Download Cinco Expresiones del Amor de Dios

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
Cinco Expresiones del Amor de Dios
1. El amor de Dios por Dios
Cada persona de la trinidad ama a los otros dos con todo su corazón. El hijo ama al
Padre (Juan 14:31) y el Padre ama al hijo (Juan 3:35; 5:20; 15:9; 17:23). Y el Espíritu
Santo ama al Padre y al Hijo y viceversa.
El amor de Dios es perfecto e inmutable, no crece ni decrece. Dios ama
completamente y sin reservas porque es su naturaleza. Dios es amor. La manera en
que la trinidad se ama es la única manera en que Dios nos ama. Siempre nos ama
completamente, pues su amor es infinito en medida y eterno en duración. No nos
puede amar en parte porque eso sería negar su carácter.
2. El amor de Dios por nosotros
Dios ama a su pueblo con todo su corazón, su mente y su fuerza. Él nos ama con la
misma intensidad con la que ama a la trinidad.
Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre me ha amado a mí. Permanezcan en mi
amor. Juan 15:9
Yo estoy en ellos, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad tan perfecta que el mundo
sepa que tú me enviaste y que los amas tanto como me amas a mí. Juan 17:23
O pensáis que la Escritura dice en vano: El celosamente anhela el Espíritu que ha hecho
morar en nosotros? Santiago 4:5
3. Nuestro amor por Dios
Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo. Entonces tu amor por mí estará
en ellos, y yo también estaré en ellos».
Juan 17:26
El Espíritu Santo derrama el amor mismo de Dios en nuestros corazones (Romanos
5:5). No vamos a amar más a Dios intentándolo en nuestras fuerzas, sino viendo más
de su amor en nosotros. El Espíritu Santo quiere que el primer mandamiento tenga el
primer lugar en nuestras vidas (Mateo 22:37-38). Él nos ama con todo su corazón y
quiere que respondamos con todo nuestro amor, no porque lo necesite o se sienta
solo, sino porque Él es amor y nos creo para amarle. Su herencia es recibir nuestro
amor.
Jesús dice que mostramos nuestro amor por Dios a través de la obediencia (Juan
14:15, 21, 23; Deuteronomio 6:1-9).
4. Nuestro amor por nosotros mismos
Nos amamos a nosotros mismos en el amor de Dios por amor a Dios. A veces no
podemos amar al prójimo porque no nos amamos a nosotros mismos.
Nos amamos a nosotros mismos al vernos a través de Jesús, su cruz, y lo valiosos que
somos para Él. Hemos recibido el regalo de la gracia de Dios. Somos muy valiosos
para Jesús, tanto que dio su vida, su sangre preciosa por nosotros.
Al entender esto, la forma en que vemos nuestra vida, a Dios y a los demás, cambia.
Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como
a ti mismo”. Mateo 22:39
Debemos entender nuestra identidad en Cristo y saber que Dios nos ve así. Entonces
recibiremos poder para amarnos a nosotros mismos y amar a los demás.
Jesús se deleita en quienes somos en la gracia de Dios. Él quiere que amemos a la
persona que Él ama. Quiere que disfrutemos de su deleite en nosotros. Isaías 62:4-5
Me condujo a un lugar seguro; me rescató porque en mí se deleita. Salmo 18:19
5. Nuestro amor por los demás
Amamos a otros de la abundancia del amor de Dios en nosotros. Ese amor se
desborda y fluye.
Nos amamos unos a otros, porque él nos amó primero. 1 Juan 4:19
Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he
amado. Juan 15:12
El primer y segundo mandamientos están profundamente conectados y no pueden
separarse. Debemos amar a otros creyentes que nos tratan mal porque Dios los ama
tanto a ellos como a nosotros.
Permanecer en su amor
Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre me ha amado a mí. Permanezcan en mi
amor. Juan 15:9
Permanecer en su amor significa vivir y reflexionar continuamente en ese amor. Eso
requiere que nos enfoquemos en vivir en el amor de Dios en sus diferentes
expresiones. Debemos determinar en nuestro corazón que vamos a profundizar en el
conocimiento de su amor.
La meta de nuestra vida debe ser enfocarnos en recibir y expresar el amor de Dios.
Todos tenemos muchas tareas y cosas para realizar, pero lo principal es permanecer
en su amor. Y no significa solamente amar, sino estudiar ese amor, crecer en él,
enfocarse en él, orar que amemos a Jesús como él nos ama. Comparte ese amor con
otros, habla de su amor, camina en ese amor.