Download ¿cantas o adoras? - Iglesia del Nazareno

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
¿CANTAS O ADORAS?
Lucas 22:39-43
Rick Warren, uno de los pastores y escritores cristianos más representativos de nuestra
época, afirmó que uno de los propósitos de la iglesia es adorar. La iglesia se reúne para
adorar a Dios, mientras oran, adoran a Dios, mientras cantan, adoran a Dios, mientras
viven, adoran a Dios, en fin, toda acción de la iglesia dentro o fuera del templo, tiene un
solo propósito, adorar.
Esta puede ser una apreciación sectaria de la vida, pero sí que tiene sentido. De hecho,
hay un tipo de personas que Dios está buscando en toda la tierra: adoradores que adoren
es espíritu y en verdad. Juan 4:23. Isaías afirmó: todos los llamados de mi nombre; para
gloria mía los he creado, los formé y los hice. 43:7. Esto significa que Dios se hizo para
sí mismo un pueblo que le rindiera adoración y que exaltara su nombre entre todos los
dioses de la tierra. El espera ser reconocido como el Único Dios digno de nuestra
adoración. Para entenderlo mejor, avanzaremos a través de algunas preguntas:
¿QUÉ ES ADORAR?
Diré primero lo que no es adorar. Adorar no es cantar con ritmos lentos, tampoco es
gritar con alaridos espirituales, no es saltar de manera entusiasta o componer
canciones con ciertas características melódicas. Adorar es dirigir nuestra vida enteramente
a Dios. Es vivir para Dios, amarlo en todo lo que hacemos y proclamar con nuestro estilo de
vida que Él es Dios Único y puro en todo el universo.
1
El amor a Dios es el fundamento y la esencia de una experiencia de adoración. Jesús dijo:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus
fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Lucas 10:27. En este
contexto, Jesús se está refiriendo a la salvación, sin embargo, esto significa que el fruto de
aquellos que hemos sido redimidos por Jesús es el amor, y amar es la expresión fiel de la
adoración. El acto de adorar implica amar.
Meditemos:
¿Cómo sueles adorar a Dios? Comparte tus experiencias.
¿CÓMO SABEMOS QUE SOMOS ADORADORES?
Debemos preguntarnos primero si nuestro estilo de vida glorifica al Señor. Somos
adoradores cuando nuestras costumbres, hábitos y toda clase de decisiones que
tomamos, lo glorifican. La adoración que ofrecemos está íntimamente conectada a la
2
exaltación de Su santidad. Los ángeles cantan día y noche: santo, santo, santo (Isaías 6:3).
No cantan sobre otro atributo. No dicen: bueno, bueno, bueno. En consecuencia,
afirmamos que adorar es un estilo de vida. Cuando vivimos en santidad, estamos rindiendo
adoración al Señor. Las escrituras dicen: Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de
Dios. 1 Corintios 6:20.
Un adorador no solo canta, vive en obediencia. Un adorador no escatima recurso, bien
material o incluso su propia vida con tal de dar a Dios lo mejor. No repara entre sus
placeres o la voluntad de Dios, siempre piensa que es más importante hacer lo que Dios
espera. Jesús adoró en el huerto de Getsamaní. Tal vez no cantó, pero estuvo dispuesto a
renunciar a su voluntad con tal de hacer la del Padre. No hay mejor muestra de una
adoración sincera, que renunciar a nuestros propios planes, con tal de llevar a cabo los
planes de Dios. Eso nos convierte es verdaderos adoradores.
¿POR QUÉ ES DIFICIL ADORAR?
Es difícil adorar, porque la adoración implica renuncia, desapego, olvido y en
ocasiones, demanda aborrecer aquello que amamos. Quien quiera ser un adorador
debe hacer un voto: menguar para que Dios crezca. Con frecuencia, el Señor nos pide
derribar ídolos o renunciar a amores ilícitos. Un ídolo o un amor ilícito, no es otra cosa que
un afecto que cautiva nuestro corazón e impide que Dios sea el primero en nuestra vida.
3
Dios pidió a Abraham que sacrificara a su único hijo Isaac, al hijo de la promesa, con el
propósito de probar su corazón (Génesis 22:1-2 y 22). Dios quería asegurarse que no abría
para él, nada más importante que seguir a Su Dios y cumplir a cabalidad Su voluntad.
Nuestra naturaleza es aferrarnos a ídolos, a riquezas materiales o incluso buscar la
vanagloria de la vida. Mientras Dios no sea el primero, Él no podrá ser adorado. Jesús dijo:
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6:19-21. ¿Dónde
está tu tesoro?
Aplicación
1. Conviértete en un adorador que exalta a Dios con su estilo de vida.
2. Determina abandonar los hábitos pecaminosos que no glorifican a Dios.
Para concluir la reunión
Evalúa si en tu vida hay ídolos que usurpan el lugar que le pertenece a Dios.