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Confesiones para Paz
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Isaías 26:3 “3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti
ha confiado”.
Tú me guardarás en completa paz, ya que mi mente está en Ti, Señor.
2 Corintios 10:5-6, “5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de
Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar
toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”.
Derribando argumentos y toda altivez (en mi pensamiento) que se levanta contra el conocimiento de
Dios y traigo cautivo todo pensamiento (los someto) a la obediencia de Cristo estando consciente y
presto en mi mente, en todo momento para vengar mis rebeliones o pensamientos desobedientes.
1 Pedro 5:7, “7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
Filipenses 4:6-7, “6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
No me preocuparé por nada, pero oraré por todo y daré gracias a Dios me oye. Yo pongo toda mi
atención en el Señor, porque Él me cuidad, y dejo que la paz de Dios que sobrepasa todo
entendimiento se mantenga mi corazón y mi mente en Cristo Jesús.
Filipenses 4:8, “8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad”.
Creo en las cosas que son verdaderas, honestas, justas, puras, creo en todo lo amable y lo que es de
buen nombre. Todo lo que es virtuoso y digno de alabanza, yo creo en estas cosas.
Juan 14:27, “27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Jesús me dejó su paz, por lo que mi corazón no se angustia ni tiene miedo. Voy a confiar en Él.
Colosenses 3:15, “15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis
llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”.
Dejo que la paz de Dios gobierne mi corazón y actúe como árbitro de mi vida. Dios dirá la última
palabra. Dejaré que la paz de Dios tenga la última palabra en mi vida.
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Salmo 119:165, “165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo”.
Yo amo Tu ley, tengo paz y de ninguna manera ellos me ofenderán.
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Hebreos 12:14, “14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.
Yo perseguir, busco la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor.
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Santiago 3:16, “16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa”.
No doy cabida a la contienda porque donde hay contienda, hay confusión y la oportunidad para toda
obra perversa.
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Mateo 05:09, “9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”.
Soy bendecido porque busco la paz en todo momento.