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ADVIENTO
ESPERA Y ESPERANZA, JESÚS VIENE: PREPAREMOS SU CAMINO
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Esta sencilla propuesta para iniciar una preparación personal y comunitaria del Adviento (ese
precioso tiempo litúrgico que pasa tan desapercibido por estos lados…) es solo un punto de
partida para enriquecer con los aportes y características de cada comunidad. Lo verdaderamente importante es que se dé cabida a lo que la liturgia nos regala: preparar el corazón, llenarlo de esperanza y pureza para recibir al Niño Dios de la manera más digna posible.
Tal vez haya un par de cosas de las que no podamos ni debamos prescindir: una convocatoria
comunitaria para animarnos mutuamente en esta vivencia espiritual, y ofrecer la posibilidad de
la reconciliación sacramental, en una celebración preparada y cuidada. Las formas, pueden ser
variadas; aquí presentamos una. Pero no olvidemos que en medio de tantas cosas que nos
emergen hacia fin de año, darle lugar al Señor Jesús y orientar nuestras existencias hacia Él es
el mejor regalo que podemos darle y recibir.
Introducción
La liturgia de la Iglesia nos regala el ADVIENTO, un período que abarca las cuatro semanas que preceden a la Navidad, para que nos preparemos para la llegada de Jesús. «La Palabra se hizo carne y
habitó entre nosotros» nos dice Juan (Jn. 1, 14). Es un gran misterio que Dios se haga hombre, pero
sobre todo, es una enorme expresión del amor de Dios por nosotros.
Ese niño que fue anunciado como el Salvador a los pastores de Belén, quiere nacer nuevamente en
cada uno de nuestros corazones. Y así como Dios Padre eligió para él, la sencillez y humildad de un
pesebre, también mira y espera un lugar en nuestro interior. Les proponemos que en este encuentro
miremos hacia adentro, dejándonos acompañar por Dios que nos trae la salvación.
Primer momento: Motivación
Tomando la imagen de nuestro corazón como el lugar donde Jesús quiere nacer, proponemos dividirnos en dos grupos y analizar las imágenes adjuntas, con las siguientes preguntas:

¿Qué muestra cada imagen?

¿Qué lugar ocupa el pesebre?

¿Qué actitudes en relación a la Navidad se desprenden de cada una?

¿Con cuál me siento más identificado? ¿Por qué?

¿Cómo describiría el pesebre de mi interior en este tiempo?
2
Segundo momento: Trabajo personal con la Palabra
A cada participante se le entrega una tarjeta que contienen dos citas bíblicas que corresponden a
algunas lecturas de los domingos de adviento del ciclo C.
Se les pueden proponer las siguientes preguntas orientadoras:
Iluminados por estos textos,

¿Cómo se prepara cada personaje de los presentados para la venida del Salvador?

¿Cómo tengo que preparar mi corazón para esta navidad? ¿Con qué actitudes? ¿Con qué opciones?

¿De qué debo vaciarlo? ¿De qué debo llenarlo?
SEGUNDO
DOMINGO
DE ADVIENTO
TERCER
DOMINGO
DE ADVIENTO
CUARTO
DOMINGO
DE ADVIENTO
Baruc 5, 1-9
Sofonías 3, 14-18
Miqueas 5, 1- 4
Lucas 3, 1-6
Lucas
3, 2-3.10-18
Lucas 1, 39 - 45
Isaías
Juan el Bautista
María
Luego del tiempo personal, se juntan por los textos que a cada uno le tocó y ponen en común en esos
grupos. En un papelógrafo se escriben las conclusiones para después compartirlas con los otros grupos.
Tercer momento: Aporte a la reflexión
Como redondeo de la reflexión anterior, retomando los elementos de los grupos,
se pueden exponer las siguientes ideas.
El mensaje del profeta Juan resuena en nuestros oídos con su exigencia de conversión. El Reino está
presente y para participar de El hay que cambiar de vida y de corazón.
Solo un corazón animado por el Espíritu de Jesús es capaz de vivir el proyecto del Padre: una vida
nueva para todos.
El Señor nos llama a preparar el camino del Reino y para ello debemos “enderezar los senderos”:
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- de la vida personal, en la que a veces tomamos caminos diferentes a los que Dios ofrece y propone,
alejándonos de lo que El espera de nosotros...
- de la vida comunitaria, en la que a veces ofrecemos un testimonio sin la vitalidad y entusiasmo de
las primeras comunidades, pues nos volvemos ritualistas, sin alegría y sin audacia en la práctica de
nuestra fe
- de la vida social, en la que por tibieza o indiferencia nos mantenemos al margen, también con la
falta de oración, de las problemáticas de injusticia y desigualdad de los distintos pueblos.
Adviento, tiempo de cambio, esperanza, promesa... Tiempo para hacer crecer al Niño Dios en nuestros corazones y en nuestras comunidades. Tiempo para hacer nacer el proyecto de Dios que es el
Reino para todos.
Cuarto momento:
A) celebración
Un breve momento de adoración eucarística; o bien,
B) Reconciliación
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IMÁGENES PARA UTILIZAR EN LA DINÁMICA
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