Download Oraciones exorcismo para recitarse

Oraciones exorcismo para recitarse –desde el corazón,
sabiendo que se habla a la Persona que se dirige la
oración, despacio y poniendo atención a lo que se
dice.
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Oración a Nuestra Señora Reina de los Cielos y Reina
de Todas las Victorias.
Oh, augusta Reina de los Cielos y soberana de los
Ángeles, a Vos que habéis recibido el poder y la
misión de aplastar la cabeza de Satanás,
humildemente te pedimos que envíes a las legiones
celestiales para que bajo vuestras órdenes persigan a
los demonios, los combatan por todas partes,
repriman su audacia y los arrojen en el abismo.
¡Quién como Dios! Oh Santos Ángeles y Arcángeles,
Santos Mártires y Santos Patrones, Bienaventurados y
Almas Benditas del Santo Purgatorio, defendednos y
guardadnos.
Oh buena y tierna Madre, vos seréis siempre nuestro
amor y nuestra esperanza. Oh divina y poderosa
Madre, Santa María Tlecoátlxaloupe, Reina de Todas
las Victorias, envía a tus Milicias Celestiales a
derrotar por nosotros a las huestes infernales.
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Oración exorcismo para la liberación de espíritus
impuros.
“Alabada sea María Santísima por su Pureza.
Ensalzada sea María Santísima por su Humildad.
Y por siempre sea bendita María Santísima por su
Obediencia y Caridad.
Sean por siempre bendito y alabado el Corazón
Inmaculado de María en el que Jesús fue concebido
mucho antes de que Su Espíritu fuese engendrado
por el poder del Espíritu Santo de Dios, para ser de
Jesús el Cielo en el Cielo de su Corazón Inmaculado
y encendido de Amor.
Venerado sea el Sacrosanto Vientre Virginal de María
Santísima, que llevo a nuestro adorado Jesús NS del
que tomó Carne de su carne y Sangre de su santa y
purísima sangre”.
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Oración exorcismo a San Miguel Arcángel.
San Miguel, San Gabriel, San Rafael, y todos los
Arcángeles, Santos Ángeles de la Guarda,
Querubines, Serafnes, Coros, Tronos, Virtudes,
Principados y Potestades Celestiales, Santos Mártires,
Santos Patrones, Bienaventurados y Almas Benditas
del Purgatorio, defendednos en la batalla, sed nuestro
amparo contra las asechanzas y perversidades del
demonio, que Dios lo reprima, humildes suplicamos.
Y tú, Miguel, Príncipe de la Milicia Celestial, con el
poder que Dios te ha conferido, arroja a Satanás y a
todos los espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Te lo pedimos por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor, amén.
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