Download Salmo 119:33-40 Santificación

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Salmo 119:33-40 Santificación
Sal. 119:33-40 LBLA
33 Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón.
35 Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.
36 Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta.
37 Aparta mis ojos de mirar la vanidad, y vivifícame en tus caminos.
38 Confirma a tu siervo tu palabra, que inspira reverencia por ti.
39 Quita de mí el oprobio que me causa temor, porque tus juicios son buenos.
40 He aquí, anhelo tus preceptos; vivifícame por tu justicia.
Esta es la quinta estrofa (de veintidós) de este Salmo acróstico, y se titula He
Esta estrofa el salmista nos habla de su deseo por guardar la palabra del Señor (v.35 me deleito) y
reconoce que su corazón puede desviarse e inclinación a la avaricia, la vanidad, y pide que Dios lo
libre del temor y que le de vida.
El salmista reconoce su dependencia de Dios, y su deseo por andar en sus caminos:
- Enséñame el camino de tus estatutos.
- Dame entendimiento para que guarde tu ley.
- Hazme andar (guiame) por la senda de tus mandamientos.
- Inclina mi corazón a tus testimonios.
- Aparta mis ojos de mirar la vanidad.
- Avivame en tu camino
- Confirma a tu siervo tu palabra.
- Quita de mi el oprobio.
- Vivificame por tu justicia.
Todas estas son peticiones a Dios, desde el corazón de un hombre que anhela su palabra.
Los primeros tres versos:
33 Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón.
35 Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.
Estos versos nos hablan del deseo del salmista por "permanecer hasta el fin".
Básicamente ruega a Dios: enséñame, dame entendimiento y hazme andar en Tu camino
Y que bajo esta bendición permanecer hasta el fin, guardar la ley del Señor, cumplirla de todo
corazón, y declarar (v. 35) que en SUS mandamientos son su deleite.
Dios nos ha llamado, nosotros hemos creído, Dios nos ha salvado, y para llegar ante su presencia,
Dios demanda santidad; y es lo que el salmista pide en el verso 35 "Hazme andar por el camino de
tus mandamientos".
Heb. 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
¿Que es santidad? Santo: Perfecto y libre de toda culpa; Sagrado, inviolable.
Sin santidad, nadie vera al Señor. La santidad es necesaria para entrar al cielo, si no fuera así, entonces cualquier persona impía (pecadora) podría entrar al cielo.
Cuando nosotros como cristianos nos ponemos ante este verso, muchos automáticamente nos
descalificamos, y nos sentimos indignos de llegar al cielo.
¿Que necesitamos hacer?, si ponemos atención los versos 33-35 nos damos cuenta que:
La santidad, y obediencia a Dios, Dios mismo la produce en nosotros (Enséñame v.33, hazme
entender v.34, hazme andar v.35).
Salmo 119:33-40 Santificación
En otras palabras Dios es el que nos santifica y nosotros permaneceremos hasta el fin.
Pedro lo dice así:
1 Pedro 5:10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después
que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Pablo a los tesalonisenses les dice:
1 Tes 5:23,24
23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
Dios nos santifica, Dios lo hace, pero eso no significa que nosotros no tengamos nada que hacer.
Dios nos da sus mandamientos
Los versos 33-36 Nos dicen el anhelo del salmista por los mandamientos de Dios, similar a lo que
pablo dice a los tesalonisenses:
1 Tes. 5:14-22
14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. 15 Mirad que ninguno pague
a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. 16 Estad
siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios
para con vosotros en Cristo Jesús. 19 No apaguéis al Espíritu. 20 No menospreciéis las profecías.
21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal.
Dios por medio de los mandamientos trabaja con nuestras mentes, Dios nos muestra lo que esta
haciendo.
Dios usa la oración
Pablo en el verso 23 esta pidiendo por los de tesalonica, y ruega a Dios que los haga santos.
El salmista en el capitulo 119 constantemente ora a Dios, los versos 36 y 37 son un gran ejemplo:
36 Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia.
37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.
Orar unos por otros, como pablo ora por los tesalonisenses.
Orar pidiendo santidad como el salmista lo hace.
Orar.
La Promesa
No solo los mandamientos y la oración; mas importante la promesa de Dios.
Volviendo a 1 Tesalonisenses 5, Pablo, después de mandarnos a buscar la santidad de vida en los
versos 14-22 y de orar en el verso 23 para que Dios nos santifique, Pablo expresa el elemento decisivo en el verso 24: “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.”
¿Veremos a Dios?,
¿Como poder estar seguros que obtendremos la santidad necesaria para poder ver a Dios según
Heb. 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.?
Dios lo hará. Dios nos santificará:
1 Tes. 5:24 Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
Así como la salvación, no podemos hacer nada para ser salvos, nuestras justicias son como trapo
de inmundicia:
Salmo 119:33-40 Santificación
Is. 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de
inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
Dios nos salva, no por nuestras buenas obras; sino por la fe en su hijo Jesucristo.
Jn. 3:16-18
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no
es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios.
Dios nos santificará, y cuando el venga nos presentará irreprensibles:
1Tes. 3:12,13 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos,
como también lo hacemos nosotros para con vosotros, 13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor
Jesucristo con todos sus santos.
Dios nos santifica a través de sus mandamientos que están en nuestro corazón (mente), Dios nos
santifica a través de la oración. Pero sin importar cómo lo logra, o que tan lento sea el proceso, o
cuán imperfectos nos sintamos, lo principal es que DIOS lo hace, y Él lo HARÁ.
Dios nos ha llamado con el propósito de santificarnos:
2Tim. 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
Ef. 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y
sin mancha delante de él,
Dios sería infiel si solo te llamara, y no te santificará; porque si no te santifica, entonces jamás
verías a Dios, no entrarías al cielo.
Cristo murió en la cruz del calvario con el propósito de santificarte:
Efes. 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó
a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua
por la palabra,
Dios con ese amor eterno, omnipotente, que te escoge, te llama, te santifica y te salva. Dios es fiel,
Él lo hará.
¿Veremos a Dios? Dios es fiel, Él lo hará.