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ESCUELA MINISTERIAL PRECURSORA – MIKE BICKLE
LAS DESCRIPCIONES DE JESÚS EN EL LIBRO DE APOCALIPSIS
Sesión 2 Guardando la profecía: Fortalecidos por su Nombre (A-R-C-A)
I.
APLICANDO LAS DESCRIPCIONES DE JESÚS EN EL LIBRO DE APOCALIPSIS
A.
El Libro de Apocalipsis revela la majestad de su corazón y su plan para trasladar la historia al
siglo venidero. En Apocalipsis 1-3, Juan describe una visión que el experimentó en la cual
enfatiza 30 descripciones específicas acerca de la personalidad y ministerio de Jesús. Apocalipsis
1-3 es la representación más completa de Jesús en la Biblia.
1 La Revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus siervos… (Ap. 1:1)
B.
El nombre de Jesús será como el «arca de seguridad» y el «arca de gloria» en medio de las
tensiones de los últimos tiempos.
10 El nombre del SEÑOR es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo. (Pr. 18:10)
11…Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado… (Jn. 17:11)
1 El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo al
SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía (…) 14 Porque en mí ha puesto su amor (…) lo libraré; lo
exaltaré, porque ha conocido mi nombre. (Sal. 91:1-2, 14)
C.
«Guardamos la profecía» de tres maneras distintas. Primero, respondemos en fe y obediencia
amorosa a las verdades específicas acerca de Jesús. Segundo, lo proclamamos y oramos para que
el plan de batalla de Jesús en los últimos tiempos sea desatado. Tercero, resistimos el hacer
concesiones al soportar persecución y resistir tentaciones.
7…yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este
libro…9…yo (el ángel) soy consiervo tuyo y…de los que guardan las palabras de este libro.
(Ap. 22:7-9)
D.
A-R-C-A: el testimonio de Jesús o las verdades específicas acerca de El, son fundamentales para
la adoración y el espíritu de profecía. Lo adoramos al ponernos de acuerdo con estas verdades,
pidiendo revelación acerca de estas, guardando la profecía al comprometernos a responder en fe
y obediencia a estas mientras amamos y alabamos su Nombre.
10…adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. (Ap. 19:10)
1.
Acuerdo: hazle declaraciones de acuerdo a Jesús acerca de quien Él es y lo que Él hace.
Identificamos las verdades esenciales en cada una de las 30 descripciones (algunas
coinciden), luego simplemente declaramos la verdad a Jesús en oración con afecto y
gratitud. Por ejemplo, «Jesús, te doy gracias por ser un testigo fiel de la verdad. Amo esto
acerca de Ti. Confío en lo que dices».
2.
Revelación: ora por un incremento de revelación acerca de cada descripción de Jesús. Por
ejemplo, «Revélate a mí como el testigo fiel y muéstrame más de tu gloria en esto».
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PÁGINA 2
17...que el…Padre de gloria, os dé espíritu de (…) revelación en un mejor conocimiento
de Él. (Ef. 1:17)
3.
Celo por guardar la profecía: al comprometerte a responder en fe y obediencia a las
verdades específicas acerca de su Nombre y al pedirle ayuda a Dios para que te ayude a
hacerlo. Hacemos simples declaraciones en cuanto a nuestra resolución para obedecer o
permanecer en fe en la Palabra. También le pedimos a Jesús que nos fortalezca para hacer
esto. Por ejemplo, «Me comprometo a ser un testigo fiel de la verdad sin importar el
costo. Ayúdame a caminar en esto». Convertimos estos versos Bíblicos en un diálogo con
Dios.
4.
Amo y alabo tu Nombre: declaramos nuestro afecto y admiración por su Nombre
(personalidad, propósito y poder) al ser fascinados por la majestad del mismo. Hacemos
tiernas declaraciones acerca de cuan preciosa es para nosotros la faceta de su
personalidad que Él nos está revelando. Por ejemplo, «Amo y admiro profundamente la
revelación de quién eres como el testigo fiel. Eres admirable y glorioso, mi corazón se
deleita en Ti». Respondemos en alabanza mientras admiramos cada faceta de la persona
de Jesús.
Pero alégrense todos los que en ti se refugian; para siempre canten con júbilo, porque tú
los proteges; regocíjense en ti los que aman tu nombre. (Sal. 5:11)
En Dios nos hemos gloriado todo el día, y por siempre alabaremos tu nombre. (Sal. 44:8)
…a los extranjeros que se alleguen al SEÑOR…para amar el nombre del SEÑOR…7 yo
los traeré a mi santo monte, y los alegraré en mi casa de oración… (Isa. 56:6-7)
Tus ungüentos tienen olor agradable, tu nombre es como ungüento purificado; por eso te
aman las doncellas. (Cnt. 1:3)
II.
CULTIVANDO EL CONOCIMIENTO DE DIOS: CINCO CONDICIONES
1…si recibes mis palabras, y atesoras mis mandamientos dentro de ti, 2 da oído a la sabiduría, inclina
tu corazón al entendimiento; 3 porque si clamas a la inteligencia, y alzas tu voz al entendimiento, 4 si la
buscas como a plata, y la procuras como a tesoros escondidos, 5 entonces entenderás el temor del
SEÑOR, y descubrirás el conocimiento de Dios. (Pr. 2:1-5)
A.
Condición #1: enfocamos nuestro corazón para caminar en plena obediencia (si recibes mis
palabras v. 1a). El Espíritu Santo es el único que puede revelarnos a Jesús. Si Él es apagado, no
recibiremos su revelación acerca de su querido amigo Jesús. La oración no es un substituto de la
intención de obedecer a Dios.
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PÁGINA 3
B.
Condición #2: meditamos en su Palabra (si atesoras Mis mandamientos, v. 1b). Atesoramos los
mandamientos de Dios al llenar nuestras mentes con su Palabra. Tornamos las Escrituras en un
diálogo con Jesús para tener una conversación con Él mientras leemos las Escrituras.
C.
Condición #3: debemos tener un espíritu enseñable y un corazón abierto (da oído a la sabiduría,
v. 2). Esto habla de humillar nuestro corazón para aprender de la Palabra en vez de resistir su
significado.
D.
Condición #4: pedimos más revelación de Dios (si clamas a la inteligencia, v. 3).
E.
Condición #5: somos diligentes en nuestra búsqueda (si la procuras como a tesoros escondidos,
v. 4). Tenemos que pagar cualquier precio en nuestra búsqueda por más de Dios. Tenemos que
pasar largas horas en nuestra búsqueda por más entendimiento. Lo buscamos a Él como un
hombre codicioso busca la riqueza.
2 Es gloria de Dios encubrir una cosa, pero la gloria de los reyes es investigar un asunto. (Pro.
25:2)
F.
La promesa de Dios: hallaremos el conocimiento de Dios (v. 5). El conocimiento de Dios es la
realidad máxima que el espíritu humano puede experimentar en este siglo y en el siglo venidero.
Debemos tener una visión por profundizar en el conocimiento de Dios.
G.
Uno de los asuntos fundamentales de los primeros apóstoles era lo que ellos entendían acerca de
Jesús. El mismo asunto va a ser enfatizado por el Espíritu Santo a los apóstoles y profetas de los
últimos tiempos.
13…¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el
Bautista; y otros, Elías; pero otros, Jeremías…15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy
yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente… 18…sobre
esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades (Infierno) no prevalecerán contra ella.
(Mt. 16:13-18)
H.
III.
La pregunta crucial para la Iglesia de los últimos tiempos es el asunto de quien es Jesús. El Libro
de Apocalipsis es acerca del amor. No puede separarse del Cantar de los Cantares. Es la misma
grandiosa historia de amor. Te encontrarás a ti mismo orando en el lenguaje del Cantar de los
Cantares. Despertará amor en nosotros mientras vemos los atributos que Él nos reveló con el fin
de ganarnos para sí mismo. Él es hermoso. Apocalipsis perece ser una cruel tiranía para algunos
que no tienen entendimiento de que Jesús nos está conquistando en amor. Él tiene que tomar
medidas tan extremas porque Él dignifica nuestro libre albedrío.
ENCONTRÁNDONOS CON DIOS: ORANDO-LEYENDO LA PALABRA
39 Examináis las Escrituras (estudio bíblico) porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí; 40 y no queréis venir a mí (diálogo) para que tengáis vida. (Jn.
5:39-40)
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IV.
PÁGINA 4
A.
No es suficiente estudiar la Palabra, tenemos que entregarle nuestro corazón a Dios y recibir de
Él mientras la leemos. El estudio bíblico es más efectivo cuando crea un diálogo en nuestro
corazón con Dios. Las Escrituras nos dan el «material conversacional» en nuestra vida de
oración. Crea el lenguaje de nuestro corazón con Dios. Utilizar la Palabra en nuestro lenguaje de
oración con Dios hace que la oración sea fácil y disfrutable.
B.
Escuchar a alguien enseñar las Escrituras puede compararse a leer un menú que provoca nuestro
apetito. No somos plenamente saciados con la Palabra al escuchar a alguien enseñar. Podemos
ser inspirados en nuestra fe, pero solo podemos saciar nuestro espíritu cuando la verdad se hace
parte de nuestro lenguaje de oración con Dios.
ORANDO LAS DESCRIPCIONES DE JESÚS SEGÚN A-R-C-A
A.
Las 30 descripciones de Jesús en Ap. 1-3, incluyen Sus nombres así como las verdades que
vemos en cuanto a como Él se le apareció a Juan. Todo acerca de la apariencia, las vestiduras y
acciones de Jesús es muy intencional con el propósito de comunicar un mensaje a su pueblo. En
Ap. 1:12-16, Jesús no mencionó ninguno de sus nombres, pero si reveló verdades significativas
acerca de sí mismo a través de su apariencia. Por ejemplo, las vestiduras que tenía puestas
mostraron que Él es un sumo sacerdote, etc.
B.
Acuerdo: hazle declaraciones de acuerdo a Jesús acerca de quien Él es y lo que Él hace.
1) Declaraciones de «Tú eres…»: Tú eres el testigo fiel, el primogénito, el soberano de los reyes,
etc.
2). Declaraciones de «Tú tienes…»: Tú tienes una espada o Tú tienes las llaves del Reino, etc.
3). Declaraciones de «Tu…»: Tu rostro es como el sol o Tus ojos son como fuego, etc.
C.
Revelación: ora por un incremento de revelación de Jesús. Revélate a mí como…
D.
Celo por guardar la profecía: al comprometerte a responder en fe y obediencia y al pedir ayuda.
E.
Amo y alabo tu Nombre: declara tu afecto y admiración por su Nombre.
F.
Permanece en la presencia de Dios: al dialogar con Dios en su Palabra. Toma tiempo para
permanecer mientras le hablas a Dios lenta y sutilmente añadiendo declaraciones de amor u
orando en el espíritu o estando en silencio.
G.
Mantén un diario: toma tiempo para escribir tus pensamientos y oraciones mientras lees y oras a
través de las Escrituras. Esto nos ayuda a retener las verdades que el Espíritu nos da y a crecer en
nuestro diálogo con Dios.
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H.
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La unción del Espíritu es nuestro mejor maestro. Cuando oramos la Palabra con un corazón de
amor y obediencia, entonces el Espíritu obra en nosotros para proveernos con enseñanza de la
Palabra a la medida.
27…la unción que recibisteis de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie
os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas… (1 Jn. 2:27)
V.
EJEMPLOS DE CÓMO ORAR SEGÚN A-R-C-A
5…de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al
que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre… (Ap. 1:5)
A.
B.
Jesús es el testigo fiel: una verdad esencial es que El habló la verdad sin importar el costo.
1.
Acuerdo: «Jesús, Tú eres el testigo fiel de la verdad. Tú eres la verdad. Te doy gracias
porque Tú siempre dices la verdad. Amo esto acerca de Ti. Confío en lo que dices. Tú
eres confiable, puedo confiar en Ti. Tomaste una postura que te costó tu reputación y tu
vida».
2.
Revelación: «Revélate a mí y muéstrame más de tu gloria como el testigo fiel».
3.
Celo por guardar la profecía: «Me comprometo a hablar la verdad sin importar lo que
cueste (según el Espíritu me dirija). Confío en lo que dices. Ayúdame a caminar en esto».
4.
Amo y alabo tu Nombre: «Cuan profunda es tu fidelidad al Padre y a Su Palabra. Admiro
grandemente tu entrega y obediencia aún hasta la muerte».
Jesús es el primogénito de los muertos: una verdad esencial es que El es preeminente sobre todo.
1.
Acuerdo: «Tú eres el primogénito. Me regocijo en tu preeminencia sobre todo».
2.
Revelación: “Revélate a mí como el primogénito. Enséñame más acerca de esto.”
3.
Celo por guardar la profecía: «Te serviré de manera tal que atraiga a otros a Ti no a mí.
Ayúdame a vivir en secreta humildad y sacrificio para que la gente sea atraída a Ti no a
mí. Establezco mi corazón para vivir en el espíritu de un amigo del Esposo (Jn. 3:29).
Ayúdame, Señor».
5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor… (2
Cor. 4:5)
4.
Amo y alabo tu Nombre: «Tú estás sobre todo Jesús. No hay otro como Tú. Que te alaben
todas las naciones de la tierra y que reconozcan tu poder como el primogénito de los
muertos».
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C.
D.
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Jesús es el soberano de los reyes de la tierra: una verdad esencial es que todos los reyes se
someterán a El.
1.
Acuerdo: «Jesús, Tú eres el soberano de los reyes de la tierra. Todos los reyes de la tierra
y a lo largo de la historia pronto se postrarán delante de Ti. Amo tu grandeza sobre todos
los hombres».
2.
Revelación: «Revélate a mí y muéstrame tu gloria como el soberano de los reyes».
3.
Celo por guardar la profecía: «Me someteré a tu gran liderazgo. Fortaléceme para
obedecerte. Ayúdame a caminar en esto. Trabajaré para llamar a reyes y a aquellos en
autoridad a que te obedezcan sin importar lo que me cueste».
4.
Amo y alabo tu Nombre: «Cuán gloriosa es tu majestad como el Soberano sobre todos los
reyes. Admiro grandemente tu belleza como el Gran Rey».
Es un gran privilegio para todos nosotros enseñarle a otros a que le hablen a Jesús según la
manera en que Él se ha revelado a sí mismo en el Libro de Apocalipsis. La meta de todos
nosotros junto a otros ministerios, es ver a millones de creyentes hablándole a Jesús de esta
manera con un espíritu de revelación, amor y obediencia.
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