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TEMA-6:
DESCARTES
BIOGRAFÍA: (LIBRO PÁGINA 199-200)
¿De qué va Descartes?
Si la filosofía antigua partía de lo que era al mundo para conocer lo que era el hombre
y posteriormente llegar a Dios y la filosofía medieval tenía como punto de partida a
Dios para así a partir de él entender lo que era el mundo y lo que era el hombre,
Descartes va a decir que hay que partir del yo, del sujeto.
Va a afirmar que un filósofo es una persona que quiere llegar al conocimiento de todas
las cosas del saber pero que para lograrlo se ha de ir con mucho cuidado pues será
mejor avanzar poco que tropezar por ir deprisa. Así la finalidad de esta filosofía va a
ser verdad y perfección. Descartes pretende conducir a las personas a su más alto
grado de plenitud, de perfección y así va a buscar la verdad. Va a decir que la filosofía
sirve para guiar nuestra vida.
Descartes va a explicar cómo podemos hacer para conseguir esa plenitud y para ello va
a utilizar el método cartesiano. Dirá que hay que ocuparse de todo aquello que sea
cierto y evidente y se va a basar en la ciencia, pues ésta tiene un método que le
permite la seguridad en el conocimiento, pero esto no le ocurre a la filosofía. Para
superar esta carencia, Descartes propone un método eficaz y que él ya había
comprobado, el método utilizado por los geómetras. Así Descartes introduce un
método matemático en la filosofía, para dotar a la razón humana de un criterio de
verdad definitivo e inapelable.
Para descubrir la verdad, debemos descomponer la realidad en verdades más
pequeñas (ANÁLISIS). El método consiste en ver el problema, analizarlo por sus
diferentes partes, ir recomponiéndolo y repasar los posibles fallos.
Descartes va a decir que todo aquello que podemos analizar es aquello de cuya
existencia estamos seguros. Se va a preguntar por qué las personas se han equivocado
a lo largo de la historia y va a considerar la existencia de varias fuentes de error que
fundamentan su duda universal metódica:
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SENTIDOS: Son fuente de error porque gracias a ellos nos hacemos ilusiones,
confusiones, nos equivocamos y como ejemplo de ello es que durante milenios
los hombres afirmaban que la Tierra inmóvil era el centro del universo.
RAZÓN: Es fuente de error porque nos puede hacer pensar que la realidad es
algo que no es.
SUEÑO: Va a comparar los sueños con la realidad y se va a preguntar si todo
aquello que nos parece real no es en verdad más que un sueño.
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GENIO MALIGNO: Descartes se va a preguntar si todo lo que nos ocurre es
porque ha sido creado por alguien que me hace considerar como evidentes
cosas que no lo son.
Todos son posibles fuentes de error que va a fundamentar su duda universal y
metódica pero esta no es una duda escéptica pues él es consciente de que hay algo
que sí que es cierto y es que si los sentidos, la razón, el sueño y el genio maligno
engañan a alguien es al ser humano. Cuando duda, piensa y la acción de pensar implica
un ser que piensa. Si yo estoy pensando, entonces también estoy existiendo: “Pienso,
luego existo”. Este va a ser el primer principio a partir del cual va a desarrollar su
filosofía.
LAS TRES SUSTANCIAS:
Aplicando su método, Descartes llega a distinguir cuáles son las tres sustancias que
componen la totalidad de lo que es real: el yo pensante, Dios y el mundo.
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EL YO PENSANTE: La duda metódica nos ha llevado a una realidad
incuestionable, a la existencia de un yo pensante. No puedo dudar de la
existencia de mis pensamientos, de mis ideas, de mi subjetividad y va a
diferenciar entre tres tipos de ideas:
- Adventicias o adquiridas: Son todas aquellas ideas que
tradicionalmente ha considerado la filosofía cuando hablaba de lo que
percibimos por nuestros sentidos. Pueden ser fácilmente erróneas.
- Facticias o artificiales: Ideas que fabricamos o inventamos
arbitrariamente nosotros mismos (Ej.  Centauro).
- Innatas o naturales: Son aquellas que no provienen de la percepción de
los sentidos, sino que emergen de la propia facultad de pensar. Son
ideas que nuestra mente capta y ha de aceptar necesariamente sin
poder modificar nada (forman parte de mi estructura de
entendimiento).
En el origen de la idea innata encontraríamos a Dios. Todas las cosas
que vemos tan claramente es porque Dios existe y Dios no nos engaña,
es Él quien lo sustenta todo. La idea por la que Descartes ve que Dios
existe es para él más evidente que la de que él mismo existe.
DIOS: Es quien permite afirmar que no sólo existo yo sino que existe un mundo.
Para conocerlo, además de sentidos y razón (que nos pueden engañar) nos da
Él la garantía, una garantía de conocimiento pues en Él existen las grandes
verdades.
MUNDO: Mi yo tiene plena conciencia de la idea entre el yo pensante y la idea
de cuerpo extenso. Dios me garantiza que la gran inclinación humana a creer
en la existencia de las cosas extensas no es engañosa. Él no va a permitir que lo
que a mí me parece que es verdad en realidad no lo sea.
ANTROPOLOGÍA:
Descartes va a tener una postura aún más dualista que Platón, va a afirmar que existen
dos sustancias: la cosa pensante y la cosa extensa (cuerpo) que son dos realidades
independientes pero que a la vez también están relacionadas. Para explicar esta
relación va a decir que existe un punto en nuestro cuerpo, la glándula pineal, que se
encuentra en medio del cerebro, donde se aloja el alma; desde allí conecta con el
cuerpo y lo dirige.
LIBERTAD Y MECANISMO:
Para explicar por qué Descartes reactiva el dualismo platónico nos basaremos en la
defensa de la libertad humana. El cuerpo, como toda cosa extensa, como toda materia,
está gobernado por leyes mecánicas que lo determinan. Así el comportamiento de
todos los cuerpos, de toda la naturaleza es expresable mediante leyes mecánicas y
deterministas. Si el yo pensante no fuera una sustancia completamente separada y
desligada del cuerpo, no habría lugar para la libertad pues el comportamiento humano
sería como el de una máquina, cosa que de ninguna manera quería aceptar Descartes.
La libertad es un bien que Descartes proclamó pues sólo porque era libre pudo dudar
de todo. El alma es una sustancia que de ninguna manera se puede someter a las leyes
mecánicas y deterministas que rigen el cuerpo.