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Horacio Pérez España Enormes praderas en las zonas superficiales de los arrecifes son tan sólo una más de las sorpresas que guardan para el ser humano estos importantes ecosistemas. Pastos y macroalgas en los bajos arrecifales Una campiña bajo el mar Arrecifes como Cabezo, en el sur del SAV, tienen praderas de varias hectáreas, con pastos que llegan a medir casi un metro de alto. En el SAV existen 284 especies de algas, primer eslabón de la cadena alimentaria. Con pastos que llegan a medir casi un metro de alto, sirven de refugio para muchas especies pequeñas y son zonas de alta productividad biológica y de oxígeno. Arrecifes como Cabezo, en el sur del Sistema Arrecifal Veracruzano (SAV), tienen praderas de varias hectáreas. Más del 90% de la biomasa de estas praderas corresponde a una sola especie: Thalassia testudinum, conocida también como pasto de tortuga, ya que forma parte de la dieta de estos reptiles. Los pastos marinos sirven también como estabilizadores del sedimento, de forma similar a lo que hacen las plantas terrestres. Debido a las funciones que desempeñan los pastos, cualquier cambio sobre ellos puede provocar otro en la composición y abundancia de la fauna asociada, incluyendo aquellas especies que son de importancia pesquera y que utilizan los pastizales, como zonas de crianza. Localmente, las praderas de pastos son conocidas como “ceibadales”. Los principales factores que los afectan son la eutrofización o aumento excesivo de nutrientes en el agua, y la contaminación por los desechos vertidos del continente. Otro grupo importante dentro de la vegetación marina la constituyen las algas, que tienen una importancia ecológica y económica, ya que sirven de alimento para muchas especies y son el primer eslabón de la cadena alimentaria, además de que absorben CO2 y liberan oxígeno. En el SAV existen 284 especies de algas y aunque aquí no se han explotado con fines comerciales, existen otros lugares donde sí las utilizan para la preparación de sushi, galletas y alimento para ganado. En la industria farmacéutica se emplean sus compuestos activos y propiedades medicinales como suplementos alimenticios o como medio de cultivo de bacterias, en las cuales se hacen ensayos de antibióticos y fungicidas. Los compuestos extraídos se usan también para hacer más espesa la pintura, retrasar el descongelamiento de los helados, darle consistencia al pan de caja y maquillajes.