Download En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada, oh dichosa

En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
oh dichosa ventura!,
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquésta me guiaba
más cierto que la luz de mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
Oh noche que guiaste!
Oh noche amable más que el alborada!
Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
Oscuro Canto
En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada
Así comienza la primera de las ocho Canciones del Alma de Juan de la Cruz. En cada una
solo 6 versos. Una cumbre, todavía inaccesible, de la poesía erótico-mística en castellano.
“Oscuro Canto:
Las canciones del alma
de Juan de la Cruz “
de
Alberto Corazón
La poesía nunca ha necesitado interpretación, es pura vivencia. Como la pasión amorosa.
Juan ha llegado a ella a través de la experiencia mística. En su entorno familiar de judíos
obligados a “convertirse”, ha tenido acceso a la filosofía mística sufí.
La escenografía de las Canciones es una sublimación del encuentro amorosa en el que la
Amada sale al encuentro del Amado o bien espera la llegada del Amado, “estando ya mi casa
sosegada”. Salir, entrar, el dintel de la puerta es la frontera con la que he querido enmarcar
cada Canción. Y en ese espacio especular versos, papeles, escrituras. Teresa de Jesús,
su compañera espiritual, también de familia judeo conversa, cuenta como ante el aviso
inminente de un registro de la Inquisición, Juan tiene a veces que meterse en la boca sus
escritos y masticarlos para evitar la incriminación y la tortura.
El privilegio de la escritura es la inmortalidad. Siempre habrá alguien que encuentre en la
lectura de esta inefable aventura humana, la más hermosa posible, la amorosa, emoción
y elsilencio que sigue a la revelación.
Provocar esa lectura, prolongar esa lectura es lo que me ha guiado en estas pinturas.
Este conjunto de obras fue mostrado por primera vez en el claustro bajo de la Catedral de
Burgos. Más tarde en el hospital de Santiago de Úbeda, donde murió Juan de la Cruz.
Posteriormente ha sido expuesto en museos de Estocolmo, Roma, Nápoles y Milán.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quédeme y olvídeme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
Alberto Corazón
Enero 2015
Sala Rafael Botí. Casa de Cultura.
Del 15 de enero al 16 de febrero de 2015.
Inauguración: 15 de enero, con
la presencia de Alberto Corazón.
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