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La
Familia
que Siempre
has Esperado
Dr. Lucas Grandez Navarro
Seminario
Evangélico
de Lima
Alberto Pumalaza Díaz
2012 - Lima Perú
Seminario Evangélico de Lima
Av. La Molina 585 - Santa Felicia
Apartado 207 - Lima 12 - Perú
Tel: 348-1202 Fax: 3480761
Autor: Dr. Lucas Grández Navarro
Composición del texto: Lucas Grández Navarro
Diseño Gráfico y Diagramación: Natán Apaza Churata
Diseño de Portada: Elias Choque Castro
DERECHOS RESERVADOS
Prohibida la reproducción
Total y parcial D. L. N° 822
Categoría Vida cristiana / Crecimiento Espiritual
Contenido
Contenido
Pág.
Prólogo................................................................................................7
Prefacio...............................................................................................9
.
Introducción......................................................................................13
Capítulo 1
La ética de la sumisión, Un pedazo de cielo en la familia ....................30
Capítulo 2
Enfrentando lo difícil: La sumisión de la Esposa................................45
Capítulo 3
Aceptando lo innegable: La sumisión del esposo................................56
Capítulo 4
¡Qué linda familia! La sumisión entre hijos y padres.........................79
Capítulo 5
El rol de la esposa: Cómo tener armonía en el matrimonio!................97
Capítulo 6
El rol del esposo: Cómo tener armonía en el matrimonio! ................119
Capítulo 7
El rol del padre: Cómo tener armonía en la familia! ..........................136
Pág.
Capítulo 8
El rol de los hijos: ¡Cómo tener armonía en la familia! .....................169
Capítulo 9
La comunicación en el matrimonio..................................................180
Capítulo 10
La vida sexual en el matrimonio.......................................................191
Bibliografía General........................................................................206
Introducción
¿Estás buscando respuestas sobre cómo convertirte en el
esposo, o la esposa, el hijo o el padre que Dios quiere que seas? Tal
vez por mucho tiempo te has preguntado, ¿cómo lograr un pedazo
de cielo en mi familia? ¿Cómo disfrutar de armonía en el
matrimonio? ¿Cómo puedo ser un mejor esposo, o una esposa
ideal, un mejor padre, o un hijo sabio? Creo que no existe un
desafío mayor en nuestra vida que iguale las exigencias y las
alegrías de la vida de casado y la crianza de nuestros hijos, y las
responsabilidades de éstos.
Cuando pienso en el hogar, recuerdo el mío allá en un pequeño
pueblo, en la Selva de San Martín, Juanjui, donde pasé mis
primeros 16 años. Allí aprendí lo que es el hogar; no las cuatro
paredes y el piso, sino donde mi padre nos leía la Biblia
religiosamente, aunque nosotros, hijos pequeños y traviesos, no la
tomábamos en serio; donde la comida más sencilla, a veces sólo
frijoles, era como para reyes; y donde la tetera cantaba de
felicidad. Ese era nuestro hogar. No teníamos luz eléctrica, agua
potable, refrigeradora, lavadora, reposteros, televisión, y cuantas
cosas más de hoy; pero sí teníamos un padre trabajador y fiel, fiel a
Introducción
Dios, fiel a la esposa, fiel a los hijos, fiel a la iglesia, y teníamos
una madre piadosa y justa, hacendosa, laboriosa y fiel a Dios; pero
sobre todo, teníamos la presencia de Dios.
Es la familia que nunca hemos profetizado tenerla, pero
que Dios nos la regaló; una familia donde mora Dios; y es la
familia que tú y yo siempre hemos anhelado tener; y, sin embargo,
muchas de ellas no la han logrado, y más bien se ha alejado de lo
que Dios quiere para sus vidas.
La familia está de moda y en crisis. Lo que leo y veo me dice
que cada vez más las mamás y los papás, los hijos y los nietos,
compadres y mascotas se desplazan hacia el foco principal de las
noticias a medida que avanzamos hacia el fin de este siglo.
En todas partes se habla de la familia. La familia es y será la
nueva moda en los libros por salir, dicen los expertos. Moda, ¿de
qué tamaño?, lo bastante grande para dejar atrás a los volúmenes
sobre la Nueva Era, aventuras, biografías, deportes, hasta las
tradicionales novelas de venta máxima.
Esto no debe sorprendernos demasiado. Cualquier
persona que, en cualquier parte del mundo, vaya mucho al cine o
mire bastante televisión puede confirmar que, indudablemente, la
familia está de moda. Somos millones los que preferimos las
películas y los canales televisivos que muestran trozos de la vida
familiar. Hay un creciente número de hábiles escritores, creativos
14
Introducción
directores y ricos productores que combinan sus talentos con
algunos actores muy dotados haciendo que la audiencia se salga
de su dureza para suspirar y llorar como también reír y soñar. La
familia es lo que hoy se vende bien.
Pero, un momento, aunque la familia esté de moda y disfrute
de un lugar prominente bajo las luces del teatro y las novelas, y del
sol de los medios de comunicación de masas, ¿quién dice que la
escena doméstica que se retrata por escrito y en el escenario, sea
exacta? Puede que los modelos mostrados resulten entretenidos,
enternecedores, optimistas e incluso, divertidos, pero, ¿estaría la
mayoría de nosotros de acuerdo en que representan la
verdad…toda la verdad?
Honestamente, ¿nos equipa, nos
prepara, nos capacita en realidad su mensaje para manejarnos en
la vida?
Puede que nos relaje, incluso, nos estimule leer buenos libros
o mirar una película intrigante, o reírnos de los programas de
“humor” o salir un rato a pasear, ahora que en Lima y también en
las provincias hay nuevos y bonitos lugares para todos los gustos,
pero ¿alcanza para contrarrestar la basura que el mundo real de
hoy nos arroja? Difícilmente. Hay bastante basura hoy gracias a
los desperdicios de ayer, y la familia es el lugar donde se va
amontonando toda la basura.
15
Introducción
Falta algo terriblemente importante: una dosis consistente
de verdad bíblica mezclada con la sabiduría que da Dios.
Reemplazar lo eterno por lo entretenido es nada más que la
sugerencia de un atajo para llegar a la felicidad y satisfacción.
Cuidado con la falsa impresión que nos queda: La familia que ríe
junta sigue unida. No es que haya algo malo en el reír, sino que
sencillamente no es suficiente.
La familia necesita poner bases bíblicas debajo de ella
para construir una familia sólida. Aquí no seguiremos los ideales
de los hombres, la corriente de la cultura, sino las enseñanzas de
Dios vertidas en su Palabra porque Él es el inventor de la familia.
Vale lo que dijo David Glen, geofísico del petróleo y co-fundador
y Presidente de Kardo Internacional Ministries:
Puedes obtener capacitación y una educación superior en
cualquier campo que te puedas imaginar, excepto en el
de ser esposo y padre. Ser un gran esposo y padre te
llevará más que capacitación y educación…requerirá
sabiduría. Todo lo que queremos es respuestas
verdaderas y se las puede hallar en un antiguo libro de
sabiduría: la Palabra de Dios.1
16
Introducción
¿Es importante aprender principios bíblicos para levantar
una familia con futuro? ¿Cuáles son los motivos por los que se
debe practicar principios bíblicos en el hogar? Sugiero algunos de
ellos:
Primero, La familia es una institución creada por Dios.
¿Cómo lo sabemos? Lo dice la Escritura (Marcos 10:6-9).
¿Quién juntó al hombre y a su mujer para que fuesen una sola
carne? Dios. Algunos piensan que la familia es sólo una
institución social que evolucionó gradualmente. Que durante la
evolución del hombre, poco a poco se desarrolló el hogar. Esto es
falso. Ellos no han leído Génesis 2:22-24.
Hay gente que erróneamente piensa: El matrimonio fue
hecho por los hombres. No es necesario casarse. El matrimonio
está pasando de moda.
Somos libres para escoger cómo
relacionarnos con una mujer o con un hombre. A causa de la
naturaleza del hombre no conviene limitarle al matrimonio. Le
digo una verdad: El matrimonio no es una opción. Fue ordenado
por Dios para todas las generaciones para los que quieren unirse
con una mujer o con un hombre.
La familia es la primera institución formada por Dios. Fue
la primera porque es básica de la sociedad. Dios ha dado a la
familia la responsabilidad de mantener el bienestar de la
comunidad.
17
Introducción
¿Sobre qué institución edificó Dios la sociedad? Sobre la familia.
¿Por qué es importante que la familia sea el fundamento de la
sociedad en el plan de Dios? Porque tal es la familia tal es la
sociedad. Hoy día está en peligro la existencia de la familia, tal
como Dios la formó. ¿Cuál es la solución para este peligro?
Volver a Dios y a su Palabra. David tuvo razón al decir: “Si
Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican”
2
(Sal. 127:1ª).
Segundo, Dios estableció el orden de la familia.
El término orden quiere decir jerarquía. En 1 Corintios
11:3, leemos que fue Dios quién estableció al hombre como
cabeza sobre la mujer en la familia. Entonces, Dios estableció el
orden en la familia, para que haya orden y armonía en el hogar.
Los hombres debemos recordar que también nosotros tenemos
nuestra Cabeza, Cristo. Muchos hombres exigen sumisión de sus
esposas cuando ellos mismos no se someten a Cristo. La sumisión
a la autoridad no implica que uno sea más que el otro. En nuestro
pasaje aunque haya una cadena de autoridad, todos, en realidad,
debemos someternos a Dios. La sumisión al otro agrada al Señor.
Los hijos agradan al Señor cuando obedecen a sus padres
y los tratan amorosamente (Col. 3:20). Los padres agradan al
Señor cuando no provocan a ira a sus hijos, no los resienten, no
los frustran, sino que los crían responsablemente (Ef. 6:4).
18
Introducción
Cada miembro de la familia está bajo la autoridad y
responsabilidad de una cabeza. Hay una cierta línea de autoridad
y responsabilidad en la familia porque Dios estableció el orden de
la familia. Una mujer dijo: Estoy comprendiendo que la mujer
necesita sentir su importancia quedando libre de la autoridad de
su esposo. No. Otro dijo: Los niños de hoy son distintos. Hay que
permitirles desarrollar su propia personalidad sin presión para
conformarlos a la voluntad de alguien. No. El orden en la familia
fue establecido por Dios mientras dure el hombre sobre la tierra.
Tercero, El andar en armonía con el Creador produce paz y
gozo.
Una familia feliz es el resultado de dos factores: 1) Los
miembros saben convivir entre si, sin egoísmo; 2) Practican a
diario las reglas para la familia dadas por Dios en la Biblia. Dios
sabe cómo la familia debe funcionar mejor. Solamente siguiendo
las normas dadas por Dios seremos felices (vea 1 Reyes 2:3).
El matrimonio puede ser la experiencia más feliz, más infeliz
o más irregular de la vida. Pero el andar en armonía con Dios
produce paz y gozo. Tal vez su cónyuge no es lo que usted quisiera
que fuere, pero si usted ama a Dios y confía en su amor y
protección, eso le traerá paz y gozo. No necesita tomar
tranquilizantes o fármacos, lo que necesita es andar en armonía
con Dios de quien recibirá fuerzas y sabiduría para la vida.
19
Introducción
El Salmo 119:165, dice que los que andan en armonía con
Dios tienen mucha paz y no hay para ellos tropiezo. ¿Necesita
paz? Cualquier cambio que el hombre hace en lo que Dios ha
ordenado, causa problemas. El único remedio es volver al orden
original de Dios. A una familia que anda fuera de los principios
bíblicos le faltará el gozo y la paz que Dios quiere que tenga. Y
cuando hay problemas en las relaciones familiares, ¿dónde se
puede hallar la solución? En Dios y en la Palabra de Dios (Sal.
119:130). La Palabra de Dios fue escrita para que nuestro gozo
sea cumplido (1 Jn. 1:4). Ella es “aquella luz verdadera, que
alumbra a todo (Jn. 1:9). ¡Vamos! Busquemos a Dios y leamos la
Palabra de Dios.
Finalmente, El cristiano ama a Cristo y quiere obedecer su
Palabra
El amor es obediencia. Si amamos a Cristo, le
obedeceremos. Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis
mandamientos” (Jn. 14:15). Obedece a Dios, mi amigo, y tendrá
grandes sorpresas. Si el padre obedece a Dios, si la madre hace lo
mismo, y los hijos también, Dios los bendecirá con abundancia.
La familia que ama a Cristo vive en comunión con Jesucristo y en
obediencia a su Palabra. Por lo tanto, los que obedecen la Palabra
de Dios están demostrando su amor por Cristo. Entonces, la
familia que practica los principios bíblicos es una familia
cristiana.3 ¿Es su familia, una familia cristiana?
20
Introducción
Diagnóstico familiar
Vivimos una creciente situación de desintegración
familiar. ¿Qué tal la epidemia de divorcios y el completo
alejamiento de la monogamia vitalicia? Y se escucha la voz de la
sirena: “¿Para qué para siempre?”, ¿cómo estamos en lo referido a
la autoridad de los padres? ¿Qué de la ola de drogadicción y
alcoholismo, de homosexualidad, de matrimonios gay, de
pandillaje, de hijos desobedientes, irreverentes y profanos, de
parricidas y matricidas, de homicidas, de fornicarios, de
sodomitas, de secuestradores, de mentirosos y perjuros, y de
cuantos se oponen a la sana doctrina?
¿Qué pasa con los esposos que no proveen para la casa,
que no toman su liderazgo con seriedad y amor, y que no separan
tiempo para la esposa y los hijos? ¿Qué les falta? ¿Por qué no lo
hacen? ¿Qué pasa con el decreciente número de personas que hoy
siguen todavía creyendo en las diferencias distintivas entre la
masculinidad y la femineidad?¿Cuántas personas conoce usted
que consideran que engendrar, criar, formar y finalmente entregar
a la sociedad hijos (e hijas) de íntegro carácter es uno de los más
elevados honores de la vida?
Cosa rara en estos días es encontrarse con gente que
valore literalmente la bendición de Génesis 1:28, que nos llama a
ser fructíferos, multiplicarnos y llenar la tierra. Muchas personas
21
Introducción
que tienen la economía suficiente y la educación estable
cuestionarían y condicionaría esa afirmación fundamental de la
Escritura. La excusa de algunos es “criar hijos es cosa seria, es
una tremenda responsabilidad”.
Hoy día la gente se casa hasta que el divorcio les parezca
conveniente. Muchos de ellos tomaron esta decisión sin ningún
criterio del valor que Dios le da a la familia, y sin ninguna
preparación para la misma.
Este servidor, como pastor, ha tomado la decisión de no
casar a ningún miembro de la iglesia sin que reciba enseñanza
prematrimonial unos seis meses antes del matrimonio, por lo
menos. Esta es una de las razones por qué muchos niños nacen en
familias no constituidas, que sólo conviven. No se toma en serio
el matrimonio. Y tampoco piensan casarse: “¿Para qué si nos
llevamos bien”? “¿Para qué si ya llevamos años juntos”?
Cuando hablo a los adolescentes y jóvenes de estos temas
candentes les digo lo siguiente, tal vez le ayude a usted como
padre: “Ustedes chicos cuando van a casarse, tienen que pasar por
tres lugares, en orden. Primero, por la Municipalidad, segundo,
por la Iglesia, y finalmente, van a la cama (la luna de miel)”. Les
digo que si invierten el orden, y van primero por la cama, es
probable que no lleguen a la Municipalidad, y menos a la Iglesia.
Nuestros hijos necesitan orientación sexual y prematrimonial.
22
Introducción
Entonces, ¿de qué sirve que la familia esté de moda,
tengan algo de alegría, si la eterna sabiduría de Dios ya no se usa?
Nuestra mayor carencia es la de una fresca penetración que
provenga de nuestro siempre y relevante Dios y Señor, cuya
Palabra todavía es insuperable como documento original de
confiable consejo en cualquier generación. Como dice Charles
Swindoll, profesor emérito del Seminario Teológico de Dallas, lo
siguiente: “La verdad bíblica es esencial para sobrevivir en una
época en que la familia gana en popularidad y decide en aspectos
4
que ejercen efectos duraderos”.
Importancia del tema.
En síntesis, lo anterior explica por qué elegí dedicar mi
tiempo y atención a un libro referido a la familia, que ponga el
énfasis adecuado en la sabiduría práctica y bíblica para vivir en
ella.
Hace varios siglos Salomón expresó esa idea muy bien:
“Con sabiduría se edificará la casa. Y con prudencia se
afirmará; Y con ciencia
se llenarán las cámaras de todo bien
preciado y agradable” (Pr. 24:3-4).
La importancia del tema de la familia apunta más en
relación a Dios, Dador de la sabiduría y del cambio, enfocando el
corazón transformado de los miembros de la familia con amar y
servir a Dios y a otros, a fin que el matrimonio glorifique a Dios.
23
Introducción
El caminar de cada uno de los miembros de una familia
con Dios es el fundamento de la vida familiar y de su servicio a
Dios. Pablo lo dijo con toda razón al carcelero de Filipos: “Cree
en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa” (Hch. 16:31).
Nuestra relación vertical determina la horizontal. Esto funciona.
Si el hombre inicia, mantiene, disfruta una relación
personal de amor con el Señor su vida será transformada, y podrá
reflejar a los demás las virtudes de Aquel que nos llamó de las
tinieblas a su luz admirable (1 P. 2:9). Bien lo dijo Stanford Orth,
profesor de Nuevo Testamento en el Seminario Teológico de
Guatemala: “Dios quería que los humanos reflejaran en el mundo
las cualidades de él mismo pero la humanidad rechazó este
5
camino”.
Ahora, Dios está cambiando a sus hijos para que sean
como él y lo revelen en el mundo para que el Dios invisible sea
visto, conocido y glorificado. Dios usa al miembro creyente de la
familia que está siendo transformado en su corazón, su
comunicación y su conducta para que sea de bendición y
edificación a los que están en su alrededor. El Espíritu Santo usa
su vida para mostrar a los que no conocen a Cristo que han perdido
el camino y que existe un camino mejor. Dios quiere que sean
atraídos a Cristo cuando lo vean en la vida de sus hijos.
24
Introducción
El regalo más grande que el cristiano puede obsequiar a su
cónyuge, sus hijos, sus familiares, su iglesia, sus discípulos, sus
amigos y sus vecinos es la transformación de su vida a la imagen
de Cristo y su caminar diario en comunión con él.
La familia que siempre has esperado es de cambios. Los
cambios que Dios quiere son primeramente del corazón. Los
cambios son internos y profundos, no simplemente ajustes
externos para satisfacer las expectativas de otros. No consisten en
la conformidad superficial a normas humanas. El pecado tiene sus
raíces en lo más profundo del ser; afecta los valores, los móviles,
los afectos, el carácter interno, las prioridades, las actitudes y los
propósitos, tanto como el hablar y la conducta de la persona. El
pecado es más serio, más engañoso y más arraigado de lo que el
creyente piensa (lea Gálatas 5:19-21 y verá lo serio que es el
pecado).
Lo que nosotros atacamos, lo que el gobierno amenaza, lo
que las instituciones políticas atacan son los frutos del pecado.
Pero no pueden atacar el pecado mismo porque el pecado es algo
inagarrable, es una fuerza diabólica y maldita que está
impregnada, sellada, en lo profundo del corazón humano.
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que
pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el
fruto de sus obras” (Jr. 17:9-10).
25
Introducción
Por eso es que cuando el gobierno captura un delincuente
o toma preso al más buscado de la mafia, se jacta de un logro
grande, pero no se da cuenta que cuando captura a uno aparecen
diez delincuentes más. ¿Por qué?, porque se enfoca sólo lo
externo, se ataca lo que se ve, pero no la raíz que está en lo
profundo del ser.
“Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a
lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no
mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está
delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 S. 16:7).
Necesitamos cambios internos porque el pecado nos
afecta en lo más profundo de nuestro ser. La autonomía, el
egocentrismo, la autosuficiencia y el autoengaño caracterizan la
naturaleza pecaminosa y tienden a ser los móviles que guían las
actitudes, palabras y conducta, aún las cosas “buenas” que se
hacen. Hasta que Dios haga cambios en los niveles más profundos
de nuestro corazón estaremos en el camino de la salud espiritual,
de la sanidad del alma.
El creyente no ha cambiado sino hasta que sus acciones y
reacciones en una circunstancia específica sean bíblicas y
automáticas. Es la respuesta inmediata de un corazón que ha sido
cambiado por el Espíritu Santo. La vida cristiana es una vida de
cambio. Si el esposo cambia, la esposa también cambiará y
viceversa.
26
Introducción
Si los padres cambian, los hijos harán lo mismo, mucho
más si son adolescentes. Max Lucado, dijo: “Dios nos ama tal y
6
como estamos, pero nos ama demasiado para dejarnos así”.
Conviene aquí definir lo que es la familia cristiana: Es
unión de los esposos y sus hijos, que viven en comunión con
Jesucristo y en obediencia a su Palabra. Esta definición tiene dos
partes. Familia simplemente, es la unión de los esposos y sus
hijos. Pero para que la familia sea cristiana, necesita vivir en
comunión con Jesucristo y en obediencia a su Palabra. Esta
definición de nuevo apunta a Dios que busca el cambio de
corazón de cada miembro de la familia por el poder del Espíritu
Santo.
La transformación no es automática. No sucede
“naturalmente” con el tiempo que pasa. El esposo cristiano o la
esposa cristiana no llega a ser transformado “a la deriva” ni sin
intención. La Biblia enseña decisiones que el cristiano ha de
tomar y actividades que necesita hacer para abrir las puertas y
ventanas de su vida para que Dios tenga acceso al corazón.
Dios está ansioso y capaz de transformar el corazón del
cristiano. Los obstáculos, la falta de conocimiento, la falta de
deseo y disciplina se encuentran en el creyente mismo. El Espíritu
Santo usa varios medios para la formación espiritual y familiar
del creyente que requieren que el cristiano colabore en el proceso.
27
Introducción
Leer este libro despacio y con mucha atención es una forma de
colaborar con Dios para la vida familiar ¡Adelante!
Quisiera añadir aquí dos presuposiciones que están
dando vuelta en mi corazón:
Primero, debido a la demanda de Dios de alcanzar una
familia de acorde a los principios divinos de modo que el
cristiano viva en armonía con su Creador y con los miembros de
su familia, existe una enorme falta de comprensión y de
conocimiento en cuanto a las norma bíblicas que generan
crecimiento y cambio en la vida del creyente esposo-esposa,
padres e hijos.
Segundo, es una presuposición que uno de los mayores
aportes en el presente libro es cuanto a la contribución y
autoridad bíblica; que la Biblia es autoritativa en asuntos que
tiene que ver con la transformación de la familia, con los valores
celestiales que dan la solidez bíblica al hogar. Y por eso basamos
las enseñanzas de este libro en la verdad de Dios, porque la
verdad nos hará libres (Jn. 8:32).
La razón principal que tenemos para ir a las Escrituras y
escucharla, es que Dios es el Creador que hizo al humano,
conoce su corazón, conoce su naturaleza pecaminosa y sus
debilidades, y sabe cómo funciona y cómo cambiarlo.
28
Bibliografía
1. David Glenn, Sabiduría para padres (Houston, Texas: Kardo
Internacional Ministries, 2004), 24.
2. Todos los pasajes serán tomados de la VERSIÓN REINAVALERA, Revisión de 1960, publicada por las Sociedades
Bíblicas Unidas.
3. Donald Bond y Viviana de Bond, La familia cristiana
(Sebring, FL.: Editorial Bautista Independiente, 1983), 3-9.
4. Charles Swindoll, Sabiduría para la vida familiar (Miami, FL.
U.S.A.:Editorial Unilit, 1992), 11.
5. Stanford Orth, ¿Qué quiere Dios del Cristiano? (Separata,
Guatemala, 2006), 10.
6. Ibid., 9.