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DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
Tratamiento de la
infección en
heridas
Una estrategia integrada para el
tratamiento de la infección de heridas
Desmitificando la plata
Tratamiento tópico de las úlceras por
presión infectadas de estadios 3 y 4
Antimicrobianos tópicos e infección de la
zona quirúrgica
DIRECTOR GERENTE
Suzie Calne
ASESOR EDITORIAL PRINCIPAL
Christine Moffatt
Profesora de Enfermería y Codirectora, Centre for Research and Implementation of Clinical
Practice, Faculty of Health and Social Sciences, Thames Valley University, Londres, Reino Unido
Financiado con una beca
docente ilimitada de:
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sobre el contenido de este
documento. Las opiniones
expresadas en esta publicación
corresponden a sus autores y no
reflejan necesariamente las de
ConvaTec.
Documento de Posicionamiento.
GNEAUPP. Nº 6 - Mayo 2006
EDITORES CONSULTORES
Rose Cooper
Profesora Adjunta de Microbiología, University of Wales Institute, Cardiff (UWIC), Cardiff, Gales,
Reino Unido
Brian Gilchrist
Profesor Titular, Departamento de Enfermería, The Florence Nightingale School of Nursing and
Midwifery, King’s College London, Londres, Reino Unido
Finn Gottrup
Profesor de Cirugía, Universidad de Dinamarca del Sur, Centro Universitario de Cicatrización de
Heridas, Departamento de Cirugía Plástica, Hospital de Odense, Dinamarca
David Leaper
Profesor Emérito de Cirugía, University of Newcastle Upon Tyne, Reino Unido
Robert Pratt
Profesor de Enfermería y Director del Richard Wells Research Centre, Faculty of Health and
Human Sciences, Thames Valley University, Londres, Reino Unido
Peter Vowden
Profesor Invitad de Investigación en Cicatrización de Heridas, University of Bradford, y Cirujano
Vascular, Departamento de Cirugía Vascular, Bradford Royal Infirmary, Bradford, Reino Unido
ASESORES EDITORIALES
Sylvie Meaume
Especialista en Dermatología y Gerontología, Hospital Charles Foix, Ivry sur Seine, Francia
Marco Romanelli
Director de la Unidad de Investigación en Cicatrización de Heridas, Universidad de Pisa, Italia
Hiromi Sanada
Profesor, Departamento de Enfermería Gerontológica, División de Ciencias de la Salud y
Enfermería, Facultad de Medicina, Universidad de Tokio, Japón
J Javier Soldevilla Ágreda
Profesor de Enfermería Geriatría, EUE Universidad de la Rioja, Logroño, España
Masahito Tachi
Profesor Asociado, Departamento de Cirugía Plástica y Reconstructiva, Facultad de Medicina,
Universidad de Tohoku, Japón
Luc Téot
Profesor Asistente de Cirugía, Hospital Universitario, Montpellier, Francia
Ulrich Ziegler
Cirujano Plástico y Estético (cirugía general y de la mano), Stuttgart, Alemania
DISEÑO
Jane Walker
© MEDICAL EDUCATION
PARTNERSHIP LTD, 2006
Reservados todos los derechos. Se
prohíben la reproducción, copia y
transmisión de esta publicación sin
autorización por escrito. No podrá
reproducirse, copiarse ni transmitirse
ningún párrafo de esta publicación,
salvo con autorización por escrito
previa o de acuerdo con lo estipulado
en la Copyright, Designs & Patents Act
1988 o en las disposiciones de
cualquier licencia que autorice la copia
limitada, publicada por la Copyright
Licensing Agency, 90 Tottenham Court
Road, London W1P 0LP.
IMPRESO POR
Viking Print Services, Reino Unido
TRADUCCION DE LAS EDICIONES EXTRANJERAS
RWS Grupo, Medical Translation Division, Londres, Reino Unido
SUBREDACTOR JEFE
Rachel Wheeler
GESTOR DEL PROYECTO EDITORIAL
Kathy Day
DIRECTOR DE LA PUBLICACIÓN
Jane Jones
Cuando se cite este documento, la
referencia debe indicar:
PUBLICADO POR MEDICAL EDUCATION PARTNERSHIP LTD
53 Hargrave Road, London N19 5SH, Reino Unido
Tel: +44(0)20 7561 5400 Correo electrónico: [email protected]
European Wound Management
Association (EWMA). Position
Document: Management of wound
infection. London: MEP Ltd, 2006.
EUROPEAN WOUND MANAGEMENT ASSOCIATION
Secretaría: PO BOX 864, London SE1 8TT, Reino Unido
Tel.: +44 (0)20 7848 3496 www.ewma.org
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
Tratamiento de la infección en heridas
JJ Soldevilla Ágreda1, CJ Moffatt2
1. Profesor de Enfermería
Geriátrica. EUE Universidad de
La Rioja, Logroño, España.
2. Profesora de Enfermería y
Codirectora, Centre for Research
and Implementation of Clinical
Practice, Faculty of Health and
Social Sciences, Thames Valley
University, Londres, Reino Unido,
y antigua Presidenta de la
European Wound Management
Association (EWMA).
El temor a las infecciones en las heridas, con independencia de su etiología, y la búsqueda de métodos
para controlarlas, han sido unos elementos constantes durante toda la historia del cuidado de las heridas.
Este proceso llegó a un momento crucial en el decenio de 1950 con el descubrimiento de los
antibióticos. Sin embargo, años más tarde, esta revolución célebre en el control de las infecciones
bacterianas corre el peligro de perder importancia por la aparición de microorganismos resistentes. Se
han intentado elaborar políticas coherentes para reducir al mínimo las consecuencias de este problema y
optimizar el uso de los antibióticos. Incluso hoy en día, esta cuestión sigue siendo uno de los retos más
importantes para el sistema sanitario español.
En particular, este aumento de la resistencia bacteriana ha justificado el uso de una serie de opciones
terapéuticas; algunas de ellas son remedios tradicionales, como compuestos antimicrobianos tópicos,
especialmente la plata, el yodo y la miel, así como el tratamiento con (todavía no utilizado en España) .
Por desgracia, el uso indiscriminado de algunos de estos recursos, junto con la falta de datos fiables
sobre ellos, han generado una controversia considerable en relación con este tema.
Este documento de posicionamiento sobre el “Tratamiento de la infección en heridas” es la
continuación del documento publicado el año pasado, en el que se examinaron los criterios para la
infección en heridas y los complejos retos clínicos a los que se enfrentan los profesionales sanitarios al
decidir el tratamiento de las infecciones en diferentes tipos de heridas. Por este motivo, es necesario
prestar atención de nuevo a los antimicrobianos tópicos. Hay que señalar que en este documento no se
analizan los antibióticos tópicos.
Un tema recurrente en los cuatro artículos que forman parte de este documento de opinión es la falta
de datos sólidos in vivo que justifiquen el uso de los antimicrobianos tópicos en el tratamiento de las
heridas infectadas. No obstante, los autores han realizado una revisión crítica de la bibliografía disponible
con el fin de formular recomendaciones que ayuden a los clínicos en el proceso de toma de decisiones.
En el primer artículo, cuyos autores son Vowden y Cooper, se describen los estadios clínicos de la
infección basándose en los cambios observados durante la evolución del proceso de cicatrización, junto
con los signos de infección sutiles o más obvios que pueden facilitar la toma de decisiones. En el artículo
se hace hincapié en la importancia de conocer la posible función que desempeña cada tipo específico de
bacteria en diferentes situaciones clínicas, así como en la necesidad de establecer objetivos concretos del
tratamiento y realizar una evaluación constante para determinar la respuesta al tratamiento previsto.
En el segundo artículo, firmado por Maillard y Denyer, se describe el efecto bactericida de la plata y
sus diferentes grados de eficacia frente a diversos grupos de bacterias. Por ejemplo, aunque la utilidad de
la plata para controlar bacterias como Pseudomonas aeruginosa es bien conocida, se sabe poco acerca de
cómo actúa sobre los microorganismos anaerobios, que son un problema frecuente en las heridas
crónicas. Los autores revisan varios factores que pueden influir en la eficacia de la plata en una herida y
sopesan sus posibles implicaciones clínicas. Finalizan el artículo haciendo una serie de recomendaciones
útiles, entre ellas la posibilidad de combinar la plata con otros compuestos.
En el tercer artículo, Moore y Romanelli llegan a la conclusión de que los antimicrobianos tópicos
desempeñan una función importante en el tratamiento de las úlceras por presión de grados 3 ó 4 con
una carga bacteriana elevada o signos precoces de infección localizada. Los autores también señalan que
dichas heridas son complejas y de nuevo recalcan la necesidad de elegir el producto correcto para
controlar con éxito aspectos como la localización anatómica, la presencia de tractos o conductos
sinusales y los diferentes grados de exudado.
En el último artículo, Melling, Gould y Gottrup se centran en el uso de los antimicrobianos tópicos
en las heridas quirúrgicas que cicatrizan por primera intención con una infección local superficial. Los
autores recalcan que aunque los antisépticos son muy útiles para prevenir las infecciones durante las
intervenciones quirúrgicas, la utilidad de los antimicrobianos en este tipo de heridas es limitada. Se
describen varias situaciones en las que los antimicrobianos tópicos podrían ser útiles como tratamiento
adyuvante.
El grado de colonización bacteriana de una herida que se considera aceptable varía en función del
tipo de tratamiento propuesto. En las heridas que es necesario cerrar quirúrgicamente mediante un
injerto o mediante el uso de productos de bioingeniería puede ser necesario que los grados de
colonización sean más bajos, así como erradicar totalmente ciertas especies de bacterias antes del
tratamiento. Para que una herida cicatrice no es necesario que sea estéril, por lo que no está justificado el
uso de antimicrobianos tópicos simplemente para reducir la carga bacteriana de heridas que están en
proceso de cicatrización. Ya hay pruebas de que la resistencia bacteriana ha causado problemas en
innumerables casos. Por consiguiente, existe una necesidad urgente de realizar estudios de investigación
que aporten información clara y fiable sobre qué tipo de antimicrobianos hay que usar y en qué
condiciones. Es evidente que si queremos que los antimicrobianos tópicos sigan siendo un tratamiento
eficaz, es esencial utilizarlos de forma sensata, apropiada, inteligente y prudente.
1
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
Una estrategia integrada para el
tratamiento de la infección de heridas
P Vowden1, RA Cooper2
INTRODUCCIÓN
Todas las heridas contienen microorganismos, pero la mayoría no están infectadas.
El espectro de interacciones entre la flora microbiana y el huésped puede
gradualmente llegar a un punto en el que el proceso de cicatrización de la herida se
altera o empiezan a aparecer efectos localizados nocivos para el huésped. Cuando se
produce esta transición, está indicado llevar a cabo una intervención inmediata para
prevenir la infección.
Han surgido muchos problemas asociados a la aparición de resistencia a los
antibióticos y al aumento de su prevalencia debido al uso y al empleo incorrecto de
los antibióticos. También se ha comunicado resistencia a los agentes tópicos1, por lo
cual, para que los antimicrobianos actuales sigan siendo eficaces, deben usarse
correctamente. En este artículo se examinan las observaciones clínicas y las
estrategias de tratamiento necesarias para determinar si es necesario llevar a cabo
una intervención apropiada con antimicrobianos.
MICROBIOLOGÍA
Hay que recordar que el diagnóstico de una infección en una herida se basa en el criterio
clínico y que la información sobre especies de microbios que proporcionan los
laboratorios a los médicos puede tener poco valor si no se tienen en cuenta las
características del paciente2. De forma correcta, se pide consejo a los laboratorios cuando
es necesario confirmar una infección, cuando un tratamiento antibiótico ha fracasado,
cuando hay que hacer un análisis a un paciente para comprobar si está infectado por un
microorganismo concreto o cuando la cicatrización se ha detenido y se han descartado
todos los otros posibles factores de confusión.
Entre las muestras de heridas obtenidas para los análisis de laboratorio figuran frotis,
pus, biopsias, aspiración percutánea y ocasionalmente residuos de la herida. Los aspectos
relacionados con la obtención de muestras se han comentado en otras publicaciones3,4. De
un frotis de heridas crónicas normalmente se aíslan bacterias; también pueden aislarse
levaduras, hongos o protozoos (rara vez). Hay técnicas moleculares más complejas
basadas en el análisis del ADN que revelan la presencia de especies de microbios que no se
pueden cultivar con los métodos habituales5,6. No obstante, no debe enviarse una muestra
de cada herida al laboratorio para su análisis.
La identificación de los microorganismos que están presentes en una herida ayuda a
clarificar aspectos del tratamiento porque:
● si hay una infección sistémica, es útil identificar los patrones de sensibilidad a
antibióticos
● los estreptococos betahemolíticos o las especies de Pseudomonas son nocivos para los
injertos de piel y es necesario erradicarlos antes de la cirugía
● ciertas combinaciones de bacterias (p.ej., Escherichia coli y Bacteroides fragilis) puede
indicar la existencia de relaciones sinérgicas cuando cantidades pequeñas de
microorganismos potencian la infección clínica7
PUNTOS CLAVE
1. Profesor Invitado de
Investigación en Cicatrización de
Heridas, University of Bradford, y
Cirujano Vascular, Departamento
de Cirugía Vascular, Bradford
Royal Infirmary, Bradford, Reino
Unido.
2. Profesor Adjunto de
Microbiología, University of Wales
Institute, Cardiff (UWIC), Cardiff,
Gales, Reino Unido.
2
1. El objetivo de las estrategias de tratamiento de las heridas debe ser proporcionar las condiciones óptimas
que promuevan la cicatrización rápida.
2. Debe considerarse el uso de terapias antimicrobianas tópicas cuando se sospeche que está ocurriendo
una progresión hacia una infección manifiesta o cuando se observe que la cicatrización se ha
interrumpido.
3. Debe evitarse el uso prolongado de antimicrobianos.
4. El uso de antibióticos debe limitarse a situaciones clínicas concretas (p.ej., en infecciones manifiestas) y
los microorganismos deben ser sensibles.
5. Debe examinarse regularmente el estado de la herida y hay que cambiar la estrategia de tratamiento
cuando la cicatrización no progrese.
TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN EN HERIDAS
Estadio 1: Pocos
signos sutiles de
infección (cierto olor,
dolor o exudado)
Estadio 2: Más
signos de infección
(mayor olor, dolor o
exudado)
La cicatrización
progresa normalmente
La cicatrización ya no
progresa normalmente
Figura 1 | Estadios clínicos
para determinar una
estrategia terapéutica
●
Estadio 3: Signos
manifiestos de
infección local
(liberación de pus con
edema, dolor, eritema
y calor local)
Estadio 4: Signos
manifiestos de
infección local y
signos de infección
general (fiebre y
leucocitosis)
Signos de afectación del
tejido perilesional; la
herida parece estar en
mal estado o
empeorando (celulitis,
linfagitis o gangrena)
Posibles signos de
afectación del tejido
perilesional, que puede
causar sepsis y fallo
multiorgánico y ser
potencialmente mortal
si se detecta una cepa resistente a antibióticos (p.ej., SARM), hay que aislar o
descontaminar al paciente antes de administrarle más tratamiento.
CUÁNDO SE DEBE
INTERVENIR
Debe sospecharse que hay microbios implicados en el retraso de la cicatrización cuando se
han descartado otras causas. Se sabe que los productos de ciertas especies de microbios
afectan a la cicatrización de heridas, tales como la exotoxina A de Pseudomonas aeruginosa8,
la endotoxina liberada por paredes celulares de bacterias gramnegativas muertas y las
enzimas destructivas de estafilococos, estreptococos, Pseudomonas y anaerobios. También
se ha indicado que la presencia de poblaciones mixtas de microorganismos podría
dificultar indirectamente la cicatrización de heridas al promover una respuesta
inflamatoria crónica7. Se ha demostrado que el tratamiento con antibióticos elimina las
barreras a la cicatrización de dichas heridas9,10.
Se ha cuestionado la validez de utilizar los recuentos de células microbianas para definir
la presencia de una infección, porque de una herida se pueden obtener grandes
poblaciones microbianas sin que haya una infección manifiesta11. A pesar de ello, puede
estar justificado reducir el número de microbios para evitar que se produzca una infección
en una herida12. La dificultad consiste en que, actualmente, con las pruebas habituales no
se pueden identificar las influencias de los microbios en la cicatrización. El
empeoramiento de la herida o la falta de progresión de la cicatrización de la herida son
algunos de los problemas de la infección en heridas. Por tanto, la velocidad de
cicatrización, junto con los signos sutiles o manifiestos de infección, ayuda a tomar la
decisión de intervenir.
Estadios clínicos
Los criterios para reconocer una infección precoz en una herida se han mencionado y
comentado en el documento de posicionamiento de 2005 de la European Wound
Management Association13. Utilizando estos signos precoces, pueden definirse los
estadios clínicos de infección como base para establecer una estrategia terapéutica (Figura
1). Cada estadio requiere una estrategia de tratamiento diferente y puede aplicarse a las
heridas con infección aguda y crónica.
Claramente, en el estadio 1 no es necesario llevar a cabo ninguna intervención
específica con antibióticos. Deben emplearse apósitos de acuerdo a los principios de
cicatrización de heridas en condiciones de humedad utilizando productos seleccionados
para tratar de forma óptima los síntomas de los pacientes y al mismo tiempo favorecer la
cicatrización de la herida. El objetivo en el estadio 2 es evitar rápidamente la aparición de
infección manifiesta y luego conseguir que el paciente retorne al estadio donde sólo
necesita apósitos diseñados para promover la cicatrización de la herida en condiciones de
humedad. En estas heridas, ya sean agudas o crónicas, los antibióticos tópicos pueden ser
útiles para restablecer el equilibrio bacteriano.
Las heridas en los estadios 3 y 4 requieren el uso apropiado de antibióticos sistémicos,
posiblemente en combinación con antimicrobianos tópicos, si la herida está abierta y es
necesario llevar a cabo una intervención terapéutica en su lecho.
TRATAMIENTO
El algoritmo de tratamiento que se muestra en la Figura 2 sirve de orientación para el
protocolo que se debe seguir en el tratamiento de infecciones potenciales y manifiestas.
Los principios en los que se basa este algoritmo de tratamiento son:
● proporcionar el medio óptimo para promover una cicatrización rápida
● reducir al mínimo el uso de antimicrobianos que puedan afectar de forma negativa a las
células humanas
3
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
Figura 2 | Algoritmo de
tratamiento de las
infecciones en heridas
●
●
●
4
utilizar adecuadamente antimicrobianos para reducir la aparición de cepas resistentes
restringir el uso de los fármacos sistémicos a los casos en los que estén específicamente
indicados
evitar reacciones tópicas de hipersensibilidad o alérgicas.
Necesidades de
apósitos
Cuando es necesario reducir la carga microbiana, al elegir los apósitos antimicrobianos
también hay que tener en cuenta las necesidades de apósitos primarios y secundarios. Las
decisiones deben basarse en la capacidad de los apósitos para reducir el aumento del
exudado, eliminar el tejido necrótico, reducir el mal olor, adaptarse al tamaño y forma de
la herida, realizar las funciones de preparación del lecho de la herida, satisfacer las
expectativas de los pacientes y cumplir los objetivos del tratamiento.
Al igual que en todas las heridas, es importante examinar frecuentemente el lecho de la
herida y los tejidos circundantes para detectar la presencia de signos de extensión de la
infección o de infección general. Si la herida mejora y se resuelven los signos de infección,
debe suspenderse el tratamiento y promoverse la cicatrización de la herida en condiciones
de humedad siguiendo los protocolos locales. Si la herida sigue empeorando o no mejora
en un plazo de 7 a 10 días, hay que examinar de nuevo la herida y al paciente, considerar
otras posibles causas del deterioro (como isquemia) y considerar aspectos relacionados
con un posible estado de inmunodeficiencia. Si todavía se considera probable que haya
una infección, deben elegirse otros antimicrobianos o antibióticos en función de los
resultados del cultivo y de los análisis de sensibilidad.
ELECCIÓN DE LOS
ANTIMICROBIANOS
TÓPICOS
El objetivo principal debe ser siempre proporcionar unas condiciones óptimas que
fomenten la cicatrización rápida. Al elegir un antimicrobiano para reducir o erradicar los
microorganismos, hay que tener en cuenta la especificidad y la eficacia de cada fármaco, su
citotoxicidad para las células humanas, la posibilidad de que propicie la aparición de cepas
resistentes y su capacidad de causar alergia. Entre los antimicrobianos tópicos utilizados
TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN EN HERIDAS
Tabla 1 | Comparación de antimicrobianos de uso habitual
Propiedades antimicrobianas
Gram +
Gram –
Hongos
Endosporas
Virus
Resistencia
Chlorhexidina1,22
+++
++
+
0
+
+
Miel22
+++
+++
+++
0
+
0
Yodo1,22
+++
+++
+++
+++
++
0
Gusanos14-16,19,22
+++
++
SD
SD
SD
0
Plata1,22
+++
+++
+
SD
+
+
SD = sin datos
actualmente figuran la clorhexidina, productos que contienen yodo (yodo cadexomer y
povidona yodada) y productos que contienen plata (sulfadiazina argéntica y apósitos
impregnados de plata).
Otra forma de reducir la carga microbiana es la aplicación de larvas. No sólo eliminan
las bacterias14-16, sino que también producen el desbridamiento de la herida17 y favorecen
su cicatrización16,18. La eliminación de bacterias grampositivas con larvas es más eficaz que
la eliminación de bacterias gramnegativas19, por lo que podría ser necesaria una cantidad
mayor de gusanos para una herida infectada por bacterias gramnegativas. La miel es un
antimicrobiano y actúa como un compuesto desbridante. También ayuda a controlar el
olor20. La disponibilidad de productos para el cuidado de heridas que contienen miel con
el certificado “CE” ha incrementado el interés de los profesionales por la miel. En la Tabla
1 se muestra una comparación de antimicrobianos utilizados habitualmente.
Eficacia
Hay pocos datos sobre la eficacia clínica de los antimicrobianos debido a la gran cantidad
de tipos de heridas, la diversidad de productos y los costes de los estudios clínicos. Los
casos clínicos, los estudios de cohortes y los ensayos aleatorizados controlados (EAC)
aportan conocimientos, pero los datos más sólidos proceden de las revisiones sistemáticas
de EAC. Sin embargo, las conclusiones de estos estudios a menudo han cuestionado la
calidad de los datos clínicos al criticar el diseño de los ensayos. Un metaanálisis ha
demostrado que no hay datos suficientes sobre la eficacia de los fármacos tópicos (aparte
de sulfadiazina argéntica) en el tratamiento de las heridas crónicas21.
Especificidad
Muchos de estos fármacos llevan utilizándose desde hace mucho tiempo para tratar las
heridas, pero el objetivo de las nuevas formulaciones es que en el ambiente de la herida
haya concentraciones relativamente bajas del principio activo para no causar los
problemas de dolor, irritación y coloración atribuidos a los tratamientos más antiguos.
Los agentes (como povidona yodada o clorhexidina) utilizados de forma preventiva en
heridas causadas por traumatismos o en el preoperatorio en la piel intacta tienen tiempos
de contacto relativamente cortos, mientras que los antimicrobianos incorporados a
apósitos tienen tiempos de contacto más largos. Las pruebas de laboratorio han
demostrado que todos ellos inhiben una amplia variedad de bacterias, algunas especies de
hongos y algunos virus, pero el único que es esporicida es el yodo1,22. Se ha demostrado
que todos inhiben cepas de bacterias resistentes a antibióticos1,22.
En una comparación de la eficacia in vitro de povidona yodada y clorhexidina frente a
SARM, la povidona yodada inhibió las 33 cepas estudiadas, mientras que la clorhexidina
inhibió sólo tres23. Se ha comunicado que povidona yodada inhibe los biofilms. En un
estudio in vitro se comparó la eficacia de cuatro antisépticos frente a biofilms presentes en
chips de Teflon; una solución al 10 % de povidona yodada disminuyó significativamente
las células viables tras una exposición de 10 minutos, pero no se observaron reducciones
de los recuentos bacterianos con el resto de antisépticos (uno de ellos era la clorhexidina)
tras una exposición de 60 minutos24.
La capacidad de algunos agentes antimicrobianos de regular la secreción de citocinas
proinflamatorias de las células humanas indica que podrían influir en la actividad de las
células asociadas a la cicatrización25,26. Los diferentes efectos de los antimicrobianos
tópicos sobre las tasas de cicatrización también demuestran la existencia de dicha
influencia9,10,27. Una comparación de la miel versus la povidona yodada demostró que los
tiempos de cicatrización fueron más rápidos con los apósitos con yodo tras la extirpación
total de uñas, pero no se observó una diferencia significativa en la cirugía parcial de uñas
ANTIMICROBIANOS
Los antimicrobianos son
agentes que destruyen
microorganismos o inhiben su
crecimiento y su división. Entre
ellos figuran los antibióticos (que
actúan en lugares específicos
de las células), los antisépticos,
los desinfectantes y otros
agentes (que actúan en
múltiples lugares de las células).
5
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
de los pies28. Recientemente se han publicado más datos sobre el efecto de los apósitos
con plata en el tratamiento de las heridas crónicas29-31, pero en ningún estudio se han
comparado dos apósitos antimicrobianos.
Efectos adversos
Otro factor que influye en la elección de un antimicrobiano tópico es la capacidad para
producir efectos adversos. Los antimicrobianos pueden inhibir el crecimiento de las
células humanas y, por tanto, podrían afectar a la cicatrización. El hipoclorito es
especialmente tóxico para los tejidos32. Parece que no hay ningún fármaco que no tenga
este potencial, aunque estos efectos normalmente son raros. El uso amplio de los
antimicrobianos también entraña el riesgo de aparición de cepas resistentes. Ya se ha
observado desarrollo de resistencia a los antisépticos con fármacos como clorhexidina1.
También existe preocupación por la resistencia a iones inorgánicos como la plata33, cuyo
mecanismo de acción se documentó por primera vez en 199834. Hasta ahora, no se ha
demostrado que haya resistencia al yodo ni a la miel.
CONCLUSIÓN
Actualmente no se pueden formular recomendaciones definitivas sobre el uso de los
antimicrobianos tópicos. Los antimicrobianos se usan de forma incorrecta si su objetivo
no es reducir las cargas microbianas. Los autores que realizan revisiones y los
investigadores parecen estar de acuerdo en que en los ensayos clínicos deben utilizarse
criterios de valoración más específicos y que debe evaluarse a más pacientes. Dado que
regularmente se publican nuevos datos, las revisiones son necesarias, y se esperan los
resultados de las revisiones Cochrane en curso sobre la eficacia de apósitos y de agentes
tópicos en el tratamiento de las úlceras por presión, las úlceras vasculares venosas, las
quemaduras, las heridas causadas por hongos y las heridas quirúrgicas.
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Desmitificando la plata
J-Y Maillard1, SP Denyer2
INTRODUCCIÓN
La plata iónica (en una concentración de 10-9 a 10-6 mol/l) destruye las bacterias, los
hongos, los virus y los protozoos1,2. Esta actividad de amplio espectro es beneficiosa
para su uso tópico. Aunque la plata lleva usándose desde hace muchos siglos y en el
tratamiento de heridas durante mucho tiempo, sus mecanismos de acción
bactericidas aún no se conocen en su totalidad1. La plata ocupa ahora una posición
destacada en el cuidado de las heridas y, por tanto, está justificado estudiarla en más
detalle y comentar sus variados mecanismos de acción, los motivos de su uso y sus
posibles inconvenientes como ejemplo de un producto antimicrobiano.
Captación por la
célula
Para ser eficaz, la plata debe interaccionar con el microorganismo y penetrar en él para
alcanzar sus lugares de acción. Se cree que los iones de plata compiten con otros cationes
por los lugares de adsorción (captación) de la célula3. Las células bacterianas
habitualmente poseen dos tipos de sistemas de captación para los iones de metales
pesados4: un sistema inespecífico (que transporta numerosos tipos de iones a través de la
membrana celular) y un sistema específico del sustrato (que transporta solamente un ión
o algunos iones determinados) que puede activar y desactivar la célula dependiendo de las
condiciones. Aunque no está bien documentado para los iones de plata, es posible que la
célula bacteriana no pueda detener el transporte de iones de metales al citoplasma (debido
a que los transportadores inespecíficos no pueden desactivarse). Esto explicaría por qué
los metales pesados son citotóxicos para las bacterias4. El motivo de que la sulfadiazina
argéntica sea más eficaz que el nitrato de plata es que, aparentemente, la captación de la
plata es mayor en presencia de una sulfamida3.
Actividad molecular
Interferencia en la respiración celular
La actividad molecular de la plata se debe a su gran afinidad por los grupos donantes de
electrones que contienen azufre, oxígeno y nitrógeno. Esto inhibe las enzimas bacterianas
e interfiere en la respiración en la membrana celular5. La plata iónica interacciona en
particular con grupos tiol, como lo demuestra el hecho de que aminoácidos como la
cisteína y el tioglicato sódico inactiven los iones de plata6.
Interrupción de la transcripción del ADN
La plata iónica forma complejos con las bases de los ácidos nucleicos7, aunque no causa
aglutinación ni altera la doble hélice in vitro. Es necesario investigar con más detenimiento
si se produce o no aglutinación de la plata en la herida in vivo. Se ha indicado que el
principal mecanismo de acción de la plata in vivo es una reacción irreversible con las bases
del ADN, pero esto es improbable porque la plata interacciona preferentemente con
estructuras externas, tal como lo demuestran los cambios estructurales macroscópicos
observados, como vesículas en la superficie y la membrana1,8,9. El número de lugares de
acción implicados y la magnitud de los daños contribuyen a la eficacia letal global.
EFICACIA
Al igual que muchos biocidas la eficacia de la plata depende de varios factores que pueden
ser inherentes a su naturaleza o a su aplicación.
Tipo de
microorganismo
La plata iónica tiene un amplio espectro de actividad (destruye las bacterias, los hongos, los
virus y los protozoos), aunque es menos activa o no activa totalmente frente a
microorganismos más resistentes, como las esporas, las formaciones quísticas protozoarias y
las micobacterias1. Es bien conocido que el nitrato de plata tiene una actividad potente frente
a Pseudomonas aeruginosa, pero es menos potente frente a otros microorganismos. En los
primeros trabajos realizados con compresas de nitrato de plata, Cason y cols. comunicaron que
el nitrato de plata no reducía significativamente la colonización frente a Staphylococcus aureus o
bacilos coliformes cuando se comparan con otros antisépticos profilácticos10.
1. Profesor Titular Universitario de
Microbiología Farmacéutica;
2. Decano y Profesor de Farmacia,
Welsh School of Pharmacy;
Cardiff University, Cardiff, Gales,
Reino Unido.
7
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
Existe relativamente poca información sobre la eficacia de la plata y de productos que
contienen plata frente a los anaerobios11, aunque estos microorganismos están presentes
en las heridas crónicas12. Se ha demostrado que la combinación de la plata y una sulfamida
tiene actividad sinérgica frente a diversas bacterias vegetativas asociadas habitualmente a
infecciones por quemaduras3. Además, el uso de ciertos tipos de apósitos (p.ej.
Hydrofiber® que contienen plata) podría potenciar la eliminación y la inactivación de
microorganismos al retenerlos en la matriz del apósito13.
Citotoxicidad
Concentración
Uno de los factores más importantes que afectan a la eficacia de un biocida es su
concentración23. La plata tiene un exponente de concentración bajo, lo que significa que
su eficacia se mantiene cuando se diluye. Sin embargo, la plata es poco hidrosoluble y,
como resultado, se han comunicado niveles de actividad erróneos24.
Adsorción,
precipitación y
carga orgánica
Los iones de plata se adsorben rápidamente a las superficies, probablemente al
interaccionar con lugares con carga negativa7, y su disponibilidad disminuye en presencia
de cloruros, fosfatos, sulfuros y agua pesada. En teoría, la carga orgánica de los líquidos
corporales ricos en proteínas (o con pus) podría ser un factor importante que afecte a la
eficacia de la plata.
Se ha comunicado que en un entorno fisiológico in vitro, la concentración máxima de
plata disponible es de aproximadamente 1 µg/ml25. Es probable que concentraciones
superiores a ésta sirvan únicamente de reserva frente a la disminución en solución. Por
encima de esta concentración, los iones de plata forman complejos con aniones,
predominantemente cloruros, para formar sales de plata inactivas e insolubles25; no hay
pruebas de que la plata o las sales de plata sean activas en estado seco.
La eficacia sostenida de una formulación depende de la biodisponibilidad de los iones
de plata y, por consiguiente, el excipiente usado para su administración es de importancia
primordial para garantizar una liberación lenta pero sostenida de la plata. La mayoría de
los apósitos que contienen plata tienen una elevada concentración de la misma. Se han
desarrollado algunos apósitos con plata con un sistema de administración controlada de
plata, lo que garantiza su actividad y al mismo tiempo controla su posible toxicidad y sus
efectos secundarios; la velocidad de liberación y depósito de la plata se controlan
mediante la hidratación26.
Hay que señalar que los apósitos, incluidos los que contienen plata, actúan como una
barrera que impide que una herida se contamine, pero no pueden eliminar los
microorganismos que ya han colonizado la herida. La gran reactividad de la plata podría
afectar a su penetración en el lecho de la herida, lo que constituiría un problema si las
bacterias están presentes en los tejidos más profundos27.
Temperatura y pH
8
El uso de las primeras formulaciones de plata, como soluciones y cremas, en el tratamiento
de las heridas abiertas se asoció a diversos efectos no deseados (véase el Cuadro a la
derecha). Se ha observado citotoxicidad con el uso de cremas y pomadas de plata14. En
algunos estudios in vitro18, pero no en otros19, se ha descrito que los apósitos que contienen
plata son tóxicos para los queratinocitos, lo que indica que la elección del tipo de
queratinocito y de la metodología es importante. En estudios in vivo y evaluaciones clínicas
de dichos apósitos de plata no se ha observado toxicidad para los tejidos20.
La citotoxicidad de la sulfadiazina argéntica se asocia a la liberación de la sulfamida en
lugar de la liberación de la plata, y se ha asociado a trastornos sanguíneos y cutáneos
graves (quemaduras, prurito y erupciones cutáneas). También se ha observado leucopenia
y argiria (coloración de la piel debida al depósito de plata elemental)21. En un estudio
realizado en 2002 se comunicó un aumento de la producción de la toxina de S. aureus
causante del síndrome de shock tóxico como resultado de la exposición a concentraciones
bajas de sulfadiazina argéntica22. Aunque esto podría ser motivo de preocupación, su
importancia clínica no está clara.
Si la temperatura se eleva, la actividad bactericida aumenta. Por tanto, puede que si se
estudia la actividad in vitro de la plata en la piel a temperatura ambiente se observe una
eficacia menor que si se estudia a una temperatura de la piel más alta. La actividad
también aumenta el pH alcalino, aunque algunas combinaciones (ej. sulfadiazina
argéntica) son inestables en un pH de esa naturaleza. El pH de la piel suele ser ácido,
aunque la contaminación por bacterias y su crecimiento pueden alterarlo28. En la Tabla 1
figuran los factores que afectan a la actividad de la plata.
TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN EN HERIDAS
EFECTOS NEGATIVOS DE
LA PLATA
• Citotoxicidad14
• Manchas en la piel y en los
tejidos
• Metahemoglobinemia
• Alteración del equilibrio
electrolítico15
• Retraso de la cicatrización de la
herida16
• Aumento del tiempo de
separación del esfacelo10
• Inactivación de compuestos
enzimáticos desbridantes17
LA PLATA PARA EL
TRATAMIENTO DE
LAS HERIDAS
Tabla 1 | Factores que afectan a la actividad de la plata en su aplicación en heridas abiertas
Microorganismos
La eficacia depende del tipo de microorganismo (véase el texto)
Toxicidad
Es inevitable cierta citotoxicidad porque la acción de la plata es inespecífica
Concentración
La dilución no afecta mucho a la actividad porque el exponente de concentración
de la plata es bajo
Adsorción
Adsorción rápida en algunas superficies
Precipitación
Precipitación rápida cuando se combina con cloruros, fosfatos y sulfuros, lo que
reduce la concentración de plata disponible
Carga orgánica
La presencia de otros compuestos (p.ej., proteínas) afecta mucho a la
concentración
Temperatura
La actividad aumenta 1,6 veces por cada aumento de 10°C
pH
La actividad aumenta en pH alcalino (algunas combinaciones son inestables en
pH alcalino)
El uso de apósitos que contienen plata en el tratamiento de las heridas crónicas es cada vez
más frecuente. Un estudio inicial reveló que el porcentaje de injertos satisfactorios era
mayor con el uso de nitrato de plata que con la profilaxis con otros antisépticos29.
También hay pruebas de que la plata puede tener propiedades antiinflamatorias, porque
regula a la baja la actividad de las metaloproteinasas, las cuales están elevadas en las
heridas crónicas30. Sin embargo, se han realizado pocos ensayos de buena calidad a pesar
del amplio uso de los apósitos con plata en todo el mundo31,32.
Los avances en las técnicas de impregnación y en las tecnologías de polímeros han
aumentado el reciente interés por los apósitos con plata. Estos productos modernos se
han desarrollado basándose en los conocimientos de las propiedades de la plata,
especialmente de las interacciones entre la plata y el apósito y entre el apósito y la herida.
Su objetivo es mejorar las condiciones para la cicatrización de la herida, principalmente al
controlar la carga biológica de la herida.
Algunas medidas para mejorar la eficacia de los apósitos con plata son:
● desarrollar apósitos que tengan un exceso de plata para promover la liberación
sostenida del compuesto, aunque en última instancia la cantidad de plata iónica
disponible en solución depende del ambiente de la herida (véase la sección sobre
adsorción)
● optimizar el contacto del apósito con la herida con el fin de que la exposición a la plata
sea la máxima y, de este modo, conseguir mayor eficacia antimicrobiana33
● la propiedad de retención de algunos apósitos, combinada con la actividad de la plata,
puede ser importante para reducir la carga biológica13.
No obstante, existen amplias variaciones en la estructura, la formulación y la
concentración de plata de estos productos.
Los apósitos y los preparados que contienen plata tienen una eficacia antimicrobiana
mayor que el nitrato de plata o la sulfadiazina argéntica solos34,35. Combinar la sulfadiazina
argéntica con otros antisépticos, como clorhexidina o povidona yodada, puede potenciar
la actividad bactericida (y reducir la probabilidad de desarrollo de resistencia bacteriana),
pero también puede incrementar la citotoxicidad19. No obstante, las combinaciones no
son algo nuevo: ya se investigaron en un ensayo realizado en 1971 tras la aparición de un
brote de S. aureus resistente a la plata en Melbourne, Australia19. Recientemente, Garner y
Heppell han realizado una revisión exhaustiva de la aplicación clínica de sulfadiazina
argéntica combinada con cerio36.
El uso de formulaciones de plata acreditadas, como nitrato de plata en solución y
sulfadiazina argéntica, se ha asociado a un mayor tiempo de separación de los esfacelos10, a
una cicatrización de la herida más lenta16 y a la inactivación de compuestos enzimáticos
desbridantes17. Los apósitos que contienen plata se desarrollaron para paliar estos efectos
secundarios, sobre todo utilizando una formulación de liberación lenta pero sostenida de
plata, reducir la citotoxicidad y las manchas locales y potenciar la cicatrización de la herida
y la retención de exudado. Dado que no se dispone de datos sólidos que sirvan de guía a
los profesionales sanitarios, es importante adoptar una estrategia basada en el sentido
común y elegir un apósito que esencialmente cubra de manera apropiada y ajustable la
superficie de la herida para conseguir la eficacia máxima33.
9
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
RESISTENCIA
BACTERIANA
Hay indicios de resistencia bacteriana a la plata. Por tanto, la exposición a la plata podría
favorecer la aparición de microorganismos resistentes, y esto podría explicar en gran parte
el predominio de bacterias intrínsicamente resistentes a la plata en lugares donde la plata
se utiliza mucho37-39. Li y cols. comunicaron el desarrollo de resistencia bacteriana a
concentraciones altas de plata (> 1.024 ppm) tras exposiciones repetidas a
concentraciones crecientes de plata in vitro40. El mecanismo exacto por el que se desarrolló
resistencia a estas concentraciones no está claro.
CONCLUSIÓN
Las numerosas propiedades de la plata motivan que sea un antimicrobiano tópico idóneo
para las heridas con signos de infección. El problema es que no se dispone de datos
convincentes que sirvan de guía a los médicos para decidir contra qué bacterias es
probable que la plata sea eficaz y qué sistema de administración es el más adecuado para
cada tipo de herida. Combinar la plata (o la sulfadiazina argéntica) con otro
antimicrobiano de amplio espectro constituye una estrategia atractiva para incrementar la
eficacia, aunque esta combinación puede ser más citotóxica y tener mayores costes
clínicos41. En el futuro, los objetivos principales deben ser proporcionar datos de interés
sobre el uso de la plata y controlar la resistencia bacteriana.
PUNTOS CLAVE
1. La plata es un compuesto antimicrobiano de amplio espectro con escasa toxicidad cuando se aplica en
heridas.
2. La plata es activa en su forma iónica, y su concentración depende de la solubilidad de la sal de plata.
3. La plata puede formularse en una variedad de apósitos con capacidad de almacenamiento de plata.
4. Se han identificado bacterias resistentes a la plata.
5. El uso de la plata en apósitos debe estar respaldado por más estudios científicos y clínicos.
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Tratamiento tópico de las úlceras por
presión infectadas de estadios 3 y 4
Z Moore1, M Romanelli2
INTRODUCCIÓN
Para reconocer los primeros signos de infección en las heridas complejas, como las
úlceras por presión de estadíos 3 y 4, es necesaria una vigilancia atenta y
especializada. El tratamiento comprende numerosas intervenciones y estrategias
diferentes, tales como el uso de superficies para redistribuir la presión, el cambio de
posición, la nutrición, el control del dolor, la protección frente a la incontinencia y
el cuidado de la piel y de la herida1. Las intervenciones tópicas como el
desbridamiento, la terapia larval y el tratamiento tópico con presión negativa son
útiles. Sin embargo, este artículo se centra principalmente en el uso de los
antimicrobianos tópicos, en particular el yodo y la plata. Productos más antiguos
como la miel están resurgiendo en el mercado y hay un interés creciente en la
investigación de su uso2.
ANTECEDENTES
Yodo
En una revisión sistemática sobre el uso de antimicrobianos en el tratamiento de las
heridas crónicas se identificaron varios ensayos aleatorizados controlados (EAC) en los
que se había investigado el uso de antimicrobianos tópicos en el tratamiento de las úlceras
por presión3.
En un EAC se comparó un apósito con povidona yodada con un apósito hidrocoloide
en el tratamiento de las úlceras por presión de estadíos 2 y 3. Los autores comunicaron la
ausencia de diferencias estadísticamente significativas entre los grupos en la cicatrización
completa o parcial y en la reducción del área de la úlcera a los 56 días. En el segundo EAC
se comparó una pomada de povidona yodada con una pomada de violeta de genciana al
0,1 % en mujeres de edad avanzada con úlceras por presión. No se proporcionó
información sobre los tratamientos concomitantes para aliviar la presión. No se observó
una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos en la variación del área de
cicatrización de la herida a las 14 semanas. En el tercer EAC se compararon las tasas de
cicatrización obtenidas con una pomada que contenía el antiséptico oxiquinolina y con un
emoliente convencional. De nuevo, no se observaron diferencias estadísticamente
significativas entre los grupos. En otro ensayo sobre úlceras de diversas causas, entre ellas
úlceras por presión, se comparó un apósito de povidona yodada con apósitos
hidrocoloide. A las 12 semanas no se observó una diferencia estadísticamente significativa
en las tasas de cicatrización.
Es importante recalcar que estos estudios tenían poca potencia, por lo que era difícil
que mostraran una diferencia estadística entre los grupos, aunque existiera. Por tanto, es
necesario realizar evaluaciones más rigurosos para poder extraer conclusiones sólidas.
Plata
Coutts y Sibbald investigaron el efecto de apósitos de Hydrofiber® que contenían plata
sobre el tamaño de la herida y el equilibrio bacteriano en heridas de diversas causas4. De
las 30 heridas incluidas, cuatro eran úlceras por presión con infección local en la herida.
Los autores evaluaron el efecto de los apósitos sobre el tamaño de la herida y sobre los
signos y síntomas de aumento de la carga bacteriana durante cuatro semanas o hasta la
PUNTOS CLAVE
1. Profesor Universitario, Faculty
of Nursing & Midwifery, Royal
College of Surgeons of Ireland,
Dublín, Irlanda.
2. Director de la Unidad de
Investigación en Cicatrización de
Heridas, Universidad de Pisa,
Italia.
1. Los antimicrobianos tópicos (yodo y plata) son útiles en el tratamiento de las heridas con carga bacteriana
elevada o con signos de infección precoz localizada.
2. Los factores que se deben tener en cuenta al elegir un apósito son, entre otros, el estado de la herida, la
cantidad de exudado y la adaptabilidad del apósito a la herida.
3. Hay que tener en cuenta las posibles contraindicaciones de los productos; si tiene alguna duda, consulte
la ficha técnica del fabricante.
4. Hay que utilizar los apósitos con plata y con yodo únicamente como está indicado; su uso excesivo
puede originar resistencia bacteriana.
5. La evaluación continua del paciente y de la herida es esencial para vigilar y evaluar los resultados.
11
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
Figura 1 | Factores que se
deben tener en cuenta al
elegir un apósito
cicatrización completa. No se proporcionaron datos por separado de las heridas de úlceras
por presión, aunque los autores indicaron que el tamaño del 56 % de las heridas
disminuyó. El equilibrio bacteriano se determinó mediante la reducción de la cantidad de
esfacelos y de la maceración alrededor de la herida. Sin embargo, no se describió el
método exacto con que se evaluaron el esfacelo y la maceración. Los autores comunicaron
que la maceración mejoró en el 46 % de las heridas y que la cantidad de esfacelos
disminuyó en el 50 % de las heridas. No se llevaron a cabo análisis estadísticos definitivos,
pero los autores concluyeron que estos apósitos son útiles para mantener el equilibrio de
la humedad y el equilibrio bacteriano y para controlar el exudado.
En un estudio comparativo se examinaron sulfadiazina argéntica, povidona yodada y
solución salina fisiológica en el tratamiento de úlceras por presión crónicas. El estudio
demostró que la plata es útil para mantener el equilibrio bacteriano5.
PRODUCTOS EN
FORMULACIONES
NUEVAS
Los productos en formulaciones mejoradas constituyen nuevas oportunidades con menos
problemas de toxicidad para el tratamiento tópico de las úlceras por presión infectadas.
Un estudio in vitro ha demostrado que las propiedades del apósito que contiene la plata en
relación con los materiales empleados y la capacidad del apósito para retener líquidos son
más importantes que la cantidad de plata presente en el apósito6. Yodo cadexomer es un
producto muy absorbente que libera lentamente yodo en la herida a lo largo del tiempo.
Tanto la povidona yodada como el yodo cadexomer pueden ser eficaces para reducir la
carga bacteriana dentro de la úlcera por presión. Además, hay datos que indican que el
yodo cadexomer también podría acelerar la cicatrización de la herida7.
También hay que tener en cuenta la eficacia y la eficiencia del producto frente a
bacterias concretas (véase las páginas 2–6). Por desgracia, actualmente no hay datos de
buena calidad que sirvan de base para tomar decisiones clínicas3.
TRATAMIENTO DE LA
INFECCIÓN
Evaluación
Se ha demostrado que mantener el equilibrio bacteriano en las úlceras por presión es
importante para la cicatrización de la herida8. Es necesario realizar una evaluación integral
meticulosa para reconocer la infección precoz en las úlceras por presión de estadios 3 y 4.
Sanada y cols. han descrito claramente los cambios sutiles que pueden tener lugar tanto en
el paciente como en la herida inflamada de forma crónica9.
El aumento del dolor es un signo de empeoramiento del estadios de la úlcera y puede
indicar la presencia de osteomielitis. El dolor debe evaluarse regularmente utilizando el
mismo instrumento de puntuación del dolor en cada evaluación10.
La importancia de la nutrición en el tratamiento de las úlceras por presión infectadas de
estadios 3 ó 4 no está clara11. No obstante, cuando hay una infección, las necesidades
metabólicas son superiores y la producción de líquidos en la herida también es mayor. Si
la ingestión de alimentos y líquidos es insuficiente, un experto en dietética debe realizar
una evaluación nutricional completa12.
Limpieza del lecho
de la herida
Es probable que estas úlceras contengan gran cantidad de tejido desvitalizado, lo que
aumenta la carga bacteriana. Por tanto, es necesario tratar el tejido (desbridar el tejido
desvitalizado). Debido a la presencia de infección, el desbridamiento quirúrgico suele ser
el método de elección13, aunque debe evaluarse el riesgo de hemorragia y de exacerbación
del dolor. Si se elige el desbridamiento quirúrgico, hay que analizar cuidadosamente si es
necesario administrar antibióticos sistémicos; por ejemplo, hay que administrarlos en caso
de un desbridamiento de gran magnitud con hemorragia copiosa13.
12
TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN EN HERIDAS
Figura 1 | Factores que se
deben tener en cuenta al
elegir un antimicrobiano
tópico
Apósito para el lecho
de la herida
CONCLUSIÓN
Según la conclusión de una revisión sistemática reciente, no hay buenos datos de
ensayos que respalden el uso de una solución o una técnica concretas para la limpieza de
las úlceras por presión14. A pesar de ello, es necesario limpiar las úlceras por presión
infectadas de estadios 3 ó 4, principalmente por la producción de grandes volúmenes de
exudado, el cual suele oler muy mal. Según la opinión de consenso, el tratamiento debe
consistir en irrigar suavemente la herida con solución salina normal a temperatura
ambiente.
La elección del apósito debe basarse en la evaluación del paciente y de la herida (Figura
1). Cuando hay cambios sutiles en el paciente o en la herida que indican la presencia de
una infección, vale la pena considerar el tratamiento con antimicrobianos tópicos (véanse
las páginas 2–6).
Otros factores que hay que tener en cuenta al elegir un antimicrobiano son los
objetivos específicos del tratamiento de la herida y la capacidad del apósito para
conseguirlos. La frecuencia con que se desea cambiar el apósito, el tamaño de la herida y
el periodo previsto de uso del producto deben influir en la elección del apósito (Figura
2)15. Es importante conocer las recomendaciones de uso de los fabricantes; por ejemplo,
algunos productos deben humedecerse antes de usarlos.
El uso de antimicrobianos tópicos en formulaciones nuevas, especialmente de los
productos con plata y yodo, cada vez se recomienda más como componente del
tratamiento de heridas con una carga bacteriana problemática o creciente7. Para que el uso
de estos productos en la práctica clínica tenga éxito, es esencial realizar una evaluación
cuidadosa, elaborar un plan de cuidados apropiado, elegir bien el producto y evaluar
regularmente los resultados.
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13
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
Antimicrobianos tópicos e infección
de la zona quirúrgica
AC Melling1, FK Gould2, F Gottrup3ottrup3
INTRODUCCIÓN
En los últimos 150 años, los adelantos en las técnicas asépticas y los
antimicrobianos han reducido las tasas de infección después de la cirugía. Por tanto,
se infecta sólo un pequeño porcentaje de heridas quirúrgicas que cicatrizan por
primera intención. Sin embargo, cuando tales heridas no cicatrizan, la carga
económica puede ser considerable1. A veces hay que reingresar al paciente,
intervenirle quirúrgicamente y administrarle antibióticos intravenosos. En este
artículo se examina el tratamiento de la infección de la zona quirúrgica (IZQ) y su
efecto sobre la cicatrización de la herida, haciendo hincapié en los antimicrobianos
tópicos, especialmente la plata y el yodo. La IZQ se definió en el documento de
posicionamiento de la European Wound Management Association de 20052.
ANTECEDENTES
Debido al aumento de la resistencia a los antibióticos, los antimicrobianos tópicos se
utilizan cada vez más para el tratamiento y el cuidado de las heridas, especialmente para
las heridas infectadas o abiertas que cicatrizan por segunda intención. Para ser eficaces con
un tiempo de contacto corto, las concentraciones tienen que ser suficientes, lo que
incrementa el riesgo de toxicidad para los tejidos y retrasa la cicatrización de la herida3.
Estos posibles efectos adversos han dado a los antimicrobianos tópicos una mala
reputación (en algunos casos justificada). Sin embargo, diversos estudios han demostrado
que en concentraciones más bajas algunos no son citotóxicos y pueden reducir la carga
bacteriana4-11.
Los estudios realizados en seres humanos y animales sobre los efectos de los
antimicrobianos tópicos en las heridas agudas se han centrado en su capacidad para
reducir la carga bacteriana y prevenir la infección, pero sus resultados han sido
contradictorios. Algunos de ellos se resumen en la Tabla 1.
TRATAMIENTO
DE LAS IZQ
Evaluación de
la herida
La evaluación integral del paciente suele ser la clave para promover la cicatrización normal
de la herida. Es necesario identificar los factores de riesgo, como diabetes, obesidad,
malnutrición e isquemia, y tomar medidas para eliminarlos si es posible. Es importante
señalar que las concentraciones séricas de albúmina pueden ser bajas si la herida secreta
gran cantidad de exudado y que ello puede afectar negativamente a la cicatrización de la
herida.
Mediante una evaluación exhaustiva de la herida se pueden detectar signos precoces de
infección y, de este modo, instaurar un tratamiento adecuado antes que se produzca la
dehiscencia de la herida. Hay instrumentos que ayudan a los médicos a evaluar la herida
quirúrgica y detectar una infección2.
Incisión y drenaje
Abrir las heridas infectadas y dejar que el exudado purulento drene es una práctica que
lleva realizándose durante miles de años; es probable que su efecto beneficioso sea el
origen del término ‘pus laudable’. En la mayoría de los casos, basta con quitar las grapas o
suturas de parte de la herida para poder drenar el líquido purulento. Los líquidos
1. Becario de Investigación –
Enfermería, Unidad Profesional
de Cirugía, University Hospital of
North Tees, Stockton, Reino
Unido.
2. Microbiólogo, Freeman
Hospital, Newcastle Upon Tyne,
Reino Unido.
3. Profesor de Cirugía,
Universidad de Dinamarca del
Sur, Centro Universitario de
Cicatrización de Heridas,
Departamento de Cirugía
Plástica, Hospital de Odense,
Dinamarca.
14
PUNTOS CLAVE
1. Puede considerarse el uso de antimicrobianos tópicos para ciertos tipos de heridas quirúrgicas infectadas
como complemento del tratamiento convencional (antibióticos sistémicos para la infección extendida e
incisión y drenaje para sacar el pus).
2. Es necesario llevar a cabo ensayos aleatorizados y controlados de buena calidad con nuevos apósitos
con antimicrobianos.
3. Los datos actuales indican que el mayor beneficio de los antimicrobianos tópicos se consigue con su uso
como profilaxis para evitar la aparición de una infección.
4. Los antibióticos tópicos no deben utilizarse porque pueden causar reacciones de hipersensibilidad y
sobreinfecciones y favorecer la aparición de bacterias resistentes.
TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN EN HERIDAS
Tabla 1 | Ensayos clínicos de antimicrobianos tópicos en heridas agudas
Soluciones oxidantes
(peróxido de
hidrógeno, hipoclorito
sódico)
Se han realizado pocos estudios con el peróxido de hidrógeno en heridas agudas. Existen dudas acerca de su capacidad
antimicrobiana en diluciones no tóxicas. En estudios en animales y seres humanos no se observó un efecto perjudicial
sobre la cicatrización de la herida, pero el efecto sobre las cargas bacterianas fue limitado12–14. En un estudio realizado
tras una apendicectomía no se observó toxicidad, pero el compuesto no fue eficaz para prevenir la infección13.
Lineaweaver y cols. observaron que una dilución no tóxica de hipoclorito sódico era bactericida12. Sin embargo, Cannavo
y cols. observaron que una gasa impregnada en hipoclorito sódico no tenía un efecto beneficioso en la cicatrización de
heridas agudas15. Los hipocloritos están recomendados en el cuidado de heridas sólo si se usan con precaución como
compuestos desbridantes.
Ácido acético
Estudios in vitro indican que es citotóxico16,17. Dos estudios no controlados realizados en seres humanos indicaron que es
eficaz para las heridas agudas infectadas por Pseudomonas aeruginosa18,19.
Clorhexidina
Eficaz para la piel de los pacientes y para el lavado de las manos antes de la cirugía. Estudios en animales indican que
puede alterar la cicatrización20,21, aunque según otros estudios no es citotóxico en concentraciones más bajas y puede
favorecer la cicatrización de la herida5,6. Se producen pocas complicaciones microbianas en las heridas agudas durante
la cirugía dental22, pero no hay efecto en la infección en heridas ni en la estancia hospitalaria tras una apendicectomía23.
Plata
Utilizada para quemaduras e injertos de piel como profiláctico para prevenir infecciones24. En la mayoría de los estudios
en animales no se observaron efectos adversos en la cicatrización9–11. Se van a comercializar muchos preparados
nuevos25.
Yodo
En estudios en animales, la povidona yodada y el yodo cadexomer redujeron la carga bacteriana8,9. En un estudio en
seres humanos, la povidona yodada redujo el riesgo de infección en la cicatrización de heridas quirúrgicas26, aunque en
otro estudio fue ineficaz para reducir la carga bacteriana27. Las investigaciones con el yodo cadexomer han demostrado
que reduce la carga bacteriana y mejora la cicatrización8.
infectados situados a mayor profundidad suelen poderse drenar por vía percutánea
colocando un catéter (conectado a un sistema de drenaje) utilizando como guía la TC o la
ecografía. En ocasiones, es necesario volver a abrir la herida y desbridarla mediante una
intervención quirúrgica28.
La mayoría de las heridas quirúrgicas que se vuelven a abrir se dejan que cicatricen por
segunda intención, aunque algunas pueden cerrarse después del tratamiento y de que los
signos clínicos de infección hayan desaparecido. Se produce retraso de la cicatrización por
primera intención cuando una herida, abierta de nuevo después de una infección, se
vuelve a cerrar después de cuatro o cinco días de tratamiento local más tratamiento de
sostén con antibióticos sistémicos (nuevo cierre temprano), y en más del 90 % de los
casos la herida cicatriza sin complicaciones29,30.
Antibióticos
A pesar de la preocupación cada vez mayor por las bacterias resistentes a los antibióticos,
se sigue recomendando el uso adecuado de antibióticos sistémicos cuando hay signos
claros de celulitis, linfagitis o complicaciones generales (p.ej., bacteriemia y sepsis)30. El
tratamiento con antibióticos está indicado en estas circunstancias independientemente de
los resultados de los cultivos de la herida. El tipo y la posología de los antibióticos se
pueden modificar más tarde si los análisis de sensibilidad en los cultivos indican que otra
pauta es más adecuada. Si los cultivos de la herida indican la presencia de infección pero
no hay signos clínicos de un proceso infeccioso, habitualmente los antibióticos deben
interrumpirse hasta que se confirme el resultado. En general, no deben administrase
antibióticos tópicos porque pueden causar reacciones de hipersensibilidad y
sobreinfecciones y favorecer la aparición de bacterias resistentes31. Las IZQ superficiales
no requieren necesariamente el uso de antibióticos sistémicos y pueden cicatrizar por sí
mismas si no hay una infección generalizada.
Otros compuestos
Está claro que los apósitos con antimicrobianos tópicos se han utilizado en el pasado y
siguen empleándose para las IZQ. La investigación en las heridas agudas se ha centrado
en demostrar que los antimicrobianos tópicos carecen de efectos citotóxicos y pueden
ayudar a prevenir las infecciones. Existen pocas pruebas de que los antimicrobianos
modernos produzcan toxicidad general32 y hay algunos datos que indican que la aplicación
de antimicrobianos tópicos podría prevenir las infecciones en heridas agudas19,22,24,26. Sin
embargo, en la mayoría de estos estudios se examinó el uso de antimicrobianos en heridas
abiertas, que a menudo están contaminadas. La mayoría de las heridas quirúrgicas están
cerradas (suturadas), y estas aportaciones pueden no ser relevantes.
Cicatrización por
segunda intención
En una revisión sistemática en la que se examinó el tratamiento con apósitos y
compuestos tópicos para las heridas quirúrgicas que cicatrizan por segunda intención no
se observaron pruebas que respalden su uso33. De los 13 estudios incluidos, seis se
15
DOCUMENTO DE
POSICIONAMIENTO
Figura 1 | Indicaciones de
los antimicrobianos
tópicos
Cicatrización por
primera intención
realizaron en pacientes sometidos a escisión del sinus pilonidal, cinco en pacientes con
dehiscencia de la herida durante el postoperatorio, uno en pacientes sometidos a resección
abdominoperineal y uno en pacientes sometidos a una amputación infracondílea.
En 5 de los 13 estudios se examinó el efecto de apósitos de gasa en cintas impregnadas
en soluciones antimicrobianas y se comparó con el de otros apósitos (habitualmente
espuma). El tratamiento antibacteriano no se identificó con un efecto beneficioso en la
cicatrización de la herida, pero los apósitos con gasa causaron mayor molestias y los
pacientes estuvieron menos satisfechos con ellos que con los apósitos de espuma.
No hay estudios de buena calidad en los que se hayan examinado los efectos beneficiosos
de los antimicrobianos tópicos sobre las heridas quirúrgicas que cicatrizan por primera
intención, aunque algunas investigaciones recientes han indicado que los antimicrobianos
tópicos pueden usarse como ‘tratamiento de rescate’ para las heridas quirúrgicas que no
cicatrizan debido a una infección (véase la Figura 1)34. Además, los antisépticos tópicos
(p.ej., la plata iónica) se utilizan ahora en combinación con los mejores productos para el
cuidado de heridas, como apósitos de Hydrofiber®, alginatos, espumas, hidrogeles e
incluso tratamiento tópico con presión negativa25. No obstante, es necesario realizar
ensayos aleatorizados comparativos para poder recomendar sistemáticamente estos
tratamientos. Los antimicrobianos también pueden usarse antes de cerrar la herida como
profilaxis.
Se ha indicado que la povidona yodada penetra más en los tejidos que la plata, la cual
posiblemente destruye sólo las bacterias presentes en la superficie35; por tanto, es más
adecuado el uso de povidona yodada para las heridas quirúrgicas cerradas. En un estudio
se investigaron los efectos de povidona yodada sobre heridas agudas cerradas en animales
y no se observó efecto beneficioso alguno, aunque los autores no mencionaron la dosis
utilizada de povidona yodada36.
Los antimicrobianos tópicos pueden no ser tan eficaces contra las bacterias que residen
en las heridas como lo son contra las mismas bacterias in vivo. El motivo es que la
presencia de exudados como suero, sangre y pus reduce la actividad de algunos
antisépticos37.
Elección del apósito
adecuado
La mayoría de las heridas quirúrgicas infectadas no presentan una dehiscencia completa.
Por tanto, el acceso a la zona de la herida a menudo es limitado, pero puede lograrse a
través de una línea de sutura parcialmente abierta o separando el tejido superficial. Los
factores que se deben tener en cuenta al elegir un apósito se muestran en la Tabla 2.
CONCLUSIÓN
Es necesario realizar ensayos extensos de buena calidad con los nuevos apósitos
antimicrobianos para poder recomendar su uso sistemático en las heridas quirúrgicas
infectadas. También es esencial llevar a cabo un análisis de coste-beneficio y encontrar un
equilibrio entre las repercusiones negativas en la cicatrización de la herida y los efectos
beneficiosos a corto plazo resultantes de reducir la carga bacteriana31. Los datos más
16
TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN EN HERIDAS
Tabla 2 | Factores que se deben tener en cuenta al elegir un apósito
Frecuencia de cambio
del apósito
No utilizar preparados en formulaciones de liberación lenta para las heridas que requieren que se cambie
frecuentemente el apósito. Muchos preparados liberan principios activos cuando el apósito absorbe líquidos y
no son adecuados para las heridas secas38. Las cremas acuosas (que contienen antimicrobianos) no son
apropiadas para las heridas con gran cantidad de exudado3.
Tamaño de la herida
Se ha indicado que algunos preparados pueden absorberse de forma sistémica, pero no hay datos claros que
respalden esta hipótesis. Hay que actuar con precaución en las heridas grandes, y los médicos deben
consultar la ficha técnica del fabricante si necesitan obtener más información.
Localización de la herida
Los apósitos deben ser flexibles. En ortopedia, la mayoría de las heridas quirúrgicas están situadas por encima
de la articulación, y los apósitos deben permitir que la articulación se mueva libremente para la movilización
postoperatoria. Hay que elegir formulaciones concretas cuando sólo se pueda acceder a la cavidad a través de
una línea de sutura parcialmente abierta.
Dolor
Los apósitos que establecen un contacto húmedo con la herida y no se adhieren a ella causan menos dolor
cuando se retiran. La gasa se ha asociado a dolor durante el cambio de apósito39.
Preferencia del paciente
Hay que determinar si los pacientes presentan intolerancia a los apósitos con antimicrobianos en las fases
iniciales del tratamiento. El cumplimiento terapéutico aumenta si el apósito satisface las necesidades de los
pacientes (es decir, controla el exudado, es cómodo, flexible, no es voluminoso y causa un dolor mínimo
durante su aplicación y retirada).
sólidos indican que los antimicrobianos tópicos son útiles en la profilaxis (es decir, la
preparación de la piel antes de la cirugía); sin embargo, es improbable que produzcan
efectos beneficiosos en las heridas quirúrgicas cerradas porque penetran poco en la herida.
Hay determinadas circunstancias en las que los antimicrobianos tópicos pueden usarse
como tratamiento de rescate de heridas quirúrgicas que no cicatrizan.
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