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Algunos extractos cortos de los escritos de Juan Eudes
«La obra más grande, más santa, más agradable a Jesús que vosotras pudierais hacer al mundo es
trabajar con Él en la salvación de las almas que le son tan amadas y preciosas.1
La primera gracia de vuestra vocación, mis queridas hijas, es el celo por la salvación de las almas.
Vuestra Congregación fue fundada por el mismo fin por el cual el Divino Salvador vino a este mundo,
buscar y salvar lo que estaba perdido, así como en la Iglesia hay religiosas hospitalarias para cuidar
los cuerpos, es necesario que haya también religiosas cuyos monasterios son como hospitales para
recibir en ellos las almas enfermas, y hacerles encontrar la salud espiritual. Un alma vale más que un
mundo y quien gana un alma para Dios hace más que conquistar mil imperios.2
Doy infinitas gracias a mi amadísimo Jesús y a mi divina Madre por el favor inconcebible que os han
hecho de emplearos en la obra más agradable del mundo, es decir, en la gran obra de la salvación
de las almas.
Nuestro amado Jesús es quien os ha dado el encargo de nuestras Hermanas Penitentes que es el
empleo más santo que podéis tener en este mundo. Aplicaos a convertir las almas con toda la
caridad y fidelidad posibles.3
La mejor cosa es trabajar con Dios en la salvación de las almas, es la ocupación continua de Dios en
la cual emplea todos sus pensamientos y cuidados. No es mucho honor, mis muy amadas
Hermanas, de tener parte en una cosa tan alta, tan preciosa, tan divina? Además no es el honor más
grande asociaros por voto a Jesucristo y cooperar a su obra?4
Juan Eudes presenta los siguientes textos que tienen un lenguaje más administrativo. Su objetivo era
precisar cual sería la población que las Hermanas acogerían y comprometerlas a acoger esta clase
de personas, sin cambiar de objetivo.
Diferentes formulaciones del 4º Voto en el siglo XVII
Carta del Obispo de Bayeux al Papa para obtener la aprobación de la Congregación (3 de
enero de 1645)
… “hacer los tres Votos Ordinarios de Religión y agregar un cuarto de Caridad y de Instrucción de
las personas con vida sexual desordenada, que buscan retirarse del vicio o de la herejía, y todo bajo
la Regla de San Agustín!”
Carta de Institución de Mr. Molé el 8 de febrero de 1651
… “Además de los tres Votos Ordinarios de Religión ellas hacen un cuarto: ocuparse y servir, con
la gracia de Dios, en la conversión, instrucción, recepción y conducción de las jóvenes y
mujeres que, habiendo caído en el pecado, entren a dicho monasterio para cambiar su mala vida en
una mejor…”
Carta del contrato de fundación el 8 de febrero de 1651
… “de una casa y comunidad de jóvenes, que hagan profesión de la Regla de San Agustín, bajo el
nombre y título de Hijas de Nuestra Señora de la Caridad. El fin del Instituto sería hacer profesión
particular de religión, para trabajar en la salvación de las almas enfermas, así como hacen
muchos con los cuerpos enfermos, y de emplearse en la conversión e instrucción de jóvenes y
mujeres, que estando fuera del camino de su salvación se retiraren voluntariamente en la
mencionada casa, con el fin de convertirse y hacer penitencia de sus pecados y de aprender a llevar
una vida más santa.
Extracto de la Bula de erección dada en Roma el 2 de enero de 1666
… “que ante el temor de que estas religiosas abandonen su piadoso designio, el mencionado Obispo
ordenó con prudencia, que a los tres Votos Ordinarios agregaran un cuarto, simple, de recibir e
1
Obras Completas I p.264
Obras Completas X p.80
3
. Carta de Juan Eudes a su sobrina, María de la Trinidad Herson el 26 de mayo 1672
4
5 Obras Completas XI
2
1
instruír a las mencionadas Penitentes y aún les manda solicitar en tiempo oportuno, a la Santa
Sede Apostólica la aprobación de su Instituto con estos cuatro Votos, como Votos Solemnes”.
Fórmula de renovación de los Votos de las Hnas. de Ntra. Sra. de la Caridad
(Constituciones de la Visitación, a excepción des líneas en negrita)
O cielos escuchad lo que digo, que la tierra escuche lo que dicen mis labios!
Es a Vos, Oh Jesús, mi salvador, a quien habla mi corazón, aunque sólo soy polvo y ceniza. O Dios
mío, yo confirmo y renuevo de todo mi corazón los Votos que hice a vuestra Divina Majestad, de vivir
perpetuamente Castidad, Obediencia y Pobreza, y de emplearme en la instrucción de las jóvenes
y mujeres que, después de haber vivido licenciosamente, entraren en este monasterio para
hacer penitencia, en tanto cuanto la obediencia me empleara en ello, según la Regla de San
Agustín y las Constituciones de Nuestra Señora de la Caridad, para la observancia de las cuales
ofrezco y consagro a vuestra Divina Majestad, a la Santísima Virgen María vuestra Madre, y a la
mencionada Congregación, mi persona y mi vida. Recíbeme Padre Eterno, entre los brazos de
vuestra piadosa paternidad, a fin que me abandone para siempre a vuestro divino amor, al cual me
consagro totalmente”.
En el texto siguiente Juan Eudes manifiesta otra perspectiva menos administrativa, que describe la
esencia del Voto: la caridad, el amor.
Exhortación a las Religiosas de Nuestra Señora de la Caridad con ocasión de la renovación de
Votos el 2 de junio de 1666.
“A ustedes, mis muy queridas Hermanas dirijo ahora mi palabra para deciros: Oh hijas del Sagrado
Corazón de la Madre del bello amor, en esta este día tan esperado, en el cual vais a renovar
vuestros santos Votos: hacedlos, entonces, con un corazón generoso, 'Corde magno et animo
volenti'. Vais a hacer los Votos de Pobreza, Castidad, Obediencia como las otras religiosas; pero os
distinguiréis mucho de ellas por el Cuarto Voto que vais a hacer de trabajar en la salvación de
las almas rescatadas al precio de la sangre del Hijo de Dios. Acordaos, mis queridas hijas, que
sólo estáis fundadas para esto, que la ciudad no os ha recibido sino con esta condición, y que a la
hora de la muerte, Dios os pedirá estricta cuenta de este empleo…
Creed firmemente, y observadlo aún mejor, que estáis indispensablemente obligadas a emplear
todos vuestros cuidados, vuestra industria, vuestras oraciones, pero sobre todo el ejemplo de una
santa vida, a atraer a vuestro esposo las almas que Él ha rescatado al precio de su sangre. Esta es
vuestra obligación!
Ah si tuvieses el infortunio de desdecirlo y de no cumplirlo, desde este momento pido de todo mi
corazón al Padre Celestial que os castigue tan severamente, que por este medio, podáis entrar lo
más pronto posible en el anterior fervor por vuestro divino y único oficio. (Pierre Costil (1669-1749)
Eudista u uno de los primeros biógrafos de J. Eudes. Annales, Livre 6)
Algunas líneas de la Infancia Admirable, obra escrita por Juan Eudes en 1671
A ustedes, mis muy queridas Hermanas, a quienes miro y honro como las imágenes vivas de nuestra
santa Madre. Porque hablo a verdaderas religiosas, que no lo son sólo de nombre… sino en efecto y
verdad… que no se contentan con llevar el hábito exterior de la profesión religiosa, sino que
se esfuerzan en revestirse de Jesucristo, es decir de sus virtudes y a quien aman más que a sí
mismas… (La Infancia Admirable, capítulo 30 en O.C. Tomo V, Págs. 297/299)
Extracto del Costumbrero
… « y sobre todo la paciencia y compasión hacia las personas que les son enviadas puesto que al
recibir el honor de ser esposas y compañeras de Jesucristo en la obra de la salvación de las almas,
se obligan a pasar toda su vida en este santo empleo, marchando sobre los pasos de su divino
Maestro… y participarán arriba de su gloria por toda la eternidad. Pero que no se engañen a sí
mismas, porque la religiosa que no haga estas cosas, o las suprima, se encontrará, al fin de
sus días, con las manos vacías y será responsable de los medios que Dios le ha dado para su
perfección
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