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ROEDORES
¿
CON MAL DE DIÓGENES?
Evaluación de la conducta de acaparamiento de alimento en un ratón nativo
Es bien sabido que tras catástro-
fes naturales, asustados compradores vacían los supermercados.
Pero los seres humanos no somos
los únicos en prevenir cuando
dudamos de la disponibilidad de
alimento. Otros animales también
acaparan comida para asegurar
Ambiente
MENOS EXTREMO
Ambiente
MÁS EXTREMO
POBLACIÓN 1
POBLACIÓN 2
Estas investigaciones
pretenden comprender
la evolución y diversificación de conductas en
animales que viven en
diferentes ambientes
Cordillera de Ovalle
Rinconada Maipu
que el sustento no falte en tiempos de escasez.
Sin duda, los acaparadores más
conocidos son los roedores; pensemos en Chip y Dale recolectando
bellotas y en Scrat, la obsesiva
ardilla de La Era del hielo.
¿Cuán flexibles son estas conductas? ¿Pueden los degus de montaña dejar de acumular semillas en
su madriguera si el ambiente
dejase de ser adverso, si siempre
tuvieran comida en el “patio de su
casa”?
Chile posee más de 60 roedores nativos, incluyendo
chinchillas, coipos y muchos ratones, cuyas conductas de acumulación de alimento son prácticamente
desconocidas
ESPECIE ESTUDIADA
Porque de encontrar y procesar
alimento dependen directamente
el crecimiento y la reproducción, y
“en consecuencia” la supervivencia de una especie.
El Degú o ratón de las pircas, es
La acumulación de provisiones
depende del ambiente; se espera
en aquellos animales que viven en
climas extremos. Para examinar
esta idea, los investigadores estudiaron a degus originarios de dos
poblaciones distintas: Rinconada
de Maipú, (Santiago), y en la cordillera de Ovalle a 2600m de altitud.
Los degus fueron llevados al laboratorio, donde tras un periodo de
acostumbramiento fueron colocados individualmente en un corral
experimental. El corral tenía una
uno de los roedores más característicos de la zona central de Chile.
Construye grandes madrigueras
con amplias redes de túneles y sus
colonias pueden llegar a tener
más de 50 individuos. Come semillas, brotes, plántulas y cortezas.
madriguera en un extremo, y una bandeja con 200
semillas en el otro. Los degus tuvieron 18 horas
para comerse o guardar las semillas. Luego, los
científicos contaron las semillas que se encontraban en los distintos lugares del corral.
Entonces, ¿No existe diferencia
alguna en sus conductas de acumulación?
¿Qué encontraron?
Los degus de montaña, donde la nieve cubre el
suelo por largos períodos, además acumularon
semillas en sus madrigueras, utilizándolas como
despensas centrales.
Esta estrategia les permitiría una menor exposición a la cruda intemperie, pudiendo quedarse a
“cenar en casa”, protegidos del frío y de los depredadores.
Para gran sorpresa, los degus de Maipú y los de la
cordillera no sólo consumieron la misma cantidad
de semillas, sino que también acumularon el
mismo número de éstas. Además, ambos degus
coleccionaron semillas en pequeños montones
enterrados a lo largo del corral.
Pues sí existe.
REFERENCIA
Octodon degus.
¿Por qué nos interesa
saber si el Degú sufre
del mal de Diógenes?
Ilustrador: MAURICIO ÁLVAREZ
El doctor Rodrigo Vásquez y sus
colaboradores decidieron estudiar
estas conductas en el ratón nativo
La respuesta es no. Los degus del
experimento fueron sometidos a
dos períodos de acostumbramiento distintos: algunos estuvieron en
el laboratorio solo dos semanas,
mientras que otros por seis meses
en cómodas circunstancias. Este
período de aclimatación a condiciones favorables (con comida,
agua, temperatura agradable y sin
depredadores), no cambió la
conducta de los ratones de montaña, quienes incluso luego de su
cautiverio feliz, no dejaron de
abastecer sus madrigueras de
semillas. Tal falta de flexibilidad y
confianza en el nuevo ambiente no
es señal de terquedad ratonil, sino
que sugiere que estas conductas
tienen una base genética muy
difícil de revertir. Por muy dispuestos que estén los degus, probablemente no podrían evitar ser tan
precavidos, ni siquiera tras unas
largas vacaciones en Hawai.
Quispe R., C.P. Villavicencio, A. Cortés, R. A. Vásquez | 2009
“Inter-population variation in hoarding behaviour in degus,
Octodon degus”.
Ethology 115 (5): 465-474.
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