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EL SELLO DE DIOS EN SU REMANENTE FIEL
9-10-2016
Ya me hablaba tiernamente tu Corazón Inmaculado, Madre Santísima, en esta Santa
celebración de este día, 9-10-2016, día escogido por el mismo cielo, en esta unión de almas.
Terminando la Santa celebración de la Santa Misa, vengo llena de alegría a la escucha de tus
Palabras, Palabras de una Madre llena de gozo en su Inmaculado Corazón.
He aquí la sierva de Mi Señor, hágase en mí la Voluntad Divina. Amén.
--Pequeñita de Mi Corazón: como Madre Dolorosa al pie del Calvario,
también soy la Madre Gozosa ante los que cumplen la Voluntad de Mi Hijo y
le dan Gloria y Honor.
La humildad, la docilidad y la santa obediencia llenan Mi Corazón de un
inmenso júbilo. Como estrellitas habéis brillado, en este día jubiloso, todas las
almas de la Verdadera Iglesia, el Remanente, la Iglesia Fiel, luceritos brillantes
entre tanta obscuridad que cubre la tierra por la densa neblina, el humo de
satanás, pestilente y dañino para las almas que viven sin Dios en sus
corazones.
Habéis escuchado Mi Voz de Madre, gozosa al pie del Calvario, en la
Santa Eucaristía de hoy, al veros a todos vosotros, Mis Hijitos, Mi ejército, el
Remanente Fiel, reunidos en un mismo Espíritu en el Santo Sacrificio del
Altar, dando Honor y Gloria a Dios.
Yo, Señora y Abogada vuestra, he pedido a Mi Hijo de enviar un Ángel
para sellar a cada uno de vosotros, pequeñitos Míos, que os habéis unido en
la Santa Celebración de este día, 9 de octubre, como el mismo Cielo os lo
pidió.
Habéis, cada uno de vosotros, Mis hijitos, sido sellados para entrar hoy
en este día y ser parte de este Resto Fiel, formando también parte de Mi
Ejercito Victorioso, en esta batalla final contra satanás; la victoria la
obtendréis por Mí, porque escrito está que la Mujer le aplastará la cabeza a
satanás, la serpiente antigua.
Sellados habéis quedado hoy en este pacto de amor y alianza, quedáis
bajo Mi amparo y Mi protección Maternal, y quien está bajo Mi manto de
amor, de Madre amorosa y protectora, vence al enemigo infernal y obtiene la
victoria para Cristo Jesús.
Perseverad Mis hijitos, perseverad en la oración, sin desfallecer, pues la
Palabra Divina dice: Dichoso aquel que persevere hasta el fin y el Señor lo
encuentre firme en la fe, en el amor santo; ése obtendrá la corona de la
victoria y el premio eterno.
Ahora, así como ya habéis sido sellados, como las primicias de Dios, el
ejército peregrino que luchará la batalla contra satanás y sus demonios,
también el adversario ha preparado a su ejército de demonios y ángeles
caídos, y os odiaran, os harán la guerra. Comienza para vosotros, Iglesia Fiel,
la agonía en el huerto de los olivos, la subida al Calvario, la Pasión dolorosa del
Hijo de Dios ahora será para la Iglesia fiel de Mi Hijo.
Estad preparados para combatir en compañía de la Iglesia Triunfante,
que os asiste en todo momento, comandados por San Miguel Arcángel.
Ahora, ya lleváis el sello de Dios Altísimo, cuidad que nadie os lo robe,
porque vuestros hermanos que están en la obscuridad, verán vuestra luz, que
radiantes brilláis como soles, vosotros las primicias de Dios.
Sed Luz en esta densa obscuridad, sed esperanza para muchas almas
que se encuentran en gran peligro de perderse por toda una eternidad. Ahora,
también os corresponde salvar y ganar almas para Mi Hijo, colaborando
directamente al pie de la cruz, junto al Salvador, ayudando a la salvación de
las almas, de vuestros hermanos más necesitados.
Lleváis ahora grabado el sello de la Cruz de Cristo en vuestras frentes,
impreso dentro de vuestros corazones. Venid, Hijitos Míos, al pie de la Cruz,
junto a Mí, junto a esta vuestra Madre Dolorosa y Gozosa. Es estando de pie
en la cruz, en el monte Calvario que se ganan todas las batallas y la vida
Eterna.
Gracias, Mis hijitos, por ser dóciles y obedientes a la Santa Voluntad del
Altísimo. Avanzad Hijitos Míos.
SANTA MARIA, MADRE DE DIOS.
--Madre Nuestra, Señora y Abogada nuestra ruega e intercede por cada uno de nosotros
para que siempre seamos fieles a Cristo Nuestro Señor y perseveremos hasta el final, y en
estos momentos abracemos la Cruz con mucho amor, dispuestos a ser primicias para Dios,
dándolo todo, amando hasta el extremo, porque sólo así se imita a Tu Hijo en la Cruz y se
pueden salvar y ganar almas para Dios.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.