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Cosa Espantosa y Fea es Hecha en la Tierra
Mayo 20 de 2011
COSA ESPANTOSA Y FEA ES HECHA EN LA TIERRA
Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes
dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué pues haréis a su fin? Jeremías 5:
30-31
A los ojos de Dios hay una cosa espantosa y fea; y es que se profetice mentira por falsos
profetas y que los supuestos sacerdotes dirijan por mano de ellos, es decir que dirijan por
mentira. Esto es lo que vemos hoy en la tierra, y lo más triste de todo es que el Señor nos dice
que su pueblo así lo quiso; ya que les hablan lo que quieren oír, de las concupiscencias de sus
propios corazones, como nos dice la escritura en 2 Timoteo 4: 3-4: Porque vendrá tiempo
cuando no sufrirán la sama doctrina; antes, teniendo las orejas sarnosas, se amontonarán
maestros que les hablen conforme a sus concupiscencias (deseos carnales), y así apartarán de
la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
Hoy no se sufre, no se soporta la sana doctrina, pues esta viene para matar la carne y sus
deseos; y lo que se busca hoy es una doctrina que agrade la carne, y como está escrito, ha
llegado ese tiempo, y se han amontonado maestros, pues son montones, que hablan conforme
a las concupiscencias de la carne y que apartan el oído de la verdad y lo vuelven a las fábulas.
Miremos la definición de fábula: Rumor, habladuría. Relación falsa, sin ningún fundamento.
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Suceso o acción ficticia que se narra para deleitar.
Esto es lo que hacen los maestros, profetas y sacerdotes de la ciudad de la religión; deleitar el
oído y la carne por medio de habladurías, de chachara, de cosas falsas y sin fundamento, de
acciones ficticias. Y desde luego encuentran un pueblo con orejas sarnosas, ya que lo que
buscan escuchar es pura sarna, pura lepra, pura inmundicia y abominación al Señor.
Nos muestra la escritura en este mismo pasaje de Jeremías en los versículos 27 -29, que como
jaula llena de pájaros, así están las casas de estos falsos profetas y sacerdotes, llenas de
engaño; que así se han hecho grandes y ricos (predicando mentiras y fábulas). Engordaron y
se pusieron lustrosos, y aún sobrepasaron hechos de maldad; no juzgaron la causa, la causa
del huérfano; con todo se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron.
Son hechos según el Señor, que sobrepasan toda maldad, ya que en lugar de juzgar la causa
de los menesterosos, se han hecho prósperos a costilla de ellos. Prósperos ya que la mentira y
la fábula que predican es el evangelio de la prosperidad, ya que tienen un culto y un altar a
Baal, el dios de este siglo, el dios de la prosperidad, el mismo diablo.
Bendito el Señor que visitará esta gran maldad y que hará juicio y justicia en la tierra: ¿No
tengo que visitar sobre esto? Dice el Señor: ¿y de tal gente no se vengará mi alma? Jeremías
5: 29
El Señor se vengará de esta gente perversa y corrupta que ha usado la piedad como fuente de
ganancia y que ha traficado con las almas. Alelu-Jah, Salvación y honra y gloria y potencia al
Señor Dios nuestro, porque sus juicios son verdaderos y justos; porque él ha juzgado a la gran
ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación. Apocalipsis 19: 1-2.
Babilonia, la gran ramera, es el hombre natural haciendo las cosas a su propia manera,
independiente del Señor, independiente de Su gobierno, en abierta rebeldía a Su potestad; es
el sistema y orden del hombre caído que sólo sabe hacer lo malo delante de los ojos de Su
creador, es un pueblo con orejas incircuncisas y a quien la Palabra del Señor (Cristo mismo) le
es cosa vergonzosa, no la aman.
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Escuchemos lo que nos dice Jeremías 6: 10: ¿A quién tengo que hablar y amonestar, para que
oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar. He aquí que la
palabra del Señor les es cosa vergonzosa; no la aman.
Y nos añade el Señor: Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande de ellos, cada
uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. Y curan el
quebrantamiento de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. Jeremías 6:
13-14
Esta es la cosa fea y espantosa hecha en la tierra: que todos desde el chico hasta el grande
siguen la avaricia, aman el dinero e inciensan a Baal; que el profeta y el sacerdote son
engañadores, que dicen Paz, paz, y no hay paz. ¿Se han avergonzado de haber hecho
abominación? No por cierto, no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto,
caerán entre los que caerán; caerán cuando los visitare, dice el Señor. Jeremías 6: 15
De nuevo el Señor habla de una visita, donde caerán los que no se han avergonzado de sus
propios caminos, de sus abominaciones, de predicar mentira y seguir la avaricia.
Es perfecta la palabra para estos profetas y sacerdotes engañadores: SINVERGÜENZAS; es
un pueblo loco, que no conoce al Señor, ignorantes y no entendidos; sabios para el mal hacer,
y para bien hacer no supieron. Jeremías 4: 22. Endurecen sus rostros más que la piedra, no
quisieron tornarse. Pero el Señor dice que son pobres (la verdadera riqueza es él), han
enloquecido, pues no conocen el camino del Señor ni el juicio de su Dios.
Es un pueblo que ha juzgado cosa liviana su fornicación, que nunca se tornó al Señor de todo
su corazón, sino mentirosamente, dijo el Señor; es un pueblo que anda tras la dureza de su
malvado corazón.
Señor, quita la dureza de nuestro corazón y conviértenos a ti de todo corazón para que no
andemos más en nuestros propios caminos ni en nuestras propias obras, para que no vivamos
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más para nosotros mismos sino para ti, para que al fin perdamos nuestras vidas y estemos
muertos a nosotros mismos, para que no continuemos en nuestra conversión mentirosa y no
tengamos más por cosa liviana nuestra inmundicia, para que tengamos vergüenza de nuestra
iniquidad. Oh Señor concédenos y guíanos a un verdadero arrepentimiento y a una entrega
total, para que tú seas el Señor, no de palabra sino de hecho y en verdad.
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