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INTRODUCCION La intubación orotraqueal es un procedimiento que ha permitido salvar vidas. Sus inicios se remontan al año 1542 cuando Versalio introdujo un trozo de caña en la tráquea de un cordero, pero no fue hasta 400 años más tarde cuando Griffith y Jonson en Montreal introdujeron el curare que este procedimiento toma más auge. Con el paso de los años ha evolucionado hasta realizarse de la manera actual. La colocación adecuada es fundamental para asegurar la vía aérea permeable, evitar el colapso pulmonar y poder continuar con las funciones normales de la bomba cardíaca.1 La confirmación de la colocación del tubo endotraqueal se puede realizar mediante el examen físico y/o dispositivos de confirmación. Estos últimos incluyen dispositivos de detección y monitorización de CO₂ espirado (dispositivo colorimétrico, capnografía), dispositivo detector esofágico con ritmo de perfusión, oximetría de pulso, y radiografía de tórax.2 El Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom es el centro nacional de referencia para pacientes pediátricos de El Salvador, y recibió un total de 955 pacientes en Unidad de Máxima Urgencia en el año 2011. De estos, una tercera parte viene en críticas condiciones de vida y necesitan intubación de vía aérea. En nuestro centro la adecuada inserción del dispositivo es verificada a través de Rayos X de Tórax. En el presente trabajo de investigación realizaremos una revisión retrospectiva de pacientes atendidos en la Unidad de Máxima Urgencia del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom que necesitaron intubación endotraqueal en el período Enero – Diciembre de 2011. Se realizará una revisión de los Rayos X de Tórax post-intubación y de los expedientes de dichos pacientes, con la finalidad de poder verificar la posición del tubo orotraqueal e identificar la frecuencia de inadecuada posición y las posibles complicaciones de la misma. La finalidad de este estudio es contar con datos que ayuden a evitar las complicaciones y reducir la morbilidad intrahospitalaria, brindando de esta manera una atención de calidad a los pacientes atendidos en nuestra institución. 1 ANTECEDENTES La validación radiológica de la inserción del tubo orotraqueal (TOT) ha sido estudiada ampliamente en diferentes instituciones a nivel mundial. A pesar de existir otros métodos de confirmación la verificación radiológica es necesaria.3 Geisser y colaboradores documentaron que es necesario obtener una radiografía de Tórax para validar adecuadamente la colocación del TOT. 4 En un estudio de pacientes intubados, Brunel y colaboradores del Departamento de Cirugía y Anestesia de la Universidad de California, San Francisco encontraron que únicamente el 60% de las intubaciones bronquiales cumplían con parámetros de confirmación clínicos, como presentar ruidos pulmonares bilaterales a la auscultación, lo que confirma que la validación más certera se hace a través de Rayos X de Tórax.5 Muchos autores coinciden en que la eficacia de la intubación en unidades de emergencia no ha sido rigurosamente estudiada. La mayoría de estudios han sido realizados en pacientes adultos y en países desarrollados.4 En estos se hace énfasis también en el hecho que las habilidades del médico (ó personal de salud capacitado) que coloca el tubo orotraqueal son determinantes para lograr el éxito en el procedimiento. Se ha reportado que existe una incidencia de 18.2% de colocación inadecuada del dispositivo; de estos la tercera parte (6%) fue reportado en bronquio derecho.4 En nuestro país el Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom constituye el mayor centro de atención y referencia para la población pediátrica, motivo por el cual el mayor porcentaje de pacientes que requieren soporte ventilatorio son derivados a este nosocomio. El hospital cuenta con personal capacitado sometido a entrenamiento en el centro de capacitaciones autorizado por la American Heart Association.2 En el hospital no se han realizado estudios previos sobre la validación radiológica de la inserción del tubo endotraqueal, siendo ésta la primera investigación con tal propósito. 2 JUSTIFICACION La práctica actual de la medicina obliga a los profesionales de la salud a mantenerse en constante actualización, así como un continuo adiestramiento en procedimientos como la intubación orotraqueal que son vitales para los pacientes. En el Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom el personal de salud (médicos en diversos niveles de formación, enfermeras, etc.) se encuentra sometido a constante entrenamiento en manejo de la vía aérea, pero existen mecanismos muy limitados de retroalimentación sobre el adecuado manejo de la vía aérea. La importancia del presente trabajo de investigación radica en la posibilidad de verificar objetivamente a través de un método radiológico la posición del tubo orotraqueal en pacientes atendidos en máxima urgencia de nuestro hospital. De esta manera se estará evaluando la frecuencia de inserciones adecuadas e inadecuadas, con el único fin de reducir las complicaciones secundarias a dicho procedimiento y también retroalimentar en la capacitación de dicha práctica. En la unidad de Emergencia no se cuentan con anestesiólogos o licenciados en anestesia de planta, que serían los idóneos en practicar la intubación orotraqueal, por lo tanto, pediatras Staff y médicos residentes realizan la intubación endotraqueal en todos los pacientes críticos que necesitan este dispositivo.6 3 OBJETIVOS OBJETIVO GENERAL: Validar a través de Rayos X de Tórax post-intubación la inserción del tubo orotraqueal en pacientes pediátricos atendidos en la Unidad de Máxima Urgencia del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom, en el período enero – diciembre de 2011. OBJETIVOS ESPECIFICOS: Identificar la frecuencia de colocación adecuada e inadecuada del tubo orotraqueal en los pacientes atendidos en la Unidad de Máxima Urgencia del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom. Describir la edad, sexo y patología que más frecuentemente requieren de soporte ventilatorio. Detallar las complicaciones más frecuentes a corto plazo secundarias a inadecuada colocación del Tubo Orotraqueal. Comparar la saturación de oxígeno post intubación con los hallazgos radiológicos. 4 MARCO TEÓRICO 2 En el presente trabajo de investigación hablaremos de un tema que se presenta cotidianamente en nuestro hospital, su manejo requiere entrenamiento especial, habilidad técnica y experiencia para la colocación segura y correcta del Tubo Orotraqueal, así como asegurar la vía aérea y mantenerlo en posición adecuada para evitar posibles complicaciones. La colocación de cualquier dispositivo avanzado para la vía aérea en lactantes y niños se debe realizar en un sistema sanitario que incluya un proceso para la mejora continua de la calidad. Esto incluye el establecimiento de protocolos (por ejemplo, que incluyan indicaciones para la intubación, además de confirmación de la ubicación del tubo), monitorización del entrenamiento y adquisición de experiencia de los miembros del personal del equipo de salud, monitorización de la tasa de complicaciones y un sistema de mejora del entrenamiento. Las indicaciones de colocación de un tubo orotraqueal (según la American Heart Association) incluyen deterioro neurológico, obstrucción funcional y/o anatómica de la vía aérea, pérdida del reflejo tusígeno ó nauseoso, trabajo respiratorio excesivo, oxigenación inadecuada a pesar de la administración de oxígeno, presión intracraneal aumentada, control de la respiración durante la sedación profunda. El éxito de la colocación del dispositivo depende de múltiples factores, se utilizan generalmente como puntos de referencia, las marcas calibradas en centímetros para facilitar la identificación ó detección de movimiento involuntarios del tubo, se debe tomar en cuenta la marca de las cuerdas vocales, cuando el tubo está al nivel de la abertura glótica indica que la punta del tubo debe estar en la mitad de la tráquea. 5 En el mercado existe una amplia variedad de Tubos endotraqueales, con o sin balón, que pueden ser utilizados, la presencia de este, puede aumentar la dificultad de la colocación adecuada para el personal de salud con menor experiencia en el procedimiento. Los que poseen balón son preferibles en ciertas circunstancias como: mala distensibilidad pulmonar (neumonía, SDRA), alta resistencia de la vía aérea (estado asmático), fuga de aire importante en la glotis. Al seleccionar el tamaño apropiado del tubo puede utilizarse el equivalente al tamaño del dedo meñique del niño; el calcularlo por este método puede ser difícil y poco fiable. Se debe estimar el tamaño basado en talla ó estatura; se pueden utilizar fórmulas basadas en la edad, ó cintas de resucitación codificadas por colores para niños cuyo peso es menor de 35 kgs. Cuando se ha estimado el tamaño apropiado se debe preparar tubos +/- 0.5 mm más pequeño y 0.5 mm más grande. Una vez colocado el tubo se debe verificar si el tamaño es el correcto, asegurarse si la ventilación es adecuada; si hay una fuga de aire audible sugiere que el tubo es demasiado pequeño en relación con la tráquea del niño, este factor es importante para la posterior ventilación mecánica asistida, debido a que diversas patologías crean alta resistencia de la vía aérea, ó pulmones rígidos lo que dificulta el adecuado intercambio. Actualmente algunos ventiladores mecánicos poseen tecnología para compensar eficazmente una pérdida de aire. Se debe verificar el adecuado funcionamiento de todo el equipo y preparar al niño para el procedimiento, administrándole oxígeno suplementario, si es necesario se asiste la ventilación (si el esfuerzo respiratorio es insuficiente), y se sigue la secuencia de intubación rápida, se monitoriza al paciente y se posiciona. 6 Los intentos de intubación deben ser breves (no más de 30 seg.) debido a que se puede producir hipoxemia, se deben interrumpir los intentos de intubación, si se observa hipoxemia significativa, cianosis, palidez y disminución de la frecuencia cardíaca. Al interrumpir los intentos de intubación, se le debe proporcionar al paciente oxígeno al 100% para mejorar la oxigenación y la frecuencia cardíaca, antes de realizar un nuevo intento. Si el paciente está inestable y es difícil oxigenarlo con bolsa máscara se debe considerar que la necesidad de la colocación del dispositivo avanzado para la vía aérea supera la necesidad de corregir un descenso transitorio de la oxigenación ó la frecuencia cardíaca durante la intubación. En estos casos la intubación debe realizarla el proveedor más diestro ó debe ser supervisado atentamente. Debemos confirmar la colocación del tubo inmediatamente después de su inserción, durante el traslado del paciente, después de moverlo (de una camilla a otra), si se produce deterioro en su estado general de salud. Ninguno de los métodos es 100% fiable pero el uso de éstos reduce significativamente el riesgo de colocación incorrecta y por consiguiente reduce la frecuencia de complicaciones. Para confirmar la colocación del tubo endotraqueal podemos realizarla mediante: examen físico y/o dispositivos de confirmación. Al examen físico se observa si se eleva el pecho adecuada y simétricamente durante la ventilación con presión positiva. Al auscultarlo se verifica si el murmullo vesicular es igual en ambos campos pulmonares, esta simetría se puede ver alterada por patologías que afectan el parénquima pulmonar (derrame pleural, neumotórax y neumonía) se debe en estos casos tomar como referencia los hallazgos previos a la intubación para poder realizar la comparación. La confirmación de la posición del tubo endotraqueal también puede realizarse utilizando dispositivos de detección de CO₂ espirado y de monitorización (dispositivo colorimétrico, capnografia); dispositivo detector esofágico con ritmo de perfusión, oximetría de pulso, y radiografía de tórax (confirmar que el tubo está insertado en la tráquea a la profundidad correcta). 7 En nuestro hospital la técnica utilizada como prueba documentada, después de intubar a nuestros pacientes es la radiografía de Tórax. Rayos X de Tórax. Las radiografías obtenidas en las camas de los pacientes constituyen una práctica frecuente en las unidades de cuidados intensivos y de máxima urgencia. Se trata de exámenes efectuados a enfermos que habitualmente presentan variados y complejos problemas médicos, con frecuencia monitorizados y evaluados con diversos dispositivos, lo que muchas veces dificulta el examen físico, por lo que las radiografías se convierten en un complemento del examen clínico útil para evaluar cambios en el estado del paciente cuyo manejo y tratamiento pueden requerir modificaciones. En un estudio multicentrico efectuado en Estados Unidos se demostró que en alrededor del 45% de los casos de niños hospitalizados, el médico clínico efectuó algún tipo de intervención en relación con los hallazgos de las radiografías obtenidas, porcentaje que se eleva en niños más pequeños – peso menor de 10 kgs- que tenían uno ó más dispositivos instalados al momento de el examen. La técnica debe de ser cuidadosa, retirando hacia los lados del tórax todos aquellos objetos ó aparatos que se sobreproyectan en la zona a estudiar porque muchas veces actúan como distractores y pueden originar errores de interpretación posterior. Es importante que el procedimiento se ejecute con mucho cuidado, y sería ideal contar con la participación de la enfermera a cargo del paciente, debido a que pueden ocurrir eventos adversos para el niño, como la movilización inadecuada del tobo orotraqueal ó la salida del catéter venosos. El advenimiento de la radiografía digital permite contar con radiografías de mejor calidad que las utilizadas actualmente, que frecuentemente resultan inadecuadamente penetradas y de mala calidad. Durante la fase aguda de los procesos patológicos, muchas de estas radiografías son obtenidas como rutina, en tanto que otras se indican para controlar cambios en la evolución de los niños ó para confirmar la adecuada instalación de tubos y catéteres. 8 El American College of Radiology (Colegio Americano de Radiología) ha sugerido que las radiografías diarias de rutina están indicadas en los pacientes ventilados mecánicamente y en aquellos con problemas cardiopulmonares. En la práctica habitual, las radiografías se solicitan con dos fines principales que están dirigidos a evaluar: la localización de dispositivos o aparatos instalados en el paciente, la condición cardiopulmonar del niño y el monitoreo de sus cambios. Evaluar La Localización De Dispositivos O Aparatos Instalados En El Paciente. La gran mayoría de los pacientes a los que se les practican radiografías portátiles tienen al menos un dispositivo instalado en el momento del examen (91 – 96%). La posición de los tubos endotraqueales se puede observar habitualmente con facilidad, debido a que son tenuemente radiopacos y así contrastan con la hipodensidad del aire en la vía aérea, permitiendo su visualización. En general, con el objetivo de mantener una ventilación mecánica adecuada, se considera que la posición es correcta cuando el extremo del tubo está localizado entre C7 y el nivel de un cuerpo vertebral por encima de la carina. La mala posición de los tubos endotraqueales puede resultar en atelectasias y sobredistensión del pulmón ó lóbulos ventilados selectivamente de forma inadvertida. En los niños pequeños en los que se utiliza tubo endotraqueal sin balón y además presentan una menor distancia desde las cuerdas vocales a la carina, es más frecuente que los tubos deban ser reposicionados en comparación a lo que sucede en los niños mayores y pacientes adultos se ha comunicado que en aproximadamente el 16% de los niños es necesario modificar la posición del tubo después del control radiológico. 9 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ¿Cuál es la frecuencia de la adecuada inserción del tubo orotraqueal verificada a través de la Rayos X de Tórax y las posibles complicaciones de la inadecuada colocación del dispositivo en los pacientes atendidos en Unidad de Emergencia del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom de Enero a Diciembre de 2011? DISEÑO METODOLÓGICO Diseño del Estudio Descriptivo, transversal, observacional, retrospectivo. Universo y Población a. Población Blanco: Pacientes atendidos en Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom. b. Población accesible: Pacientes atendidos en Unidad de Emergencia de Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom que requirieron soporte ventilatorio avanzado con colocación de Tubo Orotraqueal. c. Población elegible: Pacientes a quienes se les coloco tubo orotraqueal y a los cuales se les tomo Rayos X post – intubación. 10 Criterios de inclusión Pacientes atendidos en Máxima Urgencia Pacientes de 0 – 12 años con colocación de tubo orotraqueal. Criterios de Exclusión Pacientes a los que se les coloco el tubo orotraqueal previo a su llegada al HNNBB. Tamaño Muestral y Muestreo Fórmula utilizada para calcular el tamaño de la muestra donde n: tamaño de la muestra N: tamaño de la población σ: desviación estándar. Valor Constante 0.5 Z: nivel de confianza 95% : 1.96 (más usual) 99% : 2.58 e: limite aceptable de error muestral (queda a criterio) 1% (0.01) 9% (0.09) 11 Calculando Procedencia de las Unidades de Estudio Pacientes atendidos en la Unidad de Máxima Urgencia del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom entre Enero – Diciembre de 2011. Ensamble de la población de estudio Se revisó la base de datos de la Unidad de Emergencia, obteniéndose el total de 955 pacientes atendidos en Máxima Urgencia en el período a estudiar. Se revisara a continuación la base de datos del Servicio de Radiología buscando el número de pacientes a quienes se les tomó rayos X de Tórax. Posteriormente se revisaran los records electrónicos de radiología para encontrar el número de pacientes a los cuales se les insertó el dispositivo. Se obtendrán los números de expediente y se revisaran los mismos. Los rayos X de aquellos casos que cumplan con los criterios de inclusión serán revisados por un único medico radiólogo. 12 Definición de las Variables. Objetivo No. 1 - Identificar la frecuencia de colocación adecuada e inadecuada del tubo orotraqueal en los pacientes atendidos en la Unidad de Máxima Urgencia del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom. Definición Operativa de las Variables Posición de punta de TOT según lectura de Rayos X de tórax post-intubación 8 Clasificación Cualitativa Discreta Escala de Medición Evaluación por un único médico radiólogo de la colocación del TOT Valores de la Variable Área 1: Traqueal Área 2: Bronquial Área 3: Fuera de vía aérea/ Esófago. Objetivo No. 2 - Describir la edad, sexo y patología que más frecuentemente requieren de soporte ventilatorio. Definición Operativa de las Variables Edad (al momento de la intubación) Sexo del paciente Patología por la que se ventiló al paciente Clasificación Cuantitativa Continua Cualitativa Discreta Cualitativa Discreta Escala de Medición Valores de la Variable Edad en años 0 días - 12 años Género del paciente Masculino y Femenino Dgx. Unidad Emergencia Neumonía SDRA Trauma Otros 13 Objetivo No 3. - Detallar las complicaciones más frecuentes a corto plazo secundarias a inadecuada colocación del Tubo Orotraqueal Definición Operativa de las Variables Complicaciones secundarias a inadecuada inserción Clasificación Cualitativa Discreta Escala de Medición Presente ó Ausente Valores de la Variable Neumotórax Atelectasia Hipotensión Objetivo No. 4 - Comparar la saturación de oxígeno post intubación con los hallazgos radiológicos. Definición Operativa de las Variables Saturación de oxígeno por oximetría de pulso ó GSA13, 14. Clasificación Cuantitativa Discreta Escala de Medición Porcentaje Valores de la Variable Óptimo 94 – 99% Subóptimo 91- 93% Insuficiencia Respiratoria <90% 14 Procedimiento para Recolectar y Almacenar Datos Se revisarán los expedientes de los casos que cumplan con los criterios de inclusión. Posteriormente se revisarán los rayos X de Tórax, de los pacientes seleccionados en la muestra junto con un único médico radiólogo de Staff del Departamento de Radiología para validar la ubicación del Tubo Orotraqueal se registrarán en el instrumento de recolección de datos. (Ver Anexos) Se creará una base de datos electrónica utilizando Excel versión 2011 donde se depositaran los datos obtenidos. Procesamiento y análisis de Datos De acuerdo al diseño metodológico del estudio, se utilizaran medidas de estadística descriptiva (media, mediana, desviación estándar, rangos intercuartiles, porcentajes). Si al analizar los datos existe la posibilidad de comparación, se utilizara chi – cuadrado o método de Fisher según sea necesario. Programa de análisis Excel de Microsoft office 2011. 15 Consideraciones Éticas En el presente trabajo de investigación se realizara respetando la confidencialidad de los datos, protegiendo la identidad de los pacientes y del personal médico involucrado en el desarrollo de la misma. No se utilizarán datos que puedan identificar al paciente ni al personal de salud. Los formularios de recolección de datos llevaran códigos que se utilizaran también en la base de datos. La base de datos electrónica será protegida con una contraseña. Los datos y el análisis de los mismos solo estarán al alcance de los investigadores. Dicha investigación se someterá a aprobación del Comité de Ética del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom, quienes aprobaran la realización de este protocolo, así como la revisión de los expedientes y las radiografías de los pacientes seleccionados para dicho estudio. 16 Resultados Durante el periodo del estudio se les coloco TOT a 331 pacientes en la Unidad de Emergencia del HNNBB. Se calculó una muestra de 178 pacientes, elegidos de manera aleatoria. De estos, 52 cumplían criterios de inclusión. Se excluyeron 24 pacientes (54%) por no estar disponibles las radiografías para ser evaluadas por el radiólogo del estudio. La Tabla 1. Muestra las características epidemiológicas de los pacientes que fueron incluidos en el estudio. La mayoría de pacientes a los que se les colocó TOT en la unidad de emergencia estaba por debajo de los 5 años de edad (20 pacientes), entre los cuales la mayoría estaban entre 1 – 2 años. El sexo masculino predominaba sobre el femenino (54% vrs. 46%). Tabla 1. Características epidemiológicas de los pacientes que requirieron colocación de TOT para soporte ventilatorio. Característica Edad <1 año 1 a 2 años 5 años 6-10 años >10 años No. de Pacientes Porcentaje 3 9 8 6 2 11% 32% 29% 21% 7% 15 13 54% 46% Sexo Masculino Femenino Los principales diagnósticos de los pacientes que requirieron intubación en la Unidad de Emergencia se describen en la Tabla 2. La mayoría se asociaron a problemas de neumonía (25%) seguido por problemas de insuficiencia respiratoria (22%). La insuficiencia respiratoria en estos pacientes fue secundaria a neumonía (2 pacientes), sepsis (1 paciente), status convulsivo (1 paciente), herida por proyectil de arma de fuego (1 paciente), y cardiopatía congénita acianótica (1 paciente). Las otras patologías enumeradas contribuyeron en menor grado. 17 Tabla No. 2 Diagnósticos principales de los pacientes que requirieron ventilación asistida Diagnostico Unidad de Emergencia Neumonía Insuficiencia Respiratoria Choque Hipovolémico Deterioro Neurológico Status Convulsivo Prematurez TCE Severo Quemadura Eléctrica Alto Voltaje Asfixia por inmersión TOTAL No. de Pacientes 7 6 4 3 2 2 2 1 1 28 Porcentaje 25% 22% 15% 11% 7% 7% 7% 4% 4% 100% Al revisar las radiografías post intubación disponibles en el Departamento de Radiología del HNNBB, se encontraron que en la mayoría de pacientes (54%) la posición del TOT se encontraba dentro del área traqueal. En el 46% de los pacientes el TOT se encontraba en bronquio derecho. No se encontró entre los pacientes evaluados ningún caso en el que el TOT estuviera fuera de la vía aérea. Los detalles se describen en la tabla 3. Tabla 3. Posición del tubo orotraqueal en los pacientes atendidos en la Unidad de Máxima Urgencia del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom. Área Área 1 Área 2 Área 3 Región Anatómica Traqueal Alta Traqueal Baja Carina Bronquial derecha Fuera de la Vía aérea TOTAL No. de Pacientes 1 1 13 13 0 28 Porcentaje 4% 4% 46% 46% 0% 100% 18 En el total de pacientes que contaban con Rayos X de tórax, se encontraron datos de la oximetría de pulso post intubación. Se encontró en rango normal (94 –99%) en la mayoría de los pacientes (68%). Una cuarta parte de los pacientes tenían reportada rangos de oximetría compatible con insuficiencia respiratoria (<90%) aún después de la intubación, y 7% de los pacientes se encontraban en rango crítico. De los 13 pacientes con TOT en bronquio derecho, el 77% presentaban valores normales de oximetría y 3 (23%) se encontraban en rango patológico. Tabla 4 - Comparar la saturación de oxígeno post intubación con los hallazgos radiológicos. Valor de Oximetría de Pulso < 90% 91 - 93% 94 - 99% TOTAL No. de Pacientes 7 2 19 28 Porcentaje TOT Bronq. Derecho Porcentaje 25% 1 8% 7% 2 15% 68% 10 77% 100% 13 100% En la mayoría de la población del estudio (57%) no se encontró evidencia de complicaciones asociadas a la colocación del TOT. En los 12 pacientes que presentaron complicaciones, la más frecuente fue la formación de atelectasias en un 83%, seguido por neumotórax con un 17%. 19 DISCUSION El procedimiento de intubación endotraqueal es una intervención básica en el cuidado de pacientes en el área de la unidad de emergencia, se utiliza para asegurar y manejar la vía aérea, puede constituir la diferencia entre la vida y la muerte. Las habilidades y el entrenamiento de la persona que realiza dicho procedimiento resultan determinantes y críticas para la realización del mismo [4]. En la mayoría de los casos es realizado por profesionales en entrenamiento [6], tema que no ha sido ampliamente estudiado, aunque se sabe que existe una relación en la cual el personal con mayor entrenamiento es el que tiene más éxito en realizar el procedimiento [4]. Al examen físico la visualización de que el Tubo Orotraqueal (TOT) pase a través de las cuerdas vocales, la auscultación de los ruidos pulmonares constituyen los indicadores principales de la posición del mismo [3] los rayos X de tórax son un método confirmatorio para verificar la posición del TOT [5]. En el presente estudio se realizó una evaluación de los rayos X de tórax de los pacientes a los que se les colocó TOT en la unidad de Emergencia del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom, en estudios previos Sukys y col. encontraron que el porcentaje de éxito de dicho procedimiento fue del 39%, en nuestro centro hospitalario se encontró un 54%. Los porcentajes de TOT en mala posición reportados por Mc.Gillicuddy y col. fue de 19.1% y por Geisser y col. fue de 21%, otros como Kerrey y col. reportan un rango de 17 % - 40%, en nuestro estudio encontramos 46%, estos TOT se encontraron en bronquio principal derecho es presumible que la intubación de dicho bronquio es más frecuente debido a la anatomía propia del árbol respiratorio y el ángulo que forma dicho bronquio [4]. El rango reportado en estudios previos fue de 5 – 6.5% [3, 4, 5]. El 8% de los pacientes que se reportaron con intubación bronquial derecha presentaron una oximetría de pulso en rango menor de 90%, comparado con Nakayan y col. que reportan un 58% para el mismo rango. Las consecuencias de la intubación bronquial incluyen colapso pulmonar contralateral, e hiperinsuflación del pulmón intubado. Esto puede causar hipoxia y neumotórax respectivamente, lo cual incrementa significativamente la morbilidad [4]. Estudios previos Marvez_Valls y col. en Estados Unidos reportaron que la causa principal que llevó a la intubación orotraqueal encontraron diversos tipos de traumas (86%), en nuestro país enfermedades como la neumonía (25%) continúan siendo la causa principal de ventilación asistida. En un 57% de la población estudiada no se presentaron complicaciones asociadas a dicho procedimiento. El control de la vía aérea y la intubación orotraqueal es un tema difícil en el área pediátrica. Las complicaciones del inadecuado intercambio gaseoso son desafortunadamente comunes incluso si el TOT se encuentra en posición correcta. Lo cual coloca a los pacientes en riesgo de injuria cerebral secundaria a hipoxia e hipertensión intracraneal, por lo cual resulta de vital importancia el entrenamiento adecuado para realizar dicho procedimiento. 20 CONCLUSIONES En nuestro hospital el procedimiento de intubación orotraqueal se realiza de manera frecuente, dada la alta incidencia de pacientes críticos atendidos en la Unidad de Emergencia, el presente estudio refleja que en el período estudiado fue alta la inadecuada colocación del Tubo Orotraqueal. La población pediátrica que más frecuentemente requirió soporte ventilatorio fue del sexo masculino por abajo de los 5 años, con mayor porcentaje entre los 1 – 2 años, cuyo diagnóstico principal fue infecciones de vías aéreas inferiores (Neumonía). El mayor porcentaje de los pacientes encontrados con TOT en inadecuada posición no presentaron complicaciones relacionadas a dicho procedimiento, en la radiografía posterior a dicho procedimiento. La complicación a corto plazo más frecuentemente encontrada fue la atelectasia La oximetría de pulso de la mayoría de los pacientes se encontró en rango normal, aún en los pacientes a los cuales se les encontró TOT en inadecuada posición en los Rayos X post – intubación. 21 RECOMENDACIONES Tomando en cuenta los resultados obtenidos en el presente estudio, se recomienda revisar la técnica utilizada para la colocación del Tubo Orotraqueal con todo el personal médico de la Unidad de Emergencia. Mejorar acciones preventivas para evitar en la medida de lo posible, las morbilidades que requieran soporte ventilatorio. Mantener capacitación continua para el personal involucrado en la realización de dicho procedimiento, debido a que en nuestro hospital el personal medico (residente) es rotado constantemente. Que el procedimiento sea realizado idealmente por el personal con mayor entrenamiento (personal de anestesiología), o que sea estrictamente supervisado por el residente de mayor jerarquía ó staff. Guardar los Rayos X de los pacientes en general, por constituir documentos legales. 22 CRONOGRAMA FASES MESES Definición del tema de investigación y asesor Mayo 2010 - Septiembre 2011. Elaboración de marco teórico junto con asesor y su evaluación Octubre 2010 - Enero 2012 Revisión de diseño, preparación y entrega de protocolo Febrero - Abril 2012 Cumplimiento de Observaciones de protocolo y evaluación Mayo - Agosto 2012 Aprobación de protocolo por CEICHNNBB Noviembre 2012 Recolección de datos y transferencia de base de datos Diciembre 2012 - Enero 2013 Análisis de resultados y discusión Febrero 2013 Entrega de informe final preliminar Marzo 2013 Cumplimiento de Observaciones de Informe Final Abril 2013 23 Bibliografía 1. E. Carrillo. Historia de la intubación orotraqueal. Vía aérea difícil: [Revista on-line] Agosto 2011 [Consultado 17 febrero 2011]; v.1 pp. 1 - 5. Disponible en: https://sites.google.com/site/viaaereadificilecarrillo/ 2. Monica E. Kleinman, Leon Chameides, Stephen M. Schexnayder, Ricardo A. Samson, Kennith Sartorelli, Alexis Topjian, Elise W. van der Jagt and Arno L. Zaritsky, Freid, Robert W. Hickey, Bradley S. Marino, Vinay M. Nadkarni, Lester T. Proctor, Faiqa A. Pediatric Advanced Life Support : 2010 American Heart Association Guidelines for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care. Published by the American Heart Association, 7272 Greenville Avenue, Dallas, TX 75231. 2010;122:S876-S908 Surgery and Anesthesia, University o 3. Daniel C. McGillicuddy & Matthew R. Babineau & Jonathan Fisher & Kevin Ban & Leon D. Sanchez. Is a postintubation chest radiograph necessary in the emergency department?. Int J Emerg Med (2009) 2:247–249. 4. W. Geisser, D. M. Maybauer, H. Wolff, E. Pfenninger and M. O. Maybauer. 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Benjamin Thomas Kerrey, Gary Lee Geis, Andrea Megan Quinn, Richard William Hornung and Richard Michael Rudy. A prospective Comparison of Diapragmatic Ultrasound and Chest Radiography to Determine Endotracheal Tube Position in a Pediatric Emergency Department. Cincinnati Children’s Hospital Medical Center. American Academy of Pediatrics. Jornal 2009; 123: e1039-e1044. 9. Eduardo Marvez-Valls, Debra Houry, Amy A. Ernst, Steven J. Weiss, James Killeen. Protocol for rapid sequence intubation in pediatric patient – a four – year study. Denver Health Medical Center Residency in Emergency Medicine. www. MedSciMonit.com. Med Sci Monit, 2002; 8 (4): CR229-234. 10. Don K. Nakayama, Mary J. Gardner and Marc Rowe. Emergency Endotracheal Intubation in Pediatric Trauma. Department of Pediatric Surgery and the Benedum Pediatric Trauma Program, the Children’s Hospital of Pittsburgh, and the department of Surgery, the University of Pittsburgh School of Medicine, Pittsburgh, Pennsylvania. 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