynesianos, consideran sin embargo que las ideas de Keynes fueron excesivamente deformadas por esa fusión y por los vulgarizadores y que en su forma original aún tienen mucho que aportar para comprender el funcionamiento de la economía. Durante los años cincuenta y sesenta del siglo veinte, sólo un pequeño grupo, los monetaristas nucleados en la llamada Escuela de Chicago bajo el liderazgo de Milton Friedman, mantuvieron un espíritu crítico, condenando la discrecionalidad en la política económica, el excesivo peso del Estado, y proponiendo alternativas basadas en las más tradicionales medidas de tipo monetario. La crisis económica de los años setenta al presentar simultáneamente inflación y paro, algo inexplicable para los esquemas keynesianos, les dio la razón en muchas cuestiones. De esta escuela surgen las corrientes neoliberales que dominaron la ciencia económica durante los años setenta y ochenta. A finales del siglo diecinueve y principios del veinte un grupo de economistas americanos desarrollan un método de análisis de la realidad social que se conoció como la escuela institucionalista. Destacan estos autores el papel que tienen en el sistema económico los hábitos de conducta y de pensamiento de la comunidad que quedan plasmados en las instituciones sociales. Las críticas de T. Veblen de las conductas típicas del capitalismo están revestidas de un acerbo y divertido sarcasmo. Aunque durante mucho tiempo se consideró que era una corriente de pensamiento "extinguida", su influencia siguió presente en mayor o menor medida en un gran número de economistas contemporáneos. Durante la segunda mitad del siglo veinte surgieron algunas corrientes de la teoría económica que analizaban campos aparentemente dispersos y muy específicos: el Análisis Económico del Derecho, la Elección Pública, la nueva teoría de la empresa y los contratos, la teoría de los costes de transacción y la economía de la información, entre otras. En la actualidad se acepta que todas estas corrientes forman parte en realidad de un programa de investigación que se conoce como neoinstitucionalismo. Factores productivos Los economistas clásicos consideraban que para producir bienes y servicios era necesario utilizar unos recursos o factores productivos: la tierra, el trabajo y el capital. Esta clasificación de factores sigue siendo Tierra, trabajo y capital muy utilizada en la actualidad. Por tierra se entiende Capital financiero no sólo la tierra agrícola sino también la tierra Clases sociales urbanizada, los recursos mineros y los recursos Know-how Tecnología naturales en general. Por capital se entiende el conjunto de recursos producidos por la mano del hombre que se necesitan para fabricar bienes y servicios: la maquinaria o las instalaciones industriales, por ejemplo. Conviene que esto quede claro ya que la palabra 'capital' se usa muchas veces de forma incorrecta para designar cualquier cantidad grande de dinero. El dinero sólo será capital cuando vaya a ser utilizado para producir bienes y servicios, en cuyo caso se llamará capital financiero. El dinero que se vaya a utilizar para adquirir bienes de consumo no puede ser llamado capital. Por trabajo se entiende la actividad humana, tanto física como intelectual. En realidad toda actividad productiva realizada por un ser humano requiere siempre de algún esfuerzo físico y de conocimientos previos. Esta clasificación de los factores productivos se correspondía biunívocamente con un análisis "sociológico" del sistema económico en tiempos de los economistas clásicos. En la Inglaterra del siglo XVIII había tres clases sociales claramente diferenciadas: la aristocracia, propietaria de la tierra, la burguesía, propietaria del capital, y los trabajadores. La justificación de los ingresos de la aristocracia y de la burguesía resultaba de la retribución de los factores que poseían y que dedicaban a la producción. En la actualidad la clasificación ha perdido mucho sentido. No existe hoy Tierra, trabajo y capital, en un grabado de 1875. una aristocracia terrateniente separada de la burguesía y es frecuente encontrar trabajadores que poseen algunas acciones y son propietarios también de una vivienda. Los clásicos pensaban que para crecer económicamente, para producir más, era suficiente con el aumento de la cantidad de factores disponibles, principalmente del trabajo y del capital. Ahora se sabe que el papel más importante en el crecimiento económico lo tienen los avances en el conocimiento científico y técnico. Podríamos por tanto añadir a los tres factores productivos dos más: los conocimientos humanos que están incorporados al factor trabajo (el "know-how") y la tecnología, o simplemente técnica, que está incorporada al capital. Los agentes económicos En la actividad de producción y distribución económica intervienen tres tipos de agentes: las familias, las empresas y el Estado. Las familias tienen un doble papel en la economía de mercado: son a la vez las unidades elementales de consumo y las propietarias de los recursos productivos. La palabra 'familia' hay que entenderla en Familia, empresa, Estado un sentido amplio, no sólo la familia nuclear de la Autoconsumo tradición judeo-cristiana. Cada vez son más frecuentes Rentas en nuestras sociedades las familias formadas por una Capacidad coactiva Transferencias sola pareja o un solo individuo. En los países Subsidios subdesarrollados y en las zonas rurales de los países en desarrollo es muy frecuente el autoconsumo, es decir, que las familias produzcan lo que van a consumir, alimentos, menaje de hogar, incluso vestuario; como los productos destinados al autoconsumo no se contabilizan en las estadísticas, resultan muy engañosas a veces las comparaciones internacionales. También debe ser considerado autoconsumo los servicios de limpieza y preparación de alimentos prestados en el hogar por los miembros de la familia. En general se considera, aunque quizá no debiera ser así, que en los países occidentales desarrollados la producción destinada al autoconsumo es muy pequeña en comparación con el total del país, inapreciable a efectos estadísticos y despreciable a efectos científicos. Resumiendo: las familias no producen, sólo consumen. Las empresas son los agentes económicos destinados exclusivamente a la producción de bienes y servicios. Para realizar su actividad necesitan los factores productivos que les entregan las familias. A cambio de ellos pagarán unas rentas: sueldos y salarios como contrapartida del trabajo; intereses, beneficios, dividendos, etc., como contrapartida del capital; alquileres o simplemente renta como contrapartida de la tierra. Los bienes y servicios producidos por las empresas son ofrecidos a las familias que entregarán a cambio su precio. El estado es el agente económico cuya intervención en la actividad económica es más compleja. Por una parte, el Estado acude a los mercados de factores y de bienes y servicios como oferente y como demandante. Al igual que las familias, es propietario de factores productivos que ofrece a las empresas de las que también demanda gran cantidad de bienes y servicios. A la vez es el mayor productor de bienes y servicios. Por otra parte, a diferencia de los otros agentes económicos, tiene capacidad coactiva para recaudar impuestos, tanto de las empresas como de las familias. Así mismo destinará parte de sus ingresos a realizar transferencias sin contrapartida a ciertas empresas que considere de interés social o a algunas familias mediante subsidios de desempleo, pensiones de jubilación y otras. El flujo circular de la actividad económica El lugar de encuentro entre los que ofrecen factores o bienes y servicios y los que los demandan se llama mercado. En las sociedades primitivas los mercados se realizaban en un día y lugar determinados. Actualmente el concepto de mercado es mucho más difuso ya que el mercado de divisas, por ejemplo, abarca tanto los patios de operaciones de todas las entidades bancarias como los circuitos informáticos de sus centros de cálculo. Los sistemas están constituidos, además de por sus componentes elementales, por las relaciones que los unen. Los sistemas suelen representarse mediante gráficos en los que las relaciones se simbolizan mediante líneas que conectan los diferentes elementos. En la representación del sistema de economía de mercado se utiliza el esquema denominado flujo circular ya que las líneas describen flujos de riqueza entre los agentes económicos. Pulsa en la imagen para ver la presentación multimedia del flujo circular PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA La parte exterior muestra las relaciones entre las familias y las empresas. Las familias envían los factores productivos al mercado de factores en donde son adquiridos por las empresas. De las empresas salen los bienes y servicios hacia su mercado para ser consumidos finalmente por las familias. Los flujos de factores y de bienes y servicios se llaman flujos reales y en el gráfico están representados por los canales externos. A sus contrapartidas en dinero, las rentas y el gasto de las familias, se les llama flujos financieros y están representados por los canales internos. En el centro del esquema se muestran las relaciones del Estado con los otros agentes. El Estado envía y adquiere factores y bienes y servicios en los mercados pagando o cobrando por ellos al igual que las familias o las empresas. Pero a la vez detrae los impuestos y entrega las transferencias. Estudiar la economía significa estudiar en detalle cada uno de los componentes del flujo. La microeconomía estudia las razones del comportamiento de las familias como consumidoras (la utilidad y la demanda), las empresas como productoras (los costes), los mercados de factores y de bienes y servicios. Cuando estudiemos la macroeconomía, el esquema del flujo circular nos servirá para estudiar cómo se mide la producción y la renta nacional y cómo puede influir el estado manipulando los flujos. Ahora veremos de forma sucinta qué es lo que sucede en el "interior" de los mercados. Los mercados de competencia perfecta Vamos a empezar analizando un mercado sencillo e "ideal", el "mercado de competencia perfecta". En realidad no existe ningún mercado tan "perfecto" como éste pero dejaremos para más adelante el estudio de las diferencias que hay entre la realidad y este modelo. (Para facilitar la comprensión pensemos, por ejemplo, que estamos hablando del mercado del trigo). Para que ese mercado pueda ser considerado de competencia perfecta tiene que mostrar las siguientes características: Libre concurrencia. Ningún agente puede influir en el mercado. El número de compradores y vendedores es muy alto y las cantidades producidas o demandadas por cada uno de ellos son tan pequeñas en relación con el total que su influencia sobre los precios es inapreciable. (Ningún fabricante individual ni ningún comprador de trigo puede influir sobre el precio). Para que haya libre concurrencia es imprescindible la libertad de entrada y salida en las industrias, es decir, que no haya barreras que impidan a una empresa dedicarse a producir cualquier cosa. (Cualquier empresario que lo desee puede destinar su capital a la fabricación de trigo). La expresión "industria" indica el conjunto de empresas que se dedican a producir el mismo bien. El Gran Bazar de Estambul en un grabado del siglo XIX. Esta característica no está presente en las situaciones de monopolio (un único productor), duopolio (dos productores), oligopolio (pocos productores), monopsonio (un comprador) y otros mercados no competitivos. En realidad, para que haya verdadera "libertad de entrada y salida" sería necesario que no hubiera costes de transformación, es decir, que la maquinaria destinada a una producción pudiera "reconvertirse" sin coste alguno para producir cualquier otra cosa. La libre concurrencia en realidad es la excepción y no la regla. Algunos economistas británicos sugirieron que para estudiar el sistema económico habría que empezar analizando el monopolio, que es lo más habitual, y no la libre competencia. En cualquier caso, las ventajas de los mercados de libre competencia son tan grandes con respecto a los demás mercados que son presentados como la meta a la que se debe tender: las legislaciones nacionales y las normativas supranacionales se plantean como objetivo explícito el fomento de la libre competencia y la represión de las prácticas que la limitan. Homogeneidad del producto. Para que haya libre competencia es necesario que el consumidor sea indiferente a comprar el producto de una empresa o de otra, por tanto los productos tienen que ser exactamente iguales; sólo así se hará realidad que si una empresa pusiera el precio por encima del establecido por el mercado, los consumidores dejarían de comprarlo. La homogeneidad debe incluir todas las condiciones de venta tales como garantías o financiación. En la realidad, como todos sabemos, las empresas tratan de diferenciar sus productos mediante campañas publicitarias, envases llamativos o pequeños cambios en el diseño o la composición. Es más, una de las principales virtudes de la libre competencia es precisamente el esfuerzo que obliga a todas las empresas por mejorar continuamente sus productos tratando de diferenciarse por su mayor calidad o menor precio. Pulse en la imagen para ver una explicación multimedia sobre la transitividad de las preferencias. PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA Información y racionalidad de los agentes. En los mercados de libre competencia los agentes económicos conocen los precios de todos los productos y factores, sus características y la existencia de posibles sustitutos. En el momento de decidir entre diferentes alternativas, los consumidores elegirán aquellas que maximicen su utilidad y los productores las que maximicen sus beneficios. Muchas veces la información puede ser un bien escaso y de alto coste. Por ejemplo: antes de adquirir un vehículo necesitamos invertir tiempo y trabajo recorriendo los establecimientos de muchos concesionarios para conocer cuál de los diferentes modelos que nos ofrecen puede proporcionarnos mayor satisfacción. Nuestra decisión en cualquier caso será tomada siempre con información insuficiente porque ¿Quién sabe distinguir cuál es la biela más resistente al desgaste? Antes de pedir una ensaladilla en un bar ¿analizamos la mayonesa en varios establecimientos para poder elegir la que tenga menor cantidad de salmonelas? Debido al coste de adquirir más información llega un momento en que renunciamos a seguir investigando aunque ello pueda tener como consecuencia una decisión de compra incorrecta. Pero para que la decisión sea la correcta, además de información se necesita racionalidad, es decir, capacidad para analizarla y valorarla. Los agentes deben poder adoptar decisiones que satisfagan sus preferencias. La teoría económica, en principio, considera que los gustos y preferencias están dados, son transitivos e invariables a corto plazo. La transitividad en las preferencias significa que si un individuo prefiere A a B y B a C también preferirá A a C. Sin embargo, Kenneth J. Arrow ha demostrado su "Teorema de la Imposibilidad" que afirma que no puede haber ninguna constitución democrática que permita que la sociedad en su conjunto pueda adoptar decisiones racionales y transitivas. La función y curva de demanda En un mercado ideal, de libre competencia, tanto si es de bienes y servicios como si es de factores, llegarán los demandantes tratando de obtener la mayor cantidad de bienes al precio más bajo posible. Así se configura la demanda. Utilizaremos como ejemplo el mercado del trigo de un país imaginario. Los consumidores estarán dispuestos a comprar más trigo si el precio es bajo que si el precio es alto. Supongamos que si el precio del trigo fuese, digamos, de 8 mil euros la tonelada, los consumidores de ese país estarían dispuestos a consumir 2 millones de toneladas al año. Si el precio de la tonelada bajase a 5 mil euros, se podría comprar más, por ejemplo, 4 millones al año. Si bajase aún más, a 3 mil euros el consumo aumentaría a 7 millones. Por último, si llegase a 2 mil euros se adquirirían hasta 10 millones de toneladas. Las cuatro posibilidades descritas, señaladas con las letras F, G, H e I, están resumidas en el cuadro adjunto en el que P significa precio de la tonelada de trigo en miles de euros y Q la cantidad que sería demandada anualmente en millones de quintales. LA DEMANDA DE TRIGO P Q F 8 2 G 5 4 H 3 7 Pulsa en la imagen para ver una presentación multimedia de cómo se configura la demanda. I 2 10 PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA Si el precio del trigo fuese alguna cantidad intermedia no descrita en el cuadro, por ejemplo, 6 o 7 mil euros, es evidente que la cantidad demandada estaría entre 2 y 4 millones. Para tener una idea más clara de cual será la cantidad demandada para precios intermedios a los descritos se pueden representar las situaciones conocidas como puntos en un eje de coordenadas y unirlos mediante una línea curva. La curva resultante se llama curva de demanda. Ver también gráficos La forma de la curva que hemos representado, con su interactivos pendiente decreciente y su curvatura convexa hacia el origen, es típica de las curvas de demanda de todos los Desplazamientos de bienes y servicios. Cada bien tendrá su curva de demanda la curva de característica, más o menos inclinada, más o menos demanda convexa. Además, la posición de la curva, más alta, más baja, desplazada hacia la izquierda o hacia la derecha, Movimientos a lo largo de la curva de dependerá de la mayor o menor renta que perciban los demanda consumidores, de los gustos y las modas y de los precios de otros bienes relacionados. En cualquier caso todas las curvas de demanda serán decrecientes ya que ello es consecuencia de la ley universal de que a precios más bajos los consumidores demandarán más cantidad del producto. Los aumentos en la renta de los consumidores provocarán desplazamientos hacia la derecha de la curva de demanda ya que a igual precio la cantidad demandada será mayor. Igual fenómeno se producirá por un cambio positivo en los gustos o la moda. Variaciones en los precios de bienes relacionados también provocarán desplazamientos de la curva de demanda; por ejemplo, el abaratamiento del aceite de oliva provocará un desplazamiento hacia la izquierda de la demanda de aceite de girasol. Obsérvese, sin embargo, que el abaratamiento del propio producto no produce desplazamiento de la curva ya que la curva está indicando precisamente las cantidades demandadas a cualquier precio. La función y curva de oferta Veamos ahora los argumentos de los oferentes y cómo se configura la curva de oferta. Su reacción a los precios será la opuesta: si los precios del trigo son altos se producirá mucho trigo, pero si los precios bajan, los agricultores destinarán sus tierras al cultivo de otros cereales y la cantidad de trigo que llegará al mercado será menor. OFERTA DE TRIGO P Q J 8 9 K 5 8 L 3 7 M 2 5 Pulsa en la imagen para ver una presentación multimedia de cómo se configura la oferta. Siguiendo con el ejemplo anterior, en la tabla adjunta están descritas las situaciones J, K, L y M con los precios que les corresponden y las cantidades que se ofertarían en cada caso. Esos datos han sido trasladados a la figura de la derecha representando así una curva de oferta típica. Cada producto tiene su curva de oferta característica que puede ser también más o menos inclinada, más o menos cóncava y estará situada más hacia la derecha o hacia la izquierda. En la forma y posición influirán el precio de otros bienes, el precio de los factores de producción que se requieran para fabricar ese bien, el estado de la técnica y los objetivos estratégicos de las empresas productoras. Desplazamientos de la curva de oferta La forma de la curva de oferta de todos los bienes y servicios normales es siempre creciente como consecuencia de que los precios más altos permiten obtener más beneficios. Siempre habrá más productores dispuestos a producir más trigo cuando el precio de éste suba. Habitualmente la curva de oferta es convexa hacia el eje de abcisas (las cantidades) y cóncava hacia el de ordenadas (los precios) por razones que veremos más adelante al estudiar la elasticidad. La "curva" de oferta que representamos en el gráfico interactivo adjunto es una línea recta, para simplificar. Desplazamientos de la curva de oferta Gráfico interactivo Compruebe el desplazamiento de la curva de oferta cuando se modifican los precios de los factores productivos, la tecnología o las expectativas empresariales. VEA OTROS GRÁFICOS INTERACTIVOS Cada bien tendrá su curva de demanda característica, más o menos inclinada, más o menos convexa. Además, la posición de la curva, más alta, más baja, desplazada hacia la izquierda o hacia la derecha, dependerá de varios factores: los precios de los factores productivos la tecnología las expectativas o previsiones sobre el futuro Si disminuye el precio de los factores productivos o avanza el conocimiento y la tecnología, o mejoran las expectativas empresariales, la curva de oferta se desplazará hacia la derecha, es decir, al mismo precio, para todos los precios, se producirá más cantidad. Obsérvese, sin embargo, que las variaciones en el precio del producto no provocan desplazamiento de la curva ya que la curva está indicando precisamente las cantidades ofrecidas a cualquier precio. Si los factores citados son constantes, entonces la curva de oferta no se moverá y podremos medir exactamente el efecto de las variaciones en los precios sobre las cantidades ofrecidas, que se representarán mediante movimientos a lo largo de la curva. Movimientos en la curva de oferta Movimientos en la curva de oferta Gráfico interactivo Compruebe cómo se modifica la cantidad ofrecida cuando el precio del trigo varía, manteniéndose constantes los demás factores. VEA OTROS GRÁFICOS INTERACTIVOS La curva de oferta representa la relación que existe entre los precios y las cantidades ofrecidas. Cuando los precios son altos, se produce mucho por lo que las cantidades ofrecidas son altas mientras que si los precios disminuyen, la cantidad ofrecida disminuirá. Las curvas de oferta suelen presentar una curvatura cóncava hacia arriba. En el gráfico adjunto la representamos completamente recta para simplificar. Una curva de oferta describe las combinaciones de precios y cantidades ofrecidas que pueden darse cuando todos los demás factores que influyen en la oferta se mantienen constantes. Se utiliza la expresión latina "ceteris paribus" para aludir a esa condición de "que todo lo demás permanece igual". En esas circunstancias, cuando lo único que modifica la cantidad ofrecida es el precio, es cuando las curvas de oferta son una representación útil y sirven para analizar el efecto de los precios sobre la cantidad ofrecida. Se dice entonces que se producen "movimientos a lo largo de la curva de oferta" en vez de "desplazamientos de la curva". El equilibrio del mercado Habrá una situación de equilibrio entre la oferta y la demanda cuando, a los precios de mercado, todos los consumidores puedan adquirir las cantidades que deseen y los oferentes consigan vender todas las existencias. EL EQUILIBRIO EN EL MERCADO DE TRIGO P D O situación tendencia precios tendencia producción 8 2 9 excedentes bajar disminuir 5 4 8 excedentes bajar disminuir 3 7 7 equilibrio equilibrio equilibrio 2 10 5 escasez subir aumentar El precio y la cantidad de producto que se intercambiará realmente en el mercado queda determinado automáticamente como consecuencia de la forma de las curvas de oferta y demanda del producto. Si el precio es muy alto, los productores estarán ofreciendo mucho más producto del que demandan los consumidores por lo que se encontrarán con excedentes, cantidades que no pueden vender, por lo que reducirán sus producciones y bajarán los precios. Por el contrario, si el precio resulta ser demasiado bajo, las cantidades demandadas serán mayores que las ofrecidas por lo que se producirá escasez. Algunos consumidores estarán dispuestos a pagar más dinero por ese bien. El precio y la cantidad producida aumentarán. Veamos esos fenómenos en el ejemplo del mercado de trigo. Pulsa en la imagen para ver una presentación multimedia de cómo se configura el equilibrio en los mercados PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA Si el precio fuese de 8 mil pesetas el quintal, los agricultores producirían 9 millones de quintales, los consumidores sólo demandarían 2 millones por lo que se acumularían unos excedentes de 7 (9 menos 2) millones de quintales. Sin duda ninguna el precio tenderá a bajar y en la temporada siguiente se habrá cultivado mucho menos trigo. En el caso opuesto, cuando el precio es de 2 mil pesetas el quintal, se habrían producido 5 millones de quintales mientras que la cantidad demandada es mucho mayor, 10 millones. Se produciría escasez, tendencia a subir los precios y a que los agricultores aumentasen su producción. En el caso de que el precio fuese de 3 mil pesetas, las cantidades ofrecidas y demandadas serían idénticas, tanto los productores como los consumidores estarían satisfechos y no habría ninguna razón para cambiar las cantidades producidas ni el precio. La figura muestra cómo el punto de equilibrio, E, se produce donde se cortan las curvas de oferta y demanda, es decir, en el punto en que se igualan precios y cantidades. El equilibrio en los mercados El punto en que se cruzan las curvas de oferta y demanda, se llama punto de equilibrio del mercado. Cuando el precio del mercado coincide con el del punto de equilibrio, la cantidad ofrecida y la cantidad demandada del bien es la misma. El precio correspondiente a ese punto es llamado precio de equilibrio. La cantidad que se ofrece y se demanda, en otras palabras, la cantidad del bien que se intercambia, es llamada cantidad de equilibrio. En ese punto, todo lo que se produce se vende todo lo que se demanda se puede adquirir Equilibrios en el mercado Gráfico interactivo Desplazando a derecha e izquierda las curvas de oferta y de demanda se producen diferentes puntos de cruce, todos los cuales son puntos de equilibrio a los que corresponden un precio y una cantidad de equilibrio. VEA OTROS GRÁFICOS INTERACTIVOS Cuando se desplaza alguna de las curvas por variaciones en los factores que determinan su posición, el punto de equilibrio se desplazará también, modificándose el precio y la cantidad de equilibrio. El precio de equilibrio aumenta como consecuencia de los desplazamientos a la derecha de la curva de demanda o los desplazamientos a la izquierda de la curva de oferta. Cuando los precios reales son superiores (o inferiores) al precio de equilibrio, el precio real tiende a bajar (o a subir). Precios artificialmente bajos En muchas ocasiones a lo largo de la historia, los gobernantes han tratado de hacer uso de "la fuerza de la ley" para solucionar de forma drástica los problemas económicos. Si los precios resultan excesivamente altos y los súbditos están descontentos es realmente tentador emitir un decreto ordenando que se bajen los precios. Supongamos que se establece un límite al precio del trigo por debajo del de mercado. A corto plazo todo el trigo que estuviera almacenado desaparecerá de las vías comerciales habituales; aparecerá un mercado negro en el que el trigo se venderá a un precio incluso superior al previo ya que se incrementará con los costes de los nuevos canales de comercialización, menos eficientes y más peligrosos por su ilegalidad. Si el gobernante quiere imponer el cumplimiento de la ley, puede ordenar registros en los almacenes de los agricultores y requisas del producto, pero resultará así que un sector de la sociedad (los agricultores) estará siendo cargado fiscalmente por el Estado de una forma abusiva en beneficio de otro (los consumidores) por lo que el objetivo político de eliminar el descontento no se estará cumpliendo. A plazo medio, en la cosecha siguiente, resultará que muchos agricultores habrán destinado sus campos al cultivo de otros cereales sin controles de precios por lo que la cantidad producida de trigo será mucho menor; la escasez será endémica ya que la cantidad demandada de trigo a precios bajos será mucho mayor que la ofrecida; la presión hacia una subida de precios continuará por lo que las coacciones para evitarlo deberán hacerse permanentes. Moneda de Diocleciano. Este emperador vivió en momentos de profunda crisis económica e hizo por primera vez intentos racionales de controlar la economía y los precios. El Edicto de Precios de Diocleciano (“Edictum de maximis pretiis rerum venalium”) fijaba precios máximos para más de mil trescientos productos y también establecía el costo de la mano de obra para producir esos artículos. La pena para quienes violaran el edicto era bastante dura (“…si alguno tiene la osadía de actuar contra lo dispuesto en esta norma, será condenado a pena capital…”), pero el edicto fracasó. Las consecuencias fueron la desaparición de productos de los mercados, la aparición del mercado negro y la agravación de las subidas de precios. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Una avaricia incontenible e inmoral aparece siempre que nuestros ejércitos, en defensa del bien común, marchan no sólo por aldeas y ciudades sino también por las carreteras; con ello hacen que los precios de los comestibles no sólo se tripliquen, a veces llegan a costar ocho veces más y superan todo lo imaginable. Con esta ley estableceremos una medida y pondremos coto a la avaricia. (Edicto del emperador Diocleciano, año 302) Desequilibrios en el mercado Cuando el precio real está por encima del precio de equilibrio habrá muchos productores interesados en ofrecer trigo, por lo que la cantidad ofrecida aumentará. Además, al ser los precios tan altos, habrá menos demanda. Se producirá por tanto un exceso de oferta. Los silos quedarán llenos de trigo que no se puede vender porque no hay demandantes dispuestos a pagar ese precio por él. En esa situación los precios reales tenderán a disminuir. Desequilibrios en el mercado Gráfico interactivo Haciendo aumentar y disminuir los precios puede comprobar cuándo se producen excesos de oferta o demanda en el mercado del trigo. VEA OTROS GRÁFICOS INTERACTIVOS Cuando el precio real es inferior al precio de equilibrio, habrá menos productores que ofrezcan trigo y más demandantes dispuestos a adquirirlo. Se producirá por tanto un exceso de demanda. Se formarán colas en las tiendas de trigo, se acabarán las existencias y habrá demandantes que estando dispuestos a comprar, no puedan adquirir lo que quieren. En esa situación el precio real tenderá a aumentar. Se llaman "fuerzas del mercado" a la presión que experimentan los precios a la baja cuando hay un exceso de oferta o al alza cuando hay un exceso de demanda. Las fuerzas del mercado hacen que los precios tiendan a ser iguales a los precios de equilibrio y que los precios de equilibrio sean estables. Cuando observamos en el mercado de algún bien, servicio o factor que existen excesos de oferta o de demanda que permanecen en el tiempo podemos comprobar que las fuerzas del mercado no están actuando libremente o, en otras palabras, que ese no es un mercado en libre competencia. Puede ser debido a la intervención del estado o que es un mercado monopolista u oligopolista. Racionalidad e imperialismo económico La consecución del equilibrio en ese mercado "ideal" de competencia perfecta requiere la racionalidad de los agentes económicos: los individuos adoptan las decisiones que les permiten conseguir o satisfacer sus objetivos, gustos o preferencias. Esta idea, aparentemente tan sencilla y aceptable, ha sido objeto de grandes controversias por las diferentes formas en que puede ser interpretada y porque es la base de un método de análisis útil en muchos otros campos de conocimiento además del de la Economía. El economista puede elaborar una fórmula teórica, la función de utilidad, que describe las posibilidades del individuo de obtener satisfacción; mediante procesos matemáticos puede estimar qué y en qué cantidad debe ser adquirido por el consumidor para maximizar su utilidad. Dada la estructura de costes y precios se puede deducir también las decisiones de producción que maximizarán los beneficios. Pero resulta evidente que ni los consumidores ni la mayoría de los empresarios realizan tan complejos cálculos. ¿Significa esto que no son racionales? René Magritte: El Arte de Vivir, 1967 ESTAS FUERON SUS PALABRAS "(..) En última instancia, es imposible delimitar un territorio distintivo de la economía, fronterizo pero separado de otras disciplinas sociales. La economía se infiltra en todas y es recíprocamente infiltrada por ellas. Hay sólo una ciencia social.. Lo que da a la economía su imperialista poder invasor es que nuestras categorías analíticas -escasez, coste, preferencias, oportunidades, etc.- son verdaderamente universales en su aplicabilidad. Aún más importante es nuestra organización estructurada de estos conceptos en los diferentes aunque interrelacionados procesos de optimización, al nivel individual de decisión, y equilibrio, al nivel social de análisis. Por tanto la economía realmente constituye la gramática universal de la ciencia social. (Jack Hirshleifer: "The Expanding Domain of Economics", Am. Ec. Rev. 75/6, 1985) El concepto de 'racionalidad' puede ser entendido de dos formas: una decisión puede entenderse racional ex-ante si se ha tomado tras unos procesos mentales de previsión, cálculo de probabilidades y estimación de rendimientos futuros; pero si el juicio sobre el acierto en la elección se toma una vez que se han obtenido los resultados mediante la comparación de éstos con los intereses u objetivos del sujeto, el criterio es de racionalidad ex-post. Este es el sentido más utilizado en Economía. Aunque en ocasiones se han estudiado los procesos mediante los que los agentes económicos adoptan sus decisiones, la teoría económica lo que hace es utilizar su instrumental matemático para predecir cuál va a ser el comportamiento de los consumidores y empresarios en una sociedad y posteriormente comprueba si sus predicciones se han cumplido. ¡Y acierta! Aunque las amas de casa no llevan calculadoras cuando van al mercado, el efecto que tiene la subida de una peseta en el precio de las patatas sobre la cantidad total de patatas vendidas es exactamente el que predicen los economistas. Pero, es más, también los animales parecen ser racionales en ese sentido. Se han realizado estudios de campo y de laboratorio sobre las técnicas de forrajeo de un gran número de especies y todas resultan ajustarse a las fórmulas maximizadoras de los economistas. También se han realizado estudios sobre el comportamiento de los políticos tratando de maximizar el número de votos que obtendrán en las elecciones, sobre comportamientos de psicópatas, de militares adoptando decisiones en batallas, de cónyuges discutiendo sobre dónde pasarán sus vacaciones... y en todos los casos, los analizados han resultado haber adoptado las mismas decisiones que el concepto de racionalidad económica y el análisis económico predicen. ESTAS FUERON SUS PALABRAS "(...) La adopción de unas u otras reglas de responsabilidad se traducirá en que haya más o menos accidentes, más o menos muertos, más o menos daños personales o materiales como consecuencia de los mismos; las normas definidoras de los "remedios" típicos ante situaciones de incumplimiento contractual inducirán a que haya más o menos incumplimientos, que se celebren más o menos contratos o que los precios de esos contratos sean superiores; la opción por una u otra concepción concreta en la definición de los derechos reales puede inducir al derroche de cualquier recurso escaso, o que ciertos sujetos lesionen en su disfrute el derecho de otros; en fin, una norma jurídico-penal inducirá comportamientos en los destinatarios que pueden traducirse finalmente en la existencia de más criminalidad. De esta forma prácticamente todas las disciplinas y áreas del ordenamiento jurídico y todos los aspectos fundamentales del funcionamiento de los agentes del sistema jurídico (jueces, inspectores, etc.) pueden ser, han sido y están siendo examinados desde este enfoque. (Santos Pastor: Sistema Jurídico y Economía, Tecnos, Madrid, 1989) Al quedar demostrada la potencia del análisis económico, un gran número de científicos de muy diversas ramas han adoptado estos instrumentos para aplicarlos en sus respectivos campos de estudio. Es el fenómeno que se ha llamado el imperialismo económico. La Biología, la Psicología, la Sociología, la Antropología, la Ciencia Política, la Historia. Una técnica muy especializada, la Teoría de Juegos, se estudia en las academias de Estado Mayor de todos los ejércitos. Incluso la Filosofía del Conocimiento se ha visto enriquecida con interesantes aportaciones de economistas. El campo del Derecho es el que se encuentra más próximo a la Economía. La Ley está ordenando relaciones entre individuos de carácter económico por lo que, desde la fundamentación jurídica del derecho de propiedad hasta la anual Ley de Presupuestos del Estado, ejerce un efecto medible sobre precios, costes, el funcionamiento de los mercados y el comportamiento de los agentes económicos. Pero el Análisis Económico del Derecho va mucho más allá de la evaluación de esa influencia. El análisis de los delincuentes como individuos que tratan de maximizar los beneficios y minimizar los costes de su industria permite una ponderación del ajuste jurídico entre los delitos y las penas. El criterio de eficiencia económica puede ser una excelente guía tanto para el establecimiento de sistemas de responsabilidad civil como para la reforma del proceso judicial. El modelo de competencia perfecta En el tema tercero vimos el modelo de competencia perfecta y las características o supuestos que se requieren para su funcionamiento. Ya se avisó entonces que ningún mercado satisfacía plenamente aquellas condiciones. Entre este tema y el próximo se verán primero las maravillosas ventajas que disfrutaríamos en un mundo ideal en el que hubiera competencia perfecta en todos los mercados y después las imperfecciones y fallos que llenan de inconvenientes nuestro mundo real. La teoría del Equilibrio Parcial estudia los mecanismos por los que se determinan la cantidad y el precio de equilibrio en un mercado. El análisis de las elasticidades de la oferta y la demanda es el núcleo de esa teoría cuya elaboración y sistematización debe mucho al trabajo de Alfred Marshall (1842-1924). La teoría del Equilibrio General estudia las condiciones necesarias para que todos los mercados estén simultáneamente en equilibrio. La formulación original se debe a Walras . Todos los bienes son complementarios de otros o sustituibles por otros en mayor o menor grado. Debido a la interdependencia general existente, cualquier desplazamiento fortuito del punto de equilibrio en el mercado de un bien provocará desplazamientos en los mercados de otros bienes, éstos en los de otros y así sucesivamente. Estas variaciones de precios pueden producir a su vez un efecto retroactivo, corrector o realimentador (feedback), sobre el León Walras (1834-1910) mercado original. Finalmente, si no existe intromisión externa que lo dificulte, ese proceso —que Walras llamó tâtonnement— conducirá al equilibrio en todos los mercados de bienes y factores. Los estudios encaminados a determinar la posibilidad de existencia de tal Equilibrio General, de su unicidad o multiplicidad, y su estabilidad, han alcanzado en los últimos decenios un alto grado de sofisticación matemática. El premio Nobel de Economía distinguió a dos destacados investigadores de este campo: Kenneth J. Arrow en 1972 y Gerard Debreu en 1983. Gerard Debreu (1921-2004) Una situación de Equilibrio General goza de muchas virtudes: Se consigue en ella la maximización de la utilidad de todos los consumidores y de los beneficios de todas las empresas; al estar también en equilibrio los mercados de factores, las rentas percibidas por las familias igualan a los precios de los bienes y servicios; los factores y recursos productivos se destinan a su uso más eficiente, aquél en que su rendimiento es más alto. ESTAS FUERON SUS PALABRAS El equilibrio competitivo consiste, por tanto, en una situación caracterizada por precios no negativos de todos los bienes, un conjunto de bienes de consumo para cada economía familiar y un conjunto de bienes de producción para todas las empresas que satisfagan las condiciones siguientes: a) para cada familia, el conjunto designado maximiza la utilidad entre todos los asequibles; b) para cada empresa, el conjunto designado maximiza el beneficio entre todos los técnicamente posibles; c) para cada bien, el total consumido por todas las economías familiares no supera el total inicialmente disponible más el total neto producido por todas las empresas ("neto" significa en este caso que las utilizaciones de factores por parte de algunas empresas hay que restarlas del producto de otras); d) es nulo el precio de aquellos bienes cuyo consumo total es estrictamente menor que el total inicialmente disponible más el total producido. Se utiliza el adjetivo "competitivo" por suponer que cada economía familiar o empresa considera los precios como dados e independientes de sus decisiones. (Kenneth J. Arrow,"Equilibrio Económico" en la E.I.CC.SS.) Otra característica del Equilibrio General es que en él la distribución de las rentas alcanza un óptimo paretiano. Como vimos en el tema 4, el criterio paretiano no juzga la equidad, tan sólo la eficiencia en la distribución. Una situación de óptimo paretiano puede implicar una distribución de la riqueza muy desigual pero tendrá garantizada su eficiencia. En el mundo ideal de la competencia perfecta si un recurso es más útil para una empresa que para la propietaria, la empresa que pueda obtener mayor rentabilidad adquirirá el recurso, es decir, se producirá una redistribución con mejoramiento paretiano y aumento de la eficiencia global del sistema. Pero diversas circunstancias impiden que los mercados cumplan los requisitos exigidos por el modelo de competencia perfecta. Cuando los agentes que intervienen son pocos, podrán manipular en mayor o menor medida los precios y las cantidades intercambiadas impidiendo o dificultando el funcionamiento de los mecanismos de la competencia perfecta que garantizarían resultados eficientes. Otro requisito necesario para el funcionamiento de la libre competencia es la homogeneidad del producto. A finales del s. XIX la aparición de grandes empresas y de nuevos productos diferenciados puso en evidencia la necesidad de una teoría económica que analizase estas situaciones "desviadas" del sistema de libre competencia dominante. En la primera mitad de nuestro siglo se elaboraron en muchos países normativas para la represión de los monopolios y de las "prácticas restrictivas de la libre competencia". Finalmente, tras la Segunda Guerra Mundial un grupo de economistas británicos entre los que destacó Joan Robinson (19031983) mantuvo que los monopolios, más que excepción al caso general de la libre competencia, eran la regla, y su estudio debía ser la base de partida para la teoría del mercado. TIPOLOGÍA DE LOS MERCADOS NO COMPETITIVOS Monopolio Un solo productor Monopsonio Un solo consumidor Competencia Monopolista Pocos productores, producto diferenciado Oligopolio Pocos productores, producto homogéneo Oligopolio de Demanda Pocos consumidores Oligopolio Bilateral Pocos productores y pocos consumidores La visión dominante actualmente en los países desarrollados considera la situación de libre competencia como un objetivo que debe ser perseguido por los gobiernos. Su virtud principal es el estímulo hacia la búsqueda por los empresarios individuales de una mayor eficiencia, la mejora de los productos y el abaratamiento de costes. La mejor forma de eliminar los monopolios consiste en abrir los mercados a la competencia exterior. Uno de los principales éxitos de la integración económica de la Comunidad Europea ha sido el aumento de la competencia entre empresas que antes, en el ámbito nacional, actuaban prácticamente en régimen de monopolio. No debe confundirse la libre competencia con la ausencia de regulación o intervención gubernamental. El fomento de la competitividad entre empresas requiere frecuentemente una normativa reguladora muy minuciosa. Desde que en los EE.UU. se decidió liberalizar el mercado de las comunicaciones telefónicas, la normativa sobre ese tema creció de forma exponencial ya que se hizo necesario que el Estado adoptase decisiones técnicas comunes a todas las empresas que antes eran adoptadas por el consejo de administración de cada monopolio. La prolífica normativa técnica que emana diariamente de los despachos comunitarios de Bruselas es indicativa precisamente de la mayor competitividad entre las empresas europeas y no de lo contrario. Las necesidades humanas y la pobreza Definición absoluta de pobreza Definición relativa de pobreza Necesidades básicas Necesidades sociales Necesidades materiales Necesidades inmateriales Necesidades primarias Necesidades secundarias La economía trata de resolver el problema de cómo satisfacer las necesidades humanas con recursos escasos y susceptibles de usos alternativos. La finalidad de la actividad económica realizada por los seres humanos es la satisfacción de sus propias necesidades. Necesidad es una sensación de apetencia de un determinado objeto, originada biológica o psicológicamente. Las necesidades tienen carácter económico si los recursos de que se dispone para satisfacerlas son escasos. Los problemas económicos no surgen sólo por las necesidades materiales; las necesidades inmateriales (la apetencia de seguridad y paz, cultura y arte, de bienestar espiritual, etc.) también tienen carácter económico en cuanto los medios para satisfacerlas sean escasos. Así, por ejemplo, la paz espiritual que proporciona la asistencia a una ceremonia religiosa requiere una serie de medios (edificios especiales, sacerdotes o líderes espirituales, ropajes ceremoniales, objetos litúrgicos) todos ellos escasos y susceptibles de usos alternativos. Podemos distinguir entre las necesidades básicas, que son las que comparte el hombre con el resto de los seres vivos y las necesidades sociales, que son las originadas por el momento histórico y el contexto social en que se vive. Vestirse para protegerse del frío o del sol es una necesidad básica; el que el vestido tenga forma de traje de chaqueta, chilaba o shari, es una necesidad social. A veces se clasifican también las necesidades en primarias y secundarias, considerando como necesidades primarias todas las que una sociedad considera imprescindibles para un ciudadano normal o medio. Este análisis de las necesidades humanas podría servir de base para una definición absoluta de pobreza. Podríamos decir que "una persona es pobre si no tiene cubiertas todas sus necesidades primarias (o todas sus necesidades básicas)". El problema que plantea este tipo de definición es que la línea que separa los tipos de necesidades está muy borrosa ya que se basa en la opinión de la sociedad, lo que es muy difícil de medir. Alternativamente podemos utilizar la definición relativa de pobreza que dice: "pobre es todo aquel que gana menos de la mitad de la renta per cápita de su país (o región, o ciudad, o territorio en el que se haga el estudio estadístico)". Esta definición es la utilizada más frecuentemente en los estudios estadísticos y por organismos internacionales. Por simetría podemos concluir que "rico es todo aquel que gana más del doble de la renta per cápita media de un país". Esta definición tiene la ventaja de que se puede medir con absoluta precisión en términos monetarios, pero tiene también muchos inconvenientes ya que muchos pobres de los países más ricos podrían ser considerados ricos en los países más pobres. Para profundizar en este tema recomendamos la lectura del artículo del economista Amartya Sen, premio Nobel de Economía en 1998, Conceptos y medidas de la pobreza incluido en este CD-ROM o sitio web. Según datos ofrecidos por organismos internacionales, hay mil doscientos millones de personas, una quinta parte de la población mundial, que todavía no tiene acceso a agua potable, alimentación adecuada y atención básica de la salud. Cien mil personas mueren diariamente víctimas de las enfermedades causadas por la desnutrición de las que cuarenta mil son niños menores de cinco años. La pobreza no está excluida de ningún lugar del mundo. Incluso en los países más avanzados viven personas a las que resulta difícil satisfacer sus necesidades más elementales. Por otra parte, el explosivo crecimiento de la población mundial no hace sino agravar estos problemas. Las necesidades sociales y la pirámide de Maslow Necesidades insatisfechas Satisfacción de necesidades Necesidad fisiológica Seguridad Aceptación social Autoestima Autorealización Las necesidades sociales se difunden por mecanismos sociales, principalmente por demostración e imitación, por lo que pueden ser creadas y, mediante técnicas publicitarias, puede provocarse que sean fuertemente sentidas por grandes masas de población. Las necesidades humanas tienen dos peculiaridades de gran importancia económica: a) pueden ser mitigadas o satisfechas por objetos diferentes del inicialmente apetecido y b) es imposible satisfacerlas todas de forma global y definitiva ya que son múltiples, se reproducen y aparecen otras nuevas. La existencia de necesidades insatisfechas es por una parte causa de malestar individual y social pero por otra es también un estímulo para el progreso material, es decir, para la producción de nuevos medios que satisfagan necesidades. Esto no significa que la finalidad de la producción económica sea directa y exclusivamente la satisfacción de las necesidades ajenas. En nuestras sociedades, el sistema de libre empresa estimula la producción ofreciendo beneficios al empresario, al individuo que decide qué y cómo producir. El empresario que acierte a satisfacer una necesidad insatisfecha de alguien que está dispuesto y puede pagar por ello, obtendrá beneficio. Esa es la explicación de porqué gran parte de la población mundial no encuentra forma de satisfacer sus necesidades básicas mientras que las mayores fuerzas productivas están dedicadas a la satisfacción de necesidades sociales de segmentos de población de mayor capacidad adquisitiva: éstas producen más beneficios que aquéllas. Los expertos en marketing prestan una atención especial a la pirámide de necesidades diseñada por Abraham H. Maslow. Según este autor, las necesidades del ser humano están jerarquizadas y escalonadas de forma tal que cuando quedan cubiertas las necesidades de un orden es cuando se empiezan a sentir las necesidades del orden superior. El escalón básico de Maslow es el de las necesidades fisiológicas, hambre y sed. Cuando el ser humano tiene ya cubiertas estas necesidades empieza a preocuparse por la seguridad de que las va a seguir teniendo cubiertas en el futuro y por la seguridad frente a cualquier daño. Una vez que el individuo se siente físicamente seguro, empieza a buscar la aceptación social; quiere identificarse y compartir las aficiones de un grupo social y quiere que este grupo lo acepte como miembro. Cuando el individuo está integrado en grupos sociales empieza a sentir la necesidad de obtener prestigio, éxito, alabanza de los demás. Finalmente, los individuos que tienen cubiertos todos estos escalones, llegan a la culminación y desean sentir que están dando de sí todo lo que pueden, desean crear. En los países desarrollados las necesidades fisiológicas y de seguridad están cubiertas para la mayoría de los miembros. Es por eso que las empresas producen y ofrecen medios de satisfacer las necesidades de pertenencia a grupo o de prestigio social. La Coca-Cola no es un producto para satisfacer la sed sino para satisfacer la necesidad de pertenecer al grupo de jóvenes que se divierten. El Mercedes Benz trata de satisfacer la necesidad de éxito y prestigio social. Alimentación FAO Hambre Desnutrición Cumbre Mundial sobre la Alimentación Seguridad alimentaria Revolución verde Regeneración de suelos Planificación familiar Utilización sostenible de recursos En el mundo hay medios suficientes para alimentar a sus 6.000 millones de habitantes. A pesar de ello muchas personas no tienen acceso a alimentos suficientes para gozar de una vida sana. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha publicado una lista de 82 países pobres que corren riesgo especial. Estos países son los de más rápido crecimiento de la población, que, además, tienen un sistema productivo muy ineficaz y carecen de medios para importar los alimentos que necesitan. En los países pobres, especialmente en los que la población está creciendo rápidamente, el hambre y la desnutrición suelen ser problemas graves. Se estima que dos mil millones de personas sufren de desnutrición y deficiencias nutricionales. Más de 840 millones de personas —mujeres y niñas en gran proporción— sufren de desnutrición crónica. Todos los años unos 18 millones de personas, sobre todo niños, mueren de inanición y de enfermedades causadas por la desnutrición. La Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 centró la atención internacional en el concepto de seguridad alimentaria —el acceso de todas las personas a "alimentos nutritivos para mantener una vida sana y activa", de acuerdo con la FAO. Las inquietantes tendencias de la producción agrícola y de las actuales políticas del comercio internacional plantean interrogantes acerca de la posibilidad de que la producción y la distribución de alimentos puedan o no mejorar con la rapidez necesaria para ponerse a la par del crecimiento de la población y alcanzar la meta de la seguridad alimentaria. En los años sesenta se había conseguido que el abastecimiento mundial de alimentos se mantuviera al ritmo del crecimiento de la población. Merced a las nuevas tecnologías agrícolas, las mejores variedades de semillas y el riego —la revolución verde— el suministro de alimentos se expandió. Al mismo tiempo, en muchos países en desarrollo el uso de anticonceptivos se ha elevado considerablemente y la fecundidad ha bajado rápidamente. Pero entre 1985 y 1995, en 64 de 105 países estudiados por la FAO el aumento de la producción alimentaria fue menor que el crecimiento de la población. África produce ahora casi 30% menos de alimentos por persona que en 1967. Ver la resolución adoptada en 1999 por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas sobre el Derecho a una Alimentación Adecuada. Además, las tentativas de satisfacer la creciente demanda de alimentos lleva a la gente a hacer uso excesivo de los recursos. En su mayoría, los países en desarrollo ya están cultivando prácticamente toda la tierra arable. En algunas zonas los suelos fértiles se están explotando sin darles tiempo a regenerarse. Los suministros de agua dulce se están degradando o agotando. La producción de la industria pesquera ha decaído. Estas tendencias hacen cada vez más difícil satisfacer las necesidades alimentarias del mundo. Para ganar la carrera de los alimentos no es suficiente con aumentar la producción agrícola. Es imprescindible la divulgación de los sistemas de planificación familiar. Además, la provisión de educación y atención de salud es esencial para mejorar el bienestar de la gente y promover así la productividad y la utilización sostenible de recursos. Para lograr la seguridad alimentaria se requiere también distribuir mejor los alimentos, abordar las necesidades de los pequeños agricultores y elevar la productividad agrícola al tiempo que se conservan los suelos y los recursos hídricos. Economía de la salud Sistemas de salud Demanda de salud Producción de salud Estado de Bienestar Priorización Racionalización Eficacia y equidad RUG El sistema de salud, el conjunto de instituciones que cuida la salud de los ciudadanos, reviste una importancia creciente en los sistemas económicos. Este hecho se expresa en el creciente porcentaje del gasto público y privado en salud en relación al Producto Interior Bruto (PIB). En otras palabras, el ritmo de crecimiento del gasto en salud es superior al ritmo de crecimiento del PIB. Por un lado, el gasto en salud se puede considerar como una inversión en capital humano, en la medida que contribuye al crecimiento económico y a garantizar un nivel adecuado de calidad de vida, pero por otra parte aparecen dudas legítimas sobre la sostenibilidad de ese crecimiento a largo plazo. Todos los gobiernos, todos los países, están en un proceso de reformulación de los sistemas de salud que responde a la necesidad de mejorar aspectos de eficiencia, calidad, cobertura y equidad. La ciencia de la economía trata de la asignación de recursos escasos y susceptibles de usos alternativos a la satisfacción de distintas necesidades de diferentes personas. En el caso de la economía de la salud, se trata de analizar Cuantos recursos sociales se destinan a la salud en detrimento de otros sectores económicos. Cómo se distribuyen los recursos de la salud entre diversas personas o grupos sociales (el problema de la equidad). Cómo se distribuyen los recursos de salud asignados a una persona o grupo social (el problema de la eficacia). La ciencia económica está dotada de unos instrumentos de análisis para la asignación de recursos que proporcionan respuestas y soluciones a los problemas de equidad y eficacia en la producción y distribución de bienes y servicios. Pero los conceptos económicos de demanda, oferta, producción y distribución adoptan un sentido especial cuando se refieren a los bienes y servicios destinados a la salud de los seres humanos. La teoría económica describe de forma matemática las situaciones de equilibrio en los mercados de bienes y servicios, pero algunas situaciones que los economistas llamaríamos óptimos de eficacia para un bien material ordinario, serán consideradas socialmente inaceptables cuando se refieren a la salud. Podemos consentir, por ejemplo, una distribución desigual de ciertas riquezas, podemos mostrarnos indiferentes al hecho de que una sola persona sea propietaria de varios coches de lujo mientras que tres cuartas partes de la población del mundo no posee ningún vehículo, pero nos resulta muy desagradable contemplar niños del tercer mundo muriendo de inanición a la vez que no nos atrevemos a rechazar que una sola persona consuma recursos valorados en millones de euros para prolongar su vida unos pocos meses. La economía de la salud estudia temas tales como La demanda de salud: autoconsumo, información, capital humano, la salud como bien público. La producción de salud: eficacia, costes, financiación; la oferta de servicios de salud La determinación del precio de la salud: cuanto se debe pagar, quién lo debe pagar. Obsérvese que si es el enfermo el que demanda salud, es el médico el que la ofrece y es un tercero, el estado, el que la paga, la tendencia será a que se produzcan y consuman grandes cantidades de salud a precios muy altos. Los sistemas sanitarios. Mecanismos de previsión y salud. Infraestructura y políticas públicas. Alternativas y su reforma. La gestión de empresas y organizaciones proveedoras de bienes y servicios de salud. Sistemas de contratación que estimulan la eficacia. Cómo definir la eficacia en la provisión de salud. El sector público y la salud En la segunda mitad del siglo XX se produjo un cambio notable en la ideología y la opinión de las sociedades y en su práctica económica que fue bautizado como el Estado del Bienestar. Como consecuencia de ese cambio, las administraciones públicas asumieron gran parte de los gastos sanitarios y los gastos sanitarios crecieron de forma extraordinaria. En nuestro tiempo el concepto de Estado del Bienestar está siendo cada vez más cuestionado por lo que se demanda de las administraciones públicas un mayor equilibrio presupuestario, una menor proporción de los gastos públicos sobre el total del Gasto Nacional y mayor control, eficacia, transparencia y racionalidad en el gasto público. El sector público dispone de cinco tipos de instrumentos para el diseño y aplicación de la política sanitaria: 1. Información: Con el objetivo de influir sobre la conducta de la población. Campañas antitabaco, sistemas de control de epidemias, etc. 2. Regulación de estímulos: cuando se utiliza la potestad reglamentaria para facilitar y alentar o desalentar determinada actividad privada que puede proveer salud. Se incluyen aquí la reglamentación de centros asistenciales, la colegiación médica, la reglamentación de farmacia, etc. 3. Regulación coactiva: tipo especial de regulación en la que se obliga a alguien a hacer algo o a financiarlo. Se incluye aquí la obligación de vacunar a los niños o de financiar la seguridad social a los empleados y empleadores. 4. Financiación pública: Cuando parte de los fondos públicos obtenidos mediante los impuestos o por emisión de deuda pública son destinados a financiar la prestación privada de servicios de salud. 5. Provisión pública: Cuando el estado provee directamente los servicios usando infraestructuras de su propiedad y empleados públicos. En la utilización de esos cinco instrumentos, los gestores públicos deben utilizar los criterios de eficacia y equidad para adoptar decisiones sobre priorización y racionalización: Eficacia y equidad: Los tres primeros instrumentos tienen un alto grado de eficacia, es decir, el ratio resultado/coste es muy alto en comparación con los dos últimos. Respecto a la elección entre provisión pública y provisión privada con financiación pública se debe financiar al proveedor de salud que proporcione más al menor precio. Pero permanece cierta ambigüedad al intentar definir qué es "más salud". Es muy difícil medir la eficacia del gasto sanitario porque es muy difícil valorar el producto obtenido. Se considera generalmente que el proveedor privado tiene más capacidad de control del gasto, pero también se cree (con poca certeza) que el servicio público tiende a ofrecer más equidad en la salud y salud para más personas, mientras que el proveedor privado tiende a ofrecer más calidad de salud a menos personas. Artículos relacionados con la Economía de la salud e incluidos en este sitio web o CD-ROM: Gro Harlem Brundtland Brundtland, Gro Harlem Los Nuevos Actores Brundtland, Gro Harlem El mundo debe responder a la crisis del SIDA Brundtland, Gro Harlem Nuevos aspectos del desarrollo Priorizar. Ningún presupuesto sanitario de ningún país, ni hoy ni nunca podrán financiar todos los servicios sanitarios demandados. La ausencia de un criterio de priorización, es decir, cuando se ofrece un servicio sanitario a todo el que lo solicita sin tener en cuenta la capacidad de la oferta, conduce a la aparición de colas, de retardos de meses en la prestación del servicio, de asignación de servicios solo al que puede esperar y su negación a los urgentes. Entre los sistemas de priorización se pueden citar: La definición de una cesta básica de servicios sanitarios de alta prioridad que sea posible garantizar para todos los ciudadanos. La provisión de servicios (y la utilización de instrumentos) de mayor ratio resultado/costo, tales como los sistemas de vacunación e información. Otro criterio puede ser priorizar el servicio a los individuos que no están capacitados para financiarlos por sí mismos, sacrificando la equidad en aras de la eficacia. Otro posible criterio es priorizar a los jóvenes sobre los viejos (las enfermedades de los jóvenes sobre las de los viejos) ya que el resultado de la acción sanitaria tendrá un efecto más prolongado. Racionalizar el sistema de pago: Pago por diagnóstico frente a pago por servicio. El sistema de pago por servicio implica una fuerte tendencia al incremento del gasto ya que no existe ningún estímulo a la restricción de la oferta o la demanda. El paciente demandará más servicio y el médico o la organización sanitaria ofrecerá la mayor calidad sin tener en cuenta el coste. La alternativa de pago por diagnóstico consiste en realizar una estimación del "coste aceptable" por paciente, forzando a un uso racional del presupuesto disponible. Las dificultadas del sistema de pago por diagnóstico conducen a los sistemas reales de asignación de presupuestos limitados por grupos sociales definidos como RUG (Resource Utilization Groups). La pobreza: Las diferencias entre ricos y pobres Véase también sobre este tema el artículo "Conceptos de convergencia económica" incluido en este CD-ROM o sitio web. ¿Cómo será la sociedad humana en el futuro próximo? Muchas personas piensan que las diferencias económicas entre los países ricos y los países pobres están aumentando por lo que el abismo que separa al primer mundo del tercer mundo es cada vez mayor ¿Es eso cierto? Y si eso es cierto ¿No hay forma, no hay esperanza de que se invierta la tendencia? Durante casi todo el siglo veinte se pensó que podía haber diferentes caminos para el crecimiento económico y que los países pobres tenían que elegir entre diferentes vías de desarrollo. Eso implicaba una promesa de que algunos caminos funcionaban como "atajos" que permitirían llegar más lejos, antes que los demás. La desaparición de los regímenes comunistas parece haber eliminado de nuestras mentes la posibilidad de elegir entre diferentes caminos y con ello la esperanza de encontrar atajos. Sólo queda un camino y es precisamente por el que estamos avanzando todos los países. En este camino hay algunos viajeros que están muy avanzados y otros muy atrasados. Si la distancia entre los ricos y los pobres es cada vez mayor es comprensible que cunda el pesimismo y el desaliento. Renta del Año Diferencia país pobre país rico absoluta relativa 1 100 1000 900 90,0 2 107 1030 923 89,6 3 114 1061 946 89,2 4 123 1093 970 88,7 5 131 1126 994 88,3 6 140 1159 1019 87,9 7 150 1194 1044 87,4 8 161 1230 1069 86,9 9 172 1267 1095 86,4 10 184 1305 1121 85,9 11 197 1344 1147 85,3 12 210 1384 1174 84,8 13 225 1426 1201 84,2 14 241 1469 1228 83,6 15 258 1513 1255 82,9 16 276 1558 1282 82,3 17 295 1605 1309 81,6 18 316 1653 1337 80,9 19 338 1702 1364 80,1 20 362 1754 1392 79,4 21 387 1806 1419 78,6 22 414 1860 1446 77,7 23 443 1916 1473 76,9 24 474 1974 1500 76,0 25 507 2033 1526 75,1 26 543 2094 1551 74,1 27 581 2157 1576 73,1 28 621 2221 1600 72,0 29 665 2288 1623 70,9 30 711 2357 1645 69,8 31 761 2427 1666 68,6 32 815 2500 1686 67,4 33 872 2575 1704 66,2 34 933 2652 1720 64,9 35 998 2732 1734 63,5 36 1068 2814 1746 62,0 37 1142 2898 1756 60,6 38 1222 2985 1763 59,1 39 1308 3075 1767 57,5 40 1399 3167 1768 55,8 41 1497 3262 1765 54,1 42 1602 3360 1758 52,3 43 1714 3461 1746 50,4 44 1834 3565 1730 48,5 45 1963 3671 1709 46,6 46 2100 3782 1681 44,4 47 2247 3895 1648 42,3 48 2405 4012 1607 40,1 49 2573 4132 1559 37,7 50 2753 4256 1503 35,3 51 2946 4384 1438 32,8 52 3152 4515 1364 30,2 53 3373 4651 1278 27,5 54 3609 4790 1182 24,7 55 3861 4934 1073 21,7 56 4132 5082 951 18,7 57 4421 5235 814 15,5 58 4730 5392 661 12,3 Pero ¿Es eso realmente lo que está ocurriendo? ¿Estamos realmente condenados a la divergencia para siempre? ¿No será que la imagen del camino es un espejismo que nos engaña sobre lo que sucede en la realidad? 59 5061 5553 492 8,9 60 5416 5720 304 5,3 61 5795 5892 97 1,6 Si analizamos los datos estadísticos del producto nacional de los países ricos y los países pobres podemos comprobar que, en efecto, los países ricos son cada vez más ricos y las diferencias en términos absolutos con los pobres están aumentando. Pero, por una parte, eso no quiere decir que los pobres sean cada vez más pobres. Los pobres se están también enriqueciendo. Todos los caminantes van en la misma dirección. En otras palabras, aunque la diferencia entre las rentas esté aumentando en términos absolutos, es posible que en términos relativos esté disminuyendo y que, contrariamente a las apariencias, los países más atrasados estén acercándose a los avanzados. Veamos un ejemplo numérico. Supongamos dos países, R (el rico) y P (el pobre). Supongamos que la renta media de los ciudadanos del país rico es diez veces la de los ciudadanos del país pobre. Por ejemplo, la renta per cápita en R es 1000 y en P es 100. Supongamos que la renta de R crece al ritmo del 3% anual. La verosimilitud de este supuesto puede comprobarse teniendo en cuenta que es aproximadamente la tasa media de crecimiento de los países miembros de la OCDE en los últimos 20 años. Entre 1990 y 1998 la tasa media anual de crecimiento de las rentas ha sido inferior al 3% en USA, Canadá, Japón y todos los países de la UE (excepto Irlanda y Luxemburgo). Supongamos que la renta de P crece al 7%. La verosimilitud de este supuesto se comprueba teniendo en cuenta que la tasa media de crecimiento anual real de las rentas entre 1990 y 1998 ha sido superior al 6% en Chile, Corea del Sur, India, Laos, Lesotho, Líbano, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia, Uganda y Vietnam. En el caso de China, la tasa media de crecimiento anual de las rentas ha sido superior al 10% en los últimos veinticinco años. En ese ejemplo ocurrirá lo siguiente: La diferencia en la renta per cápita estará aumentando en términos absolutos... durante 40 años. El porcentaje que representa la renta media en P respecto a R, que inicialmente es del 10%, crece de forma sostenida desde el primer momento. A partir del año 41, las diferencias se empiezan a hacer menores incluso en términos absolutos. A partir del año 62 los ciudadanos del país P serán más ricos que los del país R. Vemos por tanto que el ejemplo del camino no sirve como analogía del crecimiento económico de los países. Si dos caminantes van en la misma dirección y la distancia absoluta ente ellos está aumentando, es porque el que va delante anda más deprisa que el que va detrás. Pero en el caso del desarrollo económico de los países, el que la distancia absoluta aumente no indica que el rico crezca más rápidamente que el pobre. Lo que hay que considerar es la distancia relativa, en el porcentaje que representa la diferencia sobre el total de la renta. Si esta distancia relativa está disminuyendo, la conclusión que debemos sacar es de optimismo. Por otra parte, otra conclusión que se puede extraer del ejemplo propuesto es que no debemos esperar milagros. Aún en el caso de que el país pobre pueda mantener de forma sostenida el ritmo de crecimiento del 7%, necesitará 60 años para igualarse al rico. Además, es previsible que cuando su renta media se acerque a la de los países ricos, cuando sea un país "casi rico", la tasa de crecimiento de la renta también disminuirá. Introducción a la teoría de juegos Los psicólogos destacan la importancia del juego en la infancia como medio de formar la personalidad y de aprender de forma experimental a relacionarse en sociedad, a resolver problemas y situaciones conflictivas. Todos los juegos, de niños y de adultos, juegos de mesa o juegos deportivos, son modelos de situaciones conflictivas y cooperativas en las que podemos reconocer situaciones y pautas que se repiten con frecuencia en el mundo real. El estudio de los juegos ha inspirado a científicos de todos los tiempos para el desarrollo de teorías y modelos matemáticos. La estadística es una rama de las matemáticas que surgió precisamente de los cálculos para diseñar estrategias vencedoras en juegos de azar. Conceptos tales como probabilidad, media ponderada y distribución o desviación estándar, son términos acuñados por la estadística matemática y que tienen aplicación en el análisis de juegos de azar o en las frecuentes situaciones sociales y económicas en las que hay que adoptar decisiones y asumir riesgos ante componentes aleatorios. Pero la teoría de juegos tiene una relación muy lejana con la estadística. Su objetivo no es el análisis del azar o de los elementos aleatorios sino de los comportamientos estratégicos de los jugadores. En el mundo real, tanto en las relaciones económicas como en las políticas o sociales, son muy frecuentes las situaciones en las que, al igual que en los juegos, su resultado depende de la conjunción de decisiones de diferentes agentes o jugadores. Se dice de un comportamiento que es estratégico cuando se adopta teniendo en cuenta la influencia conjunta sobre el resultado propio y ajeno de las decisiones propias y ajenas. La técnica para el análisis de estas situaciones fue puesta a punto por un matemático, John von Neumann. A comienzos de la década de 1940 trabajó con el economista Oskar Morgenstern en las aplicaciones económicas de esa teoría. El libro que publicaron en 1944, "Theory of Games and Economic Behavior", abrió un insospechadamente amplio campo de estudio en el que actualmente trabajan miles de especialistas de todo el mundo. La Teoría de Juegos ha alcanzado un alto grado de sofisticación matemática y ha mostrado una gran versatilidad en la resolución de problemas. Muchos campos de la Economía — Equilibrio General, distribución de costes, etc.— se han visto beneficiados por las aportaciones de este método de análisis. En el medio siglo transcurrido desde su primera formulación el número de científicos dedicados a su desarrollo no ha cesado de crecer. Y no son sólo economistas y matemáticos sino sociólogos, politólogos, biólogos o psicólogos. Existen también aplicaciones jurídicas: asignación de responsabilidades, adopción de decisiones de pleitear o conciliación, etc. Hay dos clases de juegos que plantean una problemática muy diferente y requieren una forma de análisis distinta. Si los jugadores pueden comunicarse entre ellos y negociar los resultados se tratará de juegos con transferencia de utilidad (también llamados juegos cooperativos), en los que la problemática se concentra en el análisis de las posibles coaliciones y su estabilidad. En los juegos sin transferencia de utilidad, (también llamados juegos no cooperativos) los jugadores no pueden llegar a acuerdos previos; es el caso de los juegos conocidos como "la guerra de los sexos", el "dilema del prisionero" o el modelo "halcón-paloma". Los modelos de juegos sin transferencia de utilidad suelen ser bipersonales, es decir, con sólo dos jugadores. Pueden ser simétricos o asimétricos según que los resultados sean idénticos desde el punto de vista de cada jugador. Pueden ser de suma cero, cuando el aumento en las ganancias de un jugador implica una disminución por igual cuantía en las del otro, o de suma no nula en caso contrario, es decir, cuando la suma de las ganancias de los jugadores puede aumentar o disminuir en función de sus decisiones. Cada jugador puede tener opción sólo a dos estrategias, en los juegos biestratégicos, o a muchas. Las estrategias pueden ser puras o mixtas; éstas consisten en asignar a cada estrategia pura una probabilidad dada. En el caso de los juegos con repetición, los que se juegan varias veces seguidas por los mismos jugadores, las estrategias pueden ser también simples o reactivas, si la decisión depende del comportamiento que haya manifestado el contrincante en jugadas anteriores. La estrategia Maximín juego de suma cero estrategias pago matriz de pagos punto de silla solución estable minimax estrategias mixtas teorema del minimax Consideremos un juego de suma cero en el que lo que yo gano lo pierde el otro jugador. Cada jugador dispone de tres estrategias posibles a las que designaremos como A, B, y C (supongamos que son tres tarjetas con dichas letras impresas). Los premios o pagos consisten en la distribución de diez monedas que se repartirán según las estrategias elegidas por ambos jugadores y se muestran en la siguiente tabla llamada matriz de pagos. Mis ganancias, los pagos que puedo recibir, se muestran en verde, a la izquierda de cada casilla. Los pagos al otro jugador se muestran en rosa, a la derecha de cada casilla. Para cualquier combinación de estrategias, los pagos de ambos jugadores suman diez. MATRIZ DE PAGOS Las estrategias del otro jugador A B C A 9|1 1|9 2|8 Mi estrategia B 6|4 5|5 4|6 C 7|3 8|2 3|7 Por ejemplo. Si yo juego la tarjeta C y el otro jugador elige su tarjeta B entonces yo recibiré ocho monedas y el otro jugador recibirá dos. Éste es por tanto un juego de suma cero. Se llama juego de suma cero aquél en el que lo que gana un jugador es exactamente igual a lo que pierde o deja de ganar el otro. Para descubrir qué estrategia me conviene más vamos a analizar la matriz que indica mis pagos, la de fondo verde. Ignoro cuál es la estrategia (la tarjeta) que va a ser elegida por el otro jugador. Una forma de analizar el juego para tomar mi decisión consiste en mirar cuál es el mínimo resultado que puedo obtener con cada una de mis cartas. En la siguiente tabla se ha añadido una columna indicando mis resultados mínimos. MATRIZ DE MIS PAGOS La estrategia del otro jugador En efecto, A B C mínimos A 9 1 2 1 Mi estrategia B 6 5 4 4 C 7 8 3 3 Si yo elijo la tarjeta A, puedo obtener 9, 1 o 2, luego como mínimo obtendré un resultado de 1. Si elijo la tarjeta B, puedo obtener 6, 5 o 4, luego como mínimo obtendré 4. Si elijo la tarjeta C, puedo obtener 7, 8 o 3, luego como mínimo obtendré 3. De todos esos posibles resultados mínimos, el que prefiero es 4 ya que es el máximo de los mínimos. La estrategia MAXIMIN consiste en elegir la tarjeta B ya que esa estrategia me garantiza que, como mínimo, obtendré 4. ¿Podemos prever la estrategia del otro jugador? Supongamos que el otro jugador quiere elegir también su estrategia MAXIMIN. Mostramos ahora sólo los pagos asignados al otro jugador en los que destacamos el pago mínimo que puede obtener para cada una de sus estrategias. Subrayamos el máximo de los mínimos y su estrategia maximin. MATRIZ DE PAGOS AL OTRO JUGADOR La estrategia del otro jugador A B C A 1 9 8 B 4 5 6 C 3 2 7 mínimos 1 2 6 Mi estrategia En efecto, Si él elige A, su peor resultado sería si yo elijo A con lo que yo obtendría 9 y él 1. Si él elige B, su peor resultado sería si yo elijo C con lo que yo obtendría 8 y él 2. Si él elige C, su peor resultado sería si yo elijo B con lo que yo obtendría 4 y él 6. Su estrategia MAXIMIN consiste por tanto en jugar la carta C con lo que se garantiza que, al menos, obtendrá 6. Éste es un juego con solución estable. Ninguno de los jugadores siente la tentación de cambiar de estrategia. Supongamos que se empieza a repetir el juego una y otra vez. Yo jugaré siempre mi estrategia maximin (B) y el otro jugará siempre su estrategia maximin (C). Cada uno sabe lo que jugará el otro la siguiente vez. Ninguno estará tentado de cambiar su estrategia ya que el que decida cambiar su estrategia perderá. Se llama punto de silla al resultado en el que coinciden las estrategias maximin de ambos jugadores. No todos los juegos tienen un punto de silla, una solución estable. La estabilidad del juego anterior desaparece simplemente trastocando el orden de las casillas BB y BC: MATRIZ DE MIS PAGOS MATRIZ DE PAGOS AL OTRO JUGADOR La estrategia del otro jugador Mi A A B C 9 1 2 La estrategia del otro jugador Mi estrategia A A B C 1 9 8 estrategia B 6 4 5 B 4 6 5 C 7 8 3 C 3 2 7 En esta nueva tabla mi estrategia maximin sigue siendo la B y la estrategia maximin del otro jugador sigue siendo la C. Pero la solución ahora ya no es estable. Si jugamos repetidas veces y yo repito mi estrategia maximín, B, el otro estará tentado de cambiar su estrategia, pasando de la C a la B con lo que obtendrá un pago mayor, 6 en vez de 5. Claro que si el otro empieza a elegir sistemáticamente la estrategia B yo preferiré cambiar mi estrategia a la C para así obtener 8. Entonces el querrá volver a su estrategia C y así sucesivamente. Realice ahora estos Ejercicios MAXIMÍN Cuando se repiten juegos que no tienen solución estable interesa utilizar estrategias mixtas. Las estrategias mixtas consisten en asignar a cada una de las estrategias una probabilidad. En el juego que estamos analizando una estrategia mixta podría describirse de la forma siguiente: "Para elegir la tarjeta que voy a jugar lanzaré un dado. Si el dado muestra un 1, elegiré la tarjeta A; si el dado muestra un 2 o un 3, elegiré la tarjeta B; si el dado muestra un 4, un 5 o un 6, elegiré la tarjeta C". En otras palabras, elegiré la tarjeta A con una probabilidad de 1/6, la tarjeta B con una probabilidad de 1/3 y la tarjeta C con una probabilidad de 1/2. El teorema del maximin afirma que en todo juego bipersonal de suma cero en el que sea posible jugar estrategias mixtas además de las puras, las estrategias maximin de cada jugador coincidirán siempre en una solución estable, un punto de silla. Este teorema fue demostrado matemáticamente por John von Neumann en un artículo publicado en 1928. El Dilema del Prisionero El Dilema del Prisionero (Prisoner's dilemma) es un modelo de conflictos muy frecuentes en la sociedad que ha sido profundamente estudiado por la Teoría de Juegos. Dos delincuentes son detenidos y encerrados en celdas de aislamiento de forma que no pueden comunicarse entre ellos. El alguacil sospecha que han participado en el robo del banco, delito cuya pena es diez años de cárcel, pero no tiene pruebas. Sólo tiene pruebas y puede culparles de un delito menor, tenencia ilícita de armas, cuyo castigo es de dos años de cárcel. Promete a cada uno de ellos que reducirá su condena a la mitad si proporciona las pruebas para culpar al otro del robo del banco. Las alternativas para cada prisionero pueden representarse en forma de matriz de pagos. La estrategia "lealtad" consiste en permanecer en silencio y no proporcionar pruebas para acusar al compañero. Llamaremos "traición" a la estrategia alternativa. Dilema del prisionero Matriz de Pagos (años de cárcel) Preso Y lealtad traición lealtad 2 \ 2 10 \ 1 Preso X traición 1 \ 10 5\5 Los pagos a la izquierda o a la derecha de la barra indican los años de cárcel a los que es condenado el preso X o Y respectivamente según las estrategias que hayan elegido cada uno de ellos. En vez de expresar los pagos en años de cárcel, podríamos indicar simplemente el orden de preferencia de cada preso de los correspondientes resultados, con lo que el modelo pasa a tener aplicación más general. Dilema del prisionero Matriz de Pagos (orden de preferencias) Preso Y lealtad traición lealtad 2 \ 2 4\1 Preso X * traición 1 \ 4 3\3 La aplicación de la estrategia maximín conduce en este juego a un resultado subóptimo. Al no conocer la decisión del otro preso, la estrategia más segura es traicionar. Si ambos traicionan, el resultado para ambos es peor que si ambos hubieran elegido la lealtad. Este resultado es un punto de equilibrio de Nash y está señalado en la matriz mediante un asterisco. El dilema del prisionero, tal como lo hemos descrito, es un juego de suma no nula, bipersonal, biestratégico y simétrico. Fue formalizado y analizado por primera vez por A. W. Tucker en 1950. Es posiblemente el juego más conocido y estudiado en la teoría de juegos. En base a él se han elaborado multitud de variaciones, muchas de ellas basadas en la repetición del juego y en el diseño de estrategias reactivas. El modelo halcón-paloma En el lenguaje ordinario entendemos por "halcón" a los políticos partidarios de estrategias más agresivas mientras que identificamos como "paloma" a los más pacifistas. El modelo HalcónPaloma sirve para analizar situaciones de conflicto entre estrategias agresivas y conciliadoras. Este modelo es conocido en la literatura anglosajona como el "hawk-dove" o el "chicken" y en español es conocido también como "gallina". En la filmografía holywoodiense se han representado en varias ocasiones desafíos de vehículos enfrentados que siguen este modelo. Los dos vehículos se dirigen uno contra otro en la misma línea recta y a gran velocidad. El que frene o se desvíe ha perdido. Pero si ninguno de los dos frena o se desvía... También se ha utilizado este modelo abundantemente para representar una guerra fría entre dos superpotencias. La estrategia Halcón consiste en este caso en proceder a una escalada armamentística y bélica. Si un jugador mantiene la estrategia Halcón y el otro elige la estrategia Paloma, el Halcón gana y la Paloma pierde. Pero la situación peor para ambos es cuando los dos jugadores se aferran a la estrategia Halcón. El resultado puede modelizarse con la siguiente matriz de pagos. HALCÓN-PALOMA: MATRIZ DE PAGOS Jugador Y Paloma Halcón Paloma 2º,2º Halcón 1º,3º Jugador X * 3º,1º * 4º,4º Obsérvense las sutiles pero importantes diferencias de este modelo con el Dilema del Prisionero. En principio la matriz es muy parecida, simplemente se han trocado las posiciones de los pagos 3º y 4º, pero la solución y el análisis son ahora muy diferentes. Hay aquí dos resultados que son equilibrios de Nash: cuando las estrategias elegidas por cada jugador son diferentes; en la matriz aquí representada esas soluciones están marcadas con un asterisco. Compruébese, por el contrario, que en el Dilema del Prisionero el equilibrio de Nash está en el punto en que ambos jugadores traicionan. Otra notable diferencia de este juego con otros es la importancia que aquí adquiere el orden en que los jugadores eligen sus estrategias. Como tantas veces en la vida real, el primero que juega, gana. El primero elegirá y manifestará la estrategia Halcón con lo que el segundo en elegir se verá obligado a elegir la estrategia Paloma, la menos mala. La guerra de los sexos El juego de "La guerra de los sexos" es un ejemplo muy sencillo de utilización de modelos de la teoría de juegos para analizar un problema frecuente en la vida cotidiana. juegos sin repetición juegos sin transferencia de utilidad resultado subóptimo juego simétrico juego asimétrico punto de silla solución estable maximín dominación Hay dos jugadores: "ÉL" y "ELLA". Cada uno de ellos puede elegir entre dos posibles estrategias a las que llamaremos "Fútbol" y "Discoteca". Supongamos que el orden de preferencias de ÉL es el siguiente: 1º (lo más preferido) ÉL y ELLA eligen Fútbol. 2º ÉL y ELLA eligen Discoteca. 3º ÉL elige Fútbol y ELLA elige Discoteca. 4º (lo menos preferido) Él elige Discoteca y ELLA elige Fútbol. Supongamos que el orden de preferencias de ELLA es el siguiente: 1º (lo más preferido) ÉL y ELLA eligen Discoteca. 2º ÉL y ELLA eligen Fútbol. 3º ÉL elige Fútbol y ELLA elige Discoteca. 4º (lo menos preferido) Él elige Discoteca y ELLA elige Fútbol. La matriz de pagos es como sigue: ÉL Fútbol Discoteca ELLA Fútbol Discoteca * 1\2 3\3 4\4 2\1 Los pagos representan el orden de preferencias. En verde y a la izquierda de la barra, los pagos a ÉL. En violeta y a la derecha de la barra los pagos a ELLA. Este juego, tal como lo hemos descrito, es un juego sin repetición y sin transferencia de utilidad. Sin repetición significa que sólo se juega una vez por lo que no es posible tomar decisiones en función de la elección que haya hecho el otro jugador en juegos anteriores. Sin transferencia de utilidad significa que no hay comunicación previa por lo que no es posible ponerse de acuerdo, negociar ni acordar pagos secundarios ("Si vienes al fútbol te pago la entrada"). El problema que se plantea es simplemente un problema de coordinación. Se trata de coincidir en la elección. Al no haber comunicación previa, es posible que el resultado no sea óptimo. Si cada uno de los jugadores elige su estrategia maximín el pago que recibirán (3\3) es subóptimo. Esa solución, marcada en la matriz con un asterisco, no es un punto de equilibrio de Nash ya que los jugadores están tentados de cambiar su elección: cuando ELLA llegue a la discoteca y observe que ÉL se ha ido al fútbol, sentirá el deseo de cambiar de estrategia para obtener un pago mayor. El modelo que hemos visto es un juego simétrico ya que jugadores o estrategias son intercambiables sin que los resultados varíen. Podemos introducir una interesante modificación en el juego convirtiéndolo en asimétrico a la vez que nos aproximamos más al mundo real. Supongamos que las posiciones 2ª y 3ª en el orden de preferencias de ÉL se invierten. ËL prefiere ir solo al Fútbol más que ir con ELLA a la Discoteca. La matriz de pagos queda como sigue: ÉL Fútbol Discoteca ELLA Fútbol Discoteca * 1\2 2\3 4\4 3\1 Si ELLA conoce la matriz de pagos, es decir, las preferencias de ÉL, el problema de coordinación desaparece. Está muy claro que ÉL elegirá siembre la estrategia Fútbol, sea cual sea la elección de ELLA. Sabiendo esto ELLA elegirá siempre la estrategia Fútbol también, ya que prefiere estar con ÉL aunque sea en el Fútbol que estar sola aunque sea en la Discoteca. La estrategia maximín de ambos jugadores coincide. El resultado, marcado con un asterisco, es un óptimo, un punto de silla, una solución estable, un punto de equilibrio de Nash. Obsérvese que esta solución conduce a una situación estable de dominación social del jugador que podríamos calificar como el más egoísta. Juegos con transferencia de utilidad (Juegos cooperativos) Si los jugadores pueden comunicarse entre sí y negociar un acuerdo ANTES de los pagos, la problemática que surge es completamente diferente. Se trata ahora de analizar la posibilidad de formar una coalición de parte de los jugadores, de que esa coalición sea estable y de cómo se deben repartir las ganancias entre los miembros de la coalición para que ninguno de ellos esté interesado en romper la coalición. Juego 1.- Empecemos con el ejemplo más sencillo. Supongamos que tres jugadores, Ana, Benito y Carmen, tienen que repartirse entre sí cien euros. El sistema de reparto tiene que ser adoptado democráticamente, por mayoría simple, una persona un voto. Hay cuatro posibles coaliciones vencedoras: ABC, AB, BC y AC, pero hay infinitas formas de repartir los pagos entre los tres jugadores. Supongamos que Ana propone un reparto de la forma A=34, B=33 y C=33. Benito puede proponer un reparto alternativo de la forma A=0, B=50 y C=50 Carmen estará más interesada en la propuesta de Benito que en la de Ana. Pero puede proponer una alternativa aún mejor para ella: A=34, B=0 y C=66. A Benito es posible que se le ocurra alguna propuesta mejor para atraer a Ana. El juego puede continuar indefinidamente. No tiene solución. No hay ninguna coalición estable. Sea cual sea la propuesta que se haga siempre habrá una propuesta alternativa que mejore los pagos recibidos por cada jugador de una nueva mayoría. Definición: En los juegos con transferencia de utilidad se llama solución a una propuesta de coalición y de reparto de los pagos que garantice estabilidad, es decir, en la que ninguno de los participantes de una coalición vencedora pueda estar interesado en romper el acuerdo. Juego 2.- Modifiquemos ahora el ejemplo. En vez de "un hombre un voto" consideremos que hay voto ponderado. Ana tiene derecho a seis votos, Benito a tres y Carmen a uno. Las posibles mayorías son las siguientes: ABC, AB, AC, A. En esta situación Ana propondrá un reparto de la siguiente forma: A=100, B=0 y C=0. Ese reparto se corresponde con una coalición estable en la que los seis votos de Ana estarán a favor. Es una solución única. Ana no aceptará ningún reparto en el que ella obtenga menos de 100 euros y sin la participación de Ana no hay ninguna coalición vencedora. Definición: Se llama "valor del juego" al pago que un jugador tiene garantizado que puede recibir de un juego si toma una decisión racional, independientemente de las decisiones de los demás jugadores. Ningún jugador aceptará formar parte de una coalición si no recibe como pago al menos el valor del juego. En el juego 1, el valor del juego es cero para los tres jugadores. En el juego 2 el valor del juego para Ana es cien y para Benito y Carmen es cero. Juego 3.- Pongamos un ejemplo algo más realista y, por tanto, un poco más complejo. Supongamos un municipio en el que cinco partidos políticos se han presentado a las elecciones: el Partido Austero (PA), el Partido Benefactor (PB), el Partido Comunal (PC), el Partido Democrático (PD) y el Partido de la Esperanza (PE). En las elecciones, han obtenido el siguiente número de concejales: PA=11 PB=8 PC=5 PD=2 PE=1 Como ningún partido ha conseguido la mayoría absoluta, es necesario que se forme una coalición para gobernar el municipio. El presupuesto anual del municipio es de 520 millones de euros. La coalición gobernante debe asignar los cargos y las responsabilidades del ayuntamiento a los diferentes partidos. En las negociaciones se debe acordar el reparto del presupuesto, cargos y responsabilidades entre los partidos. Suponemos que no hay simpatías ni antipatías ideológicas y que los cargos y responsabilidades son valorados exclusivamente según el presupuesto económico que controlan. Supondremos, para simplificar, que hay disciplina de voto y que no son posibles las traiciones internas Análisis del juego 3. Como el número total de concejales es 27, la coalición vencedora debe disponer al menos de 14 votos. A diferencia del juego 2, no hay ningún jugador imprescindible para ganar. Si utilizamos la definición que dimos arriba, el valor del juego para todos los jugadores es cero ya que ninguno tiene garantizada su pertenencia a la coalición vencedora. Definición: Se llama "valor de Shapley" a la asignación que recibe cada jugador en una propuesta de reparto según un criterio de arbitraje diseñado por Lloyd S. Shapley. El criterio consiste en asignar un pago a cada jugador en proporción al número de coaliciones potencialmente vencedoras en las que el jugador participa de forma no redundante. Un jugador es redundante en una coalición si no es imprescindible para que esa coalición resulte vencedora. Propuesta arbitral de Shapley para el juego 3. Como hay cinco partidos políticos, las posibles coaliciones son 31. De ellas, 16 son vencedoras. Las coaliciones perdedoras están en rojo. En las coaliciones vencedoras se han marcado en amarillo los jugadores redundantes. ABCD ABC ABCDE ABE ADE ABCE ABD ACE BDE ABDE ACD BCE ACDE BCD CDE BCDE AB BC CD AC BD CE AD BE DE AE A B C D E Por tanto: A no es redundante en 10 coaliciones vencedoras B no es redundante en 6 coaliciones vencedoras C no es redundante en 6 coaliciones vencedoras D no es redundante en 2 coaliciones vencedoras E no es redundante en 2 coaliciones vencedoras Si se formara un "gobierno de concentración", una coalición de todos los partidos, podríamos repartir el presupuesto de 520 millones de euros en proporción al valor de Shapley obteniendo los siguientes valores para cada uno de los partidos: A= 200; B= 120; C= 120; D= 40; E= 40 En cualquier coalición formada por menos de cinco partidos, ninguno de los coaligados debería aceptar un presupuesto inferior al indicado. Sea cual sea la coalición vencedora que se forme, el presupuesto puede ser repartido conforme al criterio del valor de Shapley. Obsérvese que la propuesta de arbitraje de Shapley no conduce a una solución única ni absolutamente estable. Sigue habiendo varias soluciones posibles. Pero en cualquier coalición que se forme, si el reparto se hace conforme al criterio de Shapley, no habrá una coalición alternativa más estable que ofrezca a los jugadores un pago superior. Hemiciclo del Parlamento Europeo en su sede de Estrasburgo Número de representantes en el Parlamento Europeo a partir de enero de 2004 Austria 17 Juego 4. Ejercicio. En el Tratado de la Unión Europea aprobado en Niza en diciembre de 2000 se acordó que a partir del 1 de enero de 2004, el número de representantes de cada país miembro en el Parlamento Europeo será el fijado en el cuadro adjunto. Intente estimar la asignación de un presupuesto de un billón de euros entre todos los países miembros para que sea aprobado por unanimidad por el Parlamento, de forma que cada país miembro reciba el valor de Shapley. (Propuesta de solución a este ejercicio) Alemania 99 Bélgica 22 Dinamarca 13 España 50 Finlandia 13 Francia 72 Grecia 22 Holanda 25 Irlanda 12 Italia 72 Luxemburgo 6 Portugal 22 Reino Unido 72 Suecia 18 Estrategias reactivas Cuando un juego se repite varias veces, cada jugador puede adoptar su estrategia en función de las decisiones que haya adoptado antes su oponente. Las estrategias reactivas son las que se adoptan en los juegos con repetición y se definen en función de las decisiones previas de otros jugadores. El ejemplo más conocido es la estrategia OJO POR OJO (en inglés TIT FOR TAT). Supongamos que dos jugadores repiten de forma indefinida una situación con pagos de forma del Dilema del Prisionero: DILEMA DEL PRISIONERO MATRIZ DE PAGOS Jugador columna Cooperar Traicionar Cooperar Jugador fila Traicionar 2º,2º 4º,1º 1º,4º 3º,3º * En esta situación la estrategia OJO POR OJO puede quedar definida de la forma siguiente: "En la primera jugada elegiré la estrategia COOPERAR. En las jugadas siguientes elegiré la misma estrategia que haya elegido mi oponente en la jugada anterior". En otras palabras, si el otro coopera, yo cooperaré con él. Si el otro es un traidor, yo seré un traidor". La estrategia TIT FOR TAT fue definida y denominada así por el psicólogo experto en teoría de juegos Anatol Rapoport, en el marco de los experimentos del politólogo canadiense Robert Axelrod. A comienzos de la década de 1980, Robert Axelrod organizó un concurso mundial sobre un dilema del prisionero con repetición. Los concursantes debían proponer estrategias para obtener la máxima ganancia posible al someterse un número indeterminado de veces al Dilema del Prisionero. Algunas estrategias en el concurso consistían en siempre traicionar. Otras en siempre cooperar (ser leal) lo que equivaldría al principio de ética cristiana de "poner la otra mejilla". Otras estrategias se apuntaron a la picardía. En general actuaban con la lealtad, pero de vez en cuando sorprendían traicionando al contrario para obtener más ganancias. Esta picardía no obtuvo buenos resultados porque era represaliada por estrategias ultravengativas, que jamás perdonaban la traición. La estrategia vencedora absoluta del concurso mundial fue la propuesta por Anatol Rapoport, la ley del talión: ojo por ojo y diente por diente. Axelrod la definió como una estrategia colaboradora, dispuesta siempre a pactar, pero justiciera. Si la otra parte le traicionaba una vez, devolvía exactamente la misma medida, otra traición, pero sólo una vez. Era por tanto capaz de perdonar. Generaba confianza, era justiciera, pero no rencorosa y obtenía buenos resultados (o no peores) cualquiera que fuese su oponente. Otra posible estrategia reactiva es la TORITO (también llamada "GALLITO" en inglés "BULLY"). Esta estrategia consiste en hacer lo contrario que haga el oponente: "Si el otro jugador es leal en una jugada, yo le traicionaré en la siguiente; si el otro jugador me ha traicionado, yo le seré leal a la siguiente oportunidad". "Habéis oído que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al malo. Más bien, a cualquiera que te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra." (Mateo 5: 38-39) En el ambiente del Dilema del Prisionero, la estrategia OJO POR OJO ofrece muy buenos resultados mientras que la estrategia TORITO proporciona pagos medios muy bajos. En cambio, en el ambiente del juego Halcón-Paloma sucede precisamente lo contrario: TORITO obtiene buenos resultados mientras que OJO POR OJO proporciona pagos medios inferiores. HALCÓN-PALOMA: MATRIZ DE PAGOS Jugador columna Cooperar Traicionar Jugador fila Cooperar 2º,2º Traicionar 1º,3º * 3º,1º * 4º,4º En la vida real es fácil descubrir situaciones y personas (incluyéndonos a nosotros mismos) en las que se muestran comportamientos fácilmente identificables con las estrategias OJO POR OJO o TORITO. "No me hago al lao de la güeya Aunque vengan degollando Con los blandos yo soy blando Y soy duro con los duros Y ninguno en un apuro En el primer caso son los comportamientos descritos Me ha visto andar titubiando" por la Ley del Talión. En el despacho de un abogado, negociador profesional, había un letrero que decía (José Hernández: Martín Fierro, 1872) "Por las buenas soy muy bueno, por las malas soy aún mejor". Al fin y al cabo, todos los humanos en alguna ocasión nos hemos comprometido con nosotros mismos a mantener esta estrategia en una situación difícil en la que un oponente podía elegir entre hacernos daño o respetarnos, y preveíamos oportunidades para "devolverle la jugada". El segundo caso también es muy frecuente. Se trata de ese tipo de personas o comportamientos que en Latinoamérica llaman "ser un torito" y en España "ser un gallito"; es decir, alguien que se muestra muy agresivo pero al que "se le bajan los humos" si se le responde también con agresividad Instituciones económicas El llamado Nuevo Institucionalismo Económico, agrupando corrientes y programas de investigación diversos pero interrelacionados, se ha configurado en el último decenio como el nuevo paradigma dominante en el pensamiento económico. Ofrece una alternativa metodológica a los viejos marginalismos y keynesianismos, a la economía de los equilibrios estáticos y de la formalización de modelos abstractos. En vez de comparar la realidad con óptimos perfectos, trata de analizar instituciones alternativas, subóptimas pero accesibles. El papel central en este nuevo programa de investigación lo tiene el concepto de institución económica en su sentido amplio: las normas implícitas o explícitas que regulan la adopción de decisiones por los individuos y que limitan, voluntaria o involuntariamente, nuestra capacidad de elegir. Es posible que la clave para conseguir el crecimiento y el desarrollo económico y social, estable y sostenible, no esté en la manipulación de variables macroeconómicas, sino en la paciente reelaboración de las instituciones que rigen el comportamiento y las relaciones entre individuos en su actividad cotidiana, en el interior de las empresas y en el seno del aparato del estado. El concepto de "institución" Texto de Pablo Miró Rocasolano costumbres hábitos instituciones Habitualmente se entiende por institución cualquier organismo o grupo social que, con unos determinados medios, persigue la realización de unos fines o propósitos. Sin embargo, dentro de la literatura económica, se utiliza el concepto "institución" como algo más genérico: la forma en que se relacionan los seres humanos de una determinada sociedad o colectivo, buscando el mayor beneficio para el grupo. Son los usos, hábitos, costumbres o normas por los que se rigen las relaciones sociales y económicas entre los miembros del grupo. El beneficio de la institución es mayor cuanto más eficiencia genere en la economía y más minimice los costes de transacción y de información. Eso será más posible cuanta más experiencia posean los agentes que participen de dicha institución, más sencillas sean las reglas y menor sea el número de individuos que las tienen que ejecutar. normas usos reglas formales reglas informales La obtención por el grupo del mayor beneficio social no siempre será posible, pues las condiciones siempre cambiantes a muy corto plazo del entorno pueden hacer variar el resultado y, además, nunca se tiene un conocimiento perfecto de la realidad. En cualquier caso, para que ese objetivo sea posible, paradójicamente, esas relaciones estarán guiadas por un conjunto de normas o reglas que auto limitan o restringen el ámbito de actuación de los individuos, unas llamadas formales y otras informales. Reglas formales son las normativas de carácter jurídico y las leyes. Las reglas informales, consisten en los hábitos y conductas costumbristas adoptados por el colectivo. Son reglas no escritas, pero que son aceptadas y adoptadas por el colectivo para el buen funcionamiento del mismo. Ambos tipos de reglas (que existen porque el hombre vive en sociedad), por sí solas, no son suficientes, si no se enmarcan en el contexto socioeconómico presente y si no gozan de cierta flexibilidad a los posibles cambios de dicho entorno. Puede suceder que, finalmente, el contenido de las reglas informales se acabe plasmando en regulaciones formales; sin embargo, suele ser éste un proceso demasiado lento. Si resulta que se tarda mucho tiempo en que se dé ese cambio, es posible que, cuando ya se hubiera producido, hayan aparecido nuevas reglas informales y conductas de los individuos, adaptadas a las nuevas condiciones políticas y socioeconómicas, de cara a sacar el mejor resultado social; y por tanto, que ya hubiera habido un cambio en las instituciones. Y ese es el problema de la legislación: que a veces llega tarde y mal. Por tanto, de esta argumentación se pueden desprender dos afirmaciones importantes: 1) Generalmente las instituciones no son algo diseñado, sino resultado evolutivo de la actuación espontánea de los agentes (personas físicas y jurídicas) que participan de la misma. La mayoría de las instituciones existentes en una sociedad y en un momento determinado, al haber sobrevivido a un largo proceso de aparición, diversificación y selección, resultan ser estables y robustas. 2) El tiempo es un factor fundamental. Mediante el aprendizaje y la evolución de las costumbres y, principalmente, los individuos saben sacar mayor rendimiento de sus actuaciones y modelos de convivencia. Es decir, el tiempo da forma a las instituciones; y éstas instituciones, junto a los factores de producción de los modelos clásicos (tierra, trabajo, capital), y los factores de crecimiento más modernos (capital humano, cambio tecnológico y de combinación de técnicas) dan lugar, de una manera u otra, al desarrollo económico. No hay contradicción entre las afirmaciones de que las instituciones evolucionan y a la vez son estables. La estabilidad hace referencia a las interrelaciones internas dentro de dicha institución; es decir, a su consistencia. Y es esa misma consistencia la que nos da garantías de que las instituciones se adapten a nuevos marcos socioeconómicos. Pero la adaptación puede ser un proceso muy lento ya que a los agentes económicos les cuesta desprenderse de sus hábitos anteriores. La escuela del Institucionalismo Americano Hacia finales del siglo XIX se desarrolló en Estados Unidos una corriente de pensamiento que es conocida como la Escuela Institucionalista Americana. No tiene todas las características de una escuela de pensamiento propiamente dicha, ya que no existió una conciencia entre sus miembros de pertenencia a la escuela ni un maestro reconocido. Sin embargo hay un líder destacado, Thorstein Veblen, y unos miembros cuya adscripción a la escuela es unánime, John Commons y Wesley Mitchell. factores contingentes economía dinámica economía institucional agente económico racional y maximizador Los institucionalistas americanos fueron los primeros en destacar modelos matemáticos evolucionismo darwinista la importancia económica de los hábitos de conducta y de pensamiento de los grupos humanos y tratar de analizar y comprender el complejo de instituciones sociales. Estuvieron muy influidos por los historicistas alemanes y utilizaron conceptos procedentes de la psicología y del evolucionismo darwinista. Fueron fuertemente críticos con la teoría económica dominante en su época, denunciando que las que en la teoría económica suelen llamarse "leyes" son en realidad fenómenos contingentes que dependen de factores históricos, sociales e institucionales. Hay muy pocas cosas inmutables en la economía y muchas que son influenciables por los individuos y las instituciones. Sigue siendo digna de atención y estudio su visión de la economía: dinámica, pragmática, no individualista y no mecanicista. Muchas de las acertadas críticas que hicieron a los economistas de su tiempo pueden seguir aplicándose hoy a muchos economistas del siglo XXI. Por otra parte, muchas de las propuestas de reforma que se hacen hoy día de la ciencia económica ya habían sido aplicadas por ellos. Su análisis es abiertamente interdisciplinario, reconociendo como imprescindibles para la comprensión de los fenómenos económicos las aportaciones de otras ciencias. El institucionalismo no utiliza el modelo de agente económico racional y maximizador de utilidades y beneficios, tan denostado hoy día, pero que sigue subyacente en el pensamiento económico dominante. Utilizan las matemáticas pero para ellos, la matemática y la estadística son instrumentos al servicio de la teoría, y no al revés, como ha sido habitual en la segunda mitad del siglo XX. No elaboran modelos matemáticos sino que utilizan las matemáticas para medir la realidad histórica. Su teoría no está basada en modelos formales abstractos sino en datos extraídos de la realidad. Consideran que la realidad económica es dinámica y su evolución puede ser descrita frecuentemente con los términos de el evolucionismo darwinista. En los primeros decenios del siglo XX, los institucionalistas se expandieron ocupando departamentos de universidades americanas en abierta competencia con los marginalistas. Durante la Gran Depresión, fueron consultados por el gobierno USA llegando a decirse que el presidente F.D. Roosevelt era su "padre político". Thorstein Veblen, fue elegido presidente American Economic Association (AEA). Wesley Mitchell destacó en su análisis de los ciclos y fundó la National Bureau of Economic Research (NBER) siendo considerado por ello hoy como uno de los precursores de la econometría. John Commons investigó en economía del trabajo; analiza el papel del Estado y propone el desarrollo de una "Economía Institucional" como síntesis de la Economía Política, el Derecho y la Ética. A pesar de esos éxitos, los institucionalistas americanos fueron pronto arrinconados por la vieja corriente neoclásica y la emergente keynesiana. Durante la segunda mitad del siglo XX fueron considerados un episodio efímero en la evolución del pensamiento económico. Sin embargo su legado permaneció y su influencia sobre muchos prestigiosos economistas americanos es muy notable, destacando John Kenneth Galbraith y Robert L. Heilbroner El nuevo institucionalismo Actualmente se ha generalizado el uso de la expresión "nueva economía institucional" para aludir a una amplia variedad de enfoques y nuevas teorías económicas. Capital humano Costes de transacción Cultura de empresa Derechos de propiedad Economía del Derecho Elección Social Imperialismo económico Individualismo metodológico Memoria orgánica Nueva Historia Económica La corriente más destacada y concurrida del nuevo institucionalismo es la llamada Law and Economics o Economía del Derecho, que analiza los costes de transacción y los derechos de propiedad. Los nombres más destacados son los de Ronald Coase, Armen Alchian, Harold Demsetz, Richard Posner y Oliver Williamson. Otra fecunda corriente es la Economía Política Constitucional de James Buchanan desgajada o superadora de la más ortodoxa Public Choice o Elección Social. La Nueva Historia Económica de Fogel y North contempla también la historia como un proceso de evolución de instituciones. Hay que incluir también la teoría del capital humano de Schultz o el análisis económico que hace Gary Becker de las instituciones y funciones de la familia y el matrimonio. En cierto modo, las nuevas escuelas institucionalistas hacen algunas cosas justo al contrario de la vieja escuela del institucionalismo americano. Mientras que los primeros institucionalistas trataron de introducir en la ciencia económica conceptos procedentes de otras ciencias, los nuevos institucionalistas tratan de utilizar los instrumentos de la Economía para explicar la historia, el comportamiento animal, el comportamiento delictivo, el derecho, los contratos, la empresa, las redes de información, el gobierno, la familia y otras instituciones sociales. Es lo que también se ha llamado el imperialismo económico, la invasión por la ciencia económica de áreas del conocimiento que le habían sido ajenas. Como los viejos institucionalistas, se sigue prestando una atención especial a las instituciones sociales, políticas y económicas que dirigen nuestra vida cotidiana, pero ahora se sigue un estricto individualismo metodológico buscando las explicaciones a los hechos en los objetivos, planes y decisiones de los individuos. Ciertamente se atiende a conceptos de grupo social tales como la cultura de empresa o la memoria organizativa, pero en la nueva metodología estos conceptos son un objeto a explicar, no una causa explicativa. Sólo los individuos deciden y actúan. Los fenómenos que observamos y describimos a nivel de agregados sociales deben ser explicados como resultado de las acciones e interacciones de seres humanos individuales que buscan sus propios intereses tal como ellos los entienden. La metodología de la corriente ortodoxa neoclásica utiliza el modelo teórico del mercado de libre competencia como un supuesto ideal óptimo frente al que se compara la realidad económica. Eso conduce inevitablemente a los economistas a proponer soluciones consistentes siempre en la modificación de la realidad para acercarla a la abstracción del libre mercado. El nuevo institucionalismo rechaza esa metodología y, en cambio, intenta comparar unas instituciones con otras. Lo óptimo no es real ni es alcanzable por lo que hay que comparar y elegir entre soluciones institucionales subóptimas pero posibles. Ante esta nueva metodología, mercado y estado parecen competir en igualdad de condiciones: las instituciones estatales o las instituciones de mercado pueden ser comparativamente más o menos eficientes según el lugar y el momento histórico. Para solucionar los problemas económicos concretos y para estimular el crecimiento económico no es válido proponer medidas macroeconómicas de validez universal. Por el contrario, habrá que fomentar el desarrollo institucional adecuado al entorno concreto. El entorno institucional y la Economía del Derecho Las instituciones son económicamente eficientes porque informan sobre las previsibles decisiones y acciones que tomarán los demás y reducen así la incertidumbre del futuro. A la vez, reducen las posibilidades de elección del individuo o sugieren una vía de actuación, reduciendo así el coste de obtener información y adoptar decisiones. El conjunto de instituciones actúan como los reglamentos de los juegos de equipo o de mesa, pero a diferencia de estos, las instituciones han surgido casi siempre "espontáneamente" como resultado de la actividad de muchos individuos y no como un acuerdo formal adoptado por un grupo determinado. Nuevo institucionalismo Arbitraje Estructura judicial Entorno institucional informal Juego de coordinación Ostracismo Convenciones sociales Análisis institucional de la Historia Cuando el nuevo institucionalismo estudia el derecho y las leyes, no le interesa, como antes, su efecto económico, sino las razones por las que han surgido y el sentido en que evolucionan. Mientras que el estudio tradicional del derecho tiene una visión centralista, analizando la norma que emana del poder, el nuevo institucionalismo se interesa especialmente por la forma en que los individuos resuelven espontáneamente sus pleitos. Está por tanto más interesado en los reglamentos que en las leyes, más en el arbitraje y las soluciones privadas que en el proceso judicial. La estructura judicial se contempla como un sistema de instituciones formales subsidiario al que se acude sólo cuando ha fallado el entorno institucional informal. Las normas y convenciones sociales son un conjunto de reglas informales y frecuentemente tácitas. Son códigos de conducta que regulan los comportamientos en situaciones recurrentes y proporcionan un sistema de premios y castigos. Un ejemplo de "premio" en las convenciones sociales es el juego de coordinación propuesto y analizado por Schelling: Dos amigos conciertan una cita en un pueblo fijando el día y la hora, pero olvidan determinar el punto preciso del encuentro. No hay posibilidades de comunicación por lo que cada uno intenta adivinar el punto de encuentro que con mayor probabilidad será elegido por el otro. Si no existieran convenciones sociales las soluciones del juego serían muy numerosas y la probabilidad de coordinación muy baja. Pero en toda ciudad o pueblo suele existir un lugar (bajo el reloj del ayuntamiento, al pie de la torre de la iglesia) al que la sociedad ha asignado de forma tácita la categoría de punto informal de encuentro. Como ejemplo de "castigo" señalaremos el ostracismo al que condenan los grupos sociales a aquellos de sus miembros que no cumplen las normas. Los comerciantes judíos de la baja edad media europea formaban una red internacional ligada por el idioma y las tradiciones comunes de forma tal que el miembro que no respetaba esas tradiciones se veía excluido y sin posibilidad de hacer negocio. Estas convenciones sociales o leyes consuetudinarias son consideradas en el análisis económico del nuevo institucionalismo como superiores, más eficaces y de menor coste que la resolución judicial o administrativa. Cuando se analizan grupos sociales concretos se observa que la gran mayoría de las querellas son resueltas muy tempranamente por estos mecanismos. Por otra parte, son estas normas las que han dado origen a las leyes y están continuamente transformándolas a través de su influencia sobre las decisiones del legislador y la jurisprudencia. La visión mecanicista tradicional de la historia contemplaba del paso de mundos pequeños aislados y autárquicos a una sociedad global mediante la especialización y la división del trabajo. El nuevo análisis institucional de la historia ha enriquecido profundamente nuestra comprensión del desarrollo económico que es visto como la respuesta a la evolución de instituciones que permiten y fomentan la cooperación y los intercambios comerciales, la formación y la movilidad del capital, la estimación y el reparto de riesgos. Los mercados de capitales solo pueden florecer allí donde los gobernantes no tienen poder suficiente como para expropiar la riqueza privada. El sometimiento de los soberanos a las leyes y al control parlamentario han sido el paso definitivo que ha reforzado la credibilidad y el crédito de los gobernantes. El afianzamiento de los derechos y del respeto a la propiedad privada han sido y siguen siendo imprescindibles para el desarrollo económico. La empresa como institución económica clientes internos contratos implícitos costes de control costes de evaluación costes de incentivos costes de información costes de transacción cultura de empresa proveedores internos La teoría económica convencional llama empresas a las unidades de producción, confundiéndose así el concepto de empresa con el de planta o instalación industrial. En los libros de texto básicos, la empresa es descrita en el apartado de microeconomía como una caja negra en la que entran factores productivos y salen productos y servicios. Lo que ha interesado tradicionalmente a los economistas de las empresas ha sido explicar cómo maximizan sus beneficios, dadas sus funciones de costes y los precios del mercado. Para estudiar ese enfoque vea "La producción y las empresas" en este mismo CD-Rom o sitio web. Pero ese enfoque ha resultado ser muy poco útil para explicar los fenómenos de fusión o integración vertical u horizontal de empresas, adquisiciones o ventas de empresas, franquicias o diversificación de la producción. El nuevo institucionalismo económico aborda específicamente la empresa como organización, como un conjunto de acuerdos internos explicables en términos de costes de transacción. Ronald Coase fue el primero en explicar que el tamaño de una empresa depende no solo de la tecnología sino de las diferencias en los costes de la transacción cuando los intercambios se hacen en el interior de una empresa o entre diferentes empresas. Es frecuente que en las empresas haya que tomar una alternativa estratégica: "¿Compramos este recurso que necesitamos o lo fabricamos nosotros mismos?". En los procesos de compraventa en el mercado los agentes que intervienen tienen que sufrir unos costes de transacción que incluyen el coste de obtener información sobre calidades y precios, el coste de negociar un acuerdo, el coste de hacer cumplir los acuerdos y el coste de organizar y coordinar todas estas actividades. En el interior de la empresa esos costes pueden reducirse mucho, pero aparecen unos costes de transacción diferentes tales como la necesidad de establecer incentivos, de proveer flujos de información y de realizar el control y la evaluación de resultados. En la economía real, contrariamente a lo que pensaron y dijeron los marginalistas, los resultados de una empresa no dependen sólo de la tecnología y de las condiciones del mercado, sino de que su administrador sea capaz de organizar los recursos y establecer un ambiente adecuado de trabajo. Son las instituciones internas de la empresa, formales o informales, las que determinarán en mayor grado su productividad. Al analizar la actividad de una empresa se pueden distinguir diversas secciones o talleres que se prestan servicios o entregan productos entre sí. Los trabajadores pueden ser considerados como proveedores o clientes internos. Existen una serie de contratos implícitos, informales, no escritos, que regulan las relaciones de unos trabajadores con otros dentro de la empresa. La cultura de la empresa está formada por una serie de informaciones e instituciones que facilitan la comunicación interna, estimulando la calidad y la eficacia en la actividad productiva. Un caso especial es el de la relación entre el propietario de la empresa y sus administradores o directivos. El empresario del siglo diecinueve, el burgués que conoció Karl Marx, asumía tres tipos de actividades: el empresario emprendedor que toma la iniciativa de crear una empresa, el empresario capitalista que aporta los medios necesarios para llevarla a cabo y el empresario administrador que gestiona la empresa que ha creado. Aunque en la pequeña y mediana empresa ese tipo multifacético de empresario sigue existiendo, en las grandes empresas esas tres funciones las realizan individuos que frecuentemente no se conocen entre sí y que pueden tener intereses contrapuestos. Las iniciativas emprendedoras son estudiadas y analizadas por las divisiones de planificación y marketing, los propietarios de las acciones pueden incluso ignorar cuál es la actividad principal de la empresa, y los administradores pueden haber sido contratados simplemente por tener una brillante trayectoria profesional en otras empresas. La división entre propiedad y gestión, habitual en las grandes corporaciones, genera el problema del riesgo moral y los costes de agencia. La empresa, por tanto, es una red de contratos o acuerdos explícitos e implícitos entre propietarios y directivos, directivos y trabajadores, proveedores y clientes internos y externos. El problema del riesgo moral y la teoría de la agencia el principal el agente beneficios maliciosos escaqueo sistemas de control estímulos a la lealtad opción de compra de acciones participación en la propiedad complemento de antigüedad promoción interna privilegios de rango La teoría de la agencia analiza la forma de los contratos formales e informales mediante los que una o más personas denominadas como "el principal" encargan a otra persona denominada "el agente", la defensa de sus intereses delegando en ella cierto poder de decisión. Esta situación es muy frecuente en la sociedad humana. Se da, por ejemplo, cuando el ciudadano-votante-elector encarga a su representante político la elaboración y aplicación de normas legales para el beneficio común. También se da cuando los accionistas de una empresa encargan su gestión a un administrador. La relación de agencia implica siempre la existencia del problema del riesgo moral: la posibilidad de que el agente (gestor político, gestor empresarial) busque objetivos personales en detrimento de los intereses del principal (el ciudadano o el accionista). Puede comprobarse que el problema así enfocado permite analizar los problemas de las decisiones económicas de estado y mercado desde una visión unificada. Habrá una pérdida de eficiencia siempre que los costes y perjuicios ocasionados por una decisión no recaigan sobre el individuo que decide. Los administradores de una empresa o de un organismo del estado pueden utilizar su capacidad de decisión para obtener maliciosamente beneficios personales a expensas del ciudadano o del accionista. Esos beneficios pueden tomar la forma de gratificaciones extras, oficinas grandes y lujosas, uso privado de vehículos; pueden promover subordinados por razones de simpatía o parentesco; pueden tomar decisiones demasiado arriesgadas o que sean beneficiosas para la empresa o el organismo a corto plazo pero perjudiciales en el largo plazo; pueden además tomar decisiones que aumenten su poder personal y permitan esquivar el control de los propietarios y los ciudadanos. El problema se encuentra en mayor o menor medida en cualquier forma de contrato laboral. Cualquier trabajador contratado para cualquier tarea tiene siempre cierta capacidad de decisión y posibilidad de escaquearse, eludir el control y reducir su esfuerzo. El control y la supervisión de los trabajadores tiene un coste por lo que puede ser eficaz contratar capataces. Esto implica la aparición de un escalón intermedio de agentes, ya que habrá que controlar a los capataces, pero se habrá ganado en eficacia siempre que los capataces tengan menor tendencia a escaquearse que los trabajadores. Existen sistemas que fomentan que los agentes se controlen los unos a los otros pero existe un límite a los sistemas de control, sobrepasado el cual se generan ambientes de desconfianza que limitan las posibilidades de cooperación interna y reducen la eficiencia. Una solución habitual en las grandes corporaciones consiste en asociar al agente a los beneficios de las empresa; habitualmente ese tipo de estímulos a la lealtad adoptan la forma de paga en función de beneficios, participación en la propiedad o, más recientemente, opciones de compra de acciones o concesiones de derechos sobre aumentos en la cotización. Estos sistemas, muy utilizados en la actualidad, sirven como paliativos aunque el problema no queda eliminado mientras los gestores no posean el 100% de la empresa. El coste en las relaciones de agencia no recae solo sobre el principal, ya que el agente puede sufrir ciertos costes para transmitir información al principal y obtener su confianza. En general, cuando las relaciones de agencia se establecen a largo plazo el riesgo moral se reduce, obteniéndose mayor eficacia en la empresa y disminución de los costes de control. Si el trabajador o directivo desea la estabilidad en el empleo, no se aprovechará de las oportunidades de obtener un beneficio particular a costa de la empresa, por el riesgo de ser detectado. Es por ello que en la contratación se suele fomentar la permanencia en la empresa estableciendo complementos salariales por antigüedad, sistemas transparentes de promoción interna, privilegios de rango y otros sistemas de incentivos a la lealtad y estabilidad. Los costes de transacción El concepto de coste de transacción se ha convertido en una pieza clave de la teoría económica moderna. Asignación de recursos Contratos explícitos Contratos implícitos Contratos incompletos Costes de información Derechos de propiedad Estructuras de gobierno Incertidumbre Riesgos del intercambio Teorema de Coase Transacciones Fue Ronald Coase el primero que llamó la atención sobre este tipo de costes en un artículo de 1937. El llamado Teorema de Coase establece que si no existieran los costes de transacción, la asignación de recursos sería siempre la más eficaz cualquiera que fuese la distribución de derechos de propiedad. En la teoría económica se entiende por derecho de propiedad la libertad de elegir o capacidad de adoptar una decisión referente a un bien o servicio. Los costes de transacción pueden definirse como "los costes de transferir derechos de propiedad" o, más sutilmente, como "los costes de establecer y mantener los derechos de propiedad". Los derechos de propiedad nunca son perfectos ya que nuestra libertad para disponer de una cosa nunca es completa. Siempre que sea posible que alguien robe algo, el derecho de propiedad sobre esa cosa será imperfecto ya que el propietario deberá protegerlo del robo, perdiendo así cierto grado de libertad en su disposición. Ejemplo de la vida cotidiana: Voy al mercado a comprar tomates. Hay un aviso escrito que me informa de que por razones de higiene no se me permite tocar el producto por lo que solo puedo examinarlo con la vista. Hay una etiqueta que me informa del precio del kilo de tomates. Pido al verdulero que me ponga dos kilos y medio que no estén demasiado maduros por que son para ensalada. Ante mi vista el verdulero pesa los tomates y me los empaqueta. Una vez en casa compruebo que algunos tomates están en malas condiciones y tienen un gusanito dentro. Decido deshacer la operación, devolver los tomates y pedir que me devuelvan el dinero. En este ejemplo de transacción, aparentemente muy sencilla, puede verse la existencia de acuerdos explícitos, tales como el precio o la prohibición de tocar la mercancía, y otros implícitos como es que en el caso de que la mercancía resulte estar en malas condiciones podré devolverla. Están previstas de forma implícita algunos posibles acontecimientos del futuro y cómo pueden actuar las partes en diversas circunstancias. Si se detecta la presencia de gusanos hay derecho a reclamación y devolución. Pero si han pasado cinco días de la transacción ya ha desaparecido el derecho a reclamar. Si los tomates se estropean por freírlos demasiado tampoco se puede reclamar al verdulero. Las normas que indican lo que deben hacer los contratantes ante diversos acontecimientos futuros son las estructuras de gobierno. Las transacciones económicas son transferencias de derechos de propiedad. Cualquier transacción requiere una serie de mecanismos que protejan a los agentes que intervienen de los riesgos relacionados con el intercambio. El objetivo de los contratos es prever acontecimientos futuros que pueden afectar al objeto de la transacción. Incluso las transacciones aparentemente más sencillas, implican la existencia de un contrato previo que puede ser explícito y formal o implícito e informal. Un contrato sería completo si estableciera claramente lo que deben hacer cada uno de los contratantes ante cualquier suceso futuro que afecte al objeto del contrato. La teoría económica neoclásica suponía que todos los contratos eran completos. Pero en el mundo real los contratos siempre son incompletos ya que la información que tenemos sobre el futuro es incompleta. Cualquier transacción implica riesgo e incertidumbre. Los economistas diferenciamos entre riesgo e incertidumbre: consideramos que existe un riesgo cuando la probabilidad de que se produzca un suceso es conocida mientras que reservamos la palabra incertidumbre para aludir a sucesos imprevisibles, cuya probabilidad de que se produzcan no es conocida. Los contratos establecen lo que Williamson ha llamado estructuras de gobierno. Las estructuras de gobierno son instituciones que indican las decisiones que deben ser adoptadas en las diversas circunstancias que puedan aparecer en el futuro. Son asignaciones de derechos de propiedad que establecen los incentivos y la seguridad necesaria para la actividad económica. El enfoque institucionalista considera la existencia de costes de transacción no solo en los intercambios que se producen en el mercado, sino también en los intercambios en el interior de las empresas y organizaciones. El enfoque neoclásico, en cambio, considera a los costes de transacción como la suma de los costes necesarios para realizarla, incluyendo la búsqueda de información sobre los precios y alternativas existentes en el mercado, la inspección y medida de lo intercambiado, la comunicación entre las partes y los costes de asesoramiento legal. En última instancia todos los costes de transacción son costes de información. Pero lo contrario no es cierto: no todos los costes de información son costes de transacción. Robinson Crusoe tiene costes de información, pero sólo se enfrenta a costes de transacción cuando se encuentra con Viernes. Economía constitucional La teoría económica neoclásica consideraba que los consumidores trataban de obtener la máxima utilidad o satisfacción posible y los empresarios trataban de obtener los máximos beneficios posibles pero solían observar a los políticos como individuos que buscaban el bien común. Esta inconsistencia fue abordada por una corriente de pensamiento que recibió el nombre de teoría de la elección social o public choice. Buscadores de rentas Cálculo del consenso Costes de decisión Costes externos Costes de transacción Costes de Tullock Dilema del Prisionero Elección social Inconsistencia temporal Los teóricos de la elección social aplicaron el individualismo metodológico también a los individuos que adoptan decisiones políticas. Las decisiones adoptadas por un comité son el resultado de negociaciones e intercambios entre sus componentes individuales que tratan de maximizar su propia utilidad. Uno de los más destacados miembros de esta corriente de pensamiento ha sido James Buchanan, premiado con el Nobel en 1986. Pero Buchanan ha querido dar un paso más allá en el razonamiento lógico y analizar no sólo la forma de tomar decisiones en el marco de unas reglas establecidas, sino analizar las propias reglas, la forma en que esas reglas son adoptadas y la posibilidad de medición de su eficacia. Buchanan bautizó este programa de investigación como Economía Política Constitucional. En sus propias palabras, se trata de comprender "cómo deben ser diseñadas las constituciones de forma que los políticos que procuren los intereses públicos puedan sobrevivir". Las constituciones políticas de los países son objeto del análisis de la economía constitucional, pero no son el único objeto. En el marco de esta corriente teórica se entiende por constitución cualquier regla que, una vez establecida, es inamovible. Es posible que los individuos, voluntariamente, decidamos establecer una norma inamovible que limite nuestra libertad de actuación en el futuro. Los individuos podemos ser conscientes de que la libertad de elegir de los demás es perjudicial para nosotros y por tanto estar de acuerdo en que se limite la libertad de todos. Podemos entender este razonamiento analizando el clásico Dilema del Prisionero de la Teoría de Juegos: Dilema del prisionero Matriz de Pagos (orden de preferencias) Jugador Y cooperar defraudar cooperar 2\2 4\1 Jugador X * defraudar 1\4 3\3 Las situaciones que pueden ser descritas como un Dilema del Prisionero son aquellas en las que cada individuo desea que los demás cooperen y ser él el único en defraudar. Pero si todos son libres de elegir, elegirán la estrategia defraudar y el resultado será malo para todos; será peor que si todos hubieran elegido cooperar. La solución constitucional al Dilema del Prisionero consiste en limitar la libertad de elegir de todos los miembros del grupo. Si la constitución prohíbe o castiga manifestar un comportamiento diferente al de los demás, la elección estratégica queda restringida y todos los miembros pueden estar de acuerdo en que se limite su propia libertad para obtener un resultado mejor. Dilema del prisionero Matriz de Pagos Solución constitucional Jugador Y cooperar defraudar cooperar 2\2 XX Jugador X defraudar XX 3\3 Obsérvese la implicación que tiene este razonamiento para el análisis de las instituciones sociales en general y en su sentido más amplio: En cualquier grupo social tienden a aparecer instituciones que presionan para que todos los individuos actúen de la misma forma e imponen un castigo sobre los disidentes. La corriente de la Economía Constitucional enlaza en muchos sentidos con la vieja filosofía moral y política de Hobbes. Reclama también como precursor a Vicksell ya que el economista sueco había señalado ya en 1896 que en vez de intentar influir sobre el comportamiento de los actores, los intentos de reforma social deberían dirigirse hacia cambios en las reglas y métodos de adoptar decisiones y había propuesto "el consentimiento del gobernado", lo que ahora se llama el test del consenso, como medio de juzgar la posible eficacia de un cambio en las reglas. El plan de Ulises tiene dos fases: 1ª visitar las sirenas y 2ª continuar su viaje. Pero descubre una inconsistencia temporal en su plan ya que prevé que al finalizar la fase 1ª cambiarán sus preferencias y decidirá dirigir su barco hacia los acantilados de la isla de las sirenas. Resuelve la inconsistencia limitando voluntariamente su libertad de elegir y de modificar el plan inicial. Ulises debe ser aquí considerado un símbolo no del individuo sino del grupo social. Las cuerdas y el mástil que lo sujetan y la cera que impide a los marineros oír los cantos de las sirenas simbolizan las normas constitucionales que fuerzan a todos los individuos a empujar la nave en la misma dirección. La garantía absoluta de la eficacia de la regla constitucional se consigue cuando la constitución es aprobada por unanimidad. En el contexto de la Economía Constitucional, los costes externos son vistos como una consecuencia de la falta de unanimidad. Las externalidades se producen cuando las reglas del juego permiten que unos individuos obtengan beneficios haciendo recaer los costes de su actividad sobre otros. Esas reglas de juego serán rechazadas por los perjudicados. Sólo las reglas adoptadas por consenso unánime garantizan que no se impondrán costes a unos individuos en beneficio de otros. Pero la adopción de decisiones tiene unos costes de transacción que serán mayores cuanto mayor sea el número de individuos involucrados. Cuanto más nos acerquemos a la unanimidad mayor será el coste de decisión y menores serán los costes externos. El cálculo del consenso tiene que minimizar la suma de ambos tipos de costes. En cualquier caso siempre será posible la existencia de buscadores de rentas. Se utiliza la expresión "buscadores de rentas" para referirnos a los grupos de interés que tratan de influir sobre las decisiones políticas para que las reglas se elaboren e interpreten en su propio beneficio. El concepto es aplicable a todos los políticos profesionales. Gordon Tullock ha demostrado que en cualquier sistema que permita la adopción de decisiones mediante mayorías no unánimes será posible y habrá una tendencia a que, mediante intercambio de votos, se alcancen coaliciones de grupos de interés mayoritarias que consigan aprobar los proyectos que les benefician aunque los costes totales sean mayores que los beneficios totales resultantes. Los costes generados por este tipo de actividades han sido bautizados como "costes de buscarentas" o "costes de Tullock". La familia como institución económica Texto de Pablo Miró Rocasolano No es fácil dar una explicación del comportamiento y organización dentro de la familia. En los sucesivos modelos económicos, ésta se ha considerado como algo dado; es decir, exógeno a los mismos. Es más recientemente, con las aportaciones del economista Gary Becker, cuando se ha hecho una modelización de dicha institución, presentándola como una "pequeña fábrica". La teoría de Becker acerca de la fertilidad presenta rasgos muy originales. Cuando se plantea la necesidad por parte de unos padres de tener un hijo, éstos hacen una valoración de los ingresos y costes monetarios que se prevé dicho hijo va a suponer en el futuro. Si los ingresos superan los costes, los hijos son considerados como un bien de inversión, pero si dichos ingresos no cubren los costes, entonces vienen a ser un bien de consumo. Por eso, en los países subdesarrollados la gente tiene muchos hijos y en los desarrollados no. En el primer caso, los ingresos derivados del trabajo en los campos y asistencia a los padres en época de vejez son mayores que los costes, mientras que en los países desarrollados dichos costes muchas veces superan a los ingresos. Por eso, en este segundo caso, se prefieren menos hijos, pero con una calidad mejor, porque el mercado así lo exige. En cualquier caso, ésta falta de conocimiento no ha quitado para que las empresas hayan desarrollado una gran labor de investigación y de márketing para conocer los gustos de cada miembro de la familia y, en gran medida, modelar los mismos. Las tendencias demográficas que presentan actualmente los países desarrollados nos muestran como, con menores tasas de mortalidad y de natalidad, la población se envejece. Si nos fijamos en los cortes publicitarios en televisión, veremos cómo se va sustituyendo a la atractiva modelo por otros personajes con los que los destinatarios finales se sientan más representados. A ésta dificultad de escaso conocimiento, se añade la de poder o no poder comprender los rápidos cambios producidos en el seno de la familia en tiempos más modernos. Destacan los sociólogos como, en un breve lapso de tiempo, se ha pasado de una tradicional familia unida a otra en la que los miembros son más independientes: se ha pasado de comer la familia entera en la mesa a cada uno servirse de la nevera. Quizá eso pueda ser fruto del régimen de libertad que se han dado ciertos países occidentales, especialmente europeos. También se ha reforzado el concepto de familia nuclear (padres e hijos naturales o adoptados), en vez de la extensiva. Destacables son los cambios debidos a la última etapa de la transición demográfica: Por un lado, la caída de tasa de natalidad, debida a: El impacto de la urbanización. Una sociedad con acceso a mayor gama de bienes, lo que provoca que los hijos se comporten como ávidos consumidores (sin embargo, esta afirmación ha de contraponerse al aumento medio del ingreso de las familias). Actualmente, la gente se casa menos Además se casa más tarde, lo que se añade a una mayor permisibilidad social del hecho de la cohabitación. La prolongación del nivel de estudios por una capa importante de la población respecto a épocas pasadas. Las dificultades de una alta tasa de paro que se resiste a bajar de manera rápida, debido a las rigideces del mercado laboral. La mayor incorporación de la mujer al mercado de trabajo. El mayor conocimiento de la existencia y uso de los anticonceptivos. Un incremento generalizado del divorcio. La clara tendencia a la disminución de los negocios de tipo familiar. Hijos dependientes hasta una alta edad. En general, el clima de inseguridad en períodos de crisis. Y, por otro lado, la caída de tasa de mortalidad, fundamentalmente por los avances sanitarios y mejora de la calidad de vida por los avances científicos. Ésta tendencia demográfica ha dado lugar, entre otras cosas, a: Una disminución de las cohortes de población joven que pueda atender a sus mayores en la época final de su vida, lo que ha propiciado la proliferación de buen número de residencias. Se pierde afectividad. Un estancamiento para la transmisión y conservación de las tradiciones familiares. Una mayor oferta de asistencia personalizada para la tercera edad y de servicios a medida de ellos. Por tanto, la familia "nuclear" puede verse resentida en términos presupuestarios. Lo que de cualquier manera debe quedar claro es que el entorno y costumbre condiciona a la familia. En un régimen de restricciones morales, difícilmente se producen los divorcios, debido al posible escándalo posterior. En una sociedad con mentalidad más abierta, un incremento del número de divorcios puede dar lugar a un profundo cambio en familia, para bien o para mal. Las mayores comodidades y vías de comunicación (Internet, mass media, etc) han hecho que la comunicación entre los miembros de una familia se vea drásticamente reducida. En tiempos de crisis económica en la Inglaterra de Keynes, la gente ahorraba una parte importante de su ingreso por miedo al futuro. En tiempos de bonanza, las familias se endeudan: acceden a comprar más bienes, a formar mejor a los hijos, etc., entre otras cosas por la seguridad "extra" que les proporciona un generoso Estado de Bienestar que es difícil de desmantelar. Lo cierto es que la familia es una institución que evoluciona. Las políticas económicas relativas a la familia la condicionan (rápidamente), pero también los cambios en la familia favorecen la elaboración de nuevas políticas dirigidas hacia ella (aunque muy lentamente). De ahí que la familia deba estudiarse con un enfoque dinámico; y no estático, como sucede en muchos de los modelos clásicos. Pongamos un ejemplo: la famosa política del "hijo único" de China para frenar la población que, claramente, no ha tenido demasiado éxito. La masculinización de la población que ha provocado esta política ha propiciado que, muchos varones, busquen esposa en el extranjero. Cuando eso sucede, se crean familias mixtas y niños de diversas culturas; que podrían dificultar los programas de educación y crear un conflicto cultural y social, al masificarse esta tendencia en gran escala. El problema surge cuando, con una gran burocracia, decisiones ligadas a grupos de presión y reformas insuficientes debido a la búsqueda de votos a corto plazo, el Estado no puede dar una respuesta inmediata a tan cambiantes necesidades de las familias. Cuando intervenga, quizá ya no sea necesario y lo haga mal, pero de eso nos ocuparemos al hablar de la institución "Estado". La eficiencia de las instituciones eficiencia asignativa eficiencia productiva eficiencia distributiva eficiencia adaptativa coste de oportunidad criterios paretianos Al analizar el papel del estado desde el punto de vista del institucionalismo el objetivo es determinar la eficiencia de las reglas de juego que ha creado. La consideración habitual es que las reglas creadas por el estado deben buscar la eficiencia productiva, o eficiencia asignativa, que mide la cantidad de producto que se obtiene según la asignación de recursos que se haya hecho. Con este criterio, el estado debe crear instituciones que fomenten, impulsen y expandan la producción de la forma más eficaz. Joseph E. Stiglitz propone valorar las instituciones por lo que llama la eficiencia distributiva, que mide no solo los resultados que se obtienen, sino también la eficiencia con la que estos resultados se distribuyen en la comunidad. Esta perspectiva social está relacionada con la economía del bienestar, con el concepto de coste de oportunidad y con los criterios paretianos. En su formulación más tradicional la eficiencia distributiva se alcanza cuando los recursos se distribuyen de tal forma que maximizan el bienestar de la sociedad. Douglas North responde a Stiglitz con el concepto de eficiencia adaptativa. Lo que se debe considerar es el modo en que la economía evoluciona a lo largo del tiempo, la inclinación de una sociedad a adquirir conocimientos y a aprender, a inducir la innovación, a correr riesgos y a mantener una actividad creadora, así como a resolver problemas. La eficiencia adaptativa depende del marco institucional que incentive o no este tipo de actitud o predisposición al aprendizaje en un mundo de fuerte dinamismo. En un mundo caracterizado por la incertidumbre, nadie conoce la respuesta correcta a los problemas que confrontamos; por tanto, nadie es capaz de ―maximizar‖ las ganancias efectivamente; de ello se deduce que la sociedad que permita la realización del mayor número de ensayos será la que tenga mayores probabilidades de resolver problemas a través del tiempo. En su crítica a Stiglitz, North afirma que no se puede dar por cierto que el Estado haya creado las reglas del juego que conducen al crecimiento económico; para North estas reglas son una excepción y tampoco existe ninguna garantía de que serán perpetuas; por tanto el rol del Estado más importante y - más difícil de llevar a cabo- es establecer y reforzar un conjunto de reglas del juego que incentiven a la participación económica y creativa por parte de todos los ciudadanos. Historia económica de la humanidad Las instituciones actuales, la forma en que está organizada nuestra sociedad y los mecanismos por los que adoptamos decisiones económicas de forma individual o colectiva, son el resultado de la evolución de otras instituciones del pasado. La Economía de hoy depende en mayor o menor medida del sendero histórico recorrido por nuestras sociedades. En los textos básicos de este capítulo ofrecemos una visión general de la evolución de los sistemas económicos de la humanidad y algunos comentarios adicionales sobre la teoría de la historia. La teoría de los sistemas económicos Sistema económico Ordenamiento jurídico Régimen de propiedad Fuerzas productivas Estructura social Modo de producción Salvajismo o barbarie Esclavismo Feudalismo Capitalismo Socialismo Comunismo Leyes históricas Se llama sistema económico a la forma en la que se organiza la actividad económica de una sociedad, la producción de bienes y servicios y su distribución entre sus miembros. Cada sistema económico se caracteriza por su ordenamiento jurídico que especifica el régimen de propiedad y las condiciones de contratación entre particulares. Es el estado el que elabora e impone ese ordenamiento jurídico y se reserva para sí ciertos ámbitos y formas de actuación. El sistema económico sirve por tanto para determinar qué agentes y en qué condiciones podrán adoptar decisiones económicas. El economista clásico Karl Marx sugirió que el sistema económico utilizado por cada sociedad humana depende del desarrollo de las fuerzas productivas, principalmente los conocimientos técnicos, el capital acumulado y la población. Mientras el ordenamiento jurídico sea el adecuado al nivel de las fuerzas productivas, decía Marx, éstas pueden desarrollarse sin que aparezcan tensiones graves; pero llega un momento en el que las fuerzas productivas han crecido tanto que la estructura social, en vez de estar potenciando su desarrollo, aparece como una limitación, un corsé que impide su crecimiento. Es entonces cuando la superestructura jurídica y consiguientemente el régimen de propiedad, se ve forzada al cambio de forma más o menos brusca. Aplicando ese análisis, Marx dividía la historia de los sistemas económicos en salvajismo o barbarie, esclavismo, feudalismo, modo de producción asiático y capitalismo. El materialismo histórico deducía que el capitalismo había llegado a una situación límite; que el régimen jurídico de la propiedad privada sobre los medios de producción estaba impidiendo el crecimiento de las fuerzas productivas; que como consecuencia de ello se estaban produciendo crisis económicas cada vez más graves; que el sistema estaba condenado a derrumbarse y a ser substituido por otro en el que los medios de producción estarían en manos de toda la sociedad; y que los proletarios, la clase social emergente, serían los encargados de dirigir ese cambio. Preveía el advenimiento en los países más avanzados de dos futuros sistemas, el socialismo, en el que "cada cual recibirá según su trabajo", y el comunismo, en el que "cada cual dará según sus posibilidades y recibirá según sus necesidades". El sector público en USA pasó de gastar el 20% del PNB en 1948 a estar por encima del 40% en los setenta. Las voces que se alzaron entonces contra el "cambio de sistema", la crisis económica y la quiebra teórica del keynesianismo, han interrumpido la tendencia. Este análisis pretendidamente científico, se ha visto desmentido por el devenir histórico. Siglo y medio después de que se escribiera el Manifiesto Comunista podemos comprobar que sus predicciones no se han cumplido. No hay leyes históricas inmutables que describan la evolución de los sistemas económicos y de las sociedades humanas. Tampoco hay una relación biunívoca entre grado de desarrollo de las fuerzas productivas y sistema económico. Quizá pueda verse una relación más estrecha entre el sistema económico y los medios de comunicación. En este curso proponemos una clasificación de los sistemas económicos en la que ponemos de relieve la importancia del grado de desarrollo del conocimiento humano y, por tanto, de los medios tecnológicos existentes para la transmisión y acumulación de ese conocimiento. En el siglo veinte han coexistido sistemas opuestos en diferentes partes del mundo que mostraban similar desarrollo de las fuerzas productivas. El estado ha dominado la economía en países europeos desarrollados o en países africanos o asiáticos subdesarrollados. Las transformaciones sociales siguen siendo dirigidas por grupos de poder, ejército, religiosos, burócratas. No ha sido el ordenamiento jurídico del capitalismo el que ha bloqueado el desarrollo económico, antes al contrario, han sido algunas instituciones jurídicas pretendidamente emanadas de las propuestas marxistas las que, limitando la libertad de los individuos, han frenado la evolución del comercio y la producción, de las artes y las ciencias. Ciertamente, el mercado, por sí solo, ha mostrado también su incapacidad para resolver de forma satisfactoria las necesidades elementales de gran parte de la humanidad. De hecho, los países que han alcanzado un grado más alto y más armónico de desarrollo, compatibilizándolo con las libertades individuales, con el estímulo a la creatividad artística y a la investigación científica y tecnológica, lo han conseguido gracias a un sistema económico que mezcla el libre mercado con la intervención del estado. Y entre esos países hay que incluir los Estados Unidos y otros que a los ojos del mundo aparecen como abanderados del mercado y del liberalismo. En nuestros días continúa la vieja polémica, unos pidiendo "más mercado" y otros pidiendo "más estado". En una sociedad humana viva, en continua evolución, no hay forma teórica de resolver la cuestión. No puede haber una demostración "científica" de qué proporción entre mercado y estado es la más conveniente, o la más justa. Diversas personas y grupos, con diversas ideologías e intereses, son partidarios de una u otra proporción. Se llamen liberales, socialdemócratas, conservadores, progresistas, laboristas, comunistas, radicales, de izquierdas o de derechas, están simplemente presionando en una dirección o en otra, hacia el mercado o hacia el estado, con más o menos fuerza. La organización que adoptarán las sociedades humanas en el futuro no está escrita en ningún libro sagrado ni determinada por ninguna ley histórica: será la consecuencia de las decisiones que están adoptando en el presente un gran número de individuos y grupos sociales. Muchos confiamos en que ese sistema futuro satisfaga nuestros más íntimos anhelos de solidaridad, cooperación y equidad, que permita la desaparición del hambre, la miseria y la marginación y que todo ello sea compatible con el respeto a los derechos humanos y el impulso a la creatividad individual. El sistema económico del paleolítico: Cazadores y recolectores Banda de cazadores-recolectores Supervivencia contemporánea Especialización laboral Minería paleolítica Comercio paleolítico Transmisión de información Capacidad de supervivencia Legado genético Se suele considerar que las especies humanas han existido desde hace cuatro millones de años. Se han encontrado fósiles de humanos idénticos a los actuales con cincuenta mil años de antigüedad. Durante todo ese tiempo, y hasta hace tan sólo diez mil años, la forma de sobrevivir dominante era la caza y la recolección. Bandas de individuos, no más de treinta, unidas por lazos de parentesco, deambulaban, posiblemente siguiendo a los rebaños de rumiantes, cazando y recolectando frutos y semillas salvajes. Representación de la treintena de Homo Heidelbergensis (- 400.000 años aprox.) encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca. Dibujo de Mauricio Antón. El sistema económico de caza y recolección ha seguido vivo en algunas comunidades hasta hace muy poco tiempo. Los habitantes de la Patagonia, en el cono sur americano, utilizaron puntas de flecha de silex sin pulimentar hasta el siglo pasado. A lo largo de todo el siglo veinte se han estado descubriendo poblaciones que desconocían las técnicas agrícolas básicas. Pero, ciertamente, han sido casos excepcionales de grupos que han estado aislados geográficamente durante los últimos diez mil años. Es posible que desde el principio hubiera una cierta especialización laboral por sexo y por edad, los hombres cazando, las mujeres y los niños recolectando. Puede que alguien más hábil con sus manos, dedique más tiempo que otros a la fabricación de armas o al tratamiento de las pieles. El que la caza y la recolección fueran las actividades económicas dominantes no quiere decir que fueran las únicas. Se han descubierto minas excavadas con instrumentos paleolíticos. La existencia de intercambios comerciales queda demostrada por la presencia de materiales tales como obsidiana o conchas marinas en enterramientos a mil o dos mil kilómetros de su origen. Es por ello que la expresión "bandas de cazadores recolectores", aunque sea la más habitual, no resulta muy adecuada para denominar este sistema económico. Bandas de cazadores y recolectores pueden ser cualquier grupo de animales, por ejemplo, pájaros que recogen semillas y cazan insectos. Los humanos hacen mucho más que los animales. Es preferible por tanto utilizar la expresión "economía paleolítica", que hace alusión explícitamente a la elaboración de instrumentos, un rasgo diferencial del proceso productivo humano. La característica principal de nuestra especie, el cerebro, creció en volumen durante esos cuatro millones de años. La capacidad de almacenar y transmitir información parece haber sido necesaria para la supervivencia y el rasgo que se transmitía de generación en generación. Sobrevivían los humanos de mayor cerebro, los que podían organizar grupos para cazar, informar de la existencia de peligros, diseñar estrategias de ataque o defensa. Esa capacidad de comprensión, almacenaje, tratamiento y comunicación de información ha sido el legado que hemos recibido de nuestros antepasados en forma de genes. Esa es, sigue siendo, la base de la organización de nuestra sociedad y nuestra economía. Bisonte herido atacando un cazador, representado en la cueva de Lascaux, Francia. Es posible también que nos hayan legado genéticamente comportamientos instintivos que aumentan la cohesión del grupo social tales como la envidia o la solidaridad. Es posible, incluso, que valores éticos compartidos por toda la humanidad tales como el respeto por la verdad o la justicia, sean también manifestaciones de instintos transmitidos durante milenios por su alto valor para la supervivencia. Instituciones jurídicas actuales como el derecho de propiedad o el salario laboral, tienen su origen sin duda alguna en la organización social de los cazadores y recolectores ¡Cuántos pleitos privados habrán tenido que resolver los líderes de las bandas! ¡Cuantas luchas entre bandas por los límites del territorio de "nuestra propiedad"! Porque podemos suponer la existencia, ya entonces, de derechos y propiedades individuales y de grupos que entraban en conflicto. La revolución neolítica Acumulación de conocimientos Formas de transmisión de informaciones Productividad de la tierra Sedentarización Urbanización Especialización Trueque Donación ritualizada Recaudación coactiva Conflictos sociales Hace diez mil años, recién finalizada la última glaciación, se inicia un proceso de cambios económicos muy rápidos en comparación con lo ocurrido hasta entonces. Se inicia la agricultura, la ganadería, la alfarería, el pulimentado de la piedra. Es en el oriente medio, en el área conocida como el Creciente Fértil, desde Palestina (Jericó), pasando por el sur de Turquía (Katal Huyuk), hasta la Mesopotamia y el golfo Pérsico. Dos mil años después se extiende a través de la India (Harare) por todo Asia hasta China. O quizá se produce allí un proceso independiente, como parece indicar el cultivo de cereales completamente diferentes. También parece ser independiente el neolítico mesoamericano, basado en el maíz. Las formas de transmisión de informaciones de una generación a otra habían permitido acumular los conocimientos necesarios para la roturación de tierras, periodificación de la siembra y la recolección, alimentación y cuidado de animales cautivos, tratamiento y modelado de arcillas y otras variadísimas nuevas tecnologías. Conviene destacar la importancia de la transmisión de informaciones como forma de desarrollo económico y social en aquella, al igual que en todas las épocas. Esa transmisión no era sólo oral. Los instrumentos de trabajo hachas, flechas, arpones, agujas, rascadores- habían sido durante milenios fuentes de información del grupo social a que pertenece su portador, o la técnica que utiliza para cazar o para cortar la piel o para hacer un abrigo. Los artesanos estudiaban objetos diseñados por otros y aprendían a imitarlos o a mejorarlos. En el neolítico, la transferencia de informaciones se hace mucho más rápida e intensa. El creciente fértil, la zona en la que, al final de la última glaciación, hace diez mil años, se inició la revolución neolítica. La mayor productividad del trabajo y de la tierra y la estabilidad de la producción, permiten una mejora de la alimentación y la salud por lo que la esperanza de vida se alarga. Sobreviven más hijos, y las familias se hacen más numerosas. El grupo social tiene que hacerse sedentario para proteger la siembra y los frutos de su esfuerzo. Los agricultores tienen que formar grupos más numerosos, las primeras ciudades, para defenderse mutuamente. En esos núcleos urbanos la especialización se hace más compleja. Las artesanías requieren un aprendizaje profesional más largo. Los intercambios de productos dejan de ser acontecimientos extraordinarios para convertirse en rutina. Posiblemente aparece entonces el profesional de la administración pública revistiendo su liderazgo con ropajes religiosos o uniformes militares. Los artesanos -alfareros, tejedoresobtienen el alimento para su subsistencia mediante trueque con los campesinos. Los líderes de carácter religioso obtienen los medios para su subsistencia de donativos más o menos ritualizados; los líderes de carácter militar, mediante la recaudación coactiva. Es un liderazgo o coacción débil que se ejerce sólo a nivel local, pero previsiblemente surgen esporádicamente conflictos entre grupos sociales, entre los administradores y los administrados o entre diferentes líderes. Muchos grupos humanos siguen viviendo hoy día en condiciones similares al neolítico. Son núcleos agrícolas aislados en cualquier continente, que reciben muy pocas noticias del resto del mundo. Pequeños poblados de África, Latinoamérica o Asia que producen todo lo que consumen y consumen lo que producen. Como entonces, no saben leer ni escribir. No utilizan monedas, aunque saben que existen. De vez en cuando, pocas veces al año, aparece en el poblado alguien del exterior con el que intercambian algunos productos e informaciones. Los primeros imperios económicos Innovación informativa Vías naturales de comunicación Coordinación de actividades Complejidad social Estratificación social Dinastías Ciclos dinásticos Pervivencia actual En torno a grandes ríos -el Eufrates y el Tigris, el Ganges, el Nilo, el Yangtsé- surgen los primeros grandes imperios. Sumer, hace 5.500 años, parece haber sido el primero. Una autoridad administrativa central legisla, imparte justicia y ejecuta sobre un extenso territorio que agrupa a muchas ciudades. De nuevo parecen ser las innovaciones en los métodos de transmitir y acumular información las causas directas que permiten el cambio. Ahora es la escritura en tablillas de arcilla, en tablas de piedra o en papiros. Los textos más antiguos que conocemos son leyes, contabilidades y crónicas. El gran río, una vía natural de comunicación y transporte, se convierte en nervio por el que circulan informaciones, mercancías, personas y tropas. Fragmento de un papiro del "Libro de los Muertos" en el que aparecen tres embarcaciones fluviales. La coordinación de actividades en un amplio territorio en torno al río permite la preparación de un sistema de canales para riego. Se pueden poner en cultivo nuevas tierras, aumentar su productividad, garantizar la estabilidad, mantener más animales. La riqueza aumenta, aumenta la población, aumenta la especialización. El cuidado y defensa de los sistemas de canales requiere la coordinación del trabajo de decenas de miles de personas que realizan obras en beneficio de agricultores a los que desconocen, asentados río abajo. Esa coordinación requiere una concentración de poder desconocida hasta entonces. Por primera vez en la historia el jefe supremo es una persona desconocida para la mayoría de sus súbditos. Un complejo aparato de intermediarios se encarga de la ejecución de sus decisiones. La especialización social se hace muy sofisticada. La sociedad se hace más estratificada. El estudio de la historia antigua de Mesopotamia, Egipto, China y la India muestra una cíclica sucesión de dinastías de vida similar; nacen con una revolución que impone un régimen fuerte; se crea una organización de funcionarios y recaudadores de impuestos, un ejército y un sistema judicial; se realizan grandes obras públicas, se limpian los canales existentes y se construyen otros nuevos; la productividad sube y las siguientes generaciones son muy numerosas; aumentan los ingresos del estado y la élite burocrática vive en el lujo. Pasadas un par de generaciones, el sistema burocrático se corrompe, el aumento de población absorbe los beneficios del aumento de la productividad, hay descontento, el estado se debilita, hay pequeños motines e insurrecciones, las obras hidráulicas se detienen y deterioran. Finalmente una nueva revolución cambia la dinastía. El conflicto entre los particulares -artesanos, comerciantes, pequeños propietarios- y los administradores adquiere por primera vez tintes perfectamente identificables con el entorno actual. Ya podemos hablar del conflicto entre la iniciativa privada y la pública. El estado babilónico o egipcio promueve ciertas iniciativas particulares y desalienta otras. Las diferencias en rentas y niveles de vida se acentúan. Quizá por primera vez conviven ricos y pobres en el mismo espacio. Código de Hammurabi, con una antigüedad de 4000 años. El texto en castellano está incluido en este CD-ROM. Los pequeños ríos europeos, encajonados entre montañas, no estimulan la creación de grandes estados y es el Mar Mediterráneo el que cumple la función de vía de comunicación y transporte. Se suceden imperios comerciales, fenicios, griegos, cartagineses y romanos, en los que una flota armada mantiene expedita esa vía, combate la piratería, garantizando la paz y unos sistemas crediticios y contractuales que permiten el comercio. Muchos de los que ahora llamamos "países menos desarrollados" mantienen las formas de vida y organización de aquellos imperios. Pensemos en los estados africanos actuales organizados en torno a los ríos Senegal, Volta, Níger, Congo o Zambeze. El río es la única vía de comunicación para gran parte del territorio. La escritura es un medio de comunicación reservado a la burocracia dominante. Pequeñas iniciativas artesanales o comerciales son aceptadas y estimuladas, pero sólo los individuos próximos al aparato del poder pueden enriquecerse. Surgimiento Imperios Vías de comunicación -4000 Mesopotámicos (Sumeria, Babilonia, Asiria, Persas, Medas...) Eufrates y Tigris -3000 Egipcios (Alto, Bajo, Nubia, Faraónico) Nilo -1500 Indios Ganges, Índico -1500 Chinos Yang-Tsé, Calzadas -1500 Mediterráneos (Fenicia, Grecia, Cartago, Roma, Bizancio) Mediterráneo, Calzadas -1000 Mesoamericanos (Olmecas, mayas, Calzadas aztecas) Siglo VII Islam Mediterráneo-Nilo-desiertos-ÍndicoGanges Siglo XIV Europeos Océanos Economía de las redes Sistemas de redes Sistemas neurales Nodos emisores Nodos receptores Logística Almacenes Ciclos económicos Coste medio Coste marginal Economías de escala Rendimientos Diferenciación social Llamaremos redes a los sistemas de transporte de bienes e informaciones. Estructuralmente son un sistema de líneas de comunicación que enlazan puntos o nodos emisores, receptores y de almacenamiento. En ocasiones se las denomina sistemas neurales por analogía con las conexiones de las neuronas cerebrales. Estos sistemas tienen una importancia económica extraordinaria y permiten explicar gran número de acontecimientos y procesos históricos. Se llama logística a los sistemas de control de los flujos que circulan por redes. Algunas redes Calzadas Ferrocarriles Autopistas Transporte marítimo Transporte aéreo Canales de riego Agua corriente Cloacas Petróleo Gas Red eléctrica Sistemas de correo Telegrafía sin hilos Teléfono Radio Televisión Internet Las características económicas comunes a todos estos sistemas son: Requieren una fuerte inversión inicial. Muchos economistas asocian la fase expansiva de los ciclos económicos a las inversiones necesarias para el desarrollo inicial de nuevos sistemas de transporte. El coste medio del transporte disminuye de forma notable e indefinida al aumentar el tamaño de la red y la intensidad de su uso. Se producen economías de escala. El coste de la unidad transportada, el coste marginal, se reduce prácticamente a cero. Los usuarios obtienen altos rendimientos y utilidades. La posibilidad de acceso a las redes es clave en la diferenciación social. Permiten una continua ampliación. Incluso las redes más antiguas, iniciadas hace miles de años, siguen sin ser accesibles a todos los grupos sociales. Permiten una continua mejora. Cada red va asociada a ciertas tecnologías. El desarrollo del conocimiento científico conduce a mejoras tecnológicas que pueden ser aplicadas a las redes, aumentando su eficacia, velocidad de transporte y caudal transportado. Requieren un mantenimiento constante. Requieren sistemas de seguridad y protección ya que son frágiles y su destrucción es un objetivo prioritario en caso de conflicto. Al analizar la historia económica de la humanidad podemos observar la influencia que tienen los sistemas de redes sobre los cambios y la evolución social. Los sistemas políticos y sociales de éxito están asociados a redes de comunicación eficientes cuyos beneficios económicos se difunden por toda la sociedad. Como hemos dicho, las crisis económicas, la caída de dinastías gobernantes y de los imperios puede ser asociada siempre al deterioro de las redes. En un círculo vicioso, la decadencia de los gobernantes impide el mantenimiento de las redes y la falta de mantenimiento contrae la economía y agrava la decadencia. Podemos constatar que la base del imperio Chino fue la red de caminos y de canales de riego. La Grecia clásica se basaba en una red de transporte marítimo. La importancia de las calzadas romanas, de los acueductos y del sistema de alcantarillado en el mantenimiento del Imperio Romano ha sido destacada por todos los historiadores. El desarrollo de la red de ferrocarriles va unido a la expansión del sistema capitalista en el siglo XIX. Otra constante histórica es la aceleración de la expansión de las redes. Las primeras redes de transporte y comunicación tardaron siglos en comunicar 100.000 usuarios. La radio y la televisión tardaron decenios en conseguir unos cuantos millones de usuarios. El sistema World Wide Web estaba siendo utilizado por cincuenta millones de personas a los cuatro años de su invención en 1991. Si definimos el concepto de sociedad como una agrupación de seres humanos que se comunica entre sí, comprendemos que las redes para el intercambio de bienes e informaciones son la clave definitoria de las sociedades. Una sociedad desarrollada es una sociedad que dispone de buenas redes de comunicación. El grado de desarrollo social puede ser definido por el grado de desarrollo de sus redes. La historia de la humanidad es la historia de sus redes de comunicación. El feudalismo La mayoría de los autores, incluyendo a Karl Marx, consideran al feudalismo un sistema económico diferenciado. Quizá no sea correcta esa apreciación. Más bien parece un período de regresión económica y Regresión al neolítico social al sistema neolítico localizada en una zona de Etnocentrismo europeísta Causas de decadencia Europa. Simultáneamente continuaba el sistema de los Técnicas de lectura y escritura Recuperación carolingia grandes imperios en América, China, la India e incluso Gremios artesanales el Mediterráneo, primero con Constantinopla, después con el Islam. En realidad habría que hablar tan solo de la caída del Noroeste del Imperio Romano. El Imperio Romano no es más que otro de los grandes imperios. Es el etnocentrismo europeísta el que presenta al Imperio Romano como una culminación, cuando no fue más que otro peldaño inmediatamente superado por otros imperios en China y el Islam ¿Por qué cayó? Hay muchas explicaciones posibles y no debemos buscar una razón única. Las epidemias parecen ser más consecuencia que causa de la decadencia. Lo mismo se puede decir de la falta de esclavos o de los movimientos migratorios o invasiones. Nada de eso se hubiera producido en una sociedad en expansión. Las tribus invasoras parecen haber sido más bien grupos oportunistas que aprovechaban la ruina e indefensión de los pobladores romanos. Puede ser interesante considerar la hipótesis de la toma del poder por grupos religiosos fanáticos. Aún más interesante quizá es una de las últimas hipótesis apuntadas: el encarecimiento del papiro por contaminación del Nilo. Los ascensos, decadencias y caídas de dinastías imperiales parecen ser ciclos económicos consustanciales a ese sistema económico. En el caso del noroeste del Imperio Romano, hubo un desmantelamiento del sistema de acumulación y transmisión de informaciones. Sea por encarecimiento del papiro, sea por fanatismo religioso, las clases dirigentes olvidaron las técnicas de lectura y escritura. Durante los siglos quinto, sexto, séptimo y octavo sólo podemos encontrar algo de cultura en la frontera con los otros imperios, el Romano de Oriente y el Islam. Es en la época carolingia, al entrar en el siglo noveno, cuando parece iniciarse una lentísima recuperación. Se inicia ésta, según las crónicas de la época, mediante la importación de hombres cultos de la periferia, de Irlanda y de Grecia, que empiezan a crear una estructura capaz de aglutinar territorios. Hasta entonces, la economía y la sociedad ha vuelto a la situación del neolítico: pequeñas poblaciones que se dedican a la agricultura y la ganadería, sin medios de comunicación con el exterior y unos aparentes gobiernos que apenas mantienen el control fuera de la ciudad en la que residen. Los pequeños ríos europeos nunca fueron buenas vías de comunicación y la red de calzadas romanas, atravesando descampados y bosques, requería un fuerte dispositivo de policía. Los que enumeran el feudalismo entre los sistemas económicos aluden como su característica definitoria el régimen de propiedad territorial o las organizaciones gremiales de artesanos. Las relaciones entre la familia dirigente y el resto de los ciudadanos de las pequeñas comunidades agrícolas y ganaderas, aisladas e incomunicadas, no parece ser muy diferente a los grupos neolíticos de otras partes del mundo u otros momentos de la historia. Respecto a los gremios artesanales, parecen más bien pertenecer a la fase de la recuperación, a partir del siglo décimo El capitalismo ¿Qué es el capitalismo? Esa palabra puede tener muchos significados. Posiblemente cada persona que la usa tiene un concepto diferente de lo que es capitalismo y de sus implicaciones económicas, políticas y éticas. Si buscamos una definición aceptable para la mayoría podríamos decir que el capitalismo es el sistema económico dominante en el mundo actual. Capitalismo mercantil Capitalismo industrial Capitalismo financiero Imperialismo Los pequeños imperios europeos Importaciones culturales y técnicas Consecuencias de la imprenta La burguesía, clase culta e innovadora Nuevas tecnologías de comunicación y transporte Pero lo cierto es que esa definición no nos proporciona mucha claridad porque ¿Cuándo empezó el mundo actual? Algunos economistas entienden que el capitalismo comenzó en la baja edad media, hacia los siglos XIII o XIV. Otros identifican el feudalismo con la edad media y consideran que el capitalismo es el sistema que vino después, es decir, a partir del siglo XVI, ya que el final de la edad media suele fijarse en la caída de Constantinopla (1453) o el descubrimiento de América (1492). Otros consideran que una característica definitoria del capitalismo es la producción industrial en grandes cantidades, por lo que solo consideran capitalista al sistema que surgió en Inglaterra tras el invento de la máquina de vapor y la industrialización, en el siglo XVIII. Lluvia, vapor y velocidad, el cuadro de Turner expuesto en 1844, al inicio de la era del ferrocarril. Si se acepta el sentido más amplio, se pueden distinguir diversas fases. Se llama capitalismo mercantil al surgido en la edad media y capitalismo industrial al surgido tras la industrialización. Lenin utilizó la palabra imperialismo para referirse a la ―fase superior del capitalismo‖. Otros prefieren hablar de capitalismo financiero para referirse al sistema económico dominante en los países de occidente durante la mayor parte del siglo XX. Sea cual sea el espacio temporal que se utilice para definir el concepto de ‗capitalismo‘ una característica que la mayoría de las personas consideran distintiva del sistema capitalista es el papel preponderante de la libre iniciativa empresarial y de la libertad de contratación. Otra posible definición, por tanto, sería decir que el capitalismo es el sistema económico en el que la economía de libre mercado es dominante. Pero esa definición también puede ser muy insatisfactoria ya que entra en contradicción con las que hemos ofrecido más arriba. Al estudiar la historia encontramos multitud de períodos y países en los que la libertad de mercado ha sido dominante. Pensemos, por ejemplo, en el Imperio Romano, en el que todos los ciudadanos podían comprar, vender y comerciar. Sabemos que también hubo entonces producción en masa de muchos productos (salsa garum, lámparas de aceite, ánforas, etc.). También fue dominante el libre mercado en la Grecia clásica, en las ciudades fenicias, en los países atravesados por la Ruta de la Seda… E incluso en los imperios de Mesopotamia y Egipto, en los que había un mayor peso del aparato político, militar y religioso, sabemos que los mercaderes circulaban con gran libertad: se han encontrado documentos contables y contratos mercantiles entre particulares de miles de años de antigüedad procedentes de todas las épocas de todos los imperios. No tenemos información suficiente para medir que proporción del producto nacional de los Hititas, por ejemplo, estaba bajo el control del palacio, del templo o de los particulares. Ahora sí. Ahora si podemos medir con precisión la proporción que representa sobre el PIB los ingresos y los gastos públicos de los estados modernos. Además, la legislación actual de los países más desarrollados controla con extraordinaria minuciosidad la actividad económica privada. Posiblemente más que nunca. La información de que disponen los gobiernos actuales y los desarrollos de la ciencia económica y de la técnica jurídica nos puede permitir afirmar que nunca en la historia hubo un control tan grande de los gobiernos sobre el sistema económico como el que hay en estos momentos. Después de lo que acabamos de ver ¿Se puede seguir creyendo en la existencia de un sistema capitalista? ¿Se puede seguir creyendo que el sistema económico actual es esencialmente distinto del que hubo en la Babilonia de Nabucodonosor? Algunos lo dudamos. Para encontrar las características distintivas del sistema económico actual debemos mirar quizá no al papel del estado y la iniciativa privada, sino al papel de las tecnologías de la información. Hace mil años, en el occidente de Europa, se inicia una lentísima recuperación económica y cultural. A partir de las pequeñas comunidades aldeanas aisladas de las épocas más obscuras de la edad media, empiezan a recomponerse diminutos y débiles imperios. Aquitania, Bretaña, Inglaterra, Borgoña, Sajonia, Bohemia... no son sino sociedades de muy bajo nivel de desarrollo cultural y económico si las comparamos con los imperios asiáticos de su tiempo. Las pésimas comunicaciones fluviales y terrestres prolongan durante siglos el lento proceso de aglutinamiento y reconstrucción del acervo cultural. En gran parte su desarrollo se debe a las aportaciones culturales del exterior. Algunos libros romanos y griegos son recuperados a partir de las versiones árabes. Del lejano imperio Chino empiezan a llegar nuevas técnicas productivas textiles y gráficas. Una de esas técnicas importadas de China, la impresión mecánica sobre papel con tipografía móvil, adaptada y popularizada por Gutemberg, tiene unas consecuencias sociales y económicas revolucionarias. El abaratamiento de los libros por la imprenta y el papel permite la transmisión y acumulación de conocimientos de forma masiva. Hasta entonces tenía muy poco sentido aprender a leer y escribir cuando poseer un libro era un lujo accesible a muy pocos. Sólo los clérigos, una clase burocrática que se reproduce a sí misma, tenía acceso a grandes bibliotecas y son contratados por los gobiernos para actuar como secretarios, cronistas o contables. A partir de Gutemberg empieza a ser útil al ciudadano común aprender a leer. Graham Bell haciendo la primera llamada telefónica entre Chicago y Nueva York en 1892 El que los pequeños comerciantes y artesanos tengan acceso a un medio barato de transmisión de informaciones es un fenómeno completamente nuevo sin parangón en la historia universal. Es coherente que esa nueva posibilidad de comunicación y acumulación de conocimientos conduzca a un sistema económico completamente nuevo y diferente de los anteriores. Un gran número de ciudadanos particulares pueden acumular conocimientos y aplicarlos a sus actividades empresariales. Es lo que Karl Marx llamó la burguesía, una nueva clase social culta, no sacerdotal, no aristocrática, sino procedente de los pequeños artesanos y comerciantes. Una clase innovadora que aplica sus conocimientos al desarrollo de nuevas técnicas y métodos de producción. En el siglo XIX, como consecuencia del desarrollo de nuevos métodos de comunicación y transporte los cambios empiezan a acelerarse aún más. La máquina de vapor se aplica a los ferrocarriles y a los buques. Con el siguiente siglo llegan los automóviles y los aviones. Bell pone en marcha el teléfono. Marconi, la radio. Los imperios europeos pueden recibir informaciones y enviar tropas rápidamente a cualquier parte del mundo. El nuevo sistema económico se expande e impone en todo el globo. También por primera vez hay un esfuerzo por analizar y comprender su funcionamiento y controlar su evolución. La ciencia económica actual apunta al mecanismo de determinación de precios en mercados libres como la clave del sistema capitalista. Es por ello que recibe también el nombre de sistema de economía de mercado. Este curso está dedicado a explicar los conocimientos actuales sobre el funcionamiento y medios de control del sistema de economía de mercado. El comunismo soviético Caracteres del imperio ruso Crisis de la dinastía zarista Proyectos liberal y estatalista Experimento social Estado vs. individuo Logros y fracasos del comunismo Fracaso de las reformas Economías en transición Conviene que utilicemos el nombre de comunismo soviético para referirnos al sistema económico dominante en el este de Europa, Rusia, China y otros países durante gran parte del siglo XX y diferenciarlo así de los sistemas socialista y comunista previstos por Karl Marx o propuestos por otros autores clásicos o contemporáneos. El imperio ruso había estado creciendo y consolidándose hasta que, a principios del siglo XX, ocupaba un amplísimo territorio, en gran parte desierto, muy mal comunicado. Parte de su población seguía en formas de vida neolíticas, en poblamientos agrícolas incomunicados. Una pequeña proporción de la población vivía en ciudades. Los bajos índices de alfabetización de la población habían impedido el triunfo de la revolución burguesa y liberal de otros países europeos. La forma de gobierno se había destacado siempre por una extraordinaria concentración de poder en un estado monárquico absolutista. Pero la primera guerra mundial hizo que la dinastía zarista, ya muy debilitada antes de la guerra, entrara en crisis y cayera. Los conflictos por la toma del poder vacante enfrentaron dos programas de gobierno radicalmente diferentes, el proyecto liberal encabezado por Kerensky, y el estatalista encabezado por el bolchevique Lenin. Fue este último el que se hizo con el poder e inicia un experimento social a una escala sin precedentes. Un nuevo sistema económico del que no había más que bosquejos teóricos, se impone a un inmenso país. A lo largo de la historia de la humanidad, el conflicto entre los administradores de la sociedad y el individuo había sido una constante. Ese conflicto se había resuelto siempre en tablas. En algunas sociedades los individuos tenían mucha capacidad de iniciativa y libertad para adoptar decisiones, por ejemplo, en la Grecia Clásica; en otras, el estado concentraba mucho poder, como en algunas dinastías faraónicas. Pero siempre habían coexistido ambas formas de adopción de decisiones económicas. En el comunismo soviético, por primera vez, se intenta montar un sistema en el que todas las decisiones económicas sean planificadas por el estado. A mediados de los años treinta Stalin anuncia haberlo conseguido. Toda la propiedad privada sobre medios de producción ha desaparecido. La tierra y las fábricas, el comercio, la construcción, todos los medios de transporte, comunicación e información son propiedad y están controlados por el aparato del estado. Todos los ciudadanos trabajan en los puestos que les ha asignado el gobierno; todos los bienes y servicios que adquieren o reciben son proporcionados por el estado. En los demás países comunistas -China, Europa oriental, sudeste asiático, Cuba- no se alcanza ese grado, pero el gasto del estado representa en todos los casos más del 95% de la renta. En el balance del sistema comunista se pueden apuntar impresionantes logros económicos. Todos los ciudadanos de esos países tienen acceso a la educación elemental, la sanidad y la alimentación básica, incluyendo los habitantes de las regiones menos desarrolladas. Algunos campos del conocimiento y la tecnología avanzan notablemente. En cambio en otros campos, como la informática, el retraso es notable. Los mayores problemas que se plantean son sociales. Al no haber estímulos económicos, la productividad laboral se resiente. La solución teórica consistía en la creación de un "hombre nuevo" en el que desaparecido el egoísmo, trabajaría por razones de solidaridad. En la realidad el poder tiene que ejercer un control férreo y muy represivo para mantener el funcionamiento del sistema. Las libertades individuales desaparecen completamente. El muro de Berlín, construido para evitar que los ciudadanos huyan del sistema se convierte en un símbolo evidente del fracaso social. Tras la muerte de Stalin, en los años cincuenta y sesenta, hay varios intentos de reforma y liberalización tanto promovidos desde el poder como por intelectuales o grupos ciudadanos. Todos acaban en fracaso. En los años ochenta la economía comunista está también en crisis. Los ciudadanos han perdido el respeto por las autoridades y las leyes; el gravísimo accidente de la central nuclear de Chernobil pone en evidencia que los reglamentos y las normas no se cumplen. Los planes quinquenales fracasan. Los estantes de los comercios carecen de productos básicos. No se importa prácticamente nada del exterior y los países comunistas representan menos del 5% del comercio internacional. La capacidad productiva de USA, Europa y Japón es abrumadoramente superior. Con el fin de mantener el equilibrio en la competencia entre bloques se destinan los mejores recursos a la carrera armamentística y espacial, a pesar de ello, los fracasos en el desarrollo de la informática muestran claramente que esa carrera está perdida. Finalmente el sistema reconoce su fracaso y se desmorona casi instantáneamente en torno a 1990. Todos los países comunistas han iniciado un proceso de transición más o menos rápido hacia el sistema capitalista. Las economías en transición han planteado nuevos problemas a la teoría económica. Con poco o nada de apoyo del FMI y los países occidentales, algunos países ex-comunistas han conseguido una transición y recuperación rápida, mientras que otros, como Bielorusia, siguen manteniendo intactas las viejas instituciones soviéticas y siguen hundidos en una grave depresión económica. China, que había iniciado unas lentas reformas con anterioridad, está consiguiendo impresionantes tasas de crecimiento económico sostenidas durante tres décadas. Diez países ex-comunistas centro-europeos (Bulgaria, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía) han conseguido superar rápidamente el coste de las transformaciones e integrarse en la Unión Europea. Mercado frente a estado Producción Distribución Eficacia Equidad Libertad Coacción Al analizar las diversas formas de organización económica que se han sucedido desde el neolítico, observamos la presencia constante de dos tipos de instituciones, de estado y de mercado, que conviven permanentemente en tensión. Son dos sistemas institucionales diferentes y en conflicto pero que se necesitan mutuamente. Incluso pueden ser considerados partes complementarias de un mismo sistema. Comerciantes y recaudadores de impuestos en un cuadro de Ruysdael de 1542 Entendemos aquí al mercado como el conjunto de instituciones que facilitan la adopción de decisiones económicas (qué y cómo producir, cómo distribuirlo) mediante acuerdos entre individuos que defienden sus intereses particulares con mayor o menor capacidad de influir en el resultado. El estado, por el contrario, es una organización con capacidad coactiva, que intenta monopolizar el uso de la violencia y que está capacitado para imponer decisiones económicas a los individuos. Todas las decisiones económicas son adoptadas mediante uno de esos dos mecanismos. Suele considerarse que hay una tercera forma de adoptar decisiones económicas, la tradición, pero podemos considerar que la tradición no es sino un argumento que legitima las decisiones adoptadas por el individuo o por el estado. Tanto las instituciones de mercado como las de estado tienen un apoyo histórico y puede considerarse que están fundamentadas en la tradición. Por otra parte, todas las sociedades han estado buscando dos objetivos económicos, la eficacia y la equidad. La eficacia económica es el principio que ordena las alternativas económicas según su mayor rentabilidad y su menor coste. La eficacia busca aumentar la cantidad producida y disminuir el esfuerzo necesario para producirlo. La equidad, al contrario, ordena las alternativas económicas en función de su distribución. El principio de equidad aspira a que todos los individuos reciban cantidades iguales de lo producido. Se suele considerar que el mecanismo del mercado conduce a la adopción de decisiones más eficaces pero menos equitativas, mientras que los mecanismos del estado resultan en decisiones más equitativas pero menos eficaces. Esta consideración se ajusta frecuentemente a la realidad, pero no puede ser generalizada. Hay situaciones en las que el mecanismo de mercado conduce a situaciones menos eficientes que el estado. Pongamos como ejemplo los bienes públicos o las situaciones definidas como dilema de los presos. El estado, por otra parte, ha mostrado una constante tendencia a generar diferenciaciones entre individuos y a beneficiar a los grupos que se apoderan de su aparato. Se suele asociar también el mercado a la libertad en la adopción de decisiones y el estado a la imposición de decisiones. Sin embargo hay ciertos mercados, los monopolios por ejemplo, extremadamente coactivos, mientras que los estados pueden utilizar su poder regulador precisamente para establecer unas reglas de juego libre en los sistemas de adopción de decisiones. En cualquier caso, en todas las sociedades, con algunas efímeras excepciones, han convivido y conviven ambos tipos de instituciones, de mercado y de estado. Parecen necesitarse y complementarse mutuamente. Una frecuente explicación de acontecimientos históricos suele ser la aparición de graves desequilibrios entre ambas instituciones que conducen al debilitamiento frente a las amenazas exteriores. En la actualidad todos los economistas estamos de acuerdo en la necesidad de que pervivan ambos sistemas, pero mantenemos graves discrepancias sobre qué proporciones relativas deben mantener ambas instituciones o si determinadas decisiones deben ser tomadas por uno u otro mecanismo. EL SISTEMA ECONÓMICO DEL FUTURO Predicción Conocimiento acumulado Lapso de aplicación Nuevas tecnologías de la información y la comunicación Comunicación de masas De muchos a muchos Abaratamiento del comercio Efecto equilibrador Profundización de diferencias Estado vs. individuo Estado global A los economistas nos gusta predecir el futuro. Es una enfermedad profesional. A pesar de que lo hemos hecho siempre muy mal y hemos cometido graves errores, no nos dejamos arrastrar por el desánimo y seguimos intentándolo. Aquí lo vamos a hacer de nuevo, pero, sirva este comentario de aviso, no conviene que se conceda a esta página más credibilidad que la que se concede al horóscopo de un astrólogo o a las revelaciones de un quiromántico. Si los sistemas económicos tienen relación con el grado de conocimiento acumulado por una sociedad, es posible que estemos a las puertas de un nuevo sistema económico substancialmente diferente de los anteriores. Los conocimientos científicos y tecnológicos están avanzando en todos los campos a una velocidad sin precedentes históricos. Y también se está acortando el lapso de tiempo que pasa entre el anuncio de un invento y su aplicación y uso masivo. Además, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la informática e Internet, son avances extraordinarios que están dirigidos precisamente al tratamiento, acumulación y transmisión de informaciones por lo que se facilita aún más el aumento y difusión del conocimiento humano. Al igual que la imprenta, abaratando los libros, promovió que mucha gente leyera, Internet, abaratando los costes de publicación y difusión, está promoviendo que mucha gente escriba. La expresión "comunicación de masas" tiene un nuevo sentido desde la popularización de Internet; hasta ahora significaba comunicación "de pocos a muchos", ahora significa "de muchos a muchos". Cuando se bucea al azar por Internet resulta asombroso constatar la cantidad y la calidad de los individuos que publican páginas web. Digo calidad de los individuos, no de las páginas. Quiero decir que es asombroso comprobar que hay centenares de miles de páginas escritas por adolescentes, o por pequeños empresarios, o por simples aficionados que nunca hubieran escrito o publicado ni una sola línea en su vida de no ser por Internet. La imprenta permitió que algunos líderes -políticos o religiosos- descontentos con gobiernos absolutistas obtuvieran apoyos masivos y promovieran revoluciones; Internet facilita de forma extraordinaria que los ciudadanos puedan manifestar su opinión directamente a los gobernantes. El abaratamiento de las comunicaciones es tal que, por el precio de un periódico, se puede enviar el texto completo de El Quijote a una lista de miles de personas, distribuidas por todos los rincones del mundo, que lo recibirán en pocos minutos. Y el abaratamiento de las comunicaciones significa también abaratamiento del comercio. El comercio electrónico pone hoy al alcance de cualquier persona ofrecer sus productos o servicios a cualquier parte del globo. Internet y el comercio electrónico puede tener efectos positivos y negativos desde el punto de vista de los países en desarrollo. Por una parte, las nuevas tecnologías tienen un efecto equilibrador. Cualquier fabricante de alfombras de Túnez puede poner una Soldado de Ghana, miembro de las fuerzas de página web que tendrá los mismos colores, el mismo la ONU en Camboya, 1993 tamaño y estará a la misma distancia del teclado del consumidor que el departamento de alfombras de los almacenes Harrods de Londres; y además a un precio asequible a cualquier pequeño empresario. Pero, por otra parte, puede tener también un efecto de profundización de las diferencias económicas. Lo que está ocurriendo es que los países ricos y las grandes multinacionales se han apresurado a usar las nuevas tecnologías, aumentando así, una vez más, las diferencias entre los grandes y los pequeños, ricos y los pobres. Mirando al sistema económico del futuro, no vemos razones para que desaparezca el viejo conflicto entre el individuo y el estado, pero sí para que cambie de manera substancial. Es posible que el individuo sea cada vez más libre de "perseguir su felicidad"; pero en esa libre persecución es previsible que haya muchos perdedores que caigan por el camino. Parece muy conveniente pues que el estado tenga capacidad para intervenir y ayudar a los más atrasados, que coja parte de los beneficios que se consiguen gracias al conocimiento acumulado durante toda la historia de la humanidad y los redistribuya entre todos. Eso no va a cambiar o, en cualquier caso, habrá muchos que así lo demanden. Pero ese estado tiene que cambiar también de forma substancial. Si las empresas son multinacionales y los beneficios son globales, la redistribución también debe ser global. Las instituciones y organismos públicos de carácter internacional están creciendo en número, en tamaño, en diversidad, en efectividad... y en agresividad. Podemos interpretar estos fenómenos como el surgimiento de un imperio, de un gobierno mundial. Y eso significa el debilitamiento de los viejos estados e imperios. Todos estos fenómenos son tan diferentes a todo lo que ha conocido el ser humano en su historia que permiten considerar que la organización económica que está surgiendo será un sistema completamente distinto a todos los anteriores. Ojalá que sea mejor. Funcionamiento de los mercados Este tema pone al descubierto la piedra angular sobre la que está construido el análisis teórico de la economía de mercado. Todos los temas sobre la microeconomía suponen una perfecta comprensión de éste. A pesar de su aparente simplicidad, sutiles matizaciones sobre los conceptos que en él se exponen son la causa de grandes controversias económicas. Una vez realizada una lectura comprensiva del epígrafe sobre los factores productivos, el alumno debería intentar transcribir sobre un papel el esquema del flujo circular, sin fijarse en el original y repitiéndose in péctore las características de los agentes que está representando y de los flujos que los conectan. Las gráficas que ilustran los mercados de competencia perfecta son muy simples y tratan de preparar al alumno para otras gráficas más complejas cuyo estudio se requerirá en temas subsiguientes. Los gráficos interactivos facilitarán su comprensión. El objetivo de estas curvas es facilitar la percepción de muchas ideas mostradas en un pequeño espacio. Para una verdadera asimilación del significado de este tipo de gráficas es imprescindible que el alumno utilice papel y lápiz mientras las estudia. Las características fundamentales que conviene distinguir desde el primer momento en una curva son su dirección —de nordeste a sudoeste o de sudeste a noroeste— y la amplitud y sentido de su curvatura —convexa o cóncava con respecto al origen. Las características de los mercados en libre competencia son causa de fuertes polémicas entre los teóricos de la economía. Los autores que destacan las virtudes del libre mercado opinan y tratan de demostrar que las condiciones de la competencia perfecta se cumplen "suficientemente". Los partidarios de la intervención del Estado para la corrección de los defectos del mercado destacan el alejamiento entre el mundo real y el que esos supuestos describen ¿Se atreve el alumno a tomar partido en algún sentido? El consumo y los consumidores A pesar de que la teoría de la utilidad puede ser considerada abstracta y alejada de la realidad, resulta conveniente su estudio por a varias razones: para que se ejercite en la forma de razonar de la Economía, como introducción a los conceptos marginalistas que son ampliamente usados en la teoría económica y para agilizar la mente en la comprensión de representaciones gráficas de conceptos económicos; además las discusiones sobre conceptos teóricos tienen importantes implicaciones en la vida cotidiana. Las curvas que aparecen en este tema requieren un pequeño esfuerzo de comprensión. Las diferencias entre magnitudes discretas y continuas y entre jerarquización cardinal y ordinal pueden resultar difíciles de asimilar pero es muy conveniente que queden completamente claras antes de continuar con los próximos temas. La mejor forma de comprobar si se han aprehendido estas ideas consiste de nuevo en representar "de memoria" todas las gráficas explicando las razones de su posición. Este es un buen momento para insistir en el papel de las gráficas en el discurso económico. Su objetivo es (aunque algunos piensen lo contrario) facilitar la comprensión de las ideas. El alumno que no entiende una gráfica no ha comprendido las ideas económicas que se le ofrecen. El alumno que no sabe dibujar una gráfica, no sabe explicar las ideas que se le piden. Si en los exámenes el alumno acompaña sus respuestas de una gráfica explicativa, estará demostrando su comprensión de la Economía y facilitando la labor correctora del profesor. Si se intenta responder a una pregunta que en los apuntes viene explicada con una gráfica sin ninguna ilustración, el alumno encontrará muy difícil expresar todas las ideas que se le piden y el profesor tendrá que considerar que la comprensión de las relaciones entre las variables económicas es insuficiente. Utilidad total y marginal La consideración de las familias como propietarias de los recursos productivos y perceptoras de rentas se analiza en otra parte de este curso. Aquí vamos a considerarlas sólo como demandantes de bienes y servicios por lo que nos referiremos a estos agentes económicos con el término de 'consumidores'. Al analizar el consumo a finales del siglo pasado, los economistas neoclásicos, siguiendo las ideas de la filosofía utilitarista de Jeremy Bentham, supusieron que el móvil principal de los individuos al demandar bienes y servicios era obtener el máximo posible de utilidad. Observaron que la utilidad que proporciona el consumo de un bien depende, entre otras cosas, de la cantidad de ese bien que haya consumido el individuo. Establecieron así la distinción entre utilidad total, la utilidad que proporciona toda la cantidad consumida del bien, y la Jeremy Bentham utilidad marginal: el aumento en la utilidad total que produce la última unidad consumida de ese bien. Observaron así mismo que al aumentar el consumo de un bien la satisfacción producida por cada nueva unidad es menor que la producida por la anterior, por lo que dedujeron que la utilidad marginal es decreciente. (Ver las Leyes de Gossen). Pulse en la imagen para ver una explicación multimedia de las funciones de utilidad. PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA Supongamos, por ejemplo, que entramos en una pastelería para merendar. El primer dulce nos producirá mucha satisfacción; el segundo ya no nos gustará tanto. Si seguimos tomando pasteles llegará un momento en que nos sentiremos saciados. Cualquier pastel consumido después de la saciedad nos resultará desagradable. La utilidad marginal de los pasteles, es decir, la utilidad proporcionada por el último pastel consumido, se ha ido haciendo cada vez menor hasta llegar a ser negativa. La imagen representa gráficamente la utilidad total, en la parte superior, y la utilidad marginal producida por los pasteles de nuestro ejemplo. Obsérvese que la altura de los "escalones" de la utilidad total coincide con el tamaño de los escalones de la utilidad marginal. En efecto, la utilidad total percibida por el consumo de cuatro pasteles es igual a la utilidad total percibida por el consumo de tres pasteles más la utilidad producida por el cuarto, es decir, por su utilidad marginal. Esa representación de la utilidad se ha presentado en forma discreta, es decir, considerando el efecto de cada pastel uno a uno. Podríamos haber considerado la utilidad producida por cada medio pastel, o por cada cuarto de pastel, o por trozos de pastel todo lo pequeños que queramos. Haciéndolo así, la anchura de cada escalón se reduciría hasta ser de un solo punto y la escalera se transformaría en una línea curva. Esa es una presentación de la utilidad en forma continua. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Hay una buena actuación ajustando los márgenes entre cada línea de gasto de modo que la utilidad marginal del chelín gastado en cada uno de los bienes sea igual. Y este resultado será alcanzado individualmente vigilando constantemente si hay algo en lo que se está gastando tanto, que ganaría retirando un poco de dinero de esa línea de gasto y poniéndolo en alguna otra. (Alfred Marshall, Principles of Economics, 1890) Si a un individuo se le ofrece la posibilidad de adquirir unidades de dos tipos de bienes elegirá aquel que le produzca mayor satisfacción, es decir, aquel cuya utilidad marginal sea mayor. Si se le ofrece la posibilidad de elegir de nuevo utilizará el mismo criterio una y otra vez. Como consecuencia de ello la utilidad marginal del bien más apetecible irá disminuyendo hasta igualarse con la del otro. Si consideramos muchos bienes el argumento sigue siendo el mismo por lo que la utilidad marginal de todos los bienes consumidos tiende a igualarse. El dinero es útil: nos permite adquirir otros bienes y servicios y nos proporciona mucha tranquilidad y seguridad para el futuro. La utilidad marginal del dinero, como la de cualquier otro bien, es decreciente. Si hemos adquirido muchos bienes y nos queda poco dinero, su utilidad marginal será alta por lo que lo conservaremos sin intercambiarlo por otros bienes. Si nuestra renta aumenta, es decir, si aumenta la cantidad de dinero disponible, la utilidad marginal de cada peseta será menor que la de los otros bienes, por lo que aumentará nuestra demanda de ellos. La forma de la curva de demanda, su pendiente decreciente y su convexidad hacia el origen, es precisamente consecuencia del análisis de la utilidad marginal: al aumentar la cantidad demandada, su utilidad marginal es cada vez menor por lo que estaremos dispuestos a pagar cada vez menos dinero por el producto. Óptimo social y óptimo paretiano Los primeros utilitaristas pensaban que la utilidad era una magnitud cardinal como la longitud o la temperatura, medible en "útiles" y que era posible realizar comparaciones interpersonales: una cabaña de troncos proporcionaría al Sr. Rockefeller 10 útiles, por ejemplo, y al Sr. Ngone, 35. El economista italiano Vilfredo Pareto, a principios del s. XX, negó la posibilidad de realizar ese tipo de comparaciones y reconstruyó la teoría del consumo y la demanda sobre una nueva base: el concepto ordinal de la utilidad. El concepto ordinal permite afirmar tan Vilfredo Pareto (1848-1923) sólo que para un individuo determinado, tres pasteles tienen más utilidad que dos, sin poder determinar si ese "más" significa el doble o el triple. Además, en su reconstrucción de la teoría no utilizó comparaciones interpersonales de utilidad. NOTA: Las variables cardinales son de magnitud medible. Puede decirse con precisión cuantas unidades contienen. Las variables ordinales son magnitud comparable. Aunque no pueda decirse con precisión cuantas unidades contienen, sí es posible decir que una es mayor, igual o menor que otra. Todas las variables cardinales son ordinales, pero no todas las ordinales son cardinales. El instrumento clave para el paso al concepto de utilidad ordinal había sido propuesto por el irlandés Edgeworth: las curvas de indiferencia. La figura de la izquierda muestra un mapa de curvas de indiferencia. Cada punto de ese mapa representa una combinación de diversas cantidades del bien X y del bien Y. Al igual que las líneas isobaras en los mapas metereológicos unen puntos de igual presión atmosférica, las curvas de indiferencia unen puntos que proporcionan la misma utilidad al individuo a que se refiere el mapa, es decir, cestas de bienes ante las que el individuo es indiferente. Las líneas más alejadas del origen muestran situaciones preferidas. Así, el individuo a que se refiere el mapa es indiferente a B y C, prefiere cualquiera de estas situaciones a A, pero conseguirá más utilidad en el punto D. Obsérvese que el punto D representa una menor cantidad del bien Y, carencia que parece quedar compensada con creces por una mucha mayor cantidad del bien X. Para comprender mejor el significado de los mapas de indiferencia conviene tener en cuenta que todos los puntos del mapa pertenecen sólo a una curva de indiferencia; dicho en otras palabras, las curvas de indiferencia no se cortan. Pero la capacidad de compra de los consumidores está limitada por el presupuesto de que dispongan. En la figura de la derecha se muestra la línea de presupuesto que marca el límite de las combinaciones de bienes que el individuo puede adquirir. Si decide gastar todo su presupuesto en el bien Y, obtendría la cantidad Y1. Si decidiera gastarlo todo en el bien X podría obtener X1. Los puntos por debajo de la línea Y1-X1 representan situaciones en las que el individuo no se ha gastado todo lo que puede. Para este consumidor, la situación preferida de entre las posibles es el punto r: aquel en que la línea de presupuesto toca a la curva de indiferencia más alejada del origen. Si el individuo actúa racionalmente, esa será la combinación de bienes elegida. Las formulaciones de los utilitaristas, su concepción cardinal de la utilidad, les impulsaron a proponer reformas sociales que aumentarían la utilidad social total, concebida esta como la suma de la utilidad total de todos los individuos. ESTAS FUERON SUS PALABRAS "No estoy seguro de cómo estas dudas surgieron por primera vez; pero recuerdo bien cómo fueron traídas a mi cabeza por mi lectura en algún lugar —creo que en las obras de Sir Henry Maine— de la historia de cómo un funcionario indio había intentado explicar a un brahmán de la casta superior las sanciones del sistema de Bentham. "Pero eso —dijo el brahmán— no puede ser justo. Yo soy diez veces más capaz de felicidad que ese intocable de ahí". No sentí simpatía hacia el brahmán. Pero no pude evitar la convicción de que, si yo eligiera considerar a los hombres como igualmente capaces de satisfacción y él los considerara como diferentes según un esquema jerárquico, la diferencia entre nosotros no podría ser resuelta mediante los mismos métodos de demostración que resultaban útiles en otros terrenos del juicio social." Lionel Robbins, "Interpersonal Comparisons of Utility", Economic Journal, 1938. Si se admite la posibilidad de realizar comparaciones interpersonales de utilidad puede establecerse que mil pesetas proporcionan a un rico una utilidad marginal mucho menor que la que proporcionarían a un pobre. Como consecuencia de ésto, si procedemos a una redistribución de la riqueza existente, quitando esas mil pesetas al rico y entregándoselas al pobre, la utilidad total de la sociedad habrá aumentado. La conclusión es evidente, el óptimo social, la situación en la que la riqueza de una sociedad está distribuída de forma que proporcione la máxima utilidad total, se consigue cuando toda la riqueza está distribuída a partes iguales entre todos los individuos. Muchos pensadores experimentaron dudas acerca de la posibilidad de realizar comparaciones interpersonales de utilidad, pero fue Pareto el que ofreció una alternativa intelectualmente satisfactoria. Aunque no podamos distinguir si un bien proporciona más utilidad a una persona que a otra, sí hay circunstancias en las que podemos asegurar sin temor a equivocarnos que la utilidad social total ha aumentado o disminuido. Se dice de una distribución de riqueza que es paretiano-preferida a otra cuando alguno de los individuos ha visto aumentada su utilidad, sin que haya disminuido la de ningún otro. Mejoramiento paretiano es todo cambio en el que algún individuo obtiene más utilidad sin que disminuya la utilidad de ningún otro. Realizando sucesivos mejoramientos paretianos se alcanzará una situación óptima. Un óptimo paretiano es una situación en la que nadie puede conseguir un aumento en su utilidad total sin que ello implique disminución en la utilidad de otro. La elasticidad de la demanda Hay algunos bienes cuya demanda es muy sensible al precio, pequeñas variaciones en su precio provocan grandes variaciones en la cantidad demandada. Se dice de ellos que tienen demanda elástica. Los bienes que, por el contrario, son poco sensibles al precio son los de demanda inelástica o rígida. En éstos pueden producirse grandes variaciones en los precios sin que los consumidores varíen las cantidades que demandan. El caso intermedio se llama de elasticidad unitaria. La elasticidad de la demanda se mide calculando el porcentaje en que varía la cantidad demandada de un bien cuando su precio varía en un uno por ciento. Si el resultado de la operación es mayor que uno, la demanda de ese bien es elástica; si el resultado está entre cero y uno, su demanda es inelástica. Los factores que influyen en que la demanda de un bien sea más o menos elástica son: 1) Tipo de necesidades que satisface el bien. Si el bien es de primera necesidad la demanda es inelástica, se adquiere sea cual sea el precio; en cambio si el bien es de lujo la demanda será elástica ya que si el precio aumenta un poco muchos consumidores podrán prescindir de él. 2) Existencia de bienes sustitutivos. Si existen buenos sustitutos la demanda del bien será muy elástica. Por ejemplo, un pequeño aumento en el precio del aceite de oliva puede provocar que un gran número de amas de casa se decida por usar el de girasol. 3) Importancia del bien en términos de coste. Si el gasto en ese bien supone un porcentaje muy pequeño de la renta de los individuos, su demanda será inelástica. Por ejemplo, el lápiz. Las variaciones en su precio influyen muy poco en las decisiones de los consumidores que desean adquirirlos. 4) El paso del tiempo. Para casi todos los bienes, cuanto mayor sea el período de tiempo considerado mayor será la elasticidad de la demanda. Puede ser que al aumentar el precio de la gasolina, su consumo no varíe mucho, pero al pasar el tiempo podrá ser substituida en algunos de sus usos por el carbón, en otros usos por el alcohol, de forma que la disminución en la demanda sólo se nota cuando pasa el tiempo. 5) El precio. finalmente hay que tener en cuenta que la elasticidad de la demanda no es la misma a lo largo de toda la curva. Es PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES posible que para precios altos la demanda MULTIMEDIA sea menos elástica que cuando los precios son más bajos o al revés, dependiendo del producto de que se trate. La elasticidad de la demanda. Pulse en la imagen para ver una explicación animada. Hay diferentes clases de elasticidad. El fenómeno que hemos estado analizando bajo el nombre de "elasticidad" a secas, podríamos haberlo llamado con mayor propiedad elasticidad-precio ya que se trataba de medir la sensibilidad de la demanda a las variaciones en los precios. Pero la demanda puede ser también más o menos sensible a otros factores. Llamaremos elasticidad-renta a la medida de la sensibilidad de la demanda de un bien a las variaciones en la renta del consumidor. Llamaremos elasticidad cruzada a la medida de la sensibilidad de la demanda de un bien a las variaciones en el precio de otros bienes. Según vimos antes, cuando la renta de un individuo aumenta, su consumo de todos los bienes aumentará también. Sin embargo eso no es siempre cierto. Hay algunos bienes, los llamados bienes inferiores, que se caracterizan por el hecho de que al aumentar la renta de los individuos disminuye el consumo de ellos. El ejemplo clásico es el de las patatas o, en general, el de Mercado campesino en Honduras los alimentos ricos en féculas. Conforme aumenta la renta de los individuos y de las sociedades, estos alimentos son substituidos por otros más ricos en proteínas, la carne, por ejemplo. Hay otros bienes, por el contrario, cuyo consumo aumenta más que proporcionalmente al aumentar las rentas. Son los bienes de lujo. Para medir la sensibilidad de los bienes a las variaciones en la renta de los individuos se utiliza el concepto de elasticidad-renta: porcentaje en que varía la cantidad demandada de un bien cuando la renta del consumidor varía en un uno por ciento. En el caso de los bienes inferiores, la elasticidad-renta es negativa ya que el aumento de ésta provoca la contracción de la demanda de aquellos. La elasticidad-renta de los bienes de lujo es muy alta ya que las variaciones en la renta provocan grandes variaciones en la cantidad demandada. Los bienes de primera necesidad, a diferencia de los bienes inferiores, tienen la elasticidad-renta de la demanda positiva pero muy pequeña, en otras palabras, su demanda es inelástica con respecto a la renta. Finalmente, los bienes normales mostrarán una elasticidad-renta unitaria, es decir, su demanda aumentará aproximadamente en la misma proporción en que lo haga la renta de los individuos. Las relaciones que existan entre bienes permiten otra forma de clasificación. Se llaman bienes complementarios a los que son consumidos conjuntamente: los coches y la gasolina, los canarios y las jaulas. La peculiaridad de estos bienes es que cuando aumenta el precio de uno disminuye la cantidad demandada del otro. El fenómeno opuesto puede observarse en el caso de los bienes sustitutivos o sustituibles, los que pueden utilizarse de forma alternativa: el aceite de oliva y el de girasol. En este caso el aumento del precio de uno provoca el aumento de la cantidad demandada del otro. Para medir la sensibilidad de la demanda de un bien a las variaciones en el precio de otro se utiliza la elasticidad cruzada: porcentaje en que varía la cantidad demandada de un bien cuando el precio de otro varía en un uno por ciento. La elasticidad cruzada será positiva si las variaciones en el precio y en la cantidad demandada van en el mismo sentido, es decir, en el caso de los bienes sustitutivos. Como el sentido del cambio es diferente entre el precio y la demanda de los bienes complementarios, su elasticidad cruzada será negativa. Defensa del consumidor Por lo que hemos visto hasta aquí, el análisis neoclásico considera que los únicos factores que influyen sobre el comportamiento y las decisiones de los consumidores son sus gustos, sus rentas y los precios. Sin embargo, como todos sabemos, en el mundo real los consumidores están motivados también por otros factores y sufren las presiones de los otros agentes económicos, empresas y Estado. Las empresas dedican grandes cantidades de dinero a manipular los gustos y las preferencias de los consumidores. Las campañas publicitarias, el diseño de los envases y el color y la forma de los productos son cuidadosamente planeados por psicólogos y expertos en marketing. Su objetivo no es informar sobre las características reales de los productos, sino, por el contrario, crear en la mente del consumidor una imagen atractiva que estimule su deseo. Cuando un individuo adquiere una cerveza o un perfume, entre sus motivaciones está inevitablemente que ese producto facilitará la satisfacción de sus necesidades sexuales, tal como ha sido insinuado por la publicidad. Cuando adquiere un coche, está tratando de aumentar su poder y su prestigio sobre otros individuos de la sociedad. Quizá la deformación publicitaria más aberrante es la de identificar el consumo de cigarrillos con la vida al aire libre, deportiva y sana, en embarcaciones de vela ligera, vuelo sin motor o remo por ríos tropicales. La publicidad de productos nocivos, alcohol y tabaco, se dirige a un público joven, identificando esas drogas con diversión y vida sana al aire libre. Pero la publicidad es engañosa no sólo por lo que dice sino por lo que oculta. El consumidor no suele estar capacitado para reconocer la calidad de los productos que adquiere por lo que en muchas ocasiones se siente defraudado al comprobar, demasiado tarde, que los bienes que ha adquirido se deterioran rápidamente, no sirven a la finalidad pretendida o incluso que son perjudiciales para la salud. Los economistas neoclásicos suponían que las decisiones de consumo se adoptan con información perfecta, pero en el mundo real, la comparación de calidades entre diferentes marcas de automóviles de turismo o de croquetas congeladas, por ejemplo, requiere unos conocimientos técnicos imposibles de adquirir por la mayoría de los consumidores. La sociedad actual espera del Estado que intervenga en la economía en defensa de los intereses de los consumidores. El Estado puede influir sobre las decisiones de compra con campañas divulgativas, puede establecer controles de calidad, puede regular la publicidad exigiendo garantías de su veracidad, puede incluso manipular los precios mediante impuestos o subvenciones a productos e incluso racionar las cantidades a consumir. Pero una intervención que eliminara completamente la posibilidad de fraude requeriría un ejército de técnicos inspectores del Estado que controlara todas las empresas del país. Aparte del enorme coste, esa intervención supondría en la práctica el abandono de la economía de mercado. ¿Qué criterio podrían utilizar esos inspectores para determinar si el precio de un producto es adecuado a su calidad? Los sistemas de control técnico y legal tienen un objetivo menos ambicioso: se trata tan solo de impedir los casos más graves, por ejemplo la venta de alimentos insalubres o medicinas peligrosas, y de establecer penas disuasorias. Esta intervención del Estado se ve complementada con la actividad de ciertas asociaciones privadas de consumidores cuya eficacia, dependiendo del apoyo social que obtengan, puede llegar a ser mucho mayor. Economía de la envidia y la solidaridad El análisis de las preferencias de los consumidores mediante mapas de curvas de indiferencia permite describir los gustos de los individuos ante la riqueza ajena, es decir, describir los instintos de envidia y solidaridad. La solidaridad (caridad, filantropía,...) consiste en sentirse apesadumbrado o, en términos neoclásicos, en recibir utilidad negativa, por el hecho de saber que otro individuo tiene insatisfechas más necesidades o que dispone de ingresos más bajos, y estar dispuesto a ceder parte de la riqueza propia para aumentar la riqueza ajena. La envidia, por el contrario, consiste en experimentar una disminución de la utilidad propia ante la riqueza ajena. El envidioso está dispuesto a dedicar esfuerzo y tiempo, renunciando a utilidad propia, para conseguir disminuir la utilidad ajena. Envidia y la solidaridad representadas en un mapa de curvas de indiferencia. Pulse en la imagen para ver una explicación animada (121 Kb). PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA En la figura observamos el mapa de curvas de indiferencia de un individuo entre la riqueza propia y la ajena. La línea de 45º está formada por todos los puntos en los que los ingresos propios y ajenos son iguales. Las líneas rígidas verticales representan el mapa de curvas de indiferencia si el individuo es neutral ante la riqueza ajena: prefiere más riqueza propia a menos, pero para un nivel determinado de riqueza propia, su utilidad es la misma sea cual sea la riqueza ajena. Por debajo de la línea de 45º, es decir, cuando los ingresos ajenos son más bajos que los propios, las curvas de indiferencia se distorsionan hacia la derecha. Eso es la consecuencia de que el individuo esté dispuesto a ceder parte de la riqueza propia para conseguir el aumento de la riqueza ajena... hasta que se iguale a la propia. Por encima de la línea de 45º se muestra el sentimiento contrario, la envidia ante la riqueza ajena. Las curvas de indiferencia se desvían indicando así que la desutilidad recibida por percibir la riqueza ajena requiere ser compensada por un aumento de la riqueza propia. O, en otras palabras, que el individuo está dispuesto a entregar parte de la utilidad propia con tal de ver disminuir la utilidad ajena. La envidia y la solidaridad son las dos caras de una misma moneda: el deseo de igualdad social, de equidad, de que todos sean iguales... a mí. Ambos sentimientos están profundamente arraigados en el ser humano y representan un importante papel en el mantenimiento de la cohesión social. Su universalidad permite formular la hipótesis de que son instintos desarrollados y fortalecidos durante los cuatro millones de años en los que las bandas de cazadores-recolectores vagabundearon por nuestro planeta; la solidaridad fomentaría la protección de los débiles mientras que la envidia bloquearía las posibilidades de independencia de los fuertes; los individuos y las bandas dotados de esos instintos permanecerían más cohesionados, más unidos, con mayor fuerza social para soportar situaciones críticas; en la lucha por la supervivencia esos instintos proporcionarían mayores probabilidades de éxito, por lo que serían transmitidos a un mayor número de descendientes. Lo que en su día fomentó la cohesión de la banda, sirvió posteriormente para mantener la cohesión de la urbe, después para la nación y ahora para el planeta. El sentimiento generalizado de solidaridad hacia los problemas del tercer mundo está forzando a los gobiernos de los países desarrollados a prestarle su atención y ayuda. La envidia puede actuar positivamente como un estímulo para el progreso económico, fomentando el esfuerzo para alcanzar una mayor eficacia y obtener las mismas rentas que los individuos más ricos, pero sus efectos son principalmente negativos: cohíbe el espíritu emprendedor y desincentiva el triunfo. Además, suele ser utilizada negativamente por algunos gobiernos: en unión a la xenofobia, está siendo esgrimida para, suscitando sentimientos anti-países-ricos, cohesionar a los súbditos y conseguir mayor sumisión. Utilidad y equidad El concepto económico de utilidad ha experimentado considerables cambios a lo largo de su historia, dando origen a fuertes controversias. A pesar de ser un concepto aparentemente muy abstracto, tiene importantes implicaciones jurídicas y políticas, determinando diversos enfoques de la equidad y diferentes criterios de redistribución. Conceptos a recordar: Estrategia maximín Juego de suma cero Valor esperado Preferencia, aversión e indiferencia al riesgo Utilidad cardinal, ordinal, marginal Mejora paretiana Supongamos que un juez tiene que repartir una herencia de diez millones de euros entre diez hermanos. El difunto padre dejó estipulado que el dinero se introduciría en diez cajas numeradas que serían posteriormente asignadas por sorteo, una para cada heredero. Pero, al no haber quedado establecidas las cantidades a depositar en cada una de las cajas, el juez es el que debe decidir entre los posibles criterios de reparto. 1. 2. 3. 4. 5. El criterio de equidad estricta: todos los hermanos reciben exactamente la misma cantidad de dinero. El criterio de la igualdad de oportunidades: Todos los hermanos tienen las mismas probabilidades de beneficio. Criterio simple de eficiencia: Todos los hermanos obtienen la misma utilidad. Criterio de eficiencia personalizada: Los hermanos más pobres reciben más dinero. Criterio paretiano: Ninguna forma de reparto es mejor o peor siempre que se haya repartido todo el dinero. Solución 1 Caja Contenido 1 1 millón € 2 1 millón € 3 1 millón € 4 1 millón € 5 1 millón € 6 1 millón € 7 1 millón € 8 1 millón € 1. El criterio de equidad estricta es una estrategia maximin. La Teoría de Juegos es una técnica de análisis del comportamiento humano propuesta por el matemático von Neumann y el economista Oskar Morgenstern. Una de sus propuestas más conocidas es el de la estrategia maximín como solución de máxima seguridad en cierto tipo de situaciones llamadas juegos de suma cero, cuya peculiaridad consiste en que la suma de los resultados posibles es constante. Maximín consiste en elegir la solución que maximiza el mínimo resultado posible. Para un pesimista que considere que siempre le toca la peor parte, la estrategia maximín le garantiza que esa peor parte será lo menos mala posible. Solución 1ª: El problema propuesto es un juego de suma cero porque la suma del contenido de las cajas, diez millones, será la 10 1 millón € misma sea cual sea el reparto que se haga. Si el juez decide utilizar como criterio de justicia el concepto más estricto de 9 1 millón € equidad, la estrategia maximín, depositará en cada caja una cantidad exactamente igual, a saber, un millón de pesetas. Queda así garantizado que el heredero menos afortunado habrá recibido el máximo posible: lo mismo que todos sus hermanos. Solución 2 Caja Contenido V.E. 1 4 millones € 0,4 M € 2 3 millones € 0,3 M € 3 2 millones € 0,2 M € 4 1 millones € 0,1 M € 5 0 millones € 0M€ 6 0 millones € 0M€ 7 0 millones € 0M€ 8 0 millones € 0M€ 2. El criterio de la igualdad de oportunidades. Pero, en principio, no hay ninguna razón para argumentar que el criterio maximín es el único criterio de equidad aplicable. El concepto de valor esperado proporciona una gama mayor de soluciones. Esta idea tiene su origen en los primeros estudiosos de la teoría matemática de la probabilidad, allá por el siglo dieciocho. El valor esperado es el resultado de sumar todos los resultados posibles, multiplicados cada uno de ellos por la probabilidad de que se produzcan. Solución 2ª. Con el criterio del valor esperado cualquier reparto del dinero entre las cajas será igual de justo, 10 0 millones € 0 M € siempre que las cajas sean distribuidas entre los total 10 millones € 1 M € herederos con igual probabilidad. Supongamos que el juez introduce cuatro, tres, dos y un millón de pesetas en las cuatro primeras cajas y nada en las restantes. El valor esperado para todos los hermanos será el mismo: un millón de pesetas. Es más, sería el mismo tanto si en una de las diez cajas se guarda el total de los diez millones como si, como en el ejemplo anterior, el dinero se repartiera a partes iguales de un millón en cada caja. Ver cuadro 4.1. 9 0 millones € 0M€ Esta argumentación supone que los hermanos son indiferentes al riesgo. El valor esperado implica más riesgo que la estrategia maximín, el riesgo de no obtener nada. Hay algunas personas que tienen aversión al riesgo por lo que si se les da a elegir entre la solución 1ª y la 2ª preferirán la 1ª. Otras, en cambio, tienen preferencia por el riesgo; todos los aficionados a jugar la lotería son individuos con preferencia por el riesgo ya que el valor esperado del premio es siempre menor que el precio del billete. Una persona indiferente al riesgo será indiferente ante la solución 1ª y la 2ª al problema que hemos planteado. Millones Utilones 1 1,00 2 1,69 3 2,10 4 2,39 5 2,61 6 2,79 7 2,95 8 3,08 9 3,20 10 3,30 3. Criterio simple de eficiencia. La justicia puede aspirar no sólo a la equidad, sino también a la eficiencia. Es decir, no se trata tan sólo de conseguir una distribución que satisfaga a todos por igual sino buscar además que la suma de las utilidades conseguidas por cada uno de los individuos se haga máxima. Pero si se considera que es posible sumar utilidades se está aceptando el concepto cardinal de utilidad. Sobre esa base, para satisfacer el doble objetivo de eficiencia y equidad, el concepto de utilidad marginal decreciente limita las posibilidades del reparto: cuanto más igualitario sea, mayor la suma total de las utilidades. Solución 3ª. El juez decide calificar la utilidad de un millón de pesetas como un "utilón" y considerar que cantidades mayores de dinero experimentan un crecimiento marginal decreciente según la función neperiana del cuadro 4.2 (cualquier otra función decreciente conduciría a las mismas conclusiones). Así, si el reparto fuera diez millones de pesetas en una caja y nada en las restantes, la utilidad total sería de 3,3 utilones. Si el reparto fuera como en el ejemplo 2º de cuatro, tres, dos y un millones en sólo cuatro cajas, la utilidad total sería de 7,18 utilones. La distribución que maximizaría la utilidad total sería la del ejemplo 1º: un millón en cada caja, que proporcionaría en total diez utilones. 4. Criterio de eficiencia personalizada. Sin embargo, para conducir hasta sus últimas consecuencias el concepto cardinal de la utilidad aplicado en la solución anterior, es necesario tener en cuenta que la utilidad de un millón de pesetas es diferente para cada individuo. Puede esperarse que para una persona cuyas rentas sean de cinco millones anuales, un millón adicional proporcionará una utilidad marginal muy superior que la que proporcionaría ese mismo millón a otra persona con rentas anuales de cien millones. Solución 4ª. Para maximizar la utilidad proporcionada por la herencia, el juez decide no sortear las cajas. A cada hermano entregará una cantidad inversamente proporcional a las rentas que estén percibiendo habitualmente. Se podrá conseguir una situación óptima si el reparto, compensando a los más pobres, consigue igualar totalmente las rentas de todos los hermanos. 5. Criterio Paretiano. Pareto niega la posibilidad de comparar utilidades. No es posible afirmar que la utilidad de cinco millones sea 2,61 veces la de un millón, ni tampoco se puede decir que un pobre sea capaz de disfrutar más de un millón de pesetas que un rico. Sólo se puede afirmar que una situación es preferible a otra cuando alguien haya ganado algo sin que ningún otro haya perdido. Solución 5ª. El criterio paretiano vuelve a conceder al juez libertad para adoptar cualquier decisión. Cualquier reparto que se haga de los diez millones supondrá una mejora paretiana ya que ningún hermano habrá experimentado pérdida alguna. Tan sólo hay una condición que cumplir: que toda la herencia se reparta totalmente. La producción y las empresas La producción y las empresas Productividad Las empresas son los agentes económicos que transforman los factores de producción en bienes y servicios. Vamos a estudiar ahora cómo se realiza ese proceso de transformación, pero no en sus características técnicas sino en sus aspectos económicos. Para cualquier proceso productivo se utilizan los factores en diferentes proporciones según el bien de que se trate. La producción total de una empresa es el resultado de la conjunción de todos los factores productivos. Si se aumenta la cantidad aportada de todos los factores, la producción aumentará indefinidamente. Pero si se mantiene igual la cantidad aplicada de todos los factores y se empieza a aumentar la cantidad de sólo un factor, la producción total aumentará cada vez más lentamente hasta dejar de crecer. Esta es la que se conoce como ley de los rendimientos decrecientes. Para estudiar el funcionamiento de las empresas, el análisis económico neoclásico utiliza el concepto de producto o productividad marginal, el aumento en la producción que se consigue añadiendo una unidad más de un factor. La idea es similar a la de utilidad marginal que hemos visto al estudiar a los consumidores y también en este caso la productividad marginal resulta ser decreciente. La figura describe el aumento en la producción que se consigue aplicando cantidades crecientes de un sólo factor; el crecimiento es rápido al principio, después se hace más lento hasta llegar a un máximo a partir del cuál empieza a disminuir. La productividad marginal o rendimiento del factor es decreciente desde el principio y, cuando la producción total empieza a decrecer, llega a ser negativa. Supongamos que en una empresa se mantienen constantes las instalaciones, la maquinaria, la cantidad de materias primas aplicadas y la cantidad de energía contratada, pero que empezamos a aumentar el número de trabajadores. Al principio la producción aumentará, pero llegará un momento en que, por muchos trabajadores nuevos que entren, no se conseguirá aumentar la producción ni siquiera en una unidad; incluso es posible que un mayor número de trabajadores sólo sirva para estorbar a los demás impidiéndoles trabajar de forma eficiente por lo que se reduciría la producción total. Es decir, debido a la ley de los rendimientos decrecientes, la productividad marginal del trabajo, al igual que la de cualquier otro factor, decrece hasta hacerse nula e incluso negativa. El concepto económico de coste Antes de clasificar los diferentes tipos de costes que tienen las empresas conviene aclarar el concepto económico de coste que es algo diferente de lo que se entiende normalmente ya que incluye el coste de oportunidad. El coste de oportunidad es el valor que se pudiera haber obtenido con una dedicación diferente de los recursos. Supongamos que un pequeño comerciante invierte sus ahorros, pongamos 1 millón de euros, en un pequeño comercio. Aunque contrata un dependiente, él mismo lleva directamente el negocio y dedica el día entero a su administración. Al final de año, cuando hace sus cuentas observa que ha tenido unos ingresos de 50.000 euros y contabiliza como costes los 25.000 euros de mercancías que ha comprado y los 10.000 euros que ha cobrado el dependiente. El resto, 15.000 euros, lo considera beneficio y se lo lleva a su casa. Sus cuentas son las descritas en el cuadro. LAS CUENTAS DEL TENDERO 50.000 € Ingresos Costes Mercancías 25.000 € Nóminas 10.000 € Total costes 35.000 € Beneficios 15.000 € Sin embargo el comerciante no ha tenido en cuenta los costes de oportunidad. Si con sus ahorros, en vez de comprar el local, hubiera comprado Letras del Tesoro al 5% estaría obteniendo un rendimiento de 50.000 euros, rendimiento al que está renunciando y que hay que contabilizar como un coste de la tienda. Además, su trabajo como administrador de la tienda también merece un sueldo; otra empresa podría contratarlo y pagarle 15.000 euros por realizar un trabajo similar, de forma que al dedicar su tiempo a su negocio está renunciando a dicho sueldo. Utilizando el concepto económico de coste hay que hacer las cuentas como se recoge en el cuadro adjunto. LAS CUENTAS DEL ECONOMISTA 50.000 € Ingresos Costes corrientes Mercancías 25.000 € Nóminas 10.000 € Costes de oportunidad Intereses del capital 50.000 € Sueldo del empresario 15.000 € Total costes 100.000 € Beneficios (pérdidas) (50.000) € Los costes a corto plazo Otra forma de analizar los costes es considerar la posibilidad que tiene el empresario de controlarlos. Las instalaciones de una empresa, por ejemplo, no pueden ser modificadas a corto plazo. Si hay que aumentar o disminuir circunstancialmente la producción, lo que se podrá modificar es otro tipo de factores; quizá habrá que "echar" unas horas extraordinarias o variar el consumo de energía o de materias primas. Para proyectar una explicación multimedia de los costes a corto plazo pulsar sobre la imagen. PARA VER OTRAS EXPLICACIONES DE ECONOMÍA MULTIMEDIA PULSAR AQUÍ Por tanto conviene distinguir entre costes fijos, los de los factores que sólo se pueden modificar a largo plazo, y costes variables, los que tienen flexibilidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes a corto plazo. Los costes totales son el resultado de la suma de ambos. El gráfico superior en la figura muestra una representación de los costes para diferentes cantidades producidas. Los costes fijos son representados mediante una línea horizontal ya que sea cual sea la cantidad producida, su cuantía es siempre la misma; incluso cuando la producción es cero los costes fijos no varían. Piénsese como ejemplo de costes fijos en los intereses que la empresa tiene que pagar a un banco por un préstamo: sea cual sea la cantidad producida por la empresa la cuantía de dichos intereses no variará; ni siquiera cuando la producción sea cero. Los costes variables, en cambio, son nulos cuando no hay producción. Al principio crecen muy rápidamente pero para cantidades altas de producto, aumentar en algunas unidades la producción no implica grandes diferencias en el coste. Cuando la producción es cero los costes totales coinciden con los costes fijos. A partir de ese punto, la forma gráfica que representa los costes totales es igual a la de los costes variables salvo que desplazada hacia arriba en una distancia igual a los costes fijos. Para calcular el coste de cada unidad de producto se estiman los costes medios: los costes totales medios son el resultado de dividir los costes totales por el número de unidades producidas; los costes variables medios son el resultado de dividir los costes variables por la cantidad producida; de igual forma se pueden calcular los costes fijos medios. Pero en realidad no todas las unidades producidas han costado lo mismo. Por la ley de los rendimientos decrecientes es normal que cada unidad adicional que se produzca cueste más que la anterior. El coste marginal mide el coste de la última unidad producida. Obsérvese en la gráfica que la curva de costes marginales corta a las de costes variables medios y a la de costes totales medios por su punto más bajo. Eso es debido a que cuando el coste marginal es inferior al medio, al producir una unidad más el coste medio disminuye; cuando el coste marginal es superior al medio, al producir una unidad más el coste medio aumenta; por tanto, cuando el coste marginal es igual al coste medio, es decir, en el momento del corte entre ambas curvas, el coste medio ni disminuye ni aumenta: es el punto mínimo. Los ingresos de la empresa en libre competencia Las empresas que producen para mercados en libre competencia no pueden influir sobre el precio. Como todos los productos de todas las empresas son homogéneos, si una empresa intenta vender a un precio superior al de sus competidores no lo conseguirá: los demandantes, que están perfectamente informados, son racionales y no tienen costes de transacción, no adquirirán ninguna unidad a un precio superior al de mercado. Todas las unidades producidas se venden al mismo precio, al precio de mercado. El ingreso total de la empresa es el resultado de multiplicar el precio por el número de unidades producidas y vendidas. El ingreso marginal es el aumento de los ingresos totales cuando se vende una unidad de producto más. Como esta unidad es vendida al precio de mercado, para una empresa en libre competencia el ingreso marginal es igual al precio. Los ingresos medios son el resultado de dividir los ingresos totales entre el número de unidades producidas; si todas las unidades se han vendido al mismo precio es evidente que el ingreso medio será igual al precio. Para las empresas que actúan en mercados de libre competencia, el ingreso medio es igual al ingreso marginal e igual al precio. Más adelante veremos que en el caso del monopolio el ingreso marginal es diferente al ingreso medio y al precio. Pulsar en la imagen para proyectar una explicación de cómo se determinan los ingresos en los mercados de libre competencia. PULSAR AQUÍ PARA VER OTRAS EXPLICACIONES MULTIMEDIA DE ECONOMÍA La empresa sabe, por tanto, a qué precio puede y tiene que vender sus productos. A la vista de ello decidirá que cantidad les conviene producir. Como las empresas tratan de maximizar sus beneficios, ninguna empresa producirá una unidad cuyo coste marginal resulte ser superior al ingreso marginal que pueda obtener por ella; en otras palabras, no se producirá ninguna unidad cuyo coste marginal sea superior al precio. Pero sí se seguirán produciendo unidades adicionales mientras que los costes marginales sean inferiores al precio. Resumiendo: la empresa producirá exactamente la cantidad para la que el coste marginal sea igual al ingreso marginal. Una consecuencia de esto es que si dibujásemos la curva de costes marginales de una empresa ¡Sería igual a su curva de oferta! La oferta de una empresa Todas las unidades que produzca una empresa en libre competencia podrán ser vendidas al precio de mercado, pero eso no garantiza en absoluto que la empresa obtenga beneficios. Aún cumpliéndose lo dicho es posible que el precio de mercado sea inferior a los costes totales medios e incluso a los costes variables medios. ¿Seguirá produciendo la empresa aunque no esté obteniendo beneficios? Pues sí, es posible que le convenga a corto plazo. Como los costes fijos no se pueden eliminar parando la producción, le interesará continuar funcionando mientras el precio de mercado sea superior al coste variable medio ya que así se cubrirán todos los costes variables y algo de los costes fijos. Sólo convendrá cerrar la empresa cuando no se puedan cubrir los costes de mantenerla en actividad. La oferta de una empresa. Pulse para ver una presentación animada. PULSAR AQUÍ PARA VER OTRAS EXPLICACIONES MULTIMEDIA DE ECONOMÍA Por otra parte, el concepto económico de coste incluye los rendimientos "normales" del capital y del trabajo del empresario, es decir, los que obtendría en cualquier otra actividad. Por tanto, cuando los ingresos totales coincidan exactamente con los costes totales, habrá también beneficios, los beneficios "normales". En la figura se muestran las diferentes posibles situaciones de la empresa. El punto D representa el óptimo de explotación, donde el precio es igual al coste total medio y se está obteniendo el beneficio "normal". Precios superiores como el del punto E permiten la obtención de beneficios extraordinarios, superiores a los normales; son situaciones coyunturales, previsiblemente breves ya que, al observar la presencia de beneficios extraordinarios otras empresas entrarán en la industria aumentando así la producción total y disminuyendo el precio de mercado. El punto C representa esa situación en la que la empresa está incurriendo en pérdidas pero le conviene seguir produciendo ya que consigue cubrir todos los costes variables (los causados por mantener la actividad) y parte de los costes fijos. El punto de cierre de la empresa es el punto B. Por debajo de él, por ejemplo en el punto A, mantener la actividad de la empresa sería irracional ya que ni siquiera podrían cubrirse los costes variables. Beneficios en libre competencia El beneficio normal, como hemos visto, está incluido en los costes: es el coste de oportunidad, lo que se podría obtener destinando los recursos a otra industria. Pero puede haber también beneficios extraordinarios, cuando los ingresos totales superan a los costes totales. En la figura se muestran los ingresos totales como el rectángulo en el que la base es la cantidad de unidades producidas y la altura es el precio a que se han vendido. Recuérdese que la cantidad producida, Q1, la decide el empresario teniendo en cuenta que el coste marginal tiene que ser igual al precio fijado por el mercado. Los costes totales se muestran como un rectángulo con la misma base pero cuya altura es la de los costes totales medios para ese nivel de producción. El resto de los ingresos son beneficios extraordinarios. Pulse en la imagen para proyectar una presentación multimedia sobre los beneficios a corto plazo en los mercados de libre competencia. PULSE AQUÍ PARA VER MÁS EXPLICACIONES DE ECONOMÍA EN FORMATO MULTIMEDIA En el modelo teórico de los mercados de libre competencia, la existencia de beneficios extraordinarios se considera un episodio posible pero fugaz: como el modelo ignora la existencia de costes de transformación, tiene que suponer que los beneficios extraordinarios atraerían nuevas empresas que provocarían el aumento de la oferta y la disminución en los precios hasta que sólo hubiera beneficios normales, es decir, hasta que los ingresos totales igualasen a los costes totales. La elasticidad de la oferta La curva de oferta de la empresa es por tanto un tramo de su curva de costes marginales, el tramo en el que los precios son superiores al del punto de cierre. Al igual que hicimos con la demanda debemos también considerar la elasticidad de la oferta, su sensibilidad ante las variaciones en el precio. Los gráficos muestran las curvas de oferta de dos empresas. La oferta del Gráfico 1 es muy elástica: una pequeña bajada de precios (de P1 a P2) provoca una gran disminución en la cantidad ofrecida (de Q1 a Q2). La oferta del Gráfico 2, en cambio, es muy inelástica: grandes variaciones de precio (de P1 a P2, por ejemplo) provocarán pequeñas variaciones en la cantidad ofrecida (de Q1 a Q2). Pulsar en la imagen para ver una explicación en formato multimedia. Pulsar aquí para ver otras explicaciones de economía en formato multimedia. La oferta será elástica o inelástica según que las variaciones en la cantidad ofrecida sean mayores o menores proporcionalmente a las variaciones en los precios. Definida con más precisión, la elasticidad de la oferta es el porcentaje en que varía la cantidad ofrecida cuando el precio varía en un uno por ciento. Lo que se trata de medir de hecho es la capacidad de reacción de las empresas a las variaciones en los precios. La elasticidad de la oferta depende por tanto de las peculiaridades tecnológicas del proceso productivo, de la disponibilidad de factores necesarios para la producción, pero, sobre todo, del tiempo. Como a corto plazo las instalaciones no pueden variar, la oferta es muy rígida, y grandes variaciones en los precios no modificarán sensiblemente la cantidad ofrecida. Sin embargo a largo plazo la oferta resulta muy elástica, no sólo porque las empresas existentes pueden adaptarse a los nuevos precios sino porque puede que entren nuevas empresas, si el precio ha subido, o que cierren algunas, si el precio ha bajado. La empresa a largo plazo Al contemplar el largo plazo en las empresas habrá que considerar que no hay costes fijos. A largo plazo, contrariamente a lo que vimos antes, la empresa puede ir adaptando todas sus instalaciones y su tamaño a sus necesidades productivas. Este punto de vista requiere sin embargo tener en cuenta las economías de escala. Hay algunos procesos productivos cuyas peculiaridades tecnológicas permiten que, conforme aumente el tamaño de la empresa, los costes medios a largo plazo vayan disminuyendo. Se dice entonces que se producen economías de escala. Eso no está en contradicción con la ley de los rendimientos decrecientes ya que ahora estamos hablando de aumentar la cantidad de todos los factores simultáneamente. Es el caso, por ejemplo, de las empresas eléctricas. Una pequeña empresa recién introducida tendrá que construir sus centrales generadoras y trazar el tendido para su distribución. Si el número de abonados es reducido, el coste de cada kilovatio resultaría prohibitivo. Conforme aumente el tamaño de la empresa, el número de abonados y la cantidad de kilowatios producidos, el coste de producción de cada kilovatio será menor. Si en una industria la tendencia a la disminución de los costes medios es indefinida o, en otras palabras, si cuanto mayor sea la empresa, sin límite alguno, su rentabilidad es mayor, habrá una fuerte tendencia a la concentración y absorción de empresas y, en fin, al monopolio. Es el caso de la industria de producción de electricidad, por ejemplo. Por el contrario, algunos tipos de empresa resultan más rentables si son pequeñas. Los costes de control administrativo, por ejemplo, pueden crecer más que proporcionalmente al aumentar el tamaño de la empresa. Se dice entonces que los rendimientos a escala son decrecientes o que se producen deseconomías de escala. Finalmente hay también otras industrias en las que los costes medios a largo plazo no varían por lo que sus rendimientos a escala son constantes. De éstas se dirá que no tienen economías de escala. La empresa y el empresario En el momento de crear una empresa, el promotor tiene que decidir su tamaño. Los objetivos son, presuntamente, la maximización de beneficios a corto y a largo plazo. A corto plazo el problema se resuelve creando una estructura que haga coincidir el punto más bajo de la curva de costes totales medios con el precio del producto. A largo plazo la empresa deberá mostrar suficiente flexibilidad para, modificando su tamaño y estructura, desplazar su curva de costes de forma que se permanezca el mayor tiempo posible con beneficios máximos. Este modelo ha sido criticado por su alejamiento del mundo real, de las razones que declaran los empresarios utilizar en la adopción de decisiones. En la realidad la información disponible por el empresario sobre la evolución futura del mercado es tan escasa que no pueden adoptarse decisiones maximizadoras. Los riesgos son tan altos que el objetivo principal pasa a ser la seguridad. Un enfoque teórico alternativo consiste en contemplar a la empresa como un individuo que lucha por su supervivencia en un ambiente ecológico fluctuante. En esas circunstancias el arma de defensa principal es la flexibilidad de la organización interna, su capacidad de disponer de información suficiente sobre las cambiantes circunstancias el mercado, su capacidad para asimilar esa información y adoptar rápidamente decisiones consecuentes. Según este enfoque, el cambio en el mundo económico tendría características similares al mundo biológico: la evolución estaría sometida a las leyes darwinistas según las cuales sobreviviría la empresa mejor adaptada al entorno. Las empresas jóvenes tratarían de emular a las empresas de éxito imitando sus características sobresalientes y contribuyendo así a "subir el listón". Debemos por tanto considerar quién y cómo adopta las decisiones en las empresas. Está claro que las decisiones las toman los individuos que dirigen las empresas pero ¿Quiénes son estos individuos y cuáles son sus objetivos? La teoría económica tradicional considera, como hemos dicho, que las empresas tratan de maximizar sus beneficios. Pero para que esto sea indiscutible es necesario que, como ocurría antes, los propietarios de las empresas sean los mismos que los administradores. El empresario del siglo pasado asumía tres tipos de actividades: el empresario emprendedor que toma la iniciativa de crear una empresa, el empresario capitalista que aporta los medios necesarios para llevarla a cabo y el empresario administrador que gestiona la empresa que ha creado. Aunque en la pequeña y mediana empresa ese tipo multifacético de empresario sigue existiendo, en las grandes empresas esas tres funciones las realizan individuos que muy frecuentemente no se conocen entre sí. Las iniciativas emprendedoras son estudiadas y analizadas por las divisiones de planificación y marketing, los propietarios de las acciones pueden incluso ignorar cuál es la actividad principal de la empresa, y los administradores pueden haber sido contratados simplemente por tener una brillante trayectoria profesional en otras empresas. Rembrandt van Rijn: Síndicos del gremio de pañeros de Amsterdam. 1662. Rijksmuseum. Cada vez es más frecuente, y sobre todo en las grandes empresas, que los propietarios sean un gran número de pequeños accionistas sin ninguna capacidad de decisión. Incluso los consejos de administración, formados por los accionistas más importantes aunque minoritarios, cederán la gestión cotidiana a consejeros delegados, gerentes y a técnicos con un título de Master en Dirección de Empresas. En los últimos tiempos han salido a la luz pública las diferencias de opinión existentes entre los propietarios y los gerentes de algunas grandes empresas. De hecho es muy posible que el gerente esté más interesado en conseguir poder o prestigio que beneficios. El poder y el prestigio pueden conseguirse haciendo que la empresa aumente de tamaño, gane cuotas de mercado, aunque para ello se deban sacrificar los dividendos que se reparten. Se supone que los accionistas o el consejo de administración pueden cambiar en cualquier momento al gerente que no trabaje por sus intereses, y así sucede en ocasiones como sabemos. Incluso una empresa que no esté siendo bien administrada puede ser objeto de absorción por otra. Hay de hecho en la actualidad empresas especializadas en apoderarse de otras mal administradas, cambiar a los gerentes, reflotarlas y revenderlas con impresionantes beneficios. Pero la influencia de los intereses de los gerentes en la adopción de decisiones en la empresa es un hecho que debe ser tenido en cuenta. La organización de las empresas La forma mas simple de empresa es la individual o familiar. El empresario aporta su capital y su trabajo, contrata otros factores, busca financiación adicional y organiza las relaciones entre los factores en el interior de su empresa. A cambio de ello se apropia del excedente o beneficio que pudiera producirse. La responsabilidad es ilimitada lo que quiere decir que todos sus bienes personales actúan como garantía de los compromisos que contraiga. Este tipo de empresa, al ser transmisible por herencia, permite una cierta acumulación capitalista y la adquisición de conocimientos empresariales, pero la capacidad de crédito en estas circunstancias es necesariamente reducida y la fórmula sólo puede ser válida para pequeñas empresas. Una primera solución para conseguir mayor capacidad financiera es la sociedad colectiva. Está formada por varios socios que aportan sus capitales respondiendo todos ellos de forma ilimitada con todos sus bienes. Cada vez que un socio fallece o decide abandonar, la empresa queda disuelta y debe volver a formarse de nuevo. Las sociedades en comandita están formadas por dos tipos de socios, los colectivos, con responsabilidad ilimitada y los comanditarios, cuya responsabilidad se limita a su aportación de capital. Estos dos tipos de empresa son en la actualidad muy poco frecuentes. Las sociedades cooperativas están formadas por los propios trabajadores que aportan el capital necesario, el llamado fondo social. La administración y gestión la suelen llevar también los mismos socios. En las sociedades de responsabilidad limitada las deudas que se contraigan estarán respaldadas sólo por el capital social que hayan aportado sus socios pero, a diferencia de las sociedades anónimas, tienen establecidas ciertas limitaciones en la transmisión de la propiedad y en el tamaño de la empresa. Es una figura pensada para pequeñas y medianas empresas y que recibe por tanto un tratamiento fiscal más favorable que las sociedades anónimas. La empresa capitalista moderna por excelencia es la sociedad anónima. En ésta el capital está repartido en partes alícuotas que se llaman acciones. Cada propietario responde sólo con el capital que haya aportado y puede vender y transmitir sus acciones sin que la marcha de la empresa se vea afectada. Este tipo de organización permite la concentración de capitales imprescindible para las grandes corporaciones modernas. El principal problema que plantean es el derivado de la separación entre la propiedad y la dirección. Las sociedades anónimas están presididas por un Consejo de Administración que es elegido por la Junta General de Accionistas. Los consejeros suelen ser grandes accionistas de la sociedad pero como es muy frecuente que el capital social esté muy repartido, es posible que la suma de las acciones poseídas por los miembros del Consejo represente sólo una pequeña parte del capital. A su vez, el Consejo de Administración suele encargar la gestión de la empresa a consejeros delegados, gerentes, etc. Finalmente, Las empresas públicas, que pueden o no tener la forma de sociedad anónima, son aquellas en las que al menos parte de su capital pertenece a alguna corporación de Derecho público. La participación pública se justifica por motivos de interés general (p.e. prestación de servicios públicos), económicos (p.e. insuficiencia de iniciativa privada), o sociales (p.e. lucha contra el paro). Los mercados de factores La distribución de las rentas determina el "para quién" se produce, en qué medida se beneficia cada agente de los flujos económicos. Las leyes del mercado asignan a cada cuál según los factores o recursos que haya aportado al sistema y la valoración de esos recursos depende de su escasez relativa. Algunos conceptos importantes que se ofrecen en este tema, la renta ricardiana, por ejemplo, permiten explicar (de forma que puede ser considerada poco satisfactoria) porqué en este mundo hay unos que reciben mucho más que otros. Independientemente de la valoración ética de los resultados, la distribución desigual se produce por un mecanismo automático y aparentemente aséptico: el juego de la oferta y la demanda de los factores. El mercado de capitales será estudiado con mucho detalle en varias ocasiones más adelante: el "precio" del dinero, a saber, el tipo de interés, será el objeto exclusivo de un tema. El mal funcionamiento del mercado de trabajo provoca paro, el más grave problema económico al que se enfrenta actualmente nuestro país. También le dedicaremos un tema completo. En cualquier caso, tras estudiar el funcionamiento de los mercados de factores se muestran sucintamente algunas consecuencias: las desigualdades personales y espaciales en España y en el mundo. Se dan a conocer también instrumentos tales como la curva de Lorenz y el índice de Gini que servirán para ofrecer descripciones objetivas y comparables de los resultados distributivos de diferentes sistemas económicos en diferentes países. Finalmente se describen algunos medios utilizados para corregir esos desequilibrios y los problemas para su aplicación. Los factores y las rentas Cuando estudiamos el flujo circular de la actividad económica aprendimos que las rentas son las contrapartidas financieras de los factores productivos. La familias poseen los factores necesarios para la producción —la tierra, el trabajo y el capital— y los ponen a disposición de las empresas; a cambio de ellos percibirán las rentas: alquileres a cambio de la tierra, sueldos y salarios a cambio del trabajo, beneficios o intereses a cambio del capital. La distribución de la renta que depende de la "función" que ejerce el factor que se retribuye en el proceso productivo se llama distribución funcional. El resultado de ella será que unas familias tendrán más ingresos y otras menos. La forma en que se reparte la renta total de un país entre los individuos y familias se llama distribución personal. La distribución funcional se realiza por los mecanismos de mercado y conduce a una distribución personal muy desigual. En este tema estudiaremos los mercados de factores para comprender cómo se determina la cuantía de las rentas; veremos después las desigualdades que se originan, las formas de medirlas y su variación de un país a otro; finalmente estudiaremos las formas de corregir esas desigualdades. ESTAS FUERON SUS PALABRAS El producto de la tierra —todo lo que se deriva de su superficie por la aplicación conjunta de trabajo, maquinaria y capital— se divide entre las tres clases de la comunidad, a saber: el propietario de la tierra, el propietario del stock o capital necesario para su cultivo y los trabajadores, gracias a cuyo esfuerzo se cultiva. Pero en las diferentes etapas de la sociedad, las proporciones del producto total de la tierra, que serán distribuidas entre cada una de esas clases, bajo los nombres de renta de la tierra, beneficio y salarios, serán esencialmente diferentes, dependiendo principalmente de la fertilidad del suelo, de la acumulación del capital y de la población y de la habilidad, ingenio e instrumentos empleados en la agricultura. (David Ricardo, Principios de Economía Política y Tributación, 1817) La clasificación de los factores de producción en tierra, trabajo y capital, procede de los economistas británicos del s. XVIII. Entonces esa clasificación tenía un claro significado sociopolítico: la tierra estaba en manos de la aristocracia, el capital en manos de la emergente burguesía, y los trabajadores sólo tenían sus brazos para poder ganarse el pan. La clasificación es ahora mucho menos operativa. Los poseedores de tierra en Europa incluyen a los Duques de Alba y a miles de minifundistas que sólo sobreviven gracias a las subvenciones de la UE. Entre los trabajadores hay que incluir a los altos ejecutivos de multinacionales o los poderosos gerentes de grandes empresas. Los propietarios del capital de las grandes empresas son miles de pequeños accionistas que ni siquiera acuden a las Juntas Generales. También fueron los economistas clásicos los que analizaron por primera vez el funcionamiento de los mercados de factores. Entonces señalaron importantes diferencias en la forma de fijarse las rentas en unos y otros, pero en la actualidad se considera que la mayoría de las "peculiaridades" que observaron, son en realidad comunes a todos los factores. Todos los factores añaden un valor al producto en el que se empleen. En el sistema económico de mercado, la renta que percibirá el propietario del factor es igual a la cuantía de ese valor añadido. Los mecanismos para su determinación son los mismos que sirven para fijar el precio de los bienes y servicios, es decir, el juego de la oferta y la demanda. La demanda de factores Lo que se demanda en realidad no son los factores productivos sino sus servicios. A pesar de ello, por comodidad seguiremos utilizando la expresión "demanda del factor" para referirnos a la "demanda de los servicios productivos del factor". El precio que están dispuestos a pagar las empresas por los factores de producción depende de dos cosas, a) su productividad física, es decir, su utilidad en el proceso productivo, su aportación al bien final y b) el precio que tiene este bien final en el mercado. La demanda del factor se llama demanda derivada porque depende de la demanda del bien que contribuye a producir. En realidad, la demanda de cualquier bien puede ser considerada demanda derivada: según las modernas teorías sobre el consumo, las familias actúan como empresas que reelaboran los bienes que adquieren para su consumo final por lo que todos los bienes pasan a ser considerados factores y su demanda, derivada. Thomas Hart Benton (1889-1975) Threshing (Trillando) 1941, litografía en el Sheldon Memorial Art Gallery and Sculpture Garden, University of Nebraska-Lincoln La elasticidad de la demanda de un factor productivo depende por tanto de las características del bien. Esa dependencia queda formulada en las leyes de Marshall. Son de gran interés ya que explican gran parte de las razones por las que unos factores son retribuidos más o menos y en qué proporción en comparación con otros. • Primera. Sustituibilidad. La elasticidad es mayor cuanto más fácilmente sea sustituible en el proceso productivo un factor por otro. Los factores de producción son siempre sustituibles entre sí pero la facilidad de esa substitución está determinada por razones tecnológicas. • Segunda. La elasticidad de la demanda del factor será mayor cuanto más elástica sea la demanda del bien que produce. Al subir el precio del factor, el precio del producto final también subirá. Si la demanda del producto es muy sensible y se contrae como consecuencia de esa subida de precio, la demanda del factor que lo fabrica también se contraerá. • Tercera. La elasticidad de la demanda de un factor depende de la elasticidad de la oferta de los otros factores que intervienen en el proceso. Supongamos que sube el precio de un factor que podría ser sustituible por otro. Si la oferta de este segundo factor es muy rígida y solo se puede obtener en mayor cantidad a cambio de un precio muy alto, la subida de precio del primero no provocará grandes contracciones en su demanda. • Cuarta. La demanda del factor será más inelástica cuanto menor sea su coste en comparación con el total de la producción. La más importante de estas leyes, la que más influye en la remuneración que percibe el propietario del factor, parece ser la primera, la sustituibilidad por otro factor. El desarrollo tecnológico ha llevado aparejado históricamente la sustitución de trabajo por capital. Este fenómeno ha sido a la vez consecuencia y causa de subidas en la remuneración de los trabajadores y parece por tanto estar en la misma base del progreso económico y social. La oferta de tierra Al analizar la oferta de los factores productivos se observa que sus características determinan dos tipos de ingresos para sus propietarios: los ingresos de transferencia y la llamada renta ricardiana o renta económica pura. La oferta de un factor productivo depende entre otras cosas del uso alternativo que se le pueda dar. Para conseguir que un factor se dedique a un uso productivo concreto habrá que pagar por él al menos una cantidad igual a la que percibiría con cualquier otra dedicación. Esa cantidad es llamada ingreso de transferencia. Esta idea la hemos conocido ya con el nombre de coste de oportunidad; en efecto, los ingresos de transferencia son iguales a los costes de oportunidad. Supongamos, por ejemplo, que el precio del trigo empieza a subir de forma sostenida en relación con otros productos agrícolas. Algunas tierras que resultaban más rentables dedicadas a otros cultivos empezarán a destinarse ahora al trigo. Cuanto más suba el precio de éste más tierras se destinarán a su cultivo. Se llaman tierras marginales las que producen el mismo rendimiento destinadas al trigo o a cualquier otro producto, intramarginales las que son más rentables si se dedican al trigo y extramarginales las que resultan más rentables con otra dedicación y no interesa dedicar al trigo por que su coste de oportunidad resultaría demasiado alto. Frida Kahlo: Raíces, 1943 Como el ingreso de transferencia es igual al coste de oportunidad, la renta que se pague por las tierras marginales será exactamente ese ingreso de transferencia. Las tierras intramarginales, en cambio, estarán produciendo un rendimiento mayor que las marginales. Cuanto mayor sea el rendimiento que produzca una tierra destinada al trigo en comparación con el que produciría destinada al más rentable de los empleos alternativos, mayor parte de su renta tendrá que ser considerada renta económica pura. Fue el economista clásico David Ricardo, a comienzos del siglo XIX, el que llamó la atención sobre la existencia de la renta económica pura (precisamente por una subida en el precio del trigo); se la llama también, en su honor, renta ricardiana. Ricardo consideraba que ese fenómeno era exclusivo de la tierra. Actualmente se ha demostrado que la renta ricardiana puede aparecer en cualquier factor no producible, es decir, no sólo en la tierra sino también en el trabajo. La proporción en que la retribución de un factor se divide entre ingresos de transferencia y renta ricardiana depende de la elasticidad de la oferta. Las tierras destinadas al trigo ofrecen en realidad muy poca renta ricardiana ya que hay muchas tierras destinadas a otros cereales, con características similares a las requeridas para el trigo, y cualquier pequeña subida en el precio de éste provoca un sensible aumento en la oferta de tierra: su elasticidad es muy alta. La oferta de suelo urbano, en cambio, es muy rígida. Muchos organismos —administraciones públicas, grandes bancos, prestigiosos abogados— necesitan tener delegaciones en el centro de las ciudades. Pero la oferta de solares en el centro es muy rígida ya que no se pueden fabricar por encargo. El rendimiento de estos solares en un uso alternativo (plantando aguacates, por ejemplo) sería mucho más bajo. Por tanto los altos alquileres en el centro están compuestos principalmente por renta ricardiana. Lo mismo ocurre al analizar las diferentes profesiones. La formación profesional de un camarero es relativamente fácil y rápida. Si se necesitan más camareros —por que llegue el verano, por ejemplo— es suficiente una pequeña subida de sus salarios para que un gran número de personas procedentes de otros oficios —peones de la construcción, estudiantes de Derecho— se ofrezcan a las empresas de hostelería; en un par de horas habrán aprendido lo suficiente como para trabajar y rendir. Su renta ricardiana es muy baja, prácticamente nula. En cambio un abogado sagaz y experto no se improvisa, es el resultado de largos años de formación y experiencia, por lo que su remuneración estará formada en gran parte por renta ricardiana. Aún más evidente es el caso de las grandes sopranos: no se pueden fabricar por encargo; su oferta, resultado de una afortunada combinación genética y largos años de educación, es absolutamente rígida; su rendimiento en otro empleo sería bajo. Su "caché" está formado casi exclusivamente por renta ricardiana. Los economistas clásicos consideraban que la oferta de tierra era absolutamente rígida ya que el mundo "no crece". Sin embargo, en la práctica, la oferta de tierra puede variar mucho. La FAO ha calculado que actualmente se está dedicando a la producción agrícola sólo la tercera parte de las tierras cultivables en el mundo. Contrariamente a las pesimistas previsiones de Malthus, la fertilidad de la tierra no ha parado de crecer gracias a los avances en la industria química de fertilizantes y plaguicidas y en la tecnología de las explotaciones. En la Unión Europea se han tomado una serie de medidas con la finalidad de reducir la superficie dedicada al cultivo; a pesar de ello la producción agrícola sigue creciendo a un ritmo excesivo. Es por esto que actualmente se considera que no hay diferencias entre el factor tierra y el factor capital. Los mercados de capitales El ingreso que perciben los propietarios del capital físico a cambio de sus servicios se llama beneficio, el que se percibe a cambio del capital financiero es el interés, pero se suele generalizar considerando que el precio del capital se mide por el tipo de interés, el porcentaje del capital que hay que pagar por su alquiler cada período de tiempo. Ese tipo de interés es fijado en el mercado de capitales por el juego de la oferta y la demanda. Las variaciones que observamos en la realidad entre los tipos se deben a diferencias en el riesgo que impliquen los préstamos y en los plazos de amortización. Para entender la demanda de capital describiremos el modelo llamado Eficiencia marginal de la Inversión: Supongamos que un individuo es un empresario especialmente imaginativo y tiene un gran número de proyectos bullendo en su cabeza. De la empresa de máquinas tragaperras espera obtener un rendimiento del 30% sobre el capital invertido; de la hamburguesería ha calculado que obtendrá un 25% de la inversión; de la pizzería un 20%; del bar de copas un 15%; de la boutique un 10%; de la librería un 5%. Si el tipo de interés fuese del 12%, pediría lo necesario para montar las tragaperras, la hamburguesería, la pizzería y el bar; el resto de los proyectos los dejaría para mejor ocasión. Si el tipo de interés bajase hasta el 7% podría poner en marcha también la boutique, pero si subiese hasta el 17% tendría que abandonar la idea del bar. En otras palabras, la demanda de capital es una demanda derivada, el interés que se pagará depende de las expectativas de rentabilidad de los proyectos empresariales y cuanto menor sea el tipo de interés más cantidad de capital se demandará. El capital que invertirá el empresario procede del ahorro. Las familias sacrifican sus deseos de consumo presente para conseguir unos rendimientos que les permitan un mayor consumo futuro. Cuanto mayor sea el tipo de interés, más aliciente tendrá ahorrar y mayor será por tanto la oferta de capital. Conviene aclarar aquí la necesaria distinción entre tipos de interés nominales y reales: éstos son el resultado de descontar a los nominales la depreciación debida a la inflación. En toda esta discusión nos estamos refiriendo a tipos de interés reales, o en otras palabras, estamos suponiendo que no hay inflación. Como el ahorro de las familias requiere cierto tiempo para acumularse, la oferta de capital a corto plazo es muy rígida: en un momento determinado sólo se está ofreciendo el ahorro que se ha conseguido en los años anteriores y una subida brusca de los tipos de interés no conseguirá el aumento de esa cantidad. Para que aumente el volumen de ahorro acumulado será necesario el mantenimiento de tipos de interés elevados durante cierto período de tiempo. El mercado de capitales requiere la intervención de intermediarios muy especializados. Las empresas necesitan créditos a largo plazo mientras que las familias quieren poder disponer de su dinero con facilidad. El sistema bancario y crediticio y los demás intermediarios financieros son los encargados de transformar el dinero ahorrado a corto plazo por diferentes familias en diferentes momentos, en capital prestado a largo plazo a una empresa. Queda claro por tanto que el tipo de interés es el precio fijado en el mercado del dinero. Si el tipo de interés es alto, muchos ahorradores ofrecerán el suyo pero pocos inversores lo demandarán, y viceversa. Pero la manipulación del tipo de interés es uno de los principales instrumentos de la política económica y será por tanto objeto de nuestra atención cuando estudiemos la macroeconomía. El mercado del factor trabajo El economista noruego Ragnar Frisch (1895-1973) ha sugerido que la curva de oferta individual de trabajo podría ser como la dibujada en la Fig. 7.2. El salario mínimo imprescindible para la supervivencia está representado por W3. Por debajo de W3 no habrá oferta de trabajo. Entre W3 y W2 el salario es tan bajo que no hay ningún estímulo por lo que el individuo se limitará a trabajar lo imprescindible para la supervivencia y la oferta de trabajo disminuirá. Entre W2 y W1 la curva de oferta tiene la forma normal y la subida del salario supone un aliciente para trabajar más. Para salarios superiores a W1, los ingresos son ya tan elevados que el individuo tiene preferencia por el ocio y empieza a disminuir su oferta de trabajo. Pero, contrariamente a lo que parece indicar el gráfico, la situación real es que el trabajador puede verse forzado a aceptar las condiciones y el salario que fije el patrón. Individualmente las posibilidades de negociación de los trabajadores son prácticamente nulas porque si rechazan un puesto de trabajo por no ser adecuado a sus aspiraciones, puede que pasen varios meses antes de encontrar lo que se busca. Para escapar a esa situación de dependencia y evitar los abusos a que puede conducir los trabajadores se organizan en sindicatos. La lucha sindical para conseguir mayores salarios intentará influir sobre las fuerzas del mercado, la oferta y la demanda del factor trabajo. Para reducir su oferta suelen tener entre sus reivindicaciones los siguientes objetivos: Aumentar la edad mínima necesaria para el primer empleo, reducir la edad de la jubilación, controlar y limitar la inmigración, reducir la jornada laboral, limitar los ritmos de trabajo, etc. Para que aumente la demanda de trabajadores, los sindicatos pedirán la intervención del Estado con medidas proteccionistas frente a las importaciones, disminuciones en los tipos de interés y aumento de los gastos públicos entre otras. Otras reivindicaciones que conducen al aumento de las rentas del trabajo son las que piden normativas legales favorables respecto a la forma de negociar los convenios colectivos, la resolución de los conflictos y la reglamentación del salario mínimo. La búsqueda de una mejor retribución irá también dirigida a obtener concesiones no monetarias tales como medidas de seguridad física o estabilidad en el empleo. Caillebotte: Cepillando el parquet Cuando presentamos los factores productivos, al comienzo del tema tercero, se apuntó ya el importante papel que tienen la tecnología incorporada al capital y los conocimientos incorporados al trabajo. Muchos economistas actuales prefieren llamar capital a todos los factores productivos incluido el trabajo, diferenciándolos tan sólo como capital físico o capital humano. Aunque parte del capital humano, el soporte biológico, puede ser considerado un recurso natural, su productividad se debe principalmente a las inversiones en cultura o educación, en adiestramiento profesional, en salud o fortaleza física y en su disponibilidad espacial mediante emigración. Esas inversiones se realizan con la finalidad de obtener por ellas un beneficio ya que la renta que percibirá un trabajador depende de su productividad y por tanto de la cantidad de capital humano que tenga incorporada. Cada vez es mayor la importancia que se concede al capital humano como explicación de "la riqueza de las naciones". Lo que se llamó "el milagro alemán", la recuperación económica de Alemania tras la II Guerra Mundial, es sólo explicable por la riqueza de su capital humano. Partiendo de una situación en la que de los edificios, la infraestructura de transporte, las fábricas, es decir, el capital físico, estaban en su mayor parte destruidos, aquel país pudo en muy pocos años convertirse en el líder económico de Europa. Cada vez hay mayor conciencia entre los gobiernos de que las inversiones más rentables para conseguir el desarrollo son las inversiones en la educación y cultura de los trabajadores. La distribución de la renta, la curva de Lorenz y el índice de Gini Sea cual sea la forma en que los individuos o las familias obtienen sus rentas, el resultado es muy desigual. La distribución de la renta puede ser analizada con diferentes enfoques: geográfico-espacial, funcional o personal, entre otros. Mapa de Pobreza por Provincia de Panamá, elaborado en 1999 por la Dirección de Políticas Sociales del Ministerio de Economía y Finanzas de este país. Muestra las provincias de Panamá coloreadas según la probabilidad de que un habitante sea pobre. La probabilidad más alta (0,98) corresponde a San Blas (Kuna Yala) e indica que el 98% de los habitantes de esa comarca son pobres. La probabilidad más baja (0,51) corresponde a la provincia de Panamá, donde se encuentra la capital y la mayor concentración de población. Pulsar en la imagen para verla ampliada. En el enfoque geográfico espacial se tratará de medir las diferencias de renta entre los habitantes de diversas regiones. Los resultados de este tipo de estudios pueden ser presentados en una tabla de datos o representados en un mapa. Distribución mundial de la renta. Mapa del mundo coloreado según el Producto Nacional Bruto per cápita de cada país. Fuente: Banco Mundial, World Development Indicators 2001. Puede adquirirlo en CD-ROM directamente del World Bank aquí. La distribución funcional es una forma de mostrar la diferencia de las rentas obtenidas por los propietarios de los factores productivos según su función en la sociedad. Así se suele mostrar la parte de la renta nacional percibida por los trabajadores, por los propietarios de la tierra y por los propietarios del capital. Distribución funcional de la renta España 1999 millones de pesetas % Remuneración de asalariados 46.973 50,13 Excedente bruto explotación/Renta mixta 37.230 39,74 Impuestos netos sobre la producción y las importaciones PIB a precios de mercado 9.491 10,13 93.693 100,00 Fuente: INE, Contabilidad Nacional. La curva de Lorenz es una forma gráfica de mostrar la distribución de la renta en una población. En ella se relacionan los porcentajes acumulados de población con porcentajes acumulados de la renta que esta población recibe. En el eje de abcisas se representa la población "ordenada" de forma que los percentiles de renta más baja quedan a la izquierda y los de renta más alta quedan a la derecha. El eje de ordenadas representa las rentas. En la gráfica se muestran como ejemplo la representación de dos países imaginarios, uno en azul y otro en rojo. La distribución de la renta en el país azul es más desigual que en el país rojo. En el caso del país azul, el cuarenta por ciento más pobre de la población recibe una renta inferior al veinte por ciento del total del país. En cambio, en el país rojo, el cuarenta por ciento más pobre recibe más del veinte por ciento de la renta. La línea diagonal negra muestra la situación de un país en el que todos y cada uno de los individuos obtuviese exactamente la misma renta; sería la equidad absoluta. Cuanto más próxima esté la curva de Lorenz de la diagonal, más equitativa será la distribución de la renta de ese país. Otra forma de observarla curva de Lorenz es estimando el área de la superficie que se encuentra entre la curva y la diagonal. Esa superficie se llama área de concentración. En la gráfica de la izquierda la hemos rellenado de color rosado. Cuanto mayor sea este área más concentrada estará la riqueza; cuanto más pequeña sea este área, más equitativa será la distribución de la renta del país representado. El índice Gini, es un índice de concentración de la riqueza y equivale al doble del área de concentración. Su valor estará entre cero y uno. Cuanto más próximo a uno sea el índice Gini, mayor será la concentración de la riqueza; cuanto más próximo a cero, más equitativa es la distribución de la renta en ese país.. Los mercados no competitivos La represión de las prácticas restrictivas de la libre competencia es un campo de encuentro de las ciencias jurídicas y económicas por lo que tiene un especial interés para nosotros. La abundantísima normativa que emana continuamente de las instituciones comunitarias y su consecuente reflejo en la legislación de todos los países están originadas en gran parte por la voluntad de los legisladores de fomentar la libre competencia. La eficacia de esa normativa requiere que se comprenda el funcionamiento de las fuerzas reales contra las que la sociedad intenta luchar. La presentación que se hace del modelo de competencia perfecta, huyendo de los formalismos matemáticos, se limita a ofrecer un concepto intuitivo de su significado y de algunas de sus implicaciones respecto a la eficiencia y la distribución de los recursos. El análisis del equilibrio en el monopolio requiere de nuevo la comprensión de una gráfica. Su estudio facilitará mucho la observación de todas las diferencias existentes entre el mercado monopolista y el de libre competencia. El modelo de competencia perfecta En el tema tercero vimos el modelo de competencia perfecta y las características o supuestos que se requieren para su funcionamiento. Ya se avisó entonces que ningún mercado satisfacía plenamente aquellas condiciones. Entre este tema y el próximo se verán primero las maravillosas ventajas que disfrutaríamos en un mundo ideal en el que hubiera competencia perfecta en todos los mercados y después las imperfecciones y fallos que llenan de inconvenientes nuestro mundo real. La teoría del Equilibrio Parcial estudia los mecanismos por los que se determinan la cantidad y el precio de equilibrio en un mercado. El análisis de las elasticidades de la oferta y la demanda es el núcleo de esa teoría cuya elaboración y sistematización debe mucho al trabajo de Alfred Marshall (1842-1924). La teoría del Equilibrio General estudia las condiciones necesarias para que todos los mercados estén simultáneamente en equilibrio. La formulación original se debe a Walras . Todos los bienes son complementarios de otros o sustituibles por otros en mayor o menor grado. Debido a la interdependencia general existente, cualquier desplazamiento fortuito del punto de equilibrio en el mercado de un bien provocará desplazamientos en los mercados de otros bienes, éstos en los de otros y así sucesivamente. Estas variaciones de precios pueden producir a su vez un efecto retroactivo, corrector o realimentador (feedback), sobre el León Walras (1834-1910) mercado original. Finalmente, si no existe intromisión externa que lo dificulte, ese proceso —que Walras llamó tâtonnement— conducirá al equilibrio en todos los mercados de bienes y factores. Los estudios encaminados a determinar la posibilidad de existencia de tal Equilibrio General, de su unicidad o multiplicidad, y su estabilidad, han alcanzado en los últimos decenios un alto grado de sofisticación matemática. El premio Nobel de Economía distinguió a dos destacados investigadores de este campo: Kenneth J. Arrow en 1972 y Gerard Debreu en 1983. Gerard Debreu (1921-2004) Una situación de Equilibrio General goza de muchas virtudes: Se consigue en ella la maximización de la utilidad de todos los consumidores y de los beneficios de todas las empresas; al estar también en equilibrio los mercados de factores, las rentas percibidas por las familias igualan a los precios de los bienes y servicios; los factores y recursos productivos se destinan a su uso más eficiente, aquél en que su rendimiento es más alto. ESTAS FUERON SUS PALABRAS El equilibrio competitivo consiste, por tanto, en una situación caracterizada por precios no negativos de todos los bienes, un conjunto de bienes de consumo para cada economía familiar y un conjunto de bienes de producción para todas las empresas que satisfagan las condiciones siguientes: a) para cada familia, el conjunto designado maximiza la utilidad entre todos los asequibles; b) para cada empresa, el conjunto designado maximiza el beneficio entre todos los técnicamente posibles; c) para cada bien, el total consumido por todas las economías familiares no supera el total inicialmente disponible más el total neto producido por todas las empresas ("neto" significa en este caso que las utilizaciones de factores por parte de algunas empresas hay que restarlas del producto de otras); d) es nulo el precio de aquellos bienes cuyo consumo total es estrictamente menor que el total inicialmente disponible más el total producido. Se utiliza el adjetivo "competitivo" por suponer que cada economía familiar o empresa considera los precios como dados e independientes de sus decisiones. (Kenneth J. Arrow,"Equilibrio Económico" en la E.I.CC.SS.) Otra característica del Equilibrio General es que en él la distribución de las rentas alcanza un óptimo paretiano. Como vimos en el tema 4, el criterio paretiano no juzga la equidad, tan sólo la eficiencia en la distribución. Una situación de óptimo paretiano puede implicar una distribución de la riqueza muy desigual pero tendrá garantizada su eficiencia. En el mundo ideal de la competencia perfecta si un recurso es más útil para una empresa que para la propietaria, la empresa que pueda obtener mayor rentabilidad adquirirá el recurso, es decir, se producirá una redistribución con mejoramiento paretiano y aumento de la eficiencia global del sistema. Pero diversas circunstancias impiden que los mercados cumplan los requisitos exigidos por el modelo de competencia perfecta. Cuando los agentes que intervienen son pocos, podrán manipular en mayor o menor medida los precios y las cantidades intercambiadas impidiendo o dificultando el funcionamiento de los mecanismos de la competencia perfecta que garantizarían resultados eficientes. Otro requisito necesario para el funcionamiento de la libre competencia es la homogeneidad del producto. A finales del s. XIX la aparición de grandes empresas y de nuevos productos diferenciados puso en evidencia la necesidad de una teoría económica que analizase estas situaciones "desviadas" del sistema de libre competencia dominante. En la primera mitad de nuestro siglo se elaboraron en muchos países normativas para la represión de los monopolios y de las "prácticas restrictivas de la libre competencia". Finalmente, tras la Segunda Guerra Mundial un grupo de economistas británicos entre los que destacó Joan Robinson (19031983) mantuvo que los monopolios, más que excepción al caso general de la libre competencia, eran la regla, y su estudio debía ser la base de partida para la teoría del mercado. TIPOLOGÍA DE LOS MERCADOS NO COMPETITIVOS Monopolio Un solo productor Monopsonio Un solo consumidor Competencia Monopolista Pocos productores, producto diferenciado Oligopolio Pocos productores, producto homogéneo Oligopolio de Demanda Pocos consumidores Oligopolio Bilateral Pocos productores y pocos consumidores La visión dominante actualmente en los países desarrollados considera la situación de libre competencia como un objetivo que debe ser perseguido por los gobiernos. Su virtud principal es el estímulo hacia la búsqueda por los empresarios individuales de una mayor eficiencia, la mejora de los productos y el abaratamiento de costes. La mejor forma de eliminar los monopolios consiste en abrir los mercados a la competencia exterior. Uno de los principales éxitos de la integración económica de la Comunidad Europea ha sido el aumento de la competencia entre empresas que antes, en el ámbito nacional, actuaban prácticamente en régimen de monopolio. No debe confundirse la libre competencia con la ausencia de regulación o intervención gubernamental. El fomento de la competitividad entre empresas requiere frecuentemente una normativa reguladora muy minuciosa. Desde que en los EE.UU. se decidió liberalizar el mercado de las comunicaciones telefónicas, la normativa sobre ese tema creció de forma exponencial ya que se hizo necesario que el Estado adoptase decisiones técnicas comunes a todas las empresas que antes eran adoptadas por el consejo de administración de cada monopolio. La prolífica normativa técnica que emana diariamente de los despachos comunitarios de Bruselas es indicativa precisamente de la mayor competitividad entre las empresas europeas y no de lo contrario. Los monopolios En ocasiones, los requerimientos tecnológicos de un proceso productivo determinan que los costes medios sigan siendo decrecientes incluso cuando la producción es muy elevada. En ese caso, cuanto mayor sea la empresa menores serán sus costes y más barato podrá vender. Las empresas más pequeñas, al tener costes comparativamente altos y no poder competir, se verán obligadas a cerrar y finalmente quedará una única empresa para suministrar a toda la demanda. Esta situación es llamada monopolio natural. Monopolio natural o legal Equilibrio Discriminación de precios Segmentación de mercados Precios múltiples Poder de mercado Diferenciación del producto Competencia monopolista En el monopolio legal, es el poder coactivo del Estado el encargado de impedir la competencia por otras empresas. Es el caso de la adquisición por la empresa de una patente o de la franquicia para la prestación de un servicio público. También puede ser considerado monopolio legal el que se produce cuando una empresa es la propietaria de, o controla legalmente, toda la producción de un recurso natural o materia prima esencial para el proceso productivo. En los mercados de competencia perfecta, la producción de cada empresa es tan pequeña en comparación con el total de la industria que los aumentos o disminuciones en su producción no afectan al precio. El monopolista, por el contrario, tiene que proveer con el producto de su empresa a todo el mercado por lo que tendrá que tomar en consideración la forma de la función de demanda. Al aumentar la cantidad producida provocará una reducción en los precios que será mayor o menor dependiendo de cuál sea la elasticidad de la demanda. En la libre competencia la empresa consideraba los precios constantes e iguales a sus ingresos medios, en el monopolio los ingresos medios decrecen al aumentar la cantidad producida. De hecho la curva de ingresos medios, Im, coincide con la curva de demanda del mercado, D. Cada unidad de más que produzca el monopolista provocará una disminución en el precio de todas las unidades que se vendan. Por tanto el ingreso marginal, I', es decreciente, siempre inferior al ingreso medio, e incluso puede llegar a ser negativo. El Monopolio y la Libre Competencia Libre Competencia Monopolio Al aumentar la cantidad producida... Precios Constantes Decrecientes Ingresos Medios Constantes Iguales al precio Decrecientes Iguales al precio Ingresos Marginales Constantes Iguales al precio Decrecientes Menores al precio Y en el punto de equilibrio... Costes Marginales = Ingresos Medios = Ingresos Marginales Costes Medios Iguales al Precio Menores al Precio Beneficios Normales Extraordinarios Cantidad Producida Máxima eficiencia Inferior Precio Máxima eficiencia Superior En el caso de la libre competencia, el equilibrio del mercado se conseguía en el punto en el que el coste marginal coincidía con el ingreso medio, es decir, con el precio. En el monopolio el punto de equilibrio está en donde se igualan el coste marginal y el ingreso marginal. No se producirá ni una unidad más ya que requeriría un coste superior al aumento en el ingreso, pero si se busca maximizar beneficios tampoco se producirá ni una unidad menos. Como la curva de ingreso marginal está por debajo de la de ingreso medio (de la de demanda) esa producción de equilibrio será inferior a la que se hubiera conseguido con libre competencia y será vendida a un precio superior. El monopolio, por tanto, provoca una pérdida de eficacia global para el sistema ya que al producir menos y venderlo más caro se están distorsionando todos los restantes mercados. Pero puede existir también otra pérdida de eficiencia cuando la empresa monopolística tiene que dedicar recursos a mantener su posición de poder, a desalentar a los posibles competidores, a conseguir la franquicia legal, a sobornar algún funcionario. El monopolista podrá aumentar aún más sus beneficios extraordinarios mediante la discriminación de precios. Puede hacerlo de dos formas. • La segmentación del mercado consiste en cobrar diferentes precios a los consumidores según su posición geográfica o social. Para poder llevarla a cabo tiene que estar garantizada la imposibilidad de los mercados secundarios, es decir, que el consumidor que adquiere el producto a un precio bajo no podrá revenderlo en otra región o a otros consumidores. • La fijación de precios múltiples consiste en fijar precios altos para las primeras unidades adquiridas y precios inferiores cuando la cantidad demandada sea mayor. Si el precio medio de la llamada telefónica es menor cuanto mayor sea el número de llamadas que realicemos es por que la Cía. Telefónica está practicando la fijación de precios múltiples. Si el precio de las llamadas es más bajo para los jubilados o a las horas nocturnas, cuando las llamadas son de tipo familiar, es por que se está practicando la segmentación del mercado. Ambas prácticas sólo pueden ser realizadas por empresas monopolistas y, aunque parezcan ser debidas a la bondad y generosidad de sus gerentes, tienen como único fin el aumento de los beneficios. ¿Pero existe algún monopolio puro? Todos los productos tienen algún sustitutivo más o menos bueno. Si alguna empresa llegase a monopolizar el mercado del trigo, seguiría sufriendo la competencia de los productores de centeno, de los de cebada, etc. Si hemos afirmado que no existe ningún mercado de libre competencia, hay que afirmar igualmente que no existe ningún monopolio puro. En realidad es más correcto hablar de poder de mercado para referirse al grado mayor o menor en que una empresa puede influir sobre el precio de su producto. El poder de mercado depende de la diferencia que haya entre el precio del producto y el coste marginal. Cuando el precio y el coste marginal son iguales el mercado es de libre competencia y el poder de mercado es cero. El poder de mercado es máximo cuando el coste marginal es cero: en ese momento la empresa está fijando un precio positivo por un bien que si hubiera libre competencia sería gratuito. Otro factor que influye en el poder del monopolio es la elasticidad de la demanda: a menor elasticidad, mayor poder. En el caso de monopolizar un bien cuya demanda fuese totalmente rígida, la empresa podría fijar cualquier precio. La existencia de buenos sustitutos hace a la demanda más elástica y disminuye el poder del monopolio. Las empresas pueden por tanto aumentar su poder de mercado disminuyendo la sustituibilidad de su producto o, en otras palabras, diferenciándolo de los de la competencia. La diferenciación del producto se consigue mediante pequeñas modificaciones en el diseño, los complementos, el envase, la financiación y sobre todo mediante técnicas publicitarias. El resultado es un tipo de mercado que se llama Competencia Monopolista. Veamos sus efectos mediante un ejemplo real. La empresa General Motors tiene el monopolio de los automóviles Opel. Su producto tiene que competir con otros vehículos que a su vez están monopolizados por otras empresas. En el año 1988 una hábil publicidad había conseguido crear una imagen de marca tal que muchos españoles consideraban que los Opel eran mejores que otros vehículos de la misma línea. Su demanda era tan alta que la empresa pudo aplicar discriminación de precios en nuestro país en comparación con el resto de Europa. En concreto, un modelo Kadett se estaba vendiendo en Francia en 1,2 millones de Pts. mientras que en España costaba 1,8 millones. A pesar de ello el Opel Kadett fue el coche más vendido en España ese año. La pérdida de eficacia social provocada por los monopolios impulsó a los Estados, ya en el siglo pasado, a establecer reglamentaciones comerciales para la represión de las prácticas restrictivas de la libre competencia. Ese tipo de normativa no cesa de aumentar incorporándose incluso a los tratados internacionales de integración económica tipo CEE. Sin embargo la práctica de los gobiernos parece contradecir el espíritu de esa normativa. Algunos monopolios ofrecen también una serie de ventajas, difunden ciertos efectos sociales beneficiosos, por lo que son consentidos e incluso promocionados y protegidos por los gobiernos. La protección legal de la monopolización de patentes industriales es una forma de estimular la investigación y el progreso tecnológico. El gobierno puede estar interesado en controlar algunos productos, armas, por ejemplo, lo que resultará mucho más fácil si están sometidos a monopolio legal. En otras ocasiones el interés es simplemente fiscal, en cierto tipo de loterías el monopolista concesionario actúa de hecho como recaudador de impuestos. En algunas industrias los costes medios son decrecientes pero podría estar manteniéndose la fragmentación del mercado por costes de integración; en ese caso puede haber una intervención a favor de la fusión de empresas. No se debe olvidar tampoco que lo que bajo el punto de vista local es un mercado monopolista puede ser en realidad altamente competitivo a nivel internacional. El Estado, por tanto, más que prohibir la existencia de monopolios, tratará de intervenir mediante reglamentaciones que promuevan sus efectos beneficiosos y contrarresten los perjudiciales. Se podrá en algunos casos, a cambio de una concesión, obligar a producir en mayor cantidad, con determinadas características de calidad o imponiendo un techo límite a los precios. En otras ocasiones bastará establecer una tributación especial para que los beneficios extraordinarios generados por la actividad monopolista se difundan a través del Estado a toda la sociedad. Los oligopolios Cuando un mercado es atendido por un reducido número de productores estamos ante un oligopolio. Se llamará oligopolio de demanda a los mercados con pocos compradores y oligopolio bilateral a los formados por pocos productores y pocos demandantes. El problema del oligopolista es muy diferente del de los demás tipos de empresario. En los mercados en libre competencia ningún competidor puede influir sobre los resultados de otra empresa por no tener fuerza suficiente para modificar los precios. En el caso del monopolio no existen competidores a los que se pueda molestar. Pero en el oligopolio, los competidores pueden fastidiar mucho. Cualquier oligopolista puede influir sobre los beneficios de sus competidores. Los esfuerzos por mejorar los resultados propios provocan inexorablemente el deterioro de los resultados ajenos. Los problemas de los empresarios oligopolistas tienen dos tipos de soluciones: con o sin colusión. Se llama colusión a cualquier acuerdo que restrinja la lucha competitiva entre empresas. La forma máxima de colusión, la que maximiza los beneficios de los oligopolistas es el cártel, un acuerdo entre todos los productores de la industria que puede tomar dos formas: Competencia sin precios. Cada empresa trata de mejorar la calidad, la presentación o cualquier otro factor, pero respetando el precio conjunto acordado. Reparto de cuotas o mercados. A cada empresa se le asigna bien un área donde vender, bien una producción máxima que no puede sobrepasar. En ambos casos la situación se convierte de hecho en un monopolio, los beneficios serán máximos y se producirá la pérdida de eficiencia estudiada en el epígrafe anterior. Pero ponerse de acuerdo no es tan fácil como pensaba A. Smith. Si el acuerdo consiste en el reparto de cuotas, ninguna empresa quedará satisfecha con la que se le asigne, todas querrán producir más. Si lo que se intenta es fijar un precio común, las empresas más eficientes, las que dispongan de tecnología avanzada que les permita producir a un menor coste, presionarán para que el precio sea bajo, mientras que las menos eficientes serán partidarias de un precio alto. Debido a la dificultad de esas negociaciones, una vez que se haya llegado a un acuerdo aparecerá cierta rigidez, habrá dificultad en cambiar los acuerdos para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Otra dificultad adicional proviene de que la legislación de muchos países prohíbe las prácticas colusorias y en ocasiones se ha podido demostrar y castigar a algunos industriales por realizar propuestas o presiones de ese tipo. La mejor alternativa al cártel eludiendo todos esos inconvenientes es el liderazgo de precios. Es una situación muy frecuente en el mundo de los negocios. Cuando existe una empresa líder en el mercado, fija el precio y las condiciones de la oferta que son aceptados por todas las demás sin necesidad de negociaciones. Hay tres tipos de empresas que pueden ser señaladas para el liderazgo. La empresa dominante, es decir, la de mayor tamaño, la de mayor cuota de participación con diferencia sobre todas las demás. Esta será también la que disponga de más información, la que por conocer las condiciones de la demanda a mayor escala podrá estimar el precio más estable y beneficioso. La que disfrute de los costes más bajos por disponer de la tecnología más avanzada. Este caso resulta aún más estable ya que si la empresa que fijara el precio fuera una con costes altos, el precio resultaría también excesivo y sería más probable que la situación derivase hacia una guerra de precios. La que goce de prestigio y respeto social. Es frecuente también que un oligopolista, por su edad o por su formación, sea considerado por sus competidores como experto y capaz de diagnosticar las condiciones cambiantes de la demanda, por lo que aceptarán sus decisiones. En cualquier caso los acuerdos colusorios son siempre inestables y frágiles ya que si alguno de los miembros traiciona a los demás puede obtener con ello grandes beneficios. OLIGOPOLIO: SOLUCIONES NO COLUSORIAS Situaciones Duopolista A Duopolista B Líder Seguidor Seguidor Líder Seguidor Seguidor de Cournot Líder Líder de Bowley Asimétricas Soluciones de Stackelberg Simétricas Las soluciones no colusorias a los problemas de los oligopolistas fueron estudiadas ya en el siglo pasado. La solución de Cournot (1801-1877) supone que la competencia se establece no en términos de precios sino de cantidades. El análisis se refiere a un duopolio aunque sus resultados son generalizables para mayor número de empresas. Cada duopolista, teniendo en cuenta la cantidad que está produciendo el competidor, calcula la cantidad que debe producir para maximizar sus beneficios. Eso provocará un aumento de la producción total y una disminución del precio de mercado lo que requerirá un nuevo cálculo hasta que, por tanteos sucesivos, ambos duopolistas lleguen a una situación de equilibrio. En el resultado final existirán beneficios extraordinarios para ambas empresas pero no tan altos como los que se hubieran obtenido en el caso de un acuerdo colusorio. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Las gentes de la misma industria rara vez se reúnen, aunque sólo sea con fines de celebraciones y fiestas, sin que la conversación acabe en una conspiración contra el público o en alguna maquinación para elevar los precios. Es realmente imposible impedir esas reuniones mediante una ley que pueda ser aplicable y que sea compatible con la libertad y la justicia. Pero si la ley no puede impedir que las gentes de la misma industria se reúnan a veces, al menos no debería hacer nada para facilitar esas asambleas y mucho menos hacerlas necesarias. (Adam Smith, La Riqueza de las Naciones, Libro 1, Cap. X) El razonamiento propuesto por Cournot peca de ingenuo por dos motivos: ni los duopolistas pueden ignorar de forma persistente su interdependencia ni hay motivos para que limiten su forma de competir a la variación en la cantidad producida. Tal como puso de manifiesto su crítico Bertrand, si deciden competir bajando los precios, el resultado conducirá a una solución con precios y cantidades producidas iguales a los de libre competencia. Stackelberg (1905-1946) propone que cada duopolista puede actuar como líder o como seguidor. El líder es el que decide su propio comportamiento de forma independiente, considerando que es el más fuerte y que podrá imponer al competidor ese resultado. El seguidor es el que acepta las decisiones del líder como un dato y optimiza basándose en ellas su comportamiento. Si el duopolio es asimétrico, es decir, tiene un líder y un seguidor, el resultado será estable. El duopolio simétrico en el que ambos actúen como seguidores es el caso analizado por Cournot. El duopolio simétrico en el que ambas empresas tratan de actuar como líderes provocará una guerra de precios que sólo se resolverá con el abandono de uno de ellos, arruinado o aceptando su posición de dependencia. El argumento de la demanda quebrada sirve para explicar la estabilidad del precio en el oligopolio. Si un oligopolista disminuye su precio, los demás competidores actuarán de la misma forma por lo que el primero no conseguirá aumentar sensiblemente sus ventas: para precios menores del establecido la demanda resulta inelástica. En cambio si trata de aumentar los precios, los restantes oligopolistas no le seguirán por lo que las ventas disminuirán fuertemente: la demanda para precios superiores al establecido es muy elástica. El diferente comportamiento de la demanda a ambos lados del precio establecido confluyen en el sentido de mantenerlo estable. Esta explicación fue propuesta por el economista Paul Sweezy hacia 1960. El duopolio en la Teoría de Juegos En el oligopolio, los resultados que obtiene cada empresa dependen no sólo de su decisión sino de las decisiones de las competidoras. El problema para el empresario, por tanto, implica una elección estratégica que puede ser analizada con las técnicas de la Teoría de Juegos. Supongamos que dos empresas, Hipermercados Xauen y Almacenes Yuste, constituyen un duopolio local en el sector de los grandes almacenes. Cuando llega la época de las tradicionales rebajas de enero, ambas empresas acostumbran a realizar inversiones en publicidad tan altas que suelen implicar la pérdida de todo el beneficio. Este año se han puesto de acuerdo y han decidido no hacer publicidad por lo que cada una, si cumple el acuerdo, puede obtener unos beneficios en la temporada de 50 millones. Sin embargo una de ellas puede preparar en secreto su campaña publicitaria y lanzarla en el último momento con lo que conseguiría atraer a todos los consumidores. Sus beneficios en ese caso serían de 75 millones mientras que la empresa competidora perdería 25 millones. Artículos sobre Teoría de Juegos incluidos en este CD-ROM o sitio web: Los posibles resultados se pueden ordenar en una Matriz de Pagos como la mostrada en el cuadro de la derecha. Cada almacén tiene que elegir entre dos estrategias: respetar el acuerdo —Cooperar— o hacer publicidad —Traicionar—. Los beneficios o pérdidas mostrados a la izquierda de cada casilla son los que obtiene Xauen cuando elige la estrategia mostrada a la izquierda y Yuste la mostrada arriba. Los resultados a la derecha en las casillas son los correspondientes para Yuste. DILEMA DE LOS PRESOS: MATRIZ DE PAGOS Yuste Cooperar Traicionar Cooperar 2º,2º 4º,1º Traicionar 1º,4º 3º,3º Xauen * Introducción a la Teoría de Juegos La estrategia maximín El dilema del prisionero La guerra de los sexos El duopolio en la teoria de juegos Juegos con transferencia de utilidad Estrategias reactivas COMPETENCIA MEDIANTE PUBLICIDAD: MATRIZ DE PAGOS Yuste Cooperar Traicionar Cooperar 50,50 -25,75 Traicionar 75,-25 0,0 Xauen El que lo máximo que se puede obtener sea 75 M. o 85 M. no tiene mucha influencia sobre la decisión a adoptar, lo único que importa en realidad es la forma en que están ordenados los resultados. Si substituimos el valor concreto de los beneficios por el orden que ocupan en las preferencias de los jugadores, la matriz queda como la mostrada en el cuadro. Las situaciones como las descritas en esta matriz son muy frecuentes en la vida real y reciben el nombre de Dilema de los Presos. Veamos cuál debe ser la decisión a adoptar por esos almacenes. El director de la división de estrategia de Xauen pensará: "Si Yuste no hace publicidad, a nosotros lo que más nos conviene es traicionar el acuerdo, pero si ellos son los primeros en traicionar, a nosotros también nos convendrá hacerlo. Sea cual sea la estrategia adoptada por nuestros competidores, lo que más nos conviene es traicionarles". El director de la división de estrategia de Yuste hará un razonamiento similar. Como consecuencia de ello ambos se traicionarán entre sí y obtendrán resultados peores que si hubieran mantenido el acuerdo. La casilla de la matriz de pagos marcada con un asterisco es la única solución estable: es un punto de equilibrio de Nash. Contrariamente a las argumentaciones de Adam Smith, en las situaciones caracterizadas por el Dilema de los Presos si los agentes actúan buscando de forma racional su propio interés, una "mano invisible" les conducirá a un resultado socialmente indeseable. Supongamos ahora otra situación ligeramente diferente. Si ambas empresas se enredan en una guerra de precios, haciendo cada vez mayores rebajas, ambas sufrirán importantes pérdidas, 25 millones cada una. Han llegado al acuerdo de no hacer rebajas con lo que cada una podrá ganar 50 millones. Si una de ellas, incumpliendo el acuerdo, hace en solitario una pequeña rebaja, podrá obtener un beneficio de 75 millones mientras que la otra perdería muchos clientes quedándose sin beneficios ni pérdidas. COMPETENCIA EN PRECIOS: MATRIZ DE PAGOS Yuste Cooperar Traicionar Xauen Cooperar 50,50 0,75 Traicionar 75,0 -25,-25 HALCÓN-PALOMA: MATRIZ DE PAGOS Yuste Cooperar Traicionar Cooperar 2º,2º Traicionar 1º,3º Xauen * 3º,1º * Si, como en el caso anterior, substituimos los valores concretos por su orden en la escala de preferencias obtenemos una matriz que es conocida en Teoría de Juegos como Gallina o Halcón-Paloma. 4º,4º El razonamiento de los estrategas será ahora diferente: "Si nuestros competidores cooperan, lo que más nos interesa es traicionarles, pero si ellos nos traicionan será preferible que nos mostremos cooperativos en vez de enredarnos en una guerra de precios. Hagan lo que hagan ellos, nos interesará hacer lo contrario". En el juego "Gallina" el orden en que actúen los jugadores es muy importante. El primero en intervenir decidirá Traicionar, forzando al otro a Cooperar y obteniendo así el mejor resultado. La solución de equilibrio puede ser cualquiera de las dos marcadas con un asterisco en la matriz de pagos, dependiendo de cuál haya sido el primer jugador en decidirse. Ambas soluciones son puntos de equilibrio de Nash. En casi todos los modelos, sea cual sea la forma de la matriz, el protocolo o reglas del juego influirá mucho en la solución. Además del orden de intervención de los jugadores, habrá que tener en cuenta si el juego se realiza una sola vez o si se repite cierto número de veces, la información de que disponen en cada momento, el número de jugadores que intervienen y la posibilidad de formar coaliciones, etc. Los fallos del mercado y la economía ambiental Además de la manipulación del precio por agentes con poder de mercado hay otras razones que impiden el funcionamiento de la competencia perfecta. En ocasiones una empresa tiene capacidad para hacer recaer sobre otros parte de los costes de su proceso productivo. Otras veces surgen dificultades para impedir que se beneficie de un bien el que nunca ha pagado por él. El capítulo de los fallos del mercado aborda problemas que preocupan profundamente a la sociedad moderna: el efecto de los desarrollos tecnológicos sobre el medio ambiente; contaminación; polución; las especies en vías de extinción; el agotamiento de los recursos naturales y las energías fósiles. ¿Es sostenible nuestro modelo de crecimiento? ¿Como medir todos los costes que origina a la sociedad, a corto y a largo plazo? En el transfondo de estos problemas subyace siempre un componente ideológico: Si la causa de estos fallos es el ejercicio de la libre iniciativa, el libre mercado, el egoísmo del homo oeconomicus racional, entonces para solucionar estos problemas es necesaria la intervención del estado. Pero, por otra parte, los bienes comunales, los recursos de propiedad común, también plantean problemas específicos al análisis de la ciencia económica. La contaminación y los costes externos Contaminación Externalidades Costes externos Coste social Internalización de costes Tasa ecológica Movimiento ecologista Bonos anticontaminación Además de la manipulación del precio por agentes con poder de mercado, hay otras razones que impiden el funcionamiento de la competencia perfecta. En ocasiones una empresa tiene capacidad para hacer recaer sobre otros parte de los costes de su proceso productivo. Otras veces surgen dificultades para impedir que se beneficie de un bien el que no ha pagado por él. En ambas situaciones el Derecho tiene un papel destacado en la explicación del origen y en las posibles soluciones de los problemas. Se llaman externalidades o efectos externos las consecuencias que tiene un proceso productivo sobre los individuos o empresas ajenos a su industria. Si, por ejemplo, los productores de aceite de girasol deciden aplicar a sus plantaciones un nuevo pesticida, conseguirán así una mayor producción pero se pueden derivar de ello varios tipos de efectos externos. Por una parte habrá efectos pecuniarios sobre otras industrias si sus productos están relacionados; como sabemos, la mayor producción de aceite de girasol provocará la disminución de su precio y desplazamientos en los mercados de aceite de oliva y de patatas fritas, entre otros. Otras industrias sufrirán efectos tecnológicos, es decir, cambios en la estructura de costes; los nuevos pesticidas serán arrastrados por la lluvia hasta los ríos próximos a las plantaciones de girasol, causando mortandad entre los peces; las piscifactorías instaladas en esos ríos verán muy reducida su producción por lo que aumentará su relación costes/producto. Puede haber también efectos externos tecnológicos positivos: las plantaciones de tomates próximas a las de girasol quedarán igualmente protegidas contra algunos insectos consiguiendo así un aumento de la producción sin necesidad de aumentar los factores. La diferencia entre efectos externos tecnológicos y pecuniarios está por tanto en si hay o no modificación en el proceso productivo, en la cantidad de factores que es necesario aplicar para conseguir la misma producción final. En el caso de las patatas fritas, la cantidad de aceite necesaria por cada kilo de patatas no se ha modificado, sólo su precio. Las piscifactorías, en cambio, requerirán más trabajo o más depuradoras para conseguir mantener su producción de truchas. También hay que considerar efectos tecnológicos externos los que provocan modificaciones en los procesos de consumo, los que requieren que el consumidor adquiera más bienes para obtener la misma utilidad. Se llama coste externo al coste que tiene un proceso productivo sobre otros agentes económicos. El coste social es igual a la suma de los costes externos y los costes internos, es por tanto el coste de un proceso productivo sobre toda la sociedad. Como hemos visto, el mercado genera una tendencia a que se iguale el precio de un producto al coste marginal de su producción y ese resultado es socialmente eficiente, un óptimo paretiano. En el caso de que haya efectos externos, la producción socialmente eficiente sería la que igualase el precio al coste marginal social. En cambio, si no existe ninguna intervención externa al mercado, la producción será la que iguale el precio al coste marginal interno. La consecuencia económica de los efectos externos es la disminución de la eficiencia en la asignación de recursos: La producción de bienes con efectos externos negativos será superior a la socialmente deseable y las producciones con efectos externos positivos serán insuficientes. Para que siguiese siendo eficiente el sistema, el precio de los bienes con procesos productivos contaminantes tendría que igualarse al coste marginal social, es decir, a la suma del coste marginal externo y el coste marginal privado. Todos los procesos de producción o consumo que causan un impacto nocivo sobre el medio ambiente tienen efectos externos negativos sobre otros agentes productores o consumidores. La clasificación de esos efectos es desgraciadamente larga: destrucción del suelo mediante deposición de residuos o alteración de la cubierta vegetal provocando su erosión o empobrecimiento en nutrientes; contaminación de aguas superficiales, subterráneas y marinas por focos industriales o urbanos; contaminación atmosférica por calefacciones, vehículos, aerosoles; industrias, emisiones de ruido y vibraciones de baja frecuencia, de calor o de radiaciones ionizantes; contaminación biológica por provocar la proliferación de virus o bacterias o por la introducción de especies animales y vegetales exógenas que alteran las cadenas tróficas; degradación del paisaje mediante urbanización incontrolada o modificación de parajes vírgenes. El objetivo por tanto, no es eliminar totalmente la contaminación. Reducir la contaminación tiene un precio que será tanto más alto cuanta mayor pureza ambiental busquemos. Los procesos de filtración de emisiones y depuración de aguas residuales están sometidos también a las leyes de los rendimientos decrecientes que ya conocemos: eliminar el treinta por ciento de las emisiones contaminantes de una industria puede ser relativamente barato, pero llegar a eliminar el sesenta por ciento costará mucho más del doble. El criterio de eficiencia económica requiere solo que en todos los procesos productivos se iguale el coste social y el precio social; el criterio de equidad exige además que el coste de un proceso productivo sea pagado solo por los que se benefician de él. La solución más obvia consiste en la internalización de costes: hacer que cada industria se encargue de la depuración o eliminación de sus propios residuos. Al repercutir el coste de la depuración directamente sobre el precio de sus productos se consigue satisfacer los dos criterios antes citados, el de equidad, porque pagarán sólo los que se benefician de esos productos, y el de eficiencia, porque al aumentar el precio disminuirá la demanda y consiguientemente la producción. Cuando la naturaleza del proceso productivo no permita la depuración podría establecerse un impuesto sobre contaminantes o tasa ecológica por igual cuantía al coste externo causado; el criterio de equidad requeriría en este caso que el impuesto detraído se destinase a indemnizar precisamente a los perjudicados. El concepto de coste externo, de coste social y el principio ecologista "el que contamina, paga" ya habían sido enunciados por Pigou en 1927. Pero esas soluciones son desgraciadamente muy difíciles de aplicar. ¿Cuántos inspectores se necesitarían para revisar todas las industrias del país? ¿Cuántos técnicos tendrían que dedicarse a estudiar los medios de reducir o depurar las emisiones? ¿Cuántos economistas podrían calcular los costes de la contaminación y el precio de su depuración? ¿Cómo descubrir quiénes son los damnificados y en qué cuantía? Afortunadamente las sociedades avanzadas han encontrado en el movimiento ecologista un excelente revulsivo. En los países industrializados de occidente, el desarrollo y divulgación de una conciencia ética está creando una red ciudadana de inspección y denuncia que ha permitido hasta ahora la corrección de un gran número de situaciones extremas. La internacionalización del movimiento ecologista y sus espectaculares éxitos están consiguiendo de forma cada vez más generalizada la reducción de costes externos y su repercusión directa sobre los precios. Antes de terminar con este asunto vamos a ver un posible método de disminución de emisiones de contaminantes. Consiste en emitir unos "Bonos de contaminación" que autorizan a las empresas que los poseen a contaminar el ambiente en una medida determinada. La mayor parte de los bonos se distribuyen de forma gratuita entre las empresas existentes, en proporción a sus necesidades según hayan sido acordadas por un comité de expertos. El resto de los bonos son subastados por si alguna empresa tiene planes de aumentar su producción y necesita contaminar más de lo previsto. Si, una vez agotados todos los bonos en poder del Estado, alguna empresa necesita contaminar en mayor cantidad de lo que sus bonos le permiten, podrá comprar bonos adicionales a otras empresas. Las ventajas del sistema son: 1º Se internalizan los costes: el que contamina, paga. 2º La cantidad total de contaminación en el Estado queda determinada por el número de bonos que imprima el gobierno. 3º Se ejerce presión sobre las industrias para que reduzcan parte de su contaminación ahorrándose así el tener que acudir a la subasta. 4º Como las empresas más eficientes pueden comprar bonos extras a otras empresas es previsible que algunas empresas poco eficientes cerrarán sus puertas conformándose con la venta de su derecho a contaminar. 5º Las nuevas empresas que se instalen en el Estado tendrán que adquirir bonos por el total de la contaminación que necesiten producir experimentando por tanto una fuerte presión a favor de las técnicas más limpias y ejerciendo a la vez presión sobre las empresas ya existentes porque harán subir el precio de los bonos. La polución de los ríos y el teorema de Coase En 1960 Ronald H. Coase propuso una idea llamada teorema del coste social o teorema de Coase que no solo sirvió para comprender con mayor claridad el problema de los costes externos y sus posibles soluciones, sino que está considerado el origen del moderno Análisis Económico del Derecho y le ha valido la concesión del premio Nobel de 1991. Para comprenderlo conviene que lo dividamos en dos partes. Análisis Económico del Derecho Derechos de apropiación Redistribución de derechos Costes de transacción Asignación eficaz de recursos Si las transacciones pueden realizarse sin ningún coste y los derechos de apropiación están claramente establecidos, sea cual sea la asignación inicial de esos derechos se producirá una redistribución cuyo resultado será el de máxima eficiencia. Derechos de apropiación es la traducción de la expresión inglesa "property rights" y tiene un significado más general que "derechos de propiedad". Por ejemplo, si se autoriza a una empresa a verter sus residuos a un río, no se le está concediendo un derecho de propiedad sobre el río pero sí un derecho de apropiación. Supongamos que una fábrica de papel vierte sus residuos en un río en el que, cauce abajo, hay instalada una piscifactoría. Los procesos productivos de ambas empresas requieren la utilización del río, pero una de ellas lo utilizará de forma más eficaz que la otra o, lo que es lo mismo, el rendimiento del río será mayor en alguna de las dos empresas. Ronald H. Coase 1910Como el vertido de residuos por la papelera impide la utilización del río por la piscifactoría, los derechos de apropiación estarán claramente establecidos si no hay lagunas ni contradicciones jurídicas, es decir, si una y solo una de las dos empresas es titular de los derechos. ILUSTRACIÓN DEL TEOREMA DE COASE El derecho lo tiene la piscifactoría La más eficiente es la papelera piscifactoría papelera Situación 1ª Eficiente No requiere transacción Situación 2ª Ineficiente La papelera venderá el derecho Situación 3ª Ineficiente La papelera comprará el derecho Situación 4ª Eficiente No requiere transacción Las cuatro situaciones posibles pueden ordenarse como se muestra en el cuadro. En la situación 1ª la piscifactoría es la más eficiente en el uso del río, tiene derecho a recibir el agua limpia, por lo que obligará a la papelera a cerrar o a que resuelva de otra forma el problema de sus vertidos. En la situación 4ª es la papelera la eficiente y la titular del derecho por lo que podrá continuar con los vertidos. Veamos más despacio la situación 2ª. El titular del derecho es la papelera. La piscifactoría utiliza el río de forma más eficiente: su beneficio es de 10 mientras que el beneficio de la papelera es 8. La piscifactoría comprará a la papelera su derecho por un precio entre 8 y 10. Ambas empresas saldrán ganando con la transacción: la papelera obtendrá, sin producir, un beneficio superior al que tenía antes de la transacción; la piscifactoría, que no tenía derecho al uso del río y por lo tanto no podía conseguir al principio ningún beneficio, podrá llevar a cabo su actividad quedándose con un beneficio positivo aunque menor que 2. La situación 3ª es simétrica de la anterior. La papelera, al ser ahora la más eficiente, podrá comprar a la piscifactoría su derecho sobre el río. Resumiendo. Sea cual sea la asignación inicial del derecho, la empresa que funcionará será la que lo utilice de forma más eficiente. Si las transacciones implican costes que impiden la redistribución de derechos, habrá sólo una asignación inicial de los mismos que permita la máxima eficiencia. La compra de derechos ajenos, es decir, cualquier transacción económica, puede tener unos costes tan elevados que absorban completamente los beneficios derivados del intercambio. Supongamos que la papelera es más eficiente pero no tiene el derecho y que en vez de negociar con una piscifactoría, tiene que ponerse de acuerdo con los pescadores de caña que acostumbran a instalarse en las orillas de ese río. ¿Cómo podrá identificar a todos y cada uno de los pescadores y ponerse de acuerdo con cada uno de ellos en la cuantía de la indemnización? Siempre aparecerán nuevos individuos afirmando que tenían la intención de ir a pescar a ese río y que por tanto quieren una indemnización. Siempre habrá alguno que, consciente de que puede impedir por sí solo que la papelera entre en funcionamiento, pedirá para sí una indemnización excesiva. En el ejemplo anterior suponíamos una diferencia entre los beneficios de ambas empresas de 10 - 8 = 2. Si los costes de la transacción superan esa diferencia el intercambio no podrá llevarse a cabo. En el mundo real son desgraciadamente frecuentes las situaciones en las que la negociación entre las partes no puede conducir a un resultado económicamente aceptable. Muchas empresas contaminantes están perjudicando a un número de personas muy elevado y además de una forma muy poco eficiente ya que la suma del valor de los perjuicios causados es muy superior al ahorro que consiguen emitiendo sus contaminantes sin filtrarlos previamente. La frecuencia de ese caso se debe tanto a la ausencia de criterios judiciales de eficacia en la asignación de los derechos como a que los costes de la transacción necesaria para corregir esas situaciones son terriblemente altos. Imagínese la cuenta de gastos que podría presentar el tesorero de una "Asociación de damnificados por la Papelera": publicidad del proyecto para identificación de los damnificados, elaboración de los estatutos de la asociación, inscripción en el registro, elección de portavoces, negociaciones con la papelera, elaboración del contrato, establecimiento de un sistema de vigilancia del cumplimiento del contrato, asesoramiento jurídico en caso de incumplimiento. Obsérvese (por favor, abogados, sin alegrarse de ello) que gran parte de esos gastos tienen una relación más o menos directa con los profesionales del Derecho. Del teorema de Coase se deduce que el Derecho tiene varias funciones de capital importancia en la consecución de la eficiencia económica. Primera. La eficiencia requiere en cualquier caso que los derechos estén establecidos con claridad, sin lagunas ni contradicciones. Segunda. Si los costes de transacción van a impedir los intercambios es posible establecer una asignación inicial de derechos que garantice la máxima eficiencia. (La expresión "es posible" es deliberadamente ambigua; también es posible utilizar otros criterios en la asignación de derechos, por ejemplo, el criterio de equidad, aunque estén en contradicción con el de eficiencia; sin embargo la eficiencia debe ser, al menos, considerada). Tercera. El Derecho puede aumentar la eficiencia global del sistema reduciendo los costes de transacción. Y los costes de transacción más altos derivan precisamente de la falta de seguridad jurídica, de la necesidad de prevenir y desalentar el incumplimiento de los contratos. En muchas ocasiones es posible un acuerdo contractual que beneficie a las partes contratantes pero cuyo incumplimiento beneficiaría notablemente a una de ellas. Si el sistema jurídico no ofrece garantías suficientes de que el quebrantamiento del contrato será detectado, perseguido y penalizado a un coste bajo, en un plazo de tiempo corto y con mucha probabilidad, se estará desalentando ese acuerdo. Los bienes públicos Hay algunos bienes cuyo suministro no varía por el hecho de que una o muchas personas los estén consumiendo; por ejemplo, las emisiones de TV por ondas aéreas: sea cual sea la cantidad de receptores que tengan sintonizada una emisora, cualquier otro podrá sintonizarla también sin que haya ninguna pérdida de calidad. No hay por tanto rivalidad en su consumo y el aumento de la audiencia no implicará nunca un aumento de los costes de producción y emisión de programas. Además, cuando las emisiones de TV son sin codificar, no es posible impedir a nadie que las reciba en su casa. Ambas características, la no rivalidad en el consumo y la imposibilidad de exclusión son las que definen a los bienes públicos. Rivalidad en el consumo Exclusión de uso Opcionalidad de consumo Provisión óptima Gorrones (free-riders) Revelación de preferencias Conviene por tanto evitar la confusión entre los bienes públicos y los bienes de titularidad pública. Estos últimos son todas las propiedades del Estado; los bienes públicos puede que sean servidos por el Estado y puede que no. Los bienes públicos pueden ser opcionales o no opcionales. Las emisiones de TV son opcionales ya que la decisión de sintonizar o no la emisora es potestativa del consumidor. La defensa nacional en cambio es un bien público no opcional ya que inevitablemente se proporciona la misma cantidad de ella a todos los ciudadanos del país, sea cual sea su interés en ser defendidos. Algunos bienes públicos no presentan claramente las características que requeríamos en su definición, son los llamados bienes públicos impuros. La educación es el ejemplo más habitual. En principio, el hecho de que asista un alumno más a las clases en nuestra Facultad no provoca que la cantidad de educación percibida por los demás disminuya por lo que no parece que haya rivalidad en el consumo, pero lo que es cierto para un sólo individuo no se cumple para un número más elevado; una Universidad masificada y una clase abarrotada implican una disminución evidente de la calidad de la enseñanza. Otra característica de la educación es que, aunque toda la sociedad se beneficia de las mejoras en el sistema educativo y del aumento de la cualificación de los profesionales del país, algunos individuos se benefician más que otros: los propios receptores de la educación, sus familiares, sus empleadores. Niebla en el faro, óleo de Esteban Arriaga. Los faros son un bien público: ¿Se puede cobrar por mirar su luz? ¿Molesta a alguien que sirva de guía a otro? Si se dejara exclusivamente a la iniciativa privada la provisión de los bienes públicos, estos serían ofrecidos en una cantidad muy inferior a la socialmente eficiente. Como la producción de esos bienes tiene un coste, pero no puede excluirse a nadie de su uso aunque no hayan pagado por ellos, la iniciativa privada no podría percibir los ingresos necesarios para compensar la producción. La intervención del Estado, bien encargándose directamente de la producción, bien subvencionando a empresas privadas, es la solución que puede garantizar el suministro suficiente de bienes públicos. Pero esa intervención plantea dos problemas: determinar cuál es la provisión óptima, en qué cantidad deben ser suministrados, y determinar sobre quién deben repercutir los costes y en qué cuantía. Supongamos que se está planeando la construcción de una presa en el cauce de un río. Muchas personas se beneficiarán con ello en diferentes formas: los campesinos que podrán utilizar las aguas del pantano para regadío, la empresa hidroeléctrica que explotará su capacidad energética, los habitantes de los pueblos que reciben protección ante las crecidas del río, los que acudirán a las instalaciones deportivas de las orillas del pantano. Pero si se intenta que la presa sea costeada por los beneficiarios y en proporción al beneficio que van a obtener, aparecerán muchos parásitos o gorrones (free-riders) que no reconocerán estar interesados en su construcción para eludir el pago, confiando en que las aportaciones de los demás sean suficientes y poder así disfrutar del servicio sin tener que costearlo. Es necesario que se revelen las verdaderas preferencias de los consumidores para poder estimar la cantidad óptima de bienes públicos que deben ser suministrados. Pero aunque los bienes vayan a suministrarse de forma gratuita, los consumidores estarán tentados de falsear sus preferencias, exagerándolas, para obtener con mayor probabilidad sus deseos. Si se realiza una encuesta para conocer los beneficios e inconvenientes que reportará la construcción gratuita de una carretera para un pueblo, los partidarios de su construcción declararán una previsión de beneficios muy superior a la real mientras que los posibles perjudicados exagerarán también el probable daño. Se han diseñado técnicas complejas que permiten descubrir las verdaderas preferencias aunque existen muchas dificultades para su aplicación práctica. Más realizables, aunque también muy sofisticadas matemáticamente, son las técnicas que permiten la asignación equitativa de los costes. Las especies en extinción y los recursos naturales Actualmente existe una inquietud generalizada ante la desaparición de extensas zonas de selva tropical y la posibilidad de extinción de especies animales por sobreexplotación. Este problema presenta características similares a los efectos externos y a los bienes públicos y tampoco es resuelto de forma satisfactoria por el mercado. A diferencia de los bienes públicos, los recursos naturales de propiedad común sí provocan o pueden llegar a provocar rivalidad en el consumo. A diferencia del problema de los efectos externos, que son efectos tecnológicos provocados por bienes privados sobre bienes privados, la sobreexplotación de recursos naturales comunes incluye efectos tecnológicos y pecuniarios provocados por el acto de privatización de una propiedad común. Sobreexplotación Equilibrio natural de la población Equilibrio artificial de la población Gestión de pesquerías Dilema de los presos Aguas jurisdiccionales En muchos países sudamericanos como Brasil o Costa Rica, la selva tropical está siendo quemada para roturar nuevas tierras que permitan la instalación de colonos. En las selvas tropicales de extremo oriente, especialmente en Indonesia y Filipinas, el ritmo de explotación de su riqueza maderera dobla a la tasa de reproducción agravándose la situación en las especies de maderas nobles, más demandadas, algunas de las cuales están ya en peligro de desaparición. Varias especies de mamíferos marinos tienen su supervivencia gravemente amenazada por exceso de capturas. Muchos bancos de peces, aunque no estén en peligro de extinción, han visto reducida su población hasta el punto de arruinar a muchas poblaciones pesqueras en Perú, Islas Británicas y Noruega. Las razones son similares en todos esos casos. Las selvas, bosques, pastos comunales, cazaderos o pesquerías no están sometidos al régimen de propiedad privada. Cualquier individuo o empresa puede acceder a ellos por lo que cada uno intentará obtener el máximo rendimiento sin preocuparse por su preservación para el futuro. La ciencia económica estudió el problema por primera vez para el caso de las pesquerías que se han convertido así en el ejemplo tradicional. Algunos ecologistas radicales, mal informados, proponen que consideremos las especies animales como un "capital heredado" del que podemos aprovechar sus rentas pero que debemos transmitir "íntegro" a las futuras generaciones. Eso no es posible en la realidad. Cualquier volumen de capturas de peces de un banco supone inevitablemente la disminución de su población. Con la expresión "capital heredado" esos ecologistas se están refiriendo al punto de equilibrio natural de la población, el tamaño que tendría la población de peces si no existiéramos los humanos. La única forma de mantener "íntegro" ese número de peces sería no pescar. (Pulsa en la gráfica para ver la explicación en formato multimedia) Pulsa aquí para ver otras explicaciones de economía en formato multimedia La figura muestra la relación existente entre la tasa de crecimiento y el tamaño de la población de una especie animal. Cuando el número de individuos es muy grande, a la derecha del punto Pa en el gráfico, la tasa de crecimiento de su población se hace negativa debido a las mayores dificultades para el forrajeo o la caza y a la aparición de epidemias. El punto Pa es por tanto un punto de equilibrio que marca el número de individuos a que tenderá la especie en estado salvaje si no existe intervención humana. Si la población se redujera excesivamente por sobreexplotación del hombre o cualquier otra circunstancia, se podría llegar a un punto, Pc en el gráfico, en el que la tasa de reproducción se hiciera negativa lo que conduciría a la especie inexorablemente a la extinción. Supongamos en cambio que partimos de una situación intermedia, cualquier tamaño de la población de peces entre Pa y Pc, en la que la tasa de crecimiento es positiva, por ejemplo del 3% anual. Si limitásemos nuestras capturas anuales precisamente a esa tasa, al 3% de la población total, el tamaño del banco se mantendría estable indefinidamente. El problema puede plantearse por tanto en términos estrictamente biológicos: cuál es el volumen máximo de capturas que puede conseguirse de forma indefinida o, en otras palabras, cuál es el tamaño de la población en el que su tasa de crecimiento es máxima, el punto Pb en el gráfico. Los biólogos son capaces de resolver perfectamente ese problema y lo consiguen con un alto grado de sofisticación, determinando la edad óptima de los peces capturados y la época del año en que debe realizarse la campaña. Se llama management o gestión de pesquerías al conjunto de estudios y técnicas que permiten una explotación óptima a largo plazo. Pero, una vez que se tiene una solución óptima, se trata de ver si somos capaces de aplicarla. Cada individuo, cada barco pesquero, tiene que elegir entre dos alternativas en un ambiente que puede ser modelado según el Dilema de los Presos. Vamos a llamar "cooperar" a la estrategia consistente en respetar las cuotas y la reglamentación acordadas por una cooperativa o por un organismo supranacional y establecidas según criterios racionales de gestión de pesquerías. Vamos a llamar "traicionar" a la estrategia consistente en tratar de obtener el máximo beneficio individual a corto plazo aunque ello implique sobrepasar cuotas o usar artes de pesca prohibidas. los otros barcos cooperar traicionar mi barco cooperar 2,2 4,1 traicionar 1,4 3 , 3* El equilibrio de Nash se encuentra en la casilla en que todos traicionan. La tendencia, por tanto, es a que los recursos sean sobre explotados. Si existiese una empresa que pudiera ejercer sobre la pesquería un control monopolista no habría ninguna dificultad para hacer una gestión eficiente. Es por ello que una primera solución consiste en que el estado monopolice el recurso y utilice su poder coactivo para impedir la sobreexplotación. La ampliación de las aguas jurisdiccionales de los países hasta las doscientas millas de su plataforma continental fue un primer paso para controlar la producción pesquera en la década de los setenta, generalizándose desde entonces el sistema de cuotas mediante el que se fija un volumen máximo de capturas a repartir entre todas las empresas autorizadas a pescar. Para las especies como las ballenas y otros mamíferos marinos, que viven a más de doscientas millas de las costas o en costas no sometidas a jurisdicción alguna, la solución está aun lejana. No existe -aún- un estado global, unas instituciones con capacidad para gestionar todos los recursos del planeta Tierra y con legitimidad para castigar a los infractores. La "tragedia de los comunes" y el origen del derecho Pastos comunales Bienes públicos Dilema del prisionero Mano invisible Propiedad compartida Propiedad privada Propiedad pública Origen del derecho Economía neolítica Economía paleolítica En 1968, un biólogo llamado Garrett Hardin publicó en la revista Science un artículo llamado "The Tragedy of the Commons". Los artículos como ése suelen recibir el nombre de "seminales" porque actúan como una pequeña semilla que se convierte en frondoso árbol de múltiples ramas. Hoy día se pueden contar por miles los artículos científicos y libros de economía en los que se trata de analizar "La tragedia de los comunes". Podemos empezar describiendo el mismo escenario que presentó Hardin: una aldea en la que cada familia es propietaria de su ganado, pero comparten en común los pastos. Todas las familias llevan sus animales a pastar a los terrenos comunes. Ninguna está estimulada a cuidar los pastos, a procurar que no se agoten o se estropeen, a controlar o reducir el uso que hace su ganado de esos bienes comunales. El problema es el mismo de los "bienes públicos" o "los recursos naturales de propiedad común" y formalmente puede ser descrito con el modelo del "dilema del prisionero". Hay dos estrategias posibles, cuidar los comunes o no cuidarlos. El orden de preferencias para cada uno de los jugadores es: 1º (Lo más preferido) Que los demás sean cuidadosos con las propiedades comunes y yo no. 2º Que todos seamos cuidadosos. 3º Que ninguno cuidemos de las propiedades comunes. 4º (Lo menos preferido) Que yo sea cuidadoso y los demás no. Estas fueron sus palabras "Imagine un pastizal abierto para todos. Es de esperarse que cada pastor intentará mantener en los recursos comunes tantas cabezas de ganado como le sea posible. (...) Como un ser racional, cada pastor busca maximizar su ganancia. Explícita o implícitamente, consciente o inconscientemente, se pregunta, ¿cuál es el beneficio para mí de aumentar un animal más a mi rebaño? Esta utilidad tiene un componente negativo y otro positivo. 1. El componente positivo es una función del incremento de un animal. Como el pastor recibe todos los beneficios de la venta, la utilidad positiva es cercana a +1. 2. El componente negativo es una función del sobrepastoreo adicional generado por un animal más. Sin embargo, puesto que los efectos del sobrepastoreo son compartidos por todos los pastores, la utilidad negativa de cualquier decisión particular tomada por un pastor es solamente una fracción de -1. Al sumar todas las utilidades parciales, el pastor racional concluye que la única decisión sensata para él es añadir otro animal a su rebaño, y otro más... Pero esta es la conclusión a la que llegan cada uno y todos los pastores sensatos que comparten recursos comunes. Y ahí está la tragedia. Cada hombre está encerrado en un sistema que lo impulsa a incrementar su ganado ilimitadamente, en un mundo limitado. La ruina es el destino hacia el cual corren todos los hombres, cada uno buscando su mejor provecho en un mundo que cree en la libertad de los recursos comunes. La libertad de los recursos comunes resulta la ruina para todos." Garret Hardin: "The Tragedy of Commons" en Science, v. 162 (1968), De nuevo aquí falla el mercado; "la mano invisible" de Adam Smith nos dirige por mal camino; la mejor estrategia para cada familia, hagan lo que hagan los demás, es no ser cuidadosa. El resultado de ello será para todas ellas peor que si todas fuesen cuidadosas. La expresión "la tragedia de los comunes" alude al destino inexorable al que parece estar condenado cualquier recurso de propiedad compartida. El éxito de la expresión "la tragedia de los comunes" es posible que sea debido a que propone de forma muy clara y casi intuitiva las dos posibles soluciones para ordenar el acceso de los ganados a los prados: PROPIEDAD PRIVADA: el prado se divide en parcelas. A cada familia se asigna el DERECHO al uso exclusivo de una parcela. Cada familia estará entonces estimulada a cuidar de su parcela, a explotar los recursos de la forma más eficaz. PROPIEDAD PÚBLICA: Las autoridades de la aldea establecen leyes que regulan el uso y cuidado de la parcela común, organizan un sistema de vigilancia y policía para imponer su cumplimiento y castigar las infracciones. En cualquier caso, la solución a "la tragedia de los comunes" parece ser un claro origen del derecho privado y público que incluso podemos fechar como el momento del inicio de la economía neolítica. Ciertamente el problema no era perceptible en el sistema de economía paleolítica, de las pequeñas bandas de cazadores - recolectores. El problema, y sus diversas soluciones, aparecen solo cuando se inicia la convivencia estable en el mismo territorio de distintos grupos familiares. Podemos fechar el comienzo, pero no el final. Los actuales problemas de la contaminación ambiental o de las especies animales en peligro de extinción son manifestaciones modernas de la vieja tragedia. Podemos llegar a pensar que el desarrollo de la economía y la sociedad consiste precisamente en la organización de la explotación de recursos comunales. Sea cual sea la solución, derecho privado o público, la sociedad se dota cada vez de normas más complejas que permiten una explotación más eficiente de los recursos. El grado de desarrollo de una sociedad puede medirse por la complejidad de sus normas y derechos o por la eficacia que ha conseguido en la explotación de sus recursos. La polémica eterna de la ciencia económica, estado o mercado, queda aquí desnuda de otras connotaciones para mostrarse solo como soluciones alternativas para la explotación racional de los recursos. Y esa desnudez no permite ninguna respuesta o receta universal. La solución más eficaz será en unos casos la propiedad pública y en otros la propiedad privada. Y ante el mismo tipo de recurso es posible que en un país sea más eficaz una solución y en otro país lo sea la otra. E incluso es posible que el mismo recurso en el mismo país sea explotado con más eficacia en un momento de la historia de una forma y en otro momento de otra forma diferente. Manual básico de Economía EMVI El producto nacional Introducción y objetivos El Estado interviene en la economía para conseguir diversos objetivos, pero para que su intervención sea eficaz es necesario disponer de mediciones precisas de las variables macroeconómicas, especialmente del producto nacional y sus componentes. La Contabilidad Nacional tiene como objetivo ofrecer una representación cuantificada completa, sistemática y detallada de la economía de un país, sus componentes y sus relaciones con otras economías. La definición de las macro-magnitudes económicas y su forma de cálculo fueron estandarizadas internacionalmente en la década de 1950. Desde entonces han rebasado el campo de los especialistas y han pasado a formar parte del vocabulario del hombre de la calle. En este tema se explicará al alumno la diferencia (y la similaridad) existente entre conceptos tales como el Producto Interior Bruto, Producto Nacional Neto o Renta Nacional. Textos básicos Los objetivos de la política económica La Contabilidad Nacional La medición del Producto La medición del Gasto La medición de la Renta Las tablas input-output La producción española Ejercicios de contabilidad nacional Los objetivos de la política económica Prioridad de objetivos Complementar la producción Crecimiento Redistribución Estabilidad Sostenibilidad Objetivos complementarios Objetivos contradictorios Instrumentos Política monetaria Política fiscal Variables objetivo Variables instrumentales Las concepciones liberales del siglo diecinueve consideraban que el libre juego de los agentes económicos privados conducía a la óptima situación económica por lo que el papel del Estado en la economía debía limitarse a la defensa de los derechos de propiedad y a obligar al cumplimiento de los contratos. Pero a lo largo del siglo veinte se fue constatando que la iniciativa privada, por sí sola, conducía a fuertes desequilibrios por lo que era necesaria una intervención cada vez más consciente y amplia. Aunque todos los economistas están de acuerdo en la necesidad de esa intervención, las diferencias ideológicas conducen a enfoques completamente opuestos sobre los objetivos de la política económica del Estado, el orden de prioridad entre ellos y el grado de intensidad de la intervención. En cualquier caso, sea cual sea su ideología, la mayoría de economistas podrá admitir la formulación de objetivos que damos a continuación aclarando que el orden es totalmente arbitrario. Eficacia productiva. El Estado debe incentivar el crecimiento económico promoviendo el aumento de la producción que, además de crear empleo, permitirá mayores niveles de consumo y bienestar. En el mismo sentido deberá complementar la producción ya que hay cierto tipo de bienes que no son ofrecidos en cantidad suficiente por la iniciativa privada. Equidad distributiva. En otras palabras, redistribuir la producción y la renta. El libre juego del mercado tiende a provocar desigualdades económicas entre individuos, entre regiones, entre sectores productivos. La intervención del Estado puede corregir esas desigualdades. Diego Rivera: Industria en Detroit Estabilidad. Procurar la estabilidad del sistema (fragmento). 1933. económico implica oponerse a los procesos inflacionistas y a los cambios cíclicos que provocan bruscas alteraciones en la producción y el empleo. Sostenibilidad. Que las actividades económicas y las rentas obtenidas por las generaciones presentes no pongan en peligro a las generaciones futuras. La sostenibilidad puede ser entendida como equidad intergeneracional. El problema radica en que algunos de esos objetivos son complementarios, es decir, se refuerzan mutuamente, mientras que otros son contradictorios de forma que la búsqueda de uno dificulta la consecución de otro. Por ejemplo, algunas medidas destinadas al aumento de la producción y el empleo pueden provocar en ciertas circunstancias inflación e inestabilidad económica. Para la consecución de esos objetivos el Estado dispone de tres tipos de instrumentos: su potestad para la reglamentación y la coacción sobre la actividad económica; los instrumentos monetarios que incluyen su capacidad para establecer la cantidad de dinero en circulación y los tipos de interés; y los instrumentos fiscales, los ingresos y los gastos públicos. Se llama política fiscal a las intervenciones del Estado en el sistema económico utilizando instrumentos fiscales. Se llama política monetaria a las intervenciones del Estado, normalmente de la autoridad monetaria o banco central, utilizando instrumentos monetarios. Los dirigentes políticos sólo podrán adoptar las decisiones correctas si conocen de la forma más exacta posible las medidas de las variables macroeconómicas. Las variables objetivo son las que se desea manipular: la producción, el empleo, la inflación. Para influir sobre ellas se utilizan las variables instrumentales: el gasto y los ingresos públicos, la cantidad de dinero en circulación o los tipos de interés. LA CONTABILIDAD NACIONAL Cuentas macroeconómicas Sistemas de cuentas nacionales Estadísticas de base Macromagnitudes La Contabilidad Nacional tiene como objetivo ofrecer una representación cuantificada completa, sistemática y detallada de la economía de un país, sus componentes y sus relaciones con otras economías. Se compone de un conjunto coherente e integrado de cuentas macroeconómicas y tablas basadas en una serie de conceptos, definiciones, clasificaciones y reglas contables aceptados internacionalmente. Los sistemas de contabilidad nacional son relativamente recientes; su necesidad quedó en evidencia tras la publicación de las ideas de Keynes, en 1936, y fueron normalizados internacionalmente y puestos a punto tras la Segunda Guerra Mundial. Los sistemas de contabilidad nacional de la mayoría de los países siguen actualmente el patrón del Sistema de Cuentas Nacionales de las Naciones Unidas (SCN), del que actualmente está en vigor la versión de 1993, que substituyó a la más antigua de 1968. Todos los países miembros de la Unión Europea siguen las directrices, aún más precisas, marcadas por el Sistema Europeo de Cuentas (SEC), cuya versión de 1995 substituyó a la más antigua de 1979. A partir de las estadísticas de base -estadísticas industriales, del mercado de trabajo, del comercio exterior, etc.- los técnicos de la contabilidad nacional de cada país estiman los flujos económicos que constituyen el sistema. La tarea es muy compleja debido a las frecuentes incoherencias en los resultados de las estadísticas de base y las lagunas informativas en algunos sectores. En la Unión Europea, parte de la contribución financiera de cada miembro (el cuarto recurso propio de la UE) está estimada sobre los resultados de la contabilidad nacional. Es por ello que el SEC debe garantizar que todos los miembros realizan exactamente igual las mediciones. Como la valoración de ciertas magnitudes se presta a veces a diferentes interpretaciones, el SEC trata de precisar y objetivar al máximo las técnicas de medición y valoración de las variables económicas. Diego Rivera: Industria en Detroit (fragmento). 1933. Las principales macromagnitudes medidas en todos los sistemas de contabilidad nacional son: producto interior bruto (PIB), consumo privado, consumo público o gastos del estado, formación de capital fijo o inversión, exportaciones e importaciones de bienes y servicios. La medición del producto Valor añadido Consumo final Formación bruta de capital Remuneración de asalariados Excedente de explotación Términos nominales Términos reales El producto interior bruto (PIB) es uno de los principales agregados económicos contenidos en la Contabilidad Nacional, ya que representa, de forma global, el resultado final de la actividad productiva en una economía, es el valor de los bienes y servicios finales generados por una economía en su territorio. En el gráfico adjunto se muestra una representación simplificada del flujo circular de la actividad económica de un país. En esta simplificación no se ha representado la actividad del Estado ni los flujos con el exterior, importaciones y exportaciones. Si la economía real fuera así de sencilla, la medición del producto nacional sería muy fácil. Se trataría tan solo de medir el caudal del flujo circular en cualquier zona, en el gasto de las familias, en el ingreso de las empresas o en el pago de rentas. Esas tres mediciones darían exactamente el mismo resultado. La complejidad aparece al considerar el efecto del Estado, que detrae impuestos e introduce subvenciones en diversas partes del flujo, y de la existencia del sector exterior. El producto interior bruto a precios de mercado (PIBpm) puede definirse con precisión de tres formas: Ingresos Mercado de bienes y servicios Gasto El PIB es igual a la suma de empresas familias los valores añadidos brutos de Rentas los Mercado diversos de sectores factores instituciona les o de las diferentes ramas de actividad, más el IVA que grava los productos y los impuestos netos ligados a la importación. En el esquema del flujo de la actividad económica esta definición del PIB equivale a medir el caudal del flujo en el momento de las entradas o ingresos de las empresas. El PIB es igual a la suma de los empleos finales interiores de bienes y servicios (consumo final y formación bruta de capital), más las exportaciones y menos las importaciones de bienes y servicios. En el esquema del flujo de la actividad económica esta definición del PIB equivale a medir el caudal del flujo en el gasto de las familias. El PIB es igual a la suma de la remuneración de los asalariados, el excedente bruto de explotación y los impuestos sobre la producción y las importaciones menos las subvenciones. En el esquema del flujo de la actividad económica esta definición del PIB equivale a medir el caudal del flujo en el momento en que las empresas pagan las rentas a las familias. Como lo que se están midiendo son flujos financieros, para poder comparar las cifras de producto nacional de diferentes años, habrá que tener en cuenta que la unidad de medida que se utiliza para su estimación, la moneda nacional, varía de un año a otro si existe inflación. Al presentar una serie temporal, habrá que especificar si está elaborada en términos nominales, utilizando la moneda corriente de cada año, o en términos reales, descontando el efecto de la inflación, es decir, utilizando la moneda de un año base. La medición del gasto Variación de existencias Demanda interna Gasto nacional Producto interior Neto vs. bruto Depreciación Amortizaciones La medición del Producto Interior de un país por el lado del Gasto presenta tres dificultades: Primera. Hay que evitar la doble contabilización de algunas producciones. Si nos limitáramos a sumar el importe de todas las ventas que se han realizado en el país, estaríamos contabilizando muchos productos dos o más veces. Hay que distinguir por tanto entre productos intermedios, los utilizados por las empresas en sus procesos productivos y que serán vueltos a vender una vez reelaborados, y los productos finales, los únicos que deben ser contabilizados. El valor total de los productos finales adquiridos por las familias se llama consumo privado (C); los productos finales adquiridos por el Estado forman el consumo público (G); los productos finales adquiridos por las empresas constituyen la inversión (I). La inversión está compuesta tanto por la formación bruta de capital fijo como por la variación de existencias en las empresas. En principio podemos afirmar que la demanda interna o Gasto Nacional a precios de mercado (GNpm) es el resultado de sumar estas tres variables. Glackens: "De compras" (1907) Segunda. Hay que tener en cuenta también la existencia de un sector exterior. Si queremos conocer el Producto Interior, es decir, lo producido en el interior del país, habrá que añadir al Gasto Nacional la parte de la producción que ha sido adquirida por el extranjero, las exportaciones (X), y habrá que deducir las importaciones (M), la parte de los productos finales adquiridos por las familias, el Estado o las empresas que ha sido producida en el exterior. El Producto Interior será por tanto el resultado de añadir al Gasto Nacional el saldo neto del sector exterior. Tercera. El capital de las empresas pierde cada año parte de su valor, bien porque se estropea y hay que desecharlo, bien por que queda obsoleto y tiene que ser substituido. Esa pérdida de valor es la depreciación (D). La inversión es calificada de neta (In) o bruta (Ib), según se tenga en cuenta o no la depreciación. Cuando la estimación del Producto se haya realizado con la Inversión bruta tendremos el Producto Interior Bruto a precios de mercado (PIBpm), y si se ha tenido en cuenta la depreciación el resultado será el Producto Interior Neto a precios de mercado (PINpm). Las relaciones entre estas dos variables son por tanto muy sencillas: PIBpm de España 1997 medición del gasto (en miles de millones de pts) Operaciones Total % Consumo privado (C) 48.276 61,9 Consumo público (G) 12.584 16,2 Inversión bruta (Ib) 16.100 20,6 Demanda Interna 76.962 98,8 Exportaciones (X) 22.106 28,4 -Importaciones (M) -21.172 -27,2 PIBpm 77.896 100 Fuente INE Datos actualizados en www.ine.es La medida de la depreciación es la parte más difícil e insegura de la contabilidad nacional. En ocasiones se utiliza para su valoración las amortizaciones, unas partidas de la contabilidad de las empresas establecidas para asignar a distintos años los gastos de formación de capital. Pero a pesar de que los sistemas de contabilización de las amortizaciones suelen estar reglamentados por el Estado (entre otras razones por su posible utilización para la evasión fiscal) no dejan de ser una forma arbitraria e insegura de medir la depreciación. Además, hay algunas pérdidas de capital social que nunca son contabilizadas. Por ejemplo, los bosques que son destruidos para roturar nuevas tierras o la pérdida de la riqueza piscícola de los ríos contaminados. Es por todo ello que, aunque el PIN ofrecería una visión mucho más realista de la actividad económica de un país, se siguen utilizando y ofreciendo con más frecuencia las cifras del PIB. LA MEDICIÓN DE LA RENTA Cuando la Contabilidad Nacional mide las rentas de un país hace dos clasificaciones, según el factor retribuido y según el sector productivo. En el primer caso se distingue entre la remuneración de los asalariados y la del capital. En el segundo caso se distinguen tres sectores productivos: el sector primario, formado por la agricultura y la pesca, el sector secundario, formado por la industria incluyendo la construcción, y el sector terciario, formado por los servicios e incluyendo aquí el comercio. Retribución de factores Sectores primario, secundario y terciario Rentas mixtas Beneficios distribuidos Beneficios reinvertidos Depreciación de capital Subvenciones a producción PIBpm de España 1997 medición por factores (en miles de millones de pts) Operaciones Total % Remuneración de asalariados 36.310 46,5 Excedente neto de explotación 26.217 33,7 Consumo de capital fijo 8.850 11,4 Impuestos a producción e importación 8.728 11,2 -Subvenciones -2.210 -2,8 PIBpm 77.896 100 Fuente INE Datos actualizados en www.ine.es Cuando analizamos la retribución de los factores aparecen dificultades de estimación ya que en muchos casos las rentas son mixtas. Es muy difícil distinguir qué parte de lo que percibe un comerciante es debida a su trabajo y qué parte es debida a su capital. Por otra parte, al medir la retribución del capital, hay que tener en cuenta no sólo los beneficios que se han distribuido, sino los que se han reinvertido. A la vez habrá que considerar que parte del capital se ha depreciado, el consumo de capital fijo. Para estimar esa depreciación se contabilizan las amortizaciones, es decir, las partidas contables utilizadas como reserva para la reposición del capital. PIBpm de España 1997 medición por sectores (en miles de millones de pts) Operaciones Total % 2.451 3,2 Ramas industriales 24.301 31,2 Ramas de los servicios 46.386 59,5 130 0,2 4.628 5,9 Ramas agrarias y pesqueras Impuestos netos a importación IVA que grava los productos PIBpm 77.896 100 Fuente INE Datos actualizados en www.ine.es Cuando se parte de esa medición de las rentas para calcular el PIB habrá que contabilizar también los impuestos recaudados a las empresas por el gobierno y descontar las subvenciones a la producción. En resumen, el PIB es igual a la suma de la remuneración de los asalariados, el excedente bruto de explotación y los impuestos sobre la producción y las importaciones menos las subvenciones. En algunos países (USA, por ejemplo) se suele utilizar con más frecuencia el concepto de Producto Nacional Bruto (PNB) que el de Producto Interior (PIB) para analizar e informar sobre la evolución económica. El Producto Nacional tiene en cuenta las rentas percibidas por los nacionales de un país por el empleo de su capital en el extranjero. En el cuadro siguiente se resumen las relaciones entre las macromagnitudes. (O´Kean. Economía para Negocios. McGraw Hill, España, 2000). Las tablas input-output El economista americano de origen ruso Wassily Leontief obtuvo en 1973 el premio Nobel de Economía por haber ideado las tablas Input-Output (TIO). Este instrumento estadístico desglosa la Producción Nacional entre los sectores que la han originado y los sectores que la han absorbido; por ello reciben el nombre de "Tablas Intersectoriales". La palabra inglesa output designa el producto que sale de una empresa o industria mientras que inputs son los factores o recursos que se requieren para realizar esa producción. Las TIO muestran la producción total de cada sector productivo y cuál es el destino de esa producción: cuánto de lo producido lo adquiere el consumidor y cuánto es adquirido por cada uno de los demás sectores. Tabla Input-Output Sector Agrícola Sector Industrial Sector Servicios Demanda Final Producción Total Producción Agrícola 50 85 25 140 300 Producción Industrial 60 120 50 220 450 Producción de Servicios 30 150 120 250 550 Cuanto mayor sea el número de sectores que se utilicen para confeccionar la tabla, más utilidad tendrá. Lo ideal sería una TIO que contuviese tantos sectores como bienes se producen en una economía, pero eso resultaría excesivamente caro por la dificultad para recoger los datos necesarios y la complejidad de los cálculos necesarios para su explotación. En base a la información estadística proporcionada por la TIO puede elaborarse la Tabla de Coeficientes Técnicos que recoge el porcentaje que representa cada uno de los inputs sobre la producción final de cada sector. Matriz de Coeficientes Técnicos Agricultura Industria Servicios Agricultura 0,17 0,19 0,05 Industria 0,20 0,27 0,09 Servicios 0,10 0,33 0,22 El supuesto básico por el que se elaboran las TIO es que esos coeficientes son estables con el paso del tiempo por lo que se les podrá utilizar para prever las consecuencias económicas futuras de los cambios actuales. Por ejemplo, si uno de los sectores incluidos en la TIO es "Petróleo" y los precios de los crudos suben un 5%, se puede calcular en qué porcentaje subirán los precios de lo producido por cada uno de los demás sectores, por causas directas e indirectas. Otras utilidades de las TIO son: previsión de los efectos de las decisiones de política fiscal, previsión de cambios en la producción para adaptarse a cambios en la estructura de la demanda, efectos sobre el empleo de los cambios en la demanda, elaboración de estrategias de desarrollo en países preindustriales, entre otras. Pueden elaborarse TIO referidas a un país, a un conjunto de países, a una región, e incluso a una provincia o ciudad. En España se están elaborando periódicamente TIO referidas a cada una de las Comunidades Autónomas y recientemente se han empezado a elaborar algunas a nivel provincial. La producción española En el gráfico observamos que el PIB español ha crecido a un ritmo entre el 2 y el 3% . (línea roja intensa) En estos mismos años, los países de la zona euro han crecido más lentamente que España, siempre por debajo del 2,5%. En el segundo semestre del año 2003 el PIB de los países de la zona euro no creció mientras que España mostró una tasa de crecimiento del 2,5%. Se puede observar que el 'tirón' para el crecimiento español lo produce su demanda interna (el consumo de sus familias, los gastos de su gobierno y las inversiones de sus empresas) que crece a un ritmo aún mayor. Ciertamente el sector exterior, la demanda externa de productos españoles, creció a un ritmo muy inferior en esos años. El siguiente cuadro muestra la estimación que hace el Ministerio de Economía y Hacienda del crecimiento de los principales componentes del PIB entre los años 2003-05. Analizando el Producto Interior Bruto nominal per cápita de las comunidades autónomas, en el año 2005 la lista la encabeza la Comunidad de Madrid, con 27.279 euros por habitante, seguida del País Vasco, con 26.515 euros, la Comunidad Foral de Navarra, con 26.489 euros, y Cataluña, con 24.858 euros por habitante. Estas cuatro comunidades son las únicas que poseen un registro superior a la media de la Unión Europea, que asciende a 23.400 euros por habitante. En el lado opuesto, Andalucía, con 16.100 euros por habitante, y Extremadura, con 14.051 euros, cerrarían la lista. En términos relativos, la Comunidad de Madrid se sitúa casi un 31% por encima de la media nacional y el País Vasco y Navarra superan dicha media en más de un 27%. Por su parte, Andalucía se encuentra casi un 23% por debajo del dato nacional y Extremadura, prácticamente un 32% por debajo de dicho registro. PIB per cápita - Año 2005 Comunidad Autónoma ANDALUCÍA ARAGÓN Valor en Euros Índice España = 100 16.100 22.403 77,3% 107,5% ASTURIAS BALEARS (ILLES) CANARIAS CANTABRIA CASTILLA Y LEÓN CASTILLA LA MANCHA CATALUÑA COMUNIDAD VALENCIANA EXTREMADURA GALICIA MADRID REGIÓN DE MURCIA COMUNIDAD FORAL DE NAVARRA PAÍS VASCO RIOJA (LA) CEUTA MELILLA ESPAÑA 18.533 22.947 18.879 20.554 19.782 16.314 24.858 19.057 14.051 16.870 27.279 17.322 26.489 26.515 22.548 18.860 18.304 88,9% 110,1% 90,6% 98,6% 94,9% 78,3% 119,3% 91,5% 67,4% 81,0% 130,9% 83,1% 127,1% 127,2% 108,2% 90,5% 87,8% 20.838 100,0% Fuente: INE En el mapa que refleja estos resultados puede observarse que, con la excepción de Madrid e Illes Balears, el denominado Eje del Ebro sigue marcando los territorios que tienen un PIB por habitante superior a la media nacional (por encima de dicho eje) o inferior (por debajo) Equilibrio y fiscalidad Introducción y objetivos En la década de 1930 la economía mundial estaba sumida en una profunda depresión económica. En ese momento Keynes publica su libro "The General Theory of Employment, Interest and Money" en el que, enfrentándose a la teoría económica dominante entonces, se justifica teóricamente la intervención del gobierno en el sistema económico mediante una política fiscal desequilibrada y anticíclica. La teoría keynesiana, considerada por muchos como el programa económico de los partidos de la izquierda socialdemócrata, se convirtió en el paradigma dominante en la economía durante varios decenios. Aunque hoy se considera que la realidad económica y el devenir social han puesto en evidencia las limitaciones e insuficiencias de las prácticas fiscales keynesianas, su teoría permanece como una aportación de valor incuestionable, que permanece e influencia el pensamiento económico actual. Como dijo su detractor Milton Friedman, "Hoy somos todos keynesianos". En este tema conoceremos los fundamentos teóricos de la economía keynesiana y sus recetas sobre cómo utilizar la política fiscal, es decir, los ingresos y los gastos del gobierno, para contrarrestar los desequilibrios económicos. La economía keynesiana Demanda agregada Desempleo Producción potencial Producción real Acumulación no deseada de inventarios En los años treinta, los países desarrollados estaban sufriendo una terrible crisis económica, "La Gran Depresión". Muchos economistas reconocían que su ciencia estaba fracasando en explicar el fenómeno del desempleo y de las continuas crisis económicas. Entonces, en 1936 Keynes publica su libro "The General Theory of Employment, Interest and Money" (Teoría General sobre el Empleo, el Interés y el Dinero). La idea básica era que una demanda agregada insuficiente era la causa del desempleo. Esa era una idea nueva y que contradecía las opiniones oficiales. Diego Rivera: Industria en Detroit (fragmento). 1933. La ciencia económica oficial estaba entonces basada en el concepto de equilibrio entre la oferta y la demanda. La nueva propuesta de Keynes se basaba en otro equilibrio, en el equilibrio entre ingresos y gastos, entre renta y demanda agregada. Llamamos producción potencial al total de los bienes y servicios que una economía en situación de pleno empleo es capaz de producir. La producción potencial depende exclusivamente de los factores productivos, capital y trabajadores, y de los conocimientos tecnológicos de que se disponga. Se considera que la producción potencial se consigue mediante un uso normal de esos factores productivos; puede haber temporalmente una utilización a un ritmo más fuerte mediante la que se consiga una producción algo superior a la potencial y puede que haya situaciones de desempleo de los factores en las que la producción del país será inferior a la potencial. La producción real es la que efectivamente se produce y se vende. Coincide por tanto con la renta total que perciben los productores. Pero la producción real depende de la demanda agregada y no de la producción potencial. Si se está produciendo más de lo que la demanda del mercado puede absorber, habrá en las empresas una acumulación no deseada de inventarios y la producción se contraerá. Si se está produciendo menos de lo demandado subirán previsiblemente los precios lo que alentará al aumento de la producción. Como la producción real depende de la demanda agregada, puede que coincida o no con la producción potencial. Si un exceso de demanda agregada determina una producción real por encima de la potencial, el necesario mayor ritmo en la utilización de los factores productivos provocará tensiones inflacionistas. Por el contrario, si la producción que es capaz de absorber la demanda agregada es inferior a la producción potencial, habrá una infrautilización de los factores productivos, es decir, paro o desempleo. En consecuencia, siguiendo con el modelo keynesiano, la demanda agregada es la variable que determinará la situación de inflación o paro de la economía. Estudiemos pues la forma y la posición de la función de demanda agregada. La Demanda de Consumo Consumo autónomo Demanda agregada Función de consumo Propensión marginal al ahorro Propensión marginal al consumo Empezaremos analizando una economía muy sencilla, sin gobierno ni sector exterior que serán introducidos más adelante. En una economía tan simple no hay impuestos, ni subvenciones, ni exportaciones, ni transferencias, ni ninguna magnitud que distorsione la identidad entre producción real, gasto y renta. Representaremos estas magnitudes indistintamente mediante una Y. Propensión media al consumo La demanda agregada, D, tiene sólo dos componentes, la demanda para consumo de las familias, C, y la demanda para inversión de las empresas, I. Las familias destinan una parte de sus rentas Y al consumo C y el resto al ahorro S. La demanda de consumo depende del volumen de la renta. Cuando las rentas son muy bajas existe cierta demanda de consumo, lo que se llama "consumo autónomo" ya que incluso el que no tiene nada tiene que consumir algo para sobrevivir. A partir de ahí, cuanto mayor sea la renta, mayor será el consumo; la función de consumo es creciente con la renta. Pero también crecerá el ahorro; cuanto más rica sea una sociedad, mayor proporción de sus rentas podrá destinar al ahorro. Es de esperar que las familias de rentas altas ahorren una proporción mayor de su renta mientras que las familias que obtienen una renta baja necesitan consumir aun más de lo que ganan. El porcentaje que representa el consumo sobre el total de la renta se hace cada vez menor cuando ésta aumenta. Llamaremos propensión media al consumo a ese porcentaje; la propensión media al consumo es decreciente. En cambio, llamaremos propensión marginal al consumo (pmc) al aumento que se produce en el consumo cuando la renta aumenta en una unidad. Keynes pensaba que la propensión marginal al consumo es constante, es decir, cuando los individuos conseguimos un aumento de nuestras rentas, destinamos siempre la misma proporción de ese aumento al consumo. Eso implica que la representación gráfica de la función de consumo es una recta con la misma pendiente sea cual sea la renta. Si la pmc es alta, la función de consumo está muy ajustada a la bisectriz, mientras que cuando la pmc es menor, la línea del consumo resulta más horizontal. La propensión marginal al ahorro (pms) es el aumento en el ahorro cuando la renta aumenta en una unidad. Lógicamente, como cualquier aumento en la renta se destina al consumo o al ahorro, la suma de ambas propensiones es igual a la unidad: Esta tabla ilustra con un ejemplo la forma de estimar las propensiones media y marginal al consumo a partir de los datos de renta y consumo. Obsérvese que al aumentar la renta, la propensión media al consumo es decreciente pero la propensión marginal al consumo permanece constante. RENTA Y CONSUMO Y C 500 C 600 media pmc %C/Y C/ Y 600/500 : 120% 1000 500 1000 400 1000/1000 : 100% 400/500 = 0,8 1500 500 1400 400 1400/1500 : 93% 400/500 = 0,8 2000 500 1800 400 1800/2000 : 90% 400/500 = 0,8 3000 1000 2600 800 2600/3000 : 86% 800/1000 = 0,8 3795 795 636 3236/3795 : 85% 636/795 = 0,8 3236 La demanda de inversión y el multiplicador keynesiano El segundo componente de la demanda agregada es la demanda de inversión. Las decisiones de inversión las toman los empresarios en función de sus proyectos, del estado de la tecnología y, sobre todo, en función de sus expectativas, es decir, de sus previsiones sobre el porvenir de los negocios y de la situación económica. La demanda de inversión puede considerarse por tanto una cantidad fija, independiente del volumen de renta que se genere en el país. Expectativas empresariales Producción real Efecto multiplicador Propensión marginal al consumo Paradoja de la frugalidad El punto en el que la demanda agregada corta a la bisectriz es, lógicamente, el punto en el que la renta se iguala a la demanda agregada y determina por tanto el volumen de producción real, Yr, que se generará en el país. No hay nada que indique si esa producción real coincide o no con la producción potencial. El aumento en la cantidad de inversión provocará el aumento de la producción real. Es más, un incremento en las decisiones de invertir de los empresarios tendrá un efecto multiplicador sobre la economía ya que permitirá un aumento de las rentas de los factores de la industria de bienes de inversión; parte de este aumento se destinará a consumo lo que provocará aumentos en cascada en las rentas de otros factores. Para determinar la cuantía de ese efecto multiplicador veremos un ejemplo sencillo. Cada aumento en la demanda provoca un aumento Ver en este mismo CD-ROM o sitio web: igual de la producción y la renta. Parte del aumento Machlup, Fritz: El análisis del tiempo y en las rentas provocará un nuevo aumento de la la teoría del multiplicador demanda en la proporción determinada por la propensión marginal al consumo. Los sucesivos aumentos formarán una progresión geométrica en la que el primer término es el aumento de la inversión decidido por los empresarios y la razón es la PMaC. El efecto total, la suma de los miembros de esa progresión, es igual al producto del primer miembro, la inversión inicial, por el inverso de uno menos la razón. Este número, el inverso de la propensión marginal al ahorro recibe el nombre de multiplicador. En una economía simple como la que estamos analizando, sin gobierno ni sector exterior, para que la demanda y la oferta agregadas coincidan es necesario que la inversión complemente la parte de la renta no consumida, es decir, que la inversión y el ahorro sean iguales. Pero no hay ningún mecanismo que garantice que esto pueda suceder. Las decisiones de ahorrar las toman las familias y dependen, como hemos visto, de su nivel de renta y de la PMaC. Por tanto no hay ninguna razón por la que la cantidad de dinero ahorrado y la cantidad de dinero invertido deban ser iguales: Ambas están determinadas por decisiones tomadas por diferentes personas con diferentes criterios. Si las familias deciden aumentar el volumen de los fondos que mantienen ahorrados, reducirán su consumo, por lo que teniendo en cuenta el efecto multiplicador, las rentas se contraerán en una cuantía muy superior. Este es el fenómeno llamado la paradoja de la frugalidad: la frugalidad puede provocar disminución del ahorro. Esta tabla muestra un ejemplo supuesto del EFECTO MULTIPLICADOR 1ª Fase 2ª Fase 3ª Fase Los empresarios deciden aumentar su demanda de máquinas-herramienta en 100 millones de € Las rentas de los productores de máquinasherramienta aumentan en 100 millones de € Los productores de máquinas-herramienta deciden aumentar su consumo de electrodomésticos en 80 M € Las rentas de los productores de electrodomésticos aumentan en 80 M € Los productores de electrodomésticos deciden aumentar su consumo de textiles en 64 M € Las rentas de los productores de textiles aumentan en 64 M € 4ª Fase Los productores de textiles aumentan su consumo de alimentos en 51,2 M € ... Las rentas de los productores de alimentos aumentan en 51,2 M € ... Cada nuevo aumento en el consumo es igual al anterior multiplicado por 0,8, la pmc. ... El aumento total en la renta real será la suma de la serie de arriba: 100 + 80 + 64 + 51,2 ... El resultado es 500 M € ESTAS FUERON SUS PALABRAS Cuanto más rica sea la comunidad, más amplia tenderá a ser la brecha entre sus producciones real y potencial y, consiguientemente, más obvios y escandalosos los defectos del sistema económico. Una comunidad pobre estará dispuesta a consumir la mayor parte del total de su producción, de tal modo que será necesario un volumen muy modesto de inversión para alcanzar el pleno empleo; mientras que una comunidad rica tendrá que descubrir muchas más amplias oportunidades de inversión para que las propensiones a ahorrar de sus miembros más ricos sean compatibles con el empleo de sus miembros más pobres. (John M. Keynes, Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, 1936) El multiplicador del gasto público Renta de equilibrio Producción de pleno empleo Equilibrio con pleno empleo Depresión estable Política fiscal Multiplicador fiscal Multiplicador de Haavelmo Continuando con el estudio del modelo y las propuestas keynesianos, vamos a analizar ahora el efecto del consumo público, de los gastos y los ingresos del estado, sobre la demanda agregada. No hay ningún mecanismo automático que haga que la renta de equilibrio coincida con la producción de pleno empleo. La renta de equilibrio -en otras palabras, el valor de los bienes y servicios que el sistema tiende a producir- está determinada por la demanda agregada. Si ésta estuviese formada exclusivamente por el consumo privado y la inversión de los empresarios, sería mucha casualidad que coincidiesen producción real y producción de pleno empleo; los deseos de ahorro de las familias y las expectativas de los empresarios no tienen por que conjuntarse en la proporción y cuantía exacta requeridas. Es más, si en algún momento coincidiesen, el resultado sería muy inestable ya que las expectativas de los empresarios cambian continuamente, cíclicamente. Los puentes y otras obras públicas, los hospitales o los cañones, son gastos del estado que también forman parte de la demanda agregada. Los economistas neoclásicos consideraban que el sistema económico mostraba una tendencia natural hacia un equilibrio con pleno empleo. Contrariamente a esas previsiones, la Gran Depresión de los años treinta puso en evidencia que era posible contemplar una situación estable de depresión y que el desempleo podía permanecer durante largos períodos. Pero el pesimismo del análisis keynesiano vino acompañado de la receta para la corrección de esas situaciones: la política fiscal del gobierno -la manipulación de los impuestos y los gastos del sector público- podía reconducir la demanda agregada hasta la altura exacta que permitiera una producción sostenida de pleno empleo. Los gastos del gobierno están formados por sus compras de bienes y servicios y por las transferencias: las pensiones de invalidez y jubilación, subsidios de desempleo y subvenciones a las empresas, entre otras. En general, los gastos del Estado suponen un aumento de la demanda agregada. La determinación de la cuantía de esos gastos es una decisión política exógena, es decir, independiente de la renta; por tanto puede ser considerada, al igual que hicimos con la inversión en el tema anterior, como de cuantía fija. Pero esta vez sí: ahora la cuantía puede ser ajustada para que la producción real coincida con la producción de pleno empleo. La incidencia de los gastos del gobierno sobre la renta real también recibe el efecto multiplicador. Los mismos argumentos que estudiamos en el epígrafe anterior para comprender el efecto multiplicador de las decisiones de inversión sirven también ahora para explicar que un aumento en los gastos del gobierno por valor de 100 puede provocar un aumento en la renta de 500. Pero no se puede olvidar que existen también ingresos públicos. Los impuestos, al detraer dinero de las rentas de las familias, desplazan la demanda agregada en sentido descendente. La consiguiente disminución en la renta real se verá ¡Ay! afectada igualmente por el efecto multiplicador. A pesar de todo, el efecto conjunto de una subida igual en los gastos públicos y en los impuestos será beneficioso. Este efecto es el llamado "multiplicador de Haavelmo". La explicación es que los impuestos están no sólo haciendo disminuir el consumo sino provocando además una disminución en los ahorros. Si todo lo que detrae el gobierno en forma de impuestos es gastado, el efecto sobre la demanda agregada será ascendente, la cantidad ahorrada en el sistema disminuirá, y la renta real subirá. Hay que tener en cuenta sin embargo que el efecto de los impuestos puede ser mucho más complejo. Si los impuestos son proporcionales o progresivos, provocarán que la pendiente de la función de demanda agregada varíe y como consecuencia de ello quedarán también afectados la propensión marginal al consumo y el efecto multiplicador. El modelo IS-LM El modelo IS-LM, (también llamado de Hicks-Hansen), está inspirado en las ideas de Keynes pero además sintetiza sus ideas con las de los modelos neoclásicos en la tradición de Alfred Marshall. Fue elaborado inicialmente por John Hicks en 1937 y desarrollado y popularizado posteriormente por Alvin Hansen. Las curvas IS-LM permanecen como el ejemplo supremo de la pedagogía de la teoría económica de los tiempos de dominio del pensamiento keynesiano. A pesar de ello, el modelo fue cuestionado desde el primer momento por muchos keynesianos tanto por falta de consistencia interna como por no representar realmente el pensamiento de Keynes. Mercados reales Mercados financieros Tipo de interés Demanda de inversión El interés y originalidad del modelo consiste principalmente en que muestra la interacción entre los mercados reales (curva IS) y monetarios (curva LM). El mercado real determina el nivel de renta mientras que el mercado monetario determina el tipo de interés. Ambos mercados interactúan y se influyen mutuamente ya que el nivel de renta determinará la demanda de dinero (y por tanto el precio del dinero o tipo de interés) y el tipo de interés influirá en la demanda de inversión (y por tanto en la renta y la producción real). Por tanto en este modelo se niega la neutralidad del dinero y se requiere que el equilibrio se produzca simultáneamente en ambos mercados. Recomendación: para comprender mejor el modelo IS-LM conviene haber estudiado previamente el epígrafe el mercado del dinero La curva IS muestra las situaciones de equilibrio entre inversión y ahorro para los diferentes valores de renta (Y) y tipo de interés (r). Tiene pendiente negativa porque, como la inversión depende inversamente del tipo de interés, una disminución (aumento) del tipo de interés hace aumentar (disminuir) la inversión, lo que conlleva un aumento (descenso) de producción. La curva LM muestra las situaciones de equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado monetario, considerando la keynesiana preferencia por la liquidez. Se considera que cuanto mayor es el nivel de producción y renta, mayor es la demanda de dinero; y cuanto mayor es la demanda de dinero, mayor tiende a ser el tipo de interés. De ahí que la LM tenga una pendiente positiva. El punto E en el que se cruzan las curvas IS y LM muestra la posición del equilibrio simultáneo en ambos mercados. Es un equilibrio estable ya que si se produce una situación temporal de desequilibrio que desplaza la posición a cualquier otro punto, las fuerzas del mercado presionarán para volver a ese punto de cruce. Los cuatro cuadrantes en los que se divide el espacio representan situaciones de desequilibrio con las siguientes características: Cuadrante I (a la derecha del punto de equilibrio): Exceso de oferta de bienes y exceso de demanda de dinero Cuadrante II (por debajo del punto de equilibrio): Exceso de demanda de bienes y exceso de demanda de dinero Cuadrante III (a la izquierda del punto de equilibrio): Exceso de demanda de bienes y exceso de oferta de dinero Cuadrante IV (por encima del punto de equilibrio): Exceso de oferta de bienes y exceso de oferta de dinero La situación de equilibrio puede verse alterada por variables distintas al tipo de interés que pueden provocar desplazamientos de las curvas. Los aumentos en la demanda efectiva (de consumo, de inversión, de gastos públicos o del sector exterior) provocan desplazamientos hacia la derecha de la curva IS y por tanto un nuevo punto de equilibrio a un nivel de renta y tipo de interés superior. Recordar la diferencia entre movimiento a lo largo de una curva y desplazamiento de la curva. Aquí el movimiento a lo largo de la IS estará provocado por variaciones en el tipo de interés, mientras que los desplazamientos se deberán a variaciones en otras variables, sea cual sea el tipo de interés. Asimismo, los aumentos en la oferta de dinero, caídas en el nivel general de precios, disminuciones en la demanda de dinero, etc, provocan desplazamientos hacia la derecha de la curva LM y por tanto un nuevo equilibrio con mayor producto y menor tipo de interés. La eficacia relativa de la política fiscal (que afecta principalmente a la curva IS) y de la política monetaria (que afecta principalmente a la curva LM) depende de las pendientes de ambas curvas, es decir, de la sensibilidad con respecto al interés y la renta de las demandas de dinero, consumo, inversión, etc. Si la curva LM es más rígida que la IS, la política monetaria será más efectiva que la fiscal, y viceversa. Como hemos dicho más arriba, el modelo IS-LM, a pesar de su innegable valor pedagógico, ni es consistente teóricamente ni representa realmente el pensamiento de Keynes. De hecho su mayor interés actual radica en su utilidad para ilustrar los fallos más frecuentes en los que cayó "el keynesianismo vulgar". Por una parte, está relacionando equilibrios de flujos (IS) y de stocks (LM). Además, como Pasinetti señaló, el sistema keynesiano debería ser considerado como secuencial por lo que no debería pretender representarse como un sistema de ecuaciones simultáneas susceptible de ser resuelto en un equilibrio estable. Richard Khan y Joan Robinson han destacado que el modelo IS-LM, al ignorar la dimensión temporal, ignora también los conceptos keynesianos dependientes del tiempo como los de incertidumbre o expectativas. El presupuesto Presupuesto equilibrado Déficit presupuestario Superávit presupuestario Política fiscal expansiva Política fiscal restrictiva Presupuesto de pleno empleo Retardos fiscales Estabilizadores fiscales automáticos Política fiscal anticíclica Freno fiscal Desde el punto de vista económico, el presupuesto del Estado es un documento contable que recoge las previsiones de los ingresos y gastos públicos que se realizarán en el siguiente ejercicio. Es por tanto la plasmación de la política fiscal del gobierno y responde a las necesidades expansivas o contractivas que el análisis de la coyuntura económica requiera. Si los ingresos y los gastos previstos coinciden, el presupuesto estará equilibrado. Lo normal es que los gastos sean superiores a los ingresos, es decir, que haya déficit presupuestario. La situación opuesta, con ingresos superiores a los gastos, es la de superávit. Los presupuestos deficitarios implican por tanto inyectar en los flujos económicos una cantidad superior a la que se detrae mediante impuestos; tienen por tanto un efecto expansivo. Los presupuestos con superávit, por el contrario, al detraer fondos, tienen un efecto restrictivo o contractivo y podrían ser utilizados como medida de política económica si la demanda agregada estuviese tan alta que la producción potencial estuviese siendo superada con la consiguiente aparición de efectos inflacionistas. Ver "Las recetas keynesianas", una sencilla explicación en Power Point sobre las medidas de política fiscal para curar las enfermedades económicas Los economistas clásicos consideraban que los presupuestos del Estado debían estar siempre equilibrados, que la existencia de déficits o superávits eran muestra de una administración ineficiente o de un intervencionismo distorsionador de los mercados. La propuesta keynesiana fue que el presupuesto debía estar cíclicamente equilibrado, ser deficitario en las fases económicas recesivas que requiriesen una intervención estimulante, financiando el déficit mediante deuda pública que sería amortizada con los superávit de otros años. Sin embargo, la aplicación de la política keynesiana por los gobiernos occidentales tras la Segunda Guerra Mundial se ha traducido en la realidad en un déficit público sostenido año tras año. Aunque en los años de expansión económica el déficit disminuye en términos de porcentaje sobre el PIB, no deja nunca de ser negativo. Franklin D. Roosevelt inició en 1933 una política presupuestaria deficitaria, el "New Deal" para fomentar el empleo durante la Gran Depresión. Se enfrentó así al liberalismo salvaje que presidía entonces la política económica americana. Retrato por D. Chandor. Permitámonos aquí una pequeña digresión del discurso keynesiano para aludir al momento presente. Como veremos más adelante, las ideas económicas dominantes en la actualidad consideran al déficit público una de las principales causas de desequilibrio e inestabilidad. El enorme déficit presupuestario de los EEUU ha sido considerado como una de las causas básicas del origen de la crisis de comienzos de los 90. El Tratado de Maastrich fijó como condición para formar parte de la Unión Económica y Monetaria que el déficit público fuese inferior al 3% y la Deuda pública inferior al 60% del PIB. El Pacto de Estabilidad compromete a los países miembros a mantener esos mismos objetivos de forma permanente. Todos los países desarrollados están empeñados actualmente en la lucha por controlar este déficit como requisito indispensable para mantener la estabilidad a largo plazo. Al establecer las previsiones presupuestarias hay que tener en cuenta en cualquier caso que no pueden ser totalmente precisas. La existencia de impuestos proporcionales o progresivos hace que los ingresos públicos varíen según el volumen de renta realmente generado en el país. De igual forma, los gastos públicos pueden variar de forma imprevisible ya que un aumento del desempleo motivado por una recesión incrementaría los gastos en subvenciones. Se llama presupuesto de pleno empleo a la estimación que se hace de los gastos e ingresos públicos que se concretarían si, manteniendo la legislación financiera existente, la situación económica del país fuese de pleno empleo. La utilización anticíclica de los instrumentos fiscales tiene el inconveniente de los retardos en el reconocimiento de la existencia de un cambio de coyuntura, en la adopción de las medidas políticas, y en el efecto que estas ejercerán. Si un gobierno quiere responder activamente a las recesiones, se dará cuenta de que ésta se está produciendo cuando las estadísticas industriales empiecen a mostrar señales de aumento del desempleo; convocará entonces un comité de expertos que dictamine las medidas a tomar; se elaborará un proyecto de ley que modifique la legislación impositiva existente; se discutirá y aprobará dicho proyecto en los órganos pertinentes; en el siguiente ejercicio presupuestario los gastos aumentarán y los impuestos descenderán con lo que el efecto multiplicador empezará a funcionar... ¡Para entonces es muy posible que el ciclo económico haya cambiado de sentido y las medidas adoptadas resulten contraproducentes!. La solución al problema de los retardos está en la implantación de estabilizadores fiscales automáticos. Consisten éstos en normativas legales que ejerzan mecánicamente, sin necesidad de modificación, su función anticíclica. Por ejemplo, los impuestos proporcionales y progresivos actúan como estabilizadores automáticos: si en una recesión empiezan a disminuir las rentas, las recaudaciones también disminuirán. La normativa de seguridad social es también un eficaz estabilizador: en las recesiones disminuyen las recaudaciones y aumentan los gastos en subsidios mientras que en las fases altas del ciclo el efecto es el contrario. Un peligro que habrá que tomar en consideración es el de que los estabilizadores automáticos actúen como freno fiscal. Al concebir la normativa fiscal de forma que estabilice la producción económica en torno a un determinado nivel de renta, se corre el peligro de estar impidiendo el crecimiento económico. Los procesos inflacionistas requieren también el reajuste de las cuotas fiscales para impedir que las rentas que se están "estabilizando" representen cada vez menor capacidad adquisitiva. La política fiscal Inflación y deflación Financiación del déficit Impuestos Emisión de dinero Deuda pública Efecto desplazamiento El uso continuado de las recetas fiscales keynesianas provocó con el paso del tiempo el aumento del peso del Estado en las economías occidentales con pérdida de posiciones relativas para la empresa privada. Además, la política fiscal resultó inerme ante las peculiaridades de la crisis de los años setenta, con la coexistencia de desempleo e inflación. Keynes consideraba que la inestabilidad de la demanda agregada era el origen de problemas de diferentes tipos y concibió la política fiscal como el instrumento universal capaz de resolverlos todos. La inflación sería así la consecuencia de un exceso de demanda que podría ser resuelto detrayendo mediante impuestos parte de las rentas familiares. Pero la preocupación principal en los años treinta no era la inflación sino la deflación y el desempleo. Fue aquí donde Keynes puso el acento, recomendando el aumento de los gastos públicos, aunque fuese en trabajos inútiles. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Si el Ministerio de Hacienda llenase de billetes de banco infinidad de botellas viejas, enterrándolas después a profundidades convenientes en minas abandonadas que luego haría rellenar de basura hasta la superficie, dejando que la empresa privada, regida por los sanos principios del laissez faire, excavara de nuevo las minas y volviese a sacar los billetes..., es posible que así se acabara el desempleo, y, gracias a sus repercusiones, el ingreso real de la comunidad quizá fuese mucho mayor de lo que es actualmente. Sin duda, sería mucho más razonable construir casas y hacer otras obras por el estilo, pero si se tropieza con dificultades prácticas para esto último, el recurso anterior sería siempre mejor que no hacer nada. (J.M. Keynes, Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, 1936) Hay tres formas de financiar el aumento de los gastos públicos: Mediante impuestos. Ciertamente aunque los impuestos cubran totalmente el aumento de los gastos, se seguirá percibiendo un cierto efecto expansivo como consecuencia de la contracción del ahorro agregado, pero ese efecto resultaría insuficiente y aparecerían fuertes distorsiones en las pautas de consumo y en la PMaC. El mejor efecto expansivo se consigue mediante el déficit fiscal, es decir, aumentando la diferencia entre los gastos y los ingresos públicos. En ese sentido también resultaría expansiva la reducción de los impuestos. Mediante la emisión de dinero. Es facultativo del Estado imprimir billetes en cualquier cantidad y de cualquier valor. Las consecuencias de este método serán analizadas detalladamente en los próximos temas, adelantemos aquí tan sólo la idea general de que la emisión incontrolada de dinero puede provocar inflación por lo que actualmente se limita legalmente la capacidad de los gobiernos de emitir dinero, dejando esa función en manos de los bancos centrales. Mediante la emisión de deuda pública. Sería incorrecto pensar que la financiación de los gastos mediante deuda pública implica beneficiar a la generación presente con cargo a la generación futura que deberá amortizar la deuda. De hecho siempre es posible amortizar deuda con nuevas emisiones, como efectivamente suele hacerse. La transferencia de renta se realiza al pagar los intereses, de los contribuyentes a los poseedores de títulos, y se produce por tanto dentro de la misma generación. El efecto será simplemente redistributivo mientras que la carga de la deuda en proporción a los gastos del Estado se mantenga dentro de ciertos límites. Presupuestos públicos para 2002 (en % del PIB) Ingresos Gastos Alemania 44,6 47,5 Austria 48,5 50,9 Bélgica 49,4 48,5 Dinamarca 54 52,2 ESPAÑA 39,2 39,8 Finlandia 50,5 45,9 Francia 49,1 51,4 Grecia 43,4 47,9 Holanda 44 43,6 Irlanda 32,6 31,1 Italia 44,2 45,9 Luxemburgo 42,8 38,6 Portugal 42 46,2 Reino Unido 40,4 43 Suecia 57,5 56,6 UE-15 44,7 46,5 Eurozona 45,1 46,8 EE UU 32,8 31,7 Japón 32,1 40,6 (*) Previsiones. Fuente: EC Economist Data Pocket Book, EUROSTAT. www.europa.eu.int/comm/eurostat Ahorro neto de las AAPP (% del PIB) Fuente: EC Economist Data Pocket Book, EUROSTAT. www.europa.eu.int/comm/eurostat Neto -2,9 -2,4 0,9 1,8 -0,6 4,6 -2,3 -4,5 0,4 1,5 -1,7 4,2 -4,2 -2,6 0,9 -1,8 -1,7 1,1 -8,5 Deuda bruta consolidada de las AAPP (% del PIB) Fuente: EC Economist Data Pocket Book, EUROSTAT. www.europa.eu.int/comm/eurostat La financiación del déficit público mediante deuda pública tiene otra consecuencia indeseable: el crowding out o efecto desplazamiento. La colocación de los títulos de deuda pública en los mercados financieros hace aumentar la demanda sobre los fondos disponibles. Al competir con la empresa privada para conseguir medios de financiarse, el Estado provoca la subida de los tipos de interés y por tanto la disminución de la inversión privada. Todo ello supone en la práctica desplazar o substituir la iniciativa privada por la iniciativa pública. El mantenimiento de políticas fiscales expansivas en los países occidentales por largos períodos desde la Segunda Guerra Mundial hizo crecer el peso relativo de la intervención económica del Estado en comparación con el de la iniciativa privada hasta un punto en el que algunos autores consideraban que se estaba poniendo en cuestión el modelo económico. El final definitivo a la consideración del modelo keynesiano y la política fiscal como panacea de todos los males económicos se produjo en la década de los setenta al aparecer simultáneamente fuertes tasas de paro e inflación. Esa situación resultaba inexplicable desde los sencillos esquemas keynesianos y no podía ser resuelta exclusivamente mediante medidas fiscales. Una interesante tempranísima descripción del efecto desplazamiento puede verse en Abenjaldun "El soberano que comercia" en este mismo CD-ROM o sitio web. La curva de Laffer y los desestabilizadores automáticos Efecto renta Efecto sustitución Evasión fiscal Recaudación Tipo impositivo medio Cuando el gobierno de un país desea aumentar su capacidad recaudatoria, parece lógico aconsejar que suba los impuestos, bien ampliando el número de ciudadanos que tributan, bien subiendo el tipo impositivo medio, que es el porcentaje a aplicar sobre las rentas que se quiere recaudar. (Otra opción del gobierno sería endeudarse). Sin embargo, hay dos hechos que nos hacen dudar de esa lógica. A) El primero es la posibilidad de que los impuestos actúen como desestabilizadores automáticos: un aumento de impuestos, produce un descenso de la renta disponible y, por tanto, de la producción, por lo que se produce una disminución de la base imponible sobre la que se aplica el impuesto. B) Por el contrario, es posible que una disminución en el tipo impositivo provoque aumento de las rentas, del consumo, de la producción y, finalmente, una mayor recaudación. En éste segundo caso, los impuestos actuarán como estabilizadores automáticos. Se están considerando aquí dos fuerzas que actúan en sentido contrario y que reciben el nombre de efecto renta y efecto sustitución: el efecto renta mide las consecuencias derivadas de la disminución de la capacidad adquisitiva de los contribuyentes; el efecto sustitución mide los cambios en las decisiones que toman productores y consumidores como consecuencia del impuesto. Estas ideas pueden representarse con la conocida Curva de Laffer, que toma su denominación a partir del economista americano Arthur B. Laffer. La curva relaciona niveles de recaudación con el aumento de impuestos. Si medimos el aumento del impuesto, a través de un tipo representativo t, tendríamos una curva con ésta forma: Cuando el tipo impositivo es t1, la recaudación, al aplicar ese tipo sobre la renta, será una cantidad positiva mayor que cero (Y1). Si aumentamos el tipo, la recaudación seguirá creciendo, cada vez sin embargo a menor ritmo hasta alcanzar un máximo en Y2, para un tipo t2. A partir de ese punto, cualquier intento del gobierno para elevar el tipo impositivo, se traducirá, paradójicamente, en un descenso de la cantidad recaudada. Nótese que para t3 la recaudación ha caído hasta Y3. Si siguiésemos insistiendo en aumentar el tipo impositivo, llegaría un momento en que la recaudación fuese nula. Ese comportamiento se debe a que un tipo excesivamente alto propicia el fraude y la evasión fiscal hacia paraísos fiscales. También un tipo impositivo alto puede llevar a los trabajadores a sustituir trabajo por ocio, reduciéndose el bienestar colectivo o social. Por eso, se tributa menos y crece menos la economía. De nuevo aquí actúan el efecto renta y el efecto sustitución: el efecto renta ya que al aumentar el tipo y disminuir la renta de los trabajadores, tendrán que trabajar más para recuperarla y el efecto sustitución sobre los que decidan trabajar menos para no tributar tanto. Para un tipo impositivo muy alto, el efecto sustitución puede superar al efecto renta. Además, los procesos de inspección para detectar el fraude, suelen ser muy costosos. De ahí que, en los últimos tiempos, muchos sean los países que se plantean reducir impuestos, especialmente los directos ligados a la renta, sobre todo si funcionan los estabilizadores automáticos, lo cual suele suceder en las fases expansivas del ciclo económico. Por eso, la curva de Laffer se ha convertido en una bandera para las corrientes defensoras del liberalismo económico que defienden la disminución de la presión fiscal. Los ciclos económicos Expansión Cima Recesión Depresión Fondo Ciclos de Kondratieff Ciclo político Ciclo tecnológico En la actividad económica es fácil observar la existencia de períodos en los que los negocios marchan a satisfacción de todos y se ofrecen empleos nuevos, contrapuestos a otros períodos en los que muchas empresas sufren pérdidas y se ven obligadas a cerrar o a reducir su plantilla. Si utilizásemos como indicador la tasa de crecimiento del producto nacional, por ejemplo, podríamos observar períodos de algunos años en los que esa tasa es positiva y superior, digamos, al 3% seguidos por otros períodos en los que la tasa de crecimiento es más baja e incluso llega a ser negativa. Se suele distinguir en cada ciclo cuatro fases, expansión, cima, recesión y fondo. La gráfica muestra la evolución de la tasa de crecimiento económico a lo largo del tiempo en un país imaginario. En el argot económico hay un gran número de términos para describir de forma matizada la fase del ciclo en la que se encuentre la situación económica. Así, por ejemplo, si la expansión es muy fuerte, se habla de un "boom", si se sospecha que se está llegando a una cima se dirá que "estamos tocando techo". Los momentos pobres de la economía parecen querer compensarse con una gran riqueza terminológica; así, la palabra recesión suele reservarse para los descensos de la tasa de crecimiento no muy prolongados, estableciendo la diferencia con una depresión, entendida como un período más largo. Los políticos en el poder, tan aficionados a los eufemismos, han acuñado la expresión "aterrizaje suave" para referirse a lo que ellos querrían que fuera breve e imperceptible. Cuando en vez del crecimiento del PNB se consideran los índices bursátiles, una variable que suele presentar bruscos movimientos cíclicos, se utilizarán términos onomatopéyicos tales como "crac" o "crash". Si un individuo pudiera predecir con precisión las fases del ciclo económico se haría rico con gran facilidad. Quizá por ello un gran número de economistas han dedicado considerables esfuerzos a su estudio. El más prestigioso de todos ellos fue Schumpeter que recopiló la labor de todos sus predecesores. Schumpeter clasificó los ciclos según su duración en tres tipos, largo, medio y corto, a los que dio los nombres de los economistas que más se habían distinguido en su estudio: Kondratieff para los ciclos de 40-50 años, Juglar para los ciclos de 5-10 años y Kitchin para los de duración inferior. Hay muchas razones que pueden explicar la existencia de ciclos. Hay razones externas e internas al sistema económico. Entre las razones externas describiremos las del ciclo político y las del ciclo tecnológico. Entre las razones internas el más conocido es el modelo del acelerador. J.A. Schumpeter (1883-1950) La teoría del ciclo político argumenta que la periodicidad de las elecciones en los sistemas democráticos unida al poder de los gobiernos para estimular la economía, provocan ciclos económicos de duración ajustada a la de los períodos legislativos. Antes de las elecciones, el gobierno aprobará medidas expansivas, que promuevan la inversión y la creación de empleos para que en el momento de acudir a las urnas, la mayoría de los votantes esté satisfecho y apoye al partido en el poder. Esa expansión artificial provocará un exceso de demanda y tensiones inflacionistas que deberán ser corregidos mediante medidas impopulares que serán adoptadas poco después de las elecciones, cuando pueda dejarse pasar mucho tiempo antes de someterse de nuevo a la aprobación popular. La teoría del ciclo tecnológico explica la existencia de los ciclos largos de Kondratieff por existir momentos en los que la conjunción de algunos descubrimientos científicos clave permite la aparición de un grupo de nuevas tecnologías, lo que estimula fuertemente la inversión, la demanda y el empleo. Mientras los nuevos productos se hacen accesibles a un número cada vez mayor de personas en más países el ciclo continuará en su fase expansiva. Cuando los mercados estén saturados se detendrá la inversión, cerrarán empresas y se producirá la recesión a la espera de una nueva ola tecnológica. Los avances en los transportes suelen ser mostrados como claves en varios ciclos históricos: los ferrocarriles a mediados del siglo pasado, los automóviles a principios de este siglo y los aviones tras la Segunda Guerra Mundial. Muchos analistas consideran que estamos en la fase ascendente de un nuevo ciclo largo provocado por la tecnología informática desarrollada al calor de la investigación para los viajes espaciales. El modelo del acelerador El modelo del acelerador es una explicación de los ciclos económicos basada en la teoría keynesiana del multiplicador. La inversión fluctúa en mayor medida que el consumo debido a que pequeños aumentos en el consumo provocan aumentos en la inversión porcentualmente elevados. Pero para que la inversión continúe siendo positiva no es suficiente con que el consumo permanezca alto: debe continuar creciendo. Si el consumo se estanca, la inversión disminuye. Fluctuaciones de la inversión Volatilidad de la inversión El acelerador año ventas capital In Ib 1º 100 50 0 5 2º 100 50 0 5 fase estancamiento 3º 120 60 10 15 4º 140 70 10 15 5º 150 75 5 10 6º 150 75 0 7º 140 70 -5 0 8º 140 70 0 expansión Cima 5 recesión 5 fondo Imaginemos el comportamiento inversor de una empresa fabricante de jerséis. Supongamos que la empresa tiene 10 máquinas de tricotar valoradas en 50 millones de pesetas y que cada una produce jerséis por valor de 10 M.; si las máquinas tienen una vida media de diez años podemos calcular que cada año se estropeará una. Mientras las ventas se mantengan estancadas será suficiente con mantener el número de máquinas suficientes para satisfacer la demanda por lo que la inversión se limitará a reponer las máquinas que se vayan deteriorando: por tanto en el año 2º la inversión neta, IN, será cero, y la inversión bruta, IB, 5 millones. En el año 3º hay un aumento en la demanda por lo que la empresa aumenta el número de máquinas; la inversión aumenta y si el fenómeno es general en la economía, la inversión agregada tendrá un efecto multiplicador en cadena provocando nuevos aumentos en la demanda. En el año 4º continúa el aumento de la demanda al mismo ritmo por lo que la inversión permanece constante. En el año 5º la demanda aumenta en menor cuantía por lo que la inversión es menor que el año anterior; el efecto multiplicador tiene efectos contractivos sobre la demanda. En el año 6º el estancamiento de la demanda provoca nuevas disminuciones en la inversión. En el año 7º la contracción de la demanda provoca que la inversión llegue incluso a ser negativa. Finalmente, en el año 8º de los considerados es suficiente con que la contracción de la demanda se detenga para que la inversión vuelva a recuperarse iniciando así una nueva fase expansiva. Las proposiciones del modelo del acelerador pueden resumirse en las siguientes ideas: La inversión fluctúa más ampliamente que el consumo. Es más volátil. La inversión alta provoca aumento del consumo. Pero lo contrario no es cierto, el consumo alto no provoca aumento de la inversión. Para que haya inversión es necesario que el consumo esté creciendo. Para que la inversión crezca es necesario que el crecimiento del consumo se esté acelerando. Como el consumo no puede acelerarse indefinidamente, su estancamiento, aunque sea a un nivel elevado, contraerá las inversiones provocando el paso a la fase recesiva. LAS DECISIONES PÚBLICAS Poder coactivo Poder reglamentario Eficacia del Estado Principio de subsidiariedad Reconversión industrial El bien común Elección Social Mercado político Burocracia Función de bienestar social Preferencias sociales Teorema de la imposibilidad El instrumento económica es reglamentario. determinados racionales? más poderoso del Estado para influir sobre la actividad sin duda alguna el ejercicio de su poder coactivo y Pero las decisiones públicas son adoptadas por individuos ¿Quién garantiza que utilicen criterios El Estado puede establecer controles de precios, limitar el crecimiento de los salarios, regular los monopolios, defender al consumidor controlando la publicidad y la calidad de los productos, puede establecer límites a las emisiones contaminantes, planificar la distribución espacial de industrias y, sobre todo, puede reservarse para sí la producción de ciertos bienes y servicios. El Estado se encarga directamente de la producción de bienes de interés estratégico económico o militar o de los bienes públicos, aquellos que, al no poder excluir de su uso al que no pague, no serían ofrecidos en cantidad suficiente por la iniciativa privada. Este es el caso de la defensa nacional, de la enseñanza y de la sanidad, entre otros. El problema reside en que, aunque la empresa privada no lo haga bien, puede ser que el Estado lo haga aún peor. En todos los países se acusa a los gobiernos de falta de eficacia en la administración de las empresas públicas. Muchas empresas públicas sufren pérdidas un año tras otro. La explicación es que los gobiernos suelen seguir el principio de la subsidiariedad, encargándose de producciones que no resulten rentables a la empresa privada. Los gobiernos se hacen cargo frecuentemente, para evitar la pérdida de puestos de trabajo, de gestionar empresas que la iniciativa privada haya administrado de forma descuidada hasta dejarlas obsoletas y a punto de cerrar. Resultan muy onerosas la reconversión y adaptación de las industrias a las exigencias de la competencia en una economía cada vez más global. Los gobiernos se suelen encargar de las inversiones necesarias para la reconversión de estas empresas procediendo a privatizarlas una vez que han vuelto a ser rentables. Las decisiones del Estado las toman los políticos que están en el poder. Todo el mundo encuentra lógico que los consumidores y los empresarios adopten sus decisiones en función de su propio interés, sin embargo se tiende a considerar que los políticos deciden en función del bien común. Eso no ocurre en la realidad. En el mundo real los políticos adoptan sus decisiones en función de sus propios intereses, como todo el mundo. Esto no es una alusión a los políticos corruptos que utilizan su poder para enriquecerse de forma deshonesta; un político absolutamente honrado en un país democrático se esforzará en ser reelegido y en que su partido obtenga más votos. Lo que ocurre es que en los países democráticos donde hay libertad de prensa, los intereses de los políticos suelen coincidir con los intereses de la mayoría de la población. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Pues por arte es creado ese enorme LEVIATHAN llamado BIEN COMÚN o ESTADO (en latín, CIVITAS), que no es sino un hombre artificial, aunque de mayor estatura y fuerza que el natural, para cuya protección y defensa existe; y en el que la soberanía es un alma artificial, dando vida y movimiento a todo el cuerpo; los magistrados y otros funcionarios de la judicatura y penitenciaría, artificiales articulaciones; (..) la propiedad y riquezas de todos los miembros particulares son la fuerza; la salud del pueblo (su seguridad) es su empresa; (..) equidad y leyes, una razón artificial y voluntad; concordia, salud; rebelión, enfermedad; y guerra civil, muerte. (Hobbes, Leviathan) El análisis económico del comportamiento político es el objeto de una rama especializada de nuestra ciencia: la Elección Social o Public Choice uno de cuyos más destacados líderes y teóricos es Buchanan. Para esta corriente, los sistemas democráticos pueden ser vistos como mercados en los que los partidos políticos son empresas que ofrecen servicios administrativos a la comunidad. En su publicidad dicen qué harán y cómo lo harán. Tratan de captar el mayor número posible de clientes-votantes. Cuando están en posiciones de poder —local, regional o estatal— tratan de satisfacer los deseos del mayor número posible de ciudadanos con el fin de maximizar el número de votos en las siguientes elecciones. El mercado político presenta unas interesantes peculiaridades. Al parecer en ese mercado existen fuertes economías de escala por lo que hay tendencia a que se reduzca el número de partidos hasta convertirse en un oligopolio o duopolio. El posicionamiento de los partidos políticos con respecto a los problemas sociales se realiza con criterios muy similares a los que utilizan las empresas para establecerse geográficamente cerca de los consumidores. En la figura se representan las opiniones del electorado sobre la conveniencia de la intervención del estado en la economía de un país a lo largo de una línea horizontal. La posición de extrema izquierda significa que el estado debe asumir el control total de la economía, que controle el 100%. En el extremo derecho de la línea se posicionan los que quieren que el estado se abstenga de cualquier intervención, que controle el 0%. Supongamos que en ese país hay sólo dos partidos políticos: uno de derechas y otro de izquierdas. Los partidos, mediante declaraciones públicas, definen sus programas políticos especificando el porcentaje de la economía que pondrán en manos del estado si son elegidos para ocupar el gobierno. Los votantes, si actúan racionalmente, elegirán aquel partido cuya propuesta esté más próxima a sus opiniones. Si el partido de la izquierda propone una intervención del 66% y el de derechas una intervención del 0%, el partido de izquierdas será votado por todos los votantes que se encuentren más próximos, los situados entre el 100% y el 33,3%. Para impedir la victoria de la izquierda y ganarse a los votantes del centro, el partido de la derecha empezará a suavizar sus posiciones aumentando el porcentaje de intervención económica de su programa. Llevando a sus últimas consecuencias este razonamiento llegamos a la conclusión de que en los sistemas políticos bipartidistas existe una tendencia a que ambos partidos propongan soluciones políticas muy parecidas y situadas en el centro del espectro político. Ver también: Mª D. López González, J. Rodrigo Hitos y I. Lillo Villalobos Localización de puntos en un modelo de competición entre dos partidos políticos En el caso de sistemas pluripartidistas esta tendencia a ocupar el espacio de centro queda suavizada por la amenaza de los partidos extremistas que recogen el voto abandonado por un excesivo desplazamiento hacia el centro. Por el contrario, los sistemas de elección no proporcionales y que penalizan las minorías, refuerzan la tendencia hacia la moderación de los partidos mayoritarios. Por otra parte, la burocracia, los funcionarios no sometidos a elección, adopta también decisiones y sus motivaciones pueden ser diferentes de la de los políticos. Mientras que el político trata de maximizar el número de votos obtenidos, el burócrata trata de maximizar su poder. Buscará así que su departamento obtenga un presupuesto más alto, que haya más funcionarios a sus órdenes, que pueda disponer de mejores medios materiales. Otro problema puesto en evidencia por los teóricos de la elección social es la intransitividad de las preferencias sociales. Aunque todos los individuos de un grupo sean racionales y con preferencias transitivas, las decisiones tomadas democráticamente por el grupo pueden ser intransitivas, es decir, irracionales. Recuérdese que en el Tema 3, al hablar de las características de los mercados de competencia perfecta, explicamos que las preferencias de un individuo son transitivas si prefiriendo A a B y B a C, prefiere A a C. Supongamos ahora que la junta directiva de una fundación benéfica, formada por tres individuos, tiene que decidir si gasta su dinero en subvenciones a trabajadores en paro (alternativa A), en crear empleo organizando una empresa (alternativa B) o en formación profesional para los desempleados (alternativa C). Los tres individuos son racionales y sus preferencias son por tanto transitivas. El primero de ellos prefiere A a B, B a C y, consecuentemente, A a C. El segundo prefiere B a C, C a A y por tanto B a A. El tercero prefiere C a A, A a B y C a B. Si en la junta se somete a votación las alternativas A y B resultará que la mayoría (individuos primero y tercero) preferirán A a B. Si las alternativas sometidas a votación son la B y la C la mayoría (individuos 1º y 2º) preferirá B a C. Para que las preferencias de la junta fuesen transitivas sería ahora necesario que A fuese preferido a C pero si se someten a votación esas alternativas resultará que la mayoría (individuos 2º y 3º) prefieren C a A. Algunos autores han planteado la posibilidad de elaborar una función de bienestar social basada en las ordenaciones de preferencia de todos los miembros de la sociedad. Esto sería algo muy parecido a una definición matemática de "bien común". K.J. Arrow (1921-), premio Nobel de Economía, ha demostrado lo que se conoce por el teorema de la imposibilidad que afirma que es imposible elaborar una función de bienestar social que satisfaga ciertas condiciones elementales como la de no-dictadura y la optimalidad paretiana. El dinero y la política monetaria Introducción y objetivos La importancia del dinero en la economía es evidente para cualquier profano en la materia. El caso es que, si profundizamos en el estudio de nuestra ciencia, llegamos a valorarlo aún más. Pero cuando profundizamos en su estudio, tendremos cada vez menos claro lo que es el dinero. ¿Tiene algo que ver con el oro? ¿Que es lo que respalda el valor de los billetes de papel que manejamos? Sea como sea, la manipulación de las variables monetarias es el principal instrumento de que se vale nuestra sociedad en la búsqueda de un crecimiento estable. ¿Cuáles son los efectos de que aumente o disminuya la cantidad de dinero en circulación? ¿Se pueden manipular los tipos de interés? ¿Cómo? ¿Que consecuencias tienen las variaciones en los tipos de interés? Las cuestiones más importantes de este tema son, en cualquier caso, la descripción de los mecanismos que utiliza la autoridad monetaria para la implementación de su política. El alumno tiene que ser capaz de entender con absoluta claridad las operaciones monetarias. Para ello tiene que conocer bien qué es el dinero, cómo se crea, cómo se multiplica, cómo funciona y cómo actúan los bancos centrales. El dinero en la economía En nuestro recorrido por los problemas económicos hemos estado eludiendo el dinero a pesar de su evidente importancia. Ahora, armados ya de un amplio bagaje conceptual, ha llegado el momento de abordar su estudio y comprender cómo es creado, cómo actúa su mágico poder y cómo puede encauzarse su fuerza creativa de forma útil y benéfica. Imaginémonos la gran cantidad de problemas que se les planteaban a los miembros de las sociedades primitivas que carecían de dinero y tenían que utilizar el sistema del trueque. Un cazador que desea adquirir un cuenco de barro se dirige al taller de un alfarero. Sólo puede pagarle con los productos de su trabajo, a saber, con las pieles o con la carne de los animales capturados, por lo que camina agobiado por el peso de las mercancías que ofrece. Si el alfarero no necesita pieles ni carne, si no se produce la coincidencia simultánea de necesidades recíprocas no será posible el intercambio. El alfarero, aunque de momento no necesita de los productos del cazador, se muestra dispuesto a aceptar alguno para conservarlo para futuros intercambios, pero para ello no sirve la carne que sufriría pérdida rápida de su valor. Aceptaría por tanto una piel, pero el cazador puede considerar que no hay coincidencia de valores de las mercancías a intercambiar. La piel de un animal es indivisible, perdería valor si se la fraccionase, por lo que no sirve para adquirir minucias. Desde el Neolítico se pudo disponer de un tipo de mercancía, los metales, que, de no ser tan escasa, podía solucionar todos estos problemas ya que disfrutaba de las características exigibles al dinero: Aceptación universal. El dinero tiene que ser una mercancía deseable por todos. Fácil de transportar. Que acumule mucho valor en poco peso y que no requiera recipientes frágiles. No vale por tanto el aceite ni el vino. Divisible. Que sirva para adquirir mercancías caras y baratas. Que pueda ser fraccionado sin pérdida de su valor. Incorruptible. La característica que ha resultado ser más difícil de conseguir: que no pierda valor con el paso del tiempo. La humanidad ha utilizado una amplia variedad de mercancías como dinero. Conchas marinas en algunas islas del Pacífico, piedras talladas en África, hojas de tabaco en Norteamérica antes de su independencia, cigarrillos en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Pero las mercancías más usadas han sido indudablemente los metales: el hierro, el oro y sobre todo, la plata. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Todas las jóvenes de Lidia se prostituyen, y con ello se procuran su dote; así, disponen después de sus personas como consideran adecuado. (..) Las maneras y las costumbres de los lidios no difieren esencialmente de las de Grecia, salvo en esta prostitución de las muchachas. Son el primer pueblo de que se tiene noticia que acuñó oro y plata en monedas para el comercio al por menor. (Heródoto, Clío, siglo V a.c.) Hay aún otra característica exigible al dinero y difícil de conseguir, el fácil reconocimiento de su valor. Como el valor de los metales puede ser adulterado mediante aleaciones que reduzcan su ley, los gobernantes comenzaron a poner en algunas piezas de metal un sello para garantizar su peso y pureza. Surgieron así las primeras monedas. La referencia más antigua que disponemos de la acuñación de monedas procede del historiador griego Heródoto (484-425 a.c.) según la cual la primera acuñación se habría producido en Lidia, un reino situado en lo que ahora es Turquía, hacia el siglo VIII a.c. Las características citadas son imprescindibles para que el dinero pueda cumplir sus funciones: Medio de cambio y pago. Elimina el engorroso sistema de trueque permitiendo el intercambio de mercancías y el pago de deudas. Depósito de valor. Los rendimientos resultantes del trabajo se pueden acumular en forma de dinero para poder adquirir bienes y servicios en el futuro. Unidad de medida. Al establecer la equivalencia en dinero de cualquier bien y servicio ofrecido en el mercado, se convierte en un patrón universal que permite la comparación precisa de los valores de diferentes mercancías. En las sociedades modernas existen muchos instrumentos que cumplen esas funciones, tantos que en ocasiones resulta difícil distinguir si un cierto instrumento financiero es dinero o no. Además, la tecnología electrónica está impulsando la aparición continua de nuevos medios de pago lo que dificulta aún más la tarea de medir la cantidad de dinero que circula por un país. Podemos distinguir varias formas de dinero. "La Nación pagará al portador y a la vista por medio del Banco de la Nación Argentina..." El efectivo en manos del público está formado por las monedas y billetes que tienen las familias en sus bolsillos o en sus huchas. No se incluyen aquí las monedas y billetes que haya en las cajas de los bancos. Las monedas están acuñadas en piezas de metal cuyo valor intrínseco es muy inferior a su valor facial. En ocasiones aparecen emisiones conmemorativas en metales nobles — oro, plata o platino— que reciben la consideración legal de monedas pero que, al ser su valor intrínseco superior al facial, no se utilizan como medio de pago; son tan sólo medallas que no deben ser consideradas dinero. Los billetes impresos en papel no tienen más respaldo que la Ley. Hace años, los billetes llevaban impreso un mensaje que decía: "El Banco X pagará al portador...", pero en realidad no había ni hay nada diferente que dar a cambio. Por si alguien tiene aún dudas al respecto lo diremos muy claro: el oro que pueda haber en Fort Knox no cubre ni pretende cubrir los billones de dólares en efectivo que circulan por el mundo; el valor del oro acumulado en los sótanos de cualquier banco central es muy inferior al de los billetes que haya emitido ese mismo banco. Los depósitos bancarios, es decir, las cuentas corrientes, de ahorro y a plazo, son dinero aunque, en vez de estar incorporados en un soporte físico metálico o de papel, consistan tan sólo en apuntes contables archivados en los soportes magnéticos de un ordenador. Son dinero porque pueden ser movilizados como medio de pago mediante cheques o tarjetas plásticas. Algunas cuentas son más líquidas que otras, es decir, son más rápidamente convertibles en medio de pago; convendrá por tanto distinguir entre los diversos tipos de cuentas —corrientes, de ahorro, a plazo— cuando se necesite establecer mediciones precisas del dinero. CLASES DE DINERO M1 Efectivo en manos del público Monedas Billetes M2 M3 Depósitos a la vista M4 Depósitos de ahorro Depósitos a plazo "Cuasi-dinero" Otros instrumentos financieros pueden ser también utilizados como medio de pago y deben por tanto ser contabilizados como dinero. Las Letras y Pagarés del Tesoro, por ejemplo, son transformables fácil y rápidamente en el mercado secundario en otros instrumentos más líquidos. Según se contabilicen instrumentos más o menos líquidos encontramos por tanto diferentes definiciones o clases de dinero que, por convención, son designadas mediante una 'M' y un número. Así, M1 está formado por el efectivo más los depósitos a la vista, es decir, las cuentas corrientes. M2 incluye a M1 más los depósitos o cuentas de ahorro. M3 incluye también los depósitos a plazo. M4 incluye además al llamado "cuasi-dinero", es decir, Pagarés del Tesoro, certificados de depósito y otros instrumentos financieros muy líquidos. M3 recibe también el nombre de disponibilidades líquidas. M4 recibe el nombre de Activos Líquidos en manos del Público (ALP), a los que se alude en la jerga de los expertos como "Los Alpes". ESTAS FUERON SUS PALABRAS Una discusión sobre dinero entraña una gruesa capa de encantamiento sagrado. Esto es, en parte, deliberado. Los que hablan de dinero y enseñan sobre él y se ganan la vida con él, adquieren prestigio, estima y ganancias pecuniarias de una manera parecida a como los adquieren un brujo o un hechicero al cultivar la creencia de que están en relación privilegiada con lo oculto, de que tienen visiones de las cosas que no están al alcance de las personas corrientes. Aunque profesionalmente remunerador y personalmente provechoso, esto es también una forma conocida de fraude. Nada hay en el dinero que no pueda ser comprendido por una persona razonablemente curiosa, activa e inteligente. Nada hay en las páginas que siguen que no pueda comprenderse de este modo. (..) La mayoría de las cosas de la vida — los automóviles, las amantes, el cáncer— sólo son importantes para aquellos que las tienen. En cambio el dinero es tan importante para los que lo tienen como para los que carecen de él. Por consiguiente, los dos tienen interés por comprenderlo. Y los dos deberían iniciar la lectura plenamente convencidos de que pueden hacerlo. (John Kenneth Galbraith, El Dinero, 1975) Creación y circulación del dinero Al parecer, la palabra "banco" procede de los que utilizaban los cambistas para trabajar en las plazas públicas en las ciudades italianas medievales. El oficio de cambista era entonces una profesión muy especializada que requería amplios conocimientos ya que las docenas de pequeños Estados existentes entonces mantenían en circulación centenares de diferentes monedas que eran aceptadas para el comercio, no por su valor facial, sino por el peso y ley del metal en que se acuñaban y que sólo un experto discernimiento podía establecer. Pero las actividades de crédito tuvieron posiblemente su origen en los orfebres. El cuidado del material que trabajaban estos artesanos requería que dispusiesen en sus talleres de cajas fuertes, muy poco comunes en aquella época. Así, algunos comerciantes les pedían que guardaran sus caudales, primero de forma extraordinaria, quizá con motivo de un viaje, después cada vez de forma más estable, pagando en cualquier caso por el servicio de custodia. Los primeros banqueros entregaban a cambio de los depósitos unos recibos o billetes que pronto empezaron a ser utilizados como medios de pago, eludiendo así el engorro y el peligro de trasladar físicamente los depósitos. Como el dinero permanecía depositado mucho tiempo en las arcas, resultaba posible realizar algunos préstamos con el consentimiento del depositante que podía reducir así sus costes e incluso obtener un pequeño interés. Finalmente, los banqueros descubrieron la posibilidad de emitir billetes y realizar préstamos en cuantía superior a los fondos que mantenían en depósito. A pesar de la oposición popular y la persecución legal de dichas prácticas, la magia de la creación del dinero había empezado a funcionar. Porque los banqueros crean dinero. A partir del depósito de una cantidad, el mecanismo del crédito provoca su multiplicación y el crecimiento de la cantidad de dinero existente. Veamos despacio el funcionamiento de ese mecanismo. Cuando un cliente realiza un depósito en la cuenta de un banco, una parte del importe depositado será destinado a reservas y el resto puede ser destinado para préstamos a otros clientes. Las reservas tienen como finalidad mantener la liquidez y la solvencia del banco, poder atender a las retiradas de fondos que los clientes soliciten y cumplir con la normativa emanada del banco central. La proporción de los depósitos que se destina a ese fin se llama coeficiente de reservas. Cambista representado en una miniatura del siglo XI Los bancos conservan parte de sus reservas en la caja para operaciones diarias y el resto lo mantiene depositado en el banco central. El efectivo en poder de los bancos no debe ser considerado dinero para evitar la doble contabilización; sólo es dinero lo que puede ser gastado y sólo puede ser gastado lo que está a disposición del público, es decir, los depósitos o cuentas. El multiplicador bancario Contabilidad del Banco X Activo Pasivo 20,00 Reservas 80,00 Préstamo Sr. B c/c Sr. A........ 100,00 Contabilidad del Banco Y Activo Pasivo 16,00 Reservas 64,00 Préstamo Sr. C c/c Sr. B........ 80,00 Contabilidad del Banco Z Activo Pasivo 12,80 Reservas 51,20 Préstamo Sr. D c/c Sr. C........ 64,00 Supongamos que el coeficiente de reservas es del 20%. Si el Sr. A deposita 100 millones de pts. en el Banco X, éste destinará 20 a reservas y podrá destinar los 80 restantes a prestarlos al Sr. B. El Sr. B deposita lo que ha percibido en el Banco Y que destinará un 20%, 16 millones, a reservas y los 64 M. restantes para prestarlos al Sr. C. En el cuadro adjunto se describen los apuntes contables a que dan origen las tres primeras fases de estas operaciones. Si el proceso continúa indefinidamente en la misma forma, el dinero a disposición del público será 100 + 80 + 64 + 51,2 + ... = 500 Se trata de una progresión geométrica. La suma de todos sus términos es el primero multiplicado por el inverso del coeficiente de reservas. Sin embargo hay un fenómeno que puede interrumpir o reducir el efecto multiplicador. Si uno de los clientes decidiera conservar su dinero en una hucha en vez de depositarlo en un banco el proceso quedaría interrumpido. Si todos los clientes deciden quedarse con parte del dinero en su bolsillo, el efecto multiplicador será menor. La proporción de dinero que el público desea tener en sus bolsillos depende de su preferencia por la liquidez. Si llamamos m al multiplicador monetario, r al coeficiente de reservas y l al coeficiente de liquidez mantenida por el público, se puede deducir la siguiente fórmula: Este multiplicador es, como veremos a continuación, de una importancia fundamental y debe ser cuidadosamente estimado, tenido en cuenta y manipulado por los bancos centrales para la elaboración de la política monetaria. El dinero y el producto nacional Un billete o una moneda en particular pueden ser usados varias veces al año para adquirir diferentes cosas. Se llama velocidad de circulación del dinero al número de veces que, como media, es utilizado el dinero en un país en un período de tiempo determinado. Supongamos que en un país, en un año, se han vendido cosas por valor de 100 billones, pero que la cantidad de dinero en ese tiempo ha sido tan sólo de 20 billones. Es evidente que, de media, el dinero ha sido usado cinco veces, es decir, la velocidad de circulación ha sido cinco. El concepto de velocidad del dinero permitió establecer la llamada ecuación cuantitativa, la base teórica fundamental del monetarismo. El valor de todos los bienes y servicios producidos en un país en un período de tiempo de terminado, es decir, el producto nacional, será la cantidad producida, Q, multiplicada por su precio, P. Para adquirirla habrá sido necesario utilizar una cantidad de dinero, M, un número de veces, V. Por tanto Una estátera de plata de Corinto, con su alado Pegaso, parece oportuna ilustración para la velocidad de circulación del dinero. La velocidad de circulación de dinero fue considerada constante, por lo que el crecimiento en la parte izquierda de la ecuación, el producto nacional, requería el aumento de la cantidad de dinero. O, invirtiendo los términos, si aumentamos la cantidad de dinero, conseguiremos ineludiblemente que aumente el producto nacional. Eso es cierto. Es un hecho matemático incuestionable. Una forma infalible de aumentar el producto nacional es aumentar la cantidad de dinero en circulación. El problema está en que la expresión PxQ es el producto nacional en términos nominales. Es decir, que el aumento de M puede provocar sólo el aumento de P y no de Q. En palabras llanas, el aumento en la cantidad de dinero puede que se traduzca tan sólo en un aumento del nivel de precios, en inflación, y no en el aumento de las cantidades realmente producidas. La misma argumentación nos permite ver el lado positivo: la disminución de la oferta monetaria puede provocar la disminución de los precios. Es decir, la inflación puede ser controlada también manipulando la cantidad de dinero en circulación. En realidad la cantidad de dinero influye sobre ambas variables, aunque, según indica la experiencia, la influencia en más directa y más intensa sobre el nivel de precios que sobre el producto real. Actualmente se considera que la política monetaria debe ir dirigida principalmente al control de los precios mientras que el fomento de la producción debe buscarse mediante instrumentos fiscales. La política monetaria en cualquier caso es un poderoso instrumento de que dispone el Estado, en concreto el banco central, para manipular el producto nacional y el nivel de precios. En hábil conjunción con la política fiscal cualquier problema económico debería ser fácilmente resuelto... aparentemente. Funciones del banco central Los bancos centrales constituyen la autoridad monetaria. Aunque todos los objetivos de la política económica son también suyos, su consideración prioritaria es la estabilidad de los precios y el tipo de cambio. La tendencia actual en los países occidentales es a reforzar aún más la tradicional independencia de los bancos centrales con respecto a los gobiernos para garantizar así la estabilidad económica. Sede del Banco Central Europeo en Frankfurt En los países de la Unión Europea que han entrado en la UEM, las funciones de banco central las cumple el Banco Central Europeo y el Sistema Europeo de Bancos Centrales que será estudiado en detalle más adelante. En los Estados Unidos, las funciones del banco central las cumple el Sistema de Reserva Federal. En general, en todos los países, las funciones que se asignan a los bancos centrales son las siguientes: Política monetaria. Los bancos centrales están encargados de analizar la situación económica del país y, como conclusión de ese análisis, diseñar las estrategias de la política monetaria con el objetivo principal de garantizar la estabilidad monetaria. Otros objetivos económicos, tales como crecimiento o pleno empleo, serán para el banco secundarios con respecto a la estabilidad. El diseño de estrategias de política monetaria significa planificar la evolución de variables que pueden ser controladas por el banco central: tipos de redescuento, cantidad de dinero en circulación, coeficientes bancarios, etc. El objetivo de la estabilidad tiene una doble vertiente interior y exterior; la estabilidad interior se refiere a la estabilidad de precios internos, es decir, a la lucha contra la inflación; la estabilidad exterior se refiere a la estabilidad de los precios externos, es decir, la estabilidad de los tipos de cambio de divisas. Regulación de la circulación fiduciaria. Los bancos centrales se encargan de poner en circulación los billetes y las monedas acuñadas, retirando los deteriorados y garantizando un suministro de efectivo adecuado a las necesidades del comercio. Banco de bancos. Custodian las reservas de la banca privada y controlan su volumen; determinan los coeficientes de reservas, es decir, el porcentaje de los depósitos que la banca privada debe destinar a reservas. Los bancos centrales prestan dinero a la banca privada en cantidad y a tipo interés que se determina en función de las estrategias de la política monetaria. Coordinan e intervienen el mercado interbancario, es decir, conocen y controlan los préstamos que los bancos privados se conceden entre sí. Control e inspección. Los bancos centrales diseñan las normas de funcionamiento de la banca privada. Autorizan la apertura de nuevos bancos y entidades de crédito, inspecciona su funcionamiento y las sanciona en su caso. Control de cambios. Centralizan las reservas de divisas lo que incluye no sólo las monedas y billetes emitidos por el extranjero sino también las cuentas en instituciones bancarias y los efectos a cobrar en el exterior. Gestionan los cambios de divisas, controlan todos los cobros y pagos internacionales; frecuentemente se encargan de elaborar la Balanza de Pagos. Asesoramiento. Los bancos centrales elaboran informes y mantienen publicaciones periódicas de carácter estadístico. Los informes oficiales del banco central sobre la situación económica del país suelen tener un gran efecto sobre las expectativas empresariales y las previsiones del gobierno, influyendo por tanto en las decisiones de inversión privada y de gasto público. Es muy frecuente que unas declaraciones del presidente del Banco Central Europeo o de la Reserva Federal USA provoquen fuertes movimientos en las bolsas y en los tipos de cambio de todo el mundo. ¿Banquero del gobierno?. Los bancos centrales han sido históricamente responsables de custodiar las reservas del estado y, frecuentemente, de gestionar el crédito al sector público y administrar las emisiones de deuda pública. Este tipo de funciones está cada vez más limitada para garantizar la independencia de los bancos centrales con respecto a los gobiernos. Hace algunas décadas (y aún ahora en los países menos avanzados) los gobiernos tenían (tienen) el poder de obligar al banco central a concederle préstamos. Esa falta de independencia de los bancos centrales dificulta conseguir el objetivo de la estabilidad monetaria que en esas condiciones queda subordinado a los objetivos de los gobiernos. Funciones del Banco de España La introducción del euro como moneda única y la constitución del Eurosistema han supuesto para el Banco de España una redefinición de algunas de sus tareas, si bien mantiene aquellas que le otorga la Ley de Autonomía como Banco Central Español. Teniendo en cuenta esa doble vertiente, las principales funciones que se le asignan son: 1. Definir y ejecutar la política monetaria de la zona euro, cuyo objetivo principal es mantener la estabilidad de precios en el conjunto del área. Las decisiones de política monetaria se toman de manera conjunta en el Consejo de Gobierno del BCE, en el que participa el Gobernador del Banco de España, son puestas en práctica por los Bancos Centrales Nacionales y se reflejan, de manera práctica, en la aplicación de un mismo nivel de los tipos de interés en la zona del euro. 2. Realizar las operaciones de cambio de divisas del Eurosistema. 3. Poseer y gestionar las reservas exteriores oficiales del Estado Español y las que los países de la zona euro han puesto en común a través del BCE. 4. Promover el buen funcionamiento de los sistemas de pagos de la zona euro y nacionales. 5. Emitir los billetes de curso legal. Siguiendo un esquema descentralizado, el BCE autoriza la emisión de billetes, mientras que su puesta en circulación es llevada a cabo por los Bancos Centrales Nacionales. 6. Poner en circulación la moneda metálica y desempeñar las demás funciones que el Estado le encomiende al respecto. 7. Fomentar el buen funcionamiento y estabilidad del sistema financiero. 8. Supervisar la solvencia y el cumplimiento de la normativa específica de las entidades de crédito y de otras entidades y mercados financieros cuya supervisión le haya sido atribuida por la legislación vigente. 9. Elaborar, publicar las estadísticas relacionadas con sus funciones y asistir al BCE para la recopilación de la información estadística necesaria. 10. Prestar los servicios de Tesorería y agente financiero de la Deuda Pública al Estado. 11. Asesorar al Gobierno, tanto en la elaboración de regulación que afecte a las entidades supervisadas como en la realización de informes y estudios que resulten procedentes. 12. Dictar normas en lo que se refiere al ejercicio de sus funciones. Estas normas se denominan ―Circulares monetarias‖ (si se refieren a asuntos relacionados con la política monetaria) o ―Circulares‖. Ambas se publican en el Boletín Oficial del Estado (BOE). 13. Desempeñar la representación española en organismos, instituciones y foros económicos multilaterales en los que se traten asuntos relacionados con sus funciones. El balance del banco central El ejercicio de las funciones de emisión, crédito y custodia, da origen a apuntes contables cuya situación en un momento determinado queda reflejada en el balance del banco central. Un breve análisis de las partidas de ese balance nos va a permitir comprender el concepto de base monetaria y la forma de manejar la política monetaria. Balance del banco central Activo 1- Reservas en oro y divisas 2- Préstamos al sector público 3- Préstamos a la banca privada 4- Otros activos Pasivo Efectivo en manos del público -5 Efectivo en poder de bancos -6 Depósitos de la banca privada -7 Depósitos del sector público -8 Otros pasivos -9 En el pasivo se anotan las deudas que el banco tiene contraídas e incluye por tanto las reservas que la banca privada haya depositado, los depósitos realizados por las administraciones públicas y los billetes y monedas en circulación. Todo el pasivo está globalmente respaldado por todo el activo, su contrapartida contable, ya que sus sumas coinciden. En cierto sentido, por tanto, el oro sirve parcialmente de respaldo al circulante. Las reservas incluyen también todos los créditos que el banco tenga sobre entidades extranjeras. En el apartado de préstamos al sector público se anotarán los créditos concedidos a las administraciones públicas así como los títulos de deuda pública que el banco central tenga en su poder. Entre los préstamos a la banca privada hay que distinguir el redescuento, préstamos con la garantía de los efectos descontados a los particulares, y los préstamos de regulación que son un instrumento fundamental para la política monetaria. La identidad contable entre activo y pasivo se produce debido a que cualquier aumento o disminución en una partida del activo implicará aumentos o disminuciones de igual cuantía en las partidas del pasivo. "El Banco de España pagará al portador..." la fórmula de los billetes antiguos mostraba claramente que el efectivo en circulación es un título de crédito frente al banco central que éste debe anotar en su pasivo. Se llama base monetaria al total del crédito privado sobre el banco central, esto es, a la suma del efectivo en manos del público, el efectivo en poder de los bancos y los depósitos de la banca privada. Obsérvese que la suma de estas dos últimas partidas componen las reservas de la banca privada. Además, como la suma del activo y del pasivo son necesariamente iguales, la base monetaria es también igual al activo menos las cuentas no monetarias del pasivo. Representando las partidas del balance por su número de orden en el cuadro "Balance del banco central" podemos definir contablemente el efectivo en circulación, las reservas bancarias y la base monetaria tal como se hace en el siguiente cuadro. Efectivo en circulación = 5 + 6 Reservas bancarias = 6 + 7 Base Monetaria = 5 + 6 + 7 Veamos ahora el cuadro resumen de los agregados monetarios y crediticios en el que se puede analizar la relación entre base monetaria, y las diversas posibles definiciones de dinero y oferta monetaria. La expresión "circulación fiduciaria" equivale a la de "efectivo en circulación". "Activos de caja del sistema bancario" es una expresión técnica que para aludir a lo que hemos llamado arriba "reservas bancarias". Balance del Banco Central Europeo Estado financiero semanal consolidado del Eurosistema al 20 de febrero de 2004 (en millones de euros) ACTIVO Oro y derechos en oro Activos en moneda extranjera frente a no residentes en la zona del euro Activos en moneda extranjera frente a residentes en la zona del euro Activos en euros frente a no residentes en la zona del euro Préstamos en euros concedidos a entidades de crédito de la zona del euro en relación con operaciones de política monetaria Otros activos en euros frente a entidades de crédito de la zona del euro Valores emitidos en euros por residentes en la zona del euro Créditos en euros a las Administraciones Públicas Otros activos 130.343 171.198 17.551 7.312 275.029 PASIVO Billetes en circulación 417.506 Depósitos en euros mantenidos por 131.030 entidades de crédito de la zona del euro en relación con operaciones de política monetaria Otros pasivos en euros con 256 entidades de crédito de la zona del euro Certificados de deuda emitidos 1.054 Depósitos en euros de otros residentes en la zona del euro 56.656 1.434 Pasivos en euros con no residentes en la zona del euro 9.325 66.094 Pasivos en moneda extranjera con residentes en la zona del euro Pasivos en moneda extranjera con no residentes en la zona del euro Contrapartida de los derechos especiales de giro asignados por el FMI Otros pasivos Cuentas de revalorización 422 42.604 105.366 10.560 5.757 52.457 69.141 Total activo 816.931 Capital y reservas Total pasivo 62.767 816.931 La manipulación de la base monetaria Analicemos ahora algunas operaciones que amplían la base monetaria y su efecto sobre el balance del banco central. Las exportaciones provocan entrada de divisas y el aumento en las reservas del banco central. Los exportadores entregan al banco central por intermedio de la banca privada las divisas que perciben por sus productos, para recibir a cambio pesetas en forma de billetes o de cuentas bancarias. Por tanto, si hay saldo positivo en el comercio exterior porque las exportaciones superen a las importaciones, las reservas en divisas aumentarán provocando un aumento en igual cuantía en el circulante o en los depósitos de la banca privada. Si el banco central adquiere títulos de deuda pública, lo que recibe el nombre de operaciones de mercado abierto, aumentará simultáneamente el activo en la cuenta de crédito sobre el sector público y por el mismo importe alguna de las partidas del pasivo según la forma de pago que se haya adoptado. El aumento del crédito a la banca privada, por ejemplo, mediante subasta de Certificados de Depósito, también aumentará simultáneamente cuentas de activo y pasivo. Es fácil a partir de lo dicho comprender cómo se producen las operaciones inversas, las operaciones que contraen la base monetaria: saldos negativos en el comercio exterior, venta de títulos en operaciones de mercado abierto y disminuciones en el crédito a la banca privada. Conviene tener presente que los superávits o déficits del comercio exterior son consecuencia de decisiones externas al banco central, mientras que las otras, las operaciones de mercado abierto y la regulación del crédito a la banca privada, son decisiones internas adoptadas directamente por la autoridad monetaria. Hans Memling (1435-1494): Retrato de hombre con una moneda romana. Operaciones que modifican la BASE MONETARIA crece por disminuye por la decisión es Comercio exterior con superávit deficitario externa Mercado abierto compra venta interna Crédito bancario aumento disminución interna El mercado del dinero Como acabamos de ver, la cantidad de dinero existente u oferta monetaria esta formada por el efectivo en manos del público y los depósitos que éste mantiene en los bancos. Esa cantidad de dinero crece o disminuye por efecto del crédito bancario y de la preferencia por la liquidez del público, que determinan conjuntamente el valor del multiplicador monetario. La oferta monetaria, OM, es por tanto el resultado de la expansión de la base monetaria, BM, por efecto del multiplicador monetario, m. El coeficiente de liquidez, l, depende de los gustos del público pero el coeficiente de reservas, r, puede ser determinado por la autoridad monetaria. Si el banco central autoriza que los bancos operen con menos reservas, éstos podrán disponer de más dinero para prestar, aumentando el efecto multiplicador. El banco central dispone por tanto de tres instrumentos de control de la oferta monetaria: las operaciones de mercado abierto y los créditos a la banca privada, que modifican la base monetaria, y la manipulación del coeficiente legal de reservas, que modifica el multiplicador monetario. Romerswaal pintó en el siglo XVI este retrato de un cambista y su mujer En consecuencia, la oferta de dinero, OM, está determinada por el banco central. Analicemos ahora la forma de la demanda de dinero. El dinero puede ser considerado como una mercancía útil como medio de pago y como forma de conservar valor ahorrado. El precio de esa mercancía es el tipo de interés, es decir, lo que hay que pagar para poder disponer de ella o el coste que tiene no darle un uso fructífero. El tipo de interés, como los precios de todas las mercancías, viene determinado por la conjunción de la oferta y la demanda. Si el tipo de interés es muy alto, los individuos no querrán tener su dinero en huchas o en cuentas corrientes improductivas, sino que procurarán tener sus ahorros en los títulos de mayor rentabilidad aunque ello suponga pérdida de liquidez; además, conseguir dinero para adquirir bienes tendrá un coste elevado por lo que los consumidores retrasarán sus decisiones de compra demandando por tanto menos dinero. Si los tipos de interés son bajos, por el contrario, no habrá estímulos para que los consumidores renuncien a la comodidad de tener sus ahorros en forma líquida, en efectivo o en cuentas corrientes; si el precio del dinero es bajo, los que no tengan suficiente para sus deseos de consumo inmediato encontrarán conveniente pedirlo a otros. Por tanto la función de demanda de dinero, DM, es, como todas las funciones de demanda, decreciente. El mercado de dinero: La demanda es decreciente y la oferta es completamente rígida por ser fijada por la autoridad monetaria. El punto de cruce entre ambas determinará el tipo de interés de equilibrio ie. Si el banco central aumenta la cantidad de dinero ofertado, el tipo de interés bajará; si disminuye la oferta monetaria, el tipo de interés subirá. Si el banco central desea elevar los tipos de interés, podrá disminuir la cantidad de dinero que periódicamente presta a la banca privada por lo que ésta se verá obligada a reducir los préstamos a sus clientes. Otro método, en fin, será aumentar el coeficiente legal de reservas, es decir, obligar a la banca privada a que mantenga una mayor proporción de los recursos ajenos en forma de reservas, forzándola también así a reducir sus préstamos y reduciendo el multiplicador monetario. Cualquiera de esos métodos provocará un desplazamiento hacia la izquierda de la función OM que se cruzará con la DM a un tipo de interés más elevado. En términos intuitivos: la banca privada, al poder prestar menos dinero, podrá ser más selectiva con sus créditos, concediéndolos con menor riesgo y mayor interés; al disponer el público de menos dinero, la institución o empresa que desee vender pagarés u otros títulos de crédito deberá ofrecer un mayor tipo de interés o nadie querrá adquirirlos. El efecto de las variaciones del tipo de interés sobre la economía de un país son ya conocidos de temas anteriores: si el tipo de interés baja, los empresarios encontrarán rentables más proyectos por lo que demandarán dinero para invertir; el aumento en las inversiones tendrá un fuerte efecto expansivo sobre el producto nacional. La trampa de la liquidez: Según Keynes, cuando el tipo de interés es muy bajo, las variaciones en la oferta monetaria no tienen eficacia. Obsérvese las diferencias entre la argumentación que acabamos de ver y el análisis keynesiano del tema anterior. Keynes afirmaba que las decisiones de ahorro y las decisiones de inversión son totalmente independientes y no existe ninguna fuerza que tienda a igualarlas. La idea monetarista es que el tipo de interés es esa fuerza. Si el tipo de interés es bajo los inversores demandarán más dinero; si el tipo de interés es alto, los ahorradores se sentirán estimulados. Keynes negó el funcionamiento de ese mecanismo, en situaciones de depresión económica argumentando que en esas circunstancias la sociedad caía en la trampa de la liquidez: cuando el tipo de interés es muy bajo, la curva de demanda de dinero se hace muy elástica, casi horizontal. En esa zona, sucesivos desplazamientos hacia la derecha de la oferta monetaria no provocan sensibles variaciones en los tipos de interés. La situación real durante las últimas crisis económicas no ha dado la razón a Keynes; la cantidad de dinero en circulación se ha mantenido baja y los bancos centrales han seguido manteniendo un control absoluto sobre los tipos de interés, más preocupados por la inflación que por el estancamiento económico. Antes de Keynes, como se consideraba que los presupuestos debían ser equilibrados, el único instrumento de que disponían los gobiernos para influir sobre el sistema económico era la política monetaria, es decir, la manipulación de la oferta de dinero. Pero la argumentación de los economistas de entonces era algo diferente. Entonces se consideraba poco importante la cantidad de dinero que se destinaba a depósito de valor y se suponía que prácticamente en su totalidad se destinaba al pago por adquisición de bienes y servicios. La inflación Las tendencias actuales en la política económica de los países occidentales sitúa a la lucha contra la inflación como el objetivo prioritario al que quedan subordinados todos los demás. Mensualmente los medios de comunicación ofrecen con grandes titulares los datos más recientes de inflación. Esos datos determinan a su vez la revisión de los convenios laborales colectivos, las pensiones de jubilación y multitud de acuerdos contractuales. Cualquier profesional tiene que ser capaz hoy de valorar en su justa medida la precisión de los datos oficiales de la inflación. Tiene que ser muy consciente también de sus consecuencias, especialmente de los efectos redistributivos. Por ejemplo, uno de los errores más nefastos y frecuentes en las sentencias de los tribunales procede precisamente de la falta de reconocimiento oficial por los jueces de la existencia de la inflación. Cuando un juez considera saldada una deuda si se abona la cantidad nominal contratada aunque hayan pasado años de su fecha de cumplimiento, caso, por ejemplo, de las suspensiones de pagos o de los arrendamientos sin indiciar, está sin duda sancionando prácticas viciosas e injustas de enriquecimiento. En cualquier caso, los requerimientos culturales más elementales exigen que cualquier universitario conozca las causas que originan la inflación y las políticas e instrumentos que conducen a su solución. Naturaleza y medida de la inflación La inflación consiste en el crecimiento generalizado y continuo de los precios de los bienes, servicios y factores productivos de un país. La inflación implica por tanto la reducción de la capacidad adquisitiva del dinero. Para ofrecer una medida de la inflación se pueden utilizar dos formas, las tasas de crecimiento de los precios (porcentaje en que han variado en un período de tiempo determinado) o los números índice (— porcentaje que representan los precios actuales con respecto a los vigentes en una fecha base). Así podemos afirmar, por ejemplo, que en el año 1990 los precios crecieron en España a una tasa del 6,5% o que alcanzaron el índice 168,6 en comparación con 1983. La estimación de esas medidas suele hacerse mediante el Índice de Precios al Consumo (IPC). El IPC lo calcula en España el Instituto Nacional de Estadística (INE). El proceso para su estimación es el siguiente. C ada cierto número de años se realiza un meticuloso estudio de los hábitos de consumo de los españoles mediante una Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF). Ese tipo de estudios tiene un coste muy elevado por lo que se realiza con muy poca frecuencia: los últimos han sido en 1983, 1992 y 2001. Con los datos obtenidos mediante la EPF, el INE selecciona una lista de productos representativos de cada uno de los grupos; es la llamada "cesta de la compra". Se considera que un producto seleccionado es "representativo" de su grupo si su precio varía en la misma proporción que lo haga la media de todos los de su grupo. Los precios de los productos de la cesta son controlados mensualmente. Para cada uno de los grupos se elabora un número índice tomando como base el año en que se realizó la EPF. Para ello se calcula la cantidad del producto representativo que podría ser comprada en el año base con cien pesetas; el índice correspondiente de cada mes es la cantidad de dinero necesaria para comprar esa cantidad. El IPC es la media de los índices todos los grupos, ponderados según los resultados de la EPF. Los datos del IPC se publican mensualmente, con un par de semanas de retraso sobre el último mes que haya entrado en el cálculo. Todos los medios informativos se hacen eco inmediatamente de su publicación pero la forma de expresar los resultados puede inducir a confusión e incluso puede parecer contradictoria de un periódico a otro. "En el pasado mes de junio los precios subieron un 0,3%"; "En lo que va de año los precios han subido un 2,5%"; "La tasa anual de inflación ascendió en junio al 6,5%"; todas las frases anteriores se refieren al crecimiento del IPC en la misma fecha y país, junio de 1990 en España, pero la primera muestra sólo el dato del último mes, la segunda muestra la suma de los seis últimos meses, de enero a junio, y la tercera muestra la suma de los doce últimos meses. Incluso cuando se ofrece el resultado del IPC para un año natural completo puede darse la subida de precios producida entre el 1 de enero y el 31 de diciembre o bien la media de las tasas anuales estimadas en cada uno de los doce meses. Como en la cesta están incluidos productos importados, el IPC refleja variaciones en precios debidas a factores externos y que por tanto no deberían ser consideradas inflación. Otras causas de variaciones en los precios no inflacionistas son las originadas en los productos agrícolas por razones estacionales o fluctuaciones climáticas. Es por ambas razones que se suele utilizar el concepto de inflación subyacente que es la medida por el IPC descartando las materias primas energéticas importadas, gas y petróleo, y los productos alimenticios no elaborados. Las consecuencias de la inflación La inflación provoca graves distorsiones en el funcionamiento del sistema económico debido a su imprevisibilidad. Si se pudiera predecir con absoluta exactitud la fecha y la cuantía de la subida de precios de cada uno de los productos, los únicos perjuicios provendrían del trabajo de corregir las etiquetas o los menús. Los problemas provocados por la inflación se derivan precisamente de su imprevisibilidad ya que ni todos los productos ni todos los factores subirán sus precios al mismo tiempo ni en la misma proporción. Y cuanto mayor sea la tasa de inflación, más amplio será el margen de error en las expectativas de los agentes económicos y por tanto mayor la sensación de inseguridad. Los precios son una vía por la que se transmite la información necesaria para que los consumidores decidan correctamente qué deben adquirir y para que las empresas calculen qué y cuánto deben producir. Si los precios están cambiando continuamente, dejan de cumplir su función informativa; los consumidores serán incapaces de saber si un supermercado tiene los precios más bajos que otro; los supermercados perderán el estímulo para mantener los precios bajos y serán incapaces de predecir los efectos sobre la demanda de una subida de los precios de mayor o menor cuantía. Los efectos de la inflación sobre la distribución de las rentas consisten esencialmente en el desplazamiento de riqueza de los acreedores hacia los deudores. El individuo que haya prestado dinero observará cuando lo recupere que lo que percibe tiene menos valor que lo que prestó. Los ahorradores son castigados con la pérdida de valor de sus fondos. Los que han gastado por encima de sus ingresos, en cambio, reciben un premio a la imprevisión y el derroche. En general, todos los perceptores de rentas fijas (jubilados, pensionistas, rentistas propietarios de títulos de renta fija, propietarios de viviendas en alquiler con contratos no indiciados) verán reducir la capacidad adquisitiva de sus ingresos. Los que deben abonar esas rentas (el Estado, las empresas emisoras, los inquilinos) percibirán un inmerecido beneficio. En Bolivia, en 1987, debido a la inflación, se reformó la moneda introduciendo el Boliviano con un valor equivalente a un millón de Pesos. Este billete de 10.000 pesos bolivianos emitido en 1984 fue reimpreso entonces con su nuevo valor: un centavo de boliviano. El Estado verá también aumentar sus ingresos fiscales: cuando los impuestos son proporcionales o progresivos, las tasas impositivas estarán gravando rentas de menor cuantía en términos reales; además, el número de familias perceptoras de rentas exentas se verá reducido. Por otra parte la inflación actúa como un impuesto encubierto: si, por ejemplo, el banco central pone en circulación billetes que, pasado un año, ven reducido su valor en un 25%, los que hayan estado en posesión de esos billetes durante un año habrán sufrido una recaudación forzada de la cuarta parte de sus fondos en efectivo; otros beneficiados por este impuesto, además del banco emisor, son todos los bancos que participan en el proceso de creación de dinero. El aumento del riesgo provocará un aumento en el coste del dinero. Los tipos de interés a que se prestará el dinero deberán incrementar la retribución habitual por dos conceptos: la necesidad de cubrir la depreciación del principal y el riesgo por no poder prever con exactitud esa depreciación. La inversión se verá desalentada por muchas razones. Además del aumento en los tipos de interés, el empresario encontrará dificultades adicionales para prever los beneficios de su actividad debido a la inseguridad en los precios futuros de los factores, los productos intermedios y los productos finales. Solo se iniciarán las empresas más prometedoras. En épocas de fuerte inflación, las inversiones más seguras y rentables suelen ser las de carácter especulativo: las joyas y obras de arte, los inmuebles, las divisas y los valores extranjeros, actúan como depósito incorruptible de valor; al coincidir una oferta muy rígida con un gran aumento de la demanda, sus precios pueden crecer de forma desorbitada, proporcionando así beneficios muy superiores a los de cualquier inversión productiva. Las causas de la inflación Como la inflación implica el crecimiento simultáneo de los productos y los factores productivos y el aumento de unos precios empuja a los demás en círculo vicioso, resulta realmente difícil ponerse de acuerdo sobre qué rama industrial o qué factor fue el origen de la escalada. Pero esa dificultad en vez de desanimar a los teóricos, parece estimularles, provocando apasionadas discusiones. La multitud de teorías explicativas puede agruparse en tres tipos: las que consideran que el origen de la inflación se debe a un exceso de demanda (Inflación de Demanda); las que consideran que los problemas se originan por el lado de la oferta (Inflación de Costes); y las que consideran que la causa de la inflación está en los desajustes sociales (Inflación Estructural). Por una vez, keynesianos y monetaristas están de acuerdo en considerar que la causa habitual de la inflación es el exceso de demanda. Los componentes de la demanda agregada son el consumo de las familias, la demanda de inversión de las empresas y los gastos del gobierno. Como ya hemos visto, la explicación keynesiana de la inflación se basa en que la suma de esos tres componentes puede ser superior a la capacidad productiva del país. Por tanto, es posible que el exceso de demanda se deba a que una mejora en las expectativas empresariales provoque crecimiento de la demanda de bienes de inversión; o a que el gobierno decida mejorar las infraestructuras del país y aumente sus gastos en hospitales y carreteras; o a que las familias decidan ahorrar menos. El aumento en la demanda por uno de los agentes económicos provocará inflación si no está compensado por disminuciones en la demanda de los otros dos. Los monetaristas consideran también que la inflación está originada principalmente por un exceso de demanda, pero en vez de buscar entre los agentes un culpable determinado, consideran que es el crecimiento incontrolado de la cantidad de dinero en circulación lo que hará aumentar las disponibilidades líquidas de todos los agentes en general y por tanto de todos los componentes de la demanda. En primera instancia será sólo una errónea política monetaria del gobierno el origen de la inflación. ESTAS FUERON SUS PALABRAS La causa inmediata del mal es fácil de enunciar. Lo difícil es identificar la causa última. La causa próxima de la inflación es siempre la misma: un incremento demasiado rápido de la cantidad de dinero en circulación con respecto a la producción.(...) Las variaciones en el circulante son decididas ahora por el gobierno, lo que significa que actualmente en los Estados Unidos la inflación proviene exclusivamente de Washington. Por supuesto que a ningún gobierno le gusta cargar con la responsabilidad de sus desaciertos, aunque, sin duda, siempre se hallen dispuestos a atribuirse cuanto de bueno otros hayan hecho. Por tal motivo, nuestros gobernantes culpan de la inflación a los jeques árabes, que incrementan el precio del petróleo; a los líderes sindicales, que impulsan al alza los salarios; a la codicia del mundo empresarial; a las catástrofes naturales, que malogran las cosechas, etc. Todos estos factores no son, sin embargo, sino chivos expiatorios que apenas tienen que ver con la inflación. (Milton Friedman, Paro e Inflación, 1982) Los costes de producción están compuestos por la retribución del factor trabajo (sueldos y salarios) la retribución del capital (los beneficios) y el precio de los recursos naturales empleados. Las teorías que explican la inflación por el crecimiento de los costes buscan el culpable en el comportamiento de los grupos de presión sindicales y empresariales, o en el de los países exportadores de materias primas. La explicación más habitual de la inflación de costes se basa en la idea de que los sindicatos tienen un poder de monopolio sobre el factor trabajo mediante el que pueden conseguir mejoras salariales en proporción superior a lo que haya aumentado la productividad laboral. Si ocurre eso, el sector de los trabajadores comenzará a percibir una proporción superior de la renta nacional; el resto de los perceptores de rentas verán reducida su participación y sólo podrán defender sus ingresos aumentando los precios. Los trabajadores responderán con mayores reivindicaciones desencadenándose así una espiral salarios-precios. Otra explicación similar es la de la espiral salariossalarios. Según ésta, los trabajadores están preocupados especialmente por mantener su posición relativa con respecto a los demás trabajadores y ramas industriales. Si en algunas empresas los incrementos en la productividad laboral permiten que conseguir mejoras salariales notables, los trabajadores del resto de las empresas o ramas productivas tratarán de obtener las mismas mejoras mediante una mayor agresividad sindical. Los que buscan el origen del desencadenamiento de los procesos inflacionistas en una inicial elevación de los costes del capital, ponen el acento en la existencia de muchas grandes empresas con mayor o menor grado de poder monopolístico, capaces de aumentar los precios de sus productos por encima de los que quedarían determinados por mercados en libre competencia. En otras ocasiones serán las características específicas de los mercados financieros las que originen subidas en los tipos de interés con el consiguiente encarecimiento de los costes de las empresas endeudadas que sólo podrán defenderse mediante el alza de sus precios. Se suele considerar que los procesos inflacionistas experimentados en todos los países en los años setenta se debieron en parte a las bruscas subidas en los precios del petróleo de los años 1973 y 1979, que produjeron reacciones en cadena de alzas en los precios de muchas otras materias primas. Los países industrializados, sintiéndose perjudicados por la redistribución internacional de las rentas a que dieron origen aquellos fenómenos, se defendieron subiendo los precios de los productos industriales. En general se considera que la inflación es "exportable"; debido al cada vez mayor peso que tienen las importaciones como componentes de los productos acabados interiores, las subidas de precios se trasladan rápidamente de un país a otro. Conviene dejar claro que si la inflación tiene su origen en el encarecimiento de las retribuciones de un factor determinado, cualquiera que sea éste se generará una reacción en cadena en la que todos los factores estarán implicados. Como el fenómeno observado, la inflación, se caracteriza precisamente por el alza sostenida del precio de todos los factores, resulta realmente difícil y en ocasiones estéril, discutir sobre si fue primero la gallina o el huevo. Teoría estructuralista de la inflación La teoría estructuralista de la inflación fue desarrollada por un grupo de economistas latinoamericanos a partir de 1950, en base al análisis económico e institucional de sus propios países. Ciertamente cualquier explicación del tipo de "exceso de demanda" parece un sarcasmo en los países de renta per cápita muy baja por lo que las explicaciones monetaristas resultan muy insatisfactorias. Durante la segunda guerra mundial las economías latinoamericanas disfrutaron de una fase de crecimiento extraordinariamente positiva gracias a las exportaciones hacia los países beligerantes y a la sustitución de importaciones forzada por las dificultades para conseguir en los mercados internacionales ciertos tipos de bienes. Pero en los años 50 retornaron los viejos problemas de bajo crecimiento, desempleo crónico, déficit comercial y altas tasas de inflación. Cuando estos países acudieron al recién creado Fondo Monetario Internacional se encontraron con las recetas ortodoxas de políticas contractivas para estabilizar sus economías. Surgió entonces, en torno a la CEPAL, un movimiento teórico crítico que fue bautizado como economía estructuralista. Seguiremos aquí el esquema explicativo propuesto por el mexicano Juan Noyola Vázquez (1922-1962) que es considerado el principal exponente de la teoría estructuralista de la inflación, pero teniendo en cuenta que muchos otros economistas contribuyeron al desarrollo de la teoría aportando sus propios matices, quizá no tan radicales. Para comprender la inflación es necesario distinguir entre las presiones básicas que desencadenan el proceso y los mecanismos de propagación que lo difunden por todo el sistema. Las presiones básicas surgen de cuellos de botella o estrangulamientos en determinados sectores que repercuten sobre los demás. La inflación no está causada por un "exceso de crecimiento" sino precisamente por su insuficiencia. En algunos sectores económicos la demanda es muy inelástica, pero el insuficiente desarrollo y el pequeño tamaño de algunas economías impide que esa demanda sea satisfecha internamente por lo que aparece una fuerte dependencia del exterior. Las subidas de precios en los mercados internacionales de estos productos no conducen al aumento de la producción interna o la disminución de la demanda sino que se traducen directamente en presiones inflacionistas. Otro tipo particular de estrangulamiento es el del sector agrario debido a los desfasados sistemas de propiedad y de explotación de la tierra. En este caso el problema no está en la falta de elasticidad de la demanda sino en la rigidez de la oferta. La producción agrícola es muy inelástica respecto a los precios. El crecimiento de la población urbana en Latinoamérica y el consecuente aumento de la demanda de productos alimenticios y agrícolas no se traduce por tanto en aumentos de producción sino en aumentos de precios. Respecto a los mecanismos de propagación se pueden distinguir los mecanismos fiscales, los crediticios o monetarios y los de reajuste de precios y rentas. Todos estos mecanismos son considerados por el enfoque estructuralista como manifestaciones concretas de la lucha de clases en la que propietarios y asalariados tratan de conseguir un mayor porcentaje en la distribución funcional de las rentas. En los países en los que los trabajadores disponen de organizaciones que les permiten defenderse, la inflación crece mucho en términos monetarios. En otros países, en cambio, la presión inflacionista se manifiesta simplemente en un desplazamiento de la capacidad adquisitiva de un sector económico a otro o de una clase social a otra. Las devaluaciones, por ejemplo, son interpretables como transferencias de riqueza de los importadores a los exportadores debido a diferencias relativas en el poder político de estos sectores. Lo mismo puede decirse de los mecanismos fiscales que utilizando los instrumentos del gasto público y las subvenciones, hacen recaer el peso de las tensiones inflacionistas sobre un sector u otro. En resumen, para los economistas estructuralistas, la inflación no es un fenómeno monetario sino el resultado de desequilibrios reales que se manifiestan en una subida general de los precios. Para corregir la inflación, proponen, no hay que atacar los síntomas, el aumento de la circulación monetaria, sino atacar la raíz del mal y corregir los desequilibrios entre grupos y clases sociales y entre las ciudades y el campo. La hiperinflación En muchos países latinoamericanos las subidas de precios han alcanzado en las últimas décadas tasas muy elevadas, algunas del orden del 400% anual e incluso superiores. Este es el fenómeno llamado hiperinflación. Aquí hay un cambio cualitativo, es una situación substancialmente diferente a la inflación normal, con problemas y peculiaridades propias, que requieren explicaciones y soluciones diferentes. En una situación hiperinflacionista la gente no está dispuesta a mantener dinero debido a la rapidez con que disminuye su valor. La hiperinflación no es una novedad. En otros países y otros períodos históricos se han conocido también procesos inflacionistas extraordinarios. El más estudiado de todos ellos es el sufrido por Alemania tras la Primera Guerra Mundial. La obligación de pagar fuertes indemnizaciones a las naciones vencedoras y la caótica situación interna que impedía obtener por la vía fiscal los ingresos necesarios, indujeron a la República de Weimar a financiarse imprimiendo papel moneda sin ninguna contención. Entre enero de 1922 y noviembre de 1923 la tasa acumulada de inflación ascendió a un billón por ciento. Para hacernos una idea del significado de esa cifra piénsese que el dinero suficiente para adquirir todas las viviendas del término municipal de Málaga no bastaría un par de años después para pagar una ración de boquerones. ESTAS FUERON SUS PALABRAS Los hombres y las mujeres se apresuraban a gastar sus sueldos, a ser posible, a los pocos minutos de cobrarlos. Los billetes eran llevados a las tiendas en carretilla o en cochecitos de niño. La referencia a las prensas de imprimir siempre habían ocupado un lugar especialmente importante en el clisé monetario. Aquel otoño, en Alemania, se utilizaron virtualmente todas las prensas capaces de imprimir dinero. En realidad los billetes manaban a raudales. Y a veces el comercio se interrumpía al retrasarse las prensas en producir nuevos billetes de cifras lo bastante altas para que fuese transportable la cantidad de papel necesaria para la compra del día. (J.K. Galbraith, El dinero, 1975) Aún más grave fue la hiperinflación sufrida por Hungría inmediatamente después de la segunda 27 guerra mundial. Los precios se multiplicaron por más de 10 en doce meses, multiplicándose dos veces cada día. La hiperinflación latinoamericana no ha alcanzado nunca esas tasas extremas, pero ha resultado ser mucho más perdurable en el tiempo. La tasa media de inflación anual durante el período 1980-1987 fue del 166% para Brasil, del 299% para Argentina y hasta del 602% para Bolivia. Pero no fueron las propuestas estructuralistas sino las más clásicas (restricción monetaria y contención del gasto público) las que han conseguido domeñar la fiera. Eso sí, con efectos muy desagradables para la población de estos países. De hecho, como consecuencia de las repercusiones de algunas políticas antiinflacionistas excesivamente rígidas, a finales de los ochenta se llegaron a producir en varios países sudamericanos (Argentina, Venezuela, entre otros) motines espontáneos con asalto de muchedumbres procedentes de los barrios más pobres a tiendas de alimentación. La hiperinflación alemana en los tiempos de la República de Weimar tuvo extraordinarias repercusiones sociales, políticas y psicológicas. El billete de 1.000 marcos (arriba) emitido en septiembre de 1922 había perdido prácticamente todo su valor un año después, cuando en septiembre de 1923 se emitieron billetes (abajo) por valor de cientos de millones de marcos. Políticas anti-inflacionistas Las aparentemente estériles matizaciones sobre las causas de la inflación esconden en realidad una actitud normativa: de dónde se encuentre la raíz del mal dependerá la receta del médico; hay que atacar las verdaderas raíces del mal y no limitarse a disimular los síntomas. Cualquier medicina contra esta enfermedad resultará muy amarga, pero algunas píldoras parecen ser más del gusto de unas personas que de otras. Las políticas antiinflacionistas suelen provocar disminución en las rentas... pero unas inciden más sobre las rentas del capital mientras que otras parecen cebarse especialmente en las rentas del trabajo. La política de controles directos parece inspirada en los edictos de los emperadores romanos "prohibiendo" que suban los precios. A corto plazo pueden tener un cierto efecto, pero si no se corrigen las causas o los desequilibrios subyacentes, en cuanto se levanten los controles la inflación resurgirá con más fuerza. En cualquier caso el control directo sólo puede ser una medida a corto plazo; si se prolongase en el tiempo aparecería el mercado negro y se provocarían distorsiones en la producción con lo que el remedio Picasso: Ciencia y caridad (1897) podría ser peor que la enfermedad. ESTAS FUERON SUS PALABRAS La política de rentas consiste en establecer límites al crecimiento de sueldos, salarios y beneficios. Pero si los sueldos y salarios son muy fáciles de controlar, no se puede decir lo mismo de los beneficios por lo que esta política suele conducir a pérdidas de la capacidad adquisitiva exclusivamente para los trabajadores. Sin embargo conviene aquí recordar el éxito conseguido en la España de finales de los setenta y comienzos de los ochenta: negociaciones entre los gobiernos y las organizaciones patronales y sindicales permitieron la firma de una serie de acuerdos en los que se limitaba el crecimiento de los precios y de los salarios, concediéndose a los trabajadores ventajas de tipo social y sindical que compensaran la pérdida de sus poderes adquisitivos y garantizaran la posibilidad de su recuperación en los años siguientes. La política cambiaria puede ser utilizada también en la lucha contra la inflación. Si se permite la libre importación de ciertos productos de forma que sean vendidos en el mercado nacional a un precio aproximadamente igual a los producidos en el interior se estará aumentando la competitividad interior, impidiendo o ralentizando las subidas de precios. Pero las consecuencias de esa política sobre el comercio exterior puede ser grave: las subidas de precios interiores deteriorarán gravemente el equilibrio en la balanza de mercancías. Confiesa, Señor, el Consejo que el repentino clamor de la Corte por la tasa del pan, por su mala calidad y subido precio, de tal suerte turbó a todos los ministros que (..) se ofuscaron sus entendimientos. (..) Al querer dar las más ejecutivas providencias, no han encarecido el pan los labradores sino los ministros, pues los ministros le dieron el precio en que no lo tenían los labradores. (..) El emplear los Consejos en estos cuidados es la causa de los mayores daños de la monarquía. Lo primero, porque estas materias son sumamente ajenas a la profesión del Consejo y de la inteligencia de los ministros (que las han de votar); porque éstos no han tenido nunca donde aprender Economía, ni sus estudios se han encaminado a este fin, que solo se sabe con la experiencia y la práctica, la cual jamás han tenido, criados en sus colegios con otras atenciones y cuidados, y en las chancillerías, empleados en sentencias y pleitos, y así hoy confiesan los ministros más celosos que no entienden estas materias de los abastos, como demuestran los errados temperamentos que han discurrido. Consulta del Consejo de Castilla a su Rey Felipe III, 1619. Los efectos de la política fiscal y la política monetaria han sido analizados detalladamente en varios temas anteriores y aún tendremos que volver sobre ellos en los que siguen. La política fiscal antinflacionista exige recortes en los gastos públicos. La política monetaria requiere control de la oferta de dinero y altos tipos de interés. Sin embargo, la efectividad de estas políticas depende en gran medida de las previsiones de los agentes económicos. Conviene por tanto que nos detengamos a considerar cómo se forman las expectativas. Las expectativas adaptables y racionales Se da el nombre de "expectativas" a las previsiones que los agentes realizan sobre la magnitud en el futuro de las variables económicas. El comportamiento de los agentes dependerá, lógicamente, de cuáles sean sus expectativas. Por ejemplo, las demandas salariales de los trabajadores, y las subidas que los empresarios están dispuestos a conceder, dependen de las expectativas que ambos tengan sobre el comportamiento de la inflación en el próximo año. Esto ha sido entendido por los economistas desde hace mucho tiempo y Keynes, entre otros muchos, lo tuvo presente al elaborar sus modelos. Pero hasta hace muy pocos años no se había elaborado ninguna teoría sobre la forma en que se crean las expectativas. Keynes había considerado que las expectativas eran un factor exógeno, que se generaban mediante mecanismos que no tenían nada que ver con el funcionamiento del sistema económico. Los keynesianos que elaboraron grandes modelos macroeconómicos en los años sesenta se vieron en la obligación de añadir algo más: pensaron que los agentes económicos utilizaban los datos de los últimos años para predecir la situación de los siguientes. Robert E. Lucas Jr. (1937- ) obtuvo el Premio Nobel de Economía en 1995 "por haber desarrollado y aplicado la hipótesis de las expectativas racionales y haber por tanto transformado el análisis macroeconómico y profundizado la comprensión de la política económica". El enfoque más usual era el de las expectativas adaptables. Se suponía que los agentes ponderaban las tasas de inflación de los últimos años para estimar la de los siguientes; a la del último año se le daba una ponderación alta y a la de años anteriores más baja. Era un enfoque que podía ser fácilmente expresado en forma matemática e incorporado a los modelos macroeconómicos al uso. En el caso más sencillo, se suponía que los agentes esperaban que la inflación del próximo período fuese igual a la del último dato conocido. En términos matemáticos eso significa asignar a la inflación del último año una ponderación uno y a la de los anteriores una ponderación cero. Si los agentes esperan que la inflación de cada año sea igual a la del anterior, la inflación esperada será siempre inferior a la real. Los errores presentarán un sesgo sistemático: serán negativos y crecientes. En la realidad, la gente sabe que hay algunos acontecimientos que provocan el aumento de la inflación; si el precio del petróleo sube bruscamente en los mercados internacionales, o si el gobierno aumenta la cantidad de dinero en circulación y baja los tipos de interés, los agentes económicos pensarán que como consecuencia de ello habrá una subida de los precios. Pero el modelo de las expectativas adaptables no recoge esa realidad; al ignorar ese tipo de acontecimientos se está suponiendo de hecho que cuando la inflación aumenta, la gente se ve siempre sorprendida. A mediados de los años setenta se empezó a utilizar un nuevo enfoque, el de las expectativas racionales, propuesto por la corriente de pensamiento llamada Nueva Economía Clásica. El supuesto básico de este modelo es que la gente aprende de sus propios errores. Si los errores presentan un sesgo sistemático, los agentes son capaces de corregirlo para hacer predicciones más exactas. Las predicciones puede que sigan siendo erróneas, pero esos errores ya no serán sistemáticos sino aleatorios. El supuesto de la racionalidad de las expectativas es interpretado a veces de forma equivocada como una pretensión de que las previsiones de los agentes son siempre acertadas; es una interpretación equivocada; si las expectativas de los agentes son racionales, seguirán cometiendo errores, pero diferentes en cada ocasión. ¿Cómo se elaboran las expectativas? En teoría se puede suponer que los agentes utilizan los modelos económicos más avanzados para realizar sus cálculos. En la realidad los únicos que realizan esos cálculos son los expertos, que posteriormente difunden sus análisis a través de los periódicos y la televisión. La aplicación del supuesto de las expectativas racionales para el análisis de las políticas económicas tiene consecuencias demoledoras. Recuérdese que cuando estudiamos la ecuación cuantitativa, en el tema anterior, se afirmó que el aumento de la cantidad de dinero en circulación provocaría aumentos tanto en el nivel de precios como en las cantidades realmente producidas. El modelo de las expectativas racionales conduce a desechar este último efecto: el anuncio por parte del gobierno del aumento en la cantidad de dinero provocará expectativas de más alta inflación para el siguiente año. Los agentes acomodarán sus demandas salariales y los precios de sus productos a esas expectativas por lo que todo el efecto de la política monetaria será trasladado a un inmediato aumento de los precios sin afectar para nada a la producción real. Hay otras consecuencias del modelo algo más estimulantes. Si el gobierno anuncia que seguirá una política monetaria muy rígida, restringiendo la cantidad de dinero en circulación, los agentes adaptarán sus expectativas como consecuencia del anuncio y la inflación bajará ¡Aunque el gobierno no lleve a cabo esa política! Se podría así cortar la inflación sin provocar los desagradables efectos que sobre el producto real y el nivel de paro tienen las políticas restrictivas. Desgraciadamente para que ese mecanismo funcione es imprescindible que los agentes económicos se crean a pie juntillas las afirmaciones de los ministros de economía, prueba de fe infrecuente. Y, por otra parte, los agentes económicos, aprendiendo de sus errores, desconfiarán a partir de entonces de las declaraciones del gobierno por lo que el instrumento quedaría invalidado ¡Lástima! El desempleo El paro es una de las mayores preocupaciones sociales en todos los países. En algunos países de Latinoamérica superan al 40% de la población activa. El problema económico más grave en estos países es la falta de empleo. Sus consecuencias sociales afectan a la vida cotidiana no solo de los que buscan empleo sino a la de todos los ciudadanos. Sin duda el alumno prestará un interés especial a este tema que le permitirá comprender los mecanismos que generan esa angustiosa situación y los difíciles caminos que pueden llevar a la salida. La medición del desempleo es periódicamente materia informativa de primera página y viene siempre acompañada de polémicas sobre la validez de los datos y su interpretación. Es necesario que el alumno conozca los matices y precisiones de los conceptos estadísticos de población activa, trabajador en paro, paro declarado y paro registrado así como sus limitaciones y dificultades de medición. Las teorías del desempleo han sido frecuentemente materia de examen debido a su interés e importancia social. Ninguna de ellas es capaz por sí sola de explicar satisfactoriamente el fenómeno pero el conjunto de ellas permiten una aproximación bastante completa. Algunas teorías contemporáneas se basan en la comprensión precisa de los procesos reales que utilizan los trabajadores para la búsqueda de empleo y los empleadores para seleccionar y gestionar los recursos humanos. De igual forma la Curva de Phillips es una sencilla forma de poner en evidencia las dificultades de las políticas macroeconómicas para encontrar una solución al paro. Naturaleza y medición A pesar de que los factores productivos, —tierra, trabajo y capital— son recursos escasos, por diversas razones siempre hay una parte mayor o menor de ellos que no está usándose. Ese es el fenómeno conocido como desempleo aunque casi siempre se utilice esa palabra, y así lo haremos aquí, para aludir principalmente al desempleo del factor trabajo. Sus terribles repercusiones sociales lo convierten en un problema económico fundamental y su solución es un objetivo prioritario para la política económica. Para describir la situación del empleo en una Un grupo de parados recibe la ayuda de un sociedad, los datos suelen ofrecerse en forma de ciudadano. La foto se tomó en Los Ángeles durante tasa de desempleo: la proporción de trabajadores la gran depresión. en paro con respecto al total de la población activa. Pero medir esa tasa no es tarea fácil. Por mucho que se precisen los conceptos de "trabajador en paro" y "población activa" siempre encontraremos individuos a los que no sabremos con exactitud en qué categoría clasificarlos. Se llama población activa al conjunto de los individuos de una sociedad que estando en edad de trabajar y capacitados para hacerlo, tienen o desean tener un empleo remunerado. Los miembros de este grupo que están buscando activamente empleo y no lo encuentran recibirán la calificación de trabajador en paro. Quedan por tanto excluidos de la condición de población activa los menores de edad, los jubilados, los enfermos o físicamente incapacitados, los estudiantes y ese numeroso grupo de personas que por estar trabajando en sus casas para sus familias no pueden tener un empleo remunerado fuera del hogar. En España hay dos formas de recoger los datos necesarios para estimar la tasa de desempleo. Las oficinas de empleo consideran parados a los trabajadores que están incluidos en sus ficheros a la espera de un empleo; las estadísticas que elaboran se llaman paro registrado. El Instituto Nacional de Estadística realiza y publica mensualmente una Encuesta de Población Activa (EPA) cuyos resultados reciben el nombre de paro declarado. Tanto si se elabora por las oficinas de empleo o mediante la EPA, la tasa de desempleo puede estar infravalorando el problema real ya que no medirá el subempleo. Se considerarán trabajadores empleados a los que simplemente hayan conseguido "echar unas horas" en esa semana o a los que hayan aceptado empleos de inferior categoría a la de su capacidad laboral. Por otra parte no se considerará que estén "buscando activamente empleo" los trabajadores que, desanimados por la situación de paro existente y por la inutilidad de sus esfuerzos, han dejado de presentarse en las oficinas de empleo. Pero también hay otras muchas razones por las que la tasa de desempleo puede resultar sobrevalorada. En nuestro país hay un gran número de trabajadores empleados en la llamada economía sumergida, empleados por cuenta propia o ajena, que tratan de eludir sus obligaciones fiscales. Se pueden hacer estimaciones imprecisas sobre el volumen del empleo sumergido por medios indirectos, por ejemplo, mediante el consumo de energía eléctrica, pero son estimaciones en cualquier caso muy insatisfactorias. Por otra parte, los subsidios y las facilidades sociales que se conceden a los trabajadores en paro —para el acceso a viviendas subvencionadas y otras— hacen que se presenten como tales muchas personas que no están realmente dispuestas a aceptar un empleo fijo a jornada completa. Glosario Terminológico Estadístico Clasificación de la Población de 16 y más años en relación con la actividad Activos, Definición EPA Los activos o "población económicamente activa", según el Manual de Definiciones de la Encuesta, es "el conjunto de personas de 16 años o más, que en un período de referencia dado, suministran mano de obra para la producción de bienes y servicios económicos o que están disponibles y hacen gestiones para incorporarse a dicha producción". Ocupados Son todas aquellas personas, de 16 o más años, con empleo en la semana de referencia. El trabajo puede ser por cuenta propia o ajena. Para saber con más detalle las distintas categorías que comprende es aconsejable ver el Manual de Definiciones de la Encuesta. Asalariados Son personas con trabajo por cuenta ajena o asalariadas todas las que entren en las siguientes categorías: - trabajando: personas que durante la semana de referencia hayan trabajado, incluso de forma esporádica u ocasional, al menos una hora a cambio de un sueldo, salario u otra forma de retribución conexa, en metálico o en especie. - con empleo pero sin trabajar: personas que, habiendo ya trabajado en su empleo actual, estén ausentes del mismo durante la semana de referencia y mantengan un estrecho vínculo con él. La fuerza de este vínculo se determina de acuerdo con la creencia del entrevistado en reincorporarse o no a la empresa y en la percepción o no de algún tipo de remuneración. Las personas ausentes de su trabajo por causa de enfermedad o accidente, conflicto laboral, suspensión disciplinaria de empleo y sueldo, vacaciones, licencia de estudios, licencia de maternidad u otra clase de licencia, ausencia voluntaria, desorganización temporal del trabajo por razones tales como mal tiempo o averías mecánicas, se consideran como personas con trabajo. Las suspendidas o separadas de su empleo a consecuencia de una regulación del mismo, se considerarán asalariadas solamente en caso de que esperen poder reincorporarse a su empresa. Los aprendices que hayan recibido una retribución en metálico o en especie y los estudiantes que hayan trabajado a cambio de una remuneración a tiempo completo o parcial se consideran como personas asalariadas y se clasifican como trabajando o sin trabajar sobre la misma base que las demás personas con trabajo por cuenta ajena. Los miembros activos de las fuerzas armadas figuran también entre la población asalariada. No se considerarán asalariadas a las siguientes personas: - empresarios, trabajadores independientes, trabajadores familiares no remunerados (ayudas familiares) y miembros de cooperativas de producción que trabajan en las mismas. - las personas ausentes de su trabajo, con licencia o suspendidas que estén débilmente vinculadas a su empleo. - trabajadores estacionales, ocasionales o discontinuos por cuenta ajena en la época de menor actividad que no hayan trabajado en la semana de referencia. Asalariados del sector Asalariados (o público que trabajan por cuenta ajena) Asalariados del sector privado Empleadores Ocupados Población de 16 o más años Activos Empresarios sin asalariados Que trabajan por y trabajadores cuenta propia independientes Miembros de cooperativas Ayudas familiares Otra situación Parados Que buscan su primer empleo Que han trabajado antes Estudiantes Sus labores Jubilados, retirados Perciben pensión distinta de la de Inactivos jubilación Realizaron actividades de tipo benéfico Incapacitados para trabajar Otra situación Población Que trabaja contada aparte Que no trabaja Trabajadores por Cuenta Propia Se considerará personas con una actividad por cuenta propia todas las incluídas en las siguientes categorías: - trabajando: las personas que durante el período de referencia hayan trabajado, incluso de forma esporádica u ocasional, al menos una hora a cambio de un beneficio o de una ganancia familiar, en metálico o en especie, - con trabajo pero sin trabajar: las personas que durante el período de referencia tenían que realizar algún trabajo a cambio de un beneficio o ganancia familiar pero han estado temporalmente ausentes del mismo por razones de enfermedad o accidente, vacaciones, fiestas, mal tiempo u otras razones análogas. Según esta definición, ejercen una actividad por cuenta propia: los empresarios, los trabajadores independientes, los miembros de cooperativas de producción que trabajan en las mismas y los trabajadores familiares no remunerados. No se considerará ocupadas por cuenta propia a las siguientes personas: - las que se ocupan de su hogar sin remuneración, las que prestan servicios sociales no remunerados o de carácter benéfico y otras personas no remuneradas que ejercen actividades fuera del ámbito de las actividades económicas. - los trabajadores estacionales por cuenta propia y los trabajadores estacionales u ocasionales familiares no remunerados en la temporada de menor actividad que no hayan trabajado en la semana de referencia. Acceso al Boletín Mensual de Estadística en TEMPUS Parados o Desempleados Se consideran paradas o desempleadas todas todas las personas de 16 y más años que durante la semana de referencia hayan estado "sin trabajo", "en busca de trabajo", es decir que hayan tomado medidas concretas para buscar un trabajo por cuenta ajena o hayan iniciado gestiones para establecerse por su cuenta durante el mes precedente, y "disponibles para trabajar", es decir, en condiciones de comenzar a hacerlo en un plazo de dos semanas a partir de la fecha de entrevista. Inactivos Se consideran inactivas todas las personas de 16 y más años, de uno y otro sexo, no clasificadas como ocupadas o paradas durante la semana de referencia. Población Contada Aparte Los varones que cumplen el servicio militar obligatorio (o servicio social sustitutorio) se consideran población contada aparte, esto es, no se les incluye entre los activos ni entre los inactivos, independientemente de que en la semana de referencia trabajaran o no. Modelo neoclásico del mercado de trabajo y el desempleo El análisis de las razones del desempleo, quizá por la importancia social del problema que estudia, es un campo muy fértil en desarrollos teóricos. A pesar de ello no existe ningún modelo que pueda explicar globalmente y de forma satisfactoria la reincidente realidad del paro laboral. Pero aunque cada uno ofrezca sólo explicaciones parciales, más o menos acertadas, un repaso al conjunto de los modelos propuestos nos proporcionará una panorámica bastante completa. Los economistas neoclásicos consideraron el mercado del factor trabajo en la misma forma que Parados durante la gran depresión en Chicago. El letrero al resto de los mercados de factores, bienes, y dice "Gratis, sopa café y donuts para desempleados". servicios. Los salarios son el precio que hay que pagar por los servicios prestados por el factor trabajo. Cuanto mayores sean los salarios, menor será la cantidad demandada y mayor la cantidad ofrecida. En el tema cinco se analizaron con cierto detalle las características y la forma de las funciones de demanda y oferta de trabajo por lo que ahora podemos pasar por alto aquellas matizaciones. El análisis neoclásico se basa en el supuesto de la flexibilidad de los salarios. Los desplazamientos que se puedan producir en las funciones de demanda y oferta de trabajo provocarán reajustes salariales que en cualquier caso quedarán determinados en el punto en que se igualen la oferta y la demanda. Hay dos clases de paro, voluntario e involuntario, que pueden producirse dentro de este esquema. En el punto de equilibrio todos los trabajadores que lo deseen encuentran un empleo, pero habrá una cierta cantidad de personas que no estarán dispuestas a trabajar por encontrar excesivamente bajos los salarios, eso será desempleo voluntario. Si algun factor externo -sindicatos, gobierno- impide el reajuste de los salarios, aparecerá el paro involuntario. La persistencia de un cierto nivel de paro involuntario permanente es explicada en el modelo neoclásico mediante dos tipos de razones: el desempleo friccional y el estructural. El desempleo friccional está originado porque muchos de los que acaban de obtener un título profesional no tienen un empleador esperándoles a la salida del centro de estudios, o porque algunos trabajadores deciden dejar su puesto para buscar otro mejor y tardan algún tiempo en encontrarlo. El desempleo estructural se produce por desajustes en la localización y la cualificación ofrecida y demandada. Es posible que la inversión empresarial se esté produciendo en una región determinada mientras que la oferta de trabajo esté en otra. La resistencia de los trabajadores y empresas a trasladarse provocará desempleo. De forma similar, es frecuente que los empleos de nueva creación requieran unas habilidades peculiares de difícil adquisición por el trabajador. Al acelerarse la velocidad en la innovación tecnológica se amplía la brecha entre las habilidades requeridas y ofrecidas por lo que el desempleo estructural aumenta. Estos tipos de explicación se han desarrollado modernamente con el llamado modelo de búsqueda de empleo. La idea básica es que los trabajadores y los empleos están muy diferenciados. No todos los empleos son adecuados para todos los trabajadores. El individuo en paro tiene por tanto que realizar una búsqueda laboriosa del empleo que mejor se ajuste a sus aspiraciones. Conforme pasa el tiempo sin encontrar un puesto adecuado, los beneficios esperados van disminuyendo mientras que los costes que le origina el proceso de búsqueda son cada vez mayores. El proceso de búsqueda se prolongará hasta que esos beneficios y costes se igualen, momento en que aceptará la mejor proposición que haya conseguido. Incluso en la coyuntura económica más favorable, en las situaciones de pleno empleo, permanecerá siempre un cierto número de trabajadores en paro por razones friccionales o estructurales. Es la llamada tasa "normal" o inevitable de paro. Esa tasa varía según los países y las épocas. En los EEUU, por ejemplo, la mano de obra tiene mucha movilidad, los trabajadores cambian de empresa con mucha mayor frecuencia que en otros países, por lo que la tasa normal de paro será también mayor. Modelo keynesiano del mercado de trabajo y el desempleo En el modelo keynesiano, como se ha visto anteriormente, la causa principal del paro hay que buscarla en la insuficiencia de la demanda agregada. Un simple cambio negativo en las expectativas de los empresarios puede provocar una disminución de su demanda de bienes de inversión lo que originará una serie de reacciones en cadena en la que se irá perdiendo empleo sucesivamente en diferentes ramas industriales. La consiguiente disminución en la capacidad adquisitiva de los trabajadores puede agravar el círculo vicioso prolongando indefinidamente la situación de desempleo. Los keynesianos rechazan la capacidad del mercado laboral de ajustarse a la nueva situación modificando los salarios. Y si el equilibrio en el mercado de un factor o un bien no puede alcanzarse por la vía de los precios, se conseguirá por la vía de las cantidades, apareciendo una disparidad entre las cantidades ofrecidas y demandadas. Es la rigidez a la baja de los salarios la que impide que la disminución de la demanda se traduzca en descensos salariales por lo que se producirá una situación de desempleo involuntario. El supuesto de la rigidez de los salarios puede suavizarse si se considera que los trabajadores tienen ilusión monetaria, es decir, que lo que negocian en sus convenios son salarios nominales, no reales, por lo que, si se dan simultáneamente situaciones de desempleo e inflación, puede producirse un cierto reajuste de los salarios reales. Esta posibilidad quedaba excluida por las modernas propuestas del modelo de las expectativas racionales: No hay ilusión monetaria, por lo que la política monetaria expansiva se traduce inmediatamente en subidas de precios y salarios sin que tenga ningún efecto sobre la producción real. Los keynesianos, en respuesta, dieron la vuelta al argumento. Aceptando el supuesto de las expectativas racionales conjuntamente con el de la rigidez de los salarios nominales, dedujeron que las políticas expansivas sí pueden tener efecto sobre la producción real. Por ejemplo, el anuncio de un aumento en la cantidad de dinero en circulación provocará subidas en los precios, pero no en los salarios nominales, por lo que los salarios reales bajarán; esto permitirá el aumento del empleo y de la producción real. Pero si los trabajadores tienen expectativas racionales ¿Porqué serían rígidos los salarios nominales? Actualmente, cuando se firman convenios colectivos suele incluirse una cláusula de revisión condicionada al comportamiento del IPC por lo que los aumentos salariales Desocupados en una calle de Illinois durante la acordados son reales. Además, si los Gran Depresión salarios nominales fueran rígidos, los salarios reales actuarían anticíclicamente, bajando en los procesos inflacionistas y subiendo en los deflacionistas, lo que no sólo no es lógico sino contrario a la experiencia empírica. Modelo keynesiano del mercado de trabajo y el desempleo En el modelo keynesiano, como se ha visto anteriormente, la causa principal del paro hay que buscarla en la insuficiencia de la demanda agregada. Un simple cambio negativo en las expectativas de los empresarios puede provocar una disminución de su demanda de bienes de inversión lo que originará una serie de reacciones en cadena en la que se irá perdiendo empleo sucesivamente en diferentes ramas industriales. La consiguiente disminución en la capacidad adquisitiva de los trabajadores puede agravar el círculo vicioso prolongando indefinidamente la situación de desempleo. Los keynesianos rechazan la capacidad del mercado laboral de ajustarse a la nueva situación modificando los salarios. Y si el equilibrio en el mercado de un factor o un bien no puede alcanzarse por la vía de los precios, se conseguirá por la vía de las cantidades, apareciendo una disparidad entre las cantidades ofrecidas y demandadas. Es la rigidez a la baja de los salarios la que impide que la disminución de la demanda se traduzca en descensos salariales por lo que se producirá una situación de desempleo involuntario. El supuesto de la rigidez de los salarios puede suavizarse si se considera que los trabajadores tienen ilusión monetaria, es decir, que lo que negocian en sus convenios son salarios nominales, no reales, por lo que, si se dan simultáneamente situaciones de desempleo e inflación, puede producirse un cierto reajuste de los salarios reales. Esta posibilidad quedaba excluida por las modernas propuestas del modelo de las expectativas racionales: No hay ilusión monetaria, por lo que la política monetaria expansiva se traduce inmediatamente en subidas de precios y salarios sin que tenga ningún efecto sobre la producción real. Los keynesianos, en respuesta, dieron la vuelta al argumento. Aceptando el supuesto de las expectativas racionales conjuntamente con el de la rigidez de los salarios nominales, dedujeron que las políticas expansivas sí pueden tener efecto sobre la producción real. Por ejemplo, el anuncio de un aumento en la cantidad de dinero en circulación provocará subidas en los precios, pero no en los salarios nominales, por lo que los salarios reales bajarán; esto permitirá el aumento del empleo y de la producción real. Desocupados en una calle de Illinois durante la Gran Depresión Pero si los trabajadores tienen expectativas racionales ¿Porqué serían rígidos los salarios nominales? Actualmente, cuando se firman convenios colectivos suele incluirse una cláusula de revisión condicionada al comportamiento del IPC por lo que los aumentos salariales acordados son reales. Además, si los salarios nominales fueran rígidos, los salarios reales actuarían anticíclicamente, bajando en los procesos inflacionistas y subiendo en los deflacionistas, lo que no sólo no es lógico sino contrario a la experiencia empírica. Las políticas de empleo y la curva de Phillips Para reducir el desempleo friccional (buscar en Internet) y eliminar los problemas que denuncia el modelo de la búsqueda de empleo (buscar en Internet) una medida elemental debe consistir en la organización de un sistema de oficinas de empleo que funcione de forma eficiente, con ficheros organizados de forma que faciliten la búsqueda rápida del empleo más adecuado a cada trabajador y del trabajador más adecuado para cada empleo. Para solucionar el paro estructural (buscar en Internet) son necesarias medidas que faciliten la movilidad espacial y funcional de los trabajadores. La movilidad espacial está obstaculizada principalmente por los altos precios de las viviendas y los alquileres que desaniman la migración interior. Por tanto, una política de vivienda barata puede facilitar la movilidad de los trabajadores y el aumento del empleo. La movilidad funcional requiere la organización de un sistema educativo con una formación profesional adaptada a las necesidades de las empresas y que tenga la flexibilidad suficiente para adaptarse a la rápida evolución de las tecnologías. La visión clásica del mercado de trabajo y sus conclusiones de que el desempleo es consecuencia de las barreras que impiden su ajuste automático, conduce a sugerir la flexibilización de los empleos. Autorizando contratos temporales y facilitando los despidos se consigue esta flexibilización y abaratar los costes laborales de las empresas aunque a costa de la precarización del empleo. El aumento de la demanda de trabajadores puede conseguirse con medidas de estímulo fiscal que reduzcan los costes salariales para las empresas, bien reduciendo las contribuciones obligatorias a la Seguridad Social (que tendrían que ser substituidas por otros ingresos del Estado), bien subvencionando la contratación de trabajadores que por alguna circunstancia sean menos eficientes, minusválidos, jóvenes en su primer empleo, etc. Finalmente siguen siendo muchos los partidarios de las tradicionales medidas keynesianas de aumentar la demanda agregada mediante el aumento del gasto público, bien mediante contratación directa por el Estado-patrón, bien mediante la realización de obras o inversiones públicas. Diego Rivera: Industria en Detroit, fragmento (1933) La curva de Phillips Pero la intervención del Estado para fomentar el empleo mediante las tradicionales políticas monetarias o fiscales topa con desagradables efectos secundarios. Si lo que se busca es una oferta de empleo bien remunerado, sostenida a largo plazo, habrá que actuar de forma muy cuidadosa para que no sea peor el remedio que la enfermedad. En 1958 el profesor A.W. Phillips publicó un estudio sobre la evolución seguida a largo plazo por los precios y el empleo en la economía británica, en el que se ponía de manifiesto una correlación inversa entre ambas variables, a mayor inflación menor desempleo, que podía ajustarse a una curva decreciente. La curva de Phillips no describía funciones teóricas que relacionasen de forma lógica las dos variables implicadas; era, simplemente, la constatación de un hecho y su representación plástica. La curva de Phillips se popularizó rápidamente por varias razones. Por una parte resultaba consistente con el paradigma keynesiano dominante en la época, según el cual la inflación se producía sólo en situaciones de alta demanda agregada y pleno empleo. Además, en los años sesenta los datos sobre el desempleo y la inflación en los principales países occidentales se ajustaron con bastante fidelidad a una curva así. Pero la principal razón de su popularidad fue quizá su utilidad para explicar a los políticos y a los votantes que había un momento para las políticas expansivas y un momento para las políticas estabilizadoras y que no podía cumplirse la pretensión de alcanzar un mundo perfecto con tasas de desempleo e inflación iguales a cero. La curva de Phillips Pero en los años setenta el mundo cambió. Las tasas de inflación y desempleo empezaron a crecer conjuntamente con lo que la curva de Phillips desapareció de los gráficos estadísticos. El fenómeno de la estanflación, estancamiento e inflación, no cabía en los esquemas keynesianos. Los nuevos fenómenos económicos exigían nuevas y diferentes explicaciones. Los monetaristas, a través de su miembro más prestigioso, el profesor Milton Friedman, propusieron el modelo que se llamó la curva de Phillips a largo plazo. La curva de Phillips, argumentó, no es estable sino que se desplaza como consecuencia de los ajustes en las previsiones de los agentes económicos. Cualquier intento por parte del gobierno de aumentar el empleo tendrá éxito sólo a corto plazo pero provocando desplazamientos de la curva de Phillips. A largo plazo la curva de Phillips. Parece existir una tasa natural de desempleo, y todo intento de restringirla está condenado al fracaso a largo plazo. La teoría de las expectativas racionales viene a introducir aún más pesimismo en esta cuestión. Si los agentes son capaces de prever las consecuencias de las políticas económicas y adaptar inmediatamente su comportamiento a esas previsiones, el crecimiento de la inflación será inmediato. Las políticas expansivas no tendrán éxito ni siquiera a corto plazo. Aun teniendo en cuenta estas limitaciones a las políticas expansivas, siempre se podrán tomar medidas de fomento del empleo vistas más arriba que, según los modelos que hemos estudiado, eliminen o suavicen las dificultades para encontrar empleo y faciliten el ajuste entre la oferta y la demanda de trabajo. Comercio internacional y globalización Introducción y objetivos En esta lección veremos los conceptos básicos del comercio internacional, los mercados de divisas, la balanza de pagos y la globalización. Cuando discutimos de economía con los amigos, frecuentemente hablamos del mal trato que dan los extranjeros a nuestros productos y de lo tonto que es nuestro gobierno al permitir las importaciones. ¿Porqué importamos galletas danesas? ¿Es que en nuestro país no somos capaces de fabricar galletas tan buenas como esas? ¿Cómo consiente nuestro gobierno que las perversas multinacionales vengan a explotarnos e inviertan en nuestro país? ¿Porqué consiente nuestro gobierno que los perversos empresarios de nuestro país inviertan en el extranjero en vez de crear trabajo aquí? No hace falta tener un Master en Comercio Internacional para darse cuenta que los beneficios de las inversiones, del comercio y los negocios internacionales no dependen del nombre, la religión, la raza o la nacionalidad de sus agentes. En este tema vamos a explicar las razones por las que el comercio internacional es beneficioso para todos los países implicados aunque haya sectores, empresas o individuos que se vean perjudicados. Y veremos también cómo funcionan los mercados de divisas cómo se contabilizan los movimientos internacionales de mercancías, servicios y capitales qué instrumentos tienen los gobiernos para impulsar y controlar las transacciones internacionales Las razones del comercio internacional Hay diversos grados de apertura de un país al comercio internacional. El más cerrado, la autarquía absoluta, supondría negarse a cualquier importación; un pequeño grado de apertura implicaría permitir la importación de productos que no pudieran ser fabricados en el interior del país; si finalmente se diera libertad total de comercio, sería lógico esperar que sólo se importasen los productos que pudieran ser fabricados en el país a un coste excesivamente alto. Pero lo que observamos en el mundo real es algo más avanzado: con mucha frecuencia se comercia con productos que podrían ser fabricados fácilmente por el país importador (galletas, camisas) pero que resulta más ventajoso adquirirlos en el exterior. Una de las ventajas del comercio internacional es consecuencia de las economías de escala: al aumentar la cantidad producida para satisfacer un mercado más amplio, los costes medios disminuirán. Además están las ventajas de la especialización: cuando un individuo se especializa en la realización de un trabajo concreto, adquirirá más habilidad y maestría en él que los que lo realizan de forma eventual; esa argumentación, válida para un trabajador individual, también es válida para una empresa y para un país. Los argumentos de carácter económico a favor de un sistema de comercio abierto son muy sencillos y se fundan en gran medida en el sentido común comercial, pero también en la realidad, o sea en la experiencia adquirida en materia de comercio mundial y crecimiento económico desde la segunda Mercancías en el puerto de Tolón guerra mundial. Los aranceles aplicables a los productos según un grabado de J. Vernet de 1756. industriales han bajado vertiginosamente. El 1º de enero de 1999 su media era inferior al 4% en los países desarrollados. Durante los primeros decenios posteriores a la guerra, el crecimiento económico mundial tuvo una media de aproximadamente el 5% anual, y esta elevada tasa se debió en parte a la reducción de los obstáculos comerciales. El comercio mundial creció a un ritmo aún más rápido, con una media de alrededor del 8% en el mismo período. ESTAS FUERON SUS PALABRAS En un sistema de comercio absolutamente libre, cada país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en los empleos más beneficiosos. Esta persecución del provecho individual está admirablemente relacionada con el bienestar universal. Distribuye el trabajo en la forma más efectiva y económica posible al estimular la industria, recompensar el ingenio y al hacer más eficaz el empleo de las aptitudes peculiares con que lo ha dotado la naturaleza; al incrementar la masa general de la producción, difunde el beneficio por todas las naciones uniéndolas con un mismo lazo de interés e intercambio común. Es este principio el que determina que el vino se produzca en Francia y Portugal, que los cereales se cultiven en América y en Polonia, y que Inglaterra produzca artículos de ferretería y otros. Los datos demuestran que existe una relación estadística indudable entre un comercio más libre y el crecimiento económico. La teoría económica señala convincentes razones para esa relación. Todos los países, incluidos los más pobres, tienen activos -humanos, industriales, naturales y financieros- que pueden emplear para producir bienes y servicios para sus mercados internos o para competir en el exterior. La economía nos enseña que podemos beneficiarnos cuando esas mercancías y servicios se comercializan. Dicho simplemente, el principio de la "ventaja comparativa" significa que los países prosperan, en primer lugar, aprovechando sus activos para concentrarse en lo que pueden producir mejor, y después intercambiando estos productos por los productos que otros países producen mejor. ¿Pero por qué un país determinado se especializa en un producto concreto? La respuesta parece obvia: cada país se (David Ricardo, Principios de Ec. Política y Tributación, especializará en aquellos productos que pueda 1817) producir ventajosamente con respecto a los demás países. ¿Y qué significa producir ventajosamente? Adam Smith respondió a esas preguntas afirmando que los países se especializarán en producir aquellos bienes sobre los que tengan una ventaja absoluta, es decir, que sean capaces de producir el mismo número de bienes aplicando menor cantidad de trabajo. Su discípulo David Ricardo dio un paso más, demostró que todos los países se pueden beneficiar especializándose cada uno en la producción de bienes aunque no tengan ventaja absoluta en ellos; es suficiente que tengan ventaja comparativa, es decir, que sean capaces de producirlo a un precio menor. CUADRO 15.1 VENTAJA ABSOLUTA España Francia 10 10 140 140 2 4 10 7 Pares de zapatos 5 x 140 / 2 = 350 5 x 140 / 4 = 175 525 Abrigos 5 x 140 / 10 = 70 5 x 140 / 7 = 100 170 700 0 700 0 200 200 Nº obreros Horas mensuales por obrero Horas en cada par de zapatos Horas en cada abrigo Totales Producción mensual sin especialización Producción mensual especializándose Pares de zapatos Abrigos Empecemos comprendiendo la argumentación de Adam Smith sobre la ventaja absoluta con un ejemplo. Supongamos que hay dos empresas, una española y una francesa, que trabajan la piel. Ambas empresas tienen 10 obreros cada una, que trabajan 140 horas al mes. Los obreros españoles son más hábiles fabricando zapatos, hacen un par de zapatos en sólo dos horas mientras que los trabajadores franceses necesitan cuatro horas. En cambio los franceses son más expertos con los abrigos de piel ya que hacen uno en siete horas mientras que los españoles necesitan diez. Es decir, los españoles tienen una ventaja absoluta en la fabricación de zapatos (necesitan menos tiempo para hacerlos) mientras que los franceses tienen ventaja absoluta en la fabricación de abrigos. Si no existiese el comercio internacional, tanto la empresa española como la francesa tendrían que dedicar la mitad de sus empleados a fabricar zapatos y la otra mitad a fabricar abrigos. Mensualmente los españoles podrían producir 350 pares de zapatos y 70 abrigos mientras que la empresa francesa produciría 175 pares de zapatos y 100 abrigos. Pero si existe la posibilidad de especializarse e intercambiar productos a través de la frontera, las empresas podrán dedicar todos sus obreros a la producción en la que son más hábiles, consiguiendo la española setecientos pares de zapatos y la francesa doscientos abrigos. Como la producción conjunta ha aumentado (antes había sólo 525 pares de zapatos y 170 abrigos en total) el comercio beneficiará a ambos países que podrán disponer de más zapatos y abrigos. CUADRO 15.2 VENTAJA COMPARATIVA Nº obreros España Francia 10 10 Totales Horas mensuales por obrero 140 140 4 2 Horas para cada abrigo 10 7 Precio abrigo/zapatos 1/2,5 1/3,5 Pares de zapatos 5 x 140 / 4 = 175 7 x 140 / 2 = 490 665 Abrigos 5 x 140 / 10 = 70 3 x 140 / 7 = 60 130 0 700 700 140 0 140 Horas para cada par de zapatos Producción mensual sin especialización Producción mensual especializándose Pares de zapatos Abrigos Veamos ahora la argumentación de David Ricardo, sobre la ventaja comparativa. Imaginemos el comportamiento de las mismas empresas del ejemplo anterior en el caso de que la francesa tenga ventaja absoluta en la producción de ambos bienes. Supongamos que ambas siguen disponiendo de diez obreros cada una, que trabajan 140 horas mensuales. Mantendremos el supuesto de que los obreros franceses son mejores con los abrigos, fabricando uno en siete horas mientras que los españoles necesitan dedicar diez horas. Pero ahora los franceses resultarán también más hábiles con los zapatos, fabricando un par cada dos horas mientras que los obreros españoles necesitan dedicar cuatro. Si no hay comercio internacional ambas empresas tendrán que dedicar parte de sus trabajadores a cada uno de los productos. Supongamos que, como antes, la empresa española dedica la mitad de los obreros a cada uno de los bienes consiguiendo así producir mensualmente 175 pares de zapatos y setenta abrigos. Para facilitar la comprensión del modelo conviene que supongamos ahora que la empresa francesa dedica siete trabajadores a la producción de calzado y tres a la de abrigos, con lo que conseguirá 490 pares de zapatos mensuales y sesenta abrigos. Aunque la empresa española es menos eficiente en la producción de ambos tipos de bienes, tiene ventaja comparativa en la producción de abrigos. Obsérvese que, si no hay comercio internacional, el precio de los abrigos españoles equivaldrá (relación interna de intercambio) al de 2,5 pares de zapatos, mientras que a los franceses les costará un abrigo lo mismo que 3,5 pares de zapatos. Es decir, a los franceses les resultan más caros los abrigos, en comparación con los zapatos, que a los españoles. Un contrabandista despabilado podría intentar sacar provecho de la situación llevando abrigos españoles a Francia y zapatos franceses a España. Ver aquí una explicación adicional muy didáctica del profesor mexicano Ramales Osorio sobre el modelo del comercio internacional de Adam Smith y sus derivaciones. También incluído en este CD-ROM o sitio web: Christian Emmanuel Laguna Reyes Fundamentos de la teoría clásica del comercio internacional En una ocasión, el matemático Stanislaw Ulam desafió al premio Nobel Paul Samuelson a que "mencionara, en todo el ámbito de las ciencias sociales, una proposición que fuera a la vez verdadera y que no fuera banal". Samuelson necesitó varios años para encontrar la respuesta: la ventaja comparativa. "Su verdad lógica no necesita ser demostrada ante un matemático; el hecho de que no es banal se ve corroborado por los miles de hombres importantes e inteligentes que nunca han podido llegar a la doctrina por sí mismos ni comprenderla una vez que les ha sido explicada." Si la empresa española dedica todos sus trabajadores a fabricar abrigos y la francesa los suyos a producir zapatos el resultado conjunto será de setecientos pares de zapatos, todos franceses, y ciento cuarenta abrigos, todos españoles. El resultado conjunto sigue siendo superior al que se conseguiría si no fuese posible la especialización. Ambos países podrán disponer de más zapatos y más abrigos que antes. Ambos países saldrán beneficiados. Obsérvese que si alguno de los países estableciera barreras aduaneras que impidieran los intercambios ambos países saldrían perjudicados. Algunos grupos de presión españoles podrían pedir el establecimiento de dichas barreras en defensa de la industria nacional de zapatos. Grupos similares pedirían en Francia la protección de su industria de abrigos. Estas tendencias proteccionistas suelen tener desgraciadamente buena acogida social. Pero los ciudadanos partidarios del proteccionismo no se dan cuenta de que la protección de industrias ineficientes se realiza a costa de industrias más eficientes que serán las perjudicadas. En nuestro ejemplo, la protección de la industria española de zapatos perjudicaría a la industria española de abrigos. En general todos los ciudadanos del país se verían perjudicados por el establecimiento de barreras comerciales ya que su disponibilidad de productos sería menor. LA RELACIÓN REAL DE INTERCAMBIO ¿Pero a qué precio se intercambiarán en los mercados internacionales los abrigos españoles y los zapatos franceses? Con los datos ofrecidos en el ejemplo de la ventaja comparativa sabemos que si no hubiera especialización la relación sería 1/2,5 en España y 1/3,5 en Francia. Como la decisión de especializarse e intercambiar es voluntaria, la relación de intercambio tiene que permanecer entre esos límites para que ambos países resulten beneficiados. Como los españoles van a producir abrigos y los franceses zapatos, a los españoles les interesará que la relación de intercambio esté lo más cerca posible de 1/3,5 ya que así La relación real a la que se producirá el intercambio (RRI) en una situación tan sencilla como la descrita dependerá exclusivamente del comportamiento de la demanda "mundial" de zapatos y de abrigos. Si la demanda de zapatos es más inelástica que la de los abrigos el precio de los zapatos tenderá a crecer en comparación con el de los abrigos por lo que la RRI tenderá a ser 1/2,5. Para medir en la realidad la RRI de un país en su comercio con otro bastará con calcular el cociente entre el valor de las exportaciones y las importaciones. El único problema está en que esos volúmenes vienen expresados en términos monetarios diferentes. Como las obtendrán más calzado a cambio de sus abrigos. A los franceses por la misma razón les interesará una relación lo más próxima a 1/2,5. mercancías que importamos de Francia están valoradas en francos, para poder compararlas con las españolas habrá que cambiar su valoración a pesetas multiplicando su importe por el tipo de cambio pesetas/franco. Esta fórmula está mostrando una tentadora forma de mejorar la RRI: manipulando el tipo de cambio. Si, siguiendo el ejemplo, el cambio pesetas/francos disminuye, la RRI aumentará con el consiguiente aumento de nuestro bienestar. En otras palabras, si hacemos que con nuestras pesetas se puedan conseguir más francos que antes, podremos obtener así más zapatos franceses a cambio del mismo número de abrigos. Se dice de una moneda que es "fuerte" cuando su tipo de cambio con respecto a las demás permite una RRI favorable... y mantiene esa relación de forma estable. Es el momento, pues, de que veamos cómo se determina el tipo de cambio. Los mercados de divisas El tipo de cambio es el precio de una moneda expresado en otra. Cuando una moneda está en manos extranjeras recibe el nombre de divisa. Los extranjeros pueden necesitar divisas de un país por que piensan ir en un viaje turístico, por que desean importar bienes o servicios o por que desean invertir en él. En otras palabras: porque demandan bienes, porque demandan servicios, o porque ofrecen capital financiero. Los nacionales ofrecen sus monedas a cambio de divisas por las mismas razones. El gráfico representa la cantidad ofrecida y demandada de Cruzados brasileños en el mercado de divisas haitiano, es decir, expresando su precio en Gordas haitianas. Si el precio de una divisa, su tipo de cambio, es alto, habrá poca demanda. Los turistas, al darse cuenta que tienen que entregar mucho dinero para conseguirla decidirán viajar a otro país; los importadores encontrarán excesivamente caras las mercancías. Si el tipo de cambio baja, la cantidad demandada de divisas aumentará. Es decir, la función de demanda de divisas es decreciente como la de todos los bienes. La oferta de divisas manifestará un comportamiento igualmente lógico: cuando el tipo de cambio sea alto se ofrecerá más cantidad de divisas que cuando sea bajo. Una peculiaridad destacada de los mercados de divisas es la posibilidad de que los bancos centrales intervengan manipulando los tipos de cambio. Cualquier fluctuación en los tipos de cambio es considerada indeseable ya que provoca inseguridad y puede desalentar el comercio internacional. Es por ello que durante largos períodos históricos los mercados de divisas han estado funcionando en sistemas de cambios fijos, en los que los bancos centrales intervenían para mantener los tipos. El sistema de patrón oro ha adoptado diversas formas durante el período de su vigencia, más de siglo y medio. La forma más pura, el patrón-moneda oro, fue el más extendido durante el siglo diecinueve y hasta la Primera Guerra Mundial. Después aparecieron diversas variedades como el patrón-lingote y los patrones de cambios, entre ellos el sistema del FMI. En 1973 se añadió una enmienda al Convenio del FMI por la cual se autorizaba a los países miembros a adoptar el sistema cambiario que mejor se adaptase a sus circunstancias particulares. De hecho la mayoría de los países permitieron que sus monedas fluctuasen libremente en los mercados de divisas aunque, eso sí, con la intervención de los bancos centrales tratando de suavizar las tendencias y de evitar fluctuaciones excesivamente bruscas. Es el sistema llamado de flotación "sucia". Este sistema fue utilizado por muchos países durante los recesivos años 70 y aún sigue siendo el utilizado por muchos países incluyendo al Japón y a los Estados Unidos. Entre sus ventajas está permitir que las políticas monetarias de los países se diseñen atendiendo a la situación interna, con mucha menor dependencia de los problemas que puedan aparecer en los mercados cambiarios. Permanece el inconveniente de que la inseguridad en la evolución futura de los tipos desalienta la expansión del comercio internacional. La aparición de mercados de futuros muy eficientes ha permitido subsanar en parte ese inconveniente. La flexibilidad del sistema actual y la diversidad de situaciones concretas en que se encuentran muchos países, algunos muy endeudados, otros escasos de reservas, otros con fuerte dependencia tecnológica o de materias primas, hace que se multipliquen los sistemas de pagos internacionales recurriendo incluso con cierta frecuencia a formas que, como el trueque, parecían haber quedado obsoletas. Algunos países han decidido fijar estrechamente el valor de su moneda al de otra. En otras ocasiones aparecen tipos de cambio fijos y múltiples, un tipo de cambio para el pago de deudas, otro para inversiones, otro para importaciones. Algunos grupos de países han llegado a acuerdos mutuos sobre sistemas cambiarios particulares, el más avanzado de los cuales es el Sistema Monetario Europeo que estudiaremos detalladamente más adelante. El Patrón-Oro Aunque han existido también el patrón plata y el bimetalismo, el sistema más característico de tipos de cambio fijo es el del patrón oro. El funcionamiento de este sistema requiere que el país que desee integrarse establezca un precio oficial del oro en su moneda y se comprometa a comprar y vender a ese precio todo el metal que se le ofrezca o se le demande, permitiendo a la vez su libre importación y exportación. Los tipos de cambio quedan determinados por la relación entre los precios oficiales del oro en cada divisa. La principal virtud del patrón oro era su capacidad de reajustar automáticamente los desequilibrios en las balanzas de pagos. Si las exportaciones de un país eran superiores a sus importaciones, recibía oro (o divisas convertibles en oro) como pago y sus reservas aumentaban provocando a la vez la expansión de la base monetaria. El aumento de la cantidad de dinero en circulación corregía automáticamente el desequilibrio por dos vías, haciendo crecer la demanda de productos importados y provocando inflación lo que encarecía los productos nacionales reduciendo sus exportaciones. Si, por el contrario, el comercio exterior del país era deficitario, la disminución de las reservas de oro provocaba contracción de la masa monetaria reduciendo la demanda interior de bienes importados y abaratando los productos nacionales en el exterior. Pero el sistema tenía también serios inconvenientes. El país cuyo déficit exterior provocaba contracción de la masa monetaria sufría una fuerte reducción de su actividad económica generalizándose el desempleo. Los países con superávit podían prolongar su privilegiada situación "esterilizando el oro", impidiendo que el aumento en sus reservas provocase crecimiento en la circulación monetaria e inflación. El sistema del FMI Tras la Segunda Guerra Mundial, en el mes de julio de 1944, delegados de cuarenta y cuatro países se reunieron en Bretton Woods, en los Estados Unidos, para establecer un sistema monetario que pusiera orden en los mercados cambiarios y favoreciese el comercio internacional. Uno de los acuerdos adoptados en aquella reunión fue la creación del Fondo Monetario Internacional, entre cuyos fines está el establecimiento de un sistema multilateral de pagos que proporcione estabilidad en los tipos de cambio. De allí surgió un sistema de tipos de cambio fijos pero ajustables en el que el dólar jugaba un papel central. Los Estados Unidos fijaban el precio del oro en dólares y se comprometían a comprar y vender el oro que se le ofreciese o demandase a ese precio. Las demás monedas fijaban sus tipos de cambio con respecto al dólar. Los bancos centrales de los países adheridos al sistema se comprometían a intervenir en los mercados de divisas para mantener el tipo de cambio de su moneda. Si las importaciones son superiores a las exportaciones, el país estará demandando más divisas que la cantidad de moneda nacional que están demandando los extranjeros. Ese comportamiento en los mercados de divisas presiona hacia la depreciación de la moneda del país. En esas situaciones el banco central debía intervenir para evitar la fluctuación en los tipos de cambio, vendiendo divisas de sus reservas a cambio de su moneda. Pero esa solución era válida sólo a corto plazo ya que las reservas de divisas son limitadas. Si las causas que provocaban el exceso de importaciones sobre las exportaciones permanecían a largo plazo, el país debía devaluar el tipo de cambio oficial de su moneda. Obsérvese el distinto uso que tienen las palabras depreciación —presión ejercida por las fuerzas del mercado— y devaluación —decisión política adoptada por las autoridades del país. En el caso de que las exportaciones superen a las importaciones, el volumen de las reservas del país tiende a aumentar. Si ese flujo resultaba excesivo las autoridades podían revaluar la moneda. Pero como generalmente se considera que los superávits comerciales indican una eficiente política económica y conducen a un mayor nivel de vida, los gobiernos eran reacios a adoptar esa decisión. El sistema del FMI presentaba muchos inconvenientes. Cuando existían dudas sobre la estabilidad de una moneda y se creaban expectativas de una posible devaluación (o revaluación), la oferta (o la demanda) de esa moneda en los mercados de divisas presionaba con tanta fuerza que obligaba al reajuste; al confirmarse las expectativas, los especuladores obtenían pingües beneficios por lo que se estaban estimulando desplazamientos internacionales de capitales que resultaban bruscos y desestabilizadores. El crecimiento del comercio internacional requería una gran liquidez que no podía seguir dependiendo de la política monetaria de los Estados Unidos. En el año 1971 se suspendió la convertibilidad del dólar en oro con lo que este metal dejó de tener relación legal alguna con los sistemas financieros. Durante un par de años más el sistema internacional siguió teniendo al dólar como patrón, hasta que en 1973 se decidió permitir la libre flotación de las monedas en los mercados de divisas. La balanza de pagos La Balanza de Pagos es un documento contable que presenta de manera resumida el registro de las transacciones económicas llevadas a cabo entre los residentes de un país y los del resto del mundo durante un período de tiempo determinado que normalmente es un año. Utilizaremos aquí las especificaciones del Quinto Manual de Balanza de Pagos elaborado por el FMI, que son las utilizadas con mayor o menor fidelidad por la mayoría de países. Como ejemplo utilizaremos los datos de la economía española tal como los elabora el Banco de España. Los países europeos siguen las normas del FMI con algunas normas adicionales específicas que permiten la elaboración por el Banco Central Europeo de una Balanza conjunta. El BCE define la Balanza de Pagos como "la estadística que recoge, con el desglose apropiado, las transacciones transfronterizas durante el período del calendario al que se refieren, mensual, trimestral o anual". Al abordar por primera vez el tema de la Balanza de Pagos, conviene aclarar que todas las transacciones económicas provocarán dos asientos en la Balanza, uno en la columna de ingresos y otro en la de pagos, uno por el valor de la mercancía, servicio o título de crédito que se haya entregado, otro por su contrapartida en dinero, en créditos o en bienes o servicios. Por tanto la suma de las dos columnas de la Balanza es siempre el mismo, el saldo de la Balanza de Pagos es siempre nulo, la Balanza está siempre en equilibrio. Cuando se habla de déficits o superávits en la Balanza de Pagos se está haciendo referencia sólo a algunas de sus cuentas o sub-balanzas. El cambista y su mujer, pintado por Ruysdael en 1539 se conserva en el Museo del Prado de Madrid. Las transacciones anotadas se ordenan en tres grandes rúbricas: la cuenta corriente, la cuenta de capital y la cuenta financiera. La cuenta corriente se subdivide en cuatro balanzas básicas: comercial (bienes), servicios, rentas y transferencias. Ingresos Pagos Saldo Bienes 148 105,6 201 042,7 -52 937,1 Servicios 68 387,3 46 156,4 22 230,9 Rentas 24 747,2 38 448,0 -13 700,7 Transferencias corrientes 15 451,8 15 495,6 -43,8 Cuenta corriente 256 692,0 301 142,7 -44 450,7 INCOTERMS 2000 CIF y FOB son solo dos de los trece términos conocidos como INCOTERMS 2000. Son unos términos comerciales, definidos como estándar internacionales por la Cámara de Comercio Internacional. Los INCOTERMS facilitan los contratos internacionales privados al delimitar con precisión las responsabilidades y compromisos de las partes contratantes. Más información... España, 2004. En millones de euros. Datos del Banco de España. La balanza de bienes, también llamada de comercial o de mercancías, utiliza como fuente de información básica los datos estadísticos recogidos y elaborados por el Departamento de Aduanas de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, aunque los reelabora con los ajustes pertinentes. Por ejemplo, las importaciones en la Balanza de Pagos tienen que aparecer con valoración FOB en vez de CIF, que es como las elabora el Departamento de Aduanas. Los precios FOB (Free On Board) se diferencian de los precios CIF (Cost, Insurance and Freight) en que estos últimos incluyen el flete y los seguros, Naturalmente, al elaborar la Balanza de Pagos, los fletes y los seguros tienen que ser contabilizados como servicios y no como mercancías. La balanza de servicios incluye los siguientes conceptos: Turismo y viajes, transportes, comunicaciones, construcción, seguros, servicios financieros, informáticos, culturales y recreativos, prestados a las empresas, personales, gubernamentales, royalties y rentas de la propiedad inmaterial. En realidad, en España, más de la mitad del importe de la cuenta de servicios es debido al turismo. En concreto, la cuenta del servicios de ese mismo año fue: Ingresos Pagos Saldo Turismo 36 376,3 9 772,1 26 604,2 Otros servicios 32 011,0 36 384,3 Balanza de 68 387,3 servicios 46 156,4 -4 373,2 22 230,9 España, 2004. En millones de euros. Datos del Banco de España. En la cuenta de rentas, los ingresos son las rentas percibidas por los propietarios de factores (trabajo o capital) españoles empleados en el extranjero, mientras que los pagos son las rentas que enviamos a extranjeros propietarios de factores productivos (trabajo o capital) empleados en nuestro país. Las rentas del trabajo recogen la remuneración de trabajadores fronterizos, estacionales y temporeros. Es una rúbrica en la que la información que se obtiene nunca será muy precisa ya que, además de que muchas pequeñas rentas no se declararán, parte del total de las rentas se gastará en el país de origen. En 2004 la balanza de rentas mostró estos resultados: Ingresos Pagos Saldo del trabajo 469,0 527,8 -68,8 de la inversión 24 278,3 37 920,2 -13 641,9 Balanza de rentas 24 747,2 38 448,0 -13 700,7 España, 2004. En millones de euros. Datos del Banco de España. Al elaborar la cuenta de transferencias corrientes la principal dificultad es distinguir qué transferencias son corrientes y cuáles son de capital. Se recogen como transferencias corrientes las remesas de emigrantes, los impuestos, las prestaciones y cotizaciones a la Seguridad Social, donaciones destinadas a la adquisición de bienes de consumo, retribuciones a personal que presta servicios en el exterior en programas de ayuda, pensiones alimenticias, herencias, premios literarios, artísticos, científicos y otros, premios de los juegos de azar, cotizaciones a asociaciones benéficas, recreativas, culturales, científicas y deportivas, etc. La cuenta de capital española recoge principalmente las transferencias de capital de las administraciones públicas con la Unión Europea, es decir, las transferencias de los fondos de cohesión, los FEDER y FEOGA. Otras partidas menores proceden de la enajenación o adquisición activos inmateriales no producidos o por la liquidación del patrimonio de emigrantes. Ingresos Cuenta de capital Pagos 9 350,7 Saldo 803,1 8 547,6 España, 2004. En millones de euros. Datos del Banco de España. La cuenta financiera está dividida en cinco balanzas: inversiones directas, inversiones de cartera, derivados financieros, otra inversión y variación de reservas. VNP VNA SALDOS VNP-VNA CUENTA FINANCIERA (a) 36 834,0 Excluido Banco de España 50 844,0 Inversiones directas -26 345,1 De España en el exterior Del exterior en España 39 825,1 -39 825,1 13 480,0 13 480,0 Inversiones de cartera 85 804,6 De España en el exterior Del exterior en España 24 980,9 -24 980,9 110 785,5 110 785,5 Otras inversiones (b) De España en el exterior Instituciones financieras monetarias -9 776,7 27 309,7 -27 309,7 15 815,5 -15 815,5 Administraciones Públicas 1 206,5 -1 206,5 Otros sectores residentes 10 287,7 -10 287,7 Del exterior en España 17 533,1 17 533,1 13 559,2 13 559,2 Administraciones Públicas 5 040,7 5 040,7 Otros sectores residentes -1 066,9 -1 066,9 Instituciones financieras monetarias Derivados financieros 1 161,2 Banco de España -14 010,0 Reservas 5 147,0 Activos frente al Eurosistema -13 760,0 Otros activos netos -5 397,0 ERRORES Y OMISIONES -930,9 España, 2004. En millones de euros. Datos del Banco de España. FUENTE: Banco de España. a. Tanto la variación de activos como la variación de pasivos deben entenderse netas de sus correspondientes amortizaciones. b. Incluye principalmente préstamos, cesiones/adquisiciones temporales y depósitos. CONVENCIÓN CONTABLE: Cuenta financiera, excluido Banco de España: VNA (Variación Neta de Activos): Un signo positivo (negativo) supone un aumento (disminución) de los activos y, por tanto, una salida (entrada) de capital. VNP (Variación Neta de Pasivos): Un signo positivo (negativo) supone un aumento (disminución) de los pasivos y, por tanto, una entrada (salida) de capital. VNP – VNA: Un signo positivo (negativo) supone una entrada (salida) de capital. Banco de España: Un signo positivo (negativo) supone una disminución (aumento) de los activos del Banco de España frente al exterior. Errores y omisiones: Un signo positivo (negativo) supone un ingreso (pago) no contabilizado en otra rúbrica de la Balanza. Las inversiones directas son aquellas en las que el inversor está guiado por el objetivo de obtener una rentabilidad permanente e influencia en los órganos de dirección de la empresa invertida. Las inversiones de cartera son las adquisiciones de valores negociables cuando representen un porcentaje menor de la empresa invertida. El umbral lo establece el FMI en el 10% del capital. Ver también: Ramón Casilda Béjar Inversiones directas españolas en América Latina La década dorada 1990-2000 En la revista "Contribuciones a la economía", Diciembre 2003 Los derivados financieros incluyen las opciones, los futuros financieros, los warrants, ya sean sobre acciones o sobre valores, las compraventas de divisas a plazo, los acuerdos de tipos de interés futuro (FRA), las permutas financieras de moneda o de tipos de interés y cualquier otra permuta financiera o swap , sea sobre índices, cotizaciones medias, o cualquier otra clase de activos. En otra inversión se recogen operaciones de préstamos comerciales y financieros. La cuenta de variación de reservas del Banco de España era, hasta la creación de la UEM, la contrapartida del conjunto de las operaciones exteriores de los otros sectores. Tras la creación de la UEM, la variación del saldo de la cuenta del Banco de España con el Eurosistema es, en general, la principal contrapartida del conjunto de esas operaciones, contrapartida que el Banco de España ha de ofrecer necesariamente, mientras que la variación de las reservas es el resultado de decisiones propias ligadas a su política de gestión de sus activos y a las directrices del BCE. La variación de la cuenta del Banco de España con el Eurosistema es la contrapartida principal de todas las operaciones de la Balanza de Pagos, cualquiera que sea su moneda originaria, el país del no residente, el sector institucional residente y la naturaleza financiera o no de la operación. El saldo global de la Balanza de Pagos es por tanto el resultado de sumar los saldos de las cuentas corrientes, las de capital, las financieras, y los errores que se hayan podido detectar en los cálculos. El saldo será siempre, como dijimos antes, cero. Ver la Balanza de Pagos de España 2004, (287 páginas, requiere Acrobat Reader) . Vea también las Balanza de Pagos de Argentina - Bolivia - Brasil - Colombia - Costa Rica - Chile Ecuador - El Salvador - Guatemala - Honduras - México - Nicaragua - Panamá - Paraguay - Perú República Dominicana - Uruguay - Venezuela La existencia de superávits o déficits en alguna sub-balanza es algo normal; tan sólo será preocupante la situación cuando el desequilibrio sea muy importante y cuando se mantenga de forma sostenida en el tiempo. Un desequilibrio permanente es indicativo de la existencia de problemas graves que deben ser resueltos. Un déficit persistente en las cuentas corrientes suele ser la consecuencia de una tasa de inflación superior a la de los países con los que se comercia, lo que encarece los productos nacionales dificultando así las exportaciones. Las medidas fiscales y monetarias contractivas tienen también el efecto de reducir la capacidad de consumo de las familias y por tanto de su demanda de importaciones. El establecimiento de controles directos de los movimientos de capitales y mercancías son una tentación para los gobiernos con déficits permanentes pero fomentan la ineficiencia y la baja productividad, reducen el crecimiento y perjudican el bienestar del país a corto y a largo plazo. Ver la orientación del Banco Central Europeo de 1 de diciembre de 1998 sobre los requerimientos de información en materia de estadísticas de balanza de pagos y posición de inversión internacional (Diario Oficial n° L 115 de 04/05/1999 P. 0047 - 0064) La posición de inversión internacional Los fondos de pensiones de los países más ricos han acumulado enormes masas de capital que son gestionados y encauzados a través de poderosos fondos de inversión internacionales. Las utilización por estos fondos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) otorgan una extraordinaria fluidez y volatilidad a las transferencias de capitales. El quinto manual del Fondo Monetario Internacional sobre Balanza de Pagos recomienda un sistema de elaboración y presentación de las estadísticas de activos y pasivos financieros externos a la que denomina "la posición de inversión internacional". Ese tipo de estadísticas se realizaban desde hace muchos años, pero el nuevo sistema propuesto por el FMI está muy adaptado al moderno funcionamiento de los mercados de capitales internacionales, a las necesidades de los analistas y a las exigencias de los organismos económicos internacionales. El Banco Central Europeo define al PII como el balance anual del saldo de los activos y de los pasivos financieros transfronterizos en una fecha de referencia. Las inversiones que se recogen incluyen tanto las directas y de cartera como los préstamos y depósitos y cualesquiera otros activos y pasivos. Se trata, por tanto, de un concepto amplio que abarca la totalidad de los activos financieros (inversiones de nuestro país en el exterior) y de los pasivos (inversiones del exterior en nuestro país). Posición de inversión internacional (millones de euros) Posición neta Activos exteriores (1) Pasivos exteriores (2) 1991 -49.138 93.964 143.103 1992 -63.762 114.136 177.898 1993 -78.285 183.393 261.678 1994 -78.684 176.598 255.282 1995 -81.922 197.314 279.235 1996 -85.415 229.090 314.504 1997 -89.314 283.741 373.056 1998 -110.100 341.615 451.716 1999 -113.515 450.430 563.945 2000 -114.709 604.265 718.974 2001(3) -121.782 660.921 782.704 Años (1) Inversiones de España en el exterior. (2) Inversiones del exterior en España. (3) Datos a 31 de junio. Datos del Banco de España. Composición de las reservas exteriores (millones de euros) Reservas 1 Oro 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2.027 2.029 2.029 1.990 4.814 4.873 2 Posición en el FMI 878 1.155 1.257 1.735 1.876 1.517 3 DEG en el FMI 202 202 355 432 492 259 4 Derivados monetarios 247 225 229 234 188 158 5 Divisas convertibles TOTAL 25.539 19.330 44.017 60.017 44.914 30.639 34.708 27.263 47.658 64.174 52.095 37.288 Datos del Banco de España. Las barreras al comercio internacional Para corregir los desequilibrios de la balanza de pagos, los gobiernos tratarán, lógicamente, de fomentar las exportaciones. Pero para ello, en algunos casos, se sentirán tentados a utilizar medidas perjudiciales para el resto de los países, por lo que pueden provocar reacciones indeseables. Además, siempre está la tentación de establecer barreras a las importaciones. Hay varios tipos de barreras a las importaciones. Los contingentes son barreras cuantitativas: el gobierno establece un límite a la cantidad de producto otorgando licencias de importación de forma restringida. Los aranceles son barreras impositivas: el gobierno establece una tasa aduanera provocando una subida en el precio de venta interior del producto importado con lo que su demanda disminuirá. Las barreras administrativas son muy diversas, desde trámites aduaneros complejos que retrasan y encarecen los movimientos de mercancías, hasta sofisticadas normas sanitarias y de calidad que, al ser diferentes de las del resto del mundo, impidan la venta en el interior a los productos que no hayan sido fabricados expresamente para el país. Los acuerdos internacionales para derribar estas barreras no servirán de nada si no hay una voluntad liberalizadora clara y firme. La imaginación de los dirigentes políticos podrá siempre descubrir nuevos métodos "no prohibidos" de dificultar las importaciones. "Freedom" de Mort Künstler. 1985. A finales del siglo XIX y principios del XX, los emigrantes que pretendían entrar en Estados Unidos eran retenidos en el edificio que se muestra en el cuadro, situado en Ellis Island, en el puerto de Nueva York. Los instrumentos de fomento a la exportación son de varios tipos: comerciales, financieros y fiscales. Los gobiernos prestan apoyo comercial a sus exportadores ofreciéndoles facilidades administrativas, servicios de información y asesoramiento e incluso promocionando directamente los productos originados en el país mediante publicidad, exposiciones y ferias internacionales. Las ayudas financieras a la exportación son principalmente los préstamos y créditos a la exportación, frecuentemente con tipos de interés muy bajos, y los seguros gubernamentales que cubren los riesgos empresariales incluso el riesgo derivado de perturbaciones políticas o bélicas. Entre las ayudas financieras hay que incluir las medidas de tipo monetario que actúan sobre el tipo de cambio haciendo que los productos nacionales resultan más baratos en el extranjero. Los instrumentos fiscales consisten en las desgravaciones fiscales, la devolución de impuestos y las subvenciones directas. Estos instrumentos son los menos aceptados internacionalmente ya que pueden conducir a situaciones de dumping, a que el producto se venda en el extranjero a un precio inferior al nacional e incluso a precios inferiores a su coste. En los últimos años se han multiplicado las denuncias contra el dumping ecológico y social. Se denomina dumping ecológico a las exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen con métodos productivos muy contaminantes y perjudiciales para el medio ambiente. Se denomina dumping social a las exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen mediante trabajadores mal pagados o esclavizados, trabajo infantil, trabajo de presos, etc. Si no existieran barreras a las importaciones ni ayudas artificiales a las exportaciones, los movimientos internacionales de bienes y servicios se producirían exclusivamente por razones de precio y calidad. Esa es, en el fondo, la única forma sostenible de mejorar la posición internacional y la relación real de intercambio de un país: conseguir producir con mayor eficacia, más calidad, a menor coste. Y para ello lo que hay que hacer es mejorar la organización productiva, la formación de los trabajadores y la tecnología. La globalización, ventajas e inconvenientes El triunfo internacional del sistema de libre comercio está generando una reacción crítica que se aglutina como movimiento anti-globalización. Los críticos de la globalización consideran que aunque este fenómeno esté resultando favorable para la prosperidad económica es definitivamente contrario a los objetivos de equidad social. La protesta que se manifiesta en enfrentamientos contra los organismos internacionales, FMI, OMC y otros, es de hecho una reacción contra el excesivo triunfalismo del liberalismo económico que debe ser tenida muy en cuenta. La voz de las ONG y otros participantes del movimiento anti-globalización está teniendo un eco en el interior de estos organismos internacionales que cada vez están mostrando una mayor conciencia de la necesidad de afrontar los problemas sociales globales a la vez y con el mismo interés que los financieros. Para juzgar las ventajas y los inconvenientes de la globalización es necesario distinguir entre las diversas formas que adopta ésta. Algunas formas pueden conducir a resultados positivos y otras a resultados negativos. El fenómeno de la globalización engloba al libre comercio internacional, al movimiento de capitales a corto plazo, a la inversión extranjera directa, a los fenómenos migratorios, al desarrollo de las tecnologías de la comunicación y a su efecto cultural. Esfera armilar en la biblioteca del Escorial, el monasterio-palacio construído en el siglo XVI por Felipe II, el emperador "en cuyos dominios no se pone el sol". Por ejemplo, la liberalización de los movimientos de capital a corto plazo sin que haya mecanismos compensatorios que prevengan y corrijan las presiones especulativas, ha provocado ya graves crisis en diversas regiones de desarrollo medio: sudeste asiático, México, Turquía, Argentina... Estas crisis han generado una gran hostilidad a la globalización en las zonas afectadas. Sin embargo sería absurdo renegar de los flujos internacionales del capital que son imprescindibles para el desarrollo. En general, tal y como se ha argumentado en epígrafes anteriores de este tema, el comercio internacional es positivo para el progreso económico de todos y para los objetivos sociales de eliminación de la pobreza y la marginación social. Sin embargo, la liberalización comercial, aunque beneficiosa para el conjunto del país afectado, provoca crisis en algunos sectores que requiere la intervención del estado. Si se quiere que los avances de la globalización sean mejoramientos paretianos, es decir, sin que disminuya el bienestar de nadie, es necesaria la intervención de los gobiernos y los organismos internacionales redistribuyendo los beneficios y compensando a los perjudicados. En cualquier caso, aunque el progreso global facilite la consecución a largo plazo de objetivos sociales, la especial gravedad de algunos problemas requiere una actuación decidida, sin esperas. Por otra parte, es posible que los críticos anti-globalización no sean conscientes de los efectos sociales positivos de ésta. Consideremos por ejemplo el efecto que está teniendo la globalización cultural, el turismo y los movimientos migratorios sobre el papel de la mujer y los derechos de los niños en las sociedades más tradicionales. Una crítica que suele plantearse en los países avanzados es que la globalización reduce los salarios reales y provoca la pérdida de puestos de trabajo. Los críticos sostienen que la oleada de productos que requieren mucha mano de obra generados en países en desarrollo de salarios bajos destruye el empleo en los países industriales. Este argumento se suele utilizar para restringir las importaciones de los países en desarrollo. En realidad el tema es bastante más complejo. En las últimas décadas, primero un grupo de países y luego otro han comenzado a abrir su economía y a beneficiarse del comercio. A medida que estos países prosperan, sus salarios reales aumentan, y dejan de ser competitivos en una producción que requiere un uso intensivo de mano de obra. No sólo dejan de ser una amenaza para los trabajadores de los países industriales sino que además se convierten ellos mismos en importadores de bienes que requieren mucha mano de obra. Este proceso se observó en Japón en los años setenta, Asia oriental en los ochenta y China en los noventa. Los beneficios de la globalización casi siempre superan a los perjuicios, pero hay perjuicios y, para contrarrestarlos, se necesitan instituciones adecuadas. Cuando las empresas de capital extranjero causan contaminación en los países en desarrollo, la solución no es impedir la inversión extranjera o cerrar esas empresas, sino diseñar soluciones puntuales y sobre todo organizar la sociedad, con ministerios, normas medioambientales y un aparato judicial eficaz que las imponga. El reforzamiento de las instituciones debe producirse también a nivel internacional. El FMI debe diseñar medidas de previsión y control de los perjuicios causados por los movimientos espasmódicos de capital a corto plazo. Además, deben actuar de forma más coherente. Por ejemplo, si la OMC fomenta el libre comercio, no debe aceptar barreras comerciales justificadas por razones sociales. La lucha contra el trabajo infantil, por ejemplo, no debe basarse en represalias comerciales sino en un mayor intervencionismo de la Organización Internacional del Trabajo o la Organización Internacional de la Salud. El comercio exterior español Al analizar la distribución geográfica del comercio exterior español destaca en primer lugar la importancia de las relaciones con los países de la Unión Europea que absorben el 72% de nuestras exportaciones y proveen el 64% de nuestras importaciones. La importancia de los países europeos en nuestro comercio exterior es causa y consecuencia lógica de nuestra pertenencia a la UE. Solicitamos nuestra entrada en los años cincuenta precisamente por eso, porque ya entonces eran ya nuestros mejores socios comerciales. Desde la entrada de España en la UE, en 1986, nuestras transacciones comerciales han aumentado de forma importante. Para detectar la profundidad de los cambios conviene notar que en 1985 EEUU era nuestro principal proveedor (cerca del 11% de las importaciones procedían de aquel país) y nuestro segundo cliente (absorbiendo el 10% de nuestras exportaciones). Si ahora EEUU ha descendido algunos puestos no ha sido por disminuciones en el volumen de nuestras transacciones con ese país sino porque el volumen intercambiado con los países europeos ha crecido mucho más. Contrariamente a lo que se podía esperar de nuestra proximidad cultural, Latinoamérica había mantenido muy escasas relaciones comerciales con España: el peso del comercio español con todos los países latinoamericanos era inferior al que se tenía con los países africanos, más próximos geográficamente. Solo recientemente ha empezado aumentar y previsiblemente seguirá aumentando. Las fuertes inversiones de empresas españolas en Latinoamérica y la llegada masiva a nuestro país de emigrantes latinoamericanos establecen sólidas bases para el crecimiento de los intercambios comerciales. Los países asiáticos proveen más del 13% de nuestras necesidades, pero el desequilibrio comercial con ese continente es muy alto. Eso es debido principalmente a que en Asia están contabilizadas las importaciones petrolíferas procedentes del Golfo Pérsico, pero también a nuestro déficit comercial con los países de Extremo Oriente, Japón y China incluidos. Obsérvese entre nuestros proveedores la presencia de varios países proveedores de petróleo (Argelia, Nigeria, Libia y México) indicativa de la política de diversificación que se sigue para garantizar nuestro suministro y evitar una excesiva dependencia. ¿Qué mercancías adquirimos y vendemos al extranjero? En realidad nuestro principal producto de exportación es el material de transporte que supuso en el año 2000 más del 26% de nuestras exportaciones. El material de transporte está formado principalmente por vehículos automóviles, tractores y ciclomotores. Organismos Económicos Internacionales A mediados del siglo XX se produjo un fuerte movimiento de creación de organismos e instituciones que coordinasen la economía internacional para evitar así que se reprodujeran las tensiones que, a lo largo de la primera mitad del siglo, habían conducido a dos terribles guerras mundiales. Cincuenta años después, podemos evaluar muy positivamente aquel proceso de institucionalización de la economía internacional. No sólo se ha reducido de forma notable la intensidad y amplitud de los conflictos armados, sino que se ha conseguido construir un sistema de colaboración internacional sin precedentes en la historia de la humanidad. En estos momentos, la humanidad es cada vez más consciente del grado de interrelación global que ha alcanzado de la economía. La globalización tiene defensores y detractores porque se ha puesto en evidencia que tiene ventajas e inconvenientes: La globalización impulsa el crecimiento y el desarrollo económico pero a la vez provoca tensiones y desequilibrios cada vez más graves. Cada día se hace más evidente la necesidad de organismos internacionales fuertes, con capacidad para imponer un nuevo orden económico global y que se comprometan a redistribuir globalmente los beneficios del desarrollo humano. Conviene distinguir entre organismos de cooperación, que se limitan a formular recomendaciones y propuestas sin que haya por tanto reducción significativa de la soberanía de los estados miembros, y organismos de integración con objetivos más ambiciosos. El mejor ejemplo de organismo de integración es la Unión Europea y todas las instituciones que han conducido a ella. Los estudiaremos en el próximo tema. Ahora nos limitaremos a ver los principales organismos de cooperación económica internacional. El Fondo Monetario Internacional (FMI) Los intercambios de moneda son condición imprescindible para el comercio mundial. Cada una de las monedas que se utiliza en algún país del mundo, sea el dólar americano, el dirham marroquí o la gorda haitiana, tiene un valor en términos de las demás monedas. Aunque poca gente es consciente de ello, los mercados de divisas afectan de forma notable nuestra vida cotidiana. No sólo necesitamos divisas cuando vamos a viajar al extranjero; cada vez que adquirimos un producto importado o fabricado con productos importados, estamos beneficiándonos de la existencia de unos mercados fluidos de divisas. Actualmente es posible para cualquier persona viajar y comerciar en cualquier parte del mundo prácticamente sin restricciones. Ahora nos resulta difícil comprender las barreras a la convertibilidad que se levantaban continuamente durante la primera mitad del siglo XX. La fluidez actual de los mercados de divisas la debemos principalmente a la actividad del FMI. OBJETIVOS DEL FMI La Carta Constituyente del FMI le asigna los siguientes fines: Promover la cooperación monetaria internacional Facilitar la expansión y crecimiento equilibrado del comercio internacional Promover la estabilidad en los intercambios de divisas Facilitar el establecimiento de un sistema multilateral de pagos Realizar préstamos ocasionales a los miembros que tengan dificultades en su balanza de pagos Acortar la duración y disminuir el grado de desequilibrio en las balanzas de pagos de los miembros. La decisión de crear el FMI y el Banco Mundial se adoptó en una conferencia internacional en Bretton Woods, New Hampshire, USA, en julio de 1944. La fecha oficial de su creación es el 27 de diciembre de 1945, en la que representantes de 29 países firmaron su Carta Constituyente. Las operaciones financieras comenzaron el 1 de marzo de 1947. Actualmente (abril de 2004) hay 184 países miembros. Su organización la forman 2.680 funcionarios procedentes de 141 países. Las actividades del FMI se financian mediante las cuotas que aportan sus miembros. Es el propio FMI el que determina, en función de la riqueza de cada país y de su situación económica, el importe de la cuota con la que cada miembro debe contribuir. Cuanto más rico es el país mayor es su cuota. Las cuotas se revisan cada cinco años y pueden ser subidas o bajadas en función de las necesidades del FMI y de la prosperidad económica del miembro. El sistema de cuotas cumple varios objetivos. En primer lugar, forman una bolsa de dinero (el Fondo) de la que el FMI puede disponer para prestar a miembros con dificultades financieras. En segundo lugar, la cuota de cada miembro sirve para determinar qué cantidad puede pedir prestada al fondo. Cuanto mayor sea la contribución financiera de un país miembro mayor será la cantidad que puede pedir en momentos la cuota determina el poder de voto de cada miembro. Estados Unidos es el mayor contribuyente del fondo con DEG 37.100 millones (unos US$51.200 millones), el 18% de las cuotas; dispone así de 371.743 votos, el 17,1% del total. Palau, uno de los miembros más recientes, tiene la cuota más pequeña, DEG 3,1 millones (unos US$4,3 millones), lo que le otorga 281 votos (0,013% del total). de necesidad. En tercer lugar, La forma habitual en la que los países miembros obtienen financiación del FMI es mediante la compra de las divisas que necesiten, que son pagadas con la moneda nacional. Esas operaciones se completan con un pacto de reventa, es decir, pasado un tiempo determinado, el país en cuestión tendrá que devolver las divisas y retirar su moneda. Los tipos de interés son nulos o muy bajos, pero el país tiene que demostrar que está realizando una política equilibradora de su balanza de pagos. Cuanto mayor sea el crédito, mayor control y más estrictas condiciones impondrá el FMI. La unidad de medida de los créditos para cada país es su cuota, que es dividida en tramos (o segmentos). Cuando el importe solicitado es del 25% de la cuota, las condiciones son muy sencillas. Cada tramo adicional (cada 25% adicional) que se solicite, implicará una mayor supervisión por el FMI de la política económica del país. Actividades del FMI SUPERVISIÓN.- El FMI analiza y valora las políticas cambiarias de los países miembros bajo la óptica de la situación económica general y de la estrategia política de cada miembro. Para ello publica bianualmente el World Economic Outlook y realiza consultas anuales bilaterales con países concretos. Además establece acuerdos en casos concretos para una supervisión más estrecha y control y seguimiento de programas concretos. Normalmente estos acuerdos sirven para restablecer la confianza internacional en la capacidad de pago futura del país. AYUDA FINANCIERA.- El FMI apoya las políticas de ajuste y reforma de los países miembros con problemas en sus balanzas de pagos mediante préstamos y créditos. Al 30 de junio de 2003, el FMI era acreedor de un total de US$107.000 millones a favor de 56 países, de los cuales 38 reciben préstamos en condiciones concesionarias. ASISTENCIA TÉCNICA.- Los expertos del FMI realizan estudios sobre la economía de los estados miembros; asesoran en el diseño e implementación de las políticas monetaria y fiscal, en la creación de instituciones (bancos centrales y similares), en la obtención y tratamiento de datos estadísticos. También se ayuda a la formación de funcionarios y expertos locales. Uno de los principales objetivos del FMI en el momento de su constitución era la creación de un sistema internacional de cambios. El sistema del FMI duró 25 años y sólo dejó de funcionar a comienzos de los años setenta, cuando el extraordinario incremento en volumen del comercio mundial provocó un extraordinario aumento de las necesidades de liquidez, dejando obsoletos algunos de sus supuestos básicos. En los años sesenta, las necesidades mundiales de liquidez condujeron a la creación de los Derechos Especiales de Giro (DEG), en inglés Special Drawing Right (SDR). Los DEG es una forma especial de dinero creada por el FMI en 1969 que los países pueden utilizar como divisa de reserva y para pagos internacionales. Actualmente hay 21,4 billones de DEG. Desde enero de 2001, el valor de un DEG es una media ponderada de las cuatro divisas más fuertes: dólar americano $ (45%), euro € (29%), yen ¥ (15%) y libra esterlina £ (11%). Los cambios que se han producido en la escena mundial en la década de los 90, han modificado profundamente la forma de actuar del FMI. El abandono de la economía planificada de un gran número de países y su transformación al sistema de economía de mercado fue apoyado por el FMI no sólo financieramente sino también mediante el asesoramiento para la constitución de instituciones (bancos centrales, sistemas impositivos, mercados de divisas, sistemas aduaneros) imprescindibles para el funcionamiento del sistema económico. El FMI colabora también con el Banco Mundial en el apoyo a los países en desarrollo y a los países más pobres, severamente endeudados. En los últimos años se han producido algunas fuertes conmociones financieras con efectos desestabilizadores sobre el comercio mundial. A comienzos de 1995 México tuvo que implementar un paquete de medidas de ajuste financiero que fueron aprobadas por el FMI y apoyadas mediante un préstamo de 17,8 billones de dólares, la mayor cantidad prestada jamás a un país miembro. A finales de 1997 se produjo la crisis del sudeste asiático que requirió una atención especial y préstamos a Corea (20,9 billones, nuevo record), Indonesia y Tailandia. Después siguieron las crisis de Rusia en 1998, de Brasil en 1999, de Turquía en el 2000 y de Argentina a finales del 2001. Desde entonces no se han producido crisis graves y se han ido solucionando los problemas financieros de muchos países lo que ha permitido muchas devoluciones de crédito. Véase en el gráfico la evolución del crédito pendiente de reemboso. El grupo del Banco Mundial El Grupo del Banco Mundial está formado por las siguientes instituciones: 1º El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), llamado el Banco Mundial, fue creado en marzo de 1946, cumpliendo la decisión adoptada en las conversaciones de Bretton Woods, de 1944. Su principal objetivo en los primeros años de su actividad fue la reconstrucción de los países que habían sufrido los efectos de la guerra, pero más adelante, especialmente a partir de 1961, se dedicó exclusivamente a la ayuda a largo plazo a los países atrasados. Ofrece préstamos y ayudas al desarrollo a países de renta media y baja. En estos países, los capitales captados por la iniciativa privada son insuficientes para las necesidades de financiación del desarrollo y los capitales obtenidos por los gobiernos suelen ser concedidos con criterios políticos; es por ello que el Banco Mundial se ofrece como una vía de financiación independiente que quiere complementar y no substituir a los anteriores. El BIRF obtiene sus fondos mediante emisiones de títulos de crédito en los mercados financieros internacionales, a intereses competitivos, por lo que también cobra tipos de interés muy próximos a los del mercado. 2º La Corporación Financiera Internacional (CFI), creada en 1956, promueve el crecimiento en los países en desarrollo apoyando la iniciativa privada. En colaboración con otros inversores, la CFI invierte en empresas comerciales mediante préstamos y participaciones en el capital. En este caso, la participación será siempre minoritaria y sin intervenir en la gestión. 3ºLa Asociación Internacional de Fomento (AIF), fue creada en 1960, como respuesta a las críticas de los criterios conservadores del BIRF. Ofrece préstamos a los países más pobres, sin interés y a plazos muy largos, 35-40 años, con diez de carencia. Los criterios para la concesión son el efecto impulsor del desarrollo del proyecto que se financie. Los fondos se obtienen principalmente mediante contribuciones voluntarias de los países más ricos por lo que resultan siempre insuficientes. El jefe del gobierno chino Li Peng se dirige a la asamblea del Grupo del Banco Mundial reunida en Hong Kong en septiembre de 1997 4º El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADRI), creado en 1966, promueve la inversión internacional ofreciendo servicio de conciliación y arbitraje para pleitos internacionales entre inversores extranjeros y los países de acogida. 5º El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (AMGI), creado en 1985, estimula la inversión extranjera en los países en desarollo ofreciendo garantías frente a las pérdidas generadas por riesgos no comerciales. También ofrece servicios de asesoría a gobiernos que deseen atraer inversiones privadas y publicita las oportunidades de inversión en los países en desarrollo. La OCDE La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE (Organization for Economic Cooperation and Development OECD) creada en 1961, es un club de países ricos dedicado principalmente al estudio de los problemas económicos y a la coordinación de sus políticas. Los países miembros producen las dos terceras partes de los bienes y servicios del mundo. Es el organismo heredero y substituto de la anterior OECE (Organización Europea de Cooperación Económica) que había sido creada en 1948 para administrar los fondos del Plan Marshall y fomentar la liberalización del comercio intraeuropeo. Los objetivos explícitos de la OCDE son: a) Coordinación de las políticas económicas para la expansión y el progreso del nivel de vida de los países miembros manteniendo la estabilidad financiera; b) La ayuda a los países subdesarrollados; c) El fomento de acciones específicas en campos tales como la enseñanza, la tecnología, la mano de obra, la agricultura, etc. En la realidad la OCDE actúa como centro de decisión que coordina las políticas de los países ricos y encauza su presión sobre otros organismos internacionales. La coordinación de las políticas económicas de los miembros la realiza mediante las siguientes actividades: • Mejora de las estadísticas y comparación de datos internacionales. Puesta a punto y perfeccionamiento del Sistema Normalizado de Cuentas Nacionales. • Elaboración de informes periódicos sobre los países miembros que van acompañados de recomendaciones que ejercen considerable influencia sobre los responsables de las políticas económicas nacionales. • Elaboración de estudios monográficos sobre problemas concretos. Ver aquí una presentación animada preparada por la OCDE con fines divulgativos • Elaboración de informes y análisis sobre las tendencias económicas con métodos de prospectiva que permiten la coordinación de las políticas económicas. • Coordinación de ayudas mutuas de carácter financiero en situaciones de dificultades temporales de una Balanza de Pagos. La Secretaría General de la OCDE está en París y dispone de cerca de 2.000 funcionarios, muchos de ellos especialistas en economía y derecho, que apoyan los trabajos de unos doscientos comités, grupos de trabajo y equipos expertos. Países miembros de la OCDE y fecha de entrada en la Organización Alemania (1961) Australia (1971) Austria (1961) Bélgica (1961) Canadá (1961) Chequia (1995) Corea (1996) Dinamarca (1961) España (1961) Eslovaquia (2000) Estados Unidos (1961) Finlandia (1969) Francia (1961) Grecia (1961) Hungría (1996) Irlanda (1961) Islandia (1961) Italia (1961) Japón (1964) Luxemburgo (1961) México (1994) Noruega (1961) Nueva Zelanda (1973) Países Bajos (1961) Polonia (1996) Portugal (1961) Reino Unido (1961) Suecia (1961) Suiza (1961) Turquía (1961) Organizaciones del sistema de las Naciones Unidas Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, UNCTAD Del complejo entramado que compone el Sistema de las Naciones Unidas vamos a revisar sucintamente las tres organizaciones de mayor responsabilidad y prestigio en la cooperación para el comercio y el desarrollo económico: la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), las Comisiones Económicas Regionales, en concreto, la CEPAL y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En 1964 se creó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, UNCTAD (United Nations Conference on Trade and Development) por iniciativa de la ONU para promover el comercio de los países en desarrollo, estabilizar los precios de sus exportaciones y eliminar las barreras de entrada a los países industriales. Sus fines no son albergar negociaciones sino servir de cauce a propuestas que se trasmitirán posteriormente a otros organismos como el GATT y el FMI. Su mayor éxito en los primeros años de funcionamiento fue la propuesta del Sistema Generalizado de Preferencias de 1971 que consiguió que fuese aceptado por el GATT. Sin embargo, el abrumador peso que en ella tienen los países subdesarrollados junto con sus métodos asamblearios de funcionamiento disminuían su eficacia haciendo que casi siempre sus propuestas no pasasen de ser denuncias inútiles o exigencias a los países industrializados imposibles de llevar a la práctica. Estas son sus palabras “Asociación significa solidaridad, estar juntos hombro con hombro y ayudar a los menos dotados a hacer frente a una economía mundial más competitiva. La UNCTAD debe seguir siendo el guardián de la conciencia de desarrollo del mundo, luchando por una mayor equidad y reduciendo En la última década la UNCTAD ha reformado profundamente sus las disparidades entre las métodos de trabajo: el número de naciones.” asambleas celebradas se ha reducido, se ha redefinido el programa de Rubens Ricupero trabajo, se ha reestructurado y simplificado la secretaría Secretario General de la UNCTAD y el sistema de funcionamiento, consiguiendo en definitiva una gestión administrativa mucho más ágil y eficaz. La organización ha evolucionado gradualmente hasta llegar a convertirse en una autoridad basada en el conocimiento, cuya labor tiene por objeto orientar los debates actuales sobre las políticas y la reflexión en materia de desarrollo, velando especialmente por que las políticas nacionales y la acción internacional se complementen mutuamente para lograr un desarrollo sostenible. En la actualidad, la UNCTAD desempeña tres funciones claves: Actúa como un foro de deliberaciones intergubernamentales que recibe la aportación de las consultas con expertos, así como de diversos intercambios de experiencias, y que apunta a la creación de consenso. Lleva a cabo investigaciones, analiza políticas y reúne datos para las deliberaciones entre los expertos y los representantes de los gobiernos. Ofrece asistencia técnica adaptada a las necesidades específicas de los países en desarrollo, prestando especial atención a las necesidades de los países menos adelantados y de los países con economías en transición. Cuando es necesario, la UNCTAD coopera con otras organizaciones y países donantes en la prestación de asistencia técnica. Sus principales actividades se centran en Comercio y productos básicos, fomentando la integración en el comercio internacional de los países en desarrollo. Inversión, tecnología y fomento de la empresa, asesorando e impulsando las inversiones en los países en desarrollo. Políticas macroeconómicas, deuda y financiación del desarrollo Transporte, aduanas y tecnología de la información Programa Especial sobre los Países Menos Adelantados, los Países en Desarrollo sin Litoral y los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo CEPAL - ECLAC La Comisión económica para América Latina y el Caribe El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas creó en 1948 cinco comisiones económicas regionales con el objetivo de ayudar y colaborar con los gobiernos de la zona en la investigación y análisis de los temas económicos regionales y nacionales. Los ámbitos de actuación de las cinco comisiones son Europa, África, la región de Asia y el Pacífico, el Asia Occidental (Oriente Medio) y la América Latina. Pero ha sido precisamente esta última, la CEPAL, la más activa y la que ha alcanzado un mayor nivel de prestigio e influencia. En 1984 su campo de actuación fue ampliado para incluir la región del Caribe. Sus objetivos explícitos son contribuir al desarrollo económico y social de América Latina, coordinar las acciones dirigidas a su promoción y reforzar las relaciones de los países latinoamericanos entre sí y con los demás países del mundo. Su sede está en Santiago de Chile, pero tiene dos sedes subregionales, una para la subregión de América Central, ubicada en México, D.F. y la otra para la subregión del Caribe, situada en Puerto España. Tiene también oficinas nacionales en Buenos Aires, Brasilia, Montevideo y Bogotá y una oficina de enlace en Washington, D.C. Los Estados Miembros de la CEPAL son 41: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Dominica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos de América, Francia, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Italia, Jamaica, México, Nicaragua, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, República Dominicana, Santa Lucía, Saint Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. Los Miembros Asociados son 6: Antillas Neerlandesas, Aruba, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Montserrat y Puerto Rico. La CEPAL tiene actualmente cuarenta y un estados miembros y seis asociados. La CEPAL analiza e investiga temas de interés económico, publica los resultados de esos estudios, presta asistencia técnica, participa en seminarios y conferencias e imparte cursos de formación. Gran parte de su prestigio lo debe a Raúl Prebish, el economista que dirigió la CEPAL durante sus primeros años y que enfocó el análisis del desarrollo económico de la región desde un punto de vista riguroso pero original, apartado de las corrientes económicas dominantes y muy enfocado a los problemas específicos de la región. Ver el informe Equidad, Desarrollo y Ciudadanía elaborado y publicado por la CEPAL en el año 2000 e incluído en este CD-ROM (en formato PDF, 1,9 Mb). El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, fue fundado en 1965 y es el cuerpo del sistema de las Naciones Unidas encargado de la promoción del desarrollo. El PNUD se ha fijado tres objetivos primarios: Fortalecer la cooperación internacional para un desarrollo humano sostenible y actuar como un medio sustantivo para alcanzarlo. Ayudar a las Naciones Unidas a convertirse en una fuerza efectiva para conseguir el desarrollo humano sostenible. Asignar sus propios recursos a fines específicos orientados al desarrollo humano sostenible tales como la erradicación de la pobreza, regeneración del medio ambiente, la creación de nuevos empleos y la promoción de la mujer. El PNUD, a solicitud de los gobiernos, apoya acciones que fomentan la gobernabilidad, la participación popular, el desarrollo de los sectores privado y público y el crecimiento en condiciones de equidad. Para ejecutar sus programas el PNUD recurre a especialistas y organizaciones no gubernamentales, organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas e instituciones de investigación. El 85% de los fondos básicos del PNUD se destina a países cuyo ingreso anual per cápita es de 750 dólares o menos. De estos fondos un 83% es canalizado hacia 50 países donde residen tres cuartas partes de las personas más pobres del mundo. Las actividades del PNUD se financian por medio de contribuciones anuales voluntarias de estados miembros de las Naciones Unidas y de sus organismos afiliados. El PNUD asigna fondos en base a criterios basados en la universalidad, que favorecen a los países de bajos ingresos y, en particular, a los menos adelantados. Las asignaciones por país para cada ciclo se determinan a partir de indicadores como el Producto Nacional Bruto (PNB), la densidad poblacional y otros. Los programas de cooperación se evalúan cada tres años para verificar el cumplimiento de las metas propuestas. Desde 1990 el PNUD elabora el prestigioso Informe sobre el Desarrollo Humano. En este informe se incluye el Índice de Desarrollo Humano, una clasificación de 174 países para la que se tienen en cuenta no sólo los datos macroeconómicos del Producto Nacional sino además otros indicadores sociales tales como la equidad en la distribución de las rentas, el papel social de la mujer, la extensión de la educación media, etc. El informe de 1999 establece la siguiente clasificación: Índice de Desarrollo Humano Desarrollo Humano Alto 1 2 3 4 5 Desarrollo Humano Medio Canada Norway United States Japan Belgium 46 Trinidad and Tobago 47 Hungary 48 Venezuela 49 Panama 50 Mexico 91 Ukraine 92 Uzbekistan 93 Maldives 94 Jordan 95 Iran, Islamic Rep. of 6 Sweden 7 Australia 8 Netherlands 9 Iceland 10 United Kingdom 51 Saint Kitts and Nevis 52 Grenada 53 Dominica 54 Estonia 55 Croatia 96 Turkmenistan 97 Kyrgyzstan 98 China 99 Guyana 100 Albania 11 France 12 Switzerland 13 Finland 14 Germany 15 Denmark 56 Malaysia 57 Colombia 58 Cuba 59 Mauritius 60 Belarus 101 South Africa 102 Tunisia 103 Azerbaijan 104 Moldova, Rep. of 105 Indonesia 16 Austria 17 Luxembourg 18 New Zealand 19 Italy 20 Ireland 61 Fiji 62 Lithuania 63 Bulgaria 64 Suriname 65 Libyan Arab Jamahiriya 106 Cape Verde 107 El Salvador 108 Tajikistan 109 Algeria 110 Viet Nam 21 Spain 22 Singapore 23 Israel 24 Hong Kong, China (SAR) 25 Brunei Darussalam 66 Seychelles 67 Thailand 68 Romania 69 Lebanon 70 Samoa (Western) 111 Syrian Arab Republic 112 Bolivia 113 Swaziland 114 Honduras 115 Namibia 26 Cyprus 27 Greece 28 Portugal 29 Barbados 30 Korea, Rep. of 71 Russian Federation 72 Ecuador 73 Macedonia, TFYR 74 Latvia 75 Saint Vincent and the Grenadines 116 Vanuatu 117 Guatemala 118 Solomon Islands 119 Mongolia 120 Egypt 31 Bahamas 32 Malta 33 Slovenia 34 Chile 76 Kazakhstan 77 Philippines 78 Saudi Arabia 79 Brazil 121 Nicaragua 122 Botswana 123 São Tomé and Principe 124 Gabon Desarrollo Humano Bajo 140 Lao People‘s Dem. Rep. 141 Congo, Dem. Rep. of 142 Sudan 143 Togo 144 Nepal 145 Bhutan 146 Nigeria 147 Madagascar 148 Yemen 149 Mauritania 150 Bangladesh 151 Zambia 152 Haiti 153 Senegal 154 Côte d‘Ivoire 155 Benin 156 Tanzania, U. Rep. of 157 Djibouti 158 Uganda 159 Malawi 160 Angola 161 Guinea 162 Chad 163 Gambia 164 Rwanda 165 Central African Republic 166 Mali 167 Eritrea 168 Guinea-Bissau 169 Mozambique 170 Burundi 171 Burkina Faso 35 Kuwait 80 Peru 125 Iraq 36 Czech Republic 37 Bahrain 38 Antigua and Barbuda 39 Argentina 40 Uruguay 81 Saint Lucia 82 Jamaica 83 Belize 84 Paraguay 85 Georgia 126 Morocco 127 Lesotho 128 Myanmar 129 Papua New Guinea 41 Qatar 42 Slovakia 43 United Arab Emirates 44 Poland 45 Costa Rica 86 Turkey 87 Armenia 88 Dominican Republic 89 Oman 90 Sri Lanka 130 Zimbabwe 131 Equatorial Guinea 132 India 133 Ghana 134 Cameroon 135 Congo 136 Kenya 137 Cambodia 138 Pakistan 139 Comoros El GATT y la OMC En las reuniones de Bretton Woods, en 1944, se había previsto la constitución de un tercer organismo económico mundial, la Organización Internacional de Comercio. En 1948 se aprobó en Cuba la "Carta de la Habana", el documento constituyente de la OIC, pero la necesaria ratificación por los distintos gobiernos, especialmente el de los EEUU, no se produjo. Fue necesario esperar casi cincuenta años, hasta 1995, para asistir a la creación de un organismo similar, la Organización Mundial de Comercio, OMC. Durante ese medio siglo el intercambio mundial de mercancías estuvo regido por un conjunto de normas comerciales y concesiones arancelarias acordadas entre un grupo de países, que se llamó Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, General Agreement on Tariffs and Trade) firmado en 1948. Durante ese medio siglo, el texto básico del GATT se mantuvo casi idéntico. La secretaría general del GATT, con sede en Ginebra, convocó una serie de rondas de negociaciones que permitieron acuerdos "plurilaterales", es decir, de participación voluntaria, que permitieron importantes reducciones arancelarias. RONDAS DEL GATT Nombre Sede Fecha I Ginebra 1947 II Annecy 1949 III Torquay 1950-1951 IV Ginebra 1955-1956 V "Ronda Dillon" Ginebra 1960-1961 VI "Ronda Kennedy" Ginebra 1964-1967 VII "Ronda Tokio" Tokio 1973-1979 antes "Ronda Nixon" VIII "Ronda Uruguay" Ginebra 1986-1994 IX "Ronda Doha" Ginebra 2001-? El GATT tenía un carácter provisional y un campo de acción que excluía a los países del bloque soviético, pero su éxito en el fomento del comercio mundial es incontrovertible. Las continuas reducciones de los aranceles estimularon durante los decenios de 1950 y 1960 el crecimiento del comercio mundial, que alcanzó tasas muy elevadas (alrededor del 8% anual por término medio). El ritmo de crecimiento del comercio mundial fue siempre superior al aumento de la producción durante la era del GATT. La afluencia de nuevos miembros durante la Ronda Uruguay, tras el derrumbe del sistema económico soviético, fue una prueba del reconocimiento de que el sistema multilateral de comercio constituía un soporte del desarrollo y un instrumento de reforma económica y comercial. La crisis del GATT y la Ronda Uruguay El éxito logrado por el GATT en la reducción de los aranceles a niveles tan bajos, unido a una serie de recesiones económicas en el decenio de 1970 y en los primeros años de 1980, incitó a los gobiernos a idear otras formas de protección para los sectores que se enfrentaban con una mayor competencia en los mercados exteriores. Las elevadas tasas de desempleo y los constantes cierres de fábricas durante las crisis de aquellos años impulsaron a los gobiernos en Europa Occidental y en América del Norte crear nuevos tipos de barreras comerciales no arancelarias, a tratar de concertar con sus competidores acuerdos bilaterales de reparto del mercado y a emprender una carrera de subvenciones para mantener sus posiciones en el comercio de productos agropecuarios. Estos hechos minaron la credibilidad y la efectividad del GATT. El problema no se limitaba al deterioro del clima de política comercial. A comienzos del decenio de 1980, el Acuerdo General no respondía ya a las realidades del comercio mundial como lo había hecho en el decenio de 1940. En primer lugar, este comercio era mucho más complejo e importante que 40 años atrás: estaba ya en curso la "mundialización" de la economía, el comercio de servicios -no abarcado por las normas del GATT- era de gran interés para un número creciente de países, y las inversiones internacionales se habían incrementado. La expansión del comercio de servicios estaba también relacionada con nuevos incrementos del comercio mundial de mercancías. Se estimaba que las normas del GATT resultaban deficientes también en otros aspectos. Por ejemplo, en el sector de la agricultura, en el que los puntos débiles del sistema multilateral se habían aprovechado abundantemente, y los esfuerzos por liberalizar el comercio de productos agropecuarios habían tenido escaso éxito. En el sector de los textiles y el vestido, se negoció en el decenio de 1960 y primeros años del de 1970 una excepción a las disciplinas normales del GATT, que dio lugar al Acuerdo Multifibras. Incluso la estructura institucional del GATT y su sistema de solución de diferencias eran motivos de preocupación. Estos y otros factores persuadieron a los miembros del GATT de que debía hacerse un nuevo esfuerzo por reforzar y ampliar el sistema multilateral. Ese esfuerzo se tradujo en la Ronda Uruguay y en la creación de la OMC. La Ronda Uruguay duró siete años y medio, casi el doble del plazo previsto. Participaron 125 países. Se negociaron temas referidos a productos industriales o agrícolas, textiles, servicios financieros, problemas de la propiedad intelectual y movimientos de capital; abarcó la casi totalidad del comercio, incluyendo los productos biológicos más novedosos, el software o los tratamientos médicos del SIDA. Fue la mayor negociación comercial que haya existido en la historia de la humanidad. En algunos momentos pareció condenada al fracaso, pero finalmente la Ronda Uruguay dio origen a la mayor reforma del sistema mundial de comercio desde la creación del GATT. El 15 de abril de 1994, los Ministros de la mayoría de los 125 gobiernos participantes firmaron el Acuerdo en una reunión celebrada en Marrakech (Marruecos). La demora tuvo algunas ventajas. Hizo posible que algunas negociaciones avanzaran más de lo que parecía posible, por ejemplo, algunos aspectos de los servicios y la propiedad intelectual, y la propia creación de la OMC. La dificultad de lograr acuerdo sobre un conjunto global de resultados que incluyera prácticamente toda la gama de cuestiones comerciales actuales hizo que algunos pensaran que una negociación en esta escala nunca sería nuevamente posible. Ahora bien, los Acuerdos de la Ronda Uruguay incluyen calendarios para la celebración de nuevas negociaciones sobre diversas cuestiones. Y en 1996, algunos países exhortaron abiertamente a que se celebrara una nueva ronda a comienzos del próximo siglo. Las respuestas fueron variadas; sin embargo, el Acuerdo de Marrakech por el que se creó la OMC, contiene efectivamente compromisos de reabrir las negociaciones sobre diversos temas hacia el final del siglo. La Organización Mundial del Comercio La Organización Mundial del Comercio (OMC) es el único órgano internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Su núcleo está constituido por los Acuerdos de la OMC, que han sido negociados y firmados por la mayoría de los países que participan en el comercio mundial. Estos documentos establecen las normas jurídicas fundamentales del comercio internacional. Son esencialmente contratos que obligan a los gobiernos a mantener sus políticas comerciales dentro de límites convenidos. Aunque son negociados y firmados por los gobiernos, su objetivo es ayudar a los productores de bienes y de servicios, los exportadores y los importadores a llevar adelante sus actividades. El propósito primordial del sistema es ayudar a que las corrientes comerciales circulen con la máxima libertad posible, siempre que no se produzcan efectos secundarios desfavorables. Esto significa en parte la eliminación de obstáculos. También significa asegurar que los particulares, las empresas y los gobiernos conozcan cuáles son las normas que rigen el comercio en todo el mundo, dándoles la seguridad de que las políticas no sufrirán cambios abruptos. En otras palabras, las normas tienen que ser "transparentes" y previsibles. Sede de la Organización Mundial de Comercio en Ginebra Como los acuerdos son redactados y firmados por la comunidad de países comerciantes, a menudo después de amplios debates y controversias, una de las funciones más importantes de la OMC es servir de foro para la celebración de negociaciones comerciales. El tercer aspecto importante de la labor de la OMC es la solución de diferencias. Las relaciones comerciales a menudo llevan aparejados intereses contrapuestos. Los contratos y los acuerdos, inclusive los negociados con esmero en el sistema de la OMC, a menudo necesitan ser interpretados. La manera más armoniosa de resolver estas diferencias es mediante un procedimiento imparcial, basado en un fundamento jurídico convenido. Este es el propósito que inspira el proceso de solución de diferencias establecido en los Acuerdos de la OMC. La ronda DOHA En noviembre de 2001, la Cuarta Conferencia Ministerial celebrada en Doha (Qatar), abrió una nueva ronda de negociaciones sobre diversos temas y cuestiones relativas a la aplicación de los actuales Acuerdos. Se estableció 1º de enero de 2005 como fecha límite para concluir todas las negociaciones, pero esa fecha ha pasado sin que se hayan conseguido los acuerdos necesarios. Las negociaciones están bloqueadas a pesasr de los intentos de relanzamiento promovidos en las conferencias interministeriales de Cancún en 2003, Ginebra en 2004 y Hong Kong en 2005. Tarea para el alumno: busque en la página web en español de la OMC información actualizada sobre las negociaciones de la Ronda DOHA. Los principios del sistema de comercio Los Acuerdos de la OMC son extensos y complejos porque se trata de textos jurídicos que abarcan una gran variedad de actividades. Tratan de las siguientes cuestiones: agricultura, textiles y vestido, servicios bancarios, telecomunicaciones, contratación pública, normas industriales, reglamentos sobre sanidad de los alimentos, propiedad intelectual y muchos temas más. Ahora bien, todos estos documentos están inspirados en varios principios simples y fundamentales. Estos principios son la base del sistema multilateral de comercio. Los principios El sistema de comercio debe ser ... no discriminatorio - un país no debe discriminar entre sus interlocutores comerciales (se concede a todos, de forma igualitaria, la condición de "nación más favorecida"o NMF); y tampoco debe discriminar entre sus propios productos, servicios o ciudadanos y los productos, servicios o ciudadanos extranjeros (se les concede el "trato nacional"). más libre - los obstáculos se deben reducir mediante negociaciones. previsible - las empresas, los inversores y los gobiernos extranjeros deben confiar en que no se establecerán arbitrariamente obstáculos comerciales (que incluyen los aranceles, los obstáculos no arancelarios y otras medidas); un número creciente de compromisos en materia de aranceles y de apertura de mercados se "consolidan" en la OMC. más competitivo - se desalientan las prácticas "desleales", como las subvenciones a la exportación y el dumping de productos a precios inferiores al costo para ganar partes de mercado. más ventajoso para los países menos adelantados - dándoles más tiempo para adaptarse, una mayor flexibilidad y privilegios especiales. Veamos estos principios más detenidamente: Comercio sin discriminaciones 1. Nación más favorecida (NMF): tratar a los demás de forma igualitaria En virtud de los Acuerdos de la OMC, los países no pueden por regla general establecer discriminaciones entre sus diversos interlocutores comerciales. Si se concede a un país una ventaja especial (por ejemplo, la reducción del tipo arancelario aplicable a uno de sus productos), se tiene que hacer lo mismo con todos los demás miembros de la OMC. ¿Por qué se dice "más favorecida"? Esta expresión suena como una contradicción. Parece sugerir que se trata de algún tipo de trato especial para un país Este principio se conoce como el trato de la nación más favorecida (NMF) (véase el recuadro). Se permiten ciertas excepciones. Por ejemplo, los países que forman parte de una región pueden establecer un acuerdo de libre comercio que no se aplique a las mercancías que proceden del exterior del grupo. O bien un país puede oponer obstáculos a los productos procedentes de determinados países, que se consideran objeto de un comercio desleal. Y, en el caso de los servicios, se permite que los países, en ciertas circunstancias restringidas, apliquen discriminaciones. Sin embargo, los acuerdos sólo permiten estas excepciones con arreglo a condiciones estrictas. En general, el trato NMF significa que cada vez que un país reduce un obstáculo al comercio o abre un mercado, tiene que hacer lo mismo para los mismos productos o servicios de todos sus interlocutores comerciales, sean ricos o pobres, débiles o fuertes. 2. Trato nacional: trato igualitario para los nacionales y los extranjeros determinado, pero en la OMC significa realmente la no discriminación, es decir, el tratar a todos de manera prácticamente igual. Lo que sucede en la OMC es lo siguiente: cada miembro trata a todos los demás miembros igualitariamente como interlocutores comerciales "más favorecidos". Si un país aumenta los beneficios que concede a otro interlocutor comercial, tiene que dar éste "mejor" trato a todos los demás miembros de la OMC de modo que todos sigan siendo "más favorecidos". La condición de nación más favorecida (NMF) no siempre significó igualdad de trato. En el siglo XIX, cuando se firmaron los primeros tratados bilaterales NMF, la inclusión en el grupo de interlocutores comerciales "más favorecidos" de un país era algo así como formar parte de un club exclusivo, porque sólo unos pocos países gozaban de ese privilegio. Actualmente, cuando la mayor parte de los países son miembros de la OMC, el club NMF ya no es exclusivo. El principio NMF asegura que cada país trata de forma igualitaria a sus más de 100 miembros. Las mercancías importadas y las producidas en el país deben recibir un trato igualitario, al menos después de que las mercancías Sin embargo, hay algunas excepciones ... extranjeras hayan entrado en el mercado. Lo mismo se aplica a los servicios extranjeros y a los nacionales, y a las marcas de fábrica o de comercio, el derecho de autor y las patentes extranjeras y nacionales. Este principio de "trato nacional" (dar a los demás el mismo trato que a los propios nacionales) también figura en los tres principales Acuerdos de la OMC (artículo III del GATT, el artículo 17 del AGCS y artículo 3 del Acuerdo sobre los ADPIC), aunque también en este caso el principio se aborda en cada uno de ellos de manera ligeramente diferente. El trato nacional sólo se aplica una vez que el producto, el servicio o la obra de propiedad intelectual ha entrado en el mercado. Por lo tanto, la aplicación de derechos de aduana a las importaciones no constituye una transgresión del trato nacional, aunque los productos fabricados en el país no sean sometidos a un impuesto equivalente. EXCEPCIONES Regionalismo: Cuando un Miembro de la OMC se adhiere a un acuerdo de integración regional en virtud del cual otorga a las demás partes en dicho acuerdo condiciones más favorables en materia de comercio que las que concede a los demás Miembros de la OMC, se aparta del principio rector de la no discriminación definido, en particular, en el artículo I del GATT y el artículo II del AGCS. Sin embargo, los Miembros de la OMC pueden adherirse a acuerdos de este tipo en determinadas condiciones que se estipulan en tres series de normas: Los párrafos 4 a 10 del artículo XXIV del GATT (aclarado por el Entendimiento relativo a la Interpretación del Artículo XXIV del GATT 1994), que contienen disposiciones relativas al establecimiento y funcionamiento de uniones aduaneras y zonas de libre comercio; la denominada Cláusula de Habilitación (es decir, la Decisión de 1979 sobre trato diferenciado y más favorable, reciprocidad y mayor participación de los países en desarrollo), que se refiere a los acuerdos comerciales preferenciales entre países en desarrollo Miembros; y el artículo V del AGCS rige la conclusión de acuerdos comerciales regionales en la esfera del comercio de servicios, tanto para países desarrollados como en desarrollo. Desarrollo: Los Acuerdos de la OMC contienen disposiciones especiales que confieren a los países en desarrollo derechos especiales y brindan a los países desarrollados la posibilidad de otorgar un trato más favorable a los países en desarrollo que a los demás Miembros de la OMC. Dichas disposiciones especiales comprenden, por ejemplo, períodos más largos para la aplicación de los Acuerdos y compromisos, así como medidas para aumentar las oportunidades comerciales de los países en desarrollo. Estas disposiciones se conocen como ―disposiciones en materia de trato especial y diferenciado‖. Las disposiciones especiales comprenden: períodos más prolongados para la aplicación de los acuerdos y los compromisos; medidas para aumentar las oportunidades comerciales de estos países; disposiciones que exigen a todos los Miembros de la OMC que salvaguarden los intereses comerciales de los países en desarrollo; y ayuda para que los países en desarrollo cuenten con la infraestructura necesaria para la labor de la OMC, puedan intervenir adecuadamente en el sistema de solución de diferencias y apliquen las normas técnicas. Un comercio más libre, de manera gradual y mediante negociaciones La reducción de los obstáculos al comercio es uno de los medios más evidentes de alentar el comercio. Esos obstáculos incluyen los derechos de aduana (o aranceles) y ciertas medidas tales como las prohibiciones de importación o los contingentes que restringen selectivamente las cantidades importadas. Ocasionalmente también se han debatido otras cuestiones, como el papeleo administrativo y las políticas cambiarias. Desde la creación del GATT, en 1947-48, se han realizado ocho rondas de negociaciones comerciales. Al principio, estas negociaciones se centraban en la reducción de aranceles (derechos aduaneros) aplicables a las mercancías importadas. Como consecuencia de las negociaciones, a fines del decenio de 1980 los aranceles aplicados por los países desarrollados a los productos industriales habían bajado de forma ininterrumpida, hasta llegar a aproximadamente el 6,3%. Por otra parte, en el decenio de 1980, las negociaciones se habían ampliado para incluir los obstáculos no arancelarios sobre las mercancías, y ciertas esferas nuevas, como los servicios y la propiedad intelectual. En septiembre de 1986 se abrió oficialmente la Octava Ronda de negociaciones del GATT en Punta del Este, Uruguay La apertura de los mercados puede ser beneficiosa, pero también exige una adaptación. Los Acuerdos de la OMC permiten que los países introduzcan cambios gradualmente, mediante la "liberalización progresiva". Por lo general se concede a los países en desarrollo plazos más largos para cumplir sus obligaciones. Previsibilidad mediante consolidaciones En algunos casos, la promesa de no aumentar un obstáculo al comercio puede ser tan importante como reducirlo, ya que la promesa permite que las empresas tengan un panorama más claro de sus oportunidades futuras. Mediante la estabilidad y la previsibilidad, se alientan las inversiones, se crean empleos y los consumidores pueden aprovechar los beneficios de la competencia: la posibilidad de elegir y precios más bajos. Por medio del sistema multilateral de comercio los gobiernos tratan de dar estabilidad y previsibilidad a las actividades económicas. En la OMC, cuando los países convienen en abrir sus mercados de mercancías y servicios, "consolidan" sus compromisos. Para las mercancías, estas consolidaciones equivalen a límites máximos de los tipos arancelarios. En algunos casos, los derechos de importación aplicados son inferiores a los tipos consolidados. Esto suele ocurrir en los países en desarrollo. En los países desarrollados los tipos efectivamente aplicados y los consolidados suelen ser idénticos. Un país puede modificar sus consolidaciones, pero sólo después de negociarlo con sus interlocutores comerciales, lo que puede significar que tiene que compensarlos por la pérdida de comercio. Uno de los logros de las negociaciones comerciales multilaterales de la Ronda Uruguay consistió en incrementar la proporción del comercio sujeto a compromisos consolidados (véase el cuadro). En la agricultura, actualmente el 100% de los productos tienen aranceles consolidados. El resultado de todo esto es un grado considerablemente mayor de seguridad de los mercados para los comerciantes y los inversores. El sistema también trata de mejorar la previsibilidad y la estabilidad por otros medios. Uno de ellos consiste en desalentar la utilización de contingentes y otras medidas empleadas para fijar límites a las cantidades que se pueden importar (la administración de los contingentes puede dar lugar a un aumento del papeleo administrativo y a acusaciones de trato desleal). Otro medio consiste en hacer que las normas comerciales de los países sean tan claras y públicas ("transparentes") como sea posible. Muchos de los Acuerdos de la OMC exigen que los gobiernos divulguen públicamente sus políticas y prácticas en el país o bien notificándolas a la OMC. La supervisión periódica de las políticas comerciales nacionales por medio del Mecanismo de Examen de las Políticas Comerciales constituye otro medio de alentar la transparencia, tanto a nivel nacional como multilateral. Fomento de una competencia leal Algunas veces se describe a la OMC como una institución de "libre comercio", pero esto no es completamente exacto. El sistema autoriza en realidad la aplicación de aranceles y, en circunstancias restringidas, otras formas de protección. Es más exacto decir que es un sistema de normas consagrado al logro de una competencia libre, leal y sin distorsiones. Las normas sobre no discriminación -NMF y trato nacional- tienen por objeto lograr condiciones equitativas de comercio. Este es también el objeto de las normas relativas al dumping (exportación a precios inferiores al costo para ganar partes de mercado) y las subvenciones. Las cuestiones son complejas y las normas tratan de determinar lo que es leal o desleal, y cómo los gobiernos pueden responder, en particular mediante la aplicación de derechos de importación adicionales calculados para compensar el perjuicio ocasionado por el comercio desleal. Muchos de los demás Acuerdos de la OMC están destinados a apoyar la competencia leal, por ejemplo, en materia de agricultura, propiedad intelectual y servicios. El Acuerdo sobre Contratación Pública (que es un acuerdo "plurilateral" porque sólo ha sido firmado por algunos de los miembros de la OMC) hace extensivas las normas en materia de competencia a las compras realizadas por miles de entidades "públicas" de muchos países. Y así sucesivamente. Fomento del desarrollo y de la reforma económica Los economistas y los expertos en cuestiones comerciales reconocen ampliamente que el sistema de la OMC contribuye al desarrollo. También se reconoce que los países menos adelantados necesitan flexibilidad en cuanto al tiempo que necesitan para aplicar los Acuerdos. Y los propios textos de los Acuerdos incorporan las disposiciones anteriores del GATT, que prevén una asistencia especial y concesiones comerciales para los países en desarrollo. Más de las tres cuartas partes de los miembros de la OMC son países en desarrollo y países en proceso de transición hacia la economía del mercado. Durante los siete años y medio que duró la Ronda Uruguay, más de 60 de esos países aplicaron autónomamente programas de liberalización del comercio. Al mismo tiempo, los países en desarrollo y las economías en transición fueron mucho más activos e influyentes en las negociaciones de la Ronda Uruguay que en ninguna ronda anterior. Esta tendencia destruyó en la práctica la idea de que el sistema de comercio únicamente existía para los países industrializados. Hizo también variar la anterior inclinación a eximir a los países en desarrollo del cumplimiento de determinadas disposiciones y Acuerdos del GATT. Al finalizar la Ronda Uruguay, los países en desarrollo estaban dispuestos a asumir la mayoría de las obligaciones que se le imponen a los países desarrollados. No obstante ello, los Acuerdos les concedieron períodos de transición para adaptarse a las disposiciones -menos familiares y quizás más difíciles- de la OMC, especialmente en el caso de los más pobres, los países "menos adelantados". En virtud de una Decisión Ministerial adoptada al finalizar la Ronda, se da a estos países una mayor flexibilidad para la aplicación de los Acuerdos de la OMC. En esa decisión se establece que los países más ricos deben acelerar la aplicación de los compromisos en materia de acceso a los mercados que afecten a las mercancías exportadas por los países menos adelantados, y se pide que se les preste una mayor asistencia técnica. Miembros de la Organización Mundial del Comercio y fecha de ingreso: 148 miembros en septiembre 2005 Albania 8 de septiembre de 2000 Alemania 1°de enero de 1995 Angola 23 de noviembre de 1996 Antigua y Barbuda 1°de enero de 1995 Argentina 1°de enero de 1995 Armenia 5 de febrero de 2003 Australia 1°de enero de 1995 Austria 1°de enero de 1995 Bahrein, Reino de 1°de enero de 1995 Bangladesh 1°de enero de 1995 Barbados 1°de enero de 1995 Bélgica 1°de enero de 1995 Belice 1°de enero de 1995 Benin 22 de febrero de 1996 Bolivia 12 de septiembre de 1995 Botswana 31 de mayo de 1995 Brasil 1°de enero de 1995 Brunei Darussalam 1°de enero de 1995 Bulgaria 1°de diciembre de 1996 Burkina Faso 3 de junio de 1995 Burundi 23 de julio de 1995 Camboya 13 de octubre de 2004 Camerún 13 de diciembre de 1995 Canadá 1°de enero de 1995 Chad 19 de octubre de 1996 Chile 1°de enero de 1995 China 11 de diciembre de 2001 Chipre 30 de julio de 1995 Colombia 30 de abril de 1995 Comunidades Europeas 1°de enero de 1995 Congo 27 de marzo de 1997 Corea, República de 1°de enero de 1995 Costa Rica 1°de enero de 1995 Côte d'Ivoire 1°de enero de 1995 Croacia 30 de noviembre de 2000 Cuba 20 de abril de 1995 Dinamarca 1°de enero de 1995 Djibouti 31 de mayo de 1995 Dominica 1°de enero de 1995 Ecuador 21 de enero de 1996 Egipto 30 de junio de 1995 El Salvador 7 de mayo de 1995 Emiratos Árabes Unidos 10 de abril de 1996 Eslovenia 30 de julio de 1995 España 1°de enero de 1995 Estados Unidos de América 1°de enero de 1995 Estonia 13 de noviembre de 1999 Ex República Yugoslava de Macedonia (ERYM) 4 de abril de 2003 Fiji 14 de enero de 1996 Filipinas 1°de enero de 1995 Finlandia 1°de enero de 1995 Francia 1°de enero de 1995 Gabón 1°de enero de 1995 Gambia 23 de octubre de 1996 Georgia 14 de junio de 2000 Ghana 1°de enero de 1995 Granada 22 de febrero de 1996 Grecia 1°de enero de 1995 Guatemala 21 de julio de 1995 Guinea 25 de octubre de 1995 Guinea-Bissau 31 de mayo de 1995 Guyana 1°de enero de 1995 Haití 30 de enero de 1996 Honduras 1°de enero de 1995 Hong Kong, China 1°de enero de 1995 Hungría 1°de enero de 1995 India 1°de enero de 1995 Indonesia 1°de enero de 1995 Irlanda 1°de enero de 1995 Islandia 1°de enero de 1995 Jordania 11 de abril de 2000 Kenya 1°de enero de 1995 Kuwait 1°de enero de 1995 Lesotho 31 de mayo de 1995 Letonia 10 de febrero de 1999 Liechtenstein 1°de septiembre de 1995 Lituania 31 de mayo de 2001 Luxemburgo 1°de enero de 1995 Madagascar 17 de noviembre de 1995 Macao, China 1°de enero de 1995 Malasia 1°de enero de 1995 Malawi 31 de mayo de 1995 Maldivas 31 de mayo de 1995 Malí 31 de mayo de 1995 Malta 1°de enero de 1995 Marruecos 1°de enero de 1995 Mauricio 1°de enero de 1995 Mauritania 31 de mayo de 1995 México 1°de enero de 1995 Moldova 26 de julio de 2001 Mongolia 29 de enero de 1997 Mozambique 26 de agosto de 1995 Myanmar 1°de enero de 1995 Namibia 1°de enero de 1995 Nepal 23 de abril de 2004 Nicaragua 3 de septiembre de 1995 Nigeria 1°de enero de 1995 Níger 13 de diciembre de 1996 Noruega 1°de enero de 1995 Nueva Zelandia 1°de enero de 1995 Omán 9 de noviembre de 2000 Países Bajos — Para el Reino de los Países Bajos en Europa y para las Antillas Holandesas 1° de enero de 1995 Pakistán 1°de enero de 1995 Panamá 6 de septiembre de 1997 Papua Nueva Guinea 9 de junio de 1996 Paraguay 1°de enero de 1995 Perú 1°de enero de 1995 Polonia 1°de julio de 1995 Portugal 1°de enero de 1995 Qatar 13 de enero de 1996 Reino Unido 1°de enero de 1995 República Centroafricana 31 de mayo de 1995 República Checa 1°de enero de 1995 República Democrática del Congo 1°de enero de 1997 República Dominicana 9 de marzo de 1995 República Eslovaca 1°de enero de 1995 República Kirguisa 20 de diciembre de 1998 Rumania 1°de enero de 1995 Rwanda 22 de mayo de 1996 Saint Kitts y Nevis 21 de febrero de 1996 Santa Lucía 1°de enero de 1995 San Vicente y las Granadinas 1°de enero de 1995 Senegal 1°de enero de 1995 Sierra Leona 23 de julio de 1995 Singapur 1°de enero de 1995 Sri Lanka 1°de enero de 1995 Sudáfrica 1°de enero de 1995 Suecia 1°de enero de 1995 Suiza 1°de julio de 1995 Suriname 1°de enero de 1995 Swazilandia 1°de enero de 1995 Tailandia 1°de enero de 1995 Taipei Chino 1°de enero de 2002 Tanzanía 1°de enero de 1995 Togo 31 de mayo de 1995 Trinidad y Tabago 1°de marzo de 1995 Túnez 29 de marzo de 1995 Turquía 26 de marzo de 1995 Uganda 1°de enero de 1995 Uruguay 1°de enero de 1995 Gobiernos con la condición de observador Afganistán Andorra Arabia Saudita Argelia Azerbaiyán Bahamas Belarús Bhután Bosnia y Herzegovina Cabo Verde Etiopía Guinea Ecuatorial Irán Iraq Kazajstán Libia Montenegro Rep. Dem. Popular Lao República Libanesa Rusia, Federación de Samoa Santa Sede Santo Tomé y Príncipe Serbia Seychelles Sudán Tayikistán Tonga Ucrania Uzbekistán Vanuatu Viet Nam Yemen Islas Salomón 26 de julio de 1996 Israel 21 de abril de 1995 Italia 1°de enero de 1995 Jamaica 9 de marzo de 1995 Japón 1°de enero de 1995 Venezuela (República Bolivariana de) 1°de enero de 1995 Zambia 1°de enero de 1995 Zimbabwe 5 de marzo de 1995 El Banco Interamericano de Desarrollo El Banco Interamericano de Desarrollo fue establecido en diciembre de 1959 con el propósito de contribuir a impulsar el progreso económico y social de América Latina y el Caribe. Fundación Miembros Convenio Constitutivo Operaciones Financiación Órganos de gobierno Corporación Interamericana de Inversiones (CII) Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) Inicialmente el Banco estuvo integrado por 19 países de América Latina y el Caribe, y Estados Unidos. Luego entraron otros ocho países del hemisferio, incluyendo Canadá. Desde sus comienzos, el Banco Interamericano de Desarrollo se vinculó con numerosas naciones industrializadas, cuyo ingreso al Banco se formalizó en 1974 con la firma de la Declaración de Madrid. Entre 1976 y 1993 ingresaron 18 países extrarregionales. Hoy los miembros del Banco suman 46. Sede central del Banco Interamericano de Desarrollo: 1300 New York Avenue, NW Washington, DC 20577, USA Su Convenio Constitutivo establece que las funciones principales de la institución son destinar su capital propio, los recursos que obtiene en los mercados financieros y otros fondos disponibles a financiar el desarrollo de sus países miembros prestatarios; complementar la inversión privada cuando el capital privado no está disponible en términos y condiciones razonables, y proveer asistencia técnica para la preparación, financiamiento y ejecución de los programas de desarrollo. Países miembros del BID Alemania Argentina Austria Bahamas Haití Honduras Israel Italia Las operaciones del Banco abarcan todo el espectro del desarrollo económico y social. En el pasado, el Banco puso énfasis en los sectores de producción, como la agricultura y la industria; los sectores de la infraestructura física, como energía y transporte, y los sectores sociales, que incluyen la salud pública y ambiental, educación y desarrollo urbano. En la actualidad, las prioridades de financiamiento incluyen la equidad social y la reducción de la pobreza, la modernización y la integración y el medio ambiente. Barbados Bélgica* Belice* Bolivia Brasil Canadá* Chile Colombia Costa Rica Croacia* Dinamarca Ecuador El Salvador Eslovenia* España Estados Unidos Finlandia* Francia Guatemala Guyana Jamaica Japón México Nicaragua Noruega* Países Bajos Panamá Paraguay Perú Portugal* Reino Unido* República Dominicana Surinam* Suecia* Suiza Trinidad y Tobago Uruguay Venezuela Para cumplir con sus operaciones de préstamo y cooperación técnica, el Banco cuenta con su capital ordinario, que comprende el capital suscrito, las reservas y fondos captados a través de préstamos, más los fondos en administración, que son contribuciones especiales de sus países miembros. El Banco también tiene un Fondo para Operaciones Especiales que concede préstamos en condiciones concesionales para proyectos en países menos desarrollados económicamente. El Banco obtiene fondos de los *no es miembro de la Corporación Interamericana mercados de capitales de América Latina y el Caribe, de Inversiones (CII) Estados Unidos, Europa y Japón. Su deuda ha sido clasificada AAA por los principales servicios de clasificación de Estados Unidos. Un grupo de mujeres de Paraguay pertenecientes a un programa para industrias de procesamiento de alimentos financiado por el BID. La máxima autoridad del Banco es la Asamblea de Gobernadores, en la cual están representados todos los países miembros. Por lo general los Gobernadores son ministros de hacienda o finanzas, presidentes de bancos centrales u otros funcionarios que ocupan cargos de similar jerarquía. La Asamblea de Gobernadores ha delegado muchos de sus poderes al Directorio Ejecutivo, que tiene la responsabilidad de dirigir las operaciones del Banco. El presidente del BID desde 1988 es Enrique V. Iglesias. Dentro del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo se encuentran la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) y el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin). La CII fue establecida para contribuir al desarrollo de América Latina mediante el respaldo financiero a empresas privadas de pequeña y mediana escala. El Fomin fue creado en 1992 para promover la viabilidad de las economías de mercado en la región. Para mayor información, puede leer el documento "Información Básica del BID 2000" en PDF. Página oficial del BID en Internet: http://www.iadb.org/ La integración económica de la Unión Europea El proyecto de integración económica, monetaria, política y social de la Unión Europea es el modelo en el que se contemplan todos los proyectos de integración regional en todas las zonas del globo. Grados de integración económica Los argumentos desarrollados por Adam Smith y por David Ricardo para mostrar las ventajas que reporta el comercio entre naciones son igualmente válidos cuando se trata de ponderar las virtudes de la integración económica. Cualquier acuerdo internacional que favorezca la especialización y el intercambio estará aumentando la eficiencia en la asignación de los recursos y la productividad de los factores. Se pueden distinguir diversas fases o grados de integración económica entre países atendiendo al nivel alcanzado por el desarme arancelario y por la coordinación de las políticas económicas. Área de Libre Comercio • Un Área de Libre Comercio está formada por varios países que deciden eliminar las barreras al comercio interno pero manteniendo cada uno sus propios aranceles diferentes frente a terceros. El problema que se deriva de esto es la necesidad de mantener controles fronterizos para los productos que procedan de países pertenecientes al Área de Libre Comercio pero que hayan sido producidos total o parcialmente en el exterior. Unión Aduanera • La Unión Aduanera se produce cuando un Área de Libre Comercio establece un arancel exterior común. La unión aduanera requiere de mayores esfuerzos de negociación y acuerdo interno ya que cada país perteneciente a la unión verá modificada su estructura productiva en mayor o menor grado como consecuencia de decisiones comunes. Los controles fronterizos desaparecen para los productos pero permanecen las barreras que impiden la circulación de los factores. Caricatura de la NAFTA, la Asociación Norteamericana de Libre Comercio. Mercado Común • El Mercado Común supone la eliminación de barreras a la circulación de los factores productivos, es decir, de los trabajadores y del capital. La libre circulación de trabajadores consiste en permitir en igualdad de condiciones la contratación de la mano de obra que proceda de los países integrantes y en que además, se reconozcan mutuamente las titulaciones profesionales y haya una cierta armonización de criterios educativos. La libre circulación de capitales podría quedar desvirtuada mediante el establecimiento de impuestos diferenciales por lo que requiere también un cierto grado de armonización fiscal. Unión Económica • La Unión Económica supone un grado más en la armonización de las políticas fiscales y monetarias. Se produce aquí una mayor cesión de soberanía ya que, al dotarse de un sistema monetario único, cada país se somete a una disciplina monetaria para mantener los tipos de cambio dentro de los márgenes autorizados. Integración Económica • La Integración Económica, finalmente, implica la aparición de una autoridad supranacional que adoptará las decisiones de política fiscal y monetaria. Cualquier decisión particular dirigida al fomento de una rama productiva o a la corrección de un desequilibrio regional deberá ser autorizada por dicha autoridad. Proyectos de integración económica ALALC ALADI MERCOSUR NAFTA AFTA ASEAN APEC COMECOM EFTA EEA En muchas regiones del mundo se han iniciado procesos de integración internacional que, como mucho, se han quedado en la primera fase de área de libre comercio. Citaremos los más importantes intentos destacando los más recientes. En Latinoamérica fue pionera la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), formada en 1960 por todos los países de la zona excepto México y las Guayanas. Fue substituida en 1980 por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) de la que forman parte Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. En su seno han surgido diversas iniciativas, entra las que se puede destacar MERCOSUR, el Mercado Común del Cono Sur formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en marzo de 1991. Los líderes de la APEC reunidos en Manila en 1996 En 1989 se estableció un acuerdo de libre comercio entre Canadá y Estados Unidos que en junio de 1991 se amplió a México formando la NAFTA (North American Free Trade Association). Esto parece ser la respuesta defensiva americana ante los avances y el poder económico alcanzado por la Unión Europea, pero las mayores diferencias existentes entre los países americanos hacen prever que sus progresos serán más lentos. En cualquier caso, sus objetivos en este momento son también mucho menos ambiciosos. En Asia existen actualmente dos proyectos. La AFTA (ASEAN Free Trade Asotiation) en cuyo núcleo están los diez miembros de la ASEAN (Asociación de Estados del Sudeste Asiático), Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Camboya, Laos y Myanmar. La ASEAN engloba a 400 millones de personas y sus economías son las de crecimiento más rápido del mundo. El otro gran proyecto es la APEC (Asian Pacific Economic Cooperation). La APEC tiene actualmente 21 miembros. Fue establecida en 1989 por Australia, Brunei, Canadá, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Tailandia y los Estados Unidos. Posteriormente se han ido uniendo China, Hong-Kong y Taipei, México, Papua-Nueva Guinea, Chile, Perú, Rusia y Vietnam. Esta APEC se presenta como una alternativa más global a la CE. En 1996 el comercio exterior de los países de la APEC representó el 45% del comercio mundial. En Africa destaca la Unión del Magreb Arabe integrada por Libia, Túnez, Argelia, Mauritania y Marruecos, habiendo sido creados también la Comunidad del Africa Oriental, la Comunidad Económica de los Estados del Africa Occidental, la Unión Aduanera y Económica del Africa Central y la Unión Monetaria del Oeste Africano, entre otros. Entre los países del este de Europa se creó tras la segunda guerra mundial el COMECOM, Consejo de Asistencia Económica Mutua, como respuesta al plan Marshal y al Mercado Común; ha sido una de las primeras instituciones que quedó disuelta en la vorágine de cambios de los países comunistas. Los otros países europeos que habían quedado al margen de la creación de las Comunidades Europeas, decidieron crear en 1959, bajo el liderazgo del Reino Unido, la Asociación Europea de Libre Comercio, EFTA. Además del RU formaron parte inicialmente Austria, Dinamarca, Noruega, Portugal, Suecia y Suiza. Más tarde se incorporaron Islandia, Finlandia y Liechtenstein. En 1972, el Reino Unido y Dinamarca la abandonaron para entrar en la CEE. Posteriormente la han seguido abandonando los demás. Actualmente está formada sólo por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. La EFTA mantiene actualmente unos lazos muy estrechos con la Unión Europea institucionalizados en la EEA, European Economic Area, mediante acuerdos establecidos en Oporto en 1992. Como es sabido, el proceso integrador más avanzado es el de los países que forman parte de la Unión Europea. La integración europea La integración económica europea está fundamentada en varios objetivos políticos más o menos explícitos que han ido substituyéndose conforme pasaba el tiempo: impedir la reanudación del enfrentamiento bélico sobre el suelo europeo, favorecer la reconstrucción de lo destruido en la Segunda Guerra Mundial, establecer una barrera al expansionismo soviético, defenderse de la agresividad económica americana, constituirse como tercera potencia económica mundial. La Unión Europea ha superado ya los tres grados iniciales de integración: área de libre comercio, unión aduanera y mercado común y tiene muy avanzado el proceso de unión económica. 1º Los quince países de la Unión Europea forman un Área de Libre Comercio. Han desaparecido totalmente las barreras cuantitativas y arancelarias para todos los productos, están completamente homogeneizadas las normativas sanitaria y técnica y los trámites administrativos del transporte por lo que no existe ninguna barrera al movimiento interno de bienes y servicios. Los derechos de aduana e industriales quedaron totalmente eliminados el 1 de julio de 1968 entre los seis países entonces miembros de las Comunidades Europeas. Los quince países de la Unión Europea forman una Unión Aduanera. En su comercio externo la CEE aplica, desde 1968, un Arancel o Tarifa Exterior Común (TEC) para todos los bienes industriales, productos agrícolas y servicios producidos en el exterior. La UE mantiene acuerdos comerciales con países no europeos que son especialmente importantes para los países Mediterráneos y los llamados ACP. 2º Los quince países de la Unión Europea forman un Mercado Único que garantiza la libre circulación de capital y personas en los 15 Estados miembros. Los trabajadores pueden ser contratados por las empresas en las mismas condiciones sea cual sea su país de origen. Hay libertad para que los profesionales se establezcan en el país que deseen. Los capitales se mueven libremente. 3º 4º Los doce países que han aceptado el euro como su moneda, han formado una unión monetaria en la que sólo hay una autoridad monetaria y una política monetaria. Los demás países adaptan sus políticas monetarias hacia la convergencia con el euro. Respecto a la política fiscal, estamos muy lejos de la unidad, pero hay una gran coordinación, con normas de disciplina presupuestaria comunes para todos y sistemas fiscales homogéneos. El presupuesto comunitario aún representa un porcentaje muy pequeño del producto europeo. Hay políticas comunes específicas para la Agricultura, la Pesca y la Industria. La política fiscal tiene unos objetivos de equilibrio social, sectorial y regional instrumentados mediante los Fondos Estructurales y de Cohesión. El Acta Única Europea de 1986 estableció un calendario para la consecución de determinados objetivos en materia de mercado interior. Entre sus resultados, extraordinariamente positivos, pueden destacarse los siguientes: 1.- La apertura de los contratos públicos, mediante la mejora de las directivas sobre los contratos de obras y suministros, acentuando su transparencia y su control y ampliándolos a importantes sectores hasta entonces excluidos, tales como los transportes, la energía y las telecomunicaciones. 2.- La supresión de las disparidades fiscales, mediante la aproximación de las disposiciones nacionales en materia de fiscalidad indirecta, impuesto sobre el valor añadido (IVA) e impuestos sobre consumos específicos. 3.- La liberalización de los mercados de capitales y de los servicios financieros. 4.- La normalización, mediante el mutuo reconocimiento de textos y certificados nacionales y, en general, mediante el reconocimiento del principio de equivalencia de las normas nacionales, junto a determinadas medidas de armonización en materia de seguridad y de ruidos. 5.- La supresión de los obstáculos técnicos (libre ejercicio de las actividades profesionales y equivalencia de las formaciones) y físicos (controles en las fronteras) a la libre circulación de las personas. Así, por ejemplo, la Directiva adoptada en noviembre de 1997 sobre la profesión de abogado facilita el ejercicio de esta profesión en el conjunto de la Unión Europea. 6.- La creación de un marco favorable a la cooperación industrial mediante la armonización del Derecho de sociedades y la aproximación de las legislaciones en materia de propiedad intelectual e industrial (marcas y patentes). 7.- La liberalización de los servicios (telecomunicaciones, energía, etc.), que representan más del 70% del PIB de la Unión Europea. Las instituciones de la Unión Europea La Unión Europea es el resultado de la unión política de varios estados soberanos y democráticos que voluntariamente ceden parte de su soberanía para formar una unidad de orden superior. Esta situación se produce por primera vez en la historia de la humanidad y por tanto las instituciones que se están creando y que dirigen e impulsan el proceso forman un sistema original y único en el mundo. Efectivamente, los Estados miembros aceptan delegar una parte de su soberanía en instituciones independientes que representan a la vez los intereses comunitarios, los nacionales y los de los ciudadanos. El núcleo del sistema institucional europeo está formado por tres organismos: El Parlamento Europeo, que representa a los ciudadanos, el Consejo, que representa a los gobiernos, y la Comisión que es el organismo que defiende tradicionalmente los intereses comunitarios, los del conjunto de la UE. A este "triángulo institucional" se añaden otras dos instituciones: El Tribunal de Justicia y el Tribunal de Cuentas. Otros cinco órganos especializados completan el edificio. El Parlamento Europeo El Parlamento Europeo, elegido cada 5 años por sufragio universal directo y representan por tanto a los 374 millones de ciudadanos europeos. Los candidatos y representantes elegidos se agrupan en torno a las grandes tendencias y partidos políticos existentes en los países miembros. El Europarlamento tiene un sitio web en español en www.europarl.eu.int/home/default_es.htm El Consejo de la Unión Europea El Consejo está formado por los ministros de los gobiernos de los países miembros. Constituye la principal instancia de decisión de la Unión Europea, la institución más poderosa, la que tiene la palabra definitiva en casi todos los temas. La presidencia del consejo es rotatoria y la ocupan los jefes de estado o de gobierno de cada uno de los países miembros por un período de seis meses. El Consejo tiene su sitio web en ue.eu.int/es/ La Comisión Europea La Comisión Europea personifica y defiende el interés general de la Unión. El Presidente y los miembros de la Comisión son nombrados por los Estados miembros previa aprobación por el Parlamento Europeo. La Comisión es el motor del sistema institucional comunitario, ya que: Tiene el derecho de iniciativa legislativa, propone los textos de ley que se presentan al Parlamento y al Consejo. Es la instancia ejecutiva, garantiza la ejecución de las leyes europeas (Directivas, Reglamentos y Decisiones), del presupuesto y de los programas adoptados por el Parlamento y el Consejo. Es la guardiana de los Tratados, vela por el cumplimiento del Derecho comunitario, conjuntamente con el Tribunal de Justicia. Es la representante de la Unión en la escena internacional, negocia los acuerdos internacionales, principalmente de comercio y de cooperación. Más información en europa.eu.int/comm/index_es.htm El Tribunal de Justicia El Tribunal de Justicia europeo garantiza el respeto del Derecho comunitario y la uniformidad de interpretación del mismo. Es competente para conocer de litigios en los que pueden ser partes los Estados miembros, las instituciones comunitarias, las empresas y los particulares. En 1989 se le adjuntó el Tribunal de Primera Instancia. curia.eu.int El Tribunal de Cuentas El Tribunal de Cuentas europeo comprueba la legalidad y regularidad de los ingresos y gastos de la Unión y se asegura de la buena gestión financiera del presupuesto europeo. www.eca.eu.int El Banco Central Europeo El Banco Central Europeo establece y aplica la política monetaria europea; dirige las operaciones de cambio y garantiza el buen funcionamiento de los sistemas de pago. Prestamos una atención especial al Banco Central Europeo y al Sistema Europeo de Bancos Centrales en www.eumed.net/cursecon/17/bce.htm El Comité Económico y Social El Comité Económico y Social es el representante ante la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo de los puntos de vista e intereses de la sociedad civil organizada. Debe ser consultado sobre los temas de política económica y social y además puede emitir dictámenes de iniciativa sobre los asuntos que considere de especial importancia. www.ces.eu.int El Comité de las Regiones El Comité de las Regiones vela por el respeto de la identidad y las prerrogativas regionales y locales. Es de consulta obligatoria en ámbitos como la política regional, el medio ambiente y la educación. Está formado por representantes de las entidades regionales y locales. www.cor.eu.int/corz_es.htm El Banco Europeo de Inversiones El Banco Europeo de Inversiones (BEI) es la institución financiera de la Unión Europea. Financia proyectos de inversión para contribuir al desarrollo equilibrado de la Unión. eib.eu.int El Defensor del Pueblo europeo El Defensor del Pueblo europeo puede ser consultado por toda persona física (ciudadanos) o jurídica (instituciones o empresas) que residan en la Unión y se consideren víctimas de un acto de "mala administración" por parte de las instituciones u órganos comunitarios. La Política Agrícola Común La PAC ha sido, con gran diferencia, la política común más importante y uno de los elementos esenciales del sistema institucional de la Unión Europea. Sus objetivos están establecidos en el artículo 39 del Tratado de Roma: incrementar la productividad, garantizar un nivel de vida equitativo a la población agrícola, estabilizar los mercados, garantizar la seguridad de los abastecimientos y asegurar al consumidor suministros a precios razonables. Ese mismo artículo reconoce la necesidad de tener en cuenta la estructura social de la agricultura y las desigualdades estructurales y naturales entre las distintas regiones agrarias, así como la conveniencia de efectuar gradualmente las oportunas adaptaciones. La política agrícola común se creó en los años sesenta, en un momento en que Europa era deficitaria en la mayoría de los productos alimenticios. Sus mecanismos se configuraron para resolver esa situación, siendo su función principal la de apoyar los precios y las rentas interiores mediante operaciones de intervención y sistemas de protección fronteriza. Esta política contribuyó positivamente al crecimiento económico y logró garantizar el suministro al consumidor europeo de una amplia gama de productos alimenticios de calidad a precios razonables. Hasta mediados de la década de los 90, la PAC fue, a gran distancia, la política comunitaria más importante, especialmente desde el punto de vista presupuestario. La Unión Europea se convirtió en el primer importador y el segundo exportador de productos agrícolas a nivel mundial. Labores agrícolas representadas en el libro "Les Très Riches Heures du Duc de Berry" en el siglo XV Sin embargo, el sistema, que respondía acertadamente a una situación de déficit, puso de manifiesto una serie de deficiencias al comenzar la Comunidad a producir enormes excedentes de la mayoría de sus productos agrícolas. Montañas de mantequilla, lagos de leche y vino que debían destruirse por no encontrar demanda interna o externa. Surgieron tensiones en las relaciones con terceros países, especialmente EEUU, inquietos por los efectos que estaban teniendo las exportaciones subvencionadas de la UE en el precio mundial y en su propia presencia en el mercado internacional. Los costes de esa política llegaron a ser inaceptables. Las reformas que se introdujeron en la PAC en los años ochenta y noventa han permitido a la UE responder a las obligaciones que le incumben en virtud de los acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT y las indicaciones de la OMC. El Acuerdo, de carácter recíproco, requirió una reducción de un 20% del apoyo interior prestado a la agricultura, un recorte del 36% del gasto presupuestario destinado a la subvención de las exportaciones y otra disminución de un 21% en el volumen de las exportaciones subvencionadas. Para profundizar en la PAC, véase también: Las Organizaciones Comunes de Mercado La política de precios, ayudas y primas de la PAC Controles de la producción, importación y exportación de productos agrícolas El Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA) La política de desarrollo rural de la UE Las normas y procedimientos que rigen la PAC La Política Pesquera Común La pesca sigue siendo esencial para numerosas economías locales de la Unión Europea. Pese a lo modesto de la contribución global de la pesca a la economía de los Estados miembros (menos de un 1 % en la mayoría de los casos), muchas comunidades locales dependen de la renta de los más de 300 000 pescadores a tiempo completo o parcial que trabajan en la Unión. Además, debe tenerse en cuenta que las industrias vinculadas al sector pesquero (industria naval, suministradores de equipos e industria de la transformación de pescado) emplean también a varios centenares de miles de personas. Sin embargo esta actividad sólo puede seguir adelante si hay suficientes peces para capturar. En los últimos años ha sido necesario conciliar las reivindicaciones de los pescadores, centradas en el mantenimiento de su medio de vida, con el hecho de que las poblaciones de peces se hallan en franca disminución. Snyders, pintor flamenco del siglo XVII, es el autor de este bodegón con variadísimos frutos de la mar. La política pesquera común no comenzó a tomar forma hasta la década de los años setenta, cuando los gobiernos de todo el mundo decidieron ampliar su soberanía y reserva de pesca a 200 millas náuticas. Los Estados miembros decidieron además que la Comunidad Europea, en su situación de entonces, sería el mejor instrumento para defender sus intereses en las negociaciones internacionales y para administrar sus poblaciones de peces. La importancia de la pesca como responsabilidad de la Comunidad aumentó con la adhesión a ésta de Dinamarca, Irlanda y Reino Unido en 1973. En ese momento se acordó que la libertad de acceso a las aguas de otro país se suspendería durante diez años y que las franjas costeras, de una extensión de entre 6 y 12 millas, quedarían reservadas a los pescadores locales y a quienes hubiesen pescado tradicionalmente en ellas. De hecho, el acuerdo para la consecución de una política pesquera común plenamente desarrollada no se alcanzó sino en 1983, y ello para un período de sólo veinte años y excluyendo el libre acceso a todos los caladeros de pesca. Además, la franja costera se amplió a 12 millas. No obstante, la ratificación del acuerdo permitió establecer un sistema común para la conservación y gestión de las poblaciones en las aguas comunitarias y un nuevo enfoque para la política estructural basado en los programas de orientación plurianuales de la flota. La adhesión de España y de Portugal en 1986 duplicó el número de pescadores de la Comunidad, al tiempo que la capacidad pesquera aumentó un 75 %, el tonelaje un 65 % y la producción y consumo de pescado un 45 %. Con el fin de dar a estos dos nuevos Estados miembros, con enormes intereses pesqueros, el tiempo necesario para adaptarse, respetando al mismo tiempo las disposiciones de la PPC (Política Pesquera Común), fue preciso aplicar una serie de acuerdos transitorios que estuvieron vigentes hasta el final de 1995. El régimen de conservación y gestión de los recursos de 1983 se revisó nueve años más tarde basándose en un informe intermedio realizado por la Comisión en 1991 (el llamado "Informe 1991"). Este Informe destacaba la necesidad de una explotación de la pesca racional, responsable y sostenible, de un control más eficaz de la industria pesquera en su conjunto y de un reparto más amplio de responsabilidades en la gestión de la PPC. Asimismo, recomendaba un mayor equilibrio entre los recursos y su explotación y una más estrecha coordinación entre la política estructural y la de conservación. De conformidad con estas conclusiones, se adoptó, en 1992, un nuevo reglamento de base por el que se establecía un régimen comunitario para la pesca y la acuicultura, así como, un año más tarde, un nuevo reglamento de control. Además, en 1993 se revisaron en profundidad los elementos estructurales de la PPC. El objetivo era garantizar una mayor coherencia entre los diferentes aspectos de esta política, eliminar la compartimentación que la había separado de otras actividades comunitarias y adaptarse a los profundos cambios que estaban afectando al sector debido al grave desequilibrio existente entre el número de buques y la cantidad de peces disponibles. En consonancia con ello, las medidas estructurales de la PPC quedaron integradas plenamente en el sistema comunitario de los fondos estructurales. Más concretamente, las diversas fuentes de financiación disponibles para la adaptación del sector pesquero fueron reagrupadas en un fondo especial, el llamado Instrumento financiero de orientación de la pesca. Además, como complemento de los fondos estructurales, en 1994 y 1995 se adoptaron también una iniciativa comunitaria especial llamada PESCA así como una serie de medidas socioeconómicas de acompañamiento para ayudar a la industria pesquera a paliar las consecuencias sociales y económicas de la necesaria reestructuración del sector. La Política Pesquera Común (PPC) Funcionamiento de la política pesquera de la UE La Organización Común del Mercado de la Pesca Políticas estructurales Acuerdos con terceros países El futuro de la pesca europea Normas y procedimientos Política industrial El concepto de política industrial hoy es completamente diferente de lo que era hace veinte o treinta años. En la década de los años sesenta y setenta, los gobiernos europeos consideraban que la clave de la prosperidad estaba en el proteccionismo, esencialmente en la utilización de normas y barreras comerciales discriminatorias para proteger a sus empresas de la competencia exterior. Hoy en día está ampliamente aceptado que el aislamiento sólo puede llevar al estancamiento, y que es la liberalización de mercados la que reporta los mayores beneficios, tanto para los consumidores como para las empresas, y la que ayuda a éstas a mantenerse rentables en un mercado cada vez más planetario y cada vez más competitivo. Por consiguiente, la cuestión clave que hoy intenta abordar la política industrial es ¿qué hay que hacer para ayudar a las empresas a competir en el mercado mundial? Inevitablemente, esta cuestión afecta a muchas otras políticas y cualquier respuesta eficaz incidirá en la educación y la formación, la investigación y el desarrollo, la competencia y el medio ambiente. Por eso, muchas políticas de la UE están contribuyendo a reforzar la competitividad de la industria europea de manera que genere un crecimiento más rápido y más empleos. Dada la importancia que se asigna a las pequeñas y medianas empresas, se han adoptado medidas específicas para este sector. El núcleo fundamental de la política industrial comunitaria se inspira en el Tratado de la Unión Europea, que entró en vigor en noviembre de 1993. En él se establece como tarea fundamental asegurar "la existencia de las condiciones necesarias para la competitividad de la industria comunitaria". El Tratado establece cuatro objetivos: acelerar la adaptación de la industria a los cambios estructurales; fomentar un entorno favorable a la iniciativa y al desarrollo de las empresas en el conjunto de la Comunidad y, en particular, de las pequeñas y medianas empresas; fomentar un entorno favorable a la cooperación entre empresas; y favorecer un mejor aprovechamiento del potencial industrial de las políticas de innovación, de investigación y de desarrollo tecnológico. En su Libro blanco sobre el crecimiento, la competitividad y el empleo, presentado al Consejo Europeo en diciembre de 1993, la Comisión Europea proponía soluciones prácticas para conseguir un crecimiento dinámico que genere empleo, basado, entre otras cosas, en el desarrollo de las infraestructuras y mercados de la información, a fin de poner a punto a las empresas europeas para la competencia en los mercados mundiales. De cara a estos objetivos, la Unión procura siempre simplificar las condiciones en las que trabajan las empresas y suprimir trámites burocráticos. Asimismo, gestiona y apoya programas y proyectos para el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías, y se esfuerza por alentar a la industria a adaptarse a los cambios, una de las claves del éxito en los mercados modernos, siempre en rápida evolución. Para crear este entorno favorable, la UE lleva a cabo dos tipos de actuaciones: actuaciones sobre el funcionamiento de los mercados, incluyendo la reglamentación del acceso al mercado, las características de los productos, la política comercial y la política de competencia; actuaciones en relación con factores que afectan a la capacidad de la industria para adaptarse a los cambios, como la estabilidad del entorno macroeconómico, la necesidad de tener en cuenta las expectativas del público con respecto a la industria (entre otras cosas, la consecución de un desarrollo sostenible y el respeto de ciertos principios éticos), y la promoción de las inversiones intangibles en campos como la tecnología y la formación. La industria sólo puede sacar pleno fruto de estas actuaciones si se llevan a cabo en conjunción con las de los Estados miembros. De acuerdo con las orientaciones del Libro blanco sobre el crecimiento, la competitividad y el empleo, y con las expuestas en diferentes comunicaciones sobre la política de competitividad industrial, las prioridades de la Unión en lo que respecta a la creación de un entorno favorable a la industria son las siguientes: fomento de las inversiones intangibles, desarrollo de la cooperación industrial, fortalecimiento de la competencia, modernización de las administraciones públicas relacionadas con la industria. Agrupados en estos cuatro grandes apartados, la Comisión tiene una lista de objetivos destinados a asegurar la complementariedad entre diferentes acciones, establecer prioridades y detectar carencias en los planteamientos actuales. La cohesión económica y social: los Fondos Europeos Mosaico de culturas, lenguas, historias y tradiciones diferentes, las regiones de la Unión Europea se caracterizan por unos niveles de renta distintos y no pueden, por tanto, ofrecer iguales oportunidades a todos los ciudadanos. Las diez regiones más prósperas de la UE son tres veces más ricas e invierten tres veces más en sus estructuras económicas que las diez más pobres. Aunque este problema ha tendido a agravarse con las sucesivas ampliaciones, también la UE ha venido reforzando los medios puestos para su solución. El gasto ha registrado así un rápido crecimiento desde 1988, con el resultado de que hasta 1999 cerca de un tercio del presupuesto total comunitario se destinará al apoyo de las zonas desfavorecidas. Este gasto se canaliza principalmente a través de los Fondos Estructurales y el Fondo de Cohesión, que tienden a concentrar su ayuda económica allí donde ésta es más necesaria. Edificio de la Comisión Europea en Bruselas Los Fondos Estructurales son cuatro: El Fondo Europeo de Desarrollo Regional. El FEDER se estableció en 1975 para financiar la ayuda estructural mediante programas de desarrollo regional destinados a las regiones más desfavorecidas con el fin de contribuir a reducir los desequilibrios socioeconómicos que se dan entre las regiones de la Unión. El FEDER concede ayuda financiera principalmente para apoyar programas que son presentados y gestionados directamente por las autoridades competentes de los Estados miembros. Las zonas que pueden acogerse a las ayudas regionales comunitarias se definen en función de las necesidades derivadas de sus problemas económicos. El Fondo Social Europeo Creado en 1960, el FSE es el principal instrumento de la política social de la Comunidad. Concede ayuda financiera, con arreglo a los objetivos nº 3 y 4 de los Fondos Estructurales, a planes de formación profesional, reciclado y creación de empleo, destinados principalmente a los desempleados jóvenes, a los desempleados de larga duración, a grupos sociales marginados y a las mujeres. El Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola. El objetivo y funcionamiento del FEOGA se describe al hablar de la PAC. El Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca El Instrumento Financiero de Orientación de la Pesca, el IFOP, agrupa desde 1994 los instrumentos comunitarios relativos a la pesca. Se aplica a todas las regiones costeras y su principal misión consiste en aumentar la competitividad de las estructuras del sector pesquero, promover la creación de empresas viables en la industria pesquera y procurar el mantenimiento del equilibrio entre la capacidad pesquera y los recursos disponibles. Objetivo n°1 Fuera del Objetivo n° 1 Objetivo n°2 FEDER X X FSE X X FEOGA X X IFOP X X Objetivo n°3 Interreg III Urban II X X Leader Equal + X X X El Fondo de Cohesión El Fondo de Cohesión es un instrumento estructural que, desde 1994, ayuda a los Estados miembros a reducir las disparidades económicas y sociales así como a estabilizar sus economías. El Fondo de Cohesión financia hasta el 85% de los gastos subvencionables de proyectos de gran envergadura en el ámbito del medio ambiente y la infraestructura de transporte. Entre 2004 y 2006, el presupuesto asignado al Fondo de Cohesión asciendió a 15.900 millones de euros (precios de 2004). Más de la mitad de los fondos (8.4900 millones de euros) está reservada a los nuevos Estados miembros. Pueden beneficiarse de las ayudas del Fondo de Cohesión los Estados miembros: - cuyo producto interior bruto per cápita (PIB), calculado con arreglo a las paridades en poder de compra, sea inferior al 90% de la media comunitaria, - que sigan un programa que les permita cumplir con las condiciones de convergencia económica tal como se estipula en la letra c) del artículo 104 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea (evitar déficits públicos excesivos). A partir del 1 de enero de 2000, fueron cuatro los Estados miembros que podían ser subvencionados en el marco del Fondo de Cohesión: España, Grecia, Portugal e Irlanda . La revisión intermedia de la Comisión de 2003 consideró que Irlanda (cuyo PIB representa el 101% de la media) ya no cumpliría los criterios para ser beneficiario de las subvenciones del Fondo de Cohesión a partir del 1 de enero de 2004. El 1 de mayo de 2004, fecha de la ampliación de la UE, todos los nuevos Estados miembros (Chipre, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia) cumplían con las condiciones para recibir la ayuda del Fondo de Cohesión. La ayuda del Fondo de Cohesión es una ayuda condicionada. La financiación concedida a un Estado miembro puede ser suspendida en caso de que éste no cumpla con la ejecución de su programa de convergencia para la unión económica y monetaria (pacto de estabilidad y crecimiento), es decir, un déficit público excesivo (más del 3% del PIB para España, Portugal y Grecia, este límite se está negociando por separado con cada uno de los diez nuevos Estados miembros, con arreglo a su propio déficit público en el momento de la adhesión). No podrán aprobarse nuevos proyectos hasta que no se haya controlado el déficit. Para ser subvencionados, los proyectos deben pertenecer a una de las dos categorías siguientes: a) Proyectos medioambientales que participen en la consecución de los objetivos del Tratado de la CE y, en particular, los proyectos que coincidan con las prioridades en materia de política comunitaria medioambiental establecidas por los planes de acción medioambiental y de desarrollo sostenible pertinentes. b) Proyectos de infraestructura de transporte destinados a establecer o a desarrollar las infraestructuras de transporte tal como son definidas por las directrices de la Red transeuropea de transporte (RTE) . Ver también, en este CD-ROM o sitio web el texto de Ramón Tamames: La ampliación comunitaria y sus posibles consecuencias para España Las relaciones comerciales de la UE con terceros países Europa forma parte y colabora activamente con la OMC. Por tanto, acepta y aplica el principio de Nación Más Favorecida a todos los países miembros y aplica el Sistema de Preferencias Generalizadas a los países menos desarrollados. Además, mantiene acuerdos específicos con determinados grupos de países. Conviene clasificar a los países no europeos en los siguientes grupos: 1º Países Mediterráneos 2º ACP 3º América Latina y Asia 4º Otros países desarrollados Países Mediterráneos Con respecto a los países del sur del Mediterráneo que, por su proximidad geográfica, por sus afinidades históricas y culturales y por los flujos migratorios existentes y potenciales, representan unos socios de im portancia fundamental, la Unión ha llevado a cabo, tradicionalmente, una política de integración regional denominada "enfoque global mediterráneo". Los vecinos mediterráneos de la Unión estuvieron entre los primeros en establecer con ella relaciones económicas y comerciales particulares. Estos países constituyen socios importantes para la Unión. No sólo son socios comerciales de primera fila, sino que además, lazos históricos y culturales especiales vinculan a algunos de ellos con determinados Estados miembros. La Unión está vinculada con la mayoría de los países mediterráneos por acuerdos de asociación o de cooperación. o o Chipre, Malta y Turquía están vinculados a la Unión por acuerdos de asociación, destinados a establecer progresivamente una unión aduanera con ésta. Todos ellos han presentado oficialmente su candidatura a la adhesión (Turquía en 1987, Chipre y Malta en 1990), pero solamente la candidatura chipriota ha obtenido el dictamen favorable de la Comisión. Los Países del Magreb (Argelia, Marruecos y Túnez), del Machrek (Egipto, Jordania, Líbano, Siria y los Territorios palestinos) así como Israel, están vinculados a la Unión mediante acuerdos de cooperación que abarcan el comercio, la cooperación industrial y la asistencia técnica y financiera. En noviembre de 1995 la Unión Europea sentó las bases de la nueva asociación euromediterránea en la conferencia de Barcelona, en la que participaron todos los Estados miembros de la UE y los Estados ribereños del Mediterráneo (con excepción de Libia, de Albania y de los países de la antigua Yugoslavia). Esta conferencia permitió definir las bases de una nueva asociación que incluía la intensificación de las relaciones económicas y comerciales interregionales. El aspecto principal es la realización de una zona de libre comercio euromediterránea de aquí al año 2010, de conformidad con las normas de la Organización Mundial del Comercio. Con ello, los productos fabricados podrán circular exentos de derechos en el mercado transmediterráneo, que se convertirá en la mayor zona de libre comercio del mundo, con más de 600 millones de consumidores. La Unión Europea participa en varios proyectos importantes de desarrollo económico y social en los países mediterráneos, en particular, mediante la intervención del Banco Europeo de Inversiones en forma de préstamos a largo plazo. La Unión Europea se ha convertido así en el principal donante para el desarrollo de los Territorios palestinos (45% de la ayuda internacional), y contribuye plenamente a la reforma de las estructuras económicas y políticas de los países del sur del Mediterráneo. Edificio del Consejo de la Unión Europea en Bruselas ACP El proceso de descolonización iniciado al comienzo de los años sesenta exigió la transformación de los vínculos con las antiguas colonias de los países miembros en una asociación de carácter diferente entre países soberanos, con arreglo al artículo 310 (antiguo artículo 238) del Tratado CE. En la actualidad, 71 países de África, del Caribe y del Pacífico (ACP), tienen una relación privilegiada con la CE en virtud de los Convenios de Lomé. Estos convenios van acompañados de una dotación financiera en forma de subvenciones y préstamos bonificados que se destinan a financiar, a través del Fondo Europeo de Desarrollo (FED), programas de inversiones económicas y sociales en los países ACP. La cooperación con dichos países abarca también a los sectores industrial y agrario. El Convenio permite que el 99 % de los productos industriales de los países ACP penetren en el mercado de los Quince sin pagar derechos de aduana y sin reciprocidad. El Stabex, es un acuerdo similar a un contrato de seguro que concede cierta garantía de estabilidad a los ingresos que los países ACP obtienen de sus exportaciones de 48 productos agrícolas. El Stabex actúa en el caso de graves trastornos climáticos o de los precios internacionales de dichos productos. El mecanismo se aplica también a los recursos mineros (Sysmin). El Convenio de Lomé establece también unas relaciones políticas institucionalizadas, a través del Consejo de Ministros, del Comité de Embajadores y de la Asamblea Paritaria ACP-UE, en la que los parlamentarios europeos representan al Parlamento Europeo. América Latina y Asia La cooperación entre la Unión y los países de Asia y América latina está menos estructurada. Los países en vías de desarrollo de dichas regiones gozan del sistema de preferencias generalizadas, que concede a sus exportaciones un trato preferencial y ciertas ayudas financieras. Se han firmado acuerdos marco de cooperación entre la Unión y Argentina, Brasil, México y Uruguay, así como con los países del Grupo Andino (Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela) con el objetivo de apoyar la integración económica regional. Tras el Consejo Europeo de Madrid de diciembre de 1995, tendente a reforzar la asociación entre la Unión Europea y los países de América Latina, la Comunidad decidió profundizar su cooperación en torno a tres ejes: la reforma institucional y la consolidación del proceso democrático, la lucha contra la pobreza y la marginación social, y finalmente, el apoyo a las reformas económicas. Distintos encuentros, tales como la conferencia de San José o la reunión del Grupo de Río, reunieron a los socios regionales y a los representantes de la Unión Europea. Además de estos encuentros, se establecen progresivamente acuerdos marco interregionales con Mercosur, Argentina y México. Las relaciones entre la Unión Europea y Asia se basan en "una nueva estrategia asiática" adoptada en el Consejo Europeo de Essen en diciembre de 1994. Esta estrategia tiene por objeto desarrollar las relaciones comunes en los ámbitos del comercio y de la cooperación industrial y reforzar la cooperación en los ámbitos del fomento de la inversión, la cooperación entre las empresas y la investigación y el desarrollo. La primer cumbre Europa-Asia en Bangkok los días 1 y 2 de marzo de 1996 fue la ocasión de reforzar el famoso "eslabón débil" del triángulo Europa/Asia/Estados Unidos. Los socios definieron orientaciones comunes, comprometiéndose en favor de un sistema de intercambios multilateral "abierto" y de una liberalización "no discriminatoria". Esta asociación reforzada debería permitir a la Unión Europea consolidar sus posiciones en Asia, su primer socio comercial (23% de los intercambios exteriores de la Unión). La Unión es el principal socio de los países en vías de desarrollo ya actúe a través de sus instituciones o a través de sus Estados miembros. En el plano comercial, la Unión absorbe el 21,5 % de sus exportaciones, contribuyendo con un 36 % del total de la ayuda pública mundial (la ayuda a los países ACP representó el 33,8% del esfuerzo total de la Unión Europea en 1995, la ayuda a los países del sur del mediterráneo alcanzó el 11%, y los países de América Latina y Asia recibieron un 18 % de dicha ayuda). Las dos terceras partes de esta ayuda se dedican a la financiación de proyectos de desarrollo, destinándose un tercio de la misma a la ayuda alimentaria. ¿Es suficiente ese esfuerzo de solidaridad? Tanto en relación con los nuevos Estados surgidos de la antigua Unión Soviética como con los países del sur del Mediterráneo y de África, Europa tendrá que hacer frente a los inmensos desafíos que representa la cada vez mayor diferencia de ingresos, a la que se suma la diferencia demográfica, que opone a dos zonas próximas geográficamente pero muy desiguales en cuanto a su nivel de desarrollo. Otros países desarrollados Para Estados Unidos, la Europa en construcción es tanto un aliado que comparte los mismos valores como un competidor tecnológico y comercial. La declaración transatlántica firmada el 20 de noviembre de 1990 entre Estados Unidos y la Comunidad Europea y sus Estados miembros consagra el apoyo político que Washington aporta tradicionalmente a la existencia de un aliado europeo democrático y estable. La alianza política y estratégica que une a numerosos países de la Unión y a Estados Unidos en el marco de la Alianza Atlántica ha contribuido a relativizar el alcance de los conflictos comerciales que han tenido lugar en relación con los productos agrarios, el acero o la aeronáutica. En el marco del nuevo programa trasatlántico adoptado en diciembre de 1995, se organizaron dos cumbres entre la Unión Europea y Estados Unidos para discutir los distintos ámbitos de cooperación. Tras las profundas convulsiones que ha sufrido el panorama internacional al final de este siglo, y en particular el final de la guerra fría, los aliados se encuentran ante la necesidad de una nueva definición del vínculo trasatlántico. La cooperación euroamericana debe fijarse nuevos objetivos y coordinar los esfuerzos para hacer frente a los nuevos riesgos vinculados a la proliferación nuclear, a las reivindicaciones minoritarias, al desarrollo de la delincuencia internacional, al tráfico de drogas y a las presiones migratorias. La Unión Europea es, en términos de intercambios y de inversión, el primer socio de Estados Unidos y el único con el que las relaciones están equilibradas. Debe sin embargo hacer frente a determinadas tentaciones del Congreso de los Estados Unidos de recurrir a medidas unilaterales o extraterritoriales (ley Helms-Burton y Amato-Kennedy) que amenazan los intereses europeos en el mundo. La aparición progresiva del euro y su posible poder de atracción podrían competir con el dólar en su función de moneda de reserva. Las relaciones con Japón, otro importante miembro del mundo industrializado, revisten también una importancia enorme. Los europeos intentan obtener desde hace mucho tiempo una mayor apertura del mercado japonés, una contrapartida indispensable a la espectacular implantación de los productos japoneses en el mercado europeo. La Unión Europea intenta profundizar en su cooperación con Japón, en particular en el marco del diálogo político y de las relaciones económicas comerciales. Los beneficios del Euro La necesidad de una moneda única en Europa surge cuando se quieren suprimir las barreras no arancelarias a la libre circulación de bienes, capitales, servicios y personas y completar la realización del mercado único. El proyecto no tiene precedente histórico desde el Imperio romano, ni equivalente en el mundo. Reunir las monedas que han sido para los países europeos los símbolos y los instrumentos de su soberanía durante varios siglos implica una pacífica revolución política que ayudará a los ciudadanos a confirmar su sentimiento de pertenencia a una nueva entidad. Los dos beneficios esenciales que se obtienen por formar parte de una unión monetaria son: 1. Eliminación de los costes de transacción como consecuencia de la sustitución de las distintas monedas nacionales por una moneda única. Aunque es difícil cuantificar esta reducción de costes, algunos autores han estimado las ganancias derivadas de la eliminación de estos costes de transacción para la Unión Europea en un 0,5% aproximadamente del PIB. 2. Eliminación de la incertidumbre asociada a la variación de los tipos de cambio de las monedas de los países que se integran en la moneda única. Esta ventaja es clara si se consideran los efectos perjudiciales que la excesiva variabilidad de los tipos de cambio y la incertidumbre generan sobre los flujos de comercio e inversión internacionales. Además de los efectos beneficiosos sobre estas dos variables, se pueden señalar también los efectos de la menor incertidumbre sobre el crecimiento económico: la reducción de la variabilidad de los tipos de cambio llevaría a un descenso de la prima de riesgo que incorporan los tipos de interés reales. Esto, a su vez, tenderá a aumentar las inversiones productivas al hacer atractivos aquellos proyectos que actualmente no lo son debido al relativamente alto coste del capital. De forma que la mayor eficiencia en la utilización de los recursos llevaría a una mayor productividad y, en consecuencia, a un mayor crecimiento a medio plazo. Menor incertidumbre Descenso tipos de interés Aumento inversiones Ahora bien, a estos efectos beneficiosos hay que añadir otros que se derivan del proceso particular de introducción del euro que ha seguido la Unión Europea, así como de las características diferenciales que ésta presenta. Las normas de obligado cumplimiento relativas al tamaño de la deuda pública y del déficit público y la existencia de una sola autoridad monetaria encargada de formular una política monetaria única suponen una garantía adicional de estabilidad. De la consideración de estos elementos pueden identificarse los siguientes beneficios: Profundización en el mercado interior: El establecimiento del euro, aunque no imprescindible para el funcionamiento del mercado interior, sí permite dar un paso definitivo en la consecución de la integración de los mercados, incrementando así los beneficios que aquél ofrece. En efecto, la existencia de monedas distintas y la inestabilidad cambiaria asociada constituye una barrera que impide hacer efectivos todos los beneficios potenciales del mercado único. El establecimiento de los precios de los bienes y servicios en una sola moneda favorece la transparencia en todo el mercado europeo, con lo que se dificulta la fijación discriminatoria de precios. Estos efectos son de aplicación asimismo a los mercados financieros, en los que se incrementa la competencia entre las diversas instituciones financieras al desaparecer uno de los elementos que contribuyen a la segmentación de mercados: la denominación de los activos en distinta moneda. En consecuencia, las alternativas de financiación abiertas a particulares y empresas se verán ampliadas y mejoradas de forma sustancial. 1 EUR = 40.3399 BEF = 1.95583 DEM = 166.386 ESP = 6.55957 FRF = .787564 IEP Estabilidad macroeconómica: Las condiciones de convergencia fijadas en el Tratado de la Unión Europea garantizó que sólo aquellos países con estabilidad macroeconómica accedieran a la moneda común. La satisfacción de dichos criterios asegura que los países tienen unas finanzas públicas saneadas y que han conseguido estabilizar la inflación a unos niveles reducidos. El funcionamiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento permitirá que los países miembros sigan comprometidos con la estabilidad macroeconómica, y fundamentalmente con el control de los déficit públicos. = 1936.27 ITL = 40.3399 LUF = 2.20371 NLG = 13.7603 ATS = 200.482 PTE Las buenas condiciones macroeconómicas apuntadas se ven reforzadas por la existencia de una política monetaria única, cuyo objetivo es la estabilidad de precios. Todo ello garantiza además la alta credibilidad antiinflacionista del BCE, con lo que conseguir los resultados deseados de inflación resultará menos costoso. = 5.94573 FIM TIPOS DE CONVERSIÓN DEL EURO Moneda internacional: Finalmente, el poder económico y comercial de la Unión Europea y las bases sobre las que se ha construido la moneda única, permiten que el euro se convierta en una moneda de reserva internacional. Historia de la gestación del Euro Junio de 1989: Sobre la base del informe presentado por el Presidente de la Comisión, Jacques Delors, el Consejo Europeo de Madrid establece los principios generales para la Unión Económica y Monetaria: objetivo de una moneda única, diseñando un proceso en varias fases. 1 de julio de 1990: Comienza oficialmente la primera fase de la UEM. 10 de diciembre de 1991: firma del Tratado de la Unión Europea. Decisión de crear una Unión monetaria y adopción de cinco criterios de convergencia con límites a la deuda pública, el déficit público, la tasa de inflación, los tipos de interés y la estabilidad en los tipos de cambio. 7 de febrero de 1992: Tratado de Maastricht consagrando el calendario en tres etapas de los logros que deben alcanzarse. 1 de enero de 1994: segunda fase de la UEM (período de transición) Creación del Instituto Monetario Europeo (IME) en Francfort encargado de preparar la creación del Banco Central Europeo Refuerzo de los procedimientos de coordinación de las políticas económicas a nivel europeo Lucha contra los déficits excesivos y política de convergencia económica de los Estados miembros Independencia de los bancos centrales nacionales 16 de diciembre de 1995: Consejo Europeo de Madrid Adopción de la designación "euro" Fijación del sistema técnico de introducción del euro y del calendario para el paso a la moneda única 14 de diciembre de 1996: Consejo Europeo de Dublín Adopción de un pacto de estabilidad presupuestario y de crecimiento Estatuto jurídico del euro. 16 de junio de 1997: Consejo Europeo de Amsterdam Confirmación del pacto de estabilidad y de crecimiento Aprobación de reglamentos sobre el estatuto jurídico del euro Resolución sobre el "SME bis" destinado a los países que no participan en la zona euro Elección del diseño de las monedas 13 de diciembre de 1997: Consejo Europeo de Luxemburgo: Resolución sobre la coordinación de las políticas económicas, durante la tercera fase de la UEM (supervisión multilateral), y sobre los artículos 109 y 109B del Tratado (política de cambio y representación de la Comunidad a escala internacional). 1998: El Consejo Europeo determina la lista de los países que participan en el euro sobre la base de los criterios de convergencia establecimiento del Banco Central Europeo (BCE) y nombramiento de su comité ejecutivo Inicio de la producción de los billetes y monedas. 1 de enero de 1999: Tercera fase de la UEM; el euro se convierte en moneda de pleno derecho Paso al euro para los bancos y las empresas. 1 de enero de 2002: introducción del euro; puesta en circulación de las monedas y billetes. 1 de julio de 2002: anulación del estatuto de moneda legal de las monedas y billetes nacionales. Esta página ha sido actualizada por última vez el El Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) El SEBC está compuesto por el Banco Central Europeo (BCE) y los Bancos Centrales de los Estados Miembros y está dirigido por los órganos rectores del BCE. Sus funciones básicas son: — definir y ejecutar la política monetaria de la Comunidad; — realizar operaciones de divisas coherentes con las disposiciones del artículo 111; — poseer y gestionar las reservas oficiales de divisas de los Estados miembros; — promover el buen funcionamiento de los sistemas de pago TRATADO CONSTITUTIVO DE LA COMUNIDAD EUROPEA Artículo 101 (antiguo artículo 104) 1. Queda prohibida la autorización de descubiertos o la concesión de cualquier otro tipo de créditos por el Banco Central Europeo y por los bancos centrales de los Estados miembros, denominados en lo sucesivo «bancos centrales nacionales», en favor de instituciones u organismos comunitarios, Gobiernos centrales, autoridades regionales o locales u otras autoridades públicas, organismos de Derecho público o empresas públicas de los Estados miembros, así como la adquisición directa a los mismos de instrumentos de deuda por el BCE o los bancos centrales nacionales. El BCE tiene el derecho exclusivo de autorizar la emisión de billetes de banco en la Comunidad. El BCE y los bancos centrales nacionales pueden emitir billetes que serán los únicos billetes de curso legal en la comunidad. Los Estados Miembros pueden realizar emisiones de moneda metálica; el volumen de emisión debe ser aprobado por el BCE. Los órganos rectores del BCE son el Consejo de Gobierno y el Comité Ejecutivo. El Consejo de Gobierno está compuesto por los miembros del Comité Ejecutivo y por los gobernadores de los Bancos Centrales Nacionales. El Consejo de Gobierno adopta las orientaciones y decisiones necesarias para garantizar el cumplimiento de las funciones asignadas al SEBC. El Consejo de Gobierno formula la política monetaria de la comunidad. TRATADO CONSTITUTIVO DE LA COMUNIDAD EUROPEA Artículo 105 (antiguo artículo 105) 1. El objetivo principal del SEBC será mantener la estabilidad de precios. Sin perjuicio de este objetivo, el SEBC apoyará las políticas económicas generales de la Comunidad con el fin de contribuir a la realización de los objetivos comunitarios establecidos en el artículo 2. El SEBC actuará con arreglo al principio de una economía de mercado abierta y de libre competencia, fomentando una eficiente asignación de recursos de conformidad con los principios expuestos en el artículo 4. El Comité Ejecutivo está compuesto por el presidente, el vicepresidente y otros cuatro miembros. Todos ellos han sido nombrados de común acuerdo por los gobiernos de los Estados Miembros, sobre la base de una recomendación del Consejo y previa consulta al Parlamento Europeo y al Consejo de Gobierno. Su mandato tiene una duración de 8 años y no es renovable lo que garantiza la independencia de la política monetaria europea. El Comité Ejecutivo es responsable de la gestión ordinaria del BCE. El BCE recurre a los Bancos Centrales Nacionales para ejecutar ciertas operaciones que corresponden a las funciones del SEBC. Tanto el BCE como los bancos centrales nacionales mantienen su independencia. Los Bancos Centrales Nacionales están presentes en el Consejo de Gobierno del BCE y siguen desempeñando un papel importante en la instrumentación de las acciones de política monetaria. En el caso de otras funciones tales como la posesión y gestión de reservas, sistema de pagos, emisión de billetes, etc., los BCN mantienen la compatibilidad con las directrices emanadas por el Consejo de Gobierno del BCE. Los BCN siguen también desarrollando funciones de supervisión de entidades de crédito y gestión de Tesorería de las Administraciones Públicas, sin que ello pueda implicar financiación privilegiada. El BCE tiene su sede en Francfort. Empezó a operar en el segundo semestre de 1998, desapareciendo a la vez el Instituto Monetario Europeo. El crecimiento y el desarrollo económico Introducción y objetivos El problema que se aborda en este capítulo está en el núcleo de la ciencia económica y muchas personas lo situarían jerárquicamente como el problema económico más importante, el que hay que encontrar la solución con más urgencia. Las teorías del crecimiento son diferentes de las teorías del desarrollo económico. Las teorías del crecimiento tratan de analizar las razones y los factores que determinan el crecimiento del producto y la renta en una economía cerrada, es decir, sin tener en cuenta el efecto positivo o negativo que pueda tener la existencia de otras economías de otros países. Las teorías económicas del desarrollo, por el contrario, tratan de analizar las posibilidades de crecimiento de los países pobres en un mundo en el que ya existen países ricos. Es decir, son modelos de economías abiertas, más complejos, en los que se tienen en cuenta muchos más factores. Cuando Adam Smith titula su libro de teoría económica como "Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones" está subrayando que el problema dominante en su trabajo es el crecimiento económico. Las teorías clásicas del crecimiento elaboradas por sus seguidores Ricardo, Malthus y Marx son la base sobre las que están elaboradas las teorías e ideologías modernas. Si la palabra "maltusiano" sigue siendo útil hoy día para definir o insultar, es conveniente que el que la utilice sepa realmente qué dijo Malthus. El análisis de la frontera de posibilidades de producción es un modelo muy sencillo que permite comprender los requisitos básicos del crecimiento económico y las razones por las que el abismo entre países ricos y pobres se amplía constantemente sin que ello sea debido necesariamente a la explotación de los pobres por los ricos. Las noticias de mortandad por hambrunas y las escenas de los campos de refugiados en el tercer mundo nos golpean con demasiada frecuencia desde las pantallas de nuestros televisores. La solución al problema del hambre y la pobreza es el mayor desafío al que ha estado enfrentada siempre la humanidad. Desgraciadamente no hay soluciones mágicas. No será con retóricas o con mesianismos demagógicos como se conseguirá vencer el subdesarrollo. Es necesario antes que nada tener un conocimiento frío y lo más preciso posible de las razones reales que lo bloquean. En este tema se abordarán todos estos problemas para que el alumno pueda no sólo enumerar los factores que determinan la pobreza y el subdesarrollo sino comprender las relaciones que existen entre ellos. Objetivos de Desarrollo del Milenio Todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas se han comprometido a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015. 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre: Reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día, y de las personas que padezcan hambre; 2. Lograr la enseñanza primaria universal: Velar por que los niños y niñas de todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria; 3. Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer: Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria; 4. Reducir la mortalidad infantil: Reducir en dos terceras partes la mortalidad de los niños menores de cinco años; 5. Mejorar la salud materna: Reducir el índice de mortalidad materna en tres cuartas partes; 6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades: Detener y comenzar a reducir la propagación del VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades graves; 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente: Incorporar los principios del desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales, reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso a agua potable y mejorar la vida de los habitantes de tugurios; 8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo: Encarar la reducción de la pobreza, promover la buena gestión de los asuntos públicos y un sistema comercial abierto, atender a las necesidades especiales de los países menos adelantados y de los países sin litoral, así como de los pequeños Estados insulares en desarrollo, encarar los problemas de la deuda, del trabajo de los jóvenes y del acceso a medicamentos esenciales y a nuevas tecnologías. La frontera de posibilidades de producción El conjunto de los recursos y factores productivos de los que dispone un país puede dedicarse a la producción de máquinas o de pan, a la producción de bienes de capital o a la de bienes de consumo. Como la capacidad productiva es siempre limitada, para aumentar la producción de bienes de capital será necesario disminuir la cantidad producida de bienes de consumo y viceversa. El conjunto de las combinaciones de ambos tipos de producción que un país puede alcanzar es lo que se llama Frontera de Posibilidades de Producción (FPP). La figura muestra un ejemplo teórico. En abcisas se representan cantidades producidas de bienes de consumo y en ordenadas los bienes de capital. El punto A representa una situación en la que el país produce Ka bienes de capital y Ca bienes de consumo. El punto B representa una situación inalcanzable, ya que la capacidad productiva del país no permite esa combinación de producciones tan elevada. El punto C representa una situación de desempleo, en la que la capacidad productiva del país no está siendo utilizada al máximo por lo que la combinación producida se encuentra por debajo de la FPP. La Frontera de Posibilidades de Producción (FPP) se representa como una curva cóncava hacia el origen porque se considera que los recursos de un país son variados. Algunos recursos serán más eficaces si se les dedica a la producción de bienes de consumo y otros serán más eficaces si se destinan a producir bienes de capital. Si todos los recursos se destinan a un solo tipo de producción, su resultado será menos eficaz que si la producción se diversifica. Es por eso que la FPP presenta esa curvatura: cuando la producción es diversa, es decir, cuando se están produciendo simultáneamente bienes de consumo y de capital, los recursos pueden ser destinados a su uso más eficaz. Crecimiento económico significa expandir la FPP, es decir, aumentar la capacidad productiva. Y para ello es necesario aumentar la producción de bienes de capital a costa de los de bienes de consumo. Cuanto más alto se sitúe un país en su FPP, más rápido será su ritmo de crecimiento. En esta figura se representa una situación inicial, en el año 2000, en la que tres países —P, M y R— comparten la misma frontera. Diez años más tarde, en el 2010, los tres países han conseguido expandir sus FPP, pero el país R que ha estado dedicando una parte mayor de su capacidad productiva a los bienes de capital habrá conseguido expandir su frontera más lejos. Pero eso no quiere decir que el país que no crezca es porque no quiere o que cada país puede elegir libremente la velocidad de su crecimiento. Los países pobres, con poca capacidad productiva, tienen que dedicar casi toda su capacidad a la producción de bienes de consumo para poder alimentar a su población. En esta otra imagen se muestra una situación así: el país pobre, P, está destinando menos recursos a la creación de bienes de capital que el país rico, R, por lo que éste puede destinar una mayor parte de su capacidad a la acumulación de capital y conseguirá por tanto un ritmo de crecimiento más rápido. sin embargo no se puede decir que P esté consumiendo en exceso. De hecho R está consumiendo más que P y la proporción de recursos destinados por ambos países a los diferentes tipos de producción es la misma. Esta es la razón por la que en nuestro mundo la distancia entre los países ricos y los pobres está aumentando, sin que ello signifique necesariamente que se esté produciendo un mayor empobrecimiento de los pobres. En los últimos decenios todos los países del mundo han crecido económicamente, pero los ricos han crecido más rápidamente que los pobres. Las teorías clásicas del crecimiento Las primeras preocupaciones de los economistas clásicos se dirigieron precisamente hacia el problema del crecimiento económico. El modelo elaborado por Adam Smith y desarrollado por Malthus tenía un substrato esencialmente agrarista. Mientras hubo tierras libres, la humanidad pudo crecer sin ningún límite. El exceso de población, cuando se producía, tenía una vía de escape en la emigración y en la roturación de nuevas tierras. Todos los individuos podían así obtener con su trabajo el producto suficiente para su subsistencia y para el mantenimiento de su familia. Pero cuando todas las tierras fértiles fueron ocupadas, el proceso de crecimiento empezó a mostrar sus limitaciones. Al continuar aumentando el número de los pobladores, los nuevos terrenos agrícolas requerían un mayor esfuerzo y proporcionaban menor cantidad de producto. Las mejores tierras tenían que alimentar a una población creciente y la mayor cantidad de trabajo que se les aplicaba conseguía muy menguados resultados en la producción. En otras palabras, cuando la tierra se convirtió en un factor limitativo, la ley de los rendimientos decrecientes empezó a actuar y la productividad del trabajo a disminuir. ESTAS FUERON SUS PALABRAS SOBRE LA RESTRICCIÓN MORAL Y NUESTRA OBLIGACIÓN DE PRACTICAR ESTA VIRTUD Como resulta que en la situación de todas las sociedades que hemos revisado el progreso natural de la población ha sido constante y poderosamente controlado, y como parece evidente que ninguna forma de gobierno, ni planes de emigración, ni instituciones de benevolencia y ningún grado o dirección de la industria nacional puede impedir la acción continuada de un gran control sobre la población en una forma u otra, se deduce que debemos someternos a él como una inevitable ley de la naturaleza; y la única pregunta que permanece es cómo puede ejercerse ese control con el menor perjuicio posible a la virtud y felicidad de la sociedad humana. Todos los controles inmediatos de población que se observa que han prevalecido en el mismo o en diferentes países parecen poderse resumir en restricción moral, vicio y miseria; y si nuestra elección está confinada a esos tres, no podemos vacilar más tiempo en nuestra decisión respecto a cuál debería elegirse para incentivar. Esta Rvdo. Thomas R. Malthus (1766-1834) disminuci ón en la productividad del trabajo conduce a un punto de equilibrio en el que los individuos sólo pueden obtener lo necesario para su subsistencia. Si se intenta superar ese punto, si continúan reproduciéndose los seres humanos, el exceso de población resultante será eliminado por el hambre, las enfermedades y las guerras. Este estado estacionario es la situación a la que tienden todas las sociedades, el punto final ineludible de todo proceso de crecimiento económico. El reverendo Thomas R. Malthus era un pastor anglicano, hombre de profundas convicciones morales y religiosas. Consideraba la existencia de sólo tres formas de control de la población: a) la miseria, es decir, hambre, enfermedades y guerras; b) el vicio, es decir, el desahogo de las pasiones humanas mediante prácticas sexuales que no conducen a la procreación y c) la autorestricción moral, es decir, la abstención sexual. Esta última era la solución que el reverendo Malthus proponía. Es curioso observar en la actualidad cómo se deforman las ideas de los autores clásicos y cómo los que están más próximos ideológicamente a Malthus son precisamente los que lo demonizan y se consideran a sí mismos "antimaltusianos". (T.R. Malthus, Ensayo sobre el Principio de Población, 1798) El evidente crecimiento industrial que se produjo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII requería una explicación diferente. El modelo elaborado por Ricardo y Marx incluyó por tanto el capital como el principal factor del crecimiento económico. Pese a ello, presentaba muchas similaridades con el de sus predecesores y conducía a conclusiones igualmente pesimistas. El número de trabajadores es el que actúa aquí como factor limitante. La acumulación del capital hace que aumente la cantidad de capital existente por trabajador. La escasez creciente de trabajadores hace que aumente el salario real que perciben y que disminuya la productividad del capital. La tasa de beneficios disminuye de forma continua hasta que se hace nula y se detiene la acumulación. Se llega así de nuevo a un estado estacionario. Tenía ciertamente razón el escritor británico T. Carlyle (1795-1881) cuando afirmó que "la economía es una ciencia lúgubre". Las teorías modernas del crecimiento Un gran número de economistas modernos, de los que el más destacado es S. Kuznets, han dedicado su labor investigadora a la ingrata tarea de recopilar, depurar y estimar los datos históricos y la magnitud de las variables económicas durante largos períodos de tiempo en los países occidentales. De los resultados de sus muchos años de esfuerzo se pueden deducir varios hechos, característicos del crecimiento económico de los países actualmente más desarrollados. Destacaremos algunos de esos hechos: La población ha crecido de forma sostenida. El capital ha crecido más rápidamente que la población. La producción ha crecido más rápidamente que el capital. El salario real ha crecido más rápidamente que la productividad, estimada como producción por hora de trabajo. Los cambios en la distribución funcional de las rentas han resultado ligeramente favorables a las rentas del trabajo. El tipo de interés ha oscilado de forma cíclica, sin que se pueda distinguir una tendencia determinada, aunque con visible reducción de la volatilidad. La relación capital-trabajo ha permanecido estable a partir de 1950. Aunque en la industria esa relación ha aumentado, el desplazamiento de un gran número de trabajadores hacia el sector servicios ha mantenido estable dicha tasa considerada globalmente. La relación inversión/producto ha permanecido estable. La tasa de crecimiento del producto ha permanecido constante a largo plazo y muy superior a la tasa de crecimiento del trabajo, del capital y de los recursos productivos. Todos estos hechos contradicen en conjunto la hipótesis del estancamiento final de los modelos clásicos. Parece indiscutible actualmente que el crecimiento económico no depende sólo del crecimiento de los factores productivos —la cantidad de tierra, de trabajo y de capital disponibles— sino también y principalmente de las mejoras en el conocimiento, en la tecnología y en la organización de las empresas. Robert Solow y otros economistas modernos han tratado de medir la contribución de cada uno de los factores al crecimiento económico mediante las técnicas de la contabilidad de las fuentes del crecimiento. Sus estimaciones quedan resumidas en el cuadro adjunto. El producto ha crecido en los últimos decenios en los países occidentales desarrollados a una tasa media del 3,2%; de ella, el 1,1% se debe al crecimiento cuantitativo de los factores de producción mientras que el restante 2,1% se debe a los aumentos en la productividad de estos factores, es decir, a las mejoras en la educación y en el saber humano. Contribución al crecimiento del producto producto = 3,2% debido al crecimiento de los factores debido al capital 0,5 debido al trabajo 0,6 debido a la tierra 0,0 debido a la productividad de los factores 1,1 2,1 debido a la educación 0,6 debido al saber y otros 1,5 Schumpeter ha ofrecido una explicación del crecimiento económico que hace compatible la ley de los rendimientos decrecientes y los hechos observados en la realidad: Las oleadas de descubrimientos e inventos que se producen periódicamente provocan repentinos aumentos en la tasa de beneficios del capital y en la inversión; conforme se extienden los nuevos conocimientos y se imitan las nuevas tecnologías, los beneficios empiezan a disminuir y con ellos la tasa de inversión hasta que una nueva oleada de descubrimientos impulse a una nueva fase expansiva. Otros modelos ponen el acento en la búsqueda de una tasa de crecimiento estable que permita eludir las crisis periódicas. El de Harrod-Domar, considera que esa tasa natural de crecimiento debe coincidir con el ritmo de crecimiento de la "unidad de eficiencia" del trabajo. Para Von Neumann esa tasa tiene que ser igual a la del tipo de interés real con la condición de que todos los beneficios se reinviertan. El modelo de crecimiento de Harrod-Domar A finales de los años cuarenta, dos economistas keynesianos, Sir Roy Harrod en Gran Bretaña y Evsey D. Domar en Norteamérica, desarrollaron de forma independiente un análisis del crecimiento económico que es conocido como el modelo Harrod-Domar. En el modelo se analizan los factores o razones que influyen en la velocidad del crecimiento, a saber, la tasa de crecimiento del trabajo, la productividad del trabajo, la tasa de crecimiento del capital o tasa de ahorro e inversión y la productividad del capital. En el modelo de Harrod-Domar se llama tasa natural de crecimiento al ritmo de crecimiento de la oferta de trabajo. Por oferta de trabajo se entiende aquí no sólo el aumento del número de trabajadores, o de horas que están dispuestos a trabajar, sino a también el aumento de su capacidad productiva, de su productividad. En otras palabras, es la tasa de crecimiento de la población activa más la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo. Para que haya un crecimiento económico equilibrado y con pleno empleo es necesario que el producto y el capital productivo crezcan exactamente en esa misma proporción, la tasa natural. Si el crecimiento del capital es menor del crecimiento del trabajo, habrá desempleo. Si el crecimiento es superior se producirán distorsiones en la tasa de ahorro e inversión que desequilibrarán el crecimiento. El crecimiento del producto requiere crecimiento del capital existente y esto requiere ahorro, es decir, destinar un porcentaje de la renta a la inversión en capital. En el modelo de Harrod-Domar se llama tasa garantizada de crecimiento o tasa de crecimiento requerido a "aquel ritmo general de avance que, si se consigue, dejará a los empresarios en una actitud que les predispondrá a continuar un avance similar". En otras palabras, es la tasa de crecimiento que hace que la tasa de ahorro e inversión permanezcan constantes. Al analizar Harrod y Domar todas esas variables y las relaciones entre ellas encontraron dos graves problemas: Las razones del crecimiento de la población activa no tienen nada que ver con las razones que determinan el ahorro, la inversión y las variaciones en la productividad del trabajo y del capital. Por tanto, no hay ninguna razón por la que podamos suponer que sus tasas de crecimiento coincidan. Cuando la tasa de crecimiento del producto difiere de la tasa natural, el distanciamiento tiende a agravarse. Por tanto sus previsiones de crecimiento resultaron muy pesimistas. El crecimiento económico tiene tendencia a ser inestable e inevitablemente se producirán cambios cíclicos en las tasas de crecimiento, de ahorro, de inversión y de empleo. El modelo de crecimiento de Solow Joaquín Ledesma Este texto, y los gráficos interactivos asociados, forman parte del capítulo 13 del manual "Economía, teoría y política" (Pearson-Prentice Hall, Buenos Aires, 2004) y se publican aquí con la autorización de su autor. Para tener una visión completa del manual, de los servicios que proporciona y para solicitar un ejemplar, visite el sitio web: www.paidoeconomia.com.ar Envíe sus comentarios al autor a la dirección estudio en joaquinledesma.com.ar Ver, en este mismo sitio web: El modelo de Solow y el proceso de acumulación del conocimiento de Marleny Cardona Acevedo y otros Uno de los modelos más conocidos de la escuela neoclásica acerca de la relación entre ahorro, acumulación de capital y crecimiento es el que Robert M. Solow desarrolló a fines de los años cincuenta y sesenta. Este modelo señaló cómo el ahorro, el crecimiento demográfico y el avance tecnológico influían sobre el aumento del producto a lo largo del tiempo. Partía de tres supuestos: 1- La población iguales) crecen determinada independiente económicos. y la fuerza de trabajo (que se suponen a una tasa proporcional constante (n) por factores biológicos, pero de otras variables y aspectos 2- El ahorro y la inversión son una proporción fija del producto neto en un momento dado. En 1987, Solow obtuvo el premio Nobel de Economía por su trabajo sobre el crecimiento económico. El modelo fue presentado en: Solow, R. M., "A Contribution to the Theory of Economic Growth". En: Quarterly Journal of Economics, febrero de 1956. 3- La tecnología se supone afectada por dos coeficientes constantes: la fuerza de trabajo por unidad de producto y el capital por producto. Para comenzar con el análisis, examinemos cómo la oferta y la demanda de bienes determinan la acumulación de capital. La oferta de bienes determina el nivel del producto en un momento dado, y la demanda determina cómo dicho producto se distribuye entre usos alternativos. En el modelo de Solow, la oferta de bienes se basa en la conocida función de producción: y = F (K, L) Donde K L = trabajo = stock de capital El modelo de crecimiento de Solow supone que la función de producción tiene rendimientos constantes a escala: al aumentar los insumos trabajo y capital en una determinada proporción, el producto se incrementa en la misma proporción. La función de producción muestra la productividad marginal decreciente del capital: cada incremento del capital en una unidad causa en la producción un aumento menor que el derivado de la unidad de capital anterior. Esto significa que cuando se dispone sólo de un pequeño capital, una unidad adicional de capital es muy útil y añade una gran cantidad de producción; cuando el capital es muy grande, en cambio, una unidad adicional es menos útil y acrecienta sólo un poco la producción. Veamos el gráfico de esta función en términos per cápita: Gráfico 1 Función de producción per cápita Pulsar en las flechas para seguir el trazado del gráfico La función de producción muestra cómo k (el nivel de capital por trabajador) determina y (el nivel de producción por trabajador): y = f (k) La pendiente de la función de producción es la productividad marginal del capital (PMK): si k aumenta en una unidad, y aumenta en PMK unidades. La curva de la función de producción se hace más plana a medida que k aumenta, lo cual indica una productividad marginal decreciente. Dado que la inversión, como se estableció en los supuestos, es igual al ahorro, la tasa de ahorro es también la porción del producto dedicada a la inversión: Seguimos el planteo original de Solow, que funciona en una economía cerrada al resto del mundo. S=I Para un stock de capital K, suponemos que su depreciación es una proporción fija de K, que llamaremos dK. El cambio en el stock de capital es igual a la inversión, neta de depreciación (es decir, la inversión menos esa depreciación): ΔK = I - dK Como I = S, y además suponemos que el ahorro es una proporción del producto nacional, S = sY, reemplazamos en la ecuación anterior: ΔK = sY - dK Para obtener el cambio en el stock de capital en términos per cápita dividimos la expresión anterior por el tamaño de la fuerza laboral (L): ΔK / L = sy - dk (1) Como la población y la fuerza laboral crecen a una tasa proporcional constante igual a n (por ahora consideraremos nulo el cambio tecnológico), entonces ΔL / L = n. A su vez, si k = K / L, la tasa de crecimiento de k está dada por la siguiente ecuación: Δk / k = ΔK / K - ΔL / L = ΔK / K-n Haciendo un pasaje de términos, ΔK = (Δk / k) K + nK. Si dividimos ambos miembros de la ecuación por L: ΔK / L = Δk + nk (2) Igualando (1) y (2) llegamos a la ecuación fundamental de acumulación de capital: Δk = sy - (n + d) k El crecimiento del capital por trabajador Δk (también llamado coeficiente capital/trabajo) es igual a la tasa de ahorro per cápita (sy) menos el término (n + d) k. Explicará el alcance de esta ecuación. Como indica el último término, dado que la fuerza laboral crece a una tasa n, un cierto monto del ahorro per cápita debe usarse para equipar a los nuevos participantes de la fuerza laboral con un capital k por trabajador. Para ello se debe aplicar un monto nk de ahorro. Al mismo tiempo, un cierto monto del ahorro per cápita se debe utilizar para reponer el capital depreciado, que es igual a una cantidad dk del ahorro. Por lo tanto, un total (n + d) k del ahorro per cápita se debe usar sólo para mantener constante el coeficiente capital/ trabajo al nivel k. Si el ahorro per cápita es mayor que el monto de (n + d) k, se produce un incremento en el coeficiente capital/ trabajo (Δk > 0). El ahorro destinado a equipar a los nuevos participantes de la fuerza laboral y reponer el capital depreciado se denomina ampliación del capital. Por otro lado, el ahorro que se utiliza para hacer subir el coeficiente capital/producto se llama profundización del capital. Por lo tanto, la ecuación fundamental del modelo de Solow establece que: "Profundización" significa, en este caso, incremento de capital por trabajador (Δk). Profundización de capital = ahorro per cápita menos ampliación del capital Supongamos que la economía se mantiene en su estado estacionario, es decir, en un equilibrio a largo plazo. En tal caso, el capital por trabajador alcanza un valor de equilibrio y permanece invariable. En consecuencia, el producto por trabajador también alcanza un estado estacionario (recuerde que se omite el cambio tecnológico). Por lo tanto, en estado estacionario tanto k como y alcanzan un nivel permanente. Ver: Phelps, Edmund S., "The Golden Rule of Accumulation: A Fable for Growthmen': En: American Ecanomic Review, septiembre de 1961. Para alcanzar el estado estacionario, el ahorro per cápita (sy) debe ser exactamente igual a la ampliación del capital ((n + d) k), de modo que Δk = O. La regla de oro de la acumulación es: sy = (n + d) k Aun cuando el estado estacionario significa un valor constante para k e y, no implica un crecimiento nulo. De hecho, en estado estacionario hay un crecimiento positivo del producto a la tasa n. Veamos un gráfico que refleja esta situación: Gráfico 2 Función de producción, de ahorro y de ampliación de capital Pulsar en las flechas para seguir el trazado del gráfico El gráfico representa la función de producción per cápita (y). Recordemos qué trabajamos con la hipótesis de rendimientos constantes a escala: si se aumentan los factores, aumenta el producto en la misma proporción. La otra curva es la función de ahorro per cápita (sy), que por ser una proporción de la función de producción tiene su misma forma, aunque se encuentra debajo de ella porque el coeficiente s es menor que 1 (0 < s < 1). La recta es la función de ampliación de capital ((n + d) k), cuya pendiente es (n + d). Nota que, en este punto, todas las variables agregadas de la economía (trabajo, capital y producto) crecen a una tasa igual a n. Como se dijo anteriormente, en estado estacionario se cumple que sy = (n + d) k. En este punto, marcado en el gráfico como A, el capital por trabajador es kA, el producto per cápita es YA, y el ahorro es suficiente para cumplir con la ampliación de capital, lo que significa que el ahorro por persona (syA) alcanza para proporcionar capital a la población en aumento y para reponer el capital depreciado sin causar cambios en el coeficiente de capital por trabajador. Gráfico 3 Modelo de Solow: estado estacionario Pulsar en las flechas para seguir el trazado del gráfico A la izquierda del punto A, el ahorro es mayor que el necesario para la ampliación del capital: sy > (n + d) k. Con el aumento en el stock de capital por trabajador se profundiza el capital: k se desplaza hacia la derecha, como lo muestran las flechas. A la derecha de este punto sucede exactamente lo contrario. Cada vez que la economía se aleja del estado estacionario, ya sea por exceso o por deficiencia de capital por trabajador, hay fuerzas que la empujan hacia el equilibrio de largo plazo del estado estacionario. Analicemos qué pasa si, a partir de una situación de estado estacionario, modificamos las fuentes de crecimiento, a saber: la población, el capital y la tecnología. 1- Variación en la tasa de crecimiento de la población: si en una economía como la que analiza este modelo crece el número de habitantes (y la fuerza laboral, según los supuestos), una mayor parte del ahorro deberá utilizarse para poder mantener a los nuevos trabajadores con las mismas dotaciones de capital que ya tengan los anteriores. Esta ampliación de capital es igual a nk, lo cual rompe la regia de oro. La curva de ampliación de capital tendrá una pendiente mayor ((n 1 + d) k en el gráfico), que conducirá a un nivel de equilibrio de estado estacionario con un menor ingreso per cápita. Si se produce una disminución en la tasa de población, por el contrario, aumenta el ingreso per cápita. Por esta razón, según este modelo, los países pobres con alto nivel de natalidad poseen un bajo PBN per cápita, lo que equivale a decir que carecen del capital suficiente para toda su fuerza laboral. Gráfico 4 Variación en la tasa de crecimiento poblacional (n 1) Pulsar en las flechas para seguir el trazado del gráfico 2- Variación en el nivel del capital: Cuando hay un incremento en la tasa de ahorro se verifica una alta tasa de crecimiento, pero sólo hasta llegar al estado estacionario. La variación de la tasa de ahorro puede incidir en 1) la tasa de crecimiento en el corto plazo, y 2) el nivel de ingreso per cápita en el estado estacionario de largo plazo. Cuando se produce una variación positiva del ahorro, la curva sy se traslada a s'y como lo indica el siguiente gráfico, lo cual resulta en un incremento transitorio en la tasa de crecimiento, por un lado, y en un incremento permanente en el nivel de ingreso per cápita yen el coeficiente capital! trabajo, por el otro. Gráfico 5 Variación en la tasa de ahorro Pulsar en las flechas para seguir el trazado del gráfico 3- Variación de la tecnología: el cambio tecnológico incrementa la calidad del trabajo y el rendimiento de los trabajadores mediante la especialización, la educación y otros factores. El progreso tecnológico permite un crecimiento sostenido de la producción por trabajador porque desplaza la función de producción. la cual a su vez modifica la función de ahorro. Una vez que la economía se encuentra en estado estacionario, la tasa de crecimiento de la producción por trabajador depende sólo de la tasa de progreso tecnológico. Así, el modelo de Solow demuestra que el progreso tecnológico es la única explicación del constante aumento del nivel de vida. En el modelo de Solow, la tasa de cambio tecnológico determina la tasa de crecimiento de estado estacionario del ingreso per cápita, esto es, el crecimiento del producto por persona. La conclusión del modelo es: sólo un bajo crecimiento de la población y un cambio tecnológico acelerado pueden generar un aumento permanente en la tasa de crecimiento. Incrementar el ahorro y la inversión, por otra parte, puede producir un incremento transitorio en el crecimiento y uno permanente en el ingreso per cápita. A este modelo, sin embargo, se le puede criticar que intenta mostrar como ejemplo los países industrializados y que olvida incluir el rol de las expectativas. Mi propósito -escribía Solow en la obra antes citada- era examinar lo que se podría considerar el enfoque más rígido del crecimiento económico y ver si supuestos más flexibles con respecto a la producción permitirían construir un modelo más simple. Desempleo y exceso de capacidad o sus contrarios pueden ser todavía atribuidos a cualquiera de las antiguas causas de déficit o exceso de la demanda agregada, pero menos fácilmente a una desviación de las estrictas condiciones de equilibrio. En este juicio se percibe una idea subyacente: la economía tiende al crecimiento equilibrado y no a las tensiones y distorsiones expuestas por Harrod. Finalmente, es importante notar las diferencias entre Solow y Keynes con respecto al crecimiento de la población: mientras que para Keynes el efecto era positivo, porque actuaba sobre la demanda, para Solow era negativo. porque alteraba la relación capital/trabajo. Los límites del crecimiento ESTAS FUERON SUS PALABRAS Si se mantienen las tendencias actuales de Ver, en este mismo sitio web: Crecimiento económico sostenible y ―desarrollo‖ de Marleny Cardona Acevedo y otros ¿Existe un final? ¿Hay un límite al crecimiento, una barrera imposible de atravesar? Algunos científicos afirman que estamos corriendo hacia un precipicio y que debemos interrumpir inmediatamente nuestro esfuerzo de crecimiento. crecimiento de la población mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el curso de los próximos cien años. El resultado más probable sería un súbito e incontrolable descenso tanto de la población como de la capacidad industrial. En 1970, el Club de Roma, una asociación privada compuesta por empresarios, científicos y políticos, encargó a un grupo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology bajo la dirección del profesor Dennis L. Meadows, la realización de un Meadows y otros, estudio sobre las tendencias y los problemas (D.L. Los Límites del económicos que amenazan a la sociedad global. Los Crecimiento, 1972) resultados fueron publicados en marzo de 1972 bajo el título "Los Límites del Crecimiento". En el estudio se utilizaron las técnicas de análisis de dinámica de sistemas más avanzadas del momento. En primer lugar se recopilaron datos sobre la evolución que habían tenido en los primeros setenta años del siglo XX un conjunto de variables: la población, la producción industrial y agrícola, la contaminación, las reservas conocidas de algunos minerales. Diseñaron fórmulas que relacionaban esas variables entre sí —la producción industrial con las existencias de recursos naturales, la contaminación con la producción industrial, la producción agrícola con la contaminación, la población con la producción agrícola, etc.— y comprobaron que esas ecuaciones sirvieran para describir con fidelidad las relaciones entre los datos conocidos que habían recopilado. Finalmente introdujeron el sistema completo en un ordenador y le pidieron que calculase los valores futuros de esas variables. Las perspectivas resultaron muy negativas. Como consecuencia de la disminución de los recursos naturales, hacia el año 2000 se produciría una grave crisis en las producciones industrial y agrícola que invertirían el sentido de su evolución. Con algún retardo la población alcanzaría un máximo histórico a partir del cual disminuiría rápidamente. Hacia el año 2100 se estaría alcanzando un estado estacionario con producciones industrial y agrícola per cápita muy inferiores a las existentes al principio del siglo XX, y con la población humana en decadencia. El equipo del MIT introdujo entonces modificaciones en los supuestos iniciales para estudiar cómo podría ser modificado ese resultado final. El supuesto de que las reservas mundiales de recursos quedasen multiplicadas por dos o por cinco tan sólo significaba un retraso de apenas diez o veinticinco años en el desencadenamiento final de la crisis. Esta vendría acompañada de tasas de contaminación mucho más altas y la mortandad consiguiente reduciría la población humana incluso a niveles inferiores a los de la secuencia tipo. La introducción de controles sobre el uso de recursos, la producción de contaminantes y la natalidad, tampoco conseguirían impedir el colapso final. La única modificación de los datos introducidos en el ordenador que conseguía eliminar la crisis consistía en la igualación inmediata de las tasas de natalidad y mortalidad en todo el mundo, la detención del proceso de acumulación de capital y el destino de todas las inversiones exclusivamente a la renovación del capital existente, modernizándolo para un uso más ahorrador de recursos y menos contaminante. Pero ese frenazo brusco en el crecimiento de la población y del capital debía producirse, según los autores, inmediatamente, antes del año 1985. Poco después de publicarse el informe del Club de Roma los precios del petróleo y de las materias primas se dispararon y los países occidentales se hundieron en la crisis económica más grave y prolongada que habían conocido desde la Segunda Guerra Mundial. Muchos pensaron que aquellas sombrías previsiones estaban a punto de cumplirse, antes de lo estimado. Fue la época del nacimiento de un gran número de organizaciones ecologistas y de teorías sobre el crecimiento cero. Los libros del tipo "Cómo sobrevivir una familia explotando dos hectáreas de terreno" alcanzaron los puestos más altos en las listas de ventas. La subida de los precios del petróleo en los años setenta estimuló la investigación de nuevos campos, explotaciones y técnicas, permitiendo que en la actualidad haya muchas más reservas petrolíferas que entonces. Sólo recientemente las aguas han vuelto a su cauce. La crisis de los años setenta fue mala pero no fue la última. Los precios del petróleo y las materias primas subieron y volvieron a bajar. La subida de los precios estimuló la explotación de nuevos yacimientos y la investigación de técnicas ahorradoras de energía. El aumento de la oferta y la contracción de la demanda han hecho desaparecer el fantasma del agotamiento de los recursos. En el año 1973 la producción mundial de petróleo fue de 2.836,4 millones de toneladas mientras que las reservas estimadas eran de 86.096 MT por lo que se podía calcular mediante una simple división que sólo durarían 30,35 años, es decir, hasta el 2003. En el año 1990 el ritmo de extracción de petróleo había aumentado hasta los 3.257 MT, pero como las reservas conocidas eran mucho mayores, 136.478 MT, el plazo hasta su agotamiento había aumentado a 42 años más, es decir, hasta el 2032. Y los descubrimientos de nuevos pozos y reservas no cesan. El petróleo no se agotará nunca. Es cierto que la cantidad de petróleo existente en el planeta es limitada y fija. Es cierto que el consumo de petróleo ha estado creciendo ininterrumpidamente desde su descubrimiento. Pero esas dos certidumbres no se contradicen con la certidumbre de que es imposible que el petróleo se agote. Imagínese una situación en la que sólo quedara un litro de petróleo en el mundo; resultaría tan caro que estaría dedicado a un uso no consuntivo, por ejemplo, a ser contemplado en algunos museos. Imagínese que sólo quedara un pozo de petróleo en explotación; su dueño estaría cobrando tanto por cada barril que sólo podría utilizarse para algo muy importante y en lo que fuera absolutamente insustituible, quizá en la fabricación de alguna medicina exótica. Imagínese que sólo quedaran una decena o un centenar de pozos en el mundo; por supuesto que los coches tendrían que funcionar con baterías o con alcohol. Es más, mientras el petróleo siga sometido a las leyes del mercado, no escaseará nunca y toda su demanda será satisfecha. La paulatina contracción de la oferta provocará una lenta subida de precios y el consiguiente ajuste de la demanda. Al estar repartidas las reservas petrolíferas por varias zonas del globo, su mercado puede funcionar de forma eficiente. Los movimientos bruscos en su precio se han debido a razones políticas coyunturales por lo que han resultado temporales. En cualquier caso las técnicas alternativas de producción de energía están ahí. Si algo se puede deducir de la historia de la tecnología es que no hay ningún factor ni ningún recurso insustituible. Hay sólo factores productivos y bienes intermedios cuyo precio es más elevado que el de otros. Nada más. Y las producciones se han adaptado y seguirán adaptándose a esa realidad. Conceptos de convergencia económica Beta-convergencia Adelantamientos sistemáticos Sigma-convergencia Convergencia absoluta Convergencia condicional o relativa Convergencia intraregional Existe una acalorada discusión entre investigadores y especialistas en desarrollo económico ante la interpretación de los datos reales de renta y producto de los diferentes países del mundo ¿Hay divergencia o convergencia? Es decir, las diferencias entre los países pobres y los ricos ¿Están aumentando o disminuyendo? Los modelos teóricos de crecimiento económico suelen predecir que habrá convergencia, es decir, que los países pobres verán aumentar sus rentas a mayor velocidad que los ricos. Sin embargo, los datos de la realidad parecen indicar justamente lo contrario. En las tasas de crecimiento de la renta influyen muchísimos factores. Podemos apuntar aquí algunos que parecen ser muy importantes: las decisiones políticas de los gobernantes la estructura jurídica del país el grado de educación de sus habitantes el nivel tecnológico el grado de desarrollo inicial o volumen de capital pre-existente El economista catalán Sala-i- Martin propuso en 1990 la distinción entre dos tipos de convergencia que él llamó beta-convergencia y sigma-convergencia. Esa terminología se ha convertido rápidamente en un estándar entre los expertos. Se dice que entre diversos países ha habido beta-convergencia si se observa que los países pobres han crecido más que los países ricos. Mejor dicho, si se puede demostrar que el hecho de tener una renta menor que la media de los demás países está asociada a unas tasas de crecimiento más altas. La expresión "beta" se refiere a un parámetro que serviría para medir la velocidad de esa convergencia. Cuanto mayor sea beta, mayor será la velocidad de convergencia. Para que haya convergencia, beta tiene que ser mayor que cero, pero no puede ser mayor que uno, ya que en ese caso se producirían "adelantamientos sistemáticos" es decir los países pobres crecerían hasta superar a los ricos para, en el siguiente período, dejarse superar de nuevo. Es cierto que si observamos períodos muy largos de la historia de la humanidad podemos observar muchos adelantamientos entre países: todos los países que han sido cabezas de imperios o líderes económicos han dejado de serlo y han sido superados por otros que previamente eran más pobres. Pero no está claro que esos adelantamientos sean sistemáticos. De hecho no son precisamente los más pobres los que suelen sustituir al líder. Dicen las sagradas escrituras que "los últimos serán los primeros" pero ciertamente no parece que esa ley sea aplicable al mundo de aquí abajo. En cualquier caso no nos interesan períodos tan largos. Como los datos estadísticos de renta económica fiables y comparables son muy recientes, podemos hacer estudios estadísticos referidos solo a períodos de entre veinticinco y cincuenta años. Comparando los datos de 114 países entre 1960 y 1985 se observa que no ha habido convergencia sino que, por el contrario, las diferencias tienden a aumentar. (Fuente: Sala-i-Martin: "Apuntes de crecimiento económico" 1994) Por otra parte, si beta es positivo pero menor que uno, entonces la velocidad de convergencia será menor cuanto más próximos se encuentren los países en términos de renta. En una situación así, los "otros factores" adquirirán cada vez más importancia. La influencia de los "otros factores" puede ser medida con el parámetro sigma. Existe sigmaconvergencia si la dispersión y las desigualdades entre países baja con el tiempo. Para que haya sigma-convergencia es necesario que haya beta-convergencia, es decir, para que haya convergencia del tipo que sea es necesario que los pobres tiendan a crecer más que los ricos. Pero para que haya sigma-convergencia es necesario además que los "otros factores" no actúen en sentido contrario. Al analizar regiones pertenecientes a un mismo país o con estructuras institucionales muy similares, sí se observa convergencia. Este tipo de convergencia es la llamada convergencia condicional. (Fuente: Sala-i-Martin: "Apuntes de crecimiento económico" 1994) En cualquier caso, si consideramos los datos disponibles de todas las economías del mundo en los últimos decenios, podemos observar que no existe ni sigma-convergencia ni betaconvergencia. Sin embargo, en algunas zonas o regiones sí se está produciendo convergencia. Los países ricos convergen. Los países de la Unión Europea convergen. Algunos países pobres tan importantes como China o la India, están convergiendo con los ricos de forma sostenida desde hace más de veinte años. Lo mismo podemos decir también de los llamados "nuevos países industriales" del sudeste de Asia. Por el contrario, también se observan países divergentes, que están perdiendo terreno con respecto a los ricos. El caso paradigmático es la Argentina, pero habría que incluir aquí a la mayoría de los países africanos. Para encontrar una explicación satisfactoria de estos fenómenos se han introducido dos nuevos conceptos de convergencia: la convergencia absoluta y la convergencia condicional o relativa. Éstos utilizan el viejo concepto de estado estacionario. Se considera que todos los países tienden a converger hacia un estado estacionario, pero el nivel de renta de ese estado estacionario depende de la cultura y las preferencias de los individuos, de sus instituciones y sistemas impositivos y legales. Cuando decimos que los datos de todos los países del mundo muestran que no hay ni beta-convergencia ni sigma-convergencia, nos estamos refiriendo a criterios de convergencia absoluta. Para saber si existe o no convergencia condicional tenemos que analizar solo economías que compartan las mismas instituciones y, en general, el mismo "estado estacionario". En efecto, cuando se analizan los datos de diversas regiones de un mismo país (convergencia intraregional) o de países próximos geográfica y culturalmente, sí se descubren fuertes tendencias a largo plazo hacia la convergencia. De hecho se puede incluso encontrar una velocidad "normal" de convergencia condicional que suele estar en torno al 2% anual. Al utilizar el concepto de convergencia condicional se puede observar también que el factor que más influye en la velocidad de convergencia, además del nivel de renta, es la tasa de ahorro e inversión. Los países del este de Asia que han tenido tasas de crecimiento por encima del 5% anual de media, han tenido también tasas de ahorro e inversión altísimas, en algún caso de hasta el 70% del PIB, cuando en los países europeos o en USA esa tasa es inferior al 20%. La conclusión más clara de todo este análisis es que el truco más seguro para crecer más deprisa que los países ricos consiste en adoptar las instituciones económicas, jurídicas y políticas de los países ricos. Así se consigue cambiar de "estado estacionario". En este contexto la expresión "estado estacionario", aunque esté basada en el concepto de los economistas clásicos, parece poco adecuada ya que estamos afirmando que se puede cambiar "el estacionamiento" de ese estado a un piso superior mediante cambios en las instituciones. La teoría de la dependencia Dependencia Centro-periferia Desarrollo desigual y combinado Substitución de importaciones Se llama "teoría de la dependencia" a un conjunto de teorías y modelos que tratan de explicar las dificultades que encuentran algunos países para el despegue y el desarrollo económico. Surgieron en los años sesenta impulsadas por el economista argentino Raúl Prebish y la CEPAL. Inicialmente se dirigieron al entorno latinoamericano aunque posteriormente fueron generalizadas por economistas neo-marxistas entre los que destacó Samir Amin, asociándolo al concepto de desarrollo desigual y combinado. Ver vídeo con un comentario del Dr. Luis Mauricio Cuervo, investigador de la CEPAL sobre el origen de la Teoría de la dependencia. Ver también Alfredo Vergara, Teoría de la Dependencia del libro América Latina entre sombras y luces La dependencia económica es una situación en la que la producción y riqueza de algunos países está condicionada por el desarrollo y condiciones coyunturales de otros países a los cuales quedan sometidas. El modelo "centro-periferia" describe la relación entre la economía central, autosuficiente y próspera, y las economías periféricas, aisladas entre sí, débiles y poco competitivas. Frente a la idea clásica de que el comercio internacional beneficia a todos los participantes, estos modelos propugnan que sólo las economías centrales son las que se benefician. Estas fueron sus palabras El subdesarrollo no es consecuencia de la supervivencia de instituciones arcaicas, de la falta de capitales en las regiones que se han mantenido alejadas del torrente de la historia del mundo, por el contrario, el subdesarrollo ha sido y es aun generado por el mismo proceso histórico que genera también el desarrollo económico del propio capitalismo. Andre Gunder-Frank: "América Latina: Subdesarrollo o Revolución", Editorial ERA, México, 1963. Los mecanismos mediante los que el comercio internacional agrava la pobreza de los países periféricos son diversos: La especialización internacional asigna a las economías periféricas el papel de productores-exportadores de materias primas y productos agrícolas y consumidoresimportadores de productos industriales y tecnológicamente avanzados. La monopolización de las economías centrales permite que los desarrollos tecnológicos se traduzcan en aumentos salariales y de precios mientras que en la periferia se traducen en disminuciones de precios. La expansión económica tiene efectos diferentes sobre la demanda de productos industriales y la de productos agrícolas ya que su elasticidad respecto a las rentas es diferente. Cuando los países de la periferia crecen económicamente sus importaciones tienden a aumentar más rápidamente que sus exportaciones. Como consecuencia de estas ideas, los países latinoamericanos aplicaron una estrategia de desarrollo basada en el proteccionismo comercial y la substitución de las importaciones. A la vez, los bancos centrales latinoamericanos se esforzaron sobrevalorar sus propias monedas para abaratar sus importaciones de tecnología. La estrategia funcionó satisfactoriamente durante la década de los setenta en la que se produjo un crecimiento generalizado del precio de las materias primas en los mercados internacionales que influyó muy negativamente en las economías "centrales". Pero finalmente, la contracción de la demanda internacional y el aumento de los tipos de interés desembocó en la década de los ochenta en la crisis de la deuda externa lo que exigió profundas modificaciones en la estrategia de desarrollo. El círculo vicioso del subdesarrollo Durante la segunda mitad del siglo XX los organismos internacionales han dedicado grandes recursos a promover el desarrollo. En algunos aspectos, su actuación ha tenido un efecto notable e indudable. La atención sanitaria y la educación han mejorado en casi todas las regiones del mundo. La mortalidad infantil ha disminuido. La esperanza de vida de la población mundial es actualmente muy superior a cualquier otro momento de la historia. El proceso de rápido y sostenido crecimiento económico que han experimentado algunos países asiáticos y latinoamericanos en los veinte últimos años muestra claramente que existe la posibilidad de una salida para el subdesarrollo. Pero la diferencia entre los pobres y los ricos sigue aumentando y sigue habiendo poblaciones sin mejoras perceptibles de su nivel de vida con respecto a los primeros agricultores de hace diez mil años ¿Por qué? ¿Qué podemos hacer para ayudarles? ¿Qué o quiénes lo impiden? De hecho, muchas regiones del planeta siguen encerradas en lo que se ha llamado el círculo vicioso del subdesarrollo: las condiciones sociales, económicas y políticas impiden su expansión cultural y económica. Al analizar el sistema de funcionamiento de los PMD podemos descubrir que en realidad no hay uno sino tres círculos viciosos –el cultural, el demográfico y el económico- conectados entre sí y que se realimentan (feed-back) mutuamente. La estabilidad del sistema se ve reforzado por la existencia de unas barreras que lo aíslan del exterior generando un efecto de enquistamiento. El círculo vicioso cultural: La falta de formación personal y la inadecuación de la cultura social impiden el desarrollo, y el subdesarrollo impide la diseminación de la cultura. El círculo vicioso demográfico: La alta natalidad y sobrepoblación produce miseria y la miseria impide el control de la natalidad. El círculo vicioso económico: Los bajos salarios determinan baja productividad laboral que impide el crecimiento de las rentas del trabajo. Estos tres círculos viciosos están a su vez enlazados entre sí reforzándose mutuamente: Lazo demográfico-cultural: Las familias numerosas no pueden educar a sus hijos y la incultura impide el control de la natalidad. Lazo cultural-económico: La falta de formación reduce la productividad del trabajo y los salarios y las bajas rentas impiden invertir en cultura y educación. Lazo económico-demográfico: Los salarios bajos y la falta de protección social estimulan la natalidad como única garantía para la vejez. Los canales de comunicación con el exterior que permitirían la ruptura del sistema mediante aportaciones culturales y de capital están cerrados por dos tipos de barreras: Barreras comerciales: Si los PMD se abren al comercio exterior su producción resulta poco competitiva pero si se cierran no pueden aumentar su competitividad. (Este fue el freno al desarrollo estudiado más exhaustivamente por la teoría de la dependencia). Barreras políticas: El subdesarrollo implica sociedades débiles que generan dictaduras nacionalistas y xenófobas que impiden las entradas culturales, tecnológicas y de capital procedentes del exterior. La existencia de países desarrollados es la esperanza para los PMD. La riqueza cultural y tecnológica de estos países es a la vez el camino y la meta a conseguir. Nadie puede pretender que se repita en un país aislado el proceso de acumulación que ha necesitado milenios en los más avanzados. El círculo vicioso demográfico bloquea el desarrollo como consecuencia de la importancia de medidas sanitarias exteriores: hay que aceptar las formas de pensamiento y de comportamiento que limitan la natalidad. El círculo vicioso cultural hay que abrirlo permitiendo la movilidad de las ideas y las personas. El círculo vicioso económico hay que romperlo tratando de competir en la arena internacional por la captación de inversiones y en colocación de productos. Los errores en las políticas de desarrollo se pagan con sufrimientos y vidas humanas, pero los sacrificios necesarios para el despegue también pueden ser muy duros. Para recuperar la estabilidad monetaria y el crédito exterior son imprescindibles la firmeza monetaria y fiscal y en los países pobres las restricciones al consumo pueden ser muy dolorosas. Oficio terrible el de general en guerra, que ordena a una patrulla que resista hasta morir para permitir la retirada y salvar al resto del ejército. Oficio terrible el del economista que recomienda medidas restrictivas para los países subdesarrollados. Pero cuanto más se retrasen estas medidas mayores costes habrá que pagar en hambrunas, epidemias y guerras. Demografía y desarrollo Ver, en este mismo sitio web: Crecimiento económico y capital humano de Marleny Cardona Acevedo y otros Hasta hace muy pocos siglos todos los núcleos de población humanos evolucionaban con tasas de crecimiento demográfico próximas a cero ya que sus elevadas tasas de natalidad quedaban prácticamente igualadas por las de mortalidad. Los países europeos fueron consiguiendo en los últimos siglos progresivos avances sanitarios que disminuían su tasa de mortalidad a la vez que avances culturales y sociales permitían una disminución acompasada de las tasas de natalidad. El paralelo descenso de ambas tasas, prolongado durante muchos decenios permitió que el ajuste demográfico no supusiera un impedimento del crecimiento económico y cultural. En los PMD actuales, en cambio, la aplicación de los conocimientos médicos acumulados en Europa llegó de golpe, provocando una rápida caída en la tasa de mortalidad sin que la cultura y la tasa de natalidad pudieran adaptarse al mismo ritmo. La tasa de crecimiento de su población, diferencia entre natalidad y mortalidad, ha alcanzado un tamaño que no se había conocido en toda la historia de la humanidad y difícilmente volverá a ser igualada jamás. Cuando un país alcanza un cierto grado de desarrollo económico, el mayor nivel de alfabetización y educación permite que se produzca un cambio notable en la mentalidad de la gente, especialmente con respecto al sometimiento de la mujer al hombre, lo que permite el descenso de la tasa de natalidad y la paulatina reducción de la tasa de crecimiento de la población. Se alcanza así la madurez demográfica que implica una nueva estabilidad con tasas de natalidad y mortalidad igualmente bajas. Pero mientras no se produzca el desarrollo económico en los actuales PMD, la diferencia entre sus tasas de mortalidad y de natalidad se mantendrá muy alta y el crecimiento de la población seguirá siendo extraordinariamente veloz. La tasa de crecimiento de población en muchos PMD supera actualmente el 3% anual. Esta es una tasa sostenida, que se mantiene año tras año con variaciones imperceptibles desde hace decenios. Si comparamos esa tasa de crecimiento demográfico con las tasas de crecimiento económico, frecuentemente más bajas y siempre más volátiles, se comprende la imposibilidad de conseguir un ritmo de crecimiento económico que permita mejorar las condiciones de vida de esa creciente población. La cultura y desarrollo El estancamiento económico no permite el cambio social. Los niños de los PMD no tienen escuelas a las que acudir; y si las tienen no están estimulados para asistir; y si asisten tendrán que abandonarlas muy pronto para buscar medios de subsistencia para sí y sus familias. La cultura, considerada como formación humana y capacitación personal y profesional para contribuir a la sociedad es un lujo sólo al alcance de los ricos. Pero el concepto de cultura tiene un sentido más amplio que señala a un conjunto de instituciones y tradiciones propias de una organización determinada que sirve para regular las relaciones entre sus miembros. Tanto Max Weber como Schumpeter señalaron la importancia de este tipo de instituciones en el momento del despegue económico. Las instituciones sociales que sirvieron durante milenios en sociedades feudales y esclavistas actúan ahora como freno al desarrollo: las familias patriarcales en las que el sometimiento de la mujer y los hijos a la autoridad personal es absoluto; las relaciones tribales en los pueblos africanos; la institución del bazar islámico como regulador de las relaciones comerciales. La miseria empuja a los seres humanos a aferrarse a sus tradiciones como único sostén sólido. Todo lo nuevo es visto como un atentado contra la vieja cultura de cada sociedad y los pobres tienen miedo de perder la única riqueza que les queda, el modo de vida heredado. Resulta chocante por tanto escuchar los bienintencionados alegatos en favor de defender "la identidad cultural de los pueblos" frente a "las agresiones de la cultura occidental". Esa aparentemente progresista argumentación esconde en realidad un paternalismo conservador y un etnocentrismo europeísta. ¿Con qué autoridad podemos condenar que un batusi prefiera cambiar sus instrumentos de música tradicionales por un radiocasette japonés? Los deseos de los jóvenes batusi son similares a los jóvenes europeos, indochinos, magrebíes o latinoamericanos: quieren vestir pantalones vaqueros, usar calzado deportivo y escuchar música rock. No podemos exigir a ningún pueblo que mantenga sus formas de vida tradicionales y su "identidad cultural". No tenemos autoridad para obligar a que los indígenas del amazonas sigan vistiendo sólo sus exóticas plumas de ave. No podemos permitir que su alimentación siga siendo tan pobre e insana como dictan sus tradiciones. Hay que permitir que los Yanomami se doten de instrumentos y maquinaria que aumenten su capacidad productiva, que se puedan construir casas sólidas, con luz eléctrica, gas y agua corriente. No podemos impedirles el disfrute de las conquistas de la humanidad. Porque, y este es el error etnocentrista, la cultura que "amenaza" a los PMD no es occidental sino de toda la humanidad. Nuestra cultura se ha basado en los productos que surgieron en los primeros imperios asiáticos y se ha nutrido de las aportaciones de los imperios comerciales mediterráneos, del esplendor cultural del mundo islámico, y de todos los países que han sido alguna vez ricos, europeos, americanos, africanos o asiáticos. El radiocasete y el calzado deportivo, al igual que las casas de ladrillo y los sistemas de alcantarillado no son conquistas occidentales sino de toda la humanidad. Y los que piensen que el consumismo es una enfermedad, deberían curarse a sí mismos antes de impedir que otros la contraigan. Si la cultura social de los PMD actúa muchas veces como barrera al desarrollo deberíamos esperar la ayuda cultural del exterior. Desgraciadamente las aportaciones culturales externas no son de gran ayuda muchas veces. La incomprensión teórica de los problemas del subdesarrollo permite que los mensajes que llegan a los países atrasados sean contradictorios e incluso que actúen reforzando las ataduras que impiden el despegue. Pensemos en los mensajes occidentales que, envueltos con ropajes religiosos, propugnan al mantenimiento de altas tasas de natalidad. Pensemos en los análisis de economistas que, en vez de esforzarse en descubrir los problemas internos y sus posibles soluciones, culpan del subdesarrollo a la existencia de países desarrollados. Economía y desarrollo La mayoría de las familias de los PMD disponen de rentas muy bajas por lo que tienen que destinar sus ingresos íntegramente al consumo. Como consecuencia, en estos países el ahorro y la inversión nacional son mínimos. Al haber poca inversión, el capital es muy escaso y obsoleto y la relación capital/trabajo muy baja. Los trabajadores en los países subdesarrollados carecen de instrumentos y de infraestructuras elementales por lo que su esfuerzo resulta ineficaz. La baja productividad del trabajo redunda en rentas bajas con lo que queda cerrado el círculo. Es muy frecuente intentar romper este círculo vicioso por el eslabón del ahorro-inversión, alentando las inversiones muy por encima de los límites que impone el ahorro. El resultado inevitable es que la demanda nacional supera a la capacidad productiva y que se generan fuertes tensiones inflacionistas. Las elevadas tasas de inflación que han azotado frecuentemente Latinoamérica y otras zonas subdesarrolladas del mundo se deben en parte a esa pretensión. La inflación finalmente produce los efectos contrarios a los buscados: la incertidumbre impide la iniciativa empresarial y la inversión busca rentabilidades en la especulación en vez de en la producción. Pero si la baja relación entre capital y trabajo se traduce en una productividad laboral muy baja, tiene también el efecto de una rentabilidad muy alta de capital. El poseedor de un viejo camión cochambroso será el hombre más rico de su aldea. Como en los mercados nacionales de factores hay poco capital y mucho trabajo, las rentas del trabajo son muy bajas en comparación con las del capital. Esa asimetría es el origen de las fuertes diferencias sociales características del subdesarrollo. Los tres círculos viciosos están fuertemente conectados entre sí. Partiendo del último punto que hemos tratado, como las bajas rentas tienen que ser destinadas al consumo de subsistencia -a satisfacer las necesidades básicas o primarias- no queda nada para la educación de los jóvenes. La educación pública no llega a todas las zonas en los PMD y muchas veces se limita a una formación elemental, lo justo para reducir los índices de analfabetismo. En cualquier caso, el trabajo de los jóvenes es necesario, por lo que se les sacará muy pronto de la escuela. La insuficiente formación profesional incidirá negativamente sobre la productividad des trabajo y las bajas rentas durante el resto de sus vidas. Otra consecuencia de la falta de formación de los jóvenes, especialmente de las mujeres, es su efecto manteniendo las elevadas tasas de natalidad. Se ha encontrado que la educación femenina es la variable más significativa en correlación estadística con las tasas de natalidad. Incluso en algunos países islámicos que han conseguido un notable crecimiento económico pero que por razones de cultura tradicional mantienen a sus mujeres con niveles educativos bajos, las tasas de natalidad siguen siendo muy altas. Por otra parte, la ausencia de un sistema de seguridad social hace que los padres procuren tener muchos hijos para garantizarse los cuidados que necesitarán en la vejez. Este fenómeno se produce especialmente entre los agricultores. Los hijos no son vistos como algo "costoso" sino "rentable" ya que desde muy pequeños empiezan a ayudar en las labores del campo y a ganarse el sustento. Además, la cultura tradicional en muchos PMD valora el número de hijos como expresión del éxito en la vida. En otros casos el control de la natalidad es considerado un pecado religioso o una falta social grave, indicativa de una forma de pensar diferente de la tradicional. Barreras comerciales al desarrollo Afortunadamente los países del tercer mundo no constituyen sistemas aislados. Mientras no existían vías de comunicación ni países Países menos desarrollados Tasas de crecimiento avanzados con los que comunicarse, las Teorías de la dependencia sociedades primitivas tuvieron que conformarse Sistema de preferencias con la lenta acumulación local de conocimientos y generalizadas de capital, un proceso milenario. Pero hoy día una Proteccionismo comercial quinta parte de la humanidad ha conseguido adquirir la cultura y la tecnología que están disponibles para su uso mundial y pueden permitir el despegue de las sociedades más atrasadas. Muchos PMD (países menos desarrollados) están consiguiendo tasas de crecimiento espectaculares basadas en el uso productivo de tecnología muy avanzada. Estos son los países que están abiertos y fomentan las inversiones procedentes del exterior. Para ellos, la existencia de países desarrollados, de su cultura, tecnología y capital, ha actuado de fulminante para el despegue y como combustible para el crecimiento económico. Los mejores clientes de los productos de estos PMD son, con gran diferencia, los países más ricos. Pero abrirse al comercio internacional presenta indudablemente algunos inconvenientes ya que ¿Cómo enfrentarse con las reglas del libre comercio a unos competidores tan eficientes? Este problema es la base de las teorías de la dependencia o del desarrollo desigual. En el balance de resultados prácticos de esta escuela hay anotaciones en el activo y en el pasivo. El informe de Presbisch a la primera asamblea de la UNCTAD, en 1964, reclamó del GATT un trato comercial discriminatorio a favor de los PMD, lo que fue adoptado posteriormente en la Ronda de Tokio con el nombre de Sistemas de Preferencias Generalizadas. Pero en el pasivo hay que anotar que la teoría de la dependencia fue utilizada para justificar un proteccionismo comercial que cerraba las vías de comunicación con el exterior. Los dirigentes políticos dictatoriales adoptaron la teoría de la dependencia como una explicación del fracaso de sus políticas y la base teórica de un nacionalismo xenófobo que aglutinaba disciplinadamente a sus súbditos. La retórica que acompañó a esta teoría impidió una discusión seria que buscase soluciones locales a los problemas locales, aunque las condiciones externas pudieran ser parcialmente responsables de los problemas o restringieran las soluciones Barreras políticas al desarrollo La incultura y las fuertes diferencias sociales de los Países Menos Desarrollados generan inestabilidad social y resultan ser un campo abonado para la aparición de dictaduras nacionalistas. Muchos gobiernos de PMD, de izquierdas o de derechas, militares o civiles, laicos o confesionales, han encontrado un medio de fortalecerse y de atraer las voluntades de sus súbditos en el fomento de la xenofobia y el nacionalismo chauvinista. Culpando al extranjero de los males interiores se exculpan a sí mismos de su torpe brutalidad. No es ese el ambiente idóneo para fomentar las inversiones externas ni para atraer el turismo ni para facilitar el intercambio de ideas. La forma más rápida y rentable en que la riqueza y la cultura acumulada por la humanidad puede transmitirse a los países atrasados es como tecnología incorporada al capital. El elevado rendimiento comparativo de capital con respecto al trabajo en estos países o, dicho en otras palabras, los bajos salarios, son sin duda un fuerte atractivo para las inversiones externas. Pero las inversiones también necesitan un ambiente favorable que garantice su seguridad. Sin embargo los PMD con dictaduras nacionalistas se muestran reacios a la entrada de capital exterior y exhiben comportamientos xenófobos que desaniman cualquier iniciativa externa. Al buscar su fuerza política en el proteccionismo comercial de la burguesía interna y en la agitación "antiimperialista", para estas dictaduras solo quedó la vía del endeudamiento. Al no inspirar la confianza que pudiera atraer inversiones de capital a largo plazo, los gobiernos de los PMD consiguieron en ocasiones ofrecer suficiente garantía para préstamos a corto o medio plazo. Pero para que los préstamos actúen realmente como fomento del desarrollo y posibiliten la autofinanciación de sus intereses es imprescindible que sean destinados a inversiones rentables. Con desgraciada frecuencia esos préstamos han sido destinados a fortalecer a los gobiernos que los obtuvieron, bien adquiriendo armamento, bien permitiendo aumentos coyunturales del consumo. A finales de los setenta los PMD latinoamericanos y africanos iniciaron una espiral de endeudamiento. La deuda externa creció en muchos países a un ritmo superior al 20% anual durante más de una década. Y las exportaciones, sofocadas por el proteccionismo, no aumentaron a ese ritmo. La subida de los tipos de interés en los mercados financieros internacionales durante los años setenta hizo crecer los costes de una deuda que había sido contraída en más del 60% con bancos privados y a muy corto plazo. La llegada de gobiernos democráticos a Latinoamérica y su apertura a las inversiones externas unidas a una rigurosa (y dolorosa) política monetaria ha conseguido que muchos de estos países hayan conseguido recuperar el crédito internacional. Pero el problema persiste en otras zonas, principalmente en África. No se trata ya de ver si la deuda se va a devolver o no. Las deudas pueden condonarse fácilmente, lo difícil es recuperar el crédito perdido; cómo conseguir nuevos préstamos; cómo obtener nueva financiación para los países que han sido tan malos pagadores. Demografía Introducción y objetivos La población humana, sujeto activo y pasivo de la actividad económica, merece un estudio detenido que, incomprensiblemente, no es habitual en los manuales introductorios a la Economía. La demografía estudia fenómenos tales como natalidad, nupcialidad, fecundidad, mortalidad, migraciones, actividad y educación. Estas variables demográficas no son autónomas sino que dependen de condicionamientos socio-económicos y culturales a la vez que tienen una profunda influencia sobre ellos. En primer lugar se presenta un panorama de la evolución de nuestra especie que permitirá comprender el especialísimo e irrepetible momento de la historia de la humanidad que estamos viviendo como consecuencia de la explosión demográfica. La comprensión de las causas de este fenómeno requiere el estudio de algunas variables demográficas, de cómo determinan el tamaño de la población y de porqué muestran diferente comportamiento en diferentes países. Finalmente, el análisis de algunas pirámides de población permite contrastar diversas sociedades de nuestro tiempo y comprender su peculiares problemas, a la vez que se dota al alumno de la posibilidad de manejar un instrumento habitual en el análisis de sociedades. Demografía Introducción y objetivos La población humana, sujeto activo y pasivo de la actividad económica, merece un estudio detenido que, incomprensiblemente, no es habitual en los manuales introductorios a la Economía. La demografía estudia fenómenos tales como natalidad, nupcialidad, fecundidad, mortalidad, migraciones, actividad y educación. Estas variables demográficas no son autónomas sino que dependen de condicionamientos socio-económicos y culturales a la vez que tienen una profunda influencia sobre ellos. En primer lugar se presenta un panorama de la evolución de nuestra especie que permitirá comprender el especialísimo e irrepetible momento de la historia de la humanidad que estamos viviendo como consecuencia de la explosión demográfica. La comprensión de las causas de este fenómeno requiere el estudio de algunas variables demográficas, de cómo determinan el tamaño de la población y de porqué muestran diferente comportamiento en diferentes países. Finalmente, el análisis de algunas pirámides de población permite contrastar diversas sociedades de nuestro tiempo y comprender su peculiares problemas, a la vez que se dota al alumno de la posibilidad de manejar un instrumento habitual en el análisis de sociedades. Conceptos demográficos Cohorte Crecimiento natural La ciencia de la demografía no se limita a la medición sino que incluye necesariamente la interpretación y análisis de los datos, las proyecciones y previsiones en base a supuestos que incluyen variables no demográficas. Sin embargo la demografía estadística es el punto de partida del análisis de la población en el que se trata de medir con precisión las magnitudes demográficas. Crecimiento vegetativo Crecimiento demográfico Esperanza de vida Índice demográfico Longevidad Movimientos migratorios Tasa de fecundidad Tasa de natalidad Tasa de mortalidad El concepto de fecundidad se refiere al número medio de hijos que tienen las mujeres. Para medirlo con precisión es necesario delimitar con precisión la variable que queremos medir ya que la cifra que la exprese será muy distinta según consideremos a todas las mujeres que viven en un momento determinado en un país, o sólo a las mujeres fértiles, eliminando las que mueren antes de alcanzar la edad fértil. Podremos estimar también tasas de fecundidad por edades o tasa de fecundidad de cohortes. Vea la evolución de la tasa de fecundidad en los diferentes países de la Unión Europea Las tasas de natalidad y mortalidad son el resultado de dividir el número de nacimientos o defunciones por la población total. Normalmente se expresan en tantos por mil y por año. Vea la evolución de las tasas de natalidad y mortalidad en España. La diferencia entre las tasas de natalidad y de mortalidad indican el crecimiento natural o vegetativo. El crecimiento demográfico mide el aumento, en un período específico, del número de personas que viven en un país o una región. La tasa de crecimiento demográfico depende, además de la tasa de natalidad y de la tasa de mortalidad , de los movimientos migratorios. La tasa de natalidad depende a su vez de la tasa de fecundidad. La tasa de fecundidad está influida por muchos factores pero el principal es el nivel cultural de la sociedad y especialmente de las mujeres: a mayor cultura, menor número de hijos se tienen. La tasa de mortalidad depende del grado de desarrollo económico y sanitario. La longevidad es la duración de la vida de una persona. Se mide mediante el concepto de esperanza de vida. La esperanza de vida de un tipo de persona es la media de la duración de la vida de ese tipo de personas. Así, la esperanza de vida al nacer en España en 1900 es la media del número de años que vivieron los españoles nacidos ese año. También podemos calcular la esperanza de vida a los 75 años en 1963: cuánto tiempo sobrevivieron de media las personas que ese año tenían una edad de 75. Esperanza de vida mundial La "esperanza de vida al nacer" es la tasa que mide el número de años que vivirá por termino medio un individuo de 24 horas de edad. El mapa muestra la esperanza de vida en todos los países del mundo, más de 75 años en los más desarrollados, menos de 55 en los menos desarrollados. Los índices demográficos se suelen referir a las cohortes, el conjunto de personas nacidas en un período determinado. Una forma muy habitual de representar gráficamente el tamaño de diferentes cohortes en un momento determinado es la pirámide de población. El análisis longitudinal de las cohortes y las comparaciones entre cohortes son también muy ilustrativas de la dinámica de población. Evolución de la población mundial Población paleolítica Revolución neolítica Despoblación Explosión demográfica Desequilibrio demográfico Estabilidad demográfica Los ecólogos han estimado que la Tierra pudo proporcionar a las bandas de cazadores-recolectores alimento suficiente para un máximo de treinta millones de individuos. En los cuatro millones de años que requirió la evolución desde el "homo erectus" al hombre actual, no se pudo superar esa cifra. Posiblemente la población total del Paleolítico oscilaría entre los seis y los diez millones de seres humanos. La revolución neolítica, hace diez mil años, mediante la aplicación de técnicas agrícolas y ganaderas permitió la primera gran expansión de la especie humana; se calcula que a partir de entonces la población empezó a crecer a un ritmo que la duplicaba cada mil setecientos años. Al comienzo de nuestra era se calcula que vivían unos ciento cincuenta millones de personas: una tercera parte en el Imperio Romano, otra tercera parte en el Imperio Chino y el resto diseminado. Pulsar en la imagen para ver una presentación multimedia. Para comprender la gravedad del fenómeno del crecimiento actual de la población hay que comparar el tamaño de la población de nuestro siglo con la que ha estado manteniendo nuestro planeta en los últimos milenios. Se comprueba así que estamos viviendo un episodio demográfico único e irrepetible en la historia de la humanidad. PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA La crisis del Imperio Romano estuvo acompañada de las primeras grandes epidemias que provocaron despoblación. En el año 1348 se extiende por Europa la Peste Negra que se estima redujo la población europea en un tercio. A pesar de ello, hacia el año 1600 la Tierra había alcanzado los quinientos millones de habitantes. A partir de ese momento se produce la explosión demográfica y la población empieza a duplicarse cada doscientos años. En 1800, dos años después de la publicación del "Primer Ensayo sobre el Principio de la Población" de T.R. Malthus, se alcanzan los novecientos millones de habitantes. El ritmo se sigue acelerando; en 1900 se alcanzan los mil seiscientos millones; en 1960 había tres mil millones. A mediados de 1999 se superaron los 6.000 millones. ÉSTAS FUERON SUS PALABRAS Si la población terrestre continúa duplicando su número cada treinta y cinco años (como lo está haciendo ahora) cuando llegue el año 2.600 se habrá multiplicado por 100.000 (..) ¡La población alcanzará los 630.000.000.000! Nuestro planeta sólo nos ofrecerá espacio para 2 mantenernos de pie, pues se dispondrá únicamente de 3 cm por persona en la superficie sólida, incluyendo Groenlandia y la Antártida. Es más, si la especie humana continúa multiplicándose al mismo ritmo, en el 3.550 la masa total de tejido humano será igual a la masa de la Tierra. Si hay quienes ven un escape en la emigración a otros planetas, tendrán materia suficiente para alimentar esos pensamientos con el siguiente hecho: suponiendo que hubiera 1.000.000.000.000 de planetas habitables en el Universo y se pudiera transportar gente a cualquiera de ellos cuando se estimara conveniente, teniendo presente el actual ritmo de crecimiento cuantitativo, cada uno de esos planetas quedaría abarrotado literalmente y sólo ofrecería espacio para estar de pie allá por el año 5.000. ¡En el 7.000 la masa humana sería igual a la masa de todo el Universo conocido! Evidentemente, la raza humana no puede crecer durante mucho tiempo al ritmo actual, prescindiendo de cuanto se haga respecto al suministro de alimentos, agua, minerales y energía. Y conste que no digo "no querrá", "no se atreverá" o "no deberá": digo lisa y llanamente "no puede". (Isaac Asimov, Introducción a la Ciencia, Basic Books, 1973) Afortunadamente la tasa de fertilidad está disminuyendo en todo el mundo y aunque la población continuará aumentando por el acceso a la edad fértil de las generaciones jóvenes, mucho más numerosas, la prolongación de las tendencias actuales permiten predecir que la población mundial alcanzará la estabilidad en el año 2110, cuando vivan 10.529 millones de personas. Pero hasta entonces la situación de desequilibrio demográfico mundial continuará inevitablemente su deterioro. A partir del año 2000, el crecimiento de la población mundial será cada vez menor. La población continuará creciendo, sin embargo durante mucho tiempo. En el año 2050 habrá nueve mil millones de habitantes. La estabilización final llegará en el siglo XXII. ¿Cuantos habitantes tiene el mundo en el momento en que lees estas líneas? Puedes saberlo a través de Internet en el Reloj de la Población, un servicio ofrecido por la Oficina del Censo de los Estados Unidos. Población y desarrollo económico (ver también "Demografía y subdesarrollo") Estrategias de desarrollo Objetivos demográficos Crecimiento desigual Control de natalidad Distribución espacial Grandes urbes Los diversos organismos internacionales y en especial el Fondo de Población de las Naciones Unidas, han alcanzado un cierto consenso en considerar que el problema de la explosión demográfica tiene una importancia clave. Ciertamente no es la única causa del subdesarrollo ni la más importante, pero agrava todos los demás problemas por lo que los objetivos demográficos deben ser integrados explícitamente en las estrategias de desarrollo. imposible que la producción económica crezca de forma sostenida al mismo ritmo. A pesar de que en la mayoría de los países subdesarrollados la producción, la inversión en infraestructuras y el consumo total han aumentado de forma espectacular en los últimos cincuenta años, el crecimiento de la población a tasas superiores ha provocado que la renta per cápita haya disminuido. Si la población crece a una tasa muy elevada, puede ser Una "jiggasha" en Bangladesh, una tradicional reunión de mujeres, es aprovechada por personal del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) para explicar y resolver dudas sobre métodos contraceptivos. En el quinquenio 1995-2000, la población mundial ha crecido a una tasa anual del 1,4%; sin embargo, ese crecimiento ha sido muy desigual ya que la población de las regiones más desarrolladas aumentó un 0,3 anual mientras que en los países menos desarrollados la tasa media de crecimiento era del 2,6%. Algunos casos extremos son especialmente problemáticos; la población de Afganistán está creciendo el 5,3 anual, la de Ruanda un 7,9% y la de Liberia un 8,6%. En este último caso la población se está multiplicando por dos en menos de nueve años. Mayores Urbes en 1 Tokio 2000 2015 millones millones % 26.4 26,4 18,1 18,1 17,8 19,2 26,1 20,4 16,6 17,4 13,4 13,1 23,2 14,1 8 Shanghai 12,9 14,6 9 Calcuta 12,9 12,6 17,3 14,1 2 México D.F 3 Bombay 4 Sao Paulo 5 New York 6 Lagos 7 Los Ángeles 10 Buenos Aires 0,0 0,4 2,4 0,9 0,3 3,7 0,5 0,8 1,9 0,7 11 Dhaka 12 Karachi 13 Delhi 14 Osaka 15 Yakarta 16 Manila Metro 17 Beijing 18 Rio de Janeiro 19 Cairo 12,3 11,8 11,7 11,0 11,0 10,9 21,1 19,2 16,8 11,0 17,3 14,8 10,8 12,3 10,6 10,6 11,9 13,8 Fuente: Naciones Unidas Las Naciones Unidas están haciendo desde hace varios decenios un enorme esfuerzo para promover el control de la natalidad. Aunque la mayoría de los gobiernos son conscientes de la urgencia del problema y colaboran con entusiasmo, hay algunos estados confesionales (el 0,9 Vaticano y algunos musulmanes) que se 0,8 oponen activamente y dificultan la 1,7 adopción de decisiones en los congresos y cumbres internacionales. 3,6 3,2 2,4 0,0 3,0 2,1 En la última década han nacido 1.500 millones de personas de las que más del noventa por ciento lo han hecho en países subdesarrollados. El problema no es sólo el aumento de la población sino su distribución espacial. En el año 2000 la mitad de la población mundial vive en ciudades. Hay 19 grandes urbes con más de diez millones de habitantes cada una, la mayoría de ellas en países subdesarrollados. Y son las ciudades de los países subdesarrollados las que más crecen. La transición demográfica Cambios demográficos Control natalidad Descenso tasas Sociedades primitivas Sociedades modernas Tasas de crecimiento El concepto de transición Notestein (véase: Notestein, Frank. demográfica fue propuesto inicialmente por Frank 1953. "Economic Problems of Population Change". En Proceedings of the Eighth International Conference of Agricultural Economists, págs. 13 a 31. Londres: Oxford University Press.) . El autor lo explicaba afirmando que las sociedades agrícolas tradicionales necesitaban altas tasas de fecundidad para compensar las altas tasas de mortalidad; que la urbanización, la educación y los cambios económicos y sociales concomitantes causaron una disminución de las tasas de defunción, en particular las tasas de mortalidad de menores de un año; y que las tasas de fecundidad comenzaron a declinar a medida que los hijos pasaron a ser más costosos y menos valiosos en términos económicos. Pero ese esquema no se repite exactamente igual en todos los países. La velocidad de los cambios difiere de un país a otro provocando así grandes disparidades con importantes repercusiones en la distribución de las rentas. En los países europeos, los avances en la medicina se han estado introduciendo paulatinamente durante los últimos doscientos cincuenta años. Los cambios culturales y en la mentalidad evolucionaron de forma paralela, permitiendo un descenso acompasado de la tasa de natalidad. En consecuencia, aunque la tasa de crecimiento de la población ha sido alta en Europa durante mucho tiempo, nunca ha alcanzado las características explosivas típicas de los actuales países subdesarrollados. La transición demográfica. Pulsa en la imagen para ver una presentación multimedia. PULSE AQUÍ PARA VER OTRAS PRESENTACIONES MULTIMEDIA En las sociedades primitivas las tasas de fecundidad y de mortalidad son muy altas pero la diferencia entre ellas es muy estrecha por lo que la población se mantiene estable a largo plazo. Ésta fue la situación de todo el mundo hasta hace trescientos años, pero aún siguen existiendo grupos marginales de población con estos parámetros demográficos. En los países subdesarrollados la tasa de mortalidad desciende mucho más rápidamente que las tasas de natalidad y de fecundidad ya que los avances en la medicina occidental se extienden y se aplican con facilidad mientras que los cambios culturales requieren más tiempo. Como consecuencia de esa disparidad la tasa de crecimiento de la población aumenta de forma explosiva. En los países desarrollados, los cambios culturales y las avanzadas técnicas de control familiar permiten el descenso de la tasa de fecundidad y de crecimiento. Finalmente, las sociedades maduras se caracterizan por tasas demográficas muy bajas y población estable. Ésta es la situación actual en los países más desarrollados. La situación actual es la siguiente: En los países avanzados se ha alcanzado el estado de madurez, con la población estabilizada. En algunos países subdesarrollados no existe ningún control de la natalidad por razones políticas, ideológicas o culturales por lo que la población sigue creciendo de forma explosiva, doblándose en menos de veinte años; en algunos países árabes incluso se está fomentando el crecimiento de la población. Sin embargo, en la mayoría de los países subdesarrollados, las campañas a favor del control de la natalidad están consiguiendo reducir las tasas de fecundidad; a pesar de ello, como las generaciones jóvenes que alcanzan la edad fértil son mucho más numerosas que las que les precedieron, las tasas de crecimiento de la población continuarán muy altas durante algunos decenios más. Migraciones Asimetría en intercambios migratorios Emigración internacional Excedentes de población Migraciones ruralurbanas Multietnicidad Nomadeo Remesas de emigrantes Riesgos migratorios Refugiados Uno de los fenómenos asociados a la globalización es la multietnicidad, es decir, la convivencia en un mismo territorio o ciudad de personas procedentes de diversas áreas del mundo. No es una novedad, sabemos que en todas las grandes ciudades y los grandes imperios de la antigüedad convivían personas procedentes de lugares muy alejados entre sí. Pero si los fenómenos migratorios no son nada nuevo, en estos momentos se están produciendo con una intensidad y generalidad sin parangón en la historia. Las migraciones son desplazamientos de grupos humanos que los alejan de sus residencias habituales. Esta definición permite englobar fenómenos demográficos muy diversos, puede referirse a movimientos pacíficos o agresivos, voluntarios o involuntarios. Los mercados ―globales‖ de esclavos han movido poblaciones a grandes distancias en Roma, en el Islam y en los imperios europeos de los últimos siglos. La ―conquista‖ de Alejandro Magno fue una migración violenta de excedentes de población griega hacia Asia, al igual que todas las invasiones, pacíficas o no, de tribus bárbaras hacia Europa. Entre los siglos XVI y XIX, España e Inglaterra utilizaron América y Australia para emplear y dar salida a sus excedentes de población. Entre las migraciones actuales podemos distinguir fenómenos muy diversos: El nomadeo se refiere a movimientos habitualmente estacionales, es decir, con periodicidad anual, que realizan grupos humanos a distancias relativamente cortas que nunca superan algunos cientos de kilómetros. Están asociados a sistemas económicos primitivos en los que el ganado tiene una importancia clave. Se cree que en el período paleolítico, en el sistema económico de las bandas de cazadores-recolectores, era muy habitual. Las migraciones rural-urbanas, del campo a la ciudad, se están produciendo en todo el mundo a un ritmo extraordinario. En 1950 menos del 30% de los habitantes del mundo vivían en ciudades. En el año 2000, 2.900 millones de personas vivían en zonas urbanas, es decir, un 47% de la población mundial. Se prevé que, hacia 2030, vivirán en zonas urbanas 4.900 millones de personas, es decir, el 60% de la población mundial. Habitualmente se ha considerado "refugiado" a los emigrados por desastres naturales (inundaciones, hambrunas) o artificiales (guerras). Sin embargo la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 restringe mucho la definición para considerar sólo refugiado a una persona que "tiene un fundado temor de ser perseguida a causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política; y que al encontrarse fuera del país de su nacionalidad no puede o no quiere, debido a ese temor, acogerse a la protección de su país". Según se estima, en 2000 había 22,3 millones de personas refugiadas, repatriadas y desplazadas dentro de sus propios países. Al comenzar el decenio, en 1990, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estaba prestando asistencia a unos 15 millones de personas. Finalmente, estallaron varias crisis en el Irak septentrional, la ex Yugoslavia, Ruanda y la región de los Grandes Lagos. A mediados del decenio, Asia fue el continente donde hubo mayor cantidad de refugiados. Posteriormente sólo en Europa, debido a los conflictos en los Balcanes, siguió aumentando la cantidad de éstos. En el momento de escribir estas líneas se están produciendo grandes desplazamientos incontrolados de refugiados en Afganistán. (Ver la página en español del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados http://www.acnur.org/) Pero la migración laboral internacional es un fenómeno de aún mayor visibilidad e importancia en las relaciones internacionales y en los conceptos de identidad nacional. A escala mundial, entre 1965 y 1990 el número de emigrantes internacionales aumentó desde 75 millones hasta 120 millones, y el aumento mantuvo el mismo ritmo que el crecimiento de la población. Como resultado, la proporción de emigrantes se ha mantenido en todo el mundo en alrededor del 2% del total de la población. En 1990, los emigrantes internacionales representaban el 4,5% de la población de los países desarrollados y el 1,6% de la de los países en desarrollo. Esas estimaciones mundiales ocultan importantes dificultades en cuanto a la medición de la migración. El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (http://www.unfpa.org/) cita las siguientes causas que motivan la migración internacional: La búsqueda de una vida mejor para uno mismo y su familia; Las disparidades de ingreso entre distintas regiones y dentro de una misma región; Las políticas laborales y migratorias de los países de origen y de destino; Los conflictos políticos (que impulsan la migración transfronteriza, así como los desplazamientos dentro de un mismo país); La degradación del medio ambiente, inclusive la pérdida de tierras de cultivo, bosques y pastizales (los "refugiados del medio ambiente", en su mayoría, acuden a las ciudades en lugar de emigrar al extranjero); El "éxodo de profesionales", o migración de los jóvenes más educados de países en desarrollo para llenar las lagunas en la fuerza laboral de los países industrializados. Emigrantes ilegales africanos desembarcando en una playa del sur de España tras haber cruzado el Estrecho de Gibraltar. Los efectos económicos son ambivalentes, pero con efectos positivos tanto para el país emisor como para el de destino. En muchos países de destino, se construyen y mantienen industrias e infraestructuras que no podrían realizarse sin la colaboración de la mano de obra extranjera. En el sentido contrario, las remesas de los emigrantes, las transferencias de dinero a las familias que permaneces en las regiones de origen, son frecuentemente una estimable forma de equilibrar las balanzas de pagos en los países menos desarrollados. A pesar de ello, hay que considerar la emigración internacional un problema grave. En los países receptores suele originar graves conflictos sociales y resurgimiento de ideologías racistas y fascistas. Para los países emisores implica frecuentemente la pérdida de mano de obra cualificada. Pero el mayor coste los sufren los propios desplazados ya que supone habitualmente un desgarro familiar y cultural muy doloroso. Aún más grave es la emigración ilegal en la que el individuo se ve despojado de los derechos más elementales, sometido a la explotación de mafias y delincuentes sin escrúpulos. La tragedia alcanza su clímax en el caso de los que arriesgan y pierden su vida al cruzar las fronteras. Cada año centenares de personas mueren cruzando Río Grande a nado o el Estrecho de Gibraltar en patera. Los riesgos asociados a los fenómenos migratorios son consecuencia de las asimetrías de los intercambios. La asimetría entre los países de origen (en general, de menor desarrollo) y de destino (en general, desarrollados) permite a estos últimos imponer limitaciones severas y unilaterales a la llegada de personas. Además de las trabas que ello significa para la libre circulación de los recursos productivos -situación que los países de destino en Europa no enfrentaron cuando vivieron su éxodo entre los siglos XVIII y principio del XX-, para los países de origen entraña la persistente inseguridad sobre la continuidad del flujo emigratorio, así como un riesgo de retornos abruptos e imprevisibles. La asimetría entre los nativos del país receptor y los emigrantes conduce a estos a aceptar condiciones de trabajo leoninas y a sufrir discriminaciones en planos tan diversos como la cultura o los derechos ciudadanos. Con todo, aunque es evidente que la migración internacional entraña riesgos para individuos, hogares y comunidades -y en tal sentido un enfoque de vulnerabilidad es particularmente pertinente- también es indiscutible que se trata de un derecho, de una opción y de una estrategia usada por personas y comunidades. Más que inhibir la migración, se trataría de favorecer una inserción digna y productiva de los migrantes, aprovechar las remesas en los países de origen (evitando, eso sí, la dependencia estructural respecto de ellas) e impedir que los países de origen enfrenten una pérdida irreversible y sostenida de recursos humanos calificados. A largo plazo, el objetivo instrumental es reducir el crecimiento de la población, reducir las desigualdades entre distintos países y dentro de un mismo país, estimular el crecimiento económico y la creación de empleos y promover el desarrollo sostenible. Todas estas son medidas que mitigarán de forma sostenida las presiones a raíz de las cuales tantas personas acuden a las ciudades, o se desplazan dentro de sus países, o emigran a otros países. Las estrategias abarcan acciones para ampliar las oportunidades económicas, mantener y mejorar la producción agrícola y ofrecer atención de la salud y educación. Igualmente importantes son las estrategias para resolver conflictos políticos, poner fin a la conculcación de los derechos humanos y promover una gobernabilidad eficaz. Pirámides de población Pirámide de población Envejecimiento Cohorte Pirámide rectangular Pirámide invertida La pirámide de población es una forma gráfica de representar datos estadísticos básicos, sexo y edad, de la población de un país, que permite las comparaciones internacionales y una fácil y rápida percepción de varios fenómenos demográficos tales como el envejecimiento de la población, el equilibrio o desequilibrio entre sexos, e incluso el efecto demográfico de catástrofes y guerras. Los segmentos de población están establecidos como "cohortes" o generaciones, generalmente de cinco años, que se representan en forma de barras horizontales que parten de un eje común, hacia la izquierda los varones, hacia la derecha las hembras. Cuanto más edad tenga una generación, mayor será el número de componentes de ella que hayan fallecido. Se podría esperar por tanto que las cohortes fuesen cada vez menores conforme se suben peldaños en la pirámide. Eso ocurre efectivamente en las pirámides de los países más pobres, sin embargo en las de los más desarrollados el uso general de métodos anticonceptivos y los avances en la sanidad provocan que las pirámides se aproximen a una forma rectangular, con todas las generaciones de igual tamaño, e incluso a formas de "pirámide invertida", en las que las nuevas generaciones son cada vez menos numerosas. Los gráficos adjuntos muestran una pirámide de crecimiento rápido, típica de los países en vías de desarrollo, para la que hemos escogido la de Filipinas, una de crecimiento lento, la de Estados Unidos y una de crecimiento negativo, la de Alemania. La pirámide de población de Filipinas muestra la forma triangular típica de los países en desarrollo. La tasa de crecimiento de la población es del 2,1% anual. En los Estados Unidos, la población está creciendo a una tasa en torno al 1,7% anual. La apariencia de la pirámide es más rectangular. Se puede observar en las cohortes entre los 35 y los cincuenta años el efecto del "baby-boom" que se produjo tras la 2GM. A la vista de este gráfico se puede predecir que cuando esas generaciones alcancen la jubilación en USA se producirá un notable aumento de la demanda de servicios geriatricos. Alemania está experimentando un período de crecimiento negativo, -0,1%. Mientras ese crecimiento negativo continúe, la población disminuirá. Un caso curioso es la pirámide de Qatar y otros pequeños países con alto nivel de renta que están atrayendo mucha población emigrante principalmente masculina y en edad adulta por lo que muestran una curiosa deformación. Pirámide de población mundial en 1998 Pirámide de población mundial estimada para 2050 Datos de las Naciones Unidas, División de Población, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales http://www.popin.org/pop1998/9.htm Pirámide de población española Datos del INE: España en Cifras 1999 Pulse AQUÍ para ver una presentación de la dinámica de la pirámide de población española de 1991 a 2050 Economía del envejecimiento ancianos dependientes democratización de la vejez descenso de la natalidad envejecimiento de masas Estado del Bienestar longevidad migraciones segunda transición sistema de atención social sistema de jubilaciones sistema económico de salud supervivencia tasa de envejecimiento tasa de dependencia La frase "envejecimiento de la sociedad" no suena bien. Parece transmitir una idea de decadencia de la civilización humana cuando en realidad se trata de un triunfo; es una muestra del éxito de nuestra especie, de nuestro control sobre las enfermedades y sobre la natalidad. Quizá sea mejor llamarlo "democratización de la vejez" o "envejecimiento de masas". En términos estadísticos, la tasa de envejecimiento se define simplemente como el porcentaje que representan los mayores de 65 años sobre la población total. Un indicador parecido es el de la tasa de dependencia, que muestra el porcentaje de viejos sobre la población activa. Estas tasas están creciendo en todos los países desarrollados debido a las siguientes razones: 1. Descenso de la natalidad en el pasado reciente: se produce envejecimiento de la sociedad como consecuencia de que nacen menos niños. 2. Aumento de la natalidad en el pasado lejano: cuando los individuos nacidos en un momento de boom alcanzan la edad senil. Los nacidos durante el baby-boom que se produjo tras la segunda guerra mundial en USA y Europa, se jubilarán entre los años 2010 y 2025 causando graves trastornos. (ver la presentación multimedia Dinámica de la pirámide de población española) 3. Mayor supervivencia: los avances médicos reducen la mortandad de niños, jóvenes y edades medias por lo que hay muchas más personas que llegan a viejo. 4. Mayor longevidad. Los descubrimientos permiten prolongar la vida y curar las "enfermedades de viejo" por lo que éstos viven más tiempo. 5. Migraciones: los que emigran suelen ser jóvenes por lo que provocan envejecimiento de las sociedades que los emiten (países en desarrollo) y suavizan el envejecimiento de los países receptores. Estas cinco razones están actuando simultáneamente y con gran intensidad en muchos países provocando un fenómeno demográfico que algunos llaman "la segunda transición" y que tendrá efectos revolucionarios sobre la sociedad y la economía. En la segunda mitad del siglo XX se produjo un cambio notable en la ideología y la opinión de las sociedades y en su práctica económica que fue bautizado como el Estado del Bienestar. Como consecuencia de ese cambio, las administraciones públicas asumieron responsabilidades sobre los gastos que genera el envejecimiento. Se espera del gobierno que garantice para todos los trabajadores o incluso para todas las personas, una vejez digna, con pensiones de jubilación suficientes, con acceso al sistema de salud y hospitales, y con infraestructuras de asistencia psicológica y social para viejos impedidos y dependientes. LA MAD URE Z DE MAS AS Julio Pérez Díaz Pulse aquí para adquirir este libro gratis La progresiva democratización de la supervivencia ha desembocado finalmente en la madurez de masas. En este libro se describe cómo se alcanza y qué posibilidades abre para la emergencia de nuevas significaciones sociales de las edades y géneros. Se trata de una óptica alternativa, generacional, para comprender y prever las consecuencias de la transición demográfica en los ciclos de vida y en las sociedades humanas. Miguel E. Cárdenas Justicia pensional y neoliberalismo Los sistemas de pensiones y la justicia. Un estudio de caso sobre la relación derecho y economía. Pero por otra parte, el concepto de Estado del Bienestar está siendo cada vez más cuestionado en nuestros días por lo que se demanda de las administraciones públicas un mayor equilibrio presupuestario, una menor proporción de los gastos públicos sobre el total del Gasto Nacional y mayor control, eficacia, transparencia y racionalidad en el gasto público. En otras palabras, pedimos de los gobiernos a la vez que gaste y que no gaste en el cuidado de los viejos. Hay tres sistemas económico-sociales que se ven directamente afectados por el envejecimiento demográfico: el sistema de jubilaciones, el sistema de salud y el sistema de atención social. El sistema de jubilaciones deberá ser revisado profundamente en los próximos años. El número de personas en edad de trabajar y pagar impuestos se reduce en comparación con el número de personas que reciben ayuda financiada con los gastos del Estado. Hay algunas soluciones muy claras: que los trabajadores paguen más impuestos o que los jubilados reciban menos ayuda. Pero también podemos buscar formas de gasto público y sistemas de jubilación más eficaces. La mejor solución (deseada, aceptada y posible) es que los trabajadores dentro de veinticinco años sean más productivos y más ricos que ahora, con lo que podrán pagar impuestos mucho más altos y financiar sin problemas a los jubilados. Pero sobre todo, la migración internacional de trabajadores es un fenómeno que parece ser capaz de compensar plenamente cualquier limitación demográfica a la oferta laboral. El envejecimiento desequilibra el sistema económico de salud por varias razones: Dificultad de cura: las enfermedades de los viejos resultan más caras de curar que las de los jóvenes. Nuevas curas: cataratas, prótesis de cadera, tratamientos oncológicos, con necesidad de hospitalización, implican gastos que antes no existían. Demanda de calidad de vida: ya no se pide sobrevivir, sino sentirse sano y capacitado; y eso cuesta más dinero. Prolongación del tiempo de estancia hospitalaria: los viejos tardan más en curarse. El Estado puede proveer directamente los servicios de salud a los ancianos usando infraestructuras de su propiedad y empleados públicos. Pero también puede financiar la prestación privada de servicios de salud. En el momento de elegir entre estos dos sistemas habrá que atender a razones de eficacia y de equidad: en ambos casos se trata de utilizar recursos escasos y susceptibles de usos alternativos para obtener la mayor salud posible para el mayor número posible de personas. Pero hay también otros dos tipos de instrumentos para la política de salud. En primer lugar las campañas de información para influir sobre las conductas; por ejemplo, las campañas antitabaco o anti-alcohol, o los sistemas de control de epidemias. En segundo lugar, la capacidad normativa y coactiva del Estado; por ejemplo la reglamentación de la práctica de la medicina o la obligación de vacunar a los niños. Estos sistemas han demostrado tener un alto índice de eficacia coste-beneficio. Finalmente debemos considerar el efecto que tendrá el envejecimiento de masas sobre el sistema de atención social. Hasta ahora han sido las familias, especialmente las mujeres maduras, las que han cuidado de los ancianos. Pero con la incorporación de la mujer a la vida económica, la emigración del campo a la ciudad y los cambios en la ideología y las costumbres sociales, se hace cada vez más necesario un sistema de residencias y centros asistenciales que atienda a los viejos sanos pero dependientes. La diferencia entre atención sanitaria y atención social tiende a diluirse. La salud de los ancianos es atendida no solo en hospitales y por personal médico o enfermero, sino, en un grado cada vez mayor, en residencias y asilos, por personal de asistencia social. Cuando falta un sistema de asistencia social, la solución alternativa es menos económica ya que los ancianos dependientes pueden buscar la hospitalización por vía de urgencia como forma de cubrir necesidades elementales. La economía de los viejos sanos Pero los viejos de hoy día son mucho más jóvenes que los de antes. La alimentación y la calidad de su vida hace que puedan alcanzar edades avanzadas con plena capacidad productiva. Sin embargo, la sociedad sigue asignando un rol meramente pasivo y consumidor a los viejos aunque estén completamente sanos. Ciertamente, la lógica del empleo por cuenta ajena y el conservadurismo de los sindicatos de trabajadores hace que la tendencia a adelantar la edad de jubilación parezca inexorable. Sin embargo podemos prever un cambio notable en la mentalidad de la sociedad hacia una vejez de masas económicamente activa. El jubilado que se mantiene sano durante varios lustros puede plantearse proyectos laborales o empresariales creativos que enriquecerán su propia vida y a toda la sociedad. Para los trabajadores que han carecido de formación, su experiencia laboral ha sido alienante y degradante, por lo que la jubilación es vista como una liberación, un paso a un paraíso de ocio ininterrumpido. Sin embargo, los trabajadores de hoy viven en un mundo de gran progreso tecnológico y económico, han disfrutado de altos niveles de formación, educación, cultura y tienen una visión más positiva del trabajo y la actividad empresarial por lo que es previsible que en los próximos lustros el índice de actividad económica de los viejos se dispare. Regresión lineal La regresión es un método de análisis de los datos de la realidad económica que sirve para poner en evidencia las relaciones que existen entre diversas variables. Presentamos aquí unos textos de Julio H. Cole, profesor en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín, en Guatemala. Estos textos explican con gran sencillez y claridad las nociones básicas de la regresión lineal por lo que, junto con los ejemplos de aplicación a casos concretos, se utilizan en las aulas de muchas universidades latinoamericanas. Introducción a la regresión lineal Análisis de regresión Coeficientes Diagrama de dispersión Mínimos cuadrados Parámetros Recta de regresión Relación estadística Relación funcional Relación lineal Variables El objeto de un análisis de regresión es investigar la relación estadística que existe entre una variable dependiente (Y) y una o más variables X , X , X independientes ( 1 2 3 , ... ). Para poder realizar esta investigación, se debe postular una relación funcional entre las variables. Debido a su simplicidad analítica, la forma funcional que más se utiliza en la práctica es la relación lineal. Cuando solo existe una variable independiente, esto se reduce a una línea recta: Yˆ b0 b1 X donde los coeficientes b0 y b1 son parámetros que definen la posición e inclinación de la recta. (Nótese que hemos usado el símbolo especial Ŷ para representar el valor de Y calculado por la recta. Como veremos, el valor real de Y rara vez coincide exactamente con el valor calculado, por lo que es importante hacer esta distinción.) El parámetro b0, conocido como la ―ordenada en el origen,‖ nos indica cuánto es Y cuando X = 0. El parámetro b1, conocido como la ―pendiente,‖ nos indica cuánto aumenta Y por cada aumento de una unidad en X. Nuestro problema consiste en obtener estimaciones de estos coeficientes a partir de una muestra de observaciones sobre las variables Y y X. En el análisis de regresión, estas estimaciones se obtienen por medio del método de mínimos cuadrados. Cuadro 1. Operaciones Mensuales en una Empresa de Transporte de Pasajeros. Costos Totales Millas Vehículo (miles) (miles) Mes Nº X Y 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 213.9 212.6 215.3 215.3 215.4 228.2 245.6 259.9 250.9 234.5 205.9 202.7 198.5 195.6 200.4 200.1 201.5 213.2 219.5 243.7 262.3 252.3 224.4 215.3 202.5 200.7 201.8 202.1 200.4 209.3 213.9 227.0 246.4 3147 3160 3197 3173 3292 3561 4013 4244 4159 3776 3232 3141 2928 3063 3096 3096 3158 3338 3492 4019 4394 4251 3844 3276 3184 3037 3142 3159 3139 3203 3307 3585 4073 Fuente: J. Johnston, Análisis Estadístico de los Como ejemplo, consideremos las cifras del Cuadro Costes (Barcelona: Sagitario, S. A., 1, que muestra datos mensuales de producción y 1966), p. 118. costos de operación para una empresa británica de transporte de pasajeros por carretera durante los años 1949-52 (la producción se mide en términos de miles de millas-vehículo recorridas por mes, y los costos se miden en términos de miles de libras por mes). Para poder visualizar el grado de relación que existe entre las variables, como primer paso en el análisis es conveniente elaborar un diagrama de dispersión, que es una representación en un sistema de coordenadas cartesianas de los datos numéricos observados. En el diagrama resultante, en el eje X se miden las millas-vehículo recorridas, y en el eje Y se mide el costo de operación mensual. Cada punto en el diagrama muestra la pareja de datos (millas-vehículo y costos de operación) que corresponde a un mes determinado. Como era de esperarse, existe una relación positiva entre estas variables: una mayor cantidad de millas-vehículo recorridas corresponde un mayor nivel de costos de operación. Diagrama de dispersión Por otro lado, también se aprecia por qué este gráfico se denomina un diagrama de ―dispersión‖: no existe una relación matemáticamente exacta entre las variables, ya que no toda la variación en el costo de operación puede ser explicada por la variación en las millas-vehículo. Si entre estas variables existiera una relación lineal perfecta, entonces todos los puntos caerían a lo largo de la recta de regresión, que también ha sido trazada y que muestra la relación ―promedio‖ que existe entre las dos variables. En la práctica, se observa que la mayoría de los puntos no caen directamente sobre la recta, sino que están ―dispersos‖ en torno a ella. Esta dispersión representa la variación en Y que no puede atribuirse a la variación en X. Estimación de la recta de regresión y del coeficiente de determinación En la práctica, los cálculos relacionados con un análisis de regresión se efectúan por medio de programas de computadora, por lo que los cálculos detallados en esta sección se incluyen únicamente a título de ilustración. Para estimar los coeficientes por medio de mínimos cuadrados, se utilizan las siguientes fórmulas: Cuadro 1. Operaciones Mensuales en una Empresa de Transporte de Pasajeros. Costos Totales Millas Vehículo (miles) (miles) Mes Nº X Y 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 213.9 212.6 215.3 215.3 215.4 228.2 245.6 259.9 250.9 234.5 205.9 202.7 198.5 195.6 200.4 200.1 201.5 213.2 219.5 243.7 262.3 252.3 224.4 215.3 202.5 200.7 201.8 202.1 3147 3160 3197 3173 3292 3561 4013 4244 4159 3776 3232 3141 2928 3063 3096 3096 3158 3338 3492 4019 4394 4251 3844 3276 3184 3037 3142 3159 XY X2 b1 b0 En nuestro tenemos: y x 29 30 31 32 33 X X 200.4 209.3 213.9 227.0 246.4 3139 3203 3307 3585 4073 y b1 x ejemplo, 25,216,020.3 aplicando – estas fórmulas Fuente: J. Johnston, Análisis Estadístico de los Costes (Barcelona: Sagitario, S. A., 1966), p. 118. 219.1242(113,879) b1 = ————————————————— = 0.044674 398,855,769 – 3,450.879(113,879) b0 = 219.1242 – 0.044674(3,450.879) = 64.96 Expresando los resultados en términos de la recta de regresión, tenemos: = 64.96 + 0.044674 X Podemos concluir que por cada milla adicional recorrida, los costos de operación aumentan en aproximadamente 4.5 centavos—esto podría interpretarse como el ―costo marginal‖ para la empresa de recorrer una milla adicional—mientras que el coeficiente b0 nos estaría indicando la parte del costo mensual que no varía directamente con la cantidad de millas recorridas (aproximadamente 64,960 libras mensuales). Diagrama de dispersión Coeficiente de Determinación (R2). Una pregunta importante que se plantea en el análisis de regresión es la siguiente: ¿Qué porcentaje de la variación total en Y se debe a la variación en X? En otras palabras, ¿cuál es la proporción de la variación total en Y que puede ser ―explicada‖ por la variación en X? El estadístico que mide esta proporción o porcentaje se denomina coeficiente de determinación: R 2 1 e2 (Y y ) 2 En este caso, al hacer los cálculos respectivos, se obtiene un valor de 0.946. Esto significa que la variación en las millas recorridas explica 94.6 % de la variación en el gasto de operación mensual. Regresión múltiple Hasta ahora hemos considerado únicamente el caso de la regresión simple. En el caso más general de la regresión múltiple, existen dos o más variables independientes: = b0 + b1X1 + b2X2 + ... La estimación de los coeficientes de una regresión múltiple es un cálculo bastante complicado y laborioso, por lo que se requiere del empleo de programas de computación especializados. Sin embargo, la interpretación de los coeficientes es similar al caso de la regresión simple: el coeficiente de cada variable independiente mide el efecto separado que esta variable tiene sobre la variable dependiente. El coeficiente de determinación, por otro lado, mide el porcentaje de la variación total en Y que es explicado por la variación conjunta de las variables independientes. El ejemplo numérico que se desarrolla a continuación está basado en un estudio estadístico de los costos administrativos en los bancos comerciales en Guatemala. (Los datos básicos se muestran en el Cuadro 2.) La variable dependiente para el análisis será el nivel anual de los ―Gastos Generales y de Administración‖ en los diferentes bancos del sistema. Si se examina el Cuadro 2, se podrá apreciar que estos costos (que en lo sucesivo llamaremos simplemente ―costos administrativos‖) varían enormemente de un banco a otro. Nuestro problema consistirá, por tanto, en encontrar una lista de variables que nos permitan explicar esta variación observada. A un nivel muy elemental, por supuesto, dicha variación no tiene realmente ningún misterio, ya que los bancos varían mucho en cuanto a su tamaño, y es más bien de esperarse que los bancos más ―grandes‖ tengan también costos administrativos más altos por el sólo hecho de ser más grandes. Nuestra tarea será traducir esta noción intuitiva en un concepto operativo, y para esto debemos tratar de expresar el ―tamaño‖ de un banco en términos de alguna variable numérica. La variable escogida para este propósito fue el Total de Activos del banco. Con esto, y como una primera aproximación para el análisis, la recta de regresión sería la siguiente: = b0 + b1X donde Y = Costos Administrativos del banco, y X = Activos Totales del banco. Cuadro 2 Bancos Comerciales Privados en Guatemala (1991). Gastos Total Agencias Generales Activo y de Promedio Admin. G&T 48.8 831.5 30 INDUSTRIAL 43.2 1204.0 18 OCCIDENTE 39.4 1153.5 20 del CAFE 29.8 499.6 25 del AGRO 26.2 466.6 30 AGRICOLA MERC. 24.8 522.3 12 INTERNACIONAL 24.0 376.6 12 INMOBILIARIO 21.5 431.3 20 CONSTRUBANCO 18.3 282.2 10 del EJERCITO 15.6 311.8 13 LLOYD‘S 14.3 284.5 7 METROPOLITANO 12.9 339.0 8 BANEX 12.5 462.8 3 del QUETZAL 8.8 205.0 12 PROMOTOR 6.0 162.4 3 CITIBANK 5.9 45.8 1 CONTINENTAL 3.6 113.7 4 REFORMADOR 1.7 237.3 7 UNO 1.0 170.8 5 Fuente: Superintendencia de Bancos, Boletín de Estadísticas Bancarias (Guatemala, 4º Trimestre, 1992). Los Activos Totales de un banco son una buena medida de su ―tamaño,‖ aunque no es la única medida posible, por lo que la decisión de adoptar esta medida específica es en cierto modo arbitraria. Por otro lado, el empleo de los Activos Totales como variable independiente en la regresión facilita en cierto modo la interpretación económica de los coeficientes: (a) El coeficiente b1 nos indica en cuánto incrementa el costo administrativo anual por cada quetzal adicional de activos que maneja el banco. En otras palabras, este coeficiente nos mide el ―costo marginal‖ de administrar un quetzal adicional de activos. Obviamente, este es un dato sumamente interesante para los tomadores de decisiones en el sector bancario. Esperamos naturalmente que este coeficiente sea positivo. (b) Por otro lado, el coeficiente b0 nos estaría indicando la parte del costo administrativo que no varía directamente con el nivel de los activos del banco. En otras palabras, esta sería la parte del costo administrativo que podría interpretarse como un ―costo fijo.‖ Esperamos también que este coeficiente sea positivo. Un posible defecto de esta ecuación es la suposición de que todos los bancos tienen los mismos costos fijos. Por otro lado, se puede apreciar en el Cuadro 2 que los bancos comerciales varían mucho en cuanto al número de sucursales o agencias que operan, y este es un factor que seguramente debe afectar el nivel de los costos administrativos. Por esto, para una mejor aproximación se estimará más bien la siguiente regresión múltiple: = b0 + b1X1 + b2X2 donde X1 = Activos Totales del banco, y X2 = Número de Agencias del banco. En esta segunda regresión, el coeficiente b2 nos está midiendo el incremento en el costo administrativo anual que resulta de manejar una agencia adicional. Esperamos, por tanto, que este coeficiente sea positivo. (Naturalmente que este coeficiente tendría que interpretarse como un costo ―promedio‖ por agencia, ya que ninguna agencia es exactamente igual que otra, por lo que difícilmente pueden tener todas el mismo costo.) Los otros coeficientes tienen la misma interpretación que en la ecuación anterior. Los resultados estimados fueron los siguientes: = -1.22 + 0.0275X1 + 0.661X2 R2 = 0.9018 Se puede apreciar en primer lugar que esta regresión tiene un alto grado de poder explicativo: la variación conjunta de estas dos variables explica poco más de 90 por ciento de la variación en los Costos Administrativos. Por otro lado, se aprecia que el valor estimado para b0 es negativo, lo cual en principio carece de sentido económico. En vista de esto, conviene en este caso volver a estimar la regresión ―por el origen,‖ es decir, sin esta constante. Los resultados son los siguientes: = 0.0266X1 + 0.621X2 R2 = 0.8995 Aquí se aprecia que el poder explicativo es básicamente igual que en la regresión anterior, aunque al haber eliminado un coeficiente posiblemente redundante, esta segunda regresión nos proporciona en principio estimaciones más eficientes de los otros coeficientes: (a) El coeficiente b1, se recordará, nos mide el costo ―marginal‖ de administrar un quetzal adicional de activos. Según estas estimaciones, por tanto, se podría concluir que en números redondos el costo administrativo de un banco ―típico‖ aumentará entre 2 y 3 centavos por año por cada quetzal adicional de activos que administre. (b) El coeficiente b2, se recordará, nos mide el incremento en el costo administrativo anual que resulta de manejar una agencia adicional. Según estas estimaciones, por tanto, se podría concluir en números redondos, y tomando en cuenta que los datos se expresan en términos de millones de quetzales, que el costo administrativo de un banco ―típico‖ aumentará alrededor de 620,000 quetzales por año por cada agencia adicional. Los resultados de este análisis pueden proporcionar una buena indicación sobre el comportamiento de los costos para el banco ―típico‖ en Guatemala, aunque la naturaleza misma de un estudio de este tipo no puede arrojar resultados estrictamente aplicables a cada uno de los bancos considerados individualmente. No obstante, a pesar de esto, un estudio de este tipo de todas maneras puede ser muy útil, porque los resultados pueden proporcionar una ―norma‖ o ―estándar‖ contra el cual se pueden comparar los costos administrativos en un banco particular. En ausencia de un estudio de este tipo, un banco no tiene realmente un criterio para determinar si sus costos son ―muy elevados,‖ ―aceptables,‖ o ―normales,‖ ya que los bancos difieren enormemente en cuanto a cantidad de activos, número de sucursales, etc., de modo que el único criterio objetivo sería el de compararse con un banco de similar tamaño y características. Sin embargo, si se pudiera obtener una fórmula empírica que permita calcular un valor ―normal‖ o ―promedio‖ para los costos administrativos en función de unas pocas variables que permitan una medición numérica, entonces se podría fácilmente determinar si el banco en cuestión está ―mejor‖ o ―peor‖ que el banco ―típico‖ a ese respecto. Regresión no lineal La regresión lineal no siempre da buenos resultados, porque a veces la relación entre Y y X no es lineal sino que exhibe algún grado de curvatura. La estimación directa de los parámetros de funciones nolineales es un proceso bastante complicado. No obstante, a veces se pueden aplicar las técnicas de regresión lineal por medio de transformaciones de las variables originales. Una función no-lineal que tiene muchas aplicaciones es la función exponencial: Y = AXb donde A y b son constantes desconocidas. Si aplicamos logaritmos, esta función también puede ser expresada como: log(Y) = log(A) + b.log(X) Consideremos ahora la siguiente regresión lineal: log(Y) = b0 + b1log(X) En esta regresión (denominada regresión doble-log), en lugar de calcular la regresión de Y contra X, calculamos la regresión del logaritmo de Y contra el logaritmo de X. Comparando estas dos ecuaciones, podemos apreciar que el coeficiente es un estimador de log(A), mientras que es un estimador de b (el exponente de la función exponencial). Este modelo es particularmente interesante en aplicaciones econométricas, porque el exponente b en una función exponencial mide la elasticidad de Y respecto de X. Como ejemplo, en el Cuadro 3 se muestran los datos básicos de un estudio de la demanda de carros nuevos en los Estados Unidos, publicado en 1958 por el Profesor D. B. Suits (nótese que Suits excluyó de su análisis los datos correspondientes al período 1942-48, por considerarlos poco representativos). Las variables consideradas para el análisis fueron las siguientes: Cuadro 3 Demanda de Automóviles Nuevos y Variables Relacionadas, 1932-56. X1 X2 X3 Y millones de dólares) X3 = Automóviles en Circulación al principio de cada año (millones de unidades) Y = Ventas de Automóviles Nuevos (millones de unidades). .. 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 X1 = Índice del Precio Real de Automóviles 1940 Nuevos X2 = Ingreso Disponible Real (en miles de 1941 1949 1950 1951 1952 1953 Con estos datos, podemos estimar la 1954 siguiente regresión doble-log: 1955 1956 log(Y) = b0 + b1log(X1) + b2log(X2) + b3log(X3) 126.5 128.5 128.5 120.5 117.0 121.0 133.8 131.0 134.3 144.9 83.4 82.6 90.9 99.3 111.6 115.6 109.0 118.5 127.0 147.9 18.7 17.9 18.9 19.4 20.1 21.5 22.3 22.7 23.2 24.5 1.10 1.53 1.93 2.87 3.51 3.51 1.96 2.72 3.46 3.76 .. .. .. .. 186.6 186.6 181.5 195.7 188.2 190.2 196.6 193.4 184.9 200.5 203.7 209.2 218.7 221.6 236.3 247.2 30.6 33.1 35.7 37.6 39.3 41.6 43.0 47.0 4.87 6.37 5.09 4.19 5.78 5.47 7.20 5.90 Fuente: ―The Demand for New Automobiles in the United States,‖ Review of Economics and Statistics, 40 (August 1958): 279. Puesto que todas las variables se expresan en términos de logaritmos, los coeficientes de regresión son estimaciones de las elasticidades de Y respecto de las variables independientes. La regresión estimada fue la siguiente: log(Y) = - 1.5803 - 1.422 log(X1) + 3.216 log(X2) - 1.479 log(X3) R2 = 0.942 En base a estos resultados, podemos concluir que la elasticidadprecio de la demanda de automóviles nuevos en este período era de aproximadamente –1.4, con una elasticidad-ingreso de aproximadamente 3.2. (¿Cuál sería la interpretación del coeficiente de la variable X3?)