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Asa am m ble a G e n ne era ra rall de HI C R io, Ri o, 25 de ma m a rzo 2 20 01 10 0 Producción Social del Hábitat Anelise Melendez La Producción Social de la Vivienda y el Hábitat constituye un marco conceptual en construcción que nos permite acercarnos a la compresión, interpretación y reflexión sobre los procesos que en forma autogestionaria, individual u organizada, emprenden las y los pobladores con el propósito de garantizarse espacios de vida privados y públicos para vivir con dignidad. Esta producción de vivienda y entorno es encarada encar da sin fines lucrativos y con el propósito fundamental de satisfacer necesidades de cobijo, arraigo arraigo y pertenencia por tanto opuesta a la lógica de producción de vivienda mercancía. En América Latina, en el marco de un proyecto regional impulsado por HIC/AL se realizaron investigaciones concretas (México y Bolivia) que desde diferentes metodologías nos permiten avanzar en la medición de los impactos macro y micro de la producción social de la vivienda y hábitat emprendidos por la gente en largos procesos de vivir construyendo. El estudio de México nos muestra con claridad que estos procesos de producción produc son los predominantes, masivos y demandantes al mercado de una gran cantidad de insumos, materiales, materi componentes constructivos y mano ma de obra que impactan y dinamizan la economía aun si esta no pasa por los mecanismos anismos formales del mercado, mercado no se trataa de una producción marginal. marginal En el caso de Bolivia al incluir la vivienda al Índice de Desarrollo Humano se construye un otro indicador denominado el Índice de Desarrollo Sociohabitacional (IDSH) que muestra que la gente auto-productora productora de vivienda de sectores s de mayor pobreza, destinan recursos para construir sus viviendas que compiten con la satisfacción de otras necesidades básicas como la adecuada alimentación, atención de la salud, vestido y recreación. El IDSH nos muestra que la realización del derecho a la vivienda en un vacio de políticas e instrumentos que potencialicen las capacidades de autogestión para la producción de la vivienda, compite con la realización efectiva de otros derechos fundamentales para la vida digna de las personas, vulnerándose vulnerán los principios de interdependencia y complementaridad complementaridad de los derechos humanos, desdibuja el principio de que ningún derecho es más importante importante que otro y que la realización de un derecho no debe ser logrado en desmedro de otros derechos. Si consideramos que la Producción Social de la Vivienda y el Hábitat ábitat es el camino posible para la realización n de los derechos al Hábitat, Vivienda y Ciudad cabe preguntarnos qué debemos hacer para que estos procesos sean más eficientes para la gente. Algunos temas para trabajar son los que proponemos a continuación: a) Continuar con investigaciones que profundicen y aporten al marco conceptual hasta hoy construido que nos den más argumentos y propuestas cada vez más sólidas y determinantes para la incidencia política. b) Necesidad de abordar en la construcción del marco conceptual de la producción social del hábitat y vivienda las dimensiones de género, interculturalidad y la economía solidaria. Por ejemplo, estar a tono con los cambios emergentes en la región latinoamericana que implica la revalorización de valores culturales, como el ayni, que aportan de forma más sostenible a la producción en general pero también aplicable a la vivienda y su entorno. c) Desarrollar procesos de capacitación y dialogo horizontal con las y los pobladores, con las universidades, profesionales, academia y técnicos gubernamentales que permitan empoderarlos con el marco conceptual, que les ayuden a valorizar sus capacidades para gestionar, asistir y construir vivienda y ciudad con un enfoque critico y autocritico que permita mejorar las formas de hacer y pensar. En esta lógica en La Paz y El Alto Red Hábitat, acompaña los procesos de capacitación a organizaciones sociales, universitarios y gestores públicos, con el “Recorrido Urbano” que permite objetivar in situ las desigualdades que se dan en las ciudades, viviendas auto-producidas por la gente rica, por la gente pobre, por el mercado y por el estado resultando una forma pedagogía altamente efectiva para comprender la Producción Social de la Vivienda y Hábitat en el marco conceptual propuesto por Enrique Ortiz. d) Desarrollar propuestas participativas de marcos normativos y de políticas públicas de vivienda incorporando la producción social del hábitat y vivienda y el desarrollo de los instrumentos necesarios para apoyar y fortalecer los procesos de producción social de la vivienda. Teniendo propuestas construidas la posibilidad de incidencia política en más efectiva que solo el discurso, eso lo aprendimos y aplicamos en Bolivia, Brasil. México, Perú, Guatemala, El Salvador con bastante éxito. e) Es necesario desarrollar propuestas viables para promover la producción social organizada por ser más eficiente que la individual dispersa y atomizada que es la que predomina e inviabiliza la potencia de la exigibilidad social para el desarrollo de instrumentos de gestión, de asistencia técnica y financieros en el marco de las políticas públicas que atiendan la necesidad de créditos colectivos, con garantías solidarias, con propiedades colectivas, con garantías flexibles y con acompañamiento técnico multidisciplinario. f) Reflexionar sobre las capacidades y potencialidades reales de las redes y ONG, organizaciones y movimientos sociales para dar el salto de una escala micro de intervención (barrios, proyectos específicos) para ser operadores eficientes de políticas públicas y programas cuando estas incluyen a la producción social de la vivienda y ofertan las posibilidades de intervención directa para no cederlas al mercado.