Download Estatua Sagrado Corazón - Hermanos del Sagrado Corazón

HISTORIA DE LA ESTATUA DEL SAGRADO CORAZÓN
DE LA ENTRADA DEL COLEGIO
Cuando se entra al Colegio, a la derecha y delante del polideportivo podrás contemplar la
estatua del Sagrado Corazón. La idea de levantar la estatua data de ahora 85 años, 1928, y fue
inaugurada en 1930. Primero estuvo en el colegio de la Calle Bruil y luego pasó al del Paseo de la
Mina, en donde se colocó en el centro del patio al que daban las clases.
En la portada de la primera revista ECOS
(Curso 1947-1948)
A finales del año 1928, concebimos el proyecto de entronizar en el Colegio, el Sagrado
Corazón, y de hacerla de la manera más solemne posible, y para ello decidimos instalar en la parte
delantera del Colegio, sobre un bello pedestal, una estatua del Sagrado Corazón, y hacerlo
coincidir con el acto de las Bodas de Plata del Colegio.
El primero de marzo de 1929, con el fin de organizar una suscripción para la erección del
monumento, se repartieron mil circulares impresas, que poco después se repartieron entre padres
de los alumnos, y entre los antiguos alumnos, así como a los simpatizantes del Colegio. Para
estimular a los donantes se expusieron en los recibidores y en las clases, las listas de los
colaboradores, cuya ayuda era, por lo menos, de 10 pesetas. Para las ayudas de los antiguos
alumnos y de los amigos, un hermano se encargó de ir de puerta en puerta, después de anunciarles
la visita, y además se organizó una tómbola, con la que se obtuvieron 1.000 pesetas. Así fue, cómo
a los quince meses ya teníamos en caja las diez mil pesetas, presupuestadas por el arquitecto, y ya
se podía empezar la obra.
El 6 de junio de 1930, primer viernes de mes, fue el día señalado para comenzar y bendecir los
trabajos, pero la ceremonia se hizo en la más estricta intimidad y a las 3 de la tarde, el Sr. Párroco
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rezó las oraciones litúrgicas para atraer las bendiciones celestiales sobre el monumento, pidiendo al
Señor, que llegasen a buen fin, luego dirigió a la Comunidad unas palabras de aliento, en referencia
a la realización del soñado proyecto.
Durante un mes, los materiales estuvieron en el patio y los canteros trabajaban sin cesar,
además estuvimos oyendo martillazos durante tres meses, y pudimos contemplar, hasta diez veces,
cómo la grúa levantaba los sillares tallados, y los colocaba en su sitio. Por fin el 11 de octubre de
1930; víspera de la fiesta de Nuestra Señora del Pilar, llegó, desde las costas del Cantábrico, la estatua
que fue colocada sobre el pedestal ante la presencia de todo el personal de la casa y de los internos,
con el corazón emocionado; mientras se elevaba dulcemente, para prorrumpir en estruendosos
aplausos, cuando la vimos ya colocada en su sitio.
Fue el 26 de octubre 1930, Fiesta de Cristo Rey, y con motivo de las Bodas de Plata del
Colegio, que tuvo lugar la solemne inauguración de este hermoso monumento en el patio de honor del
Colegio.
La fiesta fue preparada por un triduo de oraciones y en las ceremonias de cada tarde; el Sr.
ARENAZ, beneficiario de la Basílica del Pilar, y antiguo capellán del Colegio, presentó día a día; a la
Comunidad y a los alumnos; al Sagrado Corazón como Amoroso Padre; Maestro de Maestros y Rey
Universal; esmaltando sus pláticas con recuerdos históricos sobre nuestro Instituto, pues conoce muy
bien su origen y su desarrollo; sin olvidar de hacer referencia a las venerables figuras del P. Andrés
Coindre y al H. Policarpo, haciendo alusión también al monumento que íbamos a inaugurar.
Por fin llegó el día tan anhelado del 26 de octubre, y desde las seis de la mañana, empezaron a
oírse los cohetes que anunciaban la fiesta a los vecinos y una hora después la fachada del colegio viste
sus mejores galas de banderas; gallardetes, y flámulas, mientras en el patio de Honor, un gran número
de alumnos; ayudan como pueden; colocando las mil sillas alquiladas para la ocasión, otros esmaltan
de flores las guirlandas, o transportan los arbustos prestados por los jardineros del Ayuntamiento.
Aquello, quedó precioso.
A las siete y media de la mañana, celebró la misa de Comunión el Sr. Capellán del Colegio,
mientras un padre carmelita, enardecía los corazones juveniles con la llama del fervor y del amor,
animándoles a ser verdaderos paladines de Cristo Rey, imitando a sus gloriosos antepasados, que
bebieron en las fuentes del Salvador, la fe, el sacrificio, el heroísmo y la santidad.
En la Misa Mayor de las diez de la mañana; ante un gran número de alumnos actuales y
antiguos; el Prior de los Benedictinos de Nuestra Señora de la Cogullada, ofició la ceremonia; durante
la cual, el coro del Colegio, interpretó magistralmente la Misa de F.Piazzano, y el P.Mariano Brossa,
Superior de los Claretianos, pronunció un panegírico inolvidable.
Comenzó comparando nuestra Provincia de España con una inmensa arpa eoliana cuyas
cuerdas, son los colegios, y este de Zaragoza está hoy en pleno regocijo, vibra alegremente y hace oír
sus sonidos en todos los rincones. Luego, tomando por tema las palabras de David : "Euntes ibant et
flebant " recordó las diversas vicisitudes por las que pasó el Instituto con la fundación, de la Provincia
Española, y especialmente este colegio de Zaragoza, y se refirió también a las dificultades de la
enseñanza religiosa en los tiempos actuales.
Pero .dándose cuenta de que profesores, antiguos alumnos y colegiales, celebran hoy con
entusiasmo las Bodas de Plata de una fundación tan probada por Dios, que ha obtenido durante los
cinco lustros pasados, resonantes éxitos académicos, y una envidiable admiración de todas las
familias y de la alta sociedad de Zaragoza, tuvo que alegrarse; y exclamar con el Rey-Profeta. "Al
volver; iban trayendo alegres sus gavillas".
Termina diciendo que le parece ver alrededor de la Estatua, revolotear tres ángeles de una
hermosura extrema; llevando cada uno un libro cuyo título es: el primero "Sacrificios heroicos", el
segundo "Dichosas realidades" y el tercero "Porvenir asegurado" resumiendo así el pasado; presente
y futuro de los Hermanos del Sagrado Corazón en la capital de Aragón.
Al terminar la Misa Mayor, hacia el medio día; nuevos cohetes anuncian al vecindario nuestra
alegría y felicidad. Y luego llegaron los ágapes fraternos, ya en la intimidad colegial.
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A las cuatro de la tarde, tuvo lugar el principal acto de la fiesta: la bendición solemne y la
inauguración del Monumento al Sagrado Corazón.
Fue invitado el Sr. Arzobispo, que aceptó la invitación, pero a última hora, tuvo que delegar
en su vicario general D. JOSE MUR, por no poder venir.
Entre las autoridades que estuvieron presentes debemos destacar al General de la
Guarnición, al Gobernador Civil y al Gobernador Militar, el concejal Sr. Guajardo, en nombre del
Alcalde, el profesor Sr. Lasala, como representante del Rector de la Universidad, D. Miguel Allué
Salvador, director del Instituto, los señores canónigos del Pilar :Lafuente, Bersabé y Guallar,el
arcipreste de nuestra parroquia de San Miguel, la representación de las comunidades religiosas de
Zaragoza y un gran número de sacerdotes y antiguos alumnos, además de los 450 alumnos del
colegio que con sus familiares abarrotaban el patio.
El Reverendo Hermano Superior General, el Superior Provincial, y el H.CLEMENT,
fundador del Colegio, vinieron expresamente para asistir al acto, mientras éste último recibía los
saludos y al simpatía de los antiguos alumnos.
A la hora indicada, la banda del Regimiento del Infante, empezó con un concierto, después
del cual, el Sr. Vicario general, asistido por el capellán D. MATEO SARASA, y el antiguo capellán
D. JOSE ARENAZ, y del Maestro de ceremonias de la Basílica del Pilar, D. FRANCISCO
GRACIA, bendijo el monumento con gran solemnidad.
A continuación, nuestro antiguo capellán con voz sonora, entonó las Letanías del Sagrado
Corazón, a las que respondió la muchedumbre con piedad.
Después, el canónigo D.SANTIAGO GUALLAR, uno de los más elocuentes oradores de la
diócesis, subió al púlpito, ante los grandes aplausos de los fieles y se propuso ensalzar las bodas de
Plata del Colegio, y la inauguración del monumento que acaban de bendecir.
Entonó primero un himno de alabanza a la ciudad de Zaragoza, capital muy pródiga en obras
de beneficencia y centros de enseñanza, destacando que entre todos, el nuestro tiene una
particularidad especial, cual es la devoción al Sagrado Corazón, y a continuación en inspirados
pasajes, hace relación a algunas vicisitudes que ha pasado nuestros Instituto, desde su fundación
hasta nuestros días, en particular los pesares que ha tenido que pasar en España, hasta verse
establecida en diversas ciudades de la península, la nueva congregación docente.
Hace resaltar también, el papel que ha tenido el Colegio en la capital, no solo desde el punto
de vista científico, sino en el orden religioso, y tiene la delicada atención de nombrar en sus
elogiosas palabras a los HH. CLEMENT, ROLAND, URBAIN, y MARIE-LAURENT, que han
sido sus directores, hasta conseguir su actual prosperidad.
Termina su brillante exhortación, con una súplica al Sagrado Corazón, para que siga
bendiciendo al Instituto y al Colegio, que lo ha elegido como Patrono, y que bendiga también a los
actuales alumnos y a los antiguos, tanto como a sus familias, que bendiga a Zaragoza, la ciudad de
la Virgen del Pilar, a la España católica y al mundo entero, en el que quiere reinar, a pesar de la
oposición de sus enemigos. #
Al bajar del púlpito, el doctor GuaIlar, es aplaudido con entusiasmo.
A continuación, el Hermano Director, con una voz clara y potente, lee el Acto de
Consagración al Sagrado Corazón, compuesto especialmente para esta ocasión. En los intermedios,
la coral del Colegio, a acompañada por la Banda de Música, interpreta diversos cantos religiosos,
mientras varios alumnos, previamente elegidos, depositan ramos de flores, al pie del monumento.
A las cinco de la tarde, termina la espléndida ceremonia, los alumnos y sus familiares se van
entusiasmados, por el resultado y organización de la fiesta, orgullos y dichosos de haber
presenciado el acto y visto el fruto de sus pequeños óbolos.
Las autoridades, bienhechores, y los antiguos alumnos, se trasladaron al salón de actos,
artísticamente adornado, y en el que el Gran Hotel de Zaragoza, había preparado un espléndido
lunch, para 80 convidados, mientras la Banda de Música, desde el vestíbulo, alegra a los invitados
durante el ágape. Cuando se fueron todos, pudimos descansar y saborear en nuestros corazones, la
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alegría de la fiesta vivida; y a la siete de la tarde, una nueva colección de cohetes y fuegos
artificiales, expresaron nuestro agradecimiento hacia Aquel que habíamos entronizado.
Su Santidad el Papa Pio XI, informado de que celebrábamos las Bodas de Plata y la
inauguración de un monumento al Sagrado Corazón, en la fiesta de Cristo Rey, envió su Bendición
Apostólica especial, al superior Provincial, a los que habían contribuido a la erección del
Monumento, a la Comunidad, a los Alumnos, a sus familias, y a todos los presentes en la ceremonia
Permítanme que les diga ahora algo sobre el monumento.
El pedestal, en piedra de la región, es debido al D. RICARDO BAYOD, industrial de
Zaragoza, es esbelto y mide 5 metros de altura, y es acorde con la finalidad a la que se le ha
destinado. Consta de una base de donde arranca una pilastra de trazado moderno y los dos cuerpos
del pedestal, están ornados de dos hermosas volutas a los pies del cual se halla un hermoso
jardincito. En la parte delantera y en el centro de la columna, se destaca en relieve, el escudo del
Instituto, en mármol blanco y en lo alto del basamento está esculpido el año 1930.
La parte más noble del monumento, es sin duda, la magnífica estatua del Sagrado Corazón,
esculpida en mármol de Carrara, por el escultor Enrich, de la Casa Altuna de San Sebastián, con
una altura de unos dos metros, y expresa muy bien la majestuosa expresión de la Persona del
Salvador, junto con la atrayente bondad de Aquel, que se dijo "manso y humilde de Corazón. "
Anuario de los Hermanos del Sagrado Corazón N° 25. págs. 130-140
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