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DECLARACIÓN DEL P.O.R. SOBRE EL ATAQUE
TERRORISTA CONTRA LA REVISTA CHARLIE
HEBDO
El miércoles 7 de enero,
dos
hombres
armados
entraron
en
las
dependencias de la revista
francesa Charlie Hebdo y
dispararon a 12 periodistas
y
caricaturistas.
La
operación se caracteriza
por un ataque terrorista. El
objetivo era suprimir a los
periodistas
considerados
enemigos del Islam y
profanadores
del Profeta
Muhammad.
La
policía
francesa identificó como
responsables del ataque a
los hermanos Said y Sherif
Kouashi, miembros de Al Qaeda en la Península Arábiga. El ataque en París es
consecuencia del intervencionismo y el genocidio promovido por el imperialismo.
El hecho de que el ataque se produce en Francia contra los dibujantes conocidos,
tuvieron un impacto en todo el mundo inmediatamente. El contenido de la
campaña publicitaria por los medios de comunicación es como un acto de
barbarie contra la civilización.
El presidente de Estados Unidos en tono de campaña calificó lo ocurrido "horrible
y cobarde". La presidenta Dilma Rousseff seguio la misma melodía. Una lista de
intelectuales, periodistas, caricaturistas y analistas desfilan sobre la bandera de
la libertad de prensa.
En Francia, el presidente François Hollande se unió a Nicolas Sarkozy en defensa
de la "República" y "la unidad nacional". La derecha, representada por el Frente
Nacional de Le Pen Jeanmarie, reclama el derecho a estar presente en la defensa
de Francia contra el terrorismo. La población está llamado a tomar las calles y
llevar la bandera "Je suis Charlie". Por último, el terrorismo se opone a la
civilización, como si no se gestara en su propio vientre.
La búsqueda de hermanos Kouashi movilizó todas las fuerzas de la represión.
París es asediada.
Los dos militantes yihadistas estaban rodeados. No aceptaron rendirse y
murieron en combate fte al ejército francés. Todo indicaba que sería mejor para
el gobierno francés tener vivos en sus manos.
Es el interés del imperialismo explorar tanto los efectos ideológicos y
emocionales de su guerra contra el movimiento nacionalista islámico que utiliza
el método terrorista de combate.
Los poderosos son muy conscientes de que las organizaciones yihadistas no
pueden encarnar un movimiento revolucionario que pone en peligro las bases
económicas y políticas del capitalismo. Pero tienen que aplastarlos ya que
asumen posiciones nacionalistas, defendiendo con las armas, incluido el
terrorismo.
El revista francesa no significa absolutamente nada en esta guerra, que se
desarrolla en el Medio Oriente, Asia y los países africanos. Su circulación semanal
fue de sólo 60.000 copias. Las caricaturas golpearon indiscriminadamente
prominentes figuras el mundo social y político. Había un periódico dedicado
exclusivamente a desprestigiar a Muhammad, Sharia y los yihadistas. ¿Por qué,
entonces, hermanos Kouashi planearon el asesinato de toda la cumbre de
Charlie?
De acuerdo con la campaña de la prensa mundial, la explicación radica en la
naturaleza bárbara de las organizaciones terroristas que están cubiertos con el
islam. Esta es una explicación que sirve al imperialismo, que desempeña una
gran opresión en el mundo, especialmente en países donde los movimientos
musulmanes se manifiestan.
Ciertamente, el fanatismo religioso está presente en el ataque a Charlie Hebdo.
No en vano, la prensa destacó una frase que posiblemente fue rasgando los
pulmones de uno de los terroristas "Muhammad vengar". El semanario había
sufrido lesiones y amenazas constantes a periodistas. Sin embargo, el fanatismo
solo no explica tanto odio a los caricaturistas. Resulta que a pesar de la baja
penetración en la población, Charlie Hebdo expresó la Francia imperialista ante
los movimientos yihadistas. Sus caricaturas, nos guste o no, sus creadores eran
parte de la ideología colonial e imperialista de Francia. Sólo la ausencia de un
análisis político es igual a una caricatura de Mahoma con el Papa. El Vaticano y el
Papa son políticamente la mano de Francia. Su caricatura no tiene ninguna
trascendencia. Pero la caricatura de Mahoma es un ataque ideológico contra el
movimiento yihadista. Ahí está su trascendencia. Sólo para entender esta
dimensión por qué una pequeña revista era el objetivo de odio.
El POR tendencia marxista, siempre ha rechazado el método terrorista, a los
combates fuera del proletariado y las masas oprimidas, a los movimientos de los
personajes oscurantistas claras que se basan en la religión. Sin embargo, nunca
se colocan en el lugar para aplastar al imperialismo. El ataque a la revista
Charlie Hebdo no traerá ningún progreso a la rebelión de las naciones oprimidas
contra las naciones opresoras. No es, sin embargo, para condenar el ataque en
apoyo de la campaña del imperialismo.
Los explotados deben identificar al imperialismo francés como responsable de la
aparición de los movimientos nacionalistas islámicos que se inician por medio del
terrorismo, ya que se enfrentan a un opresor poderosamente armado y dispuesto
a la masacre y el genocidio para preservar sus intereses económicos y su
dominio. No es casualidad que la discriminación en Francia -y dentro de todos los
poderes- los inmigrantes, y en particular los árabes, es violento.
Es falso para establecer una oposición entre la barbarie y la civilización. Esto es
lo que acaba de hacer en el sangriento ataque a Charlie. Este mismo criterio se
ha aplicado en la guerra de Estados Unidos contra el Estado islámico y otros
movimientos yihadistas. La barbarie moderna se origina dentro del capitalismo
en su etapa más avanzada de desarrollo. Las dos guerras mundiales fueron sus
puntos de referencia. Las intervenciones militares en diversas partes del mundo
son la continuación de los métodos bárbaros de gobiernos. El terrorismo de
organizaciones islámicas viene de la opresión gigantesca de los pueblos y las
naciones semi. Países coloniales como Francia germinan dentro de sí esa
resistencia. Los más poderosos usan su poder para aplastar a los movimientos
nacionales en el Medio Oriente, Asia y África, más se resienten en su interno de
los acontecimientos trágicos como el Charlie Hebdo.
La principal conclusión es que la clase obrera debe tomar en sus manos la lucha
contra la opresión imperialista. Sólo entonces el terrorismo perderá su lugar de
resistencia. El avance de la barbarie se debe en gran parte a los reveses sufridos
por el proletariado mundial. Sólo el programa de la revolución socialista abre el
camino para poner fin a la opresión, la pobreza y el atraso de las masas. La clase
obrera francesa se enfrenta a la tarea de desenmascarar a la burguesía, que se
hace pasar por democrática, civilizada y pacífista. Con esta lucha, se convierta
en el terrorismo inocuo.
Los trabajadores, campesinos y jóvenes, debemos rechazar la
campaña imperialista contra el terrorismo.
La barbarie es producto del capitalismo en decadencia.
Vamos a construir el Partido Revolucionario para acabar con la
opresión.
Viva el socialismo!
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