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Que Nadie Os Engañe
Junio 10 de 2012
Que nadie os engañe
En la segunda epístola del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses, la escritura nos habla
acerca de la venida del Señor y nuestro recogimiento con él.
Lo primero que se nos dice o advierte es que nadie nos engañe en ninguna manera, (el
significado de la palabra engaño es creer la mentira como verdad, llevar al error, extraviar, y en
esto es experto satanás, en engañar, en disfrazarse, en imitar, en hacerse parecer Dios).
En seguida se nos dice que nuestro Señor no vendrá sin que venga antes la apostasía,
(apostasía significa apartarse, abandonar y rechazar la fe) y se manifieste el hombre de
pecado, el hijo de perdición, oponiéndose y levantándose contra todo lo que se llama Dios, o
divinidad; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios. 2
Corintios 2 1-4
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De igual manera cuando los discípulos preguntaron al Señor acerca de su regreso, él lo
primero que respondió fue: Mirad que nadie os engañe, y enseguida añadió, porque vendrán
muchos en mi nombre, diciendo yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Mateo 24: 3-5
Es lo que vivimos hoy, hay muchos diciendo que son ungidos (Cristo significa ungido) y
engañando a muchos, a multitudes que se congregan alrededor de ellos para escuchar
conforme a las concupiscencias y deseos de sus corazones, para escuchar un evangelio falso
y torcido de amor al mundo y al dinero.
Recordemos que en el libro del Éxodo se nos habla acerca del aceite de la unción, de su
composición y de su propósito el cual es consagrar y santificar, es decir, separar para hacer
solamente la voluntad del Padre.
También se nos dice que este aceite, tipo del Santo Espíritu del Señor, no se echará o untará
sobre carne de hombre, ni se hará otro semejante; se nos advierte que cualquiera que hiciere
otro ungüento semejante y que pusiere de él sobre extraño, sería cortado.
Vemos como actualmente se ha preparado un aceite que es semejante, una imitación del
verdadero, desde luego preparado por Satanás que es maestro de engaño con el fin de ungir a
sus siervos y hacerlos parecer ministros de luz.
Pero a este aceite le faltan los quinientos siclos de la mirra, que nos habla de la cruz, de
participar de los padecimientos del Cristo; le faltan todas las especies aromáticas de olor
fragante de Cristo, del sacrificio, de la entrega total, le falta la obra del perfumador de moler y
pulverizar las especies aromáticas. El aceite de hoy para los ministros de la ciudad de la
religión es un hedor a la nariz de nuestro Padre, es una inmundicia y abominación.
Volviendo al pasaje de 2 de Corintios, se nos dice que entonces se manifestará aquel inicuo, al
cual el Señor matará con el Espíritu de su boca, y con la claridad de su venida lo quitará. 2
Corintios 2: 8
Que el Señor nos conceda el entendimiento de que todos llevamos dentro un inicuo, un hombre
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de pecado, que solamente con la venida del Señor a nuestro corazón puede ser destruido.
Ahora, el otro lado es que en lo natural, se manifestará un inicuo, el cual vendrá por operación
de Satanás, con grande potencia y señales, y milagros mentirosos, y con todo engaño de
iniquidad obrando en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser
salvos. 2 Corintios 2: 9-10
Se nos habla hoy de un nuevo orden mundial; es precisamente toda la operación del diablo
para establecer su orden en el mundo, su gobierno con la manifestación de aquel inicuo.
Notemos que todas las señales y milagros obrados por este misterio de iniquidad son
mentirosos, pero obran solamente en los que perecen. ¿Y quienes son los que perecen? La
escritura nos lo muestra con claridad: los que no recibieron el amor de la verdad, Cristo mismo,
los que apostataron.
Es tan delicado el asunto que Dios mismo enviará en ellos (los que no recibieron el amor de la
verdad), operación de error, para que crean a la mentira (recordemos que esto es engaño);
para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes consintieron a la
iniquidad. 2 Corintios 2: 11-12
Es tan triste que los habitantes de la tierra adorarán al falso mesías y dirán quien como la
bestia, ya que aparece precisamente a satisfacerles todos sus deseos carnales y terrenales.
Hermanos y amigos, estamos viviendo los últimos tiempos, la hora undécima, y se nos insta a
velar, a estar apercibidos, a tener aceite en nuestras lámparas y a no dormir como los demás,
como los hijos de las tinieblas. Ya se empiezan a dar señales como la implantación del micro
chip en Estados Unidos. ¿Por qué primero en este país? Será porque todos han ido a buscar
allí el sueño americano, las cosas de este mundo, la prosperidad y el amor al dinero?
Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Señor,
de que Dios os haya escogido por primicias de salvación, por la santificación del Espíritu y la fe
en la verdad; a lo cual os llamó por nuestro Evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor
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Jesús el Cristo. 2 Corintios 2. 12-14
Notemos la grandeza del llamado por el Evangelio: es para salvación y para alcanzar la gloria
de nuestro Señor Jesús el Cristo. Y esto se logra por la santificación del Espíritu, es decir, por
la disciplina del Señor, por sus tratos, por su fuego y por la fe (que no es nuestra, sino un
regalo de Dios) en Cristo.
En resumen, el Señor conoce a los suyos, y estos que han sido comprados por Su sangre, que
han recibido el amor de la verdad, tendrán su sello, su marca, que es tener sus pensamientos y
hacer las cosas a Su manera.
Los que no, también tienen su dueño, y también tienen la marca de su señor, tienen sus
mismos deseos, pensamientos y hacen las cosas a su manera.
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