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PRÓLOGO.
La intención de este trabajo, es poner al alcance de los lectores un aporte para su
vida espiritual, que les ayude a dar pasos concretos, en el Camino de la Consagración a
María.
Este intento busca expresar las riquezas del Camino de la Consagración a María, a
partir de los diversos elementos propios, que conforman el acontecimiento mariano de San
Nicolás. Es el deseo, que sea la propia Madre de todos, la que a través de estas páginas,
señale el camino que Ella misma ha pedido tantas veces y en tantos lugares del mundo.
La consagración al Sagrado e Inmaculado Corazón de María, es una oportunidad
especial que la propia Madre nos ofrece, en el seno de la Santa Iglesia, para recorrer con
rapidez y simplicidad evangélica el camino que nos lleva a la Santidad.
Si sólo nos atenemos a nuestro criterio humano, para quienes quieran recorrer este
camino pueden existir dos riesgos:
- Entender la Consagración como algo puramente ritual, sin resonancia en la vida, o
pensar que es tan difícil, que no podemos vivirla porque no somos santos
- Precisamente la Consagración no es para los que ya son santos, sino para quienes
en su corazón tienen el deseo de acercarse a Dios, cada vez más y aspiran a amarlo
profundamente.
- A medida que se va creciendo en la vida de la Consagración, se establecerán
también nuevas exigencias; pero el punto de partida que Dios quiere de sus hijos, cuando
los llama a vivir la consagración bautismal, por medio de la consagración a la Ssma. Virgen,
es que le ofrezcan su disponibilidad a María, para ser totalmente suyos. Luego, por medio
de Ella, los hará crecer, ininterrumpidamente, a partir de la etapa en que se encuentren en
su vida espiritual.
- Cada consagrado debe entregarse a María, en el estado espiritual en que se
encuentre, dócilmente, aunque se sienta muy pobre. Justamente porque se sabe pobre, va a
encontrar su lugar propio en el Corazón de María, que es Madre de los pobres. Por la
consagración, María lo recibe y purifica, conduciéndolo a las fuentes de la Gracia; ellas son
la Palabra de Dios y los Sacramentos de la Iglesia.
Que María del Rosario de San Nicolás ilumine el corazón de cada lector,
enseñándole todo lo que el esfuerzo del hombre, sólo es capaz de sugerir.
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INTRODUCCIÓN
I
NUESTRA FILIACIÓN MARIANA
Este trabajo sobre la Consagración al Sagrado Corazón de María, intenta
enseñarnos a vivir con mucho amor y generosa entrega, nuestra Filiación Mariana.
Somos hijos de la Ssma. Virgen, heredados por Ella al pie de la Cruz de Cristo.
Necesitamos contemplar el Misterio de su Maternidad, conocer la dimensión de su amor y
aprender a quererla como hijos, para que Ella nos enseñe a conocer y amar al Señor. Todo
esto lo viviremos, al recorrer el camino de la Consagración, que Nuestra Madre nos ofrece.
Ella nos hará gozar de las alegrías de vivir en su Corazón, como vivió Jesús, que
siempre mantuvo hacia su Madre un Corazón de Niño y quiso necesitar en todo momento,
de su presencia maternal.
Por eso, también podemos afirmar, que al pie de la Cruz, el Señor, al entregarnos a
María por Madre, nos consagró a su Corazón, como seguro Refugio y Arca salvadora, para
que pudiésemos vivir como El, el gozo de esta Maternidad.
De nosotros depende aceptar y vivir el regalo de esa Consagración.
Hoy la Iglesia, a través del Bautismo, consagra para Dios a los nuevos cristianos,
haciéndolos hijos del Padre Celestial y también los consagra a María, Madre y Maestra de
los creyentes.
Ella nos pide que le entreguemos nuestra vida totalmente, para que al vivir la gracia
de la Filiación Mariana, en el ámbito de su Corazón, podamos vivenciar de una manera
plena, el regalo Bautismal de la Filiación Divina, que es la novedad gloriosa ofrecida por
Cristo Resucitado.
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II
1 - ANUNCIO Y CUMPLIMIENTO DEL TRIUNFO
Las enseñanzas, que encontramos, en el hecho mariano de San Nicolás, ciertamente
permiten respirar esperanza.
No es que se trate de una ilusión de victoria, lo que María ofrece a sus hijos, sino la
más absoluta certeza de que el encuentro con Dios se produce y el triunfo es seguro.
En Fátima dijo la Ssma. Virgen:
"Finalmente mi Corazón Inmaculado triunfará"
María, profetiza ya desde el canto del "Magníficat", que la llamarán Bienaventurada
todas las generaciones. Como Madre de todos los tiempos, especialmente atenta a los
momentos más graves de la humanidad, nos muestra las fuerzas de Su Amor de Madre. Se
pone al servicio de su Hijo, como Arca de la Alianza Nueva y Eterna, para que en su
Corazón Sagrado, nos encontremos definitivamente con El, diciendo nuestro "Sí" al pacto de
amor, que Dios quiere hacer con nosotros.
María, llama a los hombres a la fe, a los pecadores a la conversión, a los indefensos,
pobres y desamparados al Refugio de su Corazón Maternal; en ese Corazón, se hace
constantemente presente la Gloria Pascual de Jesús. María nos invita a actualizar el triunfo
de Jesús en nuestra vida, socavada por nuestros errores morales y el alejamiento de la
Verdad Revelada, renovadamente ofrecida a nosotros, por las enseñanzas del Magisterio de
la Iglesia.
2 - CAMINO DE ESPERANZA
María nos invita a ser dóciles, a vivir en continua oración, a convertirnos y aún mucho
más, a santificarnos; para esto nos regala el camino de la Consagración a Su Corazón.
Allí aprendemos a abastecernos de Dios y solamente de Dios. Seremos rescatados
del pecado, con un “sí” de perfectos hijos. Haremos posible la civilización del amor y,
seremos capaces de realizar la Nueva Evangelización, guiados por María, su Estrella, y
podremos decir junto a S.S. Juan Pablo II : "Vivimos el tiempo de María" y sabemos que el
suyo, es el tiempo del triunfo de Su Corazón.
La Esperanza, se manifiesta con mayor claridad en tiempos difíciles; también se
hace más necesaria en estos momentos, porque pone en claro la meta a la que aspiramos,
que es nuestra definitiva Patria del Cielo y nos indica el camino para conseguirla.
María nos enseña este sendero con su Luz que brilla en medio de la oscuridad. Esa
Luz es su poderosa acción evangelizadora que nos muestra el triunfo de su Hijo en la Cruz,
para que también nosotros caminemos sin miedos, ni desalientos ni claudicaciones.
Debemos tener la seguridad y confianza interior, de quien como Ella, no desconoce la
gravedad del momento, ni tampoco las consecuencias de la infidelidad a Dios, pero
siguiendo el imperioso llamado de María, se dispone a aceptar plenamente la Alianza con
Dios.
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Entonces el Consagrado, en el Corazón de su Madre, se encontrará con la
Esperanza, que le ofrece María y se sentirá seguro, protegido y defendido cuando lo persiga
el adversario, que lo atacará, pero no lo tocará.
3 - LLAMADO UNIVERSAL
La Esperanza que nos comunica María, es un ofrecimiento a la humanidad en su
conjunto y a cada uno de sus hijos en particular. Ella como Arca de la Salvación, en su
Corazón de Madre, puede albergar a todos los hombres y la invitación llena de amor la hace
a todos. Pero puede ocurrir que a pesar de los esfuerzos evangelizadores, muchos no
quieran entrar en esa Arca; sin embargo, para quienes ingresen, María será garantía segura
de salvación y el camino más corto hacia la santidad. Por eso nos invita a consagrarle
nuestras vidas.
En efecto, Ella tiene suficiente poder como para arrasar con toda forma de maldad;
aunque las fuerzas de las tinieblas, atenten contra sus hijos, tratando de asfixiarlos, en todos
los intentos de encausar sus vidas hacia el destino eterno, nada podrá contra el hijo
Consagrado al Corazón de su Madre.
Este es el triunfo de María: Lograr que sus hijos se salven, cuando son invadidos y
seducidos por todas partes, hacer posible para ellos la santidad en grado heroico. El espíritu
del mundo, pone en ridículo lo sagrado, atentando contra los valores trascendentes y
ofreciendo en cambio al hombre, la única posibilidad de saciedad en el poder, el
materialismo y la sensualidad. El Consagrado padecerá realmente la experiencia de la
tentación; si Jesús fue tentado en el desierto, el adversario también utilizará la tentación
para desorientar la vida del creyente y de ser posible someterlo a la esclavitud del pecado.
El triunfo de María, consistirá entonces en la segura esperanza, del encuentro de los hijos
con el Hijo, en su Sagrado Corazón. Ella se convierte en segura protección, de quienes se le
entregaron incondicionalmente.
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III
UNA NOCIÓN SOBRE LA ALIANZA BÍBLICA
A través de las páginas de la Biblia toda la historia de la humanidad y del pueblo
judío en particular, se desarrolla en el marco de una gran historia de alianza entre Dios y los
hombres.
El Señor crea al hombre y quiere vivir en amistad con él y por puro amor, le ofrece
desde el paraíso una Alianza de amistad. Por el pecado original, este primer pacto fue
rechazado por el hombre y Dios promete restaurarlo definitivamente en Jesucristo. Por ello,
fue preparando a su Pueblo a través de sucesivas alianzas y fue orientando su marcha por
el desierto, liberándolo de muchos males y asistiéndolo en sus necesidades. Toda la historia
del Pueblo de Dios, cuenta con importantes experiencias de infidelidad a la Alianza y
también con oportunos gestos salvadores de Dios, que siendo eternamente fiel, quiere como
un Padre bondadoso, reencontrarse con su Pueblo cada vez que éste se alejó del sendero.
Hoy, en el tiempo de la Iglesia, el Nuevo Pueblo de Dios, también olvida con alguna
frecuencia, la exigencia de fidelidad a la Nueva Alianza. Por ello, también frecuentemente,
Dios interviene oportunamente en favor suyo, para actualizar la Gracia salvadora.
En el tiempo del Nuevo Testamento, María ocupa un papel protagónico como Arca
de la Alianza Nueva, que busca restaurar la amistad del hombre con Dios y llevarlo a la
Santidad. Como Madre es esa su misión: "Dar la vida a sus hijos en su Corazón haciéndose
lugar de encuentro con Dios"
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PRIMERA PARTE
“LOS HECHOS DE SAN NICOLÁS
A LA LUZ DE LA NUEVA ALIANZA”
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CAPÍTULO I
DIOS RESTAURA LA RELACIÓN DE AMOR CON EL HOMBRE
1- EN EL DINAMISMO DE LA ALIANZA: Como hemos dicho, el acontecimiento
mariano de San Nicolás debemos ubicarlo dentro de una situación histórica de Alianza en la
que Dios quiere revitalizar con Su Pueblo la Alianza definitiva, realizada en Jesucristo por y
con María.
El hombre en distintos momentos históricos, y en concreto en este momento, ha
dado las espaldas a este Pacto. Dios quiere rehacer su relación con sus hijos. Estamos
frente a un verdadero "kairós", es decir, una irrupción portentosa de Dios, para salvar a Su
Pueblo en un momento sumamente grave.
(M. 1283): Tengo una visión: Veo una paloma blanca, con una gran cola. La
paloma mira hacia Sur y su cola, que queda hacia el Norte, se dobla e indica también
el Sur.
Veo a la Santísima Virgen y me dice: "Esto que has visto significa, que ya del Sur,
puede el cristiano, esperar la Nueva Alianza, porque está en camino.
No todo está destruido, el Señor ha fijado una meta, ha puesto sus ojos en un
determinado lugar; esta tierra es la elegida por Él, aquí nacerán nuevos sarmientos
para Su Viña.
Aquí el Señor ha sembrado Amor, aquí quiere recoger amor.
No se retirará Él, de sus hijos.
Bendito sea por siempre el Señor."
(27-12-83) "Cristo Jesús, ganará la gran batalla; no hay que dejarse sorprender,
debéis estar alerta".
Estamos por lo tanto en un especial tiempo de Gracia y de Alianza
2- CLÁSICOS TÉRMINOS DE ALIANZA: Muchas citas bíblicas, que acompañan a
los mensajes de San Nicolás, unidas a distintos mensajes hacen explícita referencia a los
clásicos términos de Alianza: "Yo seré vuestro Dios y ustedes serán mi Pueblo”
(Jer.31,33)
En el Mensaje 258 leemos en Ezequiel 34,30-31: "Así sabrán que Yo, el Señor,
estoy con ellos, y que ellos son mi Pueblo, la casa de Israel-oráculo de SeñorUstedes, mis ovejas, son el Rebaño humano que Yo apaciento, y Yo soy su Diosoráculo del Señor-."
Existen también muchas promesas de Alianza:
En el Mensaje 512 encontramos Hebreos 10,16-17: "Esta es la Alianza que haré
con ellos después de aquellos días, dice el Señor:
Yo pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su conciencia, y no me
acordaré más de sus pecados ni de sus iniquidades".
3- UN DON GRATUITO: La Alianza es un don absolutamente gratuito, que Dios nos
ha dado y lo hizo por su infinito amor por nosotros a través de Cristo, el Mediador y por
María, Mediadora ante el Mediador. Dios tiene la iniciativa en la Alianza.
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(M. 1079):"La Madre, conductora perfecta, va conduciendo a los hijos hacia la
Luz".
(M. 570): Jesús dice: “Yo, heredero del Amor de mi Padre, vuelco ese Amor en
el mundo, para que vuelva a su origen, a mi Santo Padre".
4- LA NUEVA LEY DEL AMOR: Antiguamente el código de la Alianza contenía el
conjunto de exigencias morales que, libremente, el Pueblo aceptaba cumplir como respuesta
al amor del Dios de la Alianza. A esta respuesta se refiere María en sus Mensajes; El gran
código de la Alianza Nueva es el amor a Dios y al prójimo, síntesis de toda la ley.
Jesús no vino a abolir la ley sino a darle pleno cumplimiento.
(M. 559): " Mostrad el amor a Dios, aceptando lo que pide Dios: amor y unión
entre los hermanos."
5- CITAS BÍBLICAS: Aparece en el hecho de San Nicolás una referencia explícita a
muchas citas bíblicas acompañando a los Mensajes, quedando de este modo claramente
señalada la voluntad de la Santísima Virgen de que se redescubra la Palabra de Dios. Esa
Palabra es verdadera gestora de la Alianza, porque "La Fe entra por el oído", en el decir
de San Pablo. La Palabra debe ser anunciada para producir la fe y la conversión.
(M. 332) "Así como una flor bebe el agua para poder vivir, así vosotros debéis
beber las Palabras del Señor. No creo que un buen cristiano, pueda abstraerse a su
llamado; no creo tampoco que alguien no quiera oír este grito de Amor. Aquél que
abra su puerta al Señor quedará ligado a El. Dios desborda de Amor."
(M. 1143): "En estos días, la Palabra de Dios es dada por la Madre de Dios. En
estos días, hay abundantes gracias del Señor.
Es que en estos días, en medio de sus hijos está María, Madre de Dios y de los
hombres."
6- RITOS DE ALIANZA: Los Sacramentos de la Iglesia, deben entenderse como los
grandes ritos de Alianza, semejantes a la circuncisión en el Antiguo Testamento y a los
sacrificios expiatorios y fundamentalmente a la Pascua judía. Los Sacramentos son los
canales por donde nos llega la vida de la Gracia, que Jesús nos ganó en la Pascua Nueva y
que exige de nosotros una generosa respuesta.
(M. 522):" Queridos míos, mi Hijo dio toda Su Sangre por la salvación del
mundo. El sabia su suerte y no se rebeló; padeció dolorosamente y se abandonó en
su Padre confiando plenamente en El.
Este gran ejemplo de Jesús debéis imitarlo todos vosotros: que esta entrega total de
Cristo Jesús os sirva para una entrega total de vuestra parte para que se justifique Su
Sacrificio. Con Jesús se vence a la muerte, con El no se debe temer, con Él
comprobaréis la promesa del Padre Eterno."
(M. 676): “El amor que tiene en Su Corazón, mi adorado Hijo, por todos
vosotros, es imposible imaginarlo.
Ese Amor está lleno de esperanza y el Señor os quiere hacer partícipes de esa
esperanza, que significa Vida."
7- PROFETISMO: A través de las referencias bíblicas y en los Mensajes referidos al
Magisterio, cuando habla del Papa y de la Iglesia, el conjunto de los Mensajes de María, nos
ubica por su riqueza, frente a una exigencia de vivir un auténtico profetismo. Esto es
característico, de todo proceso de fortalecimiento de Alianza, donde los profetas en nombre
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de Dios, llaman a la conversión y a la fidelidad a la Alianza; piden que todos prediquen las
exigencias de ese Mensaje de salvación.
(PM. 27) "Dios Padre te ha elegido para que por Mi intermedio conozcan Su
Palabra, su llamado para ser hijos de Dios y la Santa Iglesia de Cristo crezca en su fe".
(M. 654): "No descanséis en vuestro andar, noche y día debéis predicar."
8-MENSAJES ESPERANZADORES: Es fundamental señalar, que en la catequesis
de los Mensajes de María, predomina una clara tónica de esperanza, de victoria definitiva
sobre el mal.
(M. 3-1-84) "Mis Mensajes son esperanzadores"
Esto revela una verdadera promesa de Alianza, que Dios hace en favor del Pueblo,
que constituyó como Su Pueblo.
CLÁSICOS SIGNOS DE LA ALIANZA BÍBLICA
a)-LA ELECCIÓN DE UN PAÍS: Antiguamente fue elegido el pueblo de Israel; así
también hoy, es elegida nuestra República Argentina, país de raíces profundamente
cristianas, y especialmente amado por María.
(M. 1029) "Hija mía: Desde tu patria, el Señor está haciendo nacer en el cristiano
un nuevo cristiano.
Desde tu patria, estoy posando mis manos sobre todos mis hijos. Si, hija, desde
aquí todos los pueblos me conocerán y sabrán que renovar el corazón es desear
que el Señor viva en el corazón. Aleluya."
b)- LA ELECCIÓN DE UNA CIUDAD: María elige a San Nicolás, a la que llama
posteriormente "La Ciudad de María", destacando así una especial elección de esta
ciudad, al modo como fue elegida en otra época Jerusalén.
Esta ciudad es un lugar clave dentro del país.
(PM. 2)"Yo soy la Patrona de esta región, haced valer mis derechos."
(M. 1265) "En esta tierra elegida por Dios, tendré mi morada y desde aquí, rociaré
con Mi Amor, a cada hijo."
(M. 463): "Bendito el momento que el Señor eligió a este pueblo, y bendito
porque lo eligió para que Yo tenga mi gran casa, esa casa que será de paz y
sosiego, lugar donde acunaré a millares de hijos, que vendrán en busca de
amor."
(M. 118) "He elegido esta ciudad como morada definitiva."
(M. 481) Dice Jesús: “Estoy con mi Arca, esta vez en tierra firme."
c)-LA ELECCIÓN DE UN TEMPLO: Dentro de la ciudad de San Nicolás María pide
que se construya un templo, en su honor, en el lugar "elegido y santificado" por Ella misma.
El Santuario será signo de protección, "Coraza del Pueblo" lugar del “encuentro de los hijos
con el Hijo”.
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(M.414): "Si queréis paz venid a este lugar, que aquí encontrareis paz, aquí
recibiréis Gracias.
Quiero poder recibiros en un día no lejano, en la casa que he elegido."
(M. 425) "Mi Casa será vuestra Casa, un lugar de paz que necesita todo buen
cristiano, será como un remanso de tranquilas aguas, donde os podréis
embeber del Amor de Dios."
(M. 1400) " Es en el Santuario, donde María, Madre de Cristo, espera a los hijos,
herederos desde la Cruz; es en el Santuario, que María está presente para ellos y
es en el Santuario, que María obra en las almas, para bien de las almas."
(PM. 12) "Aquí quiero estar, éste es mi lugar"
d)- EL ARCA DE LA ALIANZA: El Arca de la Alianza era un cofre de madera, que
contenía las Tablas de la Ley, dadas por Dios a Moisés.
Los judíos la llevaban consigo y la guardaban en una carpa, dentro del campamento,
significando la presencia de Dios en medio de su Pueblo.
Hoy María es el Arca de la Nueva Alianza
*- Este tema es ampliado en el capítulo IV:" La manifestación de la Gloria de Dios" ,
desarrollado en esta primera parte. (Ver página nº 22,23,24 y 25)
e)- EL DESTIERRO DEL PUEBLO Y EL RESTO FIEL: Encontramos entre los
elementos comunes de la Alianza, dos realidades profundamente entrelazadas: El destierro
como lugar donde Dios castiga a su Pueblo, dejándolo sin su tierra, por sus infidelidades a la
Alianza y la presencia de un Resto Fiel, que permanece unido a Dios, a pesar de todas las
vicisitudes por las que atraviesa el Pueblo de Dios.
En realidad toda la historia del Pueblo de Dios es una historia de pecado y de Gracia.
En esta historia, la experiencia de destierro no es solamente la del destierro material sino la
del destierro moral, que fue ya experiencia del Pueblo de Dios, toda vez que se alejó de El.
Sin embargo siempre existió un “Pequeño Resto”, que entendió y fue fiel al Dios de la
Alianza. En esa situación de destierro, Dios da al hombre la gran posibilidad de
reencontrarse con El, por la conversión del corazón.
Nosotros asistimos a un destierro moral. El hombre vive hoy desterrado de su tierra,
por el desorden moral en el que fue cayendo. Dios viene a salvarlo. María le ofrece la
salvación. Una era de Gracia será la consecuencia del triunfo de María en este gran
combate.
(M. 1634) "Vivid en la Esperanza, descansad en el Señor.
Su misericordia se ha puesto grandemente de manifiesto; el Señor, os ha
enviado a Su Madre, para que os aclare el Camino hacia El, para que os refugiéis
en su Corazón de Madre."
(M. 258) "El Señor mandó anunciarme y me anuncié aquí entre vosotros, porque
El ha visto que tenéis salvación.
Estáis viviendo días inolvidables en vuestras vidas, debéis saber aprovechar
estos días."
(M. 966) "Dos tercios del mundo se está perdiendo y la otra parte debe orar, debe
hacer reparación para que el Señor se apiade."
(M. 232) "Grande es el Amor que os tiene el Señor, hijos míos. El os quiere hacer
partícipes de su tesoro, aceptadlo. El Señor quiere que le seáis fieles...."
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En este Mensaje encontramos una cita de Zacarías 8,11-12 en que habla del Resto
Fiel del Pueblo de Israel:
11- "Pero ahora, Yo no trataré al Resto de este pueblo como en los tiempos
pasados" – oráculo del Señor de los ejércitos-."
12- "Porque hay semillas de paz: La viña dará su fruto, la tierra sus productos y
el cielo su rocío. Yo daré todo esto como herencia, al Resto de este Pueblo."
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CAPÍTULO II
MISIÓN DE MARÍA EN LA NUEVA ALIANZA
1- El pecado, frecuentemente ha debilitado, enfriado la relación de amor entre Dios y
el hombre. Dicho en términos bíblicos, ha dañado gravemente, el regalo de la Alianza
definitiva, que Dios ha hecho con Su Pueblo por mediación de Jesucristo.
(M. 1355) "Veo a Jesús, con sus manos extendidas como bendiciendo; está
completamente envuelto en Su Luz blanca.
Me dice: "Las almas están confundidas, es que la maldad ha invadido la tierra
y las tinieblas quieren cubrirlo todo.
Yo derramaré bendiciones en aquellos que dirijan sus pasos hacia Mí. Que se
alegren los que depositan su esperanza en la Justicia y en el Amor de Dios."
2- María es la Madre de Cristo y de la Iglesia: Por su Maternidad Divina, engendra al
Autor de la Gracia y por esa misma Maternidad, pide para nosotros la Gracia de la Filiación
Divina en el Seno de la Iglesia. Por eso se le llama "Medianera de todas las Gracias" y
"Madre de la Divina Gracia"; es la "Mediadora ante Cristo, el Mediador". Jesús en la persona
del Apóstol nos la dejó definitivamente como Madre, cuando le dijo a Ella, mirando al
discípulo amado: "Mujer, aquí tienes a tu hijo" y a su vez le dijo al discípulo: "aquí tienes
a tu Madre". La Maternidad de María no es algo meramente simbólico, sino un misterio real
en la obra de la salvación; nos resulta imprescindible su Maternidad en orden a nuestra
salvación y a nuestra santificación. Toda Gracia nos llega por María.
Su Maternidad Divina es la raíz de su misión Mediadora.
(M. 1620) "Dejadme obrar, porque únicamente la Madre, es la perfecta
Conductora de sus hijos."
Ella se pone totalmente al servicio de sus hijos, velando por nuestra vida de fe, por
nuestra conversión, invitándonos a dejarnos salvar por Su Hijo Jesús.
(M. 1717) "Mi querida hija, sobre todo el universo se extiende Mi Protección de
Madre.
Soy la Madre de los que creen en Dios, y de los que aún no despertaron a la
fe.
Soy la Madre que Ama y habla a los hijos, para que los hijos acudan a
depositar su amor al Divino Corazón de Cristo. Sois Pueblo de Dios, y es
Dios, Esperanza de su Pueblo.
Velo por todos los hijos, desde la Cruz de Mi Hijo, es esa Mi Misión, velar por
ellos."
3- La Alianza Nueva realizada en Jesucristo fue hecha por y con María. Ella en
nombre de la humanidad respondió a la invitación del Señor diciendo: "He aquí la esclava
del Señor, hágase en mi según Tu Palabra"; su humildad y obediencia al único Dios, fue
la contrapartida histórica de la actitud pecaminosa de Eva, que quiso ser como Dios; llevada
por el orgullo, comió del fruto prohibido, en una actitud de grave desobediencia.
Y hoy María nos enseña a nosotros a dar la respuesta que dio Ella:
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(M. 1302) Veo a Jesús. Me dice: "Hoy advierto al mundo, lo que el mundo no
parece advertir: Las almas peligran, muchas se perderán, la salvación llegará
a pocas, si no soy aceptado como El Salvador.
Debe Mi Madre, ser recibida, debe Mi Madre, ser escuchada, en la totalidad de
sus mensajes; debe el hombre descubrir la riqueza que Ella trae a los
cristianos.
Los hijos del pecado crecerán en él, si la incredulidad se acrecienta en ellos.
Quiero una renovación de espíritu, un desprendimiento de la muerte y un
apego a la Vida.
El Corazón de Mi Madre, es el escogido para que se haga realidad lo que Yo
pido.
Las almas se encontrarán Conmigo, por medio de Su Corazón Inmaculado."
(M. 1242):"Como Auxilio de los Cristianos, quiero rescatar a mis hijos,
pidiéndoles la conversión y luego la Consagración a Mi Corazón de Madre."
4- El Corazón de María es el "lugar del encuentro de los hijo con el Hijo." El Padre
quiso que Jesús nos llegará por María y que a Jesús llegásemos por María.
Leemos en el Mensaje 1137: "Por medio de ti estoy llegando a tus hermanos de
toda la tierra. A los que apoyados en la fe, esperan en la Madre al Hijo. Madre bendita
por Dios, Madre que, por Gracia de Dios trae a la humanidad la promesa del Señor, le
muestra a la humanidad la senda verdadera y definitiva, le entrega a la humanidad su
Corazón, para que fortalezca su amor por Cristo."
- Su Corazón de Madre, como Arca de la Alianza Nueva, es el lugar donde Dios
establece su presencia y donde somos llamados a congregarnos; así seremos nueva estirpe
de Dios y Pueblo de la Alianza.
(M. 1611) Es mi Corazón, Fuente Viva de Amor Vivo.
Mi Amor, no se consume, sino que permanece Ardiente para aquellos que,
verdaderamente quieren ver transformado su corazón.
Sed vosotros, hijos míos, los que vayáis en busca del gran cambio de vuestra
vida.
Sólo por medio de esta Madre, puede la Luz, ser alcanzada."
- María se presenta como Arca de Salvación, que nos recuerda el Arca de Noe,
pero "ubicada esta vez en tierra firme":
(M. 1092) "En este tiempo el Arca soy Yo, para todos tus hermanos.
Soy el Arca de la paz, el Arca de la salvación, el Arca por donde mis hijos
deberán entrar, si desean vivir en el Reino de Dios.
No hay obstáculo para esta Madre y no lo habrá para sus hijos."
(M. 1305)"Hijos míos: dad vuestra prueba de que amáis a esta Madre
consagrándoos a Su Corazón.
En la Consagración, el hijo se entrega a la Madre y Ella a su vez, será su
Refugio y su Consuelo, porque es el Arca, donde los hijos depositan el
corazón.
Responded a Mi llamado, responded a Mi pedido, veréis que tiernamente
seréis conducidos por Mi. Amén, Amén."
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5- La especial gravedad de este momento, vuelve a presentar a María, como
servidora del Señor y Madre de sus hijos. Ella en su Corazón, como Arca de Alianza, se
dispone a revitalizar la relación de amor entre el Padre y los hijos. Esa es la alianza pactada
por Dios en Jesucristo.
a)- En el Mensaje 1377, en una visión, aparece la tierra fraccionada en dos partes;
una parte representa dos tercios y la otra un tercio, en el cual está la Santísima Virgen. Está
con el Niño, y del pecho salen rayos de Luz, que se dirigen hacia la parte que representa los
dos tercios de la tierra.
Enseguida dice: "Estás viendo al mundo semidestruido. Esos rayos de Luz, los
despide Mi Corazón que quiere salvar las almas que más pueda. Mi Corazón todo lo
puede, pero no puede, si el corazón no quiere. Los medios para salvar el alma son: la
oración y la conversión. Debe disponerse el alma para no ser
aprisionada eternamente por las tinieblas."
b)- María nos anuncia que ya desde el Sur puede el cristiano esperar la Nueva
Alianza:
(M. 1283) "Tengo una visión: Veo una paloma blanca, con una gran cola. La paloma
mira hacia el sur y su cola, que queda hacia al norte, se dobla e indica también el
sur."
Veo a la Santísima Virgen y me dice: "Esto que has visto significa que ya del
Sur, puede el cristiano esperar la Nueva Alianza, porque está en camino.
No todo está destruido, el Señor ha fijado una meta, ha puesto sus ojos en un
determinado lugar; esta tierra es la elegida por El, aquí nacerán nuevos
sarmientos para su Viña. Aquí el Señor ha sembrado Amor, aquí quiere
recoger amor.
No se retirará El, de sus hijos.
Bendito sea por siempre el Señor."
c)-María anuncia su misión:
(M. 1046) "Por unos pocos buenos, se salvarán muchos malos. Quiero decir
que, con la oración, con la continua oración de los verdaderos cristianos,
muchos se lograrán salvar.
Explico aquí, el porqué de Mi presencia, el significado de Mis Mensajes, que
son en definitiva, la Palabra del Señor.
Debe haber conversión, para que sea posible la salvación del alma."
6- Es la mujer vestida de sol: La que anuncia por designio del Padre, la victoria sobre
el dragón y se convierte en signo de triunfo para sus hijos.
(M. 1616): "El Señor ha marcado para estos tiempos, un signo: La Mujer
Vestida de Sol.
Ella es la Esperanza a la que deben aferrarse los hijos."
*- (Este tema es ampliado en el capítulo: "La Manifestación de la Gloria de Dios"
desarrollado en la primera parte.)
7- Es el Lucero: La que anuncia la salida del Sol, que es Jesucristo:
(PM. 46) "Mirad al cielo y veréis la estrella de la mañana"
(PM. 48) "La Estrella Radiante es mi Hijo", lo dice para el mundo entero, "que
no dejen pasar esa Estrella sin seguirla"
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8- Vencedora del demonio: Es la vencedora del demonio, a quien el Poder de Cristo
Redentor, ya lo ha comenzado vencer.
(M. 989) "El maligno está triunfando sí, en este tiempo, mas es una victoria
que le durará poco, el Señor le está dando tiempo nada más, el mismo que le
da al hombre para que vuelva a Dios."
(M. 120) "El malvado está haciendo estragos en el mundo, mas con vosotros,
si sois obedientes con el Señor no pasará nada semejante, aferraos a El. El
Sagrado Corazón está con vosotros."
(M. 1278) "Con lo Divino, lo Celestial, quiero poner entre mis hijos y el
maligno, una Muralla. Esta Muralla, es el Amor de Cristo y se convertirá para
ellos en Fortaleza, si mis hijos verdaderamente tienen fe en Cristo."
(M. 1427) " Deben avanzar mis hijos junto a esta Arca Indestructible, que los
impulsará hacia Cristo Jesús."
9- Es la Nueva Eva: La que nos devuelve la Vida, que la primera mujer nos ha
quitado por su pecado, fruto del orgullo y la desobediencia. María es ejemplo de humildad y
obediencia.
(M. 1108) "Salva el corazón sufriente, el Sagrado Corazón de María.
Salva al hombre de la mortal herida, la nueva Eva"
(M. 1343) "Todo tiene un tiempo. Hay un tiempo de tristeza y un tiempo de
alegría, un tiempo de desencuentro y un tiempo de encuentro.
Debe ser éste para el Cristiano, un tiempo de alegría y encuentro. Alegría
porque la Madre de Cristo está hablando y de encuentro, porque debe tratar el
cristiano, de encontrarse con Cristo.
He aquí que la Madre dice a los hijos: Deteneos ya, no avancéis solos,
seguidme, que os conduciré al Pastor del Rebaño."
(M. 1349) "Esta Madre viene diciendo a sus hijos: Id al Señor, que con Él os
sentiréis seguros. No miréis aquí o allá, mirad sólo Su Camino, recorred sólo
Su Camino.
No temáis a la noche, que por más enemiga que ésta sea, no podrá contra Mí,
Yo la venceré.
La fuerza de Mi Corazón os ofrezco; por eso refugiaos en Mi Corazón.
Son claras mis palabras, meditadlas."
10- Mediadora de toda Gracia: Es la mediadora de toda Gracia ante Cristo, el único
Mediador.
(M. 1571) "Muchos son los que no admiten que la Madre, es la Mediadora ante
el Hijo; muchos se resisten ir al Hijo, por medio de la Madre.
Digo a todos tus hermanos: Yo os ayudaré a vencer toda incertidumbre; esta
Madre, hará posible vuestro encuentro con el Hijo. Para esto es necesario
hacerse pequeño y abandonarse a Mi Corazón."
(M. 1280) "Bendito sea el Señor, porque permite en estos días, la mediación
de Su Madre, para que los hombres tengan un real acercamiento con El."
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(M. 1641) "Mi amada hija, es ésta la hora en que Mi Intervención de Madre, es
más fuerte que nunca.
Es por eso que no quiero que mis hijos estén debilitados, sino protegido
contra todo mal. Hijos míos: Rezad el Santo Rosario; la oración aclara los más
oscuros caminos.
No reneguéis de la oración, sólo orad."
11-Es el Ancla: Es también el Ancla que no permitirá que el Arca sea destruida. Es
el símbolo de la Esperanza.
(M. 327) "Veo un río, creo que es nuestro río, y una gran canoa, parece un
arca.
La Virgen me dice: Yo soy el Ancla, Yo he anclado aquí. Yo soy el Arca que
quiere llevar los hijos al Señor."
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CAPITULO III
LA MANIFESTACIÓN DE LA GLORIA DE DIOS
INTRODUCCIÓN
Cristo, el Hombre Obediente, es para sus hermanos el ideal de su vida. Además, es
el Primogénito de un mundo al que nos permite acceder detrás de El. La aparición de Cristo
en el mundo y el cumplimiento del Misterio Pascual, introdujeron realmente una novedad, en
la condición humana.
Esta novedad no puede ser recibida exclusivamente por la aparición de la Gracia,
como si ésta no hubiera existido nunca con anterioridad a Cristo. Se la puede definir con la
palabra "Gloria", que es la nueva cualidad de la "Gracia Cristiana".
Muriendo en la Cruz, llevando hasta el final su vida de hombre, abierta de par en par
al poder de Dios, al resucitar recibe Jesús el poder de comunicar lo que, paradójicamente,
había abandonado: la Gloria que tenía junto al Padre desde toda la eternidad. A partir de
entonces, Jesús comunica no sólo Su Gracia, sino su Gloria. En Cristo Resucitado, hemos
sido hechos – en el sentido estricto del término - "capaces" de Dios. No somos ya "de la
tierra", sino ciudadanos del Cielo; no sólo somos salvados, redimidos, perdonados e
indultados, sino también santos, hijos, dados a Luz y glorificados. En lo sucesivo, la
humanidad ya no puede conformarse con ser humana; es divina, porque la Gracia bautismal
la diviniza, haciéndola partícipe de la naturaleza de Dios.
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I
DIOS HACE VISIBLE SU GLORIA
1- Dice Jesús en el(PM 4 ex 1)"Días gloriosos os esperan, en Mi os regocijáis amados
hijos míos; decid éstas mis palabras"
Luego desaparece y aparece la Virgen, le esparzo agua bendita y la Virgen dice:
"Bendita seas hoy, en este día y por siempre; consagrada estás a Mí,
abundancias te esperan. Gloria y vida eterna. Amén"
La manifestación de la gloria de Dios, en el Antiguo Testamento, se producía en hechos
realmente portentosos; por ejemplo el cruce del Mar Rojo, o el maná en el desierto, que
evidenciaron el poder, el amor, la santidad de Dios. El templo de Jerusalén era el
ámbito especial donde residía la gloria de Dios, su presencia salvadora. El Arca de la
Alianza contenía el resplandor de la gloria de Dios; y era el lugar del encuentro de Dios
con su Pueblo, el lugar de la continua actualización de la Alianza.
2- En el Nuevo Testamento Cristo, Hijo de Dios, es el Señor de la Gloria, el resplandor de la
Gloria del Padre; sus palabras, sus milagros, su nacimiento, su transfiguración, su
muerte y resurrección estuvieron envueltos en signos de Gloria. El poder de la
Majestad de Dios fue visible en todos estos hechos.
3- María, Arca de la Alianza, experimentó sobre Ella misma, el poder del Altísimo, y vivió
misteriosamente la acción del Espíritu Santo que la hizo Madre de Dios. Al ser
constituida llena de Gracia, exenta de todo pecado, pudo contemplar las grandezas que
Dios había obrado en Ella y maravillarse de tanta Gracia. Por eso dijo:"Mi alma canta
la grandeza del Señor".
4- La Gracia, es el hecho divino más portentoso, del que los demás hechos son signos. En
la Gracia, Cristo se muestra Señor de la vida y de la muerte y vencedor del pecado; por
el mismo poder que tuvo para Resucitar, eleva al alma a la vida sobrenatural, a la
amistad con Dios, haciéndolo hijo del Padre y heredero de la Gloria.
5- Hoy en el tiempo de la Iglesia: La Palabra de Dios, el Templo, los Sacramentos, la
misteriosa presencia de María muestran la Gloria de Dios que se manifiesta en claros
signos de salvación: "Los ciegos ven, los sordos oyen, los paralíticos caminan, la
Buena Noticia es anunciada a los pobres"; el Reino de Dios está cerca, invitando a
hacer un camino de conversión.
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II
SIGNOS GLORIOSOS EN EL ACONTECIMIENTO DE SAN NICOLÁS
Estamos en los albores de un tiempo nuevo de Gracia; María es la providencial
profetiza de este tiempo, signado por el deseo de la venida del Señor. La fecha nadie la
conoce, pero es inminente; venida que estará llena de la gloria y majestad de Dios. Con el
apóstol Juan toda la Iglesia dice: "Ven Señor Jesús".(Apoc)
María, al anunciar este tiempo de Gracia, que se va gestando, es protagonista en la
puesta en marcha de esta acción salvadora de Jesús; convoca a sus hijos para que la
secunden en esta misión. María es por el poder de Cristo, la vencedora "junto a los humildes
de su Hijo".
Los signos aparecidos en los primeros mensajes: la bandera verde, las cortinas rojas
con flecos dorados, el ancla, son signos de Esperanza, de victoria final, de la Majestad y
Realeza de Dios. La luz que en dos oportunidades, cayó sobre el lugar señalado para el
Santuario, es el signo de la presencia de María; Ella viene a iluminar las tinieblas del mundo
causadas por el pecado. La Mujer vestida de Sol, el Arca de la Alianza, son dos grandes
signos bíblicos, que muestran el triunfo de Dios en favor de su Pueblo, a través de María. La
medalla con la imagen de la Virgen y en el reverso con el triángulo que significa la Santísima
Trinidad, con las siete estrellas, muestra la sobreabundancia de Misericordia de Dios,
derramada plenamente en favor de su Pueblo.
El número siete bíblicamente es indicativo de plenitud, de Gracia, de perfección, de
obra completamente terminada.
Dios quiere realizar plenamente su obra entre los hombres, a través de su Gracia,
llevándolos a experimentar anticipadamente, las primicias de la Gloria.
En el Santuario de San Nicolás la gran cantidad de conversiones es un clarísimo
signo de la Gracia y la victoria del Señor, a través de María. Es el comienzo del fin de las
tinieblas y el paso del Rebaño, de las tinieblas a la Luz. De esta manera el enemigo
concluirá "su triste reinado".
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III
EL TIEMPO DE MARÍA
1- Decía el Papa Pío XII, que la Iglesia estaba frente a una nueva primavera y Pablo
VI señala como objetivo de toda acción evangelizadora, que la Iglesia debe crear las bases,
para una "civilización del amor".
Juan Pablo II llama a María "Estrella de la primera y de la nueva evangelización". El
mismo pontífice llama a América Latina, la "tierra de la nueva Visitación" y también dice
"Este es el tiempo de María".
El Señor que interviene con poder en la historia de los hombres para salvarlos, elige
a María y destaca su especial protagonismo, en esta era de Gracia, para llevarnos a
conocer y a amar a Jesús, su Divino Hijo.
Nos dice María en los Mensajes (1609 y 1277) hablando de este tiempo providencial:
(M. 1609) "Hija, es este mi tiempo; es por eso que ansío la llegada de cada
hijo a Mis brazos de Madre. Yo les digo a mis hijos: Nada os preguntéis , sólo dejad
que la Madre lo disponga todo. El enemigo ha sido ya atacado, cerca está su fin y
está usando como último recurso la debilidad humana, la soberbia. Mas, Yo lo
venceré, ya he comenzado a vencerlo. He aquí que el mundo debe saber que la
Madre de Cristo triunfará sobre satanás, porque junto a Ella estarán los humildes
de Su Hijo".
En el Mensaje 1277 dice: "Ha comenzado un nuevo tiempo, ha nacido una
Nueva Esperanza; aferraos a esta Esperanza."
Jesús, nos presenta a su Madre como la pedagoga, que nos enseña a descubrir la
riqueza de la Palabra de Dios.
En el Mensaje 1302 Jesús dice: "Debe Mi Madre ser recibida, debe Mi Madre
ser escuchada, en la totalidad de sus Mensajes, debe el hombre descubrir la
riqueza que Ella trae a los cristianos.
Quiero una renovación de espíritu (...). El Corazón de Mi Madre es el escogido para
que se haga realidad lo que Yo pido."
2-En este tiempo de María, Ella destaca más explícitamente que es la hora de su
actuación de Madre:
Y hablándonos de su hora dice: "Es ésta la hora en que mi intervención de
Madre es más fuerte que nunca y es por eso que no quiero que mis hijos estén
debilitados sino protegidos contra todo mal.
Hijos, rezad el Santo Rosario; la oración aclara los más oscuros caminos"
En el Mensaje 1185: "No son muchos los que aprecian esta hora tan
significativa para la humanidad. (...). Vivid este tiempo de Gracia, vividlo
plenamente, y no será la noche vuestro temor"
(M. 819): "Causa de la Aurora más resplandeciente es el Señor, Yo haré que
la veáis."
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3- En este "su tiempo" y "su hora" María quiere estar junto a sus hijos, para
defenderlos del enemigo, llenándolos de Esperanza.
En el Mensaje 1638: "Mi presencia quiere defenderos del mal que se hace hoy
visible, a pesar de la astucia del maligno. Es por eso que quiero estar cerca de
vosotros, porque estáis muy amenazados por aquel que todo lo quiere cubrir con
su lodo. Soy la Madre Esperanzadora, la que con vuestra docilidad, hará posible la
Gran Obra de Salvación del Hijo".
(M. 1719): "He aquí que Mi Corazón de Madre, está a vuestro alcance; sólo
acercaos y lo experimentaréis. Conoced el Amor de Cristo, desde la Madre, id a El
por la Madre".
(M. 1491) "Esto digo a todos los pueblos: Desde lo alto no cesa el Señor de
verter Su Misericordia.
Aceptad en vuestro corazón lo que El, tan grandemente os ofrece.
Os hablo como Madre que quiere de sus hijos la renovación del espíritu, la
docilidad del espíritu, la verdadera disponibilidad del espíritu"
4-María señala la ciudad de San Nicolás, lugar del nuevo renacer espiritual
En el Mensaje 1183: "En este pedazo de tierra Bendita, el Señor renueva el
alma; aquí el Señor fortalece el espíritu, aquí la Madre espera de sus hijos el
nacimiento del hombre nuevo(...)."
(M. 1716): "En estos momentos nadie está fuera de la Misericordia de Dios.
Todo lo que se pida en el Nombre del Señor será alcanzado.
El Corazón de la Madre derrama grandes Bendiciones en este lugar(...). La Cruz
Redentora de Cristo se hace hoy presente".
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IV
EL ARCA Y LA MUJER VESTIDA DE SOL
En este tiempo de Gracia, tiempo de María, en ésta su hora, Ella se nos aparece
como Arca de la Nueva Alianza, en cuyo misterio nos muestra las maravillas de la Gloria del
Padre, y como la Mujer Vestida de Sol del Apocalipsis.
MARÍA, ARCA DE LA ALIANZA NUEVA
-Dios funda una Nueva Alianza con su Pueblo en Jesucristo, por medio de María.
Ella es el Arca de la Alianza, es decir la morada de Dios en medio de los hombres.
Encuentra su realización histórica propia en la plenitud de los tiempos.
-En efecto, en la primera venida de Cristo, se inauguró el último período de la historia
de la humanidad e inició, la espera de la segunda venida de Cristo Jesús. Por María y con
María realizó el Señor Su Encarnación y quiso su presencia al pie de la Cruz, donde le
encomendó la misión de ser Madre de los discípulos.
-El hombre, ha dado la espalda a esta Alianza, por su desacralización,
secularización, materialismo y el culto a diversos ídolos de nuestro tiempo. Dios quiere que
todos los hombres se salven y envía a María, para que anuncie la nueva venida de Cristo,
invitando a prepararse para ella.
Nos dice en el Mensaje (M. 1382) "La venida del Señor es inminente (...), nadie
sabe el día ni la hora, pero será y ciertamente para esa hora, debe el alma del
cristiano prepararse".
Hay una venida de Jesús para toda la humanidad y una venida personal, por la cual
el hombre no sabe, qué día puede ser llamado por Dios a su presencia y debe estar
preparado para ese encuentro.
Nos dice en el Mensaje (M. 1410) "La hora de la Madre ha llegado. Mi Corazón de
Madre, ha comenzado ya a preparar los corazones y a obrar en los corazones.
Vengo del Cielo a conduciros hacia Cristo."
-María es enviada por Dios, para fortalecer los lazos de la Alianza. Ella es la Nueva
Arca de la Alianza que leemos en el Apocalipsis 11,19:
"En ese momento se abrió el Templo de Dios que está en el Cielo y quedó a la
vista el Arca de su Alianza, y hubo rayos, voces, truenos y un temblor de tierra, y
cayó una fuerte granizada."
EL ARCA DE LA ALIANZA DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
El Arca es señal de la primera Alianza. Moisés la hizo construir mientras guiaba a los
hebreos a través del desierto, con el fin de que fuera morada de Dios en medio de su
pueblo, ya que Dios había venido a habitarla. Exodo 25,10.
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Una nube iluminaba y cubría la Carpa del Encuentro, que contenía el Arca de la
Alianza y la Gloria del Señor llenaba la morada.
La nube que se hallaba por encima, significaba la trascendencia del Dios inaccesible
y la Gloria que emanaba por dentro, lo presentaba en su inmanencia, es decir, en su
familiaridad, en su comunicación, haciendo Alianza con su Pueblo.
Una vez construida el Arca, Moisés la colocó bajo una carpa, semejante a la del
pueblo peregrino, para recordarles que los hombres necesitan de Dios y que Dios está con
ellos, al alcance de sus vidas.
Finalmente se construyó el Templo de Jerusalén y fue llevada el Arca al interior del
Templo. Dentro del mismo y en torno al Arca, el pueblo judío actualizaba su Alianza con
Dios.
EN EL NUEVO TESTAMENTO EL ARCA ES MARÍA:
El Arca de madera era un símbolo; la profecía se cumple en María.
Ella se convirtió en la nueva morada de Dios hecho hombre, para una Alianza Nueva,
la Alianza de los últimos tiempos. Se transformó así en el Arca de la Alianza viviente que es
Jesús. El Arca de Moisés era tan sólo un mueble de madera; María es un ser humano, que
recibe a Dios como Madre amante y Santa, ya que el Hijo de Dios es ahora su Hijo.
Esta humilde y discreta presencia del Hijo de Dios, concebido y formado
humanamente por obra del Espíritu Santo en María, reemplaza la gloria luminosa que
rodeaba el Arca primitiva.
(M. 1182) "Digo a mis Hijos: "Vosotros, los que me escucháis, comenzad a
conocer al Señor y profundizad en tal conocimiento.
Adquiridlo junto a Mí, ya que nadie conoce al Hijo como la Madre, y nadie ama al
Hijo, como lo ama la Madre."
Tened la seguridad que esta Arca contiene la Sabiduría necesaria, id a Ella."
(M. 109) "En otros lugares donde me he manifestado ha estado el Señor.
Hijos míos, sin la mano de Dios nada es posible, os hago escuchar cosas, que ya
antes habéis escuchado más no las practicabais. Ahora el Señor os da una nueva
oportunidad. En vosotros está la respuesta." Leed I Crónicas C 22, V 19.
(I Crónicas, C 22, v 19) "Dedíquense ahora de todo corazón y con toda su alma a
buscar al Señor, su Dios. Prepárense a edificar el Santuario del Señor, su Dios, a
fin de trasladar a la Casa que se va a edificar para el Nombre del Señor, el Arca de
la Alianza del Señor y los utensilios consagrados a Dios."
María indica que también su imagen debe ser llevaba al nuevo Templo.
HOY MARÍA ES EL ARCA:
María indica que en San Nicolás, el mismo Jesús presenta a su Arca, es decir, a
María. Leemos en el Mensaje ( M. 481) que Jesús nos dice: "No me oculto, quiero salvar
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a los hombres. Estoy con mi Arca, esta vez en tierra firme. Bienaventurado aquél que
se entrega a Dios."
La venida de María a San Nicolás, crea un lugar de Gracia, una nueva Jerusalén;
la ciudad de Dios, en la tierra prometida.
María en cumplimiento de su misión, como Arca de la Alianza, llegó a orillas del río
Paraná, para restaurar la morada de Dios en medio de Su Pueblo.
Una visión ilustra este hecho. Nos dice en el Mensaje ( M. 327): "Veo un río, creo
que es nuestro río y una gran canoa, parece un arca." La Virgen me dice: "Yo soy el
Ancla, Yo he anclado aquí. Yo soy el Arca que quiere llevar los hijos al Señor".
Como vemos ahora, la imagen no es ya la del Arca de Moisés transportada por tierra,
sino la del arca de Noé; ese navío que salvó a los que iban a perder la vida, bajo los
torrentes del diluvio, es el signo de María que busca salvar a sus hijos.
El último Mensaje de Cristo lo explica (M 1778): "Antes fue salvado el mundo
por medio del arca de Noé; hoy el Arca es mi Madre. Por medio de Ella se salvarán
las almas, porque Ella las traerá hacia Mí."
A su vez, María desembarcó a orillas del Paraná, pero fue para establecerse en tierra
firme, como ya lo señalaba un mensaje de Jesús fechado el 21 de febrero de 1985: No echó
el ancla en las aguas pantanosas del enorme río sino en la tierra firme donde habita el
pueblo.
Leemos en el Mensaje(M. 1092): "En este tiempo el Arca soy Yo, para todos
tus hermanos.
Soy el Arca de la paz, el Arca de la salvación, el Arca por donde mis hijos deberán
entrar, si desean vivir en el Reino de Dios. No hay obstáculo para esta Madre y no
lo habrá para los hijos."
Leemos en el Mensaje (M 1305) "Hijos míos: Dad vuestra prueba de que amáis
a esta Madre, consagrándoos a Su Corazón.
En la consagración, el Hijo se entrega a la Madre y Ella a su vez, será su Refugio y
su Consuelo, porque es el Arca, donde los hijos depositan el corazón.
Responded a Mi llamado, responded a Mi pedido, veréis que tiernamente seréis
conducidos por Mí. Amén, amén."
EL SANTUARIO, ES EL NUEVO SIGNO DEL ARCA QUE ES MARIA:
Fue un rayo de luz el que indicó la ubicación exacta del futuro Templo. No se trata
pues de construir un navío, sino una Iglesia de piedra y la Iglesia, morada de Dios, es
símbolo de la Virgen María ya que cuando Dios vino a este mundo, quiso habitar en Ella. Al
decir: "Eché anclas en San Nicolás", María compara su llegada a orillas del Paraná, como
la de un barco; ello es símbolo de sí misma y de la Iglesia, ya que "María es Iglesia"
El Santuario de María del Rosario, lugar donde se guarda el Arca Nueva de la
Alianza, es construido en San Nicolás y es el símbolo de la presencia y del amor maternal
de María. Allí nos enseña la Palabra del Hijo, nos alimenta con sus Sacramentos, y nos
hace Pueblo de la Nueva Alianza e instrumentos de la Alianza en favor de nuestros
hermanos.
El Santuario y María son inseparables; María identifica formalmente la construcción
de su Santuario con la del Cuerpo Místico de Cristo, que constituye su fin último.
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EL ANCLA:
El Ancla, también identificada, es lo que hace que el navío resista contra viento y
marea. La Virgen viene a establecerse en San Nicolás y el Santuario donde nos recibe, será
su Ancla irresistible, justo en el lugar que eligió y que fue indicado por un rayo de luz. El
Ancla es el signo de María como esperanza segura de su Pueblo.
(M. 1129) "Hija mía: ¡Qué generoso es el Señor! En todo cuanto ofrece se
puede apreciar su generosidad. El amor de Dios engrandece el corazón del
hombre. La Misericordia de Dios ya se ha puesto de manifiesto en los cristianos. La
vida de Dios es Vida y será eternamente."
(M. 327): La Virgen me dice:" Yo soy el Ancla, Yo he anclado aquí. Yo soy el Arca
que quiere llevar los hijos al Señor."
LA MUJER VESTIDA DE SOL:
María aparece sucesivamente como el Arca de la Alianza y como la Mujer, Madre del
Mesías, Rey del universo, en guerra contra el dragón (Ver Apocalipsis 12,1-17).
Los dolores de parto referidos en la cita bíblica, no se refieren a la Natividad del
Señor, sino al parto doloroso de la Pasión. Es el momento trágico en que María, viéndose
privada de su Hijo por la muerte, se convierte en Madre de los discípulos. Sigue siendo
solidaria con sus hijos, en el tiempo de la Iglesia, en todos sus momentos difíciles, y por eso
se nos presenta de muy distintas maneras.
Los Mensajes revelan explícitamente a María como la Mujer del Apocalipsis. Leemos
en el Mensaje (M:1616)
"El Señor ha marcado para estos tiempos, un signo: La Mujer Vestida de Sol.
Ella, es la esperanza a la que deben aferrarse sus hijos"
Allí aparece realmente como la Madre de sus hijos sufrientes a quienes los mira con
amor.
El Mensaje continúa:
"La Madre ha puesto su mirada en vosotros, poned vosotros vuestros ojos
y vuestro corazón, en Dios".
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V
DIOS HACE PARTICIPE DE LA GLORIA A SU PUEBLO
A)- JESÚS QUIERE RESCATAR A SU REBAÑO Y LO LLAMA A VIVIR EL
MISTERIO DE LA UNIDAD.
El olvido de las exigencias vitales de la Alianza, ha hecho que el Nuevo Pueblo de
Dios se disgregara y una buena parte del mismo, cayera en sucesivas infidelidades. Esta
preocupación es muy grande para María, Madre de la Iglesia.
(PM. 50) "Son muchas las ovejas perdidas del Señor y El quiere
recuperarlas; por eso les dice el Gran Pastor a las que están en su Rebaño, que no
salgan de él y no se muevan de su lado."
Leemos en Sof.3,9: "Entonces, Yo haré que sean puros los labios de los
pueblos, para que todos invoquen el Nombre del Señor y lo sirvan con el mismo
empeño".
Dios quiere rehacer a Su Pueblo, restaurar a su Rebaño, haciendo que aparezca la
unidad con toda su fuerza evangelizadora, como elemento esencial a su condición de
"Rebaño del Señor".
Jesús ha rogado por la unidad de este Rebaño cuando dijo "Padre que todos sean
uno como Tú y Yo somos uno."
María nos expresa la preocupación de Jesús por el Rebaño del Padre y como el
esposo ama a su esposa así ama Cristo a la Iglesia, su Esposa y su Cuerpo.
Dice la Virgen en el Mensaje 1171 hablando de Jesús: "Fueron sus últimos
años, los que dedicó enteramente a ser Pastor, a juntar el Rebaño de Dios, su
Padre.
Es necesario que aquellos, los que no han comprendido todavía la
importancia que tiene el Rebaño del Señor, comprendan el valor de la unión de ese
Rebaño tan querido por mi Hijo."
Cada vez deberá ser más numeroso y más fuerte; de esta manera, nada
podrá debilitarlo.
Hablo claramente a mis hijos, el Señor quiere recobrar su Rebaño."
En el Mensaje 1273 nos habla del Misterio de la Iglesia, señalando la misión del
Papa como Vicario del Rebaño de Cristo y responsable de su Unidad.
(M. 1273) "Todos sois parte del Cuerpo Místico que es la Iglesia y del cual
Cristo es la Cabeza.
En la tierra, el Vicario de Mi Hijo es el responsable de que ese Cuerpo siga
en pie."
María nos indica la misión que ya tiene como Madre del Rebaño.
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(M. 1247) "Quiero juntar a todos mis hijos y guardarlos como un racimo en
mi Corazón(...)".
Y con relación al rebaño de Dios que está en este país, dice en el Mensaje 1246:
"¡Hija, los hijos de este querido país! Yo les daré fortaleza ante las
dificultades y los alumbraré con la permanente Luz que brinda Cristo."
B)- EL REBAÑO NECESITA SER ALIMENTADO:
El Rebaño de Dios, necesita ser alimentado permanentemente: La Palabra de Dios
que llama a la fe; los Sacramentos que comunican la vida de Gracia; el amor fraterno
sembrado en los corazones por el Espíritu de Jesús, para formar la familia de los hijos de
Dios; son los grandes medios con los que Jesús alimentará a su Rebaño y con todos los
cristianos, se hará un solo Rebaño y un solo Pastor.
María nos dice sobre su misión de alimentarlo:
En el (M.1750) dice Jesús: "Estoy alimentando a mi Rebaño, porque mucho
me preocupa”.
“Mi Luz quiere iluminar a las naciones, porque es Luz verdadera."
En el (M. 774): "Veo a Jesús con la túnica blanca, como siempre rodeado de
una hermosa Luz".
Me dice: "Vengo en auxilio de mi Rebaño.
Que los hombres sepan, que mi manantial nunca se secará."
(M. 1640): "El mundo necesita abastecerse de Dios, y Yo me preocupo de Su
Rebaño".
C)- ANUNCIA EL TRIUNFO DE LA IGLESIA:
María es Madre de la Iglesia y está a los pies de su Cruz, como estuvo junto a la
Cruz de su Hijo. Sufre por Ella, intercede por la vida de sus miembros, le indica el camino
hacia Cristo; busca que la Iglesia, como Esposa de Cristo, sin mancha ni arruga, llena del
esplendor de la santidad, pueda ser presentada con toda dignidad ante su Divino Esposo.
La Iglesia sufrirá persecuciones de todo tipo, en el trayecto de su andar por la tierra,
pero finalmente triunfará por el poder de Cristo, su Cabeza y de la mediación de María.
(M. 1460) "Como Madre de la Iglesia, sufro el más agobiante dolor; Mis
sufrimientos están unidos a los del Papa, porque su pena, es Mi pena. La
intensísima Luz de Cristo, resurgirá, ya que así como en el Calvario, después de la
Crucifixión y Muerte vino la Resurrección, también la Iglesia renacerá por la fuerza
del Amor."
(M. 806) "Hijos míos: La claridad se perfila para vosotros cada vez más y con
mayor nitidez. El Señor con su Divina Misericordia, os quiere renovados... ."
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De este modo, vemos con mucha claridad, que el Señor a través de María, quiere
fortalecer la unidad del Rebaño, alimentarlo, e iluminarlo en la oscuridad.
D)- LA LUZ VENCERÁ A LAS TINIEBLAS:
En esta era de Gracia, María ejerce un llamado y una poderosa acción salvadora
como Madre. La humanidad se debate en un verdadero combate, donde la Luz de Dios
triunfará sobre las tinieblas, pero ello exige del hombre una libre y voluntaria cooperación.
(M. 1191) "El Señor se compadece del mundo; ... quiere para los hombres, la
Luz Eterna."
(M. 1213): "Hijos: Aparece la noche, más, llega el Día y todo lo aclara."
Cristo es la Luz del mundo, que vence con su fulgor la oscuridad del príncipe de este
mundo, el demonio.
El infinito Amor del Corazón de Cristo, es la Luz preciada que el hombre puede
ambicionar "Quien me sigue, dice Jesús, no caminará en tinieblas".
(M. 890) "Veo a Jesús. Lo veo con una Luz penetrante en su pecho, una Luz
blanca, su túnica también es blanca.
El me dice: "Ves La Luz que despide mi Corazón".
Luego me dice la Santísima Virgen: "El Corazón de mi Hijo se brinda ¡tan
generosamente! Maravillaos de esto hijos míos, todo en Él es Verdad, todo lo que
viene de El es Amor y todo El es Vida".
Amado sea su Sagrado Corazón".
(M. 1257): "En este tiempo, una Nueva y Potente Luz ilumina vuestro
camino"
María nos ofrece la Palabra de Dios, como la verdadera Luz que en medio de tanta
confusión, iluminará al mundo y le indicará al hombre, el sendero de la Salvación.
(M. 1273) "La tierra toda debe quedar impregnada de Su Palabra, (la del
Señor), y cada Cristiano debe vivir de acuerdo a esa Palabra."
(M: 1722): "Bienaventurados los que contempláis las palabras de la Madre,
porque os está alcanzando la Palabra del Hijo".
María se nos manifiesta como Madre, que nos heredó como hijos, al pie de la
Cruz del Hijo. Nos ofrece su Corazón, lleno de poder, lleno de Luz, para barrer todas las
tempestades y unirnos definitivamente, al amor de Dios.
(M. 948): "Para muchos he desaparecido en la Cruz, donde Jesús entregó su
vida, siendo que fue allí donde mi maternidad comenzó a crecer y mi amor de
Madre se extendió hacia todos los hombres, por voluntad de mi Hijo.
Estoy llegando hija, poco queda ya y será derrotado belial".
(M. 1498) "Hay en Mi Corazón tanta Pureza, como para purificar el mundo
entero.
Hay en Mi Corazón tanto Amor, que puedo barrer con todo el odio acumulado en
los corazones endurecidos.
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Hay en Mi Corazón tanta Luz, que puedo iluminar a las almas y al universo todo.
Soy poderosa y estoy pronta para derramar todos mis poderes; sólo espero que los
corazones quieran aferrarse a esta Ancla Salvadora, para un completo retorno a
Dios.
No se avergüence el pecador del pecado mismo, si, se avergüence de no amar a
Dios."
(M. 1571) "Mi purísima Luz, será la que os guíe en medio de tanta
oscuridad".
El enemigo de la Luz verdadera, vistiéndose de ángel de luz, como padre de la
mentira, produce un despiadado ataque, pero el Señor por mediación de María lo vencerá.
(M. 881) "El enemigo me está desafiando despiadadamente; está tentando
abiertamente a mis hijos.
Es un combate entre la Luz y las sombras, una constante persecución a mi querida
Iglesia.
Dios da la libertad y a nadie impide su propia elección. Purificarse o vivir en
continuo pecado, crecer en Cristo o anularse. Alejaos de la noche sombría, pronto
despuntará la Aurora: Dejaos preparar en este tiempo por vuestra Madre,
introducid vuestros corazones en esta Arca enviada por Jesús."
María nos presenta el accionar de los Ángeles, como verdadero escudo de
protección, en el combate contra el demonio.
Hablando da la acción de los Arcángeles Gabriel, Rafael y Miguel dice en el(M.
1720): "Defienden al alma de los peligros del demonio; abren al alma una brecha de
Luz en medio de las tinieblas; devuelven la salud del cuerpo y preparan al alma a
desear con mayor intensidad, la salud espiritual."
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ESPÍRITU QUE ANIMA LA VIDA DEL CONSAGRADO
Al hablar de la consagración al Sagrado Corazón de María, lo haremos a la luz de lo
dicho anteriormente, sobre la manifestación de la Gloria de Dios; en este tiempo nuevo, era
de Gracia que estamos llamados a vivir, en esta revitalización de la Alianza donde María es
la nueva Arca de Salvación.
1- Contemplación de la Gloria: La Consagración implicará introducirnos en el Sagrado
Corazón de María, que como Arca de la Alianza Nueva en el seno de la Iglesia nos
engendra a la Vida en su Recinto Sagrado; nos alimenta y nos cuida, nos conduce y nos
invita a maravillarnos, con ánimo agradecido, de la gloria de Dios que reside en Ella. Esa
gloria se hace visible en la santidad que Dios le regaló, al hacerla “Llena de Gracia” y
constituirla en morada de Dios para los hombres. También la gloria de Dios se manifiesta
aquí y ahora, cuando María nos hace partícipes como Madre de Cristo, de la Gracia de
la Salvación, que nos viene de su Hijo. El Consagrado vive crecientemente, en el
Corazón de su Madre, el gozoso encuentro con Dios, que es el tesoro escondido, por el
cual vende todo lo que tiene para poseerlo.
2- Santidad personal : Como fruto de este glorioso encuentro, el Consagrado asume el
compromiso, de ser testigo de la gloria de Dios, que aparece en el Corazón de María y
en su misión salvadora, haciendo la profunda opción, de imitarla en una vida de
santidad personal. La Consagración nos lleva a identificarnos como María, con los
sentimientos del Corazón de Cristo, buscando la gloria del Padre, en el cumplimiento de
Su Voluntad, haciéndonos perfectamente “hijos en el Hijo”, en el Corazón de María. La
Madre, también cantará como el Consagrado, las alabanzas de Dios que lo quiso hacer
partícipe, de una manera inefable, de la gloria de la Redención. La oración de alabanza,
será su oración preferida, cantando con María las maravillas de Dios, en un permanente
"Magníficat", que será la consecuencia del "si", que le dio al Señor.
3- Misionero de María: El Consagrado se hace misionero y se hace testigo en este tiempo
nuevo, tiempo de Gracia, de Alianza, de Misericordia y de triunfo de Dios sobre los
poderes del mal; se pone al total servicio de María, en la Consagración definitiva del
mundo a Dios. Su vida de Consagrado, además de ser un canto a la Gloria de Dios y
un testimonio anticipado de la futura gloria, que nos espera en la eternidad, implica un
total compromiso de vida; estará al servicio de la misión de María, que lo hace
instrumento de Alianza en favor de sus hermanos, los hombres, para que ellos se salven
y lleguen al conocimiento de la Verdad. El Consagrado, será testigo de la esperanza del
triunfo de Cristo y de María y la proclamará a sus hermanos.
Palabra y Misericordia: como misionero de María, el Consagrado
está urgido a proclamar la Palabra de Dios en todos los ambientes
luego de haberla encarnado en su propia vida, como María.
También acompañará, con gestos de misericordia la proclamación de
la Palabra, compadeciéndose de los que sufren, socorriendo, alimentando, enseñando, como lo hizo Jesús y como lo hizo María.
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4- Al servicio del Rebaño: El Consagrado hará suya la preocupación de María, en el
cuidado del Rebaño de Dios, del que se sabe parte. Como Consagrado actuará a modo
de fermento en la masa; sabrá poner las bases juntamente con sus otros hermanos
Consagrados, para hacer posible la civilización del amor, meta de la nueva
evangelización, de la que María es Estrella.
El Rebaño debe resplandecer por la fuerza de su Unidad, que es el fruto más
preciado de la Redención de Cristo. El, al vencer al pecado, destruyó los elementos de
división y de dispersión y egoísmo entre los hombres, posibilitándoles vivir en la más
plena y perfecta unidad.
5- Luz de Cristo: El Consagrado encarna en su vida la Luz de Cristo; se convierte en luz
para sus hermanos, ayudándolos en el actual combate, a caminar hacia Cristo, Luz del
mundo; se siente bajo la protección poderosa de María, capaz de vencer al demonio y
sus insidias y sabrá dar la respuesta de Dios, a los desafíos del momento actual; ellos
intentan llevar al hombre, a la autodestrucción. "El demonio lo atacará pero no lo tocará"
María indicará al Consagrado cuáles son los desafíos del demonio y del mundo, que
deberá tener en cuenta, para ser la respuesta viviente de Dios al hombre de hoy; para
que pueda iluminarlo realmente.
6- Total fidelidad e inmolación: La Consagración a María exigirá una vida de generosa
fidelidad al plan de Dios, como horizonte fundamental de su vida. Rechazará toda vida
fácil y desacralizada y ofrecerá en cambio una vida de austeridad y de permanente
oración al Señor. Como María al pie de la Cruz, estará siempre dispuesto a la inmolación
de su vida.
Se convertirá así, la Consagración a María, en la más excelente respuesta del hombre de
Dios al hombre moderno.
7- Instrumento de la Gloria: El Consagrado, en el Corazón de María, Arca de Alianza, se
hace instrumento de la Gloria de Dios. El Señor, quiere hacer Alianza con Su Pueblo
interviniendo con gestos salvadores. El Consagrado se hace camino por donde Dios
llega al hombre para hacer amistad con Él y el amor del propio Consagrado llevado
hasta la cruz, en favor de sus hermanos será el mayor gesto evangelizador. "Nadie
tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos."
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SEGUNDA PARTE
“EL SAGRADO CORAZON DE MARÍA”
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INTRODUCCIÓN
“EL SAGRADO CORAZÓN DE MARIA”
EL CORAZÓN:
Cuando hablamos del Corazón de María como también del Corazón de Cristo
Nuestro Señor, no intentamos separar el corazón del resto de la persona, sino que
buscamos poner de manifiesto el misterio del amor de Cristo y de María.
En efecto, el corazón es en el lenguaje que nos es familiar el órgano que simboliza el
amor.
En la Sagrada Biblia, el corazón es la sede del conocimiento y del amor.
EL SAGRADO CORAZÓN:
- Estamos acostumbrados a hablar del Corazón Inmaculado de María, y lo hacemos
a partir del misterio de la Inmaculada Concepción; María, libre de toda mancha de pecado,
nos lo ofrece como camino de pureza de vida, invitándonos a una continua conversión.
- En este trabajo, hacemos referencia al "Sagrado Corazón" de María. Jesús,
infinitamente Santo, necesitaba un ámbito maternal Sagrado, un seguro refugio y Arca, para
ser albergado y un Corazón también Sagrado, que latiera al unísono con El. Convenía
realmente, que el Padre así lo hiciera y así lo hizo en María, al constituirla en Arca de la
Nueva Alianza, Morada Sagrada de Cristo, Llena de Gracia y dotada de un Corazón
Sagrado, similar al de su Hijo.
- Además, el Corazón de María pone de manifiesto en su máxima expresión, el
misterio de santidad de su Amor Maternal, en favor de todos los hombres pecadores, que
son recibidos en su Corazón, lleno de Gracia; allí purifica a los hijos, los alimenta, los
dispone adecuadamente para poderlos presentar luego, al Corazón de Su Hijo.
CORAZÓN GLORIOSO:
Necesariamente la santidad del Corazón de María nos conduce a fijar nuestra mirada
en su Dimensión Gloriosa.
María siendo testigo de la Gloria de Cristo Resucitado, participa en el Corazón de su
Hijo de su fuerza y luminosidad, como Madre de Cristo Resucitado y esto queda confirmado
en su Gloriosa Asunción al Cielo en Cuerpo y Alma.
- En efecto, a partir de ese momento, María participa de la definitiva Gloria del Cielo,
junto a su Hijo y desde allí como Madre, con Su Corazón Glorioso, nos invita a nosotros a
participar de la Gracia y de la Gloria del Hijo, para que vivamos nuestra filiación divina, hasta
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su máxima expresión, que es la Gloria de Cristo Resucitado. En el sentido estricto, somos
hechos ciudadanos del Cielo. No solamente salvados, redimidos, perdonados, sino también
santos, hijos, dados a luz y glorificados por Cristo, que nos da la participación y alegría de
su definitivo triunfo, invitándonos a morir con El al pecado, mientras esperamos la
manifestación gloriosa de los hijos de Dios en nuestra personal Resurrección.
- Por lo tanto, la Consagración al Sagrado Corazón de María, pondrá de manifiesto
en el hijo Consagrado, que lleva en su vida, no sólo las cicatrices de la Cruz de Cristo, sino
también los signos de la santidad que culmina en la gloria de la Resurrección.
- Estos signos, los hará visibles, caminando una vida totalmente nueva,
respondiendo gozosamente a las exigencias del Evangelio como María, asumiendo la
fidelidad a las bienaventuranzas y a los Dones y Frutos del Espíritu Santo y entregándose
totalmente a Dios, que lo convierte en el tiempo presente en un testigo anticipado de la
Gloria que veremos.
- Aceptamos morir con Cristo, para triunfar con El. Ponemos el acento en la alegría
Pascual; y en toda lucha o contrariedad, nos sostiene la esperanza del triunfo, que ya lo
sabemos nuestro, porque Cristo triunfó para nosotros y nos hizo partícipes de su poder, para
vencer las tinieblas del pecado.
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CAPITULO I
“CRISTO NOS MUESTRA A SU MADRE”
Cristo llama al hombre a la conversión, y a una creciente santidad y nos presenta al
Corazón de Su Madre como privilegiado camino de encuentro con Dios.
Dice Jesús:
"Hoy advierto al mundo lo que el mundo no parece advertir".
..."Quiero una renovación de espíritu, un desprendimiento
de la muerte y un apego a la Vida. El Corazón de Mi Madre es el escogido para
que se haga realidad lo que Yo pido. Las almas se encontrarán conmigo por
medio de Su Corazón Inmaculado".
También dice Jesús:
"El espíritu del hombre se alimenta de materialismo, de
vanidades. El espíritu carece de humildad, carece de paz, carece de amor.
Mi Madre, infatigablemente va en pos de los corazones rebeldes,
pacientemente va en busca de los que están alejados de la verdad." (M.1492)
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CAPITULO II
“LA SANTÍSIMA VIRGEN NOS MUESTRA SU MISIÓN”
La Ssma. Virgen, fiel al plan de Dios, manifiesta con sus propias palabras la misión
que desde Su Corazón de Madre, debe desarrollar en favor de sus hijos para atraerlos
definitivamente a la Salvación.
Nos dice María:
"Mi Corazón de Madre, latió siempre junto a Mi Amado Hijo, desde el momento
mismo de la Anunciación. Mi Corazón, se sobrecogió de dolor cuando lo vi muerto en la
Cruz.
Mi pobre Corazón se angustia hoy, por las almas que se pierden, que
permanecen ajenas al pedido de conversión, que hace Cristo Jesús a los
hombres."(M.1322)
También nos dice:
"Hoy es la Madre, que desciende del Cielo, para convertir a las almas;
hoy es el Corazón de la Madre, el que protege a los hijos; es el Corazón de la
Madre, el que Ama y quiere ser amado, junto al Corazón del Hijo."(M.1480)
- NOS MUESTRA UN CORAZÓN MATERNAL.
Hablándonos de la maternidad que ejerce sobre nosotros y el amor de Su Corazón
nos dice:
"Soy sobre todo, Madre; estoy junto a mis hijos, velando por ellos.
Mi Corazón de Madre, va hacia todos los rincones de la tierra;
consolando, amparando, custodiando cada corazón que busca en María, la
verdadera protección.
Soy la Madre de todos los tiempos, Soy la Madre de todos los hijos, Soy
la Madre de Cristo."(M. 1497)
-
MARÍA NOS ENSEÑA LA INMENSA CAPACIDAD SALVADORA de su Corazón
de Madre, capaz de destruir cualquier obstáculo:
"Hay en Mi Corazón tanta pureza, como para purificar al mundo entero.
Hay en Mi Corazón tanto Amor, que puedo barrer con todo el odio acumulado
en los corazones endurecidos. Hay en Mi Corazón tanta Luz, que puedo
iluminar a las almas y al universo todo.
Soy Poderosa y estoy pronta para derramar todos mis Poderes; sólo espero
que los corazones quieran aferrarse a esta Ancla Salvadora, para un completo
retorno a Dios." (M. 1498)
- NOS OFRECE LA SEGURIDAD DE SU CORAZÓN:
"Digo a todos tus hermanos: Yo os ayudaré a vencer toda incertidumbre.
Ésta Madre, hará posible vuestro encuentro con el Hijo. Para esto es necesario
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hacerse pequeño y abandonarse a Mi Corazón. Os lo aseguro, no lo
dudéis."(M.1571)
- NOS INVITA A QUE LA DESCUBRAMOS como poderosa Intercesora y como
seguro camino, para quien busca su definitivo encuentro con Dios:
"Ciertamente el que busca a Dios, en Mí lo encontrará. Mi boca derrama
Sabiduría; Mi Corazón, derrama Amor"(M.1640)
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CAPITULO III
“MARÍA NOS ENSEÑA A AMAR COMO ELLA”
El Corazón de María es el símbolo del Amor de nuestra Madre. Al ingresar en Su
Corazón, adquirimos un modo de amar semejante al Suyo, que se proyecta a Dios y
luego a nuestros hermanos. Ella purifica nuestro corazón y nos da la dimensión del suyo.
a) - A LA SANTÍSIMA TRINIDAD:
María desde Su Corazón Sagrado nos invita a Adorar a la Santísima Trinidad:
"¡Hija, es tan poco adorada, alabada y glorificada la Trinidad Santísima!
No preguntéis hijos míos; sólo obedeced, sólo amad y quedaréis siempre en
Mi Corazón.
Por vosotros, sea perpetua la alabanza a Dios, Uno y Trino."(M. 1402)
- Desde su Corazón nos afirma:
"Mi Corazón de Madre, clama por el amor de sus hijos, hacia la Santísima Trinidad.
En la Santísima Trinidad se muestra perfectamente el amor de Dios por
las almas."( 1569)
- En el Ámbito de su Sagrado Corazón, Dios ofrece Su misterio, y nos invita a
responderle:
"La Santísima Trinidad, por medio de Mi Corazón, quiere llegar a todas
las almas.
El amor perfecto del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, os quiere purificar;
responded a esta invisible pero real muestra de Amor, con una visible y sincera
respuesta, vuestra conversión." (M.1658)
b) - A SU HIJO JESUCRISTO:
El Corazón de María es el gran camino que nos lleva a Jesucristo, Su Divino Hijo, y
quiere contagiarnos del inmenso Amor a su Hijo que late en su Corazón Maternal.
" Muy despaciosamente estoy obrando en mis hijos. Mi Corazón de
Amorosa Madre, los quiere conducir hacia Cristo, porque las tinieblas están
envolviendo a muchos de ellos." (M. 1440)
- Por el dolor de Jesús y del Suyo, María llama a los pueblos:
"Para mitigar el dolor del Corazón de Jesús y del Mío, hago un llamado a
los pueblos: Id hacia Cristo y amadlo; Su Corazón os espera; Su Corazón, arde
de Amor por vosotros".(M. 1445)
- A todos nos ofrece Su Corazón Maternal:
"He aquí que Mi Corazón de Madre, está a vuestro alcance; sólo
acercaos y lo experimentaréis.
Conoced el Amor de Cristo, desde la Madre, id a El, por la Madre." (M.1719)
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c)- A LA SANTA IGLESIA :
María, desde Su Corazón Sagrado, nos invita a amar a la Iglesia y a orar por Ella;
María es Madre de la Iglesia y nos congrega en su Corazón para que entre todos formemos
parte de la gran familia del Señor sintiéndonos responsables de su constante crecimiento,
santidad y unidad.
"Orad por la Santa Iglesia. Herido está Mi Corazón, porque
frecuentemente es atacada; día a día se ve empañada su Luz.
Como Madre de la Iglesia, sufro el más agobiante dolor; Mis sufrimientos están
unidos a los del Papa, porque su pena, es Mi pena.
La intensísima Luz de Cristo, resurgirá, ya que así como en el Calvario,
después de la Crucifixión y Muerte vino la Resurrección, también la Iglesia
renacerá por la fuerza del Amor." (M. 1460)
Y también nos afirma :
"Mi Corazón de Madre, late hoy sufriente, viendo a mis hijos, lejos de
Jesús y de Su Cuerpo Místico, que es la Iglesia." (M.1514)
d)- AL SUMO PONTÍFICE:
María nos invita a orar por el Papa, abandonándonos como él en su Corazón
Maternal:
"Que vuestra oración sea, en esta novena, para que estéis unidos al
Papa y a la Verdad de Cristo por él proclamada.
Abandonaos como este amadísimo hijo a mi Corazón de Madre. Orad, teniendo
la certeza de que con la oración, estáis dando amor a él y a la Santa Iglesia, tan
valientemente por él defendida.
El Vicario de Jesús ama la Verdad, vive por la Verdad; son muchos los que se
deslizan hacia una pendiente muy peligrosa que es estar fuera de Cristo.
La Luz está para aquellos que la buscan, para aquellos que la aman
verdaderamente." (M.1678)
e) - A TODOS LOS HERMANOS:
El Corazón de la Madre exige también que haya un crecimiento de nuestro amor a
los hermanos.
"En la Novena de este mes, esta Madre pide: Oración, oración por el
mundo, por los que todavía viven en penumbras.
Oración, por los que no tienen en cuenta a la Madre, ni el tiempo que hace que
la Madre, dirige Su Mensaje de Amor, a todos sus hijos.
Debe crecer la confianza a Mi Corazón, debe crecer el amor a Mi Corazón; debe
también crecer el amor entre los hermanos y habrá así, paz en los espíritus y
paz en el mundo.
No será eso posible, mientras no haya corazones entregados al Señor,
corazones amantes del Señor, creyentes en El y en Su Santo Evangelio. Hijos
míos: Huid de las tempestades del mal y acudid a la calma de os ofrece el Bien,
para bien de vuestras almas." (M.1508)
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f) - A TODOS LOS HOMBRES:
María nos expone la misión universal, que Ella ejerce desde Su Corazón, en favor de
todos los hombres cuando dice:
"Como Madre, velo por todas las criaturas del universo, ese fue el
pedido de Mi Hijo. Muchos están hoy olvidados de Dios; han decaído en su fe.
Deben confiar en Mi y no se sentirán vacíos, sino que descubrirán en sus
corazones, un gran amor a Cristo Jesús.
Mi Corazón, les hará comprender la necesidad de Amar al Señor." (M.1468)
g) - A LOS MAS POBRES:
María expresa su maternal preferencia por los hijos que sufren:
"Son los pobres, los que con su dolor, llegan a Mi Corazón; los
tristemente desamparados; los marginados; todos ellos angustian a Mi
Corazón de Madre.
Hijos: Escucho vuestras voces cargadas de sufrimientos, mas, es el amor a
Cristo, el que hará que vuestros corazones crezcan a la Luz de la Esperanza.
En la oración encontraréis fortaleza para vuestro espíritu, en la oración
descubriréis a la Madre, que permanece a la espera de sus hijos.
Orad y no os alejaréis de Dios".(M. 1668)
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CAPITULO IV
“MARÍA ES MADRE Y MAESTRA DE NUESTRA VIDA CRISTIANA”
- NOS HACE CRECER:
María, en su Sagrado Corazón, nos hace crecer espiritualmente. Lo que se
propone, es encender gradualmente, el amor de nuestros corazones para que arda en ellos
el Amor de Dios. (Ver M. 1269)
En ese itinerario necesita que le entreguemos nuestra vidas totalmente, para que
Ella, dentro de Su Corazón, nos vaya purificando y cuidando con celoso Amor de Madre.
(Ver M. 1271).
En efecto, la fuerza y Amor de Su Corazón arrasará con toda forma de mal que
intente destruirnos y Ella nos dará una especial seguridad frente a los ataques del
adversario, si antes nos hemos dejado introducir en Su Sagrado Corazón. (Ver M. 1296)
María moldeará
y guiará hacia Su Hijo, a los hijos que se abandonen
generosamente en su Corazón de Madre, pues, se hace camino para que el Amor
Misericordioso del Hijo sea recibido a través de Su Corazón Maternal, por cada uno de los
Consagrados, ya que en la Cruz del Hijo nos heredó como hijos. (Ver M. 1374)
- NOS INVITA A UN SI TOTAL:
Ella nos invita a ser generosos en la entrega de nuestra libertad, pues todo lo puede,
pero no puede si el corazón no quiere. Para ello nos asistirá mucho en la oración y en la
conversión de la vida.(ver M. 1373)
Espera de nosotros, en efecto, un definitivo “Si” y por eso nos invita a que nos
hagamos pequeños y confiados como Ella, y así experimentaremos el gozo de vivir en Dios.
(Ver M. 1301)
Es en su Corazón de Madre, donde como Maestra nos promete enseñarnos a
descubrir y cumplir la voluntad del Padre.
La humildad, la docilidad interior, la atención a su voz de Madre, la total confianza
puesta en Dios, expresarán la perfecta entrega al Señor.
María nos dice:
"Bienaventurados los humildes, porque solamente en los corazones humildes,
puede obrar esta Madre." (M. 1467)
Y nos invita a una especial interioridad de vida cuando nos dice:
"En la confianza, encuentro el amor de mis hijos; en el ofrecimiento, la entrega;
en el abandono, la verdadera pequeñez y humildad de mis hijos." (M. 1501)"
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- COMO MADRE NOS CONDUCE A LA CONSAGRACIÓN:
María condiciona, en definitiva, su posibilidad de obrar en nosotros, a la aceptación
que tengamos de Su Maternidad sobre nuestras vidas; podrá obrar si nos dejamos conducir
por Ella. (Ver M. 1732)
Y el camino por excelencia que nos ofrece para llevarnos a Dios es la Consagración
a su Corazón de Madre, pues allí nos renovará y purificará.(ver M. 1334).
Ella nos invita a la Consagración, pero no la impone; solamente la ofrece por el
inmenso amor que nos tiene. Señalando el modo de manifestarnos su pedagogía de Madre
nos dice:
"En cada palabra va Mi Corazón, en cada palabra me acerco a vosotros; espero
ansiosamente que vosotros os acerquéis a Mi". (M. 1365).
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CAPITULO V
“MARÍA ES GARANTÍA DE NUESTRA ENTREGA Y FUENTE DE NUMEROSAS
PROMESAS”
María, se convierte en garantía de sus hijos y ofrece innumerables promesas de
salvación, como expresión de su Amor maternal a quienes la amen y se le Consagren.
Ella, ofrece lo que necesitamos para responderle; sabe que nosotros no podríamos
caminar solos y Su Corazón es el ámbito Sagrado donde somos resguardados, alimentados
y continuamente sostenidos en nuestra entrega.
Ella nos ofrece, como gran promesa, que desde Su Corazón llegaremos al Sagrado
Corazón de Jesús. Escuchemos su palabra que nos dice:
"Volcaos a Mi Corazón y desde allí viviréis con toda docilidad al Señor. Desde
Mi Corazón lo amaréis; desde Mi Corazón lograréis fidelidad hacia El; desde Mi
Corazón llegaréis a Su Sagrado Corazón ." (M. 1369)
- SU CORAZÓN ES UN JARDÍN:
" Mi Corazón es un jardín, donde puede entrar todo aquel que quiera ser regado
por Mi Amor de Madre." (M. 1298)
Y reiterando esta hermosa comparación dice:
"Mi Corazón de Madre es un jardín que recibe a las más perfumadas flores: Sus
amados hijos, los hijos de Dios." (M. 1776)
- SU CORAZÓN ES FORTALEZA Y REFUGIO:
María se nos presenta como fortaleza, capaz de resguardar a sus hijos:
"Lo que sus bocas imploren, Mi Corazón lo recogerá." (M. 1341)
Su corazón es el refugio donde nos podemos guarecer seguros, en la oscuridad de
la noche (M. 1349)
Para la fortaleza y seguridad, que reserva para nosotros en nuestra vida cristiana y
en nuestra misión, nos dice:
"Mi Amor es para vosotros, Llama Inextinguible y Mi Corazón, Fuerza
indestructible. He aquí Mi Poder, Mi gran Poder..." (M. 1364)
- MARÍA ES MADRE CONSOLADORA Y PROVIDENTE:
María es capaz de liberarnos de la angustia, de abrigarnos en la desolación: sólo
necesita que le entreguemos el corazón y Ella podrá obrar. (Ver M. 1382).
Cuanto más confiamos en Ella, más nos podrá conducir. Nos promete que su Luz
bañará a las almas, sus ojos se compadecerán de los que sufren, la fuerza de Su Amor
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sostendrá a los débiles y Su Corazón Maternal será refugio de todo corazón afligido. (Ver
M. 1487)
María está especialmente atenta para brindar a sus hijos el socorro necesario. (Ver
M. 1506).
Su Amor lo ofrece como alimento y Su Corazón como garantía de fortaleza. Su
Manto se ofrece a todos, especialmente a los más alejados. Ella quiere proveer al
necesitado. (Ver M. 1550).
- SU CORAZÓN ES FUENTE VIVA:
Ella es garantía indispensable:
"Es Mi Corazón, Fuente Viva de Amor Vivo. Mi amor, no se consume, sino que
permanece ardiente para aquellos que, verdaderamente quieren ver transformado su
corazón. Sólo por medio de esta Madre, puede la Luz ser alcanzada." (M. 1611)
Igualmente nos dice que nos ofrece Su Corazón como fuente en la cual podemos
sumergirnos. (Ver M. 1769).
El Señor nos ha enviado a María para que nos aclare el camino hacia El. Y esta
misión, es fundamental para nuestra Madre e indispensable para sus hijos. (Ver M. 1634).
- MARÍA ES NUESTRA ESPERANZA:
María se nos presenta como garantía de Esperanza. La Luz de su Corazón, que se
ha posado entre nosotros, resplandece con gran fuerza.
Frente a los hombres que se dejan arrastrar por el maligno, quiere ser el Sostén de
sus hijos. (Ver M. 1747).
Como Madre, ofrece el Alimento necesario a sus hijos, para que la oscuridad no los
ahogue. María está a la espera del acercamiento de cada hijo. (Ver M. 1757).
Nos dice: "Nada detendrá Mi Obra, nada impedirá que crezca la Fe en los hijos
de María." (M. 1768)
Y nos dice que el Amor de Su Corazón es la medicina que sus hijos necesitan; por
eso es indispensable hacerse pequeños para poder recibir este amor con sencillez de
alma. (Ver M. 1792).
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CAPÌTULO VI
“PROMESAS DE MARÍA AL CONSAGRADO”
- María promete liberar al Consagrado del demonio y le garantiza la Vida Eterna:
(M. 275): "A todos mis hijos que se Consagren a vuestra Madre, os digo: Mi
Corazón recibe gozoso esa entrega, ese amor que ofrecéis porque son almas
que se salvan de las garras del mal mereciendo la Gloria Eterna, la Gloria del
Señor."
- María promete la libertad interior, el crecimiento y la renovación espiritual, su
Corazón de Madre y el amor total a Jesús.
(M. 939): "La Consagración no quita la libertad del cristiano, no lo anula, sino
que lo hace crecer interiormente, hace que el espíritu se renueve día a día, se
introduzca en Mi Corazón y se alimente completamente de El. De esta manera
se llega a amar a Jesús en forma total, sólo por medio de Mi Corazón.
Mi Corazón da y exige, mas no exige lo imposible."
-María ofrece al Consagrado, el vínculo que lo une a su Corazón y una particular
atención:
(M. 973): " Que la Consagración, sea el vínculo que una vuestro corazón con el
Mío.
Cada hijo necesita una particular atención de la Madre."
- María asegura que el Consagrado fiel, jamás será abandonado por Dios:
(M. 1042): "Deben obrar de manera que Dios, siempre habite en ellos y no se
verán por El , jamás abandonados."
- María se compromete a conducir al Consagrado por el camino de la fidelidad al
Señor.
(M. 1223): "Quieran mis hijos, ser totalmente Míos; eso hará que sean fieles al
Señor, porque Yo, los conduciré a El."
-María se ofrece a sus hijos como auxilio y protección, ofreciendo al humilde,
introducirlo en Su Corazón.
(M. 1242): "... como Auxilio de los cristianos, quiero rescatar a mis hijos,
pidiéndoles la conversión y luego la Consagración a Mi Corazón de Madre. Yo
les digo: Responderé a vuestra Consagración con Mi protección, es decir, os
defenderé de toda adversión.
Haceos pequeños e interiormente humildes y entraréis en Mi Corazón."
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-María promete ser para sus hijos refugio y consuelo y los conducirá con especial
ternura:
(M. 1305):"En la Consagración, el hijo se entrega a la Madre y Ella a su vez, será
su Refugio y su Consuelo, porque es el Arca, donde los hijos depositan el corazón.
Responded a Mi llamado, responded a Mi pedido, veréis qué tiernamente seréis
conducido por Mi."
El texto de Jeremías 24,7 dado a leer por la Virgen en el Mensaje 1337 es una clara
promesa de Alianza: "Les daré un corazón para que me conozcan a Mí, que soy el
Señor. Ellos serán mi Pueblo y Yo seré su Dios porque volverán a Mí de todo
corazón."
Y agrega el Mensaje en su parte final:
(M. 1337): "Benditos sean mis hijos, por Consagrar su corazón a María."
La Consagración irá directamente al Corazón de María y Ella hace promesas
concretas de unión con Su Hijo a quien se dirige con amor y con la oración constante del
Rosario.
(M. 1426): " Esa Consagración, que no requiere papeles ni fórmulas, porque esa
Consagración irá directamente a Mi Corazón; será única y exclusivamente para
Mi Corazón y será recibida por Mi Corazón.
Debéis tener amor y devoción a Maria; oración constante del Santo Rosario y
participación diaria en la Santa Eucaristía.
En el Amor a la Madre, hallaréis el Amor del Hijo; en la oración a la Madre,
estaréis en unión con el Hijo y en la Santa Eucaristía, os encontraréis con el
Hijo."
En el Mensaje 1534 nos dice que el Consagrado pertenece a la Madre y al Hijo, y
que la Luz de María quitará toda oscuridad en el camino:
(M. 1534): "Deben saber mis hijos, que los llamo a la Consagración, porque
siendo Consagrados a Mi Corazón, pertenecen a la Madre y al Hijo.
Mi Luz quitará toda oscuridad y ayudará a Mis hijos, a caminar el Camino que el
Señor ha establecido."
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CAPITULO VII
“EL CORAZÓN DE MARÍA Y EL SANTUARIO”
El Santuario, es el símbolo del Corazón Sagrado de María. Así como en el Antiguo
Testamento, el Templo era el lugar donde se guardaba el Arca de la Alianza, así en el
Santuario, signo de la Iglesia, se contiene a María, Arca de la Alianza Nueva, en cuyo
Corazón, Dios produce el encuentro de los "hijos con el Hijo".
María y el Santuario están íntimamente ligados, como es inseparable María y la
Iglesia. Nuestra Madre es el miembro más excelso de la Iglesia y a la vez su Madre. María
prepara el corazón de sus hijos para que en el Seno de la Iglesia puedan ser salvados y
santificados.
En el Santuario se producen los grandes encuentros del hombre con Dios, que
María va preparando en Su Corazón y va concretando en cada hijo a medida que encuentra
su respuesta filial.
Por eso decimos que el Santuario es el símbolo del Corazón de María; en efecto:
- María llama a la Fe y en el Santuario se proclama oficialmente la Palabra de Dios,
que invita a la conversión.
- María invita a la oración, y en el Santuario, por excelencia, es el espacio sagrado
convertido en Casa de Oración.
- María invita a la conversión, y en el Santuario se produce la reconciliación de los
hombres con Dios a través del Sacramento de la Reconciliación.
- María invita a alimentarnos con la Sagrada Eucaristía que es el Cuerpo de
Jesús, Su Hijo, y en el Santuario la Celebración Eucarística da origen a las grandes
asambleas de los fieles, como Cumbre y Fuente de la actividad de la Iglesia.
- María congrega a los hijos como Iglesia y el Santuario los hace Iglesia por el
Bautismo dándoles sentido de pertenencia al pueblo santo de Dios.
- María invita a ser sus misioneros para que por todas partes se proclame la
Palabra de Jesús y desde el Santuario, incesantemente se invita a los peregrinos, para que
vayan a anunciar por todas partes la alegría de la salvación, el mensaje del Señor, la
invitación para el retorno del hombre a Dios y para que definitivamente se incorporen en el
Misterio de la Alianza.
- María invita a la Consagración de las vidas, a Su Corazón Sagrado, para llevar
de este modo a sus hijos por el camino de la Santidad y el Santuario es el lugar
privilegiado de esta Consagración, pues en torno a María, Arca de la Alianza Nueva, los
hijos se entregan definitivamente a Dios para vivir plenamente su condición de bautizados,
que tiene como meta la santidad.
- María, como Arca de la Alianza Nueva, fue constituida como morada de Dios
para los hombres, y el Santuario es la morada que Dios eligió para Sí y para sus hijos, a
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fin de convocarlos, enriquecerlos y fortalecerlos y finalmente enviarlos a ser sal de la tierra y
luz del mundo, que ilumine las tinieblas causadas por el pecado.
- María se ofrece a sus hijos como medicina y en el Santuario se invita a los hijos
de Dios, a participar de la acción de Jesús, que viene a sanarnos de las heridas de nuestros
pecados y a darnos fuerzas en las dolencias físicas, ofreciendo el Sacramento de la Unción
de los Enfermos.
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CAPITULO VIII
“MENSAJES REFERIDOS AL SANTUARIO”
- ES UN LUGAR ELEGIDO:
En el Mensaje de 922 del 17-07-86: "Esa tierra es tierra santa, la Gracia del Señor
se palpa y se recibe a cada instante; tierra bendita, donde la Madre quiere
morar para poder aguardar allí, la llegada de sus hijos."
(M. 928 del 25-07-86) "Cada 25 es un nuevo alumbramiento, un nacer para
muchos a la vida cristiana."
En el Mensaje 951 del 25-8-86, en la Misa del Campito: "Abro mis brazos cual alas
abiertas, esperando a mis hijos para cobijarlos."
El 26-9-86- M. 977 "Mi Corazón, será desde este momento para tus hermanos, el
timón al cual deberán aferrarse, para poder así navegar en buenas aguas"
El 31-12-86- M. 1061: " Desde aquí, lugar en que me manifiesto, llegaré hasta los
descreídos, y juntos conmigo experimentaréis todos, la inmensa alegría de
amar al Señor."
- EL SANTUARIO ES UNA NECESIDAD ESPIRITUAL
En el Mensaje 1265 del 25-09-87: "En esta tierra elegida por Dios; tendré Mi
morada y desde aquí, rociaré con Mi Amor, a cada hijo. Ellos palparán el calor
que Mi Amor infunde en los corazones, ya que seguiré estando como hasta
hoy, porque Yo les digo a todos tus hermanos: Donde están las necesidades de
los hijos, está la Madre, refugiando a los hijos, con Su Manto."
El 20-10-87 en su Mensaje 1281 la Virgen nos dice: "Esta Madre pidió esa Gran
Casa porque quiere congregar allí a sus hijos; quiere unir al Rebaño y
purificarlo"
El 27-3-88 (M. 1383): "Desde aquí, desde esta tierra, donde tendré Mi Morada,
cuidaré del Rebaño y no faltará la Palabra de Dios para el Rebaño"
El 09-04-88 (M. 1391): "Se engrandece con este Santuario, la obra de Dios.
Serán benditos los que pongan aquí sus pies; es que será el Santuario una
coraza para tu pueblo."
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-
ES LA CASA DE MARÍA
"El Corazón de la Madre derrama grandes bendiciones en este lugar..." (M.
1716)
"Desde este lugar, Mi Corazón obra, desde este lugar, he derribado el muro que
separaba al alma, de Jesucristo. Desde este lugar os digo: No desmayéis, esta
Madre consolará y cobijará vuestros corazones." (M. 1686)
En el Mensaje 1281: "Ya dejará de ser ese un lugar descampado, ya que estará
ocupado por el Santuario, con la presencia viva de María. No me verán, pero Mi
Corazón, palpitará de Amor por mis amados hijos. Esta Madre, pidió esa Gran
Casa, porque quiere congregar allí a sus hijos, quiere unir al Rebaño y
purificarlo. En este pueblo, se ha posado María; desde este pueblo rescatará
almas María para el Salvador de las almas."
- SÍNTESIS DE LA ACCIÓN ESPIRITUAL EN EL SANTUARIO
"El Santuario, ¡La Casa de la Madre para los hijos!". El Santuario, lugar de Culto, es
donde la Madre habita, para las almas que van a adorar al Hijo; lugar donde la Madre
congrega a los hijos, para el encuentro con el Hijo y lugar donde el Hijo se ofrece en la
Santa Comunión, por la Misericordia del Padre.
Jesús Eucaristía; profundísima comunicación entre Dios y el hombre, Poderosísimo
Amor de Dios hacia el hombre y por el hombre.
“Es en el Santuario, donde María, Madre de Cristo, espera a los hijos,
herederos desde la Cruz; es en el Santuario donde María está presente para
ellos y es en el Santuario donde María obra en las almas, para bien de las
almas."(M. 1400 del 22-04-88)
- EL SANTUARIO ES UN REGALO DE DIOS
El 27-11-88 - M. 1564:"He venido a habitar aquí, para favorecer a todos mis
hijos, para ampararlos. Quiero arraigar profundamente en ellos, la Palabra de
Dios y formarlos de acuerdo a esa Palabra."
El 19-03-89 - M. 1626: "Ya lo veis, delante de vosotros estoy, mientras unos
habitan en su propia desolación, otros habitarán en la Casa de la Madre del
Salvador.
Aquí está el Templo para el Pueblo de Dios; aquí se arraigará profundamente el
amor a Cristo y a María."
- VALOR DE LA IMAGEN COMO SIGNO DE LA PROTECCIÓN DE MARÍA
Y ese mismo día, (19-03-89 – M. 1627) día de la habilitación del Templo, en horas de
la noche, en el Santuario:
"Hoy los hijos le ofrecen a la Madre, hoy la Madre ofrece a los hijos, Su
Maternal Protección. Nada detendrá a este Poderoso Corazón."
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El 25-04-89 - M. 1647: "Venid, Venerad Mi Imagen, en éste, Mi Santuario; es
alegría para la Madre, saber que desde aquí, os vais alimentados de la Palabra
y del Alimento Santo, que es el Cuerpo Sacramentado de Cristo."
El 25-07-89 – M. 1686: "Desde este lugar Mi Corazón obra, desde este lugar he
derribado el muro que separaba al alma, de Jesucristo. Desde este lugar os
digo: No desmayéis, esta Madre consolará y cobijará vuestros corazones."
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TERCERA PARTE
“LA CONSAGRACIÓN”
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INTRODUCCIÓN
I
“DISTINTOS MOMENTOS HISTÓRICOS. HOY SAN NICOLÁS”
Los grandes contenidos de la consagración a Dios, a través del Corazón de María,
son señalados oportunamente en distintos tiempos históricos, por muchos autores que han
abordado el tema con verdadera precisión teológica y vivencial; utilizando cada uno el
lenguaje adecuado a su tiempo. En todos estos autores existió la misma finalidad: Hacer
posible el mandato evangélico: "Sean perfectos como el Padre Celestial es perfecto". La
Consagración a María, en efecto, al ser un camino que Ella misma nos ofrece para
conducirnos a la santidad, nos aparta de toda forma de tibieza espiritual y mediocridad.
Hemos tenido en cuenta para la formulación de este trabajo sobre la Consagración,
de una manera especial, junto con los diversos elementos propios del hecho mariano de
San Nicolás, a que se hizo referencia en el prólogo, la Catequesis que surge de la lectura de
los Mensajes de María del Rosario, tratando de descubrir su contenido de respuesta, para
este tiempo que nos toca vivir, frecuentemente impregnado por las más diversas formas de
ateísmo e idolatría.
(M. 1363) "El ateísmo, inunda las naciones; hay por doquier, ausencia de Dios.
Es por eso que la Palabra del Señor, debe ser escuchada y no
despreciada.
La acción de Su Palabra mucho hará, si el corazón se abre a Ella. Que mis hijos
reciban a Cristo y recibirán de Cristo."
Ante esta realidad, María pide el camino de la oración y de la conversión, con
verdadera insistencia, para que la humanidad vuelva definitivamente a Dios y le ofrece como
invitación especial, el camino de la Consagración a su Sagrado Corazón de Madre.
Dios a través de María, ofrece reiteradamente al hombre, la Alianza hecha en
Jesucristo una vez para siempre.
María como Arca de Alianza es Madre de los redimidos, y ofrece grandes
caminos para restaurar la relación entre el Padre y sus hijos.
Dice en el Mensaje 1144: "Mi Corazón está latiendo al unísono del vuestro.
Mi Corazón desea el acercamiento de mis hijos a Dios.
Mi Corazón clama por el amor de mis hijos hacia Dios."
En el Mensaje 1415 leemos: "Hoy el mundo está confundido, muy confundido.
El mal se le presenta como única salida; la humanidad está siendo conducida
por satanás, al más profundo de los abismos, a la total perdición del alma.
Bienaventurados los que quieran ver claro en su corazón. Bienaventurados los
que se detengan a meditar. Bienaventurados los que se dejen conducir por la
Madre."
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LAS REVELACIONES PRIVADAS
La Palabra de Dios es la respuesta perfecta para todos los tiempos y la Iglesia por su
Magisterio la hace especialmente entendible en cada tiempo: las revelaciones privadas no
agregan nada nuevo a la Revelación Pública, (la Palabra de Dios) que todos conocemos,
pero se producen en determinados momentos y circunstancias históricas, para cuyos
conflictos buscan ser una adecuada respuesta.
(M. 1374) "La Misericordia de Mi Hijo, quiere llegar al hombre. Por eso el alma
debe prepararse para recibirla, abandonándose en el Corazón de la Madre.
Hijos míos: En la Cruz de Cristo, me he convertido en vuestra Madre y mi
continuo vigilar, hará que logréis alcanzar esa Misericordia."
Para comprender por qué María nos ofrece la Consagración, tenemos que descubrir el
Amor que Ella nos tiene, que es un Amor de Madre para con todos sus hijos. Quiere que
progresivamente la vayamos descubriendo como Madre.
Leemos en el (M. 1350) "Busco Yo a todos mis hijos, quiero a todos mis hijos: A
los pobres, a los ricos, a los creyentes, a los no creyentes.
Todos son mis hijos por igual, a todos los heredé al pié de la Cruz de Cristo.
También a todos por igual les pido humildad de corazón, porque siendo
humildes de corazón, agradarán al Señor. Que conozcan todos tus hermanos,
como los ama la Madre."
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INTRODUCCIÓN
II
“LA CONSAGRACIÓN CONDUCE A LA SANTIDAD”
-
El Padre, nos hizo "hijos en el Hijo", haciéndonos "Nuevo Pueblo de Dios",
"Nación Santa", "Raza Elegida". Somos la Iglesia de Jesús, destinada a
proclamar el Evangelio, a todos los hombres, llamándolos a la fe y a la
conversión y a congregar a todos en la unidad; es decir, le pertenecemos
totalmente a El y no nos pertenecemos a nosotros. Ese es el misterio de la
Consagración, que Dios ha hecho de nosotros y que tenemos que vivir en
creciente respuesta de amor.
Todos estamos llamados a responder generosamente a Dios, a través de la santidad,
que Dios realizará en nosotros, si quitamos los obstáculos que se oponen al crecimiento de
la vida de gracia.
1) - Providencial camino: A propósito de la Consagración de que fuimos objetos
por parte del Señor, en el Bautismo, María nos ofrece como Madre el camino de la
Consagración a su Sagrado Corazón, para ayudarnos a vivir las exigencias bautismales.
Por este camino, que Ella nos regala por puro amor, podremos vivir maravillosas
experiencias de la consagración a Dios, a través de inéditos senderos que Ella nos va a
mostrar, y que agilizarán nuestro acercamiento a Dios; lo harán más directo, más perfecto,
más feliz, más simple; también más exigente, pero más esperanzado porque Ella lo recorre
con nosotros, alentándonos en la lucha, animándonos en las caídas, invitándonos a una
total y absoluta confianza filial y a un generoso abandono en su Corazón de Madre. María
nos dice: "Soy la Madre del Cielo que busca la Consagración de sus hijos".
(M. 1362) "Hija, la Madre congrega aquí, a los hijos, a los fieles del Señor. La
Madre, la que una y otra vez habla a los corazones; la que clama por la paz de
los hijos, tan resquebrajada; la que vela por tantas y tantas almas que
deambulan, sin haber todavía encontrado a Cristo Jesús.
La que no se detiene ante nada, porque el tiempo apremia.
Es hora ya de buscar a María, de ir al encuentro de María; Intercesora ante el
Hijo, por los hijos.
Gloria al Salvador."
Cuando hablamos de nuestra consagración a María, estamos diciendo que nos
entregamos totalmente a Ella, sin reservas, para que Ella como Madre nos enseñe y
conduzca a vivir el camino de nuestra consagración a Dios; le rogamos que disponga
totalmente de nosotros, para convertirnos bajo la acción del Espíritu Santo en réplicas
fieles de Jesucristo; le pedimos que nos enseñe a buscar en todo "la Alabanza de la
gloria de su Gracia".
(M. 1564) "Mi amada hija, de Mi Corazón brota el Amor al más grande Amor: a
Cristo Jesús.
¡Hay en muchos corazones, tanta negligencia, tanta nulidad, tanta soberbia!
He venido a habitar aquí, para favorecer a todos mis hijos, para ampararlos.
Quiero arraigar profundamente en ellos, la Palabra de Dios y formarlos de
acuerdo a Esa Palabra".
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2)- María ideal del Consagrado:
Ella se convierte en el ideal del Consagrado, al cantar las maravillas de Dios y
entregarse del todo a su voluntad.
Nuestra consagración a Dios debemos contemplarla y vivirla como la vivió María,
perfecta imitadora de Jesús.
Leemos en el Mensaje 1136: "Mi "Sí" al Señor fue un "Sí" de completa entrega,
un "Sí", dicho con toda mi voluntad y un total amor al Espíritu Santo. De mi
cuerpo, se desprendería luego el Hijo del Padre, el Divino Amor, la maravillosa
Vida.
Aquél que sufrió y murió en la Cruz. El que hoy os contempla desde el Cielo. El
que arranca para siempre al hombre, de la amargura de la muerte y lo conduce
a la dulzura de la Vida".
El Corazón de María, bajo la acción del Espíritu Santo, es como la matriz donde
somos hechos perfectamente hijos "en el Hijo"; debemos dejarnos llevar de su mano, como
pequeños y humildes hijos suyos. Ella nos hace gozar como Consagrados, de la Gloria que
nos espera, de la cual la Gracia es la semilla.
(M. 1353) "Hija, cuando un corazón se abre el Corazón de la Madre, entra en El.
Cuando un corazón se abandona en el Corazón de la Madre, la Madre lo moldea
y lo guía hacia su Hijo.
En este Corazón, hay Pureza, hay Amor, hay Humildad. Es el Corazón de la que
Ama y obedece al Hijo".
En Su Corazón, vamos viviendo nuestra filiación mariana, que nos hace vivir
plenamente nuestra filiación divina en Jesucristo.
El Consagrado ilumina; es decir, muestra el sendero de Dios, muestra al que es Camino, a
Cristo vivenciado en su propia vida de entrega al Señor.
El Consagrado anima; no se deja vencer por nada, porque quien lo consagró lo sostiene y
lo convierte en fortaleza y sostén de sus hermanos.
El Consagrado congrega; vive en el misterio del Corazón de Cristo y de María y por lo
tanto en el seno de un Dios tres veces Santo, que muestra su infinita perfección Trinitaria,
en el misterio de su unidad. El Consagrado, al beber la gracia de la unidad en Dios se
propone lograrla entre los hombres y no descansa hasta que "todos sean uno".
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CAPITULO I
“ELEMENTOS QUE ENCUADRAN LA CONSAGRACIÓN A MARIA EN SAN NICOLÁS”
1) La Consagración es realizada en el marco de la Alianza
renovada por Dios en favor de Su Pueblo por y con María.
- El Mensaje 1337, referido al llamado a la Consagración, incluye la cita bíblica de
Jeremías 24,7. Allí se enuncian los términos de la Alianza con los que Dios hace un pacto
con Su Pueblo cuando dice: "Ellos serán mi Pueblo y Yo seré su Dios".
Nos dice todo el Mensaje: "Hija, que no duerman los hombres, que no
abandonen la búsqueda hacia Dios. Ellos padecen de ceguera, una ceguera
que les impide ver lo que el Señor pone al alcance de sus hijos.
Bienaventurados los que reciben en su corazón mis palabras".
Leed Jeremías 24,7: "Les daré un corazón para que me conozcan a Mí, que soy
el Señor; Ellos serán mi Pueblo y Yo seré su Dios porque volverán a Mí de todo
corazón".
Benditos sean mis hijos por Consagrar su corazón a María.
Ubicado aquí el texto de Jeremías, invita a descubrir a Dios, actualizando la Alianza
con Su Pueblo; la Consagración, aparece como la expresión de la totalidad de la entrega al
Señor, que es posible, porque "Dios dará a sus hijos, un corazón para que lo conozcan a El".
Dios nos entrega un corazón nuevo, para que lo conozcamos a El y nos da a su Madre, para
que nos Consagremos a su Sagrado Corazón.
- En esa Alianza, la Consagración aparece como su perfecta realización porque es
un camino de exigente fidelidad y de verdadera santidad de vida.
- El Pueblo de Dios, como respuesta al Dios de la Alianza, promete recorrer los
caminos de la obediencia al único Dios, como expresión de amor y de fidelidad. Además se
propone, como camino de esa fidelidad, la oración, la conversión de vida y la Consagración
al Sagrado Corazón de María.
2)- La Consagración es un llamado a entregar nuestras vidas
totalmente a los Corazones de Jesús y de María
(M.1500): "Amada hija: Hoy como nunca mis Mensajes deben ser difundidos;
hoy, como nunca debe el mundo conocer Mis palabras, Mi urgente llamado a la
conversión, Mi pedido de Consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y
de María.
Aún aguarda el Señor a las almas."
Jesucristo, Hijo de Dios, es el camino al Padre y el Único Mediador de la Alianza
Nueva. Su Corazón nos promete la infinita Misericordia del Padre.
- María, Madre de Cristo, es Mediadora ante el Mediador. Ella ejerce su mediación,
como consecuencia del misterio de su Maternidad Divina y su misión de Madre de toda la
Iglesia. Su corazón es el signo palpable, de ese Amor de Madre.
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- Cuando nos Consagramos a su Corazón de Madre, Ella con inmenso amor, nos
lleva al Corazón del Hijo y nos alimenta con su Palabra y con su Cuerpo; nos congrega
como Iglesia y nos conduce a la inmolación de nuestras vidas, para hacernos participes de
la acción redentora, así como Ella es Corredentora; nos hace imitadores de la Divina
Misericordia del Corazón del Hijo.
- María, bajo la acción del Espíritu Santo, como su Esposa, en su Corazón de
Madre, realiza ininterrumpidamente en nosotros, una fiel reproducción de Jesucristo,
enseñándonos a imitarlo en todo; de ese modo, nos hace agradables al Padre que en el
Bautismo nos Consagró para El como sus hijos. El Sagrado Corazón de María es el camino,
por el que nos consagramos al Corazón de Jesús.
3)- La Consagración supone una seria lucha contra el pecado y un camino
continuo de conversión a Dios y de penitencia.
Leemos en el Mensaje 362 referido a este tema: "Oh hijos míos, quiero corazones
fieles y firmes, que no tiemblen, que se consagren deseando comenzar a ver
cómo el Señor os permitirá vivir en El.
Generalmente el hombre cree que está con Dios, sin hacer nada, olvidando su
Ley, eso es vivir falsamente; estar con Dios es no abandonar por ningún
motivo su camino, siguiéndolo y teniendo la seguridad que El está dentro y
sentir intensamente que se está en el Señor".
Y da a leer una cita bíblica de la Carta del Apóstol Pablo a Tito, Capítulo 1,
versículos 15 y 16:
"Todo es puro para los puros. En cambio, para los que están contaminados y
para los incrédulos, nada es puro. Su espíritu y su conciencia están
manchados. Ellos hacen profesión de conocer a Dios, pero con sus actos, lo
niegan: Son personas abominables, rebeldes, incapaces de cualquier obra
buena".
La segunda cita del mismo Apóstol Pablo en la Carta a Tito es del Capítulo 2,
versículo 11 al 15:
"Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres,
se ha manifestado.
Ella nos enseña a rechazar la impiedad y las concupiscencias del mundo, para
vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos
la feliz esperanza y la Manifestación de la Gloria de nuestro gran Dios y
Salvador, Cristo Jesús. El se entregó por nosotros a fin de librarnos de toda
iniquidad, purificarnos y crear para Sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la
práctica del bien. Así debes hablar, exhortar y reprender con toda autoridad: No
des ocasión a que nadie te desprecie."
Y en el Mensaje 1135 leemos lo siguiente: "Os quiero conmigo, os habéis
acercado a mi Corazón, os habéis introducido en mi Corazón, seguid en Él.
Ofreced, hijos míos, junto con vuestro amor, vuestro espíritu penitente".
Y también en el Mensaje 1223 escuchamos el llamado de María que se expresa de
la siguiente manera: "Quiero la conversión de los hijos a Dios y la Consagración a mi
Corazón de Madre".
Todo esfuerzo por conquistar la meta de la amistad con Dios y la santidad, queda
paralizado o destruido, si no existe una decidida lucha contra el pecado. “Si alguien quiere
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seguirme, dice Jesús, que se niegue a si mismo, que tome su cruz cada día y que me
siga".
(M. 510): "No cometáis en vuestra vida, nada pecaminoso, pensad en el Señor,
pensad en su Misericordia.
El Señor os demostrará, que si tenéis el corazón entregado a El, recibiréis la
extraordinaria fuerza que da su Espíritu.
Agradad a Dios, hijos míos, reconociendo vuestros errores, agradad a Dios
siguiendo a Dios."
- No podemos dar culto a Dios y al demonio. "No se puede servir a dos señores",
porque se amará a uno y se odiará al otro; por lo tanto nuestra opción por Dios debe ser
sumamente clara.
- Además de la lucha contra el pecado, es de fundamental importancia en toda la
vida del Consagrado, ese combate interior contra los numerosos apegos a las distintas
criaturas que lo atan: al hombre, a la tierra, a su propio egoísmo, no dejándolo volar hacia
Dios; de donde surge la importancia de que exista el hábito de la penitencia, que sostiene la
actitud de la conversión del corazón a Dios y que le hace detestar permanentemente toda
forma de pecado.
- Será necesario cultivar la mortificación voluntaria para agradar a Dios en las
pequeñas cosas; para fortalecer la voluntad y hacerla capaz de fidelidad al Señor, en las
exigencias diarias del deber de estado; en el fiel cumplimiento de los mandamientos y los
preceptos de la Santa Madre Iglesia. Todas estas cosas deben ser vividas con mucho amor.
(M. 180):"Haced sacrificios por vuestro Padre del Cielo, los que consideréis
necesarios y que os haga sentir redimidos por el Señor.
Si no sabéis qué hacer, pedidle que os ilumine, alejará de vosotros las tinieblas
y en Él os consolaréis”.
- En estos tiempos difíciles, la voluntaria mortificación de los sentidos y la vigilancia
del corazón, serán un testimonio elocuente de la respuesta que hoy da la Palabra de Dios a
tantas falsas quimeras. Estas pretenden, llenar de felicidad, el corazón del hombre
proponiéndole esquemas totalmente vacíos y opuestos a la voluntad de Dios. "Si tu ojo
está sano, dice el evangelio, todo tu cuerpo estará sano". En otra parte el Señor es muy
claro cuando dice:
"Si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar en
el Cielo con un solo ojo, que con tus dos ojos ser arrojado al infierno". "Y no
sólo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos sino todo
aquel que hace la voluntad del Padre".
- Como actitud positiva y eficaz en la vida espiritual, el Consagrado tendrá presente
la importancia que siempre la Iglesia ha dado al ayuno, como expresión voluntaria de
sacrificio, de negación de uno mismo, en favor del crecimiento espiritual. Los viernes de todo
el año, en la actual legislación de la Iglesia, están destinados a hacer penitencia; es ésta
una de las ocasiones más inmediatas para pensar en un camino penitencial, adecuado a las
necesidades y posibilidades de cada uno.
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4)- La Consagración supone un conocimiento profundo de las cosas de Dios y
un profundo amor a Dios
(M. 1223). "Quiero la conversión de los hijos
Corazón de Madre.
Tengo urgencia sí, más, también deseo, que
luego de un conocimiento profundo de las
profundo a Dios.
Quieran mis hijos, ser totalmente Míos; eso
porque Yo los conduciré a El."
a Dios y la Consagración a Mi
la Consagración sea realizada,
cosas de Dios y de un amor
hará que sean fieles al Señor,
- Un conocimiento profundo de las cosas de Dios. No se puede improvisar la
Consagración a María, porque se convertiría en un mero formulismo ritual y sin vida. Es un
camino que habrá que recorrer toda la vida y que, en primer lugar, exige un conocimiento
profundo de las cosas de Dios.
Sabemos que la ignorancia religiosa es una de las causas de la fragilidad de nuestro
pueblo, que fácilmente es llevado por vientos de doctrinas equivocadas, (por ejemplo a partir
de la tarea proselitista de las sectas), por carecer de sólidos principios que deben ser
adquiridos de acuerdo a la capacidad y posibilidades de cada uno.
- Una sólida catequesis, es fundamental para el Consagrado. Será una catequesis
sencilla pero profunda de la Palabra de Dios; a la luz de las enseñanzas de la Iglesia. Dicha
catequesis lo hará capaz de defender su fe y le dará elementos para el crecimiento
personal, en las sucesivas etapas de la vida de la Gracia. También responderá con los
conocimientos adquiridos, a las exigencias de la dimensión apostólica, que debe desarrollar
como verdadero Consagrado.
(M. 1674): "Digo a todos tus hermanos: No despreciéis el Amor de Dios,
desconociendo Su Palabra, que es Palabra de Vida.
Alegraos entonces, porque el Señor, ha enviado a Su Madre, para que vele por
vuestra salud espiritual.
Leed: Romanos C1, V.21 y C.2,V.4
21: "En efecto, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron ni le dieron
gracias como corresponde. Por el contrario, se extraviaron en vanos
razonamientos y su mente insensata quedó en la oscuridad."
C.2 V.4
4: "¿ O desprecias la riqueza de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su
paciencia, sin reconocer que esa bondad te debe llevar a la conversión?."
Como San Agustín, el Consagrado debe decir: "Señor que te conozca a Tí". El
conocimiento teológico favorece el conocimiento del corazón, así como el conocimiento que
tenemos de Dios a través de la oración y la contemplación, nos induce a un mayor
crecimiento de la formación teológica. Recíprocamente, la oración y el estudio son
elementos complementarios que ayudarán a un conocimiento más profundo de las cosas de
Dios.
- "Luego de un profundo amor a Dios" según lo vimos en el Mensaje 1223.
La consagración exige totalidad de entrega, confianza sin límites, disponibilidad
plena; todo esto es imposible vivirlo, si no hay en el Corazón del Consagrado, mucho amor a
Dios.
Sólo el Señor, puede llenar el corazón del hombre. "Dios nos ha hecho para El" dice
San Agustín, y "nuestro corazón estará inquieto, mientras no descanse definitivamente en
El". Amar a Dios sobre todas las cosas, es el primer gran mandamiento del Señor; a este,
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sigue como consecuencia inmediata, el amor al prójimo; en el prójimo se nos presenta, el
rostro visible del Señor, donde de un modo especial, El desea ser amado por nosotros.
La experiencia de estar amando a Dios, produce la convicción de que estamos en
una enorme deuda de amor con Él; este es el momento propicio para la Consagración:
Cuando advertimos a Dios, como meta de nuestra vida pero a la vez captamos que solos,
no podemos alcanzarlo. Allí surge el camino de la Consagración a María, al cual nos
entregamos totalmente; le damos nuestra libertad a María para que Ella, como
consecuencia de nuestra humilde súplica, "cambie nuestra oración por amor" y acreciente
cada vez más nuestro amor al Único Dios.
Se ve claramente que la Consagración no se improvisa, sino que es el fruto de haber
caminado hacia Dios, en la vida espiritual; la Consagración aparece como el gran medio,
para dar pasos acelerados en el encuentro con Dios, en la santidad de vida.
(M. 1348): "Nadie cierre su corazón a Dios, porque si entra el Señor, entra con
El la Vida.
Nadie deje penetrar en su corazón las tinieblas, ya que con ellas, penetra la
muerte.
Que amen mis hijos al Señor, convencidos que sólo con El vivirán, porque no
tiene la muerte poder sobre la Vida."
5) - La Consagración es un llamado a perfeccionar la vida
enriqueciéndola espiritualmente
(M. 285): "A los que quieran consagrarse les digo: Ofreceos al Señor con amor.
Perfeccionad vuestra vida, enriqueciéndola espiritualmente. Hijos míos, vuestra
Madre os lo pide. Benditos seáis en la obediencia al Señor".
Ese perfeccionamiento espiritual, implica sembrar en nuestros corazones la Palabra
de Dios; gustar de las cosas del Señor; poner el corazón donde están los verdaderos gozos;
aspirar continuamente, a la gloria que nos espera y asumir las exigencias diarias de la Cruz
de Cristo.
De una manera especial, este crecimiento en la vida espiritual, será producido por el
ejercicio de las virtudes cristianas, que son la expresión necesaria, de nuestro amor a Dios;
la virtudes van transformando la frágil criatura humana, sometida a la esclavitud del pecado
y van convirtiéndola en semejanza viva del Hijo Único de Dios, hecho hombre para nuestra
redención.
- A propósito del tema de las virtudes cristianas del Consagrado, ver en este mismo
trabajo (Cap. II) donde se lo trata más específicamente.
Nos dice el Mensaje 942: "A los sacerdotes, consagrados y laicos: "La vida
espiritual se enriquece en Dios y solamente de Dios".
Existe aquí una clara alusión a la pobreza de corazón; a la pobreza interior, tan
fuertemente señalada por Jesús, en el Sermón de la Montaña: "Bienaventurados los
pobres de corazón porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt 5,3)
El Consagrado acepta no caminar por otro camino que no sea el de la pobreza de
corazón. Toda otra forma de apoyo que desplace a Dios, será claudicar de esta pobreza.
Por lo tanto, enriquecer la vida espiritual en Dios y solamente de Dios es no tener otro
horizonte de riqueza que el horizonte de las Bienaventuranzas: La radicalidad de las
Bienaventuranzas es la suprema expresión de santidad: “Felices los pobres porque de ellos
es el Reino de los Cielos”.
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(En referencia a este enriquecimiento en Dios y solamente de Dios téngase presente,
lo escrito en este trabajo sobre disposiciones interiores del Consagrado.)
(M. 1079): "La Madre, juntamente con el Hijo, vierten Su Amor, en beneficio de
las almas.
El enemigo, el seductor, el que daña y destruye, las está tentando.
Cristo Jesús, está enseñando a distinguir la Luz de las sombras.
La Madre, conductora perfecta, va conduciendo a los hijos hacia la Luz.
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CAPITULO II
“LAS VIRTUDES Y ACTITUDES INTERIORES DEL CONSAGRADO”
A - VIRTUDES Y ENTREGA TOTAL
- Las virtudes son hábitos sobrenaturales, que dan una especial capacidad de obrar
como Dios lo desea, en todos los momentos de la vida. Son infundidas por el Señor en el
Bautismo y crecen a medida que el cristiano se ejercita en ellas, movido por el amor de
Dios, que es la síntesis de la perfección. Los santos han llegado a vivir heroicamente las
virtudes cristianas; es decir, en un nivel de verdadera perfección. La vida del Consagrado
exige como camino de santidad que es, un perseverante ejercicio de las virtudes cristianas,
ya sea de las virtudes teologales como de las virtudes morales.
Todas son necesarias, pero destacamos aquí las que de un modo directo, aparecen
ligadas a la exigencia de docilidad, que tiene la Consagración al Sagrado Corazón de
María.
En la Consagración está el compromiso de los hijos hacia la Madre.
(M. 362) "Generalmente el hombre cree que está con Dios, sin hacer nada,
olvidando su Ley, eso es vivir falsamente, estar con Dios es no abandonar por
ningún motivo su Camino, siguiéndolo y teniendo la seguridad que El está
dentro y sentir intensamente que se está en el Señor ."
1)- En un primer conjunto de virtudes, que el Consagrado debe hacer crecer en su vida,
a ejemplo de María, aparecen las virtudes teologales: La Fe, la Esperanza y la Caridad, que
dicen directa relación con Dios.
- La Fe: Por la Fe, no sólo aceptará intelectualmente el Consagrado, la divina
Revelación, sino que sabrá responder con su vida a las grandes exigencias de Dios, al modo
de Abraham, Padre de los creyentes, y al modo de María que acepta el plan que Dios le ofrece.
Como María, al Consagrado no se le pide que comprenda, sino que acepte con mucho
amor, lo que Dios le exige en el envoltorio de oscuridad, propio de la fe.
Escuchemos el (M. 717) "Fortaleced vuestra fe y el Espíritu Santo se derramará
de tal manera, que sentiréis que Cristo vive en vosotros"
- Por la Esperanza cristiana el creyente no pone su corazón en las cosas de la tierra
sino en el Único Dios, con verdadera humildad.
La Esperanza esta puesta en Dios y en la futura Gloria que el Señor promete. Por su
Gloria, trabaja el Consagrado despreciando las glorias humanas. Cada vez más, sus ojos y
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su corazón descansan en el Cielo, sabiéndose salvado en la Esperanza; se constituye
también para sus hermanos, en testigo de la futura Gloria.
Leemos en el Mensaje (M. 696) "Veréis cuánto se consigue amando a Jesús. El
es esperanza y vida de los cristianos, es el vencedor de la muerte y el Salvador
de las almas."
- La Caridad: El amor a Dios es lo más importante en la vida del hombre; es el
primer mandamiento que nos enseña la Revelación; es lo que da verdadero valor ante los
ojos de Dios a lo que hacemos en la tierra. La Alianza es fruto de amor y exige mucho amor
en el Consagrado. La Caridad nos exige que amemos a nuestro prójimo como a nosotros
mismos por amor a Dios. Seremos juzgados en el amor generoso, con que hayamos amado
a nuestros hermanos.
Meditemos atentamente el capítulo 13 de la Primera Carta a los Corintios; el Capítulo
25 del evangelista San Mateo y el Cap. 2, del Libro de los Hechos.
- No sólo se nos pide que no hagamos el mal, sino que por sobre todo hagamos el
bien, en todas sus formas; y como expresión suprema del amor, se nos exige que seamos
instrumentos de la unidad entre los hombres. El Consagrado, porque ama mucho a Dios en
el Corazón de María, se entrega del todo a sus hermanos, para llevarlos a la Fe. De ese
modo, todos formarán parte de la Iglesia de Jesús.
Leemos el Mensaje (M. 451) "Haced de vuestra vida un canto a la esperanza, y
no miréis con otros ojos que no sea con los del amor; y entonces sí habréis
logrado introduciros en el Señor; si no lo hicierais, no valdría la pena el latir de
vuestros corazones.
El Señor quiere que abundéis en el amor y caridad; queridos míos, obedeced
Su Voluntad".
Leemos en el Mensaje (M. 373)"Os pido que, la Caridad no se aparte de vuestros
corazones, tened siempre las manos dispuestas a servir al prójimo, no dejéis
desvanecer las enseñanzas del Señor, entregaos a ellas.
Qué sabor amargo me deja, cuando compruebo que el egoísmo se ha
apoderado de mis hijos y no dejan lugar para que entre el amor.
Quien lo deje entrar será considerado heredero de Dios".
En el Mensaje 1042 a los Consagrados dice la Ssma. Virgen :
"... mucho necesito el amor de todos ellos." La Virgen lo pide como expresión suprema
de la caridad que es amor a Dios y es amor al prójimo.
El Señor a través de María, en nuestra vida de Consagrados, no acepta que vivamos
independientes, como islas, como personas yuxtapuestas. Quiere formar con nosotros la
Iglesia, que seamos un cuerpo, una familia. María nos hace Iglesia porque María es Iglesia,
es Madre de la Iglesia.
María es el Corazón de la Iglesia, que actúa vitalizando todo el cuerpo y animada a
su vez como los demás miembros, pero de un modo especial, por el Espíritu Santo que es
su Esposo.
- Consagrarse a María implicará una fuerte experiencia de vida fraterna de acuerdo
al mandato evangélico del amor, vivido en comunidad, al modo de Jesús y los apóstoles, de
María en Pentecostés, o de la Primera Comunidad Cristiana que nos relata el libro de los
Hechos en el capítulo dos.
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Esta presencia de Cristo Resucitado, en medio de quienes se reúnen en Su Nombre
y se aman, será el testimonio evangelizador fundamental; allí surgirá ante los hombres, el
rostro sin mancha ni arruga de la Iglesia del Señor; ese signo, permitirá hacer creíble la
palabra evangelizadora que esa Comunidad explícitamente anuncia, como tarea que
compete a la esencia de la misión de la Iglesia.
- Teniendo en cuenta la preferencia de Jesús, por los más pobres, una Comunidad
llena de amor puede dar amor; los hombres que deben ser evangelizados, más que por falta
de pan, están hambrientos de Dios; de un Dios a quien puedan ver y palpar en el amor de
sus hermanos evangelizadores. "En esto conocerán que son mis discípulos". De aquí la
enorme importancia de que esa Iglesia sin mancha ni arruga, esté animada continuamente
por el Espíritu, encontrando docilidad en sus miembros, para construir vitalmente la
Comunión.
(M. 173) "Que en vuestra vida haya mucho amor hacia vuestros hermanos,
amor hacia el Señor porque sin amor nada se consigue, todo se pierde.
Grabad estas palabras hoy y por siempre."
- Esa docilidad, exige una actitud de obediencia al Papa, a los Obispos, al Magisterio
de la Iglesia, que continuamente vela por la enseñanza auténtica de la Palabra de Dios, para
que esa Palabra sea verdaderamente, la respuesta de Dios, a las exigencias del hombre de
hoy.
El Consagrado que vivirá de esta manera su amor a Dios y al prójimo, en el seno de
la Iglesia; estará más en condiciones extraordinarias, de ir creando entre sus hermanos, la
civilización del amor; así responderá a la exigencia de la Nueva Evangelización, de América
y el Mundo.
(M. 727) "Amad y respetad a ese Cuerpo que es la Santa Iglesia, ya que Cristo
es Su Cabeza."
2 - LA HUMILDAD
(M. 1125) "El que quiera llegar humildemente a Cristo, que siga junto a la
Madre. Mi Corazón espera anhelante ser depositario del amor de los hombres,
de ese amor destinado a Cristo Jesús."
- El orgullo fue el pecado de los ángeles; el orgullo fue también el pecado de Adán y
Eva, que quisieron ser como Dios.
Cristo nos presenta, la mayor manifestación de humildad, en su nacimiento pobre, en su
vida de trabajo y en su muerte de Cruz.
- María se identifica plenamente con su Hijo, en la humildad
de su Corazón de servidora. La humildad es la virtud que agrada inmensamente a Dios. Por
ella reconocemos la infinita grandeza del Señor y lo reconocemos digno de toda alabanza. A
la vez nos reconocemos totalmente pequeños y limitados, como criaturas, pero confiados en
el Poder y el Amor de Dios.
- Además, llevamos la enfermedad del pecado que acrecienta nuestra natural
pequeñez. Sin embargo, cuando hay humildad de corazón, no existe desaliento sino al
contrario, existe una intensa confianza en el Padre, dador de todo bien. María tuvo esta
confianza e inmensa alegría, de saberse sostenida por el Señor.
- El Consagrado es el hombre de la alegría, que al entregarle su Corazón a María, y
por Ella al Señor, sabe que Dios lo ama y se hace cargo de él, ya que toda nuestra
capacidad viene del Cielo, del Padre de las luces.
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Leemos en el Mensaje (M. 1501) "Orad y confiad, orad y ofreced, orad y
abandonaos en el Corazón de la Madre. En la confianza, encuentro el amor de mis
hijos; en el ofrecimiento, la entrega; en el abandono, la verdadera pequeñez y
humildad de mis hijos."
3)- Obediencia
Nos dice la Virgen en el Mensaje 285 hablando de Sacrificio Eucarístico:
"Es en ese momento en el que mi adorado Hijo os transmite el amor al Padre y
la salvación eterna. Es también, donde podéis recordar que Cristo Jesús se
ofrece, en obediencia absoluta a Dios Padre y confiando plenamente en El."
Nos dice la Palabra de Dios acerca de Jesús que "Se hizo obediente hasta la
muerte y muerte de Cruz" y que "Cristo aprendió a obedecer en el sufrimiento". "Así
como por la desobediencia de Adán llegó el pecado al mundo, así por la obediencia de
Cristo, el Nuevo Adán, nos llega la Redención." "El Señor no vino para hacer su
voluntad sino la del Padre que lo envió." "Dio pleno cumplimiento a las exigencias de
la Redención hasta la última gota de Su Sangre".
- A nosotros, el Señor nos indica el camino de la obediencia, como único camino de
salvación, cuando dice al joven rico: “Si quieres entrar en el Reino guarda los
Mandamientos”.
La obediencia es una actitud fundamental para el Consagrado; por ella entregamos
al Señor nuestra voluntad y aceptamos libremente caminar, sólo por donde El nos quiera
llevar. Escuchemos el contenido del Mensaje 574.
(M. 574) "Pido hoy, oración y una especial devoción al Sagrado Corazón de mi
Hijo, no olvidéis que de Su Corazón fluye su Divino Amor.
Pedidle perdón por vuestras malas acciones, prometiendo absoluto amor y
completa obediencia, hijos míos, y Su Corazón se apiadará de los vuestros."
4) - ENTREGA TOTAL
La obediencia exige del Consagrado una entrega total al Corazón de Cristo a través
del Corazón de María.
Cuando nos Consagramos le entregamos a María nuestra vida, para que Ella la lleve
al Señor; y entregamos nuestras cosas sabiendo que María nunca nos va pedir lo que no
podamos dar. Siempre será la suya, una exigencia maternal; nos pedirá lo que somos
capaces de dar con su ayuda; no más, y tampoco menos de lo que podemos, porque nos
quiere hacer crecer. Esta entrega incluye, lo que tenemos y lo que somos, nuestros planes y
aquello que en nuestra vida aparece como algo muy importante, como fue para Abraham el
ofrecimiento de su hijo único.
María sabe lo que nos va a pedir, lo que nos conviene, lo que necesitamos y lo sabe
con la sabiduría de Dios. Sobretodo desea que le entreguemos nuestra libertad, sin temores.
Cuántas veces podemos usar mal de nuestra libertad sin quererlo, por fragilidad, por
debilidad, y entonces le encomendamos a María que cuide de ella, que nos haga obedientes
en el buen uso de la libertad, que nos haga interiormente libres despojándonos de todo
aquello que nos hace menos libres en la vida. San Juan de la Cruz dice que "el pájaro no
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puede volar cuando está atado aunque sea con un pequeño hilo"; de ese modo nos indica
que toda forma de atadura que nos haga menos libres nos impide volar rápidamente al
Señor. Al entregarle a María nuestra libertad aceptamos que Ella rompa todos los lazos que
nos pueden atar a la tierra y nos haga totalmente libres para llegar a Dios.
B -MEDIOS PARA VIVIR LA ENTREGA
٠ EL ABANDONO EN MARÍA:
(M. 1508) "Esta Madre pide: Oración, oración por el mundo, por los que todavía
viven en penumbras.
Oración, por los que no tienen en cuenta a la Madre, ni el tiempo que hace que
la Madre, dirige Su mensaje de Amor a todos sus hijos.
Debe crecer la confianza en Mi Corazón; debe crecer el amor a Mi Corazón;
debe también crecer el amor entre los hermanos y habrá así, paz en los
espíritus y paz en el mundo.
No será eso posible, mientras no haya corazones entregados al Señor,
corazones amantes del Señor, creyentes en El y en Su Santo Evangelio. Hijos
míos: huid de las tempestades del mal y acudid a la calma que os ofrece el
Bien, para bien de vuestras almas."
Con esa actitud de entrega que nos pide la Virgen, Ella nos invita al abandono total
en sus manos, igual a como el niño se abandona confiado en los brazos de su madre. Es
muy gráfico si queremos entender esta gracia de la Consagración, imaginarnos a un niño
de pocos meses en los brazos de la madre, o al Niño Jesús en los brazos de María. Ese es
el nivel de abandono que debemos tener; dejarnos llevar, dejarnos tomar por María,
dejarnos abrazar por Ella, dejarnos amar por nuestra Madre. Dejarnos conducir por Ella
como el barco en el mar, que habiendo colocado las velas, se deja llevar por el viento; así
nosotros, impulsados por el viento del Espíritu y conducidos por el timón que María dirige
sabiamente.
٠ CONFIANZA:
Ese abandono en María, hemos visto que debe estar unido a una inmensa confianza
en Ella.
Esta virtud de la confianza es vital en toda la vida del Consagrado. La confianza es la
clave del Consagrado. El niño se abandona en los brazos de su madre, porque confía en
ella; de lo contrario, no se abandonaría así.
Cuando nos ponemos totalmente en manos de María es porque sabemos en Quien
hemos confiado. Como expresión de amor a la Virgen confiamos en Ella y jamás aceptamos
dudar de Su Amor maternal y providencial.
La verdadera confianza en Jesús y María es una gran virtud, muy ausente, por
desgracia en estos momentos, del corazón de los hombres que más bien han puesto
erróneamente su confianza en sus riquezas, en su poder, o en el placer. La confianza es
una virtud, que el demonio busca desarraigar de nuestro corazón; a el le interesa crear el
desaliento, la incertidumbre, la duda, la división, todo aquello que no es de Dios.
Por la confianza, el Consagrado sabe que María lo va a llevar a buen puerto, adonde
conviene que llegue.
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(M. 1183): "Mi amor de Madre se vuelca hacia mis amados hijos. En este pedazo
de tierra bendita, el Señor renueva el alma; aquí, el Señor fortalece el espíritu,
aquí, la Madre espera de sus hijos, el nacimiento del hombre nuevo, para
hacerlo crecer con un corazón abierto, un corazón limpio y merecedor de las
bondades del Señor."
- En síntesis. Por la entrega, colocamos todo lo que tenemos y lo que somos en el
Corazón de la Ssma. Virgen.
- Por el abandono nos dejamos llevar por Ella y finalmente por la confianza vivimos
serenamente las diversas alternativas de este camino por el que Ella nos conduce. No
dudamos de Su Amor maternal.
٠ LA DOCILIDAD
- La consagración, nos hace necesariamente dóciles. La docilidad es una actitud
interior del alma, por la cual nos dejamos enseñar por Dios y así el Consagrado a la
Santísima Virgen se deja enseñar por María que es Maestra de nuestra vida cristiana,
Maestra de nuestra fe.
"Es más fácil dejarse conducir", nos lo dirá en un Mensaje, "que caminar solos y
tropezar". Dejarnos instruir por Dios, dejarnos instruir por María, dejarnos llevar, dejarnos
conducir. Esperar que los acontecimientos nos señalen claramente la voluntad de Dios; no
forzar la hora de Dios ni detenerla cuando ha llegado esa hora. La docilidad es una apertura
del corazón que nos permite descubrir a cada paso, claramente, la voluntad de Dios que nos
hace ser obedientes a las inspiraciones del Espíritu Santo, como María, Esposa Fiel que en
todo momento fue dócil a esas inspiraciones.
(M. 1284) "En la docilidad y en el abandono total a Jesucristo y a Su Madre, es
cuando el alma llega a la comunicación plena con lo Celestial."
( M. 1264) "... viviendo en la humildad, el alma se siente digna de Jesucristo. Es
así como deben estar ante Dios, los verdaderos Consagrados.
Deben ser mis hijos, guiados y formados por la Madre, para el Hijo."
٠ DISPONIBILIDAD:
La disponibilidad nos hace especialmente capaces de responder a las exigencias de
quienes nos rodean, particularmente de aquellos a quienes estamos llamados a evangelizar,
a ayudar, a querer con un corazón de servidores, en definitiva a nuestros hermanos.
- El Consagrado que es dócil a Dios necesariamente se hace disponible para los
demás. La disponibilidad es una actitud interior por la cual aceptamos ser profundamente
exigidos, incansablemente exigidos hasta sentir que se nos pide más de lo que podemos dar.
El Señor quiere que demos todo lo posible como El dio Su Vida por nosotros, en la Cruz, que
estemos siempre disponibles para los demás, como María; amando esa actitud de entrega y
aceptando con sencillez todo lo que no podemos dar.
El Consagrado deberá estar al total servicio de María
(M. 1798) "Quiero que mis hijos Consagrados le den a la Madre, cuanto Ella
pide.
Dedicarle la oración, por lo menos una hora diaria.
Comulgar diariamente.
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Ser humildes.
Estar al total servicio de María.
Agradecer a Dios, cada día vivido como Consagrado.
Estar unidos al Amor del Hijo.
Pedir la Gracia de vivir bajo la Luz del Espíritu Santo.
La consagración debe ser hecha en un día especial de la Madre.
Es ésta la Consagración que pido en Mi Santuario."
٠ PEQUEÑEZ INTERIOR.
La pequeñez interior es, como lo dice la palabra, esa actitud humilde, por la que
aceptamos ser queridos por la Santísima Virgen como el niño acepta ser querido por la
madre; es la intuición del corazón que se deja amar por su madre. A la Santísima Virgen, no
la entendemos con los razonamientos de la inteligencia sino con los argumentos del corazón
"El que se hace como niño entrará en el Reino de los Cielos" dirá Jesús; y María
también nos lleva por ese camino: hacernos como niños, hacernos pequeños, hacernos
pobres. Al reconocernos pobres nos estamos haciendo como niños.
De este modo no pondremos resistencias a todas las metas que Ella nos propone
para que las realicemos en su nombre, como instrumentos suyos, en la obra de la
Redención. No somos dueños de la obra de la Redención sino instrumentos del Señor en
manos de María. El que se hace como niño se deja conducir, se deja tomar de la mano de
María y se deja instrumentar, como parte de este designio providencial en el cual está
inserto.
Sólo entiende a María, quien la ama, y el que la ama con un corazón de niño. Su
misterio estará oculto para quien no se haga como niño en sus brazos. De esta manera,
María se convierte en admirable escuela de humildad y sólo los humildes conocen los
secretos del Padre. De esta manera también Ella podrá reproducir a Jesús en cada uno de
sus Consagrados y lo irá llevando de la mano hacia esa meta.
Leemos en el Mensaje (M. 749) "Enriqueceos en humildad hijos míos y llegaréis
a poseer una de las mayores riquezas del Señor"
Y hablando de la pequeñez interior el Mensaje ( M.743): "Digo a mis hijos: Sois
para Mi, como niños recién nacidos, que necesitan el amor de Su Madre, el
calor de Su Madre y el alimento de Su Madre.
Os conduciré y os ayudaré a crecer en el Amor al Señor, sólo os pido, dejaos
guiar."
Dice en el Mensaje (M.1242) "Haceos pequeños e interiormente humildes y
entraréis en Mi Corazón".
(M.1549)"Empequeñeceos de tal forma que podáis entrar en el Corazón de mi
Hijo."
٠ FIDELIDAD Y FIRMEZA:
1- La Fidelidad es la respuesta al Dios de la Alianza, en el cumplimiento de los
preceptos del Señor, que son una manifestación del amor que le queremos brindar.
(M. 1223) "Quieran mis hijos, ser totalmente Míos, eso hará que sean fieles al
Señor, porque Yo, los conduciré a El".
En el Mensaje 1264 señala los medios para la fidelidad:
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(M. 1264) Hay Consagrados que "no se han abandonado todavía en Mí. Están
ajenos a cuanto pido, ya que faltan en la oración, en la caridad, y en la
humildad; es por esto que no me pertenecen enteramente.
Es que en la oración, se logra estar cerca de Dios; en la caridad, se ama al
prójimo y viviendo en la humildad, el alma se siente digna de Jesucristo"
2 - Con la firmeza, establecemos que nuestra opción por Dios es definitiva y cada
vez más enraizada en el Corazón de la Virgen; cada vez más sólida; de tal manera que los
huracanes más fuertes no podrán sacarnos del Corazón de la Virgen y esa entrega a Dios
es absoluta e incondicional.
- No dar cabida a los temores que de muchas maneras pueden surgir en la vida del
Consagrado. María permitirá distintas maneras de dificultades y de sufrimientos pero nunca
obstáculos para su obra.
- No abandonar por ningún motivo el camino del Señor, la gran tentación del
Consagrado será el cansancio, el agotamiento, el desgaste, el acobardarse por la dificultad
que en ciertos momentos, hará exigente su realidad de Consagrado.
(M.362) "Quiero corazones fieles y firmes, que no tiemblen, que se Consagren
deseando comenzar a ver cómo el Señor os permitirá vivir en El."
- Exige no dormirse, no abandonar nunca la búsqueda de Dios aún en los
momentos más difíciles, sino perseverar humilde y pacientemente.
(M. 1337) "Que no duerman los hombres, que no abandonen la búsqueda hacia
Dios.
Ellos padecen de ceguera, una ceguera que les impide ver lo que el Señor pone
al alcance de sus hijos.
Bienaventurados los que reciben en su corazón mis palabras."
٠ PERSEVERANCIA Y PACIENCIA:
1- En la perseverancia manifestamos que no es el amor de un día lo que nosotros
ofrecemos a Dios, sino de toda nuestra vida y en forma gradual y creciente.
(M. 1042) "... Deben obrar de manera que Dios, siempre habite en ellos y no se
verán por El, jamás abandonados."
2- Todo esto exigirá una gran paciencia frente a las grandes dificultades o pequeños
tropiezos con los que nos encontraremos.
(M. 362) "Generalmente el hombre cree que está con Dios, sin hacer nada,
olvidando su Ley, eso es vivir falsamente, estar con Dios es no abandonar por
ningún motivo Su Camino, siguiéndolo y teniendo la seguridad que El está
dentro y sentir intensamente que se está en el Señor."
"A través de vuestra paciencia -dirá Jesús en el Evangelio- poseeréis vuestra vidas".
- La paciencia de María, la paciencia de Jesús, la paciencia de los santos, tienen que
ser un constante estímulo para el Consagrado. “ La paciencia - dirá Santa Teresa - todo lo
alcanza".
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٠ LA CONSAGRACIÓN NOS LLEVA A LA ORACIÓN
Reiterando lo ya señalado sobre el tema, la Consagración exige crecer en un espíritu
de oración, para estar más cerca de Dios. ( M. 1264), de modo que se convierta en el clima
espiritual propio del Consagrado.
(M. 1596) "Orad de manera tal que, con la oración, le entreguéis al Señor,
vuestro corazón.
Nada sea en apariencia, todo sea de corazón."
(M. 1547) "En la oración, se va de continuo a Dios.
La oración sostiene al espíritu, en amistad con Dios.
En la oración, se muestra la pobreza del alma, la necesidad que tiene el alma,
de Dios.
La oración hace que el peregrinaje hacia Cristo, se realice con auténtica
alegría interior.
La oración hace que el espíritu, presente una plena disponibilidad hacia
Cristo."
La renovación interior será fruto de la oración (M. 1135)
(M. 1135) "Digo a mis Consagrados: Renovaos con la oración, con intensa
oración.
Quiero perseverancia, quiero fidelidad, quiero auténticos Consagrados.
Os quiero conmigo, os habéis acercado a Mi Corazón , os habéis introducido
en Mi Corazón, seguid en El.
Ofreced, hijos míos, junto con vuestro amor, vuestro espíritu penitente."
La oración deberá ser profunda, confiada y meditada y exige que, como
Consagrados nos habituemos a pedir (M.939):
a) Que Dios nos conceda la Gracia de vivir para María y su designio providencial en
la historia de la salvación, encomendada a Ella por el Señor. Sabemos que de ese
modo, María nos hará vivir para Dios.
b) Amar Su Corazón con todo nuestro ser. Vivir esta condición de hijos de Dios en
su Corazón de Madre.
c) Que como Madre limpie nuestra alma y la purifique . Es el camino previo
indispensable para una entrega total. Ella como Inmaculada, al estar limpia de
pecados, nos purificará de nuestras culpas.
d) Que nos enseñe a amar a Jesús. Es propio de su misión de Madre conducirnos a
descubrir, a contemplar y amar totalmente a Jesús.
e) Que nos haga dignos de Jesús y de Ella. Todo nuestra capacidad viene de Dios
y por lo tanto María solamente, como Mediadora ante el Mediador, podrá hacernos
dignos de Jesús y de Ella.
f) Que la Consagración nos una más a Ella y a Jesús. Identificarnos con el Señor
en el Corazón de María como el apóstol Juan.
La Consagración nos une cada vez más a Ella y Ella entonces nos puede unir cada
vez más a Jesús.
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A propósito de la oración, nos dice María: "El alma se compromete a la oración ya
que en la oración se vive la Consagración". La Consagración es un don que debemos
pedir y Dios nos lo quiere dar. (M. 939)
٠ MISTERIO DE LA CRUZ
Para la construcción de nuestra propia salvación y la de todo el pueblo de Dios es de
vital importancia en la vida del Consagrado la capacidad de sufrimiento y de cruz.
Aquel que se ofrece a María también acepta y asume esa cuota más pequeña o más
grande de sufrimiento que el Señor pone sobre sus hombros.
(M. 1706) (La Exaltación de la Santa Cruz) "Esto digo a todos los Consagrados:
Vivid vuestra Consagración, ofreciéndola constantemente al Señor.
Vivid vuestra Consagración, con total disponibilidad hacia el Señor;
alimentaréis así, vuestro espíritu de vida de Consagrados.
Que todo vuestro obrar sea por Cristo, que murió en la Cruz, por todas las
criaturas del mundo.
Permaneced en El, para bien de vuestras almas."
El dolor vivido desde la fe, es como dice Jesús: "El yugo suave y liviano", que es
llevadero porque el Señor lo hace llevadero.
Entonces nosotros, a partir de ese leño que llevamos encima nos convertimos sin
darnos cuenta, imperceptiblemente, en cooperadores de la obra de la Redención,
colaboradores de la Redención de Cristo, de modo similar a María, pero en la medida
concreta, en que el Señor nos quiere pedir un aporte a la obra de la Redención. De allí la
importancia de asumir con generosidad, con valor, con libertad interior, todo lo que el Señor
nos quiera pedir de cruz, de sufrimiento, de negación de nosotros mismos, "porque sufrimos
en nuestro cuerpo lo que falta a la Pasión de Cristo por su Iglesia."
(M. 1604) "Vivid esta Cuaresma en oración; participad en cada Misa, uniéndoos
a Jesucristo y a esta Madre que, ciertamente está unida a los hijos, por Amor al
Hijo.
Frecuentemente veo la debilidad ante el sufrimiento, más, Yo pregunto ¿Quién
como Cristo, sufrió tan grandemente? Os doy el consuelo necesario: oración y
Mi Amor Maternal.
Hace tiempo que os espero, venid; es Mi Misión, recogeros en Mi Corazón."
Y a propósito de las variadas exigencias en la vida del Consagrado leemos en el
Mensaje 1042
(M. 1042) "Querida mía, hablo a mis amados hijos, sacerdotes, religiosas, y
Consagrados.
Mucho necesito la oración de todos ellos, mucho necesito el amor de todos
ellos. Deben llevar una vida ejemplar y sacrificada, una vida entregada y
humilde. Deben obrar de manera que Dios, siempre habite en ellos y no se
verán por El, jamás abandonados. Las almas necesitan de las almas y todas
ellas necesitan de Dios.
Gloria a El, por todos los siglos."
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CAPITULO III
“FRUTOS DE LA CONSAGRACIÓN”
1) AMOR Y DEVOCIÓN A MARÍA: El amor y la devoción, que María concede al
Consagrado, debe alimentarse con la oración continua, que tiene como suprema expresión
la diaria participación Eucarística.
(M. 1426) "Gladys, no desaparecerá jamás, la presencia de la Madre de Cristo,
en este lugar. Desde aquí pido a mis hijos: La Consagración a Mi Corazón.
Esta Consagración, que no requiere papeles ni fórmulas, porque esa
Consagración irá directamente a Mi Corazón; será única y exclusivamente para
Mi Corazón y será recibida por Mi Corazón.
Debéis tener amor y devoción a María; oración constante del Santo Rosario y
participación diaria en la Santa Eucaristía.
En el amor a la Madre, hallaréis el amor del Hijo; en la oración a la Madre,
estaréis en unión con el Hijo y en la Santa Eucaristía, os encontraréis con el
Hijo."
2) UNA ESPECIAL PRUEBA DE AMOR: La Consagración se convierte en una
especial prueba de amor que le damos a María; se concretiza en la respuesta que le
damos al pedido de la Madre y el llamado continuo que Ella nos hace para que le
entreguemos nuestra vida. Al conducirnos maternalmente, para darle la respuesta que nos
pide, nos dará la oportunidad de darle esta prueba de amor.
( M. 1305) "Hijos Míos: Dad vuestra prueba de que amáis a esta Madre,
consagrándoos a Su Corazón.
En la Consagración el hijo se entrega a la Madre y Ella a su vez, será su
Refugio y su Consuelo, porque es el Arca, donde los hijos depositan el
corazón.
Responded a Mi llamado, responded a Mi pedido, veréis que tiernamente seréis
conducidos por Mí."
3) UN PROFUNDO AMOR AL SEÑOR: Ofrecimiento del alma: En la Consagración
se ofrece el alma a María, fuente de toda Gracia, para enriquecernos con el regalo que Ella
nos comunica desde la Cruz de Cristo, como Madre y Mediadora de toda Gracia. Al
ofrecernos a María, Ella logrará que su Amor de Madre, nos haga descubrir un profundísimo
amor al Señor; nos irá desapegando poco a poco de las cosas materiales y de ese modo
podremos beber solamente de lo espiritual, alimentándonos de Dios y solamente de Dios.
4) APERTURA DE CORAZÓN: La Consagración produce el deseo de comenzar a
ver cómo el Señor nos permitirá vivir en El; una actitud de apertura y escucha, es la actitud
interior necesaria para dejarnos enseñar por Ella, como Maestra de nuestra Fe.
(M. 362) "Oh hijos míos, quiero corazones fieles y firmes, que no tiemblen, que
se Consagren deseando comenzar a ver cómo el Señor os permitirá vivir en El.
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Generalmente el hombre cree que está con Dios, sin hacer nada, olvidando su
Ley; eso es vivir falsamente; estar con Dios es no abandonar por ningún
motivo Su Camino, siguiéndolo y teniendo la seguridad que El está dentro y
sentir intensamente que se está en el Señor."
5) SER TOTALMENTE DE MARÍA, ESTANDO A SU SERVICIO: La Consagración
exige ser totalmente de María como el niño en brazos de su madre, y que le entreguemos
todo nuestro ser, perteneciéndole totalmente y viviendo para Ella y con Ella al servicio de
Dios.
Esa total pertenencia a María le permitirá que nos pueda hacer fieles al Señor,
porque Ella nos conducirá al Señor y hará posible que nos entreguemos totalmente a El.
(M. 1223) "Quiero la conversión de los hijos
Corazón de Madre.
Tengo urgencia si, más, también deseo, que
luego de un conocimiento profundo de las
profundo a Dios.
Quieran mis hijos, ser totalmente Míos; eso
porque Yo, los conduciré a El."
a Dios y la Consagración a Mi
la Consagración sea realizada,
cosas de Dios y de un amor
hará que sean fieles al Señor,
(M. 973) "Que la Consagración, sea el vínculo que una vuestro corazón con el
Mío."
6) VIVIR BAJO LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO: La Consagración nos ofrece la
Gracia de vivir bajo la Luz del Espíritu Santo y nos invita a pedir continuamente este regalo.
En el Corazón de María, el Espíritu Santo, mediante sus dones, conduce a los hijos de Dios
a la cima de la santidad. Con gemidos inenarrables, desde lo íntimo de nuestro ser, nos
hace llamar a Dios con el Nombre de Padre y convierte toda nuestra vida en una actitud
filial.
(M. 1136):"Mi "Sí" al Señor fue un "Sí" de completa entrega, un "sí" dicho con
toda mi voluntad y un total amor al Espíritu Santo.
De mi cuerpo, se desprendería luego el Hijo del Padre, el Divino Amor, la
maravillosa Vida.
Aquél que sufrió y murió en la Cruz. El que hoy os contempla desde el Cielo. El
que arranca para siempre al hombre, de la amargura de la muerte y lo conduce
a la dulzura de la Vida."
7) VIVIR DANDO GRACIAS AL PADRE: Cada día del Consagrado es un canto de
Alabanza y de Acción de Gracias que le damos a Dios, si realmente hemos descubierto la
infinita riqueza de ser sus hijos. Nuestra Consagración a María, nos ha enseñado a
descubrir la Paternidad de Dios y a gozarnos en El, al igual que nuestra Madre. Debemos
agradecer cada día esta Gracia, como un hecho nuevo que el Señor nos quiere seguir
regalando y acrecentando.
8) ESTAR UNIDOS AL AMOR DEL HIJO: La Consagración nos hace descubrir el
amor del Hijo. El se entregó por nosotros hasta la muerte y muerte de Cruz y nadie podrá
apartarnos del Amor de Cristo. El que ama al Señor Jesús, desde el Corazón de María, lo
ama como Ella, con sus mismos sentimientos, entregándose totalmente a El en la diaria
fidelidad del amor.
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(M. 285) "Amados hijos, valorad la Santa Misa, todo buen cristiano debe
obligarse a participar de la Sagrada Cena, en la Santa Misa diaria o por lo
menos una vez en la semana.
Es en ese momento en el que mi adorado Hijo os transmite el Amor al Padre y
la salvación eterna. Es también, donde podéis recordar que Cristo Jesús se
ofrece, en obediencia absoluta a Dios Padre y confiando plenamente en El."
9) PERTENECER A CRISTO POR MARÍA: María nos llama a la Consagración,
porque siendo Consagrados a Su Corazón, le pertenecemos a Ella que es nuestra Madre y
por Ella le pertenecemos al Hijo.
Dice la Virgen: "Mi Luz quitará toda oscuridad y ayudará a mis hijos a caminar el Camino que
el Señor ha establecido" ( M. 1534)
(M. 939): "Amadísima Madre, enséñame a amar a Jesús, hazme digna de Jesús
y de Ti, Madre, y que la Consagración de este día, me una más a Ti y a tu Hijo.
Amén.
De esta manera se llega a amar a Jesús en forma total, sólo por medio de Mi
Corazón. Mi Corazón da y exige, más no exige lo imposible."
10) DIMENSIÓN APOSTÓLICA: María nos regala la Gracia de ser sus misioneros.
No podemos guardar lo que el Señor nos ha dado sino que debemos comunicarlo, como
María a Isabel. Debemos invitar a nuestros hermanos, a escuchar el llamado de nuestra
Madre, a la oración, a la conversión y a la Consagración. "Las almas necesitan de las
almas y todas necesitan de Dios"
(M. 1500) "Mi amada hija: Hoy como nunca Mis Mensajes deben ser difundidos;
hoy como nunca debe el mundo conocer Mis palabras, Mi urgente llamado a la
conversión, Mi pedido de Consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y
de María.
Aún aguarda el Señor a las almas".
11) LA CONSAGRACIÓN NOS LLEVA A LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA: Por la
Consagración María nos llama a vivir en profundidad el amor a la Santa Eucaristía, “Cumbre
y Fuente de la actividad de la Iglesia”.
(M. 1535): "Debe ser el Señor, Único Centro de Adoración, de sus fieles.
Es ésta, una invitación para adorar a Jesús Eucarístico; ya sea con la oración o
en solemne silencio.
El Señor está allí presente y llega a los corazones anhelantes de Su Amor.
Renovad diariamente, tanto externa como interiormente, este acto de
ofrecimiento, como reparación por las almas infieles, por los que, por
ignorancia viven apartados de Dios.
Adorad a Jesús y Su Gracia os envolverá.
Alabado sea Su Santo Nombre".
12) TESTIGOS DE LA FUTURA GLORIA : El Consagrado vive anticipadamente
desde el camino de la Fe, la alegría del Cielo que le está reservado. Se sabe salvado en la
Esperanza, se siente testigo del Señor a Quien ve y escucha en actitud contemplativa, con
los ojos y los oídos del corazón, alabándolo siempre y proclamándolo por todas partes.
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CAPITULO IV
“EXIGENCIAS RITUALES DE LA CONSAGRACIÓN”
- Diversas exigencias rituales tenía el pueblo de Dios, en Israel, para manifestar
explícitamente su aceptación del don de la Alianza y asumir un compromiso de fidelidad con
Dios.
- El Nuevo Testamento tiene también nuevas manifestaciones rituales, llenas de
contenido de Gracia, que le da Cristo, Autor de la Gracia.
De este modo, aparecen el Bautismo y los demás Sacramentos.
Especialmente, a cambio del sacrificio expiatorio del Antiguo Testamento surge hoy
el Sacrificio Eucarístico donde Cristo se ofrece al Padre por su Iglesia y la Iglesia es invitada
a sacrificarse con El.
La Consagración a María ubicada en un contexto de Alianza tiene también
exigencias rituales que expresan el amor a Dios a través del amor a María y son fuente de
Gracias nuevas, que garantizan nuestra fidelidad al Señor de la Alianza.
Nos dice nuestra Madre en el Mensaje 1426:
(M. 1426) "No desaparecerá jamás, la presencia de la Madre de Cristo, en este
lugar.
Desde aquí pido a mis hijos:
- La Consagración a Mi Corazón. Esa Consagración, que no requiere papeles ni
fórmulas, porque esa Consagración irá directamente a Mi Corazón; será única y
exclusivamente para Mi Corazón y será recibida por Mi Corazón.
- Debéis tener amor y devoción a María;
- Oración constante del Santo Rosario.
- Participación diaria en la Santa Eucaristía.
- En el amor a la Madre hallaréis el Amor del Hijo; en la oración a la Madre,
estaréis en unión con el Hijo y en la Santa Eucaristía, os encontraréis con el
Hijo.
Bendito sea Jesucristo".
En el Mensaje 1798 dice sintéticamente todo lo que la Virgen espera del
Consagrado:
(M. 1798): "Quiero que mis hijos Consagrados le den a la Madre, cuanto Ella
pide.
- Dedicarle a la oración, por lo menos una hora diaria.
- Comulgar diariamente.
- Ser humildes.
- Estar al total servicio de María.
- Agradecer a Dios, cada día vivido como Consagrado.
- Estar unidos al Amor del Hijo.
- Pedir la Gracia de vivir bajo la Luz del Espíritu Santo.
- La Consagración debe ser hecha en un día especial de la Madre.
Es ésta la Consagración que pido en Mi Santuario.
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1) El espíritu de la Consagración
Siguiendo el contenido de los Mensajes anteriores el ritual del Consagrado
fundamentalmente está impregnado de un espíritu y no es simple formulismo. Esto se ve
claramente cuando María dice: "Esta Consagración no requiere fórmulas ni papeles,
porque ésa Consagración irá directamente a Mi Corazón, será única y exclusivamente
para Mi Corazón y será recibida por Mi Corazón." Jesús nos dice en su Evangelio: "Los
verdaderos adoradores, adorarán al Padre en Espíritu y en Verdad" es decir que toda
exigencia ritual, está sostenida en ese Espíritu que la anima.
2) La Santa Misa y La Comunión
En referencia directa al Sacrificio de la Nueva Alianza, María pidió a sus hijos
Consagrados la participación diaria en la Santa Eucaristía, como sacrificio al que nos
unimos con nuestro propio ofrecimiento. Y así como en la Misa, en cuanto sacrificio, somos
invitados a participar con nuestra personal entrega, también como banquete eucarístico
que es, se nos invita a vivirlo, toda vez que participamos en El, a través de la Santa
Comunión.
La participación diaria en la Santa Eucaristía será el momento supremo del
encuentro con el Señor: es en la Eucaristía donde El nos llenará misteriosamente, del
inmenso Amor que tiene en favor de nosotros y que nos quiere transmitir especialmente, por
ese canal de Gracia.
(M. 1511) "Adorad el Cuerpo y la Sangre de Mi Hijo, en el Santísimo Sacramento
del Altar.
Maravilloso Misterio, que no todos comprenden.
Maravilloso Misterio de Amor, ofrecido diariamente, en la Santa Eucaristía.
Momento ese, en que se conjuga, dolor y alegría, sufrimiento y gozo.
Dolor, frente al conocimiento de Su Muerte; gozo, de saberlo Vencedor de la
muerte.
Debe el alma, acercarse a Cristo. Debe el alma unirse diariamente a Cristo y
nada mejor, que por medio de la Santa Comunión. Alimento del alma, para la
Vida."
3) La Oración
Además de la participación eucarística y de la Comunión diaria, María da una
enorme importancia a la vida de oración llevándonos a descubrir el Evangelio, donde Jesús
dice: " Vigilad y orad para no entrar en tentación". Y también en otra parte: "Pedid y
recibiréis, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá."
Insistentemente aparece en los Mensaje de María, como exigencia de vida
insustituible e infalible, el valor de la oración, para alabar y dar gracias a Dios, para pedirle
perdón por nuestros pecados o elevarle súplicas por nuestras necesidades espirituales o
corporales.
(M. 1309) "Para orar, sólo basta desear estar con Dios y el tiempo para orar,
llega solo.
¡Jesús, desea tanto que el alma se comunique con El, que se reconcilie con El,
que lo ame; tanto ama a las almas!
Dios, es la Fortaleza de las almas, deben ellas confiar en Dios.
Pido ésto, porque las almas, están adormecidas en la oración.
Sea por siempre Glorificado el Nombre de Dios."
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(M. 1310) "Cuando un hijo comienza a orar, ya, en ese momento, está en
presencia de Dios y desde ese momento, Dios lo ampara.
No interesa con que oración se comienza, no hay una en especial, ya que en
todas se le invoca al Señor.
Muchas veces la oración, lleva al arrepentimiento, a la conversión, a la entrega
absoluta al Señor.
En el recogimiento de la oración, el alma medita, calla y el Señor obra en esa
alma.
¡Oh hija mía, quieran mis hijos, amar en profundidad la oración, quieran mis
hijos, tener a Dios en el corazón!"
- La oración debe ser continua, confiada, humilde, unida a una conversión de vida,
surgida desde el amor fraterno, porque no agradaría a Dios una oración de quien no
intentara luchar seriamente contra el pecado o no perdonase a sus enemigos, o viviese
indiferente frente a su prójimo.
- A continuación seleccionamos algunos Mensajes, remitiendo al lector a todos los que
se refieren a este tema importantísimo de la oración.
(M. 1336) "No es alegría para el Señor, ver que hay quienes viven en la
violencia, la droga y el pecado en general.
Un gran número de almas progresivamente se va perdiendo; es el maligno, que
va destruyendo a los que, débiles en la Fe, no están debidamente fortalecidos
para resistirlo y rechazarlo.
Es en la oración, donde Mis Hijos encontrarán la fuerza; es la oración, la que
hará que permanezcan en la Verdad y es por la oración, que podrán caminar
por el Camino recto."
Leemos en el (M. 973)"Que vuestra adoración al Señor y la veneración a la
Madre no sea obstaculizada por nada y no disminuya jamás."
(M. 1714) "Hijos míos: Os pido oración, porque un alma que no ora descrece en
amor a Dios.
Nadie pretenda agradar a Dios, lejos de Dios."
Dice el Mensaje 723 sobre las propiedades del oración:
( M.723): "La oración aclara la mente, fortalece el espíritu y abre el corazón."
Invitando al camino de la oración continúa, dice el Mensaje 266.
(M.266): "Durante todo el mes de septiembre os dedicaréis a rezar el Santísimo
Rosario continuado, rogando por la paz del mundo, por la conversión y
ofreciendo vuestra fe sin claudicaciones."
Sobre la providencia del Padre que nos escucha dice el Mensaje 274:
(M.274): "Vosotros oráis y el Señor escucha vuestra oración, vosotros lo
invocáis en ayuda y sois socorridos, porque es un Padre que está en
permanente contacto con sus hijos."
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El Santo Rosario:
Con referencial al Santo Rosario nos dice la Virgen en el Mensaje 1575
(M 1575) "Hay inseguridad en las almas. Esta Madre les dice: No os desalentéis,
sino por el contrario, mantened viva la esperanza, el Espíritu Santo, os la envía.
Guardad Mis palabras muy en lo profundo de vuestros corazones.
Nada mejor que sentirse edificados por el Señor."
(M.724) "Es necesario rezar el Santo Rosario, ya que las oraciones que lo
componen ayudan a meditar.
En el Padrenuestro, os ponéis en las manos del Señor pidiendo ayuda.
En el Ave María, aprendéis a conocer a vuestra Madre, humilde intercesora de
sus hijos ante el Señor.
Y en el Gloria, glorificáis a la Santísima Trinidad, Divina Fuente de Gracias.
Os pido, meditad este mensaje, así podéis orar como agrada al Señor."
Es evidente que toda forma de oración agrada al Señor y un modo especial es la
oración litúrgica; pero entre las oraciones de piedad privada María señala su indiscutible
preferencia por el Santo Rosario, que es el arma que pone en nuestras manos, en el actual
combate que debemos realizar, contra el enemigo en nuestras almas y es un camino, que
va llevando progresivamente a una especial unión con Dios, a destrabar el alma de los
obstáculos y conducirla a la santidad.
Es la puerta para entrar al Corazón de María:
(M 850) "Veo una enorme corona de Rosarios blancos. Veo a la Santísima
Virgen y me dice: Ves esta corona, porque esto es lo que deseo que hagáis,
una verdadera corona de rosarios.
Oración, hija mía, Oración, ¡cuántas bocas permanecen aún calladas!, sin
conocer siquiera una oración que los acerque al Señor.
El Santo Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo, es también el refugio
de los que buscan alivio a sus pesares y es la puerta para entrar en Mi
Corazón."
Nos invita a que en nuestra vida todo sea oración, lo cual se logra si en todo lo que
hacemos buscamos realizar la voluntad de Dios y lo hacemos por amor. A esto ayudará
mucho la oración continua del corazón, que puede expresarse en pequeñas jaculatorias
reiteradas en todo momento y la oración constante del Santo Rosario a que se hace
referencia en el Mensaje 1426. La oración continua, en efecto, nos enseña a vivir en la
presencia del Señor. La oración del corazón que ama intenta expresarse también en la
oración vocal, en la súplica continua, en la acción de gracias incesante.
En referencia al Rosario, si bien ya es muy laudable la recitación de los cinco
misterios diarios, a lo que llamamos "la corona", el Consagrado debería intentar rezar los
veinte misterios diarios del Santo Rosario.
Sobre la oración, María pide que se dedique por lo menos una hora diaria; no puede
ser menos el tiempo destinado al Señor en la persona del Consagrado.
4) La Palabra de Dios.
Entre los grandes caminos señalados por la Iglesia para alimentar la vida de oración,
está la meditación de la Palabra de Dios.
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El amor a la Palabra, el amor que María tuvo por la Palabra, el amor que los santos
tuvieron por la Palabra de Dios debe contagiarnos de tal manera que todo Consagrado viva
intensamente ese amor a la Palabra de Dios, la medite, la contemple, la haga vida de su
vida y de ese modo pueda comunicarla también a los demás en una actitud de misionero de
María.
(M.1313) "La Palabra de Mi Hijo, es el licor más dulce que podáis beber; esta
Madre os lo da, está el alcance de todos.
Que el alma se entregue a Dios, que el alma se abandone en Dios."
(M.332)"Así como una flor bebe el agua para poder vivir, así vosotros debéis
beber las Palabras del Señor.
No creo que un buen cristiano pueda abstraerse a su llamado, no creo tampoco
que alguien no quiera oír este grito de Amor. Aquel que abra su puerta al Señor
quedará ligado a El. Dios desborda de amor."
5) En un día de la Madre
La Consagración a la Santísima Virgen, previa preparación doctrinal y espiritual, se
sugiere que sea hecha según lo expuesto en el Mensaje 1798.
"EN UN DÍA DE LA MADRE"
Esta expresión es amplia y puede referirse a las grandes fiestas marianas, pero no
hay duda que en San Nicolás el día propio de María del Rosario es el día 25 de septiembre
y los días 25 de cada mes, por lo cual aparece como lo más lógico, realizar esa
Consagración en el día 25 de cualquier mes.
6) En el Santuario
También señala este Mensaje del día 2 de febrero de 1990 que "Es ésta la
Consagración que pide en Su Santuario", lo cual significa que el contenido de esa
Consagración tiene las características y exigencias que hemos señalado y están presentes
en la espiritualidad que María nos ofrece en San Nicolás. Además expresa que lo ideal es
realizarla en el Santuario como en su lugar propio. Esto no significa que no se pueda
realizar en otro lugar, dado que así lo imponen frecuentemente las circunstancias de
distancia o imposibilidad de viaje; pero en ese caso, se realizará con la intención de unirse
espiritualmente a la celebración festiva, del día 25 en el Santuario, y si algún día el
Consagrado puede viajar al Santuario, tendrá la oportunidad de actualizar allí su
Consagración.
(M.1265) "Es aquí, donde estoy volcando Mi Corazón; desde este lugar, Yo
bendigo y consuelo, desde este lugar, Yo ofrezco el Amor de mi Hijo a todos
los hombres.
Ellos palparán el calor que Mi Amor infunde en los corazones ya que seguiré
estando como hasta hoy, porque Yo les digo a todos tus hermanos: Donde
están las necesidades de los hijos, está la Madre, refugiando a los hijos, con Su
Manto."
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7) La Fórmula
La Consagración exigirá recitar como expresión vocal de la entrega interior algunas de
las fórmulas de Consagración. En San Nicolás existen tres posibles fórmulas para que cada uno
utilice la que más desee. Es también habitual que a partir del día de la Consagración todo los
días se recite la fórmula elegida para actualizar la entrega.
8) La Medalla
La medalla que es entregada en San Nicolás, de hecho se convierte para el
Consagrado en el signo de pertenencia filial a la Santísima Virgen y en Ella a Jesús y a la
Santísima Trinidad. El Consagrado, desde su acto de entrega, lleva este signo, dándole un
nuevo contenido que acentúa a modo de escudo protector, como uno de los sacramentales
que utiliza la Santa Iglesia contra las insidias y asechanzas del enemigo.
(M. 395) Me dice: Debéis hacer acuñar una medalla, con mi imagen de la
Advocación de María del Rosario de San Nicolás, y en el reverso, la Santísima
Trinidad con siete estrellas.
9) El Escapulario
El escapulario para la salud espiritual y corporal, también será llevado por el
Consagrado, como expresión de súplica humilde a María para que lo libre de todas las
enfermedades del alma y del cuerpo.
Dice María a sus Consagrados:"Os quiero conmigo, os habéis acercado a Mi
Corazón, os habéis introducido en Mi Corazón. Seguid en Él."
(M. 815 bis) Hija mía:
Encárgate para que se haga un Escapulario. Que sea de color blanco ya que el blanco es el símbolo de
la pureza. Mi imagen llevará los colores celeste y rosado.
Este Escapulario, deberá ser destinado a los enfermos del
cuerpo y del alma y lo llevará aquel que realmente sienta
ésa necesidad en su corazón, porque con el Escapulario, irá
el compromiso de orar a María del Rosario. Este pedido Mío
apremia.
Amén. Amén.
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