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ENE.-MAR.
VOL. 18, N.º 1
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La revista ANS inicia una nueva etapa
M. Juárez Iglesias, A. Sastre Gallego
Biodisponibilidad y metabolismo de los
compuestos fenólicos del aceite de oliva virgen
E. Mateos Briz, G. Pereira-Caro, L. Goya Suárez, L. Bravo
Clemente
Leche de burra. Composición nutricional
y bioactividad
J. A. Gómez-Ruiz, I. Bermeosolo Bidasolo, M. Ramos
Hongos medicinales: prevención y apoyo al tratamiento del cáncer
J. Llargués Truyols, N. Mach Casellas
18ª convocatoria de becas, premios y ayuda sobre
alimentación, nutrición y salud
Proyecto2:Maquetación 1
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ENERO-MARZO 2011
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N.º 1
Editorial
La revista ANS inicia una nueva etapa
M. Juárez Iglesias, A. Sastre Gallego
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Revisiones
Biodisponibilidad y metabolismo de los compuestos
fenólicos del aceite de oliva virgen
E. Mateos Briz, G. Pereira-Caro, L. Goya Suárez, L. Bravo Clemente
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Leche de burra. Composición nutricional y bioactividad
J. A. Gómez-Ruiz, I. Bermeosolo Bidasolo, M. Ramos
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Hongos medicinales: prevención y apoyo al tratamiento
del cáncer
J. Llargués Truyols, N. Mach Casellas
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Convocatoria
18ª convocatoria de becas, premios y ayuda sobre alimentación,
nutrición y salud
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ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD
Copyright © 2011 INSTITUTO DANONE
ALIM. NUTRI. SALUD
Vol. 18, N.º 1, pp. 1, 2011
Editorial: La revista ANS inicia una nueva etapa
Haciendo frente a la “crisis”, tan llevada y traída en todos los medios, la revista ANS decide seguir informando,
cabalmente, acerca de los problemas y los logros conseguidos en el tiempo por una mejor y más precisa alimentación para el mantenimiento de la salud.
La única diferencia es que alternamos las técnicas y
medios de comunicación, y nos hacemos presentes en
una nueva línea de contactos.
A partir de ahora, ANS aparecerá trimestralmente, en
la página web del Instituto Danone (www.institutodanone.es) y en la página web de Arán (www.grupoaran.com),
dando cuenta de las noticias, avances y consejos, recabados con seria objetividad, en el ámbito nacional e internacional. Y una vez al año, al llegar a la frontera de diciembre, editaremos un número en papel que se haga eco y
presencia, imborrable, de los más destacados e importantes avatares del año en curso.
De este modo, entramos a formar parte de esa pantalla
individual que se abre en extenso a las más importantes
noticias relacionadas con el campo de la salud y la nutrición. Y, por otro lado, dejamos constancia sobre ese papel que forma parte de los archivos de nuestra Ciencia, de
los descubrimientos y objetivos más destacados que hayan
tenido lugar a lo largo de ese tiempo, siempre lleno, que
llamamos: año.
Todos los colaboradores están de acuerdo en cruzar esta nueva dinámica y esperamos que los lectores y consultores de ANS, también formen parte del extenso futuro
que asume un moderno medio de comunicación.
Por tanto, y siempre en la línea de conocimientos disponibles, seria y eficaz, iniciamos nuestra nueva tarea.
Y llegamos optimistas y con pasión de futuro, a esta
forma de amistad y relación con nuestros lectores de siempre.
M. Juárez Iglesias, A. Sastre Gallego
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ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD
Copyright © 2011 INSTITUTO DANONE
ALIM. NUTRI. SALUD
Vol. 18, N.º 1, pp. 2-9, 2011
Biodisponibilidad y metabolismo de los compuestos
fenólicos del aceite de oliva virgen
R. Mateos Briz, G. Pereira-Caro, L. Goya Suárez, L. Bravo Clemente
INSTITUTO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE ALIMENTOS Y NUTRICIÓN (ICTAN).
CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS. MADRID
RESUMEN
ABSTRACT
Hay una creciente evidencia de que los compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva virgen son en parte
responsables de los beneficios en salud asociados con su
consumo habitual, como parte de la dieta mediterránea.
Es bien conocido que las propiedades biológicas de estos
compuestos dependen de su biodisponibilidad y metabolización en el tracto gastrointestinal, siendo esencial el conocimiento de las formas químicas circulantes que pueden
alcanzar tejidos diana, con el fin de obtener un mejor conocimiento acerca de su mecanismo de acción in vivo.
Por ello, se ofrece una breve revisión sobre la bioaccesibilidad en condiciones gastrointestinales, junto con el estudio del transporte y el metabolismo intestinal de células
Caco-2 y el metabolismo hepático en células HepG2 del
hidroxitirosol y una forma conjugada presente en el aceite
de oliva virgen, el acetato de hidroxitirosilo.
There is increasing evidence that phenolic compounds
present in virgin olive oils are partly responsible for the
health benefits associated with habitual consumption of
virgin olive oil, as part of a Mediterranean diet. Moreover,
it is well known that the biological properties of virgin
olive oil phenolics depend on their bioavailability and metabolization in the gastrointestinal tract, being essential to
know the structural form of circulating olive oil polyphenols available to target tissues, in order to obtain more detailed information about their mechanism of action in vivo.
Therefore, a brief review of the bioaccesibility in gastrointestinal conditions, together with the study of intestinal
transport and metabolism in Caco-2 cells, and liver metabolism in HepG2 cells of hydroxytyrosol and its conjugated
form present in virgin olive oil, hydroxytyrosyl acetate, is
offered.
Palabras clave: Biodisponibilidad. Compuestos fenólicos. Aceite de oliva virgen. Hidroxitirosol. Acetato de hidroxitirosilo.
Key words: Bioavailability. Phenolic compounds. Virgin
olive oil. Hydroxytyrosol. Hydroxytyrosyl acetate.
INTRODUCCIÓN
Los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea
se atribuyen fundamentalmente a su alto contenido
en compuestos antioxidantes (1). En particular, el
aceite de oliva virgen, considerado como la principal
fuente de grasa vegetal en la dieta mediterránea, ha
destacado por su doble funcionalidad debido a su
composición monoinsaturada, por una parte, y contenido en determinados compuestos minoritarios
por otra parte y que lo diferencia de otros aceites vegetales.
2
Los compuestos fenólicos constituyen un grupo
de especial interés dentro de los componentes minoritarios del aceite de oliva virgen debido a su múltiple implicación sobre la calidad del mismo. Así,
desde un punto de vista organoléptico son responsables del sabor amargo y picante del aceite (2),
desde un punto de vista tecnológico condicionan su
estabilidad (3) y desde un punto de vista nutricional
le confieren amplia actividad biológica que justifica
sus efectos beneficiosos para la salud (4-6). Sin embargo, para obtener información más precisa acerca de su mecanismo de acción in vivo, es esencial
conocer la forma de estos polifenoles en circulación
y otros tejidos diana, por lo que se ahondará en los
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BIODISPONIBILIDAD Y METABOLISMO DE LOS COMPUESTOS FENÓLICOS DEL ACEITE....
resultados obtenidos en estudios de biodisponibilidad en humanos y animales. Además, se ofrecerán
resultados centrados en el estudio de bioaccesibilidad y estabilidad en condiciones que simulan una digestión gastrointestinal, para a continuación valorar
el transporte y metabolismo a nivel intestinal y posterior metabolismo hepático, tanto del compuesto
más representativo de la fracción fenólica del aceite
de oliva, hidroxitirosol, como de un derivado suyo
presente en el aceite de oliva virgen, acetato de hidroxitirosilo.
COMPOSICIÓN QUÍMICA DE LA
FRACCIÓN FENÓLICA DEL ACEITE DE
OLIVA VIRGEN
La fracción fenólica del aceite de oliva virgen se
compone de cuatro clases de compuestos de variable naturaleza química: derivados secoiridoideos, fenoles simples, lignanos y flavonoides (7). En la figura
1 se recogen las estructuras químicas de los principales compuestos fenólicos identificados en el aceite
de oliva. Los compuestos secoiridoideos son isómeros del aglucón de oleuropeína y ligustrósido presentes en la aceituna y que se generan durante la extracción del aceite de oliva por acción de enzimas
endógenas del fruto, dando lugar a las formas dialdehídicas del aglucón de la oleuropeína y ligustrósido
descarboximetilados (DAOD y DALD, respectivamente) junto con formas aldehídicas del aglucón de
la oleuropeína y ligustrósido (AAO y AAL, respectivamente). La fracción secoiridoidea constituye de
forma mayoritaria la fracción fenólica del aceite de
oliva virgen (Fig. 1). Por hidrólisis química o enzimática del grupo éster de los derivados secoiridoideos
se originan sus formas más simples como el hidroxitirosol (2-(3,4-dihidroxifenil)-etanol, HTy) y tirosol
(2-(4-hidroxifenil)-etanol, Ty), que se encuentran en
baja concentración en los aceites recién obtenidos,
aumentando con el tiempo de conservación a expensas de la hidrólisis de los derivados secoiridoideos (8). HTy y Ty junto con sus derivados acetilados
(acetato de hidroxitirosilo y de tirosilo) y ácidos como el ferúlico, p-cumárico, vanílico y cinámico constituye los fenoles simples de esta fracción. También
se han identificado en la fracción fenólica del aceite
de oliva virgen dos compuestos pertenecientes a la
familia de los lignanos, pinorresinol y 1-acetoxipinorresinol, así como las flavonas luteolina y apigenina
(Fig. 1) (7). En la actualidad todavía hay componentes de esta fracción fenólica sin identificar. La aplicación de técnicas analíticas como el acoplamiento a
los sistemas de cromatografía de detectores de masas en tándem ha permitido confirmar la complejidad de la fracción de los derivados secoiridoideos,
habiéndose detectado numerosas estructuras isóme-
ras de algunos compuestos que hacen muy compleja
la cuantificación por técnicas de detección clásicas
como la fluorimetría o los fotodiodos (9).
ACTIVIDAD BIOLÓGICA DE LA
FRACCIÓN FENÓLICA DEL ACEITE DE
OLIVA VIRGEN
Entre todos los compuestos fenólicos identificados, particular atención ha atraído el HTy, compuesto fenólico con estructura o-difenólica presente
en el aceite de oliva virgen, bien en forma de derivados secoiridoideos o bien como acetato junto a su
forma libre, aunque esta última en mucha menor
proporción debido a su escasa liposolubilidad (7).
Fruto de la extensiva investigación de los últimos
años se ha comprobado que el HTy posee propiedades biológicas significativas. Relacionado con su innata actividad antioxidante (3), algunos estudios han
mostrado la habilidad del HTy para proteger frente
al estrés oxidativo por su capacidad de captación de
radicales libres (10-13) o la inducción de enzimas antioxidantes (14). Asimismo, se ha demostrado su capacidad de inhibir la oxidación de lipoproteínas de
baja densidad (LDL) ricas en colesterol (15,16), que
representa una de las etapas clave en la iniciación de
la aterosclerosis. Otras propiedades biológicas descritas para este compuesto o-difenólico están relacionadas con la prevención de la disfunción endotelial (17), inhibición de la agregación plaquetaria (18)
o actividad anti-inflamatoria (19). Todas estas propiedades biológicas confirmadas en estudios de intervención después del consumo de HTy, principalmente como parte de la fracción fenólica del aceite
de oliva virgen (20-22), están asociadas a un menor
riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, y en relación al vínculo entre el consumo regular de aceite de oliva virgen y la menor incidencia de cáncer, recientemente han proliferado
trabajos centrados en el estudio de los mecanismos
de acción de estos compuestos fenólicos. Así, se ha
demostrado cierta actividad antitumoral del HTy, al
comprobar su capacidad para inhibir la proliferación
e inducir la apoptosis en varias líneas celulares tumorales humanas por diversos mecanismos (23-26).
BIODISPONIBILIDAD Y METABOLISMO
DE LA FRACCIÓN FENÓLICA DEL ACEITE
DE OLIVA VIRGEN
En la actualidad se sigue tratando de demostrar los
numerosos efectos beneficiosos sobre la salud que se
han atribuido a estos compuestos, pero para deter3
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Fig. 1. Estructuras químicas de los principales compuestos identificados en la fracción fenólica del aceite de oliva virgen.
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minar inequívocamente su actividad biológica es fundamental ahondar en el conocimiento de su biodisponibilidad y metabolismo (27). Así, la ingesta media
de compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva virgen se estima en aproximadamente 9 mg/día
en la población mediterránea, que deriva del consumo de 25 - 50 mL de aceite al día. De estos 9 mg de
compuestos fenólicos, al menos 1 mg corresponde a
HTy y Ty libres, mientras que los restantes 8 mg lo
comprenden sus derivados secoiridoideos y acetatos
(28). Ahora bien, la actividad biológica in vivo de
cualquier compuesto fitoquímico, como es el caso de
los compuestos fenólicos, siempre vendrá condicionada por su estabilidad digestiva, la extensión de su
absorción y el conocimiento del metabolismo sufrido
a fin de demostrar en estudios futuros que los metabolitos, a las concentraciones biodisponibles, resultan
también beneficiosos. Habida cuenta de la importancia que presenta la biodisponibilidad de los compuestos fenólicos, en los últimos años se han llevado a cabo diferentes estudios tanto en animales (29) como
en humanos (30-36) con dietas suplementadas en
aceite de oliva virgen de variable composición fenólica. Estos estudios, centrados básicamente en la cuantificación de HTy y Ty y sus metabolitos, han demostrado que los principales fenoles del aceite de oliva
virgen son biodisponibles, alcanzando la máxima
concentración en plasma alrededor de 1-2 h tras la
ingesta. Más del 90% de los fenoles identificados en
plasma y orina aparecen conjugados, principalmente
como O-glucuronidados (32,35,36) y en menor proporción O-metil derivados como el alcohol o ácido
homovanílico (29,31,32,36) o compuestos sulfatados (29). Cabe destacar el estudio llevado a cabo por
Vissers y cols. (33) con individuos ileostómicos, dónde se confirmó la absorción de hasta un 66% de los
fenoles ingeridos a través del aceite de oliva en el intestino delgado, siendo el principal órgano de absorción de estos compuestos. Sin embargo, recientemente se ha publicado un estudio de
biodisponibilidad en humanos tras la ingesta de 50
mL de aceite rico en polifenoles y el análisis de orinas mediante un método analítico basado en cromatografía líquida de rápida resolución (RRLC) acoplado
a detección por espectrometría de masas con un
analizador de tiempo de vuelo (RRLC-ESI-TOF MS)
(37). Los resultados ofrecidos avanzan considerablemente en el conocimiento de la biodisponibilidad de
los fenoles del aceite, al identificar más de 60 metabolitos procedentes de reacciones de las fases I y II de
biotransformación, no sólo derivados del HTy y Ty,
sino de otros grupos nunca identificados hasta la fecha en orina como derivados secoiridoideos, lignanos
y flavonoides. De esta manera, se confirma por primera vez la absorción efectiva, en mayor o menor
medida, de todos los compuestos que componen la
fracción fenólica del aceite, siendo los metabolitos
procedentes del HTy y sus derivados (DAOD y AAO)
los más abundantes, fundamentalmente en sus formas metiladas y glucuronidadas.
Sin embargo, estos estudios de biodisponibilidad
in vivo basados en el análisis de muestras de sangre
y orina, aparte de resultar caros y complejos, no
permiten distinguir entre la contribución del intestino, hígado, riñón u otros órganos en la biotransformación de los fitoquímicos. Por ello, se utilizan ciertos modelos in vitro, tal como digestión
gastrointestinal simulada, cultivos celulares o perfusión aislada de tejidos entre otros, que ayudan a conocer el comportamiento metabólico de estos compuestos. Respecto a los fenoles del aceite de oliva,
excepto el HTy, son escasos los estudios abordados
en este sentido; para nuestro conocimiento, no se
ha llevado a cabo ningún trabajo de esta índole con
el acetato de hidroxitirosilo (Ac-HTy), otro componente natural presente en el aceite de oliva y con
ciertas similitudes estructurales con los derivados secoiridoideos, por contener el mismo grupo funcional
éster. A continuación, se ofrecen algunos resultados
acerca de la bioaccesibilidad del HTy y Ac-HTy en
un modelo de digestión gastrointestinal in vitro junto
con un estudio del transporte y metabolismo de estos compuestos en un sistema modelo del epitelio
intestinal, mediante el uso de monocapas de células
Caco-2. Además, se incluyen resultados procedentes de su metabolismo hepático, en un sistema modelo celular del hígado mediante el empleo de cultivos celulares de hepatoma humano HepG2.
BIOACCESIBILIDAD DE HIDROXITIROSOL
(HTY) Y ACETATO DE HIDROXITIROSILO
(AC-HTY) EN UN MODELO DE DIGESTIÓN
GASTROINTESTINAL IN VITRO
Los polifenoles presentes en la dieta pueden sufrir
alteraciones en el tracto gastrointestinal modificando
la composición química de los compuestos que alcanzan el intestino. Por ello, se evaluó de forma comparativa el comportamiento del HTy con un derivado éster suyo y presente en el aceite, Ac-HTy, tras su
digestión gastro-duodenal in vitro, para estimar la
cantidad de estos fenoles disponibles para la posterior
absorción intestinal (38). Los resultados mostraron
una estabilidad alta de ambos compuestos tras su digestión con pepsina en medio ácido, pH 2, durante
dos horas, con recuperaciones de 99,9 y 96,6% para
el HTy y Ac-HTy, respectivamente. Además, el AcHTy sufrió una ligera hidrólisis a HTy libre. Estos resultados están de acuerdo con aquellos reportados por
otros autores (39,40), quienes observaron gran estabilidad en un ambiente ácido y ligera hidrólisis para los
derivados secoiridoideos (40). Corona y cols. (41), sin
embargo, describieron una extensiva hidrólisis para
estos compuestos tras su digestión gástrica en función
del tiempo, incrementando 5 y 3 veces la cantidad de
HTy y Ty libres, respectivamente, después de tan sólo
30 min de incubación.
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En una segunda etapa se valoró la estabilidad de
HTy y Ac-HTy tras su exposición a las condiciones
del duodeno, incubación a pH 7.5 con pancreatina
y sales biliares a 37 °C durantes dos horas. Los resultados pusieron de manifiesto la susceptibilidad al
medio ligeramente alcalino del intestino delgado,
con recuperaciones de aproximadamente 80 y
75% para el HTy y Ac-HTy respectivamente. Además, el HTy sufrió una ligera oxidación a ácido
3,4-dihidroxifenilacético (DOPAC), mientras que el
Ac-HTy se hidrolizó generando HTy libre que resultó subsiguientemente transformado en DOPAC.
También, se evaluó la capacidad antioxidante mediante los ensayos de FRAP y ABTS de las fracciones procedentes de la digestión duodenal, observándose una disminución de la actividad
antioxidante en línea con los resultados obtenidos
tras su cuantificación por HPLC. Estos resultados
confirmaron la ausencia de nuevos compuestos,
más allá de los ya identificados, procedentes de la
degradación de los patrones de referencia con actividad antioxidante, y no detectados por HPLC. La
estabilidad intestinal in vitro de la fracción fenólica
del aceite de oliva fue también evaluada por Soler y
cols. (40). Estos autores reportaron una recuperación de tan sólo 10% para los derivados secoiridoideos no compensado con los fenoles libres generados. Esta escasa estabilidad encontrada para los
fenoles del aceite de oliva tras su incubación simulada intestinal contrasta con la alta biodisponibilidad y recuperación de determinados conjugados
descrito en los numerosos estudios de intervención
llevados a cabo (28, entre otros).
En resumen, HTy y Ac-HTy presentan una alta
estabilidad en condiciones que mimetizan aquellas
presentes en el estómago, siendo más susceptibles a
las condiciones de mayor pH del intestino delgado.
En ambas digestiones se genera HTy libre a partir
del Ac-HTy, aumentando aquel que inicialmente
presentaba el aceite.
ALIM. NUTRI. SALUD
ESTUDIO DEL TRANSPORTE Y
METABOLISMO DE HTY Y AC-HTY EN UN
SISTEMA MODELO DEL EPITELIO
INTESTINAL, MEDIANTE EL USO DE
CÉLULAS CACO-2
Los datos publicados hasta la fecha sobre el transporte y metabolismo intestinal de los fenoles del aceite
de oliva virgen, son limitados e inconsistentes (40-42).
Por ello, se procedió al estudio del transporte y metabolismo de estos compuestos a través de células de
carcinoma de colon humano, Caco-2, dada la semejanza morfológica y funcional con las células del epitelio intestinal humano y que constituye un sistema bien
establecido para la valoración de la absorción de fitoquímicos por el epitelio intestinal (43).
Los resultados indicaron una eficiente absorción
de ambos compuestos a través de las células epiteliales del intestino, aunque el Ac-HTy mostró una mayor tasa de absorción y su conversión parcial a HTy
libre. Esta hidrólisis sufrida por el Ac-HTy mejora la
prestación de HTy a los enterocitos para su posterior
metabolismo y eflujo basolateral (zona de secreción).
El alcohol homovanílico fue el único conjugado detectado en el compartimento basolateral después de
2 horas de incubación derivado del metabolismo del
HTy por las células Caco-2. Mientras que para el caso del Ac-HTy, además de la hidrólisis a HTy libre
descrita, se ha identificado alcohol homovanílico y
glucuronidado del propio Ac-HTy aunque en menor
proporción (Fig. 2). Cabe destacar para ambos fenoles, que gran parte de los compuestos absorbidos e
identificados en el compartimento basolateral permanecen sin metabolizar (80% de HTy vs. 40% de AcHTy) al cabo de las dos horas de incubación, sugiriendo su tránsito al torrente sanguíneo y posterior
metabolización por otros órganos.
Aunque estudios anteriores han demostrado la presencia de glucurónidos de HTy en la orina tras la in-
Fig. 2. Estructuras químicas del hidroxitirosol (HTy), acetato de hidroxitirosilo (Ac-HTy) y sus metabolitos.
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gestión de polifenoles del aceite de oliva (31,32,36),
en el modelo de estudio utilizado, sólo se detectaron
conjugados glucuronidados, y en el caso del Ac-HTy,
en muy pequeña proporción. Además, las células Caco-2 muestran características morfológicas y bioquímicas semejantes a las de los enterocitos de adultos humanos, incluida la expresión de enzimas de la fase II,
como UDP-glucuronosiltransferasas UGT1 y UGT2
(44,45), sulfotransferasas SULT1 y SULT2 (46,47) y
catecol O-metiltransferasa (48). Todo lo explicado
confirma, por un lado, la capacidad de esta línea celular para glucuronizar compuestos fenólicos (49) y, por
otra parte, que el intestino delgado humano no es el
órgano preferente para la glucuronización de HTy.
Por otra parte, no se detectaron conjugados sulfatados
para ninguno de los compuestos ensayados, de acuerdo con lo previamente publicado por otros autores tras
la incubación de HTy con células Caco-2 (41,42). Soler y cols. en cambio (40), si identificaron pequeñas
cantidades de conjugados sulfatados y metil-sulfatados
de HTy en condiciones más extremas de concentración (100 µM, 6h) o tiempo de incubación (24h, 50
µM). Por último, la metilación fue la única reacción de
conjugación sufrida por el HTy, consistente con los datos obtenidos por otros autores (40-42). Por el contrario, no se observó metilación del Ac-HTy.
Respecto a la hidrólisis que sufre el Ac-HTy consistente con una de-esterificación intracelular presumiblemente catalizada por una de las numerosas enzimas de
las células epiteliales intestinales, se podría extrapolar
estos resultados a los derivados secoiridoideos del aceite de oliva virgen atendiendo a su semejanza estructural. Esto nos permite suponer una extensiva hidrólisis
de la fracción secoiridoidea a nivel intestinal, ya que
nunca habían sido detectados ni en sangre ni en orina
tras su ingesta (32,33,35,36), a excepción del trabajo
recientemente publicado por García-Villalba y cols.
(37), donde identifican en orina entre más de 60 metabolitos, conjugados de los derivados secoiridoideos junto a una gran proporción de metabolitos de HTy y Ty
que proceden de su hidrólisis.
En conclusión, los fenoles del aceite de oliva se
absorben a través de las células epiteliales intestinales. De particular interés cabe destacar la mayor absorción del Ac-HTy en comparación al HTy libre,
que junto con la eficiente hidrólisis del Ac-HTy, aumenta la prestación de HTy a los enterocitos. Este
hallazgo apoya la investigación adicional sobre el
uso de Ac-HTy como un profármaco de HTy, al
ofrecer una mayor biodisponibilidad del mismo.
METABOLISMO DEL HTY Y AC-HTY EN UN
SISTEMA MODELO DE HÍGADO MEDIANTE
EL EMPLEO DE CULTIVOS CELULARES DE
HEPG2
Por último y teniendo en cuenta el limitado metabolismo intestinal sufrido por el HTy a su paso
por las células de carcinoma de colon humano, se
dedujo que la extensa biotransformación descrita
para la fracción fenólica del aceite de oliva en los
ensayos de intervención con humanos, ha de tener lugar en otros órganos, como por ejemplo el
hígado. Por ello, se estudió el metabolismo de los
polifenoles objeto del presente trabajo, HTy y AcHTy, en un sistema modelo in vitro con células de
hepatoma humano, HepG2 (50). Los resultados
confirmaron su efectiva metabolización, directamente relacionada con el tiempo de incubación.
Para el caso de HTy, la proporción de metabolitos
identificados representó un 15% tras 2 horas de
incubación frente el 75% a tiempos más largos de
incubación, 18h. La naturaleza química de los metabolitos identificados como resultado de reacciones de conjugación de la fase II, correspondió a la
forma metilada del HTy, alcohol homovanílico,
además de conjugados glucuronidados y metil-glucuronidados. En cuanto a Ac-HTy, de nuevo fue
mejor absorbido y metabolizado por las células
HepG2 que el HTy al registrar sólo el 57 y 9% de
Ac-HTy sin metabolizar en el medio de cultivo tras
2 y 18 horas de incubación, respectivamente. Vale la pena destacar que casi la mitad de los metabolitos generados a partir de Ac-HTy después de
2 horas de incubación correspondió a HTy libre,
que desaparece completamente al cabo de 18 h al
continuar la ruta de metabolización ya descrita para este compuesto (metilación y glucuronización
preferentemente) (Fig. 2). También se identificó la
presencia de glucuronidado de Ac-HTy. No se detectaron en cambio metabolitos sulfatados en ningún caso tras su incubación con las células
HepG2. Además, la síntesis in vitro de derivados
sulfatados de HTy y Ac-HTy empleando microsomas de hígado de rata no resultó efectiva después
de 2 horas de incubación (50), tal vez porque requiera mayores tiempos de reacción a pesar de
que la síntesis de sulfatados de otros compuestos
fenólicos del grupo de flavonoides, quercetina o
isoramnetina, fue llevada a cabo con éxito tras 1
hora de incubación (51). Este perfil metabólico se
asemeja a aquel descrito en plasma y orina en los
estudios de intervención con humanos (29-36).
Los metabolitos sulfatados sólo se han identificado
en la orina de animales tras la administración intravenosa de HTy, lo que indica que los hepatocitos de rata son capaces de sulfatar estos fenoles
(29). Sin embargo, profundizando en la naturaleza
de los más de 60 metabolitos identificados en orina en el estudio de biodisponibilidad abordado por
García-Villalba y cols. (37), concluyeron que las
principales rutas de metabolización seguidas por
los fenoles del aceite de oliva fueron metilación y
glucuronización, al encontrar sólo un metabolito
que coincidió con la masa molecular del sulfatado
de HTy. En conclusión, HTy y Ac-HTy se absorben y metabolizan extensivamente en las células
de hepatoma humano HepG2.
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R. MATEOS BRIZ ET AL.
CONCLUSIONES
El aceite de oliva virgen, como ingrediente típico
de la dieta mediterránea, tiene muchos efectos beneficiosos para la salud asociados en parte a sus constituyentes fenólicos. Las propiedades biológicas de estos compuestos dependen de su biodisponibilidad y
metabolización en el tracto gastrointestinal, y por
ello se ofrecen algunos resultados sobre el HTy,
compuesto de referencia del aceite de oliva en comparación con el Ac-HTy, derivado de HTy también
presente en la fracción fenólica del aceite. Se confirma que ambos compuestos son estables tras la digestión gástrica siendo más sensibles al medio ligeramente alcalino del duodeno. Además, se absorben
a través de las células del epitelio intestinal, aunque
la absorción del Ac-HTy destacó de forma significativa sobre la del HTy libre. La ausencia de glucuronidados de HTy a su paso intestinal y la alta tasa de
compuesto absorbido que se mantuvo sin metabolizar, sugiere su biotransformación en otros órganos
como efectivamente se confirma tras su incubación
con células hepáticas, HepG2. Por último y aunque
los niveles de los fenoles simples como el HTy y Ty
son relativamente bajos en el aceite, por encontrarse fundamentalmente en forma de derivados secoiridoideos y acetatos, éstos aumentan de forma considerable desde la digestión gastrointestinal, absorción
a nivel intestinal y metabolismo hepático por la
apreciable y acumulativa hidrólisis observada para el
compuesto Ac-HTy a HTy libre, y que podría hacer-
ALIM. NUTRI. SALUD
se extensivo a los derivados secoiridoideos. Todo
ello convierte al fenol simple HTy el mejor candidato
para evaluar la actividad biológica que se atribuye a
los polifenoles del aceite de oliva.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido financiado por los proyectos
AGL2007-64042, AGL2007-66373-C04/ALI y
CSD2007-00063 del programa Consolider-Ingenio
del Ministerio Español de Ciencia e Innovación (MICINN); proyecto RTA2007-000036-00-00 del Instituto Nacional de Investigación de los Alimentos,
Agricultura y Tecnología (INIA) y contrato de investigación 110105090014 CSIC-IFAPA●
CORRESPONDENCIA:
Raquel Mateos Briz
Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición
(ICTAN)
Consejo Superior de Investigaciones Científicas
C/ José Antonio Novais, 10
28040 Madrid
e-mail: [email protected]
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1136-4815/11/10-15
ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD
Copyright © 2011 INSTITUTO DANONE
ALIM. NUTRI. SALUD
Vol. 18, N.º 1, pp. 10-15, 2011
Leche de burra. Composición nutricional y
bioactividad
J. A. Gómez-Ruiz, I. Bermeosolo Bidasolo, M. Ramos
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS DE LA ALIMENTACIÓN (CIAL), CSIC-UAM. CAMPUS
DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
RESUMEN
L
ABSTRACT
D
a leche de burra es bien conocida por sus legendarias propiedades cosméticas desde la época de Cleopatra.
Sin embargo, existe mucho menos conocimiento acerca
de sus propiedades nutricionales. En los últimos años, la
leche de burra ha ganado importancia debido a diversos
estudios que muestran su idoneidad para ser utilizada en
alimentación infantil en casos de alergia a la leche de vaca
y cuando no es posible la alimentación materna. La leche
de burra tiene una composición muy similar a la leche humana con una baja concentración de proteínas y grasa, un
contenido adecuado en aminoácidos y una alta concentración de lactosa. Además, estudios recientes han demostrado que la leche de burra presenta varios componentes con
actividad biológica entre ellos la lisozima y, al mismo tiempo, sus proteínas son precursoras de péptidos bioactivos.
onkey’s milk is well known by its legendary cosmetic properties that become popular during the reign of Cleopatra in the ancient Egypt. However, there is much less
knowledge about its nutritional properties. Most recently,
several studies have reported the use of donkey’s milk in
infant nutrition when cow’s milk protein allergy is present
and breastfeeding is not an option. Donkey’s milk shows
similar composition to human milk, with low concentration of proteins and fat, an adequate content in amino
acids, and high lactose concentration. Moreover, recent
research shows that donkey’s milk possesses a number of
components with biological activity (e.g. lysozyme), and its
proteins are precursors of different bioactive peptides.
Palabras claves: Leche de burra. Nutrición. Compuestos bioactivos. Salud.
Key words: Donkey’s milk. Nutrition. Bioactive compounds. Health.
INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente, la leche de burra ha sido conocida por sus legendarias propiedades cosméticas. La
leyenda cuenta que Cleopatra, última reina del Antiguo Egipto, solía darse baños de leche de burra mezclada con miel para mantener su piel joven y tersa.
Las propiedades de la leche de burra eran también
conocidas en el Imperio Romano. Popea, emperatriz de Roma y esposa de Nerón, no sólo se daba ba-
10
ños de leche de burra sino que inventó una mascarilla de pasta empapada en esta leche que se aplicaba
por la noche en la cara para cuidar y mantener la
tersura de la piel. Este hecho parece que va más allá
de ser una simple leyenda y es recogido por Plinio el
Viejo (23-79 d. JC) en su enciclopedia Historia Natural. En la actualidad, existe una gran diversidad de
productos cosméticos que incorporan leche de burra
en su composición. Los efectos beneficiosos de estos productos se atribuyen, principalmente, al alto
contenido en vitaminas de este tipo de leche. En
cuanto a su uso en alimentación, las primeras refe-
Vol. 18, N.º 1, 2011
LECHE DE BURRA. COMPOSICIÓN NUTRICIONAL Y BIOACTIVIDAD
rencias se sitúan en la antigua Grecia. Hipócrates, el
padre de la medicina, recomendaba la leche de burra para el tratamiento de enfermedades infecciosas,
envenenamientos, dolores de articulaciones, etc. En
tiempos más recientes, en la Francia del siglo XIX y
XX, la leche de burra se puso de moda entre la aristocracia y la burguesía tanto por sus propiedades
cosméticas como por sus propiedades nutricionales.
China es el país más popular en la cría de burros
con cerca de ocho millones de cabezas. Sin embargo, en los últimos años, la leche de burra se está poniendo de moda en los países de Europa Occidental,
especialmente en Italia, gracias a su posible uso como sustituto de la leche humana y/o la leche de vaca. Esto ha llevado a que el número de granjas dedicadas a la cría de burros haya aumentado
notablemente en este país introduciéndose nuevas
medidas de control en la producción de la leche de
burra. En este sentido, la Comisión Europea permite
y regula la venta de leche de burra como “leche de
otras especies” en su Reglamento EC 853/2004
(1). Mediante una adecuada planificación de la temporada reproductiva de las burras se ha conseguido
que la producción de leche se mantenga de manera
ininterrumpida a lo largo del año, observándose que
el mayor rendimiento se obtiene cuando el animal
da a luz en verano o invierno (2). Diferentes estudios
muestran que se puede obtener hasta un máximo de
un litro y medio de leche por animal y día, repartido
en tres ordeños cada tres horas (3).
El creciente interés en la leche de burra se basa
principalmente en su posible uso como alternativa a
la leche de vaca en aquellas personas que presentan
alergia a este tipo de leche. Este problema es especialmente importante en edad infantil, donde la alergia a las proteínas de la leche de vaca es la mayor
causa de reacción adversa a los alimentos, afectando
a un 3% de niños en los tres primeros años de vida
(4). Aunque aún no se sabe con certeza los mecanismos que hacen posible su tolerancia, se han publicado numerosos estudios que muestran el consumo de
leche de burra como una terapia adecuada para el
tratamiento de niños que presentan alergia a la leche de vaca mediada o no por anticuerpos IgE (5-7).
Asimismo, debido a su alto contenido en lactosa, la
leche de burra ofrece una alta palatabilidad que la
hace especialmente atractiva para los niños.
En España el uso de leche de burra para alimentación es todavía muy escaso, y las granjas de burros
existentes dedican la mayor parte de la producción
de leche a su exportación a terceros países, especialmente Francia, para la elaboración de cosméticos y
jabones. En los últimos años ha aumentado el número de asociaciones que se encargan de la crianza,
cuidado y mantenimiento de diferentes razas de burros, entre las que está por ejemplo ASZAL (Asociación Nacional de Criadores de la Raza Asnal Zamorano-Leonesa). Estas asociaciones persiguen, entre
otros objetivos, la conservación de razas en peligro
de extinción, promover el conocimiento sobre estos
animales, y su utilización en actividades terapéuticas
como la asinoterapia, terapia asistida con asnos dirigida a niños con discapacidades físicas y/o psíquicas.
COMPOSICIÓN NUTRICIONAL DE LA
LECHE DE BURRA
La leche de burra es una leche de consistencia
muy ligera debido a su baja concentración en proteína y grasa. Es la leche que más se parece en su
composición a la leche humana, con un bajo contenido en proteínas y similar perfil lipídico, una alta
concentración de lactosa, aunque con un mayor
contenido en calcio y fósforo. En la tabla I se recogen lo componentes más importantes de la leche de
burra en comparación con la leche de vaca, la leche
de yegua y la leche humana.
FRACCIÓN NITROGENADA
La leche de burra presenta entre un 1,5% y 1,8%
(p/p) de proteínas, contenido que varía a lo largo de
la época de lactación. Comparada con la leche humana posee una mayor concentración de proteína,
con más cantidad de caseínas y menor cantidad de
proteínas de suero (Tabla I). Por otro lado, en comparación con la leche de vaca presenta menor contenido de proteína, con una proporción
caseína/proteína de suero de 1,3:1 frente a la proporción 4.4:1 de la leche de vaca (8). Además, la leche de burra presenta un alto contenido de lisozima
(∼1 g/L), el doble que la leche humana, mientras
que esta proteína es prácticamente inexistente en la
leche de vaca (9). La baja carga microbiana que presenta generalmente la leche de burra parece estar
relacionada con su alto contenido en lisozima.
La fracción de las proteínas del suero está constituida principalmente por β-lactoglobulina (β-Lg), αlactalbúmina (α-La) y lisozima, siendo la primera la
proteína mayoritaria. Se han identificado diferentes
variantes genéticas para la β-Lg de leche de burra
(10). Otros componentes minoritarios en el suero de
leche de burra son las inmunoglobulinas, la albúmina
sérica y la lactoferrina (11).
La fracción de las caseínas de la leche de burra ha
sido menos estudiada que las proteínas de suero,
aunque en los últimos años ha aumentado de manera considerable el número de estudios sobre esta
fracción. Inicialmente sólo se consiguió identificar la
presencia de αs1-CN y β-CN, las dos caseínas mayo11
J. A. GÓMEZ-RUIZ ET AL.
ALIM. NUTRI. SALUD
TABLA I
TABLA COMPARATIVA DE LA COMPOSICIÓN DE LA LECHE DE BURRA, DE YEGUA, HUMANA Y DE VACA1.
LOS DATOS SE OFRECEN EN G/100 G DE LECHE SALVO QUE SE INDIQUE LO CONTRARIO
Sólidos totales
Proteínas totales
Caseína
Proteínas de suero
Lisozima (mg/mL)
Grasa
Ac. oleico C18:1 ω-92
Ac. linoleico C18:3 ω-62
Ac. linolénico C18:2 ω-32
Lactosa
Ratio caseína:proteína de suero
NPN
Ratio ω6/ω3
Burra
Yegua
Humana
Vaca
8,8-11,7
1,5-1,8
0,64-1,03
0,49-0,80
1,0
0,3-1,8
9,3-10,0
7,6-8,4
5,8-6,8
5,8-7,4
1,3:1
0,18-0,41
1,16
9,3-11,6
1,5-2,8
0,94-1,20
0,74-0,91
1,1
0,5-2,0
12,1-28,3
5,1-15,5
2,8-15,7
5,8-7,0
1,1:1
0,17-0,35
1,19
11,7-12,9
0,9-1,7
0,32-0,42
0,68-0,83
0,5
3,5-4,0
33,3-46,4
6,0-13,0
1,0-3,4
6,3-7,0
0,5:1
0,26-0,32
3,76
12,5-13,0
3,1-3,8
2,46-2,80
0,55-0,70
trazas
3,5-3,9
16,7-27,1
1,6-3,0
0,5-1,8
4,4-4,9
4,4:1
0,1-0,19
2,64
1
Datos obtenidos de referencias (9,13,18,15)
2
% con respecto al total de ácidos grasos
ritarias de la leche de burra (9,12). Sin embargo, recientemente se ha conseguido identificar la presencia de αs2-CN y κ-CN con diferentes grados de fosforilación y glicosilación, además de varias variantes
genéticas de la αs1-CN mediante el uso de técnicas de
espectrometría de masas (13,14).
La leche de burra presenta también una importante cantidad de nitrógeno no proteico (NPN), con
valores más elevados que en la leche de vaca y similares a los que se encuentran en la leche humana
(Tabla I). Aunque no se han realizado estudios sobre
la composición del NPN en leche de burra, se sabe
que en la leche humana está constituido fundamentalmente por urea y nucleótidos. Con respecto a su
contenido en aminoácidos, destacan los altos niveles
de Ser, Glu, Arg y Val, y los bajos niveles de Cys en
comparación con la leche de vaca. Además, presenta un mayor porcentaje de ocho aminoácidos esenciales en comparación con la leche de vaca o de yegua (15).
ción es más parecida a la de la leche humana, cuyo
principal triglicérido es el POO (∼ 24%), que a la de
la leche de vaca. Con respecto a la composición en
ácidos grasos, los ácidos grasos saturados alcanzan
un 67,6% del total de ácidos grasos, mientras que
los ácidos grasos monoinsaturados y ácidos grasos
poliinsaturados (PUFA) suponen aproximadamente
un 15,8% y un 16,6%, respectivamente (17). Entre
los ácidos grasos saturados los más abundantes son
el ácido cáprico (C10:0) que representa el 18,65% de
total de ácidos grasos y el ácido palmítico (C16:0) con
un 11,47%. El ácido oleico (C18:1 ω-9) es el más
abundante entre los ácidos grasos monoinsaturados,
mientras que el ácido linoleico (C18:2 ω-6) es el mayoritario entre los PUFA, aunque también se detectan
cantidades importantes de ácido linolénico (C18:3 ω-3)
(17). Comparada con otros tipo de leche, la leche de
burra presenta unos niveles de PUFA mayores que
los de la leche de yegua, y un ratio ω-6/ω-3 de
1,16, menor que el encontrado en leche de vaca y
leche humana (Tabla I).
FRACCIÓN LIPÍDICA
OTROS COMPUESTOS
La fracción lipídica de la leche de burra se ha investigado mucho menos que la fracción nitrogenada. Se sabe que la leche de burra posee entre un
0,3% y 1,8% (p/p) de grasa (Tabla I), un contenido
mucho menor que la leche humana y la leche de vaca. Los triglicéridos mayoritarios de la leche de burra
son el POLn (ácido palmítico-ácido oleico-ácido linolénico) con un 6,69%, el POO (ácido palmítico-ácido oleico-ácido oleico) con un 6,22% y el PPO (ácido palmítico-ácido palmítico-ácido oleico) con un
5,25% del total de triglicéridos (16). Esta composi-
La leche de burra presenta una composición mineral semejante a la de la leche humana aunque
contiene mayores niveles de calcio y fosfato. Sin
embargo, comparada con la leche de vaca posee
menor concentración de estos dos minerales. Los
bajos niveles de fosfato, junto con la baja concentración de proteínas, podrían explicar los valores más
elevados de pH (∼ 7,2) de la leche de burra comparada con la leche de vaca. Además de calcio y fosfato que han sido detectados con valores medios de
676 mg/kg y 487 mg/kg, respectivamente, la leche
12
Vol. 18, N.º 1, 2011
LECHE DE BURRA. COMPOSICIÓN NUTRICIONAL Y BIOACTIVIDAD
de burra también presenta importantes cantidades
de potasio (497 mg/kg) (17).
En cuanto a los azúcares de la leche de burra, se
sabe que contiene elevadas cantidades de lactosa
(entre 5,8-7,4 g/100 g), que como se ha comentado anteriormente le confiere una adecuada palatabilidad. Esta concentración de lactosa favorece el papel de la leche de burra como medio de cultivo de
microorganismos probióticos, además de optimizar
la absorción intestinal de calcio (9). El contenido de
lactosa en la leche de burra es mayor que en la leche
de vaca y similar al que se encuentra en la leche humana. La presencia de otros azúcares minoritarios
no ha sido estudiada en la leche de burra.
BIOACTIVIDAD DE LA LECHE DE BURRA
Además del excelente valor nutricional que posee
la leche de burra, recientemente se ha empezado a
mostrar interés por la posible actividad biológica de
sus diferentes componentes. En un principio, este
interés se ha centrado en sus propiedades hipoalergénicas y su posible uso como sustituto en pacientes
con alergia a la leche de vaca. Si bien los mecanismos implicados en la tolerancia a la leche de burra
no se conocen totalmente, existen varias hipótesis
que podrían explicar este hecho. Por un lado, se
cree que el balance caseína:proteínas de suero de la
leche de burra juega un papel importante ya que se
conoce que la leche de vaca con un porcentaje caseína:proteínas de suero 40:60 (similar al de la leche
de burra) es menos alérgenica que la leche de vaca
natural (18). Por otro lado, y aunque se sabe que
también las caseínas de la leche de vaca presentan
un importante potencial alergénico, la ausencia de
β-Lg en la leche humana y su presencia en la leche
de vaca ha hecho que se considere a esta proteína la
principal responsable de la alergia a la leche de vaca
en edad infantil. Estudios recientes llevados a cabo
por tres grupos de investigación noruegos ha revelado que la β-Lg equina, con una elevada homología
con la β-Lg de la leche de burra, es más susceptible
a la hidrólisis duodenal que la β-Lg bovina (19). Esta
mayor digestibilidad podría explicar, al menos en
parte, la menor alergenicidad de la leche de burra.
Con respecto a la fracción lipídica, el elevado contenido de ácidos grasos ω-3 en la leche de burra parece jugar un papel muy importante en el desarrollo
neurofísico del recién nacido. Además, la baja relación ácidos grasos ω6/ω3 existente en la leche de
burra favorece una menor producción de eicosanoides pro-inflamatorios, hecho favorable en la protección frente a patologías asociadas al síndrome
metabólico como la diabetes o enfermedades cardiovasculares. La leche de burra también presenta una
importante concentración de ácidos grasos de cadena media (especialmente ácido láurico y ácido cáprico), los cuales han sido descritos por poseer actividad
vasodilatadora y por participar junto con los ácidos
grasos de cadena corta en la defensa del organismo
frente al estrés oxidativo (20).
En los últimos años se han publicado varios estudios sobre la actividad biológica de la fracción proteica de la leche de burra. La lisozima, ampliamente
conocida por su actividad antimicrobiana, es especialmente abundante en la leche de burra como se
ha comentado anteriormente. Esta proteína junto
con otras presentes en la leche como inmunoglobulinas, lactoferrina y/o la lactoperoxidasa podrían jugar un papel clave en el tracto digestivo de los niños
reduciendo la aparición de infecciones gastrointestinales. Asimismo, recientemente se ha publicado un
estudio sobre la actividad antiproliferativa y antitumoral de la leche de burra frente a células de cáncer
de pulmón. Entre las diferentes fracciones estudiadas la que presentó mayor actividad contenía una alta concentración de lisozima (21).
Muchas proteínas lácteas actúan como precursoras de péptidos que, además de su valor nutricional,
pueden desarrollar diferentes actividades biológicas
a nivel fisiológico. Son los denominados péptidos
bioactivos. Las proteínas lácteas se consideran la
fuente más importante de péptidos bioactivos (22).
Estos péptidos derivados de las caseínas y las proteínas de suero han demostrado poseer diferentes actividades biológicas como son, entre otras, actividad
opiácea, actividad antihipertensiva y/o inhibidora de
la actividad de la Enzima Convertidora de Angiotensina (actividad IECA), actividad antimicrobiana, actividad inmunomoduladora, transporte de minerales y
actividad antitrombótica (23). Entre los péptidos más
estudiados se encuentran los péptidos antihipertensivos y más concretamente los péptidos con actividad IECA. Aunque últimamente se han publicado
varios estudios sobre la bioactividad de la leche procedente de otras especies como oveja, cabra, yegua,
búfala o camello (24), a día de hoy existe un gran
desconocimiento sobre el potencial de la leche de
burra como fuente de péptidos bioactivos. En este
sentido, en nuestro laboratorio se ha llevado a cabo
recientemente una simulación de la digestión gastrointestinal en leche de burra caracterizándose el
perfil peptídico resultante mediante cromatografía
de líquidos acoplada a espectrometría de masas en
tándem (HPLC-MS/MS) (25). Se ha identificado la
secuencia de aminoácidos de 46 péptidos procedentes de diferentes proteínas de leche de burra, 30 de
los cuales derivaron de la β-CN. Además, se estudió
la actividad IECA del hidrolizado gastrointestinal obteniéndose un IC50 de 273,0 ± 27,9 µg/mL, valor
similar al descrito en la digestión in vitro de la leche
humana (26). Uno de los péptidos mayoritarios que
resistieron la hidrólisis fue sintetizado y se ha comprobado que presenta una potente actividad IECA.
13
J. A. GÓMEZ-RUIZ ET AL.
ALIM. NUTRI. SALUD
Fig. 1. Características nutricionales y compuestos bioactivos de la leche de burra.
Varios de los péptidos identificados presentaron asimismo características propias de péptidos bioactivos
identificados en la literatura, especialmente péptidos
antioxidantes y péptidos opiáceos. Actualmente se
están llevando a cabo diferentes estudios en nuestro
laboratorio para confirmar estas bioactividades.
Además de otras actividades identificadas en hidrolizados enzimáticos de leche de burra, como la
reciente actividad antimicrobiana descrita por varios
grupos (27, 28), esta leche posee de manera natural
en su composición diferentes péptidos hormonales
que parecen actuar a nivel del intestino ejerciendo
un efecto protector y favoreciendo su desarrollo (6).
Incluso, se ha identificado en la leche de burra un
factor epidérmico de crecimiento que está implicado
en el crecimiento y maduración de la mucosa intestinal durante los primeros meses de lactación (29).
CONSIDERACIONES FINALES
La leche de burra puede considerarse una buena
alternativa en los casos que la leche humana no esté
disponible y aparezcan alergias a la leche de vaca
que hagan imposible el uso de fórmulas infantiles. A
pesar que la producción de leche de burra por día
no se puede comparar con la de otras leches más
tradicionales como la leche de vaca, oveja o cabra,
este tipo de leche posee una adecuada composición
nutricional que entre otras cosas determina una baja
carga renal de solutos que la hace especialmente indicada para dietas infantiles. Además, la leche de burra es una fuente importante de moléculas con acti-
14
vidades biológicas, entre ellas proteínas como la lisozima y ácidos grasos poliinsaturados, así como de
péptidos bioactivos derivados de sus proteínas constituyentes (Fig. 1). La continúa proliferación de granjas de cría de este animal, en un principio dedicadas
a la comercialización de la leche de burra como materia prima para la fabricación de cosméticos y al
uso terapéutico de los animales, deja la puerta abierta al futuro uso de la leche de burra como parte de
nuestra alimentación.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a Jesús de Gabriel Pérez
de ASZAL (Asociación Nacional de Criadores de la
Raza Asnal Zamorano-Leonesa) por compartir sus
conocimientos sobre estos animales y por proporcionarnos muestras de leche. Se agradece también
el apoyo económico a los proyectos AGL200801713, Consolider Ingenio 2010 FUN-C-Food
CSD2007-00063 y P2009/AGR-1469●
CORRESPONDENCIA:
J. A. Gómez-Ruiz
e-mail: [email protected]
Vol. 18, N.º 1, 2011
LECHE DE BURRA. COMPOSICIÓN NUTRICIONAL Y BIOACTIVIDAD
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1136-4815/11/16-23
ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD
Copyright © 2011 INSTITUTO DANONE
ALIM. NUTRI. SALUD
Vol. 18, N.º 1, pp. 16-23, 2011
Hongos medicinales: prevención y apoyo al
tratamiento del cáncer
J. Llargués Truyols1, N. Mach Casellas1,2
1
ÀREA DE CIÈNCIES DE LA SALUT. INSTITUT INTERNACIONAL DE POSTGRAU DE LA
UNIVERSITAT OBERTA DE CATALUNYA (UOC). BARCELONA, ESPAÑA. 2ANIMAL BREEDING AND
GENOMICS CENTRE. WAGENINGEN UR LIVESTOCK RESEARCH. LELYSTAD, HOLANDA
RESUMEN
E
n Occidente, el desarrollo de cánceres asociados a
la dieta representa un 30%. En este sentido, es cada vez
más relevante el papel inmunoprotector de numerosas
sustancias contenidas en los alimentos, como es el caso de
determinados hongos medicinales que pueden alterar aspectos genéticos y epigenéticos del individuo e influir sobre su salud. Investigaciones científicas realizadas en las últimas décadas perfilan los hongos como una potente
herramienta en oncología por sus propiedades inmunomoduladoras y antitumorales y por constituir una forma
no agresiva de tratamiento y paliativa de los efectos colaterales de la quimioterapia y radioterapia. La presente revisión sobre algunos hongos medicinales en la prevención
y apoyo al tratamiento del cáncer tiene como objetivo
plasmar la información contenida en los diversos estudios
científicos consultados, que evidencian cómo la respuesta
inmunológica de nuestro organismo puede ser modulada
por diversos compuestos presentes en los hongos, especialmente los β-glucanos, por sus propiedades antimutagénicas e inmunomoduladoras.
Palabras clave: Cáncer. Hongos medicinales. Prevención. Apoyo al tratamiento del cáncer.
INTRODUCCIÓN
El hombre del siglo XXI es el resultado de millones de años de evolución biológica. Nuestros genes
han evolucionado adaptando nuestro organismo a
las diferentes formas de alimentación, que los cambios en el ambiente impusieron a nuestros ancestros
(Campillo, 2009). En el transcurso de este proceso,
16
ABSTRACT
I
n Western countries, the rise of cancers associated directly to diet accounts for 30% of cases. In this sense, there is a definite awareness of the importance of the immuno-protective role of many substances contained in foods,
and those of certain medical mushrooms, which can alter
genetic and epigenetic aspects of the person and influence
his/her health. Scientific research in recent decades consider medical mushrooms a powerful tool in oncology, due
to their immuno-modulating and anti-tumoral properties
and for being a non-aggressive and palliative treatment of
side effects of chemotherapy and radiotherapy.
This review on the medical mushrooms’ role in the prevention and in cancer treatment support, aims to capture
the information contained in the scientific studies consulted, showing how our organism’s immune response can
be modulated by different mushrooms compounds, especially the β-glucans, for their anti-mutagenic and immunomodulating properties. .
Key words: Cancer. Medical mushrooms. Prevention.
Support to cancer treatment.
la dieta ha moldeado profundamente nuestra capacidad metabólica y ha allanado el camino hacia la aparición de enfermedades modernas (Mead, 2007).
La occidentalización comporta numerosos cambios en la alimentación y en el estilo de vida, lo cual
incluye un excesivo consumo de carne, productos
lácteos, azúcar, otros carbohidratos refinados (Key,
2004) y el sedentarismo. En los países occidentales,
se considera que el desarrollo de cánceres asociados
Vol. 18, N.º 1, 2011
HONGOS MEDICINALES: PREVENCIÓN Y APOYO AL TRATAMIENTO DEL CÁNCER
a la dieta representa un 30%, convirtiéndola, después del tabaco, en un importante factor de prevención (Key, 2004).
Los principales factores de riesgo de desarrollo de
cáncer más extensamente relacionados con la dieta
son el sobrepeso y la obesidad, implicando una mayor incidencia de cánceres de esófago, colorrectal,
mama (postmenopáusico), endometrio y riñón (Key,
2004). Un cambio en el régimen de vida, que incluya el binomio dieta equilibrada-ejercicio, con un elevado porcentaje de ingesta de cereales integrales,
frutas y hortalizas y el abandono de hábitos tóxicos
como el alcohol o el tabaco (Ferlay, 2007), podría
reducir, la incidencia global de cáncer.
El cáncer es una enfermedad poligenética y multifactorial. En el año 2006 se diagnosticaron en Europa alrededor de 3.191.600 casos de cáncer (excluyendo el melanoma de piel) y se produjeron
1.703.000 muertes por cáncer (Ferlay, 2007). Las
interacciones gen-dieta, son en la actualidad intenso
objeto de estudio por parte de distintas disciplinas,
entre las que la nutrigenómica funcional, enfocada al
estudio de los efectos de los nutrientes en la expresión e interacción de los genes, proteínas y metabolitos y su relación con la etiología o prevención de
determinadas enfermedades (Mitrol y Mota, 2008),
desempeñará en un futuro un papel preponderante.
Se han observado numerosos compuestos de la dieta que pueden alterar aspectos genéticos y epigenéticos del individuo y, por tanto, influir sobre su salud
(Aguilera, 2009). La presencia de micronutrientes
esenciales en la alimentación (vitaminas y minerales)
y de macronutrientes (proteínas, lípidos e hidratos
de carbono) en su justa proporción, son factores indispensables para mantener la homeostasis del organismo, asociándose su deficiencia a alteraciones del
metabolismo, que pueden ocasionar daños irreversibles en el ADN. Tanto los nutrientes esenciales, como el calcio, zinc, selenio, ácido fólico, vitaminas C
y E, como los nutrientes no esenciales y componentes bioactivos de determinados alimentos, parecen
desempeñar un rol significativo en la influencia sobre procesos celulares implicados tanto en la salud
como en la resistencia a enfermedades (Aguilera,
2009), representando una estrategia efectiva, prudente y no invasiva en la reducción de la prevalencia
de cáncer (Milner, 2004). En este sentido, es interesante resaltar el rol potencial de los componentes
bioactivos presentes en los alimentos, tales como fitoquímicos, fungoquímicos, zooquímicos y bacterioquímicos en la prevención y apoyo al tratamiento
del cáncer. Los fitoquímicos y fungoquímicos, grupo
al que pertenecen los hongos medicinales, de relevante trascendencia en la prevención de diversas patologías, se definen especialmente como inmunomoduladores e inhibidores del crecimiento de
tumores, mientras que los zooquímicos actúan de
forma positiva sobre el metabolismo de los lípidos y
los bacterioquímicos regulan la función reproductiva
(Ji, 2008) y el equilibrio de la microbiota intestinal
(Aida, 2009 y Aguilera, 2009) (Tabla I). La información anteriormente expuesta pone de manifiesto,
una vez más, la importancia que un estilo de vida saludable y unos correctos hábitos alimentarios desempeñan en nuestra salud y la necesidad de fomentarlos en la población en general desde la más tierna
infancia. Dada la extensa bibliografía disponible sobre el tema y los numerosos y rigurosos estudios
científicos publicados acerca del papel de las sustancias biológicamente activas y determinados nutrientes esenciales y no esenciales contenidos en los alimentos, así como la estrecha relación entre hábitos
de vida y cáncer, la aportación de esta revisión, consistirá en describir los efectos de los fungoquímicos
y, en consecuencia, los compuestos contenidos en
algunos de los hongos medicinales hasta ahora estudiados y sus propiedades antimutagénicas e inmunomoduladoras. Secundariamente, se intentará corroborar y apoyar la ampliamente contrastada hipótesis
de la importancia de un estilo de vida saludable, tanto en la prevención como en el apoyo al tratamiento
del cáncer y en la minimización de sus efectos colaterales.
TABLA I
NUTRIENTES NO ESENCIALES Y COMPONENTES
BIOACTIVOS QUE PUEDEN ACTUAR A NIVEL
GENÉTICO O EPIGENÉTICO
Concepto
Descripción
Fitoquímicos
Se definen como inhibidores del crecimiento de tumores, con marcada acción anticancerígena: carotenoides, flavonoides, índoles, isotiocianatos, polifenoles, alildisulfuro, monoterpernos, isoflavonas,
lignanos, saponinas.
Zooquímicos
Con efectos positivos sobre el metabolismo lipídico, previendo enfermedades asociadas directamente a dicho metabolismo: ácido linoleico
conjugado, ácidos grasos omega 3 y folatos.
Fungoquímicos
Muestran propiedades para retardar el crecimiento de tumores y estimular la respuesta inmunológica del organismo, activando los macrófagos, linfocitos T e interleuquinas: β-glucanos,
lentinanos, esquizofilanos y otros compuestos
polisacarídicos de los hongos.
Bacterioquímicos Regulan la función reproductiva y el equilibrio de
la microbiota intestinal: Equol (un metabolito de
la daidzeina, otra isoflavona de soja, secuestra literalmente la DHT libre, ligándose a ella e impidiendo su unión al receptor androgénico, regulando la función reproductiva), butirato y otros
compuestos formados por la fermentación específica de fibras dietéticas por la microbiota intestinal endógena y exógena
Fuente: Aguilera, 2009.
17
J. LLARGUÉS TRUYOLS Y N. MACH CASELLAS
ALIM. NUTRI. SALUD
nan rápidamente los niveles de cáncer de sus países
de origen y adquieren los de mayor incidencia en su
nueva residencia, en ocasiones en una sola generación. Así, mujeres japonesas que emigraron a California, dejaron atrás elevados niveles de cáncer gástrico de su país natal, sustituyéndolos por una
elevada incidencia de cáncer de mama y colorrectal
del país huésped (Boyle, 2003). Existen evidencias
científicas sobre la prevención del cáncer, estimándose que hasta un 80-90% de los cánceres de las
poblaciones de países industrializados, pueden atribuirse a causas ambientales en el más amplio sentido del término, englobando prácticas alimentarias,
culturales y sociales, motivo por el cual la prevención primaria del cáncer constituye una importante
área de salud pública (Boyle, 2003).
CÁNCER: PREVALENCIA E INCIDENCIA
Las primeras descripciones de cáncer aparecen
ya en antiguos escritos médicos chinos y árabes (Milner, 2004). Actualmente, en España se diagnostican
alrededor de 162.000 nuevos casos anuales de cáncer, sin contar el cáncer de piel no-melanoma (López-Abente, 2004). En las últimas décadas, sin embargo, la incidencia de cáncer múltiple (CM),
definido por la International Agency for Research on
Cancer (IARC) como "la existencia de dos o más
cánceres primarios (CP) que no son ni extensión, ni
recurrencia, ni metástasis y que están localizados en
lugares diferentes, o en el mismo lugar si son histológicamente diferentes", está aumentando en casi
todo el mundo desarrollado (Lana, 2008). El incremento de la incidencia de cáncer en Europa de 2,9
millones en 2004 a 3,2 millones en 2006, demuestra que esta patología sigue siendo actualmente un
importante problema de salud pública, tanto en términos de morbimortalidad como de impacto socioeconómico y sobre la calidad de vida, que se agravará con el progresivo envejecimiento de la población
(Ferlay, 2007). En Europa, el 70% de los cánceres
de mama afectan principalmente a mujeres a partir
de 49 años (Curado, 2007), siendo este el cáncer
con mayor incidencia en la comunidad europea en
el año 2006 (13,5%), seguido del cáncer colorrectal
(12,9%) y del cáncer de pulmón (12,1%) (Tabla II;
Ferlay 2007).
MICOTERAPIA Y HONGOS: CONCEPTO Y
GENERALIDADES
El primer libro donde se citaron hongos medicinales fue el Libro de las hierbas de Shen Nongs (2700
a. C.). Después, Li Shih-chen, durante la dinastía
Ming, en otro tratado, recogió información de más
de 20 especies de hongos (Ying, 1987).
Del griego mykes (hongo) y therapeia (tratamiento), la micoterapia se define como la ciencia que estudia la aplicación de hongos en la salud, con el objetivo de prevenir, atenuar o curar un estado
patológico (Fernández de Ana, 2010). Hongo o seta es la parte floral de un organismo mucho más
grande y complejo que se desarrolla generalmente
bajo tierra, el micelio, una fina y tupida red de hilos
orgánicos que puede alcanzar grandes extensiones y
da sus frutos en determinadas épocas del año, produciendo unos órganos sexuales que afloran a la superficie para conquistar nuevos territorios, gracias a
la dispersión ambiental de las esporas o semillas
A la vista de estos datos, se observa que los cánceres de mama y colorrectal tienen una alta incidencia en Europa, destacando en numerosos estudios
que una alimentación desequilibrada, la ingesta excesiva de alcohol, la obesidad y el sedentarismo son
factores de riesgo para su desarrollo, mientras que,
como se ha comentado anteriormente, la incidencia
de cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer podría
disminuir mediante un adecuado control del tabaco
(Ferlay, 2007). Diferentes poblaciones alrededor del
mundo muestran distintos tipos de cáncer. Estudios
realizados en inmigrantes señalan que estos abando-
TABLA II
ESTIMACIÓN DE LOS CÁNCERES CON MAYOR INCIDENCIA Y MORTALIDAD EN EUROPA EN EL AÑO 2006
Tipo de cáncer
Estimación casos
diagnosticados 2006 (*)
429.900
%
Muertes por cáncer 2006
%
13,50
131.900
7,70
Colorrectal
412.900
12,90
207.400
12,20
Pulmón
386.300
12,10
334.800
19,70
Otros
1.962.500
61,50
10.28.900
60,40
Total
3.191.600
100,0
1.703.000
100,00
Mama
Fuente: Ferlay, 2007. (*) excluidos cánceres de piel no-melanoma.
18
Vol. 18, N.º 1, 2011
HONGOS MEDICINALES: PREVENCIÓN Y APOYO AL TRATAMIENTO DEL CÁNCER
(Gavalda, 2010). Los micelios micorrizan la mayor
parte de árboles del planeta, así como un gran número de plantas, protegiéndolas de un sinfín de patologías, alargándoles la vida y manteniendo una relación simbiótica con sus raíces. Los micelios
aportan, a árboles y plantas, minerales que extraen
del suelo y determinadas hormonas de crecimiento y
estas, a su vez, les suministran azúcares y otros compuestos orgánicos energéticos que los hongos no
son capaces de sintetizar. Cuando el árbol o la planta mueren, los micelios se encargan de transformar
la materia muerta en compuestos químicos útiles para la vida (Gavalda, 2010). Durante milenios, los
hongos han sido utilizados para el consumo humano
por sus características organolépticas, aromáticas,
nutritivas y medicinales, introduciéndose progresivamente en la medicina occidental (Carvalho, 2006).
En las últimas décadas se están desarrollando interesantes investigaciones científicas en Occidente sobre
los compuestos bioactivos contenidos en determinados alimentos, así como los fungoquímicos presentes en los hongos y sus mecanismos de acción en el
tratamiento de distintas enfermedades, tanto por su
capacidad inmunomoduladora como terapéutica.
Utilizados por la Medicina Tradicional China (MTC)
desde tiempo inmemorial, algunos hongos se describen en la actualidad como alimentos funcionales,
considerándolos lo que en la literatura anglosajona
se conoce como “Biological Response Modifiers”
(BRM), concepto que, como el de alimento funcional, está a medio camino del alimento simple y del
nutracéutico o medicamento (Piqueras, 2004), dada
su capacidad para activar el sistema inmunológico
del huésped, con unas propiedades únicas que han
influenciado de manera importante la historia del
ser humano, religión y cultura (Robles-Hernández,
2008). En las distintas especies de hongos estudiadas hasta ahora se han identificado numerosas
moléculas bioactivas, incluyendo sustancias antitumorales, como los β-glucanos, lentinanos, esquizofilianos y otros polisacáridos (Wasser, 2002),
compuestos en los que se han investigado propiedades para retardar el crecimiento de tumores y
estimular la respuesta inmunológica del organismo, activando los macrófagos, linfocitos-T e interleuquinas (IL). Los polisacáridos derivados de los
hongos, especialmente en la forma de β-glucanos,
uno de los principales componentes de la pared celular de la mayoría de hongos y plantas, están siendo cada vez más utilizados como suplemento en la
dieta con intención terapéutica en cáncer (Chan,
2007). Ejemplos ilustrativos de algunas de estas investigaciones quedan patentes en los lentianos y
otros glucanos aislados del hongo Shiitake (Lentinus edodes). Los lentianos del Shiitake han mostrado interesantes propiedades antitumorales en el sarcoma 180 y otros tipos de tumor (Wasser, 2002),
mientras que los α-glucanos del Shiitake administrados a dosis de 50 mg/kg de peso corporal a ratones
BALB/C, con implantes sólidos de sarcoma 180,
mostraron su efectividad con un promedio de inhibición del tumor del 42% (Zhang 2002).
PREVENCIÓN Y APOYO AL
TRATAMIENTO DEL CÁNCER
En la tierra existen alrededor de 140.000 especies distintas de hongos. En la actualidad, se conoce
aproximadamente el 10%, habiéndose identificado
más de 270 especies con propiedades inmunoterapéuticas, de las cuales 50 especies de hongos no tóxicos han mostrado potencial inmunocéutico en experimentos con animales y tan solo algunas de estas
especies han sido estudiadas en cánceres humanos
(Standish, 2008). Sin embargo, el término “hongo
medicinal” está ganando progresivamente reconocimiento mundial y los últimos avances en tecnología
química permiten aislar y purificar algunos de sus
principales compuestos, especialmente los polisacáridos que poseen una poderosa actividad inmunomoduladora y anticancerígena (Smith, 2002) mostrando la investigación y experiencia en países de
Asia y Europa Occidental, que los hongos podrían
jugar un importante papel en la prevención y tratamiento del cáncer (Lindequist, 2005).
PREVENCIÓN DEL CÁNCER
La gastronomía y la farmacopea de la Medicina
Tradicional China (MTCH) han utilizado desde tiempo inmemorial determinadas setas, como el Shiitake
(Lentinus edodes), el Reishi (Ganoderma Lucidum)
o el Maitake (Grifola frondosa), tanto en la prevención como en el tratamiento de enfermedades y,
aunque su actividad inmunomoduladora y anticancerígena ha constituido una de las principales aplicaciones terapéuticas de los hongos, se han investigado paralelamente sus propiedades antimicrobianas y
antioxidantes, así como la utilización de sus extractos para el tratamiento de distintas patologías, como
la hipercolesterolemia, hipertensión arterial o diabetes (Sullivan, 2006). El valor nutricional de los hongos debería tenerse también en cuenta (Lindequist,
2005). Los hongos son ricos en proteínas, especialmente en su forma seca, en fibra, con gran capacidad prebiótica, vitaminas, especialmente riboflavina
y niacina, así como minerales y enzimas. Son relativamente pobres en azúcares simples y grasas. Sin
embargo, su valor terapéutico no reside tanto en sus
nutrientes, sino, como se ha comentado, en sus
principios activos, muy especialmente los polisacáridos, por su acción inmunomoduladora. Los hongos
19
J. LLARGUÉS TRUYOLS Y N. MACH CASELLAS
constituyen, además, un excelente ejemplo de alimento-medicina, dada su riqueza en compuestos
con capacidad para modular la expresión de los genes en determinados tipos de cáncer (Chen, 2005)
que, al igual que el resto de nutrientes esenciales y
no esenciales que podemos ingerir a partir de una
dieta sana-equilibrada-suficiente, algunas variedades
pueden incluirse de forma habitual, en numerosos
platos de nuestra cocina diaria. La mayoría de hongos medicinales son comestibles: Shiitake (Lentinus
edodes), Maitake (Grifola frondosa), Champiñón
del Sol (Agaricus Blazei Murrill), Champiñón de
París (Agaricus Bisporus), Seta de Ostra (Pleurotus
ostreatus), etc. Dada la facilidad con la que pueden
encontrarse frescos o algunas variedades deshidratados, podemos beneficiarnos tanto de sus propiedades nutricionales como preventivas del cáncer durante todo el año. En su forma seca podemos
añadirlos a la cocción de caldos, sopas, purés de
verduras, cereales integrales, legumbres, etc. En su
forma fresca pueden cocinarse a la plancha con ajo
y perejil, incorporarse como un ingrediente más a
masas para croquetas o hamburguesas, mezclarse
con proteína vegetal, como el tofu, el tempeh o el
seitan, saltearse con verduras, etc. En Oriente, además de su utilización a nivel gastronómico y terapéutico, las setas medicinales se han tomado durante siglos en decocción, posibilitando así la extracción de
los β-glucanos y otros polisacáridos para que sean
biodisponibles (Gavalda, 2010) y puedan pasar al torrente sanguíneo por vía digestiva, como es el caso
del Reishi (Ganoderma Lucidum) que, debido a su
sabor amargo, se consume tradicionalmente como
un extracto en agua caliente (Hobbs, 1995) utilizándose solamente con fines medicinales, ya sea en decocción, extracción acuosa, alcohólica, glicerínica,
etc. (Gavalda, 2010). En tiendas especializadas encontraremos Reishi laminado que podremos incorporar a nuestras infusiones, beneficiándonos así de
sus magnificas propiedades inmunomoduladoras.
APOYO AL TRATAMIENTO DEL CÁNCER
A pesar de la extensa bibliografía existente y de
los estudios realizados en las últimas décadas, los
hongos comprenden todavía un vasto y aún inexplorado camino de potentes nuevos productos farmacéuticos, representando una ilimitada fuente de polisacáridos con propiedades antitumorales e
inmunoestimulantes, la mayoría de los cuales pertenecen, como se ha visto, al grupo de los β-glucanos.
Los polisacáridos de los hongos previenen la oncogénesis, muestran una actividad antitumoral directa
contra diversos tumores y previenen la metástasis.
No atacan directamente las células cancerígenas, sino que sus efectos antitumorales se deben a la activación de distintas respuestas inmunológicas en el
20
ALIM. NUTRI. SALUD
huésped, estimulando las células natural killer (NK),
los linfocitos T y las respuestas inmunológicas dependientes de los macrófagos (Wasser, 2002), pudiendo resumirse sus principales propiedades antitumorales e inmunomoduladoras en los siguientes
puntos: a) prevención de la oncogénesis, a través del
consumo oral de los hongos o de sus preparaciones;
b) actividad antitumoral directa contra diversos tipos
de tumores; c) actividad inmunopotenciadora contra
los tumores en combinación con quimioterapia; d)
Efecto preventivo de metástasis (Wasser, 2002). Si
bien existen similitudes estructurales y funcionales de
los β-glucanos contenidos en los hongos, como veremos en la revisión de Reishi (Ganoderma Lucidum), Maitake (Grifola Frondosa) y Cola de Pavo
(Trametes versicolor, Polyporus versicolor o Coriolus versicolor), estos difieren en su efectividad contra
tumores específicos y su habilidad en obtener distintas respuestas celulares, particularmente en la expresión y la producción de citoquinas (Mayell, 2001). El
Reishi (Ganoderma Lucidum), conocido en Oriente
como el hongo de la inmortalidad, ha sido tradicionalmente utilizado por la MTCH para favorecer la
salud, la longevidad y para el tratamiento de cáncer,
así como en la prevención y tratamiento de gran número de enfermedades, ya sea en forma de té, polvo
o extracto (Thyagarajan, 2007). El polvo seco de
Reishi fue popular en la antigua China, utilizándose
como agente quimioterápico en cáncer (Sliva,
2004). Así mismo, sus componentes bioactivos se
han estudiado, además del cáncer, en el tratamiento
de hipertensión, diabetes, hepatitis y sida (Rusell,
2006). Algunos de los triterpenos aislados de Reishi,
evidencian, asimismo, actividad citotóxica contra células in vitro de sarcoma y carcinoma de pulmón de
ratones (Min, 2000). Es interesante mencionar que
el ganoderato de metilo aislado del Reishi, administrado vía intraperitoneal (28 mg/kg), ha mostrado su
efectividad por su capacidad inmunomoduladora, en
la inhibición del crecimiento y metástasis in vivo del
carcinoma de Lewis en ratones C57BL/6 (Wang,
2007). El Reishi podría sin duda beneficiar también
a los pacientes con cáncer de próstata, el tercer tumor más frecuente en varones españoles y la tercera
causa de muerte por cáncer, cuya incidencia aumenta con la edad (Granado, 2006). Estudios realizados
con Reishi, mostraron su efectividad al inhibir el crecimiento de células humanas de cáncer de próstata
altamente invasoras, deteniendo el ciclo celular en
fase G2/M e induciendo a la apoptosis celular
(Jiang, 2004). La potente actividad inmunomoduladora de Maitake (Grifola frondosa) y sus posibles
aplicaciones en cánceres humanos ha sido estudiada
tanto en su fracción-D, aislada por Nanba en 1984
y compuesta por una mezcla de proteínas y polisacáridos con una cadena principal de β-(1-6)-glucano
y con ramificaciones de β-(1,3)-glucano (Illana-Esteban, 2008), como en su fracción-DM, obtenida por
Nanba y Kubo en la década de 1990, a partir de la
purificación de la fracción-D de Maitake y más bio-
Vol. 18, N.º 1, 2011
HONGOS MEDICINALES: PREVENCIÓN Y APOYO AL TRATAMIENTO DEL CÁNCER
activa que la fracción-D (Mayell, 2001). De forma
específica se ha demostrado que los β-glucanos de la
fracción-D del Maitake estimulan las células del sistema inmune, dotándolas de una rápida respuesta inmunológica. La fracción-D de Maitake activa macrófagos, células dendríticas y linfocitos T, inhibiendo el
crecimiento tumoral e incrementando la citotoxicidad de las células NK a través de la producción de
interleukinas IL-12, mediante la activación de macrófagos (Kodama, 2005). En un estudio realizado
en Japón, tras demostrar que la ingesta de la fracción-D de Mataike, no resultó tóxica para ratones,
se realizaron ensayos clínicos en un hospital, administrando a un total de 33 pacientes con cánceres
en estadios II-IV de 33 a 68 años, una combinación
de comprimidos con fracción-D de Maitake y Maitake entero en polvo, tras abandonar la quimoterapia
por sus efectos colaterales. Los resultados del estudio objetivaron una regresión del cáncer o una significativa mejoría en 11 de los 16 pacientes con cáncer de mama, en 7 de los 12 pacientes con cáncer
de hígado y en 5 de los 8 pacientes con cáncer de
pulmón (Kodama, 2002). Así mismo, la fracciónDM de Maitake ha demostrado ser eficaz como apoyo a la quimioterapia y radioterapia. La administración de fracción DM de Maitake, como coadyuvante
a los tratamientos convencionales de quimio y radioterapia, ha demostrado una reducción significativa
de los efectos colaterales del tratamiento y una mejora sustancial de la calidad de vida del paciente (Mayell, 2001). Los compuestos activos del Maitake no
matan directamente las células cancerígenas, sino
que estimula la actividad de las células inmunocompetentes y potencia su acción contra las células cancerígenas. La quimioterapia, en cambio, actúa directamente sobre las células cancerígenas, siendo más
efectiva en términos de inhibición del crecimiento
tumoral, pero generalmente perjudicial al deprimir
significativamente el sistema inmunológico de los
pacientes (Nanba, 1997). Lo diversos estudios consultados para la realización de la presente revisión,
con relación a los efectos de los tratamientos con
quimioterapia y radioterapia sobre el sistema inmune y acerca del papel inmunomodulador de los polisacáridos contenidos en determinados hongos medicinales, sugieren que la función inmunológica
desempeña un importante papel en la prevención
del cáncer. En este sentido, el hongo medicinal Cola
de Pavo (Trametes versicolor, Polyporus versicolor o Coriolus versicolor) ha demostrado presentar
un rol importante en el metabolismo del sistema inmune y, por tanto, en la prevención primaria y secundaria del cáncer de mama (Standish, 2008). Importantes áreas de investigación sobre la
inmunoterapia en cáncer de mama, incluyen pruebas con Cola de Pavo y sugieren la actividad inmunomoduladora y la capacidad de incrementar la supervivencia en cáncer, de sus extractos de
polisacárido péptido (PSP) y polisacárido krestina
(PSK), aprobado en 1977 como terapia para el cán-
cer de mama por el Registro Nacional de Salud Japonés (Standish, 2008). En un estudio randomizado
realizado con Cola de Pavo con 158 pacientes de
cáncer de esófago, la supervivencia del grupo tratado con radioterapia más PSK (3.000 mg/d durante
12 semanas), fue significativamente superior a la del
grupo que recibió únicamente el tratamiento convencional (Standish, 2008). La Cola de Pavo prescrita en China tanto en infecciones como en la profilaxis y tratamiento del cáncer, ha revelado en
numerosos estudios in vivo, que su extracto acuoso
no presenta generalmente efecto inmunológico sobre un huésped sano, pero sí muestra la capacidad
de restaurar la respuesta inmunológica en pacientes
inmunodeprimidos, bien sea por el propio tumor o
por los efectos de la quimioterapia (Chu, 2002). En
experimentos in vitro, los extractos de Cola de Pavo
mostraron su efectividad en la activación de linfocitos T y B, monocitos, macrófagos y células NK, así
como en la proliferación y/o producción de anticuerpos y citoquinas, como las interleukinas IL-2 e
IL-6, interferones y factor de necrosis tumoral. La
acción inmunomoduladora de los extractos de Cola
de Pavo administrados por vía oral o intraperitoneal
se tradujo en un aumento de la actividad citotóxica
de los esplenocitos y las células T aisladas ex vivo,
de tumores implantados en ratones. Para el extracto
seco de Cola de Pavo la dosificación más utilizada
en pruebas clínicas fue de 3 a 6 g/día (Chu, 2002).
Estudios randomizados evidencian el gran potencial
del PSK de Cola de Pavo como agente coadyuvante
en las terapias antitumorales, con efectos positivos
en cánceres gástricos, esofágicos, colorrectales, de
mama y de pulmón (Fischer, 2002). Asimismo, el
PSK puede frenar la carcinogénesis al inhibir la acción de distintos carcinógenos y líneas celulares vulnerables. Esta acción del PSK puede jugar un interesante papel en la profilaxis de un segundo CP,
cuando se sospecha la existencia de un agente inductor como el tabaco, así como prevenir posteriores malignizaciones tumorales derivadas de los efectos carcinogénicos y citotóxicos de la radioterapia y
la quimioterapia (Fischer, 2002). Estudios realizados
a doble ciego en China con el PSP de Cola de Pavo
en tumores fase I y II, mostraron un aumento de la
tasa de supervivencia a más de 5 años en cáncer de
esófago, una significativa mejora de la calidad de vida de los pacientes, una disminución del dolor y un
aumento del estado inmunológico en 70-97% de los
pacientes con cánceres de estómago, esófago, pulmón, ovario y cérvix. El PSK y el PSP potenciaron
la producción de células inmunológicas, mejoraron
los efectos colaterales de la quimioterapia y aumentaron la infiltración tumoral con células dendríticas y
citotóxicas-T (Kidd, 2000). Los resultados de un ensayo de un año de duración examinando los efectos
de la suplementación con hongos en pacientes con
Virus Papiloma Humano (VPH) mostraron que la suplementación con Cola de Pavo (3 g/día) durante un
periodo de un año aumentó sustancialmente la re-
21
J. LLARGUÉS TRUYOLS Y N. MACH CASELLAS
gresión de la displasia (BGLI-VPH) y el aclaramiento
inducido por el alto riesgo de subtipos del virus VPH
responsable del cáncer cervical, evidenciando la recuperación de un estado citológico normal en el
72,5% de los pacientes vs. el 47,5% del grupo control no suplementado (Silva, 2009).
ALIM. NUTRI. SALUD
da capacidad inmunomoduladora. No debemos olvidar, sin embargo, que los hongos son seres heterótrofos que sustraen sus nutrientes del entorno en el
que viven, actuando como esponjas y absorbiendo
los elementos presentes en el sustrato. Por ello, tanto si los consumimos en su forma fresca como seca,
deberían proceder de cultivo ecológico, para garantizar al máximo su pureza y que estén libres de insecticidas, pesticidas o metales pesados.
RECOMENDACIONES EN LA DIETA
Es un hecho ampliamente aceptado que, a menudo, los tratamientos convencionales de cáncer son
más una terapia paliativa que curativa, para muchos
tipos de cáncer, que reduce temporalmente los signos de la enfermedad, con la posibilidad de recaída
una vez finalizada la terapia antitumoral (Parslow,
2002), como lo demuestra el hecho de que en el
año 2003 en EE. UU. el 16% de los supervivientes
de un primer CP desarrollaron posteriormente un
segundo CP (Travis, 2006). Por otro lado, los supervivientes a un primer CP han estado expuestos a
factores carcinogénicos adicionales, tales como altas
dosis de radiación para el tratamiento de su primer
cáncer, que podrían sugerir una inestabilidad genómica posterior y el desarrollo de un segundo CP (Sigurdson, 2003). En este sentido, los hongos medicinales podrían convertirse en una interesante arma
terapéutica, especialmente valiosa también desde el
punto de vista profiláctico, constituyendo, como hemos visto, una forma dulce y no invasiva de tratamiento y prevención de metástasis tumoral y como
tratamiento coadyuvante en quimioterapia (Wasser,
2002). Así, actuando desde la prevención, tal y como se ha comentado anteriormente, podría recomendarse su incorporación a nuestra cocina diaria, en pequeña cantidad y de forma periódica,
como un ingrediente más de cualquier receta, tanto
por su riqueza en nutrientes como por su demostra-
CONCLUSIONES
A lo largo del artículo queda ampliamente demostrada que la acción inmunomoduladora de los polisacáridos de hongos medicinales como Shiitake, Reishi, Maitake y Cola de Pavo, es especialmente valiosa
desde el punto de vista preventivo, pudiendo incluirlos de forma habitual en nuestra cocina diaria, aunque en tratamientos específicos de cáncer se requieran modificaciones químicas para mejorar no sólo la
actividad antitumoral de sus polisacáridos, sino también sus cualidades clínicas, especialmente la solubilidad en agua y la permeabilidad en el sistema digestivo después de la ingestión oral (Wasser, 2002)●
CORRESPONDENCIA:
Josefina Llargués Truyols
Àrea de Ciències de la Salut
Institut Internacional de Postgrau
Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
Barcelona
e-mail: [email protected]
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