Download 32K - Independent Media Center

Document related concepts

Partidos políticos de República Dominicana wikipedia , lookup

Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Chile) wikipedia , lookup

Vanguardia Revolucionaria wikipedia , lookup

Guillermo Manuel Ungo wikipedia , lookup

Liga Comunista Revolucionaria (España) wikipedia , lookup

Transcript
¡En esta esquina…!
La división en la estrategia de dominio al país y pueblo.
Manuel Salazar
“Divide y vencerás”, es un aforismo desarrollado por Maquiavelo en su obra el
Príncipe, pero que fue orientación del emperador romano Julio César, como
mecanismo de dominio. En el país lo aplicó Balaguer y con más eficiencia
lo hace el PLD.
Más, la división a lo que pudiera entenderse opuesto al orden establecido por
el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, fue considerada por estos
como parte de su estrategia vital de control a la República Dominicana.
Es conocida la orientación planteada por el presidente Kennedy durante la
crisis post trujillista: en Santo Domingo tenemos que escoger entre tres
posibilidades: primera: un gobierno de amplia base social surgido de unas
elecciones democráticas; segunda: un gobierno como el de Trujillo; y, tercera,
uno como el de Fidel Castro. “Preferimos lo primero, pero no podemos
renunciar a lo segundo hasta tanto estemos seguros de que no ocurrirá lo
tercero”, dijo.
Cualquier cosa, menos un gobierno de izquierda, fue la
orientación que signó a la llamada transición democrática iniciada con la caída
del dictador.
De esa estrategia sobrevino el derrocamiento al gobierno de Bosch en 1963; la
intervención militar del 28 de abril de 1965; y la instalación en el poder de
Balaguer en 1966.
La represión y la división a los grupos democráticos y revolucionarios, fueron
otros componentes funcionales a la estrategia y que corrieron paralelos.
Manolo Tavarez Justo vio claro
el fomento de la división por parte de la
inteligencia de los Estados Unidos y la oligarquía criolla, y lo denunció en un
discurso el 14 de junio de 1962 frente al parque Independencia, en el que
destacó el interés de las clases dominantes de alentar el surgimiento de
organizaciones políticas con el propósito de dividir la oposición; subrayó que
“…La razón de esa división obedece… a una nueva táctica empleada por la
reacción nacional y el imperialismo… con el propósito de dividir, de impedir
la unidad de las masas populares…”.
1
A pesar de esta certera denuncia- advertencia, la división se hizo en el
tiempo parte consustancial del movimiento revolucionario y alternativo. A cada
rato surge un nuevo grupo “en nombre de la unidad” o para trabajar “por la
unidad”; proponiendo lo mismo que los grupos existentes. Esto tiene ya el
rango de caso: en nombre de la unidad se multiplica la división; a tal punto,
que hoy se cuentan sesenta y siete partidos o grupos que se reivindican
progresistas, de izquierda o alternativos.
Uno que otro de buen hablar, o de escritura fácil, más si pasó por algún partido
de izquierda, junta a unos cuantos; les convence de una misión mesiánica y como
denunciara alguna vez un periodista español en una situación parecida en el
Perú: “distribuye jerarquías, o rangos, según el caso; se reserva para si
el de líder principal; o de comandante general, también según el caso”; y
ya está el nuevo grupo.
No se confunda esta protesta con descalificación, para lo que no estamos
autorizados, no es nuestra práctica, ni hay razones de ningún tipo moral o
personal para descalificar a los concernidos en esas iniciativas. Si es de
destacar que, vistas las propuestas de los seis movimientos surgidos en lo que
va de año en varios lugares del país, pudieron complementarse en la Alianza por
la Democracia (APD), Alianza País (AlPaís), o en el proyecto de fusión
Alternativa Revolucionaria- Patria para Todos (AR-MPT). Y por cuidarme
de actitudes ventajistas no incluyo al Frente Amplio entre las organizaciones
donde también hay espacio para ellos.
A este ritmo y maneras, uno no sabe si invocar a Manolo y su denuncia sobre la
estrategia de los sectores dominantes para la división; si analizar el fenómeno
desde la antropología política; o si refugiarse en el realismo mágico, para
abordarlo desde la perspectiva literaria.
A lo mejor, quien sabe, resultan
válidas las tres perspectivas.
En cualquier caso, ganada la comunidad de ideas y propósitos, como al efecto
dicen los escritos de sesenta y tres, del total de sesenta y siete, la mejor
actitud es seguir fomentando la unidad entre los dispuestos a dar pasos
prácticos, a complementarse entre sí. Como en el Frente Amplio aquí, en
Uruguay y en El Salvador.
2