Download ¡Bendíceme!. - Calvary Chapel Mérida

Escrito el 3 Diciembre 2014
¡Bendíceme!.
"26Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me
bendices. 27Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 28Y el varón le
dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los
hombres, y has vencido." Génesis 32:26-28
Jacob deseaba con todo su corazón ser bendecido por Dios. Sabemos que este varón es el Hijo
preencarnado, y le dice: ¡déjame! Interesante; es como si dijera: no te voy a bendecir, ¿por que
insistes? No te voy a dar lo que tu me estas pidiendo. Jacob, no quería un no por respuesta, y
paso tiempo luchando mano a mano con Dios mismo. Rogando y suplicando: por favor,
¡bendíceme! Necesito que me benditas, no me dejes regresar a casa sin mi petición?
El corazón de Jacob estaba siendo probado, para ver si realmente su petición la anhelaba, y si su
confianza en Dios era suficiente. Y vaya que era suficiente, pasó todo un día pidiéndole a Dios.mu
Dios viendo que no iba a desistir, lo bendice.
¿Qué tanto es tu ruego por tu petición? Muchas veces tenemos una petición delante de Dios, pero
no somos capaces de luchas por esa petición. Pablo nos dice que levantemos ruegos y súplicas
ante Dios. Un ruego es mucho más que simple una petición, y una súplica va mucho más halla de
tan sólo decir: Dios, por favor... Bendíceme... El ruego involucra un corazón derramado y
humillado, y una súplica significa rodillas al suelo. Pelear con Dios significa cada mañana, venir
delante de Dios, pedirle que te de aquello que quieres o que haga aquello que esperas, de
rodillas, con el corazón derramado.
La distancia entre nuestro problema y la solución es la misma que hay entre nuestra rodilla y el
suelo.
La distancia entre nuestra petición y nuestra respuesta es la misma que hay entre nuestra rodilla y
el suelo,
No todas las batallas se luchan de pie. Si queremos luchar con Dios y ganar debemos luchar de
rodillas.
¿Hay un pecado en tu vida que quieres que desaparezca? Mucha de rodillas, y suplica a Dios
¿Hay una petición en tu vida que deseas con todas tus fuerzas que te conceda Dios? Preséntate
cada mañana y ruega y dile; no me quitaré cada mañana de aquí hasta que me hallas bendecido. Fue el corazón de súplica y la insistencia de Jacob que movió el corazón del Varón. ¿Sabías que
tu oración mueve el corazón de Dios? Cierto predicador dijo: "la oración es el agente más
poderoso en todo el universo después del Espíritu Santo" y es porque es la oración mueve el
corazón de Dios a nuestro bien.
Ora, ruega, suplica, dobla rodillas hasta hallas luchado con Dios y hallas vencido.
David Espinosa Hernández
Calvary Chapel Mérida.