Download La semilla de obediencia es producto de un corazón entregado

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
La semilla de obediencia es producto de un corazón entregado
“y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:8
En nuestra última cita aprendimos que la prudencia nos lleva a descartar toda actitud necia en
nuestras vidas. Hoy queremos enfocarnos en la semilla de la obediencia, y le preguntamos a
nuestro Señor que nos explique un poco sobre esta semilla que tanto trabajo nos cuesta
sembrarla en nuestras vidas.
El mejor ejemplo de obediencia nos la dio Jesucristo mismo, ya que en la carta a los filipenses
nos declara que Él fue obediente hasta la muerte, y no le importó ir a la cruz y morir por cada
uno de nosotros, pues estaba siendo obediente a la voluntad de su Padre. Yo le pregunto a mi
amado Jesucristo: ¿pero tú fuiste a esa cruz como Dios, y no puedo ser tan obediente, porque
no soy Dios? Él me contesta con esa suavidad y autoridad al mismo tiempo y me dice:
“La realidad es que yo tenía la misma condición de hombre, nací de una mujer, sudé, lloré, me
cansaba, reía, comía, tenía sed igual que ustedes, y en el momento de que se acercaba el
martirio de la cruz sufrí hasta el punto donde gotas de sangre cayeron a tierra en el jardín de
Getsemaní. Fue ahí donde entregué en obediencia mi voluntad a la de mi Padre, para que el
plan que se había trazado desde el comienzo del mundo se cumpliera y hoy tú y todos ustedes
pudieran acercarse a ÉL.”
La obediencia es el producto de un corazón dispuesto a entregarse día a día y vivir la Palabra
de Dios en todas sus fases. No importa si entiendes, o no entiendes, no importa si es difícil o
fácil de acuerdo a cada circunstancia. La obediencia es el mejor regalo que tú y yo le hacemos
a Dios y la cual habla de un corazón agradecido, humilde y manso a un Dios que dio todo por ti
y por mí.
Muchos han vivido pensando que por llamarse creyentes, seguidores de Dios, llevando
ofrendas al altar, sirviendo a los más necesitados ya con eso son obedientes, pero la realidad
es que la obediencia va mucho más allá.
¿Estás dispuesto a entregar tu egoísmo, tu falta de perdón, tu orgullo, tu sabiduría humana, tu
arrogancia, el criticar y juzgar a otros, el pensar que hacer buenas obras es una señal de ser
muy piadoso? Sí lo estás, verás como el proceder en obediencia se hará parte diaria de tu vida,
porque estarás realmente viviendo de acuerdo a la Palabra de Dios. Es entonces que esa
semilla de obediencia comenzará a dar frutos en tu vida y la de los tuyos en gran abundancia, y
serás testigo de las maravillas de Dios. Dios dice que Él no quiere sacrificios, sino obediencia.
Sé obediente y recibirás su gracia y su paz eternamente y para siempre.
Te espero para nuestra próxima cita…